Rossana Ledesma COMPOSICIÓN DE UN ARGUMENTO CORTO. ALGUNAS REGLAS GENERALES. Modelo de Weston (1994) 1- Distinguir entre premisas y conclusión ¿Que estoy tratando de probar? ¿Cuál es mi conclusión? . Conclusión es la afirmación en favor de la cual se dan razones. Las afirmaciones mediante las cuales se ofrecen las razones son llamadas premisas. ¿Qué razones se tienen para extraer esa conclusión?
2-Presentar las ideas en un orden natural
Usualmente los argumentos cortos se escriben en uno o dos párrafos. Hay que poner primero la conclusión seguida de las propias razones o exponer primero las premisas y extraer la conclusión final.
3- Hay que partir de premisas fiables
Aún si el argumento desde la premisa a la conclusión es válido, si las premisas son débiles, la conclusión será débil. 4- Usar un lenguaje concreto, específico, definitivo Escribir concretamente, evitar los términos generales, vagos y abstractos.
5- Evitar un lenguaje emotivo
No hacer que el argumento parezca bueno, caricaturizando al oponente. Evitar el lenguaje cuya única función sea la de influir en las emociones. 6-Usar términos consistentes Usar un solo conjunto de términos para cada idea. Los términos consistentes son especialmente importantes cuando el argumento depende de las conexiones entre las premisas.
7-Usar un único significado para cada término
La tentación opuesta es usar una sola palabra en más de un sentido. Una buena manera de evitar la ambigüedad es definir cuidadosamente cualquier término clave que se introduzca, luego hay que tener cuidado de utilizarlo sólo como se lo ha definido. También se puede necesitar definir términos especiales o palabras técnicas. TIPOS DE ARGUMENTOS 1- ARGUMENTOS MEDIANTE EJEMPLOS:
“Tal como lo ha hecho la señora Marshall, el análisis de la
producción de caza y recolección se divide por razones prácticas en dos esferas. La comida y el agua son, por cierto, “excepciones importantes”, y es mejor reservarlas para un tratamiento especial y detenido. En cuanto al resto, el sector de productos no esenciales para la subsistencia, lo dicho aquí sobre los Bosquimanos puede aplicarse en general y en detalle a los cazadores desde el Kalahari hasta el Labrador, o hasta Tierra del Fuego, de donde informa Gusinde que la poca inclinación mostrada por los Yahgan a poseer más de una pieza de cada uno de los utensilios de uso más frecuente es “un indicador de confianza en sí mismos”.”Nuestros fueguinos -escribe - consiguen y fabrican sus implementos con muy poco esfuerzo” (Sahlins, M. 1974. Economía de la edad de piedra. Akal editor. Madrid. P: 23. 2-ARGUMENTOS POR ANALOGÍA
“El hombre puede tomar de animales inferiores, o comunicarles
a su vez, enfermedades tales como la rabia, las viruelas, etc., hecho que prueba la gran similitud de tejidos, tanto en su composición como en su estructura elemental con mucha más evidencia que la comparación hecha con la ayuda del microscopio, o del más minucioso análisis químico. Los monos están sujetos a muchas de nuestras enfermedades no contagiosas; Kengger, que ha observado durante mucho tiempo el Cebus Azaroe en su país natal, le ha visto padecer catarros, con sus ordinarios síntomas, y terminando, cuando con demasiada frecuencia se repetían, por la tisis. Estos monos sufren de apoplejías, inflamaciones y cataratas. Los remedios producen en ellos los mismos efectos que en el hombre.” (Darwin, C. El origen de hombre. Selección natural y sexual. Centro editorial Presa, Barcelona. pp:9) 3-ARGUMENTOS POR AUTORIDAD
“Tenemos que coincidir con Pelto cuando afirma que la
crítica más exhaustiva de la nueva etnografía hasta la fecha es la presentada por Marvin Harris. De una lectura presurosa de éste podría inferirse esquemáticamente que el proyecto cognitivista fracasó porque su punto de partida era una concepción idealista, mentalista y emic de la cultura”. (Reynoso, C. 186. Teoría, historia y crítica de la Antropología Cognitiva. Una propuesta sistemática. Ediciones búsqueda. Buenos Aires. P.124. 4-ARGUMENTOS ACERCA DE LAS CAUSAS.
“Un cúmulo de problemas burocráticos e insuficientes recursos
humanos y financieros han tradicionalmente impedido al Estado Argentino cumplir con su responsabilidad en materia de protección del patrimonio. Sin embargo, en los últimos años el gobierno federal enfrenta dificultades de complejidad creciente para poner en práctica el deber constitucional de preservar el patrimonio natural y cultural de la Nación. La constitución vigente está inspirada en un modelo de Estado de bienestar que resulta incompatible con las actuales políticas de racionalización del gasto público y de “déficit cero”, que obligan al gobierno no sólo a reducir su presupuesto, sino incluso a gastar menos de lo presupuestado si no logra alcanzar el equilibrio fiscal. En consecuencia, toda normativa, política o programa de preservación que implique una mayor asignación de recursos por parte del Estado nacional y provincial se vuelve inviable, al menos en el corto y mediano plazo” (Endere, M.L. 2001. “Patrimonio arqueológico en Argentina. Panorama actual y perspectivas futuras”. Revista de Arqueología Americana 20).