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En medio de sierras que alcanzan los 3000 metros, la zona de los Cañones queda, hasta la fecha, casi incomunicada por los formidables baluartes de sus barrancas -Juchipila está a menos de 1200 metros-. Esta parte de la Nueva Galicia donde radicaban los cancanes, gente robusta y muy animosa, pasó a la historia con el gran levantamiento de la Cazcana (1531-1536) y con la guerra del Mitón (1540-1541). Los peñones de Nochistlán, el Mitón, el Teúl, Juchipila fueron testigos de las hazañas de estos pueblos combatientes. Más recientemente, en los primeros decenios del siglo XX, volvieron a presenciar la bronca terquedad de los revolucionarios, modernistas, villistas, cristeros, inmortalizados por Manuel Azuela, en Los de Abajo, en la persona de Demetrio Macías.
En medio de sierras que alcanzan los 3000 metros, la zona de los Cañones queda, hasta la fecha, casi incomunicada por los formidables baluartes de sus barrancas -Juchipila está a menos de 1200 metros-. Esta parte de la Nueva Galicia donde radicaban los cancanes, gente robusta y muy animosa, pasó a la historia con el gran levantamiento de la Cazcana (1531-1536) y con la guerra del Mitón (1540-1541). Los peñones de Nochistlán, el Mitón, el Teúl, Juchipila fueron testigos de las hazañas de estos pueblos combatientes. Más recientemente, en los primeros decenios del siglo XX, volvieron a presenciar la bronca terquedad de los revolucionarios, modernistas, villistas, cristeros, inmortalizados por Manuel Azuela, en Los de Abajo, en la persona de Demetrio Macías.
En medio de sierras que alcanzan los 3000 metros, la zona de los Cañones queda, hasta la fecha, casi incomunicada por los formidables baluartes de sus barrancas -Juchipila está a menos de 1200 metros-. Esta parte de la Nueva Galicia donde radicaban los cancanes, gente robusta y muy animosa, pasó a la historia con el gran levantamiento de la Cazcana (1531-1536) y con la guerra del Mitón (1540-1541). Los peñones de Nochistlán, el Mitón, el Teúl, Juchipila fueron testigos de las hazañas de estos pueblos combatientes. Más recientemente, en los primeros decenios del siglo XX, volvieron a presenciar la bronca terquedad de los revolucionarios, modernistas, villistas, cristeros, inmortalizados por Manuel Azuela, en Los de Abajo, en la persona de Demetrio Macías.
DOCUMENTO
LOS NATURALES DE JUCHIPILA
EN LA INDEPENDENCIA
Jean Meyer
El Colegio de Michoacdn
Universidad de Perpignan
En medio de sierras que alcanzan los 3 000 metros, la zona de los
Cafiones queda, hasta la fecha, casi incomunicada por los formidables
baluartes de sus barrancas -Juchipila est a menos de 1 200 metros-. Esta
parte de la Nueva Galicia donde radicaban los cazcanes, gente robusta y
muy animosa, pas6 a la historia con el gran levantamiento de la Cazcana
(1531-1536) y con la guerra del Miztén (1540-1541). Los pefiones de
Nochistlan, el Mizt6n, el Teal, Juchipila fueron testigos de las hazafias
de estos pueblos combatientes. Més recientemente, en los primeros
decenios del siglo XX, volvieron a presenciar la bronca terquedad de los
revolucionarios, maderistas, villistas, cristeros, inmortalizados por
Manuel Azuela, en Los de Abajo, en la persona de Demetrio Macias.
En 1789 la jurisdiccién de Juchipila contaba con 1560 tributarios
de pueblos y 672 tributarios vagos. En Juchipila habia 414 espafioles, y
Apozol, a dos leguas de la cabecera, era pueblo de indios. Las estadis-
ticas del siglo XVIII no son de un manejo sencillo ya que las Noticias
corogrdficas de José Menéndez Valdés dan para 1791-1792, otras ci-
fras: 21 767 almas para la jurisdiccién, y en Juchipila, 9 europeos, 1156
espafioles, 974 indios, 843 mulatos, 146 mestizos}.
Los acontecimientos de 1810 no podian dejar indiferente a esa
gente que supo aprovechar la oportunidad. En octubre de 1810, los in-
surgentes entraron a Nochistl4n, Tlatenango y Tabasco. Motin, trope-
lias, venganzas y pillaje, saqueo de las Cajas Reales, secuestro de los
bienes de algunos espafioles, europeos aprisionados. El jefe, Daniel
Camarena, se dirigié luego a Juchipila y a Jalpa’, y se repitieron las mis-
mas escenas.
90El intendente de Zacatecas habia huido y las tropas de Colotlén
habfan salido para el sur, a unirse a las fuerzas realistas que pretendian
defender a Guadalajara y quedaron aniquiladas el 4 de noviembre de
1810, en Zacoalco.
Las autoridades de Nueva Galicia huyeron a San Blas y el 26 de no-
viembre Hidalgo entré a Guadalajara para recibir el titulo de Alteza Se-
renisima®, Duré en Guadalajara hasta el 14de enero de 1811 y salié para
sufrir el dfa 17 la derrota de Puente de Calderén, a manos de Calleja.
En ese marco cronolégico, la desintegracién de la autoridad pa-
blica significa para los “naturales” de Juchipila y Apozol que hallegado
el momento de ajustar cuentas: los de Apozol invaden tierras y hacien-
das, sacan bienes de la casa del administrador de rentas de Juchipila, don
José Julian Jiménez de Mufiana. Los de Juchipila han por lo menos veja-
do su casa y sus haciendas.
El vejado parece tener afios en su funcién y tiene un hermano, Cle-
mente, que pertenece al comercio de Juchipila*. Obviamente ha recono-
cido a las autoridades insurgentes ya que obtiene de Hidalgo una supe-
rior orden a su favor, contra los indios. Se les pide que “‘se azstengan de
vejar (su) casa y hacienda”’ y que comparezcan ante Hidalgo, en Gua-
dalajara. Pero la superior orden de su Alteza Serenisima les vale poco a
los indios quienes, no contentos con mofarse de la autoridad, se meten
violentamente a la casa del administrador para buscar al empleado de
rentas, Antonio Basilio Ponce. Seguramente no fue para felicitarlo.
El 4 de diciembre, el presidente de la Audiencia, José Maria Chico,
ya habia dado una orden semejante que habia sido contravenida. El 18
del mismo mes, Hidalgo despachaba su “superior orden” y encargaba a
José Antonio Ramirez notificarla a los naturales. El tal Ramfrez erajuez
comisionado por el intendente interino de Zacatecas, el Conde de San-
tiago de la Laguna. Elias Amador‘ nos dice que el Conde, apellidado Mi-
guel Rivero, era “rico hacendado, hombre benéfico y de extensa y eficaz
influencia entre el pueblo de Zacatecas’. Lucas Alaman® cuenta como,
en octubre de 1810, salyé del saqueo a la ciudad de Zacatecas y de la
muerte al intendente Rendén y a los europeos. Desde noviembre de
1810 aparece a los ojos del virrey y de Calleja como simpatizador de los
insurgentes. En el archivo de Zacatecas firma hasta el 18 de diciembre
como intendente y teniente general de las armas americanas’. Amiga de
la causa insurgente condenaba el desorden, ordenando a Daniel Cama-
91rena devolver lo que habia sacado de Tlaltenango y se abstuviera de
cometer desérdenes y ocupar fondos publicos*.
Los de Apozol se niegan tranquilamente a venir escuchar la noti-
ficacién. E] dia 2 de enero de 1811, los de Juchipila se presentan, enca-
bezados por sus autoridades a decir “Io ollen y de ninguna manera dan
hobedecimiento”’; el comisionado “‘temeroso de algin insulto” se re-
tira frente a ‘los muchos moyimientos que se advierten de tumulto”’.
Vana prudencia: los de Juchipila, dirigidos por su alcalde, y en presen-
cia del comisionado Ramfrez, se burlan de la orden de Hidalgo, catean la
casa de Rentas “brincando las paredes” y reclamando “en el nombre de
Nuestra Sefiora de Guadalupe” al tal Ponce que debe haber pasado un
buen susto ;Por qué lo buscan? Su jefe pretende ignorar la causa. Noso-
tros también. Podemos suponer que el pleito es antiguo. La administra-
cién de rentas nunca puede ser popular. Llega la hora de la revancha
para los trasquilados. El pleito de tierras no parece estar ausente tam-
poco.
Los naturales se van a quejar contra el juez ordinario con el capi-
tan Raymundo Ramfrez (;serd pariente de José Antonio?). No sabemos
quién es este militar, pero obviamente es autoridad con mucha fuerza,
ya que suspende al juez y le intima a mandar a su disposicional pobre de
Ponce. Se puede suponer que era de los insurgentes y sin ninguna sim-
patia con la administracién civil, uno de esos hombres dispuestos a
“coger gachupines”. Ignoramos lo que pasé después: ;fue entregado
Ponce? ;pudo esconderse? qué pasé con el administrador de rentas?.
Parece que su hermano comerciante, don Clemente, si no murié de
muerte violenta, s{ sufrié asalto y robo.
¢Revancha de los naturales, revancha de los militares? Una inte-
resante corriente de la insurgencia se manifiesta en este breve docu-
mento. No falta la invocacién a la Virgen de Guadalupe, pero a estos
guadalupanos “que hasta por sobre las paredes brincaban’’, poco les
importaban jueces y curas, Audienciay Teniente General, niatin Conde
o Su Alteza Serenisima.
NB. El documento original est4 en poder de Don José Ramirez Flores. Consta de 8 hojes, contan-
do la del sobre; viene aislado pero pertenece al ramo general de Causas Instruidascontra los
Insurgentes en Guadalajara, rescatado, hace muchos afios, cuando iba a dar a la basura.
Este rescate le permitié a Don José escribir su Gobierno Insurgente de Guadalajara.
92NOTAS
1. Instruccién sobre jurisdicciones, pueblos y vecindarios del distrito de la intenden-
cia de Guadalajara (1789), pags. 50 y 59.
Noticias corogréficas, p. 112 a 114, en la edicién de 1980 José Menéndez Valdés, Descrip-
cién y censo general de la intendencia de Guadalajara, 1789-1793.
2. Alejandro Villasefior y Villasefior, Héroes y Caudillos de la Independencia, tomo 4, p.
182, México 1906, V. Agiieros.
3. José Ramirez Flores, El gobierno insurgente de Guadalajara, 1810-1811, p. 07, 2a. ed.,
Guadalajara 1980,
4, José Ramirez Flores, El Gobierno Insurgente de Guadalajara 1810-1811, 2a. ed., Guada-
lajara 1980, p. 133, nota una demanda “impuesta con algunas esmeraldas, pertenecientes a
los bienes mortuarios del difunto C. Clemente Ximénez de Mufiana del comercio de Juchi-
pila, alegando que en la casa de Don José Ignacio Cafiedo se entregaron a este quien dié reci-
bo”.
5. Bosquejo Histérico de Zacatecas, Zacatecas, 1943, tomo Il, p. 9.
6. Historia de Méjico, México, 1850, pp. 17-22
7. Elias Amador, p 35.
8. Elias Amador, p 21.
JUCHIPILA
COMICION
Sobre impedir a los Naturales de Juchipila, y Apozol no bexen la casa de Don
Julian Mufiana Librada por su alteza serenisimo el sefior Don Miguel Hidalgo Comicio-
nado Don José Antonio Ramirez
1810 Juchipila
Superior orden librada por el Sr. Miguel Hidalgo a Don José Antonio Ramirez
para que notifique a los naturales de Juchipila y Aposol, se abstengan de vejar la casa y
haciendas de Don José Julian Jiménezde Mufiana, administrador de rentasdel pueblo de
Juchipila 7 fojas.
()
No. 16 Leg. 5/819
Seftor Comisionado José Antonio Ramirez. Juchipila Por quanto a representa-
cion echa por Don José Julian Ximenez de Mufiana, administrador derentas del Pueblo
de Juchipila, fue proveido el dia de haller el decreto del tenor siguiente:
“Librese orden a Don José Antonio Ramfrez, comisionado por el Sr. Teniente
General Conde de Santiago de la Laguna para que notifique a los Naturales de Juchipila y
de Aposol se abstengan de bejar la casa y haciendas de Don José Julién Ximenez de Mu-
fiania, que representa: que igualmente comparescan en esta superioridad, informando el
comicionado, previas las inquisiciones necesarias sobre las extracciones e introducion
en las tierras de las haciendas por los de Aposol y las que no dexara sacar Bienes algunos
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haciendo que los Depositarios actuales de ellas den las cuentas comprovadas del
tiempo que las manejan; y benidos los Indios visto el informe que se pide intimeseles
substencion de los exesos de que se quejan.
Lo que traslado a usted para su puntual cumplimiento.
Dios guarde a usted muchos afios. Quartel General en Guadalaxara Di
19 de 810
Miguel Hidalgo (firma autografa)
jembre
(3)
Josef Julian Ximenez de Mufiana, Fiel Administrador de la real Renta de Tabacos,
Polvora y Naipez de este Partido y sus comprehensibos; en la mas bastante forma que
haya lugar derecho ante usted como comicionado de su Alteza Serenisima para que no
permite se veje en manera alguna mi casa y haciendas, comparesco y digo que el dia de oy
a las quatro de la tarde, y en presencia de vuestra merced se presentaron mas de cin-
cuenta indios a catearme mi casa y aunque reclamé el fuero y recurso al juez ordinario,
se me desprecié enteramente y con gran tropelia, y sin orden de este, ni de otro jefe que
pudiera darla, me catearon toda mi casa con el pretexto de querer sacar de ella a Don
Antonio Basilio Ponze, ignorando la causa yo, y aunque en mi casa vive por conservarlo
en ella, como dependiente de la misma Renta, para el giro y arreglo de esta, como que de
muchos afios la ha servido, quiso la fortuna que en la citada hora se hallava fuera de mi
casa y con esto se retiraron, despues de haberme vejado mi casa con tanto deshonor,
que hasta por sobre las paredes brincaban; esto no me muebe como uno de los mayores
agravios que he recibido a representarlo por la contravencion de la orden que vuestra
merced les ha notificado el dia de oy y la del excelentfsimo seftor Presidente Actual de
Guadalaxara, de quatro del pasado diciembre publicada en este Pueblo; en esta aten-
cion, vuestra merced se ha de servir mandar tomar las providencias que estimejustas en
desagravio del mayor ultrage, que estos naturales me han hecho, sobre que me quejo
civil y criminalmente, y pido justicia, esta mediante. A vuestra merced suplico provea
como sea de justicia, juro en lo necesario, etc.
José Julian Ximénez
de Mufiana (ribrica)
Juchipila Enero 2 de 1811
agreguese alos autos de mi comicion. asi yo Don José Antonio Ramirez comicio-
nado por su alteza serenisimo lo deerete y firme
José Antonio Ramirez (rabrica)
a
a diciembre treinta y uno de mil ochocientos diez. Vista la antesedente superior
orden librada por su alteza serenisima en diesinueve del que fina, en que se ha dignado
comicionarme para los fines a que se dirije, a la que dandole el mas puntual y debido
ovedecimiento en su consecuencia debia mandar y mando se guarde, cumpla y execute
94en todas sus partes, notificando a losNaturales de este pueblo y el de Aposol no vejen en
manera alguna la cassa y caudal de Don José Julian Ximenes de Mufiana, y sobre los
acaecimientos executados por dichos naturales, recibase informacion de pesquisa (aun
sin embargo de la publicidad, y acompaftando informe, y notificando a los naturales se
presenten ante su alteza serenfsima. Remitase todo para su superior determinacién Asi
yo Don José Antonio Ramirez comicionado por su alteza serenfsima lo decreto mando y
firmo con dos testigos de asistencia en la forma ordinaria. Doi fee
José Antonio Ramirez Asistencia
Pedro Lépez
Asistencia
Antonio Basilio Ponze (ribricas)
en el Pueblo de Juchipila en dos enero de mil ochocientos onze aftos Yo el Juez
comisionado para cumplir con lo mandado en el auto de mi obedecimiento sitense las
personas mas hutiles de ciencia y conciencia por medio de Recados politicos para que
bajo las formalidades del derecho digan sobre los particulares de mi comicion asi lo
provei y firme como dicho es doi fee
Ramirez
Asistencia Asistencia
Antonio Basilio Ponze Pedro Lépez
Subcesivamente el juez comisionado cumpliendo con lo mandado por su alteza y
dictaminado en su auto, hizo se presentasen los yndios de la cabezera con su comun de
principales, no queriendolo hacer los de Apozol por su rebeldia; en cuyo concepto,
notificados los de Juchipila, con arreglo a lo prebenido por su alteza y mi auto (bi) en
inteligenciados de lo dispuesto y por mi mandado se han comprometido de no dar obe-
diencia alguna ni alos mandatos de su alteza y mucho menos a los desu comisionado. Y
por consiguiente, ni al juez electo por el vecindario y asistencia de los sefiores cura y Mi-
nistro Eclesiastico. En cuya virtud, y atendiendo, no solo aa falta de subordinacion de
estos naturales, si no es tambien el afam de toda jurisdiccion, debia de mandar y mando
se reciba informacion de la causa de la falta de su obedecimiento, y con el certificado
correspondiente remitase todo original a donde dimana mi comision en ovio de otras
insidencias que funestamente amenazan a este infeliz vecindario; con cuya superior
resolucion el Comisionado cumplira ciegamente asi yo el Juez de esta causa lo proveo
mando y firmo con dos testigos de asistencia a falta de escribano. doy fee
José Antonio Ramirez asistencia asistencia
Antonio Basilio Ponze Luciano de Ayala
(rabricas)
95Subsesibamente. Yo el Juez comicionado en birtud del requerimiento echo alos
yndios de Juchipila se presentaron ante mien numero considerable con su alcalde Pedro
Simon y demas oficiales a quienes en sus personas que doi fee conosco y presentes
algunos veeinos de distincion les notifique he ise saber lo mandado por su alteza en el
Superior Orden con que principia este espediente de que bien entendidos dijeron lo
ollen y que de ninguna® manera dan obedecimiento aquien les notifica ni al Juez que le
ha comisionado y espresadoles que me hausilarfa del Juez ordinario a que respondio el
comun en altas boses que no se daria hobedecimiento al Juez.que mensionaba; con cuya
respuesta el comicionado temeroso de algun ynsulto seso y deja en este estado estas
dilixencias para dar cuenta con ellas con ynforme separado en hobio de qualquier
trastorno por los muchos movibientos que se adbierten de tumulto. Asi determine y
firme con los de mi asistencia. Doi fee
José Antonio Ramirez
asistencia asistencia é
Antonio Basilio Ponze Pedro Lépez (riibricas)
En el mismo dia dos del propio mes estando yo el comicionado en la cassa morada
de Don José Julian Jimenes de Mufiana en la conclucion del Ynforme prebenido, alas
quatro de la tarde se a presentado hun numeroso tumulto de naturales que precidia su
Alcalde Pedro Alcatara Simon y su Rexidor Armados con piedras y entrandose ala cassa
fueron reconbenidos por el sitado Mufiana que si no hatendian a la horden que se les
habia echo saber dictada por su alteza serenisimo sobre que ne le bejasen su cassa, ni al
fuero que gosaba como tercianista o administrador de las rentas que manejaba y se
espresaron diciendo que Ila podia en el nombre de nuestra Sefiora de Guadalupe entre-
garle ha Ponze que tenia en su cassa aque les dixo el aqui bibe pero aora no lo esta y
dudando g
a
de la verdad catearon la casa brincando las paredes y rexistrado la pieza de la oficina, les
reclamo Mufiana sobre su expedicion y que Ila que habian comensado acometer aquel
exceso sin facultad alguna para ella lo concluyeran que alli estaba toda su cassa que la
rexistraran, pero no quicieron haserlo, y si se retiraron a quejarse contra el Juez ordi-
nario ante el capitan Don Raymundo Ramirez quicn inmediatamente. paso oficio al
sitado Juez para que sobre seiese la Juridicion de su cargo mandando a su disposicion a
Ponze y para lo que conbenga siento esta dilixencia que firme como dicho es doi fee:
José Antonio Ramirez
asistensia asistensia
Antonio Basilio Ponze Pedro Lopez
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ACOSTA OCHOA, G. (Ed.) - 2012. Arqueologías de La Vida Cotidiana - Espacios Domésticos y Áreas de Actividad en El México Antiguo y Otras Zonas Culturales