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El fundamento. Primer origen de la filosofía. El Asombro.

De acuerdo al principio de razón suficiente resultarán las primeras preguntas: ¿porqué hay mundo?, ¿Porqué hay entes?
, por que pudo quizás no haber habido nada, y como el principio de razón dice que todo tiene su fundamento entonces
preguntamos: ¿porqué hay ente, o cuál es el fundamento del ente en totalidad?. La parte de la filosofía que se ocupa de
este problema del fundamento se llama metafísica.

Todas éstas preguntas nacen del asombro del hombre frente a la totalidad del ente, ante el hecho de que haya entes
cuando bien pudo no haber habido nada. Se dice desde Platón y Aristóteles que el asombro o sorpresa es el origen de la
filosofía, lo que impulsa al hombre a filosofar que lo lleva a buscar el conocimiento. Aconteció entre los griegos a
comienzos del siglo VI a.c. cuando el hombre libre de las exigencias vitales más urgentes y de las supersticiones se
pone en condiciones de elevar su mirada más allá de sus necesidades para contemplar la totalidad y formularse
preguntas.

Toda religión y toda filosofía dan respuestas a éstas preguntas. La diferencia es que la filosofía da una respuesta
puramente conceptual.

Tales de Mileto (585 a.c.) es el primer filósofo. Se pregunta qué son las cosas. Y contesta con que es el agua, que todo
procede del agua, que es el principio o fundamento de todas las cosas.

Con Tales nace el pensamiento racional, y es el primero que intenta explicar la realidad en términos conceptuales. Junto
con ello descubre la idea de la unidad de la realidad, porque todo, a pesar de su multiplicidad, se reduce a una sola cosa,
el agua.

Segundo origen de la filosofía. La Duda.

El primer origen de la filosofía se lo encontró en el asombro. Pero la satisfacción del asombro, lograda mediante el
conocimiento filosófico, comienza a vacilar y se transforma en duda en cuanto se observa la multiplicidad de los sistemas
filosóficos y su desacuerdo recíproco y, la falibilidad de todo conocimiento. Esto lleva al filósofo a someter a crítica
nuestro conocimiento y nuestras facultades de conocer, y es la duda, lo que se convierte en origen de la filosofía.

Es preciso tomar conciencia de que los sentidos, con frecuencia nos engañan y nuestras percepciones suelen ser
engañosas. Y con nuestra facultad de conocer, con el pensamiento, con la razón ¿puede tenerse la absoluta seguridad
de que la razón no nos engaña?. No, porque a veces nos equivocamos aun en los razonamientos más sencillos,
tampoco es un instrumento tan seguro como para con fiar en ella. De modo que la razón no basta para determinar los
conocimientos porque puede existir un cierto coeficiente de irracionalidad en las cosas.

En primera instancia todos creemos ingenuamente en la posibilidad de conocer, el conocimiento se nos ofrece con una
evidencia original, pero ésta evidencia desaparece pronto y la reemplaza la duda cuando surge la inseguridad de todo
saber.

La duda filosófica puede asumir dos formas diferentes:

• La duda sistemática o pirroniana

• La duda metódica o cartesiana

Al escepticismo absoluto o sistemático se lo llama pirroniano porque fue Pirron de Elis (320-270 a.c. aprox.) el que lo
formuló.

Pirrón negaba la posibilidad de cualquier conocimiento, fuera de lo que fuese, y también negaba que pudiera afirmarse
que el conocimiento era imposible, puesto que ello implicaría ya cierto conocimiento, el de que no se sabe nada.

La duda metódica, de Descartes, no se la practica por la duda misma, sino como medio para buscar un conocimiento
que sea absolutamente cierto, como instrumento o camino para llegar a la certeza.

Cuando el conocimiento nos hace dudar se plantea el problema acerca de qué es el conocimiento, cuál es su alcance o
valor, cuáles son las fuentes del conocimiento y a cuál de las dos (los sentidos o la razón) debe dársele primacía. De
esto se ocupa la parte de la filosofía llamada Teoría del Conocimiento o gnoseología. A diferencia con la ciencia que no
se plantea el problema del conocimiento puesto que parte del supuesto de que el conocimiento es posible, sin el cual ella
no sería posible.

Tercer origen de la filosofía. Las Situaciones Límites.


Puede decirse que con la duda se inaugura la reflexión del hombre sobre sí mismo, reflexión que llega a su forma más
honda y trágica cuando el hombre toma conciencia de las situaciones límites.

Esta expresión de situaciones límites la introdujo un filósofo llamado Karl Jaspers (1883-1969), define que además de las
situaciones comunes en que vivimos hay otras que, permanecen, aún cuando sus manifestaciones momentáneas varíen
y aún cuando su poder dominante y embargador se nos disfrace y agrega: "debo morir, debo sufrir, estoy sometido al
azar, me enredo en la culpa, etc.". A éstas situaciones fundamentales e insuprimibles de nuestra existencia son a las que
Jaspers llama "situaciones límites".

Se trata de situaciones insuperables, más allá de las cuales no se puede ir, que el hombre no puede cambiar porque son
consecutivas de su existencia, son las propias de nuestro ser-hombres.

Epicteto (50-138 d.c.) fue un filósofo de la escuela estoica, era esclavo. Los estoicos perseguían la idea de lograr la más
completa impasibilidad frente a todo cuanto pueda perturbarlos.

Sostuvo que el origen de filosofar reside en la conciencia de la propia debilidad e impotencia del hombre (finitud).
Enseñaba que hay dos órdenes de cosas y de situaciones: las que dependen de nosotros y las que no dependen de
nosotros. No depende de mí mi muerte, ni la fama, ni las riquezas, ni la enfermedad, por tanto, si no dependen de mí, es
insensato que me preocupe o impaciente.

Todas éstas cosas dependen del destino y lo único que debe hacer el sabio es conformarse con él, o alegrarse del
destino, puesto que es el resultado de las disposiciones de la divinidad. Corresponde que el hombre trate de cumplir lo
mejor que pueda el papel que le ha sido destinado a desempeñar.

Otro filósofo de la escuela estoica fue el emperador Marco Aurelio Antonino (121-180 d.c.).

Lo único que depende de mí son mis pensamientos, mis opiniones, mis deseos o todo acto de espíritu que es lo único
que puedo modificar y el hombre logrará la felicidad en la medida en que se aplique solamente a éste propósito. Se
centra en la conducta del hombre que se ocupa de la Etica o Moral.

La filosofía brota de tres estados de ánimo, asombro, duda y angustia o preocupación por la finitud y por lo que se debe
hacer o no hacer, lo que corresponden a tres disciplinas filosóficas respectivamente: metafísica, gnoseología y ética

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