II.

CAUSAS DE LA CRISIS
Jeremas 2:3

Para el 10 de octubre de
2015

INTRODUCCIN
CUNTO VALOR TIENE PARA NUESTRA VIDA, LA
HISTORIA PASADA DEL PUEBLO DE DIOS?

DESARROLLO
I. UNA BREVE HISTORIA
El mensaje de CASTIGO que recibi el profeta Jeremas,
fue el resultado de una APOSTASA CRECIENTE a lo
largo de MUCHOS AOS. As:

APENAS SURGI una generacin nueva a la que

entr en la Tierra Prometida, comenz una crisis

espiritual que infectara a Israel a lo largo de su
historia.
Juec.2:10-12
PERO DIOS LES ENVI JUECES para sacarlos de la
crisis.
Juec.2:16
ENTONCES VINO UN PERODO de prosperidad
(reino unido) que dur unos cien aos: David y
luego Salomn hicieron de Israel, en este periodo,
una potencia regional.
SIN EMBARGO, LOS ERRORES de Salomn hicieron
que la nacin se divida en dos reinos: Israel y Jud.
Aunque Jud dur un poco ms que Israel, por la
idolatra, y a pesar de las advertencias de los
profetas, finalmente Israel desapareci y Jud fue
sometido por Babilonia.. 1Rey.12:28; 2Rey.17:6;
2Rey.25:8-11

Fue en este cuadro, que el joven Jeremas inici su

ministerio proftico; que tena por fin: EVITAR la
RUINA de Jud. Jer.2:1-2
Sin embargo, aunque Jud haba experimentado
alguna REFORMA ESPIRITUAL bajo Ezequas y
Josas, cayeron en una PEOR APOSTASA. Dos
males cometi Jud: Jer.2:13

PRIMERO: Haba abandonado a Dios, la fuente

de aguas vivas, e ido tras la vanidad; Jer.2:5
Y SEGUNDO: Al abandonar a Dios, haba
perdido todo.

III. LA AMENAZA DE BABILONIA

Una y otra vez Jeremas adverta INTILMENTE a los
lderes y al pueblo de Jud, lo que SUCEDERA por
causa de su PECADO.
Jer.25:8-12
Por eso Dios tuvo que USAR a Babilonia para CASTIGAR
a Jud. Despus de derrotar a Egipto en Carquemis
lleg a ser el NUEVO imperio mundial e HIZO de
Jud su VASALLO.
Jer.27:6

IV. JURAMENTO EN FALSO

AS, en el tiempo de Jeremas, MUCHOS vivan
engaados porque crean FALSAMENTE que

eran fieles a Dios.

Jer.5:1-3

CONSECUENTEMENTE, el mismo ENGAO amenaza

hoy a los adventistas del sptimo da.

CONCLUSIN

Jer.7:4

LA LECCIN EN 8 PALABRAS

DIOS siempre est dispuesto a PERDONARNOS.

nos ARREPENTIREMOS?