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C A P Í T U L O 1 7

MUJER DE 61 AÑOS CON


TRASPLANTE HEPÁTICO POR
CIRROSIS CRIPTOGENÉTICA

CASO CLÍNICO

Mujer de 56 años, con antecedentes médicos personales y fami-


liares de asma intrínseco en tratamiento broncodilatador y antece-
dentes quirúrgicos de mastopatía fibroquística y perforación timpáni-
ca bilateral, que acudió al servicio de urgencias del hospital en
febrero de 2001, tras presentar deposiciones melénicas acompaña-
das de sensación de mareo y dos vómitos de contenido hemático.
No refería toma previa de fármacos gastroerosivos. Negaba el con-
sumo habitual de alcohol, tabaco u otros tóxicos.
En la exploración física, la paciente presentaba constitución asté-
nica y palidez mucocutánea; se encontraba consciente, orientada y
estable hemodinámicamente, con presión arterial 130/75 mmHg,
temperatura de 36,4 °C y frecuencia cardiaca de 92 lat/min. El resto
de la exploración fue rigurosamente normal.
Se realizó analítica completa, donde destacó: creatinina, 0,8 mg/
dl; urea, 67 mg/dl; bilirrubina total, 2,1 mg/dl; GOT, 78 U/l; GPT,
105 U/l; GGT, 88 U/l; FA, normal; hemoglobina, 11,3 g/dl, con volu-
men corpuscular medio (VCM) de 89 fl; plaquetas, 81.000 /µl; cocien-
te internacional normalizado (INR), 1,7.
M. RIVERO FERNÁNDEZ Se decidió realizar endoscopia alta oral urgente en la que se
visualizaron varios cordones varicosos grado III/IV con puntos rojos
A. ALBILLOS MARTÍNEZ
sobre los que se colocaron cuatro bandas elásticas, además de gas-
C. VARONA CRESPO*
tropatía moderada de la hipertensión portal con ausencia de varices
fúndicas. La paciente evolucionó favorablemente en los días poste-
* Anatomía Patológica riores, sin signos clínicos y/o analíticos de resangrado. Durante el
ingreso, debido a las alteraciones bioquímicas y a la presencia de
varices esofágicas, se realizó una ecografía abdominal en la que lla-
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204 Mujer de 61 años con trasplante hepático por cirrosis criptogenética

maba la atención un parénquima hepático con tuación en la escala MELD de 15, motivo por el
superficie irregular y morfología nodular, sin lesio- que se incluyó en lista de trasplante hepático.
nes ocupantes de espacio, con vena porta y arte- Durante el seguimiento en consultas de tras-
ria hepática permeables y con flujos normales y plante hepático se repitió por completo todo el
signos indirectos de hipertensión portal (funda- estudio de hepatopatía, sin que se llegara a
mentalmente esplenomegalia de 17 cm). determinar la causa.
La conjunción de datos analíticos, radiológi- En abril de 2007 presentó un nuevo episodio
cos y endoscópicos orientaba a la presencia de de encefalopatía hepática grado III, con puntua-
cirrosis hepática establecida, descompensada en ción MELD de 18. En noviembre de 2007 se rea-
forma de hemorragia digestiva, en una paciente lizó trasplante hepático ortotópico.
sin historia previa conocida de enfermedad hepá- Al analizar la pieza explantada, el patólogo
tica, por lo que durante su ingreso se inició un informó de que el hígado nativo presentaba en el
estudio etiológico de hepatopatía, que se com- estudio macroscópico una superficie externa de
pletó de forma ambulatoria. configuración nodular, con áreas macro y micro-
Se determinaron las serologías de hepatitis B nodulares, sin que se identificaran lesiones foca-
(VHB), incluyendo antígeno de superficie VHB les. En el estudio microscópico existían datos de
(HBsAg), anticore (anti-HBc) y ADN VHB, que fue- cirrosis mixta con actividad necroinflamatoria
ron negativos, y virus C (VHC) con anticuerpos moderada, y destacaba la presencia de inclusio-
frente a VHC y ARN cuantitativo (carga viral), tam- nes globoides intracitoplasmáticas (fig. 1) que se
bién negativos. teñían con material PAS positivo resistente a dias-
Las inmunoglobulinas IgA, IgG e IgM fueron tasa (fig. 2), dato muy característico de cirrosis
normales, y en el proteinograma presentó una asociada a déficit de alfa-1-antitripsina (AAT).
cifra de proteínas totales de 6 g/dl con el 50% de La evolución postrasplante fue favorable, con
albúmina, gammaglobulinas del 20,7% (norma- trombosis portal parcial, rechazo agudo leve
les) y fracción alfa-1-globulina del 2% (normal). autolimitado y fracaso renal agudo multifactorial
Los anticuerpos no órgano-específicos (ANOE): resuelto.
AAN, AAM, anti-LKM, ASMA, p-ANCA y c-ANCA, En enero de 2008, la paciente inició el segui-
AML fueron negativos. El estudio del metabolis- miento periódico habitual en consultas de tras-
mo del hierro y del cobre fue normal: ferritina, 11 ng/ plante hepático; se encontraba clínicamente bien
ml; índice de saturación de transferrina, inferior a y no asociaba ninguna otra complicación.
40%; ceruloplasmina, 26 mg/dl; cobre sérico,
100 µg/dl; cupruria, < 20 µg/24 horas, así como la
uroporfirina y la coproporfirina en orina de 24
horas.
Desde febrero de 2001 hasta marzo de 2006,
la paciente se incluyó en un programa de ligadu-
ra programada de varices esofágicas y acudió
regularmente a los controles periódicos en con-
sultas, sin presentar ninguna otra descompensa-
ción de su hepatopatía, que seguía sin ser filiada
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(cirrosis criptogenética). En mayo de 2006, al pre-


sentar un estadio CHILD A5 y sin evidencia de
varices esofágicas, se interrumpió el programa de
ligaduras periódicas.
En noviembre de 2006, la paciente precisó
nuevamente ingreso por cuadro compatible con
encefalopatía hepática tipo C grado II con ascitis
moderada, asociada al hallazgo ecográfico de un FIG. 1. Área paraseptal hepática en la que se obser-
shunt esplenorrenal espontáneo. La paciente se van inclusiones globoides intracitosólicas (flecha). HE,
encontraba en estadio CHILD B9, con una pun- 40⫻.
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M. Rivero Fernández, A. Albillos Martínez y C. Varona Crespo 205

Además, se le han atribuido propiedades


tanto pro como antiinflamatorias [2], y se trata de
un reactante de fase aguda, ya que sus concen-
traciones plasmáticas aumentan durante el
daño/inflamación tisular [3].

DEFINICIÓN

El déficit de AAT es un trastorno metabólico


hereditario secundario a una alteración genética
que abarca un amplio espectro de manifestacio-
nes clínicas, fundamentalmente hepáticas y pul-
monares, con un mecanismo fisiopatológico
complejo.
FIG. 2. Inclusiones intracitosólicas con material PAS po- Se describió en 1963 como una rara enfer-
sitivo resistentes a la tinción con diastasa. PAS +, 40⫻. medad de base genética que afectaba a perso-
nas jóvenes con enfisema pulmonar grave y en la
que se detectaba la ausencia de una proteína en
la región alfa-1 del proteinograma [4].
DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
GENÉTICA
– Cirrosis hepática asociada a déficit de alfa-
1-antitripsina. El déficit de AAT es una enfermedad mono-
– Trasplante hepático ortotópico. génica que se transmite de forma autosómica
recesiva, producida por una mutación en el gen
que codifica la glucoproteína 52KDa alfa-1 (gen
COMENTARIOS de la AAT), situado en el cromosoma14q32.1 [5].
Habitualmente se heredan dos alelos codo-
minantes en un mismo locus, denominado de
DÉFICIT DE ALFA-1-ANTITRIPSINA forma genérica Pi (inhibidor de proteasas), y cada
alelo se identifica con una letra del alfabeto en
INTRODUCCIÓN función de su movilidad electroforética. Se han
identificado más de 100 variantes alélicas del
La AAT, una glucoproteína plasmática que gen, de las cuales 34 se asocian a un déficit
pertenece a la familia de las serpinas (nombre cuantitativo o funcional de la AAT circulante [6].
genérico del grupo de proteínas inhibidoras de Cada alelo se asocia a una mutación distinta
las proteasas séricas), consta de una cadena de (generalmente sustitución de un aminoácido por
394 aminoácidos codificada en un gen del cro- otro), presenta distinto mecanismo de daño celu-
mosoma 14 (gen de la AAT). El 95% de la AAT cir- lar y clínicamente se comporta de modo diferen-
culante se sintetiza en el hígado y se secreta por te [7].
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el retículo endoplasmático rugoso (RER), alcan- De manera teórica, los alelos pueden clasifi-
zando el tracto respiratorio por difusión desde la carse en 4 grupos básicos [8]:
circulación sistémica.
Su función fisiológica principal es proteger al Alelos normales
organismo del daño pulmonar producido por las
enzimas proteolíticas de los neutrófilos (incluyen- Se asocian con valores séricos de AAT circu-
do elastasa, catepsina G y proteinasa 3), mante- lante normales (80-220 mg/dl) y con normal fun-
niendo el equilibrio proteasas-inhibidores de pro- cionamiento de la proteína. La variante alélica
teasas, por lo que es un muy efectivo inhibidor de normal más común es la M (PiM o MM), presen-
la actividad de la elastasa pulmonar [1]. te en el 90% de la población.
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206 Mujer de 61 años con trasplante hepático por cirrosis criptogenética

Alelos deficitarios de éstas es deficitaria. Las variantes más fre-


cuentes son la F y el fenotipo Pittsburgh (que se
Se relacionan con valores plasmáticos de AAT asocia a una manifestación clínica característica,
circulante reducidos (habitualmente inferiores al la diátesis hemorrágica).
35% de la concentración normal). Las variantes La existencia de este tipo de alelos justificaría
deficitarias S (PiS) y Z (PiZ), y también la variante la presencia de valores séricos de AAT normales
alélica MMALTON, son las más frecuentes de este en individuos con enfermedad.
grupo, e identifican glucoproteínas con desplaza-
miento muy lento en el espectro electroforético. EPIDEMIOLOGÍA
La variante alélica Z se produce por una sustitu-
ción de la lisina por ácido glutámico en la posi- A pesar de que el déficit de AAT se ha consi-
ción 342 del exón 5; es una de las alteraciones derado una enfermedad rara, no es infrecuente si
más frecuentes en la población general y la res- nos basamos en los datos epidemiológicos.
ponsable de la mayoría de casos de enfermedad Representa una de las causas genéticas más
hepática. frecuentes de enfermedad hepática y una de las
Se estima que aproximadamente el 15% de principales indicaciones de trasplante hepático
los individuos portadores del alelo Z en forma en la infancia.
homocigota (denominados ZZ) son susceptibles La prevalencia es mucho mayor entre la
de desarrollar cirrosis hepática. Sin embargo, los población de raza caucásica en relación con las
heterocigotos portadores del alelo Z, fundamen- poblaciones negra, asiática o hispana. Basándo-
talmente los fenotipos MZ y SZ, también pueden se en los datos recogidos en varios países, De
presentar alteraciones hepáticas relevantes, dato Serres [10] ha estimado que unos 3,5 millones de
importante teniendo en cuenta que hasta el 2-3% personas en todo el mundo presentan fenotipos
de la población caucásica puede ser portadora ZZ, SZ o SS.
de éste. Los heterocigotos, al tratarse de un gen En Estados Unidos se estima que existen
con expresión codominante, suelen presentar entre 80.000 y 100.000 individuos homocigotos
valores séricos de AAT intermedios, por lo que ZZ, con una incidencia en la raza caucásica de
son más difícilmente identificables. 1 por cada 1.800-2.000 nacidos vivos [11].
En España, la frecuencia de individuos con la En Europa, los datos publicados son simila-
variante alélica S (PiS) es la mayor de Europa [9]. res a los de Estados Unidos, con una distribu-
ción geográfica que sigue un patrón norte-sur, y
Alelos nulos la incidencia oscila entre 1 por cada 1.500 naci-
dos vivos en los países escandinavos a 1 por
Se asocian a valores no detectables de AAT cada 5.000 nacidos vivos en el área mediterrá-
plasmática (no existe proteína circulante) y se nea [12, 13]. En España se han publicado 50 ca-
identifican con la nomenclatura OO, QQ o sos de adultos con cirrosis secundaria a déficit
QOHONG KONG. Esos individuos presentan las for- de AAT entre 1974 y 1999 [14]. Un estudio espa-
mas más graves de enfermedad pulmonar, ya ñol reciente publicado por Blanco et al. [15] acer-
que hay una actividad proteolítica desenfrenada, ca de la prevalencia estimada de sujetos con
aunque, por el contrario, no presentan enferme- déficit de AAT sugiere que es una enfermedad
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dad hepática, dado que no existe acumulación muy prevalente en España, aunque la mayoría de
de proteína anómala intrahepática. los deficientes son heterocigotos MS (fenotipo no
Este grupo representa el menos frecuente considerado de riesgo), por lo que tendría un
entre los pacientes con déficit de AAT. impacto poco significativo en la morbilidad glo-
bal. Existen, no obstante, 1.378.894 portadores
Alelos disfuncionantes estimados de fenotipos MZ, SZ y ZZ, con riesgo
potencial de padecer enfermedades respiratorias
Los alelos disfuncionantes se caracterizan y/o hepáticas.
por generar cantidades normales de proteínas Por tanto, a pesar de los datos obtenidos de
(valores séricos de AAT circulante normales) pero estudios epidemiológicos, el número de pacien-
con estructuras anómalas, por lo que la función tes identificados con enfermedad secundaria a
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déficit de AAT continúa siendo muy inferior al teó- que al ápex [17]. A partir de la segunda-tercera
ricamente estimado (menos del 5% de los defi- década de la vida los pacientes con déficit grave
cientes graves son correctamente identificados), de AAT presentan una reducción muy significati-
por lo que parece una entidad mal reconocida va de la función pulmonar, especialmente si se
por los médicos [16]. asocian factores de riesgo ocupacional y/o con-
sumo de tabaco.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Y FISIOPATOLOGÍA Bronquiectasias

El déficit de AAT se asocia a un amplio es- La deficiencia grave de AAT se ha asociado


pectro de manifestaciones clínicas, aunque con también a la presencia de bronquiectasias, con
distinto mecanismo fisiopatológico. A pesar de cifras variables según los estudios (10-40%). Las
que la expresión clínica es multifactorial, lo más bronquiectasias suelen aparecer más frecuente-
frecuente son las alteraciones pulmonares y mente en pulmones con enfisema intenso, aun-
hepáticas. que su fisiopatología es completamente desco-
nocida [18].
Manifestaciones pulmonares
Asma intrínseca
La fisiopatología de la lesión pulmonar se
puede explicar por la alteración del equilibrio La fisiopatología del asma y su relación con el
entre las antiproteasas (AAT) y las proteasas (fun- déficit de AAT son también desconocidas y pare-
damentalmente la elastasa de los neutrófilos) que cen tener una evolución independiente. A pesar
habitualmente forman un complejo estable 1:1 de que la mayoría de los estudios no han conse-
proteasa-antiproteasa. La disminución de los guido demostrar una mayor incidencia de asma
valores de AAT condiciona una actividad proteo- entre individuos con déficit de AAT, en una larga
lítica desenfrenada de la elastasa no inactivada cohorte de 1.000 pacientes publicada por Eden
sobre el tejido conectivo pulmonar que conduce et al. [19], el 20% cumplió criterios diagnósticos
a la destrucción progresiva de las paredes alveo- de asma.
lares.
Hay una serie de factores desencadenantes Manifestaciones hepáticas
que pueden condicionar el desarrollo de enferme-
dad pulmonar en pacientes susceptibles. Se han La fisiopatología de la enfermedad hepática es
identificado fundamentalmente factores ambien- completamente diferente a la pulmonar. A pesar
tales (contaminación), ocupacionales (profesio- de que aún no están completamente establecidos
nes de riesgo) e infeccioso-inflamatorios (infec- todos los aspectos del mecanismo íntimo de daño
ciones de vías aéreas de repetición, asma). Sin hepático, se relaciona con una acumulación intra-
embargo, el factor que más se ha relacionado hepatocitaria de proteínas anómalas más que con
con el desarrollo y la evolución del enfisema ha una excesiva actividad proteolítica. Las bases
sido el tabaco. Además, a diferencia de lo que para la fisiopatología de enfermedad hepática se
ocurre en la enfermedad hepática, los valores de basan en tres observaciones [20]:
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AAT circulante se correlacionan bien con la posi-


bilidad de desarrollar enfermedad pulmonar y la – Únicamente presentan enfermedad hepática
intensidad de los síntomas [7]. los individuos con alelos con proteínas deses-
tructuradas y/o acumulables (principalmente Z
Enfisema pulmonar y S).
– Los individuos con alelos nulos (fenotipo OO)
En los pacientes con déficit de AAT, el enfise- en los que no hay proteína circulante no pre-
ma pulmonar tiene una serie de peculiaridades: sentan enfermedad hepática, a pesar de que
aparece en edades precoces (< 45 años), es exista una gran actividad proteolítica.
panacinar, crónico e irreversible y de manera muy – Los pacientes con enfermedad hepática pre-
característica afecta más a las bases pulmonares sentan inclusiones intracitosólicas de material
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PAS positivo-diastasa resistente como resulta- tes con esteatohepatitis no alcohólica, hepatopa-
do de la acumulación de proteínas anómalas. tía crónica viral, enfermedad hepática alcohólica,
hemocromatosis y hepatitis autoinmune, aunque
La proteína AAT se produce casi de forma sin clara relación con la historia de la enfermedad
exclusiva (95%) en el hepatocito en el RER y se [26]. En un trabajo realizado por Propst et al. [27]
conduce a través del aparato de Golgi a la vía con 164 pacientes homocigotos ZZ y heterocigo-
excretora. En los pacientes con déficit de AAT, las tos Z diagnosticados de déficit de AAT, con o sin
proteínas mutantes presentan defectos en la poli- enfermedad hepática asociada, se estudió la pre-
merización y un plegamiento anormal, con agre- valencia de hepatitis virales asociadas. Entre los
gación de moléculas por un mecanismo denomi- pacientes con cirrosis (el 32% en la serie), el 62%
nado polimerización asa-lámina. Esto impide que presentó anticuerpos frente al virus VHC, el 33%
las proteínas mutantes sean secretadas y queden anticuerpos VHB y el 41% tenía historia de alco-
retenidas, acumulándose en el RER. Estudios holismo; los pacientes con cirrosis que no pre-
recientes sugieren que en estos pacientes existe sentaban otro factor de riesgo para desarrollar
además un sutil bloqueo y disminución de la velo- enfermedad hepática crónica constituían única-
cidad de degradación a través del RER [7, 21]. mente el 9%. Entre los pacientes sin enfermedad
Existen dos vías para la degradación de las hepática, ninguno presentó hepatitis viral asocia-
proteínas mutantes acumuladas en el RER: en el da y únicamente el 9% cumplía criterios de
proteosoma, donde se degradan las formas solu- dependencia alcohólica. Por este motivo, los
bles, y en los lisosomas, donde se degradan las autores concluyeron que la enfermedad hepática
formas polimerizadas incluidas en un autofago- en los pacientes con déficit de AAT se asocia con
soma (vesícula de degradación). Se ha sugerido una elevada prevalencia de hepatitis viral asocia-
que este proceso de autofagia y degradación de da, y que probablemente sea ésta la que condi-
proteínas estaría disminuido en pacientes con cione la evolución de los pacientes. Estudios
déficit de AAT [22, 23]. posteriores han sugerido también la implicación
La retención de proteínas en el RER activa dos de las hepatitis virales y el alcohol en el curso
vías señaladoras distintas: la respuesta de la «pro- natural de la enfermedad hepática asociada al
teína no plegada» y el estado de «sobrecarga del déficit de AAT [28].
retículo endoplasmático», y ambos pueden influir La forma de presentación clínica hepática en
sobre la regulación transcripcional de genes, ejer- estos pacientes es muy heterogénea, tanto en la
ciendo un efecto de feedback negativo [24]. edad de presentación y el sexo, como en el tipo
La liberación de AAT se determina a partir de de lesiones.
los valores séricos de proteína y puede ser des-
encadenada por estímulos, como las situaciones Manifestaciones en recién nacidos y lactantes
de estrés, la fiebre, las lesiones traumáticas, el
embarazo o las neoplasias, motivo por el que se Los únicos datos prospectivos acerca del
considera la AAT un reactante de fase aguda curso de la enfermedad se basan en el estudio
hepático. poblacional de cribado neonatal realizado en
Existen una serie de factores desencadenan- 200.000 recién nacidos suecos en la década de
tes que contribuyen a la aparición y/o progresión 1970, donde se identificaron 184 individuos con
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de la enfermedad hepática en pacientes con défi- variedades alélicas anormales de AAT (127 feno-
cit de AAT. Se ha identificado principalmente el tipo ZZ) [29].
sexo masculino, la obesidad y la carga genética A partir de estos datos se conoce que entre el
(homocigotos ZZ y SS) [25]. Por el contrario, el 8 y el 10% de recién nacidos homocigotos ZZ
abuso de alcohol, el tabaco, los fármacos hepa- pueden presentar colestasis marcada y aproxi-
totóxicos y las hepatitis virales no parecen madamente el 50% de los lactantes afectados
aumentar el riesgo de progresión de enfermedad manifiestan elevaciones, la mayoría clínicamente
hepática, aunque existe controversia al respecto. asintomáticas, de enzimas hepáticas.
Se ha comprobado una mayor frecuencia de En este periodo, la clínica es muy variada y
fenotipos heterocigotos (MZ, SZ y PZ) en pacien- puede manifestarse en forma de ictericia, lenta
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ganancia ponderal, heces acólicas, hepatoesple- psoriasis, dermatitis atópica, vasculitis, urticaria
nomegalia, irritabilidad o distensión abdominal. al frío, síndrome de Marshall y paniculitis necro-
El pronóstico de los pacientes que desarro- sante.
llan enfermedad hepática durante la lactancia es A pesar de ser una entidad rara, la paniculitis
variable, aunque no todos ellos presentan pro- necrosante representa la expresión clínica cutá-
gresión hacia enfermedad terminal en la etapa nea más frecuente, con una incidencia estimada
adulta. de 1 por cada 1.000 individuos con déficit de
AAT. Se caracteriza por un conjunto de lesiones
Manifestaciones en la infancia inflamatorias en la piel y en el tejido celular sub-
y en la adolescencia cutáneo en forma de nódulos rojizos y dolorosos.
El 70% de los individuos con paniculitis necro-
El seguimiento de esta cohorte poblacional sante asociada a déficit de AAT son fenotipo ZZ,
de 200.000 individuos refleja que entre el 3 y el aunque se ha descrito en relación con fenotipos
7% de los homocigotos ZZ puede manifestar SZ, SS y MS [34]. La fisiopatología es desconoci-
cirrosis en la época juvenil (12 a 18 años) [30]. da, aunque se ha sugerido un mecanismo proteo-
Las manifestaciones clínicas en este periodo lítico. El diagnóstico requiere una biopsia cutá-
son similares a la de la época adulta, y pueden nea. En su tratamiento se ha utilizado doxiciclina
presentar ascitis, esplenomegalia marcada o (200 mg/día durante meses), dapsona (100 mg/
hemorragia por varices esofágicas. día durante semanas) e incluso perfusión intrave-
nosa de AAT humana purificada, con tasas de
Manifestaciones en el adulto éxito variables [35].

En adultos homocigotos ZZ, la manifestación Patología vascular


más frecuente es la enfermedad pulmonar obs-
tructiva (65-70%); sin embargo, entre el 20 y el Se han identificado un gran número de altera-
40% pueden desarrollar enfermedad hepática. ciones vasculares asociadas al déficit de AAT,
En los adultos puede aparecer fundamental- incluyendo aneurismas abdominales e intracrane-
mente hepatopatía crónica, cirrosis y carcinoma ales y displasia fibromuscular arterial. La fisiopato-
hepatocelular primario (hepatocarcinoma) [31]. logía se basa en una actividad proteolítica desme-
La cirrosis es típicamente macronodular y surada sobre las paredes de los vasos sanguíneos
aparece en individuos mayores de 50 años. en individuos con déficit intenso de AAT.
Existen firmes evidencias sobre la correlación El alelo mutante Pittsburgh se ha relacionado
entre el hepatocarcinoma, asociado o no a cirro- con cuadros clínicos que simulan los efectos
sis, y el déficit de AAT [32]. Existen otras neopla- hemorrágicos de la antitrombina III [36].
sias hepatobiliares –colangiocarcinoma, hamar-
toma o adenomas biliares– que también se han Glomerulonefritis
relacionado, aunque en menor grado, con indivi-
duos afectados, incluso heterocigotos [33]. La enfermedad glomerular es un hallazgo
infrecuente en pacientes con déficit de AAT
Otras manifestaciones sistémicas [37]. Existen dos tipos de glomerulonefritis aso-
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ciada:
El déficit de AAT se ha relacionado con un
amplio espectro de manifestaciones clínicas sis- – Glomerulonefritis proliferativa o membranopro-
témicas, pero se desconoce la fisiopatología de liferativa.
estas entidades [20]. – Nefropatía IgA, que aparece asociada a cirrosis
hepática (hasta un tercio de los pacientes con
Patología cutánea cirrosis asociada a déficit de AAT tienen depó-
sitos glomerulares de IgA).
El déficit de AAT se ha relacionado con múlti-
ples enfermedades de la piel: prurigo nodular, Granulomatosis de Wegener
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Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) clínica, los datos radiológicos y espirométricos


compatibles y los valores séricos de AAT dismi-
Se ha tratado de correlacionar la disminución nuidos [8, 40].
de la actividad antiproteasa en el intestino con la La radiografía simple de tórax o la TC torácica
progresión de la EII y el daño inflamatorio local. suelen mostrar un patrón de enfisema panacinar
Elzouki et al. [38] encontraron, en un estudio que afecta típicamente a las bases pulmonares.
de casos y controles realizado en Suecia, que los Las pruebas de función respiratoria (espiro-
individuos con déficit de AAT fenotipo ZZ presen- metría) muestran un patrón de obstrucción al flujo
taban significativamente más colitis ulcerosa y aéreo (EPOC).
tendían a manifestar formas más agresivas de la Los valores séricos de AAT suelen ser infe-
enfermedad. Sin embargo, estos datos no se han riores a 50 mg/dl (rango normal, 80-200 mg/dl) y
corroborado en estudios posteriores. se correlacionan estrechamente con el riesgo de
enfisema. Estudios poblacionales sugieren que
Pancreatitis crónica concentraciones plasmáticas de AAT inferiores a
80 mg/dl resultan insuficientes para proteger el
pulmón de la acción proteolítica y aumentan signi-
ASOCIACIÓN ENTRE ficativamente el riesgo de padecer enfisema. Así,
ENFERMEDAD HEPÁTICA Y ENFISEMA los pacientes portadores homocigotos de alelos
nulos, en los que no existe AAT circulante, tienen
Se dispone de poca información sobre la inci- un riesgo del 100% de padecer enfisema [7].
dencia de enfermedad hepática en pacientes con Los principales datos clínicos que orientan a
déficit de AAT y enfisema establecido. Como ya la sospecha de enfermedad pulmonar asociada a
se ha señalado, la fisiopatología de ambas mani- déficit de AAT se exponen en la tabla 1 [40].
festaciones clínicas es completamente diferente
y valores relativamente bajos de AAT circulante,
como ocurre en los pacientes con enfermedad Diagnóstico de enfermedad hepática
hepática, pueden ser suficientes para inhibir la
proteólisis, evitando el desarrollo de enfisema. El diagnóstico de sospecha de enfermedad
Así, los individuos con variedades alélicas aso- hepática asociada al déficit de AAT se basa en los
ciadas a déficit de proteína circulante de hasta el datos clínicos, acompañados de una reducción
60-70% no parecen presentar mayor riesgo de de la fracción alfa-1-globulina del proteinograma.
enfermedad pulmonar obstructiva.
Von Schonfeld et al. [39] comunicaron una
serie de 22 pacientes homocigotos ZZ diagnosti- TABLA 1. Sospecha de enfisema asociado
cados de enfisema asociado a déficit de AAT, en a déficit de AAT
la que ninguno presentaba patología hepática
establecida, aunque en 10 de ellos se confirma- Enfisema en paciente joven (< 45 años)
ron elevaciones subclínicas de enzimas hepáti- Enfisema de predominio en las bases pulmo-
cas. Sin embargo, se trata de un único estudio no nares
controlado en el que además no se realizó estu- Enfisema en no fumador
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dio histológico hepático, por lo que la informa- Enfisema con cambios radiológicos en las
ción que aporta es muy limitada. bases pulmonares
Historia familiar de enfisema y/o enfermedad
hepática
DIAGNÓSTICO
Enfisema y paniculitis asociada
Enfisema y enfermedad hepática no filiada
Diagnóstico de enfermedad pulmonar
asociados
El diagnóstico de enfermedad pulmonar aso- Adaptado de American Thoracic Society/European Respira-
ciada al déficit de AAT se basa en la sospecha tory Society [40].
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TABLA 2. Datos diagnósticos de enfermedad TABLA 3. Sospecha de enfermedad hepática


hepática asociada al déficit de AAT por déficit de AAT
Reducción de la fracción alfa-1 en el proteino- Hepatitis crónica activa con serología viral ne-
grama gativa
Valores séricos de AAT disminuidos (10-15% Cirrosis criptogenética
de lo normal) obtenidos por nefelometría Carcinoma hepatocelular no asociado a cirrosis
Movilidad anormal en el estudio inmunoelec- Historia familiar de cirrosis
troforético (estudio del fenotipo Pi) Historia familiar de enfisema y/o paniculitis
Glóbulos intracitosólicos con tinción PAS positi- Enfermedad hepática asociada a enfisema
va diastasa-resistente en la biopsia hepática Hepatopatía crónica en niños o adolescentes

Adaptado de Perlmutter [41]. Adaptado de Perlmutter [41].

La confirmación del diagnóstico puede realizarse deba realizarse en relación con cuadros intercu-
mediante la determinación cuantitativa de valores rrentes, puesto que bajo la influencia de estos
séricos de AAT y el estudio del fenotipo (PiZ). estímulos los valores séricos pueden presentar
La biopsia hepática no es obligatoria, pero rangos normales en pacientes heterocigotos y
puede ayudar a corroborar el diagnóstico y apor- prácticamente normales en homocigotos.
ta información relevante sobre el estadio de la En la mayoría de las publicaciones se estable-
enfermedad. ce como uno de los criterios diagnósticos funda-
Los datos diagnósticos fundamentales se mentales la determinación del fenotipo (Pi), que se
exponen en la tabla 2 [41]. realiza mediante inmunoelectroforesis. Sin embar-
Los principales datos clínicos que orientan a go, esta técnica no está disponible en la mayoría
iniciar el estudio diagnóstico del déficit de AAT se de los centros hospitalarios y además un fenotipo
exponen en la tabla 3, aunque en general debe normal MM (PiM) no excluye la posibilidad de
realizarse dentro del protocolo de cribado diag- enfermedad, dado que existen proteínas con ple-
nóstico de toda hepatopatía crónica/cirrosis crip- gamiento anormal asociadas a este fenotipo.
togenética. En algunas ocasiones, la determinación del
Debe realizarse en todos los pacientes un fenotipo en familiares puede ser necesaria para
proteinograma, donde habitualmente se identifica confirmar el diagnóstico si existe discrepancia
una reducción significativa en la fracción alfa-1. con el fenotipo del paciente.
La determinación de valores séricos de AAT La determinación de Pi es particularmente
circulante se realiza mediante una técnica deno- importante durante el periodo neonatal, para el
minada nefelometría. Los rangos normales varían diagnóstico diferencial con la atresia de vías bi-
en función del laboratorio (entre 80 y 200 mg/dl). liares.
Un estudio retrospectivo realizado por Steiner et La biopsia hepática aporta una información
al. [42] en pacientes pediátricos determinó un relevante, caracterizada por la aparición de
valor predictivo positivo del 94% y un valor pre- depósitos intrahepatocitarios muy típicos de la
dictivo negativo del 100% para los valores séri- enfermedad, exponentes del mecanismo pato-
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cos en pacientes homocigotos fenotipo PiZ. A génico de daño hepático por acumulación de
diferencia de la enfermedad pulmonar, no se ha moléculas de AAT. Estas inclusiones suelen ser
comprobado que exista relación entre los valores eosinofílicas, presentan morfología en forma de
séricos de AAT y la alteración hepática. Además, glóbulos, con diámetros variables (1 a 40 µm),
debe tenerse en cuenta que la AAT se comporta se tiñen positivamente con ácido periódico-
como un reactante de fase aguda hepático y Schiff (PAS) y son diastasa-resistentes. La loca-
puede estar elevado durante los episodios agu- lización de estas inclusiones es más prominente
dos de inflamación. Este hecho condiciona que la en los hepatocitos periportales, pero pueden
determinación de valores séricos de proteína no localizarse en células de Kupffer y en las del epi-
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212 Mujer de 61 años con trasplante hepático por cirrosis criptogenética

telio biliar. Además es factible realizar inmuno- la calidad de vida y acorta significativamente la
histoquímica con anticuerpos monoclonales esperanza de vida de estos pacientes.
para verificar el diagnóstico. Las medidas generales más ampliamente
Sin embargo, la ausencia de inclusiones PAS- aceptadas son:
positivas diastasa-resistentes no excluye el diag-
nóstico de déficit de AAT. – Evitar el consumo de tabaco y de alcohol.
Las características histopatológicas del défi- – Uso de antihistamínicos.
cit de AAT varían con la edad y pueden estar – Tratamiento con broncodilatadores y esteroi-
ausentes los glóbulos PAS positivos en edades des inhalados.
tempranas. – Vacunación gripal.
Se debe realizar el diagnóstico diferencial his- – Oxigenoterapia (insuficiencia respiratoria grave).
tológico de los depósitos intracelulares con las
megamitocondrias (que son PAS negativas) y con Medidas específicas
las acumulaciones intrahepatocitarias de alfa-1-
antiquimiotripsina que aparecen en ocasiones en Basándose en los conocimientos sobre la
la cirrosis por VHC (que a pesar de ser PAS posi- proteína AAT y teniendo en cuenta que es un
tivas no son diastasa-resistentes) [43]. reactante de fase aguda, las medidas específicas
La biopsia hepática añade además informa- tienen por objetivo estimular la producción de
ción sobre la estadificación de la enfermedad. En AAT circulante [46].
los pacientes con déficit de AAT puede encon-
trarse un heterogéneo grupo de expresiones his- MEDIDAS DE ESTIMULACIÓN

tológicas con grados variables de necrosis hepa-


Se han utilizado fármacos como el danazol
tocelular, infiltración celular inflamatoria, fibrosis
(andrógeno), el tamoxifeno o los estrógenos/pro-
periportal o cirrosis, e incluso en publicaciones
gesterona.
recientes se ha confirmado la presencia de reac-
A pesar de que estas medidas consiguen
ción autofágica y daño mitocondrial [44].
aumentar los valores de AAT circulante de mane-
Una vez realizado el diagnóstico de alteración
ra estadísticamente significativa, no se asocian a
hepática secundaria a déficit de AAT, debe reali-
un claro beneficio clínico ni han demostrado
zarse un seguimiento periódico para el control de
modificar el curso de la enfermedad.
la función hepática y la detección precoz del
hepatocarcinoma. TERAPIAS DE REEMPLAZO
La presencia de enfermedad hepática asocia-
da a déficit de AAT debe ser investigada en todos El objetivo de estos tratamientos es alcanzar
los familiares de primer grado del sujeto índice. concentraciones séricas de AAT circulante consi-
deradas «protectoras» (habitualmente cifras > 80
TRATAMIENTO mg/dl).
A partir de la década de 1980 comenzó a uti-
Tratamiento de la enfermedad pulmonar lizarse AAT purificada obtenida a partir del plas-
ma de individuos sanos inyectada por vía intrave-
Medidas generales nosa, y así surgió el denominado Prolastin®
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(terapia de reemplazo con AAT intravenosa).


A pesar de la aparición de múltiples terapias Prolastin® mostró inicialmente un incremento
específicas, evitar los factores de riesgo conoci- en los valores circulantes y en el lavado bronco-
dos e identificados como la exposición al tabaco, alveolar de AAT. Posteriormente, un único estudio
infecciones pulmonares frecuentes y exposición aleatorio, aunque con escaso número de pacien-
ocupacional a polvos y sustancias químicas, es tes, demostró una reducción significativa en el
probablemente el tratamiento más efectivo dis- empeoramiento de la función pulmonar y un cier-
ponible en la actualidad [45]. Entre ellos, la expo- to impacto positivo sobre la supervivencia [47].
sición al humo del tabaco es la que más acelera En otro estudio basado en encuestas realizadas
la progresión de la enfermedad pulmonar, reduce por internet se sugirió que la utilización de la tera-
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pia de reemplazo intravenosa podría reducir la ESTRATEGIAS GENÉTICAS


frecuencia de exacerbaciones de la enfermedad
pulmonar producida por déficit de AAT [48]. Sin (Véase enfermedad hepática.)
embargo, este tratamiento no ha sido evaluado
utilizando un diseño de estudio clínico controlado Tratamiento de la enfermedad hepática
con placebo, aleatorio y doble ciego para docu-
Actualmente no existe ninguna medida espe-
mentar su efectividad en la prevención o el trata-
cífica que evite la progresión de la enfermedad.
miento del enfisema.
Estos tratamientos están indicados en pa-
Medidas generales
cientes seleccionados con enfisema establecido
de carácter progresivo y que presenten además:
Las medidas generales tienen por objeto evi-
fenotipo de alto riesgo, valores de AAT circulan-
tar la progresión de la enfermedad hepática, tra-
tes inferiores a 11 µmol/l (80 mg/dl), espirometría
tar los síntomas y prevenir las complicaciones
con obstrucción al flujo aéreo (FEV1 < 80), edad
secundarias a la disfunción hepática. Las más
superior a 18 años y no fumadores (o ex fumado-
aceptadas (nivel de evidencia B) son [40]:
res) [49]. A pesar de que no se ha establecido el
intervalo óptimo para la aplicación de la terapia
– Evitar el consumo de tabaco para prevenir las
de reemplazo, la pauta semanal con 4 g de AAT
exacerbaciones y la progresión de la enferme-
purificada (entre 60 y 120 mg/kg) es el único régi-
dad pulmonar.
men aceptado por la Food and Drug Administra-
– Evitar el consumo de alcohol y de fármacos
tion (FDA) estadounidense.
potencialmente hepatotóxicos.
El tratamiento tiene pocos efectos secunda-
– Vacunación contra la hepatitis B.
rios asociados, aunque es caro (unos 40.000 dó-
– Se recomienda lactancia materna para dismi-
lares anuales) [50].
nuir teóricamente la colestasis neonatal.
Recientemente han surgido vías alternativas
de administración del tratamiento, como la AAT
Medidas específicas
en aerosoles para inhalación, y se están utilizan-
do también fuentes alternativas de obtención de
Se desconoce el efecto que puede tener el
proteína AAT, como la AAT recombinante, la AAT
tratamiento sustitutivo con AAT en pacientes sin
transgénica humana e inhibidores sintéticos de la
cirrosis establecida para evitar o retrasar el de-
elastasa de los neutrófilos [46].
sarrollo de la enfermedad.
La terapia de reemplazo no está actualmente
El concepto terapéutico ha sido tratar de
considerada para pacientes con enfermedad
lograr la liberación de la AAT «atrapada» en el
hepática, debido a que no hay pruebas de que el
hígado y dar estabilidad a las moléculas de AAT,
incremento de valores circulantes de AAT se aso-
evitando así la toxicidad por la acumulación de
cie a mejoría de la función hepática.
proteínas anómalas en el interior del hepatocito y
restaurando la circulación de la proteína. Los
TRASPLANTE PULMONAR candidatos más prometedores a estas estrate-
gias son los chaperones sintéticos y los agentes
Los resultados del trasplante pulmonar en
moleculares que impiden la polimerización intra-
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pacientes con enfermedad pulmonar grave aso-


celular de la AAT anormal.
ciada a déficit de AAT son poco esperanzadores.
La serie más larga publicada, que comprende CHAPERONES SINTÉTICOS
13 años de experiencia del Grupo de Trasplante
Pulmonar de St. Louis, incluye a 86 pacientes Son sustancias utilizadas en enfermedades
con cifras de supervivencia documentadas a los del transporte proteico intracelular, como la fibro-
5 años en torno al 60% [51]. sis quística y las enfermedades asociadas a
A diferencia del trasplante hepático, el tras- defectos en el ciclo de la urea [52].
plante pulmonar no ha conseguido modificar los La sustancia más estudiada ha sido el 4-fenil-
valores circulantes de AAT en estos pacientes. butírico (4-PBA), que en estudios iniciales ha
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214 Mujer de 61 años con trasplante hepático por cirrosis criptogenética

demostrado aumentar la secreción de AAT y dis- ESTRATEGIAS GENÉTICAS


minuir la cantidad de proteína anómala retenida
en el hígado, aunque los incrementos en los valo- Probablemente, las estrategias de terapia
res séricos de la proteína AAT son todavía genética representan el tratamiento del futuro,
modestos y se asocian a importantes efectos tanto para la enfermedad pulmonar como para la
gastrointestinales [53]. hepática, dado que se trata de una enfermedad
A pesar de esto se sigue investigando activa- monogénica con mutaciones muy bien caracteri-
mente en esta área y se están desarrollando otros zadas. Actualmente los estudios de seguridad en
chaperones. humanos todavía se están desarrollando y se
encuentran en fase experimental preclínica [59].
AGENTES MOLECULARES
Las estrategias en las que actualmente se
está trabajando son:
Son sustancias dirigidas a alterar la polimeri-
zación de las proteínas anómalas en el interior del – Inserción de gen humano «normal» de AAT en
hepatocito. Su misión sería prevenir las interac- células musculares o hepáticas. Los estudios
ciones intermoleculares y permitir la liberación de en modelos animales han utilizado diferentes
moléculas de AAT monoméricas. modelos de vectores con el fin de introducir un
Todavía no existen ensayos clínicos en huma- gen normal en células de un individuo afectado
nos, aunque se han descrito dos intentos: con una mutación genética [60]. Hasta ahora
los vectores utilizados con mayor éxito han
– Utilizar péptidos bloqueadores de la polimeri- sido los adenovirus recombinantes [61].
zación. – Terapias de reparación génica.
– Localizar aminoácidos específicos de la molé- – Uso de células madre (stem cells). Modificar las
cula AAT mutante y reemplazarlos por otros. células madre de un individuo ex vivo para que
contengan el gen normal de la AAT y posterior-
TRASPLANTE HEPÁTICO mente lograr su maduración hacia hepatocitos
para introducirlos en el hígado del individuo
La única alternativa terapéutica actual eficaz
afectado [62]. También se está investigando
en pacientes con cirrosis descompensada por
sobre la posibilidad de modificar células madre
déficit de AAT (10% de los casos) es el trasplan-
para que se diferencien en células del epitelio
te hepático (nivel de evidencia 1A) [54].
alveolar de tipo II.
El trasplante hepático consigue reemplazar el
órgano lesionado y corregir el defecto metabólico
(en el paciente trasplantado se expresa el fenotipo PRONÓSTICO
del donante consiguiendo secretar AAT y normali-
zando los valores circulantes de AAT en semanas), Todavía no se han podido identificar signos
además de evitar la progresión sistémica de la clínicos y/o datos de laboratorio capaces de pre-
enfermedad y el desarrollo de enfisema [55]. decir un peor pronóstico en la enfermedad hepá-
En niños con disfunción hepática grave, el tica asociada al déficit de AAT [3].
trasplante hepático representa una indicación El pronóstico es similar al de otras hepatopa-
relativamente frecuente y ofrece buenos resulta- tías de etiología distinta y, una vez establecida
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dos, con tasas de supervivencia en torno al 90% una cirrosis descompensada, la supervivencia
a los 5 años [56, 57]. media sin trasplante es de 2-3 años; los pacien-
En adultos, el déficit de AAT representa una tes fallecen por complicaciones asociadas a la
indicación poco frecuente de trasplante hepático, cirrosis descompensada (hemorragia digestiva
aunque es la única alternativa eficaz en pacientes por varices, peritonitis bacteriana, etc.) [7].
con enfermedad hepática descompensada. Los Además, en pacientes con enfermedad hepá-
resultados a largo plazo son peores que en los tica asociada al déficit de AAT la aparición de
niños, con cifras de supervivencia de entre el 65 enfisema puede condicionar peores cifras de
y el 75% a los 5 años [58]. supervivencia.
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