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Luc 20:9 Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores, y se ausentó por
mucho tiempo.
Luc 20:10 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y
le enviaron con las manos vacías.
Luc 20:11 Volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste también, golpeado y afrentado, le enviaron con las manos vacías.
Luc 20:12 Volvió a enviar un tercer siervo; mas ellos también a éste echaron fuera, herido.
Luc 20:13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto.
Luc 20:14 Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea
nuestra.
Luc 20:15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña?
Luc 20:16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: !!Dios nos libre!
Luc 20:17 Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito:
La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo?
Luc 20:18 Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará.


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Luc 20:19 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra
ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.
La parábola de Cristo no solo decía una situación que vivían los principales sacerdotes y escribas sino que además estaba anunciando
lo que ocurriría un poco después, cuando el tendría que sufrir la muerte por causa de aquellas personas que le perseguían.
Lo triste de todo esto es que ellos conocían a Cristo, conocían que era el hijo de Dios, conocían que era la persona prometida que
vendría del cielo para dar libertad a los hombres.
Aun así con ese peso ellos no querían reconocerle, no querían perder su autoridad, no querían perder su puesto importante, no
querían perder al admiración del pueblo. Antes que Dios estaban ellos mismos, y no querían cambiar esa situación a pesar de saber
que estaban errados.
Y para no perder esa reputación ante el pueblo ellos no podía matarle tan fácilmente, para estos hombres lo mejor hubiera sido
matarlo de un comienzo y así calmar las cosas y eliminar su nombre de la faz de la tierra. Y así también lo hemos visto en la historia,
muchos hombres corruptos, abusando de su poder matando personas.
La parábola menciona a estos labradores malvados que desobedecen al Señor de las cosas y prefieren expulsarlo de sus vidas con
consecuencia trágicas. Todos los que rechazan a Dios están aceptando la condena eterna. Es una responsabilidad muy grande la que
se tiene en nuestras manos, pero si usted aun no ha creído esta igual a estos labradores, cegados en sus bienes y rechazando a Dios
hasta que un día Dios le tendrá que castigar con muerte y muerte eterna, la condena del infierno donde es el lloro y crujir de
dientes.

Luc 20:20 Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder
y autoridad del gobernador.
Los sacerdotes y escribas no podían atraparle ni condenarle de la nada ya que Jesús tenía muchos seguidores que le seguían, que
escuchaban, que le creían. Y cualquier acto fuera de la ley contra su persona se convertiría en una rebelión del pueblo provocando
un caos.
Estos hombres maquinaban conspiraciones, cosas oculta para hacerlo caer. Estos hombres estaban completamente bajo la
influencia de Satanás y no se daban cuenta. Muchas veces hay personas cegadas por la religión que en realidad se alejan de Dios y se
dejan llevan por palabras de hombre a veces incluso realizando acciones contra Dios.
Envían a estos hombres para espiar, para escuchar a Cristo para hacerle cometer algún error, no eran hombres comunes, eran
personas que tenían que tener algún conocimiento, personas astutas, personas con mentes agiles para actuar ante la situación que
se les presenten. Entonces van a buscar a Jesús para ver oírle y ver por donde era más factible atacarle y hacerle caer en alguna falta
que les diera derecho a llevárselo a un juicio.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica 




    
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Luc 20:21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino
que enseñas el camino de Dios con verdad.
Ellos comienzan haciendo una afirmación que realmente no creían pero que ellos necesitaban aclarar para poder ponerle en
aprietos, le dicen que dice y enseña rectamente, que habla siempre con la verdad y siempre dice lo que es justo, por lo que le limitan
a no poder equivocarse ni hablar en contra de lo que es justo. Luego que no hace acepción de personas que es una cualidad de
Cristo que a diferencia de los fariseos, sacerdotes y escribas que para ellos habían personas buenas y malas, bueno era el pueblo
escogido de Dios y malos los gentiles y quienes estuvieran contra del pueblo. Luego condicionan que no solo debería regirse por las
normas humanas sino que además se regía por el camino de Dios sin salirse de su ley sino que siempre siguiendo lo que se había
establecido por Dios.
De esta forma estos hombres limitaban el responder de Cristo poniendo a todo el pueblo en estas cualidades antes mencionadas,
por lo cual cualquier palabra que dijera y que no concordara con lo dicho anteriormente se podía ocupar en su contra.

Luc 20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?


Ahora la pregunta que ellos meditaron con la cual ellos no se podía llegar a un acuerdo, entre lo que decía la ley de los hombres y
según la ley de Dios. ¿Cómo podía Cristo quedar bien con todos? Muchas veces nosotros intentamos no quedar mal con nadie, pero
eso es imposible porque cada cual recibe las palabras de distinta forma y puede interpretarlas del modo que le convenga.
Estos hombres eran muy astutos, no eran cualquier persona, tenía una buena inteligencia pero que la utilizaban como un medio de
trabajo solamente.

Luc 20:23 Mas él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis?
Cristo se dio cuenta del pensamiento de estos hombres y el objetivo que buscaban. Mas Cristo no niega nada de lo que dicen de si,
ya que todo era verdad, era un hombre justo, era un hombre que no discriminaba, era el Hijo de Dios y se guiaba por su palabra por
lo tanto todo lo que ellos dijeron no le agregaba ni le quitaba nada a Cristo, mas con la intención que lo hicieron fue lo que al Señor
no le agrado y por esto les deja en claro ¿Por qué me tentáis? Ellos habían sido delatados delante del pueblo que no eran
seguidores, que no pensaban que era su maestro sino que lo hacían con el objetivo de tentarles.
Cristo hace la distinción de inmediato para que el pueblo vea lo que sucedía y lo que tramaban contra él, pero sin embargo desea
continuar con la conversación.

Luc 20:24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.
Cristo pide que le muestren una moneda de ese tiempo, y era una moneda con la imagen de César, el emperador romano. Al igual
que hoy en día se colocan caras y sellos en las monedas así mismo era en la antigüedad en donde en esa ocasión era Cesar quien
aparecía.
Porque estaban bajo su poder, el colocaba su autoridad y se utilizaba su dinero.
Y Cristo nuevamente con sus preguntas que muchos no comprendían de inmediato pero que dejan una gran enseñanza en los
hombres. ¿De quién era la cara que aparecía? Era de Cesar, el emperador que imponía su poder en aquella región, el poder romano.

Luc 20:25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Y cuanta verdad en aquellas palabras, mientras estemos en este mundo debemos someternos a nuestras autoridades, no podemos
desafiarlos porque están puestos por voluntad de Dios, y debemos obedecerles dentro de lo que no me obligue a estar en contra de
Dios, en este caso una persona por ejemplo debe pagar el impuesto de las cosas que compra, el IVA, el impuesto cuando se da
boleta, cuando se tienen ingresos grandes, el estado se da el derecho de pedir aquel dinero y nosotros debemos obedecer osino
estamos infringiendo una ley y podemos ser juzgados por actuar estafando al estado.
Así mismo debemos dar a Dios lo que el merece, en este caso Dios se merece de nosotros el agradecimiento por la gran obra
mostrada en nuestro lugar, Cristo murió y sufrió por usted y por mí. Cristo lo hizo por amor, fue crucificado, muerto y sepultado.
Dios quiere que le aceptemos, que no le despreciemos, Dios nos ama y quiere de nosotros lo mejor ¿entonces porque le
despreciamos? ¿Le damos a Dios lo que es de Dios? Dios merece agradecimiento, Dios merece alabanzas, Dios merece adoración ¿Se
la estamos dando?

Luc 20:26 Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.
Que podemos decir ante Dios, solo debemos aceptarle, recibir su verdad y no discutir. Estos hombre se maravillaron, personas que
eran muy inteligente se dieron cuenta de la sabiduría del Señor Jesucristo. Personas que iban para buscar un error se encontraron
maravilladas con la grandeza de Dios, y ¿Por qué usted aun no se ha maravillado con lo grandioso que es Dios? Acéptele, recíbale y
goce de su compañía por toda la eternidad.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica 




    

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