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Materia Control 3

Durante la segunda mitad del siglo XX el diseño industrial ha sufrido altibajos. En los 50’ presentó un
estilo orgánico que se manifestaba en formas redondeadas de índole naturalista, en la siguiente
década se le inyectó un sentido escultórico debido al empleo de plásticos texturizados y el color. El
decaimiento de la disciplina se manifestaba de la siguiente manera:

“(...) En los años 60’ el diseño industrial pareció perder el rumbo y terminó degenerándose en una
actitud de servilismo ante la cultura consumidora norteamericana, la ideología de comprar ‘más por
menos´. Sólo comenzamos a emerger de esto en los años 90”.

Desde 1980 se acusaron los elementos del posmodernismo: el pastiche (Plagio que consiste en tomar
determinados elementos característicos de la obra de un artista o de las de varios y combinarlos de forma
que parezcan una creación original.) y la legitimación del “kitsch”, la apropiación de formas de culturas
maduras reunidas para conformar una moda pasajera la cultura del desecho, el usar y botar. A finales
de esa década se inició la tendencia a adaptar los objetos al cuerpo humano y en los 90’ se ha
rescatado el sentido de lo lúdico, porque los adultos echan de menos los juguetes de la niñez.

Esta panorámica desemboca en el actual renacimiento del diseño, o lo que en la revista Time se titula
pomposamente como:

“Economía del diseño, el punto donde la prosperidad y la tecnología convergen con la cultura y
el marketing”.

A esto le añadimos la tendencia hacia lo emocional, que se puede apreciar en objetos divertidos como
los de la firma italiana Alessi o de la japonesa Sony, los relojes Swatch o la colorida transparencia de
la computadora Imac comercializada por Apple.
A raíz de esto surgen acepciones como “Tooltoy”, formulada por el canadiense Alexander Manu, la
cual refleja la actual fusión herramienta-juguete en los productos que sobresalen en el mercado.

Y en el ámbito de la profesión, los actuales creativos se veneran como divos, tal es la situación de
superestrellas como Michael Graves, Sir Terence Conran o Philippe Starck.

A lo largo del siglo xx han ido surgiendo productos, estilos, filosofías y teorías dispares.
Probablemente cuando más se ha notado esta disparidad ha sido en los últimos 50 años.

A continuación presentaré algunos movimientos que más han llamado la atención en este periodo y
han marcado cánones estéticos en esta, la segunda mitad del siglo xx. Presentándolos de manera
consecutiva y siguiendo la siguiente línea de tiempo.

Pop 1958 - 1972


Diseño Radical 1968 - 1978
High – Tech 1972 - 1985
Posmodernismo 1978 - presente
Desconstructivismo 1978 – presente
Posindustrialismo 1975 – presente
Diseño Ecológico 1950 - presente
Diseño Orgánico 1930 – 1960

MOVIMIENTOS Y ESTILOS SOBRESALIENTES

POP DESIGN
El término “pop” fue acuñado en los años cincuenta para designar la emergencia de la cultura popular
en esa década. En 1952 se fundó INDEPENDENT GROUP en Londres. Sus miembros, entre ellos los
artistas Richard Hamilton (nacido en 1922), el escultor Eduardo Paolozzi (nacido en 1924), el crítico
de diseño Reyner Banham (1920 – 1988) y los arquitectos Peter y Alison Smithson, fueron los
primeros en explorar la expansión de la cultura popular en Estados Unidos.

Richard Hamilton, artista inglés de gran reconocimiento a nivel mundial, que nunca terminó sus
estudios de bachillerato y fue uno de los más importantes precursores y promotores del Arte Pop, fue
el fundador del Independent Group en Londres. En 1956 presentó en la exposición “This is
Tomorrow” (“esto es el mañana”) una obra que adquirió una gran relevancia en tanto se considera
que previó la tendencia que adquiriría la arquitectura y la composición de los hogares de las décadas
siguientes, en especial en las décadas de 1960 y 70. La obra es titulada “Just What Is It That Makes
Today’s Homes So Different, So Appealing?” o, en español, “¿Qué es lo que hace a los hogares
de hoy día tan diferentes, tan atractivos?”. Esta obra fue creada en forma de collage de recortes de
revistas, con alto contenido publicitario y consumista.

“¿Qué es lo que hace a los hogares de hoy día tan


diferentes, tan atractivos?”
Marilyn Andy Warhol

En los sesenta, otros artistas norteamericanos, como Andy Warhol (1928–1987), Roy Lichtenstein
(1923 – 1998) y Claes Oldenburg (nacido en 1929), empezaron a inspirarse en los aspectos de “arte
menor” de la vida contemporánea: publicidad, embalaje, cómics y televisión. No es extraño que el pop
empezara a manifestarse en el diseño de objetos de uso cotidiano, ya que los diseñadores buscaban
un planteamiento con una base juvenil y menos seria que el buen diseño de los cincuenta.

Durante los años cincuenta dominó la estilización de los productos (en nombre de obsolescencia
integrada para fomentar una mayor producción), lo cual proporcionó un termino muy fértil a la actitud
“úselo hoy, tírelo mañana” que impregnó la producción industrial de los años sesenta.

silla infantil BLOW de pvc de D’Urbino Lomazzi

La silla infantil BLOW de pvc de De Pas, D’Urbino Lomazzi, eran básicamente desechables y
encarnaban la extendida cultura de efímero. También lo hacían los cachivaches de corta vida, como
los vestidos de papel, elogiados por su novedad en los numerosos suplementos a color y revistas de
papel satinado que cada vez dependían mas de la publicación de dichos artículos. Muchos artistas
que usaban el lenguaje pop elegían el plástico como material de trabajo.
En los años sesenta, las nuevas formas de plástico y de procesos de ajuste, como las molduras por
inyección, eran cada vez más habituales y relativamente baratas. Los chillones colores de arco iris y
las atrevidas formas asociadas al diseño pop barrieron los últimos vestigios de la austeridad de la
posguerra y reflejaron el extendido optimismo de los sesenta, alentando por una prosperidad
económica y una liberación sexual sin precedentes. Dado que el diseño pop iba dirigido a un mercado
joven, los productos debían ser baratos y, a menudo, de poca calidad. No obstante, su
prescindibilidad formaba parte de su atractivo, puesto que presentaban la antitesis de la
“intemporabilidad” de los clásicos modernos fomentados en los años cincuenta.

El diseño pop con sus asociaciones al antidiseño, contrarrestó el sobrio dictado del movimiento
moderno “menos es más” y condujo directamente al diseño radical de los setenta. Se inspiraba en
una gran variedad de fuentes (art nouveau, art decó, futurismo, surrealismo, pop art, psicodelia,
misticismo oriental. Kitsch y space age) y recibió él estimulo del auge de los medios de comunicación
globales. Con todo, la crisis del petróleo de comienzo de los setenta obligó a un enfoque más radical y
el diseño pop fue sustituido por el Craft revival, por una parte y por el High Tech, por otra. El diseño
pop tuvo una influencia de gran alcance y sentó uno de los cimientos del posmodernismo, puesto
que cuestionó los preceptos del buen diseño y, con ello, el movimiento moderno.

CRAFT REVIVAL
Los orígenes del craft revival se remontan a mediados el siglo XIX con la reivindicación de la
conservación y la recuperación de la artesanía tradicional tras la industrialización sin precedentes de
Gran Bretaña (art & craft).

Desde a mediados del siglo XX, cuando los procesos de fabricación ofrecían mayores posibilidades, el
diseño y la producción fueron distanciándose cada vez más y las técnicas artesanales terminaron
deteriorándose. Para invertir esta tendencia John Makepeace y Wendell Castle, dos de las figuras
más importantes del craft revival actual han y conservado las técnicas artesanales para trabajar la
madera a través de su obra como diseñadores y sus escuelas de artesanía. Durante los años ochenta,
el craft revival se abrió paso estilísticamente con el posmodernismo, y algunos diseñadores como Fred
Baier (nacido en 1949) combinaron el virtualismo técnico con formas extravagantes para crear objetos
completamente opuestos al “mobiliario para buenos ciudadanos” defendido por Morris y Ruskin.

John Makepeace
Wendell Castle

HIGH-TECH
El estilo High – Tech surgió en la arquitectura de a mediada de los setenta, inspirada en el formalismo
geométrico del movimiento moderno y el diseño radical de Buckminster Fuller. Su utilitarismo
contradecía los excesos del diseño pop. Liderado por arquitectos británicos como Norman Foster,
Richard Rogers y Michael Hopkins, que incorporaron elementos industriales sin adornos a sus
edificios, se introdujo en el interiorismo de los setenta. Los interiores High – Tech empleaban equipos
y accesorios utilitarios de uso industrial e institucional, como carritos, suelos de goma, lámparas de
pinza, estantes de cinc galvanizados y barras de andamio, y combinaciones de colores primarios
inspiradas en el De Stijl.

En Estados Unidos sus representantes fueron, Joseph Paul D’Urso y Ward Bennett, que trabajan con
materiales industriales reciclados.

Este estilo a fines de los setenta estaba decayendo y a comienzo de los ochenta fue finalmente
desbancado por el posmodernismo. Con todo, la promoción del uso de componentes industriales
inspiró a diseñadores británicos como Ron Arad y tom Dixon a la hora de crear a mediado de los
ochenta, poéticos y originales diseños a partir de materiales reciclados, como barras de andamios,
asientos de coches y tapas metálicas.

POSTMODERNISMO
El posmodernismo surge a la emergencia del diseño pop y antidiseño. Durante la década del sesenta,
se discutía el estado de todos los ámbitos de vida, incluso del diseño moderno. La modernidad se vio
realmente cuestionada por primera vez en el libro de Jane Jacobs “muerte y vida de las grandes
ciudades” (1961), centrado en el fin de la cohesión social de la construcción y el urbanismo utópico del
movimiento moderno habían provocado en las urbes, y en el de Robert Venturi, complejidad y
contradicción en la arquitectura (1966), que argumentaba que la arquitectura carecía de sentido ya
que no poseía la complejidad e ironía que enriquecía los edificios históricos.
En 1972, Ventura, Denise Scott Brown y Steven Izenour publicaron la obra seminal Aprendiendo de
las vegas, que elogiaba la honradez cultural del comercialismo de los rótulos y edificios de es ciudad
del desierto. Ese mismo año, la traducción al ingles del libro de Roland Barthes Mitologías (1957) dio
paso a la diseminación de sus teorías sobre semiótica (el estudio de los signos y símbolos como
instrumentos de comunicación cultural). Se creía que si los edificios y objetos estaban imbuidos de
simbolismo, y sus espectadores y sus usuarios podrían relacionarlos psicológicamente.

Los primeros defensores del posmodernismo argumentaban que la adhesión al movimiento moderno a
la abstracción geométrica que negaba el ornamento y por tanto el simbolismo, deshumanizaba y a la
larga alienaba el diseño y la arquitectura.

A mediados de los setenta, arquitectos americanos como Michael Graves empezaron a introducir
motivos decorativos en sus diseños, que a menudo hacían referencia a antiguos estilos decorativos y
que solían ser irónicos en su contenido.

Michael Graves - St. Coletta School


Escuela para niños discapacitados

Edificio de servicios públicos en Portland (Oregon)


de Michael Graves

Diseñadores próximos al Studio Alchimia, como Alessandro Mendini y Ettore Sottsass,


empezaron a producir obras en el lenguaje posmoderno, con contenidos irónicos sobre el movimiento
moderno a través de la decoración aplicada. Mas tarde, Memphis produjo monumentales y vistosos
diseños “Neopop” que causaron gran conmoción a nivel mundial al ser expuestos por primera vez en
1981. La obra de Memphis recibía una serie de influencias muy eclécticas y se burlaba
intencionalmente de la noción del “buen gusto” con laminados de plástico de motivos atrevidos y
formas estrafalarias. Memphis contribuyó significativamente a popularizar el antidiseño y, por tanto, a
la aceptación del posmodernismo como estilo internacional en los ochenta.

Los estilos posmodernos abrazaron el pluralismo cultural de la sociedad global contemporánea y


utilizaron un lenguaje de simbolismo compartido para trascender fronteras.

Simbolismo. Philippe Starck

Las formas y los motivos de “objetos simbólicos” no solo derivaron de objetos decorativos del pasado
(clasicismo, art decó, constructivismo o de De stijl). A veces también hacían referencia al surrealismo,
al kisch, y a la imaginaria informática. Alguno de los diseñadores mas destacados en (además de los
ya mensionados) Mario Botta, Michele de Lucchi, Hans Hollien, Shiro Kuramata, Aldo Rossi, Peter
Shire, George Sowden, Matheo Thun y Masadori Umeda. Sus atrevidos diseños para cerámica,
tejidos joyas relojes, platería, mobiliario e iluminación se produjeron a escala limitada en empresas
como Alessi, Artemide, poltronova y Sunar, entre otras.

Mario Botta
Michele De Lucchi:
Oceanic Lamp

Michele De Lucchi Memphis First Chair


Hans Hollien
arquitecto y
diseñador
austríaco.

Shiro Kuramata
Shiro Kuramata

Aldo Rossi "La conica" design Aldo Rossi, 1982


"Il conico" design Aldo Rossi, 1986

"La cupola" design Aldo Rossi, 2001 "AR01" design Aldo Rossi, 1998

Peter Shire,
George Sowden

Masadori Umeda

Masadori Umeda

Hans Hollein subrayó que, al rechazar el proceso industrial, los productos del posmodernismo serian
invariablemente “asuntos de una elite” y que, como tal, presentaban el triunfo del capitalismo sobre la
ideología social, base del movimiento moderno.

El carácter ecléctico del posmodernismo no solo refleja el dominio del individualismo sino también la
mayor fragmentación de la sociedad durante los años ochenta. El Boom de la década, impulsado por
los créditos, permitió que floreciera el antirracionalismo del posmodernismo.

A finales de los ochenta el estilo se había diversificado más aun y engloba el descontructivismo y
postindustrialismo. Sin embargo, la recepción de principio de los noventa motivó a los diseñadores a
buscar enfoques menos expresivos y más racionales. EL atractivo del posmodernismo empezó a
desvanecerse. Las atractivas manifestaciones del antidiseño de los ochenta han sido sustituidas por el
silencioso minimalismo de los noventa, pero la influencia del posmodernismo sigue viva, ya que al
cuestionar el movimiento moderno ha causado una importante e ininterrumpida revalorización de lo
esencial en el diseño.

POSTINDUSTRIALISMO
El postindustrialismo es un planteamiento postmoderno del diseño en el que los objetos diseñados se
producen al margen de la corriente industrial.

A fines de los setenta y durante los ochenta, las economías occidentales pasaron a depender menos
de la industria y a basarse más en los servicios. Muchos diseñadores empezaron a crear diseños
únicos o en ediciones limitadas que reflejaba el carácter postindustrial del periodo y permitían a los
diseñadores explorar con más libertad su creatividad individual, libres de restricciones del proceso
industrial.

Diseñadores como Ron Arad y Tom Dixon construían artefactos improvisados, consistentemente
distanciados de la precisión de los productos industriales estandarizados. Arad proclamó la noción de
“arte usable” y, como tal, dio lugar a una nueva práctica de diseño, experimental y poética a la vez.

Ron Arad

Tom Dixon

Tom Dixon

DESCONSTRUCTIVISMO
La desconstrucción es un método de análisis asociado a la crítica literaria y postulado por primera vez
por el filosofo Jacques Derrida en los sesenta.
En estos años, las ideas de Derrida se reflejaron en un estilo de arquitectura y diseño: el
desconstructivismo. Se trata de un movimiento vinculado al postmodernismo, puesto que también
cuestiona las premisas tradicionales de la modernidad. Sin embargo, a diferencia de este, rechaza el
historicismo y la ornamentación. Así, a menudo alude a la deconstruccion del significado, mientras que
es el posmodernismo lo advierte irónicamente y lo vuelve a codificar. Estilísticamente e incluso
filosóficamente es similar al constructivismo ruso de los años veinte.

El deconstructivismo, también llamado deconstrucción, es una escuela arquitectónica que nació a


finales de la década de 1980. Se caracteriza por la fragmentación, el proceso de diseño no lineal, el
interés por la manipulación de las ideas de la superficie de las estructuras y, en apariencia, de la
geometría no euclídea, (por ejemplo, formas no rectilíneas) que se emplean para distorsionar y
dislocar algunos de los principios elementales de la arquitectura como la estructura y la envolvente del
edificio. La apariencia visual final de los edificios de la escuela deconstructivista se caracteriza por una
estimulante impredecibilidad y un caos controlado.

Por su carácter básicamente antirradical, del decontructivismo esta asociado al antidiseño y ha


ejercido un escaso impacto en el diseño de productos, con excepciones como la radio in a bag de
Daniel Weil (1981- 1983), que al dejar sus componentes a la vista contrarresta las formas tradicionales
y reconstruía la lógica del diseño convencional.

radio in a bag de Daniel Weil 1981- 1983

La Casa Danzante, Praga, de Frank Gehry, representa a una mujer y


a un hombre (Ginger Rogers y Fred Astaire) bailando juntos.

Stata Center, MIT, de aspecto improvisado.

UFAPalast en Dresde

SOFT DESIGN
A mediados de los años ochenta se acuñó el termino sorft – tech o sorft design para describir
productos con formas escultóricas redondeadas o “blandas”. Una de las primeras manifestaciones fue
el equipo electrónico de consumo, sobre todo los productos SHARP y YAMAHA. Estos diseños
posmodernos se oponían al racionalismo y a las buenas formas dominantes promovidos por
fabricantes como BANG & OLUFSEN y en su lugar se inspiraban en estilos de época, especialmente
biomorfismo de los años cincuenta. Este tipo de estilismo retro estadounidense se convirtió en un
fenómeno generalizado en la segunda mitad de los años ochenta. Sin embargo, a principio de los
noventa dio paso a un enfoque más reflexivo, orgánico y holístico.

El diseño blando, como se denominó este nuevo enfoque, que Ross Lovegrove describió como “un
nuevo naturalismo”, era emocional, gestual y antropocéntrico. Es significativo que la industria
automovilística fuera una de las primeras en adoptar esta nueva tendencia, como demostraron los
automóviles TWINGO de RENAULT (1992) y MICRA de NISSAN (1992).

El surgimiento del diseño blando puede atribuirse a varios factores: el rechazo total, a fines de los
ochenta del funcionalismo de estilo BAUHAUS y la revalorización del diseño orgánico en general, el
perfeccionamiento de la aplicación de datos ergonómicos, la realización de formas curvas mas
complejas, posibles gracias a programas avanzados de CAD/CAM, y la disponibilidad de nuevos
materiales, sobre todo tecno – polimeros exóticos, que ofrecían a los productos una mayor tactilidad
potencial.

A fines de los noventa las formas blandas hicieron avances significativos no solo en el sector
automovilístico, sino también en la práctica habitual del diseño.

El diseño blando se suele utilizar con fines estéticos y no debería confundirse con escencialismo
orgánico, ya que, aunque guardan un parecido visual notable, el primero se rige solamente por
criterios estéticos.

DISEÑO ORGÁNICO
El diseño orgánico es un enfoque holístico y humanizador del diseño. Este movimiento comenzó a
fines del siglo XIX y tuvo un largo desarrollo hasta los años sesenta. Dentro de este movimiento han
existido unos de los más recordados y premiados muebles del siglo XX, en los que destacamos los
diseños de Eero Saarinen y Charles Eeames, destacados diseñadores de dicho siglo. Sus sillones
fueron revolucionarios, no solo por la tecnología de punta utilizada, sino también por el concepto de
contacto y soporte continuos, promovido por formas orgánicas ergonómicas y refinadas en su
estructura.

Estos diseños, enormemente influyentes, trazaron una nueva dirección en la creación de mobiliario, ya
que impulsaron los intentos de conseguir la unidad orgánica estructural, material y funcional del
diseño, y tuvieron obras tan representativas como las sillas de contra chapado de Ray y Charles
Eames.
Charles Eames LCW (Silla Salón en Madera) Madera terciada moldeada
1948
El éxito del diseño orgánico en los años de posguerra influyó estilísticamente en el nacimiento del
biomorfismo y continuo inspirando a los diseñadores de los sesenta y setenta, como Maurice Calka,
Pierre Paulin y Olivier Mourgue en la creación de formas altamente estructurales en el lenguaje
orgánico.

Pierre Paulin :: Little Tulip Chair


Pierre Paulin :: Orange Slice Chair
A principios de los noventa, impulsado por un mayor crecimiento de la ergonomía y la antropometría y
por los avances en e diseño y la creación por computador el diseño orgánico emergió con más fuerza
que nunca. Tal y como hicieron Eames y Saarinen, los diseñadores industriales más innovadores de la
actualidad, como Ross Lovegrove, quien desarrolla varios diseños orgánicos desmaterialistas a
través de aplicación novedosas de materiales y técnicas industriales de alta tecnología.

Sí bien el diseño orgánico esta tradicionalmente asociado con materiales naturales, irónicamente es
plástico (lo último en materiales sintéticos) los que mejor expresan la esencia abstracta de la
naturaleza y maximizan las conexiones funcionales a través de las formas orgánicas que más se
adaptan a la morfología humana.

Sin embargo, el diseño orgánico expresa toda su fuerza cuando su sensual y emocionalmente
persuasivo vocabulario formal conecta con nosotros de manera subliminal apelando directamente a
nuestro sentido primigenio de la belleza natural.

DISEÑO ECOLÓGICO
Los objetivos principales del diseño ecológico son minimizar los residuos y reducir la producción de
energía y materiales en nuestra sociedad para ajustarlos a niveles sostenibles. En sus inicios, su
defensor mas celebre fue Richard Buckminster Fuller, que promovió en los años veinte una “ciencia
del diseño” basada en la idea de ofrecer “lo máximo, con lo mínimo”. Fue el, quien en los años
cincuenta acuñó el termino “Speaceship earth”, lo que contribuyó a que la gente pensara en el planeta
de un modo mas holístico. Vance Packard otro de los autores y teóricos que han contribuido a la
difusión de un conocimiento más profundo del diseño ecológico, escribió el libro “los artífices del
derroche” (1961), que condenaba especialmente la practica de la obsolencia planificada (productos
desechables), y Victor Papanek, autor de “diseñar para el mundo real” (1971), que asociaba la
conciencia ecológica al proceso de diseño radicales que respetara el medio ambiente.

Estas ideas fueron muy populares en los setenta, cuando la crisis del petróleo incrementó la
preocupación por el carácter limitado de los recursos naturales de la tierra.

En los años ochenta, varios desastres ecológicos provocados por errores humanos, junto a la idea
cada vez mas patente de la industrialización contribuía al calentamiento del planeta, estacaron la
necesidad urgente de un diseño ecológico.

En este tipo de diseño, también llamado diseño verde, se tiene en cuenta el ciclo completo de vida del
producto: la extracción de materias primas y el impacto ecológico de su procesamiento, la energía
consumida en el proceso de fabricación, la generación de subproductos negativos, la energía
requerida para su distribución y el impacto de esta, la duración de la vida útil dl producto, la
recuperación de los componentes y la eficacia del reciclaje, y los efectos de los residuos en el medio
ambiente, por ejemplo al acumularse en vertederos o al incinerarse.

Aunque el reciclaje puede reducir el consumo de energía, no lo minimiza y en cierto modo puede
considerarse que en realidad perpetúa la cultura de los residuos. Por el contrario, una mayor duración
de los productos minimiza tanto los residuos como el consumo de energía; al duplicar la vida útil de un
producto, su impacto en el medio ambiente se reduce a la mitad.

ESENCIALISMO
El esencialismo es un enfoque del diseño que se ocupa de la organización lógica de aquellos
elementos totalmente necesarios para la realización de un objetivo concreto. En este sentido, el
esencialismo se basa en un concepto moderno: obtener el máximo a través de lo mínimo. Se trata de
una corriente bastante próxima al diseño ecológico. El origen del esencialismo se remonta a la ciencia
del diseño DYMAXION (dinámica + máxima eficacia) que promovió Richard Buckminster Fuller en los
años veinte y sus innovadores proyectos subsiguientes basados en el uso de la mínima cantidad de
energía y materiales.

Una perspectiva esencialista del diseño se suele basar en una lógica de construcción de orientación
tecnológica, y por tanto tiene muchos puntos en común con las escuelas de diseño funcionalista y
racionalista.

El escencialismo ha caracterizado el trabajo de muchos de los principales diseñadores industriales del


siglo XX, aunque el vocabulario formal de sus diseños ha variado frecuentemente de forma
considerable.

El esencialismo, visto como una evolución del movimiento moderno, puede adoptar tanto formas
geométricas como orgánicas; no existe un estilo definido. El diseño de Dieter Rams, por ejemplo, no
posee las mismas cualidades estéticas que un diseño de Charles Eames, pero ambos pueden
considerarse modernos y completamente esencialistas. Algunos diseñadores industriales
contemporáneos, como Jasper Morrison y Konstanin Grcic, adopta una perspectiva prácticamente
utilitaria al diseñar productos esencialistas de gran pureza estética. Otros, como Harri Koskinen, se
interesan por paradigmas regionales de características inherentes esencialistas y los interpretan de
forma actual.

El esencialismo, cada vez más ligado al diseño orgánico y a un nuevo naturalismo formal, como se
puede ver en la obra de Ross Lovegrove.

Ross Lovegrove.

El esencialismo, que requiere un conocimiento profundo de la estructura, la naturaleza de los


materiales y las técnicas industriales, es sin duda el enfoque mas adecuado para el siglo XXI.

DISEÑO RETRO
El termino diseño retro se utilizó por primera vez a mediado de los años sesenta en referencia a la
tendencia del diseño popular a adoptar estilos de otras épocas.

En los años sesenta y a comienzo de los setenta existió un inmenso renacimiento del interés por el
arte victoriano y el art nouveau. Por ejemplo, la tipografía de feria victoriana se utilizó mucho en los
carteles pop y en las portadas de discos. Sin embargo, el diseño retro realmente llegó a la mayoría de
edad en los años ochenta, cuando el movimiento moderno tardío se convirtió en un estilo
internacional. Muchos diseñadores en este movimiento buscaban inspiración en los productos KISCH
de los años cincuenta, lo que hizo surgir multitud de productos del diseño retro, como radios de
colores papel y muebles asimétricos con patas largas y estrechas.

La fascinación por el estilo de los años cincuenta continuó hasta entrados los años noventa, y en 1991
NISSAN lanzó al mercado su automóvil FIGARO, de edición limitada. Este diminuto vehículo es una
representación casi propia del comic del diseño de los años cincuenta, mientras que la motocicleta
ROYAL STAR diseñada por GK DESIGN para YAMAHA es una interpretación más directa del estilo
de la época. Más recientemente, JAGUAR, BMW y CHRYSLER también han diseñado vehículos con
diseños claramente retro.

Actualmente este campo, un gran negocio supone la combinación del estilismo antiguo con tecnología
de punta para fabricar productos híbridos de un buen funcionamiento y fuerte personalidad.

Fin

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