Sie sind auf Seite 1von 4

LECTURA OBLIGATORIA.

ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE.


De: G.TYLER MILLER,JR.
Paginas de la 29 a la 31.

“EL RETO AMBIENTAL MUNDIAL”.


De Gus Speth

Escribiendo recientemente en Foreign Affairs, George F. Kennan observo que “en el


presente nuestro mundo enfrenta dos peligros supremos y sin precedentes: cualquier
guerra importante entre las grandes potencias industriales y “el efecto devastador de la
industrialización moderna y la sobrepoblación sobre el ambiente natural del mundo.

El deterioro del ambiente global al que se refiere Kennan, tiene una escala que
abarca los grandes sistemas de soporte de la vida en la biosfera del planeta. Incluye la
alteración del clima de la Tierra y los ciclos biogeoquímicos, la acumulación de desechos,
la exhaustión o agotamiento de los suelos, la perdida de los bosques y la declinación de
las comunidades ecológicas.

Desde la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de la población humana y la


actividad económica ha sido sin precedentes. La población mundial se ha más que
duplicado a 5400 millones y alcanzar los 6 mil millones al final del siglo. El producto
mundial bruto ha aumentado cuatro veces desde 1950. Con estos incrementos en la
población y la actividad económica, ha habido grandes aumentos en la contaminación y
la presión sobre los recursos naturales.

En la actualidad, la contaminación del aire plantea problemas para todos los


países. A medida que ha aumentado el uso de combustibles fósiles, tenemos emisiones
de óxidos de azufre y de nitrógeno y otros gases nocivos. La lluvia ácida, el ozono y
otros males nacidos de esta contaminación, están dañando ahora la salud pública y
perjudicando los bosques, peces y cultivos en grandes áreas del globo.

Otro gas emitido cuando se queman combustibles fósiles es el dióxido de


carbono, el principal culpable entre los gases que intensifican el efecto de invernadero,
que atrapa el calor en la atmósfera. Si no se detiene la producción de estos gases que
intensifican el efecto de invernadero, que atrapa el calor en la atmósfera, el
calentamiento global que evidentemente está ahora en marcha, traerá cambios de clima
fundamentales. Los impactos regionales son difíciles de predecir con certeza, pero los
patrones de lluvia y los monzones podrían cambiar, alterando la agricultura en muchas
zonas. Los niveles del mar podrían ascender, inundando las áreas costeras. Las
corrientes oceánicas podían cambiar, alterando así el clima y las pesquerías. Pocas
especies vegetales y animales podrían sobrevivir cuando se reduzcan el hábitat
favorable. Las ondas cálidas, sequías, huracanes y otras anomalías meteóricas, podrían
dañar a la gente, cultivos y bosques expuestos.

El agotamiento de la capa de ozono de la estratosfera también amenaza a la


salud y a los sistemas naturales. En 1987, se negoció un tratado internacional para
tratar este problema, reduciendo el uso de clorofluorocarbonos (CFC). En 1990, este
tratado fue reforzado para lograr la eliminación de los CFC para el año 2000.
Estos problemas atmosféricos interrelacionados constituyen la amenaza de la
contaminación más grave en la historia. Simultáneos y graduales, sus efectos serán
difíciles de anular. Como los contaminantes reaccionan con otras sustancias y entre sí, con
la utilización de la energía solar, una respuesta bien planeada debe tomar en cuenta
todos estos factores. Estos problemas de la contaminación del aire también están ligados
al uso de los combustibles fósiles. En el futuro, la política energética y la ambiental
deberán formularse juntas.

Estados Unidos puede tener reconocimiento por las acciones para mejorar la
calidad del aire. Pero el país todavía emite cerca del 15% del de azufre del mundo,
cerca del 25% de todos los óxidos de nitrógeno y 25% del dióxido de carbono, y
manufactura todavía la mayor parte de todos los CFC.

Los mejoramientos en la eficiencia en el uso de la energía en EUA, han sido


considerables, El uso de energía per cápita disminuyó en un 12% entre 1973 y 1985-
periodo en que el producto nacional bruto por persona creció en 17%. Estados Unidos
todavía consume anualmente un cuarto de la energía del mundo, y produce sólo la
mitad del PNB por unidad de energía, que sus competidores del mercado mundial, como
la anterior Alemania Occidental y Japón.

Nuestro interés nacional por la atmósfera debe estar acompañado por un


conocimiento creciente del deterioro constante de bosques, suelos y agua en gran parte
del mundo en desarrollo. La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
de las Naciones Unidas, predijo en 1985 que sin una acción correctiva, los cultivos de
temporal en el Tercer Mundo llegarán a ser 30% menos productivos a fines de este
siglo, debido a que el suelo se ha agotado o erosionado.

En los países en desarrollo, se cortan 10 árboles uno que se planta -30 por 1 en
África- y cada minuto desaparece un promedio de 38 hectáreas (94 Acres) de bosques
tropicales, así como las innumerables especies que los habitan. La escasez de madera
combustible afecta a un estimado de 1500 millones de persona en 63 países. La
mayoría de los habitantes de los países en desarrollo carecen de acceso a las
facilidades sanitarias básicas, y 80% de todos sus problemas de salud se debe a los
suministros de agua inadecuados. Los habitantes de los PSD están entre los más
expuestos a sustancias químicas tóxicas- desde con plomo en México, hasta con DDT en
China.

En 1988, la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo describió un nuevo


consenso, apoyado por las naciones industrializadas y en desarrollo. Se rechazó la
antigua opinión de que la pérdida ambiental era el precio del progreso económico.
Lejos de traer un desarrollo de base amplia, la sobreexplotación o la mala
administración de los recursos naturales ha contribuido a las hambrunas e inundaciones,
embalses de presas que se llenarán con sedimento en una década, sistemas de
irrigación que esalitran el suelo, y la conversión de praderas y bosques tropicales en
tierras desoladas improductivas. El informe de la comisión, Nuestro Futuro Común,
estableció: "Muchas formas de desarrollo erosionan los recursos naturales sobre los
cuales deben estar basados, y la degradación ambiental puede debilitar el desarrollo
económico. La pobreza es causa y efecto principal de los problemas ambientales del
mundo".

Luchar contra la pobreza requiere la difusión de las presiones subyacentes en los


recursos básicos del mundo. Mientras estén involucrados muchos factores complejos, los
PSD deben afrontar:
El crecimiento rápido de la población. De los mil millones de personas que se
agregarán a la población mundial entre 1987 a 1997, nueve de diez nacerán en los
países en desarrollo.
Las políticas económicas poco perspicaces implantadas por los gobiernos de los
países industriales y en desarrollo. Incluyen subsidios directos en indirectos que alientan
el uso derrochador de energía, agua y bosque, y políticas que favorecen a los
habitantes de las ciudades en relación con los pobres del campo.
Programas de desarrollo a gran escala han descuidado los factores ambientales
y las necesidades locales.

Estados Unidos está afectado directamente por estos problemas en los PSD. Se
estima que 20% del dióxido de carbono que contribuye al efecto de invernadero,
proviene de la deforestación tropical. Una amplia gama de recursos biológicos -
especies todavía por analizar en su valor agrícola, industrial o farmacéutico- se está
perdiendo.

El crecimiento de las economías en desarrollo amplía el comercio mundial de EUA


y las oportunidades de trabajo internas; ya más de un tercio del comercio de EUA es
con los PSD. Con la recuperación económica, los países en desarrollo podrían absorber
hasta la mitad de todas las exportaciones de EUA por el año 2000. Pero el crecimiento
sostenido en gran parte del mundo en desarrollo requiere una mejor administración de
los recursos materiales.
El desarrollo sostenible es la respuesta ampliamente aceptada- el desarrollo que
satisface las necesidades de hoy sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer las propias. El liderazgo de EUA para aplicar este enfoque,
requiere tanto de una vigorosa evaluación de las consecuencias ambientales de los
programas de asistencia para el desarrollo, como del apoyo para las estrategias
nacionales de desarrollo, que conservan y restauran la capacidad productiva de la
tierra.

Significa ayudar a los países en desarrollo a invertir en la reforestación, la


agrosilvicultura (el desarrollo conjunto de cultivos y árboles), la conservación del agua y
eficiencia en energía. También significa reducir la deuda y otras presiones que obligan
a los PSD a pagar con sus recursos naturales la obtención de divisas extranjera. La
planificación familiar, los servicios primarios de salud y un saneamiento efectivo,
merecen una alta prioridad, puesto que reducen la mortalidad infantil y hacen más
lentas las tasas de natalidad.

En la década de 1990, los países industrializados y en desarrollo tendrán que


afrontar estos retos conjuntamente. Todas las naciones deben actuar en concierto para
conservar la Tierra y su población.

Hace veinte años, EUA respondió vigorosamente a las serias implicaciones


ambientales que surgían entonces. Se establecieron nuevas políticas nacionales, se
crearon nuevos organismos y se formaron importantes iniciativas para la administración
de los recursos y la eliminación de la contaminación.

A principios de la década de 1990, el gobierno de George Bush y los miembros


del congreso enfrentaron una nueva agenda de cuestiones ambientales, que eran más
graves y desafiantes que los de la década de 1970.

Estos asuntos del ambiente no son los mismos que se consideraron en EUA cuando
surgieron vigorosamente las implicaciones ambientales hace 20 años. Presentan nuevos
retos políticos que son más globales en su alcance e internacionales en su implicación.
La década de 1990 será crucial para la acción sobre estas cuestiones
presionantes. Si no se realizan esfuerzos nacionales e internacionales fundamentales en
este periodo, se ocasionara un daño irreparable al medio ambiente mundial, y los
problemas serán cada vez más intratables, costosos y dominados por la crisis.

Sin embargo, si EUA y otros países responden a esa demanda, la deforestación


tropical puede ser detenida, y salvadas las especies en desaparición; la pobreza puede
ser aliviada y las poblaciones humanas adquirir estabilización; los suelos pueden
conservarse y es posible proporcionar mas alimento; el cambio climático en proyección
podrá ser atenuado y la contaminación regional y mundial puede ser reducida.

Estas y otras acciones se pueden ejecutar con medios a nuestro alcance. Pero el
éxito depende de los esfuerzos concertados llevados a cabo con alguna urgencia para
cambiar muchas políticas

Actuales, fortalecer y multiplicar programas acertados y emprender iniciativas audaces


donde se necesiten.

Hay bases amplias en la experiencia de las dos últimas décadas para


suposiciones optimistas y pesimistas acerca del futuro. Las brechas entre el éxito y el
fracaso en manejar los problemas de recursos, ambientales y de población, han sido
enormes. Las buenas noticias son que estos resultados
divergentes se derivan principalmente de diferencias en las políticas y programas
seguidos por los gobiernos, el sector privado y otros. En breve, el liderazgo y las nuevas
iniciativas pueden ser las grandes diferencias.

Análisis del ensayo especial


1. ¿Qué tan graves son los problemas citados en este ensayo y a través de este
capitulo?, ¿Cómo afectan y afectaran estos problemas tu vida y estilo de vida, ahora y
en el futuro?
2. Compare el punto de vista de este ensayo con el expuesto por Julián L. Simón en el
ensayo que sigue. ¿Qué punto de vista se acerca más al suyo?

Das könnte Ihnen auch gefallen