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Nieto, José Antonio (comp.

) (1998), Transexualidad, transgenderismo y


cultura. Antropología, identidad y género Madrid: Talasa.

Nieto, José Antonio (1998), 'Transgénero/Transexualidad: de la crisis a la


reafirmación del deseo', a José Antonio (comp.) Nieto, Transexualidad,
transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y género Madrid:
Talasa.

-El/la transgenderista se encuentra a disgusto con el sistema de bipolaridad y


oposición de género socialmente establecido, rechaza los ‘genitales culturales’ y
renuncia a la asociación del género con los genitales, prefiriendo verse enmarcado/a
en un contínuo masculinidad/feminidad. Nieto t/t 22

-Mackenzie (1994) (...) postula que la angustia transexual inherente al hecho de haber
nacido con un cuerpo ‘erróneo’ podría desplazarse interpretativamente al hecho de
haber nacido en una sociedad/cultura ‘errónea’. Es la resistencia y rechazo de las
sociedades/culturas ‘erróneas’ –basadas en al dualidad genérica- de la flexibilidad de
género lo que propicia la desigualdad de derechos, la negación de espacios sociales,
la intolerancia y el etiquetado de enfermos, a las personas que individualmente y en
sociedad rompen esquemas, roles de conducta y expectativas sociales (…). Nieto 24-5

-Los criterios seguidos en el DSM-IV para establecer el diagnóstico de transtorno de la


identidad sexual responden a cuatro parámetros que de forma resumida presento a
continuación: “a) Identificación acusada y persistente con el otro sexo… En los
adolescentes y adultos la alteración se manifiesta por síntomas tales como un deseo
firme de pertenecer al otro sexo, ser considerado como del otro sexo, un deseo de vivir
o ser tratado como del otro sexo o la convicción de experimentar las reacciones y las
sensaciones típicas del otro sexo. b) Malestar persistente con el propio sexo o
sentimiento de inadecuación con su rol. c) La alteración no coexiste con una
enfermedad intersexual y d) La alteración provoca malestar clínicamente significativo o
deterioro social, laboral o de tras áreas importantes del individuo”. Nieto 26

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Garaizabal, Cristina (1998), 'La transgresión del género. Transexualidades,
un reto apasionante', a José Antonio (comp.) Nieto, Transexualidad,
transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y género Madrid:
Talasa.

-La existencia de personas que se sienten del género contrario al que se le marca por
su sexo biológico representa un desafío a la rígida división de géneros establecida en
nuestra sociedad. Barrena igualmente la idea misma de la supuesta naturalidad y
existencia de dos únicos géneros, complementarios, dicotómicos y jerarquizados el
uno respecto al otro. 42

-Es calcula que de cada tres trans, un és trans masculí. 42

-Es importante tener en cuenta que en nuestra sociedad lo considerado socialmente


como propio del género masculino se halla más valorado que aquello que se considera
propio de las mujeres. Así, cuando un niño pequeño tiene comportamientos e
inclinaciones hacia tareas, juegos o aspiraciones que se consideran propios de las
mujeres, la presión del entorno para que aquéllos sean reprimidos es muy superior a la
que se da en el caso inverso, que es vivido como menos problemático. A la par, un
hombre con comportamientos y aspecto femeninos es inmediatamente identificado y
sometido a burlas, discriminaciones y presiones, siendo humillado por abandonar su
condición en aras a la feminización. Por el contrario, hoy, una mujer que manifiesta
comportamientos y aspecto masculinos es vista como algo más ‘normal’ –a fin de
cuentas es lógico valorar aquello que socialmente está más valorado- y sufre menos
presiones del entorno. Garaizabal 43

-(…) si su existencia resulta tan inquietante en sociedades como la nuestra es porque


establece un continuum entre lo femenino y lo masculino en unas sociedades
estructuradas sobre la base de la dicotomía entre lo uno y lo otro. Garaiz 44

-En los primeros estudios de la época moderna sobre la homosexualidad, ésta es vista
como una desviación del desarrollo de género, como una inversión del mismo. (…) En
los últimos años (…) esta identidad se ha explicado como producto de las diferentes
posibilidades de la elección de objeto y no en relación al desarrollo del género. Garaiz
50-1 Weeks, Malestar

-(Según la definición clínica) La idea de ‘transexual verdadero’, definido, entre otros


criterios, por su orientación heterosexual y su rechazo a la homosexualidad, no hace
sino reafirmar la idea de que para ser ‘mujer de verdad’ es necesario tener como
objeto amoroso a los hombres. Garaiz 57

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-La concepción de la operación como obligatoria para definir al transexual conlleva
también, en última instancia, negar la legitimidad de la propia transexualidad, como
estadio definitivo en el que quedarse. Este, obviamente, implica la discriminación para
quien así se siente, pero además colabora en el mantenimiento de una serie de mitos
que tampoco ayudan en nada a quien se opera. (…) La idea de que la operación
significa un ‘volver a nacer’ lleva aparejada la negación de la historia anterior, historia
plagada generalmente de ambigüedad y sufrimiento. (…) Además, incluso en el caso
de que esto fuera posible, no es, precisamente, un elemento que refuerce la
autoafirmación personal y contribuya a la construcción de una identidad propia
integrada, con una cierta línea de continuidad. Por el contrario, para que esto sea
posible, es necesario reconciliarse con uno o una misma y con su pasado, y esto es
imposible hacerlo negando una parte importantísima del mismo (…). Garaiz 58

-Puede que no podamos escoger la manera en la que sentimos, lo que deseamos,


pero podemos elegir lo que hacemos con esos sentimientos y deseos. Jeffrey Weeks.
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Fausto-Sterling, Anne (1998) ‘Los cinco sexos’ a José Antonio (comp.)


Nieto, Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología, identidad
y género Madrid: Talasa.

-Afirma que biològicament parlant hi ha una enorme gradació entre “varón y mujer”.
Que es pot reduir a 5 sexes o inclús més. La literatura mèdica n’agrupa tres sota la
categoría intersex. Els anomenats ‘veritables hermafrodites’, que “poseen un testículo
y un ovario)”; els pseudohermafrodites masculins (que tenen testicles i alguns
aspectos dels genitals femenins però no tenen ovaris); i els pseudohermafrodites
femenins, que tenen ovaris i alguns asfectes dels genitals masculins però no tenen
tescticles. Fausto 80

-Basándonos en lo que se conoce sobre ellos postulamos que los tres intersexos
merecen ser considerados como seos adicionales con su propio estatuto. En realidad,
podríamos ir más allá afirmando que el sexo es un continuum vasto e infinitamente
maleable que sobrepasa las restricciones incluso de cinco categorías. Fausto 80-1

-En contraste con los verdaderos hermafroditas, los pseudohermafroditas poseen dos
gónadas del mismo tipo junto con la estructura de cromosomas usual masculina (XY) o
femenina (XX). Pero sus genitales eternos y características sexuales secundarias no
se ajustan a sus cromosomas. De esta forma los pseudohermafroditas masculinos
tienen testículos y cromosomas XY, y sin embargo también tienen vagina y clítoris, y

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en la pubertad a menudo desarrollan senos. Sin embargo, no tienen menstruación. Los
pseudohermafroditas femeninos tienen ovarios, dos cromosomas X, y a veces un
útero, pero también tienen al menos parcialmente, genitales masculinos. Sin
intervención médica pueden desarrollar barba, voz grave y penes de tamaño adulto.
Fausto 82

-EL tractament de la intersexualitat, diu que és un eemple del que Foucault va


anomenar biopoder. Fausto 87

-Por una parte, el “control” médica de la intersexualidad sin duda se desarrolló como
parte del intento de liberar a las personas del sufrimiento psicológico que se detectaba
(aunque no está claro si era el sufrimiento del paciente, de sus padres o del médico).
(…) Por otra parte, los mismos logros de la medicina pueden ser interpretados no
como progreso sino como una forma de disciplina. Fausto 87

-¿Por qué debería preocuparnos el hecho de que una ‘mujer’, definida como alguien
que tiene pechos, una vagina, un útero y ovarios y que tiene la menstruación, tenga
también un clítoris suficientemente grande como para penetrar la vagina de otra
mujer? ¿Por qué hemos de preocuparnos si hay personas cuya dotación biológica les
permite mantener relaciones ‘naturales’ tanto con hombre como con mujeres? Las
respuestas parecen provenir de una necesidad cultural de mantener claras las
distinciones entre los sexos. Fausto 88 Reifica l’orientació hetero

Billings, Dwight i Urban, Thomas (1998), 'La construcción socio-médica de


la transexualidad: interpretación y crítica', a José Antonio (comp.) Nieto,
Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y
género Madrid: Talasa.

-Según Taussig (1980) “los signos y síntomas de la enfermedad, así como las técnicas
de curación, no son ‘objetos en sí mismos’, no tienen sólo un carácter biológico y
físico, también son signos de las relaciones sociales disfrazados de hechos naturales,
que hunden sus raíces en la reciprocidad humana”. Incluso con las enfermedades que
se negocian, que a menudo carecen de base biológica, el lenguaje pactado de la
enfermedad en el ámbito de una ciencia natural oscurece sus orígenes sociales. 110-1

-[carta de una transexual] “Ninguna operación puede fabricar nada que se parezca a la
vagina de una mujer. La operación es un robo. El tejido reconstruido quirúrgicamente
no es más que una herida abierta. Necesita dilatación para mantenerla abierta y si se
dilata demasiado resulta inútil para la relación sexual. (…) Un trozo de falo con una

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herida abierta por debajo y un anillo de escroto colgando es todo lo que es…” Billings
113

King, Dave (1998), 'Confusiones de género: concepciones psicológicas y


psiquiátricas sobre el trasvestismo y la transexualidad', en José Antonio
Nieto (comp.), Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología,
identidad y género. Madrid: Talasa.

-(...) hasta fechas muy recientes se ha concebido el rol homosexual principalmente en


términos de desviación de género y de rol sexual en la sociedad, y aun así, a partir de
finales del siglo XIX, surgió una concepción diferente de la desviación del rol de
género concretada en las categorías clínicas de travestismo y también (más tarde).
King 123 (dic jo: Es distingeix tant les categories trans i homo, que es considera que
homos no tenen res a veure amb el gènere mentre que la gent trans és hetero.

-Parla del llibre de Kenneth Plummer The Making of the Modern Homosexual

-Aunque el término transexualidad apareció alrededor de 1950, no fue hasta principios


o mediados de los sesenta cuando se diferenció de manera casi nítida del travestismo
como categoría clínica. King 126

-Entre 1870 y 1920: abundante información y discusión sobre hombres y mujeres que
se trasvisten y/o desean (o realmente lo hacen) adoptar el rol adscrito a aquellos del
sexo opuesto. Se acuñan diferentes nombres: “sentimientos sexuales contrarios”
(Westphal), hermafroditismo físico (Laurent), travestismo (Hirschfeld), eonismo (Ellis).
King 128

-Entre 1920 y 1950: continua la edad oscura. Informes complementarios sobre más
casos, pero si comparamos con el periodo anterior el volumen de publicaciones no
parece haber sido tan amplio. Los términos travestismo y eonismo pasan a ser
adoptados por la literatura. Algunos cambios de sexo por métodos quirúrgicos. King
128

-Entre 1950 y 1965: Se utiliza por primera vez el término transexual. Benjamin
empieza a divulgar el término en 1953, pero su uso no se extiende hasta principios de
los sesenta. Se llevan a cabo algunas operaciones más. La Universidad John Hopkins
empieza el trabajo con hermafroditas. Descubrimiento de método para determinar el
sexo a través de los cromosomas. Las historias de cambio de sexo se hicieron
habituales en determinados periódicos. Mucha gente se trasladaba a Casablanca y
Escandinavia para operarse. King 129

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-Entre 1965-1979. Creación de clínicas de identidad sexual y cirugía de cambio de
sexo legitimada. Aumento de las publicaciones sobre transexualidad. Decrece el
interés por el travestismo. Aumento de la visibilidad y la actividad subcultural.
Caracterización más extensa y proliferación del término disforia de género,
transexualidad primaria y secundaria. King 129

EL TRASVESTIDO.

-A finales del siglo xix la homosexualidad era considerada según la describe Foucault
de forma acertada, como “una especie de androgínia interior, hermafrodtismo del
alma”, concepción incorporada ahora a la imagen del travestido y el transexual, de
manera que el término “homosexual” en la actualidad se refiere a la dirección de la
preferencia sexual más que a las categorías de un tipo de género. King 130

-Havelock Ellias y Magnus Hirschfeld estuvieron en la brecha del establecimiento del


travestismo y la transexualidad como categorías aparte. Ellis es caracterizado como
uno entre los varios autores que a finales del siglo xix y principios del xx estaban
intentando normalizar la homosexualidad. “Ellis luchaba por insistir en que los
invertidos eran esencialmente personas corrientes en todo excepto en su conducta
sexual” (Weeks, 1977). De alguna manera esto suponía la negación de la idea de que
una preferencia por las relaciones sexuales con miembros del mismo sexo va
necesariamente asociada a la adopción de la forma de vestir, el amaneramiento y
demás aspectos del sexo contrario. En la misma línea escribió que es posible que una
persona “se sienta como alguien del sexo contrario y adopte, en la medida de lo
posible, los gustos, hábitos y forma de vestir del sexo contrario mientras la dirección
de su impulso sexual permanece normal” (Ellis, 1920). King 30

-Per Ellis hi havia dos tipus d’eonistes. En el més habitual, la inversió es limita
principalment a l’esfera del vestit. El segon, menys comú però més complet és més
indiferent en relació a trasvestir-se però s’associa fortament als trets físics i psíquics de
l’altre sexe. És una distinció propera al que avui s’anomena travestits i transsexuals.
Ellis tractava de trobar l’etiologia de l’eonisme en la biología. King 131

-Los términos de travestismo y travestido se remontan a Magnus Hirshfeld y su libro ,


publicado por primera vez en 1910. (…) En 1918 Hirshfeld definió travestismo como “el
impulso por adoptar la forma de vestir propia de un sexo que no es el que
aparentemente indican los órganos sexuales de determinado individuo”. King 132 Hirs
va posar molt èmfasi en distingir homosexualitat i travestisme.

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-Dentro de estas “formas intermedias de disposición sexual” Hirschfeld distinguía
entre:

1. Hermafroditismo propiamente dicho: modificación de las características primarias de


sexo, es decir, los órganos genitales del sexo contrario.

2. Androginia: mezcla de características sexuales secundarias.

3. Travestismo: mezcla de diferencias sexuales psicológicas (hermafroditismo


psíquico).

4. Homosexualidad: impulso sexual masculino en las mujeres e impulso sexual


femenino en los hombres. King 132-3 Per tant, manté l’esquema d’invertits

-En los casos reales estas categorías aparecían de forma combinada. Tanto Ellis
como Hirschfeld tenían interés en apuntar la separación entre estos fenómenos: la
preferencia por las relaciones sexuales con miembros del mismo sexo no conllevaba
necesariamente una preferencia por vestirse como el sexo contrario o adoptar su rol
social, o viceversa. King 133

-Sin embargo, entre algunos autores de inclinación psicoanalítica persistía y aún


persiste la idea de que el travestismo es una mera máscara de una homosexualidad
latente. King 133

-Hacia la Segunda Guerra Mundial ya parece que el travestismo se ha establecido


como “perversión”, al menos en el campo de la psiquiatría. Como con otras
“perversiones”, la cuestión de la etiología resultaba de la máxima importancia, y
probablemente los intentos de explicación más sofisticados en este campo fueron
psicoanalíticos. (…) Por ejemplo, se consideraba el travestismo como resultado del
deseo paterno de tener un bebé del sexo contrario o de vestir a un niño con ropa del
sexo contrario como castigo. King 134

-El terme travestisme incloia tant els que es volien canviar de sexe como el
‘travestisme fetitxista’. King 134

-Hacia 1950 Cauldwell estaba usando el término transexual para referirse a “individuos
que físicamente pertenecen a un sexo y que según parece son psicológicamente del
contrario” y “que desean que la cirugía altere sus características físicas para que se
asemejen a aquellas del sexo opuesto”. (…) Estos términos no parecen haber causado
mucho impacto en su momento y hasta casi alrededor de 1960 se informaba de los
cambios de sexo en términos de travestismo. King 135-6

-Les primeres operacions són a partir del 51. king 136

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-La majoria de científics que parlaven sobre el tema ho eplicaven mitjançant causes
biològiques i consideraven que els desigs del pacient eren inmodificables, per la qual
cosa s’havia d’efectuar l’operació i fer posible el reconeixement legal del canvi de
sexe. King 136 Per tant, des de l’origen els discursos reificadors han acompanyat les
recomanacions de tolerancia i de tractaments.

-Alguns autors (com Hamburger) veien el trasvestit com un hermafrodita o intersexe.


King 137

EL TRANSEXUAL

-Tot i que la història moderna sobre la transexualitat no comença fins els voltants de
1950, hi ha antecedents anteriors (amputacions de pits, hormonació…). King 138

-Aunque el término ‘transexual’ fue acuñado por David Cauldwell, fue Harry Benjamin
quien introdujo el término en la literatura profesional y fomentó su uso. (…) En este
artículo Benjamin introduce el término transexual como el más adecuado para

El grupo más extremo de travestidos que desean cambiar de sexo. El travestismo es


el deseo de un cierto grupo de hombres de vestirse como mujeres o de mujeres de vestirse
como hombres. El deseo puede ser tan fuerte y arrollador que lleve al punto de querer
pertenecer al otro sexo y corregir el “error anatómico” de la naturaleza. King 141

-Observamos el convencimiento de Benjamin sobre la existencia de una


intersexualidad biológica oculta, dándose la “normalidad” y la transexualidad como
representantes de los dos extremos de un continuum, y el travestismo en algún lugar
indeterminado entre ambos. Se considera la causa de la transexualidad como un
“trastorno” o alteración constitucional. 142 Benjamin va lluitar pel reconeixement de la
independencia de la realitat dels transexuals i pel seu tactament “solidari”. King 142

DESVIACIÓN DE GÉNERO

-Alrededor de mediados de los sesenta el panorama empezó a cambiar. El cambio


más significativo fue que se empezó a aceptar de manera más generalizada la
posibilidad de utilizar la cirugía de reasignación de sexo como forma de terapia para
los transexuales y su uso efectivo en un reducido número de hospitales “respetables”.
Este cambio fue acompañado de otros de tipo terminológico, la casi universal adopción
del término transexual, la casi desaparición del travestido, el empleo de un número de
términos que hacían referencia al concepto de género y el consecuente aumento de la
actividad de clasificación. King 143

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-S’estableix el diagnòstic de “verdadero transexual” según un cierto marco teórico
independiente de la habilidad del paciente de actuar satisfactoriamente como miembro
del sexo contrario, aunque los otros criterios que se refieren al estado civil, la falta de
desequilibrio psíquico, etc. pueden considerarse incluidos en la definición del
verdadero transexual. King 144 els altres criteris (per Stoller, teporic del moment) és
que els homes siguin molt fememins, que hagin expressat la seva feminitat des de
petits, que no hagin pasta etapes vivint de forma aceptada com a homes, que no hagin
disfrutat del seu penis, i que no s’hagin considerat homes. També havien de ser solters

-Hasta finales de los años cincuenta (…) sólo podían acceder legítimamente a los
métodos quirúrgicos de reasignación de sexo aquéllos a los que se consideraba que
se encontraban biológicamente entre ambos sexos, pero con el desarrollo de la
categoría de transexual, se pudo acceder gradualmente a la cirugía como forma
legítima de “terapia”. (…) El objetivo pasó, al menos por parte de los psiquiatras que
utilizaban criterios teóricos, de separar entre los verdaderos intersexos biológicos a
separar a los transexuales “reales” de los homosexuales, travestidos, esquizofrénicos
y otros que aparentemente también pudieran solicitar una operación de cambio de
sexo. King 145

-Recientemente se ha concretado el concepto de “transexual real” postulando la


distinción entre transexualidad primaria y secundaria:

Los transexuales primarios son esencialmente asexuales y evolucionan hacia una


solución transexual sin decantarse significativamente ni hacia la heterosexualidad ni hacia la
homosexualidad. Los transexuales secundarios son homosexuales afeminados y travestidos
que tienden hacia la transexualidad sólo tras periodos continuados de homosexualidad o
travestismo activos. (Person y Ovesey, 1974) king 145

-A partir de mitjans dels 60 augmenta el volum d’investigació i publicacions. Es


produeien intervencions de canvi de sexe a gran escala. King 146

-Els grups de travestits, es distancien dels transexuals. Dicen que allò seu és una
“anomalia” de gènero, no sexual. Es considera que el trasvestisme és un síndrome
relacionat amb els rols de gènere. King 147

-Però per alguns autors (mèdics), com Money, la transexualitat també és una “alteració
de la identitat de gènere”. King 148

-En 1957 Charles “Virginia” Prince [travesti] publicó un artículo en el American Journal
of Psychoterapy en el que separaba travestismo de transexualidad y homosexualidad.
Afirmaba que la identificación con diferentes aspectos de la feminidad producía
diversas “desviaciones”. Si un hombre se identificaba con el lado sexual de las
mujeres se convertía en homosexual; la identificación con las “actitudes mentales de la

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mujer” llevaba a la transexualidad y la identificación con la “mujer social”, el rol de la
mujer en la sociedad, conducía la travestismo. King 149

-O sigui, els travestits es volen distanciar dels transexuals, i els homos es volen
separar d’ambdós. King 149

-Els moviments de dones i gais han criticat travestits i transexuals per reproduir els
estereotips de gènere. King 152

Hausman, Bernice (1998), 'En busca de la subjetividad: transexualidad,


medicina y tecnologías de género', en José Antonio Nieto (comp.),
Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y
género. Madrid: Talasa.

-Tecnologia de canvi de sexe com la forma més òbvia tecnología del gènere. (Estaria
bé revisar Teresa de Lauretis Technologies of Gender)

-Transsexualitat com un exemple dramàticament exemplificador dels resultats nocius


del sistema de sexe/gènere. 196

-Una aguda crítica en cuanto a la transexualidad señala a la « rigidez » del género


como primera causa de la misma. 197

-Los trabajados de los primeros doctores que defendían y publicaban que la


transexualidad es un desequilibrio psicológico para el que existe un remedio quirúrgico
y hormonal demuestran en qué medida los transexuales que se autodiagnostican,
conscientes de las tecnologías que se encuentran disponibles, buscan médicos que
puedan satisfacer su demanda. 198 (interpel·lació o ús instrumental?)

-Además de subrayar que la idea de la transexualidad no significa nada sin el aparato


médico que le sirve de soporte material, deseamos insistir en que este estudio amplía
la visión de los análisis actuales sobre la construcción social de la subjetividad,
afirmando que la subjetividad se construye a través de las relaciones con las
instituciones y las tecnologías, no sólo en el contexto de las relaciones de
intersubjetividad. Como consecuencia, el desarrollo de nuevas tecnologías
(especialmente aquellas en que el contacto con el cuerpo es más íntimo, como las
tecnologías médicas) también conlleva la producción de nuevas subjetividades). 198

-Parla de transexualitat masculina per referir-se als homes que volen canviar però no
ho han fet, un cop han canviat en diu dones transsexuals. 199

-Les possibilitats de reassignació van topar amb la legislació que regeix la castració en
cada país. 203

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-Els primers metges tenien una clara voluntat d’ajudar i mitigar el patiment dels
pacients trans. 203 Volien evitar l’automutilació i els suicidis. 206

-En los años setenta el término “disforia de género” empezó a ser sustituido por
transexualidad. Como etiqueta puesta tras un diagnóstico, disforia de género “es
mucho más amplia que transexualidad. Este término es el único disponible para
referirse a toda la gama de individuos que, en un momento u otro, experimentan el
suficiente malestar con su sexo biológico como para que aparezca en ellos un deseo
de que se les dote de un nuevo sexo”. 206

-Són les persones trans les que històricament pressionen per ser operades. 207

-Billings i Urban tienen razón al señalar que muchos médicos se han limitado que
estaban respondiendo a las peticiones de sus pacientes y no han reconocido su papel
primordial en la construcción de la subjetividad transexual, que se basa (al menos
parcialmente) en una sintomatología producida mediante la relación doctor-paciente.
Sin embargo, descuidan la importancia histórica de la relación entre la demanda y el
desarrollo de aquellas tecnologías médicas específicas que hacen que la
transexualidad sea posible. 207

-Debido a que supone que la sintomatología transexual (lo que es parte constitutiva de
la subjetividad transexual en el ámbito médico) viene determinada solamente por los
médicos, la teoría de Billings i Urban viene a negar en último extremo la mediación de
los individuos transexuales. Mediación se refiere a la elección por parte del individuo
dentro de una situación ideológica relativamente estrecha o, como afirma Judith Butler,
“la posibilidad de variación” dentro de una serie de opciones representativas. 207

-El desarrollo de las especialidades médicas de endocrinología y cirugía plástica


resultó vital para el ascenso de la transexualidad a medidados del siglo XX. La
importancia de cada una de estas especialidades es doble: ambas proporcionan la
necesaria práctica técnica para un cambio de sexo fisiológico y el desarrollo de cada
una de las tecnologías conlleva un desarrollo paralelo en el ámbito de la ideología. En
otras palabras, tanto la cirugía plástica como la endocrinología proporcionan las bases
tecnológicas e ideológicas para el fenómenos transexual. 208

-Evolució de l’endocrinologia. 208ss

-La tesis glandular sostiene que las glándulas endocrinas regulan la personalidad. Por
tanto, se consideran fundamentales para la regulación emocional del sujeto y causa
básica de su conducta. 209

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-El “descubrimiento” de las hormonas del sexo en la primera mitad del siglo produjo un
conocimiento contradictorio del cuerpo humano: por un lado, hombres y mujeres
difieren químicamente; por otro lado, cada “sexo” posee las sustancias químicas que
conforman las características específicas del otro, aunque en cantidades diferentes. La
gonadotropina, hormona que regula la periodicidad del ciclo femenino y la producción
de espermatozoides, es la misma en ambos sexos y está regulada por el cerebro. Sin
embargo, se suele considerar que las hormonas del sexo significan masculinidad o
feminidad, y se admite que la endocrinología ha establecido una base química para las
diferencias de sexo. El “hecho” de la diferencia de sexo químico ha apoyado
numerosos estereotipos culturales sobre hombres y mujeres, desde la alegación de
que la agresividad la causaban los andrógenos (masculinos) hasta el periódico cambio
de estado de ánimo que se atribuye a las mujeres. (...) La endocrinología como ciencia
proporciona a la medicina los medios para abundar en el diformismo sexual. 210

-Sobre el desenvolupament de la cirurgia i la seva aplicació al canvi de sexe. 212

-No fue hasta que Stoller añadió el concepto de identidad de género a la organización
de los sexos (es decir, cromosómico, gonadal, hormonal, etc.) cuando los transexuales
fueron capaces de formular su protesta sobre la incongruencia existente entre su
identidad de género y el rol de género que se esperaba de ellos. 225

-Es refereix a “actitud poliquirúrgica” al fet que moltes dones trans es sotmetin a un
seguint d’operacions per adequar-se al nou sexe. 227

-Al privilegiar el impacto de las tecnologías médicas en la construcción de la


subjetividad transexual queremos indicar que los estudiosos críticos de la cultura
deberían prestar atención a las interacciones que existen entre las ideologías y la
tecnología y que producen oposiciones innovadoras dentro de las categorías sexuales
o de género disponibles. 230

Risman, Barbara J. (1998), 'La (errónea) adquisición de la identidad de


género en los transexuales', a José Antonio (comp.) Nieto,
Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y
género Madrid: Talasa.

-Los teóricos de orientación psicológica encuentran que la preponderancia de los


transexuales anatómicamente masculinos es algo bastante sorprendente. Pauly (1974)

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presenta la hipótesis de que dado que las mujeres reciben menos sanciones negativas
ante una conducta acorde con el género opuesto, es de esperar que existieran más
chicas con comportamiento masculino que chicos afeminados a la hora de engrosar el
número de transexuales adultos. (…) Quizá el tratamiento social distintivo que se da
hacia niñas poco femeninas y niños afeminados pueda ayudar a explicar la
preponderancia de transexuales masculinos. Mariquita es una etiqueta mucho más
negativa que marimacho. Los chicos que se desvían de su rol de género se enfrentan
a una reacción decidida y negativa por parte de los demás. Las chicas que se desvían
de los mandatos de su rol de género no son en absoluto castigadas tan severamente e
incluso puede que se las aplauda. Risman 245

Warren, Barbara E. (1998), 'Transexualidad, identidad y adquisición de


poder. Visión desde la primera linea', a José Antonio (comp.) Nieto,
Transexualidad, transgenderismo y cultura. Antropología, identidad y
género Madrid: Talasa.

-Para muchos transexuales, parte del proceso de comprensión de su transexualidad


ha consistido en intentar resolver su disforia de género probando a adoptar una
identidad homosexual o lésbica. Warren 340

-[Louis Sullivan, hombre gay trans] “En mi experiencia viviendo como hombre
homosexual he encontrado una enorme tolerancia dentro de la comunidad de hombres
gays y he tenido la suerte de tener una relación estable con dos amantes varones
sucesivos. Sin embargo, todo lo bueno tiene su lado malo. Parecerá una ironía, pero
me han diagnosticado SIDA considerando esta enfermedad como algo propio de los
hombres homosexuales. Pero, de alguna manera, parece que se trata sencillamente
de una traba más que pone un cuerpo que nunca ha cooperado mucho conmigo. Sentí
cierto placer al informar a la clínica de género de que aunque se programa me decía
que nunca podría vivir como un hombre homosexual, parece que sí voy a morir como
tal. warren 340-1

-El enfoque tradicional era volver a comenzar desde la ‘nueva’ identidad y de alguna
manera olvidar o dar por finalizada la propia existencia anterior y de esta manera
volver a nacer. Está demostrado que esto no sólo les resulta imposible a muchos
transexuales sino que además destruye los intentos de desarrollar un sentido
afirmativo e integrado de la identidad. La necesidad de recuperarse de la vergüenza
que se encontrada interiorizada exige reconciliarse con el propio pasado, que incluye
la experiencia transexual, e incorporarlo como elemento significativo y peculiar.
Warren 344

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