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Fisiología de la contracción muscular

CAPÍTULO I
FISIOLOGÍA DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

1. INTRODUCCIÓN

Durante un partido reñido de básquetbol o una caminata matutina, el cuerpo realiza


muchas adaptaciones que requieren interacciones complejas, que implican a la mayoría de
los sistemas corporales, entre ellos:
- Sistema esquelético, que proporciona estructura básica con la que actúan los
músculos.
- Sistema cardiovascular y respiratorio, que juntos, proporcionan oxígeno a las
células y eliminan el dióxido de carbono (CO 2 ).
- Sistema tegumentario (piel), que ayuda a mantener la temperatura corporal,
permitiendo el intercambio de calor entre el cuerpo y el ambiente.
- Aparato urinario, que ayuda a mantener el equilibrio de fluidos y electrolitos para
facilitar la regulación a largo plazo de la tensión arterial.
- Sistemas nervioso y endocrino, que coordinan y dirigen toda esta actividad para
satisfacer las necesidades del cuerpo (Wilmore y Costill, 2004).

Todos los sistemas mencionados son de gran importancia para el desarrollo del
ejercicio físico, el cual es un proceso complicado que es necesario comprender para poder
ofrecer una atención nutricia integral al deportista

En este capítulo se estudiarán los aspectos anatómicos y fisiológicos del sistema


muscular.

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Fisiología de la contracción muscular

2. ANATOMÍA FUNCIONAL DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

La función del músculo esquelético es generar movimiento; el cuerpo humano está


conformado por más de 215 parejas de estos músculos que se denominan así, porque se
insertan por lo menos en uno de sus extremos, en alguna porción del esqueleto; también son
conocidos como voluntarios, porque su movimiento puede ser controlado de forma
consciente y voluntaria, por ejemplo, se puede flexionar el codo cuando una persona lo
requiere (Wilmore y Costill, 2004).

El punto donde el músculo se une al hueso fijo se llama origen y el punto donde se
une con el hueso que se mueve se denomina inserción. La parte central de un músculo, en
la cual predominan las células contráctiles, se denomina vientre muscular. Hacia los
extremos del músculo desaparecen las células contráctiles, pero persiste su revestimiento de
tejido conjuntivo (perimisio y epimisio), con el fin de insertar los músculos a los huesos. Si
el lugar de la inserción del hueso está lejos del vientre del músculo, estas prolongaciones se
entremezclan para constituir un tendón en forma de cuerda o una aponeurosis de forma
aplanada. Algunos músculos no forman tendones a nivel de sus inserciones, sino que se
prolongan casi hasta el hueso, en donde las vainas individuales de tejido contráctil realizan
la inserción sobre una amplia zona del mismo.

Para comprender la acción muscular, es importante entender el concepto de palanca.


Una palanca es una barra rígida que gira libremente alrededor de un punto fijo llamado
punto de apoyo. Los huesos actúan como palancas y las articulaciones como puntos de
apoyo para ellas. Al contraerse, el músculo aplica una fuerza de tracción sobre una palanca
ósea hacia el punto de unión al hueso; eso hace que la inserción ósea se mueva alrededor de
su punto de apoyo. (Fig. 1.1.) Sin embargo, durante el proceso fisiológico de la contracción,
los músculos desarrollan tensión, pudiendo o no acortarse por lo que no siempre producen
un movimiento visible de los segmentos corporales, por esto es un error utilizar el término
“contracción muscular” para hacer referencia sólo a la contracción concéntrica.

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Fisiología de la contracción muscular

Fuente: Beldarrín, 2005

Figura 1.1. Mecanismo de acción del músculo esquelético


El origen permanece fijó, el vientre muscular se contrae y tracciona
el punto de inserción produci éndose el movimi ento.

En un movimiento normalmente intervienen: músculos agonistas, que son los que


realizan el movimiento, y músculos antagonistas, los cuales se oponen a los agonistas. Un
músculo actúa como agonista o antagonista dependiendo del movimiento. Por ejemplo, el
bíceps es agonista en la flexión del codo pero es antagonista en la extensión del mismo. De
cualquier manera, para que se produzca el movimiento es necesaria la contracción de los
músculos agonistas y la relajación de los antagonistas (Fig. 1.2.).

La contracción de los músculos tiene lugar en función de la fuerza necesaria, al


igual que la relajación de los antagonistas, mientras que, el tipo y la amplitud del
movimiento están determinados entre otras cosas, por el peso o resistencia que se mueve.

Fuente: Beldarrín, 2005.

Figura 1.2. Múscul os agonistas y antagonistas en la contracción


En la flexión del codo, el bíceps actúa como agonista y el tríceps como
antagonista, invirtiéndose sus funciones en la extensión.

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Fisiología de la contracción muscular

TIPOS DE CONTRACCIÓN

Los tipos de contracción se clasifican dependiendo de la modificación de la longitud


del músculo y del carácter de su velocidad en:

1. Contracción dinámica: se da un movimiento articular y se produce un cambio en la


longitud del músculo. Se llama también isotónica, pero este término es mal empleado.
(Wilmore y Costill, 2004)
a) Concéntricas: el músculo desarrolla una tensión suficiente para superar una
resistencia, de manera que se acorta. Por ejemplo, cuando un objeto es levantado del
suelo hacia el pecho.
b) Excéntricas: la resistencia que tiene que vencer el músculo es mayor que la tensión
del mismo, de forma que se produce un alargamiento de sus fibras. Por ejemplo,
cuando una bolsa de supermercado es llevada de una mesa hacia el suelo.

2. Contracción isométrica: los músculos actúan sin moverse, es decir, el músculo genera
fuerza, pero su longitud permanece estática, esto debido a que el ángulo de la articulación
no cambia. Se produce cuando se sostiene un objeto manteniéndolo fijo, por ejemplo, al
sostener una bolsa del supermercado paralela al muslo; los músculos están tensos pero no
pueden mover el peso por lo que no se acortan. Este tipo de contracción puede convertirse
en dinámica cuando se produce la fuerza necesaria para superar la resistencia, por ejemplo,
cuando la bolsa es levantada para colocarla sobre una mesa flexionando el codo (Wilmore
y Costill, 2004).

3. Contracción isocinética: cuando el movimiento se desarrolla a una velocidad constante.

Incluso en reposo, los músculos tienen cierta tensión o estado de contracción, que se
llama tono muscular. Este tono muscular, que es distinto para cada individuo y para cada
músculo, es esencial en el mantenimiento de la postura. Cuando una persona pierde la
consciencia, los músculos pierden el tono y la persona cae.

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Fisiología de la contracción muscular

3. ESTRCUTURA D EL MÚSCULO ESQUELÉTICO


ESTRUCTURA MACROSCÓPICA

En un corte transversal del músculo, se observa una capa externa de tejido


conjuntivo que lo envuelve, protege y favorece su deslizamiento sobre otras estructuras;
este revestimiento se denomina fascia muscular o epimisio (Wilmore y Costill, 2004;
Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989). En el epimisio se encuentran los vasos sanguíneos
y los nervios, que penetran en el interior del músculo hasta llegar a las fibras musculares.
(Martínez, Moreno, Mayor y Chacón, 2001)

Por dentro del epimisio se ven pequeños haces o fascículos de células envueltos en
una capa de tejido conjuntivo que se llama perimisio, aquí es donde se ramifican los nervios
y los vasos antes de llegar a las células musculares.

Fuente: Beldarrín, 2005.

Figura 1.3. Estru ctura macroscópica del músculo


Se observan los diferentes elementos celulares que integran al
músculo así como las capas de tejido conjuntivo que las separan.
.
ESTRUCTURA MICROSCÓPICA

Cada fascículo consta de numerosas células o fibras musculares, y cada célula está
envuelta por tejido conjuntivo llamado endomisio. (Fig. 1.3.) (Wilmore y Costill, 2004;
Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez, Moreno, Mayor y Chacón, 2001 )

Las fibras musculares, son multinucleadas muy alargadas con una longitud de entre
10 y 100 micrometros ( m) y un diámetro de 1 a 40 m, la mayoría de ellas tienen la
misma longitud que el músculo al que pertenecen, es decir, que puede llegar a tener más de
35 cm. de largo. El número de fibras musculares por cada músculo varía
considerablemente, dependiendo del tamaño y la función de este. (Wilmore y Costill, 2004;
Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez, Moreno, Mayor y Chacón, 2001 )

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Fisiología de la contracción muscular

A través de un microscopio se puede observar cómo, cada fibra muscular es un


largo y fino cilindro que se extiende a lo largo de todo el músculo. La membrana celular
que envuelve la célula muscular se llama sarcolema. En el extremo de cada fibra muscular,
su sarcolema se funde con el tendón, el cuál se inserta en el hueso. Los tendones, están
formados por cuerdas fibrosas de tejido conectivo que transmiten la fuerza generada por las
fibras musculares a los huesos, creando así, el movimiento. (Wilmore y Costill, 2004;
Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez, Moreno, Mayor y Chacón, 2001 )

Dentro del sarcolema, la fibra muscular contiene subunidades sucesivamente más


pequeñas, que están conformadas por miofibrillas y una sustancia abundante similar a la
gelatina que llena los espacios entre las miofibrillas, denominada sarcoplasma que es el
citoplasma de la célula muscular. Este citoplasma contiene principalmente proteínas,
nutrimentos inorgánicos (minerales), glucógeno y grasas, se diferencia principalmente del
citoplasma de la mayoría de las células, porque contiene una gran cantidad de depósitos de
glucógeno. Contiene también estructuras comunes con otras células: lisosomas,
mitocondrias abundantes, varios núcleos y otras, propias de la célula muscular: (Wilmore y
Costill, 2004, Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez, Moreno, Mayor y Chacón,
2001)

- Mioglobina: una proteína sobre la que se fija el oxígeno y cuya estructura es


semejante a la de la hemoglobina.

- Retículo sarcoplásmico: es semejante al de otras células; es un sistema de túbulos


membranosos que está formado por una amplia red de conductos y sacos
conectados. Estos canales corren parejos a las miofibrillas y dan vueltas alrededor
de ellas. En estos sacos es donde se almacena el calcio, el cual es esencial para la
contracción muscular

- Sistema de túbulos transversos o túbulos T: son prolongaciones hacia dentro del


sarcolema que se extienden transversalmente en el sarcoplasma, atravesando así,
lateralmente la fibra muscular. Su principal función es hacer que las señales
eléctricas o impulsos que corren por el sarcolema penetren más profundamente en la
célula; son también caminos hacia las partes interiores de la fibra muscular para las
sustancias transportadoras de los fluidos extracelulares, como la glucosa, el oxígeno

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Fisiología de la contracción muscular

y los iones. A cada lado de los tubos T está conectado un saco tubular del retículo
sarcoplásmico. Este trío formado por dos sacos y un tubo T se llama tríada. La
tríada es una característica importante de la célula muscular ya que permite que un
impulso eléctrico, que se desplaza por un tubo T, estimule las membranas de los
sacos adyacentes del retículo sarcoplásmico y así se produzca la liberación de calcio
(Fig. 1.4.).

Fuente: Wilmore, 2004.

Figura 1.4. Estru ctura microscópica del músculo


Se observan el retículo sarcoplasmático, los tubos T,
miofibrillas y filamentos implicados en la contracción
muscular.

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Fisiología de la contracción muscular

M IOFIBRILLAS

Son estructuras abundantes y parecidas a hilos las cuales confieren al músculo su


aspecto estriado; cada fibra muscular contiene entre varios centenares y varios miles de
miofibrillas, estas, son los elementos contráctiles de los músculos esqueléticos. Las
miofibrillas están formadas por miofilamentos que son los responsables de la acción
muscular. (Wilmore y Costill, 2004)

Miofilamentos finos: formados por la combinación de tres proteínas: la actina, la


troponina y la tropomiosina. (Fig. 1.5.)

Fuente: Martínez, 2001.

Figura 1.5. Miofilamentos de actina


Representación esquemática de los elementos que
conforman los miofilamentos finos de las miofibrillas.

La actina forma la columna vertebral del filamento, son proteínas globulares y se


unen entre sí para formar hilos de moléculas de actina; luego, dos hilos se enrollan
formando un diseño helicoidal, muy similar a filamentos de perlas entrelazadas. Unida a
cada molécula de actina se encuentra una molécula de ADP (adenosina difosfato), se cree
que estas son los puntos activos de los filamentos de actina con los que interactúan los
puentes de los filamentos de miosina para producir la contracción muscular (Gardner,
O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez, Moreno, Mayor y Chacón, 2001; Guyton y Hall,2
2001).

La tropomiosina es una proteína en forma de tubo que se enrolla alrededor de los


hilos de actina, encajando en las hendiduras entre ellos. Se cree que, en estado de reposo
descansan sobre los puntos activos de las hebras de actina, por lo que no puede haber
contracción. (Wilmore y Costill, 2004)

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Fisiología de la contracción muscular

La troponina, es una proteína más compleja que se une a intervalos regulares cerca
de cada molécula de tropomiosina; posee tres subunidades, cada una de ellas tiene una gran
afinidad por la actina, por la tropomiosina y por los iones de calcio respectiva mente. Se
piensa que este complejo une la tropomiosina a la actina, y así, la fuerte afinidad de la
troponina por los iones de calcio inician el proceso de contracción (Wilmore y Costill,
2004; Guyton y Hall, 2001).

Miofilamentos gruesos: formados por miosina, proteína que tiene una estructura
semejante a los palos de golf; las ramas largas se enrollan formando una doble hélice
(cola); uno de los extremos de cada hilo está doblado formando la cabeza sobresaliendo del
haz. Las colas de las moléculas de miosina se agrupan para formar el cuerpo del filamento,
mientras que las cabezas cuelgan hacia el exterior, a los lados del cuerpo (Wilmore y
Costill, 2004; Guyton y Hall, 2001).

Los salientes conjuntos de brazos y cabezas se denominan puentes. Cada puente es


flexible en dos puntos denominados bisagras o articulaciones, una en el punto en que el
brazo abandona el cuerpo del filamento de miosina y la otra en el punto en que las dos
cabezas se unen al brazo. Los brazos articulados permiten que las cabezas se extie ndan
lejos del cuerpo del filamento de miosina o, por el contrario, se sitúen próximas al mismo.
(Fig. 1.6.) (Guyton y Hall, 2001)

Fuente: Martínez, 2001.

Figura 1.6. Miofilamentos de miosina


Representación esquemática de los elementos que
conforman los miofilamentos gruesos de las miofibrillas.

Otra característica de la cabeza de miosina, esencial para la contracc ión muscular, es


el hecho de que funciona como una enzima, adenosina trifosfato cinasa, (ATPasa) esta
propiedad permite que la cabeza desdoble ATP y utilice la energía derivada del enlace de

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Fisiología de la contracción muscular

fosfato de alta energía de dicha molécula para proporcionar energía al proceso de


contracción. (Wilmore y Costill, 2004; Guyton y Hall, 2001)

4. LA FIBRA MUSCULAR

INERVACIÓN DE LA FIBRA MUSCULAR

La contracción muscular es finamente integrada, procesada y controlada a por el


Sistema Nervioso Central (SNC), de forma consciente o inconsciente, pero para ello
necesita en todo momento información, suministrada por los sentidos y los receptores
propioceptivos.

Luego de recibir la información, el SNC envía un estímulo que llega al músculo


para generar un impulso eléctrico, el cual provoca en los músculos esqueléticos la
contracción.

El estímulo llega a la fibra muscular a través de la placa motora terminal o unión


neuromuscular, lugar en el que se une el sistemas nervioso y muscular. Cada nervio motor
controla un conjunto de células, cuyo número variará en función de las características del
músculo. El conjunto formado por un nervio motor y todas las células musculares que
controla se denomina unidad motora.

En la medida en que lleguen más o menos impulsos eléctricos seguidos, se consigue


mayor o menor grado de acortamiento muscular. En los músculos que tienen que producir
movimientos finos, el número de fibras activadas por un nervio motor es pequeño, mientras
que, en los músculos que participan en movimientos amplios el número de fibras es grande
(Wilmore y Costill, 2004; Martónez et al., 2001).

Las fibras musculares actúan según el principio del todo o nada, esto significa que
si el estímulo no es suficiente, no habrá contracción y si el estímulo es suficiente, el
músculo se contraerá con toda la fuerza que permitan las condiciones existentes (Guyton y
Hall, 2001)

El nivel mínimo necesario para que una fibra se contraiga se llama estímulo umbral
o potencial umbral. Cuando una neurona descarga muchos impulsos de excitación po r
debajo del umbral, éstos llegan en rápida sucesión y se produce una situación que se llama

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Fisiología de la contracción muscular

sumación temporal. La sumación suele iniciar el potencial de acción. (Wilmore y Costill,


2004).

TIPOS DE FIBRA MUSCULAR

Cada tipo de actividad implica demandas específicas a los músculos y a diferentes


combustibles; en el ejercicio ligero existe un reclutamiento mayor de unidades motoras de
contracción lenta y según aumentan las necesidades, se van activando unidades de
contracción rápida. Algunos deportes requieren movimientos explosivos, otros
movimientos continuos estables con períodos ocasionales de actividad rápida, mientras que
otros requieren que los músculos trabajen lenta y continuamente durante horas.

Esto es posible debido a que no todas las fibras musculares son iguales, un mismo
músculo contiene dos tipos principales de fibras: (Wilmore y Costill, 2004)

- De contracción lenta, fibra ST o tipo I o roja.

- De contracción rápida, fibra FT o tipo II o blanca.

Existe sólo un tipo de fibras ST, mientras que, las fibras FT se clasifican en: fibras
de contracción rápida tipo a (FTa o tipo IIa) y fibras de contracción rápida tipo b o de
contracción rápida intermedia (FTb o tipo IIb). Las fibras ST y las FT derivan sus nombres
de la diferencia de su velocidad de acción, que es el resultado principalmente de diferentes
formas de miosina ATPasa (Wilmore y Costill, 2004).

La siguiente tabla describe las diferencias principales entre las fibras ST y FT


(Tabla 1.1.) (Wilmore y Costill, 2004; Martínez et al., 2001).

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Fisiología de la contracción muscular

TIPO DE FIBRA
CARAC TERÍSTICA
ST o tipo I FTa o tipo IIa FTb o tipo IIb
Tamaño de la fibra o diámetro Pequeña Grande Grande
Metabolismo predominante Aeróbico Mixta Anaeróbico
Principal aporte de ATP Beta-oxidación
Glucólisis Glucólisis
Ciclo de Krebs
Mitocondrias Abundantes Pocas Pocas
Enzimas mitocondriales Elevada actividad Baja actividad Baja actividad
Mioglobina Abundante Abundante Poca
Suministro capilar
(vascularización)
Bueno Moderado Malo
Flujo de sangre hacia las fibras
musculares
Capacidad oxidativa o aeróbica
Moderadamente
Capacidad para utilizar oxígeno en Alta Baja
alta
las reacciones de energía
Almacenamiento de triglicéridos
Capacidad para mantener grasas Alto Moderado Bajo
para las reacciones de energía
Almacenamiento de glucógeno
Capacidad para mantener glucógeno Moderado Moderado-al to Moderado-al to
para las reacciones de energía.
Enzimas glucogenolíticas Baja actividad Elevada actividad Elevada actividad
Capacidad glucolítica o
anaeróbica
Baja Alta La más alta
Capacidad para quemar glucógeno
en ausencia de oxígeno
Velocidad contráctil
Lenta Rápida Rápida
Capacidad para producir potencia
Fuerza de la unidad motora
Tamaño del cuerpo celular de la
Baja Alta Alta
neurona y el número de fibras
musculares a las que inerva
Resistencia a la fatiga
Capacidad para generar y mantener Alta Moderada Baja
altos niveles de tensión y presión.
Actividad de ATP-asa
Baja Alta Alta
Utilización de ATP
Fuente: Beldarrín, 2005; Wilmore 2004; Martínez, 2001.

Tabla 1.1. Tipos y características de las fibras musculares

En general, las fibras ST tienen una elevada resistencia aeróbica. Estas fibras son
muy eficientes para producir ATP a partir de la oxidación de los hidratos de carbono (HC)
y las grasas. Es necesario recordar que, el ATP se necesita para producir la energía
requerida para la contracción y relajación muscular; mientras dura la oxidación de los HC y
las grasas, las fibras ST continúan produciendo ATP, permitiendo así que las fibras sean
capaces de mantener la actividad muscular durante un período de tiempo prolongado

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Fisiología de la contracción muscular

(resistencia muscular). Por lo anterior, las fibras ST se movilizan durante las pruebas de
resistencia de baja intensidad, como las carreras de maratón o triatlón. (Wilmore y Costill,
2004)

Por su parte, las fibras FT, tienen mala resistencia aeróbica; están mejor adaptadas
para rendir en condiciones anaeróbicas. Las fibras FTa generan más fuerza que las unidades
motoras ST, pero se fatigan fácilmente por su limitada capacidad de resistencia. Por ello, se
usan principalmente durante las pruebas breves de alta intensidad tales como la carrera de
500 m o los 400 m de natación. Las fibras FTb no se conocen del todo, pero, aparentemente
se utilizan con poca frecuencia en actividades de baja intensidad y predominantemente se
emplean en pruebas altamente explosivas como las carreras de 100 m y las pruebas de 50 m
de natación. (Wilmore y Costill, 2004) Cuando se solicita un esfuerzo muscular se activan
secuencialmente, las fibras tipo ST, luego las FTa y, por último, las fibras FTb. Los
músculos humanos tienen una mezcla de fibras de los tipos I, IIa y IIb diferente en cada
persona (Martínez et al., 2001)

Wilmore (2004) refiere que, las características de la distribución de las fibras


musculares ST y FT quedan determinadas en fases tempranas de la vida, antes de
transcurridos los primeros años. Comenta que, estudios con mellizos han mostrado que la
composición de las fibras musculares viene determinada genéticamente, variando un poco
desde la niñez hasta la edad madura. Los genes heredados de los padres determinan qué
tipo de neurona inervará las fibras musculares individuales y dependiendo de esto, las fibras
se diferencian posteriormente; con el envejecimiento los músculos pierden fibras FT por lo
que se incrementa el porcentaje de fibras ST en el cuerpo.

Sin embargo Benardot (Wilmore y Costill, 2004) asegura que, las fibras de
contracción rápida (FTa o tipo IIa) pueden entrenarse para comportarse más como fibras de
contracción lenta (ST o tipo I), y concluye que, el tipo de entrenamiento puede influir en e l
comportamiento de las fibras musculares.

El conocimiento de la composición y el uso de las fibras musculares sugiere que los


deportistas que tienen un alto porcentaje de fibras ST pueden tener cierta ventaja en las
pruebas prolongadas de resistencia, mientras que los que tienen un predominio de fibras

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Fisiología de la contracción muscular

FT, pueden estar mejor dotados para actividades breves y explosivas (Wilmore y Costill,
2004; Martínez et al., 2001)

Estudios en corredores de fondo masculinos y femeninos de elite con éxito


deportivo revelaron que, en muchos, los músculos gemelos presentan más del 90% de
fibras ST. Por el contrario, los músculos gemelos de velocistas que dependen de la fuerza y
velocidad, se componen principalmente por fibras FT. También se ha demostrado que los
campeones mundiales de maratón poseen del 93 al 99% de fibras ST en sus músculos
gemelos (Wilmore y Costill, 2004).

Sin embargo, sería arriesgado pensar en seleccionar a corredores de fondo y


velocidad campeones basándose únicamente en el tipo de fibra muscular predo minante;
otros factores, tales como la función cardiovascular, composición corporal, el estado de
nutrición y salud, también contribuyen al éxito deportivo (Wilmore y Costill, 2004).

5. LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

FISIOLOGÍA DE LA CONTRACCIÓN MUSCULAR

La contracción es un proceso complejo que se describe a continuación (Fig. 1.7.)

1. Un impulso motor viaja a lo largo de un nervio motor hasta sus terminaciones en las
fibras musculares, que están localizadas muy cerca del sarcolema.
2. En el citoplasma de la terminal nerviosa se sintetiza acetilcolina y se segrega.
3. La acetilcolina actúa sobre los receptor colinérgico muscarínico localizados en la
membrana de la fibra muscular para abrir el paso a la acetilcolina.
4. Si se une una cantidad suficiente de acetilcolina a los receptores, se transmitirá una
carga eléctrica a lo largo de la fibra muscular. La acetilcolina se difunde en la
hendidura sináptica en menos de 0.6 segundos.
5. La apertura de los canales de acetilcolina permite que grandes cantidades de iones
sodio fluyan al interior de la membrana de la fibra muscular en el punto de la
terminación nerviosa, esto inicia un potencial de acción en la fibra muscular.
6. El potencial de acción viaja a lo largo de la membrana de la fibra muscular
(despolarización de membrana o sarcolema), y a través de la estructura de túbulos T
y retículo sarcoplasmático hacia el interior de la célula.

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Fisiología de la contracción muscular

7. Al llegar al retículo sarcoplasmático, estimula la liberación de grandes cantidades de


iones de calcio almacenados en el retículo.
8. Los iones calcio inician fuerzas de atracción entre los filamentos de actina y
miosina, haciendo que se deslicen entre sí, lo cual constituye el proceso de
contracción.
9. Cuando se contrae un músculo se realiza un trabajo y se requiere energía, la cual se
obtiene del ATP que se encuentra en las cabezas de miosina. La energía que libera
esta molécula va a hacer que la cabeza de la miosina llegue a doblarse, con lo que
los puentes formados entre la actina y la miosina van a pendular, produciendo la
tensión muscular por desplazamiento de la actina sobre la miosina. Con el complejo
actina- miosina en esta posición, otra molécula de ATP permite la separación del
complejo y la posibilidad de formar un nuevo complejo de actina- miosina, siempre
que haya calcio. Este tren de impulsos da lugar a un acortamiento muscular
significativo.
10. Cuando termina la orden nerviosa motora, se pone en marcha un mecanismo que
bombea el calcio a los depósitos de almacenamiento, donde permanecerán hasta la
llegada de un nuevo potencial de acción al músculo. Este mecanismo es un proceso
activo, por lo que también se requiere la presencia de ATP.
Inmediatamente después de que el retículo sarcoplásmico liberó los iones calcio en
el sarcoplasma, se inicia un trasporte activo a los sacos ya que el calcio se desprende
de la troponina debido a que los sacos del retículo sarcoplásmico tienen mayor
afinidad por el calcio que las moléculas de troponina; al cabo de unos milisegundos,
una gran parte del calcio se ha recuperado. Con esto concluye todo el proceso de la
contracción. Sin el calcio, la troponina permite que la tropomiosina bloquee de
nuevo los puntos de acción de la actina. Los puentes cruzados de miosina que tratan
de alcanzar el siguiente punto activo sobre la actina son bloqueados de forma que
los filamentos finos ya no son empujados por los filamentos gruesos. La fibra
muscular puede conservar su longitud de contracción, pero es probable que fuerzas
externas tiren de ella hasta su mayor longitud de reposo (Wilmore y Costill, 2004;
Gardner, O’Rahilly y Hernández, 1989; Martínez et al., 2001).

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Fisiología de la contracción muscular

Fuente: Beldarrín, 2005.


Figura 1.7. Proceso de contracción muscular
La neurona motora vi erte acetilcolina en el sarcolema que provoca la propagación del
impulso de acción; la liberación de calcio por parte del retículo sarcoplásmico
promueve la unión de los filamentos gruesos y finos, es decir la contracción muscular.

FATIGA MUSCULAR

La fatiga se define como la limitación de la capacidad para mantener las


contracciones musculares a un nivel dado de fuerza o potencia externa requerida.
Normalmente, el término fatiga es utilizado para describir las sensaciones generales de
cansancio y las reducciones acompañantes del rendimiento muscular. Se trata de un
mecanismo de carácter defensivo, para adaptarse a las condiciones requeridas durante el
ejercicio, y cuyo objetivo es evitar posibles consecuencias adversas derivadas de una
práctica deportiva excesiva. La sensación de fatiga se origina en el hipotálamo y la porción
sensitiva del tálamo, y se expresa modificando el comportamiento funcional normal a los
distintos niveles.

Clasificación de la fatiga según su origen

a) Origen psíquico: altamente subjetiva y condicionada por una situación de estrés


psicológico intenso.

b) Origen neurológico o fatiga central: con alto componente de sobrecarga de la


actividad neuronal y de los circuitos medulares o corticales, centrales o vegetativo s.

c) Derivada de la actividad muscular por la práctica física o fatiga periférica. En


ocasiones conlleva un componente central importante. Puede ser:

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Fisiología de la contracción muscular

- Fatiga local: afecta a un territorio definido, es decir, a unos grupos musculares


concretos: los que están participando más activamente en la actividad física. En este
caso, la repercusión general es nula o muy pequeña. Las causas pueden ser variadas,
pero en la mayoría de los casos parece ser que las modificaciones del equilibrio
ácido-base de la fibra son el factor limitante fundamental en este caso de fatiga
durante el ejercicio intenso y de corta duración.

- Fatiga general: alcanza al organismo en su conjunto por la participación de una


masa muscular importante (más de 2/3). Es típica de ejercicio de duración
prolongada en los que participa, de forma activa, el conjunto de los sistemas
corporales: muscular, cardiovascular, endocrino, termorregulador... Ej. la carrera.

Causas de fatiga

En la mayoría de los esfuerzos, las causas de la fatiga se centran en:

Fatiga a nivel de la unión neuromuscular: la imposibilidad de transmisión del


impulso nervioso está causada por una disminución del neurotransmisor en el axón. Este
tipo de fatiga se observa con más frecuencia en las fibras rápidas (FT) que en las lentas
(ST).

d) Fatiga a nivel del mecanismo de la contracción: el mecanismo contráctil puede


fallar por:

- La transmisión de señales inhibitorias del SNC


- Agotamiento de las reservas de ATP, fosfocreratina o glucógeno

- Acumulo de ácido láctico


El ácido láctico es un producto de desecho de la glucólisis, pero sólo se acumula
dentro de las fibras musculares durante la realización de esfuerzos musculares
anaeróbicos muy intensos. El ácido láctico produce una disminución del pH
muscular que es el principal factor limitante del rendimiento y la causa más
importante de fatiga durante la realización de ejercicios máximos de corta duración
(Martínez et al., 2001).

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Fisiología de la contracción muscular

A través de las recomendaciones dietéticas pre-entrenamiento o dieta de pre-


competencia, se pueden preservar y/o incrementar las reservas energéticas de ATP y
glucógeno con el fin de prolongar la duración e incrementar el nivel del entrenamiento o
competición.

Mientras que, por medio de las recomendaciones dietéticas pos-entrenamiento o


de la dieta pos-competencia o de recuperación, se puede acelerar el proceso de
recuperación de la fatiga por medio del reabastecimiento de las reservas energéticas y la
aceleración de la eliminación del ácido láctico.

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