Sie sind auf Seite 1von 11

ASESORAMIENTO PEDAGÓGICO EN ACCIÓN…

LA NOVELA DEL ASESOR


(Sandra Nicastro y Marcela Andreozzi)

Reseña del libro:


Este es un libro donde lo teórico realiza un entramado adecuado y preciso con análisis de
casos y cuestiones referidas al quehacer de un asesor. Y donde es importante el tratamiento del
tema por las autoras, ya que se puede obtener información valiosa de la labor del asesor en
acción. El libro nos propone en primer lugar un marco desde la definición del asesoramiento
desde el reconocimiento del mismo como práctica especializada en situación, tanto localizada
como transversal. Luego define algunos rasgos constitutivos importantes y metafóricos como lo
son. La idea de campo dinámico y de montaje (sumamente valioso y ricos en su expresión; que
serán tratados en otro punto del trabajo).Se puede leer desde el principio una acentuación de la
mirada situacional del asesoramiento, por la interacción de fenómenos, acontecimientos,
situaciones, etc. que en la práctica pueden encontrarse. En un segundo momento se pueden
hallar muestras del asesoramiento como un acoplamiento de partes en movimiento o el
ordenamiento de piezas en le tiempo para alcanzar el final de la obra. Se hace referencia a
procesos y prácticas, con los consecuentes riesgos y dificultades recurrentes en la tarea. En la
segunda parte hay un encuadre a partir del cual se ingresa directamente en el tratamiento de los
problemas específicos del trabajo del asesoramiento. Se analiza y delimita el objeto; los
problemas y le esclarecimiento de los propósitos, espacios y recursos técnicos. El desarrollo de
estos temas se apoya en otras dos importantes metáforas: el encuadre como punto de reparo y
andamiaje. No se puede hablar de un libro donde encontrar recetas mágicas para cada situación
(aspecto que sería absurdo dado la variedad de situaciones planteadas al respecto. Sí es
importante el análisis de los problemas relativos al asesoramiento, a su definición y dinámica; y
sobre todo algunos principios de acción propuestos en contextos de trabajo s particulares. En
una tercera parte se pueden encontrar experiencias de práctica profesional, donde aparecen
actores intervinientes en la tarea del asesor: personas y personajes; vínculos entre asesor y
asesorado; mostrando aspectos cruciales de identificación de la real complejidad del
asesoramiento, mediante un análisis que no deja de lado ningún aspecto: técnico, social,
subjetivo, Institucional, Político, etc. Entre las ideas principales se pueden rescatar aquellas en
primer lugar con un interrogante que no por sabido, deja de ser complejo de definir. ¿Qué es
asesorar?; ¿quiénes asesoran y a quiénes?; ¿en que ámbitos se asesora?.El libro hace referencia
a una práctica localizada en un puesto de trabajo específico: un consultor externo. Pero también
alude a una práctica transversal, que se expande, extiende, y desarrolla como componente
constitutivo del trabajo realizado desde diferentes posiciones institucionales. El asesoramiento
según sus autoras es una práctica especializada en situación; esto es que más allá de la posición,
del saber experto, del encuadre de trabajo y del tipo de demanda que se configura, siempre es
posible asesorar. Hay dos ideas principales y de suma importancia para mencionar. La idea de
campo dinámico y el montaje de escenas. En el primer caso se hace referencia al conjunto de
sucesos, acontecimientos, fenómenos y relaciones tal como se presentan e interactúan en un
momento dado. El hablar de campo remite a un recorte de la realidad “el aquí y ahora?, en
continua interacción, dentro de un contexto determinado. En la idea de montaje las autoras se
remiten a una hipótesis en a que todo trabajo de asesoramiento resulta del montaje de diversa
escenas. Como en el cine el armado, el montaje de esas escenas nos llevará al armado de piezas,
ordenamiento, etc. para llegar al final de la obra. Nos encontramos con ajuste y acoplamiento de
parte en movimiento. Si bien este montaje no siempre es perfecto la construcción, y
transformación, las marchas y contramarchas, nos hablan de continuidades, pero a la vez de la
aceptación, en muchas ocasiones, de quiebres y rupturas. Sin embargo entender el
asesoramiento nos abre un espacio potencial de ayuda en el cual el asesor queda disponible para
otro que por momento puede definirse y vivirse como desconocido, pero cuya demanda
planteada presupone un trabajo de profesionalismo, para poder sostener el sentido y la eficacia
del trabajo planteado. Un libro sumamente interesante y útil; que capta la complejidad de los
1
procesos, analizando tensiones, pero también generando respuestas alternativas a las mismas.
Parece importante destacar la idea de la asunción de una tarea que implica inevitablemente
contradicciones; pero donde se rescatan las bases de posibles enriquecimientos en la labor y
para todos los agentes educativos, en un juego de elecciones y rechazos. En una construcción de
proyectos, anticipando acciones y asumiendo riesgos. En síntesis un libro para analizar, para ser
el motor de nuevas propuestas y estilos de asesoramiento y sobre todo para incentivar sobre los
mejores modos de poner en acción motivaciones y principios personales y compartidos. Un
libro para continuar reflexionado sobre esta labor compleja pero a la vez tan enriquecedora.

En la práctica del asesoramiento se ponen en juego dos grandes problemas actuales:


-la dificultad para operar frente a las situaciones que percibimos como problemáticas, y
-la necesidad de renovar el sentido de la tarea.
ASESORAMIENTO = práctica especializada “el situación”, un acto de intervención que
requiere la definición y puesta a punto de un ENCUADRE, un espacio de intervención para
pensar “otros posibles”.
Se enfatiza:
-el papel del análisis como trabajo del pensamiento, como producción de entendimiento e
inteligibilidad, sin apelar a prescripciones y modos estandarizados de pensamiento o de resolver
situaciones;
-la dimensión institucional de los fenómenos, donde confluyen planteos teóricos y
metodológicos derivados de diferentes disciplinas.

Claves de lectura:
1- se propone avanzar en la conceptualización de algunas cuestiones que hacen a la
naturaleza misma del trabajo de asesoramiento: las tensiones constitutivas, las
condiciones de desarrollo que se requieran, las vicisitudes del encuadre en acción, la
vivencia subjetiva del asesor, las modalidades vinculares…
2- el modo de involucrarse con el texto, de resonar, de hacer eco con él; la lectura provoca
siempre una imagen mental sobre lo leído…
3- el significado adjudicado al saber experto: un requerimiento de base para asesorar
(afirmación irrenunciable); qué tipo se necesita, sus fuentes, el modo como se construye,
el lugar que ocupa en la acción.

1. EL TRABAJO DE ASESORAMIENTO:

*Estar alertas y poner en cuestión representaciones y significados habituales que imponen


definiciones como por ejemplo: el que asesora es el asesor…

El ASESORAMIENTO PEDAGÓGICO (AP)


= es una práctica localizada en un puesto de trabajo específico (asesor pedagógico, consultor
externo), pero también es una práctica transversal que se expande, extiende y desarrolla como
componente constitutivo de un trabajo realizado desde diferentes posiciones institucionales (que
marcarán matices particulares y pondrán en juego modelos de actuación y prácticas
profesionales diferentes que se expresarán en estrategias de intervención y dispositivos de
trabajo muy diversos).
= es una práctica especializada en situación… (que requiere de un cambio de mirada) No
asesora solamente quien ocupa un rol o un cargo especializado definido para ello; no se puede
asesorar en todo momento ni desde cualquier posición institucional como si fuera una materia
fácilmente opinable…
2
Más allá de la posición, del saber experto, del encuadre de trabajo y del tipo de demanda que
se configura, siempre es posible asesorar.
Abandonar miradas binarias que nos hacen pensar que sólo uno puede ser asesor o que todos
asesoran, que si se trata de un puesto de trabajo o un componente de varios roles.
Esta concepción supone reconocer, en cualquiera de los casos, algunas condiciones que
hacen posible el trabajo de todo asesor: el campo dinámico y el montaje de escenas.

LA IDEA DE CAMPO DINÁMICO

=alude a un conjunto de sucesos, acontecimientos, fenómenos y relaciones tal como se


presentan y actúan en un momento dado, y que se configuran en todo trabajo de A.

-Concepto de campo según Lewin y Bleger que proponen la “perspectiva situacional” para
circunscribir el estudio de los fenómenos que emergen en el campo dinámico.
LEWIN: Teoría del Campo= campo de fuerzas de la conducta humana; el campo psicológico
de una persona como una totalidad de hechos coexistentes, concebidos como mutuamente
interdependientes, espacio material y subjetivo que condiciona y limita la conducta del sujeto y
que incluye tanto los significados propios de su experiencia presente y pasada como sus
expectativas futuras. El “aquí y ahora” de cada situación está vinculado a las condiciones
físicas y sociales de este espacio y a las características del marco general de la situación en la
que se inscribe.
BLEGER: El estudio de un suceso requiere considerar el conjunto de relaciones y condiciones
en las que este suceso se produce. Las propiedades o cualidades de un objeto no dependen
tanto de su naturaleza como del conjunto de condiciones en las que existe en un momento dado.
Situación= conjunto de estos elementos, hechos, relaciones y condiciones.

El CAMPO remite a una situación, al recorte de un “aquí y ahora”; la situación total


considerada en un momento dado (como) un recorte hipotético y transversal de la situación
(como) un conjunto de elementos coexistentes e interactuantes.
AQUÍ: delimitación de un espacio en su cualidad material y simbólica;
AHORA: inscripción en una temporalidad que desde el presente abre la posibilidad de
enlazar pasado y futuro.

En el trabajo de A. el aquí y ahora se organiza en torno a la interacción con un otro


(individual o coletivo, portador de tradiciones, saberes, representaciones y valores que derivan
tanto de la cultura profesional como de la cultura institucional de la organización en la que se
desempeña), en la que hay que reconocer el lugar del asesor como portador de esos mismos
contenidos.
Así aparece la interacción como rasgo central del campo de asesoramiento. Al respecto hay
dos cuestiones que abren líneas de análisis:

*la idea de intertextualidad:

El encuentro entre asesor y asesorado pone en circulación un conjunto de relatos, historias,


novelas (textos) que se entraman y entrecruzan en cada situación de manera particular. Incluyen
lo sabido y lo conocido por unos y otros y simultáneamente enlaza saberes propios de las
trayectorias académicas y profesionales que el asesor y los asesorados ponen en juego. También
se incluyen los significados nuevos e inéditos que se construyen en el encuentro con el otro.
Hablar de “intertexto”, pensar la interacción en términos de intertextualidad, supone:
-mantener una actitud deliberativa, mantener una disposición permanente a observar,
capturar y comprender diferentes puntos de vista, estar atento a las posiciones institucionales
de quienes comparten el espacio de A.

3
-replantear la noción misma de verdad y falsedad, dando lugar a la diferencia que cada uno
porta en el encuentro con el otro sin abrir siquiera la pregunta acerca de lo V o lo F. Cada
texto/ historia/ relato cobra sentido y valor en la experiencia interior de cada uno y en la
experiencia colectiva…
-remitirse a significados superpuestos: multivocidad, plurisignificatividad, diversificación y
pluralidad de sentidos.

*la idea de vínculo: (entre asesor y asesorado)


Aspecto central a tener en cuenta en la configuración del campo, y que (como en todo
vínculo), implica ciertas cuestiones:
-ligazón, enlace, compromiso emocional, niveles variados de dependencia y autonomía,
reconocimiento, credibilidad y confianza, significados fantaseados que invisten al otro más allá
de él mismo.
Reconocer la interacción como aspecto central del campo implica atender especialmente el
lugar de la demanda como un contenido clave del vínculo con el otro.
Pensar en la demanda significa estar atento al motivo de la consulta, a la situación que origina
el pedido de ayuda, al reconocimiento de una necesidad que expresa el desfasaje entre aquello
que forma parte de las condiciones con las que se cuentan para llevar adelante un trabajo/
proyecto/ experiencia y aquello que en cada caso se requiere.
La demanda “exige un riguroso trabajo de elaboración” (Dejours)… No se plantea como algo
obvio ni como un pedido que pueda definirse de una vez y para siempre, sino que, por el
contrario se trata de estimularla y provocarla en el marco de un encuadre de análisis
permanente.
En el A. como práctica “localizada”—la demanda es punto de partida necesario para
establecer una relación y el contrato de trabajo.
En el A. como práctica “transversal”--- el posicionamiento es diferente; la demanda es el
resultado de un proceso paulatino de problematización con el otro. El trabajo con la demanda
no queda asociado únicamente a la etapa inicial del A. sino que constituye una cuestión que
debe atenderse en todo momento.
Es importante comprender e interpretar aquello que el pedido (pedido inicial de apoyo, ayuda
o acompañamiento, que puede ser ambiguo, estar escasamente explicitado o asentarse en
intereses confusos y hasta contradictorio) expresa o está intentando expresar.
Hay que diferenciar:
*el pedido como emergente de un contexto de significación más amplio;
*el pedido planteado por parte de quienes solicitan el A. y aquello que el asesor define como
necesidad;
*que quien realiza el pedido inicial no es necesariamente el destinatario del trabajo de A.
*que los distintos actores expresan (como voceros) las necesidades relacionadas directamente
con los contenidos y con el desarrollo de los proyectos pedagógicos.
Interpretar aquello que aparece planteado como necesidad o pedido de ayuda requiere,
además, avanzar en el análisis de los fenómenos que están en la base del vínculo y de las
expectativas que asesor y asesorados construyen recíprocamente (en el deseo de asesorar/ ser
asesorado se juegan contenidos del orden de lo inconsciente, que despierta fantasías y temores y
pone en juego representaciones mutuas que invisten ese vínculo).

LA IDEA DE MONTAJE: (de diversas escenas en todo acto de A.)


Imagen de armado, combinación y articulación de elementos, ordenamiento de piezas para
alcanzar la versión final de una obra (de teatro/ cine).
Imagen de engranaje en el campo de la mecánica (mecanismo para transmitir el movimiento
entre piezas).

4
Ambos casos: idea de ajuste y acoplamiento de partes en movimiento… piezas, partes,
mecanismos…(diferente a la idea de “encastre” como en las piezas de un rompecabezas).
Montaje en movimiento: indicio de un ajuste-desajustado.
Idea de movimiento= clave, rasgo constitutivo del trabajo de asesorar, en el sentido de que
se produce por efecto de continuidades y discontinuidades, que se compone de un
encadenamiento de sucesos que se reconocen y reconstruyen en una temporalidad lineal (entre
presente, pasado y futuro) y también por la irrupción de hechos sorpresivos, súbitos e
impredecibles que se definen como “acontecimiento”.
Pensar el movimiento como una relación entre sucesos y acontecimientos = pone en
cuestión el supuesto de la imagen de encaje perfecto, el deseo de colmar al otro, la intención de
satisfacer plenamente una necesidad, la posibilidad de comprenderlo cabalmente.
Se trata de un montaje siempre imperfecto, en permanente construcción y transformación,
que sabe de las continuidades pero también de los quiebres y las rupturas, que instala el “no sé”,
el “puede ser” y el “quizás” como figuras de lo inédito.
En el trabajo de A. hablamos de escenas que aluden a diferentes actos de trabajo que se
ligarán, en cada caso, de manera singular y situacional.
Dos escenas que permiten expresar la idea de montaje:
1) referida al momento de asesorar: asesor y asesorados son los protagonistas;
2) la situación de trabajo en la cual se pondrá en juego, en parte, aquello que a. y a.
pudieron pensar, elaborar y construir conjuntamente.
No se trata de un encadenamiento lineal de escenas y momentos, como si en uno de ellos se
recibieran o elaboraran recomendaciones, actividades y recursos para ser aplicados
posteriormente en otros…
La idea de tiempo diferido es un rasgo central del montaje, un otro tiempo asociado a
sucesos imprevistos, a otros espacios, otras personas y otras tareas. Se trata de reconocer el
interjuego entre la presencia y la ausencia de asesor y asesorado.
¿Cómo se juega la palabra del otro cuando éste está ausente? ¿Cómo tolerar la sensación de
extrañeza cuando aquello que se presenta no había sido previsto, anticipado? ¿Cómo la
presencia del otro queda asociada a la idea de inclusión y su ausencia, a la de exclusión?

TRABAJAR DE ASESOR…

El trabajo de asesoramiento implica enfrentar cotidianamente situaciones que revelan que lo


inédito y lo impredecible están siempre presentes como evidencia de que el control total y
absoluto no es nada más que una mera ilusión, y que la aplicación detallada de ideas ajenas
nada garantiza.
El trabajo de A. es en sí mismo un acto de intervención…
INTERVENIR= “venir entre”, “interponerse”, noción ligada a la acción de un tercero que
colabora y acompaña en la producción de conocimiento y en el desarrollo de cambios
personales, grupales u organizacionales en contextos de incertidumbre e imprevisibilidad.
Se trata de considerar al asesor como
*un provocador que promueve, a través de un dispositivo de trabajo determinado, el
surgimiento de aquel material que se convertirá en objeto de análisis.
*alguien a quien hay que reconocer un lugar de co-autoría = un testigo de segundo orden o
testigo de alguien que testimonia, que escucha y participa de la construcción conjunta de un
relato; que no se contenta con recolectar crónicas y ser espectador ajeno de lo que en esa escena
ocurre;
*alguien que en un movimiento de entrada y salida, de presencia y ausencia, su intervención
apunta a volver a mirar la situación de cada uno, abriendo interrogantes allí donde no estaban,
preguntándose sobre aquello que aparece como certezas acerca de lo que se sabe, lo que se
necesita, lo que ocurre. Debe intentar alcanzar una exterioridad que no suponga amenidad.
EL ASESOR EN ESTOS TIEMPOS: ¿UN INTÉRPRETE DESCONCERTADO?
5
Lejos de ser alguien que representa el lugar del ideal en un terreno que por momentos
combina lo mágico y lo heroico, el asesor está atravesado por textos y contextos marcados por
la crisis, porque vive en un tiempo alterado, regido por la idea de flexibilidad, interpelado por la
urgencia, el corto plazo y los resultados inmediatos, porque suele enfrentar riesgos que encubre
su cualidad amenazante bajo la apariencia de la audacia, la agilidad y el éxito.
Suelen acompañarlo vivencias y sentimientos como: desorientación, extrañeza,
aturdimiento, desorganización, enajenamiento…

*Entre deseos y desencantos…

*La practicidad como principio…

*La burocratización y la automatización…

*La simulación y la impostura…

*El empobrecimiento narrativo…

EXPLICAR, COMPRENDER, INTERPRETAR: OPERACIONES OBLIGADAS EN EL


TRABAJO DE ASESORAR:

En la modalidad de abordaje de Asesoramiento que se propone, existe un supuesto


vinculado al lugar que adjudicamos a la explicación, la comprensión y la interpretación
como puntos nodales de un tipo de intervención que, en última instancia, intenta volver cada
vez más inteligible aquellas situaciones de trabajo que se convierten en objeto de
asesoramiento.
Ello implica que el asesor debe contar con un esquema de interpretación que en sí mismo
enlace comprensión y explicación.
COMPRENSIÓN: desde una perspectiva hermenéutica, pone el acento y avanza en la
búsqueda y la captación de sentidos y significados que los sujetos portan y que no
necesariamente se presentan de manera evidente (y que es necesario descifrar, cuando puede
quedar velado o silenciado).
INTERPRETACIÓN: alude a esta actividad de desciframiento que no relaciona hechos con
causas objetivas, sino con una red de sentidos enraizados en significados culturales y subjetivos
teniendo como propósito la producción de nuevos textos.
EXPLICACIÓN: desestima el valor del sentido subjetivo y pone el acento en la captación
objetiva de los hechos a partir de la búsqueda de una o más causas.

El trabajo de interpretación de un asesor no se contenta ni con la comprensión ni con la


explicación… avanza en la captación de condiciones subjetivas y objetivas… tiene en cuenta a
los sujetos, sus modos de sentir y pensar la realidad cotidiana de su trabajo, y también considera
la realidad externa a ellos, está atento al entramado de textos que se entretejen en el campo de
asesoramiento y, al mismo tiempo, considera las condiciones objetivas de su marco de
producción. (abandonar la clásica oposición entre comprensión y explicación y considerarlos en
su relación dinámica).
El trabajo de interpretación permite encontrar pistas, indicios, ocurrencias que irán
señalando el camino a seguir en cada situación particular… Es un acto de creación que no sólo
restituye sentidos más o menos conocidos, sino que en sí misma produce cada vez un nuevo
texto.

6
2. ENCUADRE Y ASESORAMIENTO…

En sentido amplio= conjunto de regulaciones que pautan la configuración de un espacio y


un tiempo, que definen condiciones particulares para el establecimiento de las relaciones entre
las personas, que plantean posibilidades y limitaciones específicas en el contenido y las
modalidades del intercambio que ellas mantienen y que establecen los propósitos de la
intervención, entre otras cosas.
Para que el encuadre no corra el riesgo de convertirse en un ceremonial o un ritual, se trata
de volver a mirar lo que habitualmente se dice de los encuadres desde una perspectiva que
intenta captar qué hay de fijeza en el movimiento, qué permanece en aquello que cambia,
cuánto hay que repetir para crear.
Se trataría (Ulloa) de una especie de “punto de reparo” que define el lugar, la metodología,
las modalidades de abordaje desde las cuales es posible intervenir en una situación dada.

DEFINIENDO EL ENCUADRE DE ASESORAMIENTO:

El trabajo de A. supone:
-la configuración de un campo dinámico en el cual se suceden fenómenos en continuo
movimiento… y, simultáneamente…
-la definición de una serie de constantes que operan como marco dentro del cual se da
dicho proceso.
Desde el Psicoanálisis, se reconoce y define el papel del encuadre como un rasgo central de
diferentes prácticas sociales.
BLEGER… Los encuadres no son solamente “principios” o “modelos mentales de
pensamiento” sino que reflejan la ubicación filosófica del investigador y su contacto práctico
con determinados aspectos de la realidad social y del objeto que estudia… “no proceso”… “lo
implícito pero de lo cual depende lo explícito”…
BERENSTEIN… Conjunto de prescripciones y de prohibiciones que enmarca un límite
espacio-tiempo donde es posible que se desarrolle una tarea… zona delimitada entre lo
prescripto y lo prohibido… actitud y posicionamiento mental…
ANDROINO… Contrato metodológico, conjunto de reglas prácticas que regirán a partir de
esse momento la relación entre los intervinientes y los clientes.

El encuadre, en tanto institución, implica el recorte y la definición de una serie de aspectos


que:
-funcionarán como marco dentro del cual se desarrolla determinado proceso;
-suponen una toma de posición por parte del asesor, una actitud, un modo particular de
pensar la realidad en la que está actuando;
-fundamentan y sostienen un contrato entre personas regulando el intercambio que ellas
mantienen (contrato metodológico, de tiempo, espacio, tarea, etc.);
-están presentes de manera más o menos explícita aunque a veces silenciada.

ENCUADRE= conjunto de constantes o invariantes que regulan, contienen, informan, en el


sentido de dar forma, la marcha de todo lo que acontece en el campo de A. Estas constantes e
invariantes aparecen bajo la forma de un abanico muy diversificado de estipulaciones que, en
tanto fijan el margen de lo permitido y lo prohibido, lo deseable y lo posible, establecen un
marco de acuerdo, un contrato más o menos explícito entre asesor y asesorados.
COMPONENTES DEL ENCUADRE: que deben considerarse en una visión de conjunto
que tome en cuenta las particularidades de cada situación y suponga una puesta a punto
permanente de aquello que enmarca el trabajo de A…

7
-la posición institucional del asesor,
-su objeto de asesoramiento,
-el propósito o fin de la intervención,
-el manejo del tiempo y del espacio,
-el conjunto de instrumentos y técnicas con que cuenta el asesor.

No se puede pensar el encuadre, definirlo, hablar de él, haciendo abstracción de las


múltiples mediaciones que de hecho permiten su concreción (todas las posibilidades y
limitaciones propias de cada situación y contexto), como si fuera posible contemplar todos los
casos, todas las situaciones, todas las alternativas.

LOS COMPONENTES CENTRALES DEL ENCUADRE…

-LA POSICIÓN INSTITUCIONAL DEL ASESOR:

-EL RETO Y EL RIESGO EN EL TRABAJO:

-EL APEGO Y EL DESAPEGO EN EL TRABAJO:

-“CUANDO EL TRABAJO SE VUELVE DROGA”:

-EL OBJETO DE ASESORAMIENTO Y SU DEFINICIÓN:

-LOS FINES Y LOS PROPÓSITOS QUE ORIENTAN LA ACCIÓN:

-EL ESPACIO FÍSICO:

-EL TIEMPO EN EL QUE OCURRE EL ASESORAMIENTO:

-RECURSOS TÉCNICOS EN EL TRABAJO DE ASESORAMIENTO:

ALGUNOS PRINCIPIOS DEL ENCUADRE: que colaboran en su regulación y que


permiten consolidar y proteger la relación de A.; especie de máximas, afirmaciones primeras
que operan como supuestos de base y fundamentos de la propia acción, pero sin ligarse a lo
absoluto, a lo que se define de una vez y para siempre, que deben ser sostenidos a ultranza
porque se llegaría a la trivialización y la vulgarización. No se puede abandonar la idea de
complejidad y controversia que atraviesa estos principios.

1) NEUTRALIDAD: actitud de abstinencia respecto de alianzas y coaliciones


preexistentes en el ámbito de trabajo donde desarrolla su tarea. Lejos de plantear una
postura de neutralidad afectiva, el asesor asume un tipo de compromiso que lo involucra
y, en este sentido, lo hace ser parte de la situación sin que esto signifique
necesariamente pertenecer a ella. Riesgo del pretexto de objetividad e imparcialidad que
hace que el asesor se quede fuera y silencie su opinión.

2) INDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA: se relaciona con el margen de discrecionalidad


que el asesor tiene para tomar decisiones relativas a su trabajo (idea de libertad de
maniobra, y de poner en juego derechos y prerrogativas, manejarse con su propio
criterio, respetar su marco de referencia…). Siempre estará la limitación de las
condiciones institucionales de la organización en la que se realice el trabajo de A.

8
3) CONFIDENCIALIDAD: uso responsable de la palabra y de la información en términos
de producción y circulación. “Ética del testimonio2 (Dejours): ocupar un lugar de
testigo no pasivo de aquello que el otro testimonie; regulador de la palabra y la escucha,
actitud de no infidencia y promover en los otros la decisión sobre qué decir y qué callar
así como también cuándo decirlo, cómo y a quién.

EL ENCUADRE DEL ASESORAMIENTO EN ACCIÓN:

Trabajo de asesoramiento = acto de intervención que se desarrolla en el marco de un


conjunto de reglas, pautas y regulaciones que conforman el encuadre y donde lo inédito siempre
está presente.
El encuadre en acción nos ubica en la dimensión real del trabajo de asesoramiento, un acto
que implica considerar el contenido de la tarea, la distribución de las responsabilidades, las
modalidades de producción, comunicación y gestión, las relaciones de poder y control, las
condiciones de trabajo, las personas y los vínculos, tal como se configuran en cada situación
particular.
Existe siempre una “brecha” inevitable entre lo estipulado como parte del encuadre
(decisiones del asesor sobre componentes y principios, en un proceso de ajuste y redefinición
permanente) y lo que efectivamente ocurre en el campo del asesoramiento, y en el interjuego
permanente que se entabla entre ambos (lo anticipado y lo real).
Ello requiere como condición central la posibilidad de dar la palabra y garantizar la escucha
(=abrir un espacio de encuentro con el otro).
Un espacio de encuentro es posible cuando el asesor puede, en presencia del otro, dejar en
suspenso lo imaginado y previsto, enfrentarse a lo nuevo y diferente que otro le plantea y, desde
allí, ajustar y mejorar su encuadre.

EL ENCUADRE COMO ANDAMIAJE:

Desde la perspectiva de la psicodinámica del trabajo, el encuadre forma parte de la


“organización del trabajo”, que sirve como un marco más o menos flexible desde el cual el
sujeto hace frente a las situaciones que en lo cotidiano se le presentan.
Se trata de una cualidad de andamiaje, tanto en el plano instrumental como en el de la
intersubjetividad, cuyas características y funciones serían:
-la idea de apoyatura y sostén;
-la idea de intermediación, de espacio intermediario entre elementos, como instancia que
está entre uno y otro pero que no es ni uno ni el otro;
-la idea de filtración, dado que en el pasaje se da un proceso de selección.
El andamio es siempre movimiento y hacer a medida, no es un marco fijo y rígido que todo
lo prescribe y al cual hay que amoldarse, sino que implica un conjunto de orientaciones que se
relacionan con aquello que en el trabajo de A. puede predecirse y proyectarse dejando lugar a lo
que escapa a toda posibilidad de anticipación.

3. EL ASESOR EN ESCENA
(ubicado en un escenario, reconocido en diferentes personajes con la intención de captar y
entender algunas de las tramas y los nudos que conforman su drama)

EL DRAMA DE ASESORAR O EL ASESORAMIENTO COMO DRAMA:

Drama= “hacer” (griego); siempre presente la idea de acción; historia, que narra
acontecimientos vividos por una serie de personajes, conflictos, tensiones y emociones. En la

9
acción, el asesor se encuentra siempre interpelado en su encuadre y marco referencial, en su
trayectoria profesional y en fragmentos de su propia biografía.
Tomar contacto con la realidad, dejarse penetrar por ella, captar la singularidad de lo que
acontece en toda su riqueza, implica abrir paso a un movimiento continuo de interpelación.

POSIBLES LUGARES Y PAPELES PARA EL ASESOR…

*La aventura del héroe (con poderes mágicos, sobrenaturales, casi sagrados) … situaciones
que muestran algo del orden de una gesta, de un camino, por momentos plagado de dificultades
y pruebas a superar, y que, en algunos casos, desemboca en una situación de consagración y
victoria final. Sobre él recaen expectativas desmesuradas con respecto a su tarea: se espera que
asuma las dificultades, que protagonice grandes hazañas, que resguarde al grupo y al proyecto
de posibles desventuras, que descifre enigmas.

*De pasiones y apasionados… movilización subjetiva que el vínculo con el otro despierta:
el interjuego entre satisfacción, reconocimiento y frustración, por un lado, y el de inversión y
renuncia, por otro.
El trabajo pone en juego la operación de dos lógicas simultáneas y, por momentos, de
sentido contrario: el sujeto buscando dar cumplimiento a sus deseos, motivos e intenciones y, al
mismo tiempo, encontrando una realidad que le impone restricciones para seguir perteneciendo,
para sostener la relación con otros y para mantener el propio acto de trabajo.
El vínculo con el trabajo supone de hecho un componente de inversión y renuncia; un
equilibrio inestable entre la inversión y la renuncia, que en algunas oportunidades desestabiliza,
provoca sufrimiento y representa una amenaza para el asesor y los vínculos que mantiene en su
situación de trabajo. (“normalidad sufriente” que tensiona)

*Siempre hace falta un dios… en algunos contextos críticos, el asesor puede quedar
investido en el lugar de un ideal trascendente y todopoderoso que restituye potencia y poder.

*Complicidades se confiesan… situaciones en las que el ocultamiento y el silencio se


naturalizan conformándose círculos viciosos que entrampan los vínculos.
La noción de complicidad alude al ocultamiento y a la falta de denuncia. En su lugar
aparece la complacencia, el intento de obtener algún tipo de beneficio secundario, quedando
encubierto el temor a obtener aprobación y rechazo.
A veces, las situaciones de complicidad pueden derivar en círculos viciosos o pactos
perversos que se instalan como una pauta de interacción que funciona como una regla de juego
compartida.

*Los acuerdos se sostienen a pesar de todo… dinámica de dominio sobre el otro que puede
facilitar, en mayor o menor medida, fenómenos de apropiación del poder del otro sobre su
trabajo.
Resguardar el encuadre desde una actitud de firmeza implica garantizarla continuidad de
algunos acuerdos que enmarcan el trabajo de asesoramiento y reconocer al otro como
interlocutor válido. Cuando mantenerse firme representa una amenaza a la relación entre asesor
y asesorado, el vínculo se sensibiliza y se dificulta la posibilidad de intercambio.

*Un vínculo imposible…


Desnaturalizar un supuesto: que el asesor debe estar dispuesto a entablar con el otro (en
todo momento y circunstancia) una relación de ayuda y colaboración, que debe reconocerlo y
aceptar las condiciones que este vínculo le impone.

10
Pueden darse situaciones en las que los objetivos, intenciones o propósitos de quien solicita
ayuda y asesoramiento entran en coalición con los del asesor, y otras en las que el asesor vive al
otro como adversario y fuente de amenaza.
El riesgo de retirarse del campo a un lugar de pasividad, o tomar partido por una de las
posiciones planteadas, puede agravar el conflicto que fue el motivo de la consulta.

*La ayuda como conquista…


Más allá del contenido explícito que la promesa expresa, ella contiene significados ligados a
la potencia y la ilusión y, desde allí, es frecuente encontrar la idealización de quien porta la
promesa y la ofrece a los otros.
Cuando el espacio de asesoramiento se asemeja a la conquista, el asesor como conquistador
asume el lugar de modelo, de ideal, de quien porta cierta ejemplaridad.
Desde esta idealización, el asesor como conquistador gana seguidores, los asimila, aun
cuando esto suponga renuncia, dado que existe una promesa de ayuda y mejora que él mismo
porta en tanto modelo e ideal. La relación que establece con los otros puede organizarse
alrededor de diferentes patrones:
-ubicar al otro como un igual: lo intenta asimilar desde la valorización y el reconocimiento
de su trabajo, invitándolo a ser parte de su proyecto.
-ubicar al asesor en una posición de superioridad con respecto al asesorado para poder
imponerle un modelo de trabajo al cual ajustarse.

LA MIRADA, LA ESCUCHA Y LA PALABRA: CLAVES DEL VÍNCULO.

Cada contexto singular de interacción con el otro planteará condiciones particulares


respecto de la posibilidad de escucha, la pertinencia de lo que se dice, la disponibilidad de una
mirada mutua, la asignación de sentidos y significados, en el marco de un proceso de constante
ajuste y reformulación.
En la mirada, la escucha y la palabra (que se sincronizan) el asesor produce y se produce
con el otro en una relación intersubjetiva.
El trabajo de asesoramiento propone encontrar lo inédito, hacer diferencia en el volver a
mirar lo ya mirado, escuchar lo ya escuchado y decir lo que alguna vez ya se dijo. El asesor
estará frente al desafío de no quedar capturado en aquello que cree conocido y de no entrar en
una búsqueda constante de lo nuevo, lo novedoso, lo nunca visto.

*El papel de la mirada y el punto de vista como lugar que se construye…

*La escucha arriesgada y la no receptividad: “oye pero no escucha”…

*Unas palabras se dicen y otras se silencian…

11

Das könnte Ihnen auch gefallen