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Sobre la imposibilidad de la intervencién profesional: reflexiones para ‘ “poder” repensar™ Profesora Susana Cazzaniga |. A manera de presentacion Si Freud, al escribir el prologo a la obra pedagdgica de su amigo August [Aichhorn', hubiera conocido Trabajo Social cuestién que no sabemos a ciencia cierta, claro esté- creo que no habria dudado en sumarlo como el cuarto oficio “imposible junto al de “educar, curar y gobemar Esta postulacién, a todas luces provocativa hacia los modos instituidos de decitihacer sobre nuestra disciptina, tiene como intencién intentar otros caminos de comprensién que contribuyan a pensar y consecuentemente a construir otras précticas profesionales. Pretensién a “contra pelo" de las visiones hegeménicas que la han colocado entre los dispositves que sostienen como objetivo la *solucién de los problemas sociales” mediante una paraferalia de técnicas, instrumentos y recursos, donde circula, de manera ilusoria, que su “buena” aplicacion, 0 en todo caso una ceficiente y eficaz aplicacion, tenia wine resultado esa ‘solucién’. Obviamente, come heredero de las tradiciones positvistas, Trabajo Social arrastra -muy a pesar de las posiciones que bregan en otra direccién- aquellas improntas, tanto en lo que refiere a ‘su ubieacion en la divisién socio técnica del trabajo, como a las interpretaciones acerca de la realidad social, la racionalidad instrumental y el “alambrado" de las, fronteras disciplinarias, entre otras. Paradéjicamente la consolidacién de esta ‘visién” no logré superar ciertas incomodidades que manifiesta reiteradamente el colectivo profesional, entre elias, las ‘que resefian una suerte de frustracién en tanto las intervenciones no aleanzan, en general, los pretendidos objetivos; y/o las invasiones permanentes de lo que se ha dado en llamar “la especificidad’ por parte de otros profesionales, voluntarios y ppunteros politicos; y/o la relacién pendular omnipotencia-impotencia en el ejercicio mismo de la actividad profesional; ylo el sentimiento de subaltemidad respecto de ‘otras disciplinas. Incomodidades que si bien no son nuevas pareciera que recrudecen fen las actuales configuraciones de lo social, donde la institucionalidad construida alrededor de la sociedad salarial, estalla y con ella los soportes materiales desde los, ‘que, histéricamente, Trabajo Social ponia en acto su intervencién, * Ponenciapresentada en las Yomadas de Investigacion en Trabajo Socal, Facultad de Trabajo Social UNER, 2009 TEREUD, Sigmund “Prétogo a August Airchhor, Verwahrlote, Jugend” en OC, . XIX, Buenos Aires, Amorrrty, 1979 Dicho en otras palabras, si desde siempre la legitimidad de la profesin estuvo ‘en “entre dicho", incluso habiendo definido su accionar acorde a los cénones hegeménicos como ya planteara, en los iltimos afios se vive un fuerte malestar que dispara a la vez miitiples estrategias para construir su legitimacion. Una especie de busqueda donde, desde mi perspectiva la “imposibilidad’ juega, de alguna manera, como condicién a derrotar, invistiendo a esas mismas estrategias de cierta omnipotencia que muy probablementa reaciten las frustraciones @ incomodidades que se tratan de superar. IL- Acerca de la nocién de imposibilidad: La apelacion al concepto de “imposibilidad” intenta poner un piso epistémico al tema de la intorvencién profesional de lot trabajadores sociales. a idea as recuperar desde otras claves, una comprensi6n que se aleje de concepciones rigidas y prescriptivas; un aporte ademas, que opere de llave para abrir cierta brecha, entre otros aspectos, en el binomio omnipotencia/impotencia que atraviesa persistentemente nuestras practicas profesionales. Mas especificamente, pensar desde la “imposibilidad” invita a recuperar el pensar ~valga la redundancia aqui- desde una cierta autonomia y responsabilidad intelectual que nos puede alertar sobre la domesticacién de nuestros saberes, los seguidismos “a la moda", esquemas ros llevan a las practicas repetitivas o infortunios profesionales. De esta manera estoy considerando aqui “imposibilidad" en un sentido positivo, en tanto nos enfrenta de lleno a la complejidad, a los multiples sentidos construidos que entraman la realidad y a ubicamos como sujetos con la suficiente potencia como para realizar modificaciones, en los contextos que constrfien, pero a la vez habiltan. ‘Ademés, y quizas principalmente, con la capacidad como para reconocer que esas modificaciones se construyen con otros en situaciones concretas que escapan a los “finales* unilateral y previamente dennidos. Esos que como un “deber ser” inexorable colocamos en la “planificacién’, desde la cual apostames ilusoriamente al “logro” de los objetivos. Creo que Io que estoy proponiendo puede llegar a orientamos hacia la incursion por ciertos caminos estimuléndonos a repensar claves significativas de nuestro propio repertorio conceptual, un repertorio que tiende a quedar esquematizado yal que apelamos, en mas de una ocasién, sin mayores exémenes criticos. stos que i ‘Lo social” Entre las categorigs que considero amertan remirarse se encuentra la nocién de “lo socia’. En escritos He mi autoria he dedicado algunas reflexiones al respect’, pero que en esta ocasion y de acuerdo @ la perspectiva que estoy argumentando recuperaré desde otro lugar. En efecto, esta categoria ~incorporada profusamente en los ikimos afos reemplazando (y desplazande) de alguna manera el concepto de realidad’. generalmente aparece en nuestros textos en forma enunciaiva, con escaso desarrollo conceptual, cussion que obstaculza el reconocimiento de la mutipicidad de siniticados que lla encierra en tanto témino polsémico De alli que esta nocién quede corientemente naturaizada y por lo tanto ingresa de “contebando" con variadas connolaciones, provocando efectos en la intervencién profesional, tanto sobre los “otros” con los que trabajamos como sobre rosettes riemos como prnfosinnalas Naturalzacién que opera como “sentido practic y que tal como dice Alberto Parisi .. es constituivo de nuestra subjetivcad, ‘en |a forma de estructuras no conscientes de ponderacion de la realidad...“ . En telacién a “o social tal condicién se exoresa habitualmente como idea de completuc ‘empirica, una posicion —vale decir, siguiendo el razonamiento del profesor Parisi, no necesariamente consciente- que responde a presupuestos de un tiempo homogéneo, lineal y evolutvo, donde la nocién de sociedad se supone como cuerpo orgico. Esta inscripcién termina provocando que la intervencién profesional aspire a \a “resolucion” de los problemas sociales como acto de cies. Si sometemos estas naturalizaciones a la reflexion y cilica quzés lograremos visibilizar lo soterrado®, Pero este ejercicio también es importante para revisar los conceplos que usamos desde el sentido intencional ~0 razén cientifca para seguir usando los términos del autor ctado-, en tanto creo, como de Sousa Santos, que tendemos a apoyamos en la razén indolente “.. que se considera dnica, exclusive, y ‘ue no se ejercta lo sufciente como para ver a iqueza inagotable del mundo (..) el ‘mundo ene una cverstad epsterotiyice imyoteble, y nuestes categories aon muy F CAZZANIGA, Sasana “Iaroduocién” en CAZZANIGA, Susana (coordinadora) Trabajo Social y Jas nuevas configuraciones de lo social Buenos Ares, Espacio Editorial (Pig 9y 10) Esta consideracién merece un desarrollo mayor que exced los limites del presente trabajo, por ahora Yo tomo como mera enunciacién sin desconocer las resgot que presents. "PARISI, Alberto “Senido prctico, ilervenciony subjtvidad: cinco tsi" en PERALTA, Maria Inés yy Gabriela ROTONDI Trabajo Social. Prdcticas universitarias y proyecto profesional elico, Buenos ‘kites ETS UNC, Colegio de profesionales de Servicio Social de la Provincia de Cérdoba, Espacio Peitoril, 2007. Pig. 94y ss) El zesaltado es del avtor El mismo autor alesta acerca dela importancia de". ender a artiowar crticamente sentido prctico y ‘rain cientfca (considerando que se tata de ender) yo qué la trea erica no es mecénica ni inmediata (-) le arteulaciin de [a que hablames supone, a su ver, dos tareas’ la critica a la incoherencia de Semidos (ontre sentido practico y sentidos 0 sigiicaciones intencionales) y 1a posibilidad de wa ‘pauleinay parcial resignificacion de nuestro sentido préctico..” PARISI, Alberto Op. Cit. ig. 97 58) reduccionistas...“ , una raz6q indolente que sobrepasa a Trabajo Social, y que se ha vendo instalando en las ciencias sociales en general Volver a “lo social" para revisarto desde los argumentos que estoy exponiendo desde el principio, equivale a adjudicarle el cardcter de totalidad abierta, donde el conflicto es centro y motor de la inestabiidad, que implica, por otra parte, un pensamiento capaz de capturar esas mismas condiciones. Lo social como totaidad abierta habilta a la pregunta, particularmente porlo que aparentemente “no existe", en tanto “.. Jo que no existe en nuestra sociedad es producide activamente como no existente...’7 . De alli que volver a los interrogantes abre a la muttiplicidad de un campo problematico, situandonos como sujetos involucrados que en tanto profesionales siempre nos responsabiliza en la toma de decisiones. Ahora bien, si nuestro pensamiento amplia cl herizonte de “lo pansabla’ esas mismas altemativas que construremos con otros, podran recoger el sentido de fa incompletud, y de esta manera se entender que las mismas no conseguiran la clausura del conflicto, s6lo superaciones parciales y coyunturales, no menores por cierto en tanto en ellas se juega la dignidad y derechos de los sujetos. Es en este plexo que pongo la nocién de imposibidad, y no justamente como ssinénimo de un ‘no se puede" intervenir, sino como principio epistémico -como ya expuse- que otorga las bases de la irreductiblidad de lo social, cuestion que desde mi perspectiva aporta, entre otros aspectos, a modificar estas posiciones que como tendencia asumimos los trabajadores sociales: la omnipotencia que répidamente puede convertse en impotencia. La omnipotencia es hija del voluntarismo @ inckiso ttibutaria de las vertientes teolégicas de la moral sacrificial ~moral que circula incluso cen los discursos més radicalizados, esos que abogan por la ruptura del orden social hegeménico-. Si esta omnipotencia se funda en la concepcién de la "resolucién de los problemas sociales’, el no logro de es0s “objetivos” lleva ala frustracion profesional y ‘al sentimiento de impotencia. Por lo general esto detiva en un trasiade de los ebstéculos en lo que se denomina “contexto” -lo que tiene su validez en tanto no podemos dejar de poner en el centro de muchas de las dificultades las transformaciones neoliberales acaecidas en las titimas décadas, sin dejar de lado al propio capitalismo- pero también esta es una posicién que merece reflexion y critica te6rica ya que puede actuar como cerrojo para la intervencion profesional. Si concebimos al “contexto" como produccién histérico social, e! mismo supera con creces la homologacién a “contorno’ o a un marco que determine toda préctica Je SOUSA SANTOS, Boaventura Renovar la teoria critica y reimventar Ia emancipactén soci Panscuros en Buenos Aires, Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires. Instituto de Investigaciones Gino Germani, CLACSO, 2006 Pig, 20) ‘Thidem (Pig. 23) social, entre ellas Ia intgrvencién de los trabajadores sociales. En la cialéctica sujetos productores/sujetos producidos emerge la chispa de la creacion, en tanto y en cuanto revisemos nuestras categorias de andlisis de la realidad y nos animemos a dibujar otras cartografias. En sintesis, la imposibilidad o poner a trabajo social dentro de las profesione: podré completar, y como nunca se puede realizar completamente, una y cada vez, posibles @ decir de Freud, implica entender que la intervencién nunca se persiste en su intento’. ji Tiempofespacio Me interesa incorporar, ‘conceptos que si bien también han sido objeto de discusiones teéricas en e! campo jempre en la misma linea de pensamiento, otros dos cientifico on ctroz momentos, hoy manifiestan tna matamorfosis necesaria de cexplorar. Me refiero concretamente a las nociones de tiempo y espacio, La modemidad, o més precisamente la ciencia modema, concibié al tiempo y al ‘espacio como factores ex6genos constantes de la realidad social, conformando parte de nuestro entomo natural” De esta manera la delimitacién temporal y espacial de, por ejemplo, un objeto de estudio, se efectia en un contexto espacio-temporal que aparece como telén de fondo, como historia preexistente —concepcion compatible con lo que ya expuse acerca de contexto-. Guadalupe Valencia Garcia critica esta posicion planteando *... (que) Las consecuencias teéricas y politicas de una concepcién del tiempo y del espacio —o mejor atin del complejo tiempo-espacio— como dimensiones constituyentes de la realidad social no deben soslayarse. Dicha concepsién sc origina ‘en el reconocimiento del carécter inacabado de la realidad social misma que sélo puede analizarse en e! marco de la permanente tensién entre la historia acaecida y las historias posibles de ser constnuidas. Y que supone, también, la incorporacién de los sujetos — movimientos, actores, grupos, clases— como los verdaderos protagonistas de los aletargados 0 vertiginosos tiempos ae fa historia”. Desde estas consideraciones me interesa mirar las coordenadas espacioftiempo, entendiendo que ellas han sido categorias poco incorporadas en el repertorio conceptual 0 quizés también naturalizadas. No obstante sinos detenemos a revisar la intervencién profesional siempre se encuentran presentes como soportes, y T CERLETTT, Algandro Repeticién, novedad y sujeto en la educacion. Un enfoquefilosifico y poten, ‘Buenos Aires, Del etante editorial, 2008 Pig 98-99) Cir. Wallerstein, Immanuel, "EI espcio-tiempo como base del conocimiento", en: Andlisis police, astituto de Estaios Polltios y Relaciones Internacionales Universidad Nacional de Colombia, No. 32, ‘sepldic 1997, pp. 3-15, p4 citado en VALENCIA GARCIA, Guadalupe “El tiempo social: una ‘Gunensién fundane” Poneacia XXTI Congreso de la Asosiacia Latinoamericana de Sociologia (ALAS) ‘Cale, 1999 (mimeo), Concepcion, Tpider, que quedan mas explictas al momento de preguntamos por el cuando (tiempo) y et donde (espacio) de nuesiras practcas, o al hablar de los ‘eferentes tiempos’ ~1os inetitucionales, los de los sujetos, los de los profesionales- aunque en general 1o hacemos con el sentido al que aludimos en pérrafos anteriores. Es probable que las fuertes mutaciones que hemos venido sufriendo como sociedad y las interpelaciones ‘que éstas. nos plantean, pongan las condiciones para recuperar conceptuaimente estas nociones y asi proponer otra corporeidad tebrica a la propia intervencion. Las instituciones de la modemidad y en particular las constiuidas en la sociedad salarial estuvieron estructuradas a partir de una identficacién bastante precisa (més allé de las criticas que podemos realizar al respecto) en relacion a una necesidad-demanda social, con una dlara definicon de espacios: insttuciones que atendian [a salud, 1a asistencia, a vivienda, las cuestiones de nifez, adolescencia, vejez, etc., en una temporaliad que expresaba cierta homogeneidad ‘Un momento historico que se corresponde con el lugar del Estado como instancia aticuladora de [a totalidad social. Las nuevas configuraciones sociales rompen justamente con esto haciendo tambelear aquella institucionalidad, redefiniendo los procesos temporales reconfigurando los espacios desu donde se dan lac reepuestas 2 las problematicas ¥ conflctividad social En este sentido podemos identifcar algunos signos que nos ofrece la cotidianeidad de nuestras intervenciones profesionales. Con relacion al tiempo, es destacable la aceleracién que se manifesta en multiples situaciones y que 70s cempujan a un “respuestismo™ que nos agota subjetivament, pero que también agota (en ol sentido que empobrece) la propia préctica, Tomaré algunas de estas situaciones para problematizartas: El aumento de las urgencias: esta caracterizacién mantiene intima relacién con el festalido de la demanda y lo que he considerado més ariba acerca de las ‘ransformaciones sociales. Creo que en primer lugar necesitamos debatir cconceptualmente que entendemos por urgencias, en particular en Trabajo Social Sostengo que 10 urgente es fo imprevisto © inesperado, y para Trabajo Social las ‘stuaciones que atendemos no son inesperadas, excepto algunas cuestiones particulares. Mas esta premisa es sostenible en tanto y en cuanto “Yengamas el pulso” de lo que esta pasando en la realidad, en otras palabras contar con las tweamientas conceptuales que nes permitan comprender la realidad para dar cuenta de los conflictos, las desubjtvaciones y resubjetivaciones. Ya no tenemos frente a nosolros “sujetos horogéneos", mas atin, es probable que nunca lo hayan sido y que fueron uestras anteojeras tebricas, en un contexto mas previsible ~vale la pena acotar- las ‘que moldearon las categorias en que incluiamos a la poblacion que demandaba nuestra intervencién. Slo yo “arsenal” terico compljo nos puede reconfgurar como sujolos profesionales y pemitréproponer los dspostvos necesaros para ander las reales “urgencias” ahora si entendidas como lo que no sabemos cuando va a parecer. = trabojo por programas 0 proyectos sociales, que impone un “tempo para las presentacones frente @ los organismos de financiamiento, un tiempo para su implomentacén, un tempo para la rendcén presupuestara. En pocas palabras el tiempo de la intervencién termina no pocas veces absorbido por las actividades administrativas. = el cumplimiento de metas (eficacia y eficiencia) donde aparece en algunas instituciones la exigencia de indicadores desde donde se mide el ‘rendimiento o en lode caso la productividad de nuostra labor. Estas dos tiltimas situaciones son tributarias de la impronta neoliberal que si bien sienta sus bases en nuestro pals durante la dictadura militar, se mantiene en la democracia y se manifiesta con total crudeza durante los noventa, momento que a decir de Eduardo Rinesi una nueva “D" aparece en escena: la D de desregulacién", y el pensamiento se satura de categorias economicistas. En los dims afios irimpe, quizés simbélicamente, el tiempo de la politica, pero pareciera que en general resulta dificutoso para el colectivo aprehender esta dimensién como un tiempo necesario de recuperar, mas alla de las profusas enunciaciones al respecto. En relacion con ef espacio observamos: ~ Instituciones estalladas (0 defondadas) que no logran receptar una demanda specifica en tanto la demanda también ha estallado. Lo paradojal aqui es que se mantiene en los profesionales y actores institucionales en general, el imaginario del ‘espacio institucional de otrora. Una especie de ficcién entonces se vive en ellas. = Ia aparicién de los espacios de las organizaciones no gubemamentales que han adquirido centralidad a partir de las instrucciones que sobre la materta (polices sociales) han impartido los organismos intemacionales en la era neoliberal 1 RINESI, Eduardo “Los dilemas de Jo social en la Argentina” ea ROZAS PAGAZA, Margarita (coordinadora) La formacton y la inervenciin profesional: hacia fa construcciin de proyectos ético politicos en trabojo socal. Buenos Aires, Espacio Editorial, 2006. (Pag. 28). El ator hace referencia al {odo nemotéenizo en que por la década del 80 se recuperaba en ls ciencias sociales los micleos ‘Conceptuales de reflexion tedrica politica de Ia Argentina durante los 60 (Desarrollo), 70 (Dependencia) y {80 (Democracia). - la participacion del mercado y su consecuente estructuracién de las organizaciones comerciales". Se trata de le prestacion de servicios sociales que mantienen fines de lucro: Medicina Pre paga, hasta hace poco tiempo las AFUP, entre otras, Las trasformaciones producen mutaciones en el orden del espacio y plantea entonces ‘al Trabajo Social un desagregado en lugares con logicas diferentes. Si bien considero que la ruptura de! modo en que se estructuraban los espacios produce desconcierto, creo que puede resultar beneficioso intentar la construccién de espacios desde donde desplegar la intervencién profesional, volviendo la mirada hacia las maitiples formas en ‘que los propios sujetos lo construyen. Los espacios no son sélo entidades materiales, sino que también se articulan simbolicamente desde las pricticas sociales. 1 retomamos lo expresado hasta ach sobre lo social, y lo anudamos al seomplejo"tempotespacio, es probable que podemos abrir oto tipo de pensemionto quo perita capturar la imposibdad y como planteera en pérrafos anteriores, desc co horizon persist en el itonto de fa transformacin, Para dar més argumento a esta postura, taigo a Norbert Lechner y sus reflexiones acerca de la politica, pariculamente cuando plantea que “Le police inplca la utplo, juctementa por ‘xcluta coro objeto posible. Sélo por referencia @ un ideal imposible podemos delimterlo posible. Es decir, no pedemos pensar lo que 8s posible, sno det de une rreflexién sobre lo imposible. No hay ‘realismo politico” sin utopia’. - Nuestro campo de intervencién se ubica estructuralmente en el espacio ‘contradictorio que se construye entre las instituciones “dadoras de servicios” y las snecesidades, demandas, y reclamos sociales’, por lo tanto entre los dispositivos que intentan el orden y el embate de! conflicto, una tensién entre Jo instituido y 'o instituyente. Lugar en el que aparece nuevamente lo inacabado -en el sentido de incompletud € imposibitidad tal como vimos antes- de toda intervencién profesional Un espacio que si bien se asienta, para decito de algin modo en cierta materiaidad, ‘se expresa en particular simbélicamente, donde los tiempos se yuxtaponen en ritmos diferentes y mas de las veces, las situaciones que abordamos se toman resistentes a ser incorporadas a la *normalidad” iF Dutizo aqui la tipologia que expone Nora Britos besada en Claus Offe en BRITOS, Nora Ambito [profesional 7 mundo del trabajo. Policas sociales y Trabajo Social en los noverta. Buenos Aires, ‘Espacio Ediorial, 2006 (Pag. 50 y ss) ETECHNER, Norbert La conflictiva ymumca acabada consiruciin del orden deseado, FLACSO, 1984 Es evidente que jincorporar estas claves precisa de la ruptura con ol pensamiento heredado, y s{bien la dialéctica se convierte en un camino fructifero para ‘esto, me parece interesante convocar otras fuentes para ayudamos a pensar, entre las ‘que se encuentran los géneros literarios. Quiero acd hacer un agradecimiento @ quien ime introdujo en esta perspectiva: Eduardo Rinesi IiL- Los aportes de los géneros literarios para “pensar sobre el pensamiento” No es nuevo que diferentes disciplinas recurran al género literario para abonar sus producciones teéricas logrando una importante fecundidad interpretativa. Sin ‘embargo los arraigos positvistas que se mantienen en lo que se da en llamar “el ‘campo cientifico” obstaculizan este ejercicio asi como le ruptura de las fronteras disciplinares. Lo hasta ac4 desarrollado en esa linea en toro a Trabajo Social da cuenta de ello por lo que considero interesante “repensar” acerca del caracter del pensamiento, que recuperando algunos tépicos vertidos en este ensayo, aporte a “desarraigar” las concepciones hegeménicas al interior de nuestro campo, ‘Asi como un texto Iterario es un texto politico y cualquier texto floséfico es Iierariu y tal como considera Rineti loe géneres literarins son adacuados para ld teoria political’, creo que es posible extender esta consideracién hacia Trabajo Social. En efecto, las situaciones que se nos presentan se configuran como confictos en los que juegan, generalmente, sistemas de valores inconmensurables casi homologables a le trama de Antigona asi como los relativos al lenguaje, donde la polisemia de las palabras nos acerca a Hamlet y su expresién “el mundo esta fuera de quicio’, tal el pensamiento de la tragedia. En ocasiones, pareciera que la fortuna se hace presente y las alterativas que se van construyendo dan lugar a que todos, de alguna manera quedemos “mas tranquiles y alegres” por los desenlaces, casi se podria decir, a la manera de una comedia'®, y no son menos los acontecimientos que adquieren Verdadero caracter de drama, con escenas tragicas que van organizando salidas 1 RINESL, Eduardo Apuntes de clase. Seminario Politica, cudadanay etica publica” Doctorado en (Ciencias Sociales UNER. Para, Noviembre de 2008. Al examinar mai propi experiencia como trabajadora social para dar cuerpo a estas reflexiones recordé ‘una uncon ue Ue puede inserbse la comedin: una veina 2 habia tracado en ol pagn del nicho de aus padres, menor aproximadamente tes décadas atris y segiin disposiciones del cementerio municipal los "restos" fueron trastadados al osario. La sera hizo su reclamo por Jo que ella considera {un atropelo a ls traicin ya que los "muerios deben tener cristana seputura" y habia manifestado su ‘Voluntad de pago (cast ala manera de Antigona en su lucha contra Creone)y recur a muestra oficina Nuestra respuesta fue exgir al director del comenterio que busque esos resto, no importaba de quiéa postin ser os huess, ls resiuya al nicho correspondent. La secuencia, de acuerdo a las reacciones Ue los diferentes protagonists por el modo, ls lugares en que se iban sucediende, x 10 enredosrespecto de “las responsabilidades” de coda tno, adguiriron verdaderos ribetes de comedia, con wun desenlace iz inusitadas donde pareciera que los dioses por momentos vencen a los hombres ‘aunque la persistencia de ésids ogra su revancha, I punto es que en general estas problematicas se tratan de conjurar desde la *racionalidad’ cientifica positivizada, que tal como expresara en las paginas previas sélo llevan a la frustracién. Si nuestras intervenciones profesionales constituyen con las situaciones que se nos presentan escenarios acordes a diferentes géneros literarios, también se hace necesario un pensamiento acorde para “pensarias". En este ‘sentido creo que el pensamiento trgico es e! que mas nos permite “pensar” en lo frégil y precario de la vida cuestién que constituye el nicleo duro de los malestares con los {que tratamos; mas aiin, es el que mas nos acerca a la nocién de imposibilidad que he venido planteando. Una vez mae, impasibilidad na tiane que ser entendido como justficacién de un “no intentar 0 un no hacer’, sino como referencia epistémica, ética y politica que nos impulsa a la construccién siempre inacabada, siempre incompleta de una sociedad diferente, tan precaria y frégil como la vida misma, Asi intentar una y otra vez las suturas de los desgarros sociales bien podria configurarse como una ficcién necesaria para seguir, sabiendo que “los dioses” siempre estardn acosando .

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