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Definición
Es un examen de sangre que se utiliza para medir la fosfatasa ácida prostática (una
enzima que se encuentra principalmente en los hombres en la glándula prostática y en el
semen) con el fin de determinar la salud de la glándula prostática. La disfunción
prostática ocasiona la liberación de fosfatasa ácida (FA) en el torrente sanguíneo.
Nombres alternativos
La sangre se extrae de una vena, usualmente de la parte anterior del codo o del dorso de
la mano. El sitio de punción se limpia con un antiséptico y luego se coloca una banda
elástica alrededor del brazo con el fin de ejercer presión y restringir el flujo sanguíneo a
través de la vena. Esto hace que las venas bajo la banda se llenen de sangre.
Los medicamentos que pueden interferir con las mediciones de FA son, entre otros:
fluoruros, oxalatos, clofibratos y alcohol.
Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor
moderado, mientras que otras sienten sólo un pinchazo o sensación punzante.
Posteriormente, hay una sensación pulsátil en el área.
Este examen se realiza con mayor frecuencia para determinar si el paciente tiene cáncer
de próstata, una anomalía de la glándula prostática, o para hacer un seguimiento de la
respuesta del cáncer prostático al tratamiento.
Esta prueba ya no se utiliza de manera rutinaria. La disponibilidad del ensayo PSA más
sensible y más específico ha reemplazado ampliamente el uso clínico de la prueba FA.
Valores normales
Los valores normales varían de un laboratorio a otro. Si se desea información sobre los
valores normales se recomienda consultar con el médico o remitirse al laboratorio de
confianza.
Existen muchas razones para obtener valores anormales de FA y las más comunes son,
entre otras:
• Cáncer de próstata
• Cáncer de próstata que se ha diseminado fuera de la próstata (particularmente al
hueso)
• Disminución del flujo sanguíneo hacia la próstata
• Enfermedad de Paget (los huesos se tornan más gruesos y más blandos)
• Anemia
• Infección (usualmente severa)
• Tromboflebitis
• Enfermedad de Gaucher
• Hiperparatiroidismo
• Ataque cardíaco
• Enfermedad renal
• Estimulación física de la próstata (colonoscopia, enemas, examen de la próstata)
• Mieloma múltiple
• Prostatitis
• Sangrado excesivo
• Desmayo o sensación de mareo
• Hematoma (sangre acumulada bajo la piel)
• Infección (riesgo leve cada vez que se se presenta ruptura de la piel)
• Múltiples punciones para localizar las venas
Consideraciones especiales
Las venas y arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a
otro, razón por la cual puede ser más difícil obtener una muestra sanguínea de algunas
personas que de otras.
CIENCIAS FORENSES PARA TODOS
Si de hecho es semen
Si de serlo es o no humano
Muchas veces el grupo sanguíneo
Si hubo eyaculación interna o externa
Si el agresor había consumido drogas
Componentes no proteicos:
Cloruro de Na
200 mg%
Dióxido de Carbono
50 ml%
Fósforo inorgánico
40-50 mg%
Fósforo Ácido soluble
95 mg%
Fósforo de la espermina
15-30 mg%
Calcio
24-25 mg%
Glucosa
200-300 mg%
Urea
72 mg%
Ácido Láctico
90-100 mg%
Colesterol
80 mg%
NH2-CH2-CH2-CH2-NH-CH2-CH2-CH2-CH2-NH-CH2-CH2-CH2-NH2
La Colina, presente en todas las células, es una base orgánica constitutiva de la lecitina.
Interviene en el transporte de los lípidos y en su metabolismo formando los
fosfolípidos .
CH2OH
CH2
HO-- NCH3
CH3
CH3
Es importante tener en cuenta que el esperma es producto de tres porciones distintas del
sistema genital y sus composiciones son diferentes. La primera proviene de las
glándulas de Cowper , de ph 8.4 que neutraliza la acidez de la uretra. La fracción
prostática y por último los espermatozoides junto con el líquido segregado por las
vesículas seminales.
Los espermatozoides:
Son células móviles constituidas por una cabeza, cuello, cuerpo y cola con una longitud
que varía de las 50 a 70 micras
La cabeza del espermatozoide es ovalalada piriforme y representa alrededor del 10% del
total del largo. En la misma se distinguen una parte anterior ( acrosoma ) y otra
posterior (núcleo) y se encuentra cubierta por una tenue membrana, la galea capitis .
Existen para la investigación de las manchas seminales una cierta variedad de estudios
que a continuación serán desarrollados. Es importante destacar que para muchos
laboratorios periciales, la única prueba irrefutable de presencia de semen en la muestra
es la observación microscópica de un espermatozoide completo. Por esta razón se
mencionaran una serie de análisis recordando que en su mayoría son únicamente de
carácter Preliminar.
Examen directo con luz ultravioleta de longitud de onda 254nm a temperatura ambiente.
Aquí se deberían observar bien salvando sobre tejitos fluorescentes.
Examen directo con luz de longitud de onda 365nm que en general es poco efectiva.
Examen a lux UV previa refrigeración (nitrógeno a temperatura de ebullición, -195
ºC ) ,pero la observación será satisfactoria si el material es colocado dentro de un bloque
de hielo seco. Las manchas de semen presentaran una fosforescencia qie persistirá por
20 segundos luego de retirada la fuente UV.
El reactivo de Florence se constituye de 2.54 gr. de Iodo metálico, 1.56 gr. de Ioduro de
potasio y 30 mililitros de agua destilada.
3. Métodos Microscópicos
Del libro “Tratado de Criminalística Tomo II” de la Policía Federal Argentina citaremos
las técnicas recomendadas para la mejor observación de estas células.
Para los casos en lo que hay contaminación sanguínea, se recomienda utilizar una
solución de saponina en el preparado, la cual alisara los hematíes.
• Para la toma de muestra se recomienda cortar 1cm2 del soporte y centrifugarlo con 0.5
ml de solución 1 N de ác clorhídrico. Si la muestra es producto de un raspado, se tomara
la cantidad encontrada en 1 cm2 y se procederá de la misma manera.
Solución A:
Ácido Acético = 10 ml
Agua destilada = 40 ml
Solucion B
Ioduro de postasio = 40 gr
Yodo Platinico :
Standards :
5. Métodos Electroforéticos
El método práctico para medir la cantidad de fosfatasa ácida fue derivado del trabajo de
King y Armstrong quienes encontraron que el cálculo de la cantidad de fenol liberado
por un subestrato de disodio - fenil -fosfato proporciona una medida fehaciente del
grado de hidrólisis del subestrato producido por la fosfatasa .
Los valores de esta enzima en fluido seminal se expresarán en valores King - Armstrong
y deberán ser superiores a 30 unidades.
Es así que en Química Forense se han buscado otros marcadores seminales que hasta la
fecha son mucho más confiables para la confirmación de la presencia de semen como la
enzima "fosfatasa ácida prostática (FAP) y la proteína P-30. Nuestro país fue pionero en el uso
de la FAP, y este marcador se viene usando desde los años 70.
Cuando en diciembre de 1988, se hace necesaria una ampliación de la pericia, los químicos
legistas intervinientes, entre ellos el Dr. Fernando Cardini como perito de parte e integrante de
la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la FCEyN, se hallan frente a un rastro de alta
complejidad. La cantidad de muestra era pequeña, de vieja data y habían sido sometidas
además a variables de degradación como inmersión, lavado, manipuleo incorrecto,
contaminación, etc. Por lo tanto los nuevos análisis debían hacerse con metodologías más
confiables y acorde a las condiciones a que habían sido sometidas las muestras. Por lo tanto
se sometieron muestras testigo (fluido seminal humano en tela similar a la de la víctima) a las
mismas condiciones que había sufrido la muestra en cuestión. Esto permitió concluir que el
marcador principal seminal aceptado hasta el momento (FAP) podía encontrarse en una malla
de esas características, aún después de 45 minutos de inmersión en agua de pileta. Esto
confirmó la presencia de fluido seminal en la prenda de la víctima.
Los antecedentes bibliográficos indicaban que en una mancha seca de origen seminal,
preservada bajo determinadas condiciones y en concentración adecuada, las probabilidades de
encontrar el patrón genético del emisor eran elevadas. En este caso, la evidencia física hallada
en la malla de Jimena, mostraba una baja concentración de fluido, ausencia de
espermatozoides, alta contaminación microbiana, exposición prolongada a agentes oxidantes
(cloro de la pileta) y comprobada degradación de proteínas y enzimas. A pesar de ello, la
Justicia Argentina consideró que bien valía la pena este intento y remitió el escaso material a
un laboratorio especializado de EEUU. Lamentablemente ya habían pasado muchos meses
desde el homicidio y esto era una importante ventaja para el victimario.
Cabe citar el último párrafo del informe escrito por el Dr. Fernando Cardini presentado en su
oportunidad, al juzgado interviniente después de conocer los resultados de los análisis: "….. Es
lógico suponer que un resultado positivo hubiera brindado información muy valiosa en la
investigación. No olvidemos que el tiempo lo manejamos en un solo sentido y no nos permite
hacer los análisis que se podrían haber realizado 6 meses atrás".
Tal vez la historia hubiera sido otra si el primer Juez de Instrucción, en lugar de desestimar la
primera pericia realizada de la prenda, se hubiera planteado otra hipótesis de investigación,
además de la indemostrable hipótesis de accidente fatal.
En una investigación criminal deben formularse todas las hipótesis posibles y plantear en base
al método científico todos los diseños de experimentos necesarios para validar o refutar cada
una de ellas. En este caso, paradigmas como "no hay espermatozoides, no hay semen", el
desconocimiento de un correcto manipuleo de las muestras, el desestimar un informe pericial
en lugar de cuestionarlo, discutirlo o ampliarlo llevaron al Caso Jimena a quedar en los anales
de la Justicia Argentina como un "crimen perfecto"
El As en la Manga
Dra. Alicia G. Faletti
Toxicología y Química Legal
Cuántas veces al leer la historia de personajes reales o de ficción nos preguntamos si existe
el crimen perfecto. Desde tiempos remotos la Historia y luego la literatura -en busca de un
compañero de pieza, Watson conoce a Sherlock en el laboratorio de química justo cuando este
acaba de descubrir un método para identificar trazas de sangre seca- se han servido del
conocimiento de la Química Forense para investigar los más enigmáticos crímenes con el
auxilio de muchas disciplinas de las ciencias exactas, naturales, humanísticas y sociales.
A principios del siglo XX, Edmond Locard de la Universidad de Lyon enunció el principio de
intercambio según el cual "todo contacto deja una huella". Justamente la preocupación
primordial de la Criminalística, auxiliada por la Química Forense, es estudiar esos rastros e
indicios denominados por Locard "testigos mudos que no mienten" mediante la aplicación del
método científico. ¿Probamos una hipótesis?
Si cuando un hombre comete un delito, siempre deja algo en el escenario del crimen y a su
vez se lleva algo consigo...
...entonces aumentando la sensibilidad en los métodos de detección de esos indicios se podría,
en muchos casos, cambiar la historia.
Efectivamente, la muerte de Napoleón Bonaparte fue durante mucho tiempo un "verdadero
crimen perfecto" hasta que nuevas evidencias le dieron al caso otra vuelta de tuerca indicando
que en su exilio el Emperador había sido envenenado lentamente con arsénico suministrado
periódicamente por uno de sus allegados.
¿Cómo se descubrió el veneno y quién fue el asesino? Por supuesto que no fue en esa
época, sino muchos años después cuando el cabello del mismo Napoleón dio todas (o casi
todas) las respuestas.
Entre los venenos más antiguos usados por el hombre para asesinar estaba el arsénico
porque "no dejaba rastros evidentes en el cuerpo". Los síntomas de intoxicación con arsénico
son múltiples y muy desagradables, dependiendo de si la intoxicación se produjo en forma
aguda o crónica, pero los más comunes son gastrointestinales, vómitos, dolores, problemas
hepáticos y renales y otras manifestaciones inespecíficas, lo que hacía fácil de confundirlo con
úlceras gástricas o enfermedades hepáticas.
Recién en recién en 1840 James Marsh logró demostrar por un método científico la
presencia de arsénico en una víctima de envenenamiento. En esa época sólo se identificaba al
elemento, recién a mediados del siglo XX se pudo cuantificar y estimar dosis administradas.
Los franceses siempre estuvieron molestos por aquella acusación en su testamento y por las
historias que en esa época afirmaban que en realidad había sido envenenado por su
compañero y asistente, conde Charles Tristán de Montholon, cuya familia pertenecía al círculo
de los reinantes Borbones.
Por el año 1960, el Dr. Hamilton Smith, del Departamento de Medicina Forense de la
Universidad de Glasgow, Escocia, fue el inventor de un método para analizar por activación
neutrónica el contenido de arsénico en los cabellos. El cabello y las uñas crecen a un ritmo
constante y en intoxicaciones crónicas, el arsénico se absorbe en ellos en una forma
igualmente constante, de modo que las pruebas efectuadas con una determinada longitud de
cabello muestran claramente cuándo empieza el envenenamiento, cuándo se tomó la última
dosis, durante cuánto tiempo, etc.
Del museo del Ejército de los Inválidos se obtuvo el cabello de Napoleón para ser enviado a
Smith, quien determinó que la muestra tenía tres veces más arsénico que lo normal.
Posteriormente, varios cabellos más de Napoleón fueron analizados, unos obtenidos cuando
Napoleón regaló un mechón suyo a una joven en 1918 y otros obtenidos cuando rasuraron su
cabeza al día siguiente de su muerte.
En los últimos años, la rápida evolución en el campo del análisis instrumental permitió
ampliar los alcances de la ciencia forense. Con esta técnica (activación neutrónica con
espectrometría gamma y detectores de germanio-litio) es posible detectar trazas de arsénico
del orden de 10-10 a 10-7 g en pocos miligramos de muestra. La misma determinación por
métodos químicos tradicionales, requiere un gramo de muestra en el caso de pelos normales.
Es lógico suponer que el asesinar con arsénico antes de 1840 brindaba al criminal alta
probabilidad de éxito pero con el avance constante de las ciencias y todos los métodos
disponibles para conocer el cómo, dónde, cuándo, y quién cometió un hecho delictivo, parece
arriesgado anticipar que puede haber crímenes perfectos.
Hasta ahora les he presentado crímenes causados por el hombre. Ahora relataré un caso muy
cercano en el tiempo y en la distancia que también fue producto de las manos del hombre,
aunque en principio no parezca.
Al día siguiente, una patrulla de guardaparques divisó y mató a un puma hembra, joven, que
recorría la selva muy cerca del salto Dos Hermanos, sitio masivamente visitado durante las
caminatas. El animal fue trasladado a un laboratorio médico veterinario en Foz de Iguazú para
practicarle la autopsia. Los primeros análisis dieron resultados negativos ya que no pudo
comprobarse que hubiera ingerido carne humana. Desde el ataque hasta la captura del animal,
habían pasado más de 18 horas y un felino de esas características realiza su digestión dentro
de las 12-13 horas, por lo que se dudaba si el animal capturado era o no el responsable de la
muerte de Ignacio. El parque continuaba cerrado mientras se proseguían con las
investigaciones coleccionando rastros del animal que pudieran llegar a la verdad de los hechos,
ya que desde hacía unas semanas se venían efectuando avistajes de un ejemplar de puma
que capturaba a sus presas naturales (coatíes y cuises) a la vista de los turistas.
Por lo tanto para estos estudios se le remitieron al Dr. Cardini muestras de pelos extraídos del
contenido intestinal, líquido intestinal, pelo del puma de diferentes partes del cuerpo y cabellos
del menor extraídos de la remera.
Los estudios realizados demostraron que en el contenido intestinal del puma había una serie de
pelos de animales pequeños y además, la presencia de cabellos humanos. Los cabellos de la
remera del niño fueron comparados con los extraídos del felino y pudo comprobarse que sus
características morfológicas eran similares (pigmentación, diámetro promedio, longitud, tipo de
medulación e índice escamoso). Si bien se obtuvo la certeza de que se trataba de cabellos
humanos, la ausencia de raíz no permitió otros estudios para descartar otro origen que no fuera
el del pequeño Ignacio (estudios de sexo, grupo sanguíneo o DNA). Por otro lado, como no se
reportaron otros ataques a personas dentro del parque hacía poco probable que se tratara de
cabellos humanos de otra persona.
Por la minuciosa observación de los diferentes pelos del animal que habían sido remitidos, se
obtuvo un dato adicional que permitió corroborar que el puma en cuestión era el responsable
de la muerte del niño. En los pelos de la garra del animal se observó un rastro adherido a ellos
que parecía ser sangre seca, si bien sólo era perceptible bajo el microscopio con un aumento
de 400 x. El 9 de octubre los profesionales de la Administración de Parques Nacionales (APN)
remitieron una veintena de hisopados en solución fisiológica de la base y vaina de las garras y
de los pelos que las rodeaban. En estos hisopados pudo comprobarse la presencia de sangre
humana perteneciente al pequeño Ignacio.
El relato histórico fue obtenido a partir de una entrevista con el Director del Parque Nacional de
Iguazú y los detalles técnicos fueron obtenidos de "Técnicas de Investigación Criminal", del Dr.
Fernando Cardini, Editorial Dunken, 2001.
Lejos de haber logrado un respiro con el control gradual de los venenos "antiguos" como el
arsénico, el cianuro y la estricnina, los toxicólogos criminalistas de los años ’50 debieron afinar
el olfato (y las pipetas) ante la aparición de los “venenos modernos”. Efectivamente, el uso
extendido de barbitúricos después de la segunda guerra mundial causó un aumento de
suicidios, que alarmó a los médicos, dio letra a escritores y cineastas y desafió a los
toxicólogos forenses quienes se vieron en la necesidad de poder determinar estos compuestos
en los cuerpos de las víctimas. Fue en 1955 cuando el asesinato de un niño demostró al mundo
que los barbitúricos podían utilizarse, además, como agente homicida.
Duérmase mi niño...
La mañana del 22 de julio de 1955, veinticinco años después que Al Capone desafiara la ley
seca y a su fotogénico guardián Elliot Ness, un enfermero de 26 años, John Armstrong, llamó al
médico para que revisara a su hijo de 5 meses, Terence, que estaba muy enfermo. El
matrimonio además de Terence, había tenido otros dos hijos, Stephen, muerto un año antes y
Pamela de dos años, que habría sufrido una repentina enfermedad en mayo del año anterior,
pero que se había recuperado en el hospital. Cuando el doctor llegó a la casa del matrimonio
Armstrong, el niño ya estaba muerto. El médico no pudo determinar la causa de la muerte por
lo que solicitó una autopsia al Dr. Harold Miller. El cadáver, el biberón del niño y la almohada
sobre la que había vomitado, fueron remitidos al laboratorio para examinarlos.
Averiguando en el hospital donde trabajaba el padre de Terence se pudo saber que había sido
robada una importante cantidad de cápsulas de seconal. Estas evidencias aún no alcanzaban
para ser usadas como prueba para demostrar el asesinato ya que las cantidades encontradas
no eran suficientes. Pero con estas evidencias, la policía inició investigaciones para determinar
las causas de la muerte del otro hijo de los Armstrong, Stephen, cuya acta de defunción había
sido firmada por un médico de 83 años que no había visto al niño. Asimismo la repentina
enfermedad de Pamela, la niña de dos años, había seguido el mismo curso. Muy a pesar de los
investigadores, fue imposible detectar barbitúricos en el cadáver de Stephen dado el tiempo
transcurrido desde la muerte, y el caso se cerraba sin que la ciencia pudiera ofrecer elementos
de prueba para esclarecerlo y llegar al culpable.
Por entonces, se había empezado a experimentar para averiguar el tiempo que tardaban las
cápsulas de seconal en abrirse en el estómago. Se descubrió que la metil celulosa que teñida
con eosina formaba la cápsula, absorbían los fluidos gástricos y hacía que el almidón de maíz
del interior se hinchara provocando así la ruptura de la cápsula que descargaba el hipnótico en
el estómago. Este proceso tardaba 90 minutos.
Los chicos, vaya y pase, pero el divorcio lo quiero ya, ya, ya!!!
Para demostrar la culpabilidad de los Armstrong, no bastaba con haber encontrado seconal en
la almohada y el biberón de Terence, sino además se tenía que probar que en la casa había
seconal el día del crimen y pasó un año hasta que consiguieron esta prueba. En julio de 1956,
la madre de Terence se presentó a la Corte para solicitar el divorcio por maltrato y amenazas
por parte de su marido. Cuando el Tribunal negó el divorcio, la mujer indignada fue a la policía
y manifestó que su marido tenía cápsulas de seconal en su poder el día del crimen, y agregó
que en su declaración de entonces lo negó por las amenazas de su marido. Ante esta
evidencia el juez declaró culpable a John Armstrong de la muerte de su hijo.
La ciencia forense por esos años no estaba preparada para ese tipo de investigaciones y sólo
las derivaciones finales de este caso –¿emocionales?-- impidieron que este fuera un "crimen
perfecto". Hoy, los métodos químicos disponibles ya sean cristalográficos, cromatográficos o
espectrofotométricos entre otros, permiten detectar y cuantificar cualquier sustancia conocida
capaz de provocar la muerte.
b) Pruebas de amilasa
c) Pruebas de precipitinas
e) Pruebas de paternidad
g) Pruebas de luminol
VIOLACIÓN
Identificación de semen por medios físicos (luminiscencia inducida por
UV, microscopia) y químicos (reacciones de probabilidad y de
confirmación) sobre cuerpos, objetos y ropas.
Evaluación cuantitativa de la fosfatasa ácida en el contenido vaginal.
Individualización del semen usando técnicas para pesquisa del DNA
(en laboratorios de referencia)
II.- Semen
Este líquido es importante en el laboratorio debido a las pruebas que actualmente se realizan de
fertilidad.
El semen es una secreción que llevan los espermatozoides suspendidos en un líquido, el líquido
seminal.
1. Funciones
La función del líquido seminal es la de nutrir y proteger a los espermatozoides del medio ácido del
aparato genital femenino.
2. Composición
- Próstata: Genera un 20% del volumen del líquido seminal que contiene fosfatasa ácida
prostática, enzimas proteolíticos que favorece la movilidad de los espermatozoides y tiene un pH
de 6,5 para equilibrar la acidez vaginal.
3. Toma de muestras
Hay que recoger el producto total de la eyaculación en un recipiente estéril templado (el frío
inmoviliza los espermatozoides). Debemos coger el producto total de la eyaculación ya que
normalmente sale fraccionado en tres partes:
- Secreción de espermatozoides
La muestra debe ser analizado antes de 30 minutos después de la recogida y debe haber un
período de abstinencia de 2-3 días.
4. Análisis
Al laboratorio antes de analizar la muestra nos deben de llegar los siguientes datos:
- Fecha
- Días de abstinencia
- Días febriles
Una vez que tenemos estos datos podemos empezar el examen de semen:
- Examen macroscópico
o Volumen: Es muy variable, lo normal es de 1,5-5 ml. Es importante saber que no existe
relación con la fertilidad.
o pH: Se mida con una tira de papel especial que mide variaciones de 6,5-8,5 ya que el pH
del semen es de 7,7 y con las tiras normales no se aprecia la variación.
o Viscosidad: Tiene que ser de tal manera que si pasamos de un tubo a otro el semen tiene
que caer gota a gota sin formar hilos.
o Licuefacción: El semen sale líquido pero al poco tiempo se forma un coágulo. Pasados
unos 10-20 minutos el coágulo debido a los enzimas proteolíticos se rompe y se vuelve a
transformar en un líquido viscoso. En caso de que esto no sucediera se produciría infertilidad en el
hombre.
- Examen microscópico
o Motilidad: Sin diluir entre porta y cubre en fresco. Debemos tener cuidado ya que
tenemos que calentar un poco el porta. Los tipos que existen son:
§ Inmóviles
o Morfología: Hacemos una extensión del semen y una tinción para células. La estructura
normal de un espermatozoide es la siguiente: