Sie sind auf Seite 1von 14
evita de Tecnologia Eat, VLXV.N? 4 Autoestima en esolares aymaras: bases para una evaluacion culturalmente permanente Mercedes Cabrera, Leonor Castro, Sybille Erber, Lilia Godoy, Francisco Leal, Daniza Velis, Eugenia Von Nordenflycht * Introduccion Desde el asentamiento del hombre europeo en América se ha producido un sostenido y paulatino deterioro de la identidad cultural y personal del pueblo aymara que habita en la regién sur andina de este continente. No obstante, éste hha podido mantener a través del tiempo una forma de vida, una ética y una cosmovisién del mundo distintiva, a pesar de las multiples influencias e intentos por "occidentalizar’ su cultura. Este proceso homogeneizante es el resultado de la imposicién de la cultu- radominante, a través de la escuela y otras instituciones tanto estatales como no cestatales. La integracién del joven y del adulto aymara a la cultura occidental no ‘siempre ha sido sencilla y sin dificultades, dado que se perciben como personas ajenas a esa cultura y su etnia, desvalorizados y con una autoestima deteriorada. ‘Surge entonces como necesidad natural obtener una apreciacion mas com- pleta de la autoestima real que presentan los escolares aymaras. Sin embargo, los instrumentos con que se mide cominmente la autoestima han sido construi- dos sequin las caracteristicas y parémetros occidentales, por lo cual podria espe- rarse que su aplicacion en nifios aymaras no reflejaria, con fidelidad, la autoestima, ya que se sabe que ésta es un constructo culturalmente situado. Por otra parte, en Chile algunas politicas gubernamentales estan orienta- das actualmente al rescate y preservacion de los valores y caracteristicas propias de las etnias minoritarias, fortaleciendo su identidad cultural. Desde esta perspec tiva, en relacién al grupo étnico cultural representativo de las areas rurales de la regién de Tarapaca, se plantea como propésito revisar los constructos de autoestima ¢ identidad cultural en el contexto de la cultura aymara, generando un marco ted rico conceptual que sustente la construccién de instrumentos para medir la autoestima en escolares pertenecientes a la etnia aymara. “Docentes e investigadores de la Uriversidad de Tarapacd, Aria, Chile 875 Planteamiento del problema En el sistema educativo la autoestima cobra una especial relevancia; por una parte por la naturaleza de su objetivo titimo, el desarrollo de personas auté- rnomas, plenamente desarrolladas y capaces de integrarse activamente a la socie- dad, para lo cual el desarrollo de la autoestima constituye una condicién basica; por otra, debido a que también sus objetivos més inmediatos, como el logro de aprendizajes significativos, requiere de la presencia de una adecuada autoestima en los ninos/as. Haeussler y Milicic (1996), por ejemplo, citan varios estudios que muestran una relacién directa entre la autoestima y el rendimiento escolar: los nifiostas con mejor autoestima muestran mejor rendimiento y viceversa. La autoestima, que es la valoracién que cada persona tiene de si misma, se construye en estrecha relacién con el autoconcepto, referido al conjunto de ideas que una persona se hace respecto de si misma. Ambas se desarrollan des- de las primeras experiencias vitales, merced a la informacion que el nifoa va recibiendo como producto del resultado de sus acciones y, sobre todo, de quienes le rodean y son importantes para él Al proceso de valorar la autoimagen o autoconcepto se le denomina autoestima. Este proceso es determinante en la forma de pensar, sentir y actuar ‘de cada persona; el nivel de autoestima representa la valorizacion que se tiene de si mismo, la que a Su vez ha sido influida por su propia retroelimentacion y por lo que se sustenta en sus experiencias fisicas y sociales. Haeussler y Milicic (1996) sostienen que el concepto de sf mismo esta en la base de la autoestima. Esta seria la suma de los juicios que una persona tiene de si misma, es decir, lo que la persona se dice a si misma sobre si misma. Es la dimensién afectiva de la imagen personal que se relaciona con datos objetivos, ‘con experiencias y con expectativas. La autoestima, entonces, es el grado de salisfaccién consigo mismo, la valoracién de uno mismo. La.autoestima es, para Verkuyten (1988), la cara afectiva del autoconcepto, y se refiere a actitudes positivas 0 negativas que la persona tiene hacia si misma, El autoconcepto se origina en un contexto interpersonal o social, desarro- llandose a partir de la infancia como funcién de la percepcién que el sujeto tiene de las valoraciones hechas por los otros significativos (Erthal, 1986). Basdndose €en lo anterior, se puede suponer que la autoestima, al ser un concepto interrela- cionado con el autoconcepto, se forma en un contexto similar. La autoestima se deriva de la valoracién de los otros y, por lo tanto, la autovaloracién seria una imagen de los criterios entreqados por personas impor- tantes o significativas en nuestro mundo social (Arancibla y Maltes, 1989). ‘Seguin Verkuyten (1988), en ol caso de las minorias étnicas, el nivel de autoestima estaria posiblemente mas relacionado con las percepciones y juicios de la familia, (madre, padre, hermanos) que con aquellos que no son familia (pro- fesores y amigos). Los patrones sobre los que se elabora la autoestima son, por una parte, idiosincraticos, y por otra, culturales. Sendo asi cabria esperar diferencias en la 576 forma en que se construye la autoestima en culturas diferentes, puesto que valo- ran aspectos diversos de las personas. Este hecho, que parece evidente, ha sido ‘escasamente considerado al momento de trabajar con la autoestima, particular mente en ambientes escolares. Al contrario, la evaluacién de la autoestima y las acciones dirigidas a mejorarla asumen modelos desarrollados en una cultura es- pecitica, presuponiendo que éstos serén también validos en otras culturas. Asi, por ejemplo, las pruebas que actualmente se utilizan en el pais con mayor tre- ‘cuencia para evaluar la autoestima son meras traducciones 0 adaptaciones de instrumentos disefiados en Estados Unidos (Coopersmith, en Brinkmann, 1989; ‘Tennesee, en Brinkmann et. al, 1995). Asi mismo, los programas de intervencién ‘que apuntan a mejorar la autoestima, asumen modelos foréneos. Por otra parte, tanto la autoestima como el autoconcepto no son exclus ‘vamente un asunto individual: cada persona se percibe como parte de un grupo, con el que se identifica, adscribiéndose las caracteristicas grupales y diferencian- dose de los miembros de otros grupos en funcidn de las mismas, lo que constituye la identidad grupal 0, més ampliamente la identidad cultural. Esta ultima es el mbito mas extenso del autoconcepto, el primer filtro desde el cual se plasma la idea de si mismo y el conjunto de sentimientos asociados que constituyen la autoestima. Dificl es imaginar una buena autoestima si el concepto de si mismo es pobre o negativo: L.cémo puede estimarse aquello que se percibe como feo, malo, incompetente o indeseable?. Del mismo modo, zodmo puede una persona for- ‘marse un concepto favorable de si mismo si se percibe como parte de un grupo con tales caracteristicas? Tal es el problema de los nifios/as que pertenecen a grupos minoritarios, sobre todo cuando son discriminados o desvalorizados por la cultura dominante. En el caso de los nifios/as aymaras, su identidad esta escindida por una larga historia de agresién en multiples planos: cultural, linguistico, social, politico, reli- {gi0s0, econémico, lo que ha implicado al puebio aymara una constante adapta- ci6n y renuncia a sus costumbres, tradiciones, valores, formas de trabajo y organi- Zzacién social. Efectivamente, los agentes de la cultura occidental modema se han apo- derado de todo el aparato educativo oficial del érea andina (Grilo, 1989). Este sistema uniforme y socialmente homologado trajo como consecuencia el desarraigamiento del aymara y la pérdida paulatina de su identidad cultural (APROTEM, 1995). Dado lo anterior, surge en et puebio aymara, un sentimiento ambivaiente, al producirse una fractura en su identidad cultural provocada por el enfrentamien- to entre continuidad y legitimidad de la cultura hegeménica, y los valores propios de su perfil aymara (Cid y Galvez, 1996). La influencia de muiiples factores, inclusive la formacién que reciben en la escuela, va desarrollando en los nifios/as aymaras un sentimiento de rechazo a lo propio, fomentando una atraccién hacia lo foréneo. Esto trae como consecuen- 877 cia que muchos de ellos han preferido "blanquearse" como una manera de acer- carse a lo occidental, renegando de su condicién de indigena. Esta identidad fracturada y ambivalente es un precario soporte para el ‘autoconcepte de los nifios/as aymara. Para entender la situacion, desde esta pers- pectiva, es necesario comprender cual es y cdmo se genera su identidad cultural, a partirde la cual se modela el autoconcepto y, consecuentemente, la autoestima. ‘Todo intento de intervencién para recuperar y recrear el patrimonio cultu- ral autéctono del mundo aymara, debe iniciarse con una revisiOn de los constructos respectivos en dicho contexto, como una forma de cautelar su validez y pertinen- cla, Considerando que tanto la autoestima como la identidad cultural son constructos culturalmente situados, se requiere la elaboracion de un sistema te6- rico-conceptual que siente las bases para la elaboracién de instrumentos pert- rentes de evaluacién de la autoestima a partir de la propia cosmovision andina. Dado que los instrumentos que permiten diagnosticar el nivel de autoestima, esponden a constructos fuertemente sesgados por la cultura en que fueron dise- fiados, se carece de aquellos que permitan evaluar pertinentemente el nivel de autoestima en nifios/as de minorias étnicas y por ende, aymara, porque se desco- nocen las caracteristicas del proceso de desarrollo de la autoestima en la especial situacién de ambivalencia de identidad cultural a la que se encuentran sometidos. La medicién de la autoestima implica problemas conceptuales y metodo- légices, debido principalmente a la complejidad del concepto, a los multiples fac- tores 0 dimensiones que lo conforman y a los cambios que puede experimentar de acuerdo a los contextos en que se manifiesta. Los instrumentos de medicin de la autoestima exploran variadas dimen- siones definidas; segin Haeussier y Milicc, (1996) estas dimensiones serian la fisica, social, académica y ética; Brikman y otros (1995) quienes citan a Coopersmith, sefialan que las dimensiones serian general, social, hogar y padres, escolar y académica; por mencionar algunos ejemplos. Estas dimensiones, por sf mismas, se asientan en los valores culturales del grupo, por lo que no pueden considerarse universales sino mas bien sujetas a variabilidad cultural Byrne (1996) plantea algunas razones que inciden en la validez intercultural de los instrumentos: + Los patrones (cargas) factoriales de los instrumentos pueden variar. Es necesario comprobarlos para cada grupo que se trabaja. + Las estnicturas factoriales (niimero y composicién de los factores) y el error de medicién pueden variar ampliamente de un grupo a otro. * La interpretacién que los sujetos hacen de los reactivos de una misma prueba puede ser distinta. * Los pardmetros definidos para un grupo no son necesariamente los mis- mos para otro. 578 + Las culturas difieren respecto de valoraciones fundamentales, como la importancia que atribuyen a si mismo o a los demés. Estas variaciones hacen diferencias significativas en la forma en que los sujetos se valoran a si mismos, * Las limitaciones en la evaluacién de la autoestima apuntan a una critica central: a falta de consideracién de los aspectos culturales involucrados en dicha evaluacién, lo que constituye una extension de la critica de falta de consideracién de la saliencia individual de las dimensiones de la autoestima. Por ello resulta necesario relativizar la medicién de la autoestima, ajustandola a las caracteristi- ‘cas que el constructo asume en cada contexto cultural + De acuerdo alo planteado por Marsh (1986, en Byrne 1996) se propone la existencia de marcos de referencia intemo y externo en la autoestima; la eva- luacién no podria estar referida sélo a uno de ellos. + Hasta hoy los instrumentos existentes no permiten distinguir claramente entre dos aspectos importantes de la evaluacion, como son la vivencia actual de la autoestima y la acumulada a través de la historia vital o biogratica, * El efecto de la deseabilidad social en las respuestas de los sujetos a los instrumentos de evaluacién de la autoestima es dificil de controlar. Demo (1985) hha propuesto utilizar conjuntamente el informe del propio sujeto y el de observado- res 0 terceros .Sin embargo, las observaciones de estos iilimos también presen- tan un grado importante de subjetividad, en la medida en que es el comportamien- to el que se observa, y los sujetos aprenden, por una cuestion de funcionalidad Social, a mostrar una buena autoestima aunque ésta no exista, de modo de evitar dafios al si mismo en situaciones de fracaso 0 rechazo social (Schneider y Turkat, 1985, en Blascovich y Tomaka, 1991), + La autoevaluacién del sujeto depende tanto de sus propias experiencias como de la valoracién que los otros significativos hacen de él ( Coopersmith, 1976 en Brikman y otros, 1989; Aaron, 1986; Roa, 1988; Rosemberg, 1979, en Alvarez, 1993; Mc Creary ,1989; Tamayo, 1985), por lo que se hace indispensable determi- nar en las evaluaciones quiénes son esos otros significativos, ya que ellos varian segtin la edad y la cultura ( Watkins y Regmi, 1991), Concordante con el problema planteado, el propésito de esta investiga- Ci6n se orienta a establecer los constructos de autoestima e identidad cultural y su dindmica de interaccién, a partir de referentes culturales del mundo aymara. Para ello se formularon los siguientes objetivos especiticos: + Elaborar el marco referencial sobre la base de fuentes tedricas y empiri- * Describir la realidad socio-étnica cultural andina a partir de la percepcién del hombre aymara. ‘Configurar la identidad aymara desde su particular cosmovisién. + Especificar los dominios culturales respecto de la valoracién y estima personal en la poblacién aymara, 579 Material y método Poblacién y muestra La poblacién objetivo la constituyeron todos los j6venes escolares aymara de la provincia de Parinacota, que se encontraban cursando entre 7° aio basico y 4° afio medio; la muestra estuvo constituida por 32 j6venes escolares aymara, de ‘ambos sexos, del Liceo C-3 de Putre, que accedieron voluntariamente a participar en el estudio. Adicionalmente, se recabé informacién de 9 profesionales universitarios de origen aymara, y de 10 aymaras adultos de la comunidad de Putre, seleccionados intencionadamente para cubrir un amplio espectro de representacién comunitaria. Instrumentos Para obtener informacién de los jévenes aymara, se utliz6 el Test de las 20 afirmaciones (TVA) (Kuhn y McPartland, 1954, en Watkins, Yan y Dahlin, 1997), que consiste en pedirle al sujeto que se describa a si mismo con afirmaciones breves, y una adaptacién de la entrevista de otros significativos (EOS) (McCreary, 11989), que es una entrevista semiestructurada en que se pregunta acerca de per- ssonas significativas y su influencia sobre el propio sujeto, asi como acerca de aspectos o situaciones personales que generan bienestar 0 disconformidad consi- go mismo. Con los profesionales aymara se utllz6 una entrevista semiestructurada elaborada especificamente, que indagaba sobre los valores de la cultura aymara, las fuentes de respeto personal, de bienestar y malestar consigo mismo, las formas de crianza infantil y las conductas valoradas y desvaloradas en los nifios y nifias. A los adultos aymara de la comunidad, se les aplicé una entrevista ‘semiestructurada en dos partes: la primera, era aproximadamente equivalente a la entrevista a los profesionales, y la segunda, a la EOS aplicada a los jévenes, pero se les consultaba retrospectivamente, es decir, apuntando a su situacién cuando eran nifios. Todas las entrevistas fueron grabadas en cintas de audio y transcritas, trabajindose para su andlisis sobre las transcripciones. Metodologi La investigacién se ajust6 principalmente a un disefio cualitaivo, y su ob- jetivo fue eminentemente descriptivo. La metodologia basica de recoleccion de inforracién fue la técnica de entrevista, y el procesamiento de los datos recogidos fue cuali-cuantitativa: * La informacién recogida en las entrevistas a los profesionales aymara fue resumida y sometida a andlisis de contenido, estableciéndose las categorias presentes en cada entrevista; luego, se realizé un consolidado, conformandose lun cuerpo coherente de categorias que reflejé la perspectiva del conjunto, * Las respuestas de los jévenes al TVA fueron revisadas y reformuladas para uniformar términos que daban cuenta del mismo concepto, y se confeccioné coon ellas un listado libre de palabras (Russel, 1994). Este listado fue sometido a 580 un proceso de sucesivas recategorizaciones hasta conformar un conjunto relat vamente exhaustivo y excluyente, lo que produjo un conjunto de categorias de alto nivel que inclufa los niveles anteriores. + Sobre las transcripciones de la EOS se realiz6 un proceso similar de categotizaciones, constituyendo listados libres de palabras en cada nivel, cada uno de mayor inclusividad. + Las respuestas de los adultos de la comunidad fueron tratadas de la misma manera, constituyendo listados libres de palabras en los sucesivos niveles. Los listados libres de palabras fueron sometidos a andlisis de frecuencia y posicién relativa de las categorias, obteniéndose, ademas, elindicador de saliencia S de Smith para cada una de ellas, con el programa computacional Anthropac (Borgatti, 1994). Sobre esa informacin, se realiz6 el analisis cualitativo que se entrega en los resultados. Para asegurar la credibilidad, se hizo uso de cuatro téonioas: 1 ) graba- cin y transcripci6n textual de las entrevistas para asegurar la fidelidad respecto de lo informado por los sujetos; 2) triangulacién de fuentes, métodos e investiga- dores: como se describié, se recogiéinformacién equivalente en jévenes, profe- sionales y adultos de la comunidad; se utliz6, on el caso de los jévenes, dos instrumentos alternativos (TVA y EOS) y cada paso de! andlisis fue realizado por ‘al menos dos investigadores independientes que confrontaban sus resultados s6lo ‘después de haberlos obtenidos separadament; 3) se analizé la informacién que resultéinconsistente en forma persistente, modificando las categorias y las hipé- tesis interpretativas hasta lograr la congruencia; y 4) las categorizaciones resul- tantes fueron controntadas con una antropéloga experta en cultura aymara y con ‘un miembro originario de dicha cultura. La transferabilidad de los resultados se ha buscado por medio de la ‘exhaustividad del muestreo en relacion alas caracteristicas de los sujetos de and- Isis: en cada una de las fuentes, se traté de cubrir las principales subategorias de sujetos segtin las variables sexo, nivel de edad y éreas de insercién en la ‘comunidad. Presentacion de resultados 1. Entrevista a profesionales aymaras Desde la perspectiva de las entrevistas a profesionales aymaras es posl- ble sefialar que entre los aspectos més valorados en la comunidad aymara se destacan la reciprocidad entendida como ayuda mutua, la complementariedad com- prendida como un dualidad o relacién de pares y comunitarismo referido a la rea~ lizacién de tareas grupales en beneficio del bien comdn. También son aspectos significativos el respeto a la naturaleza y a la tradicion, lo que se manifiesta a través de ceremoniales como la celebracién de la pachamama. Otros elementos importantes son el respeto a la jerarquia familiar. Entre los aspectos positives mas valorados por las personas aymaras se pueden destacar la responsabilidad y la disposicion al servicio, ambos referidos al 581 ‘cumplimiento de sus deberes personales, familiares y comunitarios. Ademés, so enfatiza la honradez, paciencia, perseverancia, humildad, simpleza y trabajo. En oposicién a lo anterior, los aspectos negativos planteados por las personas son fundamentalmente el incumplimiento de los patrones de la comunidad, la falta de respeto a sus costumbres, la mentira, ol robo ylaflojera, todo lo cual se traduce en una fuerte presién hacia la conformidad social Entre los aspectos que prestigian y valorzan a la persona en la comunidad, «posible observar la responsabilidad, asumir cargos que implican liderazgo, de- mostrar una actitud conciiadora y perseverante, ademas de logros educacionales, materiales y posicién econémica-social prestigiosa, asi como demostrar sabiduria. Una persona se siente valiosa y bien consigo misma cuando presta serv- cios y cumple con las demandas de su comunidad, asumiendo con responsabil- dad su trabajo, conservando su identidad y sintindose orgulloso de ser aymara. Por el contrario, se siente mal consigo mismo cuando se siente rechazado por sus padres y comunidad al transgredir valores o principios, a ser irresponsable ante el ‘cumplimiento de sus deberes y al ser discriminado por su procedencia étnica. En cuanto a las personas que se encargan de la orianza de los hijos, es posible observar que esta responsabilidad recae directamente en la familia, sien- do las madres las encargadas de las hija y los padres de los hijos, preferente- ‘mente, puesto que se incluyen en esta tarea los abuelos, especialmente la abvela. Es en este niicieo familiar donde se refuerzan los valores de respeto, dignidad, ayuda y soldaridad, aunque la comunidad se constituye en otro agente educador, fen ese sentido, “todos los nifios son de todos". Respecto a la crianza de los niflos, os sujetos entrevistados sefialan que ellos aprenden a través de la observacién en forma natural, mediante sus viven- cias y en contacto con la naturaleza. Segin sus propias expresiones, “os nifios deben escuchar y observar para aprender’, dado que es muy importante el apren- dizaje a través del ejemplo. Otra forma de ensefiar es a través de los cuentos y de los suenios reales o inventados. Entre las conductas que se valoran en los nifios es posible destacar: obe- diencia, responsabilidad, trabajo, respeto, ayuda y orgullo por su identidad. Se reconoce también como valioso el cumplimiento de las tareas propias de su edad sexo, como por ejemplo, el nifio acompajia al padre en el cuidado de la tierra y la nifa a la madre y abuelos, en las tareas domésticas. Ademés, se valora la educa- clon sistematica como un medio para salir adelante, y rasgos de personalidad ‘como la inteligencia, astucia, valentia y demostraci6n de destrezas. Por oposicién alo antarior, s2 puede safialar que enire las conductas rechazadas o castigadas nos nifos/as se encuentran el incumplimiento de sus responsabilidades famili res 0 comunitarias, tales como no levantarse temprano y la transgresién de valo- tes, tales como la mentira, el robo, la flojera y la agresividad. Cabe sefalar que la ‘mayorfa de los entrevistados considera que existe una escasa conducta desvia- da. Cuando un sujeto transgrede los patrones esperados por la comunidad ‘aymara es castigado segiin la gravedad de la falta a través de castigos fisicos; 582 como tirar el pelo, asustar con quemar las manos y castigos sociales, como asig- narie tareas mas pesadas, hablarle en forma brusca y fuerte o no tomédndolo en cuenta, Estas situaciones generalmente producen conflctos con los padres, es- pecialmente en la adolescencia, egando a veces al abandono del hogar. Otros Confictos derivan del choque cultural escuela-famila, debido alas diferencias en- tre lo que ensefa la una y la otra 2. Instrumentos aplicados a jévenes escolares 2.1 Entrevista semiestructurada Las personas de mayor importancia para el joven, en orden de magnitud, son las de su grupo familiar, destacando en orden de saliencia la madre, seguida del padre y a continuacién los hermanos. Ademés, son consideradas importantes para ellos las personas que cumnplen el rol de cuidadores, como son los tutores. Al preguntérsele al joven sobre los sentimientos que las personas mas significativas le provocan, se concluye que éste prefiere las actitudes que implican apoyo, afecto y reciprocidad, las cuales provocan sentimientos de satistaccién, por sobre gestos paternalistas y conductas punitivas. A interrogar al joven sobre los aspectos de si mismo que le generan dis- conformidad, se orientan fundamentalmente al deseo de modificar las actitudes y caracter, destacando el rasgo de “enojén* como francamente indeseable. En relacién con situaciones que producen al joven bienestar consigo mis- ‘mo, se puede conciuir que las de mayor relevancia son las que implican el valor de la responsabilidad y el compromiso con el cumplimiento de sus deberes en el mbito escolar y familiar. En oposicién a lo anterior, las situaciones que le produ- ‘con mayor malestar consigo mismo son: ‘me retant y * provoco dafio"; por tanto se infiere que su malestar, fundamentalmente, proviene de acciones en relacién a ctros, de no sentirse plenamente integrado socialmente. 2.2 Test de las veinte afirmaciones. Las respuestas ala interrogante como eres ti? pueden resumirse en las siguientes ideas: Eljoven se desoribe a s{ mismo, prioritariamente, como una persona eno- Jona, es decir, que se altera féciimente, lo que se proyecta con rasgos de impul- sividad y al que le molesta la accién impositiva de os otros. Se destacan ademas, ‘como rasgos basicos, el ser alegre y bueno, lo cual permite configurar una perso- na cooperadora, iti y responsable. ‘También incluye en la percepcién de si mismo la apariencia personal y caracteristicas tisicas, al describirse como una persona morena y de pelo negro. Las caracteristicas de mayor saliencia a la hora de autodescribirse co- rresponden a caracteristicas relacionales y principalmente aluden a la forma en ‘que cada uno se relaciona con la comunidad. 3. Instrumentos aplicados a adultos 3.1 Valores culturales actuales Los adultos representatives de la comunidad aymara consideran que el valor mas importante es el trabajo, asociado a la capacidad de ganarse la vida y a su forma de vivir Frente a las caracteristicas que las personas valoran de los adultos se pueden sefialar el respetar y ayudarse, en el contexto de la capacidad de apoyar- se y sobre todo, de ser persona util y ser reciproco. La responsabilidad en la crianza infantil recae en la madre, de manera preferente, por sobre la influencia de otras instituciones. Consecuentemente, la mejor forma aceptada por os adultos para realizar la crianza de los nifios es "acon solar’; es decir, esté contrada en el dislogo, y la menos aceptada es "huasquear’ y “dar palmazos", formas que corresponden a castigos de orden fisico (aunque estén dentro de lo que se considera legitimo). Con respecto a las caracteristicas que son més valoradas en los nifios se destacan, en primer lugar, tener "buenas relaciones y modales" y, en segundo lugar, el respeto y obediencia. En resumen, puede decirse que lo que mas apre- cian en los nifios es su ajuste al modelo cultural de la comunidad, manteniendo adecuadas relaciones con los demas, buen comportamiento, respeto y obedien- cia. Por oposici6n, los rasgos més rechazados en los nifios por la. comunidad dutta, los constituyen fos “malos habitos’, la “desobediencia" y la “falta de respe- to a los mayores"; aspectos que hacen clara alusién a comportamientos cultural mente desviados. 8.2 Valoracién retrospectiva Frente a la interrogante sobre las personas que fueron importantes para €l sujeto, se puede observar que la familia se destaca en primer lugar, y dentro de lla, los padres asumen un lugar relevante. Los menos sefialados son los profeso- res. A indagar sobre los sentimientos hacia si mismo que provocaban esas, personas importantes y a través de qué actitudes 0 conductas se manifestaban £2808 sentimientos, se puede conclu que recuerdan y aprecian mas el ensefia, el ‘ser buena persona. No obstante lo anterior, también resaltan el consentir (no en- sofiar bien) y, con menor fuerza, el castigo. interesante es notar que aunque las actitudes que recuerdan més de las personas importantes son el apoyo, afecto y cconsejo, también aparece, en sentido negativo, el castigo. En relacién ala pregunta sobre los aspecios de si mismo que generaban sisconformidad, y que por lo tanto les hubiera gustado camblar, se aprecia que hay bastante aceptacién de si mismo, manifestando que no le hubiera gustado ‘cambiar nada o la poca preparacién, aspecto més bien externo, ‘Al recoger informacion en cuanto a las situaciones que producian bienes- tar consigo mismo, se expresa como lo mas relevante el ser util, seguido de reci- procidad, ayudar y ser responsable en el trabajo. Lo anterior denota ia importancia 584 de sentirse bien cuando el adulto tiene trabajo y se siente util. Por el contrario, e! sujeto siente malestar consigo mismo, cuando debe empefiarse mucho para sur- gir, cuando no es responsable. Por lo expuesto, demuestran un mayor disgusto ‘eonsigo mismo cuando existe dificultad para ganarse la vida y no cumplir con sus responsabilidades. Conclusiones El estudio realizado ha puesto en evidencia la coincidencia existente en- tre la informacién que surge a partir de la realidad empirica, con la informacion recabada en las fuentes bibliograficas que constituyen el sustrato tedrico de la investigacién. El analisis de resultados de las entrevistas aplicadas a jovenes y adultos aymaras residentes en Putre y a profesionales aymaras de la ciudad de Arica, permitieron establecer los principales referentes culturales a partir de los cuales ‘se deberian elaborar los constructos de autoestima ¢ identidad cultural en el mun- do aymara, los que coinciden con los extraidos de la literatura al respecto; es decir, los aymaras siguen construyendo su identidad y autoestima personal en relacién a los ejes de su propia cultura, mas que a los de la cultura que se les ha impuesto externamente. Los ejes fundamentales que se plantean como referentes empiricos en tor- ‘no a los cuales se concretan dichos constructos son prioritariamente el comunitaris mo y el respeto hacia las normas, valores, principios y tradiciones de su cultura. El comunitatismo esta referido a la realizacién de tareas o funciones grupales ‘en beneficio del bien comtn; refuerzan este eje los conceptos de reciprocidad, en- tendida como ayuda mutua, y complementariedad, como dualidad de pares. El respeto a las normas, valores, principios y tradiciones culturales se ‘manifiesta a través de la valorizacién asignada a la familia y a su jerarquizacion, a la tierra, a los rituales y al acatamiento de patrones de conducta vigentes. El in- curplimiento de obligaciones y responsabilidades provocan en el sujeto malestar consigo mismo, Todo lo sefialado se traduce en una actitud de conformidad frente a su sistema de valores establecidos. Estas mismas ideas aparecen reiteradamente en las fuentes bibliogréficas revisadas, las cuales destacan principalmente las siguientes consideraciones: Los aymaras valoran el comunitarismo como ambito y guia de pertenencia (Cohdad y Freder, 1996). La familia y la comunidad determinan fundamentalmente la toma de decisiones, la organizacién del trabajo, la vida religiosa y de recreacion. Es alli donde el nifio aymara recibe parte sustantiva de sus valores que, a modo de esquemas conceptuales y normativos, dirigen su comportamiento en las distintas etapas de su vida. “La socializacién familiar y comunitaria ensefia a vivir bien, lo cual significa Interactuar segin un repertorio ideal bastante rigido de normas y procedimientos. * Ala familia aymara le interesa que las conductas del nfo se ajusten a lo ue esperan los adultos de ellos: personas obedientes, respetuosas y responsa- 585 bles. Entre los valores presentes en el mundo andino, (Gunderman y Chipana, 1986), destacan respeto y obediencia, responsabilidad y laboriosidad, austeridad, hhonradez, acumulacién de patrimonio y buena reputacion, Tal vez el hecho mas importante revelado por este trabajo es la coinciden- cia entre las valoraciones de los adultos y la de los j6venes, asi como entre las valoraciones actuales y los recuerdos de la infancia en las personas adultas. A pesar de la enorme influencia cultural, ajona a la propia, a que estan sometides los, jévenes por la educacién, el acceso cada vez mayor a los medios de comunica- Cién y por su creciente integracién a la vida urbana, ellos siguen valorando los rmismos principios que los adultos; es decir, se perciben y evalan a si mismos con los mismos referentes que lo hacen los adultos y que a su vez son los mismos vvalorados por sus proplos referentes en el pasado. Asi, contrariamente a lo que podria esperarse, los valores tradicionales siguen operando fuerte y consisten- ‘temente en la practica, permitiendo la continuidad de su propia cultura. Por lo expuesto, para una eventual evaluacién de la autoestima, acorde a los referentes culturales de los j6venes aymaras, se deberia considerar al menos lo siguiente: + Que la autopercepcién del joven aymara no puede ser establecida ana- liticamente, aislada de su relacién con la comunidad, ya que su percepcién del ‘mundo es holistica. Asi cabria cuestionar la posibilidad de establecer areas 0 ém- bitos jerarquizados de evaluacién; mas bien corresponderia considerar diferentes formas de vaiorar el ajuste al eje cultural central: "el buen vivir" en las variadas ‘manifestaciones a lo largo del cicio vital. + La forma diédica de organizar la experiencia del mundo, expresada en dicotomias mas que en gradaciones. ‘El gran sentido de comunidad y pertenencia del mundo aymara, en su cexpresién més local e inmediata: la familia y la comunidad circundante, El sujeto ‘se percibe indisolublemente ligado a ellas y constituye sus referentes —los otros significativos-, casi exolusivameente dentro de ese contexto, especificamente den- ‘ro del ambito familar + El je de evaluacién deberia estar en cémo el joven percibe su proximi- dad al modelo del buen vivir, es decir + Adecuacién a la forma de integracién social definida para su nivel etario. * Capacidad de aportar a los demas. + Competencia como sujoto cocialmente productive, + Respeto a las convenciones sociales tradicionales y, en particular, a sus mayores. + Apego y respeto a los ritos y elementos simbélicos articuladores de la cosmovisién andina: la tierra y las celebraciones, entre otras. 586 Bibliogratia ‘Aaron, A.: "Aprendizaje social y desarrollo humano". En Avances en Educacional. Universidad del Norte, Antofagasta, 1986. Alvarez, N.: ‘Familia Institucionalizacao: duas variaveis inluenciando a auto-esti- ‘ma. Tesis para obtencao do Grau de Mestre em Psicologia Clinica, Pontificia Universidade Catdlica, Campinas, 1993. APROTEM (Asociacién de profesionales y técnicos mapuches): "Politicas de edu- cacién intercultural bilingde en Chile’. Informe final sobre pueblos aymara- atacamenios, Iquique, 1996. Arancibia, V. & Maltés, S.: "Un modelo explicativo del rendimiento escolar’. Rev. ‘Tecnologia Educativa. Vol XI, N® 2, CPEIP, OEA, Santiago, 1989. Blascovich, J. & Tomaka, J.: "Measures of self-esteem’. En Robinson, J.; Shaver, P.y Wrightsman, L., Measures of personality and social psichological altitudes. San Diego: Academic Press, pp 115-160, 1991 Brinkmann, H. etal: “Adaptacién, estandarizacién y elaboracién de normas para el Inventario de Autoestima de Coopersmith". Rev. Chilena de Psicologia, Vol. 10, 1, pp 63-71, 1989. Brinkmann, H. etal: "Test de personalidad de California’. En. Seguro y M. Solar. Baleria de test para medir caracteristicas psicosociales en alumnos de Educacién Media. Concepcién: Facultad de Ciencias Biolégicas, Univer- sidad de Concepcion, 1996. Byrne, B.: "Measuring self-concept across the life span’. Washington: American Phychological Association, 1996. Cid, A. & Galvez, J.: "Estudio exploratorio y comparativo de la autoestima entre ‘adolescentes de ascendencia urbana’. Actividad de Titulacién, Psicolo- la, Universidad de Tarapaca, Arica, 1996, ‘Cohdadi, J & Freder, A.: "Hacia la interoulturalidad y el bilinguismo en la educa- i6n chilena. Temuco: Eliseo Cafiet, 1996. Demo, D.: "The measurement of self-esteem refining our methods". Journal of personality and social psychology, 1985. Erthal, T:*A autoimagem: possibilidade e limitacoes da mudanca'. Psicologia Cli- nica, 38 (1), pp 39- 46,1986. Grill, E.: “Sociedad y naturaleza. Su retacién en las culturas andinas y occidental ‘modema’. Lima: PRATEC, 1989. ‘Gunderman, I]. & Chipana, C.: "Proyecto de Investigacién Inattuto do Antropolo- ‘gia" Arica: Universidad deTarapaca, 1986. Haeussler, P.& Mllicic, N.:*Confiar en uno mismo: Programa de autoestima". San- tiago: Dolmen, 1996. Me Creary, A.: ‘Significant others and self-esteem: Methods for determining who ‘and iwho, Adolescence XXIV (95), pp 581-594, 1989, logia 887 Roa, M.:"Valoracién de si mismo” Santiago: Patris, 1988. Tamayo, A.: *Reelagao entre autoconceito @ avallagao percebida de un parceiro ‘significativo". Psicologia Social, 37(1), pp 88-96, 1985. Verkuyten, A.: "General self-esteem of adolescents from ethnic minorities in the netherlands and the reflected appraisel process, EE,UU.,1988. Watkins, D.& Regmi, M. "Significant others of rural and urban nepalese children”. ‘Social Behavoir and Personality and international Journal. Vol 19, 3 pp 147-216,1991 Watkins, D.;Yan, J. & Dahlin, B.: "The twenty statement test. Some measurement ‘ssues". Journal of cross-cultural Psichology, Vol. 28, 5 pp 626-633, 1997, 588

Das könnte Ihnen auch gefallen