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“Año de la Consolidación Económica y Social en el Perú”

ANÁLISIS DE LA SENTENCIA C-
396/07
(COLOMBIA)
MAESTRÍA : CIENCIAS PENALES

CATEDRÁTICO : DR. PABLO TALAVERA


ELGUERA

ASIGNATURA: TEMAS DE DERECHO PROCESAL


PENAL II

ALUMNO : BEYKER, CHAMORRO LÓPEZ

CICLO : II

2010 – I
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo monográfico tiene por objetivo, identificar


las principales posturas y problemática existente en la
doctrina del derecho procesal penal colombiano, sobre la
aceptación de la Prueba de Oficio.

Para ello, se analizará sucintamente una Sentencia emitida


por el Tribunal Constitucional de Colombia (Sentencia C-
396/07), recaída en la acción pública de inconstitucionalidad,
interpuesta por un grupo de ciudadanos de dicho país contra
el artículo 361° del Código de Procedimiento Penal, que
prohíbe expresamente al Juez decretar pruebas de oficio.

Así, se concebirán diversos argumentos a favor y en contra de


la procedencia de la práctica de la Prueba Oficiosa, para
finalmente analizar la solución que el caso plantea,
procurando identificar las posibles omisiones en la misma,
dando finalmente las conclusiones.

En tal sentido, se han estructurado las siguientes Unidades en


el desarrollo del presente, cuyos títulos son: ASUNTO Y
ANTECEDENTES, PROBLEMA JURIDICO DEL CASO, SOLUCIÓ
DEL CASO, OMISIÓN DE LA SOLUCIÓN, CONCLUSIONES Y
BIBLIOGRAFÍA.
I. ASUNTO Y ANTECEDENTES:

Demanda de Inconstitucionalidad contra el artículo 361° de la


Ley 906 de 2004 “por la cual se expide el Código de
Procedimiento Penal”, interpuesta por los ciudadanos Gonzalo
Rodrigo Paz Mahecha, Julián Rivera Loaiza y otros.

Se trascribe a continuación la norma impugnada:

Ley 906 de 2004


(Agosto 31)
(…)
Artículo 361°. Prohibición de pruebas de oficio. En ningún caso el juez
podrá decretar la práctica de preubas de oficio

1. Tramite.- La demanda es admitida a trámite, y se corrió


traslado al Procurador, Fiscalía General de la Nación,
Defensoría del Pueblo, Ministerio del Interior y de Justicia
y a la Escuela Judicial “Rodrigo Lara Bonilla”, e invitar a
participar en el debate constitucional a la Academia
Colombiana de Jurisprudencia, a las Facultades de
Jurisprudencia de la Universidad Colegio Mayor Nuestra
Señora del Rosario y Derecho de las Universidades
Nacional de Colombia, Externado de Colombia y
Pontificia Universidad Javeriana.

2. Análisis de los Cargos de Inconstitucionalidad.- La


Sala Plena de la Corte Constitucional efectúa un
raciocinio previo a ingresar a analizar el asunto de fondo,
formulándose la siguiente interrogante: ¿Existen normas
o principios de carácter constitucional que se vulneran,
amenazan, o penen en tensión, con la vigencia de la
norma acusada?

Una demanda de Inconstitucionalidad debe ser admitida a


trámite, cuando cumple con la forma prescrita por ley, es
decir debe señalar a) las normas que se acusan como
inconstitucionales, b) las normas superiores que se consideran
vulneradas, c) las razones por las que la Corte Constitucional
es competente para conocer la demanda y, d) los motivos por
los cuales se estima que las disposiciones constitucionales
han sido infringidas.

Los demandantes acusan que la norma cuestionada vulnera la


Constitución, por cuanto, la prohibición de la iniciativa
probatoria del juez penal implica el abandono del
deber estatal de averiguar la verdad y pronunciar una
sentencia justa. La demanda parte del supuesto de que el
juez tiene el deber jurídico de encontrar la verdad para
concretar la justicia material, consagrada en la Carta como un
valor, un fin del Estado, y un derecho. De esta forma,
concluye que el impedimento legal para decretar
pruebas de oficio coloca al juez en una posición de
árbitro que lo obliga a resolver controversias
únicamente con base en la verdad de las partes.

Dado ello, y al haberse generado un auténtico debate


constitucional, se determinó que existen cargos de
inconstitucionalidad, debiendo la Sala emitir pronunciamiento
de fondo respecto de la norma demandada.

3. Posturas de los intervinientes sobre el fondo del


asunto.- A continuación se consigna resumidamente la
posición que adoptó cada ente interviniente en el
debate:

a) Ministerio
del Interior y de Justicia la norma demandada
debe ser declarada exequible.

En el modelo acusatorio garantista debe primar la igualdad


de armas. La prohibición de dictar pruebas de oficio, no
exime ni limita al juez de su obligación de garantizar el
respeto de los derechos fundamentales, así como cautelar y
vigilar de modo imparcial, la igualdad de armas, pues pedir
pruebas de oficio, necesariamente implica asumir posición
de parte.

b) Fiscalía
General de la Nación a juicio de esta entidad, la
norma es exequible.
La prueba practicada de oficio, vulnera el derecho a
controvertir las pruebas ofrecidas, a conocerlas para
preparar la estrategia de defensa, decretar pruebas fuera
de las audiencias estipuladas es sorprender a la contraparte
(fiscalía o defensa), violándose por esta vía el derecho de
defensa.

Un cambio en la norma, significaría un cambio del sistema


procesal penal, a uno inquisitivo.

c) Ciudadanos (Martín Bermúdez Muñoz) solicitó que la norma


sea declarada exequible.

Si se deja de lado la prohibición de actuar pruebas de oficio,


se violaría flagrantemente la presunción de inocencia
consagrado en la Constitución a favor del sindicado, por
cuanto al suplir la deficiencia probatoria de alguna de las
partes en el proceso se asume una posición de parte y se
deja sin efecto el principio del indubio pro reo.

(Mauricio Pava Lugo) solicitó a la Corte la exequibilidad del


dispositivo en cuestión, con el condicionamiento de que su
inaplicación puede ser bajo las siguientes reglas: solo para
casos excepcionales y tratándose de proteger la garantía de
inocencia del ciudadano juzgado, la decisión que las decreta
debe ser debidamente motivada, solo sobre fuentes de
prueba que surjan o consten dentro del juicio, no pueden
referirse a hechos que no hayan sido objeto de acusación,
debe garantizarse el derecho de defensa contradicción
sobre la actividad probatoria decretada oficiosamente,
permitiendo la interposición de recursos en contra de la
decisión de decreto de pruebas de oficio.

La verdad y la justicia son valores constitucionales que no


prevalecen sobre otras garantías, dando ejemplos concretos
sobre ello: La Carta dispone declarar nula de pleno derecho
la prueba obtenida con violación del debido proceso, sin
importar que ésta conduzca a la verdad material, la
exoneración de declarar contra los familiares, y la aplicación
del indubio pro reo, son garantías que permiten sacrificar la
verdad material en aras de defender derechos sustanciales.

d) Academia Colombiana de Jurisprudencia la norma debe


mantenerse en el ordenamiento.

La norma demandada haya su sustento en la garantía de


imparcialidad del juez o tribunal competente, la cual no sólo
encuentro sustentado en nuestra Constitución, sino en el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de las
Naciones Unidas y en la Convención Americana de Derechos
Humanos.

La norma acusada resulta un claro desarrollo de los


estándares internacionales del proceso penal en la
democracia, pues garantiza la imparcialidad del juez frente
a las pretensiones de la contienda.

Resalta sin embargo, que esa medida que configura el


nuevo sistema penal, puede entrar en conflicto con la
eficacia del proceso y con la realización de la verdad
material. Sin embargo el concepto de verdad no es unívoco
(verdad absoluta y normativa), por ello el fin del proceso no
es arribar a la verdad normativa, sino aproximarse.

e) Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla solicita la declaratoria


de exequibilidad condicionada de la norma acusada, si se
observa una flagrante injusticia material (dramática
afectación de hacer efectivo la verdad material), pero solo
la decretaría el juez de conocimiento

En principio, el valor constitucional de la justicia material no


está en conexión directa con la prohibición de decretar
pruebas de oficio, pues ese compromiso no sólo
corresponde al juez sino al Estado. Por ello, la norma
desarrolla las reglas previstas en el acto legislativo que
impulsó el sistema penal acusatorio.
El sistema procesal penal, no corresponde al acusatorio
puro semejante a los de origen anglosajón o europeo, es
uno de tendencia acusatoria con características propias, en
el que intervienen no solo acusador y acusado, sino también
la víctima y los procuradores.

f) Ministerio Público se declare la exequibilidad de la norma


demandada.

La Constitución asigna a la Fiscalía la obligación de


adelantar el ejercicio de la acción penal y realizar la
investigación de los hechos que revistan las características
de un delito que lleguen a su conocimiento, siempre que
medien suficientes motivos y circunstancias fácticas que
indiquen la posible existencia del mismo.

El juez actúa comprometido con la verdad, limitado por el


principio de in dubio pro reo y presunción de inocencia.

Excepcionalmente se podría autorizarse la prueba de oficio


solo en el juicio oral, en aquellos casos en los que, luego de
haberse llevado a cabo la actividad probatoria, se presenta
la duda que no puede resolverse a favor del acusado,
buscando siempre salvaguardar la presunción de inocencia.
Y plantea que si en la etapa de conocimiento “cuando por
deficiencias en la defensa no se solicitaron y practicaron
pruebas pertinentes y conducentes a favor del acusado, y
todo conduce a una sentencia condenatoria, el juez debe
declarar la nulidad por violación del derecho a la defensa y
no puede decretar pruebas de oficio por carecer de
autorización legal”.

II. PROBLEMA JURÍDICO DEL CASO:

Para garantizar el descubrimiento de la verdad


(presupuesto de justicia) y, con ella, la realización de
la justicia es condición sine qua non, reconocerle
iniciativa probatoria al juez en el sistema penal
acusatorio.
Si se presenta una tensión entre la búsqueda de la verdad y el
respeto de los derechos fundamentales, cual debe ser el rol
del juez en el sistema penal acusatorio.

III. SOLUCIÓN DEL CASO:

Para dar la solución al caso, la Sala analiza previamente a la


búsqueda de la verdad como un valor y presupuesto para
arribar a la obtención de un fallo aproximado a justicia, como
un derecho colectivo y del individuo (sindicado), y de la
víctima; desarrolla los límites constitucionales en la búsqueda
de la verdad en el proceso penal, está marcada por los
derechos fundamentales y derechos humanos (presunción de
inocencia, in dubio pro reo, etc.), quedando así subordinada al
respeto de la dignidad humana.

Explica que en los sistemas de tendencia acusatorios, se


conciben dos etapas en el proceso, cognoscitiva (Juez de
control de garantía) y valorativa (Juez de conocimiento /
juzgamiento), con lo cual la estructura probatoria debe
adecuarse a los nuevos roles de los intervinientes, quedando
los actos de investigación y los actos de prueba a cargo
del juez de control de garantía y de conocimiento
respectivamente.

Luego trae a colación la solución que se plantea en el derecho


comparado, señalando que en Portugal, Argentina, Italia,
Venezuela y España, si se acepta la iniciativa probatoria del
Juez, siempre en cuando fuere indispensable.

Trae a colación también la neutralidad probatoria como


método de concreción de la imparcialidad del juez e igualdad
de armas, pues indica que el decreto de pruebas
oficiosamente parte de la existencia de vacíos probatorios,
desequilibrando la posición de las partes, desterrando el
principio de igualdad de armas.
La prohibición objeto de estudio es una garantía a favor del
acusado.

Finalmente hace un análisis sistémico de


interpretación de la norma, pues debido a su ubicación
en el Código de Procedimiento Penal (capítulo III –
sobre el Juicio), asume que solo se prohíbe el decreto
de prueba de oficio, en la etapa del juicio, y dado a que
esta es la fase en que se valoran y actúan las pruebas,
queda constitucionalmente corroborada, mas no para
el juez de control de garantía, pudiendo este disponer
pruebas de oficio, para defender los derechos y
garantías en tensión.

Agregando que el juez de conocimiento (juicio), pese a


la prohibición, mantiene un rol determinante, toda vez
que controlo el escrito de acusación, puede
contrainterrogar a testigos, ejerce control en los
preacuerdos, decide sobre la pertinencia de la
admisión de pruebas, etc.

Justifica la pasividad probatoria del juez de


conocimiento, por la neutralidad judicial y la igualdad
de armas, y en tanto no hay debate probatorio en la
etapa procesal, no se puede aplicar esa misma tesis a
ésta. Por ello la Corte declara la exequibilidad del
artículo 361 de la Ley 906 de 2004.

IV. OMISIÓN DE LA SOLUCIÓN:

No se toma en cuenta la afectación al derecho de defensa, y


propone una salida fundada en la interpretación sistemática,
no trayendo a colación los fundamentos expuestos por los
intervinientes.

Obvia desarrollar y sustentar si decretar pruebas de oficio,


necesariamente implica asumir posición de parte.
Del mismo modo, no precisa si es necesario conceder
iniciativa probatoria al juez para garantizar el arribo a la
verdad.

V. CONCLUSIONES:

- La prueba de oficio, no necesariamente significa la


pérdida de imparcialidad del juez.

- La prueba de oficio, no limita la capacidad de raciocinio


del juez respecto de los hechos.

- La prueba decretada oficiosamente, puede vulnerar la


presunción de inocencia y el in dubio pro reo, en la
medida que es al Juez a quien le corresponde
convalidarla a favor del reo.

- La solución arribada, no satisface lo desarrollado por las


intervinientes, ya que estos proponían declarar la
exequibilidad de la norma, pero para todo el proceso.
BIBLIOGRAFIA

1. Código de Procedimientos Penales.

2. Código Procesal Penal – D. Leg. 957.

3. Código Procesal Penal Comentado – Roberto Cáceres.

4. Manuel de Derecho Procesal Penal – Pablo Sánchez


Velarde.

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