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Los zurdos están por todas partes. ¿Cuál es el origen de esta particularidad? Se estima
que todas las sociedades cuentan con alrededor de un 10 por ciento de personas zurdas,
pero al analizar el fenómeno más de cerca se observa que la proporción varía mucho
según los países, oscilando las cifras entre un 3 y un 27 por ciento.
El hecho de ser zurdo también comporta otros aspectos positivos, por ejemplo en el deporte.
Como la mayoría de los deportistas son diestros suelen sorprenderse cuando compiten contra un
rival zurdo. Esto es frecuente en el boxeo y el tenis. Los investigadores franceses Charlotte
Faurie y Michel Raymond, de la Universidad de Montpellier, aseguran que estas ventajas
explicarían por qué los zurdos han llegado hasta nuestros días. Al contar éstos con menos
ventajas que los diestros, la selección natural debería haber hecho desaparecer el rasgo. Pero el
hecho de que el zurdo sea más hábil en un combate cuerpo a cuerpo puede haberles ayudado a
mantener su condición a través de los siglos. Para los investigadores franceses, esto explica por
qué hay más personas zurdas en las sociedades más violentas (cuanto más homicidios hay en un
país, mayor es el número de zurdos…).
Ser zurdo en la vida cotidiana
Pero la vida cotidiana no es fácil para ellos, no olvidemos que viven ¡en un mundo de diestros!
Las tijeras, los abrelatas, los instrumentos de música, los cajeros automáticos… Los ejemplos de
utensilios poco cómodos para los zurdos son infinitos. De hecho, son más susceptibles de sufrir
accidentes domésticos relacionados con utensilios inadaptados a su condición.
Pero ser zurdo no sólo significa estar más expuesto a los pequeños accidentes cotidianos, sino
que algunos científicos aseguran que la esperanza de vida de estas personas sería más corta que
la de los diestros en casi diez años.
¿Cómo explicar este fenómeno?
Las hipótesis son múltiples. Una explicación podría ser, precisamente, su inadaptación al mundo
de los diestros, y otras sugieren que el hecho de ser zurdo está relacionado con una debilidad del
sistema inmunitario que aumentaría el riesgo de infecciones.
Pero, por fortuna, hay estudios que han rebatido esta teoría.
Según algunos científicos, existiría una mala compresión de la situación relacionada con el hecho
de que durante una época se obligaba a los zurdos a ser diestros.
Para tal fin, se les ataba la mano izquierda en la espalda, por ejemplo.
Con el tiempo, la practica fue desapareciendo. Pero esto explica que haya pocos zurdos de
ochenta años, algunos más de setenta y en mayor cantidad de sesenta años, etc.
No se trataría de una desaparición prematura de los zurdos sino de una corrección en la
infancia.
Los zurdos tienen, pues, toda una vida para apañárselas en un mundo de diestros.