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Alianza Universidad Géza Alféldy Historia social de Roma Versién espafola de Victor Alonso Troncoso Alianza ! Editorial Capitulo 5 EL ORDEN SOCIAL EN EPOCA DEL PRINCIPADO. Viejas y nuevas condiciones Los primeros dos siglos de la Spoca imperial romana, desde el régimen unipersonal de Augusto (27 a.C. - 14 d.C.) hasta mas 0 menos el periodo de gobierno de Antonino Pio (138-161), no fucton simplemente Ta era de mayor esplendor en la historia ‘politica de Roma, en la que el Imperium Remanum alcanaé sy maxima extension geogréfica, y en Ja que tanto dentro como en las fronteras del estade Jas mas de las veces reind la paz; esta épaca represents en cierto sentido también el apogeo en la historia de le sociedad romana. Pot lo que se refiere a posibles formas totalmente nuevas de relacién s0- cial gue hubiesen cambiado de rafz Ia estructura social del munde Tomano, es evidente que se echaron tan en falta durante esta €poca como en Ja Repiiblica tardia, siendo ello debido, sobre todo, a que Ja estructura econdmica permanecié bisicamente inalterada en sus tas gos mis esenciales. Nuevos pata el desattolle social fueron tan s6lo dos factores que, en realidad, ni siquiera hicieron su aparicién con Avgusto, sino que en parte se fraguaron y en patte se introdujeron ya en Ia dindmica histérica de finales de la Replica. Una de estas novedades consistié en el establecimiento de un marco politico espe sialmente icénco para la sociedad romana, la monarquia imperial, con al resultado de que las posiciones y funciones de las distintas capas sociales conocicton en parte una nueva definicién, y de que la pr mide social de este impetio universal incorporé un nuevo vertice con Br he 1 32 Geza Atalay le casa imperial. La otra novedad se desprerdta de Ja integract las provincias y de les provinciales en el sistema estatal seared ae mano, y tuvo por consecuencia que el llamado modelo social seame no» fuese exportado también a lus poblaciones de la mayoria de he provincias, lo que significé la consolidacién de una aristoctacis an Pliamente homogénea a escala de todo el impetio y le wathvaaon de las lites locales, aunque ciertamente también la asimilacioe ste capes més ampli: de pola ‘eniendo en cuenta dichas premises, se entiende en qué sem In época del Princpado. puede considetane oon isn ‘see akcancada por el desarrollo social romano: el madelo fuertemente jer arguizado en Stdanes y estratos de la socieded romana, estrvensralio en la Repiblica tarda a partit de la scgunch guetta panien wo ee vio reemplazado por ningtin otro orden social realmente nuevo desea Augusto hasta mediados de la segunda centutia; muy al connacn ie en esta epoca cuando aleanzé su forma «clésicay, merced 1 pos Uns Parte, su configuracion vertical en el mateo polftico del impetio fs decir @ la cla jerarquisacin interna que recbié entones, por ora parte, a su desarrollo horizontal, esto es, a su implantacoe y Cxiig, 1929) Ei de utlded J Gane Lot des dant 1 1 bat elasiessoctaes dant EBp main (Paris, 1964), como también esp. R. Machlullen ran Social Relations Bajo ae big gt New Havering 879) Es gn enane wo de sfatesis. mis eciente sel de |. Bleicken, Vovhonenns Ben kine Keener 2 (Pade binden Wien Zong, oes, 1905) ‘Una buena ‘recoptacion dc fucaes Nila Mara anal Hid eellsader G, Wisowa, Darcellungen ens ier Maen TY fleiprie, ety Importantes estudios particulates en R ‘Duncan-Jonc ! ie omy ef the Roman Empire. Quantitative Studies (Cambeche Loo. Ear a mencionase asl evar estudon sabre las cavensicec ey, 1974 He miaetccben ei ease Es Dao (aera, Litonins Sia big en H. Brags, Pik” Robe and. Contichal ip: Bony dehen Ale. Gesamte Aifaie wad Rede agit eich an Gali Aspe bel oad Soman seen Ba hat > 2 BG ig Antes ace re tbeeaa” Me Be, Ceae Dt nat ame. al Jonner Histcria-AugustaColloguium 1973/76 (Wonn, 1978), pp. 1s. (Pie “augue CM. Cheha eh Mae soe 78) BBL Manni, 11 (Roma, s. a), Pp. L087 s. (Seneca), one’ Historia social de Roma bs nente: Ia situaciéa de las distintas capas sociales, pox ejemplo, de la aristocracia senatorial o de Jos esclawos en las explotaciones agraties, to fue en absoluto la mist a fe largo de estos aios, y tampoco pet manecieron inaltetadas las condiciones de la vida provincil, pues aqui tf proceso de integracién, debido a las concesiones de ciudadania y 1a urbanizacién, tue ganando terreno paulatinamente, aunque no ain grandes desfases de un lado a otro del imperio, Al mistno tiempo, ya antes de la segunda mitad de! siglo 11 se hicieron sentir las prime: 1s seftales que apuntaban a la ctisis venidera y a la alteracidn radical de este orden social. No obstante, se hace necesatio precisat también que todos y cada uno de los procesos de transiormacién de la época del Principado se censumaron todavin en el marco del sistema tradi- sional de érdenes y estratos, y que las sefiales del gran cambio sélo devinieron sintomas de una’ crisis profunda de la sociedad romana \una vez pasada la etapr cle gobierno de Antonino Pio. Si la esteuctuta social de los tiempos del Principado se diferencié clativamente poco de la republicana de épaca tardia, tal continuidad vue debida, en primer término, a la nacuraleza del sistema econdmico romano, que apenas si habia experimentado alteraciones a resultas del paso de la Repiblica al Imperio™. Cierto, los aitos del Principado podrfan calificarse también de época dorada de 1a economia romana, Se hizo notorio un gran auge econémico, consistente en el crecimien- to cuantitativo y en parte también cualitativo de la produccién, Tal cosa era el resultado, ante todo, de In puesta en valor y urbanizacién del mundo provinetal bajo las favorables condiciones de ka Pax Ro- ata, especialmente en ta mitul occidental del imperio, lo que en algunas regiones de éste hizo posible clevar los rendim.entos de la produccidn. El sector agraria florecié- no sélo. en zonas ageicolas tra- dicionalmente importantes, como Egipto (tervitotio romane desde el 30 a,C) o en la provincia de Africa; también conucié un auge en iteas hasta entonces ctrasadas, cuales, por ejemplo, las provincias nortefias del Impetio, y no tanto por fa extensién de plantas y espe. cies animales meridionales, cuanto por la introduccidn eit ellas de sis temas mais rentables de cultivo del suelo en forma de unidades de explotacidn medianas y grandes y datadas de fuerza de trabajo espe- ializada, Para la mineria romana se abrieron ahora nucvas fuentes de Dara la economia de by €pcca del Lmpero, semis de M. Rostovtzett, op city fafrese en particular T, Frank (ed), ln Feowomie Survey of Ancient Ronte, LIV Baltimore, 199640), y FE Heichelham, Witschaftsgexchichte. des Alfereamns (Leiden, 1938), pp. 677 s, Teenologia: F Kiechle, Sklutcvurbeit und fecbuuscher Fortscbaits ing vanisohew Reich (Wrcseles, 1969), ants de los telentes te lies de M. ‘Torelli, L. Craceo Ruggin..y-otron, co Teuologis, oowonta e 90 icti tl monde romano. Aub del Coilagnio di Coma 1979 (Como, 1960), ba Géza Alley materias primas, como. por cjemplo, los yacimientos de orc descu. biertos bajo Nerén en el interior de Dalmacia o los filones auriferos de fy Dacia conquistada por Trajan. Con la introduccién de una administracién imperial centralizada de los mas impottantes distritos y yacimientos mineros, se vio también reorganizado el control de la produccién. La attesania pudo sacar partido, sobre todo en Occidente, de las cnormes necesidades dz las numerosas cindades de nueva crea- cion y también del ejército, demanda que solamente cabia atender mediante una fabricacién en serie en Jos grandes talletes con mano de obra especializada. E] mejor ejemplo de cllo nos lo btinda la pro- duesi6n cerdmica, especialmente la fabricacién de objetos de terra sigiliata en talleves de Etruria, Italia superior, Hispania, Galia meri- dional y central, més tarele mmbién Calia septenttional, y cel Rin. Igualmente apreciable fue el desarrollo del comercio, con un intenso intercambio de mercancias entre las distintas partes del imperio to- mano, de fo que, v. gt., Jos hallazpos arqueolégicos y epigraficos del centro comercial ubicado en el Magdalensberg en Norico ofrecen un testinonio que habla por si mismo. Este sistema econémico, final- meme, viose completado cor la generilizacién de la economia mo- netazia por todo el imperio romano, con su corolatio natural de ac- tividacles inversoras y précticas bancarias, Dicho auge tuvo lugar, sin embargo, en el cuadro de agvella es- tructura econdémica que habia cristalizado en el estado romano ya en tiempos de In Repiiblica tatdia, Formas totalmente nuevas no ban sido creadas por Ja economia romana durante la época del Alto Im- perie; novedad, en el fondo, cra solamente la extensidn del sistema econimico romano a todo el dmbito de dominio. Una consecuencia de ello fue la extincién de formas atrasadas de produccién en las pro- vincias subdesatrolladas —como, por ejemplo, la explotacién comunal del suela a través de Ja comunidad de aldea o de Ia gran familia en el norte de los Baleanes y en Panonia— en favor de una produccién que paulatinamente se puso cn marcha en las explotaciones agtarias de los municipios. El otra efecto, histéricamente mis importante to- davia, del desarrollo econéirico de las incias consistié en que Italia, ya desde mediados de. siglo 1 d.C. aproximadamente, perdié su ptimacfa econémica —tan:o en Ja produccién agricola como en la manufactuta y of comercio— en benelicio de gran patte del Inperio, sobre todo, del norte de Africa, Hispania y Galia, en oecidemte Ahora en, considerado cn su conjunto, este desarrollo no conduje a trans: fish comic radicales en la estructura del modo de produccién. Tales transformagiones tenfan a Ja fuerea sie fat, toda vex, que el avance tecnoldgica, que es el que haarla podido generat una auténtica tevo- Iucigo, trad tn notable desarsllo durante Ia Republica tardia (sobre é Historia social de Roma as todo, en el Oriente helenistico), queds sumido en tiempos del Prine: pado en un corsiderable estancamiento. De esta forma, se puso tam bién un limite al florecimiento material del Principado, y tanto mia canto que la expansién exterior, que a finales de la Repablica haba asegurado de continuo a la economia romana nuevas fuentes de ma terias primas, nueva mano de obra, nuevos mercados para la coloc cidn de sus droductos, y, con todo ello, nuevas y constantes posi lidades de desarrollo, fue Tentamente tocando a su fin: después de que Auguste hubo incorporado a las provincias del impetio los do. tminios de Egipto, el noroeste de Hispania, la Germania renana, les paises alpines, el espacio danubiano y el notte de los Baleanes, acl como el Asia Menor central, sus sucesores —ateniéndose a tn pro grama tealista en politica exterior, que se remontaba al principio augusteo del coercendum intra terminos imperium (Tae., Ant L:Aly conguistaton ya pocas. ptovincias. De éstas sdlo Dacia, por las th quetss de} subsuelo, resulté de verdadera gean imporiancia. para la economia romana, mientras que Britania, por ejemplo, sometide bajo Claudio, aperas teporté ventajas econémicas al imperio romano, como nos refiere Apiano (B, civ., praef. 5). Resumiendo, podemos decir gue el auge scanémico duré tan sélo lo que fueron dando de sf les Posibilidades de desarrollo ofrecidas a la economia italiana, primero, ¥ a la provincial, después, por la puesta cn valor y la utbanizacién de los nuevos Jmbitos eonquistados a finales de la Republica y co. ienzos del Imperio. Asi, pues, en Tineas genetales Roma adopté durante el Alto. Im- perio el sistema econémico de la Repablica tardia'y renuncid a le bisqueda de nuevas formas de produccién. Ciertamente, en el estade romano se daban determinados presupuesios que habrian podido fa silitar Ja formacién de un sistema econdmico nuevo, incluso la apa ricién de un tersprano capitalismo: recursos casi inagotables de tha terias primas, mis de 1.000 ciudades funcionando como centtos de producciéo, una moneda tinica pata todo el Imperio, un sector de banca y crédito desarrollado, fuerzas emptesatiales y financieras inte resadas en el negocio rentable, masas de mano de obra batata, un sistema ampliamente implantado de trabajo asalariado, y, finalmente tuna experiencia tecnoldgica nada despreciable. Lo que faltaba, sin embargo, era posiblemente tan slo aquella nevesidad de alimentar de forma suficiente y de ccupar completamente a grandes masas de Poblacién, que fue fo que en el siglo xvi introdujo la revolucién in dustrial en a Europa occidental. En Roma «e contemplaba justamen, te In inversa esta interdependencia entre desarrollo teenoligico y Problema demogréico: nada refleja mejor el pensamiento econtmice romano que Ix actitud del emperador Vespasiano, quien prohibié la r 36 G20 Altay GiPansién de Tas innovaciones tecnolégicas con ef argumento de que perderian la posibilidad de empleo te, es l6gico que fa estructura eoo. mantuviese dentro de una relativa © UN atsas> en comparscidin con complciidad del entramado politico y socil: Roms, rose al eas uae de Ia esanufactura y el cometcio, siguid siende duonee imperial un estado agratio, * Hen Sendo durante epoca 2 fortes importancia de Ia aprcultura se desprende, ante tol, tnuchos de les que residian en las ciudades, cual ony dras Se detoss ccupantes de les colonias de yetera ee ios oe Tagiaipics, han de considerarse tumbién como campesinos ee ea tivaban parcels en los aledaios de la ciudad Set commrcge, oe {ones due mo eran tanto la artesania, el comercio y el teases ba, Sarin sino Ia apricultura, la fuente principal del producto seaad benny ¥, en suma, de la rigueza™; muchos romanos acaudal su fortuna a sus propiedades en tierras, Sauce, Weblenes tan sélo unos cuantos grandes empre- fr Ba ip ie any i Pore pp she Sei Kom ed PGI ey est bee a a i; Th, Pekiry, tn Lee sdevduaionne * Rods 5 caine ¢t impériale (Roma, 1980), pp. 103 ‘5, " Rome Broaue publ Historia social de Roma , 3 satios, principalmente caballeros y libertos, extraiaa jus enormes ti quezas del comercio y del préstamo, caso de Trimalcidn, cuya figura Petronio ha querido inmortalizar literariamente como tipo del nuevo ico de origen humilde. Por titimo, no csbe duda de que la correla ridn entre la agticultura y Jas rectances ramas de La econoula estaba marcada por la primacta de la produccién agraria, Una considerable parce de los productas manufacturados estaba destinada a cubric las necesicades de la economia campesina

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