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DERECHOS HUMANOS Y SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Nombre: Martha Cecilia Tocanchón Peña


Código: 7647

CONFLICTO

EL HACINAMIENTO DE LAS CÁRCELES EN COLOMBIA

Según la Corte Constitucional aunque los reclusos presentan restricciones en algunos


de sus derechos fundamentales como son: la libertad física, la libre locomoción, la
intimidad personal, el libre desarrollo de su personalidad entre otros. Tienen derecho a
que en el tiempo en que se encuentren privados de la libertad se les respete: la vida,
la integridad personal, la libertad religiosa, el derecho a la personalidad jurídica, la
salud, el debido proceso y el derecho de petición a pesar de su encierro.

Por otra parte, existen también una serie de obligaciones internacionales que
Colombia asumió. Estás se encuentran suscritas en los Tratados Internacionales,
entre ellos se encuentra el Pacto de San José inscrito en la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, aprobado por el Congreso mediante la Ley 16 de 1972, de
forma complementaria está la Ley 74 de 1968 que establece que los reclusos tienen el
derecho a ser tratados de forma digna y que el objeto de la pena es la resocialización.

Como podemos observar la ley es clara para definir los derechos que deben ser
conservados dentro de los centros penitenciarios y el fin de la reclusión. Sin embargo,
afirmar que en la práctica se están llevando a cabo es imposible ya que existen una
serie de dificultades que con el paso del tiempo han hecho que la situación interna de
los presos sea peor, aparte de que estas personas como lo afirma la Defensoría del
Pueblo: deben pagar sus culpas con privación a la libertad, también deben enfrentar la
violación constante de sus derechos humanos dentro del penal. Esto es así, debido a
que internamente se están sobrepoblando las cárceles generando principalmente
hacinamiento que es la causante de otros problemas como: fallas de salubridad,
degradación, tratos inhumanos, corrupción y violencia.

Para analizar estos factores a continuación se presentará un análisis sobre el


problema del hacinamiento en las cárceles de Colombia, teniendo en cuenta diversas
perspectivas de organismos del Estado como son la Defensoría del Pueblo, la
Procuraduría General de la Nación y la Corte Constitucional entre otros que han
analizado este tema. Al finalizar se encontrará una reflexión sobre el tema y una
conclusión final.

El hacinamiento es uno de los principales problemas que a lo largo del tiempo han
tenido que afrontar los diferentes gobiernos del país. Desde la década de los 90ª se ha
observado como el número de reclusos es mayor a la capacidad que tienen las
cárceles en Colombia. Sin embargo, la situación ha empeorado sobretodo desde 1996,
ya que es precisamente en este año cuando empieza a observarse un incremento
fuerte en el sobrecupo carcelario debido a la puesta en práctica de la Ley 228 de 1995
conocida como el Estatuto de Seguridad Ciudadana, mediante esta ley se
establecieron penas privativas a la libertad por delitos menores sin tener en cuenta la
crisis de cupos en las cárceles. Según cifras establecidas por la Defensoría del Pueblo
la capacidad carcelaria para 1996 era de 28.332 cupos, sin embargo el total de
reclusos fue de 39.676.

Para el 2001 la situación empezó a ser aun más crítica, ya que se había pasado por
un proceso de reducción de establecimientos carcelarios, de 178 se pasaron a 165, de
los cuales 10 era reclusiones de mujeres. Durante ese año el hacinamiento llegó a un
37% superando a otros países de Latinoamerica, las cifras demostraban que la
capacidad era de 42.575 cupos, sin embargo, la población recluida era 49.302
personas con un déficit de 6.727 cupos.

La situación carcelaria demostraba mediante cifras que anualmente venía aumento la


población carcelaria en 1.000 reclusos por año. Las medidas que el INPEC ha tomado
para hacer frente a esta situación han sido la supresión de algunos centros carcelarios
que albergaban entre 50 y 70 personas, como ejemplo se encuentra la eliminación del
centro de reclusión de Itsminia en el Choco con el fin de racionalizar recursos tanto
humanos como económicos, a estas personas se les ha enviado a las principales
cárceles del país dificultando de esta forma el seguimiento de los procesos y la
solución de los casos de estas personas.

Ante esta situación organismos como la Corte Constitucional dictaminó la ejecución de


la tutela 153 de 1998, la cual estableció la necesidad de construir nuevas cárceles en
el país, para ello se hizo el llamado a la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría
General de la Nación para que en forma conjunta supervisaran las obras y mejoras a
los establecimientos ya existentes. El resultado de esto fue una momentánea
disminución del hacinamiento en las cárceles, esto se debía principalmente a la
incursión de una nueva legislación (Ley 599 y 600 del 2000 –Código Penal y de
Procedimiento Penal). Al terminar el 2001 el hacinamiento se había disminuido en
2.246 internos. Sin embargo, como lo afirma la Defensoría del Pueblo, esto fue
momentáneo ya que no se tuvo en cuenta aspectos como: a) la tasa de reincidencia
criminal manejada por el sistema penitenciario colombiano, b) la tasa de crímenes en
el país, c) la deficiente aplicación de normas encaminadas a la reinserción, d) la
deficiente política criminal y preventiva antes que represiva.

Según el senador Antonio Navarro Wolf el hacinamiento es uno de los principales


problemas que tiene en este momento en colapso el sistema carcelario en Colombia.
En una entrevista concedida a la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República
el 10 de marzo de 2004, afirmó que el hacinamiento efectivamente es una bomba de
tiempo del cual se derivan otros problemas que agudizan aun más la situación de
violación de derechos humanos en las cárceles. Como principales problemáticas
destacó:

1) La insuficiencia de talleres para que los presos puedan empezar a introducirse en


el proceso de resocialización.
2) El consumo interno de narcóticos.
3) La deficiente acción de la Defensoría del Pueblo.
4) La falta de profesionalización de los guardianes del INPEC.
5) La falta de higiene en los centros penales.
6) La deficiencia en el manejo de los procesos de los sindicados.
7) La corrupción administrativa interna.
Navarro Wolf afirma que la reforma al Código Penitenciario y Carcelario que se va a
establecer en este periodo presidencial puede mejorar aspectos como la
profesionalización de los guardianes del INPEC. Sin embargo, considera que el
problema es precisamente que con la entrega de cárceles por concesión se difunda
una política de privatización de los centros de reclusión. En segundo lugar establece
como preocupante la asimilación de técnicas y lógicas del sistema carcelario
Estadounidense ya que estas técnicas funcionan en un país que no posee dificultades
con el cupo carcelario.

Recientemente el INPEC elaboró un estudio sobre este problema. En las


observaciones planteadas por esta institución se pueden observar muchas similitudes
con las afirmaciones anteriormente establecidas. Sin embargo, es preocupante la
exposición que hacen sobre el incremento de las cifras del último año. El INPEC
afirma que de 126 prisiones a nivel nacional hay 59.011 personas recluidas con un
cupo de 44.936, es decir hay un déficit de 14.075 plazas. Afirman que el 80% de todas
las personas recluidas en el país esta presentando una situación de alto hacinamiento
entre las cárceles que presente mayor nivel de este problema se encuentran:

CARCEL CAPACIDAD POBLACIÓN % HACINAMIENTO


PICOTA 2.309 3.976 72%
FLORENCIA 350 901 157%
YOPAL 50 116 132%
POPAYAN 60 165 175%
PASTO (Mujeres) 30 96 220%
TULUA 150 450 200%
VALLE (Mujeres) 1534 4.120 169%

De lo anterior se puede observar como hay establecimientos carcelarios que tienen un


sobrecupo del doble de su capacidad como es el caso de Florencia Popayan y Tulua.
Revisando de forma completa el cuadro presentado por el INPEC la cárcel que tiene
menor población en hacinamiento se encuentra en Cáqueza, de 73 cupos tiene 95
reclusos, teniendo un porcentaje de hacinamiento del 22%. El INPEC por su parte
afirma que del total de 17.551 cupos, la población carcelaria va en 31.636, con un
hacinamiento total del 72%.
En el caso de las cárceles femeninas se ha establecido que de 11 reclusiones que hay
en el país (3.059 mujeres recluidas) más de la mitad de estos centros tiene un alto
nivel de hacinamiento. Hay que tener en cuenta que el restante de mujeres recluidas
(1.142) se encuentran dispersas en 52 centros mixtos penitenciarios, que por lo
general, no cumplen con las condiciones mínimas de salud y no garantizan la
separación de hombres y mujeres.

En este orden ideas, algunas situaciones de hacinamiento pueden constituir trato


crueles, inhumanos y degradantes, lo que establecería una violación grave a las
obligaciones del Estado bajo los tratados generales de derechos humanos de los
cuales es parte el Estado colombiano.

Concluye el INPEC en este informe que como medidas para disminuir el alto grado de
hacinamiento debe implantarse medidas alternas que tengan una política criminal
coherente y racional que se oriente hacia la prevención del delito y la racionalización
del uso de la privación de la libertad.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la reflexión que se hace es que en los últimos
años la política a seguir para el manejo de hacinamiento en las cárceles del país ha
sido la creación de nuevos establecimientos penales y el cierre de aquellos centros de
reclusión que tienen una baja capacidad y se encuentran distantes de la
administración central, teniendo como justificación que se requiere racionalizar los
gastos a nivel nacional. Sin embargo, no se tiene en cuenta que la solución no se
encuentra únicamente en la inversión en infraestructura si no se maneja de forma
paralela una política carcelaria efectiva con una eficiente administración en los
procesos de los sindicados, ya que ha sido una constante que en nuestro país muchos
casos terminen extendiéndose en el tiempo sin resolverse la situación jurídica de estas
personas.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que si a nivel interno como estos organismos
lo afirman el hacinamiento esta causando graves dificultades para que la
administración de servicios de salud y alimentación sea efectiva y que además esta
generando internamente violencia y violación de derechos humanos. No hay claridad
de cómo se pueden implantar las alternativas que en general plantea cada uno de
estos organismos. Se afirma que deben establecerse mecanismos alternos a la
reclusión para el pago de deudas con la justicia, sin embargo no se establece como se
podrían ejecutar y como sería su direccionamiento.

En conclusión, lo único que queda claro hasta el momento es que hay una alarma
general de diferentes organismos del Estado y anexos a éste, por la situación interna
de las cárceles y que es muy posible que de no establecerse medidas eficaces para
enfrentar el problema se verá en grave riesgo el control de estos centros penales, ya
que a medida que aumenta la violación de derechos humanos en estos lugares es
más difícil el manejo eficiente de la administración interna, el mantenimiento de la
seguridad de todos los internos y la rehabilitación de los reclusos para la
resocialización.

BIBLIOGRAFIA:

VER EN: www.defensoria.org.co/español/informes/pdfs/informe_97.pdf EL INFORME:


ANÁLISIS SOBRE EL ACTUAL HACINAMIENTO CARCELARIO Y PENITENCIARIO EN
COLOMBIA,. 1997

INFORME DE LA PROCURADURIA GENERAL DE LA NACIÓN. EL HACINAMIENTO EN LAS


PRISIONES DEL PAÍS PONE EN RIESGO EL RESPETO Y LA GARANTÍA DE LOS
DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD. 2003.

Ver: BOLETIN DE PRENSA / SENADO DE LA REPUBLICA ENTREVISTA AL SENADOR


ANTONIO NAVARRO WOLF Bogotá, D.C, Miércoles 10 de marzo de 2004

Ver: Ministeriodejusticia.gov.co/jurisprudencia/corteconstitucional/2000/Tutela/T-256-00.htm

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