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BIOTECNOLOGÍA
Aula: A
Turno: Mañana.
INTRODUCCION
Pimentel, 2010
La Glucosa es un azúcar que es utilizado por los tejidos como forma de energía al
combinarlo con el oxígeno de la respiración. Cuando comemos el azúcar en la sangre se
eleva, lo que se consume desaparece de la sangre, para ello hay una hormona reguladora
que es la insulina producida por el páncreas (islotes pancreáticos). Esta hormona hace
que la glucosa de la sangre entre en los tejidos y sea utilizada en forma de glucógeno,
aminoácidos, y ácidos grasos. Cuando la glucosa en sangre está muy baja, en
condiciones normales por el ayuno, se secreta otra hormona llamada glucagón que hace
lo contrario y mantiene los niveles de glucosa en sangre.
El tejido más sensible a los cambios de la glucemia es el cerebro, en concentraciones
muy bajas o muy altas aparecen síntomas de confusión mental e inconsciencia.
La glucosa es la principal fuente de energía para el metabolismo celular. Se obtiene
fundamentalmente a través de la alimentación, y se almacena principalmente en el
hígado, el cual tiene un papel primordial en el mantenimiento de los niveles de glucosa en
sangre (glucemia).
Hoy se sabe que la obtención del pan y la cerveza fueron resultado del proceso de
fermentación alcohólica, uno de los procesos enzimáticos más antiguos.
Y que la producción del queso a partir de la leche, también se debe a un proceso
enzimático. Antes del siglo XIX, se creía que estos fenómenos y otros similares eran
reacciones espontáneas. No se conocía de la existencia y función de las enzimas. Hasta
que en 1857 el químico francés Louis Pasteur comprobó que la fermentación sólo ocurre
en presencia de células vivas. Más tarde, en 1897,el químico alemán Eduard Buchner
descubrió que un extracto de levadura, libre de células, puede producir fermentación
alcohólica. Este descubrimiento demostró que las levaduras producen enzimas y éstas
llevan a cabo la fermentación. A partir del descubrimiento de Buchner, los científicos
asumieron que, las fermentaciones y las reacciones vitales eran producidas por enzimas.
Sin embargo, todos los intentos de aislar e identificar su naturaleza química fracasaron.
Las enzimas son una clase especial de proteínas que aceleran la velocidad de las
reacciones químicas que ocurren en una célula. Por esto se las conoce como
“catalizadores biológicos”. Las enzimas ayudan en procesos esenciales tales como la
digestión de los alimentos, el metabolismo, la coagulación de la sangre y la contracción
muscular. El modo de acción es específico ya que cada tipo de enzima actúa sobre un
tipo particular de reacción y sobre un sustrato específico.
Para realizar su función, una enzima reconoce una molécula específica, llamada sustrato.
Cada enzima une a su sustrato específico en el sitio activo y provoca en él un cambio
químico, por el cual se obtiene un producto. El cambio implica la formación o rotura de un
enlace covalente. La enzima que participa en la reacción no sufre modificaciones, y puede
volver a actuar sobre otro sustrato del mismo tipo. En ausencia de las enzimas, las
reacciones bioquímicas serían extremadamente lentas y la vida no sería posible. Las
enzimas pueden aumentar la velocidad de las reacciones en un millón de veces.
Enzimas isomerasa
En estas reacciones, las enzimas actúan sobre unas moléculas denominadas sustratos,
las cuales se convierten en moléculas diferentes denominadas productos. Casi todos los
procesos en las células necesitan enzimas para que ocurran a unas tasas significativas. A
las reacciones mediadas por enzimas se las denomina reacciones enzimáticas.
Las enzimas más utilizadas son la amilasa, la glucoamilasa, la glucosa isomerasa y varias
proteasas. Solamente se emplean unas 20 enzimas en cantidades apreciables. De ellas,
algunas tienen el suficiente interés industrial como para ser comercializadas en los
mercados de materias primas.
Enzimas y biotecnología
Entre ellas:
Utilización
Se trata de una patata a la que se la ha incorporado genes procedentes de bacterias que
producen enzimas (alfa amilasa) que descomponen la fécula de la patata en glucosa, y
una segunda enzima (glucosa isomerasa) que transforma la glucosa en fructosa. Estas
enzimas solo trabajan a altas temperaturas. El resultado es una patata que
aparentemente es normal, pero que en cuanto se calienta a unos 65º se transforma en
una pequeña fábrica química transformando la fécula en fructosa, un edulcorante que se
utiliza en
muchos productos alimentarios, incluyendo aquellos que son especiales para diabéticos,
que no toleran el azúcar normal (sacarosa).
Clasificación de enzimas
El nombre de una enzima suele derivarse del sustrato o de la reacción química que
cataliza, con la palabra terminada en -asa. Por ejemplo, lactasa proviene de su sustrato
lactosa; alcohol deshidrogenasa proviene de la reacción que cataliza que consiste en
"deshidrogenar" el alcohol.
De este modo, cada enzima queda registrada por una secuencia de cuatro números
precedidos por las letras "EC". El primer número clasifica a la enzima en base a su
mecanismo de acción. A continuación se indican las seis grandes clases de enzimas
existentes en la actualidad:
La glucosa isomerasa es una enzima, presente en gran parte de los seres vivos
cataliza la reacción reversible de glucosa a fructosa. En el citoplasma, forma parte
de las rutas metabólicas de la glucólisis y la gluconeogénesis, y en la matriz
extracelular funciona como factor neurotrófico para cierto tipo de neuronas.
Isomerasas
Son las enzimas que catalizan diversos tipos de isomerización, sea óptica,
geométrica, funcional, de posición, etc.