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América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una población local
con múltiples culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse en el territorio, será el de
reducir la pluralidad peninsular y dar unidad al territorio americano. Comienza así la labor
evangelizadora de conversión al cristianismo y de instalar el castellano como única lengua.
Una vez que se ha descubierto el continente, tiene lugar su ocupación. La primera etapa de la
conquista se produce en El Caribe.
Será en Santo Domingo donde mejor se transfiere la cultura española debido a la inexistencia
de una cultura aborigen fuerte. Canteros y albañiles sevillanos fueron en la primera década del
siglo XVI a atender las obras públicas de mayor importancia.
La Catedral de Santo Domingo es una obra esenacial ya que se comprueba que el español
adapta a las características del lugar la experiencia que trae, adecuándolo a las necesidades
de la población.
De traza gótica, se compone de tres naves a la misma altura con capillas laterales muy
profundas. La iluminación, bebe del románico, a través de las capillas llega una luz tenue.
Estas capillas, siguiendo la tradición española, están resueltas con cubiertas individuales y
diferenciadas, lo que señala su independencia funcional y espacial.
Otras obras son La Casa de Diego de Colón, que es el hijo de Cristóbal Colón y el Hospital de
San Nicolás de Bari.
En 1524 se produce la conquista y fundación de México. El panorama es absolutamente
diferente, ya que aquí entran en contacto con culturas más desarrolladas. La nueva tarea del
español será la de evangelización. Las órdenes religiosas de los franciscanos, los dominicos y
los agustinos abrirán las fronteras e irán avanzando en el territorio consolidando poblados,
organizando asentamientos y difundiendo el mensaje evangélico. Para ello construirán
numerosos conventos.
El programa conventual está formado por una iglesia, un monasterio, un claustro y un atrio. Son
los mismos elementos que conforman los conventos europeos, pero en América, la escala del
monasterio y de la iglesia se reduce y adquieren un desarrollo inmenso las partes que no
existían en Europa, como es el atrio, que se acomoda a la costumbre indígena de recibir las
ceremonias al aire libre. En ellos también se catequizaba y se enseñaban los oficios
artesanales.
Junto a los rincones del atrio se disponen pequeños templetes o "capillas posas" que marcan el
recorrido de las procesiones y sirven para detener o posar las imágenes.
Al fondo aparece la capilla abierta o la "capilla de los indios". Era el lugar desde donde el
sacerdote podía decir misa hacia la multitud del atrio. Responden a la necesidad de albergar a
multitudes que no cabían en las iglesias y a la tradición prehispánica de los cultos al aire libre.
En la capilla abierta, el sacerdote era el único que estaba a cubierto.
Los atrios aparecerán amurallados y almenados, sirviendo de ciudadelas que recuerdan a las
fortificaciones medievales.
Las iglesias reiteran la tipología del templo gótico de una nave profunda, bóvedas de crucería y
cabecera poligonal con contrafuertes. Las portadas presentan los motivos del gótico isabelino,
del renacimiento y del plateresco.
Los espacios internos del convento, celdas, oficinas, talleres, refectorio, portería, biblioteca,
sanitarios, etc., se distribuyen alrededor del claustro.
El Convento de Acolman, fundado por los agustinos, también sigue estas premisas. Cuenta
con pinturas murales muy interesantes, con un contenido iconográfico concreto ya que es el
soporte para transmitir un mensaje. Encontramos una Crucifixión, la representación del Juicio
Final y a Dios Padre en el trono.
Los dominicos llegaron más tarde a América situándose en Oaxaca, Chiapas y Guatemala.
Extienden el tipo de planta basilical. Por ejemplo, la Iglesia de Cuilapan.
A lo largo del siglo XVI también se construirán numerosas catedrales, ya que en las principales
ciudades de la Nueva España se establecen diócesis episcopales. Se pueden apreciar ya
rasgos renacentistas y manieristas, como en La Catedral de México, que se ubica en la plaza y
se levanta en parte del viejo solar del Templo Mayor azteca.
El Barroco llegó de la mano de la Contrarreforma, debido al gran peso que tuvo en España. Se
sirvió del estilo para combatir la difusión del protestantismo y defender el catolicismo. Por ello,
se importarán numerosas obras de imaginería de escultores españoles como Martínez
Montañés.
Algunos de los ejemplos barrocos más destacados son Santa Prisca de Tasco y la Iglesia de
Tepotzotlán en México.
Santa Prisca tiene gran singularidad por su sentido verticalista. Su gran portada-retablo reúne
columnas cilíndricas, salomónicas, un gran medallón central, reloj y estatuas.
Lo que sus ojos no ven, fue el encabezamiento que un ingenioso extranjero puso a
una serie suya de fotos sobre arte, costumbres y aspectos geográficos del Ecuador. El
título era simbólico. Necesitamos que personas cultas de otras naciones nos hagan
apreciar lo que estamos acostumbrados a ver sin notarlo. Un crítico europeo de arte,
Giulio Aristide Sartorio, expresó su parecer en los términos que siguen: «Al venir,
desde la Argentina, tocando las costas del Pacífico en Chile, en el Perú, hasta llegar a
Quito, me he convencido de la existencia de un arte americano... Y si a primera vista,
observando, aquí y allá, aparece este arte, confuso y fabuloso, después de la visita a los
monumentos de Quito, se manifiesta determinado en —10→ todas sus fases, y aun en
la contribución indígena, lógicamente desenvuelta... Quito es la Atenas Americana y el
corazón de la América Latina. Se puede afirmar sin temor que Quito será el centro de
formación espiritual del arte americano autóctono.»
Cierto que José Gabriel Navarro con sus Contribuciones a la Historia del Arte en
el Ecuador ha hecho para su patria, lo que Martín S. Noel y Ángel Cuido para la
Argentina, José de la Riva Agüero y J. Uriel y García para el Perú y para México,
Manuel Romero de Terreros y Manuel Toussaint. Pero, en general, no se puede negar el
desconocimiento que hay en el Ecuador, del arte ecuatoriano antiguo. Hace falta un
estudio sencillo, pero bien documentado, en forma que ofrezca al pueblo el dato preciso
y la acertada orientación.
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Querríamos que este libro fuese un ensayo de reacción de la atrofia nacional que
padecemos. La subestimación de nuestros propios valores ha minado el sentimiento
patriótico de nuestro pueblo. Hay que levantarlo sobre la base de las realidades que nos
han dejado nuestra historia y tradición, no escasas de hechos relevantes.
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Siglo XVI
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Capítulo I
Arquitectura
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Para fines del siglo XVI, San Francisco había adelantado la fábrica del tramo
principal del convento, además del edificio en que funcionó el Colegio de San Andrés
(hoy San Carlos).
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Santo Domingo corrió al principio suerte igual que la Merced. Hasta 1573 apareció
«más humilde en edificios» que San Francisco. Fue menester la formación del elemento
criollo para que se interesara por algo bueno y duradero. Rodríguez de Ocampo dice que
fue el padre Rodrigo de Lara, el que comenzó a obrar y acabar la iglesia nueva de este
convento. —25→ El dato nos parece exacto. Cuando el padre Lara fue Provincial
hizo constar en las Actas del Capítulo la siguiente ordenación: «Nuestro convento de
San Pedro Mártir de Quito es la cabeza y seminario de nuestra madre la Provincia de
Santa Catalina Mártir. Por lo mismo mandamos, mediante la presente ordenación, que
para la construcción de su iglesia contribuyan el Convento de San Pablo de Guayaquil
con el estipendio de una doctrina, el Convento de Santo Domingo de Loja con los
estipendios de dos doctrinas, el Convento de Santa María del Rosario de los Pastos con
el estipendio de una doctrina, el Convento de Santa María del Rosario de Baeza con los
estipendios de dos doctrinas, el Convento de Santiago de Machachi con los estipendios
de todo el priorato y todo el estipendio de la cátedra de la lengua general, llamada
vulgarmente del inga»13. Hay que tener en cuenta que el padre Lara fue valiente militar
antes de vestir el hábito. De ahí que, conservando un fondo de natural bondad, fuese
emprendedor y estupendo organizador. Es típico el caso de suplir la falta de limosnas
con el trabajo de los frailes y la contribución obligatoria de los demás conventos.
El plano de iglesia y convento fue trazado por Francisco Becerra hacia 1580. El
dato se lo debemos a Llaguno y Amirola en sus Noticias de los arquitectos y
arquitectura de España14. Con documentos —26→ originales a la vista, extiende la
ejecutoria y describe la plana de servicios del ilustre arquitecto. Fue hijo de Trujillo en
Extremadura. Su abuelo Hernán González fue compañero de labor de Berruguete y
maestro mayor de la iglesia de Toledo; su padre Alonso Becerra fue arquitecto profesor
y constructor en su provincia: él, don Francisco, vino a México y construyó el coro de
San Francisco, los conventos de Santo Domingo y San Agustín y el Colegio de San Luis
en Puebla de los Ángeles; las capillas de los pueblos de Totemeguacán y Guatinchan;
los templos de Talnepaula, Cuitablabaca y Tepuzthlan, y reedificó el templo de Santo
Domingo en la propia México. Ocupado en la edificación de la catedral de Puebla de los
Ángeles estaba en 1575, cuando se provocó venir a Quito, donde trazó el plano y
comenzó la construcción de los conventos e iglesias de Santo Domingo y San Agustín y
levantó tres puentes en los ríos comarcanos. De aquí pasó al Perú a encargarse de dirigir
la construcción de las catedrales de Lima y el Cuzco15.
Valía la pena detenerse en relatar este hecho. Es la única vez que en el siglo XVI se
comprueba la presencia de un arquitecto español de fuste. De España nos trajo los
influjos de los rancios modelos extremeños —27→ y de México, las modalidades
suntuarias de un arte hispanoamericano: a Quito le incorporó en la trayectoria que
recorrió la arquitectura desde Nueva España hasta las márgenes del Plata.
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Lope de Atienza hizo notar que entre los indios un motivo religioso determinaba la
posición de las casas. «Las casas, escribió, dan siempre las puertas al Oriente, porque en
levantándose, lo primero que hacen es mochar al sol». No podría afirmarse que en la
erección de las iglesias se tuvo en cuenta un móvil semejante. Hecha por el Cabildo la
designación del sitio a cada Orden Religiosa, no había sino que acomodarse a la
geografía física de la ciudad en la disposición de los edificios. San Francisco, que ocupa
el centro de un plano inclinado, no priva de su oblicuidad a la plaza, cuya parte superior
domina mediante el murallón del atrio, que corta hábilmente el sesgo para ofrecer un
suelo horizontal a la fábrica. Esta coloca al templo en la mitad internándolo de oriente a
occidente, y cortejándolo a lado y lado con edificaciones conventuales.
Santo Domingo debe tal vez su forma a la época en que se diseñó su plano.
Obras planeadas por el mismo arquitecto, la iglesia y convento de San Agustín han
debido resolver el difícil problema de construirse una plataforma horizontal en sitio de
brusca oblicuidad. Una vez más se confirma que la elección de lugar para
establecimiento, no estaba a merced de la voluntad de los —29→ infestados. El
Cabildo señalaba el puesto y había que acomodarse a él para la construcción. Basta
echar una mirada a la pared de la iglesia que da a la calle y a las murallas del cucurucho
para apreciar el desnivel del suelo que ha necesitado rellenarse con el fin de ejecutar el
diseño tan elegante y sencillo del trazo de Becerra.
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Puede afirmarse en general que no hay iglesia sin atrio. Lo tiene San Francisco, con
él se adorna la catedral, lo encontramos frente a la Merced, la Compañía, San Agustín,
la Concepción, Santa Bárbara, los Cármenes, el Sagrario y Santo Domingo. Algunos,
como los de San Francisco y la Catedral y en menor escala la Concepción y Santa
Catalina, se levantan sobre el nivel de las plazas y calles a las que dominan mediante
graderías, desiguales a los extremos por el nivel caprichoso de la planta. En un ángulo
de estos amplios corredores de piedra sillar de la Catedral, San Francisco, la Compañía,
San Agustín, Santo Domingo y San Diego se yergue una cruz lapídea que recuerda la
orden insistente del Ilmo. Señor de la Peña de erigir el signo del madero redentor a las
entradas de iglesias y plazas.
—30→
En México se había introducido una peculiaridad en los atrios. «En esta tierra,
escribe Motolinia, los patios son muy grandes y muy gentiles, porque la gente no cabe
en las iglesias, y en los patios tiene su capilla para que todos oyan misa los domingos y
fiestas, y las iglesias sirven para entre semana»16. No hallamos entre nosotros esta
característica en los templos principales del siglo XVI. Ejemplares como de muestra se
han conservado en los atrios de la Merced y Santa Catalina.
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San Francisco construyó su cripta en el subsuelo de la sacristía que queda detrás del
altar mayor. Andando el tiempo hizo cesión de toda una capilla a la familia Villacís,
para la que se fabricó una bóveda propia.
Santo Domingo tuvo sus catacumbas coloniales bajo el piso del templo y nichos en
las paredes de los altares laterales.
Desde que las Comunidades Religiosas alzaron sus conventos hubo claustros, cuyo
subsuelo se consagró a sepulturas. Llamábaselos claustros De profundis. Los entierros
se los cubría con una piedra rectangular, que llevaban en la superficie tallado el blasón
de la familia del difunto. Abundan estas piedras sepulcrales en los claustros de San
Francisco y son el mejor documento para rehacer la heráldica de los buenos apellidos de
Quito colonial.
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San Francisco y la Catedral fueron planeados de dos naves. Son los templos que
más se identifican con Quito. Su diseño fue ideado por promotores del adelanto de la
ciudad. Santo Domingo no puede desconocer el influjo del arte mexicano. Su hechura
de una sola nave lo comprueba, tanto como el nombre del arquitecto que trazó su plano.
San Agustín es, a su vez, un reflejo de los templos espléndidos que construyeron los
agustinos en la Nueva España.
Desde mediados del siglo XVI se menciona la cantera de las faldas del Pichincha
como surtidero de las piedras necesarias a las fábricas de conventos, templos y casas. La
cercanía del material fue una ventaja positiva de la localización de la ciudad. Con el
sistema de mingas se abrevió el tiempo de trabajo. La abundancia de piedras fomentó la
cantería y habilitó a los canteros. La calidad de las piedras no fue uniforme. Unas, como
las del atrio de la Catedral, resultaron compactas e invulnerables a la acción del tiempo
y los elementos. Otras, como las del zócalo de la iglesia de San Francisco, han cedido
de su firmeza ante la marcha incesante de los años.
No se dio entre nosotros el caso del constante y general reclamo de los indígenas de
México, que se quejaban de que agustinos, franciscanos y dominicos emprendían obras
de monumental arquitectura abusando de la paciencia de los operarios. El relator
anónimo de 1574 refiere que, hecho el reparto proporcional de las contribuciones, para
edificar la Catedral, «lo que cupo pagar a los naturales háse consumido en jornales y
madera que han traído». Los frailes franciscanos y dominicos pidieron repetidas veces
al Rey que resolviese la dificultad que suscitaba la falta de trabajadores, que ni pagados
se brindaban a la labor. San Francisco cedió unas tierras que poseía a las faldas del
Pichincha, al operario mayor de la obra, en pago de su salario.
—[34]→ —35→
Capítulo II
Escultura
El Colegio de San Andrés y la escultura.- Artesonados y coros.- Imaginería.-
Primeras Imágenes.- Diego Rodríguez y Diego de Robles.
Mejor servida se halló la escultura entre los talladores en madera. El bosque virgen
ofreció cedros, que se brindaron al labrado de los retablos del altar mayor y laterales del
templo de San Francisco y la Catedral. El ingenio de los artistas se dio modo de
ornamentar los frisos que corren a lo largo de las paredes interiores y las pilastras y
arcos de los templos mencionados y el de Santo Domingo.
No son para echados al olvido los nombres de don Diego de Sandoval que proveía
de cedros y maderas para las obras de las iglesias; de fray Pedro Gosseal primer escultor
de atriles, sacras y altares; del tallador Luis Vicente a quien se le pagó por el trabajo del
púlpito, facistol con águilas, puertas labradas del Santísimo y cómodas para la sacristía
de la —37→ Catedral20. En el informe que Rodríguez de Aguayo presentó en 1573 al
Rey, atestigua que el templo de San Francisco estaba concluido y que «la iglesia mayor
era de cantería, grande, buena torre, la capilla mayor de bóveda, buen maderamiento de
cedro y artesones a partes y a partes otra labor más llana»21.
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En los templos de pleno siglo XVI, Catedral, San Francisco, Santo Domingo, las
techumbres se caracterizaron por el influjo del arte arábigo, tanto más digno de atención
cuanto los estilos arquitectónicos no salen del románico español. El padre fray
Reginaldo de Lizárraga hace referencia a un lego dominicano que decoró el techo de la
Catedral. De esta imitaron los talladores del cielo de la iglesia de San Francisco y más
tarde del de Santo Domingo. La ornamentación compuesta de arabesco y lacerías,
subordina constantemente el detalle al conjunto, ofreciendo figuras que se entrelazan sin
perder jamás la simetría de la línea. Las techumbres del coro y altares cercanos al
presbiterio de San Francisco, del cuerpo de la iglesia de Santo Domingo y la Catedral y
del presbiterio de —38→ San Diego conservan aún ese recuerdo islámico, traído por
los frailes que vinieron de Granada, Sevilla y de Toledo.
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Hacia 1584 la imaginería quiteña recibió su consagración de sobrenatural
beneplácito. El escultor Diego —41→ de Robles, por contrato con Cristóbal López,
talló la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe para la parcialidad de Guápulo. Desde
que la santa efigie se ofreció al culto público, cautivó a los fieles con la limosna del
milagro. Prueba del ello, la frecuencia del Ilmo. señor fray Luis López de Solís al
Santuario, quien hizo «de la Santa casa de Guadalupe su acostumbrada residencia»25.
Bastarían los datos consignados para la integridad del relato histórico. Pero no es
posible prescindir de la interpretación de hechos que inician costumbres tradicionales
cuya práctica dura todavía. Apenas esas venerandas imágenes de la Madre de Dios se
ofrecieron al culto, cuando Guápulo, Oyacachi y el Cisne se tornaron en célebres
Santuarios a donde acudían los fieles en demanda de favores o en muestra de gratitud
por las gracias extraordinarias obradas por María. No se trata de una exageración de
fanatismo o contagio de crédulo entusiasmo. Sobre confirmar los hechos con los
recuerdos pictóricos de lejana procedencia, la Virgen Madre se complació en repetir en
Quito las manifestaciones de la Virgen Morena de Tepeyac o Nuestra Señora de los
Remedios de Totoltepec28. La organización de romerías, sobre todo por los indios,
comenzó a fines del siglo XVI con la Virgen de Oyacachi.
—[44]→ —45→
Capítulo III
Pintura
A la vanguardia se nos presenta el nombre de fray Pedro Pintor. Así lo llama fray
Reginaldo de Lizárraga, repitiendo la expresión con que el pueblo denominaba a fray
Pedro Gosseal. Fue maestro de los educandos del Colegio de San Andrés. Trajo a Quito
el estilo y gusto del arte flamenco. A su magisterio se debió la formación de los pintores
y viñetistas, recomendados en los informes del Cabildo al Rey. Hace —46→ también
a este lugar la cita que transcribimos al tratar de la escultura, donde se decía
textualmente: «Enseñó a los indios todos los géneros de oficios, hasta muy perfectos
pintores y escultores y apuntadores de libros».
* * *
«De 1570 a 1575, el pintor peruano Juan Illescas ejecutaba en Lima diversos
cuadros; pero pronto se dirigió a México y después a Quito, donde fue uno de los
primeros que inició el desarrollo de la pintura en dicha ciudad, y de los que más se
distinguieron por incrementar dicho arte y darle la especial orientación que llevaba
como fruto de su nacionalismo. Preparó la ejecución de Luis Ribera, y juntos hicieron
varios importantes lienzos en la Catedral e iglesia de San Francisco de Quito»32.
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Hacia fines del siglo XVI estuvo presente en Quito el pintor italiano Angélico
Medoro, de quien hace mención, con referencias documentadas, el doctor Pablo Herrera
en su estudio sobre el arte quiteño.
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En Quito del siglo XVI, la Religión era el numen casi único para desarrollo de las
habilidades de los artistas. Fue causa de pública acusación el padre fray Jerónimo de
Cervantes, porque en su celda conservaba un cuadro de Héctor y Aquiles y unas
colgaduras de glandes. Los influjos pictóricos provenían de la escuela —53→
flamenca por fray Jodoco y fray Pedro Gosseal, de la española por Diego Rodríguez y
Luis de Ribera y de la italiana por Angélico Medoro y Mateo Pérez de Alecio. Al
mismo tiempo el comercio facilitaba la adquisición de modelos en los lienzos traídos de
los diferentes centros de arte europeo. De este modo nació el arte quiteño, mezcla de
técnica clásica con aporte criollo, para servicio del ideal religioso.
Durante la segunda mitad del siglo XVI e inicios del XVII, numerosos cronistas
escribieron sobre la riqueza mineral y la producción alimenticia del Perú. Lima se
convirtió en la capital de los virreynatos españoles, convirtiéndose en una ciudad
cosmopolita de gran importancia. Lima y su Plaza Mayor, se convierte en el centro de
las grandes ceremonias cortesanas y eclesiásticas (venida de virrey, nacimientos de
príncipes en España, fiestas luctuosas, pomposas procesiones) en ellas participan los
intelectuales y artistas más renombrados de la época. Durante este periodo sobresale la
labor administrativa del Virrey Toledo.
Durante la colonia se podían distinguir dos grandes poderes como era el de la Iglesia
que contaba con el 10% de la población total, entre obispos, clero regular, clero
doctrinero, prelados, canónigos e inquisidores. La ciudad Lima sería conocida como la
ciudad de las iglesias y monasterios por la cantidad de construcciones y personas
dedicadas al culto que tenía. Las primeras órdenes religiosas que llegaron a estas tierras
fueron los dominicos, mercedarios, franciscanos y agustinos de este modo los primeros
monasterios fueron el la Encarnación (monjas agustinas) y el de Concepción
(inicialmente estas monjas se regían por la regla franciscana pero luego lograron
autonomía)
El poder civil estaba comandado por el Rey de España o en su defecto del Virrey quien
tenía bajo su cargo a los Oidores de la Real Audiencia. Los Encomenderos laicos,
mercaderes. El poder militar (también bajo órdenes del virrey) comprendía la guardia
del Virrey y los Capitanes generales.
Pintura [editar]
La pintura virreinal o pintura colonial, tuvo tres grandes influencias: la italiana, muy
intensa durante el siglo XVI y principios del XVII, que después se diluyó para recuperar
su hegemonía a fines del siglo XVIII con la introducción del neoclasicismo; la
influencia flamenca, que se dio desde el principio y su importancia fue creciendo hasta
ser muy fuerte en el siglo XVII, pero, sobre todo fue constante por medio de los
grabados; y la española que se manifestó con mayor fuerza durante el período Barroco
de los siglos XVII y XVIII, especialmente a través de la Escuela Sevillana. Más
adelante y luego de que indígenas y mestizos al que hacer artístico se inició el Barroco
Americano, con la introducción y recuperación de nuevos factores en el panorama
artístico. La incorporación de lo indígena no derivó sólo en un estilo, sino que supuso
un concepto distinto del universo y de su expresión, con validez genuina,
manifestándose en un arte distinto y propio. Los artistas indígenas interpretaron los
temas religiosos y estilos de los trabajos del arte occidental dados por los curas
católicos. Las pinturas coloniales muestran temas de santos y figuras religiosas
combinadas con elementos indígenas, tales como vestidos andinos o expresiones
faciales andinas. También, cada iglesia, convento, monasterio y pueblo tienen un santo
patrón o "Santo."
Martin Soria afirma que durante el siglo XVI la pintura es de índole prácticamente
europea y, aunque existieron muchas obras que llegaron a nuestras tierras desde España,
la influencia peninsular fue superada por los aportes llegados desde Italia, Flandes,
Francia y Alemania a través de sus estampas y de la presencia en nuestras tierras de los
propios artistas.
A finales del siglo XVI la pintura manierista cede el paso hacia un mayor naturalismo
en las obras de arte dando a un nuevo estilo conocido como Barroco. Según el Concilio
de Trento, toda obra de arte debe tener como objetivo principal tener una
intencionalidad retórica y sensibilizar al espectador, es decir, la obra de arte debe ser
fácilmente entendida por todos.
Podemos distinguir dos etapas del Estilo Barroco, la primera llamada de la plenitud del
realismo, tuvo entre sus mayores exponentes en España a Velázquez, Zurbarán y José
de Ribera llamado el españoleto. De este último se presume la autoría de los lienzos en
el Convento de los Descalzos San Lorenzo y la Lapidación de San Esteban
La segunda etapa llamada del desarrollo pleno del Barroco, se ubica en el último tercio
del siglo XVII en España. Se caracteriza por ser una pintura de características
mayormente italianas, innova en las composiciones, dándole un mayor dinamismo con
ayuda de las perspectivas arquitectónicas (abre puertas y pasadizos). Entre sus mayores
exponentes en españoles distinguimos a Valdés Leal y Murillo. Son obra del primero la
serie de la vidad de San ignacio de Loyola ubicado en los lunetos de la nave del
evangelio de la Iglesia de San Pedro de Lima mientras que al segundo se le atribuye el
San José con el niño del Convento de los Descalzos de Lima. Asimismo, destaca la obra
de Bartolomé Román, quien pintó la Sereie de Arcángeles de San Pedro de Lima.
Esta serie fue inventariada en 1758 por el padre Marimón (1758) y esta directamente
vinculada con Zurbarán pues se considera que era él quien daba el toque final a los
lienzos. En 1940, llega a Lima el marques de Losoya, quien certifica la autenticidad de
los cuadros y da fe de ello en su libro Arte en Hispanoamérica. La serie compuesta por
trece cuadros podemos observar a los doce apostoles quienes llevan un atributo que los
identifica, correspondiendo el último lienzo de la serie a Cristo Redentor.
Esta serie sale de Cádiz en 1752 rumbo a Lima. Según el marques de Losoya, fue un
obsequio de doña Gertrudis de Vargas al padre Francisco Laguna, prior del Convento de
la Buena Muerte. Originalmente estaba compuesta por 30 lienzos de los cuales hoy tan
solo podemos apreciar trece. Según el historiador Paul Guinard, sólo San Bernardo es
del pincel de Zurbarán, mientras que según el historiador Antonio Gaya Nuño, Zurbarán
es responsable únicamente de los rostros y de las manos, el resto es obra del taller. Se
encuentra en el convento de la Buena Muerte.
Serie atribuida a la pintora limeña del siglo XVII Juana de Valera, pues en el inventario
de su taller se encontró una serie titulada las Doce tribus de Israel que presenta
similitudes con la existente en Londres y firmada por Zurbaran la cual está inspirada en
grabados como los de Durero. Se encuentra en el refectorio de la tercera orden
franciscana de Lima. Finalmente, el historiador peruano Guillermo Lohman Villena
menciona, en su Inventario Colonial Peruano de 1999, otras series de Zurbarán como
La vida de la Virgen (10 lienzos), Vírgenes latinas (24 lienzos), Los Cesares a caballo
(12 lienzos, sobre esta serie en particular se han encontrado documentos que indican
que en 1647 Zurbaran gestionó su cobro), todos estos cuadros pertenecientes al
Monasterio de la Encarnación.
Claroscurismo en el Cusco [editar]
Durante la primera mitad del siglo XVII la pintura cuzqueña recibe la influencia del
mestro italiano Bernardo Bitti quien dejo allí varios discípulos como Pedro de Vargas y
Gregorio Gamarra. Éstos fueron continuadores del estilo manierista. Sin embargo, la
segunda mitad de este siglo presenta características totalmente diferentes debido en
parte a la influencia de los dibujos y grabados flamencos como los de Martín de Vos y
Halbeck respectivamente, así como de la pintura de Zurbarán. Igualmente, durante este
periodo a algunos de los pintores eran de origen indio y mestizo. Entres estos artistas
podemos destacar a Juan de Calderón, Martín de Loayza, Marcos Rivera, Juan Espinoza
de los Monteros, Basilio Santa Cruz Puma Callao y Diego Quispe Tito
Escultura [editar]
Durante el siglo XVII trabajaron en Lima los siguientes escultores:
• Diego de Medina
• Diego Rodrigues
• Alonso Gómez
• Anónimo
La escultura española durante este período tuvo tres tendencias, las cuales por su
importancia marcaron escuela no sólo es España sino también en Iberoamérica. Estas
fueron:
1. Escuela castellana, Valladolid
2. Escuela Andaluza, Sevilla
3. Escuela Andaluza, Granada
4. Escuela Castellana
• Gregorio Fernández
• Escenas de la pasión
2. Escuela Sevillana
Sus precedentes son Juan Bautista Vásquez “La Rectora” y Jerónimo Hernández y
Martínez Montañés (s. XVI) llamado el Dios de la Madera por la excelencia en su obra,
fue el representante máximo de esta escuela
• Obras en Lima
- Cristo del Auxilio en la Iglesia de la Merced de Lima. - Retablo del Bautista, donde
destaca la figura del crucificado, en la Catedral de Lima. - Santa Apolonia, en la capilla
Aliaga de la Catedral de Lima - San Francisco de Borja en uno de los retablos de la
Iglesia de San Pedro. - San Francisco Javier en uno de los retablos de la Iglesia de San
Pedro. - La Virgen de la Espina en el Convento de la Buena Muerte o de San Camilo
• Juan de Mesa,
Fue discípulo de Montañés, sin mebargo en su obra se percibe un carácter más realista.
3. Escuela Granadina
Esta escuela lleva el realismo al extremo, pora lo cual usa artificios como ojos y
lágrimas de cristal, vidrio en el paladar, su objetivo es lograr el máximo realismo para
conmover al espectador.
• Alonso Cano
Influencia sevillana XVII. Realismo atemperado. Una de sus obras más importantes es
la Fachada de la Catedral de Granada.
- Retablo de la Virgen - Inmaculada del retablo de San Francisco. Sin embargo, por ser
muy joven solamente se le encargó el diseño, el trabajo lo realizaría Francisco de
Ocampo - La Virgen del Monasterio del Carmen en Trujillo
• Pedro Mena
Máximo representante del realismo extremo, utiliza ojos y lágrimas de vidrio, dientes de
marfil. Fue discípulo de Alonso Cano. Una de sus obras más reconocidad es la escultura
de Maria Magdalena en el Muso de Valladolid.
Estos artistas, también llamados montañesinos, trabajaron en Lima a mediados del siglo
XVII. Entre ellos se encontraba Luis de Espíndola y Gaspar de la Cueva, quienes si bien
estuvieron en Lima su trabajo se desarrolló plenamente en Potosí
1. Ascencio de Salas
Obras:
2. Cristóbal Caballero Arquitecto y escultor, estuvo activo hasta finales del siglo XVII,
continuó el trabajo de Ascencio de Salas. Su trabajo se caracterizó por utilizar
modillones y arabescos en lugar de los capiteles, éstos aparecen tanto en su arquitectura
efímera como en la local.
Trabajos:
3. Diego de Medina
Escultura Montañesina
• San Antonio de Padua con niño Jesús de túnica celeste, sentado sobre
el libro. El santo tiene los cabellos al estilo montañesino. Trujillo
Esta escultura tiene como antecedente al San Jerónimo de Tordillano, quien dejo
impresionado a Montañez y quien hace de este un modelo iconográfico y por las
características de esta pieza fue atribuida a él, sin embargo nuevas investigaciones la
atribuyen a un artista local.
Otro modelo iconográfico que llegó a Lima proveniente de Sevilla, fueron los pasos
procesionales, los Santos Juanes, Juan Evangelista (usualmente representado con túnica)
y Juan Bautista (representado con piel de cordero). Podemos observar a estos santos en
la Iglesia de San Francisco. Asimismo, el estilo montañesino se encuentra presente en la
escultura del San Buenaventura, del cristo crucificado (donde se observa la audacia del
artista pues el paño de pureza esta puesto de tal modo que deja la cadera al descubierto,
lo que da más naturalismo a la obra. Esta obra se encuentra en la capilla del triunfo, de
la iglesia franciscana
1. José de Castilla
- Retablo del Señor de Burgos, en la iglesia de San Agustín de Lima
(desaparecido).
- Retablo Mayor de la iglesia de Jesús María y José, Lima.
2. Atanasio Contreras del Cid
- Retablo Mayor de la Iglesia de San Sebastián, Lima (ca. 1770).
Presenta columnas con elementos de rocalla, carros alegóricos y
letanías de la virgen.
3. Fernando Collado
- Retablo Mayor, iglesia de San Agustín, Trujillo
- Retablo Mayor, iglesia del Carmen, Trujillo
Arquitectura [editar]
La ciudad de Lima fue construida teniendo como modelo la cuadrícula, modelo que ha
sido preservado hasta hoy y que se conoce como el "Damero de Pizarro". Las casas en
la costa del Perú fueron hechas de adobe y luego ladrillo mientras que en la sierra
fueron de piedra y luego "quincha". Cabe mencionar que los más grandes influyentes en
cuanto al estilo arquitectónico fueron los terremotos de 1586, 1687 y 1746.
Durante el siglo XVII las murallas de Lima tuvieron un carácter defensivo más que
delimitatorio. En 1610 se construye el Puente de Piedra en el actual Jr. Trujillo, ubicado
detrás de Palacio Gobierno, la Alameda de los Descalzos (en extramuros pasando el río)
que antiguamente tenía el nombre similar a la Alameda de Hércules en Sevilla. En 1613
los límites de la ciudad de Lima eran de N–S el Barrio de San Lázaro en el Rimac y de
E-O el pueblo indígena del Cercado.
En las primeras décadas del siglo XIX, sobresale la pintura republicana, después de
pintar cortesanos y virreyes hay un carácter nacionalista, que representa a generales y
libertadores. Los artistas más representativos en la sociedad limeña son José Gil de
Castro, Pablo Rojas y Pedro Díaz los cuales marcan la etapa de transición final entre el
rococó y el neoclasicismo
Estos tres pintores vivieron una época de transición entre el estilo barroco y el
neoclásico lo que vemos reflejado en su obra. Este gusto aún por los pisos ajedrezados,
fondos arquitectónicos, los cortinajes exagerados, los motivos religiosos, desplazados
luego por los motivos históricos y civiles reflejan claramente la preferencia por lo
barroco. Pero éste estilo, va ir perdiendo paulatinamente importancia, poniéndose de
manifiesto al momento de retratar a sus personajes en un fondo neutro y dejando de
idealizarlos, dando entrada a un mayor realismo, sin que por esto disminuya la
importancia y magnitud del retratado.
EL ARTE POPULAR PERUANO
La artesanía peruana se encuentra entre las más variadas del mundo, como lo prueba la
amplia red de exportadores que cada año expone el ingenio de los peruanos en mercados
europeos, asiáticos y norteamericanos. Su diversidad, colorido, creatividad y múltiple
funcionalidad hacen de ella una actividad fundamental no sólo para la configuración de
la identidad peruana sino también para la supervivencia de miles de familias y aún de
pueblos enteros, como los de Sarhua y Quinua, en Ayacucho.
Estas obras son sólo algunas de las manifestaciones de un pueblo que se comunica
principalmente a través del arte, utilizando para ello un lenguaje cuyas claves
fundamentales son la abundancia, la fertilidad y la apuesta por el futuro.
Cuatro años después aparecen los primeros portafolios pop, todos estos elaborados en
serigrafía, con estampas y gráficas del artista Roy Lichtenstein, basado en los comics,
historietas, etc, de manera que se genera un ámbito muy comercial.
En estas épocas el aguafuerte era la técnica más utilizada en Europa, en la cual esta
tendencia cae a mano de los minimalistas. Ya en 1975 renace y se extiende el interés
por la xilografía, afectando también al Perú, de la mano de los indigenistas, cual pionero
fue José Sabogal. Igualmente ocurre con las revistas que no tenían la posibilidad de
acceder al fotograbado.
Escultura [editar]
La escultura en el Perú republicano ha tenido sus principales exponentes durante el siglo
XX. Durante las décadas decimonónicas, la ausencia de una academia nacional impidió
el surgimiento de escultores. Así, las obras plásticas que engalanaban recintos públicos
y privados en el Perú a lo largo del siglo XIX eran en su gran mayoría producidas en
talleres de Europa o por artistas del Viejo Mundo. Así, son de mencionar el monumento
ecuestre a Simón Bolívar, obra del escultor italiano Adamo Tadolini (1788-1868); y el
monumento a Cristóbal Colón, elaborado en Roma durante el gobierno de Ramón
Castilla (1851). Con la celebración del Centenario de la Independencia (1921) surge la
primera generación nacional. Muchos de ellos giraron en torno a la Escuela Nacional de
Bellas Artes de Lima, fundada el 28 de septiembre de 1918; inaugurada oficialmente el
15 de abril de 1919, cuyo primer director fue el pintor Daniel Hernández.
Chalaco. Autor de obras entre las que destacan el monumento ecuestre a Antonio José
de Sucre y la estatua de Leoncio Prado. Su obra cumbre es el monumento a Ramón
Castilla, ubicado en la plazuela de La Merced, en el Centro Histórico de Lima.
Limeño, fue Premio Nacional de Escultura en 1951. Entre sus muestras se cuentan 38
personales y 150 colectivas en numerosos países.
Limeño. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes, de la que después fue docente.
Entre sus obras destacan el Monumento a los Héroes del Cenepa y al campeón olímpico
Edwin Vásquez Cam, ubicados en Lima. Autor de bustos en los cuales denota
apreciable habilidad para el retrato artístico, son de mencionar los realizados en torno a
las figuras de Fernando Belaúnde (2003), Horacio Zeballos (2001), Juan Landázuri
(1997), Alejandro Graña (1996) y Raúl Acha Rovira (1995), entre otros. Un hito
destacable en su trayectoria artística ha sido la figura del historiador Jorge Basadre, al
cual ha encarnado en distintas ocasiones. En 1995 lo plasmó en un busto ubicado en la
Biblioteca Nacional de Lima, cuya réplica da desde el 2003 nombre al Hall Basadre del
Palacio de Gobierno del Perú. En el 2004, realizó una versión sedente del personaje el
cual se halla en la Casa Basadre de Tacna. Finalmente, el 2005 lo esculpió en mármol
para el mausoleo familiar del personaje.
Luis Peña y Peña (Guadalupe) Ica Perú. Fue alumno de Artemio OcañaEscultura
Ecuestre Ramón Castilla, la "Bruja de cachiche", relieve "La leyenda de Huacachina",
San Martín en Pisco, Luis Jerónimo de Cabrera (Fundador de la ciudad de Ica),
escultura al aviador Renán Elías Olivera (Óvalo del estadio José Picasso Peratta) ciudad
de Ica.
Historia de la arquitectura colonial en Iberoamérica. Desde el año 1500 en que Pedro Álvarez descubrió
el Brasil, no hubo un verdadero proceso de colonización, concretándose, a simples viajes de
descubrimiento y a la fundación de factorías comerciales de escasa vida. Al principio Portugal no
concedió gran importancia a su nueva posesión. A estas excepciones aisladas sucedió un sistema casi
feudal, el rey entregaba zonas del nuevo país a vasallos suyos, con derechos hereditarios.
Se fundaron así las primeras capitanías, el sistema de capitanías suponía una explotación mixta por la
Corona y los particulares, no dio mayor resultado, reemplazándoselo por Gobernadores que dependían
directamente del Estado. En el Brasil todo quedó librado a la iniciativa privada. No tuvieron las trabas
comerciales que ahogaban a la América española. Durante todo el siglo XVII la colonización portuguesa
quedó concentrada a una angosta faja sobre la costa del Atlántico. La penetración pacífica fue obra de la
centuria siguiente y eso sólo en la parte de Minas Geraes y Río Grande del Sur. Las poblaciones de la
costa cobraron rápida importancia gracias al cultivo de cañas de azúcar; el Brasil se convirtió en uno de
los principales proveedores de Europa, y ello se tradujo en construcciones ostentosas, propias de un
ambiente opulento. Como los indios se rehusaron a trabajar para los portugueses fue necesario importar
esclavos negros, se formó una población mestiza.
El barroco, expresión de un arte complicado y brillante tenía que encontrar campo fértil en esas mentes
afectas a la apariencia, a lo exuberante. En un ambiente tropical, lujurioso y colorido tenia que
desembocar fatalmente en un barroquismo furioso. Todo el entusiasmo constructivo se dedicó a la
arquitectura religiosa. Los edificios jesuíticos representan lo más antiguo en la arquitectura del Brasil,
son moderados, regulares, fríos, en medio de esa borrasca que caracteriza el arte en ese país. Para los
europeos saturados de renacimiento el arte jesuítico supone la expresión y la aparición del Barroco, para
el Brasil significa una etapa atenuada, casi prebarroca, que se interrumpe en 1759 a raíz de la expulsión
de la Compañía. Desde el comienzo se usó en los templos un tipo de planta de origen portugués, bien
distinta al usado en el resto del continente: una sola nave con o sin capillas laterales, sin crucero y
cúpula (por lo general). La nave se cubría con bóveda de madera lo mismo que el presbiterio. La falta de
cúpula es una característica portuguesa. Ese sencillo esquema fue cobrando más independencia: las
capillas laterales se remplazaron por largos corredores que llevaban desde la entrada (independiente de
la puerta misma del templo) hasta la sacristía. Esta se colocó detrás del presbiterio, en sentido
transversal y se le dio dimensiones colosales. Otra diferencia es que tiene las capillas al lado del
presbiterio, frente a los fieles (se ve en Italia). Las fachadas se mantuvieron tranquilas durante todo el
siglo XVII: simples cadenas de piedra o pilastras sin ornato, frontis triangulares, torres cuadradas
terminadas en pirámide recubierta de azulejos.
En el interior anunciaba tímidamente el comienzo de un barroquismo que más tarde sería de locura. En
el siglo XVIII el ornato se concentró más en los techos de madera. Las ciudades que tienen monumentos
importantes del siglo XVII son Olinda, Recife, Bahía y Río de Janeiro. En Olinda, el convento de San
Francisco porque tiene en su claustro una solución muy italiana. Es un claustro de dos plantas, cuya
galería baja tiene arcos de medio punto sobre columnas toscanas, en tanto que la galería alta es
adintelada, también sobre columnas toscanas más pequeñas y con una base exagerada. Un techo de
tejas cubre esta galería. El parecido con los claustros de Santo Espíritu en Florencia es evidente. En
Recife, el edificio de mayor valor es el templo y convento de San Francisco, cuyo claustro es sumamente
parecido al de Bahía. La fachada de la iglesia es posterior al cuerpo del templo y entra de lleno en el
barroco frenético del siglo XVIII. Pero lo más interesante de esta ciudad es el haber sido sede del
gobierno holandés de ocupación y Mauricio Nassau quiso hacer de Recife un centro de civilización.
Llamado por las autoridades de su país, Nassau abandonó el Brasil en 1644; diez años más tarde de la
partida del príncipe los holandeses tuvieron que capitular. En Bahía fue durante los dos primero siglos de
vida colonial la ciudad más importante del Brasil y conservó el rango de capital hasta 1763. se
levantaron allí desde temprana data mucos e importantes edificios de toda índole, ocupa el primer lugar
la Catedral, que fue primitivamente iglesia de los jesuitas.
Contenido
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• 1 Orígenes
• 2 Arquitectura
• 3 Escultura
• 4 Pintura
• 5 Música
• 6 Literatura
• 7 Referencias
• 8 Véase también
• 9 Enlaces
externos
[editar] Orígenes
Con el deseo de recuperar las huellas del pasado se pusieron en marcha expediciones
para conocer las obras antiguas en sus lugares de origen. La que en 1749 emprendió
desde Francia el arquitecto Jacques-Germain Soufflot, dio lugar a la publicación en
1754 de las Observations sur les antiquités de la ville d'Herculaneum, una referencia
imprescindible para la formación de los artistas neoclásicos franceses. En Inglaterra la
Society of Dilettanti (Sociedad de Amateurs) subvencionó campañas arqueológicas para
conocer las ruinas griegas y romanas. De estas expediciones nacieron libros como las
Antigüedades de Herculano (1757-1792) financiada por el Rey de Nápoles (luego
Carlos III de España), que sirvieron de fuente de inspiración para los artistas de esta
época.
También hay que valorar el papel que desempeñó Roma como lugar de cita para
viajeros y artistas de toda Europa e incluso de América. En la ciudad se visitaban las
ruinas, se intercambiaban ideas y cada uno iba adquiriendo un bagaje cultural que
llevaría de vuelta a su tierra de origen. Allí surgió en 1690 la llamada Academia de la
Arcadia o Arcades de Roma, que con sus numerosas sucursales o coloniae por toda
Italia y su apuesta por el equilibrio de los modelos clásicos y la claridad y la sencillez
impulsó la estética neoclásica.
...En Roma también trabajaba Giovanni Battista Piranesi (1720-1778); en sus grabados,
como Antichitá romana (1756) o Las cárceles inventadas (1745-1760), y transmite una
visión diferente de las ruinas con imágenes en las que las proporciones desusadas y los
contrastes de luces y sombras buscan impresionar al espectador.
[editar] Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura Neoclásica
Cenotafio para Isaac Newton.
Puerta de Brandeburgo
La arquitectura puede ser analizada como una rama de las artes social y moral; La
Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres
de los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden contribuir a mejorar la
vida humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., pensadas con
carácter monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última
arquitectura barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo
arquitectónico de validez universal.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la racionalidad en las
construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de los edificios de Grecia y Roma e
incluso de Egipto y Asia Menor se convierten en referentes que todos emplean aunque
desde puntos de vista distintos.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproduce
frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El
perfil de los Propileos de Atenas le sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans para
configurar su Puerta de Brandeburgo en Berlín (1789 a 1791),1 un tipo muy repetido
como atestigua la entrada al Downing College de Cambridge (1806) obra del inglés
William Wilkins o la posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.2
Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo XVIII y en los
comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Agripa en Roma se repite en un
gran número de templos, como el de la Gran Madre de Dio en Turín y San Francisco de
Paula en Nápoles, ambos terminados en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el
volumen cilíndrico del Panteón.
...Entre uno y otro grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura pintoresca, a
partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural
lejos del geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se valora la combinación
de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que
remedan las construcciones chinas, indias o medievales. Este juego de formas
caprichosas y el aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el espectador.
Horace Walpole (1717-1797) construyó en Londres (Inglaterra), Strawberry Hill (1753-
1756) una fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir una
novela gótica, una expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William
Chambers (1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres)
(1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las
arquitecturas orientales.
[editar] Escultura
También en la escultura neoclásica pesó el recuerdo del pasado, muy presente si
consideramos el gran número de piezas que las excavaciones iban sacando a la luz,
además de las colecciones que se habían ido formando a lo largo de los siglos.
Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en las
que prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto
curvilíneo del Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como
deseo de rodear las obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos,
los temas tomados de la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas
llenaron los relieves de los edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos,
como arcos de triunfo o columnas conmemorativas.
[editar] Pintura
Artículo principal: Pintura neoclásica
Los pintores, entre los que destacó Jacques-Louis David, reprodujeron los principales
hechos de la revolución y exaltaron los mitos romanos, a los que se identificó con los
valores de la revolución.
[editar] Música
Artículo principal: música neoclásica
[editar] Literatura
Véase también: Literatura española de la Ilustración y Neoclasicismo
hispanoamericano
La Ilustración fue un movimiento intelectual que provocó que el siglo XVIII fuera
conocido como el «Siglo de las Luces». El culto a la razón promovido por los filósofos
ilustrados conllevó un rechazo del dogma religioso, que fue considerado origen de la
intolerancia, y una concepción de Dios que pasaba de regir el mundo mediante las leyes
naturales a desaparecer en concepciones ateas del universo. Los ilustrados promovieron
la investigación de la naturaleza, el desarrollo científico-técnico, la educación y la
difusión general de todo tipo de conocimientos; fueron los tiempos de L'Encyclopédie.
El arte se hizo así más accesible y con menos pretensiones, y la literatura se dirigió a un
público más amplio, planteándose como un instrumento social. El aumento del número
de lectores, especialmente entre la burguesía, plantea la figura del escritor como un
profesional, y la escritura como su fuente principal o secundaria de sustento.3
Francia fue la primera en reaccionar contra las formas barrocas, y los tres grandes
ilustrados, Voltaire, Montesquieu y Rousseau se cuentan entre sus principales
exponentes. También destacaron Pierre Bayle, Denis Diderot, George Louis Lecler y
Chamblain de Marivaux. En Inglaterra tuvo una gran cantidad de adeptos la novela de
aventuras, destacando Daniel Defoe, Jonathan Swift, Samuel Richardson y Henry
Fielding, junto a los poetas John Dryden y Alexander Pope.4
En España, hubo una continuidad barroca en la poesía, con autores como Diego de
Torres y Villarroel, que consideraba a Quevedo su maestro; Gabriel Álvarez de Toledo
y Eugenio Gerardo Lobo. La segunda mitad del siglo XVII mostraba ya una poesía
neoclásica, dominada por su admiración por la ciencia y los temas filosóficos, o
centrada en temas anacreónticos y bucólicos, y marcada en ocasiones por el fabulismo.
Destacaron Nicolás Fernández de Moratín, autor de Arte de las putas, prohibida por la
Inquisición, que pudo inspirar los Caprichos de Goya; Juan Meléndez Valdés y José
Cadalso, de la escuela salmantina; los fabulistas Iriarte y Samaniego en Madrid; en la
escuela sevillana destacaron José Marchena, Félix José Reinoso, José María Blanco-
White y Alberto Lista.7
Se dio también una fuerte influencia barroca en el teatro español, especialmente durante
la primera mitad del siglo XVIII, con autores como Antonio de Zamora o José de
Cañizares. El teatro en España tuvo cambios como la prohibición oficial de representar
autos sacramentales, la reaparición del gusto popular por el sainete y la transición de los
antiguos corrales a los teatros, como locales adecuados a la nueva concepción del teatro.
A finales del primer tercio de siglo los dramaturgos españoles comienzan a seguir los
modelos franceses, como Boileau y Racine, renovando las estéticas aristotélicas y
horacianas. La obra de teatro debe ser verosímil, cumplir con las unidades de acción, de
espacio y de tiempo, y tener un enfoque didáctico y moral. Destacaron en la tragedia
Nicolás Fernández de Moratín, José Cadalso, Ignacio López de Ayala y Vicente García
de la Huerta; en el más popular género del sainete, destacaron Antonio de Zamora, el
prolífico Ramón de la Cruz e Ignacio González del Castillo. Destacó especialmente la
figura de Leandro Fernández de Moratín, creador de lo que se ha dado en llamar
«comedia moratiniana» (La comedia nueva o El café, El sí de las niñas), en que
ridiculizaba los vicios y costumbres de la época, usando el teatro como vehículo para
moralizar las costumbres. Seguidores de esta línea son también Manuel Bretón de los
Herreros y Ventura de la Vega.8
[editar] Referencias
Para otros usos de este término, véase Pintura (desambiguación).
Contenido
[ocultar]
• 1 Introducción
• 2 Técnicas de pintura
o 2.1 El cuerpo humano como instrumento
o 2.2 Pinceles y brochas
2.2.1 Las cerdas
• 3 La pintura
o 3.1 Acuarela
o 3.2 Témpera
o 3.3 Acrílicos
o 3.4 Pasteles
o 3.5 Temple
o 3.6 Óleo
• 4 Superficies
• 5 Referencias
• 6 Véase también
• 7 Enlaces externos
[editar] Introducción
Pinturas en Yucatán.
Más allá de toda especulación o tendencia en las artes visuales, la pintura artística, se
diferencia de cualquier otro tipo de pintura, en que su práctica no corresponde
necesariamente a una demanda, sino a la búsqueda personal de un mensaje visual, que
trascienda al material usado en sí, emergiendo detrás de las formas y los colores y sus
tonalidades, un contenido que invite al espectador a explorar un camino que se recorre a
través de las manos del mismo pintor. Siempre basándose en las técnicas elementales de
la pintura como lo es la composición, el equilibrio, ritmo, forma, color y valor.
La aplicación de muchas de las técnicas requiere de medios para plasmar la obra; éstos
pueden variar y, generalmente, no ser limitados a una sola herramienta o instrumento.
Otras técnicas, por ejemplo algunas empleadas en el Expresionismo abstracto, no
requieren que la pintura sea aplicada empleando un instrumento.
Pinceles diversos.
Las cerdas de éstos, también llegan a ser hechas de distintos materiales, diversos
grosores, longitudes y propiedades en su acabado. Las cerdas, requieren ser tratadas con
cuidado para así prolongar su vida útil; esto incluye su limpieza continua. Una forma
eficaz de mantener las cerdas de los pinceles en buen estado, es quitar el excedente de
pintura, limpiarlos con disolvente (varsol) y lavarlos con jabón para retirar el disolvente,
secar la humedad con una franela y guardarlos horizontalmente o con las cerdas hacia
arriba.
[editar] La pintura
Artículo principal: Pintura (material)
[editar] Acuarela
La [[acuarela[[ es una pintura sobre papel o cartulina con colores diluidos en agua. Los
colores utilizados son transparentes (según la cantidad de agua en la mezcla) y a veces
dejan ver el fondo del papel (blanco), que actúa como otro verdadero tono. Se compone
de pigmentos aglutinados con goma arábiga o miel. En sus procedimientos se emplea la
pintura por capas transparentes, a fin de lograr mayor brillantez y soltura en la
composición que se está realizando. Sin embargo existe la acuarela hiper realista que va
en contra de este postulado y que utiliza barnices para no remover las primeras capas y
dar por sucesivas veladuras un claroscuro muy detallado pero carente de la translucidez
de la acuarela clásica.
[editar] Témpera
La témpera o gouache es un medio similar a la acuarela, pero tiene una "carga" de talco
industrial o blanco de zinc. Este añadido adicional al pigmento le aporta a la témpera el
carácter opaco y no translúcido que lo diferencia de la acuarela, permitiéndole aplicar
tonalidades claras sobre una oscura, procedimiento que en la acuarela "clásica" se
considera incorrecto; a ese efecto en la acuarela se le denomina "acuarela opaca" o
"muerta". Es a su vez un medio muy eficaz para complementar dibujos y hacer efectos
de trazo seco o de empaste. La fórmula de la témpera también incorpora goma arábiga,
miel y a veces hiel de buey para aportar más fluidez al recorrido del pincel.
[editar] Acrílicos
La pintura acrílica es una clase de pintura de secado rápido, en la que los pigmentos
están contenidos en una emulsión de un polímero acrílico (cola vinílica, generalmente).
Aunque son solubles en agua, una vez secas son resistentes a la misma. Destaca
especialmente por la rapidez del secado. Asimismo, al secar se modifica ligeramente el
tono, más que en el óleo. La pintura acrílica data de la primera mitad del siglo XX, y fue
desarrollada paralelamente en Alemania y Estados Unidos.
[editar] Pasteles
Es una técnica cómoda, generalmente rápida y que permite realizar correcciones con
gran facilidad, razón por la cual es escogida por muchos artistas.
[editar] Temple
La pintura al temple consiste en una emulsión de agua, clara y yema de huevo y aceite.
Conviene primero hacer la mezcla del huevo con el aceite hasta lograr una mezcla
homogénea, después gradualmente agregar el agua hasta crear la emulsión o médium de
la técnica al temple. La proporción es de un huevo entero, más una parte igual de aceite,
más una, dos o tres partes de agua, dependiendo de la fluidez que se quiera alcanzar.
También se puede agregar un poco de barniz dammar que reemplaza la parte de aceite
de linaza, con este procedimiento se logra mayor firmeza o agarre y un secado más
rápido, sin embargo el acabado es más impermeable a las nuevas veladuras. En lugar del
agua se puede emplear leche desnatada.
El médium se mezcla con el pigmento hasta crear una suerte de pasta similar a la del
óleo y se trabaja de la misma forma en cuanto a la secuencia, con la ventaja de que se
pueden hacer veladuras notables y efectos de cortes. Su belleza radica en su acabado
mate.
Su fondo de aplicación puede ser la tabla, el lienzo o el muro (siempre y cuando el muro
este exento de humedad, si el muro filtra humedad produce exfoliaciones).
[editar] Óleo
Los estilos de acabado varían desde las veladuras de Rafael hasta el trabajo pastoso y
violento de Monet o Canogar. Su gran flexibilidad ha permitido a los artistas combinar
sus bondades con otras técnicas como base, tal es el caso del temple y del acrílico, que
aplicados en la etapa primera cumplen el principio de graso sobre magro a la perfección.
[editar] Superficies
La pintura puede ser expresada sobre una gran variedad de superficies. Éstas pueden
tener características distintas, como son la textura y absorción. También la superficie
está íntimamente vinculada al acabado y naturaleza expresiva, por ejemplo: no es igual
pintar una acuarela sobre una superficie de papel liso que sobre un papel rugoso,
tampoco es igual pintar al óleo sobre lienzo que al fresco sobre un muro ya que el
primero es un medio pastoso y de avance oleaginoso y el segundo es seco y translúcido.
Ahora bien, los medios también tienen resultados diferenciables de acuerdo a la
superficie y de acuerdo a los agregados.
La Educación en el Perú (fragmento)
La escuela mural francesa con su máximo exponente Eugene Delacroix realizaba sus
murales con óleo y cera con la finalidad de dar el acabado mate propio del fresco, en
cambio Rafael Sanzio en su escuela de Atenas empleó veladuras muy seguras y
progresivas de menos a mas, si bien el claro oscuro es más diáfano que el conseguido
con óleo su color es más luminoso al estar exento de aceite.
Hay otras formas de sacar provecho al medio y a la superficie, por ejemplo, el muro
preparado para el fresco es muy absorbente, para realizar transiciones suaves se debe
tener una pronta y preludio en la ejecución, tener los colores listos y tomar el tiempo
primero (que es cuando hay más humedad) para realizar los difuminados, sin embargo,
esa cualidad absorbente del muro puede emplearse para trabajar con trazos lenticulares
y provocar una vibración óptica muy similar al arte de Van Gogh, un ejemplo claro es la
técnica de Teodoro Núñez Ureta en el Ministerio de Educación de la ciudad de Lima.
De esta forma los limitantes de la superficie se pueden convertir en una ventaja para dar
más expresividad a la composición.
También podemos hablar de las nuevas técnicas, de los soportes conglomerados y los
nuevos médiums como los esmaltes, acrílicos y pinturas a base de resinas que pueden
ser aplicados en empastes que a manera que avanza la ejecución pueden modificar la
naturaleza de la superficie, a esto se le llama fondo texturizado, y en su función, se le
puede considerar como una superficie expresiva nacida en el espacio-tiempo del trabajo
Contenido
[ocultar]
• 1 Significado del término
o 1.1 En sentido estricto
o 1.2 En sentido amplio
• 2 La Literatura
o 2.1 La literatura se define por su literariedad
o 2.2 El término literatura y sus adjetivos
o 2.3 Barthes: la literatura como práctica de escritura
• 3 Referencias
• 4 Bibliografía
o 4.1 Fuentes bibliográficas de consulta
• 5 Fuentes bibliográficas generales
• 6 Véase también
• 7 Enlaces externos
[editar] La Literatura
En el siglo XVII, lo que hoy denominamos «literatura» se designaba como poesía o
elocuencia. Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención
literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso. A comienzos
del siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura» para referirse a un
conjunto de actividades que utilizaban la escritura como medio de expresión. A
mediados de la misma centuria Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend,
donde se utiliza «literatura» para referirse a un conjunto de obras literarias. A finales del
siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa, restringiéndose a las
obras literarias de reconocida calidad estética. Este concepto se puede encontrar en la
obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël, De
la littérature considéré dans se rapports avec les institutions sociales.
Wolfang Kayser, a mediados del siglo XX, planea cambiar el término «Literatura» por
el de «Belles Lettres», diferenciándolas del habla y de los textos no literarios, en el
sentido de que los textos literario–poéticos son un conjunto estructurado de frases
portadoras de un conjunto estructurado de significados, donde los significados se
refieren a realidades independientes del que habla, creándose así una objetividad y
unidad propia.
[editar] El término literatura y sus adjetivos
Castagnino, en su libro ¿Qué es la literatura?, indaga sobre qué es literatura y cómo el
concepto se extiende a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y
la crítica. Según Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre
colectivo cuando denomina el conjunto de producciones de una nación, época o
corriente; o bien es una teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de
conocimientos adquiridos mediante el estudio de las producciones literarias. Otros
conceptos, como el de Verlaine, apuntan a la literatura como algo superfluo y
acartonado, necesario para la creación estética pura. Posteriormente, Claude Mauriac
propuso el término "aliteratura" en contraposición a «literatura» en el sentido despectivo
que le daba Verlaine. Todas estas especificaciones hacen de la literatura una propuesta
que depende de la perspectiva desde la que se enfoque. Así, Castagnino concluye que
los intentos de delimitar el significado de «literatura», más que una definición,
constituyen una suma de adjetivaciones limitadoras y específicas.
Romanticismo
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Saltar a navegación, búsqueda
Contenido
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• 1 Características
• 2 Manifestaciones culturales
o 2.1 Romanticismo alemán
o 2.2 Romanticismo francés
o 2.3 Romanticismo inglés
o 2.4 Romanticismo español
o 2.5 Romanticismo italiano
o 2.6 Romanticismo ruso
o 2.7 Romanticismo checo
o 2.8 Romanticismo portugués
o 2.9 Romanticismo rumano
o 2.10 Romanticismo estadounidense
o 2.11 Romanticismo argentino
o 2.12 Romanticismo mexicano
o 2.13 Otros romanticismos en Latinoamérica
o 2.14 Lugares de reunión
• 3 Romanticismo musical
• 4 El espíritu romántico
• 5 Véase también
• 6 Referencias
• 7 Bibliografía
• 8 Enlaces externos
[editar] Características
Saturno devorando a un hijo, una de las Pinturas negras de Goya, realizada
durante el Trienio Liberal (1820–1823), y que, so capa mitológica, alude a la
famosa frase de Vergniaud poco antes de ser guillotinado: «La Revolución
devora a sus propios hijos».
Los autores importantes fueron (el joven) Johann Wolfgang von Goethe, (el joven)
Friedrich Schiller, Friedrich Gottlieb Klopstock y Ludwig van Beethoven.
Friedrich Schelling.
[editar] Romanticismo alemán
Artículo principal: Literatura del Romanticismo en Alemania
Los filósofos dominantes del romanticismo alemán fueron Johann Gottlieb Fichte y
Friedrich Wilhelm Joseph Schelling (los fundadores del Idealismo Alemán).
Los autores más importantes son Goethe, Novalis, Ludwig Tieck, Friedrich Schlegel,
Clemens Brentano, August Wilhelm Schlegel, Achim von Arnim, E.T.A. Hoffmann, y
Friedrich Hölderlin.
Lord Byron, Percy Bysshe Shelley y John Keats son los líricos canónicos del
Romanticismo inglés. Después vinieron el narrador Thomas De Quincey, y los ya
postrománticos Elizabeth Barrett Browning y su marido Robert Browning, este último
creador de una forma poética fundamental en el mundo moderno, el monólogo
dramático.
En narrativa destaca Walter Scott, creador del género de novela histórica moderna con
sus ficciones sobre la Edad Media inglesa, o las novelas góticas El monje de Matthew
Lewis o Melmoth el Errabundo, de Charles Maturin.
A pesar de ello, ya en la segunda década del siglo XIX, el diplomático Juan Nicolás
Böhl de Faber publicó en Cádiz una serie de artículos entre 1818 y 1819 en el Diario
Mercantil a favor del teatro de Calderón de la Barca contra la postura neoclásica que lo
rechazaba, que suscitó un debate en torno a los nuevos postulados románticos. Más
tarde, en el periódico barcelonés El Europeo (1823-1824), Bonaventura Carles Aribau y
Ramón López Soler defendieron el Romanticismo moderado y tradicionalista del
modelo de Böhl, negando decididamente las posturas neoclásicas. En sus páginas se
hace por primera vez una exposición de la ideología romántica a través de un artículo de
Luigi Monteggia titulado Romanticismo.
Entre las obras más importantes del movimiento se destacan «La cautiva» y «El
matadero», ambas de Echeverría,1 2 el Martín Fierro obra maestra de José Hernández,
Amalia de José Mármol, Facundo de Domingo F. Sarmiento y el folletín y obra
dramática Juan Moreira de Eduardo Gutiérrez, considerado fundador del teatro
rioplatense.
También los rusos tuvieron su cenáculo: la Sociedad del Arzamas (La revolución y la
novela en Rusia, por Emilia Pardo Bazán, Madrid, s. a., pág. 245).
Franz Schubert.
Comenzó en Alemania, partiendo de Beethoven y siendo seguido por Carl Maria von
Weber en 1786 y Félix Mendelssohn. Es un estilo musical imaginativo y novelesco.
Este movimiento afectó a todas las artes y se desarrolló sobre todo en Francia y
Alemania.
La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos
nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la
literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y
políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa.
1. 1770-1820 o prerromanticismo
2. El apogeo del romanticismo pictórico se da, aproximadamente, entre
1820 (hay fuentes que señalan 1815) y 1850 (o, por adoptar una
fecha simbólica, 1848).
3. 1850-1870 o tradición post-romántica
Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se
desarrolló o artistas que lo adoptaron.
Contenido
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• 6 Referencias
Light and Colour (Goethe's Theory) — The Morning after the Deluge —
Moses writing the Book of Genesis, de Turner.
La obra de Turner Light and Colour (Goethe's Theory) — The Morning after the Deluge
— Moses writing the Book of Genesis (Luz y Color (Teoría de Goethe) - La mañana
después del Diluvio - Moisés escribiendo el Libro del Génesis), ejemplifica esta
oposición. Esta pintura se caracteriza por un torbellino sensual de colores y de luz en
torno a un personaje o persona que no podría identificarse sin conocer el título.
El romanticismo tiene su origen en la filosofía del siglo XVIII, pues en autores como
Rousseau o Goethe se ve ya ese culto al sentimentalismo, el amor a la naturaleza y el
rechazo de la civilización.
Además, les atrae el exotismo, sobre todo las civilizaciones árabes, dando lugar a una
corriente pictórica particular: el orientalismo, que recorrerá todo el siglo XIX. Muchos
pintores representaron escenas árabes y edificios islámicos. Los pintores ya no viajaban
sólo a Italia, como habían hecho hasta entonces, hasta abarcar otros lugares como
Turquía, Marruecos, Argelia o España, que se puso de moda en toda Europa como
prototipo de un exotismo cercano. En parte, el orientalismo se debió a las campañas
napoleónicas por Oriente, que permitieron descubrir un Mediterráneo de paisajes
inéditos, con civilizaciones que resultaban misteriosas, como la árabe y judía. Esta
influencia es muy evidente en pintores franceses como Delacroix o los orientalistas.
Pero, al mismo tiempo, debido a las convulsiones históricas y sociales, vuelven los ojos
al pasado del propio país, como ocurre con el purismo nazareno y el llamado estilo
trovador.
[editar] Violencia
[editar] Estilo
Los temas que preferían los románticos se evidencian en los géneros que cultivaron.
Así, el tema de la naturaleza hizo que los paisajes se convirtieran en un género mayor,
cuando hasta entonces era considerado menor o mero fondo decorativo para las
composiciones de figuras. No se trataba de descripciones topográficas, sino de expresar
emociones humanas a través del paisaje. Es en Gran Bretaña donde el paisaje
experimentó el cambio radical. También alcanzó cierto desarrollo la pintura animalista,
esto es, la que representaba animales, tanto salvajes como domésticos, si bien con
tendencia a mostrarlos fieros, por lo que se pintaron numerosos cuadros reflejando
actividades como la caza, y animales como el león o el caballo, siendo este último el
animal fetiche de Géricault. Otro género que cobró importancia fue la pintura
costumbrista, que reflejaba los tipos y personajes populares.
El tratamiento de las figuras procura ser realista. Así, cuidan de que la ropa de los
personajes se corresponda con la época histórica que pretenden representar o con el
lugar en que tiene lugar la escena (por ejemplo, Oriente en los cuadros orientalistas). Si
el cuadro lo requiere, no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas, llegando a
recurrir al depósito de cadáveres para poder conocer y reflejar más verosímilmente a los
muertos; así lo hizo Géricault cuando pintó La balsa de la Medusa.
Las técnicas usadas variaron. Predominó la pintura al óleo sobre lienzo, de variados
tamaños, inclinándose los franceses, en general por los de grandes dimensiones. Pero
también se utilizó la acuarela, técnica preferida por muchos pintores ingleses, y que era
especialmente útil para aquellos pintores que viajaban. El dibujo experimentó cierto
auge, debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista. La pintura al
fresco intentó ser recuperada por los nazarenos.
[editar] Períodos
[editar] Prerromanticismo: 1770-1820
Arranca del rococó, con su exaltación de las ruinas, de la asimetría y su visión idílica
del paisaje. Este período se caracteriza por el hecho de que se desarrolla en paralelo con
el neoclasicismo. La factura sigue siendo neoclásica, pero los temas son románticos: se
busca expresar sentimientos personales, predominando el sentimiento sobre la razón y
se exalta lo esotérico y misterioso, representando cementerios, escenas nocturnas,
tormentas o fantasmas.
[editar] Inglaterra
En Inglaterra, esta influencia procede sobre todo de una obra de James Macpherson,
Poemas de Ossian (1760). Esta obra entusiasmó a toda Europa y, en particular, a
Goethe, Napoleón, e Ingres. El ossianismo inspiró composiciones irracionales e
imaginarias, bañadas por una luz difusa, con contornos desdibujados y figuras en forma
de racimo.
Los pintores ingleses más conocidos de esta época son Johann Heinrich Füssli, William
Blake y Thomas Girtin, destacando este último por su contribución a la revalorización
de la acuarela.
J. H. Füssli (1741-1825) abandonó sus estudios religiosos para dedicarse a la pintura. Le
interesa el neoclasicismo, pero le influye el romanticismo. Pinta visiones híbridas y
lascivas, producto de su imaginación delirante, en las que predominan los gestos
arrebatados y las distorsiones ópticas. Una de sus obras más representativas es La
pesadilla.
A fines del siglo pasado se han encontrado restos humanos, estos tenían tatooados un
número : 56222896
[editar] Alemania
Alemania sufre la influencia del movimiento literario «Sturm und Drang» (Tormenta e
ímpetu), que defiende la sensibilidad individual sobre las ideas del Siglo de las luces.
Los pintores alemanes importantes de esta época son Philipp Otto Runge, Caspar David
Friedrich y Karl Friedrich Schinkel.
Los nazarenos son un grupo de artistas salidos de la academia de Viena, que rechazaron
las teorías clásicas de Winckelmann. Inspirados por la literatura romántica alemana, se
instalan en Roma. Querían regresar al «inicio de la pintura», evocando en sus obras la
pintura italiana del siglo XV, de manera que el arte cristiano recuperara sus formas
medievales. Se inspiran en la religión católica y en el nacionalismo.
[editar] Francia
Los primeros brotes del romanticismo pictórico se deben a alumnos del neoclásico
Jacques Louis David: Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824) fue premio
de Roma en 1789. Su obra El sueño de Endimión (1792) tiene rasgos románticos en el
cuerpo del joven a la luz de la luna. Trató temas osiánicos. Su obra más célebre es Los
funerales de Atala (1808), con un dibujo neoclásico pero con rasgos románticos en el
juego de luces, el tema modelo, la manera composición y la presencia de la cruz.
Al igual que los anteriores, Pierre Narcisse Guérin fue neoclásico en su juventud y
romántico en su madurez.
Goya, El Coloso, 1812, óleo sobre lienzo, 116 x 105 cm, Museo del Prado,
Madrid
[editar] España
Ya en esta época trabajaba en España uno de los grandes nombres del romanticismo:
Francisco de Goya (1746-1828), quien a partir de 1790 y, sobre todo, durante la guerra
de la independencia se consagró a temas dramáticos, mezclando lo fantástico y lo real.
La paleta clara de su primera época se oscureció, apareciendo en ocasiones, destellos de
luz.
Es uno de los pintores más potentes y visionarios, uno de los románticos más geniales.
Cuando representó los acontecimientos de la época, como la guerra de independencia, lo
hizo creando una atmósfera de pesadilla, mezclando lo fantástico y lo real. Son obras
típicamente románticas, dentro de la producción de Goya, La carga de los mamelucos y
Los fusilamientos del 3 de mayo (1814, Museo del Prado).
Goya fue igualmente grabador, con diferentes técnicas: técnica al buril, que da un trazo
preciso muy cercano al neoclasicismo; y al aguafuerte que es una técnica más flexible.
[editar] 1820-1850 o el apogeo del romanticismo
A partir del año 1800 comenzó a imponerse en pintura la representación de temas
relativos a la historia moderna. Es entonces cuando empezó a imponerse una nueva
concepción del paisaje. La plenitud de los pintores románticos se data en torno a 1824-
1840.
[editar] Francia
En esta época, Alemania e Inglaterra no son ya los países pujantes en pintura, sino
Francia. Este hecho se explica por las perturbaciones sociales y políticas que conoció
este país. Era el momento de la restauración, en el que la sociedad se siente en crisis.
Lamennais definió este desasosiego de la población, llamándolo El mal del siglo.
Retrato de Josefina, por Pierre-Paul Prud'hon, 1805, óleo sobre lienzo, 244 ×
179 cm, Museo del Louvre, retrato cortesano ambientado en plena
naturaleza para dotarlo de mayor naturalidad.
Eugène Delacroix (1798-1863) fue un pintor apasionado que adoptó un estilo resuelto y
vigoroso. Trató con libertad el color, la pasta y la textura superficial del lienzo. Son
obras típicamente románticas La muerte de Sardanápalo (1827) y La Libertad guiando
al pueblo (1831), ambas en el Museo del Louvre.
La balsa de la Medusa, de Théodore Géricault, 1819, óleo sobre tela, 491 x
716 cm, Museo del Louvre, obra emblemática del romanticismo francés, en
la que se expresa de forma vehemente un tema contemporáneo; resalta el
claroscuro típicamente caravagista que dota a la escena de mayor
dramatismo.
Théodore Géricault tiene un estilo recargado, de empaste grueso, muy influido por la
obra de Rubens. Su obra más conocida es La balsa de la Medusa, que pintó con sólo 28
años. Trata una tragedia contemporánea del autor con un estilo en el que destaca el
claroscuro, la composición en diagonal y el realismo con el que pintó a los muertos y
agonizantes de la balsa.
Dedham Mill, Essex, obra de John Constable, 1820, óleo sobre lienzo, 53,7 ×
76,2 cm, Museo Victoria y Alberto, Londres; ejemplifica la manera en que los
reflejos y los cambios atmosféricos cobran importancia en la pintura.
Lluvia, vapor y velocidad, obra de William Turner, 1844, óleo sobre lienzo;
testimonia el impacto de nuevos temas modernos, como el ferrocarril, en la
pintura; al tiempo, es un cuadro representativo de la tendencia a expresar
las emociones del pintor, más que la realidad observada; en este caso, lo
logra sobre todo a través de los empastes de la pintura.
Por su parte, Joseph Mallord William Turner dotó a sus obras de una dimensión onírica,
recurriendo a composiciones en espiral y elaborados empastes, prevaleciendo de manera
absoluta el color sobre el dibujo. Obra característica es El barco de esclavos
(Traficantes de esclavos arrojan a los muertos y a los agonizantes por la borda - el
tifón se aproxima), 1840, Museo de Bellas Artes de Boston, así como su obra más
conocida, Lluvia, vapor y velocidad, 1844, National Gallery de Londres.
Cabe mencionar también a John Martin (1789-1854), que cultivó un estilo parecido al
de William Blake, tratando situaciones cotidianas con un tono apocalíptico y fantástico.
Consiguió un éxito considerable en vida.
David Roberts (1796-1864), que viajó a Oriente, destacó igualmente como paisajista.
[editar] España
Goya, fallecido en 1828 demuestra en sus obras tardías un interés romántico por lo
irracional. Destacan, en este período, las Pinturas negras de la Quinta del Sordo (1819-
1823, Museo del Prado).
En los Estados Unidos, la tradición romántica del arte de paisajes fue conocida con el
nombre de Escuela del río Hudson (Hudson River School). Pintores importantes de esa
escuela fueron:
• Thomas Cole
• Frederick Church
• Albert Bierstadt
• Thomas Moran
• John Frederick Kensett
[editar] Polonia
[editar] Rusia
Cabe mencionar a Alexander Andreyevich Ivanov (1806-1858), quien hacia el año 1830
frecuentó a los nazarenos de Roma.
El escritor Victor Hugo (1802-1885), a través del dibujo y la aguada ocre, con obra
gráfica al carboncillo y a la tinta, representó un mundo fantástico y angustiado. Dentro
del mismo campo del dibujo y la ilustración destacó Gustave Doré (1832-1883).
Nacionalida Británico
d
Movimient Romanticismo
o
Contenido
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• 1 Vida y carrera
• 2 Estilo
• 3 Legado
• 4 Obras selectas
• 5 Referencias
• 6 Bibliografía
• 7 Véase también
• 8 Enlaces
externos
Posiblemente esta situación condujo a que el joven Turner fuera enviado en 1785 con su
tío materno a Brentford, un pequeño pueblo al oeste de Londres, cerca del río Támesis.
Allí Turner mostró por vez primera su interés por la pintura. Un año después asistió a la
escuela en Margate, en Kent, al este de Londres, en el área del estuario del Támesis. Por
entonces ya había realizado varias obras, que fueron exhibidas en el expositor del
comercio de su padre.
Turner entró en la Royal Academy of Art con tan sólo 14 años. Fue aceptado a los 15,
pues, a diferencia de sus contemporáneos, estaba interesado en formar parte de ésta. Al
principio, mostró un entusiasta interés por la arquitectura, pero su actividad pictórica
fue estimulada por el arquitecto Thomas Hardwick (junior). Sir Joshua Reynolds,
presidente de la Real Academia en aquel tiempo, admitió a Turner abocándolo
definitivamente al mundo del arte. En 1790, tras solo un año de estudio, una acuarela
suya fue aceptada para la exposición veraniega de la Real Academia de aquel año. Su
primer óleo, Fishermen at Sea, fue exhibido en 1796. Durante el resto de su vida,
expuso regularmente en la Academia.
Es comúnmente conocido como el pintor de la luz, renombrado no sólo por sus óleos
sino también como acuarelista, pues se le considera uno de los fundadores de la pintura
paisajística inglesa a acuarela.
Uno de sus cuadros más famosos es El temerario remolcado a dique seco, pintado en
1839, depositado en el National Gallery de Londres. Véase también La rama dorada.
Conforme envejecía, Turner se volvió más excéntrico. Tuvo pocos amigos, excepto su
padre, que convivió con el treinta años, asistiéndole eventualmente en su estudio. Su
padre murió en 1829, lo cual le produjo una honda impresión, por la que entró en
depresión.
[editar] Estilo
El talento de Turner fue reconocido muy pronto, convirtiéndole en un académico a los
23 años. Tal independencia económica le permitió innovar de manera sorprendente para
muchos. De acuerdo con la Historia ilustrada del Arte, de David Piper, sus últimas
pinturas fueron denominadas fantastic puzzles (rompecabezas fantásticos).2 No obstante,
Turner es reconocido como un genio: la crítica inglesa, John Ruskin, describió a Turner
como el artista «que más conmovedoramente y acertadamente puede medir el
temperamento de la naturaleza».3
Sus primeros trabajos, como Tintern Abbey (1795) o Venecia: S. Giorgio Maggiore
(1819), conservan las tradiciones del paisajismo inglés. Sin embargo, en Aníbal
atravesando los Alpes (1812), su énfasis en el poder destructor de la naturaleza ya
empieza a surgir. Su peculiar estilo de pintura, el cual se caracterizaba por el uso de
técnicas exclusivas de la acuarela en la ejecución de sus obras pictóricas al óleo,
generaba luminosidad, fluidez y efectos atmosféricos efímeros.3
En sus últimos años, empleó cada vez menos óleos, y se centró en la luz pura, en los
colores del reflejo. Ejemplos de este estilo tardío son visibles en Lluvia, vapor y
velocidad pintado en (1844), donde los objetos son vagamente reconocibles.
Turner, junto con John Constable, fue un estandarte de la pintura inglesa en sus útimos
años, y fue popular en Francia también. Los impresionistas estudiaron cuidadosamente
sus técnicas, para dilucidar el poder de sus lienzos. En la era del arte moderno, hasta el
arte abstracto se ha visto influenciado por él.
Se ha sugerido que los altos niveles de ceniza en la atmósfera durante 1816, que
condujeron a unas inusuales puestas de sol durante dicho periodo, pudieron inspirar el
trabajo de Turner.
[editar] Legado
Turner dejó una generosa fortuna que deseó que fuera invertida en ayudar a lo que él
llamaba artistas desmoronados. El legado de la colección permaneció en la nación
británica, que construyó en la que fuera su casa una galería especial. Tras problemas
gubernamentales, veintidós años después de su muerte su colección fue enviada a
museos fuera de Londres, debido a lo cual empezó a disgregarse en contra de los deseos
de Turner. En 1987, la mayor parte de la colección estaba en la Clore Gallery, en la Tate
Gallery, pero su diseño fue fuertemente criticado.
Existe un prestigioso premio anual, el Premio Turner, creado en su honor en 1984, que
se ha vuelto controvertido puesto que promociona un arte no conectado con la técnica
de Turner. Una exhibición amplia, "Turner's Britain", ha viajado alrededor del mundo, y
fue colgada en el museo de Birmingham del 7 de noviembre de 2003 al 8 de febrero de
2004.
En 2005 el Temerario fue escogido como el mejor cuadro inglés en una votación
pública organizada por la BBC.[1]. En abril de 2006, Christie's sacó a subasta un cuadro
con una vista de Venecia por 35,8 millones de dólares americanos, marcando un nuevo
récord para Turner. El comprador fue un magnate de casino llamado Stephen Wynn.
Eugène Delacroix
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Eugène Delacroix
Nacionalidad Francesa
Movimiento Romanticismo
• 1 Familia
• 2 Primeros años
• 3 Viaje al norte de África
• 4 Encargos oficiales y últimos
años
• 5 Obra gráfica
• 6 Cuadros
• 7 Galería
• 8 Notas y Referencias
• 9 Bibliografía
• 10 Enlaces externos
[editar] Familia
Según varias hipótesis, Delacroix pudo ser hijo biológico del político Talleyrand, al que
Delacroix se parece físicamente. Según esta teoría, su padre putativo habría quedado
estéril a causa de una enfermedad. De todas formas, Eugène fue registrado como hijo de
Charles Delacroix, político de profesión, Ministro de Exteriores del Directorio (Francia)
y de Victorie Oeben perteneciente a una familia de ebanistas, artesanos y dibujantes. Es
el cuarto y último hijo del matrimonio.
Charles Delacroix muere en 1805 siendo en ese momento prefecto de Gironda, la madre
del pintor, Victoire se instala en Paris en la casa de una de sus hijas Henriette de
Verninac. El joven Eugène acude al internado del Lycée Imperial (más tarde liceo
Louis-le-Grand ). En 1814 muere su madre quedando huérfano pero bajo la protección
de su hermana mayor Henriette.
En 1827 expone La muerte de Sardanápalo, un cuadro en el que hace gala de una de sus
más espléndidas combinaciones del color. Con un trazado lleno de vigor, tras un esbozo
al temple hizo una serie de estudios parciales al pastel y, después, al natural. El cuadro
fue vendido en 1847 a M. Wilson, que lo instala en su castillo de Brie, lo que provocó
un grave deterioro del cuadro, y requirió una difícil restauración.
El artista frecuenta los salones literarios donde conoce a Stendhal, Mérimée, Victor
Hugo, Alexandre Dumas, Baudelaire. Melómano apasionado, se relaciona con Paganini,
Frédéric Chopin, Franz Liszt, Franz Schubert, entre otros; Delacroix prefiere la amistad
de músicos, escritores (George Sand) y poetas a la de los pintores de su época.
En 1822 Delacroix expone por primera vez Dante y Virgilio en los infiernos, una obra
llena de fuerza, de una composición ambiciosa y colores muy trabajados; en ella la luz
se desliza sobre las musculaturas hinchadas, un incendio consume una ciudad (en
segundo plano), las capas ondean al viento. La fantasía, lo macabro y el erotismo se
entremezclan. Dos años más tarde pinta La matanza de Quíos, una obra enérgica y con
un colorido mucho más vivo. Ambos cuadros concretizan su ambivalencia interior que
se debate entre el romanticismo y el clasicismo, entre diseño y color, polémica interna
que le acompañará durante toda su vida.
En 1825, Delacroix se va a Inglaterra donde pasará tres meses estudiando a los pintores
ingleses, de manera especial a John Constable, el mayor paisajista europeo de la época.
Trata de desvelar la técnica y el uso de los colores, analizando los efectos psíquicos que
éstos provocan.
Según la historiadora Ruiz, Delacroix escogió a Dante para realizar varias de sus obras.
Fue el más emblemático pintor del movimiento romántico aparecido en el primer tercio
del siglo XIX, cuya influencia se extendió hasta los impresionistas. Etiquetado
inicialmente como neoclásico, aunque opuesto totalmente a Ingres, ambos son
criticados en los diferentes Salones en los que exponían. A partir de la exposición de
1855 Delacroix se convirtió en la figura que supo sobrepasar la formación clásica para
"renovar" la pintura. A su fallecimiento, los artistas contemporáneos le rindieron
sentidos homenajes, en especial Gustave Courbet. Auténtico genio, dejó numerosas
obras que tenían mucho que ver con la actualidad de su época (Las matanzas de Quío o
la Libertad guiando al pueblo). También destacó como pintor religioso pese a sus
continuas declaraciones de ateísmo. Sus obras manifiestan una gran maestría en la
utilización del color.
Se conocen muy bien los pormenores de este viaje gracias al Diario del artista, a sus
cartas dirigidas a sus amigos y al álbum de croquis que elaboró. Estos documentos
hacen posible seguir la crónica del artista de forma casi diaria paseando por la ciudad o
el campo, participando en las fiestas y actividades en las ciudades de Tánger, Fez,
Mequínez, Orán y Argel. Delacroix queda deslumbrado al llegar a Tánger. Este viaje a
Marruecos produce una transformación innegable en su obra. Está convencido de que en
África del Norte se puede contemplar cómo eran las antiguas civilizaciones, y establece
comparaciones con la Grecia y la Roma clásicas.
Página del álbum del norte de Africa y España, 1832, Musée du Louvre.
"Imagina querido amigo, lo que supone contemplar las puestas de sol, ver a personas
que se parecen a antiguos cónsules, Catones y Brutos, paseando por las calles,
arreglando sus sandalias, a los que ni siquiera falta el aire desdeñoso que deben de
tener los amos del mundo". Carta a Pierret 29 de abril 1832.2
La naturaleza y los animales de África del Norte captan también la imaginación del
autor, sus estudios de anatomía durante su viaje le inspiraran para Árabe ensillando su
caballo (1855), La pelea de caballos árabes en una cuadra (1860)... Visitó el zoológico
privado del pachá con el escultor realista Antoine-Louis Barye, donde observó a los
animales; también tomo notas y dibujo de los tigres de la casa de fieras del Jardin des
Plantes en Francia.
El 5 de Julio regresará a Toulon con más de 100 dibujos y croquis de sus viajes; se
conservan tres de ellos en el Museo del Louvre y uno en el Museo Condé de Chantilly.
La obra de Delacroix inspirará a un gran número de pintores, por ejemplo Vincent Van
Gogh.
En su Diario expone sus pensamientos e ideas acerca del arte y los artistas, compara sus
propias obras anteriores y posteriores, las analiza y disecciona, y expresa sus opiniones
sobre el arte, la política y la vida. Este diario constituye una interesante fuente de
información respecto a su vida y su época.
En 1859, el pintor expone por última vez en el Sálon ya que a pesar de su empeño no
puede trabajar de forma continua. Su estado de salud se deteriora por una laringitis y
tendrá que retirarse y guardar reposo fuera de Paris, en el campo. En 1861 termina los
frescos de Saint-Sulpice (obra que había comenzado en 1849) y comienza la decoración
del comedor del banquero Hartmann. En 1863 su estado de salud empeora pero sigue
pintando, El cobro del impuesto árabe y Tobias y el Angel, pero muere el 13 de agosto,
acompañado solamente por su fiel ayudante Jenny Le Guillou.
[editar] Cuadros
La libertad guiando al pueblo. Cuadro de Eugène Delacroix pintado en 1830.
Desde 1980 una serie de sellos postales representan detalles del cuadro La Libertad
guiando al pueblo. A finales del siglo XX se emitió un billete de banco de cien francos
conmemorando a Delacroix y su cuadro La Libertad guiando al pueblo. Se trata del
único billete de banco en el mundo en el que se representa a una mujer con los senos al
descubierto.
[editar] Galería
Dominique Ingres
Nacionalidad Francesa
Movimiento Neoclasicismo
Contenido
[ocultar]
• 1 Biografía
• 2 Principales obras
• 3 Posteridad
• 4 Notas
• 5 Enlaces externos
[editar] Biografía
Nació en Montauban, en Tarn-et-Garonne. Su padre, un escultor mediocre, supo
reconocer en su hijo, el talento pictórico que poseía y rápidamente favoreció sus
aspiraciones artísticas. Con 11 años, ingresó en la academia de Toulouse (1791) y se
formó con maestros como el pintor Roques y el escultor Vigan. En 1796 se fue a París
para estudiar bajo la dirección de David, pero su frío clasicismo no encajaba en el ideal
de belleza que él tenía, fundado en las difíciles armonías de líneas y colores.
En 1801, ganó el primer Premio de Roma con Aquiles recibiendo a los embajadores de
Agamenón. Realizó numerosos dibujos y retratos: La familia Riviére (1805); Granet, La
hermosa Celia; Napoleón entronizado (1806).
En 1841 regresa a París donde obtiene una acogida triunfal y se le encarga la decoración
de las vidrieras de la Capilla de Notre Dame. En 1846 expuso por primera vez en la
Galería de Bellas Artes, tras la cual, fue nombrado miembro de la comisión junto con
Delacroix. En 1849 presenta su dimisión a motivada por el fallecimiento de su esposa.
A causa de una enfermedad que le afectó a los ojos, en el último período, Ingres se vio
obligado a valerse de alguno de sus colaboradores para ultimar la parte secundaria de su
obra correspondiente al perído maduro, caracterizado por la búsqueda de una perfección
de las formas.
En 1852, Ingres se casa por segunda vez con Delphine Ramel. En 1862 fue nombrado
Senador.
Ingres estudió música, disciplina en la que también destacó. Durante una temporada fue
segundo violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse; de este pasatiempo
proviene la expresión francesa: violon d'Ingres (violín de Ingres).
Ingres murió a los ochenta y siete años. Está enterrado en el Cementerio de Père
Lachaise, París. La ciudad de Montauban le dedicó un museo instalado en su taller: el
Museo Ingres. Amaury Duval fue su primer alumno.
El baño turco
Napoleón en su trono
La condesa de Haussonville, Juana de La fuente,
imperial, 1806, óleo sobre lienzo, 1845, óleo sobre lienzo, 131,8 x 92
259 x 162 cm, Museo del Ejército, cm, colección Frick, Nueva York Arco,1854 1856
París
Jacques-Louis David
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Jacques-Louis David
Autorretrato
Nacionalidad Francesa
Movimiento Neoclasicismo
Más tarde David llego a ser un activo participante en la Revolución francesa así como
amigo de Maximilien de Robespierre; en realidad fue el líder de las artes bajo la
República Francesa. Encarcelado tras la caída de Robespierre del poder, más tarde se
alineó con el advenimiento de otro régimen político, el de Napoleón Bonaparte. Fue en
esta época cuando desarrolló su 'Estilo Imperio', notable por el uso de colores cálidos al
estilo Veneciano. Entre sus numerosos alumnos cabe destacar a Antoine-Jean Gros,
Anne-Louis Girodet de Roucy-Triosson y el más conocido de todos: Jean Auguste
Dominique Ingres. Esto le hizo ser el pintor más influyente del arte Francés del siglo
XIX, especialmente en las pinturas académicas.
Contenido
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• 1 Primeros años
• 2 Primeras obras
• 3 La Revolución
• 4 Directorio
• 5 Napoleón
• 6 Exilio
• 7 Obras
• 8 Galería
• 9 Referencias
• 10 Filmografía
• 11 Véase también
• 12 Enlaces
externos
David intentó ganar el Premio de Roma (laurel del arte de arte de la academia francesa),
cuatro veces entre 1770 y 1774. Una de ellas, de acuerdo a la leyenda, lo perdió porque
no había consultado a Vien, uno de los jueces que otorgaba el premio. Otra, porque
otros estudiantes habían estado compitiendo durante años y Vien pensó que la
educación de David podía esperar, no así la de estos otros pintores mediocres. En
protesta David se puso en huelga de hambre. Más adelante en 1774 David gana
finalmente. Lo más usual en este caso, es que David hubiera asistido a otra academia
antes de ir a la Academia en Roma, pero la influencia de Vien le permitió ir
directamente a Roma en 1775, cuando Vien fue nombrado director de la Academia de
Francia en Roma. Ya en Italia, David pudo acceder a las obras maestras y a las ruinas de
la antigua Roma. David llenó multitud de cuadernos con numeroso material que utilizó
durante el resto de su vida. Durante su estancia en Roma, estudió a los grandes
maestros, siendo su preferido Rafael. En 1779, David pudo visitar las ruinas de
Pompeya donde quedó impresionado. A partir de este momento, decidió "revolucionar"
el mundo de la pintura al aplicar los principios "eternos" del clasicismo.
En Roma, David pintó su famoso Juramento de los Horacios. Los temas y motivos se
reiterarían en obras posteriores El juramento del Juego de Pelota y la Distribución de
las Águilas. Mientras en el Juramento de los Horacios y El juramento del Juego de
Pelota se enfatiza la importancia del auto-sacrificio masculino por el propio país y por
patriotismo, la Distribución de las Águilas hablaría del auto-sacrificio por el emperador
(Napoleón) y la importancia de la gloria obtenida en el campo de batalla.
Como siguiente pintura, David ejecutó Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus
hijos. La obra resultaba muy atractiva para la época. Antes de la apertura del Salón,
había comenzado la Revolución francesa. Se había establecido la Asamblea Nacional y
había caído la Bastilla. La corte real no quería propaganda agitando al pueblo, así que
había que comprobar todas las obras antes de que se colgaran. Algunos retratos de gente
famosa se prohibieron, como el de un químico que resultaba ser miembro de un partido
que no gozaba de favor. Cuando los periódicos relataron que el gobierno no había
permitido que se mostrara Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos, el pueblo
se encolerizó, y los realistas cedieron. El cuadro se colgó en la exposición, protegido
por estudiantes de arte. La pintura representa a Lucio Junio Bruto, el líder romano,
lamentándose por sus hijos. Los hijos de Bruto habían intentado derrocar al gobierno y
restaurar la monarquía, así que el padre ordenó su muerte para mantener la república.
Así, Bruto resultaba ser el heroico defensor de la república, aunque le costase su propia
familia. A la derecha, la madre sostiene a sus dos hijas, y la abuela se ve en el extremo
derecho, angustiada. Bruto se sienta a la izquierda, solo, melancólico, pero sabiendo que
lo que ha hecho es lo mejor para su país. Toda la pintura era un símbolo republicano, y
obviamente tuvo un inmenso significado en estos tiempos en Francia.
[editar] La Revolución
Al comienzo, David apoyó la Revolución, siendo amigo de Robespierre y miembro del
club jacobino. Mientras otros abandonaban el país en busca de nuevas y mejores
oportunidades, David se quedó para ayudar a destruir el viejo orden; fue un regicida que
votó en la Asamblea Nacional a favor de la ejecución de Luis XVI. No es seguro por
qué lo hizo, pues había más oportunidades para él bajo un rey que con el nuevo orden;
algunos sugieren que el amor de David por lo clásico le hizo abrazar todo lo de aquel
periodo, incluido un gobierno republicano.
Otros creen que la clave de la carrera revolucionaria del artista está en su personalidad.
Indudablemente, la sensibilidad artística de David, su temperamento voluble, emociones
volátiles, ardiente entusiasmo, y fiera independencia le ayudarían a volverse contra el
orden establecido pero no explican con plenitud la devoción que sintió hacia el régimen
republicano. Ni lo hacen las vagas afirmaciones de aquellos que insisten en su
«poderosa ambición... e inusual energía de voluntad» realmente justifican sus
conexiones revolucionarias. Aquellos que lo conocieron sostienen que fue su «generoso
ardor», alto idealismo y benevolente, aunque a veces fanático, entusiasmo más que el
egoísmo y los celos, los que motivaron sus actividades durante este periodo.
Pronto, David volvió sus lamentos críticos hacia la Academia Real de Pintura y
Escultura. Este ataque fue probablemente causado ante todo por la hipocresía de la
organización y su oposición personal contra su obra, como pudo verse en momentos
anteriores de la vida de David. La Academia Real estaba llena de realistas, y el intento
de David de reformarla no sentó bien a los miembros. Sin embargo, la suerte estaba
echada contra este símbolo del antiguo régimen, y la Asamblea Nacional ordenó que
hiciera cambios para acomodarse a la nueva constitución.
David comenzó entonces a trabajar en algo que más tarde le perseguiría: propaganda
para la nueva república. La pintura de David de Bruto se mostró durante la obra Bruto
de Voltaire. El público respondió con un alboroto de aprobación. El 20 de junio de 1790
se celebró el aniversario del primer acto de rebeldía contra el rey, El juramento del
Juego de Pelota. Allí estaba David. Esperando conmemorar el acontecimiento en una
pintura, los jacobinos, revolucionarios que acostumbraban a reunirse en el monasterio
jacobino, decidieron elegir al pintor «cuyo genio anticipó la revolución». David aceptó,
y comenzó a trabajar en un lienzo colosal. La pintura nunca se terminó por completo,
debido a su inmenso tamaño (10,67 metros por 10,97 m) y debido a que las personas
que necesitaban posar para él desaparecieron durante el reinado del Terror, pero existen
algunos dibujos acabados y partes del lienzo original también se conservan, mostrando
figuras desnudas con cabezas totalmente pintadas.
Cuando Luis XVI fue ejecutado el 21 de enero de 1793, había muerto ya otro hombre
— Louis Michel Le Peletier de Saint-Fargeau. Le Peletier fue asesinado el día anterior
por un guardaespaldas realista, como venganza por haber votado a favor de la muerte
del Rey. David fue el encargado de organizar el funeral, y pintó Le Peletier asesinado.
En este cuadro se ve la espada del asesino colgada por una sola hebra de crin de caballo
sobre el cuerpo de Le Peletier, un concepto inspirado por la proverbial espada de
Damocles, que ilustraba la inseguridad del poder y la posición. Esto subrayaba el valor
de Le Peletier y sus compañeros en relación con el rey opresor. La espada atraviesa un
trozo de papel sobre el que está escrito «Yo voto la muerte del tirano», y como tributo,
en el extremo derecho del cuadro, David colocó la inscripción «David a Le Peletier. 20
de enero de 1793». El cuadro fue más tarde destruido por la hija realista de Le Peletier,
y sólo se conoce por un dibujo, un grabado, y descripciones contemporáneas. No
obstante, esta obra fue importante en la carrera de David, porque fue la primera pintura
acabada de la Revolución francesa, hecha en menos de tres meses, y una obra a través
de la cual él inició el proceso de regeneración que continuaría con La muerte de Marat,
obra maestra de David.
La muerte de Marat (1793).
[editar] Directorio
La muerte de Robespierre puso fin al periodo de terror y se entró en la última fase de la
Revolución francesa: el Directorio, cuyas autoridades ordenaron el arresto y
encarcelamiento de David.
Estando en la cárcel, David pintó su autorretrato, más joven de lo que realmente era.
Retrató igualmente a su carcelero. Después de que su mujer lo visitara en prisión, David
concibió la idea de relatar la historia de las sabinas. Se dice que El rapto de las sabinas
(acabado en 1799), que en realidad representa un momento posterior: la paz al
interponerse las sabinas entre los combatientes, se pintó en honor a su esposa, siendo el
tema de la obra el amor que prevalece sobre el conflicto. La pintura también fue vista
como un ruego a la gente para que se unieran de nuevo después de la fase sangrienta de
la Revolución.
El rapto de las sabinas,1799, óleo sobre lienzo, 385 x 522 cm, Museo del Louvre,
París
Esta obra también hizo que atrajera la atención de Napoleón. La historia de la pintura es
la siguiente: «Los romanos habían secuestrado a las hijas de sus vecinos, los sabinos.
Para vengarse por este rapto, los sabinos atacaron Roma, aunque no de manera
inmediata - puesto que Hersilia, hija de Tatius, el líder de los sabinos, se había casado
con Rómulo, el líder romano, y ya había tenido dos hijos con él mientras tanto. Aquí se
ve a Marsilia entre su padre y su marido al tiempo que pide a los guerreros de ambos
lados que no separen a las mujeres de sus esposos o a madres de sus hijos. Otras
mujeres sabinas se la unen en sus exhortaciones». Durante esta época, los mártires de la
revolución fueron sacados del Panteón y enterrados en terreno común, y se destruyeron
estatuas revolucionarias. Cuando David fue finalmente liberado, el país había cambiado.
Su esposa consiguió que le sacaran de prisión, y él escribió cartas a su anterior esposa, y
le dijo que nunca había dejado de quererla. Se volvió a casar con ella en 1796.
Finalmente, completamente restaurado en su posición, cogió de nuevo alumnos y se
retiró de la política.
[editar] Napoleón
David había admirado a Napoleón desde su primer encuentro, impresionado por los
rasgos clásicos del por entonces General Bonaparte. Pidiendo que el ocupado e
impaciente general posara para él, David fue capaz de obtener un esbozo de Napoleón
en el año 1797. David documentó el rostro del conquistador de Italia, pero la
composición completa del General Bonaparte sosteniendo el tratado de paz con Austria
quedó sin acabar. Napoleón tenía a David en alta estima, y le pidió que lo acompañase a
Egipto en 1798, pero David rechazó la proposición, sosteniendo que era demasiado
viejo para aventuras y en su lugar envió a su estudiante, Antoine-Jean Gros.
Después del exitoso golpe de estado de Napoleón en el año 1799, como Primer Cónsul
encargó a David que conmemorara su audaz cruce de los Alpes. El paso del San
Bernardo le permitió a los franceses sorprender al ejército austriaco y obtener la victoria
en la batalla de Marengo el 14 de junio de 1800. Aunque Napoleón había cruzado los
Alpes sobre una mula, pidió que se le retratara «sereno sobre un fiero caballo». David
cumplió con el Retrato ecuestre de Bonaparte en el monte San Bernardo. Después de la
proclamación del Imperio en 1804, David se convirtió en el pintor de corte oficial del
régimen.
Una de las obras que encargaron a David fue La coronación de Napoleón en Notre
Dame. A David le permitieron ver el acontecimiento. Hizo que le llevaran planos de
Notre Dame y los partícipes en la coronación acudieron a su estudio para posar
individualmente, aunque nunca el Emperador (la única vez que David obtuvo un posado
de él fue 1797). David consiguió que posasen privadamente para él la Emperatriz
Josefina y la hermana de Napoleón, Carolina Murat, a través de la intervención del
anteriormente patrón de las artes, Mariscal Joaquín Murat, el cuñado del Emperador.
Para el fondo, David hizo que el coro de Notre Dame como personajes extras. El Papa
posó para la pintura, y de hecho bendijo a David. Napoléon acudió a ver al pintor, se
quedó mirando fijamente el lienzo durante una hora y dijo «David, te rindo homenaje».
David tuvo que rehacer varias partes de la pintura debido a varios caprichos de
Napoleón, y por esta pintura, David recibió sólo 24.000 francos.
[editar] Exilio
Después de que los Borbones regresaran al poder, David se encontró en la lista de
proscritos por revolucionarios y bonapartistas, pues había votado a favor de la ejecución
de Luis XVI y probablemente tuvo algo que ver con la muerte de Luis XVII. El nuevo
rey borbón, Luis XVIII, sin embargo, le amnistió e incluso le ofreció un cargo como
pintor de corte. David rechazó su oferta, prefiriendo en lugar de ello exiliarse en
Bruselas, Bélgica. Allí, pintó Amor y Psique (1817) y vivió hasta sus últimos días
tranquilamente con su esposa, con la que se había vuelto a casar. Durante este tiempo,
se dedicó principalmente a cuadros a escala menor de escenas mitológicas y retratos de
bruselenses y emigrados napoleónicos, como El general Gérard (1816).
Su última gran obra, Marte desarmado por Venus y las Gracias lo empezó en 1822 y lo
acabó el año anterior a su muerte. «David quería superarse una vez más. En diciembre
de 1823, escribió:
Esta es la última pintura que deseo pintar, pero quiero superarme en ella.
Pondré el dato de mis 75 años en ella y después nunca volveré a coger el
pincel
La pintura se mostró primero en Bruselas y luego fue enviada a París, donde los que
habían sido alumnos de David acudieron en gran número a ver la pintura. Los
expositores lograron un beneficio neto de 13.000 francos, lo que significa que hubo más
de 10.000 visitantes, un número muy elevado para la época.
Cuando David salía del teatro, fue golpeado por un carruaje y murió más tarde de
deformaciones en el corazón, el 29 de diciembre de 1825. Después de su muerte,
algunos de sus retratos se vendieron en subasta en París, por precios muy bajos. Su
famoso lienzo de Marat se mostraba en una sala especial retirada, para no enfurecer al
público. No se permitió que el cuerpo de David regresara a Francia, a pesar de las
peticiones de su familia, por la intervención que David tuvo en la ejecución de Luis
XVI y por lo tanto fue enterrado en Bruselas, pero su corazón fue llevado a Père
Lachaise, París.
[editar] Obras
Sus principales obras son:
[editar] Galería
Madame Récamier
Retrato de Anne-Marie- Retrato de Napoleón
(1800) El papa Pío VII
Louise Thélusson, en su gabinete de
(1805)
Condesa de Sorcy (1790) trabajo, (1812)
Leónidas (1814) Marte desarmado
El general Gérard Emmanuel Joseph
por Venus y las
(1816) Sièyes (1817)
Gracias (1824)
Antoine-Jean Gros
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Napoleon
Contenido
[ocultar]
• 1 Biografía
• 2 Cronología de alguna de sus
Obras
o 2.1 Museo Carnavalet
• 3 Véase también
• 4 Referencias Externas
• 5 Enlaces externos
[editar] Biografía
Antoine es hijo de un conocido pintor de miniaturas que le empezó a enseñar a dibujar a
la edad de seis años, época en la que ya apuntaba dotes de un gran maestro. Hacia el año
1785 Gros, mediante su propia iniciativa, entró a pintar en el estudio del pintor
neoclásico David, estudio que frecuentó a menudo al mismo tiempo que asistía a las
clases del colegio Mazarín (Collège Mazarin).
Durante su viaje por Italia visitó la ciudad de Florencia, pero retornó a Génova donde
llegó a conocer a Josefina de Beauharnais, contrayendo matrimonio en la ciudad de
Milán.
En el año 1799 logró escapar del asedio de la ciudad de Génova y se dirigió hacia París.
Su esquisse (Musa de Nantes) sobre la Batalla de Nazareth ganó el premio ofrecido en
1802 por los cónsules, pero él rechazó el premio. Por esta época dedicó sus esfuerzos en
retratar el lado amargo de la victoria y es cuando pinta "Les Pestiférés de Jaffa"
(Louvre) también denominado "Napoleón visitando a los apestados de Jaffa) seguido de
la "Batalla de Aboukir 1806" (denominado "Murat en la batalla de Abukir") (Museo de
Versalles), y la "Batalla de Eylau, 1808" (Louvre). Estos tres cuadros le lanzaron a la
fama internacional.
Gros iba simultaneando su vida militar con su vida civil a medida que se iba reforzando
de expresividad y energía en la inspiración de sus cuadros, en este periodo pudo influir
en los pintores Théodore Géricault y Eugène Delacroix. En 1810 sus dos cuadros
"Madrid" y "Napoleon en las Pirámides" (Versailles) ya empezaban a mostrar los
inicios de la decadencia de su arte. La despectiva crítica recibida al presentar sus
últimas obras y los problemas conyugales le llevaron a suicidarse ahogándose en el
Sena
Rafael Sanzio
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Raffaello Sanzio
6 de abril de 1483
Nacimiento
Urbino, Italia
Nacionalidad italiano
Raffaello Sanzio, también conocido como Rafael de Urbino o simplemente Rafael1 [a]
(* Urbino, actual Italia, 6 de abril de 1483 – † Roma, 6 de abril de 15201 ), fue un pintor
y arquitecto italiano del Renacimiento. Es célebre por la perfección y gracia de sus
pinturas y dibujos. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de los
grandes maestros del período.2
Murió el día en que cumplía los treinta y siete años, y nació y murió en Viernes Santo.[b]
A pesar de su muerte prematura fue inmensamente productivo, creando así, una inusual
pero gran colección de pinturas. La cual en gran parte se conserva, sobre todo, en los
Museos Vaticanos. Estos albergan Las Estancias de Rafael, que fue el trabajo central y
a la vez, el más grande de su carrera, quedando sin terminar a causa de su muerte.
Después de sus años de juventud en Roma, gran parte de su obra, a pesar de haber sido
diseñada por él, fue ejecutada por su taller, con una considerable pérdida de calidad.
Ejerció una gran influencia en su época; aunque fuera de Roma su obra fue conocida
sobre todo a través de la producción que hicieron los talleres de grabado que
colaboraban con él. Después de su muerte la influencia de su principal rival, Miguel
Ángel, fue más intensa hasta los siglos XVIII y XIX, cuando las cualidades más serenas
y armoniosas de Rafael fueron consideradas de nuevo como un modelo superior.
Su carrera se dividió de manera natural en tres fases y tres estilos, descritos así por
Giorgio Vasari: sus primeros años en Umbría, el periodo posterior de cuatro años en
Florencia (1504-1508), donde absorbió las tradiciones artísticas de la ciudad, y
finalmente su último y triunfal período de doce años en Roma, trabajando para los papas
y su corte.3
Contenido
[ocultar]
• 1 Urbino
• 2 Biografía
o 2.1 Primeros años
o 2.2 Influencia florentina
o 2.3 Las Estancias vaticanas
o 2.4 Otros proyectos
• 3 Obra
o 3.1 Taller
3.1.1 Retratos
o 3.2 Arquitectura
o 3.3 Dibujos
o 3.4 Grabados
• 4 Vida privada y muerte
• 5 Influencia
• 6 Veáse también
• 7 Fuentes
o 7.1 Notas
o 7.2 Referencias
o 7.3 Bibliografía
• 8 Enlaces externos
[editar] Urbino
Obra de Giovanni Santi, padre de Rafael; Cristo sujetado por dos ángeles
(1490).
[editar] Biografía
[editar] Primeros años
Según Vasari, su padre lo colocó en el taller del maestro de Umbria Pietro Perugino
como aprendiz, «a pesar de las lágrimas de su madre». La evidencia de un periodo de
aprendizaje viene sólo de Vasari y de otra fuente,13 y ha sido discutida-su madre murió
cuando él tenía ocho años, lo que es demasiado pronto para empezar el aprendizaje. Una
teoría alternativa es que recibió algún adiestramiento de Timoteo Viti, quien era pintor
de la corte de Urbino desde 1495.14 Pero los historiadores modernos están de acuerdo en
que Rafael trabajó al menos como ayudante de Perugino desde alrededor de 1500; la
influencia de Perugino en las primeras obras de Rafael es muy evidente:
"probablemente ningún otro discípulo de talento había absorbido las enseñanzas de su
maestro como lo hizo Rafael, aún comparándolo con Leonardo da Vinci y Rafael
Sanzio", según Wölfflin.15 Vasari escribe que, en cuanto a este período, era imposible
distinguir las obras de ambos artistas, pero muchos historiadores del arte modernos
afirman haber detectado las partes que Rafael pintó como ayudante en obras de
Perugino o de su taller. Aparte de la similitud estilística, sus técnicas eran también muy
similares, por ejemplo en la densa aplicación de la pintura, con el uso de un medio a
base de barniz, en las sombras y los adornos oscuros, pero con una aplicación más ligera
en las partes de carne. Un exceso de resina en el barniz ha causado a menudo grietas en
áreas de las pinturas de ambos maestros.16 El taller de Perugino era activo tanto en
Perugia como en Florencia, quizá con dos sucursales permanentes.17 Se considera que
en el año de 1501 Rafael era un maestro de pleno derecho, completamente formado.
Su primera obra documentada fue el Retablo Baronci —aunque hay una controversia
con La resurrección de Cristo que fue realizada entre los años 1499 y 1501— para la
Iglesia de San Nicolás de Tolentino en Città di Castello, una ciudad a medio camino
entre Perugia y Urbino. Evangelista da Pian di Melet, quien había trabajado para su
padre, compartió el encargo. El encargo de la obra data de 1500 y fue terminada en
1501, hoy en día sólo quedan algunas porciones y un boceto preparatorio.[c] Durante los
siguientes años pintó obras para otras iglesias, incluyendo la Crucifixión Mond —
alrededor de 1503— y Los desposorios de la Virgen de la Pinacoteca di Brera, así como
obras para Perugia, como el Retablo Oddi —La anunciación , La Adoración de los
Magos y La coronación de la Virgen 1501-1503—. Probablemente también visitó
Florencia en esta época. Se trata de obras mayores, algunas de ellas como frescos, en las
que Rafael limita la composición al estático estilo de Perugino. En estos años también
pintó muchas pequeñas y exquisitas pinturas de caballete, la mayor parte probablemente
para amantes de la pintura de la corte de Urbino, como Las Gracias o San Miguel, y
empezó a pintar Virgen con el Niño entronizados y santos.18 En el año de 1502 fue a
Siena por invitación de otro discípulo de Perugino, Pinturicchio, "al ser amigo de Rafael
y conocedor de su capacidad como artista de la más elevada calidad", porque le ayudó
con las obras, y muy probablemente con los dibujos, para una serie de frescos en la
Biblioteca Piccolomini de la Catedral de Siena.19 Es bien evidente que en esta etapa
temprana de su carrera ya era un artista muy solicitado.
Como anteriormente con Perugino y otros, Rafael fue capaz de asimilar la influencia del
arte florentino, respetando la evolución de su propio estilo. Los frescos que hizo en
Perugia alrededor de 1505 muestran una nueva calidad monumental en las figuras, que
podría evidenciar la influencia de Fra Bartolomeo, de quien Vasari dice fue amigo. Pero
la influencia más punzante en este período fue la de Leonardo da Vinci, quien volvió a
la ciudad entre 1500 y 1506. Las figuras de Rafael comenzaron a tomar posiciones más
complejas y dinámicas, y aunque todavía los temas eran mayoritariamente "reposados"
empezó a hacer bocetos de hombres desnudos luchando, una de sus mayores obsesiones
de este período florentino. Otro dibujo es el retrato de una mujer joven, utilizando la
composición piramidal en tres cuartos de la reciente Mona Lisa, pero con una apariencia
completamente rafaelesca. Otra de las invenciones compositivas de Leonardo, la
piramidal Sagrada Familia, se repitió en una serie de obras que se consideran entre sus
más famosas pinturas de caballete. En la Royal Collection hay un dibujo de Rafael de la
obra perdida de Leonardo Leda y el cisne, del que tomó la postura en contrapposto para
su Santa Catalina de Alejandría.23 También perfeccionó su propia versión del sfumato
de Leonardo, para dar más sutileza a la representación de la carne, y desenvulpar el
intercambio de miradas entre los grupos, aunque mucho menos enigmáticos que los
conseguidos por Leonardo. Además, supo conservar en sus obras la suave y clara luz de
Perugino.24
Leonardo era poco menos de una treintena de años mayor que Rafael, pero Miguel
Ángel, que en esa época residía en Roma, era sólo ocho años mayor. Miguel Ángel
detestaba a Leonardo, y en Roma empezó a detestar a Rafael incluso más aún,
atribuyendo conspiraciones contra él.25 Rafael debió conocer sus obras en Florencia,
pero sus obras más originales de esta época apuntan en una dirección muy diferente. En
su Santo entierro sitúa, al modo clásico de los sarcófagos, todas las figuras en la frente,
en un arreglo complejo y no del todo exitoso. Wöllflin detecta la influencia de la Virgen
de Miguel Ángel en el Tondo Doni en la figura arrodillada de la derecha, pero el resto
de la composición se aleja mucho de su estilo, o del de Leonardo. Aunque fue obra muy
considerada en su época, y mucho después retirada a la fuerza de Perugia por los
Borghese, se trata de una obra aislada en la producción de Rafael. Su clasicismo tomaría
después una dirección menos "literal".26 27
Incendio del Borgo, 1514, Stanza dell'incendio del Borgo, pintada por el
taller de Rafael a partir de un diseño del artista.
El Parnaso, 1511, Stanza della Segnatura.
A finales de 1508 se traslada a Roma, donde entró al servicio del papa Julio II,
probablemente gracias a la recomendación de su arquitecto Donato Bramante, quien por
entonces trabajaba en la basílica de San Pedro, era natural de Urbino y tenía alguna
relación con Rafael.28 A diferencia de Miguel Angel, que no realizó trabajo artístico
alguno durante cierto tiempo en Roma antes de recibir los primeros encargos29 El joven
artista recibió rápidamente el encargo de decorar al fresco la que habría de ser la
biblioteca privada del pontífice en el Vaticano.[e]30 Era un proyecto mucho más
importante y extenso que cualquiera en el que hubiera trabajado hasta ese momento,
pues hasta la fecha no había pasado de hacer algún retablo en Florencia. En su equipo
había otros artistas trabajando en diferentes estancias, muchos de ellos pintando sobre
obras encargadas por el odiado predecesor de Julio II, el papa español Alejandro VI. El
nuevo pontífice había decidido borrar cualquier vestigio del papa Borgia, hasta sus
escudos de armas.31 Uno de ellos fue Miguel Angel, que recibió el encargo de pintar la
cúpula de la Capilla Sixtina.
Es evidente que Rafael se dejó influir por los frescos del techo de la Capilla Sixtina de
Miguel Angel. Vasari dice que Bramante le introdujo en dicha capilla secretamente. La
bastida correspondiente a la primera sección en ser terminada fue retirada el año 1511.
La reacción de los demás artistas ante la superior fuerza expresiva de Buonarroti fue la
cuestión dominante en el arte italiano en las dos décadas posteriores, y Rafael, que ya
había demostrado su capacidad de asimilación de influencias externas a su propio estilo,
aceptó el reto tal vez con mayor intensidad que cualquier otro artista. Uno de los
primeros y más claros ejemplos fue el retrato del mismo Miguel Angel como Heráclito
en La Escuela de Atenas, que parece sacado directamente de la Sibilas o los ignudi del
techo de la Capilla Sixtina. Otras figuras de esta y otras obras posteriores en las
estancias acusan la misma influencia, pero todavía más integradas en el estilo personal
de Rafael.33 Buonarroti le acusó de plagio y unos años antes de la muerte de Rafael se
quejaba en una carta del siguiente tenor: «todo lo que sabe de arte lo ha aprendido de
mí», aunque en otras ocasiones se mostró más generoso.34
Estas enormes y complejísimas composiciones pueden ser consideradas entre las obras
supremas del Renacimiento. Proporcionan una visión extremadamente idealizada de los
sujetos representados, y las composiciones, aunque ya perfectamente concebidas en
dibujo, parecen sufrir de «sprezzatura», un término ideado por su amigo Baldassare
Castiglione, que el definía como «una cierta indiferencia que impregna toda la obra y
que nos hace pensar o dir que ha fluido sin ningún esfuerzo».35 Según Michael Levey,
«Rafael les da a sus figuras una gracia y claridad sobrehumanas en un universo de
certezas Euclidianas».36 La pintura es de la máxima calidad en las dos primeras
estancias, pero las composiciones posteriores, especialmente las que contienen acción
de tinte dramático, no son completamente perfectas por lo que atañe a la concepción,
como tampoco en la ejecución por parte de sus ayudantes.
Los proyectos en el Vaticano ocuparon la mayor parte de su tiempo, pero aún así pintó
algunos retratos, incluyendo los de sus mecenas, los papas Julio II y León X, el primero
de los cuales es considerado como uno de sus mejores retratos. Otros retratos fueron los
de sus amigos, como Castiglione, o de personajes del círculo de los papas. Algunos
gobernantes lo presionaron con hacer sus respectivos encargos, como a Francisco I de
Francia que le fueron enviados dos pinturas como presente diplomático del papado.[d]37
Para Agostino Chigi, el inmensamente rico tesorero del papa, Rafael pintó La Galatea,
diseñó frescos decorativos para su Villa Farnesina y pintó dos capillas en las iglesias de
Santa Maria della Pace y Santa Maria del Popolo.38 También diseñó parte de la
decoración de la Villa Madama, más sin embargo, la obra de ambas villas fue realizada
por su taller.
Uno de los encargos papales más importantes fue la serie de los Cartones de Rafael
(actualmente en el Victoria and Albert Museum), una serie de 10 cartones para tapices,
de los cuales han sobrevivido 7, y que representan escenas de las vidas de San Pablo y
San Pedro, hechas para la Capilla Sixtina. Los cartones fueron enviados a Bruselas para
ser tejidos en el taller de Pier van Aelst. Es posible que Rafael viera la serie completa
terminada antes de su muerte. Probablemente fueron terminados en 1520.39 También
diseñó y pintó la Loggia del Vaticano, una galería larga y estrecha entonces abierta a un
patio a un lado y decorada en el estilo grotesco típico de Roma. Pintó también ciertos
retablos importantes, como por ejemplo el Éxtasis de Santa Cecilia y la Madonna
Sixtina. Su última obra, en la que estuvo trabajando hasta la muerte, fue La
Transfiguración, que en compañía de El Pasmo de Sicilia muestra la dirección que
había tomado su arte en las postrimerías de su vida: un estilo más proto-barroco que
manierista.[f]40 41
[editar] Obra
[editar] Taller
Vasari dice que Rafael llegó a tener un taller con cincuenta pupilos y ayudantes, muchos
de los cuales llegarían a ser después importantes artistas por su propio derecho. Fue,
posiblemente, el mayor taller reunido bajo el magisterio de un único gran maestro de la
pintura, y mucho mayor de lo habitual. Incluía destacados pintores provenientes de otras
regiones de Italia, que probablemente trabajaban con sus propios equipos como
subcontratistas, así como aprendices y obreros. Hay poca información sobre la
organización interna del taller y del taller en sí, aparte de las mismas obras de arte, a
menudo difíciles de atribuir a la intervención de un artista concreto.43 44
Los miembros más destacados del taller fueron Giulio Romano, joven discípulo de
origen romano —solo tenía alrededor de veinte y un años de edad a la muerte de Rafael
—, y Gianfrancesco Penni, ya considerado un maestro, de origen florentino. Tras la
muerte de Rafael, la actividad del taller continuo, sin embargo, muchas pinturas
quedaron incompletas y también quedaron algunas posesiones usadas por el joven
pintor. Penn no alcanzó el mismo nivel de reputación personal que Giulio, y después de
la muerte de Rafael ocupó el puesto de ayudante de Giulio Romano durante la mayor
parte de su carrera. Perino del Vaga, ya un maestro, y Polidoro da Caravaggio, quien
supuestamente ascendió a la posición de pintor luego de ocupar el humilde oficio
trasportar materiales para los obreros, también llegarían a ser importantes pintores.
Maturino da Firenze, como en el caso de Penn, fue eclipsado por la fama de su
compañero Polidoro. Giovanni da Udine gozaba de un estatus más independiente, y fue
responsable de la decoración en estuco y los grotescos que decoraban los principales
frescos.45 La mayor parte de los artistas se dispersaron, y algunos de ellos tuvieron una
muerte violenta a raíz del saqueo de Roma de 1527.46 Esto contribuyó a la difusión del
estilo de Rafael por toda Italia y a lugares más lejanos.
Otros discípulos y ayudantes de Rafael fueron Raffaellino del Colle, Andrea Sabbatini,
Bartolommeo Ramenghi, Pellegrino Aretusi, Vincenzo Tamagni, Battista Dossi,
Tommaso Vincidor, Timoteo Viti—pintor de Urbino—, así como el escultor y
arquitecto Lorenzetto—cuñado de Giulio Romano.[g] Se ha dicho que el flamenco
Bernard van Orley trabajó durante un tiempo para Rafael, y que Luca Penni, hermano
de Gianfrancesco, tal vez fue miembro del taller.49
[editar] Retratos
Rafael hizo varios retratos donde mostró una gran medida de gracia y armonía, ejemplo
de esto fue el Retrato de Baltasar de Castiglione. Las Madonne y los bambini llenos de
belleza y elegancia fueron un tema recurrente tanto en sus retratos como en sus pinturas.
En la "Última Cena" dio un gran protagonismo a la figura de los apóstoles. De igual
manera realizó retratos de grandes personajes como: del Cardenal Bibbiena (c. 1516), el
Retrato de Andrea Navagero y Agostino Beazzano (c. 1516), Retrato de Bindo Altoviti
(c. 1514), Retrato de Tommaso Inghirami (1515-1516), Retrato de cardenal (1510-
1511), Retrato de Julio II (1511–1512) y Retrato del cardenal Alessandro Farnese
(1509-1511). Muchos de los retratos se encuentran hoy dispersos en los museos y
galerías de Europa.
[editar] Arquitectura
Tras la muerte de Bramante, en 1514, fue nombrado arquitecto de la basílica de San
Pedro. La mayor parte de sus obras arquitectónicas han sido derrumbadas o modificadas
después de su muerte y a raíz de la aceptación de los diseños de Miguel Ángel, pero,
sobreviven unos pocos diseños. Para el análisis de estos, se llevó a cabo la examinación
de un templo que se encontraba muy oscuro, con grandes pilares a lo largo, «como un
callejón» según un análisis critico y póstumo de Antonio da Sangallo el Joven. Existe
también la hipótesis de que el templo tiene un parecido con respecto al santuario de La
expulsión de Heliodoro del templo.50 Rafael diseñó un cierto número de otros edificios,
y durante un corto tiempo se le consideró el arquitecto más importante de Roma y el
preferido del círculo social del papa. Julio había hecho cambios en la disposición
urbanística de la ciudad, creando varias vías públicas, las cuales tenían un toque como
de esplendorosos palacios.51
Rafael es quizá uno de los más finos dibujantes en la historia del arte occidental, y usó
ampliamente el dibujo para planear sus composiciones. Según Armerina, experta en la
vida de Rafael, cuando éste empezaba a planear una composición extendía en el suelo
un gran número de dibujos que conservaba archivados, y empezaba rápidamente a
dibujar, utilizando figuras de «aquí y de allá».58 Han sobrevivido unos cuarenta bocetos
de la Disputa de las Estancias-y probablemente haya más-entre los cuatrocientos hojas
que se tienen actualmente con respecto a pre-diseños de Rafael.59 60 Hizo muchos
dibujos para perfilar las posturas y las composiciones, aparentemente en cantidad
superior a la de otros pintores, a juzgar por la gran cantidad de variantes que ha
sobrevivido: «... Es así como el mismo Rafael, que tenía tanta riqueza inventiva, solía
trabajar, siempre partiendo de cuatro o seis maneras diferentes de exponer la escena,
cada una de ellas diferente al resto, y todas ellas llenas de gracia y finura» escribió un
autor tras la muerte de éste.61 Para John Shearman, el arte de Rafael marca «un
desplazamiento de los recursos desde la producción hacia la investigación y el
desarrollo».62
Cuando estaba satisfecho con una composición a menudo la trasladaba a cartón a escala
real, que posteriormente era perforado con un punzón dejando agujeros por donde
dejaba pasar un poco de hollín, de modo que quedaban líneas en la superficie final
como guía. También hizo un uso exhaustivo y poco habitual, tanto en papel como en
yeso, de una «aguja ciega», marcando líneas que dejaban sólo una hendidura, pero
ninguna marca. Estas pueden ser vistas en el muro de La escuela de Atenas y en muchos
otros dibujos.[j] Los Cartones de Rafael, como diseños para tapices que eran, fueron
completamente coloreados con pintura al temple, y fueron enviados a Bruselas para ser
tejidos.
En las últimas obras pintadas por el taller, los dibujos son a menudo mucho mejores que
la pintura.63 La mayor parte de los dibujos de Rafael son bastante detallados, incluso los
bocetos iniciales con figuras desnudas están cuidadosamente hechos, y los posteriores
dibujos de preparación tienen un alto nivel de acabado, con sombreados y, a veces,
zonas iluminadas en blanco. Carecían de la libertad y la energía de algunos de los
bocetos de Leonardo o de Miguel Ángel, pero siempre son muy satisfactorios desde el
punto de vista estético. Fue uno de los últimos artistas a utilizar de manera habitual un
dispositivo metálico, aunque también supo hacer un soberbio uso de la técnica más libre
del carbón rojo o negro.64 En sus últimos años fue uno de los primeros artistas en usar
modelos femeninos para dibujos preparatorios-hay que decir que los pupilos machos
(«Garzón») eran habitualmente usado para estudios de ambos sexos.
[editar] Grabados
Rafael no hizo directamente los grabados, sino que buscó la colaboración de
Marcantonio Raimondi para reproducirlos a partir de sus dibujos, colaboración que dio
lugar a muchos de los más famosos grabados italianos del siglo y que marcó el
evolución de este arte. Este interés por los grabados no es habitual entre los grandes
maestros; de sus contemporáneos, sólo Tiziano, quien trabajó con Raimondi, pero de
una forma menos satisfactoria.65 66 Se hicieron alrededor de cincuenta grabados, algunos
copia de pinturas de Rafael, pero otros aparentemente sobre diseños originales para ser
grabados. Rafael hacía dibujos preparatorios, algunos de los cuales han sobrevivido,
porque Raimondi los trasladó al grabado.67 68
Los grabados originales más famosos surgidos de esta colaboración fueron Lucrecia, el
Juicio de Paris y La masacre de los Inocentes (del que fueron grabadas dos versiones
prácticamente idénticas). Entre los grabados basados en pinturas hay que destacar a El
Parnaso (con diferencias considerables respecto a la original)69 y Galatea. Fuera de
Italia, los grabados de Raimondi y otros fueron la principal vía de divugación del arte de
Rafael hasta el siglo XX. Baviero Carocci, llamado por Vasari «Il Baviera»,[k] un
ayudante a quien Raael confiaba su dinero,70 se quedó en posesión de muchas de las
planchas[l] después de la muerte de Rafael, y tuvo éxito en la nueva ocupación de editor
de grabados.
Rafael vivía en Borgo, con bastante lujo y en un palacio diseñado por Bramante. Nunca
se casó, pero en 1514 se comprometió con María Bibbiena, sobrina del cardenal Médici.
Parece que su amigo, el cardenal, forzó el compromiso, y que la falta de entusiasmo de
Rafael no hizo posible los esponsales antes de su muerte en 1520.72 Se ha dicho que
tuvo varias relaciones amorosas, pero mientras vivió en Roma gozó de una relación
permanente con Margherita Luti, «La Fornarina», llamada así por ser hija de un
panadero (Fornari) de origen sienés llamado Francesco Luti, que vivía en la Via del
Governo Vecchio.
Fue nombrado Valet de chambre del Papa León X, lo que le daba un cierto estatus ante
la corte y unos ingresos adicionales, así como caballero de la Orden papal de la Espuela
Dorada. Vasari afirma que estos nombramientos, y al igual que los muchos encargos
hechos por estos, pudieron ser motivo y explicación del retraso de su boda.72 Según
Vasari, la prematura muerte de Rafael en un Viernes Santo (6 de abril de 1520,
posiblemente el día de su aniversario treinta y siete) fue debido a una noche de práctica
excesiva de sexo con «La Fornarina», tras lo cual cogió algunas fiebres, y al no
confesarle a su los doctores la verdadera causa no le fue administrada el cuidado
correcto, lo que le causó la muerte.[n]73 74 Fuera cual fuera la causa, en la agudización de
su enfermedad, que duró quince días, Rafael pudo recibir la extremaunción y puso sus
cosas en orden. Dictó su testamento, mediante el cual dejó suficiente dinero para
manutención de su amante, confiados a su leal sirviente Baviera, y dejó la mayor parte
del contenido de su taller a Giulio Romano y Penn. Cumpliendo su solicitud, fue
enterrado en el Panteón de Roma.75
Vasari, en su biografía de Rafael, dice que también había nacido en Viernes Santo, y
que en 1483 cayó el 28 de marzo. Esto significa que si Rafael efectivamente nació y
murió en Viernes Santo en realidad no murió el día de su cumpleaños, ya que el Viernes
Santo de 1520 fue 6 de abril.[o] Su funeral fue grandioso y acudió una gran multitud. La
inscripción en su sarcófago de mármol, un pareado elegíaco escrito por Pietro Bembo,
dice: "Ille hic est Raffael, timo quo sospeche vinci, rerum magna parens te Moriente
muera" ("Aquí yace aquel famoso Rafael del cual la Naturaleza temió ser conquistada
mientras él vivió, y cuando murió, creyó morir juntos").
[editar] Influencia
Rafael gozó de la admiración de sus contemporáneos, aunque su influencia en el
desarrollo del arte en su siglo fue menor que la de Miguel Ángel. El manierismo, que
comenzó más o menos en el tiempo de su muerte, y el barroco posterior, llevaron el arte
en una «dirección completamente opuesta» a las cualidades rafaelianes;76 «con la muerte
de Rafael, el arte clásico —el Alto Renacimiento—se hundió», según manifiesta Walter
Friedlander.77 Sin embargo, pronto fue considerado como modelo ideal para aquellos
que detestaban los excesos del manierismo:
La opinión ... generalmente mantenida a mediados del siglo XVI era que
Rafael representaba el pintor idealmente equilibrado, universal en su
talento, completo en todos los sentidos, y respetuoso con todas las reglas
que supuestamente debían gobernar las artes, mientras que Miguel Ángel
era el genio excéntrico, más brillante que otros artistas en su campo
particular, el dibujo del desnudo masculino, pero desequilibrado y carente
de ciertas cualidades, como la gracia y la contención, esenciales para un
gran artista. Quienes, como Dolce y Pietro Aretino, que sostenían este punto
de vista fueron generalmente los supervivientes del Humanismo
Renacentista, incapaces de apoyar a Miguel Ángel por su deriva manierista.
[p]78
Reynolds mostraba menos entusiasmo por las pinturas de caballete de Rafael, pero la
ligera sentimentalidad que desprenden las hizo muy populares durante el siglo XIX:
«Nos hemos acostumbrado a ellas desde la infancia, a través de un enorme número de
reproducciones, cosa jamás hecha por algún otro artista...» escribió Wölfflin, quien
había nacido en 1862, sobre la obra Las Vírgenes del florentino. En Inglaterra, en el
siglo XIX, la Hermandad prerrafaelita reaccionó explícitamente en contra de su
influencia (y también en contra de la de sus admiradores, como «Sir Sploshua»), en
busca de un retorno hacia los estilos anteriores a su «nefasta» influencia. Según John
Ruskin:
La maldición de las artes en Eurova vino de esta cámara [la Stanza della
Segnatura], provocada en gran parte por las grandes cualidades del hombre
que había marcado el inicio del declive. La perfección de la ejecución y la
belleza formal características de su obra y de la de sus contemporáneos
hicieron del acabado de la ejecución y la belleza de la forma del objeto clave
de todos los artistas, y desde entonces la ejecución fue considerada más
importante que la idea, y la belleza más importante que la verdad. Y como
os decía, estas son las dos causas secundarias del declive del Arte, siendo la
primera de ellas la pérdida del propósito moral. Hay que expresarse
claramente. En el arte medieval, la idea es el elemento principal, la
ejecución en segundo lugar, en el arte moderno la ejecución es el elemento
más importante, y la idea el segundo. Y nuevamente, en el arte medieval la
verdad es el elemento más importante, la belleza va en segundo lugar, en el
arte moderno la belleza es el elemento principal, y la verdad el segundo.
Los principios medievales hicieron ascender el arte hacia Rafael, y los
principios modernos lo hicieron descender desde él.80
Todavía en el siglo XX fue considerado por críticos como Bernard Berenson como el
«más famoso y más querido maestro del Alto Renacimiento»,81 pero todo indica que en
este siglo fue superado en aprecio por Miguel Ángel y Leonardo.
Impresionismo
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Contenido
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• 1 Precedentes
o 1.1 Paisajistas ingleses
o 1.2 Édouard Manet
o 1.3 Corot y la escuela de Barbizon
• 2 Historia
o 2.1 Inicios
o 2.2 Florecimiento y primera exposición
o 2.3 La difusión
• 3 Técnica y estética impresionista
o 3.1 Colores puros
o 3.2 Pincelada gestáltica
o 3.3 Forma
o 3.4 Variantes en la estética impresionista
• 4 Algunos impresionistas
• 5 Cronología
• 6 La pintura de la época impresionista en el resto
de Europa
o 6.1 Alemania
o 6.2 Bélgica
o 6.3 España
o 6.4 Holanda
o 6.5 Hungría
o 6.6 Italia
• 7 Galería de imágenes
• 8 Referencias
• 9 Véase también
• 10 Bibliografía
• 11 Enlaces externos
[editar] Precedentes
[editar] Paisajistas ingleses
John Ruskin, Importante teórico inglés del Romanticismo, defendía la
impresión frente a la descripción
En la primera mitad del siglo XIX, en pleno Romanticismo, Joseph Mallord William
Turner y John Constable —pintores paisajistas ingleses— sentarían las bases sobre las
que más adelante trabajarían los impresionistas.
Si hay un autor clave entre los precursores del movimiento impresionista, éste es
Édouard Manet. Dos trabajos son esenciales en la comprensión de su influencia sobre el
grupo.
En su Desayuno sobre la hierba Manet presenta un bodegón. Pese a que las figuras
representadas son humanas, el autor trabaja el cuadro como si fuera una naturaleza
muerta. Esto se evidencia por la ausencia de conexión de unos personajes con otros, tres
personajes van vestidos mientras que el cuarto está desnudo; las miradas nunca se
encuentran aunque haya un personaje hablando y la disposición en primer (cesta y
comida), segundo (grupo) y tercer término (mujer en el agua) es meramente
compositiva. Este trabajo influenciará a los impresionistas en la desatención del modelo
y de la narración.
Por otra parte El bar del Folies-Bergère evidenciará el deseo de tratar los fenómenos
lumínicos al introducir un espejo al fondo que refleja toda la profundidad de la sala y las
grandes lámparas de araña, iluminación artificial que crea una luz difusa y menos
directa y, por tanto, más difícil de pintar, recordándonos a las escenas festivas de
Renoir.
[editar] Historia
[editar] Inicios
Con anterioridad al Impresionismo, el marco artístico, era dominado por un
eclecticismo, al que respondió la generación de las rupturas estilísticas, una serie de
rupturas que darán personalidad propia al arte moderno. La primera de ellas o, si se
prefiere, su preámbulo, es el Impresionismo, un movimiento, resultado de una
prolongada evolución, que coloca definitivamente al siglo XIX bajo el signo del paisaje
y que busca un lenguaje nuevo basado en un naturalismo extremo.
Tiende a usar con creciente frecuencia colores puros y sin mezcla, sobre todo los tres
colores primarios y sus complementarios, y a prescindir de negros, pardos y tonos
terrosos. Aprendieron también a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de
ocultar sus pinceladas fragmentadas y la luz se fue convirtiendo en el gran factor
unificador de la figura y el paisaje.
[editar] La difusión
El Impresionismo se difunde en toda Europa (entre otras cosas gracias a la facilidad con
la que se podía ejecutar una obra, muchos impresionistas conseguían realizar una
pintura en unos 15 minutos).
Aunque la teoría gestáltica apareció más adelante, los pintores impresionistas mostraron
plásticamente lo que la psicología de la Gestalt vendría a demostrar psicológica y
científicamente más adelante: perceptivamente, si se dan ciertas condiciones, partes
inconexas dan lugar a un todo unitario. El uso de pequeñas pinceladas de colores puros
resultó en un todo vibrante; y, aunque las pinceladas aisladamente no obedecieran a la
forma o al color local del modelo, en conjunto —al ser percibidas global y
unitariamente— adquirían la unidad necesaria para percibir un todo definido. Este
recurso fue llevado al máximo por los neoimpresionistas, también conocidos como
puntillistas como Seurat o Signac.
[editar] Forma
Auguste Renoir, La Balançoire. La plasmación de la luz sobre el cuerpo es
más importante que la descripción de su forma.
Dejando aparte a Berthe Morisot, el pintor del grupo que más se le aproxima es Edgar
Degas, con una pintura difícil de comprender por su aguda inteligencia, sus intrigantes
mezclas de categorías, sus influencias poco convencionales y, sobre todo, su tan traída y
tan llevada «frialdad», aquella fría y precisa objetividad que fue una de las máscaras de
su infatigable poder de deliberación estética.
De hecho, ningún pintor del grupo es tan puramente impresionista como Claude Monet.
En su obra el factor dominante es un claro esfuerzo por incorporar el nuevo modo de
visión, sobre todo el carácter de la luz, mientras que la composición de grandes masas y
superficies sirve únicamente para establecer cierta coherencia.
Por su parte, Renoir es el pintor que nos convence de que la estética del Impresionismo
fue, sobre todo, hedonista. El placer parece la cualidad más evidente de su obra, el
placer inmediato y ardiente que produce en él la pintura. Nunca se dejó agobiar por
problemas de estilo y llegó a decir que el objeto de un cuadro consiste simplemente en
decorar una pared y que por eso era importante que los colores fueran agradables por sí
mismos.
Sin duda, Camille Pisarro fue el menos espectacular de los impresionistas porque es un
pintor más tonal que esencialmente colorista. Pero, decano del Impresionismo, tuvo un
importante papel como conciencia moral y guía artístico.
Y, por último, trabajando a veces con Renoir y a veces con Monet, estaba Alfred Sisley,
influido por ambos. Durante toda su vida siguió fielmente las directrices de los
impresionistas pero nunca llegó a abandonar «la caza del motivo» y siempre se dejó
llevar espontáneamente, con una facultad de comunicación directa, por un
Romanticismo subyacente y lleno de poesía.
Tenemos que recordar que también implicó a los músicos impresionistas, frente al
dramatismo de los románticos, trataron de aludir más que de afirmar y se expresaron
más por medio de la disociación armónica y del timbre y del color de los instrumentos
que por medio de la melodía. Sus máximos representantes fueron C. Debussy y M.
Ravel, aunque también estuvieron influenciados por esta técnica autores como P.
Dukas, F. Delius, A. Caplet, F. Schmitt o R. Vaughan Williams.
Frédéric Bazille
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Autorretrato (1865-1866)
Bazille tenía solamente veintitrés años cuando pintó varias de sus más famosas obras,
entre ellas El vestido rosa. Su obra más conocida es Reunión familiar (1867 - 1868).
Fréderic Bazille se unió a un regimiento Zuavo en agosto de 1870, un mes después del
estallido de la Guerra Franco-prusiana y murió en combate el mismo año en Beaune-la-
Rolande cuando sólo contaba veintinueve años.
Reunión familiar
Edgar Degas
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Contenido
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• 1 Carrera artística
• 2 Estilo
• 3 Obra
• 4 Galería
• 5 Referencias
• 6 Notas
• 7 Enlaces
externos
En 1874, tras la muerte de su padre, surge una demanda del estado que revela que René
(su padre) contrajo enormes deudas. Para preservar el buen nombre de la familia, Degas
se ve forzado a vender su casa y una colección de arte que había heredado. De repente
se encuentra dependiente de las ventas de su arte como única fuente de ingresos.4
Después de varios años su situación financiera mejora, y las ventas de su trabajo
artístico le permiten dar rienda suelta a su pasión por coleccionar trabajos de los artistas
a quienes admira, grandes maestros como El Greco, modernos cómo Delacroix, y
contemporáneos suyos Cézanne, Gauguin o Van Gogh. Ingres y Manet fueron
especialmente bien representados.5
A medida que pasaron los años Degas se aisló, en parte debido a su creencia de que «un
pintor no puede tener vida personal».6 La controversia del Caso Dreyfus reveló sus
inclinaciones antisemitas, rompiendo con sus amigos judíos.5 Se cree que estuvo
trabajando en pastel hasta fines del año 1907, y también que continuó haciendo
escultura hasta finales de 1910. Aparentemente dejó de trabajar en 1912, cuando la
demolición de su residencia en la rue Victor Massé lo forzó a mudarse al boulevard de
Clichy.7 Nunca se casó y pasó los últimos años de su vida prácticamente ciego,
«vagando sin sentido por las calles de París»8 hasta morir en 1917.
[editar] Estilo
Clase de baile, 1875 (Musée d'Orsay, París)
Admiraba a Ingres y los maestros del renacimiento italiano, pero también recibió la
influencia del arte japonés y las tendencias simbolistas. En sus primeras obras sigue las
tendencias neoclásicas, pintando cuadros de historia influido por el romántico
Delacroix.
Realizó retratos y series sobre el mismo tema, destacadamente las bailarinas, pero
también sobre las carreras de caballos, uno de sus temas favoritos, en el que explora el
movimiento. Otra serie son los desnudos femeninos que realiza sobre los distintos
momentos de la toilette femenina. También representa escenas cotidianas de mujeres,
lavanderas, planchadoras o burguesas.
A partir de 1880 usó cada vez más el óleo, en particular cuando trata desnudos
femeninos. Esta técnica resultaba ideal para materializar su interés por el dibujo y la
realidad instantánea y cambiante.
Esta línea de preferencia por la luz artificial y los ambientes urbanos es seguida por el
postimpresionista Toulouse-Lautrec. Degas fue uno de los pintores, junto a Ingres y
Rafael, que Paul Gauguin admiraba y Van Gogh detestaba, como señala el primero en
una carta a Émile Bernard, datada en Arlés, 1888.
Una de sus obras, a la que llamó Pequeña bailarina de 14 años, fue la única escultura
exhibida por Edgar Degas en una exposición. Actualmente está esculpida en bronce,
pero Edgar Degas la esculpió en cera. Unos estudios recientes han demostrado que el
«esqueleto» de la escultura no se hizo de alambre, si no de madera de pinceles viejos.
[editar] Obra
• Réné de Gas con el tintero (1855), Smith College, Museum of Art,
Northampton
• Jóvenes espartanas provocando a los jóvenes (1860), National
Gallery, Londres
• La familia Bellelli (1860–1862)
• Semíramis construyendo Babilonia (1861), Galerie nationale du Jeu de
Paume, París
• Carreras de caballos. Antes de la salida (1862), Museo de Orsay, París
• Escena de guerra en la Edad Media (1865)
• Los músicos de la orquesta o La orquesta de la Ópera (1868), Museo
de Orsay, París
• La bolsa del algodón en Nueva Orleans (1872)
• El foyer de la danza en la Ópera (1872), Museo de Orsay, París
• La mujer del jarrón (1872), Jeu de Paume, París
• El Conde Lepic en la Plaza de la Concordia o Vicomte Lepic
atravesando la Place de la Concorde (1873)
• Bailarina de verde, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
• Dos damas en la sombrerería, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
• Caballos de carreras (1874)
• Ensayo de ballet (1874)
• El ajenjo (L'absinthe) (1876), Museo de Orsay, París
• Fin del arabesco (1876–1877)
• Mujeres en la terraza (1877)
• La La en el circo Fernando (1879), National Gallery, Londres
• En las carreras, ante las tribunas (h. 1879), Museo de Orsay, París
• Bailarinas azules (1890)
• La taza de té (h. 1894), Tate, Londres
• Bailarinas rusas, (h. 1895), Museo Nacional de Estocolmo
Además de sus cuadros, Degas dejó una amplia obra gráfica: dibujos, grabados y
monotipos.
[editar] Galería
Édouard Manet
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Édouard Manet
Édouard Manet (retratado por Nadar h. 1910)
Nacionalidad Francesa
Movimiento Impresionismo
Obras Olympia
destacadas La música en las Tullerías
Édouard Manet (23 de enero de 1832 - 30 de abril de 1883) fue un célebre pintor
francés, que se destacó al ser uno de los iniciadores del impresionismo.
Contenido
[ocultar]
• 1 Vida
• 2 Trayectoria
artística
• 3 Obras
• 4 Referencias
• 5 Bibliografia
• 6 Véase también
• 7 Enlaces externos
[editar] Vida
Édouard Manet nació en París el 23 de Enero de 1832, en una familia acomodada. Sus
días escolares pasaron sin acontecimientos destacables y terminó su formación sin
obtener la calificación necesaria para estudiar derecho, para decepción de su padre, que
era magistrado. A los dieciseis años viajó a Río de Janeiro como marinero en prácticas,
con intención de ingresar en la Academia Naval Francesa, y cuando vio que su proyecto
no tenía éxito decidió dedicarse al arte, pasando a su regreso, hacia 1850, casi seis años
como alumno de Thomas Couture, un pintor muy estrecho de miras como profesor. Allí
estuvo durante casi seis años y, al mismo tiempo, pudo copiar en el Louvre cuadros no
sólo de Tiziano, Rembrandt y Velázquez, sino también de Goya, Delacroix, Courbet y
Daumier. De Couture aprendió que para ser un gran maestro hay que escuchar las
enseñanzas de los que lo han sido en el pasado, pero por desgracia, Couture era un
antirrealista fanático y convencido. Enfurecido por las mofas que Manet hacía con
respecto al Premio de Roma, Couture le dijo que nunca llegaría a ser otra cosa que el
Théodore Rousseau de su época. Después de esto, Manet hizo su propia síntesis
personal de la historia de la pintura y de lo que podía aprender viendo grabados
japoneses. Y es que el pintor fue siempre un extraño ecléctico.
Desde 1853 hasta 1856 Manet se dedicó a viajar por Italia, los Países Bajos, Alemania y
Austria, copiando a los grandes maestros.
En agosto de 1865 emprendió un viaje por España, organizado por su amigo Zacharie
Astruc, en el que descubrió la pintura barroca española, en particular a Velázquez, que
tendrá una enorme influencia en su obra.
En 1869 tomó como discípula a Eva Gonzalès, hija de un conocido novelista, que le
había sido presentada por un marchante de arte. La joven, que no carecía de talento,
pero a la que le faltaba iniciativa, fue la única alumna de Manet, quien la retrató en
1870.
En esta época, en la que tiene mucha relación con Monet, empieza Manet a adoptar las
técnicas impresionistas si bien rehusará participar en las exposiciones colectivas. en
cambio, organiza una exposición de sus obras en su propio taller de la parisina calle de
St. Petersboug, que gozó de bastante popularidad, rumoreándose en la época que había
tenido unas 4000 visitas.
En febrero de 1884 se pusieron a la venta todas las obras de su taller en el Hôtel Drouot;
a la venta acudieron los pintores impresionistas, que adquirieron muchas de las obras; se
venieron 159 cuadros por un total de 116637 francos, quedando Olympia entre las obras
que no fueron compradas.
En 1859 presentó por primera vez al Salón su Bebedor de absenta, un cuadro que
permitía sin problemas adivinar su adoración por Frans Hals, pero que provocó una
turbulenta reacción en el público y en el jurado, inexplicable sin duda para un Manet
que durante toda su vida lo único que buscó fue el éxito dentro de la respetabilidad.
En los años sesenta, sin embargo, su pintura de tema español, tan de moda por entonces
en Francia, fue bastante bien acogida y en 1861 el Salón acepta por primera vez un
cuadro suyo, el Guitarrista español.
El reto lo planteaba una realidad contemporánea, los bañistas del Sena, y la escena
estaba reformulada en el lenguaje de los viejos maestros (el cuadro está claramente
inspirado en la Fiesta campestre del Giorgione), compitiendo con ellos y, al mismo
tiempo, subrayando las diferencias. Las escenas con el tema del ocio en el campo
estaban ya muy enraizadas en el arte occidental y abundaban tanto en las ilustraciones
populares como en el arte académico, pero el cuadro de Manet pertenece a un orden
distinto, desconcertante por la evidente inmediatez con que se enfrenta al espectador.
Este cuadro obtuvo la repulsa unánime del público y la crítica. Sólo lo aceptaron y
comprendieron sus compañeros los jóvenes pintores del momento. Lo que escandalizó
no fue el desnudo en sí, sino el modo de presentación con vestimentas modernas y un
cuerpo femenino vulgar, lejos de la perfección. Los críticos de hoy dicen que con esta
actitud "se hizo evidente la hipocresía moral de la época." El crítico Ernest Chesneau
(que años después sería el mayor entusiasta de la obra de Manet) escribió lo siguiente:
"El señor Manet tendrá talento el día en que aprenda dibujo y perspectiva;
tendrá gusto el día en que renuncie a los temas que escoge con miras al
escándalo... No podemos considerar como una obra perfectamente casta el
sentar en el bosque, rodeada de estudiantes con boina y gabán, una joven
vestida solamente con la sombra de las hojas... El señor Manet quiere
alcanzar la celebridad asombrando a los burgueses."
Sin embargo, pese a la aparente unidad del grupo, cada figura es una entidad separada,
absorta en su propia actitud o meditación, de manera que ningún tipo de conexión
narrativa puede explicar el conjunto. Y esta sensación de ruptura hace que el cuadro
parezca desintegrarse en una especie de collage de partes independientes que sólo por
un instante se agrupan gracias a su parecido, prestado, con el orden renacentista.
Olympia, 1863
Pero más escandalosa todavía fue la Olympia, pintada en 1863 pero no presentada al
Salón hasta 1865, donde naturalmente fue rechazada. Entre las razones por las que este
cuadro iba a resultar chocante no son las menos importantes el hecho no sólo de que es
una clara parodia de una obra renacentista (la Venus de Urbino del Tiziano), sino
también una flagrante descripción de los hábitos sexuales modernos.
Manet sustituye en él a una diosa veneciana del amor y la belleza por una refinada
prostituta parisina. Pero lo que realmente desconcertó a los críticos de la época es que
Manet no la sentimentaliza ni la idealiza, y Olimpia no parece ni avergonzada ni
insatisfecha con su trabajo. No es una figura exótica o pintoresca. Es una mujer de carne
y hueso, presentada con una iluminación deslumbrante y frontal, sobre la que el pintor
muestra un perturbador distanciamiento que no le permite moralizar sobre ella.
Ambas obras entusiasmaron a los pintores más jóvenes por lo que suponían de
observación directa de la vida contemporánea, por su naturalidad y por su emancipación
técnica. Manet se convirtió así, casi sin quererlo, en el personaje principal del grupo que
se reunía en el Café Guerbois, la cuna del Impresionismo.
Edouard Manet
En el prólogo del catálogo es muy probable que le ayudara su amigo el novelista Zola
porque, de hecho, para su pintura durante toda la década de 1860, Manet contó con el
apoyo escrito de Zola desde su puesto de crítico de arte para la revista semanal
L'Evenement. Bajo estas circunstancias Manet pintó de él en 1867-68, un retrato a la vez
extraño y programático.
Ningún pintor del grupo impresionista ha sido tan discutido como Manet. Para algunos,
fue el pintor más puro que haya habido jamás, por completo indiferente ante los objetos
que pintaba, salvo como excusas neutras para situar un contraste de líneas y sombras.
Para otros, construyó simbólicos criptogramas en los que todo puede ser descifrado
según una clave secreta, pero inteligible. Para algunos, Manet fue el primer pintor
genuinamente moderno, que liberó al arte de sus miméticas tareas. Para otros, fue el
último gran pintor de los viejos maestros, demasiado enraizado en una multitud de
referencias histórico-artísticas.
Algunos creen todavía que fue un pintor de deficiente técnica, incapaz completamente
de conseguir una coherencia espacial o compositiva. Otros piensan, por fin, que fueron
precisamente estos "defectos" los que constituyeron su deliberada contribución a las
drásticas y enormemente fructíferas transformaciones que introdujo en la estructura
pictórica.
[editar] Obras
Tumba
La música en las
Manet en su barca a
La ejecución del
Tullerías El pífano emperador Maximiliano de orillas del Sena
Habsburgo en México
[editar] Referencias
Claude Monet
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Claude-Oscar Monet
14 de noviembre de 1840
Nacimiento
París, Francia
Contenido
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• 1 Biografía
• 2 Obra
• 3 Lista de sus cuadros
principales
• 4 Enlaces externos
[editar] Biografía
Monet recibió sus primeras lecciones artísticas en la escuela de la mano de François-
Charles Ochard, alumno del pintor neoclásico Jacques-Louis David. Al estar más
interesado por los dibujos graciosos y caricaturas que por adquirir una formación
artística, a los 15 años ya tenía relativa fama como caricaturista, realizando un buen
número de caricaturas de ciudadanos de Le Havre por las que cobraba entre 10 y 20
francos, consiguiendo una pequeña fortuna de 2.000 francos. A los 17 años falleció su
madre, la única persona con cierto talento artístico de la familia. La pérdida supuso un
duro golpe para el joven, quien establecerá una estrecha relación con su tía, Marie-
Jeanne Lecadre, interesada por la pintura (era una pintora aficionada ademas de
compañera -tras enviudar- del pintor parisino Armand Gautier). Ese mismo año, Claude
decidió abandonar el instituto para dedicarse a la pintura. Tras conocer a Eugène
Boudin, con quien se inició en el paisaje y la pintura al aire libre, el padre de Claude no
admitió la decisión de su hijo, pero, gracias a la persuasión de la tía Marie-Jeanne,
aceptó a regañadientes. Para que la formación del joven en París no significara un peso
para la economía familiar solicitó, en dos ocasiones, una beca al ayuntamiento de Le
Havre, aunque Monet empleó sus ahorros para irse a la capital, a pesar de la negativa
paterna.
A principios de abril de 1859 llegó a París, donde visitó a Constant Troyon, quien le
aconsejó que tomara lecciones de dibujo y que acudiera a copiar al Louvre. También le
recomendó acudir al taller de Thomas Coiture, pero el joven artista eludió la enseñanza
académica y acudió a la Académie Suisse, taller propiedad del alumno de David,
Charles Suisse, quien ofrecía a sus alumnos absoluta libertad para trabajar ante modelos
vivos. Aquí conocería a Pissarro, entablando ambos una estrecha amistad. Durante esta
estancia empieza a tomar contacto con los realistas en la "Brasserie des Martyrs" donde
Monet acude a realizar caricaturas para ganarse la vida. Se interesará por Courbet, al
que poco después conocerá, sin renunciar a las enseñanzas de Delacroix o Daubigny.
En 1861 le toca hacer el servicio militar en Argelia, en la legión africana, durante un
periodo de un año. La delicada salud del joven -enfermó de tifus a comienzos de 1862-
motivó su regreso a Le Havre por un periodo de seis meses. En esta temporada continuó
trabajando con Boudin y conoció a Jongkind. Su tía Marie-Jeanne exoneró al joven del
servicio militar al pagar 3.000 francos pero le puso como condición continuar sus
estudios pictóricos en París. En el otoño de 1862 Monet regresaba a París, acudiendo al
taller de Auguste Toulmouche por indicación de la familia. Este le aconsejó que
acudiera al estudio de Charles Gleyre donde permaneció hasta 1864 cuando el maestro
cerró su taller por una dolencia ocular. Aquí conoció Monet a tres compañeros con los
que entabló estrecha amistad: Renoir, Sisley y Bazille, intimando especialmente con
este último. Junto con sus compañeros de estudios se dedicará a la pintura al aire libre
en Chailly, en el bosque de Fontainebleau. Tras una estancia en Normandía junto con
Bazille, en el verano de 1864 visita a su familia en Saint-Adresse, se ve desprovisto de
la manutención.
[editar] Obra
Obras de Monet.
Ningún pintor del grupo fue tan puramente impresionista como Monet. En su obra el
factor dominante es un claro esfuerzo por incorporar el nuevo modo de visión, sobre
todo el carácter de la luz, mientras que la composición de grandes masas y superficies
sirve únicamente para establecer cierta coherencia. Por su parte, Renoir fue el pintor que
nos convence de que la estética del Impresionismo fue, sobre todo, hedonista. El placer
parece la cualidad más evidente de su obra, el placer inmediato y ardiente que produce
en él la pintura. Nunca se dejó agobiar por problemas de estilo y llegó a decir que el
objeto de un cuadro consiste simplemente en decorar una pared y que por eso era
importante que los colores fueran agradables por sí mismos.
De todos los impresionistas, Monet fue el que con más énfasis practicó el pleinerismo,
es decir la práctica de la pintura al plein-air (en francés: 'aire pleno, total' y también - y
ese es el significado que aquí más nos importa-: AIRE LIBRE). La pintura al aire libre.
Aunque existe gran cantidad de pintores paisajistas previos a Monet, se nota en ellos
que la factura de sus obras ha sido realizada principalmente dentro del taller tras un
previo esbozo. Hasta la segunda mitad de S.XIX, las pinturas (óleo, temple) eran
realizadas artesanalmente y envasadas en frascos, vejigas, etc. La invención de los
pomos (un positivo producto de la Revolución industrial), permitió a los pintores llevar
sus óleos o temperas al aire libre, bajo el sol, sin que estos elementos se secaran u
oxidaran rápidamente como había sucedido hasta entonces. Bien que este aporte
industrial no bastó: se requirió de genios, y un genio para la pintura al plein-air (y para
la pintura universal) nos ha resultado Monet.
Al aire libre, bajo la luz solar, pudo minuciosamente observar y plasmar casi
inmediatamente, a "brochazos", a plena macchia, Monet los efectos de la luz sobre los
objetos, los cambios, las vibraciones de esa luz; es por tal razón que la pintura de Monet
nos resulta especialmente vital, aunque su vitalidad sea una serena vitalidad, llena de
armonías.
En 1890 se estableció en Giverny, pueblo cercano a París y, sin embargo, a salvo del
tráfago urbano; allí en torno a su casa construyó una suerte de "jardín japonés", en el
que se destaca el estanque con ninfeas, y nenúfares. Inspirado en ese ambiente, aunque
estuviera casi ciego ya, inició en 1906 la serie de cuadros que tienen por tema a tales
plantas florales acuáticas (los cuadros de ninfeas y nenúfares pueden admirarse
actualmente en el museo parisino de La Orangerie).
Todo puede deducirse de una simple afirmación que Monet hizo en diversas ocasiones:
Pierre-Auguste Renoir
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Pierre-Auguste Renoir
25 de febrero de 1841 78 años
Nacimiento Francia, Haute-Vienne,
Limoges
Nacionalida
francés
d
Firma
Renoir Autorretrato (1876)
Pierre Auguste Renoir (25 de febrero de 1841 - 3 de diciembre de 1919), es uno de los
más célebres pintores franceses. No es fácil clasificarlo: perteneció a la escuela
impresionista, pero se separó de ella rápidamente por su interés por la pintura de
cuerpos femeninos sobre los paisajes. El pintor Rafael tuvo una gran influencia en él.
Renoir, ofrece una interpretación más sensual del impresionismo, más inclinada a lo
ornamental y a la belleza. No suele incidir en lo más áspero de la vida moderna, como a
veces hicieron Manet y Van Gogh. Mantuvo siempre un pie en la tradición; se puso en
relación con los pintores del siglo XVIII que mostraban la sociedad galante del rococó,
como Watteau.
En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son
trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable. Se
le puede emparentar por ello con Henri Matisse, a pesar de sus estilos distintos. Trató
temas de flores, escenas dulces de niños y mujeres y sobre todo el desnudo femenino,
que recuerda a Rubens por las formas gruesas. En cuanto a su estilo y técnica se nota en
él un fuerte influjo de Corot.
Renoir posee una vibrante y luminosa paleta que hace de él un impresionista muy
especial. "El palco", "El columpio", "El Moulin de la Galette", "Le dèjeuner des
canotiers", "Bañistas", son sus obras más representativas.
Contenido
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• 1 Biografía
• 2 Obras
principales
• 3 Véase también
• 4 Enlaces externos
[editar] Biografía
Auguste Renoir
En 1862, Renoir, al captar atención por las pinturas que tuvo que hacer en unas
misiones religiosas, postuló a la Escuela de Bellas Artes y entró al taller de Gleyre,
donde conoció a Monet, Bazille y Sisley. Sus primeros cuadros de estilo clásico,
romántico y realista no fueron inicialmente bien criticados. Sin embargo, la primera
obra que expone en la galería l’Esméralda en 1864 recibió una muy buena acogida, pero
después de la exposición la destruyó. Pintó gran cantidad de paisajes y de cuerpos
humanos, principalmente femeninos (sobre todo el de Lise Tréhot quien fue su amante).
Esta joven tuvo una importancia vital en la obra del pintor, dado que al romperse la
relación, hubo un cambio en el estilo del autor. La carrera de Renoir realmente se inicia
en 1867 con la exposición de la Lise à l’ombrelle.
Entre 1883 y 1890, Renoir entra en su período ingresco. En busca de las fuentes clásicas
de Ingres marcha a Italia y contempla la obra de Rafael in situ; decide revisar su estilo.
Los contornos de sus personajes se vuelven más precisos. Dibuja las formas con gran
precisión, los colores se vuelven más fríos. Al convertirse en padre por primera vez deja
la pintura por un tiempo. Al regresar al trabajo realiza la más importante obra de este
período Grandes baigneuses, cuadro que tardó tres años en completar.
De 1890 a 1900, Renoir cambia nuevamente su estilo. Ahora es una mezcla de sus
estilos impresionista e ingresco. Mantiene los temas Ingres pero con la fluidez en las
pinceladas de su período impresionista. Su primera obra de este período Jeunes filles au
piano, es adquirida por el estado francés para ser expuesta en el Museo de Luxemburgo.
En 1894, Renoir es padre por segunda vez. La niñera de sus hijos, Gabrielle Renard, se
convierte en uno de sus modelos preferidos.
Entre 1900 y 1919, Renoir entra en su período de Cagnes. En esta época sufre graves
crisis de reumatismo. Con el nacimiento de su tercer hijo en 1901 su pintura toma una
nuevo matiz. En varias ocasiones pinta en compañía de la niñera, quien también se
convertirá en modelo para sus obras.
Al morir su esposa Aline en 1915, Renoir, ya en silla de ruedas, continúa pintando para
ahogar su pena. Vuelto a Cagnes continuó pintando hasta terminar su composición
"Descanso tras el baño", y una naturaleza con manzanas. Pierre-Auguste Renoir moriría
el 3 de diciembre de 1919 luego de visitar por última vez el Louvre donde ya se
exponían sus pinturas, recién pasada una fuerte pulmonía, y sería enterrado a los tres
días en Essoyes junto a su esposa. También cabe recordar que fue padre del destacado
cineasta francés Jean Renoir ("La gran ilusión", "La regla del juego"), que comenzó
practicando el naturalismo cinematográfico y terminó depurando su estilo hasta alcanzar
el impresionismo en algunos films ("La comida sobre la hierba").
Como casi todos los restantes impresionistas, fue un autor ausente de los museos
españoles hasta la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza. La Colección Carmen
Thyssen-Bornemisza, expuesta en una ampliación del mismo museo, cuenta también
con ejemplos suyos. La Casa de Alba cuenta con un "Busto de mujer con sombrero de
cerezas" (Palacio de Liria, Madrid) que fue adquirido por la actual duquesa en su
juventud.
Au concert dans une loge à l'Opéra (1880), Williamstown, EE. UU., Clark Art
Institute
Jeune fille au chapeau de paille, (v. 1884)
Alfred Sisley
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Alfred Sisley, retratado por Pierre-Auguste Renoir
Alfred Sisley (París, 30 de octubre de 1839 - Moret-sur-Loing 29 de enero de 1899) fue
un pintor impresionista francobritánico.
De padres ingleses, fue enviado a Inglaterra para aprender el idioma y realizar estudios
de comercio, contrarios a sus deseos artísticos. Empieza a pintar como aficionado e
ingresa en el estudio de Charles Gleyre donde conoce a Pierre-Auguste Renoir y
Frédéric Bazille. La guerra franco-prusiana de 1870 arruinó a su familia y obligó a
Sisley a marchar a Londres. Decide entonces ser pintor. En 1874 expuso en la primera
exposición de los impresionistas y lo continuaría haciendo en 1876, 1877 y 1882.
[editar] Obras
• Vue du canal Saint-Martin, 1870, Musée d'Orsay, París
• Le canal Saint-Martin, 1872, Musée d'Orsay, París
• Passerelle d'Argenteuil, 1872, Musée d'Orsay, París
• Rue de la Chaussée à Argenteuil, 1872, Musée d'Orsay, París
• Les régates à Moseley, 1874, Musée d'Orsay, París
• Sous le pont de Hampton Court, 1874, Kuntsmuseum de Winterthour,
Winterthour
• Village de Voisins, 1874, Musée d'Orsay, París
• La Seine à Port-Marly - Les piles de sable, 1875, Art Institute of
Chicago, Chicago
• Inundación en Port-Marly (L'inondation à Port-Marly), 1876, Museo de
Orsay, París
• Les berges de l'Oise, 1877-1878, National Gallery of Art, Washington,
DC
• Le repos au bord d'un ruisseau. Lisière de bois, 1878, Musée d'Orsay,
París
• Les Petits Prés au printemps, 1880-1881, National Gallery, Londres
• Le Loing à Saint-Mammès, 1885, Musée Malraux, Le Havre
• Vista de Saint-Mammès, MNAC de Barcelona
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Sisley"
Categorías: Nacidos en 1839 | Fallecidos en 1899 | Pintores de Francia |
Pintores
Pintura romántica
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La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del XVIII, con unos
nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la
literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y
políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa.
1. 1770-1820 o prerromanticismo
2. El apogeo del romanticismo pictórico se da, aproximadamente, entre
1820 (hay fuentes que señalan 1815) y 1850 (o, por adoptar una
fecha simbólica, 1848).
3. 1850-1870 o tradición post-romántica
Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se
desarrolló o artistas que lo adoptaron.
Contenido
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• 6 Referencias
Light and Colour (Goethe's Theory) — The Morning after the Deluge —
Moses writing the Book of Genesis, de Turner.
El primer período del romanticismo (1770-1820) se desarrolla en paralelo con el
neoclasicismo (1760-1800) o más bien en oposición a esta corriente. En efecto, allí
donde el neoclasicismo propone una belleza ideal, el racionalismo, la virtud, la línea, el
culto a la Antigüedad clásica y al Mediterráneo, el romanticismo se opone y promueve
el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la
pincelada y el culto a la Edad Media y a las mitologías de la Europa del Norte.
La obra de Turner Light and Colour (Goethe's Theory) — The Morning after the Deluge
— Moses writing the Book of Genesis (Luz y Color (Teoría de Goethe) - La mañana
después del Diluvio - Moisés escribiendo el Libro del Génesis), ejemplifica esta
oposición. Esta pintura se caracteriza por un torbellino sensual de colores y de luz en
torno a un personaje o persona que no podría identificarse sin conocer el título.
El individualismo propio de la época hizo que, por vez primera, los pintores no
trabajasen de encargo, sino conforme los dictados de su imaginación, expresándose a
través de la pintura, buscando pintar sus ideas y sentimientos personales.
El romanticismo tiene su origen en la filosofía del siglo XVIII, pues en autores como
Rousseau o Goethe se ve ya ese culto al sentimentalismo, el amor a la naturaleza y el
rechazo de la civilización.
Además, les atrae el exotismo, sobre todo las civilizaciones árabes, dando lugar a una
corriente pictórica particular: el orientalismo, que recorrerá todo el siglo XIX. Muchos
pintores representaron escenas árabes y edificios islámicos. Los pintores ya no viajaban
sólo a Italia, como habían hecho hasta entonces, hasta abarcar otros lugares como
Turquía, Marruecos, Argelia o España, que se puso de moda en toda Europa como
prototipo de un exotismo cercano. En parte, el orientalismo se debió a las campañas
napoleónicas por Oriente, que permitieron descubrir un Mediterráneo de paisajes
inéditos, con civilizaciones que resultaban misteriosas, como la árabe y judía. Esta
influencia es muy evidente en pintores franceses como Delacroix o los orientalistas.
Pero, al mismo tiempo, debido a las convulsiones históricas y sociales, vuelven los ojos
al pasado del propio país, como ocurre con el purismo nazareno y el llamado estilo
trovador.
[editar] Violencia
[editar] Estilo
Los temas que preferían los románticos se evidencian en los géneros que cultivaron.
Así, el tema de la naturaleza hizo que los paisajes se convirtieran en un género mayor,
cuando hasta entonces era considerado menor o mero fondo decorativo para las
composiciones de figuras. No se trataba de descripciones topográficas, sino de expresar
emociones humanas a través del paisaje. Es en Gran Bretaña donde el paisaje
experimentó el cambio radical. También alcanzó cierto desarrollo la pintura animalista,
esto es, la que representaba animales, tanto salvajes como domésticos, si bien con
tendencia a mostrarlos fieros, por lo que se pintaron numerosos cuadros reflejando
actividades como la caza, y animales como el león o el caballo, siendo este último el
animal fetiche de Géricault. Otro género que cobró importancia fue la pintura
costumbrista, que reflejaba los tipos y personajes populares.
El tratamiento de las figuras procura ser realista. Así, cuidan de que la ropa de los
personajes se corresponda con la época histórica que pretenden representar o con el
lugar en que tiene lugar la escena (por ejemplo, Oriente en los cuadros orientalistas). Si
el cuadro lo requiere, no evitan pintar personas heridas, deformes o muertas, llegando a
recurrir al depósito de cadáveres para poder conocer y reflejar más verosímilmente a los
muertos; así lo hizo Géricault cuando pintó La balsa de la Medusa.
Las técnicas usadas variaron. Predominó la pintura al óleo sobre lienzo, de variados
tamaños, inclinándose los franceses, en general por los de grandes dimensiones. Pero
también se utilizó la acuarela, técnica preferida por muchos pintores ingleses, y que era
especialmente útil para aquellos pintores que viajaban. El dibujo experimentó cierto
auge, debido a la facilidad con que expresaba el mundo interior del artista. La pintura al
fresco intentó ser recuperada por los nazarenos.
Muchos dibujos y pinturas alcanzaron una gran difusión gracias a medios de
reproducción como la litografía, la aparición de prensas metálicas y el renacimiento del
grabado en madera. En el aguafuerte destacó la figura de Goya. Gracias a estos medios,
a través de periódicos y revistas, se popularizaron numerosas imágenes, al alcance de
todo el público.
[editar] Períodos
[editar] Prerromanticismo: 1770-1820
Arranca del rococó, con su exaltación de las ruinas, de la asimetría y su visión idílica
del paisaje. Este período se caracteriza por el hecho de que se desarrolla en paralelo con
el neoclasicismo. La factura sigue siendo neoclásica, pero los temas son románticos: se
busca expresar sentimientos personales, predominando el sentimiento sobre la razón y
se exalta lo esotérico y misterioso, representando cementerios, escenas nocturnas,
tormentas o fantasmas.
[editar] Inglaterra
En Inglaterra, esta influencia procede sobre todo de una obra de James Macpherson,
Poemas de Ossian (1760). Esta obra entusiasmó a toda Europa y, en particular, a
Goethe, Napoleón, e Ingres. El ossianismo inspiró composiciones irracionales e
imaginarias, bañadas por una luz difusa, con contornos desdibujados y figuras en forma
de racimo.
A fines del siglo pasado se han encontrado restos humanos, estos tenían tatooados un
número : 56222896
[editar] Alemania
Alemania sufre la influencia del movimiento literario «Sturm und Drang» (Tormenta e
ímpetu), que defiende la sensibilidad individual sobre las ideas del Siglo de las luces.
Los pintores alemanes importantes de esta época son Philipp Otto Runge, Caspar David
Friedrich y Karl Friedrich Schinkel.
Los nazarenos son un grupo de artistas salidos de la academia de Viena, que rechazaron
las teorías clásicas de Winckelmann. Inspirados por la literatura romántica alemana, se
instalan en Roma. Querían regresar al «inicio de la pintura», evocando en sus obras la
pintura italiana del siglo XV, de manera que el arte cristiano recuperara sus formas
medievales. Se inspiran en la religión católica y en el nacionalismo.
[editar] Francia
Los primeros brotes del romanticismo pictórico se deben a alumnos del neoclásico
Jacques Louis David: Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson (1767-1824) fue premio
de Roma en 1789. Su obra El sueño de Endimión (1792) tiene rasgos románticos en el
cuerpo del joven a la luz de la luna. Trató temas osiánicos. Su obra más célebre es Los
funerales de Atala (1808), con un dibujo neoclásico pero con rasgos románticos en el
juego de luces, el tema modelo, la manera composición y la presencia de la cruz.
Sin duda, su cuadro más famoso es Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa (1804,
Museo del Louvre), obra clave del romanticismo al transmitir un clima de emoción
heroica y una técnica más libre. Contrastan en este cuadro el ambiente del lazareto,
oriental, exótico y sórdido, con el héroe frío y arrogante que toca sin ningún temor la
llaga de un enfermo de peste.
Al igual que los anteriores, Pierre Narcisse Guérin fue neoclásico en su juventud y
romántico en su madurez.
Goya, El Coloso, 1812, óleo sobre lienzo, 116 x 105 cm, Museo del Prado,
Madrid
[editar] España
Ya en esta época trabajaba en España uno de los grandes nombres del romanticismo:
Francisco de Goya (1746-1828), quien a partir de 1790 y, sobre todo, durante la guerra
de la independencia se consagró a temas dramáticos, mezclando lo fantástico y lo real.
La paleta clara de su primera época se oscureció, apareciendo en ocasiones, destellos de
luz.
Es uno de los pintores más potentes y visionarios, uno de los románticos más geniales.
Cuando representó los acontecimientos de la época, como la guerra de independencia, lo
hizo creando una atmósfera de pesadilla, mezclando lo fantástico y lo real. Son obras
típicamente románticas, dentro de la producción de Goya, La carga de los mamelucos y
Los fusilamientos del 3 de mayo (1814, Museo del Prado).
Goya fue igualmente grabador, con diferentes técnicas: técnica al buril, que da un trazo
preciso muy cercano al neoclasicismo; y al aguafuerte que es una técnica más flexible.
[editar] Francia
En esta época, Alemania e Inglaterra no son ya los países pujantes en pintura, sino
Francia. Este hecho se explica por las perturbaciones sociales y políticas que conoció
este país. Era el momento de la restauración, en el que la sociedad se siente en crisis.
Lamennais definió este desasosiego de la población, llamándolo El mal del siglo.
Retrato de Josefina, por Pierre-Paul Prud'hon, 1805, óleo sobre lienzo, 244 ×
179 cm, Museo del Louvre, retrato cortesano ambientado en plena
naturaleza para dotarlo de mayor naturalidad.
Eugène Delacroix (1798-1863) fue un pintor apasionado que adoptó un estilo resuelto y
vigoroso. Trató con libertad el color, la pasta y la textura superficial del lienzo. Son
obras típicamente románticas La muerte de Sardanápalo (1827) y La Libertad guiando
al pueblo (1831), ambas en el Museo del Louvre.
La balsa de la Medusa, de Théodore Géricault, 1819, óleo sobre tela, 491 x
716 cm, Museo del Louvre, obra emblemática del romanticismo francés, en
la que se expresa de forma vehemente un tema contemporáneo; resalta el
claroscuro típicamente caravagista que dota a la escena de mayor
dramatismo.
Théodore Géricault tiene un estilo recargado, de empaste grueso, muy influido por la
obra de Rubens. Su obra más conocida es La balsa de la Medusa, que pintó con sólo 28
años. Trata una tragedia contemporánea del autor con un estilo en el que destaca el
claroscuro, la composición en diagonal y el realismo con el que pintó a los muertos y
agonizantes de la balsa.
Dedham Mill, Essex, obra de John Constable, 1820, óleo sobre lienzo, 53,7 ×
76,2 cm, Museo Victoria y Alberto, Londres; ejemplifica la manera en que los
reflejos y los cambios atmosféricos cobran importancia en la pintura.
Lluvia, vapor y velocidad, obra de William Turner, 1844, óleo sobre lienzo;
testimonia el impacto de nuevos temas modernos, como el ferrocarril, en la
pintura; al tiempo, es un cuadro representativo de la tendencia a expresar
las emociones del pintor, más que la realidad observada; en este caso, lo
logra sobre todo a través de los empastes de la pintura.
Por su parte, Joseph Mallord William Turner dotó a sus obras de una dimensión onírica,
recurriendo a composiciones en espiral y elaborados empastes, prevaleciendo de manera
absoluta el color sobre el dibujo. Obra característica es El barco de esclavos
(Traficantes de esclavos arrojan a los muertos y a los agonizantes por la borda - el
tifón se aproxima), 1840, Museo de Bellas Artes de Boston, así como su obra más
conocida, Lluvia, vapor y velocidad, 1844, National Gallery de Londres.
Cabe mencionar también a John Martin (1789-1854), que cultivó un estilo parecido al
de William Blake, tratando situaciones cotidianas con un tono apocalíptico y fantástico.
Consiguió un éxito considerable en vida.
David Roberts (1796-1864), que viajó a Oriente, destacó igualmente como paisajista.
[editar] España
Goya, fallecido en 1828 demuestra en sus obras tardías un interés romántico por lo
irracional. Destacan, en este período, las Pinturas negras de la Quinta del Sordo (1819-
1823, Museo del Prado).
En los Estados Unidos, la tradición romántica del arte de paisajes fue conocida con el
nombre de Escuela del río Hudson (Hudson River School). Pintores importantes de esa
escuela fueron:
• Thomas Cole
• Frederick Church
• Albert Bierstadt
• Thomas Moran
• John Frederick Kensett
[editar] Polonia
[editar] Rusia
Cabe mencionar a Alexander Andreyevich Ivanov (1806-1858), quien hacia el año 1830
frecuentó a los nazarenos de Roma.
El escritor Victor Hugo (1802-1885), a través del dibujo y la aguada ocre, con obra
gráfica al carboncillo y a la tinta, representó un mundo fantástico y angustiado. Dentro
del mismo campo del dibujo y la ilustración destacó Gustave Doré (1832-1883).
Escuela de Barbizon
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El hecho de que los pintores de Barbizon dejaran París para refugiarse en un pequeño
pueblo ya es una actitud de abierta oposición al sistema vigente, no sólo en el ámbito
plástico, sino también en el orden social.
Los pintores de Barbizon fueron parte del Realismo pictórico francés, que surgió en
reacción al más formalista Romanticismo de Gericault o Delacroix.
Contenido
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• 1 Orígenes y fundación
• 2 Estilo de Barbizon
• 3 Millet, más allá de
Barbizon
• 4 Curiosidades
En 1824, el Salón de París exhibió una exposición de John Constable. Sus escenas
rurales influenciaron a algunos artistas jóvenes, haciendo que abandonaran el
formalismo y academicismo para buscar su inspiración directamente en la Naturaleza.
Las escenas naturales fueron la temática más recurrente, como elemento protagonista de
su pintura y no como mero telón de fondo de hechos dramáticos o escenas mitológicas.
Curiosidades [editar]
• Tan unidos a dicho lugar estuvieron estos pintores que Rousseau
(1867) y Millet (1875) murieron en Barbizon.
• La novela de Jules y Edmond de Goncourt titulada Manette Salomon
(1867) trata sobre la vida de estos pintores.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Barbizon"
Jean-François Millet
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Jean-François Millet
Retrato de Millet por Nadar. Fecha desconocida.
Nacionalidad francesa
Movimiento Realismo
Millet y Rousseau pronto intimaron y Rousseau, con más recursos económicos ayudaba
al pobre Millet. Ambos murieron en Barbizon con pocos años de diferencia y se
encuentran enterrados a muy poca distancia uno de otro.
[editar] Galería
Dominique Ingres
Nacionalidad Francesa
Movimiento Neoclasicismo
Contenido
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• 1 Biografía
• 2 Principales obras
• 3 Posteridad
• 4 Notas
• 5 Enlaces externos
[editar] Biografía
Nació en Montauban, en Tarn-et-Garonne. Su padre, un escultor mediocre, supo
reconocer en su hijo, el talento pictórico que poseía y rápidamente favoreció sus
aspiraciones artísticas. Con 11 años, ingresó en la academia de Toulouse (1791) y se
formó con maestros como el pintor Roques y el escultor Vigan. En 1796 se fue a París
para estudiar bajo la dirección de David, pero su frío clasicismo no encajaba en el ideal
de belleza que él tenía, fundado en las difíciles armonías de líneas y colores.
En 1801, ganó el primer Premio de Roma con Aquiles recibiendo a los embajadores de
Agamenón. Realizó numerosos dibujos y retratos: La familia Riviére (1805); Granet, La
hermosa Celia; Napoleón entronizado (1806).
En 1841 regresa a París donde obtiene una acogida triunfal y se le encarga la decoración
de las vidrieras de la Capilla de Notre Dame. En 1846 expuso por primera vez en la
Galería de Bellas Artes, tras la cual, fue nombrado miembro de la comisión junto con
Delacroix. En 1849 presenta su dimisión a motivada por el fallecimiento de su esposa.
A causa de una enfermedad que le afectó a los ojos, en el último período, Ingres se vio
obligado a valerse de alguno de sus colaboradores para ultimar la parte secundaria de su
obra correspondiente al perído maduro, caracterizado por la búsqueda de una perfección
de las formas.
En 1852, Ingres se casa por segunda vez con Delphine Ramel. En 1862 fue nombrado
Senador.
Ingres estudió música, disciplina en la que también destacó. Durante una temporada fue
segundo violinista en la orquesta del Capitolio de Toulouse; de este pasatiempo
proviene la expresión francesa: violon d'Ingres (violín de Ingres).
Ingres murió a los ochenta y siete años. Está enterrado en el Cementerio de Père
Lachaise, París. La ciudad de Montauban le dedicó un museo instalado en su taller: el
Museo Ingres. Amaury Duval fue su primer alumno.
El baño turco
• Los retratos, aunque él consideró este género como menor durante
su juventud. Ejemplos: el de Mademoiselle Caroline Rivière (1806,
Louvre), el de Monsieur Bertin (1832, Louvre) o Madame Moitessier
(1856) (Galería Nacional de Londres). Ingres se convirtió en el
retratista refinado de la nobleza y la alta burguesía, que había
accedido al poder durante la monarquía de julio3 .
Napoleón en su trono
La condesa de Haussonville, Juana de La fuente,
imperial, 1806, óleo sobre lienzo, 1845, óleo sobre lienzo, 131,8 x 92
259 x 162 cm, Museo del Ejército, cm, colección Frick, Nueva York Arco,1854 1856
París
Gustave Courbet
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Gustave Courbet
Gustave Courbet
10 de junio de 1819
Nacimiento
Ornans, Francia
Contenido
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• 1 Vida
• 2 Obras
• 3 Referencias
• 4 Bibliografía
• 5 Contexto histórico y artístico
[editar] Vida
Nació en un pueblo próximo a Besançon, en el Doubs francés, cuyo paisaje refleja en
sus cuadros. Estudió en Besançon y luego en París (1840). Sus padres deseaban que
emprendiese la carrera de Derecho, pero al llegar a París se volcó en el arte.
Viajó a Holanda (1846) y Alemania (1853). Como él, sus amistades eran contrarias al
academicismo artístico y literario; entre ellas se cuenta a Baudelaire, Corot y Daumier.
A partir de la revolución de 1848, Courbet fue etiquetado de «revolucionario
peligroso».
Tuvo fama de arrogante y efectista; afirmaba que «si dejo de escandalizar, dejo de
existir». Algunos le achacaban que provocaba escándalos sólo para entretener a las
clases biempensantes y que, en realidad, su arte se mantenía fiel a cierta exquisitez
formal. Sin embargo, otras voces como Delacroix lamentaban que Courbet malgastaba
su habilidad, al elegir temas sin un contenido elevado y no «cribar» de ellos muchos
detalles «innecesarios».
[editar] Obras
Entierro en Ornans, 1850
Autorretrato (1849)
Sus referencias son los maestros del pasado como Velázquez, Zurbarán o Rembrandt.
Su realismo se convierte en modelo de expresión de muchos pintores, contribuyendo a
enriquecer la obra de Cézanne.
[editar] Referencias