La situacin con la que se encuentran los profesores y profesoras
jvenes que recin ingresan a trabajar a un liceo es, por decirlo de un
modo general y casi insustantivo, compleja. Compleja, significa en este caso, que es difcil de reducir a un cierto orden, por lo menos al orden del mundo social conocido y aprendido de los novicios. Este es un escenario algo paradjico porque la mayora de los profesores jvenes, hasta hace no ms de ocho aos, formaban parte de ese mismo ambiente que hoy perciben como complejo. La cuestin del orden es importante, porque este es ya un ejercicio de clasificacin de aquellos que no lo poseen o de aquellos que por su comportamiento resultan difciles de clasificar y por tanto de comprender. Curiosamente, aunque los profesores novicios han transitado por ese mismo mundo desordenado que hoy les impresiona, parecen no reconocerlo. La enculturacin de su formacin les ha alejado de l y les ha proporcionado una serie de categoras con las cuales pueden ahora clasificar el mundo de su prctica.