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©0000000000000000000006 eS eo e °e J e e °° EMANCIPACION Y DIFERENCIA . (© EmestoLecau, 1996 Derechos exsusios de etc en easteDano eservados para America latin! 1096, Compania Estors Expasa Calpe Argentina SA Are, Prmera edcin: abs de 1998 Hecho el depeato que prevt la ey 1.728 ISBN 980-0122 968 Tnnpeso en la Argentina agama pre de ta tet. ec el de ea. oer eee tc rete “bc de oepa, an pre prove bl eer Reconocimientos “Mas allé de la emaneipacién’ fue originaria- ‘mente presentado como ponencia a un eologuio que tuvo lugar en el Institute of Social Studies, La Haya, el 30/31 de enero de 1991 y fue publicado ‘en Jan Nederveen Pieterse (ed), Emaneipations, Modern and Postmodern, Londres, Sage, 1992. “Universalismo, particularismo y Ia cuestion de la identidad” fue originariamente presentado, fen us simposio que tuvo lugar el 16/17 de no- vlembre de 1991 en la City Unversity de Nueva York. Fue publicado en John Rajehman (ed.). ‘The Identity in Question, Nueva York y Londres, Routledge, 1995. “ePor qué los significantes vacios son impor- tantes para la politica?” fue originariamente pu> blicado en Jeffrey Weeds (ed), The Lesser Evil and the Greater Good. The Theory and Politics of Social Diversity, Londres, Rivers Oram Press, 1994, © G6 OO CO0OCO 0000 0O90009EHH909000000 “Sujeto de la politica, politica del sujeto" fue presentado en el VI Encuentro de Fildsofos del Es: fey del Oeste, que verso sobre ‘Democracia y Jus- ticla: una exploraciin filosdfica” y tavo lugar en Honolulu entre el 9 y ¢ 23 de enero de 1995 bajo cl patrocinio del Department of Philosophy, Uni versity of Hara, en cooperacton con el East West Center. Fue publicado en Diferences, 7-1, prima vera de 1998, “El tiempo esta dislocado” fue presentado en Leeds el 9 de setiembre de 1995 como eonferen- ca de clausura del cologuio sobre “Ghosts” orga nizado por el Centre for Critical and Cultural ‘Theory, University of Wales, Caray la Univer- sity of Leeds. Fue publicado en Diacrtcs. vol. 25, 1N® 2, verano de 1995. “Poder y representacién” fue originariamente presentado en el Critical Theory Institute, Uni= ‘versity of California, Irvine, en 1989. La presente ts una versién expandida de esa conferencia, ‘gue fue publicada en Mark Poster (ed). Politics, ‘Theory and Contemporary Culture, Nueva York, Columbia University Press. 1998. “La comunidad y sus paradojas: la ‘utopia I- bral de Richard Rorty” fue originariamente pu- blicado en Miami Theory Collective (ed), Commu nity at Loose Ends, Minnesota University Press, 199) Con excepeién del tlkima ensayo de este volu- men, que fue escrilo en 1989, todos los otros fueron eseritos y publicados entre 1991 y 1995. Este periodo asisto a cambios fundamentales en Ja estena mundial: la reestructuracin del orden. Internacional como resultado del colapso del blo- (que del Este, a guerra civil en la ex Yugoestavia, €l crecimiento de una deregha populista en Eo ropa Occidental, cuya politica racista se focaliz6 fen su oposicién a los inmigrantes del sur euro- eo y del norte de Africa, el crecimiento de la protesta multicultural en Norteamérica, el fn del apartheid en Sudatrica, ‘Si quisiéramos caracterizar en pocas lineas los rasgos distintivos de la primera mitad de tos afios rnoventa, yo diria que ellos deben buscarse en la rebelién de los diversos particularismos —étnicos, taciales, nactonales y seuales— contra las ideo” Jogias totalizantes que habian deminado, en las décadas precedentes, el horizonte de la politica. Podriamos decir que la Guerra Fria constituy® de algan modo, en la ideologia de sus dos protago- nistas, la lima manufestacién del luminismo: es ec, que se tratd de ideologias que distribuian al ‘conjunto de las fuerzas operantes en Ia arena his- torica en dos campos opuestos. y que identifies ‘ban los propios abjetivos con los de una emanci- pacién humana global, Tanto el "mundo libre" como la “sociedad comunista” eran concebidos por sus defensores como prayectos de una socie- ad sin fronteras ni dvisiones internas. eaisis Bs la “globalidad” de estos proyectos lo que hat “Susy aciDAD_ entrado en exis. Cualquiera haya de ser el sig- no de Ia nueva vision de Ia politica que esta cemergiendo, esté claro que una de sus dimensio- nes basieas hard de ser la redefinicién de la re- Incién existente entre universalidad y particula- ridad. zCémo pensar la unidad —ian relativa como se quiera— de la comunidad, cuando cual- Aquier aproximacion a la misma debe partir de particularismas sociales y eulturales que no sélo son més acentuados que en el pasado sino que son tambien el elemento que define el imaginario central de un grupo? .No excluye este imagin ro toda identiieacién Gon valores humanos mas tuniversales? Y, visto desde el otro angulo, gla ‘misma proliferacion de antagonismes, el mismo hhecho de que ne haya yustaposicién exacta entre ‘1 grupo cultural y la comunidad global. no re- quiere un lenguaje de “derechos” que debe in: ‘huir a referencia universalista que esta cuestio. nada?’ Estos ensayos fueron escritos en la conviccién. e que particul ‘son dos dimensiones inerradicables en Ta construccién 8 enoar/ pIveRsioAD Reerencia wae ce aes pac] pero que la forma de fr Seance ara ons jon de er on tate nipmaae oa ioe campos Teen bese- stant iad tapas histories tae importantes en Ci pensamiento de on artcacon Fetncconos a acer comtempordnes, po- drama dear que las tendencias dominantes an Polartsae en torno n doe posciones. Una teak gue prvi demo dateral sn eesthtat y quc ve en un proceso dilogco Soe os ee ae tedo paticulartsmo (Habermas) la ots, a> ‘Seven elebyacsin de un partcaaramo y SGntertalisine puros. que procaman la muerte Seca oe ce corens ms Oe pose sede), Porrazomes que son presexias Prestanco on cat enaayon, ninguna de estas fa peo anes oem) eee See Notque es importante determinar es Is lien Eran Sonble medlacon entre aban. La tesa total te estos ensayos ce que eam mediacion See puede ser una gasdiatén hegemonic (ase rae tn erence Te gar SrEGy que ls operaion que ella relearn Ba Uitnata, tanto ae To partentar como Shit universal: Corresponde al lector jurgar eteade oe ogre de ete po de efeg Tian Guten salsa dou deine contin en gus este coanyor futon cee. En toon fo Ete te ato intervencones crcunsta Soc pe haierea huge ca torn creo cate paben scr vas come exporaciones foresee cn paces tees rears camo reopucsas a pera €8 Y lta 0 nervenren debates area Ge tana” 9 4 é « 4 ‘ ‘ . ‘ r r ‘ t r ; r . t t t ‘ ‘ ‘ t )@@GOOOCOHLOOOHLDOCOOODOOGO0900005¢ formaciones que se estaban produciendo ante nuestros ojos. De ahi su carseter ad hoc. sus Inevitables repeticiones, y sus laguas. Espero, fen todo caso, que puedan ser titles en arrojar ‘feria huz sobre algtinos de los problemas polit: ‘cos mas aevieantes de nuestro Gempo. Princeton, octubre de 1995. 0 Mas alléde ta emancipacién Veo of EmpaCaT—vinanociin que ha sido por sigos parte de nuestro tmaginaro pat coy a cua desintegracon extamon asstendo Sctualmente— como organiada en tomo a sci distintas dimensiones La primera ela qe PO driamos denominar dimensin dicotomica: entre 1 momento emancipatorio v el orden social que Jo ha prosedigo hay wna censura absoluta, una discontinuidad radical, La segunda puede ser considerada como dimensign totalizante: 1a ‘cmancipacion afects todas Ins areas de la vide sack y hay una relacion de imbricacién esencial ‘entre los contenidos de estas diferentes areas, Podemos referirnos a la tercera como dimessién ‘detransparencia: s la alienacién en sus varios aspectos —religiosos politicos, econémicos, ete-— hha sido radicalmente erradicada, sélo resta la absoluta colncidencia de la esencia humana con sigo misma y no hay lugar para ninguna relecién ‘ya.sea de poder o de representacién. Ca emanci ” acion presupone la eliminacién del poder, la abolicién de Ta distincion sujeto/objeto y la ges- tién de los asuntos comunitarios —sin ranguna ‘opacidad o mediacion— por parte de agentes so- Clales identifcados con el punto de vista de la to- talidad social. Es en este sentido que en el mar- xismo. por ejemplo, comunismo y extinclén del Estado se implican mutuamente. Una cuarta di- ‘mensién es la preexistencia de lo que debe ser ‘emancipado fespecto al acto emancipatorio- No hhay emancipacion sin opresiGn, y no hay opre- sion sin la presencia de algo cuyo libre desarrollo 8 coartado por las fuerzas opresivas. En quinto Jugar podemos hablar de una dimension de aie es imherente a todo proyecto de emancipacién radical. Si el acto emancipatorio es verdaderamente radical, st va.a dejar real- ‘mente atris todo lo que lo precede, tene qu te- ner lugar al nivel del “fundamento” de-lo social. Si no hublera fundamento, si el acto revolucion nario dejara un residuo que esta mas alla de la capacidad de transformacin de la praxis eman- Cipatoria, ls Idea misma de wna emancipacion radical pasaria a ser contradictoria. Pialmente, ppodemos hablar de una dimension racionalista Este ent punto en cl que bs dees ooo patorios de las escatologias secularizadas se Se- Paran de las escatologi rcligiosae. Para las es. catologias religiosas, la absorcién de lo real dentro de un sistema total de representacién no equlere la racionalidad de este ultimo: es suf. clente que los designios inescrutables de Dios ‘hos hayan sido trasmitidos por revelacion, Pero fen una escatologia secular esto no es posible. Cone aS, ‘unl absoluta representabilidad 2 4 sea no puede apelar nada extero ap SEkciemas oho poses comer come pringo Se metpbatua raconaliad. De tal todo, Ia Sinncpacin ptna e spleente el momento Emiquee rel cosa de ser una psividad opaca SGuclnes enfens, en que su distancia seapecto Neconal ce eaimente cminada oa mea esas sto cengiones cons- lien ni ligenmene unteade?gForman an coractars cohen? Ttentre o=- Gin que tate nos el caso, que la asa no Sn de emancipacon, en sus vere variants, ‘plead i afrmactn de postulaos fneom: Nubiga Esto no dee conduc, sin embar- saan simple abandono dela logics de Ia SSancipacion, Be, pore conta, momendones Se etx stein de incomatibldades lg tit que posenes abr un camino que n08 CO" “Gute s nuevos diseursos de iberacion que no Grcoenten I antinori y los calljones in 2. Eisvarge in noton etc ce emancipacion ha condo omencemos con a dimensin dcotomics. La D esta qu encramon cede an po my Seca eta a smple afro cave do Si Pras estado que covustenconteiporanea Sucve y gue cea med corbuyen 2 Ganouructon 2 a cents diferencia Se fata ‘ano\e eos, i estamos habando de una ‘Sudatere emanizasn ol se" gue 20 enon SSEASEnT chactpecs to uae ser sn otro Salons peti casual, por el conta: See mide eta constiveln de a a slereng, tal cae Ia Bei ptcada porel acto emancipatoro 3 © 0000000000 000000000090000000000008 esta en una relacién de solidaridad logiea con nuestra varia dimension —la_preenistencis de Ja identidad que debe ser et 0 alacto emancipatorie, Es facil ver por qué: sin ‘sia preesistencia no habria identidad a repcinir ‘én de emancipacion careceria de sentido. Aho: ra bien, una conclusion inevitable se sigue de es- (0: una real emancipacién requiere un verdadero “otro” —es decir, un “otro” que no pcla ser re ducido a ninguna de las figuras de lo “mismo Pero, ental caso, ene la identidad a ser eman ‘lnada v el “ato” que se Te opone,‘na-pusde bi ber ninguna obietvidad posliva subvacenie que ‘constituya la Wentidad de los dos polos dela d= cotomia. Una simple consideracién puede ayudar a aclarar este punto. Supongames por un momten to que hay un ‘mas profundo «que da su sentido a ambos polos de Ia dicotomia, En tal caso, la separacion que constituve la dico- toma plerde su cardcier radical, Sta ‘po es constitutiva sino que es Is expresion-de un der ogo: dado que la dicotomia se funda en una necesidad objetiva, Ia dimensién oposicional es tambizn necesaria,y en tal entida es parte de la ‘dentidad de las dos fuerzas que se confrontan, La pereepoion del otro como radicalmente otro solo puede ser una cuestion de apariencia. St una pledra se quiebra cuando choca con otra, seria absurde decir que Ia segunda piedra nicga la identidad de la primera —por el contrario, (quebrarse en cietas cireunstancias expresa tan- to la identidad de la piedra como permanccer « Imalterada si las circunstancias son diferentes. Ta caracteristica de tn proceso objetiva es que él reduce a su propia logica la tolalidad de sus mo Imenios constitutivos. El “otro” sélo puede ser et resultado de una diferenciacion interna de 10 S\dentiea™ y, como tal, ests enteraments subordi- nado a este iltimo, Pero esta no es la alteridad {que la diviston del acto emancipatorio requiere No habria ruptura, no habria verdadera emanci- pacion si el acto constitutive de esta tltima fuera tan s6lo el resultado de la diferenciacion interna de wn sistema opresivo. Esto puede expresarse de un modo ligeramen- te diferente diciendo que si hav verdadera eman- ‘ipacign ella sera inet ieneiin “objetiva". Podemos sin duda explicar ‘un conjunta de circunstancias que hicieron post bie la emergencia de un sistema opresivo. Pode- ‘mos también expllcar cémo fuerzas antagonicas f2 ese sistema se constituyeron y evolucionaron, Pero el momento estricto de Ja confrontacion en- tre ambas, s{ el corte es radical, ser refractario a ‘cualquier ipo de explicacién objetiva. Entre dos ‘iscursos ineompaules, en los que cada uno de ellos constituye tn polo del antagenismo que los Sepera, no hay medida comin y el momento es- tricto de la oposicion entre ellos no puede expli- ccarse en {érminos objetives. A menos, desde Iue- 0, que el momento antagénico sea una pura ‘cuestion de apariencias y que el conflicto entre fuereas sociales sea asimilado a un proceso na- tural, como en el chaque de las dos pledras. Pe- +o, segin dijimos, esto es incompatible con la al- teridad requerida por 21 acto fundante de l= ‘emancipacion, ds hey ep ‘ayena v6 oronypsuth con el nuevo orden social vieterioso— el acto ins- tutuyente en cuanto tal no puede ser raeional si- no que depende de una relacién de poder. En tal 250, el orden social resultante de la emancipa- ion pasa también a ser puramente contingente {y no puede ser considerado come la iberacién de | ‘Ahora bien, si a imension dicotimied 1 cempari ire sae a asta Besser eliiinado, esta dimensi6n es incompatible ous oovla mayoria dens tas que hemos prose cases Secomo siendo constutins de la nocion elses de-emancipscn. En primer lnghrtadicalisme aren iiomico yfondamentoratkal soem Jhingina autentia esencia humana, Estamos en “Diss Como fiemos visto, la ireductbie ateridad ruwaanew climismo dilema que antes: si queremos SImar det sistema opresivo que es rechazado, sla con- (yreonpondvheke {a vasonaldad v permancncls del ucts cele dicton del corte radical que la ligica emancipate: ('""igco) apd gus estan esablesiende, tenemos age ‘ia requlere. Pero, en tal cas0, no-pusde haber ender aa raconaldad al propo acto insity- af bo rears Sted io adgmang so since see Se jenn 2 See ‘m.inicefundamente den que ts rechavado y el orden que la emanck gcta uggs i seria oc @ Bey ‘naugura, La alternativa es cara@ bie) fs emanibacion| eq fadic,y en tal caso-Uehe A que ser s_propio fandamento y reducir fo que excluye a la radieal alterdad constituida por ol ‘mal ola trracionalidad, ‘nuevo orden “emancipado™ y la transien entre Jos dos —en cuyo caso la emaneipacién no pue- de ser considerada como un acto de institucion radieal. Los filésofos del jluminismo eran perfec- tamente consecuentes cuando afirmaban que si luna sociedad racional habia de ser un orden ple- no resultante de un corte radical con el pasado, ‘cualquier organizacion previ a tal corte sdlo po- dia ser concebida como el producto de Ia igno- rancia y la locura de los hombres, lo que la pri vaba de toda racionalidad. La dificultad, sin embargo. es que si el acto instituyente de'una sociedad plenamente racional es concebido como Ja victoria sobre las fuerzas irracionales del pa sado—fuerzas que no guardan ninguna medida dad de Ta dimension dicotomiea desaparece. Si por el contrario, afirmamos esta sitima radicalt- ad, tanto el acto instituyente como el orden s0- cial resultante de él pasan a ser enteramente contingentes; ¢s decir, que se han creado las condiciones para un exterior estructural perma- nente y lo que entonces desaparece es la dimmen- ‘sion de fundamento de la nocién elasica de ‘emaneipacién Esta incompatibilidad. en el interior del dis- course des Seenepeetn, entre E ccotémica y la dimension de fundamento, crea os matrices fundamentales en torno a las cua les se organtzan todas las otras dimensiones, Co- mo hemos visto, la preexistencia del oprimido respecto a la fuerza opresora es un corolario de Ja radicalidad del corte requerido por la dimen- sion dicotomica; si el oprimido no preexisiera al orden opresivo, seria un efecto de este altimo, ¥ en tal caso el corte no seria constitutive. (Una ccuestion diferente es si el corte no es representa: do por el oprimide a través de formas de identifi~ 8 ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° ° e ° e e e ° ° ° ° ir @ ir je ° le e ceacton que presuponen la presencia del opresor. Volveremos mas adelante sobre este punto. Pero todas las otras dimensiones requieren Logica mente la presencia de un fundamento positivo y Son, en consecuencia, incompatibles con la constitulividad del corte requerido por la dimen. ‘ién dicotomica, La totalzacién seria imposible a menos que un fundamento positivo de Io sociat lunifeara, en un conjunto autosuiicente, la mul~ Liplicidad de sus aspectos parciales, incluyendo alos antagonismos y a las dicotomias. Pero en fal caso el corte tiene que ser interno al orden ‘Social y no la linea divisoria que separa a este timo de algo exterior a si mismo. La transparen- ‘ia requiere plena representabilidad, y no hay postilidad de lograria si la opacidad inherente a Ia alteridad radical es constitutiva de las relacio- nes sociales. Finalmente, como hemos visto, ple- nna representabilidad es equivalente, en las esca~ tologias secularizadas, a conocimiento pleno —entendido como total reduceion de lo real a 1o racional—y esto sélo puede lograrse si lo “otro” fe reducide a lo “mismo” De tal modo, vemos que los discursos emane'- sc han consttuide nse aa Yes de Ta asimilacién de_dgs lineas de pensa- micnlo incompatibles: @na)que presupone la ‘bletividad y plena representabllidad de lo social; CSTE pence oe mostrar que ‘cuya validez depende de mostrar que hay, hhace que toda objetividad social ea, en la ol a, imposible. EI punto {importante es, sin embargo. que estas dos lineas ‘optestas de pensamiento no se fundan en simples ferrores analiticos, de modo tal que pudiéramos ‘dlegir entre una u otra y formular un diseurso 16 ie a frregltondeGue clove femancipatorio que estuviera Mbre de incoheren- tas logeas. La cuestion es mucho mas complica- da, porque as dos fincas de nensamienia san loo suainentenesssats bat 2 meen sscuso emancgalorio-Es lo afrmando ia val MPA ez de ambas que un discurso emancipatorio pede tener sentido, La emancipaciin significa, ‘al mismo tiempo, fundacion radical y radical ex clusion; es decir, que ella postula, al mismo tempo, un fondamento de lo social y su impost- bilidad. Bs necesario que una sociedad emanc- pada sea plenamente transparente a si misma y, fl mismo tiempo, que esa Lranspareneia se cons lutuya a través de excluir una opacidad esencial, de lo que resulta que la linea de exelusion no ‘puede ser pensada del lado de Ia transparencia y ‘que la transparencia misma pasa a ser opacidad. Es necesario que la sociedad racional sea una {otalidad autorreferida, que subordine a si mis- ‘a Ia lolalidad de sus procesos parciales, pero Jos limites de esta configuracion totalizante —sin Jos euales no habrta configuracién en absoluto— s0lo pueden ser establecidos diferenciando a es {a Gllima de yn exterior que es irracional v sin forma, Debemos concluir que las dos lineas de ensamiento son logicamente incompatibles y ue, sin embargo, se requleren mutuamente: las dos deben estar presentes para que la nacion de 7 (En qué medida Ja nocion de ‘mancipacion se desintegra como resullado-de }> lar Resta caro que soo se desintgra er-un } cme ho ae sigue en absololo que sto sea suficiente para poner en euestion su. tmancipacin no se desintege. t 2Que se sigue, sin embargo, de esta incomps- lomo re et loirconeprblecled pice Leto sno fo oa Co cnconypoh be Ii, a & bie, eee b pesca] Pres (Gesices extoe leis vnconpel> Prnapos Lnssccr! ‘iatosicn seal eperntividad social —a menos, desde luego, que SGoptaramos i hipdtenisabeurdn de que e ere fo sok est eoreturado come wn terreno log oy que proposciones contradctorias no Peden tener elecivdad socal, Debemos,en este punto, tinting cn culdado doo afirncones my di finan, La primera es que el ponigio de canira- Alcina’ se aplica aia socisdad queen con- ‘ /trarcctseiban tre int particulars ytarea universal En te cuainiog aula To ners tena Seer es see se usa en Mary peed anu Ia tarea Stavcpatora porque ha pasado, precsanente fer pura evenla humana despejada de toa pertenencia parteutriticn Abore bien. lane Fostdad gia, en ine instal, Yu sea fun coe verdndcramene railed do. hon dea emaneipacion en sgune versie Teast dea raz" pares desu pos Stildad misma de tede cece (oalzant. Con soto ely tno oh aus by aeral ne coe ae a ee (Ghee ie cont eve Par rere SS Rrra rrr are Se Miers once es wootamnon aut ala no ts una conclusion adecuada. artcularismg’ un concepto esencialmente relational: algo es garlic alm parca ¥ Leonjunto de elias sla dente dela co las conan De modo cue st lo que esti en cuestion es la n0- cién misma de totalidad social, la nocién de Identidades “particulares" esta gualmente ame- nazada. Le categoria de tlalidad nos persigue través de los efectos que se siguen de su propia Esta tltima observacién abre el camino hacia tuna forma de concebir la relacién entre univer- salismo y particularismo que diflere tanto de una 2 inerrogent coucepms pevesine: f encarnacién del uno en el otro como de la elimt- nacién de su diferencia y que crea, en los he- chos, la posibilidad de nuevos discursos de libe- racién. Estos van, clertamente, més alla de la ‘emancipacion, pero se construyen mediante mo- vimientos que tienen lugar dentro del sistema de alternativas que aquella ereara, Comencemos nuestro andlisis considerando un antagonism ‘social cualquiera —por ejemplo, una minoria na ‘onal que es oprimida por un Estado autorita- ro. Hay yp corte entre ambos, y ya sabemos que en todos los cortes hay una indecidibilidad basi- ca acerca de a cual de los dos campos pertenece Ja nea que los separa. Supongamos que en un Certo momento otras fuerzas antagénicas —una, Invasion exranjer, ln aceon de fueras econ as oat, eto intersenen. La minora naci ‘al ert toda extasfueres antagonicas como fsmenazas eguivaienfes a cu prop identida ‘hora bin, sthay equtvalenca. esto Senin que a traves de ina mas dversasfoereas antagonieas Se exprean algo comin a todas elias Este le. mento comin, in embargo, no puede ser algo Posto, porque desde el punto de visa de avs Fasgos positivos concretom cada una de estas fuerza difere de as otras. En consecuencia, ie. ne que oer algo puramente negaiv: la amenaza |o ue tas clas plantean ala entidad nacional UE conciion 8 Que er ana rescos de tbe. lencia ada uno de log elementos equivalentes funciona como simboto de la negatividad en ‘cuanto ta. de tna cera impostbiligad universal {que pencra a In identidad en cuestion- En ores ‘érmines: en una relacién antagénica 1a que ope- ehviston ‘a.com golonegatio de-ona ceria Wentdad =. ts 2 dod 1 constitutivamente dividio, Todos sus conte- ‘nidos expresan una negatividad general que los trasciende. Pero por esta razén, el palo “posit” ‘tampoco puede ser reducido a sis contenidos coneretos: silo que se opone a ellos es Ia forma universal de la negatividad como ta, estos conte- nidos tienen que expresar através de su relacién cequivalencial la forma universal de la plenitud 0 de la dentidad Esta division constitutiva muestra la emer- gencia de lo universal en el seno de lo particular. Pero muestra tambien que la relacin entre parti colaridad y universalidad es esenctalmente inesta ble e indécidible. Qué contenido particular ba a cencamar la universalidad dependia de una decl- sion de Dios en las escatologas cristianas y, como resultado, estaba enteramenteestablecido y prede~ terminads. Como la universaldad autotransparen- te era un momento en el desarrollo racional de la particularidad, qué actor particular tba a abolr tt Glistancia respecto a lo universal, estaba igualmen- te Mado a priori en la vision heseiano/manaista de Ja histora. Pero silo universalfesula de una dv sion constitutiva en la que la negacién de una ‘gentidad particular transforma a esa identidad en el simbolo de la identidad y fa plenitud en ‘Guano tales, en fal caso deberos concluir que: (to universal no tiene cont ino Se re. fifleante-de fa plenitud como tal, de la idea mis ‘ha de pleniiud: 2) Jo universal solo puede emer- a partir de lo paricular, va que es silo Ja n-de un contenido pariclar lo que rans- Hebe ese contenido oral seta de une ant ‘seysalidad que lo tasciende: (3) puesto, sin em- 2 © 0000000000 000000000090009000000008 Doin sundae eae, que contenic particular fea sliear a aque e algo quc no puede de- {erminaree mi por un ands de lo partclar mi por un ands de lo wnvereal en cuanto tales Eatretadon eae los dos depande del contexte irlunasanisme yes, en el sentido estricto del {Erman una operacion antagbnea. Es como s Innes indecle que separara ais dos polos dela dite hbera expand etos efectos {ndoctbies al interior de los polos isos, ala ‘Risson misma entre universalidad y parla: dad ‘Consideremos, ala uz de estas conctsiones. aque ocurre con lasses dimensiones de la noien Aevemancipacan de la que parieramos, ad Shenton de fundamento.segin hemos visio © Bee ncipacon y nos envuel te en aporias lgicasinsuperables. Signin, Sintra, esto qu no fnemos nngn “Adgoce” pendlente con fa nocion defandaren- tory que tenemos simplemente que abandona ta2 Bvidentemente no ene elas razones Dor- fue a dlogreaciony el particularismo, que Sonettuyen iiniea akernaliva posible. presu- fonen,almisme temp gue migan, la noon de Fondamente Bo poste sin embargo hacer de a ‘nleracln entre exis Wns incmpales la ede de una dria praduetvidad pola, La par Standac rechaca y al miamo Gempo requlere In totallond, es deci findament. Estos mori. tients contradctorios se expresan eh 0 que | Fhemes Usnado la division congttuva de tala Relocun Conlin oO 5 imeraccioh entre gicas, saconp™ Identidad concrefa. La-igliadles imposible v fl mismo tiempo, requerida por lo particular: en ‘oman i ralecce —» fotelided ee hexieriel abba iiiin-dosriinia srawioseain esos venti 3 Ss fonbhtve tal sentido est presente en lo particular como ‘EES quello queesiéausente, como una fallaGonst- vee iutiva que fuerza constantemente a fo paricular ern que dl mismo a asumir-un papel un ‘ers que solo puede ser precario vn sutra. Es por eso que podemos tener una plies demo ‘DewerBei2, cilicn’ una sueesion de dentidades particulares 4ouaee 7 fins que tntentan asumir tareas universales par reo ed Que las sobrepasan: pero, como resultado, no son hunca eapaces de ocultar enteramente la dista- Gia entre tareae idntiday pueden ser siempre susttuldas por gaupos alternatives, i caracter thoompleto y provisional de sus contenidos poll tos pertnece a a esencia dela democracia. © ‘adimensin olalzante sigue, desde hueg. et ‘nismio camino que ia dimension de fundamento: Jas das son, en realidad, Ia misma dimension Vista desde angulos distintos. En lo que se relic re ala dimenslon racionalista, debemos tener en ‘cuenta que el giro secularista de — impli a a ver Ia afirmaciin de queelsentid? Yyclere. del hsteria no essere ala provahstoria, fy que no hay poder sobrenalural que opere como Weolidod fuente lima de odo lo que existe. a arma: clon muy distinia de que esta pura sucesion ‘mundanal de eventos es un proceso enteramnente Facional que ios seres humanos pueden dominar intelectualmente. De este moddla razon reocup: el terreno que el crstlaniemo habia atzbuldo Dias. Pero el eclipse del fandamento despoja aia Fazbn de sus capacidades totalizantes, y es o6lo {a primera afrmacion (0 més bien el comprom!- so), el eardeter intramundano de toda explica- i cl6n, lo que permanece. La razén es necesaria. Race pero es también imposibie. esta" Ta presencia de esta Perma 3 of robe Gaile No hey verdoclow comicura, . ausencia se muestra en los varios intentos de “racionalizar” al mando que los agentes sociales finitos llevan a cabo. La precariedad y el fracaso cen a bltima instaneia (st persistimes en medir el feito de acuerdo a un vio patrén racionalista) ‘on clertamente el destino de estos intentos, pe- ro a través de este fracaso ganamos algo quizas mas precioso que la certidumbre que perdemos: tina Glerta Hbertad frente a las diversas formas Ge identileacin, que son impotentes para apr slonarnos en el tgido de una logica tnapelable. Lo mismo se aplica a la rencia: la representabilidad total ya no es mas ‘una posibilidad, pero esto no significa que su necesidad haya sido erradicada. Este hiato in- franqueable entre posibilidad y necesidad nos conduice de mado directo a lo que Nietzsche la- ‘mara une “gussra. de interpretacignes. St geres {nitos y lnnttados tmtentan acceder al saber, a hhacer el mundo transparente para ellos misms. es imposible que esta limitacion y fnitud no se ‘ansmita a Jos productos de su actividad inte leetual, Bn este Sentido el abandano de ia asp ‘Tacion al saber “absoluto” tiene efectos altamen- te estimulantes: por un lado los pueden reconoceree a si mismos como los Verde eros exeadores y ya no mas como ls receptores pasivos de una estructura predeterminada: por Lotro lado, como todos los agentes sociales te hen que reconocer su finitud concreta, nadie ‘puede-aspirar a ser la verdadera conciencia del undo. Esto abre el camino para una fimitada interaccin entre una multipicidad de perspecti- vas y hace cada vex mas distante la posbilidad e cualquier sueno totalitri. % fundamente y, al mismo tempo, hace a éste ulti 010 pose haber lowes be fev 4Qué decir acerca de aquellos aspectos que son incompatibles con la dimension de funda: mento? Como hemos visto, la gimensién dicot ‘mica presupone la localizaciér estructural de us ‘mo impensable. Sélo si tiene lugar al nivel de wn fundamento de Io social ol corte que constituve Jn dicolomia es radial desde el punto de vista de ‘30 localizaeién, pero la operactén que la dicoto- mia lleva a eabo —la separacién de la emancipa- ign de un pasado totalmente exterior a ella— es Jogicamente incompatible con la nocién de una tal localizacion estructural. Pues bien, como en cl caso de las otras dimensiones, algunas conse- ‘cuencias positivas se siguen de este doble movt- ‘lento de autoafirmacion y retiro del fundamen- to, La mas importante es que si, por un lado, ' absoluta, né 4 ninglin acto de fundacién revolucionaria total ero si, por ol ou0, esta dicotomizacién no es el Fesultado de una eliminacion de la alteridad ra- ical sino, al contrario, de la imposibilidad mis rma de su erradicacion total, dieotomias parcia les y precarias tienen que ser constitutivas del tejido social. Este caracter incompleto y precario de las fronteras que constituyen la division so- cial estan a la ralz de la postbilidad, en el mun- 49 contemporéneo, de una autonomizacién ge- neral de las luchas sociales —los Namados ‘nuevos movimientos sociales— que van mas alld de toda subordinacion a una Frontera dnica que teria Ia sola fuente de la division social. Final- rene, 1 peeasenda de lena 0 ser ‘emaneipada respecto a Tas Tuerzas opresivas cs también subvertida y sometida al mismo mov ¥ © 0000000000 00000GCOOOD000920000008 st momo lento contradictorio que las otras dimensiones experimentan, En los discursos clasicos, 1as Jdentidades emancipadas tenian que preexistir at facto de emancipacion como consecuencia de su Fadical alteridad respecto a las fuerzas que se les foponian. Es verdad que esto es inevitable en (0 fa lucha antagénica: pero si, al mismo tiempe. fa dicotomizacion no es verdaderamente radical =y como hemos visto no lo puede ser— en tal ‘caso la identidad de Jas fuerzas opresivas lene fque_estar de algin modo inscrita en Ia identidad ue busta la emancipaciin. Esta situacion con- tradictoria se expresa en la indecidibilidad entre internalidad y externalidad del opresor respecto ‘del oprimido: jo es parte de mi identi- {dad como suieto que lucha por su emancipacion: Sin la presencia del opresor mi identidad seria Giferente. La constitucion de esta ultima require {yal mismo tiempo rechaza la presencia del otro. Las luchas sociales contemporaneas hacen plenamente visible este movimiento contradic- torlo que tanto el discurso de las escatologias religiosas como el de las modernas escatologias Sseculares habfan ocultado y reprimido. Hay co- fmenzamos a aceptar nuestra propia finitud, con todas las postbilidades politicas que ella abre. Este es el punto en el que se muestra el poten- cial Iiberador de nuestra era posmoderna. Po- ‘Griamos quizas decir que hoy estamos al fin de Ja emaneipacién y al comienzo de la ibertad” + Desde que este ensayo fuera eignariamente pl ‘ado ey 1992, una sere Coneiserable de malentendidos {Ba tendo lugar en tomo au uma oracion. Aimar que ‘Stamos ena conuenao dela bering, yo implica negar 8 te eee ee eum e gmt capes Senne Ee ea Se mt a is Some gain game ec ‘he clerah nna feeata hae aa NL ene OS so may So ea oa ee oes Pe cn nce tf abies te, pomeeere a eae oe, een (actin ibe. eceren de a nro de fe Some Serene pee ee Sovaa amir aoeremet meses hata ce te Sere eee oer Saat ee rpegernes Se rece ei eee eee be lord iiss Sete era eet nen Sinema aceacoee Siarieie Ree cecga pips emeracantie wane tte Een eee es rend een By Siacefin fa raped ‘osbiidd come ia de npestdtied Sree Ee a tae ae peerage ere Sos Samenena dere cate maeoremenae oocee {onder ta expert de boca mooie » rab on pies te it sta ery enemas coe aiiiee ether ence a yar ieee gine ge EE fll er mi oe gener ‘experiencia de Ia dislocacion no ipso facto “algo iii ges et nn fea ikea cuctve ae Scecera hearse See meee nee Dap! Seteiere ote oem oe SontassamesNonmmue Bela erat taal Etta mye gaa can aera Sige wom aera Saeancenrme dune oye See ele Serotec ncemeant ar =p eee pe ge SSae riewrpcaiaas rane ae Soir rem oe Suencucuniemes oe ad Staecrgre ear Saponiansneenimerieea Eat wods carae tans sel ceed eee rae oe fers aamre Ss ecb erence we theese rabanen sa Sane on reine Lame Se cacamrte Sheetoenanieem ones? ieetaeiaenensiomnns eens ae [Eee reece ae Sore oon cee eo ihe poten eames Era poms Gan econo a o en exos espacios la ambigcedad de la Wbertad fat races que eh! Pasedo de fenuneiar a [ertad St a ibertd y a slcseion va juntas. fen eltereno de una Mberad generaizada que ‘Sheo reultan postbles. St esto es ast elo sigh {ei Dongen de na ita acl pare eh stjeto equivae a Ta busqueda de-una dislecat ‘in freata ¥ una total Gesintegracen dele o'sacal Signiien tambien que ura sociedad Ge ‘hocratica que ha logrado ser un orden sectal {Una que ha negociado de un mode expectico it ‘Sontded Iberad/ausencia de bert a © 000000000000 000000009000000000000 side cabana Universalismo, particularismo y la cuestion de la ‘Se habla hoy mucho de las identidades étni- ‘eas, nacionales, sociales y politcas. La “muerte Una consideracion ini) y puramente form rapidamente descartadas. Una consistria en [yer ovee Puede ¥udar a aglaar el punto, Sabemos. @ Sebener que cl islsmo signiicgnte puede ser pani de Squssure’ que la lengua'ly por exien See cates Sa en dierentes Soph FLMC Lon sodas aw eatructurae Sgneatves) es un asa ono comsecuenci dela arirate Soe Sea Pero rela aro queen ete urine no sein aco oo sul ‘Sas cau nunc de cad ees Soe ie Une segunda posi es aE eten cae mega | ree Se ous une adusdeesminacin 9 en ss curunatgde ogihnten Impiea Te RERENE Sin cnr, ext case feecee dt sgaeante no hace ota dL eae Siento ns ace See Fave ln crccon de una eopoes Tadecuodaa ues problem, 1s termine de Sa seca an senor evcpan. Con ae Sou ctentamos no econ na pore o una Res gc ngencines nine conta ent Pied ttsca de alge goe apunte. dened Pitior ae receo de silencio, a pres 08- Liremes SISTEMA Gia discarsiva de sus propio lies @ “tm consccuencla, unjsigaliante wana bolo SEBO F= puede sung eveamieniets Rabiteda por ust impasbiidad estructural ys we esta imposibilidad solo le ificarse a si eae - fEisma como interrupeion (gubversion, distor- 2 Sion, cle) dela estructura del signo. Bs dear. ue Tos limites Ge Ta signifieacion sélo pueden 22 anunciarse a si mismos como imposibilidad de realizar aquello que esta en el interior de esos I iites —si los limites pudieran significarse de a ~ Supe sistema de diferencias; que las identidades Lin ‘Bist Sle aree ton Sevan laa eg yg recs oars IEngts css inplcada en cada sete ae Sihiiagia Mos ben cen at eet cs SEE Seva ev un cequeimientsesencial TOM 22% Seog a tabiccmcen to on nm ningun acto sige. Soya pole, El problena ex sin embargo, Gu0A In pogdad misma de a signifeacionves 9 9°/FCHCE sistema gonorlial ta Stes e Squrae {Guten poubiaad de sus Minton Poacros SEAS ce oe ns dois ‘implica penser lo que esta mae alld de esos lim es, Pero st de lo que esiamos hablande es de de un sisiema signifeativo, resulta; oS tie mie moaned aE ‘a si mnismos como. 0 quiebra del pro~ De fal modo, nos encon- ‘ramos en la situacion paradejiea de que aquello que constituye I de un UA *, Giga sete collate es tambien CONDCEY Seca Gee cantons waemnaicr ie mapas = POwU bilidad —un bloqueo en Ia expansion continua D=t S1s/=M del proceso de significacién. posiD Bop deriva de lo antertor, es que| fautenti- ‘ Se muscs oh nents ais wepecmoes ex awe + Ald os (im Evelusion Lomdes Pence ‘ma exchusién, Un Jamie pgutzal implicarta que@® res csencialmente continuo con Io-que esta a sus dos laos, y que eatos dos lados serian sin plemente diferentes el uno del otro. Pero como tuna talidad signieaiva es precisamente un Stshncts ATER 0 signiien que ambos lados son parte del mismo sistema y que. en consecuencia, los limites que separan a uno del ‘otro no pueden ser los limites del sistema. Por el ‘contrat, en el caso de una(exclusien) tenemos) utente limites. dado que la realzacin de lo (que td mde alld del Hite de exclusion implica _liuimpogiilidad de lo que est8 de este Indo del “Ais i nics sutenioos on aemore saab" slog, Pero el operar de esta logica de los limites, fiedida en que hay la impossbilidad radical de un. fislema que sea pura presencia. que est por enc Ena de todas las exclusiones, que los sistemas (en plural factuales pueden exist. Ahora bien, sila ‘stematicdad del sistema es un resultado directo limite exchayente es solo estefexcusinlla que al sistema como tal. Este punto es exencial. + ner un fundamento positive ca. sede sjgnienree a sf mismo en tes. SS ththos de ning saritcado postive. Supongame “por un momento que el conjunto sistematico re- Be Tem cura sere de Serer wecerot gre cyeHl MR Dao go ods nas cheno eparten sa (que ee extienden a ambos lados del limite y que ‘nos conduce de modo directo a la emergencia de vo tos sigifeantesvacos, 1) Un'primer efecto delfimite excayentales que 4 inuoduce una ambWvalenciaesencalen line or del sistema de diferencias que ese mile inst- {ue Por un lado, cada elemento de sien 50 iene unaldentad]en la medida en que es die rente de los ots Diferencia = Ideniidad. Por el {0 ld, sin em tas Cerencias son ‘cqublentes las unas alas otrs en ln medida en ‘gue todas clas pertenecen al lado Inferno dea ‘onters de excielin. Pero, en fal caso, BSED (Gadi cada ciemento dal sistema sparcce const- ‘uvamente divide: oF wD ado cada diferencia se expresa sf misma com dierent cada tna de ells se cancela a si mismSerrewsA tal al entrar en una relacion de equivalencia con ‘as as Gas Meenas Gel ste. dado UE 0 OE clewester Seige Geen Eas oor pets om (Sree an ree ea PS oe Banca de de direc JP, 72580 Positive (por ejemplo que todos ellos pertene~ {cen a una misma categoria regional) En tal caso, ese rasgo positivo seria diferente de otros rasgos positives, y todos ellos apelarian a un eonjunto Slstemético més profundo en el interior del cual sus diferencias podrian ser pensadas camo dife- renclas, Pero un sistema constituido a través de la ‘exclusion radical interrumpe este juego de la lbgea diferencia: aquello que esta excluido del sistema alli de las diferencias positvas que lo Constitayen. ‘Tauesira a todas ellas como expresiones equivalen- {es del puro principio de Ia positiidad ( del ser en 2) Desde luego, la condicion para que esta ope- zacién sea posible es que lo que esta mae alla de la ffontera de exclusion sea reduc a la pura nega n funda a este limo en un acto que-yendo mas” © € 000000000 000000000090000000000008 {Wuidad es deci, a a pura amenaza que ese ‘alla presenta al sistema (amenaza que a 1 v2 ‘sin embargo, lo consttuye), Sta dimension de ex clusion fuera etfminada, © aun tan solo reduc, Jo que ocuriria es que ol eardcter diferencia! de ese "més ala” se tmpondria, lo que resultaria en tun descibujamiento de los limites del sistema. So Jo sf glands glé pasa a ser el signiicante dela pa- mee SF 5a amenaza, de la pura tividad, de To simple- Pe uy cer mente excluido, puede haber limites y sistema (6S oye ve/? decir un orden objetivo). Pero las varias calegorias comme J Scan a os efectos de er los agian de See rare fo echt (simp, def exhsi. Se hon qu eanclr gus cerca a rants fi ‘macien de une tale de equivalent de aquello i (ued toleme demortat sos ees desig Sea sim, Nuoamente, vemos age apes Gad de un siguieane vaio anuneandove a 3 tino a traves de eta loge aul it Sagas dsucen en cade ella, "aos pourancs progtarnoo opor a ee pure se 9 istematead del sitenay 9 sue ‘Verso— la pura negatividad de Jo excluido, requic- ver gods de sues ais pares ae oa eee oes gue cm Liners 25 $9 estamos taiande de sigaear as nen dea op Gre sites eal sees seat eno “Tipo oi on eta do hacer xeon ‘raves de Ja subversion del proceso de significa- Sin Sates, a raves el picoealis, ue fo Gov no aecamenteropresntable a cons Sette dt puede cocotear uct de pe ‘Sntucon en fu subvert del prose Sg Savion, Cada signicante conettaye un signe ‘mediante su union aun sind pare. me | heen Jucroene m diane ou inscripeién en tanto diferencia en el pro- eso de significaciin, Fero si lo que estamos tia siuibtogianda de signitcar no es una diferencia sin). al ‘owas, contrarlo, una exclusion radial que es fundamen- J eccunsioVio y condicion de todas las diferencias, en tal caso \ la produccion de una diferencia mas no constitsye | ninguna solucién al problema, Como, sin embar~ 0. todos los medios de representacion son por na con sighiitados partowlares y asumen el papel de =. Tepresenlar el puro ser del sistema —o, mas bien, & 9 eisistema como ser puro y simple que tal signi § § caclomes posible. ,Cual es e terreno ontoligicn de festa subversion, qué es Jo que la hace posible? La respuesta es: la division de cada unidad de signifi cacin que el sistema tiene que construir como ely focus indecidibie en que tanto Ta-lagica de Ja die: ‘enclp como la ogica del opera solo privlegiando Ta dimension de equi hasta el punto en que su carécter diferencial c= ‘casi enteramente anulado —es ded) dose de su dimension diferencial— que(el sistemafpue- de signicarsea si mismo come totalida. os puntos merecen subrayarse. El ces que el ser o sistematlcidad del sistema gue ex representado a través de i wacios. no fs un ser que no haya sido realizado tan solo Facticamente, sino que es constitutivamente inal- ‘canzable. porque cualesquiera que sean los efec- (os sistemicos que factualmente existan seran siempre e] resullado del compromiso inestable contre equivalencia y diferencia. Es decir, que e=- ‘amos frente a una falta constitutive, a un objeto {utalecaciferencales, esto i el earicercfercn, Sobuers Gla dela unidades sonicatvas ca subvert, Sel sos sigfeante ce vacan de toda vineate Gye atees dele, smpostble que, como en Kant, se muestra a tra- ‘és dela imposiblidad de su representacion ade- ccuada. Ahora podemos dar una respuesta com pleta a nuestra pregunta inicial: puede haber ‘Significantes vacios dentro del campo de la signi- feacion porque todo sistema significativo esta eimicturado en torno aun higar vacio que re ‘sulla de la imposibiidad de prodicirtin objeto ‘que, sin embargo, requeride por la-sistemat- idad del sistema. Fs decir, que no estamos ha- Dlando de una imposibilidad sin lugar propio, ‘como en el caso de una contradiccion logica, si no de una impostbiidad positiva, real. a la que la x del significante vacio apunta. y ‘Sin embargo, s ese [objeto pone earece co a i eee eee directa, esto soio puede implicar qve_eLsignil § eae ce de moter ue as § fneidn representative Ser siempre constituiva- © rente inadesuado, gQue es To que determi. cn fal ea80, que sea ta signicantey no otro el que sume, en diferentes crcunstancla, ex fancion Signifcatve? En este punto debemos past al te- «ma principal de este ensayo: la relalon entre Sgnicantes vaciosy poiiea, comritotmedte, inececusdo Hecewonta Volvamos a un setipid que hemes discutido en detalle en Hegemonia isa a, ‘constitucion, segtin Rosa Laemburgo, de Tht " Emesto Lalas y Chantal Moule, Hogemoniay esta ‘democror, tegia soca Hac wna radialzacin dea ier 1988 WL becker, Legere oa ? Fro dad de ta clase obrera. durante un largo periodo ‘través de una sobredeterminacién de luchas parciales. Su argumento bsieo es que la unidad no est determinada por ninguna con- ica acerca de la proridad respecti- fl sigulente: en un cima de extrema represicn, to- da ilzacign por un objetivo parcial _ Dan eae act Sa Te Se Simran ‘Shjelve concreto de esa Tuchas, sino tambien co-— ‘mo acto de oposiién respecto af sistema Este OI Gewese Subs See entre una variedad de luehas y movilizaciones coneretas 0 parciales —todas clas son vistas como relaciona {Gas entre si, no porque sus objetvos coneretos es- ‘én Intrinsecamente ligados, sino porque todas tllas son vistas como equivalentes en su conffan- tacién con el regimen represivo. Lo que, su unidad no es, por eonsiguiente, algi- postive “que ells comparian, sino algo negative: st opost Gon aun enemigo comin. EY'amgumento de Rosa ecm eo eae ae ecm eo eae ae See ee Se a anes ‘Tratemos de aplicar esta secuencia a nuestras ‘ategoras anteriores, sentido ae e toda iucha eoncreta + ‘el mismo + | comtenzo, internamentd aividide. 1 ob ‘Sore des cha co nO bores ES Lucho —» vow Pere z concmica, sino por os_ nberoce pranehiad ©0000 000000000000 00000000000000008 ep volerca ou feacew su concrecién: él significa también aposicitn a sistema. El primer significado establece el cardc- fer Giferencial de esa reivindicacion o movil cign frente Todas las otras demandas o movi zaciones, El segundo signifieado establece Ia equialencis de todas esas reivindicaciones en Su comun eposicién al sistema. Como vemas. to da lucha conereta esta dominada por este movi miento contradictorio que ee funda al mismo tiempo en Ja afirmacién y la abolicion de su pro- pla singularidad. La funcién de representar a ‘Sistema como tolalidad depende, en consecien ‘cia, de Ta posibilidad de-que la dinension de ‘equivalendia prevalezea neiamente cobre la ch mensién diferencial; pero esta posibilidad es ‘simplemente el resultado de que toda lucha incl vidual haya estado ya, desde el comienzo, pene- trada por esta ambigiedad constitutiva. Es importante observar que sf, como lo hemos jsehalado, la funcion de los significantes vacios (eas ar gaa eeattad dieoneats oscar: 9" ios de representar la identidad puramente equi- alenciai de un expacio comunitario, ellos no ‘pueden constrair esta identidad equivalencial como algo perteneciente al orden de las diferen- cias. Por elemplo: podemos presentar tanto como (queramos al régimen zarista como un orden re- Dresivo sobre la base de enumerar los distintos tupos de opresion que él impone a distintos sec: {ores de la poblacién: esa enumeracién, sin em: Dargo, no nos dard la especificidad del momento represivo, de aquello que constituye —a traves de su negacién— lo que es peculiar a una rela cion represiva entre agentes sociales. Porque en. tuna tal relacion, cada instancia del poder repre- * sivo euenta como simple sustentador de la nega- clon de la identidad reprimida. Ahora bien, st la fdentidad diferenctal de la accion represiva se “distancia” de si misma a través de su transfor ‘macign en mero cuerpo encarnante de la nega cién del ser de otra entidad, resulta claro que tenire esta negacion y el euerpo a través de! cual lla se expresa no hay ninguna relacion necess- a —nada determina que un cuerpo particular py este predcterminado a encarnar lo negativo co rota. TEs esto, precisamente, In que hace poste Ia relacin de equvelenca:diferentésIachas ind (uals 2on ots tants cuerpos, cualquera de los ‘ales puede encarnar la oposicon colectva de todos ellos al poder represba. Esto implica un do- ble movimiento, Por un lado, cuanto mas extendl- SSStia co ou entiiatcerencil —es dec. SESE ator propia qe fn expore de todas Ins otasidendadesdifesencaie. Al contraro, Como ln selacin-eaunlsal mostra ve estas \danidades diecencales son tan slo cusmos ave (earnan sin-dstinen_postble algo guaimente ‘SEoSeue cna eect mis evtendda sea Frcadena de equvalencas, menos cancreto ese “aig iguaimente presente sera. Bn su lite x {temo cote -lgo" cero puro ser dela coma fi. af margen de toda maniestacion concrea Por ouolador gull gue esta al dei op ‘ade Grennimtinearssoremco seit ropes conta menos came ‘iutumenio de-fenesiongs pavicaares ere” __clales v expresard més la pura anticomunidad, la n (APSA De equiva peraceot Ep Hester Occhner Fivcioy equvalencac. Ne siguiticate FYO pura negatividad y el mal. La comunidad ereada por esta expansién equivalencial sera, pues, la pura idea de una plenitud comunitaria que est ‘ausente como resultado de la presencia del poder represtvo. Pero en este punto comienza el segunda movi- ‘miento. Esta pura funeién equivaleneial que re _presenta una plenitud ausente y que se muestra ' través de Ia disolucién tendencial de todas las fdentidades diferenciales, es algo que no puede {ener un significado propia y fyo —porque en tal ‘aso elias alld de las diferencias" seria na di ferencia mas y no el resultado de la usin equi valencial de todas ‘iferenciales Precisariente porquella comunidadlen cuanto tal ‘noes el puro espacio diferencial de una identi- ‘ude fener rife rn pra de roan lasiny tere que tomar st dleee ch esa alguna cent constiada cnet {Spacio equtalengal “ue mismo meds oer a Gro cs un valor de uso partclar que aso, al stm nip, ia fancn de representa al vlor en genera Bae 4: sau aue ln aes dra | 9 segun vimos. To que hace poste. S*f de saucile que Jo liga a un significado diferensial aLpatticulames. ‘Ta emergencia de ites. 9s" como sig- yp" Pero esto nos conduce nuevamente ala cuestion genau eta a eceén anterior ap a lucha diferencial —en nuestra ejemplo— es Iguaimente capar de exprenar ms all do wun i T®® sting nei a plenitdasente cence WTO ‘munidad: sf la funeién equivaleneial torna a to- ddas Ins posiGiones diferenciales igualmente ind ry pleniTD, dad objetiva sing-una_plenitud ausente, ella no AyseM 1 lento de-un ae or 0 erentes en lo que respecta a la r fon. ccquivalencial; si ninguna esta predeterminada ber sea cumplr este pape: qué esl que deter) Ci ‘mina que sea una y no las otras la que encarna, fen momentos histéricos partieulares, esta fun: clon tniversal? ‘a respuesta es: el cardicter desnivelado* de 10 social, Porque si la ferradicar la relevancin de toda localizacion dife- rencial, éste es sélo un movimiento tendencial, slempre resistido por la logica de la diferencia que es esencialmente antigualitaria. (No es una sorpreia que el modelo del estado de naturaleza de Hobbes, que intenta deseribir una sociedad fen la que el libre juego de la légiea de la equiva- Jencia torna imposible a todo orden comunstari, tenga que presuponer, en lo que respecta al po- der, una originaria y esencial igualdad entre los, hombres.) No toda Sosiein éh Ia sociedad, no to- da lucha es igualmente oa Sts conteaae en an aR oe oe {omarse un significant vaci, gPero no es esto ‘volver a una concepcién por demas tradicional de la efectividad historica de las fuerzas sociales, tuna que afirme que el desnivel de las localizacio- nes estructurales determina cual de entre ellas va a ser la fuente de efectos totalizantes? No, no Joes, porque estas localizaciones sociales dest- ‘uales, algunas de las cuales representan pun- tos de alta concentracién de poder, son ellas ‘mismas el resultado de procesos en los que las ligicas de la diferencia y de la equivalencia se Sobredeterminan entre si. No e trata de negar la ~Uneverine ene texto original a "| egeajesenr custende sy, sp > @ ©0000 000000000008 O00900099009000008 cfoctividad historica de la Logica de Jas localiza tiones estructurales diferenciales, sino mas bien de negar que estas localizaciones, consideradas como tn todo, tengan el cardcter de una infraes fructura que determinaria. a partir de si misma, las leyes de movimiento de In sociedad. ‘Si esto es correcto, es imposible determinar al nivel del mero analisis de la forma diferencia/equt- Valencia, qué diferencia particular pasar a ser eb Tous de efectos equivalenciales —esto requiere l cctudio de una coyintura particular, preessamente porque ja presencia de efectos equivalenciales es Siempre necesaria, pero la zelacin equvalencis- (iferencia no est ttrinsseamente Tgada a nin- Samamnieniio dlerencial particular Esta relacion por la que un-contenido particular pasa a ser el gucane ee pend eomumiara ausite, es Beene qu Tammi heer] i Sarl sido Sea canals & Esio puede verse facurmente SGretderamos wns diicultad bien conocida que ha Sido un obsticulo recurrente en la mayor parte de Jas teorizactones de la hegemonia —la de Gramsci incllda, Una clase o grupo es consderado come Jhegembnico cuando no ee eierra en una estrocha perspective corporatista sino que.se presenla a los ecctores de (como el agente amgi de 1g poblato.come eagle nag preseanen qe gut entendemos po (@e anplos) a referimos igs oblevos ye fae mest os posbida- Oe ‘queda sociedad sea una adiciin de 2 grupos separados. cada uno dels cuales ene a Su propio objeto y est en constant elton con Jos tos, En ta cao, “ms amples wala podria slgntar et equa precato de un acuert ne socio entre grupon todos to cuales manten: dan sus objeto coflcivos y su Menta. Pe. “eg s fedaramente aun Sp de ‘unidad comunitara ms fer que In que tt acuerdo sugiere. Gunga posibilidad: que, Siedad tenga alain tipo de esencia preestablocida, le mio que emis ampli tenga un conenise propa, Independiente dea volunad de er eopos ariculares qe hesennin signers eae “aciin de esa eseig Feo esto sO iiaoar Ia cmensin de eontingeacia que ha eta sem pre asociada con In operacion hegemonia, sina gue tambien seria Incompatible con el cardcter consensual ela “hegemonia’: orden hegeaun sera la mpostiin de un pcncpi oyna ‘clon pollen ene ls grupos. Ahora bien. s ‘onsideramos i eueston desde cl punto de vist, de la produuceion social de s _vacos, € rot ee a ks ‘opera ‘ion hogerménica seria ia presentaciin de la part ‘cularidad de un grupo como la encarnacidn del bietvo no real Como opera este mecanisme? Consideremos la situacion extrema de una desorganizacién radical del teido social. En tales condiciones —que no son, ‘muy distantes del estado de naturaleza en Hob- bes la gente necesita un orden, ¥ el contenido factual del mismo pasa a ser una consideracion s secundaria, El “orden” como tal no tiene content- do, ya que sélo existe en las varias formas en que tes en los hechos realizado; pero en una situacion ‘de desorden radical, el orden’ est presente como | uit een : {evacio, eV aignificante de esa ausencia En tal ‘sentido, varias fuerzas politicas pueden competir fen ou eafuerzo por presentar sus objetives particu lares como aquellos que lenan ese vaco. Hegemo- ‘nzar algo significa, exactamente Henar ese vacio {cmos hablado actrea de “orden”. pero cbviamen- te cunidad", “iberacién”.“revolucion", etc. perte- nnecen al mismo orden d¢ cosas. Cualquier término {que en un cierto contexto politico pasa a ser el sig- niflcante del falta desempetia el ism papel. La Jes posible porque la impestbiidad consti- “tie dela sociedad solo puede respreseniarse a simisma a través de a produccién de signiicantes swaclos) ‘Esto explica también por qué la hegemonta es siempre inestable y penetrada por una constitutiva ‘ambigledad. Supongamos que una movilizacién ‘obreratlene éxito en presentar sus propios objet ‘vos como el significante de “iberacion” en general (Como hemos visto, esto es posible porque la mov laactén obrera, que tiene lugar en el marco de un régimen represwo, es vista también como una Iu- cha antisistema) En un sentido ésta es una vieto- ta hegeménica, dado que los objetivos de un gru- po particular son identificados con los de la Sociedad en su conjunto. Pero. en otro sentido, es ‘una victoria peligrosa, Si la lucha “obrera” pasa a ser el significante de la iberacién en cuanto tal lla pasa también a ser la superficie de inseripcion yy el medio de expresion de todas las luchas eman- cipatrias, de mato que In cadena de equialen- tian que se ‘unis en tame a ete sipuiicate {ends a vacaro ya desir ss coneson cone contenido conreo sige) can lau at Se ogmatent aout. De tal oo, cms Tetada desu misao Sao, aoperacon hogan, fica ende a atensar sos vince son i faces ue habia ido ogariarente su promators be ica seccecneny Calabi, © Consideremos por un momento el papel de tos { Senificantes sociales en la emergencia del pensa ‘miento politico moderno —estoy pensando esen- se verifica a través de ellas? {Cuitles son los jue- = fone lenguaje que estan a a rae de surge = te productividad politica? $5 == romemos a ambos debates separadament®y~ | Fg yeamos los puntos en que ‘catego FS tas entaes de ames m mer lugar a cucrtn puede ser frmuladn SG cs termina: yen gonble una pura guarg, CUT HESS" de la diferencia, un_puro particularismo que 3 Sabandona enteramente todo tipo de principio eet a ERE ly vain racones par Gude ds que ‘esto ea posible. En primer lugar, postular una iad separada y diferencial pura es 1o mis- ay afar gue ca ended se const (2 Gants os raion del dlerencs La re ss ferencia al otro esta caramente 2 resent = — E ‘Sta do roe ead No ay md QS fave un gape maeuar que habia en lame po poeta Se eine co RE bane pucdavirana 16, S Shtenca monddicn al sontraro, parte dela ‘ definicion de su propia identidad es la construe. of05 fup cin de un sistema complejo y elaborado de rela | Sones con otros grupos. ¥ estas relaciones ten- § ran que ser reguladas por normas y principios ‘que trascienden el particularismo de todo grupo. © Mirman por elemplo. el derecho de todos Tos 3 ‘upon tema auianomia cual aan Efe ERS Siam aque aura must | Ioorelanr Fascarr sobre bane universes La alma : ate =: Darticularidad requitre apelar a 7 ee ; (eel palace wma pe , a FFERENCIA 7 EQUIVaLENCIA J 7 77 Jef Bh ore AU FP cin ta Jogica de ta diferencia sera interrumpida wesieS) oF por una Losica de fa cquivalencia y de la igual. 2 dom * Ganocpunisqelpuatgerdehar | tun grupo, menos le sera posible controlar ete reno cominitario en el que él opera, ¥ mas unt versal tendra que ser la justifeacién de sus re ©0009 0000000000 0000000089900000008 \ i 3 4 iss seam ese eas Are 8 Fagor Ba? $n ia relacidn entre grupos. Porque wna ide lamos, Pero hay otro motivo por el cual una politica de la pura diferencia se niega a si misma. Ait pay mar la propia identidad diferencia significa. co- ‘Py, mo hemos visto, incluir en esa Mentidad al otra como aquel del eval uno se delimita. Pero‘es faeil /CLU ver que una identidad diferencial plenamente lo- ‘grada implicaria sancionar el presente statu quo ‘dad que es puramenie diferencial en relacion a \p/@i aie a abate tenes noe a wa cen Suitado mr puede tae rectanoe iictitarcn Teepecto a cuoe grupos. Supongimes que ut tropo tone esos Felamoe —por ejemplo el ato de iuaies oportuntagdee en chempleny tna educaton,o incluso deren de eta Ger excucascoicslonnes, Bn la med en que tetas rvndleaconen son preseriadan como de Fechoe gue, come miembro de In comunidad CSmpart con todos tengo presuponer que naj emmplonene rents de Ios otto sno, cn cetoe aopectos fondant tes, iual aeag' e arma que todos ow gr feos pariares nen el derecho al eapeto de 5 propia pariculrtdad, esto sinien ue, en Slertos reepetioe, son lguales ence a $616 et tha sluscln en que‘toes ls rapes aie | ‘aiene sty cyt que ninguna debe aula ser algo distinto de lo que es al presente, la pura Jogica de Ta diferencia gobernaria de modo exchi- ‘sivo Ia relacion entre grupos. En toda otra situa. » los vast. encia —Ia nocion de desarrolios separados— es- len la base del quactheid. Este 5 el motivo por el cual la lucha de todo @Jempl> ‘gzupo que intentaafiemar su identidad ean ‘Slplesto host eta siempre confontada por dos ‘lites, opuesios pero simtiicos,respecto & los bales no hay ninguna soluclon gle, ninguna ‘cundratura del eeulo, sine sntentos precarios y ‘sonlingentcs de mediacion. Gio grupo intent ‘frmar ou idenided tal come gla eal Zed qie su localizacion en el seno de Ta com Dida en su conjunto se define por el sistema de ‘cchisiones dlctado por los grupos deminantes, se conden sf mis a is perpetua exstencia iarginal de un gusto, Sus valores cullurales __“Bueden ser Facilmente recupergdos.como “folklo- re" por el orden estabecido hyper el otro lado, lucha por cambiar esta lacaloatien y por rom con su situaclon de marginalidad. Uene en fal caso que abrirse a una pluralidad de iniciativas * ics que lo evan mis alld de ls Tinites ave elinen a idenidad presente —por ejemplo. ii Ghas en elseno de is inatituciones, Como eats inetlcuclones estan, sin embargo, moldeadas ideologiea y clturelmente por los grupos domi- nantes, el peligro €8 que se pierda la identidad diferencia del grupo que esté en lucha. El que tos nuevos grupos logren aneformar las insta: cones, 0 que Is logea de las instituciones consi fa dir ~a (raves de la cooptacion— la ident Gad de los grupos es algo que. desde hiego. 20 tsté decidido de antemano y depende de tna It Jotol ' as cha hegeménica. Pero lo que es certo es que no hay ningin cambio histérico importante en cl Seite idad de todas laf que la Wdentidad de todas las fuereas intervinien- soo ere unite eee totems Tan victoria en términos de una autenticdad eultt- fe ie cree a come ea Sateen Sane Or ae ethene igh SOS re eter eae Sar ee Pog ed es i clase obrera y la universalidad de la tarea de | ‘yansformacién socialista, habla estado domina- i da por el supuesto de una ereciente simplifica- i lon de la estructura social bajo el capitalismo: ‘como resultado de esta simphificacion, Ja clase obrera como sulet seneo vasta mayoria de la poblacion v se haria cargo de Ja tarea de transformacion universal. Una vez , ue este tipo de pro sulto desacreditado a fines del siglo, Gos solucishes posibles queda. 7” tonsa: tgp Tle taciomacion ne. ‘Sen «una Super de ich domowrtes ‘a oo ttt may geen ore sccerperstee ED poraret ora |, paitesacs pure taenrteace cabo for |) Gna ae seer uicadea vs dete |) iaseusonas 1 ltidScamine condo ae fa sd disco Sm sci sacle ‘cri a cae rere fu copa pores thdoenel gue cha paripaba por eos meee 2 MBRIDILACION AON Sis « a x nismos no pod contila. Et Be caming ccondujo al segregacionismo de 1s tise obrera y aLrechazo de toda cn-en las institu ciones democraticas. Es importante subrayar aque cl milo de la hueiga general en Sore! no era lun insirumento para mantener una pura identi- dad obrera como condicién de Ta vietoria revolt Gionaria. En la medida en que la huelga revol- Ges cionaria era yna idea regulativa mas que un evento factualinente posible, no-constitwa ana AW strategia real para la toma del poder: su fun- ae7Cbs4neo, Gia cage oh ser mu treabn sa a Wend aad des sho Sse open ate oo pes oe eat y la uantormacion de la reacone de crn ex tre ne papon el soreens punt evista como mera aerate SI esuncn, sin embargo, a eta slucton Scans oii nes eet See Cteaen confrdctorioe no puede ec evant a er ff deatinada a eranecer ye eels cartes & ane es onset cal | states ane ss dos oe ai, Coon fen vga) et of a al que lo eds polos cates Shas Sp cata: Conbtarenbe ais om Tear cone ailismo eases” que ha Gh secetenents ny ede, or ut eel do ‘ones eta frm Bo me etisaceeferamen {Spero ene i verano poer de ow ns Sites antag ant gus os heron Fe iekioy in nossa de un eq pao a | poses car ce. egg ete a | Soles fuerte de MERE Ss ta cual no 3 © 0000000000 00000000000000000090008 existen las bases para la acc y el ealeulo pol tuco. Pero el esencialismo es silo estratégica —es decir, que apunta, en el momento mismo de su constitucién, a su propia contingencia y a sus ropios limites. Esta contingencta es central para entender lo aque es quiz el rsgo mas prominente de la po- Iitica contemporénea: el reconocimiento pleno del candcter Umitado y f ‘ cs histories. feomenzs con la ‘aspirscion a un actor histonen imitado, que se Hla capar de asegurar la plenitud de un orden social perfectamente insisuido, Cualquiera fuera eee eer ceeeegemaed gators ee es ei ein oe esa ae oS ete \ ieee en ee = no Fae a as soe ee ane ee oe ee rae iemnliare senate we ee eee Tene roan a acces on ate pascsiad Pies bs gee comer an ey Set eea suhranes Lc ue se ROR Jrasta_ qué panto esta uni o* sewers wesroeees MoveRwids> ~ NowAN iba UNTUERSAIDAD Ae hor. stonce shonpads Wena omens Nuew onweiolidoct "2 Jas otrag 2) - da. us pera ena Seta om orden ‘social experimenta, en este nuevo clima politico ? Cnet una radical mutacin que poate, Ics in ble eleeacn alo uatncnaly oe cslar~ transforma enterements I ogc des Ericulacon Antes de responder a eats sucaton Genes a enberps pr a naeane Sone, debate, concrete m ein dl fandasenae CCoxText0s ¥ crineA DEL FUNDACIONALISMO Caenenos mista dean con una pesicin my a noha wad alr + Vease Bmesto Laciaw, “gPor qué los signifeantes ais so importantes para pla en ete mits Lene tes sen ugar agate Cia primera es que ETaniagonama yea anion conntlvos Ue ae wemaaaT SS Soames raves dels cons ure negated tho dlctca) te cnstnye que enone seria unaindefnin dlperston de eferenloe tua asencn de tts items brine Yosbie toda identidad tiferencal, Pero Is one ‘ifn misma de constituir dentidades diferenci trata de inies angina sea sso iempo.dsesalazay sabre cn a E fren, Porque if tnt fsantes anes (gv Gncngen todas ab ana ae ee fe cao cqunalentes ance stteiiaicg nas ie Dorlas otras en lo que-concierne al Tite. Esto ‘que son capitales para F ya anuncia la posibilidad de una universaliza. OY Fin relativa a raves de légieas equ is, REAM lunhersalizacion que no es incompatible con un particularismo diferencia, sino que es requerido Msi las idenudades ereycates, pero lo ‘inleo que puede consutuiral sistema —ta exch sién— y hacer asi postbles esas identidades, es ‘ambien aquello que las subvierte. (En terminos 4e construccionistas: las condiciones de postbili- ad de un sistema son también sus condiciones de imposibildad A los eftion de ser pone, tos Sec nlemamente subvert Gexbtsttenafconec eae es, ‘€s algo que la misma légica del contexto requie- a 45 pero que es, sin embargo, jupauble Fata iesente. shoe quiere a-uaues desu ausencia. Pero esto significa dos cosas. La primera, que t0- i iz ” a © 0000000000 000000000098 00090000008 ber On Des iderhelotey Seueadclae Ss : He Genova bolided y | dorelach éalidentidad diferenciallestara constitutivamente ‘dhidida: seré el punto de cruce entre Ia Togica de fa diferencia y la logiea de Ia qqulvalencta. Esto iniroduce en ella na radical Indeeidibiiiad. ta Segunda, que aunque Ja plenitud y ta universal ‘dad de Ia sociedad son inaleanzables, no desapa- Feeen: be mostraran siempre a través de la pre ‘sencia de su ausencia. Nuevamente, vemos aqui ‘anunciarse una intima conexién entre To univer- Sal y lo particular que no cansiste, sin embargo, peeimia esinan ‘el primero, 3 “inalmente, si ese gbleto tmpasible siSloma~ no puede ser representado pero nese” ita, sin embargo, mostrarse en el campo dea Tepresentacién, los medios de esa representa~ Feet eS See SE eee a ul eco resultado, la sistematicidad del sistema, el mo- |S 8 $83 mento de sa imposible totallzacion, sera simboi- zado por, que asurnen_ contingente- rajaliculates que asumen_contingente ¢ a unsion represeniativa. Esto signin, hh prime Toga, que partculardad de lo gar {leur co Subvertida por esta funesOn de repre- snlactn-de To universal pero, en segundo To gar. que un clert@ particular, al hacer de su propia partlcularidad el euerpo eignifcante-de Sn eqeseniaciin de Jo universal, pasa a 020- par dentro del conjunto del sistema de-die- Fevtiae— un papel egeménico. Esto antieipa hhucstra conclusion principal en una sociedad {cote es: fnalmente, el caso en toda sociedad) fen el que la plenitug —cl momento de su unt- Sersalldad—es inaleangable, Ia selacion entre Jo universal y Jo particular es una relacién he gemanies, 8 eset tarree Veamos més en detalle la logica de esta rela- cin. Tomaré como ejemplo la “universalizaciin” e los simbolos populares del peronisma en la Argentina de to thos eecne ES Dee pués del golpe de 1955 que derroeé al régimen Deronista, la Argentina entré en un largo proceso, e inestabilded institucional que duro més de veinte ais. El peronismo y otras organtzaciones populares fueron proseriptas,y los gobiernos mi Mares vegans ces auulentos gue se 5 guleron fueron claramente ineapaces de respon. der a las reivindieaciones populares de Tas masas a través de los canales institucionaies coistentes. Bs decir. hubo una sucesion de re ‘menes cada ver menos representatives y una aacumulacion de demandas democraticas no rea [zadas. Ess Glumas eran, ciertamente. de ‘mandas particulares y procedian de grapos rau Aiferentes.E!necho de que todas sae fucran ge chazadas por los regimenes dominantes estable una ereciente relacién de equivalencia entre cllas, Esta equivalencia, es importante advert, ‘ho expresab ninguna unidad esencial @ priort For el entrar, su nea fundamento era chazo de todas estas reivindleaciones por parte dels regimenes sucesivs. Bn nucetra tering, logia anterior, gu unificacion dentro de un con texto 0 sistema de diferencias resul Jos seclores dominantes, Pues bien, como hemos vist, esta uniflecién Lidades diferensiales como resultado dela opera ‘Gon de_una logica de la equivalencla, que intro- duce una dimensitn de selativa unverslidad SESS ute qempl i gente sea que através Ge in parelardad iferencil de sus revindle Gomes oienday derechos sindieaes, nivel de Selarios proteceion Ia industria nacional cect ge expresaba go igualmente presente eh {tin cls, que era in oposctn al regimen. Es tnportants adverur que esta dimension de un feralidad no se oponia al particulars de as Feiindieciones ni tampoco al de ls grupos {oc enraan en elacion ean sno ve surgi apart dc ena las. Bl resultado Sos eapamun de la lgica de la equtvalenia anata persoectiva mas-uniersal- qve {Reorbisls demandes particulars en un Te fine de resttencn mis ampllo. Un puro part Euromo de las demandas de los varos grupos. Sue nebra endo entertmente la gia equ lenelal, sélo habria sido posible si elrégmen hu: en om Semandas particulares y absorberlas de modo “Sfansformiisa™_ Pero en todo proceso de dectina- on hegembniea esta absorcién transformista re Sulta imposible y las logicas equivalencies inte- rumpen el puro particularismo de las demandas {democriticas individuales ‘Como vemos, esta dimension de Giversal alcanzada a través de la equivalencia es muy di- ferente de la universalidad que resulta de una esencia subyacente 0 de un principio incondicio- nado a prior. No es tampoco una idea regulativa “empiricamente inaleanzable pero con un con: {enido teleologico inequivoce—. porque no puede fxistir aparte del sistema de equivalencias de la ‘que procede, Pero esto Lene consecuencias i= 100 portantes tanto para el contenido como pari ta Fonciin de esa universalidad. Hemos ste alte que el momento de (olalzacion o universaliss: ign de la comunidad —el momento de su pleni- fud— es un momento imposible que sélo pusste adquirir una presencia discursiva a través de-un contenido particular que se despola de su propia uticularidad a los efectos de representar esa plenitud. Para volver a nuestro ejemplo argenti ro, éste fue precisamente el papel que, en los aos sesenta y setenta, jugaron los simmbolos po- ulares del peronismo. Como hemos visto artes, Epa Mabe SHEETS en un rapido procens de desinstituctonalizacién, de modo que las logicas f equivalenciales pudieron operar ibremente. El propio movimiento peronista carecia de una real onganizacion y se reducia, por el contrarto, a una serie de simbolos y a un lenguaje difuso que uni- fcaba una multiplicidad de iniciativas politicas. Finalmente, el propio Pezin estaba en exilio en ‘Madrid, e intervenia solo de modo distante en las § actividades de su movimiento, tentendo buen SF csidado demo tomar parte en las uci race niales internas del peronismd, En tales circuns- tancias, él estaba en las condiciones ideales para sar a ser un “a te vacio™ que encarnar: el momento de universalidad en la cadena de julvalencias que unificaba al cam ar. ¥ a etne uo de peonisne or es rca ‘lustra claramente la ambigdedad esencial inhe~ Fente a todo proceso hegeménico: por un lado, el hecho de que los simbolos de un grupo particu- Jar asuman en un cierto momento una funcién de representacién universal da, clertamente, un Poder hegeménico a ese grupo: pero, por otro la- m © © 000000000 00000000009000000000006 do, el hecho de que esa funcion de representa ‘ion universal haya sido adquirida al precio de Gebititar el particularismo de la identidad orig aria, conduce necesariamente a la conclusion de que esa va ser precaia vame- funds, La loge salvaje de fos guia. de bapa tras de In expansin de Framers ee nals, mpl que ninguna tacion y litaeién paricular del flujo del signi io bajo el stznificante va a estar permanente mente asegurada, Esto es lo que ocurrio al peronismo después de la victoria electoral de T97a y del retorno de Peron a la Argentina. Pe- ron ya no era un signiicante vacio sino el prest- Gente del pais, y tenia que llevar a cabo politieas concretas. Pera las cadenas de equivalencias construidas por las dstintas facciones de st mo- ‘imiento habian ido mas allé de toda posibilidad fe control incluso por parte de Peron. El resul ado fue el sangriento proceso que condujo a la dictadura militar de 1978, Lapiautcrica 0: 4 UNWERSALDAD Los desrolosaterlores nos conden a sige conlosn a dieaon de unvrsal se citnte el exrcter ncompleto de las ‘dentidades diferenciales— no puede ser elimina- ‘da, en la medida en que la communi po es en 2 oe ame ae io oa esa a Saini versal SS Sn cnr Cparticuaricadl. fo. tan solo un Jugar vacio que unifiea al conjun- LA Onrwees4 2/04? No mere rer ames _-sin_pretender que esta untversalidad pueda ope- to de las demandas equivalenciales. Tenemos ‘que determinar la naturaleza de este fgar tanto tion, En lo que concierne sft za ene sina. aue le a propo, sing Ge So eT aus tees dado porns afesatin tansitora de deme ‘las cauvalnies. Hay umn paradojn tmplicta en ia farmulacion de principio universal, que es ae todos ellos ticnen que presentarse «tm ton como slendo vdlldes sin exceplon en tanto due. incuso en sus propos trminos, esta un ‘ersalidad puede sex faelimente cuestionada y snunea puede ser mantenida en los hechos. To- ‘memes un principio universal tal como el dere. ©Y a cho de las naciones a su autodeterminacisn, Co- ‘mo derecho universal él se reclama como valido en toda circunstancia. Supongamos ahora que entro de un pais esta teniendo hagar tn genocl- dio: tiene, en tal caso, la comunidad internacio- nal el derecho de tntervenr, o el prineipio de at todeterminacién es valide incondicionalmente? La paradoja es que el principio tiene que ser for ‘mulado como universalmente valido y. sin em- Dargo, habra siempre excepeiones a esa validez universal. Pero quizs la paradoja surge de ereer que esta universalidad tiene tn contenido pro- pio, cuyas implicaciones logicas pueden ser de- ‘ucidas analiticamente, sin advertir que su sola, {uncign —dentro de un juego de lenguaje part- ular consiste en hacer discursiv _ ble una cadena de efectos equivalenciales pero Tarmés alld del contexto d fa. Hay innumerables contextos dentro de los cuales el principio de la autodeterminacién nacional es un 13 were Bo modo totalmente véldo de ttaiar y wniversl {ar ina experiencia historia. ‘Pero en al caso, st sempre sabemos de ante- sano que ninguna unversalided estar ala al th de su tarea, que siempre fracasaré en fo fue tnfenta, gpor qué el conjunto equlvalenctal lene que expresarse a {raves de lo univerea? La respuesta reige en lo que diframos antes acer™ fade la estructura formal dela que eae conjunto ‘Eepende El alga idéntica™ compari por todos foo temminos de fa cadena equlvalencis —o que hace pose sin equivalenia— no puede ser al- g postive, es dect, una diferencia mas que Po dia ser defnida en su partcslaridad, sino que resulta de los efectos unifleantes que lx amenaza ‘Seema piantea alo que de otro modo Tubiers ‘SEE Conjunto perectamente heterogéneo de “ferencias (partictlaridades). El valgoIdentico™ Slo puede sera pura, abstract, ausente pleni- tud de la comunidad, que carece, como hemos visto, de tda forma directa de representacion Se expresaa si misma a través de i equsvalencin de os terminos diferenciales, Pero entonces es ceencal que la cadena de equvalencias perma desea abet: de otro modo, su cicrre 60 DO- Gra eer el resultado de una cierencia mas espe: citcable en su partcularidad, y en tl caso n0 ‘os veriamos confrontados con Ta lent de ta Comunidad como aseneia. El carkcterabierto de Ja cadena significa que lo que se expresa a traves de ella ene que ser universal y no particular. ‘Ahora bien, esta universlidad requiere—para st cxpresiin-~ ser cncarnada en algo esenciaimente {nconmensurable con ella: una particuaridad como en meso ejemplo del derecho 8 108 iil ee determinacién naclonal), Esta es Ia fuente de la {ensién y ambigiedades que circundan a todos Jos asi llamados principios“universales": todos ellos tienen que ser formulados como prineipios limitados en su validez, que expresen una tnt. versalidad que los trascienda: pero todos ello, por razones esenciales, se enredan mas tempra zo 0 mas tarde en su propio particularismo con. textual y son ineapaces de realiar su funcion eo En lo que se refiere a la funcién (en tanto dife- ‘ente del contenido) de lo universal. hemos dicho To sufciente como para que esté claro en que ‘onsiste: lla se agota en introducir cadenas de ‘equivalencia en fo que hubiera sido de otto mode lun mundo puramente diferencial. Este es el mo. mento de la sumateria hegemdnica y de la art © asin. y pe operar de dos mos ation El Gfimerd>s inscribir las sdentidades y deman das pariculares como eslabones de una cadena ‘mis extensa_de equivalencias, dotando de este ‘modo a cada eslabon de una “Telativa” universes. Izacién, Si, por ejemplo, las demandas ferinis- tas entran en eadenas de equtvalencia com las de 1s grupos negros, as minorias étnicas, los acti Vistas de los derechos civiles, ete. adquieren una perspectiva més global que en el easo en ‘que hubieran permaneeida restringidas a su pro: Pio particulaismo, El 3 dar a una de ‘manda particular una TUReTGn de i iebalai tacign ‘ublversal —es decir. airibuirieel valor de un ho- ‘izonte que da coherencia a la cadena de equiva lencias y que. al mismo tiempo, la mantiene in- definidamente abierta. Para dar unos pocos ‘Jemplos: la socializcion de los medios de pro- 0s © 000000000000 000000G090 90000000008 ‘ducvién no fue considerada como una demanda limitada a Ia esfera de Ia economia sino como el nombre" de ana amplia variedad de efectos equivaleneiales que frradiaban al conjunto de la sociedad, La introduecion de 1a economia de ‘meroada jug6 un papel similar en Europa Orien- tal despues de 1989. El retorno de Perén, en nuestro ejemplo argentino, fue también concebi- {do.a comienzos de los setenta como el preludio a tuna transformacién histérica mucho mas am- plia, Qué demanda particular, o serie de deman- (ae, xe a efercer esta funcion de representacion ‘universal es algo que no puede ser determinado por razones a pron (al esto ultimo fuera posible ‘significaria que hay algo en la particularidad de Ja demanda que Ia predeterminaria a Jugar ese papel, y esto estaria en contradiccién con todo ‘nuestro argumenta). Podemos ahora volver a los dos debates que fueron el punto de partida de nuestra refledén, (Come podemos ver hay varios puntos en los que clos interactan y en los que vn clerto paraleli. ‘mo puede ser delectado. Hemas dicho lo sufi- - lente acerca del multiculturalismo como para que resulte claro nuestro argumento relativo a Jos limites del particularisme, Una posicion pura mente particulsrisia se autorrefuta porgue Uene {que proveer un terreno para la constitucion de Jas diferencias en tanto diferencias, y ese terreno ‘1o_puede consistir en una nueva version del sencialismo universalista (Si enemos Un siste ima de diferencias A/B/C, etc. tenemos que dar ‘cuenta de esta dimension sistematica, lo que nos ‘conduce directamente al discurso del fundamen- to, Silo que tenemos es, por el contrario, una eRINCA AL Fonacrova UstD pluraidad de elementos separades A.B. C. fier que no constltiyen un aston, tenes fin cribecge que dar cuenta de esta cepercion Scar separados es tambien tna forma dere incon entre objlos™y. como Lebo aba inuy bien, cetamoa acvamente abiigadee 2 Postular tun terreno ea el que Soper e, me higar. La armonia prcstableci de ls mo hadas es un fundamcnto tan eseneal como la toad spocina} De tl modo late oot ‘Son a nueto demas mantener dein de universalidad perp arteulala de un modo Satna con Io partir Bota es To hemos Intentado provecr en les paginas presen & {roves de fs agin de a" unersel como haga Es importante adver in embargo, que este tipo de articulacion seta teticaments impenae ‘ie st no inrodujeramos ene uadro algunos de los presupuesioy centrale oe igi cama crimes con apeETE oe ua rpc ate. sl gelide co ado ac cricmano,o bien. en 34 wchulbeettrema, por un fandamente redial tin posetn sotenida hay da por cada es mo- hoo gene) o bien, en una version mao daa 8 (aves del prindpio regulator de una comune. ‘din no ditorenede desaparee i poo SES uel eater con lugar vaso que clmado de SUS Dols y confines por ta Saredad de fuewas souales Caw teres To Tatar Sonsututas porque ge preva su inte Teectn fla ye linite de su vrtacon pestle y Cetablece tn ttbunal externa pare jurors, SE Tola rica de una universlided que ela detr- 07 i Fur pane * Miger wets rminada en todas sus dimensiones esenciales por Ja melafisica de la presencia, hace py Jnensién (edrica de la nocion de jue estamos intentando elaborar —y que fer distinta de una aprehensién puramenie im: Presionistica, que se estructura en lorno a un fiscurso euyos conceptos son perfectamente in ‘compatibles con ella. (Debemos siempre recordar Jn critica de Pascal a aquellos que piensan que ya estén convertides porque han comenzado a pensar en convertirse} Pero si el debate relative al multiculturalismo. uede derivar cares beneficios de ia critica con: temporanea al {undacionalismo (concebida. en ‘84 sentido amplio, como et conjunta de los desa- rllos intelectuales abarcados por denominacio- ‘hes tales como “posmodernismo” y “postestruc- ‘uralismo’), estos beneficios también trabajan fen la direccion opuesta. Esto se debe a que los rrequerimientos de une goitiea basada en una vuniversalidad compatible con una brecicnte ex ‘pansion de las ciferencias culturales, son clara- ‘mente ineompatbles.con algunas de las versio nes del posmedernism —en especial, aquellas (que concluyen de la crea del fundacionalismo gue hay una implosién de todo sentido y la en- frada en un mundo de “simulacién” (Baudri- Tard). Yo no creo que esta conclusion se siga en absolute. Como hemos sostenido, la imposibil- ad de un fundamento universal no elimina si nnecesidad: tan solo transforma a este fundamen- ‘to en un lugar vasio que puede ser colmado por ‘una varicdad de formas discursivas (as estrate- ‘que consuituye ia politica. Ws Volvamos por un momento ala cuestion de la contextualizacién. Si pudiéramos tener un con- texto “saturado”, estariamos, en verdad, confrom- tados con una pluralidad de espacios ineonmen- surables, sin ningun tribunal posible que Secidiera entre ellos. Pero, como hemos visto, un tal contexto saturado es imposible. Sin embargo, In conclusidn que se sigue de esta verifleacion no fs que haya una dispersion sin forma del senti- do, sin ni Siguiera la posiblidad de una artieula- én reativa, sino, mas bien, que este papel art culador no esti predeterminado por la forma de ia dispersign como tal, Esto significa, primero, ‘Que (ada apticulacion es contingent y. segundo Oe ee ea ect © _Slempre un Iugar vacio —los varios infentos de Henao sern siempre transitorios y sometidos a in-permanenie cuestionamiento, En consecuen- ia, en cada momento bistérieo, cualquiera sea Ja dispersién de diferencias que exista en la so- ledad, ella estara sometida a procesos contra ictorios de contextualiacion y decontewtualiza” ‘sion. Por ejemplo, aquellos discursos que Jnfentan cerrar un contexto en torno a clertos principios o valores, serin enfrentados y limita {dos por discursos de los derechos, que intentan limitar el cierre de todo eontexto, Esto es lo que hhace tan poco convincentes los intentos de los neoaristotélicos contemporaneos, tales como ‘Meintyre, de aceptar tan sélo la dimensién con- ‘extualizante e intentar clausurar la sociedad en torno a una vision sustantiva del bien comin, Pienso que las luchas polticas y sociales con- tempordnens se dee por eet a Sis estrategiae que inientan colmar el tugar v2 109 © 9000000000 0000000000580000000000 do_del bien comin, Las implicaciones ontologi- cas del pensamiento que acompana a estas es trategias del colmar” eselarece, 9 st ver, el hort zonte de posibilidades abserto por la critica aantifundacionalista, Es a estas logicas estratég) fas que quiero dedicar el resto de este ensayo. Govennannsoan ¥ uxvensitinan: CUATRO MOMESTOS Comencemos con algunas conclusiones que pueden derivarse ficilmente de nuestro andlisis © ise cue oobi wala: cig y no hay ninguna razin @ prior’ para que él ‘ea Tlenado por ningun contenido conereto, si las fuerza war estin constitutivay vididas entre Ja polilica concreta que cllas advocan y fa capacidad de esas polities de _ ‘colmar el gar vacio, el lenguale politico de today ‘sociedad cuyo nivel ¢ inslitucionallzacion ha si- do, en alguna medida, conmovide 0 subvertido, ‘gland tambien dividido, Consideremos un term ho tal como “orden” (el orden social). gCudles son las condiciones de su universalizacién? Sim- plemente, que la experiencia de un desorden ra- ‘ical haga preferible cualquier orden a la conti= nuidad del desorden. La experiencia de una falta, de una ausencia de plenitud en las relacio- nes sociales, transforma al “orden” en el signi- cante de una plenitud ausente. Esto explica la division a la que nos refiiéramos: toda politica conereta, si es capaz de generar el orden social, tera fuzgada no solo de acuerdo a sus méritos abstractas, independientes de toda circunstan- uo spot i eon iba ide cia, sino tambien en términos de esta capactdad Stya de generar el“orden” —que es uno de los nombres de la plenitud ausente de la sociedad (Como hemes sefalado que, por razunes esencia- tes I plentad de lo sociedad es inalcanzable ‘a division en la dentidad de los agentes polit tos ex una “diferencia ontlogica”—en un sent- fdo'no enferamentedistintg del de Heldegger— absolutamente constitutive [Lo unlverslfesccr- tamente vacio y Ole puede ser Henado.en Os tints contetos_ por partiewares concretos Pro este uulversal es af mismo tiempo. abecluia. olla, dado que s esta ultima fuviera lugar sin Feterencia universal, ella no seria en abectuto ta interaceiin politica: Io que tendfamos sera, o bien tna complementaicdad de las diferencias due seria totalmente no antagénica, o bien una relacin totalmente antagonica en que las dif Tencias carecen de todo tipo de conmensurabil- dad y cuyotnic resultado posible es la destruc- cson mua de los aversaros. Pues bien, lo que sostenemos es que la rele sm politico ogden partir de la Antgaedad hia sido consciene, en buena medida, de exta dir Vision constitulva y ha propucsto varias formas dle encaraa. Estas formas siguen tna otra de las posblidades logeas sefaladas en nuestro ‘ndllsis anterior. Para sugerit como eato {uv Iu. far nos referiremos brevemente a guairo mo- adie oder: tahen que han surgido inagenes del gobernante ue eombinan, de maneras diferentes, umniverea- liad y particulaidad. Nos referiremos sucesiva mente al dsofo-ey de Plat6n. al saberano de m 4 i i eesti 3 Hobbes, al monarca hereditario de Hegel y a Ig clase hegeménica de Gramsci. ‘En Platén la situacion no presenta ninguna ‘ambigtiedad. No hay ninguna tensién o antago- ‘nfsmo posibles entre lo universal y lo particular Leos de ser un lugar vacio lo universal es el si- to de todo sentido posible, y absorbe en sf mis- ‘mo a lo particular. Para él hay sélo wna articula- ‘ion de las particularidades que realiza la forma fesencial de la comunidad, Lo universal no es “colmado" desde afuera sino que es la plenitud de su propio origen y se expresa en todos los as- ppestos dela organizacion social. No puede haber ‘aqui ninguna “diferencia ontologica” entre la ple- nitud de la comunidad y los arreglos sociales y politics factuales. Sélo un tipo de organizacin, (que se extiende a fos aspectos mas menudos de la vida social, es compatible con lo que la comu- nidad, en su illima instancla, es. Otras formas de organizacién social pueden, desde luego, exis tir factualmente, pero ellas no tienen el status de formas alternativas entre las que uno tiene que leg de acuerdo a la eircunstancias. Ellas son tan slo formas degeneradas, pura corrupeién del ser, deivadas de la ofuseacién de la mente, En lo que se reflere al saber verdadero, hay solo luna forma particular de organizacién social que realza lo universal. ¥ st gobernar es una cues- ‘ton de conceimiento y no de prudencia, tan 2610 guien posee ese conocimiento, el fideo! tiene el derecho a gobernar. Ergo: el ildsofo-rey. ©, Hobbes estamos. aparentemente, en las Jantipodas de Platén, Lejos de estar el soberano fen posesién del conocimiento de lo que Ia com hidad es, con anterioridad toda decisiin politi 12 Sock, Hooves esta prectamns onsen ie ue hemon denominade ieeenes wes ca"iBn a media en qu la mange aa ote a: naturatra planes la soca ieee a un desoreh ada a nicest dee Int defo ‘omunigad en in vluntadtaet go bermant onsen, weuntaa seg ee Secedad pucde tenes conta en vaeals o8 i " que logra imponer un orden, independientemen- te ls contenido qe et ine poses Cea ule orden sera mejor gue el desonce ada pepe es = ferencn veapects al contenido del eee ree tmpuesto for el gooornantey ena sete an Gentracon on la rcion de et thin ogee E slorden como fa “Orde pone ee te un logar vai, pero no hay en Seber cae, | tera hogemoniea aceren de lee omnes Goimara: et soherana, el “moral Cod. hana a = higar va dea ver para serge Deal modo, Patn'y Hebe cota, apazen- toment, en as antpodas et eopeseo tone Pam Pato, unvesal coe nce gerne ara Hobbes coun ger abssltamente rane debe sr cama por a volun del sober ‘Pero miro a cuesuon con man incr lena veremos gue dtrence wite chee as enor qe lo que ambos compart sue oso [eM Perens ptccar cna cee ae © Sepecto ltegar pono /rac desma ee {i pimer caso lo parla ene que teens en su propio cuerpo na antversalagd que eae Sind ent segundo ens el mete cn, ous deeisiones son la fuente nica del avin) i us i ' i E ©0000 000 00000000000009000000000008 bien por medias artifielales. un particular s© ha eparado del reina de las particularidades y ha ppacado a constitulr la Ley incontrovertida de la mania GB Para eget problema se plantea en términos Zitcetes Gon par el patos dec Ga Sinan eta engantecion socials cugeho See ec mae at, pblema de ke neon se Ppidad entre contenido partlcula ¥ incon une o posde sug Pero el pro ‘Beast gar aco emerge en relacion smo mre ea elaue is comunitad tene que sii ee mma como ttlad es dec, e ‘Somont desu input Eta sgniacion wihtene como saben, a raves del mora SGanatctoal cape cuerpo fe presenta una ‘Sided racona abwckaorente sme ese acto eta representa por parte de ete Grealga que no tene eontenico propio a raves Signs que ce su exaeto reverse, sido 2 seeaonasubroyada por Sia) Zizek. gue fic dado otros varios Jempos, como la afima- ‘iin en In Penomenotgi dev eset de que" pinto un nueso') Pero este velaion por It topun cuerpo fico, en su pura alenactn Tes See's woe contenido eopateal, puede Fere- Entra este tino entenign, depend enra- frente de que la comunidad haya slcanzado, @ traves ei succtva supeacion/conseracin Se sos cantenidos partir, a fem mas a fh de ractonadad fue es resizabeen su exera propia Auna tal comunidad racional pena in- ‘gin contenido puede ser adicionado, y sélo resta, Eins requernients para st releain plen Seaton del lg de esa raconalidd furor fa, Como consceuenea, ef monarea racional no Puede ser elecvo: ene que ser heretare. St Fiera elegido arin que dar rezones de in ele clon este proceso de argumentation implcaia Que la racionalida social no podialograrse ne dependentemente del monaren,y que ete lt ‘mo Cendra que jugar in papel major que el de sa pura rjenotctn ceremonial. inalmente, Gramsc. Una clase sblo pasa a Ser hegemenica a través de ligar un contenido Particular a una uniersaidad que lo raslende. Si atirmamos con Gramsc! que is larca del se obreraltallana ee compli los abjetives de Lniieacién nacional que el pueblo tala se ha bia planteado desde el tempo de Maqui. de este modo, completar el proyecto tice dl icorgmento. tenemos un Goble orden de rele Fencia. Por un lado, un programa poltice con- treto —l de los wabajadores™ que‘csditrente da de otras fueras pollens: pero por ote lado eat programa es dec, este conunte de ‘inateacones y propuesiaspoidcas es presen. {to com vehicula strc de una red qu Uasclende: la unidad nacional tallane Pues bien, st esta “unidad acional tallana tiers un contenido conereto,especicable en un con, texto paticular. no podria ser algo que se exer de por centuries y gu ferns histancas enter meh nies intenian Heart eabo. 8 xo tiltime puede, sin embargo ocurt es pergue “unidad nacional allan’ estan sto el nombre el simbolo de una fala. Preccamente porque una falta consti, no hay ningan conta do que este destinado a prions llenaria, esta abierta a las ms clversas artculacones, Pere ns esto significa que la “buena” articalacion, Ja que Sturafia fialment la distancia entre tarea unl- ‘ersaly fuerza historias concreta, nunca sera Cneontrada, y que toda victoria parcial tendra ‘Slempre lugar contra el trasfondo de una impos biidad que es, en ultima instanca, insuperable Visto desde esta perapectiva, el proyecto rameciasio puede ser conaiderado como un do Etc desplazamiento, respecto a Hegel y respecto ihobbes En un sentido él es mas hobbesiane Gque hegeliano, dado que, como la sociedad y el Estado estan menos autoestraturados que en Hegel, eos requieren una dimension de eons tudor politica en la que la representacion de la tinidad de la comunidad no esta separada de su Construcein. Hay un residuo de partcularidad {Que no puede ser eliminad en la representacion Ge cea unided (unidad = individualidad, en el Sentido hegeliano). La presencia de este Fesiduo slo que es capecifice de la relacion hegeménica, {a clase hegemenica esta en algin punto inter- medio entre el monarea hegeiano y'el Levatén Pero puede iguaimente afirmarse que Gramsci es Inds hegelano que hobbesiano, en el senldo de {ue el momento politica de su analisis presupo- fe una imagen de ls crisis sociales mucho the- hes racal que en Tfobbes. Las “crisis onganieas de Gramsci no alcanzan nunea, en terminos de Sts grados de desestructuracon social, eh nivel {el estado de naturaleza hobbesiano. En algunos feopecios la sucesién de regimenes hegeménicos puede ser vista como una serie de covenants parclales —parciales porque, dado que la socte Gad es més estructurada que en Hobbes, sus fhiembros plantean mas condiciones para entrar ne en el covenant politico: pero parciales también puesto que, a resultas de esto, ellos pueden te ner también mas razones para substtir al so- berano. Estos Gltimos puntos nos permiten volver a nuestra discusion anterfor acerea de las luch particularistas contemporineas, a los efectos de. feinseribirlas en la tradicién politco-flosofica el mismo modo que hemos presentado a la pro- blematica gramsciana a través de los desplaza- mientos que ella introduce respecto a los dos en foques que hemos simbolizado en Hobbes Hegel, podriamos presentar alas alternativas po Iiticas que se abren a las luchas multiculturales através de desplazamientos similares respecto al ~ enfoque gramsciano, El desplazamienta¢primers> més obvio es concebir una sociedad mis parti | Gularista y fragmentada y menos preparada que Ja gramsciana para entrar en sitieulaciones he- geménicas unifieatorias. El es que los Ingares desde los que la articulacién se verifiea que para Gramse! son entidades tales como ef Partido 0 el Estado (en un sentido ampliado}— ‘yan a ser también mas plurales y menos predis- puestos a generar una cadena de efectos totali- antes. Lo que hemos llamado el residuo de Particularismo inherente a toda centralidad he= {geménica aumenta en importancia pera es tam- bbién mas plural. Ahora bien, esto tlene efectos ‘ambiguos desde el punto de vista de una politiea, emocratica. Imaginemes un escenario jacobino. 1a esfera piiblica es una, el lugar del poder es ‘uno pero vacio, y una pluralidad de fuerzas poll- teas pueden ocupar este atime. En un sentido odemos decir que ésta es una situacion ideal w parajla democraciq puesto que en la medida en sTpoder esta vacio podemos conce- que ‘bir al proceso democratico como una articula- ‘lin parcial dela universaldad vacia dl co ‘Sunidad con ef parestarismo de las fueras pullteas Ganaionas que To encaryan. Esto co erdad. pero precsaments porque lo universal es Tn hugarvach, puede ser ceupado por ciaguer fare no geetsaramentedemsertes- Com co bien sabido. ests es una de las races dl total tarimo contempordneo (efor ‘Sr pore contra, el Taga del poder noes ‘nico el restduo, segin djeramos. crezerd en Imporiancay comin la posbdad decree tins esfera pablca unieada através de unas Fede efectos equnalnales que se expandan & {raves de varias comunidades, Esto tambitn Ue ze reullados ambigues, Por tn ido, is com Didades estan elrtamente ms protegsdas en el Sentido de que tn totalitarisme Jacobine sera tenoe probeble. Pero por oro lado por raznes fir humoe tela antermente, eto fiver Semblen el mantenimionte del tat quo Fo demos imaginarperectamente bien un escenario fobbestane mocicado en el que ly sespeta a tne comunidades “ya no a fos indviduce en sh enlera privada, en tanto que i desisones Principles rlativa al fturo de a comsnided Ei gurconjunte eatin eatrvadas 8 on neo Le: Siatan por employ a una tesnotci son Tipetente Pata advertr que fate no ea dein. fin modo wn escenario realist tenemos tan fio que pensar en Samuel Huntington yrs fn general, en los enfoques corporalstas con: temporsneon ne a 1a otra alternativa es mas compleja pero es la “unica, en mi opinién, compatible con una verda~ ddera politica democritica, Ella acepta plenamen- te la naturaleza plural y fragmentada de las 20: ciedades contemporaneas pero, en luger de permanecer en este momento particularista, in. fenta inseribir esta pluralidad en logioas equiva. lenciales que hacen posible la construccion de ruevas esferas publicas. La diferencia y los par tucularismos son el punto de partida necesario, pero a partir de él es posible abrir la ruta hacia luna relativa universallzacion de valores que pue- da ser la base para una hegemonia popular. Esta uuniversalizaciin y su cardcter abierio condenan por cierto a toda identidad a una hibridizacién Inevitable, pero hibridizacion no significa nece- sariamente declinacién a través de una pérdida de identidad: puede tambien signifiear robuste- cer las identidades existentes mediante la aper “tura de nuevas postbilidades. Solo una identi: dad conservadora, cerrada en si misma, puede cexperimentar a la hibridizacion como una pérdi- da, Pero esta postbiidad democritic-hegemon fa tlene que reconocer el terreno contextualiza- o/descontextualizado de su constitucién cextraer plenamente las ventajas de las posibil ddades politicas que esta indecidibilidad abre. Lo que todo esto finalmente afirma es que lo part? cular solo puede realizarse plenamente al man- lene constantemente ablerta, y redefine tambien constantemente, su relacién con lo universal ng iii

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