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MODELO PEDAGÓGICO DE DESARROLLO HUMANO INTEGRAL

BASADO EN “AUTONOMÍA Y COMPETENCIAS”


(Propuesta de la coordinación académica – liderada por el Lic. Luis Eduardo Perdomo Avila)

En la actualidad, nos enfrentamos a grandes retos y esto trae consigo un


cuestionamiento profundos y grandes oportunidades de cambio en el ámbito
educativo, las cuales demandan y posibilitan un mejoramiento en la calidad y
equidad de la enseñanza, para alcanzar mayores y mejores logros en los
aprendizajes, cualquiera que sea su ámbito. En el contexto educativo, el quehacer
docente se constituye en un pilar fundamental para fortalecer la formación de
niños, niñas y jóvenes, para que ellos estén verdaderamente preparados para los
desafíos y cambios presentes y futuros.

Existen muchos argumentos que explican porque hoy en día la educación se


encuentra en un proceso de modernización e innovación curricular. Entre estos se
cuenta la evidencia de que la enseñanza debe propender por una formación
integral del estudiante, que incluye no solo la educación tradicional del saber
conceptual, sino también del saber hacer, la del saber ser y el saber convivir.

También debe responder a una nueva realidad, cual es la formación a lo largo de


la vida, lo que añade un nuevo rol de ayuda en el desarrollo de la capacidad de
aprender a aprender del estudiante, es decir propiciar un aprendizaje autónomo.
Todo lo anterior se encuentra en consonancia con la filosofía institucional, misión,
visión, principios y valores asumidos por la institución educativa en su PEI.

En este contexto, se requiere necesariamente de una concepción diferente de


modelo y enfoque pedagógico, que conlleve a las grandes transformaciones
sociales, políticas y económicas que el mundo moderno nos impone.

En este orden de ideas, debemos propender por hacer cambios sustantivos en las
metodologías, procesos, objetivos y contenidos de los programas de estudio. .
Modelo pedagógico propuesto
propues por Angel R. Villanci Jusino

Así pues el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define hoy al
desarrollo humano como "el proceso de expansión de las capacidades de las
personas que amplían sus opciones y oportunidades". Tal definición asocia el
desarrollo directamente con el progreso de la vida y el bienestar humano, con el
fortalecimiento de capacidades relacionadas con todas las cosas que una persona
puede ser y hacer en su vida en forma plena y en todos los terrenos, con la
libertad de poder vivir como nos gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos
los individuos
viduos sean sujetos y beneficiarios del desarrollo.

Hay que resaltar que el concepto de desarrollo humano integral sitúa al


individuo como elemento central en todos los aspectos relacionados con el
desarrollo de un país, región o localidad. De esta forma, el desarrollo humano
representa un proceso a la vez que un fin. Tomado de la REVISTA DEL FORO
CEIDIR: Publicación electrónica sobre Desarrollo Económico Regional y Local.
México D.F.

Según el modelo de desarrollo humano integral propuesto Villarini Jusino, Ángel R.


(2004), afirma “En el marco de la tradición humanista se considera que la
educación es sobre todo una actividad liberadora que tiene como tarea el
promover la autonomía de la persona y, para ello, la creación de una
sociedad solidaria respetuosa de la plena dignidad humana”. Entonces
podríamos definir la autonomía como la capacidad de la persona para organizar y
dirigir su propia vida por medio de las competencias humanas generales que le
dan control sobre su medio, ella misma incluida.

Ahora bien, nuestro trabajo consiste en ayudar a construir sistemas y procesos


educativos que, apoyados en los nuevos saberes acerca del aprendizaje y el
desarrollo y de los condicionantes que atentan contra la autodeterminación
humana, se dediquen a desarrollar competencias humanas y seres humanos
autónomos y solidarios sensibles y capaces de entender críticamente, manejar
efectivamente y transformar creativamente la sociedad en la que vivimos y para el
progresivo y sostenimiento de su autonomía individual y colectiva.

Desde luego el desarrollo de esta autonomía implica el de múltiples competencias


humanas, como las cognitivas, que capacitan al ser humano para entender,
apreciar y manejar sus relaciones con realidad en sus múltiples dimensiones, él
mismo incluido.

Entendemos que el desarrollo humano comprende diversas dimensiones que se


constituyen e integran en la interacción con el medio cultural para ayudar a
configurar la personalidad.
Para propósitos educativos concebimos estas dimensiones como competencias.
Entonces definimos la competencia humana como una habilidad general y forma
de conciencia, producto de la integración de conceptos, destrezas y actitudes, que
dota al ser humano de una capacidad de entendimiento, acción y transformación
de sus relaciones con el mundo, él/ella mismo incluido. Ser competente significa
que la persona tiene el conocimiento declarativo (la información y conceptos), es
decir, sabe lo que hace, por qué lo que hace y conoce el objeto sobre el que
actúa. Ser competente, también implica, tener la capacidad de ejecución, es decir
el conocimiento procesal o las destrezas intelectuales y psicomotoras para en
efecto llevar a cabo la ejecución sobre el objeto. Finalmente, ser competente
implica tener la actitud o disposición (conocimiento actitudinal) para querer hacer
uso del conocimiento declarativo y procesal y actuar de manera que se considera
correcta.

Nuestro modelo se basa en cuatro pilares o bases principales, las cuales


describimos a continuación:

Cultura: La Unesco, en 1982, declaró: ...que la cultura da al hombre la capacidad


de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres
específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A
través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el
hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente
nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden. (UNESCO, 1982:
Declaración de México)

Otras definiciones de cultura: Spradley & McCurdy (1975). Cultura es definida


como el conocimiento adquirido que las personas utilizan para interpretar su
experiencia y generar comportamientos.
Collingwood ha definido cultura como: todo lo que una persona necesita saber
para actuar adecuadamente dentro de un grupo social.

Podemos definir la cultura como el conjunto de símbolos (como valores, normas,


actitudes, creencias, idiomas, costumbres, ritos, hábitos, capacidades, educación,
moral, arte, etc.) y objetos (como vestimenta, vivienda, productos, obras de arte,
herramientas, etc.) que son aprendidos, compartidos y transmitidos de una
generación a otra por los miembros de una sociedad, por tanto, es un factor que
determina, regula y moldea la conducta humana.

Otro pilar fundamental de nuestro modelo es la Apropiación: definida como la


Acción y el resultado de tomar para sí alguna cosa haciéndose dueño de ella, pero
en el modelo propuesto este concepto se refiere a la apropiación del
conocimiento, que mediante enfoques y metodologías, propenden por
aprendizajes significativos, en concordancia con la propuesta de Ausubel que
afirma “Sólo habrá aprendizaje significativo cuando lo que se trata de aprender se
logra relacionar de forma sustantiva y no arbitraria con lo que ya conoce quien
aprende, es decir, con aspectos relevantes y preexistentes de su estructura
cognitiva”; transfiriendo el concepto anterior a las aulas de clase, mediante
metodologías y didácticas innovadoras, podemos afirmar que el estudiante estará
en capacidad de apropiarse y aplicar el conocimiento en la solución de problemas
de su entorno.

De acuerdo con el planteamiento de Veronica Edwards “El conocimiento escolar


representa para el sujeto una posibilidad de apropiación acumulado por la
humanidad así como de especificar visiones de un mundo. Estas al ser
representados en la escuela como visiones absolutas y cerradas, presentan las
condiciones de posibilidad de alienación del sujeto en el conocimiento, en el
sentido de que el sujeto debe inclinarse en esa verdad absoluta desde una
posición de posesión de ese saber, y no de interrogación al mismo”. Entonces se
puede afirmar que el conocimiento puede ser definido como una construcción de
visiones del mundo que se presentan como lo verdadero para un periodo histórico
determinado, esas visiones representan el desarrollo de diversos modos en que
los sujetos se auto-perciben así mismos y al mundo.

“El conocimiento escolar es transmitido, construido, y reconstruido por los sujeto


en la práctica escolar. El programa es reelaborado al ser transmitido y adquiere
existencia social y material en la escuela a través de determinadas mediaciones
institucionales. Los contenidos académicos son presentados generalmente con
carácter de verdaderos y en ese sentido se puede decir que se transmiten visiones
del mundo “autorizados”, los cuales constituyen procesos de apropiación que
pueden incluir rechazos de conocimientos, que forman parte de un proceso de
elaboración.” El problema radica en que niños, niñas y jovencitos, tienen en el
imaginario, que los contenidos escolares son presentados como verdaderos
contenidos, implicando una cierta autoridad que define implícitamente “lo que no
es conocido como conocimiento válido”. Dejando de lado los conocimientos
previos y sus propias experiencias, que poseen tanto maestros como educandos,
los cuales son determinantes al momento de la construcción de significados y la
apropiación del conocimiento.

El siguiente pilar está muy ligado a nuestro proyecto educativo institucional, la


Naturaleza, desde el enfoque de las ciencias naturales; La noción de naturaleza
permite referirse a los fenómenos del mundo físico y a la vida en general.

Etimológicamente deriva del griego physis, que alude al crecimiento por sí solos
de los seres vivos. De allí derivó el vocablo latino natura, referido al devenir de las
cosas. La naturaleza es el conjunto de las creaciones ajenas a la participación
humana. Las que son obra de las personas, son conocidas como entes sociales.
Por ejemplo, un árbol es producto de la naturaleza, pero la mesa que se hace con
su madera ya es creación del hombre, que modifica culturalmente lo ofrecido
como materia prima natural. Actualmente hay muy pocos entes naturales, que no
se hallen culturizados, o sea, dotados de alguna impronta realizada por la
sociedad. Comprende tanto seres animados como inanimados, por ejemplo, el
clima, los animales, las plantas, las piedras, los ríos, etcétera.
También se habla de naturaleza como sinónimo de esencia, o sea, lo que hace
que algo sea eso, y no otra cosa. Otra acepción sería usarla en contraposición a lo
sobrenatural, o sea, a aquello que escapa a lo que la razón puede develar, y
aparece como milagroso.

Cuando se hace referencia a principios naturales, se alude a aquellas reglas que


existen ajenas a la voluntad humana. Por ejemplo, envejecer responde a una ley
natural, que no podemos modificar. Puede referirse al lugar del que una persona
proviene. Por ejemplo, Pablo es natural de Francia, pues nació allí. En psicología
se utiliza para designar el temperamento de las personas (Por ejemplo, Juan es
naturalmente agresivo) como algo transmitido genéticamente y no adquirido por
vía social. También se lo usa, en materia religiosa, en oposición al estado de
gracia, que es el que se hallan las personas redimidas por Dios de sus pecados.

El estado de naturaleza, como concepto jurídico-político se refiere a aquel


momento histórico en que los hombre vivían libres de la asociación que supuso la
existencia del estado, a quien debieron otorgarle parte de sus derechos en miras
al bien común, y a su seguridad personal.

El uso más habitual del término se refiere al conjunto de los seres vivos (seres
humanos, animales, plantas) y a los fenómenos que se producen de manera
natural, es decir, sin acción del hombre o de medios artificiales (como la lluvia o
las nevadas). En este sentido, el planeta Tierra es el hogar de la naturaleza.
Cuando la ecología habla sobre la protección de la naturaleza, está pidiendo por la
conservación de los seres vivos y los ecosistemas que forman el planeta.

El concepto de ecosistema permite nombrar a un sistema dinámico con relativa


autonomía que está formado por una comunidad natural y su correspondiente
ambiente físico. El ecosistema comprende las interacciones entre los organismos
que forman dicha comunidad y los flujos de energía y materiales que la recorren.
Para acoplar el concepto de naturaleza en la Institución educativa, el Ministerio de
Educación y el Ministerio del Medio ambiente, a través de la CAR, han propuesto
la creación de un proyecto PRAES, (proyecto ambiental escolar), que es una
propuesta de solución viable, estatuida por el Decreto 1860 de 1994, como parte
del Proyecto Educativo Institucional PEI frente a unos problemas o necesidades
ambientales identificadas por una comunidad educativa: Estudiantes, Docentes,
Padres de Familia, Acudientes, Directivos y Administrativos etc., para mejorar la
calidad de vida de una población y ejercitar al educando en la solución de
problemas cotidianos.

Lo importante es la solución viable a través de acciones y operaciones con un


costo mínimo para alcanzar una finalidad y todo ello con la participación de la
comunidad. La participación directa en los PRAES, para los estudiantes de
educación media equivale a cumplir con lo previsto en los artículos 66 y 97 de la
Ley 115 de 1994 sobre Servicio Social Obligatorio y sirve para formar grupos
ecológicos escolares para la buscar solución a los problemas ambientales.

En cuanto al último pilar de nuestro modelo pedagógico encontramos el concepto


de Adaptación, Es la capacidad de involucrase con el entorno y hacer parte de
este una simbiosis que les permita a ambos disponer del otro (Carlos Fernández
Chaparro).

Es el proceso a través del cual el individuo asimila una nueva forma de


supervivencia. Por consecuente se adapta a nuevas situaciones y busca formas
de interrelación. Como ejemplo: un niño que ha pasado sus primeros años de vida
en el núcleo familiar, al ingresar por primera vez a la escuela sufre un cambio en el
cual podríamos considerar que es un niño inadaptado con su medio. Sin embargo
este periodo suele se muy corto ya que frecuentemente ocurre durante los
primeros meses. Después de ello y con el apoyo del Docente, esta etapa de
inadaptación es superada y a ella le sigue la etapa de adaptación. Esta etapa de
adaptación se caracteriza por la aceptación de las normas de convivencia
establecidas por el grupo escolar o la misma institución. Por otra parte el concepto
de adaptación también es entendido como la etapa final a través de la cual el niño
ha asimilado nuevos conocimientos y ha desarrollado las habilidades para poder
hacer uso de los mismos en la resolución de los problemas a los que se enfrenta
en su vida diaria. El proceso de adaptación de un nuevo conocimiento pasa por
tres fases muy importantes como lo son: asimilación, acomodación y adaptación.
Podemos mencionar otra la cual llamaríamos como transferencia la cual consiste
en llevar estos nuevos conocimientos a la aplicación de la vida diaria. Cuando todo
este proceso se ha realizado completamente podemos decir que el individuo ha
adquirido un aprendizaje significativo. (Nancy Flores Hernández).

Podemos concluir que la adaptación es una nueva conceptualización de la


inteligencia, quien se adapta mejor y en menor tiempo posee un mayor nivel de
inteligencia. Actualmente la inteligencia no se mide por una de sus funciones: la
memoria, ni por el coeficiente intelectual, sino por la adaptación al medio, lo que
requiere un cambio y un aprendizaje.

Para poner en marcha nuestro modelo pedagógico “Desarrollo humano


integral, basado en autonomía y competencias”, debemos tener predisposición
al cambio y la adaptación, vienen en camino nuevas propuestas, enfoques y
metodologías, novedosos recursos tecnológicos, por lo anterior hay que romper
con paradigmas preestablecidos y viejas formas de enseñanza. Todo esto
redundara en beneficio de nuestros educandos, los que de acuerdo con nuestra
misión, debemos formarlos como personas integrales que respondan a las
necesidades del entorno local, regional y nacional.

Ahora pasaremos a definir cada uno de los competencias humanas generales,


como dimensiones del desarrollo humano, que se asumen como pautas de
educación propuestas en nuestro modelo de desarrollo humano integral, en
acorde a la filosofía institucional.
Pensamiento sistemático, creativo y crítico: Capacidad para el procesamiento
de información y la construcción de conocimiento a diversos niveles de
complejidad (automático, sistemático, creativo y crítico) por medio de
representaciones, operaciones y actitudes mentales, con el propósito de
interpretar la realidad, solucionar problemas y trazarnos metas y medios para su
logro.

Comunicación significativa y creativa: Capacidad para el intercambio de


significados en forma oral o escrita por medio de un sistema simbólico o lenguaje,
que es utilizado en forma sistemática, creativa y crítica al hablar, escuchar, leer y
escribir.

Interacción social efectiva: Capacidad para el trabajo y la empresa colaborativa,


la resolución pacífica de conflictos y el ejercicio del liderato a través del diálogo y
la persuasión.

Autoestima y autoconocimiento: Capacidad para percibir, interpretar, expresar y


controlar las emociones, entenderse como historia y proyecto de vida y tener una
alta estima de sí en cuanto agente de iniciativas, en el proceso de la construcción
de la propia personalidad.

Conciencia moral y ética: Capacidad para sentir, juzgar, deliberar (argumentar) y


actuar conforme a valores morales de modo coherente, persistente, autónomo y
crítico.

Sensibilidad estética: Capacidad para apreciar, producir, optar y disfrutar de


actividades y obras que expresan valores estéticos y de analizarlas en su contexto
histórico-cultural.

Conciencia ambiental y de salubridad: Capacidad para la interpretación


científica de los fenómenos naturales, la defensa del ambiente y la salud, la
creación de sistemas tecnológicos y el análisis de la ciencia como práctica social
con implicaciones éticas.

Conciencia histórica y cívica: Capacidad para la interpretación de la realidad


social y cultural, la propia incluida, y la toma de decisiones en el marco de la
pertenencia a una historia, a una civis, a una nacionalidad y a la humanidad.

Habilidad psicomotora para la recreación y uso el tiempo libre: Capacidad


para el cuido, desarrollo y disfrute de la actividad corporal y del manejo de
instrumentos y tecnología. Igualmente la actividad deportiva para un buen
aprovechamiento del tiempo libre.

Sentido de trascendencia: Capacidad de la persona para interpretarse y actuar


responsablemente como parte de realidades que lo engloban y trascienden en
espacio y tiempo como lo son: la comunidad humana, la especie humana, la
naturaleza, el universo, lo espiritual, Dios, etc.

EL CURRÍCULO COMO EXPERIENCIA DE DESARROLLO HUMANO

El currículo orientado al desarrollo humano integral es un plan estratégico de


estudio que organiza el contenido y actividades de enseñanza en una secuencia
integrada y progresiva, a partir del potencial biológico y psicosocial del estudiante,
para suscitar experiencias de aprendizaje auténtico que contribuyan al desarrollo
de competencias humanas generales como base de su formación integral.

El currículo orientado al desarrollo humano integral unifica en un plan comprensivo


y sistemático las metas educativas más generales del desarrollo humano con el
proceso de diseño curricular más específico de carácter académico, deliberativo y
técnico. De este modo se pasa de la simple inspiración humanista a la creación de
sistemas educativos que en efecto promuevan el desarrollo humano. Se concibe el
currículo orientado al desarrollo humano integral como una estrategia para
promover el desarrollo humano y una educación de calidad total (Villarini, 1995 b).

Se concibe el currículo como una experiencia que se suscita en el educando con


apoyo del educador para guiar, promover y facilitar los procesos de aprendizaje y
desarrollo (adaptación, es decir, procesos de acomodación y transformación de la
realidad) en los que él o la estudiante está inmerso. El currículo orientado al
desarrollo humano integral busca integrar los procesos educativos informales, en
los que él o la estudiante esta siempre inserto, con el proceso educativo formal de
la escuela o universidad. La base para elaboración del currículo orientado al
desarrollo humano integral la constituyen, por un lado, el potencial biológico y
psicosocial para el aprendizaje y el desarrollo que posee en cada momento de su
vida todo ser humano, y, por otro lado, las metas a las que ese ser humano dirige
su potencial.

Todo ser viviente tiene un potencial producto de su dotación genética y que se


desarrolla o actualiza a través de su interacción con el medio natural. El potencial
humano, en cambio, no es algo meramente establecido genéticamente; el
potencial humano se establece histórica y culturalmente a través de las
interacciones sociales. El potencial humano no está sólo en el genoma sino en la
comunidad social en la el individuo se desarrolla; es lo que un ser humano
individual puede llegar a ser con la ayuda de otro ser humano que se encuentra en
una etapa más alta de desarrollo; es su zona de desarrollo próximo (Vigotsky,
1978, 1987).

El potencial humano se refiere a las aptitudes o disposiciones biológicas y


psicosociales, más generales que son condición o base para el desarrollo de toda
otra capacidad, de todo otro aprendizaje o desarrollo. El potencial, en cuanto
capacidad para el aprendizaje y desarrollo, es algo siempre variable, es producto
de la interacción del ser humano con su medio ambiente mediatizada por la
cultura. y que definen la zona de desarrollo próximo del/la estudiante y que surgen
en la interacción histórico-cultural (Vigotsky, 1987). La inteligencia o pensamiento,
la capacidad psicomotora, el lenguaje, la sensibilidad, la efectividad, la
sociabilidad, la espiritualidad, etc., son algunas de las dimensiones del potencial
humano generado socialmente y del que depende todo otro aprendizaje.

El currículo orientado al desarrollo humano integral se elabora a partir del


potencial humano del/la estudiante y con miras a continuar ampliando dicho
potencial. Esto significa que el currículo selecciona y organiza el contenido de las
disciplinas académicas y la cultura en general de forma pertinente en zonas de
desarrollo, que a través de actividades de aprendizaje activo, significativo,
reflexivo y cooperativo, promueven el desarrollo continuo de las habilidades
generales o competencias humanas. El potencial de desarrollo del estudiante se
actualiza en la medida en que éste/a, mediatizado por el/la docente, desarrolla
conceptos, destrezas y actitudes que lo hacen competente para entender,
apreciar, manejar y transformar diversos aspectos de la realidad.

Cuando el currículo se organiza en torno al potencial humano el/la estudiante es


guiado hacia su zona de desarrollo próximo (Vigotsky, 1987). Esto quiere decir
que el estudiante puede alcanzar un grado más alto de desarrollo, que el
normalmente alcanzaría si el currículo no le sirviera de escalera. Cuando se cultiva
el potencial humano, cuando se desarrollan habilidades o actitudes generales
(competencias), el/la estudiante adquiere instrumentos claves para una
multiplicidad de aprendizajes. Así, por ejemplo, cuando el/la estudiante desarrolla
a través de la mediatización cultural su capacidad para el pensamiento
(inteligencia) o la comunicación (lenguaje) puede continuar aprendiendo muchas
otras cosas. Al desarrollar competencia se pone la base para un nuevo desarrollo
del potencial y así sucesivamente.

El currículo de desarrollo humano integral tiene como meta el desarrollo de


habilidades generales o competencias; toda su organización, su programa de
estudios, se orienta a promover el desarrollo de éstas.
EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE

El desarrollo humano que el currículo orientado al desarrollo humano integral


aspira promover es un proceso que el estudiante tiene que asumir y dirigir a partir
de su potencial. La base para ello es la actividad de estudio y el proceso de
aprendizaje que ella implica (Talízina, 1988). En última instancia, el currículo es
una estrategia para promover un proceso de aprendizaje que sea continuo y
acumulativo y que se traduzca en desarrollo humano, es decir, en modificación y
enriquecimiento permanente o duradero de la persona. Para que el aprendizaje
tenga este efecto sobre el desarrollo, es necesario sustituir el pseudo -aprendizaje,
que aún predomina en nuestros salones de clases, por el aprendizaje auténtico.

El pseudo-aprendizaje es resultado del proceso de estudio mecánico, automático y


memorístico. Los estudiantes emplean cientos de horas estudiando y recitando,
memorizando información que luego olvidan y que no tiene otro significado
pertinente para ellos que el tener que repetirla en un examen para sacar buenas
notas. Las deficiencias que los egresados de nuestras instituciones muestran
limitaciones en sus habilidades de pensamiento, comunicación, interacción social,
faltando una cultura humanística y científica, así como en su conciencia ética,
estética y social, son testimonio de este proceso de pseudo-aprendizaje.

A diferencia del pseudo-aprendizaje, el aprendizaje auténtico es:


• Significativo
• Activo,
• Reflexivo
• Colaborativo
• Apropiado

En el aprendizaje auténtico el estudiante pasa por un proceso que parte de sus


necesidades y capacidades; Asume los objetivos del proceso de enseñanza, al
reconocer sus fortalezas y limitaciones con relación a los mismos; Se involucra en
una actividad de estudio; Lo lleva a interactuar con los otros educandos y
educadores y a tener una experiencia educativa. Cuando el estudiante reflexiona
sobre su experiencia, y se percata de que ya no es el mismo, de que ahora
comprende o domina un aspecto nuevo de la realidad, que ha adquirido una
capacidad o poder, se completa el proceso de aprendizaje y se promueve el
desarrollo humano.

En la actividad de enseñanza que fomenta el aprendizaje autentico el docente


actúa como un mediador entre la experiencia, necesidades, intereses y
capacidades que trae el estudiante al proceso de aprendizaje y la experiencia que
está contenida en los conceptos, procesos y valores, es decir cultura, de las
materias académicas.

La enseñanza es precisamente esta actividad de mediatización la cual comprende


seis dimensiones:

Primero: propiciar que el proceso de enseñanza aprendizaje sea pertinente. La


clave para una enseñanza pertinente es que se parta de aquellos intereses y
tendencias presentes en el estudiante y que al mismo tiempo correspondan con
las necesidades de su desarrollo personal y social, y los valores culturales. Del
mismo modo, el currículo tiene que partir de las experiencias y de los
conocimientos que ya posee el estudiante para irse moviendo en la dirección de
las experiencias y los conocimientos contenidos en las materias académicas. El
conocimiento que aporta la escuela o la universidad a través de las diversas
materias o disciplinas debe pensarse en relación con la necesidad que tiene el
estudiante de comprender, dominar, planificar, criticar y transformar la realidad y
con ello desarrollarse a sí mismo. La educación se concibe, entonces, como el
proceso mediante el cual el individuo va satisfaciendo sus necesidades e intereses
y desarrollando sus capacidades, gracias a la cual puede ir regulando su
interacción con su medio ambiente y con ello su propio desarrollo.
La tarea del docente es traer o provocar situaciones o problemas
pertinentes, en general o en relación al tema que va a enseñar, para que el
estudiante a través del dialogo salga de la rutina del pensamiento
automático y se eleve al sistemático y critico.

Segundo: la actividad de enseñanza debe proporcionar herramientas


intelectuales, esto decir, estructura, instrumentos, estrategias, métodos y técnicas
que faciliten el aprendizaje y el desarrollo, al ayudar a estructurarlo (recuérdese el
planteamiento central de Vigotsky: “las estructuras mentales superiores son
inicialmente estructuras externas que se interiorizan a través de la practica en el
contexto de la interacción social y por medio de herramientas”). En la pedagogía
del desarrollo humano, las competencias, presentadas a través de modelos y
enseñadas directamente por el docente a los estudiantes, operan como
estructuras o herramientas intelectuales que a través de la práctica el estudiante
interiorizará.

Tercero: la actividad de enseñanza debe proporcionar el desarrollo y la adopción


de criterios de calidad, en términos de los cuales el estudiante puede evaluar en
forma continua su proceso de aprendizaje y desarrollo. La adopción de criterios de
calidad es la base para el auto evaluación como sistema de control de calidad de
la propia actividad esta es la clave para la acción excelente y la autonomía
intelectual y personal.

Cuarto: la actividad de enseñanza a debe ayudar a crear el clima afectivo que


requiere el desarrollo humano y del pensamiento reflexivo y crítico; un clima
libertad, tolerancia y cuidado, en el que los estudiantes experimentan que el
educador es también educando que vive preocupado por entenderlos y atenderlos
en su proceso de desarrollo humano y de su pensamiento. El educador debe
hacer claro que lo que le interesa es que los estudiantes aprendan a pensar
por cuenta propia, a ser intelectualmente autónomos. Esto significa que el
estudiante aprenda a darse sus propios criterios de pensamiento y que
aprenda a evaluarse y corregirse a la luz de los mismos.

Quinto: la activad de enseñanza debe promover el apoyo mutuo, la colaboración,


la comunicación y el diálogo entre los estudiantes fomentando el aprendizaje
cooperativo, pues de este proceso surgen las operaciones superiores del
pensamiento como lo son el razonamiento y la argumentación.

Sexto: la enseñanza es sobre todo modelaje; el docente se pone como ejemplo


a imitar en sus competencias humanas. Es por ello que tiene que ser
ejemplo de pensador: curioso, objetivo, reflexivo, sistemático, creativo,
crítico, etc. La creación de las condiciones que fomentan el aprendizaje auténtico,
la puesta en práctica de la mediación educativa, es lo que se persigue con el uso
de la estrategia de exploración, conceptualización y aplicación (ECA) (Villarini,
1986b, 1987a, 1991a).

La estrategia de enseñanza ECA (Exploración, conceptualización y


aplicación) es un marco conceptual general para plantear problemas, determinar
necesidades y tomar decisiones educativas de manera experimental, sistemática,
creativa y crítica con relación a la planificación. La estrategia permite organizar el
proceso de aprendizaje en fases que dan pertinencia y activan el potencial de
crecimiento intelectual del estudiante. La estrategia permite precisar objetivos
instruccionales a la luz de los intereses y necesidades de los estudiantes surgidas
en el proceso instruccional mismo.

Permite además, organizar el proceso de enseñanza simultáneamente como un


proceso de evaluación y retro comunicación La estrategia general de enseñanza
ECA es un plan general de actividades o interacciones entre docente y
estudiantes dirigido a suscitar aprendizaje y desarrollo humano de habilidades. El
plan se elabora a partir de la identificación de las condiciones que propician el
aprendizaje; consiste en recrear dichas condiciones en el salón de clases a través
de las interacciones y comunicaciones entre docente y estudiantes.

La estrategia se divide en tres fases o momentos. En la exploración, el docente


a través de una situación o problema pertinente provoca el pensamiento de
los estudiantes y activa su experiencia previa relacionada con los objetivos y
contenido de la unidad instruccional bajo estudio. Esto permite que tanto el
estudiante como el docente puedan diagnosticar las necesidades, limitaciones y
potencialidades de conocimiento, destrezas y actitudes del estudiante. Este
diagnóstico permite reconocer la pertinencia del objetivo educativo y la base para
su logro.

A partir del diagnóstico de la exploración, se lleva a cabo el proceso de


conceptualización, es decir de procesar información y construir
conocimiento (conceptos, destrezas y actitudes). Esta construcción ocurre a
través de un proceso interactivo. Es a través de su propia actividad de lectura,
diálogo, inquirir, trabajo cooperativo, etc. que el estudiante, con la guía del
docente, construirá los conceptos. Finalmente en la fase de aplicación, el
docente coloca al estudiante frente a nuevas situaciones o problemas que
deberá analizar y solucionar al transferir y aplicar el conocimiento
construido o las destrezas y actitudes desarrolladas.

La estrategia ECA se basa en el principio de que todo desarrollo de competencias


y conceptos debe enmarcarse, a partir de la experiencia del estudiante, en el
proceso de solución de problemas, es decir, del pensamiento como un todo eficaz
y creativo. A lo largo de las fases, de la estrategia, el docente es, sobre todo,
un mediador que facilita el proceso de reconstrucción de la experiencia del
estudiante, la asimilación de lo nuevo en lo ya aprendido y la transferencia
de lo aprendido a nuevas situaciones. En las diversas fases y actividades se
combina el trabajo individual con el trabajo en grupos pequeños, de modo que se
propicie la autonomía y la cooperación intelectual entre los estudiantes.
Claridad filosófica y política en nuestras metas, coherencia en el desarrollo de un
sistema operativo a partir de éstas y basado en principios de las ciencias del
aprendizajes, es la clave para pasar de la impotencia retórica al desarrollo de un
proyecto efectivo de desarrollo humano orientado a la emancipación.

EDUCACIÓN DE CALIDAD ES CONVIVENCIA EN LA QUE SE VIVENCIA LAS


COMPETENCIAS

Tan importante como el proceso de aprendizaje-enseñanza que el currículo


posibilita, son las formas de convivencia en la escuela, pues en última instancia
toda competencia en cuanto forma de conciencia es resultado de la vivencia de
una convivencia. La convivencia escolar ha ser transformada incluye los
siguientes elementos:

La escuela como comunidad:


• Democrática
• Moral
• Lúdica
• De aprendizaje
• Académica

La escuela como sistema:


• cultural
• organizacional

Hacer de la escuela una comunidad para el desarrollo humano integral requiere


examinar críticamente las formas de gobierno, administración, distribución del
poder, organización, toma de decisiones en materia del currículo, extra currículo y
la evaluación.

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