Sie sind auf Seite 1von 1

Querido amigo:

Es para mí verdaderamente doloroso observar lo que nos está sucediendo como sociedad. Ver las
noticias, escuchar el radio, ingresar a YouTube® o facebook® cada vez se hace más difícil puesto que por
todos lados estamos siendo bombardeados de malas noticias que afectan directamente la integridad del
hombre. Y lo peor es que todo esto está sucediendo justo al mismo tiempo en que como país celebramos el
Bicentenario de Independencia; ¿irónico?, tal vez, desalentador más bien.
No es posible reclinarnos en nuestra silla y cruzarnos de brazos mientras la sociedad se desmorona
frente a nuestros ojos. Y la pregunta de los $64,000 siempre termina siendo: ¿qué puedo hacer yo al
respecto?, ¿tendré la posibilidad de contrarrestar esta ola de maldad que nos azota? La respuesta es: SÍ, si
así lo quiero. Querer es poder y el poder nos permite alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
Si bien es cierto que en nosotros está la posibilidad de detonar el cambio que México pide a gritos,
también es cierto que éste no va a llegar hoy por la tarde ni mañana en la mañana; no. El México que
soñamos llegará cuando desde hoy, cada uno de nosotros nos comprometamos a caminar día a día en amor,
integridad, pasión, fe, esperanza y dedicación, valores que hemos diluido en tanta corrupción,
deshonestidad e indiferencia.
México siempre se ha caracterizado por ser un país hermano que extiende su mano para ayudar a
quien más lo necesita; en desastres naturales de nuestros vecinos, siempre hemos tenido el suficiente amor
para responder como corresponde y con lo que podemos. Pero, ¿y nosotros? Frente a este tiempo de
necesidad, ¿por qué no respondemos con ese mismo amor? ¿Y nuestra(o) esposa(o)?, ¿y nuestros(as)
hijos(as)?, estén con nosotros o todavía no, ¿qué estamos haciendo para garantizarles un México decente?
El amor no se destruye ni se crea; siempre es y siempre será, fue el principio y será el final, por
‘siempremente’ infinito. Si no podemos desde hoy demostrarle amor a nuestra propia familia, jamás vamos a
lograr que México se transforme desde sus entrañas. Y ese amor se manifiesta completamente cuando le
garantizamos a nuestros seres queridos una vida digna de vivirse.
Como tal vez ya lo sepas, mi profesión me permite asesorarte para crear este puente entre lo que
hoy sueñas y lo que mañana podrá ser una realidad al garantizar los proyectos que tengas en mente, por lo
que me encantaría ponerme a tus órdenes personalmente. En breve me comunicaré contigo para platicar
con más profundidad al respecto.

Das könnte Ihnen auch gefallen