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“SUR” © EL ANTIPERONISMO COLONIALISTA Aquellos entre Ios lectores més rudos habrin buscado, en vano en el niimero especial (237) de la revista “Sur” dedicado a los acontecimientos politicos de nuestro pais ("Por la reconstruceién nacional”), acontecimientos que Seguramente pasaran a la historia’ del espiritu. ... algo que no sea espiritu. Frente a Ja hemorragia de espiritua- lidad del grupo Sur es necesario que nosotros a nuestro turno comencemos por decir que contra el espiritu, nada tenemos. Y aun y si tuvigramos aqui lugar para adentrar- nos en una critica estrictamente estética, creo que seria Ticit demostrar el bajo nivel cultural de los articulos que ‘componen ese ntimero: nos limitamos entonces a decla- ar nuestra insatisfaccion espiritual. Espiritualmente, Sur no convence. $i por espiritu entendiéramos la condicion necesaria para realizar 0 para gustar arte no creo que no odamos afirmar hoy, lo que se nos ocurre una franca Aecadencia artistica, cultural y espiritual de la revista Por mis conmovido que tuviéramos el Animo, por mis Te- vantado que estuviese nuestro pundonor moral, nos cor- larfamos las ‘manos antes de suscribir, por ejemplo, la poesia de Silvina Ocampo. Pero esto poco importa, Lo ‘Que importa en cambio es saber —desde el momento en ‘Que Sur es algo asi como la vederte encargada de exhibir- se rodcada de los mejores espiritus argentinos. ;Qué es io que se entiende en Sur por espiritu? Espiritu, arte, ‘moral, ciencias: es necesario salvar a las élites de la'zrup” cién de las masas en la historia, Salvar a las éliteses salvar al Hombre, nos dice Guillermo de Torre en un largo articulo donde repite los lugares comunes mis gruesos de los mis finos ideologos burgueses. Las masas, nos recuerda sin embargo Guillermo de Torre, no son “solo "ni principal- mente las masas obreras” sino “el conjunto de personas ‘no especialmente calificadas” (es decir, lo contrario de las minorias, “individuos o grupos de individuos especial- mente cualficados”*, Estos grupos “especialmente cuali- ficados*, asi, n6-Se opondrian a los intereses de la masa Contorno, nimero 7/8, Buenos Aires, julio 1956. trabajadora. En Sur no son antiobreristas. Es seguro: aman demasiado a todo lo humano para no amar a obrero. Desde las primeras paginas de la revista ellos se onen a cubierto del reproche de olvido de la miseria hu- mana: “Mientras las sociedades modemas segreguen la miseria como un producto normal de su funcionamiento, no puede haber en ellas reposo pars el cristiano”. Pero, ¥ desgraciadamente, y dos renglones mas abajo, leemos “Mientras los estados segreguen la no libertad de expre- sion como un producto normal de su funcionarniento no puede haber en ellos tin lugar digno para el artista”. D este modo el lector se topa a la vez con el repudio dé to- do régimen dictatorial, con una toma de posicion en el plano de la politica internacional. Por un lado con el re- chazo casi apodictico de un mundo cuyo “normal fun- cionamiento” supone la “miseria”, por otro lado con la afirmacion de que la dignidad humana es inseparable de la dignidad especializada, la podriamos lamar asi, del artista, Indudablemente: dos verdades. Y no podriamos i en contra de la segunda sin hacernos sospechosos de brutalidad o de groseria. Pero basta que en Sur sean afir- ‘madas las dos del mismo golpe y con fuerza equivalente para que reencontremos el fundamento general del ant comunismo. Porque creemos entender. esas dos verda des no pueden ser afirmadas simultneamente mas que ‘como una rebeldia que se nos ocurre estéril, Determinar- se por la “dignidad” y “Ia libertad” del artista significa, concretamente en el plano de la estrategia cultural inter” nacional, hacerlo en contra de la URS. Y la esterilidad fos parece, forma aqui sistema con la dindmica contra dictoria del pensamiento de_los intelectuales pro-occi- dente y con un desprecio nunca confesado por la verdad. Es necesario entonces, asi sea rapidamente, que nos de- tengamos para hacer recordar aquellas contradicciones y este degprecio, La “verdad”, para el grupo Sur (“ésta es la palabra en Ja que me detengo, ésta es la palabra a la que queria lle- 4a") significa el no olvido de ta publicacion de “testimo- ‘njos” sobre los campos de trabajo soviéticos. .., pero a la ved el silencio absoluto sobre la empresa de colonizacion yanqui en el sudeste asidtico por ejemplo o en centro ¥ sudamérica, ete... La “verdad” (“aquello sin lo cual na da sblido y' nada grande puede construirse") significa ser prego de Ia nevesidad imperativa de “enterar a la opini- n” sobre la situacion del intelectual de atris de la corti- na de hierro a la vez que el mudismo més cortante sobre el macarthismo cultural en los EEUU, Significa, en fin, tener fe en que las discriminaciones raciales y politicas en los EEUU desaparecerin un dia seguramente por el {mpetu avasallador de Ja bondad humana, y, en fin, ca- Iara pesar de que “todas las persecuciones disimuladas bajo formas codificadas y legales —nos parecen igualmen- Te odiosas”, Pero todo esto es historia antigua y el modo fe superar las contradicciones_de los grupos que en el Slane internacional sostienen la posicion de Sur ya.no puede sorprendernos: nominalismo, cinismo, ete. . © Lo Pie'en cambio no deja de sorprendernos es que “Sur”, y Sempre en honor de la “verdad”, sale ala calle en mo~ Mentos en que el golpe “democratico” de Aramburu de- anta Ta simulténea destruccion de la unidad sindical ar- fentina, lo que no podia dejar de contradecir la “tradi- ion profunda de nuestro pais, que es una tradicion de- frocratica”, sin una Hinea, ni una “entrelinea” de repro- the, y en cambio con algunas de justificacion: “. feliz~ mente para la lucide2 y seguridad de los argentinos, el ré- Eimen actual ha comprendido que la funcion de gobernar fo es patética”, eserjbe Borges. Victoria Ocampo, por su parte, y luego de alabar a los revolucionarios ("si el im- pulso de algunos hombres que se jugaron la vida no hu- Giera.intervenido de manera milagrosa...), escribe: No imaginemos que esos hombres puedan, por medio dde nuevos milagros, resolver nuestros problemas infinita- mente complejos, en tn lapso de tiempo tan corto como Gide la interminable semana de la evolucion”’4, Es cir~ fo que aqui correriamos el peligro de dejar filtrar un equi¥oco, Vietoria Ocampo escribe su articulo una sema- na después de la caida de Peron y la C.G.T. recibe el so! pe de gracia a mediados de diciembre, Pero Sur sale ala Ealle, sin embargo, posteriormente a esa fecha, ;n0 ha- fa entonces tiempo de agregar algin editorial? ¢No es- thacaso en la tradicion de la revista el agregar o quitar editoriaes a iltima hora? Sin embargo, y con derecho, Ya que Victoria Ocampo se declara por encima de ls di erencias de clases ("Los intereses de clase, de partidos, de naciones, no deben jamas obstaculizar el cumplimien- to de tan sagrada mision”: el deci la verdad), podriamos pensar que lo que ella llama “nuestros problemas infini- Enmente complejos” nada tienen que ver con los proble- mas del proletariado en general ni con los del proletari do argentino en particular. Con derecho, decimos, pues- to que en otro lugar, ¥ ahora en honor del sindicalismo, Victoria Ocampo publica un asticulo de H. O, Ciarlo con el pomposo titulo de "Sindicalismo y Estado” en el cual se comienza por recordar que si bien “el hombre es por nafuraleza grepario (.-.) esPor naturaleza muchas cosas” ‘ue si bien Aristoteles io definia como “zoon politikon: Stele olvidarse que el hombre es “también un individuo”. Entendamos: con o sin la intencion determinads, {0 5° 150 trata aqui de justificar literaria y filosbficamente la poli- tica de atomizacion sindical en la que se ha comprometi- do el actual equipo gobernante? Pero no nos apresure~ mos, En general, los hombres de buena voluntad, la bur- guesia liberal, no es, como lo hemos dicho, antiobrera. ‘Al menos: no lo es para si. Es decir, que si no se deciara, tal es porque no se lo ha confesado’a si misma: por eso deciamos que el articulo de Ciarlo, sus derivaciones poli- tieas inmediatas, podia no estar de acuerdo con las inten- ‘clones de Ciarlo. .. El liberalismo (el radical-socialismo ‘europeo, el radicalismo francés, el radicalismo unionista, argentino, el socialismo actual, los centro-catdlicos, etc.) que opone la evolucion social 'a la idea de revolucion no esta seguramente en desacuerdo con la idea de mejorar la, ‘vida del proletariado al que con buenos modos le piden ‘que se mantenga estrictamente en el plano sindical, vuel- to Ginicamente a sus intereses profesionales. Entre noso- tros, la politica separatista que se ha seguido con la C.GT, —si bien esconde mal los intereses politicos de los, socialistas y de los demés grupos minoritarios— es la con- secuencia de esa jamas vencida mentalidad liberal. Entre nosotros, Ios argimentos morales han sostenido a Jas in- tervenciones: el peronismo como mal absoluto. Por otra, parte, el argumento que esa mentalidad desprende y con, cl cual se trabaja a la opinion o con el cual ella se trabaja, a si misma, en un no-argumento tejido sobre 1a confu- sion entre la idea de libertad sindical y 1a politica en los sindicatos a su politizacion. De esta confusion ha podido, salir milagrosamente Ia idea que hoy mucha gente rumia como una verdad inexpugnable de que la ingerencia de la C.G.T. en politica es sinonimo de la pérdida de la liber- tad individual de los obreros y de la destruccién de la de- moeracia sindical. Asf, y ahora en honor de esta confu- sion y de aquella mentalidad, Ciarlo escribe mas abajo: ®'No se trata, al formarse las agrupaciones sindicales, de defender solamente los intereses particulares del gremio y menos aun de creer que la finalidad es la seguridad econdmica, que es la idea de muchos obreros”*. Lo que nos permite discernir con facilidad los dos momentos en {que aquella mentalidad seguramente se divide: a) respeto, al obrero, . . y como ese respeto se vuelve inusitadamen- te inseparable, por obra de la evolucion hist6rica, del res- peto a la unidad sindical: respeto nominal al menos— a esta tiltima (Ciarlo se puede dar el lujo de matizar lo que dice con un ligero tono de consejo: “. . no se trata de dofender los intereses particulares del gremio. .."); b) fal unidad, sin embargo, se establecera sobre el piano profe- sional, ‘para alcanzar, cuanto més, el nivel de lo social: ‘mutualidades, socorros, etc,’ Nuestro paradojico sind 151 cies dom, a sah malas eau cari sent Wocdamd Date de ee ata Senora tera capa aiesdnee tata i: Qaawe Acted sues wl eee aetna seta ites eae ea sed etna! Cee Lea a i Prema e wiceons tape Sra ale rented ye Ba oe ee tin de ‘eh Jo que ellos entienden por burguesia. Escribir ~se es~ Siete eran Seino wp mn nor hater vlado aura blanca? gAl zeta! No: asim See ieee teas eayaers ener tat iceman ieee naan ee ia, ace teh rai Pine csarsb aes Sec neas de fuerza de sus vértigos y sus terrores, se podré res- pirar el olor que apesta a su alma bella" (Sartre: Saint Genet, Gallimard, pig. 34). ‘Victoria Ocampo define al espiritu como concordan- cia con la verdad. Dice Ia verdad entonces Victoria Ocampo? Lo hemos visto: no. ;Pero no nos enredamos con el sentido de las palabras? {Qué se entiende en Sur por “verdad”? La respuesta es simple: la palabra tiene el significado que sugiere la frase ‘‘campos de trabajo sovie- ticos”. La verdad, aqui, es algo que debe ser dicho. Ver- dad es decir 1a verdad.’ Denunciar. ;Qué? Pues bien: 1o inhumano. La verdad que es concordancia con el espiritu que a la vez debe ser lo humano por excelencia, sera, 16- gicamente, denuncia de lo inhumano. ¥ nada en verdad e$ mas inhumano que la violencia: un hombre castigando 4 otro hombre, un hombre torturando otro hombre. ‘Tortura, castigo, violencia: he ahi la zona de la humani- dad de hecho ~ia nuestra en que la idea de humanidad se asesina a si misma. La violencia es a tal punto la ima- gen de lo inhumano para Vietoria Ocampo que asi se tra- te de un cochero castigando a su caballo ella ve, y no sin estremecimiento, en el sufrimiento del caballo, el simbo- o de nuestra época, Lo que no deja de honraria. Pero de aso, podriamos saiudar aqui, y sefialar, la idea de que ‘esa repulsion casi fisica por la violencia, caracteristica se guramente distintiva de lo espiritual, se da en ciertas per~ sonas del modo més accidental, asi como “no hay dos. personas que tengan las mismas impresiones digitales”, y Ya desde la infancia misma de esas personas, “quizds in- ‘luso como una advertencia del destino'”". Asi, ¥ por un lado, la persona recibe el don preciado en Ia infancia sin mediacion de ninguna actividad: el espiritu es un dato, algo inseparable del nacimiento de ciertas y determina: das personas privilegiadas asi como algo de lo cual ciertas otras personas, se encuentran privadas:“la naturaleza de cada persona”. Por el otto lado en cambio no se es una Persona espiritual porque sf: es imprescindible una prac- fica —la prictica de la verdad, el decir la verdad y se llega a serio sobre la marcha: diciendo verdades, militan. do en la verdad. . . Se nos dir aqui que Victoria Ocam- po es de una reconocida, perdonable y aun, encantadora ‘ingenuidad. Pero aqui no se trata de poner en ridiculo lo. gue ya sabe, sino, y simplemente, de hacer mas paten- te lo que la ingemuidad de Victoria Ocampo trae a plena luz del dia. Hacer patente lo que para nosotros constitu- Ye una inanera general de pensar el mundo, 0 lo que es 10 mismo, de pensarse en el mundo, Esa ambivalencia del 153 espiritu, esa manera a “dos puntas” de ser espiritual, nos Citrega'una imagen bastante certera de To que la burgue- Sh ontiende por espiritu: cuando una de las dos puntas SE hande siempre la otra queda en la superficie. Vaivén flotante al que Marx llamaba "consolacion”. La traicion aia verdad

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