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Patología de la hipoxia
de la altitud
J. Botella de Maglia*, E. Garrido Marín**
*
Servicio de Medicina Intensiva. Hospital La Fe. Valencia
**
Unidad de Medicina del Deporte y Fisiología del Ejercicio.
Hospital General de Catalunya. Barcelona
hábitos higiénicos, miedo o preocupación por oxígeno. A estas altitudes extremas, la vida del
las actividades que se avecinan, etc.). En la ser humano está próxima a sus límites y puede
práctica no siempre es fácil distinguir cuáles mantenerse sólo durante horas o pocos días.
de estas molestias se deben específicamente En la cumbre del Everest, la PaO2 en reposo
a la hipoxia y cuáles a los otros factores men- está en torno a 30 mmHg (3). El intenso es-
cionados. Las relacionadas con la hipoxia re- fuerzo físico que debe realizarse para llegar a
ciben en conjunto el nombre de mal de mon- esta cumbre puede implicar que dicha cifra
taña o mal de altura y tienden a desaparecer sea considerablemente menor. En estas con-
a lo largo de pocos días conforme el orga- diciones críticas, mínimas reducciones de la
nismo se va adaptando a la altitud. En este ca- presión atmosférica pueden repercutir muy
pítulo se describen las diferentes formas de drásticamente sobre el rendimiento psicofísico
enfermar relacionadas con la hipoxia de la al- del montañero o incluso acarrear su muerte.
titud (1, 2).
La aclimatación se pierde en pocas semanas
La adaptación a la alta montaña es un pro- en cuanto el sujeto aclimatado retorna a las
ceso plurifactorial, que no comprende sólo as- tierras bajas, por lo que en cada nueva as-
pectos fisiológicos sino también sociocultura- censión el organismo tiene que volver a ini-
les, por adquisición de habilidades y adopción ciar el proceso de aclimatación. No obstante,
de hábitos de vida adecuados para ese am- existe una tendencia a aclimatarse mejor en
biente habitualmente hostil. Desde el punto cada nueva ascensión aunque entre una y otra
de vista de la fisiología, la aclimatación a la transcurran varios meses («memoria de la acli-
altitud consiste en una serie de procesos que matación»). Este hecho ha sido observado por
tienden a restablecer el aporte de oxígeno a muchos montañeros, pero no sabemos si tiene
los tejidos. Dichos procesos se instauran en va- una base fisiológica, psicológica o conductual.
rias fases, que se solapan unas con otras a
modo de un continuum fisiológico. Así, a los Algunos grupos étnicos están especialmente
pocos minutos de exposición a la hipoxia apa- bien adaptados a la vida en altitud como con-
rece un incremento de la ventilación pulmo- secuencia de procesos de selección natural que
nar y del gasto cardíaco, lo cual mejora la han tardado milenios en producirse (aymaras
captación (por la alcalosis debida a la hipo- y quechuas en los Andes, tibetanos y sherpas
capnia) y el transporte de oxígeno por la he- en el Himalaya). Se estima que en el mundo
moglobina. A las pocas horas se detecta ya existen unos 25 millones de seres humanos
un ligero incremento del hematócrito que ini- que viven continuamente a gran altitud. De
cialmente se debe a una reducción del volu- entre todos los grupos étnicos, los nativos del
men plasmático, pero pocos días después se Himalaya son los que poseen la mejor adap-
observa un incremento progresivo del nú- tación crónica a la hipoxia de la altitud. Esto
mero de hematíes debido a la activación de se atribuye a que han tenido más tiempo para
la hematopoyesis inducida por la eritropoye- la selección natural, pues comenzaron a ha-
tina. Esta poliglobulia, que se conoce desde bitar las tierras altas unos 25.000 años antes
las postrimerías del siglo XIX, es el mecanismo de que lo hicieran los indígenas de los Andes.
más conocido de aclimatación a la altitud. Tras
estancias prolongadas a gran altitud se han La aclimatación a la altitud tiene un límite, ya
notificado hematócritos cercanos al 80 %. Hay que por encima de los 5.500 m la vida hu-
también adaptaciones periféricas complejas mana permanente es imposible. Los seres hu-
que mejoran el aprovechamiento del oxígeno manos que viven a mayor altitud son algunos
en los tejidos. cuidadores de la mina de Aucanquilcha (5.950
metros), en Chile. Los demás mineros viven a
No obstante todos estos mecanismos com- unos 5.300 m y prefieren subir y bajar todos
pensatorios, sólo algunas personas son capa- los días antes que quedarse a dormir en las
ces de sobrepasar los 7.000 m sin equipos de instalaciones de la bocamina. Por encima de
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PATOLOGÍA DE LA HIPOXIA DE LA ALTITUD 41
la altitud crítica de 5.500 m se habla de «al- riores incluso a las que se dan durante el es-
titud extrema». Es posible aventurarse durante fuerzo de la ascensión. Dado que el raciocinio
unas semanas por encima de esa altitud, pero se ve afectado por la hipoxia, la toma de de-
la escasez de oxígeno disminuye mucho el ren- cisiones está muy dificultada por encima de
dimiento muscular y embota el intelecto. Cual- 7.000 m. Se cree que una gran mayoría de los
quier esfuerzo físico resulta penoso y la toma accidentes que ocurren en alpinistas a gran al-
de decisiones está entorpecida. Día tras día titud están relacionados con la hipoxia cere-
se va produciendo un considerable deterioro bral. La mortalidad global de los montañeros
muscular y al mismo tiempo empiezan a ma- que participan en expediciones a montañas
nifestarse alteraciones cardiocirculatorias gra- de más de 7.000 m es del 4,3 % (4). La de los
ves conocidas como mal de montaña suba- que intentan la ascensión al Everest (8.848 m)
gudo o cardiopatía de la gran altitud. o al K2 (8.611 m) sin equipos de oxígeno as-
ciende al 8,3 % y 19 %, respectivamente (5).
El cerebro es el órgano más sensible a la hi-
poxia y, por ello, acusa precozmente la caída Algunos mecanismos de adaptación a la hi-
de la SaO2. La hipoxia produce vasodilatación poxia de la altitud pueden convertirse en no-
cerebral, pero ésta es contrarrestada por la va- civos si se sobrepasa cierto umbral. Así, la va-
soconstricción que provoca la hipocapnia. La sodilatación cerebral inducida por la hipoxia
capacidad cognitiva, el aprendizaje, la memo- mejora el riego sanguíneo, pero puede oca-
ria y la sensibilidad de los órganos de los sen- sionar un mal agudo de montaña o un edema
tidos pueden verse alterados en alta montaña, cerebral de la altitud; la hipertensión pulmo-
incluso a altitudes no extremas. La respiración nar mejora la distribución de la perfusión pul-
de Cheyne-Stokes durante el sueño es frecuente monar, pero si es excesiva puede causar un
y da lugar a variaciones cíclicas de la oxigena- edema pulmonar de la altitud. Un hematócrito
ción sanguínea. Durante las fases de apnea exageradamente elevado puede producir trom-
—que por encima de los 3.500 m suelen ser boembolismos y favorecer la aparición de con-
prolongadas— se registran cifras de SaO2 infe- gelaciones.
pontáneamente en unos pocos días. No obs- está mal aclimatado y no sufrirlo a 7.000 m
tante, existen dos formas malignas de mal de si está bien aclimatado a esa altitud, a pesar
montaña que amenazan la vida y requieren de que en este último caso su SaO2 es menor.
tratamiento urgente: el edema cerebral y el
edema pulmonar de la altitud. En algunos ca- No se dispone de una teoría que explique sa-
sos estas dos formas malignas de mal de al- tisfactoriamente todos los aspectos clínicos del
tura se presentan conjuntamente. mal agudo de montaña, tal vez porque su
origen es multifactorial. Lo que sí se sabe es
que las personas que lo padecen presentan
Aspectos epidemiológicos características que los diferencian de los suje-
tos sanos a la misma altitud. Las principales
El mal agudo de montaña es frecuente por en- de ellas son: a) los sujetos apunados tienen
cima de los 2.500 m de altitud. Se han pu- peor respuesta ventilatoria a la hipoxia que los
blicado abundantes datos sobre su incidencia sujetos sanos a la misma altitud, por lo que
a distintas altitudes, pero las cifras no tienen su PaO2 es menor y su PaCO2 mayor; b) los
interés por sí mismas, ya que dependen del sujetos apunados tienen peor capacidad vital
número e intensidad de los síntomas que se forzada y peor difusión a través de la barrera
consideren para el diagnóstico. Lo importante alveolocapilar, por lo que su diferencia alveo-
es que el mal de altura es tanto más fre- locapilar de presión parcial de oxígeno (P(A-a)O2)
cuente cuanto mayor sea la altura que se es menor, lo cual se atribuye a un probable
considere y menor el tiempo que se tarde en edema pulmonar subclínico; c) los sujetos apu-
alcanzarla. La mayor parte de casos se dan nados orinan menos en altitud y tienden a
en personas jóvenes, especialmente si reali- retener más agua y sodio que los sujetos sa-
zan ejercicios vigorosos. Se cree que las per- nos, probablemente por mecanismo hormo-
sonas de edad son algo menos propensas (6). nal múltiple en el que intervienen aumentos
El entrenamiento deportivo mejora la proba- de renina, aldosterona, adiuretina y hormona
bilidad de conseguir los objetivos alpinistas a adrenocorticotropa; d) en los sujetos apuna-
gran altitud, pero no disminuye el riesgo de dos se detecta aumento de diversos marca-
padecer mal de altura. La susceptibilidad de dores de inflamación que pueden estar rela-
cada sujeto es bastante constante, de ma- cionados con un aumento de la permeabilidad
nera que el haberlo padecido anteriormente capilar, y e) en algunos casos parece haber
es lo que mejor orienta acerca del riesgo en un incremento de la presión intracraneal oca-
futuras ascensiones. No obstante, no es posi- sionado por un edema cerebral incipiente.
ble predecir con seguridad si un individuo su-
frirá mal agudo de montaña en una ocasión Como se ha comentado en el apartado ante-
determinada. rior, la hipocapnia produce vasoconstricción
cerebral y la hipoxemia vasodilatación. La ce-
falea del mal agudo de montaña podría de-
Patogenia berse a una vasodilatación cerebral relacionada
con la menor PaO2 y mayor PaCO2 que se ob-
La causa del mal agudo de montaña es la hi- serva en los sujetos apunados con respecto a
poxia de la altitud, pero el hecho de que los los sujetos sanos a la misma altitud. No obs-
síntomas aparezcan tras un período de laten- tante, éste es un asunto controvertido (7-9).
cia de varias horas sugiere que, más que a la
hipoxia en sí misma, esta enfermedad se debe
al fracaso del organismo para adaptarse a di- Profilaxis
cha hipoxia. Prueba de ello es que existe poca
relación entre la cuantía de la hipoxia y la La prevención del mal agudo de montaña con-
presencia de mal de altura. Por ejemplo, un siste en alcanzar altura gradualmente. Por
sujeto puede sufrir mal de altura a 3.000 si encima de los 3.500 m se recomienda pasar
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cada noche a no más de 300-500 metros por tiempo para aclimatarse, como es el caso de
encima de donde se pasó la noche anterior, los equipos de rescate. La dosis de acetazola-
independientemente de que durante el día se mida es de 125-250 mg por vía oral cada 8-
alcancen cotas más altas («subir alto y dormir 12 horas desde un día antes hasta 2-5 días
bajo»). Además, cada dos días conviene in- después de alcanzar altitud (dosis pediátrica:
tercalar un día de descanso. Se desaconseja 5 mg/kg al día repartidos en 2-3 tomas). La
que los niños menores de 10 años pernocten dosis de la dexametasona es de 2-4 mg por
por encima de 3.000 m y que los menores de vía oral cada 6 horas desde el día en que co-
dos años lo hagan por encima de 2.000 m. mienza la ascensión hasta el tercer día en al-
titud (dosis pediátrica: 0,15 mg/kg cada 6
Aunque tradicionalmente se considera que el horas). La dosis del extracto de Gingko biloba
café, el té, la hierba mate y, sobre todo, el es de 80 mg cada 12 horas desde cinco días
mate de coca, son útiles para prevenir el so- antes o 60 mg cada 8 horas desde un día an-
roche, en realidad estas infusiones no previe- tes de la ascensión.
nen la aparición del mismo. Se ha publicado
un estudio en el que una combinación de vi-
taminas antioxidantes redujo la incidencia de Tratamiento
mal agudo de montaña (10).
Dado que el mal de altura (excluidas las for-
Varios medicamentos han demostrado ser úti- mas malignas del mismo) es una enfermedad
les para prevenir el mal agudo de montaña. leve que tiende a curarse espontáneamente,
Los tres más conocidos son la acetazolamida el único tratamiento que precisa en la gran
(11-13), la dexametasona (14) y el extracto mayoría de casos es no proseguir la ascen-
de Gingko biloba (15, 16). La acetazolamida sión hasta que las molestias hayan desapare-
favorece la eliminación renal de ion bicarbo- cido. Son útiles el reposo, los analgésicos (as-
nato y estimula la ventilación. Los montañe- pirina, paracetamol, ibuprofeno) (18, 19) y
ros que la toman tienen mayor PaO2 y menor evitar los sedantes y somníferos.
PaCO2, y sufren menos mal agudo de mon-
taña, pero muchos de ellos refieren pareste- Si las molestias son más intensas, la mejor me-
sias, somnolencia, sensación de cansancio, mo- dida es descender unos centenares de metros
lestias digestivas y disgeusia para las bebidas y no volver a subir hasta uno o dos días des-
gaseosas. Además, la acetazolamida reduce pués. Si el descenso no es posible, las medi-
la pérdida de masa muscular inducida por la das que deben tomarse son: oxígeno (20),
hipoxia de la altitud (17). La dexametasona dexametasona (21-23) y/o acetazolamida (24),
es al menos tan eficaz como la acetazolamida, así como el empleo de la cámara hiperbárica
pero tiene los efectos indeseables propios de portátil (25-27).
los corticosteroides. El extracto de Gingko bi-
loba es muy eficaz para la profilaxis del mal El oxígeno tiene el inconveniente de que no
de altura. Sus efectos indeseables son poco está disponible en la gran mayoría de situa-
frecuentes aunque se han notificado casos ciones en que aparece el mal agudo de mon-
de hemorragia intracraneal. Entre los monta- taña, pero en el caso de que la expedición
ñeros españoles no está muy extendido el con- disponga del mismo, sería una lástima des-
sumo de estos medicamentos. En otros paí- perdiciarlo para tratar una enfermedad be-
ses, sin embargo, llega a haber un verdadero nigna y de curso autolimitado.
abuso de éstos y de otros fármacos para acli-
matarse a toda costa sin parar mientes en las La acetazolamida, la dexametasona y el ex-
posibles desventajas de esta forma de proce- tracto de Gingko biloba han demostrado ser
der. Estos medicamentos pueden tener utili- eficaces para el tratamiento del mal de al-
dad en situaciones de urgencia en las que es tura. Las pautas de tratamiento con acetazo-
menester actuar en altitud sin haber tenido lamida consisten en una de las siguientes op-
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44 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
ciones: a) una sola dosis de 1.500 mg por vía pamento base de la vertiente nepalí del Eve-
oral; b) dos dosis de 250 mg por vía oral es- rest (5.370 m), un aumento de presión de 22
paciadas por un intervalo de 8 horas, y c) una kPa equivale a un descenso a una altitud de
sola dosis de 250 mg por vía oral. La dosis de 2.500 m. En la mayor parte de casos es sufi-
dexametasona es de 4-8 mg por vía oral, se- ciente con una o dos horas de tratamiento,
guida de dos o más dosis de 4 mg por vía pero a veces hacen falta tres o más. A la sa-
oral espaciadas por intervalos de 6 horas. lida de la cámara suele observarse mejoría
evidente, que puede ser aprovechada por el
La cámara hiperbárica portátil es un saco de paciente para descender por sus propios me-
nailon estanco que se cierra mediante una cre- dios. Si el paciente permanece a la misma al-
mallera especial que evita la fuga de aire. titud, los síntomas pueden reaparecer horas
Tras introducir al paciente, se cierra la crema- después. El descenso es obligado si el paciente
llera y se bombea aire en su interior mediante presenta edema pulmonar o cerebral de la al-
un bombín o un fuelle. La presión en el inte- titud. Actualmente se dispone de tres mode-
rior de la cámara se mantiene por encima de los de cámara hiperbárica portátil: el nortea-
la atmosférica. La cámara dispone de manó- mericano que pesa 5,6 kg y alcanza una presión
metro y de unas válvulas de seguridad que de- de 15 kPa, el francés que pesa 4,2 kg y al-
jan escapar el aire en cuanto se supera la pre- canza una presión de 22 kPa, y el australiano,
sión deseable. Alcanzada ésta, hay que seguir que pesa unos 8 kg y alcanza una presión de
bombeando aire para asegurar la renovación 14 kPa. La utilidad y precio de los dos prime-
del mismo en el interior de la cámara. Si este ros son similares; el modelo australiano es el
tratamiento se aplica, por ejemplo, en el cam- más barato.
— Ataxia. Es el signo clínico más caracterís- tar a cualquier edad, sexo y raza. En la ma-
tico y puede estar presente incluso en au- yoría de casos se presenta durante los prime-
sencia de cefalea. Su presencia indica que ros días en altitud en personas no aclimata-
no estamos ante un simple mal de altura. das (generalmente precedido de síntomas de
Puede ponerse de manifiesto con la mar- mal de altura), pero también puede aparecer
cha «punta-talón». En alta montaña, un en altitud extrema, de modo inesperado, en
paciente con inestabilidad en la marcha sujetos sanos y aclimatados.
no debe quedarse solo jamás. Probable-
mente muchas muertes por caídas al va-
cío ocurridas a gran altitud se han debido Patogenia
a la ataxia causada por el edema cerebral.
— Trastornos de la conducta manifestados por Probablemente la patogenia del edema cere-
irritabilidad, irracionalidad, confusión, etc. bral de la altitud es la misma que la del mal
— Trastornos de la percepción. Muy proba- agudo de montaña: aumento del flujo cere-
blemente, las alucinaciones que refieren bral inducido por la hipoxia y no contrarres-
muchos alpinistas a gran altitud son el re- tado por la hipocapnia, y retención hidrosa-
sultado de cierto grado de edema cerebral. lina mediada por hormonas (aldosterona y
El que se presenten más frecuentemente adiuretina). En el edema cerebral de la altitud
en unas montañas que en otras puede es- se han descrito a la vez componentes vaso-
tar relacionado con la rapidez de la as- génico (responsable de la acumulación de lí-
censión (por ejemplo, en el Aconcagua). quido en el espacio intersticial por lesión del
— Disminución del nivel de consciencia, que endotelio capilar) y citotóxico (responsable
puede oscilar desde la somnolencia hasta del edema celular por alteración de la bomba
el coma. Cuando se llega al coma, la mor- de sodio y potasio debida a la hipoxia) (30).
talidad es del 60 %.
la vida y la muerte). Debe descenderse tanto hacerlo así, las manifestaciones del edema
como sea posible, como mínimo al campa- cerebral no tardan en reaparecer. Durante su
mento base, aunque idealmente a un hospi- descenso, el paciente ha de ser acompañado
tal. Tras el descenso, la recuperación es rápida. y ayudado en todo momento, ya que no puede
cuidar de sí mismo.
Si el descenso no es posible, las medidas que
se pueden aplicar son: oxígeno, cámara hi- La Comisión Médica de la Unión Internacio-
perbárica portátil y, posiblemente, dexameta- nal de Asociaciones Alpinas (UIAA) recomienda
sona o prednisona. actualmente la dexametasona (31) y hasta hace
poco también la prednisona. Probablemente
El tratamiento con oxígeno es aplicable si el esta recomendación se fundamenta en que es-
paciente es trasladado a un hospital o si la ex- tos medicamentos son útiles en otras formas
pedición dispone de oxígeno, pero no es fre- de edema cerebral (pero esto sólo se ha de-
cuente que se disponga de este gas en la ma- mostrado en el edema cerebral peritumoral),
yoría de circunstancias alpinistas habituales. y en que el primero de ellos es útil para ali-
viar el mal agudo de montaña que, en cierto
La cámara hiperbárica portátil ha resultado útil modo, es una forma leve de edema cerebral
para el tratamiento del edema cerebral de la de la altitud. Sin embargo, no se ha publi-
altitud. En la mayoría de casos suele bastar cado ningún estudio sobre la utilidad real de
con una o dos horas de tratamiento para ob- los corticoides en el edema cerebral de la al-
tener cierta mejoría, pero en algún caso han titud. La dosis recomendada de dexametasona
sido necesarias varias sesiones sucesivas (hasta es de 8 mg por vía oral o intravenosa, segui-
un total acumulado de 12 horas en un caso dos de 4 mg cada 6 horas por vía oral. La
tratado por uno de los autores en el Hima- dosis recomendada de prednisona era de 50-
laya). La mejoría debe ser aprovechada para 100 mg por vía oral o intravenosa, seguidos
descender inmediatamente, ya que, de no de 50 mg por vía oral cada 8-12 horas.
tro estudio las hemorragias retinianas fueron Las hemorragias retinianas asintomáticas no
significativamente más frecuentes entre los requieren descenso ni tratamiento medicamen-
montañeros europeos que entre los habi- toso. Por el momento, parece ser que el hecho
tantes del Himalaya (47). de haberlas presentado no es motivo para prohi-
bir la práctica del montañismo de altura.
APOPLEJÍA DE LA ALTITUD
La apoplejía o accidente vascular cerebral es nos casos el desenlace ha sido la muerte y en
habitualmente una enfermedad de personas otros secuelas graves. Ha habido montañeros
mayores y suele estar relacionada con facto- que han sufrido más accidentes cerebrovas-
res predisponentes como hipercolesterolemia, culares —no necesariamente en el mismo
hipertensión arterial, tabaquismo y diabetes. territorio cerebral— con motivo de nuevas
Sin embargo, puede presentarse también en exposiciones a la altitud. Esta propensión a la
montañeros jóvenes y sanos tras una estancia apoplejía de la altitud podría deberse a algún
prolongada en altitud. En la mayoría de veces estado protrombótico (trombofilia) conocido
se trata de infartos isquémicos debidos a trom- o por conocer.
bosis arterial, pero se han publicado también
casos de trombosis venosa, lo que se atribuye En altitud, el tratamiento de cualquier alte-
a que en altitud la sangre se hace más espesa ración del sistema nervioso consiste siempre
y viscosa por la poliglobulia. Algunos factores en el descenso inmediato del afectado. Si tras
que pueden aumentar el riesgo de apoplejía el descenso no se produce una clara mejoría,
de la altitud son la deshidratación, la inmovi- el paciente debe ser trasladado a un hospital.
lización prolongada (por ejemplo, en la tienda
de campaña durante una tormenta) y la toma También han ocurrido ataques isquémicos tran-
de anticonceptivos por parte de mujeres fu- sitorios en montañeros jóvenes y sanos a gran
madoras. El edema cerebral de la altitud fa- altitud. Se desconoce si su patogenia y su
vorece la trombosis venosa. significado pronóstico son los mismos que los
de la mayoría de ataques isquémicos transi-
En el montañero, las manifestaciones clínicas torios que solemos tratar los médicos al nivel
pueden ser las mismas que en cualquier otro del mar. Con los datos disponibles hasta ahora,
paciente: parálisis facial, hemiplejía, afasia mo- no hay motivo para recomendar profilaxis con
tora o sensitiva, etc. Resulta dramático que ta- aspirina ni con ningún otro antiagregante
les alteraciones se produzcan en personas jó- plaquetario a los montañeros que han su-
venes y previamente sanas, la mayoría de frido un ataque isquémico transitorio en alti-
ellas en la cuarta década de la vida. En algu- tud.
mejoran al bajar. Por otra parte, la afasia no selectiva del área de Broca producida por la
fue persistente ni se acompañó de otras al- hipocapnia durante la hiperventilación (49, 50),
teraciones focales del sistema nervioso que y que tal vez entre los montañeros pueden
orientasen hacia un accidente vascular cere- existir diferencias constitucionales en cuanto
bral. a su propensión a presentar vasoespasmo ce-
rebral como respuesta a la hipocapnia, lo que
Nosotros propusimos que la afasia transitoria explicaría por qué algunos sujetos presentan
podría deberse a vasoconstricción cerebral afasia y otros no.
ALUCINACIONES
Aunque el edema cerebral de la altitud puede (animales, objetos), acústicas (voces humanas,
cursar con fenómenos alucinatorios, en los al- sonidos extraños de naturaleza musical) y so-
pinistas también se han descrito trastornos tran- mestésicas. La alucinación más común es la que
sitorios de la percepción sensorial no acompa- se relaciona con la presencia de un «compa-
ñados de otras alteraciones del sistema nervioso ñero inexistente». Así, muchos alpinistas dicen
(51, 52). La existencia de estas alucinaciones haber escalado, conversado o incluso repar-
se conoce desde los relatos de los pioneros de tido su ración de alimento con ese compañero
las expediciones al Himalaya. A pesar de ser imaginario. Dicha alucinación está conside-
muy frecuentes, dichos trastornos han sido re- rada como una duplicación de la propia per-
cogidos y analizados en escasos estudios cien- sona que la vive y suele acontecer más fre-
tíficos. Pueden ser de diversa índole, intensi- cuentemente en los alpinistas en altitud extrema
dad y duración. Hay alucinaciones visuales que escalan en solitario sin equipos de oxígeno.
SÍNCOPE DE LA ALTITUD
Se han notificado síncopes inexplicados en per- la altitud, pues su frecuencia es significativa-
sonas jóvenes y sanas (generalmente turistas) mente mayor de la que cabría esperar en esos
en poblaciones de Andorra, Bolivia y Colorado. mismos sujetos a baja altitud (53). Por lo de-
Parecen estar relacionados de algún modo con más, su patogenia es desconocida.
CONGESTIÓN NASAL
Sumamente frecuente por encima de 5.000 a los vasoconstrictores nasales y desaparece
metros. Dificulta la respiración, responde mal espontáneamente con el descenso (56).
TOS DE ALTITUD
Puede llegar a ser tan violenta que provoque que se debe a un edema pulmonar subclí-
fracturas costales y otras lesiones. Tradicio- nico. Aunque se han recomendado diversos
nalmente se ha atribuido a faringitis por el aire antitusígenos para combatirla, su eficacia es
frío y seco, pero hay varios motivos para creer dudosa.
LEUCONIQUIA DE LA ALTITUD
Consiste en la presencia de franjas blanqueci- tañas de gran altitud (57). Probablemente se de-
nas transversales en las uñas de los montañe- ben al efecto de la hipoxia sobre el crecimiento
ros cuando regresan de sus expediciones a mon- ungueal y carecen de significado patológico.
HEMORROIDES
Los problemas anales son frecuentes en las ex- la hipoxia de la altitud, pero hay abundante ex-
pediciones y se suelen atribuir al estreñimiento periencia en el Himalaya y el Karakorum (58) que
o a las diarreas propias de este tipo de viajes. sugiere que tal relación causal puede existir. Las
No se ha demostrado que tengan relación con molestias suelen desaparecer con el descenso.
ALTERACIONES INMUNITARIAS
Por encima de 5.000 m las heridas curan con de la altitud produce un cierto «embotamiento»
más dificultad y a menudo dan lugar a flemo- de la inmunidad celular. Se ha publicado que
nes con pobre reacción inflamatoria o a abs- las alteraciones inmunitarias podrían deberse
cesos que acaban siendo drenados por el mé- a una acumulación de ácido cis-urocánico en
dico de la expedición (58). Se cree que la hipoxia la piel producido por la radiación ultravioleta.
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