Pero la vida est aqu, y el precio de la libertad es la soledad, y el precio de ser pjaro la

esclavitud del viento. Y a veces sueo con una casita en el campo y un prncipe azul. Pero en
el fondo s que no puedo; me falta valor para afrontar la vida cotidiana, la rutina de un trabajo
o el compromiso de un amor; nac pjaro y miro con envidia a la gente que es feliz en tierra,
como el rebeco mira con nostalgia el vuelo de las guilas. Buonanotte a tutti!