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Facultad de Economía
Monografía de Grado
Título
Hidroeléctrica de Urrá: Historia y Conflicto Social
Asesor
Juan Camilo Cárdenas
0. Introducción ………………………………………………………. 3
3. Metodología ………………………………………………………... 14
4. Resultados …………………………………………………………. 16
5. Conclusiones ………………………………………………………. 25
7. Bibliografía ………………………………………………………... 28
8. Anexos ……………………………………………………………… 29
2
Hidroeléctrica de Urrá: Historia y Conflicto Social
0. Introducción
Esta determinación tuvo dos efectos importantes. El primero fue negar la posibilidad de
realizar estudios para una futura petición de una licencia ambiental (esto se hizo en el
marco de la constitución de 1991 que prohíbe la construcción de este tipo de proyectos en
cualquier área del territorio nacional declarada como Parque Nacional; el Nudo del
Paramillo fue declarado Parque en 1977). El segundo efecto fue el de sentenciar a pena
de muerte al proyecto hidroeléctrico Urrá I cuya construcción finalizó en el año 1998.
Urrá I se había planteado como un proyecto que tendría una vida útil de 20 años con
posibilidad de 10 años más si se aplicaban algunos planes de ampliación. La
prolongación de esta vida útil estaba atada a la necesidad de construir Urrá II, cuya
negativa estuvo dada desde antes de empezarse a construir Urrá I en el año 93.
El proyecto Hidroeléctrico Urrá I fue construido, con una licencia ambiental otorgada por
el Ministerio del Medio Ambiente (el entonces INDERENA) en terrenos del Parque
Natural Nudo del Paramillo, sin cumplir los requerimientos de consulta previa con las
comunidades indígenas, sin preveer los nefastos efectos ambientales que tuvo y sin
ejecutar planes de mitigación de impactos previos a su entrada en funcionamiento. Esto
convirtió a Urrá I en uno de los mega proyectos (junto con el proyecto petrolero de la
Occidental Petrolium por su conflicto con los U’wa) más controversiales durante la
década del 90.
Este documento pretende dar algunas respuestas del por qué se autorizó la ejecución del
proyecto hidroeléctrico Urrá I, y las consecuencia sociales, ambientales y financieras que
3
esto tuvo para la nación. El trabajo pretende poner en contraposición aquellos aspectos
que se consideraron como necesarios y trascendentales para la ejecución del proyecto, y
aquellos que fueron el contrapeso a su construcción.
1
- Conpes (2008). Por Cual se Establece la Destinación de Utilidades de las Empresas Industriales y Comerciales
Societarias del Estado y las Sociedades de Economía Mixta, con base en los Estados Financieros a 31 de
Diciembre 2007. Bogotá: DNP.
- Corte Constitucional (1998). Setencia, T-652. Colombia: Corte Constitucional.
- SUPERINTENDENCIA DELEGADA PARA ENERGÍA Y GAS DIRECCIÓN TÉCNICA DE
GESTIÓN DE (Bogotá). Informe Evaluación Gestión Urra S:A E.S.P.
- Molano, Alfredo (2008). Viaje al Corazóndel Alto Sinú. El Espectador. from
http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articuloimpreso100701-viaje-al-corazon-del-alto-sinu
- Rudqvist, Anders (1983). La Organización Campesina y la Izquierda ANUC en Colombia 1970 – 1980. Informes
de Investigación No. 1, Departamento de Sociología.,
- Sabas Pretelt de la Vega, Cesar Augusto Cordoba, Diana Marcela Zapata, Verta Quintero Medina,Alfredo Mola
Berrio, Volmar Perez Ortiz, Wilson Domicó y Abel Domicó. (2005). Acta de acuerdos entre el Gobierno Nacional y
la asamblea permanente de los Cabildos Mayores del Río Sinú y Verde del Pueblo Embera Katio del Alto Sinú,
Abril 8 de 2005.
4
La planificación de la construcción del proyecto hidroeléctrico de Urrá se inició en el año
de 1980 a manos de la empresa ISA S.A, cómo uno de los proyectos necesarios para la
expansión eléctrica del país. Este tomó mayor fuerza cuando a principio de los años 90 el
país vivió la crisis eléctrica más dramática de su historia.
Lo que no se tuvo en cuenta para ese momento fue que las tierras secadas y asignadas a
propietarios particulares, eran las que evitaban grandes inundaciones durante las épocas
de lluvias. Esto provocó que las crecientes tanto del río San Jorge y Sinú, empezaran a
causar prejuicios económicos para los propietarios de la tierra (por pérdida de ganado y
de cultivos). Fueron estas inundaciones las que hicieron pensar en la necesidad de una
represa con la que se pudiera hacer control de inundaciones y que evitara que los ríos
2
Esta es una asociación que nació a nivel nacional, pero fue en este contexto que tuvo importancia en
Córdoba y Antioquia.
5
recobraran su cause natural.
El INCORA, mediante las resoluciones No. 27 (Febrero 20, 1989), No. 142 (Diciembre 18,
1992) y No. 167 (Diciembre 14, 1992), declaró el territorio a inundar en el Nudo del
Paramillo como de utilidad pública y de interés social; este fue el primer paso para la
construcción del proyecto hidroeléctrico de Urrá I. La responsabilidad de la construcción de
la primera fase del embalse quedó a cargo de la Corporación eléctrica de la Costa Atlántica
(CORELCA), a través de la creación de la Empresa Multipropósito Urrá S.A en 1992.
Aunque la primera licencia fue aprobada, la construcción del proyecto contaba con una
crisis de financiación importante, lo que le había impedido empezar la construcción de la
obra. Fue precisamente en este año (1993) cuando se le permitió a la empresa aumentar su
capital suscrito de 5 mil a 26 mil millones de pesos, posibilitándole adquirir un préstamo por
$85.000 millones de pesos. De estos $85.000, $60.000 proveían de financiación externa
(Export Development Corporation –Canadá-, y la banca multilateral escandinava), y el resto
de un pool de bancos nacionales.
El presupuesto que argüían los accionistas del proyecto necesitaban para su construcción
6
total era de 300 millones de dólares, que se pretendían conseguir con financiación
internacional. En este mismo año, el gobierno colombiano gestionó ante el BID y el BM un
préstamo por 600 millones de dólares (mediante el ministro de hacienda Rudolf Hommes),
para el financiamiento de diferentes proyectos hidroeléctricos (Porce I, Calima III, Urrá I y
Riachón).
Entre 1994 y 1996, la Empresa Multipropósito Urrá S.A. firmo un número importante de
acuerdos con las comunidades indígenas para cumplir con el proceso de consulta previa,
además de suscribir un plan de Etnodesarrollo y de mitigación de impactos; este plan debía
ejecutarse entre 1994 y el año 2000. En estos primeros planes y acuerdos, se estimó que el
territorio Embera-Katío a ser inundado sería de 43 hectáreas. Esta estimación fue
controvertida debido a que la comunidad insistía en que existía una subestimación
considerable, y que estas mediciones debían re-elaboradas.
Con la primera desviación del río Sinú en 1996, los pescadores de las riberas del Sinú y las
comunidades aborígenes de la zona empezaron a sentir los efectos. El bocachico, su
principal medio de substancia y alimentación empezó a tener una disminución significativa
(en frecuencia y tamaño). Los pescadores de la zona reportaban cada vez una menor
cantidad de ingresos y la comunidad Embera-Katío empezó a presentar problemas de
desnutrición. Los pescadores reportaron en 1997 una caída de 26 mil peces en el año
(pasaron de pescar 36 mil por familia a unos 10 mil peces en el año). El bocachicó, que
antes provenía del río Sinú, tuvo que ser traído ahora desde Quibdó, que se encontraba a 30
horas de viaje por tierra.
La situación de seguridad para las comunidades indígenas entre 1996 y 1997 no fue nada
alentadora. Se reportaron 120 asesinatos de líderes indígenas en el país, de los cuales 7
pertenecían a la etnia Embera-Katio. Aunque los motivos de estos asesinatos nunca se
esclarecieron, se presume que los casos de los líderes Embera tienen relación con las
protestas contra el mega proyecto de Urrá.
El 11 de noviembre de 1997, tras los incumplimientos por parte de la empresa Urrá S.A
con la ejecución de los planes de desarrollo acordados, el Ministerio del Medioambiente
negó licencia ambiental que permitía llenar el embalse. Aún con esta primera negativa,
las obras de construcción continuaron hasta completarse en 1998.
7
Con el incumplimiento reiterativo por parte de los dueños de la represa, y por incumplir
el proceso de consulta previa establecido en la constitución, el Cabildo Mayor de pueblo
Embera impuso una acción de tutela en contra del proyecto Urrá I. La Corte
Constitucional, a través de la sentencia T-652-98 del 10 de noviembre de 1998, a tres días
de la inauguración de la obra, suspendió el llenado del embalse hasta que se cumpliera el
requisito de consulta previa y se llegara a un acuerdo con la comunidad Embera. Además,
la Corte ordenó la creación de un fondo para el pago de la indemnización al pueblo
Embera por los daños ocasionados. Este pago, que debía realizarse a cada individuo, trajo
consecuencias trágicas para la comunidad en términos culturales y de cohesión como
comunidad.
8
pago de las indemnizaciones y entablar una protesta formal en contra de la construcción
de Urrá II. Esta segunda parte del proyecto tendría un costo de US$ 2000 millones e
inundaría 53.000 hectáreas de selva del parque natural Nudo del Paramillo.
El 8 de abril de ese año, encabezado por el Ministro del Interior Sabas Pretelt de la Vega,
el Gobierno Nacional firmó un acuerdo con los líderes Embera en el se acordó el
cumplimiento de los planes de Etnodesarrollo y se estipuló que Urrá II no se construiría.
Para este momento el gobierno colombiano ya era dueño mayoritario de la hidroeléctrica
de Urrá I a través del Ministerio de Hacienda (77% de las acciones), y del Ministerio de
Minas y Energía (22% de las Acciones).
A pesar de estos acuerdos y tras las graves inundaciones que provocó el desbordamiento
del río Sinú en julio de 2007, el gobierno colombiano anunció en septiembre de ese
mismo año que el proyecto hidroeléctrico Urrá II se construiría. La producción de energía
no constituía el motivo principal de esa decisión ya que con la entrada en funcionamiento
de las centrales de Fonce III, Pescadero, La Miel II, Besotes y Chimbo el excedente
eléctrico del país aumentaría al 27%.
2. Revisión Bibliográfica
9
cambios medio ambientales.
Para el año 2000, según la Comisión Mundial para Represas (World Commision of
Dams-WCD), la cantidad de represas construidas alrededor del mundo superaba los
45.000 proyectos, distribuidos en 150 países. Esta cifra, que para términos del mundo
desarrollado y para las condiciones consideradas necesarios para el desarrollo se muestra
cómo alentadora, no tiene la misma acogida entre quienes sufren las consecuencias
directas de estas mega-obras –los beneficios que se suponen deberían traer, no so tan
evidentes. El gran auge en de la construcción de hidroeléctricas ocurrió entre 1960 y
1989. Después de este periodo, se empezaron a analizar los efectos que estos proyectos
habían tenido en diferentes partes del mundo, y su construcción empezó a disminuir
considerablemente.
Construcción de Hidroeléctricas en el Tiempo Distribución de Hidroeléctricas en el Mundo
Altinbilek (2002), en su trabajo sobre el rol de las represas para el desarrollo, identifica
cinco efectos negativos concernientes a costos sociales, ambientales y económicos
relacionados a la construcción de hidroeléctricas: 1) las represas causan pérdida de agua
debido a la gran evaporación que se produce en los embalses 2) los beneficios
económicos de la construcción siempre se miran a nivel regional o nacional, pero pocas
veces se consideran con anterioridad los impactos sobre las poblaciones ribereñas 3) los
efectos sobre la vida común de las personas debido a las bajas corrientes de los ríos y
perdida de actividad pesquera; reducción considerable en la cantidad de agua; reducción
en la fertilidad de suelos cultivables para la agricultura y bosques debido a la pérdida de
10
fertilizantes naturales 4) las represas pueden prevenir inundaciones normales, pero son
incapaces de contener inundaciones excepcionales. Esto causa que la población ocupe
áreas que antes eran inundables debido a la creencia del control de inundaciones, pero en
caso de una excepcional los efectos son desastrosos, y 5) no es claro que considerar la
producción de energía a través de hidroeléctricas sea limpia debido a la destrucción
masiva de ecosistemas y de impactos sociales.
En un trabajo reciente sobre las hidroeléctricas en Irán, el autor local Fatemeh Zafarnejad
(2009), describe cómo estas grandes represas ayudaron a acelerar el proceso de
desertificación del país Islámico, lo que ha producido un déficit de agua en la última
década para la población Iraní. Zafarnejad también expone que los beneficios generados
por la construcción de las represas, están muy lejos de cubrir los costos. Además,
Mannouchehri & Mahmoondian (2002) añaden que en un alto porcentaje de represas, los
niveles de sedimentación han superado ampliamente los esperados, provocando una
disminución importante en la actividad agrícola del país, produciendo a su vez
desplazamientos masivos –no planificado- hacia las ciudades.
En un estudio sobre India, Narayan Vyas (2001) añade que el gigante asiático, además de
haber tenido una severa caída en la disponibilidad de agua pér-cápita durante los últimos
11
50 años, la concentración de agua disponible en zonas específicas ha provocado un
traslado masivo de personas a estas localidades, provocando disparidades
socioeconómicas indeseadas en las comunidades migrantes (negación de el derecho a la
salud, desarrollo, comida, educación, trabajo y a una vida digna).
12
problemas severos de desnutrición como de una alta probabilidad de contagio y
proliferación de enfermedades. Estos dos factores, al menos en el caso del Río Senegal
(Degeorges & Reilly, 2006), provocaron una epidemia de malaria y schistosomiasis (por
la proliferación de mosquitos) que afectó al 80% de la población. Sumado a la epidemia,
lo impropio de los planes de mitigación en cuanto a las pesquerías, provocó desnutrición
generalizada. Particularmente, en el caso del Río Senegal, la ejecución de planes
posteriores a la construcción de la represa, produjo que los peces se concentraran en
lugares específicos en épocas de sequía, facilitando la pesca pero a su vez la disminución
dramática en el número de peces disponibles para temporadas posteriores (se pescaban
hasta los peces en etapas tempranas de desarrollo).
Esta disputa entre peses y pescadores genera incrementos en la curva de costos totales de
la pesca sostenible en el largo plazo, contrae la curva de la disponibilidad sostenible del
recurso, provocando una caída en el total de ingresos posibles para el grupo de
pescadores. La disputa por el recurso –que es de uso común-, se incrementa, generando
cada vez mayor presión sobre el mismo, poniendo en peligro su sostenibilidad en el argo
plazo (Maldonado, 2008).
13
culturales provocados por grandes desplazamientos, pérdida de actividad económica y el
desarraigo a la tierra.
Vale la pena resaltar que no hay trabajos académicos relevantes al tema de la violencia
generada o provocada por la construcción de hidroeléctricas. Aunque para el caso
colombiano puede relacionarse la violencia que rodea a los grandes mega proyectos con
los grupos armados ilegales, la violencia y el desplazamiento también está relacionado
con la disputa de la tierra y la usurpación de la propiedad (Ibáñez; 2008). Las
hidroeléctricas generan nuevas distribuciones de la tierra ya sea por áreas a inundar o por
las zonas que quedan habilitadas para ocupación por la desviación de los ríos. Esto
provoca enfrentamientos que pueden desembocar en hechos violentos sin necesidad que
sean armados.
3. Metodología
Para este análisis se utilizaron los artículos disponibles en el periódico El Tiempo que
fueran relevantes para el tema. Él número total de artículos analizados fue de 550
distribuidos entre los años 1991 y el mes de junio del año 2009. Aunque existen noticias
anteriores y posteriores relevantes al tema, este periodo da cuenta de los momentos
cruciales del planteamiento y ejecución del proyecto. Momentos anteriores a 1991 sólo
mencionan a Urrá como una posibilidad, pero no como algo concreto.
Gráfico 1
Artículos El Tiempo
14
El gran número de artículos entre 1991 y año 2000 corresponden al periodo de
construcción del proyecto. Los tres picos de datos en este periodo responden a los
momentos en que se discuten la financiación, la eficiencia y los efectos que tendría la
inversión que se estaba realizando. La discusión disminuye en el momento en que el
proyecto está construido y este entra en funcionamiento. El último repunte a partir del
año 2006 se da cuando vuelve la discusión sobre la construcción de Urrá II y la
resolución ya mencionada.
Para el análisis de estos datos se utilizó el software de análisis cualitativo Atlas ti. Con
este se realizó una separación en categorías consideradas como relevantes para el análisis
económico (costos-beneficio) del proyecto. Esto permite mostrar los resultados en
términos de eficiencia y equidad a nivel social. Aunque no se planteo una función de
bienestar (en términos matemáticos) para determinar lo eficiente y lo equitativo del
proyecto, se hizo una distinción entre aquellos aspectos que mostraban al proyecto
hidroeléctrico cómo de necesidad básica para la generación de energía, y lo referente a
los requerimientos ambientales y de las comunidades afectadas por Urrá I.
Por último se crearon tablas de frecuencia de términos específicos para visualizar los ejes
temáticos de la discusión por periodos. Esto facilita el análisis y previene caer en una
construcción histórica de los hechos periodísticos o noticiosos, dando un mayor espacio
para la evaluación económica y social del proyecto.
15
colombiano esperaba que el 60% de la financiación proviniese del BID, el 6% de la banca
privada, y el restante de recursos propios de la nación 3. Esto respondía a la confianza que
había brindado a proyectos previos el BID y del BM durante la década de los años 80. A
pesar de esto, el BID negó el préstamo al gobierno colombiano por la mala presentación
del proyecto, y por priorizar en esos documentos el aspecto eléctrico sobre lo social y lo
ambiental4\5. Habiendo sido el BM el gran arbitro en la construcción de hidroeléctricas a
lo largo y ancho del mundo, el gobierno nacional, pese a la negativa de la entidad, decide
financiar la represa de Urrá I por otros medios.
Los contratos con los bancos privados que financiarían Urrá hasta ese momento, tenían
una cláusula que ataba su préstamo al visto bueno del BM y del BID. En un acuerdo
mutuo con el gobierno, se rompen estas cláusulas y la banca priva pasa a financiar el 60%
del costo total de la hidroeléctrica6. El aspecto financiero, cómo lo había afirmado el BM
y un documento Compes7, se mostró como viable, así que la financiación no se convirtió
en un obstáculo impasable para la represa pese a la grave crisis fiscal que enfrentaba el
país a principios de los años 90 .
No se puede afirmar que sólo por los beneficios en términos financieros proyectados por
Urrá I se iba a llevar a cabo el proyecto.
Gráfico 2
Frecuencia de Temas
3
El Tiempo. “Paran Nuevos Proyectos En El Sector Eléctrico”. Octubre 22 de 1991.
4
El Tiempo “Luego de 50 años, una luz para Urrá”. Octubre 2 de 1992.
5
El Tiempo “Renegociarán Reglas de Urrá” Octubre 5 de 1992.
6
Ibíd. El Tiempo.
7
Op. Cit. Octubre 22 de 1991
16
200
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1991
2006
2008
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2007
2009
AMBIENTE BENEFICIOS INDIGENA
Beneficios se refiere a la frecuencia con la que la generación de energía se
establecía como una prioridad. Ambiente se refiere al medio ambiente
como prioritario. Indígena se refiere a la sumatoria de las comunidades
indígenas y las campesinas afectadas.
Las presiones políticas, según El Tiempo, no sólo hacían parte de una campaña de
independencia energética. Según lo reporta el diario, el precio por kilovatio que se
pagaba en la zona caribe a principios de la década, podía en ocasiones duplicar al costo
por kilovatio en la región andina. Esto produjo presiones por parte de la ciudadanía que
exigía una baja en la prestación del servicio, y con Urrá se pensaba que esto podría
suceder. Lo cierto es que aunque la construcción de una hidroeléctrica es bastante
costosa, una vez que esta entra en funcionamiento el precio producción de energía se
abarata notablemente (lo había demostrado ya la entrada en funcionamiento de otros
proyectos).
8
El Tiempo. “La República del Caribe”. Enero 25 de 1992. “Crisis Energética: Proponen Un Juicio De
Responsabilidad” 25 de Marzo de 1992.
17
Tabla 1
Principales Proyectos Eléctricos
Hidroeléctrica Producción de Zona Costo Departamento Financiamiento
energía (En Inundada Financiero (en BID
MW) (En Millones)
Hectáreas)
Chivor 1000 máx. 13.000 US $800 Boyacá Si
Jaguas 170 máx. - US $57 Antioquia Si
La Miel I 402 máx. 1220 US $240 Caldas Si
Urra I 340 máx. 7400 US $780 Córdoba No
Porce II 392 máx. 4000 US $523 Antioquia No9
Betania 500 máx. 7400 US $390 Huila Si
Construcción del Autor: Fuentes Dispersas.
Urrá contaba con un argumento contundente que mostraba necesaria su construcción. Las
estimaciones dadas por el gobierno diagnosticaban problemas energéticos severos para
los años 1998 y 1999. Según los artículos publicados hasta entrado el año 1996, el país
sufriría un apagón peor que el de principios de los 90 sino se ejecutaban los proyectos
hidroeléctricos que estaban pendientes (Porce II, La Miel I, además de Urrá I) 10. Esto
llevó a una insistencia permanente por parte de varios sectores de la sociedad colombiana
a exigir los recursos para financiar estos proyectos.
Gráfico 3
Frecuencia de Argumentos a Favor
9
Este fue financiado por en su totalidad por las Empresas Públicas de Medellín. Además este proyecto se
desarrolló paralelo a la construcción de Urrá.
10
El Tiempo. “Hay Luz de Milagro”. 20 de Noviembre de 1995.
18
ninguno de los proyectos hidroeléctricos mencionados, no se generó una crisis eléctrica
como se anticipaba11. Es más, con las ampliaciones que se le venían haciendo a las demás
hidroeléctricas y con la finalización de la red de interconexión electrica con Venezuela
para el año 2000, se pasó de realizar compras de emergencia a ser proveedor neto. Para el
ese año, en el país se estaba generando un 35% más energía de la que se consumía.
11
Los apagones que se dieron entrando al siglo XX ocurrieron gracias a la combinación de dos fenómenos:
la voladura de torres eléctricas por parte del ELN, y la prolongación del fenómeno del niño en el año 2000.
19
cambio de actitud agresiva hacia el medio ambiente hacia Urrá I tiene que ver, en parte,
con la nueva conciencia ambiental que se empezaba a plantear en el planeta. Además,
vale recordar, que 1994 fue un año electoral en Colombia y los argumentos ambientales
salieron debido a los debates que se seguían manteniendo acerca de las hidroeléctricas.
Aunque muchos de los argumentos en contra de Urrá I acerca de los efectos ambientales
que este provocaría fueron desmeritados en su momento, los impactos años después
mostraron ser mucho peores.
Inundar 7.400 hectáreas del parque natural Nudo del Paramillo provocó efectivamente
efectos desastrosos. De estos efectos, 4 de ellos fueron identificados con anterioridad
como fundamentales para evitar grandes estragos ambientales y sociales; ninguno de
ellos tuvo respuestas oportunas por parte de los dueños de Urrá I.
El primero de ellos tiene que ver con que no se había hecho un inventario siquiera
preliminar de la flora y fauna de la zona12 13. Esto tiene relevancia porque al no saber que
iba a quedar bajo el agua, no se podían hacer cálculos que permitieran cuantificar y
cualificar el tipo de pérdida. Lo único que se supo con certeza con anterioridad era que se
inundarían dos ecosistemas que funcionaban muy diferente, lo que iba a dificultar el
tratamiento del agua debido al tipo de descomposición que se daría. Además, al ser Urrá
una represa que necesitaba crear una caída artificial de agua para poder generar la
energía, tendría efectos no calculados en la fauna y flora por donde el río tendría que
abrirse paso. Por este motivo el Inderena (Instituto de Desarrollo de los Recursos
Naturales Renovables) desaprobó en primera instancia la inversión del gobierno en Urrá
I14 (Rodríguez; 1994).
12
El Tiempo. “Colombia, Gran Manantial”. 20 de septiembre de 1993.
13
El Tiempo. “La Casa Ecológica” 2 de agosto sde 1993.
14
Op. Cit. “Colombia, Gran Manantial”
20
sedimento15. Esto tiene como resultado los efectos dos y tres: 2) daño sobre la tierra apta
para cultivo cuando estas se inunda. Esto se debe a que el agua, que ya no tiene nutrientes
empieza a dejar una capa muerta obre la tierra que la hace más difícil de cultivar 3)
genera un estancamiento mayor de agua, lo que ayuda a la proliferación de enfermedades.
Por último, la disponibilidad y diversidad de la fauna Íctica tuvieron un descenso más allá
de lo previsto. Según varios artículos publicados a entre 1995 y 1996, en los planes de la
represa no se tuvieron en cuenta a los peces desde que se realizó la primera desviación.
Por esto, se reportó una muerte masiva de bocachicos que al subir a desovar, quedaron
atrapados en los tubos de desvío y murieron16. En su momento, la forma de mitigación
por parte de la empresa fue contratar a un grupo de pescadores para que realizaran el
traslado manual de peces hasta el lugar de desove para después, de la misma manera,
devolverlos al cause del río1718. A esto se le llamó “Un Ecocidio Anunciado”19.
Aunque en el reporte del plan de seguimiento estuario del río Sinú publicado por Urrá
S.A. en el año 2008, se reporta un crecimiento de la disponibilidad de peces en el río, lo
que se nota es un cambio de la fauna íctica, y a su vez una disminución considerable en el
tamaño de las especies nativas entre 2001 y 2007 (años en que se le hizo el seguimiento)
(Andréis; 2008).
Volviendo al gráfico 2, vale la pena resaltar una última tendencia bastante interesante. A
partir del año 1997 el tema campesino e indígena tiene un salto bastante importante (hay
que recordar que esa época coincide al momento previo a la entrada en funcionamiento
de la hidroeléctrica. Este debía ser a mediados o finales del año 1998). El debate se torna
ahora alrededor de los indígenas y campesinos., y es recurrente durante 4 años. Este
punto además es clave porque visibiliza un problema que posteriormente se agravó, y el
cual pudo haber sido causante –y suficiente- para detener el proyecto.
Gráfico 4
15
El Tiempo. “El Medio Ambiente de 1994 Resumido”. 2 de enero de 1995.
16
El Tiempo. “Miles de Peces Atrapados en Urrá”. 1 de febrero 1995.
17
El Tiempo. “Trasladaron a 25.000 peces en Urrá”. 5 de febrero de 1995.
18
El Tiempo. “Traslado de Peces atrapados en Urrá”. 2 de febrero de 1995.
19
El Tiempo. “El de Urrá, Un Ecocidio Anunciado”. 7 de Febrero de 1995.
21
Frecuencia Indígena, Ambiente y Constitucional
La situación completa se incia con el incumplimiento por parte de los dueños de Urrá con
elementos básicos establecidos en la constitución colombiana como requisito para la
ejecución de un mega proyecto: la consulta previa y la reubicación propicia de las
comunidades afectadas. Para empesar, el calculo realizado por la empresa daba que el
total de población a reubicar sería de 16.000 personas:10425 colonos, 5462 campesinos, y
113 indígenas21. Posteriormente se constataría que esta cifra, al menos en lo que
corresponde a comunidades indígenas, estaba muy por debajo de el número de personas
que debían ser reubicadas (después se empezó a habalar de 1300 a 2000 indígenas22).
20
Actualmente, en el departamento de antropología de la Universidad de los Andes, se están llevando
acabo investigaciones que pretenden rescatar los sistemas tradicionales de producción y culturales que
existen alrededor de la denominada cultura del bocachico. Esto nace a raíz de la casi extinción de la
especie, y la necesidad de rescatar de alguna manera estas tradiciones.
21
El Tiempo. “Luego de 50 años, una luz para Urrá”. 3 de Octubre de 1992.
22
El Tiempo. “Oficina de Min Gobierno pide suspender Urrá I”. 4 de marzo de 1995.
22
centró en que las costrucciones no estaban terminadas, no contaban con los sistemas de
saneamiento básico, y que se había realizado una reubicación no planificada, ya que las
personas no solo perdieron sus circulos de relación social, sino que se les dejó a la deriba
sin una actividad económica que realizar.
Lo primero que ocurrió con esto fue el cambio drástico que sufrieron las comunidades
que antes vivian en las riberas del Sinú, y se les reubicó bastante lejos. Segundo, al ser en
su mayoría comunidades de pescadores, generan un traslado de la actividad pesquera.
Este movimiento creo una mayor presión por el recurso, procipiando una pesca
indiscriminada que aceleró aún más el proceso de disminución del mismo. Actualmente,
el bocachico que se consigue en las plazas de mercado en los diferentes municipios de
Córdoba proviene de Argentina, y el poco bocachico colombiano que se consigue no
sobrepasa los 8 centímetros de largo23.
Esta situación no es un caso particualr para el río Sinú, ya que la mayoría de ríos
intervenidos en Colombia han reduciso su número de peces, provocando una crisis
generalizada del sector pesquero artesanal en el país. Para el año 2008, el periodico El
Tiempo dedicó una serie de artículos on relación a este tema. En ellos se denunciaba que
el país tuvo que empezar a importar pescado vietnamita y de algunos países del
continente americano24 25 26.
El tema indígena es un poco más complejo debido al papel que jugó la Corte
Constitucional. Esta relación estuvo relacionada en dos momentos: 1999 y 2009. En el
primero de los casos fue por una acción de Tutela puesta en contra de los dueños de Urrá
I. La segunda por su ingerencia en la negativa de la licencia ambiental para Urrá II.
23
comunidades indígenas. Sin embargo, 9 meses después la misma Corte falló a favor de
los indígenas pero permitió el llenado de la represa. Para ese momento el Cabildo Mayor
Embera continuaba en su lucha por establecer acuerdos en una consulta previa, pero aún
así la Corte y el ministerio del Medio ambiente permitieron el llenado.
Digo que la Corte falló a favor de los Embera porque dictaminó que a cada indígena
afectado por el proyecto hidroeléctrico Urrá I debía recibir una indemnización, no mayor
a los $50.000 pesos colombianos mensuales, durante un periodo de 20 años27. A pesar de
la petición por parte del Cabildo Mayor Embera de no otorgar esta indemnización de
manera individual debido al posible requebrajamiento de la población, el fallo no se
modificó. Aún así, sólo hasta el 2001, y por presiones del mismo Cabildo indígena, la
empresa inició a pagar lo dictaminado por la Corte Constitucional.
Es dificil comprender que motivó el fallo de la Corte Constitucional “en contra” del
proceso de concertación con las comunidades, peroque permitió el llenado de un embalse
que hasta el momento no había hecho nada de lo que se suponía tendría que hacer en
términos ambientales y sociales.
4.2.3. Inundaciones
La evidencia demostró que Urrá I nunca tuvo control sobre las inundaciones en el
departamento de Córdoba. Aunque si sirvió para regular el agua para los riegos agrícolas,
ante una temporada muy fuerte de lluvias, las inundaciones se hacían peores porque el
agua sobrepasaba los niveles de almacenamiento de la represa28. Esta situación era cada
vez peor debido a que los planes de mitigación de impactos nunca se realizaron.
Cuando se desvió el río, muchos de los terrenos que quedaron bajo la represa se secaron y
fueron ocupados y apropiados sin un control adecuado. Cuando las temporadas de lluvia
arreciaban, el río intentaba recuperar su antiguo cause, provocando mayores
inundaciones en zonas que ahora estaban habitadas por seres humanos.
4.2.4. Violencia
27
Esto está documentado tanto en el fallo de la corte ciado previamente, como en la mayoría de artículos
relacionados entre noviembre de 1998 y enero de 1999.
28
El Tiempo. “Ya son 443.692 las personas afectadas en todo el país por el invierno, según la Cruz Roja”.
27 de junio de 2007.
24
La denuncia de asesinato por parte de la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) contra
líderes indígenas pertenecientes a la etnia Embera Katio se convirtió en una constante
desde que este grupo visibilizó su problemática. La información disponible acerca de este
tema es superficial y testimonial, lo que complica un análisis relevante para el proceso de
construcción del proyecto y la directa relación de estos asesinatos por considerarse un
obstáculo para Urrá.
29
El Tiempo. “$18 mil millones para inversión social en Urrá”. 17 de febrero de 1997.
30
El Tiempo. “Decepciones Ambientales que esperamos en el 2009”. 2 de Enero de 2009
25
desaparecer unos 20 años más tarde.
Esto se pudo haber evitado, sobre todo en el año 1997, cuando ya se tenían los cálculos
de cuanta energía se iba a producir para el año 2000 con la construcción de otros
proyectos y con la expansión de los ya existentes. Pero para ese mismo 1997 ya se habían
invertido US$ 400 millones en la construcción de Urrá I, y echarlo para atrás ante una
suma como esta no es políticamente viable. Ningún gobierno de turno habría asumido
una responsabilidad tal de botar US$ 400 millones a la basura así la culminación del
mismo terminara siendo tan costosa como Urrá I. Además, como ya se mencionó antes, la
Corte Constitucional tuvo la potestad de parar el proyecto en 1999. Para ese momento la
inversión total en Urra I ascendía a los US $760 millones. Si el gobierno colombiano no
quiso asumir la responsabilidad sobre US $400 millones, es menos probable que la Corte
fuera a asumir la responsabilidad política sobre el proyecto ante una inversión ya mucho
mayor.
Cómo se diría coloquialmente, parece que la decisión de construir Urrá I se hubiera toma
en caliente por la situación general de generación eléctrica del país. Ya entrado en gastos,
con las diversas batallas ganadas por Urrá S.A, y con una suma de dinero tan grande
comprometida al final de la década de los 90, hacía impensable cancelar el proyecto. Lo
que resulta realmente inconcebible es el hecho que el gobierno colombiano a finales del
2007 trajera de vuelta la discusión del proyecto Urrá II Río Sinú, con la excusa del
control de inundaciones.
6. Consideraciones Finales
A raíz de esta investigación quedan muchos interrogantes alrededor del tema tanto de la
hidroeléctrica de Urrá I, como de otros proyecto similares ejecutados en el país. Sería
pertinente enfocar una segunda investigación a tratar de entender porque hasta el día de
hoy se sigue hablando del proyecto Río Sinú como necesario; esto para entender que tipo
de intereses siguen presentes en la construcción de estos proyectos.
26
país, debe investigarse si existen documentos que prueben que las zonas bajas de Urrá
son utilizadas actualmente para ese propósito (lo que podría explicar la iniciativa de Urrá
II).
Por último, es necesario recopilar toda la información disponible acerca de los eventos de
violencia que se generaron alrededor de Urrá I. Muchos de los líderes indígenas Embera
Katio y líderes campesinos fueron asesinados mientras ejercían labores de protesta en
contra de la construcción de Urrá I. Aunque las comunidades indígenas si han establecido
demandas, hoy en día no existe ninguna investigación que se esté llevando acabo para
esclarecer todos estos eventos (tampoco se ha tocado el tema a fondo en ninguna de las
audiencias de reparación en el proceso actual de Justicia y Paz) .
7. Bibliografía
27
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8. Anexos
Mapa 1
Distribución de Países Adheridos al Programa Mundial de las Naciones Unidas, No
Adheridos y en Diálogos
29
Tomado de UNEP 2009.
30