Sie sind auf Seite 1von 15
ATTIC TE seth TLE DSK ean . -colonial/moderno’ en Pablo on eee JY aid Alberto Acosta, Margarita Pc I ALL John Cajas, Monica Dominguez-Serrano, Fernando Huanacuni, Miriam Lang, +. Dania Lopez Cordova, ( ae Pablo Mamani Ramirez, Dunia Mokrani, Laura Pérez Prieto, Olver Quijano Valencia, Alejandra Santillana, eet A iNFeT Eta) /7) % 7) es signo — % Te TOT AW med El desprendimiento LA DIFERENCIA ECONOMICO/CULTURAL COMO HORIZONTE DE ESPERANZA E INTELIGIBILIDAD Olver Quijano Valencia! ‘Teorizar, movilizar,constatary practicar la cconomia desde In die ‘ersidad, constituye no s6lo un desatfo frente a su naturaizada ocu- Pacin por el captalismo exacerbado y por la economia (neo}liberal, Dies ambin eta re, paulanamene hace parte decker agendas 'Y agencias de academieas, movimientes, intelectuales, organiza process iecrits do wna pars en a eropectva yi prictic ran ‘icionalciilizaoria y de otra, e spor un abordaje ampl “abierto y renovado de ls economia politica, el desarrollo y os estudios de la globalizacién. Indayar acerca del significado y el valor de la diferencia econsmico/cultural en micstros litigioses y heterogéneos contextos, pero en especial en ef marco de la aetual devastacion exo- Téigico/social y de Ias transiciones civilizatorias que nos asisten, es €l proposito ceniral de la presente reflexién, Desde esta perspectiva, importa en particular y desde el punto de vista aeadémico, intelee- tual y politico, enaltar las eontribuciones de la diferencia exonémica’ cultural en le ampliaciin de In inteligibifidad y en Ia superacién del reduccionismo econsimico convencional mediante el abordaje y desa- rrollo de una suerte de ceolagia del pensamiento y de las priciias de la diferen Entredevastacidn ecoligico/socialy tram jones civilizatorias En medio de la crisis multidimensional del mundo contemporinco 4 del horizonte transicional que de alguna forma nos asiste, es comin fen espacios y procesos de singular, distinta y contradictoria naturale a, la invocacién de una economia diferenie, una economia de otro modo o de otra econamia. Empero, estas apelaciones may oritarian {ey enespecial dese Ia institicionalida y la academia convencional, son s6lo recursos discursivo-verbales sin anclaje en aperturas, reco- nocimientos y prohijamientos de planteamientos y pricticas econd- mico‘culturales diversas, biodiversas y sociales/solidarias cercanas y ‘TUhiversidad del Cauca, Colombia LA DIFERENCIA ECONOMICO/CULTURAL (COMO HORIZONTE DE ESPERANZA EINTELIGHSILIDAD promotonis de la defensa, produccidn, reproduceién y sostenibitidad de la vide. ‘A pesar del ciimulo de declaraciones y manifiestos como de cicrtas aperturas formales en estructuras juridico-constitucionales en favor la ‘multiaetividad econémica, de una economia de otra naturaleza od las ‘ransformaciones sustantivas de la hegemdnica, es claro el desinterds institucional, académico y aubemamental por atender, inluir y mo- vilizar distintas manifestaciones inscritas en las economias diversas, plurales, propins,étnieas, solidarias, et, Ciertamente, para Ia academia convencional hermétiea, ortodoxa.y un tanto anacrénica, los discursos, visiones y pricticas de diferencin ‘eeondmico-cultural constituyen de una parte, desvarios posmodemos! poscoloniales, cuando no, populismos teiricos 0 relativismos cultura- para la institucionalidad liberal, conservadora y tambi se tata de amenazas y de grandes obsticnlos.al desarrollo, al neodesa- rrollismo y alos iujos capitalocentrista globales de muestras tiempos, Sbices derivados del infantilismo y la inmadurez: de sus agentes y do- pre al margen de la eiudad letrada y del racionalismo del 0 econdimico exper. ‘Asi que, n descalificacién de otras manifestaciones econsmicas 0 de su ealificacin como prevarias, marginales, impertinentes y hasta hno econémicas, en tanto practica reduecionista comin de ka monols- joa disciplina eeonémica como de la eeguera y sordera institucional, ‘nos muestra los maltiples cerramientos en el plano epistémico y en el io, en tanto al soslayar a diversidad y la heterogeneidad nes propias de roi formacién econdmica y sociaveul- tural, se naturaliza Ia idea de la hegemonia ecoaémica monoeultural ‘como soporte de la empresa desarrollista, independientemente de la ngularidad de sus contextos y del pluriverso de formas socio-cconé- que dan contenidos y configuran prictias particulares ancladas cn Ia diversidad socio/cultural Se trata también de eierta crisis del pensamiento eritco y de algu- nas pricticas emaneipatorias, en tanto si bien los cientisias sociales hacen esfuerzos interpretativos, tal ejercicéo no logra Ia profundiza- ‘cidn y comprensidn de las agendas y agcneias sociorpoliticas y eco- nnémicas en su complejidad, sus lugares v sus spuesias particulares, muchas de ellas distanciadas del progreso liberal y de la revolucion rmarxisia. En esto consiste tambien el problema epistemoligico y las dificultades del pensamiento econémico hegeménica monolégico y 28 LOLVER QUIIANO VALENCIA ‘monocultural. No obstante, continta siendo grande el peso del pens Imiento euro-usacéntrica y economicista en analistns de derecha, cen tro e izquicrda, quienes no dejan de apelar a Ia bibliografia doctrinal hhepemonica, despreciando e! ideario, la categorias y la formas com- prensivas y de ancdlisis que, entre otras cosas, refiguran la politica del hhombrar. También, “cl pequefio sector eritico siente que esti mucho Inis familiarizado’con Deleuze o Nietzsche que con Felipe Quispe © Luis Macas” (Zibechi y Hardt, 2013: 43) o con cualquiera de los hombres y mujeres que integran esa multiplicidad de actores y sujetos, sen el sur global tal sentido, las plataformas analiticas y el ‘ave inspira y moviliza muchas de las singutaridades, han demostrado el valor de nuestra premisa acerca de e6mo el sur global y Améri- a Latina se eonvierten paulatinamente en “precipicios de la teoria™ {Quijano, 2012), pues sus urgencins y sus especificidades propias de tna realidad descomunal, no son suseepiibles de estudiar y analizar ‘inicamente con los recursos convencionales del pensamiento euro- peo y norteamericano, Frente a esta situackin, es posible, en especial, onstatar tanto Ia importancia aeadémica de anilisis preducides en el Norte como su poca pettinencia o su escasa uflidad para pensar ka realidad de América Latina en tanto no se trata de una sola sociedad, “sino de sociedades que se dan aun mismo tiempo como zonas de pe= rnombras y contomos porosos cuyas fronteras e identidades o bien s resbaladizas, o bien no existen” (Zibechi y Hardt, 2013: 39), Por otro lado, si bien son claros ls limites del capitalism y fa evi- dente crisis civilizacional, también son evidentes ciertos cerramientos de alaunos movimientos Sociales convencionales como lo inocuo de muchas de sus pricticas de ayenciamiento y resistencia 0 de sus mé- todos historicos de organizacién, en tanto “las estructuras de la vie~ Ja resistencia han dejado de ser itiles para combatir en este period ‘donde todo se descompone. Nuestro mundo tambien se descompone. Por eso estamos forzados a reiventar nuevas hetramientas y nuevos mundos. En peores condiciones para enfrentar la crisis esti las teo- rias, las idcologins y los andlisis cientificas” (Zibechi y Hardt, 2013, 121), Entonces la emeruencia de nuevos actores sociales alejados del discurso y la aspiracién revolucionaria moderna de culo eurocéntrico ¥ de las practicas patriarcales y (neo}eoloniales, demanda la necesidad liticas deshordando muchas veces la usual interpre- tacion liberal, marxista, anarquista y hasta posmoderna siempre ins- critas en alternativas modemizadoras en desmexiro de nuevos modos «ue posicionan aprendizajes relacionados con “otra forma de hacer » LA IFERENCIA ECONOMICO CULTURAL (COMO HORIZONTE DE ESPURANZA EINTELIGIBILIDAD. Jos vinculos ara a cara, no erear organizaciones instrumentales sino orgsinizaciones donde las personas no son un fin en si mismos ni instrumento” (Zibechi y Hardt, 2013:47). Es el paso del Estado como epicentro al teritori y el lugar como escenarios para la vida comunal 'A pesar de cierto anacronismo y arvaismo de un etimulo de co- “expertos’ desplegados desde el Estado y la academia y sus contribuciones a.) actual devastacién ecologica y social, otros analistas destacan e! Igar de temas como la tierra, la crisis ecol6gica ¥y social, y “la elocalizacién de la alimentacién, la economia, comida '¥ muchos olros aspeetos de la vida social como contra-propuesta a la slobalizacisn basada en los mercados dominados pot los grandes con- inlomerados comporativos” (Escobar, 201+: 15). A parti de esta premi- 1 se postula entonces ln necesidad de sentipensar 0 co-rizonar “con los terrtorios, las culturas y los conocimientos de los pueblos ~con ‘us onttologias-, mas que con los conocimientos des-contextualizados ‘que subyacen a las niociones de “desarrollo’, ‘crecimiento’ y, hasta, ‘econoinia™ (Escobar, 2014: 16). Tal exhortacién tiene nexos eon el problema del conocer y ante todo, con la ‘defensa de otros modelos de vide’, a diversidad econémico/cultural, fa pluriversaliad, la acti- vacién politica de las l6gicas relacionales, y en sma, con las ‘luchas ontologicas” de nuestros espacios-tiempos. Desifiar entonces la idea de Un Mundo inico y dar espacio al plu- riverso complejo de mundos socio-eeondmicos ¥ naturales, sin duda Ccontribuye a hacernos menos ciegos y menos eémplices del autismo ‘académico como de la injusticia social y cognitiva que nos habita,de- ‘safio que nos invita a apreciar y no despreciar ni depreciarel poteneial de Ia diversidad como a desafiar las certezas disciplinarias, cientifieas ¥ politica en tanto horizonte para afianzar el aprendizaje e intensificar jos procesos de conversacin intercultural einterepistémica. Siguiendo los apories y ensefianzas de importantes anslistas eon- temporineos, también epistemolégicamente hablando y en alusign a Ja disciplina econdmiea, nuestro horizonte y aventura analitica, pre- tende también “mostrar que la eficacia de las teorins y diseiplinas re- side tanto en Io que muestran como en lo que ocuitan, tanto en la realidad que producen como existente, como en la realidad que produ- ‘een com no-existente; mostrar que las teorias y isciplinas pierden la ‘compostura y la serenidad cuando son interpeladas por preguntas que ho se hayan hecho a si mismas, por mas simples que sean; e identificar ‘complementariedacles y complicidades donde las teorias diseiplinns ven rivalidades y contradicciones” (Santos, 2010: 58). LOLVER QUIIANO VALENCIA, inexistemte, es decir, cémo se ha construide la ocupacién natural de la ‘econdmica. Nuestra lectura desde una amplia conversaeién transdis- ee eer eae eee liberal en las vidas de la gente, es decir en la colonizacin de sus ima- cién o de la lucha entre “entramados comunitarios ys. coaliciones de reais ron oa iad ot a 1A DIFERENCIA FCONOMICO/CULTURAL (COMO HORIZONTE DE ESPERANZA EINTELIGIBILIDAD. Miitiples e importantes fenémenos que integran el mapa socio- ‘econsmigo y politico-cultural de nuestros espacios-liempos muestran la dramética situncién suscitada fundamentalmente por la inevitable 'y sovial, el neodesarroismo, la ausencia de un horizonte anti o post-extractivista como aliernativa de poder en go- ‘biemos progresistas, a economia verde o el ecobiocapitalisimo y con cilla, la reactivacin exacerbada de la mineria, la incursién de las cor- poraciones trasnacionales y la intensificacién de! meteado intrafirma, la dictadura alimenticia, los aparatosfilantrdpigos estatales, la eoloni- acne las iltimas dreas de la vida social por el capital, la globali dad opresiva ol apartheid global, y entre ors, “la seguralizacion del desarrollo, es deer, Ia fusién de las nociones de sewuridad de la guerra ‘contra el terrorismo y los marcos de la seguridad humana en el desa- rrollo, de formas que socavan y limitan el potencial de este dltimo” (Sable, 2010 en Escobar, 2012; 26), Enfrentamos en suma, una suerte {de nueva problematizacion de la vida que pasa por Ia profunda crisis de la biodiversidad y Ia sustentabilidad, lo que deriva en el riesgo de todos los sectores estratégicos de la vida y por tanto, cn la amenaza ala supervivencia y las relaciones de hurianos y no humanos. A esta problematizacién se agrega la pri ral en tanto guerra con {ta todas las esferns, los mundos relacionales y la asociatividad. Estos fendmenos a la vez que toman complicado, complejo y con- flictivo el presente-futuro, también desafian la imaginacion y Ia capa ‘eidad do agencia de los viejos y emergentes actores sociales y politi ‘os frente a las formaciones predadoras del sistema y a su loyica de integracién estratégica o de extricein, expulsion y exclusion, mpero, otro tipo de debates, procesos e iniciativas se movilizan a ccontrapelo de la naturalizacién hegeménica (neoliberal y desde una perspectiva transicional de pricticas de accién intespeladora y trans- formadora que entre otras cosas, impone una lucha por el sentido de Jo econémico y una disputa contra la colonizacién de to econdinico por la economia de libro mercado. partir entonces de experiencias, ‘procesos y movimients sociales, se dinamiza e! horizonte de las tan- Siciones eivilizatoriaso la posibilidad civilizatoria de la relacionalidad § la lucha por el pluriverso. En tal sentide, “al hablar de transiciones (como dirian muchos activistas: de otros modelos eivilizatorios verda- dderamente sustentables y plurales), estamos relievando la dimensién planetaria de Ins luchas locales, especialmente frente al cam fico global” (Escobar, 2014; 20). Se trata desde Ivezo, de un espacio para pensar otros modelos de vida, lo que también supone y demanda Segin este autor, de la “construcein de pensamuiento, inyestigacion y 2 OWVER QUTIANO VALENCIA praxis para as trnsiciones hacia el plriverso” es deci, de narativas Kesces medio, ntvismos,concepiones ycaeyoras para pensar la diferencia y convolidar ot pensamicoto Ta pricticarelaional-pluri vers Elhorizonteransicional desde la investiga spon, de una par te, “ir mis ala dels lites insttcionales y epistemices exists en realidad, querence visualzar Ios riucas y ln pbc gus putean dar Inga als transformaciones signifativs considers Conno neces” (Esco, 2014: 138) De or lado ls wansiclones involuran es dimenstnes medulaes a saber a)-fs estos par ‘eral (lendenias en tora soa vintades a plier, tender ‘fas en universidades I ceston de rs acaerninsy Ta cria fe prictica dels extaicsprversales),b)- loses ans (narratvas y movimientos en cl norte sur global, visualize iretiacion do transi fnes regi Cinnes es deci ef disco otolgic, ks movimientos ovis y ne ‘ox meio par el prvero, Todo esto como "un campo otegie, Pricticoy politico con el poral de aportar clement inios pra fos sims camins hacia le transiciones esolgieas yells ints por muchos oma necesras ane ls esis inereonectadas del lima, la limentacin, la ener, pobreza y el sentido” (Fstobar 2014 151), Consist on un espacio para el analy Ia movilzaion de “iversaslchas por detender ox piss, monaas, boss, ros tenitoos,piramosty por supuesty otis formas humnas de cons ter cf mundo” (Esco, 20¢4 21, lo que tambignexige camblar rues eniendinent para cambiar mando Innportan en exe param, plnteamfentos como Iaontologiay las Iuchas ones encoineidenciacon fa necesdad de devarrllar una polite del sjeoo Ta presi sabe “qu pistes de pensamientoy Sentiment qu dsposiconesy acide, que capesidads pdemos Cultivar pars dsplazar cl eto ceonimico de hoy” (Gibson Graham {2006} 2011: 69. Cosi en una fora completamente ferent de Se, eto, de a segura accra de ue“ estas en expo de an tls moor questo compte”, 202 En medio de estas sugerentesdindmicas, son mile ns revi dicaciones del panlatina vanguriismo de pensamientos¥ pristcas incutados ypromovidos en ls agents y ayencia de movimientas Sociales, cavos horizons tienen que ver fambign con la (eloca ‘2ciony fe (e)eomunalraion, ext va, no come lachas y apuestas pics y romantics, sino como expresionesheterepicas que de- 3 LA DIFERENCIA BCONOMICO/CULTURAL (COMO HORIZONTE DE ESPERANZAE INTELIGIBILIDAD fienden la vida, la singularidad sociocultural, las economias biodi- vversts, el territorio, los saberes y cosmovisiones ~ontologias~ , y la movilizacion de otros mundos, comtribuyendo a constatar y visibilizar colras expresiones ceonémicas y politicas lugarizadas pero conectadas yy enredadas con dindmicas globalocales. Estos debates y dinimicas son también los que siguen poniendo cen tensign la naturalizada hegemonia de la economia (neo)liberal en medio del “estallido de todas las onfologias” (Shayegan, 2008: 9) ide algunas mutaciones, pero ante todo de un eiimulo de continuidades cn tiempos y espacios donde todo parece estar asistido y constituido por inflexiones, transformaciones, giros, cambios y en general por fe- ‘némenos en los que a modo de bornin y cuenta nueva, al parecer no hay mayores prolongaciones, Empero y sin soslayar la presencia en cl escenario contemporaneo de asuntos, elementos y fendmenos emer- ‘gentes y diferenciales, también es evidente la presencia de multiples ccontinuidades, protongaciones, aetualizaciones que hacen det pano- uma una multiplicidad de cambios glebales como de afirmaciones, proliferaciones y empoderamientos en los lugares, los que desafian esa prictica hegeméniea de disefar y estandarizar la vida de hombres yy mujeres, independientemente de sus contextos y singularidades on- ‘logics Fenémenos, propuestas ¥ agenciamientos alrededor del Bren vivir y otras proliferaciones sobre el desarrollo, las transiciones miltiples, los derechos de la naturaleza y el giro biocentrico ~como cont ddente contraposicion al moderio ¢ histérico antropocentrismo- los debates y aperturas postestractivistas y postdesarrollistas, los movi- tmientos sociales como mecanismos de interpelacion y comunidades de pensamiento, los estuioseritieos del desarrollo, las luchas por el reconocimiento y defensa del terrtorio como proyecto de vida 0 es- ppacio material y simbélico, epistémivo y biofisico, entre otros, son ‘manifestaciones propias del conjunto de procesos de resistencia o de reexistencin mediante los cuales se concreta la reapropiacién social ¥y cognitiva socionatural, donde es clara la relacién entre dignidad y ‘erritorio, autonomia y perspoctiva de fututo, naturaleza y cultura, y cen sma, resistencias, oposiciones, defensas y_afirmaciones, como tambign espacios y practicas que agencian vida, tibertades, alegrins y esperanza; es decir, luchas ontolaieas en mundos de alguna manera ceonfigurados tnmbién por la ica comunal,relacional y pluriversal ‘Son gntonees los temas y procesos transicionales, el pluriverso, la relacionalidad y las logicas comunales, horizontes y lugares de la espe- ranza debatidos con intensidad en Ins dltimas décadas y desde distin a OLVER QUIJANO VALENCIA {os movimientos sociales, organizaciones, intlectuales, académicos y en espacios universitatio inersticiales inter y transdiseiplinaros. Son claves on este debate, expresionesroferias al sistema comunal en cl ‘ual se genera un “desplazamiento progresivo de la economia capi- {alist y la demoeracia liberal representativa para dar paso a formas cgomunales de ceonomia ¥ autogobierno, asi como al establecintien- to de mecanismos de plucalismo cultural como base para una gen ha intereulturalidad entre los diversos sistemas culturales” (Escobar, 2014: 50), Asimismo, tieren eentralidad los entramades comunitarios ¥ las sociedades en movimienta en contraposicién a las ‘eoaliciones ‘de corporaciones transnaeionales’ las primeros como pricticas que ddan euenta de la muktiplsidad de mundos humanos, la organigavion social autondmica, cl paso de fo cultural a lo ontoldgico y en gene- ral, de formas de “pensar los terrtoris, la relaciin campo-ciudad. la comida, el conocer, el sana, ehabitar¥, por supuesto, la economia" (Bscobar, 2014: 55). Forman parte también de estas manifestaciones el Feminismo comunitario 6 las opciones por despatriarcalizar la vida y Ia economia, lo que inchuye el rechazo a patriaeados originarios, indi- ‘genas y populares, muchas veces inobservados en mumerosos andlisis ¥en diversas militancias. En todo este marco, sen fas ontologias relacionales y el pluriverso elementos de importancia en Ta reconfiguracin de formas de ver y hacer politica pero tambien de construir conocimiento, pues las conse- ceuencias del dualismo en nuestras vidas y sociedades son draméticas para su continuidad. Entonees, ls tendeneias posdualisas son claves para el entendimiento de la red de interelaciones y materialidades desde donde se entiende con claridad que no hay seres y érdenes cule uals diseretos y autocontenidos sino en permanente actuaci6n,inte- relaci6n e inteculturaizacion, Logicamente, estos procesos no estin exentos de paracojas y di- fleultades propias de Ia naturaleza heterowénea y contraditoria de ‘comunidades, eolectives ¥ movimientos, como tampoco del debilita- ‘niento de su potencial transformador, en especial por cieitos efectos «de la critica emanadia de los saberes expertos mademos desde donde se producen grandes distorsiones epistemolsgicas y comprensivas de estos Fenmenos. No obstante, se trata de formas de experimentacion creativa ‘sin garantias” que muestran la naturaleza de tales proyectos como la capacidad de sus actores para desestabifizar los marcos politic 08, episieos, desarolistas y econdmicos prevalencientes. ‘Apreciables son por ejemplo las criticas insttucionales y acadé- micas respecto al horizonte del Buen Vivir esta vez desde gobiernos 35 1A DIFERENCIA BCONOMICO/CULTURAL (COMO HORIZONTE DEESPERANZA L INTELIGIBILIDAD liberates, la academia, los gremios econdmicos y quien lo ereyera, desde gobiernos progresistas encuadrados en fo que se denomind el giro ala izquierda. Son comunes entonces caliicativos y apreciacio- nes como infantlisino, “retroceso reaecionario que distrae la ateneidn cm la lucha contra cl mercado”, “esquema del pasado”, “evasion men- tu!” promotora de “soluciones pasadas” impertinentes para ef mundo choy" (Sinchez, 2011), “saber areaico y ambiguo” (Mansilla, 2011), Srelleno de ideas diversas, dluidas completamente en una retGrica ‘quasi mistiea © utopista altermundista carente de sustento eson6mico 0 sociologico (Stefanoni, 2012), “elucubracién filossfica sin anclaje en Ins comunidades reales” o una ‘babosada’ mistica. propia de los New Age (Spedding, 2010 y Spedding en Uzeda, 2009) y en general, postinis peyorativas que hablan de trasnochadas propuesias de indie has, dirigentes, intelectuales y académicos radicales y ambientalistas contradesarrollistas, buedlieos v romanticos, que no agregan ni sugic- ten nada trascendental a lo existent Se trata como se ha demostrado clicientemente, de cierto [.u] malestar modemo con el Buen vivir 0 de reaceiones ¥ resistencias frente a una altemativa al desarrollo [..] ‘que desde los saberes expertos propios de Ia Modernidad se le impone exigencias al Buen Vivir, condicionandolo ‘en cémo deben estructurarse sus propuestas para ser me- recedloras de alencion, en cOmo debe implementarse en la pieticn o incluso en reconoeer los saberes no expertos y actores que provienen de pueblos indigenas y de distintos ‘movimientos sociales, También hay intentos de domesti- ‘car al Buen Vivir, para reubiearlo dentro det campo de la Modomnidad, ajustindolo a las practicas convencionales del desarrollo (Gudynas, 2014: 135), Este tipo de apreeiaciones ya erecientes en algunos escenarios son tambicn habituales no s6lo respesto al Buen Fivir sino igualmente frente ala plucalidad de conocimientos y epistemes como al ya amplio hhorizonte de las economias diversas, comunitarias y no eapitalistas y fen general, sobre el roly siti de las visiones. discursos y pricticas de diferencia econémico/cultural en la vida de la gente, en Ins nacio- tes y en el sistema-mundo, Asumir lo diferente desde la carencia y no desde su potencialidad, también hace parte de la prolongacién del ceolonialismo 0 de su reactualizacion como de las intimidaciones del pensamiento curocéntrieo y do sus derivadas pricticas. Ciertamente y 36 OLVER QUIJANO VALENCIA paraffaseando a Martin Nakata (2014), el uso del mundo “desarrolla- do’ civilizado como punto de referencia, permite concebir facilinente ‘otros mundos como estaticas, atrasados, medioeres y sociedades del pasado, producto de Ia {nica eoneeptualizacién posible para lo obser= vado en la diversidad de regiones y latitudes del sur global. “Tal esta- do de cosas se parece mucho a la que antes se eonoefa como stop, un estado de perfeccion que no ¢s de un lugar sino de la imaginaeiin un estado de ser, un estado de gracia~” (Nakata, 2014: 60). Al final y en esta suerte de ficciones, los procesos y sujetos singulates son sosiaya- dos, invisibilizados o en su defeeto,distorsionacios, lo cual empobrece la imtligibitidad e lita y reduce la conversacién en tanto in- vestigacion compartida y marco social de interagcidn y acercamiento la complejidad de la historia y de! mundo de hombres y mujeres. La diferencia econémico/cultural y sus contribuciones para ampliar la inteligibilidad y superar el reduecionismo cconomico no se trata de una lucha a muerte contra fa economfa sino de una iniviativa para su replanteamiento, de {al forma que sea posible superar su reduccionismo y ante todo enten- dder que los lugares no son nunca totalmente capitalistas, sino que son hhahitados por In diferencia econsmica, con el poteneial de devenir en Algo otro, una cconomia otra. Esto significa repensar la diferencia des- de la economia y la economia desde la perspectiva de la diferencia” (Escobar, 2005: 90). Desde este horizonte analitico y existencial, se e¥ idencia la invisibilizacin por parte de la economia politiea (version clitsiea y marsista) y de Ia economia formal (neockisica y sus varian tes) de pricticas y discursos con anclaje en la diferencia econémico! cultural. Ciertamente, la economia en tanto “disciplina y prictica totalizan- te, universal y por tanto totalitaria” (Negri y Hardt, 2004: 184), ha ddesconocido & invisibilizado otras singulares expresiones econdimicas, ‘en caso extremo fas ha reducido a expresiones del mismo mapa. E asunto ha sido abordado de alguna manera por la antropologta eco- némica, desde donde se muestra c6mo la economia no es una esfera ‘uténoma y separada de la sociedad y emo contrariamente la cultura resulta sieiido un modelador 0 determinante de la economia, en la que giin objeto o cosa tiene existencia © movimiento salvo por el sig- nificaco que los hombres pueden asignarle [...]y la produccién es un a LA DIPERENCIA ECONOMICCYCULTURAL (GOMO HORIZONTE DE ESPERANZA EINTELIGIBILIDAD ‘momento funcional de una estructura cultural (Sahlins, 1988: 170). En palabras de Gudeman (1986) la economia es un sistema cultural, los pprocesos de subsistencia esti culturalmente mokdeados y los scres hhumanos en todas partes configuran su vida material. La economia se tentiende como cultura y es desde esta premisa como ya no la econo- mia sino las economias deben estudiarse a partir de sus contextos y singularidades, en Ins cuales soguramente las categorias occidentales ‘no slo dificultan su entendimicnto sino lo imposibilitan o en su defec- to producen distorsiones interpretativas. En esta perspeetiva pueden inscribirse trabajos de autores como Gudeman (1986), Sahlins (1988), Bind (2004), Ferraro (2004), Bax tista (2006), Escobar (2005), Gibson-Graham (2007 y [2006] 2011), Santos (2006a/b/c), Quijano (2012), Esteva (1996) y un gran mimero de académicos e intelectuales de diversas latitudes, con quienes com partimas a modo de sintesis, las premisas siguientes: 1) a diseiplina fecondmica no es universal y respande a los cénones epistemolig ¥y morales de occidente, 2). la visibn y el ‘punto ciego" de la ccono- fa no permite (re)eonocer la existencia de otros discursos y prvticas ‘econdmicas camo productos socioyhist6ricas., 3) Ia economia y ain Jos negocios son formas especificas y coneretas de desenvolvimiento socio/eultural, y por tanto estin ligadas a expacios, tiempos y relaci nes de determinado tipo., 4)~ el uso de la teoria econdmica occidental dificulta, complica, distorsiona y tal vez.no posibilita el estudio y com~ jprensién cabal de otras economias,y, 5)~no en todas partes se pueden ‘verhombres y mujeres econdmicos, ni todos los campos y espacios de la actividad sociocultural son mercados. ‘A manera de ejemplo y frente a la emergencis de nuevas/viejas for- mas de agencia que hoy integran otros procesos y coneretamente en la relacién economia y cultura evidenciados por la antropologia eeond- mica, pienso en como la(s) economias(s) diversas, sepiin Bird-Day 2004), no parten de esquemas abstructos, Kigicos y matematicos, sino {que son “modelos generados en otras partes, sobre esquemas tomados ‘del mundo social y humano”. Asi, siguiendo a la autora en mencién, ‘son expresiones distantes de la predominante economia neoelasica cenraizada en la cosmologia, Ia moral y la epistemologia nativa o pa- rroqutial de occidente, donde las propuestas-modelos son universales, ‘mientras que los otros son locales, en su lengua y su aleance. En estn ‘perspectiva no silo se inscribe nuestro analisis en contextos heterogé- ‘eos, sino también algunas variantes de la economia occidental que asumen ‘entrar y salir” del mercado como entidad no determinante, ‘demostrando cémo “no hay’ ‘evonomia’, sino “economia” que varian 38 LOWER QUIIANO VALENCIA espacial y emporalmente o que la economia es socal o culturalmente eonsinida” Batista, 2006: 137). Estos fenomenos se inseriben en una de las areas que largamente hhan permanecido fuera de varios proyectos, como es la necesidad de dar cuenta y de construir mevos imaginarios econdmieos ~ecoNO- Imias/ecoSImias-, en correspondeneia con el hecho de que el ‘plan del capital’ cnfrentaflujos, movimientos. expresiones,espacios y su- jets inseritos en una suerte co maquina abstracta de mutacién, en la que permanentemente se generan investimientos, contracondustas, ineerpelaciones yuna ruptura radical con la (des)(reyodificacion que agencia el capital Podiia entonces afirmarse que los emerpentes/persistentes proco- sos locales y sociales en América Latina, son tambien luchas por la “defensa de concepsiones histrieas particulares basadas ~en-lugar del mundo y de pricticas de produecion del mundo [...] 0 huchas por 4a defensa de in diferencia cultural, eeologica y econémiea” (Escobar, 2005: 41,88) Tales agenciamientos son tambign luchas interpretative, spacios/iempos con historias, memorin, luchas, recuperaciones, inteferencias y transformaciones, horizon- tes propios de las agencias‘agendas de los movimientos soviales y las singularidades ieredictibles que intexran nuestro complejo, diverso v litigioso entramado socioveultural, que parece hoy no resistir un otro" absolut, En medio de este pluralismo de no fs obsorvacion y recanosi- miento, tambign con la economia puede apresiaese como “el colo lismo no es solo expansion y dominacién econémica, sino también dominacién y ctnocentrismo culturales, en tanto se coadyuva a im poner una forma de consiencia al mismo tiempo que una forma de T Fimo ceaNimias ty deo » Miguel Gua Calipy cng ingens de otic Een plantar is con enorme preci ahora de dela Srnec aan owner ee ko Slee npuedenoreunrase en asvios dsnorincioncsquesom gre a polea fogerty del nara fo polees gence teen eke rsa store de git ean’ ai peor: ae cnn nas sorasy ue permitan pungent de cpr Mie it pata a Ccpreiaevolafas supe sgncas tne relic una made Sivoo Dopuar que ame Ta scoNOin en taro neasin Seto mio" defo mesa, relma claramente cm mato caps sin ated laceomon 3 ‘mancras de “acumulocin or Gsspscson, De uh qu et ra de grmincion 3 revndacion eel campe ne ue ot con el Was dea eNO 4s ‘cil as ue cn dived ro st dam ota dvr: serait 0 fn ae de recsos de ebpropicin dels nacs de umes stv lntereabiosviuies a truves de eooporaionss multiples y en ennlstos anos ie diferencia, singuaridady Nleroenetdad . 39 LA DIFERENCIA EOONOMICO/CULTURAL OMO HORIZONTE DE SPLRANZA EINTELIGIBILIDAD, _gestiOn” (Leclereq, 1973: 44), aeciones propias de narrativas macstras ‘que precenizan y definen a Tos “vetdaderos ordenadores’ de la com Ciencia universal, El imperialismo cultural y analitico postulado por li economia sirve de platalorma para el establecimiento de reglas y pautas de normalidad, moralidad y ricionalidad, las que definen d&nde ‘empieza y termina lo econdmico, De otro lado, se soslaya la existen- ‘ia plural de otras formaciones econdmico/sociales, “diversidad que Ia civilizacin pretende queter destruir por ‘razones cientifieas’, y que, en todo aso, el eapitalismo destruye por ‘razanes eeondmieas’ (Le- clereg, 1973: 44). ‘La panitura colonialista concretaasimistno y de manera consusta cial, la extrapolacion de medos de vida inscritos en la ‘civilidad’, bajo fos cuales el tejido y horizonte humano plural, ha sido empobrecid y reducido a una expresién monocultural El saerificio de la diversi dad socio/cultural y existencial del mundo, implica ineluctableme te la aniquilacién de Ia diversidad epistemolégicoleognoscitiva y de cosmovisiones que asumen/practican al mundo desde una perspectiva plural, proceso calificado como epistemicidio, mediante el cual “se climinaron pueblos extrafos porque tenian formas de conocimiento exiraflo y se eliminaron formas de conocimiento extrahas porque se bbasaban en pricticas sociales y en pueblos extraios (Santos, 1998; 431), Este fenémeno derivado del ejercicio eapitalista de ‘destru ines ereadoras’ y eonsiderado en el marco de las economias como eco- ‘nomicido, voncreta la imposicién y defensa a ultanza de una vision y rictica econémica/productiva que saerifiea otras formas de organiza ‘cién econdmicas, con el eonsiguiente desperdicio y destrozo de mucha experiencia econdmica/cognitiva y soviofcultural dria califcarse asimismo a esta prietiea y apelando como una “economia de la ceguera’, soportada en una teorfa y una prictica que excluye, ignora, elimina y conden a la no existencia economico/cul tural todo lo que no es susceptible de incluirse en los eénones y ites de una prictiea euyo sustrato es el mercado “autoregulac” y ‘autoregulador’. El economicidio representa a su vez. un proceso de SE economic se asime como itamado ct ‘Qed pro que snascarads que practi ea atu cfistines las Ong y in enopercion inferocioml Consiste en ‘adr, por ser danadores, sive, a unvs. pare ststitir el fimentlo, por un stem de flores cristiano W cevidnal. tos par ino {nes connidedssenendaas (os Fass bensilarios} cambios de estructura, 2 ‘eet fa sustacion de a atraesiruetra dela reiprcided por la infaestactr dt inreami, la suttacion dela rciprocidad por el motes, Hsu cdi, indica ‘quer funciona favor de los sets de defen” (Media, 2001: 138) In Txma de He gu Domingue Temple ho Is ial 40 OLVER QUIJANO VALENCIA reuccionismo de! ewal se eradica la diferencia econdmiea, las formas teonémicas dle otro modo y, en general, ef conjunto y la diversidad ide actividades econémico/culturiles que no adoptan el ropaje y kos {G6digos del absolutismo economico (neoliberal. El economicidia es [| una sustitucién de estructuras de produceién, Reem- plaza les estructuras que son propias a las comunidades por aquellas necesarias para la sociedad occidental. El ‘economicidio reemplaza la reciprocidad, la matriz de los valores humanos, por la estructura del intercambio inte- resado: reemplaza una produccién por In acumulaeién; reemplaza una distribuci6n orientada por la necesidad del ‘otro por Ia oferta y la demands de los intereses privados 0 colectivos (Temple, 1997: 41-42) Esta prictica no es sélo un asunto colonial en eontextos extraoc- cidentales o diferenciales, pues tambien est inscrita en las agendas contemporaneas de programas, planes y proyectos de las agencias de ooperacidn internacional, las Ong’s, los Estados y entre otros en las ‘agendas del capital filantrépico que deambula por el sur global en ejer- eicio de su doble moral. En este contexto, la infinitud y complejidad de ta diversidad socio’ ‘econdmica del mundo es soslayada por la visién monolGuiea y mo- ‘oteists de la economia, simplismo y unidireveionalidad que “extibs

Das könnte Ihnen auch gefallen