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AUTORES ESPAÑOLES
TOMO DECIMOSETIMO.
'1
BSs I'.IIIUOTKCA
AUTORES ESPAÑOLES,
DESDE U FORMACIÓN DEL LENGUAJE HASTA NUESTROS DÍAS.
POEMAS ÉPICOS.
i lil El l ION DISIM ESTA Y REVISADA, CON MITAS BIOGRÁFICAS Y UNA ADVERTENCIA PRELIMINAR,
TUMO PRIMERO.
MADRID,
IMPRENTA DE LA PUBLICIDAD , Á CARGO DE I). M. RIVADENEYRA ,
1831.
7
^o ^ 6
tmimimi)mm¡immnmmtmiwimimimimimttmtmitmiwimtmimm'.m'.mtt*tt»k'.NBi\wmi
ADVERTENCIA.
Antes do dedicar a nuestros lectores algunas observaciones, que liemos creido opor-
tunas (I), sobre las cualidades de las obras que contiene el presente volumen y sobre
la materialidad de su publicación, quizá QO estará de más prevenir la objeción que,
sin pecar de sobrado rígidos, pudieran hacernos muchos respecto al título de Poemas
Épicos que lleva la anterior portada. Igual reparo precavió el señor don Manuel José
Quintana publicar la colección de su Musa Épica; y de su respetable autoridad nos
al
servimos, no solo para convencernos de que no es vano escrúpulo tal recelo, sino
principalmente, y con cierta especie de seguridad, para escudarnos con la fuerza de
sus razones.
Poema verdaderamente épico , ninguno existe en nuestra literatura : es una verdad
innegable, demostrada por todos los críticos, y por lo mismo no necesita de nuevas
pruebas. Qué causas hayan podido dar lugar á este fenómeno, ni están bien averi-
guadas todavía , ni es fácil averiguarlas : unos alegan por única razón (y á ser verdad,
no habríamos menester otra) la magnitud de la empresa y la escasa fuerza de nues-
tros ingenios; otros el nativo temperamento de los españoles, dados más bien á los
arrebatos de la fantasía que á profundidad y formal cultivo del entendimiento
la
quién atribuye esta falta á la preponderancia que siempre hau ejercido entre nosotros
los escritos dramáticos ;
quién á la índole que desde un principio caracterizó á nues-
tra literatura; y quién, por último, á la influencia también del clima, como si las
(1) La historia del verdadero poema heroico entre nosotros es brevísima pues propiamente hablando, no co-
,
menzó a cultivarse este género hasta la íeclia que lleva la Araucana. La lectura y estudio de los épicos italianos,
como la de los líricos inspiró á algunos de nuestros principales poetas, y después á sus imitadores, el deseo de
,
rivalizar con entrado el siglo xvn calmó casi del todo estn efervescencia. Sin embargo, la multitud
ellos; pero .
de ensayos que se hicieron en tan corto período puede dar hipara muchas é importantes consideraciones; y
algunas esperamos que nos sugiera la redacción del catálogo que prometemos más adelante.
ADVERTENCIA.
¡llantas que en Italia, por ejemplo, produjeron tan lozanos frutos hubieran debido
i ¡recer aquí por falta de estimación ó por ingratitud del suelo.
Permítasenos, aunque la méoos anticipada, emi-
digresión parezca mal traída ó al
tir la opinión que nos merecen semejantes aseveraciones. No hay ley tan general que
pueda aplicarse á todos los tiempos ni a todos los individuos, ni de la existencia de
.ni delecto debe deducirse jamas la necesidad del defecto mismo. El fatalismo, axioma
le la antigüedad, yace proscrito de las sociedades modernas, y no sabemos cómo se
tncede asenso á los críticos que se valen de él como de una antorcha con que ilu-
minan las tinieblas de su inteligencia. ¿A qué generalizar nn principio cuya causa
.mde muy bien hallarse en circunstancias fortuitas y meramente individuales? De
nuestros célebres poetas del siglo xvi, algunos demostraron reunir suficientes dotes
ara la epopeya : si sus obras no son perfectas, cúlpese, no á su organización, no
al influjo de un destino inexorable, sino á causas ignoradas en los unos, y en otros
tan manifiestas (pie ellos mismos las reconocen y las declaran. En época como la que
dejamos mencionada, tan fecunda en acaecimientos, tan rica en hechos magnánimos
y hasta maravillosos poética en sus menores accidentes, entusiasta en sus creencias,
,
poca de universal predominio, culta como la que más, y perfecta en todas las for-
mas que constituyen el lenguaje, ¿qué elementos nos faltaban para rivalizar con las
demás naciones? Ninguno; y en el caso á que nos referimos, quizá el más insignifi-
cante : la independencia material en tal autor que se dedicó á escritos de diversa ín-
dole , el retraimiento en este, el estímulo en aquel, en otro la madurez de los años,
centenares de poemas escritos en España desde el último tercio del siglo xvi con pre-
tensiones, no con título, de épicos, ninguno es rigorosamente digno desemejante
calificación. — Entonces, senos dirá, ¿á qué aplicarla á los que ahora se reimpri-
men? — Hemos creido que, aunque inexacta, ninguna cuadraba mejora nuestro
propósito, dado que cualquiera otra adolecería de inconvenientes, ó por ser dema-
siado vaga , ó por concretar demasiado la misma calificación como sucedería por ,
mos del nombre de heroicos, que algunos preferirían. Heroico denominó Valbüena su
Bemardo; pero ¿podremos calificar así la Cristiada del padre Hojeda? Hemos pues
adoptado el título más genérico, más usual, y más inteligible por consiguiente.
En cuanto al orden de sucesión en que estos poemas van impresos, confesamos no
babor seguido más que el instintivo de interés y de veriedad. Del cronológico hemos
prescindido, porque dando cuenta, alprincipio de cada obra, del tiempo en que flo-
reció su autor y del año de las ediciones primitivas, no creemos necesario consignar
más palpablemente la época de su advenimiento al mundo literario ni la serie de su
prioridad recíproca ;
que por lo demás, con dejar la Araucana en el lugar que ocupa,
colocar en seguida el Monserrate, la Cristiada y la Mosquea, y concluir con el Ber-
nardo, hubiéramos observado con todo rigor el método cronológico.
Encabezamos pues nuestra colección con la famosa obra de Ercilla , y sin designio
de darle preferencia sobre las demás, no sentimos verla figurar en el primer término
ADVERTENCIA. ui
de este grandioso cuadro. Inspira el autor (Ir la Araucana, como Cervantes, como
Lope y cuido tantos otros ingenios de aquella dichosa época [pues hasta como hom-
bres sueleo ser nuestros autores clásicos dignos de estimación j respeto), inspira,
decimos , el autor de la Araucana cierta simpatía j cariño, que no puede provenir má
que del carácter de ingenuidad y nobleza que le adornaba en vida,] que trasladi
íntegro á su obra. Uno de l"> mayores defectos que en este poema se censuran, i -
ber, el realce que respecto a los españoles se da á las figuras de los bárbaros arau
canil.-, prueba la candorosa honradez j la sensibilidad poética de Ebcilla. I os espa
odies, Feroces como lodo conquistador á quien impacienta la resistencia, repugnaban
con su crueldad al alma joven , noble, valiente] generosa de Ebcilla que, ,
•
español también hubiera querido ver limpios de toda mancha á sus compatriotas
. ; al
paso que los araucanos, víctimas al fin de una suerte inmerecida, defendían su reli
gion y -ii libertad, y esta aspiración los engrandecía á los ojos del poeta, que en uno
mano llevaba la espada para defenderse de ellos, 5 en otra la lira para celebrar, lal
\c/ exagerándolas, sus hazañas. La razón del arte, implacable como la de estado,
condénala al poeta por esta taita ; pero Erqlla hallará siempre entre las almas sensi-
bles apasionados admiradores.
No nos empeñaremos en sincerar igualmente ,i e-te e.-critor de otros vicios que en
el se advierten : la desigualdad de estilo, el desaliño en que á veces incurría, la in-
coherencia j dislocación de los episodios , la prolijidad eo los pormenores , j loque
es peor, la mala elección de asunto, que estéril en sí
j
pequeño, no consentía siem-
pre á su imaginación remontarse ha-ia donde debiera. Pero si traíamos de compensa)
estos desaciertos con iimal número de perfecciones, ¡cuánto no excede su mérito á la
idea que de aquellos nos formemos! La pureza de la dicción, la propiedad de la fra-
se, el interés y verdad de las pinturas, la animación de las descripciones, la variedad
y expresión de los caracteres, especialmente en los de los indios, la oportunidad v calot
de los razonamientos, ¿no son cualidades -mí ¡entesa perpetuarla memoria deunpoeti i,
ciones .
en los episodios y caracteres débil incon-
pesado é insulso en las pinturas, y ,
secuente y desordenado. Valbühna, para decirlo de una vez, es una paradoja per-
sonificada (1 ) ejemplo vivo de lo insuficientes, y aun nocivas, que suelen ser las
:
dotes naturales sin el auxilio del arte ; demostración palpable de que raras veces ca-
minan juntos el talento que concibe y crea, y el juicio que discierne y da forma y
disposición á lo creado. Valbüena contaba en muy alto grado con los recursos de la
naturaleza ; tenía ademas á la vista modelos excelentes á quienes trató de imitar: Vir-
gilio, Ovidio, Lucano mismo, entre los escritores de la antigüedad Boyardo, y Ariosto ;
más que otro alguno, entre los modernos; pero, falto aun del precioso don del crite-
rio, dio á luz, no una producción defectuosa hasta cierto punto, sino el monstruoso
renta mil versos que comprende este poema : á cada paso encontrarán bellezas donde
recrear su vista , alicientes que les hagan olvidar el fastidio de tal ó cual pasaje, y sin
sentirlo ,
proseguir embebecidos en su lectura ;
que este es el privilegio de los talen-
tos superiores. Y á los que desearen ver únicamente lo bueno de esta obra inmensa,
entresacándolo de la confusa hojarasca que lo oscurece, les diremos ante todo que el
sistema de esta publicación no es dar extractos , sino obras completas en cuanto sea
posible ; y ademas que tanto aprovecha á los doctos é inteligentes (pues nuestra Bi-
uliotkca no es para curiosos y principiantes) lo perfecto por lo que enseña, como lo
(1) Si so quiere un juicio más profundo y cabal de este escritor, léase la introducción que á su Musa Épica
antepuso el señor Quintana, en que, después Je enumerar las altas prendas y grandes defectos de este poeta, se
expresa en los siguientes términos
«i El Bernardo, considerándole solocomo prueba de fuerzas poéticas en un joven que acaba de salir de la s
«aulas, no solo es un i obra estimable, sino en cierto modo maravillosa... Los primores, las bellezas están mez-
» ciadas en él con los borrones y el desaliño, á la manera que aun en la mina más preciosa el oro está ligado con
»las tierras y escorias que le deslustran y le afean. Pero no hay duda que hay oro en gran cantidad y de elevados
«quilates; y el libro no por ser tan defeetimso deja di' serun riquísimo minero de invenciones de fantasía admi-
» rabies, de dicción poética y de versificación... Dañó, sin duda, á su perfección la extensión misma del poema :
«¿cómo es posible escribir cinco mil octavase :oncierto y buen gusto? Sintamos que el autor, entregado des-
»pues de componerle á las atenciones y estudios de teólogo y prelado, no pudiese ponerse de propósito á limpiarle
esenciales de composición que hay en él, más graves aun que los de ejecución. En el juicioso
«prólogo que le puso delante, cuando le .lio a luz, da á entender bien claro cuáles eran las justas proporciones y la
«distribución que debia darse á la fábula que había construido... .No lu hizo así, y su gloria pierde en ello, suce-
«diéndole lo que á tantos otros escritures, de quienes se lia dicho que veian el punto de perfección á que debian
«tocar, y por debilidad 6 per negligencia no acertaban á llegar á él.»
En lio de todo esto, \ u.iuena, si noel primero, es uno de nuestros mejores poetas épicos, venando acierta
nohav nadie que se le iguale; de cuya opinión debe participare] mismo señor Quintana cuando dice poco antes
de lo que de su introducción dejamos entresacado :
<i Para la poesía descriptiva tenia hílenlos uo min inferiores á los de aquel gran poeta (Ariosto), y superiores,
sin disputa, ú los de cualquiera otro de nuestros escritores.»
ADVERTENCIA. »
defectuoso por lo que corrige. Hecha esta salvedad involuntaria, digamos algo de la
Cristiada
rarísima en España y generalmente conocida solo por los bien elegidos
Esta obra ,
extractos que de ella se hacen en la Musa Épica, considerada en conjunto, es mu] no-
table por su regularidad ; desmenuzada en parles, se resiente de talla de entonación
y brío. Su lenguaje, sencillo y castizo por lo común, decae á veces hasta confundirse
con la prosa; y no porque su autor desconociese la manera de ennoblecer la dicción
y construir el verso, sino porque debió creer que el asunto, elevado y noble de su-
yo, no necesitaba de mucho esfuerzo para sostenerse dignamente; pero, fuera de
esta falta de colorido, de la debilidad de algunos caracteres, y del desleimiento de
ciertas ¡deas y situaciones, poco asidero ofrece la Cristiadi a la censura más rigoro-
sa. Respirando siempre un aroma bíblico, sencilla en el fondo como en las formas,
del Bernardo. Ábrese poema con la última cena del Salvador, y termina con su
el
Crucifixión y muerte, sin que rompan la unidad de tan severa acción episodios extra-
ños embarazosos; antes bien aparece esta realzada y esclarecida con algunas di-
ni
gresiones propias, y sobre todo, muy oportunas. La Cristiada, en fin (y esto baste para
encarecer su mérito), que si tuvo algún modelo, fué poema latino de Jerónimo
el
Vida sobre el mismo asunto, y este para mejorarlo, sostiene muchas veces la com-
paración con el l'araiso de Millón, cuando pinta la mansión de los espíritus inferna-
les j
los conciliábulos de Satanás, y no cede en ciertos rasgos de invención á la Me-
tiada de Klopstock, aunque esta la aventaje mucho en virtud poética. Así, la perso-
nificación que Hojp.da hace de la oración del Verbo nos parece más espiritual , más
bella que en Klopstock el mensaje del arcángel Gabriel, encargado por el Redentor
de hacer presentes al Eterno las angustias de su corazón. Pero el autor alemán debió
conocer el hermoso pensamiento de la Cristiada, y lo imitó después más estrictamente
en la personificación que, muerto el Dios Hombre, hace de su incomparable gloria (1).
Hemos ¡asertado en seguida el Monserrale, del capitán Cristóbal de Vircés, escri-
tor de alguna reputación
\ hombre instruido, aunque de escasas facultades en este
genero; de cuya obra diremos solo que se recomienda por la nitidez de su locución,
por la propiedad de su
por otras buenas prendas que la caracterizan pero la
estilo y ;
Verdad es que un ingenio perspicaz sabe siempre sacar partido del argumento más
(1) El juicio que el señor Quintana forma de este poema conviene con e! nuestro. El señor don Antonio Gil
de Zarate, en su .Manual de .Literatura; dice: «Merece berta más fortuna que la que le lia cabido, y que tendrá
sin duda luepo ijue haciéndose de él una nueva edición por algún amante de las letras españolas, vuelva á apa-
ii
»riTiT int ri;ro en el orbe literario. » No sabemos porqué un crítico de tan buen juicio como el señor don Manuel
» Sírvela incluyela Cristiada, en mis Obras postumas, entre las producciones de « menor monta.»
Vacilamos 6U un principio enlre este poema; el San José, de Valdivielso; la Austriada, de Rufo; la Con-
(2)
quista de la Bélica, de Juan de la Cueva; la Invención de la Cruz, de Zarate, \ aL-un otro; pero .linios la prefe-
rencia al Monserrale, porque no desmereciendo a los restantes y habiendo de entrar tarde ó temprano en nuestra
colección, nos convenia darle cabida en éste volumen en atención á sus proporciones.
vi ADVERTENCIA.
despreciable; y la prueba es la Mosquea, de Villaviciosa, que esle tituló Poética
inventiva, y después se ha considerado por unos como un verdadero poema, y por
otros como el mejor que se ha escrito en castellano. No llevaremos nosotros á tal ex-
tremo nuestros encomios porque reprobamos toda parodia por lo menos como un
, ,
entretenimiento inútil por uo decir como una profanación del arte mas la Mosquea
, ;
toman parte en su acción, y á interesarse por ellos cual si fuesen los héroes del más
grave poema. Aquellos viles insectos sienten, discurren, obraD como los semidioses
de la IliaJa ó de la Eneida; tieuen sus caracteres no muy variados, pero sí determi-
nados ; visten lucientes yelmos y duras cotas ; manejan cortantes espadas y pesadas
lanzas; y el poeta cuida muy bien de sostener la ilusión á veces, ornando con todas
las galas de la dicción y de la armonía la inagotable narración de sus aventuras. Da
enfado el considerar que se empleasen en semejante tarea tan felices disposiciones y ,
que el autor que se enamoró de la Balracomiomaquia (Dios sabe con qué fundamento
atribuida al dudoso Homero) no pretendiese rivalizar con los primeros épicos en un
asunto de los muchos que se hallan en nuestra historia dignos de perpetuarse.
De todas suertes tenemos en la Mosquea una obra que, aunque ridicula en su esen-
cia, en sus formas es apreciabilísima ; y en esle concepto debia formar parte de la
renuucia sin necesidad al atractivo de la alegoría ; afecta, por presumir de culto , os-
curidad en las frases, y otras veces, por parecer natural, descuida la locución y hasla
el arte de la rima. Si se propuso por modelo la Mosquea del supuesto Merlin Coccayo,
no es extraño incurriese en algunas de estas distracciones Así y todo, merece un lu-
gar muy distinguido en el catálogo de los clásicos españoles, porque sobre otras mu-
chas, tiene la cualidad, rara por cierto en nuestros escritores, de ser enérgico en la
pintura de caracteres.
Tales son en nuestro sentir, los poemas que comprende este primer volumen y
, ;
aunque tememos que no parezca acertada su elección á lodos, y que no habrá nin-
guno de los conocidos y postergados que no merezca á muchos de nuestros lectores
la preferencia sobre cualquiera de los presentes, esperamos dejarlos satisfechos cuando
mer lucrar, liemos desconfiado de nuestro juicio, y creído, en segundo, que nuestros
lectores, como ya indicamos anteriormente, están dolados de suficiente criterio para
no necesitar de guia. Por el pronto les sería más mil un catalogo completo, en lo po-
sible , de los poemas que existen publicados y de algunos inéditos que se conocen;
pero este trabajo, que no es para improvisado, acompañará. Dios mediante, por via
de apéndice al mencionada segundo tomo.
Hemos procurado que la corrección del presente en nada desdiga de los anteriores
de la Biblioteca, rec iciendo y compulsando las diferentes ediciones de estos poe-
mas, no aventurando enmienda alguna sin el convencimiento de que recaía sobre un
yerro de imprenta, \ "ii el caso de alguna variante, pretiriendo los textos primitivos
ó los más correctos y autorizados ;
que en este particular no hay escrúpulo que pa-
rezca nimio, j a falta de \erdaderos originales, merecen los tenidos por tales el mayor
respeto. l.n punto á la ortografía, como cada época
y cada libro tienen la suya y todas
son arbitrarias é inconsecuentes, liemos uniformado en cierto modo la de todos los
poemas, sometiéndola al sistema de la Academia, única autoridad en la materia, ex-
cepto en aquellos casos en que la eufonía ó el carácter del escritor exigían que se in-
fringiese.
Reunidos ya en un cuerpo nuestros principales escritores en este género, creemos
facilitar mi estudio y haber correspondido al útilísimo designio de esta importante pu-
blicación. Kl repertorio de los Épicos españoles inspirará tal vez á doctos críticos y
literatos entendidos el deseo de ocuparse en cuestiones hasta el díapoco dilucidadas :
las diferentes escuelas en que se dividen los autores clásicos ; la parte que cupo á cada
cual en el perfeccionamiento o decadencia de nueslras letras; la comparación entre
ellos y los escritores extranjeros; el mostrar cuándo fueron originales, quién y de
quiénes imitadores, y otros muchos asuntos que redundarán en provecho de la ju-
ventud en bien de la literatura y en servicio y gloria de nuestra patria.
,
MMMftlMIMMniMWmm itM ,.s WWWWWWWWH
« WW^—WWW . v \ l«f«WWII MWW IIW WWWWIKIWMIII * m I M— > a
LA ARAUCANA,
POH DON ALONSO DE EHCILLA Y ZUÑIGA (|),
procedencia de su laonlia, en la *ÍHa de Perineo, cabe a del señorío di- Vizcaya, el día 7 di' agosto de lóoo. Im- mi
padre Portan o Porlunio García de Ercilla, caballero <le la orden de Santiago y célebre Jurisconsulto de aquella
¿poca \ mi abuelo Martin Rota de Brcilla señor do la torre de este nombre , peí
; . ia también muy, distinguida por ;
madre lino a duna Leonor de ZúSiga, seüora de Uobadilla basta la muerte de mi mandil, > guarda-damas, durante
mi estado de vlndei de la emperatriz dona Isabel. Fueron, en lio, señores tan autorizados en la cuite los Kr cillas,
,
que un hermano de nuestro non Alokso, llamado don Juan, que desempeñaba la abadía de Hormedes, sirvió de li-
iin 'Míen mayor
i la rema doña Ana de Austria, y de maestro al principe don Peinando,
i
Era ai|uei todavía niño cuando como a la sazón se acostumbraba entro en paútelo de paje ó menino del pi
, ,
don Felipe, lujo de Carlos V ; y a la edad de calmee años le acompañó en el viaje une hizo a los estados de Flan les
pan lomar posesión del ducado de Brabante, hasta el año 1351, en que regresaron á España. Esta peregrinación debió
aliciouará don Alonso ü la vida de viajero; V no es extraño que concibiese un vivo deseo de visitar los países mas
remólos el que a la edad de v linte y un años habla recorrido diferentes veces las provincias de España, Italia,
Francia, Inglaterra, Plandes, Alemania, Bohemia, Momia, Silesia, Austria, Hungría, Estiria y Carimia. Ésto por
una parte J I" I OtM el espíritu caballeresco, y basta id temerario arrojo desu carácter, le inspiraban cierta predi-
.
Asistía pues en Inglaterra a don Felipe el año 1534, cuando llegó a Londres la noticia de la rebelión de los arauca-
nos. Hallábase en la misma corte, procedente del Pera, Jerónimo de Alderele, y el rey le nombró capitán y adelantad.»
de aquella tierra, con cargo de pacificarla. No hubo menesti otro estimulo doíi Alonso empuñó per primera ve/,
1 :
la espada , y partió con Alderele en dirección á Chile pero habiendo muerto este en Taboga cerca de Panamá el
; , , ,
guerra á los araucanos se incorporó uon Alonso ; y lo que en otro hubiera sido desesperada y funesta resolución, en
nuestro esforzado joven fué ocasión de lucimiento y origen de perpetua gloria.
Héroe y cantor a un tiempo, celebraba por la noche las proezas que realizaba durante el dia con la espada en la :
mano y la pluma en el seno satisfacía a la vez el entusiasmo del guerrero y el del poeta mientras combatía pensaba, ;
y mientras escribía cnlu aba fuer/as para la lid del dia siguiente endurecía sus miembros en aquellas regiones agres-
|
tes con la fatiga de las batallas, y en alas de la poesía remontaba su imaginación a las esferas del pensamiento unión :
poc IS V» es Vista, y menos en lauto grado, de la robustez, y vigor del cuerpo con el brio y elevación de la inteligencia.
Dio i'ON Alonso pruebas de su gran valor en siete batallas campales y en varios combates y encuentros de menos
importancia arriesgando á cada instante la vida , y sufriendo todo género de trabajos y privaciones ; acompañó a su
,
general don García Hurtado de Mendoza á la conquista de la Ultima tierra del valle de Cbiloe, pasando al efecto el
estrecho de Magallanes y arrostrando cuantas dificultades se le pouian delante, atravesó dos veces en piraguas, se-
;
guido de diez soldados, el peligroso desaguadero del archipiélago de Ancudbox metióse tierra adentro, y para me- :
moria de su heroica ¡nll epiuez, grabó con la punta de un cuchillo en la corteza del árbol mas robusto que pudo hallar,
una oclava alusiva á este hecho, que insertó después en su poema, como otras muchas que se hallan en él , referentes
á pormenores de su vida, los cuales, sin esta precaución, serían para nosotros absolutamente desconocidos.
Algún tiempo después parece que, á consecuencia de una reyerta que tuvo con un don Juan de Pineda, en que
ambos remitieron sus razones a las espadas, fué ErcilLA condenado por don García á perder la cabeza en público ca-
dalso ; mas al fin se revocó la sentencia cuando estaba para ejecutarse comunial dola primero en pi ision y di spm >
,
en un penoso destierro. Trasladóse don Alonso al Callao de l.inia, donde, sabedor de las atrocidades que cometía en
Venezuela Lope de Aguii iv eSOlviÓ ir en SU busca y tratarle como enemigo
, 1 mas al llegar a Panamá, supo que le
;
habla desbaratado en Tocuyo Diego García de Paredes, y que, de resultas de su derrota, había sido decapiíadn.
Por entonces, acia el año Finí, enfermó gravemente don Alonso salváronle su juventud y vigor de espíritu, y
:
regresó á España cuando solo cuidaba veinte y nueve años, trayendo escrita la parle primera de su Araucana; mas
á poco tiempo hizo olro viaje por Francia , Italia , Alemania . Silesia Moravia y Pauonia. Contrajo matrimonio según
, ,
se presume, en Madrid el año 1570 Su esposa se llamó doña María Kazan, bija que fué de Gil Sánchez liazan y de
doña Marquesa de l'garte , dama de la reina doña Isabel de la Paz, la cual y el emperador Rodulfe fueron sus pa-
drinos, aunque otros observan que la madrina debió serlo doña Ana de Austria, pues doña Isabel falleció en IMiS.
De este matrimonio no resultaron hijos ; pero tuvo Krcilla algunos naturales, entre los cuales debe principalmente.
mencionarse i doña María Margarita de Zuñiga , dama de la emperatriz doña Maria , que casó muy ventajosamente
con don Padriqné de Portugal, hijo de los condes de Faro y Mira, Señor de las baronías de Oraui , y caballerizo
mayor de la misma emperatriz.
Créese con bastante fundamento que los postreros años de su vida los pasó don Alonso retirado en Madrid ya con :
ánimo de consagrarse á la contemplación de las cosas divinas , arrepentido de haber hecho lanío caso de las huma-
t. xvir. I
i DON ALONSO DE ERCILLA Y ZÚSlGA.
ojos por ella; que con merced tan grande, demás de dejarla vuestra Majestad ufana, quedará
autorizada y segura di' que ninguno se le atreva. Guarde nuestro Señor la católica persona de
vuestra Majestad.
Don Alonso de Ercilla y Zúñíga.
proloc.o.
Si pensara que el trabajo que lie puesto en esta obra me habia de quitar tan poco el miedo
de publicarla, sé cierto de mi que no tuviera ánimo para llevarla al cabo. Pero, considerando
ser la historia verdadera, y de cosas de guerra, á las cuales hay tantos aficionados, me he re-
suelto en imprimirla, ayudando á ello las importunaciones de muchos testigos que en lo mas
dello se hallaron y el agravio que algunos españoles recibirían quedando sus hazañas en
,
perpetuo silencio, faltando quien las escriba. No por ser ellas pequeñas, pero porque la tierra
es tan remota y apartada, y la postrera que los españoles han pisado por la parte del Pirú,
nns ya para desahogarse á sus solas cu quejas contra la fortuna , porque , después de haber prodigado su sangre eii
;
defensa de la patria, y servido lealmente a sus reyes en la corte, esla le trataba con un desdén, que aun a despecho
di- su natural modestia parece que alguna vez él mismo calilicó de injusto. Su resentimiento contra don García, que
le indujo aguardar un silencio completo respecto á este personaje, yá construir un poema sin héroe conocido, padn
ser muy bien la causa de aquel desprecio ello es indudable que entre el poeta y el magnate mediaron rencores, de
:
No se sabe lijamente el año en que murió Ercilla, pero se presume que vivia todavía en 1596 : sus restos se con-
servan en el convento de carmelitas descalzas de Ocaña. El descuido con que España ha mirado siempre sus glorías,
especialmente las literarias, es causa de que no conozcamos particularidades de la vida de muchos de sus ingenios ;
lo cual, lejos de ser una vana curiosidad, es muchas veces un dalo muy importante para la critica de sus obras. La.
Araucana misma perdería alguna parte de su mérito, si no supiésemos de qué manera la escribió su autor, eulre el
bullicio y rebato de los campamentos, y la distracción y fatiga de una guerra tan enconada como incesante.
Dícese que Ehcili.a lialua empezado también un poema en loor del heroico marqués de Santa Cruz, don Alvaro de
Bazan y sí la especie es cierta , ó le sorprendió la muerte antes de terminarlo, ó pereció el original en términos que
;
Segunda parte. —
Zaragoza en casa de Juan Soler,
: 1578.
Primera y segunda. —Madrid: Madrigal, 15S9, dos volúmenes, 12.°
Primera, segunda y tercera. —
Madrid : Madrigal, 1589, dos volúmenes, 8."
Primera, segunda y tercera. —
Barcelona Sebastián de Cormellas, 1592.
:
El ejemplar que hemos visto, propio del señor don Pascual Gayangos, dice, enmendado de mano, 1642. La portada
citada es la general del lomo; pero las parles segunda y tercera tienen otra que dice Barcelona, casa de la viuda de
:
Huberl Golart, 1590. Al Un de la tercera parte se ve la fecha de 1591 ; de lo que se deduce que la primera portada del
lomo debió ser posterior á la impresión de este; y la prueba es que, al concluir el elogio que escribió del poema el li-
cenciado Mosquera de Figueroa, se lee: año 1585. No podemos decir qué fundamento tenga la enmienda de mano del
ejemplar citado, repelida alguna vez mas adelante, y con trazas de antigüedad.
Primera, segunda y tercera.— Madrid Caslrn,
•
1507, 8."
Primera, segunda y tercera.— Madrid Juan de la Cuesta , 1010, 8.°
:
Segunda y tercera. Con la cuarta y quinta parle de Santisleban y Osorio .— Madrid Marlinez Abad, 1733, folio.
:
Segunda y tercera.— Madrid Marlinez Abad , 1758, folio. Esta edición es sospechosa. En nuestro couceplo es
: la
misma de 1733.
Segunda y tercera.— Madrid : Sancha , 1778, dos volúmenes, 8.°
Segunda y tercera —Madrid : Repullos, 1803, dos volúmenes, 8."
Segunda y tercera.— Barcelona Pilerrer, 1827, dos volúmenes, 8."
:
que concluye así i' para decir bien siempre es buen tiempo. Además agregó dos cantos nuevos , el xxxv v xxxvi , y
:
concluyó el xxxvu, con el que en la primera edición era xxxv. Esta misma advertencia hizo don Miguel de Burgos al
frente de la tercera parte de su edición ; y para que fuese mas comprensible, marcó con signos particulares las pági-
nas en que se hallan dichas innovaciones.
LA ARAUCANA, PKOI.OGO. J
que no se puede tener della casi noticia, y por el mal aparejo y poco tiempo que para escribir
hay con la ocupación de la guerra, que no da lugar á ello; y asi, d que pude hurlar le gasté
en este libro, el cual, porque fuese mas cierto y verdadero, Be hizo en la misma guerra v en
los mismos pasos y sitios, escribiendo muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos
de cartas, algunos tan pequeños, que apenas cabian seis versos; que no me costó después poco
trabajo juntarlos \ por cstu, y por la humildad con que va la ulna, como criada en tan pobres
;
paiíaícs, acompañándola el aelo y la intención con que se hizo, espero que será paite para po-
der snl'i ir quien la leyere las Caltas que lleva. V si a alguno le pareciere que me muestro alijo
inclinado a la parte lie los araucanos, tratando sus cosas y valentías mas x ndidamente de Id
- tt
que para bárbaros se requiere; si queremos mirar su crianza, costumbres modos de guerra
,
y ejercicio della, veremos que. muchos no les han hecho ventaja, y que son pocos los que enii
tan gran constancia y Qrmeza han defendido su tierra contra tan Meros enemigos como son
los españoles. Y cierto es cosa de admiración que, do poseyendo los araucanos mas de veinte
leguas de término sin tener en todo él pueblo formado ni muro ni casa inerte para su reparo,
,
ni armas, a lo menos defensivas, que la prolija guerra y españoles las han gastado y consumido,
y en tierra no áspera, rodeada de tres pueblos españoles y dos plazas fuertes en medio della,
con puro valor y porfiada determinación hayan redimido y sustentado su libertad derramando
,
en sacrilicio della tanta Sangre, asi suya como de españoles, que con verdad se puede decir
haber ¡iocos lugares que sien della teñidos y poblados de huesos, no tallando a los muertos
quien íes suceda en llevar SU Opinión adelante. Pues los hijos, ganosos dé la venganza de sus
muertos padres, con la natural rabia que los mueve y el valor que dellos heredaron acele- ,
rando el curso de los años, antes de tiempo tomando las armas, se ofrecen al rigor de la
guerra. Y es tanta la falta de gente, por la mucha que ha muerto en esta demanda, que para
hacer mas cuerpo y henchir los escuadrones, vienen también las mujeres a la guerra, v peleando
algunas veces como varones se entregan con grande animo á la muerte. Todo esto lie querido
,
traer para prueba y en abono del valor destas gentes digno de mayor loor del (pie yo le podré
,
dar con mis versos Y pues, como dije arriba, hay ahora en España cantidad de personas que
se hallaron en muchas cosas de las que aquí escribo, ¡i ellas remito la defensa de mi obra en
esta parte, y á los que la leyeren se la encomiendo.
, , ; , ; , ,
LA ARAUCANA.
Por falta de pilotos , ó encubierta
Causa, quiza importante y no sabida,
CANTO PRIMERO. Esla secreta senda descubierta
Quedó para nosotros escondida ,
fl .naldeclara el Miento y descripción «3e ln provincia de Chile, y estadi Ora sea yerro de la altura cierta ,
del trauco, con las costumbres y modos de guerra que loa neutrales ¡
Ora que alguna isleta removida
tienen;] asimismo trata en suma de la entrada y conquista qua los I
Mas el valor les hechos las proezas, . l'u medio es donde el punto de la guerra
Pues no es el vencedor mas estimado Y aquel que por valor y pura guerra
De aquello en que el vencido es reputado Hace en torno temblar loda la tierra.
Suplicóos , gran Felipe que mirada , Es Arauco , que basta , el cual sujeto
Esla labor de vos sea recibida. Lo mas desle gran témino tenia ,
No despreciéis el clon aunque tan pobre , . Veinte leguas contienen sus mojones,
Para que autoridad mi verso cobre. Poséenla diez y seis fuertes varones.
Quiero á señor tan alto dedicarlo De diez y seis caciques y señores
Ponpje este atrevimiento lo sostenga Es el sob erbio estado! püseido_,
Iornando esta manera de ilustrarlo En militar esludio los mejores
Para que quien lo viere en mas lo tenga ;
Que de bárbaras madres han nacido :
Que no lia sido por rey jamas regida , Vienen á ser tan sueltos y alentados .
Ni á estranjero dominio sometida. Que alcanzan por aliento los venados.
Es Chile norte sur de gran longura Y desde la niñez al ejercicio
Costa del nuevo mar del Sur llamado , Los apremian por fuerza y los incitan,
Tendrá del leste á oeste de angostura Y en el bélico estudio y duro oficio
Cien millas por lo mas ancho tomado : Entrando en mas edad los ejercitan :
LA ARA1 i
INA CANTO I.
v,
i --.ii>'T diestra nte gobernalles Reí ogiéndose i tiempo al sitio le i < i * -
•
("un otras puntas largas enasl Cercan una cuadrada y ancha plaza
De la j forma de puntom1 1< Kn valientes estacas afirmados,
Hachas, martillos mazas barreadas . . Que a los de fuera impide embaraza \
Que son aunque modernos mas usado Y a-i van sil, manera
tallar desla ;
Vienen con grande orgullo y bizarría Tres dias se han de haber ratificado
Al son de presurosos alambores; En la ibiiuii ion sin retratarse ;
A aquel que fué del cielo derribado El campo con ejército pujante,
Que como i poderoso y gran profeta En demanda del reino deseado
Es siempre en sus cantares celebrado : Movieron sus escuadras adelante :
Teniendo por tan cierta su locura Volvieron á los pueblos que dejaron
Como nos la evangélica Escritura. Donde por algún tiempo reposaron.
\' estos que guardan orden algo estrecha j/Pues don Diego de Almagro, adelantado
No tienen ley, ni Dios, ni que hay pecados Que en oirás mil conquistas se habia visto,
Mas solo aquel vivir les aprovecha Por sabio en lodas ellas reputado.
De ser por sabios hombres reputados ; Animoso , valiente, franco y quisto,
Pero la espada lanza el arco y Hecha
, , , A Chile caminó determinado
Tienen por mejor ciencia otros soldados , De estender y ensanchar la fe de Cristo ;
Diciendo que el agüero alegre ó triste Pero en llegando al fin deste camiuo
En la fuerza y el animo consiste. Dar en breve la vuelta le convino.
En fin, el hado y clima desta tierra A solo el de yaldiyíaesla vitoria
Si su estrella y pronostico se miran , Con justa y gran ráTtíñie fué otorgada
Es contienda discordia , guerra
, furor ,
, Y es bien que se celebre su memoria
Y á solo esto los ánimos aspiran : / Pues pudo adelantar (auto su espada :
Todo su bien y mal aquí se encierra I Esle alcanzó en Arauco aquella gloría
Son hombres que de súbito se airan , Que de nadie hasta allí fuera alcanzada ;
LA AH\I i V\ V ,
i Wiu II.
Españoles con braios valerosos i i., lo que \ aldivia había poi bueno
Siguiendo <•! ti:i<t< y con rigor la guerra,
• Remiso en graves culp ts j piadoso ,
Por animo enlistante ] rara- pruebas, Que aquel i quien él mismo puso el vugo,
Criando en los trabajos fuerzas nuevas Fue-e el cuchillo y áspero verdugo
Después entro Valdivia c mistando estado araucano acostumbrado
1 1
Allí fue preso el bárbaro Ainavillo, "iV No aguardando a mas tiempo, abiertamente
Honoi de los pencones j cauuiuo. Comienzan á llamar y juntar gente.
De allí llegó al famoso Biobio Principio fue del daño no pensado
Kl CUSÍ divide a Penco del estallo. El un lomar Valdivia presta enmienda
Que del Nibequetén copioso rio C jemplar astigo del estado i ¡
CANTO II.
Huyendo de Importunos la costumbre '.ne«p la dfcordll que ente* caciques de Arauco bubo sobre Ib elec-
los
Digo con tal intento y presupuesto. cinn de capllan general v el irnili no .. i. ,,»<. porel eonssjo del
. >
,-
.
Que antes que lo- de trauco á servidumbre aocoU¿., con Ib entrada que pur engaño le» barbaros bicie-
i
Viniesen , fueron tantas las batallas roa en la casa linid' deTocapeJ, > !a bululla que con lo, españoles
,
tuvieron.
Que dejo de prolijas de contadas.
Ayudó muclio el ignorante engaño lia» en el mando que han llegado
Hachos
De vet en animales corregidos A engañosa alteza desta vida,
la
Hombres que por milagro y caso estraño Que fortuna los ha siempre ayudado,
lie la región celeste eran venidos Y dadoles la mano á ¡a subida ;
> del súbito estruendo y grave daño Para después de haberlos levantado
De Ins tiro- de pólvora sentidos. Derribarlos con misera caida,
Como a inmortales dioses los temian, Cuando es mayor el golpe y sentimiento,
Hue con ardientes rayos combatían. Y menos el pensar que hay mudamiento.
Los españole- hechos hazañosos No entienden con la próspera bonanza
El error confirmaban de inmortales, Que el contento es principio de tristeza,
Afirmando los mas supersticiosos No miran en la súbita mudanza
Por los presentes los futuros niales : Del consumidor tiempo y su presteza ;
Y suspensos J dudosos.
asi tiluos, Mas con altiva y vana confianza
Viendo de su opresión ri.ua- señales, Quieren que en su fortuna haya firmeza ,
Pero todas las tierras llanamente , Y mucho mas que da siempre les quila ,
Viendo á Arauco sujeta se entregaron , ; No perdonando cosa vieja y nueva ¡
Los trujn a tal soberbia y vanagloria , Pensar que en él fortuna ha de estar queda
Que en mil leguas diez, hombres no cabian ; Antes dejara el sol de darnos lumbre:
Sin pasarles jamas por la memoria . Que no es su condición fijar la rueda ,
Que en siete pies de tierra al liu habiau Y es malo de mudar vieja costurnbi e,
De venir a caber sus hinchazones. II mas seguro bien de la fortuna
Su gloria vana y vanas pretensiones. Es no haberla tenido vez alguna.
,, , ,:, : ,
Es bien que haya memoria de sus nombres, Las mesas de manjares ocupadas,
Que siendo incultos bárbaros ganaron Aguijan á las armas, desgajando
Con no poca razón claros renombres: Las ramas al depósito obligadas ;
Pues en lan breve término alcanzaron Y' dellas se aperciben , no cesando
'
Ca^ocjimX, cacique bullicioso , Sin dejarle acabar, dijo Elícura :
No fué el postrero que dejó su tierra «A mi es dado el gobierno desta danza ,
Que allí llegó el tercero, deseoso Y' el simple que intentare otra locura
No lejos Lemolemo del venia, Que ser señor del mundo os on mí mano
Que tiene seis mil hombres de pelea. Sí en ella libre este bastón poseo. » —
Hareguano Gualemo y Lebopia
, « Ninguno , dice Angol, será lan vano,
Que quieren ser en todo los primeros Pues es mas el temor que pasaría ,
Gobiernan estos tres tres mil guerretos. Que la gloría que el hecho lo daría. »
No
se tardó en venir pues Elicúra, Cayocupi furioso y arrogante
Que tiempo y plazo puesto había llegado,
'I
La maza esgrime haciéndose á lo largo ,
liogran cuerpo, robusto en la hechura, Diciendo « Yo veré quien es bastante
:
por uno do los fuertes reputado: A dar do lo que ha dicho mas descargo ;
Quien seis mil hombres tiene á su mandado. Veremos de cual dedos es el cargo ;
Luego llegó el anciano C&kicalo-í Que de probar aquí luego me ofrezco ,
Otro- tantos ¡ mas rige este solo. Que mas que todos juntos le merezco. » —
., , ,. ; , , , , ,
; , :,,
LA A l i. V I i \N\. ('.AMO II
Que nai quiera iiin :>rl> por la espida > ¡ Que todos poi el quiei tn gobernarle :
Mostraré ser verdad lo que porfío Bate ser quien mai nn gran madero
i
Que donde esta Puroii im* otro mande ! Siguiendo las mejores intenc es,
La grita y el furor se multiplica, Por lodos los caciques acordado
Quien esgrime la maza, y quién la Lo propuesto del viejo fue aceptado.
p
otrosi trique se metieron
orné |
i Podría de alguna ser aquí una cosa
En medio destos bárbaros de presto Que parece sin término notada
y n (i Ocultad loe departieron ,
.
N es, que en una provincia poderosa .
No sea en tan bajo estado j abatido. Duro seis horas largas en el juego.
• Volved las armas y animo furioso Paren tras él lo trujo medio dia ,
A los pecbos de aquellos que os han puesto Y esforzado Ongolmo mas de medio,
el
En dura sujeción con afrentoso Y cualro horas y media l.ehopia,
Partido, i todo el mundo manifiesto ;
Que de sufrirle mas 00 bullo remedio :
•Que esta
persona atormentada flaca De los hombros el manto derribando
De golpes de fortuna no procura , Las terribles espaldas descubría,
Sino el agudo filo de una espada , \ el duro y grave leño levantando
I'ues no la acalla lanía desventura : Sobre el fornido asiento le ponía :
Que este gracioso don no agradecido Hasta que llegó el sol al medio cielo
Nos ha al presente término Iraido. une dio con ella entonces en el suelo.
, , ; , ,,
;; , , , : ,:, ,
Tenia un ojo sin luz de nacimiento Paróse al medio curso mas hermosa
Como un lino granate colorado ; A ver la estaña prueba en qué paraba ;
Era este noble moxo de alto hecho Y bárbaro en el hombro la gran viga
el
Varón de autoridad, grave y severo. Sin muestra de mudanza y pesadumbre
Amigo de guardar lodo derecho. Venciendo con esfuerzo la fatiga ,
Asnero riguroso y justiciero,
. Y creciendo la fuerza por costumbre.
De cuerpo grande y relevado pecho, Apolo en seguimiento de su amiga
Hábil , diestro tortísimo y lijero.
, Tendido habia los rayos de su lumbre
Sabio , astuto sagaz determinado
, , , Y el hijo de Leocan en el semblante
Y en cosas de repente reportado. Mas firme que al principio y mas constante.
Fué con alegre muestra recibido, Era salido el sol cuando el enorme
Aunque no sé si todos se alegraron Peso de las espaldas despedía,
El caso en esta suma referido Y un salto díó en lanzándole disforme
Por su término y punios le contaron. Mostrando que aun mas animo tenia.
Viendo que Apolo ya se habia escondido El circunstante pueblo en voz conforme
En el profondo mar determinaron , Pronunció la sentencia y le decia
Que la prueba de aquel se dilatase «Sobre tan firmes hombros descargamos
Hasta que la esperada luz. llegase. El peso y grande carga que lomamos. »
Asiendo del troncón duro y nudoso , Del sabio Colocólo , que miraba
Como si fuera vara delicada La dañosa discordia y diferencia,
Se le pone en el hombro poderoso : Y el gran peligro en que su patria andaba:
La genle enmudeció maravillada Conociendo el valor y suficiencia
De ver el fuerte cuerpo tan nervoso Deste Caupolican que ausente estaba ,
La color a Lincoya se le muda Varón en cuerpo y fuerzas eslremado,
Poniendo en su vitoria mucha duda. De rara industria y ánimo dolado;
El bárbaro sagaz despacio andaba , Asi propuso astuta y sabiamente
Y á toda prisa entraba el claro dia ; Para que la elección se dilatase ,
El sol las largas sombras acortaba. La prueba al parecer impertinente
Mas él nunca descrece en su porfía ; En que Caupolieano se estreñíase;
Al ocaso la luz se retiraba Y en esta dilación , secretamente
Ni por eso flaqueza en él habia Dándole aviso a la elección llegase
,
Tres castillos los nuestros ocupados Viéndose en tanto estrecho los cristianos,
Tenían pin el segara de la liem , De temor y verguean constreñidos ,
Dsdss de cads paite sus razones, Mas viendo el esperado efecto vano
Canpoliean en nada desto vino; Y el puente del C8i tillo levantado ,
MelSB a hiegO > i rigOI de espada; Cala sin miedo y sin ayuda el puente;
Porque él luego iras ellos diligente Y puesto en medio del, alto decía i
Del encubierto engaño caminaban , Furia se arroja entre ellos sin recelo ,
Y en los vedados limites entraban. Une rodaron algunos por el suelo.
El puente mino y puerta atravesando
, De dos golpes a dos tendió por tierra
Miserables, los gestos afligidos, La espada revolviendo a todos lados ;
Suenan los hierros de una y otra parte ; En las águilas armas por juntarse;
Allí muestra su fuerza el sanguinoso Y con las duras puntas van tentando
Y mas que nunca embravecido Marte : .
Las parles por do mas pueden dañarse :
Cuando se muestra el mundo mas quieto Principio y fin de lodos nuestros males ,
Que afirmaba con término asignado Codicia fué ocasión de tanta guerra ,
La alteración y junta del estado. Y perdición total de aquesta tierra.
El común siempre amigo de ruido, Esta fué quien halló los apartados
La libertad y guerra deseando Indios de las antarticas regiones ;
Por su parle alterado y removido Por esta eran sin orden trabajados
Se va con este son desentonando ; Con dura imposición y vejaciones ;
Al servicio no acude prometido, Pero rotas las cinchas de apretados
Sacudiendo la carga, y levantando Buscaron modo y nuevas invenciones
La soberbia cerviz desvergonzada De libertad con áspera venganza
Negando la obediencia á Carlos dada. Levantando el trabajo la esperanza.
Valdivia perezoso y negligente, Cuan cierto es, como claro conocemos,
Incrédulo, remiso y descuidado, Que al doliente en salud consejos damos
Hizo en la Concepción copia de gente, Y aprovecharnos dellos no sabemos,
Mas que en ella en su dicha confiado : Pero de predicarlos nos preciamos.
El cual si fuera un poco Diligente, Cuando en la sosegada paz nos "vemos,
Hallara en pie el castillo arruinado, ¡
Qué bien la dura guerra platicamos!
Con soldados, con armas, municiones, ¡
Qué bien damos consejos y razones
Seis piezas de campaña y dos cañones. Lejos de los peligros y ocasiones !
Tenia con la Imperial concierto hecho ¡Cómo de los que yerran abominan
Que alguna gente armada le enviase, Los que están libres en seguro puerlo!
La cual a Tucapel fuese derecho, ¡
Que bien de alli las cosas encaminan
Donde con él a tiempo se juntase : Y dan en todo un medio y buen concierto!
Resoluto de hacer allí de hecho ;Con qué facilidad se determinan ,
Solo Valdivia calla y lema el ponto; En esto mas no tengo que avisaros ,
Pero rompió el aileni lo y pina junio. pues tolo el pelear puede salvaros, t
Los pactoe van del iodo rn rompimiento; Grll rodo engañadores y ladrones,
i
Diciendo: «¡nli capitán! danos licencia, Que abriendo gran boca cautamente la
Que solos diez sin otra compañía Itecoge pescado , y apretando
alli el
Bien se eslima la plata y se detiende, Salta vuelve , revuelve con gran priesa
,
¿ Por qué mostráis espaldas esforzadas De ver que un solo mozo resistía
Que son de los peligros reservadas ? A lo que tanta gente no podia.
» que digo en la memoria,
Fijad esto Cual suele acontecer á los de honrosos
Que ciego y torpe miedo os va turbando
el Ánimos, de repente inadvertidos,
Dejad de vos al mundo eterna historia O cuando en los lugares sospechosos
Vuestra sujeta patria libertando ; Piensan otros que van desconocidos ,
Volved , no rehuséis tan gran vitoria Que en pendencias y encuentros peligrosos
Que os está el hado próspero llamando ; Huyen pero si ven que conocidos
;
\ entre el hierro español así se lanza Treme y gime la tierra del horrendo
Como con gran calor en agua fria Furor con que ambas parles se acometen,
Se arroja el ciervo en el caliente eslío ,
Derramando con rabia y fuerza brava
1' ira templar el sol con
algún frío. Aquella poca sangre que quedaba.
, , ; .. , , . , . ; , ,
Diego Oro allí derriba á Painaguala . De dos en dos, de tres en tres cayendo
Que da mu punU le atraviesa el pecho .
Iba la desangrada j poca gente,
Pero Canpollcano le niele Siempre el Impela barbara creciendo
Dejándole gozar poco del in'dio : Con él ya declarado Bn presente 1
Lleno el aire ite estruendo sonoroso • Con voz de vencedor y gesto altivo
Unja ile SUgre J
humilla la tierra : Le amenaza y pregunta juntamente;
Quién busca v solo quiere un lili honroso. Valdivia como misero cultivo.
,
Quién á bis brazos Con el "tro cierra, Responde y pide humilde y obediente
Y por darse mas presto cruda muerte Que no le de la muerte, y «pie le jura
líenla con el puñal lo nieuos fuerte. Dejar libre la tierra en paz segara.
A Juan de
Gudiel no le fué sano Cuentan que estuvo de lomar movido
El tenerse en la lucha por maestro; Del cnlitillo Valdivia aquel consejo;
Porque sin tiempo y con esfuerzo vano Mas un pariente suvo empedernido,
Cerró con Gualicol no menos diestro , A quien él respetaba por ser viejo,
Y en aquella sazón Puréu su hermano . , Le dice : « Por dar crédito i un rendido
Que estaba cerca del, en el siniestro ¿ Quieres perder tal tiempo y aparejo • '!
Eradiferencia incomparable
la Asideterminado viejo cano.
el
Del número infiel al bautizado, Que a Valdivia escuchaba con mal ceño
Es el un escuadrón ¡numerable , Ayudándose de una y otra mano
El otro basta sesenta numerado : En alto levantó el ferrado lefio :
Por fuerza de armas , puestos en campaña, Porque yo con la resta y mis amigos
Que fuesen cultivadas las iberas Ocuparé la entrada de Elicura ,
Mas base de atender a que podiendo El animo en las cosas grandes puesto
Ganar no se aventure perder nada
, De fuerte trabazón y compostura,
Y' así con este celo y fin procuro
, Duros los miembros , recios v nerviosos,
No poner en peligro lo seguro. Anchas espaldas pechos espaciosos.
,
Que si el rebelde Arauco esta pujante Por cogerlos sin orden descuidados,
Con lodos sus vecinos alterados, Antes que del peligro se advirtiesen ;
Fué por no ser á tiempo castigados Para que mas cubiertos estuviesen ,
La llaga que al principio no se cura Hasla que inadvertidos del engaño
Requiere al lin mas áspera la cura. Pudiesen á su salvo hacer el daño.
Que no es virtud mas vicio y negligencia. , Los catorce españoles abajaban
Cuando de un daño otro mayor se espera. Por un repecho al valle enderezando,
El no curar con hierro la dolencia , Donde ocultos los bárbaros estaban
Si del mal lo requiere la manera ; Cubiertos de los ramos aguardando :
Mas no con tal rigor que la clemencia Los nuestros con el bosque aun no igualaban
Pierda su fuerza y la virtud entera : Cuando los indios súbito sonando
Clemente es j piadoso el que sin miedo Bárbaras trompas, roncos tamborinos,
Por escapar el brazo corla el dedo. Los pasos ocuparon y caminos.
No quiero yo decir que á cada paso En cazador no entró tanta alegría
Traiga el hierro en la mano la justicia, Cuando mas sin pensar la liebre echada
Sino según la gravedad del caso De súbito por medio de la vía
Y la Importancia y lin de la malicia ; Salta de entre los pies alborotada
Pues vemos claro en el presente paso , Cuanto causó la muestra y vocería
Que al cabo corrompida de avaricia Del vecino escuadrón de la emboscada
Dio a la maldad lugar que se arraigase, A nuestros españoles, que al instante
Y en los ánimos mas se apoderase. Anejan los caballos adelante.
Mas no se ha de entender como el liviano En un punto los bárbaros formaron
Que se entrega al primero movimiento, De puntas de diamante una muralla ;
Y como aquel que con injusta mano. Hombres, picas y mazas tropellaron,
Sin término, sin causa y fundamento, Revuelven por dar lin á la batalla
Por sola liviandad y vanagloria Con mas valor y esfuerzo que esperanza
Quiere dejar de sumaldad memoria Vista de los contrarios la pujanza.
No fallará materia y coyuntura De tres dos escuadrones desviados
Para mostrar la pluma aquí curiosa El paso les cercaron y huida ,
Ellos que iban asi por una espesa El buen Gonzalo Hernández, presumiendo
Mala al calar de un áspero collado
, Imitar al de Córdoba famoso
Ven un indio salir á toda priesa Iba por el ejército rompiendo
El vestido y el rostro demudado ; No menos diestro y fuerte que animoso ;
El cual en el camino se atraviesa Ivñalosa y Vergara, conociendo
Y del seno sacó un papel cecrado Que vencer ó morir era forzoso ,
Que Juan Gome/, de Almagro el propio (lia Hacen de sus personas arriscadas
Dando aviso á Valdivia escrito habia. De esfuerzo y fuerza pruebas señaladas.
El mismo mensajero ven lloroso El valiente soldado de Escalona
Que dellos adelante habia partido, La rigurosa espada ejercitando ,
De Valdivia el suceso lastimoso Aventura y señala su persona ,
Les dijo y lo demás acontecido , Mil barbaros valientes señalando:
Y que el castillo el bárbaro furioso Don Leonardo Manrique no perdona
Le habia por los cimientos destruido : Los golpes que recibe antes doblando ,
Viendo el remedio y presupuesto vano Los suyos con gran priesa y mayor ira
Tomaron á la diestra un sitio llano. Los castiga maltrata y los retira.
,
Mueven los escuadrones concertados Pues Nereda también que era maestro
Por el fuerte Lhtcoya gobernados. Hiere , derriba á diestro y á siniestro.
Con flautas, cuernos, roncos instrumentos Como sí fueran á morir desnudos
Dijo viendo tan poca gente lado al : Y de muchos con fuerza redoblados
n ¡Oh si nuestro escuadrón de ciento fuera! Los cargados caballos arrodillan;
Pero Gonzalo Hernández animado Abollan los arneses relevados ,
Fuéramos solos doce y dos fallaran , Ruedan las rolas picas y celadas,
Que doce de la fama nos llamaran u ! Y el aire atruena el son de las espadas.
Sueltan las riendas , y los pies batiendo Contra su fuerza y maza no bastando
Parten contra las bárbaras cuadrillas ; De crestas alias fuertes morriones :
Que los nuestros rompieron por un lado Que al mayor araucano que alli andaba
Dejando el escuadrón aportillado. De los hombros arriba le llevaba.
, , , ;; ,: ,; )
La gente una con otra se embravece , Lautaro asi veloz por un repecho
Crece el hervor, coraje y la revuelta , Rajaba enderezando a los de España ,
Y el rio de la corriente sangre crece Pensando él solo dar lin a aquel hecho
Bárbara y española toda envuelta :
Sí no le desamparan la campaña :
Que se van poco á poco retirando Vienen con tardos píes a prestas manos
Rostro á rostro con pasos perezosos Y del primer encuentro hecho un Jiielo
Cubiertos de un humor y espeso aliento, Pero Niño tocé la blanca arena ,
Ambos a un mismo tiempo repararon, Cualquier dellos que fué de gran caida ,
A un punto hicieron alto , y desviados Pero Niño quedó 111 el campo muerto,
Los unos de los otros tanto estaban Con un trozo de pica atravesado ,
Que aun un tiro de flecha no distaban. Donde fué del tropel despedazado.
Mirábanse del uno y otro bando Tambiénel de Manrique volteando
En el sitio y contrario alojamiento. A de Lautaro muerto vino
los pies
Cubiertos de agua y sangre ¡jadeando , Rompen los otros doce enderezando
Que no pueden hartarse del aliento, Por las espesas armas al camino
Los fatigados miembros regalando Pero Ongolmo los pies apresurando
El pecho y boca abierta al fresco viento De un golpe derribó fuera de tino
Que con templados soplos respiraba A Nereda, que en guerras era esperto
Mitigando del sol la fuerza brava. Cortés de muy herido cayó muerto.
Y desde
allí con lenguas injuriosas, Tras él al suelo fué Diego García,
A de las manos, se ofendían
falta De una llaga mortal abierto el pecho.
Diciéndose palabras afrentosas, De otro golpe Escalona se tendía
La muerte con rigor se prometían ;
Que Tucapel le acierta por derecho :
Y en viendo que estos dos liatón la tierra, El bosque deja y toma su camino ,
Calíanlo por encima dellos salla : Que el temor se le muestra bien abierto :
Con tanta fuerza el golpe le cargaba Llegó donde los seis amedrentados
(.lúe Almagro mas no pudo mencallo, Con baja voz estaban del tratando,
Quedando derrengado de manera Y en aquella sazón se les presenta
l)ue si fuera de masa ó blanda cera. Dándoles del suceso entera cuenta.
Almagro con nrosteza por un lado Con espanto fué luego conocido,
Viendo el caballo cojo se derriba , Que entre ellos ya por muerto se tenia
Ora fue su ventura y diestro hado , Y cada uno de lastima movido
Ora siniestro del que tras él iba , A morir en su ayuda se ofrecía;
El cual era el valiente Maldonado Mas él, como animoso y entendido ,
Que envuelto en sangre y polvo al punto arriba Viendo que aprovechar no le podia ,
Lado al bárbaro encuentra de pasada Por el bosque lomó una senda incierta ,
Y cuanto cinco pasos, ó mas trecho, Y aquella mas usada deja á un lado
Lo lleva acia adelante por la estrada : De gente y pueblos barbaros cubierta:
Brama el bárbaro ardiendo de despecho, Otro trance mayor le está guardado ;
Víbora no se vio mas enconada Pero pues hay de Chile historia cierta,
Ni pisado escorpión vuelve tan presto Alli lo podra ver el que quisiere,
Como el indio volvió el airado gesto. Si gana de saberlo le viniere.
Muda el intento, muda la sentencia. El coronista Estrella escribe al justo
Que contra Juan de Almagro dado había, De Chile y del Pirú en latín la historia.
Y la furiosa maza é impaciencia Con (anta erudición que sera justo
,
Que los sesos saltaron por la arena. | La plaza de Purén les descubría.
En esto, una gran nube tenebrosa Era un castillo, el cual con poca gente
El aire y cielo súbito turbando. Le habla Juan Gómez antes sustentado
Con una escuridad triste y medrosa Hallándose una noche de repente
Del sol la luz escasa fué ocupando : De multitud de barbaros cercado :
Envuelto en raras gotas de agua gruesas No escribo esla batalla, aunque famosa.
Que luego descargaron mas espesas. Por no lardarme lauto en cada cosa.
Como el diestro alambor que apercibiendo Alli los seis guerreros arribados
Al duro asalto y llera balería Fueron con tiernamuestra recibidos
Va con los tardos golpes previniendo De los caros amigos, admirados
La presta y animosa compañía, De verlos á tal término traídos,
Pero el punto y señal última oy lo Miseros , alligídos , demudados,
Suena la horrenda y áspera armonía Flacos , roncos deshechos , consumidos
,
Que poi venir la noche tan eemda - Viendo al peligro puestos los maridos
Libre ^.i h< del campo lautarino -
>
;
Y ellas en lal trabajo y desconsuelo ¡
/ I
\l \ jli.nl.. I. iuj
escuadra Ir i'nlii' "i de maestra
lili
,
Pie ni .i toda
Dejan
Y a la
.1
sa ¡ps caballos
la siniestra Maregoano
1
. i , .
Pues hace lanío nuestro presupuesto i Y al pié del cerco andálico llegando ,
Cuando llegan los Indios 1 deshora BsU tras esle un llano poco trecho ,
Kl cielo con aguda vos rompiendo \ iendii i|ue pié en I" llano es mal partido
:i
Suenan las armas sin muí municiones, , Pasando el primer monte habla llegado
Suena e! nuevo aparato de la tiente, Al pie deste secundo el bando amigo ;
Y la mnea trompeta del dio- Marte Pero aquí Villagrán confuso estuvo,
A guerra incita ya por toda parte. Que el peligroso trance le detuvo.
Unos bolas espadas alilalian , Como el romano César, que dudoso
Otros petos mohosos enlin Kl pie en el liiilñcon lijó a la entrada
otros las viejas cotas remallaban , Pensando allí de nuevo el peligroso
Hierros otros en astas enjertan : Hecho que acometía y gran jornada ,
Por la llanda del bárbaro siniestra : Y' la mar hizo estraño sentimiento :
Lautaro al puesto termino llegando,
, Los corregidos barbaros temiendo
Présenla la batalla en bella muestra De Lautaro el espreso mandamiento ,
Con gran rumor de bárbaras trompetas Aunque por los herir se deshacían ,
Alambores, bocinas)' cornetas. El paso acia adelante no movían.
Paréceme, señor, que sera justo Con concierto y orden que en Castilla
el
Dar fin al largo canto en este paso. Juegan cañas en solemne fiesta
las
Porque el deseo del otro mueva el gusto, Que parte y desembraza una cuadrilla
Y porque de cantar me siento laso : Revolviendo la adarga al pecho puesta ;
Suplicóos que el tardar no os dé disgusto Así los nuestros firmes en la silla
Pareciéndoos que voy tan paso a paso Llegan hasta el remate de la cuesta
Que aun de gentes agravio una gran suma Y vuelven casi en cerco á retirarse
Atento á no llevar prolija pluma. Por no poder romper sin despeñarse.
Toman al retirar la vuelta larga,
Y desla suerte muchas Tiiellas prueban
CANTO V. Pero todas las veces una carga
De flecha, dardo v piedra espesa llevan :
Contiene reñida batalla que entre los espa¡inles y araucanos hubo en
la
la cuesta de Andalican, donde por la astucia de Lautaro y el demasiado
A algunos vale allí la buena adarga,
trabajo de los españoles fueron los nuestros desbaratados, y muertos
Las celadas y grevas bien aprueban ,
mas de la mitad dellos juntamente con tres mil indios amigos. Que no pueden venir al corto hierro
Por ser peinado en torno el alto cerro.
Siempre el benigno Dios por su clemencia Firme estaba Lautaro sin mudarse,
Nos dilata castigo merecido,
el Y' cercada de gente la montaña,
Hasta ver sin enmienda la insolencia Algunos que pretenden señalarse
r
Y corazón rebelde endurecido ;
el Salen con su licencia á la campaña :
Y la dañosa inadvertencia
es tanta Quieren uno por uno ejercitarse
Que , aunque vemos el termino cumplido De la pica y basten con los de España
Y ejemplo de castigo en el vecino, dos á dos ó tres a tres soldados
,
Estuvo sin moverse un rato en esto Cual acomete, vanle y hurta presto ,
Por ver el orden que Lautaro tiene Hallando para entrar franco el camino,
Que ocupaba su gente tanto trecho , Cual hace el golpe vano, y cuál tan cierto
Que mitigó el ardor de mas de-un pecho. Que da con su enemigo en lierra muerto.
De muchos fué esta guerra deseada; Otros deslas posturas no se curan
Pero sabe ora Dios sus intenciones : Ni paran en el aire y gentileza
Viendo toda la cuesta rodeada Que el golpe sea mortal solo procuran
De gente en concertados escuadrones Y' en el cuerpo y los pies llevar' firmeza :
Mas no pasa del término asignado. Que castigue este bárbaro importuno?»
, , ,; , , . ;.;. , ,
LA ARAUCANA CANTO V.
Diciendo oslo miraba á Diego Cano , Por infame se tiene allí el postrero ,
Que una asía gruesa en b derecha uno El mas medroso quiere ser primero
Su Rabicán -preciado apercibía ;
Al probar si la lanza lleva bola i
Un la silla los muslos enetavadoa Volando pot los .ores hechos piezas
Hiere al caballo á un tiempo entrambos lados. Ni el reí quedat ios cuerpos sin cabezas
Con menudo tropel > gran mido loa perturba y pone allí embarazo
No .
Del tijera araucano iba siguiendo , Mas poco aprovechó este impedimento,
La espesa turna j multitud rompiendo. Que ciegos se juntaban por el liento.
Donde) A pesar de tantos ya despecho, Tardaron poro espacio en concertarse
c.on grande esfuerzo y valerosa mano Las enemigas haces \.i mezcladas,
Rompe por ellos i la lama al pecho
. Lo que allí se vio mas pura notarse
De aquel que dilato su muerte en vano lia el presto batir de las espadas
Y glorioso del bravo i alto hecho Procuran ambas partes sen. darse,
M caballo pico la diestra mano , Y así vieran cabezas \ celadas
Abriendo con esfuerzo y dieslro tino Kn cantidad y número partidas
Por medio de las armas el camino. Y piernas de BUS troneos divididas.
Luego se arroja el escuadrón jinete Unos por defender la artillería
Al araucano ejército llamando , Con tal Ímpetu y furia acometida ,
Que a esperarle parece que acomete, Otros por dar reñíale a su porfía,
Y rase luego al borde retirando Traban una batalla bien reñida :
Una, cuatro y diez veces arremete ,
Para un solo español cincuenta había ,
F.l aire cerca y lejos retumbaba. Esto 110 puede ser siguilicado ,
Parece con estruendo abrirse el suelo Que la espesa y menuda yerba verde
Y respirar un nuevo Mongibelo. En sangre convertida el color pierde.
Visto Lautaro serle conveniente Villagrau la batalla en peso tiene
Quitar y deshacer aquel nublado , Que no pierde una ininima su puesto
Que lanzaba los rayos ea ao gente De todo lo importante se previene
Y había gran parle delta destrozado, Aqui va y allí acude y vuelve presto
, ,
:
Y con esto la gente envanecida Le abrió una gran herida, por do al punto
liizo la temeraria arremetida. Vertió de sangre mi lago y la alma junto.
,, , ; , , , : »:
Del ímpetu v pujanxaque llevaba, Mas que el hierro enemigo aqui os molesta
y a Corpillan ipie estaba descansando
No os turbéis, reportaos tened sosiego, ,
Por entre el brezo y cuerpo le pasaba Que en este solo punto tenéis puesta
Vuestra fama , el honor , vida y hacienda ,
Y al suelo penetro sin dañar nada ,
Ejercitando con valor usado «¿Dónde que dar mejor (pie aqui yo puedo?»
Diciendo Villagrán , con osadía
La espada que en herir era maestra
débil fuerza envejecida Temeraria arremete á tanta genle
Aunque la
Solo para morir honradamente.
Hace pequeño el golpe y la herida.
Diego Cano , á dos manos , sin escudo La vida ofrece de acabar contenta
Por no estar al rigor de ser juzgado.
No deja lanza enhiesta ni armadura,
Que todo por rigor de filo agudo Teme mas que la muerte alguna afrenta
Hecho pedazos viene á la llanura :
Y el verse con el dedo señalado ;
Pues Peña , aunque de lengua tartamudo, No quiere andar á todos dando cuenta
Si volver las espaldas fué forzado
Se revuelve con tal desenvoltura ,
Cual Cesio entre las armas de Pompeo, Que por dolencia ó mancha se repula
O en Troya el fiero hijo de Peleo. Tener puesto el honor hombre en dispula.
Por otra parle el español Reinoso Cuan bien deslo salió que del caballo
.
No hay quien ganar del campo un paso pueda, Prosigue la comenzada batalla con las estraüas j diversas muertfí Cj"e
Ni el espeso herir un punto afloja ,
los araucanos ejecutaron en los vencidos, y la poca pUdad qu« con
Haciendo los cristianos tales cosas, los nifios y mujeres usaron, pasándolos todos a cuclill.e.
Que las harán los tiempos milagrosas.
Mas eran los contrarios tanlá gente Al valeroso espíritu , ni suerte
Y tan poco el remedio y confianza , Ni revolver de hado riguroso
Que á muchos les faltaba juntamente Le pueden presentar caso tan fuerte,
La sangre aliento fuerza y la esperanza
, , : Que le traigan á estado vergonzoso ••
Llevados pues al fin de la corriente Como ahora á Villagrán, que con su muerte,
Sin poder resistir la gran pujanza, No siendo de otro modo poderoso ,
Pierden un largo trecho la montaña Piensa atajar el áspero camino,
Con todas las seis piezas de campaña. Adonde le tiraba su deslino.
Del antiguo valor y fortaleza Sus soldados el paso apresurando
Sin aflojar los nuestros siempre usaron ,
En confuso montón se retrujeron ,
No "s entreguéis al miedo , que es , yo os digo, Y en esto los mastines del egido
De todo nuestro bien grande enemigo. Llegan con gran presteza á aquel ruido ',
, , , , , , ; :
LA AHALCANA , CANTO VI es
Del sueño Yillagran aun no volvia; No siento el s.t vencidos tanto, cuanlo
Mas tal maña se ilieron sus soldados, Ver pasar las espadas crudamente
v asi Isa prestas armas revolvieron , Por vírgenes , mujeres servidores , ,
yue en n acuerdo i eaballo lo pusieron. Que penetran los cielos sus clamores.
A tardarse mas tiempo Ibera muerto, La infantería española sin pere/a
Y a loen librar salió lan mal parado, Y gente de servicio Iban camina,
QMi aunque rsi iba de planchas bien cubierto Que el miedo les prestaba tijereta,
Tenia el cuerpo molido y magullado ;
Y mas ile la que a algunos les convino ;
Pero del sueño rabilo despierto, Pues con linliacion y gran torpeza
la
Salen pues los catorce vitoriosos Y aunque mas las razones obligaban ,
Villagran y los oíros que llegaban Ni a las que por amigas se debía ,
Cuando á lugar estrecho es reducida, Miden con sueltos pies el verde llano ;
De diestros cazadores rodeada Pero algunos de lastima movidos ,
Con firme rostro y con espada presta Que quieren que el partido sea mas claro,
Combatiendo animosos no miraban Y no poner la vida en aventura ,
Cómo asi los amigos los dejaban. Cuanlo lejos de allí , tanto segura.
; , ,,
, ; ,, , , , ,
Lana con lanía espada con espada , : Otros mueren ron honra degollados;
Pueden los españoles sustentarse Otros que piden medios y partidos,
Que la gente araucana derramada De los cascos los ojos arrancados,
1.1 alcance sin orden proseguía . Los fuerzan a correr por peligrosos
Haciendo iodo el daño que podía. Peñascos sin parar precipitosos.
Cual banda de cornejas esparcidas Y a las tristes mujeres delicadas
Que por el aire claro el vuelo tienden ,
El debido respeto no guardaban ;
Que de la compañera condolidas Antes con mas rigor por las espadas
Por los chirridos la prisión entienden Sin escuchar sus ruegos las pasaban ;
Las batidoras alas recogidas No tienen miramiento á las preñadas ,
Cada araucano con presteza ocurre Y al que torpe es forzoso que se quede
Adonde era el favor mas provechoso , Que no es en la carrera diligente.
\ los sangrientos hierros en las manos Que la muerte que airada airas venia,
Cercan el escuadrón de los cristianos. En afirmando el pié le sacudía.
La copia de los barbaros creciendo , Aunque la cuesta es áspera y derecha,
Crece el son de las armas y refriega , Muchos a la alta cumbre han arribado,
Y los nuestros se van disminuyendo, Adonde una albarrada hallaron hecha,
Que en su ayuda y socorro nadie llega ; Y el paso con maderos ocupado:
Pero con grande esfuerzo combatiendo, No tiene aquel camino otra desecha
Ninguno la persona á ciento niega ; yue el cerro casi en torno era tajado,
Ni allí se vio español que se notase Del un lado le bate la marina ,
Que a su deuda una mínima faltase. Dcd otro un gran peñol con él cordilla.
Mas de la suerte como si del cielo Era de gruesos tronces mal pulidos
Tuvieran el seguro de las vidas. El nuevo muro en breve tiempo hecho ,
Caen por tierra y echan por el suelo Dentro estaban los indios prevenidos,
Dan y reciben ásperas heridas , Las armas sobre el muro y antepecho ,
Que el numero dispar y aventajado Que según orgullosos re mostraban ,
Suple el valor y el animo sobrado. Al cielo no a la gente amenazaban.
Y asi se contraponen, no temiendo Viendo los españoles ya cerrados
La muerte y furia barbara importuna Los pasos y cerrada la esperanza ,
El ímpetu y pujanza resistiendo A pasar ó morir determinados
De la gente del hado y la fortuna
, ; Poniendo en Dios la (Irme confianza ,
Mas contrastar a tantos no pudielido De la albarrada un trecho desviados
Sin socorro , favor ni ayuda alguna , Prueban de los caballos la pujanza ,
Que van los delanteros como el viento Que lodo su trabajo no importaba,
Usar de aquel remedio les convino , Ni al peligro hallaba la salida
Y no del temerario atrevimiento : Hasta que el viejo Villagrán llegaba :
Que no era a la sazón tiempo de amigos. Todos los que de abajo se escaparon.
Atruena todo el valle el gran bullicio Los bárbaros airados defendían
Armas grita y clamor triste se oia
, El paso pero al cabo no pudieron ;
,
De la gente española y de servicio , Que por mas que las armas esgrimían ,
Que á manos de los indios perecía : Los fuertes españoles los rompieron :
A la siniestra mi
, poniente, :i< iu el Aquel i|Ue por desdicha atlas venia ,
Estaban dos caminos mal asados Ninguno , aunque sea amigo le socoire
, ,
Por mil partea estaban derrumbados, Mas liios, que en el mayor peligra acorre,
Y el remata tajado con un salto Preñé el Ímpetu i cuno al enemigo,
De mas de ciento J W inti- hutas de alio. Según en el siguieule canto digo.
Por orden de natura no sabida
por gran sequedad de aquella tierra,
O algún diluvio grande y avenida
CANTO MI.
Llegan eapiAolet A la dudad «Je la Cuno p. loo lt.-rho« pedaio»,
lo,
Fué causa de tajarse aquella tierra:
manían el detlroio y pérdida, do uu<-»ira gtnlv t J \i»U la poct ajuv
Pues i'ur allí la genis mal regida para remlir lau Rran pujjniu da C >. a la ludad liulna, y la,
I
.
F.i segundo al primero iropellando . Temor que honrosa muerte nos desvia
Y el tercera .ii segund cío envía: Por uns vida Infame i deshonrado ¡
Que vienen con gran ímpetu j esirueada Con los prestos cálcanos lo afirmaban ,
Hechos pieus ahajo en mucbedombre Con piernas brazos , cuei po ¡jadeando
, ;
Asi la triste gente mal guiada También ios araucanos sin alíenlo.
Hodando al llano va despedaaad*. La furia iban perdiendo y movimiento.
Pero que el buen camino tiene
ai|uella ,
Que del grande trabajo fatigados
De verle con presteza el un procura, En el largo y veloz curso aflojaron ,
Rodar también a alguno le conviene, Los nuestros del temor mas aguijados ,
Cuál lijeio cabalga j culi turbada , Y los demás con animo atendieron
Del temor de la muerte >a impedido Hasta i|iie el esperado liaren vino ,
Que ya cada español casi temblando, Estando enferma y flaca en una cama ,
Dando fuerza á la fama levantaba , Siente el grande alboroto y esforzada ; ,
Desamparar el pueblo y propio nido , Que contra los qite asi teméis mostrastes?
Kl temeroso vulgo aun no lo entiende; ¿Qué es de aquel alto punto y la grandeza
Mas tiende oreja atenta a aquel ruido , De la inmortalidad á que aspiras tes?
Yislo el público trato , mas no atiende , ¿Qué es del esfuerzo orgullo, la braveza,
,
Por las calles sin manto ni escudero, Tan gran número y copia de adversarios ,
Que no sea la ciudad desamparada. Ni del temor os deis tan por amigos ,
Responde el principal «yo no lo entiendo : Que yo me ofrezco aqui que la primera ,
¿ Qué es eslo , dóude* vais , quien os engaña ?» Que a nadie pareció el consejo sano.
, ; , :; , . ,; ,
Como
honrado padre recalado
el Uniéndole laminen como había astado
Que piensa reducir con persuasiones Cincuenta horas de término en el lecho
Al hijo del prupi'jsitii dañado, Del trabajo j manjares olvidado.
Y está alegando en vano mil ntOIlfll Con lodo lo ileinas ipie se habí a hechO ,
Pues apenas entró pof un oiQO Hasta que ya los ravos de su lumbre
Cuando ya por el otro habla salido. Nos daban de la vuelta certidumbre.
Sin escuchar la plática del lodo, • SI alguno de su puesto se movia ,
Fueron doce jomadas deste modo, Quien cortaba una espiga, allí iiioria,
Y a Mapiiclin al lin <leii:is arribaban. lleinas ile la ración que se le daba
¡
Noei loen que lauto del nosdescuidemn< » Pesia suerte estuvimos los soldados
Pues ¿I no se des( uida en nuestro daño, Mas de catorce noches aguardando ,
Viendo á hierro morir tus compañeros? Con alto estruendo y con veloz corrida ;
Mujer delies de ser, pues que temias El menos codicioso allí pretende
Tanto de alguna espada los aceros : La casa mas copiosa y bastecida :
Y asi quiero que tengas el oSciO Vienen de gran tropel acia las puertas
L todo lo que toca a mi servicio. >
1 1 Todas de par en par francas y abiertas.
Mandó que del olicio se encargase Corren toda la casa en el momento
Que a la mujer honesta es permitido, Y en un punto escudriñan los rincones ,
y la posada y cena concertase Muchos por no engañarse por el liento
lín tanto que del sueño convencido Rompen v descerrajan los cajones.
Los fatigados miembros recrease; Daten tapices, rimas y ornamento,
Y habiéndose á su cania recogido, Camas de seda y ricos pabellones,
Al mundo el sol dos vueltas había dado, Y cuanto descubrir pueden de vi ita ,
Y no había el araucano despertado. Que no hay quien los impida ni resista.
Sepultado en un sueño Um profundo No con tanto rigor el pueblo griego
Como si de mil años fuera muerto , Enlró por el troyano alojamiento.
Hasta que el claro sol dio lo/, al mundo Sembrando frigia sangre y vivo luego,
A la vuelta tercera , que despierto Talando hasta en el último cimiento ;
Pidió la usada ropa , y lo segundo Cuanto de ira, venganza y furor riego,
Si estaba la comida ya en concierto El bárbaro del robo no contenió
El diligente siervo respondía , Arruma, destruye, desperdicia,
yue después de guisada estaba fria. Y aun no puede cumplir con su malicia.
,,, , ,, , : ,,
, , ,,, ,, , ,, ;
Quién contiende) quién riñe, quién baraja, En lanía multitud no hay tal persona
Quien alega y se Mirle á la parlija: Que en verlos no se duela asi deshechos
Por las torres, desvanes y tejados Antes suspiran, gimen y se ofenden,
Apareces los barbaros cargados. Porque tanto del fuego se defienden.
No en colmenas de abejas la frecuencia, Paréceles (pie es lento y espacioso,
Priesa y solicitud cuando fabrican Pues tanto en abrasarles se tardaba,
En el panal la miel con providencia, Y maldicen al tracio proceloso
Que á los hombres jamas lo comunican ;
Porque Haca llama no esforzaba
la :
No aguarda que los otros salgan fuera Aun no parando en esto el mal intento,
Ni tiene al edilicio miramiento: Ni planta en pié , ni cosa dejan viva:
La codiciosa llama de manera El incendio acabado como cuento ,
I. os eche de su tierra
y
s, |
Por Inútil y bajo se juzgaba
Y les ponga el honor en opiniones. El sp IPaAol despojo OO llevaba
Bien (|iie iii la CoocepcIoB rupia de gente A manera de triunfos ordenaron
Balaba f la nionj paro grao p irle El venir a la junta asi vestí, los ,
Viendo que su oplnlos tamo evadí Para que nuestra faina se aciecienle ,
Tomando nombre]el voz del enemigo. Si lodos nos hacemos auna parle.
TanlO marchó que
, al asomar del dia • En lin fuertes guerreros como di "o
, , .
Dio solire las escuadras .le repente No puede mi intención mas declararse
Con una baraúnda y vocería , Aquel que me quisiere por amigo,
Que puso en arma V altero la gente ,
A UempO esta que puede señalarse;
Mas vuelto el alboroto en alegría , Téngame desde aquí por en. go
Conocida la burla claramente El que quisiere a paces arrimarse.»
Los unos y l..s otros sin lirmarse Aquí dio lin, y su intención propuesta .
Pero al término justo y plazo puesto Y así por pensamiento tan glorioso
Llego la demás gente, lodo a punto Me ofrezco por tu siervo y ty cautifo;
J
Los principales nombres de la tierra Que no quiero ser rey del cielo y tierra
Entraron en COOSOlU á uso de guerra. Si hubiese de acabarse aquí la guerra.
Llevaba el general aquel vestido en testimonio deslo yo te juro
• Y'
Con que Valdivia anle el fué presentado : De acompañar de lucho,
te seguir y
Era de verde y púrpura tejido Ni por asnero caso adverso y duro
Con rica plata y oro recamado , A la patria volver jamás el pecho :
Un pelo fuerte en buena guerra habido Desto puedes, señor, estar seguro,
De lina pasta y temple relevado, Y todo faltará y será deshecho
La celarla declaro y limpio acero ,
Antes que la palabra acreditada
Y uu mundo de esmeralda por cimero. De un hombre como yo por prenda dada »
,, , ,,; ,,
, ; , , ,;» ;,; ,, ,
Que están en lo mas dello apoderados ; Pues mas pueden dañar que aprovecharnos,
Después por el suceso entenderemos ¡Oh hijo de Leocán quiero avisarte ,
!
Que después que allanare el ancho suelo, «Al negro Eponamon doy por testigo
A guerra incitaré al supremo cielo. De lo que siempre he dicho y ahora digo.
» Que no son hados es pura flaqueza , Por un término breve se os concede
i)
Con discreción le ataja las razones Las estrellas , la luna , el sol lo afirman ,
Haciendo proponer á oíros varones. Cien mil agüeros tristes lo confirman.
Purén se ofrece alli , y Angol se ofrece «Mirólo todo y todo contemplado
,
Vas! < mas lihres entendemos La corva garra tiende el cetro yerto ,
Lo que siendo mancebos no podemos. Llevándonos al no sabido puerto.
. ; ,
. , ; , ;, , ,
i
* i< J < t
,
Que pin iv midió curso de planeta, Pues lia niosli ido en campo claramente
.\i fué mas a/livinu ni profeta. \ aleí él mas qoe toda aquella gente.»
Era tribunal
;ilin el pe i diente . I
s ilo lo siente el b irbaro valiente
i n ii.n'.i saltar del i in a porfía Qoe satisfecho á su sabor no estaba ;
Los que iii el alto tribunal quedaí mi «¿Gomo, buen capitán , bas estorbado
Son los que en esta historia señalados El tomar desta \ii canalla enmienda,
Que un i- de su asiento s mudaron
i
•
N mi un- desloa rústicos vengado
De donde los mirab m sosegado ; p ira que mi valor mejor se entienda?!
Que de ver nno solo no coraron Lautaro le responde i Es escasado ¡
Haciendo plaza el bárb iro gallardo : Oue un paso ese lémur no me detenga ;
Según soele jugar por znn destreza dos :il irjbonal llegando,
Jiniins Ins
El liviano montante un buen maestro, Tocapel de Lautaro adelantado
Hiriendo con esfaña lijereza Subió por la escalera, no mostrando
Delante , atrás , á diestro y á siniestro : Punto de alteraeion por lo pasado ;
De mancar no se contenta
tullir y ulnvlelo capitán yo he oslado átenlo .
.M.is el temor i:i ofensa bacia liviana : Le cu| r en todo tan perfelo
'
:
Era cierto admirable cosa verle Asi qoe, man señor, sin detenerte
Saltar y acometer con furia insana Cumplí- que esto se ponga por efelo ,
De su maza] presteza del inderse Porque mas llaraun lile nos reciban.
ipolicán del caso no pensado » V pues que Mapochó solo es lemido ,
Después i'lo estaba el pueblo deseoso Fuera por los cimientos destruida.
De saber novedades se bajaron, Cualquier fuerza bastara á arruinalla ,
So ha efeto su [mención por permisión divina. Dan la vuelta 9 bus En eslo Eponamon se les presenta
tierras, adonde les viene nueva que los españoles estaban en el Bi lente En forma de dragón horrible y fiero.
de Penco reedificando la eiudad do la Coocenciou. Vienen sobro tos Con enroscada cola envuelto en fuego,
españoles y hubo entre ellos una recia batalla.
.
Y en ronca y torpe voz les habló luego,
Si los hombres no ven milagros tamos Dicíéndoles que aprisa caminasen
Como se vieron en la edad pasada Sobre el pueblo español amedrentado,
Es causa haber agora pocos santos Que por cualquiera banda que llegasen
Y estar la ley cristiana autorizada ; Con gran facilidad sería tomado,
Y asi de cualquier cosa hacen espantos Y que al cuchillo y fuego le entregasen
Que sobre el natural uso es obrada Sin dejar hombre á vida y muro alzado.
Y no solo al aulor no dan creencia ,
Esto dicho , que todos lo entendieron ,
De suerte que las cosas desta vida Solo el miedo en el pecho mas osado
Van por su natural curso y medida. No dejó su lugar desocupado.
Por do vemos que Dios quiere y procura La tempestad cesó, y el raso cíelo
Hacer su voluntad naturalmente Vistió el húmido campo de alegría.
Sirviendo de instrumento la natura Cuando con claro y presuroso vuelo ,
Sobre la cual él solo es el potente : En una nube una mujer venia
Y asi los que creyeren por le pura Cubierta de un hermoso y limpio velo,
Merecen mas, que si palpablemente Con tanto resplandor, que al mediodía
Viesen lo que después de ya visible La claridad del sol delante della
Sacarlos de que fué seria imposible. Es la que cerca del tiene una estrella.
En contar una cosa estoy dudoso Desterrando el temor la faz sagrada
Que soy de poner dudas enemigo A todos confortó con su venida
Y es un eslraño caso milagroso Venia de un viejo cano acompañada
Que fué lodo un ejército testigo ;
Al parecer de grave y santa vida :
Que porque la ley sacra se estendiese. Y dalles sobre vos mando y potencia,
Nuestro Dios los milagros permitía , Puesirigratos, rebeldes, inhumanos.
Y que el natural
orden se. escediese Así le habéis negado la obediencia :
Presumir se podrá por esta vía, Mirad no vais alia, porque en sus manos
Que para que a la fe se redujese Pondrá Dios el cuchillo y la sentencia.»
La bárbara costumbre y ciega gente, Diciendo estoy dejando el bajo suelo,
Usase de milagro claramente. Por el aire espacioso subió al cielo.
, , ,, ., :, ,, .»
.
LA ARAUCANA ,
(AMO IV
Los araucano* la visión gloriOU La genio andaba >a doi la mana .
(luí' coi ruien atónito üespierla (ir. ion antigua j detestable rielo
sin esperar mandal tro ruego, Del bien y aumenl telón de aquel calado ,
Que el caso milagroso aquí contado Que pagaren con sumas de d ros
Aconteció, un ejercito présenle, KI trabajo y labor de tuestraa manos;
Ki :iñ" de quinientos y cincuenta ^ |K. lili. leudo el cielo .leseado ,
Y' cuatro sobre mil i>«>r cierta cuenta. La tenia palle hayáis de lo asentado.
Va la rerdad en rama declarada .
• Viendo el
poco ep « a ¡ resistencia i
Según que de loa barbaros se sebe Que vuestro bvor todoa lene
sin i
Que es enea que en materia latí no cabe: llue en el tiempo infelice dar solemos :
Tienen ellos i"T cosa averiguada, So fue poi opresión no fué violencia ,
Talando el sol en tierna edad las llores La paz n.is pareció mejor camino
Ayudada del fuego de la guei ra :
Para que reí liar lodo se pueda
Como creció la seca j las calores .
Ya que lo estrague el áspero deslino.
Pol falla de humedad la lierra amia Tiempo para morir después ims queda
Rompió lianí" y alzóse eon los trillos, Pues mi estarán h.s brazos ni cansados I
Dejando de acudir con mis tributos. Que un puedan abrir nuestros costados
Causo que una maldad se introdujese »Y pues oses patente y manifiesta
En el distrito y término arauc. , La embajada y gran priesa que iraemí .
Y fue que carne humana se comiese En ella ora tratad que la respuesta ,
Las armas por entonces arrimando. lie lodos desde allí en el pensamiento
Dieron lugar al tempestuoso cielo: Amos que se acdiase fué acolad.) ;
Donde por los mas volos acordaron Y en mas necesario allí reparte
lo
Reedificar á Penco nuevamente : Gente del arcabuz y de la pica;
<'.ongran trabajo y gasto levantaron Proveído recaudo en toda parte,
Pequeña copia y número de gente ; A recebir al araucano pica
Afirmarla ocasión desto no puedo, Con la lijera escuadra de á caballo,
Si fué la poca paga ó mucho miedo. Por no mostrar temor en esperallo.
Al yermo Penco hernioso habían llegado La nueva claridad del dia siguiente
v.
1 que en mitad del pueblo babia
1 1 1 sitio Sobre el claro horizonte se mostraba ,
i
e tenían de tapion fortificado, Y el sol por el dorado y fresco oriente
Que en recogido cuadro le ceñía : De rojo ya las nubes coloraba :
I. la estrella matutina
levar cuando Los nuestros sin romper se retiraron ,
B n i .11 < ique con ellos contrataba , Los nuestros resistiendo y peleando
Saben cómo el ejército enemigo Hasta el estrecho paso de una puente,
Con riguroso intentóse acercaba: Que allí Lautaro al cuerno aliento dando ,
LA Al! Al i
ANA. i
ima i\
DeUuwM Lautaro con inu nio Los que están en ta Hieres iraido \ i
Se habían ,ii iíUo fuerte re» g do, II.!. lendo en luí conlrai ¡os tal e I
Cuando el 10I en el medio cielo eat d.j l. mi .;. gente | aun u contrastando .
Caill aullarla , des. ton COOÍ1 an / 1 n.i entró el luei lo por puerta . ni poi pin
i
\ ¿I .
m .11 luso término rastraba ai \ estaba en un momento en lo mas alto ,
i na larga nudosa > . gruesa laoaa puilo seguir por allí gente ,
Que airoso poco t] leí lab i i solo de aquel lado din el asalto:
i
. .
.
A los lados ; > asi desta manen .N.i vale 111 illa tina ni ...1.1/ i
,
Loa unos i los otros dejan irse. Machucando los sesos se abollaban,
^ de rencor intrínseco aguijado nos deja tullidos \ contrechos
1
Los corvos arcos con vigor Dechados Cual si roerán de blanda cera hechos ,
\ ..i verla cuntía el curso es cierta cosa: Ni aquel brazo pujante 5 provechoso
Am i nuestro escuadrón forzosamente Que el mástil cercenó del araucano ,
Entran sin orden . que ya rola and iba, Herida ligre hircana no es tan i.r.n 1
Comienzan pié con pié un c bate dura Del cielo , infiel no . tierra y nial blai rema.
Algunos españoles castigados S bre las puntas de |..s pies eslrdi,, ,
Quieren el campo abierto v por los . lados Que a Orliz, que alta la espada sobre él iba,
fiel turbado montón se dividieron : La celada le ipiehranla ,
Pero los de mas ser eon mano os ida ^ del grave dolor desvanecido
Las velas con presteza dan al viento. Hizo el .im j roí ' so apartamiento. 1
Mirad pues el temor á que ba llegado, Asi aquel im ap. con fuerza brava 1
Acaso al padre Lobo un golpe tira Presto quedó la plaza sin un bando,
Que contra cuatro estaba combatiendo, De almas vacia y de cuerpos ocupada.
El cual sin ver el Bu de aquella guerra Que animosos los pocos que quedaban
Dio el alma a Dios, y el cuerna dio a la tierra. A las armas y muertes se entregaban.
El grave Leucolon no menos Fuerte Unos por los costados caen abiertos,
Con el valor cine el cielo le Concede (Uros de parte a parte atravesados ,
Hiere aturde derriba y da la muerte
. , Otros que de su sangre están cubiertos
(ine nadie en faena y animo le escede; Se rinden á la muerte desangrados ;
So se como a escribirlo i"do acierte Al fin todos quedaron allí muertos
Que mi cansada mano ya no puede Del riguroso hierro apedazados.
Por lanía confusión llevar la pluma ,
Vamos tras los que aguijan los caballos
Y asi reduce mucho a breve suma. Que no haremos poco en alcanzallos.
También Aogol soberbio y esforzado Quién por camino incierto , quién por senda
Su corvo y gran cuchillo en torno esgrime; Áspera , peligrosa y desusada
Hiere al joven Diego Oro, y del pesado Hale al caballo y dale suelta rienda,
Golpe en la ilnra tierra el cuerpo imprime; Que el miedo es grande y grande la jornada;
Pero en esta sazón Juan de Al varado Él bárbaro escuadrón con grita horrenda
La furia de una punta le reprime Por sierra , monte , llano y por cañada
Que al tiempo que el furioso alfanje alzaba, Las espaldas los iba calentando
Por debajo del brazo le calaba. Hiriendo , dando muerte y derribando.
No halló defensa la enemiga espada Habia de la comarca concurrido
Lanzándose por parle descubierta Gente armada por uno y otro lado ,
Derecho al corazón hizo la entrada Que á la mira imparcial habia asistido
Abriendo una sangrienta y ancha puerta Hasta ver el derecho declarado :
La cara antes del joven colorada En esto alzando un súbito alarido
Se vio de amarillez muslia cubierta ;
Con orgullo á vencedores dado,
el
Descoyuntóle el brazo un mortal hielo, Baja armas hasta allí neutrales
las
Batiendo el cuerpo helado el duro suelo. Eu daño de las señas imperiales.
El corpulento mozo Mareguano, Sale en el codicioso seguimiento
Que airado á todas partes discurría, De la española gente que corria ,
Llego al tiempo que Angol por diestra mano Con furia y lijereza mas que el viento,
Al riguroso hierro se rendi;i Sin hacerse uno á otro compañía :
i.i :
Asi cada caballo escarmentado lie allí ron ne. la SÜbOl I pedrada ,
Como el beatón del bárbaro temí 1 \ mas que ellos el bii bara lijero
Ansqai ilion •• ali ¡ i Visto Alvarado serle asi escusailo
Del seguro montón y amigo b indo . Ci Mu de lo que tanto deseaba ,
No (icr esio
dura empresa deja la , Dejando libre al
barbara esforzado ,
Antea mas los persigne j 1 afireni ido 1 .
yur bien de mala gana se quedaba
Con prestos pies j mas loa sánela , i Pasa "lia ve/, el va seguro vado ,
l.a Dación española probando Y al u-ado camino enderezaba
En lenguaje sr ¡ano, que entendían Triste en ver que fortuna por tal modo
Los tres i|in' a mas correr del SO d( >.• le ni.. silaba adversa j don en todo
A todos iris les da llenas las manos Iban ios españoles sin camino
Con su diabólica arma \ lljereaa Como ovejas que van fuera del nato ,
\ de nosotros ritorioso
triunfe !
;
Quién l"s ve en bieveli po derriba :
Y en el dudoso nance están para. las Que el collar remataba una venera
Pero sí los contrarios son vencidos ,
De agudas puntas de metal herrado ,
Que cuando nacer mas daño no pudieron , Este se señaló y se puso aparte
Subiendo en los caballos que cu el prado Para aquel que con Hecha a puntería
Sueltos sin orden y gobierno andaban , Cañando por destreza id precio rico,
A sus dueños por juego remedaban. Llevase al papagayo el corvo pico.
Quién hace que combate y quién huia, ,
Un
caballo morcillo rabicano
Y quién tras el que huye va (uniendo; Tascando el freno estaba de cabestro,
Quién Qnge que esta muerto y se tendía, Precio del que con suelta y presta mano
Quién correr procuraba no podiendo : Esgrimiese el bastón mas como diestro :
Quiso Gaupolicán que se hiciese, Las lanzas por los líeles igualadas
Donde del araucano ayuntamiento A un tiempo las derechas sacudiendo
La gente militar sola asistiese ; Fueron con seis gemidos arrojadas :
Y con alegre muestra y gran contento, Salen las asías con rumor crujiendo
Sin que la popular se entremetiese , De aquella fuerza é ímpetu llevadas;
En juegos pruebas danzas y alegrías
. , Rompen el aire, suben hasla el cielo,
Gastaron sin aquel algunos días. bajando con la misma furia al suelo.
Los juegos y ejercicios acabados, La de Pillulco fué la asta primera
Para el valle de Arauco caminaron , Que talla de vigor á tierra vino ;
Joyas de gran valor se pregonaron Haciendo por mas fuerza mas camino,
De los que en ellas fuesen vencedores, La de (Ironipello fué mozo pujante , ,
Gran multitud de gente concurriendo Otros tras estos , y otros seis probaron ;
Creció el mi i., tanto de guerreros
,
Mas lodos con vergüenza alias quedaban,
Que ocupaban las tiendas forasteras, Y por no detenerme en esle cuento,
Los valles , montes , llanos y riberas. Digo que lo probaron mas de ciento.
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LA AIIAI i \N\ .
i Wlu \
Ninguno con ieh braa i
llegar pudo Hechas las presas y ellos recogidos
Al iíii >
de Of pello ten dado ,
En vi, i
nuil conot '•! »e
Hasta que Leucoton, varón membrudo, Pero 'I" ardoi colérico encendidos
Viendo que ya el prnbaí babia aflojado Comienzan por el campo a revolverse
Dijo en voi alia De peí del do dudo : ¡
Ciñense pies con pies j entretejidos ,
Quiero ver deste brazo lo que puede , Llevar cuanto una mlulmi venta] i
Y .1 dé llegar i irella nie com e l'.u mas que el uno y otro le trabaja.
Hizo muestra de si Fuerte \ gallarda Cargando con gran Fuerza aquella mano: >
Muchos ver el Uro van corriendo, i i te valii nle bárbaro era el uno ,
La fuer/a y tirador engrandeciendo, Jamás sobrepujado de ninguno.
I'ii.iv i'i largo trecho a pies median c."ii gran nierza los hombros icudiendo
> peso de la lanza
examinan el ; Se apareja í la lucha y desafiu
Otros ran i"'i el precio otros baclan ; De la otra nai te Cayeguan saliendo
Al vencedor canlai es de alabanza : En medio ríe aquel campo a su albedrio,
De Leucoton el nombre levantando \ ¡enen los dos gallardos a juntarse ,
iiSalta
i"'il"
j
por la turba !" nde . Un raí" estuvo en confusión la gente
\aquel rumor coléi ico b n ija Y anduvo "ii duda la Vitoria incierta
Diciendo Aun no he perdido, ni se atiende
: i
M:iv luego Rengo dio señal patente
De solo '! pr t tiro la ventaj i
pie Fué su pujanza desi uhierla ,
c >ii ir.m 1
1 raí .1 en esto tiende . Que entre los duros brazos reciamente
Y a tiempo un encendido Fuego ataja ,
Al triste Cayí gu m la bocq abii 1 1
Le Fué ceñido el corro alfanje al lado. Le estampa ile gran golpe en el arena.
v ibad con esto la poi lia, Sacáronle iiei campo sin sentido,
Y Leucoton quedando vitorioso, Y a su tienda en los hombn le evaron; i
Por do con Leucoton j causa nueva Porque vieron que aleo aparejado I
De muchos en asiento prefei ido \ con lod is las pai les que aquí muestro .
Por su esfuerzo y linaje generoso , Era Rengo mas suelto y inav pujante ,
llij.i Mauropanoe
del venerable I v;,,i,, en los robustos ¡ei cicii i .
Primo «le Tucapel y amigo grande- Que dello su persona daba indicios.
Puesto nuevo silencio, y despejado Talco se mueve y sale con presteza
El campo do la prueba se hacia , Reí ii espaciosamente se movía ,
\,i paso mucho cuando de otro lado . l.n esto,con estr iña lijereza .
Con gran disposición Torqoin vaha Cuando menos cuidado en Talen babia ,
Dada señal con pasos ordenados . De la vii, Míe que el tigre cauteloso
Los líos gallardos barbaros se mueven Viendo venir lozana al suelte pardo,
Ya liiv vi' irades juntos ya apartados, . I i cuello bajo . lerdo ¡
perezoso,
Ora tienden el cuerpo ora le embeben , ; Con rnnrn sen se mueve a paso tardo;
Por un lado ¡ poi otro recaí Y en un instante súbito y Fui ¡o: "
s.' iuquieren, cerc busí an j remueven, Sa ta sobre él on Ímpetu gallardo i
Hasta ver el mas fuerte había esperado, Que apenas le resiste; y el suceso
Con grave paso entró en el estacado. Oiréis en el siguiente canto espreso.
Luego un rumor confuso y grande estruendo
Entre el parlero vulgo se levanta
De ver estos dos junios , conociendo
En uno y otro esfuerzo y fuerza tanta CANTO XI.
Leucolon la persona recogiendo
Acábame las fiestas y diferencias, V caminando Lautaro sobre la dudad
A recibir a Rengo se adelanta ,
.!<• Santiago, antes de llegar a ella hace un fuerte, en el cual tuelidu
Que con gallardo paso se venia vienen los españoles sobre el, donde tuvieron una recia batalla.
De esfuerzo acompañado y lozanía.
Vienen al parangón dos animosos Cuando corazones nunca usados
los
Que en esfuerzo y pujanza par no tienen ; A dar señal y muestra de flaqueza
Unas veces aguijan presurosos ,
Se ven en lugar público afrentados ,
Otras frenan el paso y lo detienen : Entonces manifiestan su grandeza :
Andan en torno y miran cautelosos Fortalecen los miembros fatigados.
Y a lodos los engaños se previenen ; Despiden el cansancio y la torpeza
Pero no tardó mucho que cerraron , Y salen fácilmente con las cosas
Y con estrechos ñudos se abrazaron. Que er3n antes, señor, dificultosas.
Juntándose los dos pecho con pecho Asi le avino á Rengo que en cayendo , ,
Ellos siempre con mas encendimiento, Aun no estaba del todo difluido,
Sacando nuevas fuerzas, procuraban Ni la plaza de gente despejada,
Llegar la empresa al cabo comenzada Cuando el mozo Orompello dijo presto :
Por ganar el honor y la celada. «Mi vez ahora me toca , mió es el pueslo.»
Pero ventaja entre ellos conocida Que bramando entre si se deshacía
No se vio allí ni de flaqueza indicio
, Esperando aquel tiempo deseado ,
Ambos jóvenes son de edad florida, Viendo que Leucolon ya mantenía,
Iguales en la fuerza y ejercicio; Del tiro de la lanza no olvidado :
Antes la pi.i/ libre !'>> dejaron 1 Quien ilalia al uno el precio honor y gloria, ,
Rostro, donde su poca edad mostraba, Dice « El precio gano mi primo hermano,
:
One vi'inic anos cnniplidoi no lema Y si alguno esta cansa un- defiende ,
Las menas ilesos .ios peí la sparencla, Se halla I reprobar el voló mió,
Viendo dd uno el uUe los j ranéales En campo estamos hágase adelante , ,
En Do de la piala mano
i mano i Diciendo que a Orompello la celada
Salen a sedos «alientes probar los i Le den por vencedor y mas valiente :
Como cuando el lebrel y liero alan". , Después, que en plaza franca y estacada
Mostrándose con ronco son los dientes Con LeuCOton le dejen libremente,
yertos los cerros , y ojos encendidos, Donde aquella disputa se dicida,
Se vienen I morder embravecidos: Perdiendo de los dos uno la vida.
Con estremada fuerza y diestro lino , Que pur temor no baje del partido ,
Que en su recio adversario enuncia : Que con temor le andaba siempre al lado,
Itevuclvcnse los dos por la campaña , Le hizo una acatada resistencia ,
«Pierdes dos hombres , pierdes dos espadas Así que por los pueblos v ciudades
Que el limite araucano han estendido La comarca los barbaros destruyen
Y en las fieras naciones apartadas Talan comidas, casas y heredades.
Hacen que sea tu nombre tan temido : Que los indios de miedo al pueblo huyen :
Que frenando el furor dijo «En lu mano : Los indios comarcanos que huian
Lo dejo ludo y tomo ese consejo.»
,
Llevan a la ciudad la triste nueva:
Con tal resolución el sabio anciano , Rumores y alborotos se movían,
Viendo abierto camino y aparejo, El bélico bullicio se renueva .
Habló enn Leucoton, que vino en lodo, Aunque algunos que el caso contemplaban
Y a los primos después del mismo modo. A tales nuevas crédito no daban.
Y asi el viejo eficaz bis persuadiera , Dicen que era locura claramente
,
Que en tal discordia y caso tan diviso , Pensar que así una escuadra desmandada
Lo que él mundo universo no pudiera De tan pequeño número de gente
Pudo su discreción y buen aviso : Se atreviese á. emprender esta jornada ;
Pero con condición que la celada Pero los que de Penco habían salido
Por precio de Orompello fuese dada. Tienen por mas el daño que el ruido.
Pues la rica celada allí traída Votos hay que saliesen al camino ,
Que las pruebas cesaron y ocasiones , Volviendo a rienda suelta dos soldados
Átenlo á uo mover nuevas cuestiones. Para que dello fuesen avisados.
Cuandola nuche el horizonte cierra Por no haber caso en esto señalado.
Y" con la negra sombra el mundo abraza ,
Abrevio con decir que se partieron
Los principales hombres de la tierra Y al cuarto dia con animo esforzado
Se juntaron en una antigua plaza Sobre el campo enemigo amanecieron :
Y' en el discurso debas dar la Ira/a, Que los bárbaros luego los rompieron,
Diciendo que el subsidio padecido Y todos con cuidado y pies lijeros
Habla de ser con sangre redemido Revolvieron á ser los mensajeros.
Salieron con que al hijo de Pillauo Sin aliento cansados y afligidos,
,
Tal era la opinión del araucano Lasos , llenos de sangre , mal heridos.
Y' tal crédito y faina habia alcanzado, Con pérdida de un hombre , el cual delante
Que si asolar el cielo prometiera , Y en medio de los campos desmandado,
Crédito á la promesa se le diera. A manos de Lautaro habia espirado.
V entre la gente joven mas granada Cuentan que levantado un muro habia
Fueron por él quinientos escogidos, Adeude con sus barbaros se acoge ,
Mozos gallardos de la vida airada, Y que infinita gente le acudía
Por mas bravos que pláticos tenidos : De la cual la mas diestra y fuerte escoge
Y hubo de otros por ir esta jornada También que bastimentos cada dia
Tantos ruegos, protestos y partidos , Y cantidad de munición recoge,
Que escusa no bastó ni impedimento Afirmando por cierto fuera desto
Á no esceder la copia en otros ciento. Que sobre la ciudad llegará presto.
Los que Lautaro escoge son soldados Quien incrédulo dello antes estaba,
Amigos de inquietud, facinerosos, Teniendo allí el venir por desvario,
En el duro trabajo ejercitados , A tan clara señal crédito daba ,
Mas con ruegos y dádivas movía Las espaldas los barbaros huyendo ,
Dióse tal prisi ndar, que presto vino Soberbios desdi- allí la amenazaban
A la corva ribera del rio claro .
Con audacia, desprecio y bizarría ;
Que vuelve atrás en circulo gran trecho, Quien la fornida pica blandeando,
Después hasta la mar corre derecho. Quién maza ferrada levantando.
la
Media legua pequeña elige un puesto Como toros que van a ser lidiados,
De donde estaba el bárbaro alojado, (atando aquellos que corea los desean
En el lugar mejor} mas dispuesto, Con silbos v rumor de los tablados
Y allí por ver la nuche lia reparado: ¡serums del peligro los torean,
Estaba á cualquier trance y rumor presto, Y en su daño los hierros amolados,
De guardia J centinelas rodeado. Sin miedo- amenazándolos blandean:
Cuando sin entender la cosa cierta. Asi la gente barbara araucana
Gritaban «arma, arma, alerta, alerta.»
:
MI muro amenazaba á la cristiana.
Esto fué que Lautaro habia sabido Los españoles siempre con semblante
Como allí nuestra gente era llegada, lieparecerles poca aquella caza ,
Que después de la haber reciinoeido Paso a paso caminan adelante
Por su misma persona y numerada. Pensando de allanar la fuerte plaza,
Volvióse sin de nadie ser sentido , En alta voz diciendo : « No es bástanle
Que no menos estaba acodiciada Vuelven con una furia tan terrible
Del venir al efeto de la espada. Que el suelo retembló del son horrible.
Un edicto Lautaro puesto habia , Como por sesgo mar del manso viento
Que quien fuera del muro un paso diese Siguen las graves olas el camino
Cuino por crimen grave y rebeldía, Y con furioso y recio movimiento
Sin otra información luego muriese. Salta el contrario coro repentino ;
Asi el temor frenando a la osadía, Que las arenas del profundo asiento
Por mas que la ocasión la conniviese. Las saca arriba en turbio remolino,
Las riendas no rompió de la obediencia Y' las hinchadas olas revolviendo
Hasta que con veloz furor pujante Que uno la maza en alto , otro bajando
De la cerrada plaza los lanzaron : La pica el cuerpo exento en la muralla
,
Que sin perder un punto se herían Hinche el bando español la cava honda,
De manos y de pies como podían. Y el araucano el muro á la redonda.
No
el alzado antepecho y agujeros Pero el pueblo español con osadía,
Que fuera del en torno había cavados, Cubierto de forlísimos escudos ,
Ni la fagina y suma de maderos La lluvia de los tiros resistía
Con los fuertes bejucos amarrados , Y los botes de lanzas muy agudos :
Detuvieron el curso á los lijeros Era tanta la grita y armonía ,
Caballos , de los hierros hostigados , Y el espeso batir de golpes crudos,
Que como si volaran por el viento, Que Maule el raudo curso refrenaba
Salieron á lo llano en salvamento. Confuso al son que en torno rimbombaba.
Los españoles sin parar corriendo Por las puertas , y frente y por los lados,
Libre plaza a los contraríos dejan ,
la El muro se combate y se defiende;
Que la fortuna próspera siguiendo Allí corren con priesa amontonados
Con prestos pies y manos los aquejan ;
Adonde mas peligro haber se entiende ;
Pero los nuestros el morir temiendo Allí con prestos golpes esforzados
Siempre alargan el paso, y mas se alejan, A su enemigo cada cual ofende
Deteniendo á las veces flojamente Con furia tan terrible y fuerza dura ,
La gran furia y pujanza de la gente. Que puco importa escudo ni armadura.
Bien una legua larga habían corrido Los nuestros acia atrás se retrujeron
A toda furia por la seca arena De los tiros y golpes impelidos
Solo Lautaro no los ha seguido Tres veces, y otras tantas re\olvíeron
Lleno de enojo y de rabiosa pena : De vergonzosa cólera movidos :
Viendo el poco sustento del mal regido Gran pieza á la fortuna resistieron ,
Campo , tan recio el rico cuerno suena Mas ya todos andaban mal heridos
Que los mas delanteros lo sintieron Flacos, sin fuerza, lasos, desangrados,
Y al son sin mas correr se retrujeron. Y de sangre los hierros colorados.
Estaba así impaciente y enojado ,
El coraje y la cólera es de suerte
Que mirarle á la cara nadie osaba Que va en aumento el daño y la crueza;
Y al pabellón él solo retirado Hallan los españoles siempre el fuerte
Un nuevo edicto publicar mandaba Mas fuerte y en los golpes mas dureza ;
Que guerrero ninguno fuese osado Sin temor acometen de la muerte
Salir un paso fuera de la cava , Pero poco aprovecha esta braveza :
Aunque los españoles revolviesen Que el que menos herido y flaco andaba
Y mil veces el fuerte acometiesen. Por seis partes la sangre derramaba.
Después llamando á junta á los soldados Hasta la gente bárbara se espanta
Aunque ardiendo en furor, templadamente De ver lo que los uuestros han sufrido
Les dice « Amigos, vamos engañados
: De espesos golpes flecha y piedra tanta
,
Sicon tan poco número de gente Que sin cesar sobre ellos ha llovido ,
Pensamos allanar los levantados Y cuan determinados y con cuánta
Muros de una ciudad así eminente; veces han acometido:
F'uria tres
La industria tiene aquí mas fuerza y parte, Deslo los enemigos impacientes
Que la temeridad del fiero Marte. Apretaban los puños y los dientes.
«Esta los fieros ánimos reprime Y como tempestad que jamás cesa ,
De Lautaro después, <i"'' sbori me Bienio Que sin rason \ uso elegí me
Flaco, cansado, ronco, y entre ttnlo Penséis asi de mi opinión mudarme
Esforzaré la voz al nuevo canto. \ -ei bastantes todos a enojarme.
I l
. espaSolea. I'asa ciertas ratones con el Mareos Yees, por las rus- i No veis q -i nombre j crédito araucano
les Pedro de Vinagran viene I enlendcr el peligroso ponió cu . Los lev. miados .iiiiiiiiis oierra ,
taba, y levantando so campo se rt tira. Viene el marques de Cañete a Que solo el -ñu al mundo pene i lo
la cludjd .le |oi u.. rasen el PlrS
Y quebranta las fuei sas v el denuedo?
Virtud difícil > difícil prueba En los pueblos no hllstes poderosos
»
Y el poco froto v mucho mil que llera ;Y en los desiertos campos pedregosos
El vici mil del hablar dañoso : Pensáis
P¡ de sustentar los pabellones
Ejemplo los de Líbico liomiridas En tiempo que osláis mas amedrentados,
^ Otros que les costó el halilar las vidas. Y mas vuestros contrarios animados?
bise por los "¡os y escrituras
\ .1 lis mi parecer loca osadia
,i
La peligrosa carga del secreto. Y delta aquí las verbas veo teñidas.
De los vicios el menos de provecbo «Pues dejar yo jamás de perseguiros ,
Y por donde mas daño a veces viene . Según que lo jure será escusado ,
Pero jamas los barbaros vinieron, Alas cuando a estas razones allegaba.
Ni gente pareció del otro bando. No pudo aqui tener ya mas reposo;
Al Iin dos de los nuestros se atrevieron Asi impaciente al bárbaro atajaba,
A ver el fuerte , y cerca del llegando, Dlciéndole «No estés tan orgulloso.
:
Oyeron una voz alta del muro Que las parias que pides ó Lautaro ,
Pintadas y anchas dargas embrazadas, Por solo esas razones que has movido,
('.mesas lanzas terciadas en las manos, Y hacer todo el poder en procurallo.»
Vestidas fuciles colas , y tocadas Habiéndose con esto despedido ,
Del modo y la manera que quisieres : Viendo claro que al fin de la joroada,
Elige armas y campo á tu albedrio, Por un espacio breve no pudieron
Ora con ellas, ora desarmados, Hacer en los cristianos tal matanza
A puños coces, uñas y á bocados. »
, Que nadie dellos mas tomara lanza.
El español le dijo «Yo te digo : Que aquel sitio cercado de montaña ,
Que mi honor en tal caso no consiente Que es en un bajo y recogido llano,
Darles uno por uno su castigo , De acequias copiosísimas se baña
Porque jamás se diga entre la gente Por zanjas con industria hechas a mano :
Y cutre buenos soldados ley guardada , Para ser desta culpa reservado?
Alimentar la fuerza al enemigo , No pretendí yo mucho de encargarme
i'ara solo oprimirle por la espada : lie cosa que me deja bien cargado?
Estad Marcos atento á lo que digo
, ,
, ;, De quien sino de mi puedo quejarme ,
Y entended que será cosa loada. Pues todo por mi mano se ha guiado?
Que oigan que las tuerzas sojuzgasles, ,, Soy yo quien prometió en un año solo
Que para mayor triunfo alimentastes. De conquistar del uno al olio polo?
Que se llame Vitoria yo lo dudo . Mientras que yo con tan lucida genio
Cuando el contrario á tai estremo viene . Ver el muro español aun no he podido
Qui" r [iielln que nunca el valor piulo l.a luna ya tres veces frenie a trente
La hambre miserable poder tiene ¡
lia visto nuestro campo mal regido,
^ al fuerte brazo indómito y membrud > Y el cairo de Faetón resplandeciente
Lo debilita doma y
. lo detiene ,
Del Escorpio al Acuario ha discurrido,
Y asi por bajo modo
y eslrecheza . Y al un damos la vuella mal tratados
Viene a parccei fuerte la flaqueza. Con perdida de mas de cien soldados
I ; ; . •, ,., . , , ,, , ,
Haría a mi motil lna/o queesla lau/.i ¡Qué aprovecha el esfuerzo sin medida
Si tenemos la luer/a limitada
'
Pero daría de mi mayoi venganza Max esta aunque con limite regida
. .
Y al ihi de ti es ¡ornadas, entre tanto Con la gente que andaba por defuera
yue el esperado tiempo se avecina Hiciera s un hecho y una suerte,
Este los bajos, tristes y medrosos Ora les dio la nueva della el viento.
Hace que se levanten contra el cielo ;
Ora de espias solicitas sabida ;
Y los eslraños pueblos poderosos También que de copioso bastimento
De miedo deste viven con recelo : Eslatia la ciudad ya prevenida
Los remotos vecinos y estraujeros Con defensas , reparos , provisiones
Se rinden y someten a sus fueros. Pertrechos aparatos municiones.
, ,
Tardo para quien gusto está esperando, Viendo ser temerario presupin lo
yue al <|ue no espera bien, bien presto llega; Seguirle con tan poca compañía :
Hágoos saber de mi que cierto creo , Cení., a la fama desto habla acudido
Estar en vuestra mano el vencimiento, Codiciosa del robo desead".
Y un paso atrás volver no me hiciera ,
Forzoso me es pasar de aqui corriendo,
Si el mundo sobre mi todo viniera. yue siento en nuestro pueblo un gran estruendo.
i
; ,, ,; , »», ,, ,
El súbito temor puso en alerta De ambas las mismas partes lo lie aprendido,
Y confusión al pueblo castellano Y pongo justamente solo aquello
Mas la sangre que el miedo helado había En (pie lodos concuerdan y confieren ,
Mas ya con nueva gente revolvía , De las pocas que di estoy disculpado ,
Y junto de do el bárbaro cercado Pues tanto por mirar embebecida
De gruesos troneos y fagina estaba , Truje la mente en esto y ocupada ,
Sin saberlo una noche se alojaba.
, Que se olvidaba el brazo de la espada.
Cuando la alegre y fresca aurora vino Si causa me incitó á que yo escribiese
Y nueva jornada comenzaba
él la ,
Con mi pobre talento y torpe pluma.
Al calar de una loma en el camino Fué que tanto valor no pereciese,
I u comarcano bárbaro encontraba ;
Ni el tiempo injustamente lo consuma ;
No puso á los cautenes esto espanto Pero si fuera desto lleva vicio ,
Y mas cuando supieron que vecina Pido que por merced se me conceda ,
Que dellos aun no estaba una jornada. Que es solo de acertar y dar contento.
Villagran le pregunta ,si podría Que aunque la barba el rostro no ha ocupado,
Cañar al Araucano la albarrada : Y la pluma á escribir tanto se atreve
Sonriéndose el indio respondía Que de crédito estoy necesitado,
Ser cosa de intentar bien escusada. Pues tan poco á mis años se le debe:
Por el reparo y sitio que tenia, Espero que sera, señor mirado ,
Y estar por las espaldas abrigada El celo justo y causa que me mueve,
De una tajada peñascosa sierra Y esto y la voluntad se tome en cuenta
Que por aquella parte el fuerte cierra. Para que algún error se me consienta.
Díjole Villagran Yo determino
: << Quiero dejar á Arauco por un rato :
Pues otro día alli juntos se dejaron Entró como sagaz, y receloso,
Ir por do quiso el bárbaro guiallos ,
No mostrando el cuchillo y duro hierro ,
Que cumple por agora aqui dejallos Trayéndoles la mano por el cerro
Por decir la venida en esta tierra Hasta tomar el paso á la malicia
De quien dio nuevas fuerzas a la guerra. Y dar mas fuerza y mano a la justicia.
. . ,,; . ; , . : , . , .
Con son de un general repartimiento ('.ni veinte i> li iiii mil peSOS de renta i
.
Que no solo dio pena los culpados Para esforzar los nos caldos I
Mas renovó los Térros perdonados. Y dar mayor tormento á los perdidos.
pues en nulo .un ri tiempo va pensaron Con ejemplos asi y acaecimientos , .
Que estaban sus Insultos encubiertos, vemos que tantos van errados
Ciiiini
En público pregón se renovaran Que sobre arena y frágiles cimientos
Y fueron con castigo descubiertos : Fabrican edificios levantados i
Que casi i-h ins mas pueblos que pecaron liiep se muestran sus flacos fundamentos
Amanecieron en un tiem| merlos Pues por tierra tan presto derribados
Aquellos que con mis poder y mano i.mi afi enloso nombre y vox les vemos
llain. ni seguido 'i liando del tirano. Royendo su InOcion cuanto podemos.
y. leño sefior, los que murieron.
i
. ¡Oh vano error oh necio desconcierto ,
Pues fuiíiiii perdonados y admitidos Del torpe que con Animo Ignorante
Cuando a vuestro servicio en a non lueron No mira en el peligra y paso incierto
Y en Importante tiempo reducidos! Las |i¡s.nlas .le aquel que va delante.
Quedando i errores que tuvieron
l<
Teniendo a cosía ajena ejemplo cierto ,
A vuestra gran clemencia remitidos : Que el brazo del amigo mas constante
ii, • mis tolo, señor es el juzgarlos , Ha de esparcir su sangre en su disculpa
^ el poderlos salvar o condenarlos. Lavando allí la espada de la culpa !
Dar mi decreto en eslo yo no puedo . Quiero que esté algún tiempo falsamente
Que siempre en casus de honra lo rehuso: Sobre traidores hombros sostenido :
Solo digo f\ terror y estraBo miedo Que el viento que se mueva de repente
Que en gente soberbia el marqués puso
i.i Le aflige altera y lililí aquel runlo.
, i
Dejando el reino atónito y confuso, No Inv son tan duro y áspero al oido,
Del temerario becho tan undoso, Que tiene solo el nombre fuerza tanta
Que aun era imaginarlo peligroso. Que los huesos le oprime y le quebranta.
A
quien bailaba colpa conocida Que le asome fortuna algún contenió,
Del Piru le deslierra en penitencia ,
Con cuántos sinsabores va mezclado
|
Solo sabe callar y estar tremiendo. Piensa el triste que fué para matarle ;
Teme la furia y el rigor presente , La soga arrastra , el lazo á la garganta ;
si- lo en\ía prande por mar y por liorra. Tamliion conliOQfl al cobo
La ambición del mandar se desmandaba :
Con general perdón que los lavaba. A ejercitar las armas en tal guerra.
No el atrevido caso y espantoso Uno se ofrece allí , y otro se ofrece
En el Pirú jamás acontecido ,
Así gran gente en número se mueve,
Ni el ejemplar castigo riguroso Y aquel que no lo hace, le parece
Que amansó el liero pueblo, embravecido, Que falta, y no responde á lo que debe :
El campo de sos huesos ocupado. L>8 idl 9 mas allí que en olla (Ierra.
si bu obr 11 Igu iba al arreo . Donde luego por una y otra banda
y. templa
ii camina esta bravea > I i Sobre la Mide verba reclinados
; Av de ni pieauucloD % rortaiei i Gustamos manjares delicados. loe
Uajaron muchos plalicos soldados. liando a un tiempo con fuerza al mai los
i rene la tierra . bnma el mar hinchad i Los líateles de tierra se alargaban
Del estruendo , tumultos | mnoi es, i Dejando con penosa envidia aquellos
Que suenan por el aire alborotado Q n la arenosa playa se quedaban .
Que denlro del eslailo el son se oia Que las vías al viento descogieron
De aparatos , jaeces guarniciones ,
De estandartes, banderas, gallardete.
Loa gallardos soldados se arreaban ; Estaban las diea naves adornadas
Sobrevistas y galas, invenciones Hiriendo el fresco viento en los li Inqui i.
Con el concurso y juma de guorroi os Las naos por el contrario mar rnmpieinin
El grande estruendo y trápala crecía . La blanca espuma en torno levantaban,
Y los prestos martillos de herreros i i
la furia del austro resistiendo
Formaban dura y aspen armonía ; Por fuerza i su pesar tierra ganaban ,
Y reliquias del campo que quedaban , Tanta mudanza en tres leguas de liona ,
Que iguala con las nubes su estatura : Pues no os lo puede dar lo verdadero :
Que un soberbio español se me pouia Ser vuestro brazo fuerte ¿ qué aprovecha.
Con muestra ferocísima delante ; Si es mas fuerte y mayor mí desventura?
Y' con violenta mano me oprimía Mas ya que salga cierta mi sospecha
La fuerza y corazón , sin ser bastante El mismo amor que os tengo me asegura
De poderme valer , y en aquel punto Que la espada que hará el apartamiento
Me despertó la rabia y pena junto. » Hará que vaya en vuestro seguimiento.
Ella en esto soltó la voz turbada. » Pues ya el preciso hado y dura suerte
Diciendo «¡ Ay, que he soñado también cuando
: Me amenazan con áspera caida ,
De mi dicha temí y es ya llegada ,
Y' forzoso he de ver un mal tan fuerte
Ni el Fuerte -- j 1 1
•
. ni el Fos ida mure. Quién el arco arrebata, quién un lefio,
Le basta asegura' «i» 1
su recelo Quién del niego un Uson v quién espada . 1 1
One el gran temor nacido de amor puní Quién aguija al bastón de ajeno doefto
Todo lo aliuiia > pone por el meló ;
Quién por s.dii mas presto ci mu nada.
Solo halla el repara de ra tuerte Pensando averiguat lo desaraudoa ,
Los soldados i'ii liirnn los li/ I EUi raí idmllé j mas -• ofende,
\ de parbr cansados reposaban ,
Que aquella mayoi peo le causaba i
;
Ksta hace las bestias avisadas . Que el bien de lautos años en un punto
Y I las personal bestias descuidadas. De un golpe le ánchalas lodo junto !
Las lentinelaa puestas por el muro Que en ayuda y favor de los ristianos i
Al nuevo día de lejos saludaban I'.olí slls piulidos ;,|, os IICII, llCIOII ,
Y pensando tener campo segura Que con eslr a fuerza y prestas manos
También a descansar se retiraban i.i.iii numera de uros despulieron.
Quedando mudo el Inerte, y los soldados Del luido el hijo de Pillán salia ,
tu vino y dulce sueno sepultados. Y una flecha a buscarle que venia.
Qne al mas valiente y bravo se le antoja Como olas que creciendo van crecían , ,
La desnuda cabeza del agudo luios por cima de otros se dan guerra ,
Cuchillo no se ve estar rehusando Enhiestas las personas y empinadas ,
Pensando que era vivo con él cierra. A Juan de Villagrán llegó de un sallo.
Y encima del cadáver arrojado, Mas antes Pon con una flecha presta
De dar la muerte al muerto deseoso, Hirió al caballo en medio de la frente
Recio por uno y por el otro lado Empínase el caballo, el cuello enhiesta,
Hiere y ofende el cuerpo sanguinoso. Al freno yá la espuela inobediente;
Hasta tanto que ya desalentado Y entre los brazos la cabeza puesta
Se firma recalado y sospechoso, Sacude el lomo y piernas impaciente :
Y vio á aquel que aferrado asi tenia Rendido Villagrán al duro hado,
Vueltos los ojos y la cara fría. Desocupó el arzón y ocupó el prado.
Traia la espada en esto Diego Cano Apenas en el suelo había caído
Tinta de sangre, y con Picol se junta Cuando la presta maza decendia
Haciendo atrás la rigurosa mano Con una estraña fuerza y un ruido
El pecho le barrena de una punta : Que rayo ó terremoto parecía :
Turbado de la muerte el araucano Del golpe el español quedó adormido ,
Cayó en tierra la cara ya difunta Y el bárbaro con otro revolvía
Bascoso revolviéndose en el lodo Bajando á la cabeza de manera
Hasta que la alma despidió del todo. Que sesos, ojos y alma le echó fuera.
De dos golpes Hernando de Alvarado Y con venganza tal no satisfecho
Dio con el suelto Talco en tierra muerto Del caso desastrado del hermano
Pero fué mal herido por un lado Antes con nueva rabia y mas despecho
Del gallardo Guacoldo en descubierto : Hiere de tal manera a Diego Cano,
Estuvo el español algo atronado; Que la barba inclinada sobre el pecho
Mas del atronamiento ya dispierto. Se le cayó la rienda de la mano
Corriendo al fuerte bárbaro derecho Y sin ningún sentido casi frío
La espada le escondió dentro del pecho. El caballo lo lleva á su albedrio.
El viejo Villagrán con la sangrienta En medio de la turba embravecido
Espada por los barbaros rompiendo Esgrime en lorno la ferrada maza :
La espada acia Maulen, señor ile Itata, Que vienen a junlaiso mano a mano.
Y de alto a bajo de un revea le hunde: La espada alta y la maza levantada.
Lanzas, hachas y mazas desbarata. De malla esta cubierto el italiano ,
Que todo el pueblo bárbaro le ofende, Kl indio la persona desarmada ;
Llevando muchos tiros enclavados Y asi como mas suelto y mas lijero
En los pechos, espaldas y en los lados. l.ii descargar el golpe fué el primero.
Como osa valiente perseguida
la El membrudo italiano, como trido
Cuando le van monteros dando caza. La maza y el rigor con que bajaba ,
Qne los hcl idos pellos l:i -l los Que batiendo los dientes vio en el suelo
Le dan ancho logar escarmentados: Las estrellas mas mínimas del cielo.
De la misma manera el Mero Andrea El brazo descargó que alto tenia
Cercado de los barbaros venia ; Sobre el valiente bárbaro el lombardo ,
Quiero que al otro canto se dilate. Que ¿abra lin con su muerte la batalla.
, : , :, .
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Hace siempre su golpe y al momento . Hizo por fuerza pié , y sobre él tornaba
Le halla el enemigo asi apartado. Sacando la vergüenza fuerza nueva ;
Que aunque el cuchillo de dos brazas fuera Pero al cabo los dos se desasieron ,
Alcanzar a herirle no pudiera. Y otra vez a las armas acudieron.
Mil golpes por el aire arroja en rano Y comienzan de nuevo el fiero asalto ,
Al bárbaro arremete altos los brazos, Que sostiene en un peso aquella guerra ,
Quedando allí con solo medio escudo. Y de una punta al bárbaro beria.
Pues como tal lo vio . suelta la maza ,
La espada le atraviesa el brazo fuerte
Cerrando el presto bárbaro de hecho, Abriéndole en el lado una berida;
Y cuerpo a cuerpo asi con él se abraza Mas fué su ventura y diestra suerte
lal
Que le imprime las mallas en el pecho : Qee mle privó el golpe de la vida:
r esto el lombardo se embaraza : El bárbaro en ponzoña se convierte
Mas piensa del asi haber mas derecho Y con braveza fuera de medida ,
Y con brazos durísimos lo añerra , Con el fiero enemigo fué en un punto
Creyendo levantarlo de b tierra. Descargando b maza todo junto.
Lo que el valiente Alcides hizo á Anteo, El italiano en alto el medio escudo
Quiso el nuestro hacer del araucano Alzó por recoger el golpe estraño ;
Que era de fuerza grande y de gran prueba Revienta Je abundancia alguna fuente ;
Y*de solos los dientes se valia , Cuchillo derribó con lal ruido.
Que las manos atras'presas tenia. Que revocó en los montes del sonido.
Y con facilidad y poca pena Rengo , que el gran cuchillo bajar siente
La mayor bola ó pipa que hallaba , Y el ímpetu y furor con que venia.
Capaz de veinte arrobas de agua llena Cruzando la alta maza osadamente
De tierra un codo y mas la levantaba ; Al reparo debajo se melia :
LA ARAL< \M
CriM , qaetoItíó el rostro ai grat
-
Cuatro aqai, teisalli. por lodo* lados
Del pod er oso «aspe y b caída n sin detenerse a tierra muertos ,
Viendo al i aliente R«-»eo asi tr u c o H le mil heridas desangrado»
Pensó oae era pando desia «ida, be b cabeza >l pecho otros cabiertos :
Y de aaaslad y deudo cnaavorida furos por bs espaldas
¡
De los que asi su patria han defendido ; Y' desde poco á la ciudad llegados
Mas ¡aj triste de mi! que en la herida Un mes en mucho vicio reposaron
Sera mi flaca mano conocida. Hasta que los caballos reformaron.
» ¿Qué indicios bastarán, qué recompensa, Al fin del cual sin esperar la flota
Qué enmienda puedo dar de parte mia, Reparados del áspero camino
Que yo satisfacer pueda á la ofensa Toman de su demanda la derrota.
Hecha á mi honor y patria y compañía? Llevando á la derecha el mar vecino -
Echándoles encima una gran sierra. Aunque del lodo hubiera fin la guerra
No con esto su furia corregida , De mi nave podré solo dar cuenta
Viéndose en sus cavernas apremiados Que era la capitana de la armada ,
Buscan con gran estruendo la salida Que arrojada de la áspera tormenta
Por los huecos y cóncavos cerrados; Andaba sin gobierno derramada.
Y' asi la (irme tierra removida Pero ¿quién será aquel que en tal afrenta
Tiembla y hay terremotos tan usados
, ,
Estará lan en si que falte en nada?
,
Mas mi mío el tiempo asi turbado salí , i Unos dicen: ¡zaborda!, otros .detente : ¡
Los truenos , los relámpagos sincuento Otro dice herramientas pica pica! , ; ,
Mi del vienta la fuei sa era tan brava i asi en las penas ásperas balian
Que ningún aparejo gobernaba. Que Mimas hasta el cielo resurtían.
Aln i".i" el rulo, rl mar brama alterado, Travesía era el viento, y por vecina
Gime el soberbio viento embravecido; La brava OOStS de arreciles llena ,
.
que tiiln- Petegoeléa y Tueapel hubo , asimismo rl at ucrdo que sobra
i
Eolo
ó ya fue acaso, ó se doliendo
,
La rama con sonora > clara trompa
Del afligido puebla castellano, Dando mas furia & mi cansado aliento.
Iba al valiente bóreas recogiendo Derrame eo lodo «*l orbe de la tierra
'iii.i lendo el encerrarle per su mano
Las amias, el furor y nueva guerra.
Y abriendo la caverna no advirtiendo .
Has Is noche con negro torbellino la he continuado ; y aunque esta segunda parle de la
y pesadumbre
Y las valientes olas reparando |
,,, h Jiijo |Ui me ii-Ma, todavía quien la leyere i
i
i
Que del furioso cieno repentino podre onaldi rar el que te babrí puado en eacribif doi Ubreí de malaria
i
ian aspen ¡ 4e poce tuiadad puei desde el prlm Iplo bule el fin no
Iban la vía siguiendo , las airaba, ,
contiene lino una meima rosa, y haber de caminar siempre p«u el fiftor
Y el removido mar mas alteraba. de una ferdad, y camino tan desierto y estéril, páreteme que no bahrá
Súbito la borrasca y travesía, gnalo nn<* no se canse de seguirme. a*I n-memso desio quieten BÜI
Y un turbión de granito sacudieron reí meselar algunas
i
<- difi renli peje, gcordé de 55 nublar c«ij( o
•
:
;
'
I. pilotos la COSta y viento airado, señor dOD Juan de Austria venció en Lepanio. V no es poco Mr. rlmlenlo
Rindieron la esperanza al duro hado. querer poner dos cosan búa grandes en logarían humilde; pero todo
lo merecen los araucanos, pues ha mas de treinta ifloi que su* ten tan su
La nao del mar v viento contrastada ni .unas habérseles caído las armas de las manos, no defen-
I
Andaba con la quilla descubierta , diendo grandes ciudades y riquezas, pues de su voluntad ello-, mi-iimi
Ya sobre sierras de agua levantada. han abrasado las casa* y haciendas que tenían por no dejar que guiar
Ya debajo del mar toda cubierta al enemigo ; mas solo defienden unos terrenos seros (aunque muí has
Vino on oslo de viento una grupada Mimedccidos con nuestra sangre) y campos incultos y pedregosos,
[i-rmaiieriendo en su firme propósiloy entereza, dan materia
i---
Que abrió a la agua furiosa una ancha puerta, larga á los escnlores. Yo dejo mucho, y aun lo mas principal por escri-
Rompiendo del trinquete la una escola, bir para el que quisiere tomar trabajo de hacerlo, que el mió le doy por
Y la mura mayor fue casi rola. bien empleado, si se recibe con la voluntad que á lodos le ofrezco.
, , , , ,: , , , , ,,
Favoreced mi voz con escucharme, Y fué que el puño del trinquete suello
Que luego el bravo mar viéndoos atento Trabó del gran vaivén a la pasada
Aplacara su furia y movimiento. El un diente de la áncora amarrada;
Y á vuestra nave el rostro revolviendo, Y cual si fuera estaca mal asida
La socorred en este grande aprieto La arranca de su asiento y la arrebata
Que si decirse es lícito yo entiendo , Y' acá y allá del viento sacudida
Que a vuestra voluntad todo es sujeto: Todo lo abate, rompe y desbarata.
Aunque el soberbio mar contravenienclo Mas Dios que de los suyos no se olvida
, ,
Quién hace voto espreso, quién promesa, La corva y larga punta una caleta
Quién de la ausente madre se despide Hace y seno tranquilo y sosegado,
Haciendo el gran temor siempre mayores Do las cansadas naves, como digo,
Los lamentos plegarias y clamores.
,
Hallan seguro albergue y dulce abrigo.
Por otra parle el cielo riguroso La nave sin gobierno destrozada
Del todo parecía venir al suelo Surgió al alto reparo de una sierra ,
Y' el levantado mar tempestuoso En gruesa amarra y áncora afirmada
Con soberbia hinchazón subir al cielo. Que con tenace diente aferró tierra :
¿ Qué es esto eterno Padre poderoso Apenas la alta vela fué amainada ,
'!
,
Que aunque de leños frágiles armada La cual viendo una "nave solamente ,
El peso y ser del mundo sostenía ; Venida allí por suerte venturosa ,
Ni la nave de Ulíses, ni la armada Gritando: «Guerra, guerra », alegremente
Que de Troya escapó el último dia, Toma las fieras armas,
y furiosa
Vieron con lal furor el viento airado , Con gran rebato y priesa repentina
Ni el removido mar tan levantado. Corre en tropel confuso á la marina.
La confianza y ánimo mas fuerte En la falda de un áspero recuesto
Al temor se entregaban importuno: En formado escuadrón se representa;
Que la espantosa imagen de la muerle Y nosotros con ánimo dispuesto
Se le imprimió en el rostro á cada uno; A cualquiera peligro y grande afrenla
Del lodo ya rendidos á su suerte , Arremetimos á las armas presto:
Sin esperanza de remedio alguno , Que el trabajo pasado y la tormenta
El gobierno dejaban á los hados Nos hizo á todos eslimar en nada
Corriendo acá y allá desatinados. Cualquiera olro peligro y gran jornada.
, , ,, ,
A la cristiana ley que antes tenían , Fué al consejo de guerra por valiente.
Y á la fe quebrantada reducirse. Que si ya os acordáis, quedó aturdido
,
Que al grande Carlos quinto dado habían, En Malaquito entre la muerta gente ;
En lodas las mas cosas convenirse Pero volvió después en su sentido
A su provecho y cómodo podrían , Y al cabo se escapó dichosamente.
Haciéndoles con prendas, linne y cierto. Que , aunque fallo de sangre tuvo suerte ,
Sino el que con su fuerza y brazo abriere : Ya es digno del furor de Tucapelo ;
Que las rabiosas armas en las manos Mas por mi honor y por tu edad querría
Los han de dar por justos ó tiranos.» Que metieses contigo compañía. «
Por mas antiguo su razón propuso Ni de sangre aun están vacias mis venas,
Como soldado y sabio consejero. Ni sienlo el brazo así debilitado,
Diciendo « ¡Oh capitanes! no rehuso
: Que no te piense dar las manos llenas;
De derramar mi sangre yo el primero, Mas Rengo su sobrino levantado
Que aunque por mi vejez parezca helada Se atravesó diciendo : « El desafío
En el pecho me hierve alborotada. Acepto yo, si quieres, por mi tío.»
«Pero sola una cosa me detiene «Quiérelo, pido y soy dello contento,
Haciéndome dudar rompimiento
el ,
Gritaba Tucapel , y á diez contigo.»
Y' es la cierta noticia que se tiene Mas saltando Orompello de su asiento
Que es mucha gente y mucho el regimiento :
Dijo « Tú lo has de haber , Rengo
: conmigo.» ,
Por todas partes libre y defendido, Que á bien librar serás mi prisionero :
Y'o solo tomaré sin compañía Y asi con gravedad y manso ruego
Las armas causa y cargo á cuenta mia.
, La furia mitigó y apagó el fuego.
«¿Por ventura tenéis desconfianza Quedando entre ellos puesto y acetado
De vuestras propias fuerzas tan prohadas? Que luego que la guerra concluyesen ,
Pues en cuanto arrojar pueden la lanza ,
El viejoy Tucapel en estacado
Y rodear los brazos las espadas , Francos de solo a solo combatiesen ;
Dais causa que se note en vos mudanza, Después, que Tucapel y Rengo armado
Y que vuestras Vitorias mancilladas Ansimismo su causa diliniesen.
Queden con bajo y misero partido , El rumor aplacado Colocólo ,
Loa que por largos (Boa y esperlenda Mirad le is antiguas canas mias
i
Vemos que nuestras fuerzas y potencia Para que dilnai- vuestras pot Iba
En solé destrüii nos las Bastamos , Poi alguna - non j tiempo breve
Y el tirano cochillo apoderado B pie el '--i luí "i decline i
»Y lo que rJa sefial clara que sea •Y pin- de vuestra discreción espero
Cierta vuestra calda j mi recelo Que os pondrá en el cambio que conviene,
Ea que ya la Fortuna titubea raer otras razones mas no quiero,
i
Y comienza i turbarse nuestro rielo : Pues con vos la razón tal fuerza tiene.
Cuando un gran ediOclo se ladea Dejadas pues i paite lo primera ,
I.: mina que en falso asiento estriba Y pone lleno y limite Si deseo.
Su misma pesadumbre la derrib i Es el pino aparejo que aquí veo.
•Asi que ya, -' pinlon no yrra i .
• Que por todas la- parles nos divide
Según el procedei loa ludidos * Este brazo de mar que veis en medio,
Te y con gran razan de rea por tierra Y nuestra pretensión y paso impide
Nuestros mal cimentados edificios ;
Sin tener de pasaje algún remedio ;
Y por el bien común tened por bueno Del bélico aparato, que admirado
No romper la hermandad con torpes modos, Id cauteloso Millalauco estuvo,
Pues que miembros de un cuerpo somos lodos. N asi confuso un rato se detuvo.
T. XVII. S
, ;, , :, , , , ,, ,, ,
Mas sin darlo a entender disimulando 11 Siendo pues esto asi como la muestra
Que habéis dado hasta amii lo verifica,
I
Mas pasado este tiempo deseosos , Por la- .ni. haa i o repartidas
Di- saber m
Intención, nos resolviólos Según v i
orden que oonvino-,
i
Para que en un pequeño cerro exento, Llegada pues la voz a los oldOS
Sobre la mar vsjclna relevado lie nuestro* enemigos conjurados ,
Y' aunque era en esta tierra el tiempo cuando Así dijo ; y los barbaros en esto.
Virgo alargada apriesa el corto día Porque ya las'estrellas se mostraban,
Las variables horas restaurando Al fuerte en escuadrón con paso presto
Que usurpadas la noche le tenia, Cubiertos de la noche se acercaban,
Antes que la alba fuese desterrando i en una gran barraca, oculto puesto,
Las nocturnas estrellas parecía , Al pié de ¡a montaña reparaban ,
I. a cundiré del collado levantada Aguardando en silencio aquella hora
De gente y materiales ocupada. Que suele aparecer la clara aurora.
Cuales con liarras , picos y azadones Aquella noche yo mal sosegado
Abren los hondos fosos y señales; Reposar un momento no podra ,
Que en el soberbio eslado asi temido Asi los lasos miembros relajados
Los ciento y treinta en poco mas de un dia Al agradable sueño se entregaron ,
Pudiésemos salir con una cosa Quedando por entonces el sentido
Tanto cuanto difícil peligrosa. En la mas noble parte recogido.
: ,, , , ; ,
Con gesto altivo y término furioso Quién con templados pájaros volando
Delante una mujer se me ponía, Las altaneras aves remontaba :
Que luego vi en su talle y gran persona Acá matan la garza allá la cuerva , ,
fuentes murmurandc
Allí las claras Viendo el hijo la próspera carrera
El deleitoso asiento atravesaban , Del victorioso padre retirado ,
Y los templados vientos respirando Por hacer la esperanza verdadera
La verde yerba y flores alegraban. Que siempre de sus obras había dado,
Pues los pintados pájaros volando Por el principio y ocasión primera
Por los copados árboles cruzaban Aquel copioso ejército ha juntado,
Formando con su canto y melodía Para bajar de la enemiga Francia
Una acorde y dulcísima armonía. La presunción , orgullo y arrogancia.
Por mil partes en corros derramadas Aquella es San Quintín que ves delante,
Vi gran copia de ninfas muy hermosas Que en vano contraviene á su ruina
Unas en varios juegos ocupadas Presidio principal, plaza importante,
Otras cogiendo llores olorosas. Y del furor del gran Felipe dina :
Otras suavemente y acordadas Hallase dentro del la el almirante.
Cantaban dulces letras amorosas, Debajo cuyo mando y disciplina
Con citaras y liras en las manos, Esta gran gente platica de guerra
Diestros sátiros, faunos y silvanos. A la defensa y guarda de la tierra.
Era el fresco lugar aparejado En tres parles alli como se muestra
A todo pasatiempo y ejercicio El enemigo campo se reparte ,
Quién sigue ya de aquel ya destc lado , Cáceres con su tercio a mano diestra,
De la casia Diana el duro oficio; Donde está de Felipe el estandarte ,
• Llegamos pues á tiempo que seguro Los franceses con muestra valerosa
Podrís ref I* contienda porfiada, Armas \ defensivos Instrumentos,
Eotrar loa do Felipe I pui i eso ida Y los contri s animas sangrientos
Dando SU justa parle a rada una. t Contra el crudo rigor de las espadas.
i Quién inora de lenguaje tan copioso La fiera rabia y gran tesón no cesa ,
Que pudiera esplicar lo que aquí vi. lo' Hieren matan derriban y asi andaban
, ,
;
Mas aunque mi caudal no llegue a tanto. Los unos y los otros lan revueltos
Haré lo que pudiere en Otro canto. En horror, fuego, sangre y humo envueltos.
Unos la entrada sin temor ilelienden
Con lilire y animosa confianza.
Otros de loied" por vivir ofenden
CANTO WIU. Poniéndoles esfuerzo la esperanza ;
Otros que ya la vida no pretenden
Da rl rej don Felipe el »,aUo á San Quintín ; entra en elta ,0'lorioio; Procuran de su muerte la venganza
rli uta i"* ifiatauc Y que cayan sus cuerpos de maneta
Que al enemigo cierren la carrera.
Mas de serviros siempre el gran deseo , Que ya sin poder mas forzadamente
Que siempre me ba lirado i este camino. A la furia rendida , por la una
Quiza aldelgazara mi pluma ruda Parle que estaba ¿áceres dio entrada ,
Que si por vos. señor, se me concede Quedo en prisión con otros, y adelante
Lo que a nadie negáis, sollare al VÍeolO La victoriosa y liera compañía
Con animo la ronca roz medrosa, Dejando eterna lástima y memoria .
Espero que, señor, seré escuchado, Sin ser ya la francesa gente parle
Que basta para ser favorecido. A |niro hierro la española entraba;
Volviendo a proseguir lo comenzado , Y á despecho y pesar del liero Marte
Dije en el cauto atrás , que arremetido Que los franceses brazos esforzaba ,
Babia el furioso campo por tres vías Haciendo gran destrozo y cruda guerra
A las aportilladas haterías. De rola á mas andar ganaban tierra.
Y en la velo/, corrida contrastando Fué preso allí Andalot, que encomendada
Los tiros y defensas contrapuestas. Le eslaba la defensa de aquel lado
Lo va todo rompiendo y tropellando Hé aquí también por la tercera entrada
Con animoso pecho y manos prestas, Que Julián Romero hahia asaltado :
Por los lados y parles mas dispuestas : Alni'-oil" paso al detenido hado ;
Los unos y los otros se afrentaron La mano don Felipe dio de modo
Y los aninios y armas se tentaron. Que vencedor en Francia entró del todo
, , :
; , , , , :, ,,
Corre con priesa y al remedio atiende; Todo lo (pie en mi canto habéis oído,
\ por todas las partes francamente Vi cerca una mujer que me hablaba ,
Quién entra , sale , sube quién deciende
;
Mas blanco que la nieve su vestido
Sacando uno arrastrando, otro cargado Grave , muy venerable en el aspeto
El mueble de las llamas escapado Persona al parecer de gran respeto ,
Antes rompiendo sin piedad por ellas En los cuales serán restituidos
•A lo mas defendido se arrojaban Al duque de Saboya sus estados,
Creyendo que mayor ganancia había Con otros muchos medios provechosos
Donde mas resistencia se hacia. En bien de Francia y á la España honrosos.
Viéranse ya las vírgenes corriendo uY para que mas quede asegurada
Por las calles sin guarda á la ventura ,
La paz con hermandad y firme asiento
Los bellos rostros con rigor batiendo Con la prenda de Henrico mas amada
Lamentando su hado y suerte dura ;
Contraerá don Felipe casamiento;
Y las miseras monjas, que rompiendo Pero la cruda muerte acelerada
Sus estatutos, límite y clausura, Temprano deshará este ayuntamiento ,
Que del saco y la presa á cada una De gente infiel ejército formado
Diese su parle franca la fortuna. Contra la Iglesia y proprío rey jurado.
Las mujeres, que acá y allá perdidas «Por insolencias viejas y pecados
Llevadas del lemor sin tiento andaban, Vendrá el reino á ser casi destruido ,
Por orden de Felipe recogidas Y'Carlos de sus pérfidos soldados
En seguro lugar las retiraban ; A término dudoso reducido ;
Donde de fieles guardas defendidas Serán con desacato derribados
Del bélico furor las amparaban , Los suntuosos templos , y ofendido
Que aunque fueron sus casas saqueadas ,
El mismo sumo Dins y sacramento.
Las '.onras les quedaron reservadas. Sobrando á la maldad" su sufrimiento.
Quelos fieros soldados obedientes i Mas vuestro rey con presta providencia
Al cristiano y espreso mandamiento. Previniendo al futuro daño luego,
Se mostraban en esto continentes Atajara en EspaÜ3 esla dolencia
Frenando aun el primero movimiento. Con rigor necesario á puro fuego :
\ segunda de manet
i ti 1 1 i Y al cabo, sin poder ser soi orrida,
Oue el áspero Pefion sera espugoado; Del fiero Solimáu será ocupada .
I gruesa armada
i potente del Infiel Que -o impet¡al Linaje esclai ecido
Ii contra eli
ote a ivegando i Difíciles empresas le asegura
Con ni aran aparato j lanía gente
i
A quien tienen los hados prometido
Que temblaran las costas, j arribando i o. laníos. \ súbita ventora
i i
yin- boja veinte leguas ni redondo. i encubierto estará por algún día,
Donde el grande maestre j caballeros » Andará romo digo disfraz ido , ,
Que dentro asistirán en este medio, Hasta que el padre al lempo de la luto I II 1
('.
Irns rapil un", fm asirlos Le dejara por hijo declarado .
Cuamlo las esperanzas mas dudosas : Con el icv don Felipe desposada :
El muro esté ya raso . el foso llano Ojiorra ilar nuevo asiento en sus estados,
, la esperanza al suelo se viniere , hacer rev a Rodolfo de la II ungí ia :
Que la armada «le gente reforzando Que me privó que el rostro no volviese ,
Despreciando del mundo todo el resto, Y asi sin esperar mas que adelante
Y aun el poder del eielo despreciando En el sano consejo procediese ,
Tanto será su orgullo y fiera muestra Volví los ojos luego, y de improviso
Nacido del pecado y culpa vuestra. Vi , si decirse puede, un paraíso
•Has el alto Señor, que otro dispone, En un asiento fértil y sabroso
Y en vuestro bien por su piedad lo ordena, De alegres plantas y árboles cercado ,
Que á mi solo hasta aqui me es concedido Vi á sus piesuna letra que decía
El poderte decir lo que has oido. Del tronco de Cazan doña María.
> Mas si el furor de Marle y la braveza Y por saber mas della , revolviendo
Te tuvieren la pluma destemplada El rostro y voz á la prudente guia,
Y quisieres mezclar con su aspereza Súbito el alboroto y fiero estruendo
Otra materia blanda y regalada De barbaras armas y armonía
las
Vuelve los ojos, mira la belleza Me despertó del dulce sueño, oyendo :
De las damas de España , que admirada « ¡Arma! arma presto, presto » y parecía
!
¡
!
Estoy, según el bien que alli se encierra Romper el alto cielo los acentos
Cómo no abrasa amor toda la tierra. De las diversas voces é instrumentos.
«Mas tente, que me importa á mi , primero En esta confusión medio dormido , ,
Que de los ojos fáciles te fies, Alas vecinas armas corrí presto,
Prevenir al peligro venidero Poniéndome en un punto apercibido
Para que del con tiempo te desvies, En mi lugar y señalado puesto :
'lu cerraras los ojos por no verme. > Y la rosada aurora en el oriente.
, . , , , :
ni . r i m -
r • -. I tOldldO! QOl blblM ¡
'
Al obstinado encamina
Hermosas lama'.
si mi débil into , i Viéndose tal lugar solo
i V Halado
II ,
Mi priesa es grande, * que decir haj lanío. A los brazos Cet ró con mi soldado
Que a mil desocupados escrito; es Y de las III s le saco la lanza.
Vislo el foso y el muro, "I Aero asalto, Y la pica que el bárbaro valiente
Dada la seña ludes lier movieron . , De franca y buena guerra había ganado
Esgrimiendo las armas de tal suerte Quedó arrimada al luso de n . ira
Y por la misma pica gateando, Que al que piensa '011 nía- presteza I
Con loable vergüenza ardiendo en ira Mas poco los demás' escarmentados
De recobraran honor deliberado, La difícil subilla no dilatan ,
Por una angosta puerta que allí liabia Antes procuran luego embravecidos
Solo J sin lanza á combatir salía Ocupar el lugar de los caídos.
Con un osado joven que delante Unos asi tras otros procediendo
Venta la tierra y cielo despreciando, ('•
sos do honra y de temor desnudos,
De proporción y miembros de ¡jijante, Siempre la priesa y multitud creciendo,
Una asta de dos costas blandeando, Crece la furia de los golpes crudos:
Que acá y alia con término galante Los defendidos términos rompiendo
La gruesa y larga pica floreando Cubiertos de sus cóncavos escudos,
Ora de un lado J de otro, ora derecho Nos pusieron en punto y apretura
Quiso tentar del enemigo el pecho. Que estuvo lo imposible en aventura.
Tirando un recio bote, que echado En este tiempo, Tucapel furioso
Le retrajo seis pasos de lal suerte Apareció gallardo en la muralla,
Que el gallardo español desatinado Esgrimiendo un bastón fuerte y nudoso,
Se vio casi en las manos de la muerte ;
Todo cubierto de luciente nialia.
Pero como animoso y reportado Como el león de Libia vedijoso
Haciendo recio pié se tuvo fuerte Que abriendo de la tímida canalla
Pensando asir la pica con la mano ;
El tejido escuadrón , con furia horrenda
Mas este pensamiento salió vano. Desembaraza la impedida senda ,
Que el indio con destreza y gran soltura Asi el furioso bárbaro arrogante
Saltó Hiero atrás cobrando tierra, Discurre por el muro , derribando
Y blandiendo la gruesa pica dura Cuanto allí se le opone y ve delante,
Quiso con otro rematar la guerra ; Su misma gente y armas tropellando :
Mas el pronto español, que entrar procura Quisiera tener lengua y voz bastante
Dándole lado, de la pica afierra Para poder en suma ir relatando
Y aguijando por ella á su despecho El singular esfuerzo y valentía,
Cerró presto con él pecho con pecho. Que el bravo Tucapel mostró aquel dia.
Y habiendo con presteza arrebatado No las espesas picas ni pertrechos
Una secreta daga que traia, Bastan puestas en contra á resistirle,
Cinco veces ó seis por el costado Ni fuertes brazos , ni robustos pechos
Del bravo corazón tentó la via Pueden acometiéndole impedirle :
7l ;
DON ALONSO DE EUCILLA Y ZlJPvlGA.
Mas á mi me os forzoso ser paciente, Quién queda alli estropiado, quién tullido.
Pues de mi voluntad quise obligarme ,
Quién se duele , quién gime , quién se queja.
Y asi os pido , señor humildemente , Quién cae acá quién cae allá aturdido ,
,
Tal es la furia y priesa con que viene Con el furor 'que el fiero rayo apriesa
Que apresurar la mano me conviene. Rompe el aire apretado y nube espesa.
Sin muro le aquel lado, donde un sallo Pero dimos la vuelta apresurada
Halda de mas de veinte brazas de alto. Temiendo alguna bárbara emboscada.
Como si sazón alas tuviera
en tal Duró pues el reñido asalto tanto.
Mas seguras que Dédalo las tuvo, Que en lo mas alto levantado
el sol
Se arroja desde arriba de manera Distaba del poniente en punto cuanto
Que parece (pie en ellas se sostuvo: Estaba del oriente desviado:
Hizo prueba de si fuerte y lijera , Nosotros ya seguros , entre tanto
Que el salto aunque mortal en poco tuvo ,
Que remataba el curso acostumbrado
Cayendo abajo el bárbaro gallardo Dando lugar á las nocturnas horas
Como una onza lijera ó suelto pardo. Del personal trabajo aliviadoras ;
Mas bien no se lanzó, que en seguimiento El ciego foso al rededor limpiamos
Inlinidad de tiros le arrojaron , Sin descansar un pimío diligentes ,
Que aunque no le alcanzara el pensamiento Y en muchas parles del desbaratamos
Antes que fuese abajo le alcanzaron : Anchas traviesas y formadas puentes :
Fué tanto el descargar, que en un momento Los lugares mas flacos reparamos
En mas de diez lugares le llagaron ;
Con industria y defensas suficientes.
Pero no de manera que cayese ,
Fortificando el sitio de manera
Ni solo un paso y pié descompusiese. Que resistir un gran furor pudiera.
Viéndose abajo y tan herido, luego La negra noche, á mas andar cubriendo
Del propósito y salto arrepentido, La tierra que la luz desamparaba
, ,
s-iiii de ralo en ralo que son iba Que es -ni remedio mi pan terrible ,
A'i.i los cuerpo» muertos un ruido i Y mas que todo sufrimiento fuerte
Que siempre al acabar se ensataba i M o aunque m i insufrible,
Con un triste suspiro sostenido . Diré el discurso de mi amarga suerte ,
Que Iba de cuerpo en cuerpo discurriendo. i'., ser qué esforzándole me acabe.
i
i
Con un temor que agora aun no le niego , Y' iodo- Igualmente despreciaba
a
l.;i espada en mano j rodóla al pecho i < . De cual un buen padre descontento,
I"
Amaste tiernamente en algún dia . pero no pudo ser que era loen mió. ,
Lo malo aprueba ya, y se hace injusto. El nombre y agua al ancho ítala entrega :
Que aunque el agravio aquí yo le padezco, Que solo allí mirarle y no otra cosa
Por<J-l' desta mi oferta algún indicio, Para mi mal hallaba que era bueno
Quiero sí dello fueres tú servida Así que adonde quiera que pasaba
Luchar con Mareguano otra caída. Tras si los ojos y alma me llevaba.
»Y otra, y otra, y aun mas, si él quiere, quiero, «Víle que á la sazón se apercibía
Hasta dejarle en lodo satisfecho , Para correr el palio acostumbrado,
Y consiento que al punió y ser primero Que una milla de trecho y mas tenía
Se reduzca la prueba y el derecho ; El término del curso señalado ;
Con lu poder sin limite , absoluto. » Dado por esta mano desdichada.
«Esto dicho con baja reverencia « Mas de cuarenta mozos en el puesto
La respuesta mirándome esperaba; A pretender precio parecieron ,
el
Mas yo, que sin recato y advertencia Donde en la raya el pie cada cual puesto
Escuchándole atenta le miraba, Prontos y apercibidos atendieron ;
No solo concederle la licencia , Que no sintieron la señal tan preslo
Pero ya que venciese deseaba, ('.uando todos en hila igual partieron
Y' así le respondí « Si yo algo puedo : Con tal velocidad , que casi apenas
Libre y graciosamente ¡o concedo. » Señalaban la planta en las arenas.
«Luego con un gallardo continente «Pero Crepino , el joven estranjero ,
Ambos juntos de mi se despidieron , Que así de nombre proprío se llamaba
Y con grande alborozo de la gente Venia con tanta furia el delantero,
En la cerrada plaza los metieron : Que al presuroso viento airas dejaba :
Adonde los padrinos igualmente El rojo palio al fin locó el primero
El sol ya bajo y campo les partieron ,
Que la larga carrera remataba ,
Pero déspota i un lugar tornando, Con una mala y dolor que me obligaba
Que le diese el anillo me rogaron : \ tenerle en el dualo c pon 1
Del empai bo * lenjor pasado el punto Solo podía 1.1 muerte > sacrificio
Le di un Ubetl id | anillo junto. Por íiitlmo re lio j beneficia
El cual en Crepino . que lenia llalli TegaaMl el cuerpo Sol marido, j haciendo un llanl» •otrfl 41 te
Valor sucí le j linaje c
, icido, lleva i ni fierra : lltglD á F '•< iai"it.lri y caballos que venían
l.i Imjunu! |.or tierra btCO Caujmlicjn mu. lira (•>
Junto culi ser discreto, honesto, afable, Sai
, l. ,
neral de su gente.
De condición j término loable.
•Mi padre, que con sesgo j ledo gesto ¿Quién de amor hizo prueba tan bastante?
Hasta el Bn escuché el parecer mió, ¡Quién \io tai maestra y obra tan piadosa
Besándome en la fíenle dijo «En esto : Como la que tenemos hoy delante
\ en lodo me remito á tu albedrio ; Desta infelice barbara hermosa?
Pues de lu discreción y intento honesto La fama engrandeciéndola levante
Que elegirás lo que conviene Bo : Mi baja VOZ en alta y sonorosa ;
El infelice > triste casamiento Cues mirándolo non snln este indicio, | .
rma
j acto
público se bii 1 , Sin haber en contrario tantas cosas.
11. o hace fasto un mes. ¡Oh suerte dura! Confunde su malicia y las condena ,
¡Qué urea esta del bien la desventan! A duro freno y vergonzosa pena.
• Ayer me m c intenta de mi suerte Cuántas y cuántas vemos que han subluo
¡
jym- recompensa puede darme el cielo Lavé con sangre la violada cama ;
Y pues que por ni causa la me ria Asi sobre sus obras levantada
Mi llaga ha renovado encrudecida, Entre las mas famosas resplandece ,
En recompensa del 'loior te pido Y el nombre será siempre celebrado
Me dejes enterrar a mi marido. A la inmortalidad ya consagrado.
• Que no es bien que las aves carniceras Quedó núes como dije recogida
Despedacen el cuerpo miserable ,
En parte honesta y compañía segura ,
Que solo un breve punta do aflojaba Afirmando por cierto que venia
La dolorosa pena y el lamento : Todo el poder y fuerza de la tierra
Yo.cnn gran compasión la consolaba, Con soberbio aparato, donde había
Haciéndole seguro ofrecii nto Instrumentos y maquinas de guerra.
De entregarle el marido y darle Rente Puentes, traviesas, arboles, tablones,
Con que salir pudiese libremente. Y'otras artificiosas prevenciones.
Ella del bien incrédula llorando, No desmayó por esto nuestra gente,
LOS brazos estornudos, me pedia Antes venir al punto deseaba ,
Con horrendo furor en un instante Nos darían el asalto por tres lados,
Sobre ella se arrojó desatinada; Al postrer cuarto de la noche muda :
Y junta con la suya en abundante Así que cuando mas desconfiados
,
Asi furiosa por morir echaba Ya que los unos y otros con razones
La rigurosa mano al blanco cuello, De amor y cumplimiento nos hablamos ,
Y no pudiendo mas, no perdonaba Y para los caballos y peones
Al afligido rostro ni al cabello, Lugar cómodo y sitio señalamos ;
Y aunque yo de estorbarlo procuraba, Tiendas labradas , toldos , pabellones
Apenas era parte á defendello : En la estrecha campaña levantamos
Tan grande era la basca y ansia fuerte En tanta multitud, que parecía
De la rabiosa gana de la muerte. Que una ciudad allí nacido había.
Después que algo las ansias aplacaron Fué causa la venida desta gente
Por la gran persuasión y ruego mió, Que el ejército bárbaro vecino
Y sus promesas ya me aseguraron Con nuevo acuerdo y parecer prudente
Del gentílico intento y desvarío Mudase de propósito y camino :
LA ARAUCANA ,
CANTO X\l 81
Ya pues en aquel sitio recogidos Pudo tanto el mi"! . •
j
1 j
.
- el moro 1
Y lodo puesto a punto <|iii^. un día > ( aimcii/aiido los dos una batalla
Ver la gente j bu armas que tenia. Que el mar calmó, y el tol paró i mlnlla.
Era el primero que paso Ij muestra M <• c loMiT/a el bárbaro valiente ,
Al cual en gran tropel acompañaban Venia tras el Tome, que sus pisadas
Su gente agreste y ásperos soldados , Seguían los puelches, gentes banderizas,
Que en apiñada muela le cercaban Cuyas armas son puntas enastadas
De pieles de animales rodeados. De una gran bnza largas y rollizas ;
Luego los lalcamavidas pasaban, Y los tridos también que usan espadas,
Que son mas aparentes que esforzados, De le mudable y casas movedizas,
Debajo del gobierno y dá amparo . Hombres de poco cíelo alharaquientos ,
Grande en el cuerpo y áspero en la vista Sus , sus pues derribad y allanad presto
, ,
Vuelto la historia
:i digo ipie marchaba
, Enesto por la parle del poniente
Nuestro ordenado campo de manera , Con gran presteza y no menor nielo
Que gran espacio en breve se alejaba Juan Remon arribé con mucha gente ,
En una espesa polvareda envueltos Venia con mayor ánimo que tino
Iban en el alcance y seguimiento ; Los herrados talones sacudiendo
Los nuestros a calcaño y frenos sueltos Mostrando el cuerpo al tiempo que convino,
A la sazón con mas temor que tiento Le dio lado y la maza revolviendo
,
Quién por mostrar mayor desenvoltura Que á grande priesa en orden y concierto
Queriéndose mover nías se atascaba , ; Desta y de aquella parte le cercaba ,
Y' el fiero rostro y animoso pecho Y asi seguir los nuestros no pudieron ,
Contra todo el ejército volvía , Quedando algunos dellos tan sumidos.
Y en voz amenazándole decia: Que fué bien menester ser socorridos.
a Venidvenid á mí gente plebeya ,
, , Por la falda del monte levantado
En mí sea vuestra saña convertida , Iban los fieros bárbaros saliendo ;
Que soy quien os persigue , y quien desea Rengo bruto sangriento y enlodado
,
Mas vuestra muerte que su propia vida; Los lleva en retaguardia recogiendo
No quiero ya descanso hasta que vea Como el celoso toro madrigado
La nación española destruida, Que la larda vacada va siguiendo
Y' en esa vuestra carne y sangre odiosa Volviendo acá y allá espaciosamente
Pienso hartar mi hambre y sed rabiosa.» El duro cerviguillo y la alta frente.
Así la tierra y cielo amenazando Nuestro campo por orden recogido,
En medio del pantano se presenta , Retirado del todo el enemigo.
n sangrienta maza floreando
la Fué entre algunos un bárbaro cogido
La gente de poco ánimo amedrenta : Que mucho se alargó del bando amigo ;
No fué bien conocido en la voz, cuando El cual acaso á mi cuartel traído
Haciendo de sus fieros poca cuenta, Hubo de ser para ejemplar castigo
Algunos españoles mas cercanos He los rebeldes pueblos comarcanos,
Aguijamos sobre >'l con prestas manos. Mandándole cortar ambas Uis manos.
; , .: : , , ! , .
Hpafl
Y con desdén j menosprecio dello ,
(
|U iu*ii que ni . Ha ¡
l.iiic haga taita orlada diesu i Cuando en mayoi felii idad not re 1
l'ut'S q I.iu nirn- iiiik h ,- i-sliir/ailas Pues los que goi m pi ospeí bou mi 1 •
Que saben gobernar bien sus espadas. Estén aun mas sujetos a mudanza.
»Y ni ov« DO
si pensáis sacar alquil Siilu 1.1 muelle próspera asegura
De un llegar mi rida
Qn postrara al .
Kl breve curso del felice hado,
A pues moriré i vuestro despecho,
• 1 1 1 Que adentras que la incierta vida dura
Que -i queréis que w\.i y> no quiera ,
Nunca ha> cosa quedare en un estada
Al lin ire algún lanío satisfecho Asi que quien jamás tuvo ventura
.
Yin un eschn o bajar por la ladera Que llegó a Andalicán donde alojado
i irgado con on bai baro despojo Caupnlicau su ejército tenia
Y como iii'.ii alzada bestia iiera , Era el tiempo que el Ínclito senado
Que ve i.i desmandada pres al ojo i
,
Kn secreto consejo proveía
am con una furia arrebatada Las cosas de la guerra y menesteres
Le sale de través a la parada. Dando y lomando en elfo parecen
Y en él los pies ¡ brezos añudados Cual con justo temor dificultaba
Sobre el liumiiln sueln le tendía , La pretensi le algunos imprudente;
Y' ciin u>s duros truncos desangrados Cual por mostrar valoi fai ¡litaba .
Que en mi tendréis culi odio v sed labiosa Las ajenas injurias tan de veras,
Torcedor * solicito enemigo, Y en las estrañas tierras y naciones
Cuando dañar DO pueda en "Ira cosa: Hicieron sombra ya vuestras banderas ,
Muy presto entenderéis con 5 persigo . ¿Cómo agora en ¡as proprias posesiones
Y que os fuera mi muerte provechosa. > Unas bastardas gentes estranjeras
Diciendo asi otras cosas que no cuento Os vienen á oprimir y conquistaros,
Partió de alli lijero como el viento. Y tan tibios estáis en el vengaros
No es bien que asi dejemos en olvido «Mirad mi cuerpo aqui despedazado .
Mas pui tanta aspereza lie discurrido. .Mirad vuestro valnr vituperado,
Que la fuerza y la voz se me
ha acabado ,
Y que en mi el tirano os representa
lo ,
Donde de los pasados llegó el precio. Que despertó cuidado y nos dio pena.
el
Pues los vemos que son mas que otras gentes Que el rumor y alboroto de la guerra
Adúlteros, ladrones , insolentes. Aun no la habia sacado de su tierra.
» Cuando el siniestro hado y dura suerte Viniendo pues á dar al Chaillacano,
Nos amenacen cierto en lo futuro Que es donde nuestro campo se alojaba,
Podemos elegir honrada muerte , Vi en una loma al rematar de un llano
Remedio breve, fácil y seguro : Por una angosta senda que cruzaba
Poned á la fortuna el hombro fuerte Un indio laso, flaco y tan anciano,
A dura adversidad corazón duro ,
Que apenas en los pies se sustentaba ;
Que pecho (irme y ánimo invencible
el Corvo, espacioso, débil , descarnado,
Allana y facilita aun lo imposible. Cual de raices de árboles formado.
No pudo decir mas de desmayado Espantado del talle y la torpeza
Por la infinita sangre que perdía, De aquel retrato de vejez tardia
Que ya debilitado
el laso cuello Llegué por ayudarle en su pereza ,
Sostener la cabeza aun no podia : Y' tomar lengua del si algo sabia;
Que me voy poco á poco descuidando Pero cuando sintió ya mis pisadas
De nuestro alborotado alojamiento, Y al rumor levantó la altiva frente
Donde estuvimos todos recogidos Dejó el sabroso pasto y arboleda
Cor. buena guardia y bien apercibidos. Por una estrecha y áspera vereda.
, .,, , , , : ,, ,
Adonde te lanío poi una senda Por ser íbera da término inhumano
Y yo también tna ella i loda rienda. 1.1 dga mortal del trato humano,
Perdí el rastra j cerróaema ol camino iMai su atoo) v -o poda es unto
Sobreviniendo mi aire turbulento Sobre las piedras , planl 1- v animales .
Y por ser a la entrada del verano Mas para que mejor esto se acierte ,
Huscamos a la sombra un fresco asiento Sera bien que lomemos el cimillo ,
Y mil veces de ramos fue ceñida Que los rayos del sol y claro cíele
Esta mi calva frente envejecida. Nunca allívieron el umbroso suelo.
• Mas como en esta vida
el bien no dura, Debajo de una peña socavada
Y todoestá sujeto á desvarío De espesas ramas y arboles cubierta ,
Viéndome pues con vida y deshonrado, Iiien por ella cien pasos anduvimos
Que mil veces quisiera antes' ser muerto No sin algún temor de parte mía ,
De cobrar el honor desesperado Cuando á una grande bóveda salimos
He vine como ves a este desierto, Do una perpetua luz en medio ardía,
Donde mas de veinte años he morado Y' cada banda en torno della vinos
Sin ser jamas de nadie descubierto, Poyos puestos por orden, en que había
Sino agora de tí , que ha sido cosa Multitud de redomas sobrescritas
No poco para 1111 maravillosa. De ungüentos yerbas y aguas intinilas ,
Que tengo con Filón conocí Dio , Espumajos de perros, que rabiosos
Que aunque intratable y áspero es mi , lio, Van huyendo del agua, y el pellejo
Germano de Guarcolu, padre mió. Del pecoso quersidros cuando es viejo.
,!
, ,, ,, , ;. » ,,, , : : , , :
Y el pescado cquineis, que en mar airado Que poco con las canas conformaba,
Al curso de las naves contraviene, Y aspecto grave y muestra algo severa ,
Y á pesar de los vientos las detiene. La respuesta me dio desta manera
No faltaban cabezas de escorpiones, «Aunque en razón es cosa prohibida
Y mortíferas sierpes enconadas Profetizar los casos no llegados ,
Alacranes y colas de dragones , Y es menos alargar á uno la vida
Y las piedras del águila preñadas; Contra los estatutos de los hados
Buches de los hambrientos tiburones, Ya que ha sido á mi casa tu venida
Menstruo y leche de hembras azotadas , Por incultos caminos desusados ,
Landres, pestes, venenos, cuantas cosas Te quiero complacer , pues mi sobrino
Produce )a natura ponzoñosas. Viene aquí por tu intérprete y padrino.»
Yo que con atención mirando andaba Biciendo asi , con paso tardo y lento
La copiosa botica embebecido ,
Por la pequeña puerta cavernosa
Por una puerta que a un rincón estaba Me metió de la mano á otro aposento ,
Vi salir un anciano consumido , Y luego en una cámara hermosa ,
Mas porque sé que algún honrado intento El cielo alto diáfano, estrellado
,
Tú que de la fortuna y
, liero hado Que por arte y labor maravillosa
Revocas cuando quieres los decretos, En el aire por sí se sostenía ,
Y el orden natural turbas y alteras Que el gran círculo y maquina de dentro
Alcanzando las cosas venideras; Parece que estribaban en su centro.
»Y por mágica ciencia y saber puro Después de haber un rato satisfecho
Rompiendo el cavernoso y duro suelo, La codiciosa vista en las pinturas,
Puedes en el profundo reino escuro Mirando de los muros suelo y techo
,
Han sido j serán siempre celebrados ; \ vos laguna Esligia v IgO Avino,
, I
Qoe ^u dlflcilislmi be< hoi i Que aun temen vn las minas deidades
Cuarenta aBos de estadio me ha costado: \ iirsiias Irruios .Ir vilioias ci intuías
;
Que iiiin i'i.nn \ patente ne sra Haced qne claramente aquí se vea,
Y tanga aqnl so muestra y uva idea. Aunque (otara esta naval pelea.
• Mas pues tus aparienclaegenerosas i lu, Ib i
ate ahumada y mal compuesta,
Son dr escribir los arios ilr la guerra , Nos maestra lo qoe pido aquí visiiii,-.
v p ir raería 'ir estrellas rigurosas i
Hola ! )A quién digo'' ¿Qué tardanza es esta
Tendrás materia larga en esta urrra, Que no os harr [nublar un vi,/ terrible '
Dejaré 'ir aclararle algunas cosas Mirad que rompnr la tierra opuesta ,
S"lo Ir falla una naval bal 'Ha Y aquellas gentes súbito anhelando
• 'un
qne sera tu historia autorizada, Poco ñoco á moverse comenzaron
a ,
\ i
,
[
ibiras la- cosas 'ir Is guerra Haciendo de aquel lo en los objetos i
Asi de mar i.m bien romo de tierra. Todas las demás causas sus efelos.
»La cual veras aqnl tal qoe ir juro . Mirando, aunque espantado, atentamente
Qne vista la tendremos por dudosa, La multitud de gruir qoe allí había ,
Y en el pasado tiempo y el futuro \'i que escrito ilr letras en la frenlr
No se vio ni veri tan espantosa ; Su nombre y argo rada cual tenia i
;
Sacó una horrible voz del ronco pecho El .sangriento destrozo y crudas muertes.
, ,,, ,, , , : : ,
El sucesor del lacillo Andrea Doria , Es .le muy poca edad > tuOctencia
De quií-ii el largo ni ii Medilern Indignamente al cargo promovido
Hará perpetua j celebre men Sin curso, disciplina ni esneriencli
Y Agustín Bacbarigo venei laño, , Y asi presuntuoso v atrevido
Proveedor de la armada senatoria Con ardoi juvenil í inadvet i
Con orden no menor > bella muestra. a la furia y rigor de vuestra espada.
Pues los cuernos Iguales > ordenados i » No penséis que nos venden mu] costosa
La batalla guiaba el hijo diño Loa hados la victoria deste
Del gran Carlos, cerrando los dos lados Que lo mas desa armada temerosa
i [aleras de Malta * Lomel ¡ Es iie la veneciana sen
La del papa ¡ V dw la loa costados i i
Gente no ajen liada ni industriosa
Asi continuaban su camina ¡ Hada mas al regulo y pulida ,
Seguían luego detrás treinta galeras , tiente que nunca supo que es espada ,
Al general soc irro seE ilad is Que antes que se comience la batalla
I' le el in irqués de S inta Cruz venia Y el es| toso son de artillería
Con una valerosa compañía. La romperá su misma vocería.
I'm el orden
término que cuento j i Mas vosotros varones invencibles
,
caiulnabl iail i
Entre las aunas ásperas criados ,
Ocball renegado iba al siniestro Abrid pues \ romped por esa gente;
(mi Cárabe) su liijn in compañía, Echad a fondo ya el poder cristiano,
Y en medio en la batalla bien cerrada Tomando posesión de un golpe subí
Ali, gran general de aquella armada. Del ('.unge ,iChile y de uno al olro polo
,
•
Ecbad fuera la ira y el deseo Dijo: «El cuerpo de en medio y diestro lado
- - vuestros fogosos cora/.ones
Y el socorro que utrus viene siguiendo.
1
I 1 ' 1
Que sabed que ese ejército movido , Con una furia igual y movimiento
Y gente de mil reinos allegad i
Las potentes armadas se juntaron:
Fortuna á una cerviz, la b¡ lucido, Donde por todas partes á un momento
Porgue pueda de un golpe ser cortada, Los cargados cañones dispara
Y deis por vuestramano en solo un día Con un terrible estrépito de modo ,
Al socorro sobre ellas acudieren , Que alli para lirar no fuese buena,
De la derecha y de la izquierda mano, Rotos bancos, postizas, batallólas,
La general del papa y veneciano. Barriles, escotillas, portañolas.
Do con segunda autoridad venia Y las lanzas y tiros que arrojaban ,
Por general del sumo quinto Pió Aunque del duro acero resurtiesen,
Marco Antonio Colona, á quien seguía En las sangrientas olas ya hallaban
Una escuadra de mozos de gran brío : Enemigos que en sí los recibiesen ;
i
¡ ida en ii Inquiriendo un Qu honroso, De un Inerte esmerilan derribado,
Procuraban matando como ^ . i <
Cu Lindóle con golpe riguroso
Morir en el bajel del enemigo. Los pasos y designio valeroso,
Era tanta la furia v tal la pries i i ii. -oí poderoso golpe de tal suerte
Que el lin j dia postrero parada ;
Domas de la pesad y man Calda i
,
Di' los tinis i.i ri'i 1 1 iiuw i espesa Que resistir no pudo el peso fuerte
Bl aire claro y roio mar eubn i i Mi la rodela á prueba guarnecida
Crece la rabia, el disparar no cesa Al Mu el joven ron honrada miiei le
De la presta y continua baiei 1 1 Del lodo aseguré la ¡nguieU rida,
atronando el rumor de las eso Envainando en España mil espadas
Las marilimas coatas apartadas. En contra y daño sin,, declaradas.
K.i buen marqués de Bant i Crnz, <
i
> i «» estaba En esto por in-s partes fue embestida
M ioci ii" común •percibido La famosa de Malta capitana
Visto el trabado juego cual andaba, Y apiolada de Indas y lialida
y lesigual en partes el partido, Con vieja enemistad y furia insana;
Sin aguardar mas tiempo Be arrojaba , Mas la (nena y virtud tan conocida
En medio de la priesa j gran ruido De aquella tudas caballería cristiana,
Embistiendo con Impelo furioso La multitud pagana contrastando,
i lo mas revuelto j peligroso,
ii, i., Iba de punto en punto mejorando.
Vlendopues de enemigos rodeada rirev de Arjel
Pero elcosario esperto, ,
La galera real con gran porfía , Que mira hasta entonces habia estado,
i la
Y que otra de refresco bien armada Hallando al cuerno diestro el paso abierto
a embestirla con ímpetu venia, Que del todo no estaba bien cerrado ,
Saltóle de través boga arrancada, . Antes que se pusiesen en concierto ,
Y al enriiL'iiirn y ,liiiu-;i se oponía, Furioso se lanzé por aquel lado ,
A puros brazos y i rigor de espada Que embistiendo á los turcos por los lados
Alire recio en la turca un gran portillo. Entran haciendo riza carnicera ;
Por do un grueso tropel de gente armada ,
Asi que , victoriosos y vengados
Sin poder los contrarios resistillo ,
Recobraron su honor y la galera
Entra con un rumor y furia eslraña. Hallando solos vivos los primeros
Gritando: ¡Cierra, cierra, España, España! .VI general y cuatro caballeros.
Venciendo el nuevo golpe de la gente, Vengaba allí con ira y rabia justa
Los vuelven á llevar forzosamente La injuria recibida en Famagusta.
Basta el árbol mayor, donde afirmando La capuana de Sicilia en lauto
El rostro y pié con nueva confianza También Portau baja la combatía.
Renuevan la batalla , refrescando La cual ya por el uno y otro canto
El fiero estrago y barbara matanza : Cercada de galeras la tenia :
Carga socorro de uno y otro bando Era el valor de los cristianos tanto
Fatígales y aqueja la tardanza Que la ventaja desigual suplia.
De vencer 6 morir desesperados No solo sustentando igual la guerra ,
Dando gran priesa a los dudosos hados. Pero dentro del mar ganando tierra
,, , , , , ,, , ,
;, :
Ofrecí' i les peligros la persona Con gran furia el movido mar rompiendo
Dando cié su valor notable indicio; Carga dándole caza en seguimiento.
Y la fiera nación de Barcelona Iban tras ellos al través saliendo
Hace en los enemigos sacrificio, El de Bazán y el de Oria a sotavento
Trayendo hasla los puños las espadas Con una escuadra de galeras junta,
Todas en sangre barbara bañadas. Procurando ganarles una punta.
No pues con menos animo y pujanza Mas la triste canalla , viendo angosta
El sabio Barbarigo combatía, La senda y ancho mar según temia ,
Igualando el valor a la esperanza Vuelta la proa a la vecina costa
Que de su claro esfuerzo se tenia : En tierra con gran ímpetu embestía
Ora oprime la turca confianza. Y cual se ve tal vez sallar langosta
Ora á la misma muerte rebatía , En multitud confusa así á porfía ,
Hiere en los matadores de tal suerte Habiendo fuerza á fuerza y mano á mano
Que fué recompensada bien su muerte. Rendido el nombre de Austria al otomano.
En este tiempo andaba la pelea Estaba yo con gran contento viendo
Bien reñida del lado y cuerno diestro , El próspero suceso prometido ,
Donde el sagaz y astuto Juan Andrea Cuando en el gloho el mágico hiriendo
Se mostraba muy platico maestro. Con el potente junco retorcido,
También Héctor Espinóla pelea Se fué el aire ofuscando y revolviendo,
Con uno y otro á diestro y á siniestro Y cesó de repente el gran ruido,
Señalándose en medio de la furia Quedando en gran quietud la mar segura
La espertay diestra gente de Liguria. Cubierta de una niebla y sombra escura.
Bien dos horas y media y mas había Luego Filón con platica sabrosa
Que duraba el combate porfiado, Me llevó por la sala paseando
Sin conocer en parte mejoría Y sin dejar figura cada cosa
Ni haberse la victoria declarado : Me fué parle por parle declarando.
Cuando el bravo don Juan, que en saña ardia Mas teniendo temor que os sea enojosa
Casi quejoso del suspenso hado , La relación prolija , ¡ré dejando
Comenzó a mejorar sin duda alguna Todo aquello aunque digno de memoria.
Declarada del todo su fortuna. Que no importa ni loca á nuestra historia.
En esto con gran ímpetu y ruido Solo diré que con muy gran contento
Por el valor de la cristiana espada Del mago y Gualicolo despedido ,
El furor mahomético oprimido, Aunque tarde llegué a mi alojamiento.
Y la turca real del todo entrada : Donde ya me juzgaban por perdido.
Do el estandarte bárbaro abatido Volviendo pues la pluma á nuestro cuento.
La cruz del Redentor fué enarbolada Que en larga digresión me he divertido,
Con un triunfo solene y grande gloria ,
Digo que allí estuvimos dos semanas
Cantando abiertamente la Vitoria. Con falsas armas y esperanzas vanas.
Súbito un miedo helado discurriendo Pero en resolución nunca supimos
Por los míseros turcos ya turbados De nuestros enemigos cautelosos
Les fué los brazos luego entorpeciendo, Ni su designio y ánimo entendimos.
Dejándolos sin fuerzas desmayados ; Que nos tuvo suspensos y dudosos :
Con furia inexorable todo á hecho Por donde un grande arroyo atravesaba
Los van por todas partes degollando : De cultivadas lomas rodeado ,
Quién al agua se arroja abierto el pecho. Y en la mas llana que a la entrada estaba,
Quién se entrega á las llamas, rehusando Por ser lugar y sitio acomodado
El agudo cuchillo riguroso La gente se alojó por escuadrones,
Teniendo el fuego alíi por mas piadoso. Las tiendas levantando y pabellones.
El astuto Ochali viendo su gente Estaba el campo apenas alojado ,
*,i. nú» loi tip:>" •» HUarapua Dap . * SaiaBarl ü uo Y cuando lo por '-i mi" Ido fuere!
,.
aBalaaaa
i
Cosa ea digna de considerada, ser •Mira que tolo en que esta V"/ te Mili D(l i
Pues i"s olihnos Indios moradores Que aunque el peligro es grande y conocido,
Del araucano i'siaiin asi alcamaron De tu altiveza i animo confio
El orden de la guerra • disciplina , Que al luí satisfarás e sadia
Que podemos lomar ilellos ilotrüía. A lu estimado honor y al que me envía.»
¿Quién los mostró I rormar los escuadrones, Don Garda le responde "Soy contento i
Que iodo es un bástanle J clare uulicio Que esta usada respuesla eleriiamciil l
Pues por mañas jamás ni por espías Que iba a reconocer con este Intento
Dellos tuvimos nueva en tantos (lias. La gente y pertrechado alojamiento.
Aunque en los puebles comarcanos fueron Venida pues la noche , los soldados
Presas de sobresalto muchas gentes, En orden de batalla nos pusimos,
Que ai rigor del tormento resistieron Y á las derechas picas arrimados
Con gran constancia y lirmes continentes Contando las estrellas oslinitnos,
Tanto que muchas veces nos hicieron Del sueño y graves anuas falig idos,
Andar en los discursos diferentes Aunque crédito entero nunca dimos
Que pudiera causar notable daño Al indio por pensar que solo vino
,
Y los que no probaron allí el suelo Con el cual barrenó á Guillermo el pecho,
Por apretar mas recio las rodillas. Y de un revés y tajo arrebatado
Aunque mas se mostraron esforzados Arrojó dos cabezas con celadas
Quedaron del encuentro maltratados. Muy lejos de sus troncos apartadas.
De sus golpes los nuestros no faltaron, Mata de un golpe á Torbo fácilmente,
Que todos sin errar fueron derechos: Y' iliua Juan de Inarauna tal herida ,
Sin poderle valer los mas cercanos. Que el pecho grande y ánimo invencible
Le ahoga y despedaza entre las mauos. Le allana y facilita lo imposible.
Bernal y Leucoton, que deseando El último escuadrón y mas copioso
Andaban de encontrarse en esta danza Su derrota y designio prosiguiendo
Se acometen furiosos descargando Con paso aunque ordenado presuroso,
Los brazos con igual ira y pujanza Por la tendida loma iba subiendo
;
Resisten al furor del indio bando No queda cosa ya que nos impida
Con Diego Cano, Pérez y Ronquillo. Ni lanza enhiesta, contraria espada.
ni
Los primos Alvarados Juan y Hernando, Mirad la muerte infame ó triste vida
Pedro de Olmos , Paredes y Carrillo Que está para el vencido aparejada ,
Derriban á sus pies gallardamente , Los ásperos tormentos escesivos
Aunque á costa de sangre, mucha gente. Que el vencedor promete hoy a los vivos.
El escuadrón de enmedio viendo asida • Que si en esta batalla sois vencidos
Dándose con las dagas y puñales Y el gran premio y honor que, como digo,
Heridas penetrables y murtales Un tan breve trabajo trae consigo.
, , ; . , . . ,
,.
• Que a(|ucl que se mostrare buen uldaüo Fué de la maza el jinoves cogida
1 ondra en mi mano HT I" 'I'"' quisiere : Kn el alto crestón de la celada ,
l.a fortuna con ello boy nos requiero. Sobre estofa de algodón colchada
i
También piense que queda condenado Estuvo el liall tno idot mecido
Por rebelde y traidor quien no venciera Vomita b ingre, la oloi mudada i
,
Qg luí] vencido jumo j tln castigo Y trió dando dC manos per el Mielo
Quedando por juez el enemigo.! Vislumbras j relámpago» del cielo.
De tal manera el barbara valiente Redobla otra el gallan! to lo
Despertaba la ira j la espérenla, Con ni ii fui or \ menos bien guiad i
Irse deju (le su furor llevado. Levantando a dos manos la ancha espida
\' con la estrema rabia
En el exento j pedregosa
llano, y fuerza rara
Que mas de un (ir" de INO U esleudia, Sobre el joven la eala de manera ,
Donde con muestra * termino lubumanc Tajo el tronco cual junco ó tierna v.n a ,
Que en rajas por los aires discurrieron . No por eso amaino al furor la vela ,
Del polvo I dfl las armas ahogados. Con solo el trozo de bastón cortado
Otros de encuentros fuertes estrellados. Aguija al enemigo confiado.
Tarábase entre ellos un combate horrendo Hirióle en la cabe/a, y a una mano
Con hervorosa priesa J rabia estraña , Salló con lücreza y diestro brío
Todos en un leion igual poniendo Hurtando el cuerpo asi, que el italiano
La estrema industria la pujanza y maña. , Con la espada azoto el aire vacio;
Sul>e a los (lelos el Innovo estruendo. Quiso hacello otra vez, mas salió en vano
Retumba en torno tmla la campaña , Que entrando recio al punto del desvio
Cubriendo los lugares descubiertos Fué el jinoves tan presto, que no pudo
La espesa lluvia de los cuerpos muertos. Sino cubrirse con su roto escudo.
Hierve el coraje , crece la contienda . Echó por tierra la furiosa espada
Y el siempre mas fuerte
batir sin cesar Del defensivo escudo una gran pieza,
No hay malla y pasta lina ipie deücinl.i Rajando con rigor á la celada
La entrada y paso a la tunosa muerte, Que defender no pudo la cabeza;
Une con irreparable furia horrenda Hasta el casco caló la cuchillada ,
Todo ya en su Bgura lo convierte. Quedando el mozo atónito una pieza ;
Naciendo del mortal y fiero estrago Pero en sí vuelto, viéndose tan junto
De espesa y negra sangre un ancho lago. Le echó los fuertes brazos en un punto.
Rengo orgulloso, que al siniestro lado El bravo jinoves, que al tiero Marte
Iba siempre avivando la pelea Pensara desmembrar, recio le asia ;
lie h roedura afrenta estimulado Pero salió engañado que en esle arle .
La dicha de los dos los desv wba : Otras iba esforzando allí la gente
Que el italiano nio/o peleando Tampoco Juan Kemon ocioso estaba ,
Le arroja dando vueltas por la arena ; Dando muerte defienden bien su vida.
Lleva de un golpe a Chanele la cabeza , El falor Vega y contador Segarr3
Y' por medio del cuerpo a Pon cercena: Habían echado aparle una partida ,
Hiende a Narpo hasta el pecho, v a BraoCOlo Siguiéndolos Vela/que? y Cabrera,
Como grulla le deja en un pie solo. Verdugo, Ruiz, Riberos y Ribera.
Veis pues aqui ürompello, el Cualhaciend i
Pasaranlo pues mal al otro lado.
Venia por esta parle mortal guerra , Según la mucha gente que acudia
Que al gran luniullo y voces acudiendo Si drm Felipe don Simón y Prado ,
Vio cubierta de muertos la ancha tierra : Don Francisco Arias , Pardo y Alegría ,
Godoj , Gonzalo Hernández y Amlicano : Que no estoy como piensas tan cansado. »
Si de todos aquí mención no hago , En esto mas lijero (pie si hubiera
No culpen la intención, sino la mano, Diez horas en el lecho reposado
Que no puede escribir lo que hacían Se puso en pié, y á nuestra gente asalla
'lanías como allí á un tiempo combatían Firme el membrudo cuerpo y la maza alU)
Sonaba á la sazón un gran ruido Tucapel repicó « Seria bajeza , :
Andaba muy berido y acosado Como hoy te ha dado claro aquí la vida.
Aunque se envuelve entre ellos de manera No se dijeron mas , y por la via
Al un bdo y al otro golpeando. Los dos competidores araucanos
Que en rueda los hacia tener afuera , Haciéndose amistad y compañía
Muchos en daño ajeno escarmentando; Iban como si fueran dos hermanos
,
Que poder escapar era imposible ; Del vulturno ó del céflro arrojada
¥ por mas que se esfuerza resistienoo Lanza una piedra súbita , dejando
Al fin era de carne era sensible , , La rama de sus hojas despojada ,
Y' el furioso y conlinuo movimiento Y los muros , los techos y tejados
La fuerza ie ahogaba y el aliento. Son con priesa terrible golpeados :
Mas el daba de si tan buen descargo Ni yo basto á contar de una vez tanto ,
Que los hacia tener bien a lo largo. Que es fuerza diferirlo al otro canio.
Llegóse á Rengo, y dijo: «Aunque enemigo
Esfuerza, esfuerza Rengo, y ten hoy fuerlc
Que el impar Tucapel esta contigo ,
Plero : inte
, Indómito Impai leulí , . .
Daie noiu ii drl íln d* la batalla y retirada di loa araucano» ; la obsll- Sin lunar al peligro de 1.1 vida
Diclon xpartlntela d» Galrtrlno y m
nurli; uImImio le plnu ,1 iiuii .1. iin i. a lafei rada maza
jartllo y calártela del maco Filme
Solo sustenta la ganad pial 1 1
NI esta libre del ni. ir tempestuoso Pero viendo el Irab lio Inrrui li
Quid) SUrtH lili Si' VI' ili'lllrn ill'l II" I
Y gente va ninguna de su b indo .
Y no* muestra bien claro aqnlla historia llaiua el temor algunos escondido;
(alan poco les ihini los araiieanns i Pero viendo de Rengo la llegada
El nuevo gozo v eng ifiosa gloria ;
Cobrando luego el anl perdido
i s llevando da rota .1 los cristianos, Con nuevo esfuerzo v muestra coi
Y habiendo \.i cantado la victoria ,
En escuadrón formado I recogido
De hados rebatidos
los contrarios Vuelven el rostro j pecóos esforzados
Ganando nena siempre mas entero La grita > nuevo estrépito sintiendo
ai bárbaro enemigo retraía Que en el vecino bosque resonaba ,
Que en medio de dOS lomas se hacia , «Caballeros, entrad que todo es liada .
La ii.u'ii.ir.i canalla, quebrantada Mas ellos el peligro ponderarido
La llanosa Soberbia v fisailla, Dificultaban la dudosa entrada;
Ya del torpe temor señoreada Yo pues á la sazón a pié arribando
Esforzadas espaldas revolvía . Donde estaba la gente recalada ,
Huyendo de la muerte el rostro airailo Juan Remon que me vio luego de frente
Qué elara a todos ya se habia mostrado Quiso obligarme allí publicamente ,
Siguen los nuestros la victoria apriesa . Diciendo: «.¡Ohdon Alonso! Quien procura
Que aun no quieren venir en el partido Cañar estimación y aventajarse,
Y de la ineulla breña y selva espesa Este es el tiempo y esta es coyuntura
Inquieren lo secreto y escondido ; En que puede con honra señalarse :
Que ni el rendirse, puestas ya las manos, En esto ya al rumor por lodos lados
La obediencia y servicio protestando. De nuestra gente muchos acudieron.
Bastaba a aquella gente desalmada Comenzando con furia presurosa
A reprimir la furia de la espada. l'na guerra sangrienta y peligrosa.
Asi entendimiento y pluma mia
el . Renuévase reduciendo
el destrozo,
Aunque usada al destrozo de la guerra , A tenin vencimiento ,
ludí. su ,.|
Huye del grande estrago que esle dia El menos animoso acometiendo.
Hubo en los defensores de su tierra :
El mas dificultoso impedimento.
La sangre que en arroyos ya corría ¿Cuál será aquel que pudiera ir escribiendo
Por las abiertas grietas de la tierra , De los brazos la furia y movimiento,
Las lastimas , las voces y gemidos Y desté y de aquel otro la herida
De los miseros barbaros rendidos. Y quién i cual allí quitó la vidaí
Los de la izquierda mano que miraron Unos hienden por medio, otros barrenan
Su mayor escuadrón desbaratado, De parle a pule los airados pechos;
Perdiendo lodo el ánimo dejaron Por los muslos y cueipo otros cercenan
La tierra y el honor que habian ganado :
Oíros miembro por miembro caen desbecni s
Asi la trompa a retirar tocaron , Los duros golpes todo el bosque atruenan.
Y con paso, aunque largo, concertado, Andando de ambas parles tan estrechos,
All is y campeando las banderas. Que vinieron algunos de impacientes
Se dejaron calar por las laderas. A los brazos , a puños y á los dientes.
, , !: , ;:, ,; ». ; ,: ,, , ,, ,
Y los demás con pasos ordenados Quedó casi por uso de aquel dia
Como va dije atrás se retiraron : On modo de malar jamás usado
De mañera que ya nuestros soldados Que a cada indio de aquella compañía
Recociendo el despojo que hallaron . l'n bastante cordel le fué entregado
Y un número copioso de prisiones. Díciéndole que el árbol eligiese
Volvieron a su asiento y pabellones. Donde á su voluntad se suspendiese.
Fueron entre estos presos escogidos No tan presto los pláticos guerreros
Doce los mas dispuestos y valientes. Del cierto asalto la señal tocando
Que en las nobles insignias y vestidos Por escalas , por picas y maderos
Mostraban ser personas preeminentes Suben á la muralla gateando.
Estos fueron allí constituidos Cuanto aquellos caciques , que lijeros
Para amenaza y miedo de las gentes Por los mas grandes árboles trepando
Quedando por ejemplo y escarmiente En un punto a las cimas arribaron ,
Colgados de los arboles al viento. Y de las altas ramas se colgaron.
Yo á la sazón al señalar llegando Mas uno dellos, algo arrepentido
De la cruda sentencia, condolido. De su lijera priesa y diligencia ,
Era pues Galvarino este que cuento, «Valerosa nación, invicta gente.
De quien el canto atrás os dio noticia,
'
Que porque fuese ejemplo y escarmiento Sabed que soy cacique y descendiente
Le cortaron las manos por justicia: Del tronco mas antiguo desta tierra ;
El cual con usado atrevimiento ,
el No tengo padre , hermano ni pariente
Mostrando encubierta inimicicia ,
la Que lodos son ya muertos en la guerra
Sin respeto ni iriedo de la muerte Y pues se acaba en mi la descendencia.
Habló mirando á todos desla suerte Os ruego uséis conmigo de'clemencia. •
« Oh gentes fementidas , detestables
¡ ,
Quisiera proseguir , si Galvarino
Indignas de la gloria deste dia Que le miraba con airada cara ,
Que en ella estriba ya nuestra esperanza ¿Tienes por mas partido y mejor suerte
(Jue si la odiosa vida dilatamos El vivir en estado miserable ,
Es por hacer mayor nuestra venganza : Que el morir como debe un varón fuerte f
Que cuando el justo fin no consigamos ,
Sigue el hado aunque adverso tolerable.
Tenemos en la espada confianza Que el fin de los trabajos es la muerte ,
Que os quitará en nosotros convertida Y es poquedad que un afrentoso medio
La gloria de poder darnos la vida. Te saque de la mano este remedio. •
»Siis, pues ya ¿qué esperáis, ó qué os detiene Apenas la razón habia acabado ,
De no me dar mi premio y justo pago
''
Cuando el noble cacique arrepentido
La muerte y no la vida me conviene Al cuello el corredizo lazo echado
Pues con ella a mi deuda satisfago Quedó de una alta rama suspendido.
Pero si algún disgusto y pena tiene Tras él fué el audaz bárbaro obstinado.
Este importante y deseado trago Aun á la misma muerte no rendido;
Es no veros primero hechos pedazos Y los robustos robles desta prueba
Con estos dientes y troncados brazos. Llevaron aquel año fruía nueva.
De tal manera el bárbaro esforzado Habida la victoria como cuento ,
Dar la vida á quien ya la aborrecía; Con menos daño y mas seguro estaba :
Benti cerca dpi voz envejecida Del milagroso globo res| lia ,
míe
I.-» le
el de Tucapri , y como don MooiodoEr!
0» tiene su descaenlo aparejado. cilla liallú Ala hcrmuia (¿laura.
• SI la fortuna asi á pedir de boca
paso prospero
Siempre la brevedad es una cosa
Os abre el a la entrada,
Con gran raion de Indos al. diada
Grandes trabajos y ganancia poca ,
Las dos Arabias feliz y desierta. Baten de tres provincias las riberas.
«Mira á Persia y Carmania, que confina »A Gogia y Beguemedros al oriente,
C m Susiana al lado del ¡ente, | Y á Dambaya al poniente, del cual lado
Donde el forjado aceróse fulmina Hay islas donde habita varia gente
De pasta y temple imo y escelen te; Y lodo el ancho circulo es poblado :
Cuanto encontró lo puso por el suelo Verás aun las reliquias y el estrago
Cual ira ó rayo súbito del cíelo. De la ciudad famosa de Cartago.
«Mira á Tigris y Eufrates que poniendo , «Mira abundosa,
a Sicilia fértil y
Punto a Mesopotamia en compañía A Cerdeña Córcega de frente
y á
Hasta el golfo de Persia van corriendo Y en la cosía de Italia la viciosa
Dejando á un lado a Egipto y a Suría : Tierra que va corriendo acia el poniente :
Ai la el mu
da Danllsco ¡ corta bolada Sobre tus bada prósperos corriendo
Y Suecla que al conlln 'i'' Gocil iiog»
a , 1 ijo las dos colunas victorioso
Que esta en lomo del mar rorüflcada, Noiii 1 1 nú en el marmol escribiendo
De ii le i Gelandia se naveg 1 Mas Peí oando Católica glorioso
Y mira alia a Grolandia desviada Los mojonados términos rompiendo.
Del -.oi.ir cono > .1 1
1 todiac 1 ri > Del ancho y nuevo mundo abrió la vía
Do hay s<-is meses de noche y seis de d!i Porque en un mondo solo no cabla.
norle 1 Moscovia, que OS tenida
• Mira al «Mira por el Océano balando
Tur niuih región de lo poblado.
1 1
el húmido noto j el poniente
Que rematan mi término j medida I. a- islas de Canaria . reparando
Las Rlfeai montañas poi nn lado, 1 n aquella del Hierro especial nle .
A Hora vía, Bohemia, fcuslria y Hungría, i-i.is que descubrió Colon pobladas ,
A León y a Calida de la diestra : Que el indio nombre antiguo aun hoy retiene
Ves la ciudad famosa de l.isiiona, Ves al sur la poblada y montuosa
Coimbra y Salamanca que se ostra, Tierra, aneen punta a prolongarse viene,
Pólice en todas cienciasdo solia , Que los dos anchos mares por los lados
Enseñarse también nigromancia. Le van adelgazando los costados.
Mira a Valladolid, que en llama ardiente
• • A Panamá v al Nonilire-do-Dios mira ,
Al pié del alto puerto alga apartado Con Alina y Cali llena prolongada . ,
Que aunque le ves desierto y pedregoso Popayan, Pasto y Quilo que vecina ,
Allí el rey don Pelipe vid so Mira alia a Puerto- Viejo, do la mina
Habiendo al franco en San Quintín domado, De ricas esmeraldas fué hallada ,
En tesiiin o de -o buen deseo Y las dirás que corren por la vía
Levantara un católico trofeo. Del curo de vulturno y mediodía. ,
La maquina del cual hará notable Tunibez, Pavía y su rio, que es primera |
Obra al lin de un tal rey. tan gran cristiano, Que riegan bien dos mil millas de suelo
Y de tan larga y poderosa mano, Donde jamás cayo lluvia del cielo.
• Mira luego a Madrid , que buena suerte Mira los grandes montes y altas sierras,
•
Las cuales estarán siempre encubiertas Cnentn Glaura sus desdichas y la causa de sti Tenida asaltan los nraii.
;
Y de aquellos celajes ocupadas canos 6 los españoles en la quebrada de Purén pasa entre ellos una
;
Hasta que Dios permita que parezcan , recia batalla; saquean tos enemigos el bagaje; reliranse alegres;
i Y' como ves en forma verdadera Quien tiene libre y sosegada vida
De la tierra la gran circunferencia , Le conviene vivir mas recatado,
Pudieras entender, si tiempo hubiera, Que siempre es peligrosa la caída
De los celestes cuerpos la escelencia, Del que está del peligro descuidado;
La máquina y concierto de la esfera Y vemos muchas veces convertida
La virtud de los astros y influencia , La alegre suerte en miserable estado,
Varias revoluciones , movimientos En dura sujeción las libertades,
Los curses naturales y violentos. Y tras prosperidad adversidades.
i Mas aunque quiera yo de parte mia Es fortuna tan varia, es tan incierta ,
Dejarle mas contento y satisfecho, Ya que se muestra alguna vez amiga ,
Ha mucho ralo que declina el dia , Que no ha llamado el bien á nuestra puerla
Y tienes hasta el sitio largo trecho.» Cuando el mal dentro en casa nos fatiga
Asi haciéndome el mago compañía Y pues sabemos ya por cosa cierta
Me trujo hasta ponerme en el derecho Que nunca hay bien á quien un mal no siga,
Camino, do encontré luego mi gente. Boguemos que no venga y si viniere
,
Que me andaba á buscar confusamente. Que sea pequeño el mal que le siguiere.
Llegamos al asiento en punto cuando , Que yo de acuchillado en esto siento
Entraban á la guardia los amigos, Que es de temer en parle la ventura :
Yo queriendo saber a qué venia >Tu, Se&ors sabrá», que el día primero ,
La aseguré del miedo que iraia , Kas 1:1 que por lo amor | cauta muero ,
La cual dando un taspito, que a terneza Quiero viIti si dello eres servida ;
Comenzó n
ruon de LaJ manera i
Que pueda parasol ser las dlehoaa •
> No sé al y.> me
queje rlonrilrhtiti •Viéndole al parecer de leí minado
O agradetca i loa badea >a mi roerte , a cualquiera violencia y desacato,
One me abren puerta i que me dan entrada Disimuladamente por un lado
Pan que pueda recibir la majarte; Salí del mu mostrar algún recalo,
Pero il \a la historia desastrada Dicléndole de lejoe : t ¡Oh malvado,
Quieres aaber y sai dolor tan berte InCCSiUOSO , desleal , Hiéralo .
Te mego qoe si prw eso estés siento, S ley de parí atecen conservada • '
No habiendo de contento y gusto cosa Que aunque no sea la muelle tan honro-, i
Que ingrato al hospedaje del amigo, Así que, ya sin lino j senda alguna
Del deudo \ deuda haciendo pora cura, Procuraba cuitada de alejarme,
Me comenzó de amar y buscar medio Que con el gran temor me parecía
lie dar a su cuidado algún remedio. Que yendo á mas correr no me movía.
Visto yo que por muestras y rodeo
» • Mas como suele acontecer comino
Muchas veces su pena descubría , Que huyendo el peligro y mal presente
Conocí que su intento y nial deseo Se suele ir a parar en un camino
De los honestos limites salla ¡ Que nos coge y anega la creciente :
Ni de roería una mínima me queda, Mas mis voces y quejas fueron lanías ,
Que á la del fuerte amor resistir pueda Que á lastima y piedad movía las plantas
,, , , , , , , ! ;
Mas él Decbando el areo que traía, Llamando sordo cielo injusto y crudo ,
al
Al mas adelantado y diligente Preguntaba ¿Dé esta mi Cariolano ?
:
Aunque el negro era grande y muy fornido Muchas veces propuse de matarme ;
De su destreza y fuerzas ayudado , Mas por torpeza y gran maldad tenia
Alzándole de brazos acia el cielo Que aquel dolor en mi tan poco obrase
Le trabucó de espaldas en el suelo. Que á quitarme la vida no bastase.
»Y' sacando una daga acicalada, »En tanta pena y confusión envuelta
Queriendo a hierro rematar la cuenta. De contrarios y dudas combatida
Por el desnudo vientre y por la ¡jada Al cabo ya dele buscar resuelta ,
Tres veces la metió y sacó sangrienta :
Pues no daba el dolor lili á mi vida.
Huyó por allí la alma acelerada, Acia el campo español lie dado vuelta
Y libre Cariolan de aquella afrenta De noche y desde lejos escondida
,
Se vino para mi con gran crianza , Por honor, que mal me le asegura
el
Pidiéndome perdón de la tardanza. Mi poca edad y mucha desventura.
» Supo decir allí tantas razones, «Y teniendo noticia que esta gente
Haciendo amor conmigo asi el oficio, Era la vuelta de Cautén pasada,
Que medrosa de andar en opiniones, También que habia de ser forzosamente
Que es ya dolencia de honra y ruin indicio, Por este paso estrecho la tornada,
Por evitar al fin murmuraciones Quise venir en traje diferente.
\ no mostrarme ingrata al beneficio Pensando que entre tantos disfrazada
En tal sazón y tiempo recibido , Alguna nueva ó rastro hallaría
Le tomé por mi guarda y mi marido. Deste que la fortuna me desvía.
»Y temiendo que gente acudiría , "¿Qué remedio me queda ya cautiva ,
Por el espeso monte nos metimos Sujeta al mando y voluntad ajena?
Donde sin rastro ni señal de vía Que para que mayor pena reciba
Un gran rato perdidos anduvimos; Aun la muerte no viene porque es buena ;
Pero, señor, al declinar del dia Pero aunque el cielo cruel quiera que viva,
A la ribera de Lauquen salimos Al fin me ha de acabar ya tanta pena ,
Por do venia una escuadra de cristianos Itien que el estado en que me loma es fuerte
Con diez indios atrás presas las manos. Mas nadie escoge el tiempo de su muerte: »
«Descubriéronnos súbito en saliendo, Asi la bella joven lastimada
Que en todo al fin nos perseguía la suerte Iba sus desventuras recontando ,
Mientras que él con morir los detuviese. Que de las yerbas barbaros nacían.
«Luego el temor, á trastornar bastante Llegó al instante un yanacona mío
Una flaca mujer inadvertida, Ganado no había un mes en buena guerra,
Me persuadió poniéndome delante Diciéndome « Señor, échale al rio:
De donde escuché luego mi gran ruido ¿Eres mi dulce esposo? ¡ay vida mía !
Sin dio acrecimiento ni prometa \ i ille. les ,-n [.altes del camino
Piqué al caballo que salm [yero . Revueltos unos \ otros voceando
Pero aunque mas los Indios me dea priesa Andaban en confuso re lino
Quiero señor, que aquí sepajs primero
.
i.a tempestad de Uros reparando i
Cómo i i.i entrada de la selva espesa No basta .le la p isla el templa lino,
(¿ariolán vino a ser mi prisionero Grevas, petos celadas abollando, ,
Cuando n»f<ir« >su de perdei la «Ida l_i furia que tumbaba a la re. buida
Pero con gran desprecio illa ii ente * Tenia a nuestros soldados como digo
Apercibiendo el arco estuvo qued i De ventaja las piedras y la cuesta;
Llegando pues i tir.. diestramente Donde puedo afirmar como testigo.
Mino Pram laco Osorio j t Acevedo,
.1 Que era la lluvia tan espesa y presta
Arrancando una daga desenvuelto De las piedras que cierto parecía.
El largo mullid ;d brazo >:i revuelto Que el cerro abajo en pie/as se venia.
Tanta fue 1.1 destreza . Unto el arte oíi
mando se \o airado cielo . i
Que sallando d mella y desla parle LaS aves mala en Ule. lio .le sil Mielo ;
rodos los golpea hito ii.ir en «ano , La gente bestias lleras j ganado
, .
i
burlando el cuerpo desmentidos
'i
,
Buscan corriendo acá > allá perdidas
Otros del manto y daga rebatidos. Los reparos, defensas y guaridas:
Yo que iit tal batalla no quisiera Asi los españoles, constreñidos
Alanimoso mozo aficionado, De aquel grani/.o y tempestad furiosa ,
Kn medio me lance diciendo Afilen : , Buscan por todas parles mal heridos
Caballeros, afuera, haceos á un lado , Algún árbol o peña cavernosa,
Que mi es bien c|ue el valiente mozo muera , Do reparados algo y defendidos,
Antes merece ser remunerado; Con Li virtud antigua generosa
Y darle asi la muerte ya seria Cobran. lo nuevo esfuerzo y esperanza
No esfuerzo ni valor mas villanía. » , A la victoria aspiran y venganza.
Todos se detuvieron conociendo , Y desde alli con la presteza usada
Cuan mal el acto infame les estaba; Las apuntadas miras asestando ,
Solo el Indio do cesa, pareciendo es comienzan a dar una rociada ,
I.
va la cortesía le obligaba ,
l'tles Venían cuerpos y peñas volteando
Revuelto a mi me dijo tQué le importa :
Con un furor terrible y tan estraño.
Que sea mi villa larga, o que sea corla?» Que muertos aun hacían notable daño.
•Pero de mi 'era reconocida Así andaba la cosa, y entre lanío
I. aobra pia y voluntad humana : Que en esta estrecha plaza peleaban,
Pía por la intención pero entendida . Con DO menor revuelta al olio canto,
Se puede decir impia v inhumana : ii le mayores voces resonaban
une a .pilen ha de vivir misera vida se habían los Indios desmandado tanto ,
Esto dicho, la daga arrojó luego Del alio y bajo, de uno y otro lodo
Doméstico el que ind ito halda sido, Al saco acude allí la muchedumbre.
Quedando desde allí siempre conmigo, Cual banda de palomas al verano
NO en figura de siervo, mas de aur. Suele acudir al derramado grano.
i^ a el ejercicio y belicoso estruendo Viéndonos va vencidos sin remedio
He las armas \ voces resonaban ; Por la gran multitud que concurría ,
Era la senda eslrecba ¡ no podiendo . i isl . ronquen. lo súbito I" I me. lio
Ir atrás ni adelante , reparaban . De la revuelta y empachada vía .
Haciendo aun mas angosta aquella \i.i \ solo en ver así ganado el alto
Un arrojo que lleva en compañía. Los bastaba a vencer el sobresalto.
, , , ,, , , : , , ,
Los caballos lanzamos al repecho, Que por la cara patria han convertido
Cada cual solevado alto en la silla; En sus mismas entrañas las espadas ;
Viendo por alto y bajo tanta guerra. Tomó luciendo así Caupolicano :
Poniendo prestos pies en la huida , Que habiendo de morir lodo nos sobra,
Remedio de escapar la ropa y vida. Y todo con vencer des¡;ués se cobra.
Cuál por aquella parte , cuál por esta » Es necesario y justo que se entienda
Cuál por lo mas espeso de la cuesta Que no es bien que haya asiento en la hacienda
Arrastrando el ganado se metía ;
Cuando el honor aun su lugar no tiene ;
Cual con hambre y codicia deshonesta Ni es razón que soldado alguno atienda
Por solo llevar mas se detenia , A mas de aquello que á vencer conviene
Costando á mas de diez allí la vida Ni entibie las ardientes voluntades
La carga y la codicia desmedida. El amor de las casas y heredades.
Y' adonde estaba el general llegados, Pero rompiendo aquel silencio puesto ,
Les dijo libremente todo cuanto Sin medio ni concierto, a fuerza pura
Podrá ver quien leyere el otro canto. Su patria en libertad y paz segura.
Lincoya y Caníomangue pues no fueron
En jurar el decreto perezosos :
pide Tucapel que se cumpla el campo que tiene aplazado con Hético Y' los demás caciques orgullosos
Lo (|ue Un jusUmenU
ir es pedido Con gran roso de muchos esperado,
Por enemigo de la patria quede Luego bulliciosa compañía
i.i
Aunque parece en liempo tan lurbado, Cuando por una parle el animoso
Que muevo nueras raucas » coe sUooes, Tucapel asomó con gran ruido;
Del natural honor estimulado, Por olra pues no ni IOOS orgulloso
Y por otras legitimas ratones Al misma tiempo aparecer se vido
No puedo Na dejar por ningún arle Al lantastieo Rengo mnj gallardo,
De .-char del lodo un gran negocio aballe. Ambos mil lien muestra \ paso lardo.
• Ya tendréis en inciuoria el desafio Las robustas personas adornadas
Une Rengo > Leñemos aplatado,y De fuertes pelos, dobles, relevados.
Asimismo el que tuve con mi lio, Escarcelas, brazales y celadas ,
Que quiso mas morir desesperado: Hasta el empeine de los pies armados;
Viendo el gran deshonor v agravio mío, Matas coi las de acera barreadas.
Y cuanto mi pesar ab.i dilatado. M Grueso* escudos de metal herrados,
Quiet o esperar a mas rodeo
sin Y al lado izquierdo cada cual ceñido
Cumplir la obligación y mi doco. 1 ii corvo y ancho alfanje guarnecido.
• Que asaz gloria y lionor Kengo ha ganado Tenia , señor , la plaza á cada parte
Entre todas las gentes pues se trata . Puertas como palenque de torneo ,
Que conmigo ha de entrar en estacado, Por las cuales el uno y otro Marte
Y asi vanaglorioso lo dilata ; Eulran en ancho ciiculo y rodeo :
Has yo d,- tanta dilación cansado, Después que con vistoso y gentil arte
Puesque cada ocasión lo deslíanla , Su término acabaron v paseo ,
Pido que nuestro campo se fenezca , Airoso cada cual quedó a su lado
Que no es bien que mi crédito padezca. Dentro de la gran plaza y estacado.
• Pues ya Peteguelén , viejo imprudente Hecho por los padrinos el oficio
Con apariencia de animo engañosa Cual se requiere en aclos semejantes ,
A morir se arrojó entre tanta grille ,
Quitando lodo escrúpulo y indicio
Por parecerle muerte mas piadosa ; De ventaja y cautelas importantes,
\ asi se me escapó mañosamente Ceso luego el estrepito y bullicio
Que fue puro temor y no otra cosa, Kn todos los aienios circunstantes,
Pues si ambición de gloria le moviera. Oyendo el son de la trompeta en esto.
De mi brazo la muerte pretendiera. Que robó la color de mas de un gesto.
• También Rengo de industria cauteloso Luego los dos famosos combatientes,
Anda en los enemigos muj metido, Que la larda señal solo atendían.
Ñuscando algún estorbo ó modo honroso Con bizarros y airosos continentes
Que le escuse cumplir lo prometido; Kn paso igual a combatir movían ;
Y' debajo de muestra de animoso Y descargando a un tiempo los valientes
Procura de quedar manco ó tullido, Brazos , de tales golpes se herían
Y' para combatir no habilitado , Que estuvo cada cual por una pieza
ClorioMi con me haber desafiado.» Sobre el pecho inclinada la cabeza.
Asi hablaba el bárbaro arrogante. Redoblan los segundos, de manera
Cuando airado Rengo , echando fuego.
el Que aunque fueron pasados los primeros
Sin guardar atención se hilo adelante , Si tal reparo y prevención no hubiera
Diciendo: « La batalla quiera luego, No llegara el cómbale á los terceros.
Que ni lu muestra y fanfarrón s blanle /Quién por estilo igual decir pudiera
Me puede a mi causar desasosiego : El furor destos barbaros guerreros,
Las armas lo dirán y no razónos Viendo el valor del mundo en ellos jimio,
Que son de jactanciosos baladrones.» Y la encendida cólera en su punto?
Arremetiera Tucapel , si en esto Fué de tal golpe Tucapel cargado
Caupolicán , que á liempo se previno , Sobre el escudo en medio de la freulr.
Con presta diligencia en medio puesto. Que quedó por un ralo embelesado,
La voz no le atajara y el camino ¡ Suspensos los sentidos y la mente ;
Y con severa muestra y grave gesto Llegó Rengo con otro apresurado,
Reprehendiendo el loco desatino, Pero salió el efecto diferente.
Por rematar cutre ellos la porfía Que el estruendo del golpe y dolor fiero
Concedió a Tucapel lo que pedia. Le despertó del sueño del primero.
Pues el campo y el plazo señalado, Serpiente no se vio tan venenoso
Que fué para de aquel en cuatro dias , Defendiendo á les hijos en su nido,
Nacieron en el pueblo alborozado Como el airado bárbaro furioso,
Sobre el dudoso Pin muchas porfías: Mas del honor que del dolor sentido
Quién apostaba ropa , quién ganado , Asi fuera de término rabioso
,
Fue el golpe aunque furioso tolerable, Tucapel (pie robusto era y membrudo,
,
Pero en si vuelto blasfemando al cielo, Rengo, con gran destreza y cauta maña
Con aquella pujanza aventajada Recogido en su fuerza y reportado ,
Mas del peligro y del dolor despierto Y entre los duros músculos ceñido
La abollada celada se endereza, Le estremece, sacude y tiene estrecho
Y sobre Tucapel furioso aguija Tanto que con el recio apretamiento
Que la maza rompió por la manija. No le deja tomar tierra ni aliento.
Mas viéndole sin maza en esla guerra Creyendo de aquel modo fácilmente
Que en dos trozos saltó lejos quebrada , Dar fin al hecho y remalar la guerra
La suya con desprecio arroja en tierra Rengo que era diestrísimo y valiente
Poniendo mano a la fornida espada: Hizo con fuerza pié cobrando tierra
En esto Tucapel otra vez cierra , Y de rabiosa cólera impaciente
La suya fuera en alto levantada ; De un fuerle rodeón se desafierra
Mas Rengo hurtando el cuerpo á la una mano
,
,
Llevándose en las manos apretado
Hizo que descargase el golpe en vano. Cuanto en la dura presa había agarrado.
Llegó el cuchillo al suelo, y gran pedazo, Fué Tucapel un ralo descompuesto
Aunque era duro, en él quedó enterrado. Dando al un lado y olio zancadillas,
Y en este impedimento y embarazo Y Rengo de la fuerza que había puesto
Fué Tucapel herido por un lado ; Hincó en el suelo entrambas las rodillas:
De suerte que el siniestro guardabrazo Ambos corrieron á las armas presto
Con la carne al iravés cayó cortado, Rajando los escudos en astillas,
Y procurando segundar no pudo Con tempestad de golpes presurosos.
Que vio calar el gran cuchillo agudo. Mas fuertes que al principio y mas furiosos.
Debajo del escudo recogido Estaban los présenles admirados
Rengo el desaforado golpe espera , De aquel duro tesón y valentía,
El cual lué en dos pedazos dividido Viéndolos en mil parles ya llagados,
Con la cresta de acero y la mollera : Y la sangre que el suelo humedecía,
El bárbaro quedó desvanecido, Los arneses y escudos destrozados ,
Y por poco en el suelo se tendiera , Y que ningún partido y medio había ,
Mas el esfuerzo raro y ardimiento Sino solo quedar el uno niuerlo ,
Venció al grave dolor y desatiento. Aunque morir los dos era mas cierto.
No por esto medroso se retira : Dio Rengo á Tucapel una herida
Antes hacer cruda venganza piensa, Cogiéndole al soslayo la rodela,
Y asi lleno de rabia ardiendo en ira
, Que aunque de gruesos cercos guarnecida
Acrecentada por la nueva ofensa , Entró como si fuera blanda suela :
Me
i
Isles
la
v.i gritar
|
i Rengo
>
.nr.pl..
M<- perd si dejo destroncada .
por
Que asi me esperara con gñn deseo. el
^,
no poi causa ptopia j bu privada Pero volviendo tiempo en su sentido,
Mas por autoridad pública becbo, Visto el último término en que estuvo .
Y en la causa común puesta la mira. lanío que al tiu el uno y olro ciego
Pueda con tal eampion el combatiente No pudiendo del hierro aprovecharse.
Usar deill en el tiempo necesario, Con las agudas uñas y los dientes
Como contra legitimo adversario. Se muerden y apedazan impacientes.
Mas si es el combatir por gallardía, Asi Meros, sangrientos y furiosos ,
ü por rencor , por odio , o por venganza , Del apretado pecho resonaban ;
Si es por declaración de la pin fia Mas no p.r eslo un punió vigorosos
Remitiendo a las armas la probanza, En la rabia y el ímpetu aflojaban,
Es el combate injusto, es prohibido, Mostrando en el tesón y larga prueba
Aunque esté en la costumbre recibido. Ciiar aliento nuevo y fuerza nueva.
Tenemos hoy la prueba ai|ui en la mano Eran pasadas ya tres horas, cuando
De Rengo y rúeapel, que peleando Los dos campiones de valor iguales ,
V con protervia > animo inhumano Que las ultimas fuerzas apurando
De llegarse i la muerte trabajando. Sin poderse venen quedaron tales , ,
Estaban va los dos tan cerca de ella , Que ya en parle ninguna se movían ,
Que aunque por no ser largo aquí se calla. Y la poca obediencia de su gente
Será de otro escritor encarecida Viéndole ya en estado miserable;
Vista de munición y vitualla Que la buena fortuna fácilmente
Al liempo ] hora del silencio mudo, Abrfó el seci eto pecho echó íuera j
Ki maa copioso ejército que pudo. Le encubierta lotet cii n de i > manen ,
'
Lenguaz, ladino , pratico discreto , Vengo cual ves. para que deste modo
Cauto pronto solicito y secreto.
, , le dé yo parle dedo y seas el lodo.
El cualen puridad bien instruido
, •Haciéndole saber como ifuerria ,
En lo que el arduo caso requería Si no es dé algún oculto inconveniente
De pobre ropa j parecer vestido llar el asalto .,1 fucile al mediodía
Del presidio español lomó la vía ; Con furia grande y nuineio de gente;
Y ungiendo ser indio foi Por baleíle avisado cierta espía
Y' con disimulad" advertimiento Franca de par en par siempre está abierta,
Los ocultos designios penetraba ¡ Y la gente durmiendo descuidada ¡
el
Lo que mas al negocio conviniese ,
fuerte, pensando bailar á los españoles durmiendo. Trayéndole por mañas y rodeo
Al esperado fin de su deseo.
La mas fea maldad y condenada ,
Hizolo pues asi; pero antes desto,
Que mas ofende la bondad divina ,
A de un espeso valle,
la salida
Es la traición sobre amistad forjada
Halló al amigo en centinela puesto
Que al cielo, tierra y al infierno indina:
Esperándole ya para guialle
Que aunque el señor de la traición se agrada ,
Podras llegar alia, que arrui le aguardo Bajas las armas por la luz del dia,
Con esperanza y animo gallardo.» Aguarde allí el aviso y orden inia.
El traidor pertinaz que atento estaba •Quiero ver, pues (pie dello eres servido,
A cuanto el general
prometía le Por ir del lodo alegre y satisfecho,
Bien que algún tanto timidn dndab i Por quien A rauco ya restituido
Viendo de aquel varón la valentía . En sus primeras fuerzas y derecho.
El ser gallardo y el feroz semblante , Echada la española tiranía
La proporción y miembros de gigante. Eslendera su nombre y monarquía.
Venia el robusto y grande cuerpo armad . Quedo Caupolicano de manera
Me una fuerte cora/a barreada , Que tuvo el trato j hecho por seguro,
Con un drago escamoso relevado Dictándole razones que moviera
Sil alto crestón de la celada ;
I
Ño un corazón movible, pero un muro;
En la derecha su basti.r. ferrado, Y en señal de linneza verdadera
Ceñida al lado una tajante espada , Le dio un lucido llanto de oro puro .
Representando en talle y apostura Y un grueso mazo de chaquira prima ,
Del furibundo Marti' la ligura. (.osa entre ellos tenida en grande estima.
Por honra , por riqueza ó por estado Dándole espuelas y animo ha-tante,
A tus pn- \ obediencia soy venido La duda atropello representada ,
Qm- lodo i" que squi me lias ofrecido, Y encubriendo la intención 'lañada
asi
Y lo que puede mas ser deseado Con mentirosas muestras y semblante
No me provoca tanto, ni me instiga , Loó el traidor encarecidamente
Cuanto la gran razón que a ello me obliga. El sitio, el orden, armas y la gente.
cielodoy, pues mi esperanza
• Gracias al Y después de inquirir y haber notado
En prudencia y gravedad tumi nía ,
tti Lo que notar eiilonces convenía ,
Al socorro llegué aquel mismo dia De los toldos con ímpetu salimos ,
Con los treinta c|tie dije en compañía. Y' las vecinas armas acudimos.
íi
Señalando i la gente sus lugares : Con arcabuz , con lanza ó con espada .
Viene a buscar al alevoso amigo Mas presta que el oido y nías lijen.
Que a la salida de su rancho estaba Como el cursado cazador, que tiene
Mirando á los caminos ocupado, La caza y el lugar reconocido.
Pareciéndole ya que se pasaba Que poco á poco el cuerpo bajo viene
El tiempo del concierto aun no llegado : Entre la yerba y malas escondido ;
No hay brevedad que dilación no sea. Donde pueda hacer el tiro cierto :
Sobre sus lechos sin dormir dormidos Si en este punió y término lo dejo ,
Tomad las vencedoras armas presto Por ella Roma fué tan poderosa ,
s saber os » de la vltoi la
rii Quien a diestro y siniestro golpeando
Ilustrándola mas con la clemencia. Priva aquestos v aquellos de la vida .
Mas pasado después a sangre tria Vieran otros oesl boa > hechos pi< tas
Ba venganza , crueldad j urania. Otros o. poi enteros sin cabezas,
. i
Llevado pues del bado i dura suerte Los nuestros del alcance deseosos
Con presto paso > con fatal corrida En carrera velo/ los van siguiendo,
Emboca por la puerta y falsa .miada Hiriendo y derribando en los postreros
ti gran tropel Je gente amontonada. Los menos diligentes y líjelos.
I
Dios sempiterno ! iqué fracaso eslrafio, Pero algunos vainilles, que estimaban
Qué riza qué destruzo y hatería
, La ganada opinión mas que la vida
Hubo en la trisie gente, <|ue al engaño Volviendo el pecbo y anuas refrenaban
Ciega pensando de engañar venia! Kl Ímpetu de muchos y corrida ;
¿Quién podra referir el grave daño. Y' aunque con grande esfuerzo peleaban
Visto que el general usado habla Moza que de quinee años no pasaba ,
Que ninguno por niego ni otra cosa Cómo y por qué razón la habían herido ,
Y' el que vence sin él , vence sin lionra. La muerte triste tras la alegre vida.
Quedó Gaupolican desta jornada » Porque entiendas el dejo y desvario
Rolo , deshecho y falto de pujanza , Que el humano contento trae consigo
Que fue mucha la sangre derramada,
1
Aun no es cumplido un mes que el padre mío
Y poca de su parle la venganza : Usando de privado amor conmigo
El cual, viendo la Ufaba amedrentada Me dio esposo elegido á mi albedrío,
Y' el ardor resfriado y la esperanza Esposo y juntamente grande amigo,
Deshizo el campo entonces conveniente . Tal y de tantas parles , que yo creo
Dando licencia á la cansada gente. Que en él hallara término el deseo.
Quísose entretener mientras pasaba uPero su esfuerzo raro y valentía,
De los contrarios hados la corrida , Que del la por estremo era dolado.
Conociendo de si que peleaba Le trujo á la temprana muerte el dia
Con cansada fortuna envejecida ; Que fué nuestro escuadrón despedazado :
Y' con solos diez hombres retirado , nCayó muerto quedando yo con vida ,
Gente de confianza y valentía , Vida mas enojosa que la muerte ;
Ora en el monte inculto, ora en poblado Mas viéndome un soldado asi afligida ,
Desmintiendo ios rastros parecía , En parte condolido de mi suerte ,
Y en lugares ocultos alojado Me dio por acabarme esla herida
Jamas gran tiempo en uno residía, Con brazo, aunque piadoso, no tan fuerte
Usando de su barbara insolencia Que mi espíritu suello le siguiese
Por tenerlos en miedo y obediencia. Y un bien tras tanto mal me sucediese.
Nosotros en su incierto rastro á tino «Dio conmigo en el suelo fácilmente ,
Para dejar las armas los soldados Ni la llamada muerte á tiempo viene,
De la prolija guerra quebrantados. Que mi deseo la impide y la detiene.
Y aunque esto era ungido, gran cuidado »La vida así me cansa y aborrece ,
Se puso en inquirir toda la tierra, Viendo niuerlo á mi esposo y dulce amigo,
No quedando lugar inhabitado ,
Que cada hora que vivo me parece
Monte , valle ribera llano y sierra
, , Que cómelo maldad pues no le sigo ;
,
Sin hallar otra cosa de importancia, Demás do sir cual veis Importunado
ida con los soldados platicando Es el honor de la constante Indo
De la fe de las Indias y constan Is Inadvertidí ole condenado ¡
Pues no guardo la i-asta Elisa Dido Que el mal ofende aun dicho en pasatiempo
La fe con mas rigor a su marido. Y para decir bien siempre es buen tiempo.
Mas un soldado joven, que venia Cartago autos que Roma lué fundada,
Escuchando la platica movida . Setenta años coñudos comunmente,
Diciendo me atajo que no tenia
. ,
Por Dido Ilustre reina venerada
.
A Dido por tan casta j recogida ; Por diosa un tiempo do la liria gente :
Él y todos [os mas que me escuchaban . Qne en fln la que codicia mucha gente
Que en la misma opinión también estaban Ninguno lo posee seguramente.
Les dije que queriendo el Hantuano
,
Dejó Belo dos hijos herederos, •
Con Dido usó de término inhumano l.o aunque duro ios dias primeros
cual
Infamándola injusta y falsamente, De cudicia el hermano corrompido
Pues vemos por los tiempos haber sido por haber los tesoros del cuñado,
Lúeas cien años antes que fue Dido. Le dio la muefte envuelta en un bocado.
Quedaron admirados en oirme, Sintió pues la mujer su muerte tanto,
Que asi Virgilio á indo disfamase Que lio bastando á resistir la pena ,
Y' pues de aquí al presidio yo no bailo Diciendo: Es justo dioses, que yo quede
«,'. ,
Mis el mal , cuando viene por deslino, Que mostrando placer de su llegada,
No puede ser á tiempo prevenido. Con loable cuidado y providencia
;A y Qué aprovecha el lamentarme ahora
! ,,
Hizo luego hospedar toda la gente
Que siempre es tarde ya cuando se llora? Espléndida , cumplida y largamente.
«¿Por qué, fiero enemigo, asi quisisle En siendo tiempo, la cuidosa Dido
Dejarle arrebatar de tu deseo, A su genle mandó que se aprestase ,
Tan ciego de codicia, que no viste Y con alarde y publico ruido
Que matabas á Dido con Siqueo ? Los empachados muebles embarcase :
¡
A y (pie si es malo desear la muerte
I La noble y obediente compañía
Es peor el temerla si conviene, Al borde de su nave congregada
Que no es pena el morir a los cuitados ,
Hizo en torno allegar la demás gente,
Sino fin de las penas y cuidados. Que a la vista también fuese presente:
• Mas ya que el ser tú rey, y recatado, Diciéndoles con pecho valeroso,
La venganza legitima me impida , Que su designio y pretensión no era
Procuraré atajar tu fin dañado Ir al injusto hermano cauteloso,
Con muestra doble y hermandad fingida; De quien era enemiga verdadera
Y cuando pienses verte apoderado , Porque con trato y término alevoso,
Quedarás con mi súbita partida Debajo de hermandad y fe sincera ,
CANTO XWIII.
La moco con iciendo
furia del rey
Que el perdido tesoro aumentarla .
f Andona , que del Drae Intento mió Asi Pigmaleon había tenido
Babeia visto i loa ojos ra la prueba Seniles de virtud en su crianza ,
Sin escuchar descargo ni disculpa Que no hay maldad mas lalsa y engañosa
Afiadieudo maldad > culpa a culpa. Que la i|ue trae la muestra virtuosa.
pues es de temer la inania
»Y' Esta no le salió como pensaba
Y el Ímpetu de un U10ZO rey airado, Sino al contrario en todo J diferente;
Que asi del claro reino ¡ patria mia Pues DO solo no vio lo que esperaba,
A buscar nuevas tierras me ha sacado: I'ero perdió las naves y la gente.
Quien quisiere seguir mi compañía La reina viento en popa navegaba,
So se vera de mi desamparado, Como dije, la vuelta del poniente,
Mas de lodo el proveí lio y bien c|Ue espero Tocando con sus naves y galeras
Sera participante y compañero. En algunas comarcas y riberas.
• El lu^ar y aparejo es oportuno, Torció el curso á la diestra bordeando
Y para haber consejo me remueve! De las vadosas Su íes recelosa.,
Asi i|iie pues sois sabios cada uno Y a vista de Licudia atravesando
Elija de dos males el mas leve: Corrió la COSla de África arenosa ;
Mando Dido que i Cip.ro enderezase. Hizo esl uar el cuero en su presencia;
Donde graciosamente recibida Y en tiras sutilísimas corlado
Como allí su designio declarase, lauto trecho lomó, ipie a la prudencia
Llevó del clprioto pueblo amigo De la reina sagaz y aviso eslraño
Ochenta mozas vírgenes consigo. Le quisieron poner nombre de engaño.
Para a tiempo casarlas con la gente Peni reí pensó la demasía
Que rn su servicio y devoción llevaba, Dejándolos contentos y pagados,
Buscando alguna tierra conveniente Descubriendo á los suyos que traia
Donde fundar un pueblo deseaba : Los ocultos tesoros escapados
Asi la vía África al poniente
de la Que usado del ardid y astucia habla
Con favorable viento navegaba ; De los cofres de arena al mar lanzados ,
Mas forzoso sera según me siento Porque cuando el hermano lo supiese ,
Dividir en dos partes este cuento. Fallando la ocasión no la siguiese.
; , ,,: ; ,,, ; , , , » ,; ,
Y aunorie era tal su ser , tal su cordura »Si á los peligros en la edad primera
Que por diosa vinieron & tenella ,
Por adquirir honor nos arrojamos ,
Ninguna de su tiempo en hermosura Es bien que en la cansada postrimera
Pudo ponerse al parangón con ella ; Gocemos del descanso que ganamos,
Asi que, por milagro de natura Y á nuestra abandonada cabecera
Como cosa no vista iban á vella Al tiempo incierto del morir tengamos
Que no sé en las idólatras del suelo Quien nos cierre los ojos con ternura ,
A quién mayores partes diese el cielo. Y dé a nuestras cenizas sepultura.
Grandes matronas hubo que animosas »Y pues tiene de ser en tu presencia
Por la fama á la muerte se entregaron Esta perjudicial demanda puesta,
Otras que por hazañas milagrosas Conviene que con maña y advertencia
Las opresas repúblicas libraron ; Te prevengas de medios "y respuesta ,
Pero todas perfectas tantas cosas Atajando tu seso y providencia
Como en Dido en ninguna se juntaron :
El mal (pie el mauritano rey protesta
Fué rica fué hermosa fué castísima
, , De modo que la paz y amor conserves
Sabia, sagaz, constante y prudentísima. Y de nuevos trabajos nos reserves.
Llegó luego la voz desto al oído Estuvo atenta allí la reina Elisa
Del franco Yarhas, rey musilitano, A la compuesta habla artificiosa,
Mozo brioso y de valor, temido Y con alegre rostro y grave risa
En todo el ancho término africano Aunque sentia en el ánimo otra cosa,
El cual con juvenil furia , movido A todos los trató y miró de guisa
De un impaciente y nuevo amor lozano Tan agradable, blanda y amorosa ,
A la reina despacha embajadores Que si en verdad la relación pasara
De su consejo y reino los mayores. De sus casas y quicios los sacara
Pidiéndole que en pago del tormento Diciendo «Amigos caros , que á los hados
:
Que por ella pasaba cada hora, Jamás os vi rendidos vez alguna ,
Quisiese con felice casamiento Y en los grandes peligros esforzados
De su persona y reino ser señora Hicistes siempre rostro a la fortuna:
Donde no, que con justo sentimiento ¿Cómo de tantas prendas olvidados
Como de tan gran rey despreriadora En tan justa ocasión por solo una
Sobre ella con ejército vendría, Breve incomodidad de una jornada
Y su gente y ciudad asolaría. Queréis ver vuestra patria arruinada?
Hecha pues la embajada en el senado, » Es á todos común á todos llano
,
Que no quiso la reina estar presente Que debe como miembro y parte unida
Les fué a los senadores intimado Poner por su ciudad el ciudadano
El ruego y la amenaza juntamente : No solo sú descanso mas la vida
,
;
Cambiando en roeira alegre el ailigido, Tomar pues nos plato del q ligo
Las manos alias v la roí alzada, Mi honestidad y estimación lo mega,
Le dicen lodos junios: «Como estamos, Y no conviene a DidO dar disculpa ,
Y porque lieeapo ea esto no se gaste, Los cuales, por el ruego del senado
Es bien que le aclareoMo el secreto, Y el gracioso hospedaje J tratamiento
Pues por ningún respeto ni avenencia Quedaron en Cartago aquellos días
Puedes contravenir a tu senteni ia. Con grandes regocijos y alegrias.
•Sabrás reina, queYarbasno te envía , Y aunq se lo n\ la demanda instaba
-I
Que por ti renuncio la patria amada iasi por desviar los grandes males
DabSJO de promesa y de protesto, Que tienen a Cartago temerosa
Que al descanso v quietud que pretendías Pues ponen en mis manos el remedio,
El sosiego común antepondrías. Quiero quitar ki causa de por medio.
Sintió la reíos tanto al improviso •Que pues del cielo el áspero decreto
La gran demanda y condición propuesta ,
De poder tener bien me inhabilita ,
Que por mas que encubrir la pena quiso , Y' ver a mi ciudad puesta en aprieto
el
Deba el rostro señal dio iiiauiliesla ; A quebrantar la fe me necesita ,
Mas con su discreción v grande aviso, Quiero collar a Yarlias el sujeto
Suspendiendo algún lanío la respuesta, Del engañado amor que asi le incita,
Solio lavoz serena y sosegada liando a mi vi la lin , pues desle modo
Que la gran lurbacion tenia trabada, Faltando la ocasión cesara todo.
Diciéndoles: Amigos, yo quisiera, • Esto sera con darme yo la muerle
Para que lodo escándalo se evite, Y aunque os parezca este remedio estriño,
Que responderos luego yo pudiera Es mas fácil mas breve y menos fuerte
,
Anles que Yarbas mas nos necesite ; Y en lin particular y poco el daño :
Pero el negocio y caso es de manera , Pues sin peligro vuestro desla suerte
Que mi estado y grandeza no permite Saldrá el errado Yarbas de SU engaño,
Que me resuelva a responder tan presto, Y yo conservaré con mas pureza
Aunque os parezca a lodos que es honesto. Del casto y viudo lecho la limpieza.
»Que es mostrar liviandad, y demás deso • Hoy por el precio de una corla vida
Fallo a obligación y fe que debo.
la La vejación redimo de Cartago,
Si del ¡lítenlo casto y voto espreso Dejando ejemplo y ley establecida
A la primera persuasión me muevo, Que os obligue á nacer lo que yo hago
Borrando el inviolable sello impreso Y con mi limpia sangre aquí esparcida
De mi primero amor con otro nuevo : Al cielo y a la tierra satisfago;
Asi que, combatida de contrarios, Pues muero por mi pueblo, y guardo entera
Son el tiempo y consejo necesarios. Con inviolable amor la fe primera.
, ,; ; : , ,; , , ,, :
Donde con sacrificio y culto usado Y antes (pie aclare ya el vecino dia
Mientras las cosas prósperas duraron Os dad priesa á llegar, porque no pueda
De aquella su ciudad ennoblecida La centinela descubrir del cerro
Por diosa de la patria fué tenida. Vuestra venida oculta y mi gran yerro.
Y aborreciendo el nombre de señores, »Yo me vuelvo de aquí pues be cumplido
,
Donde cumplir del lodo yo me obligo, Topó una viga arriba atravesada
Pena de la cabeza, lo que digo.» Do la punta encarnó y quedó trabada.
Fué la razón del mozo bien oida , Pero un soldado á tiempo atravesando
Viéndole en su promesa tan constante Por delante acercándose a la puerla ,
Y asi luego una escuadra prevenida Le dio un golpe en el hra/o penetrando
De gente esperta y número bastante, Los músculos y carne descubierta ;
P.n a toda sospecha apercibida. En eslo el paso el indio retirando
Llevando al indio amigo por delante Visto el remedio y la defensa incierta ,
Salió a la prima uoche en gran secreto Amonestó á los suyos que se diesen
Con paso largo y caminar quieto. Y en ninguna manera resistiesen.
, , ,. , , , » ; , ;
Coi íestraa apárenles de ig ¡la Estos leí i Mes pechos han secado :
Todos airas las manos los ataron c.i 1:1 , .1 iiie ni . que es.- membrudo
Repartiendo despojo > la ganancia,
el Cuerpo n se>0 de hembra se ha trocado
i
Que era presa y mujer tan importante. Cuando en particular los apartaban ,
Y someter al ártico hemisferio losaraucanos se juntan a la elección del nuevo general manda el rey ;
Al yugo y ley del araucano imperio ? don Felipe levantar gente para entrar en Portugal.
Fresia, mujer del gran Caupol ¡cano; Pues nunca bul ngiino sin caida !
Y agora miserable y desdichada ¿Qué cosa habrá lan dulce y tan sabrosa
Todo en un punto me ha salido en vano Que no sea amarga al cabo y desabrida ?
Viéndote prisionero en un desierto No hay gusto, no hay placer sin su descuento :
»Yo soy Caupolicán , que el hado mió Hecha la confesión como lo he escrito.
Por tierra derrocó mi fundamento ,
Con mas rigor y priesa que advertencia
\'quien del araucano señorío Luego á empalar y asaetearle vivo
Tiene el mando absoluto y regimiento : Fue condenado en pública sentencia.
La paz está en mi mano y albedrio, No la muerte y el término escesivo
Y el hacer y afirmar cualquier asiento , Causó en su gran semblante diferencia :
Pues tt'iiffp por' mi cargo y providencia Que nunca por mudanzas vez alguna
Toda la tierra en freno y "obediencia. Pudo mudarle el rostro la fortuna.
«Soy quien mató a Valdivia en Tucapelo, Pero mudóle Dios en un momento
Y quien dejó a Purén desmantelado ; Obrando eu él su poderosa mano,
Soy el que puso á Penco por el suelo , Pues con lumbre de fe y conocimiento
Y el que tantas batallas ha ganado; Se quiso bautizar y ser cristiano.
Pero el revuelto ya contrario cielo Causó lástima y junto gran contento
De rodeado
victorias y triunfos Al circunstante pueblo castellano,
Me que te pida
ponen a tus pies á Con grande admiración de todas gentes ,
Que lo que la fortuna asi pretende Estuvo allí parado un rato , viendo
Solo es que quieras della aprovecharte. El gran concurso y multitud de gente
Conoce el tiempo y lu ventura entiende, Que el increíble caso y estupendo
Que estoy en tu poder ya de tu parte Atónita miraba atentamente
Y muerto no tendrás de cuanto has hecho Teniendo á maravilla y gran espanto
Sino un cuerpo de tui hombre sin provecho. Haber podido la fortuna tanto.
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Luego llega el verdugo din-. -ni,. Era el mi i., tanto que bajaba
Que era un negro gelofo mal vestido , Del contorno > distrito contare
El cual viéndole el bárbaro presente Que en ancha j apiñada rueda estaba
Para darle la muerte prevenido Siempre cubierto el espacioso llano i
Itii'ii que con rostro y animo paciente Crédito allí a la vista no se daba
Las afrentas demás habia sufrido, Si ya no le locaban con la mano,
Sufrir no pudo aquella aunque postrera Y aun tocado después les pafecía,
Dii lendo en alta voi desta manera : Qne era cosa de sueño ó fantasía.
¿Cómo? ¿Qué? ¿En cristiandad y pecho honrad. No la afrentosa muerte Impertinente,
Cabe cosa tan hiera de medida Para temor del pueblo ej. •rulada ,
Que a un hombre " yo tan señalado,
i . Ni la falla de un hombre asi eminente
Le d A muerte una mano asi abatida f En que nuestra esperanxa iba rundida,
Hasta, hasta morir el mas culpado :
Amedrentó ni acobardó la gente i
Temiendo poner mano en un tal hombre Siguiendo sin faltar un hombre solo
De tama autoridad y tan gran nombre. El sabio parecer de Colocólo.
Mas fortuna que ya tenia
cruel, Fué entreellos acordado que viniesen
Tan poco por hacer y tanto hecho Solos & la lijera , sin bullicio
,
Era el miedo en los barbaros tan fuerte, Variar los designios y opiniones
Que no osaban dejar de respetarle Sin manera ó señal de conveniencia,
Ni alli se vio en alguno tal denuedo Fundando cada cual su desvario
Que puesto cerca del no hubiese miedo. En la fuerza del brazo y albedrio.
: ; , , ; ,,
Para que mas a tiempo esto reliera , El peligroso punto en que nos vemos
Alcanzar si pudiese a don García , Por esta gente pérfida enemiga ,
Aunque es diversa y larga la carrera : Que ya cierto á las puertas la tenemos ;
El cual en elturbado reino había Pues el lemor que á lodos nos fatiga ,
Reformado los pueblos de manera , Nos apremia y constriñe a que entreguemos
Que puso con solicito cuidado La libertad y casas al tirano,
La justicia y gobierno en buen estado. Dándole entrada libre y paso llano.
Pasó de Villarica llano, el fértil »¿A qué fosado muro ó antepecho ,
Que tiene al sur el gran volcán vecino, A qué fuerza ó ciudad á qué castillo
,
Y por la famaesparcido,
lejos Defensa no tenéis de fuerza ó muro ,
Hirió el desapacible y duro acento La industria ha de suplir nuestra flaqueza
De los remolos indios el oido : Y prevenir con tiempo el mal futuro :
Alia corren gritando, acá revuelven , Y las aves alíjeras del cielo
Todo lo creen y en nada se resuelven. Sienten trabajo en el pasarle á vuelo.
Mas luego que el temor desatinado «Llevados por aqui , sin duda creo
Que la gente llevaba derramada , Que viendo el alio monte peligroso
Dejó en ella lugar desocupado Corregirán el Ímpetu y deseo.
Por donde la razón hallase entrada ,
Volviendo atrás el paso presuroso ;
El atónito pueblo reportado. Y si quieren buscar algún rodeo ,
Su total perdición considerada, Desviarse de aqui sera furzoso ,
Se junta á consultar en este medio Dejando esla región por miserable
Las cosas importantes al remedio. Libre de su insolencia intolerable.
, , , . , , ,
m el estremo v téi i
ro,
La estéril liei ra j miser tributo, i
1. 1- antiguas hai mas redi ¡en lo
El linaje de gente y ru Pondrá esl vuestra en el lugar primero;
>
Haciéndoles volver con maña y arte Donde podían mejor sin estrecharse
Las armas y designios i otra parle. • Vuestros ánimos grandes ensancharse.
Y> acabé su razón el indio cuando •Y pues es la sazón tan oportuna
Si' leí untéun rumor entre la gente ,
Y' poco necesarias las tazones,
Kl parecer < voces aprob indo No quiero delenei vuestra fortuna
Sin mostrarse ninguno diferente; islar mas el tiempo en mariones
Ni g :
,
.
T. XVII
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Y el fruto que nos dan escasamente , Pero á la cuarta al tramontar del día
Del cual os traigo un mísero presente.» Se nos huyó la temerosa guia.
En esto de un fardel de ovas marinas El mal indicio la sospecha cierta.
,
Para lo cual él mismo nos daria Oyendo aqui y allí voces en vano
Una pratica lengua y lida guía. Sin poderse ayudar , ni dar la mano.
Fué de nosotros esto bien oido, Era lástima oir los alaridos ,
También la recompensa fué donosa : Destroncados los pies, rolos los brazos:
Un manto de algodón rojo teñido , Nuestros sencillos débiles vestidos
Y'una poblada cola de raposa Quedaban por las zarzas a pedazos
Quince cuentas de vidrio de colores Descalzos y desnudos, solo armados,
Con doce cascabeles sonadores. En sangre , lodo y en sudor bañados.
: , ,: , , , ,, :
Y ios tuertes opuestos contrastando Que con los pies y picos escarpando
Todo lo por venir facilitaba llallaalguna el regojo se pulla, lo .
Que el valor mas se muestra j se parece f all 100086 con el puesta en huida
Cuando la fuerza de contrarios crece. Es de las otras luego perseguí, la :
Marinero jamas desesperado sario para su viaje, y prosiguiendo ellos su derrota, le, ataja el caminó
En medio de las olas fluctuosas el desaguadero del archipiélago ; atraviésale don Alonso en una pira-
Con tanto gozo vio el vecino puerto gua con diez soldado, vuehen al alojamiento , y de allí por otro ca-
,
Salimos presto al agradable llano. Por mas que aflrmen que es subida al cielo.
El enfermo el herido , el estropeado,
, Eslaba retirada en esla parle
El cojo, el manco, el débil , el tullido, De todas nuestras tierras escluida :
Ni puestas en lugar las demás cosas, Que de nuestro viaje fué el tercero ,
Cuando de aquella parle y (leste lado Habiendo ya tres horas (pie marchaba
Hendiendo por las aguas espumosas, Hallamos por remate y lio postrero,
Cargadas de maíz, fruía y pescado Que el gran lago en el mar se desaguaba
Arribaron piraguas presurosas, Por un hondo y veloz desaguadero,
Refrescando la gente desvalida Que su corriente y ancha travesía
Sin rescate, sin cuenta ni medida. El paso por allí nos impedia.
La sincera bondad y la caricia Cayó una gran tristeza un gran nublado ,
A ¡reí bos 01 apad de es| esura > ; Que iHii" .ii.ni \ sangre me costaba ¡
Mas visto '!"'• la empresa era dudosa, v sin contraste alguno ni rebato
\ que paaai de allí seria locura . C austro que en pupa m<s soplaba
i
,
\ .'i
endo atravesar la Furiosa
i ..giia. Llegué al Callao de Lima celebrado.
Pero mi por cumplir el apetito Estuve allí hasta tinto que la entrada
Que ei poner el pie mas adelante Por el gi m Marañon bis la gente > .
Sobre mil y quinientos por bebrero, La nueva por el aire haliia llegado
a doa ii>- la larde el postrer dia,
las Del desbarate y muerte del tirano .
Que siempre en su opinión estuvo fijo, Y Otras) otras por ásperos camiu
Y por una encubierta selva espesa Traté y comuniqué vanas naciones
Ñus sacó de la tierra como dijo. Vinel" cosas y casos peregrinos ,
Por re nlar con este el primer yerro ; Guerras de ignotos indií - escondidos ;
Mas aunque asi agraviado, ;c por eso Y VO] aquí en las armas tropel i
Armado paciencia y duro hierro
ile Sintiendo retumbar en los ocios
Pallé en alguna acc y correrla . Un áspero rumor j son de guerra .
mente con los requerimientos que hizo a los portugueses para {ustíQ- Remitiendo á las fuerzas la sentencia,
car mas sus armas. Pues por razón oculta a veces veo
Que sale vencedor el que fué reo.
Canto furor del pueblo castellano
el Y el juicio de las armas sanguinoso
Con ira justa y pretensión movido Justa y derechamente se condena ,
Y el derecho del reino lusitano, Pues vemos el incierto lin dudoso,
A las sangrientas armas remitido : Según la suma Providencia ordena :
La paz, la unión , el vínculo cristiano Que el suceso ora triste ora dichoso, ,
Por la guerra la paz es conservada Que solo al rey que por razón le viene
Y la insolencia humana reprimida, La obediencia y servicio de su gente ,
Por ella á veces Dios el mundo aflige, Como gobernador de la república
Le castiga , le enmienda y le corrige. Le loca examinar la causa pública.
Por rebeldes insolentes
ella á los pues del rey como cabeza pende
Y'
Si no es por causa pública ó querella Quiere abrir y allanar con mano armada
Y autoridad del rey, defensor delta. A la razón la defendida entrada.
Entonces, como un ángel sin pecado, justa indignación movido,
Y aunque con
Puesta en la causa universal la mira , Sus fuerzas poder disimulando
y
Puede tomar las armas el soldado, Detiene el brazo en alto suspendido,
Y' en su enemigo ejecutar la ira ;
El remedio de sangre dilatando ;
Y' cuando algún respeto ó lin privado Y con prudencia y animo sufrido
Le templa el brazo, encoge y le retira, Su espada y pretensión justificando
Demás de que en peligro pone el hecho Quebrantará después con aspereza
Peca y ofende al público derecho. Del contumaz rebelde la dureza.
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Que lodo no se apure ni se siga. Pues en vos y por vos lodo es movido ,
Que el continuo rigor eu los castigos Dadme espíritu igual dadme razones .
Mace al principe odioso y desamado. • Con que informe mi pluma que se atreve ,
Dirá que aquí y allí me contradigo. Ni el ruego y persuasión del gi ave lio,
Virtud es castigar cuando es forzoso Ni una gran multitud de inconveniente!
Y necesario el publico casligo ; Que pudieran volver airas un rio ,
Porque en tiempo quieto y oportuno Que por mas que le fué representada
Prevenido al mayor inconveniente, La justicia del rey tan manifiesta ,
Él varón, ella hembra , él rey temido , Que el rev se declarase por decreto;
Mayor de edad , y de mayor nacido : Curiando a mil designios el sujeto.
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Y porque cosa alguna no quedase ¿Qué jornadas también por mar y tierra
Poi hacer j lenlai lodos los \
"lo-
, Habéis hecho 'l'"'
deje de -güiro- ,
iii- eminentes hombres señal idos Al Piró loe Ib'*" por Ola- -finios ,
De i"- <]'" i » so real ci nsejo h ibis Do con suelto luroi lanías espadas
i liimamenie i don Enrique envía. Estaban contra vos desenvainadas.
Uno, Rodrigo Vázquez . que en prudencial Y el rebelde indiano e lig "i" i
Con que a mi devoción le reduj Que aun Bori p.ra contadas importunas.
Y aunque entendiese el viejo rej pudente Ni digo cómo al liu por afilíenle
Si i .
-io
todos convenia
i .
i que .i Del mozo cap tan acelerado
Pues poi la espi esa lej derechamente luí ido á la plaz injustamente
11 1
1 nesen con mas ventaja aprovechados. De comportar mas gravea que la muerte.
Pues como hubiese el tardo rey dudoso Y aunque la voluntad, nunca cansada,
Kl término y respuesta diferido, Esta para serviros hoy mas viva,
Llego aquel de la muerte presuroso llrsni.ua la esperau/a queln anlaila
Del autor de la vida estatuido :
Yicnil proejar siempre agua arriba ;
Por donde sucesor le fué forzoso al Y al cabo de tan larga ¡ gran jornada,
Viendo al rebelde pueblo endurecido, Hallo que mi cansado barco ai riba
Juntar contra sus nnes y malicia De la fortuna adversa contrastado
Las armas y el poder con la justicia. Lejos del bu j piierio deseado.
Habiendo antes con todos procurado Mas ya que de mi estrella la porfía
luchos medios de paz por él movidos, Me tenga asi ariojailo y abatido ,
La enemistad del todo descubierta Y las honras consisten do en nei las, '
Pues Felipe les da materia llena , Sé bien q n todo tiempo ¡ toda parte
\ un campo abierto fértil y esp cioso , : para volverse á Dios jamas .- tarde :
Trabajo infructuoso como el mío Pues liene un Dios lan bueno, cuyo oGcio
Que siempre ha dad seco j en vacío. Es olvida! la iImi i \ no el 1
1 vicio.
(Cuántas tierras corrí cuántas naciones . Y yo, qge 1 ni sin rienda al mundo he 'lado
Acia el helad ite atravesando, El tiempo de mí vida m
Y en las bajas aulai ticas regiones Y siempre por cam ¡ ado
El antípoda ignoto conquistando Mis vanas esperanzas he seguido:
i
, mude constelaciones Yisto 1:1 el puro bulo que l.e -ai ado,
Golfos ¡navegables navegando, Y lo mucho que ofendido, <
1
Hasta casi la austral frígida zona! Será razón que llore y que no cante.
Aligo!. Valle donde los españoles poblaron una ciudad, y Llanto. Es un trocho 6 rodete redondo, ancho de dos de-
le pusieron por nombre Los Confines de Angol. dos, que ponen en la fíenle y les ciñe la cabeza son :
Apó. Señor ó capilán absoluto de los oíros. labrados de oro y chaquira, con muchas piedras y dijes
en ellos en los cuales asientan las pininas ó penachos,
.
Ara neo (El estado de) Esunapro\incia pequeña, de veinte
de que ellos son muy amigos no los traen cu la guerra,:
leguas de largo y siele de ancho, poco nías o menos, la
porque entonces usan celadas.
cual lia sido la nías belicosa de todas las Indias, y ñor
esto es llamado el estado indómito. Ll&manse los indios Mapochó. Es un hermoso valle donde los españoles po-
de él araucanos, tomando el nombre de la provincia. blaron la ciudail de Santiago, y llámase asimismo el
Arcabuco. Espesura grande de árboles altos y boscaje. pueblo Mapochó.
Bohío. Es una casa pajiza, grande, de sola una pieza, Mita. Es 1 1 carga ó tributo que trae el indio tributario.
sin alto. Mitayo. Es el indio que la lleva ó trae.
Cacique. Quiere decir señor de vasallos que tiene gente á Ojota por contracción Jota. Especie de calzado que
.
y
su cargo. Los caciques toman el nombre de los valles
usaban las indias, el cual era á modo de los alpargates
de donde son señores, y de la misma manera los hijos
de España. Dábalas el novio á la novia al tiempo de ca-
ó sucesores que suceden en ellos. Declarase esto poi- sarse si era doncella se las daba de lana, y si uo, de
:
sucesores de los muertos. Paco. Especie de carnero que se cria en Indias, algo ma-
yor que el común Son muy lanudos, y tienen el cuello
Caiipolicán. Fué hijo de Leocán, y Lautaro hijo de Pillán.
Declaro esto porque, como son capitanes señalados, de
muy largo. Son de varios colores, blancos, negros ó
pardos. Es animal muy útil y provechoso, porque su
los cuales la historia hace muchas veces mención poí- ,
carne es sabrosa y mantiene mucho. Sirve para el tra-
no poner tantas veces sus nombres me aprovecho de
los de sus padres.
uco y conducción de las mercaderías y géneros que se
llevan dr una parte a olra. Los pacos á veces se enojan
Cautt'n. Es un valle hermosísimo y fértil, donde los es-
y aburren con la carga, y écuanse con ella, sin remedio
pañoles fundaron la mas próspera ciudad que ha habido de hacerlos levantar.
en aquellas partes, la cual tenia trescientos mil indios
casados de servicio llamáronla La Imperial porque
:
Palla. Es
lo que llamamos nosotros señora; pero entre
cuando entraron los españoles en aquella provincia, ellosno alcanza este nombre sino á la noble de linaje
bailaron sobre todas las puertas y tejados águilas im- y señora de muchos vasallos y hacienda.
periales de dos cabezas, hechas de palo, á manera de Penco. Es un valle muy pequeño y no llano ; pero porque
timbre de armas que, cierto, es extraña cosa y de no-
; es puerto de mar poblaron en él los españoles una ciu-
tar, pues jamas en aquella tierra se ha visto ave con dad, la cual llamaron La Concepción.
dos cabezas. Puelches. Se llaman los indios serranos, los cuales son
Coquimbo. Es primer valle de Chile, donde pobló el ca-
el íorlisiiuos y lijeros, aunque de menos entendimiento
pitán Valdivia un pueblo que le llamó La Serena, por que los otros.
ser él natural de La Serena tiene un muy buen puerto
:
Valdiiia. Es un pueblo bueno y provechoso : tiene un
de mar, y llámase también el pueblo Coquimbo, lo- puerto de mar por un rio arriba , tan seguro , que varan
mando el nombre del valle. las naos en tierra, y está fundado no muv lejos de un
Chaquiras. Son unas cuentas muy menudas, á manera de gran lago, al cual y á la ciudad llamó Valdivia de su
aljófar, que las hallan por las marinas, y cuanto mas nombre. Entiéndese que cuando se fundaron estos pue-
menuda es mas preciada labran y adornan con ellas
, : blos era Valdivia capilán general de los españoles,
y
sus llantos, y las mujeres sus hincóos, que son como á el se atribuye la gloria del descubrimiento y población
una cima angosta que les ciñe la cabeza por la frente, de Chile.
á manera de locos , ó ciertas puntillas de oro que se po- Vicuña. Cabra montes que se cria en Indias : no tiene
nían en los birretes de terciopelo con que antiguamente
cuernos, y es mas alta de cuerpo que una cabra por
se cubrían la cabeza andan siempre eu cabello, y suelto
:
grande que sea. Su lana es finísima y nunca pierde el
por los hombros y espalda. color.
Chile. Es una provincia grande, que contiene en sí otras
Villa -rica. Es ctro pueblo que fundaron los españoles á
muchas provincias : nómbrase Chile por un valle prin- la ribera de un lago pequeño , cerca de dos volcanes
cipal llamado así ; fué sujeto al Inga, rey del Perú, de
que lanzan á tiempos lauto fuego y tan alto, que acon-
donde le traían cada año gran suma de oro, por lo cual
tece llover en el pueblo ceniza.
los españoles tuvieron nolicia de este valle; y cuando
entraron en la tierra, como iban en demanda del valle Yanaconas. Son indios mozos amigos, que sirven á los
de Chile, llamaron Chile ¡i toda la provincia hasta el es- españoles, andan en su traje, y algunos muy bien tra-
trecho de Magallanes. tados, que se precian mucho de policía en su vestido :
EL BERNARDO
6
VICTORIA DE RONCESVALLES,
DEL DOCTOR DON BERNARDO DE VALBUENA (I).
Este poema heroico del famoso Bernardo del Carpió, en que so (Inscribo la esclarecida des-
cendencia de la excelentísima casa de Castro, oá mas de catorce años que se le dedicó su autor
en esa corte al gran Mecenas «lo todas las buenas letras y habilidades de España, el excelentísimo
don Pedro Fernandez de Castro, queestá-en el cielo, hermano de vuestra excelencia; y después
que la suya, con la agradable benignidad de su nobilísima condición, no se desdeñó di- honrar
1 obra pasando los ojos por ella, debajo de la aprobación de su clarísimo ingenio se ganó pri-
1
vilegio para imprimirla, lo cual hasta ahora no se lia hecho, por las dificultades con que uV
ordinario caminan las cusas que van soliro diligencia de cuidados ajenos. Ahora su autor, que
puede decir que ha salido do nuevo al mundo, de las soledades de Jamaica donde este tiempo ,
estuvo como encantado, por refrescar el gusto en lamei ia de haber hecho este pequeño
Servicio á quien se debían los mayores de la tierra, la ha mandado poner en la estampa. Su-
plica a vuestra excelencia, como a dignísimo sucesor, no solo de la nobilísima casa > estado,
sino de las demás heroicas y soberanas virtudes, entendimiento, magnanimidad y gentileza de
animo de su tan querido hermano, la favorezca con admitirla por suya, y dar licencia que ella
y BU autor gocen, debajo di' la protección y amparo do un tan gran príncipe, la honra y acre-
centamientos que desean, cuya excelentísima persona guarde nuestro Señor felicísimos años, etc.
gos de república , nadó en la citada vUla, perteneciente ala provincia de la Hancba, el dia 23 de noviembre de 1568;
pero ignoramos que circunstancia le hizo adoptar el apellido de su madre. Tenia aun puros años, y.,', porqac algún
deudo suyo quisiera encargarse de su educación, ó por otra cansa asimismo desconocida, pasó a Nueva-I
as estudios, y entró con efecto en uno de los colegios de Méjico, d lé dio pruebas de sn mucho in-
genio y aplicación pues no solo obtuvo el premio de ires certámenes poéUi os en que lomó parte, sino que biso
,
progresos en la facultad de teología n que se dedicaba y recibió el grado de bachiller. Efectuóse uno de dichos
, ,
certámenes con motivo de la festividad del Corpus, y presenciaron la adjudicación del premio el arzobispo don Pedro
Moya y seis obispos que accidentalmente se hallaban en Méjico celebrando un con. ¡lio, que fué el tercero mejica-
no, en el año 1385 Regresó a España no se sabe cuando, aunque algunos aseguran que en loas, y reí ibió en Sigüenza
el grado de doctor, é Inmediatamente sin duda el nombramiento de abad mayor de la isla de Jamaica
, , dado que .
parece contaba a la sazón unos treinta y nueve años de ed.nl No ei a lodaí la anciano, y esto prueba el alto concepto
de que gozaba, cuando en 10-0 fue electo obispo de l'uerlo-liico. I. a Academia Española, eliriéndnsc á documentos
i
sacad es id ai chivo de lndias.de Se vil la, dice que asistió al concilio provincial de Santo Domingo en 1682 J 23, cons-
1
1
tando también que visitó su diócesis y celebró lo De su vida nada mas hemus averiguado mi muerte fué en :
aquella isla el lt de octubre de 1627, y por consiguiente a la edad de cincuenta y nueve años. Dióse sepultura á SU
euer| n la capilla de San Bel ttai lo, que él mismo halda fundado en la catedral.
Dejo impresas estas obras La Grandeza mejicana Méjico 1604.
:
, El Siglo de
,
— Om
Madrid, 1008; de «uvas dos
,
ediciones nizo únala Academia, en la imprenta de Ibarra, el año 1841 ; y El Bernardo ó /.« victoria de Ronceevalli t,
dado a luz por primera vez en Madrid, en 1021, en un tomo en 4.°; y después por don Antonio Sancha en 1807, ,
blioteca de Valciena.
O Enlhuena se ha escrito y se escribe treneralraonte; pero, autorizados con el ejemplo «le la Academia Española, que en so «lición de
El Sijlo de Oro y l.tt i'.rantltrzíi tnrjn cm di?., esta correcefoo luanas creido ICCrtada ¡a sustitución de laií por Ja \ cu Ij primera sjljbj ;
,
tiulu mis, cuanto que asi uo iutriuj-iuius, como lo ha becbo el uso común, la le; de la etimología.
1-ÍO DON BERNARDO DE VALBUENA.
PRÓLOGO.
Adnqob sacar ahora á luz esto libro,on alguna manera desdice de lo que en rigor (oca á mi
oficio y dignidad, y a la profesión de pulpito y estudios de teología, poique el tiempo, dueño
de las acciones humanas, de tal manera altera y muda las cosas, que lo mismo que en uno era
gala y bizarría, en otro suele heredar diferentes nombres con todo eso, lo que en una ocasión
;
lúe virtud reconocerlo por tal, en otra no puede ser vi< io; y asi, este poema, demás de haber
sido los primeros trabajos de mi juventud, fábrica y compostura del calor y brio de aquella
edad, (p;e tiene por gala semejantes acometimientos y paitos de imaginación, todo el es sugeto
heroico y grave, lleno de honestidad, modestia y pureza de lenguaje, y cual di- necesidad se
requería para celebrar el real origen y descendencia de la excelentísima casa de Castro una ,
plato con salsa, á los unos, que procuren seguir los s de su arte, y á los otros, que si
quisieren salir de su ordinario paso y entrar al fondo de las cosas, hallen senda y camino por
dónde. Y asi, digo que, i
ndo yo en los principios de mis estudios y por alivio dellos, po-
ner en ejecución y práctica las reglas de humanidad que en la poética y retórica nos acababan
de leer (clase por donde todos en la niñez pasamos), y celebrar en un poema heroico las
grandezas y antigüedades de mi patria en el sugeto de alguno de sus famosos héroes, cuyas
admirables hazañas, asombrando con majestad el inundo, también con la de su fama pregonan
el descuido de su nación; me puse á buscar un asunto que, levantando con su espíritu el mió
on la grandeza de sus partes, se llegase tanto á la perfección del arte, que, siguiendo yo el que
desta facultad Aristóteles nos dejó en sus obras, esta mia saliese, si no con toda perfección, con
los menos descuidos posibles.
Este fué el fundamento de acometer en aquella primera edad, con los brios de la juventud
y la leche de la retórica, á escribir este libro, que pudiera haber salido á dar cuenta de sí
muchos años lia, pues de diez que se le concedieron de privilegio, son ya pasados mas de los
seis, y poco menos de veinte que se acabó, aunque no de perfeccionar; que esto es inacabable.
Al liii sale ahora por gusto y consejo de personas que le tienen bueno, y le saben dar mejoren
casos de mayor importancia, persuadido que no, por haber trocado el tiempo, el estado y pro-
fesión de las cosas, era justo se perdiesen aquellos primeros trabajos que para algo podrían ser
bueno», supuesto que el dejarlos perder y olvidar para siempre no era de provecho para nada;
con que me convino ajustar á su voluntad la mia, y dar, por la misma regla, cuenta de las que
fui siguiendo en el discurso desta obra.
Y* sea la primera, que por cuanto las fábulas que se fundan en alguna breve historia, dice
el filósofo que son las de mayor artificio y lustre, y las que de la centella de la verdad dan el
rayo del deleite vestido de mas verisimilitud y hermosura, trabajé en hallar una que, sirviendo
de fundamento á mi poema, en sí misma fuese breve, admirable y de varón famoso, y tan llena
de rastros de grandeza en la memoria de los hombres, que desde luego el tratar della la hiciese
agradable y deleitosa.
Tal me pareció la de nuestro famoso español Bernardo del Carpió, breve en su discurso,
como lo son casi todas las historias de aquel tiempo; admirable por la pomposa fama con que
siempre sus hechos se han celebrado de memoria en memoria hasta la nuestra; de principe
heroico, descendiente de la real sangre de los godos, y por el consiguiente de la mayor no-
bleza de la tierra.
Y porque la acción en estas obras ha de ser una, y esa de la persona principal (que llaman
épica) la mas famosa, escogí la mas célebre victoria de Roncesvalles, donde con la gente espa-
ñola el rey don Alonso el Casto, su tío, por cuyo general iba, destruvó la potencia de Cano-
Magno, que venía á dar sobre Asturias, vi nciendo por su persona y las de sus españoles los
tan celebrados paladines de Francia, y dando de su mano, con el último de sus golpes, muerte
á Roldan, el principal de todos, en que se remata la acción y el libro; porque, siendo aquella
muerte la del hombre mas famoso que por aquellos siglos habia, pasar adelante en sus victo-
rias fuera descrecer en la grandeza y majestad dellas.
Algunos del número primero á quien en estos discursos respondo , me habrán ya en diversas
,
ocasiones hecho cargo que esta victoria de Roncesvalles y muerte de los Doce Pares en ella,
se tiene comunmente por incierta y fabulosa, según la apurada diligencia de los mas graves his-
toriadores de España, que, con ser en favor suyo, hay pocos que la admitan por verdadera: con
que parece que desde luego entra esta mi obra manca, pues toda su máquina se funda
cimiento dudoso, y aun por ventura de lodo punto falso, pues los encantamentos de Orlando,
EL PERXXüDO, PRÓLOGO. 1!1
1
a desviado un punto ele la verdad co
: i que cnanto mas desta tuvieren, tanto ellos
i
tendrán menos de poetas, pues dice el mismo filósofo, que ai la historia de Heredólo se li-
en verso, no por eso sería poesía, ni dejaría de ser historia como antes que es la razón poi que ;
tampoco Lucano es contado entre loa poetas, con haber escrito en verso. Porque la poesía ha
de ser imitación de verd no la misma verdad, escribiéndolas cosas no como ucedie- ,
roa, que esa ra no sería imitación, sino como pudieran suceder, dándoles toda la perfección
que puede alcanzar la imaginación del que is unge que es lo que hace unos poetas mi
I
;
que litros y asi, para un obra no hace al caso que \,¡- tradici
; s que en ella Bigo sean lertas i
¿fabulosas; que cuanto menos tuvieren d historia y mas de invención verisímil , tanto mas
se habrá llegado a la perfección que le deseo.
La acción y fundamento del poema es este el artificio de bu ampliación es imitando las per-
:
sonas mas graves de la litada de Homero, porque la del rey Casto es la de Agamei la de ;
Bernardo la de Aquili > al cual la diosa Téüs dio á criar al centauro Quiron, como la liada Al-
,
ema dio a Bernardo el sabio Oróntes Perraguto es Ayax Telamón Galalon, üllses Morganle,
¡ ; ;
Y porque a la majestad heroica, conforme a nuestra religión, liaren taita para lo verosímil
las deidades y semideos con une los antiguos hacían m admirables y pompo os sus poemas
t
,
el Boyardo y los que le han .nido inventaron en su lugar las hadas y encantamentos de
los ma: ..s, que, siendo pote-t ides superiores, sirven de le\,int;ir la fábula, y hacerla en el de-
leite y alegoría mas vistosa y admirable. Yo en esto seguí lo que halle inventado, por trata
las mismas hazañas y de los mismos héroes que la común tradición nos da muertos a mano -
de nuestro Bernardo y de sus españoles y asi. este poema se puede llamar el cumplimiento,
¡
la última linea y la clave que de Heno en lleno cierra el artificio y máquina de sus fábulas,
y
los portentos y asombros que de los principes de aquel siglo con tanta admiración leí ,'-
.
atar y hacer relación de esas mismas cosas, uno natural, que es el histórico, y otro arti-
ÜCial, que es el poético y asi romo seria defei tO en el di-eurso natural no comenzar las co-
;
sas con claridad desde bus principios, siguiéndolas ordenadamente hasta los finí s, asi lo
i o el artificial contarlas sin artificio, y como las cuenta el historiador y asi. conviene que la ¡
narración poética no comience del principio que lia de seguir, sino del medio, para
que asi, al contarla toda, se comience, se prosiga y acabe artificiosamente , y traya
en su discurso aquel deleite que el artificio con su novedad y la novedad con su admiración
,
suelen causar, lauto mayor cuanto mas ingenioso es, y mas sutiles y menos violentas invencio-
bre.
Sirve también ste modo, de contar las cosas con artificio, de engañar disimuladamente el re-
<
celoso gusto ,!,.[ lector, que iempre con la prolijidad se cansa; el cual ci
i
¡n nido mi lectura ,
halla tan cerca del fin, que no le es molesto acabar lo que resta; y esta es la razón porque
mi poema no se comenzó, como dice Horacio, por los huevos de Leda, esto es, del conoci-
miento de Bernardo, ni di su educación y crianza, sino de los alborotos de la guerra de Fran-
cia, que ya le hallaron criado v hecho hombre valeroso en el mundo, sin dejar por eso de
contar su nacimiento y origen, sus hazañas y descendencia, y cuanto del y de 01 iban
escrito los historiadores mas graves de nuestra nación hasta ochocientos años después de su
muerte, con lo mas llorido de las antigüedades y noble/a de España*, descripciones de lugares,
montes, ríos y fuentes, castillos y palacios suntuosos, con una casi univi r al geografía del mundo,
sembrada artificiosamente por él, y las costumbres mas notables de sus ni iones y aquellas que,
por haber dejado vistoso rastro de si en las memorias de las gentes, maydigiias juzgué de ser
celebradas.
Y no solo este artificio se guardó en lo principal de la acción, mas aun en sus episodios d di-
gresiones no hay tabula que, antes de mostrar su fin, no ponga al leí tor en las manos los prin-
cipios de otra de no menor d ite \ gusto, dejando siempre la primera en el mayor riesgo
!
y
en lo mas apietado del nudo, y donde el deseo queda mas violentado, y el deleite mas empe-
;
,
derse a cosas mas admirables, sin perder la verisimilitud; porque, si la persona del poeta con-
tara los monstruos de Creta ó el origen de la ciudad de Granada, careciera lo uno y lo otro de
aparencia de verdad mas referidos estos casos por tercera persona, queda con todo lo admi-
;
caminos posibles.
Mas, porque este con perfección no se consigue menos que moviendo las pasiones del ánimo,
y estas con ninguna cosa se mueven tanto como con la compasión y el miedo en los sucesos
ajenos, que mientras mas lastimosos y tristes, mas poderosos son á mover los presentes; hice
lo posible porque este poema, en sus partes y en su todo, fuese una apurada tragedia, y que
asi,. lo principal de su deleite le naciese de la compasión de tantas muertes lastimosas, sucesos
trágicos, destrozos de gentes, truecos de reinos y caídas de príncipes como por él van sem-
brados; con que no solo se deleita el gusto, se mueve el ánimo y sus pasiones, mas aun con su
encubierta moralidad y alegoría le deja instruido en las virtudes y saboreado en ellas dibuján- ,
dole entre el deleite de la fábula y sus colores retóricos, en la persona de Bernardo que es la ,
distraída cortesana, á quien ya el tiempo va marchitando los claveles de su rostro y las flores
de su juventud en Garilo, un astuto ladrón y en Arleta, una sagaz ramera y una hechicera su-
; ;
persticiosa la gran fuerza del favor, en la fuente de la hada Iberia en el desgraciado Arnaldo
; ;
ios embelecos y fábulas de un alquimista la disoluta vida de un tirano, en Bramante y las desa-
; ;
ción lo poco que hay que fiar en favores de fortuna y prosperidades de tiempo.
,
Mas, porque locar toda la moralidad fuera dilatar demasiado este discurso, remito al lector que
la quisiere al fin de cada libro, y de aquí, al principio del primero, por donde desde luego entre
haciendo anatomía, sino de la apurada observación del arte, á lo menos de un cuidadoso é in-
fatigable deseo de acertar con la vena del deleite, para dar con ella en la de su gusto.
\ porque el ser los versos de muchas dicciones y sinalefas, los hace llenos y sonoros, y el
tener pocas, flojos y humildes, y dos asonantes juntos disminuyen la suavidad de las cadencias,
y los consonantes en verbales humillan mucho el estilo y le descaecen, se ha huido todo lo po-
sible destas dos cosas, procurando llenar los versos de manera que, en cinco mil octavas que
tiene este poema, que son cuarenta mil versos, no se hallará uno que sea de solas tres diccio-
nes, sino que el menos lleno tiene cuatro, y de ahí para arriba, de ocho y de nueve, de catorce
y quince silabas, y algunos de catorce dicciones y diez y ocho silabas, como el último de la
octava 158 del libro ix, que dice :
Que es bieu ,
que es mal ,
que es fin ,
que es vida j muerte.
1, , ; . , : ,. , ,
. . ; ,
EL BERNARDO,
LIBKO IMílMKUO. No te \¡.. en Cólcoi el vellón divino.
Bañando el aire con vislumbres de ora
Enlri mas enemigos cuando i .
,
mto el celoso ardor que su alma encierra!
i
Con soberbia crueldad y horrible intento,
i
anto i.i eni ¡dia obro tamo la saña
i
.
Mas de sangre se. líenla que de imperio,
De defender su invicta tierra España, Volvió el buyo en estrecho cautiverio.
Clin- al bárbaro tur. u- había sobrado, Que en ella con su riesgo no se enrede
Y' en él el Casto Alfonso recogido, Que esie fué el ademan en que fortuna
De estrecho y breve termino ceñido. Quiso de mil tragedias hacer una.
Aquí se conservaba antiguamente. Ni cuando sobre aquella cueva altiva ,
Como en el duro pedernal guardada, Alcázar real de la perdida España,
La santa luz de una centella ardiente, Del valiente Alealuau la furia esquiva
Jamas del infernal hielo apagada : Cubrió de gente > tiendas la campaña;
Aquella ilu-lre y belicosa gente, Y a no le reservar per-. .na viva,
De la fortuna bija regalada, Espigada de lanzas la montaña,
Corona universal cetra fecundo , . n nuevo rey acometió escondido,
I
De honor a España, y de gobierno al mundo. Que con mil hombres le dejó vencido :
Y bien que entonces del furor de Marte Ni cuando á sus magnánimas conquistas
Viese arruinado su florido asiento El católico Alfonso abrió la mano
Y del morisco bárbaro estandarte, Y con mas lanzas que Trinacria aristas
De sombras Heno y de pavor el viento Pasóa Galicia ejército asturiano:
El que mas tuvo en sus despojos parle, Y en varios lances y en copiosas listas
Menos seguro vio su vencimiento : Gran numero añadió al pueblo cristiano
Que no trueca su tierra á gente extraña De victoriosos triunfos, cuya gloria
Menos que á sangre , la invencible España. Eterna da á los siglos su memoria :
;: ,, ;,, , ; , ;
Reverenció el cristiano, y tembló el moro. Del torpe lazo en que se vio primero :
Frágiles trazas del juicio humano, Bien que su fértil isla y bosque amero
Que quien mas ti:' en él sin él se queda; , Cobrar pudieran beldad perdida,
la
Que cierto es en la noche mas serena Y ella su alcázar con mayor tesoro
Ei descrecer la luua en siendu llena. De cristal reformar, y lazos de oro.
, , ;,, , , , , ,
, ; < ;;
Metida en un celoso infierno de ira : Por ver cuál nuevo ardor la da ocupada
Conoce oue le ofende la tardanza, Miró, y gozando triunfos sin leerlo,
Y que si la ocasión se le retira , La vio He pompa ) fiestas coronada
Su agravio pasara; que el lieiu¡.ci leve Tan llena de \ ut irías que en su adorno
i
,
Llegó a saber que el bado determina Pasa el lleno, sus aguas J llore. las,
Adquiera aquella espada vigor nuevo Y Holanda, un tiempo dura é inclemente.
En la templada sangre de mi mancebo- Mira ya de agradable y culta gente.
Faltóle un punto cuando fué forjada Deja el fuerte Cales a la siniesira,
En las observaciones de su estrella, Y los peñascos anglicos nevados.
Y esta falta con sangre
, reparada , La Quersoneso cimbrica á la diestra,
Sus vivos filos volverán sin mella, Y con el marque le escarba los costados:
Invencible, y su árlilice ven;;. ola Y Zelandia amenísima le muestra
La dejará, y á Alcina sin querella, En los golfos de Esquenia sus piscados,
Si la bañare en una oculta guerra Donde, volando cd carro cristalino,
La mas heroica sangre de la tierra. A la Noruega tuerce su camino.
De un mago aspecto el abreviado punió En el Gótico mar mira al oriente
A decirle llegó que el mar Tirreno De Colmar los alcázares famosos ,
Ya sobre sus cristales tiene, junto Ahora patria y otro tiempo fuente
,
El cristal tierno, <]iie en hermosos lejos Que de la historia aqui la grave suma.
Sirve á sus playas y árboles de espejos. Tras su vuelo arrebata el de mi pluma.
Aquí, sobre cimientos de alabastro Y el triste y ronco son de las cadenas
Y mármoles preciosos, se levanta. De un conde por envidia aprisionado ,
Hecha de un cerco en conjunción de un astro. Aunque al Bey sordas, porque son ajenas,
De un real palacio la soberbia planta ,
Ya mi música y voz han destemplado :
Sin que de cimbrias ni canteras rastro Y sus canas , de honor y llanto llenas
Quedase al mundo de grandeza tanla ; Piden que deje el cuento comenzado,
Que Morgana lo hizo en sola un hora, Por ver de sus delitos el proceso;
Al romper blando de la tierna aurora. Que es obra santa consolar un preso.
En doce altivas torres dividido, Tuvo el rey Casto una gallarda hermana,
Donde el diestro primor de un nuevo Apeles Y hubo en Saldaña un conde valeroso,
Mil lazos relevó de oro bruñido Ella Venus en gala cortesana
Al vuelo de sus altos chapiteles; El en braveza un Marte belicoso
El jaspeado muro compartido Y ambos de la nobleza castellana
En dorados balcones y rejeles, La fuente de caudal mas abundoso,
Y el claro ventanaje en mil maneras En quien mostraron su poder á una
De alegre luz y claras vidrieras. Los tiempos, el amor y la fortuna.
Las altísimas bóvedas cargadas El tiempo les dio en gracia y gentileza
Del peso real de un bárbaro tesoro, Colmada a sus deseos la medida,
De bruñido alabastro las portadas. Y del pródigo amor la ancha largueza ;
Los firmes quicios de metal sonoro, Todo el vivo placer con que convida :
Sobre que se revuelven ajustadas Solo de la fortuna la tibieza
Las puertas de marfil y clavos de oro Su gloria dejó en llanto convertida ,
Que es esta bada la que al mundo vano Con que sus gustos, vueltos en dolores,
Las riquezas reparte de su mano. Tuvieron mas de amargo que de amores.
Crece un fresco jardín sobre la playa ,
Duró el tiempo feliz de los amantes
A sus resacas y frescor dispuesto, Lo que el sagaz recato en su cuidado;
Del quebrado cristal florida raya Que en el amor los gustos importantes
Y' del deleite humano alegre puesto Son hurtos de contento reservado :
Sus flores mira y sus olores goza Que el Bey por mas seguro lo ha encubierto;
Ve el palacio , el jardin y la serena Y' siempre á un desdichado corresponde
Cuando en hábito humilde y paso tardo, Del trato hidalgo y mas suave
mas
Entre dos mirtos y una parda encina , Con mas recelo vive y mas sospecha
Ln bulto vio... Mas yo , que un mundo entero Que es grave riesgo y" de áspero castigo
Confuso miro, darlo en orden quiero. Un ofendido rey por enemigo.
; ,; , ;; . ,, . , . , , ,
Que '.oh las partes que con fiesta doble i entereza del
i
no i el modo I .
Donde jamas llegó la luí del día, Fortuna aquí lugar me dan por donde
,
Y tal, que al definí aente maa amigo Aliviar tu cadena y mis prisiones
De írcel le servia y de casi!
' Gran campo han descubierto tus razones.
A esta bajó Teudonlo por ma-. tuerte ;
La i.i ra está sembrada de portentos
t .
Que asi el honrado preso se llamaba De grandezas basta ahora nunca visias ,
Ver otro muerto allí que todavía ; El mundo sacan ti soberbio alarde
Consuela en la aflicción la compañía. De un desmán nuevo en que hoy se enciende y arde.
Diéronse en cortea trueco afablemente En
gran riesgo está España de perderse,
El pea ime j la bienvenida una, Preñada <|e eoslosos enemigos,
Doliénd ida uno del presente Lijero el Rev, y fácil de creerse,
Daño que al otro lia hecho la fortuna : Y sin bailad y fe los mas amigos :
Que el tiempo, muchas veces competido Ili'sle un hijo quedó en su iuliel tutela,
Del Ir ir. o rigor de las estrellas,
i A quien en recompensa dio el tirano.
'I i -oc .11 se v ,iiios
, y enviar al suelo , Del muerto padre y de su injusta saña ,
En vez de alegre sol , borrasca y hielo. En titulo el condado de Saldaba.
»Y ahora vuestra presencia resplandece »Del Eruela Primero, hijos famosos
Aun entre estas tinieblas, de tal modo, Aurelio fué, Teudonio y don llermudo.
Que en su compuesta gravedad parece Soldado el uno, y reyes poderosos
Retrato singular del valor godo. Los dos; que es cuanto el tiempo darles pudo :
Y'o, señor. 50]un hombre en quien fenece Teudonio otros dos hijos belicosos
De mi principio y lin el nombre todo : Dio al mundo, y de los dos el mas membrudo ,
No tengo mas valor ni mas estado Por animoso intrépido y osado
,
Que ser dichoso ayer, y hoy desdichado. El conde don Osorio fué llamado.
>No os quiero ya informar de mi derecho; «Desto nació mi padre y por el suyo ,
De Miño cruce 1 y Duero ambas riberas . Un sin principio pudo, mal nacido ,
Y asombré a Portugal con mis banderas Privar del reino al Bey inadvertido.
«Largo es contarte desta gran jomada «Libróse en nueva astucia y presta huida
Los sucesos y lances por menudo : De las traidoras armas del tirano
Públicos Ilición, y ella tan nombrada. Que para asegurar la infame vida
Que al mundo baeer temblar su fama piulo :
Contra su rey tomaba ya en la mano :
Yo al lin con el asiento y real presente Que el niño amor por las recientes bodas
Partí, dejando al liey por mi teniente. Quiso á una gloria aventurarlas todas.
<De parte del ejército asturiano, «No se atrevió á quedar la bella Infanta
De sargento mayor hacia el olicio En las mudables manos de la ausencia;
Basilio de Manuces un villano, Que es amor con la soga á la garganta
Catalán falso, hecho de artilicio, Y hacer sin fruto y premio penitencia :
A quien pudo el dinero dar la mano Es niño amor, cualquier cosa le espanta.
Y subirle, del reino en perjuicio, Y en gustos dilatados no hay paciencia :
Mas donde él manda, todo le obedece. La guerra larga, no quiso ir sin ella.
«Era bisnieto del traidor Manuces «Dejó del rio Siene los cristales,
Que con Tarif capituló concierto Y la costa Aquitania al diestro lado,
De dar á sus escuadras andaluces De Oiiiens los muros, y altos pantanales
Hendida la ciudad y su rey muerto : De Bourges y el rio Etíre medio helado
,
Hijo de una africana esclava lora , Sobre una fértil vega, hizo alarde
Con mezcla catalana y sangre mora ; De su aparato bélico una tarde.
«Luego que el campo y gente victoriosa «De doce veces mil fué la resella
Sin mi quedó en dos bandos dividida , Gente en cursadas guerras escogida
Y su hambrienta codicia y la ambiciosa Rien que á la que fortuna es zahareña ,
Sed de mandar no se halló oprimida, No importa mas despierta que dormida.
Con maña astuta y traza cavilosa ÍJna mañana, cuando el alba enseña
La mas granada gente reducida De aljófar su guirnalda guarnecida ,
A su opinión en riesgo no pequeño, De aquel aljófar que al romper la aurora
De la guerra y la paz se alzó por dueño. Su luz primera , el cielo en llores dora
«Fuese en secreta astucia apoderando «El rey de Argel , el fiero Rodamonte
De las fuerzas del Reino, y porque había Con una escuadra de enemiga gente
Leales cabezas del contrario bando, Saliendo de una selva, entrando á un monte,
Cuya ambición las suyas reprimía ,
Dio sobre el nuevo campo de repente
Por dar mas nervio ai usurpado bando, Y apenas con la luz del horizonte
Y entrada á su insolente tiranía , La desvelada centinela siente
Dos parientes del conde de Saldaña La mora tropa , cuando al arma grita ,
La culpa á tanta pena insuficiente Quién corre á las trincheas, quién de un salto
El rigor grande, el perdonarle incierto, Caballo cobra sin espada y lanza.
Agraviada de España la nobleza , Ya sin saber adonde y, de esa suerte, ,
Los rayos del que al mundo regocija. Si <d peligra mayor en ser primera i
Y e< bando > las espaldas el escudo Y armado de los pies la cabeza :i
No alcanza golpe que no sopa i muerte. l'or quien tal vez la roja sangre apunta.
•Parecía en el herir vivo trasunto •El moro, que se halla sin espada
De Briareo en su batalla brava . Y' de un hombre sin armas ofendido,
Cuando a un tiempo con torio el cielo junto, rabia ardiendo con la vista airada,
l*ii
Con non in azos j espalas peleaba , Parece al cielo vuelto áspid herido
, ,
;
Y el rayo ardiente al rey del alto polo. El monte Tauro (pie a sus pies hallara.
Con mil vencidos pechos por delante. Hiciera en medio el mar hundir la nave.
> — Deten , canalla \il desordenada ,
»No fué de riesgo id espantoso tiro,
Dice el flanees , y de un escudo afierra , Aunque se llevo a Cabio por debute;
Y con él con su cólera y su espada
, ,
labio infeliz, que natural de Epiro,
Con Rodamonte y su soberbia cierra : En Francia subió a noble, de farsante;
Y apuntando a la gola una estocada , Y dando el alma el último suspiro ,
Yo solo, que lo vi , puedo decillo, Dada en tal ocasión, con tal pujanza .
Y quebrando de coi de
los dientes . Que saliendo de de rabias lleno si .
Sobre el trances la cimitarra fiera l'n duro roble asió (pie vio delante,
Hace a los manos (pie furiosa baje : Cual seca caña de liviano heno;
Fué su reparo el ir á la lijera , Y del ya hecho un bárbaro montante.
Y un sallo, que por medio no le raje; Lleva a dos manos sin templanza y freno
Que a esperarle liado en ti acero , A descompuestos golpes (d medroso
Dos Gaifcros hiciera del primí ro. Campo huyendo de su herir furioso.
»A1 desviarse del bajé la espada . Las calientes entrañas escondidas
Y á un duro risco en inmortal empeño Vi por el valle aquel deja seminadas;
La mitad dolía se quedé clavada ,
I... desll o/os ci uoldados \ hel iJaS
-
,
El roto campo con furor derrama : El deseo infame de vivir sin honra.
No cansa mas horror el raudo viento Que antes de hacer de los contrarios prueba,
Cuando en las olas del Egeo brama De su temor hacéis vuestra deshonra?
Y á escapar solo el marinero atento, Tened , parad , volved haced que os deba
,
Mas el que ama de veras nunca aguarda Y al que la suya vio llevar difunta ,
A es ó no su voluntad notoria;
si Con manos sin temor descomedidas,
Que en cuanto hace, habla piensa , siente, ,
Los ojos con que osó verla agraviada,
Siempre se da el amante por presente. Ambos se los cosió de una estocada.
«Fué, por ser visto el montañés gallardo, «A otro el brazo cortó, dejando asida
Más puesto á lo galán que á lo seguro, La mano al velo de oro y halagüeño
Bizarra calza de amarillo y pardo, Por donde la prendió medio dormida,
Grabado peto ardiendo en oro puro Y le quitó la libertad y el sueño;
Plumas en el sombrero, y por resguardo Y ya en ella y su honor restituida
De una acerada cofia el temple duro, — Toma, dice, señora, este pequeño
Relumbrante rodela espada y daga, ,
Servicio del que indigno de tal palma
,
,
A hacer la ronda fué y guarda á su dama, Por ínteres sin honra habían entrado,
Donde los arreboles del oriente Asombrados de golpes tan violentos,
Le saludaron con su nueva llama Por la vida renuncian lo robado ,
EL BERNARDO, LIIIRO I. SI
• La tienda reforzó cual mejor pudo, tragedias de amor, glorias de viento,
»,(ili
Y al naso se hi/o una invencible ruca . Lai que el tiempo nos muestra en sus mudanzas!
Donde un ciego montón de pueblo rudo ¡
Vienen en sombra sombras de contento ,
Y á este y el otro ensarta de uno en uno; En tanto que esta victima sangrienta
Hiende, parte, rebana, descabeza, En tu altar sacrifico , y yo tras esto
Y cuando al parecer acaba, empieza. A seguirte y morir por tí me apresto ;
Y con vista de paz templar su guerra Y' asi es muy fácil de acabar conmigo :
Sin ocasión salió; que la sacaba Sigo tus pasos; que á quien vive en pena,
Cloto, y el lilo ya á su estambre daba. La muerte mas penosa le despena.
• Eran escarches de oro sus cabellos, •Ya la vida me sobra , y el suave
De un cielo de marfil ricas techumbres, Deleite del morir siento en el pecho,
Que en tiernas rosas y jazmines bellos Cloria y gusto que no se alcanza y sabe
De su garganta dan doradas lumbres Sino es al punto dcste paso estrecho
Los ojos de azabache y dentro dellos
, Que el cielo u este secreto echó la llave
De placenteras niñas dos vislumbres Porque el mundo quedase de provecho
Que al sol retozan, que en coral hacia Que a saberse lo dulce de la muerte,
La rica concha de quien nace el dia. Fuera el largo vivir adversa suerte.
«Salió á ver el ejército enemigo, • Asi dijo, y al moro que fué causa
Y su español brioso
asi le dice á :
De la triste tragedia, clavo al punto
— Tu brazoel cielo esfuerce, oh caro amigo. La daga al corazón, con que hizo pausa
Y de riesgo te saque tan dudoso : Su miedo y se extendió el cuerpo difunto;
Animo, amor, que moriré contigo Y tomando en sus brazos quien le causa
¡Oh nuncio triste agüero prodigioso.
, Tormento vida y muerte todo junto,
,
Deseoso de llegar al blanco seno — Ay, dice, honesto amor, prenda querida,
;
A darle el alma y vida por despojos, Siendo, para morir con pena eterna,
Y cobrarla él de'nuevo de sus ojos. Dura en la vida y en la muerte tierna
,
, , , — ,,
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Gente bisoña, pueblo mal regido; El sin lealtad tirano, en mano armada,
Que los de pundonor y armas honradas, Insolente furor y alma atrevida,
Por varios trances, en diversos modos, Enamorado de mi esposa bella
Sin dar un paso atrás murieron lodos. Casarse á su pesar quería con ella.
«Cuatro mil desta gente alborotada, «Había intentado el caso por mil modos,
Al ronco son del repentino asalto , Ruegos, lisonjas, fieros, amenazas,
A defender su honor mal enseñada, Y habiéndole salido en vano todos,
lin mi real estandarte hicieron alto : A las armas se fué y dejó las trazas
Melisendra á Sansueña fué llevada , Y un escuadrón de cien bastardos godos,
Su esposo de armas y de sangre fallo.
, De aleve sangre y de mestizas razas,
Quedo donde un soldado fugitivo Envió, que por fuerza ó ruegos rinda
Por muerto entre los muertos le halló vivo. Del padre el gusto y de su hija Arlinda.
«Con estas sobras de vencida gente «Vime de un nuevo enjambre de cuidados
Al socorro pasé del rey ingrato. Cercada la confusa fantasía.
Que en Sanios, en custodia suliciente, Los puertos todos del favor tomados,
Sin majestad vivia ni aparato , Y la salud sin esperanza y guia
Cual ya otra vez huyendo la insolente Mas el aprieto y casos ponderados
Tiranía, se libró de Mauregato; El breve tiempo, la venida niia
Que de aquel santo claustro la guarida La fuerza del tirano, el mando injusto,
Dos veces le dio el reino y dos la vida. Y el peligro común de honor y gusto :
Del cielo de mis gustos alba hermosa. En nada halla y tiene resistencia.
«Filaren, un noble caballero godo, «Yo fui de parecer que libremente
Caudillo Bel de aquellas dos banderas Al Rey se entregue mi querida esposa,
Que en Mondoñedo contra un campo todo Corriendo un velo de alegría aparente
De unas hojas se armaron de higueras, Al triste ceño y cara vergonzosa ,
A cuya sombra se peleó de modo Pues pretenderla resistir sin gente,
Que cobraron cien bellas prisioneras, Volver la alrenta fuera mas vistosa,
Y á España dieron libre del pedido, Y donde la insolencia y fuerza daña ,
Sagaz, traidor, doblado, astuto, incierto, ¡Oh cómo debe un cuerdo recatarse
,
Con mas mudanzas que el raudal de un rio, Si al mejor tiempo la lealtad se acaba
Y con un medio tan de azares lleno, Y la sin premio envidia muchas veces
Ventura fué salir suceso bueno. Para matar con una hace dos teces.
, ,,, ,. ;, , ., , ; ; ; ,,
EL llEUNAIIDO, I.IIUtO I.
mm
,
su nuevo alcaide, sienten que venia, lie allí , en dos nuevos cuerpos levantada ,
^ el por "ii los entretuvo el paso, La máquina se encumbra al postrer lecho ,
Hayos Malte del rojo alfanje vuelve : A sed el apeldo mas templado :
Trae revuelto Morfina el mundo todo; Cien Faunos lanzan agua por la boca
Sola ella es quien su culera revuelve; En armonía y son dilerenciado,
Y la ira mujeril cuando se ensaña Y en otras tantas urnas cien hermosas
Entre las iras es la de mas saña. Ninfas las ondas cogen deleitosas.
Y aunque en el lago blanco retirada , Estas sufren en peso otra ancha taza,
Vergoñosa quedó aquel triste dia Sobre quien una y otra y otra crece,
One Orlando pudo con la nueva espada lie laníos caíms y tan varia traza,
El jardín destratar en que vivía Que el sutil artificio desvanece;
Ni del ni de su injuria está olvidada; Y i'si en nuevos primores los engaza
Que en instes ansias la aumenta y cria Los unos por los otros ;
que parecí'
Dentro el alma buscando de contino
, Que es toda junta en su primor distinto,
Para vengar su deshonor camino. lie agua un bello laberinto
y cristal
F.l grave ultraje á su guedeja de oro, El patio, á loda cuenta y primor Inclín
Con libre y atrevida mano hecho, De encajes bellos de bruñidas losas ,
Cerro el libro, y con cercos mas perfetos Una Klora entre rosas y celajes ,
En gozar della y ver la hermosura Las frias nietas del nevado Allante
Del fértil campo en bellos miradores, El dorado Orion armado y fiero
De la aurora pasaron la frescura, Que al triste y solitario caminante
Y del sol los primeros resplandores De guia á veces sirve y compañero;
Mientras el maestresala que procura, El carro de oro en ruedas de diamante.
Las mesas adornar y aparadores. Las dos Osas las guardas y el lucero
,
Y faltarle la luz en medio dellas. porales, y cómo entonces tiene el prudente mas que te-
Relumbra aquí el dorado vellocino mer, cuando en mayor grandeza se baila; porque ni ala
Que un tiempo á Coicos hizo ser famosa , virtud le falló émula, ni á la envidia modos para dañar.
Vel Toro que con cuernos de oro lino Las Hadas significan los efectos y pasiones del ánimo
Nadando el mar pasó una ninfa herniosa; sensitivo, y así ninguna hay en que no se pinte alguno
Dos niños uno humano otro divino,
dellos Alcina, el apetito amoroso ; Morgana, el de la
, ,
:
El Cancro y su figura portentosa,
El León con la cerviz de oro estrellada, riqueza ; Febosilla, el de la fama ; Falerina, que labró
Y la Virgen, de espigas coronada :
la espada para matará Orlando, las astucias de la guerra,
, , , .;;, , ,
depuestos están á pasarse de un extremo á otro, porque Al templar con ios arbolea y el viento
en uuanlo hombres, aunque reyes, son mudables. El tierno ruiseñor su alegre acento.
Ln la tragedia de Al .un edo ¡ Etosia se muestran cuan
'i
Había por el diversos cenadores
juntos y engazados andan en los amores los gustos y los Sobre estanques j arroyos cristalinos.
disgustos j en la de Manuces en medio de los suyos,
;
De estatuas adornados primores v
amigo, el gran riesgo que hay en fiar secretos de impor- Personajes de rjss y desatinos;
Aquí bróteseos acullá grimazoa
,
tancia a hombre de quien nu se tenga entera satis-
Y de olmos y de panas mil abrazos.
facción.
Después que con jazmínea y claveles,
En amistad de Alrina y Uorgana se diré que el
la
Azules lirios y encarnadas rosas,
apetite de la sensualidad y el de las iquezas son las <lns i
Lo mas vistoso hurlando á sus vergeles,
pasiones que mas unidas están en el de humano, y Sus cabezas volvieron mas vistosas,
que hasta en los cursos de los eielus pretende el rico Al mai gen de un arroyo entre laureles,
tener dominio. Sobre alcatifas pérsicas preciosas,
A sombras frescas de una vid lozana ,
El bajo suelo humea y arde el viento. (lye lo que ion ellas he alcanzado.
Y vi después que toda esta hermosura • Donde el mar Jonio al Ténaro le baña
Al bello rostro acomodó de Aleina, Los verdes jaspes de su fértil vena
Y el lisonjero labio su dulzura Y' en bosque espeso y hoirida montaña
Envuelta dio en destreza peregrina ; Sobre las nubes se encarama j suena,
La antigüedad del largo tiempo oscura De entrada oscura y abertura extraña
Veloz canto, y la priesa en que camina De negro hollín, herrumbre y lamas llena,
El origen del mundo, y cuando el cielo I na espantosa cueva se descubre ,
Feliz principio hallo á su inmortal velo. Que el cielo y mar con humo altera y cubre.
Cantó de las mudanzas de fortuna »Por esta se camina al ciego mundo,
En su inconstante esfera el punto breve : Y Alfides á esta luz sacó el Cerbero
Cantó al sol sus eclipses, y á la luna (alando de las deidades del profundo
La luz que con dorados cuernos bebe : Victorioso salió arrogante y liero
, :
Cantó el fatal colegio, y de una en una Aquí la muerte tiene otro segundo
Las Hadas celebró su canto leve Carón, que asista y sirva de portero,
Tocando á vueltas no menuda parte A royo aliento y cálido bochorno
De heroicos hechos del sangriento Marte. El vivo huye , el muerto tiembla en torno.
; , , ; ,;,, ,, ; ;; ,
De lo que allí hallé y aqui te digo. Vera cuan firme tiene su alegría.
»La espada Balisarda vi presente,
•Después que por torcidos escalones,
Vacíos de claridad , bajé á los senos Que un victorioso joven á tu instancia
De la tierra y sus negros artesones, En la sangre bañaba de un valiente
De hollín tiznados y de sombras llenos, Que asombró el mundo y dio valor á Francia,
Antes del triste término y mojones De oro con estas letras en la frente :
Del reino de Pluton vi unos serenos « Bernardo, honor de España aunque en distancia
,
De aqui el hado los bienes y los males Entre negros celajes ofuscada,
A la tierra despacha y apercibe Falto muestra de luz el rostro tierno
Aqui con altibajos desiguales Y antes de ver el alba deseada,
Fortunas labra y su valor describe ;
El oro pierde de uno y otro cuerno,
Y aquí es, al fin, la casa de moneda Haciendo el tibio resplandor difuso,
De cuanta el tiempo por el mundo rueda. De mil colores un color confuso :
«Aquí Demogorgon está sentado »De tal manera entre una niebla oscura
En su banco fatal cuyo decreto ,
De Bernardo la fama se quedaba,
De las supremas causas es guardado Y sin lumbre, sin luz ni hermosura,
Por inviolable y celestial precelo :
Confusamente aquí y allí volaba :
Con sus dos caras, ambas engañosas De inculta vida fué y de gente fiera,
Volando en sus favores y desdenes Donde los golas fueron y los dacos,
Y primer godo aró bosques opacos
el
Los males engazados con los bienes.
»Y entre estos mundos al que ya nacía ,
«De aquí salieron por diversas vias,
Humilde vi la victoriosa Francia De antigua gente en gruesos escuadrones,
Valientes hombres que las tierras frías
Que un mancebo y su espada le tenia ;
Forzados vienen y se van corridos. Y los alanos mas que todos nuevos.
,
. ;,
; ., ; , ; . , , ;
•Pues entre estas naciones que su tierra •Sucedió á su real pecha el animoso
Dejaron por estrecha, aunque abundosa., De Ceodoredo, á quien lus adivinos
Y I revolver el mondo y darle guerra Triste muerte anunciar > el fui .
Qoe fl pueblo qoe en sa tuna no eabia Que su reino di" le] ] a mi corona
i .
Diole el tiempo en gran cuerpo ánimo chico Entró al suyo de lágrimas v luto,
Con que se ahogó en él la buena suerte, Niño de tierna edad y años lozanos,
Matándole en la paz, por mas casera , Su hijo Becaredo. y murió luego;
La espada que en la guerra no lo hiciera. Que aun no lloró á su padre con sosiego.
«Tras este reino dieron á Walia,
el «Heredóle Suintila, y fué el primero
Porque la siga y haga sin partido; Que el reino hizo de España monarquía,
Salió en armada flota á Berbería Y Iras él Sisenando copió el fuero
Que el aire la venció y volvió corrido De jurispañola policía
la
Y con arrogante valentía
él la entró en resplandeciente acero.
C.hinlila
Del gótico poder nunca vencido. Mas que por sucesión por tiranía ;
Para hacer lirme pié en el reino instable. Y Tulga al mundo dio en veloz corrida
La antes odiosa paz halló agradable. Solos deseos de gozar su vida.
,, , , ; , ,, ,; ; ,; ;;
i
Tanto un mal rey con su insolencia daña! Que al mundo dio del conde de Saldaña
Desnudó de sus muros las ciudades, La invicta espada de victorias llena,
A las armas quitó el acero y saña, Cuyas grandezas en prudente saña
Y al mal regido Reino dio permiso Harán los hados, sin que el curso muden,
Del sensual deleite en cuanto quiso. Que ahora espanten y después se duden.
«Privólo del Rodrigo en campo armado; «Este es el gran Bernardo, á quien el ciclo.
Que su robusto pecho y brazo fuerte, Por benignos favores de su estrella,
En sensuales deleites estragado, A su brazo rendido dará el suelo
Su grandeza perdió y ganó su muerte : Que guia de flor de lis la empresa bella :
l'n antiguo palacio dio encantado Hará vengado á su ofendido abuelo,
En su alcázar real la infeliz suerte Satisfará tu agravio y mi querella ,
Mil siglos tuvo en su quietud seguro. De Francia la honra y la opinión por suya.
«Nadie en la antigüedad fué asi atrevido, »Es presente un joven valeroso,
al
Que el acero rompiese a sus candados, De real disposición feroz denuedo
,
Medroso que el furor allí escondido Noble, fácil, cortés, compuesto, brioso,
Sus desastres tenia encarcelados : De pecho altivo y corazón sin miedo
Deste rey solo al pecho dislraido, En paz afable, en guerras desdeñoso.
La infiel codicia le vendió pintados De España , al fin ; que es cuanto decir puedo ;
Los bárbaros que á España en triste dia Que un ánimo español de sangre noble,
l'n encantado bulto prometía. En cuantas goza el mundo es fiesta doble.
«Turbóse el Rey al infeliz agüero, «En la corte nació del rey su tio,
Aunque el lascivo amor mas le turbaba De adonde el sabio Oróntes, deudo nuestro,
Con una dama y su desden severo Pequeño le robó, y por gusto mió
Niña, lozana, altiva, hermosa y brava : Ayo le ha sido fiel, guarda y maestro :
EL BERNARDO LIRRO
, II. 159
Ve, tilo anorlic un riro arnés do acoro,
• •Que I ¿I -II prolija edad mas convida le
Y armóle > caballero an rej pantano,
ii • Al OClO l'laii. lo que i la .
dura guerra ,
n
«
(¡miniando mis Ir. :is el igüero Y del mauro la gomo mal na. i
Que aunque es i todo su valor bástente Que revoque nidio eldañoso Intento
Con prevención prudente el bien se BJs . Con la segunda la primera Instancia,
Acudiendo i esta empress por ser luya ,
o laobediencia te alzarla debida .
Por fuena quiere la española silla La injusta sucesión con mano aunada;
Y al valiente doncel recién armado Y que la fuoi/u, a falla do derecho,
De España, queda muerto el v ainr godo; Aquel rej africano, este lombardo,
Todo el mundo rendida i su bandera; Con el feroz poder del nuevo imperio
Que el délo ba dado i Bspafia el inundo todo ; Sobre España el francés baja gallardo;
Sumí ha do sor en osla edad DOS treta Y ella no tiene en todo su hemisferio
Y de Francia será si por lal modo, .
(Uro valor igual al de Bernardo :
Por fuerza ahora o cautelosa maña Mas basta esto; que un bruzo valeroso.
So brio Introduoe en el valor de España. Un campo un reino un mundo hace dichoso.
, ,
•Tu agravio queda sin venganza justa, • Hasta ahora el riesgo lia estado por mí cuenta
Y para siempre nuestro honor manchado. Del rico enjerto y de la invicta rama
Si el Ímpetu Ir: os a la robusta Que ba dé dar sombra al mundo, á Francia afrenta
Puerta de España queda incorporado : S a su Espafia de honor lustrosa llama :
La nueva causa deata guerra injusta Haz ahora tú hermana que yo sienta, ,
Mas quedó ñiño, y con su infiel tutela Que es la lisonja dulce golosina
De Aurelio usurpo el reino la malicia : Que necio rico en ambición sustenta
al :
Que por gozar de infamo cetro de oro, Sin mirar que la Hada en cuanto emprende
Bellas parias pago en tributo al moro. Solo a su gusto y no al ajeno atiende.
•Sucedió Don Demudo á Mauregato, «Siempre creí que en tu cuidado puesto,
De pecho real y de ánimo prudente .
Vivía seguro el de mi honra y vida;
Que al Casto primo dio del reino ingrato, Que mas promete tu nobleza que oslo,
Como autos ora SUJO, el Cetro y gente : Y en mas que esto te esto] agradecida :
Este os bo] de virtud vivo retrato, II cielo a mi venganza está dispuesto;
En la guerra la pal sabio y valiente,
j Que pues la v le ti favorecida,
Invicto vencedor, loro/ guerrero, Ya no la dudo ni recelo en nada :
¡
Notable error Y en ya resuelta instancia
! Ahora que tu sabor me la ha mostrado.
Ceder quiere su cetro en el de Francia. Oye lo que al presente me da el liado.
• Movíale ver el brazo victorioso •Ya sabes que son míos de derecho
Del nuevo Augusto César de Occidente, Los tesoros del mar y de la lierra
Y el español distrito belicoso Y que á mi cetro y gusto paga pecho
Asi ocupado de enemiga gente : Cuanto en los senos de los dos se encierra ;
Quena dejar un capitán famoso Pues donde del mar Junio el bravo estrecho
A su invencible ejército decente. De \. i ... i .ni h. bate la alta sierra,
Que con su amondad al pecho frío Cierta joya en el mundo celebrada
Pusiese, á ser posible, mayor brio. Días ha que á uu grave lin tengo guardada.
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De ricas perlas llenas y perfiles. Y al ciego aliento que en sus natíos corre.
En quien Vuleano echó toda su ciencia, La mas templada boca multiplica :
Donde en realces de mágicos buriles Los cuentos que uno oyó en la primer torre.
drahada esta una oculta descendencia Tan mudados en otra los publica,
De héroes ilustres que vendrán al mundo, Que volviendo á encontrarlos sus autores,
,
Vive en su muerto corazón la afrenta Aquí ile nudo eterno el mortal gonce
De haberle sido sin razón quitadas, Los siglos vence y á la muerte oprime,
Y en virtud deste pensamiento altivo, Y en vuelo infatigable y ancha pompa
Muerto para guardarlas , se está vivo. El son retumba de una hueca trompa.
Asi Horgana al margen de una fuente De feroz vista y proporción que espanta ,
Su platica deshizo entre las llores : Mañana suba á ser de honor la espuma
Ceso el sepulcro en que la Hada advierte Y en lo alto ya de la voluble rueda
Que el ames
vive, lleno de primores, El tiempo ni la halle ni consuma
Del griego capitán á cuya mano Mas con su altiva voz tan hueca suene
Hedor murió y tembló el muro troyano. Que el mundo espante y sus regiones llene.
Y del leonés los indomables bríos. Y otra si hay mas constante ó mas segura
Entre la tierra el cielo el mar y el viento
, , En todas cunde la infeliz polilla
Un soberbio castillo está labrado Del voraz tiempo, autor de las verdades :
Pues a solo él y su muralla fuerte Los reinos muda, sus linderos trueca,
No ha podido escalar ni entrar la muerte. Y hoy, donde ayer fué mar, ya es tierra seca.
En las nubes esconde sus almenas, ¿Quién me dirá de la usurpada España
La tierra y cielo desde allí juzgando, El cetro oscuro de ásperos alanos?
De anchos resquicios y atalayas llenas ¿Qué terrones rompió la inculta saña
De ojos cubiertas, sin dormir velando De almonidas y antiguos turdetanos?
Y con mas lenguas que la mar arenas ¿Quién los epalos fueron, cuya maña
Ajenas vidas y obras pregonando Al Bétis dio los muros sevillanos?
Sin que palabra aunque pequeña , suene
, Los zacintos , los celtas , los ancones
Que de rumor las bóvedas no llene. ¿En cuál mundo tuvieron sus regiones?
Fama monstruo feliz, vario en colores.
, Ya tiempo los tragó en ruedas voltarias
el :
Es de ríanela el ejército, que el suelo Y de una pena dando <n otra peña.
Con sombra cobre y braveí espanta¡ i
: De aljófar lleno salta al verde llano :
Por cnanto ciñe el mar y abrasa el cielo Aquí una cueva está que aunque pequeña, ,
Mi otra voz -.urna ni otra gloria anta ; i Hecha parece por divina In.iliii .
Todo basta el marcial pecho era encantado. Que á la ducha del lago en dulce empeño
Y este, llene de honradas pretensiones, También sin premio le entregó el cuidado ,
A sembrar sale belicosa saña Y de Mai lisa fué atrevido amante,
De Zaragoza i lo mejor de España. Y oculto de la bella llradamante;
Del Ebro claro á la corriente tria Que á Flordelis y á Flordespina quiso
Alterando llegó en rumor la tierra En diferentes parles, y en ninguna,
Con rayos de orgullosa valentía ; O sea por cuidadoso, ó por remiso,
Que es la pai de su espíritu la guerra; Favorable le vino suerte alguna,
^ del florido salín i|uc bacía O sea estrella cruel hado preciso. ,
Y a COSta del humor del manso rio Con medroMi ademan y habla mndesl i
Donde al ardiente sol el blando frió Quiso darle las obras por respuesta
Con pardas frescas sombras convidaba , Y del pesado sueño la agonía
Y a contemplar en su cristal profundo Su quietud le hurtó y en medio el prado ,
Otro bosque, otro cielo y olio mundo. i sátiro á una ninfa vio abrazado.
ii
11
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Y en tesón duro y forcejar valiente. Venus, que alegre se regala entre ellas
El torpe nudo huye y feo semblante Y al compás de los sátiros que espantan
Del atrevido deshonesto amanté. Bailan las unas y las otras cantan;
Procura libertar el tierno cuello Cuanto el antojo del que al agua llega
Del peligroso nudo de sus brazos, Por gusto pide halla retratado
, :
Donde es mejor no ver que tener ojos! De punto natural ó aspecto mago.
; , . , , ; , , , ;
Y atento i verlas por un rato mudo . \ ellos con sus bulleseis ademan,
1 gusto le dejó del cendal bello.
1 lie hojosas ramas resonantes globos ,
La sabia ninfa, que del torpe mulo Por donde las calandrias ¡ faisanes
Del va muerto animal vio libre el enello, Crinando, <iab.ui silbos ¡ corcovos,
Y al caballero en entender atento Y el sol por su tupida celo u
De mi labor vi escondido cuento. Su luz quería engazar \ no podía :
Quiso al moro dejar que es noble oficio, ; Cayo profundo seno va volcando
En su presente gusto satisfecho, os granos de OTO en la menuda arena
I. :
Con breve relai ion de cuanto incluso Meto el pie dentro, \ como siento el frío,
En el rico cendal su aguja puso. Desnuda me arrojé en el manso rio.
Huyóse de ruido ;las aguas el »A veces con la una y otra mano
Y por liaeei se espejo a su belleza Si asir procuro de las ondas frias,
El rio en n ii ex u estanque convertido,
, Illas hacondo mi trabajo vano,
,
• Tal vea i un liel servicio le ennoblece • El dios deste lugar, sagrado rio,
Que digno del quien le recibe sea, De verdes cañas y ovas coronado
Y el gusto hazaña crece
y gloria de la 1.1 rostro y barba llenos de rocío ,
Las mas diestras no fueron tan nombradas. Y siempre á mis espaldas le llevaba.
Sin lanudos sabuesos ni lebreles •En esto veo su sombra de improviso
Al jabalí rendí y al oso fiero, Que el sol ya ñor mis hombros la subía ,
Que si estimarla en poco no fue vicio, Que al desenvuelto amante el premio amado
Nunca mas la estimé de lo que dura : Metiendo espuelas via en la corrida :
El terso espejo, cuyo amargo oficio Los ojos volví al ciclo, y el cuidado
Es siempre preparar nueva hermosura , Le entregué de mí honra y de mi vida,
Nunca la mia templó, ni en clara rúente Y á la casta Diana en tal estrecho
Por nuevo adorno contemplé mi frente. Esta breve oración dije en mi pecho :
Los buesos ya en cristal se habían trocado Los triunfos á sus hechos reservados
Y como hielos se iban derritiendo, Celebrados quedaran si los vieras;
Corriendo entre las yerbas; y el amante, Que yo ahora no he de darles mas renombres
Que el agua conoció mudó el semblante.
',
De que aquí los conozcas por sus nombres.
«Dejó la grave majestad pesada «Este que ves entre moriscas lides
Y en ver mis nuevas ondas atrevido, Con seis azules róeles señalado,
— La empresa mia dijo , es acabada ;
,
— Antiguas armas del gentil í'ersides,
Y en sus aguas tras mi se ba convertido : En tiempo del rey Artus celebrado,
Y'o, viendo pretensión tan porfiada, Es el godo alemán Ñuño Belchides ;
Y'aquellas islas del calor tostadas Es porque en mortal lienzo está tejido :
•Aquel por tantos mares venturosos •Ya en nuevo ;irues grabado representa
Tu pequeños bajeles engolhdo, Un Invencible liarte al turbio Bgeo,
Es Hernando Cortés, que cu mil rotosos H le al rigor de una Ispera tormenta,
su nomine ser merece eternizado : lie un casto amor le alcántara el deseo;
Descubrirán ras ojos renta róeos, v.
con elrej de Per la en lid sangrienta
Y rendir! >n esfkierio afortunado Vi .no. he ie vi
1 1
, > ahora veo
Otro mondo otro délo otro polo;, | Que lúe el SegUndO Manee \ el primero
Que es puco pura él un Brando solo. lie que triunfo con Voz de caballero.
•Este que tiene el venerable cuello •Otro tuvo en defensa de ra tío
De un helio tusón de oro enriquecido En los famosos bosques de Mnluerna ,
sí acaso el mondo mereciere relio. Allí sin olía- irnMB que su lino.
,
Como él Ber su monarca h nwroi Ido i Su rey libró, y ganó una fama eterna:
Duque de Alba será \ h de España , i Mas son ensayes; que en las veras puesto,
tu Portugal en Plindes j Alemana. , Su espada rendirá de un mundo el resto
»El que sobre este carro cristalino Halará en Benavente y en Zamoi
El in u gobierna en venturoso treno Al soberbio Alcaman i al rey Ores te,
Si al mando hallare so valor camino Que con la soja la pujanza mora
para dejarlo de rictorias Heno liara que ni le valga ni le preste :
Cnando entre negras sombras tenebrosa- i..is [ierras que en pomposas vanaglorias
l.a tierna fhi de amarillea teñida , liara a su re] J quitará a los moros.
Dejará el aire claro y nuevo dia Dejo, y dejo también el triunfa manco
Que en sn real presencia amanecí*; De Barbaste, Sobrarbe y Honleblanco.
•Yo ^i> de aquel príncipe lamoso
. i i •Ni de la conquistada Barcelona
Que España restira de loto y llanto.
a Digo ya el merecido principado,
Después que sn ralor vuelva espantoso Ni el tributar Italia á SU persona
El seno de Corfú j el de Lepanlo En escaño real cetro dorado :
•¡Oh estrellas, cómo fuistes envidiosas • Que esto es lo menos de su brazo fuerte,
A la gloria de España !
olí lluro hado! Y de bravos que hoy pisan el inundo.
los
Si al golpe de mis suertes valerosas A los mas por su mano
lia de dar muerte .
•Dadme, oh hermosas ninfas, frescas flores •Lugar precioso en esta rica tela
Para esparcir sobre la tierna Frente Queda a otros nobles hijos de la fama,
i. 11 - ei 1H1 ¡e- v debidos Inores 1 ji cuya heroica lesiona me desvela
Deste mi soben descendiente; La industria de mi mano y de su fama;
\ vosotros divinos resplandores,
, Y aquesta luz. que en torno di líos vuela
Deshaced les agüeros felizmente Es la que a eterno nombre y voz los llama.
Y aquella sombra j triste o ntineía Ahora en tanto que ellos nos suceden
,
Que sobre >u cabeza en torno vuela. Oye lo que los liados te conceden :
•DeStOS nueve bellísimos IneeroS, Si en esta clara fuente siete veces
<i
queda confirmada la guerra contra España, y el modo con que el Oh cómo humilla locas altiveces!
sabio Orontes robó á Iíernardo. Matóle al fin del muerlo honor la traza,
Y una ventana le colgó á la plaza.
Queria el moro por tan ricos dones uYo allí aclamando —
¡libertad! victoria!
Mostrarse agradecido y obligado, León por el rey Casto !—
Con que á un punto
Cuando, sin aguardar á otras razones, De los contrarios no quedó memoria;
La Hada se volvió en cristal helado; Que á mi voz viva y á su rey difunto
Y él, vestido de nuevas perfecciones, Libres dejaron la usurpada gloria,
El camino siguió de su cuidado, Las armas y el rendido alcázar junto,
De gusto lleno y desabrida pena, Hecho ya en roja sangre un negro charco
Con el bien propio y con la fama ajena. Con mi espada y las gentes de Eilarco.
Del Ebro inculto por la fértil grama »Sacudió el yugo infame del tirano
De sus mismas acciones va admirado, El reino fiel del oprimido cuello,
Eria de envidia el alma con la fama Haciendo en estos trances de mi mano
Que al gallardo leonés promete el hado : Que despojado rey volviese á sello
el :
A cuanto surca el mar y ara la tierra. Que hombres, aunque sean reyes, son mudables.
: , .,.. , ,, . . . ,
, ,, ; ,, , ,
Habamut, arrez •!•- Herida, fué un moro .1 Alfonso al real jardín derecho
1
1 .si,,
i n luí guarda le puso i las fronteras l.agallarda postura con que vino
Que el Mimo riega \ crece el Duero frío . Que ai lu io natural Regado el arle
Por bondos saltos j ásperas laderas : Era en humano traje ángel divino
v .iiii en dos lustros por su ardiente rio i Hijo hermoso de Venus y de Harte
Al mundo espanto dieron mis bandera . En su aire le juzgaras peregrino,
V el refdnado puesto en que vivia Y humilde de Narciso la pintura .
«Era temida basta en su misma gente •Niño que el tierno bozo le apuntaba
La aspereza del bárbaro Inhumano, De cuerpo algo mas grande que pequeño,
Enemiga roí brazo inclemente fi .
lie alegres ojos
de vista brava, \
»\ por mostrar que del perdido hermano »Dc azul lela de plata y encarnado,
,
Al Casto rej envió i pedir bum ico 1.1 bohemio en armiños alón. ido ,
\ I un, por de mas nombre y mas cercano Con broches de diamantes recamado
A la persona real dio encomendada , Y perlas en labor y orden confuso,
La suya, y de su causa me hizo agente Y en el sombrero, en plumas y en airones,
Con mil lisonjas y un falaz presente. Engastes de rubis hechos llorones.
•Dióse el despacho, á diligencia mu »La calza de obra y ricas entretelas,
En despediente afable j grato modo, Lanzando rayos con vislumbres de oro
i en la conquista y tierra.- que pedia, De puntas dé diamantes dos espuela .
Pavor, sino venganza del rey godo, Con pardos nieles de artiiicio moro ;
Enviando, con el nomine de embajada, La guarnición de la gallarda espada
Doblada gente y prevención doblada. Hi esmeraldas y perlas amasada.
«Del trono real á descansar bajaba uYarios entalles de oro en cada hebilla ,
Puesto en Olvido el alevoso intento (un lie Has alas de oro y pasos tardos,
Con que, atener mas tiempo, me vendía; El lucero alegrar al rojo oriente ;
Y en suficiente prueba el valor suyo; Con que unos daba y otros rebatía
Que el furor de un doméstico enemigo Cortando piernas, brazos y cabezas,
Te aguarda en este parque, para cuyo A este ayudaba, al otro defendía,
Remedio todo lo posible lie Lecho Aquí se "ampara y acullá ejecuta,
En reducirle á tiempo de provecho. Y á todo acude con presteza astuta.
«Dijo, y el Casto responder qucria «A Mosquito llevó una espalda entera
Del grave anciano al noble ofrecimiento Mollita de Coimbra, renegado,
Cuando el jayán Fracaso , que venía Que por ser brava su mujer y fiera
Por traidor capitán de falso intento, A ser moro se fué desesperado,
Viendo que el Rey el paso suspendía Donde encontró una vieja hechicera
Feroz, salió en su loco atrevimiento, Que fué siempre en casarse desdichado,
Temiendo, en verle asi , por cosa cierta Y dichoso en el golpe que hoy le deja
Ser su oculta traición ya descubierta. Libre de una celosa y de una vieja.
»C.on cien valientes moros , del castillo, »E1 diestro brazo le arrancó del codo
— Muera el ingrato Rey, —
salió gritando : A Fulco, gran maestro de un montante,
Suspendímonos lodos en oillo, Con que le arrebató su saber todo ,
Al Casto en frágil escuadrón cercando, Y de muy sabio le dejó ignorante ;
Por donde á todo riesgo abrió portillo Y al tahúr Alcin le dio un revés de modo
Del furor ciego el enemigo bando, Que ambas las manos le quitó delante,
Dejando su confusa arremetida Y él hecho á perder manos en el juego
,
Los mas bravos Guznianes sin la vida. Quedó del golpe con algún sosiego.
íEI doncel de selva, compelído
la »A Zegríldos pasó de parte á parte,
De un brioso ardor y el gusto de mostrallo, Valiente capitán de Peñaranda,
Niño lozano y de ánimo atrevido , Y á Boacel derribó, y á Galimarte,
La espada saeó á un tiempo y el caballo Y á Rerberuz el de la roja banda :
Cuba de alegre vino ; que el morisco Humeando deja , el hueco monte brama
Que en esto se desmanda es consumado Gime el cielo al caer, la rubia Céres
Y á la sazón sobre un l'rison polaco Arde en secas aristas , y en su daño
Hecho venía , recién comido , un Raco. La madura esperanza esconde al año
«Lleno el celebro de arrogancia y vino «Ni era menor el daño que hacia
Cual fantástica torre iba el primero, El escuadrón contrario en nuestra gente ;
Cuando el diestro doncel salió al camino, Que uno muere, otro cae, otro huia,
Vestido uno de seda, otro de acero. Otro queda hecho piezas por valiente.
Hizole al moro errar su desatino, El soberbio Abdelmon, que pretendía
Y acertarle el contrario un revés iiero Ser de Mahoma oscuro descendiente
Que dejó por el suelo su braveza Y en su ciego Alcorán tener cauciones
Y a él y á sus contrarios sin cabeza. Para mudar decretos y opiniones
«Pasó sin alma el cuerpo en el caballo, «Traía un diestro herir tan presuroso.
Cual si vivo buscara á nuestra gente, Que era el asombro del sangriento llano :
Yo á su lado siguiendo el mismo intento, Ríen que contra las armas extremeñas
Vestido de lealtad, de armas desnudo, El vencer lucia incierto el morir claro, ,
i
loa ubi mdoa Garamantea Que, aunque de tierno brazo y nueva espada,
tN;itiili> otro en laa Birtea olro en humo.
, ,
i ilpe le obligó se agobie y tuerza
i
Con presto herir y con reroa semblante. Sin tiento andaba, cu movii mu vario
En campo a un tiempo entro con diei cristianos ¡
I. a fuer/a > no la cólera perdida, . ;
y lie ni ciego pleito and iban por su herencia, I nn ge aiu ni. a dar, y, a darle entero,i
Como una gruesa torre riso al suelo. lie ruja sangre una vistosa fuente.
•Quedó sin la una pierna en l.i caída \ alió al doncel que por el blando nenio
V encima della y del muerto el caballo lid corvo alfanje un ten lo dio en vacio
Causó la no pensada arremetida Que, a uu bailarse tan junto uu fin violento,
El dar en el gigante j derriballo, Sin tiempo luciera malograr su brío;
Ver i-i confuso campo di' vencida Y entre armiños y plata el rio sangriento
Preso ii anciano rey, y por librillo lie rubia pareció, y de nieve un lo, i
A toda inri. arremetió > al paso i . Creciendo oun loa nuevos arreboles
Lr ofreció el cielo el venturoso caso. Brio en su brazo, y en su espada soles.
«De
escogida escuadra, a quien cumplía
la l\ asi al salir nnnpiu COD lal violencia ,
En Lugo .il Casto rej dar preso y \¡\o, Que el corvo escodo y el brazal sinie tro
A pesar de quien mas i" defendía . Le cebó al suelo, y con ellos la paciencia ,
\ con la rica presa que hecho liabia, Dejó el jayán la espada y sin prudencia .
A larga rienda y paso fugitivo, QuiSO asir culi la inauu al juven diestro,
aardar al nn do la revuelta Qué de un dulce rovos a todo vuelo
Cumplida mi intención daba la vuelta. lies dedos de los cinco le echó al suelo.
•¿Quién del real joven contari el denuedo iTal ve/, asi en aquel llorido puesto
Al diestro entrar del peligroso alcance Cerdoso jabalí se vio acosado
El derribar i Dragonel, j el miedo lie un sabueso irlandés, que en contra puesto,
(Jilo a ludos puso este secundo lance? Ladrando le entretiene desarmado,
Yo lo vi y lo toqué j apenas puedo . Hasta que del venablo el guipe diestro
Creer que hombre mortal tal brazo alcance : Ya por el yerto lomo soterrado,
Corriendo so caballo i iodo vuelo, ni ioso curra
i
y quiere desa suerte ,
l ii. 1 1 m/.i al pasar cogió del suelo. Morir matando a quien le dio la muelle.
»Y puesta sin perder tiempo en la cuja, »No de otra suerte el bárbaro gigante
La enristró cuntía el fiero Cali margo, Horir desea matando a su enemigo
Que un áspero alcornoque sobrepuja llabioso en ver que a su animo arrugante
En bestial proporción de duro y largo; I n ilesarinadii iiifui mu el castigo ;
\ c tal menudo aljófar, limpia aguja \ COn la diestra punta por delante ,
él,
'i aladra cruza j pasa sio embargo
, Por entre malla y malla abrió un po ti i
Asi el tier loncel " el feroa Marte Al ronco pecho que arrojó con brio .
Quiso, sin creer qué fuese el homicida, Saco por menor paga j mayor mengua
Que su muelle pagase con la vida. Dos riendas en la cara y no en la lengua. ,
Sigílenle algunos; pero el que llegaba Hasta que por las nuevas de un villano
No era al segundo golpe de provecho, El Rey las tuvo del de su ayo esquivo,
Por donde el hierro de la lanza listo Mandó arrasarlo, y con rigor extraño
Pasó el acero y parte del costado, De estéril sal cubrir el campo duro,
Quedando sin escudo y sin sentido , Y derribar por él torres y almenas.
Y el buen caballo en un cuadril herido. De mas lealtad que de desastres llenas.
«Grande fué el golpe y grande su castigo, «Huyó el traidor alcaide , con que puso
Y pena tan bien ejecutada
la Escrupuloso al Rey de nuestro trato,
Que cou ser él autor yo fiel testigo
, ,
Y á prendernos de hecho se dispuso,
Pienso que es su verdad verdad soñada, Por ser tan justiciero como ingrato ;
Pues hecho dos de solo un enemigo, Que olvidar los servicios es el uso
Con tal velocidad corrió la espada, Que en la corte se vende mas barato,
Que, rebanando acero, carne y hueso, Y el que ni muda ley ni guarda leyes,
Sacó el caballo uu monstruo horrible en peso. Desde el menor lacayo hasta los reyes.
»E1 del doncel cayó ya sin aliento «Esta es curso de mi vida
la historia y
De la fuerza que puso en la herida Y la traición que aqui me trajo preso
Al dar el desigual golpe violento Con otras circunstancias añadida
En la feliz segunda arremetida : De menos importancia y de mas peso
Salló el joven ; pisó el prado sangriento Mas porque no sea en todo desabrida
,
Que del tierno doncel los golpes diestros Bastantes causas dan de respetarte
(ion tanta admiración les dio en las manos, Tu mucha gravedad y compostura;
En el herir y en el huir maestros, Y aquesta misma estimación es parte
Rodearon los rendidos africanos, De hacer la mia en tu valor segura
Que allí pagaron la traición urdida, Y que desee saber con fundamento
O con la honra huyendo ó con la vida. Qué aire aUeró de tu fortuna el viento.»
«El herido doncel tras un caballo Asi Teudonio dijo el de Saldaña , :
De los que al rojo campo andaban sueltos Con pecho y corazón sobresaltado,
Al ciego bosque entró, y por alcanzallo Como que en una historia tan extraña
En la morisca lid nos dejó envueltos : Algún caso le toque no pensado
Ninguno le siguió ni fué á buscado, Oyendo del doncel de la montaña.
Hasta que ya de la victoria vueltos, Niño de tierna edad y ánimq osado,
De alegre gusto y de despojos llenos De sangre real, la suya alborotada,
Su singular valor echamos menos. Asi con voz respondió turbada
le :
«El Rey, que vio su libertad y vida «Señor, desde luego no he traido
si
Deberla toda á aquella heroica espada, A tus pies con humilde reverencia
Y la honra y majestad antes perdida Aquel respeto á tu valor debido
Con sus famosos golpes restaurada, Y el que pide y se debe á tu presencia,
No i iendo el dueño y viendo su partida ,
Esta dura cadena lo ha impedido ,
Quién fue el doncel tan bien encarecido. Tan llorado este tiempo por perdido.
«De dónde vino a se volver tan presto De
Francia do te altere el rompfmlenl
In tierno niño j un lavan tan fuerte SI nei i.i da • la oferta en ves de gnu las
Que i" deseo saber para tras Que es nube li iiirh.id.l .nulo o viinlo, . I •
Del preso ignoto, en gravedad compuesta Nina de tierna edad y alma lozana,
Esto dio a su pregunta por respuesta. Y <lii rey Casto Alfonso única hermana.
« En triunfo triste y suspensión callada •Siendo el padrino amor, en la/o ardiente
El destrosado Bej daba la vuelta, unió con ella un conde de Salda ña
Del riesgo aun la persona alborotada, De la goiiea sangre descendiente ,
«Por enjugar la sangre a las heridas Casto rey con nombre de hijo,
«Crióle el
Del ainado doncel palo un bulante ,
Tiernos gustos de amor y fe paterna.
v.
liaKainos de verbas conocidas
. ii Hasta que en la ocasión de un regocijo
Mitigado el dolor, pasó adelante. El saino Oróntes le robo en Miduerna :
1.1 mismo esta partida ordena y ruego , Ni al moro teme ni al poder erisliano.
A! curso eterno del volar divino , De la experiencia v i.i esperanza asido;
Portales puntos sus estrellas guie. Antes para la guerra venidera
Que a tu honra bienes sin cesar envié. Solo que vuelva su sobrino espera.
.11 tierno brazo que con nueva espada «Y si no son lisonjas de la fama
Hoy biso estreno delta en la servicio, tiempo sin sazón corta la espiga
el ,
Has celestial impulso que le llama Celebra ora de vista , ora de oídas,
,
Por este curso al colmo de su lama. Sus cosas grandes, cierlas ó Ungidas.
«Conviene á la salud y al noble aumento «La guerra que con Francia está aplazada
De -11 importante nomine esta partida : Del mundo sin por qué mortal ruina,
a tiempo volvía que mas contento Es toda <le ambición ocasionada
Que pena ahora cause en su venida : Y de imprudente traza repentina
One yo, que solo
tu servicio atento a Has iqué accidente ó causa no pensada
Mi tiempo gasta J
trazo el de SU vida . A tal congoja \ lágrimas le inclina '
Muerta boj sin su livor te v¡ en mi ciencia, Qué desgracia ó pasión puesta en olvido
Y ahora en riesgo a él si no hace ausencia. Mi cuento a la memoria le ha traido'.'
«Esta causa nos lleva, esta nos pudo «Si es por hallarle sin por qué enterrado
A tus montes volver de los de Oriente A tal sazón en sótanos estrechos
Después que en turbio cielo J dia sañudo Que, cual yo pienso, id ocio desalmado
Niño en Mnluerna le robe á lu gente : Carcoma es interior de honrados pechos;
Dos llenos lustros en silencio mudo El reino está y el Rey tan apurado
De España por mas bien, , ha estado ausente, De hidalgosque lo sean en sus hechos,
Probando en el honor de hechos preclaros Que no solo abrirá esta canel liera,
La noble vida de sus miembros caros. Mjs aun las de la muerte, si pudiera.
, ;; : ; ,, ! ; ,
Une tu valor en mi ba podido tamo. Pues de los cortos bienes que escribiere,
Que nada el niio te negará que pueda Hasta los dejos quedan olvidados,
Ora vaya en tu dicha ora en la mia , Y al gusto humano no hay dolor mas grave
El desear yo tanto tu alegría.» Que el bien pasado, en quien sentirlo sabe.
Dijo, y el preso conde á sus razones : Solo unas fiestas pediré á la fama,
i. Oinvicto don Teudonio, ¡cuan al vivo Que asi ensancharon con su trompa el vuelo,
Tus palabras descubren los Masones Que no en mas partes de su luz derrama
De la real sangre por quien muero y vivo! Rayos al mundo el dios que nació en Délo :
Que una desgracia no hay quien la resista Y entre oropel la da lisonjas hecha
Y ahora entre los franceses escuadrones Guisanla porque suele amargar cruda,
Sus fuerzas toda la fortuna alista , Y tales salsas el engaño le echa,
Y en sonando de Marte el ronco acero, Que con el amor propio la hace al justo
Ningún atento gusto queda entero. Maná que cuadra y viene á cualquier gusto.
Cargada de favores de fortuna ,
Como al triunfante hijo de Pipino,
Altiva estaba la indomable Francia, Que en verle al español cetro inclinado,
Su fama por el cuerno de la luna No hubo voto ni voz de paladino
Y sobre el mismo rumbo la arrogancia, De contraria opinión en el Senado :
Sin triste azar, sin disonancia alguna, Todos firman y afirman que en divino
Sin guerra ni enemigo de importancia, Y en humano derecho está fundado
Y solo contra España declarado Que entre y suceda en el distrito hispano
El orgulloso brio de su estado. O rey trances ó emperador romano.
De galas llena y bélico aparato, Como rey, tiene ya el primer derecho
Su imperial ambiciosa corte crece, De la renunciación que el Casto hizo,
Y en pompa ilustre da vivo retrato Y como emperador, es el derecho
De cuanto en gusto humano se apetece; Sucesor y el que hoy reina advenedizo :
,
Por la real sucesión al reino hispano Y bien que cada cual por su camino,
Alarde hizo el placer desta riqueza, Y á diferente pretensión guiado.
Y en laurel victorioso el pueblo ufano De derecho dan nombre al desatino
Ceñida al César dio la gran cabeza ;
De una ciega ambición ocasionado :
Va entre su alegre tremolante aliento Pues ¿qué será si el caso está dudoso,
Sus triunfos cuenta, sus victorias canta, Y en la opinión contraria la ganancia,
Y en públicos carteles de alegría Y el parecer opuesto y descuidado
fiestas aplaza y les señala dia. Del gusto que ha de ser aconsejado?
Dar en pomposo alarde los trofeos «Servirá solo de quedar corrido
Que el tiempo dio a sus Ínclitos varones, Quien á todo este riesgo se arrojare
l.a no \ ísIli creciente de deseos, Mas no por esto un pecho bien nacido
Las ronquisladas bárbaras naciones, Es bien que en miedos y sospechas pare :
Será gastare! tiempo con rodeos, Yo, señor, desla junta he conocido
Y poi cortar la letra hacer borrt s: Que quien el gusto tuyo reforzare
Que 's querer ciliar mucho en breve SUllia (.mi su opinión sera decirlo quiero,
, .
A pedir, nú que mudes la sentencia ; Quién dando esta razón quién la contraria .
,
, ,
De ajeno cetro j dependencia extraña. Los montes con que piensan espantarlo ;
Que i Italia , España j Francia dieron leyes. Masque sus lenguas curiara mi espada.
»Y s¡ tu pueblo no se precia en vano •Y lú, invicto señor, tasar augusto,
De ser de nn lujo de Béi tor descendiente, A quien on triunfal carro do leones.
Y él de Priamo, y ambos del troyano Ya con brazo enfrenar veo robusto
Dárdano, de a 11. mi o ítalo pariente Las españolas barbaras naciones ,
Siendo el déci [uinto rey hispano, Manda callar los magos que no es justo :
Sabe que del gran mundo en los secretos «Los ciegos ojos a la luz présenle
Por d le el cielo bus discursos guia Sonando quieren ver lo venidei o,
Kl Hacedor del tiempo, cu mis ciclos, Y on vano temor a un rey prudente
1
De la sentimiento,
eficacia el vivo iCómo mágii a canilla
dice la
lie la resolución el brio importante; Del que a ti te predica, y el reniega,
Que la clara verdad so trac consigo Que en esto no te ofende ni lastima
sin respeto do amigo iu enemigo sí un remo tu grandeza desestima?
, ; ! ,,
0" ' " ue dio i imilla gustos por umplido? < Con que crece b mu y vuela el viento;
a qué Ngli o pta no Bobra 6 i.dta
i Dónde el Arme pilar halló la b i
i ín lo mai ajagtado
j mas medido? Sobi que el m
e lo eati iba v hace asiento
Pío hace el brazo mortal rara maa alia; Quién ai tiempo pasado alquiló c isa,
Nadie poede dar mas que E recibido i : o en qué camina tanta el peni a nto¡
,\ alcanzar con mi ploma adonde quiero Este sabio lo aupo j mayoi fuei .
<
v,
:i^i anudando la razón primera
,
Su noble crianza ^u vie,.*/ doi trina
.
Con un becbo salió de tanto lomo De Celes uve \ muele en luego cierno.
Quién le obligó i encargarse del infante; Quedó, con la virtud del nuevo ene. mío,
Que gusto, que interés por esta vis Oróntes Buperior a los mas diestros.
l.a voluntad del sabio nigromante Sirviendo ue aprendices en mi encanto
A ni nueva lealtad y anuir movía :
i Loa que antes le servian de maestros :
Tuilo fué de mi gran Bn causa bast inte : Estt pudn el cuaderno, > puede tanto
Dirélo si a la heroica musa mia Bn caves venturosos ó siniestros,
Del oyente otorgare la paciencia, Que lineo los del niño, y le trucara
Para nna breve digresión, Ucencia. Al cielo el curso si él volar dejara.
Y que por esta tola ves rompiendo cunan los sabios de la altiva Francia
I
.
l.a brevísima acrion y curio .anillo . Por ver su invicto rey en tanta alloza.
Que i toda priesa > brevedad siguiendo Del inconstante tiempo la Inconstancia
Desde el primero voj al postrer pumo. Y de sii^ Incoes la infeliz tirmeza ;
Pueda volver atrás, donde, cogiendo \ los franceses magos con instancia
I I.1-111 .11 sii principio todo junio , Procuraban saber dista grandeza
Con clan brevedad se entienda j vea Cuándo se halda de cansar fortuna.
Cuanto aquí bita y el lector desea. > hacer menguante la creciente luna.
Yo al puntu volvere de mi victoria Entre estos Malgesi fué el mas famoso
A nueva dlHgenda y paso largo; Sutil encantador, Bel estrellero,
Que es breve el tiempo y grande la memoria En ahumados cercos prodigioso ,
Y á la alta estrella de su invicto hado; Dueña del lago que reinó en Irlanda;
Cuya luz dijo que del pueblo moro Que en negra tumba y bóveda secreta
Verdugo cruel seria en campo armado, \ ivo metió á Merlin, y en cama blanda
Y los agudos tilos de su espada Le encantó, donde en bosques resonantes
Muro invencible de su patria amada. brama en la gruta y árboles de Armantes.
Enlre los que en sagaz destreza vana Desta los libros heredó y la ciencia ,
A este el cielo á servir le lleva , y llama de, cayéndosele el libro de sus conjuros, un demonio con la
Honra á sus gentes , y á sus siglos lama. fuerza dellos saca algunas legiones del infierno para destruir a
España, y su ángel custodio los refrena ; j haciendo alarde de
Fué hecho el hurto en cercos tan seguros, los muchos mártires españoles que la persecución de los moms
Oculto apremio é invisible paso, lia dado al cielo, promete a Espafia mi nuevo mundo en premio
One a Malgesi y sus mágicos conjuros a su católica religión. Bernardo, entrando en un barco milagro-
Encubierto quedó y nubloso el caso : samente, llega bordo de un galeón, donde baila presa á An-
;
Mas lo que Malgesi , en sus rumbos ciego. Este al pasar, le echó pesado embargo
,
Ganó con fria venida v paso tardo Y' en lo alto lo dejó de una ancha loma
{Quién lo sabrá decir? ¿Con cuyo aliento A una encantada cerda dada un nudo
Seguir podré el alcance á tan gran cuento? Tal que apenas romperle el tiempo pudo.
,
Mas conviene, señor, contarlo todo, Este fué el ciego lazo en que caido
Por digna prenda del valor de España, Le vio España y el conde de Pontiero,
En quien el santo celo al cetro godo Con el que aquí y alli quedó corrido ,
In reino prometió de gente extraña : Y en ambas partes sin su honor entero;
Al! nuevo y soberano modo,_
i | ii ir No habiéndole ayudado ni valido
De León sonaron en la real montaña Aqui la ciencia, ni acullá el acero;
La vez primera, en aparato ufano, Que hay sabios que no saben ni son buenos
Los mundos (pie hoy gobierna vuestra mano. Sino es para agüerar males ajenos.
Allí , con ciento y veinte lustros án^es Perdió turbado el mágico cuaderno,
Que el sol viese de España las banderas Y quedó preso sin recurso alguno;
Voltear los abrasados garamantes Que de mil que sacó del hondo infierno,
Y asombrar de Etiopia las riberas , A la necesidad no halló ninguno.
('.o in sombras se vieron sus triunfantes Excepto Trashurgiu, que el lago averno
( per las tiernas vidrieras Duende no vomito mas importuno.
lid cristalino reino que por muerte ,
Que, por cansado hablador sin jugo,
De Saturno, á Neptnno cupo en suerte; Hasta al infierno sirve de verdugo.
; ,., . ;,.,; , , ; , ,; , ,
Y con ¿I, en figura horrible puesto, • Con este permitió libre soltura
formando rayas Ungiendo emeesj
Al seglar pueblo v religioso estado.
I'h sombrío escuadrón sai 6 molesto Hasta negar, envuelto en mi locura,
Del centro oscuro i las odiosas luces, Del Vii .o io de tío el principado; i i
La fuerza i ledos y el rigor les u ta > | ¡ Ln corva reja vuelto , abrió la tierra.
Que al francés mago en su prisión asombra, Para siempre nn reino en esta tierra
De cuyo aspecto la tnfeua Bgura En quien de lOVe el belicoso hijo
Un mundo \ i-t<- de enlutada sombra ; De su fuego el mayor calor encierra :
\ asi en triste silencio, mal segura De aquí pense con un rodeo prolijo
1.a negra escuadra que eo sus versos nombra Al ancho inundo hacer injusta guerra,
Ki hiirinii Trashurgm a su réntala Y ser de la morisca gente, solo.
l.a soberbia cerril humilde ahaja. El feroz Marte y el prudente Apolo.
Kl vn-jo Satanás, que es de Ires cuernos, I Mas no sé quien , ni cómo , me lia trocado
lie discordias amigo j de rencillas, Kl feliz curso a mi primer gobierno,
Con rabia revuelve les Inflemos, s aquel muel lo valor resucitado ,
\ iie Aqueronte asombra las orillas \ Helio en lirine diamante el pecho tierno :
Vinillo allí ile sus fuegos sempiternos Salió como de burla en campo armado
, ,
Balado en Bangre por tus manos, crece; Feroz la vuela ya de casa en casa ;
C.oiiira ipiieti no hay valor ni ames seguro, A;i desta vencida gente el Vella ,
La odiosa luz. de esa enemiga estrella. Los que á tenerte bajen compañía. »
Mas quede en pena al reino castellano Asi el soberbio espíritu, deshecha
Humosa eslampa de su ardiente huella ,
La lengua en rabia, á Belcebú decia,
\ sepa el mondo que por estas cuadras Solicitando el escuadrón liviano
Juntas Beloehú tuvo sus escuadras. Pan arruinar el reino castellano ,
• Bien silos que la espada rigurosa Cuando la negra estatua afarolóla ,
Que nos echó de encima las estrellas, Mandando sosegar alboroto. el
Quiza por parecerle peligrosa Así , con torpe labio y voz. maldita
Nuestra vecina cólera cabe ellas. Volvió asombrar los árboles del solo
i :
Que ahora con tus negras plantas huellas, Que en Meca goza y tiene el primer voló;
La entregó á nuestra furia, y al castigo Que su Alcorán forjé de un desatino
De Un poderoso bárbaro enemigo. Que soñó el imprudente Calcabino;
» Cansada ya de los dislates vanos i No tengo nn furor tan olvidado.
En que por tantos años ciega anduvo Ni el odio interno á esta enemiga genle ,
Entre soberbios dueños , cuyas manos De las que en el bautismo se han lavado.
Con sus doradas masas entretuvo. La mas lírnie católica y prudente, .
Bajan los rostros de temor rendidos, » Después que entre suavísimas prisiones
Suspensos los furiosos ademanes, Luz dio y esfuerzo á Flora y á Mana
De aceda envidia y de dolor corridos, Y tras su voz con limpias persuasiones
Mas que primero dentro en sus afanes : Corrió al rojo martirio Leocrecía;
Tales que á no tenerlos oprimidos ,
,
Rodeado de lumbrosos escuadrones,
Huyeran del infierno á los desvanes, Su triunfo guió por donde vuela el día :
Que al mundo el centro y el reposo quila Gloria del cielo y honra de Cárdena ,
Desde el negro dosel de Radamanto Gozara España, si la sed maldita
Al frágil leño en que Carón habita De humana sangre fuera mas pequeña;
Con cuanto de la muerte el triste llanto Y los brazos y pies que troncha y quita
En niebla cubre y sombras precipita , Al sufrido Rogelio, con que enseña
Que contra España aquí vomite y eche, A pisar mundos y alcanzar sin manos
,
Que con natural odio y pecho osado El juvenil furor, v hace sagrada
Tanta cristiana sangre' ha derramado Del real Guadix la tierra v de Granada.
..
, . ,. , . ; ., , ;: ,
( ini ii 'II*.. pueblo que atestigua Cuando, toda deshecha en humo vano
Contra el pagano en croa j altar sangí icnto. . La mi' nal ¡unta se apagó
i desl . <
¿Con quéc prara España tal le oró, higos! aquella no* he otro dia j
NI penséis, hijos del eterno lloro. Solo un breve renal le oración pía
Que el gran Rector de la esti ell ida esfera Que escrito vio i las puertas de un convento,
Tiene entregada para siempre I Espada Ese sabia j ese en dulce vuelo .
• Que ya de hoy mas, sin que en menguante vea De emendar prometió la im nula v Ida
El primer punto de bu nuevo aumento, Y el pacto oscuro con Pintón guardado
Ni corvo alfanje podero Has siempre fué difícil la salida
A usurparte "ti" paso de bu asiento, Del mal que va en el cuerpo esté arraigado :
Mi español reino ira como desea . Al que mas llora salud perdida, l.i
NI solo el mundo que anón ondea y baSa Puesto de un pié en sus mágicas prisiones.
D dos i" ircs el mudable hielo
a Dos dias en ciego humo vivió a oscuras,
\ -
timbrada v asnera montana
1 fin l). -o ciencia burlado, y las neones
Que con los francos parte clima y suelo. Que primero adoraba por seguras
Le ha dado el cielo a mi Invencible España; n le de noche en inundas visiones,
Que no en balde le ha dado Bspaña al ciclo De dia en bultos, sombras y figuras,
'i antas cabezas por su amor perdidas ,
;
Con ungido temor daban castigo
Que es rico el cielo, j paga en ambas vidas. Al vano presumir del falso amigo.
«Antee ibu católico monarca II. isla que de los bosques comarcanos
Y una ignota nación . que ahora emban i Con que libre se bailo de miedos vanos,
El feo Carón solire mi l.j'_ru ardiente , El mal regido mágico adivino
Despierte con su luz. a nueva \iila , En el deseado robo del Infante,
Del mortal sueño ell que la veo (lormiila. » En años niño, y en valor gigante.
D |obatiendo las lijeras alas
:
v Esta es oculta traza la cautela
la ,
Mas de entre el bunio de la gente fiera Por nuevo mundo y cielo discurriendo
Hecha una cruz las m; a levantadas , Y pues va el detenello es anegado,
«Jesús, dijo, socorre un siervo triste, Nobles deidades que guiáis mi intento.
Tor quien para morir en cruz, naciste. » Socorred mi barquilla con buen viento.
, ,, ;, ; , ;, , ,,, , ,
; , u
Kn calma quedaré y en golfo incierto, Que el caballo sin rienda, y él sin tino,
Sin esperanzas del amado puerto. Al tomar de una senda erró el camino.
Por el mar ancho, en desenvuelto vuelo, De su ayo astuto y su encubierta gente
(iu barquillo sin alas discurría, Perdido se halló en un bosque espeso ,
Y ahora ¡oh lustre del iberio suelo, El sol, ya en las montañas del poniente,
Sucesor digno del que en él venia ! De las tinieblas trastornando el peso :
Luego que al mundo el sin igual modelo Dio en caminar sin luz confusamente
De tu raro valor, con el que cria Y por derecha senda ó curso avieso
Tu antigua sangre real, hizo en Miduerna Llegó al mar de Colibre cuando el día
Principio ilustre á tu memoria eterna. En el de la Coruña se escondía.
Venciendo el campo aleve con su espada, Era en la sorda playa la resaca
Su tio en libertad por ella puesto, El son con que la noche iba creciendo,
Sin darse a conocer, dejó asombrada Y á cada tumbo por la selva opaca
La corte, al Rey, y del contrario el resto; Las con bramidos respondiendo
lieras :
Donde el gran Trismegistro en fértil vega Una voz tierna, hecha de temores,
La ciudad hizo que deshizo Homa ;
Pidiéndole favor, llegó á su oído ;
Y alli de un cerro , que á las nubes llega
, : O fuese el viento , ó sueños burladores
« ¿Ves, hijo, dijo Oróntes, donde asoma, O el sabio que se huyó lo haya fingido
Tras de aquel risco y áspera montaña, Porque en principios no del todo humanos
Tu antiguo patrimonio de Saldaña? El lo diese á sus hechos soberanos.
» Alli el que te dio el ser su estado tuvo, Parécele haber visto una doncella
Y en todo este ancho mundo tus mayores, De un su enemigo sin por qué afligida,
Y á ti mas fama en él que en ellos hubo, Y que era el enemigo tal que en ella ,
Bosque de Tarazona á igual distancia, Por dónde fué lo que en el sueño vino
Pasan del rio Moncayo la alta sierra Que el no ver lo que vio en sombra tan bella,
A quien dio nombre el que á Palatuo guerra. Que es falta cree de luz ó sobras della.
,
Un cómela urdiente,
rastro de nrn, cual Mi rey, respondió Alperso, dar no excusa
«
Votando rió croar el hueco ricota En lodo tiempo 1 todos gral audiencia, i
Como en estanque claro amia serena Y allí a una bella d.im un rej rendí lo
i .
Y el ciclo, noche > vidas abreviando lie aspecto bravo loen que \,i a,, lo era
.
Sobre ejes de oro sin parar rolando. Que le habla vuelto amor de acero en cera. , .
Sale dejando el ave el caro indo, i. .i nadie dejó libre , el rej potente
NI el arnoncillo de oro mas l(]ero Hecha su alma un altar de amor injusto.
De tn arco despidió el mejor (lechero, Por ídolo traía de su gUStO,
Cual are o Decba por el blando viento, y en contemplar su hermosura atento ,
Sin dejar rastro el agua corlando n Has que hombre estatua muerta parecía,
En varias cosas puesto el pensamiento Insaciable en hartar el pensamiento
\ rumo en todas icei lar trazando : Del sabroso veneno que bebía :
De unas en otras in alto pensamiento Cuanto mas bebe, queda mas sediento;
Va, cual su esquife, por el mar rolando; Que es el amor mortal hidropesía ,
Tales, que el que llegaba mas atento. ¿Qué mas grave tormento se me diera
Temí por uno que miraba ciento.
i
, . Si contra ti otra culpa cometiera?
Llegó al real bordo el encantado barCO, •Bien sabes que fué el término de verte
Y en deseos de mostrarse ios primeros, Feliz principio de rendirle el alma;
Alperso el Rojo, y Galbarin el Zarco, Ni te es del todo oculto que en quererle ,
Dentro s dtaron con braveza y Seros Al mió ningún amor llevo la palma :
Cual pretensoren corle entretenido, Que á veces gloria del dolor se cria,
Cual ajüei dudoso hombre pulpado, Y de un contrario azar suertes dichosas;
Cual paje nuevamente recibido, Y cu la fruta que al gusto parecia
Cual por conjuro espíritu apremiado; S. i/. nía. la en lisonjas mentirosas
.
Cual a cruel enemigo declarado, Que aquí por varios trances me ha traído,
Cual labrador á un avariento ejido. Con mi venida diere algún recelo
Cual noble pecho a un corazón hinchado, Al gusto en que te hallo entretenido ,
Que es en leves de amor vivir reinando ; Que en tanto riesgo me obligó á buscarte,
Has ahora v iva o muera, muerto ó vivo,
. Es pedir de tu mano el verdadero
.lamas morirá en mi la fe en que vivo. Honor, titulo y voz de caballero.
uPomne que
seca arena abrasa,
al sol la » Soy un mancebo como ves dispuesto, ,
Que cu luz, tinieblas en calor y en frió , Yo siento añera en mi que soy cual digo,
Dejare por ser tuyo , de ser mió.
, Y cada uno es de si el mejor testigo.
Dijo; y cual si de blanco mármol fuera, » Lo demás , si tú gustas , por ahora
(lucilo sin habla , sin color, sin vida; Para tiempo y sazón mas larga quede ;
Solo dio el llanto muestra verdadera Que descubrir de un hombre en sola un hora ,
De estar al triste cuerpo el alma asida : El pecho , ¿quién sin Dios hacerlo puede?
¡Duro paso de amor, que enterneciera . Esto, señor por la que el tuyo adora,
,
Del Caspio mar la roca mas ceñida! Pues nada pido injusto, me concede :
Y en Angélica obró su sentimiento Después sabrás de la venida mia.
Lo que en acero duro el blando viento. Quien soy , á lo que vengo , y quién me envia. »
Cual parda encina en años arraigada Dijo; y el Rey, con esto satisfecho,
De un desabrido ciervo acometida . Quedó, si no seguro, reportado;
Que mientras mas de aquí y de allí asaltada, bien que el medroso amor el noble pecho
Mas a su firme centro se halla asida No le dejó aunque libre asegurado;
, ,
O cual peña en revuelto mar sentada, Que lo mas imposible da por hecho ,
Que el aire y agua lavan las estrellas, Y en las leyes de amor, quien no temiere,
Y firmes quedan en sus montes ellas Burla si dice que de veras quiere.
Tal á los dulces ruegos y blanduras Y asi le respondió « De tu venida :
Del persa rey Angélica quedaba, La causa podrás darnos que quisieres
Rotas de la razón las ligaduras Y' á los largos discursos de tu vida
Con que las suyas convencer trazaba, añadir gustos ó acortar placeres;
Volviéndose á las voces mal seguras Que una imaginación tan divertida
Del deleitoso son que la encantaba, En nada dudará que le dijeres :
Mas que á quitarle lo que aun' no gozaba. Si no cuanto me pides, lo que puedo. »
El alio fin guió de aquel camino, En que actos tales suelen celebrarse :
Era á todo su bien impedimento; Bernardo, desciñéndose la espada .
Y la \ iolencia del contrario sino ,
Ene a la oriental princesa á presentarse;
Que en no admitido gusto determina Y a los pies puesto del soberbio estrado ,
Que muera el Rey por la gallarda china. Asi le dijo, ante ella arrodillado :
Llegó
el doncel el rostro descubierto «lletrato vivo del valor humano,
Y persa , en verlo entrar, salió alterado;
el Si no eres sombra ó lumbre del divino,
Que nii- mi ingrata dama, el pecho abierto, Redeña y toque del pincel v mano
Dándole estaba el alma, arrodillado : Que a tan gran perfección abrió camino;
La que dormido vio, hallo despierto; O seas toda del coro soberano
Y viendo el tierno gusto violentado, Ángel de luz. ó bullo peregrino
En que allí está , contra el presente agravio, De la masa mortal en lo (pie quiero
,
Asi , á Orimandro vuelto , movió el labio : Séame tu alta beldad dichoso agüero.
. .
. »
., ., ,..;
. . . , ' . ;: , ;.. , .
1 1. dernardo, i mno i\
i seBoi
ii ique lo roo
espad i . i ,
Las de m i bi is li
Que en servirle estará siempre ocupada, Por no humillar de su gánela el vli uto.
De es ni tierna manoi ó marfil puro De los gustos que están mas des,
Para nuei as victorias roe sea dada . mas s: lulo el pensamiento ii :
si esto es lo meaos de lo m is que puedes. son los que entre ellas gozan los mayoi
isuspensa beldad de divertida
i . . Quieren su. Igualdad Ber tan señoras,
Ipénas aló ni doncel gi ita n spui 1 1
< .> 1 1 •
•
nad i luera de -n gusto *
De discreción tan lleno j de cordura II que hasta aquí á esta dama has usurpado;
t)ue al discurso mas i ivo y elocuente Búa a otra i
e las
;
que amor las tiene
1 1
De una trom| arcial .il ronco esli \ la obligación nueva en que me hallo
Espuelas calzó de oro al novel Marte, Con ni apetito mide
. i
,
> la deidad que asiste en él j en ellas Su rolo barco al dios que fué su guia
«(lúe la inviolable fe de caballero Tal el persiana rej oyendo estaba
Qne al nombre heroico debo que boj recil i uanto el doncel del mar decirle i|iiiso ,
Segura y >:il\ : á todo un mundo entero , Que, de iras lleno, su furor llegaba
II tiempo guardaré que fuere vivo : En desesperación a ser remiso;
Ni por mi punto perderá el severo \ va por esto, ó porque su alma bl i\ i
liarle el grave rigor del suyo altivo Mostrar pudiese en trance tal su aviso,
En cuanto en sus sagradas leyes manda Kn grave aspecto a la demanda puesta
El feroz rey que gobernó en Irlanda. Dio este breve discurso por respuesta :
Que atento le escuchó le habló severo , : Aquello solo sigo que repruebo.
« Invicto Rej, si .m celebrado pacto «Que invencible fuerza de los hados. l.i
Sin culpa me
ha de dar nombre de ingrato De su valor descubren la impon mi ia
si tu oHi voluntad mas concei tada
. Conmigo hacen lan mala conveniencia,
No granjeas ese delp ó su retrato; Que toda su armonía es disonancia ;
Escarbando la tierra al fresco ejido, Rompió al caer del mar los tumbos claros
A un golpe piensa de quedar vengado, Y desatando al sufrimiento el freno,
Y la contienda y celos acabada, A dos manos tomó la firme espada
Libre y señor de su vaquilla amada; Que ha de dejar su cólera vengada.
Bien asi el rey de Persia en rabia ardía, Con ella , y con la furia que alcanzaba
Y á la incierta venganza se aprestaba; Que á las parejas con su amor corria
Con los medrosos celos no podía Al español buscó que le esperaba ,
La cólera enfrenar que ardiendo estaba : Debajo el medio escudo que tenia :
El yelmo de oro que á la noebe fria , Si lo halla esta vez, con ella acaba
Un nuevo sol de pedrería formaba De sus rabiosos celos la porfía ;
Las rodillas por tierra sus guerreros, Vuelo le escupe por el aire vano,
Cuyas robustas fuerzas alentadas Como el persa feroz la altiva frente,
Así se aumentan á los golpes fieros Del suelo que hirió levantó ufano,
Que en cada cual parece que revive Y en no vencido aliento, con voltario
Nueva fuerza y vigor del que recibe. Luchar se anuda y ciñe á su contrario.
La altiva causa de la lid sangrienta Las firmes garras codicioso emplea
Suspensa mira el riguroso estrago, En anudar al gran pilar de España
De cuyos golpes la áspera tormenta Que con igual codicia le rodea,
La mar pretende hacer de sangre un lago; Y el cuerpo hombros y piernas le maraña
, :
Tiene cualquier favor por aciago; Donde las fuerzas prueban y la maña
Que de su ocasionada hermosura Entre un estrecho revolver de brazos,
Ninguna guarda juzga por segura. A hacer las honras ó el honor pedazos.
Teme que venza el Rey, y no querría De las heridas las sangrientas fuentes
Ver salir su contrario victorioso : Al mar tributan con calientes rios,
Desea cuando Bernardo le heria
, Y su falta en los firmes combatientes
Ser escudo del golpe peligroso; Las fuerzas mengua, pero no los brios :
Y en mal formados cuartos los escudos, También desta verdad será él testigo,
Y' la indómita saña tan entera , Que ya feroz, dos veces ha intentado
Que ella parece acero, y ellos cera. A esconderle una daga en el costado.
A argentada luz de Cintia bella
la Mas el leonés brioso, á quien agrada
Son en el diestro herir retrato vivo, Ver su alegre victoria antes del dia,
Uno del Orion armada estrella Libre oé si le sacudió, y la espada,
Otro del rojo serpentario esquivo : A buscarle trasél , furiosa envia;
De la vara fatal del dios que en ella Y hecha dos riquísima celada la ,
Trae dos dragones de oro fugitivo ; Dio lio el ciego amante en su porfía,
Que en contino anhelar los pechos llenos, 1.a di' mi ingrata dama anies cumplida ,
Que porque mu penara no muriera. Que es darle vida el esperar que muirá.
La reroi gente del vencido amante Quedó el persiano. viendo la aspereas,
Que in rej rió en tan tríate estado puesto, NI de nuevo sentido ni admirada .
Tal del león i itaOes en sangre envuelto ruando el cielo en sus ejes trastornando
Lu nuevas garras dan espanto j grima I. a húmeda noche con sonoro estruendo,
Y él . libre ja del * ui^i» Inútil , vuelto En sesgo vuelo por el aire blando,
Al desangrado rej <|ue aun \ ¡ve anima . , Con prestas alas de oro descendiendo
a volver del desmayo, y dar aliento, Sobre el suspenso mundo, a quien traia
Si h.i quedado por o le, al pensamiento. Antes del alba el no esperado dia.
Como elque en tristes sueños se hundía Y' ella en ardientes cercos repartida
,
,
Al cii >go buche de una sierpe brava A Ironeo son de un espantoso trueno,
Si entre sus negras garras le halla el día, La luz dejó de que venia tejida
, ,
A cuyo aulor halilú desta manera : Al pecho mas brioso quitó el brio.
«Justa venganza de mi injusta vida, Un carro ardiente de metal sonoro,
Para esto de los dioses enviado, Cuyo pesado yugo en sus prisiones
Déjala ya de un golpe concluida , Hace humillar con las coyundas de oro
Abrevia tu victoria y mi cuidado; La enroscada cerviz de dos dragones,
Que es cruel compasión piedad ungida . ,
Volar se vio v ardiendo entre el tesoro
,
>Ya he visto por mi mal lo que amor puede que estas sombras temerosas,
Al tiempo
l.n un pecho a quien bita la ventura. Nocturnos monstruos de celajes hechos.
Cuanto a un breve placer la pena excede, Las fuerzas refrenaron mas briosas
Y id mas tundido bien cuan poco dura : Con luz medrosa a los presentes pechos,
si esto asi al mas dichoso le sucede, La grita comenzó) voces llorosas
Hai le un golpe suerte segura; mu De Angélica que en lazos de oro estrechos
,
Que es dar la vida a quien la muerte agrada, Por superior violencia el bulto preso,
Género de crueldad disimulada. Al grave carro dio liviano peso.
«Mas si este Ilion con los demás me ved.i Y luego que, huyendo en sombra Vana,
I a estrella ipie a este paso me ha traido Las fantasmas volaron por el viento,
Este ahora i lo menos me conceda Y el rojo oriente y lucida mañana
Por premio i lo que en vano la he seguido : De luz al inundo dio dorado aliento,
Que esta lasada vola que me <|ueda lodos por justa dan de la inhumana
Se pierda donde el resto se ha perdido, Reina la grave pena y el tormento,
A los pies de una ingrata con que vea . Y bien que el cielo asi lo ordene y mande .
Cada uno de los dos lo que desea. Porque ingratos ningún castigo es grande.
¡i
Que los tiempos trocar podran su sueit : Y asi efieaz en un sabroso engaño
De los vivos es propia la esperanza Que nadie la vio álable o desdeñosa,
Que llega hasta las puertas de la muerte : l)ue libre se escapase de -ü daño :
Vive que si fortuna y su mudan/a
: Después diré de la carroza hermosa
Han podido á tal termino traerte \-su celestial robo el curso extraño;
El pardo cielo de celajes lleno Que es largo aquí tan dilatado cuento,
De turbio, suele auiauccer sereno. Y corto a ingratitud cualquier tormento.
, , ,, — ; , ,
¿Cómo, estrellas, voláis tan descuidadas? Ave que iba volando parecía,
Y tú, muerte, «pie el ¡justo en hiél conviertes, Hasta el bordo real deste navio ,
¿Cuándo con una acabaras mil muertes? Donde, en entrando en él, vi hundirse el mió.
Lijero tiempo , que cual libre (lecha ,
i
, «Pues si del mundo el superior gobierno
Del mundo haces correr el curso blando, Aquí me trajo en tan sabroso engaño,
eloces dias de medida estrecha,
v Y de tu fuerza el bulto tierno
a librar
Ruedas que el bien y el mal vais devanando; El guió de mi viaje extraño,
fin
Y tú, mi gloria, que á su corte hecha, La oculta traza del saber eterno.
Por el aire deshecha vas volando, Ni por el suyo fué ni por tu daño;
¿Cuándo liareis la vuelta á mis enojos, Que para haberle de quitar la vida,
Y volverán á ver su luz mis ojos? Superfina hubiera sido mi venida.»
•Mas va que el ofendido cielo lia sido Dijo; y por el oriente el alba helada
Quien, en venganza de mi loro intento, Falta salia de luz y de alegría
La robada beldad habrá traido La mar aunque sin viento alborotada
. ,
La vez segunda
al triste altar sangriento, Con sordas olas el galeón batia ,
Y de Creta el encendido
la infeliz En huecos tumbos de cristal preñada;
Fuego abrasará á vueltas mi contento, Y cuando á veces sin pensar venia
Dando ai cuchillo , sin poder valella , Un tardo viento que en las velas daba,
El blanco cuello de mi imagen bella; Mayor tristeza y soledad causaba.
»S¡ á peso del dolor se da el contento, El deseado sol, turbio, encogido,
Si al peso de los bienes dan los males A sembrar comenzó lumbre al oriente,
Si á breve bien pequeño sentimiento, Entre negros celajes escondido
Si á pérdida mayor penas iguales De su ancho rostro de oro el rayo ardiente;
Conózcase por esto mi tormento, Y el ronco son de mi áspero gemido
Que soy quien perdió bienes celestiales, Suena en la nao y su alligída gente;
Y granjeó por un regalo tierno Que donde al gusto huye la alegría,
De vida celestial muerte de infierno.»
, Asi amanece el sol y nace el día.
Que, aunque dudosa y larga medicina, miento que queda de haber perdido por descuido la oca-
Las postas son en que el deseo camina. sión, y las varias congojas que al hombre contemplativo
Y el gallardo español con el recelo siguen en la vida activa fuera de su quietud.
De que tan noble rey sin culpa muera, Los demonios que tratan de destruirá España mues-
Así le dice , y da , por mas consuelo, tran la insaciable sed que tienen de nuestra perdición,
De su venida relación entera : y con qué gusto y facilidad la harían , si el freno de la
iiSi por la cuenta y cómputos del cielo
Potencia divina no los detuviese, significada por el Án-
La nuestra viene á ser mas verdadera
gel Custodio de España, que descubre cuan cortas fuer-
No hay por qué un golpe tanto nos lastime,
Ni adverso azar que un alma desanime. zas son las del infierno pata ofender á los que el cielo
tiene por amigos.
»De tus gustos no temas; que si el viento
No con fantasmas me engaño aparentes, En Bernardo, que guiado de un cometa se entra en un
Y en sueño vano y loco fingimiento barquillo encantado que le lleva donde Orimandro le ar-
El tiempo á conocer me dio á tus gentes ;
ma caballero, se muestra que al varón obediente que,
Del grave riesgo de ese altar sangriento, sin reparar en inconvenientes, de veras se pone á seguir
Y el cuchillo que asi en el alma sientes, las inspiraciones del cielo, él tiene cuidado de sacarle
Libre tu dama la conserva el cielo,
victorioso y honrado de las mismas ocasiones en que le
O en tronos de oro allá , ó acá en el suelo.
pone.
»La noche ya en el denegrido oriente
Por Orimandro, que sale vencido y lastimado en la
Sus cortinas de luto desdoblaba ,
Y el torpe nudo á la cansada gente honra y el cuerpo, se ve cómo el vicio todo lo lastima y
Los lazos del cuidado desataba, afea. Y Angélica, robada en un carro de fuego, es el pen-
Y en ocio los sentidos blandamente samiento amoroso de un amante, que volando navega sin
Con dulce delirar encadenaba, saber adonde, y jamas tiene horade reposo.
Cuando mi cuerpo sobre un verde prado
En su nudo también quedó ligado.
i-Y no tan presto por la sombra vana
enéDlraae eoo Yveef, ii>> de Gallaoa, rporrelt is< ena- En sus trazas juzgó por mas seguro
aaora della > ai margen, de una roeoii
.
Sansón duque j marques de Picardía, . Que siempre entre traidores el mas fino
.\ 1 lo, e¡ pi etenso de Sansueña ,
1 •
. i i Amor nace sembrado de cizaña :
Con otra ilustre y grave compañía , Creyó por es,- p..s,, abrir camino
La honra del campo j Doi de so reseña, A una nueva traición, Cuya maraña
Que castillo caminan no distante
'i Al andaluz dejase sin la \ ¡da
Que un tiempo por Rugero labró Allante. Y su leal opinión restituida.
a el
¡i vulgar rumor
I mire las breñas i| Comenzó aleve el infeliz contrato
Del hinchado Pomler suben en vuelo Metiendo incauta premia en id que urdía;
Del rnio muro las gastadas senas Mas faltó discreción falló el recato .
\ ueltas que al mejor tiempo el tiempo envía Al dulce amparo del silencia mudo :
I ou SUS regales revoltoso y vario, Oue con sus espumosas olas mella;
Viendo de los franceses belicosos El Curiano monte, que atalaya
El esi uadi on i su intención contrario, Del frió I. anuía la libera bella ,
i '
lucia sagas j mafia aguda Pasando á Bordean! con agua viva,
A pedirles llegó fingida ayuda. Y hasta cerca de Argón el rio arriba.
Es desla ocasión bella el nuevo caso De allí hacia Lengua. loo la tierra adentro
Florido ramo de mi heroica historia, La quietud saltearon del camino.
Por grave azar que el amagado paso Hasta un antiguo bosque que al encuentro
Suspender pudo de bo gran victoria : De Pomler y Tarascón les \¡no ;
Diez lunas volvió -mili" .soaso .i I i 1 I En cuyo verde y escondido centro
De gente esta oca ¡ion esta su gloria ;
Las ruinas hay de un muro peregrino.
A España suspendió por tantos meses : Que un tiempo fué ya célebre inorada,
Su venida alargaron los franceses. lardin de Un rey y casa de una hada.
Tantos la rica sala del tesoro Después que en Salabres la hada Morgana
Detenidos los dio cercos dorados, Al rev Artos, su hermano, vio piulido,
Y entre la sed j la virtud del oro Y el destrozada campo en la inhumana
En dulce suspensión embelesados ; Victoria entre un sangriento rio ceñido,
La ardiente lumbre del metal sonoro, Por el hondo (..nona ou pompa ufana
Con su vislumbre mágica, trocados Aqui al Vencido rey trajo escondido,
Los dio en mudas estatuas basta tanto .
Donde al mundo quedase con su ayuda , ,
Por un zodiaco entero hicieron punto : El rastillo hasta ahora se haya hallado :
De estos eran los seis que entre el tomillo i Oh invicto brazo, dijo, oh fortaleza
¡
Y árboles de Pomier sacó el rebato, Heroica El cielo guarde alma tan brava
!
Huyendo por sus ásperos conlines Contra injustos agravios en quien lio ,
Yidas a un tiempo les quitó y hacienda. Que á Ebro corre á pagar tributo y censo
los demás y él con sosiego
Huyeron : «Una soberbia puente ambos costados
Intrépido al francés escuadrón vino, Con dos torres altísimas le cierra ,
A propias fuerzas, del dudoso estrecho Acude pues señor, á dar la vida ,
Con que de los que huyeron fué asaltado; O sepultura honrada á un hombre muerto :
Los seis mal concertados salteadores. Que quien como yo está no encubre nada. i>
Y' él , no contento del sutil engaño Dijo ; y el moro hacia la parte guia
Con que el riesgo salvó de su delito Que antes salió huyendo la doncella,
Y á cuenta puso del ajeno daño Quién fuese preguntando, y por qué huia,
Del castigo á su culpa ancho distrito, Y el feroz caballero iba tras ella;
Un nuevo enredo de artificio extraño Cómo con tal denuedo la seguía
Asi por los presentes dejó escrito Si era para matalla ó por prendella;
En dulce delirar; que al mas agudo A dama, en desmayado aliento,
quien la
Deslumhrar su encubierto estilo pudo. Así empezó de su tragedia el cuento :
Ni tiene lo hecho por bastante hazaña, « Del valiente Dedran que un tiempo quiso ,
Si á pesar suyo eltiempo quiere hacella Donde, en destierro honrado y suerte ufana,
A sus mortales golpes no vencida , Del rey Albucasar dio la avaricia
Y á la esperanza aun en tan largos casos A mi agraviado padre esa frontera
Lugar le queda donde dar mas pasos Donde, él viviendo, su grandeza muera.
No es justo que reserve prueba alguna,
» í Abatan dio después el reino de Oca
Ni humana diligencia que no intente, A Zumail un ambicioso , viejo
Si punto no hay de tan menguante luna (,lue, en hambre de oro y en prudencia poca,
Que algún día no halle su creciente : Cuanto halla tomará, si no es consejo :
Como el rigor desta cadena estrecha. Mas que el sol limpias y que el alba bellas. ,
>.Del rey Hércules libio , que en España » La culpa era dejar la ley paterna.
('.un impedir del dulce trato el uso, Bueno para querido, y rué simpleza;
En diferentes cárceles las puso. Que amor ni estriba en sangre ni c Ideza.
•La niña Alodia compañía dtcboia No dio por sus ofertas y scrucios
Pué en depósito honesta de la mia ,
Escarnios ni desdenes la cristiana ,
Dejarme con ¿1 llena el alma ufana Ni triste el riesgo y Mise en iasa ajena;
De un ardiente afición de ser cristiana. 1. lie nada cu quien no hay culpa causa pena.
, ,
En ferviente atención orar la via Todo Harpali creyó que estaba hecho
Y que <ie alegre luí divina una ola Y que el ser rey le prometía barato
De cuando en cuan. lo el rostro le embestía; Aquel, ci iros gustos babia hecho;
y en soberanos lustres la arrebola Mas cuando llego a Mr con mas recalo
El rosicler de gloria que salía La entereza y valor del casto pecho
De un liios que puesto en onu traía consigo De una tierna beldad que en ser constante ,
Por Inviolable esposo y dulce amigo. No ira niña y mujer, sino gigante,
No es de ml «'dad juagar cuil sea mas justa
i • Quedo asombrado; y al negarle el gusto,
Pues con la espada y con las armas quiere Con gusto acedo ó voluntad sabrosa ,
Que aquel sea en él mejor, que mas pudiere. A serle ó torpe amiga ó dulce esposa.
Rióse el feroz
razones moro a las » Por un muro almenado que ceñía ,
Presa la bella Alodia, un monstruo horrendo Su torpe gusto en ver del sol dorado
El avariento rev tenia por hijo , El cairo de oro en que camina el dia;
Con quien nació en el mundo y fué creciendo Y en aguardar su ausencia desvelado,
1 arrogante espíritu prolijo
n Las horas cuenta y de la noche fría .
Del frió polo sin luz la ciega altura Llanto, alboroto, estruendo y vocería
En temerosos truenos resonaba En confuso era y bárbaro gemido :
Que ante ellas la del sol quedara oscura; Pasmada me dejó el suceso horrendo,
Diciéndole en acento soberano : Extraño caso, puesto por testigo
— Ya, virgen estás libre del tirano.
,
— De un ofendido cielo en su castigo.
«Cerrómelos sentidos el espanto, »De un moral arrimado al fuerte muro,
Indignos de gozar la luz del cielo. Adorno y sombra del llorido huerto,
Con la presencia y el lenguaje santo Con que Harpali bajar pensó seguro
Del ángel , de su espada y de su vuelo : Al malogrado lin de su concierto,
Quedóme desmayada hasta tanto Colgado le dejó en el aire oscuro
Que el nuevo dia despertó en el suelo, Un ángel á los ojos descubierto
Y yo de mis temores y fatiga De los que iban con él y el mas osado ,
Sus puertas ese tierno pecho le abra Mi hermano, viendo la crueldad que pasa,
Porque la halle al alma su consuelo, Por senda oculta se salvó encubierto;
Y sin hacer de otros contentos caso, Y'o quedé presa, Alodia sentenciada
Por todos hasta allá pase de paso. A ser per su limpieza degollada.
«Bien sé que los espantos de la muerte «Trajeron á la cárcel á Nunilo,
En varios riesgos te traerán metida; Y al verse y despedirse ambas hermanas,
Que tal es siempre y fué la humana suerte, Gruesas perlas regaron hilo á hilo,
Servir acíbar al que á miel convida : De un celestial jirdin rosas tempranas :
Y como si el morir fuese mas fuerte La mayor, con honesto y grave estilo,
Que el padecer viviendo en esta vida, Dulce afecto y palabras cortesanas,
Quiere en adversa ó próspera fortuna Mientras el cruel verdugo se apercibe,
Mascar mil muertes mas que tragar una. Esto en el alma de su Alodia escribe :
«Tú serás desto ejemplo, amada Argina; » —Ya la dichosa suerte concedida
Que gran discurso por pasar te queda ; De aquel Rey soberano por quien mueres,
Mas todo en ti á dichoso lin camina A eterna palma y triunfo te convida;
Y asi el cielo lo ordena que suceda : Reina serás si esta corona adquieres :
Con mas ansia me pide es que yo pueda , Que solo hagas lo que hacer me vieres;
Llevar de tí esta prenda y fe dichosa , Que aunque primero por tu ejemplo muera,
Que has de ser de mi amado esposo esposa. No llegaras al premio la postrera.
» Y que pues nuestras almas ya son una »;,Quién no conoce de la numana suerte,
Es bien que también tengan solo un dueño, Que al lin por bien que de morir rehuya
,
,
Un bautismo, una fe, una ley, y á una Le ha de alcanzar del tiempo el golpe tuerte
Ambas á un Dios la demos en empeño; Que los regates y el huir concluya?
Que cuanto alumbra el sol y ve la luna Siningún vivo se libró de muerte,
Sin este solo bien es sombra y sueño Loco es quien pipnsa rescatar la suya;
Y yo en tenerte amor eterno y puro, Y mas si , por la carga desabrida
Eternos bienes para tí procuró.— De un vivir breve pierde inmortal vida.—
,
, , , .; ; — , . , . ,, ,
1 1 i:F.rtN.\nn(), i.innn v. mi
»As¡ ilijo y e\ rostro soberano ;
-Este con nombre y pretensión de aspo
Revestido de gloria, par» la El ble hato \ voz regalaba ,
N
Que, ya desnodo de aquel lazo humano, yo, por su Mili i \ iiu honroso
Nueva deidad y luí en él vivía De amor honesto i sin dobles le amiba;
Las madejas del oro, que el liviano Este sinllo que el peí lio rigUl o ,,
v el iíi tu golpe del alfanje aguarda, En- loros doma vence los leones. v
La tierna niña, que hasta el cuerpo muerfb Acéptele el partido, j con divisa
Quiei e guardar honesto alegre aOoja . Trocada^ por huir mejor con ella,
una colonia azul en que trenzaba . Por lucra de camino nos libramos ,
El mas lino oro que el Bldaspes lava. Hasta que a Soria y Agreda llegamos.
mu i
rece do sus vestiduras
, ii .1 Seguíamos para Córdoba el camino,
Y a so compuesta honestidad previno, Del aniel de la patria acariciados ;
Suspendí' i'iitrr osos ¿Julios de uro el vuelo, ;Ay cielos, que allí en sangre esla bañado!
¡Oh de mis tiernos años prenda amada! Antes que muera, oh Mor de caballeros! ;
Que si un golpe nos iliu diverso mundo, Acudí a socorrer el mas honesto
i n cielo juntas nos daré el segundo. Pecho que el mundo MI tal estrecho ha puesto.»
»Y el hierro que las dos il¡\ ¡d:r pudo , , Asi la hermosa Argína el grave cuento ,
Cortando el mortal hilo, mas no el nudo Rolo el escudo, el lino arnés sangriento,
Con que el divino amor SUOO enlazarnos; Y en el herir el hra/o perezoso :
jimias nos ha <ie dar diadema santa . Que el morir sin socorro era sin duda:
Aquí humilde le espera mi carpanta. Mas donde el cielo acude todo ayuda.
«Dijo: y al punió de rodillas puesta El tratar con los buenos puede lanío.
Sobre el difunto cuerpo de so hermana Que al malo suele convertir en bueno,
Une .dii abora eompuesta
sirvió de aliar, > Y la CO u v ei's ación de un pecho sanio
Al sacriflcio ¡ victima temprana, Sacar Iliaca de lo que es veneno
El filo agudo de la espada presta Nerón con su crueldad nos pone espanto
Segó el cuello, y el alma soberana. Animo un Cesar, de clemencias lleno ,
A Vista de mil ojos suliiu al cielo Que el bueno es bueno en todo, v malo el malo.
•Quedaron en la tierra desangrados Las tiernas niñas, que el empíreo cielo
I uerpos de un precioso olor divino
i» i
, Gloriosas pisan con doradas pínulas,
Y nueva luz de gloria acompañados, Y' ya desnudas del humano velo.
Del encantado hijo de Lanfusa, A estos que ya por ellos son dos nos :
Por cima la dorada sobrevista Serenarán sus luces mis enojos,
La vista el golpe le dejó confusa : Y' en gloria volverán los males míos;
Cayó en el suelo sin aliento y vista ; Mas si estos son de amor vanos antojos,
Ningún libre sentido alcanza ni usa; Y entre estas sierras y árboles sombrios
Que un traidor, cuando acierta á ser valiente, Mi bien se ha de acabar y la alegría
Un mundo entero matará de gente. Que apenas en mi alma amanecía ,
Bajó sobre él el sin lealtad gigante, Aquí una sola fiera en sus entrañas
»
Y' en ver que vivo está le llevó preso : A los dos juntos dé sepulcro vivo :
Cayó Auchalí rendido en este instante, ¡Oh Alodia santa luz de las montañas
,
Y su Argina también cayó sin seso : Por cuyas firmes esperanzas vivo !
Llego á prenderla el falso Garamante Si á los que en gloría están no son extrañas
Y desmayada levantóla en peso, Las graves ansias y el dolor esquivo
Llevando las brutales manos llenas, De los que en vida amaron, distas mías,
Cual oso montaraz con dos colmenas. i Cómo, señora, tanto te desvías?
,; ,
. , ;. .. : ,
Que la palabra que le dio piadosa Mientras que perdido leslli ita el I
A este presente nesgo me ha traillo. > Del riesgo allí e ipai que aquí Cenemos. i
Dijo; v el belicoso Perraguto " l.lue como e |iaíiol huíale,,V • , ,,s juro
Con templadas palabras la consuela :
Que debajo mi amparo j casto abi igo,
Qae aunque dé alma sangrienta, no es tan bruto
,
Mlenll aS neis seguro \ l\ 01 e . |j I!
Di* las palabras i las obras pasa. i, a ios iius no contente v satfsfa
V con la libertad del jayí tuerto, I BtO Alpidio les dijo , v con bastantes
Entre las verdes yerbas desangrado, Raí s trocó asi sus tiernos pechos
El cerrado castillo quedó abierto, Que ya, mudando ley los dos amantes,
De la gente sen desaropai ii A la ermita con él se van derechos
Y de un lóbrego sótano encubierto, Donde aunque de los golpes penetranti
,
Cárcel de un grave pueblo aprisionado, Mimo Aueiiali después que Rieron hechos
Haciendo libre la murtal cadena Anilms cristianos, á {a viuda Argina
Cien almas de una viv. sacó de pena. A una ciudad llevo rircuuvrriua.
Y dando vi la puerta j ^» rastrillo Y allí en santa clausura un nuevo esposo
Segura puerta v paso roivió i Argina, ,
<;. le inmortal gloria su deseo,
Que a su esposo abrasada el amarillo
, , Trocándose en el cielo polleros,,
Rostro entre mi sangriento pecho Inclina : Para el bien de su alma este rodeo
Lleva i-mar sus llagas al castillo
i , ¡Tanto el trato de un bueno es provechoso,
Si liay para tantas juntas medicina ; lauto se medra en un honrado empleo.
Que aplicarle remedios es el cierto, Que a tantos bienes siguen otros tantos,
Al menos vivo mientras m> está muerto. , Y tanto con su Dios pueden los santos !
Peroa robaba el pueblo mal nacido; Los antes muertos campos vuelve vivos,
Y ile los i|ue oprimía en sus prisiones Y las limas en torno haciendo liesta,
El mal ganado mueble recogido, Con mudan/as y pasos fugitivos
Caballos armas joyas plata j oro.
,
, , El negro luto vuelven nácar lino.
Que á sus dueños volvió con misto el moro. El reposo dejó, y tomó el camino.
Hallóse entre estos presos un cristiano Era el tiempo en que el año se remoza,
Que el Soricano Alpidio se decía , Y la tierra, preñada de bellezas,
lie nolile sangre v pecho castellano, Sus llores pare y sus olores goza ,
Preso á traición del falso Areaudro un día ; Y alegra ambas a dos naturalezas :
Este tomó la sangre y las heridas , Por una selva que el humor del rio
De Aucball reparó lo mas que píelo . lie rusas llena v ile arboles tenia,
Bien que en grandeza ¡ número medidas, Y las aves sin dueño con el frío
t'.on desconfianzas lo volvieron mudo; Sus ramas ile sua\ isiiua armonía .
Por mi os dirá lo que por vos be hecho; \!' . re el viejo al no esperado casu
,
Ell lo que hasta ahora he sido de provoehu Y vuestro el golpe de valor no escaso,
No lie faltado y amor por obra enseña
, Dalde su entero punto a la milicia ,
Que esa no está en ser grande ni pequeña. Y a una gran sinrazón haced justicia.
» El puesto ahora seguro es peligroso .
;
Y,, señor, ¡le Calaf rey de
. oledn . I .
Que Bramante, cuyo es, querrá cobrallo, Soy lio; de Albamud, su padre, hermano;
Y aun vengarse del brazo poderoso Cs mi nombre Yucef, y dei ¡i puedo
Que con su espada pndo sujetallo : Que a toda E paña gober ¡la mano
Yo estoy de vuestro bien tan deseoso, Y el tiempo, que ji e su| star quedo,
Que si el mió importare aventurallo, De uno en otro vaivén fué tan liviano,
Por él tendré a mayor ganancia barril, i, Que me ha (raido a lo que veis ahora;
Que todo un mundo que me aparte dcllo Que quieu mas vive mas desgracias llora.
T. XVII.
, . ., , ,
Para asombro bajo y bonor del suelo : Su bayo muerto ya en id fresco llano :
El inundo argenta y su tiniebla al. :.i. Niño es siempre el deseo hecho de antojos,
Dirás que son vislumbres de su cara. Y niñas las que miran en los ojos.
Y aunque es del alba el rostro, y la cabeza Cu medio el bosque, al pie de un sauce umbroso,
Del sol entero que tras ella nace, l'u caballero vieron recién muerto,
Y los ojos dos rayos de belleza Y id que á ¡dé se volvió, tras un hermoso
Con que su luz temer y amar se nace, Caballo de armas J sudor cubierto ,
Mayor que la hermosura es la grandeza, Queríale asir del freno y él brioso. , ,
Lucifer que hoy entre los hombres inora, La lleva en su poder, yo sov testigo ,
Dio de su pecho cruel al centro inmundo Y entre lauto que tu por la honra ajena
bella estampa de su muerte autora,
I i La tuya en guarda das un enemigo, i
Del rey que ahora gobierna á Zaragoza, Por no perder sazón partió lijero :
Por la confusa selva sis camino Y Vio nadar por ella peces de oro ,
El frió ladrar; que al hambre j sus enojos Templó el calor el inoro con su hielo ,
Su i», rpo el Dores mide, mora entre las Las blancas playas del Japón buscando.
\ a la despensa rustica aldeana Que en las de España aguardan se trasmonte
Humilde pide moderada cena; l'aiahacer del barniz de aquella esfera
Que un ha) mal pan cuando la hambre es buena. El nácar de su aurora y luz primera.
Reformó de loa rústicos manjares Saliendo al cielo oscuro, trecho a trecho,
Con el ¡entre laminen el apetito v Tallas centellas Ferragnto hizo .
Que los pavos j tortas singulares Del prado alfombra v de las flores lecho ,
Las sobras siempre son de un pisto ahito; Perdido entre las yerbas y el carrizo;
\ i ¡endo por los saperos vallares Donde contando al estrellado locho
.
Sniiir balando el recental cabrito Tos diamantes del carro no\ edizo
A las maternas ubres, que, cardadas Las penas los cuidados v a su dueño
,
De gruesa leche , bnsc in sus majadal Sin sentir se llevo un sabroso sueño.
.1 poco que quedaba de la larde
i Y luego que el silencio a los sentidos
De nuevo lo gastó iras su demanda : En dulce on Ido puso sepultados,
\ al tiempo que mas hiere > menos ante Y a la interior potencia reducidos,
i -ii que sobre el mar de Cádií añila,
1
1 En otro nuevo mundo embelesados,
una sama ió ni \ ¡StOSO alarle. \ Entre jazmines y arboles floridos,
Con v mas llores de una y otra banda, Sobre un soberbio risco fabricados,
Hacer por entre un risco y dos alisos,
. Inos palacios vio ó soñó que v ¡a , ,
i n.i fuente bullir \¡n entre las llores. En ventanaje y bóvedas sembradas :
Que de una en otra en murmurar sonoro, . Cien torres de cristal ciñas alturas, .
Que en vuelo huyen por la ebúrnea puerta, Favor se pida y paso afortunado ,
Lugo sobre el río Miño, hecho un pantano ciendo que esta suba y la otra ruede;
I.'
Cou la reciente sangre de un tirano. Que esto, y mas que esto, con sus vueltas puede
.. 1 ,. , . . :
Donde Gaiferos por iuculta senda Y a pesar nuestro con sus armas raso ,
De hablar licencia el generoso Ovando, De un janlin ludio hiere enlre las llores
i
no entre mil valientes escogido Remansos sin color de agua espejada,
Para este grave caso, levantando Reverberan los vivos resplandores
l.a voz, dijo: «Señor esclarecido, En la cercana bóveda dorada,
Sansuefia y su virey, de tu alegría Y bullen sus vislumbres sin provecho
Con mi persona el parabién te euvia. Los varios lazos del dorado locho ;
Di' "Sajera este ejercito galla . Del consejo de guerra fué acordado
Que para echar de infame yugo
si el Que luda diligencia las legiones
a
De Córdoba y Besen juntado h ibia ; Del victorioso campo reforzado
Y el hado, quo ya lile cruel verdugo Con don Tibalte rompan los mojones
i n la muerte infeliz de Harpalia Del navarro distrito,}' alojado
Hijo do /.innail, le trajo un moro Sobre Sansueña pare, y entre tanto
A su corte , llamado Cardiloro ;
su corle pase a Burgos el rey santo.
• Hijo del rey que en Ayamonlc tiene ALEGORÍA.
Cetro sobre el tendido Guadiana .
l'ues este moro qurá heredarle viene. trae el vicio y quien le sigue , y cómo una mala concien-
De ambición lleno y de arrogancia v;n i
cia á si misma se lleva, donde quiera que va, |iur azote
Hecho dueño del campo, su real seña de su culpa.
Y el camino volvió para Sansueña. En Argina librada por Ferraguto, en la historia y su-
Llególe dentro en Nájera el aviso
• cesos de su vida, lo mucho que inquiría tratar con bue-
De famoso vencimiento.
tu ilustre nos pues no se interesa menos quo serlo pur su inter-
,
para ello los ánimos de los principes. Aluna contradiciendo, oía ayudando,
Si la fortunaen algo me terciara ,
Al ciego enredo de su historia nueva. Por bien que acuda al paladar la suerte.
Era Oarilo de ánimo doblado ,
»Eran mis inconstancias de manera
En sutiles astucias atrevido ,
Que nada me aceitaba á dar concierto,
Vario, cauto, mudable, recatado, Ni ser en el amor de blanda cera ,
• Aquella noche
junto la posada . ;i Y en aquel tiempo que la noche oscura
»
Félix engaño venturosa suerte . >iyo al salir, en ronco acento, uniera •*-
Si el verdugo I" hubiera ejecui ido i.i r.i dor, dijo ; y ciego entró conmigo
i —
M i- oculta verdad diamante fuerte
1 1 . .
s n -i,. p icbar ni conocer o era, >i
Dio co i
-ü nueva luz principio al dia. Ante mis pies cayo, de un golpe muerto,
i
ii ciso . de piadoso amor movido. Al caer conocí mi desventura
u
I
do
rigor de la sentencia,
al contraria rigor del duro hado
Y el :
;
oh haz iña leal de pecho no Ungido Ni disculpa bastó ni lité segura
Digna de mas que humana reverenc a Al ora/.on de (nía alborotado.
i
> por mi libertad puesto en tormento De dulee vida hacer amarga ausencia :
Juntarnos pretendió, y con solo on nudo ;,Por que no me la diste?... Mas si dieras
Atar todas lis lenguas y no pudo. , Pan quedar, señora , si pudieras
que tan adelante mi ventura
•Yo . Pues , siendo ya forzosa mi partida.
•
Vi cuando el tierno amor no me obligara
, La palabra me diste que bastaba
De Gila la nobleza y la hermosura Para anudar la trabajosa vida,
Por grillo-. > cadenas un- bastara : Que incierta en mi y dudosa se mostraba :
V eu Gila
dulce titulo de espo o el Pidiendo sin juicio á la fortuna
En un punto se dijo y se desdijo : Lo que ni ella entiende ni yo entiendo :
Cuyo soplo mostró que su porfía iQué bien tiene fortuna de momento?
Haciendo iba la mía mas suave ,
Qué gloria que no sea barnizada?
Pues al cruzar por un mordaz bajio, Qué soberano don Gila entendiese
A un solo salvo, y rompió el navio : Que el vario monstruo de importancia diese?
«Donde de hambre y sed me consumiera « Las riquezas serán, dijo un grosero,
Si con sola la muerte se vengara, Que es el don mas perfecto y deseado;
Y para liarme mil no previniera Que a quien vive en el mundo sin dinero,
De un corsario sin ley la Insta avara ;
El mas supremo bien es bien soñado :
Y de una roca el bergantín pendiente, Mil reyes al nacer vio el sol de oriente,
La blanca costa con la espuma cana Que al ponerse vio en muerte desastrada;
Amenazando esta , y allí fortuna Y otros volar al cuerno de la luna ,
Que á los pobres y ricos de contento No hay carga tan pesada y mal tan grave,
El estado trocó al trocarse el viento. Que no se vuelva con mandar suave.
«El corsario murió, y los mas preciados »Y' bien que en estos reinos de fortuna
De su aleve inconstante compañía, No se puede alcanzar bien sin mudanza,
Y de la chusma cual y cual, llevados No hay en todo el creciente de la luna
Del gusto, fueron tras su incierta guia : En punto, ó dure ó no, de mas privanza :
Cabe mal que eac en el valor humano. Quedándole del loen -oía la historia.
De la aguda res| il en i" arrogaote ¡ Pues aunque e-Ir rniilul me a -II be, huí
. i
,
Mostró el labio español animo altivo; m I orno loi dental de poco Baleólo,
, 1
,
i.iiir un ii.iy en •o iijcioii pecho importanto Por aquel breve tiempo que no- 'lili
Que un pensamiento igual do tenga vivo ¡
En nada halla eslorbo nue-im intento i
II maa humilde en sangre .il maa dialante Todo con -o presencia lo asegura;
De id bomildad tal vei en rostro esquivo Enfrena el mar j desenfrena el viento,
Desprecia, j pesar del parlo Inmundo,
.1 Y de tanta deidad es -n cadena ,
iiijn se hace del sol, que es lio segundo. Que a veces li fortuna lui-ina entren i
Los unos de ODaí y otros de otras cosas , Cuanto cabe en de-cu- \ esperanza ,
Cómo si i amor ier ciego do bastara, Y aun melé suba tanto bu creciente,
Sin que an ciego furor le gobernara. Que es la fortuna arroyo de su fuente.
Quien a tal opinión dio fundamento El -11 nombre Ventura v su ejercíl ¡0
>
,
>Y tú, villano, si á los varios casos «Sola esta, en el discurso de tu historia,
Que en sumario discurso has referido Si bien lo consideras, te ha fallado ¡
Buscar lo que te huta te ha mandado; Todas las cosas cpi el mundo venios,
Mira tu si te dta alguna cosa
t Cuanta- se visten de la luz del día...»
Y esa misma le lleva que sin falta : Asi orlando empezó; mas yo a Bernardo
Ninguno busca lo que no le Lilla. Mi pluma guio, y tuerzo el vuelo tardo
»A burlar de tu enigma delicada Que ya le veo en el galeón persiano,
mi respui -'a dirigida. Vencido el liey, y Angélica robada ,
iQué voluntad habrá tan ajustada Triste, aunque Victorioso; que es villano
Que no le falte sobre la medidnl 11 Quien del ajeno nial no siente nada :
Qué suerte tan perfecta J acallada Curo al Bey las heridas de sil mano;
Saldrá sin un azar en esta i ida . Apaciguó la gente alborotada,
Donde, cuando mas rico e-te- de bienes, No siendo menos blando que robn-lo
Hallarás que te faltan mas que tienes 1 El que antes fué verdugo de su ¡/justo.
•Pues todo su bien por este modo
si Y no sabiendo para cuál derrota
La fortuna lo da al nía- bien librado, Las velas amurar al tardo Viento
A quien le tiene va dado del codo, Que en crespas olas con tibieza brota
¿Con qué podra dejarlo reí liado? Del cristal y húmedo elemento ,
1.a blanca cosía en que surgir desvuelve : Siempre es pesada y triste su memoria :
Quebrado en ecos por las altas rocas Mi seso no quedó también deshecho,
Que azotan los delfines y las focas. l na yerba he notado de provecho
Salió á reconocer (¡lauro la tierra , » Y aun según de tus armas las señales,
,
Destrozos de una barca y de un navio. Mil yerbas , y una entre ellas coge , y vuelve.
A la orilla de un rio entre las flores,, Llegaron á la playa y en su lecho ,
Por el mucho oro y perlas, plantar manda Y demás de ser áspero y mudable ,
Sobre arrimos de plata y argollones Mas erres tuvo al grado y mas errores
En que repose y curen sus pasiones.
,
Que Roma y sus primeros fundadores.
Y en tanto que se planta y adereza Pero el favor que donde quiera manda
,
Con corvo arco pasó tras un venado Mandó que sabio y acertado sea ;
Donde una humilde choza alzar cabeza Ni (d fuego aprieta ni el aceite ablanda
Vio alegre, y aunque sola, halló á un lado Si él no da la virtud ni nadie crea ;
«Señor, dijo el isleño, esta ancha tierra Un dia, al delgado viento de la playa
Toda es de suelo y clima desdichada : Sobre una roca en que la mar batia,
Un mar profundo y áspero la encierra , Y al resurtir en una corva raya ,
Que en fantasmas y bultos inhumanos Puestos los dos entre el peñasco lijo.
üe noche cruza por los aires vanos. Asi al isleño el español le dijo :
Mas halla sus discursos tan extraños, >. al Rey y al reino mas propicio
hacer
Que no los tari en nn siglo de anos. i Con nueva oca ion de tal servicio.
la
Que s,M quien oa conoce en su crianza . < rasando a tiento el monte j la campaña.
Que es digno de que en lodo le obedezca Sin camino, mu senda ni sin guia
y,
'i
lo mismo que le ofrece
¡1 ofrezca. , A Malaga llegué perdido un día ;
A tan nueva merced dar recompensa, Que echo a la costa un áspero levante ,
Te ii.dii a pagado mi alma su tributo. Que cual perla oriental salló i la orilla.
España mi patria ¡ en Bspafia
i
, y sin ser su riqueza conocida
De condes de Saldaba,
los Ínclitos \ en pujas j pregones distraída
De i tengo dos eoslados;
|Uidlos cuatro La beldad se vendió mas agradable
LOS "Iros por un padre don lia miro. , Que en cuanto alumbra el sol y el mar encierra
Son de la sangr* real de Gundemiro. El Cielo puso a vistas de la tierra.
mi nombre Cundéniaro, y yo lodo honesta J bellísima doncella,
I ii i
Hasta que el tiempo por exlraño modo, Su ara un cielo de beldad y en ella
i
,
Sus mudanzas siguiendo j su costumbre, Con dos arcos de amor al triunfo y palma
1 plata el oro de sus caernos i aelve
ii
¡
Con «pie le dio i ;: la mino la v ielor a :
Ciego en la tierra y en la mar sin norte, . Las dos mejillas que con perlas moja, .
Y aquí y allí sin rundió ni cambio : De la color del rosicler del cielo :
Que es mi rey, csia en grave estrecho puesto, Al tiempo que llegaba y> a la feria
Contra cuyas montañas las tres furias Y el c razón, que sin temor venia
Han conmovida de la tierra el resto; A dar conmigo en la ultima miseria :
Y a ñu también del tiempo las injurias Quede ciego en la luz (|ue niñería \ ia
Traído me han á este escondido puesto Juntóse a mi dolor nueva materia
Por la misma ocasión; que un des lidiado Con verme pobre que en cualquiera paso
¡
Hasta el ajeno mal halla á su lado. Hace , ser rico un hombre , mucho al caso.
•Despachó embajadores el rey Casto •Via venderse todo mi tesoro.
A los circunvecinos reyes moros Yo sin cmiiial ni crédito en la pla/a ,
Por favor de dineros i|ue al (irán gasto : Y que el dinero de un plebeyo moro
De la guerra son cortos sus tesoros : A eterna servidumbre le aineua/a :
¿Mas para qué sin fruto el tiempo gasto Vendí mis .anuas y unas piezas de oro.
En cuentos largos de rodeos sonoros, Que hicieron de mi amor alarde y plaza,
Si al ancho curso de la pena mia "I los mil ii ipiles por esla V ia .
,
Qne degolló i Toledo m Doblen, l.a iglesia del Kriu mártir vm Vicente,
S ni favor de Abatan puso i'ii levante liarles el iniir» bine pretendía
La tierra en riesgo, el reino en estrechen, \ meter dentro en li ciudad sn gente i
Sorlo en Algaida le bailó aquel día, Que '- hidalgo y de Córdoba aunque moro. .
•Fué I dar nuestro bajel en la encnbiei 1 Pelearan con crueldad ambos orearlos i
Donde entre llores retirado esl iba sin sentirse al principio mejot la ;
\ allí apenas sn armada descubierta Que en trances ile armas y tUCeSOS Vanos
Huyendo el barco oomo entro lomaba; Neutral fortuna su timón regla
Mas mi taita i.in vi\.i ni despierta Hasta que ya en favor de sos conli
Vlrora altiva ni serpiente brava a Hambros fué descreciendo con el di >
Has contra un enemigo poderoso \" preso, v tal me vi que por un ui.iii» ,
También de tn rej era prima bermana; Poi un breve favor largo castigo
\ que l'is rejos siga» mi-, rencores,
: Que nunca sabe iiar a un desdichado
Siempre smi lus demás sus Inferiores. II bien cabal ni el mal sin ir doblado.
•Admiróse de veris en tal estado «Asi de Abenragel la amistad vino
Supii suceso, y lucu» determina
el A ser llueva ocasión de desventura
Ku lijero batel de or» entoldado Y tanto ilio en quererme el sarracino,
Enviarla en pompa I mi grandeza dina : Que ya era mas que voluntad locura , , :
La llaga y .|iie en mejor salud me viese, Manila que el espolón .sangriento rompa
I'.iiii y real miinilicencia
apara!» l.a vuelta de Valencia, donde Vea
A su servicio me enviara I Valencia. Ku su triunfo el estruendo que desea.
•Con esto me quedó, y la bella Arlaja •Cobré la vida ruando supe cierto
Pasó antes de embarcarse por mi lecho, III Iin de la batalla y la derrota,
Donde con liemos ojos y vea baja \ que iba ya en el tira» a lomar puerto
Id os, iiij» . tesor» de mi pecho; Al son ile mil clarines nuestra Ilota :
Holgad» el gust» y la salud de sidas — ;0h alcázar bello , ciclo en quien se muda
T..is iliis palabras ultimas deshechas . El vario curso de mi bien cada hora
Un bálsamo de am»r. que la herida Centro al deseo blanco de sus tiros, ,
San» al Cuerpo y al alma di» la Vida. . I si, ra donde vuelan mis suspiros!
• De Algaida biso el moro por la costa »; En ti está la belleza en quien mis ojos
\ldescuido importantes correrlas, Sus gustos empeñaron y alegría .
Hasta que al puerto y su canal angosta Y el triunfo donde amor por sus despojos
De Candemo, que robó 'sus ¿Jas La libertad colgó del alma mía !
Sus desdichas llegaron p»r la posta ¡lucos palacios, Iin de mis enojos.
i dar triste reñíate en sus porfías
a Sálveos el cielo, v con la luz del dia
l.a armada. Berberua otro cursario . En feliz vuelo vuestros léenos de oro
Que en Córdoba es de Hamhroz bando contrario, I)e gloria bañe, ionio a mi de lloro!
s guia la p irte 1 opinión de Abdalla
i
•Asi de veloz tiempo el curso humano
En aquella reñida diferencia : i on agradables \ aellas solicite
Encontró la ocasión vendo a buscada, A vuestras llores inmortal verano.
Y puso en no perdella diligencia ¡ Que á no morir jamas las resucite;
No venía el Bero Hamhroz a dar batalla. Y desla playa el cristalino llano
Sino solo á meter gente en Valen, i.i ¡
tilín ricas perlas v cora] i ¡site
Que los cristianos se decía por ¡erlo i
Vuestros umbrales d o, y á pié enjuto
Que con su armada estaban de conciei t» De lo mejor del inundo os de tributo.
, —— , , , !
¡Extraño caso! que una misma suerte Y en esta pompa y majestad despacio,
El lustre ha dado en ella que solia : Que en voz del abrasado mauseolo
('.mi sus doncellas retirada vive ; Mis endechas lloré canté mi vida,
,
Que un muerto gusto eu nada le recibe. Y acusé una palabra nial cumplida.
»Deseo, pues ya como solia no puedo •No perdió punto Arlaja en la encubierta
Del dulce bieu gozar que ausente adoro. Cifraque al disimulo se cantaba;
Con la invención de algún sutil enredo Que aunque no en los balcones descubierta,
De mis niales contarle el gran tesoro; Entre sus damas disfrazada estaba :
Que lo que amor no pudo, quiza el miedo Puso fin á la fiesta el ver abierta
Causar podra del importuno lloro; La ventana del alba que apuntaba
Trocando en algo aquel altivo pecho, Que para gozar della antes del dia
De blanda nieve y pedernales hecho. Salió en aquel mas presto que solia.
Dice que , aunque bailarse en vuestra Oesia Illzole el in.lile i , nuil., luí privado
Su enfado i" estorbó, os está obligada, li.- Abdalla v i apilan de inl intei la .
I gloria que ya
i poi alcanzada • I > > ('"antástii o del cargo que regla
Bien co ¡ió amor con la ventura *
i
i
»
-
une son lai dignidades en eleto
Pocas veces se encuentra \ minos Mura. . Toque de i"s quilates del sugeto
pondióle con modo ortesano
i; Soberbio en las pujanzas de ~u ofli
Hasta en sn minino agravio agradecido, Con inri. arremetió desordenada i .
Mas que sentía habei ir ildo en vano ^ haciendo del celosa al real servicio,
Quien -<>!" servirla babia i enido, ii Al priii. e pasó de una estocada i| i
Que, ;> ii" ser tan discreto, hubiera s 'I" lie i., canalla vil alborol id <
Tan grave causa de lia rali i i . Que las voces del moro alharaquiento
:i
(i en mi amistad
ó en las firmezas dello, .
• l.iiconfuso tropel llegó sin liento.
Dicho -\" Ardeüa !>' sagai estilo '
.
M s ni, sallo tan a mi talVO el CSS0 .
Dando disi ulpas ¡ admitiendo caraos, Que antea que ser pudiese socorrido,
De un supo quién era cuando el luí" ,
lie mil heridas desangrado y laso
Iji elcuento de Garito se muestra I" poco qoe apm- Que me rindiese manila y por su voló .
'
! ' <
É
II.' lo
í habiendo despeñado al carcelero,
ru.v i ir.iv..lii> ii.-i eaballo Clarion, jI cu.,
Pajar adonde estaba aprisionado
tro loda el día . > .ti Bu .i .i rlsla
:
Vi a media noche el alba y el lucero :
, T I
oii.i i Llega al Tal >. » libra I tialiai a, un Trocóse en cielo el sótano ahumado
Toledo, de mu traicioa mu que Ij (releadla robar Uiarabi, rey Mi mal en bien luí pena eu gusto entero. .
Dolores vivos de placeres muertos, Mis cosas llevan, sin cansarse, en vuelo,
Alquimias j oropel en que devana Mi bien troco en tan tnsies novedades,
Engaño el niiMu , el tiempo desconciertos, Qne, iie no rematarlas, me recelo
Huir.- esperanza desvario eterno, . Que quiere un monstruo hacer en mi que pueda
Que prometiendo gloria , dais infierno
,
Ser centro de las vueltas de su rueda.
ni tras m'^ manzanas Atalanta
i . li principe Algaycel, <pie en la belleza
V solo el "i" ii" i-i encaño advierte; i De Anlelia ardía, y su des. leu le helaba,
Febo tras Dafne baílala beefa planta, i
Y entre celos, t, 'inores y aspereza
Anleon beldad que en vo le convierte »
i < i : Huerto VÍvia, y sin dormir soñaba ;
Dieron, buscando paz, muerte y contienda. De amor y honor herido a un mismo paso.
, , ,;
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Que ya no tuvo Arlaja por seguro Con tan ardiente amor, que fué bastante
Sin mi quedarse en el paterno muro. De leal volverlo en desleal amante.
»A cuidado de Orbelio un falso amigo , «Temió quizá el tormento de la ausencia,
De Ardelia, prevenido un barco estaba Viendo acercarse ya nuestra partida,
En la playa del mar para conmigo O que los alborotos de Valencia
De Barcelona hallar la costa brava : La hacienda le costasen, la honra y vida :
Del triste dia que al Uey se le acercaba, Al huésped antes fiel dejó vendida
Ni quedar sola la otra mora bella Su honra y todo mi bien sin que se excluya
,
Ni Arlaja sin los dos , ni yo sin ella. La vida mia y la que lo era suya.
»Y asi, por donde yo saliera solo «Fueron á dar los dos traidoramente
A no haber la desgracia sucedido, Aviso a Denia del suceso extraño
Los tres salimos cuando encima el polo
, Mas la bella Zoraida, diligente,
Bootes su media vuella habia cumplido : Los tratos entendió, sospechó el daño;
Y antes que el oro del pretal de Apolo Y por salvar la Infanta, de su gente
El aire diese de ámbares teñido, Seis remeros lomó, y en dulce engaño.
A la playa llegamos, y sin liento Mientras que en la liia noche ya vecina
Las velas dimos y esperanza al viento. El falso Orbelio á su traición ¿amina
»A Orbelio le contaron el suceso, «Basteciendo conforme á la estrechura
Caso en todas maneras excusado; Del tiempo un barco que pescando andaba.
Que en cualquier trance próspero ó avieso
, , Dentro nos puso y ella mas segura
, ,
Nunca el secreto pierde por guardado. Que el lijo norte que el limón guiaba,
Andaba el mar al embarcarnos grueso, A vela y remo por el agua oscura,
El Grao gentil de un céliro picado, Que crespas luces temerosas daba
Que en furioso levante se volvía Al herir de los remos é ir bogando
De rato en rato al acercarse el dia. Lijera en alia mar nos fué engolfando.
«Descubriónos la luz lejos de tierra, «Cobró tan gran amor Zoraida bella
En una tempestad furiosa envueltos; A la Infanta y de Orbelio lal espanto ,
,
Hasta que en los peñascos de una sierra, Temió del vario amante la doncella
En blanca espuma y salitrales vueltos, No hiciese en sus amores otro tanto
En Denia el viento que en sus cuevas suena , Que en vano se lamenta y llora el daño
Ya el barco roto nos echó en la arena. Quien pudo y no escarmienta en el extraño.
«Aquí murió del todo la esperanza, «También , si ya esto no es sospecha mia ,
Siendo en humanas trazas imposible A un gallardo leonés Zoraida amaba,
Librarse de la muerte quien no alcanza Que disfrazado por su amor, servia
,
Con ánimo inmortal cuerpo invisible; En el humilde olicio qne ella usaba :
«Fuimos sin rumbo cierto algunos dias •Duró aquella esperanza y su alegría
De un furioso poniente contrastados, Lo que la luz duró de aquella tarde .
De un bordo y olro por diversas vías, One ella, el gusto, mi loen, la luz y el dia
Las velas roías > arboles quebrados, Todo á un tiempo murió solo el cobarde
Hasta que en medio di' las ondas trias Pecho muriendo vive lodavía,
Crecer un dia vimos los rollado- . Y en fuego eterno de memorias se arde;
Que, por la cuenta y cómputo marino, Que en fuego me embarqué, s en fuego vivo,
Son en Sicilia el cabo de Paquíno. En medio el hielo de mis muelles, vivo.
«Aquí, ya en salvo puestos, aterramos «Creció con las tinieblas un levante
Entre el rojo coral el corvo diente, Que a oscuras anudo los demás v ientos.
Y en tierra Floriona y yo saltamos. En ciega lucha y confusión bastante
Buscando en ella algún poblado \ gente ; A trastornar del mundo los cimientos:
Y tanto el eiego bosque penetramos, Barrió la negra noche el dia restante ,
Este solo parece que esperaba Pero si algún milagro en estos hubo,
A darnos tristes nuevas del navio , Ya mi ventura lo escribió á su cuenta ;
Y asi se fué en cumpliendo con su oficio. Que no se da el vivir á un desdichado
Por dejarnos el barro y ejercicio, Para mas bien que darle el nial doblado.
«Contónos este al lio ( olí casos varios
¡ ! »AI fin si es bien , señor, el no cansarte
¡Fortuna incierta Laberinto extraño ),
! ¡ !
Con tan prolijos cuentos, cuando el alba
Que de un navio cretense de corsarios Su luz mostró llorosa en esta parte
,
El nuestro presa fué y triunfo lozano. Donde tu nao surgió y está ahora salva
— En Creía hay sacrificios ordinarios Por trofeo de Venus y de Marte,
Donde al aliar de un Ídolo inhumano Haciendo al tiempo y sus mudanzas salva,
Degüellan cada mes una doncella, I. os dos tristes navios que seguimos
De las que en corso prenden la mas bella. Hechos pedazos por las rocas vimos.
«Por aplacar la fuerza de Mercurio, «Y sin que nadie se escapase dellos,
Patrón de los isleños mercaderes , Mi gloria aquí murió y aqui me trajo
,
Desde el golfo Carpaeio al mar Liñudo Quise ir para anegarme en medio dellos,
Busca para su aliar bellas mujeres Y mi desdicha huir por el atajo
El cretense falaz, de engaños lleno. Mas no lo consintió; que su porfía
Tal que para ser malo solo es bueno.
,
Es que yo viva, y muera mi alegría.
«Ciertos piratas destos dieron saco «De mar un grueso tumbo echó el barquillo
A Fumo aquí y á Módica adelante
, , l'or cima desias rocas en la tierra
Y el bajel vuestro, en resistencia tlaco A pesar de mi amor, que por seguillo
Para alijar el suyo fué importante ; Me hace con mi fe la mayor guerra :
Mas tres beldades que en su seno opaco Mi amigo Florian, sin pievenillo,
Hallaron, la menor será bastante El dia siguiente entró por esa sierra,
Para aplacar su dios, y que alli acabe ^ De una lijera caza ocasionado ,
La injusta pena de rigor tan grave. Que era su muerte , y parecía venado.
«Que en venganza á la muerte de una dama, »l'n mes há ya que vivo en este yermo
Que lo era del que rige el caduceo , Solo, sin esperanza ni alegría,
Si va no fué algún incubo que en fama Que ni de dia ni de noche duermo
Del falso dios trazo ese devaneo . Ni sé cuándo es de noche' ni de dia :
De una peste cruel la ardiente llama 101 alma alborotada el cuerpo enfermo ,
,
Asi el reino ha abrasado al rey Titeo ; La vista absorta el desear sin guia.
.
Otra beldad mayor que fué la muerta , Otras ron débil voz. me llama y nombra
Ni él contento estara , ni ella vengada. I'e rosas y jazmines coronada :
Asi el barquero dijo. ¡Oh suerte incierta, También con gritos Florian me asombra ,
Que del presto lebrel huye el venado Produce; cria sombras tan penosas,
Por el bosque se entró, y mi compañero De quien, si el cielo me ha librado, siento
En el barco que vio en la orilla atado :
Que es por estas reliquias poderosas ,
li
t. xvu.
; , , , ,, , , :
Cuando los (los que en la enriscada altura, lie extrañas pintas, mam
has y matices ,
Oyendo el uno, el otro hablando estaba, Despedazando el freno su braveza,
A ver el lin de tan mudables puntos Y dando á sospechar, en el sosiego,
La espantosa beldad siguieron juntos. Que está entre abrojos ó pisando fuego.
Gundémáro al entrar en la montaña »No fué su igual el Cílaro famoso
Ni la corcilla vio, ni á quien seguía; Que de Pólux domó el doblado hierro
Bernardo entre sus breñas una extraña Ni del viejo Saturno eu mas brioso
Maravilla halló de mil que habia... Cuerpo los duros miembros ciñó un hierro.
Mas ya de Ferraguto la maraña Cuando el cuello arrugado y espantoso
Que el eie^o amor en sueños le fingía , Caín nueva y gruesa clin erizó el cerro,
Ardiendo el pecho en amorosa llama , Y con relinchos de su pecho indinos
Mi llueva voz á sus grandezas llama. Del monte Pélion asombró los pinos.
Es del amor sutil la Hecha altiva , «Este caballo, la doncella dijo ,
Dale vida el placer, fuerza el enojo, Si hay signo bien ó mal afortunado,
Y' si de veras es, nada le enfria O todo á tiento y sin saber camina ,
Que contra el arco suyo y de la muerte Aqui lo entenderás, y en este paso
Is'i basta habilidad ni alcázar fuerte. Verás lo que hace la ventura al caso.
Pues este aliento y fuerza poderosa »En Tracia , de la casta que allí tuvo
Que en todo anda sembrado y repartido. Otro tiempo Dioniédes el tirano,
Con la luz de una imagen amorosa. Este potro nació, y Clarionte le hubo,
Durmiendo, á Ferragut dejó vencido : Bey del valle de llodope inhumano :
A tiento tras la voz anduvo tanto. Hasta que el gran Reinaldos, en persona,
Que la causa encontró del triste llanto. Vida y caballo le quitó en Girona.
Dos caballeros vio y una doncella. «Presentado de allí le dio á Rngero
Todos tres muertos y otra que lloraba
,
Por mano de llipalca, su doncella,
Sus desastradas muertes, con aquella Y el dia que lo estrenó con triste agüero ,
Triste y penosa voz que antes sonaba : Yendo de Mompeller para Marsella,
Miróla el moro, conocióla en vella. Junto a Arles, puesto el conde de Pontiero
Que era b que el dia antes le llevaba (Ion su gente en celada cayó en ella , ,
La antea dudosa amante quedó muerta i 1.1 sin ventura Abenamll Oh fuerza :
;
\ por tantas desgracias desi abierta Volvió el hei Ido en si vio su lo aveza .
Labro Hoi gana j de la gente impl . i he quien mus le quería entendió claro ,
Cien falsos condes degolló en un dia. oue los guipes del cielo no haj reparo-
.i
•Dióse
caballo destos desatini
el Contónos que, viniendo deToledo,
De aquella nv, al principe Cariólo, Nn lejns ve. .ie allí ii. 'vir robada
One el lo presto después á Valdovinos, i i
bella entre congoja y miedo,
.i i.
Cuando de Mantua le mató en el solo ; \ ligrimas bañada:
lie triste llanto
\ al im , por
anees j iminos,
\:u m- ti i Y que, aunque a defenderla con .ienue.ii.
don desgracia j alboroto . ruido l.a mano puso a su alevosa espada
Las muertes de ambos dieron el igüí ro El infame Auchali, de un.i herida,
Del Infelu Clarion por verdadi ro. Libre se la quitó, y dejó sin vida.
•Quedó al César el bárbaro caballo •Apenas pudo dar razón del caso
Por prenda :i la imperial caballeriza , Cuando la lengua le atajó la muelle,
v de Pamplona, su vasallo,
él al ii'.v ^ ei v;i sin fuerzas débil cuerpo laso
Con mochila se le envía pajiza;
la Redo se estremeció, y Be stró inerte ;
^ ardiendo en uro, el gusto de mirallo Y Babamel que asi en el postrer paso
,
Los fuegos del amor, y quien preserva Oue, de infinitos que hay de varios modos,
De muerte el íim«, y vivo le consí rva. En un breve morirse ahorran lodos.
> mismo li" mandó i la bella Alpina
il »Y sin que mi presencia fuese parte
Que a Galafrele dé, rej de Toledo, A reprimir su furia acelerada .
De estrado entonces los servia y taza : En este eslreeho en que el rigor mepuSO.»
De aiii salió a la empresa peligrosa Asi la dama dijo el moro en duda :
Mas din en ser rico, y convirtióse en godo; Para no reparar en ese agüero
Que el dinero lo da y lo puede lodo. Dasta ser español y caballero.
•Este por fuerza se Bevó robada Mas el caballo, hecho á ver dislates,
Esa triste hermosura recien ría , i Las riendas huye á quien el oro agrava ,
«Creyó celoso que Auclialí seria Treinta millas le fué al alcance extraño,
El que alegre dormía en su regazo, De una breña saltando en otra breña;
V.viendo que despierto rovolvia Que el gallardo caballo, de lozano,
1 n su defensa el atrevido brazo ,
Ahora aguarda v luego le desdeña
le , :
Pues al ronco gritar con que le llama , La frente un claro cíelo, en cuya altura
Ya en término cortés , ya en furia nueva , Sobre la nieve el sol resplandecía :
Mas no tampoco quiere que en indina Dos arcos de un dorado y sutil vello,
Descortesía alguno se le atreva , De cien flechas y más cada uno armado,
Ni en burlas le desdeñe por tal modo; Que van volando y dan en las entrañas
,
Mas, de dos coces el feroz caballo De un real valle de amor menudas lomas
A él y á su soberbia echó por tierra : Que al ensancharse le hacen que se estreche :
Cayó también cabe él, al derriballo. No hay Panchaya con todas sus aromas
La doncella, y huyendo por la sierra Que olor mas íino que sus pechos eche
Se entró el bravo animal con el villano; Ni Venus de marfil ni de oro indiano
Que el duro freno le llamaba en vano. Con dedos mas bien hechos que su mano.
Templó al moro el dolor de su caida De tela de oro azul manteo bordado
Ver que también cayese la doncella; De armiños, rica turca de escarlata ,
Que mas quisiera hallarse sin la vida , De alcatifas de Persia el grave estrado
Que causa justa en sí de quejas della : Con bufete de nácares y plata;
Acudió á levantarla por cumplida Donde en follajes de cristal grabado
,
i ii. i
Bresca primavera
igj id drfe y : Para volver con ella i la mañana
En perlas el jazmín se contrahai 1 1 Quedóse una doncella y un sirviente
Coya hoja de esmeraldas Unas era a hacerme compañía > boj con rana .
De lá beldad mayor que el mundo supo. Podras darme tu amparo > ser un abrigo
Que :iiii entre las demás grandezas apo i
Si no te causa miedo estar conmigo.»
Tambíeo la nueva soledad le admira Dijo esto por tal modo la doni ella ,
Sin gente de respel sen icio Y as| cu suaves ojos lial.i llenos ,
Con una sola luí que alumbra i mira Que sin sentido el moro quedó en veda
Tn.ici el mudable > único ediQcio, Entre deleite y gustos no pequeños;
Y que, suspensa y sin querer, suspira, Hasta que al Un ocasionado della, .
Todo esto contempló desde la puerta, Preso en SUS lazos, y en sil lumbre ciego,
Sin que i!. un. .il paree .1 lu aih ¡el ta.
I i i , ,
n I le dijo su amoroso fuego.
A los va muertos de sus lumbres, vida, Que entre sus blancas manos se regale,
A ser las leyes de la muerte Sera y en trato afable y grata diligencia,
Como las del amor mas homicida A convidarle con los gustos sale :
Con rula álable y lengua zahareña Su gusto en todo porque en todo vea ,
Pudo ser que bebiesen deste cieno Cree, viendo esto ei moro, sin recelo
Aquellos dos villanos caminantes, Que es desvanecimiento de cabeza ;
Y sin sentir ninguno lo que hiciese, Que el mucho caminar y el comer poco
La referida burla sucediese. Le trae el sentido divertido y loco.
: ; ,, , ,, , ,, , , , :, , , , ,
Y'a no es gusto de amor, sino venganza.» Por cruel os mostraré y por alevoso
Él moro , que en su rostro entre oro y nieve Sin que de mí os huyáis, aunque al profundo
Ardiendo en fuego siente su esperanza Hincón bajéis del centro cavernoso:
No solo una palabra y don tan leve El galán que por vos hice segundo
Le otorga , jura y da", mas si en balanza Quiero me deis para que sea mi esposo,
De un mundo entero el contrapeso hiciera, Y me venguéis de quien me le ha quitado,
Y el mundo fuera suyo , un mundo diera. Y os honréis hasta entonces con mi lado.»
Y ya con la licencia que le ha dado Bastante prueba dio de su nobleza
Ouisb en mas libre trato entrar con ella En esto el reportado sarracino,
Hacer campo de amor el rico estrado, Pues, templando á su enojo la braveza,
Y allí suya del todo la doncella De hacer se abstuvo un nuevo desatino:
Cuando, con el burlar desordenado, Solo arrojando la infernal fiereza
El sujetarla, y defendérsele ella , Que asido le tenia, «ese canino
La vela se cayó , y sin lumbre alguna, Rostro, dijo, será quien te ha usurpado,
Lo que encubría la luz mostró la luna. Si ya alguno te amó, el haberte amado.
Sobre una cama de pajizo heno »Dél será bien vengarte con hacelle
Abrazado se halló a una flaca vieja, En Euclídes de rayas y figuras,
El turbio rostro de verrugas lleno, Sin que puedas ya mas entretenellc
De solo un ojo y con ninguna ceja ; En vanas aparentes hermosuras.»
La hundida boca, cavernoso seno. Asi dijo ; y porque iba á detenelle
Con los podridos dientes mal pareja, Con nuevos embelecos y posturas,
Dando al vecino olfato grueso aliento De si la desvió con tanto brio
De algún recien abierto monumento. Que, yéndole á abrazar, abrazó al rio.
Duro el cabello entre aplomado y cano
, Cual encogida y débil hojarasca
Peor que el de Tesifone y Megera Que de árbol seco arranca el raudo viento,
La encorvada nariz, que al gusto humano Y volando la lleva su borrasca
En llaco iguala, de color de cera: Trocando puntas y mudando asiento :
De nudosa raiz el cuerpo enano, Tal la hechicera fué con mortal basca
Con mas años que el tiempo y toda entera
,
De uno y otro traspié rodando á tiento
Tal, que al valiente moro y su denuedo, Hasta dar en el agua , en que se hundiera
Lo que el mundo no pudo, puso miedo. Si ya de carne , y no de pluma , fuera.
Así el hambriento pobre peregrino, Fuese el moro feroz desesperado
En seca paja de un rastrojo echado, Viendo el deleite vuelto en amargura,
Rico se sueña al fin de su camino, Y del caballo mal afortunado
En cuadras de oro y camas de brocado; Aunque de noche clara la ventura ;
Y' en medio el gusto un viento repentino Mas no mucho se fué, cuando á su lado
El sueño vuela, y hállase abrazado De Arleta vio la hórrida figura,
A su estéril bordón , y hambre ayuna Que para mas enfado del que tiene,
Al frío rayo de la blanca luna. A pedirle la fe y palabra viene.
Con secos nervios y con duros brazos Pensó rendir el alma de coraje
Así al moro ciñó, que no podia Volviendo el moro altivo el rostro á vella
Del cuello huir los escabrosos lazos Y' sin que ya el hidalgo honor le ataje
Por mas que la apartaba y deshacía: Con la espada alta arremetió tras ella:
Quiso de rabia hacérselos pedazos , Huyó la vieja haciéndole un visaje
A no ser en los suyos villanía, Que le asombró miralla y por cogclla, ,
Y ella, mas firme que la yedra al olmo, En unos mimbres tropezó sin lino
Llegar su antojo quiere y gusto á colmo. Y el feroz rostro le abrazó un espino.
¿Quién ha visto en un águila enroscada No hay sierpe á quien la azada del villano
Víbora azul, ó pardo cocodrilo Haya en dos medias parles dividido,
A una palma enredarse levantada Que asi fiera vomite por el llano
De las crecientes del vadoso Nilo? El humo del veneno recocido,
¿O a Mercurio en su vara celebrada Como el aragonés moro inhumano.
De dos serpientes el nudoso hilo'? Viéndose en tantos modos perseguido
Tal [lareeian los dos y en tal hechura,
,
De aquella que inatalla es caso indino,
II en la rabia y ella en la figura.
, Y sufrir sus locuras desatino.
.;, : .; ,,, . . .. , ,, . ,
Y ella, para seguille y dalle enojos De parte del iv\ Carlos en perdona.
Con las alas del viento se apresura ¡ Gente metió en roledo disfrazada :
Dos largas añilas fueron sin cansarse, Aunque el si' liare ele mi rey pariente ,
Ni ella el decir injurias y acen arse Del rio este ancho vado con su gente ¡
Hasta que un boudo rio que atraviesa >r de nn bei rado caí ro el Orme muro
ii paso les ionn>, y forzó a pararse, En que salvar la presa diligente
Y el moro, revolviendo de repente ,
Que se entiende será una belli ira.
Viva cogió a la vieja impertinente. Hija del que en 1 oleilo reina ahora.
La corva ala de nn cerro puesto enfi ente Para mayor seguridad del caso;
Entre arenas y aljófares bullía Mas ni eso lleva al parecer camino,
11 cristal puro de una limpia fuente. Ni de creer que en semejante paso
i -
Y (|ue es traición recela , porque sabe Campaña mil tragedias, con espanto,
Que en un navarro moro todo cabe. Materia dieron de venganza y llanto.
Por esto quiere el caso por entero, Mostróse claro el alevoso intento
Y á la espía le ruega que se abaje Del robo ilustre que hacer procura
A llevar de un extraño caballero, El liey, de la ciudad á quien dio asiento
Si ,s posible, a su rey cierto mensaje El que perdió en Farsaha la ventura ;
Tanto decirle al fin supo el guerrero Y Ferragut, celoso basta del viento
De ruegos y promesas que el viaje , Que en el rio suena y brama en la espesura,
Aceptó, y arrojándose en el prado . Ño aguardó a saber mas dejó la espía ; ,
Que en Meca cree y su Alcorán adora. Haciendo entró por los contrarios riza.
«Danos favor, gran Cid , si á lu presencia Sobre el gran yelmo de templado acero
El valor de esa espada corresponde, Una enroscada y bella sierpe de oro,
Y al mundo le lia quedado resistencia Por alas los penachos del plumero,
Con que hacerla, y términos por donde ;
Y por veneno y silbos los del moro,
Socorre la beldad y la excelencia Encontró á Grabelindos el primero,
Mayor que en toda su grandeza esconde Una de las tres llaves del tesoro
A una ofendida infanta y á un honrado Del reino de Pamplona, y de sus rentas
Rey, de otro infame rey sin fe agraviado. Le remató en su alcance el de las cuentas.
»Con ademan de una fingida caza Alfajardo y Cegrides, dos hermanos,
Y alancear una feroz leona , El uno amante nuevo, el otro esposo
A este soto sacó la industria y traza De dos moras de rostros soberanos,
Del falso Biarabi , rey de Pamplona Que ausentes lloran su tardar penoso ;
La bella Galiana , y a una plaza Al uno la cabeza y las dos manos,
Encubierta guiando su persona , Que levantaba á hacer un golpe honroso,
Nos trajo á la mitad desta floresta, Y al otro de una punta atravesado,
Donde tenia una emboscada puesta. Por común sepultura les dio el prado.
nAlli, con cruel ánimo y denuedo, Creció del ciego ruido el alboroto
Un tejido escuadrón de gente muda Con el nuevo socorro del pagano
Salió á robar la infanta de Toledo, Volviendo los que andaban por el soto
Y á dar al Rey en su traición ayuda : Dando la caza al pueblo toledano;
Hizo su oficio el repentino miedo Y al fiero Arlange, que, el alfanje boto
Sobre la que halló de armas desnuda De herir, y en sangre envuelto el brazo y maro.
Unos huyeron y los mas honrados
, Tornaba cíe mil muertes victorioso,
Han muerto, cual yo ahora, alanceados.» Un altibajo le alcanzó espantoso.
Asi, va con la muerte y sus congojas, Y dándole primero á Gorgio muerte
El toledano á Ferragut decia ,
Un músico del Rey, que á dar venía
Cuando por la espesura de las hojas Solaz y no á reñir, porque á su suerte
.
Uno, huyendo de otros tres, salía, Las pretensiones no arregló aquel dia,
De azules sobrevistas y armas rojas Contra Arlange un revés volvió tan fuerte,
De sierpes llenas, de oro y plumería; Que todas las victorias que 'raía
Y el que huia, una marlota gualda, Por el suelo le echó, y en larga pieza
En un hombro herido y una espalda. Del cuello la fantástica ctibezá.
Salió á hacer reparo el moro altivo Y dando á las espaldas el escudo,
Contra los tres cebados en matalle Con espada á dos manos fué haciendo
la
Y al mas lijero, de un revés esquivo, Mortal estrago, y por el pueblo rudo
De medio arriba le dejó sin talle : Crecer el alboroto y el estruendo :
Por su entero sepulcro le dio el valle Mas el rigor sufrir dei brazo horrendo ,
lin lijero mandoble en que loé junta. Que en verse de mortal valor rendido
La colérica rabia al justa enfado : Los muertos pisa y a quien vive espanta;
Llevóle medio escudo, y con difunta > COrVO alfanje en alio suspendido.
I
I
Color el Rej cavo desacordado, Un golpe ai moro dio ion fuerza tanta
Kn la cabeza, el hombro y pecho herido, Sobre el dorado yelmo á todo vuelo.
ü muerto, al verde prado, 6 sin Benlido. Que dio con él de espaldas en el suelo.
Y revolviendo la furiosa espada Bajóse por cortarle la cabeza ,
Esle pues, viendo el espantoso estrado No quedó al golpe horrible altiva espada
Que la aragonés furia hace en BU gente De cuantas antes coniia s, tenia,
Al ltey caido en un sangriento lago, Que no bínese, viendo doslr. meada
Y á sus golpes medroso el mas valiente , La mayor fuerza con que el Bey venia :
Dando orden que Bramul con tierno halago l.a gente antes vencida y desarmada.
La Infanta lleve en orden suficiente Colilla Üramii! que á se escapar lima ,
A las barcas, y allí en el albedrio Con la Infanta sin armas y sin tino,
,
Que el medio escudo, aunque de lino aci ro, Quedándose entrampados j piulidos
Le llevo al suelo, y parte de la mano : Los mas, por la ignorancia de la tierra :
Dio un bramido ei jayán, y el caballero Ll bravo aragonés, que vio rendidos
Otro segundo le asento de llano Los principales nervios de la guerra,
Encima el duro yelmo, que sin lino, Envainando su espada y su braveza ,
Al verde suelo, del caballo vino. Así la empresa de su gusto empieza.
, ;,., , »,
;, : , , » ,,; ;
,.
Y en noble gusto un tal deseo se cuenta Medrosa á los principios quedó en vella ,
De cualquier deuda por bastante paga. De su fealdad y jestos asombrada.
Sin hacer de otro bien caudal ni cuenta, Hasta que al fin compadecida della
,
» Soy, si la fama deste brazo y mano o Señora, dijo, aunque contarla quiera ,
Y las suyas quité al valieute Orlando. Furioso nos llevaba y nos traía.
»Y asi la fama de esa luz preciosa uMetiónos por la lóbrega espesura
Que ya clara en mis ojos reverbera, Deste bosque sin luz y andando a tiento
,
Y gozar juntamente el bien que inspira Los bufidos oyeron del caballo,
Ese divino rostro en quien le mira. Acudiendo las dos por atajado.
»Y asi se debe lodo á la grandeza Halláronle entrampado en los grimazos
Que el cielo puso en vos, y a mi la gloria Que un ciego bosque de álamos hacia
De saber adorar tanta belleza, Hecho el villano entre sus pies pedazos,
Y gozar sin cesar desta victoria : De un estribo colgado todavía :
Con que en mi crezca el animo en serviros, Arleta asió del freno por la rienda,
Y en tanto bien amor temple sus tiros. Tomando el paso de una estrecha senda.
Dijo; y la alegre gente cortesana Conoció en el caballo y el suceso
Que á la espada sobró del enemigo, Ser el que iba buscando Ferraguto,
En torno de la bella toledana Aquel moro feroz que en su alma impreso
Cobraba aliento ya y seguro abrigo ;
El brío dejó de un pensamiento bruto
Y ella, con la victoria mas lozana, Y sin dar mas consuelo en el avieso
En rostro afable y en semblante amigo Caso de la doncella ni en su luto,
Al gran libertador que atento via, Sola se la dejó y se fué contenta
La dulce boca á responder abría; Que del ajeno mal ¿ quién hace cuenta ?
riores es gran fuerza la del liado, que, según la opinión I enia .11 el I ajo, entro una oscora breña,
de .líennos, referida |ior Santo Tomas c. la disposición ,
I 11:1 eneuliierl a grilla en que vivía ,
Clarion ; que la fuerza de las estrellas predomina en loa Tenia fuente siempre emponzoñada
1
1
aparentes antojos de un deseo amoroso, y cuan otru> de Las luces apagó de su hermosura.
lu que son pinta y barniza las i
úr su intento, cómt (i
q u le busque y mate ai sarracino
traidor pocas veces se escapa 1
la i .
senté qne la lleva-
ba prej i. Llega .-l campo do BapaSa SansneBa haciendo tina .. . Calando al bajar de una pequeña loma
gallarda reseña S vista de sos a 3 rdii I I
i
\ 111 un Caballero de unas anuas Moles.
ceitoa; ve alo ser vi-ia á Plorinda, enamórase deua, \ traía de Que. bailada la espada en sangre, asoma
r-tbjri.i laalgnlente noche. Scr¡ui" > Celedón, compañeros sn-
ros, "i grande r^tr.i ^-» en la gente dormida <ii'i r.'.u » ri-.ii.i-
Cual sol de abril en rojos arreboles ,
Que a toda España gobernó y con esta . Excede a cuantos Bétis lia criado,
Mano on su pretensión no hubo interese , Cam el rico jaez que, al huello ufano
Que o. intentase y en que no saliese.
1 Sonando el oro, le hace mas lozano.
Mas el tiempo, que todo lo consume, Era este caballero el gran Hangorio,
DI., y lomó, como en "Iras, en sus cusas; padre que 's de Oliveros v de llaldo,
DiOle males que cuente añOS que sume, , 1.1 que en Mopsa malo cu su consistorio
lie IOS bümedos OJOS sin pestañas. A la Peña de Francia dieron nombre.
Tirando de la edad cuanto mas pudo Este per Carlo-Magno era en Cirona
La ponzoña del tiempo y del afeite Gran duque, j i esta empresa toledana
F;i turbio rostro lo dejó sañudo . Con el falso rey vino de Pamplona
De unciones lleno, destilando aceite; p..i- ver de brabonel la espada nf; :
V el débil cuerpo ya de raices nudo , Con quien probó aquel .lia su persona
Con las vivas memorias del deleite, Dentro en la inculta selva comarcana,
Mai tiide nuevas aguas y lejías , Mientras que el Rey, como hambriento lobo ,
Que en reumas trueca el curso de los días. De una tierna cordera hacia su robo.
Perdió con ellas los manchados dientes, lo meior de la batalla,
Y estando en
De un ojo el s..| y la una y otra ceja , ; A ellos vieron venir tres caballeros .
Que estos son los tusones excelentes Publicando el peligro en que se halla
Qne el torpe vicio a quien le sigue deja : En .1 bosque la luíanla v sus monteros :
Dio en procurar ron infernales medios F.n aquel panto dejen el combate,
A su antigua pasión nuevos remedios. Y al día siguiente alarguen su remate.
, , ,, ,, , ,; , ,,
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Rangorio, de los tres, dio Slos dos muerte, Muriendo para dar fruto precioso,
El tercero huyó á servir de guia Con mas gracias que llores riega el Nilo,
A Brabonél cuando el preñado monte
, En una bella niña y un infante
Al valle parió á Atleta y á Clarionte. Como la luz que al dia va delante.
Salió á ver el retrato en que tenemos Al niño hurtó un esclavo en un desierto ,
Juntos el de hermosura y de fiereza ,
cruel le mató sin culpa alguna ;
Caballo y dama, donde visto habernos Mas de la niña el cíelo hizo un enjerto,
De las obras del tiempo la firmeza : En su rostro, del sol y de la luna :
Ambos de los azares los extremos, Tomó en sus ojos la hermosura puerto,
lino en torpe fealdad otro en belleza , : Desde donde ella y el amor á una
Ahora Rangorio, en ambos entrampado, Los dulces tiros hacen , cuya guerra
¿Cómo se librará de desgraciado? En un cielo de paz vuelven la tierra.
Preguntóle á quién lleva aquel caballo Fué su nombre Florinda y ella un mayo
,
Mas, por presto que á dar alcance vuelva Aquí, á las voces de un clarín sonoro,
Al amado escuadrón y á la persona Que descubrió la hermosa infantería,
Del encantado y diestro Ferraguto , En rico estrado de oro la gallarda
Su primer fiesta habrá trocado en luto. Florinda su vistoso alarde aguarda.
Y como en los azares que traía Cercada de bellísimas doncellas ,
El francés cabe todo, vio temprana Y de esperanzas y deseos cercada
Su cierta destruicion en la alegría Por ver la entrada de los campos ellas,
En que la gente estaba toledana ; Y ella por ver de su amador la entrada
Que este es el gran guerrero que salía Con rica cinta de esmeraldas bellas
Del monte, y suspendió de Galiana Y un dellin que las traga por lazada ,
Viendo el caballo tras que ayer corría Real, y el aire enciende con su acero,
Y' de otra parte el bulto embalsamado Debajo cuyas grevas viene un Marte
Que cual muerta fantasma le seguía , Más que el que en Tracia riñe altivo y fiero ,
Pinos de ">j, parece en brio y talle Ll rev Tu bal. primeros ilesle mundo,
pechos |i indo principios i su pneblc estrecho
l.ii .imlii cuii <lo> espaldas > dos
'i¡emolan á sus ptés anebos los barbéenos; t líos van ios que el dorado techo
Las Seras y ganados le tacen calle ; Guardan de Bamba v su Jardín fecundo.
v,
él dejando lias si la alia montada.
.
En Éircana j aquellos que en Hondego
.
Las fuentes turba, y hunde la campana. Las sombras gozan de su fértil negó.
«Del antiguo Idnbeda, que va poso •Las armas deslo nn lii ros dardos
Nombre a esta ¡neiiiia tierra es descendiente, .
Dorados reimos y argentadas mallas ,
De herir de i<ji'-- con venablo ardiente, La alegre sombra da en nuestras nuil all i< ,
Por los aires alcanzan los venados. Diestros a hacer en sus Contrarios muertes.
• tras del con -u bandera
El que sigue •Dos tantos trae el escuadrón siguiente,
Es joven Coribantos,
el rállenle I odOS de lo mejor de la montana.
De Teuera sangre casta verdadera : Y anillos a cargo v cuenta del valiente
El siguiente es el noble lladainanto. Pomi que allí su luz la vista eXtrsfta
Que una hidalga BSCH nlra rige culera Este del rej Hesperio es descendiente,
Del valle de Bolónano > el manto , Que antiguamente gobernó en Espalia,
De hoces de verde plata j lirios de oro > aquel lucero de oro en medio un cielo
Siembra en >u nueva gala un real lesera Anuas son v memoria de su abuelo.
'•Clavel indo es aquel, y las legiones •Fué Hesperio un gran gigante, de quien I a
Que de la fértil Bioja el valle opaco Italia nombre, y nuestra España ai uto,
Con rejas rompen, y ios neos dones Y de Bomi, sil nieta, el SUyO Boma
De Céres gozan y del libre Baco: isí es de la fama verdadero el cuento);
Aquel es Aldiger, cuyos llorones Que este del sacro Tiber la ancha loma
Del limpio .un. s y del bruñido jaco Hizo gemir, j abrid el primer cimiento
Los rayos dan que ahora con bus lirios Del muro, a quien después los dos hermanos
Vuestros ojos destambran y los míos. Con la sangre bañaron de sus manos.
»Su gente, siempre a guerras inclinada, «Allí viene Fabricio oh adverso hado' ;
Que ahora es \., su esposa fué su amante, , en las ardientes masas ocupados ,
La esperanza vivió del bien que goza. En las hornazas hierve con ruido:
De ochocientos caballos le acompaña
• «Los que del lleva gozan los cristales
La bella escuadra que en Sctuhar hizo, Que le entrega el helado Pirineo,
A quien freno ni espuela industria ó maña , Y a los que en sus salados o-rales
Ljjereza les da ni brio postizo: De blanca s;d les dan sabroso empleo ;
Es fama que al frescor de su campaña, Los que del mundo habitan los puntales.
Del mar vecino el viento movediza , Sobre las nubes pm si poi trofeo,
En sus fecundas yeguas dio la cria Y en peña L'dalacha v en Ambroto
la
Que después cou'su padre compelía. Sombrío gozan y agradable solo.
: ; , : ,, , :
El que al valle de Aytona y de Zumaya One sus cenizas guarda en fama eterna
De mimbres ciñe la florida raya. De Cobadonga en la feliz caverna.
«Briganto es el que alli con plumas varias, «Entre ellos van los mismos que al rio Deva
Cual rojo león, fantástico campea; Ven ir, volcando yelmos acerados.
Y Arneslo el que se sigue de contrarias, De sesenta mil moros que con nueva
Opiniones y modos de pelea : Muerte los dejó el cielo alli enterrados:
Aquel quila armas ordinarias
a las Huesos y armas al mar trastorna y lleva;
El culero espaldar, donde se vea Los labradores calzan sus arados
Que, yendo en las espaldas sin abrigo, Con los arneses qué de la alta sierra
Jamas las ha de dar al enemigo. El no que la carcome desentierra.
«Mas Arneslo de solo acero viste «Fanio es aquel que en rayos de diamantes
Las espaldas, y el resto desarmado; Y acero ardiendo lleva el yelmo duro ,
Ojie si de dobles petos fuera armado: Pueblos aquellos de aquel polvo oscuro;
En prevenirse con recato insiste Estos con sus cuchillas relumbrantes,
Al que puede venir descaminado; Hechos un escuadrón tejen un muro ,
Que el enemigo que delante halla Mas fuerte que de mármoles cuadrados,
Harto hace en defenderse en la batalla. A los que dentro del se hallan guardados.
«Tras estos dos que un solo ames bastante
, segura encierran su bandera,
«Alli
Defensa y armas da en cualquiera guerra, Y aun su reino pudieran todo junto,
Con las suyas le sigue lo restante Si en tan estrecho término cupiera ,
Del rio Lezo y su abundante tierra: Sin del perder ni de su honor un punto:
El valle de Olearso, el relumbrante Con los que al rojo Miño su ribera
Menlasco la encumbrada y fértil sierra
, Cultivan, y un fantástico trasunto
Que el rio Vidaso rompe, cuando llega De Marte hechos , sus montañas yermas
A ver de Uranzua la espaciosa vega. Labran y gozan las romanas termas.
«Quinientos firmes hombres de armas lleva «Van los que de su rio la ancha fuente
Cada uno destos dos á quien se junta
, Ven y al de Lugo fecundar la sierra
,
La gente que del rio Arajes prueba Y el noble pueblo á quien de Baco ardiente
Romper los hielos con pesada yunta; El néctar baña la abundante tierra
La de Arracilo antigua, y la mas nueva Hierven cubas, su licor caliente
las
Del linio monte y su nevada punta; Hace al mnndo sabrosa y dulce guerra,
Gentes todas indómitas, feroces, Y ellos, de anchas cortezas de alcornoque,
De diestras manos y de pies veloces. Rodelas usan y acerado estoque.
•Tienen por triunfo de su brazo fuerte «Pintadas de serpientes y leones.
No perdonar la vida al enemigo; Bandas castillos, águilas, estrellas,
,
Mas vencer ó morir de cualquier suerte Sin poner por trofeos ni blasones
Sin otro que su escudo por abrigo: Los bellos rostros de sus ninfas bellas:
Juzgan por sola venturosa muerte Tienen por sacrilegio en sus cuestiones
La que en la guerra queda por testigo Que yendo alli sus damas den en ellas
,
,
En vida agreste labran las montañas, Gran hombre de á caballo en ambas sillas
Y' la sierra Menistra cuya anoria
, Sel torio el otro, que de gentes lleva
Derrama el rio Jalón de sus entrañas: De Fontible y las torres de Mantillas:
Los que del Caco antiguo la memoria Alli va Sacrisildo haciendo prueba
Entre los surcos guardan y espadañas Del real valor que de ambas las Castillas
Del frió Moncayo , en cuya cumbre ufano Heredó de sus padres y á su lado ,
Y los que de Gijon los fuertes muros, Que despeñado va de tierra en tierra,
Obra romana , aun guardan hoy seguros. Huyendo el mar de su espantosa sierra.
; ; ; .;: :. , , . . . , .
Aquel es del grao conde de Hit anda Mi nieto Uciudo, die i> en ambas sillas .>
Y cuando oo baUan m >* quitan la . vola, Que tu padre infeliz tuvo en Arlan/a,
Y h>s cuerpos traen muertoa i su gente; Hondea mis llaeos pies le vi tendido :
Si- coman con sabor al enemigo. Yo sin mi amado hijo, y tu sin padre.
es el frare Pirmlo, curo pecho, Del bárbaro Argalin la inútil (lava ,
Vierto un tiempo di6 nombre , j con su gente, \ Ida v brazo guardar lau importante !
La gente ds i este guerra que él recibe, Que aun lugar DI UÓ el dolor que siento
Suelta v raros, que, en su encubierto |>ago, a cerrarle los ojos con mi mano
De pescar sierpes por las aguas vive Ni a mi boca pasar su ultimo aliento;
No sabe que ea tener tiempo aciago Mas al cruel homicida no con vano
M !' la muelle horror solo concille : Furor el mió pase; que asi sediento
Deleite el alma cuando en dura brega De su sangre lamia satisfice.
A echar las ¡.'anas al contrario llega. Que honor, vida y victoria le deshice.
•No usan blancos venablos, ni su (lecha .Vengue tu muerte al lin (¡pluguiera al til I"
La cuerda escupe en anos desiguales ,
La suerte, oh hijo amado, se trocara,
Mas duros robles de a-¡.. i;i Cosecha, \ con mi inútil carga el rojo sucio
Empedrados de vivos pedernales :
La tuya alegre] nueva n sea ara!)... » i
Porque mas ir< proba que en guerra estrecha Asi en perlas bañando el blanco pelo
,
Ver del contrario rostro las señales Que venerable adorno da á su cara,
Y ellos en medio del sangriento estrago Altero, entre el dolor y la alegría,
Sierpes parecen de su oscuro lago.» Del vivo y muerto hijo proseguía.
Asi el h es deeia y la líennos ; i
Movió así el grave llanto el noble pocho
Ilorinda, i I) me, dijo, oh sabio Altero, De las tiernas doncellas que ninguna ,
Y a. indias negras plumas que en su vuelo El limpio arnés grabado de oro lino,
La fama espanta al mundo y toca al ciclo. Y en vez de lanza un desmochado pino.
tOvonlo es el que dentro en la enlutada «Este es el bello Argildos, que en la tierra
Insignia llora al padre recien muerto, Ni hay beldad ni braveza que le iguale;
De insigne lanza y de temida espada , En quien con aparato real se encierra
Y pulso en el justar mas firme y cierto; Cuanto luce en amor y en honra vale :
Hijo invencible del lamoso Estrada, Después del general de aquesta guerra,
Grave mago j astrólogo encubierto, La que mas en valor campea y sale
Que supo cuantas en figuras bellas. Es su persona, y la que en grita y pompa
Por SU Via-laetea, cierne el cielo estrellas. Mas de la fama suena en la ancha trompa.
«Supo de los secretos de los dias «Aun no del rubio bozo el blanco vello
La gran revolución supo en el luego , La limpia tez del rostro le ha escarchado,
Adivinar por diferentes vias Y en cuatro campos el altivo cuello
Del mundo por venir el curso ciego; De otros tantos jayanes ha cortado :
Y aunque esto, olí noble astrólogo, sabías, Trae por empresa en campo verde un sello
Nunca supiste del contrario Orbego De una flor, y por letra « Es mí cuidado «
Huir el traidor golpe, que invisible Y aunque el sagaz intento oculto guarde
A tu pecho metió la muerte horrible. El fuego muestra que en sus venas arde.»
«Lleva este , de las torres de Cortina Asi el prudente Altero en voz severa
Y campos de Tresmiera, mil soldados A la bella Elorinda describía
Del león rapante tras la garra y uña, Del campo real, bandera por bandera,
De pieles de osos y alcornoque armados : El alarde pomposo en que venía ;
Este es Ricarle, del valor de Orduña ; Y ella, colgada de la voz postrera,
Aquellos dos de azul y blanco armados Con nuevos alborozos de alegría,
Dos hermanos : Arnalte es este, el liero, Al bello joven , por su triunfo y palma
Caudillo de la casa de Bibero. Desde allí por los ojos le dio el alma.
«Aquel es Cléofonte, aquel Dnraco, Y no hallando de amor el fuego ardiente
Insigne este en el arco, el otro en maza; Lugar de dilatar su gran contento
Y el de aquel fino y relumbrante jaco, A dar orden en ver su amado ausente
Otón , señor del parque de Peraza : Dentro se retiró de su aposento :
El que al volar de aquel plumero opaco En nada halla quien ama inconveniente;
Los rayos de oro de su yelmo abraza Todo lo allana un amoroso intento :
De los suevos cubrió de sangre y fuego Allí le espera una abundante mina,
Cuando de esta nación por acababa ,
De adonde ha de robar, de un gran tesoro.
Hizo rey Teodorico horrible entrego
el La joya en su valor mas peregrina
Al gótico furor, y de sus gentes Con que, avariento y vano, ya se sueña
El ancho rio bebió sangrientas fuentes. Señor de todo el oro de Sansueña.
«Usan estos por armas largas hondas Por un oculto soto que hace el rio
De blanco lino y sedas de colores, Solo se entró á buscar, con pecho ardiente
Que, al despedir su tiro, con redondas Para un asalto el puesto mas vacio
Yueltas hacen vistosos resplandores : De pertrechadas fuerzas y de gente
Llueven de piedras turbulentas ondas, Cuando al fresco de un álamo sombrío
Despiden desde lejos sus furores, Un barco de oro vio, y en él presente
Y de sus estallidos por los huecos Una beldad, que al moro descuidado
Montes retumban los sonoros ecos. Suspenso en verla le dejó y turbado.
«El que el guión de aquellos lobos pardos, Metida en un profundo pensamiento
Cual veis, lleva tras si, es Grabelio el fuerte, Con el recelo y gusto, parecía
Y' los que le acompañan, los gallardos Que entre olas de pesar y de contento
Pueblos que al Nervio rio dio la suerte : cuidado en el alma iba y venia
l'.l :
Baja la estimación
humilla el talle; ¡
En una y otra llama ardiendo el pecho ;
Y :il tiempo que salió i probar Intento, \ a concertar la traza y dar el modo,
Ella Be entro sin % ni tnii alie < 1 1 < • Para esa noche esta el concierto hei ho ,
Gusto entre su esperanza muerto > vivo. Salió, V aren,, el moni a ser testigo.
Y como si vida le llevat i l.i Es la esperanza una tot mentí tija
El aire de aquel bulto de alabastro, Puesta entre los cuidados j el contenió ,
Con 1.1 suya mi estorben la salida . Otro InüemO mayor, si en curso igu lie .
Del bien que *.i es el lodo de bu vida. Fuera el suyo inmortal, ó eiios mortales.
y él, como primero,
vuelto i ^ii lugar Nunca en el alto Péloru, cubierto
S n los ojos ventana mover de la De blancos huesos, voz mas regalada
Si a sal ' aelve mira
del lucero
i
Parténope ento cuando en su puerto
i ijunda vislumbre Bonerana : Sonó del griego Mises la jornada ,
Si alhn le vio mi dama? Mas yo, indino Mas de la dama el canto v la belleza
De semejante bien, aunque be colgado Asi ambos los sentidos suspendía .
Cuerpo, alma y pensamientos de ii^ rejas, Que, oida y vista en a viada de calina I ,
Ni me
quieies mirar, ni verte dejas. Piedra volvía cuerpo, y fuego el alma.
el
Has tiéndase esta noche á eternos años, Tal quedó el moro al son del instrumento
Qne tantos s, i,- j,i de tu esperanza, Y la Celestial VOZ de la doncella .
Sin dar un paso airas en los eXlraÜOS Cuando , á su canto \ su regalo atento ,
O sea este el tesoro ó sean los daños , Detuvo sosegado hasta el aliento
Qne Hartona me agüera y su mudanza , Por ver el lili de la aventura bella ,
Dijo; y no mas atento el engolfado Viole que estuvo un ralo desde afuera.
Piloto en medio de la QOCbe OSCUra, Por gozar de la música, escuchando
r.l Instrumento puesto j el cuidado Quejas de la esperanza lisonjera
De d ir mas dei to el pinto de su altura ,
Que siempre va los gustos dilatando,
La Vista tiene lija en el nublado Haciendo enternecer la m? entera
yue del norte escondió la hermosura. l'n dulce suspirar de cuando en cuando,
Ni esta en mas suspensii dta la i
Que el deleite aumentaba y la alegría ,
I.a beldad misma que antes tan acaso . Mal que en mi pecho vive y daña tanto,
El alma libre |e llevó de paso. La virtud ha encantado de tu canto !
Que allí a esperar salia un tierno amante, Y esta prospera entrada me conceda
Que ya á la luz de la primera estrella Por premio mayor de mi ventura,
el
Del robo y del recato sea la seña. A no dejar del General el lado.
Y en hábito de mora disfrazada Mas, viendo su peligro manifiesto,
Como a nueva cautiva, en la contienda ,
«Espera, » dijo; y vuelto á Cardiloro
Ni del vulgo ofendida ni notada, Con tiernos ojos de rodillas puesto ,
Con
esto ya que se acercaba el dia
,
»El que allí ahora en temeraria muerte
Y el tierno despedirse a los amantes Un campo asalta de enemigos lleno,
Toda vuelta esperanzas su alegría. Desta alma es la mitad, desta alma, advierte.
En igual soledad se hallaron que antes Es por fe y amistad cielo sereno :
Si en estos muere en su
calor respiu.
, Que ahora teme amor verla partida.
Quiso fiero y celoso hacer pedazos »Por la beldad que adoras (si de alguna
Al español caudillo, y bien pudiera Noticia el soberano amor te ha dado).
Dejarle muerto en los traidores lazos Por tu alma, por tu honor, por tu fortuna,
Antes que el golpe ni su alfanje viera, Por tu vecino reino, por tu estado,
Si no le parecieran embarazos Por cuanto está debajo de la luna,
A otras mejores trazas, en que espera, O sobre ella te da gusto ó cuidado
Al hacer su venganza mas cumplida, Permitas que á ros que hizo uno la suerte
Dejarle sin honor y con la vida. En vida, no los haga dos la muerte.
Tiene por caso á sus designios llano, «Mas que con tu licencia ahora pueda
Conforme al encubierto trato hecho, Escolta y muro hacer á un caro amigo
Ganar al uno el juego por la mano Que el breve espacio que á tu real nos queda
Y en el otro los gustos de su pecho Seguro está y sin riesgo de enemigo. »
Y á la jornada en que ahora viene ufano No\lijo mas que el tiempo se lo ve la
;
Segura entrada en aquel paso estrecho, Y el moro, de tan fiel lealtad testigo,
Y hacer á su victoria puerta llana, El amor nota y la braveza advierte
Del cielo de su gloria la ventana. Del tierno corazón y el pecho fuerte.
Deste discurso reportado el moro. Y, « acude , ¡ oh alma gentil ! dijo el severo
Por donde vino se volvía á su gente Cardiloro á tu gusto , acude y anda ,
,
Lozano en las sospechas que el tesoro Y déos la alta victoria que yo espero
Era aquel de su próspero ascendiente : El cieloque esos nobles pechos manda ;
Daba ya al frió polo en cercos de oro Con que de los dos sea yo el tercero,
tal
Casi entera su vuelta la serpiente, Como lo fuera aquí en vuestra demanda,
Y el perezoso carretero helado Si, como es de mi oficio el concedella,
Al sol tenia su yugo trastornado, Permitido me fuera entrar en ella».
Cuando el enamorado sarracino Asi dijo; y siguiendo su camino
A vista del ejército cristiano Celedón, á su amigo llega, y dice :
Al suyo iba pasando, en el divino t ¿Por dicha, ¡oh invicto Cid! ya por indino
Mas dejar sido uo gran resguardo nacho A r^lr ballena el pecho, a aquel a tiento
En tu heroico ralor al lesgo mio¡ i Degüella y pasa al lio la adversa suerte,
,
Y si moría morir con esperaosa, Del modo que halla al grande y al pequeño,
De pió entierro y do cruel venganza. Del sueñn lempo] ti I eterno sueño.
»A este Un te dejaba . oh cara amigo, Este en su corvo escudo recostado.
Y por tu anciana y tierna madre ausento El otro sobre el yelmo adormecido,
De u larga vejez ¡mico abrigo,
s L'no encima la blanda verba célenlo,
\ de tu mic\.i esposa misto ardiente Otro en las grevas de *u arne, lendido;
i-
Mas, ya que to ralor nene conmigo, Cual con nuevo dolor desaunado
Y cu mi alma el lirio que me das se siente, La boca abre i dar voces j embebido .
Mi hombre nos quede de Importancia vivo. Ls vi./ se vuelve airas, y el moni traga.
•Ven tras mi , y con atenta \ Islaadvierte Coello, un portugués de animo ardiente,
Por d le ahora el honor tras sinos guia Hidalgo tierno en sangre y en amores,
En esto esta acertar 6 errar la suerte, Poeta, amante, músico y valiente,
Ser descuidada 6 cuidadosa espía Cuatro heroicos y célebres furores,
El sueño es iiu imagen de la muerte, Con el retrato de su dama ausente ,
sel muerie caliente o muerte Tria, A quien había cantado mil primores,
Dormir en nudo oscuro y paz interna fauno el sueño le hallo en su fantasía ,
Mató al vano Alfager, al noble AcostS Que enlre sus dos caballos soñoliento.
Y a Enrique el tiel de tres agudas puntas : , Para ¡r no tuvo á su cuartel memoria :
Y por la raya de una senda angosta Pasó el celebro á Furnio que de viento ,
¡Oh sutil Tarea! en bronces, loque Apeles Y al truhán Galba, que despierto y quedo
Con sus conchas no hará ni sus pinceles. Entre los frascos se escondió, de miedo.
Abriendo en sutil lamina de acero De alli entró donde el docto Algeo dormia
De Piramo y de Tisbe los amores A la luz de una vela en que su pluma. ,
Aquel día le hallo el sueño postrero De un grave poema heroico que escribía,
Y del cruel Serpilo los furores lie versos había hecho una gran suma :
Al relieve infeliz que en triste suerte Del triforme Gcrion de ambas Espaíias
Ocasión fué y agüero de su muerte. El reino antiguo v celebres hazañas.
, ; ., . , ,
Pasó con Muza á España cujas lides . Esle luciente yelmo, que del lecho
Los ríos volvieron y los campos rojos: Quité á un muerto enemigo, he reservado
Él lo envió á Zelin", Zelin a Oncalla Para que sus pomposas plumas sean
Y el á mi bello nielo el rubio Abdalla. Alas cuque volar tus glorias vean.
Cuando en sangrienta .lid los albaneses «Solo este para ti codicié en cuanto
A Abdalla despojaron sobre Duero, Oro y plata encontré del enemigo :
El docto Argeo, entre oíros dos arneses. Toma, oh Serpilo, y vamos; queja el manto
El rico areo ganó al gigante liero; Estrellado que ha sido fiel testigo
Y en sus pomposos versos los reveses De lu braveza, entre el nocturno espanto
Del tiempo, areo invencible, aquel postrero Sus broches de oro esconde toma , amigo :
Sueño le hallo pintando, cuándo el hilo Y por este encubierto valle huyamos ,
Del canto y cuento le corlo Serpilo. Antes que lo hecho con la luz perdamos.»
Puso en arco los curiosos ojos,
el Dijo y Serpilo, «Oh gloria, le responde,
;
Y' al sabio poeta que admirando estaba De tus mayores, y honra de la mía ,
Las musas con su espíritu-, entre rojos Yo también otro bien codicié, donde
Suspiros lanzar hizo el alma brava: Uno entre libros sin lemor dormía;
Quiso de su victoria por despojos En arco bello , cuya aljaba esconde
Llevarse el arco y la dorada aljaba, Cien Hechas entre nácar y ataujía .
Y por matar a Egil y al Turnio Mesa, Que luego que le vi el robusto oficio
,
Y las armas ya botas, y el sin fuerza Que junto aquel hogar que allí blanquea
A nuevos daños su crueldad le esfuerza : La prenda está que darte amor desea.»
Cual tigre bircana en el aprisco mudo, Dijo ; y sin ser á detenerlo parte
liarla de degollar grueso ganado , Los ruegos del amigo que adivina ,
Mató á Gilberto, que en decir con arte Dióle al amor la noche, y quiso dalle
Y herir de punta su primor tenia , A Marte el alba y en ginete ardiente
,
Con ella misma á mas herir se azora : Amor pudo obligarle á detenerse:
Entra donde á medir Ulloa se encierra Cércale el español bando enemigo,
Del precioso hado el ascendiente y hora, De quien él por huir y defenderse ,
Que ili.i oacieado por el aire poro Cerrando el curso da la humana suerte,
De y- le esconde, j en las tienes
i Y naciendo al mundo de su fe testigo,
Clavada, le baee dar ciegos vaivenes. sin vida dio i loa pies del muerto amigo.
Vuélveme todos I la oculta parle oh heroico ejemplo de amistad divina
i .
De la tirante y (Irme rúenla parte, jamas tiempo que tnmoi tal amina
el i
1 al medroso Blodon que con recelo . Del ciego olvido te veri cubleí la
Gritaba «j quien tiro?* la punta aguda Antes de siglos j años vencedora
Su voa clavo, > dejé su lengua muda 1 ii fama iré como i» sangre ahora
.
Su amigo, que caldo le vio en tierra, lins hreves lunas antes del concierto
i mi lia a descubiei la guerra. De la noche Infeliz salió encubierto.
tYo, yo, dice yo soy quien blxo el daño . - Comenzó el campo moro el nuevo asalto
Teneos que nada os debe ese ¡nocente
; : i on que él hiciese el robo mas siluro ;
\n el autor fui del riesgo j mal tamaño Que torpe miedo y ieg o sobresalto
el i
\ del sangriento estrago en vuestra gente; La vista luí han mas que el aire oscuro :
Dame este dulce bien por el postrero Y el paje astuto con sagaz concierto
Y no hallare la muerte desabí ida A cualquier lance impuesto y prevenido;
Y cuando haya ocasión o por ilinero .
Y poro poro por el campo abierto,
;i
Y tras el bien (pie deja y el que adora Y antes que el feroz moro sienta el caso
Con su escuadra tomó una estrecha senda En revés le alcanzó por la cintura
Que á la torre va á dar, donde su gente Que le hizo dar de manos, y le hiciera
Ya culpándole está de negligente. Dos si el filo al cortar uo se "torciera.
Va buscando la gloria que ya tuvo Saltó el gigante cual dragón herido
Caida ante sus pies sin conocella Del duro césped que arrojó el villano,
Cuando la culpa de perderla estuvo Y al tierno amante, en fuego convertido
En no llegarse como pudo, á vella
, Del mismo en que arde el torreón cristiano
Mas ¿quien lo advierte todo, ó en quién hubo La respuesta volvió con tal ruido,
Tan sabia prevención que pueda en ella
, Que acertando en el yelmo sonó el llano
, ,
No hay descuido en amor que no se pague, El español, que dos deidades juntas,
O sea el cobrar remiso ó sea contado, Honra y amor, le hierven en el pedio,
Ni estado tan feliz que no lo estrague Una tras otra hiere de dos puntas
El desmán de un suceso no pensado Al que su gloria puso en tal estrecho;
Que si da la fortuna antes que amague, Que del fornido acero por las juntas
¿Qué escudo bastará á su golpe airado? Lago de roja sangre dieron hecho
Fué á dar con el balcón el godo tierno El antes verde prado, cuyas llores
Y en vez de alegre gloria .halló el infierno. Muertes respiran, y solían amores.
Vio escalado su muro y puesto fuego , Al recibir el moro la una herida
Ya por allí el balcón resplandeciente, Otra al bravo leonés le dio en un brazo,
Y que en tropel confuso y furor ciego Que, aunque sin daño y riesgo de la vida,
Por él entraba la morisca gente, De acero y carne le llevó un pedazo;
Y un soberbio jayán de nación griego Y dando y reeibiemlo una avenida
Señor de Negroponto, puesto en frente, Y tempestad de golpes hizo el plazo ,
Saltando á él sin que temor le ocupe Quien con la sangre mora no pequeña
Tres lenguas silba y la ponzoña escupe. Parte apague del fuego de Sansueña.
Quedóel amante de la dama bella Del son confuso el resonar valiente,
Que en salvo puesta, sin pensar, tenia Y de la llama el rechinar sonoro,
Viendo escala, y que el jayán sobre ella
la Asombró el pueblo, que tenia su gente
La torre con su gente entrado había. Segura por allí del campo moro :
Al escorpión tocó que la ha comido, Al lio, del ciegobosque entre las ramas
Atrás rehuye , y con la temerosa Del asturiano campo y pueblo moro
Luz de sus vivos ojos ve el engaño Lo mejor se junto, y duró el rebato
Del riesgo suyo y del ajeno daño ; De la confusa noche el mayor rato.
.,, , ,
. , . ;! ,, .
pre lo^ oráculos y pronósticos humanos en las cosas por Cogiendo en negra sangra horrible fruto
venir. Del rabioso dolor en que va envuelto;
Dando oi,i|ios a ciegas que de día ,
Tcosoo pira nalsi 100 ambos sa notable desenga- > ubi i lil .Ip.ll i. I le .h i lll|. i
ño, Beroardo, siguiendo soa cierra , enenentii tngdllca en las .1 Que encubrir pueda ó disculpar su culpa.
Íe
aflss de un dragos ; sígnela poi ladesdcnnai
enredado en un eztrafio eocanomenlo, donde Proteo
c destabre sotes soa sos padres. Alíela pide a Galisos just.- De
Al ciego amparo de un rincón oscuro
la tienda, que fuera cielo claro
coolra Femguto, y el hace batalla eos Raogorlo, qnieo .1 A saber cuya era y cuan seguro
mata y ijuoa el escodo, y § »r laa armas «lii es tcaldo por Allí tenían sus males el reparo,
franres y arnmeiulo de la gente Que de Toledo venta en bvor Con llanto amargo que un peñasco duro
de Gallaní , de golea oneds preso i><t ealpa de so cabsllo oyen ;
Tierno hiciera en su triste desamparo,
en un bosqoe ruido de armas, y por ver .|ué sea se plcraS con ,
La tiente fue de mas coraje y saña. Jamas espera ver su luz, segunda
Ganando el paso de la escala y muro »;, Por que en oslo desván lóbrego y triste,
A costa de su sangre y de la ajena Para solo llorar desgracias hecho.
El amante sabio libre y seguro Quedar penando el cuerpo permitiste ,
Como el preso sin culpa que, ya dada Mientras del tercer globo estas cogiendo ,
En su causa semencia ve delante , Entre sus rosas y azucenas santas.
1 verdugo que a darle muerte viene
1
Los castos pensamientos en que tuve
Cuando por libre en su opinión se tiene. La semblada que en tu ley mantuve,
le
Tal quedó Argildos, que un morisco pudo Vuelve los ojos; mira el sacrilicio
»
De un golpe echai lo desde el muro al suelo ; Que ahora á tu deidad hacer espero
Que ni para la espada ni el escudo Que viv ir finia vo de tu servicio
Fuer/ a dejó ni lirio cl mortal hielo : Ni puedo ya, ni aun. pie pudiese quiero :
Antes que asume ron sil lumbre el dia, De amor se queja y su becerra llama ,
:
Y tanto el cofre aquí y allí revuelve , Aunque con nueva admiración y espanto
Que el acero, sin ver cómo, se afloja, En ver aquel gallardo prisionero
Y abierto, á su primer contento vuelve : Que á su Florinda se parezca tanto :
Todo quiere que muera , ó se le antoja; Dióle razón del caso un escudero
Las joyas saca a tiento y las desvuelve; Diciéndole a Señor, anoche, en tanto
:
Hasta que á hallar al fin entre ellas viene Que el asalto duró, el capitán Bueso
La que la muerte en fiel custodia tiene. Trajo una mora y á este moro preso.
Mas como oscuro está
, , ni acierta á abrilla ,
»La mora, en tristes lágrimas metida,
Ni su artificio sabe entiende, , ni lo Allá dentro, y el moro en este prado,
Y asi llorando dice « ¡Oh gran mancilla,
: Llorando están la libertad perdida
Que tan cara la muerte se me vende, Y la nueva alliccion del triste estado. »
Cierto licor sintió, ¡oh suceso horrendo! En quien todo el cauda] tiene empleado
Que , sin mas consultar temores vanos, De las pobres cosechas de su ejido,
Cierta ya que el veneno iba saliendo, Entra, bajando el monte descuidado,
Llegó la boca y labios soberanos A una cueva sin luz, y allí escondido
Para beber por ellos lo que cupo Acaso le halla entre las ollas de oro
Al corazónmas fiel el que mundo supo. De un antiguo y riquísimo tesoro;
Y apenas el licor pasó la boca Así el tierno amador, con los temores
Cuando quedó la dama sin sentido, Que su imaginación triste le ofrece ,
Tal, que mirarla á lástima provoca Sin pensar encontró los resplandores
Y deja al mas cruel enternecido : Del tesoro mayor que le enriquece :
O muerta, ó si no muerta con tan poca , De su bella Florinda vio las flores
Esperanza de vida que perdido , ,
(ion que de nuevo ya su amor florece,
Ya el sentimiento, en lágrimas cubierta, A un rincón de la tienda desmayada,
Desde ese punto se contó por muerta. Toda de joyas y beldad cercada.
Ya en esto, del color de la azucena , Dánae quiza cuando entre lluvias de oro
,
•¿Nocseste el bollo sol que m¡ alna alumbra? Aq ntra ya la buena ó mala suerte,
¿Este un ea su retrato verdadero? n le no aii ansa el albedrlo humano,
¿Es sueno , A sombra A luí que me deslumhra Que al uno bace 1 1 1 ir. "ti o que acierte
* i
Del mismo rtiNin \ bien que reo ¡ toco I Cundo ella ni. i- ti.iiaba de perdeila.
«¿liase quebrado en dos el limpio espejo ,
I
ItrafiO ea-o ! en la bllj. I i <l. mi ,,
Su esposo está mas en alegre vida , Bebió, por beber muerte en la bebida
En oueva admiración quedo metida. l dulce suelo que le di" la i ida.
ii
(.un que la juna 6 la alegría crece, Los do- tiernos amantes advenidos
Que las pasiones mueve v la- engaña, Del bien presente > del pasado engaflo,
Poniendo i"- sucesos diferentes Al eielo alaban que por lale- pa , I
Que por \ii los dislates 'le la vida, Y el amante sagaz viendo trocada ,
Del santo cielo estaba desasida, Que por muerta la tune o por robada ,
Sin le] ni dependencia, n su gobierno, l Av ¡SO envía y da nueva cumplida ,
A Booles frió j :il León caliente Codo nuevo beneficio ingrato a tan :
l.i- infelici - íelii es suertes v l.a muerte en dulce siieiin .la lineada ,
Y aquel andar a tiento 1"- mortales, a-i a la- eosas trina a el sobreseíalo,
j,
En medio de l"s bienes y los males. Que a veces saca premios del delito.
Todo eslo bacian alhajas de fortuna, Fué el valeroso Aleaide eeebido i
(.lile e- del reloj ib\ ¡DO orden entera , En real aplauso y majestad decente
Sin quien no mueve el mar ola ninguna, De la gallarda dama y su querido
Ni una arena lia> de mas en mi ribera : Amante, > la demás guerrera gente;
Esla el eielo J la del a tiene en una i D le luego que v i" al recien venido
,
Que cada cual sea parle de este todo. En tan notable maravilla puesta?
Mi liay en esto nimios naturales
. «¿Quien trajo aquí e-la nueva hermosura
Con que si coi ren nuestras M'das; En joven tan gallardo y tan apuesiol
Que ni es lodo milagros celestiales ¿Es de el. o., luí .. sangre oscura? i
Nacen de cosas bien o mal regidas, Cuando, en amargo llanto v luto puesto,
Y el albedrio hizo de SO mano l.a traición me dejo de un mino ingrato,
Piadoso á Cesar, y a .Nenm tirano. Robándome este rostro o su retrato?
Bien que mbien donde no puede li moro ó fiel cristiano,
Dei idiins , bello <
-
Que el mundo hace que su vuelta ruede A quien el alto cielo dio la Ulano
i londe él quiere y no el prudente quiso ; . Tan abundante mi gracia j gentileza.*
Y Clises por mas curso que le quede , Asi el Aleaide dijo y el lozano ;
Que asi, señor, pasó...» Y asi quería Contra el valor de los eternos astros,
Decir lo poco que de si sabia De su muerte quedaran tristes rastros.
Cuando en confusa trápala y ruido Iba sin mas defensa el caballero
Por la real tienda entraba un moro bravo, Que de su limpia espada la destreza,
De un vulgo >' furia popular asido, Con que al jayán de corpulento acero
Y' un valiente caudillo de otro cabo : Sus golpes perder hizo y su braveza,
llanle entre los cautivos conocido Acertándole algunos el guerrero,
Por el rojo Altaquiz, antiguo esclavo A pesar de su altura en la cabeza
,
Del Alcaide , y aquel que abora dijo Por donde en vez de sangre salen toscas
, ,
Que en tundió hinchado sobre el mar caia , Volvía en rojo rubí ó blanca amatista ;
Y al negro abismo que su vientre encierra Y donde quiera que paso lijaba el
Arrojarse la luz tras quien venia : Rastro quedaba en relumbrante lista
Admiróle el suceso y fué con nueva
, De las preciosas piedras que ya en vuelo
,
Que el uno ha muerto el animal inmundo, Viola entrar por la llama de un gran fuego,
Y el otro, por el oro ensortijado Y sin buscar mas puerta ni postigo,
Del hermoso cabello, a toda priesa 'Iras él se entró; que á quien honor pretende,
La angélica beldad se lleva presa. Ni el fuego espanta, ni el temor le ofende.
, ;. ., , , , ¡ . : ,
Que aun no Dega 1 esponjar la blandí mi, Solo con sui vislumbre ii tes vale • I
NI i ser más que nn vapor el ira > lustroso : l o a aumentar del miedo lai pasiones
1
.
Paso libre la roí que reverbera, Haciendo que un temor i otro se iguale
Y bailóse en un sepulcro tenebroso, las negras sombras y húmidas visiones,
Que iii una oscura tumba pai Con el espanto del lugar non ible,
Al débil rayo de un farol que ardia. Bastante prueba a un o invencible. :
Que a cada vida til j cada hado Fl mal dispuesto intlnjo de mi estrella,
l.l punto Ojo j centro señalado. A morir sin por que tan mozo en ell.i ,
Pidiéndole por señas que le siga ^ si algún tiempo por vivirme queda,
Por mi hundido sótano distante; Tampoco es i,i,n pasarlo squi encerrado:
Que Becas las arterias y pulmones, De cualquier suerte , quiero ver si puedo
aire le iiiia en que formar razones, Destas cuevas romper el ciego enredo j
Fueron un caracol ilit'uso,
liajaiiilo Dijo; y con ambos reinos, presuroso,
Al rayo de lámpara de lucra.
la Doga á buscar el ÜO de Is laguna ;
Que en aire negro i cóncavo confuso v.sin tomar aliento ni reposo,
(.un luí dudosa y tibia reverbera Se cansa en vano sin mudanza alguna
Basta que de los pies las plantas puso Parécete que vuela mas furioso
Be un negro rio profundo en la ribera, Su barco que la esleía de la luna,
Que con romo tupir, de pena en peña
, Y no se mueve mas ni da mas paso
Por sus hondas cavernas se despeña. Que en Tesalia las cumbres del Parnaso.
Un pequeño batel puesto á la orilla Veinte millas hubiera navegado
Está entre ciñas j uvas (abordando Con el recio bogar, si se moviera,
ii ir aquella mortal Bombra amarilla {.unido el remo arrojo desalentado,
Se entró, al ilustre joven convidando : Sin esperan/a ya de hallar ribera ,
l'or los despeñaderos de aquel rio, No hereden cuerpo y alma unas serpientes,
Mas recio v.i que el agua á su navio. l'ues nacieron de padres (hiélenles.
Cercado de figuras temerosas Pide también en su secreto pecho
Que a la luí se descubren que levanta Favor a la purísima Mana ,
1.1 uro ile las alnnsaS, sierpes es, \ a su sanio (ustoilio, que el estrecho
Que con SU horrible Centellear espanta; Camino le abra , y vuelva a ser su guia;
> sobre negras ondas espumosas Y viendo que es cansarse sin provecho
F.l frágil lefio al centro se adelanta, (Listar las fuerzas mas cu tal porfil
Donde la luna sus mudanzas mide, Se esta quedo esperando a ver la suerte
La noche reina y el horror preside. Qae el tiempo echa en su vida 6 en su muerte.
Asi en el requemado Flegetonle Y mientras, sepultado en el profundo
La barca de la muerte y su barquero Entre horribles figuras, se lamenta.
I emple i las almas unida y horizonte También la supeí mr pule del inundo
De un claro mundo a un espantoso j fiero; . Al cielo oscuro sus estrellas cuenta :
O en agua mansa ó puerto conocido: Por donde un muro, sin pensar, se abria;
Buscó el piloto por el barco a tiento, Y en una hermosa sala matizada
Y viendo que se le ha desvanecido. lieoro precioso y varia pedrería.
Causóle horror; que en golfo tan esquivo Sobre una rica cama de broeado
Aun hace un muerto compañía de vivo. Con sus congojas se hallo embarcado.
Hiere i una liarte y á otra con la espada, Vio que eran los dragones y serpientes
Y en el fondo del agua con los remos, Que antes le perturbaban con vislumbres,
Y ni halla de aquí ni de allí nada , De oro y preciosas pichas transparentes .
Siendo serpientes de oro hechas por gala, De lirios, alelis, rosas tempranas,
Los que dragones parecían de lejos, Triunfales arcos , frisos y festones,
Fingiendo las vislumbres de un topacio Y'en las ricas cabezas, de oro llenas,
El contrahecho asombro en el palacio. Coronas de claveles y azucenas.
Mas ya, saliendo por la ebúrnea puerta Es de la juventud y la hermosura
Tras el sabrosodel dulce engaño,
tin Tierno albergue el alcázar delicado,
Un nuevo mundo vio, á quien da cubierta Donde la alma, salud y su frescura,
Un cielo de agua sm lesión ni daño: La alegre sangre y el vivir templado,
Admiróse de ver que al aire abierta
, , Vida á su parecer, gozan segura
,
,
El ancho mar, por artilicio extraño, Si bien de frágil vidrio el real tejado;
Bellísima una bóveda levante Y por vecina una importuna vieja,
A la de un claro cielo semejante ; Que hora, de gusto, el suyo no les deja.
Y que los rajos del dorado l'ebo Puesto en frontera deste gran palacio,
Que por las cumbres vuelan celestiales. Sobre una parda carcomida roca
Con nuevo dia en aquel mundo nuevo Otro, distante del no largo espacio,
Luz a su nácar den y á sus corales; Las nubes con sus rotas cimbrias toca:
Y en claros visos con sutil relievo En campo estéril, agostado y lacio,
Del mundo asi relumbran los cristales, De oscuros senos y de vista poca
Que con vislumbres de oro y resplandores Lumbreras cortas, patios mal seguros,
Iris hagan bullir de mil colores. Antiguas torres y arruinados muros.
Entre las aguas los lijeros peces Habitan dentro horribles sabandijas,
Con sesgo movimiento y curso blando, Necias mujeres de ánimas voltarias,
Por varias partes y en diversas veces, Flacas, feas, fantásticas, prolijas,
Las crespas ondas ir se ven cortando; Frias, falsas, caducas , herbolarias;
Y' al rubio sol sus escamadas teces De arrugas llenas callos y de rijas ,
,
No los negros moscones ni las (leras , Otros que la vejt i torpe j cansada .
\ Berorey de fracia, hambriento de oro; Las puertas o ion it.ues o con reja
Ni Orfeo, al pié del Ródope sentado Y junto al muro, en medio el campo raso.
Selvas plantando su caní ir - ro, De una cueva la boca mal pareja
IIitíiIip en mas confuso desatino Y en un padrón sobre ella por troteo, .
Di' la bacanal turba hirviendo en vino; • Morada del mudable dios Proteo ;•
Que el tierno joven, del enjambre esquivo Habiendo leido en el romano Homero
Que al frágil vidrio furor contrasta < La historia desle monstruo variable ,
v,
las bellei is de su mura altivo Don que la lUVO por lie, ion pi mu o i
.
Sola la vieja que al bajeon subía, Al lili él por las senas y el troteo
,
En airan/. ir a AjBgéliC i p"ltia. Del Ja\.ui conoció que cía l'i Oteo.
,
Que al huí co abrigo de una corva teja De- quien su ayo, por modo peregrino,
Tal la arrugada > carcomida vieja, Sobre él lijero entro \ el adij ino, .
De vencidos
los asirnos victorioso, Y echando por la boca y ojos ruego,
El bulto asió de la mordaz arpia Se fué mudando entre las penas toscas
Que trepando iba el muro peligroso; Que antes servían de cama a su sosiego;
Y arrojándolo al suelo ya quería .
Mas el valor, que a las horribles moscas
Ponerle el pié como a ratón medroso, \ oh ió en preciosas joyas cerró lucen ,
Cuando ella humilde, i sn furor rendida, Con el man DStruO trjgn loante
Am merced le pide de la vida Con nuevas fuerzas y ánimo bástanle.
« ¡oh invicta gloria del valor de España Y por las alas cresta \ las escamas
,
Sabe que no saldrás desta montaña «aiamln crecer de un árbol \.o las ramas
S¡ yo el camino no le diere llano : Por entre sus Tortísimos abrazos
Oye que no ha] Un mustio y seco heno.
; Y las escamas de oro vio en ligura
Que para algún efecto no sea bueno. De un grueso tronco y su corteza dura.
«Proteo es Cierto espirito marino Sonrióse el mancebo valeroso,
Que las llaves del mar inmenso tiene : Y «ahora mas lirme, dijo, estas conmigo»,
Ll que abre v cierra el p iso j da camino Cuando en horrible luego sonoroso
A cuanto de sus aguas se mantiene; A arderse comenzó el vano quejigo :
Antes que salga a luz y antes que sea. Que solo con ungir quemar espanta.
Este en lo hondo de una pinta oscura
• El humo es quien le ciega y da congoja ,
Que el ciego seno ocupa desta cueva, Por ser la gruta lóbrega pequeña \ ,
Presa del saino, perdida del necio, Mas no esperes en tiempos ni ocasiones
Y del mundo la joya de mas precio. Tus tristes padres libres de prisiones.
Y'a en dragón vuelto, muerdo de su cola, » Bien podrá el cielo darte con excoso
Ya en su luego consume las edades, Triunfos contra el francos y el pueblo moro,
^ a con sus avenidas de ola en ola Y al tuyo su valor vencido y preso
Piedra toque se vuelve de verdades: En Duero, Benavente, Orbejo y Toro,
^a tizna con su humo, ya arrebola Y que en Orcejo rindas á don liueso,
Con nuevo rosicler nuevas beldades, Y todo un infiel campo en V'aldeiuoro,
Y al fin , en tantas cosas se convierte , Y hagas otros lances semejantes
Que es liien, que es nial, que eslin, que es vida y muerte. En moros, paladines y gigantes.
Todo lo vence y ,
muda
algo puedey si » Y que tan noble sangre con fecundo
,
Es no perder ninguno; con que excede Que seas en tus empresas sin segundo,
El sabio al que, vestido de ignorancia. Amor do una honestísima doncella ,
Con cualquiera ocasión y miedos vanos Y sucedan de ti , por mas extremos
Se le desliza y huye de las manos. Mil principes á Castro, Sarria y Lémos.
Mas al que en no dejarlo persevera Y que el difunto bulto que encontraste
i)
¡Oh autor de las edades, rico archivo La bóveda de vidrio que tenia,
Del mundo y sus historias! el gallardo Del hondo mar la máquina cargada ,
A las presentes ansias competido; La clara luz cobró que habia perdido;
Y tü imagen mortal de su braveza,
, Libro Bernardo vio que lía saliendo
i
[\i por dónde ni cómo allí tía llegado Jardín i ser de nuevo ai it iciado
,
I " un león por cresta, i quien hacia Donde lo estaran ana con tu venida .
Sombra un plumero por el aire ufano, Por colmo i sus alegres pensamienli
Y en el grabado acero descubría Dijo; del gran le
\ i obed la
1.a obra de los buriles de ^ ni' sno A I el lúe IOS lloridos aposentos
En i-i- nieladas sombras, por c setos, Al tiempo que en ios campos de Toledo
De historias por venir varios secretos, Batalla hacían la ¡alna la ira \ miedo. .
Con esta letra de oro por defuera ¡ Rangorio en ver los muertos la lozana .
• Tiempo vendrá que estos nublados rompa Infanta en Male a el Árlela al inoro . ,
Dudoso en entender sus mismas cosas, Del silencio la \oz sacó parlera ,
Que el jardín muestra de arboles] rosas; I'ue la aliev i.Ij \ lóbrega hechicera ,
A cuyo cargo esta en tan breve espacio \ que mas tu favor que mi desvio.
Tanta máquina y suma de artiGcios.1 Sin culpa de los dos, me le ha quitado :
Y del las heredó un asiuio griego l)ue no es bastante excusa que a tu intento
Por viva lengua y platicas sunies ; 1.1 gusto le saliese aguado ó puro :
Estos bellos alcázares dorados ¡Tu custo, por ventura, en sus ropajes
Y este jardín que un mayo eterno viste, Hallar sin mezcla quiere la alegría?
Son de la hada Alema en cuya mano , ¿O yo sola en el mundo soy la fea?
Todo el deleite está del gustó humano. ¿Yo sola soy? ¿No hay otra que lo sea?
, ;
, ; , , , , , ,,
Muere su luz, renace la contienda Que traes, ladrón, hurtado, cobrar quiero
Del vario tiempo, que los pecha y paga De ti y quitado ya el caballo v brío
:
Plata por oro, lirios por corales., No por tu persuasión mas por mi gusto, ,
Y ébano por las perlas y cristales. Daré á la maga el don (pie pide injusto.
»¡ Cuántas al vuelo del sutil copete «Digo que le daré derecho en todo
Te mostrarían lasblancas sienes calvas! De Brabonel, sin que haya quien lo impida,
Cuantas sin el barniz, que se entremete Aunque el francés orgullo y valor godo
Ni tan rubias serian ni tan albas! Con la espada le ayuden mas temida.»
(uantas la luz. fingida do un sainóte Arrestóse el jayán en este modo ,
lie infinitos defectos bace salvas! Porque parezca la ocasión nacida
Y ¡cuantas bajarían de su ciclo De cólera y no celos, y ambos juntos
Si el corcho les Tallase , a ser del suelo ! A una cerraron , sin mirar mas puntos.
«Alguna dio tu antojo por perfeta , Arrojaron de golpe los caballos
Que ha menester también reía encantada: A ejecutar las barbaras heridas,
Ño es en esta desgracia sola Árlela ; Cuyos limpios aceros, al tentallos,
una tu á quien no le talle nada
Ilinie : Sonoras dieron y altas estampidas;
La beldad ni esta aqui ni alli sujeta : Y los furiosos lirios, en proballos,
Mas sido al gusto di' quien es gozada, Quitar pudieran otras tantas vidas,
Y el no es nías que un engaño que le vende A no hallar en el lino temple excusa
Por gloria á cada cual lo que pretende. Del acero y los hados de Lanlusa.
»Kste gusta de hacer un avariento Llevó el cristiano al moro medio escudo
Tan á su estrecho estomago medido, De un revés, y él salió en un brazo herido
Que si ya atesorar pudiese el viento, De una punta que halló su filo agudo
Tendría el respirar por prohibido; Puerta en un brazalete desmentido :
Quién se pone las cejas, quien las quita : Y á los dos dentro en su mortal baraja
Quién con loco furor, si se le antoja, Por lo oculto del bosque convecino
Vivos entierra y muertos resucita
, A la imperial ciudad medrosa ataja
Quién los humos murmura de otra casa , Con su bello escuadrón , que en cada hoja
No viendo el fuego que la suya abrasa, Algún nuevo enemigo se le antoja.
nl'no compra los dientes en la tienda Así blanca paloma que ya presa
Al otro se los quitan por perjuro; En las de un gavilán sin culpa ha sido
Uno se vuelve linee, otro se venda Si acaso de las aves la princesa
Por no ver á lo claro ni á lo oscuro : Contra él se arroja del caliente nido,
Cada uno tras su antojo y por su senda Medrosa suelta la encogida presa
Sueña que va el camino mas seguro, Al forzoso combate constreñido ,
Y sin ver, cual debria sus dislates ,
Y ella á esconderse temerosa huye,
Murmura los ajenos disparates. Mientras el uno al otro se destruye.
hermosa nací y en ser hermosa
» Yo , Solo Arleta quedó de ojos impuros
Y" tenerme por lal á nadie ofendo : A ser de la cruel guerra infiel testigo,
Cual soy me viste, no soy otra cosa : Que, hecha á ver muertos y á rezar conjuros.
Esto es lo que hay en mi, y esto te vendo : De ver despedazar gusta á su amigo;
Al gusto que en ti ardia fui sabrosa :
Y'los dos bravos con redobles duros,
Si al tiempo se apagó que estaba ardiendo Para hacerle en sí mismos el castigo,
Ni yo eché el agua ni es razón se ordene , De mil modos se hieren y en mil modos ,
Que otro por lo que tú pecaste pene. Para una muerte los intentan todos.
»Y tú también, oh singular princesa, Diestro Rangorio, al reparar la herida
Justicia es que me ampares deste ingrato, De un presto revolver de Ferraguto,
Y' que me cumpla mandes la promesa, Tras una limpia punta no abatida
Y" torne de su amor al primer trato ; Con fuerza se entró el francés astuto,
tal
O mientras no saliere con la empresa Que seis pasos fué el moro de vencida ,
De darme á Braboncl guarde el contrato , Midiendo el campo no de sangre enjuto-,
De estar conmigo, como en fe segura, Y' otra le hizo en los sangrientos llanos
Al gozar, prometió, mi hermosura. Donde tenia los pies poner las manos.
»Que yo haré cuanto en mi mano fuere Mas no tan presto súbita pelota
Por no dar á su amor competidores; En blancas losas salla rebatida
Que es al amante que de veras quiere Cuando el gallardo jugador la bota
El bien de mayor gusto en los amores : Y'por las nubes nos la da escondida,
Ni celos sentirá , si no los diere , Como él saltó, con la paciencia rota
Ni de altivo desden los disfavores De ver su espada y furia resistida
Que las nuevas beldades traen consigo ,
De un solo brazo, y (pie le tenga puesto
Sin reserva de amigo ni enemigo. » El nombre en condición y en riesgo el rosto. ,
Bramando, lanza por los ojos fuego. Dos partes el ames, y cuatro el pecho.
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|, riesgo en orne una estrecha pieria
H.. el y. \ie ni bu s,. mu 1. uerpo difunto
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Y mi iiii- sangre sola \ color moei la Tomó escudo ai muerto i viendo junto
1 1 .
Que la luria reñir i lo desut indada De los que andaban sueltos por el prado,
Del herido alemán, j el desatino Topando acaso un mal d ido pon..
De los ardientes rayos de so espada, De sobrepaso j freno desbocado
Coo él cerró, v salíéndolo al camino Y por ia posta el uno tras del "tro
su destreza y su cólera igual ida . Del bosque entraron por lo mas cerrado.
Bien pensó hacerlo i sn i ibot ped nos Siguiendo, entre una plañí \ otra plañía. >
Poi tres parles quebrado al suelo vino, La ardiente espada saca y ibimle piulo ,
Y el francés sin sentido y sin memoria, Un golpe le alcanzó, que á ser de lleno,
Dejando cuerpo y la victoria.
i España el Hecho dos le enviara al blando heno.
Creyó el moro feroz que estaba muerto, Ilabia un sus cíen lenguas por Toledo
i
Cuando del rayo del honor despierto, Del traidor rey el cauteloso enredo,
\ olverse a su primera opinión pudo ; Y el robu injusto de la bella dama;
Y en desigual combate, ya abierto i Y el ofendido padre, eon denuedo,
Desangre el ro tro , y en el alma un nudo A la venganza que su honor le llama
En verse en tal extremo , y al pagano Salido había también acompañado .
El uno con el otro marañado . Campos del Tajo por aquel camino, ,
Ni aun la suma hacer de tantos muertos. Y á Ledesma el sepulcro en que hoy le adora.
Quitó a Celin el brazo del escudo, Este, llegando á ver el imprudente
Y' á Foeion, que en constancia nunca oida.
. Alboroto del campo mal regido,
Ni reir ni llorar supo, envió sañudo Que por prender un capitán valiente
A mudar condición en la otra vida : De veinte estaba sin concierto asido;
Al astrólogo Arbildos, que no pudo Y que ni el golpe y peso de la gente
Levantarle Bgura a esta salida Preso le da , ni su valor rendido»,
Por la priesa del caso repentino Teniendo á golpes su escuadrón deshecho,
De un golpe dejó hecho un tercer sino. El valor conoció al heroico pecho.
Mató á Gelon á Rufo y á Tidoro,
. Y juzgando que un brazo valeroso
Este noble y los otros dos tratantes,
. Sin causa hacer no sabe demasía.
Y á los dos padre é hijo Elin y Eloro
,
, Apartar manda el vulgo bullicioso,
Nacidos en los duros Garamantes: Que aun preso el moro su furor tenia;
El gallardo mancebo Casiodoro Y en grave rostro y término amoroso,
Que de su nueva esposa aquel dia antes El bullicio aplacando que crecía,
Gozó el gusto primero al otro mundo , Libre le pide, en fe de caballero,
Desde allí le envió sin el segundo. En sus manos se dé por prisionero.
Y cual si algún peñasco firme fuera, Que él vida y honra le hará segura
Inexpugnable está á sus adversarios , Tanto como su espada y su braveza ,
Roto el ames y la braveza entera Y asi, en ley de quien es, lo afirma y jura.
Al dar y recibir golpes contrarios : Con que templó el gigante su fiereza;
Un nuevo rayo de la quinta esfera Llegando á conocer quien se asegura
Es de su espada en los efectos varios, Por la noticia y voz de su nobleza ,
Pues ni del campo pierde ni del brio. Que de un heroico príncipe la fama
Hecho el contrario ya de sangre un rio. Por nobles y plebeyos se derrama.
Martorio era un plebeyo ciudadano, Súpose luego el peligroso engaño
Que de humildes principios pretendía, Con que el moro español fué acometido
Por sus logros, hacerse mas temprano Por Anfrangol que abrió la puerta al daño
,
Contrahecho señor, que convenia : Que todos por su culpa han recibido
Habia comprado al pueblo toledano Y aunque la herida del mandoble extraño
El oficio de alférez, y aquel dia, Que al agresor partió, le ha enternecido,
Tomando posesión de su contento, La razón misma le hace que atribuya
El imperial pendón volaba al viento. Por justo el daño , pues la culpa es suya.
Iba en el medio de la escuadra amiga Ya en esto algunos que
al furor sangriento
Haciendo de si y del pomposa rueda De pasada habían sobrado,
la traición
Ocasionando su ambición que diga Y la sembrada fama por el viento
Cada uno de ambas cosas cuanto pueda De lengua en lengua lian hasta allí llegado,
Y mirando la cólera enemiga Celebrando al autor del vencimiento,
Del brazo altivo que pasar les veda, De todos conocido y admirado ,
Asombrado de guerra tan de veras, Por aquel espantoso brazo fiero
Ruscaba de huir nuevas maneras. Que por contrario le tenían primero
Al corpulento vientre en que estribaba Uno la muerte dada por su mano
La real bandera y por se hacer visible
, Al brutal Arganzon relata y cuenta,
En lo abultado y grueso reventaba , Otro el golpe feliz que al rey pagano
Con furor asestó la espada horrible; El orgullo quito, y sano la afrenta:
Volvió espantado de su vista brava , Este de Arleta pinta el bulto enano ,
Y por huir del golpe, si es posible, Y' de Rangorio aquella lid sangrienta,
EL DI i:n\iiihi. Llbitn \.
I. a del brioso caballo en que venia, Que por sn lama fui i le aquel mundo
II camino perdió y la compañía. Dignos ile mas lugar que del segundo.
Y engaBado del son en que resuena Has no basto yo á todo ni es mi intento .
Que también como el sol se le esconda. Suya toda l.i fama de la tierra.
Que ¿quién hay que, teniendo hombres famosos
En su nación , celebre los ajenos,
En
los sucesos de Florinda y su esposo se maestra Y tratando de hechos valí rosos
elcuidado que Dios tiene de los inocentes, y cómo nin- Los más olvide por contar los menos?
§una desgracia Ilesa á quien él de su mano quiere guar- II 'ii. d clima,dio al mondo mas briosos
i
cómo el nombre animoso y varonil, llevado de la her- Que pueda hacer a sus hazañas suma,
mosura del premio, se arroja las dificultades, de don- a*
Y este mi intento comenzado acabe ?
de, como Bernardo, sale u ¡oso y triunfante, dejan- m I ,- Quien hay que á su valor llegar presuma?
do fama eterna de sí en el mundo, que es lo que signi- mis invencibles héroes, j quien los sabe?
fica el jayán vuelto en estatua de bronce, y una fama
(i
¡ quién
no sabe la excelencia suya .
'
Sin que yo la encarezca ó disminuya
volando por el aire, y los resplandecientes rastros que
la virtud deja de -i, A quien las envidias y emulaciones ¿ tan estéril que no ti
Que ingenio hay .
antes hermosean que dañan , como se ve en el encanta- Entrada en ella á una lamosa historia ,
ya i contar sus nobles hechos venga,
mento del jayán de alambre, ysus avispas. En el del
O á hacer de sus ejércitos memoria?
miedo fingido ,«c ve que la verdadera fortaleza vuelve ¿O bien con sns riquezas e entretenga,
en viento los temores humanos, que parecen algo y su alta majestad haga notoria.
son nada. Con que parece que la puso el cielo
Los alcázares de vidrio en el suelo de la mar, signi- Por cabeza de Europa y lin del suelo !
son las suyas, hechas de rosas, contra los golpesdel tiem- ¿Quien pues, teniendo aquí tan gransugelo,
iia de gente exü
po, figurado en Proteo, que en sus mudanzas nos des-
cubre su inquietud, y que en ninguna figura permane- Yo en esto, oh patria ainada, el dulce afolo
r pretendo en que el amor me engaña,
ce y al que no le pierde , descubre secretos dignos de
;
Y hace creer que puedo en lo que intento
le consideración. Hijo tino hacer mi pensamiento.
En Árlela , que acusa á Ferraguto ante Galiana con Ni suene aquí el ingrato que procura
nombre de fementido y aleve, se avisa que ninguno se A su patria usurpar lo que le di be,
atreva á hacer cosa fea en confianza que no se saina, Y con tul pe ignuranei \ h ligua oscura i
porque cuando menos se recele se hallará con la ver- onü o ia espada i celebrar se atreve
i ¡
los ojos que mas lo pensó encubrir. Hoy le bizo español', y que yo lleve
La presunción de serio en la memoria,
na mudar con gusto el de su histori
I
1
.
i
; ,. ;: ,
, , ,; . ,, , : ,
Cada cual por camino diferente Si antes le habían del sueño los antojos
Se dividieron con un mismo engaño: En lóbrega mazmorra aprisionado .
Después diré la causa; que al presente , Alegre mira en aire los enojos
Despierto el moro, busca el potro extraño, Del triste miedo y cárcel que ha soñado,
Que , en regates paciendo por la selva Y en la cuadra y sus salas deleitosas
Le hace que á desandar lo andado vuelva. El diferente estado de las cosas.
Llevóle por cogollo entretenido Sállenle en varias lumbres á una sala
De rama en rama por bosque ameno el De oro labrada toda y pedrería,
A una estrecha quebrada, en que metido Y a una cuadra, de allí, que por mas gala
Ponerse consintió el dorado freno De brocado entoldada parecía:
Saltó en la silla el moro , y divertido, A lo alto de sus bóvedas no iguala
Ni en azares repara , ni ve lleno Del cielo la preciosa argentería.
De desgracias el potro, cuya estrella Cuando en las frias noches del invierno
Agüera cuanto halla y cuanto huella. Mas lleno está de luces y mas tierno.
Anduvo el dia por la inculta selva En medio de la cuadra ardiendo habia
Ignorante y perdido en su camino En leones de oro un lecho de brocado,
Ni sabe si prosiga ó si se vuelva De nácar un bufete de ataujía ,
Y menos gusto en ver cuan mal segura Y por un breve ralo (leste modo
Hacia los suyos sale la ventura. No miró nada por mirarlo lodo.
Como el gañan que la alquilada yunta No fué de C.leopatra la jitana
Con que el seco rastrojo desvolvía, El capitán romano mas servido ,
Y" en tanto que anda mas, menos atina, Que aunque de azúcar hecha parecía ,
Todo el uro barrio del hoi izonte : Alegre albergue da dulce y risueño,
Que sin trillada senda ni otra guia , Mientras ( ¡eñe a servil os con bastante
Los pasos le pusieron de Clarionte Gusto de hacerlo asi como ,en empeño
A las grabadas puertas del castillo Del suyo, os ruega refresquéis la
Llamando en duda si querrán abrillo. Con este dulce que a beber provoca,!
Cuando al hueco balcón de una ventana El moro, al noble trato agradecido,
Su fiero aspecto descubrió un ^iyante En corteses palabras le responde ,
Ue c|in- el dulce brebaje sea del cielo, Del blando bu eodlo La dorada llama.
Sintióse d de la pena Asi aquella aparenta hei
i \, ii,, cansado del camino,
le h.i Que en humanas Ogurax se pai lia.
\ e i dulce reposo el alma lli d i Medallas de oro becba la mas pora
vapores del ale [re i
l),- 1,,-* ;
ii quemar Qngia ;
i
lesano m :on semblante Buscando a tanta novedad excusa .
Que en torno ciñe ei su fli reí j i i i. Parte pueda alcanzar grande " pequeña.
Tomé iii frente del moro rica silla Parécete que Mem A se le antoja
1
V cada
1 1 • r.iii> en sn esl itura crece ¡
N¡ tiene a libertad su atrevimiento i
p ireí e con la frente :il cielo. La que en izos de amor sabroso aprieta. I
Asi del viejo Atlante el bulto horrendo, Fué el miedo tal, que despertó asombrado,
A vista de la górgona Di ees i .
Y en lili Valle se hallo al pasar ile Un TÍO,
En hinchazón hidrópica creciendo, Entre inat.is de adelfa recostado,
En la luna fué a dar con la cabeza : Al cielo abierto y al sereno frió :
\n baj m. i, i
ni estrella Que aun despierto y con luz medroso sueña .
Ora sea que en las luces se retira Baja del monte a la campaña rasa,
El bello lustre del matiz sur apunta del bosq
i salió por otra vía
Al rosicler de la atezada cara, una tijera cierva que llevaba
Cuando alumbra del sol la antorcha clara Las alas de un arpón ion que volaba. ,
Suspenso estaba en este asombro el moro, Sigúela con sus perros una diosa
Cuando la horrible maquina que sube ()ue de la luz del sol pareció hija ,
A herir con mi alia frente el tecbo de oro Sobre una blanca liaeánea vistos:.
Desbecba buyo como aparente nube Que espolea y regocija
el viento la :
A me, Ha noche contrahaciendo el ilia. Aquella noche i.- aceptó por dueño.
En la pomposa silla del gigante, Arrímale las piernas al caballo
De su -mulii nació im igen bella i II i
,
Que, de brioso, no conoce c-| la.
'1
auto a -ii pensamiento semejante, Por correr n as su gusto y por gozallo
Que viva pai eció Galiana en ella : i r el gallardo brío con que vuela :
Y ardiendo en nuevo amor el tierno uníanle, Doce leguas corrió sin reportallo ,
A una tajada peña cuya altura De los que en cruel altar sacrificaba
Silla á las nubes en sus hombros daba . A un ídolo de humana sangre hambriento,
La ventura, que ya otra vez le guia, Poblaba de reliquias las almenas,
Cansado y sin pensar le sacó un dia. De sangre y tristes luminarias llenas.
Está un castillo en esta oculta peña, Cada mañana hizo un sacrificio,
De un muro inexpugnable rodeado. Y cada tarde deslustró una dama.
Entre el respaldo de una espesa breña, Sin dar segunda vista al torpe vicio,
Por mayor fortaleza incorporado : Ni proseguir dos noches una cama :
Que no cabe en el puño la mar brava, Entre dos firmes peñas asentada,
Ni alma ambiciosa en tan estrecho puesto : De fuertes planchas de metal cubierta :
Esto el valiente capitán pensaba. Halló (pie por de dentro esta cerrada ;
En una suspensión sabrosa puesto, El aguardar que le abran, cosa incierta;
('.liando al silencio del atento oido Y el ruido que en sus bóvedas sentía,
De arma deshizo un bárbaro alarido. ('.llanto mas se acercaba mas crecía.
. », ., . .
. . ;,
; »,,. :, . ..
. ,,.. ,;, ,., . ,
indo, entre lai rocas > laa breñas, De treinta alarbes braza
Par, poder subir logar aeguro
i : Se combatían dos bravos caballeros,
Cumulo il profundo rio dos pequeñas Loe ilm codos destrozados i
|
Ventanal hechas vid en un mármol duroi Loi ios v > Huilón enteros
I • t l
.
i \ iso en <-si:i roca 1 nturosa 1 Del tercer" laminen cayó el t'i cero,
escondida al mundo la baile
Viví- -
Une al cuarto y ipiinto les sin ¡o di<
Sino la misma muei le > desventura. \ sus pus derribó "tras tantas vida
Poder sen Iros j el favor que os pido, , i Y el mundo tiembla al ver sus resplandoi
« Kl moro, iliji) Doralice es hecho, . Nadir juzgara que de brazo humano
Coa] veis , de argamasada piedra viva Pudieran proceder golpes an fuei les I
ti i
Dejadme entrar que el cielo en qdien : , Tras las Hacas reliquias i|ue han sobrado.
Si me quiere guardar, no haj quien lo in Cual lobo entre anderos discurría .
;
Vuestra temprana muerte está guardada; La cola hiere y ron su herir se aira ,
Has si con tanto gusto os vais iras u la I Y al puesto y al lugar mas defendido
Deshaced esta reja con la esp Con atrev nlos pasos se retira ,
Mas, cual de cera azul pasta amoi Y un COrVO alfanje en alto levantado.
Toda del primer golpe al agoa vino; Del yelmo altivo el gran dragón luciente.
Y Doralice viendo el hecho altivo, . Que iba entre plumas con pomposo vuelo
Temió qoe fuese Rodamonte vivo. Todo del primer tajo vino al suelo.
Entró á un jardín \ <- lo de frescura, f i< Dos pasos volvió atrás desacordado , .
Donde con otras vio la dama bella Dando traspiés del golpe recibido.
Que en triste llanto envueltas j hermosi Que a un ser cuerpo y aunas encantado,
A su pesar se entretenían con ella : Le lera en dos mitades dividido;
Contáronle .! rigor ele su clausura , Mas no tan bravo el escorpión pisado,
El desgr iciado curso de su estrella , Ni con tanta presteza deja el nido,
Las leyes del castillo en qoe se halla, C el moro acudió á vengar su injuria.
i
Y por sospechas la cruel batalla Más del honor herido, que otra luria.
, ; ; , ; , ; ; ,
Cada cual quiere rescatar su muerte, Ya de los hombros con furor le coge,
O con ella alcanzar crédito honrado Y aquí y allí le vuelve y le desecha
Y' este ha de ser, según que la honra ordena Bien que asi Ferragut su fuerza alienta,
Comprar la vida con la muerte ajena. Que en igual peso el gran téson sustenta.
Bramante su ardiente ira desenvuelve, Largo rato anduvieron forcejando
Y los pesados golpes dobla y carga, Con pertinaz porfía y fuerza extraña,
Ya desta parte, ya de la otra , vuelve, Perdiendo tierra á veces y ganando.
Y aquí la tempestad y allí descarga; Ya las fuerzas probando , ya la maña :
Mas su contrario en uno se resuelve Las vueltas de fortuna exprimentando,
De averiguar por si brega tan larga, Que al vanamente confiado engaña,
Y con reportación templando el lirio, Y al loco con favores desvanece,
En mil no acierta á dar uno en vacio. Y al atrevido ensalza y favorece.
El suelo de armas y de horror cubierto, De la prolija lucha ya enfadado,
Y' ellos por todas partes desarmados, Hizo pié el de Aragón en un recuesto
Dando y sufriendo golpes sin concierto, Y de-un vaivén sin maña y tiempo dado
De sangre están y de sudor bañados : Su enemigo de si echó descompuesto;
Un tajo Ferragut en descubierto \ él, de su misma furia arrebatado,
En uno le alcanzó de dos costados, Sin pensar, se halló en el suelo puesto,
Cuyo rigor y desigual destreza Y Bramante en sus pasos tropezando,
Ir ilando de ojos le hizo larga pieza. Largo trecho tras del fué trabucando.
Y á no ser de tan Dno temple hecho Mas sin mostrar ni sombra de recelo
El rico arnés, con sola esta herida Que pudiese agraviar su fortaleza,
El agraviado reino satisfecho Bramando al aire y escupiendo al cielo,
Quedara , y el gigante sin la vida De nuevo la cruel batalla empieza
Pero faltóle entrar con pié derecho, Y la espada esgrimiendo en raudo vuelo
Y así salió la espada rebatida A dos manos, de encima la cabeza
Aunque, á pesar del sobrepelo grueso, Con tal furor desciende y tal ruido,
El penetrante golpe llegó al hueso. Que dejó á su contrario sin sentido.
Nunca sierpe se vio tan espantosa Y otro y otro segunda y otros ciento
,
Como á este tiempo el desleal Bramante, Asi apriesa, que un yunque ú^ diamante
Ni ánimo de arrogancia tan briosa, No resistiera el fuerte movimiento
Que no dude ponérsele delante Del desabrido hermano de Morgante;
Y él, cual la mar bramando tenebrosa, Y el de Ulid, con enfado y corrimiento
Alterada de un áspero levante, De verse asi tratar, bravo, arrogante,
Con ambas manos el alfanje afierra Contra el firme enemigo que le enoja
Para dar de una vez lin á la guerra. El roto escudo y la paciencia arroja.
Hizo ademan el moro de esperalle Tembló el Córcega infiel al grito fiero
A menguante sombra de su escudo,
la Que el de Aragón bramó, determinado
Y con tanto furor bajó á buscalle,
él fiedar á sus porfías el postrero
Que mal ejecutar su golpe pudo ;
Y último golpe á lo que había empezado :
Mas el diestro español, al desvialle No se vio rostro ni semblante entero,
La espada, asi encarnó su filo agudo, Ni corazón de veras reportado;
Que entre el reparo y el salir del tajo, Que del general miedo el pasmo frió
Una pieza le echó del hombro abajo. Al rostro hurtó el color, y al pecho el brío.
Segundóle al pasar otra herida , Y él, con la gallardía acostumbrada
Y otra y otra dobló mas peligrosa Y lirme pulso que su brazo encierra,
Y entre una y otra malla desmentida La peligrosa relumbrante espada
Una punta halló puerta sabrosa : Con ambas manos, afrentado, afierra;
Pudiera por allí salir la vida, Y á dejar en su filo averiguada
A encarnar más la espada venturosa; Su clara fama y la dudosa guerra,
Y contentóse con dejar caliente Sobre el ya temeroso rey Bramante
De roja sangre una copiosa fuente. Bajó, el aire cortando resonante.
No pareció á Braman caso seguro No en ademan mas vivo y mas gallardo
Brioso esperar á tanta gallardía, Júpiter sobre Encelado levanta
Ni de sus planchas ni su temple duro, La altiva diestra, cuyo ardiente dardo
Ni de su fuerza ni su maña fia : A todo el mundo , y no al gigante, espanta,
Parécele ya estrecho el ancho muro Cuando el Etna , encendido a su resguardo,
Que antes uu mundo entero no temía, Desde la cumbre tiembla hasta la planta ;
v en tan lleno furor bajó derecho i ral indo en rita su peí tona apui
n tilo agudo por el aire blando El Cid aragonés v el granad
Qu udo, brazo yelmo , rostro y pecho, ,
ai - iruzar de una Qoi i
Am
rayo velos al viejo encina Que su dueño, que hablara sin cansarse
Que antes servia de sombra á lodo un llano, Mas que ana bilonia entera
ai suelo arroja en trueno repentino Ahora el nuevo placer le hace extremai se .
y. el ei o asorda ni comarcano:
valle Que la alegí la de Buyo es gi in pai h 1
i
huyendo .!•! can i
íi -u elocuem la * señal; ,
Tales los oircunal intes admli idoa este humilde enano el mas cenceño
\.i es
Dejó el no visto golpe pi NI el menor que en su cenen, ha nal ido .
Los dos que Peí ragul rcadoa > i :i 1 \ ii M. ¡ue de fuerzas tales , que á sa dueño
El grave I
.' i- .
i i
inadino, 1 pues es engañar 1,
ii - pensam
Era di líos el uno, otro el anciano Ali\io del espirita cam
Galirtos . rej de Mora mi v« ¡no, , y r\ i-i n se
. n agradables cuentos
I i i
Si> llamó con el nombre que > le dura 1 1 < No sii|... despi riar nuevos antojos .
Cada uno desde allí tot camino 1 De la inconstancia humana harto nos cuenta
Que mas i so propósito bacia, El desmembrado cuerno de Bi amante ,
i
le i su paira, su destino, el otro a (,iucayer a su insaciable alma sedi
i
me el flo ó el gusto que le guia : a mundo sensual no era bastante
i
;
Lo qqe en gusto Miare, di en razones. I,,,- caspiOS cilios v los indios reyes.'
II.iIim gozado ya de la influencia Tener espada, brazo y fortaleza
í
Su ive de los seis planetas de oro, Para enfrenar los duros Garamantes,
Ven la helada decrépita cadencia Dejándose vencer de su torpeza .
Del frío Saturno en quien está el tesoro . Los reyes doma, v vence a los gigantes!
lie gr iveilad ile peso v de ¡B O, . ¿Quien sale de n'lilne, amor tirano
Que en otros es \ írtud y en él es vicio. , liol.i so azar del apetito humano'.'
Era de universal gusto notado, «Quien puso ni república en la tierra
De antojadizo anuir sin fundamento, Con lev tan inviolable v r.\ l:in bruto,
Libre por rey, i">r hablador can -a. lo, One ni iw la paz se halle ni en la guerra
Y por amante la región del \ lento : Hidalgo que lo ¡ea i lo tributo?
¿Qué torpe mudo no será cansado, aerza es esta, amor, que en Use encierra !
i'u enano suiíi por esen Néstor del tiempo niño de mil años? .
Canciones siembran por el aire vano: El hallarse con ella y sin cuidado :
Con que del todo libres y goz.osas Busca remedio, y luego no le quiere,
Salen, sino es del tiempo, victoriosas. \ por lo mismo que aborrece muere. ,
Con dos ojos me puso mil prisiones Sin empacho, colérico, resuelto,
Ellos me han desta tierra desterrado; Claro, sin encubiertas ni celajes,
Por vos sin libertad mis ojos , vivo , Y tal cual menester lo había Cupido,
Que yo libre nací aunque soy cautivo.»
, Para aclarar sus dudas escogido.
Esto, á su alegre cuento fabuloso «A este le descubrió su pensamiento
Vuelto, añadió á la bella Doralice, Y él á los libres ojos de su dama .
Mas todos ven del viejo rey celoso Quedó corrido el paje sin su intento,
A quien el mote y la lisonja dice, Y su dueño mas dentro de su llama :
El ríe también a bulto y sigue el cuento. Más que el dolor, no ver la causa della.
« Esta tierra inmortal, ó mortal cielo «Que á un rico alcázar de inmortal diamante ,
\ \.¡ sin ella sobre el blando viento, i.i Diligencia de loa pies livianos i
Esta 'iciiric el Anuir, por diligente, Y allí Con ella, que i SU ludo aSÍStC .
Creyó hallarla en varias religiones, ('.nal presta liebre del hambriento galgo ;
¡
Quién h el confuso mundo hechizadot
i Embarcada la gente llegó nn dia .
iCon qué engaño el desi nido se ha escondido A v¡m;i del castillo y ios balconea
En el lugar del pi dado '
Donde la honesta \ nluiit.nl vivía :
Si en cau >a tal, si en bien tan escogido, \ abi eviando de tiempo i dilaciones,
Rastro de diligencia do he hallado A jugar comenzó la artillería,
on qué artificio i Con tal carga do v.iiu.s pensamientos,
A la virtud se la ha usurpado el vicio?— Que el alcázar tembló por los cimientos.
•Dijo; y dando la vuelta, sus pisadas i>La Ociosidad, que aqui no andaba miosa,
Sobre la arana estéril bailo impresas; Puso en la primer torre su bandera
Conociólas, y en ellas ir guiadas De la Imaginación dama ingeniosa, ,
A frágiles empresas;
livi ni. i- \ Y de sus anuas frágiles frontera :
^ siguiendo so rastro, marañadas Era o-ia estancia , mas que fuerte , hermosa,
Las bailó en pretensiones tan diosas, Por de dentro piulada \ por de Inora
Que sospechoso dijo y admirado : De fábulas, que enamora;
el verlas
— O yo por aquí voy, o el nuindo, errado. Que es la imaginación grande pintora.
•Llegó en esto á su reino, y en su casa «Hendida esta primera fortaleza ,
Saliendo entre los cargos y descargos Que todas dan un amador perfeto
La vida corta, y los negocios largos. Solo, sabio, solicito, secreto.
•Aquí la Diligencia, embarazada «Era el triunfante carro de unos lejos
En casas de livianos pensamientos, Por tan nuevo artilicio dibujados,
Su pretensión y pena di i larada .
Uno mientras que se miran mas de lejos,
—Cumplirás, dij.. Anuu , nuestros intentos :
Mas perfectos se gozan j acabados :
Di;. v en vano un lo
; a ver las damas ,
Y no tiraban I.i carroza hermosa
De la Solicitud , pasó á palacio , Tigres águilas, fieras ni dragones;
,
Durmióse Amor aquí entre verdes ramas Que era cualquiera dolías podi
De un trébol siembre en Bor, marchito y lacio, Tras el carro á llevar mil corazones :
Triunfante saca Amor su invicta lanza Que para otro tal caso había traído
Coronada de llores de esperanza. La noche antes del rio del Olvido.
»Pero llevóle la guirnalda el viento, »Con esto se acabó el encantamento,
Que en su que sea fundado
casa no hay bien .
Y' Reina cobró salud cumplida,
la
\ supo «pie con nuevo encantamento Nuevos ojos el ciego Entendimiento
El Ínteres había tiranizado Y la Razón nueva alma y nueva vida :
De un golpe el frágil reino del Contento; Y todos de común consentimiento
V allí en un auto publico sacado, Vuelta para la patria dan querida
Por afrenta mayor, su estatua al vivo De alegre libertad por un llorido
,
Para venderlo al mundo por cautivo. Prado en que siempre duerme el flojo Olvido.
«Fuéle forzoso al rey de ios amores «Iba delante la Razón guiando,
Ir en persona a castigar la afrenta Y rogándole el diestro consejero
V el ilaño que en sus líeles servidores Que no volviese el rostro atrás mirando,
Del ínteres causó la gula hambrienta; Porque es volver el rostro mal agüero :
V a su dama, cercada de dolores. Asi al músico Orfeo avino cuando
Dejó sin alma sola y descontenta . Segunda vez perdió su amor primero:
Con la memoria y la esperanza ardiendo , De mirar se lian seguido mil enojos
loa labrando y otra entreteniendo. , Y á ningun ciego ban<becho mal los ojos.
«Tiene una dama Amor por enemiga, «Mas si es la Voluntad siempre enemi a
Mas yo la llamo , en pena de sufrilla Volvió los ojos, sin tener paciencia
De sueños de Amor la pesadilla.
los Ni sujetarse á leyes de Obediencia.
«Esta luego que Amor dejó su casa
, «Volviólos , y cubierto vio de llores
La Reina puso en ásperas cadenas, A sus espaldas un vistoso prado,
Donde le daban el placer por tasa, Y en ventanaje de oro y miradores
V el tormento y dolor á manos llenas : Un alcázar real sobre el labrado :
V «pie ningún emplasto provechoso Hacer de hiél el gusto son sus vicios,
Sus yerbas pueden dar ni sus legumbres, Con refrescar pasadas ocasiones,
'no- el gusto encienda y resucite el brío, Sabroso el mal y amargos los contentos
,
Hasta que supo al fin donde vivía Las fallas propias ¡impías y doradas,
i
a inquieta mujer dicha Mudanza Feas 5 abi ables las ajenas;
Ene Hiladora bruja y herbolaria, ,
He estas en bronce y mármol infinitas,
\ en todos tiempos y horas gran voltaria. Y aquellas en liviano polvo escritas.
. ;. ,,;...,,.
. :. . . ; , I . »
i.i Reina bailó li hisl libuj id < BUDque pOÍ entre espinas y entre abrojos,
y
Y i.i Raxon allí quedó encantada l.a Reina | con mas alcí r< * ojos. . i
\ ella . del Bueno en <|iio dorrai i, despierta; Animo v corazón mas sosegado,
Donde la antigua herid i
nuil alelo lie SOSpOCbaS * 'le antojos,
I I
Que ea la Memoria grande bec lucera. Donde el perfecto amor tune su asiento
»Y con la ciii !', (rola de ocasiones, desloa Onfsimoa amantes\.[in ,
Volverse detei mina a sus pi isiones, Coi nació de dos diamantes ia vidrio
Que - le Amor sabrosas las adenaa :
i
tierno niño lea moso de faccio
,i
Que son de soledad tierra baldía El salió enano en todo j tan cenceño .
Con sola la Memoi ia e pa&ia. Que no hay pigmeo en el mundo mas pequ
iDe ana confast ibla rodeada el liijo el Deleite que en ser chico
i .
Qne se vuelve dilw los en los ojos \ " lar caro signe los exti
i
Con qne él mismo se aflige y desbarata siempre cuanto honor y rama había ganado, como alli
i
d no mira es con antojos,
into mira y queda Perragut
> con miedo
sospechas cuanto Irata j : En la novela de Gal i ríos se descúbrela armonía y
El verle esmuerte , el no mirar enojos, trabazón de potencias interiores, y los aléelos de las la
La duda aflige, la verdad le mata; parte sensitiva, y lo mucho que el deleite cuesta, y lo
Venganza es >n comida, y sin venganza
puco que dura.
Ce qne bien le sepa no la alcanza.
i
LIBRO UNDÉCIMO.
Aflojados le- iiin los eslabones
Del dego error qne el animo inquieta, ARCIMKNTO.
Y el corazón, la vida \ alma aprieta.
la vez unos rorsarins á Angélica á M'<ln de Ol
• En un negro
y oscuro calabozo iioi . noe en compañía de Bernardo se emban
Prisión puso a las ,1 unas el gigante , tu ;habiéndola perdido de vista, aacegn
y itos, j
\ ima
puerta esta entei ado el unzo, i
i ii. su ñda y linaje,
ni.i la ocasión por donde \ ¡
Que ba mucho que no cuento ya esta hi i. as d unas de los dos y el re} peí siano.
»Y con lima sutil de deset _ iño Queríanse hacer al mar. cuando gran priesa ¡i
A mil golpes forjada d asió Coi ei a un barco vieron diez coi sarios
i
,
Algunos creen que la celosa Alcina » Este hizo á las pérsicas mujeres
A Angélica persigue con cuidado, Que fuesen del común (notable edito);
Y que culpas ajenas, pena indina ,
A quien sucedió en reinos y en haberes
Llueven sobre su nuevo enamorado; Cósroes, su hijo, de ánimo inaudito;
Mas, bien sea esto, ó sea su malina Tal que hechos de sangre sus placeres,
,
No seguirlo hasta el fin, sea cual fuere.» En mí este brio no hace que me falte:
Dijo; y todos dijeron que era justo Este es el fin que en mis cuidados guía,
Lo que dijo, y que quieren lo que quiere; Y causa que mi horror se sobresalte,
Conque, embarcados de común intento, Las veces que oye del sin luz poniente
Las anchas velas dan al fresco viento. Contar las armas y nombrar la gente.
Llevaron todo el dia á remo y vela » Son varios los agravios con que el pecho
El bergantín á vista de lo proa; La francesa nación me enciende y arde ,
Y cuando al sol la tibia tarde hiela Y los que un joven paladín ha hecho
La luz sobre las playas de Lisboa, De nuevo á un mi vasallo, elrey Aliarde,
Con la misma codicia con que vuela Que del honor de su dorado techo
El presto acometer de una canoa, Haciendo de su espada y fuerza alarde,
De través les salió y en su presencia
, A su bella Gautina, prenda amada
Con la suya venció su diligencia. De su helada vejez, sacó robada.
Barloáronse los barcos con denuedo » Y al rico carnario de su tesoro,
Y brío de pelear, y al rey persiano . Por desprecio , á la cola del caballo
Que, viendo este suceso, perdió el miedo Rastrando le llevó unMahoma de oro,
Que antes tenia de seguirla en vano, Que no queda valor con que apreciallo,
Mostró el cielo, teniendo el viento quedo, Sin que del pueblo arábigo ni el moro
Cuan corla marca es la del brazo humano, Parte fuesen las armas á estorballo.
Y que el poder del Rey, sea cual se fuere Dejo otros insolentes desafueros
No alcanza, aunque lo estiren, donde quiere. De Orlando, el conde Dirlos y Oliveros.
Calmó el viento, y quedó el galeón en calma, » Que todos en mi alma ardiendo veo
Y los barquillos dos en mortal guerra : En gustos de venganza, a todos juntos
El rey de Persia á rescatar su alma En esto la haré y este trofeo
,
Y al campo, á quien las aguas dan tributo, De mis vasallos con amor servido,
En lágrimas dio el suyo el rey perdido; Hasta ile la fortuna respetado:
Que aunque salió del sol
, el sustituto, Viéndome mozo y de poder cumplido,
Su rayo de oro, en plata convertido, Y no de ánimo corto y apretado ,
Al persa dieron luz de su alegría. Salí á buscar los mundos del poniente.
, ,; , ; ,,,.
. . —
. , . ; , ,; . .,
Y al <i:ir las ?elas al i [aje loi lerio, \.¡ 1.1 alta ga\ ia loca el vano asiento
odo
i ( lento poi próspero lenla De las linios, \.i en auna inmergidos,
Que, como a Bo ondoso caminaba .
I 11 11 confusión ( horrible pi
1 11
Cualquier den ota 6 fíenlo me bastaba. \qni j .iiii el revui íto mar, lo lleva
«Si el iii"- le rengan! me móvil i • Aquella
lie un dia | otro dia . .
•Con un templado norte, viento en popa, Dan fundo, amainan velas, \ un lijero
•
Y a la punía me voj del mar Bermejo. Uno es fuego mortal y otro do infierno. ,
Desde allí hasta el gran Cairo ful por tierra, yesca arróbala una dudosa
»Kii la
Y bajé |Hir el iSito a Alejandría ; Centella y VUelU allí dorada brasa,
.
Une las grandezas que el Egipto encierra Entre la seca lena una amorosa
(So me pudieron atajar la mia; Llama cundiendo va al principio escasa . :
Que un mundo extraño y nuevo me pedia, 1 n roble, un pino \ una encina abrasa ;
Y el mar, con esta alteración revuelto, Yo a esta sazón, de un limpio arires vestido,
Mayor disgusto que temor ponia : Con solo mi descuido y mis cuidados
Cubren las nubes de un oscuro velo Por la selva me entré; que no debiera,
El claro dia y el sereno cielo. Pues se quedaba mi ventura fuera.
, , , ,, ,
(.h ntónces hizo ;ilii el común castigo Que, aunque allí su florido abril imita,
Con el tierno cordero al lobo amigo. Sobré el desnudo tronco se marchita;
»¿Has visto antiguos bosques encendidos «Pues la imagen asi de mi alegría
En roja llama é quien esfuerza el viento, En los brazos del monstruo se enredaba :
Las tinas saca de su verde asiento, Que de algún seco tronco preso estaba ;
¥ a las que halla cu sus amados nidos O cual de Grecia á I'ersia paso un (lia ,
Ojio con cercano fuego parecía : Una muerta beldad la dejó viva ;
¥o, la vista, y no el alma, sosegada, Acpii me dio fortuna el bien mas alto,
Mirando adonde el daño procedía . Si lo es amar una beldad esquiva :
Un fiero monstruo vi una sierpe horrenda , De entre las manos de aquel monstruo fiero
Que al monte abría quebrando pinos senda. , , A mi pecho salió él arpón primero.
»E1 medio brutal cuerpo tenía enjerto »AI principio entendí que era Diana
Con alas de serpiente venenosa, O alguna diosa de aquel bosque umbroso,
De la cintura arriba el talle abierto, Que, asi robada, una fantasma vana
En feroz proporción sombra espantosa : Por caso la llevaba milagroso :
Sobre el mas alto pino señorea Yo que nací para morir por ellas
,
Igual con la fealdad la hermosura. Del nuevo fuego del amor nacido.
» Cual entre secas agostadas cañas » Pico el caballo á quien el duro freno
,
Rompiendo va sus frágiles marañas Que aquí y allí por entre el bosque ameno
Un receloso ciervo, el cuello alzado, Huyendo me llevaba y me traia :
Al tierno bramo con que amor le engaña La fiera, que me vio, en el verde seno
Que no hay estorbo á pecho enamorado , De un crespo pino puso á mi alegría,
Y por lo mas cerrado y mas espeso Y á mi se vino, cuyo brazo fuerte
Mejor camino y rastro deja impreso; Sombra me pareció del de la muerte.
Asi por la confusa selva espesa
» «Con la facilidad que es arrancada
El monstruo iba rompiendo los jarales, De tierna mata una encarnada rosa,
Y cual turbio raudal , rota la presa, Que la dama, con mano descuidada,
Peñascos lleva, encinas y animales ; En su cabeza vuelve mas hermosa,
Y en la senda que al bosque deja impresa, Y della nuevamente coronada,
Matas, robles y fresnos hace ¡guales ; Su descuido prosigue victoriosa ,
Ni le es del pino mas la enhiesta viga, Sin mas estorbo que bajar la mano
Que al segador la caña de la espiga. Y cortar el capullo mas galano ;
¡Presa la que con lazos soberanos, Hasta el áspero Vello queda sano,
Para no rescatar, almas cautiva !
Y no se altera ni huye el monstruo liero;
¡Mi Angélica, mi bien mi luz, mi guia, ,
Antes , cuanto mas trato de su muerte,
I. i lii ra i
nlre sus brazos la traía! En regalos los golpes me convierte.
. . . ,,, ;, , , , , ;, , ,
Hallando de Ungida resistend > Con ileneio llegue mas no tan brava ;
S¡ tal iinii señora dan los i>itios. Que i buscar i su diosa J mi alegría
Con azon ton los dioses sus vecinos,
i
. .
«Asi le dije por el tronco arriba i Llegan i ver la que en el vientre horrendo
; j
Donde mi gloria estaba luí subiendo; Bailar creyeron de la oscura liera,
Bajo cargado de la Bruta altiva . Y no les asegura estarla viendo,
Mis hombros carga celestial sintiendo : Que aun la experiencia dudan verdadera :
Unas disimulaba per oscuras, Mas, como ni uno ni otro fué propicio.
Y odas pasaba en risa v desenfado : La voluntad sobró de comedida :
Mas sangre derramé j peí dio mas gente Tuviese propio altar y fuese diosa ;
Que agua \ arenas tiene el mar profundo : Que esto y mas puede un amoroso hechizo :
Que se casó en los reinos del poniente II la que aquella horrible liera herniosa
i
Y que . |inr bello, tiene algún recelo Tiavéndola en sus uñas como cebo
Que lo ha robado como ai otro, el cielo.
. Para hacerme á mi idólatra nuevo.
» Contóme que las justas pretcnsiones ullabia dos años que aquel reino triste
De hallarle la tlaian distraída . Sobresaltado estaba é inquieto;
Y que de unas en otras ocasi< Que al hado que á su gusto ordena y viste
Cautiva y sola á ('reía fue trailla , La mortal vida todo está sujeto :
Por diosa de las llores recibida . Fiero verdugo del fatal decreto,
Donde, en honras y lieslas semejantes, Que tu trato y rigor exprimentado,
La liera la robó dos horas antes. A ti por mas cruel eligió el hado.
17
.,, , , , ,
Los pasos atajó y corló el camino. Corriendo se entran por la tierra oscura.
»Y la cretense ilustre monarquia, «Entre una brula y áspera corteza .
One boy en soberbio cetro de oro enfrena. Escondiendo se fué el semblante airoso,
Toda peo- suya se la dio en un día Y su antigua hermosura y gentileza
Aunque de lev cristiana y patria ajena : Del duro tronco huyó en bullo espantoso :
Cuan. lo su madre quiso hacer propicios Glauro, ya sin mujer, presente estaba
Los dioses con devotos sacrificios. Y los calientes ramos abrazaba.
»l'n real jardín en el palacio había, «Toda dentro del árbol se escondía
Do un bosque espeso antiguo coronado. La arraigada beldad cuya belleza,
,
Era cierto rumor que en el vivía Y'a de los labios el coral se huia;
De las ninfas el coro consagrado , Tiemblan los hombros, sienten la dureza,
Adonde en vivas plantas escondidas, Caen por las hojas lágrimas, y en ellas
Estrechas gozan y delgadas vidas. Mil perlas son entre esmeraldas bellas.
»En medio del ¡ardin , al cielo abierto »En tanto que la voz. halló camino,
Un inviolable y sacro altar estaba , Y el nuevo ser no entró por la garganta ,
Que lo alto de un espeso laurel verlo Asi dicen que dijo tu deslino.
Con su confusa sombra le amparaba : Hermosa niña, aquella nueva planta;
De los Penates aposento cierto, Que el orden celestial, brazo divino ,
Donde ordinario incienso humeaba, Es quien las cosas de su ser levanta :
Calipso, con mil llores en la laida, Mientras puedo sentir su tierno brazo,
Aquí llegó á tejer una guirnalda. Consentid que me dé el último abrazo.
una ama honesta que á la Infanta hermosa
iiY »Y si piedad en vuestros pechos queda ,
Y con templada leche sustanciosa Del agudo cuchillo, haced que pueda
Su dulce y tierna carga mantenía, Vivir sin daño de los dos segura ;
Junio al estanque una encamada rosa, Y á la raiz que este jardín enreda
Gravinia , que asi el ama se decía El fresco humor le dé inmortal verdura,
A la niña cortó , y el dulce oficio Sin que jamas rigor de brazo airado
De sus desgracias fué el primer indicio. Mí cuerpo deje y tronco deshojado.
1 . , . ,,.,. .
,;. —
; . , ; . . ; , , , : ,
EL HEIINAIlDO, LUIDO XI
y i i
calor que aapli llu me daba, En tan viva destreza que eng .
um montería
; i
Gi avlnía en árbol nuevo convertida , ; Con que si^u la mía ni a so ejeri lo; li
La Reina al rojo altar, sin perder punto, Mas Dando el bien decii Be queda
' i
A guarecer en el tixon la vida No hay Buerte sin azar, beldad sin vicio;
De -ii hadada j tierna inl inta p n i Que Bubfr -in ventura en esta ida <
Domlr ja ardiendo , estaba vuelto en brasa [Su ea mas que andar trazando la calda
,
•Del fuego le sacó v en agua muei lo , Cuentan que el dios Mercurio por el viento
Cobraste, oh Dulcía, nueva hermosura, A negocios del cielo abría camino
Y en lo uro j eni abiei loti ii i
Cuando la bella Infanta en lirine aliento
Tu vida con su muerte se asegura : l'n león flechaba -obre un pardo encino :
a -ii cruel madre fué en custodia dado Que sal..- cierto que í la vi-ta humana
y ii" quien mas bu guarda le importaba .i :
Dulce y tierna prisión es la belleza ;
il
—
•Iguales sin igual, la soberana •Saca el ramo fatal de oro vestido.
Snerte cayó en Crisalba m is umplida; i
Que era de su valor la mayor seña,
Siguió Dulcía la alegre caía afana , \ del engaste ya del guarnecido
i ii .-i ejercicio le i|iiiiu la vida : Entre riígil le pone j -cea leña .
Ceñida al talle y rito de Diana Y al enemigo fuego i" ha ofrecido;
La purpura igualmente Que otra V! e por pequeña
Y descubierto aquello que po lia Tres veces encenderlo intenta , j luego
Fuego ardiente volver la nieve fria. Otras tantas lo luiría al mortal ruego.
•De
rodilla abajo descubierto, la lo saca una vez y otra lo arroja
• Ya , ;
Desla muerta beldad vivo un retrato. De un viento y olro aqui y allí llevada.
, ;, , — —
:: ,;, , ; :: ,: ! , ; :
La verdad hace igual con la mentira. Que es temeroso trance esta agonía
» Fenezca pues tu vida y mi contento, «Sola he dado cuenta de mi vida,
á ti
Aunque eres digna de mayor castigo Sola á tí he descubierto mis amores,
¿ Donde me lleva este furor viólenlo? Como á la secretaría mas querida
Mas que el amor es el honor mi amigo: Que el cielo pudo darme en sus favores :
¿Soj madre, ó soy verdugo, ó inslrumento Si eres desta alma la mitad partida,
De alguna furia que sus pasos sigo? Si te obliga el amor á mis dolores.
i Qué es del materno amor y el pecho tierno Esto, oh mi amada prenda! solo pido
;
Que un dia tu cielo fué y es hoy tu infierno? Por alivio del paso á que he venido
» ¿ Tan presto un solo enojo me ha robado » Que si acaso aquel dios, cuya memoria
Mil penas y dolores que me cuestas? Siempre en mi alma vivirá guardada,
¿De dulce madre el nombre regalado Llegare aquí, después que la victoria
De tan liviano peso es en mis cuestas? Mia esté por la muerte declarada ,
i i BERNARDO, l.lliltn \l
i.
Bienio 'i
111 ' ja l:l v ''' ;l M ""' acaba, Asi iba el rej de Peí la lamenl indo
v,
que el alma comienza i desasirse su iirga historia orla de ventura
. i
Y i-l Ir. -en aliento que vijjiir un- l:i t >:i ai tiempo que también el conde ind i
li i
Dentro del pecho en ruego convertirse. Del valle de Pomiei por bt espesura ,
Que un jera tn mal tan poderoso Cuantas se alegran con la lu/ del d
Aunque sejnnte I él mi desventura! Aunque de sus lenguajes carecemí
Que de tal vida salga \ ¡ctorioso Su habla tienen trato y compañía ,
'
Pasen por una vida j una muerte. ¿Quién le a\ isa que \ lene ya el verano?
• Gozarnos hemos tiempo sin medid i; «¿Quién sin tos lenguajes, que, escondí. I., ,
En su lugar seré pieza roñosa Los raros hombres i quien dan cui.ia.ios''
Vendrá menos aceda y desabrida lan absortos los traen lan divertidos , ,
Que ai lin .-s la vejei caí ga penosa Y en tan nuevas historias ocupados,
Y en nn mismo sepulcro venturoso Que es fuerza en esto confundirse lodos
Un lecho gozaremos j un reposo. - En varios casos por diversos modos.
» Asi Crisalba i Dulcía consolaba •Créese que del ruido que las cosas
\ asi Huiría se estaba consumiendo Unas con otras hacen intirniiirando ,
Y en rilas las palabras mas limadas Sin traza al parecer, sin Coyuntura ,
si encarecer con ellas pretendiera Las cuentes y las cuevas mas calladas ,
El iloiur, sentimiento, angustia j llanto A quien llega i sentir por este modo
Que en Crisalba can-., el mortal espanto. Tildo le halda, y él responde a lodo.
¡Oh humana suerte de inconstancias ¡na
• II .
» no entender ni oir este lenguaje
Y el
[uien ni vale gracia ni hermosura, Con que el inundo se trata y comunica ,
No hay tiempo claro ni alba lan srrena, La ocasión cuentan que es cierto brebaje
A quien no siga invierno y noche oscura ,
Que el engaño, en naciendo, nos aplica .
Ahora de la beldad que al mundo espanta Al cuerpo la halla y alma tan salaos a ,
Hasta donde la muerte esta escondida, Junto i una cueva en un lugar llorido :
Que son el pobre el r eo, el Baco y fuerte , Y una serpiente cu lauto .] ue .lorinia,
,
Porque , aunque preguntaba y respondía, Con que un hombre avasalla un mundo entero,
Ni el por qué vían ni con quién hablaba;
, \ se hace del, á su pesar, cabeza :
«Pues en el tiempo que escuchando anduve La luz del sol del mundo la alegría
» , ,
Increíbles son las fábulas que tuve, Que en sus entrañas para el hombre cria ,
Sin querer aprenderlas, aprendidas; Fuentes de gusto, venas de tesoro,
Y entre otros, cierto dia me detuve Mármoles, jaspes bronces, pedrería ,
En oir de unas tragedias nunca oidas Que por curiosidad pompa y decoro ,
Lo que ahora quiero que por prueba quede Da á sus teatros y ciudades bellas ,
Lo que por limpio gana y por parejo. Sus bosques, selvas y árboles sombríos :
De un ruiseñor me puse á oir los ecos. Humana no hay sabor que tanto sepa :
Y las.vecinas selvas convidando Que tire del vivir, que es dulce tiro,
De su arpado canto al gran señuelo, Y sin precio un brevísimo intervalo
Asi cercado de aves y de espanto,
, De vida en que gozar de lo presen) e
, :
Sin quien del mundo la dorada rienda Que cual frágil cañuela es el mas fuerte
Es, por mas bien que dé. carga pesada; Cedro que el monte Líbano levanta :
Y lo que á todo junto excede y pasa Aquí le hacen errar, allí que acierte :
De sutil red y de invisible flecha. Los gustos das, ó los contentos niegas!
«Mas todo junto, ¡oh libertad preciosa! » De la jurisdicción de la fortuna
Contigo ni se iguala ni te llega : Estos turbios celajes forjo el hado,
Por tu riesgo troqué mi paz sabrosa, Sin que haya vista lan de linee alguna,
\ el real jardín por esta estéril vega: Que el fondo alcance á ver de su nublado:
Sola, entre sus deleites, una cosa Sola ella en dispensar su antojo es una ,
\ mi ^usto tu nuevo estado nii Y Rustaquio Abdelmon su mas privado ,
Que es privarme de ver la llena luna En cuyo bien jamas supo estar queda,
De aquel soberbio monstruo de fortuna Hasta darle la cumbre de su rueda.
, , ; ; . ;.; ;, ; . ; .
Fui Epicuro glotón fui la indiscreta . Fué «lo su dicha el escalón primero
Filomena fui el asno de Sileno . .
i
d real carbunco en quien el sol hacia
Fui Focl hablador de dichos vanos Nui ro retrato suyo y entre peñas ,
Y entre estos varios mundos, al abrigo Que el triplicado silbo al pié cobarde
De un árbol de oro fal p ivon lozano, A tiempo le hizo huir medroso el p o
Puesta déla Coi luna pi r Ligo I
-
Donde la rica piedra haciendo alarde
A los ciegos discursos de su i
Está de su beldad tropezó acaso . .
Su altura aquí en pomposos ramos cierra Violo piedra, y vio como no estima
la
De un árbol celestial la insigne planta . Su resplandor el bárbaro insipiente;
De esmeraldas sus boj - de oro el troi .
•
Que en ignorantes manos la mas lina
Lustroso de una parlo y de Otra tironeo , Perla se vuelve humilde cornerina.
«Lleva por fruta y Dor honras y afrentas, »Y él, conociendo el sin igual tesoro
Una y otra fortuna indiferente Olio en su estrecha materia so ineluia,
> ella en sus ramos, puesta ron violi ni i: En cuya estimación es pobre el oro
igo y ila con lusa mente : Y humilde la mas noble pedrería
Al del árbol van olas hambrientas,
|'ié Guardándole á su dicha aquel decoro
Sin tiento de confusa j ciega gente . Que á tan nuevo favor se le debia .
»En pinas (le oro cao la fruta altiva, •Compróla y dio por ella su pobreza
.
cada cual la mas galana; Y' con ella quedó prospero y rico:
Y bien si todas do oro caen de arriba
, . Ño sabe en qué emplear tanta riqueza
Una podrida salo, y otra vana ; Que el mundo
todo a su grandeza es , i,
Y a olio un áspid le pica entre las llores. Y allí se sueña en tálamo dorado.
»De gusto aquel j de tesoros llena Despierta y confiado en -u t. soro,
,
Por uno. al lin que acierta con la buena . —El dia, dice y la ventora adoro ,
La suerte yerran mil h engaño humano! . , Que tales siglos me tenían guardados
Que la fin tuna pu< sta sobre imios, , Para sor en la tierra sin segundo .
lie un error rie los diversos modos. l'U' s nai pobi e j mando ahora
i . el muí.
—,; ; ,! ,
, : , ,, ,,,,
Por suya la ventura y era mia. , A costa de sus muertas vidas, vivo.
«Así Vanicio en bárbaros discursos
, «Parecióles estorbo y demasía
Quimeras fabricaba por los vientos Volver preso de allí el cautivo mozo,
Midiendo el cielo á palmos y á sus cursos , O porque su temor se lo impedía,
Dando y quitando ley y movimientos : O la codicia ó bárbaro destrozo :
Este en traje de paz fiero enemigo, Sacó el moro feliz, de los montones
Deseoso de hacer presa en el dinero, De joyas, una entre otras señalada
A las ruinas de un antiguo muro Un rico alfanje cuya pedrería
,
Cuando, á tiento buscando el fiel tesoro, Llevante preso al Rey , que , con desprecio
De un frió áspid halló el mortal veneno, De su ánimo real , quiere el tesoro
Que trocándole el curso de la suerte
, Y' por él en la torre de palacio
Por rubio oro le dio pálida muerte. Cárcel le dieron y prisión de espacio.
«F.ntre tanto á Abdelmon en triste sueño iBudebuz, rey famoso de Marruecos,
Morfeo le pinta de su amigo el caso Por lo infeliz de una batalla brava ,
Que aun en lomo del muerto cuerpo siente. Ver del moro el oseo y la presencia.
,. , , , ,,, , , 1
«Fué rosa fácil darle gusto en OSO, muerte son , las tres cn«as que concurren en la genera-
Por serles nns misma torre
c Ircel : ción, s.i saber: calor, humedad y espirita y su muerte
i ;
Hizo gravea preguntas el rej preso si-iulh lo pui u que hay que li II BU -i juventud, salud
,i I
Del fieros rej * su persona brava leu los discursos de la prudencia humana donde uo fa-
Ki preso moro te Incl le suerte,
vorece la divina.
Que servirle ofreció hasta la muerte.
•Era prudente el Rey, j en los sucesos
Noto del moni una felá ventura,
Y enderezar con «ti sus aviesos i
i> . j 1
,
De dar la mano al Rey; que un venturoso SansucOa 6 Roseilo por sn bUo, el cual, refiriendo el dlscoi
Con cuanto Intenta -ilc j cuanto quiere i
su i '
ii qne el rej don Rodrigo bizo
Que entre la paz y la codicia hambrienta Cuando, á la lonja que i la puerta corre,
Le dieron , por robar la joya muerte ; , Guardarla un hombre armado parecía :
¡Tan incierta es como esto y tan oscura Mas del desprecio que del robo hecho ,
El tizón hadado de Dulcía , apagado con agua por Donde , si llrilladoro no huyera .
mandado de su ama, cuyo espíritu le profetiza su vida y Muerto de un golpe y entenado fuera.
,,, ,
, ; . , ,,: ;
Que el miedo hace ginetes extremados. Que otra estatua como ellos parecia.
Corrió una legua sin llamarle el freno, No sabe si ellos ó él esiá encantado
allí alguna almena le hallaba,
Y aun Porque sí ellos lo están, él lo parece:
Que , como rayo a quien le falta el trueno Maldice y culpa su contrario hado,
Tras él venia volando y le alcanzaba ; Que tanto sus intentos aborrece ;
Hasta que en un espeso bosque ameno, Mas el suceso bien considerado,
Donde su oculta gente le esperaba El pago, dice, tiene que merece
Se entró, y quedo de Orlando el brazo duro Su locura; que gentes avarientas
Arrojando ¡ras él deshecho el muro. Hechas estatuas de oro están contentas.
De los demás franceses despojados »¡ Oh cómo
el interés del oro estraga
La burla mas ó menos celebrada Al alma gusto , al cuerpo los sentidos!
el
Dellos furiosos , dellos reportados, Un hombre entero su ambición se traga.
De unos reída y de otros suspirada
,
: Y en los respetos los mejor nacidos :
Por entre antiguos mármoles quebrados Así su vino turba, asi embriaga,
De la arruinada torre desmochada Que , cual Circe , los deja convertidos
Que el Conde abrió, y una encubierta escala . En fieros brutos de ánimos atroces,
La luz les hizo señas de una sala. O sorda estatua al cielo y á sus voces.
Antecámara de otra parecia, «Entre la negra lama y turbia horrura
A cuya puerta estaban dos candados, Del Aqueronte lago, está en tormento
La arquitrabe y molduras de ataujía, Un espíritu triste en noche oscura,
Aunque ya de matices deslustrados: Seco de hambre, y de calor sediento
Las puertas de marfil y pedrería, Con el agua á la boca , que procura
Los pilares de porlido labrados Entrarse dentro del, y él sin aliento,
Y en el témpano, encima el frontispicio, Temiendo descrecer el rio un trago
De la avaricia entretallado el vicio. En pena eterna está en su eterno amago.
Puesto en ondas del estigio lago,
las » No en vano, por blasón desta su ciega
De sed Tántalo ardiendo,
el infeliz Dorada sepultura, el mármol tierno
Muriendo por tomar dellas un trago, lía retratado, al que á su puerta llega,
Para remedio del presente caso : Que tus cofres de acero en su tesoro
Llegan, y á dos vaivenes dan, sin duelo, De Libia guarden las riquezas juntas,
Con puertas y candados en el suelo. Y aren tus campos fértiles cien yuntas?
Y todos en montón confuso entrando «¿Qué importa que la cueva de Arimaspcs
Por la sala, temblar se vio el castillo :
El oro con que al mundo desafia
No iba con ellos el prudente Orlando , .
En tu casa trastorne y el Hidaspes
,
liu y tasa, esta sala se le diera. De espanto, los respaldos de sus venas?
Alguno en su pajiza cama echado, « ¿Si al fin, temblando en medio tu tesoro ,
« ¡Oh délos, dice, que en mi daño siento \ adonde basta ahora le ba tenido
No haber cosa en los hombres menos cierta A quien con miedo, sobresalto ¡ II
Que el día mas reciño á nuestra puerta! A le respondió 1temblando, el moi .
-
c |uieu, dejando el campo en Carcasona, Acaso sin pensai pero bien dijo ¡
Hallo menospi 1
ona . No previne 1 iveí oa ni e ¡condrHo,
Robado . triste . :i pié alo, sin guia, Ni postas en que huir medí
11. 11 .is
Que el mar enlí na j las e ¡Irellas rige c.on el rej Casto, 5 él con mi sobrino,
Kl es el dui Con él lo Mjo, \ yo en su compañía,
A mi cuenta está lodo ¿quién me aflige :
'
Una nublosa tempestad que [no 1
Hacer que allí su comp iñía no qued . Dos días, sin ver por dónde, derrotado
Has -i asir con nn lazo procuraba » Halle al tercero un bato de pastores
Y del pedazo que de fuera estaba ¿Quién halló esclavo Bel a m^ -i ñoi
Su into la irom aba 5 dii idia
1 1
. . ¿A quién la servidumbre no le agrava '
\ metiendo nna rara por la puerta, ; y o no quiere ser libre? Quii o rora 1
Am
de Etna los hornos encendida <
- 1> . Pidióle á la ocasión luego el di
•
1
o que todas le salían en \. , Y :i ni hijo llevé en mi compañía
i.i encantamento
castillo di i" y su Que hizo mas daño que provecho
le
Y pié se entró por un llorido llano,
.1 1. desleal afición que <-n él lenia
1
Un humo de eul ¡ó > paredes ¡ejas, 1 1 Al rej Abdalla e le <'-¡ por paje, -
Del rustíi " p stoi .ii Iresco asiento. >i c cerle por estar mudado. ,
Al nliañii llegó . que unos ribazos Pero su padre , á quien la sangre ardiente
Subía en las vei des tald is de un barbí 1 \ 1 1
1 vei I
'! del caso le decia
Y un merino carnero entre los brazos, Llorando de placer, en sn alma siente
\ la esto echa cab iña íué dci echo Lo que decirle Dad e DO sabia :
Antes temió el pastor, por I" que via Cuenta le pule ya con regocijo
Une iras ('•]
lus demás su euuieria. De sus desgracias, y el mancí bo dijo:
deseo de reposar el prado
Dióle al Los li abajos señor, en la nn moría
' .
«Kste es, con nuevo sobresalto dijo, Que quiso la ventura que perdiese
II robador de uii perdido hijo. » Antes la libertad, que la tuviese.
, ;, ,; ; , , ,, : ; ,
Mas luego con el gusto se olvidaba , Que dentro de diez, dias mude asiento
Solo átenlo a pozar de los presentes En la ley ó en el reino y que pasado
De la corte de Abdalla, en quien tenia El término se prenda por esclavo
,
Vivían como en prisión ciertos cristianos. A dar con rabia en el sayal bocados ;
del segoviano San Vicente
i Allí , «Así á los valencianos los moriscos
A quien Daciano dio por mortal vida Con sus denuestos tratan y baldones
Corona eterna, en un lugar decente Y ellos por quiebras huyen y por riscos
Tenian cuerpo y parroquia conocida, De su misma hacienda y posesiones;
Donde acudía de la cristiana gente Que cu3l hambrientos lobos que en apriscos
La mas noble devota y corregida,
, Los corderos destrozan y vellones
A un convento debajo del auxilio , En hacienda y persona la ira aceda
Reglas y vocación del gran Basilio. Muestran en el que va y en el que queda.
»Era Mauril prior deste convento. »E1 santo abad Mauril, contra quien junta
En sangre ilustre y en costumbres santo, Toda esta nube y tempestad llovía,
Cordobés en honrado nacimiento, Viendo que á sola su persona apunta
Y en nobles pundonores otro tanto; Y á su humilde y devota compañía,
De Alistan primo , en cuyo fundamento Haciendo della una medrosa junta ,
El Rey quiso intentar, con todo cuanto Propuso el riesgo en que su estado via,
Calor le fué posible un trato doble , El rigor del tirano su inclemencia,
,
Fué creciendo, tras esto, cada rato Cuando á este punto vi en rostro risueño
La fama que Abatan viene ajustarse Un santo bulto cabe mí ponerse,
Con los cristianos, y otros que en Valencia Asi hermoso y de alegre luz vestido,
Por contrato le han dado la obediencia. Que solo le pudiera ver dormido.
. . . : ; ;, , —
: .; . ., : ,
• Orno p| que ron los ojos de repente Asi dijo; y á mi alma la memoria
»
Din ni las medallas del dorado lecho . Lo que antes entre suefios visto hábil
Ooe mu la húmeda luí resplandeciente
i
Y del sagrado mártir l.i DOtOrlS
De la luna una ascua de oro mi i
Merced que a nenia de quien es me hiela, i
si antea le Iba i tragar una serpiente s icándome del lesgo con victoi li i
Cuidado '!! -ii sepulcro presente * i Huí ni .1.1 leinn Infiel ios desvario!;
^ asiéndome la mil con so mi y miles que con dorados rosicleres
—Hoye , hijo . un' dijo, «lili- .-ntc .
ii alba lina sus plumajes Irlos
La odiosa [ierra y servidumbre triste De un Bresco v lento cu vuelo arrebatados,
Si y. te deseas ver donde
i i
El espumólo mar nos vio engolfados.
• Sobresaltóme el sueno,] temeroso, Mis apenas
la lo/ del nuevo din
Salte del blando lecho eceloso i Cuando una oscura nube deull y Iría,
Y en el bulto encontré de un hombre murrio. De aire impelida con rumor sonoro,
Que entre un gemido y otro, en aquel punto l-'.i dio nos cogió trayendo llenos .
Alni:i rendía y aliento lodo junto. Di' Ciega tempestad los turbios senos.
Llegué i'ii tiirl>;nlii v Uní. roso paso Tres días fuimos sin luz confusamente,
•
Del rey Abdalla al principe querido: Hi.i sin s,,i y noche sin estrella
De un i
esl 01 non partido, Su nueva tez. mostró rosada v bella
El alma me pasmé ; el cabello yei i" , De lejos vimos las alegres cumbres
Por mi reto sus pies me quedé muerto. .i Del pin iln de Mu bella y sus alumbres.
M rui H. sobra mi con mas recato,
i
, i
«Del crespo mar el áspero camino.
El peligro miré en que estaba puesto, Tan ii \e luí i o temporal tan vario, i
Muerto a mis pies del principe un retrato, Del cielo pareció favor divino,
^ del alcázar en quietud el resto A quien nunca soplo viento contrario :
Por donde vi que del suceso extraño Fines de mi viaje, y dónde el viento
El sin piedad autor metió el encaño. A dar iría a nuestro curso asiento.
y mejor confirmar la incierta duda
i
el suceso incierto
«Fué por entonces
\ vecina playa salí atento
la Del malogrado meipe, ni ahora pi
Buscando el rastro entre la sombra muda, Se ibe mas que haber sin culpa muerto.
-
El lirio sin causa de tan noble mano . Los dejos de la barbara milicia ;
Que el ciclo y no olio brazo de enemigo, , Que sin los sobresaltos de la guerra
Es quien al reino lia dado este castigo. Nadie el bien sabe que la paz encierra.
• Fue causa el n je de mayor espanto • Ayudados del viento v las corriente!,
Con su vista y palabras no entendidas .
Llilii DOS en la boca del l\sh echo
1 ió ,
Basta que entre el sonoro humilde cuito, Donde de los peñascos eminentes
\.. es salvar todo, dijo, humanas vidas; Del monte Avila y Calpe vimos hecho
Que las reliquias deste mártir santo. El término del mundo y de las gentes,
Aunque en esta urna estrecha recogidas, \ aquel inmenso golfo sin provecho
A salvar nos obligan su tesoro. A la frecuentación del trato humano,
Del cielo digno, y no de un pueblo moro.— En que oscuro se extiende el Océano.
, ,, ,,, , , : , ; , , ,, ,
Con que el nn mundo al otro comunica Que para lin de Europa puso el ciclo
De bus golfos las aguas, y cubierta Al sacro promontorio, en quien barrunta
De blanca espuma da su arena rica; El mundo que da fin y punto el suelo :
Y del seguro puerto y playa abierta Allí donde las mares hacen juma
De Algecira y Tarifa huye; pica De sus cristales, y se mezcla el hielo
Nuestra medrosa Dota y mientras pasa, ,
De Tile con los libios arenales,
Las minas de Cartcya mide y tasa. Y al poniente las conchas orientales :
«Los rotos muros que de jaspes pardos Libres aquí del riesgo ya pasado,
«
Ya fueron, y hoy del tiempo son carcoma, Con notoria evidencia conocimos
Donde hizo el Imperio a los bastardos Que el Santo este lugar nos había dado
Hijos de España una bastarda Roma; Por suyo, y de su nombre le pusimos;
Dejando mano
izquierda los gallardos
a Y si antes se llamó Cabo Sagrado,
Jardines y arboledas de quien tuina En esperanzas de lo que á él trajimos.
Nombre Áfrodisia, vimos, al remate Ya pues le goza, por la edad siguiente
Del dia, a Trat'algar sobre Üarbate Cabo se llamará de San Vicente.
» Y allí en la cumbre de una aguda sierra » Saltamos en la alegre playa , y luego
Los destrozos y mármoles gastados De agradables bullicios se víó llena;
Del antiguo sepulcro, que, hechos tierra, Quién buscando agua, quién sacando fuego,
C.uar. la del Gerion miembros doblados; Quién trazando eralmuerzo, quién la cena;
Y al vecino Conil que, haciendo guerra ,
Quién sube el monte arriba y con sosiego ,
Con gente y atambor á los pescados, Del bosque mira la espesura amena;
Revuelve mas atunes en su gracia, Quién la leña acarrea , y quién estaca
Que Proteo focas en el mar de Tracia. Lugar en lo mejor á su barraca.
»Ya de la antigua Cádiz las almenas «El prudente Mauril del ya deshecho
A los ravos del sol daban ventanas, Bajel mandó sacar el cuerpo santo,
Y a nuestros ojos de oro y lumbre llenas, Rodeando en procesión un largo trecho
Noticia de las playas comarcanas; De la ribera con piadoso llanto;
Cuando el viento "empezó á calmar, que apenas Y puesto en tierra el venerable pecho :
Del gran templo mirando las ruinas, De las vidas, del aire y de la tierra
Que ya hubo consagrado en lo postrero Y sin que siembren das mantenimiento •
Del Bétis á sus luces cristalinas : A cuantos peces este golfo encierra :
De aquí , con infeliz y mal agüero, Tú, Señor, cuyo oculto y santo intento
Llena de gentes vimos peregrinas Al pié nos trajo desta inculta sierra
La Jábega , que en trato humilde y bajo Por fin del mundo, al fin que no sabemos,
Ni la fortuna estima ni el trabajo. Que aquí á mas no poder, te obedecemos;
,
Que a correr nos forzó hasta Ayamonte Admitiendo en sus culpas su descargo;
Donde, de Dores lleno el cuerno altivo, De nuevo á tu poder le restituyo ;
Con que á España da muros y horizonte Amparo hicimos un rodeo tan largo,
Y el cristal de sus ondas traga y cierra Sednos propicio y dadnos pueblo estable ,
Tanto del primer viento y del segundo Hacia el farol nos fuimos de la vida,
Que parecía que la mar hambrienta Por entre breñas de ásperas quebradas
De aquella vez tragarse quería el mundo Buscando al cerro la mejor subida:
Rompe el árbol la jarcia y racamenta,
, Era iodo de peñas encrespadas.
La quilla y el timón en lo profundo La altiva frente y falda guarnecida
De un peñasco, y el barco lodo abierto, De enhiestos piños, palmas y algarrobos,
El mas vivo en la fe se dio por muerto. Seca retama y frágiles escobos.
» Mas bien se vio que el mártir Santo al celo «Doblando al yerto monte la aspereza,
De sus fieles devotos mostrar quiso Su alta cumbre escalamos con trabajo.
Que para obedecer á los del cielo Por donde, alzando al cielo la cabeza,
No hay tiempo viento acá , ni mar remiso
,
La invicta España humilde ve debajo;
Pues cuando todo ya el caudal del suelo Y sobre el hombro de mayor grandeza
Sin remedio se hallaba de improviso .
Otro peñol levanta y otro gajo.
El Santo nos libró, y solo el Santo Que de torres cercado y gruesas puntas
,
Pudiera en tal tormenta y tal quebranto. Un rico y bello alcázar forman juntas.
» Hechos pedazos árboles , entenas «La cruz en una dellas era hecha
Vel - , limones ,
jarcias y navios , De un altísimo pino desmochado,
En blancas playas de arboledas llenas, De su nativo asiento en la derecha
De arrecifes cercadas y bajios , Peña sin mas primor incorporado
Encallados sin riesgo en sus arenas, Naciéndose ella cruz de su cosecha
Entre dos claros y agradables rios. Con solo haberla de hojas desnudado,
Que mas amena hacen su frescura , Y pareciendo abajo tan pequeña.
Dejándonos, se fué la noche oscura. Que apenas forma una visible seña.
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de nn e tr« bo II 100
Enfrente dell 1 1 Parece que el luloi del mundo ipiiso,
Que al ancho de miradoi servia, mu '
:.. 1 ibró aquel 1 1-' o de su mano,
i n humilde caverna hecbi
i mana .1 1 o mirador hacer del paraíso
11 itads del tiempo pai
, l n lo escondido de sn breve llano ;
De quien vimos salir un hombre anciano, Y ni medio del nn templo 'te su aviso,
Que la barba c 'i" lio lo ubria, ¡ 1 ry sa rario sonerano
I11 color de lá nieve todo el pecho . 1 trecha cueva Fuese j su
1 'pilla . •
A mi traza compostura j mo lo
1 1 1 > 1 1 11 . l.ahumana industria, en saina diligencia,
Bien daba i conocei I" que habia sido lioenjuias palmas la tenia reí lida
1 vivo resplandor del valoi ¡ odo
11 . Y del grave ermitaño la pi ndencia
No de otro mendig ido ni Dngido Asi ia estrecha cuadi repartid 1 <
Que por si mismo hizo desde luego Que era bumild oratoi lo j contra el viento •
.
•Asi el anc Enoc 6 el santo Elias, 1 La limpia grata que de altar sen 1
Se mostrarán al mundo -1 los diaa 1 (Ule el saino anciano con plumo lejía
Alcanzan por illa i hacer su efeto |, Para vestirse i si 1 i mi morada :
Y en robusta vejí 1 por las sombí las y,a prnio usar mejor tapicería
frescas ramad is del jardín secreto, 1 n tiempo peni aquella fué prestada, .
Donde nigo en ordinaria guerra, 1 Del mar profundo un largo y ancbo trecho
Gansada luí ba j d nal porfía Que mudables espejos parecía ,
Siempre be vivido, pero ya se Moga Y entre SUS crespas olas, de aire llenas,
Kl lin dichoso de tan larga bi Los dellincs cruzando y la- ballenas.
El santo mu ir que boj con su tesoro •El risco altivo en un diluvio entero
Viene á hacer rico el pobre albei gue mió, De luciente cristal las selvas moja .
Días bá que me dio de! venida 1 1 Haciendo antes pedazos por los riscos
I ranza por alma de mi vida. (.lisíales , ll.ins , 1
1 1 ia v lentiscos.
\ 1 que levantar en su memoria «Por otra parle el monte cuyos pinos ,
1
Como un tiempo pen no puedo, Parece que se esconden en el cielo ,
No le ha rallado á mi ánimo 1
Trepa la yedra, suben remolinos
De cumplir este voto, aunque con miedo De llores v de yerba por señuelo
yue hombre que á sn Ci ¡ador ofendió lanío Al presto gamo que por ellas salla,
Pueda agradar con su ejercicio i un santo. Y ile serlas temblar se sobresalta.
mis lágrimas ya hecha •Silban por entre almeces y algarrobos
Dna humilde capill de mi mano. 1 Las mirlas las calandrias y gilgueros , ;
Que aunque sea á buésp ¡d tal posada estrecha Retn/.aii por la grama y dan corcovos
l.;i trazó amor, obrero soberano : Las liebres y gazapos placenteros :
Y él guia ido a la ermita por el eanto . Desde aquel alto y abreviado nido
De una :ña descendimos Que labro el cielo en medio de una peña
Algunos pasos a un pequeño llano Se Ven sin ollas n llevas II ir a villas,
,
Y unos lejos que vuelven mas vistosas Y bien que el pueblo, en procesión menudo.
Las mismas cosas que se ven presentes, En pecho grande fué y amor cristiano,
1 pedazo de playa, una montaña
11 Donde en solemnidad música y canto,
Que al cielo sube y á la vista eugaña. La misa aquel día dijo el Abad santo.
»Y donde , sobre todo , de su dueño «Y el humilde ermitaño, prevenido,
El gran tesoro y el caudal se infiere Al disfrazado Dios en pan de vida
Es que al grande al mediano y al pequeño
, Con santa confesión , y en encendido
Todo se da de balde á quien lo quiere : Euego de amor, y pena no fingida
No hay puerta no hay cancel desvío ni ceño
, , De sus pasadas culpas con rendido ,
Sea la hora, el lugar y el dia que fuere Animo y lengua en llanto derretida,
Que siempre para el gusto y el provecho Antes del sacro pan , en el pajizo
Puesto se esta el tapiz, y el toldo hecho. Templo esta general confesión hizo:
«Ora cruzando vayan los desiertos — Pues ya el Rector del cíelo soberano,
De algún inculto bosque, ó engolfado Que hasta ahora mis ofensas ha sufrido
En menio de los mares encubiertos, Al término presente de su mano
Al frió Scita y al Burney tostado ; Para mas gloria suya me ha traído,
O en el del Sur sobre peñascos verlos Sea el mundo testigo, sea escribano
El romper goce del cristal helado La fama ya otra vez, como lo ha sido
Cuyos tumbos la playa y el arena De mis excesos, y al pasado cargo
De blanco nácar da y mariscos llena; Junte, sí alguno tiene, este descargo.
«O bien se baje donde en vuelo ardiente «Y pues ofendí al cielo , y puse al mundo
La linea equinoccial, midiendo el dia, En riesgo , y al infierno dejé abierta
Con alas de oro encima de su frente Para que á cuenta mia su profundo
La suya enarca llena de alegría ;
Vientre de almas engorde , una ancha puerta ;
Que allí entre aquellos paramos sin gente Pues fui el primero , sin tener segundo
(Si el mundo aun tiene allí tierra baldía) Ni haberle de tener, que vio desierta
Sus solitarios y ásperos espacios A España de valor , y sus regiones
De los revés humillan los palacios. Asombradas de bárbaras naciones;
«Que aun contemplando aquí el humor fecundo «Oyan los cielos , ángeles y santos
Que sus anchos desiertos fertiliza. Testigos y jueces de mi vida,
Con ignorante miedo de que el mundo La tierra , el aire y mar, con todos cuantos
Allí el rojo calor le haga ceniza En ellos tienen parte conocida;
O que su ignoto piélago profundo Oya el infierno en medio de sus llantos,
Las crespas olas con que el tumbo eriza Y la caterva y plebe denegrida
Entre las rocas quiebre y se consuma, De almas y negros bultos que en eterno
Trocada su altivez en blanca espuma; Dolor rodea y ciñe el lago Averno;
«O imaginando estrellas nunca vistas ¡>Y todo, finalmente , el circuito
De Europa ó sus peñascos no tocados
, , De la universal máquina criada,
De humanas plantas, entre varias lisias Y sobre todo, el español distrito,
De preciosos metales engastados , Como parte mas lesa y agraviada;
En pastas de diamantes y amatistas, Ovan todos , pues todos mi delito
Siempre llenos he visto mis cuidados Saben desde el cénit y zona helada
,
Del deleite que causan peregrino Que ciñe á mi primer nación la frente.
Estos rasguños del pincel divino. Hasta del Garamante el suelo ardiente
«Un siglo entero , que de nuevo un mundo «Como yo, el desdichado rey Rodrigo,
Hacerle suele, y trastornar la vida Por propias culpas mias declarado
Del mas robusto pecho y mas fecundo Para verdugo al celestial castigo
Calor que en miembros de jayán se auida, Que á la infeliz España ordenó el hado;
Para gozar este balcón profundo De rey que debía ser, vuelto enemigo,
Pequeña ha sido y corta su corrida De Vítiza siguiendo el desenfado
; Qué mucho ahora os suspenda el alma entera Y vicios que sembró que yo debiera
,
Siendo esta en que le veis la vez primera? Escardar, si el que al reino debia, fuera :
,: ,,; ,,
; ! ,; ; , , ,
,, ,, , , ; , ;,
Graves excesos comeú infinitos, Sin esperanza del favor del sucio.
Y airado hice al llev omnipotente : El campo dejé y rob enemigo i
i
TodOS ("iilia tul BOU) están eSCTÍtOS¡ Y aquí de angustia lleno y desconsuelo,
,
El que al discurso de tan iriste historia Después que entré i la soledad secreta
Siempre mi corazón bailé mas tierno . Que en este inculto páramo reside.
En mis ojos mas ligrimas, mas tiros Siempre pidiendo aunque con lengua muda
, ,
Que por leal sacó, y por obediente Que, sin mirar del pródigo perdido
De i eni miataña ¡Ida en esto, -
La grave ofensa y termino villano
('.iiniu .11 |i is.irse en Alma insolente : Con que i mas no poder se ha reducido ,
Gr tve delito fué haber descompuesto Con favores de padre, y padre humano ,
Al rey Vitiza, y siendo mi pariente. Regalado y en palmas me ha traído,
Con el favor rmii. ni" y mis antojos lie, ho otro Benjamín, hasta este punto
Priradole del reino y de los ojos. Que el premio espero de su sangre junto.
• Grave delito fué el voraz dfieeo • Dióme este rio néctar, y el sustento
Cuando en el inundo se tenia por cierto Que cuando sale á despertar el día ,
Que en él habla cien años antes muerto» Cuantos la miran viste de alegría.
«Hízose humilde entierro al rey potente , » Así sucedió a Glaura, que escondida ,
Padre del que me trajo á mí a la guerra, Tras su amorosa empresa salió el moro,
l'or hija á Glaura del cabello de oro , Y dando al viento de un navio las alas,
Y la beldad mayor que vio la tierra : A la corte arribó de Cardiloro
Si el cielo al mundo
trasladó el tesoro, Donde por nuevas no del todo malas
Alguna vez, que en su pintura encierra, Supo que Glaura del cabello de oro,
En esta mora fué, y sin faltar punto De la corle y su tráfago enfadada
Allí con su pincel lo puso junto. En. el Algarbe estaba retirada
«Nacieron Cardiloro y esta hermosa » En una casa de placer, tratando
Medalla de beldad y de desdicha Con sus damas de caza y montería,
Juntos, debajo alguna peligrosa Sin saberse de cierto el tiempo cuando
Combusta radiación sin luz ni dicha: A la ciudad, del campo, volvería:
Solo Saturno en casa venturosa. Boacel que en su alicion se esta abrasando,
,
Venus del todo muerta y entredicha En sus deseos mas dentro cada dia,
Y los demás planetas por los signos A un ciego antojo que razón no escucha
Menos proporcionados y benignos. Cualquier pequeña dilación es mucha.
Era Zafira de los dos infantes
» » Y' así, con nombre de ir también á caza
supersticiosa hechicera,
fia y Y conocer del reino las fronteras ,
Que, por agüeros, rayas y semblantes, Con gran tropel de genles de su raza,
La ventura alcanzaba venidera Berberiscas, indómitas y fieras,
Ksta entre varías cosas disonantes
, De Ayamonle salió buscando traza.
Una vino á sacar por verdadera De descubrir á Glaura sus quimeras:
One serian ambos muertos, por engaños Llegó á la casa de placer, y hallóla,
De amor, en lo mas tierno de sus años. Por daño nuestro, el impaciente sola.
A Cardiloro ayer costó la vida
i » Que un
día antes la Infanta había salido
!
.meloso robo de mi hermana;
'! i Por áspero Algarbe á montería,
el
I ues de la suya oid la nunca oída *!
el insufrible molo, desabrido
Desgracia, y sin sazón muerte temprana: De tanto azar como en su antojo vía,
Veréis que no hay lazada desasida Haciendo del gallardo y atrevido ,
De nudo y de pendencia soberana, Cercar el monte quiso, y ver s' había
Ni á poder trastornar la orden del cielo Modo |iara que su ánimo robusto ,
Las fuerzas llegan ni el saber del suelo. Pues que todo es cazar, cazase gusto.
t Cuando Hércules abrió por el estrecho «Salió, y el desvariar de la fortuna,
De Cibraltar la puerta á los dos mares, Que el mundo guivi del sabor del ludo,
No quedó luego todo el golfo hecho, Huyendo el pantanal de una laguna.
Ni hundidos de una vez tantos lugares; Con él dio en nuestro pueblo descuidado,
One algunos altibajos, trecho a trecho, De humildes chozas sin defensa alguna,
Hechos quedaron islas y lunares En triste silío y puesto desgraciado;
De aquella su canal angosta y brava, Que a los que da en seguir la desventura
Donde no asentó el golpe de la clava. Aun donde ya no hay mundo los apura.
, . , :. . , : , , , ;
Por tantos marea i rodea lan lat go, Consumió la humedad, > huyó el sueno
Allí a bascar llego id Bn am u lie las vivas congojas de su dueño.
»N'o dejo el mauritano fuinr, ciego, no hallando paite de re¡
«Y'
Rastro de nuestro puebla ni memoria; Fu la pluma v quietud del blando lecho,
Que de casas > gente i sangre j iu< r • he su tienda salió el moro vicioso
Caá luminarias hizo su vii tot ta ;i A ver la de mi dama sin provecho
Algunos reservó, do humilde ruego, Al tiempo que ella en un disfraz hermoso
Has pomposa ambición j ranagloria Con Igual inquietud salla en id pecho,
lie dar lila-.ill a mi viii-i iouta trata . Qui/a a liuse;ir su anlojo y devaneo;
Y a Glaura los despojos de mi caía, Que esto y mas que eStO cabe eu UU (lesCO.
ó (bese ojue el habito de mofo
•A mi . No
se pudo saber de la salida
Con que de la prisión de Abdalla
aall A bOra de (.laura eos;, cierta
tal ,
(I (¡ue el autor del eielo en quien adoro, , si ya no fue que sin pensar Lida .
l.as \ ¡daa . diesen ni [liedad ni oídos. Que al tiempo bíZO her so sin provecho.
!
—
Aunque en quebrados, ecos, donde estaba Acudió el homicida a ver la incierta
Glaura llego] su hermosa compañía; Causa de desvarios tan extraños,
Y la que a ver medrosa se acercaba Y no la luz de sus deseos cubiei la
De adonde lamentar salia el triste De sangriento arrebol y los engaños .
El bello luí" de Glaura , que en el mundo l'o.ileada de sus damas cuyo llanto ,
Por bien pagado dio lo que ha servido Y viéndome llegar, trabóme fuerte
Hasta aquel lo cuenta de su lama ; | ;i lie la mano , y al tiempo de apretada
v,
xa en su mismo amor desvanecido, — ; Ay causa .dijo, de mi triste inuerte !
Que dijo haber guardado por cohecho q su muerte sintió la suya cierta
11
No sé si lodo fue sospecha mía, Tal con la nueva muerte, que un retrato
u gran descuido suvo. yo vi en ellos He infierno el bosque fuera si infinita
Que nada mi presencia la ofendía ; Su pena fuera y no de un breve rato ,
:
«Así en el yerto risco peñascoso de Morcante, rey de Córcega, y las bravezas que hito con las
Del inclemente Cáucaso se extiende nuevas de la muerte de su hermano Bramante. Prosigue Ori-
A roer el pecho al escultor curioso mandro en contar los monstruos de Creta. Llega Bernardo sobre
El buitre horrible que sobre él desciende una armada de corsarios, donde libra de prisión i Arcángel ira
la bella princesa del Catay y enamorado de su hermosura la
Y el escuadrón de arpias asqueroso , ;
El negro enjambre y gente vocinglera No había jayán feroz sin tierna dama,
Con importunos vuelos los cobija, Casados con las armas los amores,
Haciendo que, de ver su horror, medroso Lleno aquel rico mundo de altos hechos
Huyendo vuelva el pecho mas brioso. De ilustres brazos y de heroicos pechos.
^Dejáronlos alli al tormento horrible De héroes famosos llena la presencia
Y á libre voluntad de los soldados Del siglo que hoy asombra su memoria
A guardar el alcázar invencible Del antiguo Meriin la grave ciencia ,
Que es oscura sin H 1.1 sangre - < 1 1 1 1 1 1 ^ se suelen cobrar reinos perdidos.
Kl rey Carlos también gozó gran fnua, mi"- deo mas y yelmos ouoentados
Insigne emir * bravos cabalii ro Nacen vn.-n y unieren en cuestiones;
.
Son nombres encantados que mi bei luim . Que la guerra y amor piden de Fuero,
De humana bei la la ngura. Para Miliar su m, la, hombres de acero,
Orlando, el ni m deiios. ¡i (aial con la bella imagen de su dama
Era, según la cuna nombre ncaniado, . < Resplandeciendo lleva el bo escudo,
Velloso el cuerpo j ásperos i"s i ellos Cual un pardo dragón en roja llama
De hombros metido, ue* color tostado. Despedazando un corazón desnudo,
Turbios i"^ "j"--, duros i"s cabellos Cuál parlero clarín de altiva Fama
Gruesa la bai ba el pelo ensortijado, . Vuelto, por bits de una pluma nimio ; ,
De miembros mas rornidos que elegánti Que la lanza mayor por si no alcanza
\ de fuerza mayor que dos gigantes. sin quien ayude al cuento de la lanza.
Reinaldos lúe también un hombre esquivo, Las selvas los del ¡61 tOS, l"S caminos,
.
De animo
y corai lelerminado, De desafios líeme-, j revueltas
a loso sagas astuto altivo,
ni i i'
. , , Combales bregas riñas desaliños,
. , .
Pocas voces de amor se vio cautivo, Unos lanzas ¡ando otros padrinos
i
,
Ni supo :> ii'in[»i amar niser amado; Otros justas de galas, > otros, vueltas
Plordelis rué testigo > . lo es, con ella, Las espaldas á lodos sus cuidados,
El tierno amor de angélica la bella. Van en el de su amor embelesados.
1
1
domas
paladines bel i IMa en medio de Francia París puesla.
De altivez Fueron > Boberbía llenos, Ciudad insigne corle populosa . ,
Hombres duros ¡ni olios j Feroces, . Que no hav rincón en ella que no sea
Ue BerOS pechos y ánimos, atroces. Ueste insigue aparato su librea.
Si el gallardo lluger fué tierno ule :
, Las Iones, los balcones, las ventanas
i en nación Francés . era africano; Ardiendo en luminarias Inmortales,
Si supo amar la bella Itradamanle, ('.uva luz. á las máscaras livianas
i na temprana horno hace verano: Alegre vista da y sombras iguales :
^ entn el i
ais ido Harté i su bullicio Entre el bruñido acero tremolando
Apenas rayo del amor salía ¡
Plumas, bandas, banderas, gallardetes,
Que mejor siempre las Francesas flores lucos despojos del vencido moro,
En armas aprobaron que en amores. De perlas llenos y de cifras de oro.
Y en justas ahora de placer metidos, Las calles y las plazas tan cubiertas
Su tierra miran de alegria poblada, A todas horas van de gente armada.
Los circunstantes reinos conmovidos, Que el roneo estruendo v subilas revertas
Con grandezas la fama sobornada : Ni oir consiente ni entenderse nada;
De la imperial ciudad por los ejidos De la insigne ciudad las trancas puertas
La milicia del mundo esta seminada; Dando seguro paso y libre entrada
Que á varios Unes, por diversos modos, A varia gente en ciegos escuadrones,
V la voz de la tiesta acuden todos. Sin mirar leyes ni aceptar naciones.
Lleno el pais de platicos soldados Aquí labiados hacen y estacadas,
Ricos penachos por los yelmos puestos, Allí palenques, acullá barreras,
Sobre recios Frisones, ue encrespados Allos andaniins. liruies palizadas
Plumeros de oro y chapería compuestos; De varias trazas fuerles v maneras :
Almas fogosas, pechos arriscados Quién limpia el corvo escudo quién . gM
Por cualquier aire a se arriesgar dispuestos; Aun is, sillas, penachos y testeras
Que la Francesa colera, el mas grave, Quién en jaeces de oro y paramentos
Aunque la quiere reportar, im sabe. Labra a su amor costosos pensamientos.
Quien de una bella infanta al diestro lado,
, Quién da de tembladora argentería
Lleva en su nuevo amor gusto cump ido ; A sn plumero varios resplandl 1
Quién en el bosque oculto el bulto amado Quién graba un limpio arnés, quien desafia
Llorando halló el agravio recibido ; \ ence la iris bella en sus colores,
i
Que en noble empresa es honra la porfía, Mas vuelto en sí de aquel primer cuidado,
Y señores del mundo los briosos : Impaciente se muestra y desdeñoso;
Llegan mil aventólas cada dia , Y di' un cruel furor arrebatado.
Sucesos de armas, lances amorosos, Cuanto delante está rompe furioso :
Está del mar Ligústico cercada Asi del torpe desabrido pecho
Córcega , dicha Gimo antiguamente Del bruto rey de Córcega revienta
Áspera, peñascosa, mal sentada. En rabioso furor, veneno hecho,
De mal clima, mal suelo y mala gente: En que el confuso corazón alienta ;
Del gran jayán Morgante gobernada, Y al que la nueva trajo sin provecho,
Que en una roca sobre el mar pendiente En debidas albricias de su afrenta ,
Su inexpugnable alcázar se levanta , Las que le dio den siempre al que se ceba
Con que a la isla entrena, al mundo espanta. En ser correo de una mala nueva.
Del pardo Bronte ,
que en la estrecha altura Del débil pié le coge, ;
extraño aliento!
De Meliguna un tiempo tuvo fragua, Y á dos veces que el brazo da la vuelta,
Por recta linea y sucesión no oscura En triste ruido por el sordo viento
Asi la suya el tiempo antiguo fragua : Va , cual de rústica honda piedra suelta :
A Scila eu su primera hermosura Bajó buscando el húmedo elemento,
El acople gozó dentro en el agua Y el agua blanda, en crespa espuma vuelta,
De su madre Anfititre, y della tuvo Recibió el cuerpo en peña convertido,
Al fuerte Auson y al inclemente Onnbo. Ya por el aire enjuto endurecido.
Mató Onubo á su hermano, y de un pequeño Que, cual de estrecho frió detenida
Niño que de Dorisca dejó al mundo , Nube, en el hueco viento congelada,
Llamado Lipar, el humilde isleño En blanca nieve baja endurecida ,
Naciendo Cirno del, y de este Almonle, Sin sangre el cuerpo asi del miedo helado
,
Que heredó el reino y la soberbia gente Que quien por mucho andar perdió la vida,
De Córcega, y fué hermano de Bramante, Justo es que para siempre se esté quedo :
Que, huyendo del por de ánimo inclemente, Asi este cuento ó fábula fingida
A Toledo pasó, y fué vano amante El vulgo canta en Córcega, sin miedo
De Galiana y este en este modo
, , Que lo tengan por tal, siendo lo cierto
Es del rey corzo el real linaje todo. Que fué el correo sobre aquel risco muerto.
Hacia la áspera costa al mar profundo Que descendiendo por el aire blando,
Hoy levanta un peñasco la cabeza, A quien la ira del cruel gigante
Que en otro tiempo anduvo por el mundo Sin alas hizo penetrar volando,
flecho hombre y de mortal naturaleza : Nombre al risco le dio, bulto y semblante;
Quién de su primer ser sacó el segundo, Y él, todavia en su furor bramando,
Y sus miembros vistió de tal dureza, Con ánimo impaciente y arrogante,
Y'o lo diré después; que ahora quiero Sin que respeto ni temor le ocupe,
Al bravo corzo retratar primero. Torpes blasfemias contra el cielo escupe.
Era un marino risco en estatura. Más por alegre ornato ó por decoro,
Cuerpo abultado, músculos tonudos, Que por la religión ni su cuidado,
Anchas espaldas, gruesa la cintura, De los Penales el casero coro
Larga y corva nariz, ojos torcidos, De su cuadra un altar tenia dorado;
Verdinegro en color, basto en hechura, Y aunque en precio y valor era un tesoro
Barba y cabellos crespos y tupidos De la avenida del furor llevado
Y de tan firmes fuerzas, que pudiera La rabia estrenó en ellos de manera,
Mudar un monte si mudable lucra. Que ninguna deidad le quedó entera.
Una ancha cimitarra que jugaba De Júpiter un nuevo Icaro hizo,
De blancos filos, un quintal tenia, Que al turbulento mar bajó volando;
Con que del primer golpe destrozaba A Venus y á su hijo antojadizo
Entero un hombre , y dos y tres parlia ; Dos Leandros que á Sesto iban nadando;
Y á este respecto lo demás llevaba A Marte entre las manos le deshizo
Del reforzado arnés que se vestía, Y mejor lo hiciera peleando:
Asaltando arrogante un campo entero, A Vulcano arrojó con tal enojo,
Ora armado de seda , ora de acero. Que de ambos pies al caer, le dejó cojo.
,
\ pié ) iin armas para el mar camina Todo i" Ign lia d pi ida mano .
\ es poco el mundo en que reng ir su saña. Desmocha j quiebra i palo- media encina.
Solo . sin lanía . espada ni esi udero . Echó tu n lo a lo en dos pedazo
ii i .
.Ni unís que el ciego ardor que le seguía, Y a otros cuatro pió (arelas \ entenas i
i arioso se ai roja j furioso envía . \ a nal las manos de los sesos Monas
i
En señal que con animo iracundo Y hubiera al sallar dentro por un lulo
. ,
Has va el sobei bio mar, imbien hincl i i De humilde vulgo y torpes mar
Se rué en verse pisai embraveí iendo Sin defensa mayoría bailo cargada,
>.el jayán, de sus olas afrentado, Y de su entena i dos redobles Beros
Que nava otra mayor furia está temiendo . Toda en el pi Imer circulo escombrada
\ enojo cruel precipitado,
asi iii su i nos ai agua j otros, mas líjeros . ,
Lanzarse quiere por el golfo horrendo, Y..I i., van por cima de la ar la
\ pesar de los vientos j bu guerra,
ii A buscar bu audillo que se hall i . i
Salir del ciego a hundir la tierra. mu Del abordado barco en la batí lia,
Mas viendo el sordo piélago que hervia Con un gran capitán que en él . traía
En perjuicio de bu loco intento II supremo lugar por su braveza
v
Rabioso contra el cielo se volvia en -ii ancho escudo un rojo león, que bacía
Contra la re contra la mar ¡ el viento . : Blasón a su invencible fortaleza
a sus cobardes dioses desafl Y él con la diestra espada que esgrimía
.
> el corzo, viendo el aparente bi io, Por entre la canalla sin concierto
iniiiiicii por ver el Bn se estuvo quedo;
i Sembrando muerte- va bu Blo agudo :
Cuando mu ipil, tu confuso desvario* Cuál hasta las entrañas cae abierto .
Al barloarse con igual denuedo. Cual sin pies acabar de huir no pudo
Como enjambre de abejas importuno, Cual sin brazos se halla cuál Se queja ,
Innumei ables leños cercan uno. Con solo un brazo un hombro y una oreja. ,
oirus ios huesos . carne y coyunturas Tal, gue a lodos los ojos parecía
Molidos, hechos masa y aplastados : Entre manso ganado bou furioso;
Arlioles, gavias, jarria. obencaduras, ^ lo mas la mortandad crecía,
Grumetes, marineros y soldados, Más el combate crece peligroso ;
Como granizo, sin dolor ni pena Que por mil parles los navios corsarios
Derriba, y caen a palos con la entena. Gente llovían inliel en los contrarios.
, ; , ,,, ,; ,, : , ,;,, ——
!, , ,
Ninguno lo juzgó por buen agüero... Brillando toda está luces bizarras
Lo mas del caso se verá otro dia De flores de tan rica pedrería ;
Que de Bernardo aqui la heroica fama Que igualar su tesoro á los de Craso
Mi humilde musa á nuevas voces llama. Es comparar la mar á un chico vaso.
Con él dejé á Orimandro en su ejercicio, «Por hojas esmeraldas y por flores ,
Pues no es él solo deste tema el loco. — Por venganza tuya y honor mió.
la
Alzáronse las nubes con el año; Ley sin piedad, cruel y adversa suerte
Dejó su fuego el aire corrompido, La juzgara el tirano mas sanguino :
A fin que su quietud se abrase en ella. La beldad que mayor caudal encierra.
«Está el ignoto laberinto hecho «De los reinos de amor las mas hermosas
Por la mano de Dédalo ingeniosa, A grande expensa y gastos son buscadas;
De la rica ciudad un breve trecho, Y para las exequias dolorosas
Al ciego amparo de una selva umbrosa, En pronósticos tristes alistadas
Donde un real monstruo de doblado pecho Aqui solas las feas son dichosas,
Posada tuvo y cárcel engañosa; Y todas las hermosas desdichadas :
Y al fin la luz de un hilo delicado
, Si ser en algo venturosa quiere,
Hacerlo pudo claro de intrincado. Vayase á Creta la que fea lucre.
»De aqui espantosos nacen todavía «Sus gentes en las islas comarcanas
Disformes bultos, sombras infernales; Ni oro han dejado ni doncella hermosa,
Este el fuego encendió que en Creta ardia Escogiendo en las flores mas tempranas
Y parió en ella los presentes males : Para su triste altar la mejor rosa :
Sobre este oscuro laberinto un dia Al fin, entre estas victimas humanas
Un rico templo de arcos inmortales L'n dia cautivaron á mi diosa ,
Se vio nacido , ardiendo su tesoro Y el Rey, viendo la luz por quien yo vivo,
En las basas de cien colunas de oro. De una cautiva se sintió cautivo.
»De una arqueada bóveda era hecho, «Pervirtió el nuevo amor los sacrificios,
Tan alta que en la vista se perdia
, Y que iba á ser víctima sagrada,
la
Y con las piedras su dorado techo En lugar de los dioses mas propicios,
Un estrellado cielo componía, Por diosa instituyó fuese adorada;
Con cien ventanas que de trecho á trecho Mas ya el cielo, cansado de sus vicios
De luces la llenaban y alegría Al nuevo altar de la beldad amada
Abiertos en molduras y perfiles Dio por verdugo la disforme fiera,
Balcones de oro, rejas y pretiles. Que la vengara si por mí no fuera.
»En medio la alta fábrica preciosa, «De allí , cual dije , liberté la vida
De un enlutado pórfido labrada, De quien la me ha quitado
mía en pago
lina sombría tumba está pomposa Y en triunfo ciudad traída.
ilustre á la
Sobre diez ninfas de cristal sentada; Nuevo decreto el real consejo ha dado :
Y otra enlutada bóveda vistosa, Que á las primeras suertes sea admitida,
De mosaicos follajes antorchada, Y sujeta al rigor del duro hado ,
Así en arcos levanta su tesoro, Sin que mando de rey ni otra potencia
Que humilde hace en su respeto al oro. En algo altere esta uitima sentencia.
>En hombros destas ninfas se sustenta »De doce de la urna aborrecible
La enlutada y funesta pesadumbre, La última fué á salir mi amada diosa
Y con sus diestras manos se alimenta Con que el cielo mostró en señal visible
Al templo una inmortal y eterna lumbre; Sor la menos decente y mas hermosa :
Y así al mundo sus luces acrecienta Ya once altares corrían sangre horrible
Con la que al oro enciende en su techumbre, De infeliz hermosura extraña cosa : ¡
Que hizo, bajando al mar, que se dijese Que mas la hambre y mortandad crecia
Que el dia en Creta á no morir naciese. Cuando algún sacrificio se hacia.
, . ; » , . , ;
EL BERNARDO LIBRO
, XIII. 281
»Un año en Creta me dejó encantado Asi el ¡y peni al gran Bernardo hablaba
i
Después que le quité en el fértil prado Con nuevo miedo amor mi pecho agrava,
Mi bella diosa á la serpiente Den ,
Y la confusa guem
en que venia
Porque me diese la enemiga suerte, Es no sabir si la beldad robada
Con el un de su villa, el de mi muerte. Segunda vez á Creta lué llevada,
enlutado dia se acercaba
»Ya el Que aquel divino brazo riguroso
Que mundo
habla de ecbaí en aoebe oscura,
al Que la robó con superior violencia,
i el sol He a él y a n a alumbraba
< | Será en ambas desgracias poden o
En la indigna y temprana sepultura ¡ A ejecutar del hado la sentencia ;
Y la luna sin luz y sin figura . Darse debe á los dioses la obediencia :
Iba creciendo, j mi placer menguando. Mas siempre lo que el cielo ordena es hecho.
»Y aunquemuerte, la sospeche
Incierta su Bernardo, afable, aquel dolor consuela :
La cadena arrastrando mas estrecha Es fuerza que el dolor lastime > duela,
Que en la prisión de amor fué conocida, Que es duro golpe en corazón humano;
De Un nial en otro, procurando BU vano Mas la cordura ••u i¡>¡las ocasiones
Un favor breve de su Ingrata mano. Los gustos mide y templa las pasiones.
(Trazando de un dolor varios intentos, »Y esta funda mortal que al alma viste
En uno me resuelvo i determino Es lumbre de esmaltada vidrien
Que es no poner en duda mis contentos, Que si es dorada, azul alegre ó triste, ,
Ni liar nías suerte a mi contrario sino; Tal luz dentro en la sala reverbera;
Mas romper del altar lucros sangrientos, Y bien que el punto del valor consiste
Y del robar el sacrificio indino: En grave pecho de igualdad entera;
Pensé acertar, y tiene amor mandado Mas cuerpo humano de contrarios hecho
Que no acierte a servir quien no es amado. No puede al alma dar mas firme pecho. »
«Puse en el puerto á punto este navio, Asi el noble leonés, y asi el persiano,
Mi gente por el bosque entretejida , Uno sus cosas cuenta, otro las guia ,
Y a pisar del cretense señorío, Y en blanda paz mitiga el peí lio humano,
De la muerte otra vez libré a mi vida, Cual suele la agradable compañía ;
Sin darle cuenta del intento mío , Cuando del feo Tritón el reino cano
Medroso que de altiva j desabrida, Crespo se revolvió, y se escondió el dia;
Fuera el altar del sacrificio injusto Braman los vientos, crece la tormenta.
De mas gusto en el suyo que mi gusto. Perdido el norte, el cómputo y su cuenta.
nAlli robé la que mi alma triste Ahora es tiempo, oh luz del tercer cielo,
Donde quiera que está tiene robada, Que alegre llueves dulce amor fecundo,
Y aqui la traje y como tu la viste , Y tu resplandor quinto, cuyo vuelo
Siempre sin ocasión la vi enfadada El ocio quita y Bojedad de] mundo,
Que el dulce premio en que el amor consiste Que ambos templados enviéis al suelo,
Es suerte, y fué la mia desgraciada : A mi pluma un feliz saber profundo,
No pida otra ocasión el que quisiere, Con que cante en espíritu doblado
Si aborrecido de quien ama fuere. Un tierno amor y un liero Marte airado.
«Si bien yo fuese donde nace el dia Un ejercicio y otro son vapores
D| nueva lumbre y resplandor vestido, Que seso suben con la sangre nueva,
al
El poderoso sol Baeo seria Y á imaginación hechos furores
la
Contra las sombras ¡leste ingrato olvido; Su mismo brio y su inquietud los llo\ a :
Que desta ausencia la tiniebta fria ¿Qué almas hay cu la tierra sin animes .'
En que me tiene el desamor metido, Qué gloria que al amor no se le deba '.'
Ni donde sale el sol donde acaba. ni Oiga el mundo mi voz; que hace mi pluma
La luz podrá hallar que le alumbraba. » Hoy de Marte y de Amor una gran suma.
Dijo y al curso de su amor dudoso
; Seis veces tras la lámpara febea
Cogió la rienda, y aflojóla al llanto, Con la suya Diana alumbró el mundo,
Y sintiendo, no en gusto desdeñoso, Y siempre el viento en áspera pelea
El leonés su dolor, hizo otro tanto ; Feroz luchaba con el mar profundo ;
Que es de cruel pecho á un caso doloroso , Cuando entre hinchados tumbos ¡le marea,
Tener el corazón de duro canto : Impedido el primero del segundo,
El Rey su llaga api ida en l¡> secreto; Fué la persiana vela descubriendo
Que, aunque estaba alligido, era discreto. De un conflicto naval el ronco estruendo.
Con pecho heroico el grato mal reprime Y allí un gigante que en l¡\or de un barco
Del ardiente furor de su agonía; Contra todo un ejército pelea ,
Que la hambrienta codicia y sed del oro En favor del jayán, entre quebrados
A insufribles tormentos necesita ; Bajeles pasan por la vil canalla ;
Tal esta dulce muerte, en quien adoro, Cuando lloroso grito en los costados
Mi vida alegra, mi alma resucita De una galera fácil de abordaba
Con el nuevo placer y el gusto nuevo Se oyó de nresos , cuya voz aguda
Que en morir por tan noble causa llevo. A Dios pedían venganza, al mundo ayuna.
, , , ; , , ; , , ; ,,
(.loe ya el ile mas denuedo se apartaba, Que en una alegre caza el dios valiente
Di sus mortales golpes temeroso :
1
De Medoro ocupó la blanda cama :
Asi en el turbio Kgeo la mar brava, O sea cuento vulgar, ó sea aparente,
Soplando hielo el aquilón nubloso, Engaño mago, ó lisonjera fama
Escombra de sus piélagos hinchados La voz corre , y los rastros desla historia
Une quien vivo quedó mas pretendía Dos torres conserva hoy en dos esquinas
Que su propia venganza su contento , : Ya de grama cubierlas, ya de yedra;
Bajo, y vio que en prisión estrecha había, Y" en sus cimientos de turquesas linas
A
Creta las llevaban los corsarios Es tradición antigua y que concuerda
Cautivas para ser sacrificadas Con la razón del tiempo en sus historias.
De islas diversas y de pueblos varios, Que una reina hermosa mas que cuerda
,
O bien por fuerza ó por traición robadas : Cuyas son destas torres las memorias,
Bernardo, ya rendidos los contrarios, Y guardan que la suya no se pierda
Y las duras cadenas quebrantadas Por su mano alcanzó ilustres victorias
Cercado salió de ángeles gozoso , De príncipes y reyes del poniente ;
Como de estrellas el lucero hermoso. Que por hija de un dios fué tan valiente :
Un bravo
caballero halló entre ellas Entre cuyos relieves peregrinos
De bello rostro y gracia soberana, Parte de su beldad se goza impresa,
tuya gran perfección dio en las mas bellas Que aun las llamas del tiempo en los divinos
Menos perfecta su altivez lozana : Bultos no han hecho, como suelen, presa :
Los negros
ojos con belleza armados Si fué embuste de mago, ó poderoso
De unas largas pestañas retorcidas, Aspecto de feroz planeta altivo,
Domo el coral los labios delicados, O en observado punto venturoso
Eos dientes perlas de rubíes ceñidas. Traza del ermitaño fugitivo
Las mesillas dos soles deslumhrados, Que de los labios de coral goloso,
De un claro y lino rosicler teñidas, Para hurlarles el desden esquivo,
Y la serena frente tersa y pitra Marte se hiciese, y á su pecho frió
Cielo donde se adora la hermosura. Algún Reinaldos diese fuerza y brío :
^ de nn Bolo vencer lu vai las muertes. Sus nuevos cercos comenzó j conjuro-
n>> oasis el resonante pecho abierto,
i Loque en el caso obro su encantamento,
Otro en dos medias partes Idido • i j % Quien le encamino allí j a que venia,
Aquel a golpea desmembrado ¡ murrio, ilomo tanto al nav i<i creció el viento
\ este mu brasoa j sin pies tendida ¡
Que ya en los aires navegó algún ilia ,
II corazón Üene "h o descubierto Dónde fué i dar con su volar violento.
Otro de un tajo hasta los plés partido Quién las bolinas j el timón regia
Este en sus brasoa tropezó huyendo Que gentes iban dentro, y de i|iie modo ;
1.a in\ ida mira y valerosa espada; Sacado había gozar la luí de Apolo a
Y cu nuevo sobresalto y alborozo Mil bellas diosas; pero ¡qué aprovecha ,
Desea ver Is visera levantada si el cielo se turbo de polo a polo,
Al encubierto autor de tal proeza , \ el mundo, envuelto en una niebla fría,
Por medio de las otras si- metía Los mas fuera de si, y todos a liento;
M. i-ia llegas donde pelea el gigante Cual va a la eseoia, cual al chafaldete,
i el Rej rse al lado de Horganle.
i
Cual busca la mesana v va al trinquete.
bernardo, n « lo vio [ii-ih ura en vano«
l . Las ti -¡síes damas fuera de prisiones , ,
Y asi sin orden va entre un mar violento Por oscuros celajes iba huyendo,
One tantas temerosas muertes traga Su rostro así sombró nueva alegría.
Cuantas olas sobre él encrespa el viento: Que suspendió á la noche el suyo horrendo :
Y mas hermoso cuanto mas airado : Del barco mide y sin querer suspira
,
Será mirando al enemigo en ella. Mientras que mas le ceban, mas se enciende.
Iba la ciega noche amortiguando Cual simple pajarillo que en la fuente
,
La poca luz que sobre el inundo habia , De una falsa hermosura convidado ,
Y el frió viento y tempestad cargando Su presto vuelo entre la liga siente,
La nao con nuevo miedo acometía ; Sin ver cómo impedido y atajado ;
,
Deseamos conocer lio por oídas Sin saber cómo, en un divino modo
A quien debemos la salud y vidas. En si lo rinde y lo transforma todo.
. ,
:. ; ,: , , , ,, ,, , ; :
Elidulces ponsalliieuliis oeup ni i . Que ahora veo en gran riesgo el mas brioso
Ni en la tormenta ni en su mal reposa Pecho que aró la mar ni rompió el \ iento ;
Rompió el tarreo dos runas de camino, Sus islas pobres y de mal asiento ,
De una amura el bauprés quedó colgado. Ásperas . escabrosas de aires trios , ,
Del helado Apellino hiere el viento. De luchar con los aires, se rindiese,
Los montea gimen, brama la espesura, Y vencida, a la Insta DO domada
Y a los Alpes asorda el ronco acento La palma y vencimiento concediese :
Y si la encina en su vejez madura La tierra ya ilc lejos saludada,
A fuerzas quiere conservar su asiento Que el alto Epiro se entendió que fuese,
Nunca la tempestad ni el vienlo pasa Por donde el vasto Jonio se atraviesa
Hasta dejarla por el suelo rasa. Y el lirme pié al Acrocerauniobesa.
n barco en esto, al grueso bordo atado
I Mirando estaba el español valiente
Del suyo, el gran leonés vio que venía, De Alcíono los jardines celebrados
Nueva esperanza al pecho alborotado. Y Léucada engolfada al mar de oriente ,
Que mas fuerzas mostraba que sentía. Siendo antes tierra lirme sus collados;
Pues del confuso viento y su cuidado Y el promontorio Kálaro eminente ,
Nula en su alma sin tormenta había , Que en uno de sus riscos encrespados
Siendo el riesg lyor en el que ahora (Si debe ser la antigüedad creída)
El recelo le pinta a su señora. La nao quedó de Clises convertida.
Mis un tan presto en la montaña de Ida La florida Zacintos , y á su diestra
De Júpiter el águila Ufen . Los altos montes de Cefalonia
Tras de la ainada presa conocida. Donde el reino Teleboe se le muestra,
De la encubierta nube salió fuera, Que por sus costas de. robar Vivia;
Y á la tierna beldad troyana asida Y la ondosa canal . a la siniestra .
Con su robo a buscar volvió su esfera, Que abrió, pesar de Italia, estrecha vía
a
Como el brio español el barco puso Para pasar sus olas enrizadas.
Del bordo al agua , y en el agua al uso. De nobles terebintos coronadas.
Y sobre un lirme cabo reforzada Aquí el barco á la luz del nuevo día
Su inquietud contra el sordo mar y el viento, Perdido se halló, aunque no anegado,
De las damas la escuadra alborotada Ya sin fuerzas la grille que tenía.
Del bajel ocupó el humilde asiento; Si alguna v\\ tanto riesgo había sobrado
Y' ayudando la hija regalada lili. i
que asi la dama se decía
.
Por sallar dentro, cuando el viento fiero, Y' en discreto decir la pena (¡era
Al cruel rigor de una enemiga estrella, Que el alma le oprimió no le ablandara
Rompiendo el cabo, le apartó lijero; Donde á vueltas también le ruega quiera
Que Venus sigue á su entenada bella, Decirle algo de aquella beldad rara
Y tiene por de barias la tormenta Que a ambos dejo en confuso desconsuelo.
Si el soplo de la ausencia no la aumenta. Quién sea de qué nación qué tierra ó cielo.
,
,
, , , ; , ) , ,, ,, , , , .
Del Casto Alfonso el sin igual sobrino; Ilota y gastada ya del tiempo escaso :
De sus olas rompiendo las batallas Sola la nueva ausencia les da pena
La playa busca, cuando al turbio viento De aquella celestial belleza rara,
Fortuna al parecer da nuevo aliento. En cuya vista nada les faltara.
del dios Mane ; tocando a vueltas de su discurso una plana geo- En altos pinos sus bravezas prueba :
grafía de casi toda la Asia. Bernardo entra en la cueva de la diosa Suenan los aires brama la espesura,
,
Témis, donde halla un admirable retrato de la vida humana, y los Crece el rigor, y el viento se renueva,
monstruos que al mundo paren la ignorancia y el engaño. Llenos el norte, helados ambos senos.
De ardientes rayos y de roncos truenos.
Cual bello cisne sobre el crespo vado Cuando sin otra prevención de cena,
,
iii/.p i-i ii i-, iici mii.'iiki :i la entrada En medio el real jardín . sobre un collado
Escrutinio en lai ramal j malí ta. De clni uios \ canelas lleno
Probando espada
< ¡on la punta de la a quien las rosas j szabar nevado
Del ciego seno mi aspen estrecbeaa¡ I
menos co la vuelven m:is ameoOi
Y bailando parte enluta j abi i i
de verdes marmoles labra. lo
De yerba j secas canas adereaa II Imperial alcázar, cuyo seno
A medrosa dama un breve lecbo f
i.i i ii i leas salas de oro y pedrería
Alivio los cuidados de su pecho.
:i Eterno guarda j mu morirse el dia.
v :. par della sentado! le suplica Yo no sé bien si
» caverna i gruta 1 1
Si le ba quedado aliento
le dé cuenta .
Del peñascoso .11:11 ili'sln/u 1 . 1
De la ausente beldad que el alma rica Sus verdes jaspes, j al Quinsay tributa
De esperanzas en gloria le suélenla :
Con lo que este vistoso alcázar biso;
Por qué 6 cómo al marcial luror se splica; o de los Bactrianos en la Inculta .
Hasta los veinte j ocbo babia corrido. De guerras, cazas tabulas amores. . \
Venus con la blandura acostumbrada Aquí el gran chino por su gusto tiene,
Le iba templando en parte la aspereza , Cuando la corte deja . su morada ;
Por nn bosque ••-! lisímo atraviesa 1 Después que el quinto circulo dorado
El castillo de Uangi de quien viene . Del ciclo hizo en Angélica la bella
Al reino el honor que tiene.
nombre y el El divino retíalo del y della.
> De doce millas su torreado muro «Y estando la una y otra retirada
De Bno jaspe, en proporción cuadrado. Deste real bosque en la agradable vida ,
Con mil torrea altísimas seguro, Una en correr las liebres ocupada ,
Donde esta un grueso ejército alujado Y otra en rendir las lieras divertida ,
Y con sus rayos otro sol retraía : Muerte heredó su nieto imperio y llanto;
Esta al Rey solo se abre y se retira . El en que comenzó su edad lozana
Dándole paso: el solo pisa y trata Venia en ella á vengar , trayendo cuanto
Sus umbrales: y en olios mas escasos I'oder su reino alean/a y cuanto encierra ,
»En medio el ancho muro, que cubierto Queria arrogante, á cuenta de su empresa
»
Todo está de arboledas y jardines , Y la vertida sangre de su abuelo.
lie fuentes y de estanques, por c ierto Por su mujer ganar á la Princesa ,
Con fuerza tal , que al campo Radamante Del mar presente y círculo remoto
Fusta no quedó entera ni hombre horro, Que haciendo va en su viaje daba cuenta , ,
Ni chino barco que con brio triunfante A un descompuesto viento el árbol roto,
Urca vencida no llevase á jorro Corrimos la ancha costa alharaquienta
Debiéndose al valor de la Princesa De Samatra , ciñendo nuestra frente
La honra mayor de la importante empresa. De la alta equinoccial el cerco ardiente.
«Mas, cuando ella en rendir la capitana » Y á la luz del Canopo , que allí claro
Y' dar muerte á su rey se detenia, Como un limpio carbunco se les muestra
El principe de Ormuz, que al de Moscana El peñasco de Cídara al reparo
De general por tierra y mar servia , De un abrigo quedó, y á la siniestra
Ardiendo en torpe ardor su alma liviana El cabo de Naguacar, puerto raro
Por la Angélica reina que traia Donde aquel dia surgió la barca nuestra
Presa á su cargo , con el nuevo espanto Y halló, entre los que habitan por sus peñas,
Del muerto sucesor de Radamanto, Del corsario de Ormuz el rastro y señas.
»Enpresta zabra con medrosa priesa, » Seis días antes salió del mismo puerto,
A vueltas del sangriento herir confuso , Y nosotros aquel que en él entramos,
La reina del Catay , de nuevo presa, De Mengala cruzando el golfo abierto
Con lo mas rico del despojo puso ; Hasta que á la isla de Ceilan llegamos
Y cual presto alcotán que ha hecho presa, Y elpromontorio Cori, descubierto
Yolando huye por el mar difuso : Por Trabáncor , hasta Cochin pasamos
Ciego, trocando honor navios y gente , Y allí, hacía Calicut un bajel vimos,
Por un robado amor, huye al poniente. Que en lo alto, ser de Persia conocimos.
,
»La Princesa , que al triunfo y alegría «Fuimosle aquella tarde dando caza
Del vencimiento halló lo mas precioso Con la siguiente noche , y cuando el dia
Que alli en tan nuevo oficio la traia , El triste luto al mundo desenlaza,
Robado del ladrón de Ormuz medroso, Que por la muerta luz puesto se habia,
Hundir el mundo con furor quería ; Ya en sus señales claro y en su traza
Y de ¡ra ciega , en el bando riguroso Ser vimos el de Ormuz, en quien venia
Sin dejar ni una fusta reservada. La Angélica beldad sin culpa presa,
Abrasar manda la enemiga armada. Y en su demanda la oriental princesa.
, ,:;. , :
, ,
. , . .. ; , , , ; .:
De tela de oro, negro un hombre muerto. Que a buscar lué de .iii a su caro amigo.
•Supimos que de Ormuí el rej Blancal lo •Dieronie nueva) del en Tolomltt,
i ras quien se hacia la infelii jornada, i» le se entiende que llegó primero
I i :ique Angélica su parte
el muerto ,
t'.ou que el muerto deseo resucita
j
Hizo en dejarse en bu priBion vengada :
tsi es mortal el i b verdadero ) ii
Donde el rej fugitivo llegó no día. Los graves reinos busca del poniente.
«Quiso, cansado de la mar, bajarse \ien calmas y en 101
i
lijónos utas, ,
o i>nr entretenerse ó i¡ i
\ en el Kgeo, tras él playas, sedientas
Que de sus playas le sahfó una cueva. Había á mudarse en ellas aprendido.
Y en un navio para el llano Egito, iVió a la Princesa , hallóse enamorado,
Dando un terral liviano,
las velas I Y en torpe modo \ con grosero estilo.
Ya lllirc se embalen de mi delito , No del todo el combate sosegado,
Si alguno fué malar un rey tirano : Corriendo aun sangre de su espada el lilo.
Asi con triste j lastimoso grito Llevando de Ignorancia en -u cuidado,
Bazon de al nos dio el navio persiano, Has que en sus siete bocas agua el Nilo ,
Y tras quien le dio el ser cual tierna , gama Mas, dando al gusto bárbaro otro viento.
Al real piloto manda que pro-iva II alma j la intención mudo primera :
Por entre rotos marmoles, despojo Solo á tiernas batallas de amor hechos
Del tiempo en que el gran Cairo florecia : Sin nombre ni opinión en las de Marte,
Con nuevo rastro siempre y nuevo antojo Naciese cl brazo invicto que, á despechos
De la que reina donde nace el dia Del mundo, asi campea su estandarte
Que de allí en busca de su amado ausente,
,
En los valientes del que con su sombra ,
Que de los dioses uno, en nudo estrecho Quien quisiere salir de mis prisiones
De amor paterno , á su ánimo reparte Y romper sus fortísimos candados
Su natural furor, y el caso todo Rompa ocasiones atará deseos ,
Bajó los graves dioses convidados Tráeme en sus ojos ahora entretenido
A la gran presa que cazado había: Una reina adorada y perseguida
Dios hubo que tuviera á dicha buena Que en el mundo es escándalo y centella,
Trocar su libertad por tal cadena. Y en el Catay Angélica la bella.
-El sol lo descubrió ; cosa notoria »Es tanta su beldad tanta su fama ,
Fue por el mundo su amoroso cuento : Que quisiera, por verla, no ser ciego,
Mas envidiosos hubo de su gloria, Aunque fuera la yesca de mi llama,
Que dudosos habrá de lo que cuento : Con tal que se encendiera de su fuego :
Hecha de rica pasta de metales. Qué pecho libre qué alma tan exenta
,
La antigua Chipre está, cuya belleza Que presa no pusiese en cárcel dura?
Aumenta el monte Acámaso, y sus faldas Qué ojos tan graves, pecho tan esquivo,
Llenas de ricas minas de esmeraldas. Que si los suyos vio no esté cautivo?
«Aquí sobre su concha cristalina «De reyes y de príncipes servida,
Venus del mar salió la vez primera ¿Qué cetro le negó su vasallaje ?
De la espumosa lluvia y sangre tina Uno el juicio pierde otro la vida, ,
Que sudó al mundo la estrellada esfera Otro el reino otro el nombre otro
, , el linaje
Aqui tiene su altar y su cortina Hasta que vio á Medoro, ydél rendida,
V en él su habitación mas verdadera Trocó un mundo de reyes por un paje :
V :il fin. aquí, como á su propio imperio, Si la agravié será disculpa mía
,
—¿Qué dios, qué hombre, qué fiera se ha librado Dicen que sin ver cómo fué herido,
, ,
Es burla; que en la red mas olvidada Que, aunque en sus hombros Icaros los lleven,
La que piensa cazar queda cazada. Parece en el volar que no se mueven.
, , , ,
;;
,, ; — . , . ,. ; ,
«Deja el grabado amos, cuya ai irada Sobre la costa del Caí Di une
Maquina su abrasado cielo oprime .
La alta Cillcia eon su monte molo I ,
Y en buscar la ocasión de su contento. Los que babifan del Cáucaso los quicios
Presto, ansioso colérico, Impaciente, , Y cultivan sus fértiles terrones.
A un cabo y otro busca por la tierra Al pié del risco altísimo y nevado
La que ha de poner paces en su guerra. A que está el sabio Prometeo ligado.
•Los ojos tiende por el bajo suelo Los Seitassin república formada.
•
De diversas naciones ocupado; Sus ásperos desiertos conservando ,
A Europa mira y su benigno cielo. A quien de Bátros la corriente helada
Su rico asiento, su vivir templado; Va con prolija vuelta rodeando;
La fértil Libia, que con seco vuelo Mira austro en altura mas templada
al
Sus blancas costas lleva al diestro lado Irse las dos Armenias dilatando,
Con las sirtes sin tez á quien da cama , Y sobre sus collados espaciosos
El mar, que en medio dellas se derrama. A Nifales y Tigris caudalosos.
» Deja a la izquierda el norte y sus alturas » Mira cual nacen de unas mismas fuentes
De un inmortal invierno acompañadas, El Eufrates y Aráxes sonoroso,
Y á sus verdes espaldas las llanuras Que por despeñaderos diferentes
Del Ponto y sus arenas escarchadas; El mar buscan en curso impetuoso;
Del frió Tánais las costas mal seguras, Este al Iiircano lleva sus crecientes,
De bárbaras naciones cultivadas , Y acjuel al seno Pérsico famoso,
Y del vecino Coicos el tesoro, Haciendo rica y fértil, de pasada,
Si aun dura entero el vellocino de oro. La gran Mesopotamia celebrada.
• Mira el boreal Zarambe peñascoso. » Cansado de mirar tantas regiones.
Cercado de arrecifes inhumanos, Sin ver en ellas la que va buscando.
La antigua Troya y su Ilion famoso Los ojos vuelve, y mira los rincones
Sepulcro ya de griegos y (royanos; Del celestial incendio humeando;
El Sigeo peñasco peligroso.
, Las negras etiópicas naciones,
El Propon(o , los Bósforos cercanos Y el mar sobre sus costas reventando,
Con los que guardan las re(eas almenas. Y el Nilo , si por dicha tiene fuente.
De mil (ragedias dolorosas llenas. Entonces al dios Marte fué patente.
• A Zaislro y sus aguas espejadas » Por Egipto y Arabia entremetida
Que al son de blancos cisnes las despeña Vio del mar Rojo la delgada punta ,
A guerra
sediciones inclinada;
y Cuanta belleza el mundo conocía
Y los que de la llireania la invencible Dejó una nueva gloría descubierta
Tierra, de inculta, hacen cultivada Suave el viento y apacible el día,
Y en medio sus altísimos pinares Reconociendo á hermosura tanta
Lijeros tigres cazan á millares. Vasallaje del sol la lumbre santa.
Las dos Carmanias ambas montuosas
» , »De tela de oro en rozagante vuelo
Mira y la belicosa Cedrosía
, Pendia la grave falda de brocado ,
Los collados y selvas espantosas Con cuanta pedrería al rico suelo
De la estéril y helada Aracosia; De oriente da y tributa el sol dorado;
De Arbitos las vertientes caudalosas, En luces de diamantes dando el cíelo
Y las aguas que al Indo claro envía, De su beldad al mundo retratado,
Y los paraponisos belicosos Donde, en cualquier desden que andando hacia
En todo, y no en olivas, abundosos. Arderse en rubias llamas parecía.
»Deja ya airas del Indo las riberas ,
» De la color del día sus cabellos
Y el monte Imavo a la derecha mano, Del alba y de su luz las cejas bellas,
Y' sobre las sardónicas laderas Y'amaneciendo un cielo dellas y ellos
Cual rayo va cortando el aire vano; Aun se ven en sus ojos dos estrellas,
Descubre el Gange entre naciones fieras, Que al alma que las mira, en rayos bellos.
Que, con dorada arena y curso llano Del pedernal de amor envían centellas
Rompiendo los collados orientales, Los labios de un rubí la boca enana ,
Del mar busca los secos arenales. De un limpio aljófar engastado en grana.
Mira el gran muro y raya que divide »Cual suele en el rosado y fresco oriente,
Del scita inculto el regalado China ,
Dando principios de oro al nuevo día,
Y dentro della el reino en que preside La clara aurora con serena frente
La luz que sus deseos encamina; Barrer del mundo la tiniebla tria,
Los campos bosques y los montes mide ,
,
• A la cansada soñolienta gente
Y con cuidado y prevención divina Perlas lloviendo , rosas y alegría
Vuelve y revuelve, y con la vista atenta Tal la Reina salió, y del" mismo modo
Hasta las ramas de las selvas cuenta. Su vista lo vistió de placer todo.
,, . . , : ,,, :. :, ; . . ;
EL ULHNAHUU.
•:
LIHIIli \l\
Entre esperanza j miedo ntveí lido Perdido, sin ver como, en la espesura,
De tanta hermosura deslumhrado, Otro siguiendo un ciervo va, ] se vuelve
V de su misma pretensión corrido; Confuso y sni ida en la pe >ui i i
El ola , en vclla.
i| abra sn bei no inra Y el amante s mas que su cuidada
c.on goto, con temor, con sobresalto lie pozo, espanto \ de contenió lleno,
Revuela, sube, baja, \uel\e, espera, Marte bajo en Medoro convertido ;
Con que los prestos galgos corredores Alcanzó que la luz del quinto rielo
No liaren entre mil un lance en vano : Es quien tal nieta y tal beldad le ha dado,
Sipue este alcanza aquel el otro incita , , ; Y de Artildo el saber, que en mi memoria.
Crece la caza, el alboroto y grita. Como la he dicho aquí, puso esta historia. •
liarausta, rompe, salta, vuelve huyendo, De vaina desnuda, atienta > prueba
la
Sal , cruza , dale , ten , alarga y pica — :
A entrar con lentos pasos sin ruido
La grita y confusión se multiplica, Al tiento de las señas del oido.
, , , ,,, , ,, , ; ,, . , ; ; ,; ,, , ,; ,
( ¡Extraño
caso! ) que en tocando al gusto Del que asombra en el Cáucaso robada
Del venenoso jugo las dulzuras De un rayo fué de la mayor estrella,
Todos en lieras se iban convirtiendo Para dar vida y almas celestiales
De espantable ligura y bulto horrendo. A hombres de barro y bultos materiales.
Quiénenleon,en tigre en oso , en pardo
, «Fui en otro tiempo oráculo del mundo;
En cocodrilo en topo en sierpe , en oso
, , Mas ya mi casa y templo está olvidado,
Quién en feo avestruz quién en gallardo
, Y yo huyendo del , a lo profundo
,
En troiia salen por la ebúrnea puerta Se está aquí sin tocar que al gran rebaño
;
A otros nuevos caminos mas aviesos, En aquel breve ralo ele rc|
Torpes, sin lev, sin traza huecos, vanos, , Une el silencio por sujo me tenia
n.- desvarios llenos j <i>' exi i En agüero feliz \ bado dii h
Cual j ii.ii por gran dicha quedan sauos
i
. ,
I ii, i beldad que , COmO el sol al dia.
('.un i.i lu/ 'i- nn rica poma j esos . Alambra al mundo, tobi e no ai ro herm i
Por estas cuestas suben mal trilladas VI de pomposos unios que en sonoro .
Siguiendo de los menos las pisadas. Aliento gimen en sus yugos de oro.
» Tú seguirás también ese camino, Y a un altivo collado en que me hallaba
Pues ya el délo te biso de mi bando, Cogiendo i tiento de sus faldas Boi •
Y ahora de »o ese licor divino Ella, qne por las nubes volteaba
Te ira por donde fueres alambrando.* Su carroza y caballos voladores
Dijii; > como un azófar cristalino. Las riendas d " que en su luria brava
Encendido en la luí de nn luego blando, Templar suelen del curso los furores,
Un claro rajo le arrojo a la (rente A mi las vuelve, y « salve el cielo, dijo.
Mas que el bello del sol resplandeciente. Los nobles pensamientos de tal hijo.
v como con el flbs el día vistoso, » Oh cómo se gastó del primer mundo
¡
,
de sabiduría y discreción humana, se muestra cuan
la Coloso hasta su mismo ser se traga?
caídas están eslas dos cosas en el mundo. Por Arcangé- lA quien de la avaricia el corto paño
lica, hecha valerosa amazona, se descubre cuan her- Con humildes propósitos no estraga,
moso es el apetito de la venganza en sus principios, y Sujetando de nn logro al vil renombre
cómo se enamora del el brazo poderoso que la puede La soberana majestad del hombre '!
que significa el incendio ue la flota. El rayo de luz de la ¡Loca embriaguez pues la virtud tras d ! ,
¡Oh nuevo y dulce sueño! Oh claro indicio Dijo ; y en la carroza, que era hecha
De la armonía que el autor del cielo De oro, cristal y rica pedrería.
En el humano celebre edilicio Subir me manda, y por la vía estrecha
Por imagen trazó de su modelo! La vuelta dio adonde nace el dia :
La gran suma de cosas que al oficio ¡Extraño caso! pero ¿qué aprovecha
Del pensamiento dan ayuda y vuelo, Si lo que ahora aquí y entonces vía
Aquel no sosegar con su armonía Por hoy el mundo y yo lo hemos dejado
El reloj de la libre fantasía : El por ocioso, y yo por ocupado ?
Aquella interior luz que. repartida Vi el cielo vi la tierra vi el profundo , .
Y'a con la luz llegaba amortiguada, Con mustio aliento el catalán caudillo
Y en el suyo el cansado peregrino, La vuelta dio al amparo de un collado
,
Del roció la esclavina aljofarada Que las espaldas guarda del castillo;
Su gastado bordón de seco pino Y en débil paso y rostro desmayado
De lamano arrojaba fatigada De miedo ó de perfumes amarillo
,
Y él, « i A que lili i'ii |da/a tan |n'<| iníi.1 Que según . me reveló de pavoi i
Se arrastra, dijo, y junta tanta leña?» lina a nuestra Importancia mucho al caso.»
• A
de nacer hognera ilijo el Conde,
tin , Entrar yo, dijo ella, es fácil cosa
« ;
l)ur un mando ruino no podra Impedido. De une lio i.-s^,i \ (,,,,,, fffJtO en nada;
i
Tan bravo esia el francés tal le responde, , Que la gente de dentro es peligrosa,
Que de ferie temió tembló en oillo .
;
A engaños y traiciones
ensebada;
Mas reportado á sus embastes sale; Y asi sera mas
mi llanto fácil a
Que no hay Dllses <f n>- en Bngtr le ¡guale. En busca proseguir del monje santo.
Procuró con ratones diferentes Yo a las espaldas del castillo aiuigu
•
,
si es la razón quien los castigos tasa, Mas pues ahora seguir el vuestro es justo.
No es justo pie este ahora sea inundo : Yo el cuidado os ofrezco y el secreto,
Bien sé señor, lo que en vuestra alma pasa;
. Y aun prevenir vuestro animo robusto
Que del pecho es el rostro el sobrescrito De armas si hubiere en vuestra entrada efelo
, :
¡(as también sé que sois honrado y sabio, Ahora idos llegando con recato
Y a nadie, como tal, hacéis agravio. Al postigo, y allí aguardadme un rato.
»De hombres sin culpa una áspera cadena La oscura sombra de aquella alta torre
»
De aquesta torre esta en un desván ciego : Paso os dará seguro que no os vea
Mirad cuánto inocente, por la pena La cuidadosa veía, y se nos borre
Que uno merece, se tragará el friego : El concierto, y en daño de ambos sea.
Otras trazas buscad ; que esta no es buena, Dijo ; y él con atentos pasos corre
Y lo que en esto os digo es mas que ruego; Al tin de la venganza que desea;
Y adiós . que el cielo a daros este aviso \ en lanío que va á darcon el postigo,
Traerme aquí desde mi celda quiso.» Ella se entro con su engañoso amigo.
Era el trances católico y tenia , Púsose al pié del carcomido muro
En pia veneración los religiosos, La orden siguiendo do la falsa dueña,
Y'el bravo
y noble corazón le hacia Por juzgarse á la sombra mas seguro
No dudar en los casos mas dudosos : Y mas á mano de Cualquiera sena :
El dia huyendo en \ nélo peí ezoso, Jamas en otro igual rigor se ha visto,
El sol del horizonte dividido, Ni en tan penosas burlas agraviado ¡
Llegó al francés, y en pena y voz ungida Mas ile Bootes ya que el rano helado
Haciendo falsas muestras que llor. Lo alto ocupo de la esmaltada esfera.
«¿Sabéis, dijo, señor, si á un peregrino La luna en medio el cielo y las estrellas
Esl senda prestó feliz camino?
i
Lloviendo sueño altísimas y bellas ,
Tiene á su devoción la llave y gente
• Al postigo llegó la falsa dueña.
Deste castillo cárcel de mi gusto, , De un fingido temor toda ocupada,
Y en una de las suyas al presente Y al Conde , que acudió á la sorda seña
Preso mi esposo esta cu tormento injusto, «Señor la puerta dijo , está cerrada
, . :
Decidme pues, señor, si acaso tengo lis velas han doblado en el castillo
Modo de hallar al que buscando vengo.» Y asegurado el paso á este portillo;
, , ,,, , , ; , , ,;;
; , , ,
Braceando en vanos golpes y palmadas : Dueña con otras seis de engaños llenas;
Quiere dar pasto á su apetito hambriento Que ningún caballero fué homicida
Con huecas frutas de hollín tiznadas, De mujeres jamas , malas ni buenas
Y nunca el vano intento se concluye; Que es frágil gente, y todos sus errores
Que si él la fruta sigue , ella le huye. O son por ignorancia ó por amores.
Asi lijero sube el grave Orlando En esto á toda rienda por el llano
Y siendo ya imposible el detenello Vio Conde á su enemigo en Brüladoro
el :
Que estuvo de agua inmunda y lodo lleno; Quédese todo así quiero seguillo
: ;
Que lo que el mundo no hizo hiciera cieno; Que en mas tengo el caballo que el castillo. »
De verle puesto en tan humilde estado, Metiendo hierro al bayo en las ijadas;
Volvió pronta á sus ruegos los oidos; Que es gran jinete el miedo , y su congoja
Que es gran levantadora de caidos. Un Roldan le figura en cada hoja.
De alli el castillo á la profunda cava Así dos partes de las tres del dia
De ancha canal desaguadero hacia Fué el uno huyendo, el otro dando caza;
Que el patio y las cocinas desaguaba, Cuando este en una selva se escondía,
Y de aseo y reparo las servia; Aquel entraba en la escombrada plaza :
Clara luz dan en torno ll rico suelo i' srr nigromante di- herbolario, ,
De un monte, cu>as cumbres de esmeraldi Y con una soi lija abril el profundo.
F.n rubias llamas de oro hacen que arda ;
La turra hacia temblar y arderse el mundo.
De lustroso carmín rojas almenas, Cuando la bella AJlgélic 1 a Mi doro
Con hermosos perfiles de oro ufanas, Desde Francia llevó la rii China
De clara risos cristalinos llenas Casto en id largo viaje gran tesoro;
Las anchas claraboyas y ventanas , Que es nina amante y con su amor camina .
;
Con tanta torre y tanta l ídrlera , Cuya humilde chozuela era el castillo
Tanto chapitel de oro y pedrería , Y' puerto a los ladrones de aquel puerto :
Llegando al pié , una choza frágil era Conoció su valor, supo encubrillo ,
Quién sois, qué oficio el vuestro, qué pintores Por de dentro seguro y por de fuera ,
Como que solo vos habléis pudiendo, Tiene la adulación lengua sonora,
Y sea lo demás tiempo perdido; Cuyo sagaz pincel tan vivo esmalta
Pero un poco el cuerpo lacio
aliviad Un corazón, que al mas astuto pecho
Si gustáis de saber quién soy de espacio. Parece natural y es contrahecho.
,
«Conde Arnaldo de Espurg, si en los Estados «Mas ¿ qué mucho que un ánimo aparente
Bajos de mi tenéis noticia alguna ,
Del que no es noble dé falsa acogida.
Debajo algunos signos marañados Si en lo mejor del mundo la elocuente
Bico nací con infeliz fortuna : Adulación con gusto es admitida?
A Mercurio combusto en los airados No hay sol ni sombra al gusto mas prudente
;
No es quien convierte aqui hasta el aire en oro. Ni enfriaba el fuego ni quemaba el agua.
«Quedé viendo los riscos, admirado, »Yo aquí , entre las demás imperfecciones
En oro ardiendo y en beldad divina; Del ciego caos, aun sin vivir vivía ,
Crei en ellos hallar de mi cuidado Hasta que el Dios de todas las naciones
Cumplida la insaciable golosina ;
La preñez sacó á luz que en él habia
Pero dejóme el aire al fin burlado; Y dando á las criaturas ricos dones
Que el codicioso siempre se imagina Del firme y nuevo ser que las vestía ,
Lleno de montes de oro el pensamiento ,
A mí , del bien común desheredado,
Que al echarles la mano son de viento. Por mas provecho me dejó olvidado.
«Salieron á mis ojos destas lomas «Y el rico tiempo de la edad dorada
Las fingidas riquezas al encuentro Ciego y por los desvanes escondido,
Y en esta choza de untos y redomas Del liviano temor acrecentada
Un nuevo personaje hallé dentro : La persona fingí que aun no he tenido :
Yo, viéndome entre fuegos y entre gomas, A lo oscuro engañaba con nonada,
De mi necia pasión me vi en el centro , O en eco por los montes convertido,
Y al dueño en el oficio y traje extraño,
,
Las mordidas palabras repetía,
En verle conocí que era el Engaño. Fingiendo en esto el ser que no tenia.
«Así de mezclas y colores hecho ,
«Hasta que ya el dios Júpiter, cansado
Que en la vista sutil se deshacía ,
De reinar con su padre, quiso un dia
Vario, mudable sin lealtad, contrecho,
,
Para si todo el reino; que el dorado
De alma falaz y astuia hipocresía, Cetro gózase mal en compañía :
Y yo, por engañar al mismo Engaño, Con que huir dejar solo
le hice y
No conocer ungí su bulto extraño. El reino al gran rector del alto polo.
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. , , , —
, ,
.
301
KL IIEÍ1NARD0, IJRRn XV.
• Y r| nuevo rey, en papo á mi servicio , Cansado del rodeo qoe llevaba
.
Esia librea me dio diferenciada Sin duda dije en mi que \o\ perdido,
, .
v qoe tolo de noche uso mi oflcio lo. la bonanza basco en la mar brava,
Con arancel j marca señalada i cu el inundo oí a r qoe nanea ha bebido
Mis que ii" renda por rirtnd el vicio, Cuando nndego mochacho qoe volaba,
Ni mi tienda abra ruin- la gente honrada i o tlrai con un ano entretenido,
I nie el bvot templa la ma n ¡
ii > \ en la pajiza cboia de nn sei rano
i
c.iii qoe rico, perdí el nombre de pobre, De Venus j las gracias blando faego,
v iii ceros luí cr indo cada dia Tahúr de apetitosos disfavores,
Qoe como no hay qoien la gabela ubre • Que tiento de su ai eo el goli
i
Qoe el Intei es y la honra los desvela Que es al lin de importancia bien mirado
, . ,
^ los traen consumidos -u> coldados: i n casa de algún dios tener oficio ;
Pingen pena j dolor sin qoe los •luda. Recibióme por ajo > por criado,
Ligrimas sin iiur.ir bienes pasados; Y fucic de importancia mi ejercicio;
Su bre es de Dlósofos j el indio , Que para perfección del que él usaba
De hipocresías cautelosas hecho. Solo aprender el mió te (altaba,
iGoxóse al mundo esta doblada gente No bailé cosa en las suyas desabrida
Aquel dichoso siglo en qoe tenia Sino es llamar la muerte mis amantes.
Tai precióla virtud, que aonqoe aparente Que el nombre y el temor de su venida .
que traía
El aire alie iun:ib;i ; Mudar cada hora inr hai Semblantes; i.i
Mas »
el vii lo atrevido osadamente, M is com . hai posada asi escondido,
Despreciando el barnli de hipocresía, Ni almenas tan tejidas de diamantee.
En >'i mondo ha tomado tal licencia Que contra el brazo basten de la muerte,
Qoe entra con la virtud en competencia. Yerro es pensar huir la humana suerte.
Llego la iiHiuia edad (le hierro Wo ,
» Llegó una tarde, de matar cansada,
Y tras mi intento el mundo y sus regiones Desde aquí voy a la ciudad y vengo.
Con nuevo aliento a desvolver porfió, Y un gran mundo me asombra que, perdido,
Villas ciudades, cortes y cortijos.
. A peso de oro compra estas hablillas ,
Calles, plazas, rincones y escondrijos. No por mas bien que el oropel de oillas.
» Hice al rico interés ancho camino •Engaño me contó .su historia.
Asi el
Lo que antes era senda mal trillada, Si algo de historia tiene el cuento extraño;
Por donde ya con ciego desatino Que del sabio discurso en la memoria
La gran corriente va del mundo errada Ni todo ello es verdad u¡ lodo engaño :
Llamando ocio infeliz de hombre sin tino Esta es al lin, señor, casa notoria
Hacer por otra senda la jornada; De la fraude del mundo , este es su escaño,
Que camino real cursado en todo
el . Y yo aquí , por costumbre y ejercicio
Es ínteres de un modo 6 de otro modo. Por heredarle me quedé en su oficio.
,, , , ,,, , »
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, ,, , ,, , ,
Y cuando allá del Cáucaso en la cumbre El corzo, que por señas ha entendido
Conforme el sacrilegio merecía Ser aquel quien los lleva asi altaneros
Fué por el dios Mercurio aprisionado Por la región del aire , á él se llega
Y al insaciable buitre encomendado, Y que le diga dónde va le ruega.
«Hércules le libró de aquel tormento, n Señor, le respondió el francés turbado,
Y en pago le dio el precioso anillo
él Yo á ver enderezaba un nuevo mundo,
El primero en el mundo y de mas cuento Que á hallarse vendrá y á ser ganado
Que pulió lima ni forjó martillo ; Cuando sus golfos abra el mar profundo :
Y entre otras ricas joyas el hambriento Tiénelo hasta su tiempo oculto el hado,
Ladrón Caco le hurtó de su castillo Mas mi primer intento haré segundo,
Deste le hubo su padre el dios del fuego, Como yo sepa el vuestro , y á vos solo
Que á su querida Venus le dio luego. De mi nuevo viaje el firme polo.
«Venus después , al fin , le dio á Cupido; «Antes dijo Morgante, á esas famosas
,
Del le hurtó el Engaño »j yo con arte, Regiones nos llevad que yo os lo pido ;,
Dijo ;
famoso vuelo
y contentos del Bien que estos varios juegos de fortuna.
i
Con que su esquife corta el aire blando Loa graves altibajos de su rueda,
Loa luchos mares y el humilde suelo Asi los que; hay encuna do la luna.
De lo altu miran irse adelgazando; Como lo que por nuestro abuso queda,
Y cuanto mas el curso sube al ciclo , Todo es traza divina. { quien ninguna
El mondo UtnlO mas se va abreviando; Otra puede llegar por mas que la | .
Todas las suyas son cums menudas. Ni una gola de mas 6 menos llueve.
El mas hinchado monte humilde envía » Mas que sean breves v menudas cosas
Su preñes rana los colosos feos, ; Cuantas el mundo tiene por trofeos,
Cuya altura las nubes excedía . iQuién jamas lo ignoró'.' Quién sus pomposas
Mirados desde arriba son pigmeos : Torres m> ve ser unios de pigmeos?
Ejércitos de hormigas parecía Y si estas no son voces poderosas
La mas noble ciudad sus coliseos, ; Para desencantar vanos deseos
De balcones cubiertos y de rejas . Y ver que en su soberbia nube hinchada
Breves castillos de un panal de abejas. Quien mas llego a alcanzar no alcanzo nada;
El sabio, en medio de los tres guerreros, «Ved esta breve mancha que, torcida,
« Mirad dijo en el mundo y sus regiones
, , La forma hace de un dragón hermosa,
Cuan breves puntos y pequeños fueros \ es de Europa la tierra, en quien ceñida
Las grande/as ;ilcan/an y ambiciones ; Del mundo está la parle mas preciosa,
¡
Que humildes sus alcafares roqueros Sana, templada, fértil y florida.
Qué menudos sus grandes escuadrones! De rubio oro y regalos abundosa ,
La grave majestad del rej mas alto ! Villas, pueblos, castillos y ciudades.
• Sobre que estrecho y breve fundamento » La Sarmacia de Europa es la primera
i
Estriba y para la ambición humanal Que allí de Asia arrincona los mojones,
: l'or -tilín angosto y apretado asiento
(
Y el Hiperbóreo monte una ladera
II cetrocorre j unirá mas ufana! Voraz, carcome dentro en sus regiones;
¡En qué puño de tierra halla el viento Donde seis meses tienen noche entera
Tan grandes leguas de locura vana! Los que entre el hielo rompen sus terrones,
V por cuan pobres causas y ocasiones
; Y sin mudar jamas temple ni rielo.
El deseo de mandar mueve cuestiones! De unas estrellas gozan y de un cielo.
«Suelen los niños en la edad primera, «Allí son los altísimos Rífeos,
Con el corto caudal de su talento , Y el Tánais que, en sus faldas nace y crece,
Dar sazón a sus juegos de manera Y sin gozar del mar ni sus deseos
Que de veras le sirven al contento : En la laguna Méolis fenece :
Quién caballos de caña quién de cera, , El üósforo es aquel, y allí los feos
Quién libreas de papel ruedas de viento, , Agatirsos están; aquí parece
Toros guerras hogueras y castillos
, , , El sitio de los sármatas y alanos,
Que con el tiempo son sus cuidadillos. Y los masagetas inhumanos.
allí
«Sacan tal vez. sus débiles muñecas, «La Quersoneso Táurica es aquella,
Y allí sus fiestas fingen y sus bodas Que al parricida Oréstes vio asombrado,
Y aunque de humildes paños cañas huecas, Y en el sangriento altar de la doncella,
En gusto vencen la que asombro á Rodas; A su alfanje divino arrodillado :
A unas ponen estrados, á otras ruecas; Dacia y el gran Dorisco en medio della
,
,
Aquellas sirvan, y á esta sirvan todas; Allí hace cien mil hombres, con que armado
Estasca hoy la reina, esta mañana. Quiso Jérjes escudo por escudo
, ,
Verá del hueco mundo las regiones Y aquellos los caballos y jinetes
Quererse hacer millares y ser ceros; De Acarnaniay sus pueblos celebrados;
Iguales caballeros y peones Y los que entre tus pinos entremetes,
De un tamaño los reyes y escuderos Oh humilde Arcadia, de árboles criados
Solo que la fortuna, por su cana, Son estos , y los otros los mojones
A estos presta sayal y a aquellos grana. De Pelagios", Parresios, Licaones.
, ,,
; ,, ,, , , ,,
Qi¡,- elpaso a las erradas naos evita : La Prusía, Frigia y el Holsacio bando ;
El espartano pueblo celebrado Cracovia Pomeranía y la Dania
,
Ufano de mudar el nombre á Apolo. y sus engañosas fábulas se apuntan las que algunos
de aguas hediondas, charlatanes desta profesión usan para encandilar al vul-
» El turbio Anagro ,
Donde lavó el Centauro sus heridas, go que', si bien es verdad que hay en esta arte grandes
;
Es el que por allí lleva las hondas secretos, son pocos los que los alcanzan , y muchos los
Riberas, de veneno ennegrecidas; que tratan de burlará su sombra el mundo, con que
Y' el claro Anauro , de plateadas ondas vienen á perder los menos por los mas; no obstante que
Sesgo sereno y de olas recogidas, la piedra filosofal ó elíxir divino, figurado por el anillo
Que con vapores, nieblas ni roció de Angélica, haga tan admirables trasformaciones en
Jamas destempla ni hace el aire frió.
las cosas , que las que aquí van apuntadas por encareci-
i Esta costa de mar que del Egeo
miento sean en su comparación cortas y de poco nom-
Al Jonio va á buscar la estrecha puerta,
Pangeo bre, si ya no queremos entender por el anillo la virtud,
Y del frió y altísimo
Hasta el Acroceranio corre abierta, que es ¡a que hace en el inundo las mayores trasforma-
Es Acaya y su templo Dodoneo , ciones y maravillas.
Adonde en su inmortal selva, cubierta En el trueco de las flechas del amor y de la muerte,
De encinas duras , daba un dios potente se muestra la poca seguridad de la vida humana, aunen
Respuestas otros tiempos á la gente. sus juveniles años; y cómo, aunque el tiempo en el hom-
»La antigua Macedonia y sus collados bre consume y gasta la potencia del cuerno, el alma,
Son estos con que el ancho Epiro crece que nunca se envejece, suele tener en la vejez tan llori-
A quien dos veces en contrarios hados dos deseos como en la mocedad.
Romana sangre sin por qué humedece;
La conversión de Garilo en gato, dice cuan dificulto-
Y aquellos rayos de cristal grabados,
Que otro cristal mayor desaparece, sa es demudar la inclinación, aunque se mude el estado
Sesenta navegables rios y fuentes y profesión de la vida.
Son que al Danubio entregan sus corrientes. Malgesí, que con sus conjuros levanta volando su na-
»Y él cargado de gentes belicosas
,
vio, y sus trescompañeros en él , significa el alma con-
Feroces pueblos, bárbaras naciones, templativa cuando con sus tres potencias, entendi-
Por selvas de arboledas deleitosas, miento, memoria y voluntad, figurados en el rey de
Del mar de Scitia busca los rincones Persia, en Reinaldos y Morgante, se levanta á la con-
Donde por siete puertas anchurosas templación de las cosas superiores, comenzando por las
En él descarga sus preciosos dones, inferiores, y su caduquez y poca sustancia.
Dando en testigo á su feliz entrada
La hermosa Péucen , de ovas coronada.
d Entre estas feracísimas riberas
Y Adriático mar corre la costa
el
Del llírico reino y sus fronteras
Contrapuestas en playa y luna angosta;
La Albania, la Dalmacía y las laderas
De Libiirnia y la Istria , á cuja costa
El azote parió en parto fecundo
De Atila otra Venecia nueva al mundo.
, , , , ,
. ; : , , , ; ,, ,, ; , ,
Laa reías al ravor de un fresco viento, One mar iian nombre v si, ini.
:ii di on tino; 1 .1 1
Fué descubriendo el 11 iliano asiento One a Can bdis > Sella está vedno;
Y el mundo donde vuelan , asombrado \ de Árdea su alto alcázar, asiento y el
De --u nuevo viaje ciento i ciento . Que le dio Turno y le quito su sino
De las ciudades salen y las villas, Cuando, B pesar del fuego, hizo al cielo
A ver las nunca 1 islas m uw l.e prestase alas j otorgase el vuelo.
Puesto ya el pescador su coevo anzuelo Aquel euripo estrecho que parece
1 .
liaren que el aire j mi regiou pasea, De las tres puntas con que está ceñida :
Que cualquiera, hecho astrólogo lamoso, Y el que los encendidos globos junta
Su historia dice y cuenta lo que ha oido . A las altas estrellas y el membrudo ,
La Averno,
liaría dice c|nc es del lago En aquellas cavernas soterrado
Que, preñada de mundo mentiroso, Esta el gigante Encelado espantoso
Traslada hombres fingidos al infierno; De todo el monte altísimo cargado,
O que es la nao s i| ada del glorioso 1
Del pecho resoplando caluroso
Pedro barquero celestial y eterno
, Fuego, humo y azufre requemado;
Que, huyendo del inundo en feliz vuelo. Y al anhelar del pecho que rehierve ,
Y ellos, siguiendo el celestial camino. •Allí también están del feo Vulcano
Del asombrado mundo van gozando, Las fraguas y hornazas encendidas ,
Cuando el suelo de lejos ven latino Y el ciclope nudoso al aire vano
La hermosura del mundo sustentando ; Roncos estruendos forma y estampidas :
Y prosiguiendo el mágico adivino. Hiere en los yunques su pesada mano,
La proa a la Calabria enderezando, Y revuelve las masas encendidas
« El que al encumbra , dijo, su cabeza.
i i Resuena el sordo valle y por los huecos ,
•
Y el pueblo de Diomédes ya trocado . El monte Ibla de llor y abejas lleno , ,
Allí i pesar del tiempo los conserva Son las que allí con espumoso asiento
Luceria entre sus bosques y verjeles La mar muestran en torno salpicada.
Cilaro baña allí la fresca yerba Ilmide Capn-a sustenta ancho cimiento
De azucenas manchada y de claveles: A la Tíberia torre celebrada :
Que el después con sus ondas nial seguras , Cipara es esta aquella Enaria angosta, ;
i
os [cirios montes ásperos y tristes. Milán, Cremona, Bérgamo y Pavía.»
«La ciudad Arelina y sus pantanos, Haciendo cruces con la mano diestra
Siempre exbalando destemplados vientos; Fué señalando el sabio estas ciudades,
Y la soberbia Tibur, cuyos llanos Y prosiguiendo , dijo « Alli se muestra
:
Cuernos del Iris claro, y los cimientos En toda ciencia y todas facultades,
Son estos de Minturnia destruida Está alli derramando un mar al mundo
Que á Mario en sus lagunas dio la vida. De graves letras y saber profundo.
«Las blancas piedras de Anxur celebradas, «Ved á Ferrara puesta en la ribera
Y los collados que con su agua riega, De Eridano y sus ondas espejadas
,
Y aquella es Capua , que un aloon mañero Y en sus principios, como el mar liviano,
Nombre le dio y la hizo señalada, Con olas suele amenazar al cielo ,
Por donde el rio Volturno va lijero, Donde Bérgamo goza asiento llano,
Huyendo de su vida regalada , Y Tronío parte con los Túseos suelo;
Que afeminó á Aníbal el pecho fuerte Y aquel el Rubicon, raya liviana
Y á César dijo y anunció la muerte. De la prosperidad y paz romana.
«Allí sus baños tiene celebrados «Las incultas almenas mal labradas
La fértil Vayas de aguas excelentes
, Que alli lava la mar y azota el viento
Y los Cimerios pueblos soterrados Donde unas gentes, del temor guiadas,
Solían allí esconder sus negras gentes : A buscar fueron mas seguro asiento,
Los valles son , de olivas coronados Tristes reliquias son despedazadas
Del gran Tiburno, los que veis presentes; Del destrozo de Atila y su escarmiento
,
Tolfa es aquella aquellos sus alumbres, , Les hará, sin que el tiempo las consuma.
Y este Argentado y sus altivas cumbres. Ir creciendo en la mar como su espuma.
«Ñapóles queda allí y sus altos muros «Es su nombre Venecia , y sus agüeros
Mejor por sus contrarios renovados Asi dichosos desde el primer dia,
Que los hicieron los Calcidias duros Que pasará en los siglos venideros
De groseros terrones amasados ; De república el nombre á monarquía:
Y de Circe los bosques mal seguros Destas cumbres los gajos altaneros
De olas antiguamente rodeados, Los Alpes son blanqueando nieve tria
Y anudados ahora con la tierra Que al bárbaro furor, con muro estrecho,
Ya del mar vencen la importuna guerra. La rica Italia apartan sin provecho
»Aqui aun se dura el rastro y los señales «Donde al pié en sus collados mas vecinos ,
De haber vivido allí una rubia diosa De fértil grama y flores coronados ,
Circe, hija del sol, que á los mortales Ricos pueblos fundaron los taurinos.
Era á dar nuevos cuerpos poderosa; Allí desde Liguria trasladados ;
La que en varias figuras de animales, Mas mira ahora los montes cristalinos
Al toque de su vara milagrosa, Que á tu isla Círno baten los costados,
De Ulises convirtió los compañeros Bey de Córcega , y la otra su vecina
En osos tigres puercos y carneros.
,
,
yue apenas desde aquí se determina.
«Por allí da tributo al mar Tirreno «En la una, si la fama no se engaña,
El Tíber de victorias coronado
,
, La miel el nombre pierde de sabrosa
Aquel mismo tributo que en su seno Y en la otra, sin querer, rie y regaña
De cincuenta y dos rios ha cobrado ; Al que su yerba prueba venenosa :
Del vicario de Cristo es gobernada. Rica del hierro que en sus venas crece.
»\'olved la vista ahora á estotra parte «Entre el puerto de Venus y el trofeo
Del mar de Adria y vertientes de Apenino, De Augusto, y entre el Varo tortuoso
Veréis un templo del furor de Marte Y el rio Muera, que en feliz rodeo
Mecha la ciudad áspera de Urbino, Del Apenin desciende presuroso
Y del puerto de Ancona el baluarte Correr al austro la Liguria veo ,
Cuando por modo altísimo y secreto Las dos ilustres Bélgicas famosas,
A él se baya un aposento trasladado. Todas llenas de imperio soberano,
Que de ludea vino á Esclavonia, De marcas, reinos, títulos, blasones.
Y en el á Cristo concibió María. Duques, lansgraves, condes y barones.
, . , ,
: , . , ,. . ! , .. ,. :
La espuma dan que por bus playas crece, Por dar al persa gush, v Mni Jante, i
Las rocas s,,u de Albi s celebradas, Que lo mismo parece que desea
Adonde Anglia sus términos fenece : En los halagos del reroi semblante ;
Tciniir del gran Océano espantoso Del real valor deste invencible suelo
Serán en las edades venideras i
liarle podra, cual peles, un retrato '
;<>ii pueblo muchas veces venturoso, Quién de su clima, temple j paralelo,
Si tan cerca a Alemania no tuvieras, Fertilidad riqueza j aparato, .
Que Criara una Unirá y un Bl n " i ' Decir podra en palabras suficientes
Que agolen cuantos bienes en ti veol Lo que a España Be debe y i sus gentest
•Allí es Flándes Picardía,
Brabancia . . lo mejor del habitable mundo,
»En
Y aquí Francia regalada . mi patri i . Como cabeza del la asentó el cielo .
Allí se traga el Ródano i la Sona Con tal rigor sobre sus golfos baja,
Y aquí parte i Marsella de Narbona. Que en roí SS de el ¡Stal los trepa y cuaja.
aquella es Normandla,
Bretaña es esta . Aquí nunca del Cancro el caluroso
ii
Los Roncesvalles sou, en quien solia, No todas cosas dan todos lugares .
A los aspectos «le su cielu alentó, Ni el mundo es todo cuesta ó todo llano :
En la gente del inundo mas temida. Perlas el mar, y á él los rios su censo.
»Los astrónomos punios de impresiones » Sed* el Catay el Alpe da cristales, ,
Ya van en las poslreras eonjuní iones : Piedras Ormuz, Sicilia sus Óbrales,
Trueque el cielo en mejores sus agüeros, Y'asos Corinlo , el Ganges oro lino
Y al nuevo imperio en todas ocasiones Jaspes Copio, Penestre pedernales,
Del lino enemigo rinda los aceros ,
Scitia las I, lamias mallas y el hollino .
Única lia sido y es en cuanto encierra Solo los campos fértiles de España
De nobleza y valor en paz J en guerra. Ninguna cosa tienen por extraña.
•Allí es San Sebastian Huesca j Bayona , • A la seda de Murcia y de Granada,
Y ara Colihre al mar .Mediten De Toledo y Valencia, (quién le llega
Aragón, Cataluña y Tarragona, Cuando el gusano en cania regalada
\ ei promontorio Venus Perpiñano : De frescas hojas de moral se pega .
Que yo os deba este gusto á que me inclino . A tus jaspes no igualan los que envia
Y el contar su grande: al reino godo i El Paro, el Copio ni el helado Hemo ;
Que en sus guedejas daba reflexiones; Islas que ciñe y bate el mar profundo :
Entra por oro á desvolver la tierra, Dar Césares al ancho mundo, en paga
Y en hondas grutas con sudor se afana, Que al oro plata perlas y riqueza
, ,
Con que el llorido abril los entapiza, De español tengo , no de poca estima :
• Allí secretos tic meé Impoi intea i • Kl río Irruía de herrerías lleno.
A ios tirsos del mando j so gobierno,
« Con mas fraguas que Llpara y \ nlcano
Y en iui> alegren s princli ie« Kl i
de Legaspl ameno,
iiii el vallo
Los cercos (prendí del lago Averno Y por entre doa pueblos pasa ulano ¡
Mas j para qué son cuentos tan distantes Las peDaa de Motril > que su su .
Y por Búa playas elebrar lis (ocas i Las all ia Biernu J el asiente frió
Del fingido rebaño de Proteo De \' icilo j su cumbre en Dorea varia
i
Y la otra donde Atlante tuvo en guarda De la mar quilina por las corvas puntas
A Rugero por miedo de la guerra : Que á SU ancho puerto sirven de reparo
Aquella estrecha senda blanca y parda Esta es Navarra y sus florestas juntas,
i real puerta de Andorra en cuya tierra
i , De quien nombre a pesar del tiempo avaro,
,
\ idaso corre allí , y por valles bajos Aquellos son sus valles comarcanos
Soberbio al Olearso mar se humilla, Y' el que allí tiene de Uastau renombre
I lino en ilividir con su corriente Cegó ya el pozo que parió un tesoro
De la francesa la española gente. De Bangre a Francia, y á Navarra de oro.
• Allí por las montañas de Salinas
, «Aquellas son innumerables fucnlcs
Grasar vías ai cristalino Deva De sal estéril es| ¡osa \ litiec
. i
.
Y en lo alto de su puerto, entre sahínas De tal virtud, que aumenta sus crecientes
ina grandeza j maravilla nueva ¡ Cuanto mas crece y es mayor la seca;
De aquella estrecha ermita y sus ruinas, Allí nuevas almenas dio á las gentes
En humilde \ r aumenta v eeba
r i
<
Las unas de Cantabria al mar profundo Aquí Estela, y Tafalla acullá entera
El turbio Deva pecha en sus crecientes . La corva costa corre de levante :
Esta pequeña ermita abraza a España, Con toda el agua destos reinos crece
Y por diversas sendas y caminos Y entre fresca arboleda deleitosa,
De humildes las la rodea y liana : De aquí una sierpe de cristal parece ,
Son del monte Gorbeya sendos cascos, Aquel blanco arroyuelo es el Tnriano ,
Que rubias masas de oro dio á Marsella : Y allí Ebro de su fuente se desquicia :
Gerona es la que allí se sigue luego, La de Oja en aquel risco estrecho queda
Que el César ganó ahora, y puso en ella, Y alli su nombre y aguas desperdicia
Para adorno á su templo, en bronce y oro De la fértil Kioja en las vertientes,
Divinos bultos de inmortal tesoro. De aire abrigado y belicosas gentes.
» Empurias de franceses y españoles
, »De Orbion el cerro con su muerto lago,
Antigua población de aquella costa, De arboledas cercado resonantes,
Alli entre su arenal y caracoles
, Es el que alli, con movimiento vago,
Sus anchas ferias tuvo y plaza angosta; Asombra en su quietud los caminantes,
Alli hace Palamós sus tornasoles Y á ver desciende el mauritano estrago
De conchas y coral y alli ensangosta
,
En torno de los muros mis constantes
Su playa el mundo, y acullá la ensancha Que, desde el mar de Calpe á su montaña,
La punta de la Luna corva y ancha. Contra la altiva liorna tuvo España.
n Estos riscos bellísimos que al cielo i destruyó después que tuvo
Scipion la
Con tantas puntas alzan la cabeza, Tres lustros de años guerras sin dejadas,
A quien rodean de cristal y hielo Y contra Italia y su poder mantuvo
£1 rio Lobregat y su aspereza Su espada libre y sanas sus murallas,
Feliz reventacioñ del fértil suelo Gastando en lo que en esto se detuvo
«lúe preñado parió tanta belleza, Ochenta mil romanos en batallas,
Son, entre gajos de encrespadas peñas, Y no quedando en ella un hombre sano
De Monserrate las floridas greñas. De quien triunfar pudiese el africano.
«Alli del santo y célebre Ermitaño De aqui se arroja, por Berlanga, Duero,
ii
Secreto albergue fué la oculta cueva De Aranda la ancha vega y sus confines;
Allí en lágrimas dio remedio al daño, Y de rios cargado, mas lijero
Y alli la celestial Princesa, en prueba Que por el mar Carpacio sus delfines,
Del perdonado yerro, dio la vida Mejorado de pesca, del gran moro
A la muerta , y la habla al homicida. Olid descubre el valle y busca á Toro.
>¡ Si á las torres y altivos chapiteles ii Alli , entre verdes pámpanos sentada
Que alli hacen sombra
y peso á Barcelona Sobre un risco la halla por alfombra
Amilcar dio balcones y rejeles Llevando su corriente mejorada
De Hércules las fundó la real persona; Desde Simancas por el aire y sombra;
Y en Monjuí dio altares v laureles Toda del rio Pisuerga salpicada
Al padre de los hijos de'Latona, La tierra en torno y el que mas se nombra
,
En el lugar que ahora aquella torre De los vecinos rios , nombre y agua
Sus playas mira y su cristal recorre. Juntos á un tiempo en su cristal desagua.
í Aquella punta que la mar adentro «Con esto llega á Toro, y de alli pasa
De hermosa población rompe cargada A bañar las Turquesas de Zamora;
Y las olas que salen al encuentro Riega á Miranda y por campaña rasa,
La matanza, la flor del reino todo Esta es de Alia la fuente allí está Lugo ;
A las manos murió del valor godo. Que á la de Miño presta el primer jugo.
«Mas ya dejad esa manchada tierra » Aquellas son del Vierzo las montañas,
Por ver del ancho mar la costa brava Y las sin afeitar puntas bermejas
Que á las ricas Asturias hace guerra De sus ricas medulas las entrañas ,
Y en crespas olas sus arenas lava, Que ya soban dorar las corvas rejas ;
Donde el arado el oro desentierra, Y tú que á Carracedo el sucio bañas,
O entre sus venas al cruzar se traba; Y los peces produces con orejas.
Tierra en el resto estéril v olvidada Aunque no alcanzo á ver por dónde naces,
Y de sola esta hambre v sed buscada. La rueda vemos de cristal que haces.
. . . ; , ; , . .; , ;, . ;
Que ;illi un rey godo eon tejidas rede* De donde cun grandeza sulicicule
De llores enramo al templado frío; Soberbio se derriba y abalanza,
^ i i
sobre la mar la estéril sierra, II asta besar con reverencia y miedo
Y .n la ancba usía que hacia el norle curre. i , Es Madrid, donde a España profetiza
El Peñol y Vinero por i
Con limpia estrella el favorable hado,
Gozan un fresco mar, cuyas arenas Que el tiempo le lia de dar, de su tesoro,
Azotan los delfines j ballenas. La monarquía del mundo en riendas de oro
«Las que dentro del golfa están cercadas «Cuando aquel fértil monte ahora inculto, ,
Por ludas |>ai les de crecientes ondas, Haga gemir la ilustre pesadumbre
Las islas l.asiteridcs llamadas, De un real alcázar, que el soberbio bulto
Del blanco peltre dan masas redondas; Al mundo espanto dé, y á España lumbre;
Y sus peñas en él incorporadas Y en pa insigne del divino culto
|
¡
Madre del Hijo en loilo sin segundo I Que Guadiana dan principio y fuente
a
Vi en honra de ambos desde» aquí contemplo Y ellas con sus molinos y aguas brunas.
,
Cuando á la blanca mies sus granos rojos Los arruinados muros de ladrillo ,
Yuntas que aren por él prestara el ciclo, Huye al Algarbe y busca el mar vecino :
Con que asi Manzanares corra ufano. Allí es Lepe, Ayamonte; alli su boca,
Que su inmortal corona adore el suelo, Y el que adelante está Castromariuo
Y él , levantada su gallarda frente Y aquella estrecha tierra puesta enfrento,
Al Tajo humille y crezca la corriente De Portugal la costa del poniente.
•Con que en curso feliz, vuelto al poniente, •Acá son los Algarbes de Algecira,
De Extremadura busca los rincones Y aquel su rico estrecho celebrado;
Y en porcelanas de barniz luciente Por alli tíuadalete en torno gira
Talavera le ofrece ricos dones : L'u campo, aunque llorido, desdichado;
Ve de Almaraz la antigua y corva puente Y el que en sus trasparentes senos mira
De Aleónela los arcos, los blasones Pinos y olivas de que va cargado
De Almonte, á quien Orlando quitó el brío, Regando un fértil mundo hasta Sevilla ,
Y del sol imitando el gran rodeo Y Denia aquí, en que la nación fócense
Los golfos desvolver del mar profundo El templo tuvo que Efeso tenia;
Y por colmo a mi altísimo deseo, Y desle pueblo un mágico ateniense
Cruzar le veo el viejo y nuevo mundo. Que el planisferio de Merlin sabia ,
Juntando de ambos para el grave acento
,
Al tiempo venidero dio por Bueras
Lo de mayor sustancia y fundamento. Que vería dos monarcas en sus cuevas
; , .; ,
,.; ,. : ,
S Je alegrando al acullá Basa, mundo ; Por ver de España a VOC6S IIOS convida ,
Con el rio de la vida .ii muro enjerta El claro Meiis argentada espuma,
De almendras lodo j de azahar cubierto. Que es primer cera de su inmen a snma.
helados lodiaeoa invemiaos
>Alli Aquella es la Argentaría . que t tn hermano.
sin Ignal da en dulzura ¡ en azanden, Oh re) Mor-aute dio castillo y muro; ,
Y allí ln-> de Aleado, mas singulares De rojo cobre y bermellón los riscos,
Y aquellos los madro&oa de Gomares. Y de grana nevados sus lentiscos
>Alii están loa jardines de Granada, »Alll es Linares, que el Parna-o antigo
1 de -ii \iii. iiiiina aih los chapiteles; Sobre su- bombrOS tino, y aquel cei ro,
Aquella aspen siena es la Nevada El que encuna la líenle por su abrigo, ,
Y aquellas loi res que se ten de claro, Degollar ñas moros en un dia,
De -ii Alcazaba son j toiiaii.no. Que á España dé en cien años Berbería.
»La que sobre aquel monte >-e descubre • Buches, que fué un jayán, hoy encantado
La ciudad es ramosa de Antequera; Encima aquel pináculo parece,
\ aquel risco la fuente que la cubre Y el limpio arroyo de cristal nevado.
De agua y rérlil eoaeebs su ribera : Que, cual veis, nace allí, y aquí fenece,
Su gran salina la que allí se encubre, Sera Guad.ilnnar, que el un costado
^ su canal de eterna primavera Rompe a Guadalquivir, donde le ofrece
La que. cercada allí de Saxífraga Entre una ola y otra al disimulo, ,
Con -ii fornida clava i los dos mares, Le dio nombre y ali as por sus manos
Y aquellas sus colimas y pilares. Ln los soberbios pueblos óretenos.
•Allí muestran ahora el ln del mundo; Vquelln- 1 1 cu . que al nacer el dll
Mas ya estin por el cii lo decretadas La luz le an \ a la aurora el paso,
t
Mil iioia- sobre -i serán sembradas, Y alona (a/orla esta, que en día escaso
Y acometidos de cualquiera l.areo. Goza el verann, y su encumbrada breña
Cual si el mar lue-e algún pequeño charco. Al sol le asombra la dorada greña.
• Allí es la antigua Cádiz, en quien hubo Aquel cristal verdura y chapiteles ,
Templos de Aleóles, y sus corlas gentes Que alli coronan de oro una alia cumbre,
Pozos labraron que contrarios tuvo De Iones, de balcones, ele rejeles
La mar á sus menguantes y crecientes : Cargada su soberbia pesadumbre,
Allí sembrado en el sepulcro estuvo, Son de Jaén les rúenles j verjeles
Que guarda de Gerion los descendientes, Que al sol deslumhran la dorada lumbre;
lo árbol que, de humana sangre lleno, Y allí es Andujar, cuya alegre caza
Cubria de triste sombra el valle ameno. Examina al lebrel de mejor raza.
»E1 otro altivo y descollado risco »La fértil -ierra donde el cielo quiso
De blanca escarcha de azahar nevado, Por los riscos fundar y ásperas breñas
Y de encarnadas rosas y lentisco A los ojos del mundo nn paraíso .
Y' en sus riberas hechas de esmeralda Que sin tierra nacido en peñas duras
Una iris bella con sus vueltas hace, Al mundo sirve de inmortal pebete :
Aquí de Ategua los collados sanos Su lien del humo, en rechinar sonoro,
Guadajos rompe con cristales puros, Globos en que la llama reverbera,
v^
es la que por allí campea Baena Mostrando entre sus olas y bullicio
De ricos granos y granadas llena. Las víctimas del nuevo sacrificio.
«Las torres de Santelia y Kujalance » Los que antes por guardar el frágil muro
Del gran reino de Céres son aquellas
, : Entre niños quedaron y mujeres ,
\iii a Bétis le da Genil alcance . Ardiendo hallaron en el humo oscuro
Y a Ecija moja las almenas bellas Del fuego que abrasaba sus haberes :
Hondeen mortal se vio y temido trance Cien mozos á este fin de ánimo impuro,
l'n escuadrón divino de doncellas , Que eran derramar sangre sus placeres,
Que por guardarse intactas a su esposo. Dejaron que, en su cruel intento fijos,
La tez mancharon de su rostro hermoso. Tras sus padres matasen á sus hijos.
«Aquellas son las ruedas sonorosas «Asombrado quedó el furor romano
De sus azudas, y estas las canales Del no esperado bárbaro suceso
Por donde en crespas olas espumosas Y dejándose el pueblo entero y sano,
Los surcos humedecen sus cristales : Huyó, y al huir mandó con bando expreso
Allí Parma y Carmena aguas vistosas Que nadie en sus despojos ponga mano,
A sus flores encañan y frutales; Mas que su alcázar y su muro ileso
Y aquella es la pomposa cañería Al mundo eterno por columna quede
Que agua á las plazas de Sevilla envia. Desta victoria y lo que España puede.»
• La famosa ciudad que Alcides quiso Asi el sabio francés volando abria
Contra el gusto fundar de un agorero, Camino por las nubes con su barco,
Y la que Hispal fundó en hado preciso, Que ya por cima el Bétis revolvía
Feliz estrella y venturoso agüero La proa á ver de Océano el gran charco,
Y' de su torre el levantado friso, Y un nuevo curso comenzar queria
Que por el aire rompe y vuela entero Que al mundo haga con su vuelta un arco,
A esconder su Giralda en una nube, Y cómo el sol en su carroza bella
Es la que allí alegrando el mundo sube. Le ciña en torno tras los rastros della.
«Con cinta de cristal por hemisferio Cuando de Persia el rey, que en gusto atento
En dos mitades la divide el rio : De la sabrosa historia iba colgado,
Itálica fué allí, que dio al Imperio Y' sin perder acción ni movimiento,
Monarcas en un tiempo y señorío; En su sabio discurso embelesado,
Y Utrera en sustancioso refrigerio Alegre al discurrir del dulce viento .
De sazonado pan le aumenta el brío, «Señor, le dijo, pues habéis tomado
Y el Ajarafe, rico en mas deleite Por gusto nuestro tan hermosa punta,
Con su verde aceituna y rubio aceite. Satisfacedme ahora una pregunta.
^Guadalquivir alli, en vuelta prolija, a He oido que hay dudosas opiniones
Una isla hizo antigua celebrada, De sabios hombres y de cuerda gente,
Que á los pintados pueblos de Lebrija Que tienen por soñadas invenciones
Templo les tuvo y torre levantada; Los que antípodas llama el vulgo ausente
Donde el bastardo hijo de la hija Y que de cinco solas dos regiones
,
• Ven
repentina cólera abrasada « Ha estado en opinión y lo está ahora
La noble sangre de sus firmes pechos, Sí hay otro mundo mas que aqui parece,
Las armas toman y una tropa osada O si es gente soñada la que mora
Van contra el enemigo campo hechos, Donde ni el dia crece ni descrece
A morir de una vez, ó dar vengada Si hav pueblos adelante de la aurora,
La ofensa de sus muros ya deshechos; Y naciones amanece,
el sol á otras
Y el arrojado asalto fui de modo.
1
Ni 1
1 recibir cansancio con su vuelo. Islas de oro sembradas poi el i lento,
., que esl iba sobre . < 1
j
• • . II ES el o lo una 10 sobi I | 1 I
Lo que en otro lia de ser claro y visible. la variedad de moDStrnos qne salen al manda por li poerta del
> Y porque en presto aliento j vista aguda Bájalo, Acometen las nei ios del mesón de la Fortnii i
Ri nuevo mundo os maestre su belleza, el Parnaso defiéndeselo el leones batiendo en ellos gran moi
: .
del riesgo de anos aballe os, rase con lia i las lie
1
1
1
1
i. a n urda raíz desta encantada ruda villana, donde hace una peligrosa batalla coa un caballuna i.u
Su luz os prestará su rortaleza,
j conocido-
Y di-ste verso liaran los puntos ojos i
Dijo; y rumiando en si de cuando en cuando Iba el barco tan alto, que pudiera
1 oculta ciencia nombres poderosos,
* -
Aforrar con el áncora en la luna
Obedeciendo el aire, rué aclarando Y tomar puerto en ella si quisiera
De su esfera ios senos mas nublosos Ver el mudable reino de fortuna;
Y unos auloios de cristal forjando. Y no alli solo , en sola aquella esfera ,
De lonas y de «'oreos un la '.rosos. Mas 011 todas pudiera, de una en una;
Asi avivo con ellos sus sentidos. Que como islas doradas a porfía ,
Que pudieran aun ver los no nacidos. Que nacían unas de otras parecía.
rubio sol, huyendo del ciran vuelo
Ya el a los que trayendo las riberas
Asi
Coa que el veloz oai lo le seguía . De barbara Peucen, si el camino
la
A dar la nueva al encubierto suelo Toman dejando el Ponto y sus laderas
,
A festejar la blanca luna bella Aqui Scirno, alli Lésbos, allá Amalo,
Aqui salía un lucero, alli una estrella. Y el Nazo, puerto de ui. amante in
,: ;
, , , ,, , ,;
. ,, , , ,
linas ganadas van , y otras perdidas. Su hermosura escuchad puesta en mis labios.
»Lo que Saturno rompe y menoscaba, «Ved en la cumbre y bóvedas distantes
Júpiter lo reforma y consolida; De la altura del mundo dos centellas,
A Harte templa la aspereza brava Que los celos de Juno hicieron antes
Del sol la antorcha de cristal lucida Osos feroces, y el amor estrellas;
Alegra Venus y Mercurio agrava ,
Y la rica guirnalda de diamantes
El bien ó el mal; la Luna, repartida Que de Ariana ciñó las sienes bellas
En mil rostros, ayuda y favorece, Sobre los hombros de oro, por mas fiesta
Y asi la variedad del inundo crece. De un perezoso carretero puesta.
«Estos aspectos, estas mutaciones »E1 frió dragón que en roscas de oro al polo
De signos y planetas diferentes. Como un rio de estrellas se dilata,
La variedad nos dan de inclinaciones, Y Hércules, que sobre él en un pié solo
Y sucesos del mundo y de sus gentes: Su clava esgrime de encendida plata
Ciencias, habilidades, gracias, dones, La grave lira del sonoro Apolo,
i
Milanos ánimos valientes ,
. Que en el león ardiente se remata ,
•Ahora debí i mi cuerd is la armonía Asi pur la ancha máquina del cielo
Que un tiempo oyó Pltágoras el cielo . . Notando el sabio Iba aspeí tos varios,
el bleoco cune !<• haga compañía i
Ion |i udente midiendo y i uelo fértil
También eo el cantar como en el voelo EfeCtOl nniliii mes \ (unir. ii los :
Que después que de Aquilea la porfía m.is yo que pur tan alto paralelo
.
Uoi lendo aljófar de Importuno lloro . Subiendo ftoé por las vertientes dellas :
i.i águila real de unas bastardas Cas nuevas .sendas en que un mundo entero
Que de roya robó el parlo fecundo,
i
Sin rienda ente trato i ni re al dileí
De adonde trasladado i mejor plaza Que aluna sea juslu aluna injusto,
, ,
Que el cielo alegran j su ruego ofende . One en nuestra ni luna esfera v tierra 0SC1W .
Cuando en mas rayos de oro el sol lo enciende. ¿Quien hay sin senda ó ramo «le locura'
»\'ed cómo de amfa is luces temerosa, De esfinges, hidras, sátiros, briareos,
Huyendo la estrellada liebre vuela, Faunos arpias ciclopes quimeras
, , ,
lie llamas de oro allí resplandeciente, Que de las mesas de oro sin comida
Hecha de luces, da una ardiente pella Ayuno la y se levanta hambriento;
'i
Y el Centauro Quirnn ayo prudente . l u Argos, vejador de ajena vida ,
De arboledas de su arena
anillar las :
Cuanto se
encuentra > halla de camino
La rueda de Ixion i|iie en cerco ¡iiiiienso, . Atis un vano amante que por paga
, ,
De estrellas, resplandor y luces llena. De su amor qued (invertido en pino i i
Por c i
:ai él á oíros , le dan caza ; Causa que nadie venga sin antojos-;
Un cruel Edipo, que entre duros hierros Y aunque unos de una, y otros de otra lisia,
Por sus dos hijos la garganta enlaza ; De grandes lenguas y pequeños ojos
Un ruiseñor cantando ajenos yerros, Que el necio es importuno coronista,
Medeas que de sus carnes hacen plaza; Y cuanto alcanza y sabe por antojos :
V mil Progni s de toe is alheñadas Sin armas; que las suyas mas atroces
Que sus lujos o hijas ilau guisadas. Son, en vez de razón, confusas voces.
Cadmos anuí \ allí vueltos dragones, Era sabed señor, el gran fracaso
, ,
Que a dar el prevenido aviso viene Quién los de su florido rostro empaña
Del ciego vulgo y campo vocinglero : Comiendo tierra desabrida y fría;
« Huid dice señor, huid que conviene
, , ; : Quien con fingida hipocresía engaña
Huid á lo mas alto huid lijero , Al que sin recatarse del se fia ,
Que el confuso escuadrón del vulgo triste Y en el ciido los ojos, con la mano
Al sacro monte sin piedad embiste.» El corazón le roba al mas cercano.
Y sin mas aguardar, á toda rienda Admirado dejó al valiente godo
Volando pasa la montaña arriba ,
El delirar de la ignorante gente .
Sin que el español joven nada entienda Y cuan fuera de termino y de modo
Del temeroso sobresalto en que iba : De sus locuras iba la corriente
Bien que por ver la desigual contienda Cuando en nuevo alarido el campo todo
Con que al monte el confuso vulgo arriba, Del monte dio en de repente,
las faldas
Entre una hueca polvorienta nube ,
Perturbando con ánimos crueles
Al crespo gajo de un peñasco sube. La agradable quietud de sus laureles.
De alli acercarse mira á la montaña Cogieron vanamente humildes llores
El monstruoso rebaño de quimeras, De las que en el vallar del bosque había,
Que en cuerpos de hombres traen (¡cosa extraña ! i Y pudieran los riesgos ser mayores
EngertOS rostros y ánimos de horas: fin daño a la sagrada compañía
.Melancólico sueño que le engaña De aquel que eon dorados resplandores
Juzga de tantos monstruos las maneras, Rastrando trae tras su carro el día ,
Los corvos dientes los torcidos lomos . Que á visitar bajaba en la espesura
V gruesos labio- de ti -luces romos. De Adonis la florida sepultura,
En bayo desbocado Ir ¡son viene, Si el gallardo español al torpe asalto
Sio lirme freno ni compuesta silla, Con ladesnuda espada no hiciera
In hinchado jayán que el cargo tiene lie la alia peña l\n atrevido sallo.
be capitán de la infeliz cuadrilla ; Que fué del monte la primer barrera;
^/ el potro, sin bocado que le enfrene, Cuyo invencible brazo al campo falto
Aqui le encumbra vacullá le humilla; Estrecho freno puso de manera,
Tras el su gente ,
que en seguirle en todo Que a fuer/a de rigor suspendió el paso
Sabe . y no en mas guardar sin orden modo. De la hurtada subida del Parnaso.
. . , . . ;, . , . ,
,: , .. . ; ,
esgrimiendo la luden
> .iiii La dói is columnas levantadas
A este asombra aquí mala al otro hiere . ;i i
. [lelo "i"
De tajo de mandoble j de eslocada
, : De cuatro en cual wrclon senl
i ...:.i' otro hoye j otro mn n e
i , Cien arcos forman en lugar de m ,
Contrecho le dejó de un allib lie mas precio, mas gala > mas hechura;
A mi" de graves pasos, sin ninguno; De ieie hermosas toi res coronada
A uno el celebro le rompió de un tajo Que i las nubes igualan en alluí a
Coya bei Ida exhaló mas vauo aliento Con chapiteles de oro y las almenas .
yin- contra Eneas sopló el señor del viento. De vari"- lazos y molduras llenas
él, cercado de incautas sabandijas,
Y En tres órdenes de arcos va subiendo
i
importuno enjambre le persigue. El vuelo de la mina vistosa i ,
Tal, une en triste esgrimii voces prolijas, Los relevados altos descreciendo
Adonde quiera sin lad le sff ne i
i Cuai ni. 'i' iiece as preciosa, 1 1 '
'
i
No de Aqueronte las :lui ñas bijas , Por las últimas bóvedas naciendo
Cuando del mundo sn igor consigne i
De tres torres la fabí lea espaciosa,
Tiránica v icloria mas espanto . imi balcones, andenes j pretiles
Los gritos causan de sn bon Ible llanto. En traza vai ios ¡ en labor sutiles.
Ni en mayor confusión andan las -
Cien brazas suben de alto las primeras
En bus sangrientas manos barajadas, Columnas las segundas son menores
.
Hi'i hueco huno la liviana nube. Las que mas se levantan SOD mas belfas.
Ya alterado vulgo alharaquiento,
el La postrera de das q n altura ti .
Mas ;,de qué linio SOO gritos lenices El viejo tiempo, universal proceso
Si el alma sus corajes no alimenta, De las edades, carga desabrida,
Y al compuesto español medir le agrada De giralda servia en esta torre;
El corte de su lengua al de sn espada !
Que el tiempo 1 oela adonde su 'lirn corre.
Por ella le envas a aguda punta .
Y al gran discurso del reloj mudabl
Y de un diestro revés le ata ió un costado, Volcando el mundo va de rueda en rueda,
Conque sin alma la amasada junta Y tras el la lorluna que de instable. , ,
Para cada Toréalo hay dos Nerones; Y cuando el sol el dia en igual pesa
Que siempre es poco <'l bien, muchos los males A un arroyo llegaron cristalino,
Áreos, torres, pirámides, colosos, Que su frescura entre el calor paria
ulnas vanas de pechos ambiciosos. Deseos de tenerle compañía.
Al lin cuanto en el mundo ha merecido
, Su alegre sombra y la encalmada siesta
En famoso pregón ser celebrado La bella china dieron desmayada .
Su rica estatua dio nuevos primores Al grave asunto desta heroica historia
Con los diestros buriles de la fama Satisfacer á una pequeña duda
Que á eterna duración la suya llama. Que cobrar podria lengua aunque está muda. ,
Lo que de ti allí tiene escrito el hado : Su fino jaspe ha vuelto en mármol pardo :
Y aunque el sueño huyó, en bastante prueba Vio que de aquellos miembros belicosos
De no ser todo sueño lo soñado La fría ceniza hacia diferencia,
Mojado se halló el rostro del rocío Y á la heroica cabeza levantada
Que al caliente Morfeo volvió frió. Algo de antigüedad daba almohada.
Y bien que no de la agua del Parnaso, Metió la mano, y encontró de acero
Era al fin de las ramas y maleza Un cofre, y retiróla sin sacalle ,
De mano en mino las de un sabio vino, ;i Ni que él tenga otro dueño que i so lama
Que un iii.i á las mias por favor le trajo, Si ya de un sol el poderoso rayo
<i en desden, 6 en espirita adivino ha hecho a el ] a mi BÍI rvos de una ama
.N.i :
De que en el mió habla aire* ¡miento De instas no sabemos que las haya
Al arrojado antojo de sa cuento. Que el mar, cual veis, mis escupió en la pl.ua -
Glorias tan altas, casos tan extraños, \ quien ella Señor, esta propuesta .
i Tanto, por dicha, bajaran el vuelo Hunde Glot " por mayor tesoro i.i
Pues para que en fecundo parto acuda Aquí desde el Ligurio al mar Carpacio
La madura preñez «ir un pensamiento. i.i,
I
y da su cristalina playa
1 1 .
y, del coi riente arroyo eu las arenas Pero SU padre. COU temores \; 9
Con mas Valientes garras mide el cielo . Y el cetro de gran duque de Colonia
Que el que muerto envió Bernardo al suelo. Al de Acaya troco y de Macedonia.
Libre la dama ya del primer llanto Un bárbaro sajón su rico estado
Con que animaba su veloz buida . por fuerza de armas usurpo a GloriCia,
Los temores perdió, mas no el espanto Que, de tesoros rica, su hijo amado
De aquel valor que le amparó li vida ; Huyó de la tiránica avaricia ¡
De SU gallardo talle, en el presente Oue por tal reino y tan gallarda esposa,
Sobresalto la vuelve reportada i Quién del suvo no sale y se destierra?
Y ella, i ,üh alegre beldad! dichosamente, Sunca ganaron mas bizarra diosa
Dijo, del mismo .Marte acompañada, Los gigantes que al cielo hicieron guerra,
Bien es tal hermosura y -rana dina Vunque ya con loria en las estrellas i ii
De ser dueño de joya latí divina A la luna" escogieran las mas. bellas.
21
—
,, », ;;,,, : , ,; »
Que el mundo lodo en sil caudal no tiene Y la griega doncella en ver la hazaña, ,
Mas ya no hay cosa c|iie su gusto llene La aguda china dijo «A la gran saña, :
Hoy hace un mes que con feroz pujanza Aguardaron por ver lo que seria ,
Que si el bárbaro sale con la empresa Querida prenda del feroz gigante,
Las tristes tiestas pararán en llanto: Y de su condición vivo trasunto
Ayer fué la primer jornada, y esa Dio en verle muerto un grito resonante,
Quedo por suya , y hoy será otro tanto Y miz alfanje y golpe todo junto
,
Si ya no eres tan bravo, que ahora vienes El lazo rompe que a su brazo tiene.
A las tiestas de Acaya á procurado. » Que nuevas pruebas de quien es no haga ;
«A la voz, respondió, de tus desdenes, Y al uno de los seis que sobre él viene
¿Qué podré yo hacer sino otorgallo? » Por mas lijero le libro la paga
Cuando la oirá doncella con gran brío En un revés con que en el suelo lacio
,
Vos, señora, mirad si os esta á cuento I n caballero entre los seis venía
La gran persona y noble ofrecimiento ; Que en ninguna deidad ni ley creia ;
«Que yo á pié ¿cómo puedo defenderos una judía y de un pagano,
Mijo de
De un orgulloso pecho asi valiente, Nacido en lo mejor de Palestina,
Que reforzado en el placer de veros, Que fué un tiempo rabí y otro cristiano , ,
el reino despojaste;
Que por robar la duques bella ;i >
\ pues mi espada el pretendido fruto
s<-¡- mi! corvos allanji - de urqala i
De bu venida halló, i" dicho baste;
Dentro sembró i traición * i dar el corte .
Que de los dos al ano por concierte
En el robo infeiii volvía :> la corte. Sobre esta causa herede el campo muerto.»
A Faustina asombro la ti ¡ate -r >r¡:i i>
lomó lo pides 1 le respondió Ai gante .
' i hacer con tiempo la Iraic loria "ii solo aquel m i istante 1
1
Partir con alas, si las halla, quiere ; Su- personas dejaron aprobadas
^ el dueño singular de la victoria
;
1
e de real ciudad nació la rúente
i.i
.
Por fué un rato sin sentido
1.1 plaz 1
.
1 en i.i
i
laza, entre ivas maravillas, ^ aunque pudo el del lulo degollado,
Al rej Argante an \ i -u Quiso, mas que valiente comedido, .
De ambas las manos j de un pié calzado, Le aguarda sin temor, vio el de la tnuei te .
Furioso respondió: De mejor gusto Tal que un medroso ciego el son tuviera
,
Del cierzo y austro ardiente arrebatadas, Del fuego que las manos siembran lleno
Al encontrarse dejan sus i iolentos El precioso aderezo <ie brocado
Vapores, de los rayos] los inicuos, Con sobrevista 01 lada de cupidos
Las vistas ciegas y los aires lli En llamas d 'o j de ruin- ceñidos;
Asi del uno y otro caballero Y una lanza también grabada de oro
En liis firmes encuentros
resurtía Le envió con la doncella j á rogalle ,