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RUC : 0800932994-4
RIT : 35-2010
1º: Que entre los días ocho de noviembre del año dos mil diez y veintidós
de febrero del presente año, ante la Primera Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal de Cañete, integrada por los Jueces don Jorge Díaz Rojas, quien la
presidió, doña Paola Schisano Pérez, don Carlos Muñoz Iturriaga y doña
Antonia Flores Rubilar, esta última en calidad de alterna, se llevó a efecto la
audiencia de Juicio Oral correspondiente a la causa RUC N°0800932994-4, RIT
N° 35-2010 , seguida en contra de los acusados:
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II).- Hechos y circunstancias que fueron objeto de la acusación del
Ministerio Público, calificación jurídica de los mismos, participación
atribuida a los encartados, circunstancias modificatorias de responsabilidad
penal invocadas y penas requeridas:
2º: Que el objeto del presente juicio consta del auto de apertura de Juicio
Oral, de fecha diecinueve de agosto de dos mil diez, dictado por el Magistrado
John Landero Salgado, Juez Titular del Juzgado de Garantía de Cañete, donde se
menciona lo siguiente:
Hecho A.1.
“El día 15 de Octubre de 2008, alrededor de las 15:00 horas, luego que
personal policial se retirara del domicilio particular de José Santos Jorquera Rivas,
ubicado en la hijuela N° 45, del sector Puerto Choq ue, un grupo de sujetos
armados con escopetas y elementos contundentes, los cuales eran dirigidos por
el imputado Héctor Llaitul Carrillanca, quien era acompañado por Ramón
Llanquileo Pilquiman, Víctor Llanquileo Pilquiman, José Huenuche Reiman, Luis
Menares Chanilao, Jonathan Huillical Méndez, César Parra Leiva, Juan Carlos
Parra Leiva y Nolberto Parra Leiva, ya individualizados, y otros sujetos no
identificados, concurrieron al lugar referido y, una vez en él, se dividieron,
procediendo parte de éstos a ubicarse en las inmediaciones, a fin de efectuar
vigilancia y avisar si regresaba Carabineros al lugar, mientras la otra parte del
grupo, procedió a intimidar al dueño de casa y a su grupo familiar, al igual que a
terceros que se encontraban en éste, a quienes exhibieron y apuntaron con las
armas de fuego y elementos contundentes que portaban, junto con proferir
expresas amenazas contra don José Santos Jorquera Rivas y a su grupo familiar
directo, compuesto por su cónyuge doña Rosalía Herrera Leal, y los hijos de
ambos don José Elizardo Jorquera Herrera y doña Rusbella Jorquera Herrera,
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señalándoles que si no abandonaban su predio en una semana, quemarían todo y
a todos los que se encontraban en su interior, dichos que fueron proferidos al no
pertenecer el Sr. José Jorquera Rivas y su familia a la etnia mapuche, a fin de
causar un temor justificado en otras personas de la misma condición de ser
víctimas de delitos de la misma especie. Estas amenazas, atendido el contexto y
forma en el que se expresaron aparecieron para la víctima y su familia como
serias, concretas y verosímiles.
Los hechos antes descritos son calificados por el Ministerio Público como
constitutivos del delito consumado de Robo con Intimidación, previsto y
sancionado en el artículo 436, inciso primero, del Código Penal, en relación a lo
dispuesto en el artículo 439 del mismo cuerpo legal y del delito consumado de
Amenazas Terroristas, contemplado en el artículo 7 de la Ley 18.314, que
determina las conductas terroristas y fija su penalidad, en relación con los
artículos 296 y 475 del Código Penal.
Hecho A.2.
1.- Héctor Javier Llaitul Carrillanca, líder del grupo, quien dirigió la acción y
determinó la función que a cada uno de los integrantes les correspondería,
estableciendo secciones, ubicaciones y objetivos a los mismos.
3.- Jonathan Sady Huillical Méndez, quien obró como francotirador, usando
un arma de fuego tipo escopeta al efecto.
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6.- Víctor Adelino Llanquileo Pilquiman, quien obró como francotirador,
usando un arma de fuego tipo escopeta al efecto.
7.- Juan Carlos Parra Leiva, quien concertado para la comisión del delito,
obró como vigilante del mismo, observando en las inmediaciones del lugar de la
emboscada lo que ocurría, prestando cobertura al grupo que disparaba, a objeto
de evitar ser sorprendidos por terceros.
8.- Carlos Andrés Muñoz Huenuman, quien concertado para la comisión del
delito, obró como vigilante del mismo, observando en las inmediaciones del lugar
de la emboscada lo que ocurría, prestando cobertura al grupo que disparaba, a
objeto de evitar ser sorprendidos por terceros; y otras personas cuya identidad no
ha sido posible determinar.
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Inspector Walter Oyarce Vergara, quien resultó con lesiones de carácter
grave consistentes en fractura expuesta en mano izquierda, tercer metacarpiano,
e
Hecho B.1.
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1, de la Ley 18.314, que determina las conductas terroristas y fija su penalidad, en
relación con el artículo 1° N° 1, de la misma ley, y 475 N° 1 del Código Penal; y
del delito consumado de Incendio por un valor superior a 40 Unidades
Tributarias Mensuales, respecto de los vehículos que se encontraban en el
lugar, previsto y sancionado en el artículo 477 N° 1 del Código Penal.
Hecho B.2.
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Hecho B.3.
Hecho B.4.
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Los hechos antes descritos configuran a entender del Ministerio Público el
delito consumado de Incendio por un valor superior a 40 Unidades Tributarias
Mensuales, previsto y sancionado en el artículo 477 N° 1 del Código Penal.
Hecho B.5.
Hecho B.6.
“El día 9 de Agosto de 2009, momentos previos a las 08:45 horas, los
acusados: Marcos Mauricio Millanao Mariñan, Juan Carlos Millanao Painemil,
Eduardo César Painemil Peña, Simón Eras Millas Paillan y Jorge Andrés Santi
Leal, ya individualizados, y otros sujetos que los acompañaban, concurrieron
hasta el predio particular ubicado en la parcela N° 11, del sector Lleu Lleu,
Comuna de Cañete, propiedad de Eduardo Arturo Campos Valenzuela, quien
reside en el lugar, procediendo a encender fuego a un galpón y efectuar disparos
al aire con armas de fuego que portaban, lanzando asimismo panfletos alusivos al
conflicto mapuche, para luego retirarse del lugar. Habiéndose percatado el
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propietario de esta situación, junto a otros residentes del lugar, procedió a sofocar
posteriormente el fuego, resultando la construcción con daños de consideración
que fueron avaluados en la suma de dos millones de pesos.”
Hecho C.
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de la nocturnidad, usando armas de fuego para amedrentar y atentar contra
personas y propiedades asociadas a la actividad agrícola y forestal y contra
representantes de organismos públicos a cargo de la aplicación de la ley, los que
posteriormente eran difundidos a través de los medios de comunicación social,
por medio de comunicados y adjudicaciones.
Las acciones que formaban parte del plan criminal de esta organización
estaban dirigidas a lograr el control territorial de determinadas zonas a las que
identifican como tierras ancestrales del pueblo mapuche y tenían como
denominador común producir en la población o en parte de ella, el temor
justificado de ser víctimas de delitos de la misma naturaleza, esto enmarcado
dentro de lo que denominaron “proceso de recuperación de tierras ancestrales del
pueblo mapuche”.
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correspondería la calidad de autores contemplada en el artículo 15 N° 3 del
Código Penal.
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penal contemplada en el artículo 12 N° 12 del Códig o Penal, y la especial del
artículo 2 de la Ley 18.314.
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Esteban Llanquileo Pilquiman, Víctor Adelino Llanquileo Pilquiman, Luis Guillermo
Menares Chanilao, Jonathan Sady Huillical Méndez, José Santiago Huenuche
Reimán, Nolberto Fidel Parra Leiva, Juan Carlos Parra Leiva y César Eduardo
Parra Leiva, la pena de siete años de presidio mayor en su grado mínimo.
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Alejandro Rojas Rifo, solicita para el acusado Héctor Javier Llaitul Carrillanca la
pena de dieciocho años de presidio mayor en grado máximo, y para los acusados
Ramón Esteban Llanquileo Pilquiman, Víctor Adelino Llanquileo Pilquiman, Luis
Guillermo Menares Chanilao, Jonathan Sady Huillical Méndez, José Santiago
Huenuche Reimán, Juan Carlos Parra Leiva y Carlos Andrés Muñoz Huenuman,
la pena de quince años de presidio mayor en su grado medio.
Por el delito de Incendio Terrorista solicita para los acusados Héctor Javier
Llaitul Carrillanca, Marco Mauricio Millanao Mariñan, y César Eduardo Parra Leiva
la pena de quince años y un día de presidio mayor en su grado máximo.
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Eduardo César Painemil Peña y Simón Eras Millas Paillan, la pena de diez años y
un día de presidio mayor en su grado medio.
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César Painemil Peña, Jorge Andrés Santi Leal y Simón Eras Millas Paillan, la
pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo.
3º: Que, también consta del auto de apertura citado precedentemente, que
la Gobernación Provincial de Arauco dedujo acusación particular.
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acusación fiscal ya citada, los que a entender de este querellante configuran el
delito de Homicidio Simple, en grado de frustrado, previsto y sancionado en el
artículo 391 N° 2 del Código Penal, en relación con el artículo 7 del mismo
Código.
Corresponden a los mismos hechos signados con las letras B.1., B.4., B.5.,
y B.6., de la acusación fiscal ya citada, los que a entender de este querellante
configuran los delitos de: a) Hecho B.1. de la acusación fiscal, los delitos de
Incendio en grado de desarrollo de consumado, previsto y sancionado en los
artículos 476 N° 1 del Código Penal, respecto de l os Inmuebles de Forestal
Mininco S.A.; y de Incendio por un valor superior a 40 Unidades Tributarias
Mensuales, en grado de desarrollo de consumado, previsto y sancionado en el
artículo 477 N°1, del mismo Código; b) Hecho B.4. d e la acusación fiscal, el delito
de Incendio por un valor superior a 40 Unidades Tributarias Mensuales, en
grado de desarrollo de consumado, previsto y sancionado en el artículo 477 N° 1
del Código Penal; c) Hecho B.5. de la acusación fiscal, el delito de Incendio, en
grado de desarrollo de consumado, previsto y sancionado en el artículo 476 N° 1
del Código Penal, y d) Hecho B.6. de la acusación fiscal, el delito de Incendio por
un valor superior a 40 Unidades Tributarias Mensuales en grado de desarrollo
de consumado, previsto y sancionado en el artículo 477 N° 1 del Código Penal.
Las acciones que formaban parte del plan criminal de esta organización
estaban dirigidas a lograr el control territorial de determinadas zonas a las que
identifican como tierras ancestrales del pueblo mapuche y tenían como
denominador común producir en la población o en parte de ella, el temor
justificado de ser víctimas de delitos de la misma naturaleza, esto enmarcado
dentro de lo que denominaron “proceso de recuperación de tierras ancestrales del
pueblo mapuche”.
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como líder del grupo, planificando la acción y determinando las funciones que a
cada uno les corresponderían así como la de decidir obrar en dos grupos y la
ubicación de los mismos; Ramón Esteban Llanquileo Pilquiman, quien con una
motosierra tuvo como función cortar los árboles que permitirían obstaculizar el
camino de la ruta de Puerto Choque en el que se desplazaban los vehículos
policiales y evitar su huída, facilitando la consumación de delito; y además obró
como francotirador usando un arma de fuego tipo escopeta; Jonathan Sady
Huillical Méndez, a quien se le encomendó ejecutar la función de francotirador,
usando un arma de fuego tipo escopeta al efecto; Juan Carlos Parra Leiva, quien
concertado para la comisión de delito, en las inmediaciones observaba lo que
ocurría prestando cobertura al grupo que disparaba, a objeto de evitar ser
descubiertos por terceros; José Santiago Huenuche Reimán, quien ejecutó la
función de francotirador, usando un arma de fuego tipo escopeta al efecto; Luis
Guillermo Menares Chanilao, quien ejecutó la función de francotirador, usando un
arma de fuego tipo escopeta al efecto; Carlos Andrés Muñoz Huenuman, quien
concertado para la comisión de delito, en las inmediaciones observaba lo que
ocurría prestando cobertura al grupo que disparaba, para evitar ser descubiertos
por terceros; Víctor Adelino Llanquileo Pilquiman, quien ejecutó la función de
francotirador, usando un arma de fuego tipo escopeta al efecto.
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entender del querellante configuran los delitos de asociación ilícita terrorista,
descrito y sancionado en los artículos 1° N° 1, en relación al artículo 2 N° 5 y
artículo 3, inciso final, de la ley 18.314, que determina las conductas terroristas y
fija su penalidad, en relación a los artículos 292 y siguientes del Código Penal y
de asociación ilícita para el hurto y robo de madera, previsto y sancionado en
los artículo 292, 293 y 294 del Código Penal.
Por el delito de Incendio Terrorista solicita para los acusados Héctor Javier
Llaitul Carrillanca, Marco Mauricio Millanao Mariñan, y César Eduardo Parra Leiva
la pena de quince años y un día de presidio mayor en su grado máximo.
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las costas de la causa, con arreglo a lo que disponen los artículos 45 y siguientes
del Código Procesal Penal, y el comiso de las especies incautadas, según las
disposiciones generales aplicables.
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De igual forma, argumento que con el objeto de asegurar la impunidad de
los hechos ilícitos y el control territorial de los terrenos denunciados y que fueron
entregados por el Estado Chileno a estas forestales, se los dotó de una guardia
armada, a fin de impedir la injerencia de todas las autoridades policiales y también
la defensa que las propias víctimas realizaban frente a la perpetración de los
hechos punibles.
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Aludió, a que para los efectos de desarrollar la labor de explotación de
madera, se dividieron en cuadrillas destinadas un grupo a la explotación, o
extracción de la madera que pertenecía a las empresas forestales utilizando
motosierras y otros medios similares al efecto, así como vehículos de tracción
animal y de motor, los cuales eran resguardados por sujetos armados, cuya
función específica era atacar a todo aquel que quisiera interrumpirlos. La madera
era comercializada directamente por Nolberto Parra Leiva y José Huenuche
Reiman, siendo así que la madera de pino que era sustraída en determinados
sectores, era procesada en un aserradero móvil que poseía la organización
criminal cuya denominación era Coordinadora Arauco Malleco (CAM). Las
empresas víctimas de esta clase de ilícitos denunciaron en múltiples
oportunidades la perpetración de esta clase de hechos, a modo meramente
ejemplar, en la acusación se desplegaron 17 de ellos, que transcurrieron entre el
año 2005 y 2009, donde se hace efectiva la existencia de una guardia armada.
Fue así que también haciendo efectiva la acción de la guardia armada, frente a
cualquier injerencia que podía producirse en la consumación de los hechos
punibles, y que consideraban propiedad del grupo delictual, el día 02 agosto del
año 2008, en el sector de Tranaquepe, en el denominado cruce de Los Fica,
emboscaron a personal de Carabineros; el día 13 de agosto de 2008 en el ingreso
del sector del denominado cruce la Puntilla, también una emboscada a
Carabineros; el día 22 de agosto de 2008, en el sector Puerto Choque, esta vez
contra particulares; el día 1° de agosto de 2008, e n contra de funcionarios de
Carabineros en el sector La Puntilla, resultando un funcionario con lesiones
graves gravísimas, puesto que perdió la visión de uno de sus ojos. Luego el 15
octubre 2008, a las 12 horas se perpetró otra emboscada en contra de
Carabineros, a la salida del camping Bolleco, y el 16 octubre del año 2008, luego
de las 12 de la noche, se perpetró la última emboscada en contra de del Fiscal
Elgueta y su comitiva, cerca del cementerio de Puerto Choque, luego del cruce
Lingue, todos de la comuna de Tirúa.
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Señaló, que esto da a entender que no se trata de la comisión de hechos
excepcionales sino que es una conducta generalizada en el lugar de los hechos, y
que no son atentados únicamente contra la propiedad, como se ha tratado de
asentar a través de los medios de comunicación que prestan apoyo a este tipo de
acciones, sino que también, graves delitos contra la vida y la integridad física de
las personas. Se comprobarán estas circunstancias, a través de una serie de
testigos de contexto que permitirán apreciar el clima que se había generado en
los lugares de comisión de estos delitos, por parte de la asociación criminal que
operaba como la Coordinadora Arauco Malleco; testigos que directamente fueron
víctimas de los ataques desplegados los sujetos activos de estos delitos, quienes
eran atacados y amedrentados, sin motivo alguno, simplemente por ser lo que
eran, trabajadores forestales o funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones.
También se comprobará esta circunstancia, específicamente de la organización a
través de diligencias intrusivas, que fueron debidamente autorizadas por el
Juzgado de Garantía de Cañete, que permitirán acreditar el contexto del proceso
de sustracción, del hurto y robo de madera y el hecho de que también operaban a
través de guardias armados, destinados a impedir que se interrumpiera la
consumación de estos ilícitos, esto a través de conversaciones telefónicas,
habidas específicamente entre los propios acusados y otros sujetos, a través de
las cuales se podrá extraer la orgánica de funcionamiento de esta organización
criminal, los liderazgos, las funciones por cada uno desarrolladas y la necesidad
de dar a conocer a los medios de comunicación masiva, de la perpetración de
estos hechos por los sujetos, sin perjuicio de las fotografías tomadas por personal
policial en los momentos mismos cuando se perpetraban los hechos punibles; los
planos de ubicación no solo de los sectores afectados, sino de los lugares en que
se produjeron las embocadas y de los domicilios de los acusados, próximos a los
lugares de perpetración de los hechos punibles, e incluso se verá un video
incautado legalmente, en el que se puede apreciar el trabajo desarrollado
directamente por los acusados en un aserradero, que se encuentra incautado,
cuya fotografía se incorporará mediante la exhibición correspondiente. También
estará el testimonio de testigos que declararon en la investigación y que
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adquirieron la madera, de representantes de las empresas afectadas que
hablarán de la cuantía; de testigos que fueron lesionados en las emboscadas, que
explicarán como aprovechaban y elegían estos sujetos los lugares para asegurar
la impunidad.
Refirió el Fiscal, que otro grupo utilizó el fuego como una forma de causar
el temor a través de una serie de delitos de incendio, siendo uno de ellos
cometido bajo el alero delictivo de Llaitul y de César Parra Leiva el 10 de
noviembre de 2005, en el predio de forestal Mininco, afectando a dos familias, en
donde se hizo salir a las personas, dentro de las cuales se encontraban menores
de edad a las 11 de la noche, procediendo a quemar las cabañas que habitaban y
los vehículos que allí se encontraban lo que ha generado que una de las hijas, se
encuentre aun con tratamiento siquiátrico. Mencionó otra serie de cabañas
recreacionales que fueron quemadas en la zona, así hizo alusión a que el 30 de
mayo 2009, los acusados que menciona en a acusación concurrieron a la parcela
36 de Contulmo, la que fue destruida por el fuego, el 8 de agosto de 2009, en el
sector de San Ramón, ruta p-70 quemaron un camión y una grúa, el 9 de agosto
de 2009, quemaron la propiedad de Rafael Arcángel Pincheira Santander, el 9 de
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agosto de 2009, concurrieron a la parcela N° 11, do nde queman una cabaña,
dejando además panfletos en el lugar.
Añadió, que declararan peritos, que trabajaron en los sitios de los sucesos,
quienes harán mención a los que pudieron concluir, la relación entre ellos, sus
vías de acceso, y la forma de comisión. También declararan respecto de estos
hechos funcionarios policiales, que no solo vieron lo sucedido, sino que también
se hará mención a una declaración obtenida del acusado César Parra Leiva.
Argumentó que en el juicio, para desvirtuar los testimonios y justificar la
retractación de los testigos, se apelará a los apremios, las torturas y las
amenazas de Fiscales y Carabineros inescrupulosos, ya que siempre ha ocurrido
lo mismo. Se reproducirán además los dichos de dos testigos, quienes refirieron
los delitos de incendio, como se accedió a los lugares y como se cometieron,
permitiéndose acreditar la efectividad de estos testimonios.
Hizo referencia, a que para asegurar el resultado del delito, se pidió cortar
los árboles, a efectos de impedir la fuga, descartándose la teoría del montaje.
Para efectos de configurar la acción dolosa de matar de los encartados, que
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causaron desde lesiones leves hasta lesiones graves gravísimas en la persona
del Fiscal y de quienes le acompañaban, además de resultar lesionados dos
Carabineros, se contará con la declaración de un perito balístico, quien hará
mención a la ubicación de los francotiradores en el lugar. Además las víctimas y
un testigo presencial del robo con intimidación, podrán reconocer las voces y las
características físicas de quienes concurrieron a amedrentar a Santos Jorquera.
Se contará también con la declaración de un testigo presencial de estos hechos, y
con la declaración que en sede investigativa prestó el imputado Jonathan Huillical
Méndez. Además se tendrá en cuenta la información de los teléfonos sustraídos a
don José Santos Jorquera, uno de los cuales quedó en manos de José
Huenuche, al que luego de haber sido sustraído se le insertaron dos chips,
circunstancias que se acreditaran puesto que las llamadas eran dirigidas a su
hermano y a su pareja. Tales versiones serán respaldadas por fotografías, planos
y presentaciones tridimensionales. Habrá un testigo que reconocerá a uno de los
acusados, por encontrarse en una caseta.
Además los peritos del Servicio Médico Legal, darán cuenta de las
lesiones, y del hecho que los disparos fueron ejecutados con el objeto de quitarle
la vida de las víctimas, consumación del hecho punible que no se logró por una
causa independiente de la voluntad, ya que fueron los propios agraviados quienes
lograron frustrar tal hecho.
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demuestra que al parecer, esto no resulta ser un montaje. Llaitul por su parte al
momento de ser detenido señaló que esto fue un enfrentamiento.
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declaró al periódico “The Clinic”, que se buscaba mantener el control territorial de
la zona.
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Forestal Mininco, en donde procedieron a incendiar dos cabañas en un acto que
resulta particularmente fuerte.
Indicó que no solo quemaron las cabañas sino que se sacaron a dos
familias de sus casas, siendo obligadas a arrancar, y quemando además dos
camionetas que se encontraban en el lugar. Estimó que se va a probar la
participación de los imputados en este delito, el que se considera como un
incendio terrorista, ello, porque como se ha referido, ha tenido por objeto crear
temor, a través de éste conflicto que han tratado de crear los acusados. Tal como
se ha referido, otras personas han sufrido delitos de esta misma naturaleza, pero
por las características de éstos, es que se pide una pena más alta, y desde ya
cree que la sentencia debe ser condenatoria.
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Señaló que existen tres razones, tres historias y un solo camino que es el
que llevará a la absolución de sus representados. Hace mención a las palabras de
Trajano sobre las denuncias anónimas que no debieran tener valor alguno.
Trajano tenía claro como se debía proceder en contra de los cristianos, a los que
hoy se les llamaría terroristas. No era tolerable para él los testigos anónimos en
una acusación, lo que hoy serían los testigos secretos, y no era tolerable que de
esa forma se juzgase a los cristianos, que hoy serían los mapuches.
Así, señaló que los romanos tenían claro que, sea cual fuere sus enemigos,
ellos no se convertirían en bárbaros, garantizando un juicio justo.
Afortunadamente, en este juicio el que decide es Usía y no el Ministerio Público.
No solo el Ministerio Público, borra las palabras de Trajano, sino que además está
el número de los testigos secretos, que son 36, la forma en que procedió con
estos testigos secretos, ya que hay 7 que son del Juzgado de Garantía de
Temuco, y que declararon en causa Rol 5694-2002, donde todos los imputados
fueron absueltos, y esos siete testigos nunca han declarado ante el fiscal, cuatro
de ellos nunca han declarado, ni siquiera ante la Policía.
Agregó que los testigo secretos no existen, en primer lugar por la historia
legislativa, siguiendo el antiguo Código de Procedimiento Penal, el
establecimiento del Código Procesal Penal y la historia de la Ley. Nunca una ley
adecuatoria tiene por objeto crear instituciones nuevas, como son los testigos
secretos. Con esta institución se priva a la defensa de la posibilidad de impugnar
la prueba de cargo. Hace mención a que se señalará un fallo del 2003 de la Corte
Suprema, y remarca que este Alto Tribunal, no es el mismo de hace 7 años atrás,
cuando no se anulaban juicios por no existir lectura de derechos, por lo que
mucho se ha avanzado en materia de derechos fundamentales. Pero no
solamente tienen estos reproches, sino que además conocerán a testigos
secretos menores de edad, que reconocen participación hacia atrás, incluso del
año 2005, los que declaran sin abogado, violando lo dispuesto en el artículo 31 de
la Ley 20.084, haciendo referencia al fallo 6305-2010, donde la Corte Suprema,
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expresamente reconoce que debe estar el abogado. La Fiscalía dice que son
testigos, pero ello no es así, ya que los testigos no reconocen participación.
Hizo mención a las palabras de Sir Walter Raleigh, quien fue acusado
solamente por una carta, quien solicitó que se trajera a la persona de su
acusador, pedía que le trajeran a quien firmó la carta en la Torre de Londres. Esta
persona fue condenada a muerte por un delito considerado hoy como terrorista,
que es conspirar para dar muerte al Rey. Este es considerado como uno de los
juicios más infames, y ha sido ampliamente criticado por la jurisprudencia. Han
pasado 400 años, y el Ministerio Público, lo que trae es el testimonio de oídas, no
solo una carta. Los testigos de oídas serán policías, de investigaciones, de
Carabineros, o peritos expertos en hablar de lo que dicen otras personas a través
de fotografías, esos no son peritos. Indicó que se escucharan testimonios de
oídas, de otros testimonios de oídas, de una persona que ya murió. Al final, se
señalará el valor de este testimonio de oídas, pero dice desde ya, que dicha
prueba nunca ha sido juramentada ni contra examinada.
Afirmó, que el conflicto mapuche ha hecho que muchos vean las cosas
diferentes a como verdaderamente son. Los hechos son realmente distintos, y a
veces realmente inexistentes. Sus defendidos son Víctor Llanquileo Pilquiman,
quien se encontraba a noviembre de 2009, trabajando en la ciudad de Mejillones,
con contrato y cotizaciones, pero se pretende que se le vea como un peligroso
miembro de una asociación. Lo mismo que a Segundo Ñeguey Ñeguey, quien es
un campesino con dificultades incluso para leer, también se señalará como
miembro de una organización, pero se hablará de todo lo que él hizo en esos
años. Nolberto Parra Leiva, otro agricultor, que también vive hace muchos años
en esta comunidad, y es por eso que se ha asimilado a la etnia mapuche, a él
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también se le señala como miembro de una asociación ilícita, pese a que nunca
se le ha visto con armas, pero igual sería un peligroso asaltante de sus vecinos.
Luis Menares Chanilao pertenecería a la misma organización desde el 2004, pero
ese año él venía saliendo de Cuarto Medio, trabajaba en Temuco, y luego en
Puerto Montt, pero paralelamente era miembro de una compleja asociación ilícita.
En verdad se trata de personas comunes y corrientes.
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Mencionó, el caso de los hechos ocurridos el día 15 de octubre de 2008 y
el 16 de octubre de 2008. En el caso del robo ocurrido en la casa de José Santos
Jorquera, no se logra reconocer a nadie y se vincula a sus representados, solo
con declaraciones de testigos secretos. No hay pruebas objetivas, ya que no se
les encontró ninguna de las especies provenientes del robo, ni tampoco huellas.
En el caso de Nolberto Parra, ese día estaba sembrando papas, en el caso de
Víctor Llanquileo, estaba en Santiago celebrando su cumpleaños, y Luis Menares
se encontraba visitando a su sobrina enferma en Temuco. En lo que se refiere a
las lesiones acaecidas el día 16 de octubre de 2008, hace presente que la
investigación la dirige una de las propias víctimas, que es el señor José Luis
López Leiva, por lo que no se respeta el principio de la probidad administrativa
que rige a los funcionarios públicos.
Argumentó, que hay confusión respecto del bien jurídico protegido, ya que
equivocadamente se dice que el dolo es causar alarma, pánico, o terror en la
población, aludiendo en definitiva a un elemento subjetivo del tipo. Sin embargo,
estima que el bien jurídico protegido es el orden constitucional democrático, que
es otra cosa distinta, que el de infundir pánico en la población. Con esa última
lógica, las barras bravas también conformarían grupos terroristas, pero a ellos
nunca se les ha aplicado la Ley Antiterrorista, ni tampoco a los enfrentamientos
entre bandas de droga, pese a que ambos infunden temor en la población.
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Por eso, el estándar es de otra entidad mencionando diversos tratados
sobre la materia, e indicó que el terrorismo en definitiva es una grave amenaza
para la paz o la seguridad. No se debe construir este delito sobre la base de la
alarma, ya que ello puede confundir, al ser común en todos los delitos incluidos
los comunes. El Ministerio Público, ha hecho todo una apología sobre el tema,
pero en su opinión no se satisfacen los supuestos del tipo. Se construye en base
a nada.
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Refirió, que debe defenderse de la acusación formulada por el delito de
robo con intimidación, en donde se menciona que todas estas personas habrían
intimidado al dueño de casa. Nadie, ni siquiera los testigos protegidos, participa
en alguna de las formas del robo con intimidación, de manera que la apropiación
no se traduce en el ánimo de lucro, no encontrándose acreditados por algún
testigo directo, tales elementos. Nadie dice que a esta persona yo la vi, haciendo
tal o cual cosa. La prueba debe ser sobre la base de hechos. No basta con que un
testigo le conozca la voz a uno de los acusados, ello es una manera muy extraña
de reconocer a alguien. Además hay una incorrecta calificación jurídica del hecho
al incluir las amenazas terroristas dentro del mismo delito. También le parece que
se repiten los hechos de la asociación ilícita con la asociación ilícita para robar
madera. Se enumeran una serie de antecedente que son de conocimiento de otro
Tribunal, competencia de la jurisdicción militar, por lo que se infringe además el
non bis in ídem.
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chileno en forma deliberada ha tratado de destruirlo, llegando casi al genocidio,
desconociendo sus derechos a partir de 1882, en que les avasalla y les quita las
tierras. Es un pueblo que fue diezmado y frente a esto las comunidades deben
defenderse, existiendo el derecho a defensa, ya que llevan cuatro muertos.
Dentro de este conflicto, es que se debe entender todo el problema, sino se
entiende así, no se puede analizar.
Agregó, en lo referido a la asociación ilícita, que su teoría del caso será que
ella no existe y que nunca existió. Si se estimara que si la hubo, anuncia de
antemano el planteamiento de la excepción de Cosa Juzgada, prevista en los
artículos 264 letra c) y 265 del Código Procesal Penal, refiriendo que la Cosa
Juzgada, es que no se puede juzgar dos veces un mismo hecho. No puede ser
juzgada una persona de nuevo por el mismo delito, y en la causa RUC
56
0200142499-0, ya ha sido absuelto Héctor Llaitul, precisamente por el supuesto
delito de asociación ilícita terrorista.
Señaló que respecto del homicidio contra un Fiscal del Ministerio Público,
hay texto expreso, hay un tipo penal para el hecho sufrido por el señor Elgueta, si
es que realmente lo sufrió, leyendo el artículo correspondiente, el artículo 268 ter
del Código Penal, y luego el 268 quater, que corresponde a las lesiones a un
Fiscal o un Defensor. Su teoría del caso, es que no se trata de una emboscada al
señor Elgueta, ni un homicidio frustrado en contra del mismo, ni atentados contra
la autoridad, sino que acciones de legítima defensa, y en todo caso, que en ellos
no estuvo presente, ni dio las órdenes el señor Llaitul, y que en los demás
hechos, refiriéndose a los incendios, que éste no tuvo ninguna participación.
58
decidió instalar la figura del mal llamado “conflicto mapuche”. Esto ha sido
recurrente por el Ministerio Público, e incluso el Canal 13 dio un reportaje donde
se daba a conocer a la guerrilla de Arauco. Pero, no existe posibilidad de sostener
lo que se afirma, con lo que se verá en juicio, ni aún por la vía de las
presunciones, no se da el concepto de terrorismo, el peor terrorismo es el que
viene del propio Estado, y los únicos muertos que ha habido son precisamente
jóvenes mapuches.
59
montaje, ya que esto se quiere instrumentalizar, y se persigue a quienes solo
buscan una reivindicación justa.
60
especialidad debiese aplicársele la Ley 20.084, ya que se aplica esta Ley a
quienes al momento de principiar la ejecución del delito fueran menores de edad.
Además el artículo 3° dice que no se aplica a los m enores de edad la Ley 18.314.
Haciendo una interpretación de ciertos artículos que cita en su exposición, señala
que su representado debiera ser considerado jurídicamente como un menor de
edad. En ese punto, sostiene que las declaraciones que prestó debieron siempre
ser con el apoyo de un letrado, por lo que la utilización de las declaraciones de su
representado, adolecen en este caso de un vicio de nulidad.
Señaló que su teoría del caso, será coherente con las ya expuestas dentro
de este juicio. Hizo mención más adelante, a la necesidad de una investigación
racional y justa, citando el artículo 8 N° 1 del Pa cto San José de Costa Rica, que
consagra el derecho que tiene todo imputado a ser oído por un Tribunal imparcial
y justo. Se cuestiona que sucede si la investigación no cumplió con dichos
estándares. Lo más analizado fue lo que afectó a Elgueta, quien andaba con
policías que no lo protegieron, pero estos policías se convierten entonces en
víctimas y luego ellos dirigen la misma investigación, por lo que no hay garantías.
Otro hecho, fue que las diligencias fueron ordenadas por el mismo Fiscal
Elgueta, lo que quedó claro desde la acusación misma. Además señaló que el
Ministerio Público, se pone en el lugar de uno de los intervinientes, ya que en su
acusación dice que un delito se cometió en contra de su representada Forestal
Crecex, lo que es una muestra palmaria de su falta de imparcialidad. Pero, aclaró
que si lo que sucedió es que solo pegó la acusación de la Forestal ello es aún
peor.
61
Cuando el Estado no puede o no quiere resolver un problema aplica la
pena. La labor de este Tribunal Oral debe ser ajustada al Derecho. Su única
esperanza es ahora la Justicia, y su única interpelación es que quienes deben
juzgar lo hagan adecuadamente, y en ese sentido cuando se pide una sentencia
racional y justa es en el entendido que vean y prevean, que durante todo este
tiempo desfilaran todos estos peritos y testigos, que lo que van a decir, es muy
poco de los hechos de la causa, pero si mucho del contexto.
62
15º: Que el Ministerio Público en su alegato de clausura, señaló que tal
como lo expuso en la apertura, en el curso de este juicio se acreditó mas allá de
toda duda razonable la configuración de los delitos perpetrados por los acusados.
De las declaraciones de los testigos José Luis López Leiva, Jorge Ogueda
Fuentes, Cristian Araneda Peña, y Mario Elgueta Salinas, se comprobó la
existencia de un grupo de individuos que en la comuna de Tirúa, sustraía
mediante la tala de árboles de propiedad de forestal Crecex, ex Volterra y
Mininco, madera que era de su propiedad, conducta que era realizada entre otros
sujetos por Nolberto Fidel Parra Leiva, Juan Carlos Parra Leiva, César Eduardo
Parra Leiva, Leonel Alejandro Carilao Liencura, Juan Manuel Muñoz Huenuman,
Carlos Andrés Muñoz Huenuman y don Segundo Ambrosio Ñeguey Ñeguey;
circunstancia que de hecho, dos de los testigos presenciaron directamente al
constituirse en la Puntilla de Tranaquepe, identificando a los autores de este
hecho ilícito, no en una si no en varias oportunidades.
Añadió que a la luz del artículo 294 bis, se debe considerar que debe
sancionarse la figura criminal, sin perjuicio de las penas que correspondan por los
crímenes o simples delitos cometidos con motivo u ocasión de tales actividades,
es decir, deben sancionarse aun cuando no se hayan cometido o bien no se haya
comprobado ninguno de los delitos que conformaban el plan criminal, según se
ha fallado por la I. Corte de San Miguel en Causa Rol N°1309-2001, el Sexto
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago en causa RUC N°0700500869-1 y
la E. Corte Suprema en causa rol N°7712 del año 200 8.
66
Afirmó que de la prueba ofrecida y que expondría en detalle, se habrían
configurado los elementos en virtud de los cuales la doctrina y la jurisprudencia
estiman concurrentes el delito de asociación ilícita, como son: la concurrencia de
un determinado número de personas que pueden ser dos, es decir, pluralidad de
personas, en segundo lugar, la existencia de un acuerdo entre los miembros del
grupo con cierta permanencia en el tiempo, esto es, estabilidad y permanencia en
el tiempo, cuestiones que no es necesario acreditar por escritura pública u otra
convención especial, sino que por lo que se puede constatar de la prueba,
específicamente determinada a través del dolo externo desplegado por parte de
los individuos al desarrollar una y otra vez las actividades delictivas que estaban
encaminadas dentro de un plan específico, el sustraer la madera para luego
hacerse del lucro de la misma de una empresa forestal determinado de
particulares y la circunstancia de obtener la recuperación de esos predios a través
de esta explotación que denominan proceso de recuperación productiva de tierras
y obtener de esta manera el control territorial de esos lugares, expulsando a la
fuerza pública creando una sensación de intranquilidad e inseguridad de la
personas que ahí viven. En tercer lugar, la actividad encaminada a la realización
de actividades ilícitas, quiere decir, la finalidad ilícita de la asociación. En cuarto
lugar, la asociación debe estar dotada de una estructura jerárquica y organizada,
aquí se expresaron liderazgos, y funciones especificas por parte de los sujetos, un
líder que daba las determinaciones y comunicaba a la prensa cada vez que había
un enfrentamiento, un grupo que talaba los arboles y efectuaba la venta, y un
tercer grupo que finalmente desarrollaba la función de guardia armada para
impedir que se interrumpiera el curso causal de os delitos referidos. Luego,
funciones determinados de sus miembros, la organización, el fin debe ser cometer
delitos, como se acreditó en la audiencia, no solo robos y hurto, sino también
lesiones a funcionarios de Carabineros, Policía de Investigaciones y Fiscales en el
ejercicio de sus funciones, y en último lugar, la independencia de la asociación de
los delitos que se cometan, es decir, que se desarrollen en el tiempo
independientemente de la consumación de estos delitos fines.
67
Estimó que sin embargo, hubo algo que fue más allá respecto de Héctor
Llaitul Carillanca, quien para asegurar la impunidad de los delitos, la impunidad de
sus actos y para asegurar el control territorial de sus propiedades usurpadas, dotó
al grupo de una guardia armada, destinada a repeler cualquier tipo de injerencia
de las autoridades policiales o de las propias víctimas, la que estuvo a cargo de
Ramón Esteban Llanquileo Pilquiman, colaborando ejerciendo estas funciones,
Víctor Adelino Llanquileo Pilquiman, Luis Guillermo Menares Chanilao, Jonathan
Sady Huillical Méndez y Santiago Huenuche Reiman. Así se ejecutaron atentados
en contra de las personas y propiedades y del orden público en las comunas de
Tirúa, Contulmo y Cañete, en la región del Bío Bío, afectando los bienes jurídicos
protegidos por el delito de asociación ilícita, y esta estructura asociativa se
organizó con una estructura funcional, que le permitió actuar en un periodo
prolongado de tiempo, distribuyendo y fragmentando las funciones entre sus
miembros, compartimentando la información para asegurar su seguridad e
impunidad, utilizando un modus operandi similar en sus distintas acciones,
recordando que los testigos dijeron que cada vez que iban era como una faena
forestal donde desarrollaban todos la misma labor, se distribuían de la misma
manera las funciones, además se aprovechaban de las condiciones naturales del
terreno, a veces de la nocturnidad y despoblado atendida la ruralidad de los
lugares, usando armas de fuego en contra de personas y propiedades y en contra
de los representantes de los organismos públicos a cargo de la aplicación de la
ley, acciones que posteriormente eran difundidas por los medios de comunicación
social por medio de comunicados y adjudicaciones, porque esto daba la
sensación de descontrol, de inseguridad y finalmente que el control territorial
dependía de una institución distinta del estado, cual era la Coordinadora Arauco
Malleco. Acciones que eran parte del plan criminal, dirigidas al control territorial de
ciertas zonas, denominadas tierras ancestrales del pueblo mapuche, con un
denominador común, cual era producir en la población o parte de ella, el temor
justificado de ser víctimas de delitos de la misma naturaleza, esto enmarcado
dentro del proceso de recuperación productiva de tierras ancestrales del pueblo
mapuche.
68
Así fue que para la sustracción de madera del predio de las empresas
forestales, se dividían en cuadrillas, dentro de las cuales había un encargado de
la explotación y extracción de la madera sustraída, utilizando al efecto motosierras
y medios de tracción como vehículos o animales de carga, los cuales eran
resguardados por los sujetos armados que obraban encapuchados, generalmente
portando escopetas, quienes atacaban a cualquiera que pudiese interrumpir la
perpetración de los ilícitos que ejecutaban, incluidos los dependientes de las
forestales afectadas y representantes del orden público. La labor de comercializar
la madera sustraída era ejecutada por don Nolberto Parra Leiva y José Huenuche
Reiman, quienes además distribuían el dinero obtenido. Además de las
declaraciones antes referidas y la de Ramón Llanquileo, está la declaración del
testigo protegido N°44 del auto de apertura, quien presenció estas acciones,
constató las funciones desarrolladas por cada acusado, expresando como se
distribuía el dinero y la permanencia en el tiempo en la ejecución de los delitos
fines de la asociación criminal. Consta también el contenido de las escuchas
telefónicas de las que se desprenden, en relación a los medios de prueba del N°
16 y 50 introducidas de otros medios, específicamente que corresponde al tráfico
de llamados del teléfono de Héctor Llaitul, fono 77740864, su participación en las
actividades de tala, faenamiento y sustracción de madera, que fueron
incorporadas por la testigo N° 113, doña Valeria N úñez Fernández y el N° 6, José
Luis López Leiva, así, la pista N° 36 del teléfono, de fecha 4 de agosto de 2008,
informa como él solicita a un peñi para ir hacia arriba a buscar una leñita, lo que
significaba ir a la Puntilla de Tranaquepe como lo dijo Ramón Llanquileo, la N°134
de 8 de agosto de 2008 a las 10:50 horas, en la que se pregunta a una persona
no identificada por la pega, escuchándose de fondo ruido de motosierras; en la
pista N°187 de 20 de Agosto de 2008 a las 9:24 hora s, en la que Llaitul se
comunica con Héctor Caniupan para señalarle que van donde los Parras a los
metros, es decir, a determinar la cantidad de madera que había sido sustraída; la
pista N° 188 de 11 de agosto de 2008 en la que Llai tul se comunica con Oscar
Caniupan para señalarle que se venga por abajo, por el agüita; pista N°197 de 12
de agosto de 2008, en la que se pregunta a un sujeto no identificado, donde
69
están, yendo para arriba, escuchándose las carretas de fondo, lo que explica la
acción permanente en el tiempo; pista 247, de 14 de agosto de 2008, en la que
Llaitul solicita que paren los bueyes que van para abajo; pista N° 297 de 19 de
agosto de 2008, en la que Llaitul pregunta a persona no identificada, señalándole
que van para arriba, no por el agüita escuchándose nuevamente acción el fondo;
pista N°302, de 19 de agosto de 2008, en la que Lla itul pregunta a alguien no
identificado, donde están, refiriéndole que estaban haciendo los diecisiete, en
referencia a los diecisiete metros sustraídos en el mismo sector de la Puntilla;
pista N° 311 de 20 de agosto de 2008 donde se pregu nta a personas no
identificadas si van los peñis de Conce escuchándose nuevamente una carreta de
fondo; pista N°1252 de 08 de septiembre del año 200 8, en la que Oscar Caniupan
llama a Llaitul para indicarle que van a ir a pelar, que otros van a ir para arriba y si
él iba ir a pelar, que van a estar todo el día y si hacen otra carga la hacen,
claramente como lo refirió el policía, se refieren a la explotación de madera en los
predios de forestal Crecex y Mininco, sustrayendo la misma para luego venderla
como se desprenderá de las llamadas que más adelante se señalaran. En igual
sentido la pista N°2290 de 28 de septiembre de 2008 , metros que estaban del
banco para adentro refiriéndose al banco aserradero; pista N°3056 de 9 de
octubre de 2008, donde un indica al señor Llaitul que va a empezar a trabajar, que
le avise treinta minutos antes porque él debería estar ahí; pista N°3106 de 10 de
octubre de 2008 en que Oscar Caniupan le comunica a Llaitul, de que van a
seguir trabajando y que lo están esperando para los efectos de determinar el
procedimiento a seguir y además le pregunta por el “Ñay” que corresponde a
Ramón Llanquileo , líder de la guardia armada; pista N°3285 de 14 de octubre de
2008 en que nuevamente hace referencia a la labor desempeñada; pista N°3290
con el mismo sentido antes referido, en la cual se pide que se contacten con
Sinforiano, refiriéndose a José Huenuche con la finalidad de que mande la cadena
de la moto al lugar de la faena, cadena que corresponde a una motosierra; pista
N°4071 de 24 de octubre del año 2008, en que se señ ala nuevamente que van a
estar trabajando arriba, la Puntilla de Tranaquepe donde se explota la madera
forestal.
70
Asimismo, declaró la testigo N° 14, doña Marjorie Álvarez Novoa, respecto
a las escuchas telefónicas introducidas por otros medios, N° 16, cuyo tráfico fue
introducido por otros medios, N°50, fono 88322207, cuyo usuario corresponde a
don Oscar Caniupan Calfin, señalando respecto de la tala de madera, la
participación que correspondía a don Nolberto Parra Leiva; pista N°436 de 26 de
agosto de 2008, en la que Nolberto Parra Leiva llama a don Oscar Caniupan para
que le avise a otros peñis que va un operativo grande para arriba, es decir,
avisándoles para que interrumpan la acción de cortar de arboles para evitar ser
sorprendidos en la misma; Pista N°438 de 26 de agos to del año 2008, en la que
Oscar Caniupan llama para preguntar por dónde van los tontos, como llamaban a
los Carabineros, y Nolberto Parra le dice que van por Antiquina y que son como
ocho camionetas e insistiéndole que avise a los cabros que están haciendo
labores; pista N°446 de 26 de agosto de 2008, en la que Caniupan se comunica
con Nolberto Parra en a que le dice que ya le avisó a los cabros y que cualquier
cosa los pinche. Respecto de Marcos Mauricio Millanao Mariñan, que también
estaba unido por la acción de otros ilícitos a la asociación delictual antes referida,
de este mismo número de teléfono, pista N°459 de 26 de agosto de 2008, en la
que Marcos Millanao, le avisa Caniupan, que los parritas le habían avisado que
venían los tontos para que le avise a los que estaban arriba. Respecto del
imputado de Héctor Llaitul y presencia de policías en el sector, esta la pista
N°550, de 27 de agosto de 2008, en la que Caniupan comunica a Llaitul para
preguntarle si los compadres, esto es Carabineros, fueron para Cañete y Héctor le
dijo que no cachaba, así que estuvieran atentos.
74
El Ministerio Público agregó a lo anterior, la declaración del testigo Patricio
Mendoza Astudillo; se incorporaron escuchas de teléfono celular N°87526666, de
Marcos Millanao Mariñan, en lo que hace referencia a la existencia de botes, de la
presencia de funcionarios policiales y de los contactos con Llaitul. Respecto del
señalamiento de botes, la Pista N°871, de 02 de sep tiembre de 2008, refiere que
Marcos Millanao llama para preguntar por las casas que se llenaron para ir a
sacar las cosas y la persona le dice que por eso anda por ahí. La pista N°1221, en
relación a la presencia de personal de Carabineros de 07 de septiembre de 2008,
se llama a una persona que dice que andan dos y pide le avisen a Juan. Respecto
de la comunicación con Héctor Llaitul, hay dos pistas, las N°2657 y N°2759, en la
primera Llaitul pide a Millanao que lo llame a otro, porque tenía la suposición que
le tenían intervenido su teléfono, y de ahí que sus escuchas o forma en que él se
expresa corresponde más a denominaciones que sólo pueden ser entendidas por
los miembros de la asociación; y en la segunda, en el mismo sentido, que lo llame
a otro móvil que tendría Llaitul, que estaba limpio, es decir con certeza de no estar
intervenido.
76
buey, que esta manco y no sabe cómo llevar la carreta hasta el lugar donde va a
sustraer la madera.
77
Tranaquepe, Choque, Paillaco y Ranquilhue, todos de la comuna de Tirúa según
los dichos de los testigos Francisco Reveco Reyes, y Juan Carlos Navia
Espinoza, asimismo de las 9 cartas geográficas con los predios de las empresas
afectadas y de 28 cartas geográficas de la forestal Mininco, junto con los dichos
de Gustavo Aranela Salazar.
78
funcionarios policiales en el sector de Labranza, luego que constataron la
sustracción de madera, en que se pudo constatar personas encapuchadas
portando armas de fuego del tipo escopeta según declaró Guillermo Santana
Elgueta. Como segundo hecho, el 24 de julio de 2008 prestando cobertura a
trabajos forestales en el predio labranza, los funcionarios de Carabineros fueron
atacados con armas de fuego tipo escopetas, según señaló Álvaro Ascencio
Maureira. El 23 de febrero de 2008, en casa de Eduardo Campos Valenzuela,
cerca del puente Lleu Lleu, donde ya se habían quemado dos cabañas y todas las
propiedades de Carvajal Rondanelli, funcionarios de Carabineros fueron atacados
con armas de fuego, según lo señalaron los Carabineros Adrian Bascuñán Ríos y
Boris Giusti Caamaño. En cuarto lugar, el 10 de junio del 2008, según la
declaración del carabinero Jaime Valdebenito Muñoz, trabajadores de la forestal
Mininco fueron atacados mientras explotaban un bosque de eucaliptus. En quinto
lugar, el 10 de julio de 2008, en Puerto Choque, funcionarios de Carabineros
fueron atacados por César Parra Leiva con una motosierra, al ir a constatar la
sustracción de madera de la forestal Mininco, según refirió don Patricio Palma
Espinoza, y don Alex Lepe Gallardo. Sexto hecho, el 28 de julio de 2008, según
señaló el funcionario de Carabineros Cristián Maldonado Díaz, en la Hijuela N°36
del sector Loncotripay de Tirúa y propiedad de Forestal Mininco, se les atacó con
armas de fuego al verificar la sustracción de madera, señalando que eran trece a
quince personas que usaban motosierras y bueyes. En séptimo lugar, el 2 de
agosto de 2008, en Tranaquepe sector cruce de Los Fica, contra personal de
Carabineros y un camión de combustible, según lo expresaron los testigos César
Morales Saavedra, funcionario forestal y los funcionarios de Carabineros Mario
Vera Garrido, 93, Francisco Barría Almonacid y el testigo protegido N°13, quien
señaló reconocer a Nolberto Parra Leiva por sus vestimentas, lo que se corrobora
con lo señalado por José Luis López Leiva quien señala que al tomar declaración
a Santos Jorquera le señaló que reconoce a Nolberto Parra Leiva porque siempre
andaban vestidos igual. En octavo lugar, el 18 de septiembre de 2008, en el
sector de Labranza, contra personal de Carabineros y trabajadores forestales,
según lo señaló Luis Bustamante, testigo. En noveno lugar, el 1 de octubre de
79
2008, contra funcionarios de Carabineros en el sector de la Puntilla, resultando un
funcionario de Carabineros con lesiones graves gravísimas, como consecuencia
de un impacto proyectil en sus ojos, declarando al efecto el funcionario policial
Daniel Bastidas Marín, Luis Bustamante Soto, y Jorge Ávila Corvalán, testigo 11,
incorporándose tres fotografías del lugar de otros medios 73. En décimo lugar, el
15 de octubre de 2008, en sector Puerto Choque, funcionarios de Carabineros
son atacados con armas de fuego en el camino público que une el campo Boyeco
con los Castaños. En lugar número once, el 16 de octubre de 2008, ocurre ataque
a funcionarios de Carabineros, policía de investigaciones y al Fiscal del Ministerio
Público destinado a matarlo. En duodécimo lugar, 1 de abril de 2009, luego de
cumplir una medida de protección en la vivienda de José Santos Jorquera, al
pasar fuera del cerro El Flojo de Puerto Choque, el funcionario de Carabineros
Carlos Guajardo Campos, refirió haber sido atacado con arma de fuego de tipo
escopeta, refrendado por Rafael Palma Espinoza.
80
Entre estas escuchas se tuvo la posibilidad de determinar los diálogos
habidos entre los propios acusados y otros sujetos vías telefónicas de lo que se
pudo determinar lo orgánica de la asociación, los liderazgos y algunas de sus
funciones y la necesidad, común a esta clase de grupos que realizan acciones
para obtener el control de determinados territorios, de dar a conocer estas
acciones a los medios de comunicación.
81
no les interesaba el control territorial ni el proceso de recuperación productiva de
tierras, a ellos les interesaba únicamente obtener su parte de la venta de madera;
por tanto el dolo, percepción subjetiva de los hechos, es distinta de la que tenían
Héctor Llaitul y el grupo armado, cual era crear una sensación de descontrol,
crear un proceso de reivindicación de tierras del pueblo mapuche y finalmente
expulsar al Estado chileno desde las tierras que consideraba de su pueblo. Indicó
que de hecho, Ramón Llanquileo, reconoció la existencia de los sucesos, de
enfrentamientos que calificó de acciones de auto defensa de las comunidades, así
como la sustracción de maderas que él calificó del proceso de recuperación
productiva de tierras, incluso afirmó como uno de los objetivos de la CAM, grupo
del que se reconoció como dirigente, era el control territorial.
82
27.09.2003, refrenda por la E. Corte Suprema en causa rol N°4423 del año 2003,
se ha establecido que las acciones que causaron estos delitos, demuestra que las
formas, métodos y estrategias empleadas, tenían una finalidad dolosa de causar
un estado de temor generalizado en la zona; los ilícitos comprobados están
inserto en un proceso de recuperación de tierras del pueblo mapuche, el que se
ha llevado a efecto vías de hecho, sin observar la institucionalidad ni la legalidad
vigente, recurriendo a acciones de fuerza previamente planificadas, concertadas y
preparadas por grupos exacerbados que buscan crear un clima de inseguridad,
inestabilidad y temor en diversos sectores de la octava y novena regiones, estas
acciones se han materializado en incendios, robos y hurtos a los afectados en sus
predios y múltiples ataques para que abandonen el sector, la finalidad perseguida
no es otra que provocar en la gente temor de ser víctimas a ataques similares y
con ello obligarlas a que se desistan de seguir explotando sus propiedades y
hacer que las abandonen, a tal extremo se ha llegado a que para garantizar que
una cabaña fuera utilizada, se han tenido que establecer puntos fijos de
Carabineros para que vengan a usarlas personas de fuera del sector o para
asegurar la explotación de un predio forestal se han establecido medidas de
protección tales como vigilancias permanentes a través de campamentos por
parte de funcionarios policiales, los que aún así han debido enfrentarse con
sujetos encapuchados que han intentado interrumpir la realización de labores
lícitas de sus propietarios.
También se refirió a este hecho, el Fiscal Mario Elgueta Salinas, con quien
se incorporaron fotografías de otros medios de prueba N°192 en las que se
apreció se estaban quemando las viviendas en el acto, además, él refirió la
existencia de antecedentes que vinculaban a Héctor Llaitul con este suceso y que
desde que se siguió el curso de la pesquisa en contra de este blanco,
comenzaron los hostigamientos y amedrentamientos en su contra que terminaron
con el ataque de 16 de octubre de 2008. Además, agregó que un testigo
sindicaba, además de Llaitul como líder, a Juan Millanao y Marco Millanao como
parte de los sujetos que habrían realizado el hecho punible, testigo que él mismo
85
habría entrevistado. Además, a este hecho se refirieron los testigos José López
Leiva, Francisco Reveco, y Juan Carlos Navia.
86
láminas de planos de la casa habitación de lo que se desprende nuevamente que
incendio no fue accidental sino que causado por otras personas. Junto con los
dichos de la perito químico, Sonia Yáñez, se incorporaron muestras de otros
medios de prueba N°116. Las víctimas señalaron que sintieron miedo y una de
ellas se sintió expulsada del lugar, manifestando que no volverían a construir en el
mismo atendido lo que sucedió, dando cuenta que la acción desplegada por parte
de los sujetos activos dio el resultado esperado, configurándose la hipótesis del
artículo 1 de la Ley 18.314.
Refirió el Fiscal del Ministerio Público que también declaró Juan Carlos
Meza Terán, y con su testimonio se incorporaron dieciocho fotografías
correspondientes a otros medios N° 136, relativo al incendio de las cabañas que
afectaron las cabañas de Rafael Pincheira y Eduardo Campos, determinando lo
que pudo constatar en estos lugares, así en el galpón descubrió un corte de
alambres, huellas plantares y panfletos, señaló que había un testigo protegido al
interior de la comunidad indígena respecto del cual se logró obtener antecedentes
respecto de la participación de varios sujetos en este hecho punible, lo que
finalmente llevó a determinar la identidad de un testigo que corresponde al testigo
protegido A, agregando que tal testigo declaró el 13 de agosto del año 2009 ante
el Fiscal Luis Elías Morales, señalando los antecedentes de tres incendios: el del
camión, la casa de Rafael Pincheira y el galpón de Eduardo Campos; agregando
93
que el testigo protegido señaló haber sido convocado por Juan Carlos Millanao, a
un lugar donde estaban Marcos Millanao, Eduardo Painemil y Simón MiIlas y
Jorge Santi, quienes se trasladaron por debajo del puente al predio de Pedro
Mariñan, donde había un camión, extrajeron de ese vehículo combustible,
rociaron la cabina y Carlos Millanao prendió fuego con un fósforo, sin perjuicio del
combustible que ellos mismos llevaban que fue rociado en la cabina del vehículo.
Explicó el Fiscal que procesos, se entienden las quemas para hostigar a las
personas que no son del sector. Indicó que respecto de cabaña de Pincheira
concurrieron las mismas personas menos Santis, fueron en dos botes que
describió el testigo protegido, explicando las funciones y distribución en los botes:
en un bote iban cuatro de Huentelolén y en otro iban Marco, Juan Carlos Millanao,
Eduardo Painemil y Simón Millas, quien prendió el fuego fue Marco Millanao y que
luego volvieron hundiéndose uno de estos botes. Respecto del galpón se fueron
caminando por una huella. El testigo señaló que colocaron paja en la parte
posterior, Jorge Santis roció con combustible, Eduardo Painemil encendió el fuego
y Simón Millas lanzó los panfletos. Refirió que había dos escopetas, lo que
coincide con peritaje efectuado por funcionarios de Carabineros, las llevaban
Marco y Juan Carlos Millanao, incluso el padre del testigo protegido que declaró
en Fiscalía aportó antecedentes sobre estos dos últimos.
Refirió que el incendio del fecha 30 de mayo de 2009 que afectó la cabaña
de Pedro Celhay, en que fue invitado por Juan Carlos Millanao, en una camioneta
fueron trasladados por individuo apodado ojo de Pato o Daniel Lincopan,
concurriendo Marcos Millanao, Simón Millas, el testigo A y otros sujetos del sector
El Malo, se subieron a dos botes, dejaron la camioneta en casa de Nahuelhuan,
cortaron los alambres para llegar al lugar y Marcos Millanao disparó las
escopetas, el testigo protegido roció con combustible y otro encendió el fuego y se
activó la alarma por lo que arrancaron hacia el sector el Malo. Todo se condice
con la evidencia incorporada a través los testigos y peritos en el sitio del suceso,
las vainillas, encontradas, el sonido de la alarma que escucharon los testigos
como asimismo que se constató corte de alambres recientes, que había huellas y
94
que los funcionarios policiales lograron pasar debajo del puente, estableciendo
que esa era una vía que facilitaba llegar hasta el lugar donde se quemó el camión.
Señaló el testigo protegido que el 12 de abril de 2009 estaban picados por las
detenciones de los cabros de Choque, que el ojo los convocó a una reunión en la
cancha de Choque, indicando el testigo A que es él quien guía al grupo, no como
jefe o director, sino a modo de guiarlos por un camino que los otros no conocían,
cortaron alambres, llevaron combustible, uno él y el otro Eduardo Painemil, hubo
disparos y se lanzaron panfletos. Al incendio de noviembre del año 2005 fue
convocado por Juan Carlos Millanao y fue trasladado por un desconocido, estaba
Marco Millanao en ese lugar y se incorporó Héctor Llaitul, se formaron dos grupos
al efecto, el primero sacó las personas de la casa y el segundo roció con
combustible las cabañas, el testigo A lanzó una botella con combustible en la
casa patronal, identificando a Marco y Juan Carlo Millanao, a Héctor Llaitul y a
César Parra Leiva. Por su parte, el testigo funcionario policial que escuchó el
testimonio del testigo protegido B, respecto del incendio del camión del 08 de
agosto de 2009, sindicó a Marco Millanao, a Juan Carlos Millanao, a Eduardo
Painemil, a Simón Millas y a Jorge Santi, a quienes dicho testigo B reconoció de
un set fotográficos, sin perjuicio que los conocía con antelación. En este mismo
sentido depuso el testigo Luis Rijcks Hernández, señalando lo que escuchó al
testigo 2 o B, el 9 de septiembre de 2009, respecto de la quema del camión que
estaba en el predio de Pedro Mariñan, siendo responsables Juan Carlos Millanao,
Marcos Millanao, Eduardo Painemil, Simón Millas, Jorge Santi y el testigo A.
Marcos Millanao roció con combustible, Juan Carlos Millanao prendió el fuego,
siendo el lugar de reunión la casa de Juan Carlos Millanao, pasaron por debajo
del puente caminando, Juan Carlos Millanao llevaba una escopeta calibre doce,
Marcos Millanao la bencina, se extrajo combustible del camión, luego se retiraron
del lugar, viendo lo que pasaba desde la casa de Juan Carlos Millanao,
circunstancia que pudo ser constatada por el capitán Marcelo Sáez de quien se
obtiene que desde ese lugar se ve lo que ocurre en el puente LLeu LLeu.
También presenció la declaración del testigo A, prestada el 15 de octubre
de 2009 en Cañete ante los Fiscales Cruz y Pucheu, en presencia de su padre,
95
refiriendo que hubo lectura de derechos y que el testigo fue trasladado por
Carabineros por su petición, relató el incendio que afectó al camión grúa,
refiriendo el testigo B, que llegaron en botes hasta antes del puente y con
posterioridad se trasladaron por debajo del mismo por una huella hasta llegar al
predio de Pedro Mariñan. También refirió que en el incendio que afectó la casa de
Pincheira participaron Juan Carlos y Marcos Millanao, Simón Millas, Eduardo
Painemil, Jorge Santi, el testigo B y cuatro desconocidos y que fueron en bote
hasta LLeuLLeu Alto, iniciando el incendio Eduardo Painemil, además Marco
Millanao entregó la bencina a Simón Millas, lanzando panfletos en la vía de
acceso al inmueble, retirándose en botes, uno de los cuales se hundió. Respecto
del galpón de propiedad de Eduardo Campos, fueron al lugar, Eduardo Painemil,
Simón Millas, Jorge Santi, Juan Carlos y Marcos Millanao, fueron con escopetas,
disparando en el lugar Marco Millanao. Respecto del incendio de Ranquilhue de
2005 declaró que fue contactado por Juan Carlos Millanao, iba Marcos Millanao, y
en trayecto se sumó Héctor Llaitul, el proceso fue por conmemoración de la
muerte Alex Lemun, relatando que a las 22 horas se fueron caminando en dos
grupos, el primero armado con escopetas, sacaron a las personas de las casas,
participaron alrededor de diez personas, las nombradas más César Parra Leiva,
último que lanza una botella con bencina al igual que él, todos estaban
encapuchados, lo que se condice con la declaración del testigo protegido que se
encontraba al interior del inmueble al momento de los hechos que es exactamente
igual a como lo relata este otro testigo protegido. Refirió también el incendio de
Coihueco que afectó a la vivienda de Pedro Celhay el 30 de mayo de 2009, al que
concurrieron Juan Carlos y Marco Millanao con Daniel Lincopan, se fueron en una
camioneta blanca, en bote a la cabaña y hubo disparos de escopeta, se roció con
bencina la casa y se prendió el fuego, luego se activó la alarma y se fueron en
bote.
Refirió también dicho testigo que liderazgo en el año 2009 lo ejercía Marco
Millanao, como también que en el ultimo hecho se usaron tres escopetas,
coincidiendo con lo referido por el testigo y con evidencia encontrada en el sitio
del suceso, más aún tomando en cuenta que huyeron del lugar en bote por haber
sonado la alarma que es justamente lo que dice el cuidador que él escuchó. Se
corroboró la existencia de un sujeto de apellido Nahuelhuan, persona muy dura,
por lo que no fue posible entrevistarse con él para corroborar la versión de los
dichos del testigo; se corroboró también la existencia de Daniel Lincopan como
también que él tenía una camioneta blanca. El testigo Marcelo Sáez explicó la
dinámica y funciones de la organización, indicando que el liderazgo correspondía
a Marcos Millanao, quien seleccionaba los blancos y dirigía las acciones, el
segundo a cargo era Juan Carlos Millanao, rebelde, quien seleccionaba a las
personas formándolos y adoctrinándolos, el resto ejecutaban las instrucciones
impartidas por los líderes y transportando los insumos para la comisión de los
delitos. Además afirmó que desde la detención de estos sujetos vinculados a la
CAM, no se habían repetido hechos como los descritos en el lugar, como se
afectaron en los meses y años referidos. Además señaló que el conocimiento del
testigo A respecto de la identidad de los imputados, se infiere del hecho que los
reconoció de un set de cuarenta fotografías. El testigo Sáez dijo que el testigo B
98
relató en torno al incendio del camión grúa y el testigo A declaró el 13 de agosto
ante Ministerio Público, el 9 de septiembre ante la policía y el 15 de octubre de
2009 ante Ministerio Publico, el 8 de enero de 2010 nuevamente ante los Fiscales
del Ministerio Público. El testigo B lo hizo el 9 de septiembre ante la policía y el 15
de octubre de 2009 y de 08 de enero de 2010 ante los Fiscales. Finalmente indicó
el acusador que con el testigo Sáez se incorporaron seis fotografías del sitio del
suceso, una infografía del mismo lugar, específicamente incendio de Celhay, una
infografía con ubicación de camión y cabañas de Aguayo y Ebensperguer, una
lámina con ubicación del Fundo Ranquilhue, indicando que además el testigo
refirió las características del bote que se incautó a Marco Millanao Mariñan, que
corresponde al descrito por el testigo A y utilizado para desplazarse a los distintos
lugares para perpetrar lo incendios, incorporándose tres fotografías en relación al
bote antes referido correspondientes al Nº156 de otros medios de prueba,
señalando las características de este bote el perito Víctor Contreras Aguayo, a
quien se le exhibieron tres fotografías de otros medios de prueba Nº157.
Señaló el Fiscal que declaró Jaime Ortiz Saavedra, quien explicó que los
incendios sumaron 27 en las inmediaciones del Lago Lleu LLeu, incorporando
información contenida en un disco compacto en que se presentaban todos los
lugares en que se habían producido incendios entre los años 1999 y 2009, como
también se incorporó la edición del Diario El Sur de 10 de Agosto de 2009,
correspondiente a la prueba documental Nº 38, respecto de los efectos de los
incendios a las cabañas del sector Lleu LLeu. Sostuvo que tomando en
consideración la cantidad de incendios, las características de las personas que se
presentaron a declarar y que fueron víctimas de los ilícitos y el impacto que
ocasionaron, obviamente su finalidad era causar temor en parte de la población
de verse expuesto a hechos de la mismas características si no se iban de las
inmediaciones del Lago Lleu LLeu, al pertenecer estos predios a otras personas.
Recordó que la doctrina que se enseñaba por Marco Millanao era que estos eran
unos ricachones que eran de afuera y se venían a reír de los mapuches.
99
El Ministerio Público, estimó que los hechos descritos configuran delito de
asociación ilícita terrorista, descrita en el artículo 1 Nº1 en relación al artículo 2 Nº
5 y 3 inciso final de la Ley 18.314 y en relación al 292 y siguientes del Código
Penal, respecto de Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, Marco Millanao y Juan
Carlos Millanao, del artículo 293 inciso primero del mismo código punitivo,
considerando la función que ejecutaban al interior de la organización de liderazgo
y planificación. Respecto de Víctor Llanquileo, Luis Menares, Jonathan Huillical,
José Huenuche, César Parra, César Painemil, Jorge Santi, Simón Millas, la
sanción es la prescrita en el artículo 294, porque eran meros ejecutores de las
instrucciones que recibían.
100
hecho B.3, corresponde a incendio terrorista del artículo 2 Nº 1 de la Ley 18.314
en relación al artículo 1 nº 1 del mismo cuerpo legal y 476 Nº 1 del mismo código
punitivo. Tratándose de un vehículo no contemplado en la ley 18.314, el Hecho
B.4, es el previsto en el artículo 477 Nº1 del cuerpo legal ya citado. El hecho B.5,
es el del artículo 2 Nº 1 de Ley 18.314 en relación al artículo 1 Nº 1 y 476 del
Código Penal y el hecho B.6, corresponde al artículo 2 Nº 1 de la Ley 18.314,
junto con el 1 Nº 1 del mismo cuerpo legal y 476 Nº 2 del código punitivo, atendido
el lugar en que se desplegó este delito. Lo tomando en cuenta que en todos estos
hechos punibles se produjo la ingobernabilidad o descontrol del fuego, que llevó a
la destrucción total de las viviendas que se encontraban en los predios, excepto
en caso del galpón, por la circunstancia que el propietario logró frustrar el avance
del fuego.
105
Del numero 9794408 cuya usuaria era Millaray Garrido, del que se captó la
conversación incorporada con la declaración del testigo Cristián Araneda Peña,
correspondiente a la pista N°496, en la que con fe cha 6 de octubre de 2008, hay
llamada entre la interceptada y una mujer de nombre Javiera conversan que esta
semana balearon a un paco, en referencia al hecho ocurrido el 01 de octubre de
2008 en que el carabinero Bastías perdió un ojo, se refieren también a la situación
en la cual se encuentra José Huenuche, quien se encontraba prófugo, que anda a
su cola todo el día, que tuvo un accidente lo que ratifica Huillical y Llaitul, señala
Millaray Garrido que lo más importante es el movimiento mapuche, que
militarmente el más viejo es Llaitul, quien es un ídolo en su comunidad por su
acciones. De estas interceptaciones se determinó que Llaitul utilizando este
teléfono da o recibe avisos de distintos dispositivos de Carabineros que llegan al
sector, preguntando si la situación se encuentra tranquila o si están los tontos que
van al lugar, pistas introducidas por la Valeria Núñez y algunas Pistas introducidas
por el testigo José Luis López Leiva, correspondientes a las pistas, N° 6 que del 2
de agosto de 2008 en que Llaitul pregunta si se van a juntar y si la cosa está
tranquila y Nº 7 de fecha 2 de agosto de 2008 en que la que le pregunta a un
sujeto, si esta todo tranquilo y que se va donde el Beto, o sea Nolberto Parra
Leiva, unida a la pista Nº12, de fecha 3 de agosto de 2008, en que Llaitul se
comunica con Ramón Llanquileo, comunicándole que van unos tonto para arriba,
tal cual como lo señalaron los funcionarios policiales y el propio acusado Ramón
Llanquileo, es el lugar de la Puntilla de Tranaquepe donde se explotaba
ilegalmente la madera y justamente le avisa a Ramón Llanquileo, porque él es de
la guardia armada destinado a repeler ataques, avisa a los demás para
parapetarse y no ser sorprendidos; la pista Nº 38 de fecha 4 de agosto de 2008 en
la que un sujeto no identificado le dice a Llaitul que viene un operativo; pista N°82
de fecha 5 de agosto de 2008 en que Llaitul recibe una llamada de peñi Leo en la
que le pregunta si van a ir para arriba porque están cargando madera y subió una
camioneta roja, pista N°201 de fecha 2 de agosto de 2008, en que Llaitul pregunta
quien está haciendo guardia arriba porque los cabros escucharon unas motos,
refiriéndose a quienes están haciendo la guardia armada; pista N°207 relativa a
106
llamada recibida por Llaitul por la que preguntan si está en la casa y le avisan que
vienen los tontos refiriéndose a Carabineros, pista 222 de 13 de agosto de 2008
en que Llaitul le pregunta a un sujeto no identificado como está la cosa y avisa
que iban los tontos; pista N°228 de fecha 13 de ago sto de 2008 en que Llaitul pide
a sujeto no identificado que le envíe un autito para que lo pase a buscar porque
van unos tontos para arriba; pista N°231 de fecha 1 3 de agosto de 2008, en que
pregunta si está en la casa refiriendo que van los tontos, pista N°232 de 13 de
agosto de 2008, en que un tal Leo le pregunta a Llaitul si vienen los tontos por
Ranquilhue, respondiendo que no, que van por la carretera; pista N°240 recibida
por Llaitul de fecha 14 de agosto de 2008, señalándole que todo va tranquilo e
instruyendo que lo pasen a buscar; pista N°345 de f echa 20 de agosto de 2008,
en que Oscar Caniupan llama a Llaitul pidiéndole que llamen al Nay, porque no
tienen su teléfono porque anda una camioneta blanca con chanchos sacando
fotos casi llegando al cruce, explicando el Fiscal que chanchos son los
funcionarios de inteligencia y la camioneta les causaba gran expectación o temor
porque era la utilizada por el Fiscal Mario Elgueta, en relación a pista Nº 348,
respecto de una llamada de fecha 22 de agosto de 2008 en que Llaitul toma
contacto con Ramón Llanquileo para informar que tal camioneta está registrada y
que no hay problema. Indicó el Fiscal que esta labor normalmente no la realizan
agricultores, ni personas que van con una yunta de bueyes a buscar leña, la hace
una organización tendiente a asegurar el resultado ilícito de las conductas por
ellas desplegadas. Así la pista Nº439, correspondiente a una llamada recibida el
26 de agosto de 2008 por Oscar Caniupán, quien llama a Llaitul contestando
Ramón Llanquileo, para avisar que van los tontos para arriba, hartas camionetas
que le avisó un cabro de acá abajo; pista N°447 de fecha 26 de agosto de 2008
en que Llaitul se comunicó con sujeto no determinado para preguntar cómo
estaban, respondiéndole que estaba todo tranquilo señalando Llaitul que vieron a
los tontos; pista N°524 de 27 de agosto de 2008 en que Llaitul informa a Ramón
Llanquileo de la presencia de los tontos por trana en alusión a Tranaquepe, Tirúa;
pista N°530 de fecha 27 de agosto de 2008 en que Ll aitul se comunica con Oscar
Caniupan para preguntar cómo están e informar que estén atentos porque están
107
los tontos en el lugar, pasaron dos grandes y hartas chiquititas, indicándoles que
tienen que ver si quedan en Trana o siguen de largo, corresponde a la misma
llamada de Osca Caniupan; pista N°535 de fecha 27 d e agosto de 2008 en que
Llaitul se comunica con Oscar Caniupan para preguntarle si pasa algo haya
arriba, en el lugar de tala, indicándole que estaba todo tranquilo. En este mismo
sentido se determinó que Héctor Llaitul daba a conocer o reportaba los
enfrentamientos que existían con los funcionarios policiales y se daban en los
distintos sectores de Choque y sus alrededores, destacándose algunas escuchas
que fueron incorporadas por la testigo Valeria Núñez y algunas por el testigo José
Luis López Leiva, así la pista N°211 de fecha 13 de agosto de 2008, en que
Ramón le avisa a Llaitul que hubo un pequeño roce y le dice tu sabes que hacer
por tu lado y Llaitul le señala que está complicado, pista N°229 y N°230,
correspondiente a una emitida el 13 de agosto de 2008 a las 12:30 horas en que
Llaitul le avisa a Carlos Antihuala que hubo un nuevo atado en la zona del Ñay,
esto es de Ramona Llanquileo, preguntándole este si hubo heridos, a su vez
Llaitul le pide que avise a la Fío Fio, o sea radio Bío Bío solicitándole que su
número no lo dé a la prensa; pista N°3420, recibida el 15 de octubre de 2008 a las
16:13 horas en la que Pamela Pezoa le manifiesta a Llaitul que trate de
comunicarse directo porque están urgidos. Además se pudo determinar que
Llaitul participaba y daba instrucciones de cómo tomar contacto con los medios de
prensa con la finalidad de dar a conocer lo que estaba sucediendo en las
comunidades, así las escuchas incorporadas a través de los testigos Valeria
Núñez Hernández y José Luis López Leiva, respecto de las pistas N°1999 de
fecha 23 de septiembre de 2008, en que Carlos Antihuala se comunica con Llaitul
para preguntarle si sabe lo que paso en Concepción donde hubo unos cuetazos y
además le señala si le echó una mirada al escrito y si lo colocan como CAM;
respondiendo Llaitul que sí, que lo coloque no más; y las pistas N°2440 y N°2041,
de fecha 1 de octubre de 2008 en que Llaitul se comunica con Caniupan para
avisarle que en Choque llegaron los tontos, solicitándole que llame a los fio, radio
Bío Bío, para que cubran esto; pista N°2442, respec to a llamada emitida el 1 de
octubre de 2008 a las 12:46 en que Llaitul se comunica con Oscar Caniupan para
108
que llame a la fio porque hay unos tontos heridos, en referencia al carabinero
Bastías quien señaló en este juicio que fue herido sufriendo lesiones graves
gravísimas al perder un ojo; pista N°2450, respecto a llamada recibida el 1 de
octubre de 2008, en que Llaitul recrimina a Oscar Caniupan por no dar a conocer
oportunamente lo que estaba sucediendo y le dice que ya pasó la wea, pide que
amarre al periodista y también que parece que hay un tonteli medio mal,
específicamente le señala que lo saque inmediatamente, se escucha que la
noticia esta en desarrollo y ese tipo de conceptos; pista N°3372 de fecha 15 de
octubre de 2008 a las 23:37 horas, efectuada después del primer ataque
Carabineros en las fuera de casa Santos Jorquera, en que Llaitul le dice a Oscar
Caniupan desde otro teléfono, el número 89472682, para decirle que hay
enfrentamientos en Choque solicitándole que lo saque por la radio Bío Bío; pista
N°3375 recibida el 15 de octubre de 2008 a las 13: 42 horas en que Oscar
Caniupan llama a Llaitul y este último le pregunta si llamó o no a la radio Bío Bío,
Caniupan le contesta y Llaitul le dice que llame a todos los individuos con otras
expresiones. Refirió el acusador que en el mismo sentido de la interceptación del
celular número 76618144, cuyo usuario era Carlos Antihuala, se estableció que
Llaitul también daba instrucciones en este sentido, incorporándose en la
declaración del testigo Fernando Gutiérrez, la pista N°888, de fecha 2 de octubre
de 2008 a las 13:53 horas, en que Llaitul llama a Carlos Antihuala y dice que
anduvieron unos medios por esos lados, que hay tergiversaciones y pide que
coordine con la Bío Bío un enlace directo, puede ser Mosciatti, Antihuala dice que
en media hora lo tiene listo; pista N°900 de fecha 2 de octubre de 2008 a las
15:58 en que Llaitul se comunica con Carlos Antihuala para recriminarlo por un
condoro ya que habría dicho que él iba a dar la entrevista, en circunstancia que
nos sería así.
Indicó el Ministerio Público que cabe agregar que el testigo protegido N°8,
señaló que al parecer uno de los asaltantes era Juan Parra, y fue también
amenazado por ser testigo, estimando que fue errático en su versión por el temor
que sentía de declarar en este juicio, al respecto también declaró el testigo
protegido N°9, quien reconoció a Ramón Llanquileo p or su estructura y su voz, ya
que le dijo al grupo que entró a su casa que se apurara, también refirió la agresión
que sufrió otro testigo protegido en el cementerio. Respecto a los
reconocimientos, declaró el testigo José Luis López Leiva, quien refirió que José
112
Santos Jorquera al ser entrevistado reconoció como partícipe del delito a Ramón
Llanquileo a quien conoce desde niño por su contextura física, y además, Mario
Elgueta señaló que se entrevistó con Santos Jorquera y éste le dijo que había
reconocido a varios encapuchados, entre ellos a Ramón Llanquileo, a César y
Nolberto Parra, a Ramón porque lo conocía desde chico y tenían relaciones de
vecindad y conocía a su padres y en cuanto a los Parra andaban con la ropa de
siempre, tal como lo constató el capitán Sáez, agregando este testigo que por sus
antecedentes habían sido autores de este robo entre otros, Víctor Llanquileo y
Juan Carlos Parra lo que sabía por varias declaraciones y reconocimientos que
poseía la Policía atendidas las investigaciones que realizó En este mimo orden de
ideas, declaró el perito N°3, René Espíndola Lizama con quien se incorporó una
fotografía correspondiente a otros medios de prueba Nº 5 y otras cinco fotografías
de otros medios de prueba Nº 8, dando cuenta de haber encontrado en el
domicilio de José Santos Jorquera evidencias claras de un disparo de escopeta
ejecutado a corta distancia al letrero de un candidato a concejal que se
encontraba colgado de un galpón, lo que refrenda la declaración de los testigos
presenciales que efectivamente señalan que hizo uso de armas de fuego y que
dispararon a un afiche, de o foto de candidato, que se encontraba pegado en un
galpón, a tan corta distancia que se encontró el taco que normalmente cae con
antelación al de las municiones disparadas.
115
protección que explicó en esta audiencia y exhibió en fotografía. A este respecto
declaró también Eladio Quiroz Silva, funcionario de Carabineros, quien recibió
varios impactos de bala de perdigones al bajarse del vehículo, recordando que su
vehículo se adelantó del que se encontraba detrás del Fiscal, se colocó del lado
izquierdo y del asiento trasero se bajó y al momento mismo de bajarse recibió
impactos en su chaleco antibalas y resultando lesionado en su brazo, lo que le
impidió hacer uso de su escopeta antimotines, por ello no pudo defenderse,
resultando también lesionado su colega Jorge Sepúlveda Sáez con los
perdigones que ingresaron al vehículo, dando cuenta las fotografías incorporadas
de los daños sufridos en los vehículos. Por los chalecos antibalas, no se logró el
resultado querido, cual era la muerte por los disparos a corta distancia, pero el
chaleco al no tener mangas, no protegió a los funcionarios que recibieron disparos
en sus brazos, no pudiendo hacer uso de sus armas, escopetas antimotines y
debiendo volver a su vehículo a protegerse. Fotografías incorporadas dan cuenta
de los daños sufridos por los vehículos en que los funcionarios policiales se
desplazaban.
117
fuego, dependiendo si eran de doble cañón o no, llamando la atención que el año
2008 se utilizó una escopeta usada en otro hecho punible el año 2005, lo que
indica que es un mismo grupo el que está detrás de las acciones, que se han
reivindicado por la CAM, indicó el Fiscal que dos personas acusadas se dicen
dirigentes dicha organización. Declaró la perito fotógrafa, Ernestina Concha Díaz,
respecto de fijación fotográfica de vehículo del Fiscal Mario Elgueta y del lugar
desde donde se efectuaron los disparos, el domicilio de Santos Jorquera y la
evidencia encontrada en dichos lugares; se fijó también el lugar donde el Testigo
protegido N°3 vio a los hermanos Llanquileo, esto e s, en una garita aledaña al
lugar donde se efectuó el atentado; declaró el perito fotógrafo Rodrigo Figueroa
Olivares incorporando fotografías que reforzaron verosimilitud de los dichos de
testigos y peritos, fotografías que dieron cuenta de la existencia de los cerros el
Boldo y El Flojo, como también de la escuela de Puerto Choque y de automóviles
en la casa de los hermanos Parra.
Refirió la declaración del testigo protegido N°3, quien momento antes del
atentado reconoció en una garita a Ramón y a Nino Llanquileo, alrededor de
treinta metros de distancia, siendo el último quien lo agredió en el cementerio, los
testigos no ganaron nada con venir a declarar.
Agregó que la noche del atentado era clara, según informe meteorológico
N°10 de la Dirección Meteorológica de Chile. Se com probó la calidad de
funcionarios públicos con documentos que dieron cuenta de ello respecto del
Fiscal Mario Elgueta salinas y los funcionarios d ela policía de Investigaciones que
lo acompañaban ese día. El oficio de la autoridad Fiscalizadora de control de
armas, da cuenta de que José Santos Jorquera: tenía dos armas inscritas a su
nombre; también que los acusados Héctor Llaitul, Víctor Llanquileo y Juan Carlos
Parra Leiva, dos últimos cuentan con armas inscritas a su nombre, dos escopetas
calibre 12 y el primero una pistola de 9 mm.
121
diez hojas de escritura de la prueba documental N°4 3, de lo que se desprende
que muchos de los números de teléfonos anotados corresponden a los acusados,
utilizando sus apodos al efecto.
123
lectura de sus derechos y señalando que los tres delitos se los había adjudicado
la Coordinadora Arauco Malleco. Esta prueba resultó válidamente incorporada
conforme a la lectura de derechos que se hizo previamente la encartado, y
tomando en consideración que ningún delito se ha acreditado respecto de la
obtención de dicha declaración. Se anunció por la defensa la circunstancia de
haber existido tortura o apremios ilegítimos, lo cual no fue probado. Circunstancia
que se encuentra refrendada por la E. Corte Suprema en sentencia dictada en
causa rol N°6296 del año 2010, una vez cumplidas la s exigencias legales, la
declaración del imputado que renunció a su derecho a guardar silencio durante el
período de investigación, debe ser valorada por el Tribunal cuando es incorporada
a juicio a través de la declaración de un funcionario policial. Además cabe hacer
presente, y sin perjuicio de la importancia que tenga la situación del acusado
Huillical y del testigo protegido que se adujo también participó en el delito, al
respecto la doctrina establecida por la E. Corte Suprema, vigente para los testigos
protegidos de los incendios, tanto el mayor de edad como el menor de edad que
serían hermanos y que debe considerarse como precedente para los efectos de
tomar la declaración, la testimonial prestada por un computado para generar
convicción, aún cuando no sea prestada en juicio sino durante la investigación y
sea introducida por funcionarios policiales, toda vez que se alza en calidad de
testimonio y ningún perjuicio causa a los sujetos que la prestan por lo que en
ningún perjuicio se genera en su contra, no afectándose el derecho a guardar
silencio, al no ser perseguidos penalmente los testigos de los incendios no fueron
acusados ni condenados en este caso, no habiendo garantías ni derechos
vulnerados, no pueden pretender ser invocados dicha vulneración por
coimputados cuando el otro no se ha visto afectado.
En cuanto a las lesiones sufridas por los ofendidos declaró el perito del
Servicio Médico Legal, el médico Juan Zuchel Matamala, quien respecto de Mario
Elgueta, señaló que las lesiones sufridas por él fueron leves; respecto del
funcionario Jorge Ogueda, Fuentes sufrió lesiones en codo, mano y antebrazo
izquierdo, por perdigones emanados de arma de fuego, con cuatro meses de
incapacidad, heridas de carácter grave, herida de carácter defensivo, respecto de
Walter Oyarce Vergara, herida extensa en dorso de mano izquierda, fractura
expuesta tercer metacarpiano mano izquierda, al examen físico tenía problemas
de movilidad, con cuatro meses de incapacidad, fue operado, se palpaban aún en
su dedo índice perdigones, lesiones de carácter grave, con relativa impotencia
funcional, según él la distancia de disparo es de 2,5 metros, no pudiendo
determinar una distancia máxima, estimó podría realizar labores de oficina,
estimando que las heridas son mortales si van dirigidas a la cabeza, si los
disparos van dirigidas a órganos vitales importantes, las lesiones pueden ser
mortales. También declaró el perito Darío Benavente Aldea, con quien se
incorporaron tres fotografías de otros medios N°13, dando cuenta del examen
realizado a Alejandro Rojas Riffo, concluyendo que sus lesiones son de carácter
127
grave, con impotencia parcial en la mano izquierda, heridas causadas de
escopeta con tiempo de recuperación de 120 a 150 días con igual tiempo de
incapacidad, al examen del término de lesiones, todavía tenía molestia en ambas
manos, con secuelas parciales en dedo medio izquierdo, concluye que las manos
las usó para proteger alguna parte del cuerpo, en especial la cara atendida la
ubicación de las mismas, la distancia la calcula por la dispersión por sobre los 2, 5
metros, sino sería una herida única, las zonas mortales son casi las de todo el
cuerpo, sobre todo con disparos con escopeta ya que pueden causar anemia
aguda si alcanzan un órgano vital.
Indicó que el dolo se prueba de los hechos y por lo tanto hay que tomar en
consideración esta circunstancia para efectos de determinar la intención homicida
de los acusados, quienes no lograron sus objetivos por causas independientes de
su voluntad, ya que al haber reaccionado las víctimas, quienes lograron evitar
lesiones de mayor gravedad que hubiesen visto comprometida su vida, así Mario
Elgueta se cubrió y se fue a un lado del vehículo, los otros se bajaron e hicieron
uso de armas de fuego a objeto de impedir los disparos dirigidos en su contra y
pese a que los atacantes obraron con ventajas, tales como la sorpresa,
128
nocturnidad, conocimiento del terreno, la elección estratégica para la realización
de la emboscada, lugar especial, empleo de armas de fuego, vías de escape,
lugar de reunión, circunstancia análogas a otros ataques ocurridos antes de los
hechos acusados. Se pudo percibir el contenido de la conversación entre Llaitul y
Huillical y Huenuche, minutos después del ataque. A la 01:33 am del 16 de
octubre del año 2008, desde el teléfono móvil del primero de ellos, de la cual se
desprende que los dos últimos se extraviaron del punto de reunión, por no ser del
sector, que era cerca del cerro El Flojo, pudiendo establecerse que la llamada se
efectuó desde el lugar de la llamada, por información de las compañías
telefónicas respectivas.
129
cobertura de 20 km a la redonda, lo mismo se ve refrendado por el perito Álvaro
Saavedra, ya que correspondía a celda 33264, antena de Entel Pcs del cerro El
Flojo, se exhibieron fotografías de la antena, que tiene 44 metros de altura; con el
perito se incorporaron también seis planos, las fotografías dan de la existencia de
las celdas que captaron la llamada y que el cerro El Flojo está a 14.5 km del lugar
del atentado.
130
Indicó el persecutor que estos hechos fueron calificados por la defensa
como un montaje, sin perjuicio de que el propio Héctor Llaitul en una nota de
prensa dada a TVN, reconoció existencia de este ataque, que habría sido un
enfrentamiento, lo mismo respecto de Ramón Llanquileo, quien si bien negó su
participación en el delito, aclarando que el montaje era respecto de los Fiscales
para magnificar lo sucedido. Además la propia CAM se adjudicó la comisión de
estos los delitos según se comprobó con prueba documental, a través de dos
comunicados en Quilapan. DE la prueba documental consistente en doce oficios
del Servicio Médico Legal, se refrenda la permanente conducta de los acusados
de negarse a colaborar con la investigación, estimando que una persona inocente
colabora a fin de evitar verse encausado por hechos que estima injustos.
131
acusado. Respecto del testigo Trango Antiman, quien vive en Santiago, indicó que
es amigo de Víctor Llanquileo, y señaló que este llegó el 15 de octubre de 2008,
venía de Puerto Choque, a pesar de que Víctor Llanquileo dijo que venía de Viña
del Mar, pese a que no celebran los cumpleaños, lo celebraron justamente el 15
de octubre del 2008 pero no recuerda lo que hizo antes o después, no recuerda
otras circunstancias, estimándolo poco creíble. Por su parte, la testigo Erika
Huaiquipan refirió un problema de tierras hace veinticuatro años entre Domingo
Yevilao y el padre de Víctor Llanquileo, lo que termino resuelto por la Conadi,
sabe que le dicen Nino a Víctor Llanquileo, dejó entrever que ella también avala la
legítima lucha para la recuperación de tierras, no conoce los deslindes de la
propiedad, leyó la escritura, pero no recuerda cuantas páginas tiene y recordó que
le pegó Llanquileo le pegó a Rigoberto Ñeguey el 1 de noviembre hace tres años,
que la madre del acusado la contactó para que declarara sobre el conflicto de
tierras con Rigoberto Ñeguey.
Respecto de David Añiñir Trango, dijo que a Víctor Llanquileo le dicen Nino
y que él vive a una hora de Puerto Choque. Respecto de Graciela Trangolao,
indicó problema de tierras con Rigoberto Ñeguey, que hubo amenazas y con
dispararle y mandarle un hijo a la cárcel, no conoce la propiedad de la madre de
los Llanquileo, tampoco dice que Ñeguey viva al lado de la madre, no sabe entre
quienes es el problema de propiedad sobre el que vino a declarar al juicio. Indicó
el Fiscal que Víctor Llanquileo señaló que en su pueblo no se sigue el fútbol, pero
se reconoció que en Puerto Choque hay un equipo de fútbol y que lo juegan; que
las reivindicaciones son justas; que tuvo una escopeta, que no sabe dónde está,
no sabe usarla, pero pese a todo la compró; relata problemas de tierras entre
Domingo Yevilao y su padre; reconoció haber golpeado a Rigoberto Ñeguey en el
cementerio, porque este habría dicho que tenía participación en el robo a Santos
Jorquera, refutando argumento de a defensa en torno a su sindicación en el delito
por el problema de tierras preexistente, reconoce que no existen deslindes de
tierras con Ñeguey, señaló que a la casa de Trango Antinao desde Viña del Mar, y
que usa más de un celular, y cuando los cambia los deja en casa de sus
132
hermanos o de su pareja, reconoce haber usado el teléfono de su pareja, uno de
los cuales determina que se compruebe que él estuvo en el sito del suceso al
momento del atentado, no supo de lo ocurrido a pesar a que ocurrió a pocos
metros de la casa de su madre, se siente perseguido por el Estado por ser
mapuche, fue detenido el día del joven combatiente pegando papelógrafos, nunca
declaró ante el Fiscal, pese a que es inocente y señal que el cementerio está a
diez minutos de la casa de su madre. Se enteró de la detención de su hermano
por la prensa, nunca más volvió a su casa, estimando el Fiscal que ello
comprueba que se dio a la fuga luego del 16 de octubre del año 2008.
Respecto de Juan Carlos Parra Leiva, el testigo Segundo Antio, señaló que
trabaja con los hermanos Juan Carlos y Nolberto Parra para comercialización de
madera., no sabe donde viven, y tampoco conoce los comparadores. Ellos no son
133
mapuches, indicando que en su casa hay un auto y una micro transformada en
camión lo que se condice con lo señalado respecto a que ese lugar era conocido
como donde están los autitos. Las boletas acompañadas no dan cuenta de su
actividad. El testigo Pedro Coña Ñeguey señaló que sus animales se pasaban al
predio de Juan Parra Leiva, a las doce del día comenzaron a trabajar y lo hicieron
hasta las tres, luego se fueron; él no vive en el sector, sólo va a ver los animales,
en el lugar no había más gente trabajando, se escuchaban ruidos; fue a ver al
acusado a la cárcel lo que refiere la amistad entre ambos, por comentarios supo
que este estuvo en la entrada de la casa de Santos Jorquera. No vive en Puerto
Choque, sino en Loncura, escuchó un petardo. Luego de constató que se
pasaban os animales, se fue a pie a su casa y volvió con herramienta también a
pie. Es primo de Segundo Ñeguey también acusado en este juicio, señala que la
gente en Choque juega fútbol, sólo supo de lo ocurrido por las noticias. La Cam
está relacionada con desordenes, no vio barricadas o desorden, no recuerda
incendios, ni el helicóptero, no es común que en Choque se escuchen sonidos de
petardos, que Juan Parra sembró en septiembre las papas y desde antes se
estaban pasando los animales, y desde antes tenía plantado estimando el Fiscal
que su declaración no es fiable ni creíble. No vió ni sintió el ataque a los
Carabineros ni sintió ruidos la noche del 15 al 16 de octubre del 2008.
135
Respecto de la prueba de Ramón Llanquileo Pilquiman, este declaró que
es militante de la causa mapuche, que forma parte del proceso de reconstrucción
de su pueblo, que pertenece al grupo más consecuente, que es un perseguido
político, enfrenta a los grupos económicos de la zona de Lleu Lleu, reconoce
viajes al extranjero, que estuvo en Bolivia, vinculación con movimiento Pachacuti,
también en Colombia. Maneja armas de fuego y ha participado en otros procesos
de usurpación de tierras, perdiendo la visión de un ojo en ello. Reconoce
existencia de un banco aserradero, maneja armas de fuego, que es dirigente de la
CAM, al igual que Llaitul quien es dirigente y líder reconocido por sus pares; la
existencia de weichafes en la CAM, que es un Gunén; que el Fundo de la Puntilla
de Tranaquepe debe recuperarse porque pertenecía al pueblo mapuche, que el
proceso de recuperación consiste en el uso de los recursos que se encuentran en
predios ocupados por las forestales, específicamente en la Puntilla, reconoce
tenencia de revista Resistencia y libro de Manuel Marulanda, los que había
obtenido porque otra persona se los había facilitado. Que Luis Menares Chanilao
fue detenido en su casa, reconoce que participa en el proceso de recuperación
productiva de tierras, que consiste en el corte de árboles, el uso de una
motosierra Husqvarna que fue encontraba en su casa, uso de una carreta de
bueyes para ir a buscar leña arriba, que pese a que el banco aserradero no era
movible, fue trasladado hasta su domicilio donde fue incautado. Conocía a José
Santos Jorquera, quien vive en terrenos que eran mapuches y que ha obtenido
los predios corriendo los cercos, haciéndose de los terrenos de propiedad de su
pueblo.
138
acciones que iban en contra de la vida y la integridad física de las víctimas,
invocado una justificación política, étnica o de clase para atentar en contra de los
mismos, lo que está dentro de los supuestos del artículo 1 de la Ley 18.314. No
resulta nuevo ya que al sancionarse no sólo las acciones criminales sino que
también la pertenencia de una asociación ilícita de carácter terrorista, lo que se
pretende es evitarla repetición de las conductas ilícitas, lo que sea logrado, ya que
desde que fueron detenidos los acusados, hechos como los que se ha dado
cuenta en el juicio, no han vuelto a reproducirse en la comuna de Tirúa,
circunstancia reconocida por los todos los testigos que declararon al efecto, en
especial José Luis López Leiva, Comisario de la Policía de Investigaciones,
Roberto Ávila Sáez, prefecto de Carabineros de Arauco, Jorge Ávila Corvalán,
Comisario de Carabineros de cañete, Mario Elgueta Salinas y Marcelo Sáez
Rebolledo, jefe de inteligencia de Carabineros, estimó el Fiscal constituye un
indicio y debe ser valorado por el Tribunal y determina que la labor de la Fiscalía y
policía fue exitosa en los términos de lograr finalmente lo que la gente de las
comunidades quiere y es estar en paz. Se levantaron redes de apoyo, de
protección, de financiamiento, de difusión mediática; por lo tanto esto asociado a
los mesianismos y a victimizar a los componentes descubiertos y castigados de
esta asociación ilícita para evitar que sean sancionados y lograr ejercer presión
sobre el Tribunal, y sus miembros tratando de construir vinculaciones entre
Jueces y Fiscales que eventuales pudieran conducir al voto por una condena, su
objeto es mentir, mentir, que algo puede quedar. Se recurrió a medidas de presión
contra testigos que atendidas las múltiples amenazas de que han sido objeto, no
solamente de carácter privado, sino también públicas, quienes por miedo no se
presentaron a declarar. Se invocaron traumáticas experiencias políticas históricas
y la participación de algunas de las victimas testigos en las mismas, para
desvirtuar o justificar las acciones desplegadas, en circunstancias que se pudo
apreciar ninguna relación se tuvo con el juicio lo único que se pudo apreciar fue la
politización del juicio para lograr la absolución, pese a las conductas desplegadas
por los mismos, circunstancias que se dieron a conocer por una serie de
publicaciones poco informadas que fueron dadas a conocer al Tribunal, en torno a
139
la situación que se estaba viviendo y que se estarían violando los Derechos
Humanos, pese a que se han presentado todos los medios de prueba ofrecidos
por la defensa, la mayoría de los ofrecidos por la Fiscalía para efectos de
configurar la participación que en estos hechos le ha cabido a los acusados. Se
ha intentado entrabar una y otra vez la realización del juicio, las acusaciones en
contra de la labor de la Fiscalía nunca fueron acreditadas. El Ministerio Público se
presentó con la absoluta convicción de haber desarrollado un trabajo serio y
objetivo y es un hecho irrefutable que desde mediados del año 2005 hasta el año
2009, la zona del Lago Lleu Lleu, fue objeto de un sinnúmero de delitos, esto
constituye un hecho de enorme relevancia si consideramos que desde que se
logró la identificación de los acusados, los números de los hechos de violencia
han disminuido, lo que es resultado exitoso de una investigación que se desarrolló
en términos, serios y legítimos y solo en pocas ocasiones son algunos de los
acusados quienes han asumido su condición de líderes de la Coordinadora
Arauco Malleco, adjudicándose los hechos de violencia desarrollados, por medio
de los cuales justifican los hechos desarrollados en el marco de su proceso de
recuperación productiva de tierras. Valiéndose de medios de prueba legalmente
válidos, y no de culpa histórica de una nación hacia otra, revisionista y política que
se ha querido dar por la defensa, ahora aplicar la sanción que en Derecho
corresponda.
Estimó que los hechos que han quedado claros para la parte querellante,
son los siguientes: La CAM es un grupo pequeño con medios limitados, pero que
140
actuó en la zona cercana al Lago Lleu Lleu, esta asociación ilícita se encontraba
conformada por los acusados y liderada por los señores Llaitul y Llanquileo,
dedicada a la sustracción sistemática de madera y otros actos violentos, cuyo el
acto culmine se produce el día 15 y 16 de octubre de 2008, con el atentado contra
la vida del Fiscal de Ministerio Público, Mario Elgueta
Existía una política comunicacional del grupo, que se realizaba por medio
de Carlos Antihuala Llancao, según las instrucciones que el líder de la asociación
ilícita le daba telefónicamente. La prueba más relevante en cuanto al hecho de la
asociación ilícita de la CAM es la declaración de Ramón Llanquileo, la que el
querellante estimó una verdadera confesión, reconociendo la existencia de la
CAM, esta se formó el año 1998, un año antes del primer incendio en el sector de
Lleu Lleu asociación jerarquizada, división de funciones, operacional,
141
trabajadores, guardias, encargados de ventas y de las comunicaciones. Esta
organización se creó y existía para cometer una serie de delitos, tales como hurto
de madera, incendios y el ataque a las fuerzas policiales que intentaron evitar los
delitos.
142
corta distancia y desde arriba. La camioneta recibió 3 impactos todos dirigidos al
conductor, se prepararon parapetados en altura, al borde del camino. Estos
hechos fueron confirmados por la perito fotógrafa Ernestina Concha, quien
corroboró las conclusiones del perito balístico en cuanto al lugar y distancia de los
disparos, por su parte, el Fiscal Elgueta, declaró cómo se efectuó el ataque, lo
que aparece conteste con la declaración de los otros testigos. Estimando por lo
antes expuesto que estos hechos se configuran como un delito de homicidio
simple en grado de frustrado.
143
Así ha quedado establecido con el testigo protegido N°14, que un grupo de
encapuchados ingresó en forma sorpresiva al predio de su representada donde
residían dos familias, y con una violencia inusitada procedieron a amenazar con
escopetas al padre de familia que ahí residía, y por medio de ello los obligaron a
abandonar el predio, mientras otros integrantes prendían fuego a las cabañas y
vehículos que allí se encontraban, lo que prueba que los incendios fueron
intencionales y no casual o fortuito. No se trata de un incendio cualquiera, es un
hecho grave para quienes creen en el estado de Derecho, lo sucedido les obligó a
abandonar el lugar de forma permanente y los menores quedaron en tratamiento
psicológico de manera permanente. Testigo Juan Carlos Navia Queda entonces
por determinar cuál es la participación de los acusados, quedando a su entender
solo dos alternativas: absolver a los acusados o condenarlos, ello porque por una
parte el Ministerio Público ha traído a declarar a una serie de funcionarios
policiales quienes basándose en la declaración prestada ante la fiscalía y la
policía por un testigo presencial de los hechos y que en presencia de su padre
afirmó en tres ocasiones, que él siendo menor de edad concurrió hasta
Ranquilhue y vio como los acusados y otras personas que no conocía, pero que
actuaban coordinados, bajo la dirección de Héctor Llaitul, prendieron fuego a
ambas cabañas y los vehículos que estaban en el lugar.
145
comunidad confió en él. Le parece obvio que los jóvenes fueron presionados para
que cambiaran su versión. Además aparecen los cuatro dirigentes de la
comunidad firmando al declaración, por lo que no fueron libres, tranformándose
en un manifiesto colectivo de lo que quería la comunidad que se dijera, Cona
señaló que “se evalúan más las mentiras que trajo el Ministerio Público ante Uds.”
afirmación grave que sirve para evaluar la credibilidad del testigo presentado por
la defensa. Se pregunta asimismo que hay detrás de todo esto, más aún cuando
ellos no querían declarar, y Cona les dijo que era bueno que fueran a declarar, y
cuando vinieron lo hicieron con toda la comunidad.
Por todo ello no es posible darle credibilidad a la historia del puente, ya que
resulta forzado y poco creíble. El tema es valorar o no las declaraciones de los
testigos funcionarios policiales y del fiscal Mario Elgueta, quienes son testigos de
oídas, que escucharon de los mismos testigos protegidos como sucedieron los
hechos y la individualización de los partícipes, no incurrieron en contradicción
alguna y fueron contestes con el resto de la prueba rendida, en relación a la
presencia de acelerantes, además de los dichos del testigo protegido N°14. Indicó
que por ello es que se atreve a solicitar que la sentencia sea condenatoria, por los
delitos acaecidos esa noche del año 2005. Si el Tribunal estima que la prueba no
es suficiente, la sentencia debe ser absolutoria, la que respetará.
Estimó que este es un tema discutido, cita a María Inés Horvitz, quien en la
página 134 del tomo II de su obra Derecho Procesal Penal, señala que “en un
sistema adversarial, la prueba de los hechos secundarios resulta particularmente
importante, porque el Tribunal necesita saber los motivos que en cada caso
particular pudieron haber movido a los acusados a actuar de una manera
determinada”, lo que estima significa que sí es posible condenar con testigos de
oídas mediante el uso de la prueba indiciaria.
Respecto del delito de asociación ilícita para el hurto de madera, indicó que
la Constitución Política en su artículo 19 N°15, ga rantiza el derecho de asociarse
sin permiso previo, y que se prohíben las asociaciones ilícitas. El artículo 292 del
146
Código Penal es la contrapartida del abuso del derecho de asociación que la
constitución garantiza. El bien jurídico protegido para algunos es el orden público,
otros estiman es la libertad de asociación, otros indican es el orden social. En su
opinión el artículo 292, lo que protege es el orden social, las buenas costumbres,
las personas y las propiedades, y atentar contra ellas es lo que merece la sanción
punitiva. Se transforma en un delito de peligro concreto cuando se prueba que
hay una posibilidad efectiva de afectación de bienes de terceras personas y en
este caso efectivamente hubo una afectación del patrimonio y de los funcionarios
que para su representada forestal trabajaban.
147
Hizo mención a los elementos de la asociación ilícita, señalando que debe
poseer una estructura jerárquica u objetiva; cierto grado de permanencia en el
tiempo, actuar o trabajar en forma organizada y permanente en el tiempo, ya que
de no haber un nexo funcional, no hay permanencia en el tiempo; un acuerdo
previo, existe asociación ilícito si dos o más personas han acordado tomar parte
en la comisión de dos o más delitos determinados, bastando con dos o más, y el
propósito de los partícipes de delinquir, convergencia anímica de los asociados.
148
18°: Que el abogado defensor Pablo Arduain Borquez en su alegato de
clausura, haciendo una analogía con el Barón de Munchhausen, sostuvo que se
entregaron testimonios de oídas de testigos secretos que fueron como las
historias del personaje aludido, explicando que, en el caso del incendio del
camión, se habría sacado combustible del estanque, ilustrando las pistas de audio
pertinentes y señalando las versiones de los funcionarios Meza, Rijks, Carlos
Henríquez y de Capitán Sáez en circunstancias que según la declaración del
perito del sitio del suceso -Luis Cabezas- los estanques del camión estaban todos
cerrados, de modo que las versiones entregadas por los testigos secretos no se
sustentan con la realidad, carecen de credibilidad interna e impiden concluir que
estuvieron en el lugar de los hechos.
149
Ebensperguer, no partió el fuego de la cabaña del señor Aguayo”; explicación
similar a la proporcionada por don Jorge Aguayo, en cuanto refirió que su cabaña
se incendió por alcance, puesto que las casas estaban cerca una de otra. De igual
forma el perito Luis Cabezas, señaló que conforme a las teorías del fuego y la
transmisión del calor, la transmisión se produjo por la conducción y radiación
desde el primer inmueble al segundo, según las condiciones relatadas, además
de haberse encontrado una muestra con acelerante y un solo foco, no
coincidiendo, en consecuencia, con la realidad las versiones dadas por los
testigos secretos; agregando que el supuesto testigo A, además, fue cambiando
sus versiones dentro de un mismo relato, citando al declarante Meza Terán,
ilustrando con ello la falta de credibilidad de su relato y sosteniendo que uno solo
de los errores bastaría para no creerle al testigo.
150
aquello no procede, y cuando ha querido señalar efectos para la delación lo ha
consagrado en forma expresa, como en los artículos 4° de ley 18.314 y 22 Ley
20.000, contemplando rebajas en la aplicación de las penas.
Sostuvo de igual forma que todos los autores, como Muñoz Conde,
Günther Jakobs y Mariona Llobet Anglí, sostienen que el terrorismo es el máximo
exponente del derecho penal del enemigo, explicando lo que el segundo de los
151
autores nombrados entiende por tal, de modo que –indicó- que habrá que tener
mucho cuidado al aplicar la ley antiterrorista y señaló que aquello, además, nos
acerca peligrosamente al pasado, aludiendo a un informe que redactó Edmund
Mezger en el año 1943 sobre un proyecto de ley sobre extraños a la comunidad.
Manifestó que si bien el terrorismo es indefinible se pueden encontrar rasgos
distintivos y copulativos que permiten separarlo de otras formas de criminalidad,
describiéndolos como el uso habitual de armamento idóneo para la realización de
las finalidades delictivas, como armas de fuego y artefactos explosivos; delitos
graves contra las personas, de manera reiterada e indiscriminada, y todo ello
susceptible de crear un estado de miedo o coacción, descartando su concurrencia
cuando afecta a un grupo demasiado reducido de personas y haciendo presente
que todo delito puede afectar a la paz pública, pero que este fenómeno discute el
monopolio de la creación de las leyes y la ejecución de políticas públicas que
corresponde a los parlamentos y gobiernos democráticos, citando a la autora
antes referida. En el caso de Chile y la Ley 18.314, argumentó que las leyes
deben entenderse en el contexto en que nacen, en el caso, año 1984; altas
protestas; corte de luz; algunos atentados, según la autoridad de la época,
originándose como un modo de protegerse, según la opinión del régimen de la
época, de lo que sucedía, sin embargo, según la doctrina nacional, ha sido
considerada como destinada no ha hechos determinados sino a sujetos
determinados, afectándose uno de los principios básicos del derecho penal;
señalando, además, las características de la normativa indicada y su apreciación
en cuanto a que no es lo suficientemente clara en cuanto a los hechos objetivos
que permitan considerar conductas como terroristas. Analizó la Ley 19.027, que
creó la norma actual del artículo 1° de la Ley 18.3 14 y la derogación de la
presunción por la Ley 20.467, concluyendo que con la presunción se pretendía
objetivar la ley y no violar el principio de legalidad, lo que es acorde con el
mensaje, y que el ejecutivo, con el envío del proyecto de ley que creó la Ley
20.467, no pretendió hacer mas subjetivo el artículo 1° ni afectar el principio de
legalidad y tipicidad sino respetar el principio de presunción de inocencia,
debiendo, en consecuencia, considerarse siempre los medios o métodos
152
empleados y el daño indiscriminado. Enumeró las especies de víctimas afectadas
por el terrorismo, según distintos niveles indicando que el Ministerio Público no
trajo prueba sobre la intimidación, sobre los intereses colectivos, porque ello
nunca ocurrió, solo se tuvo a las víctimas individuales y no a las victimas
indiscriminadas de la intimidación, y que según el perito Carlos Navarrete las
escopetas son armas de caza y que el perdigón 5 es apto para animales medios,
como conejos.
153
Finalmente, en cuanto a los teléfonos celulares, señaló que al igual que
vehículos y propiedades, se debe indagar los dueños, existiendo, sin embargo en
la especie, solo planillas Excel, sin que se pueda certificar el contenido de la
evidencia. Existe algo que se llama cadena de custodia, que está para impedir la
modificación de la evidencia, y el Fiscal, pese a las penas pedidas, no es capaz
de demostrar que esos tráficos de llamadas provienen de las compañías
telefónicas, pese a que son altamente modificables. El derecho procesal penal es
derecho constitucional reglamentado, sin que el Tribunal pueda admitir
violaciones claras a las cadenas de custodia y prueba fácilmente adulterable,
sobre todo si se sabe que se podía traer de mejor forma. Por todo lo cual estimó
cumplido lo que prometió en el alegato de apertura: Se vieron las 30 monedas de
plata del Ministerio Público; testigos de oídas de todo tipo, en especial de los
secretos; no se vieron testigos secretos declarando cara a cara frente a las
personas que inculpan, correspondiendo ahora la decisión al Tribunal.
154
explosivos, porque el bien jurídico protegido es el poder del Estado, citando
además al profesor Grisolía, en cuanto a que se atenta contra la posibilidad de
reunirse pero porque se pone en riesgo el orden social. Si se analiza la acusación
dirigida, por ejemplo, contra de Segundo Ñeguey, solo se le acusa de haber
participado en una asociación ilícita para el hurto y robo de madera, y además de
eso se señala que existieron 17 hurtos de madera, pero no quienes participaron
en ellos, es decir, parece que el acusador confunde que el delito sea de mera
actividad con que tenga alguna relación con los delitos; en el mismo sentido don
Nolberto Parra Leiva, a quien se le acusa, además, del robo a Santos Jorquera,
que es un hecho de violencia de la asociación ilícita, y a don Víctor Llanquileo y
don Luis Menares, pero a ninguno de ellos se le acusa de los incendios, no
existiendo vinculación entre sus defendidos y la asociación ilícita, aludiendo a las
épocas de comisión de los distintos hechos fijadas en la acusación. Así, plantea la
inquietud de qué ocurriría si condenamos a don Segundo Ñeguey y luego se hace
una investigación y se descubre que los 17 hurtos de madera fueron ejecutados
por otras personas, citando, al efecto, diversos fallos de la Excma. Corte Suprema
e Iltmas. Cortes de Apelaciones, y la declaración del testigo secreto 27, en cuanto
menciona a otras personas involucradas en los hechos respecto de las cuales el
Ministerio Público no le preguntó, en el mismo sentido el testimonio de Patricio
Mendoza Astudillo. Ahora, si se sostiene que la asociación ilícita es un delito de
mera actividad deberá probarse sus elementos, sin embargo se desconoce
cuándo se juntaron; quien dividió las funciones; como se establece el dolo común;
qué lugar ocupa cada uno de ellos; que medios tenía para cumplir el plan criminal;
cuál era éste, toda vez que no se investigó, haciendo presente que la asociación
no es una mera coparticipación. Se ha intentado probar dos veces en Temuco
que la Coordinadora Arauco Malleco es una asociación ilícita, sin que se haya
podido y, en este juicio, se trajo a Carlos Aqueveque, quien no sabía nada, y solo
identificó a don Héctor Llaitul y a un vocero que no individualizó, tampoco supimos
quien componía los Órganos de Resistencia Territorial ni tampoco acerca de su
financiamiento, pareciéndole insuficiente como prueba los recortes de diarios y
páginas web, así como también las declaraciones de los testigos Gustavo Aranela
155
y Diego Rojas. Luego, se intentó vincular a su defendido Luis Menares Chanilao
con la asociación ilícita a raíz de unos llamados y porque su apodo sería “El
Ratón”, en circunstancias que el testigo 27 señaló específicamente que a Leonel
Carilao le decían el Ratón, agregando que no afecta la explicación dada por don
José López Leiva al respecto toda vez que éste habría concurrido a diversas
audiencias de la causa de modo que conocía tal argumento de defensa y que no
se efectuó, y ni siquiera se pidió, peritaje de voz a Luis Menares Chanilao ni se
ofició a fin de acreditar la propiedad del teléfono. De esta forma hay llamadas
atribuidas a dicho acusado el 4 de octubre de 2008, sin embargo, le llama la
atención que pese a haber participado en la asociación ilícita desde el año 2005,
aparece un solo día con vinculación a ella, identificando, reproduciendo y
analizando las pistas respectivas, haciendo presente que las llamadas emitidas se
registraron desde Galvarino en la Araucanía y vinculándolas al Palín referido por
la hermana del acusado en la localidad de Conoco.
156
También aludió a las líneas no investigadas y que se habrían detectado a
través de las declaraciones de Patricio Mendoza Astudillo, del testigo 27 y de
Juan Meza, este último en relación a los delitos de incendio, y que durante el
juicio hubo testigos que manifestaron que la policía les decía lo que tenía que
decir, como el testigo 26, don Patricio Cona y don Carlos Martínez.
Expuso que la Biblia hace dos mil años impedía en el sistema romano que
la gente no tuviera el derecho de ver cara a cara a su acusador, siendo un hecho
público que la Comisión Interamericana, al parecer, acogió el reclamo por la
causa en que se condenó a los Loncos Pascual Pichún y Aniceto Norín, dándoles
la razón, como también lo sostiene la Comisión de Derechos Humanos de Chile.
En el caso, se aplicó el artículo 18 de la Ley 18.314, planteando que, en el caso
de no aplicarse tal normativa, el costo no lo debe pagar el Tribunal sino el que
propuso su aplicación, es decir, el Ministerio Público y los querellantes, últimos
que si bien estiman no haber aplicado la citada ley, nada dijeron cuando
declararon los testigos secretos, estimando que en tal caso no se les debe dar
valor y haciendo presente que sería el único sistema adversarial en que se dejen
de verificar las tachas de los testigos secretos.
159
por lo que tendría que haber venido un día determinado a cometer delitos tan
graves, en circunstancias que estaba firmando un contrato, además de no haber
sido reconocido por el testigo 27 en la asociación ilícita y que su detención en
Santiago no fue prueba incorporada al juicio, de modo que la gran prueba que se
señala son unos teléfonos con tráfico que lo vinculan a otras personas, sin que se
haya acreditado su propiedad, existiendo unas planillas de las cuales se ignora si
fueron adulteradas y sin acompañarse la cadena de custodia. Reafirmó,
asimismo, la credibilidad del testigo de descargo Sr. Trango; insistió que el
acusado, según lo relatado por los testigos, no era ni estaba regularmente acá;
recalcó que el Sr. Ogueda no lo mencionó en su relato como tampoco los testigos
26 y 2 en sus declaraciones ante la Fiscalía, agregando, respecto el segundo, que
reconoció el consumo de alcohol y que identifica la voz de don Víctor a pesar que
no sabe nada de él desde hace como 15 años; haciendo presente que tuvo que
rendir prueba respecto de la posible animadversión de uno de los probables
testigos secretos en contra de don Víctor y el consumo de alcohol de otros
testigos secretos, detallando parte de las declaraciones. En cuanto a don Luis
Menares Chanilao, agregó que solo fue detenido junto a Ramón Llanquileo, pero
que nunca se dirigió la investigación en su contra, ni siquiera se le allanó la casa,
escuchando durante el juicio solo un supuesto apodo.
160
Por todo lo expuesto, estima que a lo más se está ante tres lesiones, mas
lesiones leves contra un Fiscal, debiendo aplicarse lo dispuesto en el artículo 351,
aunque no es la hipótesis que formula, sino la absolución de sus representados.
Manifestó que del propio tenor de la acusación Fiscal no queda claro cuál
es la conducta precisa que se imputa a muchos de los acusados, ya que no se
desprende ni la participación en la asociación ilícita, ni la relación entre ambas
asociaciones ilícitas. Así, se hacía necesario que el Ministerio Público acreditara
no solo la existencia de los elementos del tipo, sino que también la participación
de autor de cada uno de los acusados, estimando que la prueba rendida resultó
161
insuficiente para acreditar que los acusados hayan procedido a ejecutar los ilícitos
en la forma propuesta en el libelo acusatorio, citando la prueba pertinente a sus
representados.
162
mil hectáreas y el conjunto de mapuches que viven en comunidad solo tiene 500
mil. Esta influencia de las forestales no solo se ve en el aspecto formal, sino que
también en el material, pues como se dio a conocer en el alegato de apertura
queda claro que se hizo una operación de copiar y pegar de la querella
presentada por la forestal Mininco en la acusación del Ministerio Público, siendo
un elemento más para poden en duda el principio de objetividad a que está
obligado el Ministerio Público.
Indicó que dado que sus representados fueron muy pocas veces
mencionados durante estos 3 meses y medio, efectuaría un examen somero de la
prueba presentada, en primer lugar, contra Carlos Muñoz Huenuman y Juan
Carlos Parra Leiva, la que se basa en la testimonial del testigo 26, cuya
credibilidad está en absoluta duda, ya que, de sus mismos dichos, se desprende
que mintió ante cuatro funcionarios de la Policía de Investigaciones. Pero aún
dudando de su credibilidad, de su relato incoherente y contradictorio incluso con
lo señalado por los policías, la única mención que hace de dichos acusados es
que se encontraron en una reunión en un cerro alrededor del mediodía y que, con
posterioridad, cerca de las 15 horas, el testigo no acompaña al grupo que va a la
casa de Santos Jorquera y se queda con Cayo, pudiendo conjeturar que se trata
de su representado Carlos Muñoz Huenuman, escuchando disparos y amenazas
que provenían de la casa, delito que, en todo caso, no se imputa al referido
acusado, y que luego, en los hechos acaecidos en la noche, como a las 21 horas,
se quedó como a 40 metros del primer grupo junto a Juan Carlos Parra Leiva y
Carlos Muñoz Huenuman, sin especificar función alguna. La acusación sostiene
que tales imputados son coautores por haberse concertado con los que se
disponían a ejecutar estos actos y haberse quedado para prestar cobertura o
vigilancia, sin embargo, las características de nocturnidad y del terreno hacen
absurda esa situación, pero más aun, dónde se produce el acuerdo de
voluntades, si no están acusados de asociación ilícita.
163
Por otra parte, el testigo presencial que involucra a sus representados es el
testigo protegido 8, símbolo de lo que ha sido la investigación, quien, según la
Fiscalía había escuchado claramente la voz de don Juan Carlos Parra Leiva, sin
embargo, es completamente sordo, aún con audífonos, y ni aún así escuchaba,
pero antes de ser presionado declaró de forma espontánea que llegó un grupo de
encapuchados, sin conocer a ninguno, ni por la voz, siendo 3 los que hablaban,
no estando seguro que fuera el acusado individualizado, haciendo presente que,
además, había bebido alcohol ese día.
Indicó que los delitos por los cuales está acusado Juan Carlos Parra Leiva
no se encuentran ni siquiera señalados por indicios en esta investigación, e
incluso que la prueba de cargo reafirma la de descargo y, en cuanto a don Carlos
Muñoz Huenuman se presentó el testigo don Santos Reinao, quien confirmó su
declaración prestada con anterioridad ante el Ministerio Público, dando fe de las
actividades realizadas por dicho por éste la noche del 15 del octubre de 2008, a
pesar de haber alegado el Ministerio Público animadversión para restarle
credibilidad, dichos que, además, permitieron en su oportunidad que se le diera la
cautelar. Por último don Pedro Cona, vecino lejano de don Juan Carlos Parra,
sostuvo que concurrió a la casa de dicho acusado a resolver un problema de un
cerco mal hecho, pues se pasaban unos animales y don Juan Parra estaba
sembrando papas en octubre, sin embargo se cuestiona su credibilidad, porque
165
no escuchó el helicóptero y no vio barricadas en el camino, en circunstancias que
él, en su propio lenguaje, indicó que recorrió el trayecto “por lo derecho”, es decir,
atravesando los predios, por lo que es difícil escuchar otro tipo de ruidos en ese
ambiente, haciendo presente que este testigo también había declarado
previamente en la Fiscalía, lo que unido a la declaración de la esposa de don
Juan Carlos Parra, había permitido que el Juzgado de Garantía le concediera la
cautelar.
168
En cuanto a la correspondencia entre la huella encontrada a metros del
galpón del Sr. Campos y la de la bota derecha hallada en la casa del Sr. Santi
Leal, manifestó que el perito de la Fiscalía señaló que era imposible determinar la
medida de dicha bota, la que fue, además, recogida por el Sr. Henríquez, quien
no recuerda mayores antecedentes; única prueba material de cargo en contra del
acusado mencionado
171
ellos, y no pueden conocer sus reacciones faciales ni sus actitudes frente a una
pregunta determinada, lo que conspira con la inmediatez, y considera una prueba
ilegal.
172
una pluralidad más o menos estable y una vinculación, dotada de jerarquía y
disciplina propias. Agregó que esta voluntad asociada debe manifestarse por
signos y evidencias que demuestren aquella intensión, requiriéndose, además,
una mínima permanencia en el tiempo que permita a la agrupación una
posibilidad real de lograr sus objetivos, citando jurisprudencia al efecto. Confrontó
-según expuso- los requisitos aludidos de la asociación ilícita terrorista con la
pretendida asociación acusada y lo acontecido en el juicio, indicando que el Sr.
Aqueveque sostuvo que el jefe de la Coordinadora era don Héctor Llaitul y que
existirían 6 personas que conformarían la dirección política, las que no se
identificaron; tampoco pudo aclarar qué son los órganos de resistencia territorial ni
su ubicación dentro de la estructura orgánica que presentó; no indicó las
relaciones que existen entre las diversas jerarquías de la orgánica; no pudo
señalar fuentes de financiamiento ni quienes se sitúan en las fuentes de apoyo o
los simpatizantes. El Sr. López Leiva trató de explicar la orgánica, pero no pudo
precisar quiénes realizaban las labores físicamente ni se infiltró dentro de ésta
como agente encubierto a fin de demostrar, desde su interior, su existencia;
agregando que tampoco se encontraron agendas o documentos internos
emanados de los propios miembros de la organización, existiendo únicamente
comunicados públicos, a través de los cuales esta organización reivindicaba
algunos hechos del punto de vista de su pueblo o nación mapuche, y la pagina
Weftun a la cual se puede acceder vía internet, de modo que no hay ninguna
prueba que pudiera acreditar fehacientemente esta orgánica.
177
de dos leyes penales, el que se debe decidir a favor del artículo 268 ter,
eliminando el carácter de terrorista del delito, pues la historia fidedigna de la Ley
20.236 que introdujo un párrafo entero al Libro segundo lo hizo precisamente para
proteger a los Fiscales y defensores públicos, creándose un tipo especial con
elevadas penas, primando, en consecuencia, el principio de especialidad, citando
a los profesores Cury y Etcheverry. Tesis que se ve confirmada con la falta de
innovación al respecto en la última modificación efectuada a la ley terrorista.
Manifestó, asimismo que no existe dolo, pues nadie sabía que iba a venir un
Fiscal o funcionarios de investigaciones. Lo que sí se sabía es que iba a venir
Carabineros, debido a la ocurrencia de otros hechos que están siendo conocidos
por la Fiscalía Militar, pudiendo haber un doble juzgamiento al respecto; pero no
una camioneta sin logos que la identificaran, desapareciendo el elemento
intelectual. Si hubiese existido la intensión de atentar contra un Fiscal, debe
saberse que viene un Fiscal y ser la víctima preferida de este atentado, lo que no
ocurrió en la especie desde que estaban dirigidos a defenderse frente a la
invasión de Carabineros a las comunidades; estimando, además, que no es
habitual que un Fiscal maneje su vehículo, se introduzca en una caravana de
Carabineros, sin logos que lo identifiquen.
179
Manifestó que en la acusación el Ministerio Público describe un hecho
como A.1, pero omite señalar las circunstancias precisas de participación, formas,
funciones y hechos atribuidos a cada uno de los partícipes, además de indicar
otros individuos no identificados, situación que se mantiene hasta el día de hoy,
sin que ello fuera investigado y pudiendo ser aquellos los que efectivamente
concurrieron a la casa de Santos Jorquera ese día. Tampoco se indica con
precisión cuales fueron las amenazas ni quiénes las formularon, señalando que
sería más de una atendida la redacción en plural al mencionarlas. Asimismo,
aseveró que no se menciona a quien pertenece cada una de las especies, cuya
propiedad, además, no fue acreditada, como tampoco la apropiación de las
mismas por parte de alguno de los acusados; ni en qué consistieron los daños
atribuidos. Afirmó que el Ministerio Público no probó el temor o terror en la
población o parte de ella, prometido en su alegato de apertura, el que solo está en
la construcción de quienes, a juicio de esta defensa, han ejercido y fundamentado
la acción penal, pretendiendo aplicar el derecho penal del enemigo. En virtud de
las declaraciones vertidas en el juicio, incluso de la familia de Santos Jorquera, se
desprende algo distinto –indicó- esto es, que no pudieron identificar a nadie,
además de señalar la Sra. Rosalía Herrera que su declaración no le fue leída.
183
de los 17 ejemplos, atribuyéndoles participación a los acusados. Agregó, que el
mismo Fiscal efectuó solicitudes de interceptación de teléfono de uno de los
acusados, incluyendo en ellas delitos en los que figura como víctima,
satisfaciendo así, intereses personales y que, a veces están sesgados; indicando,
además, que de la manifiesta admiración que tenía por el Sr. Santos Jorquera,
deduce que había una relación de estrecha amistad, lo que se reflejó en su
desesperación por concurrir a altas horas de la noche, pese a haber sido
recepcionada la denuncia por el Fiscal Morales, de la localidad, desatendiendo las
indicaciones del alto mando de Carabineros en la zona, y preguntándose a
cuántos sitios del suceso concurrió por hechos similares.
En cuanto al testigo José Luis López Leiva, argumentó que las defensas se
han referido bastante a él, pero que puede concluir, en primer término, que tiene o
debió atribuírsele la calidad de víctima; que fue él quien dirigió la mayor parte de
la investigación relacionada con este juicio; que mintió abiertamente cuando
señaló no haber participado ni en el traslado ni en el interrogatorio de su
defendido, en circunstancias que el testigo Espinoza Ugarte aseveró que aquél
estuvo presente en estas dos gestiones; que la mayoría de los funcionarios de la
PDI indicaron que su superior jerárquico es don José Luis López Leiva; y
finalmente, que al igual que el Sr. Elgueta, omitió información de la investigación
que evidencia la inocencia de los acusados y la participación de otras personas,
citando informes de la carpeta fiscal.
184
Manifestó, también, que el testigo Espinoza Ugarte al interiorizarse del
caso no pidió informe a la persona que anteriormente estaba a cargo sino al
encargado de la Fuerza de Tareas Bío Bío, don José Luis López Leiva,
información valiosa, a juicio del deponente, que complementó con un
empadronamiento; llamándole la atención, al mismo testigo, que las personas del
sector tenían temor de relatar los hechos, a pesar que ninguno de los declarantes
manifestó ese sentimiento, nombrando a doña Rusbella Jorquera. Añadió que el
testigo Espinoza, citando al testigo 26, indicó que se ponían de acuerdo a través
de convocatorias efectuadas por llamadas telefónicas del Sr. Ramón Llanquileo,
destacando que no hay registro de estas llamadas a pesar de estar intervenidos
los teléfonos.
185
conexiones telefónicas; y que le llamó la atención que dentro de él se haya
mostrado, sin ninguna clase de tino, la fotografía de una menor de edad, hija de
uno de los acusados, mientras que respecto de un importante empresario de un
medio comunicacional no se mostró su fotografía, añadiendo que el perito habló
de los hechos como si se tratara de un testigo presencial; y que se dio la libertad
de concluir el resultado de las llamadas, sin tener preparación en la materia, como
por ejemplo, que “trabajar” era “ir a robar madera, y la efectuada sobre la pista
3375, la cual, según su interpretación, era una manifiesta y desesperada solicitud
de auxilio y de dar a conocer a la opinión pública nacional los atropellos que
sufren las comunidades cuando son allanadas por Carabineros, siendo muchos
los testimonios que refieren haber sido agredidos durante estos allanamientos,
mujeres, niños y ancianos. Por ello la defensa preguntó incansablemente acerca
de la existencia de peritajes de reconocimiento de voz, como elemento de
naturaleza objetiva.
186
pueblo mapuche reconocidos en diversos tratados ratificados por nuestro país,
teniendo la obligación constitucional el Ministerio Público como órgano estatal, no
solo de garantizar los derechos humanos sino que además de promoverlos.
188
manifiestamente ilícitas, y nulos los testimonios que se refieren a ellas, aludiendo
finalmente, a la modificación contenida en el artículo 3º de la Ley 18.314.
Explicó los elementos del derecho penal del enemigo, según Jakobs, esto
es, un amplio adelantamiento de la punibilidad; penas desproporcionadamente
altas; y determinadas garantías procesales son relativizadas o suprimidas;
estimando que una manifestación de tal derecho penal es la consideración
efectuada por el acusador acerca de la existencia de diferente dolo entre
mapuches y quienes no lo son, o el operativo del 02 de abril de 2008 donde se
detiene flagrante a 12 personas que no son de apellido mapuche y no son
acusadas en este juicio, o la pretensión del Ministerio Público de invertir la carga
probatoria, desnaturalizar los medios de prueba a través de otros medios,
ocultamiento de información. Agregando que los funcionarios de la PDI han
venido a prestar testimonio prestando meras opiniones, conjeturas o
suposiciones, preguntando si es delito gritar marrichiweu o es solo una
manifestación de su lengua para un pueblo; estimando que si se han presenciado
en un Tribunal determinadas acciones de discriminación, racismo y ausencia de
promoción a los derechos humanos ello constituye una señal evidente de una
falta de investigación objetiva.
Estimó necesario analizar las garantías mínimas del derecho penal liberal,
y expuso que su defendido el Sr. Painemil Peña, fue detenido, hace ya largos
meses, en su casa, llevado a la cárcel, y lo único que se le ha dicho es que se le
ofrece una casa a cambio de ser testigo protegido; ha asistido a estos 3 meses de
juicio, y su nombre escasamente ha sido referido en estrados. Afirmó que, sin
duda, su representado es inocente, fundado en 2 situaciones contundentes, la
primera, la renuncia de la prueba definida como suficiente para enervar la
presunción de inocencia, es decir, supuestos testigos protegidos, y, la segunda,
191
no lo nombra ni siquiera el testigo José Luis López Leiva. Lo nombran los
representantes de la Comisión Civil de Carabineros de Lebu, sin embargo,
sostiene que ellos no son prueba y que haciendo una interpretación extensiva de
su carácter jurídico podría decir que son testigos de que los testigos secretos 1, A
o 18 y el testigo 2, B o 16 supuestamente dijeron lo que ellos dicen que dijeron,
declaraciones que, además, aparecen provocadas por apremios ilegítimos en
contra de menores de edad. Además, de las propias declaraciones de estos
Carabineros ha quedado en evidencia que se produjo un traslado ilegal o no
amparado en derecho de un menor de edad desde la vía pública a un recinto
privado, y que allí se le tomó declaración sin que haya quedado consignada por
escrito.
192
física y jurídicamente; imputados que son ex testigos secretos, cuyos supuestos
dichos pretender ser introducidos por funcionarios de Carabineros que terminan
siendo imputados de delitos de tortura contra menores de edad; Fiscales víctimas
que nos vienen a contar sus teorías de investigación y convicciones personales;
funcionarios de inteligencia que cuentan sus propias ideas y conclusiones acerca
de los hechos; testigos de oídas, pero sordos; declaraciones policiales leídas por
quienes no saben o no pueden leer; en definitiva, información de mala calidad
introducida al juicio, y prueba construida al margen del derecho, preguntándose
cuál es la calificación jurídica de lo realizado por el Ministerio Público consistente
en, a su juicio, esconder la calidad de imputado de una persona y presentarla
como testigo.
193
Llanquileo, indicando que el primero ha sido perseguido por sus ideas durante 10
años por el Estado chileno, de los cuales 5 años ha permanecido en prisión
preventiva y luego absuelto, y los restantes, perseguido, vigilado, intervenida su
vida privada y su hogar.
195
posterior condena, se aplicó figura de los testigos protegidos, es decir, no se
puede preparar una adecuada defensa sin conocer la identidad de los testigos,
haciendo presente que, incluso, en ese juicio el Tribunal Oral en lo Penal les dio a
conocer, al inicio de la audiencia de juicio, la identidad de los testigos a las
defensas, estimándose, de todas formas, una restricción al derecho de defensa
sin compensación, por no haber tenido tiempo para la preparación.
Indicó que en el caso del testigo secreto Nº 26, los antecedentes previos se
les entregaron incompletos, con partes borradas, lo que impide conocer la
totalidad de su declaración; pero, además, los acusadores solicitaron nuevas
restricciones, declarando en definitiva, en una sala contigua, caracterizados y de
espalda, pudiendo verlos solo por circuito cerrado de televisión. Agregó que, el
hecho de poder comunicarse solo por vías tecnológicas, además, impidió a las
defensas un control cruzado; refiriendo que 21 objeciones de la defensa fueron
declaradas extemporáneas, 3 no terminaron de formularse, y solo otras 3 fueron
sometidas a la decisión del Tribunal, y de ellas, solo una acogida. Del mismo
modo, aludió a que no hubo una declaración espontánea de los testigos
protegidos, la que se veía continuamente interrumpida por el Fiscal, repitiendo
parte de las respuestas que les interesaba reforzar e impidiendo que se siguiera
un curso discursivo independiente, privándose a las defensas de analizar la
coherencia interna del relato y su persistencia, intentando el Ministerio Público,
por esta vía, mejorar la calidad de la información que se introdujo al juicio.
Cuestionó, en consecuencia, el valor de una declaración que adolece de tantas
restricciones al derecho a defensa, e indicó que en caso de los testigos 26 y 27,
ha quedado en evidencia que se trata de testigos que en realidad son imputados,
no traídos a juicio por decisiones administrativas del Ministerio Público, lo que, en
todo caso, no les quita el carácter de imputado; situación que estimo grave, pues
al ocultar tal calidad, pudiésemos estar ante la alteración de la naturaleza de un
medio probatorio o su creación, pues los imputados no son medio de prueba,
según lo refrenda nuestro Código Procesal Penal, lo que implica que no se le
puede dar valor probatorio.
196
Manifestó también, que el testigo 27 respondía “entiendo que”, “me
dijeron”, “verlas, verlas no las vi”, considerando que al deponente no le consta lo
que declaró, y haciendo presente que la mayor parte de la información se
introdujo fue producto de la operación de ayuda memoria. Sostuvo que lo mismo
podría decir del testigo 26, pero, en su caso, es aún más flagrante la falta de
coherencia interna y de corroboración con otros datos objetivos y periféricos,
quien se refirió al Sr. Negro o Llaitul, dejando claro que este juicio es, en primer
lugar, en su contra; que indicó que el Sr. Beto llamó a Llaitul y le dijo que venía
una comitiva, sin que se expusiera esa llamada a pesar que el teléfono que
supuestamente ocupaba el Sr. Llaitul estaba intervenido; que declaró que, luego
de que sacan a los dos vehículos policiales, el Sr. Negro dijo que vendría el señor
Fiscal, como entre las 12 y 3 de la tarde, relatando lo sucedido en la casa de don
Santos Jorquera, sin haber concurrido, y reiterando luego, que el Sr. Negro dijo
que iba a venir el Fiscal, en circunstancias que en ninguno de los momentos
indicados el Fiscal sabía que habían ocurrido los hechos.
Asimismo, hizo mención a que lo más extraño que ha visto en sus años
de ejercicio fue el testigo perito, y no se refiere a los fotógrafos, que mas allá de lo
que declararon solo pueden indicar que sacaron la foto, cuándo y cómo; sino a
don Carlos Rodríguez, quien se presenta como perito del sistema de análisis
notebook 7, y que tenía entre otras funciones escuchar a don Carlos Martínez
Parada, última persona que declaró haber sido amenazado y coaccionado por la
policía, para que declarara, detallando tal evento, coligiendo que ello solo pudo
ser posible porque el encargado de escuchar sus conversaciones, no guardó el
secreto requerido por la ley, cuestionando, en consecuencia el valor probatorio de
la declaración de tal perito. Agregó que el perito introdujo una serie de planillas
198
Excel que se podían modificar, borrar o equivocar, pues no había medidas de
seguridad respecto de la información y, en base a ello, introdujo elementos
basados en planillas que el mismo realizó asentadas en información que
supuestamente le llegó por correo electrónico, sin que se probara el envío de
esos correos electrónicos, ni la autenticidad e integridad de la información que
traspasó e introdujo en ese sistema computacional. Agregó que existe algo más
grave, esto es, que el día 17 de enero de este año, el testigo perito introdujo
información sobre audios, antenas y tráficos referentes a don Carlos Martínez
Parada, pero ignorando de qué sustrato material, porque el “otros medios Nº 50”
no estaba en sala, como fue reconocido por el Ministerio Público frente a la
solicitud del defensor Pablo Ardouin; por lo tanto no fue incorporado por los
medios de prueba ofrecidos en el auto de apertura y carece de valor probatorio.
Indicó, también, que dicho perito manifestó que lo suyo era un informe policial, lo
que a su juicio, constituye una nueva fabricación de un medio de prueba, es decir,
así como un imputado es mostrado como testigo, un informe es mostrado como
peritaje, sin que tenga operaciones ni conclusiones, vulnerándose la prohibición
de incorporar al juicio diligencias policiales.
199
ponderación y tranquilidad, refiriendo parte del testimonio de don Roberto Ávila
acerca de su respeto por la etnia; sobre el problema que había tenido el Fiscal
Elgueta con el Prefecto de la época, última situación que no es reconocida por el
Sr. Elgueta; su responsabilidad por su institución y la forma de operar frente al
conflicto en la Región; y el uso de escopetas antimotines y tal vez de armas de
puño. Aseveró que uno de los funcionarios policiales que estaba en el lugar filmó
los hechos, y si bien no se puede ver mucho, sí se escuchaba, pero no esa
referida emboscada de aniquilamiento sino situaciones que no eran de la
gravedad que se quiso referir en estrados. Es decir, el montaje que las
comunidades señalan no es que no sucedieron ciertos y determinados hechos
que pudieran revestir características de delito, sino que la teoría de la defensa es
que sus representados son inocentes de los hechos que se les imputan y que no
existen pruebas que los vinculen con ellos, más bien, cree que hay una
persecución ideológica contra una organización y una investigación intencionada.
200
controlar nuevamente sus territorios, como parte de su derecho humano de
autodeterminación de los pueblos, y no solo aquellos reconocidos por la
legislación positiva, es decir, el régimen registral, sino también los que emanan de
la propiedad tradicional u otras formas de ocupación o utilización. Por otro lado, el
artículo 28 de esta misma declaración reconoce el derecho a promover,
desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus propias costumbres,
espiritualidad, tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando existan,
costumbres o sistemas jurídicos. Señaló que el pueblo mapuche tiene su
cosmovisión o cosmogonía, tiene un derecho, el ad Mapu; posee una forma de
relacionarse con su entorno, lo que ha sido desconocido en gran parte de la
historia republicana, aunque no siempre fue así, pues los padres fundadores de
Chile eran profundos respetuosos del pueblo mapuche, citando a Bernardo
O`Higgins y aludiendo a José Miguel Carrera. Añadió que el artículo 28 citado,
señala también el derecho de los pueblos indígenas a la reparación, incluyendo la
restitución, y cuando ello no sea posible, la compensación por las tierras,
territorios y recursos que les hayan sido confiscados, tomados, ocupados,
utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado; y la prueba
de la defensa y la historiografía nos dicen que la ocupación del Estado chileno,
violando el Parlamento de Tapihue y luego de la guerra del pacifico, se produce
por el ejército que perpetra el genocidio del pueblo mapuche. Además, durante
todo el siglo XX estuvieron luchando por recuperar sus tierras, y en 1970, cuando
se dicta la ley indígena, se reconoce el concepto de tierras usurpadas,
refiriéndose a las tierras que estaban amparadas en títulos de merced y, en el
caso de autos, se les devuelve a las comunidades de Puerto Choque y sus
alrededores el fundo la Puntilla, hoy, de propiedad, según el derecho registral, del
querellante Forestal Mininco; siendo el Estado chileno el que no traspasó
registralmente a las comunidades, de modo que cuando se produce el quiebre
institucional de 1973, estaba en manos de la CORA, que pasa a la CONAF, y el
año 1979, al amparo de un régimen de facto, pasa a control, de las forestales, hoy
querellantes. Es decir, el uso de la fuerza por sobre el derecho, apropiándose, las
forestales, de los árboles que habían sido plantados por las comunidades
201
mapuches y los utiliza en su propio beneficio, manteniendo hasta el día de hoy
una política de expulsión de las comunidades de su territorio.
202
24º: Que cabe desde ya consignar, que según consta del auto de apertura
del juicio oral, los intervinientes no acordaron convenciones probatorias.
203
- CARLOS ALEXIS VERA FUENTES, RUN 15.197.999-8, domiciliado en
Guerrero 021, comuna de Tirúa.
205
- GUSTAVO ADOLFO ARANELA SALAZAR, RUN 9.696.446-3,
domiciliado en la comuna de Los Angeles.
207
- CLAUDIO ERNESTO MELO MUÑOZ, RUN 13.809.903-2, domiciliado
en Prat N° 19, comuna de Temuco.
208
- JUAN CARLOS PARRAGUEZ BAEZA, RUN 15.131.449-k, domiciliado
en Saavedra 792, comuna de Cañete.
209
- MARJORIE ELIZABETH ALVAREZ NOVOA, RUN 13.133.828-7,
domiciliada en Angol N° 815, comuna de Concepción.
211
- OSCAR EDUARDO RIQUELME CIFUENTES, RUN 11.444.128-7,
domiciliado en Avenida Alessandri s/n, Lomas Verdes, comuna de
Concepción.
212
- LUIS ALEJANDRO TORRES MOLINA, RUN 13.954.187-1, domiciliado
en Barros Arana, comuna de Concepción.
213
- Oficio N° 1595/124, de fecha 06 de Agosto de 2009, de la Autoridad
Fiscalizadora VIII-054 Talcahuano, que informa inscripción de armas de
los acusados de la investigación.
214
- Comunicados de internet de los sitios Kilapan, Hommodolars y
Kaosenlared, relativos al atentado al Fiscal Mario Elgueta Salinas.
215
- Tres hojas tituladas “comunicado público”, con pie de firma Héctor
Llaitul Carrillanca.
- Oficios N° 4932, 4944, 4969, 4993, 5044, 5088, 512 2, de fecha 10, 11,
12, 13, 14, 17 y 18 de Agosto de 2009, respectivamente, del Servicio
Médico Legal, que informa el rechazo de la toma de muestra por parte
de algunos acusados de la investigación.
216
- Set de fotografías anexas al informe pericial fotográfico N° 380, del
Laboratorio de Criminalística Regional Concepción de la Policía de
Investigaciones de Chile.
217
- Disco compacto anexo al informe pericial técnico informático N° 24, del
Laboratorio de Criminalística Chillán de la Policía de Investigaciones de
Chile, que contiene detalle de publicaciones en internet del conflicto
mapuche.
218
- Un disco compacto que contiene fotografías relacionadas con
atentados, robos de madera y daños a empresa forestal Mininco.
219
- Seis láminas anexas al informe pericial Planimétrico N° 375/08, de
fecha 28 de Octubre de 2008, del Laboratorio de Criminalística Regional
Concepción de la Policía de Investigaciones de Chile.
220
- Set de de fotografías anexas al informe pericial fotográfico N° 623, del
Laboratorio de Criminalística Regional Concepción de la Policía de
Investigaciones de Chile.
221
- Set de fotografías anexas al informe pericial fotográfico N° 752, del
Laboratorio de Criminalística Regional de la Policía de Investigaciones
de Chile.
223
- Láminas anexas al informe pericial Planimétrico N° 909-2009, de la
Sección de Criminalística de Carabineros Bio Bio.
224
- Fotografías contenidas en el informe pericial de huellas N° 1350-2009,
de la Sección de Criminalística de Carabineros Bio Bio.
225
- Fotografías correspondientes a bote incautado.
226
- Disco compacto anexo al informe policial de análisis N° 54, de fecha 19
de Marzo de 2010, de la Brigada de Investigaciones Policiales
Especiales de la Policía de Investigaciones de Concepción, titulado “I-2,
02.08.2008, 13.08.2008, 18.09.2008, 01.10.2008 y 18 de Octubre de
2008”.
227
Prueba Documental. La que se incorporó mediante su lectura íntegra o
resumida, efectuada durante la audiencia.
229
- Fotocopia certificado de cotizaciones de fecha 06 de mayo de 2010, de
la AFP Capital S.A. que da cuenta de cotizaciones desde el 2004 al
2008 de Nolberto Parra Leiva.
230
- Certificado de Cotizaciones de la AFP Provida, de fecha 06 de mayo de
2010, de Segundo Ñeguey Ñeguey,
232
- Certificado emitido por el Ministerio del Interior, Gobernación Provincial
de Arauco, de fecha septiembre de 2009, certificando aporte para
cancelar ahorro previo a favor de Carlos Muñoz Huenuman.
233
- Informe Médico, que da cuenta de las lesiones que habría sufrido el
imputado César Parra Leiva, y el tiempo que permaneció hospitalizado
a consecuencia de aquellas.
234
Prueba Documental. La que se incorporó mediante su lectura íntegra o
resumida, efectuada durante la audiencia.
235
En cuanto a su marido, refirió que está mal, porque le dio trombosis, y que
tiene otras muchas complicaciones, con su edad de 76 años. En referencia, al día
15 de octubre de 2008, dijo que ese día los fueron a asaltar a su casa un grupo de
individuos que no conoce de antes, pero que eran como quince personas, que
andaban todas con sus rostros tapados.
Agregó, que como después de una hora que se fueron los Carabineros, es
cuando los fueron a asaltar, y que venían del mismo predio, llegando los sujetos
con lo que ella señala como sus fusiles. Estas personas se metieron a las casas
y los apuntaron. Luego, ella trató de escapar, y de arrancar, pero la tomaron otra
vez, y le dijeron que se estuviera tranquila o si no, que más la iban a joder,
diciéndole que lo único que querían, era a los “pacos” y que les dijera en donde
estaban ellos. Indicó que en esos momentos ella no podía hablar, ya que no hacía
ni tres días que había llegado del Hospital. Su hija estaba en la cocina, su otro hijo
estaba empaquetando unas papas y su marido había salido a atender a unos
socios, con los que iba a empaquetar unas papas para después sembrar.
236
Refirió que los socios se pararon de las bancas y que los sujetos, también
les apuntaron. En alusión a estas personas, señaló que estaban sentados en
donde se hace la chicha, la cual se vende a quien llegue a comprarla. Los sujetos
estuvieron casi una hora y lo único que les pedían era saber en dónde estaban los
“pacos”. Se metieron dentro de las casas, y les revolvieron todo, y desde adentro
les sacaron dos escopetas que había, y cuatro teléfonos que eran de su marido
además de unas herramientas, nombrando un martillo, un alicate y unas limas.
Agregó que al salir para fuera, vio a como quince personas encapuchados.
Su papá y su mamá estaban afuera. A su mamá la tenían con el papá afuera de la
chichería. A uno lo tenían con una escopeta en la oreja, y al otro con un palo.
Además había otros tres caballeros que estaban ahí, que habían ido a tomarse un
litro de chicha porque habían sembrado a medias con su papá, los cuales estaban
como a un metro de su papá.
238
En referencia a las armas, señaló que vio a cuatro sujetos con escopetas
las que señaló que eran escopetas recortadas, no como las que tenía el papá, y
que dispararon los mismos que andaban con las armas, tanto adentro donde
tenían la chicha, como a un candidato a alcalde, que estaba colgado en un galpón
grande de dos pisos. Añadió que estaban asustados, porque nunca les había
pasado eso, pese a que viven hace 55 años ahí, ella es nacida y criada ahí, y
tenían susto de que los mataran.
Sostuvo que después que efectuaron los tiros, uno de los sujetos chifló y
ahí se retiraron, por el mismo camino que llegaron, de a pie, no en vehículo. No
sabe porque fueron al lugar, sobre todo ella, porque no sale, pasa ahí no más.
Sus papas tampoco tienen idea. Los sujetos andaban trayendo una trutruca, que
cuando la tocan, es cuando se juntan, pero que no la tocaron ahí.
En alusión a lo sucedido en horas de la tarde, refirió que ese día a las doce
horas llegó el Capitán de Lebu, a quien su papá lo invitó a almorzar. El es don
Marcelo Sáez quien alcanzó a ver a su papá en el hospital y por eso fue que lo
invitó a almorzar. Después llegaron los Carabineros de Tirúa, quien les
preguntaron por una persona, y ahí él les dijo que hablaran con su papá, y cuando
se fueron los sujetos les cortaron el camino, desconociendo quienes, aunque
sintiendo los tiros de escopeta. Después no los dejaron salir a la carretera y se
devolvieron entonces retrocediendo en el carro policial. Los Carabineros, llegaron
hasta la entrada del camino de ellos, ahí les dijeron que los habían atacado arriba,
y que habían pedido refuerzos para que los fueran a sacar. Señaló que los
atacantes, llegaron disparando hasta la misma casa de ellos. Ahí tuvieron que
esperar no más, hasta que dejaron de disparar. Después de eso se retiraron
todos y no pasó nada más, pero quedaron asustados.
Agregó más adelante, que pudo escuchar los golpes de las puertas y es
por eso, que sabe que entraron a las casas, indicando además que lo sujetos
vestían de blue jeans, que no pudo ver los rostros de las personas porque
estaban a mucha distancia y que usaban capuchas en la cara. Indicó que le
dispararon en el galpón a la propaganda de un concejal que se había colocado
unos días antes dándole el tiro en la cara. Indicó también que en su casa había
tres vecinos más, los que escucharon a las personas hablar, y que su padre no
reconoció a nadie, pero le parece que uno de ellos habló con él.
240
Agregó que en la noche llegó un grupo de Carabineros, a quedarse con
ellos. Iban con el Fiscal Mario Elgueta, se saludaron y se dispuso una protección
para ellos. Les dejaron el bus, pero no recuerda el número exacto de Carabineros,
pero eran entre seis y ocho.
241
Mas adelante en su relato, señaló que el resto de los sujetos siguió
trajinando la casa de Santos Jorquera, metiéndose en toda la casa y llevándose
dos escopetas y cuatro celulares que estaban en una pieza. También mencionó
el testigo que le dijeron a Santos Jorquera que debía irse del sector, porque él era
un huinca que no podía estar en el sector, que le daban solamente una semana y
que si no, lo iban a matar y le iban a quemar con casa y todo. En cuanto a la
amenaza que recibió, indicó al Tribunal, que en su caso fue apuntado por dos
sujetos, desde una distancia no más allá de un metro. Por último, mencionó
dos agresiones que ha sufrido, la primera 01 de noviembre de ese año, donde
sostuvo que el Nino Llanquileo, le pegó un botellazo en la cabeza, que provocó
que despertara solamente en el Hospital, habiéndole pegado por ser un “sapo” de
Santos Jorquera. También refirió que ocho días antes de prestar su declaración
dos sujetos que identifica como Lalo Antilao, y Catril le pegaron nuevamente,
porque ser “sapo” de Santos Jorquera, resultando con varias lesiones,
encontrándose actualmente con tratamiento en la ciudad de Concepción, ya que
tendría fracturada su nariz.
En referencia a los sujetos, sostuvo que no les vio la cara porque iban
tapados, por lo que se les veían los puros ojos. Se tapaban con un gorro
pasamontañas, todas andaban así. Agregó que los sujetos sacaron dos
escopetas, se imagina que desde adentro de los dormitorios ya que él no sabe en
donde estaban, y que también le sacaron un celular, al parecer del hijo de don
Santos, señalando finalmente que todo esto duró alrededor de 25 a 30 minutos.
243
37º: Que también se tendrá en consideración la versión de quienes
contextualizan estos hechos, al hacer referencia a lo sucedido ese mismo día en
horas de la mañana.
Agregó, que luego de salir del domicilio de este individuo, al salir de una
curva se percataron que estaba cortado el camino, a unos 400 metros de la casa
de Santos Jorquera. El sector es amplio, con camino de ripio, con muchos árboles
a su alrededor. Precisó que el camino estaba cortado con ramas y un tronco y
cuando divisan esta situación sorpresivamente aparecen tres personas
desconocidas a rostro descubierto, las que empiezan a dispararles con escopetas
de cañon largo, indicando que las tres estaban armadas y que les disparaban
directamente de frente.
244
lados del camino, y también comienzan con disparos, por lo que buscan un lugar
en donde parapetarse. La gente salía del lado izquierdo, aproximadamente unas
ochos personas, todos armados. Retrocedieron hasta un camino de acceso
lateral, que llega a la casa de Santos Jorquera y en ese lugar, como lo hacía de
conductor, fue y atravesó el carro policial, para de ese modo parapetarse por los
disparos que les estaban llegando, descendiendo del vehículo, ubicándose detrás
del carro policial, para que les sirviera de escudo.
Agregó que había por lo menos unos 50 metros hasta la casa, y que una
vez que llega a la casa de Santos Jorquera se dispersaron para poder
defenderse. Empezaron a pedir cooperación, para salir del lugar, y contactaron el
GOPE y a Carabineros de Tirúa. Transcurrió aproximadamente media hora entre
que se comunicaron y llegaron los Carabineros al lugar. En la casa de Santos
Jorquera, como no tenían munición, el Capitán Sáez pide una escopeta,
esperando que llegaran más de estas personas desconocidas, por el temor de
que les siguieran disparando. Se quedaron esperando en el lugar hasta que
llegara cooperación, la que llegó posteriormente, escuchando que se sentían
245
gritos y trutrucas, y al momento de llegar los demás Carabineros, era posible
escuchar más disparos.
Sostuvo que no tenían otra vía de escape, solo el lago o el domicilio del
señor Santos Jorquera, pero no querían ir al domicilio de este señor. Precisó que
eran alrededor de doce o quince personas, por lo que ocupó la escopeta
antimotines. Añadió que al ver que su Cabo Fernández había sido herido en el
cuello y en la mano, decidieron ir al domicilio de Santos Jorquera para refugiarse,
agregando más adelante que después llegó el GOPE y Fuerzas Especiales, con
quienes se retiraron hacia Cañete.
Señaló también que en una primera instancia vio a una persona, luego vio
unas seis y después eran unas doce a quince. Todos encapuchados, y con ropa
oscura y vio dos escopetas, pero igual se escucharon hartos disparos, recibiendo
el vehículo más de ocho disparos. Alcanzaron a retroceder unos 300 metros,
cuando descendieron del vehículo. Les disparaban los sujetos desde unos 15
metros. Ellos portaban su armamento de servicio que es un revólver Taurus
calibre .38 de seis tiros, y además una escopeta con 22 cartuchos antimotines. Se
usó en primera instancia la escopeta, disparando 15 tiros. El Cabo Fernández
resultó herido en el cuello y mano por los perdigones. Decidieron entonces irse al
domicilio del señor Santos Jorquera, donde vuelven a encontrarse con el Capitán
246
Sáez, quien andaban en una camioneta Nissan Terrano de color rojo. Siguieron
retrocediendo hasta el domicilio, llegando los sujetos hasta la entrada en donde
hay un letrero que dice Santos Jorquera.
Agregó que cada vez que retrocedían, estas personas avanzaban, casi en
el cruce al llegar donde Santos Jorquera, deciden enfrentarlos. No querían
perjudicarlo porque esa persona vive en el sector, la idea no era llegar hasta allá.
Lo que hacen entonces es atravesar el carro y parapetarse. La munición de la
247
escopeta antimotines se les terminó completa, pero después aparecieron más
personas por ambos lados. Aproximadamente eran unas doce personas, todas
armadas con escopeta. Ellos usaban la antimotines y el revólver calibre .38. El
ataque duró de unos diez a quince minutos.
Indicó que se vieron tan acorralados por la cantidad de gente, que al final
debieron retirarse hacia el domicilio de este caballero, en referencia a Santos
Jorquera, en donde se parapetaron. En el domicilio se amplió el perímetro, para
ver la posibilidad de que no ingresaran. En ese instante se les acercó el Capitán
Sáez, el que como no andaba con implementos de seguridad, le llegó un perdigón
resultando también lesionado. Como el camino tiene matorrales por ambos lados,
cuando tenía el carro atravesado, fue sorprendido por un escopetazo que le llega
del costado derecho, y siente el rebote y le lesionan el cuello y las manos. Los
perdigones le sacaron los pedazos de cuero desde el cuello. El Capitán Sáez
resultó sangrando de la cabeza. Al llegar a la casa de Santos se parapetan todos
juntos, y los otros funcionarios que si tenían tiros, se repartieron entonces la
munición que quedaba.
Agregó que el no tenía una relación de amistad con José Santos Jorquera,
pero que su actuación se enmarca dentro del marco preventivo y de integración, y
248
para conocer ambiente que se vivía en el sector. Por ello es que concurrió al
domicilio de este señor, llegando aproximadamente a las 12.00 del día. En ese
lugar sostuvo una entrevista con la persona, precisando más adelante en su
declaración que llegó al lugar un carro de Tirúa con cuatro funcionarios para dar
cumplimiento a una orden del Juzgado de Familia de Cañete. Ellos se
entrevistaron con el señor Jorquera y luego se dirigieron donde vivía la persona.
Añadió que después de unos cinco minutos comienza una balacera, por lo
que le dice a su personal que embarquen para ver lo que sucedía. Suben al carro
policial, siguiendo el trayecto en donde puede percatarse que el furgón policial
estaba siendo atacado con armas de fuego del tipo escopeta, y que el carro venía
retrocediendo, observando que las personas estaban a unos cincuenta o sesenta
metros del carro. La capacidad de fuego era incesante, por lo que divisó, era más
de un arma de fuego, y vio a unos seis sujetos.
249
del señor Jorquera, donde los sujetos continuaron acercándose y ellos entonces,
se parapetaron en unos castillos de madera.
Afirmó que no uso otro armamento, pero que si tuvo a mano otra arma, que
eran dos escopetas, que tenía don Santos Jorquera, las que le solicitó y mantuvo
en su poder, por la eventualidad de que estas personas llegase a su domicilio,
como una reserva por si se quedase sin municiones. Indicó que cuando se
percató que Carabineros estaba siendo atacado, pidió refuerzos a Tirúa y que en
esos momentos, cuando ya estaba en los castillos de madera, supo que llegaba
personal de Tirúa, de Labranza y además del GOPE lo que les permitió retirarse
del lugar por el mismo camino.
Así también se contó con las fotografías tomadas por el perito Rodrigo
Figueroa Olivares, quien participó en la reconstitución de escena de estos
hechos a partir de los dichos tanto de la víctima, como de uno de los testigos con
reserva de identidad, refiriendo y explicando las fotografías contenidas en su
informe pericial fotográfico N° 751, del Laborator io de Criminalística
Regional donde se recrean los distintos momentos que fueron referidos por
aquellos en su declaración, entre los cuales se destaca, la presencia de sujetos
armados con escopetas y palos, los disparos que éstos efectúan, y los lugares en
250
que ello ocurre, la sustracción de las especies, entre ellas las escopetas, y el
posterior retiro de los individuos.
En ese sentido, cabe referir los dichos de la víctima don Mario Elgueta
Salinas, quien hace una larga y detallada referencia a las diligencias que debió
realizar con motivo de la investigación por numerosos delitos de robo y hurto de
madera ocurridos en la zona, como también de incendio, para luego referirse a los
hechos del día 15 de octubre de 2008, donde señaló que ese día, se encontraba
desarrollando sus funciones propias, trasladándose desde la ciudad de
Concepción hasta Cañete, con otros dos funcionarios de la Policía de
Investigaciones.
252
ocurrencia de un segundo hecho, que es el ataque de este mismo grupo ya no a
los funcionarios policiales, sino que también a un vehículo comandado por el
Capitán Sáez de la prefectura de Arauco que llegó a prestar ayuda en donde
terminó lesionado el Capitán en la frente con un perdigón
253
Santos Jorquera en su opinión era real y evidente, imposible no considerarla
como seria.
Llegaron cerca del término del camino y encontraron esta barricada con
palos ya apagados, y como sabían de los incidentes de la mañana no sabía, si los
palos eran de la mañana o eran para ellos, por lo que los funcionarios le
sugirieron retirarse a un lugar seguro. Se retiraron hasta un cruce, en donde está
el Cerro El Flojo. Los funcionarios Ogueda y Oyarce se van a los extremos del
camino, se cubren y se quedan vigilando, y los tres restantes se fueron a la parte
de atrás de la camioneta, y él encendió un cigarro, donde el Comisario López le
recriminó, ya que esa noche era de oscuridad absoluta. Eran como las 10 de la
noche, y escucharon voces al otro lado del camino. Después vieron las luces de
los cigarros, ya que estas personas estaban fumando y no entendió lo que decían.
Luego esas voces desaparecieron, escuchando un disparo, no sabiendo si era un
incidente. Escuchó también ruidos de motosierras, pero que no identificaron de
donde venían.
255
de la SIP que era una camioneta roja de doble cabina. Llegan a la casa de Santos
Jorquera, y ahí se dio cuenta de que era un grupo numeroso, contando más de
trece vehículos. Dos se quedaron arriba, porque la casa de Santos Jorquera está
en una bajada. Llegan a la casa de esta persona, los funcionarios policiales copan
el perímetro, ingresa a la cocina de él, se sienta con el afectado, junto a un par de
funcionarios de Investigaciones, en donde esta persona les relata lo sucedido,
que fue que aproximadamente a las 03.00 de la tarde luego del hecho ocurrido
con Carabineros, ingresó un grupo de más de diez o doce encapuchados con
escopeta, amenazándolos a él, su señora y su hija, por ser “ayudista de los
pacos”, y luego de amenazarlos con la escopeta e intimidarles de que les
dispararían, realizan varios disparos al interior del predio.
Todo este lugar forma una sola casa, registrando los sujetos la casa entera,
porque andaban en búsqueda de escopetas exigiéndole la entrega de ellas. En el
registro sustraen también varios teléfonos celulares incluyendo el de José Santos
Jorquera. Cuando hacían las amenazas realizan varios disparos, al aire algunos,
y otro a la propiedad. Había un letrero en el galpón, de un candidato el que tenía
un tremendo forado. En una bodega con herramientas de 25 o 30 metros
cuadrados que tenía herramientas, habían golpeado con un hacha los barriles.
Las paredes también. Al preguntarle si reconoció las personas que habían
ingresado, le dice que había reconocido a varios, y obviamente que preguntó que
como, contestándole que había reconocido al tal Ramoncito, refiriéndose a
Ramón Llanquileo Pilquiman y a los Parra, refiriéndose a César y Nolberto Parra.
256
En opinión de este testigo, otro motivo de las amenazas, era porque este
señor no ocultaba su preferencia política por el gobierno del General Pinochet, lo
que generaba anticuerpos en la gente del sector. Recuerda que el año 2007 se le
hizo una “funa”, y en esa oportunidad un grupo de personas llegaron con
banderas, y le tiraron panfletos, pero este caso es distinto ya que fue un ataque
en que se le exigía a Santos Jorquera que se retirara del lugar por ser un huinca
ladrón. Las amenazas eran retírense o vamos a venir a quemar todo en una
semana, con ellos adentro, esto porque ese lugar tenía interés e importancia
turística.
257
habló con el Comisario López para disponer la presencia de funcionarios del
Laboratorio de Criminalística de Investigaciones al día siguiente. Sale en primer
lugar el carro Mowag y ellos inmediatamente. Le adelanta en la subida un
vehículo institucional, un carro del GOPE, avanzaron algunos metros, siendo el
avance extremadamente lento, porque el blindado no andaba mas allá de 30 o 40
kilómetros por hora, en subida, salen al camino público y luego de dos o tres
minutos de avance, enfilan hacia Cañete. La idea era llegar después a
Concepción, cuando avanzaron un poco más de un kilómetro, siempre en una
subida dan a una curva como de 90 grados e inician una subida que queda al
costado del Cerro El Flojo y del cementerio de Puerto Choque que no es tan
pronunciada. Es un camino de cemento, muy estrecho, con dos pistas, no hay
berma, y en la parte superior donde ya bordea el cementerio, hay un pequeño
montículo. Llegaron al sector del cementerio y el Mowag entonces se detiene, se
enfocan árboles de pino en el camino, que no estaban dos horas antes,
obviamente que algo no estaba bien, el Mowag trata de romper la barricada y
avanzar, cuando llegan al lugar, y ven estos dos pinos enormes, y en el mismo
camino en el mismo sentido que ellos, había una camioneta o camión tres
cuartos, que tenía en la parte posterior unas banderas de propaganda política,
que estaba estacionado en forma contraria al camino. Por lo tanto, el Mowag trata
de avanzar y no puede flanquear esa barrera, descendiendo entonces los
funcionarios del GOPE.
Añadió, que frente a esta situación el Fiscal Elgueta toma contacto con
Carabineros y se coordina el ingreso a Puerto Choque conjuntamente con
personal policial. Atendida la gravedad de los hechos, no podían exponerse a ser
atacados, por ello es que se coordinó con personal de Carabineros, quedando de
261
juntarse en el cruce de San Ramón. Esperaron un tiempo y ante la premura por
prestar cooperación su jefe y el Fiscal decidieron ingresar al sector de Puerto
Choque, llegando hasta pasado el cementerio, en donde está el cerro El Flojo y la
escuela viendo el camino obstaculizado, con unas ramas por lo que decidieron
esperar allí, hasta la llegada de Carabineros. Permanecieron pegados, adoptando
todas las medidas de seguridad. Por lo que debían estar atentos.
262
a su persona y al señor Rojas. El primer y el segundo impacto fueron casi
simultáneos, de inmediato levantó sus manos para proteger su cara, no
preocupándose de su cuerpo porque llevaba chaleco antibalas. Recibió entonces
un impacto que le llegó de lleno en el brazo y en la mano. Simultáneamente el
señor Rojas, también recibe un disparo y Oyarce por su parte, recibe otro en una
de sus manos. En fracciones de segundo, cuando el Fiscal Elgueta se tira al piso,
López logra jalarlo y lo tira, donde lo mantiene y toma posición de parapeto en el
pilar de la puerta. Por su parte, él se tira hacia abajo y trata de sacar como pudo
al señor Rojas, inclinándose para parapetarse en la rueda trasera, pudiendo
observar que desde el otro costado, hubo un fogonazo por lo que efectuó tres
disparos hacia la derecha.
Afirmó que por ello, su jefe también hizo uso de sus armas y Oyarce
también, siendo el uso de sus armas Fiscales lo que evitó que siguieran siendo
atacados, produciéndose un desplazamiento de los disparos hacia el resto de los
Carabineros. Después de unos minutos, siguen hacia atrás los disparos, y
desconoce si impactaron a más personas o vehículos, porque en su caso debía
responder por la seguridad del él y la del Fiscal, luego que Carabineros despejó la
263
vía con motosierras, se logró el despeje y en la misma camioneta fueron
trasladados al Hospital de Cañete. Allí se les indicaron medicamentos y se les
hicieron unas curaciones, siendo trasladados a continuación al Hospital Regional
de Concepción, en donde permaneció en la UCI y luego al Hospital Naval de
Talcahuano, en donde permaneció alrededor de un mes para extraerle parte del
plomo y de las municiones.
264
Recordó en alusión a la forma de defenderse, que Walter Oyarce llevaba la
subametralladora apoyada al vidrio, lo que le daba soporte en caso de tener que
usarla, empleándola en el momento mismo en que fueron atacados, en los
precisos momentos que se inició el ataque, Antes del uso de la subametralladora,
recordó que les hicieron dos disparos simultáneos, luego los disparos de Oyarce,
y entonces viene el descenso del vehículo. Los 10 a 15 minutos que dura el
ataque parten desde el hecho de la detención de la camioneta, hasta que cesan
finalmente los disparos. No recuerda el número de disparos en total, pues solo
recuerda los que llegaron de lleno a la camioneta y los que les llegaron a ellos, al
menos él, pudo visualizar un disparo del costado derecho. Estos disparos eran
desde donde estaba el vehículo del GOPE, hasta unos tres o cuatro vehículos
hacia atrás. En su caso disparó en siete oportunidades para defenderse, cuando
descendió disparo al costado derecho en tres oportunidades, y cuando se
aseguró que estaban cubiertos, efectuó cuatro disparos hacia el costado
izquierdo, siendo su arma es una pistola semiautomática convencional, con
capacidad de 15 tiros, disparando solo las veces que fue necesario, no
continuando porque su seguridad ya estaba resguardada y su autoridad ya estaba
protegida, que era su misión, debiendo mantener su arma con munición.
Añadió por último en referencia a este hecho, que hubo un carabinero del
GOPE que resultó con lesiones en el brazo y sus piernas, es el sargento David
Quiroz y que lo recuerda porque estuvo con él hospitalizado en el Hospital Naval.
Refirió que al lugar llegó en una camioneta blanca, tipo 18.00 horas,
relatándoles el Fiscal, que un grupo de encapuchados atacó el domicilio de esta
266
persona, y que necesitaba de su ayuda para poder constituirse en el lugar,
habiendo sido solicitado previamente el apoyo de Carabineros para concurrir.
Luego, refirió que se dirigieron en la camioneta de la Fiscalía, manejada por el
Fiscal, ya que la misma no era de la policía, sucediendo aquello alrededor de las
21.00 horas, él iba sentado al medio en la parte trasera, en tanto, que de copiloto
lo hacía el señor José Luis López Leiva. Se dirigieron al sector, en donde
esperaron a Carabineros cerca de la escuela de Puerto Choque, por más o
menos una media hora.
Cerca 22.00 horas, llegó la caravana la que iba encabezada por un carro
Mowag, refiriendo que se dirigieron hasta el domicilio de José Santos Jorquera,
donde su jefe y el Fiscal, hablaron con el afectado, y después de las doce de la
noche se retiraron, iban lento de regreso, aproximadamente a unos 40 kilómetros
por hora, iba un microbús y los vehículos en total eran como 14. Después que se
retiraron del lugar en caravana, se pusieron ellos en el cuarto lugar y salieron del
sitio pasadas las doce de la noche, por el mismo camino principal, que esta
asfaltado, precisando que paralelo a esto, mientras estaban en la casa, pudo
sentir una motosierra.
Señaló que ellos iban comentando que había que tener cuidado porque era
zona conflictiva, su armamento lo tenía sobre su pierna. Comenzaron los disparos
por ambos costados, sobre todo por el lado izquierdo arriba, reventando los
vidrios del lado del Fiscal Elgueta y del lado trasero derecho, recibiendo varios
impactos. Pasan entonces unos momentos en que trataron de sacarse los vidrios,
267
e intentaron repeler el ataque, afirmando que Walter Oyarce disparó hacia arriba
el arma que portaba, en tanto que por su parte, recibió un disparo de lleno en las
manos, que provocó que se le cayera el arma. Más adelante sostuvo que el señor
López había sacado al Fiscal de la camioneta, y que el señor Jorge Ogueda se
bajó por su derecha, en tanto que él se parapetó por el lado de la rueda trasera
derecha.
Argumentó que por las lesiones que tenía en sus manos, no pudo disparar,
observando que también estaban lesionados Walter Oyarce y Jorge Ogueda,
además de dos Carabineros que iban adelante. Estimó que los atacantes eran
unas quince personas, calculo que hace por la magnitud del ataque. El lugar era
muy oscuro, con una cortina de árboles en un alto, desde donde se veían los
fogonazos. Los disparos venían de la altura de un montículo de tierra, de
izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, recibiendo el vehículo varios
disparos.
268
Indicó que en el Hospital de Cañete, les pusieron calmantes y los derivaron
al Hospital Regional de Concepción. En su caso tuvo una fractura en el tercer
metacarpio de la mano izquierda, y fractura en el dedo pulgar de la mano. Aun no
puede estirar completamente su mano izquierda, manteniendo perdigones en ella,
refiriendo que estuvo casi cinco meses con licencia médica, tiempo en el cual su
mano derecha recuperó su movilidad en un cien por ciento, en tanto que la
izquierda recuperó la movilidad en un noventa y tanto por ciento. Las principales
consecuencias que tuvo para él, son los problemas de la movilidad y la
deformación horrible que le quedó en la mano. De la mano izquierda fue operado
dos veces y de la derecha una vez, siendo la segunda vez operado en la Clínica
Indisa, precisando que en su cuerpo solamente le quedaron dos perdigones, que
no pueden extraerlos porque están dentro del hueso.
Por último, también sostuvo que el ataque fue algo bien planificado. Dijo
que un ataque así, se puede ver en las películas, ya que es un lugar propicio para
este tipo de emboscada, porque está el montículo y la cortina de árboles, además
que el camino tiene una leve pendiente hacia delante. Era un camino asfaltado y
rural, en donde apenas se detuvieron comenzaron los disparos, por lo que no
había momento para darse vuelta, ni tampoco podían retroceder porque iban en
caravana.
269
Por un tema logístico, los vehículos institucionales en esos momentos
estaban siendo blindados, dado que el grado de violencia iba creciendo, y fue por
ello que se decidió concurrir en una camioneta blanca de cargo del Ministerio
Público. Llegaron a eso de las 10 de la mañana a la Fiscalía y se fueron a
Labranza, donde llegaron al mediodía. Por los equipos de comunicaciones que
estaban en el lugar, de cargo de Carabineros, supo que había un atentado en
contra de dos carros de Carabineros. Agregó más adelante que había mucha
convulsión de parte de los Carabineros, la idea era ir a rescatar a un grupo de
efectivos, que estaba siendo arrinconado y atacado de forma violenta, que
estaban tratando de salir, precisando que en el sector de Labranza había también
personal de Fuerzas Especiales y del GOPE, los que fueron a rescatar a estos
Carabineros.
271
trabajo más adecuado, salieron de la propiedad, tomaron el camino asfaltado y en
el mismo sector en donde estaban los trozos de madera que mencionó,
nuevamente estaban allí ubicados, por lo que el Mowag los desplaza.
Refirió que en esos momentos hay un absoluto caos, por lo que tomó su
arma de servicio y se dispone en posición de tiro por el techo de la camioneta,
percatándose que tiene tres fusileros lo que puede determinar por los fogonazos.
Dispara alrededor de doce veces en dirección a los fogonazos. En un momento el
272
fusilero que estaba a la derecha se para. Los disparos venían de arriba hacia
abajo, y los fusileros estaban en posición decúbito ventral. Uno de ellos se paró,
con el arma en la mano, viéndolo bien porque hay dos fajas. A esa hora, la luz de
la luna comenzaba a iluminar, por lo que tenía la silueta del fusilero frente a él, le
disparó, y después de eso ya no siguieron recibiendo disparos. Este ataque duró
unos quince minutos, pero hacia ellos no duró más de dos minutos y medio,
repeliéndolo con sus pistolas y una subametralladora SAF que llevaban, en tanto
que los Carabineros usaban sus escopeta antimotines.
273
Choque, no recordando el apellido de la persona, a la que le habrían robado
algunos celulares, e incluso una escopeta, además que le gritaron consignas
relativas a la causa indígena.
Afirmó, que desde el año 2005, a la fecha, le parece que son 32 los
ataques armados ocurridos, existiendo un modus operandi, son encapuchados,
que atacan con armas de fuego, escopetas, hechizas o convencionales, y otras
veces con armas de puño. Cuando llegan las fuerzas policiales la emboscan. Se
ataca a personas que no son de ascendencia mapuche, fundos que están a punto
de ser cosechados y se actúa con el factor sorpresa. Sostuvo que se emplean
274
tácticas de guerrilla, lo que afirma porque él es un especialista del GOPE, la
táctica de guerrilla, es una forma de enfrentarse en terrenos rurales, con una
disciplina, con claras jerarquías, con grupos que hostigan, otros que distraen, y
otros que disparan. La emboscada es una clásica táctica de guerrilla, donde lo
que se pretende es debilitar al adversario, con un planteamiento de ataque
irregular, que se ampara en el factor sorpresa, la oscuridad, evitando mantener
por mucho tiempo el ataque, además de actuar con una alta concentración de
fuego. Sostuvo que en su caso fue a varios procedimientos y también fue atacado
o emboscado, pero hay una cantidad ostensiblemente mayor de procedimientos
que solo se informan administrativamente a los mandos.
Finalmente, señaló que ese día vio que la gente del GOPE, estaban
lesionados y agotados, pero estaban enteros, estuvo en el Hospital con ellos.
Además refirió a uno de los defensores que converso con los detectives y
Carabineros, y les preguntó cómo se sentían, para darles un aliento, y eso por un
tema muy humano ya que también son seres humanos, señalando que recuerda
que un detective le dijo que había hecho blanco mientras atacaba, pero no
encontró ningún muerto respecto de este incidente, ni tampoco un herido grave.
Los comentarios que escuchó, de parte de los policías, eran los que
siempre se escuchan en estos casos, en el sentido de que deben estar ahí, y que
esperan que esto se aclare y que se resuelva de una manera justa. Además
señaló que ese 15 de octubre un Oficial de la DIPOLCAR, también resultó herido
y que todo ello ocurrió en las inmediaciones de Puerto Choque, en donde
personal de Carabineros fueron emboscados a la salida de la casa del señor
Santos Jorquera cuando fueron a verificar una información.
Afirmó que cuando llegó al lugar, los sujetos ya estaban huyendo por los
predios agrícolas colindantes, divisando a distancia a estos sujetos, pudiendo ver
los lesionados y dar fe de ello. Se hicieron los procedimientos de rigor y se
denunció el hecho a la Fiscalía Militar. El hecho demandó la atención del mando
de la Provincia de Arauco, quienes analizaron la situación ocurrida.
Agregó más adelante que después recibe el Fiscal Elgueta una llamada de
un familiar de esta persona, dando cuenta que sujetos encapuchados llegaron
hasta su casa, refiriendo el contenido de la llamada y traspasando la información
al Coronel Goldberg. Su prefecto le da entonces la orden de conformar un
dispositivo y trasladarse al lugar con el Fiscal Elgueta, sabiendo de sobremanera
que ir al lugar, implicaba arriesgarse a ser objeto de un ataque por estos sujetos.
Conformó entonces su dispositivo con personal de la Comisaría de Cañete, de
Curanilahue, de Fuerzas Especiales de Concepción y una patrulla del GOPE.
También incorporaron un vehículo Mowag blindado, para enfrentar o asegurar
276
cualquier acción de ataque que sufrieran. En el ingreso se encontraron con palos
encendidos que bloqueaban la ruta, y una vez en el domicilio se realizan las
diligencias de rigor y se constata que la familia efectivamente había sido objeto de
un delito, observando al grupo familiar visiblemente afectado, por lo que se
resolvió brindar resguardo policial a través de un dispositivo a cargo del Capitán
Lepe, dado los hechos ocurridos.
Más adelante precisó que ese día concurrió al sector de Puerto Choque
porque había una patrulla de Carabineros que estaba siendo atacada por
comuneros mapuches. En su patrulla eran 3 funcionarios. En el lugar, lo primero
278
que encontraron fue un tronco que obstaculizaba la circulación de vehículos. Bajó
hasta la parte posterior del calabozo a buscar un escudo, para protegerse de los
perdigones. El carro que manifestó que los atacaban señaló que estaban siendo
atacados por escopetas. Los sujetos entonces arrancaron por un bosque de pinos
hacia dentro. Andaban entre unas 15 a 18 personas, las que portaban escopetas
pero no sabría el número de ellas, e iban encapuchados.
Añadió que después que estas personas huyeron del lugar se sacaron las
barricadas y se retiraron hasta la ruta P-70. En el cruce San Ramón, preguntaron
por los lesionados y se percató que tenía un perdigón en la pantorrilla. Después
los trasladaron a todos hasta la Posta de Cañete y desde ahí hasta Labranza
donde en esos momentos Forestal Mininco cosechaba bosques de pino. En el
lugar estaba el campamento en el cual se quedaban durante todo el día, ya que
los mandaban por periodos de quince días. Estaba como conductor de una
tanqueta blindada, dando cumplimiento así, a una medida precautoria de
protección para las personas que cortaban las maderas, quienes eran atacados
por comuneros mapuches.
279
Añadió que se trasladaron al sector de San Ramón y de allí a Puerto
Choque. No recuerda la cantidad exacta de vehículos, pero concurrieron los tres
carros de Fuerzas Especiales y la Tanqueta, eran dos Nissan doble cabina y una
Chevrolet, pintadas en verde. Una vez en el lugar, llegaron hasta el domicilio de
una persona de apellido Santos Jorquera, que habría sufrido el robo de un
armamento.
Desconoce la hora de abandono del lugar, pero sucedió aquello pasada las
00.00 horas. Iba en el vehículo n° 1 de la comitiva , hacia la ruta P 70 por el sector
san ramón. El camino era de asfalto y tenía abundantes curvas y un desnivel del
camino con respecto al potrero. En kilómetros alcanzó a avanzar unos 03 a 06
kilómetros, y al enfrentar una curva con una pequeña pendiente de subida se
percata que hay un vehículo blanco, y unos árboles cortados, por lo que se
dispuso, a sacar el árbol con la pala, y al ponerle la tracción a la tanqueta, se le
cortó el embrague, quedando ahí mismo, sin poder moverlo. En ese instante,
señaló que ve un fogonazo del costado izquierdo y su cabeza se va de forma
brusca a la derecha, escuchando en el blindado el impacto de los perdigones. Los
disparos los vio desde unos 07 a 09 metros, de distancia, y eran desde el costado
izquierda. De ahí se acostó hacia la derecha, ya que no portaba armamento, y no
quería seguir siendo blanco de los disparos, recibiendo aproximadamente doce
impactos, pero el casco le protegió. El blindado resultó con daños en su pintura,
su casco guardó los perdigones ya que es forrado en cuero, favoreciéndole toda
la parte de su cara.
280
También declaró en este juicio el Capitán Jorge Pino Moreno, quien se
desempeña en la 5ª Comisaría de Fuerzas Especiales, quien señaló que a él le ha
tocado participar en el cumplimiento de medidas cautelares dentro algunas faenas
forestales.
En relación con las armas empleados, afirmó que las escopetas normales,
con el tiro de caza, dependiendo del grosor, a las personas puede causarles
fácilmente la muerte. Es una desventaja enorme, con respecto a las que ellos
emplean, que son con perdigones de goma, porque el otro material es de plomo,
que como tiene más peso, agarra más fuerza, además que la cantidad de pólvora
es diferente. El vehículo en que iba no fue atacado porque tenía las luces
apagadas. Resultaron lesionados Carabineros, el Fiscal y los detectives. En su
caso se preocupó de la gente que estaba a su cargo y se dirigieron a Cañete. Se
controlo a la gente del camión, y se preocuparon de salir luego, puesto que un
sargento de apellido Quiroz, del GOPE quedó bastante mal. El tema de la neblina
no hacía muy clara la noche. Era bastante oscura.
282
Explicó también que la diferencia entre los tiros de escopeta y las balas, es
que la bala permite hacer puntería a mayor distancia por el giro que hace y las
escopetas son tiros para hacer fuerza y ocuparse a corta distancia. La efectividad
a corta distancia es alta y puede llegar a mutilar una extremidad. En su caso,
sintió mucho nerviosismo en ese momento, ya que para reforzar estos
procedimientos se emplea muchas veces personal que no está preparado, y es
posible que puedan llegar a realizar una actuación indebida, ya sea entrar por
entrar en pánico o incluso cometer un exceso porque nadie quiere ser impactado
por un tiro.
También se tuvo en cuenta los dichos del carabinero Eladio Quiroz Silva,
quien refirió que lleva 26 años en Carabineros, prestando servicios en el GOPE,
que es una unidad especial de Carabineros, con distintivos y uniformes distintos.
Mas adelante indicó que el día 15 de octubre, alrededor del mediodía se les
informó que había funcionarios de Tirúa cumpliendo una orden judicial, cuando
fueron atacados por armas de fuego, debiendo refugiarse en un camping. A ese
procedimiento es al que llegaron, el camping se llama Los Castaños, y es de
propiedad de don José Santos Jorquera. Queda ese camping, en una de las
riberas del Lago Lleu Lleu en el sector de San Ramón. No tiene la distancia
exacta desde donde estaban pero deben ser unos ocho o diez kilómetros,
demorándose en llegar, desde 20 a 30 minutos. Fueron todos los de su equipo del
GOPE, y aparte fueron también funcionarios de Fuerzas Especiales de la Quinta
Comisaria. En ese entonces, ellos usaban casco balístico, chaleco antibalas y
283
pistola, y una escopeta antimotines, que son de calibre 12 milímetros y usan
perdigones de goma. En el lugar vieron a un funcionario de la DIPOLCAR que
estaba herido, era el capitán Sáez, quien tenía una herida en la cabeza, y les
muestra el cerro hacia donde huyeron.
284
Se juntaron con la caravana en la ruta P 70 y desde ahí, hay un camino
asfaltado en San Ramón. No conoce cuantos integraban la comitiva, ni recuerda
la posición, pero más o menos iban en el tercer lugar. Se demoraron en llegar
aproximadamente 15 o 20 minutos. Acceden por la ruta principal, porque estaba
asfaltado, eran cerca de las 22.00 horas. La ruta de acceso, se encontraba con
ramas y árboles que ya estaban quemados, o prendiendo o con fuego. A la
vanguardia iba un blindado, que tiene la capacidad de maniobrar una pala y con
ese vehículo se abría el camino. En el lugar solo se tenía un visor nocturno, por lo
que se rodeó la casa y se aseguro que no hubiera sujetos.
Indicó, que ese es el mejor lugar para emprender un ataque, seguro para
actuar por el factor sorpresa, con pocas posibilidades de defenderse. Fue en una
curva, que queda justo antes de llegar al cementerio. Es una curva, luego una
subida, donde hay un cerro por el costado izquierdo. El costado izquierdo
presenta mucha vegetación que permite protegerse y por el corte del camino, se
permite disparar hacia abajo. Él iba en el segundo vehículo, y cuando habían
avanzado unos dos o tres kilómetros, escucharon por el costado derecho algunos
disparos de armamento automático, e incluso su acompañante le pregunto si es
que los escuchó.
285
Cuando doblan la curva ven los arboles atravesados, los que el Mowag
intento sacar, pero en ese momento quedó en panna. Trataron de pasar por el
lado del vehículo, pero había un camión al costado en el mismo sentido que iban
ellos. Se escuchan ruidos de disparo, que puede decir que eran de escopeta,
manifestando que el ataque empezó de atrás hacia delante. Se baja entonces del
carro, avanza tres o cuatro pasos, y siente un disparo, que debe haber sido de
unos cinco o seis metros como máximo. Refirió que recibió dos disparos, el
primero en el antebrazo izquierdo, que eran las partes que no tenía protección,
añadiendo que actualmente aún tiene 47 perdigones en el brazo. El casco que
llevaba y su protector facial también tenía huellas, lo mismo que su chaleco
antibalas, cuando ya revisó sus tenidas. El primer impacto lo que más siente fue
el codo izquierdo, como un golpe, pero no le dio importancia. Escuchaba que les
estaban disparando a los vehículos de atrás, por lo que su intención era prestar
apoyo a los vehículos de retaguardia. Siente el primer disparo cuando había dado
como tres pasos, y cuando da otros tres pasos siente otro disparo.
Añadió que luego de eso se juntan los cuatro del GOPE, y se acercan a los
árboles a revisa, comenzando a sentirse mal, por lo que pidió un lugar en donde
descansar.
286
Reconoció este testigo asimismo, las 10 fotos que constan en el CD
correspondiente de los que se introducen como otros medios de prueba 19,
donde describió los daños presentes en el vehículo Z 4261 en que él se
desplazaba, sosteniendo que corresponden a disparos de escopeta hechos a
corta distancia. Muestra asimismo, la dirección que tuvieron aquellos, la posición
en que dejó la puerta, los daños sufridos en los vidrios, y en la carrocería del
vehículo.
Refirió que luego de una curva avanzaron unos pocos metros y el Mowag
detuvo su marcha. Al adelantarlo por el lado izquierdo se encuentran con un
camión por el lado izquierdo que estaba parado producto de que la ruta estaba
obstaculizada por palos, y al llegar ahí, es cuando le llega un impacto
directamente al lado del vidrio suyo, el cual se reventó de inmediato, quedando
herido del brazo y además le llegan otros tiros por delante del parabrisas, no
pudiendo precisar la cantidad, protegiéndole el hecho de que iba con casco y
visor. Lo que hizo entonces, fue echar marcha atrás para que los funcionarios
pudieran abrir las puertas, ya que para un lado tenían el camión y para el otro
lado el Mowag, bajando entonces los funcionarios a tratar de repeler el ataque. En
su caso no pudo descender por todos los impactos que le llegaban.
Más adelante señaló que bajó el sargento Quiroz para repeler el ataque, a
quien se le quedó la puerta de atrás abierta, y es por ello que en su antibalas
recibió un total de 37 impactos, además de dos que le ingresaron por donde no
tenía la protección del chaleco. Una vez que les habilitaron el tránsito y que
terminó el ataque, finalmente pudieron salir del lugar. Fue ahí que se percató que
al Sargento Quiroz lo echaron detrás del asiento, por cuanto ya estaba lesionado.
289
señalando que para parar una caravana lo mejor es dispararle al primer conductor
que era precisamente su caso.
En alusión a sus lesiones, señaló que no las recuerda, pero fue atendido en
el Hospital de Cañete y luego en el Hospital Regional de Concepción. Estuvo un
día o un día y medio hospitalizado, y luego tuvo como 15 a 17 días de licencia
médica. También hizo mención a que vio a Personal de Investigaciones
ingresando al hospital, percatándose que a ellos les estaban vendando las
manos.
Añadió que una vez en el lugar se hizo las diligencias de rigor, se acogió la
denuncia y se tomó declaraciones por personal de la Policía de Investigaciones y
de la SIP de Carabineros, haciendo mención a que las personas estaban
290
afectadas ya que habían sido amenazadas con armas de fuego, y se les dio un
trato vejatorio. La diligencia duro alrededor de una hora, hasta que con el Mayor
Jorge Avila se coordinó la salida del lugar, disponiéndose por el Fiscal una
medida de protección, quedándose el Capitán Alex Lepe Gallardo en un bus en el
lugar. La salida fue en tres equipos de trabajo, donde él integró el primer grupo de
salida, lo mismo que el Fiscal quien también iba en este primer grupo. En su caso,
salió en la camioneta Nissan roja de la SIP, sin distintivo institucional.
Del mismo modo fue posible escuchar la versión del carabinero Enrique
Arratia Cuevas, quien ese día cumplía funciones como conductor del vehículo
institucional, que transportaba al Jefe de Unidad, y a dos funcionarios más.
Después como una hora se retiraron del sector, al salir como a la altura del
cementerio la primera caravana que salió, se encontró con la ruta bloqueada
siendo atacados por desconocidos, quedando lesionadas varias personas. En su
caso, relató el testigo que conducía y trasladaba al Comisario, no recordando
cuantos vehículos llegaron, pero iba el GOPE, Fuerzas Especiales, personal de
su unidad y además personal de la SIP. El Fiscal conducía una camioneta doble
cabina de color blanco, disponiendo en el lugar una medida de protección
permanente, la que se concretó por su Mayor al dejar un bus con diez
funcionarios a cargo del Capitán Lepe.
292
Precisó, que cuando ellos ya iban a unos dos o tres kilómetros de la casa
de Santos Jorquera, había unos árboles y fueron atacados, al parecer del costado
izquierdo, por disparos de escopetas, no pudiendo precisar cuántas personas
fueron, afirmando aquello por el impacto de los perdigones que quedaron como
evidencias en los carros policiales. El ataque duró de diez a quince minutos,
mencionando que algunos Carabineros repelían con escopetas de perdigones de
gomas.
Indicó en relación con la salida del lugar, que ellos iban atrás, cerrando la
caravana, y que a la altura del cementerio, donde hay una curva, recibieron en el
carro que transitaban un impacto de escopeta por la parte posterior. Estuvieron
allí más o menos media hora, puesto que se habían cortado unos troncos y
después salieron al cruce San Ramón, enterándose allí que el Fiscal y personal
de Carabineros e Investigaciones, había sido víctima de estos disparos.
293
En alusión al hecho por el cual concurrieron, señaló saber que don Santos
Jorquera había sido víctima del robo de dinero, de celulares y de escopetas
mencionando que en el lugar se quedó el Capitán Lepe Gallardo, con otros diez
funcionarios en una micro por disposición del Fiscal Mario Elgueta.
En relación con los dichos de este mismo testigo, están los asertos del
Teniente Jonathan Paul Ojeda Zurita, quien señala que ese día alrededor de las
21.00 horas concurrió como jefe de dispositivo, acompañado de los Carabineros
Alarcón, Fonseca y Barrientos. Agregó que se detuvieron en Ranquilhue para
recibir instrucciones sobre el ingreso al lugar. Eran aproximadamente 09 a 10
vehículos, y más adelante se incorporó la camioneta de Señor Fiscal.
Además está la declaración del Capitán Alex Lepe Gallardo quien luego
de hacer mención de diversos episodios violentos en la zona, señala que en la
tarde del día 15 de octubre de 2008, alrededor de las 19.00 horas se hizo una
reunión de oficiales, en donde se conversó de la vulnerabilidad o exceso de
confianza al ingresar a lugares que tienen condiciones geográficas adversas,
tomando conocimiento de que un ciudadano de nombre José Santos Jorquera,
había sido objeto de robo de armas de fuegos y de unos celulares.
294
indumentaria apropiada. El recorrido fue por la Ruta P70 que va hacia Tirúa,
donde se hizo un plan abreviado, siendo la primera parada en el sector de
Ranquilhue, en donde se coordinó, quienes ingresaban primero y quiénes
después. En su casó le tocó ingresar en el bus. En el caso del Fiscal, preciso que
andaba en una camioneta blanca Nissan Terrano, que regularmente ocupaba, en
donde llegaron sin ningún inconveniente hasta la residencia de las personas
afectadas. El Fiscal conversó con estas personas, en tanto que ellos se abocaron
a la seguridad, disponiéndose como medida de protección que él se quedara toda
esa noche, manteniéndose entonces con personal a su cargo, apoyado por
personal de la Tenencia de Los Álamos, en tanto que el resto hizo su retirada del
predio particular.
Señaló que más o menos antes de media hora, escuchó disparos y pudo
asociar que eran contra la caravana, lo primero que pensó fue ir al lugar, pero
prefirió por la orden dada, que era quedarse en donde estaban. Los disparos que
escuchó, los atribuyó a escopetas, ya que tenía instrucción de este tipo de armas,
pasado un par de minutos se acercó al deslinde y observó un blindado que había
quedado en pana y que venía de regreso, y ya en la madrugada se entero que la
caravana había sido atacada por personas desconocidas y que fueron lesionados
el Fiscal, personal de la Policía de Investigaciones y Carabineros.
Señaló que quisieron dar una vuelta en “U”, percatándose que detrás
venían los Carabineros, iba manejando Luis Carinao y él por su parte iba detrás.
Cuando iban llegando los Carabineros, comenzó la “balacera”, mencionando que
295
les disparaban desde los lados del camino con escopetas. En ese momento Luis
Carinao apagó las luces y el motor y ellos se agacharon. Estos disparos duraron
unos 15 ó 20 minutos. Luego llegaron los Carabineros y los bajaron del camión,
los revisaron y los echaron arriba del furgón, esperando como un 20 minutos para
que los trajeran a San Ramón. En su caso no resultó lesionado, pero escuchó
decir que había como cuatro Carabineros lesionados.
296
En cuanto al sitio del suceso, se exhibió una fotografía que da cuenta que
se encontró un taco de escopeta en el borde de calzada, antes de la curva para ir
al cementerio, apreciándose una cuneta al lado izquierdo. Se muestra también la
curva, y la dirección de la caravana que va hacia el cementerio. Otra fotografía
muestra el quiebre en el borde del camino, en donde la calzada está más abajo y
la toma está más arriba. Hay fotografías que asimismo muestran sectores arriba
del cerro con hierba pisoneada y vainillas de escopeta encontradas en el lugar.
También se muestran fotografías de los árboles cortados en el lugar, situados al
costado derecho de la fotografía exhibida. Se muestra también fotografías de
diversos cartuchos de escopeta que fueron encontrados en la misma zona.
Así también se contó con los dichos del perito Rodrigo Figueroa Olivares,
quien describe la evidencia consistente en el set de fotografías contenidas en el
informe pericial N° 717, que también fue exhibida y descrita por los testigos
José Luis López Leiva y Mario Elgueta Salinas, en donde se aprecian ciertos
hitos que fueron mencionados en las declaraciones de los testigos, como la
ubicación de la curva en donde ocurre el ataque, el cementerio, los árboles a un
costado del camino, y lo que ellos denominan el cerro que estaba al lado de la
vía. También se observan los troncos que quedaron producto del corte, y otras
evidencias como colillas de cigarrillo y numerosas vainillas de escopeta. Fueron
igualmente fijados tacos de cartuchos de escopetas habidos en el sitio del suceso.
En otras fotografías se aprecian alambres que fueron cortados en el sector más
alto, pudiendo determinarse que los mismos son recientes, ya que no hay oxido
en la zona del corte.
297
Además ilustraron al Tribunal respecto de la ubicación de los diferentes
lugares que se mencionan en este hecho, los dichos de la perito Karina Cabezas
Gatica, quien presentó y describió primeramente tres láminas anexas al informe
pericial planimétrico N° 373, en donde se presentan el sitio del suceso de este
hecho, los detalles de las vainillas que fue posible encontrar en el lugar, y
asimismo la propiedad de José Santos Jorquera, con indicación de los lugares
relevantes de aquel hecho. En segundo término describió también dos láminas
con fotografías que corresponden a fotografías de objetos metálicos, que
desconoce procedencia, los cuales estaban a la entrada del cementerio, además
de alambres de púas que estaban cortados y detalles de unos tacos de calibre 12
milímetros, como así también de lugares y caminos que se observó en ese mismo
sitio del suceso.
Añadió, que a ese costado del camino en el sector, existe una altura del
borde del camino, lo que justifica que la mayoría de los disparos, sean justamente
de arriba hacia abajo. Se puede establecer el sector en donde debieran haber
estado los tiradores, afirmando que es compatible con el lugar de la alambrada
cortada, y en donde se encontró la mayor parte de las vainillas. Analizado al
microscopio, se aprecia que el corte de la alambrada fue reciente, ya que el
alambre presenta óxido a diferencia del lugar en donde se efectuó el corte.
299
En relación con la munición empleada, señaló que el perdigón que fue
extraído del cuerpo del Sub Comisario Oyarce, corresponde a un perdigón del
número cinco, que estaba deformado y que medía alrededor de 3 mm, con una
masa de 0.1 gramos. En relación con el análisis de las vainillas recogidas del
lugar, señaló que su conclusión es que podrían ser seis armas o tres armas de
dos cañones, explicando en su informe las coincidencias existentes, y las
distancias desde las cuales fueron disparadas, como también los ángulos de tiro,
dando la ubicación de los tiradores que disparan en contra de la caravana.
300
y a diez metros es quitarle la vida, siendo más o menos 150 los perdigones que
tiene un cartucho.
Respecto de los impactos recibidos por los vehículos señaló que en el caso
del Mowag se le impacta justo en una zona que es un vértice del vehículo, de
manera que son menos los daños encontrados en la zona. El que venía detrás del
Mowag fue impactado en seis oportunidades, por lo que tenía tres direcciones, de
adelante hacia atrás, perpendicular y de atrás hacia delante, esto es partiendo de
la base de que el vehículo este detenido. El número de tiradores, depende del tipo
de armamento, haciendo la diferencia respecto del caso de alguien que opere con
escopeta de repetición, pero en este caso, no se encuentran muescas en las
evidencias de escopetas de repetición, lo que a él le hace suponer que fueron
varios los tiradores. La diferencia con el arma de repetición es que se abate el
cañón, se carga el depósito y luego se dispara, y lo mismo para extraer la vainilla.
En este caso se trataba de distintas escopetas de tipo convencional.
302
que fueron perpendiculares, oblicuos, de atrás hacia delante y además de
adelante hacia atrás, con distancias que van de ocho a dieciocho metros.
Por último a través del mencionado perito, se incorporó una infografía del
sector de puerto choque, que muestra la posible posición que tendrían los
tiradores, durante el ataque, conforme a la opinión del mismo.
43º: Que en relación con las lesiones sufridas en la madrugada del día 16
de octubre de 2008, por el Fiscal Adjunto Mario Elgueta Salinas, y por los
funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile Walter Oyarce Vergara,
Jorge Ogueda Fuentes y Alejandro Rojas Riffo, se contó con la prueba
documental consistente en los respectivos comprobantes de atención de
303
urgencia, emitidos por el Hospital de Cañete, con motivo de las primeras
atenciones brindadas a los lesionados.
En base al examen físico realizado, concluyó el perito que las lesiones eran
explicables por disparos de proyectil tipo escopeta, de carácter grave y que
suelen sanar en plazo de 120 a 150 días, con igual plazo de incapacidad salvo
complicaciones. Con fecha 02 de noviembre de 2009, se solicitó por Fiscalía de
Talcahuano un informe de término de lesiones, donde el examinado refería
sentirse mejor, pero con molestias aún en ambas manos, presentaba distintas
cicatrices concordantes con las anteriores, y una limitación parcial, frente a la
305
extensión del dedo medio izquierdo, presentaba lateralidad diestra, o sea usaba
mano derecha. Sanaron en 150 días dejando una secuela funcional parcial, que
consiste en una limitación para la extensión del dedo medio de la mano izquierda.
44º: Que para establecer la calidad de Fiscal Adjunto del Ministerio Público,
en el ejercicio de sus funciones que tenía en esos momentos el Fiscal Mario
Elgueta Salinas, se contó con la prueba documental consistente en una copia de
la resolución del Departamento de Recursos Humanos N° 1369, de fecha 31
de agosto de 2004, emanado de la Fiscal Nacional, en donde se nombra al
mencionado Mario Elgueta Salinas, como Fiscal Adjunto para la comuna de
Cañete.
45º: Que haciendo un análisis en detalle de las probanzas que han sido
explicadas en relación con este primer grupo de hechos, es posible para la
306
mayoría de la Sala, distinguir que durante el día 15 de octubre de 2008, y
madrugada del día 16 de octubre de 2008, sucedieron tres eventos diferentes uno
del otro, que por sus características, presentan una necesaria y directa relación
entre ellos, pudiendo estos Jueces a partir del desarrollo del razonamiento
respectivo, vincular fehacientemente a determinados acusados con los hechos
que han sido objeto de la acusación fiscal
Una vez que los funcionarios salen de dicho lugar en dirección al domicilio
del ciudadano que buscaban, son atacados por un grupo de encapuchados desde
diferentes sectores, quienes portaban armas de fuego tipo escopeta, por lo que
frente a la superioridad numérica y la imposibilidad de defenderse de dicho
ataque, debieron replegarse hasta el domicilio ya citado, lugar en el cual se
refugian, siendo apoyados en su defensa por el ya mencionado Capitán Marcelo
Sáez Rebolledo, hasta que se produce la llegada de refuerzos al lugar, lo que
provoca la huída del grupo, permitiendo la salida de los Carabineros desde dicho
sector.
308
durante el juicio, respecto de los cuales se hará la debida mención y análisis en
esta exposición.
47º: Que ante estos Jueces el aludido testigo con identidad reservada,
señaló en síntesis que el día 15 de octubre de 2008, el señor Llaitul, -en directa
alusión al acusado Héctor Llaitul-, conjuntamente con su grupo de Temuco, se
dirigieron hasta un cerro que queda cerca de los Parra. En ese lugar este mismo
acusado, el cual es también apodado por el testigo como “el Negro”, estaba con
un grupo de jóvenes. Esto habría ocurrido cerca de las 12.00 a 12.30 horas. Una
vez que se juntaron todos, señala que esta persona, les dice que debían ir a
echar al señor Santos Jorquera, porque según él, había que recuperar ese terreno
para los mapuches. Afirmó además este testigo que en la referida reunión,
ocurrida previo a concurrir al domicilio de Santos Jorquera, participan además del
mencionado Llaitul, las personas que sindica como los Llanquileo, el Ramón, el
“Sinforiano” o Huenuche, el “Ratón”, el “Trinte”, y otras tres personas que no
puede identificar, y que además estaban el Javier Navarro, el Juan Parra, el Cayo
y el Pestaña que es hermano de Juan Parra, precisando que el Beto o Nolberto
Parra, no estaba en esos momentos, pero que llegó después.
309
disparos, observando que después el grupo se recogió hasta el cerro, porque
después de enfrentarse con los Carabineros, iban a llegar otros a apoyarles,
sosteniendo el testigo, que es ahí cuando llegó una comitiva de Carabineros, que
sacaron a los dos vehículos que estaban en el lugar.
En cuanto a las armas utilizadas por este grupo, señaló que las llevó Llaitul
con Huenuche, en dos sacos rojos y las repartió Llaitul. Señaló también que
después que se retiraron los Carabineros, y ellos por su parte se dirigieron hacia
el cerro, Llaitul conversó con el grupo, de que iba a andar el Fiscal Elgueta,
desconociendo el testigo, la razón por la cuáñ iba a andar el mencionado Fiscal.
Después que pasó eso, guardaron las armas, y Llaitul mencionó que había que
juntarse después en el mismo cerro.
311
Indicó que una vez que se dividió el grupo, llegó una tanqueta al lugar, la
que andaba desde la mañana, encontrándose por su parte retirado del lugar junto
a Carlos Muñoz y Juan Parra. Señaló que esto ocurre cuando ya estaba oscuro, y
que comienza entonces a sentir los disparos, agregando que después que llegó la
comitiva hasta el lado del cementerio, es cuando se “arma” el ataque al Fiscal,
desconociendo quien ordenó disparar. Precisó que esto comenzó de sur a norte y
de arriba hacia abajo, por su parte él estaba mirando solamente, y después que
llego la tanqueta, el se arrancó en una dirección cerca del colegio, pues Llaitul les
mencionó que había que juntarse en dicho sector, que queda cerca del colegio, y
que corresponde a una casa abandonada, que no es grande, es una casa vieja,
que no sabe para que se usaba.
Describió la casa, señalando que no tenía piso, tenía puro suelo y tierra, y
que allí tenían que llegar todos los que estuvieran participando en el hecho, para
ver posteriormente si alguien quedaba herido, o recibía un disparo, pero en esos
momentos nadie recibió disparos. Fue ahí que se llevó la filmadora, en donde se
escuchaban los disparos. Al lugar llegaron de a poco los demás, llegó Ramón, el
“Trinte”, después Llaitul, preguntando quien había salido herido, o si es que
alguien había recibido un disparo, y los que estaban ahí le dijeron, que todo había
salido bien. Llegaron todos con sus armas. En el lugar no había luz solo había
una fogata, que hicieron entre ellos. Una vez que se fueron se llevaron todos sus
armas. En referencia al video, señaló que solo se veían puras luces, sonidos y
ruidos, y que después de esto Llaitul les dijo “ya salimos todos bien”, cada uno se
va para su casa, no mencionándose nada más.
48º: Que a partir de los dichos del testigo con identidad reservada antes
mencionado surgen elementos concretos que permiten atribuir intervención
culpable a determinados acusados, en los hechos signados con las letras A.1 y
A.2., considerando la sindicación que efectúa de varios de ellos, entre los cuales
312
se destacan los acusados Héctor Llaitul Carrillanca o “Negro”, como así también
los acusados Ramón Llanquileo Pilquiman, José Huenuche Reiman y Jonathan
Huillical Méndez, este último apodado como el “Trintre”, respecto de los cuales,
los dichos del mencionado testigo han sido debidamente complementados con
otros elementos de cargo, tal como se pasará a explicar detalladamente a
continuación.
Fue así que estos Jueces, pudieron escuchar al referido oficial, quien
luego de mencionar que lleva 26 años de servicio en la Policía de Investigaciones,
da cuenta de su trayectoria profesional, como así también de su actual cargo,
como Jefe Nacional de Asuntos Públicos de su institución.
313
nuevamente que guarde silencio, porque será trasladado hasta Concepción y en
esa ciudad insiste en que desea delimitar su responsabilidad porque no tiene
nada que ver con el atentado al Fiscal.
314
uso de armas de fuego o que tuviese alguna otra participación mayor a la
descrita.
Por todo esto, asumen que vendrían más Carabineros al sector, y mientras
tanto el imputado permanece en la casa de Ramón Llanquileo, al parecer viendo
televisión, y se queda dormido y cuando despierta, ve que no hay nadie, sintiendo
ruidos en el exterior, como disparos y además ve bengalas, trasladándose
entonces hacia el sector del camino, y en el trayecto se encuentra con el
imputado Huenuche y otra persona que no conoce que iba con una escopeta, y
reconoce que ahí llamó a Héctor Llaitul, produciéndose un diálogo entre estas
personas, ya que andaban medios perdidos y entonces llegan a una suerte de
casucha, en donde se reúnen varias personas con escopeta, a las que que él no
conoce.
315
Agregó que con posterioridad a dicha declaración, el imputado declaró
también ante un Fiscal del Ministerio Público, específicamente el Fiscal Alvaro
Hermosilla, en donde Huillical Mendez ratificó lo dicho ante la policía.
51º: Que además de haber sido reconocido por el propio Huillical Méndez,
haber efectuado dicha llamada y que en la misma intervienen tanto su persona,
como así también los acusados Llaitul Carrillanca y Huenuche Reiman, lo cierto
es que este Tribunal también contó con los resultados del peritaje de voz,
efectuado por el experto César Sáez Elgueta, a las pistas de audio
correspondientes al teléfono intervenido del señor Llaitul Carrillanca.
317
altos de certeza, los que son sobre el noventa y cinco por ciento, ya que se tendrá
mucha familiaridad con esa voz.
Explicó también que en este caso se intentó obtener la voz, de varios otros
imputados pero “todos ellos” se negaron a entregar muestras para el cotejo, por lo
que en el caso de Llaitul, se debió emplear discos indubitados que correspondían
a audiencias ante un Tribunal de los meses de julio y agosto de 2008. En estos
discos indubitados, se segmentó la voz a través de un software, seleccionando
tramos donde solo aparece voz del imputado donde le quedó archivo de unos dos
minutos. Añadió más adelante que el proceso entonces lo efectúa el software
automático, denominado Soundfosh, remitiendo la información mediante un disco
con el informe de los resultados, reconociendo en audiencia un disco compacto
anexo al informe pericial de sonido y audio N° 213, y un disco compacto
anexo al informe pericial de sonido y audio N° 2, ambos del Laboratorio de
Criminalística de Temuco, los que fueron escuchados en la audiencia, y en donde
explica que uno de los archivos de cada discos es el que corresponde a la
muestra indubitada, en tanto que los restantes, son las muestras dubitadas, en
donde a partir de la aplicación del software correspondiente, se obtuvieron en
varios de ellos resultados probabilísticos bastante altos, en orden a que aquella
voz correspondía a la de Héctor Llaitul, destacando así por ejemplo, el resultado
que arrojó la Pista RT 3555, que dio un resultado de 4086, que conforme lo
explicó el perito, significa que existen 4086 más probabilidades que la voz
corresponda a la del acusado Héctor Llaitul, a que sea de una persona de la
población de su referencia.
52: Que finalmente, en relación con esta llamada tantas veces citada, se
pudo escuchar el testimonio de el perito Erick Lenz Alcayaga, quien hizo
referencia a su calidad de cartógrafo de la Universidad Tecnológica Metropolitana,
contratado por el Ministerio Público, y cumpliendo funciones en la Fiscalía
Regional Metropolitana Sur. Este perito, luego de explicar las diligencias y
operaciones practicadas pudo concluir que la antena que conforme al ya citado
318
tráfico de llamados, corresponde a esta llamada, se encuentra ubicada en los 73
grados con 21 minutos longitud oeste y 38 grados 02 minutos de latitud sur, que
tiene un área de cubrimiento que abarca entre otras cosas el emplazamiento del
sitio del suceso, de la escuela, del del cruce y paradero tres esquinas, la casa
abandonada, el sector de Los Castaños y la casa de la familia Parra, se
encuentran dentro de la cobertura de la antena de entel pcs celda 33264, y lo
mismo, ocurre respecto del Cerro “El Flojo”. De igual forma se incorporaron a
través de él dos cartas topográficas elaboradas por el Instituto Geográfico
Militar, correspondientes al sector denominado Lago Lleu Lleu, además de
un disco compacto conteniendo una carta vectorial a escala 1:50.000 en 3d,
elaborada por el Instituto Geográfico Militar y un disco compacto que
contiene el informe pericial cartográfico N° 001 , evidencias todas que fueron
exhibidas y debidamente explicadas por el mencionado perito.
319
utilizado por el mencionado Huenuche Reiman, quien utilizó para ello,
precisamente uno de los aparatos celulares sustraídos desde el domicilio de José
Santos Jorquera, según quedó demostrado a partir de los tráficos de llamados,
efectuados desde el “imei”, del referido aparato, el cual como bien lo explicó el
detective Carlos Rodríguez Sáez, corresponde al número de serie del respectivo
aparato, que es único e irrepetible, señalando que la diferencia entre el chip y el
imei, es que el chip es el número que todos tenemos, en cambio el aparato tiene
un número de serie único que se denomina imei, pudiendo establecerse a partir
de aquel, cuantos chip se le han incorporado a un determinado aparato o imei.
Añadió el policía, que en este caso solicitaron la información, y
precisamente uno de los teléfonos, que es el 99624092 de la empresa movistar,
utilizado en la investigación por Santiago Huenuche Reiman, se inserta el chip
antes nombrado, a uno de los aparatos celulares sustraídos a Santos Jorquera, el
cual como estaba operativo, se le insertó el respectivo chip, lo que consta del
tráfico correspondiente, que figura dentro de las tres planilla Excel contenidas
en el informe policial N° 30 de la Fuerza de Tarea , en el disco compacto que
contiene el tráfico de los celulares sustraídos a José Santos Jorquera Rivas
y en el disco compacto que contiene el análisis de los tráficos telefónicos de
los celulares sustraídos al referido, los cuales fueron debidamente exhibidos en
la audiencia, explicando el referido detective que llegó a la conclusión de que el
número en cuestión corresponde al mencionado imputado, por varios elementos
que menciona, dentro de los cuales se destacan en opinión de estos Jueces, el
mérito de las llamadas que ocurren entre el mencionado José Huenuche y Carlos
Martínez Parada, los días anteriores al 15 de octubre de 2008, donde le ofrece
madera para la venta, además la comunicación entre este último y la pareja de
Huenuche de nombre Millaray Garrido, tratando de ubicarlo, en que frente a las
preguntas por el otro teléfono, la aludida responde precisamente que el teléfono
usado por su pareja es uno de la empresa Movistar, que termina en 092, igual que
aquel que en este caso se encontraba intervenido.
320
De igual manera conforme a los tráficos de llamadas antes mencionadas,
se puede establecer que desde el referido chip, existen comunicaciones ese
mismo 15 de octubre de 2008, con el número de celular correspondiente a
Tamara Baeza, ésta última pareja de Jonathan Huillical, lo cual en opinión de
estos Jueces, ratifica sus propios dichos en cuanto a que ese día andaba en
compañía del mencionado Huenuche Reiman, y por otro lado, permite vincularle
con el hecho del robo a Santos Jorquera, toda vez que también aparece utilizando
una de las especies sustraídas aquella tarde, y confirma sus propios dichos
entregados al detective Espinoza Ugarte, en cuanto a que pudo observar que uno
de los teléfonos sustraídos desde dicho domicilio, quedó en manos del ya
mencionado Huenuche Reiman.
En efecto, la utilización del referido número por parte del señor Llanquileo,
se determino por el detective Cristián Araneda Peña, a través de la Pista 2015,
correspondiente a una llamada que efectúa el mencionado a su pareja, y en
donde es posible escuchar que aquel al contestar la madre de la mencionada, se
identifica primeramente como Ramón Llanquileo, y luego sustituye en la misma
llamada su apellido por el de “Antileo”, llamadas que constan en la planilla Excel
que contiene el tráfico de llamados correspondiente a los llamados del
teléfono 74192730.
323
de los acusados Llaitul Carrillanca, Llanquileo Pilquiman, Huenuche Reiman y
Huillical Méndez, no solo la mencionada declaración, sino que además se ha
expuesto una serie de otros antecedentes que configuran graves presunciones de
su participación en estos hechos, tales como la declaración del propio acusado
Huillical Méndez, el mérito que surge de los tráficos de las llamadas existentes
desde sus celulares, las intervenciones telefónicas que se practicaron por la
policía previa autorización judicial, los diálogos que es posible escuchar tanto
entre ellos mismos, como con sus cercanos, y la diversa evidencia material
incorporada al juicio, todo lo cual ha permitido que estos sentenciadores
concluyan más allá de toda duda razonable, que a aquellos les ha correspondido
una participación culpable en los hechos que se han venido refiriendo.
57º: Que respecto del acusado Víctor Llanquileo Pilquiman, cabe señalar
que su participación en los hechos signados con la letra A.1., se construye
básicamente a partir de los dichos del testigo con identidad reservada N° 2, quien
lo sitúa en el lugar, añadiendo haber sido agredido por el antes mencionado. Sin
embargo, tal incriminación no resulta consistente, ya que no existen otros medios
de prueba que permitan corroborar esas afirmaciones y además aparece
efectuada por una persona, que en su propia declaración ha reconocido que el día
de los hechos ingirió abundante alcohol, de manera que sin perjuicio de parecer
sinceros tales dichos, es posible estimar que su percepción de la realidad, pudiera
encontrarse alterada en esos momentos.
En cuanto al hecho signado con la Letra A.2. cabe indicar que este
acusado es situado en el punto de reunión acordado con posterioridad a la
ocurrencia del delito, por el propio acusado Huillical Méndez, cuestión que
corrobora en esa parte la versión entregada en juicio por el testigo con identidad
reservada Nº 26, quién junto con sindicarle la comisión de este delito, también lo
sitúa posteriormente participando en la reunión antes referida, lo que podría
sumarse al mérito de la evidencia consistente en los tráficos de las llamadas del
N° 93271510, que conforme a los antecedentes de la policía, pertenecería a
Graciela Hormazábal, su pareja según reveló en su declaración, evidencia que
surge por la aplicación del programa Analyst Notebook 7, de la empresa I2, y que
horas antes de la ocurrencia de estos hechos, lo vincula con algunos de los
números que el 15 de octubre de 2008, fueron utilizados precisamente por el
imputado Llaitul Carrillanca.
325
Sin embargo, respecto de este imputado se debe tener presente que la
incriminación que hace el testigo con identidad reservada N° 26 en sede
investigativa, no fue persistente, según quedó demostrado por el defensor del
acusado, y si bien en el juicio el testigo aclaró en parte este punto, lo cierto es que
a partir de la documentación acompañada por su defensa, aparece que el señor
Víctor Llanquileo, efectivamente ha desempeñado una serie de trabajos por largos
periodos en diversos lugares del país, distintos del de Puerto Choque, unido a la
circunstancia de no existir en el juicio algún tipo de escucha telefónica, que por un
lado nos permitiese identificar su voz, o por otro, nos ayudara a inferir al menos
que de su parte existía algún grado de conocimiento de la existencia de estos
graves hechos, como ocurre con los demás acusados, de modo que no se puede
llegar a la firme convicción de su participación directa en ellos, razones por las
cuales en definitiva, se dictará sentencia absolutoria en su favor.
326
del testigos con identidad reservada N° 26, quien s in embargo, no resulta lo
suficientemente esclarecedor en torno a consignar cuál sería la efectiva
intervención de ambos acusados en el hecho, situándolos permanentemente en
su compañía, comportamiento que si bien conforme al criterio sostenido por el
Ministerio Público en su acusación Fiscal, pudiera estimarse encuadrado dentro
de lo que dispone el artículo 15 N° 3 del Código Pe nal, la verdad es que tanto el
concierto previo, como la facilitación de los medios para llevar a efecto su
ejecución quedan en entredicho, ya que no existen otros elementos de
corroboración que permitan dar fe de lo afirmado por el Ministerio Público en su
libelo.
327
61º: Que ha sido la opinión de estos Jueces estimar que en el caso en
cuestión ha existido un dolo directo, de tipo homicida, esto es, con la intención
directa de causar la muerte de la persona objetivo del ataque.
Para decidir de este modo, se ha tenido presente que las armas de fuego
como tales, no son otra cosa que dispositivos destinados a propulsar, ya sea uno
o múltiples proyectiles a través de un cañón, como consecuencia de la presión
que ejercen los gases producidos por la deflagración de la pólvora contenida en el
cartucho respectivo, luego de la percusión efectuada por la aguja del arma, y
como tales, han sido históricamente concebidas como destinadas a causar la
muerte, siendo por ello que su empleo bélico se encuentra ampliamente
reconocido.
62º: Que es por las razones anteriores, que no aparecen como atendibles
los argumentos que se sostuvieron en estrados, que pretenden minimizar los
efectos de esta arma de fuego, por el mero hecho de que son actualmente
utilizadas en actividades de cacería de animales menores, ni mucho menos
resulta posible compararlos con otros elementos de caza casi inofensivos para el
ser humano, como son las trampas o huaches. Ello no es posible, porque como
se dijo, se trata de armas de fuego, elementos que históricamente han sido
328
concebidas como aptas para matar, incluso tratándose de armas utilizadas en
actividades de caza, y en ese sentido, la única diferencia entre emplearlas en
contra de un ser humano, o en contra de un animal, está en el tamaño de la
presa, más no en el resultado, ya que en ambos casos, los efectos a corta
distancia, esto es, a menos de 20 metros, por la escasa dispersión que presenta
la nube de perdigones, suelen ser sumamente traumáticos y devastadores para el
que los recibe.
329
ofrecida por las defensas durante el juicio, toda vez que como se ha indicado al
hacer exposición de las aperturas y clausuras de todos ellos, ha quedado claro
que la inocencia de sus defendidos en torno a estos hechos, es el fundamento
principal de su exposición.
331
conclusión que en el lugar se había constituido una autoridad importante en
materia investigativa.
Sin perjuicio de ello, cabe reflexionar que nuestra legislación impone a las
personas testigos de un ilícito, citadas judicialmente a prestar declaración
testimonial sobre el mismo, el deber de comparecer y declarar, surgiendo como
consecuencia de este deber de comparecencia, y de los eventuales daños o
perjuicios a que se ven expuestas en el cumplimiento de su obligación cívica, el
deber necesario de que el Estado como órgano de persecución penal y como
principal garante de los derechos individuales, se obligue a proporcionar a dichas
personas las medidas necesarias tendientes a proteger el ejercicio de sus
derechos fundamentales, tarea que no solo ha sido encomendada por mandato
constitucional al Ministerio Público, a través de su Unidad de Protección de
Víctimas y Testigos, sino que también a los Tribunales de Juicio Oral, a la luz de
lo dispuesto en el artículo 308 del Código Procesal Penal.
67º: Que no obstante lo anterior, esta regla admite como se dijo las
excepciones contenidas tratándose de los delitos terroristas y el tráfico ilícito de
estupefacientes y sustancias psicotrópicas. En ambos casos, el legislador ha
establecido expresamente como medida de seguridad, tanto para el testigo como
para los seres cercanos a éste, la posibilidad de ocultar su identidad de quien
depondrá en contra del acusado, esto debido principalmente a la especial
trascendencia y peligrosidad que dichos ilícitos han ido adquiriendo con el correr
del tiempo, postura que con sus respectivas variantes, en lo sustantivo es
compartida por muchos países.
68º: Que se han sostenido más bien desde un punto de vista doctrinal,
diversos argumentos en orden a desacreditar la existencia de testigos con reserva
de identidad, señalándose por ejemplo que aquella institución vulneraría los
principios básicos de Publicidad y Defensa propugnados por nuestro Código
Procesal Penal, o que su utilización puede traer consecuencias nocivas para
ejercer adecuadamente el Derecho a Defensa, y con ello el Debido Proceso, y
finalmente también se ha dicho que la Defensa no tendría la posibilidad de ejercer
acciones penales en contra de quienes pudiesen haber incurrido en falso
testimonio durante el juicio.
334
En el caso en estudio aquello no resultó tan cierto, toda vez que pese a que
uno de los testigos con identidad reservada se presentó visiblemente lesionado,
refiriendo haber sido agredido con motivo de su comparecencia, se ha permitido,
salvo la excepción contenida en el artículo 18 inciso 3° de la Ley 18.314, la
posibilidad de que la defensa efectúe un debido contra examen, en términos que
como se ha citado durante esta sentencia, se ha podido incluso desestimar el
testimonio de ciertos testigos en base al adecuado ejercicio de dicho derecho.
335
69º: Que también se ha esgrimido como argumento de fondo la existencia
de torturas y abusos por parte de efectivos de la Policía de Investigaciones,
consistentes en el empleo de la técnica de tortura denominada “el teléfono”,
durante el interrogatorio policial del imputado Jonathan Huillical Méndez, técnica
que no sería otra cosa, que la ejecución de golpes fuertes y repetidos en la región
auricular por parte de quien efectúa dicho acto, de manera que la declaración
prestada por el imputado, tanto en sede policial, como posteriormente ante el
Fiscal Adjunto Álvaro Hermosilla, y que fuera reproducida durante la audiencia de
juicio por el Prefecto Alfredo Espinoza Ugarte, carecería absolutamente de
validez, conforme a las reglas sobre prueba ilícita o también llamada doctrina de
los frutos del árbol envenenado.
Es por ello, que este Tribunal, ha puesto especial énfasis en analizar bajo
un prisma protector del imputado, la evidencia que sobre la existencia de tal
hecho se ha incorporado durante la audiencia de juicio, siendo así posible
comprobar que absolutamente ninguna prueba de descargo se rindió sobre el
punto. En efecto, los únicos antecedentes que sobre dicha circunstancia han
podido ser tenidos en consideración, emanan curiosamente de la propia prueba
del Ministerio Público, y en resumidas cuentas se sintetizan en los dichos de la
funcionaria aprehensora Lorena Muñoz Vidal, y de los demás funcionarios
336
policiales que estuvieron con el acusado ese día, quienes reconocen que en el
comprobante de atención de urgencia del mismo, que cabe indicar que no fue
incorporado como prueba dentro del juicio, extendido ese día 13 de abril de 2009,
-cuando se produce su detención en la ciudad de Temuco, en horas de la tarde,
vale decir, varias horas antes de su declaración policial- se consigna que este
tiene una contusión en el pabellón auricular izquierdo, sin precisarse acerca del
origen del mismo.
337
Por contrario, las máximas de la experiencia enseñan que situaciones
sumamente estresantes como la detención por un hecho de particular gravedad,
sin duda que elevan los niveles de ansiedad del individuo, de manera que
tampoco parece plausible que dicha declaración hubiese sido prestada en estado
de somnolencia. Y en cuanto, al clima hostil generado con la presencia de la
policía a su alrededor mientras declaraba, alegado por otra de las defensas, lo
cierto es que si la Ley permite el interrogatorio policial, es porque comprende
precisamente que se efectuará aquel acompañado de quienes llevan adelante
dicha diligencia, que son los mismos policías, los cuales, por su sola presencia no
debiran generar un temor tan desmedido, como para impulsar a una persona a
hablar mas allá de lo que era su libre voluntad, y por lo demás, aquella tesis, no
se coroborra con la sostenido por la defensa del encartado en cuanto a que
habría sido torturado por los efectivos.
70º: Que por último, carecen de fuerza para formar convicción en estos
sentenciadores los dichos que sobre el particular efectúa el imputado durante la
oportunidad prevista en el inciso final del artículo 338 del Código Procesal, ello
por cuanto se trata de palabras emitidas en una oportunidad especialmente
acomodaticia para al acusado, ya que ocurren solo después de haber escuchado
toda la prueba de cargo y de descargo, habiendo podido incluso oír los alegatos
finales del órgano persecutor, y especialmente, sin que pueda ser consultado
sobre este punto, de manera que tales argumentos, restan toda posibilidad de
valorar sus dichos sobre la materia, pues si realmente su intención era la de
desmentir al policía que en estrados reprodujo su declaración, lo cierto es que
contó con el tiempo suficiente para ello durante todo el desarrollo de este largo
juicio, existiendo como se dijo multiplicidad de razones, que pudiesen haberle
impulsado a hablar. Además sus dichos tampoco resultaron creíbles, ya que por
un lado alude a que la declaración le habría sido confeccionada por la policía, y
que ellos se limitaron a entregársela para la firma, sin tener oportunidad alguna de
leerla, y por otro lado, pretende hacer creer al Tribunal, que la misma versión fue
la que trató de recordar posteriormente ante el Fiscal, en donde no refirió que
338
existiese alguna tortura en su contra, cuestión contradictoria por cierto, con el
hecho de que dicha declaración no habría podido leerla, de manera que la falta de
coherencia interna en su relato resulta evidente, siendo ello motivo suficiente para
que sea desatendido.
71º: Que no es argumento suficiente para desestimar los dichos del testigo
con identidad reservada N° 26, el que a través de su testimonio, también
pudiese incriminársele en los hechos, de momento que conforme opinión de la
defensa, su intervención resultaría análoga a aquella que tuvieron otros acusados
en la causa, sin embargo, a diferencia de los segundos, dicho testigo no ha sido
perseguido penalmente. Lo anterior, por cuanto existirían normas que regulan la
delación entre copartícipes, como ocurre con el artículo 22 de la Ley 20.000, o el
artículo 4° de la Ley 18.314, generando atenuantes privilegiadas, que rebajan
sustantivamente la penalidad prevista para los delitos a que ellas se refieren, pero
que no generan la impunidad como recompensa, tal como en concepto de la
defensa, habría sucedido en este caso.
339
72°: Que tampoco serán consideradas las argumentaciones que se ofrecen
en cuanto a considerar estos hechos, como una suerte de legítima defensa de los
pueblos, frente a la agresión ilegítima que constituiría la presencia en la zona del
Fiscal del Ministerio Público, junto a la comitiva de vehículos policiales que le
acompañaba, que en pretenden englobar bajo el concepto de “invasión”. Ello, en
atención a que la diligencia realizada por el Fiscal, se enmarca dentro de lo que
es su deber de brindar protección a la víctima, impuesta por la normativa orgánica
y constitucional que rige al Ministerio Público, y la alta presencia policial, no es
sino, el reflejo de la necesidad de contar con un debido resguardo a esas horas
de la noche, máxime si se considera que su constitución en el lugar, fue precedida
incluso por un ataque armado a Carabineros. No existe por ende actuar ilegítimo
alguno en la conducta desarrollada por la autoridad, de modo que la respuesta
dada a ella por los sujetos, no representa en opinión de estos Jueces causal de
justificación alguna que permita eximirles de su responsabilidad penal.
340
judicial en la presente causa. Lo anterior, por cuanto como se expuso en estrados,
entre otros por el detective Carlos Rodríguez Sáez, efectivamente aquellos
tráficos se contienen en planillas Excel, que son remitidas por la empresa
telefónica respectiva, previa solicitud de los investigadores. Aquella planilla, como
cualquier otra creada con el programa en cuestión, evidentemente que puede ser
modificada, y lo cierto es que cualquier evidencia que implique la utilización de un
programa computacional, como un gráfico, una foto, e incluso un video, pueden
ser objeto de algún tipo de manipulación por quien tenga un mínimo de destreza
en el manejo del software respectivo.
341
mecanismo de cotejo, si efectivamente creían que existió, algún grado de
adulteración a la evidencia ya comentada.
342
como de carácter terrorista, como pretendió el órgano persecutor en su
acusación.
77º: Que en lo referido al hecho A.2., sin desconocer que fue un suceso
sumamente gravísimo, dadas las consideraciones que ya se han expuesto, se
estimó que los mismos, no configuran un delito que pueda ser considerado como
terrorista, toda vez que la prueba rendida en juicio, no resulta suficiente como
para dar por establecido que aquellos fueran cometidos obedeciendo a un plan
delictual preconcebido que tuviese por especial objeto infundir en quienes
detentan la calidad de autoridad policial o de funcionarios del Ministerio Público, el
temor justificado de ser víctima de un delito de la misma especie, e impedir con
ello el ejercicio normal de sus atribuciones habituales, en los términos requeridos
por el artículo 1° de la Ley 18.314.
Lo anterior, por cuanto de los dichos del propio Fiscal Mario Elgueta
Salinas, como así también, entre otros del detective José Luis López Leiva, es
posible dar por establecido que el aludido Fiscal, se encontraba en esos
momentos con dedicación exclusiva para la investigación de aquellos ilícitos
relacionados a la temática mapuche, manteniendo aquel determinadas hipótesis
que vincularían al grupo de acusados con los hechos que se estaban investigando
en esos momentos.
XIII).- Hechos que se han tenido por acreditados del primer grupo de
delitos de la acusación fiscal, y calificación jurídica de los mismos.
78º: Que en relación con los hechos signados con la letra A.1., es
conclusión de lo que se ha venido diciendo en este primer capítulo de la presente
sentencia definitiva, dar por acreditados más allá de toda duda razonable el
siguiente hecho:
344
Tales hechos que el Tribunal ha dado por establecidos, permiten configurar
el delito de Robo con Intimidación en grado de consumado, previsto y sancionado
en el artículo 436 inciso 1º del Código Penal, toda vez que ha quedado
demostrado, que los mencionados acusados, en compañía de otros sujetos no
individualizados, prevaliéndose de la intimidación de sus víctimas, se han
apropiado de diversas especies que les pertenecían a éstas, para una vez
consumado el referido hecho darse inmediatamente a la fuga del lugar.
79º: Que en relación con los hechos signados con la letra A.2, como
corolario de todo lo que se ha venido exponiendo en la presente sentencia
definitiva, se ha tenido por establecido mas allá de toda duda razonable el
siguiente hecho:
345
mencionado, con un impacto de perdigón en su mano derecha, de carácter leve, y
asimismo los funcionarios de la Policía de Investigaciones Subcomisario Jorge
Ogueda Fuentes, Inspector Walter Oyarce Vergara, y el Inspector Alejandro Rojas
Rifo, todos ellos con lesiones de carácter grave, con un tiempo de incapacidad
superior a treinta días, además de resultar lesionados los efectivos de
Carabineros Sargento Primero Jorge Sepúlveda Sáez y Sargento Segundo Eladio
Quiroz Silva”.
347
anormal, por lo que miró por la ventana y vio una persona por el sector norte semi
inclinada que estaba encendiendo la casa. Le dio la impresión que tenía algo en
las manos, como colocándole algo, un acelerante. La llama era alta en la esquina,
justo donde dormía su hija. La cocina estaba en el sector sur. Ese dormitorio lo
ocupaba su hija y una sobrina. Su hija en ese momento tenía cinco años. Por el
apuro no pudo visualizar bien la persona, pero usaba una capucha oscura,
volviendo al living a alertar a su señora y a la tía para que salieran de la casa, en
tanto que su señora estaba paseando a su guagua para que se durmiera. Su hija
estaba durmiendo en el dormitorio que se estaba incendiando por fuera,
precisando que su tía y su hija estaban con pijamas porque estaban durmiendo,
en tanto que su señora estaba con pantalón de pijamas y polerón o chaleco para
arriba. Por su parte él estaba descalzo, solo con calcetines, pantalón y una
camisa. Una vez que se juntaron en la salida, dentro de la casa, para salir por la
puerta principal, salieron agrupados, aparecieron por la puerta y tres estaban
esperando, uno lo encañonó con la escopeta en la cabeza por el lado derecho,
otro por la espalada con escopeta también y un tercero armado también, con
señal de proteger a las otras personas que allí estaban. En ese minuto no
visualizó más personas, pero cuando los dirigieron por el costado norte, vio una
persona que ya había ingresado a la casa y asegura que había más personas
porque quiso visualizar su auto y vio que se estaba incendiando al igual que las
casas, las leñeras, el galpón, la camioneta, y todo al mismo tiempo.
Indicó que deben haber existido unas diez o doce personas como mínimo.
Las que le encañaron usaban capucha negra, tenida oscura mimetizada y como
botines de caña. Le decían que ahora las van a pagar, y que abandonara rápido
el lugar sacándoles la madre. Se imagina que era por trabajar en una empresa
forestal, ya que por proteger el patrimonio realizaba denuncias y fiscalizaba todo
lo que sucedía. Las personas si bien no las identificó, eran personas que estaban
en desacuerdo de que realizaran labor en los fundos. Los inconvenientes
principales los tenían con gente de comunidades aledañas, precisando que son
las comunidades Lleu Lleu, Tranaquepe, Pascual Coña, Esteban Yevilao y Puerto
348
Choque, todas la cuales son cercanas al patrimonio que administraba. Una vez
alejados unos metros de la casa, se escuchaban disparos y explosiones por todos
lados.
Precisó que su señora, como recién había tenido a su guagüita quedo con
problemas siquiátricos, al igual que su hija de cinco años. Debió iniciar tratamiento
que le dejó con secuelas aun hasta hoy en día. En las noches tiene sustos, sobre
349
todo cuando escucha ruidos que se asemejan a un disparo. A veces quiere dormir
vestida. Le dice que quiere dormir vestida porque pueden venir los mapuches y
eso es porque le quedaron secuelas por todo lo que vivió y para ella por la edad
ese hecho fue muy fuerte. Además le debe haber afectado ver que le tenían
encañonado por la derecha y por la espalda, ella presenció todo eso, caminando
en todo momento a su lado, tomada del pantalón.
350
tres estructuras y tres vehículos quemados, así como también las puertas de
acceso a dicho recinto presentaban daño atribuibles a terceros. La primera casa
que se encontraba totalmente carbonizada era del guardabosque con la
camioneta del cuidador, existiendo solo especies metálicas en sus interiores, lo
que es indicativo de la alta generación de calor. Las camionetas tenían todas sus
partes blandas quemadas.
352
También esta perito, reconoció un set de tres láminas anexas al informe
pericial infográfico N° 01-2006, del Laboratorio de Criminalística Regional de
Concepción, y que corresponden a las láminas que describen la reconstitución
de escena, en donde se observan los lugares en que se encontraban conforme a
los dichos del señor Aburto Soto y desde donde vio al grupo de sujetos. También
se ilustra al Tribunal acerca del lugar por donde debieron salir las víctimas desde
la casa, donde son apuntados, y donde se dirigen a continuación y se encuentran
con la familia González Nuñez. Por último se aprecia el lugar desde donde
González Núñez, pretende huir.
Así también se pudo escuchar los dichos de la perito Sonia Yáñez Oñate,
quien junto con reconocer y describir tres muestras carbonizadas levantadas
del sitio del suceso y sujetas a pericia, describe que concurrió al sitio del
suceso de Ranquilhue en compañía del Capitán Francisco Cañón Salinas, desde
donde procedió al levantamiento de diversas muestras para su análisis. Explicó la
perito que con el empleo de la técnica del sudan 3, que es una técnica mucho
menos sensible, que la del cromatógrafo de gases, no se determinó la presencia
de acelerante, pero que posteriormente en una de la muestras y mediante el
empleo de esta técnica una de las muestras dio resultado positivo a la presencia
de acelerantes, derivados de hidrocarburos. Asimismo explicó que el análisis de
las muestras de los cables de la instalación eléctrica, no arrojaron resultados que
permitan presumir que existió una falla eléctrica, toda vez que las muestras
presentan cristalización externa, lo que significa que recibieron una alta
concentración de calor desde el exterior, y no del interior como ocurre en el caso
de un fallo eléctrico. La prueba antes mencionada, aparece complementada por el
análisis que fuera referido por doña Carla Hidalgo Figueroa, quien luego de dar
clara explicación de las pruebas realizadas y los procedimientos empleados
manifestó que en las muestras que le fueron remitidas respecto de este hecho,
pudo detectar la presencia de kerosone o parafina, que es un acelerante derivado
del petróleo.
353
En lo referido a los vehículos que fueron objeto de este delito, se contó con
los dichos del perito Rafael Flores Espinoza, quien señaló ser Ingeniero de
Ejecución Mecánico, trabajando en el Laboratorio de Criminalística Central de la
Policía de Investigaciones desde hace 10 años. Sostuvo que le correspondió
realizar la pericia correspondiente a los vehículos siniestrados, haciendo mención
a que existen ciertas características particulares que se registran cuando en el
siniestro de un vehículo se emplean acelerantes, como son la forma de
propagación y que no hay un solo foco, sino que diversos. Por contrario, cuando
el incendio se inicia en el propio vehículo, se revisan los estanques, porque ahí
está concentrada la mayor cantidad de combustible, por lo que hay que constatar
si hubo una explosión, cuestión que no pasó en este caso, siendo otra
característica el hecho de que no se encontró humo impregnado en los vidrios, lo
que da cuenta de una combustión particularmente violenta, propia del empleo o
uso de acelerantes.
81º: Que para dar por establecida la existencia del incendio que afectó a
los señores Luis Ebensperger Aguayo y Jorge Aguayo Ríos, se ha tenido en
consideración los siguientes elementos de convicción allegados al juicio por el
Ministerio Público.
354
Agregó que el año 96, con un amigo de la zona tuvo la oportunidad de
comprar un predio alrededor del lago de 5.000 metros cuadrados. En ese predio
se construyeron dos casas de veraneo, y una tercera para quien la iba a cuidar.
La construcción comenzó en octubre del 98 y para el 99 tuvieron la oportunidad
de comprar otros 5.000 metros cuadrados más. Las casas las terminaron de
construir en diciembre del año 98, siendo su cuidador don Luis Martínez.
Señaló asimismo, que dichas casas les fueron quemadas el día domingo
12 de abril del año dos mil nueve, que correspondía a un Domingo Santo. Ese fin
de semana no se encontraba en su casa, en donde el cuidador a través del
celular le llamó tanto a él, como a su vecino y amigo, para informarle que había
escuchado tres o cuatro disparos y que luego se inicia un incendio en la casa de
Eduardo Ebensperger y que por alcance se incendia su casa, quemándose
ambas de forma completa. Su cuidador manifiesta que escuchó primero los tres
disparos, hablando primero con Eduardo Ebensperger quien le dijo que mejor no
saliera de su casa, por lo que solo salió cuando ya se consumieron.
Afirmó también que la gente que habitaba la zona era de la etnia mapuche,
pero nunca tuvo problemas con ellos. Era aficionado a las motos, por lo que el
lugar lo ha recorrido unas 30 veces en motos y cuando se aceptaban motores en
el lago, también por el agua. Por su profesión desarrolló redes sociales e hizo
355
relaciones con la gente de la zona, apadrinando una escuela de la zona
subvencionada en Ranquilhue. Llevaron a niños a ver partidos de fútbol a
Concepción, a visitar el Huáscar y a actividades de esa naturaleza.
Hizo mención a que días al 12 de abril, hubo ciertos hechos judiciales que
pudieran tener relación, pero él no quiere hacer juicios de valor. Durante mucho
tiempo hubo hechos similares en la zona, pero pensó que ellos estarían ajenos a
situaciones de esa naturaleza. Personalmente motivó a otros a comprar en la
zona, pero terminaron con sus cabañas quemadas. Solamente tenía esa parcela
en la zona, y no ha reconstruido sus casas. No está en condiciones de reponer
algo allí, pues se corre el riesgo de que ocurran nuevos incidentes a 180 km de
distancia de su casa.
Afirmó que para nadie resulta un misterio que hay un grado de inseguridad
en las riberas del lago Lleu Lleu. De los motivos no hará ningún juicio, pues eso
corresponde a otros ámbitos como es la justicia. Lo que sí, no entusiasmaría a
otros amigos a que compraran allí, por lo que mal puede llegar a recomendar a
otros que hagan lo mismo.
356
También escucharon estos jueces los dichos del otro afectado Luis
Ebensperguer Rolando, quien en referencia a estos hechos señaló que su casa
está ubicada en la ribera norponiente del lago, donde parte el río en la comuna de
Tiruá. Los hechos ocurren el día 12 de abril de 2009. El terreno de la casa era de
poco más de una hectárea. Estaba la casa de Arturo Aguayo y la de su cuidador
de nombre Luis Martínez. Ese día él estaba en su casa en Concepción, ya que la
otra la ocupaba de veraneo
Sostiene también que las dos casas las construyeron en forma simultánea,
para venirse a vivir cuando se jubilaran. Era el futuro que se quería para los
últimos años de vida. El daño es que le eliminaron el sueño que tenía de vivir en
un lugar que era maravilloso. El daño económico se puede recuperar pero no así
el emocional. El mínimo de valor de esa casa era de 120 millones. Refirió que ese
día le llamó el cuidador don Luis Martínez, avisándole que llamara a Carabineros
porque se había activado la alarma de la casa, y que se escucharon disparos, sin
mencionar que haya visto a alguien. El cortó el teléfono y llamó a Carabineros.
Agregó que desde su casa, al frente, podía ver cuando empezaba a salir
humo por un lado, cinco minutos después en otro, y luego otro y así
sucesivamente, pudiendo ver cuando venían las brigadas a apagarlos. No le
atrae volver al lugar, no le interesa, ya que se siente expulsado de la zona,
agregando más adelante que no era un ambiente tranquilo, ya que había
357
Carabineros permanentemente que cuidaban el sector. Se escuchaba que había
problemas, como que se tomaron el Fundo de Ranquilhue, cortaban los caminos,
no era como antes que se transitaba tranquilamente. Indicó también que a su
nana que es de Tranaquepe y es de origen mapuche, también la molestan.
Muchos vecinos del sector eran de la etnia mapuche, refiriendo que el único
problema que tuvo es por unas lanchas, motos de agua, zodiac, que tuvo, hasta
que les dijeron que no podían tener sistema de navegación con motor.
También se consideran los dichos del testigo don Luis Martínez Díaz,
quien en calidad de cuidador de las casas antes mencionadas, señala que vivía
en una propiedad que pertenecía a don Eduardo Ebensperguer. Trabajaba para él
cuidando sus cabañas. El día 12 de abril de 2009, se incendiaron esas dos
cabañas, las cuales estaban ubicadas a orillas del Lago Lleu Lleu, en la Parcela
N° 5 del sector de Ranquilhue, las cuales estaban a hí desde hacía unos once o
doce años.
359
suceso se encontraba resguardado por un subteniente de apellido Parraguez. Se
observa en las fotografías, el levantamiento de muestras desde la zona de mayor
carbonización, manteniendo la misma en un envase hermético, puesto que el
combustible tiende a volatilizarse. Además se observa el levantamiento de los
respectivos cables conductores, como asimismo la muestra rotulada como M 4, la
que arrojó positivo a la presencia de acelerantes. También se observa el
levantamiento de culotes de metal, que originalmente eran cartuchos de escopeta,
señalando, que se encuentra troquelado el calibre y por eso sabe que
corresponden a cartuchos calibre 12 de la marca Armuza. Asimismo se observa el
cerco que está cortado y la parte de la alambrada a que hace referencia, junto con
la ribera del lago Lleu Lleu.
82º: Que para dar por establecida la existencia del Incendio que afectó la
cabaña de Pedro Ignacio Celhay Schoeldermann, se han tenido en consideración
los siguientes elementos probatorios allegados a este juicio.
360
Se escuchó a la víctima Pedro Celhay Schoeldermann, quien señala que
actualmente vive en Santiago, siendo su relación con el lago desde el año 2004,
cuando compró un terreno en el que construyó casa que le entregaron en febrero
de 2005, en el sector de Coihueco, esto en la zona nororiente del lago. La alcanzó
a ocupar desde febrero de 2005, hasta mayo del año 2009
Agregó que la idea de adquirir dicha cabaña surgió de amigos, por lo que
pidió un crédito, y construyeron con la idea de pasar momentos agradables en
dicho lugar, siendo el total que compró una hectárea. No tuvo mayores problemas
en el lugar, salvo que dos veces le entraron a robar, pero le robaron pocas cosas,
aparte de eso no tuvieron problemas, nada en particular. En su casa puso una
alarma y había un cuidador que se llamaba Luis Quintana, quien empezó a
trabajar con ellos en noviembre del año 2007. Antes de él, había estado un
hermano, quien no quiso seguir.
Señaló que no volvió a construir por no tener los medios, y porque además
le podría pasar lo mismo, y lo cierto es que no volvería a construir. El crédito fue
de 20 millones y la casa con sus cosas valía unos 40 millones. Antes ocurrieron
quemas de otras casas en el sector de Puerto Choque, en esa zona.
Reconociendo 3 fotografías contenidas en el informe pericial del sitio del
suceso N° 908-2009, señala que se trata de su casa, toda quemada, y que ha ido
posteriormente a visitar este lugar, pero no se ha quedado porque no tiene donde.
Se trata de un sector que quería mucho, pero no recomendaría a otros que
construyeran casa en el lugar, ya que piensa que es peligroso.
361
Declaró también en este juicio don Luis Quintana Cabrera, quien señala
que durante el año 2009 se dedicaba a la agricultura y que trabajaba para don
Pedro Celhay, en el sector Lleu Lleu, como mozo jardinero, específicamente en la
parcela 36, la que queda ubicada a orillas del lago, para el lado del sector de
Contulmo. En dicho lugar, el señor Celhay tenía una casa construida de madera
de pino Oregón, una cabaña que era grande, bien amplia y que tenía desde hacía
bastantes años.
363
existía combustión. Se trató de sacar las latas y los demás restos que allí se
encontraban, constatando la existencia de restos de material metálico, como
cocinas, lozas y electrodomésticos, procediendo a fijar el lugar, como también la
ubicación de las especies en el lugar.
364
lago, el hallazgo de las distintas vainas de cartuchos de escopeta, algunas de
ellas incluso afectadas por el fuego, todas calibre 12 milímetros. Además las
mismas fotografías ilustran al Tribunal de los daños presentes en alambrada,
constatación de la aplicación de fuerza con algún elemento cortante. Muestran
también dichas fotografías el levantamiento de los restos carbonizados y el
levantamiento de los cables eléctricos. Reconoció asimismo las vainas de
cartucho de escopeta calibre 12 milímetros, de distintas marcas, que levantó
en el sitio del suceso materia de su pericia. Finalmente describió dos láminas
anexas al informe pericial Planimétrico N° 909-2009 , de la Sección de
Criminalística de Carabineros, uno de los cuales corresponde a un plano
general, que da cuenta de la ubicación, el acceso a la propiedad a través de lago
y la senda paralela al lago Lleu Lleu, en tanto que la otra da cuenta de la
ubicación de las diferentes evidencias recogidas en el lugar, como asimismo, los
sitios desde donde procedió al correspondiente levantamiento de muestras.
365
sometiéndolas al estudio y pericia correspondiente, lo que le permitió establecer
que se emplearon dos armas de fuego, o en su defecto un arma de dos cañones,
reconociendo asimismo los 14 cartuchos de escopeta percutidos y 1 sin percutir,
como asimismo dos fotografías contenidas en el informe pericial balístico N°
910-2009, de la Sección de Criminalística de Carabineros, en las cuales se
grafica la señal percusión de las vainas incriminadas mostrando las coincidencias
que existen entre ellas y que fueron objeto de su conclusión.
83º: Que con el objeto de dar por establecida la existencia del delito de
Incendio en perjuicio de la empresa Transportes y Comercial Transvía Forestal
Limitada, se ha considerado las siguientes pruebas incorporadas en la audiencia
de Juicio Oral.
366
no había tenido problemas en el sector. En este mismo sentido se incorporó el
Certificado de inscripción y anotaciones vigentes, emanado del Registro
Civil, correspondiente al referido camión Freightliner, patente TN.8028-K.
Refirió que se le solicitó dejar este camión a resguardo. Era normal dejar el
camión a resguardo. Alrededor de las ocho de la mañana fue informado de que el
camión fue quemado y que no fue por falla eléctrica. La investigación fue hecha
por Carabineros quienes le manifestaron que había sido quemado y que se había
rociado combustible, sin saber quiénes fueron ni si alguien se los adjudicó. No
supo ni siquiera por medio periodísticos que alguien se lo haya asignado.
367
relación con otros problemas en la zona, mencionó que Richard Solar, quien es
un conductor, tuvo un problema, ya que le retuvieron el camión y le quitaron las
llaves y además fue golpeado, pero no recuerda la fecha exacta, siendo el motivo
que no quiso llevar a la señora de un comunero, cosa que está prohibido transitar
con pasajeros en la empresa, no recordando otros incidentes. Al día siguiente que
les quemaron el camión, también quemaron una cabaña al lado del lago Lleu
Lleu.
369
84º: Que en lo referido a la existencia del delito de Incendio que afectó al
ciudadano Rafael Arcángel Pincheira Santander, se han tenido en consideración
los siguientes elementos de juicio.
370
que remitió la denuncia a la Fiscalía por el delito de incendio. En el lugar se
apersonó además el dueño de la cabaña, que correspondía a un señor de apellido
Pincheira, recordando que cuando esta persona vio su cabaña toda calcinada,
simplemente se encogía de hombros.
Se contó además con los dichos del Teniente Luis Torres Molina,
señalando que el día 09 de agosto de 2009, se constituyeron con su equipo del
Labocar, en el sector jurisdiccional de la Tercera Comisaría de Cañete, a efectos
de investigar el incendio de una cabaña ubicada en la ribera del mencionado lago.
Había sido consumida casi en su totalidad, por lo que procedieron a fijar
fotográficamente y planimétricamente.
372
quedó la cabaña luego del siniestro, mostrando entre otras, que quedó en pie solo
una escala y unos lavaderos. Y lo demás quedó en cenizas. Además constan las
vistas de los diferentes lugares del sitio, dentro de los cuales se encontraban los
ingresos, los canales y las protecciones, y asimismo, las fotografías de los
papeles o panfletos encontrados a la salida del mismo predio, en el camino de
ingreso.
85º: Que en orden a dar por establecida la existencia del delito de Incendio
en perjuicio de los bienes de propiedad de don Eduardo Campos Valenzuela, han
sido incorporados al presente juicio los siguientes elementos.
373
porque ha convivido por tiempo con ellos. El conflicto es por ser el dueño de esos
terrenos, donde lo hostigan para que se vaya. Sabe que son agrupaciones, con
sus directivas y sus miembros. Hay cosas que considera menores como los robos
de animales que actualmente ya no denuncia. Ha perdido la confianza y hay
cosas que mejor deja pasar.
Mencionó a propósito del incendio del galpón que le afectó, que hubo dos
intentos, en el primero estaba Carabineros y ellos controlaron el incendio. La
segunda fue cuando ellos ya se habían ido, puesto que le daban protección solo
en ciertas horas. No era muy grande por lo que se pudo usar agua y mangueras
para apagarlo. El galpón queda como a 50 ó 100 metros de su casa y ahí
mantiene fardos o pajas, no sabe quienes intentaron quemar ese galpón. El lugar
es en la parcela N° 11 del Lleu Lleu. El galpón, es de piso de cemento, y los lados
laterales son de madera y eso fue lo que se prendió. Fue fácil controlarlo porque
recién se estaba iniciando. Para reparar ese galpón debió gastar un millón o un
millón y medio de pesos.
Corroboran los dichos de esta víctima, los asertos del perito Luis Torres
Molina, quien describe un set de fotografías contenidas en el informe pericial
de sitio del suceso N° 1348-2009, de la Sección de Criminalística de
Carabineros, que también le fuera parcialmente exhibido al afectado, en donde
estos jueces pudieron apreciar las marcas dejadas por el fuego en el lugar, la
carbonización de las vigas, que da cuenta de un comportamiento del fuego que va
de abajo hacia arriba. Además se observan otras zonas de origen del fuego, las
que se vieron afectadas por la influencia del viento, en dirección a la izquierda. Se
exhiben los lugares desde donde se procedió a levantar las muestras necesarias
para ser periciadas. También muestran las fotografías, una huella de calzado, que
corresponde a una bota marca Bata, encontrada a unos 300 metros del sitio del
374
suceso, que se encontraba débil aún, lo que no se presenta de haberse tratado de
una huella antigua.
375
punto a considerar el que las pruebas mediante la técnica del Sudan 3, no hayan
arrojado resultados positivos a la presencia de acelerantes en las muestras que
fueron levantadas, no es posible por ese solo motivo descartar intencionalidad en
el origen del incendio, toda vez que nuevamente la presencia de cartuchos de
escopeta en el lugar, revela que, tal como en el hecho B.1. y B.2. hubo individuos
armados que recorrieron el lugar, lo cual se corrobora con la presencia de huellas
en los alrededores del sitio del suceso, y asimismo, con los signos físicos dejados
en la cabaña que conforme a los dichos de uno de los testigos, daba cuenta de la
presencia de una orificio en una de las ventanas, indicativo de que terceros
procedieron a quebrar el vidrio de la misma.
En lo que se refiere a los hechos signados con las letras B.4. y B.6., el
Tribunales de opinión que aquellos, aparecen como íntimamente vinculados el
uno del otro, de momento que en ambos se reporta la presencia de elementos del
tipo panfletos, de idénticos diseños, con alusiones referidas a la etnia mapuche.
Dichas gráficas documentales, confirman en ambos casos la presencia de
terceras personas en el sitio del suceso, lo que unido a la dinámica de ambos
siniestros, en donde situaciones como la existencia de más de un foco durante la
fase de inicio del fuego, o el comportamiento del mismo, unido todo ello, al
descarte de cualquier falla eléctrica, sin duda que llevan a la necesaria conclusión
que el inicio de los mismos, fueron provocados por terceras personas. Finalmente
en lo referido al hecho B.5., como bien lo explicó el perito de Labocar que depuso
en estrados, la dinámica del siniestro, denota claramente su intencionalidad, toda
vez que aquel afecta principalmente las partes blandas y combustibles, de solo
uno de los lados del vehículo, que correspondería al foco desde donde el fuego se
propagó a los demás componentes de dicha máquina, lo que como se pudo
observar en las fotografías exhibidas, se corrobora claramente con el hecho de
que los estanques se encontrasen debidamente cerrados, que su batería
estuviese desconectada, y que las pericias practicadas no arrojasen indicios de
que se hubiese producido algún tipo de fallo eléctrico, de manera que la presencia
376
de fuego en la cabina del vehículo, no se explica si no es por la presencia de
terceras personas interviniendo directamente en su inicio.
88º: Que haciendo una breve síntesis de los dichos de estos cuatro policías
es posible concluir la existencia varias diligencias investigativas, en las cuales
prestan declaración estos testigos. Es así, que el testigo A prestó declaración el
377
13 de agosto de 2009 en dependencias de la Fiscalía de Cañete ante el Fiscal
Luis Elías Morales, el 09 de septiembre de 2009, prestó declaración en
dependencias de la Tercera Comisaría de Cañete, ante efectivos de la
DIPOLCAR, el 15 de octubre de 2009, nuevamente presta declaración en la
Fiscalía de Cañete, ante el Fiscal Andrés Cruz y el Fiscal Paulo Pucheau, en tanto
que la última declaración fue en Talcahuano, en el mes de enero de 2010. Por su
parte el testigo B prestó declaración el día 09 de septiembre de 2009 en
Carabineros, el 15 de octubre de 2009 en la Fiscalía Local de Cañete y por último
en la Fiscalía de Talcahuano, el 08 de enero de 2010.
89º: Que de los dichos que fueron reproducidos en juicio, y que habrían
sido entregados durante la fase investigativa por los denominados testigos A y B,
surgen antecedentes incriminatorios relevantes para la etapa investigativa, más
aún considerando que aquellos fueron obtenidos de primera mano, por quienes
estaban encargados de llevar adelante las pesquisas de estos graves hechos.
Nada de ello ocurrió sin embargo, siendo por esta razón, que estos Jueces
se encuentran imposibilitados de analizar todo lo que implica una declaración ante
un Tribunal Oral. Aspectos tan relevantes como la coherencia del relato, actitudes
del testigo, el nerviosismo o las contradicciones que evidencia su testimonio, son
cuestiones que sin duda marcan la diferencia entre un relato u otro, y por cierto,
distinguen un proceso penal oral de aquel que se lleva de modo escriturado.
90º: Que no se altera la conclusión anterior, por los dichos del perito Oscar
Oliva Ruiz, quien junto con explicar las imágenes contenidas en el set de
fotografías contenidas en el informe pericial de huellas N° 1350-2009 de la
Sección de Criminalística de Carabineros, y en el set de fotografías
contenidas en el informe pericial de huellas N° 137 7-2009 de la Sección de
Criminalística de Carabineros, pudo verificar la correspondencia, entre una
huella señalada en una fotografía que le fuera entregada como evidencia del sitio
del suceso, y el rastro dejado por una de los botas incautadas en el domicilio de
uno de los imputados. Ello por cuanto, dicha pericia, no puede ser concluyente en
cuanto a afirmar que se trate del mismo calzado, toda vez que en primer lugar es
una bota que corresponde a otro pie y en segundo lugar, no se señaló, ni tampoco
se midió en la huella encontrada en el sitio del suceso, el posible número de
calzado a que correspondería la misma.
Por último, no fueron considerados los dichos del carabinero Erasmo Leal
Aravena, respecto a lo que le fuera referido en su momento por el acusado César
381
Parra Leiva, en torno a la intervención de determinadas personas en el hecho,
toda vez que tales dichos, carecen de la corroboración y coherencia necesaria,
con respecto a la demás prueba rendida, de modo que parece acertada la
decisión del Ministerio Público, de no considerarlos posteriormente dentro de su
indagación.
En el caso del delito signado con la letra B.1., no caben dudas que se trató
de una experiencia inmensamente traumática para quienes debieron vivirla, cuyas
consecuencias sicológicas persisten al presente, principalmente en los menores
de edad afectados, y ello porque las víctimas no solo fueron objeto de una pérdida
económica cuantiosa, sino que especialmente por la dinámica de los hechos. En
efecto, baste imaginar la situación generada por el grupo de individuos que
llegaron hasta dicho lugar, premunidos de armas de fuego, dando órdenes y
apuntando a todos quienes allí se encontraban, para luego proceder sin mayor
explicación, a encender tanto las viviendas que ocupaban como los vehículos que
en el lugar se encontraban. El temor generado por aquel comportamiento es
evidente, como queda de manifiesto de la sola declaración del testigo con
identidad reservada N° 14, quien incluso pese a su fortaleza de espíritu, se
emociona visiblemente al recordar los acontecimientos vividos, dejando en claro
que los mismos, distan mucho de un acontecimiento carente de una mayor
significación jurídico penal..
En el caso de los delitos signados con las letras B.2. y B.3. si bien al
momento de su comisión, las víctimas no se encontraban presentes, nuevamente
debemos tener en consideración que además del fuego como elemento
destructivo, se sumaron armas de fuego del tipo escopeta disparadas en el mismo
lugar, todo lo cual no solo genera temor en quienes oficiaban de cuidadores de
dichos predios, sino que además provocó en los afectados, una sensación de
inseguridad enorme, que en la práctica les ha llevado a no volver a reconstruir lo
383
que quedó de sus casas y como ellos mismos lo afirman, a que ni siquiera
recomienden a terceros la adquisición de terrenos en dicha zona.
Finalmente, respecto del hecho signado con la letra B.5., cabe considerar
que la presencia de panfletos en el sitio del suceso, además de constituír una
advertencia de parte de él o los sujetos involucrados, permite inferir claramente la
vinculación de tal hecho, con todo el contexto de recuperación productiva de
tierras promovido en dicha zona, como así también con una serie de otros
eventos similares ocurridos en esos mismos días, lo cual, incrementa
sustantivamente el temor en quienes los vivieron, hasta el punto que renuncian
definitivamente a habitar nuevamente dichos lugares.
93º: Que ahondando sobre el punto, todos estos hechos a la luz de las
pruebas rendidas, como así también del propio debate ofrecido por lo
intervinientes en sus alegatos, se producen en opinión de estos Jueces, dentro de
un contexto bien definido, y que, desde un punto de vista general, se ha venido en
denominar el “proceso de recuperación productiva de tierras”, que incluso fue
reconocido por el propio acusado Ramón Llanquileo Pilquimán, cuando declaró
en estrados, el que en la práctica se ha ido materializando derechamente en el
hurto y robo de maderas desde los predios forestales que están situados en los
alrededores del Lago Lleu Lleu por parte de un grupo de sujetos abocados a dicho
fin. Ahora bien, estos delitos en particular, representan situaciones mas violentas
ejecutadas por ciertos individuos, que excediendo el ideario antes mencionado,
utilizan el fuego como medio destructor, pretendiendo con ello generar un mayor
temor en sus víctimas, para lograr de ese modo que aquellas o no vuelvan a vivir
en esos lugares o que se amilanen de efectuar cualquier denuncia, declaración o
cualquier otra forma semejante de colaboración con la acción de la justicia, frente
a tales acontecimientos. Tales situaciones, a diferencia de lo que ocurre con los
delitos comunes, generan una especial repulsa en el sentido común del juzgador,
haciendo por ende necesario dar aplicación a su respecto de una normativa
especial, como es la contenida en la Ley 18.314, la que precisamente en su
384
artículo 1°, contempla el temor de ser víctima de d elitos de la misma especie,
como una de las hipótesis posibles de considerar en tal caso.
94º: Que es así, por ejemplo, que entre otros elementos allegados al juicio,
se encuentra el disco compacto con la leyenda “presentación incendios Lleu
Lleu”, exhibido durante la declaración de don Jaime Ortíz Saavedra, en donde
se detalló la ocurrencia en un periodo que incluyó desde el año 99, de un total de
27 incendios intencionales. De su relato, se colige que más de diez de ellos
fueron ejecutados durante el periodo 2008-2009, abarcando no solo a cabañas,
sino que también a maquinarias y vehículos, lo cual, denota que tales siniestros
no obedecen a situaciones puntuales, sino que definitivamente a que existen
algunas personas, que por medio del hostigamiento, la agresión y el miedo que
genera el fuego como instrumento de ataque, pretenden lograr que los dueños de
determinadas extensiones de terreno , las abandonen, siendo las víctimas de esta
repudiable forma de actuar, personas que tienen como denominador común, el
que no pertenecen a la etnia mapuche, las que por consiguiente, dada la
constante reiteración de los mismos hechos, y el impacto que ellos les generan,
sin duda que sienten temor de verse nuevamente afectadas por delitos de tan
violenta magnitud.
XVIII).- Hechos que se han tenido por acreditados del segundo grupo
de delitos de la acusación fiscal, y calificación jurídica de los mismos.
386
“Que el día 8 de Agosto de 2009, aproximadamente a las 03:00 horas, un
grupo de sujetos, concurrió hasta el predio particular ubicado en el sitio N° 1 del
sector San Ramón, ubicado a un costado de la ruta P-70 de la Comuna de Tirúa,
cuyo propietario es don Patricio Emilio Mariñan Fica, en donde procedieron a
prender fuego a un camión marca Freightliner, placa patente TN.8026 y a una
grúa marca John Deere, ambos de propiedad de la empresa “Transportes y
Comercial Transvía Forestal Limitada”, y que se encontraban estacionados en el
lugar, por ser utilizados en faenas forestales desarrolladas por Forestal Arauco
S.A., provocando que éstos fueran destruidos por la acción del fuego,
ocasionando daños que se estiman como superiores a 40 UTM”.
96º: Que tal como se anunció precedentemente, los hechos signados con
las letras B.1, B.2, B.3 y B.5, en opinión de estos jueces, configuran el delito de
387
Incendio Terrorista, previsto y sancionado por el artículo 1º de la Ley 18.314, en
relación con el Nº 1, del artículo 2º de la misma ley y 475 Nº 1 del Código Penal,
toda vez que como se explicó, existió un clima de temor e inseguridad provocado
por los sujetos que actuaron en la comisión de tales delitos, en términos de
justificar sobradamente la calificación jurídica propuesta por el órgano persecutor.
97º: Que para dar por acreditada la existencia de los delitos de Asociación
Ilícita Terrorista y de Asociación Ilícita para el hurto y robo de madera, se han
incorporado por el Ministerio Público una serie de elementos probatorios, los
cuales para efectos de mayor claridad y explicación, pueden ser distinguidos entre
aquellos medios probatorios que pretenden dar cuenta de la existencia de un
grupo de individuos dedicados a atentar en contra de personal de Carabineros y
de forestales en la zona del Lago Lleu Lleu, y aquellos destinados a probar la
existencia de una organización dedicada a los incendios, y al hurto y robo de
madera en la zona.
98º: Que en relación con lo primero, esto es, con la existencia de un grupo
de personas que continuamente atacaban a funcionarios de Carabineros y
388
forestales, se pudo escuchar entre otras versiones, la del carabinero Adrián
Bascuñán Rivas, quien señala que el 23 de febrero de 2008, se encontraba en
compañía del carabinero Giusti, en un servicio en la Parcela de Ranquilhue, en
protección a una persona de apellido Campos, ya que había dos cabañas una de
las cuales se quemó o la quemaron. Esto era por orden del Tribunal, ya que
llegaba hasta el lugar gente que la quería quemar y les atacaban. Ese día,
encontrándose de servicio, sintieron un disparo, pero pensaron que estaban
cazando, pero luego hubo un segundo disparo, que impactó en la garita, por lo
que tomó la radio y pidió apoyo al campamento de Antiquina; tomaron la Uzi y
repelieron el ataque, no obstante que no veían a nadie porque eran puras
siluetas. En esa oportunidad escucharon aproximadamente ocho disparos que
venían desde el frente de la ruta, eran alrededor de cuatro o cinco personas, y por
ello es que su colega comenzó a repeler y él por su parte pidió apoyo, hasta que
cesaron los disparos. Indicó que las personas les gritaban “los vamos a matar,
pacos culiaos”. Después que cesaron los disparos, comenzaron a producirse
focos de incendio. Gente de la CONAF vino al día siguiente a apagar los
incendios. El fuego fue por donde mismo se fueron. Las armas utilizadas eran
escopetas, además de una pistola, porque un tiro se abrió al pegar en el portón,
imaginando que era de 9 mm, por el cobre que había en el lugar. Describe el
mismo hecho el carabinero Boris Giusti Caamaño, quien señaló que prestando
servicios en una parcela de Ranquilhue, fueron atacados por alrededor de cinco o
seis personas que les dispararon por varios lados. Estaban prestando resguardo a
una cabaña que allí existe, ya que la del lado había sido quemada, y la que
estaba ahí la intentaron quemar. En referencia al momento del ataque, señala que
los disparos eran hacia la garita y que escucharon gritos de índole mapuche como
“marichiweu”, y otras palabras que no recuerda. La garita recibió tres impactos,
hubo uno que estaba en la casa y atravesó el techo. El ataque duró en total de 15
a 30 minutos.
390
Por su parte el Carabinero Álvaro Nicolás Ascencio Maureira, señaló que
el día 24 de julio de 2008, en circunstancias que trabaja para Fuerzas Especiales
de Concepción, prestaba cobertura a faenas forestales en el predio denominado
Labranza que queda al nororiente de Tirúa. Señala más adelante que se
desplazaban en dos camionetas con ocho funcionarios, cuatro en cada una. En
eso alrededor de las 12.00 horas, desde un predio contiguo que da a la
comunidad de Maria Colipi viuda de Maril, escuchan disparos de escopetas y
algunos gritos, pudiendo visualizar que venían acercándose un grupo de
individuos con sus rostros cubiertos. Los gritos eran de apoyo entre ellos mismos
en un primer momento pero cuando se fueron acercando, empezaron con los
típicos hacia Carabineros como “pacos culiaos, váyanse de aquí” y otros.
Empezaron los gritos y los disparos hasta que divisaron una cantidad de unos 30
o 40 individuos, siendo ellos el blanco de estas personas. Sobre 10 de estas
personas iban armadas y se acercaban hacia ellos. Añadió que por la distancia
algunos disparos pegaban en sus cuerpos, pero sólo se sentía la caída y sonaba
el pick up de las camionetas ya que en esos momentos estaban a unos 300
metros precisando que por procedimientos policiales ha visto que se han perdido
partes enteras del cuerpo, a consecuencia de disparos de escopeta. Tuvo temor
por sus hombres por lo que una vez que estaban más cerca se emplearon
disuasivos químicos, con carabinas lanza gases, con cartuchos de 37 mm.
Además, andaba con escopetas antimotines y armamento de puño. Estuvieron
alrededor de media hora hasta que llegó un vehículo, se subieron y se retiraron
del sector. Lo primero que determinó fue dar seguridad a los trabajadores
forestales, además de verificar el riesgo de la integridad física de las personas ya
que ellos no contaban con protección.
Por último, también se puede mencionar los dichos de los efectivos del
GOPE de Carabineros Patricio Palma Espinoza y Jaime Valdebenito Muñoz,
quienes en síntesis refieren un episodio acaecido el día 10 de junio de 2008,
mientras prestaban servicios en el predio de Labranza, sector de Tranaquepe,
donde mencionan que se encontró a la salida del fundo, después del límite, un
acopio de madera, donde luego de que uno de los efectivos policiales sostuviera
una conversación con uno de los presuntos involucrados, fue atacado por otro
sujeto que individualizan como de apellido Parra Leiva, con una motosierra
encendida , debiendo emplear en su contra la escopeta antimotines que portaban
en esos momentos.
395
99º: Que en lo referido a los robos y hurtos de madera, amén de la prueba
antes mencionada fue posible escuchar a Francisco Reveco Reyes, quien en su
calidad de subgerente de asuntos públicos, hizo mención a diversos ámbitos de
su quehacer, destacando aquella parte en que menciona, que es a partir del año
98 que comienza la problemática dándose inicio a una escalada de actos mucho
más violentos que los anteriores. Después de eso, ya en el 2005, ocurre un hecho
que dentro de la empresa fue muy mencionado, y es que ocurre que comienzan
una serie de robos y atentados, y en el Fundo de Ranquilhue se atacan casas de
personal de la empresa y se queman tres vehículos. En el año 2007, comienzan
mas reiteradamente a ocurrir este tipo de hecho, mencionando, que
principalmente dicen relación con el tema de la sustracción. Comienzan los robos
mucho más ordenados ya que extraen la madera mediante yuntas de bueyes,
camiones. Hizo mención también a que a fines del 2007 en un incendio, al que
concurrieron brigadas aéreas, fueron atacados de tierra y uno de los perdigones
le llegó incluso al piloto.
Hizo referencia a que después del atentado del 2005, la empresa tomó la
decisión de contratar un sistema de resguardo patrimonial, y es en el 2007, que
son atacados las primeras personas de resguardo, sufriendo daños
principalmente los vehículos. También el 2007 tienen atentado a un
guardabosque el cual es agredido con elementos contundentes y disparos, por lo
que toman medida de resguardo para protegerlos como ponerle protecciones anti
impactos en las ventanas y además de capacitarlos frente a eventuales ataques.
Añade otros ataques que ocurren en ese período, precisando que es en el 2008
que se comienzan a estructurar mejor los atentados. Hay protección a quienes
procedían a la sustracción de madera. A principios del 2008, se producen ataques
a personal de resguardo patrimonial en distintos lugares, como también la quema
de una cabaña donde no estaba el guardabosques, ataques a Carabineros,
debiendo incluso huir. Mencionó también entre otros hechos, un ataque que sufrió
una empresa de servicios donde son quemados un skidder, y un trineumático,
además hubo cortes de puentes, e incluso se extrajo un tubo de cemento. Todo lo
396
anterior habría ocurrido en la zona de Tirúa y Cañete, en las cercanías del Lago
Lleu Lleu, señalando entre los fundos afectados a Choque, Labranza, Ranquilhue,
Pallaco y Paillaco. En otra parte de su declaración dice que hay del orden de los
500 millones de pesos en daño directo para la empresa, además del incremento
en los costos los que se avalúan en más de 2000 millones de pesos. Las especies
sustraídas eran pinos y eucaliptus.
Agregó más adelante, que desde el año 98, comienzan una serie de robos
de madera y situaciones de violencia, contra bienes de la empresa y de
particulares. Se comenzó a sustraer bosques de pinos y eucaliptus, que crecían a
orillas del Lago Lleu Lleu, los que eran sacados y luego trasladados a las
comunidades. En los años sucesivos comenzaron a ser más, y ya en el 2004 a
2005, comenzaron a hurtar bosques completos, donde se veía a comuneros y
también transporte de personas que se dedicaban a lucrar con estos hechos. Ese
año 2005, fueron quemadas dos casas a orillas del Lago Lleu Lleu, refiriendo que
a las personas las sacaron con pijamas y con armas de fuego incluso sobre los
niños, debiendo después de ese hecho ser trasladados por los problemas
sicológicos, por las secuelas que les dejó el atentado, además que en esa zona
se quemaron muchas casas más, sin moradores.
Refirió que los años 2007 y 2008, se siguieron sucediendo los robos y los
incendios forestales siendo incluso baleado un helicóptero que prestaba a
servicios de combate de incendio. Eso fue hasta que el 2008, a raíz de medidas
de protección de los Tribunales, se logró parar un poco con protección constante.
Señaló como lugares donde se produjeron los robos y hurtos, los Fundos Choque,
397
la Playa, Tranaquepe, Labranza entre otros, haciendo una estimación de las
pérdidas ocasionadas con estos hechos.
Mencionó entre otros hechos violentos la quema de cabañas del año 2005,
en Ranquilhue, que fue la que más les afectó ya que se trataba de personas que
vivían allí y que fueron sacadas de sus casas durante la noche. También hubo
ataques a guardabosques, e incluso hubo uno en Tranaquepe en que le
dispararon a su vehículo, esto fue en Quidico. Iba a chequear unos robos de
maderas, pero no sufrió lesiones, sólo recibió disparos en camioneta. En
Labranza fue quemada una alcantarilla de acceso. Una metálica posterior fue
retirada por medio de una máquina. En su opinión, había gente organizada ya que
la madera era retirada con camiones. Hubo participación de comuneros, pero
también de gente externa, porque requerían combustible, por ejemplo, para las
motosierras.
Describió que en la zona había gente que estaba destinada a proteger a las
personas que cortaban y que se enfrentaban con Carabineros, incluso con
disparos. Reconoce asimismo nueve cartografías correspondientes a la
ubicación de los predios de la Forestal Mininco S.A, donde es posible apreciar
la ubicación de los Fundos Tranquepe, Paillaco, Ranquilhue, Las Playas,
Labranza, Pallaco, y Choque, con las indicaciones de las especies arbóreas que
allí se encontraban plantadas.
398
Fundo Choque, que tiene alrededor de 5 mil hectáreas, de propiedad de forestal
Mininco. En ese lugar estaba cosechando con torres de madereo, skidder y
trineumático, cuando le avisaron de madrugada a su domicilio de que se habían
perdido dos equipos en primera etapa y luego otros dos equipos. Al observar
estos hechos comprobó que estos habían sido incendiados.
399
vehículos. De ahí se instaló el campamento el que también se atacó, con clara
intención de causar terror en la gente que trabajaba en el lugar. También hubo
ataques a camionetas.
400
maneras en que fueron reaccionando las comunidades frente a gente que venía
de fuera a enseñar estas doctrinas.
Señaló que en la Octava Región el tema de las armas, surge por el año
2006, con los primeros atentados o amenazas con armas de fuego, eran al aire o
de amedrentamiento, pero luego fueron a los vehículos y a las personas. Los
ataques en el Fundo Ranquilhue fueron los años 2007 y 2008. La quema de
casas y vehículos en Ranquilhue fue el 2005 y 2006. Las talas ilegales con
sustracción de madera y apoyo de terceras persona para proteger a los que
hacían la faena, las tuvieron en Labranza durante el 2007 y 2008, en diferentes
etapas, incluso cuando estuvo Carabineros cuidando el lugar. Añadió que con
anterioridad sacaron gran parte de la madera colindante con la comunidad, no se
podía llegar y se sacaron más de 100 hectáreas. Era imposible entrar a dichos
lugares por las barricadas y la gente cuidando el ingreso, que llegaban a las
orillas del fundo y les disparaban, con todos los caminos cortados, comenzaban a
sonar las motosierras para entrar y empezaban a disparar. La única forma fue una
vez en un vuelo que les permitió tomar fotografías, percatándose de que
realmente había una faena montada en el sector, con bueyes, tractores,
motosierras.
100º: Que sin perjuicio de la explicación que hacen los policías José Luis
López Leiva, Jorge Ogueda Fuentes, y Cristian Araneda Peña, sobre cada uno
de estos hechos, se pudo recibir también la prueba pericial consistente en los
dichos del perito Felipe Diaz Sepulveda, quien señaló haber concurrido desde el
401
02 al 05 septiembre de 2008, al Fundo Labranza, de propiedad de Forestal
Mininco, ubicado en la Provincia de Arauco comuna de Tirúa, donde procede a
fijar fotográficamente lo que se observa en el lugar. Pudo observar diversos
sectores desde una torre además de los diversos desplazamientos de vehículos
que trasladaban cierta cantidad de troncos, como así también grupos de personas
que acompañaban a esos sujetos. Además concurrió desde el 15 de septiembre
de 2008 hasta el 17 de septiembre de 2008, al mismo lugar donde procedió a fijar
fotográficamente desplazamientos de vehículos de tracción animal y humana, que
trasladaban troncos. Fijó caminos forestales que mostraban ciertos baches, que
se encontraban cortados o tenían socavones en la vía, que los dejaba
inhabilitados para transitar vehículos. Además se fijó manchones de bosques que
no habían sido explotados por Forestal Mininco y un camión en el sector de Los
Álamos, que se encontraba estacionado dentro de una propiedad con troncos en
su acoplado.
Agregó más adelante que la primera diligencia se hizo desde una torre de
visualización de fuego, y se buscaba ver en panorámica los movimientos y
desplazamientos de vehículos. Era una torre de una altura aproximada de 30
metros que apuntaba hacia el sur y detrás se encontraba el Lago Lleu Lleu. En el
sur había un límite del terreno forestal, y se fijaba porque había una gran cantidad
de desplazamientos de vehículos, donde observó un continuo traslado de troncos.
No se acercaban porque había medidas de precaución que adoptar y no se sabía
con certeza el grupo de personas. Había que andar con cautela y con equipo de
seguridad como chalecos antibalas, ya que el momento era complicado. Desde
esa torre hacia los sectores había como unos 400 metros. Conversando con los
Carabineros que se encontraba en el lugar apreció que muchos de ellos tenían
rastros de perdigones en su cuerpo que daban a entender un ambiente hostil en
el sector.
402
que se observa entre otras cosas la torre dentro del Fundo Labranza de Forestal
Mininco, una imagen del campamento, además que se observa un cartel metálico
con manuscrito. Se observan imágenes con tránsito de personas, pequeños
manchones y conforme a los dichos del perito se deja mucha maleza que no es
costumbre de la Forestal, haciendo el perito una descripción a partir de una
imagen panorámica, del desplazamiento de los vehículos por la zona. Se muestra
una serie de imágenes que permiten observar ciertos vehículos trasladando
troncos y otros vehículos que van en dirección a explotación, además de un
tractor de color rojo, con personas, que en algunos casos llevan sus rostros
cubiertos. También fue posible observar un camión con acoplados y con una
carga de troncos, y asimismo unos bueyes que eran llevados al sector de la
faena.
En efecto, tal situación fue largamente referida, tanto por los propios
representantes y trabajadores de la empresa afectada que declararon en
estrados, como así también por los Carabineros que cumpliendo las instrucciones
impartidas por el Ministerio Público, debieron concurrir a prestar auxilio a los
afectados, a los sectores en donde se desarrollaban las faenas de la empresa en
cuestión, quienes también pudieron observar la existencia de faenas ilegales de
tala de árboles, en diversos espacios, de los distintos fundos propiedad de la
Forestal.
Por otro lado, son estos mismos antecedentes, los que permiten dar cuenta
de la existencia de varios ataques que afectaron a personal policial, y a
trabajadores forestales en la zona, algunos de ellos particularmente violentos,
toda vez que daban cuenta del empleo de armas de fuego del tipo escopeta, ya
sea a través de emboscadas que se efectuaban en los caminos que recorrían
estas personas, o bien obedeciendo a una respuesta frente a la presencia del
personal policial, en aquellos lugares en que los mismos sujetos, realizaban sus
405
faenas ilegales, resultando especialmente conmovedor, por sus consecuencias, el
acaecido el día 01 de octubre de 2008, en donde el carabinero Eduardo Bastías
Marín, luego de concurrir junto a otros funcionarios a una tala ilegal en el sector
de Choque, terminó perdiendo la visión de un ojo, como resultado del impacto de
un perdigón que recibió de parte de encapuchados.
406
ha sido entendida generalmente como un verbo rector distinto que especifica y
delimita este tipo penal.
Esto quiere decir, siguiendo la norma citada, que las acciones que
emprenda la misma, han de tener la finalidad de producir en la población o en una
parte de ella, el temor justificado de ser víctima de delitos de la misma especie, ya
sea por la naturaleza y efectos de los medios empleados, o por la evidencia de
que obedece a una plan premeditado de atentar contra una categoría o grupo
determinado de personas, o bien, porque se cometa con la intención de arrancar
o inhibir resoluciones de la autoridad, o imponerle exigencias.
103º: Que acorde con lo que se viene diciendo, y conforme con el mérito de
los hechos descritos en la propia acusación, se estima que no existen elementos
suficientes como para dar por establecido, que las acciones desplegadas por este
grupo de personas, tuvieran como fundamento, la existencia de un programa
criminal tendiente a la comisión de delitos que deban calificarse como terroristas.
407
identidad, además de órganos de resistencia territorial, y finalmente una serie de
redes de apoyo, que intervendrían desde fuera. Sin embargo, este perito, no
discurre mayormente, respecto de la real relevancia, que han tenido tales
planteamientos, en las acciones concretas que se han producido en esta zona,
más allá de que dicha organismo aparezca reivindicándolas a través de
numerosas publicaciones tradicionales y electrónicas, sino que más bien su
análisis, dice relación con una visión general de la orgánica de tal organización, y
con el liderazgo que ejerce Llaitul en ella, sin indicar tampoco, cuáles han sido las
fuentes de información que ha tenido a la vista para arribar a tales conclusiones,
cuestión muy importante si lo que se pretende es dar por acreditado un
determinado hecho.
Tampoco aparecen como contundentes en este punto, los dichos del perito
Diego Rojas Daydi, quien sin dudar de la calidad técnica que tiene, hace toda
una descripción de esta agrupación denominada Coordinadora Arauco Malleco, o
CAM, definiéndolo como un grupo que llega a las comunidades donde hace
inducciones, reclutando a los jóvenes, y tratando de erradicar de esos sectores a
las personas no mapuches que tengan actividades agrícolas o forestales, pero no
obstante ello, no entró dentro de su larga exposición, a realizar un análisis más
específico, de los elementos concretos que permitan vincular las ideas de dicha
organización con los eventos ocurridos en esta zona, que vaya más allá de la
serie de deducciones o inferencias que él extrajo a través de su observación.
408
Carabineros, los cuales, fueron ampliamente difundidos por los referidos medios
de comunicación, dando cuenta asimismo de la reivindicación de aquellos por
parte de la denominada Coordinadora Arauco Malleco. Sin embargo, tales
comunicados no resultan ser causal suficiente para comprender que existe una
organización terrorista, dado que no es fácil su vinculación con todos los que
figuran como acusados en la presente causa.
106º: Que como se indicó de manera precedente, solo se puede dar por
establecida la existencia de un grupo de sujetos que bajo la idea de lo que se ha
venido en llamar el concepto de proceso de recuperación productiva de tierras,
participaba del hurto y robo de madera de la zona, los cuales conforme se puede
apreciar de las fotografías exhibidas, mantenían entre sí, una relación y sentido
409
de unidad, que les permitió mantenerse agrupados principalmente durante el año
2008, período durante el cual, se distribuían y fragmentaban las funciones,
durante el proceso de extracción de la madera desde predios de la Forestal
Mininco, comenzando por su retiro del lugar utilizando diversos medios de
tracción con los que contaban, hasta su posterior comercialización, que es el
sentido que necesariamente ha de darse a la presencia constante de vehículos
mayores en el sector, incluidos camiones que trasladan los troncos previamente
cortados, todo lo cual, dada la coordinación, la puntualidad, y la persistencia en el
tiempo con que se fueron desarrollando, permite presumir que existió algún tipo
de liderazgo desarrollado al interior de la misma, siendo por ende subsumible
dicha organización, dentro del tipo penal previsto en el artículo 292 del Código
Penal. Es así, que entonces la presencia de sujetos armados acompañando a
dichos individuos, eventualmente agravaría la responsabilidad penal por este tipo
de hechos, pero los mismos, en nuestra opinión se explican más bien en el ánimo
del grupo de permanecer impunes frente a la comisión de estos delitos, y no, en la
intención de generar un control territorial absoluto sobre dichos lugares.
411
ataque a Carabineros en el que un efectivo resultó herido con un perdigón en el
ojo. Ello, no parece casual, y refleja un poco lo que se percibía en aquellos días
en la zona, sin embargo, más que vincularlo con determinada organización,
denota algún grado de conocimiento respecto de los partícipes en ese hecho,
pero aquello ha de ser materia de otro enjuiciamiento, y no del tema que nos
convoca en esta ocasión, en donde lo que se pretende es tratar de demostrar su
participación en esta organización.
Por otro lado, las numerosas escuchas telefónicas a que hace alusión el
ente persecutor en su clausura, dan cuenta efectivamente que aquel imputado
tenía permanente contacto tanto con otras personas, como así también con otros
de los acusados, pero no resulta tan evidente que efectivamente Héctor Llaitul,
primeramente formase parte del grupo de sujetos que durante largo tiempo
sustrajo madera desde los predios de la Forestal Mininco, y seguidamente cabe
reconocer que la temática de las conversaciones, no permiten esclarecer con total
exactitud este punto, más allá de lo difícil que sería encuadrar el período de
tiempo en que todos los imputados que fueron objeto de estas escuchas,
participaron efectivamente de dichos sucesos, considerando principalmente el
corto tiempo en que estuvieron intervenidos sus teléfono, el que resulta
notoriamente inferior a aquel que abarcaría todo el proceso de sustracción de
maderas en la zona.
412
caso pueden llevarnos a concluir que tales ideas reflejadas en sus dichos y
escritos, pudiesen ser un signo inequívoco, de querer formar parte del grupo en
estudio.
109º: Que por otra parte, en lo referido a José Huenuche Reiman, surgen
como antecedentes, para justificar su incriminación, como así también el liderazgo
del acusado Héctor Llaitul Carrillanca, los dichos proferidos por la pareja del
primero de nombre Millaray Garrido, que figuran en la Pista 496, correspondiente
al celular N° 97944068 , donde lo más relevante del contenido de toda esa
conversación interceptada, es precisamente donde la joven menciona a Héctor
Llaitul como líder militar de un determinado grupo, sin embargo, nuestra opinión
es que aquel indicio no resulta suficiente, y se ha descartado por no existir prueba
suficiente sobre la existencia de una organización terrorista de corte militar, más
allá obviamente del reconocimiento acerca de la ocurrencia de varios hechos
especialmente graves, que sí se han dado por establecidos. De igual forma, no
resulta del todo convincente, el mérito que surge de las escuchas telefónicas
entre este acusado y el testigo Carlos Martínez Parada, referidas a la venta de
una madera, toda vez que respecto de este acusado, en su escucha telefónica no
quedó del todo claro que se pretenda vender madera sustraída, ni mucho menos
que aquella hubiese sido extraída desde los predios de la Forestal Mininco.
110º: Que tratándose del acusado Juan Carlos Parra Leiva, la imputación
que hace el ente persecutor, se sostiene fundamentalmente en el mérito de las
conversaciones sostenidas nuevamente con el ya citado Carlos Martínez
Parada, de las cuales es posible inferir que efectivamente este último adquirió de
aquel, madera que sería sustraída, sin embargo, se trataría de una situación bien
precisa y determinada, que si lo estimase el ente persecutor, bien pudiese
constituir uno o más ilícitos independientes, cuya responsabilidad penal tendrá
que ser perseguida por cuerda separada, no constituyendo por sí sola, una razón
suficiente para considerarle miembro permanente de un grupo de individuos que
se dedica a robar madera de un predio ajeno.
413
111º: Que en relación con los dichos del testigo con identidad reservada
Nº27, cabe indicar que su testimonio pudiese ser interesante como punto de
partida, para construir la participación de los acusados en este hecho, respecto de
hechos relacionados con la sustracción de madera desde el sector de la Puntilla
de Tranaquepe, al interior de un predio de la Forestal Mininco ubicado en dicho
lugar, dentro de un período que comprendería de febrero a agosto de 2008. Ello
toda vez que el testigo señaló que se trataba de gente que “partía del sector de
Puerto Choque”, hasta el lugar, sindicando entre quienes intervendrían en estos
hechos a Nolberto Parra, Juan Parra, Mauricio Antilao, Ramón LLanquileo,
Mauricio Antilao, Carlos Muñoz, Víctor Antilao, Demian Ñeguey, Manuel
Pilquiman, Florentino Antilao, César Parra, Juan Manuel Muñoz, Leonel Carilao,
además de otras personas cuyos nombres no recuerda, precisando que
empleaban al efecto motosierras llevadas por Ramón Llanquileo, y bueyes que
eran proporcionados por Nolberto Parra.
En ese sentido, tales dichos no se corroboran con la mayor parte del resto
de la prueba de cargo, toda vez que esta última aparece mayoritariamente
referida a la zona de Labranza, con múltiples imágenes que son particularmente
convincentes sobre el particular, las cuales no obstante, fueron tomadas en
épocas diversas a las que el testigo señala, y difieren también con lo que sostiene
el testigo, de momento que se trata de sectores situados en lugares diversos el
uno del otro. Por otra parte, se debe analizar el real valor que se le puede dar a
los dichos de este testigo, ya que si bien, parece sincero en sus aseveraciones,
no se debe olvidar que en ciertos aspectos es bastante acomodaticio para
declarar, toda vez que mediante expresiones como “creo que”, “entiendo que” o
“me dijeron que”, elude responder derechamente acerca de puntos que son
importantes, como la forma en que tomó conocimiento de todo lo que estaba
sucediendo en esa zona, o sobre qué es lo que hacía realmente en dicho lugar,
en circunstancias que salta a la vista que, o tuvo algún grado de participación
concreta en tales hechos, o en su caso, conocía perfectamente lo que realmente
pasaba en el lugar, negándose en definitiva a entregar al Tribunal una información
414
que resultase algo más detallada o precisa sobre este punto, lo cual,
considerando la vaguedad o amplitud contenida, sin duda que afecta la posibilidad
de que por este solo medio de prueba, se pueda alcanzar plena convicción, de
que los sujetos sindicados, formaron parte de un modo permanente de la
agrupación dedicada a sacar madera del lugar.
416
115º: Que no se dará lugar a la agravante prevista en el artículo 12 N° 11
del Código Penal, invocada por el ente persecutor, durante la audiencia del
artículo 343 del Código Procesal Penal, toda vez que la ejecución del presente
delito a través de gente armada, es inherente a su comisión, y ha sido un
importante fundamento para considerar la concurrencia de un dolo específico de
tipo homicida, en la conducta penal que se atribuye a los condenados, de manera
que pretender hacer uso de dicho fundamento nuevamente en esta instancia,
aparecería como contradictorio con lo dispuesto en el artículo 63 del Código
Penal.
418
Respecto del Homicidio Frustrado del Fiscal Mario Elgueta, y las Lesiones
Graves sufridas por los funcionarios de la Policía de Investigaciones que le
acompañaban, por la naturaleza de los bienes jurídicos que se vieron afectados, a
saber, especialmente la vida y la integridad física de las personas, no se justifica
dar lugar a la mayor benignidad que consagra el artículo 75 del Código Penal, ya
comentado, toda vez que el fundamento mismo de dicha norma, se encuentra en
el menor reproche que merece quien por cometer un delito, debe necesariamente
cometer otro.
Este no es el caso, toda vez que las lesiones que sufren los agentes de la
policía que acompañaban al Fiscal en la camioneta, no son, o no aparecen como
una necesidad absolutamente inevitable por parte de los agentes que intentan
acometer en contra del representante del ente persecutor, sino que más bien, son
una directa consecuencia de la serie reiterada de disparos, efectuados en
dirección al vehículo que también transportaba a tales víctimas, como así también
en contra de quienes podían actuar en su defensa, de manera que su ocurrencia,
les resultaba perfectamente evitable.
420
caso de los celulares, cuya apropiación nada tiene que ver con el estado
emocional de un determinado individuo.
421
reproducido los mismos en la audiencia de juicio, sino que ha tratado de
desdecirse, a través de una serie de graves imputaciones en contra de los
funcionarios públicos, que participaron en las diferentes diligencias desarrolladas
durante la fase de investigación, lo que amén de haber sido descartado en este
juicio, resultaría contradictorio con la tesis de que efectivamente existió una
intención de colaborar por su parte.
424
concurriendo una circunstancia atenuante de la responsabilidad penal, y una
circunstancia agravante de la misma, aquellas serán compensadas
racionalmente, por lo que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 68 inciso
1° del Código Penal, se encuentran facultados estos sentenciadores para recorrer
la pena en toda su extensión.
425
respeto a la vida e integridad física de los agentes del Estado, son de una misma
especie. Por consiguiente, es dable por ser más favorable para los intereses de
los sentenciados, dar aplicación a lo dispuesto en el artículo 351 inciso 2° del
Código Procesal Penal, aplicando la pena señalada a aquel delito, que
considerado aisladamente, con las circunstancias del caso, tiene asignada una
pena mayor, aumentándola prudencialmente en uno o dos grados, acorde con el
número de delitos que se dieron por establecidos, en lugar de utilizar el sencillo
sistema consistente en la acumulación material o aritmética de las penas,
contemplada en el artículo 74 del Código Punitivo.
426
caso del primero, al no existir modificatorias de su responsabilidad penal, es
legítimo para el Tribunal recorrer la misma, en toda su extensión, habiéndose en
ambos casos, fijado la cuantía de la pena, dentro del rango inferior que era
posible aplicar.
128°: Que en lo referido a los imputados que han sido absueltos, se eximirá
también del pago de las costas de la causa, a las querellantes Gobernación
Provincial de Arauco, Forestal Crecex y Forestal Mininco, como así también al
Ministerio Público, toda vez que no se vislumbró que se hubiese efectuado en
estrados un ejercicio abusivo, desmedido o arbitrario, de la acción penal,
resultando por lo tanto plausibles los motivos que han tenido todos ellos para
litigar, sobre todo considerando que las imputaciones efectuadas en sus
acusaciones, contaron en su oportunidad, con el respaldo suficiente en el
resultado de la actividad indagatoria desarrollada por el ente persecutor, según
fuera descrito por los testigos en el juicio.
427
Excelentísima Corte Suprema sobre la forma y contenido de las sentencias
dictadas por los Tribunales de la Reforma Procesal Penal, se resuelve:
428
Lo anterior, conjuntamente con las penas accesorias de inhabilitación
absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la
de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la
condena.
429
Investigaciones de Chile en ejercicio de sus funciones, todos ellos en carácter de
terroristas, y de Atentado en contra de la autoridad, cometidos en la comuna de
Tirua, el día dieciséis de octubre de dos mil ocho.
430
VI.- Que se absuelve a los acusados Marco Mauricio Millanao Mariñan,
Eduardo César Painemil Peña, Simón Eras Millas Paillan y Jorge Andrés
Santi Leal de los cargos formulados por el delito de Incendio Terrorista, cometido
el día nueve de agosto de dos mil nueve.
431
II.- Que se exime a las querellantes Gobernación Provincial de Arauco,
Forestal Crecex S.A., y Forestal Mininco, como asimismo al Ministerio Público
del pago de las costas, respecto de los imputados que fueron absueltos en esta
causa.
1
Lecciones de Derecho Penal Chileno, parte especial. Politoff, Matus y Ramírez. Pág.473.Editorial
jurídica de Chile, segunda edición, año 2006.
434
colocación de bombas, artefactos explosivos e incendiarios o artificios de gran
poder destructivo entre otros que detalla, aún respecto de las conductas que allí
tipifica, exige que se persiga la finalidad descrita en el artículo primero de la
referida ley para ser considerados delitos terroristas, puesto que por sí solo, el
empleo de dichos aparatos, no basta para configurar tal delito.
Notas para un concepto funcional de terrorismo. Dr. Víctor Gómez Martín, profesor titular de
2
437
familias, y fue el único en el que había personas habitando los inmuebles que
fueron quemados, los que fueron sacados mediante intimidación de sus moradas,
por lo que en este caso efectivamente se afectó a otros bienes jurídicos tanto la
propiedad como también se puso en peligro su vida e integridad física y psíquica,
sin perjuicio de que dichos bienes también son cautelados por el delito de
incendio por su carácter pluriofensivo, atendido el peligro de propagación que
conlleva el uso malicioso del fuego, y que como ya se indicó la norma que
sanciona el incendio común ya contempla, considerando también, que en lo que
respecta a la forma de comisión del ilícito, la historia fidedigna de establecimiento
de la Ley 20.467, correspondiente a la última modificación de la normativa
antiterrorista, dejó constancia que la eliminación de la referencia a la crueldad en
la ejecución del delito en la redacción actual de la ley, obedecía a que esta
circunstancia ya estaba contemplada como agravante en el Código Penal,
siguiendo en esta parte concepciones modernas del derecho punitivo, de lo que
se colige que no es posible entonces estimar que la crueldad en la comisión del
ilícito sea lo que permite su calificación de terrorista, sin perjuicio de su
consideración como agravante del delito común.
Situación distinta, como ya se señaló fue la ocurrida con los siniestros que
afectaron a propietarios de cabañas recreacionales en la ribera del lago Lleu-Lleu,
puesto que las mismas se encontraban desocupadas, no eran habitadas
permanentemente y se ubicaban lejos de sectores poblados, no existiendo peligro
de propagación que previene la norma que sanciona el delito en tal caso, y así lo
indicó el prevencionista de riesgos y bombero Carlos Cameron Schwaner
respeto de las cabañas Aguayo-Ebensperguer.
Ahora bien, en cuanto a las víctimas de los ilícitos, aún si se estimare que
el grupo de cuatro propietarios, cuyos inmuebles de descanso fueron incendiadas
el año 2009, y los dos trabajadores forestales y sus familias que vieron
consumidas sus viviendas el 10 de noviembre del año 2005, constituyen la
categoría o grupo determinado de personas que la ley describe, no es posible
438
considerar que nos encontramos en el supuesto del artículo 1° de la Ley 18.314,
puesto que ello significaría hacer coincidir el temor que el agente pretende infundir
en la población o en una parte de ella, agotándolo sólo en el que sufre la víctima
del delito o su grupo familiar más cercano, ello según la prueba constituida por
sus propios testimonios estableció, puesto que al exigirse que el delito se cometa
con la finalidad de producir en la población o en una parte de ella el temor de ser
víctima de delito de la misma especie, presupuesto fundamental de toda conducta
terrorista, siendo el objetivo de la normativa que previene el terrorismo, sancionar
los actos que produzcan un temor extendido, que afecte a lo menos a una parte
de la sociedad y no es posible considerar que la legislación que previene
conductas terroristas las circunscribió al miedo, dolor, o impotencia que sufre en
mayor o menor medida, toda persona que ha sido víctima de un delito, el que
constituye una consecuencia repudiable, pero inherente a las secuelas del delito y
ya ha sido considerada por el legislador en la normativa penal que sanciona los
delitos comunes.
3
Corte Suprema de Justicia Argentina. Causa N°259, Arancibia Clavel, Enrique, Homicidio
calificado, asociación ilícita y otros.
440
un motín carcelario provocado con el objeto de forzar al gobierno del
correspondiente país a aceptar una determinada concesión no puede ser
reputado, por definición, como un acto de naturaleza terrorista” supuesto que no
se condice con la prueba rendida, por lo que no resulta acreditado como finalidad
perseguida por el agente en la comisión de los ilícitos acusados.
Así se estima que los hechos ocurridos el día 16 de octubre del año 2008,
en el sector Puerto Choque, comuna de Tirúa, y en los que resultó con lesiones
de carácter leve el Fiscal Mario Elgueta Salinas se enmarcan dentro del delito de
homicidio simple en grado de frustrado, conclusión a la que se arribó
analizando la probanza rendida en juicio, en especial los testimonios de las
víctimas del mismo, como también de los testigos presenciales, quienes de
441
manera directa pudieron apreciar el modus operandi del delito, como también las
circunstancias previas a su comisión, resultando también relevante la exposición
de los peritos que expusieron en el juicio sobre elementos de su arte o ciencia,
ilustrando al respecto y en definitiva, permitiendo en conjunto, obtener una visión
global del modo en que ocurrieron los hechos y la subsecuente calificación
jurídica de los mismos.
Así la víctima Mario Elgueta Salinas, fiscal del Ministerio Público, señaló
en estrados que el día 15 de octubre de 2008, se trasladó a Cañete a efectuar
diligencias administrativas, junto a dos funcionarios de la Policía de
Investigaciones, José Luis López Leiva y Jorge Ogueda Fuentes en una
443
camioneta blanca institucional del Ministerio Público que iba manejando él, porque
a la camioneta de Investigaciones en la que regularmente se trasladaban cuando
viajaban a ésta comuna se le había mandado a blindar los vidrios; agregando
también que entre las seis y siete de la tarde de ese mismo día supo de la
comisión de un ilícito cometido a las tres de la tarde en el sector de Puerto
Choque, el que afectó a José Santos Jorquera, por lo que decidió ir al lugar,
coordinando juntarse con carabineros en dicho sector al cual se dirigió sólo en
compañía de efectivos de la PDI, llegando a las 09:05 horas de la noche
aproximadamente a Puerto Choque, y avanzando hasta un kilómetro y medio
aproximadamente antes de la casa de José Santos Jorquera, al ver palos
quemados, ya apagados como barricada, por seguridad se devolvieron a un lugar
que estimaron seguro, ingresaron a un cruce del camino y se apegaron a la ladera
del cerro El Flojo y allí esperaron la llegada del contingente de carabineros, en el
cual se intercalaron en cuarto lugar, acción que concretó aproximadamente a las
22:00 horas, arribaron a la propiedad de la víctima en donde efectuaron las
diligencias pertinentes, y se retiraron del lugar pasadas las 23:30 horas, junto a
los funcionarios policiales a quienes transportaba, en la camioneta blanca ya
descrita. Al salir del domicilio, lo hizo detrás de una tanqueta mowag, siendo luego
adelantado por el vehículo que ocupaban los funcionarios del GOPE, y enfilando
todos hacia Cañete para ir a Concepción. Luego de avanzar un kilómetro
aproximadamente en una especie de subida y en una curva, en la parte del
cementerio de Puerto Choque, el mowag se detuvo y enfocó dos árboles de pino
que obstruían el camino, el vehículo blindado trató de avanzar y de romper la
barrera, ante ello los del GOPE se bajaron y él le dijo al comisario López Leiva
parece que nos van a disparar, viendo a un costado suyo un fogonazo y la luz de
la escopeta, por lo que se agachó, se tiró al lado en la misma camioneta, y el
vidrio del piloto estalló. Él permaneció agachado, escondido y escuchó una serie
de disparos más, o al menos uno. Aseveraciones que fueron corroboradas por el
funcionario de la Policía de Investigaciones José Luis López Leiva, quien en su
calidad de jefe de la Fuerza de Tarea del Bío-Bío, unidad dedicada a la
investigación de ilícitos cometidos en contra de particulares y empresas forestales
444
en el sector del Lago Lleu-Lleu, ese día viajaba junto a Mario Elgueta Salinas en
el asiento del copiloto, refiriendo que el 15 de octubre del año 2008 a las 6:30 a
7:00 horas, el fiscal recibió una llamada informándole que José Santos Jorquera
había sido amenazado y su propiedad asaltada, ante lo cual se pidió apoyo a
carabineros, pues el número de cuatro policías que lo acompañaba era muy
menor para las condiciones. Acordaron juntarse con la policía uniformada en el
cruce de San Ramón, entre las 21:00 a 21:30 horas. Partieron ellos antes,
llegaron hasta un corte con árboles en el camino, se mantuvieron ocultos, y
esperaron hasta escuchar la llegada carabineros, como el mowag, vehículo tipo
tanqueta venía primero, desplazó los arbustos y lograron llegar a la propiedad de
Santos Jorquera. Aproximadamente a las 00:30 hrs. salieron de la propiedad,
llegaron al camino asfaltado y pasaron los trozos de madera que antes fueron
desplazados por el mowag, iban en tercera posición, detrás de ellos un carro del
GOPE, llegaron a una curva en el sector del cementerio, vieron un camión tres
cuartos pegado al cerro, avanzaron y al ver que los vehículos de adelante
encendieron las luces de freno, le dijo a Elgueta que apagara las luces y fueron
atacados, tomó al fiscal y lo dispuso en el pilar de la camioneta que va al medio,
abrió la puerta en su totalidad para protegerse y empezaron a bajar sus colegas
heridos, puesto que al reventar el vidrio del conductor ingresaron un par de
impactos más a los asientos posteriores y al proteger sus rostros, los tres que
iban atrás recibieron lesiones en sus manos y antebrazos; señalando también que
los disparos eran hacia abajo, a dos metros y medio a cuatro metros, era muy fácil
dispararles, ese sector no tenía luz artificial, estaba bastante oscuro y al repeler
los ataques, la luna recién esta poniéndose a su vista. Complementó lo dicho por
este testigo, la deposición de Jorge Ogueda Fuentes, funcionario de la Policía de
Investigaciones que perteneció a la Fuerza de Tarea del Bío-Bío, y en ese
contexto acompañó al fiscal Elgueta a la casa de Santos Jorquera el día de los
hechos, al retirarse del lugar, puesto que se necesitaba luz de día para trabajar de
mejor forma el sitio del suceso, se juntaron a la caravana, avanzaron unos metros
y entraron al camino asfaltado; conducía el fiscal Elgueta , a su lado iba López
Leiva y atrás el testigo junto a los otros dos funcionarios de la Policía de
445
Investigaciones. Doblaron la curva pasado el cementerio, avanzaron no más de
cien metros, el mowag se detuvo, la camioneta que lo seguía también e
inmediatamente comenzaron a dispararles desde altura, impactando por el lado
izquierdo por donde venía el Fiscal, inmediatamente un segundo impacto ingresó
hacia su persona y hacia su colega Rojas, recibiendo impactos los tres ocupantes
de la parte trasera de la camioneta. Al bajar del vehículo, observó hacia el frente y
vió a un sujeto que disparaba una escopeta y a otro más a su costado izquierdo.
Estuvieron como diez a doce minutos disparando, a no más de siete u ocho
metros. Indicó también que en la caravana había trece a quince vehículos,
algunos de los cuales quedaron en la casa de Santos Jorquera, añadiendo que la
caravana se componía de furgones tipo mini bus, camioneta del GOPE, carro
mowag, retenes móviles, todos con los colores institucionales, salvo la camioneta
del fiscal y la de la SIP. Para completar la escena vivida al interior de la camioneta
blanca, se contó con el testimonio de Alejandro Rojas Riffo, inspector de la PDI,
miembro al igual que los anteriores policías de la denominada Fuerza de Tarea de
Bío-Bío, el cual señaló que el 15 de octubre de 2008, se dirigió junto a Walter
Oyarce al campamento del fundo Labranza, donde alrededor de las 18:00 horas
arribó Mario Elgueta Salinas, acompañado de José Luis López Leiva, en una
camioneta blanca de la fiscalía que manejaba él mismo. A raíz del ataque a un
lugareño, decidieron constituirse en su domicilio, dirigiéndose al lugar alrededor
de las 21:00 horas, en la camioneta blanca. Se quedaron en el camino cercano a
la escuela de Puerto Choque, en espera de Carabineros que llegaron en caravana
encabezados por el mowag, y que estaba compuesta por aproximadamente
quince vehículos corporativos, se introdujeron en ella en el sector de Puerto
Choque, llegaron al domicilio de Santos Jorquera, el fiscal conversó con la
víctima. Se retiraron del lugar pasada la medianoche, en caravana nuevamente,
ellos en cuarto lugar, la noche era muy oscura y comenzó a salir la luna llena.
Llegando a la curva del cementerio, árboles bloqueaban el camino, al detenerse
en menos de un segundo comenzaron a disparar. Refirió que los disparos
comenzaron por ambos costados, muchos fogonazos, vidrios quebrados,
repelieron el ataque, estaba muy oscuro y entre las cortinas de árboles, salió
446
fuego de la boca de las armas, vio varios fogonazos, desde arriba a tres o cuatro
metros de distancia, no vio a las personas que los atacaron, pero estimó que eran
quince sujetos o más por la calidad del ataque.
447
hay un nivel más alto, había varios árboles cortados que impedían el paso, y un
camión tres cuartos con propaganda política con dos jóvenes y un adulto; el
vehículo blindado no pudo avanzar, porque iba con problemas de tracción, al
frenar se asomó un sargento de la tanqueta, la camioneta de carabineros que la
seguía pisó el freno y comenzaron los disparos desde la izquierda hacia el
mowag, la camioneta verde blanca, a la blanca y a la suya que venía más atrás
como medida de resguardo, el chofer le informó desde donde eran los disparos y
le pasaron el visor nocturno, logrando ver la silueta de una persona que disparaba
hacia abajo al furgón, se pasaban escopetas y volvían a disparar, vio siluetas de
cuatro a cinco personas aproximadamente unos veinte a treinta metros, la
distancia que tiene el largo de cuatro vehículos. Explicó que vio disparar a dos
personas, que la noche era bastante oscura, que observó disparos sólo del
costado izquierdo del camino y sintió disparos a su espalda, metros más atrás. El
ataque fue corto no duró más de un minuto, estimando dispararon diez a doce
veces contra cada camioneta. Complemento de lo anterior, fue la declaración del
carabinero Eladio Quiroz Silva, quien indicó que el día 15 de octubre del año
2008, se le indicó que debía juntarse con funcionarios que venían de Cañete, en
la ruta P-70, para acompañar al fiscal al sitio del suceso que describe como el
camping de Santos Jorquera, en donde los funcionarios del GOPE aseguraron el
lugar, describió la noche como oscura, sin luz artificial, sólo el visor nocturno les
permitía ver, estuvieron allí dos horas aproximadamente, luego el comisario
ordenó la salida, el mowag iba primero, después el vehículo del testigo, detrás la
camioneta del fiscal con los funcionarios de Investigaciones, salieron del lugar,
avanzaron lenta y cuidadosamente, hasta que luego de avanzar tres a cuatro
kilómetros llegaron al lugar del ataque, escuchó disparos de armamento
automático, avanzaron más y observó árboles que obstaculizaban el camino, el
mowag quedó en pana, por lo que trataron de pasar por el lado y no pudieron
porque a un costado había un camión tres cuartos estacionado. Al costado
izquierdo de la ruta, en el mismo sentido que ellos iban, se empezaron a escuchar
disparos, el ataque comenzó por atrás, no se bajó con el primer disparo, los sintió
por atrás y fue a dar cobertura, se bajó y al dar tres a cuatro pasos sintió el primer
448
impacto sufriendo lesiones graves; escuchó ruidos de escopeta de varios lugares,
todos del lado izquierdo, el vehículo en que viajaba sufrió rotura del parabrisas
delantero, vidrio del conductor y daños marcados. La parte trasera del vehículo en
que viajaba daba al vehículo en que viajaba Mario Elgueta Salinas, al ir atrás no
se percató que estuvieran disparando a ese vehículo.
449
camino, quisieron dar la vuelta en u y se dieron cuenta que atrás venían los
carabineros; a quienes comenzaron a balear con escopeta de los lados del
camino, por unos quince a veinte minutos.
450
quien señaló haber examinado con fecha seis de enero del año dos mil nueve a
Mario Elgueta Salinas, quien le manifestó haber sido herido con arma de fuego en
la madrugada del 16 de octubre del año dos mil ocho, siendo atendido en esa
oportunidad en el hospital de Cañete, cuyo comprobante de atención indicaba
lesión en dorso de la mano derecha y al diagnóstico. Presentaba al examen una
lesión puntiforme en la mano derecha, la que calificó de lesión leve sin secuelas, y
que sanó en cinco a siete días, indicando el paciente no haber dejado de trabajar
por ello, añadiendo al ser contrainterrogado que las lesiones indicaban que los
disparos fueron de izquierda a derecha.
453
Las condiciones de visibilidad imperantes eran las mismas para atacantes
que para los atacados; en ese contexto llegaron al camino asfaltado que une
Puerto Choque con la carretera, asimismo, la oscuridad y la vegetación
circundantes impedían ver a los tiradores, más allá de sus siluetas, según
refirieron la casi totalidad de los testigos aún contando con visor nocturno, según
indicaron a éste respecto los testigos Jorge Pino Moreno y Eladio Quiroz Silva,
lo que permite concluir que ese mismo efecto se producía para los francotiradores
que disparaban al grupo de vehículos, y permitió observar el destello de los
disparos que les efectuaban, según refirieron los testigos Alejandro Rojas Riffo,
quien indicó que estaba muy oscuro y entre cortinas de árboles salió fuego de la
boca de las armas y vió varios fogonazos; y Pablo Cuevas Figueroa, conductor
del mowag, quien también refirió haber visto un fogonazo.
455
involucró a los acusados Carlos Muñoz Huenuman, a Segundo Ñeguey Ñeguey y
a su hijo Richard ya fallecido, eso no era verdad y que lo hizo porque, le dijeron
que le habían tomado las huellas y metieron al Carlos Muñoz, pero no era verdad,
que les dijo, en referencia a sus interrogadores, que había participado por temor,
que él les decía que sí, y firmó la declaración aún cuando lo que allí salía no era
verdad, como también que ante la policía sindicó a un partícipe que ante el
Ministerio Público no nombró, aspectos que revelan inconsistencias entre lo que
declaró ante una y otra institución; reflejan que son acomodaticias a las preguntas
de interrogador, y en definitiva llevan a considerarlas poco fiables para formar
convencimiento.
456
Investigaciones José Luis López Leiva y Alfredo Espinoza Ugarte, que el
testigo con reserva de identidad N°26 era uno más d e los imputados por los
hechos y fue detenido en el curso de la investigación de los mismos, y que en
dicha calidad, habría manifestado su voluntad de declarar y prestar colaboración,
dándosele posteriormente la calidad y protección de testigo, lo cual rebaja su
mérito probatorio, puesto que resultó evidente que no fue acusado por los hechos
materia del juicio, aún cuando de su mismo relato aparece situado de igual
manera que otros imputados que si lo fueron, tal como Carlos Muñoz Huenuman,
siendo plausible concluir que al prestar declaración obtuvo una ganancia o
beneficio relevante, restando credibilidad de la declaración obtenida.
5
El homicidio y sus figuras penales. Mario Garrido Montt, página 61
458
impactos se encontraban en el lado izquierdo. Expuso el perito Navarrete
Figueroa que por la dispersión de los perdigones pudo determinar que los
disparos se efectuaron a una distancia de ocho metros los más cercanos y los
más distantes alrededor de veinticinco metros, la mayoría de izquierda a derecha,
tomando el lado del conductor como izquierda, especificando que las armas
disparadas pudieron ser seis de un cañón o tres de dos cañones, el carro mowag
recibió un impacto a ocho metros, dio a la carrocería y al casco que protegía la
cabeza del conductor, el segundo vehículo identificado, el Z-4261, recibió seis
impactos entre los ocho y veinte metros, a continuación la camioneta ocupada por
el fiscal que recibió tres impactos que son perpendiculares, a ocho metros
aproximadamente, que dan de lleno, el tirador estaba frente al costado de la
camioneta, lo sigue otro vehículo que no fue impactado junto con el quinto, el
sexto vehículo, el Z-599, recibió también un impacto de adelante hacia atrás,
pudiendo ser uno de los mismos tiradores que dio a la camioneta del fiscal,
cerraban la caravana dos vehículos Z-3347 y Z-4251, que recibieron dos y un
impacto cada uno, respectivamente, a una distancia mayor, veinticinco metros
desde la boca del cañón al vehículo impactado, agregando el médico Juan
Zuchel Matamala que atendidas las heridas de las víctimas que examinó, los
disparos provenían del lado izquierdo.
459
sector, en fecha no determinada, y en ella uno de los interlocutores responde la
inquietud del otro respecto a si quienes sacaban fotos eran policías,
contestándole el otro que no, que estaba registrada pues correspondía a una
empresa de levantamiento fotográfico, audio que si bien da cuenta del hecho se
tenía vigilado el entorno, no atribuye dicho vehículo al Ministerio Público, ni a que
el fiscal manejara un vehículo de similares características, menos aún hace
alusión a algún conocimiento o antecedentes a ese respecto, esto es que un fiscal
maneje la camioneta en que transporta a policías y no a la inversa, debiendo
considerarse por máximas de experiencia que los vehículos tipo camioneta de
color blanco, no son exclusivas, ni identifican a ninguna institución, como también
que para poder observar dichas circunstancias debe haber luz y finalmente se
obtiene de dicho audio, que quienes refieren la información vía telefónica
estimaban como policías a las personas sin uniforme, que estaban sacando fotos,
en los alrededores, pero en ningún caso dan cuenta de un conocimiento previo de
la camioneta fiscal con las características de la que era conducida por Mario
Elgueta Salinas, como tampoco de la función de conductor que él desempeñaba,
destacándose además que tanto él como el testigo López Leiva refirieron que ese
día 15 de octubre, coincidentemente, se habían mandado a blindar los vidrios de
la camioneta de Investigaciones en la que los policías viajaban y como debieron
igualmente trasladarse a Cañete a efectuar diligencias administrativas, lo que
hicieron en el vehículo del Ministerio Público que condujo el fiscal.
6
Conforme lo expresado el profesor Labatut, la autoridad pública, en
cuanto tal, está expuesta a ser víctima de delitos que menoscaben su dignidad o
pongan en peligro la persona de sus representantes. El dolo en el delito de
atentado a la autoridad, simplemente debe ir dirigido a entrabar o impedir la
acción de la autoridad en el desempeño legítimo de su cargo, lo cual supone
conocimiento en el autor de la calidad de empleado público del ofendido y
de la legalidad de su actuación funcionaria, añadiendo que el delito es formal,
por cuanto se perfecciona por la sola ejecución de las figuras descritas en el tipo
6
Gustavo Labatut. .Derecho Penal. Tomo II, 7º Edición, página 98.
461
puesto que la seguridad de dichos funcionarios públicos, que diariamente asisten
a las audiencias en los tribunales debía constituir una preocupación primordial del
legislador. Se estimó entonces que los principios de oralidad y de la publicidad de
las audiencias permiten que en la mayoría de los casos las familias de las
víctimas y de los eventuales victimarios se vean enfrentadas en una misma sala y
en repetidas audiencias. 7
Introducida la norma del artículo 268 ter, la cual prescribe: “El que mate a
un fiscal del ministerio Público o aun defensor penal público en ejercicio de sus
funciones, será castigado con la pena de presidio mayor en su grado máximo a
presidio perpetuo calificado.” Nos encontramos frente a una figura agravada de
homicidio, expresión con la cual se pretende individualizar figuras de homicidio en
las cuales la concurrencia de una circunstancia, que generalmente coincide con
una circunstancia agravante de responsabilidad, (en este caso, bien pudiere
contenerse en la contemplada en el artículo 12 N°18 , esto es, ejecutar el hecho
con ofensa o desprecio del respeto que por la dignidad o autoridad mereciere el
ofendido) aumentando en buena parte el desvalor general que el legislador
reconoció a la acción de matar a otro, a tal extremo que llegó a crear para
sancionarlo una figura diversa a la del homicidio simple.8 Atendido lo reciente de
la norma que tipifica la conducta que da muerte al fiscal del Ministerio Publico en
razón del ejercicio de sus funciones, su análisis no ha sido desarrollado
mayormente en la doctrina y jurisprudencia nacionales, sin perjuicio de ello, en
cuanto a análisis del dolo del sujeto activo en relación al sujeto pasivo, se estima
posible asimilarlo a la figura del parricidio, pues al respecto se comparten las
interrogantes que la norma contempla, así una de ellas emana del dolo del
agente, el cual no se satisface en este caso con el hecho de que el actor sepa
7
Extracto. Biblioteca del Congreso Nacional. Historia de la Ley 20.236; 27 de diciembre de
2007. Páginas 4,5y 54.
8
Mario Garrido Montt. El homicidio y sus figuras penales. Co-edición Duchi Ltda y
Ediciones Encina. Página 135.
462
que con su acción priva de la vida a una persona, ya que por la redacción de la
norma al incluir la exigencia relativa a que la muerte debe ser provocada en el
ejercicio de sus funciones, entendemos exige que este sepa que la persona en
contra de quien se ejecuta la acción homicida, es un fiscal del Ministerio público,
si falta dicho conocimiento habrá homicidio simple y no la figura calificada. Así el
delincuente que quiere cometer el delito de homicidio, pero ignora que la víctima
es un fiscal del Ministerio Público en ejercicio de sus funciones, lo mata, si bien se
da el tipo objetivo que la norma especial contempla, pero no concurre el tipo
subjetivo, pues el autor de la muerte creía que la víctima era un extraño. En el
entendido que no basta sólo que se acredite que el sujeto pasivo del delito era un
fiscal del Ministerio Público, a quien se da muerte en ejercicio de sus funciones,
sino que es necesario, que se compruebe que dolo del autor, sea precisamente el
de dar muerte al fiscal y no a otra persona, cualquiera sea esta, para lo cual será
necesario que se establezca que autor del delito tenía un conocimiento cierto de
ello, razón por la cual se descarta la posibilidad de que el delito en cuestión se
configure cuando hay duda o ignorancia al respecto.
463
A este respecto, el profesor Politoff señala que “esta regla es importante,
no sólo con respecto a circunstancias modificatorias de responsabilidad, sino
también respecto de los delitos en que la persona objeto de la acción del delito es
portadora de características que son básicas para la clase de mal en que consiste
determinado tipo de injusto, por ejemplo la relación de parentesco en el parricidio.
En efecto, en la sesión 116 de la Comisión redactora se hizo constar
expresamente que al hablar de “circunstancias no conocidas del delincuente” se
tenían en vista situaciones como las de alguien que creyendo matar a un extraño
mata a su padre. Se sigue de lo dicho que cuando la ley usa la expresión
“circunstancias” no alude necesariamente a aquellas enumeradas en los artículos
11,12 y 13 del Código Penal, sino también a algunas que puedan estar injertadas
en la descripción típica. 9 La persona como norma general no integra el tipo penal,
por ello el error a su respecto no repercute en el tipo penal, no obstante a veces
puede tener trascendencia. Corresponde distinguir entre el simple sujeto pasivo
del delito y cuando además, ese sujeto es el objeto de la acción, o sea cuando la
actividad del actor recae materialmente sobre la corporeidad física de la víctima. II
La situación puede variar cuando la persona es el objeto material de la acción,
como sucede con los delitos de homicidio. El problema se suscita cuando
conforme al tipo, dicha intercambiabilidad no es posible, como acontece con
algunos delitos especiales. En nuestra legislación la solución la da el inciso final
del artículo 1° del Código Penal: el sujeto debe se r castigado como autor de
homicidio simple. La norma general es, entonces, que el error en cuanto a la
persona del sujeto pasivo es irrelevante para los efectos del tipo, a menos que
dicho error afecte a uno de sus elementos, como pasa cuando el sujeto pasivo es
al mismo tiempo el objeto material de la acción, y además se exige una condición
9
Sergio Politoff Lifschitz. Derecho Penal; Editorial Cono Sur Lexis Nexis Chile; página 353
y sgtes.
464
especial de calificación para ser sujeto pasivo (parentesco, minoridad de edad,
ser funcionario público, etc.)10
10
Mario Garrido Montt. Derecho Penal. Parte General. Tomo II. Página 126.
465
sólo en nuestra legislación sino también en la comparada y se ha implementado
con el fin de procurar protección a los testigos en casos graves y calificados, el
artículo 308 del Código Procesal Penal, faculta al tribunal para disponer medidas
especiales destinadas a tutelar la seguridad del testigo que lo solicite. Asimismo
se impone al Ministerio Público el deber de adoptar de oficio o a petición de parte,
las medidas que estime procedentes para conferir al testigo, antes o después de
prestadas sus declaraciones, la debida protección. Esta norma es coherente con
la obligación de prestar asistencia y protección a víctimas y testigos.11 Del mismo
modo, atendida la importancia que reviste la seguridad del testigo o perito en la
persecución de delitos graves, el legislador también se ha ocupado de regularlo,
así el artículo 372 ter del Código Penal, en materia de delitos sexuales, establece
que el juez puede disponer medidas de protección del ofendido y su familia; en
materia de la legislación que sanciona el tráfico ilícito de drogas, la ley 20.000, en
su párrafo segundo establece medidas de protección a testigos, peritos, agentes
encubiertos, reveladores, informantes y cooperador eficaz, asimismo, la ley
18.314, en sus artículos 16 y siguientes contempla igual protección.
11
María Inés Horvitz Lennon. Derecho Procesal Penal Chileno. Editorial Jurídica. Tomo II.
Pág.282).
12 María Inés Horvitz Lennon. Derecho Procesal Penal Chileno. Editorial Jurídica. Tomo II. Pág.286
466
se atribuyere participación en un hecho punible desde la primera actuación del
procedimiento dirigido en su contra, y es aquí donde surge el cuestionamiento a la
valoración de esta prueba: si bien es plenamente válida la protección otorgada a
un testigo en los cuerpos legales en los que se contempla, al otorgarse en este
caso, protección al imputado-testigo, sin haberlo perseguido penalmente, se
trastoca la finalidad que la norma persigue, al obtener el declarante no sólo la
protección debida derivada de su calidad de testigo, en este caso en el marco del
artículo 18 de la Ley 18.314, sino que de manera excepcional, obtuvo no ser
perseguido penalmente, estableciéndose a su favor una especie de blindaje, que
nuestra legislación penal no contempla y que afecta el derecho de defensa al
impedir preguntas que buscan establecer su credibilidad, imparcialidad o
idoneidad, puesto que en el contrainterrogatorio se corre el riesgo de descubrir su
identidad con sus respuestas, siendo precisamente en este caso cuando las
preguntas que tiendan a descubrir eventuales motivaciones secundarias que
inciten al testigo a declarar revisten vital importancia.
13
María Inés Horvitz Lennon. Derecho Procesal Penal Chileno. Editorial Jurídica. Tomo II.
Pág.316)
467
esclarecimiento de los hechos investigados o permita la identificación de los
responsables. Las normativas mencionadas establecen recompensas, que no
llevan a la exención de responsabilidad penal, las que en la Ley 18.314 también
se contemplan, incorporando en sus artículos 4 y 9, una atenuación de la
responsabilidad penal a través de la figura de la cooperación eficaz, la que tiene
por primordial objeto esclarecer los supuestos fácticos de una investigación sobre
este tipo de hechos y prevenir o impedir la ejecución de otros delitos con carácter
terrorista. Asimismo, se contempla de modo excepcional, la figura del
desistimiento del acto terrorista tentado, exigiendo para que opere, que se
cumplan como requisitos esenciales para eximir de responsabilidad, la revelación
a la autoridad del plan delictual y de sus circunstancias. Además, tratándose de la
conspiración y de la tentativa en que intervienen dos o más sujetos, se exige que
dicha revelación haya efectivamente impedido la consumación del hecho.14
Exigencias de la ley que no son coincidentes con las circunstancias de hecho que
afectan al testigo protegido N°26 y no pueden expli car su actual calidad jurídica,
que se ha transmutado por decisión del ente persecutor, más aún si se tiene en
consideración que los hechos respecto a los cuales declaró no fueron calificados
como conductas terroristas por éste Tribunal.
14 Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. Historia de la Ley 20.467. Año 2010. Página 8.
468
B. DERECHO A GUARDAR SILENCIO Y A CONTAR CON DEFENSA
LETRADA:
No fue posible corroborar tal cumplimiento en este caso, toda vez que
como ya antes se refirió, el funcionario Alfredo Espinoza Ugarte, manifestó que
no recordaba haber consignado en su informe haber leído sus derechos al
imputado, lo que reviste importancia dado que también agregó que Huillical
470
señaló que no quería tener abogado defensor para que no se filtraran las
informaciones, y por otra parte el testigo también informó que entre los cuatro
policías que tomaron declaración al acusado, estaban José Luis López Leiva y
Jorge Ogueda Fuentes, entre otros, funcionarios policiales, quienes
acompañaban en la camioneta a Mario Elgueta Salinas la madrugada del día 16
de octubre del 2008, en que fueron atacados en Puerto Choque, siendo el primero
copiloto del fiscal y el segundo, víctima de lesiones graves producto del ataque, y
que el acusado fue detenido precisamente por su eventual participación en esos
hechos.
A la luz de ésta información, tal afirmación despierta las mismas dudas que
ya se delinearon respecto del testimonio del testigo con reserva de identidad N°26
y que también ocurrió con el testigo N°27, puesto q ue, en su caso, ambos sujetos
se situaron en el día y hora y lugar de los sucesos que refirieron y que
correspondían a hechos que a juicio del Ministerio Público revistieron carácter de
delitos, según lo describió en la acusación. Todos habrían renunciado a su
derecho a guardar silencio y a contar con defensa letrada, entregando como
motivo el temor a que sus declaraciones se filtraran o que fueran conocidas sus
identidades a través de los defensores; avalando con ello la actuación del ente
investigador, en desprecio de la intervención de otro ente esencial en toda la
etapa de persecución penal como lo es la Defensa, sea pública o privada, y en
todo caso, de la confianza del imputado de que se trate.
471
hecho que el traslado del imputado desde Temuco hasta Concepción, lo
efectuaron entre otros, el comisario José Luis López Leiva, y Jorge Ogueda
Fuentes, quienes según ya se refirió, fueron víctimas del delito que se imputaba
al detenido. Situación que parece irregular y que se relacionan con alegaciones
de la defensa respecto a malos tratos recibidos, puesto que quienes viajaban a
cargo del detenido eran precisamente los ofendidos con el delito cuya comisión se
atribuía al imputado, lo que reviste especial importancia analizar estos hechos a la
luz del artículo 195 y 196 del Código Procesal Penal, los cuales precaven toda
posibilidad de maltrato, amenaza, violencia corporal o psíquica, que menoscaben
la libertad del imputado a declarar, siendo el último aspecto el que dice relación
con la prolongación excesiva en la toma de declaración.
472
hubiere manifestado su deseo de declarar voluntariamente, y el fiscal autorizara
dicha diligencia a personal policial bajo su responsabilidad; pero no es posible
tener certeza que en este caso se salvaguardó su derecho a no declarar, y que
renunció voluntariamente a ello, toda vez que por lo ya expresado, aparece que a
su respecto no se respetaron estándares mínimos, lo que acarrea como
consecuencia que la confesión obtenida en tales términos se encuentre viciada y
no puede ser valorada al ser traída de oídas a juicio, de boca del funcionario
policial que la presenció.
C. PRUEBA PERICIAL.
473
teléfono y que se puede obtener información de las compañías telefónicas
respecto de cuantos chips o sim-card se insertan en un teléfono en base dicho
número único. Consultado por el Ministerio Público, señaló que la antena, es una
radio base ubicada en un sector, que en el caso la antena N°44 de la empresa
Entel esta se ubicaba en el sector Alto Antiquina, de la comuna de Tirúa, como
también lo informó el perito cartógrafo Alan Lenz Alcayaga, quien agregó que
dicha antena tiene tres celdas telefónicas, y que por información recabada de la
empresa Entel PCs, las llamadas efectuadas en una cobertura de 20 kilómetros a
la redonda que la antena abarca se remiten a una celda en particular, no siendo
posible que se remita a más de una celda. Informó el primer perito que la antena
de Antiquina es la única cercana al sector de los sucesos que se investigaban y
que los tráficos que ella registra informan la región, la comuna y la celda; siendo a
su vez informada la correspondencia entre las celdas, la antena y el predio en que
esta última se ubicaba, por el perito Álvaro Saavedra Fuentes, especialista en
planimetría forense.
Respecto del testigo- perito debe indicarse que al declarar como testigo de
cargo y por su calidad de policía, que por su propia naturaleza tiene una actividad
inquisitorial, la que generalmente se inclina a favor de la acusación, más que a
eximir de responsabilidad,15 lo que en su caso, al exponer también como perito,
atenta contra la necesaria imparcialidad, que la ley exige a este experto en
artículo 314 inciso segundo del Código Procesal Penal.
15
Mayra Campos Zúñiga. Revista de Ciencia Penales de Costa Rica. “Un tema para reflexionar: El fiscal como
testigo. N°20. Pág. 103.
474
El cúmulo de información respecto a los tráficos de llamadas cursadas por
los acusados entre sí o con terceras personas, con la indicación del número
telefónico, día, hora y duración de llamadas; y en el caso de las llamadas
efectuadas entre teléfonos Entel, también de la antena y ubicación geográfica
desde la cual se efectuaron las llamadas, fue información introducida en juicio por
funcionarios policiales que declararon como testigos o peritos, vinculándolos con
la ayuda del Ministerio Público al interrogarlos, a los registros de audios de los
teléfonos intervenidos, en el caso que se contara con ello, mediante la exhibición
de otro medios de prueba N°50, correspondiente a un a planilla Excel o master,
proporcionada por compañías telefónicas, la cual registraba los antecedentes ya
reseñados.
475
También genera cuestionamientos la consideración que sólo respecto del
acusado Héctor Llaitul Carrillanca se obtuvo un peritaje de voz, con un método
que registra un porcentaje de certeza cercano al cien por ciento con lo que se
certificó que la voz correspondía al mismo sujeto, según expuso el perito César
Sáez Elgueta, indicando que a su respecto se utilizó el método automático, no
sucediendo lo mismo con los restantes imputados puesto que el método aural al
cual algunas de sus voces se habrían sometido, el mismo perito indicó es un
sistema orientativo, que depende mucho de la experiencia del que escucha y de
que tenga un oído entrenado, método que por su subjetividad, no tiene el carácter
de científico como sí lo es el método automático, no existiendo por ello certeza de
que la voz que se atribuye, pertenezca a una persona determinada.
476
allá de toda duda razonable, establecida la participación de los acusados en los
hechos ilícitos que se dieron por acreditados.
RUC N° 0800932994-4
RIT N° 35-2010
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