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Resumen
El objetivo es describir ampliamente el enfoque a la cadena de gestión de
suministro (SCM) llamada “gestión de la cadena sostenible”. Este paper
proporciona conceptos de discusión de definiciones actuales y enfoques a
SCM. Se describe e ilustra el concepto de gestión de la cadena sostenible.
El enfoque conecta a mayoristas y minoristas en ambos sentidos de la
cadena de suministro así como re-conecta los elementos de “antes” y “des-
pués” (o elementos de extremidades’) de las cadenas de suministro. Se pue-
de formular e ilustrar un modelo lógico y coherente de gestión de la cade-
na sostenible. Este modelo, que representa una cadena de suministro como
una “cadena curva” sin cabos sueltos, supera las deficiencias de modelos
existente de SCM mediante la inclusión de integración vertical de los ele-
mentos e interfaces de SCM. El modelo propuesto tiene implicaciones
prácticas para las mejores practicas y para la gestión sostenible de cadenas
de suministro. El paper presenta un modelo innovativo para SCM. El
modelo también tiene implicaciones para la investigación en esta área.
Código JEL:
Göran Svensson
Professor. Oslo School of Management. Norway. E-mail: goran.svensson@set.hh.se
Introducción
La importancia de la gestión de la cadena de suministro (SCM) ha sido
especialmente evidente desde principios de los 90, aunque el concepto data
de principios de los 80 (Oliver y Webber, 1982). La importancia de SCM
recae en la dependencia que existe entre los elementos en la cadena de
suministro desde el punto de origen del producto/servicio hasta el punto
de consumo de ese producto/servicio (Lambert et al., 1998; Håkansson y
Snehota, 1995; Stern, 1969; Alderson, 1965, 1957; McCammon y Little,
1965, Weld, 1916). El punto de origen en SCM se refiere normalmente a
los proveedores o fabricantes (Carter et al., 1995; Ellram y Cooper, 1993;
Novack y Simco, 1991) mientras que el punto de consumo se refiere a los
consumidores, clientes o usuarios finales (Min y Mentzer, 2000; Lambert
et al., 1998; Jones y Riley, 1985).
La cadena ( o “concepto canal”) ha sido definida por Bowersox y Closs
(1996) como el acuerdo de agentes y comerciantes de unidades intra-
empresariales y extra-empresariales ( mayorista y minorista) a través de
los cuales una mercancía, producto o servicio se mercadea. En este con-
cepto de canal, se dice que la “dependencia” existe si existe una unión o
vínculo entre uno o más elementos en relación al otro en el canal (Lam-
bert et al., 1998; Håkansson y Snehota, 1995). Sobre este tema, Svensson
(2002) clasificó la dependencia entre elementos y canales en tres áreas
principales (dependencia temporal, dependencia relacional, y dependencia
funcional) y tres subcategorías (unidireccional/ bi direccional, direct/indi-
recta y vertical/horizontal).
Aunque el término “gestión de la cadena de suministro” (SCM) se pre-
sentó originalmente para representar un nuevo enfoque a la gestión de
canales de marketing integrados para reemplazar los enfoques tradiciona-
les que eran considerados insatisfactorios o inadecuados (Oliver y Webber,
1982), las ideas subyacentes de SCM tienen una larga historia (Arnold y
Faurote, 1919; Ford y Crowther, 1923; Faurote, 1928). Sin embargo, a
pesar de la larga historia de ideas y de la acepción general del enfoque, han
surgido las preocupaciones sobre si son apropiados o no los límites actua-
también contemplaba SCM como los vínculos en una cadena, desde los
proveedores de material prima, pasando por varios niveles de fabricación,
hasta el almacenaje y finalmente, distribución al cliente final. Igualmente,
Christopher (1992) percibía la cadena de suministro como una red de
organizaciones con vínculos entre mayoristas y minoristas que dan valor
en forma de productos y servicios para el consumidor final. Towill et al.
(1992) consideraron la cadena de suministro como un sistema constituido
por proveedores de material, servicios de producción, servicios de distri-
bución y clientes- ligados todos juntos a través de un flujo continuo de
materiales y de un flujo de información continuo. Lambert (1992) consi-
deraba la cadena de suministro como una entidad individual que preten-
de satisfacer las necesidades y carencias del consumidor último.
Cavinato (1992) percibía la cadena de suministro como una obtención
y distribución de canales gestionados de forma activa que añaden valor al
flujo del producto, desde las materias primas originales al cliente final con-
centrándose en los factores relacionales más que en los factores transac-
cionales. Lee y Billington (1993) se referían a las redes de producción y
distribución como lugares que proporcionan materias primas, las trans-
forman en productos intermedios o finales y finalmente distribuyen los
productos acabados a los clientes.
Scott y Westbrook (1991) decían que la cadena de suministro es la
cadena que une cada elemento de la producción y los procesos de sumi-
nistro desde la material prima hasta el consumidor final. De igual forma,
Novack y Simco (1991) indicaban que SCM cubre el flujo de mercancías
desde el proveedor hasta el fabricante y distribuidor hasta el usuario final.
Langley y Holcomb (1992) consideraban que SCM centraba su atención
en las interacciones de los miembros del canal para conseguir el producto
o servicio final que proporcione el mejor valor comparativo para el usua-
rio final. Stevens (1990) consideraba SCM como un ente relacionado con
el flujo de materiales que abarca desde los proveedores, pasando por el
valor añadido de los procesos y los canales de distribución, hasta llegar a
los clientes. Ritchie (1990) consideraba la cadena de suministro como una
Elementos
Extremidades
Punto de Punto de
Origen Consumo
Antes
Punto de Elementos
Origen extremidades
Re-conectando
Mayorista Después
Conectando
Elementos de la Punto de
cadena suministro consumo
Minorista
tión de la cadena sostenible tiene por la tanto que ver con la circulación
local de los componentes en los distintos interfaces. Sin embargo, la ges-
tión de la cadena sostenible no tiene ni principio ni fin; al adoptar la for-
ma de “cadena curva”, conecta los elementos de mayoristas y minoristas
de SCM además de reconectar los elementos de “antes” y “después” (o
“elementos de extremidades”’).
Reflexiones finales
El interés original de SCM estaba en la cadena de suministro desde el pun-
to de origen hasta el punto de consumo (Oliver y Webber, 1982; Jones y
Riley, 1985; Houlihan, 1985, 1988; Ellram y Cooper, 1990; Scott y West-
brook, 1991). Algunos autores han resaltado la cadena de suministro por
completo (Mentzer et al., 2001; Cooke, 1997; Turner, 1993; Cavinato,
1992), mientras que otros se han centrado en una parte específica de ella
(Davis, 1993; Giunipero y Bry, 1996; MacBeth y Ferguson, 1993). Los
avances más recientes de Cooper et al. (1998) han incluido: (i) reconoci-
miento de que la cadena de suministros es más una red de múltiples nego-
cios y relaciones que una simple cadena de un negocio con relaciones indi-
viduales; y (ii) un interés en la cadena de suministro “contraria” (o
“cadena de petición”) desde el punto de consumo al punto de origen.
A pesar de estos y otros avances, existen dificultades con las formula-
ciones y enfoques actuales a SCM. En concreto, ignoran la reconexión que
debería existir en la gestión de la cadena sostenible entre el punto de con-
sumo y el punto de origen a través de los “elementos de extremidades” que
siguen al punto de consumo y preceden el punto de origen. Dicha refor-
mulación de SCM se requiere para abordar la cuestión de la circulación
total de los componentes e interfaces dentro y entre los canales. Es por lo
tanto insuficiente y simplista no vincular más la oferta y la demanda entre
los puntos de consumo y origen en los canales; además, una redefinición y
ampliación de los límites de SCM con vistas a conseguir un enfoque de “cir-
culación total” es necesario para las mejores prácticas en SCM. Debería
apuntarse que el marco de trabajo introducido está limitado a los elemen-
Referencias
ALDERSON, W. (1957), Marketing Behavior and Executive Action; A
Functionalist Approach to Marketing Theory, Richard D. Irwin, Inc.,
Homewood, Illinois.
– (1965), Dynamic Marketing Behavior: A Functionalist Theory of Mar-
keting, Richard D. Irwin, Inc., Homewood, Illinois.
ARNOLD, H. L. y FAUROTE, F. L. (1919), Ford Methods and the Ford
Shops, The Engineering Magazine Company, New York.