Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

Cuando nuestro pas estaba dominado por los brasileos, un grupo de patriotas
cruz el ro Uruguay constituyendo una serie de victorias que les llevara a la
independencia.

Desembarco de los Treinta y Tres Orientales

El desembarco fue el 19 de abril de 1825. Los orientales, que queran liberar el pas de los
brasileos, decidieron buscar apoyo para hacerlo. Con ese fin, algunos emigraron a Buenos Aires
para pedir ayuda a las autoridades bonaerenses.
Juan Antonio Lavalleja fue elegido jefe de ese grupo de patriotas.
ste organiz la revolucin y realiz todos los preparativos desde el territorio argentino.
Cuando se ultimaron todos los detalles, los revolucionarios empezaron el viaje desde la costa de San
Isidro hacia su patria.
Se reunieron en la isla de Brazo Largo. Partieron en dos grupos y en unos lanchones cruzaron el ro
Uruguay por la noche, tratando de no ser vistos por los brasileos.
En la madrugada del 19 de abril de 1825, desembarcaron en la playa de La Agraciada. All
desplegaron la bandera de tres franjas horizontales roja, azul y blanca.
Atanasio Sierra, uno de los cruzados, narr el momento vivido luego del desembarco:
Estbamos en una situacin singular. A nuestra espalda el monte, al frente el caudaloso Uruguay,
sobre cuyas aguas batan los remos de las tres lanchas que se alejaban; en la playa yacan recados,
frenos, armas de diferentes formas y tamaos; aqu dos o tres tercerolas; all un sable aqu una
espada, ms all un par de pistolas; ponchos por un lado, sombreros por el otro, todo mezclado an
como se haba desembarcado. Este desorden, agregado a nuestros trajes completamente sucios,
rotos en varias partes y que naturalmente no guardaban la uniformidad militar, nos daba el aspecto
de verdaderos bandidos.
El gran amor a la patria que los impulsaba se resuma en el lema de su bandera: Libertad o
muerte.
El juramento de liberar la patria o morir por ella, que hicieron en el momento del desembarco,
qued registrado en un leo de Juan Manuel Blanes aos despus.

19 de abril
Maana del diecinueve
maana del despertar;
las lanchas de los patriotas
calladas, llegan ya.
Las sombras se van huyendo
ante un sol de libertad,
y mi Patria, estremecida,
entona dulce cantar.
A mis hijos, los valientes
que me vienen a salvar
mi corazn les entrego
Orientales! A luchar!