La Dra. María Gabriela López Iñiguez es abogada egresada de la Facultad
de Derecho de la UBA (especialidades: derecho penal y derecho privado) con posgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca –España- Egresada de los Vº Cursos de Posgrado en Derecho Penal y Criminología (1998). Desde el año 2003 se desempeña como Juez de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas. Es actualmente Profesora Adjunta Interina de la Facultad de Derecho de la UBA en la Cátedra a cargo del Dr. Julio Virgolini desde el año 2001 en la asignatura “Elementos de Derecho Penal y Procesal Penal” y autora de distintas publicaciones entre las que se incluye: “Teoría de la Imputación Objetiva en el Derecho Penal actual” (Ed. Fabián Di Plácido Ediciones); “El recurso de casación penal : vicios formales” en “Los recursos en el procedimiento penal” (Ed. Del Puerto, Dr. Julio Maier compilador).
1. ¿En qué teoría de la pena se podría encuadrar el ordenamiento de
nuestro país? Si bien la CN en su art. 18, y en las disposiciones referidas a los “infames traidores a la Patria” permite entrever que el modelo tenido en miras por el Constituyente adscribía a las teorías absolutas del castigo, la ley 24660 (art. 1), y las sucesivas reformas sufridas por el CP (entre ellas la instauración de la probation en el art. 76 bis CP), y la incorporación de los pactos internacionales a nuestro orden jurídico interno deja en claro que actualmente nuestro país adscribe preeminentemente al modelo de la prevención especial positiva.
2. ¿Considera que el poder judicial toma en consideración las intenciones
del legislador en cuanto a la pena a la hora de fallar? No siempre, ya que en ciertos casos es dable observar que se toman medidas jurisdiccionales que parecen reflejar el estado de la opinión pública, más que la letra de la ley, y en otros casos resulta de cierta evidencia que cuando se imponen ciertas penas excesivamente rigurosas se estaría atendiendo a un fin aleccionador más que a los que predica la ley positiva, en función de las demandas expresadas desde y/o por los medios masivos de comunicación.
3. "El objetivo de una buena política represiva no es sancionar sino
cabalmente lo contrario, no sancionar, porque con la simple amenaza se logra el cumplimiento efectivo de las órdenes y prohibiciones cuando el aparato represivo oficial es activo y honesto." Lufthansa Líneas Aéreas Alemanas c/ Dirección Nacional de Migraciones. ¿Qué opina acerca de ésta afirmación de la CSJN de Argentina del año 1999? Opino que coincido con lo que allí se expresa, que por otra parte es lo que enseña la más calificada doctrina.
4. ¿Podría aplicarse en los países latinoamericanos un derecho penal
mínimo? ¿Sería útil que los tribunales estén orientados hacia las víctimas (reparación en vez de retribución o prevención)? En todos los países, al menos de tradición continental europea, no puede sino que debe aplicarse un “derecho penal mínimo” por la simple razón de que el Derecho Penal es la “ultima ratio” de un orden jurídico, cuyo deber primario es obtener los fines de paz social a través de otras herramientas coercitivas menos violentas, y ello se logra acudiendo a las demás ramas del Derecho antes que a la represiva. En cuanto a una orientación de los tribunales “hacia las víctimas” no creo que ello sea posible por expreso mandato de la Constitución que exige que todo juez sea imparcial respecto de ambos contendientes del conflicto. Sin embargo, en determinados casos la reparación parece ser la opción más acertada, en lugar de la simple imposición de una pena.
5. ¿Considera que las teorías de prevención general pueden
complementarse o que sólo arrastran los males que ya cada una genera por separado (teoría de la unión de Roxin)? De hecho, en la práctica se complementan, aún cuando arrastren dichos males que, por cierto, son inevitables.
6. ¿Cuál es su opinión en torno a la mediación en materia penal?
Es una herramienta novedosa que se está instalando de a poco en algunos órdenes jurídicos procesales ( por ejemplo en la Ciudad Autónoma de Bs. As existe en el art. 204 del CPPCABA), con alguna discusión, respecto de la cual hay opiniones divididas, en torno a si es correcto que la instauren los ordenamientos procesales locales, o si es resorte exclusivo del Legislador Nacional, y por ende sólo podría estar regulada en el código penal. En la actualidad existe un interesante trabajo al respecto del profesor italiano Adolfo Ceretti, que viene dando excelentes resultados por lo que se ha difundido aquí, que es experiencia italiana en relación a la Mediación Penal con Jóvenes Infractores, que resulta muy recomendable para países como el nuestro, que intentan aproximarse a esta forma alternativa a la pena estatal, de tramitación o de “gestión” de los conflictos penales.
INTERPRETACIONES SOBRE “LA FINALIDAD” DE LAS MEDIDAS CAUTELARES AUTÓNOMAS EN EL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO: UNA CUESTIÓN PURAMENTE TERMINOLÓGICA O CON CONSECUENCIAS EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Y PROCESO JUDICIAL