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te |] 3 —— Pree ag } ’ POLEMICA: LA INVENCION DE HUGO CABRET DE MARTIN SCORSESE + Aint) oem @l Nm zon Y LIBROS COC Cr CRS un rae eerste fantasma de Brad Bird + Un zoolégico en casa de Cameron Crowe La chica CO nese eerie aes eet eet eco ca enc i Payne * La cueva de los suefios olvidados de Werner Herzog * Todos los Cee ena Se on een ctccnCennl febrero melee Reni 02 Estaeno ee ce pM aie Seta ei ere ED ar tt ee eee LY Ree ees SEO aceon CoE Lee ene center Sree Nomen irate) jo x 2 entradas gratis a malba.cine malba www.malba.org.ar tu film es un éxito, solo le falta LLEGARA DESTINO WAIVER LOGIs Tics tv & movie production eR ee Ea es ae Bee ied vw.waiveriogistics.com - info.argentina@waiverlogisfies.co EL AMANTE CINE we23e reerero 2012 lomo nos tomamos un descanso en enero, este nlimero de febrero nos lencuentra con un montén de estrenos, Entre eso y el tradicional balance con las peliculas de 2011, mas los resultados de las votaciones (Ia nues- tray la de los lectores), apenas qued6 lugar para los obituarios y una nota de cine y boxeo que completa un especial del niimero de noviembre (tenemos pendientes varias cartas de lectores que publicaremos en www.elamante.com). Entonces, casi todo es balance y estrenos, pero qué balance y qué estrenos. Salen entusiasmos y chispas por todos lades. Hay polémicas ~fuertes- en las coberturas de los dos estrenos que fueron a las tapas. Hay polémica por la de Herzog y hasta por Gato con botas. Y hay polémicas en formato breve incluso fen el balance. E] Amante siempre estuvo basada en la multiplicidad de las ‘miradas. Del cruce de visiones surge nuestra identidad, que permanece aun- ‘que no se petrifica, Por otra parte, por si todavia no lo vieron: empezamos el 2012 con una renovacién de nuestro sitio de Internet. Nuevo disefto, nuevas secciones, nue 'v0s contenidos. Vayan a www.elamante.com. Y recuerden que este es nuestro tltima niimero en papel, pero no nuestro Ultimo ndmero. Ya anunciamos en diciembre esa novedad, y si no se enteraron fen ese momento pueden leer més detalles en nuestro sitio. A partir de marzo, E| Amante seguira como siempre. Es decir, con los mismos contenidos (tal vez hasta con un poco mas), con la misma extensién de textos y con la identidad ‘que se reconoce en Argentina y en otros paises. £1 Amante es €] Amante. En ‘celulosa o en bits. Suscribanse a la edicién digital. Sera mas barato, serd mas rapido, estaremos mas conectados. Si, hay mucha eritica gratis para leer en Internet, Pero para nuestros fieles lectores, El Amante es El Amante. Consulten por la suscripcién de la versién digital en amantecine@interlink.com.ar. Lion Lure hochow —amagpondenea a —_istrbuen en Capa Ferordohentma — mtgagcseo Yorn oer FecericeKarstuloveh ere reno 7, isa Norns oem Teta Bie Wirieeheieee — Balptocaise Niclas Sronecce Deere Comers ame Fens ‘Smernkcomar Ta, 4206097 eae Sete Redceee Ext Eteest obborrn Ferran cen Pn wa asin crete ssenines Stel Sdrrole —arertersmcdce (Tones sea ‘amas inser Manes Ser Derachs servos poh verosetaman segue! Boe Bago rests icon, evar ees Pals Vasa Pro Lae unde Paul Porto feaintorece, — (gunolein Benieaia, toro Bepaete Nena Yces Sgro dear ruiDoireee soni Hie Garters irate eer Jorge Gar ‘stage es Iosine Gores Plés saabora BSBBNR RRSSS EGe w Estetica, Spa & Salon Hortiguera 423, 44319164 - 44326487 - 44336122 info@lessentiel.com.ar - www.lessentiel.com.ar SUMARIO Estrenos Polemica: La invencién de Hugo Cabret Poldmica: Caballo de guerra 50/50 Misién: Imposible - Protocolo Fantasma Historias cruzadas La chica del dragén tatuado Un zoolégico en casa Los descendientes Polémica: La cueva de los suefios olvidados Secretos de Estado Norberto apenas tarde Canciones de amor La carrera del animal Polémica: Gato con botas Judios por eleccién, Sherlock Holmes: Juego de sombras, Peter Capusotto y sus 3 dimensiones Al borde del abismo, Robo en las alturas, El amor de Tony La dama de hierro, Viaje 2: La isla misteriosa, El extrafio Sr. Horten ‘Agua y sal, Un mundo seguro, Alvin y las ardillas 3, La ditima noche de la humanidad, Inmortales De uno a diez Obituarios Cine y boxeo Balance 2011 Resultados de la votacién de los lectores Resultados de la votacion de la redaccion 1295 EL AMANTE. El tren que parecia venir de frente es su made con el cadas por su barroguismo visual) ¥ la caracteristica cle lar de sus relatos termina normalmente reflejando ‘no importa lo mucho que el personaje principal pelee o se angustie, o lo mucho que juegue con su pro pia muerte; su lugar en el mundo parecia va predeter: ‘minado. EI mundo de Scorsese es, entonces, an mundo en el caos aparente y en el que las cosas estin mis denadas de lo que sus personajes creen. Flay mucho ie hombre de fe en esta concepcion de que hay un lugar para cada persona, Algo similar sucede con John ‘ord, otro cineasta catélico, constructor de universos en. Ingiteados, con Datnon llegando a si culo de violencia en el que se habia metido. Sin embar 0, cuando abre la puerta encuentra a Mark Wahlberg dispuesto a vengarlo para que é] muera tal como muri DiCaprio en esa pelicula. La eara de Damon no és la de alguien triste, mas bien ¢s el rostro de una petsona twanqullay eesignada a tener el mis quien su igual, como la fue, al mismo tiempo, su opuesto pieza de un engranaje de destinos qu nar de otra manera que no fuera es Justamente Hugo, la ltima y sumamente personal peli cla de Scorsese, la obra m imposible que el realizador de Toro sal ra mayor g pudiera vol ver a hacer, trata mucho sobre eso: er de los relojs, el de najes,plezas de objetos mecinicos y sistemas. E tun aut6mata, el de la plemna ortopédica d (Gacha Baron Cohen, en el papel de su vida), el de siste ‘mas bibliotecarios, el de un sistema de diferentes tipos, de un de sontisa para conquistar, el del proplo sisten proyector de cine y hasta el del sistema perruno que encuentra un hombre para acercarse a tuna mujer duefia de tuna mascota agresiva (uno de los gags mis tieznos gue el cine haya mostrado nunca). La diferencia clave, claro esta, es que para estos per sonajes de Scorsese tener tun destino final nos alg pesadillesco sino algo profundamente deseado. Esto lo dice mis de una ver el chico Hugo Cabret en la pelicu Ia, estas relteraclones acerca de la posibilidad de qui todos estemos en el mundo por a o, lejos de molestar, ya que en esa repeticiin parece haber una suerte de lamento especialmente pro fundo y sentido, Justamente, uno de los momentos mis ‘emotivos de la pelicula se encuentra en la escena en la que Hu salva de ser arrollado por un tren o,inmediatamente después dl rescate que lo empieza a decir qu todos los seres humans tienen que tener una misién y tomando mayormente a su actor de costado, en plan y sin presencia alguna de banda de sont general cort do (algo que llama la atencién en una pelicula que ‘como cas! todas las de Scorsese, estan Ilenas de musica). Lo tinico que escuchamos en exe momento es la vor desesperada de Hugo resonando en el eco de la esta ‘ademas de ser sumamente lactimé: ion, Dicho efecto geno, se vuelve especialmente s texto de una pelicula en la que todos los personajes bbusean darle un sentido a sus vidas. El vigilante, empe ‘ado en cumplir su deber de guardia de seguridad ‘como sea, incluso Hevando como carga su piema orto pédica; Hugo, convencido de que tiene que arreglare ‘mecanismo de un autémata; la adorable Isabelle, ala due las novelas de Dickens la convencleron de que nacié para vivir grandes aventuras -Incluso cuando tenga que inventarlas donde no las hay, como cuando pide un salvataje de emergencia a Hug lespués de aplastada pot y sobre todo Melis hhacerse creer a s{ misma que puede mor los pisotones de unos pasaleros ccaya depresién consiste en no saber si tuvo lugar 0 no en Ia historia del cine. Todos, en suma, quieren deses- peradamente tenet una funcin determinada o cumplir con un supuesto designio det destino, Scorsese les terminari dando el gusto a todos sus personajes y, para hacerlo, construiré también ur sl Isabelle y muchos otros terminan encajando perfecta mente en un final feliz tan improbable dot. No es casual, por otro lado, que este en mnaje confiese su propia condicién frankensteiniana y nom: bre ls piezas de otras peliculas u obras de las que el fer hacer esto, Desde alusiones ne y Charles Dickens, dlrector se valié para po Iteales a la literatura de Jui V ESTRENOS La invencion de Hugo Cabret Hugo €staios Unidos, 2011, 12 meccion Martin Scorsese PRooUccIoN Johny Depo, Tim Headington, Granam King, Martin Scorsese musica Howard Shere ovoanaria Robert Rehardson od Thelina Schoonmaker eres. en Kingsley, Sacha Baron Cohen, Asa Butterfield, Chios race Moret, Ray Vinstone, Emily Mortimer Christooher Lee, Jude La (EL AMANTE N°236 pasando por la leyenda de Robin Hood, el cine de Lumigze y por supuesto el de Mélis, 0 I hombre mosca con Harold Lloyd, legando a ota cltas menos directas, ‘pero igualmente transparentes a La ventana indisceta y La bestia humana de Renoit. Es interesante, por otro lado, que todas estas referen- clas a peliculas con varlas décadas de antigiledad estén ‘envueltas ostensiblemente en las dltimas maravillas ligitalesy la técnica del 3D. Técnica que, es verdad, nacié en los cincuenta, pero cuya aplicacion refinada es tun fenmeno muy reciente, Aqui Scorsese toma las tres ‘dimensiones y les da un uso virtuoso, superior incluso al hecho por James Cameron en Avatar. El director de Taxi Driver juega con esta tecnologia para crear movi rmientos de cimara extravagantes que nos acerquen ¥ ros alejen ostensiblemente de todo tipo de personales, vestidos y colores (véase el virtuoso plano de apertura, fn el que también vemos la més hermosa utilizacién de copos de nieve en 3D), 0 juega con las posibilidades de Jos rostros de Ios protagonistas, Una de las escenas mas extraordinarias en este sentido es aquella que encuentra ‘Baron Cohen simulando saber poesia, Vemos su cara tratando de mostrar interés en una recitacion que hace Isabelle y vemos su rostro hacerse cada vez més grande con el efecto 3D. Esta ilusion visual, ademés, se vuelve atin mas impresionante teniendo en cuenta el rostro particularmente caricaturesco de Cohen, con su natlz y su boca enormes, que se va acercando cada vez mas ala pantalla como si quisiese atravesar lentamente os limi- tes del arifcio de las tres dimensiones. Este detalle de incorporae sabiamente nuevas teeno- Togias es lo que hace que Hugo rentegue de ser un film ceminentemente nostilgico, mero evocador de las épo- «as antiguas del cine como si fuesen las tnicas intere- ‘antes. Por el contrario, este tipo de conjuncién entre lo viejo y lo nuevo hace que esta obra maestra scorse- slana se erlja como una pelicula realmente original, ‘entendiendo por originalidad lo que realmente es: no hacer algo radicalmente diferente, sino saber crear algo ‘nuevo a partir de la conciencla de un origen Por otto lado, al nombrat siempre las fuentes en las. ‘que se basa, al confesar su propia caracteristicafran- kensteniana, Hugo expone también su propio artifici. AAS, la obra maestra de Scorsese nos dice todo el tiempo due es un mecanismo artificial en el que su clerre per fecto y su manera feliz vienen de la voluntad de un artista que esté creando un mundo totalmente impost- bie, Después de todo, esa Paris de hace varias décadas attés que nos muestra Hugo no es otra cosa que una clue dad de fantasia. Lo notamos siempre, pero mis aiin en ese plano eenital que nos exhibe a la Torre Eiffel rodea- da de luces fosforescentes y de elementos resplande- Centes que se mueven por las calles supuestamente parisinas Lo que es interesante es que Scorsese confia en el hecho de que mostrar que todo es un gigantesco artifl- clo no va a impedie que el film pueda apelar permanen- temente ala emocién, De hecho, Hugo es una pelicula {que insiste permanentemente en Ia idea de que en el cine uno puede saber que algo es perfectamente falso y no por eso dejar de fascinarse 6 emocionatse con lo que ve, Para demostrarlo, el director expone en una escena, dela pelicula cémo era el proceso de montaje por et ‘cual Méliés lograba su efecto especial; lo hace antes de ‘exhibienos muchas peliculas de Méliés, sabiendo de antemano que por comunicarnos el proceso no nos va a arruinar la sensaci6n de ternura que despierta el truco. Scorsese, después de todo, sabe que el cine (el de -Méligs 6 el suyo) puede provocar emociones reales cexponiendo perfectamente la falsedad de sus mecanis ‘mos. Quizés porque sabe que se puede disfrutar de una ilusién aun sabiendo cémo fue lograda, 0 quizas por- ‘que también intuye que esos mismos trucos pueden rmostramos, a veces, lugares que se parecen mucho a la realidad de nuestros suefios (algo que obsesiond a ‘muchos surrealist en otto tiempo; después de todo, ‘cuando se suena, se hace con imagenes en movimien- to). Algo como esto dice el personaje de Mélis rfl ndose a sus propias peliculas, y de hecho la idea del cine como algo capaz de reproducir un sueno se mane Jaen un momento de manera literal en Hugo, film en. el cual Scorsese nos muestra que los propios suenos que tiene Hugo no se diferencian de la propla realidad que propone la pelicula. Teniendo en cuenta esto, uno puede interpretar todo lo que vimos durante el metraje como la reproduccién de un gigantesco suo. Quizas cl del chico protagonista, o el de Mélies,o el del vigi- lante, o el de Isabelle 0 l de Scorsese. Un posible sueno que es, al mismo tiempo, autoconsciente, visual- ‘mente virtuoso y rabiosamente emotivo. Y esto ultimo no es poca cosa, porque come le dijo Samuel Fuller a Belmondo y a Godard en Piero, el loco, el cine es ‘como un campo de batalla lleno de amor, odio, accion, violencia y muerte; en una palabra, "emocién". Ast parece creetlo el propio Scorsese, quien en Hugo sost re que el cine empez6 no con los obreros de Lumiére saliendo de la fabric sino con ese tren que llegaba a Ia estacién y que le hizo creer a sus espectadores que ppodia atravesar la pantalla. O sea, para Scorsese el cine ‘empezé realmente cuando loge6 provocar una emo- ‘iGn intensa, No por nada ese pequeno corto del tren ‘es el que el realizador de Después de hora quiere hacer: nos creer que inspit6 a Mélits a hacer cine, y es ese corto al que alude una y otra vez en el film: al princl- plo de os eréditos, en el hecho de que la pelicula ‘anscutra en una estacion de trenes y en uno de los suefios que tiene Hugo. Incluso parece haber un home- naj indirecto a ese episodio del teen en esa menciona- da escena en la que la tercera dimensi6n nos hace creer que la cara de Cohen va a atravesar la pantalla. Esta concepcién sobre el cine puede resultar primaria. Pero justamente de eso se trata, de descrbir al cine primero {que nada como un caldero de emociones intensas logradas gracias a mecanismos técnicos. Al fin y al cabo, es esa la raz6n principal por la cual nos gusta ver peliculas. Las concepciones del mundo que pueden sacarse de una obra cinematogrsfica, sus relaciones con. la sociedad de su tiempo, las cuestiones filos6ficas que ‘implica ver una pelicula, sabemos, pueden venir por anadidura. En el fondo, son las diferentes sensaciones ‘que puede transmitimnos una pelicula las que hacen ‘que uno esté expectante de lo que pueda llegar a pro- ‘yectarse en una pantalla. Quizés, como diria Fuller, el ‘ine no necesite otra palabra que “emocién” para de nlrse, y quizis, como nos sefala Scorsese, nacid con exe tren que asust6 a tantos e hizo ver las posbilidades llusorlas de esa invencién y algunas de las sensaciones, que podia despertar. Si es as, el cine podrd seguir vivo siempre y cuando puedan exist peliculas rablosamer te emocionales como Hugo, capaces de seguir inyect dole al cine torrentes de sangre, llenos de amor al of clo de cineasta, alos sistemas felices, alos mecanismos, de relojes y cimaras, a las aventuras, ya la mas intensa de todas los artes. [A] A faebes Ole sili CRITICA DE CINE El lunes 13 de febrero Primer cuatrimestre 2012 Cine norteamericano clasico: géneros y autores (anual) Teorias del cine Historia del cine: Hollywood Exhibicion y distribucién: la economia del cine Cine de animacion Ver para escribir: andlisis de peliculas orientado a la practica de la critica (taller) Autores fuera de Hollywood (anual) Cine argentino Historia del cine: cinematografias periféricas (eater Bmagitee)=) Fotografias. Imagenes fuera del cine La critica como creacién (taller) ACen aes tea ou Reena age Pa eo ‘El mejor circo de la galaxia Juan Manuel Dominguez 6 P88 ua contusion respect de to que rea ‘mente es la magia, La magla en su forma més primitiva, en sus primeros instantes, es defint dda como el arte’. Creo que es una definicién completamente literal. Creo que la magia es arte y que el arte, asi sea miisica, literatura, escultura 0 cual: quier otra de sus formas, es literalmente magia, El arte es, como la magla, la ciencia de manipular sim: bolos, palabras o imagenes, en orden de conseguir cambios en el conocimiento. El mismisimo lenguaje sobre la magia habla tanto de la escritura como de eventos supernaturales. Un ejemplo: un libro de hechizos es simplemente una forma elegante de alte rat la gramética’ Las palabras, magicas (0 siomes, your call), son de Alan Moore. El barbanegra leyenda de los comics (ah, cierto, lugar comin amable activado: el creador de Watchmen) explicaba su definicién omnipresente omnivora de "magia" para definir su propio y autoad. judicado titulo de Shaman, Hay algo en La invencin de Hugo Cabret que posee esa logica Moore de creer en la magia como arte y viceversa. Scorsese cree. Es un creyente, Dah. Pero antes de caer en -plft- la religion, sobre todo cuan do Scorsese se recorrié a sf mismo hasta el punto de llegar a un relato infantil basado en un cuento narra ddo en imagenes y palabras de Selznick, es mejor tea conejo en la galera, ala elegancia magnifica de contar el cine y sus plezas (como espacios donde vivir, como ejes del movimiento) con la misma ineredulidad y ‘cuerpo que posee tn “nada por aqui, nada por alla Ahi, en su especticulo de feria -ampuloso, sf, pero ndo en To circense antes que en lo mesiinico, en lo lidico antes que en las historias del cine-, Scorsese toma un libro, uno absolutamente dotado de senti- ‘lento por los mecanismos (del cine, de los aut6ma: tas, de los que construyen la historia y rescatan a Méliés de la forma en que viven en nos abandonan: sentimiento y engranaje como for mas de avanzar; de retroceder nunca, rendirse jamas) y lo prende fuego. Es, seguro, un fuego elegante, tro quelado y, antes que destructor, purificador: Scorsese quema la nostalgia del original, la teoca por un aleph espectacular, fragmentado, unido por un sentido de recorrido semejante al que brinda una feria de juegos, oR Cee ie eee Mee eRe Tengo onde conviven formas berretas en su pasado, pero organicas en arbitarla Cada fragmento de Hugo se asfixia a sf mismo en su juego, mitad recteacién de viejos modos de cine, ‘de comedia fisica en Sacha “Borat” Cohen y en su perrito, de archivos del cine mudo mutados -doble sentido- en péginas nuevas de un relato sin tiempo peto siempre parlsino. La otra mitad, con sus nuevos modos de recreacién, convierte al 3D no en un ‘mundo (Avatar y su realismo estaban, cierto, mas cerca de Lumigre que de Méliés, con todo lo malo que elas en su modernidad, eso implica), sino en un gesto desfachatadamente superficial. Esas hojas que giran y emulan modos de nacién que valian peniques no son sino la cele bracion de una forma de hacer magia sin otra cosa ue una hoja que gira en el aire y va contando una historia que tambien gira en el aire EL gesto real de amor de Hugo es la capacidad de generar magia, de convertir lo inmaterial en un cohete hecho con furia artesanal que aluniza en algo que no queremos decir que es el alma, pero que tiene el mismo cédigo postal. De hecho, el autémata del rela to, una especie de esquelético CPO, se conecta, sin Intenci6n alguna, al Atom boxeador de Gigantes de acer, film de robots boxeadores: Atom, en un instan- te, deja de ser una lata de sardinas mimética y pasa a set un genuino campesn (aun perdiendo), y se queda solo. Se mira al espejo. Y el director Shawn L esto que suena el cine que se piensa que constr ye personajes (J. Edgar, por ejemplo), no hace mis que ‘dearlo frente al espejo, sin negar ni afirmar qué pasa ahi adentro, Scorsese, deciamos,realiza su gesto real {de amor en un movimiento similar: deja a Mélits fren teal espejo. Deja a su historia distorsionada peto con sus engranajes vitales presentes, funcionando frente a su refleo (a lente es de Scorsese, de ahi la magnifica cién, la fascinaci6n por la trastienda de Méliés que Scorsese filma como si fuera el mejor citco de la gala xia). Y nos deja que pensemos cémo carajo ha suced do la magia -si es que nos sucedid, asi de gentil es Hugo-, en como Méliés, en un doble superpoder, ter ‘mina siendo el personaje de su real historia, cine en su cine, y automata de aquello que creemos que el cine refleja en nosotros cuando nos hechiza. [A] i [ IMPRIMIMOS CULTURA ] am Penarth ode aa pista ef Fee cd PR eee peers TURISMO EN URUGUAY PSU TN CON MUCHAS EMOCIONES. De carey Cy BN CAN oN mised CINE DEL MUNDO. AGENDALO: ar Javier Porta Fouz No me lloren, crezcan Atencin Sere nce tales, n tren llega a una estacién. No vemos el ten, Somos el tren. En realidad, una cimara llega a la estacién. Somos la cémara. Somos el cine primitivo pero procesado por la hiper con- ciencia de casi ciento veinte anos de historia de este arte. La fundacionalllegada del tren a La Ciotat desde el ngulo mas cinéfilo del cerebro cinéfilo del ultra cinéfilo Scorsese, No importa ya el tren sino la concien- cia del cine. No importan las cosas, importa el cine, que est por encima de las cosas. La invencion de Hugo Cabret (Gesde acd Hugo, porque es mis corto y porque no logro entender qué inventa el pibe) tal vez sea la pelicula mas, prepotentemente cinéfila de Ia historia del cine, Una pelicula que saca lustre de cinefilia a cada rato. Y las referencias no estin puestas a velocidad de rayo y capa sobre capa hasta la deformidad para asf lograr -tal vez paradojicamente- algo limpido, fuido, libre de telara- fas y lloriqueos. No, esto no es Moulin Rouge!, una pelt: cla magistral también apoyada en un espectacular dliseno de produccién pero que lo daba por hecho y nos evaba por ottos lugares més flotadores. No, acd esta ‘mos atrapados en un diseno de produccién lujoso que se nos enrostra fulltime: cuando hay una excepcién, como la del “exterior-cine-dia”, la pelicula respira bre vemente, pero el aire no alcanza ni para dos minutos. “Hugo es una pelicula pesada, No en el sentido vulgat de “pesada, densa, aburrida” que usan o usaban los ado: lescentes (los malditos mueven su lenguaje més rapido que sus brazos). Es una pelicula cargada de cinefilia en el peor sentido posible. Antes de dar el minimo paso parece consultar la tabla de los mandamientos cinéfilos y obra, sumisa, en consecuencia. Asi a cuota de citas de Las 400 sopes esa bien cumplida. Entre otras referencias més ‘generales a las que ya volveremos, el robo de leche a la ‘manera conspicua pero distaida de Antoine Doinel y el, calabozo jaula. Y ya, sin mas dilaciones -para dilaciones. cesta la pelicula Hugo, que mete de forma chirsiante al Personaje vigilante de Sacha Baron Cohen a intervalos regulares para “generar tensi6n” y “humoe"-, hablemos de algunas cuestiones generales de esta pelicula de ‘Scorsecinéflo en relacién a Los 400 golpes. La orfandad do cine, la orfandad del cinéfil. Antoine Doinel no era tun huérfano pero se sentia huétfano. Si, alter ego de Truffaut. Truffaut eligid como padres de reemplazo al cine, a la Iteratura y a André Bazin, pero tuvo el buen tino de hacer que Antoine Doinel eligiera no solo libres. y peliculas sino también las calles de Paris. En Hugo estén, las peliculas y estan los bibros. Y de manera declamatora, Importante, reverencial (tanto que Scorsese logra almido- nar a Chloe Grace Moret, la otzora pizpireta chica de ‘Kick-Ass), Pero en. Hugo no est la calle dela estacion 3 Tas casas y de las casas ala estacion y ala biblioteca y al cine, El exterior casi no existe. Solo existe la obsesion, cinéfila, e! loriqueo por el padre. Por supuesto, ahi esta- ran de manera explicta el cine y Georges Mélies para adoptar a Hugo, De manera casi insultantemente explici- ta, “ese nino me pertenece”, dird Meigs. Ahi tienen, ‘huérfanos cinéflos, “el primer gean sofiador del cine” los reclama, Vayan con él El guionista de Hugo, John Logan, también habia puesto cinefiia a presin en Rango. ¢Cinefiia inatl? No, no es intl, es para seducir cinéfilos que quieren | ser siempre hijos reclamando un padre para no asumir responsabilidad reales. Algunos de los que sintleron {que Medianoche en Paris de Woody Allen era obvia y tonta cada vez que mencionaba a algan escitor 0 pin- tor de la década del veinte del siglo Veinte distrutan ‘on las meras menciones a Douglas Fairbanks, Jullo | Verne y la mar en coche. Claro, porque este es su site ‘ma de referencias, el que aceptan porque son cinéflos, y los cinfilos y sus néroes (los artistas de la cinefili, Jos que ayudaron a crear su obsesi6n) arman su mundo para ser los salvados, los que merecen todas las atencio- res porque no hay nada mids importante que el cine. Asi, Scorsecinéfilo muestra con fruicién y sin compasién ‘como el vigilante Sacha Baron Cohen captura hueefa nos y los manda a guardar; pero Hugo, el cinéfilo dedt «ado, el fascinado por la invencién de Mélis (ese era el titulo que debié tener la pelicula), seré el salvado. B50 uleten Ios cinéilos, ademas de porno cinéfllo (Fuso es porno cinéfil facilén): a salvacién, porque son sen: bies ante el arte de los artistas del cine que los volvié cinéfilos, Pero para salvarse hay que trabajar, como supo hacer Scorsese en muchas otras peliculas menos | preocupadas por reverenciar a artista y acne Peliculas de un Scorsese menos preocupado por autore- verenciarse como artista (de tan autocomplaciente, | Hugo es directamente una pelicula chupamedias de los attistas) Para salvarse y para ver el mundo hay que salir del encierro, del agujero interior cinéfilo. Truffaut lo enten: di6, Scorsese ahora nos quiere hacer creer con esta peli cula que no, que nos quedemos en el cine que siempre nos | protege. Ojo, no creo que Hugo sea una mala pelicula, ‘me parece en algiin sentido correcta, Pero la detest. Detesto su palmada en la espalda a la cinefiia més recalettante, més encerrada, Y si alguien dice que en esta pagina hay un texto demasiado pasional y no una critica de cine, esté en su derecho. Y yo estoy en el mio porque esta es una pagina de El Amante. [4] peers capricho Amt) (yz) ESTRENOS ‘© soy un fandtico incondicional de Steven Spielberg. No me caen bien los fanatismos y ‘reo que la incondicionalidad nunca es buena consejera. Digo esto porque la primera constata- cin tras ver Caballo de guerra en la funcién privada para Ja prensa tuvo que ver con la presencia ce muchos criti- 0s que acudieron ala cita para confirmar su amor o st odio, segtin los bandos, respecto de SS (involuntariamen- te malvada utllizacion de sus iniciales que reteraré de aqui en més). La tentacién ante un autor (coincide con. Santlago Garcia en BA 158 en cuanto a que SS efectiva ‘mente lo es) es la de ver cada nueva obra casi como wna lexcusa en Ia que lo que realmente importa es pasar lista Sobre la presencia de cada uno de los elementos que con- forman el personal univers del diector en cuestion para relacionar toda su produccién cual sie tratara de una Unica pelicula. Ast, amores y odios se referican a esos ele rmentos y no a cada pelicula, frente a la que uno tiene una posicién tomada (mucho més que un mero prejuicio) | antes de verla La propuesta, entonces,es pensar en Caballo de guera en el contexto de la actual cartelera portena, Es més: pignsese en los grandes estrenos de los aos recientes, en Jo mis cercano en el tiempo del cine mainstream. Cal sel lugar de una pelicula como esta en ese marco? Intentemos dejar de lado los preconceptos. No pasaremos lista sobre cada una de las peliculas de en las que hom Des comunes son expuestos a circunstanclas extraordina- Has (Hitchcock), o en las que se indlaga sobre la rlacion ‘del hombre con la sociedad y el paisa (Ford), 0 se acude 4 presentaciones temétlcas y formales grandilocuentes (Welle), 0 se hace eso mismo sin renunclar a la emotivi- ‘dad (Truffaut). Olvidaremos por un momento los tépicos de Ia nifez, la separacién de los padres, la humanidad de seres no humanos. Nos imaginamos virginalmente igno- rantes, cercindonos a esta pelicula en pleno siglo XXI, €n los inicios de un afto que se vislumbra cargado de apo- calipticas y ominosas predicciones. ¢Con qué nos encon: Desde el inicio, la ciara nos va aercanda desde el aire alos verdes prados de Gran Bretafa, en una decision especialmente atificiosa que, junto con la musica, nos Introduce en un mundo que -se nos anuncia-es el de la pica, el de las historias que pasan de boca en boca, de generaci6n en generacion, aquellas en las que la realidad ‘va mutando con los componentes miticos que se suman, ante cada nuevo relato, Ese mundo se instala en un con texto geogrifica e histérico que conocemos, Devon, justo antes de la Primera Guerra Mundial, donde la familia [Narracott sobrevive a duras penas con lo que produce la lfc terra de I granja que renta, El padre (Peter Mullan), orgullosoy tetarudo, borracho en el intento de olvidar los horrores vividos en guerras pasadas, comete la cosadia de ganarle al patrn (el locador de su granja, para set mas estictos) en la puja por la compra del hermoso corcel al que antes vimos nacer. En esta primera parte asistimos al momento en que el potzillo es separado de st rmadce, ya la relacién entrafable que este traba con el hjo de los Narracot, Albert Jeremy Irvine) Luego de sal var a la familia al permitir el arado de un terreno rocoso y en principio imposible de ser sembrado, el caballo debers see vendido aun militar frente al inicio de las acciones bolic y Ia pérdida de toda la cosecha en razn de una gran tormenta. La narracion se abre aqui en una serie de episodios en los que el caballo (bautizado por Albert como Joey) pasa de la frustrante experiencia con el ejéri to britinico (que pronto descubre que estaban peleando “otra” guerra alejada de aquellaen la que los avances de caballeia eran un elemento fundamental) a caer sucesiva mente en manos de dos desertores alemanes, una nia francesa y su abuelo, y del e(éeito germano, que lo utiliza para transportar de tio el enorme peso de caftones y ‘demis maquinaria bélica, Si bien este catictr epissilco puede extender un poco excesivamente el metraje de la pelicula, el interés y la emocién nunca decaen. En todo ‘momento se conjugan el placer de la aventura con los Caballo de guerra War Horse Estados Unidos, 201,146 econ teven Spielberg ‘uon 20 Hal Richard roroanaria Janusz m106n Miche! Kah veenpaeres Jeremy irvine, Emily Watson, Peter Mallon Davie Thewis, Hiddeston, Be Cumberbate Arestrup, Davi Kross Celine Buches, Toby Kebbel, Ecce Marsar Se etee) Lee ent misteios del descubrimiento de mundos desconocidos (aun cuando estos tengan que ver con los horrores de la {guerra Es que el acento no esta puesto en la historia béli a, Las batallas y las muertes son mostradas muy padica- mente (si, por efemplo, el fusilamiento de los desertores, «es ocultado por las spas en movimiento de un molino), no hay sangre aun cuando la violencia es expliita, Podria pensarse en este film més como tna road movie o, mejor ‘an, como un western. El aprendizaje obtenido de un periplo efectivamente es relevante en la pelicula, pero la propia (y ya anacrénica) presencia del caballo, el peso de las fronteras, el avance de la zcivilizacin? y el hecho de partir en la bsqueda de un ser querido que contra su vvoluntad es levado a otros confines, ademés de la utiliza cidn del espacio y de los colores ya mencionada, nos hhablan de la pertinencia de esta idea Después de todo, cuando Cabslla de guera se refiere a hecho de la guerra en silo hace con una carga de huma- niismo que lleva @SS a casino incuir personajes absoluta mente malos 0 perversos (quizis el mis decididamente negativo sea el dueno de ls tierras que alquilan los Nartacott, aunque luego es reivindicado por el cambio de acttud evicenciada por su hijo). La guerra es un mal que les sucede a los homies casi de una manera ireal por su fatalidad. Un dia determinado suenan las campanas y se toma conocimlento de que la conflagracion ha comenza- 4o. Y del mismo modo acontecera su final. No sabemos de razones (reales o fietcias, no se intent justificar; mas alli de los vicios y ls carenciasindividuales, la acttud ante la guerra parece aunar a todos quienes la hacen, por fo tanto, la suften. ¥ més all de Ia guerra, esti el rgullo de esa familia que se expresa en la adquisicion de tun caballo excesivamente bello y superfluo en relacion con sus verdaderas posbilidades y necesidads, Esa es la expresion de resistencia, de rebeldia, la serial del hartazgo de una clase ala que solo se considera como mano de ‘obra para hacer las tareas mas arduas oir alas trincheras. La historia de los Narracottes menos la que tiene que ver con los problemas familiares, la puja entre la tradicion y cambio y el crecimiento del nino -que primero ve a su padre como ol culpable de todos sus males y luego lo comprende y valora- que la que se vincula con la revin- dicacion de la libertad y la belleza. La perfecta plasticidad el galopar de un caballo pone en su Justo sito el rol del capricho, del mero arifco, la renunca al simple valor venal o utiitario, Bs por eso que en una pelicula en la {que los celos imposiblemente rosas, naranjaso violetas (alguien dijo Lo que el tempo se lev?) conviven con una _iisica que en otro contexto podria pensarse como exce- siva, no desentona el martirologio al que se exponen sus protagonistas (el enloquecido galope de Joey entre las {tincheras, para terminar atrapado por alambres de pu oJ Cc juanm. eee Juan Villegas guionista - director - productor remite a otros sufsimientos y otras espinas) en pos de la consecucion de sus objetivo. 2Y cuales son es0s objetivos? Sin dudas no son ganar la guerra o, simplemente, sobrevivirla (aunque lo segun- do sea una condicin necesaria para lo primero). Contra Ja superficial evidencia, tampoca parecen serlo la re nln de los protagonistas principales Joey y Albert) © los particulates motivos que promueven la accién de auienes aparecen en los distintos episodios en los que se abe la trama. Sin embargo, Caballo de guerra no es ale ‘g6ria, no utiliza esas historias de manera vicaria, para fransmitir un mensaje. Lo que hace esta pelicula es poner el humanismo en accisny el pesimismo y la oscu 2 mirada sobre las guertas no impiden adverts que siempre, bajo esa gris superficie ~ain cubierta de barro y de sangre, en el fragor de las trincheras-, la naturaleza humana se permite y explica actos de amor, de generos! dad, de valent, de entrega, de libertad, La teivindica clén y afirmacién de esta naturaleza constituye el objeto y la esencia de la pelicula. Podria alegarsecierta misan tropia por cuanto esas demostraciones solo serian post bies en ef mundo ideal que se plantea desde el inicio, No creo que sea asi. Seguir apostando, a esta altura del partido, al terrtorio de Ia niiez, ala mirada menos con- taminada de quien se asoma a la adulte y a la porcién ue de esa mirada queda en nosotros es un signo de saludable rebeldia, una decision que es la expresién de ‘una profunda confianza en determinados valores (que tienen que ver con el ser humano, pero también con la narracin clisia y el placer que ella conlleva). Pienso en los nlfios y en los jévenes que quizas se acerquen por ver primera a SSa través de esta pelicula o de la también absolutamente disfratable Las aventuras de Tintin. ;Qué suerte tienen! ;Cudntes menos prejuicios y ‘cudnto para bucear en el pasado! ;Qué buenas peliculas para crecer con ellas|(y hablo de companias, no es que 'me ponga new age, 0 algo por el estilo). Ella se alejan de la mayoria de las grandes producciones actuales aptas para ninos o adolescentes (de Harty Pater a cualquiera de Jos fanchising relacionados con la saga de Crepisculo), que parecen preferir la explosiones y ls efectos especiales (de Jos que no se reniega, claro est) a lacoherencia visual, la preocupacién por alg contenido o la asuncién de una posicion politica. Dela suctedad y oscutidad de las fas ‘wincheras a la cilida explosién de esperanza de los cielos dligitales, Caballo de guera no solo atzapa, acacia y acom. pia al espectador, sino que controvierte y comparte una ‘mirada critica sobre el complejo mundo en que vivimos Bienvenido sea, pues, este remanso, este cuento, este aps rente anacronismo, pero también esta puesta en cuestén, esta creencia en la libertad y esta afiemacion de belle, cesta tozuda fe en la humanidad. [a] La textura de la tierra Marcos Rodriguez | Eclipse de guerra Desde la Segunda, son pocos los directores que filman historias ambientadas en la Primera Guerra Mundial Para brutalidad, para “momento que cambié la histo- nla”, para indignaci6n, heroismo, asco propaganda, la Segunda es mucho ms practica. Nos toca mis, es geograficamente mas amplia, es culturalmente menos distante. El propio Spielberg habia filmado ya das peliculas sobre la Segunda Guerra Mundial Lo que nos resulta lejano, lo “retro”, implica en cine un trabajo estético fundamental: el problema no es recrear toda una época que ya casino existe, el peligro es que todo eso que nos es diferente se vuelva bello por su extranamlento, Cualquier choza mugeosa | y fria, si es vieja, en pantalla se vuelve nostilgica. Y se vuelve idilica con una buena fotografia John Ford, muerto y momificado Bs evidente que Spielberg estuvo mirando Ford antes de ponerse a filmar Caballo de guerra. Desde Que verde ‘1a mi valle, pasando por El hombre quieto y unos cuantos westerns (La legion invencible en particulas), no es una simple inspiracién, muchos planos son cal- ‘cados. De Tarantino en adelante, no puede escandall: zar que un director ande robando planos por ahi; pero si Tarantino copia y pega, lo hace para crear, mientras que los planos Ford de Caballo de guerra no hhacen més que poner en evidencia lo muerto que esta Ford. @Por qué no funcionan esos planos? Porque en Ford funcionaban gracias a la historia que se estaba contando y a un lugar muy conereto, Por mas fascl- hnantes que sean los planos de Ford, siempre son esen- cialmente narratives Irreductiblemente sintéticos. La ‘complefidad de lo simple es casi imposible de imitar y no funciona fuera de contexto. Los planos que copla Tarantino tienen un valor de impacto propio y salpl can al espectador; el plano del perfil de la montana y Ia silueta del hombre a caballo que la trepa es lindo, si, pero solo puede ser realmente conmovedor al final dde una pelfcula que ya nos habia arrebatado, Hay demasiado edulcorante en Caballo de guerra para eso. Ojos de nostalgia EL paralclo con John Ford podtia parecer atinado: Inlanda, fines del siglo XIX, principios del XX, fami lias rigurosas y Ia dureza de la vida, Pero el paralelo es superficial. Aunque Ford recurrié a esos ambientes viejos, su paraiso tenia siempre lugar para el dolor y la muerte. El pasado perdido en Ford nunca es simple Y magico: esté cargado de tragedia. En Caballo de guerra solo tenemos la apariencia de la tragedia, al igual que solo tenemos la apariencia del idilio familiar o la apariencia del heroismo. Todo esta jugado con indicadores (como la mésica) que quieren hacerle entender al espectador que esta vien do algo, cuando en realidad esta viendo otra cosa. Los (ojos de la nostalgia (es0s ojos celestes del primer plano lavado del prineipio, los ojos grandes y “expre- sivos" del caballo) intentan generar un codigo que la propia pelicula contradice. La familia no es una fam lia: no hay madze, contencién ni equilibrio; la guerra ‘no es una guerra la fidelidad es la de un nene que tiene eternamente diez anos y vaga como fantasma hipersensible por una trinchera en la que mueren miles que no merecen ni un plano. La tierra bajo sus pies Si algo hacia memorables los primeros 40 minutos de Rescatando al soldado Ryan era la crudeza con la que Spielberg mostraba el desembarco de Normandia, Ahora, trece altos después y una guerra mundial antes, atravesamos una pelicula bélica de dos horas y media sin ver una sola muerte: en esta guerra de Spielberg los cuerpos desaparecen, quedan tapados Por érboles y aspas, son envueltos por gas, pero no caen, no sangran, no se pudren. Welles alguna vee dijo que en los mejores momen- tos de Ford uno puede sentir la textura de la tierra En Cabatto de guerra pasa exactamente lo contrat: hay barto pero no hay distancias, hay sufrimiento pero solo en primeros planos de caballos humaniza dos, De no ser por el “episodio francés” del abuelo ‘con su nietita, ni nos enterdbamos de en qué pais transcurre la mayor parte de la acci6n. No hay guerra cen esta pelicula de guerra, slo el calvario simbélica de un caballo que termina crucificado junto a un sol- ‘dado que viene a explicarnos la metéfora. Los planos finales de Caballo de guerra, con atarde cer y contrapicados, ponen la verdad de esta pelicula al descubierto: apenas unas estampitas planas robadas de otro lugar. [a] The fuck it list por Josefina Garcia Pullés 6 GDeeitnes hacer una pata Mama Te Fk List. Eso pensaron Will Reiser y su amigo Seth Rogen cuando el primero se enfermé de céncer, ‘Ambos necesitaban contar que habia otros mundos pposibles en el universo ce esa enfermedad que tanta gente ‘teme hasta nombrar. Asi surgié 50/50, basada en lo que 6:05 dos amigos vivieron durante el cincer de Will, guio nista de la pelicula. Un enfermo de cincer escrbiendo ‘una comedia sobre su enfermedad? Mis 0 menos: 50/50 no ¢s 100% una comedia y tampoco es 100% un drama. Como ss titulo indica en referencia a las posibilidades de supervivencta de Adam, $0/S0 es mitad y mitad, “No creo que hayamos agregado humor a algo que no «5 gracioso; creo que la mayor de ls peliculas (sobre el cancer) remueven el humor de algo que, por momentos, es bastante gracioso”,sostuvo Rogen en una entrevista con The Guardian. ¥ justamente eso ¢s lo singular de esta pelicula. No tanto el humor tespecto dl cincer y sus situaciones (de hecho, hay momentos en que el relato se contiene demasiado, se anima poco) o la constante mer: cin de la enfermedad por su nombre. 50/50 se destaca porque no Te rest ni un gramo de vida a Adam, pero tam- poco se Jo agrega (en el sentido en. que lo hace The Bucket List, aqué titulada Antes de partn. Es como dice Rogen: ni le saca ni le agrega. Esta noes la historia de alguien com cncer sino la historia de cémo el cincer se mete en la vida (cotdiana) de una persona: en su trabajo, en su ‘comida, en sus tiempos, en su pareja, en sus tazas dete, cen su actividad sexual, en su mirada y en lade los demés.. Entonces, como en la vida cotidiana, acd hay ratos de tsa y ratos de ant. Y también hay ratos en que lo cotl- dianio nos cansa. Por eso Adam (un Gordon-Levitt que ‘jal volvamos a ver asi se pregunta: "No sé por qué todos tlenen tanto miedo de decle: Ey, te estis muriendo”. Porque esta pelicula no se concentta en la enfermedad sino en lo que acontece a su alrededor. Entonces si, mues- ‘ra que el cincer esta y que claro que duele, pero no hace {oco en eso sino en cémo ese cincer convierte las cosas {ue conviven con Adam. Sus relaciones, por efemplo: 1, enfermo, es quien cuida de sus seres queridos, ahorrindo- les informacién (su madre), respondiendo inslitas pre- {guntas (sus companeros de trabajo) o teniendo que enten- erlos cuando todo les parece tan diffi (su novia)... Los Sinicos que aguantan -y ya no una mitad sino todo el 100, {el 50/50- junto a Adam son su psicdloga (genialisima Kendrick con perfectos movimientos) y Kyle (Rogen, en su papel de siempre), su mejor amigo. 50/50 Estados Uncos 201,100 econ Serathan Levine urn Wit Riser proven | Bron Gotborg stn agin Ben Korin | rorosnaria Terry 00) Zeno Baker sea Wicool verter, Tosepn Goror-Le Setnogen. Anna Kendo Ayes vowson En el primer caso... y bueno, es su trabajo. En el segun- do... y bueno, estamos ante una bromantc comedy (y ya mucho se coment6 respecto de ese rasgo de esta pelicula) Kyle aguanta porque no es padre, ni madre, ni jefe, ni novio de Adam. Kyle es su amigo, y estamos ante un rela ‘to que muestra que la amistad consiste, sobre todo, en hhacerse compania. Porque la amistad, més que cualguler ‘otro tipo de relacin, es eso: acompafatse. Acompanarse en la aventura cotidlana, agarrar cualquier cosa y conver- tila en eso, Sea manejar, drogarse, trabajar, sali, tomay ‘café, ver peliculas 0 estar enfermo. En el fondo, es todo parte dela vida. ¥ si viene el cdncer, la amistad se rapa la ‘cabeza con la misma afeltadora con la que se corta los pelos del ano, porque es lo que merece esa enfermedad. 50/50 muestra que la aventura puede estar en todo eso Porque Ia amistad esté en todo eso, inaugurdndola. Kyle es ‘el amigo que rapea mientzas Adam incendia el cuadro de su novia infe, es quien sostiene que 50/50 es un altisimo porcentaje, es quien se droga junto a los comparieros de uimioterapia, es quien convierte el cancer en una efectva estrategia de levante. Kyle pretende vivi la enfermedad como un detalle en Adam, un obstaculo que se sortea de la misma forma en que se consiguen mujeres luego de ‘varias derrotas o marihuana medicinal luego de varias qul- ‘mios, Kyle es el tinico que reconoce a la psicéloga de Adam (nila madre sabe el nombre), el inico que reta ala ‘médica por el orden en que da la noticia final, el nico «que limpia la herida de Adam eon todo el asco actuando fen su dedo menique. En S0/S0 Kyle y Adam estan [untos todo el tiempo, Incluso cuanda Adam discute fuertemente con su novia. Kyle se entromete pero, hasta cuando molesta, compat como nadie (ese contrast se ve claro en la pelicula), sabe hacerlo, Es que ala amistad le sale, lees inherente. Por eso ce lbro cle morondanga ~ese que Adam ve que Kyle esti leyendo, titulado Facing Cancer Tgether- esti en el bao, sobre el inodoro. Ese libro que lee para cag, porque esos libros, y sus ttulos, son una mierda. Todos lo sabemos, incluso el propio Kyle lo sabe y e lo dice a Adam algunas cescenas atts Sin embargo, hay algo de ese libro que le «queda bien a esta pelicula y es el "together" del titulo, Asi de curs, asi de empalagoso, ese “together” habla de acom: ppafarse y esta pelicula también habla de eso. Ese acompa ante es Kyle pata Adam, y fue Seth Rogen para Will Reiser. Esta pelicula es el testimonio de esa compan, de ‘est amistad que puede no resolvemos la Vida pero, seguro, la hace més disfratable, Todos los dias (4) ESTRENOS Mision: Imposible - Protocolo fantasma Mission: Impossible - Ghost Protocol Estados Uridos/ Emirates Arabes Unies, 201, 133 ecco Brad Bi ‘een Josh Appoloaur 2reré Nemec oouceson 11) Abrams. Bryan Burk, Tom Cruse ‘wos Michael Gacchino soroararie bart Eswit men Paul Hesch ereneaeres Tom Crusern, Jerery Fenner, Simon Pegs, Paula Patton, Micha Nyt. Vaden Mashow AAEL AMANTE N26 Vuela vuela (bailar) ritanga. “Una pelicula con alas". Minuta al paso. ‘Me fui. Resefiaripida. “Cine industrial bien hecho, entretenido e inteligente, Ademas, para toda la familia”. Qué dificil es escribir cosas dlivirtiéndose. Qué dificil es escribir algo nuevo sin render la sartén. ¥ que diffell es hacerlo sobre esa clase de peliculas que ~como los cénones del cine de autor ya vienen con manual incluido, para que la celebracion ‘tambien pase rapido, Hacer critica para muchos es también un moclo de prolongar esa emocién inicial que nes conmovié en el ‘ine; no es un mero pardsito, no es una actitud garrapa- teri. Es, en todo caso, una interaccién en la que, ahi ‘cuando la pelicula duerme, convocamos su presencia y_ | la mantenemos artificialmente en un estado tibio. CCalentamos la cama, mantenemos tibla Ia sopa 0 ‘enfriamos un poco ese café, pero no por hacer servi io al consumidor (nada mis deplorable que ese viejo oficio gacetillero) sino porque queremos continuar el placer por otros medios, citando indicectamente a Churchill, Misién imposible - Protocolo fantasma es de esas peli- calas que, tal como mencioné, vienen con manual (los prejuicios pueden ser a favor y en contra, lato), ¥¥confrontar con ella -0, mejor dicho, bailar~ no es facil porque ella baila mis rapido y mejor que noso- tras, lo hace con la gracia del robo cantado de Willis & Aiello en Hudson Hawk mientras nosotros todavia ‘nos quedamos reflexionando sobre la puesta en esce- | na realista de las Bourne y de Mr. Paul Greengrass y su por Federico Karstulovich La inclusion de Brad Bird, hombre del cine de ani- ‘macion hasta ayer només, le da ese toque de distin cid a nuestro baile, que comienza rapidito y sin con- ‘cesiones con Dean Martin y una coreografia que se las trae y que te regalo si querés sincopar con la preci. sign que logea el director. Ahi hay algo, hay una lave. Bird juega al escape imposible, pero mientras en el inicio de Mision: Imposible 3 J. Abrams ponta toda la carne de lo bigger than life al asador, aun a riesgo de que se le queme el asado, en Ml 4 la carne se cuece lenta y parsimoniosa, como si necesitara tomarse més tiempo. Digamos que si Mi 3 es el cohe- te camino a Marte de “Don’t Stop Me Now", Ia altima centrega de la saga se parece més a “Bohemian Rhapsody", con sts inicio parsimonioso y sus cambios de velocidad. Incluso, si nay que pensar en bandas, hasta me animaria a decir que el ejemplo mas indica- do seria el de Wings y, mas precisamente, Band on the Rum: la pelicula tiene esas alas necesarias para volae y ‘cambiar de rumbo, surcat los cielos a altas velocida- ‘des, varlar y descender cuando es necesatio. Y, como ‘me fo iba a guardar, como en casi todas las Mi, aqui también hay una banda en fuga, més que nunca, mas clandestina que antes y més expuesta. Bird es uno de esos directores humanistas que esconslen un corazén gigante detris de kilos de laton ¥ circuitos. Siempre en su cine hay algo que se esti jugando en el orden de encontrar lo humano en lo rutinario, en lo maquinarlo. Consciente de esto, M:l 4 ‘muestra toda una extensa gama de gadgets, de jugue- tes dla Maxwell Smart (que no James Bond, justa- ‘mente porque, a diferencia de los de las otras entre- a, estos son juguetes que andan mal, que estén des- vencijados y que apelan a la necesidad de otras estra- tegias, como si en algin punto de la franquicia se Ibubiera vuelto extremadamente facil eso de manipu- lar identidades, mascarita de hule de por medio). Por eso la patadoja: cuanto mayor es el avance tecnol6gl- 0, mayor es la necesidad de humanizar la aventura. Esto se comprueba -Simon Pegg de por medio- en los ‘momentos de humor de la pelicula (estamos ante la menos solemne de las cuatro entregas, la mas burbu- Jeante y graciosa), ya que cuando la tecnologia hace ‘su aparici6n, siempre muestra algtin problema, siem- pre esté al borde del patetismo. Por el contrario, ‘cuando la seriedad de Ia mision reaparece, se da casi sin omnipresencia de la tecnologia: el asunto se resuelve muscularmente. No es menor el problema del paso del tiempo y del ‘crecimiento de Ethan Hunt en relacién con el cuerpo yy los misculos. Como ya blen lo mencionaba Leo D’Espésito en su nota sobre la saga en el site de la revista, hay algo truffautiano en el crecimiento de Hunt. No le busquen paralelo con la musculatura del escudlldo Jean Plesre Léaud, pero sf plensen que la de la saga de M: es también una educacién sentimental doble, porque es a educacién del cuerpo y del cora- 26n de Hunt. A medida que pasan las peliculas vemos el arco que recorre la desazén inicial de la muerte del padre simbolico, el aprendizaje y el dominio de las ccualidades en las que predominan rasgos de una sexualidad mds urgente; luego, el establecimiento y la familia como una opeién imposible y dolorasa, y finalmente, en esta ditima entrega, la renuncia a cual- uier forma de individualidad convencional, la entre- ga adictiva a la adrenalina y al trabajo (ahi esté la cita ESTRENOS 4 otra pelicula sobre Ia adicci6n a lo adrenalinico: Jeremy Renner, protagonista de The Hurt Locker, de Bigelow, es agué un coequiper necesario). Pero decta- ‘mos también que es la educacién del cuerpo y de los ‘miisculos: Ethan comienza siendo joven y fibroso; en la segunda parte pasa a tener un cuerpo atlético toda- via preparado para desafios imposibles; en la tercera ya se muestza vulnerable, con recursos mas limitados, recesitado de los demés. Finalmente, en la cuarta parte, Cruise pone todo su cuerpo de casi cincuent6n (ver la escena en la que se quieze arrojar a un conte: rnedor de basura desde el borde de la cornisa de un hospital), un cuerpo magullado, en el que las arrugas, la cafda de la piel y la tensi6n muscular ya no es la misma, Cruise se muestra compenetrado con su per- sonaje cuando lo hace padecer el peso dle la edad, asf ‘como nos lo hace padecer a nosotros (hay algo de esa conciencia tragica de esa gran pelicula que pass desapercibida hace unos afios que fue Red, con un. [bruce Willis consciente de su vee) | Peto volvamos a los pasos de baile: Ia pelicula es ‘un pequeno gran prodigio de velocidad, no porque est6 con quinta a fondo durante todo su metraje, sino porque casi nunca pone los pies en la tierra, Siempre esta haclendo saltos, piruetas, arabesques y vaya uno a saber cunto mas. Es una pelicula que le debe mas a Gene Kelly que a sus predecesoras en el géneto. Si bien Cruise se mueve con gracia y la cimara siempre 6 funcional a lo que muestea, ya que nunca hay ‘mero revoleo por los aires para que pensemos que la pelicula es mis veloz por ello, el tono general, los desplazamientos de los personajes, la presencia de los paneos y los desplazamlentos de cimara por el espa clo son elegantes y “dancisticos”. Nadie vuela porque si, Y M:I4 wuela por donde quiere Es difiil hacer un musical de acci6n, pero por momentos uno se siente en el terreno de peliculas ‘como Chocolate, de Prachya Pinkaew. Sin ir mas lejos, musical es la escena del inicio con el escape de la car cel, pero tambien lo es la coordinacién de montale de la escena del intercambio de planos en el hotel. 0 la Dombéstica escena de la persecucién durante la tor- ‘menta de arena. O la pelea final en el estacionamien- to (que parece una cita a Minority Report, que a su vez ‘cumple el suefo de la escena de escape que habia sonado Hitchcock y que cuenta en el libro de entre vistas que le reali26 Truffaut), en la que Pixar pareci6 hhaber metido la cola y donde los autos y los cuerpos parecen de juguete. Insisto. Es dificil hacer una pelicula en la que una contradicci6n tan fuerte se sostenga durante todo el ‘metraje: a la ver que el cuerpo tiene presencia y peso propio, real, doloroso, la pelicula salta, vuela, trepa, baja, se acomoda, se yergue, vuelve a pegar y'a dirse- la contea los objetos como si los cuerpos fueran de goma. Ni “reallstas” (Greengrass) ni “inverosimilista (Woo): ambos das, nos dice Bird. Hay que bailar entre ambas, volar y sentirse en un pelotero inmenso € interminable (MI 4 es eso, una pelicula-pelotero} Entonces uno se pregunta cOmo hacer para no sacarse el sombrero frente 2 una de las mejores peliculas que vva a entregar este 2012. Simple y mejor, como Indiana Jones: dejérselo puesto. Con el sombrero viene la aventura, Ia accién, el movimiento y la vida, lo opuesto a la burocracia, a lo previsible, a los dis ‘cursos hechos y a la muerte. Nunca menos, siempre ‘mis, Je. fal N°236 EL AMANTE 5 ESTRENOS Una campera reversible ‘0 36: después de mucho romperse la cabeza, ‘uno termina por llegar a la conclusién de que Misiin: imposible no se trata de nada. Pero ‘como la critica es un poco contestar a la pre- ‘gunta "ZPor qué me gusta esto?", bueno, la reflexién se impone. De todas formas, antes que las Ideas, vienen a la cabeza sobre todo dos cosas: primero, fragmentos bri llantes que se recortan por si mismos de las mas de dos hhoras de Mision: Imposible 4 -algunos montados en la ‘miisica, la de la serie, Ia del coro ruso (literalmente ‘montados, porque ahi la misica no es nunca “de fondo” sino que da movimiento alas imagenes, que pparecen desizarse sobre el sonido); segundo, la fluidez, con que estén conectados esos fragmentos, que le da a toda la pelicula una sensacin de montana rusa inter- nacional, global, una que abarca continentes y los su fea con la faciidad del “travel by map" de Los Muppets. Misi: Imposible 4 es todo esto: un salto sobre el plano mds que vertiginoso de un edificio de 130 pisos, que funciona a su vez como pantalla -es decir, tanto se des- poja la pelicula de todo contenido aparente que podria Imaginarse que ahi Tom Cruise esta trepando la panta- lla del cine-. Una tormenta de arena que entra ala pel cula y a su vez a hace entrar en un momento total- ‘mente ireal, hipnético, en el que todo vira al marron y; de repente, lo que vemos es una fuga borrosa de tasmas. Eso: la tormenta avanza desde lejos y de pronto la pelicula esté adentro dela tormenta, eso, Misidn: Imposibie 4 es una campera reversible. No importa si Ethan Hunt aparece més 0 menos cambiado, ila mision es salvar al mundo de misiles atGmicos (porque de veras, zquién piensa en amenaza INTE N236, nuclear cuandlo estamos pegados a la adrenalina de sal var tramo por tramo una aventura imprevsible que combina el ajedrez com la gimnasiaolimpica2}; en isin: imposible, la mayor de las Veees uno no entiende lo que esta pasando. © se lo olvida, Sobre ese ovido la pelicula construye su ligereza, su capacidad para el salto acrobtico, El esto son asuntos que en este aso serian nada ms que laste: no pods teepar ele ficlo mis alto del mundo s levis colgados una histo- tia, un fargumento” (pif), un grupo de espiasrecarga dos de paiones y psicologias. Es, la del agente ibroso teepando como un insecto el edifcio mas inverosin de una de las cludades mis inverosimiles del globo, es tuna imagen que define mucho: Tom Cruise, con rminimo de ropa, pantaloncits y zapatillas aerodinéma- ‘as, valgndose de dos guantes ultratecnoldgicos de los aque se agaea hasta el segundo en que los gadgets ~pré- tesis que se levan como las muletitas mais mosernas ‘del mundo, pero que suelen soltarse en el final se abandonan para dejare el centro de la pista ala para acrobaca, siempre. Lo clerto esque la pelicula transcurre lena de ten- im (gracias a Dios por Simon Pegg y su inconciencia, eonducto de ventilacin primario de esta curt, y ‘euando uno se baja del catto, lo que recuerda son esas tues o cuatro cosas que nombréal principio. Un guante {que se rompe justo cuando debe. Una camperareversi- ble. Entre los momentos nolvidables del cine probable- rmnte figure es, el de la sala del Kremli. del militar ruso carcatuesco que en un truco de prestigitaciin deviene una especie de tursta hipster con remera de Brace Springsteen (aunque tal vez habia que pensar un rubro aparte de microsegundos inolvidables antes que ‘momentos, casas que un actor hace mientras camina ‘cinco metros: otra vez, Tom Cruls, ah, destransfor mindose con dos movimientos imperceptibles, como tin mago). Es un segundo leno de emocién, que hace sui maga y pasa. Cierto, la campera no es taagan soft «ada como Tos guantes, fs Tentes de contacto que esca nen pupeles secretos oe trje de imanes, pero en ‘algin punto es una cucstion de grado: el carozo ese mismo. Es esa emocidn que uno conoce de chico: la Tapicera ce muchos colores, la eatuchera que se trans: forma en robot, a victorinox, la juguera de Gremlins. ¥ hora as compusy los cere, can esa cosa de chi- che siempre nuevo que hace varias cositas (los celulares on litera e0s veitos, no dejan de tener una temu- ra enorme en sus utilidades cavernicolas, como esos guantes que te dejan trepar una misién imposible pero se rompen a los cinco minutos como silos hubieras comprado en el subte) En esa relacién con fa tecnologia, en su modo de usarlay de imaginal, Mision Imposble muestra su cos tado més Toys R Us, mds gigantesco bazar de atraccio- nes, donde se nos oftece un paseo que incluye esplona: Je; misiles nuclaresy las clésias postales del mundo pero también los mejores y mas simples chistes que fun- conan siempre (la cara de Simon Pegg en este e380, y 5 paricién muda en una pantalla qué la agranda como Aibujto) una tenda de dstace y souvenirs absoluta- mente précticos, yun baboso magnate dela India con un jopo que es igual al de Pepe Le Pa, pesiguiendofas- cinado ala gatita que lo cachetea todo viene con una sonrisa de Michelle Monaghan de regalo) s también fn su manera de combina esos dos polos, de hacer tan agi el traspaso de uno a otro, que la pelicula es una campera reversible: yo me lewo euato [A Historias cruzadas ‘The Help Estados Unidos/India/ Emiatos Arabes Unis, 200,16! amen Tate Taylor con Tate Taylor. sobre novela de Kathyyn Stockett roouceson ‘Michael Barnathan, Chris Columbus, Brunson Green roroanaria Stephen Goldblatt Hughes Winbome mosiea ‘Thomas Newman rexeneres Emma Stone, Viola Dati, Bryee Dallas Howard, Octania Spencer, Jessica Chastain, Anna ORelly, Alison Janney, Arna Came, Bleanor Henry, Emma Henry. Sissy Spacek Encantos, prédicas y clichés por Mariano Kairuz ESTRENOS 5 fll enojarse con The Hef: su infnita correc- ‘cin politica carga unidireccional ytriunfalmen- te, in matices ~asiconigiendo la Historia, contra una forma de racismo ya mayormente superada en Estados Unidos. El eitco de la revista The New Yorker David Denby fue quien probablemente dio en la clave del gran problema que infecta Historias cuzadas:siendo Skeeter (Emma Stone) un evidente ter ego dela autora de la novela, Kathuyn Stockett, da un poco de “verguenza ajena” cada vez que ubica a su protagonista en una posti- ra tan denodadamente heroicay altruista, tan sin fsuras. ‘Como Stockett ~que también crecé en el pueblo surefio de Jackson, y también tuvo una ninera negtaa la que alguna veo, dice, ador6-, Skeeter esribe un libro titulado The Help, en et que recoge las historias de estas mujeres {que durante ats soportaron los maltratos y las humilla- cones prodigadas por sus amas blancas. La diferencia, centre autora y personaje es que Stockett, que tlene 40, fue luna adolescente en Jackson, Mississippi en Jos ochenta y cescrbié su libro ficcional (alimentado por anéedotas re les) en la primera década del siglo XX1, mientras que ‘Skeeter hace lo mismo a pinclpios de ls sesenta, cuando los confitos racials histricos que sirven de contexto ‘estin en llamas y, por lo tanto, publicar un libro de esas caracteristicas implicaba correr un auténtico riesgo perso nal y social. Es deck, Stockett se pone en un lugar de hheroina blempensante,Ibetaly clento por ciento despre- jiiada que medio siglo aris hubiera sido una verdadera pionera, Podré deciese que la pelicula puede verse y hasta disfutatse sin conocer un solo dato sobre la autora y sus fuentes oblicuamente autobiogrificas,o sin siquera saber ‘que est basada en un bestseller, es cierto. Pero lo cen- tral de la observacién que hace Denby es que seftala la gran trampa de The Help: todo s truco reside en echat luna mirada cémodamente retrospectiva desde el presente, sobre un conflicto largamente disuelto al menos sus aspectos mas escandalosos-, cayendo de este modo en la remanida prédica para los ya convencidos, mayormente Blancas culposos y orgullosas, Es facil también rendlitse a algunos de Tos encantos de The Help: antes que nada, su lanzada vocacién tele- novelesca.Incluso si uno entra al cine sin informacién previa, casi enseguida queda claro que el tono del relato ¥y sus estereotipos metodramiticos responden a expecta- tivas de género: la “buena” dela pelicula es aside buena {y de educada y considerada e inteligente: casi perfecta), y la mala, Hilly Hollbrook, es vllanesca hasta la cariea- tura, porque asf son las buenas y las malas de telenove- Ja, (Algo parecldo podtria decise de su permanente sobremusicalizacién, pero la verdad es que no hay pre texto dramitico que valga: la banda sonora es insoporta- bie.) En este sentido resulta saludable que Skeeter sea luna chica ligeray simpética y no taaan suftida (mérito en parte de Emma Stone, que sigue sumando huestes de fans), y Bryce Dallas Howard encuentra el papel de su vida interpretando a una villana extraordinaria. En este ‘mismo sentido, hay unas cuantas torpezas narrativas: as como buena parte de los inevitablesajustes de cuenta a los que va a ser sometida la malvada son deliberads ‘mente exagerados para maximizar el efecto dramatio (a Ja humillacon a la que es sometida Hilly al final se le ‘uma gratuitamente jun herpes!) otros recursos parecen, sencillamente tirados de los pelos (por ejemplo, cuando ‘Skeeter consigue que, como parte de la colecta de car dad, a Hilly le Henen el jardin de su casa de inodoros vejos), 0 guinos baratos para forza la identifcacién con. <1 pblico (como Ia exagerada rsa de la alterativa y cconvenientemente senil y Iielda Sissy Spacek en la esee- na del “eat-my-shit") Los atropellos de este tipo se acu- ‘mulan calculadamente sobre el final la redencion, Justo a tiempo, de la madre de Skeeter; el desproporcionado sentido de a responsabilidad de la protagonista, todos ‘detalles realmente Innecesaios destinados a dejar inma- culados alos buenos de la historia, Hay también una linea argumentalmente secundaria pero fundamental que The Help retoma cada tanto alo largo de sus dos horas y media, en la que se aloja una pelicula potencialmente mas interesante e incluso mas conmovedora que la que filmé Taylor: a historia de «sas chicas sureias de familias Blancas y acomodadas que en Js primeros fis de su vida legaron a querer mas alas ‘lferas que las crlaron que a sus propias madres, y que Juego erecieron y cambiaron y empezaron a reproducir las actitudes racistas de las generaciones precedents, Stocket y st amigo y vecino jacksoniano Taylor se cu ddan mucho de no endilgarle ni una sombra de ese defec- ‘to a Skeeter, peo al terminar la pelicula queda flotando la imagen de la nena a la que separan brutalmente de su nifera ala que distancian de quien mas quiere en ese ‘momento de la vida en que no hay cast cultura, no hay politica, no hay distincién del color de piel ni nada mais ‘que amor puro de un nene por el adulto con el que past la mayor parte de sus dias, Ahi aparece un niicleo emo- ional sincero, probablemente poco abordado por el cine hhasta ahora, que la pelicula no leva a sus dltimas conse ‘cuenclas pero en el que asoma el coraz6n verdadero dest historia, por encima del cliché pasado de moda disehado para tranguilizar conciencias, [a] N'236 EL AMANTE.X7 La chica det dragon tatuado ‘The Giel with the reneneres Atencin Se n detalles de a resolucion del argumento 6 lef las novelas de la trilogia Millenium, de Stieg Larsson. De las peliculas suecas vi las primeras dos y no me parecieron gran cosa, aunque s{ me resultaba interesante el perso naje de Lisbeth Salander, al que, de todos modos, slempre percibi sobreescrito, sabre disefiado, Pero le ddaba el beneficlo de la duda: anda a saber, quizés ast son las cosas en Suecia. Porque mire que Suecia es un pafs raro. Por un lado, Bergman; por el otro, Europe. Para muchos, modelo de sociedad, de estado de bie- nestar, de abureimiento, Para otros, la Nada (0 la cuna de Bergman, 0 de Europe, 0 de Abba). Suecia esti tan blindada a la experiencia real de un espectador globa: zado como la Tierra Media o Nunca Jamas. Mentira de hecho, si nos tasen en medio de Bree o en la cubierta del barco pirata sabriamos cémo llegar a El Poney Pisador o al cuarto de Garfio, respectivamente. Si nos tiran en medio de Estocolmo, agarrate. Es que ‘mucho del mundo real nos ha quedado oculto detras ae mera etiqueta del nombre. El cine tiene alli un deber que no ha cumplido: transformar al planisferio fen un reino del imaginario. Es una suerte que la adaptacién de David Fincher ‘pte por no trasladar la accién a los Estados Unidos ©, como pallativo, a Inglaterra. Porque lo primero que salta a la vista en La chica del dragén taruado es que transcurre en ese universo paralelo que es en efecto Suecia: ¢¢ nuestro mundo pero al mismo tiempo es su metéfora, porque de él no sabemos nada mas que su nombre. Hay reglas humanas por las cuales sabemos {que alli no puede pasar cualquier cosa. Pero también Intuimos -tememos- que estamos equivocados: efecti- vamente, en Suecia puede pasar cualquier cosa por {que nos resulta, a pesar de su mimesis urbana, otto planeta. Tan extrano a nuestra vida que es natural {que los personajes hablen en inglés, nuestro latin contemporineo. Por cierto, la trivialidad de la trama policial de las peliculas suecas era mas evidente con el sueco, Mi cerebro salvaje decia “al final hablan ese idioma raro para decir las mismas pavadas que en inglés". Si, por eso aclaré “mi cerebro salvaje Volviendo al asunto, Fincher es bisicamente un crea por Leonardo M. D'Espésito dlor de fantasias, incluso cuando se acerca al terreno de lo testimonial (Zodiaco y Red social, siempre traba- jando con material ajeno. Su cualidad autoral se com- prende en la manera en que se apropia de esos otros, textos para formar una summa coherente. Todas las peliculas de David Fincher transcurren en el mismo ‘universo y giran alrededor de una misma idea: hemos. sobrepasado el Fin del Mundo y el demonio nos ‘gobierna, Sin embargo, un gesto de catino, ciertos conocimientos, certa actitud vital presentan una rmadica y fugaz esperanza. Para Fincher no hay ni pasado ni futuro, porque todo tiempo ha sido abolt- o, Sus personajes deambulan, pues, repitiendo ruti- nas y peleando batallas perdidas de antemano, salvo aquellos que remontan la marea del tiempo hacia atris y se van de este mundo naciendo (pero como hhay consenso casi absoluto en que Benjamin Button es tuna basura, dejemos por ahora su reivindicacién, no asi el dato). Asi, la Suecia de La chica del dragon tatua- ‘does el nombre de un mundo abolid. Dijimos que la trama policial -la historia de una esaparicién ocurrida cuarenta afios atris en el seno dde una poderosa familia de industrales, cuyas idas y vueltas son un calco desganado de las herramientas creadas por Chandler en £1 suenio eterno, con el alt vo del asesino serial y algunos nazis sueltos~ es tr- vial. En ese terreno, Fincher narra con una enorme solvencia para que tanto lugar comin nos resulte interesante. Pero el auténtico nticleo de la pelicula, 10 ‘que la liga a la mejor tradiclon del cuento de hadas, ‘la relacion entre Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander, dos personajes que en manos de un escritor ‘mas dotado habrian marcado a fuego la literatura, Fincher se da cuenta de eso y acomete con ellos el enorme acto de justicia de tratar de hacerlos mitos cinematogréficos para compensar su magro destino Destselersta, En ese punto reside la diferencia radical con las peliculas suecas: aquellas son meras lustracio- nes de un éxito editorial; agut hay un lector que comprendis lo esencial del texto y lo hizo suya, Mikael (a mnf Daniel Craig me parece slempre un gran factor, un tipo clisico con narlz rara que volvié clisica su rata nariz) es un periodista y un anacronismo: en. tiempos en que los medios son parte de un juego de compras y ventas, expone a un poderoso y pierde aunque tiene raz6n. Es también el amante de su edl- tora, y es interesante ver el prologo de una de sus relaciones sexuales: “Che, me voy mafiana a la maiia- nna ~dice ella~. Si vasa venir a la cama, apurate que ‘me cago de frio” (algo asi, mi traduccién esta orienta- da por el sentido). Craig se para, y tras un vidrio esmerilado vemos que ella se desnuda como quien va 4 cumplir con el rito del ginecélogo. Es decir: Mikael, al que le hicieron bosta sus ahorros en un julclo Injusto, es un tipo abusado por los poderosos, un cempleado de las conveniencias, un paria, un descasta do disfrazado de tipo importante, la version escritura- ria del personaje de Tom Cruise en Ojas bien cerrados. Lisbeth es hacker, vive de la asistencia social (y de secretas Investigaciones) y es lteralmente abusada violada por el hombre que la tiene a su cargo. Lisbeth, cs un personaje que parece el residuo de cierto imagi- rnarlo elberpunk, pero su aspecto excentrico es refleo dl dolor en el alma, Entre Mikael y Lisbeth hay treinta altos de distancia en edad, pero recuerden que €l tiempo esta abolido. Ambos estan fuera del mundo ¥; de un modo visceral, perciben que viven en una REESTRENOS pecera sucia, Si el film transcusriera en los Estados Unidos, donde la idea de la teoria conspirativa es un lugar comiin y cuyo imaginario, de los anos 70 en adelan- te, gira alrededor de mostrar que la Imagen espectacu Jar oculta una verdad infernal (ver EI exorcsta, 0 ‘Tiburdn, 0 Taxi Driver, o La conversacién; Fincher es hermano de aquellos cineastas), todo seria previsible. Pero esta Suecia de la que nada sabemos es Terra Incognita, y la aparicién del crlmen, del nazismo, det abuso, de la violacién, de la sangre resulta un golpe ‘mucho mas duro. Mas incluso cuando ese universo, donde la luz parece absorber todo calor posible hasta, ddejarnos sin aliento y congelados en un gesto, es ‘oscuro y glauca por naturaleza, Lisbeth y Mikael pro- | tagonizan una historia de amor que excede con mucho el amor sexual (el sexo entre ellos es una manifestacién de calor y empatia, una especie de reaccién contra ese cementerio que fos rodea) y se nsforma en otra cosa diferente: ternura humana, ‘empatia, solidaridad, comprension del otro. Es dects, tuna dimensién del amor que la ficcién tlende a olvi- dar Son una isla, como se refleja en el escenario prin- cipal de la trama, Porque esta pelicula es en realidad una especie de combate ficcional. En an terreno aparentemente neu: tral y carente de marcas clnematogriticas, la lucha entre una historia de sentimientos humanos con la vieja y tilada formula del polical. ¥ Fincher se da cuenta de que un artista es aguel que, sin la menor dduda y eon precisién, toma partido por el bando Indicado. Las peliculas suecas toman partido por el policial: creen que al espectador lo tinico que le importa es ver personajes coloridos y descubrir al se- sino, Fincher no: toma el partido correcto y se da ‘cuenta de que la investigacién policial no importa ‘nada, que lo que salva a los agonistas de la muerte y Ia deshonra no son las increibles, “superheroicas” capacidades deductivas de Miss Salander sino simple- ‘mente la contfianza y la empatia, Y que el mundo es complicado. Hacia el final de la pelicula hay una escena clave (si, bueno, spoiler: salvado Mikael del asesino, que ha huido, Lisbeth encuentra una pistola, ¥ en lugar de ir derecho a reventar al bastardo (algo que habria hecho en otro momento det film, cuando atin desco- rnocia el significado de la pledad o la empatia), 1o mira a Mikael y le pide permiso para coserlo a bala- 208. Mikael la miza y aslente, casi como diciendo "si, cche, dale de una ver". Esta secuencia no solo revierte quel final manipulado y discursivo de Pecaos captta- les, sino que ademas demuestra cuales el verdadero ‘asunto, el verdadero sentido de Ia historia. Més spoi- ler: el vllano no es baleado por Lisbeth sino que ‘muerte casi accidentalmente (con lo cual Lisbeth se salva de ser una asesina, un acto de pledad final de la ficci6n). La pelicula, por cierto, no termina ab Como en las fleciones de John Carpenter, toda decrota del Mal es transitoria. ¥ los seres extranios no pueden convivir mas que fugazmente; mds tarde o ‘mas temprano deberin integrarse o desaparecer. Algo de eso pasa en la pelicula cuando termina, y es en ese liltimo plano de Lisbeth perdiéndose tras ver algo que le rompe el alma, que comprendemos que el equipo de Fincher es el que se lleva la copa. ¥ también que tenemos ganas de que le den la revancha: después de todo, no es més que corazén y pases cortos. [A] 9296 EL AMANTE 19 REESTRENOS Un zoolégico en casa We Bought a Zoo Estados Unidos, 20,128 meccion ‘oun Aline Brosh MeKenna rooucetn Jie Yorn rorocnaria Rocingo Prieto Jon Thor Birgissor (como Jers} eres Matt Damon, Scarlet donarssan. Ele Fanning, Con Ford Joh Miche! Higgins 4, Se acuerdan de Timothy Treadwell, ese rubio espasin6- dlico que visjaba todos los veranos a tun parque nacional de Alaska para “proteger” alos osos salvaes hasta que los ‘0508 se o comieron? Timmy (el nombre le cuadra perfec- to, lo convierte en el protagonista de esas historias que las ‘mami les cuentan a los chicos como moralejas que intentan enseftar algo pritico)crefa que Ios os0s lo habi- an elegido tanto como él ls eligio ~y no precisamente ‘como comida-. Crea que tenian un contacto especial. En Grizzly Man ~ya van a ver por qué tiene que ver; después de todo, en la pelicula de Crowe también hay un os0 ‘rizaly- uno de los momentos mis increbles es cuando Herzog dice, tomando distancia de las ereencias de su protagonista -pero tratando de tocarlas de algiin modo-, {que mirando el material grabado por Timmy, lo mas Sot prendente es constatar que ahf no hay nada, nada de todo eso que veia el autoproclamado mesias de la vida salvaje, ninguna sefal de contacto con los humanos en la ‘mirada de los osos, entegados por completo a menesteres Ge la vida salvafe: solamente y apenas, la ineliferencia de Ja naturaleza, La tragedia de Treadwell habria sido enton- ces, en Ia perspectiva de Herzog, un error de juicio, una falta de sabiduria que lo lev6 a poner en los animales lo {que no era otra cosa que su propio deseo (ysabemos ‘euinta ternura puede tener Herzog por ese tipo de trage- dls que tienen como horizonte lo imposible) En cambio Herzog, cuando se trata de ilmar anima. jah! gPero es el mismo tipo que en Encounter at the End ofthe World se pregunta frente a un pinglino desorientaco que camina hacia la muerte sel bichito se habré cansado de vivir en sociedad, sla compania de los demas se le habra vuelto insoportabe? Si, se pregunta. 20 EL AMANTEN Todos necesitamos que nos miren asi de vez en cuando Pero Herzog no antropomorfiza: en todo caso, toma las cosas de la naturaleza como soporte para hacerse otra clase de preguntas; para él, en confundir a los animales ‘con las personas hay una especie de estupldez o de loc ra, En el extremo opuesto,tantas, demasiadas peliculas ‘con animales tratan de ponerles un alma que se parezca Jo mas posible ala nuestra, a de los lugares comunes sobre “lo humano"; eso es Disney, es todas las peliculas fen las que un nenito salva aun delfino a una ballena de tuna muerte segura y e da un intercambio que tiene cier to grado de ida y vuelta, de igualacién entre la pureza de la infanciay la pureza natural. Un 2okgico en casa (sa traduccién del titulo original We Bought a Zoo no tiene sentido realmente, porque se trata ce una familia que se ‘muda a un 2ool6gico y no que se trae un zool6gieo al departamento 0 algo por el estilo) no hace ni una cosa ni Ja otra, y por eso mismo hace algo rarisimo. Los animales ‘estén ali, y pueden tenet sus momentos de acercamiento pero también son peligrosos, hay que tener cuidado con ellos, o la mayor parte de las veces simplemente hacen st vida: son, efectivamente, animales, yesa no es una cosa «que se vea todos los dias. Ejemplo del oso grizly: cuando se escapa del 200 -y hay un hermoso plano del animal cruzando plicidamen- te una calle del pueblo frente al auto que manela Benjamin Mee (Matt Damon), como una muestra micro | dle esas imigenesfestivas del cine catastrofe donde las firafas huyen despavoridas por el medio de Manhattan To que se impone es atraparlo,disparasle un calmante y devolverlo a su lugar, porque se sabe que podria matar a alguien, También, en un momento el hijo de Benjamin patea a una serplente, fastidlado (pero no se preocupen por Marina que lo retan por eso y otras cosas; ademis a propésito de et hay un poco de refrescante moral del trabajo od school «que sorprende, tipo “en vez de quejarte todo el tiempo por qué no vas y agarrés una pala”), También, en un ‘momento Benjamin le dice con un grito a un puercoes- pin que es un asshole, Los animales son los animales y viven en su mundo (o bueno, en el mundo mas parecido posible que les puede ofrecer un zoolégco sin jaulas); hay ‘arifio por ellos, hay tristeza cuando alguno se muere y alegrfa cuando nacen. Pero todos estin ahi porque agi znan a su alrededor un trabajo colectivo, que es lo que le interesaa la pelicula: en Crowe siempre se trata de un ‘sfuerzo en equipo, ya sea en una fiema que representa deportistas o tna banda de rock, gual importa sf, que la pelicula transcurra en un 200. Joico, porque desde la Hegada en auto al lugar por un sendero donde el sol se fltra entre los drboles, se sabe que ‘estamos entrando en un lugar més © menos idilic, lejos de Ia ciudad y los vecinos que cuando festejan hacen tuido (hasta ese punto es ofio Crowe). De hecho, desde los primeros chistes que abren la pelicula Benjamin Mee (Matt Damon) viviendo toda clase de aventuras aparente- mente peligrosas, pero no; el “peligroso dictador” latinoa- ‘mericano entrevistado confesando que su pelicula prefet «da es Toy Ston esta la sensacion de que Un zooldgco en ‘asa juega con ese terreno resbaloso y un poco imposible Ge definir como son las “peliculas para chicos", aunque ‘Toy Story sea mucho més violenta y oscura que la pelicula {de Crowe. Porque en el mundo de Benjamin Mee no hay ‘maldad,y si se piensa un poco tampoco la habia en fery Maguire con sus villanos de caricatura, en Elizabethtown ‘con su intento de suicido inical en clave de comedia (y ‘de Elizabethtown no digo més nada, por no hablar det >bueno-para-Legolas de Orlando Bloom) ni en los rockeros, -mezquinos y competitivos pero al fin y al cabo de buen coraz6n y mas bien tontolones de Cas famasos (incluso en ese Billy Crudup que le rompia el corazén a Penny). ‘Lo mis parecido al mal y alas fuerzas oscuras son los ‘ibujos del hijo de Benjamin con cabezas cortadas y aor {sala vista, pero incluso a eso se lo mira con una son: sa bomachona y se lo vuelve productivo (de nuevo, Io ver- ddaderamente malo que hace el chico es romperle 0 casi omperle el coraz6in a una chica que es buen). 2, Una de las canciones mais melancélicas del mundo dice: "No creo en el sol, como puede ser que brlle sobre todos y nunca sobre mi (eso es “I Dor’ Believe in the Sun” de The Magnetic Felds). Bueno, Cameron Crowe ‘ree en el sol, No solamente eso: cree que puede billar sobre todos, y por eso la luz juega un papel tan importan- te, y por eso Scarlett Johansson y Elle Fanning son lumi nnosas ademés de ser rubias. ero incluso en la cancién de “The Magnetic Fields el sol termina por ser una persona, ‘esa que se fue. Ye50 es un poco lo que sucede en Un z00- ligico en casa: hay una luz que se perdi6, una luz que ‘encontrar. Los primeros planos de actors con el sol bri- llanda ateis que les tapa media cara y les enciende el pelo dicen precisamente eso; ademis, cuando esté todo bien el dia esta soleado, cuando esta todo mal o medio rato llue- ve, como en esas canciones de amor construdas con lugares comunes que ponemos en los dias grises (esos en Jos que est todo mal, y encima llueve) Entonces, como dije, hay un sol, y generalmente apa- rece en la cara de una chica que te mira lena de confian- a, Puede que el mal exista pero las peliculas de Cameron Crowe eligen no verlo, y sus nenitos cas fastidiosos de tan adorables (el hijo de Renée Zellweger en Jey Maguire, ESTRENOS Rose, la hijita de Benjamin) estin ahi para mostrar que hay una sabidusfa posible en la ingenuldad extrema -de hecho, Rosie le dice al malo “todos dicen que sos un forro, pero yo no lo creo", y el malo por supuesto deja porn minuto de ser malo~, Por eso Crowe filma a las personas como sila luz les sallera de adentro,en planos {que se repiten en Un zool6gicoen casa com la cara de Matt Damon, de Scarlett Johansson y en la foto dela esposa ‘muerta; pero ojo: también hay cierta conciencia de que ‘esa luminosidad es un traco del cine que pretende fot0- _grafar, en realidad, algo que pone en las personas el ‘modo de mirarlas, yaht es donde las miradas se multipli- can en el cine de Crowe para mostrar que lo nico que sostiene esa creencia en el soles la forma en que nos ven. los otros. De hecho, el plano mas extratio de Casi famosas tal vez sea ese en el que ls ojos dela mitica Penny (Kate Hudson cuando podia hacer de buena) abarcan toda la pantalla y se alternan con los ojos del protagonists, et chico que a punto de perder la virginidad se plerde prl- ‘mero en la mirada de la chica idea. ‘Un circulo de miradas arma también las relaciones en Un zoolégico en casa, a modo de pequetias epifanias: Benjamin decide comprar el zooldgico cuando ve a Rosle contenta dando de comer a unos pavos, Kelly ohansson) decide que Benjamin vale la pena cuando lo ve derribar un bartl con toda la furia para después levantarlo con torpeza en un gesto de slapstick, y as Por eso, aunque Benjamin le diga al hermano que la raz6n para comprar el zool6gico es que esos animales necesitan que los rescaten, no quedan dudas de que se trata de rescatar a las personas; acé no existe la misma confusin mesiénica que en Timmy Treadwell. Lo que pone un matiz potencialmente oscuro en la ingenuidad solar de la pelicula es cierta idea de que para hacerlo hay aque salir del mundo: por algo los Mee se mudan de la ciudad y Benjamin saca al hijo de la escuela, un chico {que poco después se enamora de Lily (Elle Fanning), que también se esta educando en casa. Con estos indicios, ‘uno puede suponer que Crowe sabe que la gente no és tan bella, optimista y algodonosa ni el mundo tan céli- «do como en Rosemoor Park, y que lo mucho 0 poco que las cosas puedan brillar depende enteramente del que ‘mira. Por eso elige los ojos de Elle Fanning, todavia tan inereiblemente fresca con su cara de nena crecida, ¥ que puede preguntariea Kelly si prefiee alos animales 0 las personas y responder ella misma, con una risita boba s pura luz chiriante, Yo también, alas perso: ‘O los de Seariett Johansson, que con jeans, camisa de exploradora y el pelo corto demuestra por qué nunca \debio ser una diva, SI Herzog encontraba en las miradas de los os0s grizzly nada mas que ineiferencia, expresi nes vacias de quienes pertenecen a otro mundo, Crowe hhace que sus personajes sean especiales no por él modo de conectarse con la naturaleza, sino por cémo otras personas los miran (Son expresiones llenas de futuro, {que hacen foco en la potencia y no es posible saber i descubren algo o si directamente lo inventan por creet- Jor eso ya forma parte del misterio). Ahf, yvean la pel cua solo por esto, juega la mirada de Scarlet, en la ‘mejor expresion que puso y probablemente pondrd en toda su carrera, cuando mira curiosa a Matt Damon pateando el barnil, ve en él algo mas (algo que posible- ‘mente ni siqulera existe todavia), seri, y finalmente da ‘una sonrisa conflada como diciendo: “Este tipo no se va a ir, este no se va a dar por vencido”. Todos necesitamos {que nos miren asi de vez en cuando, y esta clato que Crowe parece tenerlo més que claro. [A] N°236 EL AMANTE 21 Josefina Gareia Pullés uucho, y de distintas formas, se habla sobre la | Los istancia en téminos de tiempo. Esta pell- | descendientes cula vuelve sobre ese inseparable binomio | The Descendants para encararlo en una familia cuya dinémi- ca es consecuencia del tiempo -de ese dolor incurable | Estados Unies, 2011 Us gue esl falta de tiempo (y dela muerte que, en el | besa fondo, es lo mismo} la dstancia Rewards Fayre Basada en la homénima novela de Kaui Hart one Hemmings, esta es la historia de Matt (Clooney), un abo- | Alexander Payne, Nat gado con muchas hora de trabajo ypocas de fama, | Fe" Rash Enfonces, cuando suespsasulte un accentey queda | OMG, esrcoma €l debe sorse a ous jas Alex y Soe Payne. mt {Cliehés? Hay algo del “nunca le dife que’, “no pude’ ‘no hubiera”, y eso genera cierto rechazo. Sin embargo, pronto se ve que esa es solo a perfera de una pelicula ‘que nos pide que vijemos al centro: Los descenlntes se trata de recorrerdistancias. Acé no importa ya el tiempo {que Matt no tuvo (y todos ls remordimientos a los que «6:0 conduce} sino su contrapartida la distancia, aquella «en donde el tiempo solo actiia como unidad ce media. Payne, centrando su relato en ese espacio que -tangible palpable- separa a Matt de quienes lo rodean, transforma espectiales clichés en concretas transiclones entre perso: nas, en tangibles distancias encarmadas en cuerpo de su pelicula y en los cuerpos de sus actores, Igual que en Sideways, About Sclumidt y Citizen Ruth, acé un personaje trajina para sanar una pérdia, Pero aciemas aqui hay manas indescirables: descartables, lineas de dislogo ("Por qué las mujeres de mi vida Quieren autodestrurse?"), planos de plistico (Clooney- hhawalano mar-sombrilla roja y blanca), horripllantes metiforas y comparaciones (°M familla es como un archipiélago...") Sin embargo, Las descendientes tiene cosas mucho mis grandes, y entres esas cosas est George Clooney cortiendo como silos zapatos se le salleran y sus plernas anduvleran solas. ¥ estan la deses peracin, la angustiay la bronea hechas piernas,espal da, brazos y pies. Son las partes del cuerpo de Matt, que se entera por su hija que, antes del accidente, su mujer tenia un amante. Entonces Matt sale corriendo y | Clooney nos deleita con un corre espistico, despatarra- do, torpe; con un correr que es cierto (cada paso deja testimonio de su existencia) y doloroso. Esa es la forma fen que Matt intenta recortt la distancia que lo separa de su esposa. Necesita entender esa distancia y, para lograrlo, debe sentrla en el cuerpo. George Clooney Shallene Woedey, Amara Mller, Nick Krause, Judy Gear bert Forster 2 Quizas por eso en Los descententes las difcultades todo el tiempo se vuelven espacio. De hecho, la tiica forma que Matt encuentra de legar a Alex es tomndo- se un avion para ira buscarla, La distancia entre ella y su padre pesa en la historia tanto que, por momentos, hasta resulta ineémodo verlos conversa, mirarse, {nteractuat. Todo es leedo y torpe entre ellos. Por eso ‘cuando Matt le cuenta a Alex que su madre morird, él se muestra incapaz no de abrazarla sino simplemente de abrazar, Parece no saber cémo hacerlo. Matt (el otra | vez genial Clooney) abre las brazos pero los estira a medias, més como dispuesto a cargar una sandia que a ofrecer un abrazo. Es que él no funciona ante la no-dls tancia, Por eso la mayoria de los planos cortos sobre Clooney son feos, molestan y nos hacen extrafar lo ue dicen sus brazos balancedndose, sus piernas espar- cléndose por el espacio, su torso inclinado separandose del cuello. Ya desde lo formal esta pelicula plantea la necesidad de distancia Es que -de nuevo- Matt no sabe qué hacer cuando es necesario eliminar distancias. Por 80 corte atipicamente para ir de un lugar a otro, por eso lo enerva que Sid lo abrace al saludarlo, por e50 la tinica vez que toca a Alex es para darle una ridicula nal- gada en forma de reto, por eso clige el peor lugar (lenteas Alex nada en la pileta) para contarle que su ‘madre mori. Y por eso ni siquiera esta en el campo visual de su hija de 10 aos cuando esta recibe esa not cia (Payne subraya cémo la nena debe voltearse para encontrar los ojos de su padre, que no fue quien le dio Ia noticia), Ese es Matt, ese es su habitat: el espacio vacio, la distancia palpable, la dificultad encarnada en algiin “entre” a veces imperdonable y eretino. ‘in embargo, a pesar de su adiccidn a las distancia, Matt sabe que, para subsistir, necesita intermediarios, {que las salven. Y tiene varios: la pareja de amigos y Brian Speer lo acercan a su mujet, su suegro y el joven Sid lo acercan a sus hijas, Hawai lo acerca a su familia tra vez, la distancia se hace fisica y la forma de acer: carse se encarna en alguien o algo. Por eso Payne termi na su pelicula con el protagonista defendiendo sus tie- tras, casi como peleando por salvar la tinica eterna y perfecta intermediaria entre los integrantes de su fam Tia, La tierra es la sintesis del tiempo y la distancia, de Jos deseos ¢ imposiblidades de un protagonista que sabe que en la thea aquello que nos distancia es, ala vez, aquelio que nos retne. [a] Aire cargado Marcela Gamberini | mundo de Alexander Payne es un mundo particular conformado por belios paises, personajes tnicos, narraciones fluidas, encantos y desencantos, emociones fuerts. Payne sos tiene sus ficclones con amabilidad, no le deja ver al espectador mis allé de aquello que es necesaro, le omite escenas crudas,y se gesto de alguna manera define su mane- ra de entender el cine. Lo que Payne cuen: 1a, sobre todo a partie de About Schmidt (2002), es dificil de digerir. En esa pelicula Jack Nicholson ve morir a su mujer, ve Hle- sar su ubllacién, ve cénmo su hija se casa con alguien que no le gusta, En Entre copas (2004) Paul Giamatti siente que ya esté per- ido, que nada lo conforma, que st esposa se casa con otro, que su novela no es publi cada, que su vida ya no tiene demasiado sentido. En Los descendientes George Clooney debe rearmar su hogar cuando su _mujer entra en coma, sus hijas se rebelan y debe decidir acerca del destino de sus tie- ras. El universo de Payne es un complejo universo de hombres en conflicto, de hom- bres al borde del abismo, de hombres que leben tomar decisiones, Hombres sin muje- res, sin esposas, sin novias; que las tuvieron, pero que ya no las tienen. A parti de estas Aausencias femeninas, Payne pone a funcio- nar la maguinaria perfect, fluida, sin tro. piezos de sus relatos. A simple vista parece: +a que cuenta historias que fécilmente podirian ser consideradas tragedias; sin embargo, el tono que el director elige para contar sus historias es el de clerta comedia No la comedia tradicional (ni la vieja ni la NCA) sino cierta comedia humana que cuenta las imperfecciones de los hombres, sus carencias, sus soledades, sus deshechos, ‘con ciertaironia y a veces con pinceladas de sarcasmo, distancidndose de sus persona- Jes, dejandolos que decidan con libertad. Se LOS DESCENDIENTES trata de contar cémo de pronto te sorpren: de la mitad de la vida en soledad, con las ‘propias miserias, las virtudes, los defectos, Jas ausencias y la presencias. Cémo son las relaciones entee los hombres y las mujeres en Ia adultez, como se conflguran las faml- lias, emo los padres se relacionan con los hijos, c6mo cicula el dinero, cémo se transforma la tradicion, Ese es el universo de Payne, un mundo que nos resulta pro- fundamente humano y cercano pero visto con una mirada no tan dramética sino cir: tamente esperanzada, con dejos de ironia y sobre todo con mucha placidez, Un mundo que no le esquiva a las emociones ni a las sensaciones fuertes. Los espacios son importantes en Los descendientes. Situada en el Hawal de pla. yas y soles y arenas, la pelicula empieza ‘cuando el protagonista cuenta que esté ahi por trabajo, mientras se muestran escenas ue no son de tarjeta postal sino escenas cotidianas de una ciudad cualquiera. Ese paraiso de mar azul también es un lugar donde suceden cosas horribles como la muerte, la desesperaci6n, el adulterio. Ese paraiso cilido tiene también un revés de sombras. ¥ eso se deja ver sobre todo en la tormenta que se avecina y que cuelga del cielo de mas de la mitad de la pelicula dando la sensacién de aire cargado, como sl fuera la mensajera de los hechos que se sucecen. Y tambien el lugar es importante porque forma parte de la herencia del per: sonaje, una tierra heredada que esta a punto de ser vendida para construir una cadena de hoteles de veraneo. Los descen= dientes juega con la doble acepcién de su titulo. Los personajes descienden de otros, ‘que les han legado Ia tierra para que la administren (varias fotos antiguas apare- ‘cen en la pelicula), y esas tierras son lo ‘que se ha recibido (tal vez sin mucho esfuerz0, como dice el mismo protagonis ta) y son también aquello que se lega a los descendientes. El dilema del personaje no solo es moral, sino también social, cult ral, econémico. Respaldar las tieras y set flel a sf mismo y ala tradicion del lugar en el que vive o negarse a ella y abortar la descendenecia Y también aparece otra connotacién en. el titulo de la pelicula (que por suerte en este caso es la traduccion literal del ori nal): son los personajes aquellos que des ienden, esa familia en su totalidad. Descienden hacia lo profundo det dotor, de Jas miserias humanas, de la mentira, del sar casmo, de la culpa. El fondo mas oscuro de los hombres alli donde limita con la muer- te, con la pérdida de las tradiciones, con las Infldelidades. Descender hasta tocar el fondo con las manos y embarrados volver a salir a la superficie. Este es el mundo de Payne, que es el de Nicholson, el de Giamatti el de Clooney. Un mundo de hombres que descienden de golpe hacia lo profund, que hacen criss, y Ja intencién del director es entenderlos, no Justificarlos. Para nuestro contento, Ios fina Jes son esperanzadores. El cielo vuelve a limpiarse, y ahora con el aire eargado de sensaclones de blenestar surgen no hom: bres nuevos, sino los mismos hombres ahora favorecidos por la posbilidad de haber entendido exe costado mas negro de 1a vida, Es cleto, tal vez no sea Los descendentes Ja mejor pelicula de Payne, pero responde a su mundo, es fiel a sus normas, a sus leyes, 1 sus conflictos morales. Los materiales con Jos que el director trabaja son altamente combustibles y pudieron haber explotado en cualquier momento, transformando la pelicula en un mamareacho, pero no lo hace, y eso es un gran logro. [A] La cueva de los suefios olvidados Alemania Reino igo, 2010, 90 incon Wlerner Herzog roouceson Arienne Cultlo, Erk oroaRarin Dron toe B musica Ernst Rejeeger tuando Werner Herzog bajé de la montafa en la ‘que habia crecido, descubrié qué era un teléfono yy empez6 a hacer peliculas, comenz6 a repetir ‘una idea que, de una forma w otra, parecia obse- sionarlo. Herzog, todavia con bigotes, decia que una de las razones por las que nuestra sociedad se encuentra en decadencia es porque todavia no logré encontrar las im- genes que la expresen. Agotada y vactada, la sociedad (en ‘buena parte, gracias a la televisién) se dedica a reproducit imagenes heredadas que ya quedaron vacias de todo sig. nifcado, Si mision era buscar esas imagenes nuevas Herzog sall6 a buscarlas. Su prop6sito lo lev6 a los cextremos del mundo (literalmente) y a situaciones cextremas (como filmar en medio de la selva amazénica 6 junto a un voledn en erupcién), pero su cine no esta hecho exclusivamente de situaciones desquiciadas. Muchas veces su flccion (aunque no exclusivamente) se ddedied a buscar las imagenes nuevas que expresaran los estados subjetivos de sus personajes desquiciados, como las iguanas cantantes de Un maldito poicia en Nueva Onlin Con este nuevo documental (en la obra infinita de «ste loco, los documentales son una fuente inagotable de maravillas), Herzog encuentra sus imagenes nuevas ente- rradas en una cueva en Francla, Posiblemente, una de las razones por las que La cueva de los sues olvidados no aleance a ser uno de esos compendios de imagenes ines- peradas que puede entregar Her2og sea que en este docu- ‘mental las imagenes nuevas preexisten a su mirada. Lo ‘que vemos s, efectivamente, nuevo: lade Herzog ha sido Ia nica cimara de cine a la que se le permitié bajar ala cueva de Chauvet a registrar estas pinturas eupestes, {que son por lejos las mas antiguas que se conservan. La investigacién de lo iniitil Oe ad Pero estn ahi. El cine, en este caso, es poco més que un registro; la cmara no crea nada nuevo con su presencia, Lo que le queda al diector es registar, explicary refle sonar, sus poderes estan limitados, excepto en el epilo- {g0, donde volvemos a encontrar al hombre fascinado por los reptiles. SLuno esta acostumbrado alos “documentales” de Herzog, llama la atencién la cantidad de tiempo que La ‘cueva... le dedica a la investigacién cientifia. Incluso en Encounters at the End of the World, en la que estabamos précticamente encezrados dentro de una base de invest ‘gacion clentifica en la Antirtida, la ciencia ocupaba un Papel mas bien lateral, casi metaférico. En cambio, La nos entrega entrevista a especalistas, reflexiones historiogeficas, eteétera. Pero pronto uno se da cuenta ‘de que, como pasa con la mayoria de las acciones en las peliculas de Herzog, todo el estuerzo resulta inti. ;0 Investigan estas personas? Tierra, polvo, vestigios de algo ‘que nunca vamos a entender, Hay fechas més 0 menos coneretas, algunas precsiones sobre la distibucin de unas cuevas, pero pricticamente nada acerca de lo que parece obsesionar a ese Herzog que nos habla en off el significado de las pinturas. Sabemos, si, que son lo que nosotros podriamos llamar el iniclo del arte figurativo, Podemos reconocer algunas de las formas, Pero nada | mis, el resto es especulacion. Por eso la insistencia de Herzog al hablar sobre los suetios. Por otro lado, més alli de uno o clos especalistas de lun museo, al entrevista a los hombres y mujeres que se ddelican a investigar la cueva Chauvet, la pelicula se pre ‘ocupa bastante poco por el proceso de estudio o sus con- clusiones y se concentra en esas personas que decidieron dedicat sus vidas a una cueva prehistéica. El ejemplo perfecto esol ex malabarista de circo que nos habla fren- tea su computadora, y que al contar su propia experien- cla cuando entzé en la cueva describe el impacto subjeti vo que signifies para él haber visto esas imagenes. A trae vvés de su impacto, Herzog quiere reproducir el. que se produce en el espectador. Pero cast no le pregunta (0 pot Jo menos nosotros no lo vemos) sobre sus conclusiones ‘lentficas. Lo mismo pasa con el hombre vestido con pieles que toca una flauta prebistorica, o con el cientifico que demuestra cémo cazaban los hombres en la prehis- totia y define al homo sapiens no como “hombre que sabe", porque no sabemos nada, sino como “hombre que En Diamante blanco (posiblemente, una de sus mejo- res peliculas), a cémara de Herzog se enfrenta a dos posl- bilidades de capturar algo que nunca habia sido filmado, La primera es casual: instalados en un campamento en la selva, el equipo de filmacién se encuentra con una cueva, que se forma detris de una cascada, un espacio con sig- nificados misticos para los nativos. Ningin hombre ppudo ver nunca el interior de la cueva, por su ubicacién. Intrgado, Herzog ata su flmadora a una soga, la deja caer desde arriba del precipici y la baja para filmar Ia ‘cueva, Vemos cémo la cimara gira mientras baja y 1a imagen se corta. La voz de Herzog explica, entonces, que decidié que era mejor mantener la mistica y no mostrar el contenido de la cueva, La segunda posbilidad tene que ver con el objetivo central de la expedicion que lev6 otra vez a Herzog a la selva: el vuelo de un globo acrostitico experimental Al final de toda la odivea, tras intentos, fracasos y éxtais, el lobo sobrevuela la selva, Herzog viaja con el plloto en ‘se globo y, con la cémara apuntando hacia abajo, nos ofrece las primeras imagenes amas filmadas de las copas de la selva de Guyana vistas desde arriba, pricticamente sin perturbacién del ambiente, Lo que sigue es una secuencla Inolvidable: la cimara balla y flota entre hojas, sobre ranas, en el verde, En la antedltima secuencta de La ceva... cuando ya los cientficos terminaron su temporada de investigacion, ye equipo de fllmacion puede entrar solo a capturat imagenes, Herzog parece combinar, finalmente, aquellas, «dos posibilidades que le habia abierto Diamante blanc. Por un lado, su cémara (en 3D) se dedica a capturar quello que ninguna cimara de cine habia caprurado antes: las paredes pintadas dela cueva Chauvet. No solo se trata de la primera filmacién de esas imagenes; posi- Dlemente también se tate de la ultima que tendremos durante mucho tiempo, Herzog lo sabe y lo repite en off. Acabatdas todas las explicaciones, todas is entrevistas, todos los recorrdos, la pantalla puede entregarse final mente, sin reservas, a explorar esas paredes, El 3D suma al efecto. La cdmara se vuelve entonces wna caricla que recorre el interior del alma prehistorica, apenas acompa- fiada por la miésica de Ernst Reijeger, a estas alturas tn ‘colaborador habitual de Herzog. Pero, a su vez, esas “imégenes nuevas" capturadas por primera vez para el gran piblico no plerden nada de su misterio por el acto de ser filmadas. A diferencia de lo que pasaba con la eueva de Guyana, Herzog no necesita decidir no mostar lo que captut6 la cimara para que un lugar perdido del planeta conserve su magia mistica. El «ine no viola el recinto de los dioses, tan solo lo abre. Toda la fuerza de esa antedltima secuencia (y la sable dura de su dstribucion) demuestra que Herzog, cerca ya de los 70 aos, todavia conserva su fe absoluta cas idi- cla, en el poder de una cémata de cine. [4] ESTRENOS Hipnosis parcial Un poco en contra Guido Segal ay una cualidad indudablemente hipnotica ‘en el acento germanico de Herzog, y él lo sabe. Por eso cada tuna de sus tltimas init tivas documentales leva su voz como marca registrada, Esa voz seca y entrecortada puede aglutl- nar las elucubraciones més descabelladas e incluso, ‘como ocurre en gran parte de La cueva de fs sues dolvidados, grasadas new age que no vienen demasiado al caso, Es una voz fuera del tiempo. El otro punto fuerte donde se apoya la pelicula es, obviamente, la revelaciOn del arte rupestre milenario que convive ‘con estalactitas y formaciones geol6gicas, mucho més ‘eercano a un cémic del siglo veinte que a la imagen rstica que nos vendi6 el manual didactico. Después emplezan los problemas: una vez revelado el secteto, no hay material suficiente como para armar una peli calla que sostenga esa ensonacién. El 3D, teenologia deficiente que no termina de justificar su necesidad, no logra invistbilizarse lo suficiente ni recrear la expe- riencia en carne propia, sino que proyecta un artificio {ue evidencia sus falencias,¢ incluso llega a marear; la mdsica omnipresente resalta todo el tiempo y ade- mas es bastante grosera, ya que violiniza todo con aires emocionales; los experts que ingresan a la ‘cueva carecen de un carisma singular, y muchos de ellos se ven forzados a hablar en su inglés limitado, asumiblemente a pedido de Herzog -distincién aparte para el experto en perfumes, que es Io opuesto a lo ‘que acabo de enunciar por su especificidad y simpa- tia-. El hipnotismo se diluye entre entrevistas sin ‘mucho contenido, especulaciones pseudopoéticas sobre los lazos entre el presente y el pasado y una estética un tanto televisiva, herencia probable de History Channel, impulsor del proyecto. La pelicula tlene aclertos, y probablemente habria sido mas pode- rosa si limitara su metraje a los momentos epifinicos, pero de haberla enganchado azarosamente en cable, ‘me habria bastado ver diez minutos antes de cambiar de canal. [A] 1NP236 EL AMANTE 25

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