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Capítulo 7

Metodología diagnóstica de las abejas


METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA DE LAS ABEJAS

Importancia de la apicultura en México

Importancia de la metodología diagnóstica en las abejas

Aspectos biológicos básicos en una colonia de abejas relacionados con la metodología

diagnóstica

Factores que intervienen en la transmisión de enfermedades

Interrogatorio

Entorno apícola

Revisión del apiario

Revisión de la colonia

Diagnóstico presuntivo

Toma de muestras

Integración del diagnóstico

Diagnóstico definitivo

Tratamiento

Glosario

Literatura citada
METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA DE LAS ABEJAS

M en C. Angélica G. Gris Valle


MVZ. Adriana Correa Benítez
M en C. Daniel Prieto Merlos

IMPORTANCIA DE LA APICULTURA EN MÉXICO

La apicultura es una actividad pecuaria que tiene gran importancia social, económica

y ecológica. Se estiman en ella 40,000 apicultores y aproximadamente 500,000

personas que dependen de esta actividad, como lo son proveedores de equipo

apícola, envasadores, exportadores de miel, etc. El inventario apícola en el 2004,

según datos proporcionados por el Servicio de Información Agroalimentaria y

Pesquera (SIAP), el cual a su vez maneja información de las delegaciones de la

Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación

(SAGARPA), estima 1,745,078 colmenas. Aproximadamente el 80% de estas

colmenas son manejadas por campesinos que perciben bajos ingresos, a los cuales la

venta de miel, polen, jalea real, propóleos y cera les permite una mejoría en la

economía familiar, repercutiendo positivamente en su nivel de vida.

Cada año se exporta miel y cera con valor aproximado a 60 millones de USD,

siendo la miel el tercer producto de origen pecuario que ingresa más divisas al país. La

polinización de cultivos es la actividad más importante en la apicultura, ya que el

efecto polinizador de las abejas en los cultivos agrícolas de acuerdo a la Food and

Agriculture Organization (FAO), tiene un valor 20 veces superior a la producción de

miel.

IMPORTANCIA DE LA METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA EN ABEJAS

Existe una diversidad de enfermedades conocidas de las abejas melíferas (Apis

mellifera L.), por lo cual resulta necesario que el médico veterinario aprenda a

reconocerlas y diferenciarlas de algunos predadores o problemas de toxicosis.


Entre los predadores que afectan a las abejas y pueden ocasionar un fuerte

debilitamiento de la colonia y por consecuencia la muerte de éstas, encontramos:

insectos (lepidopteros, dipteros, coleopteros, odonatos, isopteros, ortopteros,

himenopteros), arácnidos, aves, anfibios, reptiles y mamíferos. Entre los que destacan

algunos lepidopteros como la polilla mayor de la cera (Gallieria mellonella) y la polilla

menor de la cera (Achoria grisella), y un coleóptero encontrado en 1998 en Estados

Unidos conocido como el pequeño escarabajo de la colmena (Aethina tumida), el cual

aún no se ha reportado en México.

Las enfermedades de las abejas adultas en ocasiones se pueden confundir con

toxicosis, las cuales pueden ser causadas de acuerdo con la clasificación de Bailey

por azúcares venenosos, venenos vegetales y plaguicidas o insecticidas.

Las enfermedades de las abejas se clasifican en enfermedades de la cría y de las

abejas adultas. Las enfermedades de la cría revisten particular importancia, ya que de

no tratarse a tiempo una colonia enferma las pérdidas económicas pueden ser muy

grandes. Las enfermedades de la cría así como de las abejas adultas, se clasifican a

su vez de acuerdo al tipo de agente etiológico en:


• Bacterianas

• Fungales

• Virales

• Parasitarias

Aunque en México no existen estadísticas confiables sobre los daños que

ocasionan a la economía nacional las enfermedades de las abejas, se tiene el

conocimiento de que las principales enfermedades que debe controlar un apicultor en

México son: Varroosis, Loque americana, Cría de cal y Cría de piedra.

ASPECTOS BIOLÓGICOS BÁSICOS EN UNA COLONIA DE ABEJAS

RELACIONADOS CON LA METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA

Hay que tomar en cuenta que las abejas no pueden ser diagnosticadas de manera

individual como cuando lo hacemos sobre un perro, una vaca, un caballo, etcétera. El

diagnóstico en las abejas se realiza de forma poblacional (colonias). Las colonias se

encuentran integradas por una reina, obreras y zánganos los cuales, varían su

población de acuerdo a la época del año (Fig. 1). Es decir: la población de abejas

puede variar desde unas pocas abejas obreras (10,000) cuando no es época de

floración, hasta cerca de 60,000 en época de floración. En cuanto a los zánganos,

éstos se encuentran en las colonias de abejas principalmente durante la época de

floración, pudiendo encontrar como máximo un 10% en relación con la población de

obreras presentes en la colonia.

FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES

Existen diferentes factores que pueden jugar un papel importante en la transmisión de

enfermedades en las abejas entre los que destacan:

Zánganos: estos individuos durante la floración pueden ser aceptados en cualquier

colonia, lo cual incrementa la transmisión de enfermedades por contacto directo a

grandes distancias.
Enjambrazón: es un comportamiento natural de las colonias que ocurre cuando hay

época de floración. Para que esto suceda, las obreras deben criar varias reinas en

celdas reales y poco antes que las futuras reinas salgan de sus celdas; la reina madre,

con la mitad de la población de obreras, sale en busca de un nuevo lugar para

instalarse. Las abejas del enjambre pueden transmitir diferentes enfermedades. En la

comida que llevan consigo al transportarla en el buche melario o en las corbículas,

puede haber contenidos gérmenes patógenos, como algunas bacterias, y éstas ser

transportadas a grandes distancias. (Fig. 2)

Evasión: la colonia puede abandonar su colonia por falta de alimento en su entorno, o

porque las condiciones de manejo son desfavorables. El enjambre que evade también

puede ser transmisor de muchas enfermedades, y a su vez dejar expuesta a la cría a

una muerte irremediable que se convertirá en un foco transmisor de enfermedades.

Deriva: es un comportamiento en el cual las abejas al querer retornar a su colmena se

equivocan y entran a una colmena vecina o cercana, por lo tanto pueden convertirse

en un foco transmisor de enfermedades.

Pillaje: las abejas al no tener alimento en su entorno buscan cualquier fuente que

contenga altas concentraciones de azúcares. Lo buscan en las proximidades de sus

colmenas o en otras colmenas si es necesario, por lo cual colmenas fuertes, es decir

con una gran población de abejas, pueden ir a robar alimento de otras colonias que se

encuentren débiles y enfermas; llevando la enfermedad a su colmena o incluso

pueden convertirse en un foco transmisor de enfermedades.

Compra de colonias, núcleos o paquetes de abejas: cuando estos proceden de

apiarios enfermos o con bajo control de enfermedades, al introducirlos en las colonias

o colmenas en el apiario pueden convertirse igualmente en un foco transmisor de

enfermedades.
Equipo apícola contaminado: hay que tener cuidado en la transferencia de

panales con cría y/o alimento para el fortalecimiento de las colonias, ya que si

proceden de una colonia enferma lo que estaremos haciendo es provocar la dispersión

de enfermedades en el apiario. Además de esto, debemos tener cuidado en el

almacenamiento del equipo, destruyendo panales con signos de enfermedad los

cuales, pueden contaminar la cera de otros panales que se encuentren adyacentes y

al momento de introducirlos nuevamente en una colonia podemos inducir la

enfermedad.

Alimento contaminado con miel procedente de colonias enfermas: este es uno

de los factores comunes de transmisión de enfermedades, ya que en ocasiones el

apicultor utiliza en la alimentación de las abejas miel que no pudo vender por un

manejo inadecuado en el proceso de extracción, esta miel no siempre es recolectada

ni almacenada adecuadamente facilitando así la contaminación de ella con diferentes

agentes patógenos y al ser usada en la preparación del alimento y dosificarla en el

apiario distribuye la enfermedad. La miel que utiliza para alimentar las colonias

también puede proceder de colonias enfermas, por lo cual el apicultor debe de tener

cuidado al implementar prácticas de alimentación con miel y cuidar que esta proceda

de colonias sanas.

Unión de colonias débiles y enfermas con colonias fuertes: cuando va a iniciar la

floración es común que las colonias débiles se unan con colonias fuertes para

optimizar los recursos en el apiario, sin embargo hay que tener cuidado que la colonia

débil no esté enferma, de lo contrario lo que haremos es transmitir enfermedades a las

colonias sanas al realizar las uniones.

Manejo inadecuado por parte del apicultor: otra práctica común para el apicultor es

el manejo rutinario de las colonias, en las cuales se emplea la cuña como herramienta

de trabajo para desprender las diferentes partes de la colmena; si la colonia esta

enferma y revisamos otra colonia con la misma herramienta lo que haremos es


distribuir las enfermedades. Para evitar que diseminemos enfermedades la cuña debe

ser flameada en el ahumador después de revisar una colonia enferma.

Entrevista con el apicultor (Anamnesis)

En la anamnesis o recopilación del historial clínico en apicultura, debe recopilarse la

siguiente información durante el interrogatorio:

•Ficha de datos personales: son todos los datos del propietario: nombre, dirección

municipio, estado, teléfonos y fax.

•Nombre del apiario: ubicación, municipio, estado, número de colmenas en el apiario,

número de la o las colonias afectadas.

INTERROGATORIO

En la entrevista con el apicultor se debe anotar la fecha y reunir la siguiente

información:

• ¿Con que periodicidad se revisa el apiario y cuándo fue la última vez?

• ¿Qué ha observado en las colonias?

• ¿Ha disminuido la producción de miel?

• ¿Ha detectado olores anormales en la colmena o en el apiario?

• ¿Cuándo comenzaron a presentarse los signos en las colonias?

• ¿Cuántas colonias están siendo afectadas?

• ¿Cuándo inicia la floración en el lugar donde están instaladas las colmenas?

• ¿Cuál es el manejo que ha recibido la colonia? (alimentación, control de pillaje,

enjambrazón, revisiones rutinarias, fortalecimientos, uniones, tratamientos, etc.)

• ¿Cómo se encuentran instaladas las colmenas?

• ¿Cuándo fue la última vez que se substituyo la reina?

• Sí remplazaron reina: ¿De donde obtuvieron la reina para substitución?

• ¿Ha ingresado algún enjambre al apiario?

• ¿Las colonias presentan signos de robo por parte de otras colonias?


• ¿Ha notado que algunas colonias aumentaron grandemente de población?

• ¿Ha notado que las colonias han disminuido la población drásticamente?

En caso de que no exista agua alrededor o floración

• ¿Lleva agua al apiario?

• Existen cultivos cercanos ¿Cuáles? ¿A que distancia?

Nota: Es importante analizar cada respuesta antes de manejar las colonias. (Fig 3)

ENTORNO APÍCOLA

Antes de llegar al apiario se deben observar las condiciones climáticas verificando la

disponibilidad de agua, polen y néctar con la que cuentan las colonias, así como la

instalación de las colmenas.

a) Condiciones climáticas de la zona

La temperatura ambiental ideal para instalar un apiario es de 26 a 28o C, ya que si la

temperatura externa es superior las abejas no saldrán a trabajar por tener que enfriar

la colmena y si es inferior igualmente no saldrán a trabajar por tener que calentarla, ya

que la colonia debe contar con una temperatura que va de 32 a 35 o C para que exista

una adecuada incubación de la cría. Una temperatura mayor dentro del nido o inferior

causará la muerte de la cría y provocando un debilitamiento de la colonia y

predisponiéndola a padecer enfermedades.

Hay que revisar si el ambiente tiende a almacenar mucha humedad, ya que es

inconveniente la humedad excesiva en el lugar donde se instale la colmena. En

colmenas poco pobladas, puede producirse el enmohecimiento de las celdas inferiores

o laterales en los panales de la cámara de cría (donde se encuentra la cría de

zángano). Es frecuente que las colmenas ubicadas en tales lugares se desarrollen

lentamente y por ello resulten más propensas a presentar enfermedades de naturaleza

fungal, ya sea en la cría o en las abejas adultas.


La época en que se presenta la enfermedad es de suma importancia, ya que la

colonia disminuye la población al terminar la floración y normalmente al comenzar la

época de lluvias, que es cuando las colonias comienzan a desarrollarse rápidamente,

es cuando se evidencian las distintas enfermedades. Siendo algunas autorreguladas

por las abejas a través de su comportamiento y otras como las enfermedades de la

cría, van aumentando al aumentar la cría, al estimular las colonias, lo cual induce a la

reina a incrementar su postura. No hay que olvidar que las colonias de abejas no son

individuos domésticos que deben dejarse en el campo y que deben realizarse manejos

adecuados para evitar el debilitamiento de una colonia y por consiguiente la aparición

de enfermedades.

La disponibilidad de agua es necesaria para las colonias, ya que deben contar

con un flujo continuo de agua limpia a no más de 200 metros de su colmena, esto

debido a que las abejas necesitan diluir la miel almacenada para poder alimentarse. Si

no hay fuente natural de agua cerca de la colmena se pueden instalar bebederos

artificiales, los cuales deben mantenerse limpios y situarse fuera de la dirección

principal de vuelo de las abejas, en un lugar lo más soleado posible y al abrigo del

viento, estos bebederos pueden representar un peligro, puesto que a su vez pueden

transmitir enfermedades de las abejas adultas de tipo parasitario.

La disponibilidad de polen y néctar es un punto de gran importancia para la

salud de la comunidad, pues únicamente las abejas bien nutridas pueden construir la

colmena y cuidar a otras abejas, a la vez que disminuye su probabilidad a sufrir

enfermedades. Por tanto, deberá procurarse que las abejas tengan una buena

disponibilidad de polen (proteínas) y néctar (carbohidratos) de forma natural o bien

proporcionarles alimento en épocas de escasez.

b) Instalación de las colmenas

El terreno donde se instalen las colmenas debe tener una inclinación máxima de 45º,

debiendo evitarse encharcamientos y pendientes prolongadas. Los encharcamientos


pueden predisponer a las colonias a enfermedades de naturaleza fungal o parasitaria

mientras que las pendientes prolongadas pueden ocasionar que la colmena se caiga

de la base dejando expuestas a las abejas a las inclemencias del ambiente.

Se debe contemplar también la densidad de población apícola existente (es

decir la cantidad de abejas que existen en la zona), por lo cual, un apiario no debe de

contener más de 30 a 40 colmenas y cada apiario debe estar distanciado uno de otro

por lo menos 3 Km. La densidad de la población apícola es natural que influya, no sólo

sobre la disponibilidad de alimento en las colmenas, sino también sobre la transmisión

de enfermedades. A medida que aumenta la población, se acentúa la posibilidad de

pillaje y la deriva.

En la instalación de las colmenas debe contemplarse que no deben ser

colocadas directamente sobre el suelo, por lo menos debe existir una separación entre

el piso de la colmena y el suelo de 20 a 30 cm. Cada colmena debe tener además una

pendiente de inclinación de la piquera del 4 al 5 %. El cumplimiento de las dos

condiciones anteriormente citadas ayudarán a las colonias a que no padezcan

enfermedades fungales.

Como se mencionó anteriormente existe una serie de compuestos químicos

capaces de matar a los insectos o como mínimo debilitarlos, sobre las abejas pueden

ejercen su acción tóxica venenos vegetales como son el polen y néctar de muchas

especies de plantas, o bien diversos azúcares venenosos como son: el piloncillo,

melaza, miel calentada o vieja o incluso sacarosa hidrolizada, por lo cual, es

recomendable mantener a las abejas alejadas de plantas que puedan causarles una

intoxicación y evitar alimentar a las colonias con azúcares que puedan causarles

intoxicación además de mantenerlas alejadas de lugares donde puedan existir estos

azúcares ya que las abejas al haber escasez tenderán a recolectarlos.


Asimismo, debe atenderse a la posible vecindad de contaminaciones

industriales. Dentro de lo posible se deberá evitar que en los cultivos vecinos se hayan

aplicado sobre los cultivos plaguicidas o insecticidas. (Fig. 4)

REVISIÓN DEL APIARIO

A la entrada del apiario se debe observar el comportamiento de las abejas que se

encuentran fuera de las colmenas, ver si hay abejas muertas o débiles alrededor de

las colmenas o en la piquera, ya que estos datos nos ayudan a darnos una idea del

estado del apiario en general, sin tener que abrir las colmenas aún. Observar la parte

superior de la piquera buscando deyecciones color café que nos pueden dar indicios

de diarrea en las abejas de la colonia o mortandad excesiva de abejas o cría momifica

a la entrada de la colmena.

También es importante ver el flujo de abejas que entran y salen de las

colmenas, así como observar la piquera para ver si hay posibles peleas con abejas de

otra colonia.

Todo lo anterior nos va a proporcionar información para decidir por donde

iniciar la revisión de las colonias comenzando con las sanas y terminando con las

colonias enfermas para de esta forma evitar la diseminación de enfermedades.

REVISIÓN DE LA COLONIA

La colonia habita dentro de una colmena, las colmenas pueden ser de tres tipos:

silvestres, rústicas y tecnificadas. La colmena tecnificada más utilizada en México es

de tipo Jumbo y consta de abajo hacia arriba de piso, cámara de cría, alza (s), techo

interno y techo externo o telescópico. Es en la colmena tecnificada donde podemos

percatarnos de las enfermedades de las abejas. Cada piso se construye con tres

bordes más elevados de forma que quede un estrecho espacio horizontal bajo el borde

de la cámara de cría para formar la entrada o piquera. La cámara de cría y las alzas
son cajas de madera dentro de las cuales son colocados bastidores con cera

estampada para la formación de los panales por parte de las abejas y en los cuales

almacenarán miel, polen, y su cría en diferentes fases de desarrollo. Las alzas se

apilan simplemente una sobre otra, proporcionando espacio preciso, para que las

colonias se desarrollen y almacenen miel. Sólo con la utilización de bastidores con

panales móviles puede el apicultor descubrir la existencia de enfermedades en la

colmena y atender a su curación sin tener que romper los panales y la colonia (Fig. 5).

En cada panal se repite un determinado orden en la disposición de la cría y

provisiones. Las celdas para las crías forman una superficie ovalada en la parte

inferior del panal, una cría sana siempre se verá de color blanco perlado y tendrá una

distribución homogénea, compacta y en general se observa una buena organización

del nido. En la primera franja situada por encima de estas cedas colocan las abejas

polen como alimento proteico. Más hacia fuera se encuentran las reservas de

carbohidratos en forma de miel o néctar. Las abejas encargadas de cuidar a las crías

disponen así siempre en inmediata proximidad de suficiente cantidad de alimento para

sus protegidas.

Durante la revisión de la colonia se deberá observar:

Existencia de la reina: en cada colonia debe existir una reina y no es necesaria la

observación de ella para confirmar su existencia. Esto se comprobará encontrando en

cada una de las celdas del centro del bastidor un huevo colocado en el centro. En

algunos casos de enfermedades parasitarias o virales puede existir la reina sin que se

encuentre postura por lo cual habrá que buscarla y eliminarla, sustituyéndola por una

reina proveniente de un criadero certificado.

Postura y calidad de la reina: esto se determina observando el centro de los

bastidores de la cámara de cría y revisando que la cría operculada se encuentre en

forma elíptica y sin muchos espacios vacíos.


Necesidad de cambio de reina: de encontrar muchos espacios vacíos o encontrar

más de un huevo por celda se deberá proceder a remplazar a la reina comprándola

con criadores de reinas certificados. Ya que una reina enferma jamás podrá desarrollar

una colonia populosa (con gran población) y por ello será más susceptible a padecer

enfermedades. La cantidad de zánganos dependerá de la época de floración, si no es

época de floración no debe haber cría de zángano y durante la época de floración no

más del 10%. Si se encuentra un mayor porcentaje de cría de zángano puede tratarse

de una reina zanganera u obreras ponedoras y se debe remplazar a la reina o hacer

una división con la finalidad de que la colonia sobreviva (Fig. 6).

Enfermedades de la cría y de las abejas: si se observa gran cantidad de cría

muerta, en estado de putrefacción, con colores anormales o consistencia anormal se

tratará de enfermedades en la cría de las abejas y de observarse las abejas adultas

alopécicas, débiles, con el abdomen distendido o las alas desarticuladas se tratará de

enfermedades de las abejas adultas. Los signos característicos de cada una de las

enfermedades se muestran en el cuadro 1 y 2.

Cantidad de provisiones (miel y polen): esto se hace en los panales laterales de la

cámara de cría, debiendo tener por lo menos 2 bastidores con alimento para el

mantenimiento de la colonia.

Necesidad de alimentación y curación: si la cantidad de alimento no es la adecuada

y no hay floración, no habrá alimento para la colonia y deberá procederse a alimentar

o de lo contrario la colonia padecerá hambre y se debilitará predisponiendo esto a

enfermedades. Si se percibe signo de cualquier enfermedad deberá procederse a

alimentar y medicar a dicha colonia, debiendo tener en cuenta que cualquier

medicamento deberá suspenderse por lo menos dos meses antes del flujo de néctar

para evitar contaminación de la miel y cera.

Falta de espacio en cámara de cría y falta de alzas: esto requiere realizarse cuando

la población de la colonia lo indique entre menor sea la población menor será el


número de alzas que requiera la colmena pudiendo prescindir de alzas y viceversa. Si

la colonia cuenta con mucho espacio (exceso de alzas) padecerá frío y estará

predispuesta a enfermedades fungales, muerte de la cría y viceversa si cuenta con

poco espacio puede enjambrar (Fig. 7).

DIAGNÓSTICOS PRESUNTIVOS

El diagnóstico presuntivo se basa en los datos recabados durante la entrevista con el

apicultor, revisión del apiario, condiciones medio ambientales y revisión de la colmena;

siendo importante para saber que muestra mandar al laboratorio.

En las enfermedades que afectan a las abejas, es necesaria la observación de

los signos que presenta la colonia, para poder plantearnos un diagnóstico presuntivo,

así podemos pensar en enfermedades de la cría, abejas adultas o envenenamientos; y

con base en esto, tomar una muestra para poder obtener un diagnóstico definitivo.

En el caso de enfermedades de la cría, podemos diferenciarlas observando los

signos clínicos en campo, sin tener que llegar muchas de estas veces al laboratorio.

Estas muestras sólo se envían al laboratorio con la finalidad de hacer una

identificación exacta del tipo del agente que esta causando la enfermedad. Así pues,

en el cuadro 1 se muestran los signos que presenta la colonia, el diagnóstico y

tratamiento para cada tipo de agente etiológico que afecta a la cría de las abejas

melíferas.

En las enfermedades de las abejas adultas el diagnóstico, no puede realizarse

con base en los signos clínicos que presenta la colonia, en éste caso debemos enviar

una muestra al laboratorio para un diagnóstico del tipo de agente etiológico que esta

causando la enfermedad; con excepción de una enfermedad de tipo parasitario que

afecta a las abejas melíferas llamada Varroosis ya que en este tipo de enfermedad se

pueden observar los ácaros (parásitos externos), sobre el dorso o parte ventral de las
abejas, son de color marrón, aplanados dorsoventralmente y poseen cuatro pares de

patas.

En el cuadro 2, se muestran los signos clínicos que presenta la colonia; así

como el diagnóstico y tratamiento dependiendo del tipo de origen de la enfermedad.

En casos de envenenamiento los signos pueden presentarse de acuerdo a la

toxicidad del producto:

• Si el producto no es muy tóxico: abejas muertas en la entrada de la colmena

(piquera), lentas, paralizadas, no pueden volar, defensivas y presentan diarrea.

• Si el producto es altamente tóxico: mueren en campo, por lo cual en la colmena

se ve disminución de la población aunque haya una gran cantidad de cría en la

colmena.

Los signos de intoxicación se pueden confundir con las enfermedades de las

abejas adultas, por ello, deben enviarse muestras al laboratorio para poder tener el

diagnóstico definitivo.

En caso de que la colonia presente predadores como polillas los signos se

presentarán únicamente en colonias muy débiles observándose gran cantidad de

larvas destruyendo los panales para alimentarse de la cera, capullos formados en los

bordes de los bastidores, insectos adultos en el interior de la colmena. Los signos en

caso del pequeño escarabajo de la colmena son similares con gran cantidad de larvas

en los bastidores alimentándose de la miel procedente de la colonia, no hay presencia

de pupas pues el escarabajo empupa en el piso frente de la colmena, y observaremos

gran cantidad de escarabajos adultos cuya característica principal es el color marrón

de su cuerpo y las antenas en forma de mazo.

TOMA DE MUESTRAS
Con base en todo lo anterior y tomando en cuenta principalmente los signos que

muestra la colonia, podemos sospechar de una enfermedad en las abejas adultas o en

la cría, y la toma y envió de las muestras al laboratorio para su diagnóstico debe

hacerse de una manera adecuada, con el fin de obtener un diagnóstico preciso e

implementar un tratamiento adecuado.

Si se sospecha de una enfermedad en la cría se deberán recolectar panales de cría:

la forma adecuada es seccionando un panal que básicamente contenga cría en todos

los estados de desarrollo y se corta un pedazo de 10X10 cm 2 asegurándose que esta

sección contenga cría afectada (muerta, con cambios de color, etc.). La muestra debe

envolverse en papel periódico u otro material que permita la ventilación y luego

enviarse en una caja de cartón perfectamente identificada.

Si sospechamos de enfermedades en las abejas adultas: la muestra debe consistir

por lo menos de 200 abejas colectadas en la piquera de la colmena sospechosa. Las

abejas se envían en un frasco pequeño que contenga alcohol de uso común al 70%,

es decir, aproximadamente 3 partes de alcohol de 96° y una parte de agua.

Si se sospecha de un envenenamiento: el diagnóstico sólo puede realizarse en el

laboratorio. Para esto hay que reunir unas 1, 000 abejas muertas. Si se sospecha cuál

es la causa de los daños, deben remitirse unos 100 g de material vegetal (envasado

aparte). En el laboratorio se comprueba de inmediato si existió envenenamiento.

Forma de identificar las muestras

Independientemente de lo que se sospeche, todas las muestras deben acompañarse

del nombre y dirección del propietario, nombre del apiario, número de la colmena, el

municipio, Estado, teléfono y fax, así como la fecha de colección y el nombre de quien

lo recolecto.

INTEGRACIÓN DEL DIAGNÓSTICO


Integrar significa juntar es decir debemos recopilar parte por parte desde la entrevista

con el apicultor, revisión del apiario, condiciones medio ambientales, revisión de la

colonia, diagnóstico presuntivo, los resultados del envío de muestras al laboratorio; es

como ir reuniendo las piezas de un rompecabezas hasta llegar finalmente a un

diagnóstico definitivo.

DIAGNÓSTICO DEFINITIVO

Resulta de integrar las piezas anteriormente mencionadas. Una vez obtenidos los

resultados del laboratorio y apoyándonos en la historia clínica vamos descartando o

aceptando nuestras hipótesis iniciales, obteniendo con esto el diagnóstico definitivo

(Fig. 8)

TRATAMIENTO

Una vez que se tiene el diagnóstico definitivo y dependiendo del tipo de agente,

procedemos a proporcionar el tratamiento; ya sea en el alimento que les

proporcionamos a las abejas en época de escasez, en el piso de la colonia, bolsas o

envases; o bien mediante tiras impregnadas con el medicamento.

GLOSARIO

Abeja.- Insecto himenoptero que produce la cera y la jalea real, acopia la miel, el

polen y el propóleo y es el miembro de la colonia que lleva la mayor parte del trabajo.

Alza.- Parte de la colmena que se coloca arriba de la cámara de cría y donde se

almacenan las reservas de miel, que posteriormente será retirada por el apicultor.

Apiario.- Conjunto de colmenas rústicas o tecnificadas empleadas en la producción.

Apicultor.- Persona que se dedica a la apicultura.

Apicultura.- Rama de la zootecnia que se encarga de la cría, desarrollo, producción,

patología y comercialización de las abejas, sus productos y subproductos.


Bastidor.- Marco de madera con alambres sobre el cual se fija la cera estampada

para la formación del panal.

Buche melario.- Porción del aparato digestivo en el cual las abejas transportan agua y

néctar. Se encuentra localizado entre el esófago y la válvula proventrícular.

Cámara de cría.- Parte de la colmena tecnificada en forma de cajón sin tapa y sin

fondo que se asienta directamente sobre el fondo interior, contiene 10 bastidores.

Debe su nombre a que la reina deposita sus huevos en las celdillas de los panales que

se colocan en ella.

Celda.- Cada una de las divisiones de un panal, las hay para cría, miel, polen y celdas

reales.

Cera.- Sustancia grasosa compuesta de ácido cerótico y ácido palmítico, secretada

por glándulas cerígenas situadas entre los segmentos abdominales ventrales de las

abejas y empleada para construir sus panales.

Colmena.- Alojamiento de una colonia o familia de abejas.

Colonia.- Comunidad de abejas que comprende una reina, varios miles de obreras y

durante cierta parte del año, cientos de zánganos.

Cosecha.- Obtención de miel de las abejas en ciertas temporadas del año.

Corbículas.- Conjunto de vellosidades ubicado en la parte distal de la tibia, conocido

comúnmente como cestilla del polen, en la cual las abejas transportan polen o

propóleos.

Cría de cal.- Enfermedad de origen fungal que afecta a la cría de las abejas, causada

por Ascosphaera apis.

Cría de piedra.- Enfermedad de origen fungal que afecta a la cría de las abejas,

causada por Aspergillus flavus, A. fumigatus ó A.niger.


Deriva.- Es cuando las abejas de una colonia salen a recoger alimento y al querer

regresar a su colmena se equivocan y se introducen a una colmena que no es la suya.

Enjambre.- Conjunto de abejas obreras, zánganos y reina que abandonan su colonia

madre para establecerse en un lugar nuevo, usualmente lo componen la mitad de las

obreras de una colonia. Familia en tránsito.

Enjambrazón.- Es la forma natural de reproducción de las colonias de abejas.

Evasión.- Es cuando la colonia completa parte de ese lugar hacia uno nuevo.

Floración.- Época en la cual existe una gran cantidad de flores en el campo.

Jalea real.- Sustancia blanca, cremosa, secretada por las glándulas hipofaríngeas de

las abejas nodrizas y destinadas a alimentar a las larvas de 1-3 días y a la reina

durante toda su vida.

Larva.- Forma de algunos insectos previa a su estado adulto, en los himenópteros

constituye la segunda fase de metamorfosis, entre el estado de huevo y prepupar.

Loque americana.- Enfermedad de origen bacteriano que afecta a la cría de las

abejas causada por Paenibacillus larvae.

Miel.- Liquido espeso, dulce y de diferentes tonalidades, elaborada por las abejas a

partir del néctar de las flores, esta compuesta principalmente de dos azúcares glucosa,

fructosa y secreciones salivales.

Nido.- Aquella parte de la cámara de cría que se encuentra ocupada por cría en sus

diferentes etapas de desarrollo.

Núcleo.- Pequeña colonia de abejas que se comercializa para iniciar una nueva

colonia. Consta de una reina, unos cuantos zánganos, miles de obreras y cuatro

panales con cría en diferentes estados de desarrollo y alimento; son aproximadamente

dos a tres kilogramos de abejas.


Panal.- Estructura de cera dividida en celdas hexagonales con fondo triangular

dispuestas en dos hileras encontradas, que sirven como depósito de alimentos o aloja

crías.

Paquete.- Conjunto de abejas que se comercializa para fortalecer colonias débiles.

Consta de dos a tres kilogramos de abejas y unos cuantos zánganos.

Pillaje.- Comportamiento en el cual las abejas de una colonia roban la miel de otra

colonia que esta más débil.

Piquera.- Entrada de una colmena.

Polen.- Granos minúsculos que se encuentran en las anteras de las flores y que

contienen los elementos masculinos o esperma. Alimento protéico esencial para la

crianza de larvas de abejas y zánganos. Se utiliza para producir el pan de las abejas.

Propóleos.- Sustancia que las abejas procesan a partir de las resinas de los árboles.

Con estas resinas obtiene dos productos. El propóleo propiamente cera aleada y el

bálsamo. Con el propóleo sellan las hendiduras de la colmena y los cadáveres de

animales que son demasiado grandes para sacarlos, en cuanto al bálsamo que es un

propóleo diluido recubren el interior de las celdillas de la cámara de cría para que los

huevos se desarrollen en un ambiente cálido y cómodo durante la metamorfosis.

Reina.- Hembra fértil de las abejas. Tiene un aparato reproductor muy desarrollado,

vive entre cuatro y cinco años por término medio y es capas de depositar de ocho a 10

millones de jebecillos durante toda su vida.

Varroosis.- Enfermedad de origen parasitario que afecta a la cría y a las abejas

adultas, causada por Varroa destructor (parásito externo).

Zanganera.- Reina que sólo puede depositar huevos infértiles de los que nacerán

zánganos.

Zángano.- Abeja macho, desarrollado a partir de una huevo sin fecundar. Los

zánganos tienen un cuerpo más voluminosos que el resto de las abejas, carecen de
aguijón y su aparato bucal esta poco desarrollado por lo que son incapaces de

alimentarse por si solos.

LITERATURA CITADA

1. Bailey L. Patología de las abejas. Zaragoza España: Acribia, 1984.

2. Cornejo LG, Rossi C. Enfermedades de las abejas. Argentina: Hemisferio Sur,

1975.

3. Fritzch W, Bremen R. Higiene y profilaxis de la Apicultura. España: Acribia, 1975.

4. Gochnaver TA, Furgala B, Shimanuki H. Enfermedades y enemigos de la abeja

melífera. In Dadant and Sons. La colmena y la abeja melífera. Argentina:

Hemisferio Sur, 1979.

5. Guzmán-Novoa E. La apicultura en México y Centro América. Memorias del V

Congreso Ibero Latinoamericano Apícola; 1996. 30 mayo – 2 junio; Mercedes

Uruguay. Intendencia Municipal de Soriano Central Apícola Cooperativa,

1996:14-17.

6. Labougle JM, Zozaya JA. La apicultura en México. Ciencia y Desarrollo.

CONACYT. 1986; 59:17-36.

7. Morse RA, Nowogrdzki R. Honey bee pests, predators, and diseases. 2 nd ed.

1990.

8. OIRSA. Enfermedades plagas de la abeja melífera occidental. Organismo

internacional regional de sanidad agropecuaria.

9. Ritter W. Enfermedades de las abejas. España: Acribia, 2001.

10. Shimanuki H, Cantwell GE. Diagnosis of honeybee diseases, parasites and pests.

USA: Bestville Maryland, 1978.

11. Universidad Nacional Autónoma de México. Enfermedades y predadores de las


abejas. Memorias del Diplomado en Producción Apícola (Modulo III), 1993. 23-27
agosto; México D. F.
Figura 1. El diagnóstico en abejas se realiza
observando a todos los miembros de la
colonia.
Foto. Adriana Correa B.

Figura 2. Los enjambres pueden transportar


enfermedades a largas distancias.
Foto. Adriana Correa B.

Figura 3. La entrevista debe ser clara y precisa


para poder realizar el análisis de la
información.
Foto. Angélica G. Gris V.
Figura 4. Antes de abrir la colmena es
necesario analizar su entorno medio ambiental
(clima, temperatura, humedad, etcétera).
Foto. Adriana Correa B.

Figura 5. La revisión de la colonia debe


realizarse observando todos los detalles de
comportamiento y características de los
panales.
Foto. Adriana Correa B.

Figura 6. Al revisar una colonia es necesario


analizar el entorno de la reina, ya que de ella
depende la sobrevivencia de la colonia.
Foto. Angélica G. Gris V.
Figura 7. Las abejas adultas obstruyen la
visibilidad hacia las celdas por lo que es
necesario removerlas con cuidado de no
lesionarlas.
Foto. Adriana Correa B.

Figura 8. La observación e identificación


del agente causal en el laboratorio nos
llevará al diagnóstico definitivo.
Foto: Claudia Ramírez Nájera
Cuadro 1. Signos clínicos, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la cría en

las abejas melíferas (Apis mellifera L.)

ENFERMEDADES DE LA CRIA
Bacterianas Fungales Parasitarias Virales
Signos clínicos
- Apariencia
general del panal
Distribución Distribución Distribución irregular de Distribución irregular.
irregular de la irregular de la cría operculada Opérculos con doble
cría abierta y cría abierta perforación
operculada.
Opérculos
sumidos y
perforados
- Edad de la cría Cría operculada y Cría abierta Cría operculada Cría operculada
muerta abierta
- Color de la cría Primero cremoso, Blanco Aparentemente normal, Café claro, café
luego café claro, amarillento, gris con puntilleo amarillento oscuro, gris y negro
café oscuro y y finalmente
finalmente negro verde, gris o
negro
- Consistencia de Primero acuoso y Dura parecida a Normal Acuoso y rugoso
la cría luego viscoso o un gis o una envuelta en un saco
pastoso piedra
- Olor de la cría Pescado podrido Sin olor Sin olor Naranja fermentada
muerta o naranja
fermentada
- Características En el piso de la No hay No hay Se forma en el piso
de la costra o celdilla o en las de la celdilla. Fácil de
escama paredes. Fácil o desprender. Cabeza
difícil de prominente y
desprender levantada. Apariencia
dependiendo del rugosa y quebradiza
agente etiológico
Diagnóstico Signos en campo Signos en Ácaros dentro de las Antisueros especiales
y en laboratorio: campo y en el celdillas y sobre las o microscopía
Prueba de la gota laboratorio abejas adultas color electrónica
colgante cultivos en agar- marrón y aplanados
dextrosa de dorsoventralmente
Saboureaud
Tratamiento Terramicina Manejo Flumetrinas Jarabe con altas
concentraciones de
azúcar
Cuadro 2. Signos clínicos, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de las

abejas melíferas adultas (Apis mellifera L.).

ENFERMEDADES DE LAS ABEJAS ADULTAS


Bacterianas Fungales Parasitarias Virales
Signos No se alimentan y Abejas afectadas Alas dislocadas, Alas abiertas,
clínicos son incapaces de muestran signos abanicándolas sin abanicándolas sin
volar. Las abejas de parálisis y gran conseguir volar, abdomen conseguir volar,
muertas, se “nerviosismo”, distendido, abejas abdomen distendido,
Apariencia desarticulan abdomen muertas o moribundas abejas muertas o
general de fácilmente en las dilatado. Abejas frente a la piquera o moribundas frente a la
las abejas manos cuando se muertas abdomen trepando por el pasto. piquera o trepando por
levantan. El color endurecido de Tórax desprovisto de el pasto. Tórax
de la hemolinfa es color oscuro y no vellosidades (negro y desprovisto de
lechoso y turbio y se pudren brillante), pierden el vellosidades (negro y
pueden oler a instinto de picar, brillante), pierden el
podrido nerviosas e inquietas. En instinto de picar,
caso de ácaros externos nerviosas e inquietas
se observan los ácaros en
el abdomen de las abejas,
malformaciones en
cuerpo
Diagnóstico En campo con base Campo signos En caso de parásitos Cultivos y pruebas de
en el cuadro clínico. clínicos y en internos puede difusión en gel.
En laboratorio por laboratorio encontrarse en túbulos de Reproducción de la
inoculación de identificación de Malpighi, ventrículo o enfermedad
abejas sanas con conidióforos primer par de tráqueas
un extracto de toráxicas mientras que los
abejas enfermas parásitos externos
maceradas. pueden observarse sobre
Cultivos específicos el cuerpo de las abejas
Tratamiento Terramicina ó ácido Manejo Fumagilina: parásitos Jarabe con altas
cítrico en el jarabe internos en aparato concentraciones de
digestivo. Acaricidas azúcar
como el clorobenzilato,
salicilato de metilo,
nitrobenzeno en caso de
parásitos internos en
tráqueas y flumetrinas
para parásitos externos.

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