MEDICINA TRADICIONAL Y

PSICOTERAPIA PSICOSOMATICA

Helder Vera – Cenyaotl

RESUMEN
La medicina tradicional es un conjunto de conocimientos al servicio de la salud
del ser humano, que se alimenta y nutre de los recursos que nos brinda la propia
naturaleza. Cuando hablamos de psicoterapia psicosomática nos referimos al efecto
que tiene una carga emocional sobre psique y soma como dualidad. En nuestra
sociedad actual nos hemos acostumbrado a que el médico se encargue exclusivamente
de curar la enfermedad y el psicólogo de la mente. Actualmente existe un puente
entre ambas formas de curación influido por lo biológico, lo social, lo cultural.
Así mismo se explica la concepción y su aplicación en un proceso unitario al
servicio de la salud.

PALABRAS CLAVE
Medicina tradicional, Chamanismo, Psicosomática, Wilhelm Reich, Orgón, dualidad,
espiritual, energía, psique y soma.

Alguna vez alguien dijo, “para conocerte a ti mismo, tienes que conocer tus
raíces”. Partiendo de esa premisa podremos encontrar un sendero tanto de auto-
conocimiento como de crecimiento espiritual, corporal y energético. A partir de
ahí surge la necesidad de que cada individuo tenga conocimiento del origen de sus
raíces, lo cual le facilitará la apertura de visión y de realización como persona.

La OMS define a la Medicina Tradicional (conocida popularmente como Chamanismo)

como: “la suma de conocimientos teóricos y prácticos, explicables o no, utilizados
para el diagnóstico, prevención y supresión de trastornos físicos, mentales y
sociales, basados exclusivamente en la experiencia y la observación, y trasmitidos
verbalmente o por escrito de una generación a otra”. Existen la medicina
tradicional ayurvédica, la china, la tibetana, la mexicana, la peruana, la
homeopatía, etc.

La medicina tradicional se practica en todo el mundo, y en lo que hoy se conoce

como Continente Americano, existieron importantes civilizaciones como la Olmeca,
Tolteca, Teotihuacana, Maya, Azteca-mexica o la Inca que trasmitieron sus
conocimientos a través de una tradición oral, es decir, de generación en
generación, como una forma de autodescubrimiento, que se ha ido trasmitiendo al
servicio de la salud humana. Ejemplo de ello son los antiguos médicos mexicanos
que aplicaban un tipo de tratamiento llamado Teopactli, cuya finalidad era sanar
cuerpo, mente y espíritu como lo que son: una sola entidad, una unidad
indivisible, a través de diferentes formas que aún hoy se mantienen, tales como
los temazcallis, el uso de plantas para curar enfermedades simples como
resfriados, las plantas sagradas como el peyotl y la ayahuasca, que trabajan a
niveles más profundos, la primera lleva a la apertura de visión y la segunda como
planta doctora. También están las danzas tradicionales que son una sanación
física, y conducen aumentar el control mental y elevación espiritual.

El proceso de curación de la medicina tradicional proviene del cambio de la

percepción de la realidad como ley natural. En la vida cotidiana, cada sujeto
puede tener diferentes interpretaciones de la vida, que se explican de muy
diversas formas, ya sean de índole psicológica, filosófica, cosmogónica, o
provenientes de diferentes culturas y tradiciones. Lo cierto es que cada ser
humano se desarrolla en un contexto socio-cultural diferente. Para comprender cómo
es un proceso de curación en la medicina tradicional, es necesario tomar en
consideración la naturaleza del hombre y del mundo físico, ambos como unidad se
mueven por una energía vital, que siempre está en constante movimiento y viaja en
ondas que afectan la realidad del sujeto.

Pasados los siglos y con ello la evolución de los conocimientos tradicionales de

la medicina y la psicoterapia, (etimológicamente terapia viene de therapeia que
significa hacer el trabajo de los dioses). Surgió en Europa un método elaborado
por el Dr. Sigmund Freud (1856-1939) al que llamó psicoanálisis, pero no lo
inventó, ya que las terapias basadas en la palabra existían desde hacía tiempo. Un
discípulo suyo llamado Wilhelm Reich (1897-1957), psicoanalista disidente, no
inventó la terapia pisco-corporal, pero desarrolló varías metodologías para lograr
un acercamiento a los misterios de los procesos mentales y corporales del ser
humano, teniendo como fuente primordial la energía vital, ki, chi para los chinos,
prâna para los hindúes, Orgón en el lenguaje de Wilhelm Reich, quien encontró que
algunas personas en tratamiento psicoanalítico no podían expresar lo que a nivel
sensorial y corporal habían reprimido o se les había prohibido expresar.

De la misma forma, tomó la iniciativa de poner atención en las expresiones que la

persona contenía o emitía de forma involuntaria al momento de hablar, como
expresiones de enrojecimiento, palidez o sudoración de la frente y manos, y a
nivel visceral, se dio cuenta de la existencia de una coraza mental y corporal.
Logró vislumbrar que algo en esa persona se quedaba bloqueado, invitando al
individuo a expresar las emociones reprimidas, pues sabía que a nivel vegetativo
algo estaba sucediendo que le impedía una estabilidad física y emocional ante
procesos traumáticos o psicopatológicos.

Inspirado en todo ello, surgió la necesidad de una forma de psicoterapia

psicosomática, que se fundamenta en la aceptación de la diversidad de procesos
corporales, mentales y energéticos del ser humano en busca de un mejor flujo en su
vida como ser holístico. Así como los curanderos mexicanos utilizan ciertas
técnicas para purificarse y prepararse en sus labores de curación o en sus
trabajos como psicólogos autóctonos, la psicoterapia psicosomática parte de dos
vertientes esenciales en la formación del psicoterapeuta, por un lado, el método
de trabajo consigo mismo y por el otro el desarrollo de la intuición, poniendo
especial atención en los aspectos emocionales, afectivos y energéticos, que se
traducen en un proceso psicosomático que integra los aspectos biológicos y
psicológicos de la personalidad del sujeto, sin predominar uno sobre el otro.

Wilhelm Reich tuvo una visión psicosomática unitaria que lo llevó a revolucionar
las ideas propuestas por el psicoanálisis ortodoxo. Fue más allá de lo
estrictamente didáctico, poniendo a trabajar mente y cuerpo. La psique tiene un
factor determinante donde se definen las cualidades del ser, y soma tiene una
cantidad de factores determinantes que llevan al sujeto a reaccionar ante los
peligros externos que amenacen su integridad física y mental.

Actualmente en el Círculo Psicosomático de París, el Dr. Gérard Guasch con quien

he hecho mi formación en este campo de la psicoterapia de psicosomática activa
tanto en México como en Francia, fundamentado en el desarrollo que el Dr. Wilhelm
Reich dio al psicoanálisis freudiano, éste articula su teoría y su práctica
alrededor de un postulado fundamental que se refiere a una identidad funcional
existente como unidad e indivisibilidad del ser, en su funcionamiento
psicosomático, que parte de un impulso de energía sutil.

La vitalidad y expresiones del cuerpo, remueven bloqueos, reactivan los niveles

energéticos, y deja que las emociones reprimidas dentro de cada individuo se
liberen, quitando de esta forma lo castrado, lo enquistado que habitaba en el ser
humano, haciendo resurgir los niveles de percepción, de sensación, de emoción,
donde el organismo se reactiva y las reacciones compulsivas pierden sentido al ya
estar uno consciente de ello, pues la conciencia se expande de nuestro cuerpo
hacia el entorno, de tal forma que el efecto es que cada sujeto perciba su propia
alegría de vivir. Para lograr esos objetivos, las estrategias utilizadas son
bastas, para llegar al cambio más completo, adaptado a la propia dinámica y
necesidades del sujeto.

De ello depende que el libre flujo de la propia energía vital, que es el impulsor
de todo, se mantenga, pues a través de observar las reacciones de los pacientes,
se ha reconocido que las mismas sensaciones de acorazamiento, tanto muscular como
psíquico son provenientes de la misma fuente, que no es más que la misma energía
psicosomática del cuerpo que emana desde la parte más interna y vulnerable, hasta
la más expuesta del ambiente externo de nuestro ser, que brinda la capacidad de
manejar situaciones de alerta haciendo responder al cuerpo ante éstas amenazas.

La psicoterapia psicosomática es una referencia como forma de contacto con nuestro

ser interior y espiritual. Al encontrar ese equilibrio, el individuo se verá
compensado con la sensación y seguridad de tener una vida en plenitud en unión con
los elementos de la tierra, vinculando la cosmovisión de nuestros antepasados
mexicanos y las actuales técnicas psicoterapéuticas. Esta forma de psicoterapia se
nutre actualmente de estos conocimientos con el único objetivo de mantener un
equilibrio bio-psico-socio-cultural.

En mi experiencia, el vínculo que he realizado entre los conocimientos que me han

sido transmitidos sobre todo de la medicina tradicional azteca y la peruana en
unión con el abordaje de la psicoterapia psicosomática occidental, me han llevado
a desarrollar mi nivel de percepción e intuición en la gente que trae una dolencia
del espíritu, del alma, de su cuerpo cansado y lastimado, del estrés y la tensión
de una vida cotidiana como lo que representa vivir en la ciudad del México actual.

Es imposible no profundizar en lo complejo de la mente humana, no podemos ser

demasiado mecanicistas y trabajar sistemáticamente el abordaje clínico cuando las
personas entran en contacto con las emociones que han sido reprimidas, desde
niveles socio-culturales incluso avergonzándonos de nuestra propia identidad
indígena, de no sentirnos arraigados a nuestras raíces y el gran legado cultural.
Me he dado cuenta que en el inconsciente colectivo de nuestra gran nación que se
manifiesta en el consultorio la gente entra en emociones encontrando un sentido de
la vida, emociones indescriptibles que se reconocen como pulsiones energéticas
trascendentales que traspasan el sentido racional de la persona y que les lleva a
motivarse por una elaboración de una plan de vida que los lleva a desarrollar
incluso su potencial de habilidades que estaban muy escondidas.

Entonces ¿Cuál es la función del manejo de los conocimientos tradicionales y

clínicos? Allí está el arte de saber escuchar además de la narrativa del paciente,
tener una conocimiento de lo que el cuerpo nos dice, y eso no se cura sólo en unas
cuantas sesiones, se requiere de un compromiso por parte del psicoterapeuta, pero
sobre todo del paciente, cuando realmente sabe que es necesario profundizar en un
análisis basado en el diagnóstico tanto tradicional como clínico. La finalidad y
la función del sentido de la vida son por el bien al servicio de la salud, no
importando el método, sino de que encuentre una estabilidad física, mental y
espiritual ante las innumerables preguntas sin respuesta lógica o racional.

Conclusión
En la actualidad, existen psicoterapeutas que integran a su forma de trabajo
clínico diferentes técnicas de terapia. Además algunos han encontrado la forma de
entrelazarlo con la sabiduría de las antiguas tradiciones, vinculando el aspecto
psico-emocional del ser humano. Por eso es importante seguir enfatizando en la
necesidad de enfocar nuestra atención en los procesos psicosomáticos activos,
donde más allá de un trabajo meramente intelectualizado o de interpretación de las
reacciones del cuerpo, es reconocer la carencia del sujeto a nivel afectivo y
descifrar las funciones incluso de las mismas enfermedades, tanto biológicas, como
mentales.

De esta forma, algunos psicólogos y psicoterapeutas, sin dejar de ser clínicos,

tratamos de crear un nuevo puente con la medicina tradicional que manejan la
dualidad en el sujeto: biológica y mental, lo masculino y femenino, lo fuerte y lo
débil, la oscuridad y la luz de cada persona, etc. Aspectos complementarios
funcionalmente unidos; con un común denominador: la dimensión energética de todo
lo viviente en torno a la organización y carácter del sujeto (microcosmos) con la
del universo (macrocosmos). Sólo de esa forma podremos hacer que la luz de cada
ser humano se expanda y sea brillante en unión con el cosmos.

Ponencia de Helder Vera en el

II Encuentro Intercontinental de Etnomedicina y
Etnofarmacología Shamánica,
Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa. México,
Julio, 2007

hpsicosomatica@gmail.com

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