son tres nombres con fin maloliente. Sin embargo la gente decente, teme ms el llamarse Herculano. Ser un Prculo ya es un descaro, pues no sale del crculo acedo. El que sale feliz es Expedo, pero apesta a demonios y es raro. Sin embargo pa hacerlo bonito, un imbcil se puso Expedito. Qu delicia, seor, de criatura, hasta en eso se ve su finura! Es por eso que el buen Herculano fue a un juzgado a cambiarse de nombre. Y aleg con el juez, el fulano, las vergenzas que pasa siendo hombre. Doy mi nombre, les doy Herculano. No procede, seor, la respuesta. Ya que el juez, alburero y villano, luego, luego le dice: me prestas. Y ya tiene en la mente el seor con qu nombre lo van a llamar? Va uste a creer si le digo pos que no?, no me he puesto ese punto a pensar Yo quisiera tener en mi nombre lo profundo de un sabio del mundo. Ya lo tengo, seor, no se asombre: yo me quiero llamar Don Profundo!
Y en un acta que tiene a la mano
se le borra este nombre a Herculano. Nace ahora en un breve segundo, quien responde a este nombre: Profundo!
Ya Profundo se llena de fiesta:
pa servirle, Profundo Cedillo. Y el villano del juez le contesta: a sus rdenes Don Profundillo, y si puede tambin me lo presta.