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ba A Parte Rei. Revista de Filosofia La Arquitectura de la Memoria, Espacio e Identidad Adolfo Vasquez Rocca adolfovrocca@hatmail com Abstract Este trabajo so propone desplegar una mirada metalisioo-existenciat ~y por ello también arquitecténica sobre e] habllar, entencido éste como un acto ~de resonancias ‘espirtuales mediante el cual of hombre afianza su identidad y se reconoce en el trafo que establece can las cosas. Esta mirada se corresponds con fa esis heideggeriana et habitar postico det hombre en ef mundo, entendiiendo este habitar en ef sentico tanto fisico-residencial de la morada, como espinitual de la moral, introduccién Et desarrollo de las ideas heideggetianas respecto al “ser de lo stir ‘répidamente sitan arte perpkeidades que dieron lugat al plantearniento de cuestones tales como: el desmantelamiento post modemo de la relacion entre 10 dtily 1o bolo, las ‘cuales son desplegadas en este trabojo como una reflexion en tomo al disefio ¥ la arquitectura, toda esto en el intento de articular unva podtica ce fe habitabilded, Los temas aqu! desarroltedos forman parte de las refexiones que Hektegger reallz6 para responder de un modo estricto, precisamente, al problema de ia estética, Estas reflexiones se encuentran principalmente en El Origen de la Obra de Aute y ‘Holderfin y la esencia de fa poesia. Ambos escritos fueron leldos por su autor en conferencias pronunciadas con. diferencias de algunos meses, sucediéndose ‘sronokigicamente eri el orden citado. ‘La estética del siglo XIX se dedicé de modo muy unilateral a tratar et arte como actividad subjetiva, dejando en segundo término el examen profundo y directo de ta obra de arte, la cual es en defnitiva el motive determinante de aquella actividad. EI ‘cambio de direccién del pensamiento estético, que reclamaba la propia naturaleza de dioha reflexién, no se ha produeido hasta nuestro siglo, y puede considerarse la actitud de Heidegger’ respecto 2 este problema oomo un exponente temprano de dicho ‘cambio. El punto de vista heideggeriano es abordar drectamente fa obra de arte como tema concreto de Su andlisis hiloséfico, Por més que sus trabajos estéticos tengen lerta autonomia y €! propio autor aluda muy escasamente a su obra anterior, es claro que aquéllos tienen como supuesto de sus ideas centrales Ser y Tiempo. De manera ‘similar a este libro que es una onfologia fundamental, los dos pequefios ensayos estétioos pueden considerarse como una ontologia del arte en el sentido més propio. http fserbal.pntie.mec.es/cmunoz (dex hint 1 La Palabra Como niorada dal Ser La tarea de la filosofia, tal como es entendida por Heidegger', consiste en conservar en su verdad la fuerza de las palabras més elementales en las que nuestra realidad se expresa a si misma, y'preservarias sobre todo de {os usos inerciales, los ‘cuales las volatiizan legando a’ ser Incomprensibles, que es, por otra parte, fuente y ‘origen de problemas aparentes, {Desde cufndo es tarea de la flosatia preservar y conservar en su primigenia verdad la fuerza de ciertas palabras elementales? Desde cudndo noté la flosofia que las palabras tienen fuerza, que hublese palabras elementalisimas y que fuera faena ‘suya preservarias y conservarias en su verdad o primigenio poder de manifestacion? ‘Sin embargo, mejor serfa preguntamos, ¢deade cudindo dejé ja Mlosoffa de considerar ‘como proplas estas tareas, y desde cudndo pasaron al dominio de los poetas? Primogéritas y gemelas fueron, allé, en sus origenes, filogofia y poesia. No es coincidencia, sino natural necesidad, el que la primera obra de metafisica, madre de todas las demas hasta el presente, haya sido obra de un poeta: Parménides, y escrita, cantada, en verso hexametro, La esencia de la poesia consiste en saber inventar nombres que fundon y asienten en la palabra el Ser y la esencia de las cosas. Y tue el poeta-flésofo Paménides quien dio nombres fundadores y fundamontales al Ser. y ‘quien invents las palabras Ser, Pensar, Identidad... Dichtung ist das stitende Nennen des Seins (Heidegger). Poetizar es usar una palabra para el ofcio de hablar del Ser, inventarle a un vulgar y fisico sonido el oficio de hablar del Set. De este modo se puede afirmar que todo poema supone una metafisica y que, a su vez, toda metatisica implica una postica, un determinado imaginario. Es asi como los poetas han aprendido de los flésofos el aite de las grandes metéforas -tan desacreditadas. por el movimiento de la deconstrucdién-, esas imagenes iluminadoras € inmortales por su valor postico, como el rio de Heracito, fa esfera de Parménides, la lira de Pitagoras, la cavema de Plat6n. Esa fusién de movillsimo con rfo, de identidad con esfera, de sonido con ‘ndmeros, de ideas con luz..., no Se mantiene més de un instante, es una visiGn reveladora, como un rel&mpago en el pensamiento, cuyo destello no dura mis de lo que todo presente, urgido por el futuro, arrastrado por fa fuerza inmemorial del pasado ‘convertido en leyenda. Es el lugar dei mito como sabiduria proverbial, el que por la fuerza evocadora de sus imagenes, nos permite retornar a los tiempos originarios, de ‘modo que resplandezca entre sus fantaemas el verdadero sentido del ser. Por ello la reflexion filostica no puede prescindir det mito, asi como el mito de su guardién, ef a, (ome ik SBA ee Ua anal ua al tun desvelamiento en'el cual el hombre esta (immer ‘schon geworton) siempre ya anojado. La metafora gula para la noci6n de verdad no queda caracterizada por el ‘acto de captar (begreifen) sino por el de habitar. Por ello no es casual que Heidegger fefiera tan a menudo el verso de Holderlin sobre el habitar poético del hombre. “diehterisch wohnet der Mensch auf dieser Erde" (posticamente habita el hombre esta tierra). Ahora bien, si ka metéfora guia para el concepta de verdad es el hecho de hnabitar, Ja experiencia de la verdad esta destinada a devenic una experiencia poética 0 estétioa? En la obra de Heidegger se esta constantemente buscando retornar al origen, ‘HEIDEGGER, Martin, Holden yfe esencia de fa poesia, Ed, Anthropos, Barcelona, 1944 2 Esto ea posible verlo en ef concepto de hermenéutica de Rorly. que la opone @ la ‘epistemologia. (En “La reconstruccién de Ja racionalided hermensutica’ de Gianni Vato, ‘compilado por H. R. Fischer, A. Retzer y J. Schweizer), ‘itp: #eorbal pre mec.ea/~emunoz 1 Minden html 2 ‘La Arqutectre a Memnoris,Especi elopnttad Atte Vézouez Rocca ______ A Paste Res 37 ya sea por el camino hermenéutico, ya por las sefiales de ruta dejadas en el devenic ‘etimologico de las palabras o mediante la reconstrucciin de sentidos primigenios a través de ejemplos tomados de una vida de aldea, en ta cual se puede percibir una gran nostalgia, la misma que 61 ~Heidegger- reconoce en la poesia de Trakl. Una Rostalgia por aquel mundo del orden inmemorial de las aldeas y de los campos, en donde siempre se produce la misma segura rotacién de las siembras y las cosechas; de sepultacién y resurreccién, tan similares a la gestacién de los dioses prapios de fa poesia de Holdertin. En las obras de Heidegger vemos las cosas dotadas de vida, las ‘cosas vividas, el trato con las cosas cotidianas, con las cosas admitdas en nuestra confianza, esto es lo que Heidegger entender como ef ser de fo dit? El Habitar Postico dei Hombre en el Mundo. Heidegger alude, a través de ta imagen de Ja case, al sentido espirtual del hogar como espacio en el que se produce la unidad espiritual de los seres humanos, ‘con las cosas. Es asi como Heidegger realiza una trica descripcion de su hogar ideal, tuna granja, en la Selva Negra: “Lo que ordena aqui fa casa es fa autosuliciencta que permite al cio y a tira, @ fos dioses y a los mortales formar una Gnica unidad con las cosas. Es €30 10 que sitia la granja mirando al sur, en la ladera de la montafia, protegida por fos vientos. entre tos prados cercaros al manantial.y la dota de un tejado con ancho voladtzo de: ‘guijarros, cuye carscteristica penciente: no sélo aguanta el peso de 1a nieve, sino que ‘descionde hasta abajo para resguardar fas habitaciones de las tormenta durante 1as argas noches invemales. No olida el altar en un rincén, detrés de fa mosa ‘comunitaria, y halla sitio on ta habitacién para o! sagrado lugar del parto y para el ‘érbol de los muertos’~pues ast Haman aul al atadd-, y de ese modo determina, para Jas distintas generaciones que conviven bajo ef mismo (echo, of cardcter de su viaje a través del tiempo. La habitabilidad artesana, surgida ella misma de fa morads, que ain ‘emplea sus herramientas y sus estructuras como si fueran cosas, edifice fa casa de abor"* Heidegger, en este texto, vuelve la rmirada a un idiico estado preindustial, mirada que se corresponde con la sensibiidad neorromantica de los poetas lésicos, como Traki o Tellier, quienes estan constantemente intentando regresar a la aldea —al pueblo natat- como muestra de rechazo (velado o inconsciente) de ta Gudad modema, creando un mundo imaginarto en el cual declaran verdaderamente habitar, y en donde 8e da el verdadero arraigo, la vuelta al mundo de la Infancia y fa confianza en la memoria y la leyenda. La vivienda y el hogar, son elementos decisivos que permiten al hombre desarrollar un sentido de su propio yo, en tanto que pertenediente a un lugar determinado: “Todo espacio realmente habitado contiene la esencie def concepto de hogar, porque alll se unen fa memorta y la imaginacién, para intensificarse mutuamente. En et terreno de Jos valores forman una comunidad de memoria e imagen, de tal modo que Ja casa no sélo se experiments a diario, al hilvanar una narracién o al contar nuestra propia historia, Sino que, @ través de fos suefios, fos lugares que habilamos impregnan Jy conservan Jos tesoros del pasado. As pues fa casa representa una de fas principales 2 RIVERA, Jorge Eduardo, Holdegger y Zubiri Ed. Universitaria, Chile, 2001, p. 83 * HEIDEGGER, citade por L. McDowell en Genero, Kdentided y Lugar, Ediciones Catedra, ‘Madkid, 2000, pp. 111 y 412 hitp:ieerbal prtic.miec.es/~omunoat index html 3

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