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Tagore, Einstein y Bohr’ Jairo Roldan Ch.” Resumen iélogo con Rabindranath Tagore que tuvo higat en 1930, Einstein expuso su creencia en una realidad independiente de la existencia humana, realidad que puede ser descrita por la ciencia y que constituye la base de la verdad cientifica. Tagore, por el contrario, afirma su convencimiento de la verdad de una realidad basicamen~ te humana, En el presente articulo se afirma que la concepeidn implicita de realidad sostenida por Bohr, y que se basa en su interpretacién de la mecénica cuintica, est mais cercana a la posicién de Tagore que a la creencia de Ein: Abstract Ina dialogue with Rabindranath Tagore that took place in 1930, Einstein exposes his belief in a reality independent of the human existence, reality that can be descri- bed by science and which constitutes the base of scientific truth. Tagore on the con- trary, affirms his conviction of the truth of a basically human reality. It will be clai implicit conception of i quantum mechanics, is closer to Tagore’s position that to Binste med here that Boh Introduccién Uno de los mejores contextos, si no el mejor, para presentar la concepeion de Bohr acerca de la realidad fisica, es el que provee el didlogo ya legendario que sostuvo por cerca de 30 afios con Eins- tein, esa otra figura gigantesca de la fisi- ca del siglo veinte; y en ninguna parte quiz se expresan de manera mas concisa y dramatica las ideas de Einstein sobre la realidad fisica que en una conversacién lity, based on his erpretation of 's belief. que tuvo lugar entre él y el gran poeta In- dio Rabindranath Tagore en 1930'. En esa conversacién, Einstein expresa su creencia en una realidad inde- pendiente de la existencia humana, tea- lidad que puede describirse por medio de la ciencia y que constituye la base de la verdad cientifica. Para Einstein el mundo es una unidad independiente del factor humano, la verdad es independiente del hombre y la verdad cientifica debe consi- * Astculobasadoen la conferencia “The poet and the physics: Tagore, Einstein, oh” dctaa ene Instituto Cohn para la Historia y jovofn de la Ciencia las Ideas de la Universidad de Tel-Aviv, lel e122 de abil de 1993, Ph. Profesor Titlar Departamento de Fisica Facultad de Ciencias, Universidad del Valle, derarse como valida, independien- temente de la humanidad. Existe enton- ces una realidad independiente y una verdad relativa a esa realidad. Einstein sostiene que para establecer relaciones razonables entre los datos de nuestra experiencia es imprescindible atribuir a los objetos una realidad inde- pendiente, no sélo de nuestra coneiencia sino también de nuestra existencia. Tagore, por el contrario, afirma su convencimiento de la verdad de una te- alidad basicamente humana, Para él, ni la ciencia ni la razén humanas tienen acce- soa la realidad absoluta o independiente La realidad cientifica no es sino una re- alidad empirica 0 fenomenolégica y el objeto de la ciencia es todo aquello que aparece a todos nosotros con un caracter intersubjetivo. La ciencia, por lo tanto, tiene una naturaleza no-ontolégica, en el sentido de que su propésito no es la des- cripcién de una realidad independiente. La objetividad de la ciencia es entonces Gnicamente intersubjetividad. El credo epistemolégico de Einstein y su concepcion de la realidad fisica Einstein considera que todo nuestro pensamiento tiene la naturaleza de un juego libre con los conceptos y ese juego encuentra justificacion en la medida en que nos petmite dar cuenta de la expe- riencia de nuestros sentidos. La aplica- cién del concepto de verdad a una estruc- tura conceptual sélo puede lograrse: “Cuando se tiene a mano una conven- cin de gran alcance con respecto a los elementos y las reglas del juego”. Einstein explica que, por una parte, vemos la totalidad de las experiencias sensoriales y, por otra, la totalidad de los conceptos y proposiciones. Entre los conceptos y las proposiciones mismas, y entre unos y otras, existen relaciones 16- gicas; sin embargo, el sentido de los con- ceptos y las proposiciones se adquiere tnicamente a través de su conexién con las expetiencias sensoriales. Esta tiltima conexi6n es: “puramente intuitiva y no es en si mis- ma de naturaleza légica™. Para Einstein, la diferencia entre la fantasia vacia y Ia verdad cientifica radi- ca en el grado de certeza con que esa co- nexién intuitiva puede lograrse. La arbi- trariedad logica inherente al sistema con- ceptual esta restringida por el propésito de obtener una coordinacién lo mas com- pleta y cierta posible con la totalidad de las experiencias sensoriales, y la certeza y el grado de completez de esa coordina- cidn confiere un contenido de verdad al sistema Las tesis epistemolégicas de Einstein sostienen sus puntos de vista acerca de la posibilidad de criticar una teorfa fisica. Su primer punto de vista es que la teoria no puede contradecir los hechos empiri- cos. El segundo concierne a las premisas de la teoria misma y tiene que ver con la simplicidad légica de tales premisas, con lo que él Ilama la perfeccién inherente | de la teoria. El primer punto se refiere, ] por el contrario, a Ia “confirmacién ex- terna de la teoria”. Einstein expresa co- mo sigue Ia relacién entre su credo epis- temoldgico y su concepcién de realidad: | ! | “La fisica es un intento conceptual de aprehender la realidad, pensindola como independiente del ser observada. En ese sentido puede uno hablar de realidad fisi- catty | Segiin Einstein, se debe distinguir en- tre Ia realidad objetiva, que es inde- pendiente de cualquier teorfa y los con- ceptos fisicos con que opera Ia teoria, y por medio de los cuales nos figuramos | esa realidad, Einstein considera que dos | Tequerimientos son necesatios para juz- | gar el éxito de una teoria fisica: las con- clusiones de Ia teoria deben concordar i con la experiencia humana, y cada ele- | mento de la realidad fisica debe tener una contraparte en la teoria. “La fisica es un intento conceptual de aprehender /a realidad pensandola como j independiente del ser i observada. En ese sentido i puede uno hablar de realidad fisica”. ! A. EINSTEIN | Podemos resumir, como sigue, las i ideas epistemolégicas de Einstein y su telacion con su concepcién de la realidad fisica: a) La realidad fisica es independiente de su observacién. Es independiente de a mente, independiente de Io huma- no. b) Nuestros conceptos son una libre in- vencién de nuestra mente. ©) Nuestros conceptos adquieren un contenido de verdad por medio de su confrontacién con la realidad fisica. 4) Una vez que se encuentra que un con- cepto es verdadero, podemos conside- rar que corresponde a un elemento de realidad. ©) Una proposicién es objetiva cuando hace referencia a la realidad inde- pendiente. La posicién de Tagore Tagore no presenta su posicidn de una manera argumentativa; sin embargo, la podemos resumir como sigue: a) El espiritu humano contiene el uni- verso. La verdad del universo es una verdad humana. El universo es un universo humano, El mundo no existe independiente de nosotros, necesita nuestra conciencia para su realidad. b) El dominio de la ciencia es todo aque- Ilo que no se restringe a lo individual, todo lo que, a pesar de ser humano, tiene un aspecto impersonal de ver- dad. ©) No sélo la belleza sino también la verdad, dependen de lo humano. d) La verdad cientifica es esencialmente humana, es aprehendida unicamente por un proceso Idgico, por medio de lun Grgano que es exclusivamente hu- mano. e) En la filosofia india, explica Tagore, existe Brahma, la verdad absoluta, que no puede ser concebida por la mente individual aislada y que no puede tampoco describirse con pala- ‘bras. La verdad absoluta solo puede concebirse mediante In integracion absoluta del individuo en su infinita totalidad. La ciencia no puede por tanto aprehender esta verdad absolu- ta f) La verdad cientifica, que es esencial- mente humana, es una apariencia, lo cual significa que aquello que aparece como verdad, aparece a la mente hu- mana y por lo tanto es humano, y comparado con la verdad absoluta no es mas que ilusion, no es mas que lo que la filosofia India llama Maya. Einstein remarca que esta apariencia no es entonces una ilusién individual, sino mas bien una ilusién de toda ta humanidad. 2) Si alguna verdad totalmente inde- pendiente de la humanidad existe, concluye Tagore, ella sera totalmente inexistente para nuestra mente, como la realidad de la literatura que existe en el papel es totalmente inexistente para la polilla que devora el papel y para la cual la tinica realidad existente es la realidad del papel. Podemos coneluir entonces que para Tagore: -La objetividad cientifica es s6lo in- tersubjetividad, -La realidad de la ciencia es sdlo una realidad fenomenal o empitica La ciencia tiene una naturaleza no ontolégica. Caen eT Si alguna verdad totalmente independiente de la humanidad existe, concluye Tagore, ella sera totalmente inexistente para nuestra mente, como la realidad de /a literatura que existe en el papel es totalmente inexistente para Ia polilla que devora el papel y para la cual la unica realidad existente es la realidad del papel. La filosofia natural de Bohr La ciencia y el lenguaje comin para Bohr Segin Bohr’, la ciencia tiene como ob- jetivo el ordenamiento y el aumento de la experiencia humana comunicable sin ambigiiedad. Sélo cuando la experiencia puede comunicarse sin ambigiiedad, sin referencia explicita a un observador indi- vidual, puede decirse que es objetiva. Un cientifico realista como Einstein aceptara la anterior caracterizacion de la ciencia en tanto que metodologia a través de la cual se puede llegar a conocer la realidad en si. Para Bohr, en cambio, la meta ex- clusiva de la ciencia es el conocimiento no de la naturaleza sino de aquello que podemos decir sobre la naturaleza. A pe- sar de que una primera mirada daria co- mo conclusién que la tesis de Bohr se re- duce finalmente a un puro positivismo, un anilisis mas profundo de todo el pen- samiento de Bohr permite encontrar va- rios puntos de demarcacién entre él y los positivistas’. Para Bohr la ciencia es entonces bi camente un asunto de comunicacién, de alli la importancia que da al estudio cui- dadoso de las condiciones que permiten el uso sin ambigtiedad de los conceptos. Un lenguaje que pueda usarse sin ambi- giiedad es fundamental en la concepeién bohriana de la ciencia. {Cuél es segin Bohr ese lenguaje? Bohr sostiene que el tinico lenguaje que es susceptible de emplearse sin ambigiie- dad es el lenguaje comiin suficientemen- te refinado. Hay que aclarar que Bohr acepta que el lenguaje comiin tal como se presenta esté Ileno de ambigiiedades. Su tesis es que tal lenguaje puede llegar a usarse sin ambigiledad si se determinan sin equivo- co las circunstancias que permiten el uso de cada concepto. Su tesis del lenguaje comin como el linico que puede llegar a utilizarse sin ambigiiedad; tesis que hemos denomina- do la unicidad del lenguaje comiin; con- frontada con su anilisis de las regularida- des cudnticas, segiin el cual tales regula- ridades no pueden explicarse por medio del lenguaje comiin, da lugar a la Ilama- da paradoja cudntica fundamental. La paradoja cuantica fundamental No repetiremos aqui el conocido dile- ma de la dualidad onda-particula que no puede explicarse por medio de la fisica clisica y que es uno de los hechos que llevan a Bohr a convencerse de la impo- sibilidad de explicar la existencia del cuantum de accién h con base en el Ien- Buaje clasico. Mas bien haremos men- cién de otro argumento presentado por Bohr acerca de la imposibilidad mencio- nada y que es la estabilidad misma de la materia. Bohr observa que la estabilidad de un tomo es de un tipo totalmente diferente a la de un sistema clisico como el siste- ma solar puesto que, a pesar de que este tiltimo muestra un alto grado de armonia y estabilidad, nada impide que, en princi- pio, su movimiento se altere total y per- manentemente por la accién de una fuer- za exterior apropiada. En cambio, para explicar las propiedades fisicas y quimi- cas de los elementos, se precisa una esta- bilidad de los dtomos tal que el estado original del sistema se recupere comple- tamente y por si mismo después de la ac- cin de tina fuerza exterior. Por otra parte, afiade Bohr, es el cuan- tum de accién h lo que finalmente expli- ca la estabilidad de la materia, estabili- dad sobre la cual se basa de manera esen- cial Ia descripcion mecanica de todo f~ némeno natural En conclusion, segtin Bohr, el cuan- tum de accién es algo que no puede ex- plicarse con el lenguaje clisico, y como ese lenguaje, que es sdlo un refinamiento del lenguaje comin, es el tinico que po- seemos y que poseeremos siempre, debe- mos aceptar el cuantum de accion como algo que ni se explica ni requiere expli- cacion. Una vez aceptada sin explicacién la existencia de h, es necesario encontrar y analizar las consecuencias que se derivan de tal aceptacién. La consecuencia fun- damental es la indivisibilidad de los fe- némenos cudnticos. Indivisibilidad de los fenémenos cuanticos Segiin Bohr, la existencia de h confie- te a los procesos atémicos un caracter de totalidad que se manifiesta por el hecho de que toda subdivision del fenémeno exigira una modificacién del dispositivo experimental que producira nuevos efec- tos y que sera incompatible con la defini- cidn del fenémeno que se estudia, El co- nocido fenémeno de interferencia de electrones ilustra este cardcter de totali- dad: si un haz de electrones pasa por dos rendijas y llega luego a una pantalla, se obtienen las conocidas franjas de interfe- rencia. Si queremos subdividir el fend- meno y conocer por cual rendija pasa ca- da electrén y afiadimos un dispositivo que nos permita saberlo, se destruyen en- tonces las figuras de interferencia. El nuevo aparataje experimental no sera compatible con la definicién del fenome- no de interferencia. De hechos como el anterior se deduce que es imposible ahora mantener la sepa- racién estricta, que existe en la concep- cién mecénicoclisica de la naturaleza, entre el objeto observado y el instrumen- to de observacién. Existe entonces una indivisibilidad entre ambos. Todo fend- meno cuantico depende del dispositivo experimental: un arreglo adecuado para observar las franjas de interferencia no permite decidir por cual rendija pasan los electrones y, reciprocamente, un disposi- tivo mediante el cual es posible observar por cual rendija pasan los electrones im- pide la aparicién de las franjas de interfe- rencia, La existencia de h no permite de- finit con precision, en un fenémeno cuéntico, la interaccién entre el objeto y el aparato de observacién. Para Bohr, to- do el lenguaje corriente se hace inade- cuado para dar cuenta de las regularida- des cuanticas. De hecho, aiin la misma palabra objeto se hace ambigua si se la usa para explicar un fendmeno cusntico. Y, en general, toda atribucion de cualida- des fisicas habituales a los objetos atémi- cos es ambigua. Se debe hablar ahora de la totalidad del fenémeno cusntico, in- cluido el instrumento de medida, Ahora bien, si el lenguaje corriente es el tinico que permite la no-ambigiiedad 0 sea la objetividad, y tal lenguaje se vuel- ve ambiguo si se lo usa para explicar las regularidades cusnticas, entonces: 1,Cé- mo podemos referimos sin ambigiiedad a un fenémeno cusntico? Para resolver la paradoja anterior, Bohr propone una nueva manera de em- plear el lenguaje comiin: el modo com- plementario de descripeién 0 comple- ‘mentariedad El modo comple- mentario de des- cripcién es una nue- va relacion légica entre los conceptos del lenguaje co- rriente, Bohr lo pro- pone como un desa- rrollo racional del lenguaje comin, co- mo una manera de amplificar el marco conceptual de modo que sea posible ex- presar experiencias que estan fuera del campo de validez del lenguaje co- rriente, sin que haya necesidad de aban- donar este tiltimo. EI modo complementario de descripeién Hemos dicho que dentro de la inter- pretacién de Bohr de la mecénica cuanti- ca juega un papel esencial su tesis de la unicidad del lenguaje comin, segin la cual este lenguaje, refinado por Ia termi- nologia de la fisica clisica, es el unico que puede llegar a utilizarse sin ambi- giiedad y, por tanto, el tinico que permite obtener desetipciones cientificas. Tanto los instrumentos como los resultados de medida deben entonces describirse en el lenguaje de la fisica clasica. Es por ello que en In totalidad indivisible constituida por el fenémeno cuantico debe hacerse una distincion fundamental entre el ins- “Ya que se habla a menudo en la literatura filosofica de diferentes niveles de objetividad, de subjetividad o aun de realidad, podemos sefialar aqui que la nocién de un sujeto ultimo, al igual que los conceptos de realismo e idealismo, no tiene lugar en una descripci6n objetiva tal como la hemos definido”. frumento, que tiene que describirse con el lenguaje clisico en su modo normal de descripcién, y el resto del fenémeno que no puede describirse en el modo normal de descripcién. Ese resto del fenémeno, que lamaremos el interior, debe descri- birse en un nuevo modo de descripcién del tinico lenguaje que se tiene y que puede llegar a ser utilizado sin ambi- giledad: el lenguaje comin refinado por Ia terminologia clé- sica (unicidad del lenguaje comin). Ese nuevo modo de descripeion es el modo complemen- tario de descripcién ‘© complementarie- dad, En una defini- cién precisa de complementariedad elaborada por el au- tor de este articulo” se considera que el uso de un concepto se define wnica- mente por un tipo concreto de experiencia. Sélo el tipo de experiencia decide si se puede utilizar un concepto dado para describir una cierta informacion. N. BOHR Asi por ejemplo, un haz de electrones que pasa por dos rendijas y que luego lle- gaa una pantalla donde se forma un pa- tron de interferencia, es un ejemplo del tipo de experiencia que define el uso de la palabra onda. Por el contrario, si se afiade un dispositive para conocer por dénde pasa cada electron, se tiene un tipo de experiencia que permite el uso del concepto de particula, pero no del de on- da, pues desaparece la interferencia Una experiencia para medir con preci- sién la posicién de un electrén permite el uso de ese concepto de posicién pero, co- mo es imposible conocer con tal expe- riencia el momento, ella no permite el uso de este tiltimo concepto. De igual modo, una experiencia para medir con precisién el momento del electrén per- mite el uso de ese concepto pero no del de posicién. Si pudiéramos combinar en una sola experiencia los dispositivos para medir con precisién el momento y la po- sicién del electrén, podriamos utilizar ambos conceptos a la vez. Es el caso con una particula clisica pues, en principio, es posible tener un mismo dispositivo experimental para medir a la vez, con precision, su posicién OO" trios son aquellos que se definen por me- dio de fenémenos complementatios. El modo complementario de descripcién 0 complementariedad es la manera de utili zar el lenguaje comiin pot medio de con- ceptos complementarios. En las dos ex- periencias complementarias de medir la posicién precisa o el momento preciso del electrén, aquel aspecto del interior que permanece constante en ellas es el electrén, Este tiltimo sera entonces el ob- jeto cusntico al cual se atribuiran las can- tidades definidas por las dos experiencias complementarias en cuestién. Un ejemplo nos permite aclarar las an- teriores expresiones y definiciones. Consi- y su momento. Dos conceptos son mutuamente exclu- yentes si no existe la posibilidad de defi su uso por medio de un solo tipo de expe- riencia. No es posible combinar en una sola imagen conceptual dos conceptos mutua- mente excluyentes. Asi, los conceptos de onda y particula ‘son mutuamente ex- cluyentes. Igual lo son los de posicién y momento precisos para un electron; por ello no pueden combinarse en una sola imagen mental: Ia de trayectoria. En cambio, si pueden combinarse cuando se trata de un objeto clisico. Existen pares de fenémenos tales que un aspecto del interior es constante para cada uno de ellos. Ese aspecto constante es el objeto cudntico. Dos fenémenos se- rén complementarios si son mutuamente excluyentes y tienen el mismo objeto cuantico. Los conceptos complementa- deremos las siguien- tes dos experiencias complementarias: en la experiencia que Mamaremos A, un haz de electrones, cuyo momento inicial se conoce con precision, indice sobre un dia- fragma rigidamente fijo. En el diafragma hay una rendija de anchura d. La expe- riencia nos permite conocer la posicién de un electron en el plano del diafragma con precisién dentro de d, No podemos, sin embargo, conocer el momento del electrén, pues como el diafragma esta rigidamente fijo, no pode- mos determinar el intercambio de mo- mento entre él y el electron, Para deter- minar tal intercambio, disefiamos otra experiencia, que Ilamaremos B, en la cual el diafragma ya no esta fijo. Pode- mos ahora conocer el momento del elec- trdn; sin embargo, de acuerdo con las re- laciones de Heisenberg no puede ahora conocerse con precision la posicion del electrén, pues es necesario considerar el diafragma como sometido a las relacio- nes de incertidumbre. En a experiencia A, el objeto cusintico es el haz de electrones. El instrumento incluye: el diafragma, el aparato para produeir el haz y otros aparatos relevan- tes. El interior no incluye el diafragma. En la experiencia B, el objeto cudntico es también el haz de electrones. El instru- mento no incluye el diafragma. El inte- rior incluye ahora el diafragma. Vemos, entonces, que al ir de Ia expe- riencia A a la experiencia B complemen- taria de A, aquello que se consideraba interior y aquello que se consideraba ins- trumento cambian, Se puede afirmar que la frontera entre ellos cambia; que la frontera es mévil, Pero no se trata de una frontera en el sentido clésico, pues para ello se necesitaria que uno pudiera cono- cet con precisién el objeto y la interac- cién entre éste y el instrumento. El ejemplo considerado nos muestra que el objeto cuantico no tiene propieda- des independientes. Son las condiciones experimentales las que las definen. ;Po- demos, sin embargo, decir que el objeto tiene al menos una propiedad inde- pendiente de las condiciones experimen- tales y que se trata de su existencia mis- ma? Bohr mismo ni formulé ni dio res- puesta a esta pregunta en sus escritos. No obstante, es posible responderla de ma- nera coherente con sus ideas. Para ello debemos salir del marco de la mecanica cuantica no relativista y recordar algunos resultados de la teoria cuantica de cam- pos*. En la electrodinamica cuantica, la intensidad de los campos eléctrico y magnético y el mimero de fotones son operadores que en general no conmutan En consecuencia, el campo electromag- nético y el niimero de fotones son varia bles complementarias: Una experiencia que permite precisar el niimero de foto- nes es mutuamente excluyente con una que permite medir con precision el valor del campo electromagnético. No pode- mos entonces hablar sin ambigiiedad del niimero de fotones, sin hacer referencia a una experiencia fisica conereta Igual sucede con el campo “electroni- co”: un arreglo adecuado para medir la distribucién espacial de la carga implica una cteacién incontrolable de pares elec- trén-positrén. La distribucién espacial de la carga y el numero de particulas en juego son variables complementarias. En los ejemplos considerados no po- demos hablar de! niimero de particulas existentes en el fenémeno sin tener en cuenta el dispositive experimental total. ¥ esa situacién es general: En la teoria cusntica de los campos la particula no es més que una manifestacién de los cam- pos cuinticos, los cuales son operadores, variables fisicas del mismo tipo que p oq en la mecénica cusntica no relativistica O sea que las particulas y los campos se- rin propiedades de aquello que describen Jos vectores de estado, que son una gene- ralizacién de la funcién de onda de la mecénica cudntica no relativistica, Ahora bien, para Bohr, en coherencia con su consideracién de las Matematicas solo como un refinamiento del lenguaje co- ‘iin, la funcién de onda no tiene una rea- lidad fisica, e igual se puede entonces de- cir del vector de estado de la teoria de campos. En conclusién, podemos decit que, se- gin las tesis de Bohr, todas las propieda- des de un objeto cusintico, incluida su ex- istencia, son propiedades dependientes. En otras palabras: El objeto cudntico no tiene una existencia independiente 0 en si. Como debe considerarse la existencia de los cuerpos macroscépicos? Al igual que sucede con la pregunta acerca de la existencia de un objeto cuantico, en nin- guna parte de los escritos de Bohr pue- den encontrarse ni a formulacién ni la respuesta a la cuestion de la existencia de os cuerpos macroseépicos, Sin embargo, a partir de sus diferentes tesis, es posible dar una respuesta coherente con su pen- samiento. En primer lugar hay que anotar que si Bohr concibiera los elementos del mun- do macroscépico como poseyendo una realidad independiente, se enfrentaria, segiin la conclusion a que Hlegamos antes acerca de la existencia de un objeto cuan- tico, a muchos problemas, de los cuales el mis evidente es que finalmente un cuerpo macroscépico se concibe como formado por cuerpos microscépicos, y seria dificil sostener que un objeto tiene propiedades independientes mientras que Sus componentes no. *Sellamsecin una cnn fisicscuyas unidades son eerpia por tenipo Ahora bien, segiin Bohr, lo que decide si un objeto debe tratarse © no como cuzintico 0, segtin nuestra terminologia, debe considerarse 0 no como interior de un fendémeno cuantico, no es sv naturale- za macroscépica sino las acciones fisi- cas’ puestas en juego en relacién con el objeto, Si las circunstancias son tales que las acciones fisicas en juego en relacién con un objeto son mucho mayores que h, el objeto se puede describir por el lenguaje ordinario en su modo normal de descrip- cién y podemos referimos a él atribuy dole Ia idea ordinaria de realidad fisica, es decir: en si o independiente. Es el caso con los instrumentos de medida o con los objetos macroscépicos en las circunstan- cias de la vida ordinaria, Si, por el con- trario, las acciones en juego en relacién con un objeto son del orden de h, el obje- to debe considerarse como interior de un fendmeno cuantico aun si es macroscé- pico. Es el caso, discutido por Bohr’, de un diafragma macroscdpico que es conside- rado en unas circuns- tancias como objeto clisico y en otras co- mo interior de un fe- némeno cuantico. Eso significa que en las tltimas circuns- tancias debe conside- rarse como despro- visto de propiedades en si, incluida su existencia, O sea: en ciertas circunstancias un. objeto. macroses- pico puede describirse como teniendo propiedades en si, y en otras como te- niendo propiedades dependientes, inclui- da su existencia. En otras palabras, su existencia en si dependeria de las ci cunstancias 0 més precisamente de las acciones puestas en juego en cuanto a él. Es claro entonces que sus propiedades y su existencia, no son entonces inde- pendientes, puesto que dependen de las acciones fisicas en juego En conclusidn: los cuerpos macroscé- picos no son interpretables en el pensa- miento de Bohr en términos de una reali- dad independiente. Existe, sin embargo, una cita donde puede uno encontrar la razon de este re- chazo implicito de Bohr a todo tipo de ontologia. “Ya que se habla a menudo en la lite- ratura filos6fica de diferentes niveles de objetividad, de subjetividad o aun de re- alidad, podemos sefalar aqui que la no- cién de un objeto tiltimo al igual que los conceptos de realismo ¢ idealismo, no tienen lugar en una descripcién objetiva tal como la hemos definido™. A nuestro juicio, la cita entera debe entenderse en el sentido de que para ha- blar de ontologia y de conceptos como los de tealismo e idealis- mo, es necesatio te- ner una frontera fija entre el sujeto y el objeto, 0 sea, es ne- cesario definir un su- jeto o un objeto ulti- mos. Dado que en un fendmeno cuantico, segiin Bohr, no hay un sujeto ultimo puesto que la frontera entre sujeto y objeto es cambiable, se concluye que ninguna ontologia tiene lu- gar en un fenémeno cusntico, La concepcion de realidad de Bohr Nuestra conclusién final es que en su anilisis de los fenomenos cuanticos Bohr no hace ninguna referencia aun implicita a una realidad independiente. ;Significa ello que la posicion de Bohr se reduce fi- nalmente a un puro y duro positivismo? {Oa lo que podriamos llamar un enfoque puramente lingiiistico segin el cual la ciencia no es mas que un discurso hecho por los hombres y cuya meta es final- mente ellos mismos y los otros hombres? Un anilisis de todo el marco concep- tual de Bohr como aparece en sus esc tos, Heva al autor de este articulo a la conelusién de que cuando Bohr emplea las palabras objeto naturaleza lo hace para referirse a una realidad empirica, Hagamos uso de las ideas de d’Espag- nat acerca de la realidad independiente y la realidad empirica", La realidad independiente El realismo es una posicién filoséfica segtin la cual existe “algo” que es inde- pendiente de nuestro conocimiento 0 de aquello que decidimos medir. Ese “algo” se denomina la “realidad independiente”, donde el adjetivo significa independiente de la mente, de lo humano y del sujeto. La existencia de la realidad inde pendiente no depende de la existen: humana. La realidad empirica La realidad empirica es el conjunto de todos los fenémenos en el sentido filosé: fico del término. Podemos afirmar que la realidad empirica es el referente de todas las proposiciones que se refieren al con- junto de apariencias que nos conciernen y sobre las cuales podemos Megat a un acuerdo intersubjetivo. Segiin el punto de vista del autor de este articulo, cuando Bohr habla acerca de la naturaleza, él hace referencia a la realidad empirica, ya que si los concep- tos complementarios no se refieren a esa realidad, el modo normal de deseripeion seria suficiente, dado que todo lo que Ile- gariamos a describir serian los resultados de nuestras medidas 0, mas precisamen- te, nuestra percepcién de esos resultados. Podemos decir que la base del modo complementario de descripcién es el de- seo intuitivo de postular una realidad em- pirica como fundamento de nuestras ob- servaciones. Conclusiones Si resumimos la concepeién de reali- dad de Einstein, la posicién de Tagore y la concepcién de la naturaleza de Boht nos daremos cuenta de que la idea impli- cita de realidad de Bohr esta mas cercana a la posicion de Tagore que a la creencia de Einstein. En efecto, podemos resumir las ideas de cada uno en la forma si- guiente: Concepcion de realidad de Einstein ~ La ciencia puede y debe describir la realidad independiente. ~ La ciencia tiene por tanto un cardcter ontoldgico. ~ La objetividad cientifiea es inde- pendiente de lo humano. Posicion de Tagore ~ La objetividad cientifica no es mas que intersubjetividad ~ La realidad de la ciencia es una ilu- sién colectiva comparada con la realidad de la Verdad Absoluta inaccesible a la mente humana. - La ciencia no tiene una naturaleza ontoldgica. Concepcién de la naturaleza de Bohr ~ Objetivo significa comunicable sin ambigiiedad, sin referencia alguna a nin- gin observador individual. ~ El objeto de la ciencia no es deseri- bir una realidad independiente sino tan sélo una realidad empirica. ~ Las consideraciones ontolégicas no tienen lugar en la fisica cudntica. Dado que no tenemos en el momento ninguna interpretacion realista de la me- canica cudntica que tenga todo el poder predictivo de ella y que esté libre de criti cas epistemoldgicas, tales como el caréc- ter puramente ad hoc de sus supuestos 0 Ia falta de simplicidad comparada con la teoria cudntica, y dado también que la tendencia normal de la investigacién fisi- ca no apunta hacia una interpretacion realista de la mecénica cudntica, pode- mos afirmar que en el momento presente y quizas también en el futuro, es el poeta quien tiene razon sobre el gran raciona- lista cientifice que es Einstein, aun si la gran mayoria de los fisicos practicantes quizé no sea plenamente consciente de ello. Agradecimientos Quiero expresar mis agradecimientos a mi colega al doctor Juan Carlos Grana- da por haber Ilamado mi atencién sobre la conversacién entre Tagore y Einstein y haberme facilitado una primera versién de ella g Referencias 1. TAGORE, R. EINSTEIN, A; La naturaleza de la realidad, publicada en Modern Review, Calcuta, 1931, Version autorizada en espa- fiol, publicada como Anexo en Prigogin, 1 {Tan solo una ilusion?” Tusquets Editores, Serie Metatemas 3, Barcelona, Espaiia, 1988, 2. EINSTEIN, A; Philosopher - Scientist, P.A. Schipp Ed., tomo 1, p. 7, Open Court, 1968. 3. EINSTEIN, A.j Loc. cit. p.13 4, EINSTEIN, A.; Loc. cit. p. 81 10. i. Ver, por ejemplo, sus tres colecciones de ensayos: Bohr, N; Atomic Theory and the Description of Nature, Cambridge Univer- sity Press, 1934; Pliysique Atomique et Connaissance Humaine, Gauthier - Villars, 1957 y Essays 1958 = 1962 an Atomic Physics and Human Knowledge; Interscien- cce Publishers, 1963. ‘Ver, por ejemplo, Chevalley, C. Mecanique Quantique et Positivisme, 1925 - 1939 (Me- moire); d’Espagnat, B; Une incertaine ré- alité, Chap. 1; Gauthier - Villars, 1985. ROLDAN, J; Language, Mécanique Quanti- que et Réalité, These, Paris, 1990. Ver, por ejemplo, Heitler, W; The Theory of Radiation, Dover Publications, Inc; New York, 1984. BOHR, N; Physique Aromique et Connais- sance Humaine p. 68 Gauthier - Villars, 1987, Bou, N; Loc. DESPAGNAT, B; Une inceriaine réalité, Gauthier - Villars, 1985, p. 119,

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