N° 336

Lunes, 20 de septiembre de 2010

Zapatero quiere dirigir la investigación penal

poniéndola en manos de su Fiscalía
El gobierno socialista quiere sustituir el Juez Instructor por un fiscal
dirigido por el Fiscal General del Estado que nombra el propio gobierno.
Mientras los jueces son independientes, los fiscales dependen
jerárquicamente del Fiscal General, nombrado por el Gobierno.

La reforma socialista rompe la división de poderes y genera indefensión:

La instrucción penal de casos políticos pasaría a estar dirigida por el Gobierno.
Los fiscales dependen jerárquicamente del Fiscal General nombrado por el
Gobierno, por lo que no habría garantía de una instrucción imparcial

La reforma que propone el gobierno socialista es inconstitucional:

Reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal exige modificar el art. 124 de la
Constitución.
Los fiscales reconocen que para asumir la instrucción habría que garantizar la
autonomía, imparcialidad e independencia que ahora no existe.

Un policía afín a Rubalcaba controlará las

investigaciones a cargos políticos
El comisario de confianza de Rubalcaba se reserva todas las
investigaciones a cargos públicos o personas relevantes.
El comisario general de la Policía Judicial ha dado instrucciones a todos los
Jefes Superiores de Policía para controlar esas investigaciones.
El hombre de confianza de Rubalcaba se reserva la posibilidad de declararlas
secretas para impedir que las conozcan otros Cuerpos de Seguridad.

El gobierno socialista quiere controlar desde Madrid todas las

investigaciones policiales que se estén realizando a nivel local.
Esta medida es una ataque al “derecho al juez natural” propia de un Estado
de Derecho.

El gobierno de Zapatero ha modificado el Catálogo de puestos de Trabajo

para colocar a personas de confianza en la cúpula policial.
El gobierno del PSOE ha aumentado un 25% el número de cargos de libre
designación en la Policía.
Actualmente todos los comisarios e inspectores jefe son nombrados a dedo,
bajo la justificación de que deben ser “cargos de confianza”.

La camarilla policial de Rubalcaba también está detrás del chivatazo a

ETA del caso Faisán.
Rubalcaba sigue sin explicar la actuación del entonces Director General de la
Policía y político socialista García Hidalgo.

El PP defiende las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado frente a la

utilización política que lleva a cabo el ministro Rubalcaba.