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Los polifenoles son importantes para la fisiología de las plantas pues contribuyen a
la resistencia de microorganismos e insectos y ayudan a preservar su integridad por
su continua exposición a estresantes ambientales, incluyendo radiaciones
ultravioletas y relativamente altas temperaturas.
Clasificación
Polifenoles en alimentos
Las principales fuentes de polifenoles son bayas, té, cerveza, uvas, vino, aceite de
oliva, chocolate, cacao, nueces, cacahuetes, granadas, yerba mate, y otras frutas y
vegetales.
Los resultados del Proyecto Ciencia, Vino y Salud muestran que la fracción de
polifenoles neutros es la que tiene la capacidad antioxidante más alta por unidad de
polifenol, cuando ésta se evalúa por el método TRAP. Al estudiar la oxidación de las
LDL in vitro la fracción de polifenoles neutros resulta ser, a la misma concentración
de polifenoles, la más activa. Sin embargo, la fracción acuosa de antocianinas es la
de mayor contenido de polifenoles y proporcionalmente sería la más importante. Esta
información, junto con la de la literatura, indican que cada polifenol tiene
características propias y que el conjunto de los polifenoles logra un mejor efecto
protector de la salud.
Los polifenoles fueron durante un breve período de tiempo conocidos como vitamina
P. Sin embargo rápidamente se encontró que no eran esenciales y fueron
reclasificados. Los beneficios para la salud de polifenoles específicos como
quercetina son bien conocidos, sin embargo para los demás hay menos resultados.
Las investigaciones indican que los polifenoles pueden tener capacidad antioxidante
con potenciales beneficios para la salud. Podrían reducir el riesgo de contraer
enfermedades cardiovasculares y cáncer. También fueron investigados como una
fuente adicional de beneficios para la salud en la producción orgánica, pero no se ha
obtenido ninguna conclusión. Los polifenoles se unen con hierro de grupos no hemo
(e.g. de plantas) in vitro en sistemas modelo. Esto puede disminuir su absorción en el
cuerpo.
Los polifenoles son un grupo de sustancias presentes sobre todo en los productos que
se obtienen de algunas especies vegetales, como pueden ser las uvas, las aceitunas,
las nueces, etc. Estas sustancias ofrecen numerosos beneficios constatados para la
salud, presentan una gran capacidad antioxidante y contribuyen a reducir el riesgo de
sufrir diversas enfermedades. Ahora hay que añadir que los polifenoles pueden ser
un efectivo bactericida que contribuiría a mejorar la calidad de la alimentación
humana.
Sería necesario aprovechar los residuos resultantes del vino como complemento
alimenticio para los animales de corral, como por ejemplo los pollos. Los polifenoles
actuarían específicamente contra la bacteria Campyloobacter jejuni, un
microorganismo que infecta al hombre principalmente a través de algunos alimentos
animales y especialmente cuando no están bien cocinados.
Esta bacteria es un bacilo que provoca diversas infecciones intestinales en los seres
humanos, aunque la principal es la gastroenteritis. Su incidencia ha crecido
notablemente durante los últimos años, de hecho, en 2006 las infecciones provocadas
por este bacilo superaron a las de la salmonella, alcanzaron las 176.000 en toda
Europa.
Esto es algo que ha desconcertado a diversos investigadores dado que durante los
últimos años, la normativa sanitaria es mucho más severa y efectiva, se cuida
especialmente la alimentación de los animales y las aguas que estos beben, ya que
son las vías por las que se infectan con la bacteria. Parece que las medidas adoptadas
hasta el momento no han sido efectivas y las infecciones por Campyloobacter jejuni
aumentan año tras año.
La investigación realizada por el CSIC puede ser un paso adelante para reducir la
incidencia de la bacteria en los animales. Los residuos que resultan de la elaboración
del vino contienen una gran cantidad de polifenoles que pueden ser utilizados como
un potente antimicrobiano, y como valor añadido, los productores de vino obtendrían
otra fuente de ingresos gracias al aprovechamiento de estos residuos.
Ahora se abren nuevas vías de investigación para utilizar los polifenoles de otras
especies vegetales que también podrían ser efectivas contra la bacteria.
Los polifenoles son poderosos antioxidantes que protegen a las LDL del daño
oxidativo, y su acción como antioxidante está relacionada no sólo con su estructura
química sino que también con su localización en la partícula. Pueden actuar como
potentes inhibidores de la oxidación de las LDL por varios mecanismos:
Cada polifenol actuará por uno o más de estos mecanismos según sus propiedades
particulares. En contraste con muchas frutas y verduras, cada una rica en uno o dos
polifenoles en particular, en el vino hay muchos polifenoles diferentes. La gran
variedad de polifenoles que posee el vino tinto y sus diversas características
estructurales, posibilitan distintas propiedades de solubilidad y su acción como
antioxidante para combatir distinto tipo de agentes oxidantes que se generan in vivo.
Lo anterior, sumado a la capacidad de algunos polifenoles de inhibir o activar
enzimas específicas en el organismo contrarias a la oxidación, explica las evidencias
epidemiológicas relativas al consumo de polifenoles antioxidantes como protectores
de enfermedades crónicas que hoy son la preocupación principal de la salud pública
mundial.
Los resultados del estudio del PCVS confirman la asociación que se ha observado en
estudios epidemiológicos entre ingesta de frutas, verduras y vino tinto en forma
moderada, con protección de enfermedades crónicas especialmente ateroesclerosis y
cáncer. Junto con disminuir el daño oxidativo al ADN se encontró un aumento
significativo de la capacidad antioxidante del plasma y del contenido de polifenoles
plasmático. Esto prueba que una dieta rica en antioxidantes acrecienta las defensas
antioxidantes del cuerpo humano. El vino tinto posee un alto contenido en
polifenoles, agentes responsables de su acción protectora del daño oxidativo al ADN.
El doctor Manuel Santos, genetista de la PUC, señala que "la medición del daño al
ADN se hizo utilizando un procedimiento que, para muchos autores, es un muy buen
marcador del daño al material genético. Así, los resultados de este estudio son
concluyentes y permiten suponer que se puede prevenir el daño oxidativo al ADN y,
por lo tanto, el desarrollo de numerosas patologías que lo tienen a la base, si se
consume una dieta mediterránea y vino en forma moderada".
Numerosos estudios han demostrado que muchos polifenoles, especialmente
flavonoides, además de actuar como antioxidantes en su acción protectora del efecto
dañino de los radicales libres en el material genético y la expresión génica, inhiben la
iniciación, promoción y progresión de tumores, probablemente debido a algún otro
mecanismo.
DOCUMENTACIÓN Y REFERENCIAS
• http://es.wikipedia.org/
• http://www.gastronomiaycia.com
• http://www.diccionariodelvino.com
• http://www.csic.es
• http://www.bio.puc.cl