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BONSAI

Arte y Naturaleza
RAICES Y SU USO EN ESTILOS

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RAÍCES AÉREAS (NE-KUKI)
Las Raíces Aéreas son las que nacen de troncos y ramas que, por tratarse de nacer de tejido
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adulto, se les llama también Adventicias. (Fig. N° 1) Estas raíces no deben considerarse como un
estilo del Bonsai, sino parte de otros. Aunque hay otras, la familia de los Ficus es en la que más
fácilmente vemos este crecimiento. También hay muchas plantas que nos muestran el lomo (l'omo]
sm. lombo; dorso, espinhaço; lombada (de livro). de sus viejas raíces en la superficie y que también, 2
por considerárseles superficiales, que nacen del tronco principal, son de hecho adventicias.
Este tipo de raíces se hace de gran importancia en el Arte del Bonsai porque son las que nos
ayudan a dar esa impresión de vejez que es necesaria para lograr que las plantas jóvenes que
trabajamos tengan más personalidad en menor tiempo. Esta es una de las razones por la que
siempre buscamos las raíces más fuertes antes de diseñar una planta en su recipiente de vivero.
(Figs. N°2 y N°3) Raíces superficiales (NEBARI)
Toda persona que se considere un buen bonsaísta, debe observar la naturaleza y notará que la 3
misma especie se comporta en formas diferentes según el clima y su hábitat. Los Ficus que en clima
de ciudad difícilmente desarrollan raíces aéreas, en climas cercanos al mar, o de mucha humedad,
desarrollan esas raíces con una gran facilidad. Aquí indicaremos como se pueden desarrollar,
entrenar y dirigir esa raíces si no tuviéramos ya ancladas(ancorada) y en desarrollo o adultas por
recolección.
El árbol se sembrará en un pote que sea más grande que lo que abarca su copa. (Fig. N°4) para
permitir el crecimiento vertical de las raíces aéreas por nacer. Para raíces superficiales, quitaremos 4
trocitos de corteza, llegando al duramen, donde creamos necesario y algo por debajo del nivel
cuello. Aplicaremos hormona enraizadora y cubriremos nuevamente con tierra, Subiendo su nivel si
fuera necesario. (Fig. N°5)
Si es posible se colocará el pote dentro de otro recipiente que pueda contenerlo y en el que ?en su
fondo? se colocaran piedras, ladrillos u otro, para mantener un nivel de agua de unos 3 a 5 Cms. de
profundidad, sin que contacte la tierra del árbol. Si este segundo recipiente fuese muy alto se le
pueden hacer huecos de drenaje a la altura necesaria para que el agua no pase de ese nivel con el
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riego. (Fig. N°4)
Se hace una cubierta cilíndrica, que puede ser de malla o bolsa plástica gris o negra, bloqueando la
entrada del sol a todo el conjunto, desde el borde superior del recipiente inferior hasta tocar las
hojas más bajas de la copa. Se colocará todo en sitio bastante sombreado y se abonará (adubará)
poco, no podándose en ningún momento para que la creciente copa pida más y más raíces a las
ramas bajas. Recomendamos el riego por una cucharada colmada de Sal de Higuera por litro de 6
agua en forma de lluvia cada 30 días. No recomendamos el uso de Vitamina B quelatada porque
ayudaría al desarrollo de las raíces cubiertas por el sustrato y podría hacer innecesaria una mayor
cantidad de raíces aéreas. Donde se cortaron pedacitos de corteza debajo del cuello, habrán nacido
raíces que se dejaran desarrollar en su propio medio. (Fig. N°6)
En unos meses, dependiendo de la especie, de su hábitat y de su trato, ya habrán comenzado a nacer
las raíces aéreas. Cuando éstas tienen unos 15 Cms. de largo, o ya se acercan al suelo, se retira la 7
malla y, con extremo cuidado se corren las nacientes raicillas por uno o más pitillos anclando éstos en
el punto de la superficie del suelo en que se desea que se fijen las raicillas. (Fig. N°7) Pudiera ser que
se haga más fácil este proceso si se cortaran los pitillos a todo su largo o parte de un extremo para
atrapar la punta y ayudar halándola un poco, esto facilita el introducir una punta dentro del siguiente
pitillo si éste fuere necesario, y así hasta anclar unos 2 Cms. en el sustrato. Mientras se colocan o
empatan los pitillos se debe cuidar muy bien de no dañar la raíz en su punto de nacimiento. Si llegara a
romperse su punta, siga con el proceso que las probabilidades son de que retoñe y continúe su
crecimiento.
Mientras más pitillos sean necesarios usar, significa que funcionó bien lo que hicimos.
Por ser la verticalidad la dirección más lógica, se necesita que el recipiente tenga el suficiente tamaño
para recibir las raíces, lo cual se debe prever desde un principio como ya hemos dicho. Los pitillos se 8
retiran cortándolos a lo largo, con cuidado de no cortar la raíz. El inconveniente de hacer esto desde un
principio, se debe a que, a cada movimiento descuidado, las raicillas se saldrían del pitillo pudiendo
romperse. (Fig. N°8)
Es en este momento en el que se desenredan las raíces que puedan haber nacido enredadas sobre si
mismas o sobre ramas o tronco y se dirigen y/o eliminan las que se deseen, aunque se debe tratar de
conservar la mayoría. Se evitarán las curvas fuertes en la parte superior de cada raíz; si esto no
El árbol hacerse,
pudiera debe volverse
peguealacomo
curvaestaba paray,sua entrenamiento,
a la rama cubierto,
la larga, éstas se soldaránendisimulando
sombra y con los pitillos muy
la curva.
fijos a la superficie y a su extremo superior.
Si nacieran suficientes raíces pegadas al tronco, lo cual podría lograrse haciendo muy pequeñas
muescas o lineas en él, lograremos un efecto de engrosamiento y envejecimiento del mismo que es 9
muy positivo, pero no inmediato. A esto también se puede llegar puyando el tronco y cubriéndolo con
tierra, Es posible pensar que una planta obtenida así puede ser considerada Estilo Raíces en Tronco.
(Figs. N°9 y N°10)
Si no tuviéramos un recipiente que fuera lo suficientemente grande para colocar el pote del árbol,
podemos rodear ese pote con recipientes llenos de agua y se rodeará, el conjunto, de la misma
manera, con plástico negro o malla, llegando también hasta las primeras hojas del follaje.
En los siguientes estilos que trataremos, no solamente no se puede negar la posibilidad de raíces
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aéreas sino que, algunas de ellas, en efecto lo son, aun estando apoyadas, siendo también
adventicias.
RAÍCES EN TRONCO (NEAGARI)
Arboles que crecen en quebradas o barrancas pueden muy fácilmente perder la tierra que cubre sus
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raíces exponiendo éstas al medio ambiente, cambiando su suave textura de raíz protegida a una
textura áspera con gran parecido o igual a la de su propio tronco. (Fig. N°11)
Estas raíces se convierten entonces en el sostén exterior de la planta haciendo las veces de su
tronco. Aquí nace el Estilo Neagari o Raíces en Tronco, pasando el cuello de la planta a convertirse en
cuello aéreo.
Este proceso no es fácil, pues ?las raíces? deben estar lo suficientemente maduras como para poder
sostener al árbol y que pueda resistir nuevos embates de la naturaleza sin caer arrodillado o sobre
uno de sus costados.
En el Bonsai, hoy es un estilo de poco atractivo o más bien en desuso, y esto pudiera suceder por ser 12
un estilo que, si no es recolectado de la naturaleza, se hace larga y tediosa su creación. La planta
debe entrenarse en un recipiente estrecho y muy profundo, redondo o cuadrado, y al que se puedan ir
eliminando secciones superiores sin dañar lo restante. (Figs. N°12 y N°13) La tierra debe tener gran
porcentaje de arena gruesa y las raíces crecerán buscando la mayor humedad que estará en el fondo.
El no cruce de raíces se tratará más bien como los troncos del Estilo Retoño y no con lo estricto del
Estilo Bosque, es decir, se permitirá uno que otro cruce, si estos no son estéticamente negativos.
Estos recipientes tendrán que ser ensamblados por uno mismo, por sus características especiales, en
madera, plástico o hasta de la misma malla plástica usando su propia imaginación e ingenio.
Si fuese redondo, se podrían unir varios aros angostos, uno encima del otro, suficientemente grandes 13
para que pase la parte superior de la planta, sostenidos con teipe mientras se ensamblan; luego
después de llenar con tierra, se colocan 3 o 4 listones separados a distancias parejas para
alambrarlos apretando los aros. (Figs. N°14 y N°15) Al fondo puede encolarse malla que sostendrá las
piedritas de drenaje y, si bajáramos las puntas de los listones, estos servirían de patas, que también
podrían clavarse a otro recipiente que se ocuparía de su sostenimiento y drenaje.
En el momento adecuado se comenzará a quitar los aros uno por uno sacándolos por encima.
Si fuese cuadrado, se puede ensamblar en madera con cuatro listones cuadrados a los que se fijaran
con clavos o tornillos tiras de madera angosta, que luego se podrán ir quitando a medida que se 14
requiera. El drenaje se puede también ensamblar con listones que sostendrán la necesaria malla de
drenaje. Como en todo recipiente de Bonsai, es recomendable el que tenga patas para no crear
demasiada humedad en el fondo, que podría ser una fuente de insectos y enfermedades. Tiene la
ventaja de poderse usar en una planta más grande por no tener que deslizar por encima para quitar.
(Fis. N°16 y N°17) Si se tratara de una planta muy pequeña, podrían usarse potes de Cascada que no
será necesario romper.
Usando árboles de buenas raíces como los Ficus, las Coníferas, Serisas, Schifleras y otros de similar
crecimiento radicular, se plantará ?el árbol? extendiendo en forma vertical y con mucho cuidado las
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raíces que presente. A los 2 meses de plantado se podrá comenzar a usar abonos que más bien
beneficien a las raíces por su contenido de fósforo y potasio, aunque el uso de nitrógeno también
traerá beneficio indirecto a las raíces por acelerar el crecimiento del árbol y su producción de hojas,
que pedirán más y mejores raíces. El abono cuidadoso pero frecuente, acelerará el proceso. Puede
incluirse aquí la vitamina B quelatada. a
Teniendo en cuenta que todo Bonsai en entrenamiento depende su desarrollo de los elementos 16
externos que lo rodean y que pueden influir en él, como lo son: sol, viento, recipiente, sustrato, riego,
drenaje, insecticidas, fertilizantes y hasta el carácter del mismo bonsaísta que lo entrena, se debe
esperar no menos de 6 meses antes de comenzar a descubrir la parte superior de las raíces; esto se
hace eliminando la parte más alta del recipiente, luego de haber escarbado un poco para asegurarse
de que ya sea tiempo para empezar a exponer ?las raíces? al medio ambiente y comenzar su
arborización.
Si se comenzara el proceso con raíces ya vigorosas, estas podrán alambrarse para dirigirlas en la
dirección que se desee pero con el cuidado de dejar el alambre más bien flojo para no arriesgar una
marca durante su crecimiento mientras están cubiertas de tierra. En el caso de que el Neagari sea por
recolección, ya con raíces expuestas, éstas se podrán alambrar algo flojas y llevar a la posición
deseada; en este caso las raíces serán más irregulares que si hacemos nosotros todo el proceso, por
lo que se podrá doblar raíces en forma más caprichosa que aumentaran el interés y la belleza de este 17
estilo.
Por experiencia y estética las raíces no deberán tener un número menor de 3, siempre impares
manteniendo las líneas artísticas y milenarias del Bonsai, siendo preferible un mayor número de
raíces. Está claro que no tendrán raíces pivotantes definidas y se usarán las raíces adventicias que
nacen cerca del cuello permitiendo el crecimiento de raicillas sólo para su ayuda en el engrosamiento
de las raíces que quedarán al final. Las raicillas o pelillos absorbentes estarán en el sustrato en el
recipiente de Bonsai escogido desde donde darán sustento y sostén al Arbol Bonsai.
La longitud de las raíces podrán tener como base desde 1 vez a 2 ½ veces la altura del árbol desde
su cuello natural a su ápice. No hay reglas para el estilo para la parte superior del Neagari, (Fig. N°18) 18
pero es recomendable el que se usen el Aparaguado, la Semicascada o la Cascada o algún estilo más
bien libre pero que no sea Bunjin porque se crearía un choque de 2 estilos fuertemente definidos en
cuyo caso privaría el estilo de mayor peso estético como lo es el Bunjin, dejando de ser Neagari para
ser Bunjin Neagari. Su frente será aquel donde se combine mejor la vista de las raíces con el diseño
superior.
RAÍCES RETORCIDAS
Estas plantas se tratan como en el estilo raíces en Tronco, con la diferencia de que se necesitan
raíces mucho más adultas para obtener un mejor resultado, aunque el entrenamiento seguirá siendo
largo y lleno de paciencia.
Estas raíces se retorcerán sobre sí mismas de manera exagerada y no uniforme para lograr un
resultado de gran impacto que, con el tiempo, no existirá diferencia entre el tronco inicial y las raíces, 19
convirtiéndose en cuello el contacto de las raíces con la superficie del suelo. (Fig, N°19)
Para este estilo, también de muy poco uso y aceptación por su dificultad y el sentir de daño a la
planta, se comienza, en general con estilos más bien libres en su “corona” para evitar conflicto con la
fuerza que representan las raíces retorcidas. Su frente será escogido respetando las reglas del diseño
como balance, proporción y volumen, aunque como en todo Bonsai, se tendrá cuidado de sus otros
lados. El recipiente más adecuado para este estilo es el de semicascada.
Su forma de entrenamiento será el mismo usado para el Estilo Tronco Retorcido (BANKAN) con la
única diferencia que en éste se hace el entrenamiento en el tronco y no en las raíces. Llegando a
condiciones extremas, podría decirse que es posible, pero no conocemos de ello, los 2 estilos en una
sola planta o Estilo Tronco y Raíces Retorcidos, lo cual chocaría aun más, por el daño que se hace,
con la conocida actitud de respeto y amor por la naturaleza que debe tener todo bonsaísta. (Fig. N°20)
En el entrenamiento de este estilo se usan alambres gruesos que se colocaran muy apretados con el
fin explícito de retorcer más fácil y dejar clavar para que queden marcas profundas. Se arrancará el
alambre para alambrar nuevamente, en la misma dirección, donde no esté marcado y repetir una y
otra vez el proceso hasta llegar al resultado que se desee.

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RAÍCES SOBRE ROCA (SEKIJOJU)
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Las rocas son muy apreciadas por las viejas civilizaciones orientales donde montañas rocosas, rocas
de todos los tamaños, riachuelos rocosos son sus temas más apreciados artística y filosóficamente
hasta llegar al Suiseki, Arte Contemplativo de Piedras y Rocas. Este aprecio tiene raíces muy lejanas
en el tiempo, formando parte de una de las artes más longeva del hombre moderno, como lo es el Arte
de la Jardinería del que no se conoce su inicio con exactitud.
Este aprecio y respeto se lleva al estilo Raíces sobre Roca que representa árboles agarrados
firmemente a rocas por sus raíces descubiertas, alimentándose sólo por las raicillas que si se
desarrollan bajo la superficie en las puntas de esas raíces. (Fig. N°21) En el Bonsai, aunque lo
consideramos algo difícil en la naturaleza, pueden usarse varios árboles sobre la misma piedra. (Fig. 22
N°22)
Estas raíces que se agarran abrazando a la roca o rocas, se hacen más firmes con el tiempo y,
prácticamente, se convierten en troncos por su textura y fortaleza. Se diferencian de las del estilo
Raíces en Tronco y Raíces Retorcidas porque éstas no tienen una piedra entre ellas que, por la escala
en el Bonsai, se convierte en roca.
Su longitud será como en el estilo Raíces en Tronco: 1 vez la altura del árbol desde su cuello hasta su
ápice hasta 2 ½ veces la misma, agregando a los márgenes permitidos por la naturaleza el margen
que pueda pedir por la situación de la planta sobre la roca, las grietas, hendiduras y protuberancias de
la misma roca. No deben mostrar simetría y, en su camino al sustrato, deberá seguir todas las
salientes y entrantes de la superficie de la roca para dar esa impresión de permanencia tan necesaria
en un buen Bonsai. La piedra debe ser de consistencia dura para que la enorme presión ejercida por 23
las raíces no la destruya, con textura preferiblemente áspera y nunca será de una blancura que resista
la pátina que le dará el medio ambiente y el riego frecuente.
Pensamos que debe ser imposible, o por lo menos muy poco probable, el que podamos obtener este
estilo por recolección pero, a pesar del tiempo y la paciencia necesaria, más bien es fácil entrenarlo
como Bonsai, usando plantas de gran desarrollo radicular como los Ficus, las Coníferas, Serisas,
Schifleras y otros que sean también aptas para ser entrenadas como Bonsai. También en este estilo
se eliminará la raíz pivotante.
El primer error y el más común que se comete, es iniciar el entrenamiento con una piedra demasiado
pequeña para el crecimiento del árbol. Cuando buscamos el resultado no encontraremos la piedra
porque las raíces la desaparecieron en su crecimiento. (Fig. N°23) No se exagera usando una gran
piedra pues, en el peor de los casos, dejaremos crecer más la planta de lo que pensábamos en
nuestros planes iniciales.
El segundo error es usar una piedra blanca que nos molestará la vista en el futuro, o muy lisa o
redondeada. La piedra debe tener movimiento, presencia y personalidad sin llegar a ser un Suiseki.
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Sin embargo, hay casos especiales en que la piedra puede ser un Suiseki cuando ambas artes se
combinan sin dominar la una a la otra como con una piedra que tenga un parecido a un perro o una
oveja que ira al lado de un gran árbol que la cobija y al mismo tiempo estará haciendo uso de un gran
área que le sobraba al Suiseki y le hacia perder su calidad. Las rocas altas se adaptan al estilo
Semicascada y Cascada
Para proceder, además de la planta, la piedra y el recipiente adecuado, se necesitará uno o más de lo
siguiente: Pabilo o similar, gasa o similar, envoltura plástica transparente, alambre grueso y delgado,
bahareque, malla plástica, engrapadora, tierra de Bonsai, tacos o piedras redondeadas, lodo orgánico,
teipe ancho y lo que su imaginación le indique para llegar al fin buscado.
El lodo orgánico se prepara con un 50% de Musgo Esfagnáceo o de Nacimiento, 25% de abono
orgánico puro y 25% de arena muy gruesa. Esta mezcla se amasa muy bien con agua no excesiva,
sacando todo el aire que tenga el musgo. Se convierte en gran alimento para la planta, protege muy
bien las raíces y drena convenientemente, pero puede usarse simple bahareque rodeado de tierra de 25
Bonsai.
Mientras más gruesas las raíces más grande la roca, por lo que debemos iniciar con una roca con
asimetría, de textura más bien áspera, de consistencia dura y más que suficiente altura o amplitud
para que tengamos área suficiente para el crecimiento de las raíces. (Fig. N°24).
Son varios los métodos para obtener este estilo, más los que Ud. pueda idear:
Uno es comenzar con una planta que ya tenga raíces largas con las que se rodeará verticalmente la
piedra, colocando el árbol en el sitio adecuado para cubrir con una delgada capa de lodo orgánico lo
que también puede hacerse sin él y sustituirlo, o no, con tierra de Bonsai, envolviendo todo con una
envoltura plástica transparente, de las que se pegan a si mismas, o gasa doble que es fácilmente
manipulable y además biodegradable, dejando el resto de raíces colgando. Se siembra en un
recipiente con buen drenaje que permita cubrir de tierra hasta el cuello o que permita hacer un tubo
de malla plástica que, haciendo las veces de recipiente, se llenará de tierra hasta la línea del cuello
para dejar llegar las raíces que queden colgantes a unos centímetros del fondo donde se extenderán
por el recipiente protegidas por la tierra de Bonsai con la que se terminará de llenar. (Figs. N°25 y 26
N°26) Se evitarán posibles caídas antes de su fijación con firmeza por las raíces mismas, con el
recipiente de malla y/o bahareque.
La tierra que cubre hasta el cuello no permite que el sol recaliente demasiado el plástico y dará
obscuridad. El lodo orgánico ayudara al engrosamiento alimentando a las raicillas que hubiere en su
zona, Ni el plástico ni la gasa permiten que raíces y raicillas crezcan hacia los lados sino hacia abajo
por el geotropismo
Su flexibilidad permitirá el engrosamiento de las raíces mayores y ayudará a que las raíces sigan
protuberancias y hendiduras.
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Si fuere necesario se colocará un taco redondeado o una piedra pequeña sobre la raíz o raíces que se
deseen se curven dentro de alguna hendidura en su camino al recipiente. (Fig. N°27) Cualquiera de
las raíces podrá alambrarse, dejando margen para su crecimiento.
Se revisa el crecimiento de las raíces del fondo y, si se considera que ya están suficientemente 28
arraigadas, se retira la tierra que rodea a la piedra, se quita el plástico y se deja lo que esté adherido a
las raíces y raicillas que irá cayendo con la erosión del riego. En el caso de la gasa, es posible que ella
misma se caiga junto con la tierra. Hecho esto, se puede corregir defectos, retirar los alambres o
apretar un poco más las raíces contra la piedra. Al quedar a la intemperie ?las raíces? se arborizarán.
Otra manera de la que, en nuestra opinión por ser más técnica, se obtienen mejores resultados es
comenzar con una planta que ya asoma fuertes raíces. Esta planta se monta sobre el sitio adecuado
en la piedra, envolviéndola con las raíces, teniendo cuidado que la parte de abajo del cuello haga 29
contacto con la misma. Ya en este momento se habrá decidido el frente del conjunto combinando
roca con árbol. (Fig. N°28)
Previamente se habrán alambrado las raíces que lo necesiten, sin apretar para permitirle un margen
de crecimiento. Mientras se sostiene todo contra la piedra, se amarran todas con pabilo,
ingeniándoselas para que sigan los salientes y los entrantes; se amarra todo con pabilo que se puede
usar en la cantidad que se desee porque la humedad lo afloja y lo descompone
Se tapa todo con lodo orgánico y se envuelve con gasa o similar que, a la vez, se amarra con pabilo 30
para sostenerla.
Se coloca la piedra con su árbol sobre la tierra de su recipiente definitivo y como se desea ver en el
futuro, respetando el frente del árbol y de la piedra. Se extienden, bajo la tierra, las raíces que puedan
estar por debajo del nivel inferior de la roca. Si es necesario, se puede equilibrar la piedra con
bahareque. Se hace una pared de malla formando un recipiente angosto que rodeara la piedra y
descansará sobre la superficie de la tierra siguiendo hasta el cuello de la planta. Esta malla puede
engraparse a sí misma y luego enteiparse para sostener mejor el peso de la tierra de Bonsai con que
se llenará. (Fig. N°29)
De la misma manera se trabaja con una piedra de forma vertical. (Fig. N°30) 31
A los 6 meses más o menos, y al estar seguros de un buen desarrollo radicular bajo la superficie de la
tierra del recipiente, se comienzan a cortar tiras longitudinales angostas de la malla sin retirar tierra
que irá desapareciendo por la erosión del riego.
Desde este momento se comenzará la arborización de las raíces que se expondrán al medio
ambiente. Estos cortes se harán cada 2 o 3 meses dependiendo del resultado de los cortes anteriores.
Si consideramos que nos hemos precipitado en descubrir las raíces, estas se pueden cubrir con un
paño grueso que arropará las raíces y se sostendrá con pabilo. Este paño debe mantenerse húmedo
hasta terminar el proceso. (Fig. N°31)
No debemos podar copa para que el árbol pida más y mejores raíces. Se debe abonar poco y a
menudo con abonos que mejoren las raíces como el fósforo y el potasio.
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Recomendamos el riego en forma de lluvia de 1 cucharada de Sal de Higuera (Epsom) en 1 litro de
agua todos los meses.
Como es lógico los repoteos futuros se harán protegiendo la composición y podando raíces en el
recipiente que lo sostiene, al mismo tiempo que se hace poda de copa y rediseño si es necesario.
Podemos usar otro método para crear este estilo y consiste en amarrar por el cuello varias plantas,
más bien pequeñas a medianas que se colocarán sobre la piedra dejando crecer sus raíces 33
protegidas como anteriormente se ha explicado. También se pueden sembrar estacas en resquicios
de la piedra ayudadas con malla para completar el recipiente, y dejar crecer las raíces que salgan por
debajo de la malla que se irán arborizando a medida que se desarrollan. La estaca inicial se seguirá
alimentando por los pelillos que quedan en el sustrato de la hendidura. (Fig. N°32 y N°33)
La colocación de la planta sobre la piedra debe escogerse con mucho cuidado, porque después que
las raíces toman la piedra para sí, es prácticamente imposible deshacer la composición. Las raíces se
agarran de tal manera que se les podría hacer mucho daño para separarlas.
No necesariamente en el estilo Raíces sobre Roca, éstas abrazan sólo una roca. Pueden ser usadas
varias piedras que alojarán una sola planta o varias piedras con varias plantas desarrollando sus
raíces sobre ellas. (Fig. N°34)
Así se crean paisajes que pueden superar los tamaños medianos y no tendríamos límites que nos
detengan, excepto por el aumento del peso de cada piedra que se añada a la composición.
Si tuviésemos los conocimientos y la capacidad para hacer piedras artificiales esto también se puede 34
superar.
Existen también algunas plantas que pueden desarrollarse en agua como las Schifleras que se
entrenan más o menos igual, con la diferencia que lo que se lleva cerca o a nivel del cuello es el agua
misma, que se irá reduciendo con el mayor desarrollo de las raíces para que no sigan naciendo
raicillas donde ya hay raíces a adultas. Estas composiciones se colocaran sobre Suiban o bandejas
sin agujeros de drenaje, siguiendo los mismos parámetros en el sentido de escoger el frente y su
colocación sobre su recipiente.
RAÍCES SOBRE TRONCO.? (KANJOJU)
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Cuando tenemos un tocón o trozos grandes de madera o madera de deriva que no nos sirvan para
ensamblaje u otra cosa, podemos aprovecharlos junto a plantas de grandes raíces que puedan no
tener una buena calidad como Bonsai. (Fig. N°35)
Procederemos en forma parecida al estilo Raíces sobre Roca, colocando las plantas en intersticios
entre las ramas o abriendo espacio con herramientas adecuadas hasta obtener un recipiente que
pueda sostenerlas ayudándose con malla plástica que se sostendrá con alambre o teipe para llenar
con tierra de Bonsai. Estas plantas deberán anclarse con bahareque u otro para evitar su movimiento.
Los árboles así sembrados, comenzarán a crecer en el sustrato contenido y sus raíces saldrán por
debajo de la malla o por los lados y, aun, por encima de los bordes del tronco base. Por su desarrollo
natural irán “caminando” buscando el substrato inferior en el recipiente, comportándose como lo hacen
en la naturaleza y de donde han recibido su nombre común de Matapalos. Al llegar ?estas raíces? al
substrato inferior, desarrollarán las raicillas que comenzarán a alimentarlos de inmediato.
Para hacer el proceso un poco más rápido, se recomienda el uso de más de un matapalos. Las raíces
cubrirán el tronco y, a la larga, éste podría desaparecer. No importa que la madera del tronco usado
sea blanda, porque lo que se está haciendo es dejar a la naturaleza seguir su curso como lo vemos
muy a menudo. (Fig. N°36) Este estilo tiene la ventaja de que se usa material del que, a veces, no 36
encontramos que hacer con él.
Las raíces se dejarán crecer a su placer hasta llegar al recipiente definitivo, donde desarrollarán los
pelillos absorbentes que se recortaran, refrescándolos, cuando sea necesario el repoteo. La copa se
dejará crecer para que la planta pida mas raíces. Sin embargo se debe tener cuidado de no perder el
diseño posible para el futuro estético del conjunto.
En un inicio, el tronco a usarse se puede anclar fabricándole una base de concreto que servirá para
más comodidad del trabajo, pero por el fuerte crecimiento de las raíces de los matapalos, por ejemplo,
éstas podrían levantar esa base que no tendría nada de estética, por lo que recomendamos otro tipo
de anclaje.
Para su frente, poda, repoteo y fertilizaciones se seguirán las mismas indicaciones que se hacen para
el estilo Raíces sobre Roca.
ADHERIDO A ROCA (ISHIZUKE)
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Una piedra convertida en roca por la escala del Bonsai, que luzca fuerte, sólida, áspera, asimétrica y
de colores más bien obscuros, puede ser la base para obtener un hermoso paisaje con plantas más
bien pequeñas que pueden ser Bonsai o no, o combinación de Bonsai con pre-Bonsai en sus
diferentes estilos menos en los estilos erguidos. (Fig. N°37)
Esta piedra al convertirse en el estilo Adherido a Roca se colocará, la mayoría de las veces, sobre un
suiban con agua y menos probablemente sobre un recipiente con arena o tierra donde se sembrarían
algunas gramíneas. Su base debe ser lo suficientemente plana para mantener su equilibrio pero, en
casos extremos, se le podría arreglar ayudándose con piedras más pequeñas o pegar al recipiente.
Podrá parecer una montaña rocosa con barrancos y acantilados a la que se adhieren las plantas por
sus raíces viviendo en hendiduras, grietas, barrancos, planicies huecos y otros, acompañadas muchas
veces de musgos, líquenes y otras gramíneas que complementan un ambiente de humedad que no 38
impide que la composición también pueda ser árida. Las plantas deben ser pequeñas para que su
tamaño no disminuya la espectacularidad de la montaña.
Se puede presentar desde un solo árbol, pero pensamos que es estéticamente preferible, el que se
use más de uno, siempre conformando la composición con números impares con excepción del dos.
(Fig. N°38)
La principal diferencia entre este estilo y el Raíces sobre Roca es que las raíces del Adherido a Roca
permanecen en el sitio donde la planta esta adherida y no deben salir de ese entorno, por eso su
nombre.
Pueden usarse también varias rocas, siempre en números impares, excepto el dos. Simulando 39
farallones, morros o islas. Los recipientes deberán ser lo suficientemente grandes como para
presentar los vacíos necesarios. (Fig. N°39)
Debido a los diferentes sitios donde se asentarán las plantas se podrán usar todos los estilos de
Bonsai, pero evitando el Formal Erguido y el Informal Erguido. Por causas naturales, los inclinados
serán los que más se usen. Siempre habrá una o más paredes de la piedra rodeando los árboles,
incidiendo en su crecimiento e impidiendo que alguna rama crezca hacia ellas, lo que hace
prácticamente imposible el usar los estilos Formal e Informal Erguidos. Y si se plantara un árbol sobre
la roca ?lo que no debe hacerse porque el ápice del conjunto deberá ser la roca misma? nunca podría
ser erguido porque es el sitio donde más se siente la fuerza del viento en la naturaleza, lo que ni un
Llevado por el Viento soportaría.
Debemos dejar ver lo hermoso de la piedra escogida por lo que tendremos que evitar la tentación de
sembrar en las cavidades y/o salientes que puedan dar personalidad y carácter a la roca pero que
también podrían facilitarnos la siembra de los árboles con una mejor adherencia. Hay técnicas para
hacer esto que explicaremos mas adelante pero la mejor técnica siempre será la que nos indique
nuestro ingenio.
Como las raíces tendrán poco espacio, es preferible tener el conjunto bajo sol suave y donde esté
protegido del viento.
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Se recomienda el uso de árboles de crecimiento lento y sistema radicular pequeño para que las
raíces no se salgan de su cavidad, sea esta natural o artificial, porque el hábitat supuesto donde se
encuentran, no permite la salida de raíces por no tener a donde ir, molestarían a otras plantas y
romperían el equilibrio ambiental y estético.
Nada de lo dicho quiere decir que siempre se hará uso de plantas de las mismas especies y solo
plantas pre-Bonsai, si no que, al contrario, pueden combinarse todo tipo de plantas y estilos, menos
los dos ya nombrados, como se corresponde a un ecosistema donde todas se mantienen en perfecto
equilibrio. Se debe tener cuidado de no confundir con Microambiente.
Para comenzar nuestro Estilo Adherido a Roca, debemos tener una o más plantas, siempre en
número impar, exceptuando el dos, más bien pequeñas y de diferentes tamaños, taladro con una
mecha fina, pequeños plomos como balines o trocitos de alambre de cobre grueso, alambre de cobre
delgado, martillo, punzón o clavo grande con punta roma o similar, tubito de goma o plástico,
bahareque o lodo orgánico, piedritas de drenaje, musgo y/o similares, tierra de Bonsai, gasa y otros. 42
Se escoge con detenimiento donde irán colocadas nuestra planta o plantas, respetando la
personalidad de la piedra y escogiendo, como en todo Bonsai, cual será su frente. Con el taladro,
abrimos agujeros pequeños y poco profundos donde introducimos las dos puntas de un pedacito de
alambre preparado (Fig. N°40) o un trozo largo, que se anclarán clavando un trozo de plomo o de
alambre grueso de cobre con el punzón, esto lo repetiremos las veces que consideremos necesario
alrededor de donde deseamos que las raíces queden adheridas.
Obtendremos como resultado el tener un círculo o semicírculo de aritos de alambre por los que 43
pasaremos el alambre delgado.
Si fuere necesario se completará el recipiente con malla que se sostendrá con alambre a los aros y, a
su vez, se protegerá con bahareque. (Fig. N°41) Los puntos de los aros deberán taparse con
bahareque y musgo al terminar el trabajo, por esto deben hacerse cercanos a las raíces a sostener.
Si la cavidad hecha o que se usa de la piedra tiene cierta profundidad, se usará un poco de piedritas
de drenaje y tierra de Bonsai antes de anclar las raíces cubiertas, preferiblemente, con lodo orgánico
que se cubre con musgo o similar, dejando siempre algún espacio por donde pueda entrar el agua de
riego. Mientras pega el musgo, éste puede sostenerse con trocitos de alambre doblados en formas de
U clavados contra el bahareque. (Fig. N°42)
Existe la posibilidad de poder trabajar un poco la piedra para obtener cavidades apropiadas, aunque la
mayoría serán muy duras y otras pueden desmoronarse. También puede haber huecos o túneles que
lleguen al fondo de la piedra lo que nos obligara a evitar que las raíces salgan por ellos. La piedra
nunca será blanca, pero si lo fuere y su textura fuera áspera ella tomará la pátina que produce el
hábitat y el riego frecuente. Es posible también completar un recipiente con cemento que luego se
camuflará y mimetizará.
Pegando varias piedras juntas o Ensamblaje de Piedras, lograremos inmejorables rocas para el Estilo 43
Adherido a Roca. Esta técnica necesita trato aparte. (Fig. N°43)
Otra forma de anclaje para el alambre o los aros es dejando caer sobre la punta o puntas un poco de
bicarbonato y, con cuidado de no mover, dejar caer unas gotas de las llamadas Pega Loca que
producirá, inmediatamente, una materia dura que sostendrá el alambre con gran fortaleza. Esto
permite anclar en sitios muy lisos o en piedras muy duras que impedirían la entrada de la mecha.
Este método nos fue dado a conocer por primera vez por el Maestro de Puerto Rico y gran amigo
Pedro J. Morales. (Fig. N°44)
El repoteo no debe hacerse muy a menudo y debe hacerse por planta que muestre necesitarlo,
siempre manteniendo el pequeño tamaño de ellas para respetar la majestuosidad de la montaña y el
riego debe hacerse de manera de evitar, lo mejor posible, la erosión que siempre produce.

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