UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA PLANTEL 9 “PEDRO DE ALBA”

Gómez Guzmán Yutcil Karen

Ocaña Casañas María de los Ángeles Aurora

Ortiz Astudillo Ana Laura

Pinacho Velázquez Jazmín

GRUPO: 519

MATERIA: Historia de México II

ARTE BARROCO

PROFESOR: Fajardo González Ricardo Enrique

FECHA: Viernes 14 de enero de 2011

 ARTE BARROCO

INTRODUCCION

Hablar de arte barroco es hablar de un amplio mundo que nos brinda no solo la
majestuosidad y la exquisitez de su técnica sino una basta gama de idiosincrasia
característica de la época en la que se desarrolla, que en sus amplias
extensiones abarca temas de diversa índole, como político, social y sobre todo
religioso.

Esta expresión artística tiene lugar en el siglo XVII y se extiende hasta mitades del
siglo XVIII, está presente en gran parte de los países europeos, así como en las
colonias españolas y portuguesas de América.

Y ¿qué papel juega la historia dentro del contexto de la representación del arte
barroco?, pues resulta una parte medular en la evolución del arte barroco, ya que
en todas sus formas debe estudiarse dentro de su contexto histórico. Desde el
siglo XVI el conocimiento humano del mundo se amplió constantemente, y muchos
descubrimientos científicos influyeron en el arte.

El arte barroco estuvo estrechamente relacionado con la Iglesia, puesto que la

religión influyo notablemente en las características que lo diferencia de otras
expresiones artísticas.

Por otro lado, la aparición de la Contrarreforma que entre varios motivos combatía
la difusión del protestantismo, contribuyo a la formación de este arte emocional,
exaltado, dramático y naturalista, con un claro sentido de propagación de la fe y
por si fuera poco, los acontecimientos políticos no se hicieron esperar para el
desarrollo de esta expresión.

La apreciación del arte barroco la podemos encontrar tanto en la escultura,

arquitectura, pintura e inclusive en la música.

Un ejemplo claro de ello, son las representaciones que se muestran en el Museo

de la Basílica de Guadalupe, ya que cuenta con una considerable cantidad de
obras que presentan un modelo compositivo que fue ampliamente reproducido en
la Nueva España. Algunas de las imágenes guadalupanas que se conservan en el
Museo probablemente formaron parte de retablos barrocos, resaltando la
influencia de esta manera de expresión en diferentes ámbitos, que enriquecen la
sensibilidad de quien lo aprecia.
CONCLUSIONES

El arte barroco no solo cumple una función como concepto artístico, sino también
por si misma como concepto cultural que refleja un contexto histórico e ideas que
predominan una época determinada.

Esta expresión artística tuvo lugar entre los siglos XVII y XVIII, reflejando algunas
de las ideas que se tenían en aquel entonces, un ejemplo de esto es el como
plasmaban escenas religiosas, pues la Iglesia jugo un papel importante,
ocasionando que por ella se determinaran muchas características propias del
barroco y que lo hacen destacar.

Uno de los objetivos de una obra artística es apelar a los sentidos, a la emotividad
del sujeto que la observa.

El Barroco estuvo presente en diversas expresiones, como la arquitectura,

escultura, la pintura, entre otros.

Sin embargo, la temática no solo se limitaba a ciertos aspectos, sino que también
se retomaban situaciones de carácter social, político, pero al parecer la religión
predomino, por la influencia e intervención de la Iglesia.

Relacionar a una imagen religiosa con aspectos políticos y sociales ha sido

práctica común en diferentes lugares y momentos históricos.

El arte barroco en Nueva España permitió a los artistas novohispanos

experimentar en la creación de formas expresivas, contrastantes y realistas,
creando manifestaciones artísticas que tuvieron gran aceptación entre la sociedad
novohispana.

Así pues, la imagen de la Virgen de Guadalupe, no solo con valor religioso, sino
también político y social, fue ampliamente representada en diferentes modelos
compositivos que constituyen la llamada iconografía guadalupana.

En las obras se observan algunas características formales de la pintura barroca

como el empleo del claroscuro, la ausencia de escenografía de fondo y el
dramatismo en el rostro de los personajes.

El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía, proporción y

medida que propugnó el Renacimiento. Las principales características del arte
barroco son:

Dinamismo. El artista barroco desea crear sensación constante de movimiento.

Frente al predominio de las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se
vale, sobre todo, de la línea curva.
Contraste. El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad
renacentista. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas, y
hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por
ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo.

Decorativismo y suntuosidad. El artista del Barroco atiende por igual a lo esencial

y a lo accidental. De ahí su minuciosidad en la composición de pequeños detalles
y su gusto por la ornamentación.

Teatralidad. El artista intenta conmocionar emotivamente al espectador y para ello

recurre a procedimientos hiperrealistas. Esta intencionalidad se aprecia, por
ejemplo, en la representación de Cristos yacentes y en toda la imaginería sacra.

Con respecto a las obras que pertenecen al Museo de la Basílica de Guadalupe,

podemos notar que las representaciones guardan un mensaje, cada una de ellas
tiene una razón de ser, además de que con ayuda de recursos pertenecientes al
barroco se pueden representar ideas muy particulares, tal es el caso de los que
conserva la institución guadalupana, ya que ha acumulado una importante
cantidad de objetos artísticos empleados para el culto y el ornato.

En el caso del virreinato novohispano, un medio para acercarse y conocer esa

parte de la historia mexicana lo constituye el arte, ya que el sentimiento religioso
estuvo presente en las diferentes esferas de la vida social a lo largo de los tres
siglos del Virreinato de la Nueva España, y sus expresiones artísticas fueron
indispensables para la enseñanza y propagación del culto católico.