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Contenido
Autores que contribuyen en cada capítulo
Introducción
1. Base conceptual para el diseño de un algoritmo de decisión en el establecimiento de
tecnologías energéticas alternativas en áreas rurales no interconectadas
1.1. Teoría sobre múltiples objetivos
1.2. Metodologías multiobjetivo
1.3. Pesos de importancia relativa
1.4. Asignación indirecta
1.5. Herramientas multiobjetivo y la irrelevancia de la asignación de pesos de
importancia relativa a los distintos objetivos
1.6. Herramientas multiobjetivo y el problema de la energización de las zonas no
interconectadas en Colombia
1.7. Algunas dificultades encontradas en las herramientas propuestas para Colombia
1.8. Referencias bibliográficas
2. Revisión de las tecnologías energéticas disponibles que pueden ser aprovechadas en
las ZNI
2.1. Introducción
2.2. Metodología de trabajo
2.3. Energía solar
2.3.1. Cálculos de consumos para el sistema fotovoltaico
2.4. Energía eólica
2.4.1. Cálculo de la energía
2.4.2. Densidad del aire
2.4.3. Área de barrido del rotor
2.4.4. Velocidad del viento
2.5. Minicentrales hidroeléctricas
2.5.1. Cálculo de la energía
2.5.2. Tipos de tecnología
2.6. Biomasa
2.6.1. Procesos termoquímicos
2.6.1.1. Producción de carbón vegetal
2.6.1.2. Gasificación
2.6.1.3. Procesos bioquímicos
2.6.1.3.1. Digestión anaeróbica
2.6.1.3.2. Bioetanol
2.6.1.3.3.Biodiésel
2.6.1.3.4. Gas de rellenos sanitarios
2.6.1.4. Formas de transformación de la biomasa en energía
2.6.1.4.1. Calor y vapor
2.6.1.4.2. Combustible gaseoso
2.6.1.4.3. Biocombustibles
2.6.1.4.4. Electricidad
2.6.1.4.5. Cogeneración (calor y electricidad)
2.6.1.5. Procesos de combustión directa
2.6.1.5.1. Combustibles líquidos
2.6.1.5.2. Combustibles sólidos
2.6.1.6. Energía producida por cada tipo de combustible
2.7. Referencias bibliográficas
4
Anexos
Anexo 5-1. Correlaciones de Pearson
Anexo 5-2. Indicadores de restricciones sociales e institucionales por municipio y
departamento para algunas zonas no interconectadas
Anexo 7-1. Páginas web de precios de componentes ofertados por diferentes empresas
fabricantes
Cuadros
Cuadro 2-1. Eficiencias de los paneles fotovoltaicos
Cuadro 2-2. Escala de Beaufort para medir la intensidad de viento
Cuadro 2-3. Factor dependiente de la topografía y condiciones meteorológicas
Cuadro 2-4. Clasificación de la turbinas
Cuadro 2-5. Producción de biogás por fermentación anaerobia de excrementos
Cuadro 2-6. Producción de biogás por fermentación anaeróbica de desperdicios
Cuadro 2-7. Producción de bioetanol a partir de diversos cultivos
Cuadro 2-8. Fórmula para la producción de biodiésel
Cuadro 2-9. Procesos de conversión de biomasa en energía
Cuadro 2-10. Poder calorífico de algunas formas de biomasa
Cuadro 2-11. Poderes caloríficos de algunas biomasas
Cuadro 2-12. Datos comunes de Fe y Fr
Cuadro 2-13. Aplicaciones del biogás
7
Figuras
Figura 1-1. Pentágono de capitales MVS
Figura 2-1. Esquema para la obtención de energía eléctrica a partir de fuentes eólica y
solar
Figura 2-2. Esquema para la obtención de energía eléctrica a partir de biomasa
Figura 2-3. Esquema para la obtención de energía eléctrica a partir de fuentes
hidráulicas
Figura 2-4. Origen de las fuentes alternas de energía
Figura 2-5. Obtención de energía eléctrica a partir de energía solar
Figura 2-6. Mapa de radiación promedio anual en Colombia
Figura 2-7. Cuadro resumen tecnología solar
Figura 2-8. Obtención de energía eléctrica a partir de aerogeneradores
Figura 2-9. Potencia por metro cuadrado de superficie expuesta al viento para diferentes
velocidades del viento
Figura 2-10. Mapa de vientos anual colombiano
Figura 2-11. Rosa de los vientos
Figura 2-12. Cuadro resumen tecnología eólica
Figura 2-13. Transformación de energía hidráulica en energía eléctrica
Figura 2-14. Conversión de energía hidráulica en energía eléctrica
Figura 2-15. Curvas de duración de caudales
Figura 2-16. Estaciones hidrológicas en Colombia
Figura 2-17. Cuadro resumen tecnología hidráulica
Figura 2-18. Selección de turbinas según altura y caudal
Figura 2-19. Obtención de energía a partir de biomasa
Figura 2-20. Esquema del uso del biogás
Figura 2-21. Proceso de producción de bioetanol
Figura 2-22. Proceso de transesterificación
Figura 2-23. Valor calorífico en función de la humedad
Figura 2-24. Aprovechamiento de biodiésel para la obtención de energía.
Figura 2-25. Eficiencia de un ciclo Brayton ideal como función de la relación de
presiones
Figura 2-26. Trabajo neto del ciclo Brayton
Figura 2-27. Cuadro resumen tecnología biomasa
Figura 3-1. Promedio multianual (2000-2004) de la productividad primaria neta en las
ZNI
9
Figura 3-2. Funciones diferenciales (ecuación 43) para tres zonas de vida del área
elegible del proyecto
Figura 5-1. Lineamientos de la metodología para determinar la demanda potencial y el
tamaño de las RSI
Figura 5-2. Sedimentación para los componentes
Figura 6-1. Evolución de los precios y las cantidades transadas en el mercado ECX
Figura 6-2. Argentina: participación en la financiación del PERMER
Figura 8-1. Módulos de la herramienta multiobjetivo (HMO)
Figura 8-2. Promedios anuales de radiación solar en kW hora-1 m2
Figura 8-3. Velocidad del viento en m s-1
Figura 8-4. Diagrama de rentabilidad establecido por la HMO
Figura 9-1. Modo de display en el software R
Figura 9-2. Ventana de procesos generales del software R
Figura 9-3. Consola del R indicando la carga de los costos de las alternativas
Figura 9-4. Salidas del R para la toma de decisiones de energización en las municipios
seleccionados de las zonas no interconectadas
Figura 9-6. Mapa de Colombia con los municipios de las zonas no interconectadas
Figura 9-7. Mapa de Colombia con los municipios de las zonas no interconectadas, con
fondo gris y etiquetas
10
Introducción
Nuestra propuesta aborda el problema multiobjetivo por etapas: primero se tiene una
localidad con unos recursos determinados (biomasa, radiación solar, vientos, caudales y
caídas de agua, por ejemplo), que permitan utilizar distintas alternativas de generación,
como biocombustibles, celdas fotovoltaicas, rotores de viento y microcentrales
hidroeléctricas. El primer objetivo pretende determinar, para una demanda potencial per
cápita que estimamos para cada localidad como la de otra localidad cercana que sea
comparable en ciertos indicadores pero con mayor desarrollo, el potencial de generación
de cada alternativa. Esta definición de demanda potencial también es nueva, ya que
prácticamente resulta imposible prever el crecimiento de la demanda energética de estas
localidades, puesto que no siguen patrones de crecimiento lineales y son altamente
influenciadas por variables exógenas, a saber: los efectos de atracción provocados por
las grandes ciudades, o la presencia de estados de equilibrio de bajo nivel. No
analizamos aquí, como se hace en otras herramientas, la posibilidad del suministro de
energía eléctrica en una localidad como potencializador de círculos virtuosos de
desarrollo, dado que este depende de otras dotaciones, como las infraestructuras vial y
de comunicaciones, el capital humano, el desarrollo institucional, entre otros.
Una vez clasificadas las alternativas que permitan abastecer esta demanda, se pasa a
medir sus costos de implementación, que no solo obedecen a lo que determina la
compleja regulación colombiana, sino que también deben adicionarse otros asociados a
una débil institucionalidad o a problemas de gobernabilidad en estas localidades, y que
representan erogaciones mayores, principalmente cuando para la sostenibilidad en el
largo plazo de una solución energética debe incorporarse a la población, tanto en su
aceptación como en su gestión. Finalmente, la herramienta determina cuál es la
alternativa clasificable más barata.
Donde los valores aij indican el grado de cumplimiento o desempeño de una alternativa
Aj con respecto a un objetivo Zj.
Este último caso resulta apropiado para el problema de selección de una alternativa de
energización para una zona no interconectada, con la consideración de múltiples
objetivos, como los sociales, naturales, físicos, etc., donde las alternativas son las
diferentes opciones de energización; por ejemplo, interconexión a la red de transmisión
o generación propia mediante microcentrales hidroeléctricas, rotores de viento, paneles
solares, generación térmica con biomasa, etc.
1
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co. Se agradecen los comentarios y aportes de Santiago Horacio Hoyos.
16
Para darle solución al problema de selección que plantea el párrafo anterior existen
varios métodos de análisis multiobjetivo (AMO), los cuales se desarrollaron con el
propósito de ayudar a los decisores a realizar procedimientos de selección o priorización
de alternativas, según su estructura particular de preferencias de decisión. Si se trata de
la selección de alternativas, existe un término acuñado al conjunto de mejores
soluciones que se conoce como conjunto de soluciones paretianas o no dominadas
S(x).Un óptimo de Pareto surge en el momento en que al tratar de hacerse una selección
de una alternativa Ai no puede mejorarse el logro con respecto a un objetivo Z j , sin
empeorar lo ya conseguido en otro objetivo Z i (Goicochea, Hansen y Duckstein, 1982).
El conjunto de soluciones no dominadas se define como:
x: x X x ´ X
S Z q x Z q x , q 1,2,3, m (2)
Z k x Z k x , k q
Esto quiere decir que el conjunto de soluciones no dominadas S(x) lo constituyen todas
aquellas soluciones sobre las cuales no puede decirse que una en particular sea mejor
que todas las demás sobre todos los objetivos. A raíz de esto, puede asegurarse que en
todo proceso de decisión multiobjetivo, en donde el conjunto S(x) lo compone más de
una alternativa, no existe un único óptimo global (Smith et al., 2000). Esto implica
tratar de realizar la selección con base en la llamada estructura de preferencias del
decisor respecto a sus logros, con el propósito de seleccionar la solución del problema
que más le satisfaga (Smith et al., 2000).
Por ejemplo, en procesos reales de toma de decisiones, es bastante común encontrar que
para el tomador de decisiones no todos los criterios u objetivos Zj tienen la misma
importancia. Es decir, que según sus preferencias, al decisor eventualmente le podría
interesar obtener niveles de logro mayores en unos objetivos que en otros. En este caso,
dichas preferencias pueden expresarse de diversas maneras: niveles de aspiración,
funciones de valoración o utilidad U(.), pesos de importancia relativa w, entre otros;
siendo esta última la forma que más se acepta comúnmente y se utiliza por los
decisores. Los pesos de importancia relativa w, junto con la matriz de pagos,
constituyen gran parte de la información necesaria, en principio, para utilizar la mayoría
de las metodologías de AMO (electre I, II, III, programación de compromiso,
programación por metas, promethee I, II, promedios ponderados, funciones de utilidad y
valor multiatributo, etc.), de allí su importancia en el problema (Jaramillo, 1999; Smith
et al., 2000).
17
2. Métodos basados en utilidades o valores. Los métodos más conocidos de este grupo
son las funciones de valor multiatributo y los promedios ponderados (Jaramillo, 1999;
Goicochea, Hansen y Duckstein, 1982). Estos representan la estructura de preferencias a
través de funciones matemáticas de valor si el problema es determinístico o de
funciones de utilidad si el problema está bajo un contexto de riesgo o incertidumbre.
3. Métodos de clasificación. Los métodos electre I, II, III, IV de Roy (Roy et al., 1992)
y los promethee I, II, III (Romero y Pomerol, 1997) se consideran métodos de
clasificación. Estos usan relaciones de dominancia ―de mejor rango‖ entre un conjunto
discreto de alternativas, para luego seleccionar la mejor según las preferencias del
decisor. Las relaciones de mejor rango se determinan según una serie de parámetros que
los métodos requieren del decisor, con el fin de articular su estructura de preferencias
(Smith et al., 2000). Estas metodologías se diferencian entre sí básicamente en su
estructura de valoración, así como en la forma y momento en que definen y usan la
estructura de preferencias del decisor. La manera como estas tratan de obtener y
representar numéricamente dicha estructura de preferencias es muy diversa, a saber:
funciones métricas, funciones de utilidad, límites de concordancia y discordancia,
metas, pesos de importancia relativa, etc. (Smith et al., 2000). Dentro de las formas de
representación o parámetros que más se utilizan con frecuencia, están los pesos de
importancia relativa de los objetivos del problema w. Estos parámetros se usan,
generalmente, en formulaciones que integran en una suma ponderada, funciones
reescaladas y normalizadas de las funciones objetivo originales. En la práctica, estos
parámetros presentan limitantes:
1. existe gran dificultad práctica en definirlos numéricamente;
2. consideran intercambios constantes entre objetivos, independiente del nivel de logro
de aquéllos;
3. el decisor debe precisarlos al principio del proceso, sin un aprendizaje previo de las
limitaciones ni los potenciales del sistema que se evalúa;
4. para diferentes combinaciones de pesos puede obtenerse la misma solución, esto hace
que la técnica sea contra intuitiva para el decisor;
18
5. estas técnicas no consideran las interrelaciones que existenr entre los objetivos del
problema (Jaramillo, 1999);
6. el método de asignación de pesos influye mucho en la respuesta final que se obtiene
del problema.
Los pesos de importancia relativa se definen como un vector w con un tamaño igual al
número de objetivos o criterios:
w w1, w2, wn (3)
El problema de cómo asignarle valores a los pesos de los objetivos ha sido uno de los
temas de estudio de mayor importancia dentro del mundo de la toma de decisiones
multiobjetivo. Respecto al cálculo y definición de los valores de los pesos de los
objetivos, se han estudiado aspectos tanto teóricos (Salo y Hämäläinen, 1997), como
prácticos del problema. Por ejemplo, la forma como se le solicitan los pesos al decisor,
su interpretación, la influencia o relevancia de éstos en las respuestas de los métodos, la
forma de agregación de varios conjuntos de pesos (Pöyhönen y Hämäläinen, 2001), etc.
El punto es que el método de asignación de pesos influye mucho en la respuesta final
que se obtenga del problema.
2
Esto significa que ―un agente no puede tener todo el conocimiento de los elementos de conjunto de una situación, ni
de todas las consecuencias de los actos que pueda emprender, ni de todas las opciones posibles, y así sucesivamente.
Pues la elección o la decisión se hacen en un contexto y en el marco de un proceso que a menudo depende mucho
más de las formas habituales de funcionar que de análisis exhaustivos y racionales: esta elección no puede ser la
mejor decisión, sino sólo la más satisfactoria en dichas circunstancias, entre varias opciones posibles‖ (Aktouf, 1998).
19
Se ha demostrado que para un mismo decisor las estimaciones de los pesos únicamente
por métodos directos varían según el momento en el que se lo interrogue. Además, esta
valoración cambia de acuerdo con las alternativas del problema que el decisor ya
conocía, lo cual provoca un sesgo en su elección de una solución al problema (Carlsson
y Fuller, 1995). En este sentido, Pöyhönen y Hämäläinen (2001) desarrollan un estudio
experimental por internet, en el cual validan cinco diferentes metodologías multiatributo
que se basan en los pesos de importancia relativa: una versión del AHP (analytic
hierarchy process), la asignación directa de los pesos, SMART (simple multiattribute
rating technique), el balanceo de pesos (swing weighting) y el intercambio de pesos
(tradeweighting). En el estudio, cada decisor (encuestado) crea su problema (objetivos y
alternativas) y le asigna los pesos de importancia relativa a los objetivos con la ayuda de
las metodologías antes mencionadas. A partir de los resultados, Pöyhönen y Hämäläinen
afirman que para un mismo decisor los conjuntos de pesos obtenidos con cada
metodología resultan bastante diferentes, porque cada método los guía, de manera
implícita o explícita, a escoger sus respuestas entre un número limitado de opciones. La
segunda gran conclusión del trabajo es que la dispersión y el grado de inconsistencia de
las respuestas depende en gran medida del número de objetivos que considere
simultáneamente cada individuo (Pöyhönen y Hämäläinen, 2001).
20
Sin embargo, a partir de los trabajos de Arrow (1971),4 es claro que aun con la
información relevante para la toma de decisiones, en nuestro caso sobre los recursos
biofísicos, los recursos sociales, las preferencias de las comunidades, las alternativas
energéticas disponibles, las restricciones institucionales, entre otros, cualquier solución
no representa las preferencias sociales ni será eficiente, ya que en últimas representa las
preferencias del decisor o del conjunto de decisores, incluso si en la toma de decisiones
se incluye a representantes de la localidad objetivo.
3
La racionalidad de las elecciones consiste en que estas sean completas, es decir, que para todas las alternativas ai de
un conjunto A se tiene que ai se prefiera a aj o que aj se prefiera a al o bien ambas. Que la elección sea transitiva, es
decir, que para todas las alternativa ai, aj y al de A se dé que si ai se prefiere a aj y aj se prefiere a al, entonces
necesariamente ai se debe preferir ante al.
4
Véanse los aportes de Sen (1991) y Colander (2007).
21
x X
(4)
m
x
i 1
i
g
w g g 1,2,..., n
n
m
L i 1 ki Zi ( xig ) g . xig w g
m
(5)
g 1 i 1
Z i Z i
ki
xig g xig g
g , h , es decir, g , h (7)
Z i h Z i h
ki h
xi xih
Z j
x gj g
g , h 1,2...n g , h 1,2,..., m (8)
Z j h
x hj
22
Por tanto, podemos afirmar que la asignación eficiente de alternativas g, h está dada por
la situación donde las relaciones marginales de sustitución entre las funciones se
igualen, y no de acuerdo con las ponderaciones ki dadas por el decisor a los objetivos,
las cuales no tienen ninguna relevancia en el problema, es decir:
Z i Z j
xig x j g
g
Ahora bien, si se considera que una asignación de alternativas es eficiente al resolver los
siguientes m problemas de optimización: maximizar una función de objetivos xi sujeto a
que los otros objetivos no se desmejoren y a que la repartición de las n variables o
recursos entre los objetivos no sea mayor que la cantidad de estas variables dadas:
Max Z i ( xi )
s.t. Z j ( x j ) Z j , ji (10)
m
x
i 1
i
g
w g g 1,2,..., n
m
n
L Z i ( xi ) g . xig w g j i j Z j ( x j ) Z j
m
(11)
g 1 i 1
Z i
g 0, g 1,.2,..., n
xig
(12)
Z j
j g g 0 j i, g 1,2,..., n
x j
Nótese que los valores relativos de g son independientes de las condiciones de cada
función Z.
Z i
h 0, g 1,.2,..., n
xih
(13)
Z
j hj h 0 ji
x j
23
Z i Z j
xig x j g
g
Lo anterior significa que si, por ejemplo, se tienen tres objetivos de política: uso
sostenible de recursos biofísicos, mayor aprovechamiento de las alternativas para
generar energía eléctrica y menor impacto tarifario (alternativa de mínimo costo),
siempre que se pretenda resolver este problema multiobjetivo asignando distintas
valoraciones a cada objetivo, resultaría irrelevante el esfuerzo desde el punto de vista de
la eficiencia en la asignación, obviamente teniendo como restricción mantener cada
objetivo en un nivel razonable, como ocurre con el uso sostenible de los recursos y con
unas tarifas acordes a la capacidad de pago de la población. Por último, los incentivos
dinámicos que pueda tener la aplicación de una alternativa, como el fomento de otras
actividades, la generación de empleo y el desarrollo económico se descartan, puesto que
se trata de un modelo estático y, como se estudia más adelante, los procesos de
desarrollo en las localidades que se analizan son tremendamente complejos y no
dependen solo de la provisión de energía eléctrica.
En la figura 1-1 se observan varios pentágonos por medio de los cuales se agrupan los
capitales de los medios de vida sostenibles que definen el estado inicial de la comunidad
y el estado final de la misma para diferentes alternativas tecnológicas de energización.
Estos pentágonos, comparados con el ideal, soportan la decisión sobre la tecnología
seleccionada, asumiéndose como criterio de sostenibilidad la regularidad del pentágono
y la cercanía al ideal.
5
Estudio integral de localización de la nueva refinería de petróleo en el Magdalena Medio.
6
El proyecto de Ecocarbón se llama Diagnóstico y evaluación ambiental e integral de alternativas de localización y
construcción de un puerto integrado de carbón en la Costa Atlántica colombiana. La metodología para este estudio
consiste en calificar la importancia de las variables relevantes en estos campos mediante una ponderación de factores
por parte del equipo interdisciplinario. Se calificaron los aportes de cada miembro y la relevancia de las variables que
estos identifican de acuerdo con su nivel de experiencia y su conocimiento; en otras palabras, de acuerdo con su
currículo. También se usa un ponderador adicional que da cuenta del área de influencia o de las características de la
ubicación del puerto. Este tipo de ejercicios muestran que aún no existen métodos de ponderación que demuestren
subjetividad en el proceso de dar importancia a las distintas variables. Este ejercicio es llamado Simcoreta (Síntesis
de mínimo costo y riesgo económico, tecnológico y ambiental) y se toma como un avance del método Delphi.
26
Donde NR1 se define como el valor inicial del recurso natural, NR0 en la ZNI, antes de
implementar la alternativa energética t, menos el componente de degradación
medioambiental Ed (Qt) (el cual es una función de la solución Qt). El recurso natural es
un agregado de los siguientes factores: radiación solar, S, disponibilidad del recurso
agua para producción de energía, W, disponibilidad de viento, Wi, disponibilidad de
desechos, Ws, plantas y animales, Biod. También se considera LV que es el valor
paisajístico, y la cantidad de tierra disponible Lt para producción de energía.
Uno de los problemas que presenta dicha formulación es la valoración subjetiva de cada
una de las variables componentes del capital, así como la ausencia de efectos positivos
sobre la naturaleza proveniente de fuentes renovables de energía. En el trabajo de Henao
(2005) no se analiza la evolución del estado de la comunidad, es decir, ¿cómo
evolucionan los capitales (pentágono) en el tiempo, luego de la implementación de la
alternativa tecnológica seleccionada?, ¿cómo pasa la comunidad de un estado inicial a
uno final, dada la implementación de una alternativa tecnológica?, ¿en qué momento del
tiempo se alcanza la forma final del pentágono?
En ocasiones, los procesos de toma de decisiones son procedimientos que suceden bajo
la lógica de la minimización de costos de alternativas convencionales y no dejan
oportunidad para un análisis más complejo de las potencialidades, externalidades,
encadenamientos y posibilidades alternativas e innovadoras. En todos los sectores se
presentan oportunidades de dar una ―segunda mirada‖ que podría abrir perspectivas de
más impacto positivo y de mayor relación costo-beneficio, incluyendo consideraciones
adicionales que conforman escenarios más integrales y pertinentes a las zonas sobre las
cuales se implantan los proyectos.
El trabajo de Cherni et al. (2007) desarrolla una aplicación cuyo objetivo es maximizar
los cinco capitales que representan una localidad, estos son: capital físico (casas,
infraestructura), financiero, natural, social y humano, cuyas dinámicas dependen
principalmente de la provisión de energía eléctrica y de otros proyectos productivos y
sociales complementarios. Por ejemplo, para que el impacto marginal de una alternativa
energética i sea positivo se requieren una serie de medidas, identificadas por la
comunidad7 y los expertos, que lo potencien, es decir, el capital j aumenta por el
incremento simultáneo de la alternativa i y las medidas k, llamadas other development
policies.
A pesar del avance, en el estudio no se cuenta con un cálculo empírico de una medida
de cambio que una alternativa produzca sobre un capital, con su respectiva significancia
estadística o margen de error, sino que se suponen dinámicas sigmoidales ad hoc.
También la importancia relativa de cada capital, o sea, su ponderación dentro de la
función de bienestar a maximizar, la determinan expertos y no son resultado de un
procedimiento estadístico que los valore. Además, lo que es más importante, tampoco se
desarrolla una interacción o dinámica que se presente a partir de la aplicación de las
alternativas energéticas y las políticas de desarrollo con los capitales que caracterizan la
localidad, que den cuenta del impacto que pueden tener sobre ellos en el mediano y
largo plazos.8 El problema planteado en Cadena et al. (2005) es similar, porque intenta
7
En las encuestas que se realizan en este estudio se identifican las características principales de la población, sus
demandas de energía eléctrica y otros servicios, y se conocen las expectativas o metas de la población, que incluyen
el uso adicional que le darían a la electricidad.
8
Otra metodología que se menciona es la llamada Resurl —Sustainable rural energy decision support system—.
Esta, al igual que otras que se encuentran en la literatura, se basa en una aproximación ―participativa y de expertos‖.
Otras aproximaciones tienen como fundamento la construcción de ―funciones de bienestar‖, que representan las
28
Aristizábal, Jaime (2006). Simulación de políticas y estrategias en pro del uso eficiente
de los recursos estatales para la energización rural colombiana. Tesis de maestría en
ingeniería de sistemas, Medellín, Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.
Cadena, A., G. Moisés y E. Hoyos (2003). “Diseño de una propuesta para posibilitar la
prestación de servicios de agua potable y energía como servicios complementarios en
zonas aisladas y rurales,” en: VI Seminario Internacional sobre Análisis y Mercados
Energéticos”, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín – Universidad de Los
Andes.
___________ (1995). Multiple criteria decision making: The case for interdependence.
Computers and Operations Research. Vol. 22, No. 3, pp. 251-260.
preferencias de los tomadores de decisiones, las cuales, al pretender agregar estas preferencias, también terminan
siendo subjetivas. Véase también, por ejemplo, Hirchberg, S. et al. (2004).
9
Ya que se considera prioritario que los beneficiados contribuyan por lo menos con la financiación de los costos de
administración, operación y mantenimiento (AOM).
29
Cherni, J.A., I. Dyner, F. Henao, P. Jaramillo, R. Smith y R. Olalde Font (2007). Energy
supply for sustainable rural livelihoods. A multi-criteria decision-support system.
Energy Policy, Vol. 35, No. 3, pp. 1493-1504.
Dyner I., C. Álvarez y J. Cherni (2005). For assessing the contribution of energy to
sustainable livelihoods in poor developing nations. Memorias XXIII International
Conference of System Dynamics Society, Boston.
Elkins P. (2004). Step changes for decarbonising the energy system: research needs for
renewables, energy efficiency and nuclear power. Energy Policy. Edición especial:
Energy Policy for a Sustainable Energy Future. Vol. 32, pp. 1891-1904.
Franco, Carlos, Isaac Dyner y Santiago Hoyos (2006). Assessing the impact of
energization in the Colombian Southwest: a case of application using SD. 24 Congreso
internacional de la sociedad de dinámica de sistemas, Holanda.
Gross R. (2004). Technologies and innovation for system change in the UK: status,
prospects and system requirements of some leading renewable energy options. Energy
Policy. Edición especial: Energy Policy for a Sustainable Energy Future.
Hagler, Bailly y Aene Consultoría (2001). Documentos ANC-375-10, 13, 16, 17, 20, 21,
22, 23, 24, 27, 28 y 29, en: Establecimiento de un plan estructural, institucional y
financiero, que permita el abastecimiento energético de las zonas no interconectadas,
con participación de las comunidades y el sector privado. Santafé de Bogotá.
30
Renewable energy for Sustainable Livelihoods RESURL (2005). Seminario taller sobre
la energízación rural en zonas rurales aisladas y medios de vida sostenibles. Medellín.
Saaty, Thomas L. (1970a). The Analytical Hierarchical Process. Nueva York, J. Wiley.
Smith, R., O. Mesa, I. Dyner et al. (2000). Decisiones con múltiples objetivos e
incertidumbre. Ed. R. Medellín, Facultad de Minas de la Universidad Nacional de
Colombia.
2.1. Introducción
Gran parte de la población colombiana, debido a su aislamiento y ubicación geográfica
en zonas de difícil acceso cuenta con un alto déficit en la provisión del servicio de
energía eléctrica respecto al resto del país que se encuentra interconectado; además, la
escasez de recursos económicos dificulta el desarrollo tecnológico, social y cultural.
Con frecuencia estas regiones pertenecientes a las zonas no interconectadas ZNI
cuentan con tecnologías obsoletas y poco eficientes debido a la falta de personal
calificado para su operación y mantenimiento, lo cual se traduce en una demanda
insatisfecha, operación parcial del servicio, y en casos extremos nula por tiempos
indefinidos. Esta situación aumenta el costo del kWh y reduce el presupuesto destinado
a suplir otras necesidades básicas de la comunidad.
A pesar de las precarias condiciones socioeconómicas, estas zonas cuentan con una
amplia diversidad de recursos naturales que pueden ser aprovechados para la
producción de energía limpia. Ésta, además de satisfacer la demanda energética y
coadyuvar al desarrollo de las comunidades, permitirá implementar proyectos acordes
con las nuevas normas de producción de energías a partir de recursos renovables que
disminuyan el nivel de emisiones estipulado en el protocolo de Kioto, tales como los
MDL, aplicables a países en desarrollo.
En todo el globo, los recursos energéticos no renovables son cada vez más escasos y
costosos, lo que origina conflictos por su obtención y distribución. Por otro lado, es
fundamental tener en cuenta que el uso de estos recursos genera residuos tóxicos
altamente contaminantes, que alteran de manera drástica el equilibrio natural,
ocasionando problemas ambientales globales, como el efecto de invernadero, cambios
climáticos, destrucción de la capa de ozono, contaminación del agua y el aire y, como
consecuencia, enfermedades y un desequilibrio más marcado en la distribución de los
bienes económicos y por ende mayores índices de pobreza y discriminación y menos
posibilidades de desarrollo integral. Esta problemática ha propiciado que en el mundo
sea más frecuente el uso de tecnologías de energía renovables para la electrificación,
con sus objetivos de reducción del impacto ambiental y la pobreza.
Como ya se ha mencionado, cerca del 66% del territorio colombiano se encuentra fuera
de las zonas interconectadas, un 89% de este porcentaje lo constituyen zonas rurales —
aproximadamente 114.232 usuarios ubicados en esta zona son abastecidos por plantas
diésel y pequeñas centrales hidroeléctricas, subutilizando el gran potencial de recursos
renovables que pueden suplir las necesidades de la población, como son la biomasa, las
energías solar y eólica, entre otras—.
10
Profesor Departamento Ingeniería Mecánica y Coordinador Grupo de Energías Alternativas (GEA), Universidad de
Antioquia. Dirección electrónica: seragude@udea.edu.co.
11
Investigador grupo GEA, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica: oscarsanchez@udea.edu.co.
12
Investigadora grupo GEA, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica: yoneidyrestrepo@udea.edu.co.
33
Figura 2-1. Esquema para la obtención de energía eléctrica a partir de fuentes eólica y
solar
Fuente: UPME (2002)
El flujo de radiación solar que llega a la tierra es la fuente primaria de todas las formas
de energía conocida, como se aprecia en las figuras 2-4 y 2-5. Desde el punto de vista
de los sistemas de aprovechamiento de la radiación solar interesa cuantificar la cantidad
de radiación que incide sobre una superficie en la tierra y su relación con parámetros
geográficos y climatológicos. Para determinar la potencia suministrada por este sistema
es necesario conocer la radiación promedio del lugar, la cual es obtenida gracias a
mediciones realizadas con estaciones meteorológicas (ver figura 2-6).
E : energía kWh
kWh
Rad : radiación solar 2
m
A : área m 2
Los aparatos en CA son más fáciles de encontrar y más baratos, pero consumen más
energía. Los inversores económicos introducen una serie de perturbaciones en el
sistema, aparición de armónicos, fuente de ruidos e interferencias, factor de potencia
menor que la unidad, se han de dimensionar para cubrir demandas de punta y su
rendimiento decrece cuando se utilizan a potencias mucho menores de la potencia
nominal (LACECAL, 2008).
Lo habitual es el diseño de sistemas mixtos. Por tanto, si se decide utilizar esta fuente
energética la iluminación se debe instalar en corriente continua y en cuanto a los
electrodomésticos los habrá de ambos tipos.
Para el cálculo de consumo se recomienda recopilar información sobre los
electrodomésticos o cargas conectadas al sistema, su tiempo de funcionamiento, el ciclo
semanal de utilización y las características eléctricas de cada aparato, es decir, se debe
diferenciar los aparatos que funcionan en corriente continua y aquellos que lo hacen en
corriente alterna.
1
P AV 3
2 (21)
P: potencia W
A: área interceptada m 2
40
kg
: densidad del aire 3
m
4.2561
T 0.0065H
0 0
T0
(22)
0 ,T0 son las condiciones del aire estándar y H la altura del emplazamiento; además:
kg
0 1.25
m3
T0 288K
13
http://www.fq.profes.net/archivo2.asp?id_contenido=44973, acceso junio de 2007.
14
www.windpower.com, acceso mayo de 2007.
41
Figura 2-9. Potencia por metro cuadrado de superficie expuesta al viento para
diferentes velocidades del viento
Fuente: www.windpower.org, acceso junio de 2007.
En el caso de las turbinas eólicas, si se dobla la velocidad del viento se tiene dos veces
más porciones cilíndricas de viento moviéndose a través del rotor cada segundo, y cada
una de esas porciones contiene cuatro veces más energía.
Otros métodos para determinar las velocidades medias de los vientos útiles son
empíricos, en base a observaciones, condiciones de topografía, vegetación e
información de los habitantes. Si bien estos datos están tabulados, los resultados
obviamente no son muy exactos, pero sirven para evaluar los recursos e identificar
zonas (cuadro 2-2) (Pinilla, 1997).
Cuadro 2-2. Escala de Beaufort para medir la intensidad de viento
Calma, el humo
0 0a1 <1 Calma Espejado asciende
verticalmente
Pequeños
Olas medianas y
Fresquito (Brisa movimientos de los
5 29 a 38 17 a 21 alargadas, borreguillos
fresca) árboles, superficie de
muy abundantes
los lagos ondulada
Se mueven los
Mar gruesa, con espuma
Frescachón árboles grandes,
7 50 a 61 28 a 33 arrastrada en dirección
(Viento fuerte) dificultad para andar
del viento
contra el viento
Olas excepcionalmente
Estragos abundantes
Temporal muy grandes, mar
11 103 a 117 56 a 63 en construcciones,
duro (Borrasca) completamente blanca,
tejados y árboles
visibilidad muy reducida
Una de las formas más exactas para determinar la velocidad del viento son las
mediciones realizadas en estaciones meteorológicas. Con los datos recolectados puede
construirse la función de distribución de velocidades que proporciona el número de
horas en que la velocidad del viento es superior a un valor determinado. A su vez, la
curva de distribuciones de velocidad se obtiene por procedimientos estadísticos a partir
de dichas mediciones; así, se pueden ajustar funciones de probabilidad como la Weibull
y Raleigh. A partir de ellas la velocidad media del viento se obtiene empleando la
ecuación 23 (Blume, 1984).
V Vi Pi
(23)
V : velocidad
i
P : probabilidad
i
La cuña más interior (en rojo) proporciona la misma información que la primera pero
multiplicada por el cubo de la velocidad del viento en cada ubicación. El resultado se
normaliza sumando hasta el 100%. Esto indica la contribución de cada sector en la
energía contenida en el viento en la ubicación particular. Como el contenido energético
del viento varía con el cubo de la velocidad del viento, las cuñas rojas son en realidad
las más interesantes: indican dónde encontrar una mayor potencia que impulse los
aerogeneradores. En el caso de la figura 2-11 se ve que la dirección de viento dominante
va hacia el suroeste.
Las rosas de los vientos varían de un lugar a otro. Son en realidad una especie de huella
meteorológica. Las de las áreas vecinas son a menudo similares, por lo que en la
práctica la interpolación (hallando una media) de las rosas de los vientos de las áreas
circundantes puede dar resultados seguros, pero si el terreno es complejo, por ejemplo
en montañas y valles que recorren diferentes direcciones o en litorales orientados en
direcciones diferentes, no es seguro adoptar este tipo de suposiciones.
Haciendo hincapié una vez más, la rosa de los vientos sólo indica la distribución relativa
de las direcciones del viento y no el nivel real de la velocidad media del viento. Este
instrumento es extremadamente útil para situar aerogeneradores. Si una gran parte de la
energía del viento viene de una dirección particular, lo que se desea es tener la menor
cantidad de obstáculos posibles en esa dirección, así como un terreno lo más liso
posible.15
Otro aspecto fundamental es la altura de la torre, pues la velocidad del viento varía con
la altura. Un modelo sencillo para calcular dicho cambio es la siguiente ley exponencial
(Blume, 1984):
V1 H 1
V2 H 2
(24)
: Factor que depende de la topografía y condiciones meteorológicas.
15
Tomado de: www.windpower.org/es/tour/wres/rose.htm, acceso mayo de 2007.
45
P : potencia disponible
γ : peso específico del fluido
Q : caudal
Ws : cabeza energía
El salto depende de la topografía del terreno y el caudal del río o arroyo que se va a
utilizar. Es la diferencia de nivel entre la lámina de agua en la toma y el punto del río en
el que se restituye el agua turbinada.
47
Por su parte, el caudal se halla con los datos hidrológicos. Ya que el caudal de los ríos
varía a lo largo del año deben realizarse mediciones periódicas y luego por métodos
estadísticos obtener el caudal promedio con el cual va a trabajarse.
Para estudios de factibilidad deben emplearse mapas de pluviosidad y cuencas
hidrográficas. Otros factores ambientales, como la humedad, la velocidad del viento, la
radiación y la temperatura también influyen en este cálculo.
Para medir el caudal existen varios métodos, algunos de ellos muy inexactos; los
empleados más a menudo son los caudalímetros. Las mediciones realizadas con estos
instrumentos son instantáneas: debe determinarse un caudal promedio mínimo a través
de histogramas de frecuencia; con el caudal y la duración se realiza una curva, y con los
datos allí obtenidos se decide cuál será el caudal de diseño según las necesidades y la
tecnología proyectadas (figura 2-15) (Suárez y Buriticá, 1994).
La curva de duración es muy útil para determinar si una fuente es suficiente para
suministrar la demanda o si hay necesidad de construir embalses de almacenamiento
para suplir las deficiencias en el suministro normal de agua durante los períodos secos.
El caudal mínimo probable de la curva es el caudal que la corriente puede suministrar
durante todo el año. Si este caudal es mayor que la demanda del proyecto, entonces la
fuente tiene capacidad para abastecer la demanda sin necesidad de almacenamiento.
48
Las características físicas de las cuencas tienen una importante influencia, cuencas de
gran área tienden a tener menos picos pronunciados en los caudales que las cuencas
pequeñas; además, las formas influyen en el escurrimiento de tal manera que el caudal
aumenta o disminuye más rápidamente (Intermediate Technology Development Group,
1995). Para el cálculo de la potencia y la energía que se van a producir se tiene lo
siguiente:
Sea Ws la cabeza de energía, siguiendo la ecuación de Bernoulli (Saldarriaga, 2007):
P1 P2 V12 V22
Ws H1 H 2 h f
γ 2g
Ws H h f (26)
fL V
2
h f ΣK 2
D 2g
L tub L equiv Vreal
2
hf f
D 2g (27)
D: Diámetro de la tubería;
L tub : longitud de la tubería medida desde la toma a la salida en la turbina;
49
Con esta velocidad real puede hallarse la potencia hidráulica y, teniendo en cuenta la
eficiencia de la turbina seleccionada, se puede determinar la cantidad de energía total
obtenida:
P Dboquilla Vreal H h f
2
4 (30)
En la figura 2-17 se resume el procedimiento para calcular el aprovechamiento
energético a partir de la fuente hidráulica de un sitio en particular.
Energía hidráulica
50
Diámetro de la
boquilla y coeficiente
de descarga
Eficiencia de la turbina
Potencia eléctrica
generada
2ch 30-50
4ch 30-50
TURGO 60-260 0,025-10 15-300 5-8000 85
MICHEL BANKI 40-160 0,025-5 1-50 1-750 82
BOMBA 30-170 0,05- 10-250 5-500 80
ROTODINÁMICA 0,25
REACCIÓN
2.6. Biomasa
El término biomasa se refiere a toda la materia orgánica proveniente de árboles, plantas
y desechos de animales que pueden ser convertidos en energía; o subproductos de la
agricultura (residuos de maíz, café, arroz, entre otros), de aserraderos (podas, ramas,
aserrín, cortezas) y de los residuos urbanos (aguas negras, basura orgánica y otros). Esta
es la fuente de energía renovable más antigua conocida por el ser humano, pues ha sido
usada desde que se descubrió el fuego.
Las fuentes más importantes de biomasa son los campos forestales y agrícolas, pues en
ellos se producen residuos (rastrojos) que normalmente son dejados en el campo y sólo
se consume un bajo porcentaje con fines energéticos. En la agroindustria, los procesos
de secado de granos generan subproductos que son usados para generar calor en
sistemas de combustión directa; tal es el caso del bagazo de caña de azúcar, la cascarilla
de café y la de arroz. Por otro lado, los centros urbanos generan altas cantidades de
basura compuestas en gran parte por materia orgánica que puede ser convertida en
energía, después de procesarla adecuadamente.
Se considera que la biomasa es una fuente renovable de energía porque su valor
proviene del sol. Mediante el proceso de la fotosíntesis, la clorofila de las plantas
captura su energía y convierte el dióxido de carbono (CO2) del aire en oxígeno y el agua
del suelo en carbohidratos para formar la materia orgánica. Cuando estos carbohidratos
se queman, regresan a su forma de dióxido de carbono y agua, liberando la energía que
contienen. De esta forma, la biomasa funciona como una especie de batería que
almacena energía solar.
Para la utilización de la biomasa se debe tener en cuenta qué tipo de biomasa se tiene y
con base a esto se podrá saber cuál es el proceso más conveniente de conversión de los
anteriormente descritos.
53
2.6.1.2. Gasificación
Es un tipo de pirólisis en la que se utiliza una mayor proporción de oxígeno a mayores
temperaturas, con el objetivo de optimizar la producción del llamado ―gas pobre‖,
constituido por una mezcla de monóxido de carbono, hidrógeno y metano, con
proporciones menores de dióxido de carbono y nitrógeno, y cuyo poder calorífico es de
kcal
1100 1800 . Si el proceso de gasificación se hace en presencia de sólo oxígeno (sin
m3
aire) se obtendrá un gas privado de N2 y con un poder calorífico de 3000 kcal3 (Fiorito,
m
2007).
Este producto se puede utilizar para generar calor y electricidad, y se puede aplicar en
equipos convencionales, como los motores de diésel. La composición y el valor
calorífico del gas dependen de la biomasa utilizada, como por ejemplo: madera,
cascarilla de arroz, o cáscara de coco. Existen diferentes tecnologías de gasificación y
su aplicación depende de la materia prima y de la escala del sistema.
La gasificación tiene ciertas ventajas con respecto a la biomasa original:
i) El gas producido es más versátil y se puede usar para los mismos propósitos que
el gas natural;
ii) Puede quemarse para producir calor y vapor y puede alimentar motores de
combustión interna y turbinas de gas para generar electricidad;
iii) Produce un combustible relativamente libre de impurezas y causa menores
problemas de contaminación al quemarse. Sin embargo, la operación de
gasificación es más complicada.
El gas producido es una mezcla con 65-70% de metano, 30-35% de CO2, trazas de ácido
sulfhídrico y pequeños porcentajes de H2, CO.
2.6.1.3.2. Bioetanol
De la biomasa se pueden producir combustibles líquidos como etanol y metanol. El
primero se produce por medio de la fermentación de azúcares y el segundo por la
destilación destructiva de madera. Esta tecnología se emplea para generar sustitutos de
combustibles fósiles para transporte o para la propulsión de máquinas, los cuales se
pueden utilizar en forma pura o mezclados con otros; el etanol se usa en mezclas con la
gasolina en concentraciones del 5 o el 10%, E5 y E10 respectivamente, que no requieren
modificaciones en los motores actuales.
16
Fiorito, G. (2007).
57
2.6.1.3.3. Biodiésel
A diferencia del etanol, que es un alcohol, el biodiésel se compone de ácidos grasos y
ésteres alcalinos, obtenidos de aceites vegetales, grasa animal y grasas recicladas. A
partir de un proceso llamado ―transesterificación‖ (figura 2-22), los aceites derivados
orgánicamente se combinan con alcohol (etanol o metanol) y se alteran químicamente
para formar ésteres grasos como el etil o metilo éster. Estos pueden ser mezclados con
diésel o usados directamente como combustibles en motores comunes. El biodiésel es
utilizado, típicamente, como aditivo del diésel en proporción del 20%, aunque otras
cantidades también sirven, dependiendo del costo del combustible base y de los
beneficios esperados. Su gran ventaja es que reducen considerablemente las emisiones,
el humo negro y el olor.
Las principales fuentes de producción de aceite son:
i) aceites vegetales convencionales:
· aceite de girasol
· aceite de colza
· aceite de soya
· aceite de coco
· aceite de palma
ii) aceites de semillas modificadas genéticamente
· aceite de girasol de alto oleico
iii) grasas animales
· sebo de vaca
· sebo de búfalo
58
La glicerina se separa del éster por decantación y este último se somete a un proceso de
limpieza, para luego ser mezclado con el aceite diésel.
59
2.6.1.4.4. Electricidad
La electricidad generada a partir de los recursos biomásicos puede ser comercializada
como ―energía verde‖, pues no contribuye al efecto invernadero por estar libre de
emisiones de dióxido de carbono (CO2). Este tipo de energía puede ofrecer nuevas
opciones al mercado, ya que su estructura de costos permitirá a los usuarios soportar
mayores niveles de inversión en tecnologías eficientes, lo cual incrementará la industria
de los biocombustibles.
2.6.1.4.5. Cogeneración (calor y electricidad)
La cogeneración se refiere a la producción simultánea de vapor y electricidad, la cual se
aplicaría en muchos procesos industriales que requieren las dos formas de energía. En
América Central, este proceso es muy común en los ingenios de azúcar, los cuales
aprovechan los desechos del proceso, principalmente el bagazo. Por la alta cantidad de
bagazo disponible, tradicionalmente, la cogeneración se realiza en una forma bastante
ineficiente. Sin embargo, en los últimos años ha existido la tendencia a mejorar el
proceso para generar más electricidad y vender el excedente a la red eléctrica.
17
http://www.bun-ca.org/nuevo/index.php/, acceso mayo de 2007.
61
kcal
C O2 CO 2 97.65
mol (32)
1 kcal
C O2 CO 29.40
2 mol (33)
1 kcal
CO O2 CO 2 68.20
2 mol (34)
Si tiene lugar la segunda reacción, sigue luego la tercera hasta completar la oxidación.
Ne m f H c n
(35)
Siendo:
Ne : Potencia que produce el motor.
mf : La cantidad de combustible que consume el motor, especificada por el constructor
del mismo.
n : El rendimiento efectivo máximo, que depende de las condiciones específicas de
funcionamiento que ofrece el fabricante del motor.
Los valores típicos para los motores serían:
MEP (motores de encendido provocado) = 0,25-0,3
MEC (motores de encendido por compresión) = 0,3-0,5
Este rendimiento también se puede expresar mf, como:
m f Fr Fe ma
(36)
Donde:
Fe es el dosado estequiométrico;
Fr es el dosado relativo;
ma es el flujo de aire en el motor.
64
densidaddeadmision *V * N * i
Ma (37)
60
Donde:
Densidad de admisión: es la densidad del aire a la entrada de la cámara de admisión.
V: es la cilindrada total del motor.
i: es el número de ciclos termodinámicos por vuelta.
Si el motor es un dos tiempos i = 1.
Si el motor es un cuatro tiempos i = 0,5
Ne m f H c n
(38)
Donde:
N e es la potencia liberada en la combustión;
m f es la cantidad de combustible que consume el dispositivo;
n representa la eficiencia del dispositivo.
65
Si la obtención de la energía se hace por medio de una turbina que funciona según el
ciclo Brayton (gas), las consideraciones son las siguientes (Çengel y Boles, 2006):
Wneto n q entra
(39)
Donde:
Wneto es la potencia generada por la turbina;
n equivale a la eficiencia térmica de la turbina, que a su vez depende del fabricante;
qentra es el calor que se libera en la cámara de combustión.
Si el proceso para la obtención de la energía emplea una turbina de vapor de agua que
funciona a partir del ciclo ranking, la expresión es similar a la utilizada para el cálculo
de la energía producida por una turbina de gas (Brayton) (Çengel y Boles, 2006; Amell,
2002).
67
Wneto n qentra
(40)
Donde:
Wneto es la potencia generada por la turbina;
n es la eficiencia térmica de la turbina que depende del fabricante y que puede variar de
0,3 en un ciclo ranking normal hasta 0,48 en un ciclo altamente crítico;
qentra corresponde al calor generado en la caldera, el cual se encarga de llevar el agua del
estado líquido al de vapor de agua sobrecalentado.
Eficiencia
0.7
Relacion de presiones comunes
para turbinas de gas
0.4
5 20
Relaciobn de
presiones
Eficiencia termica de un ciclo Brayton ideal como funciòn de
la relacion de presiones
Relacion de presiones =2
T min
Para valores fijos de de Tmin y Tmax el trabajo neto del ciclo Brayton
aumenta primero con la relaciòn de presiones y luego alcanza un
maximo y finalmente disminuye
Donde:
Q es el calor liberado en la combustión;
Cengel, Y y Boles, M. (2002). Termodinámica. México D.C., Mc Graw Hill, 4a. ed.
http://www.emc.uji.es/asignatura/obtener.php?letra=3&codigo=59&fichero=108385831
5359, acceso mayo de 2007.
http://www.textoscientificos.com/energia/biogas/usos, acceso abril de 2002
http://www.fao.org/docrep/008/j0926s/J0926s06.htm, acceso mayo de 2007.
74
Los recursos forestales poseen gran importancia en el ciclo global del carbono. Sólo los
bosques deciduos y frondosos aportan cerca del 40% de la productividad primaria neta
(PPN) potencial del planeta (Melillo et al., 1993). Como sumideros de biomasa,
constituyen una fuente primaria para la obtención de energía, lo cual ha sido conocido
por el hombre desde sus orígenes. Desde este punto de vista, los bosques son
especialmente importantes para los países en vía de desarrollo. En la región tropical,
diversas comunidades pobres dependen de la ignición de combustible leñoso.
Curiosamente, los lugares en donde colonizan y se concentran las comunidades
humanas dependientes de leña poseen ecosistemas con altos índices de diversidad, lo
cual es particularmente evidente en Colombia (Etter, 2006). Lamentablemente, la
presión ejercida sobre estos ecosistemas se ha incrementado considerablemente
amenazando su persistencia. El uso inadecuado de los bosques por cambios en el uso de
la tierra ha inducido otros problemas como el incremento en las emisiones
antropogénicas de CO2. La problemática del cambio global, en consecuencia, ha
establecido la necesidad de optimizar el uso de los bosques mediante el establecimiento
de sistemas sustentables de manejo forestal. Las medidas para el uso sostenible deben
responder a políticas locales que optimicen la extracción de leña en ecosistemas
existentes y el establecimiento de bosques cosechables que sustenten las necesidades
energéticas de las localidades. Sin embargo, diversas comunidades necesitan extraer
leña directamente de los bosques maduros. Una pregunta importante, relacionada con la
posibilidad de optimizar este uso, se enfoca en cuánta leña se podría extraer sin alterar
las propiedades funcionales del ecosistema intervenido.
18
Investigador Carbono & Bosques. Dirección electrónica: wilsonlara@carbonoybosques.org
75
avance del tiempo la relación entre fuerzas se invierte y el organismo comienza a morir.
Tal fenómeno afecta sus tasas de crecimiento en función de su biomasa actual de la
siguiente manera:
dy/dt = nym – ry (44)
La ecuación (45) sugiere que la masa del organismo y (t ha-1) crece en función del
tiempo t (años); A y b son parámetros de la ecuación y el término exp denota el operador
exponencial. A es la asíntota o cantidad máxima que puede alcanzar el organismo con el
avance del tiempo.
Los parámetros de las ecuaciones (44 y 45) se encuentran asociados entre sí. Por tanto,
la determinación de algunos de ellos posibilita el cálculo de los demás. Se han sugerido
valores constantes para algunos de los parámetros mencionados; Von Bertalanffy
(1976) postuló, por ejemplo, que las tasas de anabolismo del organismo son
proporcionales a su masa elevada a la potencia 2/3, mientras que el catabolismo es sólo
proporcional a la masa. Una consecuencia directa de esta propuesta es que el parámetro
m tiende hacia la constante 2/3 (Zeide, 1993). Otros autores afirman, no obstante, que el
parámetro m varía en función de características específicas de los organismos
estudiados y que por tanto es variable (Lei & Zhang, 2004). Esto hace necesaria su
estimación mediante el ajuste estadístico de las ecuaciones (44 o 45) sobre mediciones
periódicas de la masa del organismo. Esta última propuesta plantea el problema de que
es difícil encontrar mediciones sucesivas de la masa del organismo durante periodos
prolongados de tiempo.
Aunque los parámetros de las ecuaciones (44 y 45) se estiman, por lo general, mediante
aproximaciones estadísticas, basadas en información colectada de unidades de muestreo
con edades conocidas, es posible estimar el punto de inflexión de este sistema mediante
estimaciones de la asíntota de la productividad primaria neta anual. Es inconsistente, por
ejemplo, que la tasa máxima de crecimiento del modelo exceda el potencial de
crecimiento en biomasa de la región. Un indicador de la posición del punto de inflexión
del modelo es, entonces, el valor estimado del crecimiento potencial del área, mediante
la determinación de la productividad primaria neta (PPN) basada en mediciones de
biomasa directas en campo o, bien, en métodos indirectos con ecuaciones o registros
satelitales de alta resolución temporal.
76
PPN = w + wd + wh (46)
En donde la PPN está constituida por el incremento en biomasa (w) más la producción
total de detritos (wd) y el consumo por parte de los herbívoros (wh). Evidentemente,
estos componentes sólo constituyen una fracción de la PPN, la cual depende de los
criterios de medición establecidos por el investigador (ecuación 46).
La PPN y las biomasas de los bosques maduros de Clark et al. (2001) se pueden
expresar espacialmente conociendo las condiciones bioclimáticas de los lugares
analizados. Una alternativa para obtener esta información se enfoca en uso del sistema
de Zonas de Vida de L. R. Holdridge (1967). Allí la unidad central es la zona de vida y
para ello se requiere la temperatura, la precipitación y la evapotranspiración. El objetivo
de este tipo de zonificación es determinar áreas de condiciones ambientales similares,
con el fin de agrupar y analizar las diferentes poblaciones y comunidades bióticas
potenciales de los lugares, y asignar valores funcionales a los ecosistemas. Por
definición: “Una zona de vida es un grupo de asociaciones vegetales dentro de una
división natural del clima, las cuales tomando en cuenta las condiciones edáficas y las
etapas de sucesión, tienen una fisonomía similar en cualquier parte del mundo‖
(Holdridge, 1967). Los factores que se tienen en cuenta para la clasificación de una
región son la biotemperatura y la precipitación. Los límites de las zonas de vida están
definidos por los valores medios anuales de dichos componentes. Otro elemento
presente en las zonas de vida es el de la evapotranspiración potencial (ETP), la cual es
el agua que se devuelve a la atmósfera debido a los procesos combinados de
evaporación y transpiración. En los rangos climáticos del mapa de zonas de vida de
Colombia es posible asignar las PPN y las biomasas máximas estimadas por Clark et al.
(2001) en cada rango climático.
Otra alternativa para obtener la variable PPN se enfoca en el uso de algoritmos basados
en sensores remotos. La PPN ha sido simulada con base en balances de radiación solar,
obtenidas con sensores remotos y algoritmos que simulan la productividad de los
ecosistemas a partir de información proxy (Goward & Huemmrich, 1992; Parton et al.;
78
1993; Esser et al., 1994; Churkina et al., 1995; Ruimy et al., 1996; Running et al.,
2004). Una propuesta interesante al respecto se relaciona con el algoritmo MODIS
(Running et al., 2004), ya que la información espacial de este algoritmo se encuentra
disponible para todo el planeta y puede ser descargada de manera libre de la
Universidad de Montana.19 El algoritmo estima la productividad primaria neta (PPN)
luego de descontar de la productividad primaria bruta (PPB) de la biomasa su
respiración. El proceso de cálculo ofrece cierta complejidad; no obstante, a continuación
se explican los elementos de mayor relevancia, anotando la descripción del algoritmo
realizada por Running et al., (2004).
En este sentido, es necesario calcular primero la RFA. Sellers (1987) demostró que esta
variable puede ser estimada con la información espectral obtenida con sensores remotos.
Aunque los índices de vegetación espectral obtenidos con esta tecnología presentan
diversas formas (Huete et al., 2002), el más aplicado es el conocido como índice de
diferencia de vegetación normalizada (IDVN), el cual, por lo demás, se calcula a partir
de la reflectancia superficial con las longitudes de onda roja e infrarroja cercana (IRC)
bajo la siguiente razón:
19
Información transmitida mediante comunicación personal con el doctor S. W. Running, (octubre de 2007).
79
Una simplificación importante surge con la propuesta de que la razón entre la radiación
fotosintéticamente activa absorbida por la vegetación (RFAA) y la radiación
fotosintéticamente activa (RFA) se aproxima al valor del IDVN; es decir:
en donde RT es la respiración anual requerida para construir hojas, raíces finas y nuevos
tejidos leñosos y RC es la respiración empleada en el mantenimiento de las células
vivas de los tejidos leñosos (Running et al., 2000). Con base en estas relaciones
combinadas, derivadas de índices radiométricos, de las propiedades de reflectancia del
dosel del bosques y de los flujos de CO2, los científicos usan sensores remotos para
inferir procesos globales del ciclo del carbono.
Una variable importante, para obtener la PPB, es . Esta variable es una función del tipo
de vegetación analizado (Turner et al., 2003). Se plantean dos explicaciones para esta
variabilidad. En primer lugar, se ha establecido que cualquier tipo de vegetación emplea
parte de su fotosíntesis en el mantenimiento de la respiración. En los estudios realizados
por Monteith (1972) los costos por respiración fueron mínimos y se aproximó a un
valor constante de 2 g C MJ-1. En realidad, se ha observado que estos costos se
incrementan con el tamaño de la vegetación perenne. Por ejemplo, en bosques siempre
verdes se han observado valores de que oscilan entre 0,2 y 1,5 g C MJ-1. Se plantea
que esta baja eficiencia es resultado de la respiración en las células vivas del sistema
leñoso de la vegetación (Waring y Running, 1998).
El algoritmo MODIS simula el control de estrés fisiológico por falta de agua, mediante
limitación progresiva de la PPB diaria, con base en la reducción de la variable , cuando
se calculan altos valores de DPV con la malla meteorológica superficial. De igual
manera, se asumen limitaciones por nutrientes para el crecimiento de la vegetación a
partir de limitaciones de área foliar, en vez de limitar aún más .
Como generalización, el algoritmo trunca la PPB en días por debajo de -8ºC. Esta
asunción no es del todo precisa, por cuanto se aprecian rangos de variación de nitrógeno
foliar y capacidad fotosintética en términos del tipo de vegetación. Las reflectancias
foliares son algo sensibles a la química foliar, por tanto la FRFA derivada y el IAF
puede representar algunas diferencias con respecto al contenido de nitrógeno foliar en
un sentido aún no determinado.
Los rangos de se simulan por tipo de bioma y por región climática, mediante el
modelo de procesos ecológicos Biome-BGC, partiendo de la RFAA y obteniendo PPN.
Una tabla de respuesta del Biome-BGC, denominada BPLUT, ofrece los parámetros de
temperatura, de las limitantes del DPV, del área foliar específica y de los coeficientes de
respiración de la vegetación representativa de cada tipo de bioma (Running et al., 2000).
En el Biome-BGC se definen tipos de bioma generales, tales como bosques siempre
verdes, pasturas y cultivos. La tabla BPLUT define, de igual manera, diferencias entre
biomas con respecto al carbono almacenado y a sus tasas de retorno.
Se calcula la PPB diaria en todo el planeta y se suma en intervalos de ocho días en los
109.782.756 km2 de área cubierta con vegetación a un kilómetro cuadrado de resolución
espacial.
En la figura 3-1, se grafica un mapa de Colombia con los promedios de PPN registrados
entre los años 2000 y 2004 en las ZNI donde sería útil optimizar el uso de leña.
1
dy PPN y p A 1 A m
1 m 1 m
1
1 m
y PPN y p A 1 y (52)
dt r
Las funciones de acumulación de biomasa (ecuación 52) de cada zona de vida permiten
estimar ecuaciones de biomasa de fuste mediante el uso de factores de contracción. Al
respecto se propone estimar la biomasa arbórea como 90% de la ecuación (52).
Posteriormente, se debe descontar la biomasa radical con una ecuación que relaciona la
biomasa radical con la biomasa aérea (Cairns et al., 1997). Esto permitirá tener una
ecuación de biomasa aérea (BA). Finalmente, el factor de contracción desde BA hacia
biomasa de fuste es 0,75 (1/1,33, transposición con factor de expansión sugerido por
Brown, 1997).
En la presente investigación se han explicado las alternativas para establecer la PPN con
base en MODIS y con la información de Clark et al. (2001). Sin embargo, en la HMO
se ha adoptado el procedimiento propuesto de Clark et al. (2001) y zonas de vida, pues
se requiere de la información adicional de biomasas de los bosques maduros, variable
que no es estimada por MODIS y que el autor mencionado reporta junto con las
estimaciones de PPN. Por tanto, se establece a continuación un ejemplo del
procedimiento de Holdridge realizado con la información de los autores mencionados
en tres zonas de vida. En el cuadro 3-1, se especifican los parámetros necesarios para
establecer las curvas de acumulación potencial de biomasa en tres zonas de vida:
Bosque seco tropical (bs T), bosque húmedo premontano (bh PM) y bosque muy
húmedo premontano (bmh PM), a partir de las condiciones establecidas en el cuadro 3-
1.
Cuadro 3-1. Promedio de contenido de biomasa y productividad primaria neta (PPN), calculados a partir
de la información reportada por Clark et al. (2001) para las zonas de vida
La asíntota de cada modelo (A) se evaluó mediante el valor promedio de biomasa aérea
(cuadros 3-1 y 3-2). La biomasa de raíces se determinó por medio de una ecuación de
biomasa radical en función de la biomasa aérea (Cairns et al. 1997). Posteriormente
estos valores de biomasa se multiplicaron por 0,5, luego de suponer que el 50% de la
biomasa es carbono (IPCC 2001; MacDicken 1997).
Zona de vida
Parámetro bs T bh PM bmh PM
A 60,16 85,72 77,08
dC/dt 3,66 3,62 3,61
Cp-1 17,83 25,40 22,84
m 0,67 0,67 0,67
r 0,41 0,29 0,32
n 1,61 1,26 1,35
k 0,137 0,095 0,105
Los parámetros A (t C), dC/dt (t C ha-1 año-1) y m, constituyen la información disponible para la elaboración de la
ecuación de von Bertalanffy. El resto de parámetros fueron despejados de esta información inicial. r, n y m son los
parámetros de la forma diferencial del modelo; el resto de parámetros se asocian con la forma integral de la función.
Con base en el valor de m: 2/3, la asíntota del modelo (A), el punto de inflexión (dC/dt)
y C0, se determinaron los parámetros r, n y k de las ecuaciones (44) y (45). Estos
valores se presentan en el cuadro anterior. En las figuras 3-2a y 3-2b se presentan las
funciones diferencial e integral de la ecuación de von Bertalanffy (ecuaciones 44 y 45).
La leña que debe extraerse deberá estar por debajo de la figura 3-2.
84
bs-T bh-PM
4.00 4.00
3.50 3.50
3.00 3.00
2.50 2.50
2.00 2.00
1.50 1.50
1.00 1.00
0.50 0.50
0.00 0.00
0 10 20 30 40 50 60
C (t ha año )
0 15 30 45 60 75 90
-1
-1
4.00 bmh-PM
3.50
3.00
2.50
2.00
1.50
1.00
0.50
0.00
0 20 40 60 80
C (t ha-1)
Figura 3-2. Funciones diferenciales (ecuación 43) para tres zonas de vida del área
elegible del proyecto
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Von Bertalanffy, L. 1976. General system theory. New York: George Braziller, pp. 39-
40
Las teorías del desarrollo se dividen en dos grandes grupos: las de crecimiento exógeno
(Harrod-Domar, 1939; Kaldor, 1956 y Solow, 1956), las cuales, en general, se
caracterizan por postular que el proceso de crecimiento obedece a interacciones de
factores externos a los modelos (relaciones entre el trabajo, el capital o el desarrollo
tecnológico dadas) y en la forma en que se comportan el consumo, la inversión y el
ahorro de una economía. Y los modelos de crecimiento endógeno, que enfatizan en los
factores que no se han tomado en cuenta dentro de la modelación y consideran que al
desarrollo y al crecimiento los motiva la racionalidad de los agentes económicos, es
decir, que el progreso no es fruto de la especialización en cierta actividad productiva
como en la visión smithiana (y por tanto exógeno), sino por el ánimo de los individuos
de generar nuevos beneficios mediante la inversión, la innovación y en muchos casos,
incentivados por políticas centralizadas (por el Estado), que resuelven algunos fallos del
mercado, como la provisión de bienes de naturaleza no excluyente o no rival (bienes
públicos y meritorios, investigación y desarrollo, capital financiero, entre otros),
cruciales para complementar el proceso de desarrollo.
La principal diferencia entre ambos pensamientos es que en el primero las variables que
impulsan el crecimiento (la tasa de ahorro y el crecimiento de la población) hacen que
las economías más pequeñas tiendan a superar las tasas de crecimiento de las más
grandes, porque existen rendimientos marginales decrecientes en los factores y las
primeras tienen tasas de acumulación muy bajas, y en presencia de choques
tecnológicos pueden alcanzar la senda de crecimiento de las desarrolladas, es decir,
existe convergencia. Por el contrario, en los modelos endógenos existen cuatro factores
que impiden esta convergencia y que explican por qué países pequeños, incluso con
altas tasas de crecimiento, no alcanzan los niveles de producción de los más grandes,
20
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
21
Investigador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica:
jfbedoya13@gmail.com.
88
Adicionalmente, debe anotarse que han cambiado las funciones del Estado como
proveedor de servicios de infraestructura, pues cada vez resulta más claro que es más
conveniente su concentración en actividades regulatorias y de subsidio, además en la
definición de reglas de juego claras y estables para que los actores privados provean los
servicios o inviertan en ellos, con el aprovechamiento de los incentivos que estos tienen
en la reducción de costos y la prestación más eficiente. También debe mencionarse que
hoy se tiene una concepción distinta de cuándo intervenir en un mercado (ceteris
paribus las reglas de juego que previamente deben definirse y los problemas que puede
89
Sin embargo, la infraestructura es mucho más que los servicios que se prestan a las
empresas para que puedan producir, pues se dividen en cuatro categorías según el
objetivo: desarrollo económico, desarrollo social, protección del medio ambiente y
acceso a la información y al conocimiento (Cepal, 2004). En otras palabras, su
clasificación depende del uso que se le dé; por ejemplo, la energía eléctrica puede
constituirse en fuente de abastecimiento de una empresa y mejorar las condiciones de
vida de una vivienda.
Así pues, cada región requiere de redes de infraestructura para mejorar sus dotaciones y
ser competitiva, atraer las inversiones, la industria y mejorar la calidad de su capital
humano. Para el desarrollo económico es necesario crear infraestructuras de transporte,
de energía y de comunicaciones que les permita acceder a grandes centros urbanos o
comerciales para expandir su mercado, conocer nuevas tecnologías y disminuir los
costos de transacción de la producción y el comercio. Para el desarrollo social se
requieren escuelas, hospitales, energía eléctrica, agua potable, etc. Para la protección del
medio ambiente se necesitan reservas forestales, parques ecológicos, entre otros. Y para
la información y el conocimiento son necesarias energía eléctrica, antenas de repetición
y telecomunicaciones en general.
Existen algunas zonas dentro de un país o una región en las cuales no pueden
reproducirse experiencias de desarrollo debido a diferentes barreras: 1) de tipo natural,
como la posición y estructura geográfica que las aísla del resto de los centros
productivos; 2) el bajo grado de urbanización que los relega a actividades primarias; 3.
la presencia de grupos al margen de la ley que dificulta su gobernabilidad, y 4) la falta
de infraestructuras básicas que no permiten prestar otros servicios de infraestructura o
siquiera suplir las necesidades primarias de una comunidad. Lo anterior implica que
90
deba tenerse bastante cuidado con el determinismo que pueda existir en las nociones de
desarrollo, porque las dinámicas de las zonas pueden estar más influenciadas por
factores exógenos que por el mismo stock de capital que posean.22
Del mismo modo, no solo bastaría la energía para impulsar esas zonas, ya que en esta
era sistematizada, es más difícil aun engancharlas a los nuevos modos de producción.
Por ejemplo, las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) necesitan de
una capacidad instalada que aún es muy precaria hasta en las más grandes ciudades de
los países subdesarrollados; por tanto, es difícil fomentar este tipo de alternativas para
zonas tan rezagadas. Más aún, sería necesario realizar una capacitación del capital
humano en áreas temáticas que poco han oído mencionar (otros idiomas, informática,
programación, etc.) y, por último, aunque los grandes descensos en los costos de esta
tecnología las familias todavía no pueden acceder a ellas.
En suma, debe tenerse presente que para el desarrollo de las zonas que nos interesan se
deben crear no solo infraestructuras básicas, ya que inclusive la energía necesita de otras
complementarias, como las carreteras y las telecomunicaciones para dar posibilidad a su
economía y al capital humano de mejorar y especializarse; además, requiere de otras de
carácter institucional que aminoren las externalidades negativas de estas zonas y
maximicen las positivas.
22
Como ejemplo se tiene que en Colombia la población pasó de siete a cuarenta y dos millones entre 1918 y 2005, y
el porcentaje que vivía en las principales ciudades cambió de un 6% al 35% en el mismo período. De hecho, cerca de
100 municipios rurales tenían menos habitantes en 2005 que en 1918 (Gaviria, 2008).
91
Harrod, Roy (1939). An essay in dynamic theory. Economic Journal. Vol. 49, junio,
pp. 14-33.
23
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
24
Investigador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica:
jfbedoya13@gmail.com.
93
El capital social y el capital humano de una localidad funcionan como restricciones para
la toma de decisiones de energización. El primero mide la capacidad de los pobladores
para formar grupos que ayuden a la implementación, el funcionamiento, el cobro del
servicio, la supervisión del uso, etc., e individualmente contabiliza la capacidad de los
usuarios de apropiarse de la solución manteniéndose al tanto de la manera como se
presta el servicio y como se maneja la alternativa energética en su zona. El capital
humano, por su parte, permite conocer si la población puede llegar a capacitarse para
que, de ser necesario, realice las tareas de administración, operación y mantenimiento
de la solución y, eventualmente, participe en la implementación mediante la oferta de
mano de obra. Se entiende que a mayor capital humano, concebido aquí como
escolaridad, más fácil eseste tipo de entrenamiento.
5.2 Metodología para actuar sobre las restricciones sociales e institucionales en las
zonas no interconectadas a partir de datos del censo de población del 2005
En capítulos anteriores se mencionan una serie de variables que dan cuenta de las RSI
en las ZNI. Sin embargo, en la práctica obtener toda esta información, resulta costoso,
complicado y poco práctico. Por esto se propone usar la información del último censo
(Dane, 2005) para evaluar las restricciones y, con base en estos resultados, fundamentar
que la participación de la comunidad acarrea costos adicionales que deben estimarse, los
cuales se componen básicamente por actividades de motivación al proyecto, que
realizarán profesionales en las localidades durante prácticamente toda la vida del
proyecto.
Esto permite corroborar, por un lado, la inclusión de las variables en el análisis (así
como el número de ellas) y, por otro, la relación de dependencia entre ellas. También
permite la eliminación de variables redundantes, que presenten altos grados de
25
La provisión de energía, principalmente en zonas que nunca la han tenido, crea perturbaciones en el sistema social
vigente que pueden conducir a que la comunidad rechace la implementación de alguna alternativa o que esta se utilice
mal (Véase Díaz y Álvarez, 2004).
26
Estas variables también pueden usarse para realizar una aproximación a la demanda potencial de cada zona.
94
Esto significa que se tienen r nuevas variables objetivo, las cuales pueden caracterizar
las ZNI para realizar comparaciones y estimar, por ejemplo, la demanda potencial de
cada localidad. Para estimar esta demanda se estudian las localidades que funcionan
como polos de atracción de las demás. Además de esto, se usan los resultados arrojados
por la metodología sobre los impactos de las n variables en la herramienta para medir
los sobrecostos que genera el estado de las RSI en cada localidad y así castigar los
flujos financieros, por ejemplo, mediante una menor tasa interna de retorno.
Componentes principales
n variables que explican el
consumo de energía en
las diferentes localidades
Alimentación de la
herramienta
NBI (NBI)
NBI rural (NBI_rural)
Analfabetismo (Analf)
Analfabetismo rural (analfa_rural)
Población (pob)
Población rural (pob_rural)
Hogares (hog)
Hogares rurales (hog_rural)
Hogares con actividad económica (hogecon)
Viviendas (vivien)
Viviendas rurales (vivien_rural)
Acueducto (acue)
Alcantarillado (alcan)
Energía (energ)
Gas (gas)
Teléfono (tel)
Comercio (comer)
Industria (indust)
Servicios (serv)
Otra (otra)
Unidad agropecuaria (uniagro)
Desempeño fiscal (despfical)
Potencia instalada (mw)
Número de usuarios (usuarios)
Para realizar el ACP debe revisarse que las variables usadas tengan al menos un
coeficiente de correlación significativo, es decir, que se pruebe correlación entre ellas al
nivel de 0,01 o máximo al 0,05 de confianza. Además, que esta matriz de correlaciones
tenga un determinante pequeño pero no cero. Para esto se usan las pruebas de
correlación de Pearson, que muestran el grado de asociación de las variables con su
respectivo nivel de significancia.27
27
El coeficiente de correlación de Pearson es un índice estadístico que mide la relación lineal entre dos variables
cuantitativas. A diferencia de la covarianza, la correlación de Pearson es independiente de la escala de medida de las
variables.
97
(53)
Donde:
σXY la covarianza de (X,Y).
σX y σY las desviaciones típicas de las distribuciones marginales.
Por otra parte, el test de Bartlett busca probar si la matriz inversa de correlaciones es la
identidad, es decir, que no existe correlación entre las variables (hipótesis nula).
Además, busca el determinante de la matriz, el cual se transforma en un estadístico chi-
cuadrado, y a este valor se le prueba la significancia. En este sentido, se busca que el p-
valor sea mínimo. Para este análisis, el test de Bartlett indica que puede realizarse ACP
(cuadro 5-3).
28
La variable desempeño fiscal, que funciona como proxy de la institucionalidad del municipio, resulta bastante
homogénea en la muestra, por esto no es determinante en las características de las localidades analizadas.
98
5.5. Resultados
σ2i= λi/n (para cualquier i = 1, 2,..., n), donde, σ2i es el porcentaje de la variabilidad que
explica cada componente de la base de datos, λi es el valor propio de la matriz de
varianzas y covarianzas correspondiente a cada vector propio i, y n es el total de
variables (columna 2).
σ2ia= ∑λj/n = ∑σ2j (para j desde 1 hasta i), donde, σ2ia es el porcentaje acumulado (a) de
la varianza que se explica por cada componente, λi es el valor propio de la matriz de
varianzas y covarianzas correspondiente a cada vector propio i, y n es el número total de
variables.
Con esto se busca hallar el número correcto de componentes, con el fin de determinar
un porcentaje aceptable de variabilidad explicada por cada uno de ellos; sin embargo, no
existen pruebas de hipótesis que permitan dar viabilidad de la elección, pero existen
métodos que ayudan a hacer este análisis. Por ejemplo, el cuadro 5-4 muestra que
existen dos componentes que recogen el 90,4% de la variabilidad total, lo cual
corresponde al número de componentes cuyo valor propio es superior al promedio (bajo
la matriz de varianzas y covarianzas se supone un valor superior a 1), pero este método
incluye muy pocos componentes si el número de variables es inferior a 20 (Pla, 1986).
99
Para este caso, se genera una gráfica de sedimentación (Scree plot) y se acepta el
número de componentes donde exista un codo o punto de quiebre. Para nuestro caso, se
presenta en este mismo componente, ya que a partir de este comienza a alisarse la
gráfica, y la tabla muestra que el porcentaje de varianza que se explica por el resto es
cada vez menor.
El cuadro 5-5 muestra las variables más correlacionadas con el componente uno: la
población total, el analfabetismo, las NBI, el número de viviendas, las variables de
infraestructura y de actividad económica. Este componente tal vez sea un indicador muy
acertado de las RSI en cada municipio. Debe aclararse que no necesariamente las
variables que no poseen valores en esta tabla quedan por fuera del componente, ya que
100
cada factor es una combinación lineal de las variables; esto quiere decir que existe una
correlación mayor de unas con otras y que las vacías poseen una correlación inferior al
25% con cada factor. En el segundo factor se observa una gran relación con las
variables rurales y con el número de usuarios en cada municipio. En este sentido,
podemos nombrar el primer componente como un calificador global del municipio y el
factor dos como un calificador de su zona rural. Sin embargo, aun cuando el análisis
muestra que es factible elegir dos componentes, el resto del análisis se hace con el
primero, pues el nivel de varianza que explica (73,18%) es aceptable para inferir sobre
toda la matriz de datos.
Componente
1 2
pob 0,886 0,448
pob_rural 0,289 0,938
Analfa 0,732 0,627
analfa_rural 0,901
hog 0,890 0,442
hog_rural 0,311 0,895
hogecono 0,940
vivien 0,883 0,451
vivien_rural 0,291 0,912
ener 0,929 0,343
alcanta 0,948
acue 0,943
tel 0,962
indus 0,948
comer 0,943
serv 0,956
otras 0,970
Unidagro 0,931
usuarios 0,676
nbi 0,697 0,580
nbi_rural 0,894
(54)
101
(55)
Este componente en sí es un indicador del estado de las RSI en cada municipio porque
agrupa todas las variables para evaluar este indicador. No obstante, para efectos de
presentación el valor de dicho componente se evalúa en una función normal estándar
(con media 0 y varianza 1) para obtener resultados más homogéneos (ver anexo 5-2).
Los costos asociados al tamaño de las RSI constan de llevar a cada municipio personal
especializado en el empoderamiento de la población en proyectos de energización. De
esta manera, mediante pequeños programas permanentes se presupone que puede
dársele a la comunidad la instrucción necesaria para que conozca la solución y haga
102
buen uso de ella. De aquí se derivan los costos compuestos de salarios, viáticos,
transporte y materiales necesarios para que dicho personal especializado pueda capacitar
a la población y le haga el seguimiento necesario al proyecto.
De este modo, los costos del primer periodo se atribuyen a cada municipio de acuerdo
con el indicador de RSI. Estos constan de uno o dos de estos expertos con sus
respectivos gastos en viáticos, transporte y salario más un plus dedicado a los materiales
que se usarán para el contacto con la comunidad. Para cada municipio se tienen costos
diferentes asociados a la magnitud de sus RSI. En el tiempo, estos costos se reducen
luego del primer año, pues se considera que con la primera visita se logrará reducir la
magnitud de la restricción. Aun así, debe supervisarse periódicamente la continuidad del
proyecto, de modo que se difunden estos costos a lo largo de su vida útil.
Año 0
Días de
Departamento Municipio Profesionales Salarios Viáticos Transporte Materiales
capacitación
Año 1
Días de
Departamento Municipio Profesionales Salarios Viáticos Transporte Materiales
capacitación
Amazonas El Encanto 1 1.125.000 15 2.127.945 3.665.360 87.520
Año 2
Días de
Departamento Municipio Profesionales salarios Viáticos Transporte Materiales
capacitación
Amazonas El Encanto 1 600.000 8 1.134.904 3.665.360 43.760
analfa_ Correlación de 0,382(* 0,390(* 0,340(** 0,043 -0,057 0,826(* 0,698( 0,540(*
rural Pearson *) *) ) *) **) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,678 0,553 0,000 0,000 0,000
hog Correlación de Pearson ,921(**) ,936(**) ,875(**) 0,020 -0,012 ,462(**) ,883(** ,303(**)
)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,848 0,904 0,000 0,000 0,001
hog_rura Correlación de Pearson 0,466(** 0,444(** 0,331(** 0,030 0,003 ,778(**) ,666(** ,507(**)
l ) ) ) )
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,775 0,976 0,000 0,000 0,000
hogecono Correlación de Pearson 0,958(** ,945(**) ,827(**) 0,064 0,021 ,321(**) ,775(** 0,093
) )
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,537 0,823 0,001 0,000 0,333
vivien Correlación de Pearson ,918(**) ,934(**) ,872(**) 0,018 -0,012 0,474(** 0,891(* 0,314(**
) *) )
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,861 0,903 0,000 0,000 0,001
vivien_r Correlación de Pearson ,459(**) ,434(**) ,314(**) 0,033 0,001 ,818(**) ,678(** ,538(**)
ural )
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,001 0,751 0,991 0,000 0,000 0,000
ener Correlación de Pearson 0,940(** ,956(**) ,896(**) 0,013 0,004 ,380(**) ,861(** ,247(**)
) )
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,903 0,965 0,000 0,000 0,009
alcanta Correlación de Pearson 0,926(** 0,926(** 0,916(** 0,008 0,018 0,244(** 0,670(* 0,068
) ) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,940 0,853 0,010 0,000 0,477
acue Correlación de Pearson 0,926(** 0,935(** 0,939(** 0,018 0,013 0,294(** 0,716(* 0,126
) ) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,859 0,889 0,002 0,000 0,186
tel Correlación de Pearson 0,931(** 0,961(** 0,892(** 0,024 0,021 0280(**) 0,815(* 0,127
) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,815 0,825 0,003 0,000 0,183
indus Correlación de Pearson 0,948(** 0,946(** 0,826(** 0,030 0,014 0,228(*) 0,754(* 0,072
) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,772 0,886 0,016 0,000 0,451
comer Correlación de Pearson 0,988(** 0,954(** 0,838(** 0,066 0,002 0,286(** 0,750(* 0,156
) ) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,000 0,521 0,983 0,002 0,000 0,102
serv Correlación de Pearson 1 0,966(** 0,872(** 0,070 0,022 0,256(** 0,730(* 0,158
) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,498 0,818 0,007 0,000 0,098
otras Correlación de Pearson 0,966(** 1 0,926(** 0,029 0,065 0,253(** 0,785(* 0,157
) ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,777 0,497 0,007 0,000 0,100
Unidagr Correlación de Pearson 0,872(** 0,926(** 1 -0,029 0,005 0,187(*) 0,686(* 0,090
o ) ) *)
Sig. (bilateral) 0,000 0,000 0,779 0,958 0,049 0,000 0,346
Desefisca Correlación de Pearson 0,070 0,029 -0,029 1 -0,012 -0,012 -0,021 0,107
l Sig. (bilateral) 0,498 0,777 0,779 0,911 0,905 0,842 0,301
gas Correlación de Pearson 0,022 0,065 0,005 -0,012 1 -0,080 -0,056 -0,078
Sig. (bilateral) 0,818 0,497 0,958 0,911 0,403 0,556 0,415
nbi_ Correlación de Pearson 0,256(** 0,253(** 0,187(*) -0,012 -0,080 1 0,650(* 0,493(**
rural ) ) *) )
Sig. (bilateral) 0,007 0,007 0,049 0,905 0,403 0,000 0,000
Todo este nuevo marco se agrupó en la Ley 143 de 1994 o Ley eléctrica donde se
definió la prestación del servicio mediante el sistema interconectado nacional (SIN), que
abarca aproximadamente el 66% del territorio nacional donde habita el 95% de la
población colombiana. Para el 34% del territorio restante se diseñaron estrategias
financieras y un marco institucional con el fin de implementar mecanismos que
permitieran la provisión del servicio en aquellos territorios no conectados al SIN, los
cuales se conocen como zonas no interconectadas (ZNI).
29
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co. Este capítulo contó con la asistencia del estudiante Carlos Andrés Vasco.
30
Profesor y miembro del Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica:
jhflorez@gmail.com.
31
Investigador del Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. . Dirección electrónica:
gacastilloq@yahoo.es.
113
Las ZNI se caracterizan por su baja densidad poblacional, por estar ubicadas a gran
distancia de los centros urbanos, por la dificultad de acceso y por su gran riqueza de
recursos naturales. Precisamente por esto resulta tan costoso integrarlas al SIN y se hace
necesario que la prestación del servicio se genere directamente en cada zona donde, gracias
a la abundancia de recursos, se busca que las soluciones energéticas se basen en fuentes
alternativas a las tradicionales (petróleo, carbón, etc.). En efecto, en las ZNI los recursos
son numerosos; en todas las zonas existe abundancia de caídas de agua, en otras los vientos
pueden promover la energía eólica y hasta existen zonas con potencial de radiación solar
para generar energía solar (ICEX, 2004).
En comparación con el SIN, para el cual existe un mercado mayorista con separación
vertical de las actividades de generación, distribución, comercialización y transmisión,
donde se fija el precio mediante una bolsa de energía buscando parámetros de
competitividad y eficiencia, para las ZNI no existe un mecanismo de mercado que
determine el precio de la electricidad ni está definida con claridad la separación entre la
generación, la distribución y la comercialización, debido precisamente a que primero se
debe enfrentar el problema de cómo proveer el servicio de energía eléctrica en estas zonas.
En cuanto a costos y tarifas existen reglamentaciones de la Comisión de Regulación de
Energía y Gas (CREG) que fijan la fórmula tarifaria y la estructura general de costos.
La principal dificultad que enfrentan las ZNI es que el servicio de energía eléctrica no es
permanente e incluso es nulo (en las zonas en las que se presta el servicio de energía, sólo
se ofrece por unas horas al día). En este sentido, la preocupación del gobierno ha sido
cómo generar soluciones energéticas para estas zonas, que permitan la mejor provisión
posible del servicio en términos de insumos, duración y tarifas pero que además sean
viables financieramente y sostenibles en el largo plazo. Así, el Consejo Nacional de
Política Económica y Social (Conpes) ha promulgado varios textos con planes de gestión
para la energización de las ZNI e incluso en el Plan Colombia se tienen diseñadas políticas
para tal fin, en especial, para la energización de la Costa Pacífica, la Orinoquía y la
Amazonía en concordancia con la Ley 855 de 2003 (que define estas zonas). La
financiación de proyectos de energización para las ZNI proviene principalmente de dos
fuentes: el Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las Zonas no
Interconectadas (FAZNI) y el Fondo Nacional de Regalías (FNR).
Adicionalmente, existen subsidios para aplicar menores tarifas para las ZNI con un
promedio anual de $20 mil millones, discriminados para la demanda en el cobro de la
tarifa y para la oferta mediante la asignación de combustibles para la operación de plantas
generadoras en las ZNI. Sin embargo, según la Contraloría General de la República (CGR)
los seguimientos a estos subsidios por parte del Instituto de Planificación y Promoción de
Soluciones Energéticas (IPSE) es documental (basada en información segundaria) y sólo
se ejecutan visitas en casos de quejas de los usuarios (CGR, 2004). Así mismo, su
asignación no es oportuna; a manera de ejemplo, en 2004 la CGR identificó una asignación
114
por el Ministerio de Minas (Minminas) de $15 mil millones mediante 74 convenios con los
prestadores del servicio, de los cuales 32, es decir, el 42% fueron celebrados en el último
mes del año (CGR, 2004).
La distribución de las ZNI se presenta en el cuadro6-1. Al inicio de las reformas del sector
el 52% del territorio nacional se consideraba como ZNI (ICEX, 2004), y en 2007 el 66%
del territorio era ZNI, lo cual implica un crecimiento del 27% (IPSE, 2007). Así mismo, se
observa que las ZNI abarcaban en 1996 quince departamentos y en el 2007 dieciséis al
agregarse Bolívar; sin embargo, el número de municipios disminuyó pasando de 105 a 91,
es decir, decreció un 13%, y las localidades un 1% al pasar de 1.199 a 1.186 en el mismo
periodo; en contraste, el número de usuarios atendidos creció un 2% al pasar de 112 mil a
114 mil (IPSE, Minminas, 2007).
Cuadro 6-2. Colombia: distribución geográfica de las ZNI según departamento, 2007
Departamento % % % usuarios en
municipios localidades las ZNI
con ZNI con ZNI
Amazonas 2,2 3,4 1,9
Antioquia 2,2 2,8 2,2
Caquetá 12,1 3,9 6,0
Casanare 3,3 0,4 1,0
Cauca 5,5 8,8 11,4
Chocó 28,6 20,1 18,3
Guainía 1,1 4,4 4,1
Guaviare 3,3 3,0 1,8
115
El FAZNI fue creado mediante la Ley 633 de 2000 (artículos 81 y 83) y reglamentado
por el Decreto 2884 de 2001. La misión del FAZNI es:
Este fondo está adscrito al Ministerio de Minas y Energía y sus recursos provienen
principalmente, según el artículo 81 de la Ley 633 de 2000, de las transacciones
realizadas en la bolsa de energía: ―por cada kilovatio hora despachado en la Bolsa de
Energía Mayorista, el administrador del sistema de intercambios comerciales (ASIC)
recaudará un peso ($1,00) m/cte., con destino al Fondo de Apoyo Financiero para la
energización de las zonas no interconectadas‖; la Ley también estipula el aporte de
recursos del Presupuesto General de la Nación y de otras fuentes (art. 82). Este aporte,
que según el mismo artículo deben asumir los generadores, se indexó desde 2007 con el
IPP (índice de precios al productor). En noviembre de 2006 se promulgó la Ley 1099
con el fin de prorrogar la vigencia del artículo 81 de la Ley 633 de 2000. Esta Ley
ratificó el mismo sistema para alimentar al FAZNI y amplió el periodo de aportes hasta
2014. Adicionalmente, introdujo un nuevo elemento: los proyectos aprobados para su
ejecución tendrán derecho al reembolso parcial o total de los ―costos de preinversión‖
asumidos por los proponentes del proyecto (parágrafo 1, art. 3, Ley 1099 de 2006).
El decreto 1124 de 2008, que reglamentó la Ley 1099 de 2006, introdujo algunos
cambios en la estructura del FAZNI: en primer lugar, modificó la composición del
comité de administración del fondo (CAFZNI), designando como miembros al ministro
de minas y energía, el viceministro de minas y el director de la UPME. En segundo
117
lugar, creó una secretaría de apoyo técnico para el CAFAZNI, y en tercero, aclaró los
mecanismos mediante los cuales se pueden presentar planes, programas y proyectos
para ser financiados: mediante invitaciones públicas del MME para inversión de
infraestructura en las ZNI, o por iniciativa de las entidades territoriales, el IPSE, o las
empresas prestadoras del servicio de energía eléctrica, sin importar si se ejecutarán en el
SIN o en las ZNI (art. 7). Por último, el artículo 12 del decreto establece los criterios
para el reembolso de los costos de preinversión de los que habla la Ley 1099 de 2006. A
la fecha (2008), se han asignado cerca de 226 mil millones de pesos del FAZNI (ver
cuadro 6-3).
Cuadro 6-3. Colombia: recursos asignados por el CAFAZNI para financiar proyectos
en las ZNI, 2003-2008 (en millones de pesos)
Año Asignación
2003 16.758
2004 48.528
2005 25.265
2006 28.685
2007 95.167
2008 11.318
Total 225.721
Fuente: Minminas, 2008a; 2008b.
La Ley 855 de 2003 definió nuevamente las ZNI como ―los municipios, corregimientos,
localidades y caseríos no conectados al Sistema Interconectado Nacional, SIN‖ (art. 1) y
declaró las regiones Orinoquía, Amazonía y Costa Pacífica como las prioridades para la
inversión de los recursos provenientes del FAZNI (art. 1, parágrafo 2).
32
Las regalías son una contraprestación económica que debe recibir el Estado por la explotación de sus recursos
naturales no renovables. Estas pueden ser directas o indirectas: las primeras son aquellas que se entregan a la entidad
territorial en la que se lleva a cabo la explotación de los recursos naturales, a los municipios con puertos marítimos y
fluviales que sirven para transportar esos recursos y a los municipios del área de influencia de los puertos; estos
recursos deben destinarse a proyectos de los planes de desarrollo local, especialmente, a los de saneamiento
ambiental, cobertura y ampliación de servicios de salud, educación, electricidad, agua potable, alcantarillado, aseo y
demás servicios públicos básicos esenciales. Y las indirectas son recursos no asignados a las entidades territoriales
productoras o portuarias y que se destinan al Fondo Nacional de Regalías para la financiación de proyectos de
promoción de la minería, la preservación del medio ambiente o el desarrollo de proyectos regionales de inversión
prioritarios según el plan de desarrollo de la entidad territorial que solicite los recursos (DNP, 2008; Ley 141 de
1994).
118
A partir de la Ley 633 de 2000, el IPSE quedó encargado de viabilizar los proyectos de
energización de las ZNI que las entidades territoriales presentaran al FNR y de
inscribirlos en el banco de proyectos de planeación nacional. Adicionalmente, esta Ley
dispuso un incentivo tributario para estos proyectos al eximirlos del pago de impuestos
o estampillas del orden territorial (art. 84, Ley 633 de 2000).
Paralelamente a la reestructuración del sector y la separación del SIN y las ZNI, el IPSE
implementó estrategias de apoyo financiero, técnico y administrativo a los entes
prestadores del servicio en las ZNI. Para el análisis de la oferta en estas zonas, en
primera instancia se clasifican los agentes generadores por ubicación geográfica, tipo de
tecnología y participación en el mercado, y luego se analiza su naturaleza jurídica para
medir el grado de diversificación de la propiedad ofertante en las ZNI.
Así, las ZNI cuentan con una capacidad instalada de solo 109 mil KW diésel, cuya
distribución y comercialización está integrada verticalmente por 95 agentes
generadores, inscritos ante el registro único de prestadores del servicio (RUPS), el cual
conforma el sistema único de información de servicios públicos domiciliarios (SUI) de
la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD). La tecnología a base
de diésel representa el 96,3% del total de la capacidad de generación en las ZNI,
distribuida entre 116 plantas de menos de 100KW, donde el 3,7% restante corresponde
a dos pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH), lo que lleva a concluir que las ZNI
poseen un nivel casi nulo de diversificación tecnológica.
La propiedad de estas plantas la lideran las alcaldías, con 51,6%, seguidas por empresas
privadas y mixtas, con 43,2%; juntas administradoras locales (JAL), con 4,2%, y,
finalmente, las gobernaciones, con 1,1%. El parque generador se distribuye
principalmente entre los departamentos del Chocó con un 26,3%, Nariño con un 13,7%,
Caquetá con un 12,6% y el Meta con un 11,6% (ver cuadro 6-5).
120
Cuadro 6-5. Colombia: distribución de la naturaleza jurídica de los agentes en las ZNI,
2007
Al desagregar las empresas y las JAL según su naturaleza jurídica, se puede observar
que casi el 90% de la propiedad de las plantas es del Estado: las gobernaciones (1,05%),
las alcaldías (51,57%) y las empresas municipales mixtas aunque con predominancia
estatal (37%) con 89,62%, y solo el 10,38% es de propiedad privada (ver cuadro 6-6).
En términos generales, el CPS es la suma de los costos unitarios que resultan de agrupar
los costos de generación (CG), comercialización y distribución.33 A su vez los CG son
la sumatoria de los costos anuales de inversión en generación (CIG) más los costos
anuales de administración, operación y mantenimiento en generación (CAOMG), así
mismo los CDC resultan de agregar los costos de inversión en comercialización y
distribución (CIDC) más los costos anuales de administración, operación y
mantenimiento en la distribución y la comercialización (CAOMDC).
Adicionalmente, los CPS incluyen un factor de ajuste del costo anual de operación de la
actividad de generación (F), según el cual se pondera los costos por un factor de
pérdidas (PR) y, por supuesto, por la energía generada (EG), como se resume en la
ecuación 56.
Así, la CREG determina unos costos máximos (CM) de prestación del servicio para los
agentes prestadores, los cuales varían al unirse con otros costos específicos de cada
departamento, los niveles de pérdidas, los niveles de tensión, la disponibilidad de las
plantas, los niveles de demanda,34 las restricciones y los costos mínimos por
disponibilidad del servicio —también llamados costos mínimos de atención de clientela,
determinados en resoluciones independientes y ponderados por el índice de precios al
consumidor (IPC)—. Por tanto, se expiden resoluciones con los CM por departamento y
se adicionan los otros costos ya mencionados, que en la práctica son determinantes del
costo acumulado (ver cuadro 6-7). Estos costos representan el 55% del costo
acumulado, mientras que los costos de generación representan un 38% y los de
comercialización y distribución un 7% para un CG + CDC equivalente al 45% del costo
total. Sin embargo, la información sobre estos costos adicionales es inexacta por la falta
de reportes de los agentes ante el SUI. Adicionalmente, la CREG no ha establecido
diferencias entre tecnologías, algo que es cuestionado tanto por los agentes como por el
IPSE (SSPD, 2007).
33
La metodología es similar a la utilizada en el SIN con la única diferencia de que se agregan los costos de
transmisión de las ZNI.
34
La disponibilidad es irregular, se tienen solo dos localidades con 24 horas de servicio, menos de 10 localidades con
servicio de 12–24 horas y el 99% de las localidades tienen servicio menos de 6 horas al día.
122
Cuadro 6-7. Colombia: distribución de los costos máximos de prestación del servicio
en las ZNI por departamentos
Fuente: Resoluciones CREG cálculo de CPS en las ZNI, costos de referencia a precios de diciembre de
1996.
En el cuadro 6-4, se observa que Nariño, Amazonas y Chocó eran los departamentos
con mayor capacidad instalada, sin embargo, de acuerdo con el cuadro 6-7 se puede
concluir que el Chocó exhibió en el 2006 el segundo costo más alto, de $605,58 por
KWh, después de Vaupés, con $842,86, si bien es precisamente el Chocó el
departamento con mayor número de municipios con ZNI, mientras que el costo más
bajo lo tiene Guainía, con $317,40/KW. Como era de esperarse, la generación más
costosa está en el Vaupés, con $344,2 por KWh, mientras que Nariño exhibe la mayor
comercialización y distribución del país, con $41,9 por KWh teniendo el primer lugar
en capacidad de generación de las ZNI.
Por otro lado, la fórmula tarifaria (T), expresada en la ecuación 57, básicamente se
compone del CPS ponderado por el IPC incluyendo como variable adicional, los
subsidios, tanto en su constitución como en su desmonte gradual.
Fuente: Resoluciones CREG 114 de 1996, 029 de 1997, 077 de 1997, 082 de 1997, 017 de 1998, 193 de
2003, 073 de 2003, 033 de 2005 y 037 de 1996.
123
Según el documento CREG 032 de 2005, se pone a disposición de los agentes dos
nuevas metodologías para la fórmula tarifaria presentada anteriormente. La primera
busca un cobro para las soluciones comunitarias con red de distribución, y la segunda,
un cobro para las poblaciones con soluciones individuales y sin red de distribución, si
bien debe anotarse que en la actualidad dichas metodologías continúan bajo análisis y
siguen vigentes las fórmulas presentadas en las anteriores ecuaciones.
En la práctica, la SSPD y el IPSE reconocen que las tarifas aplicadas a los usuarios son
diversas y están sujetas a múltiples variables. A continuación se presentan algunas de
sus limitaciones:
i) Altos niveles de pérdidas técnicas por deficiencia en las redes con estimativos de
la CREG inferiores a la realidad de las zonas.
ii) Inexistente o deficiente medición de los volúmenes de energía generada,
entregada y consumida, desencadenando un desconocimiento del valor real de la
energía.
iii) El CPS no refleja completamente la envolvente de costos (obsérvese que en el
cuadro 6-6 los llamados ―otros costos‖ tienen mayor peso participativo que los
CG y CDC).
iv) La actualización del CPS mediante las variaciones del IPC no reflejan las
variaciones de los principales componentes del costo que crecen sujetos a otras
variables distintas al IPC.
v) Algunos prestadores en las ZNI aplican tarifas por debajo de los costos
establecidos en el cuadro 6-6.
vi) La fórmula del CPS no es adaptable a los costos de generación que fluctúan
según el tipo de tecnología, el tamaño de las plantas y su ubicación.
vii) La fórmula varía según el rango de disponibilidad de 24 y 12 horas continuas
cuando en la práctica existen rangos inferiores de suministro del servicio, y casi
el 100% de las localidades analizadas en el cuadro 6-1 reciben servicio menos de
6 horas diarias no continuas, como resultado de la reducida disponibilidad y
precaria actividad comercial e industrial; por tanto, a menores horas de servicio
mayor tiempo de recuperación de la inversión.
viii) La fórmula no muestra claramente el peso ponderado del costo del transporte
para el mantenimiento de las plantas. De acuerdo con el cuadro 6-3, las ZNI no
poseen diversificación tecnológica y las plantas diésel requieren un costo de
transporte que puede representar hasta el 20% de los costos de AOM, cifra
inferior a los estimativos de la CREG; así mismo, los costos de inversión en
PCH propuestos no cubren los estimativos del IPSE.
ix) Existen bajos niveles de facturación, bajos niveles de recaudo y altos índices de
cartera, lo que se suma a las grandes distancias de los puntos de atención y pago
y origina un alto deterioro de la relación cliente prestador así como altos riesgos
de conexión ilegal y fraude.
x) Las empresas no cumplen con el reporte de información al SUI o ésta es
incompleta, lo cual limita el diagnóstico y las estrategias de gestión en las ZNI.
De igual modo, la presentación de proyectos de generación ante el IPSE para
recursos FAZNI no cumple con los requisitos y la documentación exigida, por lo
cual se desperdician los recursos para tal fin.
xi) Las ZNI poseen un alto riesgo por las restricciones sociales y de orden público,
lo cual requiere prever una prima alta, superior a la considerada en el SIN.
124
Cuadro 6-8. Distintos esquemas de tarifación aplicados por los prestadores en las ZNI
En 1995 se expidió la Ley 223, que eximió del cobro de impuesto a las ventas a los
equipos y elementos nacionales o importados destinados a la ―construcción, instalación,
montaje y operación de sistemas de control y monitoreo, necesarios para el
cumplimiento de las disposiciones, regulaciones y estándares ambientales vigentes‖ (art.
4, Ley 223 de 1995). Así mismo, esta Ley creó un impuesto global para la gasolina y el
ACPM, exceptuando del cobro algunas actividades como la aviación o las grandes
naves marítimas (art. 58). Posteriormente, la Ley 681 de 2001 introdujo entre dichas
excepciones el cobro del impuesto para el combustible utilizado para la generación de
electricidad en las ZNI.
Otro incentivo que tiene que ver con la financiación directa de las ZNI fue el que
estableció la Ley 756 de 2002 al destinar un 40% del 15% de los recursos del FNR
destinados al fomento de los proyectos de energización, para adelantar proyectos
energéticos en las ZNI por quince años.
Los subsidios otorgados para reducir las tarifas al público de los estratos 1, 2 y 3 de las
ZNI fueron contemplados en el art. 63 de la Ley 812 de 2003, mediante el cual se
permitió destinar subsidios para inversión o financiación de los costos del combustible
necesario para poner en marcha las plantas generadoras. Adicionalmente, el decreto
1591 de 2004 dice que la proporción del subsidio que se destine a cada rubro será
acordada con el Ministerio de Minas y que la cantidad elegida para inversiones se
destinará directamente al prestador del servicio, mientras que la cantidad definida para
el combustible podrá ser enviada al proveedor de éste.
Dicho decreto estableció los siguientes criterios para calcular el monto del subsidio: 1)
la estimación se hace por localidad/año, 2) las horas de prestación del servicio según la
población, 3) la cantidad de energía efectivamente entregada, 4) el costo del
combustible en la zona; 5) las especificaciones técnicas de cada planta generadora; un
porcentaje promedio de pérdidas; 6) las tarifas que haya definido la CREG para las ZNI
que comprenden las actividades de generación, distribución y comercialización; 7) la
composición socioeconómica de la localidad y el factor de subsidio establecido en la
Ley 142 de 1994; y 8) un factor de ajuste para que exista correspondencia entre los
subsidios estimados y la disponibilidad presupuestal (Decreto 1591 de 2004).
35
Este es un subsidio a la oferta, y la forma como se calcula da a entender que es un subsidio sobre costos totales,
pues para calcular el monto de costos a subsidiar se usa el costo total de prestación del servicio definido por la CREG
en la resolución 082 de 1997.
126
Por último, la Ley 1099 de 2006 introduce la posibilidad de que con los recursos del
FAZNI que se otorguen para financiar un proyecto en una ZNI, se reembolsen parcial o
totalmente los costos de preinversión de dicho proyecto, que pueden ser los costos de
diseñar los pliegos para participar en las invitaciones públicas, así como los costos de
estudios y diseños. Este reembolso no puede exceder el 15% del costo total de las obras
propuestas para la energización de la ZNI (art. 12 Decreto 1124 de 2008).
Minas y Energía podrá incluir en el cálculo del subsidio incentivos que permitan a las
localidades ampliar las horas de servicio mediante la formulación de una relación entre
la eficiencia en el recaudo y el número de horas de servicio en la localidad‖ (D1591 de
2004).
La Ley 697 de 2001 o Ley URE, promueve el uso racional y eficiente de la energía
(URE) y el uso de fuentes no convencionales de energía en el marco del desarrollo
sostenible y promoviendo el respeto por el medio ambiente y los recursos naturales
renovables. En sus artículos 7 y 10, la Ley sienta las bases para establecer incentivos
para promover el URE y las fuentes no convencionales, pero en la mayoría de los casos
se queda en que se diseñarán estímulos e incentivos pero no se dicen cuales, con
excepción de uno muy claro: el art. 7 numeral 3 establece que se hará un
reconocimiento público mediante distinciones y difusión amplia por los medios para
aquellas empresas, universidades, entidades investigativas, docentes, etc., que se
destaquen por los diferentes programas que implementen para promover el URE.
Con el Decreto 3683 de 2003, el gobierno reglamentó la Ley 697. Son muy pocos los
premios o castigos que aparecen allí. Más bien se obliga a las empresas a promover el
URE, se anuncia el desarrollo de proyectos y programas para promover el uso de
fuentes no convencionales en las ZNI y se profundiza en el marco que crea y reglamenta
la condecoración al uso racional y eficiente de la energía y fuentes no convencionales u
Orden al Mérito URE. El objetivo de este premio es estimular a quien se destaque en el
URE y tiene tres categorías: una para industria y comercio, otra para investigación y
otra para la enseñanza especializada. Además de la distinción, para la que no hay
explícita una compensación monetaria, en el art. 17 se afirma que el Ministerio de
Medio Ambiente (MMA) ―dará amplio despliegue a los galardonados en los medios de
comunicación más importantes del país‖ (Decreto 3683 de 2003).
Uno de los incentivos más fuertes que pueden existir en la actualidad, dada la tendencia
mundial a la mitigación de los gases de efecto invernadero, al uso de fuentes
alternativas de energía y al desarrollo sostenible, es la oportunidad de ejecutar un
proyecto MDL para las ZNI y poder participar en el mercado mundial de reducciones de
carbono mediante la venta de CER y así, obtener ingresos extraordinarios derivados de
esta actividad.
El MDL es una de las vías que ha sido asumida por diferentes países en el mundo para
evitar una mayor contaminación del medio ambiente y reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero (GEI) existentes en la actualidad, a partir del desarrollo de proyectos
de reducción de emisiones y la implementación de tecnologías limpias en los países en
desarrollo. Este mecanismo surgió con el Protocolo de Kioto firmado en 1997 como un
acuerdo entre un conjunto de países industrializados en el que se comprometieron a
reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5% con respecto a los
niveles registrados en 1990 en el período 1998-2012.36
36
Para una mayor información sobre este tema, véase Restrepo, Tobón y Florez (2008).
128
Ministerio busca unas fuentes de inversión extranjera que permitan el inicio y desarrollo
de proyectos de captura y reducción de emisiones en sectores como energía, industria,
transporte, agricultura y bosques (MMA, 2002). Respecto a las zonas no
interconectadas (ZNI), el Ministerio a través de la Oficina Colombiana para la
Mitigación del Cambio Climático (OMCC) inició la elaboración de un plan de trabajo
en conjunto con el IPSE; para el mes de julio de 2002 se emitieron el Plan de trabajo
para el mecanismo de desarrollo limpio, que buscaba identificar y realizar el potencial
del MDL, representado en proyectos de suministro de energía eléctrica en las ZNI.
Para iniciar este plan de trabajo, en octubre de 2002 se realizó un estudio denominado
Diagnóstico de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por suministro de
energía en ZNI. En este estudio se realizó un inventario de las zonas del país que no
tienen cobertura del SIN, y se establecieron los usos que se le dan a la energía y las
fuentes que se utilizan para generarla, y en qué condiciones es suministrada la
electricidad (horas al día, precio, costos, interrupciones, etc.), con el fin de proyectar la
demanda de electricidad en dichas zonas.
El uso del suelo es reconsiderado como factor adicional de emisión, elemento clave si se
piensa que muchas de las zonas no interconectadas del país son selváticas, que dado el
caso de que quieran reemplazar combustibles fósiles por biocombustibles, verían
reducidas las reducciones netas de GEI por efecto de cambiar vegetación presente por
otras plantaciones, la reducción de los ingresos provenientes de la venta de certificados
de emisiones no se haría esperar y podría comprometerse la viabilidad de proyecto si
este se compara con la metodología empleada antes de 2006.
Los proyectos sombrilla son aquellas agregaciones de pequeñas empresas bajo una
misma entidad administradora. Mediante este modelo es posible agrupar sectores
productivos que posean modos de producción y perfiles energéticos similares, pero que
debido a su tamaño no perciben una relación costo–beneficio interesante para aplicar el
uso de MDL. Estos proyectos son llamados así puesto que la estructura organizativa de
la entidad administradora es asimilable a una ―sombrilla‖ que cubre a los pequeños
individuos frente a los emisores de certificados y obtener el dinero proveniente de la
venta de certificados de forma más eficiente.
El uso del modelo de proyectos sombrilla en el MDL ofrece ciertas ventajas potenciales.
Se podrían ver reducidos los costos asociados a los estudios de planeación y desarrollo
del proyecto, en el caso de las ZNI los estudios de factibilidad e ingeniería de todos los
participantes se podrían dividir puesto que usan sistemas de generación similares. La
elaboración del documento de diseño del proyecto —Project Design Document
(PDD)—37 es muy costosa si se hace de forma individual, la entidad administradora
podría elaborar un solo documento que incluya todos los proyectos individuales de los
miembros. Para facilitar los procesos de validación y posterior verificación y
certificación de la reducción de emisiones alcanzada, el modelo de proyectos sombrilla
estandariza a través de la entidad administradora los llamados parámetros de línea base
tales como el horizonte de tiempo, la tecnología, las zonas involucradas que permiten
alcanzar la consistencia y transparencia, que son muy importantes para vender a buen
precio en el mercado de emisiones. También opera el poder de negociación a la hora de
comprar maquinaria o equipos de monitoreo y control, puesto que es posible obtener
descuentos importantes que no se obtendrían si se comprasen de forma individual, fuera
de las ventajas potenciales mencionadas, el mercado de venta de certificados prefiere
altos volúmenes, puesto que para el agente comprador se reducen los costos de
búsqueda y negociación, y estos beneficios adicionales que son percibidos por el
vendedor podrían hacer la diferencia al determinar la viabilidad del proyecto.
Como claras desventajas para el uso del modelo de proyecto sombrilla están el
requerimiento de que la entidad administradora sea una organización con capacidad y
sostenibilidad, lo que en lugar de minimizar los costos de transacción los incremente, el
marco legal para su existencia es complejo y se requieren de grandes inversiones
previas a su creación. El manejo del flujo de ingresos fruto de la venta de certificados
debe hacerse de manera eficiente y transparente, sólo empresas y organizaciones con
cierta antigüedad y experiencia podrían proveer dichas características y, por ende,
corregir y establecer estos factores de orden institucional constituyen una desventaja de
los proyectos sombrilla.
Retomando el orden del plan de acción entre el MMA y el IPSE, cabe recordar que las
condiciones del entorno y el contexto en el que se realizó el estudio en el año 2002,
llevaron a concluir que solo Leticia (Amazonas) podría ser objeto de un proyecto MDL.
Ésta restricción (localidades que demanden más de 50.000 kWh al día) se basa en un
precio esperado de $5 dólares por certificado durante los próximos 21 años, y en que
37
Un PDD es un documento que propone y explica una determinada actividad que se pretende desarrollar en un país
con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivados de alguna actividad productiva
contaminante y contiene información relacionada con el desarrollo de dicha actividad como: la descripción general de
la actividad del proyecto, los participantes, duración del proyecto, proyecciones financieras (de costos e ingresos),
impactos sociales, económicos y ambientales, proyección de las reducciones anuales de emisión de gases, etc. La
finalidad de un PDD es someterlo a evaluación ante la UNFCCC en busca de que sea registrado como un proyecto
MDL y a partir de ahí se puedan emitir CER (Restrepo, Tobón y Flórez, 2008).
131
resulta muy costoso monitorear la emisión de GEI en las ZNI debido a la dispersión que
existe (MMA e IPSE, 2003). No obstante, las condiciones iniciales expresadas han
evolucionando favorablemente para el establecimiento de más proyectos.
Por ejemplo, el IPSE realizó en octubre de 2007 un proceso licitatorio para implementar
un servicio de comunicación satelital para la transmisión de datos de telemetría38 en las
ZNI y dado que precisamente uno de los impedimentos es disponer de una supervisión
asequible e inmediata de las emisiones fruto del funcionamiento de las plantas, se
podría inferir que con la implementación del sistema de telemetría dichos costos distan
bastante de los considerados en el informe de 2003, dado que las telecomunicaciones
satelitales observadas y las que se esperan en el futuro son mucho más baratas (InvesaT
wiki, 2007). Además, un precio de cinco dólares por tonelada de CO2 como punto de
vista optimista para el IPSE en 2003, frente a una cotización de veintiún dólares para
2008 en el mercado de certificados, advierte que se deben tomar con cautela las
conclusiones del estudio, y que la barrera establecida de 50 mil kWh al día puede ser de
hecho inferior y que se puede dar cabida a más localidades.39 En la figura 6-1 se observa
que la estimación ―optimista‖ del MMA e IPSE en 2003 dista mucho de la evolución de
los precios para 2008.
8.000.000 35
Volumen Total
7.000.000 Dic-06
Dic-08 30
6.000.000
25
5.000.000
Volumen (tonCO2)
Precio (EUR)
20
4.000.000
15
Proyección 2008
3.000.000
10
2.000.000
5
1.000.000
0 0
05 05 05 05 05 05 05 06 06 06 06 06 06 06 06 06
br- -Jun- -Jul- Ago- -Sep- -Oct- -Dic- Ene- -Feb- Mar- May- -Jun- -Jul- Ago- -Sep- Nov- -Dic-
06 Estimación usada
A
22- 01 07 12- 20 26 01 10- 15 23- 02- 08 14 21- 26 01- 07 por el IPSE
Fuente: European Climate Exchange (2006).
Figura 6-1. Evolución de los precios y las cantidades transadas en el mercado ECX,
contratos diciembre 2006 y diciembre 2008
Dado el caso que el uso del sistema MDL no fuese viable, adicionalmente se
enumeraron posibles instrumentos financieros disponibles, que compartieran la misma
idea de los objetivos del MDL pero externos al mercado y cuyos requisitos fueran
distintos, por ejemplo, el uso del Fondo Especial de la Convención sobre Cambio
38
La telemetría permite la medición remota de magnitudes físicas y el posterior envío de la información hacia el
operador del sistema.
39
Se asume que existe paridad entre dólar y euro.
132
Climático ofrece recursos para financiar proyectos, recursos que son suministrados por
países industrializados y que para 2005 se esperaba sumaran US$410 millones de
dólares anuales. Sin embargo el uso de este fondo estaba reglamentado para la época de
tal forma que no se podían destinar recursos a proyectos de suministro de energía
eléctrica con fuentes renovables, pero se tomó como alternativa pensando en una futura
flexibilización normativa. Como plan C, en caso de que tanto la opción de MDL en el
mercado de certificados como la opción de fondos se agotase, se podría optar por las
políticas de transferencia de tecnología que ofrecen servicios de asesoría científica y
tecnológica, pero este tipo de políticas poseen mecanismos difusos de implementación
lo que requiere exploración adicional en caso de considerarse.
Los resultados fueron los siguientes: 1) en el escenario uno, en el cual se hicieron los
supuestos más pesimistas (o conservadores) —cuadro 6-10—, la cantidad de CER que
genera unos ingresos que cubren los costos es de 12.842 anuales; 2) en el escenario dos,
el optimista –cuadro 6-10−, la cantidad mínima de CER que garantiza el cubrimiento de
los costos del proyecto es 5.207 por año. Así las cosas, el gobierno debería reactivar la
estrategia que se mencionó anteriormente y trabajar en la unificación de las ZNI en una
unidad administrativa pues los resultados de participar en un proyecto MDL pueden ser
muy satisfactorios además de unos ingresos adicionales que pueden ser un buen
incentivo para los generadores involucrados.
133
Zonas de alta dispersión poblacional, bajos ingresos, apartadas de los centros urbanos y
con difíciles vías de acceso son algunas de las características comunes a las que se
enfrentan comunidades latinoamericanas que no poseen acceso a la energía eléctrica.
Proveerles el servicio ha sido una tarea abordada de diferentes formas, ya sea por medio
de políticas específicas o por una planificación de programas, el objetivo central y
común en todos ha sido solucionar el problema de cobertura con calidad y bajos costos.
En esta sección se exploran cuáles han sido algunas de esas políticas y programas, los
mecanismos de adopción y se resaltarán sus aciertos como también los problemas e
ineficiencias que surgieron en su aplicación, también se identifican cuáles fueron sus
objetivos inicialmente planteados para finalmente hacer referencia a las metas
alcanzadas, y quiénes y de qué forma participaron en la financiación y ejecución.
Específicamente, se analizaron los casos argentino, brasileño, chileno y paraguayo.
Tanto Brasil como Argentina y Chile utilizaron como mecanismo común la
privatización y descentralización de las actividades inherentes al portafolio del negocio
eléctrico, portafolio compuesto por la generación, la transmisión, la distribución y la
comercialización. Sus objetivos, sin embargo, fueron distintos: mientras en el Brasil
pensaba en llevar energía a las comunidades más pobres con menores índices de
desarrollo humano, en la Argentina se buscaba simplemente ofrecer energía y en Chile
el objetivo era aumentar los índices de cobertura.
6.6.1. Argentina
En el inicio de los años 90, el gobierno argentino privatizó el negocio de los sectores de
generación y transmisión eléctrica. Más tarde, la distribución, en su mayoría en manos
de gobiernos locales, también fue privatizada. La idea era que la generación fuese
competitiva pero que la distribución fuese un monopolio asignado por zonas. Cualquier
idea de negocio debía ser compatible con esta concepción estructural del mercado
eléctrico argentino. Para 1995 el gobierno se dio cuenta de que dada la configuración
del negocio eléctrico, el sector privado que estaba encargado de la generación, no
estaría dispuesto a asumir los riesgos de invertir en zonas poco atractivas, sin
establecimientos industriales, alta dispersión poblacional y difíciles vías de acceso. En
respuesta se estableció el Programa de Abastecimiento Eléctrico de la Población
Dispersa Rural Argentina (PAEPRA), programa que buscaba en el transcurso de seis
años, proveer energía eléctrica principalmente para uso en iluminación y
comunicaciones (TV y radio) a 314 mil familias y seis mil establecimientos públicos en
dieciséis provincias, todas lejanas al sistema de interconexión eléctrica nacional (IEA,
2008). En la práctica, en su mayoría por razones políticas, los gobiernos preferían la
134
Frente a esta situación, en 1999 el Banco Mundial ofreció su ayuda financiera, por
medio del Proyecto de Energía Renovable en el Mercado Eléctrico Rural (PERMER).
Este programa buscaba ayudar a 70 mil familias y 1.100 establecimientos públicos. Este
proyecto con costos estimados de 120 millones de dólares, sería financiado con recursos
aportados por el Banco Mundial, el concesionario, los consumidores y entidades como
el Fondo para el Desarrollo Eléctrico Argentino y el Global Environment Facility
(figura 6-2).
135
decir, ¿deben todos los usuarios pagar la misma tarifa? la discriminación de precios a
través del mecanismo por estratos podría ser una alternativa para dar respuesta a estas
inquietudes.
6.6.2. Brasil
El Programa Nacional para el Desarrollo de Energía en Estados y Municipios
(PRODEEM) fue anunciado e implementado por el Ministerio de Minas y Energía
brasileño (MME) en 1996. Fue configurado para desarrollar 20 GW de capacidad de
generación a partir de recursos renovables. Su objetivo era llevar el servicio a escuelas,
centros comunitarios y sistemas de bombeo de agua (IEA, 2008).
Entre 1996 y 2000 PRODEEM proveyó energía eléctrica a 4100 pequeños poblados,
beneficiando a 708 mil personas. Los recursos empleados en la financiación de este
proyecto fueron de alrededor de $45 millones de dólares40, invertidos principalmente en
paneles solares fotovoltaicos para operación eléctrica en zonas rurales.
A pesar de que surgieron diferentes barreras de tipo regulatorio, tecnológico, entre otras,
que impidieron que el programa PRODEEM fuese de la magnitud esperada, algunas
zonas sí tuvieron éxito en su implementación. Según la empresa que fabrica y
comercializa paneles solares, BP-SOLAR, el éxito del programa PRODEEM reside en
que se obtuvo una participación activa del gobierno y las comunidades locales, quienes
asumieron el compromiso de garantizar la sostenibilidad técnica, económica y social de
los proyectos del orden local. Las experiencias exitosas se tuvieron en aquellos
proyectos impulsados por el Ministerio de Educación brasileño, que llevó energía
eléctrica a las escuelas en zonas apartadas, varios responsables por comunidad fueron
capacitados en la operación y mantenimiento de los sistemas instalados, lo que permitió
su desarrollo y operación sostenible (BP-Solar, 2008).
40
Se asume un factor de conversión promedio de 1.77 reales por dólar en 2000.
41
El enfoque top-down es una estrategia para el procesamiento de la información y ordenamiento del conocimiento.
Por ejemplo una estructura en donde las decisiones son tomadas por un ejecutivo o alguno de los subalternos
autorizados forman un enfoque top-down. Lo contrario a aquél es el enfoque bottom-up, donde las decisiones son
producto del trabajo conjunto de muchas personas, instituciones o comunidades.
137
Durante la formulación del programa Luz para Todos, se encontró que las familias en
condición de exclusión eléctrica son, en su mayoría, aquellas con menor índice de
desarrollo humano además de que son familias con ingresos muy bajos. Lo anterior dio
pie para que el objetivo del gobierno y el programa fueran utilizar la energía como
vector de desenvolvimiento social y económico. El enfoque de utilizar la energía
eléctrica como elemento impulsador del progreso a través de la generación de empleo y
el desarrollo de actividades productivas, son un modelo empleado no solo en Brasil,
también en Hispanoamérica se ha pensado cómo aprovechar los efectos de la instalación
del servicio eléctrico en una familia o comunidad.
La idea entonces, de llevar la energía eléctrica no a los hogares como prioridad, sino a
proyectos sociales que le permitan al Estado tener presencia en regiones apartadas busca
que las personas se den cuenta de las ventajas de beneficiarse del acceso a energía
eléctrica y tomen la iniciativa de agruparse en poblaciones, reducir su dispersión y de
esa forma proveerles el servicio de forma más barata y eficiente.
6.6.3. Chile
En Chile, a través del Programa Eléctrico Rural (PER), creado por la Comisión
Nacional de Energía (CNE) en 1994, se planteó como meta alcanzar la cobertura del
90% del país para 2006, evitar las migraciones, fomentar el desarrollo productivo y
lograr un flujo estable de inversiones. Para lograrlo el Estado subsidia proyectos de
electrificación rural cuando tienen rentabilidad social, mas no rentabilidad privada.
Los lineamientos del PER configuran la metodología a utilizar por las entidades
reguladoras y de control en este sentido: los proyectos se cofinancian entre el Estado, el
sector privado y los usuarios; todos los agentes aportan; la decisión de inversiones es
descentralizada; cada región decide cuándo, cómo y en qué invertir; el Estado participa
por medio de subsidios a la inversión y no a la operación o mantenimiento; los costos de
operación y mantenimiento así como de administración de las soluciones energéticas
particulares son cubiertas por los usuarios por medio del pago de una tarifa en función
de la energía consumida; y el Estado no subsidia el consumo (Proyecto ERER, 2004).
Los dineros para alimentar este programa tienen como fuente principal recursos de
entidades como el Fondo Nacional para el Desarrollo Rural (FNDR), el BID por medio
de un aporte de 40 millones de dólares entre 2004 y 2006 y el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial —Global Environment Fund (GEF)—, que financió estudios de
preinversión mediante un aporte no reembolsable de seis millones de dólares durante
cinco años (2001-2006). El gobierno chileno entonces optó por una solución en la que el
gobierno central interviene lo menos posible, con esto la iniciativa del empresario no se
ve afectada por perturbaciones en el mercado provocadas por el Estado. Como resultado
de esta política, todas las regiones del país aumentaron fuertemente sus coberturas de
electrificación rural tal como lo muestran las estadísticas del censo realizado en ese país
en el año 2002, donde el total de cobertura nacional pasó del 53% en 1994 al 86%,
cumpliéndose en gran parte la meta inicial (INE, 2008).
6.6.4. Paraguay
En el Paraguay se programó para 2003 el establecimiento de una política que permitiera
aumentar los índices de electrificación rural a través de energías renovables reduciendo
la dependencia de importaciones de combustible diésel. Específicamente, hay un
programa en desarrollo, administrado por las Naciones Unidas y financiado
parcialmente por el GEF (IEA, 2008).El programa identificó 150 mil familias que viven
138
sin acceso a electricidad. Del total de familias se inició un programa con 7.500 para
proveerles energía renovable a través de paneles solares, energía eólica y PCH. También
fue creado un fondo de garantías para reducir las dificultades del sector privado para
encontrar créditos blandos. Esto para eliminar la aversión del riesgo que se tiene
respecto a la inversión en el sector de energías renovables. Los usuarios pagarán la
inversión por completo, el Estado no destina recursos no reembolsables.
6.7. Conclusiones
Se puede decir que las ZNI en Colombia no han sido descuidadas por el Estado teniendo
en cuenta que desde la Ley 143 de 1994 se ha desarrollado toda una estructura
institucional y organizacional que ha permitido impulsar proyectos para proveer el
servicio público de energía en zonas aisladas del país. Así, hay que reconocer la
existencia de entidades dedicadas exclusivamente a esta tarea, como el IPSE, y un fondo
especialmente constituido para la financiación de proyectos: el FAZNI, además de una
red de apoyo compuesta por el FNR, el FIP, subsidios para reducir las tarifas finales,
entre otros incentivos que impactan indirectamente el desarrollo de proyectos
energéticos en estas zonas.
Sin embargo, a pesar de que han pasado casi quince años desde la promulgación de la
Ley eléctrica, hoy se viven situaciones como que el Chocó siendo el departamento
donde se concentra el mayor porcentaje de municipios con ZNI (un 28,6%) tiene una
precaria capacidad instalada, 13,4% del total de la capacidad en las ZNI, superado por el
departamento del Amazonas que cuenta con un 20,8% de la capacidad total y solo
concentra un 2,2% de municipios con ZNI. Así mismo, el Chocó, al igual que Caquetá
que es el tercer departamento con mayor número de municipios con ZNI, están entre los
departamentos con costos de prestación del servicio más altos del país.
Con políticas más fuertes en este sentido y otorgando los incentivos en la vía correcta,
se podría lograr mucho desde aspectos tan específicos como eliminar los costos de
transporte del combustible para las plantas generadoras, el riesgo que implica la
volatilidad del precio del petróleo y la prestación parcial del servicio de energía (como
pasa en la mayoría de las ZNI), hasta ganancias en preservación y protección del medio
ambiente al evitar la contaminación derivada de la utilización de combustibles y, aún
más, oportunidades de explotar esta protección en el mercado internacional mediante
opciones como el MDL, teniendo en cuenta que esta es la tendencia mundial.
139
En cuanto a los temas del medio ambiente, la ley es muy pobre con respecto a esto. La
Ley URE, por ejemplo, hace referencia a generar incentivos que ni siquiera quedan
claros en la misma Ley ni se han traducido en proyectos visiblemente exitosos en las
ZNI. Respecto a la opción MDL, todo el trabajo que realizó la Oficina Colombiana de
Cambio Climático entre 2000 y 2003 se quedó no se concretó en una política ni en
acciones claras y en realidad no se planteó una estrategia para impulsar un proyecto
MDL debido a diversos factores como expectativas pesimistas del mercado, poca
información sobre el comportamiento futuro de éste y a los altos costos que se pueden
enfrentar al tratar de unir localidades para llevarlo a cabo. Hoy está comprobado un
desempeño favorable del mercado de CER, sin embargo, no ha habido una revisión y
actualización de dicha ―estrategia‖ con el fin de explorar la posibilidad de un proyecto
viable y no tan exigente como lo concebían en el 2003.
BP-Solar (2008). Prodeem - Brasil. ―Energía de calidad para 80 mil niños en 11 Estados
de Brasil‖.
http://www.bp.com/genericarticle.do?categoryId=9015804&contentId=7040754 Acceso
30 junio de 2008.
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rural off-grid service in Argentina. World Bank Energy and Development Report:
http://www.worldbank.org/html/fpd/esmap/energy_report2000/ch10.pdf. Acceso: junio
de 2008.
140
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Diario Oficial No 45–445 de 29 de enero de 2004.
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de 31 de diciembre de 2001, Reglamentación del FAZNI.
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http://www.ecxeurope.com/uploads/documents/ECXCFIFuturesContract-HistoricData-
19December2007.xls. Acceso 12 de abril de 2008
IPSE (2007). Cobertura IPSE en las ZNI. Diagnóstico estadístico de las ZNI.
http://www.ipse.gov.co. Acceso: 12 de abril de 2008.
República de Colombia (1995). Ley 143 de 1994, Ley de Energía Eléctrica, Editorial
norma, Ejemplar 2, Santa fe de Bogotá, 1995.
Ministerio de Minas y Energía, IPSE, Fondo de Inversiones para la Paz, DNP (2002).
Documento Conpes 3192. Plan Colombia: alternativas energéticas en el Pacífico, la
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Acceso: 12 de abril de 2008.
142
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http://www.renovables-
143
rural.cl/biblioteca/Presentaciones/taller/Presentacion_PER_2004_Junio.pdf. Acceso: 12
de abril de 2008.
Ministerio de Minas y Energía (2007). Resolución MME 1555 de 2007, Diario Oficial
No 46–708 del 2 de agosto de 2007, Transferencia de infraestructura eléctrica del Pisé en
las ZNI al Estado y entes territoriales.
Este capítulo contiene las estructuras de costos para las distintas alternativas de
energización que se consideran en la construcción de la herramienta multiobjetivo:
diésel, PCH, fotovoltaica, eólica, biodiésel y biomasa; también incluye la opción de
interconexión al sistema interconectado nacional (SIN), y la consecuente compra de
cada kWh a precios de la Bolsa de Energía. Este trabajo posee la virtud de que se
aplican todas las regulaciones que se han promulgado en Colombia sobre el costeo de
las actividades de generación y transmisión de electricidad; y donde no se ha regulado,
como ocurre en las tecnologías alternativas, se replican las fórmulas de costos de los
precios de mercado internacionales. La primera parte contiene los costos de las
alternativas de generación, la otra se ocupa de la transmisión utilizando supuestos
simplificadores como la disponibilidad de redes de tres tipos (13,2, 34,5 y 115 KW), y
la inconveniencia de transmitir a localidades pequeñas y esparcidas situadas a más de
100 km de las redes de transmisión conectadas al SIN.46
Al tratar de estipular los costos de generación de energía eléctrica para cada una de las
tecnologías que pudieran usarse en las zonas no interconectadas (ZNI), se evidencia la
falta o casi nula regulación por parte de los organismos reguladores (CREG, UPME,
Ministerio de Minas). Por tal motivo, se toma la regulación existente para la
determinación de los costos de generación para la plantas diésel y se cumplen las
características que cada una de las otras tecnologías disponibles y que pueden usarse en
las ZNI; se emplea la misma metodología para fijar esos costos. A continuación se
presentan cada una de las tablas propuestas para calcular los costos de generación de
energía eléctrica a partir de las fuentes que pueden ser usadas en la ZNI.
En las ZNI, según el reporte de agentes registrados como prestadores del servicio ante la
Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD), existen 95 prestadores
que poseen 1,075 plantas diésel para un agregado de capacidad instalada de 199.629
KW (véase cuadro 7-1).
Cuadro 7-1. Número de plantas diésel y su rango de potencia en kW
42
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
43
Profesor Departamento Ingeniería Mecánica y Coordinador Grupo de Energías Alternativas (GEA), Universidad de
Antioquia. Dirección electrónica: seragude@udea.edu.co.
44
Investigador del Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. . Dirección electrónica:
gacastilloq@yahoo.es.
45
Investigador grupo GEA, Universidad de Antioquia. Dirección electrónica: oscarsanchez@udea.edu.co.
46
Incluso la UPME, en su plan indicativo de expansión para 2006-2010, examina solo líneas de transmisión de 13,2
para abastecer máximo a 100 viviendas. Y en cuanto a tecnologías alternativas solo costea las plantas diesel,
argumentando la carencia de información para evaluar otras alternativas (UPME, 2007).
145
De las plantas diésel, 80% tiene capacidad nominal de menos de 100 kW, pero poseen
73% de la capacidad instalada. Solo existen trece plantas con capacidad superior a 1.000
kW ubicadas en 9 localidades con una capacidad instalada de 27% sobre el agregado de
las ZNI, así la estructura de costos del primer grupo varía con respecto al segundo.
Adicionalmente, la estructura operativa de las plantas también varía según el uso que se
le da a la energía eléctrica. En las ZNI, la participación en el uso de la energía se
distribuye así: 60%, cocción: 30%, refrigeración de alimentos; 10%, iluminación y 10%,
comunicaciones.
Los agentes deben reportar ante el IPSE y la SSPD, por un lado, las características
generales como: tipo de planta, proveedor, valor de compra, costos anuales, propósitos
del proyecto, mantenimientos efectuados y, por otro, características técnicas como:
motor, marca, modelo, potencia, vida operativa, último mantenimiento, generador,
transformador elevador, caseta.
146
En síntesis, las plantas diésel de las ZNI tienen como características generales la
frecuencia de unidades fuera de servicio y la subutilización de la capacidad instalada y
una variada estructura de costos según las horas de servicio, según su capacidad
nominal y su grado de utilización por parte de la demanda. Según el estudio Hagler
Bailly-Aene (2001), se encuentra una disponibilidad promedio de las plantas de 60% y
un factor de utilización de 26%.
—Tasa de retorno: 9%
—Tasa de cambio: 1.700 $/dólar
—Horas de prestación del servicio: 24 horas47
—Factor de carga: 0,9
—Disponibilidad anual de las plantas: 98%48
—Vida útil de las plantas: 131.400 horas de servicio continuo
— Precio del combustible: US$4,76 /galón
— Precio del lubricante: US$16,22 /galón
Costo diésel: costo de inversión + costo del combustible + costo del lubricante
+ costos totales operativos + costos de mantenimiento + costos de transporte (58)
Discriminando la fórmula del costo diésel, se tiene primero los costos de inversión,
explicados en la ecuación 59:
Costo inversión diésel: costo de la planta + costo de la planta instalada (incluye estudios de
factibilidad, compra y adecuación de terrenos e infraestructura complementaria) + costo de
la caseta (59)
47
En la práctica casi 100% de las localidades tienen servicio menos de seis horas continuas.
48
La disponibilidad promedio de las plantas es realmente de solo 60%.
147
Los costos de combustible presentan una fórmula general, expresada en la ecuación 60,
una fórmula específica, siguiendo la ecuación 61, y otra según la capacidad instalada
(ver cuadro 7-3).
Costo combustible: costo del productor + IVA + tarifa estampilla de transporte de combustible
+ margen del distribuidor mayorista + costos de almacenamiento + costos de transporte (61)
Fuente: resoluciones CREG 033 de 2005 y 091 de 2007
Cuadro 7-3. Correlación de galones por kWh según la capacidad de las plantas diésel
A capacidad menor a 100 kW le corresponde 0,0885 galones por kWh (este es el rango de
80% de las plantas)
Para el costo del lubricante, la CREG determina sólo una cuantía según la capacidad
instalada, para plantas entre 0 kW y 2.000 kW el valor es de 0,001226 galones por kWh,
sintetizando la fórmula según la ecuación 62.
Costo del lubricante diésel: consumo específico del lubricante kg/kWh * precio del lubricante en
el sitio $/kg 62)
49
Sin embargo, según estudios del IPSE los rangos deberían ser: 0,0885 gal/kWh para una capacidad menor a
100kW; 0,0800 gal/kWh para una capacidad entre 100-1000 kW; 0,0787 gal/kWh para una capacidad entre 1000 y
2500 kW y 0.0709 gal/kWh para capacidades mayores a 2500 kW.
148
Los costos totales de operación son la sumatoria de los costos operativos, así
representan 10% de la suma de los costos por consumo de combustible y lubricante
(ecuación 63).
Por tanto, los costos totales de operación son de nuevo una envolvente de costos del
lubricante y el combustible (ecuación 64).
Costos totales de operación: costos operativos + costo del combustible + costo del lubricante (64)
Fuente: resoluciones CREG 033 de 2005 y 091 de 2007
Vida útil: 20.000 horas para motores hasta 2.000 kW y 60.000 horas para capacidades superiores
*Todos los costos son anuales y están expresados en US/KW a precios de junio de 2008.
Fuente: listados de precios de combustibles, lubricantes de Ecopetrol y componentes tecnológicos ofertados por
fabricantes.
Del cuadro 7-5 se puede deducir que: a) a mayor capacidad menores los costos de
inversión, a excepción de capacidades superiores a 900 kW nominal, y b) a mayor
capacidad nominal menores costos de mantenimiento por kW.
7.1.7. Experiencias empíricas del cálculo de generación con diésel en dos zonas no
interconectadas basadas en información de la CREG y el IPSE
A manera ilustrativa pueden aplicarse las fórmulas anteriores para calcular el costo de
generación diésel para dos localidades: El Rosario en Nariño y San Felipe en el Guainía.
En la primera se presenta como modelo de la CREG, discriminando los costos de
inversión, administración, mantenimiento y combustible, y algunas comparaciones con
otros departamentos (provincias) de Colombia en relación al costo del combustible. En
San Felipe sólo se presentan los costos de transporte, factor de peso en el cálculo de los
costos de mantenimiento, no muy claros en la metodología CREG.
150
Primero se calcula el precio del electro combustible para la localidad del Rosario en
$/galón, así:
Cuando se realiza este mismo ejercicio para el Chocó, Putumayo y Vaupés puede
observarse la gran volatilidad del costo del combustible $/galón entre los
departamentos, lo cual implica mayor complejidad en el cálculo de los costos de
generación con diésel, así:
1. Valor del galón de combustible en el Chocó: $3.838,9 (50% más costoso que
Nariño).
2. Valor del galón de combustible en Putumayo: $2.702,05 (5,5% más costoso que en
Nariño y 42% más barato que en el Chocó).
3. Valor del galón de combustible en Vaupés: $8.721,46 (240% más costoso que en
Nariño, 127% más costoso que en el Chocó y 222% más costoso que en el Putumayo).
Si se analiza los costos del lubricante las proporciones son aún más elevadas, así:
Luego se realizan los cálculos del costo de inversión, bajo el supuesto de tenerse una
planta que trabaja diez horas diarias con una capacidad instalada de 75 kW, así:
El anterior ejemplo, común para las plantas diésel, presenta un costo total AOM de 73%
y un costo de inversión de 27%; sin embargo, no resulta claro dentro de los costos AOM
la discriminación de los costos de transporte, que según el siguiente ejemplo pueden
representar hasta 20% del total de los AOM.
En conclusión, los costos de generación con diésel están sujetos a una envolvente de
variables, donde se destacan:
— Los costos varían apreciablemente entre departamentos, según las horas de
servicio y el tamaño de la planta.
— Los costos actuales estimados son considerablemente mayores a los
establecidos por la CREG en 1997 y en 2007.
— No se observan variaciones importantes en los costos de prestación del
servicio con redes monofásicas y con redes trifásicas.
— Se tienen tres tipos de máquinas: las de uso continuo, las requeridas para los
picos de energía y las máquinas de respaldo para el mantenimiento de otras,
los costos para las tres varían.
— Los costos de administración, operación y mantenimiento (AOM) son muy
elevados y superiores a los establecidos por la CREG, lo cual se explica
porque: no se usa el combustible apropiado para la máquina, sino el
disponible; no se realizan los cambios de lubricante en los tiempos correctos
sino cuando está disponible; hay fallas en los cambios de los filtros de aire y
no se realiza mantenimientos preventivo correlacionados con las partes de la
máquina y según las horas de servicio.
7.2. Estructura de la oferta en las ZNI con tecnologías de generación distintas a la diésel
— Tasa de retorno: 9%
— Tasa de cambio: $1.700/dólar
— Horas de prestación del servicio: 24
— Factor de carga: 0,90
— Disponibilidad anual de las plantas: 98%
— Período de recuperación de la inversión: 131.400 horas de servicio
— Costos de administración, operación y mantenimiento: 50% del costo total
Los estimativos de costos se presentan en cuadro 7-7, así las nanocentrales presentan la
menor capacidad instalada y el mayor costo y las pequeñas centrales la relación inversa.
Cuadro 7-7. Estructura de costos de capacidad instalada de generación para PCH en las
ZNI
En el cuadro 7-8 se muestran los costos discriminados en dólares anuales para cada uno
de los componentes del costo, se tienen rangos de potencia hasta 1,000 kW.
Los costos operativos representan 50% de los costos de inversión, turbinas, inversores,
baterías y reguladores, y equivalen a dos salarios mínimos vigentes a junio de 2008.
Para rangos superiores a 30 kW la energía no es almacenable, por eso se reemplaza el
costo de las baterías por el costo promedio determinado por el regulador para 1 km de
línea de transmisión con sus respectivos transformadores, equivalentes a $23.241.156 y
$52.102 para un total de $23.293.258, es decir, 13.726 US.
Los sistemas solares fotovoltaicos se dividen en tres grupos dependiendo del tamaño y
de la tecnología utilizada, se denominan: individual DC, individual AC y centralizado
aislado; los datos para el cálculo de los costos de inversión son:
— Tasa de retorno: 9%
— Tasa de cambio: $1.700/dólar
Horas de prestación del servicio: 24
— Factor de carga: 0,90
— Disponibilidad anual de las plantas: 98%
— Período de recuperación de la inversión: 131.400 horas de servicio
— Costos de administración, operación y mantenimiento: 50% del total de costo
Los estimativos de costos se presentan en el cuadro 7-9. Allí, los sistemas de tecnología
centralizada aislados presentan la mayor potencia medida en kWp —kilovatio punta— y
la menor inversión en US$/kWp, mientras que las individuales presentan la relación
inversa.
Cuadro 7-9. Estructura de costos de generación para sistemas fotovoltaicos en las ZNI
El cuadro 7-10 presenta los componentes de costos para esta tecnología. Para la
tecnología solar la unidad de medida de la potencia es watts, porque la capacidad de
generación de esta tecnología es menor, solo se dispone de rangos máximos de
generación de 15.000 W y no se tiene discriminación horaria. Los costos de cada
componente se miden anualmente en dólares. Los costos de los controladores se
incluyen en los costos de inversión y el monto de AOM se aproxima a dos (2) salarios
mínimos mensuales legales. Los costos de operación se toman del 50% de los demás
costos.
Costos de
Costo de Costo de Costos de Costos de Costo
Potencia W inversor de
inversión batería operación AOM total
corriente
40 260 68 176 252 5.538 6.294
50 295 68 176 270 5.538 6.347
65 385 68 176 315 5.538 6.482
85 470 68 176 357 5.538 6.609
135 725 68 17 405 5.538 6.753
200 1.120 68 409 799 5.538 7.934
400 2.240 75 1.118 1.717 5.538 10.688
900 4.480 220 2.236 3.468 5.538 15.942
1000 5.600 250 3.354 4.602 5.538 19.344
1500 8.400 330 4.472 6.601 5.538 25.341
3000 16.800 595 8.944 13.170 5.538 45.047
5000 28.000 3.795 13.416 22.606 5.538 73.355
7500 42.000 4.000 17.888 31.944 5.538 101.370
10000 56.000 9.434 26.832 46.133 5.538 143.937
15000 79.000 10.165 35.776 62.471 5.538 192.950
*Todos los costos son anuales y están expresados en US/KW a precios de junio de 2008.
Fuente: listado de precios de componentes ofertados por diferentes empresas fabricantes.
El cuadro 7-11 presenta los componentes de costos para esta tecnología. Igual que en la
tecnología solar la unidad de medida de la potencia es en watts, solo se tienen rangos
máximos de generación de 1.000.000 W.
Costos de Costos de
Costos de Costos de Costos Costos
Potencia W torre de 15 inversor de Costo total
inversión baterías operativos AOM
metros corriente
300 1.265 3.150 68 1.118 2.801 5.538 13.940
400 960 3.150 75 1.118 2.652 5.538 13.493
900 2.475 3.150 220 2.236 4.041 5.538 17.660
1.000 3.275 3.150 250 3.354 5.015 5.538 20.582
1.500 6.598 3.150 330 4.472 7.275 5.538 27.363
3.000 10.425 3.150 595 8.944 11.557 5.538 40.209
5.000 15.750 3.150 3.795 13.416 18.056 5.538 59.705
7.500 23.250 3.150 4.000 17.888 24.144 5.538 77.970
10.000 30.750 3.150 9.434 26.832 35.083 5.538 110.787
15.000 46.500 3.150 10.165 35.776 47.796 5.538 148.925
50.000 123.000 0 30.495 13.727 83.611 5.538 256.371
100.000 221.400 0 51.841 13.729 143.485 5.538 435.993
250.000 442.800 0 121.980 13.734 289.257 5.538 873.309
500.000 797.040 0 207.364 13.741 509.073 5.538 1.532.756
1.000.000 1.354.968 0 365.940 13.757 867.333 5.538 2.607.536
Los rangos de potencia de esta tecnología están entre 2 kW y 600 kW. Se toma la
misma metodología del cálculo de costos de la tecnología diésel ya que sus
componentes son los mismos, como diferencia solo está el valor del combustible,
determinado en 3,63 dólares el galón, el precio del lubricante continúa en 16,22
US/galón. Los rangos de consumo también permanecen iguales a los de la tecnología
diésel; así, para capacidades menores a 100 kW corresponden a 0,0885 galones por
kWh y entre 100–1.000 kW son 0,0750 galones por kWh, y el consumo de lubricante es
de 0,001226 galones por kWh. Los costos operativos representan el 10% de la suma de
los costos por consumo de combustible y lubricante, y los costos de mantenimiento son
el 0,45 de la depreciación.
157
Se presentan rangos de potencia desde 800 kW hasta 5.200 kW. Sus componentes de
costos son inversión, combustible, operativos y mantenimiento. Los supuestos que se
utilizan son: el poder calorífico (PCI) de la biomasa es promedio, los cálculos suponen
solo un kilogramo de biomasa por día para la relación de potencia; 0,38 es igual a la
eficiencia de la turbina de vapor o central térmica; 0,8 la eficiencia de calentar el agua
para formar vapor y 0,9 la eficiencia del generador. Se toman como valores de
conversión los números 24 y 3.600. El costo promedio de la biomasa es de US$0,03 kg.
y la vida útil de los equipos,131.400 horas. Los cálculos de mantenimiento y operativos
utilizan las mismas fórmulas de la tecnología diésel.
158
Los componentes de costos para el cálculo del cargo por uso del sistema de transmisión
nacional (STN) están dados por la siguiente expresión:
Los activos de conexión son los bienes que requiere un generador u operador de red
para conectarse físicamente al STN, o al sistema de transmisión regional (STR) o al
sistema de distribución local (SDL).
Los activos del nivel de tensión n, o también llamados activos de uso, o activos
eléctricos son los transformadores de distribución, equipos de maniobra y redes de
transporte denominados unidades constructivas o en general equipos y accesorios que
permiten a los operadores de red cumplir con los niveles de calidad exigidos por el
regulador, que al no cumplirse generan otro costo adicional, que se denomina
compensación y forma parte de los costos de los activos de uso. Operan a un nivel de
tensión determinado, por ejemplo, para tensión 1 es igual a 1 kV, para nivel 2 está entre
1 kV-30 kV, para nivel de tensión 3 entre 30 kV-57,5 kV y en el nivel de tensión 4 entre
57,5 kW -220 kV.
Los activos no eléctricos no hacen parte de los activos que se mencionan antes, pero son
necesarios para el transporte de electricidad, como: edificios, maquinaria, equipos de
transporte, cómputo y comunicaciones. A estos se le adicionan los costos de los terrenos
necesarios para instalar los activos eléctricos.
Los AOM son los costos de administración, operación y mantenimiento asignables a
cada nivel de tensión, discriminados para líneas rurales y urbanas, y para
transformadores.
159
Costos de los activos de conexión. Estos costos se determinan mediante contratos entre
los propietarios y los usuarios. No los regulas directamente la CREG, solo los aprueba
según los reportes de los agentes; incluyen terrenos, valor comercial de los activos, un
AOM específico, tasa de descuento y costos de reposición.
Se aclara que los niveles de tensión uno y dos tienen una discriminación de costos
adicional. Para el nivel de tensión dos se diferencia entre líneas rurales y urbanas cuyos
costos se determinan con base en la energía útil urbana o la energía útil rural reportada y
establecida por el regulador, y una tasa de descuento fija de 16,06%. También existen
fórmulas de costos adicionales para las unidades constructivas diferentes a líneas rurales
del nivel de tensión dos y fórmulas particulares para unidades constructivas que no
corresponden a los niveles de tensión mencionados y se ponderan tanto con una tasa de
descuento como con un costo de reposición a nuevo.
Para el nivel de tensión uno se discrimina entre redes aéreas y redes subterráneas tanto
rurales como urbanas, que son envolventes de costos de inversión y AOM específicos.
Sin embargo, para sintetizar el análisis, solo se toman los niveles de tensión dos y tres
para líneas de 13,2 y 34,5 KW.
Los costos de los activos de uso se correlacionan con el ingreso anual que, según el
regulador, deben recibir los propietarios de dichos activos, quien considera un factor de
productividad anual de 0,042% y se indexa según el índice de precios al productor
(IPP).
Las unidades constructivas, según la complejidad técnica para determinar sus costos, se
clasifican en bahías de conexión de equipos de compensación y no compensación,
módulos comunes de subestaciones convencionales, reducidas y encapsuladas, centros
de control, transformadores normales, especiales y de repuesto, módulos de baraje,
bahías de maniobra, bahías de transformación, transformadores de conexión y
tridevanados, etc.
160
Costos de los activos no eléctricos. Por un lado se tiene los costos relacionados con
edificios, maquinaria, equipos de transporte, cómputo y comunicaciones, los cuales se
calculan con base en datos comerciales reales aplicables según el tipo de activo; por otro
lado, los costos de terrenos se imputan con base en el avalúo catastral que tenga cada
unidad inmobiliaria requerida con sus respectivos costos de adecuación. Se reconocen
unas fracciones de costos de 4,1%.
Costos AOM. Se determinan según cada unidad constructiva con base en una fracción
máxima del costo de reposición para cada nivel de tensión: para el nivel cuatro es 0,02,
para el nivel de tensión tres es 0,04 y para el de dos es 0,04; también incluye un gasto
anual para activos en zonas de contaminación salina de 0,5%.
Costo de pérdidas reconocidas. Según los niveles de tensión y para cada año se estipula
un porcentaje de pérdidas que varían según área rural o urbana y de acuerdo con la
capacidad de transformación total instalada.
tensión de 13,2 o de 34,5 se determina según el cuadro 45; por ejemplo, para una
longitud de 10 km y para un rango de 0,5 MW a 6 MW se escoge la línea de 13,2 KW,
y para potencias entre 7 y 10 MW se escoge la línea de 34,5 KW (ver cuadro 7-14).
____________ (1998), Resolución CREG 017 de 1998 ―Por la cual se amplía el ámbito
de aplicación de la Resolución CREG 077/9, se adicionan pautas para el cálculo del
costo de prestación del servicio y se aclara la aplicación de los costos máximos
establecidos en la Resolución CREG 082/97‖. Bogotá.
163
____________ (2000). Ley 632 de 2000, ―Por la cual se expiden normas en materia
Tributaria, se dictan disposiciones sobre el tratamiento a los fondos obligatorios para la
vivienda de interés social y se introducen normas para fortalecer las finanzas de la rama
judicial‖. Bogotá.
____________ (2001). Ley 697 de 2001, ―Por la cual se fomenta el uso racional y
eficiente de la energía, se promueve la utilización de energías alternativas y se dictan
otras disposiciones‖. Bogotá.
____________ (2002a). Ley 732 de 2002, ―Por la cual se adoptan nuevos plazos para
realizar, adoptar y aplicar las estratificaciones socioeconómicas urbanas y rurales en el
territorio nacional y se precisan los mecanismos de ejecución, control y atención de
reclamos por el estrato asignado‖. Bogotá.
____________ (2002b). Ley 788 de 2002, ―Por la cual se expiden normas en materia
tributaria y penal del orden nacional y territorial; y se dictan otras disposiciones‖.
Bogotá.
____________ (2003), Ley 812 de 2003, ―Por la cual se aprueba el Plan de Desarrollo
2003- 2006, hacia un estado Comunitario. Bogotá Departamento Nacional de
Planeación (2001). Programa de Energización para Zonas No Interconectadas,
Documento 3108 DNP:DIE-SME. Bogotá.
Empresas Públicas de Medellín (2002). ―Parque Eólico Piloto Jepirachi, Descripción del
proyecto‖. Medellín, junio de 2002.
Ministerio de Hacienda y Crédito Público (2001). Decreto 2884 de 2001, ―Por el cual se
reglamenta el Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de Zonas No
Interconectadas‖.
Anexo 7-1. Páginas web de precios de componentes ofertados por diferentes empresas
fabricantes
http://www.preciomania.com/search.php?form_keyword=gas+generators&topcat_id=&
st=query&kw_suggest=0. Acceso junio de 2008
http://www.enalmex.com/paginas/inversores/inversores.htmenergiasolar.com.mx/tienda
/product_info.php?products_id=94-. Acceso junio de 2008
http://www.generadorelectrico.com/tienda/product_info.php?manufacturers_id=36&pro
ducts_id=145. Acceso junio de 2008
http://www.teknosolar.com/pdf_datasheet.php?products_id=448&osCsid=edead8f0326c
4889b46f564031237a8c. Acceso junio de 2008
http://www.thesustainablevillage.com/servlet/display/products/byCat/43/384/2038/.Acc
eso junio de 2008
http://www.trademe.co.nz/Businessfarmingindustry/Industrial/Generatorselectrical/aucti
on156870297. Acceso junio de 2008
8.1. Introducción
La disponibilidad de energía de un lugar se asocia con las ofertas ambiental,
demográfica, económica y financiera particulares de las áreas rurales que la
comprenden. La oferta local de recursos primarios afecta la posibilidad de implementar
tecnologías sostenibles que permitan obtener energía eléctrica; además, la forma en que
se usan los recursos primarios se relaciona con la restricción financiera de las
localidades para invertir en fuentes de energía alternativa. En zonas rurales no
interconectadas energéticamente, estos factores son de gran importancia para establecer
proyectos que ofrecen alternativas como la energía solar, energía eólica, energía
hidráulica y dendroenergía. Estas zonas abarcan cerca del 66% de la superficie del
territorio nacional y, por lo general, carecen de vías de acceso y de servicios públicos.
La población representa el 4,11% de la población colombiana (Cadena et al., 2005).
También se caracterizan por su baja densidad poblacional, por estar ubicadas a una larga
distancia de los centros urbanos y por su gran riqueza de recursos naturales. Por esto,
resulta tan costoso integrarlas al sistema interconectado nacional (SIN).
Para decidir cuál es la mejor alternativa energética para una región o para una localidad,
es necesario considerar criterios como la disponibilidad de recursos naturales, los costos
de implementación, que no solo obedecen a lo que determina la compleja regulación
colombiana, también deben adicionarse otros asociados a la débil institucionalidad o a
problemas de gobernabilidad que tengan estas localidades, y que representan
erogaciones mayores, principalmente cuando para la sostenibilidad en el largo plazo de
una solución energética se debe incorporar a la población, tanto en su aceptación como
en su gestión. Además deben poder satisfacerse tanto la demanda de subsistencia como
la potencial (o de largo plazo), la cual debe estimarse de alguna manera. También se
considera que estas alternativas energéticas sean eficientes en las áreas tecnológica
(maximización del abastecimiento), económica (reducción de costos; Koroneos et al.,
2005), social (minimización de impactos negativos en la población; Beccali et al., 1998)
y ambiental (mitigación de daños ambientales). La alternativa energética óptima debe
conllevar a un beneficio social, económico y ambiental. Aunque aún faltan etapas por
recorrer para que estas tecnologías compitan con las convencionales, debido a sus altos
costos y su limitada eficiencia; aunque también es cierto que la ausencia de energía
puede resultar mucho más onerosa para la población que los mayores costos de las
tecnologías de menor escala. Incluso en algunas regiones estas pueden resultar
competitivas a causa de los costos de transporte del combustible fósil o de la extensión
de redes para bajas densidades de población (Cadena et al., 2005).
50
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
51
Investigador Carbono & Bosques. Dirección electrónica: wilsonlara@carbonoybosques.org
52
Profesor Departamento Ingeniería Mecánica y Coordinador Grupo de Energías Alternativas (GEA), Universidad de
Antioquia. Dirección electrónica: seragude@udea.edu.co.
168
El módulo de tecnología posee las fórmulas necesarias para calcular la energía unitaria
generada por las AE. El tipo de información es espacial y discreto. Además, posee las
especificaciones técnicas de plantas diésel y biodiésel, así como la alternativa de
interconexión. Los parámetros de los dos últimos tipos de tecnología los emplea el
algoritmo como opciones de referencia para posterior comparación de rentabilidad
contra las AE. Este módulo alimenta el módulo de valoración.
Recursos Tecnología
Fuentes renovables Alternativas
•Combustible •Interconexión
El algoritmo contiene una tabla de oferta ambiental para la elección de cada una de las
alternativas que considera la investigación. Bajo esta óptica, la herramienta identifica
los rangos de radiación solar incidente, velocidad del viento, recursos hídricos y
disponibilidad de biomasa de las regiones de un estudio de caso. El algoritmo permite
170
Al respecto, se calculan los costos necesarios para establecer una solución inicial en la
población. Las soluciones iniciales generan nuevas necesidades energéticas que
incorporan nuevos costos. El módulo financiero del algoritmo optimiza una función
financiera con base en el incremento de costos como consecuencia de las nuevas
necesidades energéticas creadas. Asimismo, se consideran la relación entre los costos de
implementación de las alternativas seleccionadas y los costos de la interconexión a las
redes de transmisión, que se relacionan con la distancia a redes de distribución local y
los costos medios de abastecimiento (los cuales incluyen el precio de cada kWh que
compraría en la bolsa de energía cuando se decide usar las redes de transmisión en lugar
de la generación directa).
Entre las restricciones sociales e institucionales que deben tenerse en cuenta están la
cultura, el capital social, la gobernabilidad y el desarrollo institucional de una localidad,
así como los indicadores tradicionales de desarrollo, como el capital humano, la
pobreza, el desempeño fiscal, la infraestructura y la cobertura de servicios públicos, etc.,
como facilitadores de la implementación de alternativas que consideramos requieren la
sociabilización y la participación ciudadana y un mantenimiento adecuado, o en la
consecución de recursos de distintos fondos de apoyo a la energización de zonas no
interconectadas —como el Fondo de Apoyo Financiero para la Energización de las
Zonas no Interconectadas (FAZNI) y el Fondo Nacional de Regalías (FNR)—, en donde
se necesita de la iniciativa de las autoridades locales.54 Además, se tiene la estructura de
costos y tarifas para la prestación del servicio eléctrico en estas zonas y los incentivos
provenientes de la regulación económica, ambiental, de uso racional o tributario hacia la
implementación de determinadas alternativas energéticas.
53
Véase en el capítulo 5 la discusión sobre el problema del desarrollo en áreas rurales no interconectadas.
54
Sin embargo, solo puede trabajarse con la información disponible (como el censo del DANE, 2005), para que los
indicadores de RSI construidos tengan alguna validez estadística.
171
Debe recalcarse que, a diferencia de otras herramientas diseñadas en Colombia, las RSI
aparecen aquí como costos adicionales que deben considerarse y afectan el
ordenamiento de las alternativas seleccionadas. Y con la alternativa energética que se
elija al final, se pretende mejorar el nivel de vida de la comunidad, el cual se expresa en
algún indicador de nivel de vida, e inferir su desarrollo a partir de la relación que se
encuentre entre el suministro de electricidad y el nivel de vida para comunidades
comparables en el país, lo cual resulta más confiable que suponer unas dinámicas de
desarrollo a partir de los recursos sociales y económicos con que cuenta la población o
que se pueden potencializar mediante políticas sociales complementarias al
abastecimiento eléctrico.
55
La suma de las estructuras de costos incrementales resultantes entonces se compara con la opción de la
interconexión.
56
El Instituto de Promoción y Apoyo al Desarrollo (Ipade) de España ha realizado varios proyectos bajo este tipo de
visión con el objetivo de desarrollar una infraestructura óptima que permita, al menor costo posible, la mejora de la
calidad de vida de los habitantes de las zonas rurales. En este sentido, para el Ipade la sostenibilidad del proyecto se
entiende como la capacidad local para asumir, reproducir y mantener las acciones iniciadas y para esto fomentan la
organización comunitaria, incorporan la perspectiva de género, abren espacios para el ejercicio de los derechos civiles
y políticos, incorporan la comunicación como instrumento de desarrollo y garantizan la participación en los procesos
de desarrollo local y nacional, mediante la participación de la población local en las obras de instalación y
mantenimiento, formación de instaladores locales y la constitución de contrapartes locales que aglutina a las
asociaciones existentes en la zona y se hace cargo del proyecto tras la fase de instalación (Sánchez, 2001).
57
http://www.siel.gov.co/Inicio/ZonasNoInterconectadasZNI/tabid/74/Default.aspx, acceso: septiembre de 2008.
172
Área
Departamento Municipios ha km2
Amazonas 11 10.905.350,3 109.053,5
Arauca 7 2.405.371,9 24.053,7
Caquetá 16 8.990.030,2 89.900,3
Casanare 19 4.470.246,3 44.702,5
Cauca 39 2.954.667,4 29.546,7
Chocó 22 4.674.063,8 46.740,6
Guainía 8 7.142.210,8 71.422,1
Guaviare 4 5.519.800,5 55.198
Meta 29 8.483.807,8 84.838,1
Nariño 62 3.278.596,6 32.786
Putumayo 13 2.529.034,5 25.290,3
Vaupés 6 5.314.457,6 53.144,6
Vichada 4 10.003.317,1 100.033,2
Como se menciona antes, tres tipos de alternativa para generar energía no son
manejados por el algoritmo de manera espacial. Son los casos de las PCH, el diésel y la
opción de interconexión. Las escalas de análisis de las PCH e interconexión impiden su
interpretación espacial a la manera de las otras alternativas y ofrecen necesidades
puntuales de valoración, puesto que no se cuenta con información de los caudales y
alturas de los recursos hídricos de cada localidad ni el mapa de interconexión en
Colombia que permita identificar la distancia de cada localidad a una red con un nivel
de tensión determinado. El diésel también ofrece necesidades puntuales de valoración.
8.10. Biomasa
Para asignar valores bioclimáticos relacionados con la productividad de los ecosistemas
reportados por Clark et al. (2001) se emplea el mapa de zonas de vida de Holdridge58.
Las unidades espaciales reportadas son t C ha-1. A partir de esta información el
algoritmo establece la biomasa potencial de los ecosistemas, producida luego del
establecimiento de bosques.
58
Mapa oficial del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
176
8.12.3. Biomasa
Además de la productividad en biomasa por píxel, que registra el mapa de zonas de vida
y los datos de Clark et al (2001), el algoritmo considera un factor de conversión de
unidades de biomasa en energía (PCI) de 20,95 MJ kg-1. La HMO calcula la cantidad de
biomasa necesaria para abastecer la demanda requerida y establece el número de
hectáreas a reforestar para sustentar tal demanda por municipio.
En todos los casos el algoritmo valora los costos en función de la potencia requerida. En
general, se consideran los costos de inversión, además de costos de operación y
administración. En la AE solar se valora adicionalmente el reemplazo de baterías. En la
AE eólica se realiza la discriminación de la altura de la torre. En las PCH se valoran así
mismo turbinas y reguladores. En las alternativas de diésel y biodiésel se considera el
costo adicional de lubricante. Aunque la biomasa también se valora en términos de la
potencia requerida, la misma solo considera un costo global de inversión, porque
asimila los otros costos replicando los de la tecnología diésel.
5e+06
4e+06
3e+06
2e+06
1e+06
0e+00
Alternativa Tecnológica
Beccali, M., M. Cellura y D. Ardente (1998). Decision making in energy planning: the
ELECTRE multi-criteria analysis approach compared to a fuzzy-sets methodology.
Energy Conversion and Management. Vol. 39, No. 16-18, pp. 1869-1881.
Cherni, J., I. Dyner, F. Henao, P. Jaramillo, R. Smith y R. Olalde Font (2007). Energy
supply for sustainable rural livelihoods. A multi-criteria decision-support system.
Energy Policy, No. 35, pp. 1493-1504.
Clark, Deborah A., Sandra Brown, David W. Kicklighter, Jeffrey Q. Chambers, John R.
Thomlinson, Jian Ni, Elisabeth A. Holland (2001). Net primary production in tropical
forests: an evaluation and synthesis of existing field data. Ecological Applications. Vol.
11, No. 2, pp. 371-384.
9.1. Introducción
59
Investigador Carbono & Bosques. Dirección electrónica: wilsonlara@carbonoybosques.org. Se agradece la
colaboración especial de Mauricio Zapata, Investigador de Carbono & Bosques.
60
Profesor Departamento Ingeniería Mecánica y Coordinador Grupo de Energías Alternativas (GEA), Universidad de
Antioquia. Dirección electrónica: seragude@udea.edu.co.
61
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
62
Ver http://www.r-project.org
181
Cuando se complete el proceso puede proceder ejecutar el programa R del ícono que se
encuentra en el escritorio: .
Una vez se complete la instalación se cargan algunas librerías necesarias para el trabajo.
Para instalar los paquetes se hace clic en la opción Paquetes de la barra de menú yluego
en Instalar paquetes(s)… aparece la ventana CRAN mirror, allí se selecciona el sitio a
conectarse para bajar las librerías (recomendado el más cercano espacialmente a
Colombia), luego se presiona OK.
Se despliega una lista de todos los paquetes disponibles, conservando la tecla ctrl
presionada para que se iluminen simultáneamente, de la lista se seleccionan uno a uno
los siguientes: sp, lattice, geoR, scatterplot3d, rgdal, foreign, maptools y gplots.
Cuando finaliza la descarga queda listo el R para los objetivos de este manual.
182
Para iniciar el trabajo con R, este debe direccionarse al directorio de trabajo en donde se
encuentren los archivos necesarios. Para ello se sigue los siguientes pasos:
Con esto R queda vinculado a los archivos y datos que se encuentren en la carpeta de
trabajo. Cada vez que inicie una sección en R no deben descargarse de nuevo las
librerías, pero si se tiene que direccionar el ambiente de trabajo a la carpeta.
Nombre Descripción
Funpzni_1.0.zip Paquete para R con el conjunto de
funciones e información espacial de los
municipios.
Archivo que puede leerse en un bloc de
notas o en el editor del R en donde se
parametrizan los argumentos y escenarios
para la aplicación.
Tablas.2.xls Hojas en Excel con las tablas básicas que
se importan en la aplicación. Aquí el
usuario puede actualizar valores de costos
y demandas antes de colocarlas en un
formato especial que leerá el R.
Tablas1.txt, Tablas2.txt,… Tablas13.txt Conjunto de archivos de texto
correspondientes a cada una de las tablas
básicas en Tablas.2.xls. Este formato
permite la lectura desde el R. Se generan al
pararse en cada hoja de Excel y
seleccionar Archivo/Guardar como… y en
la opción ―Guardar como tipo:‖
seleccionar ―Texto (delimitado por
tabulaciones)‖ y Guardar después de
colocar el nombre correspondiente.
Una vez se carga el paquete debe programarse para que lea las funciones, los datos y
cargue otros recursos necesarios. Para esto basta escribir el comando library(funpzni) y
se muestra el siguiente resultado:
Estos mensajes indican que se ha cargado con éxito las librerías de las cuales depende
funpzni. Ahora el usuario está listo para iniciar la configuración y la utilización de la
aplicación.
9.5.1. Encabezado
La primera parte del archivo es un encabezado para que el usuario registre su nombre y
la fecha de la última modificación o actualización que realizó al archivo.
El siguiente bloque de código es una serie de instrucciones que deben copiarse y pegar
en la ventana del R para que se carguen las tablas básicas. Estas son:
Cuando se copie y pegue en R cada una de las instrucciones anteriores se cargan las
tablas en el área de trabajo del R. Para editarlas, esto es, hacer cambios en los valores,
se presentan las líneas de código que deben pegarse para editar la tabla correspondiente;
por ejemplo, si se desea editar la tabla de sobrecostos de la interconexión, entonces se
copia y pega en R la siguiente línea:
sobrecostos.interconexion<-edit(sobrecostos.interconexion)
Para realizar un cambio en los valores se aplica doble clic en la celda y se cambia el
valor. En R los decimales se trabajan con puntos (.). Una vez se actualicen los valores
con la información del usuario deben refrescarse los cambios con la función Ctrl.+L, y
luego seleccionar Archivo/Cerrar. Se cierra la ventana de edición y los cambios quedan
almacenados.
Los cambios que se realicen en las tablas de edición solo se conservan mientras dure la
sesión de trabajo con R. Los cambios se realizan sobre copias de las tablas originales.
Cuando se cierre la sesión con R se pierden los cambios realizados. Si se desean
cambios permanentes deben realizarse sobre los archivos de texto que están en la
carpeta de trabajo.
id.municipio<-c(995)
id.municipio<-c(995,856,842)
187
Si, por ejemplo, el municipio posee 100 píxeles, entonces para este municipio se
almacena el promedio de los 100 valores resultantes de aplicar la ecuación 71.
El resultado del valor para el municipio se lleva a kWh dividiendo por 1.000 el
resultado.
Para el cálculo del número de equipos requeridos por año se aplica la siguiente fórmula:
Una vez se conoce el número de equipos necesarios se configuran los costos de cada
año.
1. Costos de puesta en marcha del proyecto para el municipio (se cambian a $US).
2. Para el costo de los equipos, primero se selecciona la potencia, entendida como la
menor de las disponibles que sea superior o igual a la energía unitaria hallada para el
municipio.
3. Para los equipos adquiridos en cada año se causan los costos de inversión inicial y los
de mantenimiento y administración que se generan en los años posteriores, como se
explica antes en la tabla de costos solar ―costSolar‖.
4. Se suman todos los costos de cada año. Se halla el valor presente de la serie de
costos. Se emplea la tasa de descuento que el usuario especifica ―ti‖.
DA = DE*((TE-0,0065*AE)/TE)^4,2561
(
73)
AREA = (pi/4)*DR^2
(
74)
Energiaun = 0,5*DA*AREA*VE^3
(
75)
Donde DA es la densidad del aire (kg/m3); TE, la temperatura estándar (ºK); AE, la
altura de emplazamiento (m); AREA, el área que genera la rotación del rotor (m2): DR,
el diámetro del rotor (m); VE, la velocidad del viento (m/s) y Energiaun, la resultante de
generación para el equipo en watt.
189
Como se dispone de varias tecnologías cada una con diferentes diámetros de rotor
(véase tabla costEolica), en cada municipio de análisis se halla Energiaun con cada uno
de los diámetros.
Por ejemplo, para el municipio de Cajibío en el Cauca (ID = 995) los cálculos de la
energía unitaria para generación solar y eólica son los siguientes:
Una vez se conoce el número de equipos necesarios se configuran los costos de cada
año:
1. Costos de puesta en marcha del proyecto para el municipio (se cambian a $US).
2. Para los equipos adquiridos en cada año se causan los costos de inversión inicial
y los de mantenimiento y administración que se generan en los años posteriores
como se explica antes en la tabla de costos eólica costEolica.
3. Se suman todos los costos de cada año. Se halla el valor presente de la serie de
costos. Se emplea la tasa de descuento que el usuario especifica ―ti‖.
190
Procedimiento de cálculo y valoración. Con los valores de PCI por municipio se halla el
potencial de producción de energía de un kilogramo de biomasa (energiaun) con su
correspondiente PCI. Se emplean las siguientes fórmulas:
Donde Energiacalor es la potencia que se obtiene en forma de calor con cada kilogramo
de biomasa (kW/kg).
Por otro lado, el algoritmo importa una tabla con los valores de tasas de crecimiento.
Estos son en toneladas de carbono/hectárea/año. Esta información da cuenta del
potencial de abastecimiento que poseen los bosques de regeneración enriquecidos o
manejados y plantaciones para biomasa por hectárea en cada municipio. Esta tasa se
convierte a biomasa multiplicándola por 2 y se corrige con un factor que indica la
fracción aprovechable (ramas y fustes) de 0,7.
El cálculo de la biomasa que necesita disponer cada municipio al año para satisfacer la
demanda se realiza de la siguiente manera:
1. Primero se selecciona la potencia del equipo. Se tiene un rango de potencias de
los equipos de 200 a 5.200 kW. Como la idea es hacer la inversión de un solo
equipo para el municipio que cubra con toda la demanda potencial, se compara
la demanda potencial con las potencias técnicas disponibles. El algoritmo
selecciona el equipo que sea más cercano pero superior a la demanda potencial.
2. Con el precio del kilogramo de biomasa, energiaun y la potencia del equipo se
calcula la cantidad de kilogramos requeridos para un día de funcionamiento, así:
3.
Kg_día = potencia* (24*3600/energiaun) (78)
Al igual que con las alternativas anteriores, una vez se selecciona el equipo se
configuran los costos de cada año:
1. Costos de puesta en marcha del proyecto para el municipio (se cambian a $US).
191
Parámetro Descripción
AlEm Altura de embalse a la salida de la turbina (m). Se ingresa
como vector, un valor para cada municipio de análisis.
DT Diámetro de la tubería (m). Se ingresa como vector, un valor
para cada municipio de análisis.
LT Longitud de la tubería (m). Se ingresa como vector, un valor
para cada municipio de análisis.
Mat Material, puede ser uno de los siguientes: ―Acero‖,
―Asbesto_Cemento‖, ―Hierro_Ductil‖, ―Hierro_Forjado‖,
―Hierro_Fundido‖, ―Hierro_Fundido_Asfaltado‖,
―Hierro_Galvanizado‖ o ―PVC‖. Se ingresa como vector, un
valor para cada municipio de análisis.
Rab Rugosidad absoluta (m). Se ingresa como vector, un valor para
cada municipio de análisis.
VC Viscosidad cinemática (m2/s). Se ingresa como vector, un valor
para cada municipio de análisis.
DB Diámetro de boquilla (m). Se ingresa como vector, un valor
para cada municipio de análisis.
LeqAcce Longitud equivalente por accesorios. Se ingresa como vector,
un valor para cada municipio de análisis.
CD Coeficiente de descarga. Se ingresa como vector, un valor para
cada municipio de análisis.
ET Eficiencia de la turbina. Se ingresa como vector, un valor para
cada municipio de análisis.
Con esta información se parametriza una función que calcula la energía (energiun) que
produce por una central hidroeléctrica para esas condiciones. El usuario puede ingresar
los valores y las longitudes de los vectores que desee siempre y cuando coincidan con la
longitud de id.municipio.
Los cálculos efectuados para cada uno de los municipios son los siguientes:
En el caso que el usuario especifique valores en los argumentos que produzcan errores
en los cálculos; por ejemplo raíces de valores negativos, el algoritmo para el proceso o
la orden y produce un mensaje de error como el siguiente: ―Configuración de
parámetros para PCH técnicamente no factibles‖.
calculaenergiahidraulica(AlEm)
Los valores reportados dependen de los que asuman los parámetros. En este caso se
colocaron valores arbitrarios.
Al igual que con las alternativas anteriores, una vez se selecciona el equipo se
configuran los costos de cada año.
1. Costos de puesta en marcha del proyecto para el municipio (se cambian a $US).
2. Para la potencia seleccionada se causan los costos de inversión inicial y los de
mantenimiento y administración que se generan en los años posteriores.
3. Se suman todos los costos de cada año. Se halla el valor presente de la serie de
costos. Se emplea la tasa de descuento que el usuario especifica ―ti‖.
Para cada municipio se selecciona la mínima potencia técnica que sea superior a la
demanda potencial del municipio. Luego de seleccionar el equipo se procede a
configurar la estructura de costos para la valoración:
1. Costos de puesta en marcha del proyecto para el municipio (se cambian a $US).
2. Para la potencia seleccionada se causan los costos de inversión inicial, costos de
combustible esperados, costos de mantenimiento y administración que se
generan en los años posteriores.
3. Se suman todos los costos de cada año. Se halla el valor presente de la serie de
costos, empleándose la tasa de descuento que el usuario especifica ―ti‖.
Parámetro Descripción
viviendas Número de viviendas a electrificar. Se
presenta en forma de vector, una entrada
para cada municipio.
distancia Distancia entre el pueblo y la red del SIN
más cercana. Se asigna como vector, una
entrada para cada municipio.
pendiente.terreno Calificación de pendiente por donde se
hace la conexión. Puede tomar alguno de
los siguientes valores: ―alta‖ si >30º,
―media‖ si está entre 10 y 30º, ―baja‖ si
<10º y ―plana‖ si es 0º. Se asigna como
vector, una entrada para cada municipio
rios Calificación si la conexión atraviesa ríos.
Puede tomar alguno de los siguientes
valores: ―alta‖ si es alto caudal, ―media‖
si es mediano caudal, ―baja‖ si es bajo
caudal y ―nulo‖ si es sin ríos. Se asigna
como vector, una entrada para cada
municipio
vias Calificación si la conexión está cerca a
vías. Puede tomar alguno de los
siguientes criterios: ―principal‖ principal
pavimentada <12 km, ―secundaria‖
secundaria pavimentada <8 km,
―ferrocarril‖ carretera/ferrocarril < 4 km y
―nulo‖ sin vías. Se asigna como vector,
una entrada para cada municipio
costo.km.unidad.constructiva2 Costo de UC siguiendo la resolución
CREG 036 de 2008 en pesos ($). Línea de
tensión de 12,5.
costo.km.unidad.constructiva3 Costo de UC, siguiendo la resolución
CREG 036 de 2008 en pesos ($). Línea
de tensión de 34.
cte.costo.transformadorSTR_SDL Constante para calcular costo del
transformador STR/SDL y/o SDL en
pesos ($) (resolución de la CREG 036
2008).
Debe tenerse en cuenta un costo adicional, que es un precio que se paga a valor de la
bolsa de energía por concepto del uso de la línea para transmitir la electricidad; este se
calcula como sigue:
Donde se supone un precio de bolsa de $92 (igual este puede cambiarlo el usuario).
El costo de interconexión se configura para todos los años así: para el primer año es el
valor hallado en costo.total.interconexion. Del segundo año en adelante se le suma el
valor hallado en aom.total.
Parámetro Descripción
valorUS Valor del $US dólar en pesos (tasa de cambio)
ti Tasa de interés
CER Valor de los certificados de reducción $US/ton CO2
EFdiésel Emission Factor for diésel tCO2/glon (factor de conversion)
Para que el algoritmo realice la valoración económica de cada una de las alternativas
para los municipios seleccionados, utilizando toda la configuración de los parámetros,
deben realizarse los siguientes pasos:
Figura 9-3. Consola del R indicando la carga de los costos de las alternativas
###############################################################################
### --------PARAMETRIZACIÓN DE ALTERNATIVAS----------##########################
###############################################################################
Valoracion1(―VPN‖)
Figura 9-4. Salidas del R para la toma de decisiones de energización en las municipios
seleccionados de las zonas no interconectadas
Una salida de ejemplo cuando se pide el número de equipos requeridos para uno
cualquiera de los municipios seleccionados es la siguiente:
201
Figura 9-5. Salidas del R que indican el número de equipos requeridos para las distintas
alterativas de energización
La primera columna muestra cómo debe ser la disponibilidad de rotores en cada año
para la tecnología eólica. Esta cantidad asegura abastecer la demanda energética. La
segunda columna indica cuál diámetro de rotor escogió la herramienta como el más
adecuado a utilizar en el municipio, dadas las condiciones de viento que se tienen en un
modelo de vientos o que el usuario ingresó por medio del parámetro vel.viento.usuario.
Antes de comenzar la explicación es bueno recordar que la unidad espacial del territorio
donde se hacen los cálculos es el municipio. Alguna de la información fuente necesaria
para hacer los cálculos de potencial de generación con cada una de las alternativas se
diseñó para que fuera en forma de grid (mapa cuadriculado por variable, donde cada
píxel contiene un dato de información) Por ejemplo, la división política de los
municipios, la información de elevación sobre el nivel del mar del terreno, la radiación
incidente, la velocidad del viento, las zonas de vida del territorio según Holdridge (cada
píxel es de 1 km por 1 km aproximadamente).
Para ver el mapa de Colombia solo con los municipios de la ZNI se emplea el comando:
figura1()
202
Figura 9-6. Mapa de Colombia con los municipios de las zonas no interconectadas
Para ver el mapa de Colombia con los municipios de la ZNI con un fondo gris y con
etiquetas de ejes y título, se emplea el comando figura2().
Figura 9-7. Mapa de Colombia con los municipios de las zonas no interconectadas, con
fondo gris y etiquetas
203
Para ver un mapa coordenado con una imagen del modelo de elevación digital (DEM),
se emplea el comando figura3(). La escala de colores indica la elevación en metros
sobre el nivel del mar.
Para ver un mapa coordenado con una imagen de la radiación incidente en los
municipios de la ZNI, se emplea el comando figura4(). La escala de colores indica la
radicación en wh/m2.
204
Para ver un mapa coordenado con una imagen de la velocidad del viento promedia en
los municipios de la ZNI, se emplea el comando figura4.2(). La escala de colores indica
la velocidad en m/s.
205
Para ver un mapa coordenado con una imagen de la energía unitaria promedia producida
con un panel en cada municipio de la ZNI, se emplea el comando figura5(). La escala de
colores indica la variación en wh/panel.
206
Figura 9-11. Mapa de energía promedio producida por paneles solares en las zonas no
interconectadas
Para ver un mapa coordenado con una imagen de la energía unitaria promedia producida
con un rotor en cada municipio de la ZNI, se emplea el comando figura6(DR=6). La
escala de colores indica la variación en wh/rotor; debe especificarse entre paréntesis el
diámetro del rotor que se desea evaluar en todos los municipios (en este ejemplo el
diámetro es de 6 m).
207
Figura 9-12. Mapa de energía promedio producida por rotores de viento en las zonas no
interconectadas
Para ver un mapa coordenado con una imagen de distribución del VPN final del
ejercicio con paneles solares en cada municipio de la ZNI se emplea el comando
figura7(). La escala de colores indica la variación en VPN US$).
208
Figura 9-13. Mapa de valor presente neto al utilizar paneles solares en las zonas no
interconectadas
Para ver un mapa coordenado con una imagen de distribución del VPN final del
ejercicio con rotores de viento en cada municipio de la ZNI, se emplea el comando
figura8(). La escala de colores indica la variación en VPN $US.
209
Figura 9.14. Mapa de valor presente neto al utilizar rotores de viento en las zonas no
interconectadas
Para ver un gráfico que compara los VPN de cada una de las alternativas entre los
municipios seleccionados se emplea el comando figura9(). La leyenda indica el orden
de los municipios en las barras.
210
Para ver un mapa coordenado con una imagen de distribución de las Zonas de Vida de
Holdridge en el área de la ZNI, se emplea el comando figura10(). La escala de colores
indica las distintas zonas de vida.
211
Según el reporte del sistema único de información de servicios públicos (SUI), las
empresas prestadoras del servicio en estos municipios son, para Riosucio, la
Electrificadora del Municipio de Riosucio S. A. E.S.P., empresa pública con un nivel de
interconexión medio; para Unguía, la Empresa de Servicios Públicos de Unguía S. A.
E.S.P. (Espeu), sin interconexión alguna; y para Acandí, la Empresa Mixta de Servicios
Públicos de Energía Eléctrica de Acandí E.S.P. (Emselca), empresa de carácter mixto
sin interconexión alguna al sistema interconectado nacional (SIN) (SUI, 2007).
63
Profesor asociado y Coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Universidad de Antioquia. Dirección
electrónica: davidtobon@udea.edu.co.
64
Profesor Departamento Ingeniería Mecánica y Coordinador Grupo de Energías Alternativas (GEA), Universidad de
Antioquia. Dirección electrónica: seragude@udea.edu.co.
213
Bogotá. Por otro lado, la herramienta está diseñada para determinar la alternativa de
energización óptima cualesquiera sean los consumos de subsistencia y potenciales
requeridos por el usuario para cada municipio, localidades o veredas específicas dentro
de los municipios de las ZNI. Téngase en cuenta que este ejercicio se aplica al total de
viviendas de los municipios sin diferenciar su densidad o dispersión, de modo que no se
consideran los costos adicionales de distribución.
Haciendo los mismos cálculos para Riosucio, se tienen 1.285 viviendas para una
demanda de subsistencia de 177 kWh y una potencial de 1.146 kWh. Por último, en
Unguía se contabilizan 1.399 viviendas y demandas de 192 y 1.247 kWh,
respectivamente (DANE, 2005).
Respecto a las poblaciones de estos municipios, en Acandí, según el censo del DANE
de 2005, habitan 10.455 habitantes, el promedio de personas por hogar es de cuatro, de
los cuales 53% tiene veinte años o menos y solo 6,8%, sesenta o más edad. Además,
cerca de 50% de la población del municipio se localiza en la cabecera urbana y la
mayoría de la restante se ubica en los corregimientos de Capurganá y Sapzurro.
Aproximadamente 10% de los integrantes de los hogares no tienen grado de escolaridad
alguno, 50% ha cursado algún grado de primaria, 30% alcanzó algún grado de
secundaria y sólo 5% ha cursado estudios tecnológicos o universitarios. Respecto a las
actividades económicas, la principal es la agricultura (Álvarez, 2004; Grupo Gea et al.,
2003).
Riosucio cuenta con 14.323 habitantes, según el censo del 2005, de los cuales 80% son
afrocolombianos y 30% restante indígenas y mestizos. Las principales actividades
económicas son las explotaciones agrícola, forestal y pecuaria. Se destaca la producción
de energía biodiésel mediante el cultivo y procesamiento del aceite de palma africana.
Por último, Unguía tiene 14.544 habitantes, según el mismo censo, y sus principales
actividades económicas son la agricultura, la explotación de minas de platino y el
comercio.
Con relación a la infraestructura energética diésel, se cuenta en Acandí con una unidad
que presta el servicio 18 horas diarias, con una energía generada promedio mes de
229.000 kWh, para una potencia disponible de 1.800 kW, un nivel de eficiencia de
12,60 kW/galón y una demanda de punta de 825 kW.
En Unguía se cuenta con el proyecto financiado con recursos del FAZNI de una PCH
que beneficia tanto el área urbana como la rural, así como a los caseríos de Santamaría,
Gilgal y Balboa, con el aprovechamiento de un caudal de 2,3 m3/s del río Cuti, que
215
Los parámetros técnicos que se utilizan para los municipios de estudio (datos de
entrada) son: velocidad del viento (para generar energía eólica), la altura de los
embalses y características técnicas de los materiales conductores del agua (para energía
PCH), productividad primaria neta de los bosques (para extraer biocombustibles a partir
de biomasa). Riosucio es el municipio con una distancia menor a 100 km (87 km), en el
caso de Acandí y Unguía las distancias son mayores a este umbral, por eso se considera
no factible técnicamente la interconexión a la red.
######################################################################
#########
### --------PARAMETRIZACIÓN DE ALTERNATIVAS----------
##########################
######################################################################
#########
para abastecer la demanda en los próximos quince años la tecnología más barata para
Acandí es la PCH. En Riosucio resulta más barato utilizar la biomasa, incluso más que
la interconexión a la red (es 2,82% más barata), aun si se reconoce que es técnicamente
factible la utilización de redes; esto de alguna manera validaría el hecho que este
municipio albergue la producción de biodiésel derivado del aceite de palma africana y la
opción de interconexión. En Unguía lo más conveniente es usar una PCH, al igual que
en Acandí (ver figura 10-1 y cuadro 10-1).
Los costos adicionales que debería contabilizarse por tener en cuenta las RSI oscilan
entre 1,05 y 2,4% de los VPN para los municipios analizados (véase cuadro 10-3).
Por último, puede calcularse la potencialidad de ingresos por MDL con el uso distintos
valores de los CER. Si se supone un valor por certificado bastante conservador de
US$10 el proyecto sombrilla que engloba estas localidades da un VPN de US$877.209,
cifra para nada despreciable dado que equivale a 4,43% de los costos totales de
energizar a los tres municipios. Si el precio de los CER sube a US$15 el VPN aumenta
a US$1.510.000, es decir, 7,62 % de los costos. Y si los CER se negociaran a US$20 el
VPN sería de US$ 2.145 millones, correspondientes a 10,82% de los costos totales de
energizar estas localidades.65
65
La herramienta permite decidir las tecnologías más eficientes y los ingresos por MDL de cualquier número de
municipios considerados. Se suponen unos costos por MDL de inversión inicial de US$300 mil, o sea un caso de
escenario peor dada la posible resistencia y descoordinación entre los municipios al tratar de implementar la
estrategia de MDL. También se suponen unos de transacción de US$45.270, unos de validación por US$5.000, los de
registro ante la junta de la UNFCC se tasaron a US$5.000, los de verificación en US$30.000 y otros por US$5.270
(Restrepo, Tobón y Flórez, 2008).
221
Cuadro 10-4. Costos de las RSI para los municipios de análisis (año cero)
Cuadro 10-5. Costos de las RSI para los municipios de análisis (año uno)
Cuadro 10-6. Costos de las RSI para los municipios de análisis (año dos)
Municipio Profesionales Salarios Días Viáticos Transporte Materiales
Cuadro 10-7. Costos de las RSI y VPN para los municipios de análisis (años cero-
quince)
Cuadro 10-8. Costos de las RSI y VPN para la tecnología elegida en los municipios de
análisis
Restrepo, Piedad, David Tobón y Jorge Flórez (2008). ―Institucionalidad en torno a los
mercados de carbono y los mecanismos de flexibilización derivados del Protocolo de
Kioto‖, Revista Facultad de Ingeniería, Universidad de Antioquia, N.° 46.