Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
1. Cuestiones iniciales
1
MONTERO AROCA, Juan. “Derecho Jurisdiccional”, Tomo II, Valencia, Tirant Lo
Blanch, 2000, pág. 441.
2
MONROY, Juan. “Partes, acumulación, litisconsorcio, intervención de terceros y
sucesión procesal en el Código Procesal Civil”, Ius et Veritas, Año IV No. 6, junio de
[Escribir texto]
Este conflicto de intereses genera una relación jurídica sustantiva que en sí es la
controversia de intereses con relevancia jurídica, es decir, aquello que puede ser
materia de un proceso, porque de esta relación se genera, en alguno de los que
la conforman, la convicción de que puede reclamar al otro la satisfacción de su
interés. Esta aptitud para exigir que el contendiente reconozca el interés
reclamado se llama pretensión material; si es satisfecha no será necesario el
inicio del proceso. Es precisamente la negativa de la otra parte lo que marca que
el proceso deba comenzar y convierte la pretensión material en pretensión
procesal que será discutida, probada, alegada y al final decidida, dentro de un
proceso.3
[Escribir texto]
ordinarios que se adelantan ante el poder judicial, no obstante compartir con
ellos muchas de las instituciones procesales, solo que aplicadas en un contexto
de protección distinto, en donde rigen principalmente los principios de “dirección
judicial del proceso, gratuidad en la actuación del demandante, economía,
inmediación y socialización procesales;” todos los cuales le insertan una
dinámica propia a los procesos constitucionales.
En esta línea, “los fines antes señalados, que los procesos constitucionales se
proponen alcanzar, permiten establecer distinciones entre estos y los procesos
ordinarios, pues ambos tienen una naturaleza muy distinta.” 6 Dicha distinción ha
sido efectuada en diversos niveles: “por su finalidad, por el rol del juez, por los
principios que orientan los procesos constitucionales y por su naturaleza.” 7 Los
procesos ordinarios no tienen como objetivo hacer valer el principio de
supremacía de la Constitución, y no siempre persiguen la tutela de derechos
fundamentales; en los procesos constitucionales, los jueces tienen, el deber de
controlar la actuación de las partes, a fin de conseguir, dentro de un plazo
razonable, la tutela efectiva de los derechos fundamentales; en la práctica de los
procesos ordinarios esto no sucede. Los principios que orientan los procesos
constitucionales, nominalmente son compartidos por ambos tipos de procesos,
es indudable que la exigencia del cumplimiento de principios como de publicidad,
economía procesal, socialización del proceso, impulso oficioso, elasticidad y de
favor processum o pro actione, es fundamental e ineludible para el cumplimiento
de los fines de los procesos constitucionales. Por último, a diferencia de los
ordinarios, los constitucionales son procesos de tutela de urgencia.
[Escribir texto]
pretende que el juez constitucional conozca un conflicto jurídico, que en este
caso versa sobre la protección de derechos constitucionales, específicamente,
los derechos mencionados enunciativamente en el artículo 37 del CPCo. No
pueden conforman un conflicto jurídico amparable a través de este proceso,
aquellos que versen sobre derechos que carecen de sustento constitucional
directo o no están referidos a los aspectos constitucionalmente protegidos de los
derechos a los que hace mención el artículo 37. Es decir, en el caso del proceso
de amparo, los bienes jurídicos protegidos, sobre los que se genera un conflicto
con relevancia jurídica, son los derechos fundamentales que no se protegen a
través del habeas corpus o el habeas data. Este conflicto en torno a los
derechos señalados genera una relación jurídica sustantiva constitucional, que
será materia del proceso, tras la convicción de una de las partes de que su
derechos constitucionales están siendo amenazados o han sido violados y que
por ello puede reclamar; y la negativa de la parte demandada de cumplir con lo
solicitado, de lo cual se genera una pretensión procesal, que consistirá en el
cese de la amenaza o violación de los derechos fundamentales. El objeto
material a través del cual se considera infringido o amenazado el derecho debe
ser un “hecho o omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona”
(artículo 101.2 de la Constitución). Es bastante amplio el ámbito de protección a
través del proceso de amparo, tanto en sentido subjetivo, pues no sólo existe
tutela constitucional frente a actos de los poderes públicos sino también de
particulares, quienes pueden ser directa e inmediatamente objeto de la
pretensión de amparo; así como en sentido objetivo, pues en forma genérica
tutela como actos lesivos a hechos u omisiones. Lo cual no siempre sucede en el
derecho comparado. Por ejemplo, en España, el artículo 41.2 de la Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional, limita el objeto material sólo a “disposiciones, actos
jurídicos o vías de hecho” de los “poderes públicos”; no de cualquier persona,
sea funcionario o particular como en el proceso de amparo nacional.
[Escribir texto]
La capacidad procesal para ser parte la tienen todas las personas titulares de
derechos fundamentales -independientemente de si tales personas deban o no
ser titulares del derecho fundamental en concreto vulnerado, lo cual corresponde
a la legitimidad procesal-. La capacidad de ser parte en el proceso implica en
principio actitud para ser titular de los derechos materiales o sustantivos en
controversia o, mejor, aptitud para afirmar en un proceso que se tiene la calidad
de titular de tales derechos, a esto se le denomina legitimatio ad causam. En
esta lógica, un menor de edad, un enfermo mental, el concebido, entre otros,
pueden ser parte en un proceso, pues sólo es necesario la titularidad de un
derecho en conflicto amparado en la Constitución.
Es decir, sólo pueden sufrir los efectos materiales de los resoluciones en los
procesos de amparo (capacidad de ser parte) y, por lo tanto, sólo pueden ante él
deducir válidamente actos procesales (capacidad de actuación procesal) los
sujetos del derechos que sean susceptibles de ostentar la titularidad de los
derechos públicos constitucionales.10 La capacidad para ser parte, está
determinada en forma amplia, el artículo 202.2 de la Constitución el cual solo
hace referencia a quienes pueden ser demandados y en qué circunstancias. De
lo cual se desprende que tienen capacidad para ser parte en el proceso de
amparo todos aquellos titulares de derechos fundamentales, pasibles de ser
tutelados en esta vía. Esto incluye a las personas naturales, nacionales o
extranjeras; jurídicas, incluso, al concebido. Una primera conclusión sería que
parte “es aquel que, en su propio nombre, o en cuyo nombre se pide, invoca la
tutela jurisdiccional de algún derecho subjetivo, promoviendo la actuación de la
voluntad de la ley contenida en el derecho objetivo; también es parte aquel
contra quien se formula el pedido.”11
El Código Procesal Civil (CPC) distingue entre parte material y parte procesal. La
primera está regulada en su artículo 57, según el cual “Toda persona natural o
jurídica, los órganos constitucionales autónomos y la sociedad conyugal, la
sucesión indivisa y otras formas de patrimonio autónomo, pueden ser parte
material en un proceso.” Identificándola con la persona que integra o cree
integrar a relación jurídica sustantiva y que va a formar parte de una relación
procesal; es decir, aquella que es titular del derecho que sustenta la pretensión o
aquélla a quien se le exige tal pretensión.12
La parte procesal es todo aquel que “Tienen capacidad para comparecer por sí a
un proceso o para conferir representación designando apoderado judicial, las
personas que pueden disponer de los derechos que en él se hacen valer, así
como aquellas a quienes la ley se lo faculte. Las demás deben comparecer por
medio de representante legal. También pueden comparecer en un proceso,
representando a otras personas, las que ejercen por sí sus derechos. Puede
continuar un proceso quien durante su transcurso cambia de nombre, sin
perjuicio de la causa que motivó tal hecho.” (Artículo 58 CPC) De tal forma que
la persona facultada para realizar la actividad procesal puede hacerlo en nombre
10
GIMENO SENDRA, Vicente. Los procesos de amparo (ordinario, constitucional e
internacional. Madrid, Colex, 1994. p. 166
11
CARRIÓN LUGO, Jorge. “Tratado de Derecho Procesal Civil”, Lima, Grijley, 2004,
Volumen I, pág. 149.
12
MONROY, Juan. Op. Cit. pág. 43
[Escribir texto]
de la parte material –en algunos casos el obligatorio- 13, no siendo el primero
titular del derecho en conflicto (representación procesal).
13
Artículo 63.- Necesidad de la representación procesal: Las personas naturales que no
tienen el libre ejercicio de sus derechos, comparecen al proceso representados según
dispongan las leyes pertinentes.
Artículo 64.- Representación procesal de la persona jurídica: Las personas jurídicas
están representadas en el proceso de acuerdo a lo que dispongan la Constitución, la ley
o el respectivo estatuto.
14
CARRIÓN LUGO, Jorge. Op. Cit., pág. 200.
15
CPCo. Artículo 39
16
CPCo. Artículo 40
17
CPCo. Artículo 26
18
CPCo. Artículo 41
[Escribir texto]
pueblo también está legitimada para interponer la demanda de amparo según
sus competencias.19
Cuando alguna de las partes está formada por dos o más personas se conoce
como litisconsorcio. Aquellos que no son parte del proceso, pero que de alguna
manera intervienen en él se llaman terceros.
4. La acumulación procesal
19
CPCo. Artículo 47
20
CARRIÓN LUGO, Jorge. Op. Cit. pág. 259.
21
Artículo 14 del RNTC.
22
CPC Artículo 83.- Pluralidad de pretensiones y personas.-
En un proceso pueden haber más de una pretensión, o más de dos personas. La primera
es una acumulación objetiva y la segunda una acumulación subjetiva.
La acumulación objetiva y la subjetiva pueden ser originarias o sucesivas, según se
propongan en la demanda o después de iniciado el proceso, respectivamente.
[Escribir texto]
va a cumplir (si el demandado no elige lo hace el demandante); 3) Accesoria,
cuando habiendo varias pretensiones, al declararse fundada la principal, se
amparan también las demás (artículo 87 CPC).
Estamos ante una acumulación subjetiva cuando en un proceso hay más de dos
personas, es decir, cuando en posición de parte hay más de una persona. Puede
ser activa, pasiva o mixta, dependiendo de si la pluralidad se da en la parte
demandante, demandada o en ambos, respectivamente.
El Artículo 86 del CPC, sólo pude haber acumulación subjetiva cuando las
pretensiones provengan de un mismo título, se refieran a un mismo objeto, exista
conexidad entre ellas y, además, se cumplan los requisitos del Artículo 85.
[Escribir texto]
improcedente en aplicación del artículo 86 del CPC que establece que procede
la acumulación siempre que “las pretensiones provengan de un mismo titulo”, y
en dicha demanda el acto lesivo no provenía de una única resolución, sino de
nueve ejecutorias supremas. El Tribunal Constitucional consideró que en este
caso “la aplicación supletoria no sólo afecta el derecho a la tutela procesal
efectiva (artículo 139°, inciso 3 de la Constitución) de los demandantes, sino que
desnaturaliza el proceso constitucional de amparo, tornándolo inútil para el logro
de sus fines –la tutela de los derechos fundamentales–, por la sencilla razón de
que los actos lesivos y sus ejecutores están plenamente identificados.” En este
caso, el Tribunal, prefirió la inaplicación de dicho requisito, en aplicación del
artículo III del Título Preliminar establece que “(...) el Juez y el Tribunal
Constitucional deben adecuar la exigencia de las formalidades previstas en este
Código al logro de los fines de los procesos constitucionales”. A su criterio, “esta
disposición impone a la jurisdicción ordinaria y a la constitucional exigir el
cumplimiento de las formalidades sólo si con ello se logra una mejor protección
de los derechos fundamentales. Por el contrario, si tal exigencia comporta la
desprotección de los derechos y, por ende, su vulneración irreparable, entonces
las formalidades deben adecuarse o, de ser el caso, prescindirse, a fin de que
los fines de los procesos constitucionales se realicen debidamente –principio de
elasticidad–.”
[Escribir texto]
manera directa a la otra, por lo que se debe privilegiar la unidad de la resolución
en procura de evitar fallos contrarios;” “que ambas causas se encuentran en la
misma situación procesal, es decir, expeditas para ser resueltas por el Pleno
Jurisdiccional del Tribunal Constitucional, por lo que se aprecia identidad de
competencia; “que el artículo 117º de Código Procesal Constitucional faculta al
Tribunal Constitucional para disponer, en cualquier momento, la acumulación de
los procesos cuando estos sean conexos.” Así, el TC da especial relevancia al
elemento conexidad y a la etapa en la que se encuentra el proceso para ordenar
la acumulación, más que el de igualdad de pretensiones.
5. La intervención litisconsorcial
Esta institución procesal consiste en la presencia de varias personas en el
proceso –como demandantes o demandados-, unidas en determinadas
situación.24 Según el CPC “hay litisconsorcio cuando dos o más personas litigan
en forma conjunta como demandantes o demandados, porque tienen una misma
pretensión, sus pretensiones son conexas o porque la sentencia a expedirse
respecto de una pudiera afectar a la otra” (Artículo 92). Es decir, el litisconsorcio
no es otra cosa que una acumulación subjetiva.25 La importancia de regular en
forma diferente este instituto procesal se da por los efectos que pueda tener en
el proceso la ausencia de alguno de los litisconsortes. En algunos casos pude
producir la invalidez de todo el proceso.
24
CARRIÓN LUGO, Jorge. Op. cit., pág. 272
25
MONROY, Juan. Op. Cit., pág. 47
26
CPC Artículo 93
27
MONROY, Juan. Op. cit., pág. 48
[Escribir texto]
En el litisconsorcio facultativo o voluntario, varias personas pueden demandar o
la demanda puede dirigirse contra varias personas, pero no por imposición de la
ley, sino que depende de las pretensiones procesales, que as u vez se sustentan
en un mismo título o se basan en la misma motivación. 28 Los litisconsortes
facultativos son considerados litigantes independientes, pues son personas que
no están intrínsecamente ligadas en la relación sustantiva, son, más bien,
independientes a ellas pero podrían en alguna manera ser afectados por lo que
se resuelva en el proceso en donde participa una persona, con quien sí
mantiene algún tipo de relación.29 Los actos de cada uno de ellos no favorecen ni
perjudican a los demás, sin que por ello se afecte la unidad del proceso.30 Es
decir, existe litisconsorcio facultativo cuando los demandantes deciden
demandar en forma conjunta a pesar de que pueden hacerlo por separado; sin
embargo su ausencia no afectaría la validez del proceso. Una especie de
litisconsorcio facultativo está regulado en el artículo 7 del CPCo. En él se
dispone que la representación del Estado o de cualquier funcionario o servidor
público está a cargo del Procurador Público o del representante legal respectivo.
Pero además debe ser notificada con la demanda a la entidad estatal o al
funcionario demandados, los cuales pueden intervenir en el proceso; sin
embargo su no intervención no afecta la validez del proceso.
6. La intervención de terceros
Es un tipo de acumulación subjetiva sucesiva, 32 a través de la cual se incorpora
al proceso una persona, luego que es presentada la demanda o la ampliación de
demanda. Pese a que el CPco y la jurisprudencia constitucional no se
preocupado mucho del tema, vale mencionar que el CPC ha establecido dos
tipos de intervención de terceros: Intervención coadyuvante, intervención
litisconsorcial e intervención excluyente.
28
CARRIÓN LUGO, Jorge. Op. cit., pág. 269
29
MONROY, Juan. Op. cit., pág. 49
30
CPC Artículo 94
31
RTC EXP. N.° 05391-2007-PA/TC
32
CPC Artículo 89.- Acumulación subjetiva de pretensiones originaria y sucesiva.-
(.)
La acumulación subjetiva de pretensiones sucesiva se presenta en los siguientes casos:
1. Cuando un tercero legitimado incorpora al proceso otra u otras pretensiones;
(…)
[Escribir texto]
La primero sucede cuando el tercero tiene “con una de las partes una relación
jurídica sustancial, a la que no deban extenderse los efectos de la sentencia que
resuelva las pretensiones controvertidas en el proceso, pero que pueda ser
afectada desfavorablemente si dicha parte es vencida(…)”. 33 La intervención
puede admitirse incluso mientras el proceso esté en trámite en segunda
instancia. La intervención consiste en realizar actos procesales que no sean
contrarios a la parte que ayuda y nunca pueden implicar la disposición del
derecho discutido.
7. Reflexiones finales
[Escribir texto]
traducirse en obligaciones de dar, hacer o no hacer. Es necesario destacar que
el Tribunal Constitucional ha señalado que “la acción de amparo es un garantía
destinada a proteger los derechos consagrados en la Constitución Política del
Estado, cuyo objeto es reponer las cosas al estado anterior a la amenaza o
vulneración del derecho constitucional, siendo de naturaleza restitutiva y no
declarativa de derechos. En ese sentido, el amparo no es un proceso
constitucional mediante el cual se puede declarar un derecho ni hacer
extensivos los alcances de una norma legal a quienes no están expresamente
comprendidos en ella, razón por la cual la presente demanda deviene en
improcedente.”36
[Escribir texto]