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BIBLIOTECA

AUTORES ESPAÑOLES

TOMO DECIMOSETIMO.

'1
BSs I'.IIIUOTKCA

AUTORES ESPAÑOLES,
DESDE U FORMACIÓN DEL LENGUAJE HASTA NUESTROS DÍAS.

POEMAS ÉPICOS.

i lil El l ION DISIM ESTA Y REVISADA, CON MITAS BIOGRÁFICAS Y UNA ADVERTENCIA PRELIMINAR,

POH DON CAYETANO HOSELL.

TUMO PRIMERO.

MADRID,
IMPRENTA DE LA PUBLICIDAD , Á CARGO DE I). M. RIVADENEYRA ,

CALLE »F ÍESUS DEL TALLE, HUM. ff.

1831.
7

^o ^ 6
tmimimi)mm¡immnmmtmiwimimimimimttmtmitmiwimtmimm'.m'.mtt*tt»k'.NBi\wmi

ADVERTENCIA.

Antes do dedicar a nuestros lectores algunas observaciones, que liemos creido opor-
tunas (I), sobre las cualidades de las obras que contiene el presente volumen y sobre
la materialidad de su publicación, quizá QO estará de más prevenir la objeción que,
sin pecar de sobrado rígidos, pudieran hacernos muchos respecto al título de Poemas
Épicos que lleva la anterior portada. Igual reparo precavió el señor don Manuel José
Quintana publicar la colección de su Musa Épica; y de su respetable autoridad nos
al

servimos, no solo para convencernos de que no es vano escrúpulo tal recelo, sino
principalmente, y con cierta especie de seguridad, para escudarnos con la fuerza de

sus razones.
Poema verdaderamente épico , ninguno existe en nuestra literatura : es una verdad
innegable, demostrada por todos los críticos, y por lo mismo no necesita de nuevas
pruebas. Qué causas hayan podido dar lugar á este fenómeno, ni están bien averi-
guadas todavía , ni es fácil averiguarlas : unos alegan por única razón (y á ser verdad,
no habríamos menester otra) la magnitud de la empresa y la escasa fuerza de nues-
tros ingenios; otros el nativo temperamento de los españoles, dados más bien á los
arrebatos de la fantasía que á profundidad y formal cultivo del entendimiento
la

quién atribuye esta falta á la preponderancia que siempre hau ejercido entre nosotros
los escritos dramáticos ;
quién á la índole que desde un principio caracterizó á nues-
tra literatura; y quién, por último, á la influencia también del clima, como si las

(1) La historia del verdadero poema heroico entre nosotros es brevísima pues propiamente hablando, no co-
,

menzó a cultivarse este género hasta la íeclia que lleva la Araucana. La lectura y estudio de los épicos italianos,
como la de los líricos inspiró á algunos de nuestros principales poetas, y después á sus imitadores, el deseo de
,

rivalizar con entrado el siglo xvn calmó casi del todo estn efervescencia. Sin embargo, la multitud
ellos; pero .

de ensayos que se hicieron en tan corto período puede dar hipara muchas é importantes consideraciones; y
algunas esperamos que nos sugiera la redacción del catálogo que prometemos más adelante.
ADVERTENCIA.
¡llantas que en Italia, por ejemplo, produjeron tan lozanos frutos hubieran debido
i ¡recer aquí por falta de estimación ó por ingratitud del suelo.
Permítasenos, aunque la méoos anticipada, emi-
digresión parezca mal traída ó al

tir la opinión que nos merecen semejantes aseveraciones. No hay ley tan general que
pueda aplicarse á todos los tiempos ni a todos los individuos, ni de la existencia de
.ni delecto debe deducirse jamas la necesidad del defecto mismo. El fatalismo, axioma
le la antigüedad, yace proscrito de las sociedades modernas, y no sabemos cómo se
tncede asenso á los críticos que se valen de él como de una antorcha con que ilu-
minan las tinieblas de su inteligencia. ¿A qué generalizar nn principio cuya causa
.mde muy bien hallarse en circunstancias fortuitas y meramente individuales? De
nuestros célebres poetas del siglo xvi, algunos demostraron reunir suficientes dotes
ara la epopeya : si sus obras no son perfectas, cúlpese, no á su organización, no
al influjo de un destino inexorable, sino á causas ignoradas en los unos, y en otros
tan manifiestas (pie ellos mismos las reconocen y las declaran. En época como la que
dejamos mencionada, tan fecunda en acaecimientos, tan rica en hechos magnánimos
y hasta maravillosos poética en sus menores accidentes, entusiasta en sus creencias,
,

poca de universal predominio, culta como la que más, y perfecta en todas las for-
mas que constituyen el lenguaje, ¿qué elementos nos faltaban para rivalizar con las
demás naciones? Ninguno; y en el caso á que nos referimos, quizá el más insignifi-

cante : la independencia material en tal autor que se dedicó á escritos de diversa ín-
dole , el retraimiento en este, el estímulo en aquel, en otro la madurez de los años,

y en lodos, prescindiendo de la aptitud con que ya contaban , el detenimiento ó la

constancia para llevar á cabo tan loable empresa.


Pero , volviendo á la idea para nosotros importante , la verdad es que entre los

centenares de poemas escritos en España desde el último tercio del siglo xvi con pre-
tensiones, no con título, de épicos, ninguno es rigorosamente digno desemejante
calificación. — Entonces, senos dirá, ¿á qué aplicarla á los que ahora se reimpri-
men? — Hemos creido que, aunque inexacta, ninguna cuadraba mejora nuestro
propósito, dado que cualquiera otra adolecería de inconvenientes, ó por ser dema-
siado vaga , ó por concretar demasiado la misma calificación como sucedería por ,

una parte llamando á poemas castellanos, y por otra si nos sirviése-


esta colección de

mos del nombre de heroicos, que algunos preferirían. Heroico denominó Valbüena su
Bemardo; pero ¿podremos calificar así la Cristiada del padre Hojeda? Hemos pues
adoptado el título más genérico, más usual, y más inteligible por consiguiente.
En cuanto al orden de sucesión en que estos poemas van impresos, confesamos no
babor seguido más que el instintivo de interés y de veriedad. Del cronológico hemos
prescindido, porque dando cuenta, alprincipio de cada obra, del tiempo en que flo-
reció su autor y del año de las ediciones primitivas, no creemos necesario consignar
más palpablemente la época de su advenimiento al mundo literario ni la serie de su
prioridad recíproca ;
que por lo demás, con dejar la Araucana en el lugar que ocupa,
colocar en seguida el Monserrate, la Cristiada y la Mosquea, y concluir con el Ber-
nardo, hubiéramos observado con todo rigor el método cronológico.
Encabezamos pues nuestra colección con la famosa obra de Ercilla , y sin designio
de darle preferencia sobre las demás, no sentimos verla figurar en el primer término
ADVERTENCIA. ui

de este grandioso cuadro. Inspira el autor (Ir la Araucana, como Cervantes, como
Lope y cuido tantos otros ingenios de aquella dichosa época [pues hasta como hom-
bres sueleo ser nuestros autores clásicos dignos de estimación j respeto), inspira,
decimos , el autor de la Araucana cierta simpatía j cariño, que no puede provenir má
que del carácter de ingenuidad y nobleza que le adornaba en vida,] que trasladi
íntegro á su obra. Uno de l"> mayores defectos que en este poema se censuran, i -
ber, el realce que respecto a los españoles se da á las figuras de los bárbaros arau
canil.-, prueba la candorosa honradez j la sensibilidad poética de Ebcilla. I os espa
odies, Feroces como lodo conquistador á quien impacienta la resistencia, repugnaban
con su crueldad al alma joven , noble, valiente] generosa de Ebcilla que, ,

español también hubiera querido ver limpios de toda mancha á sus compatriotas
. ; al

paso que los araucanos, víctimas al fin de una suerte inmerecida, defendían su reli

gion y -ii libertad, y esta aspiración los engrandecía á los ojos del poeta, que en uno
mano llevaba la espada para defenderse de ellos, 5 en otra la lira para celebrar, lal

\c/ exagerándolas, sus hazañas. La razón del arte, implacable como la de estado,
condénala al poeta por esta taita ; pero Erqlla hallará siempre entre las almas sensi-
bles apasionados admiradores.
No nos empeñaremos en sincerar igualmente ,i e-te e.-critor de otros vicios que en
el se advierten : la desigualdad de estilo, el desaliño en que á veces incurría, la in-
coherencia j dislocación de los episodios , la prolijidad eo los pormenores , j loque
es peor, la mala elección de asunto, que estéril en sí
j
pequeño, no consentía siem-
pre á su imaginación remontarse ha-ia donde debiera. Pero si traíamos de compensa)
estos desaciertos con iimal número de perfecciones, ¡cuánto no excede su mérito á la
idea que de aquellos nos formemos! La pureza de la dicción, la propiedad de la fra-
se, el interés y verdad de las pinturas, la animación de las descripciones, la variedad
y expresión de los caracteres, especialmente en los de los indios, la oportunidad v calot
de los razonamientos, ¿no son cualidades -mí ¡entesa perpetuarla memoria deunpoeti i,

y la duración de sus producciones? Por eso vive la do Ercilla repetida en multitud


de ediciones, y leída \ citada con general aplauso. Escribióla entre el desasosiego d<

los campamentos y el estruendo y riesgo de las batallas. No conocía entonce- sini

los modelo- de la antigüedad; \ cuando á su regreso á España vio la Jen/salen del


Taso y trato de amoldar á aquella pauta su- inspiraciones, no consiguió mus que de
liilitarlas : el estudio del poeta italiano, que antes le hubiera aprovechado sobrema-
nera a j acaso influido mucho en
perfección de su obra, concebida esta y en gran
la

parte realizada , solo sirvió para extraviarle.


Joven era también don Bernardo de Valbtjena , después obispo de Puerto Rico.
cuando en su primera edad, icón los brios de la juventud, como dice él mismo, \
con la leche de la retorica », acometió á escribir su Bernardo ó Victoria de fíoucesra-
lles,poema en que compiten la inexperiencia con el talento, la humildad con l.i mag-
nificencia, los dones más ricos de la naturaleza con los yerros de la másdesen'
precocidad o del gusto más depravado. Acertó Vai.iu ii na con un asunto altamente épi
co, y supo darle principio y conclusión felices, aunque en el transcurso de la ai cii

alteró enormemente sus proporcione-. Cn ó muchos j bellos caracteres, \ sostuvo al-


gunos con singular acierto; invento lances interesantes y episodios oportuno-: pian
,v ADVERTENCIA.

cuadros admirables, dilatados países y regiones, escenas de la naturaleza ejércitos, ,

batallas. Gestas y desafíos; trazó la historia de diferentes épocas, de varias monar-


quía-, > basta de algunas familias particulares; escribió como maestro ;
versificó como
gran poeta; manejó la lira como armonista inimitable; pero no hay belleza de estas á
que no opusiese el defecto más contrario, siendo otras veces en el estilo amanerado,
en la versificación prosaico, lánguido y duro en las armonías, ridículo en las descrip-

ciones .
en los episodios y caracteres débil incon-
pesado é insulso en las pinturas, y ,

secuente y desordenado. Valbühna, para decirlo de una vez, es una paradoja per-
sonificada (1 ) ejemplo vivo de lo insuficientes, y aun nocivas, que suelen ser las
:

dotes naturales sin el auxilio del arte ; demostración palpable de que raras veces ca-
minan juntos el talento que concibe y crea, y el juicio que discierne y da forma y
disposición á lo creado. Valbüena contaba en muy alto grado con los recursos de la

naturaleza ; tenía ademas á la vista modelos excelentes á quienes trató de imitar: Vir-
gilio, Ovidio, Lucano mismo, entre los escritores de la antigüedad Boyardo, y Ariosto ;

más que otro alguno, entre los modernos; pero, falto aun del precioso don del crite-
rio, dio á luz, no una producción defectuosa hasta cierto punto, sino el monstruoso

engendro del pintor de Horacio.


No teman, sin embargo, nuestros lectores desalentar en el largo espacio de cua-

renta mil versos que comprende este poema : á cada paso encontrarán bellezas donde
recrear su vista , alicientes que les hagan olvidar el fastidio de tal ó cual pasaje, y sin
sentirlo ,
proseguir embebecidos en su lectura ;
que este es el privilegio de los talen-

tos superiores. Y á los que desearen ver únicamente lo bueno de esta obra inmensa,

entresacándolo de la confusa hojarasca que lo oscurece, les diremos ante todo que el
sistema de esta publicación no es dar extractos , sino obras completas en cuanto sea

posible ; y ademas que tanto aprovecha á los doctos é inteligentes (pues nuestra Bi-
uliotkca no es para curiosos y principiantes) lo perfecto por lo que enseña, como lo

(1) Si so quiere un juicio más profundo y cabal de este escritor, léase la introducción que á su Musa Épica
antepuso el señor Quintana, en que, después Je enumerar las altas prendas y grandes defectos de este poeta, se
expresa en los siguientes términos
«i El Bernardo, considerándole solocomo prueba de fuerzas poéticas en un joven que acaba de salir de la s
«aulas, no solo es un i obra estimable, sino en cierto modo maravillosa... Los primores, las bellezas están mez-
» ciadas en él con los borrones y el desaliño, á la manera que aun en la mina más preciosa el oro está ligado con
»las tierras y escorias que le deslustran y le afean. Pero no hay duda que hay oro en gran cantidad y de elevados
«quilates; y el libro no por ser tan defeetimso deja di' serun riquísimo minero de invenciones de fantasía admi-
» rabies, de dicción poética y de versificación... Dañó, sin duda, á su perfección la extensión misma del poema :

«¿cómo es posible escribir cinco mil octavase :oncierto y buen gusto? Sintamos que el autor, entregado des-

»pues de componerle á las atenciones y estudios de teólogo y prelado, no pudiese ponerse de propósito á limpiarle
esenciales de composición que hay en él, más graves aun que los de ejecución. En el juicioso
«prólogo que le puso delante, cuando le .lio a luz, da á entender bien claro cuáles eran las justas proporciones y la

«distribución que debia darse á la fábula que había construido... .No lu hizo así, y su gloria pierde en ello, suce-

«diéndole lo que á tantos otros escritures, de quienes se lia dicho que veian el punto de perfección á que debian
«tocar, y por debilidad 6 per negligencia no acertaban á llegar á él.»
En lio de todo esto, \ u.iuena, si noel primero, es uno de nuestros mejores poetas épicos, venando acierta
nohav nadie que se le iguale; de cuya opinión debe participare] mismo señor Quintana cuando dice poco antes
de lo que de su introducción dejamos entresacado :

<i Para la poesía descriptiva tenia hílenlos uo min inferiores á los de aquel gran poeta (Ariosto), y superiores,
sin disputa, ú los de cualquiera otro de nuestros escritores.»
ADVERTENCIA. »

defectuoso por lo que corrige. Hecha esta salvedad involuntaria, digamos algo de la

Cristiada
rarísima en España y generalmente conocida solo por los bien elegidos
Esta obra ,

extractos que de ella se hacen en la Musa Épica, considerada en conjunto, es mu] no-
table por su regularidad ; desmenuzada en parles, se resiente de talla de entonación

y brío. Su lenguaje, sencillo y castizo por lo común, decae á veces hasta confundirse
con la prosa; y no porque su autor desconociese la manera de ennoblecer la dicción

y construir el verso, sino porque debió creer que el asunto, elevado y noble de su-
yo, no necesitaba de mucho esfuerzo para sostenerse dignamente; pero, fuera de
esta falta de colorido, de la debilidad de algunos caracteres, y del desleimiento de
ciertas ¡deas y situaciones, poco asidero ofrece la Cristiadi a la censura más rigoro-
sa. Respirando siempre un aroma bíblico, sencilla en el fondo como en las formas,

llena de pensamientos sublimes sin altisonancia, de afectos tiernos y delicados, y es-


crita generalmente en versos fáciles, fluidos y sonoros, es el correctivo más á pro-

posito que puede oponerse á la frenética verbosidad y á la exuberancia enciclopédica

del Bernardo. Ábrese poema con la última cena del Salvador, y termina con su
el

Crucifixión y muerte, sin que rompan la unidad de tan severa acción episodios extra-
ños embarazosos; antes bien aparece esta realzada y esclarecida con algunas di-
ni

gresiones propias, y sobre todo, muy oportunas. La Cristiada, en fin (y esto baste para
encarecer su mérito), que si tuvo algún modelo, fué poema latino de Jerónimo
el

Vida sobre el mismo asunto, y este para mejorarlo, sostiene muchas veces la com-
paración con el l'araiso de Millón, cuando pinta la mansión de los espíritus inferna-
les j
los conciliábulos de Satanás, y no cede en ciertos rasgos de invención á la Me-
tiada de Klopstock, aunque esta la aventaje mucho en virtud poética. Así, la perso-
nificación que Hojp.da hace de la oración del Verbo nos parece más espiritual , más
bella que en Klopstock el mensaje del arcángel Gabriel, encargado por el Redentor
de hacer presentes al Eterno las angustias de su corazón. Pero el autor alemán debió
conocer el hermoso pensamiento de la Cristiada, y lo imitó después más estrictamente
en la personificación que, muerto el Dios Hombre, hace de su incomparable gloria (1).
Hemos ¡asertado en seguida el Monserrale, del capitán Cristóbal de Vircés, escri-
tor de alguna reputación
\ hombre instruido, aunque de escasas facultades en este
genero; de cuya obra diremos solo que se recomienda por la nitidez de su locución,
por la propiedad de su
por otras buenas prendas que la caracterizan pero la
estilo y ;

reputamos de segundo orden y de un argumento sobrado tenue para la robustez de


la trompa épica (2).

Verdad es que un ingenio perspicaz sabe siempre sacar partido del argumento más

(1) El juicio que el señor Quintana forma de este poema conviene con e! nuestro. El señor don Antonio Gil
de Zarate, en su .Manual de .Literatura; dice: «Merece berta más fortuna que la que le lia cabido, y que tendrá
sin duda luepo ijue haciéndose de él una nueva edición por algún amante de las letras españolas, vuelva á apa-
ii

»riTiT int ri;ro en el orbe literario. » No sabemos porqué un crítico de tan buen juicio como el señor don Manuel
» Sírvela incluyela Cristiada, en mis Obras postumas, entre las producciones de « menor monta.»

Vacilamos 6U un principio enlre este poema; el San José, de Valdivielso; la Austriada, de Rufo; la Con-
(2)
quista de la Bélica, de Juan de la Cueva; la Invención de la Cruz, de Zarate, \ aL-un otro; pero .linios la prefe-
rencia al Monserrale, porque no desmereciendo a los restantes y habiendo de entrar tarde ó temprano en nuestra
colección, nos convenia darle cabida en éste volumen en atención á sus proporciones.
vi ADVERTENCIA.
despreciable; y la prueba es la Mosquea, de Villaviciosa, que esle tituló Poética
inventiva, y después se ha considerado por unos como un verdadero poema, y por
otros como el mejor que se ha escrito en castellano. No llevaremos nosotros á tal ex-
tremo nuestros encomios porque reprobamos toda parodia por lo menos como un
, ,

entretenimiento inútil por uo decir como una profanación del arte mas la Mosquea
, ;

es producción de tal especie , que que


llega uno á prescindir de la de los personajes

toman parte en su acción, y á interesarse por ellos cual si fuesen los héroes del más
grave poema. Aquellos viles insectos sienten, discurren, obraD como los semidioses
de la IliaJa ó de la Eneida; tieuen sus caracteres no muy variados, pero sí determi-
nados ; visten lucientes yelmos y duras cotas ; manejan cortantes espadas y pesadas
lanzas; y el poeta cuida muy bien de sostener la ilusión á veces, ornando con todas
las galas de la dicción y de la armonía la inagotable narración de sus aventuras. Da
enfado el considerar que se empleasen en semejante tarea tan felices disposiciones y ,

que el autor que se enamoró de la Balracomiomaquia (Dios sabe con qué fundamento
atribuida al dudoso Homero) no pretendiese rivalizar con los primeros épicos en un
asunto de los muchos que se hallan en nuestra historia dignos de perpetuarse.
De todas suertes tenemos en la Mosquea una obra que, aunque ridicula en su esen-
cia, en sus formas es apreciabilísima ; y en esle concepto debia formar parte de la

Biblioteca; sin embargo, no es bien que eximamos á Villaviciosa de la justicia con


que hemos tratado á sus predecesores, tanto más, cuanto que en escritores de su mé-
rito los yerros son doblemente imperdonables. Esle autor, que tan fácilmente sabía
enriquecer la idea más mezquina y hermosear hasta el objeto más repugnante , usa
alguna vez que otra de pensamientos groseros y de expresiones nauseabundas di- ;

vaga también en accesoriosinútiles entorpece la narración por alargarla demasiado;


;

renuucia sin necesidad al atractivo de la alegoría ; afecta, por presumir de culto , os-
curidad en las frases, y otras veces, por parecer natural, descuida la locución y hasla
el arte de la rima. Si se propuso por modelo la Mosquea del supuesto Merlin Coccayo,
no es extraño incurriese en algunas de estas distracciones Así y todo, merece un lu-
gar muy distinguido en el catálogo de los clásicos españoles, porque sobre otras mu-
chas, tiene la cualidad, rara por cierto en nuestros escritores, de ser enérgico en la

pintura de caracteres.
Tales son en nuestro sentir, los poemas que comprende este primer volumen y
, ;

aunque tememos que no parezca acertada su elección á lodos, y que no habrá nin-
guno de los conocidos y postergados que no merezca á muchos de nuestros lectores
la preferencia sobre cualquiera de los presentes, esperamos dejarlos satisfechos cuando

se publique el tomo segundo de Épicos. Respecto á la Jerusalen de Lope, cuya omi-


sión en este sería ciertamente vituperable, nos apresuramos á anunciar que formará
parte de la colección de obras completas del fénix de los ingenios. Por lo demás,
como en estas materias el gusto es tan descontentadizo y vario, y dudamos mucho
de la bondad del nuestro , debemos declarar que no hemos seguido á ciegas nuestra

opinión, sino procedido acordes con el dictamen y aprobación de personas entendidas


y autorizadas.
Hubiéramos deseado alguna vez aclarar con notas los pasajes oscuros, sobre todo
en el Bernardo, cuyas dos impresiones están muy lejos de ser perfectas ; mas en pri-
ADVERTENCIA. ni

mer lucrar, liemos desconfiado de nuestro juicio, y creído, en segundo, que nuestros
lectores, como ya indicamos anteriormente, están dolados de suficiente criterio para
no necesitar de guia. Por el pronto les sería más mil un catalogo completo, en lo po-

sible , de los poemas que existen publicados y de algunos inéditos que se conocen;
pero este trabajo, que no es para improvisado, acompañará. Dios mediante, por via
de apéndice al mencionada segundo tomo.
Hemos procurado que la corrección del presente en nada desdiga de los anteriores
de la Biblioteca, rec iciendo y compulsando las diferentes ediciones de estos poe-
mas, no aventurando enmienda alguna sin el convencimiento de que recaía sobre un
yerro de imprenta, \ "ii el caso de alguna variante, pretiriendo los textos primitivos
ó los más correctos y autorizados ;
que en este particular no hay escrúpulo que pa-
rezca nimio, j a falta de \erdaderos originales, merecen los tenidos por tales el mayor
respeto. l.n punto á la ortografía, como cada época
y cada libro tienen la suya y todas
son arbitrarias é inconsecuentes, liemos uniformado en cierto modo la de todos los
poemas, sometiéndola al sistema de la Academia, única autoridad en la materia, ex-
cepto en aquellos casos en que la eufonía ó el carácter del escritor exigían que se in-
fringiese.
Reunidos ya en un cuerpo nuestros principales escritores en este género, creemos
facilitar mi estudio y haber correspondido al útilísimo designio de esta importante pu-
blicación. Kl repertorio de los Épicos españoles inspirará tal vez á doctos críticos y
literatos entendidos el deseo de ocuparse en cuestiones hasta el díapoco dilucidadas :

las diferentes escuelas en que se dividen los autores clásicos ; la parte que cupo á cada
cual en el perfeccionamiento o decadencia de nueslras letras; la comparación entre
ellos y los escritores extranjeros; el mostrar cuándo fueron originales, quién y de
quiénes imitadores, y otros muchos asuntos que redundarán en provecho de la ju-
ventud en bien de la literatura y en servicio y gloria de nuestra patria.
,
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« WW^—WWW . v \ l«f«WWII MWW IIW WWWWIKIWMIII * m I M— > a

LA ARAUCANA,
POH DON ALONSO DE EHCILLA Y ZUÑIGA (|),

CABALLERO DEL ORDEN UE SANTIAGO, uENTILIIOMMlE DE LA CÁMARA DE LA MAJESTAD DEL BUPKRADOO.

AL REY MESTRO SEÑOR.


Como todas mis obras de su principio islán ofrecidas á vuestra Majestad, esta, como necesi-
tada, acude al amparo que ha menester. Suplico á vuestra Majestad sea servido de pasarlos

(I) Don Alonso di monos ilustre en nobleza que cu fortaleza de tal


Lshcilla y Zlñiga, caballero no j cu supe-
rioridad de enleodn nació, según míos, cu Madrid, ó como aseguran "ims i|iiizá sin mas foodameiuo M"" la
mu, ,

procedencia de su laonlia, en la *ÍHa de Perineo, cabe a del señorío di- Vizcaya, el día 7 di' agosto de lóoo. Im- mi
padre Portan o Porlunio García de Ercilla, caballero <le la orden de Santiago y célebre Jurisconsulto de aquella
¿poca \ mi abuelo Martin Rota de Brcilla señor do la torre de este nombre , peí
; . ia también muy, distinguida por ;

madre lino a duna Leonor de ZúSiga, seüora de Uobadilla basta la muerte de mi mandil, > guarda-damas, durante
mi estado de vlndei de la emperatriz dona Isabel. Fueron, en lio, señores tan autorizados en la cuite los Kr cillas,
,

que un hermano de nuestro non Alokso, llamado don Juan, que desempeñaba la abadía de Hormedes, sirvió de li-
iin 'Míen mayor
i la rema doña Ana de Austria, y de maestro al principe don Peinando,
i

Era ai|uei todavía niño cuando como a la sazón se acostumbraba entro en paútelo de paje ó menino del pi
, ,

don Felipe, lujo de Carlos V ; y a la edad de calmee años le acompañó en el viaje une hizo a los estados de Flan les
pan lomar posesión del ducado de Brabante, hasta el año 1351, en que regresaron á España. Esta peregrinación debió
aliciouará don Alonso ü la vida de viajero; V no es extraño que concibiese un vivo deseo de visitar los países mas
remólos el que a la edad de v linte y un años habla recorrido diferentes veces las provincias de España, Italia,
Francia, Inglaterra, Plandes, Alemania, Bohemia, Momia, Silesia, Austria, Hungría, Estiria y Carimia. Ésto por
una parte J I" I OtM el espíritu caballeresco, y basta id temerario arrojo desu carácter, le inspiraban cierta predi-
.

lección la Vida aventurera


.1 vicio de que aun se resentían en general las costumbres de aquellos tiempos.
:

Asistía pues en Inglaterra a don Felipe el año 1534, cuando llegó a Londres la noticia de la rebelión de los arauca-
nos. Hallábase en la misma corte, procedente del Pera, Jerónimo de Alderele, y el rey le nombró capitán y adelantad.»
de aquella tierra, con cargo de pacificarla. No hubo menesti otro estimulo doíi Alonso empuñó per primera ve/,
1 :

la espada , y partió con Alderele en dirección á Chile pero habiendo muerto este en Taboga cerca de Panamá el
; , , ,

joven Fu 1:1 11. a siguió su viaje , llegando en


felicidad á Lima. II caigo del difunto Alderele se din a di ni Garda , liijo
de don Andrés Hurlado de Mendoza , marqués de Cañete y wrey del Perú con él y con los españoles que hadan la :

guerra á los araucanos se incorporó uon Alonso ; y lo que en otro hubiera sido desesperada y funesta resolución, en
nuestro esforzado joven fué ocasión de lucimiento y origen de perpetua gloria.
Héroe y cantor a un tiempo, celebraba por la noche las proezas que realizaba durante el dia con la espada en la :

mano y la pluma en el seno satisfacía a la vez el entusiasmo del guerrero y el del poeta mientras combatía pensaba, ;

y mientras escribía cnlu aba fuer/as para la lid del dia siguiente endurecía sus miembros en aquellas regiones agres-
|

tes con la fatiga de las batallas, y en alas de la poesía remontaba su imaginación a las esferas del pensamiento unión :

poc IS V» es Vista, y menos en lauto grado, de la robustez, y vigor del cuerpo con el brio y elevación de la inteligencia.
Dio i'ON Alonso pruebas de su gran valor en siete batallas campales y en varios combates y encuentros de menos
importancia arriesgando á cada instante la vida , y sufriendo todo género de trabajos y privaciones ; acompañó a su
,

general don García Hurtado de Mendoza á la conquista de la Ultima tierra del valle de Cbiloe, pasando al efecto el
estrecho de Magallanes y arrostrando cuantas dificultades se le pouian delante, atravesó dos veces en piraguas, se-
;

guido de diez soldados, el peligroso desaguadero del archipiélago de Ancudbox metióse tierra adentro, y para me- :

moria de su heroica ¡nll epiuez, grabó con la punta de un cuchillo en la corteza del árbol mas robusto que pudo hallar,
una oclava alusiva á este hecho, que insertó después en su poema, como otras muchas que se hallan en él , referentes
á pormenores de su vida, los cuales, sin esta precaución, serían para nosotros absolutamente desconocidos.
Algún tiempo después parece que, á consecuencia de una reyerta que tuvo con un don Juan de Pineda, en que
ambos remitieron sus razones a las espadas, fué ErcilLA condenado por don García á perder la cabeza en público ca-
dalso ; mas al fin se revocó la sentencia cuando estaba para ejecutarse comunial dola primero en pi ision y di spm >
,

en un penoso destierro. Trasladóse don Alonso al Callao de l.inia, donde, sabedor de las atrocidades que cometía en
Venezuela Lope de Aguii iv eSOlviÓ ir en SU busca y tratarle como enemigo
, 1 mas al llegar a Panamá, supo que le
;

habla desbaratado en Tocuyo Diego García de Paredes, y que, de resultas de su derrota, había sido decapiíadn.
Por entonces, acia el año Finí, enfermó gravemente don Alonso salváronle su juventud y vigor de espíritu, y
:

regresó á España cuando solo cuidaba veinte y nueve años, trayendo escrita la parle primera de su Araucana; mas
á poco tiempo hizo olro viaje por Francia , Italia , Alemania . Silesia Moravia y Pauonia. Contrajo matrimonio según
, ,

se presume, en Madrid el año 1570 Su esposa se llamó doña María Kazan, bija que fué de Gil Sánchez liazan y de
doña Marquesa de l'garte , dama de la reina doña Isabel de la Paz, la cual y el emperador Rodulfe fueron sus pa-
drinos, aunque otros observan que la madrina debió serlo doña Ana de Austria, pues doña Isabel falleció en IMiS.
De este matrimonio no resultaron hijos ; pero tuvo Krcilla algunos naturales, entre los cuales debe principalmente.
mencionarse i doña María Margarita de Zuñiga , dama de la emperatriz doña Maria , que casó muy ventajosamente
con don Padriqné de Portugal, hijo de los condes de Faro y Mira, Señor de las baronías de Oraui , y caballerizo
mayor de la misma emperatriz.
Créese con bastante fundamento que los postreros años de su vida los pasó don Alonso retirado en Madrid ya con :

ánimo de consagrarse á la contemplación de las cosas divinas , arrepentido de haber hecho lanío caso de las huma-
t. xvir. I
i DON ALONSO DE ERCILLA Y ZÚSlGA.

ojos por ella; que con merced tan grande, demás de dejarla vuestra Majestad ufana, quedará
autorizada y segura di' que ninguno se le atreva. Guarde nuestro Señor la católica persona de
vuestra Majestad.
Don Alonso de Ercilla y Zúñíga.

proloc.o.
Si pensara que el trabajo que lie puesto en esta obra me habia de quitar tan poco el miedo
de publicarla, sé cierto de mi que no tuviera ánimo para llevarla al cabo. Pero, considerando
ser la historia verdadera, y de cosas de guerra, á las cuales hay tantos aficionados, me he re-
suelto en imprimirla, ayudando á ello las importunaciones de muchos testigos que en lo mas
dello se hallaron y el agravio que algunos españoles recibirían quedando sus hazañas en
,

perpetuo silencio, faltando quien las escriba. No por ser ellas pequeñas, pero porque la tierra
es tan remota y apartada, y la postrera que los españoles han pisado por la parte del Pirú,

nns ya para desahogarse á sus solas cu quejas contra la fortuna , porque , después de haber prodigado su sangre eii
;

defensa de la patria, y servido lealmente a sus reyes en la corte, esla le trataba con un desdén, que aun a despecho
di- su natural modestia parece que alguna vez él mismo calilicó de injusto. Su resentimiento contra don García, que
le indujo aguardar un silencio completo respecto á este personaje, yá construir un poema sin héroe conocido, padn
ser muy bien la causa de aquel desprecio ello es indudable que entre el poeta y el magnate mediaron rencores, de
:

que provino la enemistad con que uno á otro se miraron siempre. .

No se sabe lijamente el año en que murió Ercilla, pero se presume que vivia todavía en 1596 : sus restos se con-
servan en el convento de carmelitas descalzas de Ocaña. El descuido con que España ha mirado siempre sus glorías,
especialmente las literarias, es causa de que no conozcamos particularidades de la vida de muchos de sus ingenios ;
lo cual, lejos de ser una vana curiosidad, es muchas veces un dalo muy importante para la critica de sus obras. La.
Araucana misma perdería alguna parte de su mérito, si no supiésemos de qué manera la escribió su autor, eulre el
bullicio y rebato de los campamentos, y la distracción y fatiga de una guerra tan enconada como incesante.
Dícese que Ehcili.a lialua empezado también un poema en loor del heroico marqués de Santa Cruz, don Alvaro de
Bazan y sí la especie es cierta , ó le sorprendió la muerte antes de terminarlo, ó pereció el original en términos que
;

nadie tuvo noticia de su existencia.


De La Araucana se han hecho multitud de ediciones, algunas esmeradas y correctas. Parece que la primera parle
se publicó por el año 1b'!>9; la primera y segunda cu 1578, y la tercera en 1589. La mas antigua que nosotros hemos
visto es la publicación de las partes primera y segunda , hecha en 1578 en Madrid por l'ierres Cosin y la de las tres
,
parles reunidas, de la misma casa, una y otra en 4.°
Las demás ediciones que hemos podido adquirir y tener présenles son eslas :

Segunda parte. —
Zaragoza en casa de Juan Soler,
: 1578.
Primera y segunda. —Madrid: Madrigal, 15S9, dos volúmenes, 12.°
Primera, segunda y tercera. —
Madrid : Madrigal, 1589, dos volúmenes, 8."
Primera, segunda y tercera. —
Barcelona Sebastián de Cormellas, 1592.
:

El ejemplar que hemos visto, propio del señor don Pascual Gayangos, dice, enmendado de mano, 1642. La portada
citada es la general del lomo; pero las parles segunda y tercera tienen otra que dice Barcelona, casa de la viuda de
:

Huberl Golart, 1590. Al Un de la tercera parte se ve la fecha de 1591 ; de lo que se deduce que la primera portada del
lomo debió ser posterior á la impresión de este; y la prueba es que, al concluir el elogio que escribió del poema el li-
cenciado Mosquera de Figueroa, se lee: año 1585. No podemos decir qué fundamento tenga la enmienda de mano del
ejemplar citado, repelida alguna vez mas adelante, y con trazas de antigüedad.
Primera, segunda y tercera.— Madrid Caslrn,

1507, 8."
Primera, segunda y tercera.— Madrid Juan de la Cuesta , 1010, 8.°
:

Segunda y leí cera. —Madrid imprenta del Reino, 1032, 8.°


:

Segunda y tercera. Con la cuarta y quinta parle de Santisleban y Osorio .— Madrid Marlinez Abad, 1733, folio.
:

Segunda y tercera.— Madrid Marlinez Abad , 1758, folio. Esta edición es sospechosa. En nuestro couceplo es
: la
misma de 1733.
Segunda y tercera.— Madrid : Sancha , 1778, dos volúmenes, 8.°
Segunda y tercera —Madrid : Repullos, 1803, dos volúmenes, 8."
Segunda y tercera.— Barcelona Pilerrer, 1827, dos volúmenes, 8."
:

Segunda y tercera— Madrid : Burgos, 1838, dos volúmenes , 10.°


Segunda y tercera — Barcelona Sauri,
: 1845, dos volúmenes, 8."
Existen también ediciones dePerpiñán, de Lion, de Paris, Amberes y otros puntos, y hemos visto citadas algunas
otras de España; mas, como la utilidad de hacerse con lodas ellas no compensa el trabajo que sería menester emplear
para conseguirlas , nos contentamos con el catálogo que dejamos hecho , el cual da bastante idea de la cslímacioii en
• pie se ha leuido siempre la interesante obra de Ercilla.
Tuvo este , según queda indicado, un continuador, don Diego Santisleban y Osorio, que añadió dos partes á las
tres de La Araucana. Imprimiéronse en Salamanca , en casa de Juan y Andrés Itenaut, año 1597, y se unieron á la
obra antigua en algunas ediciones ; pero se suprimieron después en las sucesivas, yen nuestro sentir acertadamente,
porque los cantos de Osorio no merecen lignrar a! lado de su modelo.
Réstanos advertir que la primera edición de las tres partes de La Araucana, y la que se hizo después en Antuerpia
por Andrés Bacxii, en 1597, no salieron tan completas como las posteriores. La razón es, porque Ercilla añadió en el
canto xxxu seis octavas, desde el verso que dice Cuento una vida casia, una fe pura , página 119, hasta la octava
:

que concluye así i' para decir bien siempre es buen tiempo. Además agregó dos cantos nuevos , el xxxv v xxxvi , y
:

concluyó el xxxvu, con el que en la primera edición era xxxv. Esta misma advertencia hizo don Miguel de Burgos al
frente de la tercera parte de su edición ; y para que fuese mas comprensible, marcó con signos particulares las pági-
nas en que se hallan dichas innovaciones.
LA ARAUCANA, PKOI.OGO. J
que no se puede tener della casi noticia, y por el mal aparejo y poco tiempo que para escribir
hay con la ocupación de la guerra, que no da lugar á ello; y asi, d que pude hurlar le gasté
en este libro, el cual, porque fuese mas cierto y verdadero, Be hizo en la misma guerra v en
los mismos pasos y sitios, escribiendo muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos
de cartas, algunos tan pequeños, que apenas cabian seis versos; que no me costó después poco
trabajo juntarlos \ por cstu, y por la humildad con que va la ulna, como criada en tan pobres
;

paiíaícs, acompañándola el aelo y la intención con que se hizo, espero que será paite para po-
der snl'i ir quien la leyere las Caltas que lleva. V si a alguno le pareciere que me muestro alijo
inclinado a la parte lie los araucanos, tratando sus cosas y valentías mas x ndidamente de Id
- tt

que para bárbaros se requiere; si queremos mirar su crianza, costumbres modos de guerra
,

y ejercicio della, veremos que. muchos no les han hecho ventaja, y que son pocos los que enii
tan gran constancia y Qrmeza han defendido su tierra contra tan Meros enemigos como son
los españoles. Y cierto es cosa de admiración que, do poseyendo los araucanos mas de veinte
leguas de término sin tener en todo él pueblo formado ni muro ni casa inerte para su reparo,
,

ni armas, a lo menos defensivas, que la prolija guerra y españoles las han gastado y consumido,
y en tierra no áspera, rodeada de tres pueblos españoles y dos plazas fuertes en medio della,
con puro valor y porfiada determinación hayan redimido y sustentado su libertad derramando
,

en sacrilicio della tanta Sangre, asi suya como de españoles, que con verdad se puede decir
haber ¡iocos lugares que sien della teñidos y poblados de huesos, no tallando a los muertos
quien íes suceda en llevar SU Opinión adelante. Pues los hijos, ganosos dé la venganza de sus
muertos padres, con la natural rabia que los mueve y el valor que dellos heredaron acele- ,

rando el curso de los años, antes de tiempo tomando las armas, se ofrecen al rigor de la
guerra. Y es tanta la falta de gente, por la mucha que ha muerto en esta demanda, que para
hacer mas cuerpo y henchir los escuadrones, vienen también las mujeres a la guerra, v peleando
algunas veces como varones se entregan con grande animo á la muerte. Todo esto lie querido
,

traer para prueba y en abono del valor destas gentes digno de mayor loor del (pie yo le podré
,

dar con mis versos Y pues, como dije arriba, hay ahora en España cantidad de personas que
se hallaron en muchas cosas de las que aquí escribo, ¡i ellas remito la defensa de mi obra en
esta parte, y á los que la leyeren se la encomiendo.
, , ; , ; , ,

LA ARAUCANA.
Por falta de pilotos , ó encubierta
Causa, quiza importante y no sabida,
CANTO PRIMERO. Esla secreta senda descubierta
Quedó para nosotros escondida ,
fl .naldeclara el Miento y descripción «3e ln provincia de Chile, y estadi Ora sea yerro de la altura cierta ,
del trauco, con las costumbres y modos de guerra que loa neutrales ¡
Ora que alguna isleta removida
tienen;] asimismo trata en suma de la entrada y conquista qua los I

Del tempestuoso mar y viento airado


les hicieran ti:i^ta que trauco se comenid i rebelar,
Encallando en la boca , la lia cerrado.
No las damas . amor, no gentilezas Higo que norte sur corre la tierra
De aballeros canto enamorados
i
Y báñala del oeste la marina
Ni las maestras, regalos \ ternezas \ la liainla del leste va una sierra

De amorosos afectos y cuidados ; Oue el mismo rumbo mil leguas camina :

Mas el valor les hechos las proezas, . l'u medio es donde el punto de la guerra

De aquellos españoles esforzados, Por uso y ejercicio mas se aliña;


Que :t la cerviz de Araueo no domada
Pusieron duro jugo por
Cosas diré también harto notables
la espada. ñVenus y Amor aqui no alcanzan parle;
Solo domina el iracundo Marte.
Pues en este distrito demarcado.
De gente que i ningún rey obedecen j Por donde su grandeza es manifiesta ,

Temerarias empresas memorables Está á trehila y seis grados el estado


Que celebrarse con razón merecen : Que lauta sangre ajena y propia cuesta :

¡taras ¡ndflslríás, términos loables Este es el fiero pueblo no domado


Que mas los españoles engrandecen; Que tuvo á Chile en tal estrecho pnesta ,

Pues no es el vencedor mas estimado Y aquel que por valor y pura guerra
De aquello en que el vencido es reputado Hace en torno temblar loda la tierra.
Suplicóos , gran Felipe que mirada , Es Arauco , que basta , el cual sujeto
Esla labor de vos sea recibida. Lo mas desle gran témino tenia ,

Que de todo valor necesitada Con lanía fama, crédilo y conecto.


Queda con darse á vos favorecida : Que del un polo al olio se eslemba ;
Es relación sin corromper sacada Y puso al español en tal aprieto
lie la verdad, corlada a su medida ; Cual presto se verá en la caria mia :

No despreciéis el clon aunque tan pobre , . Veinte leguas contienen sus mojones,
Para que autoridad mi verso cobre. Poséenla diez y seis fuertes varones.
Quiero á señor tan alto dedicarlo De diez y seis caciques y señores
Ponpje este atrevimiento lo sostenga Es el sob erbio estado! püseido_,
Iornando esta manera de ilustrarlo En militar esludio los mejores
Para que quien lo viere en mas lo tenga ;
Que de bárbaras madres han nacido :

> si esto no bastare a no tacharlo ,


Reparo de su patria y defensores,
A lo menos confuso se detenga. Ninguno en el gobierno preferido ;
Pensando que pues va a vos dirigido , Otros caciques hay , mas por valientes
Que debe de llevar algo escondido. Son estos en mandar los preeminentes.
Ni haberme en vuestra casa yo criado, Solo al señor de imposición le viene
;
i^i da por otra parte!
-i edito me Servicio personal de sus vasallos,
liará mi torpe estilo delicado , Y en cualquiera ocasión cuando conviene
Y lo lleno de arte
que va sin orden , ;
Puede por fuerza al débito apremiallos;
Asi ,
animado ,
de (aulas cosas Pero asi obligación el señor tiene
La pluma entregaré al furor de Marte : En las cosas de guerra dotrinallos
Dad orejas, señor, á lo que digo, Con tal uso, cuidado y disciplina ,
Qij£_sov de parte dello buen testigo. Que son maestros después desta doctrina.
Cjiilej fértil provincia y señalada, En lo que usan los niños en teniendo
En la Télrion antartica famosa Habilidad y fuerza provechosa ,
De remotas naciones respetada Es que un trecho seguido han de ir corriendo
Por fuei le principal y poderosa
,
: Por una áspera cuesta pedregosa ;

La gente que produce es tan granada ,


Y al puesto y fin del curso revolviendo ,
Tan soberbia, gallarda y belicosa. Le dan al vencedor alguna cosa ;

Que no lia sido por rey jamas regida , Vienen á ser tan sueltos y alentados .
Ni á estranjero dominio sometida. Que alcanzan por aliento los venados.
Es Chile norte sur de gran longura Y desde la niñez al ejercicio
Costa del nuevo mar del Sur llamado , Los apremian por fuerza y los incitan,
Tendrá del leste á oeste de angostura Y en el bélico estudio y duro oficio
Cien millas por lo mas ancho tomado : Entrando en mas edad los ejercitan :

Bajo del polo antartico en altura Si alguno de flaqueza da un indicio.


De veinte y siete grados prolongado , Del uso militar lo inhabilitan,
Hasta do el mar Océano y chileno Y el que sale en las armas señalado
Mezclan sus aguas por angosto seno. Conforme á su valor le dan el grado.
Y estos dos anchos mares, que pretenden Los cargos de laguerra y preeminencia
Pagando de sus términos juntarse, No son por flacos medios proveídos.
Baten las rocas y sus olas tienden Ni van por calidad ni por herencia ,
'•la-esles impedido el allegarse : Ni por hacienda y ser mejor nacidos ;
Por esla parte al lin la tierra hienden, v Mas la_xirüi d del bra zo y la escelencia ,

V pueden por aqui comunicarse. 1 -la hace los hombres preferidos,

Ma gallanes , señor, fué el primer hombre Esta ilustra , habilita , perficiona ,


Qué ahí leudo este camino le dio nombre. Y quitata el valor de la persona.
, ,
. . , ; ; , . ,

LA ARA1 i
INA CANTO I.

Los que eslió guerra dedil i


.< le Hacen i fuertes ( uando Niüendi u
lucí /a
No bnii i ouo servicio onslreñidos i , Sel el lugai en -n proveí bo, v sitio
Del trabajo j labranza r rvados, opai un Ierro pretendí n ,

v de la gente baja mantenidos ; poi algún apriete j grande estri


Pero son las leyes obligados i
•• -i- De do mas a so salvo se defienden ,

De estar a punto de arm u proteidos , de ebalo a caso hei


tli ii i

v,
i --.ii>'T diestra nte gobernalles Reí ogiéndose i tiempo al sitio le i < i * -

En las licitas guei ras ¡ batallas. luna \ hechura es desla suei


i i>

I i H ni. iv del los mas < -


j
«
- « « ¡I dado el lugar, be b la inu
Seii i i

Sun (mas , alábanlas v lanzones, De pode b bi boles labrados

("un otras puntas largas enasl Cercan una cuadrada y ancha plaza
De la j forma de puntom1 1< Kn valientes estacas afirmados,
Hachas, martillos mazas barreadas . . Que a los de fuera impide embaraza \

irjentas . Dei ii is ¡ bastones . l. a entrada j combalii porque guard . i

Lazos de Inertes mimbres y bejucos, Del muro los de dentro, fácilmente


i
y arrojadizos ¡ trabu De mucha se defiende poca gente
Algunas destas armas bao tomado Soli ni anligoi 'nte de tablones
De los cristianos nuevi nte agora Hacei dentro del fuerte olro apartado .

Que el continuo ejercicio * el cuidado Puestos de trecho en Irecbo unos ti :oi

Buseñ v aproi ecb cada hora i i ;


i ai ios cuales el muro Iba Ajado,

\ oirás según los tiempos inventado, Con cuatro levantados torn


Que es la necesidad grande inventora .
,\ aballero del prim rcei cado,
i

Y '-I trabajo solicito en las cosas De pequeñas in ras lleno el muro


Maestro de Invenciones ingeniosas Para jugar sin miedo y mas seguro.
leñen fuertes | dobles coseletes
i Kn lomo desla pla/.a pino hecho
Ann común 1 lodos los soldados
i Cercan de espesos hoyos poi defuera ,

Y niiii» .1 la manen de Bayeles , (nal es largo cual ancho cual estrecho . .

Que son aunque modernos mas usado Y a-i van sil, manera
tallar desla ;

brevas brazales golas capacetes . . . Para el incauto mu/u que de hecho


De diversas hechuras encajados . Apresura el c iballo en la caí rera
Hechos de piel curtida > duro cuero , 1 ras el áslnto bárbaro engañoso ,

Que do basta i ofenderle el Dno acero. Que le mete en el cerco pellglo-o.


Cada soldado una anua solamente También Mielen hacer hoyos mayores
3c aprender v r ,¡ Ha ejercitarse
ll.i ¡
,
. Caín estacas agudas en el suelo,
Y él aqueHa á que mas naturalmente C.uliiei tos de carrizo, yerba y limes.
En la f / mostrare aficionarse
i j i i
<
Porque puedan picar mas >»i recelo ;

Desla snia procura diestramente Alh les indiscretos corredores,


Saberse aprovechar, v no empacharse Teniendo solo por remedio el cielo,
En jugar de la pica el que es Dechero ,
Se sumen dentro v quedan enterrados
Ni de la masa j Decbas el piquero. Kn las. agudas puntas estacados.
Hacen su campo j muéstrense en rumiados . De consejo y acuerdo una manera
Escuadrones distintos muj enteros ,
Tienen de tiempo antiguo acostumbrada .

i . ida lula de mas de eien soldados . Que es hacer un convite y borrachera


Entre una pica j otra los flecheros , Cuando sucede cosa señalada
Que de lejos ofenden desmandados > a-i a cual.prier señor i|i|e la prunela
Bajo la protección de los piqueros , Nueva de tal suceso le es Medula
Que van hombro con hombro cono digo Despacha con presteza euibaj adores
Hasta medir a pica al enemigo. A IoiIhs lns caciques y señores ,
Si .-i escuadrón primero que acomete Haciéndoles saber cómo se ofrece
Por fuerza viene 1 ser desbaratado Nei esidad j tiempo de juntarse
Tan presto a soeorrerle olro se meto, l'ue-.i iiiiiu- les toca y pertenece,
Que casi no da tiempo i ser notado ;
Que es bien con brevedad comunicarse .

Si aquel se desbarata otro arremete , . MI el CISO a-l se lo enralece , .

y estando va el primero reta mado, Y el daño que se sigue ililalai -e ;

lloverse de su termino no puede Lo cual vi-lo que i todos les conviene,


Hasta ver lo que al otro le sucede. Ninguno venir puede que no viene.
De pantanos procuran guarnecerse Juntos pues los caciques del senado,
Por el daño y temor de los caballos . I'iopiineles el cas., nuevamente,
ii mde suelen a veces acogerse , II cual por ello- visto y ponderado
s¡ viene á suceder desbarátanos : Se trata del remedio conveniente ;

Allí pueden seguros n hacerse , resuellos en uno y decretado ,


i

Ofenden sin que puedan enojallos, si alguno de opinión es diferente,


Que el falso sitio y gran inconveniente Ño puede en cnanto al débito eximirse
Impide la llegada a nuestra gente. Que allí huuai or voz ha de seguirse.
Del escuadrón se van adelantando Después que cosa en contra no se halla,
Los bárbaros que son sobresalientes, Se va el nuevo decreto declarando
Soberbios cielo j urna despreí i . i
, < <• • Por la ¡¡ente eoinun v de canalla ,

Ganosos de estrenarse por valientes : une alguna novedad está aguardando:


Las picas por los cuentos arrastrando, si viene i aves igoarse pi i Salarla ,

Poniéndose en posturas diferentes Con gran rumor lo van manifestando


Diciendo si hay valiente algún cristiano :
, De trompas y alambores altamente,
Salga luego adelante mano a mano. Porque a noticia venga de la gente.
Hasta treinta 6 cuarenta en compañía ienen un plazo puesto y señalado
1

Ambiciosos de crédito y loores Para se ver sobre ello y remirarse :

Vienen con grande orgullo y bizarría Tres dias se han de haber ratificado
Al son de presurosos alambores; En la ibiiuii ion sin retratarse ;

Las armas matizadas á porfía Y el franco y libre término pasado


Con vanas y Gnisimas colores. Es de lev imposible revocarse,
De poblados penai nos adornados, Y a-i como a forzoso acaecimiento
Saltando acá y allá por todos lados. Se disponen al nuevo movimiento.
; , ,, , ; ; ,, ; ,, ,, ;

DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZTJS'IGA.

Hacese este concilio en un gracioso El potente rey Inga, aventajado


Asiento en mil florestas escogido, En tollas las antarticas regiones ,
hunde se muestra el campo mus hermoso Fué un señor en eslremo aficionado
De iulinidad de llores guarnecido: A ver y conquistar nuevas naciones,
Allí ¡leun viento fresco J amoroso Y por la gran noticia del estado
Los arboles se mueven con ruido , A Chile despachó sus orejones
Cruzando muchas veces por el prado Mas la parlera fama desta gente
l'n claro arroyo limpio y sosegado. La sangre les templó y animo ardiente.
Do una fresca y altísima alameda Pero los nobles Ingas valerosos
Por orden j artificio tienen puesta Los despoblados ásperos rompieron ,

Ku torno de la plaza y ancha rueda , Y en Chile algunos pueblos belicosos


Capaz de cualquier junta y grande Gesta, Por fuerza á servidumbre los trujeron ,

Que onw.la a descanso y al sol veda


I , A do leyes y edictos trabajosos
La entrada y paso en la enojosa siesta, Con dura mano armada introdujeron.
Allí se oye la dulce melodía Haciéndoles con fueros disolutos
Del canlo de las aves y armonía. Pagar grandes subsidios y tributos.
(lente es sin Dios, ni ley, aunque respeta Dado asiento en la tierra y reformado ,

A aquel que fué del cielo derribado El campo con ejército pujante,
Que como i poderoso y gran profeta En demanda del reino deseado
Es siempre en sus cantares celebrado : Movieron sus escuadras adelante :

Invocan su furor con falsa seta , No hubieron muchas millas caminado ,

Y a lodos sus negocios es llamado, Cuando entendieron que era semejante


Teniendo cuanto dice por seguro El valor á la fama que alcanzada
Del prospero sucoso o mal futuro. Tenia el pueblo araucano por la espada.
Y cuando quieren dar una batalla Los promaucaes de Maule que supieron
Con él lo comunican en su rito El vano intento de los Ingas vanos
Si no responde bien dejan de dalla , , Al paso y duro encuentro les salieron ,
Aunque mas les insista el apetito : No menos en buen orden tpie lozanos ;
Caso grave y negocio no se halla Y las cosas de suerte sucedieron ,
Do no so.i convocado este maldito; Que llegando estas gentes á las manos
Llamanle Eptmamon, y comunmente Murieron infinitos orejones ,
Dan este nombre a alguno si es valiente. Perdiendo el campo y todos los pendones.
Usan el falso oficio de hechiceros Los indios promaucaes es una gente
Ciencia á qué naturalmente se inclinan , Que esta cien millas antes del estado
En señales mirando y en agüeros , soberbia , próspera y valiente
lira va
Por las cuales sus cosas determinan : Que bien los españoles la han probado ;

Veneran á los necios agoreros Pero con cuanto digo , es diferente


Que los casos futuros adivinan ; De la fiera nación que cotejado
,

El agüero acrecienta su osadía, El valor de las armas y escelencia


Y les infunde miedo y cobardía. Es grande la ventaja y diferencia.
Algunos destosson predicadores Los Ingas que la fuerza conocían
Tenidos en sagrada reverencia, Que en la provincia indómita se encierra ,

Que solo se mantienen de loores, Y cuan poco 4 los brazos ganarían


Y guardan vida estrecha y abstinencia : Llevada al cabo la empezada guerra
Éstos son los que ponen en errores Visto el errado intento que traian
Al liviano común con su elocuencia , Desamparando ganada tierra
la ,

Teniendo por tan cierta su locura Volvieron á los pueblos que dejaron
Como nos la evangélica Escritura. Donde por algún tiempo reposaron.
\' estos que guardan orden algo estrecha j/Pues don Diego de Almagro, adelantado
No tienen ley, ni Dios, ni que hay pecados Que en oirás mil conquistas se habia visto,
Mas solo aquel vivir les aprovecha Por sabio en lodas ellas reputado.
De ser por sabios hombres reputados ; Animoso , valiente, franco y quisto,
Pero la espada lanza el arco y Hecha
, , , A Chile caminó determinado
Tienen por mejor ciencia otros soldados , De estender y ensanchar la fe de Cristo ;

Diciendo que el agüero alegre ó triste Pero en llegando al fin deste camiuo
En la fuerza y el animo consiste. Dar en breve la vuelta le convino.
En fin, el hado y clima desta tierra A solo el de yaldiyíaesla vitoria
Si su estrella y pronostico se miran , Con justa y gran ráTtíñie fué otorgada
Es contienda discordia , guerra
, furor ,
, Y es bien que se celebre su memoria
Y á solo esto los ánimos aspiran : / Pues pudo adelantar (auto su espada :

Todo su bien y mal aquí se encierra I Esle alcanzó en Arauco aquella gloría
Son hombres que de súbito se airan , Que de nadie hasta allí fuera alcanzada ;

De condición feroces, impacientes, La gente al grave yugo trujo


altiva
Amigos de domar estrañas gentes. Y' en opresión la libertad redujo.
Son de gestos robustos desbarbados, , Con una espada y capa solamente
Bien formados los cuerpos y crecidos, Ayudado de industria que tenia.
Espaldas grandes, pechos levantados. Hizo con brevedad de buena gente
Recios miembros, de niervos bien fornidos: Una lucida y gruesa compañía :
Ágiles, desenvueltos, alentados, Y con designio y ánimo valiente
Animosos , valientes , atrevidos Toma de Chile la derecha vía ,
Duros en el traliajo , y sufridores Resuelto en acabar desla salida
De fríos mortales hambres y calores.
, La demanda difícil ó la vida.

No ha habidorey jamás que sujetase \ ¡ose en el largo y áspero camino


Esta soberbia gente libertada, Por la hambre, sed y frió en gran estrecho
Ni estranjera nación que se jactase Pero con la constancia que convino
De haber dado en sus términos pisada, Puso al trabajo el animoso pecho;
Ni comarcana tierra que se osase Y el diestro hado y próspero destino
Mover en contra y levantarespada, En Chile le metieron, á despecho
Siempre fué exenta indómita temida , , , De cuantos estorbarlo procuraron ,

De leyes libre, de cerviz erguida. Que en su daño las armas levantaron.


. ; ; ,: :., , ,: .

LA AH\I i V\ V ,
i Wiu II.

Tuvo entrada cor aquellas gei


.1 la Crecían !•- Intereses > malii I
<

Batalla- ] reneaenlroa peligroso* A COSU del Sudor ] daño ajeno.


v la li. iiniii
in tiempos j lagares diferente) . lenta y misera codicia
Que estuvieron loa Unes muj dud i Con libertad paciendo Iba sin treno
Pero al cabo pin tuerza 1"- \ alientes l.a li \ derecho, el fuero \ la ¡nsticia
,

Españoles con braios valerosos i i., lo que \ aldivia había poi bueno
Siguiendo <•! ti:i<t< y con rigor la guerra,
• Remiso en graves culp ts j piadoso ,

Ocuparon gran parle de la Üei ra. v,


rn los casos livianos Iguroso. i

No sin gran riesgo y pérdidaí de ridia a-i el Ingrato pueblo castellana


ni. il \ estimad ba creciendo
Asediados seis ano-, sostuvieron, I ii .

\ de Incultas raicea desabí idas \ siguiendo el soberi lento vano


Los trabajados cuerpos mantuvieron i na -n fortuna próspera corriendo;
Un a la- barbaras anuí- oprimidas Pero el Padre del cielo soberano
a la española dev< trajeron Atajo e-te camino permitiendo .

Por animo enlistante ] rara- pruebas, Que aquel i quien él mismo puso el vugo,
Criando en los trabajos fuerzas nuevas Fue-e el cuchillo y áspero verdugo
Después entro Valdivia c mistando estado araucano acostumbrado
1 1

Con esfuerzo y espada rigurosa, A dar leves mandar y ser temido , ,

Los promancaes por fuerza rajeümdo Viéndose iie -u trono derribado


Curios, cauquenes, gente belicosa ;
Y de III niales holidil o- npllllliilo ¡

Y el Maule \ rail o ll da al r a e- indo


I V
lio adquirir libertad determinado
UegO al Amlalien do la I: sa ,
Reprobando el subsidia padecido ,

Ciudad r lo de muros levantada .


Ai ule al ejercicio de la espada
ielice en poco tiempo; desdichada. Ya por la paz ociosa desusada.
Dieron señal pri ro v nuevo tiento
Ona batalla tuvo aquí Bangrienta ,

Donde i punto llego de ser perdido


por ver con ipie rigor se tomaría
Pero Dio* le acorrió en aquella afrenta ,
En dos soldado- nuestros, que a tormento
Que tollas las acorrido:
ilemas le lialiia Halaron m» razón v causa un día
otros di-lío liaran mas larga cuenta , Disimulóse aquel atrevimiento,
une les e-i a e-ie cargo cometido / :
Y con esto crecióles la oaadia ;

Allí fue preso el bárbaro Ainavillo, "iV No aguardando a mas tiempo, abiertamente
Honoi de los pencones j cauuiuo. Comienzan á llamar y juntar gente.
De allí llegó al famoso Biobio Principio fue del daño no pensado
Kl CUSÍ divide a Penco del estallo. El un lomar Valdivia presta enmienda
Que del Nibequetén copioso rio C jemplar astigo del estado i ¡

Y di' otros viene al mar acompañado Pero nadie castiga en su hacienda


De donde eon presteza ; nuevo brio .
El pueblo -in temor, desvergonzado,
Ku orden buen» j escuadrón rormado, Con nueva libertad rompe la rienda
Paso de Aodalicán la áspera sierra, Del homenaje hecho j la promesa,
Pisando la araucana y fértil tierra. Como el segundo canto aquí lo espresa.
No quiero detenerme mas en esto.
Pues que no es mi intención dar pesadumbre
Y pienso pasar por lodo presto
asi
,

CANTO II.

Huyendo de Importunos la costumbre '.ne«p la dfcordll que ente* caciques de Arauco bubo sobre Ib elec-
los
Digo con tal intento y presupuesto. cinn de capllan general v el irnili no .. i. ,,»<. porel eonssjo del
. >
,-
.

Que antes que lo- de trauco á servidumbre aocoU¿., con Ib entrada que pur engaño le» barbaros bicie-
i

Viniesen , fueron tantas las batallas roa en la casa linid' deTocapeJ, > !a bululla que con lo, españoles
,
tuvieron.
Que dejo de prolijas de contadas.
Ayudó muclio el ignorante engaño lia» en el mando que han llegado
Hachos
De vet en animales corregidos A engañosa alteza desta vida,
la
Hombres que por milagro y caso estraño Que fortuna los ha siempre ayudado,
lie la región celeste eran venidos Y dadoles la mano á ¡a subida ;

> del súbito estruendo y grave daño Para después de haberlos levantado
De Ins tiro- de pólvora sentidos. Derribarlos con misera caida,
Como a inmortales dioses los temian, Cuando es mayor el golpe y sentimiento,
Hue con ardientes rayos combatían. Y menos el pensar que hay mudamiento.
Los españole- hechos hazañosos No entienden con la próspera bonanza
El error confirmaban de inmortales, Que el contento es principio de tristeza,
Afirmando los mas supersticiosos No miran en la súbita mudanza
Por los presentes los futuros niales : Del consumidor tiempo y su presteza ;
Y suspensos J dudosos.
asi tiluos, Mas con altiva y vana confianza
Viendo de su opresión ri.ua- señales, Quieren que en su fortuna haya firmeza ,

Debajo de hermandad y fe jurada La cual de su aspereza no olvidada


Dio Arauco la obediencia jamas dada. Revuelve con la vuelta acostumbrada.
Dejando allí el seguro suficiente , Con un revés de lodo se desquita ,

Adelante los nuestros caminaron; Que no quiere que nadie se le atreva ;

Pero todas las tierras llanamente , Y mucho mas que da siempre les quila ,
Viendo á Arauco sujeta se entregaron , ; No perdonando cosa vieja y nueva ¡

Y reduciendo a su opinión gran gente , De crédito de honor los necesita y ;

'Siete ciudades prósperos fundaron . Que en el lin de la vida esta la prueba ,


Coquimbo Penco Angol y Santiago,
, , Por el cual han de ser lodos juzgados,
La imperial , Villariea y la del I. i
-
Aunque lleven principios acertados.
El felice suceso, la Vitoria . Del bien perdido al cabo ¿qué nos queda,
La faina y posesiones que adquirían Sun. pena dolor j pesadumbre ' ,

Los trujn a tal soberbia y vanagloria , Pensar que en él fortuna ha de estar queda
Que en mil leguas diez, hombres no cabian ; Antes dejara el sol de darnos lumbre:
Sin pasarles jamas por la memoria . Que no es su condición fijar la rueda ,
Que en siete pies de tierra al liu habiau Y es malo de mudar vieja costurnbi e,
De venir a caber sus hinchazones. II mas seguro bien de la fortuna
Su gloria vana y vanas pretensiones. Es no haberla tenido vez alguna.
,, , ,:, : ,

PON ALONSO DE ERCILLA Y ZUNIGA.


Esto verse podrí por esi:i historia Tras este á la consulta Ongolmo viene,
Ejemplo dello aqni puede sacarse Quecuatro mil guerreros gobernaba.
Que no bastó riqueza, bonor y ^lor¡;i Purén en arribar no se detiene,
Con todo el bien qué puede desearse, Sois mil subditos este administraba :

A llevar adelante la Vitoria : Pasados de seis mil Lincoya tiene ,


(.inc el claro ciclo al fin vino a turbarse ,
Quo bravo y orgulloso ya llegaba ,
Mudando la [brtuiuyen triste estado Diestro ,
gallardo, fiero en el semblante ,

El curso y orden próspera del hado. De proporción y altura de gigante.


La gente nuestra ingrata so bailaba Peteguelén , cacique señalado,
En la prosperidad que arriba cuento, Que el gran valle de Arañen le obedece
Y en otro mayor bien que me olvidaba , Por natural señor y asi el estado
,

Hallad., en pocas casas que es contento


. Este nombre tomó según parece
De manera en id se descuidaba,
tal Como Venecia pueblo libertado
('.¡tata señal de triste acaecimiento, Que en todo aquel gobierno mas florece
One en una hora perdió el honor y oslado. Tomando el nombre del la señoría ,
Que en mil años do alan halda panado. Asi guarda el estado el nombre hoy dia.
Por dioses, como dije, oran tenidos Este no se halló personalmente
De los indios los nneslros; pero olieron Por estar impodido de cristianos ;

One do mujer y hombre oran nacidos ,


Pero de seis mil hombres que él valiente
v indas sus Daquezas entendieron :
Gobierna, naturales araucanos,
Viéndolos a miserias sometidos Acudió desmandada alguna gente
El error ignorante conocieron , A ver si es menester mandar las manos.
Ardiendo en viva rabia avergonzados Caupolicán el fuerte no venia ,

Por víase de mortales conquistados. Que toda Pilmaiquén le obedecía.


No queriendo á mas plazo diferirlo , Temé y Andalican también vinieron,
Futre ellos comen/ó luego á tratarse, Que eran del araucano regimiento ,

Que pira en breve tiempo concluirlo, Y otros muchos caciques acudieron ,


Y dar el modo y orden do vengarse, Que por no ser prolijo no los cuento.
So junten á consulla á dilinirlo ; Todos con leda faz. se recibieron
Do venga la sentencia á pronunciarse Mostrando en verse juntos gran contento :

Dura, ejemplar, cruel, irrevocable. Después de razonar en su venida


Horrenda a todo id mundo y espantable. Se comenzó la espléndida comida.
Iban ya los caciques ocupando Al tiempo que el beber furioso andaba,
Los campos con la gente que marchaba ;
Y nial de las tinajas el partido.
Y no fin'' menester genera] bando ,
De palabra en palabra se llegaba
Que el deseo de la guerra los llamaba A encenderse entre todos gran ruido :

Sin promesas ni pagas deseando


, , La razón uno de otro no escuchaba;
El esperado tiempo que tardaba Sabida la ocasión do bahía nacido,
Para el decreto y áspero castigo Vino sobre cuál era el mas valiente
Con muerte y destruicion del enemigo. Y digno del gobierno de la gente.
De algunos que en la ¡unta so hallaron Así creció el furor que derribando
,

Es bien que haya memoria de sus nombres, Las mesas de manjares ocupadas,
Que siendo incultos bárbaros ganaron Aguijan á las armas, desgajando
Con no poca razón claros renombres: Las ramas al depósito obligadas ;
Pues en lan breve término alcanzaron Y' dellas se aperciben , no cesando

Grandes Vitorias ilo notables hombres, Palabras peligrosas y pesadas,


Que dellas darán fe los que vivieren, Que atizaban la cólera encendida
Y' los muertos allá donde estuvieren. Con el calor del vino y la comida.
J^ycjyiel se llamaba aquel primero El audaz Tucapel claro decía
(Jilo:il plazo señalado había venido: Que cargo del mandar le pertenece ,
el
Este fué de cristianos carnicero. Pues todo el universo conocía
Siempre en su enemistad endurecido; Que si va por valor , que lo merece :
Tiene tres mil vasallos el guerrero « Ninguno se me iguala on valentía ,

,De todos como rey obedecido. De mostrarlo estoy presto si se ofrece ,


/ Ongol luego llegó mozo valiente
, Añade el jactancioso , á quien quisiere ;
Gobierna cuatro mil, lucida gente. Y á aquel que esta razón contradijere... »

'
Ca^ocjimX, cacique bullicioso , Sin dejarle acabar, dijo Elícura :
No fué el postrero que dejó su tierra «A mi es dado el gobierno desta danza ,

Que allí llegó el tercero, deseoso Y' el simple que intentare otra locura

De hacer a todo el mundo él solo guerra : Ha de probar el hierro de mí lanza, »


Tres mil vasallos tiene este famoso Ongolmo, que el primero ser procura,
Usados tras las lleras en la sierra. Dice :«Yo no he perdido la esperanza
MÜJarapjié , aunque viejo , el cuarto vino ,
En tanto que este brazo sustentare,
Que cinco mil gobierna de contino. Y con él la ferrada gobernare. i>

Paicabi se juntó aquel mismo dia ,


De cólera Lincoya y rabia insano
Tres mil diestros soldados señorea; Iiesponde «Tratar deso es devaneo.
:

No lejos Lemolemo del venia, Que ser señor del mundo os on mí mano
Que tiene seis mil hombres de pelea. Sí en ella libre este bastón poseo. » —
Hareguano Gualemo y Lebopia
, « Ninguno , dice Angol, será lan vano,

Se dan priesaa llegar , porque se vea Que ponga en igualárseme el deseo ;

Que quieren ser en todo los primeros Pues es mas el temor que pasaría ,

Gobiernan estos tres tres mil guerretos. Que la gloría que el hecho lo daría. »

No
se tardó en venir pues Elicúra, Cayocupi furioso y arrogante
Que tiempo y plazo puesto había llegado,
'I
La maza esgrime haciéndose á lo largo ,
liogran cuerpo, robusto en la hechura, Diciendo « Yo veré quien es bastante
:

por uno do los fuertes reputado: A dar do lo que ha dicho mas descargo ;

Dice que sor sujeto es gran locura


, Haceos los pretensores adelante ,

Quien seis mil hombres tiene á su mandado. Veremos de cual dedos es el cargo ;
Luego llegó el anciano C&kicalo-í Que de probar aquí luego me ofrezco ,

Otro- tantos ¡ mas rige este solo. Que mas que todos juntos le merezco. » —
., , ,. ; , , , , ,
; , :,,

LA A l i. V I i \N\. ('.AMO II

• Alio , sus , que yo acepto el desafio En la virtud de vuestro brazo espero


Responde Lemolemo, v lengo en nad i


Que puede en breve tiempo remediarse .

Poner i nueva pruebe lo que et mío, M.i> de haber un capitán primero ,


h.i

Que nai quiera iiin :>rl> por la espida > ¡ Que todos poi el quiei tn gobernarle :

Mostraré ser verdad lo que porfío Bate ser quien mai nn gran madero
i

a dos ú cuatro a seis en la estacada


. , ;
Su lulo - n ei hombro sin pararse
. ;

V si todos cuestl raeréis conmigo, Y pues que sois Iguales en la suerte


Os haré manifiesto lo que digo.» Procure a li en il ser el
i tus te.i mu
Pillen i|lli' eslaha aparte, habiendo oído Ningún homl leda de eil ir atento
l,-iplática enconosa j ru r grande Oyendo del u o las razones ,

Diciendo en lio dedos te na metido, , i


y puesto va silencio al parlamento
Qae nadie en so presencia se desmande :
Huí ntre ellos diversas opiniones
: Quién ¡magín es atrevido, i
11
Al liu de general consentimiento
.

Que donde esta Puroii im* otro mande ! Siguiendo las mejores intenc es,
La grita y el furor se multiplica, Por lodos los caciques acordado
Quien esgrime la maza, y quién la Lo propuesto del viejo fue aceptado.
p
otrosi trique se metieron
orné |
i Podría de alguna ser aquí una cosa
En medio destos bárbaros de presto Que parece sin término notada
y n (i Ocultad loe departieron ,
.
N es, que en una provincia poderosa .

Que o" hicieran >n hacer esto i


: En la milicia tanto ejercitada
De herirse lugar aun no tuvieron De leves v ordenanzas abundosa.
y .-o roí airan, ya el temor pospuesto. No hubiese una cabeza señalada
Colocólo, iUj;ainij uo mas anciano^ A quien locase el maieio y regimiento .

A razonar asi loiii'VTTTTTTrmr: Sin lüegari tanto rompimiento.


"
« Caciques , del estado defensores, Respondoa esto, que nunca sin Caudillo
i
del mandar no me convida l.a Ierra estuvo, eleclo del senado,
\ peí irme de veros pretensoreí Que, cuino dije, en Penco el Ainavillo
De eos que a mi mu en debida i i : Kué por nuestra Dación desbaratado ;
Porque según mi edad yi veis seüores . .
Y viniendo de paz en un castillo
Que estoy al otro mundo de panilla ;
Se iln e, aunque no es cierto, que un bocado
Has el amor que siempre os he mostrado Le dieran de veneno en la comida.
a bien te insejiroa me ha incitado. Donde acabó su cargocon la vida.
>, Porqué cargos honrosos pretendemos Pues el madero súbito traído,
y grande tenidos.
ser en opinión No me atrevo a decir lo que pesaba ,

Pues que negar al mundo no podemos Kr.i un macizo libano fornido


lialiei sido sujetos V Vencidos '. K\w con dilieullad se rodeaba :

v en esio averiguarnos no queremos Paicabl le iferró menos sufrido,


Estando aun de españoles oprimidos : Y en los valientes hombros le afirmaba ,
Mejor fuera esta furia ejecillalla Seis horas lo sostuvo aquel membrudo ,
Contra el Bero enemigo en la batalla. Pero llegar á siete jamas pudo.
• ¿Qué furores el vuestro, ó araucanos, Cayocupil al tronco aguija presto,
Que a perdición os lleva sin sentillo? De ser el mas valiente confiado,
¿ Contra nuestras entrañas tenéis manos ,
Y encima de los altos hombros puesto
V 00 cuntía el Urano en resistido t Lo deja a cinco horas de cansado.
las
Teniendo tan i gplpe a los cristianos, Gualemo probo, joven dispuesto.
lo

,Volvéis contra vosotros el cuchillo? Mas no p iso de allí y esto acabado ; ,

sigana de morir <>s ha movido ,


Angol el grueso leño tomó luego ,

No sea en tan bajo estado j abatido. Duro seis horas largas en el juego.
• Volved las armas y animo furioso Paren tras él lo trujo medio dia ,

A los pecbos de aquellos que os han puesto Y esforzado Ongolmo mas de medio,
el
En dura sujeción con afrentoso Y cualro horas y media l.ehopia,
Partido, i todo el mundo manifiesto ;
Que de sufrirle mas 00 bullo remedio :

Lanzad de vos el yugo vergonzoso ;


Lemoleuio siete horas le traia ,

M id vuestro valor y fuerza en esto


'
i : El cual jamas en lodo este comedio
No derraméis la sangre del estado, Dejo de andar acá y alia salíanlo
nue para redimir nos ha quedado. Hasla que ya el vigor le fué fallando.
•No me pesa de ver la lozanía Elicura a la prueba se previene ,

De vuestro corazón antes me est'ueza , Y en sustentar el libano trabaja ,


Mas temo que esta VUeStl valentía A nueve limas dejarle le conviene.
Por mal gobierno el buen camino tuerza : Que no pudiera mas si lucra paja , ;

Qbe vuelta entre nosotros la porfía Tucapelo catorce lo sostiene.


Degolléis vuestra patria su tuerza , en Encareciendo todos la ventaja;
Corlad pues, si ha de ser desa manera , Pero en esto Lincoya apercibido
Esta vieja garganta la primera. .Mulo en un gran silencio aquel ruido :

•Que esta
persona atormentada flaca De los hombros el manto derribando
De golpes de fortuna no procura , Las terribles espaldas descubría,
Sino el agudo filo de una espada , \ el duro y grave leño levantando
I'ues no la acalla lanía desventura : Sobre el fornido asiento le ponía :

Aquella vida es bien afortunada , Corre lijero aquí y allí mostrando


Que la temprana muerte la asegura ; Que poco aquella carga le impedía;
Pero a nuestro bien publico atendiendo, Era de sol a sol el dia pasado,
QnJero decir en esto lo que entiendo. Y el peso sustentaba aun no cansado.
•Pifes sois en valor y fortaleza Venia aprisa la noche aborrecida
El ciclóos igualó en el nacimiento, Por la ausencia del sol; pero Diana
De linaje de estado y de riqueza , Les daba claridad con su salida
Hizo á luí is ijinal repartimiento ; Mostrándose á tal tiempo mas lozana;
V en singular por ánimo y gra ndeza Lincoya con la carga no convida
Podéis tener del mundo el regimiento , Aunque ya despuntaba la mañana ,

Que este gracioso don no agradecido Hasta que llegó el sol al medio cielo
Nos ha al presente término Iraido. une dio con ella entonces en el suelo.
, , ; , ,,
;; , , , : ,:, ,

11) DON ALONSO DE ERCILLA Y ZL'NICA.


No se viA allí persona en lanU senté El carro de Faetón sale corriendo
Que no quedase atónita de espanto Del mar por el camino acostumbrado;
Creyendo no haber hombre tan potente Sus sombras van los montes recogiendo
Que pesada farsa safra tanto
la : De la vista del sol
, y el esforzado

La ventaja le daban juntamente Varón erase peso sosteniendo


el
Con el gobierno mando j lodo cuanto . Acá y alia se mueve no cansado
A digno general era debido, Aunque otra vez la negra sombra espesa
Hasta allí justamente merecido. Tornaba á parecer corriendo apriesa.
Ufano andaba el bárbaro contento La luna su salida provechosa
De haberse mas que todos señalado; Por un espacio largo dilataba :

Cuando Caupolican á aquel asiento, Al liu turbia, encendida y perezosa.


Sin gente, i la Hiera había llegado : De rostro y luz escasa se mostraba ;

Tenia un ojo sin luz de nacimiento Paróse al medio curso mas hermosa
Como un lino granate colorado ; A ver la estaña prueba en qué paraba ;

Pero lo que en la vista le faltaba , Y viéndola en el punto y ser primero.


En la fuerza y esfuerzo le sobraba. Se derribó en el ártico heinisfero ;

Era este noble moxo de alto hecho Y bárbaro en el hombro la gran viga
el
Varón de autoridad, grave y severo. Sin muestra de mudanza y pesadumbre
Amigo de guardar lodo derecho. Venciendo con esfuerzo la fatiga ,
Asnero riguroso y justiciero,
. Y creciendo la fuerza por costumbre.
De cuerpo grande y relevado pecho, Apolo en seguimiento de su amiga
Hábil , diestro tortísimo y lijero.
, Tendido habia los rayos de su lumbre
Sabio , astuto sagaz determinado
, , , Y el hijo de Leocan en el semblante
Y en cosas de repente reportado. Mas firme que al principio y mas constante.
Fué con alegre muestra recibido, Era salido el sol cuando el enorme
Aunque no sé si todos se alegraron Peso de las espaldas despedía,
El caso en esta suma referido Y un salto díó en lanzándole disforme
Por su término y punios le contaron. Mostrando que aun mas animo tenia.
Viendo que Apolo ya se habia escondido El circunstante pueblo en voz conforme
En el profondo mar determinaron , Pronunció la sentencia y le decia
Que la prueba de aquel se dilatase «Sobre tan firmes hombros descargamos
Hasta que la esperada luz. llegase. El peso y grande carga que lomamos. »

Pasábase la noche en gran porfía , El nuevo juego y pleito diunido


Que causó esta venida entre la gente Con las mas ceremonias que supieron.
Cuál se aliene á Lincoya y cuál decia , Por sumo capitán fué recibido,
Que es el Caupolieano mas valiente : Y á su gobernación se sometieron :
Apuestas en favor y contra habia. Creció en reputación fué tan temido
;

Otros sin apostar dudosamente Y en opinión tan grande le tuvieron .


Acia el oriente vueltos, aguardaban Que ausentes muchas leguas del temblaban
Si los febeos caballos asomaban. Y casi como á rey le respetaban.
Ya la rosada Aurora comenzaba Es cosa en que mil gentes han parado,
Las nubes á bordar de mil labores Y están en duda muchos hoy en dia ,
Y á la usada labranza despertaba Pareriéndoles que esto que he contado
La miserable gente y labradores, Es alguna ficción ó fantasía ,

Ya á los marchitos campos restauraba Pues en razón no cabe que un senado ,

La frescura perdida y sus colores De tan gran disciplina y policía


Aclarando aquel valle la luz nueva ,
Pusiese una elección de tanto peso
Cuando Caupolican viene a la prueba. En la robusta fuerza y no en el seso.
Con un desdén y muestra confiada Sabed que fué artificio fué prudencia ,

Asiendo del troncón duro y nudoso , Del sabio Colocólo , que miraba
Como si fuera vara delicada La dañosa discordia y diferencia,
Se le pone en el hombro poderoso : Y el gran peligro en que su patria andaba:
La genle enmudeció maravillada Conociendo el valor y suficiencia
De ver el fuerte cuerpo tan nervoso Deste Caupolican que ausente estaba ,
La color a Lincoya se le muda Varón en cuerpo y fuerzas eslremado,
Poniendo en su vitoria mucha duda. De rara industria y ánimo dolado;
El bárbaro sagaz despacio andaba , Asi propuso astuta y sabiamente
Y á toda prisa entraba el claro dia ; Para que la elección se dilatase ,
El sol las largas sombras acortaba. La prueba al parecer impertinente
Mas él nunca descrece en su porfía ; En que Caupolieano se estreñíase;
Al ocaso la luz se retiraba Y en esta dilación , secretamente
Ni por eso flaqueza en él habia Dándole aviso a la elección llegase
,

Las estrellas se muestran claramente, Trayendo así el negocio por rodeo


Y no muestra cansancio aquel valiente. A conseguir su fin y buen deseo.
Salió la clara luna á ver la fiesta ,
Celebraba con pompa allí el senado
Del tenebroso albergue húmedo y trio, De la justa elección la fiesta honrosa ;

Desocupando el campo y la floresta Y el nuevo capitán ya con cuidado


,

De un negro lóbrego y sombrío:


velo , De dar principio a alguna grande cosa ,

Caupolican no afloja de su apuesta ; Manda á Palla, sárjenlo, que callado


Antes con nueva fuerza y mayor brio De la genle mas presta y animosa
Se mueve y representa de manera , Óchenla diestros hombres aperciba,
Como si peso alguno no trujera. Y á su cargo apartado los reciba.
Por enlre dos altísimo? egídos Fueron pues escogidos los ochenta
La esposa de Titon ya parecía De mas esfuerzo y menos conocidos ;

Los dorados cabellos esparcidos Entre dos soldados de gran cuenta,


ellos
Que de la fresca helada sacudía , Por quien fuesen mandados y regidos
Con que á los mustios prados florecidos Hombres diestros, usados en afrenta,
Con el húmedo humor reverdecía , A cualquiera peligro apercibidos;
Y quedaba engastado asi en las flores El uno se llamaba Cayeguano '

Cual perlas enlre piedras de colores. El otro Alcatipay de talcaguano.


. , , , , ,

LA AI1AI CANA, CANTO II. II

Tres castillos los nuestros ocupados Viéndose en tanto estrecho los cristianos,
Tenían pin el segara de la liem , De temor y verguean constreñidos ,

De fuertes j anchoe marón fabricados ,


i espadas aprietan loi las manos,
i

Con foso que loa dBe en torno y cierra , En envueltos


ira en furor nielólos :
v

Guarnecidos de plalicos soldados C irgan sobre los Seros araucanos


Usados al trabajo de la guerra : Por el ímpetu nuevo enflaquecidos ;

Caballos, bastimento artillería , , Entran en ellos hieren ¡ derriban,


,

Que en espesas troneras asistía. Y a muchos de cuidado v vida privan.


Estaba el ano cerca del asiento glempt 6 los espaholes mejoi aban
Adonde era la Resta celebrada Haciendo Boro estrago y tan sangriento
Y el sraut ejército contenta En los os:m1ms indios .pie pagaban ,

Mostrando no tener si mundo en nada El poco seso j mucho atrevimiento :

Que con discurso vano \ movimiento Casi defensa cu ellos no hallaban .

Quería llevarlo lodo t para espada ; Pierden la plaza j cobran escarmiento,


Pero Caupolleái i cuerdamente Al lio de tal ñera los halaron
Trataba del remedia coutc nte. yue fuera de los muros los lanzaron.
Habla entre ellos algunas opiniones Apenas Cayeguan v Tali iguana
De cercar el castillo mas vecino; Sanan cuando con paso apresurado
.

(Unís que con formados escuadrones


,
Asomo el escuadrón Caupolicane .

A Penco enderezasen el camino: Teniendo el hecho ya por acalcólo ;

Dsdss de cads paite sus razones, Mas viendo el esperado efecto vano
Canpoliean en nada desto vino; Y el puente del C8i tillo levantado ,

Antes al pabellón se retiraba Pi ireo sobre el con juramento


Y a los ochenta barbaros llamaba. De no dejarle piedra en el cimiento.
Para entrar el castillo Fácilmente Sintiendo un español mozo que había
Les da industria y manera disfrazada Demasiado temor en nuestra gente,
Con espresa instrucción, que plaza y gente Mas de temeridad q le osadía

MelSB a hiegO > i rigOI de espada; Cala sin miedo y sin ayuda el puente;
Porque él luego iras ellos diligente Y puesto en medio del, alto decía i

Ocupara los pasos y la entrada: « Salga adelante salga el mas valiente


. ;

Después de haberlos bien amonestado Uno por uno a treinta desafio ,

Pusieron en efecto lo tratado. Y' á mil no negare este cuerpo mío. »

Era en aquella plaza y edilicio tan preslo las fieras acudieron


No
La entrada a los de Arauco defendida , Al bramar de la res desamparada ,
Salvo los necesarios al servicio yue de lejos sin orden conocieron
De la gente española estatuida , Bel pueblo y moradores apartada,
A la defensa dolía y ejercicio Como los araucanos cuando oyeron
De la liera lielona embravecida; Del valierte español la voz osada ,
Y cautos barbaros soldados
ssl los Partiendo mas de ciento presurosos
De feno , yerba y leüa iban cargados. Del lance y cierta presa codiciosos.
Sordos a las demandas y preguntas No porque tantos vengan temor tiene
Siguen su intento y el camino usado , El gallardo español, ni esto le espanta ;
l.as carcas en hilera y orden juntas. Antes al escuadrón que espeso viene
Habiendo entre los haces sepultado Por mejor recibirle se adelanta :

Astas tonudas de ferradas puntas ; El curso enfrena* el ímpetu detiene


Y' asi contra el castillo descuidado De los lieros contrarios que con tanta ,

Del encubierto engaño caminaban , Furia se arroja entre ellos sin recelo ,
Y en los vedados limites entraban. Une rodaron algunos por el suelo.
El puente mino y puerta atravesando
, De dos golpes a dos tendió por tierra
Miserables, los gestos afligidos, La espada revolviendo a todos lados ;

Algunos de cansados cojeando. Aquí esparce una junta, y allí cierra


Mostrándose marchitos y encogidos; Adonde ve los mas amontonados :

Pero dentro las cargas desatando Igual andaba la desigual guerra ,

Arrebatan las armas atrevidos Cuando españoles bien armados


los
Con amenaza, orgullo y confianza Abriendo con presteza un gran postigo
De la esperada y sulola venganza. Salen a la defensa del amigo.
Los fuciles españoles salteados, Acuden los contrarios de otra parte,
Viendo la airada muerte tan vecina, Y en medio de aquel campo y ancho llano
Corren presto a las armas alterados Al ejercicio del sangriento Marte
De la estraña cautela repentina : Viene el bando español y el araucano :
'

Y a vencer ó morir determinados, La primera batalla se desparte,


Cuál con ccl.ola cual con coracina,
.
Que era de ciento á un solo castellano ;
Salen a resistir la furia insana Vuelven el crudo hierro no teñido
De la brava y audaz gente araucana. Contra los que del fuerte habian salido.
Asábanse con ímpetu furioso , Arrójanse con furia no dudando , ,

Suenan los hierros de una y otra parte ; En las águilas armas por juntarse;
Allí muestra su fuerza el sanguinoso Y con las duras puntas van tentando
Y mas que nunca embravecido Marte : .
Las parles por do mas pueden dañarse :

He vencer cada uno deseoso Cual Ciclopes suelen martillando


los
buscaba nuevo modo, industria y arle En las vuleanas yunques fatigarse,
De encaminar el golpe de la espada Asi martillan , balen y cercenan ,
Por do diese a la muerte franca entrada. Y las cavernas cóncavas atruenan.
La saña y el coraje se renueva Andaba la victoria asi igualmente;
Con la sangre que saca el hierro duro: Mas gran ventaja y diferencia hahia
Ya española «ente a la india lleva
la
En el número y copia de la gente
A dar de las espaldas en el muro; Aunque el valor de España lo suplia ;
Ya el infiel escuadrón con fuerza nueva Pero el soberbio bárbaro impaciente ,
Colira el perdido campo mal seguro, Viendo que un nuestro a ciento resistía,
t)ue estaba de los golpes esforzados Con diabólica furia y uio.vimie.ulo
Cubierto de armas , y ellos desarmados. Arranca á los cristianos del asiento.
,, , , , , , ,

R DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUSlGA.


Los españoles sin poder su Trillo
Dejan el campo y de tropel corriendo
Se lanzan por
,

puertas del castillo


las ,
CANTO III.
Al bárbaro entrada resistiendo
la :
Valdivia con pocos españoles y algunos indios amigos camina 4 la casa
Levan el puente , calan el rastrillo , de Tucapel pora hacer el castigo. Málanle los araucanos los corredoies
Reparos y defensas previniendo ; en el camino en un paso estrecho , y d30le después la batalla, en la
Suben tiros y fuegos a lo alto. cual fue muirlo el y toda su gente por el gran csiuerio y valentía de
enemigo Lautaro.
Temiendo el y liero asalto.
Pero viendo ser todo perdimiento , ¡Oh incurable mal! ¡oh gran fatiga
Y aprovecharles poco, o casi nada , Con tanta diligencia alimentada !

De rolo v de común consentimiento ¡Vicio común y pegajosa liga ,

Su clara destruicion considerada, voluntad sin razón desenfrenada ,


Acuerdan de dejar el fuerte asiento; Del provecho y bien público enemiga.
^ asi en la escura noche deseada Sedienta bestia , hidrópica hinchada , ,

Cuando se muestra el mundo mas quieto Principio y fin de lodos nuestros males ,

La partida pusieron en efeto. Oh insaciable codicia de mortales !

A pimío estaban y á caballo, cuando No en el pomposo estado á los señores


Abren las puertas derribando el pueule , Contentos en el alio asiento vemos,
Y a los prestos caballos aguijando Ni a pobrecillos bajos labradores
El escuadrón embisten de la frente : Libres desta dolencia conocemos ;

Rompen por él , hiriendo y tropellando, Ni id deseo y ambición de ser mayores


Y sin hombre perder dichosamente Que tenga fin y limite sabemos :

Arriban a l'uren , plaza segura El fausto riqueza y el estado


, la
Cubiertos de la noche y sombra escura. Hincha, pero no harta al mas templado.
Mientras esto en Arauco sucedía , A
Valdivia mirad, de pobre infante,
En el pueblo de Penco mas vecino poco el estado que tenia,
Si era
Que a la sazón en Chile lloreoia , Cincuenta mil vasallos que delante
Fértil de ricas minas de oro fino, Le ofrecen doce marcos de oro al día :
El capitán Valdivia residía ,
Esto y aun mucho mas no era bástanle
Donde la nueva por el aire vino Y asi la hambre allí lo detenía :

Que afirmaba con término asignado Codicia fué ocasión de tanta guerra ,
La alteración y junta del estado. Y perdición total de aquesta tierra.
El común siempre amigo de ruido, Esta fué quien halló los apartados
La libertad y guerra deseando Indios de las antarticas regiones ;

Por su parle alterado y removido Por esta eran sin orden trabajados
Se va con este son desentonando ; Con dura imposición y vejaciones ;
Al servicio no acude prometido, Pero rotas las cinchas de apretados
Sacudiendo la carga, y levantando Buscaron modo y nuevas invenciones
La soberbia cerviz desvergonzada De libertad con áspera venganza
Negando la obediencia á Carlos dada. Levantando el trabajo la esperanza.
Valdivia perezoso y negligente, Cuan cierto es, como claro conocemos,
Incrédulo, remiso y descuidado, Que al doliente en salud consejos damos
Hizo en la Concepción copia de gente, Y aprovecharnos dellos no sabemos,
Mas que en ella en su dicha confiado : Pero de predicarlos nos preciamos.
El cual si fuera un poco Diligente, Cuando en la sosegada paz nos "vemos,
Hallara en pie el castillo arruinado, ¡
Qué bien la dura guerra platicamos!
Con soldados, con armas, municiones, ¡
Qué bien damos consejos y razones
Seis piezas de campaña y dos cañones. Lejos de los peligros y ocasiones !

Tenia con la Imperial concierto hecho ¡Cómo de los que yerran abominan
Que alguna gente armada le enviase, Los que están libres en seguro puerlo!
La cual a Tucapel fuese derecho, ¡
Que bien de alli las cosas encaminan
Donde con él a tiempo se juntase : Y dan en todo un medio y buen concierto!
Resoluto de hacer allí de hecho ;Con qué facilidad se determinan ,

Un. ejemplar castigo que sonase Visto el suceso y daño descubierto!


En lodos los confines de la tierra. Dios sabe aquel que a la derecha vis
Porque jamás moviesen otra guerra. Metido en la ocasión acertaría.
Pero dejó el camino provechoso ;
Valdivia iba siguiendo su jornada
\ descuidado del torció la vía Y el duro disponer del hado duro
Metiéndose por otro codicioso No con la furia y priesa acostumbrada,
Que era donde una mina de oro había ; Présago y con temor del mal futuro :

Y de ver el tríbulo y don hermoso Sospechoso de barbara emboscada


Que de sus ricas venas ofrecía, Por hacer el camino roas seguro ,

Paró de la codicia embarazado, Echó algunos delante para prueba;


Corlando el hilo próspero del hado. Pero jamas volvieron con la nueva.
A partir, como dije antes, {legaba Viendo los nuestros ya que al plazo puesto,
Al concierto en el tiempo prometido; Los tardos corredores no volvían,
Mas el metal goloso que sacaba Unos juzgan el daño manifiesto ,
Le tuvo á tai sazón embebecido : Otros impedimentos les ponían :

Después de alli, y se apresuraba


salió Hubo consejo parecer sobre esto,
y
Cuando fuera mejor no haber salido. Al cabo en caminar se resolvían
Quiero dar lin al canto, porque pueda Ofreciéndose todos á una suerte ,
Decir de la codicia lo que queda. A un mismo caso, y á una misma muerte.
Aunque el temor alli tras esto vino,
En sus valientes brazos se atrevieron,
Y á su próspera suerte y buen destino
El dudoso suceso cometieron :

No dos leguas andadas del camino


Las amigas cabezas conocieron,
De los sangrientos cuerpos apartadas,
Y en empinados palos levantadas.
,,
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1.A ARAUCANA, CANTO III. 15

No horrendo espectáculo présenle


el Valdivia equiparó, y dijo «¡Oh constante :

Cansó en los tirint-s ánimos mudanza, Española nación de confianza


Antes con ira y fulera impaciente Por tierra osla el castillo ni pujante I .

Se enciendan roas tedíenlo* de venganza Que en él solo estribaba un esperanza ;

v de rabil Incitado! nueva ule El pérfido enemigo veta 'leíame ,

Maldicen i murmuran la Lardanaa ¡


Ya os amenace la contraria lenta ;

Solo Valdivia calla y lema el ponto; En esto mas no tengo que avisaros ,

Pero rompió el aileni lo y pina junio. pues tolo el pelear puede salvaros, t

Diciendo : « i Oh compañeros, «lo eni Ierra u Estaba no digo aal hablando .

Todo eatuerzo valor y entendimiento . acababa bien eaiat razones ,

Vi vela la desvergüenza de la tierra, Cuando por to.ias p uies rodeando


Qne en nuestro ñafio da bandera al viento; Los iban con espesos eacuadr ¡a,
Veis quebrada la fe, km la guerra >
I as astas de ancho! lóenos lilainle ando ,

Los pactoe van del iodo rn rompimiento; Grll rodo engañadores y ladrones,
i

si-uto la áspera trompa en al oído, La tirria dejareis BOJ la vela, I

Y veo un Diego diabólico encendido. Pag rodonoa la deuda tan debida. •


» la ruaría del estado
Bien conócela Viendo Valdivia serle va 1'oiv.oso

Con lantO leslro auloii.


d.ií Que la fuer/.a y fortuna se probBBe,
Mirad lo tare fortuna os hi ajad ido Mando qne al escuadra nos copioso
l'.ui indo ion su ¡o uto \uesira espada ; Y mas vecino, a lio que no cenase,
El irabajo laogre que ba coatado la
Salirse llohadilla , el cual furioso
j

Q lelfa esU la tierra alimentada; Sin que Valdivia mas le amonestase.


\ pues lenemoi Llampo j aparejo, Con poca gente, y con esfuerzo grande
Soi luí. no toin.u nuevo consejo.
i
Asalta el escuadrón di; Mareando.
Quien eatoa ion tendréis en la memoria
• La piquería del liarharo calada
Puei haj tanta raxon de conoceilos A ios pocos toldado! etendia;
Oiio si dellos no liuliieseinos viloria, Pero al tiempo del golpe levantada
Y en eaiiipn no pudiésemos vencellos, Abriendo un gran portillo se desvia :

Sei i i ii u arrog mi la v vanagloria Dales sin resistir franca la entrada ,


Que el mundo no podra después con ellos Y en medio el escuadrón los recogía
Dudoso eslov, no té, no sé que haga Las hileras abiertas se cerraron
Que a nuestro honor y causa satisfaga. • Y dentro a los cristianos sepultaron.
La poca edad V nonos esperiencia Como el caimán hambriento cuando siente
De loa uio/os livianos (pie allí había El escuadrón de peces , que cortando
lies ulnio fon la lívida inadveí lene ¡a Viene con gran hullicio la corriente ,
a tal tiempo su neo ¡a valentía .
El agua clara en torno alborotando ;

Diciendo: «¡nli capitán! danos licencia, Que abriendo gran boca cautamente la
Que solos diez sin otra compañía Itecoge pescado , y apretando
alli el

Kl liando asolaremos araucano ,


Las cóncavas quijadas lo deshace,
^ liaremos el camino y paso llano. Y al insaciable vientre satisface;
» Lo qne jamas loo irnos en estrecho l'ues de aquella manera recogido
No es linii por nuestro honor que lo hagamos Fué el pequeño escuadrón del homicida,
Pues es cierto que cuanto hemos hecho Y en un espacio breve consumido
Volviendo airas un paso lo manchamos :
Sin escapar cristiano con la vida.
Mostremos al peligro usado pecho , Ya araucano ejército movido
el

Que en él esta la gloria que ñuscamos, a Por la ronca trómpela obedecida ,


Valdivia de la réplica sentido Con gran estruendo y pasos ordenados
Enmudeció de rabia y de corrido. Cerraba sin temor por todos lados.
¡Oh Valdivia, varón acreditado ! La escuadra de Mareande encarnizada
¡ Cuanto verde platica sentiste!
la Tendía el paso con mas atrevimiento :

No solias tú temer como soldado , Viéndola asi Valdivia adelantada,


M is de bu. 11 capitán ahora temiste No escarmentado manda á su sárjenlo
Vas a precisa muerte condenado, Que escogiendo la gente mas granada
Que como diestro y sabio la entendiste ;
Dé sobre ella con recio movimiento ;

Pero quieres perder ames la vida . Pero diez españoles solamente


Que sea en II una flaqueza conocida. Pusieron a la muerte osada fíenle.
En esto acaso llega un Indio amigo Contra el escuadrón bárbaro importuno
Y á sus pies . m voi alta, arrodillado Ir se dejan sin miedo a rienda floja ,

Le dice « ¡Oh capitán mira que digo


: ! Y n i el encuentro de los diez ninguno
Que no pases el termino vedado: Dejo allí de sacar la lanza roja :

Veinte mil conjurados , yo testigo ,


Desocupo la silla solo uno,
En Tucapel le esperan, protestado Que con la basca y última congoja
De pasar sin temor la muerte honrosa li la rabiosa muerte, el pecho abierto,
Antes que vivir vida vergonzosa.! Sobre la llaga en tierra cayó muerto.
Alguna turbación dio de repente Y los nueve después también cayeron ,

Lo que el amigo bárbaro propuso, Haciendo tales hechos señalados.


Discurre un miedo helado por la gente. Que digna y justamente merecieron
La triste muerte en medio se les puso ;
Ser de la eterna faina levantados.
Pero el gobernador osadamente, Hechos pedazos lodos diez murieron
Que también hasta alli estuvo confuso. Quedando de su muerte antes vengados .

Les dice «caballeros, ¿qué dudamos?


: En esto la española trompa oída
,

Sin ver los enemigos nos turbamos? >


;. Dio la postrer señal de arremetida.
Al caballo con ánimo hiriendo. Salen los españoles de lal suerte,
Sin mas les persuadir rompe la vía Los dientes y las lanzas apretando ,

De miembros el miedo sacudiendo


los , Que de cuatro escuadrones al mas fuerte
Le signe la esforzada compañía ; Le van un largo trecho retirando :

Y en breve espacio el valle descubriendo Hieren dañan , Impelían dan la muerte,


, ,

De Tncapel bien lejos parecía , Piernas brazos, cabezas cercenando


, :

El muro, antes vistoso levantado, Los bárbaros por esto no se admiran


Por los anchos cimientos asolado. Anles cobran el campo y los retiran.
,, ,, ,, » ; ;,
;, ,,;, ,,

u DON ALONSO DE EK01LLA Y ZU.SlGA.


Sobre la vida y muerte se contiende, solo el primer bote uno atraviesa ,
De
Perdone Oíos a aquel que allí cayere; Olio apunta por medio del costado,
Del un bando y del otro asi se olende \ aunque la dura lanza era muy gruesa ,
Que de ambas parles mucha gente mucre : Salió el hierro sangriento al otro lado :

Bien se eslima la plata y se detiende, Salta vuelve , revuelve con gran priesa
,

Volver un paso atrás ninguno quiere. Y barrenando el muslo a otro soldado,


Cubre la roja sangre lodo el prado. En él la fuerte pica fué rompida
Tornándole de verde colorado. Quedando un grueso trozo en la herida.
Del rigor de las armas homicidas Rota la fiera asta , luego afierra
Los templados arneses reteñían , Del suelo una pesada y dura maza
Y las vivas entrañas escondidas Mala hiere , destronca y echa a tierra
,

Con carniceros golpes descubrían : Haciendo en breve espacio larga plaza :

Cabezas de los cuerpos divididas En él se resumió toda la guerra,


Que aun el vital espíritu tenían , Cesa el alcance y dan en él la caza ;
Por el sangriento campo iban rodando Mas él aquí y all-í va tan liviano
Vueltos los ojos ya paladeando. Que hieren por herirle el aire vano.
El enemigo hierro riguroso ¿ De quién prueba se oyó tan espantosa ,

Todo en color de sangre lo convierte Ni en antigua escritura se ha leido


Siempre el acometer es mas furioso Que estando de la parte viloriosa
Pero ya el combatir es menos Tuerte : Se pase á la contraria del vencido?
Ninguno pretende otro reposo
allí ¿ Y que solo valor y no otra cosa
Que el ultimo reposo de la muerte , De un bárbaro muchacho haya podido
El mas medroso atiende con cuidado Arrebatar por fuerza á los cristianos
A solo procurar morir vengado. Una tan gran vitoria de las manos?
La rabia de la muerte y fin presente No los dos Publios Decios, que las vidas
Crió en los nuestros fuerza tan eslraña , Sacrificaron por la patria amada.
Que con deshonra y daño de la gente Ni Curcio , Horacio , Scevola y Leónidas
Pierden los araucanos la campaña ;
Dieron muestra de sí tan señalada
Al lín dan las espaldas claramente , Ni aquellos que en las guerras tan reñidas
Suenan voces : «Vitoria, España , España, Alcanzaron gran fama por la espada :

Mas incontrastable y duro hado


el Furio Marcelo Fulvio , Cincinalo ,
, ,

Dio un estraño principio á lo ordenado. Marco Sergio, Filón , Sceva y Dentato.


Un de un cacique conocido,
hijo Decidme estos famosos ¿ qué hicieron
:

Que de paje le servia ,


á Valdivia Que al hecho desle bárbaro igual fuese?
Acariciado del y favorido ¿Qué empresa ó qué batalla acometieron
En su servicio a la sazón venia : Que á lo menos en duda no estuviese?
Del amor de su patria conmovido , i. A qué riesgo y peligro se pusieron
Viendo que á mas andar se retraía Que la sed del reinar no los moviese
Comienza á grandes voces á animarla Y de intereses grandes insistidos
Y con tales razones á incitarla : Que á lo"s tímidos hacen atrevidos?
« ;0h ciega gente del temor guiada! Muchos emprenden hechos hazañosos ,

AA dó volvéis los temerosos pechos? Y' se ofrecen con ánimo á la muerte


,

Que la fama en mil años alcanzada De fama y vanagloria codiciosos


Aquí perece y todos vuestros hechos. Que no saben sufrir un golpe fuerte,
La fuerza pierden hoy jamás violada Mostrándose constantes y animosos
Vuestras leyes los fueros y derechos
, : Hasta que ven ya declinar su suerte ,

De señores de libres , de temidos ,


, Fallándoles valor y esfuerzo á una,
Quedáis siervos , sujetos y abatidos. Roto el crédito frágil de fortuna.
«Mancháis la clara eslirpe y descendencia Este , el decreto y la fatal sentencia
Y enjeris en el tronco generoso En contra de su patria declarada ,
Una incurable plaga una dolencia , Turbó y redujo á nueva diferencia ,

Un deshonor perpetuo, ignominioso : Y al fin bastó á que fuese revocada :

Mirad de los contrarios la impotencia ,


Hizo á fortuna y hados resistencia
La falta del aliento , y el fogoso Forzó su voluntad determinada ,
Latir de los caballos , las ijadas Y contrastó el furor del vitorioso
Llenas de sangre y de sudor bañadas. Sacando vencedor al temeroso.
»No os desnudéis del hábito y costumbre Estaba el suelo de armas ocupado
Que de nuestros abuelos mantenemos , Y el desigual combate mas revuelto
Ni el araucano nombre de la cumbre Cuando Caupolicauo reportado
A estado tan infame derribemos : A las amigas voces había vuelto :

Huid el grave yugo y servidumbre, También habían sus gentes reparado


Al duro hierro osado pecho demos ; Con vergonzoso ardor en ira envuelto ,

¿ Por qué mostráis espaldas esforzadas De ver que un solo mozo resistía
Que son de los peligros reservadas ? A lo que tanta gente no podia.
» que digo en la memoria,
Fijad esto Cual suele acontecer á los de honrosos
Que ciego y torpe miedo os va turbando
el Ánimos, de repente inadvertidos,
Dejad de vos al mundo eterna historia O cuando en los lugares sospechosos
Vuestra sujeta patria libertando ; Piensan otros que van desconocidos ,
Volved , no rehuséis tan gran vitoria Que en pendencias y encuentros peligrosos
Que os está el hado próspero llamando ; Huyen pero si ven que conocidos
;

A lo menos fijad el pié lijero, Fueron de quien los sigue, avergonzados


Veréis cómo en defensa vuestra muero. Vuelven furiosos del honor forzados
En esto una nervosa y gruesa lanza Asi los araucanos revolviendo
Contra Valdivia su señor blandía , Contra los vencedores arremeten ,
Dando de si gran muestra y esperanza , Y las rendidas armas esgrimiendo,
Por mas los persuadir arremetía ; A voces de morir todos prometen :

\ entre el hierro español así se lanza Treme y gime la tierra del horrendo
Como con gran calor en agua fria Furor con que ambas parles se acometen,
Se arroja el ciervo en el caliente eslío ,
Derramando con rabia y fuerza brava
1' ira templar el sol con
algún frío. Aquella poca sangre que quedaba.
, , ; .. , , . , . ; , ,

LA AH.U CANA, I \M.I III. I..

Diego Oro allí derriba á Painaguala . De dos en dos, de tres en tres cayendo
Que da mu punU le atraviesa el pecho .
Iba la desangrada j poca gente,
Pero Canpollcano le niele Siempre el Impela barbara creciendo
Dejándole gozar poco del in'dio : Con él ya declarado Bn presente 1

Al Mtgo le feí rede niu cala . uése el número flaco resumiendo


1

Aunque el furioso golpe rué al derecho i En catorce soldados solamente


Pues quedó i>"r de dentro la celada Que cooslantes rendir na se quisieron
De loa bóllenles sesos rodada. 11.1-1 1 que al erado hierro se rindieron.
Tras este olro tendió desiigurado, Solo quedu Valdivia aconipafl ido
Tentó que nunca mas fué conocido De un clérigo que .naso allí venia
Que la arma le caben todo el lado j
\ vico. lo aM su campo destrozado,

Donde el golpe alcanzo q ló molido 1.1 mal remedio poca compañía


j

Valdivia con Ongol se ha topado Hijo Pues pelear es escasado


:

Y hanse el ano j el olro acometido Procuremos vivir por otra vía. •


Hiere Valditla i Oogolmo en una mana I'h 1
en esto al canalla i toda prisa
Hacienda el trauc ino el golpe en vano. Tras el corriendo el clérigo de misa.

Pasa recio Valdivia v v.i f m .


Cual suelen escapar de ios monteros
Que con Ongol mu no te detiene, Dos grandes jabalín , fieros , cerdosos
Y adonde Leucoton moxo ani 50 . Seguidos de solícitos rastreros
Estaba en una gran pendencia viene. De la campestre sangre codiciosos,
Que ri'nira Juan de Lamas y Reinoso Y salen en su aléame los lijerOS
Solo su parte > opinión mantiene, Lebreles irlandeses generosos;
Kl cual con su destreza y mucho seso Con im menor codicia j pies livianos
La guerra sustentaba en igual peso, Arrancan Iras los miseros cristianos.
Partióse esta batalla porque cuando . Tal tempestad de tiros, señor, lanzan
Valdivia llegó adonde combatía, Cual el turbión que granizando viene :

acudió del araucano bando


parí.- En poco trecho les alcanzan,
liu, a

Que en su ajada y defensa se metia 1 Que un paso cenagoso los detiene ;

Pnése el ñafio j destroto renovando, Los barbaros sobre ellos se abalanzan ,

De un cabo y «le otro gente concurría : Por valiente el postrero no se tiene


Sobe el alto rumor i bu estrellas Murió el clérigo luego, y maltratado
si ando de loa hierros mil centellas. Trajeron a Valdivia ame el senado.
Gran, ralo anduvo en término dudoso Caupolicán, gozoso en vei le vivo
La contusa ritoria desta guerra, Y en el estado y termino présenle ,

Lleno el aire ite estruendo sonoroso • Con voz de vencedor y gesto altivo
Unja ile SUgre J
humilla la tierra : Le amenaza y pregunta juntamente;
Quién busca v solo quiere un lili honroso. Valdivia como misero cultivo.
,

Quién á bis brazos Con el "tro cierra, Responde y pide humilde y obediente
Y por darse mas presto cruda muerte Que no le de la muerte, y «pie le jura
líenla con el puñal lo nieuos fuerte. Dejar libre la tierra en paz segara.
A Juan de
Gudiel no le fué sano Cuentan que estuvo de lomar movido
El tenerse en la lucha por maestro; Del cnlitillo Valdivia aquel consejo;
Porque sin tiempo y con esfuerzo vano Mas un pariente suvo empedernido,
Cerró con Gualicol no menos diestro , A quien él respetaba por ser viejo,
Y en aquella sazón Puréu su hermano . , Le dice : « Por dar crédito i un rendido
Que estaba cerca del, en el siniestro ¿ Quieres perder tal tiempo y aparejo • '!

Lado le abrió con daga una herida Y apuntando á Valdivia en el celebro


Por do la muerte entro y salió la vida. Descaiga un gran bastón de duro enebro.
Anilres de Villar iel. va enflaquecido Gomo el dañoso toro que apremiado
Por de sangre derramada
la falta Con al palo esta bramando
fuerte amarra ,
Andaba entre ins barbaros metido lie la lunilla gente rndeadn,
Procurando la muerte mas honrada; Que con admiración le esta mirando,
También Ju le las l'eii.is mal herido , Y el diestro carnicero ejercitado
Rompiendo por la espesa gente armada El grave y duro mazo levantado,
Se puso jinitii del v asi la suerte;
Recio al cogote cóncavo desciende
Los hizo a un tiempo iguales en la muerte. Y muerto estremeciéndose le tiende;

Eradiferencia incomparable
la Asideterminado viejo cano.
el
Del número infiel al bautizado, Que a Valdivia escuchaba con mal ceño
Es el un escuadrón ¡numerable , Ayudándose de una y otra mano
El otro basta sesenta numerado : En alto levantó el ferrado lefio :

Ya la incierta fortuna variable. No hizo el crudo viejo golpe en vano.


Que dudosa basta entonces habia estado, Que a Valdivia entrego al eterno sueño ,
Aprobó la maldad y dio por justa Y en el suelo con súbita caída
La causa y opinión hasta allí injusta. Estremeciendo el cuerpo dio la vida.
Dos mil amigos barbaros soldados Llamábase este bárbaro Leocato ,
Que el bando de Valdivia sustentaban, Y el gran Caupolicán dello enojado
En el flechar del arco ejercitad, is Quiso enmendar el libre desacato ;

El sangriento destrozo acrecentaban , Pero fué del ejército rogado :

Derramando mas sangre, y esforzados Salió el viejo de aquello al lio barato,


En la muerte también acompañaban Y el destrozo del todo fue acabado;
A la española gente no vencida Que no escapó cristiano desta prueba
En cuanto sustentar pudo la vida. Para poder llevar la trisle nueva.
Cuándo de aqueste y cuándo de aquel canto Iliis barbaros quedaron con la vida
Mostraba el buen Valdivia esfuerzo y arle, Solos de los tres mil, que como vieron
Haciendo por la espada todo cuanto La gente nuestra rola y de vencida,
Pudiera hacer el poderoso Marte : En un jaral espeso se escondieron:
No basta á reparar el solo tanto De alli vieron el lili de la reñida
Que falta de los suyos la mas parle ; Guerra , y puestos en salvo lo dijeron ;
Los otros aunque ven su lin tan cierto Que como las estrellas se mostraron ,
Ningún medio pretenden ni concierto. Sin ser de nadie vistos se escaparon.
, ; , , , ,, ,, , ,

DON ALONSO DE EHCILLA Y ZUÑIGA.


La escura noche en esto se subía »La vítoría tenemos en las manos,
A mas añilar á la mitad del cielo, Y pasos en la tierra mil seguros
Y con las alas lóbregas cubría De ciénagas lagunas y pantanos ,
,

El orbe y redunde? del ancho suelo , Espesos montes, ásperos y duros:


Cuando ia vencedora compañía , Mejor pelean aquí los araucanos,
Arrimadas las armas sin recelo , Españoles mejor dentro en sus muros:
Danzas en anchos cercos ordenaban Cualquier hombre en su casa acometido
Donde la gran Vitoria celebraban. Es nías sabio , mas fuerte y atrevido.
Fué nueva en un punte discurriendo
la iiEsto osvengo á decir , porque se entienda
Por ledo el araucano regimiento , Cuánto con mas seguro acertaremos ,
Y ames que el sol se fuese descubriendo Para poder tomar la justa enmienda ,
El campo se cubrió de bastimento : Que en sitios escogidos esperemos :

Gran multitud de gente concurriendo Dundo no habrá en el mundo quien defienda


Se forma un general ayuntamiento La razón y derecho que tenemos;
De mozos viejos, niños y mujeres
, Cuando temor tuviesen de buscarnos
Participes en todos los placeres. A sus casas iremos á alojarnos.»
Cuando la luz las aves anunciaban Con atención de todos escuchada
Y alegres sus cantares repetían , Fué la oración que el general hacia,
Un sitio de altos árboles cercaban Siendo de los mas dellos aprobada,
Que una espaciosa plaza contenían, Por ver que á su remedio convenia ;
Y en ellos las cabezas empalaban La gente ya del lodo sosegada
Que de españoles cuerpos dividían : Caupolicán al joven se volvía
Los troncos de su rama despojados Por quien fué la Vitoria ya perdida, ,

Eran de los despojos adornados. Con milagrosa prueba conseguida.


Y dentro de aquel circulo y asiento Por darle mas favor le tenia asido
Cercado de una amena j gran floresta , Con la siniestra de la diestra mano
En memoria y honor del vencimiento Diciéndole « Oh varón , que haseslendido
:

('elebran de beber la alegre fiesta : El claro nombre y limite araucano !


El vino así aumentó el atrevimiento , Por ti ha sido el estado redimido
Que España en gran peligro estaba puesta; Tú le sacaste del poder tirano,
Pues que promete el mínimo soldado A ti solo se debe esta Vitoria
De no dejar cimiento levantado. Digna de premio y de inmortal memoria.
Era allí la opinión generalmente uYa , señores ,
pues es tan manifiesto
Que sin tardar, doblando las jornadas, (Esto dijo volviéndose al senado)
Partiese un grueso número de gente El punto en que Lautaro nos lia puesto
A dar en las ciudades descuidadas, (Que asi el valiente mozo era llamado),
Que tomadas de salto y de repente Yo por remuneralle en algo desto
Serian con solo el miedo arruinadas . Con vuestra autoridad que me habéis dado
Y la patria en su honor restituida Por paga, aunque a tal deuda insuficiente,
No dejando cristiano con la vida. Le hago capitán y mi teniente.
Y' dando orden bastante y esto hecho . ¡>Con la gente de guerra que escogiere
Para acabar de ejecutar su saña Pues que ya de sus obras sois testigos
Con gran poder y ejercito de hecho En el sitio que mas le pareciere
Querían pasar la vuelta de la España : Se ponga á recibir los enemigos,
Pensándola poner en tanto estrecho Adonde hasta que vengan los espere ,

Por fuerza de armas , puestos en campaña, Porque yo con la resta y mis amigos
Que fuesen cultivadas las iberas Ocuparé la entrada de Elicura ,

Tierras de las naciones estranjeras. Aguardando la misma coyuntura.»


El hijo de Leocano bien entiende Del grato mozo el cargo fué acetado
El vano intento y quiere desviarlo , Con el favor que el general le daba;
Que como diestro y sabio otro pretende Aprobólo el común aficionado ,
Y por mejor camino enderezarlo : Si á alguno le pesó no lo mostraba ,
El tiempo espera y la sazón atiende Y por el orden y uso acostumbrado
Que estén mejor dispuestos a tratarlo; El gran Caupolicán le trasquilaba ,
La fiesta era acabada y borrachera , Dejándole el cópele en trenza largo ,
Cuando á todos les habla en tal manera : Insignia verdadera de aquel cargo.
« Menos que vos, señores, no pretendo Fué Lautaro industrioso , sabio ,
presto,
La dulce libertad tan estimada, De gran consejo , término y cordura ,

Ni que sea nuestra patria yo defiendo Manso de condición y hermoso gesto


En el sublime trono restaurada; Ni grande ni pequeño de estatura ;

Mas base de atender a que podiendo El animo en las cosas grandes puesto
Ganar no se aventure perder nada
, De fuerte trabazón y compostura,
Y' así con este celo y fin procuro
, Duros los miembros , recios v nerviosos,
No poner en peligro lo seguro. Anchas espaldas pechos espaciosos.
,

«Tomad con discreción los pareceres Por fueron alargadas ,


él las fiestas
Que van á la razón mas arrimados, Ejercitando siempre nuevos juegos
Pues cobrar vuestros hijos y mujeres De saltos , luchas pruebas nuncausadas,
,

Está en ir los principios acertados : Danzas de noche en torno de los fuegos :


Vuestra fama , el honor , tierra y haberes Había precios y joyas señaladas ,
A punto están de ser recuperados ; Que nunca los troyanos ni los griegos ,
Que el tiempo, que es el padre del consejo, Cuando los juegos mas continuaron
En las manos nos pone el aparejo. Tan ricas y estimadas las sacaron.
A Valdivia y los suyos habéis muerto
» Llegó á Caupolicán estando en esto
Y'una importante plaza destruido ,
Un bárbaro turbado sin aliento , ,

Venir á la venganza será cierto Perdida la color, mudado el gesto,


Luego que en las ciudades sea sabido; Cubierto de sudor y polvoriento,
Demos enemigo
el paso abierto:
al Diciéndole • Señor, socorre presto;
.

Esto asegura mas nuestro partido ; Tu campo es roto y cierto el perdimiento;


Vengan , vengan con furia a rienda suelta Que la gente que estaba en la emboscada
Que difícil será después la vuelta. Es muerta la mas della y destrozada.
,, ;:1 . : ; ,. , ., . ,

LA ARAUCANA, CANTO IV.

,por tierra de Elieura son bajados nuestro propósito tornando


l'er.i i

Catorce valentísimos guei rerot, Dejaré de tratai de iinrazones


De contal finísimas armados Que o
trabajar en rano derramando
Sobre c:ili;illi.- prestos v lijen* ¡
Al viento en el desierto las razones:
p.ir estos solos son desbaratados De loa nuestros diré que peleando
Dos escuadrones tuyos de piqueros, Estaban con los Seros escuadrones
Y visto i-l gran oír ago M improviso , Ganando lama honor y gloria,
j
preí ,

Paril corriendo a darle dello aviso. Haciendo cosa do memoria. di [ñas


I

Canpolican con muestra do alterada Puébecho tan notable que requiere


1i que del lenioi se asegurase
í 7. < > Mucha atención y autorizada pluma,
Diciendo que tan poca gente armada N.
digo que aquel que le leyere
i
i

Al cabo era imposible que esi apata. ;


Kn que fué de loa grandes se resuma:
Y con la diligencia acostumbra 1
hire cuanto en mi estilo yo pudiere,
Mando al nuevo teniente que guiase Aunque toda seré una breve Buroa
Con ñus presta gente por la \ íj
l.i ,
Y los nombres también de I"- soldados
Que luego con c¡ resto le «'nuia. Que en razón merecen ser loados.
Lautaro, en i" aceptar no perezoso, Almagro, Cortés, Córdoba, Nereda,
Escogiendo una escuadra sunclenle, Moran, Gonzalo, Hernández, Maldonado,
Marcha con tanta prisa, codicioso Peñalosa Vergara Castañeda ,
, ,

De ganar opinión entre la ^« « i • t Diego G ircla Herrero él arriscado


. .

Mis i!.' Harte el estruendo sonoroso Pero N Escalona j otro queda


Me llama que me tanln injustamente ,
Con el cual ec el número acabado

De los catorce es tiempo que se trate, iinn i nardo Manrique es el postrero,


Y' del sangriento j áspero combate. Igual en el valor siempre al primero.
Estiémlase su Cuna j sea notoria , Estos catorce son los que venían
Pues que bolo su espada resplandece , A verse con Valdivia en el Concierto .

Y dcllos se eternice la nii'iiuiria ,


Que del pueblo Imperial partido babian
si valor en las armas lo merece Sin saber que Valdivia fuese muerto ,

Testimonio dará dello la historia , Poi la alta cuesta de Purén subían,


Pero acabar el canto me parece ,
V en el m;is alto asicnln y ilesenliierlii
Que a decir tan gran co6a no me atrevo. Los caminos de rama ven sembrados ,

Si no es con nuevo aliento y canto nuevo. Señal de paga v pniia de soldados.


Conocen que la tierra esta alterada
V que de gentes hacen llamamiento;
CANTO IV. No Inrcieriiii por estn la jornada .

Ni les mudó el teñen el liinie hílenlo :

Vi.n.n catorce espnnotes por concierto A juneirso con Valdivia en la


La fresca j nueva aurora colorada
fu. na dt Tucapel hallan loa. indio, en uní emboscada con los cuales
¡

cutieron un porflado rencuentro; llena l.aularo con penle de refresco;


Daba con su venida Ulan Contento,
mueren siete españole, y todos los amigos que llevaban escúpanse
, ; Y las sombras del sol se retraían
los otros por uua |nn ventura. Cuando el ÜCÚreO valle descubrían.
¡Cuan buena es la justicia y qué importante! Aquí estaban los indios emboscados
Por ella son mil males atajados; Esperando á los nuestros, si viniesen ,

Que si el rebelde Arauco esta pujante Por cogerlos sin orden descuidados,
Con lodos sus vecinos alterados, Antes que del peligro se advirtiesen ;

Y pasa su furor tan adelante De un bosque ni; hecho rodeados


i

Fué por no ser á tiempo castigados Para que mas cubiertos estuviesen ,
La llaga que al principio no se cura Hasla que inadvertidos del engaño
Requiere al lin mas áspera la cura. Pudiesen á su salvo hacer el daño.
Que no es virtud mas vicio y negligencia. , Los catorce españoles abajaban
Cuando de un daño otro mayor se espera. Por un repecho al valle enderezando,
El no curar con hierro la dolencia , Donde ocultos los bárbaros estaban
Si del mal lo requiere la manera ; Cubiertos de los ramos aguardando :

Mas no con tal rigor que la clemencia Los nuestros con el bosque aun no igualaban
Pierda su fuerza y la virtud entera : Cuando los indios súbito sonando
Clemente es j piadoso el que sin miedo Bárbaras trompas, roncos tamborinos,
Por escapar el brazo corla el dedo. Los pasos ocuparon y caminos.
No quiero yo decir que á cada paso En cazador no entró tanta alegría
Traiga el hierro en la mano la justicia, Cuando mas sin pensar la liebre echada
Sino según la gravedad del caso De súbito por medio de la vía
Y la Importancia y lin de la malicia ; Salta de entre los pies alborotada
Pues vemos claro en el presente paso , Cuanto causó la muestra y vocería
Que al cabo corrompida de avaricia Del vecino escuadrón de la emboscada
Dio a la maldad lugar que se arraigase, A nuestros españoles, que al instante
Y en los ánimos mas se apoderase. Anejan los caballos adelante.
Mas no se ha de entender como el liviano En un punto los bárbaros formaron
Que se entrega al primero movimiento, De puntas de diamante una muralla ;

Que por ser justiciero es inhumano, Pero los españoles no pararon


Y por alcan/.ar crédito es sangriento; Hasta de parte á parte atravesalla :

Y como aquel que con injusta mano. Hombres, picas y mazas tropellaron,
Sin término, sin causa y fundamento, Revuelven por dar lin á la batalla
Por sola liviandad y vanagloria Con mas valor y esfuerzo que esperanza
Quiere dejar de sumaldad memoria Vista de los contrarios la pujanza.
No fallará materia y coyuntura De tres dos escuadrones desviados
Para mostrar la pluma aquí curiosa El paso les cercaron y huida ,

Mas no quiero meterme en tal hondura, Viéndose asi de hartaros cercados


Que es cosa no importante y peligrosa : Piensan abrir por ellos la salida :
El liempo lo dirá y no mi escritura, otra vez arremeten apiñados,
Que quizá la tendrán por sospechosa: Y' aunque una escuadra dellos fué rompida,
¡noIo ilire que es opinión de sabios. Volvieron á sus puestos recogidos.
Que adonde falla el rey sobran agravios. Quedando desta vuelta mal heridos.
T. XVII
, , ,, ;,
, , :,
; , ,, , ,; ,

iS DON ALONSO DE EUCILLA Y ZUSlGA


Dos veces embistieron desta suerte A un tiempo los caballos volteando,
Las cerradas escuadras Iropellainlo ;
Lejos las rolas lanzas arrojadas ,
Mas viéndose cercanos á la muerte, Vuelven al enemigo y liero bando
Prosiguen su derrota enderezando, En alto ya Üesnudas las espadas ;
Al desolado sitio y casa fuerte Otra vez arremeten , no bastando
A diestro y a siniestro derribando) Infinidad de puntas enastadas,
Que los indios entre ellos van mezclados Puestas en contra de la airada gente,
Hiriéndolos también por todos lados. A que no se mezclasen igualmente.
Estréchase el camino de Klicura Los unos que no saben ser vencidos,
Por la pequeña falda de una sierra ,
Los otros á vencer acostumbrados ,
La causa y la razón d.sla angostura Son causa que se aumenten los heridos
Es un lago que el valle abajo cierra : Y que bajen los brazos mas pesados;
Para los nuestros esto fué ventura , De llamas los arneses encendidos ,
Pites siguen su ¡ornada haciendo guerra. Con gran fuerza y presteza golpeados
Que solo un español que atrás venia Formaban un rumor que el alio cielo
La bárbara arrogancia resistía. Del todo parecía venir al suelo.

Ellos que iban asi por una espesa El buen Gonzalo Hernández, presumiendo
Mala al calar de un áspero collado
, Imitar al de Córdoba famoso
Ven un indio salir á toda priesa Iba por el ejército rompiendo
El vestido y el rostro demudado ; No menos diestro y fuerte que animoso ;
El cual en el camino se atraviesa Ivñalosa y Vergara, conociendo
Y del seno sacó un papel cecrado Que vencer ó morir era forzoso ,
Que Juan Gome/, de Almagro el propio (lia Hacen de sus personas arriscadas
Dando aviso á Valdivia escrito habia. De esfuerzo y fuerza pruebas señaladas.
El mismo mensajero ven lloroso El valiente soldado de Escalona
Que dellos adelante habia partido, La rigurosa espada ejercitando ,
De Valdivia el suceso lastimoso Aventura y señala su persona ,
Les dijo y lo demás acontecido , Mil barbaros valientes señalando:
Y que el castillo el bárbaro furioso Don Leonardo Manrique no perdona
Le habia por los cimientos destruido : Los golpes que recibe antes doblando ,

Viendo el remedio y presupuesto vano Los suyos con gran priesa y mayor ira
Tomaron á la diestra un sitio llano. Los castiga maltrata y los retira.
,

Era el sitio de lo mas rodeado. Olro pues que de Córdoba se llama.


Aunque por esta senda y paso abierto. Mozo de grande esfuerzo y valentía ,
Del este , norte , oeste está abrigado Tanta sangre araucana allí derrama ,
Y el sur le hiere casi en descubierto ; Que hizo cien viudas aquel dia :
Por do seguido va el camino usado Por una que venganza al cielo clama
De los lijeros bárbaros cubierto Saltan todas las otras de alegría
En espaciosa hila prolongada Que al lin son las mujeres variables
Sedientos de la sangre bautizada. Amigas de mudanzas y mudables.
Tras los nuestros bárbaros saliendo
los Cortés y Pero Niño por un lado
En el llano asimismo repararon , Hacen un fleto estrago y cruda guerra
Y la gente esparcida recogiendo Moran Gómez de Almagro y Maldonado
,

Dos gruesos escuadrones reformaron : Siembran de cuerpos bárbaros la tierra ;

Los catorce españoles conociendo El Herrero como hombre acostumbrado


Que era mejor romper, se aparejaron Y diestro en golpear mata y atierra, ;

Mueven los escuadrones concertados Pues Nereda también que era maestro
Por el fuerte Lhtcoya gobernados. Hiere , derriba á diestro y á siniestro.
Con flautas, cuernos, roncos instrumentos Como sí fueran á morir desnudos

Alto estruendo, alaridos desdeñosos, Las rabiosas espadas así cortan


Salen los lieros bárbaros sangrientos Con tanta fuerza bajan golpes crudos
Contra los españoles valerosos, Que poco fuertes armas les importan :

Que convertir esperan en lamentos Lo que sufrir no pueden los escudos


Los arrogantes gritos orgullosos : Los insensibles cuerpos lo comportan
Tanto el esfuerzo y animo les crece En furor encendidos de tal suerte
Que poca gente en contra les parece. Que no sienten los golpes, ni aun la muerte.
Aunque alli un español desügurado Antes de rabia y cólera abrasados
Que yo no digo aqui cuál dellos era , Con poderosos golpes los martillan ,

Dijo viendo tan poca gente lado al : Y de muchos con fuerza redoblados
n ¡Oh si nuestro escuadrón de ciento fuera! Los cargados caballos arrodillan;
Pero Gonzalo Hernández animado Abollan los arneses relevados ,

Vuelto al cielo responde ¡«A Dios pluguiera


: Abren desclavan rompen deshebilian.
, , ,

Fuéramos solos doce y dos fallaran , Ruedan las rolas picas y celadas,
Que doce de la fama nos llamaran u ! Y el aire atruena el son de las espadas.

Los caballos en esto apercibiendo Lincoya combatiendo y derribando


Firmes y recogidos en las sillas Anima con hervor los escuadrones .

Sueltan las riendas , y los pies batiendo Contra su fuerza y maza no bastando
Parten contra las bárbaras cuadrillas ; De crestas alias fuertes morriones :

Las poderosas lanzas requiriendo, Cortés un golpe suyo reparando


Afiladas en sangre las cuchillas La cabeza inclinó ende los arzones
Llamando en alta voz á Dios del cielo Llevándole el caballo medio muerto,
Hacen gemir y retemblar el suelo. Suelto el freno corriendo á campo abierto.
Calan de fuerte fresno como vigas Con el cuello inclinado, adormecido,
Los bárbaros las picas al momento, Acá y allá el caballo le traia ;
De la suerte que suelen las espigas Pero tornando luego en su sentido
Derribarse al furor dePrecio viento: Vergonzoso las riendas recogía
No bastaron las armas enemigas Vuelve á buscar á aquel que le ha herido,
Al ímpetu español y movimiento ; Y al punto que miró le conocía ,

Que los nuestros rompieron por un lado Que al mayor araucano que alli andaba
Dejando el escuadrón aportillado. De los hombros arriba le llevaba.
, , , ;; ,: ,; )

LA ARAUCANA, CANTO IV. 19

Conócelo también en la braveza Yo no sé de cuál brazo descansado


Que mostraba animando allí su Rente , Una flecha con Impela saliendo,
Y en la facilidad y lijere/a A manera de rayo arrebatado,
Con que esgrime la maza diestramente: Kl aire con rumor iba rompiendo :

Como el suelto lebrel por la maleza Toco en Boslayo i Córdoba en un lado,


Se arroja al jabalí fiero y «atiente , Y la furiosa punta no prendiendo,
Asi asalta Corles al araucano . Torció a Moran el CURO, y encarnada
La adarga al pecho, el duro hierro en mano. Por el ojo derecho abrió la entrada.
Al través le hirió por un costado El buen Mmi.iii con nenio erada y fuerte
No le valiendo el coselete duro ; Sacó la Hecha y ojo en ella asido ,
Mas de aquella manera leba mudado Gonzalo al duro paso de la muerte
Que mudara un peñasco ó fuerte muro: Le apercibe y esfuerza condolido
Pasa recio el caballo espoleado , Pero Moran grito « No estoy de suerte
:

Y Cortés de Liueoya ya seguro Que me sienta de esfuerzo enflaquecido,


Por medio de la espesa escuadra hiendo Que solo así herido soy bastante
Y al un lado y al otro muchos tiende. A vencer cuantos veis que están delante.»
Almagro cuerpo a cuerpo combatía Pica el caballo temerariamente,
Con el joven Guacon, soldado fuerte; Que galopear no puede de cansado,
Pero presto la lid Be decidía , Contra todo aquel nimi.ro do gente
Que poco se mostró neutral la suerte; Que en escuadrón estaba reformado;
De un golpe Almagro al bárbaro hería , Pero Gonzalo Hernández diligente
Por donde una ancha puerta abrió a la muerte; Se le puso delante acelerado ,

Sale ilella de sangre roja un rio, Que ya Lincoya al paso le salia


Y ocupa el desangrado cuerpo el frío. Y al puesto aunque por faena lo volvía.
Airado Castañeda en la batalla. Con grande alarde, estruendo y movimiento
Mala, tropelía, daña, hiere, ofende; Sobre la cumbre de una verde loma ,

Ai aso a N'arpo a la derecha halla, Tendidas las banderas por el viento ,


Y allí la rigurosa espada tiende : Lautaro con la presta gente asoma.
No le vallo el jul le lina malla, Como cuando de lejos el hambriento
Ni un peto iie dos cueros le defiende León viendo la presa placer loma,
Que la biliosa punta no calase , Y mira acá y alia feroz rugiendo
Y el cuerpo del espíritu privase. El vedijoso cuello sacudiendo :

La gente una con otra se embravece , Lautaro asi veloz por un repecho
Crece el hervor, coraje y la revuelta , Rajaba enderezando a los de España ,
Y el rio de la corriente sangre crece Pensando él solo dar lin a aquel hecho
Bárbara y española toda envuelta :
Sí no le desamparan la campaña :

Del grueso aliento el aire se escurece , Delante de su gente va gran trecho,


Alguna infernal furia andaba suelta , Digna es de celebrarse tal hazaña ,
Que por llevar á tantos en un dia Solos catorce esperan hechos piezas, ,

Diabólico furor les infundía. Rotos los brazos, piernas y cabezas.


Tanto el tesón entre ellos ha durado. Cuatro mil sobrevienen viloriosos ;
Que espanta cómo alzar pueden los brazos; Apiñados los nuestros los esperan
uno y otro lado
listaban por el No de ver tanta gente temerosos,
De amontonados cuerpos los ribazos :
Porque aun morir con mas honor quisieran.
El sol había en su curso declinado Los fieros enemigos orgullosos
Cuando ya sin vigor hechos pedazos En alta voz gritaban « mueran mueran; »
: ,

De manera igualmente enflaquecían , Y lincoyano ejército animado


el
Que moverse adelante no podían. También acometió por otro lado.
Comoel aliento y fuerzas van faltando Lanzaron los caballos los cristianos
A dos valientes toros animosos, Batiendo bien de espacio el hueco suelo
Cuando en la fiera lucha porfiando Contra los descansados araucanos ,
Se muestran igualmente poderosos , Que fieros amenazan tierra y cielo :

Que se van poco á poco retirando Vienen con tardos píes a prestas manos
Rostro á rostro con pasos perezosos Y del primer encuentro hecho un Jiielo
Cubiertos de un humor y espeso aliento, Pero Niño tocé la blanca arena ,

Y esparcen con los pies la arena al viento :


Bañándola de sangre en larga vena.
Los dos puestos asi se retiraron Atravesóle el cuerpo la herida;
Sin sangre y sin vigor desalentados , Aunque en atribuirla hay desconcierto:
Que jamás las espaldas se mostraron , Unos dicen que Angol fué el homicida ,
Mas siempre frente á frente careados ; Otros que Leocoton, y esto es mas cierto ;

Ambos a un mismo tiempo repararon, Cualquier dellos que fué de gran caida ,

A un punto hicieron alto , y desviados Pero Niño quedó 111 el campo muerto,
Los unos de los otros tanto estaban Con un trozo de pica atravesado ,
Que aun un tiro de flecha no distaban. Donde fué del tropel despedazado.
Mirábanse del uno y otro bando Tambiénel de Manrique volteando
En el sitio y contrario alojamiento. A de Lautaro muerto vino
los pies
Cubiertos de agua y sangre ¡jadeando , Rompen los otros doce enderezando
Que no pueden hartarse del aliento, Por las espesas armas al camino
Los fatigados miembros regalando Pero Ongolmo los pies apresurando
El pecho y boca abierta al fresco viento De un golpe derribó fuera de tino
Que con templados soplos respiraba A Nereda, que en guerras era esperto
Mitigando del sol la fuerza brava. Cortés de muy herido cayó muerto.
Y desde
allí con lenguas injuriosas, Tras él al suelo fué Diego García,
A de las manos, se ofendían
falta De una llaga mortal abierto el pecho.
Diciéndose palabras afrentosas, De otro golpe Escalona se tendía
La muerte con rigor se prometían ;
Que Tucapel le acierta por derecho :

Y á vueltas desto Hechas peligrosas Los demás españoles en la vía


Los enemigos arcos despedían ; (Considere quien ya se víó en estrecho
Que aunque el aliento y fuerzas les faltaba Con cuanta priesa baten las ijadas
El rabioso rencor las arrojaba. De los lasos caballos desangradas.
, ,;, , ,; , , , , :, , ,

2«> DON ALONSO l>K EIICILI.A Y Zl'ÑICA.


El fiero Tucapel haciendo nucirá Guando vio en su violencia el torbellino,
A todos ion andaría los Msall;» Y que él podia salir mas encubierto ,

Y en viendo que estos dos liatón la tierra, El bosque deja y toma su camino ,

Calíanlo por encima dellos salla : Que el temor se le muestra bien abierto :

Topa a Almagro y con él lijero cierra


. Cayendo y levantando al cabo vino
Kn los pies levantado j la masa alta, De sangre, lodo y de sudor cubierto.
Que sobre él derribándola venia Junto donde los nuestros esperaban
Con toda la pujanza que tenia. Si las furiosas aguas aplacaban.
O fue mal tiento , ó furia (pie llevaba, Estaban del camino desviados
O que el sumo Señor quiso librallo Y uno de los caballos relinchando
Que cabeza señalaba,
el tiro á la El español con pasos sosegados
Y a dar vino en las ancas del caballo ; Al alegre rumor se fué acercando :

Con tanta fuerza el golpe le cargaba Llegó donde los seis amedrentados
(.lúe Almagro mas no pudo mencallo, Con baja voz estaban del tratando,
Quedando derrengado de manera Y en aquella sazón se les presenta
l)ue si fuera de masa ó blanda cera. Dándoles del suceso entera cuenta.
Almagro con nrosteza por un lado Con espanto fué luego conocido,
Viendo el caballo cojo se derriba , Que entre ellos ya por muerto se tenia
Ora fue su ventura y diestro hado , Y cada uno de lastima movido
Ora siniestro del que tras él iba , A morir en su ayuda se ofrecía;
El cual era el valiente Maldonado Mas él, como animoso y entendido ,

Que envuelto en sangre y polvo al punto arriba Viendo que aprovechar no le podia ,

Que el golpe segundaba TÜcápelo , Dice « de mí, señores nadie cure ,


: ,

Y por poco con él diera en el suelo. La vida el que pudiere la asegure.»


Con el jinete estribo en el derecho Esto no dijo bien cuando esforzado
,

Lado al bárbaro encuentra de pasada Por el bosque lomó una senda incierta ,

Y cuanto cinco pasos, ó mas trecho, Y aquella mas usada deja á un lado
Lo lleva acia adelante por la estrada : De gente y pueblos barbaros cubierta:
Brama el bárbaro ardiendo de despecho, Otro trance mayor le está guardado ;
Víbora no se vio mas enconada Pero pues hay de Chile historia cierta,
Ni pisado escorpión vuelve tan presto Alli lo podra ver el que quisiere,
Como el indio volvió el airado gesto. Si gana de saberlo le viniere.
Muda el intento, muda la sentencia. El coronista Estrella escribe al justo
Que contra Juan de Almagro dado había, De Chile y del Pirú en latín la historia.
Y la furiosa maza é impaciencia Con (anta erudición que sera justo
,

AI triste Maldonado revolvía : Que dure eternamente su memoria ;

Cala un golpe con toda su potencia Y la vida de Carlos quinto augusto,


Mas el presto caballo se desvía ; Y en verso los encomios y la gloría
Tucapel de furioso el tiro yerra, De varones ilustres en milicia,
Y el ferrado troncón metió por tierra. Gobernación, en letras y justicia.
No escapó Maldonado de la muerte; Vuelvo á los seis guerreros que sintiendo
Que al punto llega el bravo Lemolemo La desgracia de Almagro, lo mostraban;
Con un largo bastón ñudoso y fuerte Pero ayudalle en ella no pudiendo
A manera de corvo y grueso remo ;
A la Imperial ciudad enderezaban;
Y un golpe señala de tal suerte.
le La tempestad furiosa iba creciendo,
1

Que no le erró el ferrado y duro estremo, Relámpagos v truenos no cesaban


Ni celada prestó de estofa llena , Hasta que salió el sol y el claro (lia
,
1

Que los sesos saltaron por la arena. | La plaza de Purén les descubría.
En esto, una gran nube tenebrosa Era un castillo, el cual con poca gente
El aire y cielo súbito turbando. Le habla Juan Gómez antes sustentado
Con una escuridad triste y medrosa Hallándose una noche de repente
Del sol la luz escasa fué ocupando : De multitud de barbaros cercado :

Salta Aquilón con furia procelosa Repelidos al Un gallardamente,


Los árboles y plantas inclinando, Fué por su industria el cerco levantado :

Envuelto en raras gotas de agua gruesas No escribo esla batalla, aunque famosa.
Que luego descargaron mas espesas. Por no lardarme lauto en cada cosa.
Como el diestro alambor que apercibiendo Alli los seis guerreros arribados
Al duro asalto y llera balería Fueron con tiernamuestra recibidos
Va con los tardos golpes previniendo De los caros amigos, admirados
La presta y animosa compañía, De verlos á tal término traídos,
Pero el punto y señal última oy lo Miseros , alligídos , demudados,
Suena la horrenda y áspera armonía Flacos , roncos deshechos , consumidos
,

Así el negro nublado turbulento Corriendo sangre y lodo , sin celadas ,


Lanza un diluvio súbito y violento. Las armas con las carnes destrozadas.
En escura liniebla el cielo vuelto Casi veinticuatro horas sustentaron
La furiosa tormenta se esforzaba Las armas defendiendo su partido ,
Agua piedras y rayos todo envuelto
,
Que nunca en este tiempo descansaron
En espesos relámpagos lanzaba : Haciendo lo que habéis señor, oido: ,

El araucano ejército revuelto Un rato en el castillo reposaron


Por acá y por allá se derramaba Del cual la noche airas habían salido.
Crece la tempestad horrenda tanto No con poco temor de los de casa
Que a los mas esforzados puso espanto. Y mas cuando supieron lo que pasa.
De Juan Gómez la próspera ventura La sangre les cuajó un temor helado
Hizo que al punto el cielo se cerrase , Gran turbación les puso á todos cuando
Y la liniebla de la noche escura El caso de Valdivia desastrado
Gran ralo en su favor se anticipase : Les fueron por sus términos narrando
Torbado se metió en una espesura Y así, viendo el castillo mal parado,
Hasta lanío que el ímpetu pasase De consejo común considerando
lie aquella gente barbara furiosa ,
La pujanza que el bárbaro traía ,

De la española sangre codiciosa. Le dejaron desierto el mismo día.


, ,, ,, , .;, ,

LA MUÍ CANA . i amo l\ .'I

Gaulén lomaron la ¡oí nada


\< i.i Las mujeres da nuevo, alaridos
Llevando \ Almagro acaso de camfn Hieren el alio concato del cielo ,

Que poi venir la noche tan eemda - Viendo al peligro puestos los maridos
Libre ^.i h< del campo lautarino -
>
;
Y ellas en lal trabajo y desconsuelo ¡

La fuer/a loé i">r tierra derribada r- Con lagrimosos ojos v gemidos


Qne luego el enemigo pueblo vinor"
Talando municiones y comklaa — Echadas de rodiltai por el sueln
LeS ponen IOS hljllelo- pul del. Hile .

tjue_eil el_caslilhi eslah .ni i. <l i Pero coas moverlos no es bastante


.1

Dieron mella loa barbaros gozosos Va de lo necesario aparejados


\ii.i donde ejército venian ,
En demanda del barbara sallan .

Retumbando es loa montea cávenosos De arneses lucidísimos armados,


Kl alegre ninior y vocería ;
Que \ istosos de lejos pat eefan
v por aquellos prados espaciosos Las mujeres por torres j tejados
Con i.i mi, ni, \ goxo 'i'- aquel día
i Con ojos tiernos los seguían
lijos .

Tales cantos y juego; inventaban .


\ echándoles de allí mil beodici -

Que el cansancio con ellos engañaban, Vuelven a Dios el rué w |


peticiones
Ionios, el general con grave muestra Del tropel se despiden ciudadano
Les habla i los recibe alegremente ,
Que del pueblo saliera .i
acompañado
y asi mi" blandamente de la diestra \ ni busca del ejercite araucano

/ I
\l \ jli.nl.. I. iuj
escuadra Ir i'nlii' "i de maestra
lili

Escogida gallard j buena gente


llu^-MI ll'llil'llle ,

,
Pie ni .i toda
Dejan
Y a la
.1
sa ¡ps caballos
la siniestra Maregoano
1

diestra de ralea los vasillos


1

. i , .

Bu armas * trabajo ejercitada Hijo de Talcaguauo , que su tierra


Para eualquiei empresa * gran jornada La cine casi en lor ¡I mar > siei ra

\ Lautaro dejemos pues en este De loa seguros limites pasando


Que iinn ii" -ii proceso mé detiene Pisan de Indalicán la enjuta arena,
roñoso n tratar del volveré presto ,
\ el espacioso llano atravesando
Que llegar basta Penco me conviene ¡
Suben las .1-, ¡ rumor no suena
1

Pues hace lanío nuestro presupuesto i Y al pié del cerco andálico llegando ,

Decir cómo la guerra se previene


.> sin entender lo que Lautaro ordena.
Que sangrienta j mortal se aparejaba ,
Solo miedo de entrar por el estado
el
\ el juste sentimiento que mostraba. Les mitigó el luroi demasiado.
Vi la lama líjcr.i embajadora , Un paso peligroso, agrio y estrecho
De tristes nueva- \ de grandes malea ,
De la llanda del mulé esta a" la entrada.
A Penco atormentaba de hora rn hora, Por un monte asperísimo y derecho
Esforzando su \../. ruines señales :
La cundiré hasta los cielos levantada :

Cuando llegan los Indios 1 deshora BsU tras esle un llano poco trecho ,

Lns ilus ipie v:i uiili' i|ui> en los jarales,


. Y luego otra menor cuesta tajada,
Viendo a Valdivia ruto, se escondieron, Que divide el distrito andalicano
Y eslos el triste caso refirieron. Del fértil valle y límite araucano.
Por mensajeros ciertos entendiendo Esta cuesta Lautaro hahia elegido
El duro y desdichado acaecimiento. Para dar la batalla y por concierto ,

Viejos, mojares, niños concurriendo Tenia todo su ejercito tendido


Se forma mi triste J general linéenlo : En lo mas alto dolía y descubierta :

Kl cielo con aguda vos rompiendo \ iendii i|ue pié en I" llano es mal partido
:i

Hinchen de tristes lastimas el viente; Seguir a los caballos campo abierto


J Nuevas viudas, huérfanas, doncellas, El alte y primer ceno deja exento
Era una dulorosa cosa vellas. Pensando allí alcanzarlos por aliento.
Los blancos rostros nías que llores bellos Porque se tome hien del sitio el lino
Eran de crudos puños ofendidos, Quiero aquí ligurarle por entero :

Y manojos dorados de cabellos I.i subida no es mala del camino,


Andaban por loa suelos esparcidos : Mas todo lo demás despeñadero;
Vieran pedios de mere y tersos cuellos llene al poniente al liravo mar vecino,
lie sanare y vivas lacrimas teñidos ,
Que hale al pié de un gran derrumbadero,
Y rotos por mil panes j arrojados Y en la cumbre y mas alto de la cuesta
Ricos vestidos, joyas y locados. Se allana cuanto un tiro de ballesta.
No con menor estruendo los varones Estaba el alto cerro coronado
De la edad mis robusta juntamente Del poderoso ejército enemigo,
Daban de su dolor demostraciones, \ el camine al entrar desocupado ,
Pero con olroinodc diferente : Sin defensa ni estorbo , como digo :

Suenan las armas sin muí municiones, , Pasando el primer monte habla llegado
Suena e! nuevo aparato de la tiente, Al pie deste secundo el bando amigo ;
Y la mnea trompeta del dio- Marte Pero aquí Villagrán confuso estuvo,
A guerra incita ya por toda parte. Que el peligroso trance le detuvo.
Unos bolas espadas alilalian , Como el romano César, que dudoso
Otros petos mohosos enlin Kl pie en el liiilñcon lijó a la entrada
otros las viejas cotas remallaban , Pensando allí de nuevo el peligroso
Hierros otros en astas enjertan : Hecho que acometía y gran jornada ,

Cañones reforzados apuntaban Al liu soltó las riendas animoso,


Al viento las banderas descogían , Diciendo « Sus la suerte ya es echada
: , ; »
Y en alardosa muestra los soldados A-i nuestro español rompió el camino,
llian por (odas partes ocupados. Dando libre la rienda a su destino.
Caudillo era y cabeza de la (lente Apenas el primer paso había dado,
Francisco Villagran .va rón tenido ('.liando bu -go tras él osadamente
Por sabio en la milirúTv suficiente, B01 el fragoso' monte levantado,
Con suma diligencia prevenido : Alegre comenzó á subir la gente :

De Pedro de Valdivia fué teniente Lautaro, sin moverse arrinconado. ,

Después de su persona obedecido les da la entrada llanamente ;


Sentido del suceso y caso fuerte Diez mil hombres gobierna, gente usada
brama por la venganza de su muerte. Kn el duro ejercicio de la espada.
. ;;, , ,,
, , , , , , ,;

DON ALONSO DE EUC1LLA Y ZUSlliA.


Tenia su campo en tomo de la cuesta, Desla manera pues la cosa estaba ,
Y mandado que nadie se moviese Ganosos de ambas partes por juntarse,
Un paso a comenzarla dura fiesta Pero ya Villagrán consideraba
Hasla que el son de aiTemeler se oyese, Que era dalle mas animo el tardarse :

Con mía irremisible pena puesta Tres bandas de jinetes apartaba


Para aquel que del termino saliese De aquellos codiciosos de probarse,
Que estaban asi quedos y callados Que a la seña sin mas amonestados
Cual si fueran en marmoles mudados. Ponen las piernas recio á los caballos.
Pues la española gente deseando El campo con lijeros pies batiendo
Ejercitar la vencedora diestra , Salen con gran tropel y movimiento,
Se va a los enemigos acercando Rauco se estremeció del son horrendo ,

Por la llanda del bárbaro siniestra : Y' la mar hizo estraño sentimiento :
Lautaro al puesto termino llegando,
, Los corregidos barbaros temiendo
Présenla la batalla en bella muestra De Lautaro el espreso mandamiento ,
Con gran rumor de bárbaras trompetas Aunque por los herir se deshacían ,
Alambores, bocinas)' cornetas. El paso acia adelante no movían.
Paréceme, señor, que sera justo Con concierto y orden que en Castilla
el
Dar fin al largo canto en este paso. Juegan cañas en solemne fiesta
las
Porque el deseo del otro mueva el gusto, Que parte y desembraza una cuadrilla
Y porque de cantar me siento laso : Revolviendo la adarga al pecho puesta ;
Suplicóos que el tardar no os dé disgusto Así los nuestros firmes en la silla
Pareciéndoos que voy tan paso a paso Llegan hasta el remate de la cuesta
Que aun de gentes agravio una gran suma Y vuelven casi en cerco á retirarse
Atento á no llevar prolija pluma. Por no poder romper sin despeñarse.
Toman al retirar la vuelta larga,
Y desla suerte muchas Tiiellas prueban
CANTO V. Pero todas las veces una carga
De flecha, dardo v piedra espesa llevan :
Contiene reñida batalla que entre los espa¡inles y araucanos hubo en
la
la cuesta de Andalican, donde por la astucia de Lautaro y el demasiado
A algunos vale allí la buena adarga,
trabajo de los españoles fueron los nuestros desbaratados, y muertos
Las celadas y grevas bien aprueban ,
mas de la mitad dellos juntamente con tres mil indios amigos. Que no pueden venir al corto hierro
Por ser peinado en torno el alto cerro.
Siempre el benigno Dios por su clemencia Firme estaba Lautaro sin mudarse,
Nos dilata castigo merecido,
el Y' cercada de gente la montaña,
Hasta ver sin enmienda la insolencia Algunos que pretenden señalarse
r
Y corazón rebelde endurecido ;
el Salen con su licencia á la campaña :

Y la dañosa inadvertencia
es tanta Quieren uno por uno ejercitarse
Que , aunque vemos el termino cumplido De la pica y basten con los de España
Y ejemplo de castigo en el vecino, dos á dos ó tres a tres soldados
,

No queremos dejar el mal camino. A la franca elección délos llamados.


Digolo porque viene muv contenta Usando de mudanzas y ademanes
Nuestra gente española á las espadas. Vienen con muestra airosa y contoneo,
Que en el fin de Valdivia no escarmienta Mas bizarros que bravos alemanes
Ni mira liaber seguido sus pisadas :
Haciendo aqui y allí gentil paseo ;
Presto la veréis dar estrecha cuenta Como los diestros y ágiles galanes
De las culpas presentes y pasadas; En público ejercicio del torneo,
Que el verdugo Lautaro ardiendo en saña Asi llegan gallardos a juntarse,
Se muestra con su gente en la campaña. Y con las lluras puntas á tentarse.
Yillagrán con la suya á punto puesto Quien piensa de la pica ser maestro
En estrecho llano se detiene ,
el Sale á probar la fuerza y el destino ,
Plantando seis cañones en buen puesto Tentando el lado diestro y el siniestro
Ordena aqui y allí lo que conviene : Buscando lo mejor con sabio tino ;

Estuvo sin moverse un rato en esto Cual acomete, vanle y hurta presto ,

Por ver el orden que Lautaro tiene Hallando para entrar franco el camino,
Que ocupaba su gente tanto trecho , Cual hace el golpe vano, y cuál tan cierto
Que mitigó el ardor de mas de-un pecho. Que da con su enemigo en lierra muerto.
De muchos fué esta guerra deseada; Otros deslas posturas no se curan
Pero sabe ora Dios sus intenciones : Ni paran en el aire y gentileza
Viendo toda la cuesta rodeada Que el golpe sea mortal solo procuran
De gente en concertados escuadrones Y' en el cuerpo y los pies llevar' firmeza :

La sangre del temor ya resfriada Con ánimo arrojado se aventuran


Con presteza acudió a los corazones; Llevados de la cólera y braveza;
Los miembros del calor desamparados Esta á veces los golpes hace vanos,
Fueron luego de esfuerzo reformados. Y ellos venir mas juntos á las manos.
Con nuevo encendimiento están bramando Pero por mas veloz en la corrida
Porque la trompa del partir no suena , El mozo Curiomau se señalaba,
Tanto el trance y batalla deseando, Que con gallarda muestra y atrevida
Que cualquiera tardanza les da pena ;
Larga carrera sin temor tomaba :
De la otra parte el araucano bando Y blandiendo una lanza muy fornida ,
Sujeto a lo que su caudillo ordena En medio de la furia la arrojaba,
Rabiaba por cerrar; mas la obediencia Que nunca de ballesta al torno armada
Le pone duro freno y resistencia. Jara con tal presteza fué enviada.
Como caballo que impaciente
el feroz Había siete españoles ya herido ,

Cuando competidor ve ya cercano


el Mas nadie se atraviesa á la venganza ;

Bufa, relincha y con soberbia frente


, Que era el valiente bárbaro temido
Hiei e tierra de una y otra mano
la ;
Por su esfuerzo, destreza y grau pujanza :

Así el bárbaro ejército obediente En esto Yillagrán algo corrido


Viendo tan cerca el campo castellano Viéndole despedir la octava lanza ,
Gime por ver el juego comenzado Dijo con voz airada « ¿ No hay alguno
:

Mas no pasa del término asignado. Que castigue este bárbaro importuno?»
, , ,; , , . ;.;. , ,

LA ARAUCANA CANTO V.

Diciendo oslo miraba á Diego Cano , Por infame se tiene allí el postrero ,

El cual Je osado crédito tenia ,


tino es la cosa que entre ellos mas se nota ,

Que una asía gruesa en b derecha uno El mas medroso quiere ser primero
Su Rabicán -preciado apercibía ;
Al probar si la lanza lleva bola i

Y al tiempo cuando el bárbaro lozano \o espanta ver moi ir al companero


Con faena eslrema el braco - tendía Ni llevar q ce A re ale un pelota <

Un la silla los muslos enetavadoa Volando pot los .ores hechos piezas
Hiere al caballo á un tiempo entrambos lados. Ni el reí quedat ios cuerpos sin cabezas

Con menudo tropel > gran mido loa perturba y pone allí embarazo
No .

Sale el pwato caballo desenvuelto Ni punto los detiene el temor eiesn


Acia el gallardo barbero atrevido Antea si oí Uro alguna lleva el brazo
.1 ,

ni eato las espaldea baMa mello;


(.iiií' Con el otro 1,1 espada esgrime luego ;

Pero el fuerte español embebecido Llegan sin reparar basl el ribazo 1

Kn que un se le faese el faeno suelto , ,


Donde estaba la maquina del lile:-'
Bate al caballo apriesa loa talonee Viéranse ajil las balas escupidas
Hasta ios enemigos escuadrones. Por la barbara furia detenidas.
Noel araucano y Sera ayuntamiento Los demás arremeten luego cu rueda
Con espesas picas derribadas
las ,
Y de lime la \ sol cubrían
tierra ;

Ni el presuroso y recio movimiento Pluma no lengua no haj que pueda


basi. 1 ,

lie mazas y de barbaras espadas Figurar el furor con que tenían


Pudieron resistir al duro intento De voces, lilego In y polvareda
. 1

Del anació español que las pisadas , No le entienden allí ni conocían ;

Del tijera araucano iba siguiendo , Mas poco aprovechó este impedimento,
La espesa turna j multitud rompiendo. Que ciegos se juntaban por el liento.
Donde) A pesar de tantos ya despecho, Tardaron poro espacio en concertarse
c.on grande esfuerzo y valerosa mano Las enemigas haces \.i mezcladas,
Rompe por ellos i la lama al pecho
. Lo que allí se vio mas pura notarse
De aquel que dilato su muerte en vano lia el presto batir de las espadas
Y glorioso del bravo i alto hecho Procuran ambas partes sen. darse,
M caballo pico la diestra mano , Y así vieran cabezas \ celadas
Abriendo con esfuerzo y dieslro tino Kn cantidad y número partidas
Por medio de las armas el camino. Y piernas de BUS troneos divididas.
Luego se arroja el escuadrón jinete Unos por defender la artillería
Al araucano ejército llamando , Con tal Ímpetu y furia acometida ,

Que a esperarle parece que acomete, Otros por dar reñíale a su porfía,
Y rase luego al borde retirando Traban una batalla bien reñida :
Una, cuatro y diez veces arremete ,
Para un solo español cincuenta había ,

Poco el arremeter aprovechando ; La ventaja era lucra de medida:


Que en aquella sazón ninguna espada Mas cada cual por si tanto trabaja
Había de sangre barban in anchada. Que iguala con valor a la ventaja.
Los cansados caballos trabajaban ; No quieren que alias vuelva el estandarte
Mas poco del trabajo se aprovecha . De Carlos quinto, máximo glorioso , ;

Que ea vano les picaban


los nuestros Mas que á pesar del contrapuesto Harte
Heridos y hostigados de la Hecha : Vaya siempre adelante vilorioso :

Las bravezas algunos aplacaban El cual terrible y liero a cada parle ,

Viéndose en aquel punto y cuenta estrecha, Envuelto en ira y polvo sanguinoso


Ellos lasos, los otros descansados, Daba nuevo vigor espadas á las
Los pasos y caminos ya cerrados. De tanto combatir aun no cansadas.
La presta y temerosa artilleria Hcnuévase el furor y la braveza.
A toda furia y priesa disparaba , Según es el herir apresurado,
Y asi en el escuadrón indio batía. Con aquel mismo esfuerzo y entereza
Une cuanto topa enhiesto lo allanaba : Que si entonces lo hubieran c n/.ado :

De fuego y humo el cerro se cubría , Las muertes el rigor y la crueza


,

F.l aire cerca y lejos retumbaba. Esto 110 puede ser siguilicado ,

Parece con estruendo abrirse el suelo Que la espesa y menuda yerba verde
Y respirar un nuevo Mongibelo. En sangre convertida el color pierde.
Visto Lautaro serle conveniente Villagrau la batalla en peso tiene
Quitar y deshacer aquel nublado , Que no pierde una ininima su puesto
Que lanzaba los rayos ea ao gente De todo lo importante se previene
Y había gran parle delta destrozado, Aqui va y allí acude y vuelve presto
, ,
:

Al escuadrón que á l.eucolon valiente Hace de capitán lo que conviene


Por su valor le estaba encomendado, Con usada esperiencia , y fuera deslo
Le manda arremeter con furia presta, Como osado soldado y buen guerrero
Y en alta voz diciendo le amonesta : Se arroja i los peligros el primero .

« ¡ Oh líeles compañeros ritoriosoa , Andando envuelto en sangre á Torbo mira


A quien fortuna llama a tales hechos! Que en los cristianos hace gran matanza ,

Ya es tiempo que los brazos valerosos Lleva el caballo, y él llevado de ira


Nuestras causas aprueben y derechos : Kequiere en la derecha bien la lanza :
Sus, sus, calad las lanzas animosos. En los estribos lirme al pecho lira;
Rompan ios hierros los contrarios pechos, Mas la codicia y sobra de pujanza
Y por ellos abrid roja corrienle Desatentó la presurosa mano
Sin respetar a amigo ni á pariente. Haciendo antes de tiempo el golpe en vano.
» A las pie/as guiad que si ganadas ;
Hiende el caballo desapoderado
Por vuestro esfuerzo son con tal vitoria , Por la canalla barbara enemiga ,

Celebres quedaran vuestras espadas, Revuelve a Torbo el español airado


Y eterna ai mundo dellas la memoria : Y en bajo el brazo la jineta abriga ,
El campo seguirá vuestras pisadas Pásale un fuerte peto tresdoblado
Siendo vos los autores desta gloria. > Y el jubón de algodón y en la barriga ,

Y con esto la gente envanecida Le abrió una gran herida, por do al punto
liizo la temeraria arremetida. Vertió de sangre mi lago y la alma junto.
,, , ; , , , : »:

j( DON ALONSO DE ERCILLA Y ZLN1CA.


«Sacudidle de vos, y veréis luego
Saca entera la lanza, y derribando
II hraxo airas con ira la arrojaba ; La deshonra y afrenta manifiesta,
[briosa asía rechinando
Mirad que el miedo infame torpe y ciego ,
Vuela I*

Del ímpetu v pujanxaque llevaba, Mas que el hierro enemigo aqui os molesta
y a Corpillan ipie estaba descansando
No os turbéis, reportaos tened sosiego, ,

Por entre el brezo y cuerpo le pasaba Que en este solo punto tenéis puesta
Vuestra fama , el honor , vida y hacienda ,
Y al suelo penetro sin dañar nada ,

Quedando media braza en él lijada. Y es cosa que después no tiene enmienda.


Y luego Villagrán la espada Ibera, ,
»¿A dó volvéis sin orden y sin liento,
Que pasos tenemos impedidos?
los
Por medio de la hueste Va a gran priesa,
Haciendo con rigor ancha carrera
¿Con cuánto deshonor y abatimiento
Adonde va la turba mas espesa; Seremos de los nuestros acogidos?
No menos Pedro de Olmos de Aguilera La vida y honra está en el vencimiento ,
Km iodos los peligros se atraviesa ,
La muerte y deshonor en ser vencidos :
Mirad esto , y veréis huyendo cierta
Habiendo el solo muerto por su mano
Vuestra deshonra, y mas la vida incierta.
A Guaucho Canio Pillo y Tilaguano.
. ,

Hernando y Juan , entrambos de Alvarado, De la plaza no ganan cuanto un dedo


Daban de su valor notoria muestra ,
Por esta y otras cosas que decia
Según era el terror y estraño miedo
Y el viejo v gran jinete Maldonado
Voltea el caballo allí con mano diestra , En que peligro puesto los había :
el

Ejercitando con valor usado «¿Dónde que dar mejor (pie aqui yo puedo?»
Diciendo Villagrán , con osadía
La espada que en herir era maestra
débil fuerza envejecida Temeraria arremete á tanta genle
Aunque la
Solo para morir honradamente.
Hace pequeño el golpe y la herida.
Diego Cano , á dos manos , sin escudo La vida ofrece de acabar contenta
Por no estar al rigor de ser juzgado.
No deja lanza enhiesta ni armadura,
Que todo por rigor de filo agudo Teme mas que la muerte alguna afrenta
Hecho pedazos viene á la llanura :
Y el verse con el dedo señalado ;

Pues Peña , aunque de lengua tartamudo, No quiere andar á todos dando cuenta
Si volver las espaldas fué forzado
Se revuelve con tal desenvoltura ,
Cual Cesio entre las armas de Pompeo, Que por dolencia ó mancha se repula
O en Troya el fiero hijo de Peleo. Tener puesto el honor hombre en dispula.
Por otra parle el español Reinoso Cuan bien deslo salió que del caballo
.

Al suelo le trajeron aturdido;


De ponzoñosa rabia estimulado ,
Con la espada sangrienta va furioso Cuál procura prendello, cuál matallo ;

Hiriendo por.el uno y otro lado ;


Pero las buenas armas le han valido
Otros dicen á voces «desarmallo • :
Mala de un golpe á Palla, y riguroso :

La punta enderezó contra el costado Acude allí la gente y el ruido;


Del fuerte Ron , y asi acertó la vena
Mas quien saber el fin desto quisiere
Al olro canto pido que me espere.
Que la espada de sangre sacó llena.
Bernal Pedro de Aguayo Castañeda
, , ,

Ruiz Gonzalo Hernández y Pantoja


,

Tienen hecha de muertos una rueda, CANTO VI.


Y la tierra de sangre toda roja :

No hay quien ganar del campo un paso pueda, Prosigue la comenzada batalla con las estraüas j diversas muertfí Cj"e
Ni el espeso herir un punto afloja ,
los araucanos ejecutaron en los vencidos, y la poca pUdad qu« con
Haciendo los cristianos tales cosas, los nifios y mujeres usaron, pasándolos todos a cuclill.e.
Que las harán los tiempos milagrosas.
Mas eran los contrarios tanlá gente Al valeroso espíritu , ni suerte
Y tan poco el remedio y confianza , Ni revolver de hado riguroso
Que á muchos les faltaba juntamente Le pueden presentar caso tan fuerte,
La sangre aliento fuerza y la esperanza
, , : Que le traigan á estado vergonzoso ••
Llevados pues al fin de la corriente Como ahora á Villagrán, que con su muerte,
Sin poder resistir la gran pujanza, No siendo de otro modo poderoso ,
Pierden un largo trecho la montaña Piensa atajar el áspero camino,
Con todas las seis piezas de campaña. Adonde le tiraba su deslino.
Del antiguo valor y fortaleza Sus soldados el paso apresurando
Sin aflojar los nuestros siempre usaron ,
En confuso montón se retrujeron ,

No se vio en español jamás flaqueza Cuando en el nuevo y gran rumor mirando


Hasta que el campo y sitio les ganaron A su buen capitán en tierra vieron :

Mas viéndose á tal hora en eslrecheza , Solos trece la vida despreciando


Que pasaban de cinco que empezaron , Los rostros y las riendas revolvieron ,

Comienzan á dudar ya la batalla , Rasgando á los caballos los ijares


Perdiendo la esperanza de ganalla. Se arrojan a embestir tantos millares.
Dudan por ver al bárbaro tan fuerte Con mas valor que yo sabré decillo
Cuando ellos en la fuerza iban menguando, El pequeño escuadrón lijero cierra ,
Representóles el temor la muerte, Abriendo en los contrarios un portillo
Las heridas y sangre resfriando ; Que puso en condición la guerra
casi
'

Algunos desaniman de lal suerte Rompen basta do el misero caudillo


Que se van al camino retirando : De golpes aturdido estaba en tierra,
No del todo señor, desbaratados,
, Sin ayuda y favor desamparado ,
Mas haciéndoles rostro y ordenados. De la enemiga turba rodeado.
Pero el buen Villagrán, haciendo fuerza, Todos a un tiempo quieren ser primeros
Se arroja y contrapone al paso airado, En esta empresa y suerte señalada;
Y con sabias razones los esfuerza ,
Y estaban como lobos carniceros
Como de capitán escarmentado , Sobre la mansa oveja desmandada ,

Diciendo « Caballeros, nadie tuerza


: Cuando discordes con aullidos fieros
De aquello que a su honor es obligado , Forman música en voz desentonada ;

No "s entreguéis al miedo , que es , yo os digo, Y en esto los mastines del egido
De todo nuestro bien grande enemigo. Llegan con gran presteza á aquel ruido ',
, , , , , , ; :

LA AHALCANA , CANTO VI es

Asi los enemigos apiñados No atienden al huir , ni se previenen


En medio, al in-.it.' Villagí in lenfau .
De remedio tan BsCO J v. BmXOSO i ;

Que pnr darle la muerte embarazados Antei en n


batalla se mantienen
Los unos á los otros ae impedían ;
irayendo el lo a término dudoso ¡

Mus los trece españoles esforzado* Y con heroicos ánimos detienen


Rompienclii a la sason sobrevenían, De los indios el ímpetu furioso ,
De roja y fresca sangre va cubiertos Y la disposición del duro hado.
l)e aquellos que dejaban atrás muerlos. En daño suyo v colilla declarado.
Con gran preste/a del amor morlaca Y asi resisten matan y destruyen
,

Adonde i Yiiiagr.ni »en se arrojaban, Contrastando al destino que parece ,

Y los agudos hierros atrevidos Que el valor araucano disminuyen,


De nuevo en sangre nuera re {iban ¡
Y el suyo con difícil prueba crece ¡

Desamparan el ceno los heridos, M as viendo i loa amigos como hoyen ,

4cl y allá medroso! te apartaban ,


Que á mas correr la gente despero B ,

Alguno? sustentaban con mu raerte Hubieron de seguir la misma ría ,

Su parle y opinión hasla la inueite. Que ya fílela locura y no osadia.


Si un espeso moolon k deshacía Quiero mudar en lloro amargo el .auto,
Desocupando el campo eseannentailos , Que sera á la saxon mas conveniente ;

Otra junta mayor luego nada ,


Pues me suena en la oreja el triste llanto
Y estallan sus lugares OCtfpa dOI : Del pueblo amigo y género inocente :

Del sueño Yillagran aun no volvia; No siento el s.t vencidos tanto, cuanlo
Mas tal maña se ilieron sus soldados, Ver pasar las espadas crudamente
v asi Isa prestas armas revolvieron , Por vírgenes , mujeres servidores , ,

yue en n acuerdo i eaballo lo pusieron. Que penetran los cielos sus clamores.
A tardarse mas tiempo Ibera muerto, La infantería española sin pere/a
Y a loen librar salió lan mal parado, Y gente de servicio Iban camina,
QMi aunque rsi iba de planchas bien cubierto Que el miedo les prestaba tijereta,
Tenia el cuerpo molido y magullado ;
Y mas ile la que a algunos les convino ;

Pero del sueño rabilo despierto, Pues con linliacion y gran torpeza
la

Viendo trece españoles a su lado. MttChOS perdieron de la cuesta el tino,


Olvidando el 001100 en que aun estaba ,
Iluedaii unos los Ionios quebrantados,
Entre los duros hierros se lanzaba. Otros hechos pedazos despeñados.
Por medio del ejercito enemigo Quedan pnr el camino mil tendidos ,

Sin escarmiento ni temor hendía, Los arroyos de sangre el llano riegan ,

Llevando en su defensa al bando amigo Rompiendo el aire el llanto y alaridos


Que destrocando bárbaros venia : Que en son desentonado al cielo llegan ;

Trillan derriban hacen tal castigo


, , Y las lástimas tristes y gemidos
une duran las reliquias hoy en día ,
Puestas las manos altas con que ruegan ,

Y durará en Aranco muchos años Y piden de la vida gracia en vano


El estrago y memoria de los daños. Al inclemente bárbaro inhumano.
Ilernal hiere a Mailongo de pasada El cual siempre les iba caza dando
De un valiente altibajo a til derecho, Con mano presta y pies en la Corrida ,
No le valió de acero la celada Hiriendo sin respeto y derribando
Que los filos corrieron hasta el pecho : La inútil gente misera impedida
, , ,

Aguilera al través tendió la espada, Que á la amiga nación iba invocando


Y d dispuesto Guarnan dejo mal trecho La ayuda en vano a la amistad debida ,
Haciendo ya el temor lan ancha senda Poniéndole delante con razones .

Que bien pueden correr a toda rienda. La deuda el interés y obligaciones.


,

Salen pues los catorce vitoriosos Y aunque mas las razones obligaban ,

Donde los otrus de su bando estaban , Si alguno a defenderlos revolvía ,


Que turbados, sin orden, temerosos Viendo cuanto los otros se alargaban ,
De ver su muerle ya remolinaban : Alargarse también le convenía :

No bastaron ni fueron poderosos Ni a los que por amigos se trataban ,

Villagran y los oíros que llegaban Ni a las que por amigas se debía ,

A estorbar el camino comenzado Con quien haliia amistad y cuenla estrecha,


Que ya el temor gran fuer/.a I, alna cobrado. Llamar, gemir, llorar les aprovecha.
Viendo bravo y gallardo el araucano, Que ya los nuestros, sin parar en nada,
Del todo de vencer desconfiados , Por la carrera de su sangre roja
Y los caballos sin alíenlo en vano Dan siempre nueva furia a su jornada ,

De importunas es| las fatigados , Y á los caballos priesa y rienda floja


A grandes voces dicen: «a lo llano, Que ni la voz de virgen delicada,
No estemos desla suerte arrinconados •; Ni obligación de amigos los congoja :

Y con nuevo temor y desatino La pena V la fatiga que llevaban


Toman algunos dellos el camino. Era cpie los caballos no volaban.
Cual de cabras montesas la manada, Sordos a aquel clamor y endurecidos ,

Cuando á lugar estrecho es reducida, Miden con sueltos pies el verde llano ;
De diestros cazadores rodeada Pero algunos de lastima movidos ,

Y de importunos tiros perseguida ,


Viendo el liero espectáculo inhumano,
Que viéndose ofendida y apretada De una rabiosa cólera encendidos
Una rompe el camino y la huida. Vuelven contra el ejército araucano,
Siguiendo las demás á la primera ; Que corre por el campo derramado ,

Asi abrieron los nuestros la carrera. La mas parte en la presa embarazado.


Uno dos diez y veinte desmandados
, , Determinados de morir revuelven ,

Corren a la bajada de la cuesta Haciendo al sexo tímido reparo ,


Sin orden ni atención apresurados , Y de suerte en los barbaros se envuelven
Como si al palio fueran sobre apuesta : Que a mas de diez la vuelta costó caro
Aunque algunos valientes ocupados Por esto los primeros aun no vuelven ,

Con firme rostro y con espada presta Que quieren que el partido sea mas claro,
Combatiendo animosos no miraban Y no poner la vida en aventura ,
Cómo asi los amigos los dejaban. Cuanlo lejos de allí , tanto segura.
; , ,,
, ; ,, , , , ,

2tJ DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUSlGA.


Torna la lid Jo nuevo a refrescarse , Unos vienen al suelo mal heridos
De un lado y ota andaba igual trabada , De los lomos ai vientre atravesados
Pecho con pecho vienen á juntarse, Por medio de la frente otros hendidos ,

Lana con lanía espada con espada , : Otros mueren ron honra degollados;
Pueden los españoles sustentarse Otros que piden medios y partidos,
Que la gente araucana derramada De los cascos los ojos arrancados,
1.1 alcance sin orden proseguía . Los fuerzan a correr por peligrosos
Haciendo iodo el daño que podía. Peñascos sin parar precipitosos.
Cual banda de cornejas esparcidas Y a las tristes mujeres delicadas
Que por el aire claro el vuelo tienden ,
El debido respeto no guardaban ;

Que de la compañera condolidas Antes con mas rigor por las espadas
Por los chirridos la prisión entienden Sin escuchar sus ruegos las pasaban ;
Las batidoras alas recogidas No tienen miramiento á las preñadas ,

A dalle ayuda en circulo descienden : Mas los golpes al vientre encaminaban ,

Kl bárbaro escuadrón desta manera Y aconteció salir por las heridas


Al rumor endereza la carrera. Las tiernas pernezuelas no nacidas.
La gente que de acá y de allá discurre ,
Suben por la gran cuesta al que mas puede
Viendo el tumulto y aire polvoroso , Y paga el perezoso y negligente.
Deja el alcance, y di' tropel concurre Que a ninguno mas vida se concede
Al son de las espadas sonoroso: De cuanto puede andar lijeramenle ;

Cada araucano con presteza ocurre Y al que torpe es forzoso que se quede
Adonde era el favor mas provechoso , Que no es en la carrera diligente.
\ los sangrientos hierros en las manos Que la muerte que airada airas venia,
Cercan el escuadrón de los cristianos. En afirmando el pié le sacudía.
La copia de los barbaros creciendo , Aunque la cuesta es áspera y derecha,
Crece el son de las armas y refriega , Muchos a la alta cumbre han arribado,
Y los nuestros se van disminuyendo, Adonde una albarrada hallaron hecha,
Que en su ayuda y socorro nadie llega ; Y el paso con maderos ocupado:
Pero con grande esfuerzo combatiendo, No tiene aquel camino otra desecha
Ninguno la persona á ciento niega ; yue el cerro casi en torno era tajado,
Ni allí se vio español que se notase Del un lado le bate la marina ,

Que a su deuda una mínima faltase. Dcd otro un gran peñol con él cordilla.
Mas de la suerte como si del cielo Era de gruesos tronces mal pulidos
Tuvieran el seguro de las vidas. El nuevo muro en breve tiempo hecho ,

Se meten y se arrojan sin recelo Con arte unos en otros enjeridos


Por las furiosas armas homicidas :
(Jue cerraban la senda y paso estrecho :

Caen por tierra y echan por el suelo Dentro estaban los indios prevenidos,
Dan y reciben ásperas heridas , Las armas sobre el muro y antepecho ,
Que el numero dispar y aventajado Que según orgullosos re mostraban ,
Suple el valor y el animo sobrado. Al cielo no a la gente amenazaban.
Y asi se contraponen, no temiendo Viendo los españoles ya cerrados
La muerte y furia barbara importuna Los pasos y cerrada la esperanza ,
El ímpetu y pujanza resistiendo A pasar ó morir determinados
De la gente del hado y la fortuna
, ; Poniendo en Dios la (Irme confianza ,
Mas contrastar a tantos no pudielido De la albarrada un trecho desviados
Sin socorro , favor ni ayuda alguna , Prueban de los caballos la pujanza ,

Dilatando el morir, les fué forzoso Corriendo un golpe dellos á romperla ,

Volver á su camino trabajoso. Y los bárbaros dentro a defenderla.


Parece el esperar mas desaliño , Asi la gente estaba detenida ,

Que van los delanteros como el viento Que lodo su trabajo no importaba,
Usar de aquel remedio les convino , Ni al peligro hallaba la salida
Y no del temerario atrevimiento : Hasta que el viejo Villagrán llegaba :

Muchos mueren en medio del camino Que escusada arremetida


vista la
Por falta de caballos y de aliento, Cuan poco en el remedio aprovechaba,
Y de sangre también que el verde prado , Sin temor de morir ni muestra alguna,
Quedaba de su rastro colorado. Dio aqui el último tiento a la fortuna.
Flojos ya los caballos y encalmados, Estaba en un caballo derivado
Los bárbaros por pies los alcanzaban , De la española raza poderoso,
,

Y los rendidos dueños derribados


en Ancho de cuadra, espeso, bien trabado,
La fuerza de los brazos ensayaban : Castaño de color presto animoso ,
, ,

Otros de los peones empachados, Veloz en la carrera y alentado,


Digo de los cristianos que a pié andaban De grande fuerza y de Ímpetu furioso,
Gasi moverse al trote no podían , Y la furia sujeta y corregida
Que con solo el temor los detenían. Por un débil bocado y blanda brida.
Los cansados peones se contentan El rostro le endereza , y al momento
Con las colas ó acciones aferradas, Bale el presto español recio la ijada,
Y en vano lastimosos representan Que sale con furioso movimiento ,

Estrechas amistades olvidadas: Y encuentra con los pechos la albarrada:


De si los de á caballo los ausentan , Ño hace en el romper mas sentimiento
Si no pueden a ruego a cuchilladas, , Que si fuera en carrera acostumbrada ,
Como a los mas odiados enemigos Abriendo tal camino que pasaron,

Que no era a la sazón tiempo de amigos. Todos los que de abajo se escaparon.
Atruena todo el valle el gran bullicio Los bárbaros airados defendían
Armas grita y clamor triste se oia
, El paso pero al cabo no pudieron ;
,

De la gente española y de servicio , Que por mas que las armas esgrimían ,

Que á manos de los indios perecía : Los fuertes españoles los rompieron :

So se vio tan sangriento sacrilicio , Unos acia la mano diestra guian ,


Ni tan eslían j y cruda anatomía , Otros tan buen camino no supieron ,
Como los fieros barbaros hicieron Tomando á la siniestra un mal sendero
En dos mil y quinientos que murieron. Que a dar iba en un gran despeñadero.
, , ,. : ; : . ,

LA ARAUCANA, CANTO VIL ±7

A la siniestra mi
, poniente, :i< iu el Aquel i|Ue por desdicha atlas venia ,
Estaban dos caminos mal asados Ninguno , aunque sea amigo le socoire
, ,

Estos debías da ser antiguamente Despacio el mas lijen se movía


l'i>r do al agua bajaban los venados:
Quien el caballo tinta muí no corre, i

Digo en tiempos pasados, '|i"' al nmantc El cansancio j la sed los afligía ;

Por mil partea estaban derrumbados, Mas liios, que en el mayor peligra acorre,
Y el remata tajado con un salto Preñé el Ímpetu i cuno al enemigo,
De mas de ciento J W inti- hutas de alio. Según en el siguieule canto digo.
Por orden de natura no sabida
por gran sequedad de aquella tierra,
O algún diluvio grande y avenida
CANTO MI.
Llegan eapiAolet A la dudad «Je la Cuno p. loo lt.-rho« pedaio»,
lo,
Fué causa de tajarse aquella tierra:
manían el detlroio y pérdida, do uu<-»ira gtnlv t J \i»U la poct ajuv
Pues i'ur allí la genis mal regida para remlir lau Rran pujjniu da C >. a la ludad liulna, y la,
I
.

Ocupada del miedo de la guerra ,


mucha, mujcrei. nlfto, y ylejot que dealn ttlabín, reUrto en la M
Huyendo de la muerte va sin Uno ciudad de Sjuliaaw Atino» <-n .'.( ramo ,e contiene el aaco,

A iiar derechamente en ella vino. in. eadlo] ruina di la ciudad de la Concepción.

La Inadvertida gente iba rodad», Tener en mucho un peche se debrls


Que repararse un pan podía . A do el lemOf junas hallo posada ,

F.i segundo al primero iropellando . Temor que honrosa muerte nos desvia
Y el tercera .ii segund cío envía: Por uns vida Infame i deshonrado ¡

Kl numero se va multiplicando! En los peligros grandes la osadía


Un cuerpo mil pedasos se hacia Merece ser de todos estimada.
Biempre rodando eon furor viólenlo El miedo es natural en el prudente,
Hasta parar en al mas bajo asienta. Y el saberlo vencer es ser vállenle.
Como al Dan Tifeo presumiendo Esto podran decir los que picaban
i i! mi de si '-i gran monte j pesadumbre, Los cansados caballos aguijando;
Cuando el terrible cuerpo estremeciendo Pues lauto de temor se apresuraban
Sacude l< <s peñascos de la cumbre Que les daremos crédito aun callando :

Que vienen con gran ímpetu j esirueada Con los prestos cálcanos lo afirmaban ,
Hechos pieus ahajo en mucbedombre Con piernas brazos , cuei po ¡jadeando
, ;

Asi la triste gente mal guiada También ios araucanos sin alíenlo.
Hodando al llano va despedaaad*. La furia iban perdiendo y movimiento.
Pero que el buen camino tiene
ai|uella ,
Que del grande trabajo fatigados
De verle con presteza el un procura, En el largo y veloz curso aflojaron ,

Ninguno por el otro se detiene Y por gran tesón desalentados,


el
Que detenerse va fuera locura : A de alcance los dejaron
seis leguas ¡

Rodar también a alguno le conviene, Los nuestros del temor mas aguijados ,

Que nías de lo posible se apresura : Al entrar de la noche se bailaron


A caballo V a pie y aun de cabeza, En la estreñía ribera de llinbio
Llegaron lo bajo en poca pieza.
ii Adonde pierde el nombre y ser de rio.
Sueltos iban caballos por el prado , Y a la orilla un gran harco asido vieron
Que muertos los señores han caído , De una gruesa cadena a un viejo pino,
(Jiros desocuparlos fue forzado. Los mas heridos dentro se metieron
Que por flujos la silla babian perdido: Abriendo por las aguas el camino ;

Cuál lijeio cabalga j culi turbada , Y los demás con animo atendieron
Del temor de la muerte >a impedido Hasta i|iie el esperado liaren vino ,

Atinar al estribo no podía , Y con la diligencia comenzada


Y el caballo y Baaoo se le liuia. A la ciudad arriban deseada.
No aguardaban por es toa; mas corriendo Puédese imaginar cual llegarían
Juegan s mucha priesa los talones, Del trabajo y heridas maltratados ;

ai delantero sin parar siguiendo, Algunos casi rostros no Iraian ,


Que no le alcanzaran a dos lirones : Oíros los traen de golpes levantados :

Votos , promesas entre si haciendo Del inlierno parece que sallan ,


De ayunos , romerías , oraoiones , No hablan , ni responden elevados
Y' aun otros reservados solo al papa, A lodos con los ojos rodeaban ,
Si Dios desle peligro los escapa. Y mas callando el daño declaraban.
Venían va los caballos por el llano Después que dio el cansancio y lorpe espanto
Las orejas tremiendo derramadas, Licencia de decir lo que pasaba ,
Quiérenlos aguijar; mas es en vano, Dejando el pueblo atónito ya cuanto.
Aunque recio u-s abren las ijadas Súbito en triste tono levantaba
El hermano no escucha al can hermano, Un alboroto y doloroso llanlo ,
Las lastimas allí son escusadas. Que el gran desasiré mas solemnizaba,
Quien dos pasos del OtTO se aventaja Y al son discorde y áspera armonía
Por ganar oíros dos muere y trabaja. La casa mas vecina respondía.
Como el (pie sueña que en el ancho coso Quién llora el muerto padre, quién marido.
Siente al furioso ton avi arse, Quién hijos, quién sobrinos, quien hermanos,
Que piensa alcurniado y temeroso, Mujeres como locas sin sentido
, ,

Huyendo de aquel Ímpetu salvarse, Ansiosas tuercen las hermosas manos :

Y se aflige y congoja presuroso Con el fresco dolor crece el gemido ,


Por correr , y no puede menearse : Y los protestos de accidente vanos,
Asi eslns á gran priesa a los caballos Los niños abrazados con las madres
No pueden, aumpie quieren, aguijallos. Preguntaban llorando por sus padres.
Haciendo el enemigo gran matanza De casa en casa corren publicando
Sigue el alcance, y siempre los aipieja; Las voces y clamores esforzados
Dichoso aquel (pie buen caballo alcanza , Los muertos que murieron peleando ,
Que de su furia un poco mas se aleja Y aquellos infelices despeñados :

Quién la adarga abandona, quién la lanza, Mozas, casadas viudas lamentando


, ,

Quién de cansado el propio cuerpo deja ,


Puestas las manos y ojos levantados
Y' asi la vencedora gente brava Piden a Dios para dolor tan fuerte
La fiera sed con sangre mitigaba. El ultimo remedio de la muerte.
,; ,, ,, , , , ,
: , ,

2S DON ALONSO DE ERCILLA Y 7.UÑIGA.


La amarga noche dormir pasaban sin No fué esta corrección de algún provecho.
Al son de dolorosos instrumentos Ni otras cosas que el viejo les decia ;
Mas el día venido se atajaban Muestran todos hacerse a su despecho
Con olro mayor nial eslos lamentos Y van al ipie mas corre ya la via :
Diciendo que a gran furia se acercaban Es justo que la fama catite un hecho
Los (tráncanos barbaros , sangrientos ,
Digno de celebrarse hasta en el dia
En una mano hierro en otra fuego, , Que cese la memoria por la pluma
Sobre el pueblo español de temor ciego. Y todo pierda el ser y se consuma.
Ya la parlera fama pregonando, Doña Mencia de Nidos, una dama
Torpes y rudas lenguas desalaba ,
Noble discreta , valerosa , osada ,
,

Las cosas de Lautaro acrecentando Es aquella que alcanza tanta fama


Los enemigos ánimos menguaba ;
En tiempo que á los hombres es negada :

Que ya cada español casi temblando, Estando enferma y flaca en una cama ,
Dando fuerza á la fama levantaba , Siente el grande alboroto y esforzada ; ,

Al mas flaco araucano hasta el cielo ,


Asiendo de una espada y un escudo ,
Derramando en los ánimos un hielo. Salió tras los vecinos como pudo.
Levantase un rumor de retirarse Ya por el monte arriba caminaban ,
Y la triste ciudad desamparaba. Volviendo atrás los rostros afligidos
Diciendo que no pueden sustentarse A las casas y tierras que dejaban
Contra los enemigos en batalla : Oyendo de gallinas mil graznidos.
Corrillos comenzaban á formarse , Los gatos con voz hórrida maullaban ,

La voz. común aprueba el despoblaba; Perros daban tristísimos aullidos ;

Algunos con razones importantes Progne con la turbada Filomena


Reprobaban las causas no bastantes. Mostraban en sus cantos grave pena.
Dos Varias parles eran admitidas Pero con mas dolor doña Mencia ,
Del temor y el amor de la hacienda ; Que dello daba indicio y muestra clara ,

La poca gente, muertes y heridas. Con la espada desnuda lo impedia,


Dicen que la ciudad no se defienda ; Y en medio de la cuesta v dellos para ,

Las haciendas y rentas adquiridas El rostro á la ciudad vuelto decia :


Al liberal temor cogen la rienda ; « ;Oh valiente nación , á quien tan cara
Mas luego se esforzó y creció de modo, Cuesta la tierra y opinión ganada
Que al fin se apoderó de todo en todo. Por el rigor y filo de la espada !
La gente principal claro pretende Decidme, ¿qué es de aquella fortaleza
i)

Desamparar el pueblo y propio nido , Que contra los qite asi teméis mostrastes?
Kl temeroso vulgo aun no lo entiende; ¿Qué es de aquel alto punto y la grandeza
Mas tiende oreja atenta a aquel ruido , De la inmortalidad á que aspiras tes?
Yislo el público trato , mas no atiende , ¿Qué es del esfuerzo orgullo, la braveza,
,

Que súbito , alterado v removido Y el natural valor de que os precfastes'í


De nuevo esfuerza el llanto y las querellas, ¿ Adonde vais cuitados de vosotros
,

Poniendo un alarido en las estrellas. Que no viene ninguno tías nosotros f


Quién á su casa corre pregonando »¡0h cuántas veces fuisles imputados
La venida del bárbaro guerrero; De impacientes, altivos temerarios , ,

Quién aguija á la silla procurando En los casos dudosos arrojados


Cincharla en caballo mas lijero
al : Sin atender a medios necesarios;
Las encerradas vírgenes llorando Y' os vimos en el yugo traer domados

Por las calles sin manto ni escudero, Tan gran número y copia de adversarios ,

Atónitas de acá y de allá , perdidas, Y emprender y acabar empresas tales


A las madres buscaban desvalidas. Que distes á entender ser inmortales!
Como las corderillas temerosas «Volved á vuestro pueblo ojos piadosos i
De las queridas madres apartadas ,
Por vos de sus cimientos levantado.
Halando van perdidas presurosas Mirad los campos fértiles, viciosos.
Haciendo en poco espacio mil paradas, . Que os tienen su tributo aparejado ;
Ponen atenta oreja á todas cosas Las riéas minas y los caudalosos
Corren aquí y desatinadas allí : Rios de arenas de oro , y el ganado
Así las tierna? vírgenes llorando Que ya de cerro en cerro anda perdido
A voces á las madres van llamando. Buscando á su pastor desconocido.
De rato en rato se renueva y crece «Hasta los animales ,
que carecen
El llanto, la aflicción y el alarido; De vuestro racional entendimiento,
Tal vez ¡ay que de súbito enmudece
!
,
Usando de razón se condolecen
,

Reduciendo el sentir solo al oido ; Y muestran doloroso sentimiento :

Cualquier sombra Lautaro les parece Los duros corazones se enternecen


Su rigurosa voz cualquier ruido : No usados á sentir y por el viento
,

Alzan la grita y corren , no sabiendo Las fieras la gran lástima derraman ,


Mas de ver á los otros ir corriendo. Y en voz casi formada nos infaman.
Era cosa de oir bien lastimosa uDejais'quielud, hacienda y vida honrosa
Los suspiros clamores y lamento ,
, De vuestro esfuerzo y brazos adquirida ,

Haciéndolos mayores cualquier cosa Por ir á casa ajena embarazosa


Qu<' trae de nuevo el miedo por el viento : A do tendremos mísera acogida :

Desampara la turba temerosa ¿ Qué cosa puede haber nías afrentosa


Sus casas posesión y heredamiento ,
, Que ser huésped toda nuestra vida ?
Sedas, tapices, camas, recamados, Volved que á los honrados vida honrada
,

Tejos de oro y de plata atesorados. Les conviene, ó la muerte acelerada.


alguno hace protestas, requiriendo
Si «Volved, no vais asi desa manera ,

Que no sea la ciudad desamparada. Ni del temor os deis tan por amigos ,
Responde el principal «yo no lo entiendo : Que yo me ofrezco aqui que la primera ,

Ni de mi voluntad soy parte en nada »; Me arrojaré en los hierros enemigos


Pero el temor un viejo posponiendo Haré yo esta palabra verdadera,
Les dice «Gente vil , acobardada,
: Y vosotros seréis dello testigos :
Deshonra del honor y ser de España Volved , volved , gritaba...» pero en vano
,

¿ Qué es eslo , dóude* vais , quien os engaña ?» Que a nadie pareció el consejo sano.
, ; , :; , . ,; ,

LA ARAUCANA, CANTO Vil. j:i

Como
honrado padre recalado
el Uniéndole laminen como había astado
Que piensa reducir con persuasiones Cincuenta horas de término en el lecho
Al hijo del prupi'jsitii dañado, Del trabajo j manjares olvidado.
Y está alegando en vano mil ntOIlfll Con lodo lo ileinas ipie se habí a hechO ,

Que el hijo Incorregible > obstinado Y que el comer estaba aparejado


Le Impoftnoio y cansan los sermones : Si del sueño se hallaba satisfecho.
Asi al tenor la gente va entregada El bárbaro responde no me espanto
No sufre ser eu eslo aconsejada. De haber sin despertar dormido tanto;
Ni .1paso con
Paulo presten
le i ^ i • Que el cuidoso Lautaro aperoebfdo
Por las sienes
Jáculo serpiente
la Por hacer descaí vuestra llegada.
Sin perder de su vuelo lijere/a ,
La gente en escuadrones ha tenido
Llevándole la vida juntamente .
Con tanta disciplina i astigada
Como la odiosa plática y braveza yue aun el sentamos era defendido
lie la dama ele Nidos por la gente; Ku acabando Apolo su jornada ,

Pues apenas entró pof un oiQO Hasta que ya los ravos de su lumbre
Cuando ya por el otro habla salido. Nos daban de la vuelta certidumbre.
Sin escuchar la plática del lodo, • SI alguno de su puesto se movia ,

Llevados de su antojo caminaban Sin esperar descargo le empalaba ,

Mujeres sin chapines por el lodo Y aquel que decansando se dormía


A gran priesa las faldas arrastraban ! En medio de dos picas le colgaba :

Fueron doce jomadas deste modo, Quien cortaba una espiga, allí iiioria,
Y a Mapiiclin al lin <leii:is arribaban. lleinas ile la ración que se le daba
¡

Lautaro míe se siente descansado C riienes estrechas y precetos


Me ila priesa , (pie mocho me he lardado Nos iiivo , como digo , asi sujetos.

Noei loen que lauto del nosdescuidemn< » Pesia suerte estuvimos los soldados
Pues ¿I no se des( uida en nuestro daño, Mas de catorce noches aguardando ,

y adonde le dejamos volveremos, Las picas altas, á ellas arrimados.


yue fue donde dejó el alcance esin Vuestra larda venida deseando:
Ku muy poco papel restituiremos Del sueño y del cansancio quebrantados.
l'n gran proceso y termino laniaño, Pasando gran trabajo, hasta liando i

yue fuera necesario larga historia Soplillos que llcgahadcs ya junto,


Para ponerlo estenso por memoria. yue nos quitó el cansancio en aquel punto."
Mas con
brevedad ya profesada
la Viendo el Silencio que en
el valle había,
Me detendré lo menos que pudiere Le pregunta si el campo
era partido;
Y las cosas menudas de pasada El mozo dice : ayer, antes del día ,
Tocaré lo mejor que yo supiere ;
Salió de aqui con suliilo ruido
Pido que atenta oreja me sea dada , Alomarte la causa no sabría ,
yue el cuento es grave y atención requiere, Aunque por claras muestras he entendido
l'ara que con curiosa v fácil pluma yue la ciudad de Penco torreada
Los hechos destos harliaros resuma. En del español desamparada.
yue luego que el alcance htlho cesado, Asi era la verdad , que caminado
Volviendo al hijo de Pillan gozoso, liabian los escuadrones vencedores
yue atrás un largo trecho halda quedado Acia el pueblo español desamparado
Mas por autoridad que de medroso, De los inadvertidos moradores:
Al general despachan mi soldado. La codicia del robo y el cuidado
Alojándose el campo en el gracioso Les puso espuelas y ánimos mayores;
Valle de Talcamahida impórtame, Siete leguas del valle á Penco había,
De pastos y comidas ahondante. Y arribaron en solo medio dia.
lin harliaro valiente, ipie tenia A vista de las casas , ya la gente
La estancia y heredad en aquel valle ,
Se reparte por lodos los caminos ,
Hallo un indio cristiano por la vía ;
Porque el saco del pueblo sea igualmente
Pero no se preciando de maulle, Lleno de ropa y falto de vecinos:
Prisionero casa le traía
a so Apenas la señal del partir siento,
Y comienza en tal minio a raaonalle ('uando cual negra banda de estorninos
« La vida , oh miserable quiero darle
¡ !
,
yue se abale al montón del blanco trigo,
Aunque no la mereces por tu parle. llaja al pueblo el ejército enemigo.

Pues que ya que á la guerra tu venias


• La ciudad yerma en gran silencio atiende
Colando del honor de los guerreros ,
El presto asalto y liera arremetida
Por qué con las mujeres le escondías
¿, De la barbara furia que deciende ,

Viendo á hierro morir tus compañeros? Con alto estruendo y con veloz corrida ;

Mujer delies de ser, pues que temias El menos codicioso allí pretende
Tanto de alguna espada los aceros : La casa mas copiosa y bastecida :

Y asi quiero que tengas el oSciO Vienen de gran tropel acia las puertas
L todo lo que toca a mi servicio. >
1 1 Todas de par en par francas y abiertas.
Mandó que del olicio se encargase Corren toda la casa en el momento
Que a la mujer honesta es permitido, Y en un punto escudriñan los rincones ,
y la posada y cena concertase Muchos por no engañarse por el liento
lín tanto que del sueño convencido Rompen v descerrajan los cajones.
Los fatigados miembros recrease; Daten tapices, rimas y ornamento,
Y habiéndose á su cania recogido, Camas de seda y ricos pabellones,
Al mundo el sol dos vueltas había dado, Y cuanto descubrir pueden de vi ita ,
Y no había el araucano despertado. Que no hay quien los impida ni resista.
Sepultado en un sueño Um profundo No con tanto rigor el pueblo griego
Como si de mil años fuera muerto , Enlró por el troyano alojamiento.
Hasta que el claro sol dio lo/, al mundo Sembrando frigia sangre y vivo luego,
A la vuelta tercera , que despierto Talando hasta en el último cimiento ;
Pidió la usada ropa , y lo segundo Cuanto de ira, venganza y furor riego,
Si estaba la comida ya en concierto El bárbaro del robo no contenió
El diligente siervo respondía , Arruma, destruye, desperdicia,
yue después de guisada estaba fria. Y aun no puede cumplir con su malicia.
,,, , ,, , : ,,
, , ,,, ,, , ,, ;

30 DON ALONSO DE ERCILLA Y ZllSlGA.


Quién sube la escalera y quién la baja La grita de los bárbaros se entona
Quien a la ropa y quién al Cofre aguija , No cabe el gozo dentro de sus pechos
Quién alire, quién desquicia y ilesencaja , Viendo (pie el fuego horrible no perdona
Quién mi ileja fardel, ni baratija. Herniosas cuadras ni labrados techos :

Quién contiende) quién riñe, quién baraja, En lanía multitud no hay tal persona
Quien alega y se Mirle á la parlija: Que en verlos no se duela asi deshechos
Por las torres, desvanes y tejados Antes suspiran, gimen y se ofenden,
Apareces los barbaros cargados. Porque tanto del fuego se defienden.
No en colmenas de abejas la frecuencia, Paréceles (pie es lento y espacioso,
Priesa y solicitud cuando fabrican Pues tanto en abrasarles se tardaba,
En el panal la miel con providencia, Y maldicen al tracio proceloso
Que á los hombres jamas lo comunican ;
Porque Haca llama no esforzaba
la :

Ni aquel salir, entrar y diligencia Al caer de las casas sonoroso


Con que las tiernas flores melifican, En terrible alarido resonaba,
Se puede comparar ni ser figura Que junio con el humo y las centellas
De lo que aquella gente se apresura. Subiendo amenazaba las estrellas.
Alguno di' reliar no se contenta Crece la fiera llama en tanto grado
La casa que le da cieña ventura, Que las mas
nubes encendía ,
altas
Que insaciable voluntad sedienta
la Tracio con movimiento arrebatado
Olra de mayor presa le ligura: Sacudiendo los arboles venia,
Haciendo codiciosa y necia cuenta Y Vulcano , al rumor sucio y tiznado,
Busca la incierta y deja la segura, Con los herreros fuelles acudia
Y llegando el sol puesto a la posada Que ayudaron su parle al presto fuego ;

Se queda por buscar mucho , sin nada.


, Y asi se apoderó de lodo luego.
También se roba entre ellos lo robado, Nunca fué de Nerón el gozo tanto
Que poca cuenta y amistad había ,
De ver en la gran Roma poderosa
Si no se pone en salvo a buen recado. Prendido el luego ya por cada canto ,

Que mayor ladrón mas adquiría


allí el : Vista sola a tal nombre deleitosa :
Cuál saca arrastrando , cual cargado
lo Ni aquello tan gran guste le ilió, cuanto
Va que del propio hermano no se lia Gusta la gente barbara llanosa
Mas parte á ningún hombre se concede De ver cómo la llama se estendia ,

De aquello que llevar consigo puede. Y la triste ciudad se consumía.


Como para el invierno se previetien Era cosa de oír , dura y terrible
Las guardosas hormigas avisadas, Los estallidos y Pornace estruendo ,

Que a la abundante troje van y vienen, El negro bunio, espeso é insufrible,


Y andan en acarretos ocupadas Cual nube en aire así se va imprimiendo :

No se impiden , estorban ni detienen , No hay cosa reservada al fuego horrible ,


Dan las vacias el paso a las cargadas: Todo en si lo convierte, resumiendo
Asi les araucanos codiciosos Los ricos edificios levantados
Entran salen y vuelven presurosos.
, En antiguos corrales derribados.
Quien buena parte tiene, mas no espera, Llegado al lin el último contento
Que presto pone fuego al aposento De aquella fiera gente vengativa ,

No aguarda que los otros salgan fuera Aun no parando en esto el mal intento,
Ni tiene al edilicio miramiento: Ni planta en pié , ni cosa dejan viva:
La codiciosa llama de manera El incendio acabado como cuento ,

Iba en tanto furor y crecimiento ,


Un mensajero con gran priesa arriba
Que todo el pueblo mísero se abrasa , Del bijo de Leocan , y su embajada
Corriendo el fuego ya de casa en casa. Sera en el otro canto declarada.
Por alto y bajo el fuego se derrama
Los cielos amenaza el son horrendo
De negro humo espeso y viva llama CANTO VIII.
La infelice ciudad se va
cubriendo :

Treme la tierra en torno


el fuego brama ,
Júntanse tos caciques y señores principales 4
codscjo general en el
De subir á su esfera presumiendo valle de Arauco. Mata Tucapel al cacique Puchecalco, y Caupolican
Caen de rica labor maderamientos Tiene con poderoso ejército sobre la ciudad Imperial fundada en el
líesutnidos en polvos cenicientos. valle de Cautén.

Piérdese la ciudad mas fértil de oro


Un limpio honor del ánimo ofendido
Que estaba en lo poblado de la tierra, Jamás puede olvidar aquella afrenta,
Y' adonde mas riquezas y tesoro
Trayendo al hombre siempre así encogido,
Según fama , en sus términos se encierra. Que dello sin hablar da larga cuenta;
¡Oh, cuantos vivirán en triste lloro Y el mayor contento desabrido
en
Que les fuera mejor coDlinua guerra! Se pone delante y representa
le
Pues es mayor miseria la pobreza La dura y grave afrenta con un miedo
Para quien se vio en próspera riqueza. Que todos le señalan con el dedo.
Aquién diez, y á quién veinte, y á quién
treinta Si bien esto los nuestros lo miraran
Mil ducados por año les rentara Y al temor con esfuerzo resistieran,
El mas pobre tuviera mil de renta, Sus haciendas y casas sustentaran
De aquí ninguno dellos abajara: Y en la justa demanda fenecieran ;
La parle de Valdivia era sin cuenta De mil desabrimientos no gustaran ,
Si la ciudad en paz se sustentara. Ni al terrero del vulgo se pusieran
Que en torno la cercaban ricas venas, Del vulgo, que jamás dice lo bueno
Fáciles de labrar y de oro llenas. Ni en decir los defectos tiene freno.
Cien mil casados subditos servían Pero de un bando y otro contemplada
A los de la ciudad desamparada , La diferencia en número de gentes
Sacar tanto oro en cantidad podian La ciudad sin reparos descercada , ,

Que á tenerse viniera casi en nada ; Con olra infinidad de inconvenientes;


Esto que digo y la opinión perdían Y el ver puestas al filo de la espada
Por aflojar el brazo ¡le la espada, Las gargantas de tantos inocentes
Ganado», heredades, ricas casas, Niños, mujeres, vírgenes sin culpa ,
Que ya se van tornando en vivas brasas. Será bastante y licita disculpa.
, ,. ,, , , ,
, ; , ,

LA AHAi:c.\NA, CANTO VIH. SI


no es disculpa y causa lo que digo
Si Todos los capitanes señalados
Se puedo atribuir i-i.li' suceso A la española usan/ase vestian,

A rué del Siín.r Justo castigo.


i|in' La gente .1.1 ouiiiii y los soldados
.

Visto do su soberbia al gran esceso, Se visten del despojo que traían :

Perahiendo ijur el barí ara ennd|D| Cal/as, rabones cueros desgarrados,

Aquel que fue su subdito y opreso, En gran estima y pi BdO se tenían ;

I. os eche de su tierra
y
s, |
Por Inútil y bajo se juzgaba
Y les ponga el honor en opiniones. El sp IPaAol despojo OO llevaba
Bien (|iie iii la CoocepcIoB rupia de gente A manera de triunfos ordenaron
Balaba f la nionj paro grao p irle El venir a la junta asi vestí, los ,

De barba Idatira > amigada Irenli! Y en el consejo, como di^o, entraron


Inútil en la .Un v bélica arte
i
Cíenlo v treinta caciques escogidos;
Y poca de la edad mas siilii iente por su costumbre antlgoa se sentaron
A resistir el gnin rigor de Marte Según trae por la espada eran tenidos
Y a la parcial fortuna, ipie se inueslra Balando en gran silencio el pueblo ulano
En io. ios los sucesos u
siniestra. Así soltó la voz. Caopolicarjo:
¿Quien pudra con el liando lautaríno Bien entendido teñen v.. varones,
• ,

Viendo que su oplnlos tamo evadí Para que nuestra faina se aciecienle ,

Y' la fortuna prospera el camino Que no es menester fuerza de razones ,

Kn nuestro gano J su proveclm abría? Mas solo el apuntarlo brevemente :

No piensa reparar hasta el divino Que segtm vuestros fuertes corazones


Cielo y arruinar su uioiiari|ina ,
Entrar la España pienso Fácilmente,
Haciendo aquellos barbarea Mantos Y al gran emperador Invicto Cario
liraudes líelos, l.ravczas y desgarrón. Al dominio araucano sujetarlo.
Pilos el plli l.lo de PeaCO desolado •Los españoles vemos que ya entienden
Y de 1 1 liera llama COOSUmldo , El peSO de las mazas harreadas.
l'ije C0 a pin priesa lialiia llegado Pues ni en campo ni en muro nos atienden
l'n indio mensajero conocido, Saín s i
oiiau ros espadas,
One por CaopOUCan era enviado; Y cuan poco las mallas los defienden
Y habiendo de su parle encarecido Del corle .le las hachas acoradas ;

l.a gran batalla diana .le memoria,


, Si sus picas son largas y fornidas.
I-as graclU les mullo de la Vitoria. Con las vuestras nan sido va medidos.
Dijo también mu alargar monea • De vuestro intento asegurar foleto,
Que el genera] mandaba que partiese Pues estoy del valor tan satisfecho,
Lautaro con los prestos escuadrones, Que gruesos muros de templado acoto
^ en el valle de Arauco se metiese, Allanareis poniéndoles el pe. lio :

Donde el senado y junta de varones Con esta confianza el delantero


Ir liasen lo ipn' Illas le conviniese ; Seguiré vuestro liando, y el derecho
l'uesi'ii el fértil valle hay aparejo Que tenéis de ganar la fuerte España,
l'ara la junta y general consejo. Y conquistar del mundo la campaña.
En oyendo Lautaro aquel mandato . • La deidad desta gente entenderemos,
Levanta el campo sin parar camina. . > si del alio cielo cristalino
Deja gran Uní alias, y ( -n poco ralo Desciende como dicen, abriremos
,

Al monte andalicano se avecina ; A puro hierro anchísimo camino :

\ por llegar de súbito rebato Su género j linaje asolaremos


Kl camino torció por la marina, Que no bastara ejercito divino ,

Canoso de hurlar al liando amigo Ni divino poder esfuerzo y arte ,

Tomando nombre]el voz del enemigo. Si lodos nos hacemos auna parle.
TanlO marchó que
, al asomar del dia • En lin fuertes guerreros como di "o
, , .

Dio solire las escuadras .le repente No puede mi intención mas declararse
Con una baraúnda y vocería , Aquel que me quisiere por amigo,
Que puso en arma V altero la gente ,
A UempO esta que puede señalarse;
Mas vuelto el alboroto en alegría , Téngame desde aquí por en. go
Conocida la burla claramente El que quisiere a paces arrimarse.»
Los unos y l..s otros sin lirmarse Aquí dio lin, y su intención propuesta .

Sueltas las armas, corren a abrazarse. Esperaba sereno la respuesta.


Caupolican, alegre, humano y grave. Ceja no se movió, y aun el alíenlo
Los recibe, abrazando al ImeiiLautaro Apenas al espíritu halló via ,

Y con regalo y platica suave Mientras duro el soberbio parlamento


Le da prendas y honor de hermano caro :
Que el gran Caupolicano les hacia :

La gente que de gozo en si no cabe Hubo en el responder el cumplimiento


Por la ritiera de un arroyo el Y ceremonia usada en cortesía ;

En juntas y corrillos derramada. A Lautaro locaba y escusado ;

Celebran de beber la licsta osada. Lincoya asi responde levantado:


Algún tiempo pasaron después deslo « Señor, yo no me he visto tan gozoso
Antes que el gran senado hiesejnnto, Después que en este triste mundo vivo,
Tratando en su jomada y presupuesto Como en ver manifiesto el valeroso
Desde el principio al fin sin faltar punto; Animo dése inviclo pecho altivo ¡

Pero al término justo y plazo puesto Y así por pensamiento tan glorioso
Llego la demás gente, lodo a punto Me ofrezco por tu siervo y ty cautifo;
J
Los principales nombres de la tierra Que no quiero ser rey del cielo y tierra
Entraron en COOSOlU á uso de guerra. Si hubiese de acabarse aquí la guerra.
Llevaba el general aquel vestido en testimonio deslo yo te juro
• Y'
Con que Valdivia anle el fué presentado : De acompañar de lucho,
te seguir y
Era de verde y púrpura tejido Ni por asnero caso adverso y duro
Con rica plata y oro recamado , A la patria volver jamás el pecho :

Un pelo fuerte en buena guerra habido Desto puedes, señor, estar seguro,
De lina pasta y temple relevado, Y todo faltará y será deshecho
La celarla declaro y limpio acero ,
Antes que la palabra acreditada
Y uu mundo de esmeralda por cimero. De un hombre como yo por prenda dada »
,, , ,,; ,,
, ; , , ,;» ;,; ,, ,

DON ALONSO Di ERC1LLA Y ZUfllGA.


Asi dijo ; v iras ti , aunque rondo «Vosotros , capitanes esforzados ,
Kl buen lvi'oguelen, curaca anciano, De sida una vilorta envanecidos
Estáis de tal manera levantados ,
De condición muy áspera enojado,
Pero afable en la paz Fácil y humano ,.
Que os parecen ya pocos los nacidos :
Viejo, enjuto, dispuesto, bien trazado, Templad , templad los pechos alterados
Señor de aquel hermoso Y' esos vanos esfuerzos mal regidos;
y fértil llano,
Con espaciosa «h y grave gesto No hagáis de españoles tal desprecio
Propuso en sus razones sabias eslo : Que no venden sus vidas a mal precio.
« Fuerte varón y capitán perfeto, «Si dos veces por dicha los veneisles
No dejaré de ser el delantero Mirad cuando primero aquí vinieron
A probar la fineza deste peto, . Que resistir su fuerza no pudistes.
Y si mi hacha rompe el lino acero ; Pues mas de cinco veces os vencieron :
Mas como quien lo entiende le remeto i En el licureo campo ya lo vistes
Que falla por hacer mucho primero Lo que solos catorce allí hicieron
Que salgan españoles deslatieira. No será poco hecho y buen partido
Cuanto mas ir a España a mover guerra. Cobrar la tierra y crédito perdido.
vBien sera que, señor, nos contentemos i) Debemos procurar con seso y arte
Con lo que nos dejaron los pasados, Redemir nuestra patria y libertarnos
Y' a nuestros enemigos desterremos Dando á vuestras bravezas menos parle ,

Que están en lo mas dello apoderados ; Pues mas pueden dañar que aprovecharnos,
Después por el suceso entenderemos ¡Oh hijo de Leocán quiero avisarte ,
!

Mejor el disponer de nuestros liados :


Si quieres como sabio gobernarnos
Esto a mi me parece y quien quisiere , Que temples esla furia , y con maduro
Proponga otra razón , si mejor fuere.» Seso pongas remedio en lo futuro.

Callando este cacique , se adelanta «El consejo y conveniente


mas sano
Tucapelo, de cólera encendido, Es que el campo, en tres bandas repartido,
Y sin respeto asi la voz levanta A un tiempo, aunque por parte diferente,
Con un tono soberbio y atrevido , Dé sobre el Cautén pueblo aborrecido :
Diciendo «A mi la España no me espanta
: Hien que esté en su defensa buena genle,
Y no quiero por hombre ser tenido, Es poca; y este asiento, destruido
Si solo no arruino á los cristianos Valdivia, de allanar fácil seria,
Ahora sean divinos, ahora humanos. Pues no alcanza arcabuz ni artillería.
» Pues lanzaros de Chile y destruirlos b Solo á mi Sanliago me da pena

No sera para mi haslante guerra Pero modo a su tiempo buscaremos


Que pienso si me esperan confundirlos
, , Para poderla entrar, y la Serena
En el profundo centro de la tierra ; Fácilmente después ía allanaremos ;

huyen, mi maza ha de seguirlos,


Y' si Aunque sujeto a lo que el hado ordena
Que es la que desle mundo los destierra :
Es el mejor camino que tenemos.» .
Por eso no nos ponga nadie miedo , Acabando con esto el sabio viejo,
Que aun no haré en hacerlo lo que puedo. A muchos pareció bien su consejo.
»Y por mi diestro brazo os aseguro Tras este otro curaca hechicero
Si la maza dos años me sustenta De la vejez decrépita impedido
A despecho del cielo á hierro puro, , (Puchecalco se llama el agorero.
De dar desto descargo y buena cuenta , Por sabio en los pronósticos tenido).
Y" no dejar de España
enhiesto muro Con profundo suspiro, intimo y fiero
Y aun el ánimo á mas se me acrecienta , Comienza asi á decir entristecido :

Que después que allanare el ancho suelo, «Al negro Eponamon doy por testigo
A guerra incitaré al supremo cielo. De lo que siempre he dicho y ahora digo.
» Que no son hados es pura flaqueza , Por un término breve se os concede
i)

La que nos pone estorbos y embarazos La libertad y haheis lo mas gozado ;


,

Pensar que haya fortuna es gran simpleza ¡


Mudarse esta sentencia ya no puede,
La fortuna es "la fuerza de los brazos : Que está por las estrellas ordenado
La máquina del cielo y fortaleza Y que lorluna en vuestro daño ruede ;
Y'endrá primero ahajo hecha pedazos Mirad que os llama ya el preciso hado
Que Tucapel en esta y otra empresa A dura sujeción y trances fuertes;
Falle un minimo punto en su ptomesa.» Repárense á lo menos tantas muertes.
Peteguelén la vieja sangre fría > El aire de señales anda lleno

Se le encendió de rabia y levantado , Y las nniurnas aves van turbando


Le dice « Oh arrógame la osadía
: ; ! Con sordo vuelo el claro dia sereno.
Sin discreción jamas fué de esforzado. » Mil prodigios funestos anunciando
Pero Caupolicán, que conocía Las plantas con sobrado humor terreno
Del viejo ha tiempo el ánimo arrojado, Se van sin producir fruto secando ;

Con discreción le ataja las razones Las estrellas , la luna , el sol lo afirman ,
Haciendo proponer á oíros varones. Cien mil agüeros tristes lo confirman.
Purén se ofrece alli , y Angol se ofrece «Mirólo todo y todo contemplado
,

No con menor braveza y desaliento No sé en qué pueda yo esperar consuelo ,


Ongolmo no qoedó según parece Que de su espada el Orion armado
De mostrar su soberbio pensamiento : Con gran ruina ya amenaza el suelo :

Del uno en olro multiplica y crece Júpiter se ha al ocaso retirado ,


El número en*l mismo ofrecimiento; Solo Marte sangriento posee el cielo,
Colocólo , que atento eslaba á lodo Que denotando la futura guerra
Sacó la voz diciendo deste modo ! Enciende un fuego bélico en la tierra.
»La verde edad os lleva á ser furiosos > Ya la furiosa muerte irreparable

;Oh hijos y nosotros los ancianos


! Viene a nosotros con airada diestra ,
No somos en el mundo provechosos Y la amiga fortuna favorable
Mas de para decir consejos sanos ;
Con diferente roslro se nos muestra;
Que no nos ciegan humos vaporosos Y Eponamon horrendo y espantable
Del juvenil hervor y años lozanos: Envuelto en la calienlesangre nuestra ,

Vas! < mas lihres entendemos La corva garra tiende el cetro yerto ,
Lo que siendo mancebos no podemos. Llevándonos al no sabido puerto.
. ; ,
. , ; , ;, , ,

LA AIIAl CANA, i lMn VIII.

Tocapel que de rabia retentando en esto il general con el debido


"i

Estaba oyendo al viejo mas do atiende , , Respeto


y'oj< bajos en el
Que dlee Ko veré si adivinando ¡ dice ; « lina mei
i
eñor, le i

i
* i< J < t
,

De mi maza este necio se defiende.» si algo merece mi Intención y crin ,

IHciei do esto j la mata Icvanl indo , V i


, qoe el ran desacato i letldo
I i derriba sobre él , - asi I" tiende Perdones firaní imente ucapelo i i ;

Que pin iv midió curso de planeta, Pues lia niosli ido en campo claramente
.\i fué mas a/livinu ni profeta. \ aleí él mas qoe toda aquella gente.»

Quedóle desto el brain tan sabroso, general estaba en <ln> la


Perplejo el ;

Según la maestra nao »ido estovo , Pero mirando al Un quien lo pedia

De dar tras el Senado religioso , Luego el ejecutivo intcnl nía ,

Y Mu sé la razón que lo detuvo :


'icon el rostro alegre respondía :

Caupolicán, atónito j rabioso, « El ha tenido en vos bastante ayuda,

Trasportada la mente un estovo; i :» i >


> Por la cual le peí lona \ m is decía
M ,i- vuelto i'n si con voz hi rrible j Dera Que f i las escuadras \ mandase .

Gritaba i capitanes muera muera, i


: . , Qoe el combatirle mas loego cesase.
No le dio tanto gusto i aquella gente Baja Lautaro :ii campó, y prestamente
Lo que Caopnlicano le decía . El rico cuerno 1 retirar locaba
Cuanto al snberhio bárbara Impaciente ai son del coal se recogió la nenie,
Viendo qu asinn tal se le ofreció : Qoe recogerse á nadie le pes iba :

Era tribunal
;ilin el pe i diente . I
s ilo lo siente el b irbaro valiente
i n ii.n'.i saltar del i in a porfía Qoe satisfecho á su sabor no estaba ;

Q nto v treinta que eran, en un punto ^ volviendo á Lautaro el fiero gesto,


Saltan los ciento , j él tras ellos junto. En alta y libre voz I

dijo aquesto ;

Los que iii el alto tribunal quedaí mi «¿Gomo, buen capitán , bas estorbado
Son los que en esta historia señalados El tomar desta \ii canalla enmienda,
Que un i- de su asiento s mudaron
i

N mi un- desloa rústicos vengado
De donde los mirab m sosegado ; p ira que mi valor mejor se entienda?!
Que de ver nno solo no coraron Lautaro le responde i Es escasado ¡

M islrarse por tan poco alborotado . Quien ciñiere contigo á la contienda


Aunque los que saltaron de tan alto Que se pueda valer contra lu diestra,
En menos estintaron aqoej sallo, Según quedello h:is dado aquí la muestra.
Cubiei lo Tocapel de una malla Conmigo puedes ir, ipie te aseguro
Salto como un lijero > suelta pardo Que ningún daño y mal le sobrevenga.
En medio de la tímida canalla , Tocapel le responde «Yo le joro :

Haciendo plaza el bárb iro gallardo : Oue un paso ese lémur no me detenga ;

Con silbos grita en desigual batalla maza es la qoe i mi me da el seguro


fili ,

Con piedra palo, flecha, lanza y dardo


, Ln demás ci quiera vaya y venga i ,

Le persigue la gente de manera Que el mil do es de los niños y mujeres


c.'iiiui .-i foera loro A brava Dera. Sus , alto, vamos luego á do quisieres. <

Según soele jugar por znn destreza dos :il irjbonal llegando,
Jiniins Ins
El liviano montante un buen maestro, Tocapel de Lautaro adelantado
Hiriendo con esfaña lijereza Subió por la escalera, no mostrando
Delante , atrás , á diestro y á siniestro : Punto de alteraeion por lo pasado ;

Con mas desenvoltura j mas presteza, El sagaz general disimulando


Mostrándose en los golpes fuerte y diestro Con gr iciosa aparencia le ba tratado i
Kl fiero Tocapel en la pelea , V de la ruta platica el estilo
Con l,i pesada maza se rodea. Lautaro asi diciendo, añudó el bilo:

De mancar no se contenta
tullir y ulnvlelo capitán yo he oslado átenlo .

Ni para contentarse esto le basta ; A lo qoe eStOS Vi S han propuesto,


Solo de iquellos ti ¡síes bace enrula V do sé figurarte el gran contento
Qoe so maza los hace loria ú pasta : yue me da ver su esfuerzo manifiesto :
Rompe magulla mnele y atormenta
. , . Si de servirle tengo sano intento,
Desgobierna destroza estropea y gasta , . Mis obras por la^ luyas dirán esto
'finís llueven sobre él arrojadizos Is para ser del todo agradecidas
Cual tempestad (briosa ile granizos. Sera puco perder por tí mil vidas.
miedo el bárbaro sangriento
Pero sin •Estos finiies guerreros ayudarte
Por espesas armas discurría,
las Quieren n restaurar la propia tierra ,

Brazos cahei is ¡ ánimos sin cuento


. Porque en ello les va también su parte ;
Soberbios quebranté en solo aquel ilia; ^ M ir el vicio grande de la guerra
i

^ cual menoda lluvia por el viento No puedo yo dejar de aconsejarte,


La sanare y frescos sesos esparcía : Aúneme ludo el consejo en ll se encierra,
No discierne al pariente del eslraño, Aquello que mejor me pareciere
Haciéndolos iguales en el daño. mas bien al bu n público viniere.
'i

Las armas eran solo en defenderle Es mi voto qoe debes atenerte


De la canalla birbara araucana Al consejo con termino iliscreto
Que en montón trabajaba de ofenderle; Del sabio Colooolo que por suerte ,

.M.is el temor i:i ofensa bacia liviana : Le cu| r en todo tan perfelo
'
:

Era cierto admirable cosa verle Asi qoe, man señor, sin detenerte
Saltar y acometer con furia insana Cumplí- que esto se ponga por efelo ,

Desmembrando la gente sin poderse Aules que los cristianos se aperciban ,

De su maza] presteza del inderse Porque mas llaraun lile nos reciban.
ipolicán del caso no pensado » V pues que Mapochó solo es lemido ,

En talfuñir \ cólera se enciende, Después que I" demás eslé allanado,


Qu estaba de bajar determinado . Por el pnieiiie Eponai le pido i

Aunque su gravedad se lo defiend Que el cargo de asolarle me sea dado :

Pero Lautaro alegre ¡ ad La tierra palmo a palmo la he medido ,

Miraba con nde Con españoles siempre he militado,


i n bombre contra tanto barharismo, Entiendo sus astucias é invenciones ,

Incrédulo y (huloso de si mismo. El modo , el arle , el tiempo y ocasiones.


I XVII. 5
, , ,, ,, ,; : , ; : : , , ,
:

5i DON ALONSO DE ERCILLA Y ZURRÍA.


Quinientos araucanos solamente Ya dije que el ejército araucano
Quiero para la empresa que yo digo , De la Imperial tres leguas se alojaba
Escogidos en toda nuestra gente ; En un dispuesto asiento v campo llano,
l ii soldado de mas do ba de ir conmigo : Y que Caupblican determinaba
A,|in lo digo estando tú presente Entrar el pueblo con armada mano;
y estos sabios caciques que me obligo, También como el castigo dilataba
iv d irte l-i 'iiid.ul puesta en las manos Dios a su pueblo ingrato y sin enmienda,
Con cien cabezas nobles de cristianos.» Usando de clemencia y larga rienda.
Aquí se cerróel bárbaro orgulloso, Estaba la Imperial desbastecida
y gran rato sobre ello platicaron ; De armas , de munición y vitualla ;

Pareciéndoles modo provechoso Itien que la gente della era escogida,


Todos en este acuerdo concordaron : Pero muy poca para dar batalla
:

Después i'lo estaba el pueblo deseoso Fuera por los cimientos destruida.
De saber novedades se bajaron, Cualquier fuerza bastara á arruinalla ,

Donde lo difinido y decretado Y persona de dentro no escapara,


Con general pregón filé declarado. Si á vista el pueblo bárbaro llegara.

Estuvieron allí catorce días ("liando el campo de allí quería mudarse,

En grande regocijo j mucha fiesta, Que ya la trompa á caminar tocaba,


Ocupados éii juegos y alegrías Súbito comenzó el aire a turbarse,
V en quien mas veces bebe sobre apuesta: Y de prodigios tristes se espesaba
Después contra los pueblos del Mesías, Nubes con nubes vienen á cerrarse
La alborozada gente en urden puesta, Turbulento rumor se levantaba,
Marcha Caupohcán con la vanguardia. Que con airados ímpetus violentos
Quedando Lemotemo en retaguardia. Mostraban su furor los cuatro vientos.
Cerca llegó el ejército furioso Agua recia granizo, piedra espesa
,

De la Imperial, fundada en sitio fuerte, Las intrincadas nubes despedían ,


Donde el fiero enemigo vitorioso Rayos , truenos, relámpagos apriesa
La pensaba entregar presto á la muerte ;
Rompen los cielos y la tierra abrían :

Mas el eterno Padre poderoso Hacen los vientos áspera represa


Lo dispone y ordena de otra suerte ,
Que en su entera violencia competían ;

Dilatando el azote merecido ,


Cuanto topa arrebata el torbellino,
Como veréis prestando atento oído. Alzándolo en furioso remolino.
Un miedo igual á todos atormenta.
No hay corazón, no hay ánimo asi entero
CANTO IX. Que en tanta confusión, furia y tormenta
Llegan los araucanos á tres leguas di: la Imperial con grueso ejército. No temblase aunque mas fuese de acero
,

So ha efeto su [mención por permisión divina. Dan la vuelta 9 bus En eslo Eponamon se les presenta
tierras, adonde les viene nueva que los españoles estaban en el Bi lente En forma de dragón horrible y fiero.
de Penco reedificando la eiudad do la Coocenciou. Vienen sobro tos Con enroscada cola envuelto en fuego,
españoles y hubo entre ellos una recia batalla.
.
Y en ronca y torpe voz les habló luego,
Si los hombres no ven milagros tamos Dicíéndoles que aprisa caminasen
Como se vieron en la edad pasada Sobre el pueblo español amedrentado,
Es causa haber agora pocos santos Que por cualquiera banda que llegasen
Y estar la ley cristiana autorizada ; Con gran facilidad sería tomado,
Y asi de cualquier cosa hacen espantos Y que al cuchillo y fuego le entregasen
Que sobre el natural uso es obrada Sin dejar hombre á vida y muro alzado.
Y no solo al aulor no dan creencia ,
Esto dicho , que todos lo entendieron ,

Mas ponen en su crédito dolencia. En humo se deshizo , y no lo vieron.


Que si al enfermo quiere Dios sanarle, Al punto los confusos elementos
Por su costumbre y tiempo convalece Fueron sus movimientos aplacando ,

Si al bajo miserable levantarle, Y los desenfrenados cuatro vientos


Por modos ordinarios le engrandece; Se van á sus cavernas retirando ;
Si al soberbio hinchado derribarle, Las nubes se retraen á sus asientos ,

Por naturales términos se ofrece : El cielo y claro sol desocupando :

De suerte que las cosas desta vida Solo el miedo en el pecho mas osado
Van por su natural curso y medida. No dejó su lugar desocupado.
Por do vemos que Dios quiere y procura La tempestad cesó, y el raso cíelo
Hacer su voluntad naturalmente Vistió el húmido campo de alegría.
Sirviendo de instrumento la natura Cuando con claro y presuroso vuelo ,
Sobre la cual él solo es el potente : En una nube una mujer venia
Y asi los que creyeren por le pura Cubierta de un hermoso y limpio velo,
Merecen mas, que si palpablemente Con tanto resplandor, que al mediodía
Viesen lo que después de ya visible La claridad del sol delante della
Sacarlos de que fué seria imposible. Es la que cerca del tiene una estrella.
En contar una cosa estoy dudoso Desterrando el temor la faz sagrada
Que soy de poner dudas enemigo A todos confortó con su venida
Y es un eslraño caso milagroso Venia de un viejo cano acompañada
Que fué lodo un ejército testigo ;
Al parecer de grave y santa vida :

Aunque yo soy en esto escrupuloso Con una blanda voz y delicada


Por lo que deílo arriba, señor, digo, Les dice : «¿Dónde andáis, gente perdida*
No dejaré en efeto de contarlo ,
Volved , volved el paso a vuestra tierra
Pues los indios no dejan de afirmarlo. No vais á la Imperial á mover gtierra.
Y manifiesto vemos hoy en dia » Que Dios quiere ayudar á sus cristianos

Que porque la ley sacra se estendiese. Y dalles sobre vos mando y potencia,
Nuestro Dios los milagros permitía , Puesirigratos, rebeldes, inhumanos.
Y que el natural
orden se. escediese Así le habéis negado la obediencia :

Presumir se podrá por esta vía, Mirad no vais alia, porque en sus manos
Que para que a la fe se redujese Pondrá Dios el cuchillo y la sentencia.»
La bárbara costumbre y ciega gente, Diciendo estoy dejando el bajo suelo,
Usase de milagro claramente. Por el aire espacioso subió al cielo.
, , ,, ., :, ,, .»
.

LA ARAUCANA ,
(AMO IV
Los araucano* la visión gloriOU La genio andaba >a doi la mana .

De aquel vil" blanquísimo cubierta Con el s.in de las armas v bullicio


Siguen con % i^tu lij;t y codicioMi Que codiciosa cometn
Casi sin atentar, la boca abieria i
Ki d ado bélica elerdi lo
Ya que despareció, fué esti iña cosa, Juntáronse I la nuda borní be? i

(luí' coi ruien atónito üespierla (ir. ion antigua j detestable rielo

Los muí'. ;i loa oíros ic miraban La u. is ilustre gente j señalada


Y ninguna palabra te hablaban. A dar dilinicion cu la jomada.
Todos ile un c'ir;i/mi \ pensamiento, Tratando en • ic ti ooncilio estaban i

sin esperar mandal tro ruego, Del bien y aumenl telón de aquel calado ,

Como il solo aquel fuera tu intento Cu. un lo cuatro soldados ai ril


ki camino da Araueo loman luego :
Con triste muestra ¡ p iso api mi ido • .

V;iu sinorden Hieros como el liento, 11 ndolea i iber c andaban m


Parécelej que de un sensible ruego En el siiio de Penco arruinado
Por deliéa lea espaldas se encendían ,
i
Idad de eapi lea b ibaj mdo,
Y asi con mayor ímpetu corrían. i n grueso y tuerte muro levantando,
'

Heme señor, de mucboa Informada


, ,
ii adolea i i Ve 10a, , oh guerrera
Porque con mea autoridad se cuente ;
De paiio de loa pueblos comarcanos
A retóte ¡ trea de abril, que boj ea mediado, Con facultad bastante i promeleros,
liara cualroanoa cierta > justamente, Si desterráis <io nuevo
cristianos, a ios

Que el caso milagroso aquí contado Que pagaren con sumas de d ros
Aconteció, un ejercito présenle, KI trabajo y labor de tuestraa manos;
Ki :iñ" de quinientos y cincuenta ^ |K. lili. leudo el cielo .leseado ,

Y' cuatro sobre mil i>«>r cierta cuenta. La tenia palle hayáis de lo asentado.
Va la rerdad en rama declarada .
• Viendo el
poco ep « a ¡ resistencia i

Según que de loa barbaros se sebe Que vuestro bvor todoa lene
sin i

Y mi iie Ungimientos adornada Lea llanamente la obediencia


.linio,

Que es enea que en materia latí no cabe: llue en el tiempo infelice dar solemos :

Tienen ellos i"T cosa averiguada, So fue poi opresión no fué violencia ,

Que mi es en prueba destu pOCO grave ,


Pues, aunque desdichados, entendemos
Qoe por esta visioo bobo en doa años Cuan breve es el suspiro de la muerte
liaiiiiiie, dolencias, muertes > "ir. ia daños. Que pone lin y limite a la Suerte.

Que la mar reprimiendo


sus vapores Mas porque oslando Araueo tan vecino

Paltó la agua y Tenientes de la sierra, Y lija en SU bvor la instable rueda ,

Talando el sol en tierna edad las llores La paz n.is pareció mejor camino
Ayudada del fuego de la guei ra :
Para que reí liar lodo se pueda
Como creció la seca j las calores .
Ya que lo estrague el áspero deslino.
Pol falla de humedad la lierra amia Tiempo para morir después ims queda
Rompió lianí" y alzóse eon los trillos, Pues mi estarán h.s brazos ni cansados I

Dejando de acudir con mis tributos. Que un puedan abrir nuestros costados
Causo que una maldad se introdujese »Y pues oses patente y manifiesta
En el distrito y término arauc. , La embajada y gran priesa que iraemí .

Y fue que carne humana se comiese En ella ora tratad que la respuesta ,

¡Inorme Introducían ('.aso inhumano!


'
¡
Con la resolución esperaremos :

Y en parricidio error se convirtiese Brevedad os pedimos, que con esta


El hermano en sustancia del hermano : Podrá ser que sin nesgo derribemos
Tal madre hulio que al hijo nniv querido La soberbia española y confianza,
Al vientre le volvió do halda salido. Antes que les dé esfuerzo la tardanza.
Digo pues que los harliaros llegando No se puede decir el gran contento
Al valle de l'iiren, paterno suelo. Que les dio a los caciques la embajada :

Las armas por entonces arrimando. lie lodos desde allí en el pensamiento
Dieron lugar al tempestuoso cielo: Amos que se acdiase fué acolad.) ;

Es esto tiempo, en estas parios, cuando Pero unieron freno y sufrimiento,


KI encogido infierno con su hielo Que la primera voz estaba dada
Del lodo apoderándose en la tierra. Al lujo de Leocán , que consultado
Pone puní" al discurso de la guerra. Asi responde en nombre del senado :

Espárcese y derramaae Ingente, «Estamos con razón maravillados


Dejan el campo J buSCanloa poblados, De lo que en este caso hemos oido.
Cesa el floro ejercicio ('"ilumínenlo , ¿Y' es verdad que hay cristianos tan osados
I. a tierra cubren húmidos hnbladoe. Que quieren con nosotros mas ruido?
Mas ruando enciende a Escorpio el sol ardiente, Sus sus que estos varones esforzados
, ,

Y la frígida nieve los collados Acolan la promesa \ el partido :

Sacuden de sus cimas levantadas, No dando entero lin á la jornada.


Ya de la nueva yerba coronadas : Del trabajo no quieren llevar nada.
En esle tiempo el bullicioso Marte Bien os podéis volver luego con esto
»
,
saca su carro con horrible estruendo, Que sin duda en efelo lo pondremos
Y ardiendo cu ira lielic.isa paito , Y sobre los cristianos lo mas presto
Por el dispuesto Araueo discurriendo : Que se pueda dar orden llegaremos :
Hace temblar la tierra á cada parte Donde so mostraré bien manifiesto
Los ferrados caballos impeliendo, Lo poco en que nOSOlTOS los tenemos;
Y en la diestra el sangriento hierro agudo, Pero lialieis de advertir con saldo modo
Bate con la siniestra el fuerte escudo. Que aviso se nos dé siempre de lodo.i
Luego a furor movidos los guerreros, Muyalegres los cuatro se partieron
Toman las armas, dejan el i.poso, Poi iie>. n
tal respuesta y caminando ,

Acuden los remotos forastei... En breve i sos- señores se volvieron,


Al cebo de la guerra codicioso ¡ Que oslaban por ni utos aguardando;
DelOS hierros renuevan los aceros ^ visto .i buen despacho que trujeroo,
Templan la cuerda al arco vigoroso , El contento y traición disimulando,
El peso de las mazas acrecientan , Sufrían con discreción las vejaciones
Y el duro fresno de las astas tientan. Encubriendo las falsas intenciones
, ,, ,, , , , ,

50 «ON ALONSO DE EÜCILLA Y ZUÑIf.A.


Domésticos so muestran en el nato, Era caudillo y capitán de España
Nadie loma la causa j la defiende, Kl noble montañés Juan de Alvarado,
Conociendo que el medio mas barato Hombre sagaz , solícito y de maña ,

Del araucano ejército depende ; De gran esfuerzo y discreción dolado,


\ con doble y solicito contrato II nial con orden y presteza eslraña
La esperada venganza se pretende Del presente peligro recalado ,
Debajo de humildad \ gran secreto, Sazón no pierde, tiempo y coyuntura ,

Para que su intención viniese a efeto. Antes las prevenciones apresura.


De nuestra gente y pueblo destrozado Que al punto apercebidos los soldados ,

Gran descuido en hablar he yo tenido ; En SU lugar cada uno dellOS puesto ,

Mas como es en el mundo acostumbrado Manda nueve guerreros mas cursados


,i

Desamparar la parle del vencido, Que salgan á correr la tierra presto ;


\-i yo tras el bando afortunado Y en la cerrada noche confiados
He llevado camino tan seguido; Llegan al campo bárbaro; y en esto
"i >i aquí la ocasión un me avisara Del callado escuadrón fueron sentidos,
Jamas pienso que della me acordara. Levantando terribles alaridos.
Conté de la ciudad ya despoblada La grita el sobresalto , los rumores
,
,
Y de mis ciudadanos el camino, El súbito alboroto de la guerra,
Púselns en el lin de la jornada Las sonorosas trompas y alambores
lio forzoso dejarlos me convino ; II: n gemir y estret ¡er la tierra :

Pues volviendo a la historia comenzada En oslo los astutos corredores


\ al duro proceder de su destirio, Atravesando una pequeña sierra
Estuvieron el tiempo en Santiago Toman la vuelta por mas corta vía.
Que yo dellcis mención aquí no hago. Dando aviso á la amiga compañía.
Retirados allí . se reformaron Juan ile Alvarado con ingenio y arte

De lodo el aparato conveniente, De fuerza lo flaco fortifica


la

Donde por los mas volos acordaron Y en mas necesario allí reparte
lo
Reedificar á Penco nuevamente : Gente del arcabuz y de la pica;
<'.ongran trabajo y gasto levantaron Proveído recaudo en toda parte,
Pequeña copia y número de gente ; A recebir al araucano pica
Afirmarla ocasión desto no puedo, Con la lijera escuadra de á caballo,
Si fué la poca paga ó mucho miedo. Por no mostrar temor en esperallo.
Al yermo Penco hernioso habían llegado La nueva claridad del dia siguiente
v.
1 que en mitad del pueblo babia
1 1 1 sitio Sobre el claro horizonte se mostraba ,
i
e tenían de tapion fortificado, Y el sol por el dorado y fresco oriente
Que en recogido cuadro le ceñía : De rojo ya las nubes coloraba :

De dos fuertes bastiones abrigado A tal hora Alvarado con su gente


Ojie cada uno dos frentes descubría , Del prevenido fuerte se alejaba
V a cada frente asiste una bombarda En busca de h escuadra lautarina,
Que con maciza bala el paso guarda. Que a mas andar también se le avecina.
La gente comarcana con Ungida Los nuestros media legua aun no se habían
Muestra la paz malvada aseguraba, lie aquel su muro lejos alongado,
Esperando la ayuda prometida Cuando al caíanle un monte descubrían
Que i cencerros tapados caminaba : El araucano ejército ordenado :

¡'oro no fué secreta esta partida ,


Allí las limpias armas relucían
Pues entre los cristianos se trataba Mas que el claro cristal del sol tocado,
Que el valiente Lautaro babia pasado Cubiertas de alias plumas las celadas
Las lomas con ejército formado. Verdes, azules, blancas, encamadas.
Suénase que Purén alli venia , ¿Quién pintaros podrá el contento, cuando
Píllolco Angol y Cayeguano
Tome , , Sienten los araucanos el ruido,
Tucapel, que en orgullo y bizarría Que las diestras en alto levantando
.No le igualaba bárbaro araucano; Pusieron en el cielo un alarido?
Ongnlmo, Lemolemo y Lebopía, Mil instrumentos barbaros tocando ,
Caninmangue Elicura Mareguano, , , Con grande orgullo y paso mas tendido
Cayocupil, Lincoya, Lepomande Se vienen acercando á los de España ,
Chilcano Leucolon y Mareande. , Sonando en torno toda la campaña.
Todos estos varones señalados Quieren los españoles responderlos
Fueron para esta guerra apercebidos, Con el horrible son de armada mano
,

(.'.ohoíros dos mil platicos soldados Calan el monte á lin de acometerlos,

En el copioso ejército escogidos : Teniendo por mejor el sitio llano:


Venían de fuelles petos arreados, bajas las lanzas vienen a romperlos ,
i.1 uesas picas de hierros muy fornidos Pero la osada muestra salió en vano ,
¡'erradas mazas, hachas aceradas Que los bárbaros ya disciplinados
Armas arrojadizas y enastadas. Del todo se cerraron apiñados.
Desta manera el escuadrón camina Tan espesas las picas derribaron
En callada noche y sombra escura,
la Con pié y con rostro firme acia delante ,

Debajo del gobierno y disciplina Que no solo el encuentro repararon ,


Del cuidoso Lautaro , que procura Pero á desbaratarlos fué bastante :

I. la estrella matutina
levar cuando Los nuestros sin romper se retiraron ,

Alegra mustio campo y la verdura,el Y ellos gloriosos con furor pujante


Antes ipil' por aviso y doble trato Por dar remate al venturoso lance
De su venida hubiese algún recato. Siguen con pies lijeros el alcance.
Pero los españoles, de un amigo Apretándolos iban reciamente ,

B n i .11 < ique con ellos contrataba , Los nuestros resistiendo y peleando
Saben cómo el ejército enemigo Hasta el estrecho paso de una puente,
Con riguroso intentóse acercaba: Que allí Lautaro al cuerno aliento dando ,

l'ues avisado desto, como digo, El araucano ejército obediente


1 ile llanto iii secreto se halaba
i . Se va al son conocido reparando :

Al trance se aparejan y batalla Del fuerte lauto trecho esto sería


Requiriendo los fosos y muralla: Cuanto tira un cañón de puntería.
. . ,, .
. ; , , . ., .. .

LA Al! Al i
ANA. i
ima i\

DeUuwM Lautaro con inu nio Los que están en ta Hieres iraido \ i

11*- espel il al i.il l.-lll.- Ikxlta .


Como buenos -n irreros 8 defienden .

Porque 'i'' la ma&ana el rre i


viento Huí tos quieren quedaí v nn vem
i

Loa caballos y gente aleni o ¡


> Que ya solo un honrado mi pretenden
Refornia tu escuadrón h u I n lo asiento s con tal presupuesto embravecidos

A visia de i"- noesiK s a porfía . ¡


»
-
- Sin esperaní de vlvii ofenden > ,

Se habían ,ii iíUo fuerte re» g do, II.!. lendo en luí conlrai ¡os tal e I

Teniendo p"r mejor u.)in-l partido. Que la plaza de ra ya I igo

Cuando el 10I en el medio cielo eat d.j l. mi .;. gente | aun u contrastando .

.n.i declioando parte nn ¡mío punto i En la fuerza el pi Ima o entrado i

\ muei lo '!"- soldados en entrando


\ la aguda chichai e roüih iba i i
i

Con un desapacible contrapuuto ,


une en suerte le cupieron túnel 'li ¡

Kl astuto Lautaro imam día Lincoya Iba li ndo * derrih indo


su campo en eacuadr errado v junto M .- n podra decir la braveria
Caín grande esli nen lo y pai icei lado De He ipel .pie ei cieln acomelli
i , < i

Acia el sillo i'-i' I forliUcado. sí haiíaia algún camb iscalera !

Caill aullarla , des. ton COOÍ1 an / 1 n.i entró el luei lo por puerta . ni poi pin
i

1 .11 1 1 n.i i ira el fuei le camin iba .


Ante- con desenvuelto y dii

Sigúele atrae la gente en nr len un <


i
bre el so ilvó lijeramente I ,

\ ¿I .
m .11 luso término rastraba ai \ estaba en un momento en lo mas alto ,

i na larga nudosa > . gruesa laoaa puilo seguir por allí gente ,

Que airoso poco t] leí lab i i solo de aquel lado din el asalto:
i

\ mili por el cuento


i la blaudia Mas como -i de mil Ibera guardado
Que juiíiar loa eslre s
p irec) i.
Se ai roja luego en medio del cercado
Loa pocos españoles salen fuera . Apenas puso el pié Drn n la plaza
Une encerrados no calieren esperados i Cuando el 50 i
li i ii li irbaro , esgrimiendo
De arcabuces delante una biler < 1 eji 1II dui mesa maza
1
1
1
'

. .
.

picas luego, \ los caballos Iba los enemigos esp irciendo :

A los lados ; > asi desta manen .N.i vale 111 illa tina ni ...1.1/ i
,

Con llera muestra vienen á buscalli - Y roerles nn pudiendo


las cela las
i idos .1 ni. ii' v i |. idian bi i
Sufrir los recios golpes que Imj iban ,

Loa unos i los otros dejan irse. Machucando los sesos se abollaban,
^ de rencor intrínseco aguijado nos deja tullidos \ contrechos
1

Cus movidos ején ¡tos venían . Otros para en so vida Lastimados


Suenan los arcabuces asestados! A quién hunde el pescuezo poi los pechos,
Del humo fuego ¡ polvo se cubrían . . a quién rompe los s ¡ costados 1

Los corvos arcos con vigor Dechados Cual si roerán de blanda cera hechos ,

Grao número de tiros despedían ; U igull: uele y deja derrengados ,

Vuelan nubadas de arm is enasl Y en el mayor peli rn o miente


Pos valientes braxos arrojadas. Se atinja sin temor de aunas y genlC,
Cuales contrarías aguas á topai -• Contra Orliz revolvió con nmesti .airada,
Van c..n rauda '..: riente sonorosa . Que líalo. 1 muerto áTorquin mozo aniím
Que resistiendo al tiempo de mezcl i La /a alia , \ la vista en él elava.la

Aquella mas violenta j poderos i Rompe por el tropel de armas furioso


A la menos pujante sin pararse No se cuál rae la esp ida señalad , 1

\ ..i verla cuntía el curso es cierta cosa: Ni aquel brazo pujante 5 provechoso
Am i nuestro escuadrón forzosamente Que el mástil cercenó del araucano ,

Le arrebato la barban corriente. Y dos dedos el de 1 la una o. 1

No podiendo sufrir la fuerza brava encendimiento qua llevaba


Con el
Del numero de gente ¡ movimiento . No simio la herida de repente ;

Al español el bárbaro llevaba Mas cuando el lúa/., j golpe descargaba


i ni. a liviana paja el recio viento
. : Que los dedos ¡ m nie 1;

Entran sin orden . que ya rola and iba, Herida ligre hircana no es tan i.r.n 1

. u el fuerte asiento Ni acosado león tan ¡nipacienlc


\ i.niro del cuadrado ] ancho mura Como el indio que lleno de postema ,

Comienzan pié con pié un c bate dura Del cielo , infiel no . tierra y nial blai rema.
Algunos españoles castigados S bre las puntas de |..s pies eslrdi,, ,

Recocerse en la raería no quisieron Y en ellas la persona mas levanta .

Que eran .le' COI IZi idos i


El brazo cuanto puede atrás derriba ,

Y de verse en estrecho rehuyeron . Y el trozo impele con violencia tanta .

Quieren el campo abierto v por los . lados Que a Orliz, que alta la espada sobre él iba,
fiel turbado montón se dividieron : La celada le ipiehranla ,

Pero los de mas ser eon mano os ida ^ del grave dolor desvanecido

Procuran amparar ka plaza eni Dio en el suelo de manes sin senti

Allí quieren morir ó defenderse ; Kl bárbaro , con esto no vengado,


La carrera mas larga otros lomaron Viene sobre él con fui ia aceb rada,
Que acordaron con tiempo gn Y con la diestra ai.n no me ln
Otros a la malina se llegaron A Orliz arrebata la agud espada, >

Metiéndose en nn barco sin poderse Alzándole la ol por uo lado 1 1

Sufrir, las corvasancoras alzaron :


Le atravesó de la una á la otra ijada,
Satisfaciendo al miedo ybajo intento, Y la alma del c ir] alojamiento i 1

Las velas con presteza dan al viento. Hizo el .im j roí ' so apartamiento. 1

Quien en llegares algo perezoso, l.i espada el indio trueca, 1 1

Viendo levar el ani ora a la nave . Sintiéndose tullido de la diestra ,

N.i duda en arrojarse al ni ir I Y del golpe primero otro den necia,


Teniendo aquel morir por menos grave Que también en herir era maestra.
ynien antes ua nadaba de me I
Como suele segar la paja seca
Las olas rompe agón j nadar sabe : Kl presto mano .li-'-i 1
1

Mirad pues el temor á que ba llegado, Asi aquel im ap. con fuerza brava 1

Que viene á ser de miedo el hombre osad.. is piernas y cuellos cercenaba


.
, : ,, ,: , : « , , ,

DON ALONSO DE EKCILLA Y ZUSlGA.


Dejándose por do la ira
filiar Estos, honrosa muerte deseando.
Le llevaba furioso discurriendo, Despreciaban la vida deshonrada,
Unos Inore, maltraía, otros relira. Aquel forzoso punto dilatando
La espesa selva de asías deshaciendo; Con raro esfuerzo y valerosa espada :

Acaso al padre Lobo un golpe tira Presto quedó la plaza sin un bando,
Que contra cuatro estaba combatiendo, De almas vacia y de cuerpos ocupada.
El cual sin ver el Bu de aquella guerra Que animosos los pocos que quedaban
Dio el alma a Dios, y el cuerna dio a la tierra. A las armas y muertes se entregaban.
El grave Leucolon no menos Fuerte Unos por los costados caen abiertos,
Con el valor cine el cielo le Concede (Uros de parte a parte atravesados ,
Hiere aturde derriba y da la muerte
. , Otros que de su sangre están cubiertos
(ine nadie en faena y animo le escede; Se rinden á la muerte desangrados ;
So se como a escribirlo i"do acierte Al fin todos quedaron allí muertos
Que mi cansada mano ya no puede Del riguroso hierro apedazados.
Por lanía confusión llevar la pluma ,
Vamos tras los que aguijan los caballos
Y asi reduce mucho a breve suma. Que no haremos poco en alcanzallos.
También Aogol soberbio y esforzado Quién por camino incierto , quién por senda
Su corvo y gran cuchillo en torno esgrime; Áspera , peligrosa y desusada
Hiere al joven Diego Oro, y del pesado Hale al caballo y dale suelta rienda,
Golpe en la ilnra tierra el cuerpo imprime; Que el miedo es grande y grande la jornada;
Pero en esta sazón Juan de Al varado Él bárbaro escuadrón con grita horrenda
La furia de una punta le reprime Por sierra , monte , llano y por cañada
Que al tiempo que el furioso alfanje alzaba, Las espaldas los iba calentando
Por debajo del brazo le calaba. Hiriendo , dando muerte y derribando.
No halló defensa la enemiga espada Habia de la comarca concurrido
Lanzándose por parle descubierta Gente armada por uno y otro lado ,
Derecho al corazón hizo la entrada Que á la mira imparcial habia asistido
Abriendo una sangrienta y ancha puerta Hasta ver el derecho declarado :
La cara antes del joven colorada En esto alzando un súbito alarido
Se vio de amarillez muslia cubierta ;
Con orgullo á vencedores dado,
el
Descoyuntóle el brazo un mortal hielo, Baja armas hasta allí neutrales
las
Batiendo el cuerpo helado el duro suelo. Eu daño de las señas imperiales.
El corpulento mozo Mareguano, Sale en el codicioso seguimiento
Que airado á todas partes discurría, De la española gente que corria ,

Llego al tiempo que Angol por diestra mano Con furia y lijereza mas que el viento,
Al riguroso hierro se rendi;i Sin hacerse uno á otro compañía :

Era su íntimo amigo y primo hermano, La mucha turbación y desatiento


De estrecho trato antiguo y compañía: Que a los nuestros el miedo les ponia ,
« Pues fué siempre en la vida igual la suerte Los lleva sin caminos, esparcidos
Quiero, dijo, también que sea en la muerte. Por sierras, valles, montes, por egidos
Y' contra el matador con repentina Los que lienen caballos mas lijeros
Rabia que el pecho y venus le abrasaba,
, ¡Oh cuan de corazón son envidiados!
Un macizo y fornido tronco empina , ¡
Qué poco se conocen compañeros
Y con fuerza sobre él lo derribaba; De largo tiempo y amistad tratados!
Mas temiendo del golpe la ruina No aprovechan promesas de dineros
Alvarado que el ojo alerto estaba ,
Ni de bienes allí representados :

Saca presto el caballo apercebido, Tanto el miedo ocupado los habia,


Y en el suelo el troncón quedó metido. Que lugar la codicia aun no tenia.
Chilean, Ongolmo, Cayeguán de un lado, Antes los intereses despreciando
Lepomamie y Puréu en compañía Se muestran allí poco codiciosos,
Habian asi á los nuestros apretado Tras las ricas celadas arrojando
Que ganaron gran crédito aquel día Pelos de lina plata embarazosos ;
Tomé Cayocupil y el esforzado
, Y asi de las promesas no curando
Pillolco Canioniangue y Lebopia
, Jugaban los talones presurosos:
Mareande, Elicura y Lemolemo, Solo las alas de Icaro quisieran ,
De su valor mostraron el estremo. Aunque pasando el mar se derritieran.
En esto un rumor súbito se siente Juan y Hernando Alvarados la jornada
Que los cóncavos cielos atronaba Con el valiente Ibarra apresuraban,
Y era que la Vitoria abiertamente Animando la gente desmayada ,
Por el bárbaro infiel se declaraba: Mas no por esto el paso moderaban :

Ya la española destrozada gente Abren por carrera embarazada


la

Al camino deltata enderezaba, Que caballos gobernaban,


lijeros
Desamparando el suelo desdichado Y aunque con viva espuela los batían
De sangre y enemigos ocupado. Alargarse de un indio no podian.
Del lodo á toda furia comenzando Delante largo trecho de la gente
Iban los españoles la huida A los tres les da caza y atormenta
Siempre mas el temor apresurando Un espaldudo bárbaro valiente
Con agudas espuelas la corrida: Rengo llamado , mozo de gran cuenta :

Sigue el alcance, y valos aquejando Este solo los sigue osadamente,


La bárbara canalla embravecida Y a voces con palabras los afrenta,
Envuelta en una espesa polvareda, Y los aprieta y corre á campo raso,
Matando al que por flojo atrás se queda. Sin poderles ganar un solo paso.
Alvarado con ánimo y cordura « ; Jo les va gritando
, jo ! espera,espera
: ¡
'.

Los anima y esfuerza, y no aprovecha, Que mas en castellano no sabia ;


Que la turbada gente en tal rotura Pero en su natural lengua primera
Huye la muerte y plaza tan estrecha : Atrevidas injurias les decía :

Cual encamina almonte y cual procura


,
Tres leguas los corrió desla manera
De Hapocbó le senda mas derecha, Que jamas de las colas se parlia
Y cual y cuál constante todavía Por mucho que aguijasen los rocines ,
Animoso con Átropos porfía. Llamándolos infantes v mines. •
t . , , .1 . . , . ! , , .. , ,
, , ,

I.A MUÍ CAN* . CANTO \


Llevaba una arma en lito levantad >
Doa larga mera poi arena i

Que lili tlaV '|l it-ll su po V lollll.l di I


I
Lo- ties i to la le siguieron i

Era un groen naya nuil labrada


' Aunque en balde toan sta pena
De la grandeza J peso de l.llle el IndlO Illas , on lo ijljeellos e.illi. i

De metal li c ibei barreada, i I lilOS le Hiten, ion pero de lena


, ,

N eagrlmela i'i fanón sin m n fai i n id - i


ta 1 iendaa recogieron
yin- el preato esgrimidor suelto Imano V.
11 lio a-pelo SjtiO V pille,
Juega el ia< ii bastón diestra mano. i m Les lu/o rostro ei barbara animoso.
Bl ilguna reí con el ti ion pesado P i
espaldas i ó una gran quebrada
Loa caballos el barí sh inzaba Revolviendo I los tres con osadía ,

Era de faena el golpe tan cargado \ a bita da la u acostumbrada


yue casi derrengados los dej iba i
A ineiiu.l i

i.i :

Asi cada caballo escarmentado lie allí ron ne. la SÜbOl I pedrada ,

Sin espacias el cono ipresnrsbs sin poderle ofender ios ofendía


yue jamas luc baqueta en la corrida P aquel lugar deapefl idero
i

Como el beatón del bárbaro temí 1 \ mas que ellos el bii bara lijero
Ansqai ilion •• ali ¡ i Visto Alvarado serle asi escusailo
Del seguro montón y amigo b indo . Ci Mu de lo que tanto deseaba ,

No (icr esio
dura empresa deja la , Dejando libre al
barbara esforzado ,
Antea mas los persigne j 1 afireni ido 1 .
yur bien de mala gana se quedaba
Con prestos pies j mas loa sánela , i Pasa "lia ve/, el va seguro vado ,
l.a Dación española probando Y al u-ado camino enderezaba
En lenguaje sr ¡ano, que entendían Triste en ver que fortuna por tal modo
Los tres i|in' a mas correr del SO d( >.• le ni.. silaba adversa j don en todo

Veinte reces rerueiTen los ci ti. mus I


Habla dejado el ranipo laularinu
iiindo sobre él con súbita prestéis , De seguir el alcance grande ralo :

A todos iris les da llenas las manos Iban ios españoles sin camino
Con su diabólica arma \ lljereaa Como ovejas que van fuera del nato ,

Entre lanío llegabas los ufanos De no seguirlos mas me determino


linios ,.|i el slcance sia pereía Que por lo que adelante delloa trato.
Y rolrtendo lea tres i se c in Dejarlos por agón me es forzado
El barbara y bastón sobre ellos en. Donde otras veces ya los he dejado.
N< i BOT áspero monte, ni agria I D Con la gente araucana quiero andarme,
Afloja el cono y animoso brio .
Dicho-. a la s;,/on y afortunada,
i

Antea cual correr suele sobre apneala Y como -e acostumbra desviarme


Tras las lieras el puelche en desafio De la pane vencida j deadií
Los corre, aflige aprieta y los molesta ,
l'or donde lanío- van quiero guiarme
> a dleí uiiii.is de alcance por do no rio Siguiendo la carrera tan usada ,

El amibo atraviesa al mar corriendo,


' Pues la costumbre y tiempo me convi
Se toé en la humilla orilla deteniendo. Y lodo el mundo es ya viva quien vene. :

escuadrón parado había


El harliaro ;
;
Cuan usado es huir lo- ibalido .

Solo contornas Rengo porfiando


el v.
guir los soberbios levantados
Desistir de b empresa no quería De instable fortuna ravoridos
la

Aun. pie no ve persona de su bando : Para solo después ser derribados!


Los tres lasos cristianos a porfía Al cabo estos favores reducidos
Miau el ancho vado atravesando, a -u valor son bienes emprestados,
Cuando Rengo cargó de una pesada yue habernos de pagar con siete tanto
Piedra la presi sonda del osada. i Como claro nos muestra el nuevo canto.
El tronco en el suelo húmido lijado
Rodea amo
doa reces, despidiendo
el
El tosco j gran guijarro asi arrojado,
Doeei iii.uitf riiiiinti.i .1.1 sordo estruendo CANTO X.
Las muías por in mas si sao del vado
Las cristalinas a un .. revolviendo loi araucanos de las Vitorias habidas, ordenan unaj flcsl.i

Sus .Imadas abe/a- levantaron , . '- como natu-


rales, entre los cuales bobo grandes
i i ver el caso atentas se pararan. |

El importuno bárbaro no cesa , Cuando


la varia diosa favorece,
Ni afloja de la empresa que pretende, Y dadivas prósperas reparte
las
Antes con silbos gt ita v piedi i e-pesa .
;(auno al animo llaeo fortalece,
La agua a mas de la Iota, loa ofende, i
yue de triste mujer se vuelve un Mario .

Y índoles en esto mucha pi


ii
^ dei riba acobarda > enflaquece ,

El beber los caballos les deliende , El esfuerzo vml en la otra parte ,

Diciendo « Sus salid salid afber


: ; , , i
Haciendo cuesta an iba lo que es llano ,

Que jóos mantendré campo en la ribera. Y mi gran cerro la palma de la mano'


Viendo Airando a Rengo asi orgull Quién vio los españoles colocados
¡

De la soberbia tema ya impai lente . Sobre el mas alio ruerno de la Im.a,


Diccá los dos « ih caso rergoozi : ¡ (
i).' sus famosos hechos rodeados,

yue nos siga un in-lm »..' miente,


a tres sin pumo y muestra de mudanza alguna !

\ de nosotros ritorioso
triunfe !
;
Quién l"s ve en bieveli po derriba :

No es bien que de españoles tal se cuente ¡


Quién ve en n ia vuelta su fortuna i

Volvamos, y de aqui jamas pasemos Seguidos no de atarle, dios sanguino ,

Si primero morir no le hacemos.» Mas del timido sexo femenino


A-i dijo , y las riendas revolviendo Mirad aquí la aei te tan trocada ,

Segunda vez el vado atravesaban , Pues aquellos <iue al cielo no temían


De morir ó matarle proponiendo Las mujeres a quien la rueca es dada
Los cansados caballos aguijaban : Con varonil esfuerzo lo- seguían,
En esto el araucano conociendo Y'con la diestra i la labor usada
Lo cólera y furor con que tornaban, Las atrevidas lanzas esgrimían,
olvidando la masa y presupuesto, Que por el hado prospero impelidas
Las voladoras plantas mueve presto. Hacían crudos efelos v heridas.
; ; , , , ;

..I DON ALONSO DE EliClLLA Y ZUÑIGA.


Estas mujeres , digo , que estuvieron Ya id esperado calorceno día,
En un monte escondidas esperando Que lauta gente eslaba deseando, .

De batalla «'I fin , y cuando vieron


!:i Al campo su color residida
Que <le rota el castellano bando ,
il>;i Las importunas sombras desterrando,
Hiriendo el cielo i gritos descendieron Cuando la bulliciosa compañía
El mujeril temor de si lanzando, De los briosos jóvenes, mostrando
Y ile ajeno valer y esfuerzo armadas El juvenil hervor y sangre nueva ,
Toman de les ya muertos las espadas. En campo estaban prestos a la prueba.
estruendo y muchedumbre
\ a mi. 'lias 'leí Fué con solemne pompa referido
También en la Vitoria embebecidas, El orden de los precios , y id primero
De medrosas y blandas de costumbre Era un lustroso alfanje guarnecido
Se vuelven temerarias homicidas : Por mano artificiosa de platero;
No sienten ni les daba pesadumbre Este premio fué allí constituido
Los pechos al correr , ni las crecidas Para aquel que con brazo mas entero
Barrigas de ocho meses ocupadas : 'tirase una fornida y gruesa lanza.
Antes corren mejor las mas preñadas. Sobrando a los demás en la pujanza.
Llamábase ¡nfelice la postrera ,
Y de cendrada piala una celada
Y con ruegos al cielo se volvía ,
Cubierta de altas plumas de colores ,
Porque a tal coyuntura en la carrera De un cerco de oro puro rodeada,
Mover mas presto el paso no podía. Esmaltadas en el varias labores,
Si las mujeres van desta manera , Fue la preciada jova señalada
La bárbara canalla cual iriaV
;, Para aquel que entre diestros luchadores
De ac|iií tuvo principio en esla tierra En la difícil prueba se estreñíase,
Venir también mujeres a la guerra, Y por señur del campo en pie quedase.
Vienen acompañando á sus maridos Un lebrel animoso remendado ,

Y en el dudoso nance están para. las Que el collar remataba una venera
Pero sí los contrarios son vencidos ,
De agudas puntas de metal herrado ,

Salen á perseguirlos escorzadas : Era el precio de aquel que en la carrera


Prueban la Haca fuerza en los rendidos, De todas armas y presteza armado ,
Y' si cortan en ellos sus espadas, Arribase mas presto a la bandera
Haciéndolos morir de mil mineras; Que una gran milla lejos tremolaba ,

Que la mujer cruel eslo .le veras. Y el trecho señalado limitaba.


Así á los nuestros esla vez siguieron Y de niervos un arco hecho por arte
Hasta donde el alcance halda cesado, Con su dorada aljaba que pendía ,

Y desde allí la vuelta al pueblo dieron, De un ancho y bien labrado talabarte


Ya de los enemigos saqueado : Con dos gruesas hebillas de ataujía ;

Que cuando nacer mas daño no pudieron , Este se señaló y se puso aparte
Subiendo en los caballos que cu el prado Para aquel que con Hecha a puntería
Sueltos sin orden y gobierno andaban , Cañando por destreza id precio rico,
A sus dueños por juego remedaban. Llevase al papagayo el corvo pico.
Quién hace que combate y quién huia, ,
Un
caballo morcillo rabicano
Y quién tras el que huye va (uniendo; Tascando el freno estaba de cabestro,
Quién Qnge que esta muerto y se tendía, Precio del que con suelta y presta mano
Quién correr procuraba no podiendo : Esgrimiese el bastón mas como diestro :

La alegre gente así se entretenía Por juez se señaló a Caupolicano ,


El trabajo importuno despidiendo, De lodos ejercicios gran maestro.
Hasta que el sol rayaba los collados ,
\'a la trompeta con sonada nueva
Que el general llegó y los mas soldados. Llamaba opositores a la prueba.
Los unos y los otros aguijaban NO bien sonó la alegre trompa cuando
Con gran priesa á abrazarse estrechamente; El joven Orompello, ya en el puesto
Pero algunos por mas que se esforzaban Airosamente el manto derribando,
La envidia les hacia arrugar la frente : Mostró el hermoso cuerpo bien dispuesto,
Francos los vencedores se mostraban Y en la valiente diestra blandeando
Repartiendo la presa entre la gente ; Una maciza lanza: luego en esto
Que aun en el pecho vil contra natura Se ponen asimismo Lepoman.de,
Puede lauto la próspera ventura. Crino, Pillo Ico, Guambo y Mareande.
Una solemne fiesta en este asiento Estos seis en igual hila corriendo ,

Quiso Gaupolicán que se hiciese, Las lanzas por los líeles igualadas
Donde del araucano ayuntamiento A un tiempo las derechas sacudiendo
La gente militar sola asistiese ; Fueron con seis gemidos arrojadas :

Y con alegre muestra y gran contento, Salen las asías con rumor crujiendo
Sin que la popular se entremetiese , De aquella fuerza é ímpetu llevadas;
En juegos pruebas danzas y alegrías
. , Rompen el aire, suben hasla el cielo,
Gastaron sin aquel algunos días. bajando con la misma furia al suelo.
Los juegos y ejercicios acabados, La de Pillulco fué la asta primera
Para el valle de Arauco caminaron , Que talla de vigor á tierra vino ;

Do a las usadas fiestas los soldados Tras ella la de Guambo y la tercera ,

De toda la provincia convocaron : De Lepomande y cuarta la de Crino


, ;

Fueron bastantes plazos señalados ,


La Quinta de Mareande y la postrera, ,

Joyas de gran valor se pregonaron Haciendo por mas fuerza mas camino,
De los que en ellas fuesen vencedores, La de (Ironipello fué mozo pujante , ,

Premios dignos de haber competidores. Pasando cinco brazas adelante.


La fama de la tiesta iba corriendo Tras eslos otros seis lanzas lomaron
Mas que bis diligentes mensajeros, De los que por mas fuertes se estimaban
En un término breve apercibiendo "iaunque con fuerza estrema procuraron
Naturales vecinos y estrahjeros
, Sobrepujar el tiro no llegaban, :

Gran multitud de gente concurriendo Otros tras estos , y otros seis probaron ;
Creció el mi i., tanto de guerreros
,
Mas lodos con vergüenza alias quedaban,
Que ocupaban las tiendas forasteras, Y por no detenerme en esle cuento,
Los valles , montes , llanos y riberas. Digo que lo probaron mas de ciento.
. , , ,
,: , . ; 1 ., , :.; .:, , ,,

LA AIIAI i \N\ .
i Wlu \
Ninguno con ieh braa i
llegar pudo Hechas las presas y ellos recogidos
Al iíii >
de Of pello ten dado ,
En vi, i
nuil conot '•! »e

Hasta que Leucoton, varón membrudo, Pero 'I" ardoi colérico encendidos
Viendo que ya el prnbaí babia aflojado Comienzan por el campo a revolverse
Dijo en voi alia De peí del do dudo : ¡
Ciñense pies con pies j entretejidos ,

Mas porque lodos ya me habéis mirado i ni un lado y otro sin ponerse


.i .

Quiero ver deste brazo lo que puede , Llevar cuanto una mlulmi venta] i

Y .1 dé llegar i irella nie com e l'.u mas que el uno y otro le trabaja.

Esto dicho , la lanía requerida Andando asi en un tiempo cauteloso .

En ponerse en el puesto poco tarda Mi U la pierna dii ti Caví ¡oano :

Y dando una IHera arremetida Torqoin ceñii la codicioso


t,iuiv,i

Hizo muestra de si Fuerte \ gallarda Cargando con gran Fuerza aquella mano: >

La lanza por les aires impelida Sécala a tiempo Cayeguan mañoso .

Sale en ruesa bala de bomb


il Y el cuerpo de Torquln quedando en vano,
(i cual fbrioso trueno ipie corriendo , Del iniv peso ¡ Fuerza que traia
I'. iv espes iv nubes ira
-i i ampiendo. i A los pies enemigos Be tendía.
Cuatro brazas pas raudo nielo Tras este Fuerte Rengo se presenta 1 1

Di' raya delantera


i. i señal % . El cual lanzando Fuera los vestidos,
.

Rompiendo el hiei i" pur duro suelo • i Descubre la persona corpulenta .


Tiembla por largo espacio la asta Fuera ; Brazos robustos músculos fornidos .

Al/. 1.1 turba un alando al cielo ,


i
Mírale turba atenta
la c .utii-;, .

Y de tropel con sábila carrera Que cuatro entre lodos escogidos


.ir

Muchos ver el Uro van corriendo, i i te valii nle bárbaro era el uno ,
La fuer/a y tirador engrandeciendo, Jamás sobrepujado de ninguno.
I'ii.iv i'i largo trecho a pies median c."ii gran nierza los hombros icudiendo
> peso de la lanza
examinan el ; Se apareja í la lucha y desafiu

Otros por m iravill encarcelan i Y al mi edoi conti m lo apercibiendo


'

Del esforzado brazo la pujai Le va buscar con animoso hi ¡o


i
:

Otros ran i"'i el precio otros baclan ; De la otra nai te Cayeguan saliendo
Al vencedor canlai es de alabanza : En medio ríe aquel campo a su albedrio,
De Leucoton el nombre levantando \ ¡enen los dos gallardos a juntarse ,

Le ran en alta roí solemnizando. Procurando en la presa aventajarse.

iiSalta
i"'il"
j
por la turba !" nde . Un raí" estuvo en confusión la gente
\aquel rumor coléi ico b n ija Y anduvo "ii duda la Vitoria incierta
Diciendo Aun no he perdido, ni se atiende
: i
M:iv luego Rengo dio señal patente
De solo '! pr t tiro la ventaj i
pie Fué su pujanza desi uhierla ,

c >ii ir.m 1
1 raí .1 en esto tiende . Que entre los duros brazos reciamente
Y a tiempo un encendido Fuego ataja ,
Al triste Cayí gu m la bocq abii 1 1

Que uoapel ni primo babia acudido


l . Sin dejarle alentar le retraia .

5 oTros con Leucoton se babian metido. Y acá y allá con él se revolvía.


Caupolican que estaba por ¡uez puesto . Alzólo de la tierra, y apretado
Mii andose imparcial discretamente, En "I aire gran pieza lo suspende :

La Furia de Orompello aplaca presto Cayeguan sin color desaleni


Con sabrosas palabras blandamente ; Abre los brazos las piernas tiende j :

Y ;ivi un se altercando mas sobre esto, \ mu lolo asi esforzado rendido el


Conforme á la postura justamente Rengo, que á la Vitoria solo atiende
A Leucoton por mas aventajado Dejándole bajar con poca pena ,

Le Fué ceñido el corro alfanje al lado. Le estampa ile gran golpe en el arena.
v ibad con esto la poi lia, Sacáronle iiei campo sin sentido,
Y Leucoton quedando vitorioso, Y a su tienda en los hombn le evaron; i

Orompello i una parte se desvia Todos la fuei/.a grande j el partido


Del caso algo coi rido vei gonzoso j ; De Rengo en alta voz solemnizaron ;

M ni" sabio ni"/" lo encubría , Pero cesando en esto aquel ruido


De verse en ocasiones di A sus asiei tos luego se ti ruinen .

Por do con Leucoton j causa nueva Porque vieron que aleo aparejado I

Venir pudiese a mas estrecha prueba. El puesto de la lucha babia tomado.


Era Orompello mozo asa: valido Fué este Talco de pruebas gran maestro,
Que desde su niñea Fu ty so I
, li" recios miembros j fero? semblante,
Manso tratable fácil corregido,
, . . Diestro en la tacha ¡ en las armas «liostro,
Y en ocasiiui metido valeroso; Ljjeru j esfni jado aunque arrogante :

De muchos en asiento prefei ido \ con lod is las pai les que aquí muestro .

Por su esfuerzo y linaje generoso , Era Rengo mas suelto y inav pujante ,

llij.i Mauropanoe
del venerable I v;,,i,, en los robustos ¡ei cicii i .

Primo «le Tucapel y amigo grande- Que dello su persona daba indicios.
Puesto nuevo silencio, y despejado Talco se mueve y sale con presteza
El campo do la prueba se hacia , Reí ii espaciosamente se movía ,

El diestro Cayeguan mozo e¡ Forzado . Piase muebo el uno en la destreza,


A mantener la lucha se melia : El ntro en su vigor solo ve Da :

\,i paso mucho cuando de otro lado . l.n esto,con estr iña lijereza .

Con gran disposición Torqoin vaha Cuando menos cuidado en Talen babia ,

De haber en él pujanza y lijei eza . i n gran salto dio Rengo no pensado


Ambos en el lachar de gran destreza. Cogiendo al nemigo descuidado. i

Dada señal con pasos ordenados . De la vii, Míe que el tigre cauteloso
Los líos gallardos barbaros se mueven Viendo venir lozana al suelte pardo,
Ya liiv vi' irades juntos ya apartados, . I i cuello bajo . lerdo ¡
perezoso,
Ora tienden el cuerpo ora le embeben , ; Con rnnrn sen se mueve a paso tardo;
Por un lado ¡ poi otro recaí Y en un instante súbito y Fui ¡o: "
s.' iuquieren, cerc busí an j remueven, Sa ta sobre él on Ímpetu gallardo i

Tientan vuelven, revuelven j se apuntan,


, Y echándole la garra :ei le api la i'

Y al cabo con gran Ímpetu se juntan. Que le oprime le rinde y le sujeta , :


, : , ; : , , , , ,, ; ,

DON ALONSO DE ERC.1LLA Y ZUN1GA.


Desta manera Rengo a Talco afierra, Ilabia en la plaza un hoyo acia el un lado
Y antes que a la defensa se prevenga Engaste de un guijarro, y nuevamente
Tan recio le apretó contra la tierra , Est aba de su encaje levantado
Que el lomo quebrantado lo derrienga : Por el concurso y huella de la gente
Viéndolo pues asi lo desafierra. Desto el cansado Rengo no avisado
Y a su puesto espetando que otro venga Metió el pié dentro, y desgraciadamente
Vuelve dejando el campo con tal hecho
, Cual cae de la segur herido el pino
De su estremada faena satisfecho. Con no menor estruendo á tierra vino.
Mas no hubo en hombre allí tal osadía No la pelota con tan presto salto
Que a contrastar al bárbaro se atreva ;
Resurte arriba del macizo suelo ,
Y asi porque la noche ya venia , Ni el águila que al robo cala de alio
Se diiirio la comentada prueba Sube en el aire con lan recio vuelo ,
Hasta que el carro del siguiente dia Como de corrimiento el seso fallo
Alegrase los campos con luí nueva: Rengo rabioso amenazando al cielo
Sonando luego varios instrumentos , Se puso en pié , que aun bien no tocó en tierra,
Hinchieron de las mesas los asientos. Y contra Leucolon furioso cierra.
Pues otro dia saliendo de su tienda
, ,
Como en la tiera lucha Anteo temido
El hijo de Looeán acompañado, Por el furioso Alfides derribado ,

Al cercado lugar de la contienda Que de la tierra madre recogido


Con altos instrumentos fue llevado Cobraba fuerza y ánimo doblado,
Rengo poique su fama mas se estienda , Asi el airado Rengo embravecido
Dando una vuelta en torno del cercado Que apenas en la arena habla tocado,
Entró dentro con una bella muestra, Sobre elcontrario arriba de tal suerle ,
Y a mantener se puso la palestra. Que al estremo llegó de honrado y fuerte.
Bien por dos horas Rengo tuvo el puesto Tanto dolor del grave caso siente
Sin que nadie la plaza le pisase , El público lugar considerando,
Que no se vio soldado tají dispuesto Que abrasado de luego y rabia ardiente
Que viéndole el lugar vacio ocupase; Se le fueron las fuerzas aumentando ,

Pero ya Leucolon , mirando en esto Y furioso , colérico , impaciente

Que porque su valor mas se notase De suerte á Leucolon va retirando ,

Hasta ver el mas fuerte había esperado, Que apenas le resiste; y el suceso
Con grave paso entró en el estacado. Oiréis en el siguiente canto espreso.
Luego un rumor confuso y grande estruendo
Entre el parlero vulgo se levanta
De ver estos dos junios , conociendo
En uno y otro esfuerzo y fuerza tanta CANTO XI.
Leucolon la persona recogiendo
Acábame las fiestas y diferencias, V caminando Lautaro sobre la dudad
A recibir a Rengo se adelanta ,
.!<• Santiago, antes de llegar a ella hace un fuerte, en el cual tuelidu
Que con gallardo paso se venia vienen los españoles sobre el, donde tuvieron una recia batalla.
De esfuerzo acompañado y lozanía.
Vienen al parangón dos animosos Cuando corazones nunca usados
los
Que en esfuerzo y pujanza par no tienen ; A dar señal y muestra de flaqueza
Unas veces aguijan presurosos ,
Se ven en lugar público afrentados ,
Otras frenan el paso y lo detienen : Entonces manifiestan su grandeza :
Andan en torno y miran cautelosos Fortalecen los miembros fatigados.
Y a lodos los engaños se previenen ; Despiden el cansancio y la torpeza
Pero no tardó mucho que cerraron , Y salen fácilmente con las cosas
Y con estrechos ñudos se abrazaron. Que er3n antes, señor, dificultosas.
Juntándose los dos pecho con pecho Asi le avino á Rengo que en cayendo , ,

Van las últimas fuerzas apurando; Tanto esfuerzo le puso el corrimiento.


Ya se afirman , y tienen muy estrechos Que lleno de furor y en ira ardiendo
Ya se arrojan en torno volteando ; Se le dobló la fuerza y el aliento ;

Ya los izquierdos, ya los pies derechos Y al enemigo fuerte no pudiendo


Se enclavijan y enredan no bastando , Ganarle antes un paso agora ciento ,

Cuanta fuerza se pone, estudio y arte Alzado de la tierra lo llevaba


A poder mejorarse alguna parte. Qe aun afirmar los pies no lo dejaba.
Acá y alia furiosos se rodean , Adelante la cólera pasara
La fuerza uno del otro resistiendo ; Y hubiera alguna brega en aquel llano
Tanto forcejan gimen ¡jadean
, , Si receloso desto no bajara
Que los miembros se van entorpeciendo : Presto de arriba el hijo de Pillano,
Tiemblan de la fatiga y titubean Que de Caupolican traía la vara,
Las cansadas rodillas no pudiendo , Y él propio los aparta de su mano
Comportar el tesón y furia insana, Que no fué poco en tanto encendimiento
Que al liu era de hueso y carne humana. Tenerle esle respeto y miramiento.
De sudor grueso engrosado alíenlo
y Siendo desla manera sin ruido
Cubiertos los dos barbaros andaban , Despartida la lucha ya enconada,
Y del fogoso y recio movimiento Le fue a Rengo su honor restituido ,
Roncos los pechos dentro resonaban ; Mas quedó sin derecho á la celada :

Ellos siempre con mas encendimiento, Aun no estaba del todo difluido,
Sacando nuevas fuerzas, procuraban Ni la plaza de gente despejada,
Llegar la empresa al cabo comenzada Cuando el mozo Orompello dijo presto :

Por ganar el honor y la celada. «Mi vez ahora me toca , mió es el pueslo.»
Pero ventaja entre ellos conocida Que bramando entre si se deshacía
No se vio allí ni de flaqueza indicio
, Esperando aquel tiempo deseado ,
Ambos jóvenes son de edad florida, Viendo que Leucolon ya mantenía,
Iguales en la fuerza y ejercicio; Del tiro de la lanza no olvidado :

Mas la suerle de Rengo enflaquecida, Con gran desenvoltura y gallardía


Y el hado que hasla allí le fue propicio, Salta el palenque y entra el estacado ,
Hicieron que perdiese á su despecho Y en medio de la plaza , como digo,
Del precio y del honor lodo el derecho. Llamaba cuerpo á cuerpo al enemigo.
, . ,, ,, ; , , ; »,, t

LA AllAI CANA i \Mu \l. 13

La trápala y murmurio en *1 momento Eu BttO padrinos se metieron IOS ,

Creció, porque parando .1 pueblo en ello, Y a cada l.nlo el sin" retirando,


Conoce por illl caín descontento Kh disputa la lucos resumieran ,
Del IiiitIc Leiieolou esta iiinnipello : Sus punios , razones aireando :

Témete que vendrán i rompimiento I).- enlnmbaa partes gentes acudieron,

Mis nadie m atraviesa a deten u-iiu i n ii j rumor multiplicando


i
i

Antes la pi.i/ libre !'>> dejaron 1 Quien ilalia al uno el precio honor y gloria, ,

^ ios vados lagares ocuparon. Quién cantaba del otra la Vitoria.

El pocilio de la locha deseoso Tucapelo, que estaba en un asiento


La mas parle j Orompello se Inclinaba , A la ilustra del hijo de Pillano,
Mo.i loa belloa miembros, j el airoso Visto lo que pasaba en el momento ,

Cuerpo que a la sazón se desnudaba : Salla en la plaza, la fin ola co mano,


La grai la el pelo crespo i el bermoto
. .
\ aquel Usado ali •% milenio
i

Rostro, donde su poca edad mostraba, Dice « El precio gano mi primo hermano,
:

One vi'inic anos cnniplidoi no lema Y si alguno esta cansa un- defiende ,

Y a Leocotoo i raen u desafia, Harén yo entender que no lo entiende.


tasgu s.t descontar los preseatM » La joya es de Orompello y quien bastaní ,

Las menas ilesos .ios peí la sparencla, Se halla I reprobar el voló mió,
Viendo dd uno el uUe los j ranéales En campo estamos hágase adelante , ,

Niervos, edad nerfel >


| esperlencla; Que en suma le desmiento y desarlo'.»
\ del otro tos miembros deferentes , Leocoion con un término arrogante
1. Uei a ed id *
1 idolecencll
i
mis Une i Yo amansaré tu loco brio
:
,

Aunque' a tal opinión contradecía Y el v :ni<i Orgullo y necio devaneo,


La maestra da Orompello y osadía. Que mucho tiempo ha ya que lo deseo.
su lugar, ufano espera
Que paMis en «Conmigo lo has de haber, que comenzado
Kl son de la trompeta, como cuando Juego tenemos ya, dijo Orompello;
Ki fogoso caliailo en la carrera Responde Leocoion Bero y airado ,

i, lena del partir esta ignardando ,


i « Contigo y con tu primo quiero liabello » :

\ balcón que en ni sumida ribera


.-ii.it Csupolícan en esto era llegado,
\ el gana de lejos blanqueando
i Que del supremo asiento, viendo aquello,
Qae se ilegn j se pule ya loxano, llahi. i bajado a la sazón confuso,
Y esta para arrojarse de la mano. Y allí su autoridad toda interpuso.
Kl gallardo tlronqiello asi esp Taha Leucoton y Orompello conociendo
Aquel alegre son pan moverse . Que el gran C.aupolicán alli venia ,

Qae de ver la tardanza imaginaba Las enconosas voces reprimiendo,


Qae hablan impedimentos de ofrecerse : Cada cual por su parle se desvia ;

Visto qae tanto ya se dilataba. Mas Tucapel la maza revolviendo,


Queriendo i su sabor satisfacerse, Que otro acuerdo y concierto no quena ,
Derecho. LeUOOtOII sale animoso,
i Lleno de ira diabólica no calla
Que no fué en recibirle perezoso. Llaniaudoá lodo el mundo a la batalla.
En gran Silencio ruello el rumor vano. Ruego y medios con él no valen nada
Quedando arados todos los presentes, Del hijo Je Lcocán ni de otra gente ,

En Do de la piala mano
i mano i Diciendo que a Orompello la celada
Salen a sedos «alientes probar los i Le den por vencedor y mas valiente :

Como cuando el lebrel y liero alan". , Después, que en plaza franca y estacada
Mostrándose con ronco son los dientes Con LeuCOton le dejen libremente,
yertos los cerros , y ojos encendidos, Donde aquella disputa se dicida,
Se vienen I morder embravecidos: Perdiendo de los dos uno la vida.

üe tal modo los ilos amordazados, Puesto Caupolicán en este aprieto,


Sin esperar trompeta ni padrino, Lleno de rabia y de furor movido ,

De coraje y rencor estimulados , Le dice «liaré que guardes el respeto,


:

De medio a medio parteo el camino; Que a mi persona y cargo le es debido.»


Y' en un instante iguales, aferrados Tucapel le responde i Vo prometo :

Con estremada fuerza y diestro lino , Que pur temor no baje del partido ,

Se ciñeron Ihs brazos poderosos, Y aquel que en lo que digo no viniere


Echándose a los pies lazos ñudosos. Haga á su voluntad lo que pudiere.
Las desconformes fuerzas aunque iguales, , Guardaréle respeto , si derecho
»
Los lleva arroja y vuelve a todos lados
, , En que justo pido me guardares,
lo
Viéranlos sin mudarse a veces tales, Y mientras que con recto y sano pecho
Que parecen en tierra estar clavados ; La causa sin pasión desto mirares
Donde ponen los pies, dejan señales, Mas si contra razón solo de hecho ,
Cavan el duro sucio, y apretados Torciendo la justicia lo llevares.
Juntándose rodillas con rodillas Por tí y lu cargo, y todo el mundo junto
,

Hacen crujir los huesos y costillas. No perderé de mi derecho un punto.


Cada cual del valor, destreza y maña C.aupolicán perdida la paciencia
Osaba que en tal tiempo usar podia
, ,
Se mueve a 'Tucapel determinado ;

Viendo el duro tesón y fuerza eslraña Mas Colocólo viejo de esperiencia, ,

Que en su recio adversario enuncia : Que con temor le andaba siempre al lado,
Itevuclvcnse los dos por la campaña , Le hizo una acatada resistencia ,

Sin conocerse en nadie mejoría ; Diciendot¿EstáS, señor, tan olvidado


¡

Pero tanto de acá y de alia anduvieron De ti y lu autoridad , y salud nuestra


Que ambos juntos a un tiempo en tierra dieron. Que lo pongas en solo alzar la diestra !
Fue luí presto el caer, y en el momento » Mira , señor, que todo se aventura,
Tan presto el levantarse por manera , Mira que esláu los mas ya diferentes ;
Que se puede decir que el mas atento; De Tucapel conoces la locura ,
A mover la pestaña no lo viera : , Y la fuerza que tiene de parientes;
Ventaja ni señal de vencimiento Lo que enmendar se puede con cordura.
Juzgarse por entonces no pudiera No enmiendes con sangre de inocentes
lo :

Que Leucolnn arrodilló en el llano, Dale a Orompello el contenido precio,


i Orompello tocó sola una mano. Y otro al competidor de igual aprecio.
;,, ; , , , , , ,: ,, , , ;

U DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUÑIGA.


»S¡ por rigor y término sangriento Con esla tjnena gente caminaba
Quieres poner en riesgo lo que queda , Hasta Maule de paz atravesando,
Puesto que sobre fijo fundamento Y las tierras después por do pasaba
Fortuna á tu satior mueva la rueda , Las iba á fuego y sangre sujetando :

Y el juvenil furor y atrevimiento Todo sin resistir se le allanaba.


Castigar a tu salvo te conceda. Poniéndose debajo de su mando ;

Queda tu fuerza mas disminuida , Los caciques le ofrecen francamente


Y al lio tu autoridad menos temida. Servicio armas , comida , ropa y gente.
,

«Pierdes dos hombres , pierdes dos espadas Así que por los pueblos v ciudades
Que el limite araucano han estendido La comarca los barbaros destruyen
Y en las fieras naciones apartadas Talan comidas, casas y heredades.
Hacen que sea tu nombre tan temido : Que los indios de miedo al pueblo huyen :

Si agora han sido aquí desacatadas, Estupros, adulterios y maldades


Mira lo que oirás veces lian servido , Por violencia sin término concluyen,
En trances peligrosos derramando No reservando edad , estado y tierra
La sangre propia y del contrario bando.» Que a todo riesgo y trance era la guerra.
Imprimieron asi en Caupolicano No paran Con la gana que tenian
Las razones y celo de aquel viejo De venir con los nuestros á la prueba ,

Que frenando el furor dijo «En lu mano : Los indios comarcanos que huian
Lo dejo ludo y tomo ese consejo.»
,
Llevan a la ciudad la triste nueva:
Con tal resolución el sabio anciano , Rumores y alborotos se movían,
Viendo abierto camino y aparejo, El bélico bullicio se renueva .

Habló enn Leucoton, que vino en lodo, Aunque algunos que el caso contemplaban
Y a los primos después del mismo modo. A tales nuevas crédito no daban.
Y asi el viejo eficaz bis persuadiera , Dicen que era locura claramente
,

Que en tal discordia y caso tan diviso , Pensar que así una escuadra desmandada
Lo que él mundo universo no pudiera De tan pequeño número de gente
Pudo su discreción y buen aviso : Se atreviese á. emprender esta jornada ;

Fuéles pues reduciendo de manera Y mas contra ciudad tan eminente,


Que vinieron á todo lo que quiso Y lejos de su tierra y apartada ;

Pero con condición que la celada Pero los que de Penco habían salido
Por precio de Orompello fuese dada. Tienen por mas el daño que el ruido.
Pues la rica celada allí traída Votos hay que saliesen al camino ,

Al ufano Orompellu le fué puesta; Estos son de los jóvenes briosos ,


Y' una cuera de malla guarueeid:i Otros (pie era imprudencia y desatiuo
De lino oro á la par vino con esta Por los pasos y sitios peligrosos
Y" al mismo tiempo a Leucot"ii vestida , A todo con presteza se previno
Todos conformes en alegre liesla Que de grandes reparos ingeniosos
A las copiosas mesas se sentaron El pueblo fortalecen, y en un punto
Donde mas la amistad confederaron. Despachan corredores todo junto ,

Acabado el comer, lo que del día Debajo de un caudillo diligente


Les quedaba, las mesas levantadas, Que verdadera relación trújese
Se pasó en regocijo y alegría , Del número y designio de la gente,
Tejiendo en corros danzas siempre usadas, Con comisión si lance le saliese ,
,

Donde un número grande intervenía A su honor y defensa conveniente .

De mozos y mujeres festejadas Que bárbaro escuadrón acometiese


al

Que las pruebas cesaron y ocasiones , Volviendo a rienda suelta dos soldados
Átenlo á uo mover nuevas cuestiones. Para que dello fuesen avisados.
Cuandola nuche el horizonte cierra Por no haber caso en esto señalado.
Y" con la negra sombra el mundo abraza ,
Abrevio con decir que se partieron
Los principales hombres de la tierra Y al cuarto dia con animo esforzado
Se juntaron en una antigua plaza Sobre el campo enemigo amanecieron :

A tratar de las cosas de la guerra , Trabóse el juego y no duró traüado ,


,

Y' en el discurso debas dar la Ira/a, Que los bárbaros luego los rompieron,
Diciendo que el subsidio padecido Y todos con cuidado y pies lijeros
Habla de ser con sangre redemido Revolvieron á ser los mensajeros.
Salieron con que al hijo de Pillauo Sin aliento cansados y afligidos,
,

Se cometiese el cargo deseado, Vuelven con testimonio asaz bastante


Y' el número de gente por su mano De cómo fueron rotos y vencidos
Fuese absolutamente señalado : Por la fuerza del bárbaro pujante :

Tal era la opinión del araucano Lasos , llenos de sangre , mal heridos.
Y' tal crédito y faina habia alcanzado, Con pérdida de un hombre , el cual delante
Que si asolar el cielo prometiera , Y en medio de los campos desmandado,
Crédito á la promesa se le diera. A manos de Lautaro habia espirado.
V entre la gente joven mas granada Cuentan que levantado un muro habia
Fueron por él quinientos escogidos, Adeude con sus barbaros se acoge ,
Mozos gallardos de la vida airada, Y que infinita gente le acudía
Por mas bravos que pláticos tenidos : De la cual la mas diestra y fuerte escoge
Y hubo de otros por ir esta jornada También que bastimentos cada dia
Tantos ruegos, protestos y partidos , Y cantidad de munición recoge,
Que escusa no bastó ni impedimento Afirmando por cierto fuera desto
Á no esceder la copia en otros ciento. Que sobre la ciudad llegará presto.
Los que Lautaro escoge son soldados Quien incrédulo dello antes estaba,
Amigos de inquietud, facinerosos, Teniendo allí el venir por desvario,
En el duro trabajo ejercitados , A tan clara señal crédito daba ,

Perversos, disolutos, sediciosos, Helándole la sangre un mied frió i


;

A cualquiera maldad determinados , Quien de pura congoja trasudaba.


De presas y ganancias codiciosos, Que de Lautaro ya conoce el brio ;

Homicidas, sangrientos, temerarios, Quién con ardiente y animoso pecho


Ladrones bandoleros y cosarios.
, Bramaba por venir mas presto al hecho.
: , , , ,

LA ARAUC ANA, CANTO XI. K¡

Vinagran enfermado acaso habia Era el orden así, que acometiendo


No puede i la s:i/.<m seguir la guerra; La plaza al tiempo del lierir volviesen
,

Mas con ruegos y dádivas movía Las espaldas los barbaros huyendo ,

La gente mas gallarda de la tierra; Porque dentro los nuestros se metiesen,


Y por caudillo <'i> su lugar p a Y algunos por defuera revolviendo,
Un caro primo suyo, en quien se encierra Anies qué los cristianos se advirtiesen
Todo lo f|ii«' conviene a buen soldado :
Ocuparles las puertas del cercado ,

Pedro de Villagrán era llamado. \' combatir allí á


campo cerrado.
Este sin mas tardar tomé el camino Con tal ardid bis indios aguardaban
En demanda del bárbaro Lautaro, A la gente española que venia ,

> el cargo que tan loco desatino Y en viéndola asomar la saludaban ,

Como es venir cueste caro


allí le Alzando una terrible vocería :

Dióse tal prisi ndar, que presto vino Soberbios desdi- allí la amenazaban
A la corva ribera del rio claro .
Con audacia, desprecio y bizarría ;
Que vuelve atrás en circulo gran trecho, Quien la fornida pica blandeando,
Después hasta la mar corre derecho. Quién maza ferrada levantando.
la

Media legua pequeña elige un puesto Como toros que van a ser lidiados,
De donde estaba el bárbaro alojado, (atando aquellos que corea los desean
En el lugar mejor} mas dispuesto, Con silbos v rumor de los tablados
Y allí por ver la nuche lia reparado: ¡serums del peligro los torean,
Estaba á cualquier trance y rumor presto, Y en su daño los hierros amolados,
De guardia J centinelas rodeado. Sin miedo- amenazándolos blandean:
Cuando sin entender la cosa cierta. Asi la gente barbara araucana
Gritaban «arma, arma, alerta, alerta.»
:
MI muro amenazaba á la cristiana.

Esto fué que Lautaro habia sabido Los españoles siempre con semblante
Como allí nuestra gente era llegada, lieparecerles poca aquella caza ,
Que después de la haber reciinoeido Paso a paso caminan adelante
Por su misma persona y numerada. Pensando de allanar la fuerte plaza,
Volvióse sin de nadie ser sentido , En alta voz diciendo : « No es bástanle

Y mostrando estimarlo todo en nada, El muro, ni la pica y dura maza


1 i/o de los caballos que tenia
1 A estorbaros la muerte merecida
Soltar el de mas furia y lozanía ,
Por la gran desvergüenza cometida.»
Diciendo en alta voz : « Si no me engaño. Llegados de la fuerza poco trecho,
No deben de saber que soy Lautaro Reconocida bien porcada parte,
De quien han recibido lanío daño, Pénenle el rostro, y sin torcer derecho
Daño que no tendrá jamas reparo ;
Asaltan el fosado balitarle :

Mas porque no me tengan por estraño ,


Por acabado tienen aquel hecho;
Y el ser yo aqui venido sea mas claro. De los barbaros huye la mas parte ;

Sabiendo con quien vienen a la prueba ,


Ganan las puertas francas con gran gloría
Quiero que este rocín lleve la nueva.» Cantando en alias voces la Vitoria.
Diez caballos, señor, habia ganado No hubiera relación dcste contento,
En la refriega y última revuelta , Si los primeros indios aguardaran
El mejor ensillado y enfrenado, Tanto espacio y sazón cuanto un motílenlo,
Porque diese el aviso cierto suelta: , Que las puerlas los últimos tomaran ;

Siendo el feroz Caballo amenazado Mas viéndolos entrar, sin sufrimiento


Acia el campo español loma la vuelta Ni poderse abstener , luego reparan ,
Al rastro y al olor de los caballos, Haciendo la señal que no debían ,

Y esta fué la ocasión de alborolallos. Hicieron revolver los que huian.


Venia con un rumor y furia tanta. Como corre el caballo cuando ha olido
Que dio mas fuerza al arma y mayor fuego; Las yeguas que atrás quedan y querencia ,

La gente recatada se levanta Que allí el ¡lítenlo inclina y el sentido,


Con sobresalto y gran desasosiego; Gime y relincha con celosa ausencia,
El escándalo tanto no fué cuanta Afloja el curso, atrás tiende el oído
Era después la burla, risa y juego Alerto á si el señor le da licencia
De ver que un animal de tal manera Que a dar la vuelta aun no le lia señalado
En anua y alboroto los pusiera. Cuando sobre los pies ha volteado :

dormir la noche en eslo


Pasaron sin De aquel modo los barbaros huyendo
Hasta el nuevo apuntar de la mañana . Con muestra de temor, aunque ungida ,

Que, con animo y liriue presupuesto Firman el paso presuroso, oyendo


lie vencer ó morir de buena gana, La alegre y cierta seña conocida ;

Salen del sitio y alojado puesto Y en contra de los nuestros esgrimiendo


Contra la gente barbara araucana, La cruda espada al parecer rendida ,

Que no menos estaba acodiciada Vuelven con una furia tan terrible
Del venir al efeto de la espada. Que el suelo retembló del son horrible.
Un edicto Lautaro puesto habia , Como por sesgo mar del manso viento
Que quien fuera del muro un paso diese Siguen las graves olas el camino
Cuino por crimen grave y rebeldía, Y con furioso y recio movimiento
Sin otra información luego muriese. Salta el contrario coro repentino ;
Asi el temor frenando a la osadía, Que las arenas del profundo asiento
Por mas que la ocasión la conniviese. Las saca arriba en turbio remolino,
Las riendas no rompió de la obediencia Y' las hinchadas olas revolviendo

Ni el ímpetu pasó de su licencia. Al tempestuoso coro van siguiendo:


muro estaba el bárbaro cubierto
Dei De la misma manera á nuestra genle,
lScdejando salir soldado fuera;
> Que el alcaucí- sin termino seguía ,

Quiere que su partido sea mas cierto La soiiíia mudanza de repente


Encerrando a los nuestros, de manera Le turbo la Vitoria y alegría ;

Que no les aproveche en campo abierto Que sin se reparar violentamente


De lijeros caballos la carrera , Por el mismo camino revolvía ,

Mas solo ánimo, esfuerzo y entereza ,


Resistiendo con animo esforzado
Y la virtud del brazo y fortaleza. El número de gente aventajado.
, , ,, ;
, : , ,, , ,; , ,

DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZURlGA.


Mas como un cuadaloso rio de fama El hijo de Pillán esto decia ,

La presa y palizada desatando ,


Cuando asomaba el bando castellano
Por Inculto camino se derrama Que con esfuerzo nuevo y osadía
Los arraigados troncos arrancando , Quiere probar segunda vez la mano :

Cuando con desfrenado curso brama Fué tanto el alboroto y alegría


Caíanlo topa delante arrebatando , De los bárbaros , viendo por el llano
Y los duros peñascos enterrados Aparecer los nuestros , que al momento
Por las furiosas aguas son llevados : Gritan y balen palmas de contento.
Con Ímpetu y violencia semejante En esto, los cristianos acercando
Los indios á los nuestros arrancaron ,
Poco a poco se van á la batalla
Y sin pararles cosa por delante Y al justo tiempo del partir llegando
En furiosa corriente los llevaron ,
Dejan irse á la barbara canalla ,

Hasta que con veloz furor pujante Que uno la maza en alto , otro bajando
De la cerrada plaza los lanzaron : La pica el cuerpo exento en la muralla
,

Que el miedo de perder allí la vida Con animoso esfuerzo se mostraban ,


Les hizo el paso llano a la salida. Y al ejercicio bélico incitaban.
De mas priesa y con pies mas desenvueltos Unos acuden á las anchas puertas
Los sueltos españoles que á la entrada Y'comienzan allí el combate duro ,

En una polvorosa nube envueltos De escudos las cabezas bien cubiertas


Salen del cerco estrecho y palizada : Se llegan otros al guardado muro ,
Entre ellos van los bárbaros revueltos Otros buscan por partes descubiertas
Una gente con otra amontonada , La subida y el paso mas seguro :

Que sin perder un punto se herían Hinche el bando español la cava honda,
De manos y de pies como podían. Y el araucano el muro á la redonda.
No
el alzado antepecho y agujeros Pero el pueblo español con osadía,
Que fuera del en torno había cavados, Cubierto de forlísimos escudos ,
Ni la fagina y suma de maderos La lluvia de los tiros resistía
Con los fuertes bejucos amarrados , Y los botes de lanzas muy agudos :
Detuvieron el curso á los lijeros Era tanta la grita y armonía ,
Caballos , de los hierros hostigados , Y el espeso batir de golpes crudos,
Que como si volaran por el viento, Que Maule el raudo curso refrenaba
Salieron á lo llano en salvamento. Confuso al son que en torno rimbombaba.
Los españoles sin parar corriendo Por las puertas , y frente y por los lados,
Libre plaza a los contraríos dejan ,
la El muro se combate y se defiende;
Que la fortuna próspera siguiendo Allí corren con priesa amontonados
Con prestos pies y manos los aquejan ;
Adonde mas peligro haber se entiende ;
Pero los nuestros el morir temiendo Allí con prestos golpes esforzados
Siempre alargan el paso, y mas se alejan, A su enemigo cada cual ofende
Deteniendo á las veces flojamente Con furia tan terrible y fuerza dura ,
La gran furia y pujanza de la gente. Que puco importa escudo ni armadura.
Bien una legua larga habían corrido Los nuestros acia atrás se retrujeron
A toda furia por la seca arena De los tiros y golpes impelidos
Solo Lautaro no los ha seguido Tres veces, y otras tantas re\olvíeron
Lleno de enojo y de rabiosa pena : De vergonzosa cólera movidos :

Viendo el poco sustento del mal regido Gran pieza á la fortuna resistieron ,
Campo , tan recio el rico cuerno suena Mas ya todos andaban mal heridos
Que los mas delanteros lo sintieron Flacos, sin fuerza, lasos, desangrados,
Y al son sin mas correr se retrujeron. Y de sangre los hierros colorados.
Estaba así impaciente y enojado ,
El coraje y la cólera es de suerte
Que mirarle á la cara nadie osaba Que va en aumento el daño y la crueza;
Y al pabellón él solo retirado Hallan los españoles siempre el fuerte
Un nuevo edicto publicar mandaba Mas fuerte y en los golpes mas dureza ;
Que guerrero ninguno fuese osado Sin temor acometen de la muerte
Salir un paso fuera de la cava , Pero poco aprovecha esta braveza :
Aunque los españoles revolviesen Que el que menos herido y flaco andaba
Y mil veces el fuerte acometiesen. Por seis partes la sangre derramaba.
Después llamando á junta á los soldados Hasta la gente bárbara se espanta
Aunque ardiendo en furor, templadamente De ver lo que los uuestros han sufrido
Les dice « Amigos, vamos engañados
: De espesos golpes flecha y piedra tanta
,

Sicon tan poco número de gente Que sin cesar sobre ellos ha llovido ,
Pensamos allanar los levantados Y cuan determinados y con cuánta
Muros de una ciudad así eminente; veces han acometido:
F'uria tres
La industria tiene aquí mas fuerza y parte, Deslo los enemigos impacientes
Que la temeridad del fiero Marte. Apretaban los puños y los dientes.
«Esta los fieros ánimos reprime Y como tempestad que jamás cesa ,

Y'á los flacos y débiles esfuerza. Antes que va en furioso crecimiento


Las cervices indómitas oprime, Cuando la congelada piedra espesa
Y' hace domésticas por fuerza ;
las Hiere los techos y se esfuerza el viento :

Esta el honor y pérdidas redime Asi los duros bárbaros apriesa


sazón á usar della nos fuerza
\' la Movidos de vergüenza y corrimiento.
Que la industria solicita y fortuna Con lanzas , dardos , piedras arrojadas
Tienen conformidad y andan á una. Daten dargas, rodelas y celadas.
«Cumple partir de aqui muestras haciendo Los cansados cristianos no pudíendo
Que solo de temor nos retiramos Sufrir el gran trabajo incomportable ,
Y asegurar los españoles viendo Se van forzosamente retrayendo
Cómo el honor y campo les dejamos ; Del vano intento y plaza inespugnable,
Que después á su tiempo revolviendo Y' el destrozado campo recogiendo :

Haremos lo que así dificultamos, Vista su suerte y hado miserable


Teniendo ellos el llano y por guarida
, Por el mesmo camino que vinieron,
Vecina la ciudad fortalecida.» Aunque con menos furia, se volvieron.
,
, ,
, , , ,; ; , , , , ,, ;

LA ARAUCANA CANTO XII. 17

Aquella noche al pié de una montaña Llegado español donde podía el


Vinieron á tener su alojamiento Hablarle y entenderle ciar; -ule,
Segura ele enemigos la campaña ,
El bizarro Lautaro le dei ii
Que ninguno salió en su seguimiento. « Marcos de ti me espanto esirañamente
.

Decir prometo la cautela estral i


\ Me es ni Inorante compañía
i
,

De Lautaro después, <i"'' sbori me Bienio Que sin rason \ uso elegí me
Flaco, cansado, ronco, y entre ttnlo Penséis asi de mi opinión mudarme
Esforzaré la voz al nuevo canto. \ -ei bastantes todos a enojarme.

«¿Qué intento os mueve, o que turor insano.


Que asi queréis lu.llll/;u la llena !
CAUTO XII. ,No vis que todo au;.ir.i 68(4 en mi mano.
Recogido Lautaro rn m
fuerte no quiere seguir U
Vitoria por entretener
El bien vuestro y el mal, la paz, la guerra*

I l
. espaSolea. I'asa ciertas ratones con el Mareos Yees, por las rus- i No veis q -i nombre j crédito araucano
les Pedro de Vinagran viene I enlendcr el peligroso ponió cu . Los lev. miados .iiiiiiiiis oierra ,
taba, y levantando so campo se rt tira. Viene el marques de Cañete a Que solo el -ñu al mundo pene i lo
la cludjd .le |oi u.. rasen el PlrS
Y quebranta las fuei sas v el denuedo?
Virtud difícil > difícil prueba En los pueblos no hllstes poderosos
»

Es guardar secreto peligroso


el .
liedefender las propias posesiones.
Que la diflcullsd bien claro prueba Que es cosa que aun los pájaros medrosos
Cuanto es sano , seguro j provechoso liaren rostro en su nido los leones ;i '.

Y el poco froto v mucho mil que llera ;Y en los desiertos campos pedregosos
El vici mil del hablar dañoso : Pensáis
P¡ de sustentar los pabellones
Ejemplo los de Líbico liomiridas En tiempo que osláis mas amedrentados,
^ Otros que les costó el halilar las vidas. Y mas vuestros contrarios animados?
bise por los "¡os y escrituras
\ .1 lis mi parecer loca osadia
,i

En presentes tiempos j pasados


los Querer milra nosotros sustentaros
i
;

Ci üeldadea ruinas , desi enturas


, . Pues ni por arte, maña ni olra via ,

Infamias, puniciones de pecados, Podéis en nuestro daño aprovecharos.


Grandes yerros en grandes coyunturas, s¡ lo queréis llevar por valentía
Pérdidas de persqnaí j de estados : liaste el présenle esiragoá escarmentaros,
Todo por no sufrir el Indiscreto Que líese, sangre aun vierten las heridas
i
,

La peligrosa carga del secreto. Y delta aquí las verbas veo teñidas.
De los vicios el menos de provecbo «Pues dejar yo jamás de perseguiros ,

Y por donde mas daño a veces viene . Según que lo jure será escusado ,

Es el no retener el fácil pecho Hasta dentro en España lie de seguiros.


El secreto hasta el tiempo que conviene: Que he prometido al gran senado
así lo
Rompey deshace al iin liólo lohecho , Mas queréis en tiempo reduciros
si
Quita la fuerza que la industria tiene , Haciendo lo que aquí os será mandado ,
Guerra , furor , discordia , fuego enciende Saldré de la promesa y juramento,
Al propio dueño y .d amigo «ende. Y vosotros saldréis de perdimiento.
Por esto el sabio bijo de Pillano «Treinta mujeres vírgenes apuestas
La causa a sus soldados encubría Por tal COIlCierlO habéis de dan ada año,
De no dejar salir gente a lo llano. Blancas, rubias, hermosas, bien dispuestas,
Siguiendo la Vitoria de aquel «lia ; De quince años á veinte sin engaño :

Y el retirado castellanocampo lian de ser españolas , y tras estas


Seguro á paso largo por la vía , Treinta capas de verde y lino paño,
Como dije , la luria quebrantada , Y olías treinta de púrpura tejidas,
Toma tle la ciudad la vuelta usada. Con tino hilo de oro guarnecidas.
Lautaro de.Ma maña, entiendo
l"sar «También doce caballos poderosos
Que fuese para algún sagaz ¡mentó, Nuevos y ricamente enjaezados,
El cual por conjeturas coniprehendo Domésticos , lijeros y furiosos
Ser de gran importancia y fundamento : Debajo de la rienda concertados
Dejado esto a su tiempo, y revolviendo Y seis diestros lebreles animosos
A los nuestros que asi del fuerte asiento En la caza me habéis de dar cebados :

Se alejan , á tres leguas otro dia Este solo tributo estorbaría


Hicieron alto, asiento y ranchería. Lo que estorbar el mundo no podria.»
Dos dias los españoles estuvieron Atento el castellano le escuchaba
Haciendo de los bravos aguardando , ; Estando de la platica gustoso ;

Pero jamas los barbaros vinieron, Alas cuando a estas razones allegaba.
Ni gente pareció del otro bando. No pudo aqui tener ya mas reposo;
Al Iin dos de los nuestros se atrevieron Asi impaciente al bárbaro atajaba,
A ver el fuerte , y cerca del llegando, Dlciéndole «No estés tan orgulloso.
:

Oyeron una voz alta del muro Que las parias que pides ó Lautaro ,

Diciéndoles « Llegaos que os doy seguro.»


:
Te costarán si esperas presto caro. , ,

Al uno por su nombre lo llamaba «En pago de tu loco atrevimiento,


Con el cierto seguro prometido. Te darán españoles por tributo
El cual dejando al otro , se llegaba tanda muerte con áspero tormento
Por conocer quién era el atrevido : Y' Arauco cubrirán de eterno lulo.»
Llegado el español junto a la cava , Lautaro dijo « Es eso hablar al viento; :

El de la voz fué luego conocido Sobre ello Mareos mas yo no disputo , , ,


Que era el gallardo hijo de Pillano, Las anuas, no la lengua, han de tratarlo,
Tratado del un tiempo como hermano. Y la fuerza y valor determinarlo.
Estaba de un lustr'"-o peto armado Libre puedes decir loque quisieres.
Con sobrevista de oro guarnecida , Como aquel que segur., le esta dado,
En una gruesa pica rl calado une lu después harás lo que pudieres
Por el ferrado regatón asida ; Y vi. podre hacer lo que he jurado :

El ancho y duro hierro colorado, Tratemos de otras cosas de placeres ,


Y de sangre la media 3Sta teñida . Quede para su tiempo comenzado ,
Puesta de limpio acero una celada , 'iquiérate mostrar, pues tiempo hallo.
Abierta por mil parles y abollada. Una lucida escuadra de a caballo.
,, : . , : ; ,
; , ;

18 DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUÑ1GA.


«Que para que no andéis tan al seguro, Era señor, su intento que pensase
,

Acuerdo de tener también caballos . Ser la necesidad ( Ungida ) cierta ,


Y de imponer mis subditos procuro Para que nuestra gente se animase
A saberlos tratar y gobernallos.» , lie industria abriendo aquella falsa puerta;
Esto dijo Lautaro \ desde el mino . Y con eslo inducirla á que esperase ,
A seis dispuestos mozos mis vasallos Teniendo asi su astucia mas cubierta,
Mando que en seis caballos cabalgasen, Hasta que el liu llegase deseado
Y por delante del los paseasen. Del cauteloso engaño fabricado.
Por las .los pílenles á la voz caladas Marcos délas palabras conmovido
Salieron i caballo seis chilcanos Le dice «Yo prometo deintenlallo
:

Pintadas y anchas dargas embrazadas, Por solo esas razones que has movido,
('.mesas lanzas terciadas en las manos, Y hacer todo el poder en procurallo.»
Vestidas fuciles colas , y tocadas Habiéndose con esto despedido ,

Las cabezas al modo de africanos, Revolviendo las riendas al caballo ,

Mantos por las caderas derribados El y su compañero caminaron


Los brazos hasta el codo arremangados. Hasta que al español campo llegaron
Y con airosa muestra por delante De lodo al punto Villagrá informado
Del atento español dos vueltas dieron , Cuanlo á Marcos Lautaro dicho había,
Pero ni de su puesto j buen semblante Sospechoso, confuso y admirado
Pimío que se notase íe movieron ;
De ver que bastimentos le pedia :

Ames con muestra y animo arrogante ,


Era sagaz celoso y recatado
,
,

En alta voz, (pie todos lo entendieron Revolviendo la presía fantasía


(Que el muro estaba ya lleno de gente), Los secretos designios coniprehende,
Hablo asi con Lautaro libremente : Y el peligroso estado y trance entiende.
«En vano, ó capitán, cierto trabaja V en el presto remedio resoluto,
Quien pretende con Seros espantarme: Cuando el mundo se muestra mas escuro
Ño estimo lo que ves en una paja, Sin tocar trompa, del peligro ¡nslrulo,
Ni alardes pueden punto amedrentarme Toma el camino a la ciudad seguro,
Y por mostrar si temóla ventaja, maravillado del ardid astuto.
Y'o solo con los seis quiero probarme. Pero de nuestra gente ahora no curo ,
Do verás que á seis mil seré bastante Que quiero antes decir el modo estraño
Vengan luego a la prueba aquí delante. » De la ingeniosa astucia y nuevo engaño.
Lautaro respondió «Marcos, si mueres : Aun no era bien la nueva luz llegada ,
Tanto por nos mostrar tu tuerza y brío ,
Cuando luego los bárbaros supieron
El mínimo que dellos escogieres La súbita partida y retirada,
A pié vendrá contigo en desafio, Que no con poca muestra lo sintieron ;

Del modo y la manera que quisieres : Viendo claro que al fin de la joroada,
Elige armas y campo á tu albedrio, Por un espacio breve no pudieron
Ora con ellas, ora desarmados, Hacer en los cristianos tal matanza
A puños coces, uñas y á bocados. »
, Que nadie dellos mas tomara lanza.
El español le dijo «Yo te digo : Que aquel sitio cercado de montaña ,
Que mi honor en tal caso no consiente Que es en un bajo y recogido llano,
Darles uno por uno su castigo , De acequias copiosísimas se baña
Porque jamás se diga entre la gente Por zanjas con industria hechas a mano :

Que cuerpo á cuerpo bárbaro conmigo Rolas al nacimiento la campaña ,

En campo osase entrar singularmente : Se hace en breve un lago y gran pantano


Por tanto si no quieres lo que pido
, La tierra es honda, floja anegadiza , ,

No quiero yo acetar otro partido.» llueca falsa esponjada y movediza.


, ,

No vinieron en esto á concertarse; Quedaran, si las zanjas se rompieran ,


Después por otras cosas discurrieron ;
En agua aquellos campos empapados,
Pero llegado el tiempo de apartarse Moverse los caballos no pudieran
Del bárbaro, los dos se despidieron : En pegajosos lodos atascados :
Vueltos á su camino, oyen llamarse, Adonde si aguardaran los cogieran ,
Y á la voz conocida revolvieron ,
Como en liga a los pájaroscebados ,
Que era el mesmo Lautaro quien llamaba. Que ya Lautaro con despacho presto
Diciendo : «Una razón se me olvidaba. ¡labia en ejecución el ardid puesto.
«Tengo mi gente triste y afligida ,
Triste por la partida y con despecho
Con gran necesidad de bastimento, La fuerza desampara el mismo día ,
Que me falta del todo la comida Y el camino de Arauco mas derecho
Por orden mala y poco regimiento Marcha con su escuadrón de infantería :

Pues la tenéis de sobra recogida Revuelve y traza en el cuidoso pecho


Haced un liberal repartimiento ,
Diversas cosas, y en ninguna había
Proveyéndonos della , que á mi cuenta El consuelo y disculpa que buscaba,
Mas la gloria y honor vuestro acrecienta. Y entre si razonando suspiraba
«Que en el Ínclito estado es uso antiguo, Diciendo <¡,.Qué color puede bastarme
:

Y cutre buenos soldados ley guardada , Para ser desta culpa reservado?
Alimentar la fuerza al enemigo , No pretendí yo mucho de encargarme

i'ara solo oprimirle por la espada : lie cosa que me deja bien cargado?
Estad Marcos atento á lo que digo
, ,
, ;, De quien sino de mi puedo quejarme ,

Y entended que será cosa loada. Pues todo por mi mano se ha guiado?
Que oigan que las tuerzas sojuzgasles, ,, Soy yo quien prometió en un año solo
Que para mayor triunfo alimentastes. De conquistar del uno al olio polo?
Que se llame Vitoria yo lo dudo . Mientras que yo con tan lucida genio
Cuando el contrario á tai estremo viene . Ver el muro español aun no he podido
Qui" r [iielln que nunca el valor piulo l.a luna ya tres veces frenie a trente
La hambre miserable poder tiene ¡
lia visto nuestro campo mal regido,
^ al fuerte brazo indómito y membrud > Y el cairo de Faetón resplandeciente
Lo debilita doma y
. lo detiene ,
Del Escorpio al Acuario ha discurrido,
Y asi por bajo modo
y eslrecheza . Y al un damos la vuella mal tratados
Viene a parccei fuerte la flaqueza. Con perdida de mas de cien soldados
I ; ; . •, ,., . , , ,, , ,

LA ARAI CANA , CANTO XII. 40

con morir tuviese confianza


> Si Mis no rs solo ion animo adquirida
yue una vergüenza tal si lome .
Una i'ovi difícil v pesada :

Haría a mi motil lna/o queesla lau/.i ¡Qué aprovecha el esfuerzo sin medida
Si tenemos la luer/a limitada
'

Ki débil corazón me atravesase ;

Pero daría de mi mayoi venganza Max esta aunque con limite regida
. .

Y gloria al enemigo, -¡ pensase Por Industrioso ingenio \ gobernad! ,

yue temí m is so broto podei De dinas \ de muj dificultosas


yue el iiaco mió cobarde j temeroso. , Hace lian las cosas.
i \ I
i, il ,

• ¿Cuantos ve el Cledllo perdido


•Yo juro al infernal poder eterno
Si la muerte en un Uto " aUem , En afrentoso ¡ mi ei i destierro
I).- ciliar ilc Chile el cs|iañnl lohierOO Por solo babor sm término ofrecido
'

Y sangre empapar toda la llerra


ile :
El pecho osado al enemigo hierro
Ni calor, ni crudo invierno
mudanza ,
yue 18 \alm mas antes os lellillo ,

Podrán romper el bilo de la guerra por loco temerario y torpe yerro


,

Y dentro del profundo reino esculo Valor rs ser al orden obediente ,

No se vera español de mi seguro. Y locura sin orden ser valiente.


lli/.u tamílico sol. lie juramento Como en este DegOCiO y gran jornada
De o" volver jamas '! nido caro Con tanto esfuerzo asi nos destruimos
Ni del agua , del sol, sei eno v viento Fue porque no miramos jamás nada
Ponerse o la del n ni al reparo • i
;
sino al ciego apetiio a quien seguimos
Ni de tratar en cosas de contento Que perder por luna anlleipada
Hasta que el mundo entienda de Lautaro. El tiempo v coyuntura que tuvimos
yue cosa no emprendió dificultosa No quédala e, panol ni COSS alguna ,

Sin darla con valor salida honrosa. A la disposición de la fortuna.


En parece que aflojaba
esto le entrar de la fuerza reportados
• Si al
La cuenla dolor
ilel jin* a veces tanto , , sufrimiento se tuviera
Allí algiin ,

c.on grai e v dura afrenta le apretaba . Fueran vuestros esfuerzos celebrados ,

yue de perder el seso estuve acanto ;


Pues ningún enemigo senos fuera;
tal el leí,,/ Lautaro caí aba ¡
En la eiud.nl estaban descuidados :

Y al ihi de ti es ¡ornadas, entre tanto Con la gente que andaba por defuera
yue el esperado tiempo se avecina Hiciera s un hecho y una suerte,

Se aloja en una vega a la marina. yue no la consumieran tiempo y niuerle.


junto adonde con recio movimiento u Pero quiero lioneros advertencia .

Baja de un monte [tata caudaloso, yue lialieis por la razón de gobernaros .

Atravesando aquel umbroso asiento Haciendo al movimiento resistencia


Con sesgo curso , grave y espacioso : Hasta que la sazón venga a llamaros;
Los arboles provocan a contento Y no salirme un punto de obediencia
El viento sopla allí mas amoroso Ni a lo que os mandare adelantaros :

Hurlando con las tiernas tlorceillas yue cu inobediente y atrevido


el

Rojas, azules, blancas y amarillas. liare ejemplar castigo nunca oido.

Siele leguas de Penen justamente »Y pues volvemos ya donde se muestra


Es esta deleitosa y fértil tierra, Nuestro poco valor por mal regidos , ,

Abundante capaz y suficiente


.
En fe que habéis de ser (alzo la dieslia )

Para poder sufrir gente de guerra En el primer honor restituidos,


Tiene cerca a la banda del oriente O el campo regara la sangre nuestra,
La grande cordillera y alia sierra, Y habernos de quedar en el tendidos
lie donde el raudo llata apresurado Por pasto de las brutas bestias lieras ,
Baja á dar su tributo al mar salado. Y de las sucias aves carniceras. »
Fue un tiempo da españoles; pero había Con esto fin'' la plática acabada ,

La prometida fe ya quebrantado , Y trompeta a levantar tocando.


la

Vi, mío que fortuna parecía


i.i Dieron nuevo principio á su jornada
Declarada de parte del estado Con la usada presteza caminando.
El I-nal veinte y dos leguas contenía : Yendo asi al descubrir de una ensenada
,

Este era su i-t itO señalado


< i Por MartaquinO a la derecha entrando.
Pero tan grande crédito alcanzaba, Un bárbaro encontraron por la via
yue toda la nación le respetaba. yue del pueblo les dijo que venia.
Los españoles ánimos briosos Este les afirmó conjuramento
Este los POSO humildes por el suelo; yue en Mapochó se sabe su venilla ,

Este los bajos, tristes y medrosos Ora les dio la nueva della el viento.
Hace que se levanten contra el cielo ;
Ora de espias solicitas sabida ;
Y los eslraños pueblos poderosos También que de copioso bastimento
De miedo deste viven con recelo : Eslatia la ciudad ya prevenida
Los remotos vecinos y estraujeros Con defensas , reparos , provisiones
Se rinden y someten a sus fueros. Pertrechos aparatos municiones.
, ,

Pues la llor del estado deseando Certificado bien Lautaro desto


Estaba al tardo tiempo en esta vega , Muda el primer intento que traia ,

Tardo para quien gusto está esperando, Viendo ser temerario presupin lo
yue al <|ue no espera bien, bien presto llega; Seguirle con tan poca compañía :

Pero el tiempo \ sazón apresurando, Piensa juntar mas gentes y de presto ,

A sus valientes barbaros congrega ; Un fuerte asiento que en el valle habia ,

Y antes que se metiesen en la via , Con ingenio y cuidado diligente


Estas breves razones les decía: Comienza á reforzarle nuevamente.
« Amigos si entendiese que el deseo
, Con la priesa que dio dentro metido ,

De combatir sin otro miramiento, Y ser dispuesto el sitio y reparado,


Y la fogosa gana que en vos veo Paé en breve aquel lugar fortalecido ,

Fuese de la Vitoria el fundamento ; De foso y fuerte muro rodeado :

Hágoos saber de mi que cierto creo , Cení., a la fama desto habla acudido
Estar en vuestra mano el vencimiento, Codiciosa del robo desead".
Y un paso atrás volver no me hiciera ,
Forzoso me es pasar de aqui corriendo,
Si el mundo sobre mi todo viniera. yue siento en nuestro pueblo un gran estruendo.
i
; ,, ,; , »», ,, ,

DON ALONSO DE EUCILLA Y 7.1 NiGA.


Sábese en ciudad por cosa cierta
1.1 Hasta aqui lo que en suma be referido.
Que i 101I.1 furia el hijo de Villano , Yo no estuve , señor , presente á ello,
Guiando un escuadrón de gente esperta, Y asi de sospechoso no be querido
Viene sobre ella con aunada mano: lie parciales intérpretes sabello :

El súbito temor puso en alerta De ambas las mismas partes lo lie aprendido,
Y confusión al pueblo castellano Y pongo justamente solo aquello
Mas la sangre que el miedo helado había En (pie lodos concuerdan y confieren ,

De un ardienie coraje se encendía. Y en lo que eu general menos difieren.


K las armas acuden los briosos, Pues que en autoridad de lo que digo
Y aquellos que los años agravaban Vemos que hay tanta sangre derramada,
i'.'in industrias y avisos pro\eehosMs Prosiguiendo adelante , yo me obligo
La tierra y parles Hacas reparaban: Que irá la historia mas autorizada :

Tras eslos treinta mozos animosos , Podré ya discurrir como lesligo


Y un astuto caudillo se aprestaban , Que fui presente á toda la jornada
Que con algunos bárbaros amigos Sin cegarme pasión, de la cual huyo,
Fuesen á descubrirlos enemigos. Ni quitar á ninguno lo que es suyo.
Villagran á la sazón no residía Pisada en esla tierra no lian pisado
En el pueblo español alborotado . Que no haya por mis pies sido medida ,

Que para la Imperial partida había Golpe ni cuchillada no se ha dado


Por camino de Ar anco desviado; Que no diga de quién es la herida :

Mas ya con nueva gente revolvía , De las pocas que di estoy disculpado ,
Y junto de do el bárbaro cercado Pues tanto por mirar embebecida
De gruesos troneos y fagina estaba , Truje la mente en esto y ocupada ,
Sin saberlo una noche se alojaba.
, Que se olvidaba el brazo de la espada.
Cuando la alegre y fresca aurora vino Si causa me incitó á que yo escribiese
Y nueva jornada comenzaba
él la ,
Con mi pobre talento y torpe pluma.
Al calar de una loma en el camino Fué que tanto valor no pereciese,
I u comarcano bárbaro encontraba ;
Ni el tiempo injustamente lo consuma ;

El cual le dio la nueva del vecino Que el mostrarme yo sabio me moviese.


Campo y razón de cuanto en él pasaba
, ,
Ninguno que lo fuere lo presuma:
Que todo bien ei mozo lo sabia ,
Que cierto bien entiendo mi pobreza ,
Como aquel que a robar de alia venia. Y* de las üacas sienes la estrecheza.
Entendió el español del indio cuanto De mi poco caudal bastante indicio
El bárbaro enemigo determina, Y testimonio aqui patente queda :

Y cómo allega gentes entre tanto Va la verdad desnuda de artificio


Que el oportuno tiempo se avecina : Para que mas segura pasar pueda ;

No puso á los cautenes esto espanto Pero si fuera desto lleva vicio ,
Y mas cuando supieron que vecina Pido que por merced se me conceda ,

Y enia también la gente nuestra armada ,


Se mire en esta parte el buen intento ,

Que dellos aun no estaba una jornada. Que es solo de acertar y dar contento.
Villagran le pregunta ,si podría Que aunque la barba el rostro no ha ocupado,
Cañar al Araucano la albarrada : Y la pluma á escribir tanto se atreve
Sonriéndose el indio respondía Que de crédito estoy necesitado,
Ser cosa de intentar bien escusada. Pues tan poco á mis años se le debe:
Por el reparo y sitio que tenia, Espero que sera, señor mirado ,

Y estar por las espaldas abrigada El celo justo y causa que me mueve,
De una tajada peñascosa sierra Y esto y la voluntad se tome en cuenta
Que por aquella parte el fuerte cierra. Para que algún error se me consienta.
Díjole Villagran Yo determino
: << Quiero dejar á Arauco por un rato :

Por esa relación tuya guiarme ,


Que para mi discurso es importante
Y' abrir por la montaña alta el camino. Lo que forzado aqui del Piní trato ,
Que quiero á cualquier cosa aventurarme ;
Aunque de su comarca es bien distante :

donde esta el campo laOtarino


Y' si Y para que se entienda mas barato
En una noche puedes tú llevarme Y'con facilidad lo de adelante ,
Del trabajo serás gratificado, SiLautaro me deja, diré en breve
Y al fuego , si me mientes , entregado. La gente que en su daño ahora se mueve.
Sin temor dice el bárbaro n Yo juro : El marqués de Cañete era llegado
En menos de una noche de llevarte A la ciudad insigne de los Reyes
Por dificil camino aunque seguro,
;
De Carlos quinto máximo enviado
Desta palabra puedes confiarle : A la guarda y reparo de sus leyes :

De Lautaro después no te aseguro. Este fué por sus parles señalado


Ni tu gente y amigos serán parle Para virey , de donde dos vireyes
A que si vais allá , no os coja a todos Por los rebeldes brazos atrevidos
Y os dé civiles muertes de mil modos. Habían sido a hi muerte conducidos.
No
le movió el temor que le ponia Oliendo el virey nuevo las pasiones
A Villagran el bárbaro guerrero , Y maldades por uso introducidas ;

Que visto cuan sin miedo se ofrecía El ánimo dispuesto á alteraciones


Le pareció de Irato verdadero ; En leal apariencia entretejidas ;

Y a la gente del pueblo que venia Los agravios, insultos y traiciones


Despacha un diligente mensajero Con tanla desvergüenza cometidas;
Para que con la priesa conveniente Viendo que aun el tirano no hedía ,
Con él venga á juntarse brevemente. Que aunque muerto de fresco se bullia :

Pues otro día alli juntos se dejaron Entró como sagaz, y receloso,
Ir por do quiso el bárbaro guiallos ,
No mostrando el cuchillo y duro hierro ,

Y en la cerrada noche no cesaron Que fuera en aquel tiempo peligroso ,


De afligir con espuelas los caballos. Y dar con hierro en un notable yerro ;
Después se contará lo que pasaron, Mostrándose benigno y amoroso ,

Que cumple por agora aqui dejallos Trayéndoles la mano por el cerro
Por decir la venida en esta tierra Hasta tomar el paso á la malicia
De quien dio nuevas fuerzas a la guerra. Y dar mas fuerza y mano a la justicia.
. . ,,; . ; , . : , . , .

I.A ARAUC \NA. i AMD MI.


En luto que cosas disponía las con un lio, adn
Asi enfrenó el Piru
Para limpiar üel lodo las maldades Que no rompeí jamas la rienda
le i
.

Quitando las justicias las ponia , Haciendo al ambicioso t alterado


Ue so mano por todas las ciad idos otarse con sola iq i i

Estas eran personas que entendía , Y' el bullicio v iie .i denado ii

Baber eo ellas instas calidades . l.e redujo a quietud v nueva enmienda i

De Dios del rej del mundo temerosas


, , Que poco i'i mal puesto permanece .

En semejantes cargos provechi Como por la esperieni la al Qn pai


Entretenía la gente y sustentaba Quien antes isperab eslu controlo i

Con son de un general repartimiento ('.ni veinte i> li iiii mil peSOS de renta i
.

Y el mas culpado mas premio esperaba Enfrena de tal suerte el pensamiento


Pandado en el pasado regimiento : Que Bolo '"ii 1
1 vida se contenta i

Kl marqués entre tanto se Informaba Después hizo .-i marqués repartimiento


Llevando ilesle error diverso Intento, Entre los beneméritos de cuenta ,

Que no solo dio pena los culpados Para esforzar los nos caldos I

Mas renovó los Térros perdonados. Y dar mayor tormento á los perdidos.
pues en nulo .un ri tiempo va pensaron Con ejemplos asi y acaecimientos , .

Que estaban sus Insultos encubiertos, vemos que tantos van errados
Ciiiini
En público pregón se renovaran Que sobre arena y frágiles cimientos
Y fueron con castigo descubiertos : Fabrican edificios levantados i

Que casi i-h ins mas pueblos que pecaron liiep se muestran sus flacos fundamentos
Amanecieron en un tiem| merlos Pues por tierra tan presto derribados
Aquellos que con mis poder y mano i.mi afi enloso nombre y vox les vemos
llain. ni seguido 'i liando del tirano. Royendo su InOcion cuanto podemos.
y. leño sefior, los que murieron.
i
. ¡Oh vano error oh necio desconcierto ,

Pues fuiíiiii perdonados y admitidos Del torpe que con Animo Ignorante
Cuando a vuestro servicio en a non lueron No mira en el peligra y paso incierto
Y en Importante tiempo reducidos! Las |i¡s.nlas .le aquel que va delante.
Quedando i errores que tuvieron
l<
Teniendo a cosía ajena ejemplo cierto ,

A vuestra gran clemencia remitidos : Que el brazo del amigo mas constante
ii, • mis tolo, señor es el juzgarlos , Ha de esparcir su sangre en su disculpa
^ el poderlos salvar o condenarlos. Lavando allí la espada de la culpa !

Dar mi decreto en eslo yo no puedo . Quiero que esté algún tiempo falsamente
Que siempre en casus de honra lo rehuso: Sobre traidores hombros sostenido :

Solo digo f\ terror y estraBo miedo Que el viento que se mueva de repente
Que en gente soberbia el marqués puso
i.i Le aflige altera y lililí aquel runlo.
, i

C castigo a la s,i/nn acedo.


'I Pues que, cuando la voz del rey se siente
; I

Dejando el reino atónito y confuso, No Inv son tan duro y áspero al oido,
Del temerario becho tan undoso, Que tiene solo el nombre fuerza tanta
Que aun era imaginarlo peligroso. Que los huesos le oprime y le quebranta.
A
quien bailaba colpa conocida Que le asome fortuna algún contenió,
Del Piru le deslierra en penitencia ,
Con cuántos sinsabores va mezclado
|

Que es entre ellos la aírenla mas sentida ,


Aquel recelo aquel desabrimiento ,
,

Y que mas examina la paciencia ; Aquel triste vivir tan recatado !

El justo , de ejemplar y llana vida , Iga el duro motil cada linimento


I i

Temeroso escudriña la conciencia , Témese del que está mas confiado:


Viendo el r¡i;or de la justicia airada Que la vida antes libre y amparada

Que ya desenvainado había la espada. Está sujeta ya a cualquiera espada.


Y algunos capitanes y soldados Negando al rey la deuda y obediencia ,

Que con lustre sirvieron en la guerra ,


Se somete al mas mínimo soldado,
Y esperaban de ser gratificados Poniendo en contentarle diligencia
Conforme a los humores de la tierra, Con gran miedo y solicito cuidado
Recelando tenerlos agraviados, Y aquellos mas amigos en presencia
Del reino en son de presos los destierra ,
Las lanzas le enderezan al costado,
Remitiendo las pagas á la mano Y sobre la cabeza aparejadas
De rey tan poderoso y soberano. Le están amena/ando mil espadas.
Esto puso suspensa mas la gente ; Cualquier rumor, cualquiera voz le espanta,
La causa del destierro no sabiendo , Cualouier secreto piensa que es negarle ;

No entiende si es injusta ó justamente : Si el brazo mueve alguno y lo levanta ,

Solo sabe callar y estar tremiendo. Piensa el triste que fué para matarle ;
Teme la furia y el rigor presente , La soga arrastra , el lazo á la garganta ;

Y a inquirir la razón no Sí llreviendo, ¿Qué confianza puede asegurarle '


Tiende a cualquier rumor atento oido Pues mal el que negar al rey procura
Mas no puede sentir mas del ruido. Tendrá con un tirano fe segura.
Temor, silencio y confusión andaba; Si no bastare verlos acabados
Atónita la gente discurría; Tan presto , y que ninguno permanece ,

Nadie la oculta causa preguntaba , Y'los rollos y términos poblados


Que aun preguntar error ie parecía ; De quien tan justamente lo merece ,
Por saber uno a otro se miraba, Bandos , C3sas , linajes estragados
Y el mas sabio los hombros encogía , Con nombre que los mancha y escurece:
Temiendo el guipe del luror presente baste la obligación con que nacemos ,

Movido al parecer por acídenle. Que á nuestro rey y príncipe tenemos.


Fué hecho tan sagaz, grande y osado, De un paso en otro paso voy saliendo
Que pocos con razón le van delante Del discurso y materia irue seguía;
Asaz en estos tiempos celebrado , Pero aunque vaya ciego discurriendo
Y á los ánimos sueltos importante : Por caminos mas ásperos sin guia,
Por él quedó el Piró atemorizado , Del encendido Marte el son horrendo
Temerario, rebelde y arrogante, Me hará que atine a la derecha vía.
Y a la justicia el paso inris seguro Y asi seguro desto y confiado
Con mayor esperanza en lo futuro. Me atrevo a reposar, que estoy can- 1 I
,: , ,; , , , ,
,: ,;

DON ALONSO DE EltCILLA Y 7.1'NIGA.


Fué su llorada muerte asaz sentida
Y mas el sentimiento acrecentaba
CANTO XIII. Ver el gobierno y tierra tan perdida,
Que cada uno por sí se gobernaba :
Hnelinel marques «lo Canelo ftl CMllgo Olí el Pirn.llenan mensajeros do
Andaba la discordia ya encendida
Chile á pedir so. orro; il cual visla sor su demanda impórtame y justa, ;

si- lo en\ía prande por mar y por liorra. Tamliion conliOQfl al cobo
La ambición del mandar se desmandaba :

cito cnnlo como Francisco do Vtllagraii guiado por un indio viene


Al lin es imposible que acaezca.
solire Lautaro. Que mi cuerpo sin cabeza permanezca.
Dichoso con razón puede llamarse Aquellos que de Chile habían venido
Aquel que en los peligros arrojado, A pedir id socorro necesario ,

Helios salió salir sin ensuciarse Viendo á su adelantado fallecido


Y libre ilo poder sor imputado :
Y toilo á su propósito contrario ,
Poro quien tiestos puede desviarse Con mi semblante triste y afligido ,

Le tengo por mas bienaventurado ;


De parecer de todos voluntario,
Aunque el peligro aliña lo perfeto, Piden d"ii Hurtado que se vea,
i

Aquel que del so aparta es el discreto. Y de remedio presto los provea.


Que muchas voces da la fantasía Diciendo: «Varón claro y escelente
En cosas que seguro nos promete, Nuestra necesidad te es manifiesta ,
Y un ánimo a salir con ollas cria Y la fuerza del bárbaro potente
Que con temeridad las acomete ;
Que tiene á Chile en tanto estrecho puesta:
Después en el peligro desvaría, El mas fuerte remedio es llevar gente ;
Y no acierta á salir de a do so mete :
Esta ya puedes ver cuan cara cuesta
Que la señora al siervo sometida De parle de tu rey le requerimos,
Pierde la fuerza y tino á la salida. Nos concedas aquí lo que pedímos.
Veréis en el Pirú, que han procurado »A tu hijo, ó marqués, te demandamos,
Levantar el tirano y ayudarle, En quien tanta virtud y gracia cabe,
Para solo mostrar después de alzado Porque con su persona confiamos
La traidora lealtad en derribarle ; Que nuestra desventura y mal se acabe :

Y con designio y ánimo dañado De sus partes, señor, nos contentamos,


Le dan fuerza, y después viene á matarle Pues que por natural cosa se sabe ,
La espada infiel de la maldad autora , Y aun acá en el común es habla vieja
Al rey y amigos pérfida y traidora. Que nunca del león nació la oveja.
Fraguan la guerra, atizan disensiones »Y pues hay tanta falta de guerreros ,

En habito leal aunque engañoso


,
,
Haciendo esta jornada don García ,

Pensando de subir mas escalones Se moverá el común y caballeros


Por mi áspero atajo y tropezoso Alegres de llevar tan buena guia :

Al cabo las malvadas intenciones Y lo que no podrán muchos dineros


Vienen á lin tan malo y afrentoso Podra el amor y buena compañía ,

Como veréis , si bien miráis la guerra O la vergüenza y miedo de enojarte ,


Civil y alteraciones desta tierra. O su propio interés en agradarte. »
Deshechos pues del lodo los nublados El marqués de Cañete, respondiendo
Por el audaz marqués y su prudencia, A la justa demanda alegremente ,

Curando con rigor los alterados, Vino en ello de grado, conociendo


Como quien entendió bien la dolencia ,
Ser cosa necesaria y conveniente ;

En nombre de su rey á otros tocados Y el hijo, hacienda y deudos ofreciendo ,

De aquel olor descubre la clemencia, Al punto derramó en toda la gente


Que hasta allí del rigor cubierta estaba Gran gana de pasar a aquella tierra ,

Con general perdón que los lavaba. A ejercitar las armas en tal guerra.
No el atrevido caso y espantoso Uno se ofrece allí , y otro se ofrece
En el Pirú jamás acontecido ,
Así gran gente en número se mueve,
Ni el ejemplar castigo riguroso Y aquel que no lo hace, le parece
Que amansó el liero pueblo, embravecido, Que falta, y no responde á lo que debe :

Fué en tal tiempo bastante y poderoso Hasta en cansados viejos reverdece


De ensordecer el bárbaro ruido El ardor juvenil, y se remueve
Y la voz araucana y clara fama El flaco humor y sangre casi helada
Que en aquellas provincias se derrama. Con el alegre son desta jornada.
Nuevas por mar y tierra eran llegadas Oh valientes soldados araucanos
¡
!

Del daño y perdición de nuestra gente, Las armas prevenid y corazones,


Por las Vitorias grandes y jornadas Y el usado valor de vuestras manos
Del araucano bárbaro potente : Temido en las antarticas regiones ;

Pidiendo las ciudades apretadas Que gran copia de jóvenes lozanos


Presuroso socorro y suliciente , Descoge en vuestro daño sus pendones,
Haciendo relación de cómo estaban Pensando entrar por toda vuestra tierra
Y de todas las cosas que pasaban. Haciendo fiero estrago y cruda guerra.
Jerónimo Alderete adelantado ,
, No con los hierros botos y mohosos
A quien era el gobierno cometido , De los (pie las paredes hermosean ,
Hombre en estas provincias señalado, Ni brazos del torpe ocio perezosos
Y en gran figura y crédito tenido ; Que con gran pesadumbre se rodean ,
Donde como animoso y buen soldado Ni los ánimos hechos á reposos,
Había grandes trabajos padecido ; Que cualquiera mudanza en que se vean
No pongo su proceso en esta historia , Los altera, los turba y entorpece,
Que del la general hará memoria : Y el desusado son los desvanece :

Presente no se halla á tanta guerra Mashierros templadísimos y agudos


Y á tales desventuras y contrastes ; En sangre de tiranos afilados,
Mas con vos, gran Felipe, en Inglaterra F'uerles brazos, robustos y membrudos
Cuando la Fe de nuevo allí plantasles, Fin dar golpes de muerte ejercitados ;
Allí le distes cargo desta tierra, Ánimos libres de temor desnudos ,
De allí con gran favor le despachastes En los peligros siempre habituados ,
Pero cortóle el áspero destino Que el son horrendo que a otros atormenta
El hilo de la vida en el camino. Los alegra , despierta y alimenta.
. ' , ,; . . . ; , , ,

I.A AliAl CANA, CANTO \lll.

Cosa deslas yo pienso que ninguna Y con vuestra licencia, en compañi.


Os pueda derribar de mestro estado ; Del nuevo capitán s adelantado,
Mas tléaana dudoao aola nna , Caminé desde Londres basta el dia
yin' aadle delta ba ildo reaei vado i
Que le dejé en Taboga sepultada ,

Esta is usada vuelta de rortnna


1 1 De donde con trabajos j p irtl i

Que siempre alegre rostro os i* airado, De ! .ruin. \ vientos atrojado


1
1 i

Y es Inconstante rali ] i iriable , i Llegué i tiempo que pude Juntamente


1 ; ii el nuil irme y tn el oleo mudable. Salu son ni luí ida y buena gi i

Que si i:i guilla el espsttol procura ,


un.. .-. olroii de amigos se me olvida ii

Haciendo de se espad i al in • tnueati > No nonos qge nosotroa necesarios,


Qoerrlale preguntar, m por Tentara ,. Gente templada manea j recogida ,

Corta por mas lanares que la rueatra? De ludes , provisores, t isartos ,

s¡ laloen del bi iao le asegtrra i i eólo ¡os de honesta y santa vida ,

Del poder rnestro j vencedon diestra, i i


amdominicos; mercenarios,
Iscos ,

Vera si nur.i bien en i" p u ido


, ,
Pan ''vitar insultos de la guen i

El campo de sos huesos ocupado. L>8 idl 9 mas allí que en olla (Ierra.

No se; pero soberbio y encendido Deprofesiones y colorea


i trias
En bélico luror el pueblo veo Sal.- una una lUCidl banda
de I. ,

Y al m:is triste espafid apercibido i en el puerto tendidas por las limes


De armas rico aparato > buen de ,
Estaban mesas llenas de vianda
¡ oh Anaco ya te Jugo por perdido. ' c.on vino de odoríferos sabores ,

si bu obr 11 Igu iba al arreo . Donde luego por una y otra banda
y. templa
ii camina esta bravea > I i Sobre la Mide verba reclinados
; Av de ni pieauucloD % rortaiei i Gustamos manjares delicados. loe

Del apartado Quito se movieron estómagos, contentos


Alegres los
Gentes para bailarse en esta guerra ; Fuimos a la marina conducidos,
De Leja Mora de laen salieron , . . A do de verdes r os oí ñámenlos |

De rujiílo de Guanaco y su tierra


i , ; Estaban los líateles prevenidos
De Geanianga Arequlp ¡un leron , i Y al son de urioe y altos instrumentos, v

Gran copla y de los pueblos de la ,


De los raros amigos despedidos,
La Paa Cusco v l"s Cbarc is bien armados
,
En los líjelos barcos nos metí II

Uajaron muchos plalicos soldados. liando a un tiempo con fuerza al mai los
i rene la tierra . bnma el mar hinchad i Los líateles de tierra se alargaban
Del estruendo , tumultos | mnoi es, i Dejando con penosa envidia aquellos
Que suenan por el aire alborotado Q n la arenosa playa se quedaban .

lie pílanos trompetas y atamboi es ,


Sin apartar los ojos jamás dellos:
Contra el rebelde pueblo libertado. Sobre diei galeones arribaban
Amenazando va sus del nsores Los prestos liar. -os, y saltando en ellos
Con (¡mesa y reforzada artillería , Tiempo los marineros no perdieron ,

Que denlro del eslailo el son se oia Que las vías al viento descogieron
De aparatos , jaeces guarniciones ,
De estandartes, banderas, gallardete.
Loa gallardos soldados se arreaban ; Estaban las diea naves adornadas
Sobrevistas y galas, invenciones Hiriendo el fresco viento en los li Inqui i.

Nuevas y costoeisimas sacaban ;


Comienzan a moverse sosegadas:
Estandartes i enseñas j pendones Suenan cañones', sacres (aleóneles; .

ai viento en cada calle tremolaban ¡


Y al doblar de la ¡aleta embarazadas
Vieran sastres y obreros ocupados Del austro i babor la escota , i argan
En hechuras, recamos y bordados. Tomando sudoeste la derrota. al

Con el concurso y juma de guorroi os Las naos por el contrario mar rnmpieinin
El grande estruendo y trápala crecía . La blanca espuma en torno levantaban,
Y los prestos martillos de herreros i i
la furia del austro resistiendo
Formaban dura y aspen armonía ; Por fuerza i su pesar tierra ganaban ,

El rumor de solí, ilos armeros Pero s ibre el garbino revolviendo


Todo el ancho contorno ensordecía De la gran cordillera se apartaban ,

Los celosos caballos de lozanos Y de sula una vuelta que viraron


Rebudiando u isc iban con bu manos. El Cuarco, á lesnordeste se bailaron
Andaba asi la gente embarazada Mas presto por la popa el Guaren vi ,

Con el nuevo bullicio de la guerra; Con Chinea de otro bordo emparejando


Mas ya de lo importante aparejada . En alia mar tras estos nos molimos
i n caudillo salió luego por tierra ; Sobre la Nasca fértil arribando
;
Llevando copia deba encomendada , Y esforzado noto resistimos
al ,

Atravesó i Atacan» j la alta siern Su furia y bravas olas contrastando


Con la desierta cosía y despoblados No bastando los recios movimientos
De osamenta de barbaros sembrados De dos tan poderosos elementos.
La gente principal todo aprestad , i
Que haya en Piré no es caso soberano , .

Y reliquias del campo que quedaban , Tanta mudanza en tres leguas de liona ,

l'ara romper el mar alborotado Que cuando es en los llanos el verano.


otia eos. que tiempo no aguardaban;
i
Los montes el lluvioso invierno cierra ,
Mas viendo el cielo ya desocupado Y cuando espesa niebla culi re el llano
Y que las bravas ol is aplacaban , |ji descubierto hiele el sol la sierra,
Con ordenada muestra y rico alarde Y por esta razón van mas credentes
Salieron de los Keyes una tarde. En el verano abajo las vertientes.
Yo con ellos también, (pie en el servicio De los vientos el austro es el que manda.
Vuestro empecé y acabaré la vida , Oue deshace los húmidos nublados,
Que estando en Inglaterra en el oficio i |,oi todo aquel mar discurre y anda
,
Que aun la espada no me era permitida , Del cual son para si lesterrados | :

Llegó allí la maldad en deservido Los oíros vientos reinan a la banda


Vuestro por los de Arauco cometida , lie Ato-ama y allí son libertados, ,

Y la Rían desvergüenza de la gente (,iue bajar al l'irú ninguno puede,


A la real corona inobediente. Ni por natural orden seconcede.
, , ,,, ,, , , ; ,, , ,»

;,| DON ALONSO DE EHCILLA Y 7.1ÑIGA.


Pues las naves del austro combatidas «¿Quién el pueblo araucano ha restaurado
Las espumosas olas van cortando En su reputación que se perdía,
y_ue de valientes soplos impelidas Pues el soberbio cuello no domado
Rompen la furia en ellas azotando , Ya doméstico al yugo sometía?
Las levantadas proas, guarnecidas Yo soy quien de los hombros le ha quit3do
De planchas de metal pero mirando ; El español dominio y Urania :

Al español del bárbaro vecino. Mi nombre basta solo en esta tierra.


Habré de andar mas presto este camino. Sin levantar espada, á hacer la guerra.
Correré á Vitlagran, el cual por tierra » Cuanto mas que teniéndoos á mi lado
También en su jornada se apresura, No tengo que temer, ni daño espero,
Atravesando la fragosa sierra No os de mi sueño señora tal cuidado ,
, ,

Que iguala con las nubes su estatura : Pues no os lo puede dar lo verdadero :

Diré lo ipie sucede en esta guerra ,


Que ya a poner estoy acostumbrado
Y qué rostro le muestra la ventara : Mi fortuna á mayor despeñadero ;

Mas porque todo venga a ser mas claro


, En mas peligros que este me he metido,
Quiero tratar un poco de Lautaro, Y dellos con honor siempre he salido.»
Que oslaba con su escuadra de guerreros Ella menos segura y mas llorosa ,
,

En el SiÜO que dije recogido ,


Del cuello de Lautaro se colgaba ,
Y de foso fagina y de maderos
, Y' con piadosos ojos lastimosa

Le habia en breve sazón fortalecido : Roca con boca así le conjuraba :


Tenia dentro soldados forasteros «Si aquella voluntad para, amorosa.
Que a fama de la guerra habían venido, Que libre os di cuando mas libre estaba ,

Reparos, bastimentos y otras cosas Y delta el alto cielo es buen testigo,


Tara el lugar y tiempo provechosas. Algo puede, señor y dulce amigo:
Sola una senda este lugar tenia i> Por ella os juro , y por aquel tormento
De alertas centinelas ocupada; Que sentí cuando vos de mi os partistes
Olra ni rastro alguno no le habia Y por la fe, si no la llevó el viento
Por ser casi la tierra despoblada. Que allí con tantas lágrimas me distes ,
Aquella noche el bárbaro dormía Que A lo menos me deis este contento ,
Con la bella Guacolda enamorada, Si alguna vez de mi ya lo tuvistes,
A quien él de encendido amor amaba ,
Y es, que os vistáis las armas prestamente,
Y ella por él no menos se abrasaba. Y al muro asista en orden vuestra gente.
Eslaba el araucano despojado El bárbaro responde : « Harto claro
Del vestido de Marte embarazoso Mi poca estimación por vos se muestra :
Que aquella noche sola el duro hado ¿En tan flaca opinión está Lautaro,
Le dio aparejo y gana de reposo : Y en tan poco tenéis la fuerte diestra
Los ojos le cenó un sueño pesado , Que por la redención del pueblo caro
Del cual luego despierta congojoso, Ha dado ya de si bastante muestra?
Y la bella Guacolda sin aliento Buen crédito con vos tengo por cierto,
La causa le pregunta y sentimiento. Pues me lloráis de miedo ya por muerto.»
Lautaro le responde Amiga mia , : <¡ «¡Ay de mí! que de vos yo satisfecha ,
Sabrás que yo soñaba en este instante Dice Guacolda estoy, mas no segura
, :

Que un soberbio español se me pouia Ser vuestro brazo fuerte ¿ qué aprovecha.
Con muestra ferocísima delante ; Si es mas fuerte y mayor mí desventura?
Y' con violenta mano me oprimía Mas ya que salga cierta mi sospecha
La fuerza y corazón , sin ser bastante El mismo amor que os tengo me asegura
De poderme valer , y en aquel punto Que la espada que hará el apartamiento
Me despertó la rabia y pena junto. » Hará que vaya en vuestro seguimiento.
Ella en esto soltó la voz turbada. » Pues ya el preciso hado y dura suerte
Diciendo «¡ Ay, que he soñado también cuando
: Me amenazan con áspera caida ,
De mi dicha temí y es ya llegada ,
Y' forzoso he de ver un mal tan fuerte

La fin tuya y principio de mi Maulo !


Un mal como es de vos verme partida,
Mas no podré ya ser tan desdichada Dejadme llorar antes de mi muerte
Ni fortuna conmigo podrá tanto Esto poco que queda de mi vida
Que no corte y ataje con la muerte Que quien no siente el mal es argumento ,

El áspero camino de mi suerte. Que tuvo con el bien poco contento. »


«Trabaje por mostrárseme terrible Tras esto tantas lágrimas vertía
Y'del tálamo alegre derribarme. Que mueve á compasión el eontemplalla ,

Que si revuelve y hace lo posible Y así el tierno Lautaro no podia


De ti no es poderosa de apartarme ;
Dejar en tal sazón de acompáñalo)
Aunque el golpe que espero es insufrible ,
Pero ya la turbada pluma mia,
Podré con otro luego remediarme : Que en las cosas de amor nueva se halla,
Que no caerá tu cuerpo en tierra frió Confusa , tarda y con temor se mueve ,
Cuando estará en el suelo muerto el mió.» Y a pasar adelante no se atreve.
El hijo de Pillan con lazo estrecho
Los brazos por el cuello le cenia ;

De lagrimas bañando el blanco pecho, CANTO XIV.


En nuevo amor ardiendo, respondía :

« No lo tengáis señora , por tan hecho


, Llega Francisco de Vlllagráo tic nuche sobre el fuerle de los enemigos
Ni turbéis con agüeros mi alegría , sin ser delloa sentido ; da al amanecer sillilto en ellos, y á la primer»
refriega muere Lautaro. Trabase la batalla coa baria sangre de una
Y aquel gozoso estado en que me veo,
parte y de otra.
Pues libre en estos brazos os poseo.
> Siento el veros imaginativa,
a_sí ¿Cuál sera aquella lengua desmandada
No porque yo me juzgue peligroso; Que á ofender las mujeres ya se atreva.
Mas la llaga de amor esta tan viva , Pues vemos que es pasión averiguada
Que estoy de lo imposible receloso. La que á bajeza tal y error las lleva;
Si vos queréis , señora , que yo viva Si una barbara moza no obligada
¿Quién á darme la muerte es poderoso? Hace de puro amor tan alta prueba,
Mi víiia esta sujeta á vuestras manos, Con razones y lágrimas salidas
Y no a todo el poder de los humanos. De las vivas entrañas encendidas?
;;
. , :, . ,
. . : ,. ,. , ; , . .

LA ABACI tNA, CANTO XIV.

Qui- ni 1.1 confianza ni el segura Sacudiendo el pesado \ torne ^ueño


11^ mi iroigo le (Ubi algún coniaela \ cobrando la furl acostumbrada >
,

Ni el Fuerte -- j 1 1

. ni el Fos ida mure. Quién el arco arrebata, quién un lefio,
Le basta asegura' «i» 1
su recelo Quién del niego un Uson v quién espada . 1 1

One el gran temor nacido de amor puní Quién aguija al bastón de ajeno doefto
Todo lo aliuiia > pone por el meló ;
Quién por s.dii mas presto ci mu nada.
Solo halla el repara de ra tuerte Pensando averiguat lo desaraudoa ,

En el mismo peligra de la muerte. Si no pueden i pufiot i bocados, ,

Asi Ins <ius unidos coi azones Lautaro


sai según se entiende
i la ,

Conformes en amor desconformab u Con Guacolda razón ib


la gentil i

\ dando dello allí demoslracJonH Asegúrala, esfuerza > reprehende


vi el dulce feneno ilimeotabao. De la de c inflama que mostrab i

Los soldados i'ii liirnn los li/ I EUi raí idmllé j mas -• ofende,
\ de parbr cansados reposaban ,
Que aquella mayoi peo le causaba i
;

Teniendo cenlinelaa orno digo


. i Rompiendo el tierno punió en sus amores
\ .-i cerro i las espaldas por abrigo. El duro son de trompas v alambores
Vinagran con silencio y paao presto Mi- no s.ili con lanía lijereza i

Rabia el áspera monte m ivesado, El misera avariento enriquecido


No t¡n grave Lrabajo, qne sin esto Que 8iem| -i pensando en su riqueza i
.

Hacer mocha labor es eaeusado ¡


Si ¡ente de ladrón .,|gini ruido;
Llegado jnnto al tuerte, en un buen puesto, Ni madre asi acudió con tal presteza
\ ñu, lo que el cielo estaba aun estrellada Al grito de su lujo muy querido ,

Parí esperando el claro \ nuera di


. i
miéndole de algí
1
1 bestia Bera i

Que ya |ior el oriente descubrís. i o no Lautaro al son v voz primen.

De ninguno fué fisto ni sentido Revuelto el manto al brazo, en el un i mii


La causa era la noebe ser escura . Con un desnudo estoque y él des . lo
> haber las centinelas desmentida barbara ai rogante
. la puei la el .

Por parte descuidada por segura ;


Que armarse asi lan SÚbitO no pudo •

Caballo no relincha ni haj ruido, oh peí lid. fortuna oh inconstante,


i ,

Que esta ya de su parte la renturs :


CÓmO llevas lil lili por lo cuido | .

Ksta hace las bestias avisadas . Que el bien de lautos años en un punto
Y I las personal bestias descuidadas. De un golpe le ánchalas lodo junto !

Cuando ya las tinieblas j aire escura Cuatrocientos amigos comarcanos


('.mi la esperada luí se adelgazaban , Poi un lado la fuerza acometieran ,

Las lentinelaa puestas por el muro Que en ayuda y favor de los ristianos i

Al nuevo día de lejos saludaban I'.olí slls piulidos ;,|, os IICII, llCIOII ,

Y pensando tener campo segura Que con eslr a fuerza y prestas manos
También a descansar se retiraban i.i.iii numera de uros despulieron.

Quedando mudo el Inerte, y los soldados Del luido el hijo de Pillán salia ,
tu vino y dulce sueno sepultados. Y una flecha a buscarle que venia.

al mundo aquella hora Por oh dura suerte


siniestro lado
'
i. ii llegada el ;

Que escura Unlebla no podiendo


la , Rompe cruda punta , y tan derecho
la
Sufi :r l:i clara vista de la aurora , Quepasa el corazón mas bravo y fuerte
Se va en el ocidenle retrayendo : Que jamás se encerró en humano pecho
Cuando la mustia elicie se mejora De lal tiro quedo ufana la muerte
El lo- un al rojo orieule revolviendo , Viendo de un solo golpe tan gran hecho,
Hirando iras las sombras ir la estrella, Y usurpando la gloria al homicida
Y al mino Apolo deifico tras ella. Se aliihuye á la muerte esta hernia.
El españpl que ve tiempo oportnna Tanto rigor la aguda flecha trujo
Se acerca poro poco mas al fuerte .,
,
Que el bát iiaru tendía sobre la arena
Sin estorbo de bárbaro ninguno Abriendo puerta a un abundante flujo
oue sordos los tenia su inste suerte De negra sangre por copiosa vena ;

Bien descuidado duerme cada uno Del rostro la color se le relrujo,


De cercana ¡nexoralile muelle
la : I. os ojos tuerce, y con rabiosa pena

qne cena della estamos,


tacita señal La alma del mortal cuerpo desalad::
Cuando mas apartados nos juzgamos. Bajó furiosa a la infernal morada.
No esperaron nuestros mas, pues viendo ins Ganan los nuestros foso y baluarte,
sel \.i uempo de
darles el asaiio Que nadie los impide ni embaraza
De súbito levantan un estruendo Y asi por veinte lados la mas parle.
Con soberbio alarido horrendo y alio ; , Pisaba de la fuerza ya la plaza ;

Y en tropel ordenado arremetiendo Los bárbaras con animo y sin arle.


Al fuerte van a dar de sobresalto, Sin celada ni escudo, y sin coraza .

Al raerle mas de sueno bastei ido Comienzan la batalla peligrosa ,

Que al présenle peligro apeí cebido. Cruda fiera reñida y sanguinosa.


, ,

Como malhechores que en su oficio


los En oyendo los indios estranjeros
Jamas pueden hallar pule sigura, Que con Lautaro estaban recogidos
Por ser la condición propia del vicio El súbito rumor, salen lijeros.
Temer cualquier fortuna y desvenlura ; Del miedo y sobresalto apercebnlos
Que no sienten lan presto algún bullicio Mas sintiendo los golpes carniceros ,

Cuando el castiga \ nul se le;, ligura ,


El animo turbado y ms sentidos,
> olí cu
I las ai mas v defensa,
.1
Las atenías orejas acechaban
Según que cada cual \alerse piensa : Adonde con menor rigor sonaban.
a>i medio dormidos > despiertos Como tímidos gamos que el ruido
Salían los araucanos alterados , Sienten del cazador, y atentamente
Y del peligro y sohresallo ciertos Altos los cuellos tienden el oido
Baten toldos y ranchos levantados ;
Acia la palle que el niiiior se siente
Por verse de corazas descubiertos. v,
el balar de la gama conocido,
No dejan de mostrar pechos airados Que apedazan los peños y la gente,
Mas con presteza y animo seguro Con furioso tropel toman la via
Acuden ai reparo de su muro. Que mas de aquel peligro se desvia :
;, , , ; ,; , , , ,, , , ;; ,

56 DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUtilGA.


1..1baja > vil canalla, acostumbrada Usadas las espadas al acero ,

A rendirse .ii letnor de aquella suerte, Topando la desnuda carne blanda


Por ciega senda , inculta y desusada Ayudadas de un Ímpetu lijero .

Rompí' el camino y desampara el fuerte Dan con piernas y brazos a la banda :

Acá y alia corriendo derramada ; No rehusa el segundo ser primero


Y era tan grande el miedo de la muerte Antes lodos siguiendo una demanda ,

Qne al mas valiente y bravo se le antoja Como olas que creciendo van crecían , ,

Ver un tiero español tras cáela hoja. Y á la muerte animosos se ofrecían.


Pero aquellos qne nunca el miedo pudo La gente una con otra así se cierra
Hacerlos con peligros de su bando, Que aun no daban lugar a las espadas ;
Poniendo osado pecho por escudo Apenas los murtales van á tierra
BsUn la antigua riña averiguando : Cuando estaban sus plazas ocupadas :

La desnuda cabeza del agudo luios por cima de otros se dan guerra ,
Cuchillo no se ve estar rehusando Enhiestas las personas y empinadas ,

Ni rehusa la espada la siniestra Y de modo á las veces se apretaban


Ejercitando el uso de la diestra. Que a meter por la espada se ayudaban.
Que el joven Corpillan , no desmayado Las armas con tal rabia y faena esgrimen,
Poripie su espada y mano vino á tierra, Que los mas de los golpes son mortales ,
Antes en ira súbita abrasado; Y los que no lo son asi se imprimen
Contra la parte del contrario cierra, Que dejan para siempre las señales:
Y habiendo ya la espada recobrado , Todos al descargar los bia/.os gimen ;

La diestra, que aun bullendo el puño afierra ,


Mas salen los efetos desiguales.
Lejos con gran desdén y furia lanza Que los unos topaban duro acero,
Ofreciendo la izquíerda'á la venganza. Los otros el desnudo y blando cuero.
Flaqueza en Millapol no fué sentida Como parten la carne en los tajones
Viéndose atravesado por la ¡jada ,
Con los corvos cuchillos carniceros,
Y la cabeza de un revés hendida ,
Y cual de fuerte hierro los planchones
Ni por pasalle el pecho una lanzada : Baten en dura yunque los herreros:
Que de espumosa sangre á la salida Así en la diferencia de los sones
Vino la media lanza acompañada, Que forman con sus golpes los guerreros
Dejando aquel lugar della vacío. Quién la carne y los huesos quebrantando.
Aunque lleno de rabia y nuevo brío. Quién templados arneses abollando.
Que manos la maza aprieta fuerte
á dos Pues Juan de Villagrán firme en la silla
Y con mayor la gobernaba
furia Contra Guarcondo á toda furia parte
Bien se puede Ilamarde triste suerte Y la lanza le echó por la tetilla
Aquel que el (¡ero bárbaro alcanzaba :
Con una braza de asta á la otra parte :
Con la rabia postrera de la muerte El bárbaro la cara ya amarilla
,
,

Una vez el ferrado leño alzaba ; Se arrima desmayado al baluarte;


Mas faltóle la vida en aquel punto Dando en el suelo súbita caída
Cayendo cuerpo y maza todo junto. El alma vomitó por la herida.
Aunque la muerte en medio del camino Pero Rengo su hermano, que en el suelo
Le quebrantó el furor con que venia ,
El cuerpo vio caer descolorido ,
Va valiente español á tierra vino Cuájesele la sangre, y hecho un hielo
Del peso y movimiento que traía; Del súbito dolor perdió el sentid o ;
Mas luego puesto en pié con desatino Mas vuelto en sí, se vuelve contra el cielo
Acia el lugar del dañador volvía, Blasfemando el soberbio y descreído
Y viendo el cuerpo muerto dar en tierra Y el ñudoso bastón alzando en alto ,

Pensando que era vivo con él cierra. A Juan de Villagrán llegó de un sallo.
Y encima del cadáver arrojado, Mas antes Pon con una flecha presta
De dar la muerte al muerto deseoso, Hirió al caballo en medio de la frente
Recio por uno y por el otro lado Empínase el caballo, el cuello enhiesta,
Hiere y ofende el cuerpo sanguinoso. Al freno yá la espuela inobediente;
Hasta tanto que ya desalentado Y entre los brazos la cabeza puesta
Se firma recalado y sospechoso, Sacude el lomo y piernas impaciente :

Y vio á aquel que aferrado asi tenia Rendido Villagrán al duro hado,
Vueltos los ojos y la cara fría. Desocupó el arzón y ocupó el prado.
Traia la espada en esto Diego Cano Apenas en el suelo había caído
Tinta de sangre, y con Picol se junta Cuando la presta maza decendia
Haciendo atrás la rigurosa mano Con una estraña fuerza y un ruido
El pecho le barrena de una punta : Que rayo ó terremoto parecía :
Turbado de la muerte el araucano Del golpe el español quedó adormido ,
Cayó en tierra la cara ya difunta Y el bárbaro con otro revolvía
Bascoso revolviéndose en el lodo Bajando á la cabeza de manera
Hasta que la alma despidió del todo. Que sesos, ojos y alma le echó fuera.
De dos golpes Hernando de Alvarado Y con venganza tal no satisfecho
Dio con el suelto Talco en tierra muerto Del caso desastrado del hermano
Pero fué mal herido por un lado Antes con nueva rabia y mas despecho
Del gallardo Guacoldo en descubierto : Hiere de tal manera a Diego Cano,
Estuvo el español algo atronado; Que la barba inclinada sobre el pecho
Mas del atronamiento ya dispierto. Se le cayó la rienda de la mano
Corriendo al fuerte bárbaro derecho Y sin ningún sentido casi frío
La espada le escondió dentro del pecho. El caballo lo lleva á su albedrio.
El viejo Villagrán con la sangrienta En medio de la turba embravecido
Espada por los barbaros rompiendo Esgrime en lorno la ferrada maza :

Mala hiere, tropelía y atormenta ,


, A cuál deja contrecho, á cual tullido,
A tiempo á todas partes revolviendo : Cual el pescuezo del caballo abraza ;
Ijn golpe á Nico en la cabeza asienta, Quién se tiende en las ancas aturdido ,
El cual los turbios ojos revolviendo Quién forzado el arzón desembaraza :
A tierra vino muerto , y de otro a Polo Que todo a su pujanza y furia insana
Le deja con el brazo izquierdo solo. Se le bate , derriba y se le allana.
, , , , , ,! , T , ,

LA ARAUCANA CANTO XV.


Por partes mas de diez le Iba manando
I.a sangre, de l:i cual ( 'iiluorlo andaba ;
pero un desfallece, antes humando CANTO XV.
Con mas lm-i va ] ignr loa i^<il|»-s dalia
i :
I
o '
lia 'í'iln.-rno y último ranto te araba la batalla, en la ruul '
l
Lijen» coi ic ici ) tllá saltaodo ; IMI, -iii querer aten Iell..i ftndtrac. 1
Arueses y celadas abollaba . IflnU la UB»cgBiioii que la» na., a del laoi lo, leroli tiatta licitar
Hunde crestas rompe sesos
las altas .
i Chile, j la grande- lonueula que Din
el rio de Maule ) Harta de

Muele Ins nervios, carne y duros huesos la Conrencluu paiaruii

(¡rail rumor ilia


Kn esto un reí iendo i Que cosa puede haber sin amor hilen
, i'

De espadas lanas grúa v vocería,


, ,
,Que verso sin r dar! contento
Al cual confusamente n.> sabiendo , Dónde jamas se ha visto rica \eii.i
La causa lunilla gente allí acudía tino no leona cíe amor el nacimiento
Y era un gallardo uio/o que, esgrimiendo ,\o so puede llamar materia llt n i

I II I" cuchillo ilisi uní


I i La que de amor no llene el randa uto .

Por medio de las liai spadas I


, Los contentos , los gustos los .untados, .

Haciendo en armas cosas eatremadas. Son si no son de amor como piulados


, ,

Venia el valiente molO lielicoso Amor de nn juicio rústico y grosero


he una iinii diabólica movido Rompe la dura y áspera COrleta ,

El roairo faro , tocio y polvoroso Produce ingenio y gusto verdadero,


Lleno de negra y de mdor teñido : Y pone cualquier cosa en mas liueza
Como el puteóle Malte sanguinoso, Dante Anosio Petrarca y el Ibero
, ,

Cuando de luicr indico encendido Amor delgade/a,


los trujo a tanta
Hale el (errado escudo de Vuli ano , Que la lengua mas rica y mas copes;, ,

Blandiendo la asía en la derecha mano. Si no trata de amor, es disgustosa.


Con un diestro y preslisimo gobierno I s ni de amor desnudo y de ornamentos
El pesado cuchillo rodeaba Con un un ingenio y rudo estilo ,
tillo
Y i Clon como si lucra junco lierno.
, ¿Cómo he tenido tanto atrevimiento.
En dos parles de no golpe lo tajaba ¡
Que me ponga al rigor del crudo lilo?
Ti as este al diestro Pon envia al infierno, Pero mi i elO bueno y sano intento
Y tras de Pon a Lauco despachaba ; Esto me hace a mi anudar el hilo
.No bailando defensa en armadura. Que ya con el temor cortado había ,
Descuartiza, desuiiemhra y desfigura Pensando remediar esta osadía.
Llamibaae este Andrea) que en grandeza Quísolo aqui dejar, considerado
Y pn porción de euei| ra gibante , Ser escullirá larga y trabajosa ,
De estirpe humilde, y su naturaleza por ir a la verdad tan arrimado
Era arriba dedenova al levante; Y haber de tratar siempre de una cosa:
Pues con aipiclla fuerza y lijereza, Que no hay tan dulce estilo y delicado
A los rohusios miembroE semejante Mi pluma tan cortada y sonorosa ,
Lloran cuchillo esgrime de tal suerte Que en un largo discurso no se estrague
Que a loilos losipie alcanza 'l.i la muerte. IV¡ gusto anean manjar no le empalague.

De un tiro á (¡uaticol por la cintura Que si a mi discreción dado me fuera


Le divide en dos trozos en arena 1 1
,
Salir al campo
y escoger las flores,
Y de otro al desdichado Quílacura Quiza el cansado gusto removiera
Limpio el derecho muslo le cercena ; La usada variedad de los sabores;
Pues de golpea nsi desla hechura Pues como otros han hecho yo pudiera ,

La gran plaza de niuerlos deja llena: Entretejer mis rábulas y amores;


Que su espada a ninguno allí perdona , Mas ya que tan adentro estoy metido ,
Y unos cuerpos sobre oíros amontona. Habré de proseguir lo prometido.
A Coica de los hombros arrebata Al lombardo dejé y al araucano
La cabeza de un tajo y luego tiende . Donde la guerra andaba mas trabada ,

La espada acia Maulen, señor ile Itata, Que vienen a junlaiso mano a mano.
Y de alto a bajo de un revea le hunde: La espada alta y la maza levantada.
Lanzas, hachas y mazas desbarata. De malla esta cubierto el italiano ,
Que todo el pueblo bárbaro le ofende, Kl indio la persona desarmada ;

Llevando muchos tiros enclavados Y asi como mas suelto y mas lijero
En los pechos, espaldas y en los lados. l.ii descargar el golpe fué el primero.
Como osa valiente perseguida
la El membrudo italiano, como trido
Cuando le van monteros dando caza. La maza y el rigor con que bajaba ,

Que con rabia sintiéndose herida , , Al/o el escitilo en alto, y recogido

Los ñudosos venablos despedaza, Debajo del el golpe leparaba :

Y furiosa impaciente, enibiaveeida,


, Por medio el raerte escudo fué rompido,
La senda y callejón desembaraza, Y en medio la cabeza le cargaba ,

Qne los hcl idos pellos l:i -l los Que batiendo los dientes vio en el suelo
Le dan ancho logar escarmentados: Las estrellas mas mínimas del cielo.
De la misma manera el Mero Andrea El brazo descargó que alto tenia
Cercado de los barbaros venia ; Sobre el valiente bárbaro el lombardo ,

Pero de tal manera se rodea Pensando que dos piezas le haría


Que gran camino con la espada abría ; Según era del animo gallardo;
Crece el hervor, la grita > la pelea pero Rengo que punto no perdía,
Tanto que la mas gente allí acudía : Como una onza lijera y suelto paulo ,

Hé aquí a Hongo también ensangrentad*, Un pronto salto dm a la diestra mano.


Que llega a la sazón por aquel lado. De suerte que el cuchillo bajo en vano.
Y ionio dos mastines rodeados Tras esto el diestro bárbaro rodea
De gozques importunos, que en llegando La poderosa maza de manera
A verse con los cerros erizados Que a acertarle de lleno no al Andrea, ,

S.' \an el uno al otro regañando: Pero un duro peñasco deshiciera ;


Asi los dos guerreros señalados, Igual andaba entre ellos la pelea,
Las inhumanas armas levantando, Aunque temo yo á Rengo a la primera
Se vienen a herir pera el combate ;
Vez. que el cuchillo baje si le halla , ,

Quiero que al otro canto se dilate. Que ¿abra lin con su muerte la batalla.
, : , :, .
; ,, : , ,; ,, ,
, , :. ,, ;:

3¡ DON ALONSO DE ERCILLA Y Zl'SlGA.


Mas con destreza y gran reportamienlo , A Rengo aquí también sobrepujaba ,
Desnuda de armas y* de esfuerzo armado , Que no fué de su fuerza menor prueba
Enlra , sale y revuelve como el viento, Pero Rengo, que en ira se abrasaba
Que en maña y lijereta era estremado Viendo que sin firmarse alto lo lleva ,

Hace siempre su golpe y al momento . Hizo por fuerza pié , y sobre él tornaba
Le halla el enemigo asi apartado. Sacando la vergüenza fuerza nueva ;
Que aunque el cuchillo de dos brazas fuera Pero al cabo los dos se desasieron ,
Alcanzar a herirle no pudiera. Y otra vez a las armas acudieron.
Mil golpes por el aire arroja en rano Y comienzan de nuevo el fiero asalto ,

El furioso italiano embravecido , Como sidescansaran todo el dia


Viendo cómo desnudo un araucano, (ira presto por bajo , ora por alio
Y el armado, le tiene en tal partido: Sin miedo el uno al otio acometía:
La izquierda junta a la derecha mano ,
Rengo, que de armadura estaba fallo,
Y apretando la espada de corrido al destreza y maña se regia ,

Al bárbaro arremete altos los brazos, Que sostiene en un peso aquella guerra ,

Pensando dividirlo en dos pedazos. No perdiendo una mínima de tierra.


El araucano con mañoso brio Con presteza una vez lal golpe asienta
Baja la maza firme lo esperaba: Al valiente cristiano por un lado,
Mas el cuerpo hurlo con un desvio , Que toda la persona le atormenta
Al tiempo que el cuchillo derribaba SegQB que fué de fuerza muy cargado
Asi que el brazo y golpe dio en vacio . Otro redobla y otro y a mi cuenta
,

Y de la fuerza inmensa que llevaba Al cuarto que bajaba mas pesado,


El gran cuchillo sustentar no pudo. El astuto italiano se desvia ,

Quedando allí con solo medio escudo. Y de una punta al bárbaro beria.
Pues como tal lo vio . suelta la maza ,
La espada le atraviesa el brazo fuerte
Cerrando el presto bárbaro de hecho, Abriéndole en el lado una berida;
Y cuerpo a cuerpo asi con él se abraza Mas fué su ventura y diestra suerte
lal

Que le imprime las mallas en el pecho : Qee mle privó el golpe de la vida:
r esto el lombardo se embaraza : El bárbaro en ponzoña se convierte
Mas piensa del asi haber mas derecho Y con braveza fuera de medida ,
Y con brazos durísimos lo añerra , Con el fiero enemigo fué en un punto
Creyendo levantarlo de b tierra. Descargando b maza todo junto.
Lo que el valiente Alcides hizo á Anteo, El italiano en alto el medio escudo
Quiso el nuestro hacer del araucano Alzó por recoger el golpe estraño ;

Mas no salió fortuna a su deseo Pero del todo resistir no pudo,


Y' asi el deseado efelo salió en vano : Aunque se reparó parte del daño :

Que el esforzado Rengo de un rodeo Batióle la cabeza el golpe crudo ,

Le lleva brgo trecho por el llano , Y cual si el morrión fuera de eslaño,


S re los cuerpo* muertos tropezando. Y no de fuerte pasta bien lempbdo
Siempre con mas furor sobre él cargando. Así de aquella vez quedó abollado.
Aüdrea , de empacho ardiendo en rabia Dos ó Ires pasos dio desvanecido
Sintiéndose de un hombre asi apurado Del golpe el italiano vacilando
Firme en el suelo con los pies estriba Perdida la memoria y el sentido
-
-
-rzo del honor sacado
' .. Y anduvo por caer titubeando :

Y de manera sobre Rengo arriba ,


La sangre por el uno y otro oido
Que de tierra lo lleva levantado. Le reventó en gran flujo como cuando .

Que era de fuerza grande y de gran prueba Revienta Je abundancia alguna fuente ;

Bastante a comportar la carga nueva. Y en pié se tuvo bien difícilmente.


Yo vi entre muchos jóvenes valientes, Pero vue'lo en su acuerdo que se mira ,

Sobre pruebas de fuerza porfiando Lleno de sangre y puesto en tal eslado.


Trabar él una cuerda con los dientes Mas furioso que nunca ardiendo en ira.

Asiendo cuatro della y estribando He verse asi de un bárbaro tratado.


Todos á un tiempo a partes diferentes, El brazo con el pié diestro relira
A su pesar llevarlos arrastrando; Para lomar mas fuerza y el pesado ,

Y*de solos los dientes se valia , Cuchillo derribó con lal ruido.
Que las manos atras'presas tenia. Que revocó en los montes del sonido.
Y con facilidad y poca pena Rengo , que el gran cuchillo bajar siente
La mayor bola ó pipa que hallaba , Y el ímpetu y furor con que venia.
Capaz de veinte arrobas de agua llena Cruzando la alta maza osadamente
De tierra un codo y mas la levantaba ; Al reparo debajo se melia :

^ suspendida sin verter serena, No fué la asía defensa suficiente


L¿ sed por largo espacio mitigaba . Por mas barras de acero que tenia ,
Bajándola después al suelo llano, Que a tierra vino della ur.a gran pieza
Como si fuera un cántaro liviano. Y el furioso cuchillo a la cabeza.
Aconteció otras veces barqueando Fué este golpe terrible y peligroso
Ríos en esta tierra caudalos - Por do una roja fuente mano luego ,
Ir la corriente el ímpetu esforzando Y anduvo por caer Rengo dudoso.
A desbmvar en riscos peñascosos Atónito y de sangre casi ciego:
Arrebatando el barco, no bastando El italiano allí no perezoso.
La fuerza de tas remos presu: - -
Viendo que no era tiempo de sosiego
e malla como
estaba Baja otra vez el gran cuchillo agudo
Luego animoso al agua se arrojaba : Con lodo aquel vigor que dalle pudo.
Y una cuerda en boca revolviendo
la , En medio de la frente en descubierto
Al furioso raudal el duro pecho , Hiere al turbado Rengo el italiano
Los pies y fuertes brazos sacudiendo Y hubierale de arriba abajo abierto
Rompia por la canal casi derecho Si no lomen al descargar la mano
Remolcando la barca . y resistiendo - fué de llano y como muerto
,

El ímpetu del agua del estrecho. Vino al suelo lendioo el araucano;


La sacaba á b orilla en salvamento , Y el cuchillo del golpe atormentado
Haciendo otras mil cosas que no cuento. Por tres ó cidro partes fué quebrado.
, : . .. ,,, ,
. : , :
- ., ,;, .

LA ARAL< \M
CriM , qaetoItíó el rostro ai grat
-
Cuatro aqai, teisalli. por lodo* lados
Del pod er oso «aspe y b caída n sin detenerse a tierra muertos ,
Viendo al i aliente R«-»eo asi tr u c o H le mil heridas desangrado»

Pensó oae era pando desia «ida, be b cabeza >l pecho otros cabiertos :
Y de aaaslad y deudo cnaavorida furos por bs espaldas
¡

La espada de so propia aaw hoaa ri da •tj»os eo


Qaeea Penco Taespei ganado sabia Asi dentro ea los pechos |

Es «regañía del ba taaro j eseriaña. Que U-ti el eran coraje i"

Pan al Andrea de an golpe el m atad o Ooien en sos aViiam tripas


Al odioso enemig" arremetí»
tr< petante,
Ro reparando ea el la erada espada
Qae RBBjaJni i b n.., .;-•«•' tean Ornea por <

Le penetro hasta el hueso U estocada: Las<f~ut 'ría*


VaeWe coa an mandoble . y recaudo Alh se tío b nda estar dadaado
Andrea Tiendo Teñir b cachillada Por oae puerta de sobit
Fae taa presto coa él por resistarte Al ha salta por todas, tío»
Qae ao le dejo tiempo de herirte. j faena, «ida sangre, alienta. ,

Sia darle ao» locar caá rl se afierra ,


Ya poes oo estaba en pié b orlara parte
- barbaros ararnos do rendidos
Donde en sabstaooo de b brida
Alzándole biea ak* ae b tierra Vilbgrae oae miraba esto de aparte
De espalda* le tmdiu coa eran caída; Tiendo los oae quedaban tan l-r
Y por .jar presta na a aquel b guerra -orió con dos indios de sa p.
La espada le ateto? laefo brida, A decir qae se eolregu'-n por T«tK-idos
eteéadaac tea r>i p r a paral Sometiéndose al yugo y obedi-
Qae andaba mas sangriento el fiero abite. Y qoe asara coa ellos de clemencia.
Hiende par do el montón «e mas estrecho Todos los españoles retrojeron
;Triste de aojad «pe alk caá el se jauta
'
Las espadas t H paso en el i

Tao parte al través, «tro al derecho. Y los des nvasaje


Otro al seseo . otro ensarta de ana punta . El pacto, condición y i

Otros qae beade, aun ao bien satisfecho Pero los ¡

A coces los uaiUaaU Aqoel partido iotame , el <

.anto y sa coraje . qoe respuesta


So dieron i b platica propuesta.
Lasarte coa te
i i jos contra el cielo ruellos, braman :

Ea BM-oao del fiare* se deseo raerte ; ;M'-nr. morir! do dic--


Pasa el pecho á Talcaen de i Morir quieren . y asi b moerte llaman
Y sobre Titagsan fañoso saetre Gritando : ; Afuera rida rergonzon !

Abrióle b cabeza desarmada: 'oé sa respaesta , t esto claman


Has el rabioso bárbaro leiaflre , .'(lili goerra san-aiaou
Y antes aae te alan diese . le da un tajo Se dUpoaea coa áaaao t braTeza ,
Oae se tara al arxoa coa gran trabajo. Sacando nueras fuerzas de naqoen.
«•
.
n -- , :-••-_ Espaldas coa espaldas se juntaban
Y á Loafxrra) derriba tras el moerto. Algunos de rodillas eombaOt do,
Paes Juan Gosnez tai bien por aquel lado Qae bs lull idas piernas les faltaban
líe fre>rj ^íl^t* I ar* a'a r ~A*\*-!\>* Sostenerse sobre ellas do podiendo,
Babia de no cospe a Calca derribado Y aaa asi bs espadas rodeaban ;

«lio el desarma. Otro* qoe ya en H saelo retorciendo


El bárbaro mortal te coVorTaetU. . Se andaban, por dañar la 1
Dio en el postrer sasparo b ; A los contrarios pies se 1
Gabriel de Yi<
Oae iZap< Con b fu
Eo el lodo y sangraza derribados.
K- ..-• tei nal I Qor rabiosos se 3
Elramoraetes Deb suerte que Temos los)
Casado w
ra alean laso 4
Qae entre dos eteateaias se <
-
Hi--t eaaal i r rofaaadose perecen.
Crece b raba y el furor se i Si el crudo Sita . si Nerón sangriento.

ote par jaatarse se a


. lias sed qoe de sancre ellos ntosuar
Qae y» i lielb rieran aquí el derramamionlo
Del qae pa ñf -i pht I Yo tengo f»
mi que se bartaraa
Poes coa mayor rigor a sa coale nia

Qoe ea campo ardo Sib carnicero


Y en el foro de Boma <-l bestial Ñero.
Quedaron por igual lodos testantes
La priesa de !» golpes y dureza , Aquellos qoe rendir no se 1
i . «ti > - 4 i i pai m aaeaa Que ra al fia de b Tida«
Si te phaaa lerar caá Ui |
Ab 'forzosa maule se 1

Debí Los lasos*


A-:»* «antee c n Oh De b cercada plaza se nheraa.
m . ... .... ....c-ít,*. i i '
De armas y caerpos barbaros taa
'.-.- unaaaanj aacananaj § i Qoe sobre ello» andaban a |

ate.asnaaned- Singa» bárbaro en pie qaedo en el fuert-.


F - . :¿ K »"1.<>t Ia si ' Si brazo aae aaorer p aai cir espada:
El ponto debí Sok. Bailen, qoe el ponto ae b i

L» dio de TTTir gana acelerada ;


^ LO p«- e>LO (I .i'-j •
tensor t baja saartí
did--.. al
Ni el pecho, rebasaba .- - tese de aaa fiera cacti teda
En el laaiiln brazo
i de oieader al : - •
_ . • .
: , : , ,, : ; , , ,, , ,. ,

1,0 DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUN1GA.


No sintiendo el rumor que antes se oia Menguan alli las aguas , crece el din
Que en torno retumbaba lodo el llano, Al revés de la Europa , porque es cuando
Que como ilije , ya la muerte había
, El sol del equinorio se desvía
Puesto süencio con airada mano Y al Capricornio mas se va acercando:
Dejó aquel paredón , y a ver salia Pues desde allí las naves que á porfía
Si hallaba por allí algún araucano Corren al mar, y al austro contrastando
A quien se encomendar que le salvase De bóreas ayudadas luego fueron ,
Y la sensible Haya le apretase. Y en el puerto coquimbico surgieron.
Mas cuando vio la plar.a cuál estaba , Apenas en la deseada arena
Y en sus amigos tal carnicería , Salidos de las naos el pié firmamos,
Que aunque la muerte los desfiguraba Cuando el prolijo mar, peligro y pena
La envidia conocidos los hacia De tan largos caminos olvidamos;
Con ira vergonzosa presentaba Y a la nueva ciudad de la Serena
La espada al corazón , y asi decía : Que es dos leguas del puerto , caminamos
«¿Cómo yo solo quedo por testigo En lozanos caballos guarnecidos ,
De muerte y valor de tanto amigo?
la Al esperado tiempo prevenidos.
» Cobarde corazón por cierto indino,
Donde un caricioso acogimiento
De algún golpe de espada valerosa , A todos noshicieron y hospedaje
Pues fué por elección y no destino Estimando con grato cumplimiento
Perder una sazón tan venturosa: El socorro y larguísimo viaje
Tú me apartaste ¡oh flaco! del camino Y de dulce refresco y bastimento
De un eterno vivir, y á vergonzosa Al punto se aprestó el matalotaje,
Muerte be venido ya con mengua tuya, Con (píese reparóla hambrienta armada
Por mas que la mi diestra lo rehuya. Del largo navegar necesitada.
» Si i mi sangre con esta del estado A la gente y caballos aguardaban.
Mezclarse aquí le fuere concedido Que por áspera tierra y despoblados
Viendo mi cuerpo entre estos arrojado , Rompiendo con esfuerzo caminaban
Aunque de brazo débil ofendido. De hambres y trabajos fatigados ;

Quiza seré en el número contado Pero á cualquier fortuna contrastaban ,

De los que asi su patria han defendido ; Y' desde poco á la ciudad llegados
Mas ¡aj triste de mi! que en la herida Un mes en mucho vicio reposaron
Sera mi flaca mano conocida. Hasta que los caballos reformaron.
» ¿Qué indicios bastarán, qué recompensa, Al fin del cual sin esperar la flota
Qué enmienda puedo dar de parte mia, Reparados del áspero camino
Que yo satisfacer pueda á la ofensa Toman de su demanda la derrota.
Hecha á mi honor y patria y compañía? Llevando á la derecha el mar vecino -

Yo turbo el claro honor y fama inmensa Pasan la fértil Ligua y a Quillota


,

De tantos pues podran decir que había


,
La dejaron a un lado que convino ,

Entre ellos quien de miedo bajamente Entrar en Mapochó, que es do pasaron


Del enemigo apenas vio la frente. Las reliquias de Penco que escaparon
j¿Porquéal temor doy fuerzas, dilatando El sol del común Gémínis salia
Con prolijas razones mi jornada? Trayendo nuevo tiempo a los mortales
Arrepentirme ¿qué aprovecha, cuando Y del solsticio por cénit heria
Ya el arrepentimiento vale nada ? » Las puertas y región selentrionales:
Aquí cerró la voz, y no dudando Cuando es mayor la sombra al mediodía
Entrega el cuello a la homicida espada Por este apartamiento en las australes,
Corriendo con presteza el crudo filo Y los vientos en mas libre ejercicio
Sin sazón de la vida corló el hilo. Soplan con gran rigor del austral quicio.
Cese el furor del fiero Marte airado Nosotros sin temor de los airados
Y descansen un poco las espadas, Vientos , que entonces con mayor licencia
Entre tanto que vuelvo al comenzado Andan en esta parte derramados ,
Camino de las naves derramadas Mostrando mas entera su violencia ,
Que contra el recio noto porfiando, A las usadas naves retirados ,
De Neptuno las olas levantadas Con un alegre alarde y aparencía
Prohejando por fuerza iban rompiendo, Las aferradas áncoras alzamos
Del viento y agua el ímpetu venciendo. Y al norueste las velas entregamos.
Por entre aquellas islas navegaron La mar era bonanza , el tiempo bueno ,

De Sangallá do nunca habita gente ,


,
El viento largo , fresco y favorable ,
Y las otras ignotas se dejaron Desocupado el cielo, y muy sereno
A diestra de parte del poniente ,
la Con muestra y parecer de ser durable :
A Chaule á la siniestra, y arribaron Seis dias fuimos asi pero al seteno
;

En Arica, y después difícilmente Fortuna que en el bien jamás fué estable ,

Vhnos Capiapó, valle primero


á Turbó el cielo de nubes , mudó el viento
Del distrito de Chile verdadero. Revolviendo la mar desde el asiento.
Alli con libertad soplan los vientos Bóreas furioso aqui tomó la mano
De sus cavernas cóncavas saliendo, Con presurosos soplos esforzados ,
Y furiosos, indómitos, violentos, Y' súbito en el mar tranquilo y llano

Toilo aquel ancho mar van discurriendo ,


Se alzaron grandes montes y collados
Rompiendo la prisión y mandamientos Los españoles, que el furor insano
De Eolo su rey el cual temiendo , Vieron del agua y viento , atribulados
Que el mundo no arruinen los encierra , Tomaran por partido estar en tierra ,

Echándoles encima una gran sierra. Aunque del lodo hubiera fin la guerra
No con esto su furia corregida , De mi nave podré solo dar cuenta
Viéndose en sus cavernas apremiados Que era la capitana de la armada ,
Buscan con gran estruendo la salida Que arrojada de la áspera tormenta
Por los huecos y cóncavos cerrados; Andaba sin gobierno derramada.
Y' asi la (irme tierra removida Pero ¿quién será aquel que en tal afrenta
Tiembla y hay terremotos tan usados
, ,
Estará lan en si que falte en nada?
,

Derribando en los pueblos y montañas Que el general temor apoderado


Hombres, ganados, casas y cabanas. No me dejó aun para esto reservado
, : , ; , ;, ,
..
! , , :

LA ARAUCANA CANTO XVI. 01


Con tal furia a la uve el viento asalta , Al/ un alarido entre la genio
Y luí' i:in recio y preflo el lerraoioU) Pensando hslici del lodo /i./i.liiailn ;

Otu> la cogió la M'i.c mayor :iita Mu. ni al gran piloto atentamente


y esta] n piulo el mástil de ser ro|o ; Que mi sabe mandar de atribulado ;

Mas mi mío el tiempo asi turbado salí , i Unos dicen: ¡zaborda!, otros .detente : ¡

Diciendo i grandes roí es el piloto el lu en banda J cual turbado


>
'

; Larga la triza en banda larga larga , , be eai atillon laida o madero ,

,i presto aj de mi míe el ríanlo carga.


i - 1 ,
'.

Para tentar el medio postrimero.


La braveza del mar, el recio rlenlo i i
eee clamor se multiplica,
e| miedo, el
Kl clamor alboroto laa promesa! , . . Una dice OtTO! anillemos
:
; a la mar I ¡
I

El cerrarse la noche en un momento •Uro da gula amaina Otro replica :


; ! :

De negras nubes, lóbregas j espesas; ¡A oí es un amainar, que nos perdemos


.
'

Los truenos , los relámpagos sincuento Otro dice herramientas pica pica! , ; ,

Las roces de pilotos * is priesas . I ¡Mástiles y obras muertas derrllietnoa I

Hacen un son un triste j armonía Alunita de acá y do alia la genle


Que parece q mundo peni Is. i Corre en montón confuso diligente.
Amaina
; , amain i ' gt lian mai ¡ñeros Las gúmenas y jarcias rechinaban
; amaina la ai mi. iza trinquete ! Del turbulento céfiro estiradas
Esfuei ti ita voz los pasajeros . Y las hinchadas olas rebramaban
Y i la ni/.i un gran auméro arremete: I o las vecinas incas ipiebrantadas :

Los otros de ti apel corren iji '^ i i


<
Que escura tinlebla penetraban,
la

a la escota a la brasa .ii chafaldete , . ¡ i ser ratón de nubes intrincadas ;

Mi del vienta la fuei sa era tan brava i asi en las penas ásperas balian
Que ningún aparejo gobernaba. Que Mimas hasta el cielo resurtían.
Aln i".i" el rulo, rl mar brama alterado, Travesía era el viento, y por vecina
Gime el soberbio viento embravecido; La brava OOStS de arreciles llena ,

esto im monte de agua levantado


i i mi. del grande reflujo en la marina
Sobre las lililíes ion un gran mulo Hervía el agua mezclada con la arena
Embistió el galeón por un costado Ilota la escola larga la bolina , ,

Llevándolo un gran ralo sumergido Suelto el trinquete sin calar la entena , ,

Y la gente trago del temor turne Y' la poca esperanza quebrantada

A Multas de anua la esperada murrio. l'or el furioso viento arrebatada.

Mas i|iiiso DIOS [lio ile la suerte, como <

La gran ballena el cuerpo sacudiendo,


Kompe con el fimos, hocico romo i

De las olas el ímpetu venciendo;


Descubre y saca el espacioso lomo
En anchos CeTCOS la a>:iia revolviendo :
CANTO XVI (1).
Así debajo el mar salió el navio
Vertiendo a cada banda un grueso rio. En elle canta se acaba la tormenta ; contiénr<e la entrada de los rspa-
Bolei en 'i puerto de la Con epclon y Ule de Tali Bgueno el onMJe
El proceloso bóreas mas crecido

.

I ni. o hasta tos cielos levantaba


general que loi Indios el valle de ünRolmo turieron in diferencia m .

.
que tiiln- Petegoeléa y Tueapel hubo , asimismo rl at ucrdo que sobra
i

Y I me era un mangle el mástil muy fornido. - II. 1 -I tWHM,


Sobre la proa la alta gavia estaba ;

La gente con gran tuerza y alarido


m¡ trabajada voz, y rompa
S:i1l::i
En .un. un. ir la vela porfiaba,
II son confuso y misero lamento
Que en forma de arco al mástil oprimía ,
Con eficacia j Ibei /;i que miiTrom'ia . ,
Y asi la racamenta no corría.
Ki celeste terrestre movimiento v :

Eolo
ó ya fue acaso, ó se doliendo
,
La rama con sonora > clara trompa
Del afligido puebla castellano, Dando mas furia & mi cansado aliento.
Iba al valiente bóreas recogiendo Derrame eo lodo «*l orbe de la tierra
'iii.i lendo el encerrarle per su mano
Las amias, el furor y nueva guerra.
Y abriendo la caverna no advirtiendo .

Al céfiro que estaba mas cercano,


Bolas Va las cadenas a la puerta. (I ) Por empieza la ttyunda parte de la Ar»u< ana , mt
este canto xvi
Salió bramando al mar, mudóla abierta tomo en xxx da principio la tercera : dtritton que nr> ktmo* e»n*rr-
el
VOete, por nu tener mat *tgnifi> acitm que el haberse dado ti Im con po>~
^ bu violento soplo arrebatando,
sd ú ¡<i primera !> tuto &U cuenta don Alomu nt Kiu.ill* en el
,

Cuantas nubes hallo poi el Camino, ttjuunic prólogo al lector.


Se aneja al levantado mar, cenando I'nr bab«i prometido de proseguí! <*m:i historia, nu con poei
dificultad

Has Is noche con negro torbellino la he continuado ; y aunque esta segunda parle de la
y pesadumbre
Y las valientes olas reparando |
,,, h Jiijo |Ui me ii-Ma, todavía quien la leyere i
i
i

Que del furioso cieno repentino podre onaldi rar el que te babrí puado en eacribif doi Ubreí de malaria
i

ian aspen ¡ 4e poce tuiadad puei desde el prlm Iplo bule el fin no
Iban la vía siguiendo , las airaba, ,

contiene lino una meima rosa, y haber de caminar siempre p«u el fiftor
Y el removido mar mas alteraba. de una ferdad, y camino tan desierto y estéril, páreteme que no bahrá
Súbito la borrasca y travesía, gnalo nn<* no se canse de seguirme. a*I n-memso desio quieten BÜI
Y un turbión de granito sacudieron reí meselar algunas
i
<- difi renli peje, gcordé de 55 nublar c«ij( o

:

;
'

porque lo que di go se me lomase en de scuento de las fallas que el libro


Por un lado a la nao j asi perdía ,
ii. 1, ini..niandoTé con escribir en éTeTallo principio que el rej nues-
Que al mar las altas gavias descendieron :
iro seftnr dio a sus obras, con el asalto y entrada de Batí Qululin por .

Fué la furia ISO presta que aun no había ,


halicrnos dado olro aquel mismo di.-t loe araucanos en el fuerte de la
Amainado la genio cuando vieron , Concepción asimismo trata el rompimiento de la batalla naval qu«* el

I. pilotos la COSta y viento airado, señor dOD Juan de Austria venció en Lepanio. V no es poco Mr. rlmlenlo
Rindieron la esperanza al duro hado. querer poner dos cosan búa grandes en logarían humilde; pero todo
lo merecen los araucanos, pues ha mas de treinta ifloi que su* ten tan su
La nao del mar v viento contrastada ni .unas habérseles caído las armas de las manos, no defen-
I
Andaba con la quilla descubierta , diendo grandes ciudades y riquezas, pues de su voluntad ello-, mi-iimi
Ya sobre sierras de agua levantada. han abrasado las casa* y haciendas que tenían por no dejar que guiar
Ya debajo del mar toda cubierta al enemigo ; mas solo defienden unos terrenos seros (aunque muí has

Vino on oslo de viento una grupada Mimedccidos con nuestra sangre) y campos incultos y pedregosos,
[i-rmaiieriendo en su firme propósiloy entereza, dan materia
i---
Que abrió a la agua furiosa una ancha puerta, larga á los escnlores. Yo dejo mucho, y aun lo mas principal por escri-
Rompiendo del trinquete la una escola, bir para el que quisiere tomar trabajo de hacerlo, que el mió le doy por
Y la mura mayor fue casi rola. bien empleado, si se recibe con la voluntad que á lodos le ofrezco.
, , , , ,: , , , , ,,

02 DON ALONSO DE EBCILLA Y ZUSlGA.


Dadme, ó sacro señor, favor, que creo Cuando un golpe de mar incontrastable
O'ie es lo que mas aqu¡. puede ayudarme, Bramando en un turbión de viento envuelto
Pues en tan eran peligro ya no veo Rompió de la gran mura un grueso cable ,

Sino vuestra fortuna en que salvarme : Cubriendo el galeón ya lodo vuelto.


Mirad donde me lia puesto el buen deseo, Pero aquí sucedió un caso notable ,

Favoreced mi voz con escucharme, Y fué que el puño del trinquete suello
Que luego el bravo mar viéndoos atento Trabó del gran vaivén a la pasada
Aplacara su furia y movimiento. El un diente de la áncora amarrada;
Y á vuestra nave el rostro revolviendo, Y cual si fuera estaca mal asida
La socorred en este grande aprieto La arranca de su asiento y la arrebata
Que si decirse es lícito yo entiendo , Y' acá y allá del viento sacudida
Que a vuestra voluntad todo es sujeto: Todo lo abate, rompe y desbarata.
Aunque el soberbio mar contravenienclo Mas Dios que de los suyos no se olvida
, ,

De los hados al áspero decreto , Aunque á las veces su favor dilata ,

Arrancando las peñas de su suelo Hizo que en el bauprés dichosamente


Mezcle sus altas olas con el cielo. El ancora aferrase el corvo diente.
Espero que la rota nave mia La vela se fijó , y en elmomento ,
Ha de arribar al puerto deseado, fiobernó el galeón rumbo derecho ,

A pesar de los hados y porfía Y despecho del


á mar y recio viento,
Del contrapuesto mar y viento airado, Botando á orza el limón salió al levecho.
Que procuran asi impedir la via, Fué tanto nuestro súbito contento ,

Y diferir el término llegado Que el temeroso inadvertido pecho


En que la antigua causa tan reñida Pudo sufrir dificilmente a un punto
Por vuestra parte había de ver vencida. El eslremo de pena y gozo junto.
Los cuatro poderosos elementos Luego pues que la súbita alegría
Contra la Daca nave conjurados , Lanzó fuera al temor desconfiado,
Traspasando sus términos y asientos Y á su lugar volvió la sangre fría
Iban del todo ya desordenados : Que había los miembros ya desamparado ,

Indómitos airados y violentos


, La esforzada y contrita compañía ,
Removidos, revueltos y mezclados El rostro al cielo en lagrimas bañado ,
En su antigua discordia y fuerza entera, Con oración devota y sacrificio
Como en el caos y confusión primera. Díó las gracias á Dios del beneficio.
Pues de tantos contrarios combatida el hinchado mar embravecido,
Mas
La quebrantada nave forcejando, Y indómito viento rebramando,
el
Iba casi de un lado sumergida Al bajel acometen con ruido
Las poderosas olas contrastando ; En vano , aunque se esfuerza , porfiando :

Mas ya al furioso viento y mar rendida , Que la fortuna de Felipe asido


Sin poder resistir se va acercando Ajorro ya le lleva remolcando
A los yertos peñascos levantados, Sobre las altas olas espumosas ,
De las viólenlas olas azotados. Aun de anegar los cielos deseosas.
Con la congoja del morir presente En esto la cerrada niebla escura
Las voces y las lástimas crecían , Por el furioso viento derramada ,
Que llevadas del céfiro inclemente Descubrimos al este la Herradura
Lejos las rocas cóncavas herían : Y al sur la isla de Talca levantada :

Pilotos marineros y la gente


, , Reconocida ya nuestra ventura,
Como locos sin orden discurrían: Y la araucana tierra deseada.
linos dicen : ¡alarga! y otros: ¡iza! Viendo el morro de Penco descubierto,
Quien por ¡r á la escota va á la triza. Arribamos á popa sobre el puerto.
El uno con el otro se atraviesa, El cual está amparado de una isleta
Y' asiturbado del temor se impide Que resiste al furor del norte airado
Quién a públicas voces se confiesa , Y los continuos golpes de mareta
Y á Dios perdón de sus errores pide: Que le baten furiosos de aquel lado :

Quién hace voto espreso, quién promesa, La corva y larga punta una caleta
Quién de la ausente madre se despide Hace y seno tranquilo y sosegado,
Haciendo el gran temor siempre mayores Do las cansadas naves, como digo,
Los lamentos plegarias y clamores.
,
Hallan seguro albergue y dulce abrigo.
Por otra parle el cielo riguroso La nave sin gobierno destrozada
Del todo parecía venir al suelo Surgió al alto reparo de una sierra ,
Y' el levantado mar tempestuoso En gruesa amarra y áncora afirmada
Con soberbia hinchazón subir al cielo. Que con tenace diente aferró tierra :

¿ Qué es esto eterno Padre poderoso Apenas la alta vela fué amainada ,
'!
,

¿Tanto importa anegar un navichuelo , Cuando el alegre estruendo de la guerra


Que el mar, el viento y cielo de tal modo Nos eslendió, tocando en los oídos,
Pongan su fuerza estrema y poder lodo ? Los ánimos y niervos encogidos.
No la barca de Amidas asaltada La ¡sleta es habitada de una gente
Fué del viento y del mar con tal porfía Esforzada robusta y belicosa
,

Que aunque de leños frágiles armada La cual viendo una "nave solamente ,
El peso y ser del mundo sostenía ; Venida allí por suerte venturosa ,
Ni la nave de Ulíses, ni la armada Gritando: «Guerra, guerra », alegremente
Que de Troya escapó el último dia, Toma las fieras armas,
y furiosa
Vieron con lal furor el viento airado , Con gran rebato y priesa repentina
Ni el removido mar tan levantado. Corre en tropel confuso á la marina.
La confianza y ánimo mas fuerte En la falda de un áspero recuesto
Al temor se entregaban importuno: En formado escuadrón se representa;
Que la espantosa imagen de la muerle Y nosotros con ánimo dispuesto
Se le imprimió en el rostro á cada uno; A cualquiera peligro y grande afrenla
Del lodo ya rendidos á su suerte , Arremetimos á las armas presto:
Sin esperanza de remedio alguno , Que el trabajo pasado y la tormenta
El gobierno dejaban á los hados Nos hizo á todos eslimar en nada
Corriendo acá y allá desatinados. Cualquiera olro peligro y gran jornada.
, , ,, ,

LA AKAICANA CANTO XVI.

Con recobrado alíenlo y nuevo brío La negra noche horrenda y espantosa


Corrimos al batel , tfe la manera Cubriendo tierra y mar cayo ilel cielo ,

Que si de tierra en un bajío


lejos Dejando antes de tiempo presurosa
Kncallada la nave ya estuviera ;
Envuelto el inundo en tenebroso velo :

Y por los anchos lados el Darlo No qnedO pabellón lleuda ni cosa .

Sus dos glande* bateles echó fuera ,


Que el viento allí no la abállese al suelo ,

En los cuales (aliamos lanía gente ,


i" He, iid>< c
i. nevo movimiento
Cuanta pudo caber esliei li amenté. líeselo asar la isleta de sil asiento.

No es poético adorno fabuloso. (Usía que id lardo y deseado illa

Mas cierta historia > verdadero cuento, las nubes desterró .


J
dejo sereno
(ira fuese algún aso prodigioso c .
El cíelo, revistiendo de alegría
O esirañn agüero > triste ananciamieDlo, El aire escura y bumido terreno i

(ira violencia de islro riguroso Luego la trabajada compañía


(Ira inusailo y rapto uimiinionio, Conociendo el instable tiempo bueno ,

Orí el andar el uiumlo, y es mas eierlo. Procura reparar con diligencia


Fuera de todo término y concierto :
Del riguroso invierno la violencia

Que viento ya calmaba, ¡ en poniendo


el Unos prestos destechan los pajitos

Fl pié los españoles en el slleln .


Albergues de los indios ausentados,
Caín mi nyo de súbito volviendo
.
(Uros con laidas lamas y carrizos
,

En \ iv :» llama aquel ñudoso \elo ¡


Al nuevo alojamiento van cargados;
Y en forma de lagarto (ÜSCUI neo. lo Y sobre Huncos de arboles rollizos
Se vio liemler una enmela el cielo I
En las hondas arenas afirmados ,

El mar bramo I la tierra resenlnla.


,
(irán numero de ranchos levantamos,
Del gran peso gimió eouui oprimida. Y en breve espacio un pueblo fabricamos
Cortó súbito allí un temor bolado Del do que se ven los pajaríllos
l.afuerza a los turbados naturales ,
De necesidad misma instruidos
la

Por siniestro pronóstico lomado Por techos y apartados rioconclllos


De su ruina y venideros males ,
Tejer y fabricar los pobres nidos ,
Viendo aquel movimiento desusado, Que de pajas de pininas v lamidos
,

Y los prodigios tristes y señales Van y vienen los picos impedidos :

Que su destrozo y perdida anunciaban ,


Asi en el yermo y descubierto asimilo
Y a perpetua opresión Databan. i
Fabrica cada cual su alojamiento.
Desto medrosos aguardar no osaron, Ya que huios, señor , nos aloj: s
Que soltando las armas ya rendidas En el húmido sitio pantanoso,
llel cerrado escuadrón se derramaron, Y con industria y arle reparamos
Procurando salvar las tristes vidas : La furia del invierno riguroso.
El patrio nido al liu desampararon, Las necesarias armas aprestamos,
Y con mujeres hijos y comidas , Soltando con estrépito espantoso
Por secretos caminos y senderos La gruesa y reforzada artillería,
Se escaparon en balsas y maderos. Que entorno tierra y mar temblar hacia
Luego los nuestros sin parar corriendo En las remolas barbaras naciones
Las casas yermas chozas y moradas , , El grande estruendo y novedad sintieron ;

Iban en todas partes descubriendo Pacos, vicuñas, tigres y leones


Las rusticas viandas levantadas ; Acá y allá medrosos discurrieron ;
Y con gran diligencia preveniendo Los delfines, nereidas y tritones
Los caminos, las sendas y paradas Kn sus hondas cavernas se escondieron ,
Por cavernas y espesos matorrales Deteniendo confusos sus corrientes
Buscaban los ausentes naturales. Los presurosos rios y las fuentes.
Donde en breve sazón fueron hallados Sintióse en el estado la estampida
Algunos pobres indios escondidos , Y algunos tan atónitos quedaron ,

(Uros en puclile/uelos sapeados Que la dura cerviz nunca oprimida


Que aun no estaban del miedo apetcebidos; Sobre los yertos pechos inclinaron :

Mas con buen tratamiento asegurados, Asi avisados ya de venida la


Dándoles jolas, llaulos y vestidos, Los instrumentos bélicos locaron ,
Y palabras de amor los aquietaban . Descogiendo por todas las riberas
Y a sus casas de paz los enviaban. Sus lucidos pendones y banderas.
Dándoles á entender que nuestro intento En el valle de Ongolmo congregados
Y'causa principal de la jornada Los deciseis caciques araucanos ,

Era la religión y salvamento Y algunos capitanes señalados


De la rebelde gente bautizada , De los interesados comarcanos ,
Que en desprecio del santo sacramento , Todos en general deliberados
La recibida ley y fe jurada De venir con nosotros a las manos ,

Habían pérfidamente quebrantado , Sobre lugar, el tiempo y aparejo


el
Y las armas ¡licitas lomado. Entraron los caciques en consejo.
Pero que si quisiesen convertirse Rengo también con ellos que admitido ,

A la cristiana ley que antes tenían , Fué al consejo de guerra por valiente.
Y á la fe quebrantada reducirse. Que si ya os acordáis, quedó aturdido
,

Que al grande Carlos quinto dado habían, En Malaquito entre la muerta gente ;
En lodas las mas cosas convenirse Pero volvió después en su sentido
A su provecho y cómodo podrían , Y al cabo se escapó dichosamente.
Haciéndoles con prendas, linne y cierto. Que , aunque fallo de sangre tuvo suerte ,

Cualquier parlido licito y concierto. Contra la furia de la airada muerte.


Luego los instrumentos convenientes Caupolicán en medio dellos puesto
Al uso nublar y a la vivienda A todos con los ojos rodeando ,

Sacamos en las parles competentes, Que con silencio y ánimo dispuesto


Que no hay quien nos lo impida , ni defienda Estaban sus razones aguardando ;
Donde todos a un tiempo diligentes. Con sesgo pecho y con sereno gesto
Cual arma pabellón, cual toldo ó tienda. La voz en tono grave levantando,
Quién fuego enciende, y en el casco usado Kompió el mudo silencio, y echó fueía
Tuesta el bumido trigo mareado. El intento y furor desla manera :
, , ,»
, , , , ,, , ; » ,, ;,, » »,

61 DON ALONSO DE EHCILLA Y ZUSlCA.


varones , ya os venido
« Esforzados Pues entended que mientras yo tuviere
«
¡Seguí vemos las muestras y señales , Fuerza en el brazo y voz en el senado ,

Aquel felice tiempo prometido Diga Peteguelén lo que quisiere.


En que habernos de baceroos inmortales Que eslo ha de ser por armas sentenciado.
Que la fortuna prospera lia traído Y quien otro camino prelemliere
De las ultimas parles orientales Primero le abrirá por mi costado;
Tantas gentes en una compañía Que esta ferrada maza , y no oraciones
Para <]iie las venzáis en solo un dia. Les ha de dar las causas y razones.
» Y á costa y precio de su sangre y vidas que asi os preciáis de bien hablados
» Si los
Del todo eternicéis vuestras espadas El animo os bastare y el denuedo
Y nuestras viejas leyes oprimidas De combatir sobre esto en campo armados,
Sean en su libre fuerza restauradas Os probare mas claro lo que puedo
Que por remotos reinos estendidas Mas quereisos mostrar tan concertados,
lian de ser inviolables y sagradas , Que llamando prudencia a lo que es miedo.
Viviendo en igualdad debajo dellas Por no poner en riesgo vuestra vida
Cuantos viven debajo las estrellas. A todo con parlar daréis salida.
» Y pues que
con tan loco pensamiento Peteguelén responde «Pues no halla :

Estas gentes se os lian desvergonzado, Nunca en li la razón acogimiento,

Y en vuestra tierra y defendido asiento Y'o solo viejoquiero la batalla


Las banderas tendidas bao entrado ,
Y castigar tu loco atrevimiento;
Es bien que el insolente atrevimiento De piel curtida armados ó de malla
Quede con nuevo ejemplo castigado , Con lanza, espada ó maza, á tu contento,
Antes que dando cuerda á su esperanza Para mostrar que en justas ocasiones
Les dé fuerza y consejo la tardanza. Tengo mas largas manos que razones.
«Asi en resolución me determino , ¿Quién pudiera pintar el rostro esquivo
Si señores también os pareciere ,
, , Que Tucapel mostraba contra el cielo,
Que demos con asalto repentino Lanzando por los ojos fuego vivo
Sobre ellos lo mejor que ser pudiere , No se dignando de mirar al suelo ?
Y' nadie piense que hay otro camino Dijo «Al lin pensamiento tan altivo
:

Sino el que con su fuerza y brazo abriere : Ya es digno del furor de Tucapelo ;
Que las rabiosas armas en las manos Mas por mi honor y por tu edad querría
Los han de dar por justos ó tiranos.» Que metieses contigo compañía. «

A con esto puso


la plática fin ;
El viejo respondió « Jamás de ajenas
:

Y" el buen Peteguelén viejo severo, ,


Fuerzas en ningún liempo me he ayudado ,

Por mas antiguo su razón propuso Ni de sangre aun están vacias mis venas,
Como soldado y sabio consejero. Ni sienlo el brazo así debilitado,
Diciendo « ¡Oh capitanes! no rehuso
: Que no te piense dar las manos llenas;
De derramar mi sangre yo el primero, Mas Rengo su sobrino levantado
Que aunque por mi vejez parezca helada Se atravesó diciendo : « El desafío
En el pecho me hierve alborotada. Acepto yo, si quieres, por mi tío.»
«Pero sola una cosa me detiene «Quiérelo, pido y soy dello contento,
Haciéndome dudar rompimiento
el ,
Gritaba Tucapel , y á diez contigo.»
Y' es la cierta noticia que se tiene Mas saltando Orompello de su asiento
Que es mucha gente y mucho el regimiento :
Dijo « Tú lo has de haber , Rengo
: conmigo.» ,

Asi que claro vemos que conviene También enmendaré tu atrevimiento.


Gran resistencia á grande movimiento Responde el fiero Rengo , y mas te digo
Que siempre de estimar poco las cosas Que en poco tu amenaza y campo estimo
Suceden las dolencias peligrosas. Después que haya acabado el de tu primo.»
» Que pues el sitio y puesto que han lomado Tucapelo le dijo « Castigarte :

Es por natura fuerte y recogido Pienso de tal manera yo primero.


Del mar y altos peñascos rodeado Que le cabrá a Orompello poca parte ,

Por todas partes libre y defendido, Que á bien librar serás mi prisionero :

Será de mas provecho y acertado Afuera , afuera , sus, haceos aparte


Que á su plática y trato deis oido Que dilatar el término no quiero ,

Y que no se les niegue y contradiga, Pues armas, tiempo y voluntad tenemos,


Pues que solo el oir á nadie obliga. Sino que luego aqui lo averigüemos.»
» Que no podrá dañar, y en el comedio Rengo Peteguelén le respondieran
y
Podréis apercibir y juntar gente , A un liempo con las armas y razones ,
Y en secreto aprestar para el remedio Si en medio á la sazón no se pusieran
Todo lo necesario y conveniente, Muchos caciques nobles y varones,
En las cosas difíciles dar medio Pidiendo que suspendan y difieran
Proveer a cualquiera inconveniente Aquellas amenazas y cuestiones
Atajar y romper los pasos llanos, Hasta que la fortuna declarada
Y al cabo remitirnos á las manos. Diese próspero fin á la jornada.
No pudo decir mas , que ardiendo en ira Caupolicán estaba ya impaciente
El bravo Tucapel con voz furiosa
, De ver que Tucapelo cada dia
Diciendo le atajó «Quien tanto mira
: En guerra, en paz, con lérmino insolente
Jamás emprenderá jornada honrosa; Sin causa ni atención los revolvía ;
Y si todo el estado se relira Mas hubo de llevarlo blandamente.
Por parecerle que esta es peligrosa ,
Que el tiempo y la sazón lo requería ;

Y'o solo tomaré sin compañía Y asi con gravedad y manso ruego
Las armas causa y cargo á cuenta mia.
, La furia mitigó y apagó el fuego.
«¿Por ventura tenéis desconfianza Quedando entre ellos puesto y acetado
De vuestras propias fuerzas tan prohadas? Que luego que la guerra concluyesen ,
Pues en cuanto arrojar pueden la lanza ,
El viejoy Tucapel en estacado
Y rodear los brazos las espadas , Francos de solo a solo combatiesen ;
Dais causa que se note en vos mudanza, Después, que Tucapel y Rengo armado
Y que vuestras Vitorias mancilladas Ansimismo su causa diliniesen.
Queden con bajo y misero partido , El rumor aplacado Colocólo ,

Y nuestro bonor y crédito ofendido. Los comenzó a decir hablando solo :


, ,. ,,
. , ,, ,, ,,: , ,

LA ARAUCANA, GAMO XVI.


«Generosos caciques, si licencia .--i .i la cansada edad y largos dias
Tenemos de decir lu que alcanzamos Algún respeto crédito v '- debe y

Loa que por largos (Boa y esperlenda Mirad le is antiguas canas mias
i

Lea niiir< >> túcelos rastreamos


t ^ al bien pollino y eeio que me mueve ,

Vemos que nuestras fuerzas y potencia Para que dilnai- vuestras pot Iba
En solé destrüii nos las Bastamos , Poi alguna - non j tiempo breve
Y el tirano cochillo apoderado B pie el '--i luí "i decline i

Sobre nuestras gargantas levantado. i ia causa común se determine.

»Y lo que rJa sefial clara que sea •Y pin- de vuestra discreción espero
Cierta vuestra calda j mi recelo Que os pondrá en el cambio que conviene,
Ea que ya la Fortuna titubea raer otras razones mas no quiero,
i

Y comienza i turbarse nuestro rielo : Pues con vos la razón tal fuerza tiene.
Cuando un gran ediOclo se ladea Dejadas pues i paite lo primera ,

Ño esta muy lejos dé veull al suelo ;


Que \enir I las maims DOS detiene ,

I.: mina que en falso asiento estriba Y pone lleno y limite Si deseo.
Su misma pesadumbre la derrib i Es el pino aparejo que aquí veo.
•Asi que ya, -' pinlon no yrra i .
• Que por todas la- parles nos divide

Según el procedei loa ludidos * Este brazo de mar que veis en medio,
Te y con gran razan de rea por tierra Y nuestra pretensión y paso impide
Nuestros mal cimentados edificios ;
Sin tener de pasaje algún remedio ;

^ convet lido si uso de la guerra \ pues el enemigo se comide


Kn serviles \ bajos ejerc i . A tratar de c ieito y nuevo medio ,
Quebrantándose al Un vuestra protervia Aunque nunca pensemos acetarlos
rondalla ni un. i v ii .1
y (¡rao
soberbia. INo nos pudra dañar el escucharlos.

«Mllol tu I, Hit lo v.'IHBf, \ perdidas


I • Pues por este camino lomaremos
Con gi ni deshonra nuestras tres banderas: Lengua de su intención y fluidamente.
Rotas noestras esco tdraa i tendidas Que cuando no sea licita podremos
ai viento y sol por pasto de las Seras; \ i
mi de toilo en todo ;i rompimiento.
Las faenaa j opiniones divididas También en este término liaremos
Lleno el campo de gentes estranjeras, De armas y munición preparamento
luriosas arma Que estas serán al lili las que de hecho
Contra sus mismos pechos declaradas. Habrán de declarar este derecho.
•Mirad <nn> asi por ciega Inadvertencia • Mas conviene advertir, claros varones,
La patria muere v libertad perece .
I'ara llevar las cosas bien guiadas ,
Pues din sus mismas ninas y potencia Que nuestras esleriores intenciones
Al derecho enemigo favorece :
Vivan siempre a la paz enderezadas.
Incurable y murtal es la dolencia Mostrándonos de tlucos corazones,
Cuando a ia medicina no obedece , Las fuerzas y esperanzas quebrantadas,
Y bestial la pasión y detestable Y la tierra de minas de oro rica
Que no sufre el consejo saludable. Cebo goloso en que esta gente pica.
•¿Por qué con tanta saña procuramos «Quizá por este término sacalla
Ir nuestra sangre y faenas apocando Podremos del isleño sitio fuerte ,

Y envueltos en armas damos civiles \ ron ungida paz. aseguralla


Fuerza y derecho al enemigo bando? ''rayéndola por mañas á la muerte;
¿Por qué con tal furor despedazamos Y sin rumor, ni muestra, ni batalla
Bata unión invencible condenando ,
Abramos la carrera de tal suerte
Nuestra causa aprobada y armas justas, Que venga a ticra lirme confiada ,

Justilicando en todo las injustas 7 En el seguro paso y franca entrada. »

•¿Qué rabia ó qué rencor desatinado A su habla dio


sabio anciano lin el
,

Habéis contra vosotros concebido, Y bobo allí pareceres diferentes.


Qoe i-i queréis que el araucano estado Diciendo que el peligro era liviano
venga I ser por su- manos destruido, Para tanto temor é inconvenientes;
Y en -ii virtud y fuerzas ahogado Pero Paren , Liocoya , y Talcaguano
Quede con ibre infame sometido
i Lemolemo, Elicura mas prudentes
A las estabas leyes y gobierno Al parecer del viejo se arrimaron
Kn dura servidumbre y yugo eterno ? Y asi i los mas los menos se allanaron.
Volved sobre vosotros, que sin tiento
• Despachando de allí con diligencia
Corréisa toda prisa a despeñaros ;
Al joven Millalauco generoso,
Refrenad esa furia y movimiento, Hombre de gran lenguaje y esperiencia ,
Que es la que puede en esto mas dañaros : Cauto sagaz, solicito y mañoso
, :

Sufris al enemigo en vuestro asiento Que con Ungida muestra y apariencia


Que quiere como á brutos conquistaros
,
De algún partido honesto y medio honroso
,Y no poleis sufrir aquí impacientes Nuestro intento y designios penetrase
Los consejos y avisos convenientes ? Y el sitio, gente y número notase.
• Que
es cierto falta de animo, y bastante El cual por los caciques instruido
de flaqueza disfrazada,
liiiln ni
Según el tiempo en loque mas convino.
Teniendo al enemigo tan delante En una larga góndola metido
Revolver contra si la propria espada , Sin mas se detener tomó el camino
Por no espeí n ron minio constante ^ de los prestos remos impelido
Lis duros golpes de fortuna airada , En breve á nuestro alojamiento vino ,
A los cuales resiste el pecho fuerte Adonde sin estorbo libremente
Que no quiere acabarlo con la muerte. Sallo luego seguro con su gente.
Pero pues tanto esfuerzo en vos se en cierra,
» Al puerto habian también con fresco viento
Que a veces por ser tanto lo condeno Tres naves de las nuestras arribado
Y de vuestras hazañas no esta tierra, Llenas de armas, de gente y bastimento
Mas todo el universo anda ya lleno : Con que fué nuestro campo reforzado :

Cese , cese el furor y civil guerra i i.i tanto el rumor y movimiento

Y por el bien común tened por bueno Del bélico aparato, que admirado
No romper la hermandad con torpes modos, Id cauteloso Millalauco estuvo,
Pues que miembros de un cuerpo somos lodos. N asi confuso un rato se detuvo.

T. XVII. S
, ;, , :, , , , ,, ,, ,

DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUftlGA.

Mas sin darlo a entender disimulando 11 Siendo pues esto asi como la muestra
Que habéis dado hasta amii lo verifica,
I

p»r medio del bullicio atravesaba,


LOS judiciOSOS ojos rodeando Y la buena opinión y fama vuestra
Las armas genle y ánimos notaba
,
Con claras y altas voces lo publica :

\ negocio miro si considerando


el Yo os vengo á asegurar de parte nuestra ,

El deseado Bn dificultaba. Y todos por mi se os certifica


asi a
Viendo cubierto el mar, llena la tierra Que la ofrecida paz tan deseada
De gente armada j máquinas dé guerra. Será por los caciques aceptada.
Llegado al pabellón de don García i Que el Ínclito senado habiendo oido

Hallándome Con oíros yo presente. De vuestra parte algunas relaciones,


Con una moderada cortesía Con sabio acuerdo y parecer movido
.Nos saludo á su modo alegremente Por legitimas causas y razones ,
Levantando la voz pero la mia ; ,
Quiere aceptar la paz , quiere partido
Que fatigada de cantar se siente , De lícitas y honestas condiciones ,
No puede ya llevar un tono tanto Para que no padezca tanta gente
Y asi es fuerza dar n en este canto.
11 Del pueblo simple y género inocente.
»Qiie si la fe inviolable y juramento
De vuestra parte con amor pedido,
Y gracioso y seguro acogimiento
CANTO XVII. el
De nuestra voluntad libre ofrecido,
liare Millalauro su embajada. Salen los españoleslie la isla, levantando Pueden dar en las cosas firme asiento
mi fuerte en el cerro de Penco tienen los araucanos a darles el asalto.
; Con honra igual y lícito partido
Cuéntase lo que en aquel misino tiempo pasaba sobre la plaia fuerte Sin que los nuestros subditos y estados
de San Quintín. Vengan por tiempo á ser menoscabados:
Nunca negarse deben los oidos »A Carlos sin^fefensa y resistencia
A enemigos ni amigos sospechosos Por amigo y señor le admitiremos
Que tanto os dejan mas apercibidos Y el servicio indebido y obediencia
Cuanto vos los tenéis por cautelosos ; De nuestra voluntad le ofreceremos;
Escuchados serán mas entendidos Mas sí queréis llevarlo por violencia ,
Ora sean verdaderos ó engañosos: Antes los propios hijos comeremos
Que siempre por señales y razones Y veréis con valor nuestras espadas
Se suelen descubrir las ¡menciones. Por nuestro mismo pecho atravesadas.
Cuantío piensan que mas os desatinan «Pero por trato llano sin recelo
Con su máscara falsa y trato estraño ,
Podréis por vuestro rey alzar bandera ,
Os despiertan avisan encaminan
, , , Que el estado las armas por el suelo
Y encubriendo descubren el engaño : Con los brazos abiertos os espera,
Veis el blanco y el fin adonde atinan , Reconociendo que el benigno cielo
El pro y el contra el interés y el daño
,
: Le llama á paz segura y duradera
No hay plática tan doble y cautelosa Quedando para siempre lo pasado
Que della no se infiera alguna cosa. En perpetuo silencio sepultado. »
Y no Ikiv pecho tan lleno de artificio Aquí dio fin al razonar, haciendo
Que no se le penetre algún conceto : A su modo y usanza una caricia ,

Que las lenguas al fin hacen su oficio Siempre en su proceder satisfaciendo


Y mas si el que oye sabe ser discreto. A nuestra voluntad y á su malicia ;

Nunca el hablar dejó de dar indicio, Y el bárbaro poder disminuyendo


Ni el callar descubrió jamas secreto Ños aumentaba el ánimo y codicia
No hay cosa mas difícil bien mirado Dándonos á entender que había flaqueza
Que conocer un necio si es callado. Y abundancia de bienes y riqueza.
Y es importante punto y necesario Oida la embajada, don García ,

Tener capitán conocimiento


el Haciéndole gracioso acogimiento.
Del arte y condición del adversario. En suma respondió que agredecia
De la intención, designio y fundamento: La propuesta amistad y ofrecimiento,
Si es cuerdo y reportado ó temerario , Y que en nombre del rey satisfaría
De pesado ó ¡ijero movimiento , Su buena voluntad con tratamiento
Remiso ó diligente, incauto, astuto, Que no solo no fuesen agraviados
Vario , indeterminable ó resoluto. Mas de muchos trabajos relevados.
Asi vemos que el bárbaro senado Hizo luego sacar a dos sirvientes
Por saber la intención del enemigo Por mas confirmación algunos dones ,
Al cauto Millalauco había enviado Ropas de mil colores diferentes,
Debajo de figura y voz de amigo , Jotas, llaulos, chaquiras y listones,
Que con semblante y ánimo doblado, Insignias y vestidos competentes
Mostrándose cortés, como atrás digo A nobles capitanes y varones,
El rostro á todas partes revolviendo Siendo de Millalauco recibido
Alzó recio la voz asi diciendo : Con palabras y término cumplido.
«Dichoso capitán y compañía, Así que , con semblante y apariencia
A quien por bien de paz soy enviado De amigo agradecido y obligado ,

Del araucano estado y señoria , Pidiendo af despedir grata licencia


Con voz y autoridad del gran senado : A la barca volvió que había dejado ;
No penséis que el temor y cobardía Y con la acostumbrada diligencia
Jamás nos haya á término llegado Al tramontar del sol llegó al estado
De usar , necesitados de remedio , Do recibido fué con alegría
De algún partido infame y torpe medio. De toda aquella noble compañía.
»Pues notorio os será lo que se estiende Visto el despacho y la ocasión presente
El nombre grande y crédito araucano, Los caciques la junta dividieron ,
Que los estraños términos defiende Y tlando muestra de esparcir la genle
Y asegura debajo de su mano; A sus casas de paz se retrajeron
Y también de vosotros ya se entiende Adonde sin rumor secretamente
Que movidos de celo y fin cristiano Las engañosas armas previnieron ,
Con gran moderación y disciplina Moviendo del común las voluntades
Venis a derramar vuestra dotrina. Aparejadas siempre á novedades.
, , . , • ,

LA ARAl'CANA, CANTO Wii


Nosotros no sin causa sospechosos Nuestra gi nte del todo recogida,
Allí mas de dos meses estuvimos , La en ,i lu .i fuerte vino,
i

Y i Isa lluvias y vientos rigur Que el alto sitio v pólvora t. nuda


Del implacable Invierno resistimos ; Hizo i.e ai v ii. piel camino ¡

Mas pasado este tiempo deseosos , Por la- .ni. haa i o repartidas
Di- saber m
Intención, nos resolviólos Según v i
orden que oonvino-,
i

En dejar el isleBo alojamiento Nos pUSlmOS Bill lOdoa una I

Haciendo en tierra firme nuestro Miento Debajo dei amparo de fortuna.


Ciento j treinta mancebos florecientes La pregonera faina va vol nido ,

Pneron en nuestro campo apercibidos Pot el distrito] término araucano ,


Hombres trabajadores j raneóles Iba de lengua en lengua aei mentando
Entre los mas robustos escof Ki abreviado ejército cristiano
De armas v de instrumentos contenientes I. a gente popular amedrentando

Secreta y sordamente prevenidos i


Con un hueco rumor v estruendo vano
Yn con ¿líos también que ves ninguna
,
Que lo incierto a las veces certifica ,
Dejé de dar un tiento i la fortuna. \ lo cierto, si es mal , lo multiplica.

Para que en un pequeño cerro exento, Llegada pues la voz a los oldOS
Sobre la mar vsjclna relevado lie nuestro* enemigos conjurados ,

Levantasen nn muro de cimiento, No mirando a los tratos y partidos


De fondo v ancho foso rodeado, POr Una palle -lia asegui.hl" V ;

Donde pudiese estar sin detrimento Con Súbita prestéis apercibidos


Nuestro pequeño jado, De municiones .¿u-mas y soldados,
En cuanto los caballos arribaban .
sin aguardar á mas trataron lingo
Que ja teníamos nueva que marchaban. De darnos el a-allo a sangre y fuego.
Pues salidos i tierra entenderían Juntos para el efecto en Talcaguano,
La intención de los bárl s dañada , Dos millas poe as .leí fuerte asiento
Que en secreto las timas prevenían El esforzado mozo Gracolano,
('.mi biso rostro y amistad doblada : De gran disposición j atrevimiento,
li.' .i., v] se moviesi n les darían Dijo en voi alta «¡Oh gran Caupollcano!:

Algún asalto j ihbita ruciada , Si en algo es de eslunar mi ofrecimiento,


Que quebrantando el animo y denuedo I' icio que mañana en el asalto
viniesen i la pai de puro miedo. Arbolaré mi enseña en lo mas alto.
Era imaginación fuera de lino »Y porque a tí, señor, y a lodos quiero
Pensar que los soberbios araucanos Haceros de mis obras satisfechos,
Quisiesen de cono rdia algún camino Con esla usada lanza me profiero
Viendii.se cnn las armas cu las manos; De aiuir lugar por ios contrarios pechos:
Pero con la preste/a que convino Y que sera mi brazo el que primero
Los ciento y treinta jóvenes lozanos Barahuste las anuas y pertrechos,
Pasaron a la tierra sin ayuda Aunque mas dilieullen la subida ,

Mas que el amparo de la noclie muda. \ lodo el nnirerso me lo impida.

Y' aunque era en esta tierra el tiempo cuando Así dijo ; y los barbaros en esto.
Virgo alargada apriesa el corto día Porque ya las'estrellas se mostraban,
Las variables horas restaurando Al fuerte en escuadrón con paso presto
Que usurpadas la noche le tenia, Cubiertos de la noche se acercaban,
Antes que la alba fuese desterrando i en una gran barraca, oculto puesto,
Las nocturnas estrellas parecía , Al pié de ¡a montaña reparaban ,
I. a cundiré del collado levantada Aguardando en silencio aquella hora
De gente y materiales ocupada. Que suele aparecer la clara aurora.
Cuales con liarras , picos y azadones Aquella noche yo mal sosegado
Abren los hondos fosos y señales; Reposar un momento no podra ,

(nales con corvos y anchos cuchillones, (I ya fuese el peligro , ó ya el cuidado

Hachas , sierras , segures y destrales Que de escribir entonces yo tenia :

i rtan maderos gruesos y troncones, Asi imaginativo y desvelado


Y lijados en tierra con tapiales Revolviendo la inquieta fantasía,
Y trabazón de leños y faginas Quise de algunas cosas desta historia
Levantan los Iraveses y cortinas. Descargar con la pluma la memoria.
No ron tanto hervor la liria gente En el silencio noche escura. de la
En la labor de la ciudad famosa En medio de la gente,
del reposo
la, oflcii sa | diligente Queriendo proseguir con mi escritura
Andaba en todas parles presurosa; Sle sobrevino un súbito accidente :

Ni César levantó tan de repente Cent un hielo rada coyuntura,


En Üirracbio la cerca milagrosa, Túrbeseme la vista de repente ,

Con que cerco el ejército esparcido Y procurando de esforzarme en vano


Del enemigo yerno inadvertido : Se me cayó la pluma de la mano.
Cuanto fué de nosotros coronada Quisiérame quejar, mas fué imposible
De una gruesa muralla la montaña , Del accidente súbito impedido;
De fondo y ancho foso rodeada Que el agudo dolor y mal sensible,
Con ocho gruesas piezas de campaña ; Me privó del esfuerzo y del sentido ;
Siendo a vista de Arauco levantada Pero pasado el termino terrible,
Handera por Felipe, rey de España, > en mi primero ser restituido,
Tomando posesión de aquel estado Del tormento quede de tal manera
Con lo demás del padre renunciado. Cual si de larga enfermedad saliera.
Túvose por un caso nunca i
Luego que con suspiros trabajados
De tanto atrevimiento y osadía, Desfogando las ansias aflojaron,
Entre la gente platica tenido Mis descaídos ojos agravados
Mas por temeridad que valentía, Del gran quebrantamiento se cerraron :

Que en el soberbio eslado asi temido Asi los lasos miembros relajados
Los ciento y treinta en poco mas de un dia Al agradable sueño se entregaron ,
Pudiésemos salir con una cosa Quedando por entonces el sentido
Tanto cuanto difícil peligrosa. En la mas noble parte recogido.
: ,, , , ; ,

88 DON ALONSO DE ERCILLA Y zrSlf.A.


No dulce sueño y al reposo
bien al Quién el ciervo herido rastreando
Dejado el quebrantado cuerpo había, De la llanura al monté atravesaba
Cuando oyendo un estruendo sonoroso Quién el cerdoso puerco fatigando
Que estremecer la tierra parecía, Los osados lebreles ayudaba ;

Con gesto altivo y término furioso Quién con templados pájaros volando
Delante una mujer se me ponía, Las altaneras aves remontaba :

Que luego vi en su talle y gran persona Acá matan la garza allá la cuerva , ,

Ser la robusla y áspera Belona : Aquí el celoso gamo , allí la cierva.


Vestida de los pies á la cintura, Estaba medio á medio deste asiento
De la cintura á la cabeza armada En forma de pirámide un collado,
De una escamosa y lúcida armadura : Redondo en igual circulo y exento ,
^11 escudo al brazo, al lado la ancha espada, Sobre todas las tierras empinado ;
Blandiendo en la derecha la asta dura, Y sin saber yo cómo, en un momento,
De las horribles furias rodeada, De la fiera Belona arrebatado.
El rostro airado , la color teñida , En la mas alta cumbre del me puso,
Toda de fuego bélico encendida. Quedando dello atónito y confuso.
me dijo <t;Oh mozo temeroso!
La cual : Estuve tal un rato de repente
F.lánimo levanta y confianza. Viéndome arriba , (pie mirar no osaba ,
Reconociendo el tiempo venturoso lanío que acá y alia medrosamente
Que te ofrece tu dicha y buena andanza ; Los temerosos ojos rodeaba :

Huye del ocio torpe y perezoso, Allí el templado céfiro clemente


Ensancha el corazón y la esperanza Lleno de olores varios respiraba ,
Y aspira á mas de aquello que pretendes, Hasta la cumbre altísima el collado
Que el cielo te es propicio si lo entiendes De verde yerba y llores coronado.
«Que viéndote á escribir aficionado Era de altura tal , que no podría
Como se muestra bien por el indicio ,
I'n liviano neblí subir á vuelo ,
Pues nunca te han la pluma destemplado Y asi no sin temor parecía me
Las fieras armas y áspero ejercicio, Mirando ahajo estar cerca del cielo;
Tu trabajo tan fiel considerado , De donde con la vista descubría
Solo movida de mi mismo oficio La grande redondez del ancho suelo ,

Te quiero yo llevar en una parto Con los términos bárbaros ignotos


Donde podras sin limite ensancharte. Hasta los mas ocultos y remolos.
»En campo fértil lleno de mil flores,
, Viéndome pues Belona allí subido
En el cual hallarás materia llena Me dijo « El poco tiempo que te queda
:

De guerras mas famosas y mayores, Para que puedas ver lo prometido ,


Donde podrás alimentar la vena ; Hace que detenerme mas no pueda :
Y si quieres de damas y de amores Mira aquel grueso ejército movido ,
En verso celebrar la dulce pena El negro humo espeso y polvareda
Tendrás mayor sujeto y hermosura , En el confin de Flandes y de Francia
Que en la pasada edad y en la futura. Sobre una plaza Inerte de importancia.
«Sigúeme,» dijo al fin; y yo admirado, «Después que Carlos quinto hubo triunfado
Viéndola revolver por donde vino ,
De tantos enemigos y naciones,
Con paso largo y corazón osado Y como invicto principe hollado
Comencé de seguir aquel camino , Las árticas y antarticas regiones,
Dejando del siniestro y diestro lado Triunfó de la fortuna y vano estado,
Dos montes que el Atlante y Apenine
,
Y' asegura su fin y pretensiones,

Con gran parte no son de tal grandeza. Dejando la imperial investidura


Ni de tanta espesura y aspereza. En dichosa ocasión y coyuntura.
Salimos á un gran campo , á do natura «Y* movido de pió y santo celo
Con mano liberal y artificiosa Que del gobierno público tenia ,
Mostraba su caudal y hermosura Pareciéndole poco lo del suelo
En la varia labor maravillosa. Según lo que en el pecho concebía ,
Mezclando entre hojas y verdura
las Vuelta la mira y pretensión al cielo,
El blanco lirio y encarnada" rosa , El peso que en los hombros sostenía
Junquillos, azahares y mosquetas, Le puso en los del hijo, renunciados
Azucenas jazmines , y violetas. Todos sus reinos títulos y estados.
,

fuentes murmurandc
Allí las claras Viendo el hijo la próspera carrera
El deleitoso asiento atravesaban , Del victorioso padre retirado ,
Y los templados vientos respirando Por hacer la esperanza verdadera
La verde yerba y flores alegraban. Que siempre de sus obras había dado,
Pues los pintados pájaros volando Por el principio y ocasión primera
Por los copados árboles cruzaban Aquel copioso ejército ha juntado,
Formando con su canto y melodía Para bajar de la enemiga Francia
Una acorde y dulcísima armonía. La presunción , orgullo y arrogancia.
Por mil partes en corros derramadas Aquella es San Quintín que ves delante,
Vi gran copia de ninfas muy hermosas Que en vano contraviene á su ruina
Unas en varios juegos ocupadas Presidio principal, plaza importante,
Otras cogiendo llores olorosas. Y del furor del gran Felipe dina :
Otras suavemente y acordadas Hallase dentro del la el almirante.
Cantaban dulces letras amorosas, Debajo cuyo mando y disciplina
Con citaras y liras en las manos, Esta gran gente platica de guerra
Diestros sátiros, faunos y silvanos. A la defensa y guarda de la tierra.
Era el fresco lugar aparejado En tres parles alli como se muestra
A todo pasatiempo y ejercicio El enemigo campo se reparte ,
Quién sigue ya de aquel ya destc lado , Cáceres con su tercio a mano diestra,
De la casia Diana el duro oficio; Donde está de Felipe el estandarte ,

Ora atraviesa el puerco, ora el venado. El pronto Navarrele a la siniestra


Ora salta la liebre, y con el vicio Con el conde de Mega, y de la parle
Gamuzas , canreolas y corcillas Del Burgo Julián con tres naciones
Retozan con la yerba y florecillas. Españoles tudescos y valones.
,
. , ,. , ,. . .; ,

LA ARAUCANA, i iM() XY1II.

• Llegamos pues á tiempo que seguro Los franceses con muestra valerosa
Podrís ref I* contienda porfiada, Armas \ defensivos Instrumentos,

y,v scalaa por el rolo moro Resisten la llegada Impelas i

Eotrar loa do Felipe I pui i eso ida Y los contri s animas sangrientos

Veras el fiero asalto ¡ moce 'loro Mas la gente española m is furioss


>, ni lio la hurte Fríni ia iportillada : Cuanto topaba mas Impedí alo .

('.mi temoso coraje porfiado


Qae al riguroso bado Incontrastable ¡

v. h.iy defensa ni plasa ioeapugnab Rompe lo illlli ll y cerrado.

Coiiviéiicmc partir «!- aquí al lito i


Vi. ien ni ieJendldss
i

A meterme entre aquellos escuadrones, Gran contienda, revuelta j embarazos,


\ remover ci levo encí odimienlo Muertes estradas, golpes y heridas
Los unos v los otros coraxoni De poderoso! \ gallardo*: brazos
'lo desde aquí podras mirai lienta Cabezas hasta el cuello j mas hendidas,
Las diferentes armas i na< Iones Y cuerpos divididos en pedazos i

escribir ile ooa v "lia la


v, alona |. ,
Que ni bastaban petos ni celadas
i

Dando SU justa parle a rada una. t Contra el crudo rigor de las espadas.

Luego la diosa airad ] c paula i


La plaza se espugnaba y defendía
Por el airo en tropel se deslii Con esfuerza valor por iodos ¡
la.i.is ¡

Y lo no Instante sin torcer la ria Era COSS de vei la herrería


(Cual presto rajo i San Quintin bajaron i
: De armas j srneses golpeado
Lis .

i.a eap mi -a \ horrenda artillería


Don le «litando el luego ya que odia ,

Con la amig discordia se (untaron ,


i
Las bombas y srtillclos arrojados
De pólvoi alquitrán pez y resina,
Que andaba entre las huestes j compaBas
i . ,

Efundiéndoles ira en las entrañas. Afeite , plomo , azufre y tre nlina.

ejército (briosa Y á vueltas un granizo y lluvia espesa


En esto el fiero
Por postrera ja movido
la sefial De lanzas \ saetas arrojaban .

Petas, tablas maderos que 1 gran priesa


Ko no nulo. ni espeso v poli B0 .

Corro al balido nono defendido, De los techos arrancaban


muros y :

i Quién inora de lenguaje tan copioso La fiera rabia y gran tesón no cesa ,

Que pudiera esplicar lo que aquí vi. lo' Hieren matan derriban y asi andaban
, ,
;

Mas aunque mi caudal no llegue a tanto. Los unos y los otros lan revueltos
Haré lo que pudiere en Otro canto. En horror, fuego, sangre y humo envueltos.
Unos la entrada sin temor ilelienden
Con lilire y animosa confianza.
Otros de loied" por vivir ofenden
CANTO WIU. Poniéndoles esfuerzo la esperanza ;
Otros que ya la vida no pretenden
Da rl rej don Felipe el »,aUo á San Quintín ; entra en elta ,0'lorioio; Procuran de su muerte la venganza
rli uta i"* ifiatauc Y que cayan sus cuerpos de maneta
Que al enemigo cierren la carrera.

¿Cual sera el atrevido que presuma Como furor indómito y violencia


el

fteduch el raloi vuestro ¡ grandeza De uní corriente y súbita avenida ,


A término pequeño y breve suma, Que si halla reparo y resistencia
Y iISO humilde estilo lauta alteza? Hierve y crece allí la agua detenida ,
Que aunque por campo prospero la pluma Al luí con mayor Ímpetu y potencia
Corra con fértil vena y lijcreza, Bramando abre el camino y la salida ,
'lanío el sujeto ! la loaleria arguye . Que las defensas rompe y desbarata,
Que iodo lo desnace y disminuje. Y en viólenlo furor las arrebata:
Y querer atreverme a lauto creo
el De tal manera la francesa gente
Queme sera juzgado a desatino, Sin bastar resistencia y fuerza alguna
Pues llegado razón yo momo veo i La arrebató la próspera corriente
Que salgo de IOS leí ni s a tino: Del liad" de elipe v su fui luna I :

Mas de serviros siempre el gran deseo , Que ya sin poder mas forzadamente
Que siempre me ba lirado i este camino. A la furia rendida , por la una
Quiza aldelgazara mi pluma ruda Parle que estaba ¿áceres dio entrada ,

Y la loi peza de la lengua muda. A su enemiga gente encarnizada.


Y asi vuestro favor, del cual procede Y aunque por esta parle el almirante
Esta ini presunción y atrevimiento, El golpe de la gente resistía,
Es el que agora pulo y el que puede , No fué ni pudo al cabo ser bastante
Enriquecer mi pobre entendimiento: A la pujanza y furia que venia :

Que si por vos. señor, se me concede Quedo en prisión con otros, y adelante
Lo que a nadie negáis, sollare al VÍeolO La victoriosa y liera compañía
Con animo la ronca roz medrosa, Dejando eterna lástima y memoria .

Indigna de contar lan grande cosa. Iba siguiendo el liado y la victoria.

Y de vuestra largueza condado Pues en esta sazón por


la otra parte
Por la justa ra/.on con que lo pido. Que diestro Navarrete peleaba
el ,

Espero que, señor, seré escuchado, Sin ser ya la francesa gente parle
Que basta para ser favorecido. A |niro hierro la española entraba;
Volviendo a proseguir lo comenzado , Y á despecho y pesar del liero Marte
Dije en el cauto atrás , que arremetido Que los franceses brazos esforzaba ,
Babia el furioso campo por tres vías Haciendo gran destrozo y cruda guerra
A las aportilladas haterías. De rola á mas andar ganaban tierra.
Y en la velo/, corrida contrastando Fué preso allí Andalot, que encomendada
Los tiros y defensas contrapuestas. Le eslaba la defensa de aquel lado
Lo va todo rompiendo y tropellando Hé aquí también por la tercera entrada
Con animoso pecho y manos prestas, Que Julián Romero hahia asaltado :

Y a los batidos muros arrihando La suspensa fortuna declarada ,

Por los lados y parles mas dispuestas : Alni'-oil" paso al detenido hado ;

Los unos y los otros se afrentaron La mano don Felipe dio de modo
Y los aninios y armas se tentaron. Que vencedor en Francia entró del todo
, , :
; , , , , :, ,,

DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUSlGA.


Cortó luego un lemor y trio hielo Súbito allí la llama alimentada,
Los ¿Dimos del pueblo enflaquecido , Arrojando espesísimas centellas
Rompiendo el aire espeso y alto cielo Del fresco viento céliro ayudada
Un general lamento y alariilo : Procuraba subir á las estrellas :

Las armas arrojadas por el suelo, La miserable gente afortunada


tiendo el vivir ya por partido , Con dolorosas voces y querellas ,
Acordaron con misera huida Fijos los tiernos ojos en el cielo,
Perder la plaza y guarecer la vida. Desmayando esforzaban mas el duelo.
Pero los vencedores , cuando vieron A
todas partes gritos lastimosos
Su gran temor y poco impedimento ; En vano por el aire resonaban ,
Los brazos altos y armas suspendieron Y los tristes franceses temerosos
Por nn manchar con sangre el vencimiento; En las contrarias armas se arrojaban
Y sin hacer mas golpe arremetieron Eligiendo por fuerza vergonzosos
Vuelto en codicia aquel furor sangriento, El modo de morir que rehusaban ,
Al esperado saco de la tierra, Antes que como flacos encerrados
Premio de la común gente de guerra. Ser en llamas ardientes abrasados.
Quién las llenadas puertas golpeando Mas del piadoso rey la gran clemencia
Quebranta los cerrojos reforzados , Había las lleras armas embotado
Quien por picas y gúmenas trepando Que con remedio presto y diligencia
Entra por las ventanas y tejados; Todo el furor y fuego fué apagado
Acá y allá rompiendo y desquiciando Al lin sin mas defensa y resistencia
Sin reservar lugares reservados Dentro de San Quintín quedó alojado.
Las casas de alto abajo escudriñaban , Con la llave de Francia ya en la mano.
Y a tiento sin parar corriendo andaban. Hasta Paris abierto el paso llano.
Como furioso fuego de repente
el El sol ya poco á poco declinaba
Cuando en un barrio ó vecindad se enciende Al hemisferio antartico encendido.
Que con rebato súbito la gente Cuando yo que alegrisimo miraba
,

Corre con priesa y al remedio atiende; Todo lo (pie en mi canto habéis oído,
\ por todas las partes francamente Vi cerca una mujer que me hablaba ,
Quién entra , sale , sube quién deciende
;
Mas blanco que la nieve su vestido
Sacando uno arrastrando, otro cargado Grave , muy venerable en el aspeto
El mueble de las llamas escapado Persona al parecer de gran respeto ,

Asi la fiera gente victoriosa Diciendo : « Si las cosas que dijere


Con prestas manos y con pies lijeros Por cierta y verdadera profecía
De la golosa presa codiciosa Dificultosa alguna pareciere,
Abre puertas, ventanas y agujeros, Créeme, que no es ficción ni fantasía ;

Sacando diligente y presurosa Mas lo que el Padre eterno ordena y quiere


Cofres , tapices , camas y rimeros , Alia en su escelso trono y hierarquia,
Y lo de mas y menos importancia Al cual está sujeto lo mas fuerte ,
Sin dejar una mínima ganancia. El hado , la fortuna , el tiempo y muerte.
No los ruegos , clamores y querellas , tDesta guerra y rigores encendidos
Que los distantes cielos penetraban ,
Entre la España y Francia asi arraigados
De viudas y huérfanas doncellas Resultarán conciertos y partidos
La insaciable codicia moderaban ; Por una parte y otra procurados :

Antes rompiendo sin piedad por ellas En los cuales serán restituidos
•A lo mas defendido se arrojaban Al duque de Saboya sus estados,
Creyendo que mayor ganancia había Con otros muchos medios provechosos
Donde mas resistencia se hacia. En bien de Francia y á la España honrosos.
Viéranse ya las vírgenes corriendo uY para que mas quede asegurada
Por las calles sin guarda á la ventura ,
La paz con hermandad y firme asiento
Los bellos rostros con rigor batiendo Con la prenda de Henrico mas amada
Lamentando su hado y suerte dura ;
Contraerá don Felipe casamiento;
Y las miseras monjas, que rompiendo Pero la cruda muerte acelerada
Sus estatutos, límite y clausura, Temprano deshará este ayuntamiento ,

De aquel temor atónito llevadas Que el alto cielo asi lo determina ,


Van acá y allá descarriadas. Y el decreto fatal y orden divina.
Mas el pío Felipe antes que entrasen «En este tiempo Francia corrompida ,

Había mandado á todas las naciones, La católica ley adulterando ,

Que con grande cuidado reservasen Negara la obediencia al rey debida,


Las mujeres y casas de oraciones Las sacrilegas armas levantando ;

Y amigos y conformes evitasen Y con el cebo de la suelta vida


Pendencias peligrosas y cuestiones , Cobrara la maldad fuerza juntando ,

Que del saco y la presa á cada una De gente infiel ejército formado
Diese su parle franca la fortuna. Contra la Iglesia y proprío rey jurado.
Las mujeres, que acá y allá perdidas «Por insolencias viejas y pecados
Llevadas del lemor sin tiento andaban, Vendrá el reino á ser casi destruido ,
Por orden de Felipe recogidas Y'Carlos de sus pérfidos soldados
En seguro lugar las retiraban ; A término dudoso reducido ;
Donde de fieles guardas defendidas Serán con desacato derribados
Del bélico furor las amparaban , Los suntuosos templos , y ofendido
Que aunque fueron sus casas saqueadas ,
El mismo sumo Dins y sacramento.
Las '.onras les quedaron reservadas. Sobrando á la maldad" su sufrimiento.
Quelos fieros soldados obedientes i Mas vuestro rey con presta providencia
Al cristiano y espreso mandamiento. Previniendo al futuro daño luego,
Se mostraban en esto continentes Atajara en EspaÜ3 esla dolencia
Frenando aun el primero movimiento. Con rigor necesario á puro fuego :

La revuelta y la mezcla de las gentes, Curada la perversa pestilencia ,


La mucha confusión y poco tiento Las armas enemigas del sosiego
Hizo que el daño en la ciudad creciese Con furia moverá contra el oriente
Y un repentino fuego se encendiese. Enviando al Peñón su armada y gente.
. . , ;, ,, ;, , ,, , 1

LA AHAI (ANA, CANTO XVUI


•Aunque un pueda da la ra pruní ra \ Siguel , plaza fuerte ) reí egida
Conseguí! el erecto de le ido . Cuatro semanas La tendrá asediad <
.

\ segunda de manet
i ti 1 1 i Y al cabo, sin poder ser soi orrida,
Oue el áspero Pefion sera espugoado; Del fiero Solimáu será ocupada .

Y dejando segura la caí nej i M is la empres i dlfli d » la vida


Y el laco contoi do aun dreotado ,
i
Acabará en un tiempo, que la airada
Por causa de loa puertos é Invernada Muelle .mili indo el limitado curso,
Retirar! la victoriosa armada, Pondrá término y punto I su dlscui
i España i la -a/mi de Hungría
Pendran Poi ..ir p.o ie en ni les loa estado
i 1 1 ,

lio- principes de altera soberana , Desasidos de Dios en estos dial


Rijos de Césaj Máximo v Harta . mil ii ni el sosiego iidn lonadoa
i

Di ii los bij y de Felipe bel mana


i
i De peí vei sus ei rores v herejías
Que icrecentando el goto j alegría \ conti i el lev l'ehpe con ¡pirado
M H ni aquella coi le era ufana Tentarán de maldad diversas v
El mayor es Rodolfo, el otro Ernesto, Trayendo a estado \ condición las co
Que i la fama d n id m itei la presto. Que durarán gran termino dudoi i

Y de sus sitas obras


» eliendo i
< También con pretensión de libet i ti e
En su pequera edad grande esperanza . En el prospero reino de Granada,
En anos v virtud Irán c odo . Los moriscos vendían a levantarse
\ brtud años mnj dignos de alabanza; \ Y a negar la obediencia al lev jui '•

En quienes Be vera resplandeciendo i o. d altera* Ion por


1 1 «limarse ,

i'nescelso valor j la cj lana i Ni sei a i.e pi lucipios remediada


Del barón Dielrisún persona din ,
> Sera de grandes daños J COSlOSS
De dar á ules principes dotrina. De s.ngie Ilustre ¡ gente valerosa
> Luego • ii el mi próximo siguiente » Ira i esta guerra un mozo, que es lido
i
la la cristiandad amenazando And i en humildes panos y figón ,

I gruesa armada
i potente del Infiel Que -o impet¡al Linaje esclai ecido
Ii contra eli
ote a ivegando i Difíciles empresas le asegura
Con ni aran aparato j lanía gente
i
A quien tienen los hados prometido
Que temblaran las costas, j arribando i o. laníos. \ súbita ventora
i i

A la Isla •!<' Hall dará fondo i


Este es hijo de Carlos que aju tría . ,

yin- boja veinte leguas ni redondo. i encubierto estará por algún día,
Donde el grande maestre j caballeros » Andará romo digo disfraz ido , ,

Que dentro asistirán en este medio, Hasta que el padre al lempo de la luto I II 1

('.
Irns rapil un", fm asirlos Le dejara por hijo declarado .

Ofrecerán reí lio , las villas .il


Sabiéndole en »n punió i tanta suerte ,

Y siempre constantísimos i enteros Será de todos con razón amado,


Resistirán gran tiempo el Inerte asedio, Franco esfoi zailo valeroso y fuelle
. , :

Haciendo en la defensa tales cosas Es su DOnibre don Juan , J en esta parle


«Jue se |ioi|ran leiier por milagrosas. No puedo ni;e. decir ni revelarle.
•Serán balidos de uno y otro lado > liaste que a los ntOliSCOS alterados
Por la tierra por mar poi bajo j alto , , . En su primera edad hará la guerra .

Y el raerte de San relmo aportillado Y' los presidios míos \ ocupados


Entrado i hierro en el noveno asalto , Los vendía dentro en la sierra a retirar .

El iuiiI suceso ni pueblo bautizado Adonde apretados loe tendrá tan


Pondrá en grande peligro v sobresalto Que al lin reducirá la alzada liona ,

Porque en el puerto la turquesca armada Trasplantando en provincias diferentes


nuil
I poi Las dos nocas franca entrada.
i
Las raii es malvadas y simientes.
hecbos señalados
>aiií se verán «Esta guerra acabada, de Alemana
empresas peligrosas,
liifn iirN De 'lamas \ gnu genio acompañada
Ánimos temerarios ai lujados La infanta Ana vendía reí le España . ,

Cuamlo las esperanzas mas dudosas : Con el icv don Felipe desposada :

Postas maros y lusos arrasados, . Donde con pompa v majestad entraña


Crudas heridas, muertes lastimosas, Será la insigne boda celebrada
Casos grandes sucesos miinitos . En la antigua Segovia. un tiempo silla
Dignos de ser para en eterno escritos. De los famosos reyes de Castilla.
M :
cumulo va no liaste esfuerzo humano «Serán pues los dos príncipes llamados
\ la loei 1 1 al ii il> i|o se rindiere , Del padre emperador que ya aquel día ,

El muro esté ya raso . el foso llano Ojiorra ilar nuevo asiento en sus estados,
, la esperanza al suelo se viniere , hacer rev a Rodolfo de la II ungí ia :

Cuando el sangriento bárbara inhumano Asi que, para Jenova embarcados


El cochillo sobre olios esgrimiere ,
Anillaran, pasando a Liuuhanlia
Ser. entonces ile todos conoeido
i Por la ribera del Danubio amena
Lo que puede Felipe y es temido. A su ciudad famosa de Viena.
I Pues con sola una parle de SU aunada, iCuando >a la revuelta y lurbacione
Y' numero pequeño de soldados, De los tiempos den muestra de acaliaise ,

De su fortuna y crédito guiada Y el Indico furor y alteraciones


Rebatirá los otomanos bados . Parezcan declinar v sosegarse;
> la afligida Malta restaurada. Entonces en lis bárbaras regiones
Serán I"- enemigos relii.id"~ .
C enzarán de nuevo á levantarse
Las fatigad is velas dando al viento Las armas de los turcos inhumanos
Con pérdida increíble j escarmiento. Contra los poderosos venecianos.
• Luego el año después ,.u poderoso . ,
• Y sacando ana armada poderosa

Ejército en persona Solimano De todas sus piovnn ia- allegada,


Por tierra moverá contra el famoso En la vecina Cipro Isla lamo-a . ,

César augusto emperador romano , , Descargara la fui ia represada ;

Y por la gran l'anoina presuroso, Y COTÍ espada nuda v ligum-a


Dejando a la derecha al Irasilvano, Será la tierra deDos ocupada ,

días la ancha provincia de Dalmacia,


i-
Entrando a l'amagusta ya batida
Bajara á los cunlines de Croacia. Sobre palabra falsa y fementida.
; ,, : , , ,,:: , ,,: , ,

DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUÑIGA.


•.Quedarán pues tan arrogantes deslo, Oh condición humana que al instante
; !

Que la armada «le gente reforzando Que me privó que el rostro no volviese ,

Con soberbio designio J presupuesto Solo aquel impedirme fué bastante


Irán la vía de Italia navegando, A cpn> el pronto apetito se encendiese :

Despreciando del mundo todo el resto, Y asi sin esperar mas que adelante
Y aun el poder del eielo despreciando En el sano consejo procediese ,
Tanto será su orgullo y fiera muestra Volví los ojos luego, y de improviso
Nacido del pecado y culpa vuestra. Vi , si decirse puede, un paraíso
•Has el alto Señor, que otro dispone, En un asiento fértil y sabroso
Y en vuestro bien por su piedad lo ordena, De alegres plantas y árboles cercado ,

Que cuando fallan méritos compone Do el cielo se mostraba mas hermoso


Cotí su sangre y pasiónla deuda ajena, Y el suelo de mil flores variado ,
Y por solo un gemir luego repone Cerca de un claro arroyo sonoroso
La punición y merecida pena , Que atravesaba el fresco y verde prado,
Quebrantará con golpe riguroso Vi junta toda cuanta hermosura
La soberbia del bárbaro ambicioso. Supo y pudo formar acá natura.
«Que doliéndose ya de la fatiga Eran damas del cercado aquellas
las
Del pueblo pecador, pero cristiano ,
Que en dichosa España florecían
la
Contra la gente pérfida enemiga El claro sol , la lima y las estrellas
Esgrimirá la poderosa mano : En su respeto escuras parecían;
Asi de inspiración habrá una liga, Y sobre sus cabezas todas ellas
Donde el papa y senado veneciano Olorosas guirnaldas sostenían
Juntarán su poder, su fuerza y gente De mil varias maneras rodeadas
Con la del rey católico potente. De rubias trenzas, ñudos y lazadas.
i> Será en gracia de todos elegido Andaban por acá y allá esparcidos
General de la liga el floreciente Gran copia de galanes estimados,
Mozo, que en su niñez desconocido Al regalado y blando amor pendidos
Anda en hábito humilde entre la gente : Corriendo tras sus fines y cuidados :

Pero no me es á mi ya concedido Unos en esperanza sostenidos


Revelar lo futuro abiertamente : Otros en sus riquezas confiados
Basta que lo verás pues te asegura
, Todos gozando alegres y contentos
Mas larga vida el hado que ventura. De sus lozanos y altos pensamientos.
» Mas
quieres saber desla jornada
si En esto con presteza y furia estraña
El futuro suceso nunca oido , Arrebatado por el aire vano
Y la cosa mas grande señalada La alta cumbre dejé de la montaña
Que jamás en historia se ha leido , Bajando al deleitoso y fértil llano
Cuando acaso pasares la cañada Donde sí la memoria no me engaña
Por donde corre Rauco mas ceñido , Vi la mi guia á la derecha mano,
Yerás al pié de un libano en la orilla Algo medrosa, y con turbado gesto
lina mansa y doméstica corcilla. De haberme en tanto riesgo y trance puesto.
uConviénele seguirla con cuidado Que luego que los pies puse en el suelo,
Hasta salir en una gran llanura, Los codiciosos ojos ya cebando
Al cabo de la cual verás i un lado Libres del torpe y del grosero velo
Una fragosa entrada y selva escura ; Que la vista hasta allí me iba ocupando
Y tras la corza limida emboscado Un amoroso fuego y blando hielo
Hallarás en mitad de la espesura Se me fué por las venas regalando
Debajo de una tosca y hueca peña Y el brio rebelde y pecho endurecido
L'na oculta morada muy pequeña, Quedó al amor sujeto y sometido.
«Alli por ser lugar inhabitable Y deseoso luego de ocuparme
Sin rastro de persona ni sendero, En obras y canciones amorosas ,

Vive un anciano viejo venerable, Y mudar el estilo y no curarme ,

Que famoso soldado fué primero, De las ásperas guerras sanguinosas,


De quien sabrás dó habita el intratable Con gran gana y codicia de informarme
Filón , mágico grande y hechicero De aquel asiento y damas tan hermosas,
El cual le informara de muchas cosas En especial y sobre todas una
Que están aun por venir, maravillosas. Que vi á sus pies rendida mi fortuna.
«No quiero decir mas en lo tocante Era de tierna edad ,
pero mostraba
A cosas futuras , pues parece
las En su sosiego discreción madura,
Que habrá materia y campo asaz bástanle Y á mirarme parece la inclinaba
En lo que de presente se te ofrece, Su estrella , su destino y mi ventura .

Para llevar tus obras adelante , Yo que saber su nombre deseaba,


Pues la grande ocasión te favorece : Rendido y entregado i su hermosura ,

Que á mi solo hasta aqui me es concedido Vi á sus piesuna letra que decía
El poderte decir lo que has oido. Del tronco de Cazan doña María.
> Mas si el furor de Marle y la braveza Y por saber mas della , revolviendo
Te tuvieren la pluma destemplada El rostro y voz á la prudente guia,
Y quisieres mezclar con su aspereza Súbito el alboroto y fiero estruendo
Otra materia blanda y regalada De barbaras armas y armonía
las
Vuelve los ojos, mira la belleza Me despertó del dulce sueño, oyendo :

De las damas de España , que admirada « ¡Arma! arma presto, presto » y parecía
!
¡
!

Estoy, según el bien que alli se encierra Romper el alto cielo los acentos
Cómo no abrasa amor toda la tierra. De las diversas voces é instrumentos.
«Mas tente, que me importa á mi , primero En esta confusión medio dormido , ,

Que de los ojos fáciles te fies, Alas vecinas armas corrí presto,
Prevenir al peligro venidero Poniéndome en un punto apercibido
Para que del con tiempo te desvies, En mi lugar y señalado puesto :

Y no aguardes al término postrero. ('liando con ferocísimo alarido


Ni en tu fuerza y mi ayuda te confies: Por la áspera ladera del recuesto
Que aunque quiera después contraponerme, Apareció gran numero de gente ,

'lu cerraras los ojos por no verme. > Y la rosada aurora en el oriente.
, . , , , :

LA ARAUCANA, CWin \i\ 73


Luego también por uoa y otra parte Bn medio de ut irmaa i pié quedo i .

Con do menores tocos j denuedo sin ellas su promesa sustentaba


'lanía gente asomó, <i'"' al Oero Marte Y con gran perti lia v |"" ledo
Con su temeridad pusiera miedo. De ni ni as adentra procuraba ,
Mas para proceder parte poi parte V,
el vano propósito v denuedo
, i

Según esto] cansado ya na puedo Herido ya en mil partea porfiaba,


Bn el siguiente j nuevo inlo pienso <
Que su loca fortuna y diestra suerte
De declararlo todo por esleoso. 1 1 ni ni suspenso el golpe de la muerta.
Asien la demanda necia instando
que ,

Se arroja entre los hierros ) se mete .

CANTO \IV Cual peí io espumajoso que raleando


Adonde mas le hieren arremete
.

R ni el Italia qtti il dieron á lut piniAutri eo el I \ el peligro v la vida despreciando


di ivm o . Ii immelldi de (¡ni o . i • maraUi .
ij batalla queloi Lo mas dudoso j áspero ac :te ,

ni . r i m -
r • -. I tOldldO! QOl blblM ¡
'

IldO • n .liria lio lu»HU%lut Desbaratando en torno mil esp


Iiimit.iii BU la marina lOI •ii.-m pecho
i

Al obstinado encamina
Hermosas lama'.
si mi débil into , i Viéndose tal lugar solo
i V Halado
II ,

No comienza esparch vuestros loores, i


Según la temeraria fianza t .

Y si mis bajos versos ii" levanto No je su pretensión desconfiado ,

A concelos de amor v obras de res; i Mas .i,,, alguna menos esperanza ,

Mi priesa es grande, * que decir haj lanío. A los brazos Cet ró con mi soldado
Que a mil desocupados escrito; es Y de las III s le saco la lanza.

Que en «'lio trabajasen nocbe ) día, Sobre la cual echándose en un punió


Para lodos materia y campo habría. Pensó salvar el foso y vida junto.

Y aunque spai lado mi pesar me reo


a Mas la Instable fortuna ya cansada
Desta materia j
presupuesto nuevo, De serle curadora de la vida .

Me sacara al camino el gran d Dio paso en aquel tiempo a una pedrada


Que tengo de cumplir lo que os ii't>o i
; De algún gallardo brazo de pedida
\ adorno * conveniente arreo
-i el Que en la cóncava si, n la arrebatada
Me lailán baste la ¡ntenc que llevo
, Piedra gran parle le quedó sumida ,

Que es hacer lo que puedo de mi parte . Trabucándole luego de lo alto


Supliendo vos lo que faltare en la arte. Yendo en el aire en la mitad del sallo.
Mas la española gente que se quej i Como el lioyano Euricio ,
que volando
Con causa ju-i u \ .mi razón bastante, La tímida paloma por el cielo
Dándome mucha priesa no me deja , Con gran presteza el corvo arco flechando

Lugar para que de otras cosas cante; atravesó en la furia de su vuelo,


l.a
Que el ejército b irb iro la aqueja Que retorciendo .-1 cuerpo y revolando
Cercando en torno el Inerte en un insumía (auno redondo ovillo vino al Mielo :

Con terrible amenaza j alarido, Asi el herido mozo en descubierto


Como en el canlo airas 1" habéis oido. Dentro del hondo foso cavo muerto.
montaña en lo mas
Luego que en la alio De treinta y <los heridas justamente
Tres gruesos escuadrones parecieron Caj*Ó el misero cuerpo atravesado,
lunlOS a un mismo tiempo hicieron alio Sin el ultimo golpe de la frente
Y el sitio desde allí reconocieron : Que el número cerró ya rematado ;

Vislo el foso y el muro, "I Aero asalto, Y la pica que el bárbaro valiente
Dada la seña ludes lier movieron . , De franca y buena guerra había ganado
Esgrimiendo las armas de tal suerte Quedó arrimada al luso de n . ira

Que a nadie reservaban de la muerte Que un Hozo descubierto estaba fuera.

El mozo Gracolano no olvidado Pero el joven Pínol, que prometido


De arrogante oferta y gran prono
la Había de acompañarle en el asalto,
De varias y altas plumas rodeado, Y con el hasta el foso arremetido,
Blandiendo una tostada pica gruesa Aunque no se atrevió a tan grande salto,
Venia del los gran Irech lelanlado, Como al vaiieuie ; go vio tendido
Rompiendo por el humo y lluvia espesa \ descubrir la pica por lo alto,
De las halas y tiros arrojados La ánchalo lomando por remedio
Por bracos y cañones reforzados. Poner con pies lijeros tierra en medio.
Llegado al justo término, terciando Mas como no haya maña ni destreza
La larga pica arremetió furioso . Contra el hado preciso y dura suerte,
Y en tierra el firme rea o m lijando Ni bastan preslos píes ni Ijjereza
Atravesó de un sallo el ancho foso; A escapar de las manos de la muerte ¡

Y por la misma pica gateando, Que al que piensa '011 nía- presteza I

Arriba sobre el muro victorioso Le alcanza de su brazo el golpe fucile ,

A pesar de las anuas contrapuestas Como al lijero bárbaro le avino


Lanzas, picas, espadas y ballestas. En mudando propósito y camino:
No hado loro embravecido
- Que apenas cuatro pasos había dado
La baneía embistió tan impaciente, Cuando dos gruesas balas i.' cogieron
Ni fue con tama tuerza resistido Y de la espalda al pecho airares ido
De espesas aunas v apiñada gente, A un tiempo por dos partes le tendieron
Como gallardo bárbaro atrevido
el No díó la alma tan presto, que un soldado
Que temeraria y venturosamente De dos que a socorrerle arremetieron,
Rompiendo al parecer lo mas seguro, De la costosa lanza no trabase,
Sube por fuerza al defendido muro. Y con peligro suyo la salvase.
Donde sueltas las armas empachadas , Luego de trompas gran rumor sonando
Que aprovecharse dolías no podía , La gruesa pica en alio levantaron ,
A bocados a coces y a puñadas , Y á toda furia en hila igual cerrando
Ganar la plaza él solo pretendía : Al foso con gran Ímpetu llegaron ;

Los tiros golpes, botes v estocadas


. Donde forzosamente reparando,
Con gran destreza v maña reliaba , La munición y flechas descargaron
Poniendo pecho y hombro suficiente En tanta multitud que parecían .

Al ímpetu y furor de tanta gente. Que la espaciosa tierra y sol cubrían.


: ,,, ; : ,, ;, , ,

DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUÑIGA.


Pilos en esta sazón Marlin <le Elvira, Los nuestros sobre el muro amontonados
Que asi nuestro español era llamado Los rebaten impelen y maltratan
, ,

De lejos la perdida lanía mira Y con lanzas y tiros arrojados


Que el muerto Gracolán le habla ganado : Los derriban abajo y desbaratan ;

Con loable vergüenza ardiendo en ira Mas poco los demás' escarmentados
De recobraran honor deliberado, La difícil subilla no dilatan ,
Por una angosta puerta que allí liabia Antes procuran luego embravecidos
Solo J sin lanza á combatir salía Ocupar el lugar de los caídos.
Con un osado joven que delante Unos asi tras otros procediendo
Venta la tierra y cielo despreciando, ('•
sos do honra y de temor desnudos,
De proporción y miembros de ¡jijante, Siempre la priesa y multitud creciendo,
Una asta de dos costas blandeando, Crece la furia de los golpes crudos:
Que acá y alia con término galante Los defendidos términos rompiendo
La gruesa y larga pica floreando Cubiertos de sus cóncavos escudos,
Ora de un lado J de otro, ora derecho Nos pusieron en punto y apretura
Quiso tentar del enemigo el pecho. Que estuvo lo imposible en aventura.
Tirando un recio bote, que echado En este tiempo, Tucapel furioso
Le retrajo seis pasos de lal suerte Apareció gallardo en la muralla,
Que el gallardo español desatinado Esgrimiendo un bastón fuerte y nudoso,
Se vio casi en las manos de la muerte ;
Todo cubierto de luciente nialia.
Pero como animoso y reportado Como el león de Libia vedijoso
Haciendo recio pié se tuvo fuerte Que abriendo de la tímida canalla
Pensando asir la pica con la mano ;
El tejido escuadrón , con furia horrenda
Mas este pensamiento salió vano. Desembaraza la impedida senda ,
Que el indio con destreza y gran soltura Asi el furioso bárbaro arrogante
Saltó Hiero atrás cobrando tierra, Discurre por el muro , derribando
Y blandiendo la gruesa pica dura Cuanto allí se le opone y ve delante,
Quiso con otro rematar la guerra ; Su misma gente y armas tropellando :
Mas el pronto español, que entrar procura Quisiera tener lengua y voz bastante
Dándole lado, de la pica afierra Para poder en suma ir relatando
Y aguijando por ella á su despecho El singular esfuerzo y valentía,
Cerró presto con él pecho con pecho. Que el bravo Tucapel mostró aquel dia.
Y habiendo con presteza arrebatado No las espesas picas ni pertrechos
Una secreta daga que traia, Bastan puestas en contra á resistirle,
Cinco veces ó seis por el costado Ni fuertes brazos , ni robustos pechos
Del bravo corazón tentó la via Pueden acometiéndole impedirle :

El bárbaro mortal ya desangrado Que montones de gente y armas hechos


Por todas la furiosa alma rendía. Rompe y derriba sin poder sufrirle ,
Cayendo el cuerpo inmenso en tierra frió Y aun no contento desto , osadamente
Ya de sangre y espíritu vacío. Se arroja dentro en medio de la gente;
El valiente español , que vio tendido Y' al peligro las fuerzas añadiendo

A su enemigo y la victoria cierta, La poderosa maza rodeaba,


Cobró la pica y crédito perdido Unos desbaratando, otros rompiendo
Retrayéndose ufano acia la puerta : Siempre mas tierra y opinión ganaba :

Donde por los amigos conocido, Al duros golpes resistiendo,


fin los
Fué sin contraste en un momento abierta, Por las armas y gente atravesaba,
Y dentro recibido alegremente Hiriendo siempre á diestro y á siniestro
Con grande aplauso y grita de la gente. Con grande riesgo suyo y daño nuestro.
En este tiempo ya por lodos lados También acia la banda del poniente
La plaza los contrarios espugnaban , Había Peteguelén arremetido,
Que á vencer ó morir determinados Y' á despecho y pesar de nuestra geni
Por los fuegos y tiros se lanzaban En lo mas alto del bastión subido:
Y encima de los muertos hacinados Que el valeroso corazón ardiente
Los vivos á tirar se levantaban , Le habia por las entrañas esparcido
De donde mas la cierta puntería Un belicoso ardor , como sí fuera
El encubierto blanco descubría. En la verde y robusta edad primera.
Unos con ramas, tierra y con maderos Mucho no le duró que á poca pieza
;

Ciegan el hondo foso presurosos Le arrebató una bala desmandada


Otros que mas presumen de lijeros De los dispuestos hombros la cabeza
Hacen pruebas v saltos peligrosos; Rematando su próspera jornada
Y los que les tocaba ser postreros Tras esta disparó luego otra pieza
De llegar á las manos deseosos Acia la misma parte encaminada
Tanto el ir adelante procuraban, Llevando a Guanipicol que le seguia,
Que dentro á los primeros arrojaban. Y á Surco, Longomilla y Lebopia.
Mas de los muchos muertos y heridos La gente que en las naos habia quedado,
De nuestros arcabuces de mampuesto , Viendo el rumor y priesa repentina ,

Y de otros arrojados y caídos Cual salta luego arriba desarmado,


El foso se cegó y allanó presto Cuál con rodela, cuál con coracina;
Por do los enemigos atrevidos Quién se arroja al batel, y quién á nado
Arremetieron, el temor pospuesto. Piensa arribar mas presto á la marina,
Llegando por las partes mas guardadas Llamando cada cual a quien debia
A medir con nosotros las espadas. Y ninguno aguardaba compañía.
Y prosiguiendo en el osado intento remo con gran pena
Así á nado y á
De nuevo empiezan un combate duro ;
El molesto y prolijo mar cortaron
Mas otros con mayor atrevimiento Y en la ribera y deseada arena
Trepaban por las picas sobre el muro : Casi todos á un tiempo pié lomaron ;
(,'ue al bárbaro furor y movimiento Donde con disciplina y orden buena
Ningún alto lugar había seguro, Un cerrado escuadrón luego formaron,
Ni parte por mas áspera que fuese,
, Marchando á socorrer á los amigos
Donde no se escalase y combatiese. Por medio <U~ las armas y enemigos.
,, , , , , ; ,, ,, ;, ,

LA ARAI CANA . I AMO \\


Del mar no baldan sacado los pies cuando BasCO Juan i laminen por otra parte,
l'or la parle de abajo con uiidu Carrillo y don \iit, le labren <

Leí sale un escuadran en ootrt , diodo i Arias Pardo Ribi r I


. rte,
Una furiosa carga I anuido : Córdoba ¡ Pedro de Olmos de Agallen .

Venia el primera el paso apresurando Subidos sobre el alto baluarte


ii suelto Fenislon, mozo atrevido llenan en los contrarios de manera,
n le loa oíros quiso adel lotarse Que aunque eran Infioitoa, ble gura
Con gana y presonci le señalarse. la aquella balnl t j IOS el DUIO, i

Nuestra gente con orden j osadía Nnos se un. nido


Siguiendo sn derrota j firme míenlo, Ju le forres Garnii i ¡ampo
. i ' I

\ enemiga opuesta ai remetía


i;i ,
lliiu Mallín ile l.u/.iuan y don Hernando

Que aun de esperar do uno sufrimiento ; Pacheco, Gutierres Zufiiga y Berrio, .

'i recibir i reniston salla


.i Ronquillo, Lúa. Osorio, Vaca, Ovando,
Con paso no menor * atrevimiento Haciendo cosas que el ingenio uno
Kl diestra Julián de Valenzuela , Aunque Ubre de estorbos estuviera ,
l.i espada en mano al peebo la rodela. ,
Contarlas por eslciiso no pul
Pué allí el primera que empezó el asalto Tanto el daño creció . que de aquel lado
Kl presto Penislon anticipado Los leí "- alinéanos aflojaron .

Dando un lijero j no pensado salto rostro a rastra en paso concertado,


i-

Con el cual descargó un bastón pesado; Quebrantado el furor se retiraron


Has Valenzuela, la rodela en alto, Los OtrOS, visio el daño no pensado .

a dos muios el golpe ha rapando I amblen


del loco Hílenlo so apallaroll ,

Dejándole al ido de mi ra Quedando Tucapel dentro del inerte


Como encima un monte
si le cayera. Hiriendo, derribando y dando muerte
ancha rodela a la cabeza
li.ijo la , No desmayó por esto antes , ardía
ranto ine el golpe ecl desmedido i
i
) En cólera rabiosa y viva saña
\ el trasportado joven une pieza Y' aquí y allí furioso discurría
I o. rodando de manos mordido; ii iciendo en todas pai íes risa estrena
M is luego aunque atronado Be endereza, ii pella a
Bustamanle y i Mella,
\,volviendo del lodo en su sent¡,|o Derriba Diego Pérez y i Saldi
i
Pudo al través burtánd le un sallo Mis va es razón, piles he cantado tanto
Unir 1.1 mi/ que c itab de alto. 1
i ¡Dar liu al gran destrozo y largo canlo.

i be poi tierra na gran pedazo


auro el i.

Con el gran peso j hiena que traía


Que visto Valenzuela el epibarazo
Del barbara j el tiempo que él tenía, CANTO XX.
Metiendo con presteza el pié y el brazo,
ii pecl o con l.i espada le cosía ,
Hctlranse lo» araucanos con ponióla de anchi penle ctcapa.i> Tueaptl ;

muy berldo rompleodo por lo» enemigo, ; caenla reguilda a don


y al sacar la caliente i roja espada
Alomo d« BrcHIl el i-slranu y luilimoso proecM de »u liMoria.
Le ileso de revés media quijada.
Kl araucano ya con desatino Nadie prometa sin mirar primero
Le echo los brazos sin saber por dónde; Lo que de su caudal y fuerza siente ,
Mis el joven tentando otro camino, , Que quien en pi ter es muy lijeio.
Arrancada la daga le responde, Proverbio es que despacio se arrepiente:
Que con la priesa > tuerza que convino La palabra es empeño verdadera
res veces en el cuerpo se la esconde ,
i Que habernos de quitar biliosamente ,
Haciéndole estender ya casi helados Y es derecho e.uniiii y ley espresa
Los pies \ tuertes brazos añudados. Guardar al enemigo la promesa.
Vi en aquella sazón guno halda Bien fuera desias leyes va la usanza
Que solo un punto .iiii estuviese ocioso Que en este tiempo misero se tiene:
Mi- cada cual solí lito coi ria Promesas que os ensanchan la esperanza,
a i
as necesario > peligroso : Y ninguna se cumple ni mantiene i

Era el estruendo tal, que parecía Asi la vana y necia confianza


El batir de las armas presuroso Que estribando en el aire nos sostiene,
Que de sus lijos quicios linio el cíelo Se viene al suelo y llega al desengaño
Desencajado se viniese al suelo. Cuando es mayor que la esperanza el daño.
Por olra parle arriba en la muralla , De mi sabré decir, cuan trabajada
Siempre con rabia y priesa hervorosa, Me tiene la memoria y con cuidado ,

Andaba muy reñida la balada, La palabra que di bien cscusada


v.
la vieíoi en confusión dudosa
1 1 :
De acabar este libro comenzado :

Vuela en el aire la cortada malla Que la desgustada ,


seca materia ,

Y de sanere cállenle v espumosa Tan desierta y estéril que he tomado


Tamos arroyos en el foso entraban , Me promete hasta el liu trabajo sumo
Que los cuerpos en ella ya nadaban. Y' es malo de sacar de un terrón zumo.
Asi de acá y alia gallardamente ¿Quién me metió entre abrojos y por cuestas
Por la plaza y honor si tendía , Tras las roncas trompetas y alambores ,

Quién sobre el muerto sube diligente, Pudiendo ir por jardines y florestas


Quien muerto sobre el vivo allí caia : i igiendo varias y olorosas flores ,

Don García de M loza entre mi gente M :. lando en las empresas y recuestas


Su cuartel con esfuerzo defendía, Cuentos, ficciones, fábulas y amores ,
Al gran furor y barbara violencia Donde correr sin limite pudiera ,

Haciendo suficiente resisteni la. Y dando gusto, yo le recibiera?


Don Felipe Hurlado a la otra mano , ¿Todo ha de ser batallas y asperezas
Don Francisco de Andia ¡ Espinosa, Discordia, fuego, sangre, enemistades,
v,
don Simón Perein lusitano , (i líos reinóles sañas y bravezas,
, .

Don Alonso Pai beca y Ortigosa, Desatino, furor, temeridades


Contrapuestos al ímpetu araucano Rabias iras , venganzas y fierezas,
,

Hacían prueba de esfuerzo milagrosa, Muertes destrozos rizas, crueldades.


. ,

Resistiendo á gran número la entrada Que al mismo Marte ya pondrán haslio


A pura fuerza y valerosa espada. Agolando un caudal mayor que el mió?
, :,: , .
, , ,; ,

7l ;
DON ALONSO DE EUCILLA Y ZlJPvlGA.

Mas á mi me os forzoso ser paciente, Quién queda alli estropiado, quién tullido.
Pues de mi voluntad quise obligarme ,
Quién se duele , quién gime , quién se queja.
Y asi os pido , señor humildemente , Quién cae acá quién cae allá aturdido ,
,

Que no os dé pesadumbre el escucharme :


Quién haciéndole plaza del se aleja ,
Que el atrevido bárbaro valiente Y eu el largo escuadrón de armas tejido
Aun no me da lugar de disculparme Un Rían portillo y ancha calle deja ,

Tal es la furia y priesa con que viene Con el furor 'que el fiero rayo apriesa
Que apresurar la mano me conviene. Rompe el aire apretado y nube espesa.

El cual , como encerrada bestia fiera, De tal manera Tucapel abriendo


Ora de aquella , y ora desta parte De parte á parte el escuadrón cristiano
Ahre sangrienta y áspera carrera ,
Arriba a los amigos, (pie siguiendo
Y por todas el daño igual reparte [ban la retirada á paso llano,
Con un orgullo lal que acometiera Con el concierto y orden procediendo
Allá en su quinto trono al liero Marte ,
Que vemos ir las grullas el verano
Si viera modo de
subir al cielo, Cuando de su tendida y negra banda
Según era gallardo de cerhelo. Ninguna se adelanta ni desmanda.
Pero viéndose sido y mal herido, Nosotros aunque pocos cuando vimos
, ,

Y el ejército bárbaro deshecho ,


Que á espaldas vueltas iban ya marchando,
Y todo el liero hierro convenido De nuestro fuerte en gran tropel salimos
Contra su fuerte y animoso pecho ,
En la campaña un escuadrón formando ,

Se retrujo á una parte en la cual vido ,


Y á paso moderado los seguimos
Que el cerro era peinado y muy derecho ,
De la victoria enteramente usando ;

Sin muro le aquel lado, donde un sallo Pero dimos la vuelta apresurada
Halda de mas de veinte brazas de alto. Temiendo alguna bárbara emboscada.
Como si sazón alas tuviera
en tal Duró pues el reñido asalto tanto.

Mas seguras que Dédalo las tuvo, Que en lo mas alto levantado
el sol
Se arroja desde arriba de manera Distaba del poniente en punto cuanto
Que parece (pie en ellas se sostuvo: Estaba del oriente desviado:
Hizo prueba de si fuerte y lijera , Nosotros ya seguros , entre tanto
Que el salto aunque mortal en poco tuvo ,
Que remataba el curso acostumbrado
Cayendo abajo el bárbaro gallardo Dando lugar á las nocturnas horas
Como una onza lijera ó suelto pardo. Del personal trabajo aliviadoras ;
Mas bien no se lanzó, que en seguimiento El ciego foso al rededor limpiamos
Inlinidad de tiros le arrojaron , Sin descansar un pimío diligentes ,
Que aunque no le alcanzara el pensamiento Y en muchas parles del desbaratamos
Antes que fuese abajo le alcanzaron : Anchas traviesas y formadas puentes :

Fué tanto el descargar, que en un momento Los lugares mas flacos reparamos
En mas de diez lugares le llagaron ;
Con industria y defensas suficientes.
Pero no de manera que cayese ,
Fortificando el sitio de manera
Ni solo un paso y pié descompusiese. Que resistir un gran furor pudiera.
Viéndose abajo y tan herido, luego La negra noche, á mas andar cubriendo
Del propósito y salto arrepentido, La tierra que la luz desamparaba
, ,

Abrasado en rabioso y vivo fuego , Se fué toda la gente recogiendo,


Terrible y mas que nunca embravecido Según y en el lugar que le tocaba ,
Quisiera revolver de nuevo al juego, La guardia y centinelas repartiendo ,
Y vengarse del daño recibido; Que el tiempo estrecho á nadie reservaba ¡

Mas era imaginarlo desatino. Me cupo el cuarto de la prima en suerle


Que el cerro era tajado y sin camino. En un bajo recuesto junto al fuerte,
Cinco ó seis veces la difícil vía Donde con el trabajo de aquel dia ,

Y de fortuna el crédito tentaba , Y no me haber en quince desarmado


Que fácil lo imposible le hacia El importuno sueño me afligía
El coraje y furor que le incitaba Hallándome molido y quebrantado.
Por un lado y por otro discurría Mas con nuevo ejercicio resistía
Todo de acá y de allá lo rodeaba , Paseándome deste y de aquel lado
Como hambriento lobo encarnizado
el Sin parar un momento tal estaba :

Rodea de los corderos el cercado. Que de mis propios pies no me fiaba.


Mas viendoal lin que era designio vano No el manjar de sustancia vaporoso,
Y de sobre él la lluvia espesa ,
tiros Ni vino muchas veces trasegado,
Retirándose á un lado vio en el llano Ni el hábito y costumbre de reposo
La trabada batalla y fiera priesa; Me habían ei grave sueño acarreado:
Y como el levantado halcón lozano Que bizcocho negrísimo y mohoso
Que yendo alta la garza se atraviesa , Por medida de escasa mano dado,
El cobarde milano, y desde el cielo Y la agua llovediza desabrida
Cala á la presa con furioso vuelo Era el mantenimiento de mi vida.
Así el gallardo Tucapel, dejado Y á veces la ración se convertía
El temerario intento infructuoso, En dos tasados puños de cebada ,
Revuelve a la otra banda encaminado Que cocida con yerbas nos servia.
Al reñido combate sanguinoso : Por la falla de sal , la agua salada
En esto el liando infiel desconfiado La regalada cama en que dormia
De mucha gente y sangre perdidoso Era la húmida tierra empantanada ,
Se retiró, siguiendo las banderas Armado siempre y siempre en ordenanza,
Que iban marchando ya por las laderas La pluma ora en la mano, ora la lanza.
No por eso torció de su demanda Andando pues así con el molesto
Un solo paso el bárbaro valiente, Sueño que me aquejaba porfiando,
Antes recio embistió por una banda ,
Y en gran silencio el encargado puesto
Tropellando de golpe mucha gente; De un canto al otro canto paseando,
Y dándoles terrible escurribanda Vi que estaba el un lado del recuesto
Pasó de un cabo á otro francamente Lleno de cuerpos muertos blanqueando :

Hiriendo y derribando de manera Que nuestros arcabuces aquel día


Que dejo bien abierta la carrera. Habían hecho gran riza y batería.
, , ! , ,! , , , ,

LA ARAUCANA, r.AMO XX. 77

N ncbo después desto, yo que estaba ¡Aj de mi, q


Ella dijo imposible
: «

C j con atento oído


jo alerto .
Tener jamas descanso basta la muerte .

s-iiii de ralo en ralo que son iba Que es -ni remedio mi pan terrible ,

A'i.i los cuerpo» muertos un ruido i Y mas que todo sufrimiento fuerte
Que siempre al acabar se ensataba i M o aunque m i insufrible,
Con un triste suspiro sostenido . Diré el discurso de mi amarga suerte ,

Y tornaba a sentirse p¡ :lendo . Quité que mi dolor según es grave ,

Que Iba de cuerpo en cuerpo discurriendo. i'., ser qué esforzándole me acabe.
i
i

La noche era tan lóbrega escota i egualda bija desdichada


0) i ,

Que divisar lo cierto no ¡


Del Brancol, desventurado
i i iqui
Y asi por ver el Dn desla aventara, He muchos poi lai sa en vano amada
Auin|iii' mas por cumplii lo que debía, Libre un tiempo de amor y de cuidado;
Me vine agazapado en la verdura Pero muy presto la fortuna airada
Ai parle que el rumor se oía.
i. i l.i De ver mi libertad y alegre estado
Donde vi entre los muertos li oculto Torbó de lal manen mi alegí la
Andando a cuatro pies un negro bollo. Qoe al lili muero del mal que no (cuna.
^ o de aquella yisi al satisfecho. •Do machos ful pedida en casi mío ,

Con un temor que agora aun no le niego , Y' iodo- Igualmente despreciaba
a

l.;i espada en mano j rodóla al pecho i < . De cual un buen padre descontento,
I"

Llamando a Dios sol i aguijé luego ; Que yo aceptase alguno me rogaba ;


Mas puso en pié derecho
el imiiip se , Peí o con franco j libre pensamiento
n con medrosa roa j bomilde ruego De -ii importuno mogo me escusaba,
Dijo j Señor
seí u me
¡ le pido . .
i Que era pensar mudar lesvaí lo ,

Que soj mujer j aunes te he ofendido. ,


\ in.iiiiii.il -in fruto en bierro frió.

> si un dolor v destentara estaña No por mi- libres j esperas respuestas


A lastima piedad no le inclinaren , Los limos pretensores aflojaron :
j
\ tu ingrienia espada j Sera -aña Antes ii lleva- pinchas y lecllcslas
De loe términos lícitos pasaren, i, n -ii vana demanda mas instaron ,

con dan/as con juegos y otras liestas


i Qué gloria adquirirás de lal hazaña,
i.
,

i u indo loa - 1< •-• cielos publicaren


1 1 1 Mudar mi firme loteólo procuraron.
Que se empleé en una mujer tu esp idoi No les bastando maña ni artificio
\ iii 1
1 , misera , triste j desdichada '
A sacar un propósito de quicio.
» Ruégote por ventura p<i<-~ , señor, si • Muy presto pues llegó el postrero dia

ii desventura como fué la mía , Desla no libertad y señorío :

Con nnim verdadero j con fe pura lili si lo lucra de la vida mía


¡

Amaste tiernamente en algún dia . pero no pudo ser que era loen mió. ,

Me dejes dar a nn muerto sepultara, Kn un lugar que ¡unto al pueblo lialu'a


Que yace entro esla muerta compañía : Donde el claro Gualebo , manso rio,
Miu que aquel que niega lo que esjuslo Después que -ii- viciosos campos riega ,

Lo malo aprueba ya, y se hace injusto. El nombre y agua al ancho ítala entrega :

No quieras impedir obra lan pía


• • de mi engaño,
Alli, para castigo
Que .mu in bái bara guerra se concede Que fuese á ver sus liestas me rogaron
Que es especie j señal de titania Y o o había de ser para mi daño
! sar de lodo aquello que Be puedo; Fácilmente conmigo lo acabaron :
Deja buscar su cuerpo B esla alma inia; Luego por orden y arlilicio eslraño
Después furioso con rigor procede: La larga senda y pasos enramaron ,
Que >a el dolor me ha puesto en tal estremo Pareciendoles maloel buen camino,
Que mas la villa que la muerte temo. Y que el sol de tocarme no era dino.
• Que no sé mal une ya dañarme pueda; » Llegue por varios arcos donde estaba
No hay bien mayor que no le haber tenido; I bnn compuesto y levantado asiento,
ii

A. ibese y Fenezca lo que queda ,


Hecho por tal manera que ayudaba
Pues <|ue mi dulce amigo ha fenecido : La maestra natura al ornamento :

Que aunque el cielo nucí un me conceda El agua clara en lomo murmuraba ,


Bol mi cuerpo con el suyo unido ,
ii Los árboles movidos porel viento
No estorbaré por mas que me persiga, Hacían un movimiento y un ruido
(Jue ir.i afligido espíritu le siga.» Que alegraban la visla y el oido.
En esto con instancia me rogaba Apenas pues en él me había sentado

Que mi dolor de un golpe rematase ; Cuando un alto y solemne bando echaron ,

Ha: yo que en dn la j confias estaba Y del ancho palenque y estacado


Aun teniendo temor que engañase. iu>' La embarazosa gente despejaron :

Del verdadero indicio no Baba Cada cual a -u puesto retirado.


Hasta que mi poco mas me asegurase , La acostumbrada lucha ciiiiiciizarnu
Sospechando c|tie fuese alguna espía Con un silencio lal que los presentes
Que a sabei Como estallamos venia. Juzgaron ser pinturas mas qoe gentes.
Bien que estuve dudoso; pero luego • Aunque hábil muchos jóvenes lucidos.

Aunque la noche el rostro le encubría, Todos al parecer enmpe (¡dures ,

En SU poco temor y gran sosiego De diferentes suenes y vestidos,


Vi que verdad en todo me decia ; Y de mi lin engañoso pretensores,
\ que el pérfido amor, ingrato y ciego, No estaba en cuales eran los vencidos
En busca del marido la trais . Ni cuales lialnan sidovencedores.
El cual en la primera arremetida Buscando acá y alia entretenimiento
Queriendo señalarse dio la vida. Con uu ocioso y libre pensamiento.
llovido pues a compasión de vella • Yo que en
cosa de aquellas no paraha ,

Firme en su casto y amoroso intento, El Mu de sus contiendas deseando ,


De salido me voM con ella
allí Ora los allos arboles miraba
A mi lugar y señalado asiento : De natura las obras contemplando.
Donde yo le rngué que su querella Ora la agua que el prado atravesaba
Con animo seguro y sufrimiento Las varias pedrezuelas numerando,
Desde el principio al cabo me contase ,
Libre á mi parecer y muy segura
Y desfogando la ansia descansase. De cuidado de amor y desventura.
, ; , ; ,

DON ALONSO DE ERCILLA Y zuSir.A.


•Cuando un gran alboroto y vocería «Juntáronse en un punto, y porfiando
(Cosa muy cierta en semejante joego) Por el campo anduvieron un gran trecho.
Si'levanto entre aquella compañía. Ora volviendo en torno y volteando.
Que me sacó de seso y de sosiego ;
Ora yendo al través, ora al derecho ,

Yo queriendo entender lo que seria, Ora alzándose en alto, ora bajando,


Al mas cerca de mi pregunté luego Ora en sí recogidos pecho á pecho :

I, a causa de la grita ocasionada , Tan estrechos gimiendo se tenían


Que me fuera mejor no salter nada. Que recibir alíenlo aun no podían.
» « Señora, ¿no has mirado
El cual dijo : «Volvían á forcejar con un ruido.
Cómo el robusto joven Mareguano Que era de ver y oírlos cosa eslraña ;
Con lodos cuantos mozos lia luchado Pero el mozo estranjero ya corrido
Los ha pueslo de espaldas en el llano? De su poca pujanza y mala maña ,
Y cuando va esperaba condado Alzó de tierra al olro, y de un gemido
Que la bella guirnalda de tu mano De espaldas le trabuca en la campaña
Le ciñera la ufana v leda Trente Con tal golpe, que al triste Maureguano
Eu premio y por señal de mas valiente, No le quedó sentido y hueso sano.
«Aquel gallardo mozo bien dispuesto «Luego, de mucha gente acompañado,
Del vestido de verde y encarnado, A mi asiento los jueces le trajeron ;
Con gran facilidad le ha en tierra puesto, El cual ame mis pies arrodillado
Llevándole el honor que habla ganado ; Que yo le diese el precio me dijeron :
Y el fácil y liviano pueblo desto No sé si fué su estrella , ó fué mí hado ,

Como de novedad maravillado Ni las causas que en esto concurrieron ,

Ha levantado aquel confuso estruendo Que comencé átemblar , y un fuego ardiendo


La fuerza del mancebo encareciendo. Fué por lodos mis huesos discurriendo.
>Y también. Mareguano, que procura «Hálleme tan confusa y alterada
De volver á luchar, el cual alega De aquella nueva causa y accidente.
Que fué siniestro acaso y desventura, Que estuve un rato atónita y turbada
Que en fuerza y maña el otro no le llega En medio del peligro y tanta gente;
Pero la condición y la postura Pero volviendo en mi mas reportada ,
Del espreso cartel se lo deniega ,
Al vencedor en todo dignamente
Aunque el joven con ánimo valiente Que estaba allí inclinado ya en mi falda
Da voces, que es contento y lo consiente. Le puse en la cabeza la guirnalda.
«Pero los jueces por razón no admiten «Pero bajé los ojos al momento
Del uno ni del otro el pedimento, De la honesla vergüenza reprimidos,
Ni en modo alguno quieren ni permiten Y el mozo con un largo ofrecimiento
[novación en esto y movimiento ; Inclinó a sus razones mis oidos :
Mas que de su propósito se quiten Al fin se fué llevándome el contento
Si entrambos de común consentimiento Y dejando turbados mis sentidos ;
Pareciendo primero en tu presencia Pues que llegué de amor y pena junto
No alcanzaren de ti franca licencia. i> De solo el primer paso al postrer punte.
»En esto á mi lugar enderezando Sentí un.) novedad que me apremiaba
De aquella gente un gran tropel venia , La libre fuerza y el rebelde lirio,
Que como junto á mi llegó, cesando A la cual sometida se entregaba
El discorde alboroto y vocería, La razón, libertad y el albedrío :

El mozo vencedor la voz alzando Yo que cuando acordé ya me hallaba


Con una humilde y baja cortesía Ardiendo en vivo fuego el pecho frío.
Dijo « Señora , una merced le pido
: Alcé los ojos tímidos cebados
Sin haberla mis obras merecido. Que la vergüenza allí tenia abajados.
Que si soy eslranjero y no merezco
i) «Rolo con fuerza súbita y furiosa
llagas por mi lo que es tan de tu oficio , De la vergüenza y continencia el freno.
Como tu siervo natural te ofrezco Le seguí con la vista deseosa
De vivir y morir en tu servicio : Cebando mas la llaga y el veneno ;

Que aunque el agravio aquí yo le padezco, Que solo allí mirarle y no otra cosa
Por<J-l' desta mi oferta algún indicio, Para mi mal hallaba que era bueno
Quiero sí dello fueres tú servida Así que adonde quiera que pasaba
Luchar con Mareguano otra caída. Tras si los ojos y alma me llevaba.
»Y otra, y otra, y aun mas, si él quiere, quiero, «Víle que á la sazón se apercibía
Hasta dejarle en lodo satisfecho , Para correr el palio acostumbrado,
Y consiento que al punió y ser primero Que una milla de trecho y mas tenía
Se reduzca la prueba y el derecho ; El término del curso señalado ;

Que siendo en tu presencia, cierto espero Y al suelto vencedor se prometía


Salir con mayor gloría desle hecho : Un anillo de esmaltes rodeado
Danos licencia , rompe el eslaluto Y una gruesa esmeralda bien labrada ,

Con lu poder sin limite , absoluto. » Dado por esta mano desdichada.
«Esto dicho con baja reverencia « Mas de cuarenta mozos en el puesto
La respuesta mirándome esperaba; A pretender precio parecieron ,
el
Mas yo, que sin recato y advertencia Donde en la raya el pie cada cual puesto
Escuchándole atenta le miraba, Prontos y apercibidos atendieron ;
No solo concederle la licencia , Que no sintieron la señal tan preslo
Pero ya que venciese deseaba, ('.uando todos en hila igual partieron
Y' así le respondí « Si yo algo puedo : Con tal velocidad , que casi apenas
Libre y graciosamente ¡o concedo. » Señalaban la planta en las arenas.
«Luego con un gallardo continente «Pero Crepino , el joven estranjero ,
Ambos juntos de mi se despidieron , Que así de nombre proprío se llamaba
Y con grande alborozo de la gente Venia con tanta furia el delantero,
En la cerrada plaza los metieron : Que al presuroso viento airas dejaba :
Adonde los padrinos igualmente El rojo palio al fin locó el primero
El sol ya bajo y campo les partieron ,
Que la larga carrera remataba ,

Y dejándolos solos en el puesto Dejando con su término agraciado


El uno para el otro movió presto. El circunstante pueblo aficionado.
,; , . ,

LA ARAUCANA CANTO XXL


• triunfo rodemdo
Y con solemne Aqui acabó su historia , y comenzaba
La llena y ancha plaza le llevaron ¡ I Maulo lal que el
11 te enternecía 1 .

Pero déspota i un lugar tornando, Con una mala y dolor que me obligaba
Que le diese el anillo me rogaron : \ tenerle en el dualo c pon 1

Yo un medroso lembloi disimulando, Que ya el asegurarle no bastaba


Que atentamente lodos me miraron , De cu mi" promeleí yo la podía 1

Del empai bo * lenjor pasado el punto Solo podía 1.1 muerte > sacrificio
Le di un Ubetl id | anillo junto. Por íiitlmo re lio j beneficia

Él me dijo BeB h le suplico i , En gran congoj j confusión me vten 1


,

Le recibas de mi que aunque parece ,


Si don Sin Peí eln, que i otro lado
Pobre * pequeño don le certifico 1 1 . II también
o guardl
1.1 vlnlen 1.1 >

Que es grande la .¡ii con que te "frece i


: a decirme que el tiempo en acabada :

Que con este Eavor quedaré rico .


Y espantado también de lo que oyera .

y asi el animo rúen n mgrandeco,¡


Que un poco deade aparta habla escachado,
Que ii" habrá empresa ¡n ande al lanvbi M ayudé < consolai la hacienda cid tas .

Que ya pueda ser uiflcoltoasua


i » i «- c.ini nnevo ofrecimiento mis ofertan,

«Yo por usar de toda orinal i


i \ 1 el presuroso cielo volteando
Que es lo que k las mujeres pernclona , K 11 el mar las estrellas trastornabas,
Le dije que el anillo recibía
,
V el crucero las horas señalando
Y mas voluntad de la penóos
'..i ¡
Entre el sur y sinluesti- declinaba
Ku esto lods aquella compañía, Kn mitad del silencio y 1101 lio, cuando
Hecha en lomo de mi espesa corona Visto cuanto la oferta la obligaba ,

Del ya agradable asiento me bajaron, Reprii ndo Tegualda su lamento


1 isa de un padre ate llevaron, La llevamos I nueatro alojamientOi
•No con pequeña Faena i resistencia. Donde en boni sta guarda y compañía
Por dar satisfacción de mi a la genio, De mujeres casadas quedó, en tanto
Bncubri iros semanas mi dolencia, Que el esperado ya vecino dia
Siempre creciendo el daño 3 mego ardiente; Quitase de la noció- el negro manto.
Y mostrando reñir i la obediencia Entre tanto también razón seris ,

De mi padre j señor mañosamente . Pues que todos descansan j yo canto,


Le di a entender por señas j rodeo llcj.ol" basta manilla cu oslo estado,
Querer cumplir su ruego \ mi deseo, Que de nposo estoy necesitado.
•Diciendo : que pues 61 me pereuadia
Que lomase parientes s
marido
ai parecer según que convenía, CANTO XXI.
\ a por le obedei ei le b ibia elegido,

El cual en Crepino . que lenia llalli TegaaMl el cuerpo Sol marido, j haciendo un llanl» •otrfl 41 te
Valor sucí le j linaje c
, icido, lleva i ni fierra : lltglD á F '•< iai"it.lri y caballos que venían
l.i Imjunu! |.or tierra btCO Caujmlicjn mu. lira (•>
Junto culi ser discreto, honesto, afable, Sai
, l. ,

neral de su gente.
De condición j término loable.

•Mi padre, que con sesgo j ledo gesto ¿Quién de amor hizo prueba tan bastante?
Hasta el Bn escuché el parecer mió, ¡Quién \io tai maestra y obra tan piadosa
Besándome en la fíenle dijo «En esto : Como la que tenemos hoy delante
\ en lodo me remito á tu albedrio ; Desta infelice barbara hermosa?
Pues de lu discreción y intento honesto La fama engrandeciéndola levante
Que elegirás lo que conviene Bo : Mi baja VOZ en alta y sonorosa ;

Y bien muestra Crepino en su crianza Dando noticia della eternamente


Ser de buenos res| elos y esperanza.* Coria de lengua en lengua y gente en gente.
•Ya que con voluntad y mandamiento Cese el uso dañoso y ejercicio
A ñu honor j deseo satisfizo, De las mordaces lenguas ponzoñosas
Y la vana contienda j Fundamento Que llenen de costumbre y por oficio
De los presentes jóvenes deshizo, Ofender las mujeres virtuosas :

El infelice > triste casamiento Cues mirándolo non snln este indicio, | .

rma
j acto
público se bii 1 , Sin haber en contrario tantas cosas.
11. o hace fasto un mes. ¡Oh suerte dura! Confunde su malicia y las condena ,

¡Qué urea esta del bien la desventan! A duro freno y vergonzosa pena.
• Ayer me m c intenta de mi suerte Cuántas y cuántas vemos que han subluo
¡

sin lemói de contraste ni recelo, A cumbre de la fama


la difícil
H03 la s ingrieoia j rigorosa muerte Judit, Camila, la fenisa Dido,
Todo lo lia derribado por el suelo. A quien Virgilio injustamente infama ;
jQué consuelo lia de haber a mal tan fuerte? Penélope Lucrecia que al marido
, ,

jym- recompensa puede darme el cielo Lavé con sangre la violada cama ;

Adonde ya ningún remedlu vale , Hipo, Tucia, Virginia, Fulvia. delta,


Ni hay bien que con tan grande mal se iguale? Porcia, Sulpicia , Alcesles y Cornelia!
• Este es pues el proceso, esta es la historia l;ien puede ser élitro estas colocada
Y el lin tan cierto de la dolí e \iila : La hermosa Tegualda, pues parece
Hé aqui mi libertad y breve gloria En la rara hazaña señalada
Ku eterna amargura convenida tai. mili por el piad. iso amor merece :

Y pues que por ni causa la me ria Asi sobre sus obras levantada
Mi llaga ha renovado encrudecida, Entre las mas famosas resplandece ,
En recompensa del 'loior te pido Y el nombre será siempre celebrado
Me dejes enterrar a mi marido. A la inmortalidad ya consagrado.
• Que no es bien que las aves carniceras Quedó núes como dije recogida
Despedacen el cuerpo miserable ,
En parte honesta y compañía segura ,

Ni los perros y brutas bestias Qeras Del poco beneficio agradecida ,

Satisfagan su estómago insaciable ; o lo que esperaba en su ventura ;


Mas cuando empedernido ya no quieras Pera la aurora J nueva luz venida.
Hacer cosa tan justa y razonable. Aunque el sabroso suefio con dulzura
Haznos con esa espada y mano dura Me babia los lasos miembros ya trabado
Iguales en la muerte y sepultura.» Me despertó el aquejador cuidado.
,, ,, , , ,

so DON ALONSO l)K ERC1LLA Y 7.UNIGA.


Viniendo toda priesa adonde estaba
á mismo aviso trajo al mediodía
El
Firme en el triste llanto j sentimiento, 1'namigo cacique de la sierra ,

Que solo un breve punta do aflojaba Afirmando por cierto que venia
La dolorosa pena y el lamento : Todo el poder y fuerza de la tierra
Yo.cnn gran compasión la consolaba, Con soberbio aparato, donde había
Haciéndole seguro ofrecii nto Instrumentos y maquinas de guerra.
De entregarle el marido y darle Rente Puentes, traviesas, arboles, tablones,
Con que salir pudiese libremente. Y'otras artificiosas prevenciones.
Ella del bien incrédula llorando, No desmayó por esto nuestra gente,
LOS brazos estornudos, me pedia Antes venir al punto deseaba ,

Firme seguridad y asi llamando ; Que el menos animoso osadamente


LOS indios de servicio que tenia , El lugar de mas riesgo procuraba;
Salí con ella acá v alia buscando: Y con presteza y orden conveniente
Al bn entre los muertos que allí había Todo lo necesario se aprestaba ,
Hallamos el sangriento cuerpo helado Esperando con muestra apercibida
De una redonda bala atravesado. Al dia amenazador de tanta vida.
La misera Tegualda que delante . Fuimos también por indios avisados
Vio marchita faz. desfigurada
la De nuestros espiones que sin duda ,

Con horrendo furor en un instante Nos darían el asalto por tres lados,
Sobre ella se arrojó desatinada; Al postrer cuarto de la noche muda :
Y junta con la suya en abundante Así que cuando mas desconfiados
,

Flujo de vivas ligrimas bañadas, No de divina mas de humana ayuda


, ,
La boca le besaba y la herida Por la cumbre de un monte de repente
Por ver si le podía infundir la vida. Apareció en buen orden nuestra gente
«¡Ay cuitada de decía, ¿qué hago
mi*! Quién pudiera pintar el gran contente.
;

Entre tanto dolor y desventura? El alborozo de una y otra parte ,


¿Cómo al injusto amor no satisfago El ordenado alarde , el movimiento ,
lin esta aparejada coyuntura? El ronco estruendo del furioso Marte,
¿Por qué ya pusilánime de un trapo Tanta bandera descogida al viento,
No acabo de pasar tanta amargura? Tanto pendón divisa y estandarte,
,

¿ Qué es esto? ¿ La injusticia adonde llega, Trompas, clarines, voces apellidos, ,

Que aun el morir forzoso se me niega?» Relinchos de caballos y bufidos '.

Asi furiosa por morir echaba Ya que los unos y otros con razones
La rigurosa mano al blanco cuello, De amor y cumplimiento nos hablamos ,
Y no pudiendo mas, no perdonaba Y para los caballos y peones
Al afligido rostro ni al cabello, Lugar cómodo y sitio señalamos ;
Y aunque yo de estorbarlo procuraba, Tiendas labradas , toldos , pabellones
Apenas era parte á defendello : En la estrecha campaña levantamos
Tan grande era la basca y ansia fuerte En tanta multitud, que parecía
De la rabiosa gana de la muerte. Que una ciudad allí nacido había.
Después que algo las ansias aplacaron Fué causa la venida desta gente
Por la gran persuasión y ruego mió, Que el ejército bárbaro vecino
Y sus promesas ya me aseguraron Con nuevo acuerdo y parecer prudente
Del gentílico intento y desvarío Mudase de propósito y camino :

Los prestos yanaconas levantaron Que Colocólo astuta y sabiamente


Sobre un tablón el yerto cuerpo frío Al consejo de muchos contravino ,
Llevándole en los hombros suficientes Discurriendo por términos y modos
Adonde le aguardaban sus sirvientes. Que redujo á su voto los de todos.
Mas porque estando así rota la guerra Aunque como ya digo antes tuvieron
, ,

ISopadeciese agravio y demasía , Gran contienda sobre ello y diferencia;


Hasta pasar una vecina sierra Pero al fin por entonces difirieron
Le tuve con mi gente compañía ; La ejecución de la áspera sentencia ,
Pero llegando á la segura tierra Y el poderoso campo retrujeron
Encaminada en la derecha via, Hasta tener mas cierta inteligencia
Se despidió de mi reconocida Del español ejército arribado,
Del beneficio y obra recibida. Que ya le había la fama acrecentado.
Vuelto al asiento , digo , que estuvimos Pero los nuestros de mostrar ganosos
Toda aquella semana trabajando. Aquel valor que en la nación se encierra ,
En cual lo deshecho rehicimos,
la Enemigos del ocio y deseosos
El foso y roto muro reparando : De entrar talando la enemiga tierra,
De industria y fuerza al fin nos prevenimos Procuran con afectos hervorosos
Con buen ánimo y orden aguardando Apresurar la deseada guerra
Al enemigo campo cada día ,
Haciendo diligencia y gran instancia
Que era pública fama que venía. En prevenir las cosas de importancia.
También tuvimos nueva que partidos Reformado el bagaje brevemente
Eran de Mapochó nuestros guerreros, De la jornada larga y desabrida ,

De armas s municiones bastecidos La bulliciosa y esforzada gente


Con mil caballos y dos mil flecheros ;
Canosa de honra y de valor movida ,
Mas del lluvioso invierno crecidos los Murmurando el reposo impertinente,
Raudales, y las ciénagas y esteros Pide que se aciden- la partida
Llevándoles ganado, ropa y gente, Y' el dia de todos tanto deseado,

Los hacían detener forzosamente. Que fué de aquel en cinco señalado.


Estando como digo una mañana
, , Venido el aplazado alegre día,
Llego un ¡ni lid a gran priesa á nuestro fuerte, Al comenzar de la primer jornada
Diciendo Oh temeraria gente insana!
: ; Lli-g.i de la Imperial gran compañía
Huid huid la ya vecina muerte ,
,
De caballeros y de gente armada ;

Que la potencia indómita araucana Que en aquella ocasión partido habia


Viene sobre vosotros de tal suerte Por tierra aunque rebelde y alterada,
,

Que no bastarán muros ni reparos Con gran chusma y bagaje bastecida


Ni sé lugar donde podáis salvaros. De municiones, armas y comida.
, , , , , ,

LA ARAUCANA ,
CANTO X\l 81
Ya pues en aquel sitio recogidos Pudo tanto el mi"! . •
j
1 j
.
- el moro 1

Tantos toldados armas munii looei, , , Al pencado alcanzó que te tlargaba ,

Todoi los instrumentos prevenidos, Y abrazado c por mafia a nado 1

Hechas las cesarlas provia u ,\ la recios orilla le acercaba .

Fueron por Igual orden repartido! D le el marino monstruo sobreaguado


Los logares cuarteles j escuadrones.
, i
Que también el tmoi le ci u
Pin que en el rebato j roí i Dio recio en seco il tiempo que el reflojo
Cada cual acudiese tu bandera. <
De las unidoras olas se retrajo.
Caopolican también por otra parte, Solté la prosa libre . ¡ sacudiendo
Con im menoi cuidado j providencial La dura cola el Mido deshacía,
La gente de ni ején II parle Y aquí y allí el gcan cuerpo retorciendo
Por loa hombrea de tuerte y suficiencia : Contrs el moso snlmoso te volvía;
Que en el duro ejercii lo > bélli arte .1 El cual, tazón y punió no perdiendo,
Era de mayor prueba j esperíencia ; A las ,
,i, anas armas acudía .

Y lodo puesto a punto <|iii^. un día > ( aimcii/aiido los dos una batalla
Ver la gente j bu armas que tenia. Que el mar calmó, y el tol paró i mlnlla.
Era el primero que paso Ij muestra M <• c loMiT/a el bárbaro valiente ,

El cacique l'illolcu el cii.il armado . De fuerza j tijereza acompañada,


Iba de luei les ti mas en la dii . Al i -uno devoras hería en la frente
>ii bastón de acero barreado! Con una pona de tal licuada
Delante de ra escuadra gran n ""-ira Al cal", el lidio valerosamente
De :
jar el certero dardo usado . Dio felice remate a la jornada ,
Procediendo en buen orden y manen Dejando al gran pescado allí tendido.
De trece en trece iguales por Míen. Que mas de treinta pie- lema medido.
Luego pasó detrás de postreros
loa Y en memoria del hecho hazañoso
El fuerte Leueoloo , i quien siguiendo Digno de le poner en escritura
H'a una espesa banda da flecheros Del pellejo ¿el peí duro j peloso
lino numero de Uros esparciendo : Hizo una fuerte J fál II armadura.
Venia Renga iras él on tus mai eros 1 Muerto Guaco) Gualemo valeroso ,

Kn paso Igual j grate, ¡ediendo 1 Las armas heredó, y i Quilai ni i


.

Arrogante fantástico lozano


, .
Que es un valle estendido y muy poblado
Con un entero ttbaoo en la mano. De gente rica de oro y de ganado.
Tras él con fiero término seguía Pasó tras este luego Talcaguano,
El áspero y robusto l'nlconiara, Que ciñe el mar su tierra y la rodea ,
yuc rostido en lugar de arnés traia I n mástil grueso en la derecha mano,
La piel de un Aero tigre que matan Que como un tierno junco le blandea ,
Cuya espantosa boca le cenia Cubierto de altas plumas muy lozano.
Por la frente y quijadas la ancha cara. Siguiéndole su gente de pelea ,
Con dos espesas órdenes de dientes Por los pechos al sesgo atravesadas
Blancos agudos , lisos y lucientes.
, Bandas azules blancas y encarnadas.
,

Al cual en gran tropel acompañaban Venia tras el Tome, que sus pisadas
Su gente agreste y ásperos soldados , Seguían los puelches, gentes banderizas,
Que en apiñada muela le cercaban Cuyas armas son puntas enastadas
De pieles de animales rodeados. De una gran bnza largas y rollizas ;

Luego los lalcamavidas pasaban, Y los tridos también que usan espadas,
Que son mas aparentes que esforzados, De le mudable y casas movedizas,
Debajo del gobierno y dá amparo . Hombres de poco cíelo alharaquientos ,

Del jactancioso mozo Caniotaro. De fuerza grande y chicos pensamientos.


Iba siguiendo la postrer hilera No faltó Aldabean con su lucida
MiHalermo, mancebo floreciente, i ejercitada gente en ordenanza,
Con sus pintadas armas el cual era , Una cola finísima vestida
Del famoso Picoldo descendiente Vibrando la fornida y gruesa lanza;
Rigiendo los que habitan las riberas Y Orompcllo de edad aun no cumplida
,
,

D'-i gran Nibequetén que su corriente , Pero de grande muestra y esperanza ,


No deja .1 la pasada fílenle y rio Otra escuadra de platicos regia
Que todos no los traiga al Bloblo. Llevando al diestro Ongolmo en compañía.
Pasó luego la muestra Mareande Elicura pasó luego tras estos
Con una cimitarra y ancho escudo, Armado ricamente , el cu3l traia
Mozo de presunción y orgullo grande, Una banda de jóvenes dispuestos
Alio de cuerpo, en proporción membrudo ; De grande presunción y gallardía ;

Iba con él su primo Lepomande Seguían los llaucos de almagrados gestos


Desnudo al hombro un gran cuchillo agudo, Robusta y esforzada compañía
Ambos de una divisa rodeados Llevando en medio dellos por caudillo
De gente armada y platico.» soldados. Al sucesor del ínclito Ainavillo.
Seguía el orden tras estos Lemolemo. Seguía después Cayocupil, mostrando
Arrastrando una pica poderosa, La dispuesta persona y buen deseo,
Delante de su escuadra por estremo Su veterana gente gobernando
Lucida entre las otras y vistosa ; Con paso grave y con vistoso arreo ;
Un poco atrás del cual iba Gualemo Tras venia Puré» también guiando
él
Cubierto de una piel dura y pelosa Con no menor donaire y contoneo
De un caballo marino, que su padre Una bizarra escuadra de soldados
Había muerto en defensa de su madre. En la dura milicia ejercitados.
Cuentan (no sé si es fábula) que estando Liucoya iba Iras él casi gigante ,

Bañándose en la mar algo apartada, La cresta sobre todos levantada ,

Un caballo marino allí arribando Armado un fuerte pelo rutilante ,

Fué del súbitamente arrebatarla ; De penachos cubierta la celada,


Y el marido a las voces aguijando Con desdeñoso termino delante
De la cara mujer del pez robada , De su lustrosa escuadra bien cerrada;
Con el dolor y pena de perdella El mozo Peicavi luego guiaba
Al agua se arrojó luego tras ella. Otro espeso escuadrón de gente brava.
T. IY1I. 6
,, , , , :,, , , »,; ,, ,
; ,
,

DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZüfllGA.


Venia en esta reseña en buen concierto Poned i todo en la razón la mira
»
El grave Caniomangue entristecido Porque las armas siempre habéis tomado.
Por el insigne viejo padre muerto, Que pasando términos la ira los
A quien había en el cargo sucedido, Pierde fuerza derecho ya violado
el
Todo de negro el blanco arnés cubierto, Pues cuando razón no frena y tira
la
Y su escuadrón de aquel color vestido El Ímpetu y furor demasiado,
Al tardo son y paso los soldados El rigor escesivo en el castigo
De roncos atambores destemplados. Justifica la causa al enemigo.
Fué allí el postrero que pasó la lista , » No sé , ni tengo mas acerca desto
Primero en todo , Tucapel gallardo Que decir, ni advertiros con razones,
Cubierta una lucida sobrevista Que en detener ya tanto soy molesto
De unos anchos escaques de oro y pardo : La furia desos vuestros corazones :

Grande en el cuerpo y áspero en la vista Sus , sus pues derribad y allanad presto
, ,

Con un huello lozano y paso tardo, Las palizadas, tiendas, pabellones,


Detras del cual iba un tropel de gente Y' vamonos de aquí todos a una

Arrogante, fantástica y valiente. Adonde ya nos llama la fortuna.


El gran Caupolicán , con la otra parle Súbito las escuadras presurosas
Y' resto del ejército araucano , Con grande alarde y con gallardo brio
Mas encendido que el airado Marte, Marchan á las riberas arenosas
Iba con un bastón corto en la mano : Del ancho y caudaloso Biobio ;

Bajo de cuya sombra y estandarte Y en esquifadas barcas espaciosas


Venia el valiente Curgo y Mareguano Atravesaron luego el ancho rio,
Y' el grave y elocuente Colocólo, Entrando con ejército formado
Millo , Teguán , Lambecho y Guampicolo. Por el distrito y término vedado.
Seguían luego detrás sus plimaiquenes, Mas según el trabajo se me ofrece
Tuncos, renoguelones y pencones, Que tengo de pasar forzosamente ,
Los ¡tatas, mauleses y cauquenes Reposar algún tanto me parece
De pintadas divisas y pendones ;
Para cobrar aliento suficiente ;

Nibequelenes puelches y cautenes


,
Que la cansada voz me desfallece
Con una espesa escuadra de peones ,
Y siento ya acabárseme el torrente;
Y multitud confusa de guerreros Mas yo me esforzaré si puedo tanto ,

Amigos, comarcanos y estranjeros. Que os venga á contentar el otro cauto.


Según el mar las olas tiende y crece
Así crece la tiera gente armada,
Tiembla en torno la tierra y se estremece
De tantos pies batida y golpeada ; CANTO XXII.
Lleno el aire de estruendo se escurece
Con la gran polvareda levantada, Entran los españoles en el estado de Araueo ; Iraban los araucanos roo
Que en ancho remolino al cielo sube ellos una reñida batalla hace Rengo de su persona gran prueba ; cor-
;

tan las manos por justicia a Galvariuo, indio valeroso.


Cual ciega niebla espesa ó parda nube.
Pues nuestro campo en orden semejante Pérfido amor, tirano , ¿ qué provecho
Según que dije arriba , don García Piensas sacar de mi desasosiego?
Al tiempo del partir puesto delante ¿No estás de mi promesa satisfecho ,
De aquella valerosa compañía, Que quieres aliigirme desde luego?
Con un alegre término y semblante ;Ay que ya siento en mi cuidoso pecho
!

Que dichoso suceso prometía , Labrarme poco á poco un vivo fuego ,


Moviendo los dispuestos corazones Y desde allí con movimiento blando
Los empezó á decir estas razones : Ir por venas y huesos penetrando.
«Valientes caballeros , á quien solo ¿Tanto , traidor, te va que yo no siga
El valor natural de la persona El duro estilo del sangriento Marte,
Os trujo á descubrir el austral polo Que así de tal manera me fatiga
Pasando la solar tórrida zona, Tu importuna memoria en cada parte?
Y los distantes trópicos , que Apolo, Déjame ya, no quieras que se diga,
Por mas que cerca el cielo y le corona , Que porque nadie quiere celebrarte ,
Jamás en ningún tiempo pasar puede, Al último rincón vas a buscarme
Ni el soberano Autor se lo concede: Y allí pones tu fuerza en aquejarme.
»Y'a que con tanto afán habéis seguido ¿No ves que es mengua tuya y gran bajeza,
Hasta aquí las católicas banderas , Habiendo tantos célebres varones ,
Y' al español dominio sometido Venir á mendigar á mi pobreza
Inumerables gentes estranjeras ; Tan falta de concelos y razones :
El fuerte pecho y ánimo sufrido X en medio de las armas y aspereza ,

Poned contra estos bárbaros de veras Sumido en mil forzosas ocasiones


Que vencido esto poco, veréis llano Me cargas por un sueño quizá vano
Todo el mundo debajo de la mano. Con tanta pesadumbre ya la mano?
»Y en cuanto dilatamos este hecho Déjame ya que la trompeta horrenda
,

X de llegar al fin lo comenzado Del enemigo bárbaro vecino


Poco ó ninguna cosa habernos hecho No da lugar á que otra cosa atienda ,
Ni aun es vuestro el honor que habéis ganado: Que me tiene tomado ya el camino
Que la causa indecisa, igual derecho Donde siento fraguada una contienda
Tiene el fiero enemigo en campo armado Que el mas fértil ingenio y peregrino
A todas vuestras glorias y fortuna , En tal revolución embarazado
Pues las puede ganar con sola una. No le diera lugar desocupado.
»Lo que yo os pido de mi parte y digo Qué puedo pues hacer si ya metido
¿ ,

Es que en estas batallas y revueltas,


,
'
Dentro del campo y ocasión me veo
Aunque os haya ofendido el enemigo Sino al prometido
cabo cumplir lo
Jamás vos le ofendáis á espaldas vueltas : Aunque tire á otra parte mi deseo?
Antes le defended como al amigo. Pero á término breve reducido
Si volviéndose a vos lasarmas sueltas Por la mas corla senda sin rodeo
Rehuyere el morir en la batalla Pienso seguir el comenzado oficio
Pues es mas dar la vida que quitalla. Desnudo de ornamento y artificio
, , , , , :

LA ARAUCANA CANTO XXII. N-,

Vuelto la historia
:i digo ipie marchaba
, Enesto por la parle del poniente
Nuestro ordenado campo de manera , Con gran presteza y no menor nielo
Que gran espacio en breve se alejaba Juan Remon arribé con mucha gente ,

Del talcaguano término y ribera ;


Que el aviso primero iiabia tenido;
Mas cuando el alto sol va declinaba , Y en furioso tropel gallardamente,
Cerca de un agua al pie de una ladera Aliando un lernckimn alarido .

En cómodo logar y llano asiento Embistió la enemiga gente airada


Hicimos el primero alojamiento. En la victoria \ sangre ya o bada.
Estábamos apenas alojados Mis un cerrado muro baluarte y
En el tendido llano a la marina, De duras puntas al romp'ci hallaron,
Cuando se oyó gritar por lodos lados, Que C stiagn d a y otra parle
¡Arma, arma, enfrena, enfrena, ama, aiua '
Hecho un hermoso choque repararon:
Luego de acá y de alia los derramados ,
l'nos pasados van de parle a paite ,

Siguiendo la ordenan/a y disciplina Otros muy lejos del arzón volaron.


Corren a sus banderas \ peud li Otros heridos, otros estropeados.
Formando las hileras y escuadrones. Otros de los caballos tropellados.
Nuestros descubridores que la tierra Noes bien pasar tan presto, ó ploma mía.
Iban corriendo por el largo llano, Las memorables cosas señaladas ,
Al remate del cual esta una siena Y los crudos efectos deste dia
Cerca del alto monte indalicano. De valerosas lanías y de espadas:
Vieron de allí calar gente de guerra Que aunque ingenio mayor no bastaría
Cerrando el paso a la siniestra mano, A poderlas llevar continuadas ,
Diciendo: ¡espera, espera! ¡tente, tente! Es justo se celebre alguna parle
Veremos quién hoy es aqui el valiente! De muchas en que ¡Hiedes emplearle
Los nuestros al amparo de un repecho El gallardo Lincoya que arrogante ,

En forma da esenadron se recogieron El primero escuadrón iba guiando,


Donde con muestra y animoso pecho Con muestra airada y con feroz semblante
Al ventajoso numero atendieron ; El lirme y largo paso apresurando,
Pero los Meros barbaros de hecho Cala la gruesa pica en un instante,
Sin ponto reparar los embistieron , Y el ciienlo entre la tierra y pié afirmando,
Haciéndoles tomar luego la vuelta ,
Recibe en el cruel hierro fornido
Sin orden y camino 6 rienda suelta El cuerpo de Hernán Pérez atrevido.
Aiiinpie á veces en parle recogidos Por el lado derecho encaminado
llai ¡endo cuerpo y rustro revolvían ,
Hizo el 3gudo hierro gran herida ,
Y con mayor valor que de vencidos Pasando el escaupil doble, estofado,
Al vencedor soberbio acometían ; Y una cota de malla muy tejida :
Pero con mayor furia compelidos El ancho y duro hierro ensangrentado
El camino empezado proseguían ,
Abrió por las espaldas la salida ,
Dejando á veces muerta y tropellada Quedando el cuerpo ya descolorido
Alguna de la gente desmandada. Fuera de los arzones suspendido.
Los presurosos indios desenvueltos , Tucapelo gallardo, que al camino
Siempre con mayor furia y crecimiento. Salióal valiente Osorio que corriendo ,

En una espesa polvareda envueltos Venia con mayor ánimo que tino
Iban en el alcance y seguimiento ; Los herrados talones sacudiendo
Los nuestros a calcaño y frenos sueltos Mostrando el cuerpo al tiempo que convino,
A la sazón con mas temor que tiento Le dio lado y la maza revolviendo
,

Ayudan los caballos desbocados, Con tanta fuerza le cargó la mano,


Arrimándoles hierro á los costados. Que no le dejó miembro y hueso sano.
Pero por mas que allí los aguijaban A Cácercs , que un poco atrás venia ,
Con voces Cuerpos brazos y talones
, ,
,
De otro go.pe también le puso en tierra ,
Los bárbaros por pies los alcanzaban El cual con gran esfuerzo y valentía
lie ondules bajar (le los arzones: La adarga embraza y de la espada afierra ,
Al lio necesitados peleaban , Y contra la enemiga compañía
Cual los heridos osos y leones Se puso él solo á mantener la guerra
Cuando de los lebreles aquejados Haciendo rostro y pié con tal denuedo
Ven la guarida y pasos ocupados. Que á los mas atrevidos puso miedo.
Como el airado viento repentino Y aunque con gran esfuerzo se sustenla,
Que en lóbrego turbión con gran estruendo La fuerza contra laníos no bastaba
El polvoroso campo y el camino Que ya la espesa turba alharaquienta
Va con violencia indómita barriendo , En confuso montón le rodeaba;
Y en ancho y presuroso remolino Pero en esta sazón mas de cincuenta
Todo lo coge lleva y va esparciendo
. Caballos que Reinoso gobernaba ,

Y arranca aquel furioso movimiento Que de refresco á tiempo habían llegado,


Los arraigados troncos de su asiento : Vinieron á romper por aquel lado.
Con tal facilidad arrebatados Tan recio se embistió que aunque hallaron ,

De aquel furor y bárbara violencia De gruesas astas un tejido muro ,

Iban los españoles fatigados El cerrado escuadrón aportillaron ,


Sin poderse poner en resistencia: Probando mas de diez el suelo duro
Algunos del honor avergonzados Y al esforzado Cáceres cobraron ,

Vuelven haciendo rostro y apariencia ; Que cercado de gente mal seguro


Mas otra ola de gente que llegaba Con ánimo feroz se sustentaba ,
Con mas presteza y daño los llevaba. Y matando, la muerte dilataba.
Asi los iban siempre maltratando Don Miguel y don Pedro de Avendaño,
Siguiendo el hado y próspera fortuna , Escobar Juan Jufré , Cortés y Aranda
,
,

El rabioso furor ejecutando Sin mirar el peligro y riesgo estraño,


En los rendidos sin clemencia alguna Sustentan todo el peso de su banda :

Por el tendido valle resonando También hacen efeclo y mucho daño


La trulla y grita bárbara importuna ,
Losada Peña Córdoba
, , y Miranda, ,

Que arrebatada del lijero viento Rernal , Lasarte, Castañeda, filloa,


Llevó presto la nueva a nuestro asiento. Marlin Ruiz y Juan López de Gamboa.
, , ,, ; ., , , ,,, ,:
,;

SI DON ALONSO DE ERGILLA Y ZllSlCA.


Pcm muy
presto la araucana gente, Mas Juan, yanacona, que una pieza
a
Ku la española sangre ya cebada, De osado se adelanta
los otros
1II- hizo revolver forzosamente, Le machuca ile un golpe la cabeza,
Y seguir la carrera comenzada; Y dentro a Chilca el cuerpo le quebranta,
Tva- estos olr.i escuadra de repente Y contra el joven Zúñiga endereza
En ellos se estrello desatinada ; Él tercero con saña y furia tanta ,
Mas sin ganar un paso de camino Que como clavo en húmido terreno
Volver rostros y riendas les convino. Le sume hasta los pechos en el cieno.
Y aunque á veces con súbita represa Pero de tiros una lluvia espesa
Juan Romon y los otros revolvían, Al animoso pecho encaminados.
Luego con nueva pérdida y mas priesa Turbando el aire claro a mucha priesa
La primera derrota proseguían ; Descargaron sobre él de lodos lados
Y en una polvorosa nube espesa Por esto el fiero bárbaro no cesa ,

Envueltos unos y otros ya venían , Antes con furia y golpes redoblados,


Cuando fué nuestro campo descubierto El lodo a la cintura, osadamente
En orden de batalla y buen concierto. Estaba por muralla de su gente.
Iban los araucanos tan cebados Cual el cerdoso jabalí herido
Que por las picas nuestras se metieron Al cenagoso estrecho retirado
Pero vueltos en si mas reportados, De animosos sabuesos perseguido ,
El suelto paso y furia detuvieron ;
Y de diestros monteros rodeado,
Y al punto recogidos y ordenados, Ronca, bufa y rebufa embravecido ,

La campaña través se retrajeron


al Vuelve y revuelve deste y de aquel lado,
Al pié de un cerro a la derecha mano Rompe, eneuentra, tropelía , hiere y mala,
Cerca de una laguna y gran pantano. Y espesos tiros desbarata:
los
Donde de nuestro cuerno arremetimos El bárbaro esforzado de aquel modo
Un gran tropel a pié de gente armada. Ardiendo en ira y de Turar insano,
Que con presteza al arribar les dimos Cubierto de sudor de sangre y lodo
,

Espesa carga y súbita rociada ; Estaba solo en medio del pantano


Y' alcieno retirados nos metimos Resistiendo la furia y golpe todo
Ttas ellos por venir espada a espada , De los tiros que de una y otra mano
Probando allí las fuerzas y el denuedo Cubriendo el sol sin número salían ,
Con rostro firme y ánimo a pié quedo. Y como tempestad sobre él llovían.
Jamás los alemanes combatieron esparcido ejército obediente
Y'a el
Asi de firme á firme y frente á frente Que porfiado alcance había seguido.
el
Ni mano á mano dando recibieron Descubriendo en el llano á nuestra gente
Golpes sin descansar á manteniente. Se había lirado airas y recogido :

Como el un bando y otro que vinieron Solo Rengo feroz y osadamente


A estar asi en el cieno estrechamente , Sustenta igual el desigual partido
Que echar atrás un paso no podían ; A causa que la ciénaga era honda
Y dando apriesa, apriesa recibían. Y llena de espesura á la redonda.
Quién el húmido cieno á la cintura Viendo el fruto dudoso y daño cierto
Con dos y tres á veces peleaba ; Según la mucha gente que cargaba ,

Quién por mostrar mayor desenvoltura Que á grande priesa en orden y concierto
Queriéndose mover nías se atascaba , ; Desta y de aquella parte le cercaba ,

Quién probando las fuerzas y ventura Por un inculto paso y encubierto


Ál vecino enemigo se aferraba Qu la fragosa sierra le amparaba ,
Mordiéndole y cegándole con lodo, Le pareció con tiempo retirarse
Buscando de vencer cualquiera modo. Y salvar sus soldados y él salvarse
La furia del herirse y golpearse Diciéndoles « Amigos no gastemos
: ,

Andaba igual, y en duda la fortuna, La fuerza en tiempo y aclo infructuoso ;

Sin muestra ni señal de declararse La sangre que nos queda conservemos


Mínima de ventaja en parte alguna: Para venderla en precio mas costoso
Ya parecían aquellos mejorarse, Conviene que de aquí nos retiremos
Ya ganaban aquestos la laguna; Antes que en este sitio cenagoso
Y' la sangre de todos derramada Del enemigo puestos en aprieto
Tornaba el agua turbia colorada. Perdamos la opinión y él el respeto.»
Rengo, que el odio y encendida ira Luego la voz de Rengo obedecida
Le había llevado ciego tanto trecho, Los presurosos brazos detuvieron
Lingo que nuestro campo vio á la mira, Y por la parte estrecha y mas tejidr
Y que á dar en la muerte iba derecho Al son del atambor se retrajeron :

Al vecino pantano se retira Era áspero el lugar y la salida ,

Y' el fiero rostro y animoso pecho Y asi seguir los nuestros no pudieron ,
Contra todo el ejército volvía , Quedando algunos dellos tan sumidos.
Y en voz amenazándole decia: Que fué bien menester ser socorridos.
a Venidvenid á mí gente plebeya ,
, , Por la falda del monte levantado
En mí sea vuestra saña convertida , Iban los fieros bárbaros saliendo ;

Que soy quien os persigue , y quien desea Rengo bruto sangriento y enlodado
,

Mas vuestra muerte que su propia vida; Los lleva en retaguardia recogiendo
No quiero ya descanso hasta que vea Como el celoso toro madrigado
La nación española destruida, Que la larda vacada va siguiendo
Y' en esa vuestra carne y sangre odiosa Volviendo acá y allá espaciosamente
Pienso hartar mi hambre y sed rabiosa.» El duro cerviguillo y la alta frente.
Así la tierra y cielo amenazando Nuestro campo por orden recogido,
En medio del pantano se presenta , Retirado del todo el enemigo.
n sangrienta maza floreando
la Fué entre algunos un bárbaro cogido
La gente de poco ánimo amedrenta : Que mucho se alargó del bando amigo ;
No fué bien conocido en la voz, cuando El cual acaso á mi cuartel traído
Haciendo de sus fieros poca cuenta, Hubo de ser para ejemplar castigo
Algunos españoles mas cercanos He los rebeldes pueblos comarcanos,
Aguijamos sobre >'l con prestas manos. Mandándole cortar ambas Uis manos.
; , .: : , , ! , .

LA ARA! CANA, CANTO XXIII


Donde ubre una rama destroncada
Puso la diestra mano v.. presente! .

La cual d golpe con rigor cortada CANTO XXIII.


Sacó luego la li ¡alerdi alen e ate .

Que (ii'i tranco también salid parlada 1

una liahla ron la (i,


Sin torcer ceja ni arrugar la frente, ,

Hpafl
Y con desdén j menosprecio dello ,
(

|U iu*ii que ni . Ha ¡

Alargo la cabeza j tendió el cuello,


Diciendo asi Segad esa _ irganla i lamas debe se m . ,

Siempre sedienta de la sangre vuesti 1enemigo vivo, pues sabe


1

Que no temo la muerte ni me espanta . Puede de una oentell levaní 1 11 e


Vuestra amenaza j rigorosa muestra ;
Fuego c pie di ibi emoa .

Y la Importancia j pérdida uo es Unta entonces e cordura recelarse


v,

l.iiic haga taita orlada diesu i Cuando en mayoi felii idad not re 1
l'ut'S q I.iu nirn- iiiik h ,- i-sliir/ailas Pues los que goi m pi ospeí bou mi 1 •

Que saben gobernar bien sus espadas. Estén aun mas sujetos a mudanza.
»Y ni ov« DO
si pensáis sacar alquil Siilu 1.1 muelle próspera asegura
De un llegar mi rida
Qn postrara al .
Kl breve curso del felice hado,
A pues moriré i vuestro despecho,
• 1 1 1 Que adentras que la incierta vida dura
Que -i queréis que w\.i y> no quiera ,
Nunca ha> cosa quedare en un estada
Al lin ire algún lanío satisfecho Asi que quien jamás tuvo ventura
.

De que i rué itro pesai alegra muera ; Podra llamarse bienaventurado


Que quiero con tuerte despl iceros i . Y sin prosperidad vivir contento
raes tolo sato puedo >.i ofendei
i ii Pues un iiine infeliz acaecimiento.
Asi que, contumai j porfiado Y piles que va tenemos Cel llillllniíi •

La muelle cim Injurias procuraba .


Une nunca ha\ l.nn segUTO ni reposo.
Y Biempra mas rabioso ¡ obstinado Que es ie\ usada es orden > costumbre ,

Sobre el sangriento suelo se arrojaba . Por donde ba de pasar el mas dichoso,


Donde en su misma sangre revolcada Gastai el tiempo en esto es pesadumbre .

Acabar >.i la vida deseaba .


Y a-u por un sel largo j enojoso
Mordiéndose con muestras mu, acientes Solo quicio contar a I" que vino
Los desangrados troncos con los dientes Kl desprecia] al mozo Galvaí Ino
tandd pertinaz desta manera
i
aunque herida ¡ desangrado,
Kl cual,
empland
'l b la lastima el enojo , Tanto el cuaje \ rabia le inducía ,

Yin un eschn o bajar por la ladera Que llegó a Andalicán donde alojado
i irgado con on bai baro despojo Caupnlicau su ejército tenia
Y como iii'.ii alzada bestia iiera , Era el tiempo que el Ínclito senado
Que ve i.i desmandada pres al ojo i
,
Kn secreto consejo proveía
am con una furia arrebatada Las cosas de la guerra y menesteres
Le sale de través a la parada. Dando y lomando en elfo parecen
Y en él los pies ¡ brezos añudados Cual con justo temor dificultaba
Sobre el liumiiln sueln le tendía , La pretensi le algunos imprudente;
Y' ciin u>s duros truncos desangrados Cual por mostrar valoi fai ¡litaba .

En las nances \ OJOS le lialia : Cualquier diticulloso inconveniente .

Al lin junto á nosotros a bocados Cual un concierto licito aprobaba :

Sin poderse valer se le comia, Cual era deste vio diferente


Si no fuera con tiempo socorrido Procurando unos y otros con razones
Quedando, aunque fué presto, mal herido. Esforzar sus discursos v opiniones.
YA bárbaro infernal con atrevida En esta Confusión y diferencia
i
pié puesto dijo: « Pues me queda Galvarino arribó apenas con vida .

Alguna raería j sangre retenida Kl cual pidiendo para entrar liceni


Con que ofender a los cristianos pueda, Le lúe graciosamente concedida ¡

Quiera acetar i mi pesar la vida. Donde con la deluda reverencia


Aunque por mbdn vil se me conceda . Esforzando la voz enflaquecida ,

Que yo espera mu manos desquitarme, Falto de sangre y muy cubierto della


Que no me faltaran para vengarme Comenzó desta suerte su querella :

tQuedaos quedaos, malditos que yo os


, . digí Si solí. uli • '.''I l! ..11 I • l.ll .;

Que en mi tendréis culi odio v sed labiosa Las ajenas injurias tan de veras,
Torcedor * solicito enemigo, Y en las estrañas tierras y naciones
Cuando dañar DO pueda en "Ira cosa: Hicieron sombra ya vuestras banderas ,

Muy presto entenderéis con 5 persigo . ¿Cómo agora en ¡as proprias posesiones
Y que os fuera mi muerte provechosa. > Unas bastardas gentes estranjeras
Diciendo asi otras cosas que no cuento Os vienen á oprimir y conquistaros,
Partió de alli lijero como el viento. Y tan tibios estáis en el vengaros
No es bien que asi dejemos en olvido «Mirad mi cuerpo aqui despedazado .

El nombre deste bárbaro obstinado ,


Miembro del vuestro que por mas afrenta ,

Que por ser animoso y atrevido He envían lleno de injurias al senado,


Kl audaz Galvarino era llamado. Para que deltas sepa daros cuenta ¡

Mas pui tanta aspereza lie discurrido. .Mirad vuestro valnr vituperado,
Que la fuerza y la voz se me
ha acabado ,
Y que en mi el tirano os representa
lo ,

Y asi habré de parar ,


porque me siento Jurando no dejar cacique alguno
Ya sin fuerza , sin VOZ y sin aliento. Sin desmembrarlos todos uno a uno.
» Por cierto bien en vano han adquirido
Tanta gloria y honor vuestros abuelos,
Y el araucano crédito subido
En su misma virtud hasta los cielos :

Siagora infame , hollado] abatido


Anda de lengua en lengua por los suelos ,

Y vuestra ilustre sangre resfriada


En los sucias rincones derramada.
, ,»
;, ,, :, , ; ,,, , , ,, ,

,Ni¡ DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUSlGA.


>¿Qué provincia hulio ya que no temiese Mas cuando el esperado sol salía ,

De vuestra voz en todo el mundo oída, La gente de caballo en orden puesta


Ni nación que las armas no rindiese Marchó, quedando atrás la infantería,
Por temor 6 por faena competida? Y del campo después toda la resta
Arribando a la cumbre, porque fuese Con tal velocidad que á mediodía
,

Tanto de allí mayor vuestra caída , Subimos la temida y agria cuesta


Y al termino llegase el menosprecio De blancos huesos de cristianos llena ,

Donde de los pasados llegó el precio. Que despertó cuidado y nos dio pena.
el

rPues unos estranjeros enemigos, Al araucano valle pues bajamos,


Con titulo y con nombre de clemencia, Que el mar le bate al lado del poniente,
Ofrecen de acetaros por amigos , Donde en llano lugar nos alojamos
Queriéndoos reducir a su obediencia; De comidas y pastos suficiente
Y si no os sometéis , que con castigos Y luego con promesas enviamos
Prometen oprimir vuestra insolencia, De aquella vecindad alguna gente
Sin quedar del cuchillo reservado A requerir la tierra comarcana
Género, religión edad ni estado
, . Con la segura paz y ley cristiana.
» Volved volved en vos , no deis oido
, Mas como al tiempo puesto no volviesen
A sus embustes tratos y marañas
, \ pasasen después algunos días
Pues todas se enderezan a un partido Ni por astucia y maña no supiesen
Que viene a deslustrar vuestras hazañas De su resolución nuestras espías ,
Que la ocasión que aquí los ha (raido Fué acordado que algunos se partiesen
Por mares y por (ierras tan estrañas Por los vecinos pueblos y alquerías
Es el oro goloso que se encierra Al salir tardo de la escasa luna
En las fértiles venas desta tierra. A lomar relación y lengua alguna.
»Y es un color, es apariencia vana Así yo apercibido sordamente
Querer mostrar que el principal intento En medio del silencio y noche escura
Fué el estender la religión cristiana , Di sobre algunos pueblos de repente
Siendo el puro interés su fundamento : Por un gran arcabuco y espesura ;
Su pretensión de la codicia mana , Donde la miserable y triste gente
Que todo lo demás es fingimiento Vivia por su pobreza en paz segura :

Pues los vemos que son mas que otras gentes Que el rumor y alboroto de la guerra
Adúlteros, ladrones , insolentes. Aun no la habia sacado de su tierra.
» Cuando el siniestro hado y dura suerte Viniendo pues á dar al Chaillacano,
Nos amenacen cierto en lo futuro Que es donde nuestro campo se alojaba,
Podemos elegir honrada muerte , Vi en una loma al rematar de un llano
Remedio breve, fácil y seguro : Por una angosta senda que cruzaba
Poned á la fortuna el hombro fuerte Un indio laso, flaco y tan anciano,
A dura adversidad corazón duro ,
Que apenas en los pies se sustentaba ;
Que pecho (irme y ánimo invencible
el Corvo, espacioso, débil , descarnado,
Allana y facilita aun lo imposible. Cual de raices de árboles formado.
No pudo decir mas de desmayado Espantado del talle y la torpeza
Por la infinita sangre que perdía, De aquel retrato de vejez tardia
Que ya debilitado
el laso cuello Llegué por ayudarle en su pereza ,

Sostener la cabeza aun no podia : Y' tomar lengua del si algo sabia;

Asi el rostro mor(al desfigurado Mas no sale con tanta lijereza


En el sangrienío suelo se tendía ,
Sintiendo los lebreles por la via
Dejando aun a los mas endurecidos La temerosa gama fugitiva
De su esperada muerte condolidos. Como el viejo salió la cuesta arriba.
Mas como no tuviese tal herida Yo, sin mas atención y advertimiento,
Que pudiese hallar la muerte entrada ,
Arrimando las piernas al caballo
Retuvo luego la dudosa vida A mas correr salí en su seguimiento,
En siéndole la sangre restañada ;
Pensando aunque volaba de alcanzallo ;

Y la virtud con tiempo socorrida Mas dejando atrás el viento


el viejo ,

Fué de tantos remedios confortada ,


Me mi pesar dejallo,
fué forzoso á
Y el mozo se ayudó de tal manera ,
Perdiéndole de vista en un instante
Que recobró su sanidad primera. Sin poderle seguir mas adelante.
Fueron de tanta fuerza sus razones Hálleme á la bajada de uu repecho
Y el odio que á los nuestros concibieron Cerca de dos caminos desusados ,
Que los mas entibiados corazones Por donde corre Rauco mas estrecho ,

De cólera rabiosa se encendieron Que le ciñen dos cerros los costados ;

Asi las diferentes opiniones Y mirando á lo bajo y mas derecho,


A un fin y parecer se redujeron ,
En una selva de árboles copados
Quedando para siempre allí escluido Vi una mansa cartilla junto al rio
Quien tratase de medio y de partido. Gustando de las yerbas y rocío.
Los impacientes mozos deseosos Ocurrió luego á la memoria mia
De venir a las armas braveaban Que la razón en sueños me dijera
Y con muestras y afectos hervorosos Cómo había de topar acaso un día
El espacioso tiempo apresuraban; Una simple corcilla en la ribera ;

Pero los mas maduros y espaciosos Y asi yo con grandísima alegría


,

Aquella ardiente cólera templaban Comencé de bajar por la ladera


\' el término de algunos indiscreto, Paso a paso siguiendo el un camino
No reprobando el general decreto. Hasta que della vine á estar vecino.
Dejémoslos un rato pues tratando Pódelo bien hacer, que en las quebradas
De dar no una batalla sino ciento ,
Era grande el rumor de la corriente
Del orden , la dónde y cuando
manera ,
Y con pasos y orejas descuidadas
Con varios pareceres y un intento : Pacia la tierna yerba libremente ;

Que me voy poco á poco descuidando Pero cuando sintió ya mis pisadas
De nuestro alborotado alojamiento, Y al rumor levantó la altiva frente
Donde estuvimos todos recogidos Dejó el sabroso pasto y arboleda
Cor. buena guardia y bien apercibidos. Por una estrecha y áspera vereda.
, .,, , , , : ,, ,

LA AliAl CANA, CANTC Wlll


Coméntela i seguir i lodi priesa • Al pié de una espesísima montaña,

Labrando a mi los .-osudos. •


it ii i. > Pocas veces de humano pié pisada
Mas tomando otra senda que atraviesa Hace su hábil n j vida estraba
Be entró pot unos asperot collado! . Kn una mulla v lóhn ga nim ida,
Al cabo enderezó I una icli espesa i Que |amaa el ilegn wl la baha ,

De matorrales ¡ arbolea cerrados 1 es su condición acomodada


,1 .

Adonde te lanío poi una senda Por ser íbera da término inhumano
Y yo también tna ella i loda rienda. 1.1 dga mortal del trato humano,
Perdí el rastra j cerróaema ol camino iMai su atoo) v -o poda es unto
Sobreviniendo mi aire turbulento Sobre las piedras , planl 1- v animales .

Y asi de acá > alU Ibera de lino. < i


»
- . Que alcania por su 1. 11, ki v 1
arte cu mi
De una espesura en olra andaba tiento .1 : Pueden todas las eausai naturales ,

\'i>in pnea mi torpeía v des iinm Y en el escuro remo del espanto


Arrepeoüdo del primer intenla Apremia a los callados infernales,
Sin pasar adelanta me volviera .
A qui' digao por áspero conjuro
Si alguna senda t raalra v,> mplera Lo pasado, présenle v lo liiiino.

(irán rato anduve descarriado, asi • Kll la furia del Mi \ luí KU !M


Que 1 mita lauda na a,-. Miaba . De nocturnal Üniebl is cubre el suelo ,

I n mdo -••!! 1 1 ["ir el siniestro lado 1 de virolos llueve y liuelia


sin Inri/. 1

Do arroyo que cerca mormuraba ,


Fuera de tiempo el Rosegado cielo :

Y al vecina rumor encaminado 1.1 r. nulo Mino de l"s ríos enfrena


,
ai pié de "n robla ana i la orilla estaba, I lis .iv,s 1 n ineilio de sil vuelo
Vi uní pequen ) misera rasilla ,
1 Vienen de golpe abajo amodorridas
Y |unta 1 un hombre anciano la corcilla. Por sus (nortes palabras competidas.
El cual dijo : >, Uní' iii'i lesventura •Las yerbos en su agosto reverdecen ,

Tan roerá de cam te ba traído Y entiende la virtud de cada una


l'nr sil' III. lili.
1 bosque V eSpeSUl i
1 KI mar revuelve , ,1 viento le ,, be. 1.-, ,

Donde jamas ninguna be conocido? i milra la fuerza v onlen de la luna ;

Que por caso adverso v raerte dura


si Tiembla la linne lien a y se 'si remero ,

Amias de in> banderas Foragido , A su vii/ sflcaa do sansa alguna ,

II iré 11 mii. pudiere de mi partí


.
1
Que la altere y remueva por da dentro,
Fu buscarle i-I r< li" v escaparte.» Apretándose recio con su centro.
Viendo el ofrecimiento 1 acogida • Los oíros poderosos elementos
De aquel estreno j agradable nejo . A las palabras dosie están sujetos ,

Mas alegre i|ue nunca fui en mi vida Y causas de arriba y movimientos


a las
l'n hallar tal ayuda y aparejo , Hace perder la fuerza y los efelos :

Le dije la ocasión da mi temda Al liu poi su uber i encantamento


Pidiéndole me diosa algui nsejo. F^scudriña y entiende los secretos ,
Para saber la cueva do liaiiilalia Y alcanza por los asiros influentes
El mágico Pitón i qnien buscaba Los deslinos y hados de las gentes.
101 veneradle viejo y padre anciano »No sé pues cómo pueda encarecerle
Con un suspiro y tierno sentimiento KI poder ilesie marico adivino:
Me lomó blandamente por la mano, Solo en tu menester quiero ofrecen.'
Sabiendo de su frágil aposento ; l.o que ofrecerte puede un su sobrino ;

Y por ser a la entrada del verano Mas para que mejor esto se acierte ,
Huscamos a la sombra un fresco asiento Sera bien que lomemos el cimillo ,

Kn uut pedregosa y fresca rúente, Pues es la ñora y sazón desocupada


lio comenzó a decirme lo siguiente : Que podremos tener mejor entrada. •
«Mi es en Arauco, y soy llamado
tierra Luego de alb Ins dos nos levantamos ,

II ¡les, lidiado viejo CtialiCulo , Y alando á mi caballo de la rienda


One en los robustos años luí soldado, A paso apresurado caminamos
Kn cargo antecesor de Colocólo ; Por mía estrecha y intrincada senda
Y antes por mi persona en estacado La cual seguida un trecho nos hallamos
Siete campos vrnci de solo á solo, En una selva de árboles horrenda ,

Y mil veces de ramos fue ceñida Que los rayos del sol y claro cíele
Esta mi calva frente envejecida. Nunca allívieron el umbroso suelo.
• Mas como en esta vida
el bien no dura, Debajo de una peña socavada
Y todoestá sujeto á desvarío De espesas ramas y arboles cubierta ,

Mudóse mi fortuna en desventura, Vimos un callejón y angosta entrada ,

Y en deshonor perpetuo honor mió el : Y mas adentro una pequeña puerta


Que por eslraño caso y suerte dura De cabezas de ñeras rodeada ,
Perdí con Ainavillo en desafio La cual de par en par estaba abierta
La gloria en tantos años adquirida Por le se lanzo el robusto anciano
.1

Quitándome el honor y no la vida. Llevándome trabado de la mano.

Viéndome pues con vida y deshonrado, Iiien por ella cien pasos anduvimos
Que mil veces quisiera antes' ser muerto No sin algún temor de parte mía ,
De cobrar el honor desesperado Cuando á una grande bóveda salimos
He vine como ves a este desierto, Do una perpetua luz en medio ardía,
Donde mas de veinte años he morado Y' cada banda en torno della vinos
Sin ser jamas de nadie descubierto, Poyos puestos por orden, en que había
Sino agora de tí , que ha sido cosa Multitud de redomas sobrescritas
No poco para 1111 maravillosa. De ungüentos yerbas y aguas intinilas ,

Asi que tantos tiempos he vivido


• Vimos allí del lince preparados
En este solitario apartamiento; Los penetrantes ojos virtuosos
Y pues que la fortuna le ha traido En cierto tiempo y conjunción sacado*,
A mi humilde alojamiento,
triste y Y los del basilisco ponzoñosos;
liaréde voluntad lo que has pedido, Sangre de hombres bermejos enojados ,

Que tengo con Filón conocí Dio , Espumajos de perros, que rabiosos
Que aunque intratable y áspero es mi , lio, Van huyendo del agua, y el pellejo
Germano de Guarcolu, padre mió. Del pecoso quersidros cuando es viejo.
,!
, ,, ,, , ;. » ,,, , : : , , :

NS DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUSlGA.


También en olía parle parecía t Sabrás que á este mancebo le ha traído

1.a coyuntura de la dura hiena , De tu espantoso nombre la gran fama,


Y el meollo del cencris <iue se cria
, QUe en las indias regiones estendído
Dentro ile Libia en la caliente arena; Hasta el ártico polo se derrama ;
Y un pedazo del ala de una harpía El cual por mil peligros ha rompido
La hiél (le la Informe Anlisibena Tras su deseo corriendo que le llama
Y la cola del áspide revuelta, A celebrar las cosas de la guerra ,
Que da la nuierie en dulce sueño envuelta. Y' el sangriento destrozo desla tierra.

Moho de calavera destroncada uQue estando así una noche retirado


Bel cuerpo que DO alcanza sepultura Escribiendo el suceso de aquel dia,
Carne de niña por nacer sacada Súbito fué en un sueño arrebatado
No por donde la llama la natura, Viendo cuanto en la Europa sucedía ;
Y' la espina también descoyuntada Donde le fué asimismo revelado
De la sierpe cerastes , y la dura Que en tu escondida cueva entendería
Lengua de la emorrois, que aquel que hiere Estraños casos dignos de memoria ,
Suda toda la sangre hasta (pie muere. Con que ilustrar pudiese mas su historia ;

Vello de cuantos monstruos prodigiosos »Y que noticias le darías de cosas


La Superfina natura ha producido, Ya pasadas , presentes y futuras
Escupidos de sierpes venenosos Hazañas y conquistas milagrosas,
Las dos alas del jaculo temido Peregrinos sucesos y aventuras
Y de la seps los dientes ponzoñosos , Temerarias empresas espantosas
Que el hombre ó animal delta mordido , Hechos que no se han visto en escrituras
De súbito hinchado como un odre , Esle encarecimiento le molesta,
Huesos y carne se convierte en podre. Y nos tiene suspensos tu respuesta.»
Estaba en un gran vaso trasparente Holgó el mago de oír cuan estendída
El corazón del grifo atravesado, Por aquella región su fama andaba ,
Y' ceniza del fénix que en oriente Y vuelta á mí la cara envejecida
Se quema él misino de vivir cansado Todo de arriba ahajo me miraba ;
El unto de la scitala serpiente , Al lin con voz pujante y espedida ,

Y el pescado cquineis, que en mar airado Que poco con las canas conformaba,
Al curso de las naves contraviene, Y aspecto grave y muestra algo severa ,
Y á pesar de los vientos las detiene. La respuesta me dio desta manera
No faltaban cabezas de escorpiones, «Aunque en razón es cosa prohibida
Y mortíferas sierpes enconadas Profetizar los casos no llegados ,
Alacranes y colas de dragones , Y es menos alargar á uno la vida
Y las piedras del águila preñadas; Contra los estatutos de los hados
Buches de los hambrientos tiburones, Ya que ha sido á mi casa tu venida
Menstruo y leche de hembras azotadas , Por incultos caminos desusados ,
Landres, pestes, venenos, cuantas cosas Te quiero complacer , pues mi sobrino
Produce )a natura ponzoñosas. Viene aquí por tu intérprete y padrino.»
Yo que con atención mirando andaba Biciendo asi , con paso tardo y lento
La copiosa botica embebecido ,
Por la pequeña puerta cavernosa
Por una puerta que a un rincón estaba Me metió de la mano á otro aposento ,
Vi salir un anciano consumido , Y luego en una cámara hermosa ,

Que sobre un corvo junco se arrimaba ; Que su fabrica estraña y ornamento


El cual luego de mi fué conocido Era de tal labor y tan costosa,
Ser el que habia corrido por la cuesta Que no sé lengua que contarlo pueda,
Que apenas le alcanzara una ballesta ; Ni habrá imaginación á que no esceda.
Diciéndome: «No es poco atrevimiento Tenia el suelo por orden ladrillado
El que siendo tan mozo has hoy tomado Be cristalinas losas trasparentes ,

Be venir á mi oculto alojamiento, Que el color contrapuesto y variado


Bo sin mi voluntad nadie ha llegado ; Hacia labor y visos diferentes ;

Mas porque sé que algún honrado intento El cielo alto diáfano, estrellado
,

Tan lejos á buscarme te ha obligado, De ¡numerables piedras relucientes,


Quiero por esta vez hacer contigo Que toda la gran cámara alegraba
Lo que nunca pensé acabar conmigo. La varia luz que dellas revocaba.
Visto por mi apacible compañero Sobre colunas de oro sustentadas
La coyuntura y tiempo favorable , Cien figuras de bulto en torno estaban,
Pues el viejo tan áspero y severo Por arte tan al vivo trasladadas.
Se mostraba doméstico y tratable , Que un sordo bien pensara que hablaban;
Se detuvo mirándome primero Y dellas las hazañas figuradas
Con un comedimiento y muestra afable, Por las anchas paredes se mostraban ,

Por ver si responderle yo quería ; Donde se via el estremo y escelencia


Mas viéndome callar le respondía De armas, letras, virtud y continencia.
Biciendo: «¡Oh gran Filón, á quien es dado En medio desla cámara espaciosa ,
Penetrar de los cielos los secretos, Que media milla en cuadro contenia ,
Que del eterno curso arrebatado Estaba una gran poma milagrosa,
No obedecen la ley á ti sujetos Que una luciente esfera la cenia ;

Tú que de la fortuna y
, liero hado Que por arte y labor maravillosa
Revocas cuando quieres los decretos, En el aire por sí se sostenía ,
Y el orden natural turbas y alteras Que el gran círculo y maquina de dentro
Alcanzando las cosas venideras; Parece que estribaban en su centro.
»Y por mágica ciencia y saber puro Después de haber un rato satisfecho
Rompiendo el cavernoso y duro suelo, La codiciosa vista en las pinturas,
Puedes en el profundo reino escuro Mirando de los muros suelo y techo
,

Meter la claridad y luz del cielo , La gran riqueza y varias esculturas


Y atormentar con áspero conjuro El mago me llevó al globo derecho ,

La caterva Infernal (pie con recelo


, Y vuelto allí de rostro á las lisuras
Tiembla de tu elicaz tuerza, que es tanta Con el corvo cayado señalando
Que sus eternas leves le quebranta : Comenzó de enseñarme asi hablando :
; » , ,, ,, ,: , , : , ; ,, . , ,

LA ARA! CAN A , CANTO XXIV. so


t Habrás de saber, hijo , que eslos hombres Diciendo : «Orco amarillo, Cancerbero,
mas desta vida ya pasados
Si ni los 1
ii Pintón .
ir. tor del bajo ínflenlo
Que por grandes hazañas su renombres (i cansada Carón viejo barquero .

Han sido j serán siempre celebrados ; \ vos laguna Esligia v IgO Avino,
, I

Y aigt b que de baja estirpe ¡ nombres (i Demogorgon lú que lo postrero . .

Sobre sus altos hechos levantados Malillas ni ,,, trino


,1,-1 l ,

Los ha pnesio so prospera fortuna Y las hervientes aguas de Aqueronle,


En H mas alio CUemo de la luna. De l.rlro, CocllO y Klrgelonte ;

esta bota que vrs \ compostura


i \ Y vos luna-
que a-l CO0 ri urldadrs
, .

Es del mundo el gran termino abreviado Al oíala las animas dalladas .

Qoe ^u dlflcilislmi be< hoi i Que aun temen vn las minas deidades
Cuarenta aBos de estadio me ha costado: \ iirsiias Irruios .Ir vilioias ci intuías
;

Mas do habré en larg ed id cosa imura i


"Has gorgóneaa potestades
v,
re ,

Ni ocolto disponer de inmóvil hado Por nos raerles palabras apremiadas i

Que iiiin i'i.nn \ patente ne sra Haced qne claramente aquí se vea,
Y tanga aqnl so muestra y uva idea. Aunque (otara esta naval pelea.
• Mas pues tus aparienclaegenerosas i lu, Ib i
ate ahumada y mal compuesta,
Son dr escribir los arios ilr la guerra , Nos maestra lo qoe pido aquí visiiii,-.
v p ir raería 'ir estrellas rigurosas i
Hola ! )A quién digo'' ¿Qué tardanza es esta
Tendrás materia larga en esta urrra, Que no os harr [nublar un vi,/ terrible '

Dejaré 'ir aclararle algunas cosas Mirad que rompnr la tierra opuesta ,

Qoe la presente poma j mondo entiern , Y os heriré ron luz aborrecible,


i i'
10 espante
lote un. i sola que ir i por faena absoluta v podei nuevo
l'ai lo qoe pretendes importante.
i
Quebrantaré las leyes del Erebo.
•Que pues que en nuestro Anaco ja se halla N abo 'i'' iln u lililí eslu ruando ,

Materia lo propósito corlada,


i Las aguas rn el mal se alborotaron ,
Donde la esp ida y defensiva malla Y el seco lesnordeste respirando
Es mas que en otra p n te frecuentada Las cuerdas y anchas velas se estin ,

S"lo Ir falla una naval bal 'Ha Y aquellas gentes súbito anhelando
• 'un
qne sera tu historia autorizada, Poco ñoco á moverse comenzaron
a ,

\ i
,
[
ibiras la- cosas 'ir Is guerra Haciendo de aquel lo en los objetos i

Asi de mar i.m bien romo de tierra. Todas las demás causas sus efelos.
»La cual veras aqnl tal qoe ir juro . Mirando, aunque espantado, atentamente
Qne vista la tendremos por dudosa, La multitud de gruir qoe allí había ,
Y en el pasado tiempo y el futuro \'i que escrito ilr letras en la frenlr
No se vio ni veri tan espantosa ; Su nombre y argo rada cual tenia i
;

Y gran Mediterráneo , mar seguro


el Y mucho me admiro los que al presente
(.iiirilna por la gente victoriosa , En la prunela rilad yo <• cis
Y la parle vencida y destrozada Verlos en su vigor y años lozanos
La marítima fuerza'qut-braulada. Y oíros floridos jóvenes ya canos.
«Por lanío á mis palabras no le alteres , Luego pues los cristianos dispararon
Ni te espante el horrísono conjuro, Una pieza en señal de rompimiento ,

Oue si alentó con ánimo estuvieres ^ en alto on crucifijo enarbolaron


Veras ai|ni presente lo rutero Que acrecentó el hervor j encendimiento:
Todo punió por punto lo que vieres Todos humildemente le salvaron
Lo disponen los hados . j aseguro Con gi .ande devoción y acatamiento,
Qne podrás como digo sea de vista Bajo del cual estaban a los lados
Testigo y verdadero coronisla. Las armas de los fieles coligados.
Yo con mayor codicia por un lado En esto con rumor de varios sones
Llegué el rostro a la bola trasparente! Acercándose siempre caminaban ;

Donde vi dentro un mundo fabricado Estandartes, bandeías y pendones


Tan grande como el nuestro, j tan pateóle Sobre las alias popas tremolaban
Como en redondo espejo relevado Las ordenadas bandas y escuadrones
Llegando jante el rostro claramente, Esgrimiendo las arma?; se mostraban
Vemos dentro mi anchísimo palacio En lomo las galeras rodeadas
Y en inu\ pequeña forma grande espacio. De cañones de bronce y pavesadas
Y por aquel lagar se descubría Mas en el bajo leño que ahora llevo
El turbado j revuelto mar ausonio, No es bien que de lan grave cosa cante.
Donde se definió la gran porfía Que cierto es menester aliento nuevo,
Entre César Augusto y Muco Antonio :
Lengua mas espedida y voz pujante*
Asi im I., misma Luna parecía Asi medroso desto no me atrevo
Por la bamla de Lepante \ favonio A proseguir señor , mas adelante , :

Junto a las Curcliulares aria el puerto En el siguiente y nuevo canto os pido


De galeras el ancho mar culiierio. Me deis vuestro favor y atento oído.
Mas viendo las divisas señaladas
Del papa, de Felipe ] venecianos,
Lingo reconocí ser las armadas CANTO XXIV.
De los infieles turcos y cristianos
Que en orden de batalla aparejadas Dase noliiia de la pran batalla naval, del deibarale y rola de la armada
Para venir estaban á las manos ,
turquesca con la huida de Ocliall.
Aunque á mi parrcer no se movían ,

Ni mas que figuradas parecían.


Pero el mago Filón me dijo i Presto : gran Felipe , es ya llegada
La sazón ,

Veris una naval batalla eslraña , En que mi de vos favorecida \>j/.

Donde se mostrara bien manifiesto Cante la universal j gran jornada


El su ¡'i ruin valor de vuestra F.spaña ; En las aosenias olas definida :

\ luego con airado y fiero geslo La soberbia otomana derrocada,


Hiriendo el ancho globo con la caña Su marítima faena destruida.
Una vez al través , otra al derecho Los v - bados diferentes suertes. ,

Sacó una horrible voz del ronco pecho El .sangriento destrozo y crudas muertes.
, ,,, ,, , , : : ,

DON ALONSO DE EliCILLA Y 7.IINIGA.

Abridme, ó sacras masas, yuestrafuente ,


«Que quien volver de aquí vivo desea
Y dadme nuevo espirito y aliento Al patrio nido y casa conocida ,
Con estilo v lenguaje conveniente Por medio desa armada gente crea
a mi arrojado y grande atrevimiento, Que ha de abrir con la espada la salida
PanrQecir eslensa y claramente Asi cada cual mire que pilca
Peste naval (.'(milito y rompimiento , Por su Dios , por su rey y por la vida ,
>.las gentes que están juntas a una Que no puede salvarla de otra suerte
Debajo (leste golpe de fortuna. Sino en trayendo al enemigo á muerte.
¿Quien bastará á contar los escuadrones «Mirad que del valor y espada vuestra
Y el numero copioso de galeras Hoy el gran peso y ser del mundo pende,
La multitud y mezcla de naciones Y entienda cada cual que esta en su diestra
Estandartes, enseñas y banderas, Toda la gloria y premio que pretende
Las defensas, pertrechos, municiones, Apresuremos la fortuna nuestra ,
Las diferencias de armas v maneras ,
Que la larga tardanza nos ofende ;

Maquinas , artificios é instrumentos, Pues no estáis de cumplir vuestro deseo


Aparatos, divisas y ornamentos? Mas del poco de mar que en medio veo.
Vi croatos (latinados esclavones
, , ,
«Vamos pues á vencer no detengamos ;

Búlgaros, allianeses trasilvanos. ,


Nuestra buena fortuna que nos llama;
Tártaros, tracios, griegos, macedones, Del hado el curso próspero sigamos
Turcos , lidios armenios georgianos ,
, .
liando materia y fuerzas á la fama :
Sirios , árabes , licios , licaones Que solo desie golpe derribamos
Húmidas, sarracenos , africanos, La bárbara arrogancia , y se derrama
Jenízaros, san jacos, capitanes, El sonoroso estruendo de la guerra
Chauces , rehelerbeyes y bajanes. Por todos los confines de la tierra.
Vi allí también de la nación de España » Mirad por ese mar alegremente

La Borde juventud y gallardía . Cuánta gloria os está ya aparejada:


La nobleza de Italia y de Alemana Que Dios aquí lia juntado tanta gente
Una audaz y bizarra compañía : Para que a nuestros pies sea derrocada
Todos ornados de riqueza eslraña Y someta hoy aquí todo el oriente
Con animosa muestra y lozanía A nuestro yugo la cerviz domada ,
Y en las popas, carceses y trinquetes Y á sus potentes principes y reyes
Flámulas, banderolas, gallardetes. Los podemos quitar y poner leyes.
Así las dos armadas pues venían » Hoy con su perdición establecemos

En tal manera y orden navegando En todo el mundo el crédito cristiano:


Que dos espesos bosques parecían Que quiere nuestro Dios que quebrantemos
Que poco a poco se iban allegando : El orgullo y furor mahometano.
Las cicaladas armas relucían /.Qué peligro, ó varones, temeremos
En el inquieto mar reverberando, Militando debajo de tal mano?
Ofendiendo la vista desde lejos Y J quién resistirá vuestras espadas
Las agudas vislumbres y reüejos. Por la divina mano gobernadas?
Por nuestra armada al uno y otro lado «Solo os ruego, que en Cristo confiando
Una presta fragata discurría, Que á la muerte de cruz por vos se ofrece.
Donde venia un mancebo levantado Combata cada cual por él mostrando
De gallarda presencia y bizarría: Que llamarse su milite merece ;

Un riquísimo y fuerte peto armado Con propósito firme protestando


Con tanta autoridad . que parecía De vencer ó morir: que si parece
En su disposición , figura y arte La victoria de premio y gloria llena,
Hijo de la fortuna y del dios Marte. La muerte por tal Dios no es menos buena.
Yo codicioso de saber quien era , «Y pues con este fin nos dispusimos
Aficionado al talle y apostura, Al peligro y rigor desla jornada ,
Mirando atentamente la manera, Y' en la defensa de su ley venimos
El aire, el ademán y compostura; Contra esa gente infiel y renegada
En la fuerte celada , en la testera La justísima causa que seguimos
Vi escrito en el relieve y grabadura Nos tiene la victoria asegurada;
De letras de oro el campo en sangre tinto :
Así que, ya del cielo prometido
Don Juan , hijo del César Carlos quinto. Os puedo yo afirmar que habéis vencido .»
El cual acá y allá siempre corría Súbito allí los pechos mas helados
Por medio del bullicio y alboroto, De furor generoso se encendieron ,
Y' en fragata cerca del venia
la Y de los torpes miembros resfriados
El viejo secretario Juan de Soto; El temor vergonzoso sacudieron :

De quien el mago anciano me


decía Todos los diestros brazos levantados
Ser en todas las cosas de gran voto , La victoria ó morir le prometieron,
Persona de discurso y esperiencia , Teniendo en poco ya desde aquel punto
De mucha espedicion y suficiencia. El contrario poder del mundo junto.
Don Juan á la sazón los exhortaba El valeroso joven pues loando
A la batalla y trance peligroso Aquella voluntad asegurada.
Con ánimo y valor, que aseguraba Con súbita presteza el mar cortando
Por cierta la victoria y fin dudoso; Atravesó por medio de la armada.
Y su gran corazón facilitaba De blanca espuma el rastro levantando!
Lo que el temor hacia dificultoso. Cual luciente cometa arrebatada,
Derramando por toda aquella gente Cuando veloz rompiendo el aire espeso
Un belicoso ardor y fuego ardiente ; Le suele asi dejar gran rato impreso.
Diciendo : «O valerosa compañía , Asi que brevemente habiendo puesto
Muralla de la Iglesia inespugnable : En orden las galeras y la gente ,

Llegada es ocasión , este es el día ,


la A suya real se acostó presto
la
Que dejais vuestro nombre memorable : Donde fué saludado alegremente;
Calad armas y reinos á porfía Y señalando á cada cual su puesto
Y la invencible fuerza y fe inviolable Con el concierto y modo conveniente,
Mostrad contra estos pérfidos paganos , Zalá la artillería , y alistada
Que vienen á morir a vuestras manos. Iba la vuelta de la turca armada.
. , ,;
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, ,, ; 1 ,

LA Ali ALCANA, CANTO XXIV. •I


Llevaba el cuerno de la diestra mano Que ese su capitán envanecido
>

El sucesor del lacillo Andrea Doria , Es .le muy poca edad > tuOctencia
De quií-ii el largo ni ii Medilern Indignamente al cargo promovido
Hará perpetua j celebre men Sin curso, disciplina ni esneriencli
Y Agustín Bacbarigo venei laño, , Y asi presuntuoso v atrevido
Proveedor de la armada senatoria Con ardoi juvenil í inadvet i

Llevaba el otro cuerno a la si slxa lije ;i Inil.i esa gente cnlelcli.nl. i

Con orden no menor > bella muestra. a la furia y rigor de vuestra espada.
Pues los cuernos Iguales > ordenados i » No penséis que nos venden mu] costosa
La batalla guiaba el hijo diño Loa hados la victoria deste
Del gran Carlos, cerrando los dos lados Que lo mas desa armada temerosa
i [aleras de Malta * Lomel ¡ Es iie la veneciana sen
La del papa ¡ V dw la loa costados i i
Gente no ajen liada ni industriosa
Asi continuaban su camina ¡ Hada mas al regulo y pulida ,

Cu ^.iikI.i culi i-u.ii i'inii|i.is y estremos N i


lai blandas delicias de mi lierra ,
Lai ancbas pulas de lus largos remos. Que al robusto ejercicio de la guerra.
Ibao seis galeazas di lanteras » Y esotra turbamulta congregada

Bastecidas de gente j artilladas Es pueblo suez, barbara canalla,


Puestas de dos en dos poi las (Tonteras De diversas naciones amasada.
Que manera de luna Iban cerradas;
:> En quien conformidad jamas se hall 1

Seguían luego detrás treinta galeras , tiente que nunca supo que es espada ,

Al general soc irro seE ilad is Que antes que se comience la batalla
I' le el in irqués de S inta Cruz venia Y el es| toso son de artillería
Con una valerosa compañía. La romperá su misma vocería.
I'm el orden
término que cuento j i Mas vosotros varones invencibles
,

caiulnabl iail i
Entre las aunas ásperas criados ,

l.i vuelta de la InBel, que a sobreviento Y en guerras ¡ trabajos Insufribles


G mandóle la mar se aventajaba Tantas j tantas veces aprobados
Pero luego t deshora calmo ej viento, ¿Que peligros habrá >u tan terribles,
\ el alto mar sus olas allanaba Ni contrarios ejércitos ligados.
Remitiendo fortuna la sentei Que basten a poneros algún miedo,
Al valor de los brazos y escelencla. .Ni a resfriar vuestro animo y denuedo»
i'i sto al Barbarlgo, al cuerno diestro, »Ya me parece ver gloriosamente
Va Sil oco vlrej de Alejandría La riza y mortandad de vuestra mano,
Cnn Meniclhey, cosario y ^r:ui maestro, Y ese interpuesto mar con mas creciente
Que a Negroponto < la sazón regiu Teñido en roja sangre el colcir cano :

Ocball renegado iba al siniestro Abrid pues \ romped por esa gente;
(mi Cárabe) su liijn in compañía, Echad a fondo ya el poder cristiano,
Y en medio en la batalla bien cerrada Tomando posesión de un golpe subí
Ali, gran general de aquella armada. Del ('.unge ,iChile y de uno al olro polo
,

El cual reconociendo el duro hado, Así el bajá en el limitado trocho


Y de so perdición la hora postrera, Los dispuestos soldados animaba,
Comii prudente capitán y osado Y de la heroica empresa y alto hecho
De i.i alta popa en la real galera, El prospero suceso aseguraba;
Con un semblante alegre j confiado, Pero en lo hondo del secreto pee lio
Que mostraba Ungido por defuera, Siempre el negocio ums diOcultaba,
El cristiano poder disminuyendo, Tomando por agüero ya contrario
Hizo esta breve platica diciendo: La gran resolución del adversario.
«No será menester , soldados , creo , Y' mas cuando un jenízaro forzado
Hoveros ni incitaros con razones. Que iba sobre la gavia descubriendo,
Que ya pi>r lus señales que en vos veo Después de haberse b en certificado
Se muestran bien las Seras intenciones : Las galeras de allí reconociendo ,

Ecbad fuera la ira y el deseo Dijo: «El cuerpo de en medio y diestro lado
- - vuestros fogosos cora/.ones
Y el socorro que utrus viene siguiendo.
1
I 1 ' 1

\ las armas tomad en cuyo hecho , Si mi vista de aquí no desalina,


Los halles punen hoy vuestro derecho. Es de la armada y gente ponentina.
• Que jamás la fortuna á nuestros ojos Sintió el baja no menos que la muerte
Se mostró tan alegre y descubierta; Lo que el cristiano cierto le afirmaba;
Pues cardada de gloi y de despojos 1.1 Pero mostrando esfuerzo y pecho fuerte
Se Mein- \.i meter p u nuestra puerta .i ii secreto dolor disimulaba;
Rematad el trabajo y lOS enojos Y asi al cuerpo de en medio, que porsuerte
Desta prolija guerra, haciendo cierta Según orden de guerra le tocaba ,

La esperanza y el crédito estimado Enderezó su escuadra aventajada


Que de vuestro valor siempre habéis 1 1 ido be sus tendidos cuernos abrigada.
«No os altere la muestra y el ruido Llegado el punto ya del rompimiento
Con (¡lie se acerca la enemiga armada Que los precisos hados señalaron ,

Que sabed que ese ejército movido , Con una furia igual y movimiento
Y gente de mil reinos allegad i
Las potentes armadas se juntaron:
Fortuna á una cerviz, la b¡ lucido, Donde por todas partes á un momento
Porgue pueda de un golpe ser cortada, Los cargados cañones dispara
Y deis por vuestramano en solo un día Con un terrible estrépito de modo ,

Del mundoGran Señor la monarquía.


al Que parecía temblar el mundo lodo.
«Que esas gentes sin orden que allí vienen El humo, el fuego, el espantosoestruendo
En el valor y número inferiores, De los furiosos tiros escupidos
Son que nos impiden y detienen
las El recio destroncar y encuentro horrendo
El ser de todo el mundo vencedores : De las proas v mástiles rompidos ,
Muestren las armas el poder que tienen ,
El rumor de las armas estupendo,
Tomad desos indignos posesores Las varias voces, gritos y apellidos,
Las provincias y reinos del poniente, Todo en revuelta confusión hacia
Que os vienen á entregar tan ciegamente. Espectáculo horrible y armonía.
,, , ,; : ; ,, ,

i)J DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUSlC.A.


No la dudad de Prlamo asolada ¿Cuál será aquel que no temblase, viendo
Por Untas parles sin cesar ardía. El lin del mundo y la total ruina,
Ni el erado efecto de la griega espada Tantas gentes á un tiempo pereciendo,
Con tal rigor y estrépito se oía. Tanto canon , bombarda y culebrina?
Como la turca y la cristiana armada, El sol los claros rayos recogiendo
Que envuelta en humo y fuego parecía, Con faz turbada , de color sanguina
Ño solo arder el mar, hundirse el suelo, Entre las negras nubes se escondía
Pero venirse abajo el alto cielo. Por no ver el destrozo de aquel día.
El gallardo don Juan, reconocida Acá
y allá con pecho y rostro airado,
La enemiga real que iba en la frente, Sobre el rodante carrn presuroso
Hendiendo recio el agua rebatida lieTesifon y Alelo acompañado
Rompe por medio de la llama ardiente Discurre el flero Harte sanguinoso :
Mas la turca con Ímpetu impelida . Ora sacude el Inerte brazo armado ,

Le sale a recibir, donde igualmente Ora hale el escudo fulminoso.


Se embisten con furiosos encontrones Infundiendo en la fiera y brava gente
Rompiendo los herrados espolones. Ira saña, furor y rabia ardiente.
,

No estaban las reales aferradas , Quién faltándole tiros luego atierra


Cuando de gran tropel sobrevinieron Del pedazo del remo ó de la entena ;

Siete galeras turcas bien armadas, Quién trabuca al forzado y lo deshierra


Que en la cristiana súbito embistieron ; Arrebatando el grillo 6 la cadena :

Pero de no menor furia llevadas No hav cosa de metal de leño y tierra.


,

Al socorro sobre ellas acudieren , Que alli para lirar no fuese buena,
De la derecha y de la izquierda mano, Rotos bancos, postizas, batallólas,
La general del papa y veneciano. Barriles, escotillas, portañolas.
Do con segunda autoridad venia Y las lanzas y tiros que arrojaban ,

Por general del sumo quinto Pió Aunque del duro acero resurtiesen,
Marco Antonio Colona, á quien seguía En las sangrientas olas ya hallaban
Una escuadra de mozos de gran brío : Enemigos que en sí los recibiesen ;

Tras la socorro arremetía


cual al Y ardiendo en la agua fria peleaban
Por el camino y paso mas vacio Sin que al adverso hado se rindiesen ,

La patrona de España y capitana. Hasta el forzoso y postrimero punto


Rompiendo el golpe y multitud pagana. Que faltaba la fuerza y vida junto.
El príncipe de Parma valeroso, Cuáles su propria sangre resolviendo
Que iba en la capitana Ginovesa , Andan agonizando sobreaguados;
Hendiendo el mar revuelto y espumoso Cuales tablas y gúmenas asiendo
Se arroja en medio de la escuadra apriesa: Quedan rindiendo el alma enclavijados ;

La confusión y revolver furioso Cuales hacer mas daño no pudiendo,


Y del humo la" negra nube espesa A los menos heridos abrazados,
La codiciosa vista me impedía, Se dejan ir al fondo forcejando
Y asi á muchos alli desconocía. Contentos de morir alli matando.
Mons de Leñi con su galera presto No gran revuelta
es posible contar la
Por su parle embistió y cerró el camino , Y confuso tumulto y son horrendo:
el
Donde llegó de los primeros puesto Vuela la estopa en vivo fuego envuelta ,

El valeroso principe de Urhiiio , Alquitrán y resina , y pez ardiendo ;


,

Que á la bárbara furia contrapuesto La presta llama con la brea revuelta


Con ánimo y esfuerzo peregrino Por la seca madera discurriendo,
Gallarda y singular prueba hacia Con fieros estallidos y centellas
De su valor virtud y valentía.
, Creciendo amenazaba las estrellas.
Luego con igual Ímpetu y denuedo Unos al mar se arrojan por salvarse
Llegan unas con otras á abordarse Del crudo hierro y llamas perseguidos.
Cerrándose tan juntas, que a pié quedo Otros que habían probado el ahogarse
Pueden con las espadas golpearse; Se abrazan á los leños encendidos :

No bastaba la muerte á poner miedo, Así que , con la gana de escaparse


Ni alli se vio peligro rehusarse A cualquiera remedio vano asidos ,
Aunque al arremeter viesen derechos Dentro del agua mueren abrasados ,
Disparar los cañones á los pechos. Y en medio de las llamas ahogados.
Así la airada gente, deseosa Muchos ya con la muerte porfiando
De ejecutar sus golpes se juntaban , Su opinión aun muriendo sostenían ,

y cual violenta tempestad furiosa Los tiros y las lanzas apañando


Los tiros y altos brazos descargaban : Que de las fuertes armas resurtían
Era de ver la priesa hervorosa Y en las huidoras olas estribando
Con que las fieras armas meneaban Los ya cansados brazos sacudían ,
La mar de sangre súbito cubierta Empleando en aquellos que topaban
Comenzó á recibirla gente muerta. La rabia y pocas fuerzas que quedaban.
Por las proas , por popas y costados Crece el furor y el áspero ruido
Se acometen y ofenden sin sosiego, Del contino batir apresurado ;

Unos cayendo mueren ahogados El mar de todas parles rebatido


Otros á puro hierro , otros a fuego : Hierve y regüelda cuerpos de apretado,
No fallando en los puestos desdichados Y sangriento, alterado, y removido,
Quien á los muertos sucediese luego , Cual de contrarios vientos arrojado ,
Que muerte , ni rigor de artillería Todo revuelto en una espuma espesa
Jamas bastó á dejar plaza vacia. Las herradas galeras bate apriesa.
Quién por salt3r en el bajel contrario En la alta popa junto al estandarte
Era en medio del salto atravesado ;
El ínclito don Juan resplandecía ,
Quién por herir sin tiempo al adversario Mas encendido que el airado Marte ,
Caía en el mar de su furor llevado ; Cercado de una ilustre compañía:
Quién con bestial desínio temerario De allí provee remedio á toda parte ,

En su nadar y fuerzas condado Acá da priesa, alia socorro en\iu,


Al odioso enemigo se abrazaba Asegurando á todos su persona
Y en las revueltas olas se arrojaba. Soberbio triunfo v la naval corona.
, . ,, ,. . , , ,: , ; ,

LA ai; vi ' ana . CANTO X\IV. 03


Don Luis de ReqUMefll de la otra li.iiil i La grande multitud de los heridos
Provoca exhorta, anima, mueve, mella,
.
Que i la batida proa recurrían ,

Crur,- vuelve revuelve torna > amia . ,


i ,n di ni qne i las vei detenidos •
,

Donde el peligro mu iceaila I ;


Loa unos i loa otros se Impedían ;

Provee remedia, acode, ordena, manda,


.
Pero de Ili mas proveídos,
i

[nata, da priesa, Induce, * solicita Luego de nuevo combatir volvían, i

A la aiealra, slniesu a, i popa i proa .


Las enemigas roerías reprimiendo
Ganando estimación y eterna loa. Que Iban al pai ecei eonvaleí lendo.

Pues el conde de Priego, don Femando, En esia gran revuell


\ desatino, i

Diligente . solicito ¡ i nidoso , Qne argab mas que en otro lado.


allí i >

Acude a todas partea remediando Viniendo i socorrer don Bernardino


Lo di" menos remedio j mas dudoso : Mis i|io> de i ista de talado,
Asi pues del cristiano ni- con súbita fbi la en el camino
j turco bando
i

i
¡ ida en ii Inquiriendo un Qu honroso, De un Inerte esmerilan derribado,
Procuraban matando como ^ . i <
Cu Lindóle con golpe riguroso
Morir en el bajel del enemigo. Los pasos y designio valeroso,
Era tanta la furia v tal la pries i i ii. -oí poderoso golpe de tal suerte
Que el lin j dia postrero parada ;
Domas de la pesad y man Calda i
,

Di' los tinis i.i ri'i 1 1 iiuw i espesa Que resistir no pudo el peso fuerte
Bl aire claro y roio mar eubn i i Mi la rodela á prueba guarnecida
Crece la rabia, el disparar no cesa Al Mu el joven ron honrada miiei le
De la presta y continua baiei 1 1 Del lodo aseguré la ¡nguieU rida,
atronando el rumor de las eso Envainando en España mil espadas
Las marilimas coatas apartadas. En contra y daño sin,, declaradas.
K.i buen marqués de Bant i Crnz, <
i
> i «» estaba En esto por in-s partes fue embestida
M ioci ii" común •percibido La famosa de Malta capitana
Visto el trabado juego cual andaba, Y apiolada de Indas y lialida
y lesigual en partes el partido, Con vieja enemistad y furia insana;
Sin aguardar mas tiempo Be arrojaba , Mas la (nena y virtud tan conocida
En medio de la priesa j gran ruido De aquella tudas caballería cristiana,
Embistiendo con Impelo furioso La multitud pagana contrastando,
i lo mas revuelto j peligroso,
ii, i., Iba de punto en punto mejorando.
Vlendopues de enemigos rodeada rirev de Arjel
Pero elcosario esperto, ,

La galera real con gran porfía , Que mira hasta entonces habia estado,
i la

Y que otra de refresco bien armada Hallando al cuerno diestro el paso abierto
a embestirla con ímpetu venia, Que del todo no estaba bien cerrado ,
Saltóle de través boga arrancada, . Antes que se pusiesen en concierto ,
Y al enriiL'iiirn y ,liiiu-;i se oponía, Furioso se lanzé por aquel lado ,

Atajando con presto movimiento Filiándole de nuevo tres bajeles


El bárbaro furor y fiero intento. ¡i infinito número de infieles.

Después ibiOSO sin parar corriendo. i


Los fuertes caballeros peleando
Por i.i asnera batalla discurría; Resisten aquel ímpetu y motivo ;
Entra, sale y revuelve socorriendo, Pero al cabo, señor, sobrepujando
Y tres \ a cuatro a veres resistía.
:i A las fuerzas el numero escesivo ,

¿Quién podrá punto punto Ir refiriendo i


Los entran con gran furia degollando,
Las gallardas espadas que este dia Sin tomar á rescate un hombre vivO ,

En medio del furor se señalaron Vertiendo en el revuelto mar furiosc


Y el mar i'nn luna sangre acrecentaron? De bautizada sangre un rio espumoso
Don Juan en esto airado é impaciente I.i- galeras de Malla que miraron

La espaciosa (brluna apresuraba, Con tal rigor su capuana entrada ,


Poniendo espuelas y animo i su gente , Los fieros enemigos despreciaron
Que envuelta en sangre ajena y propria andaba. Con quien tenían batalla comenzada
a Bajé no menos diligente
1 1
Y batiendo los remos se lanzaron
Con gran hervor loa botos esforzaba, Con nueva rabia y priesa acelerad i

Travendolea conllno la me ia Sobre la multitud de los paganos


El gran premio y honor de la Vitoria. Verdugos de los mártires cristianos
Mas la real cristiana aventajada Tanto fué el sentimiento en los soldados,
Por el grande valor de su caudillo, Y la sed de venganza de manera ,

A puros brazos y i rigor de espada Que embistiendo á los turcos por los lados
Alire recio en la turca un gran portillo. Entran haciendo riza carnicera ;
Por do un grueso tropel de gente armada ,
Asi que , victoriosos y vengados
Sin poder los contrarios resistillo ,
Recobraron su honor y la galera
Entra con un rumor y furia eslraña. Hallando solos vivos los primeros
Gritando: ¡Cierra, cierra, España, España! .VI general y cuatro caballeros.

Los turcos, viendo entrada su galera, Mareo Antonio Colona despreciando


Del temor y peligro compelidns , El Ímpetu enemigo y la braveza
Revuelven sobre si de tal manera , Combale animosísimo igualando ,

Que fueron los cristianos rebatidos; Con la honrosa ambición la fortaleza.


Pero añadiendo furia a la primera Pues Sebastian Veniero contrastando
Los fuertes españoles ofendidos, La turca fuerza y barbara fiereza ,

Venciendo el nuevo golpe de la gente, Vengaba allí con ira y rabia justa
Los vuelven á llevar forzosamente La injuria recibida en Famagusta.
Basta el árbol mayor, donde afirmando La capuana de Sicilia en lauto
El rostro y pié con nueva confianza También Portau baja la combatía.
Renuevan la batalla , refrescando La cual ya por el uno y otro canto
El fiero estrago y barbara matanza : Cercada de galeras la tenia :

Carga socorro de uno y otro bando Era el valor de los cristianos tanto
Fatígales y aqueja la tardanza Que la ventaja desigual suplia.
De vencer 6 morir desesperados No solo sustentando igual la guerra ,
Dando gran priesa a los dudosos hados. Pero dentro del mar ganando tierra
,, , , , , ,, , ,
;, :

!i [ DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUSlGA.


Que don Juan, de la sangre de Cardona, Pero el hijo de Carlos, conociendo
Ejercitando allí su viejo oficio. Del traidor renegado el bajo intento ,

Ofrecí' i les peligros la persona Con gran furia el movido mar rompiendo
Dando cié su valor notable indicio; Carga dándole caza en seguimiento.
Y la fiera nación de Barcelona Iban tras ellos al través saliendo
Hace en los enemigos sacrificio, El de Bazán y el de Oria a sotavento
Trayendo hasla los puños las espadas Con una escuadra de galeras junta,
Todas en sangre barbara bañadas. Procurando ganarles una punta.
No pues con menos animo y pujanza Mas la triste canalla , viendo angosta
El sabio Barbarigo combatía, La senda y ancho mar según temia ,
Igualando el valor a la esperanza Vuelta la proa a la vecina costa
Que de su claro esfuerzo se tenia : En tierra con gran ímpetu embestía
Ora oprime la turca confianza. Y cual se ve tal vez sallar langosta
Ora á la misma muerte rebatía , En multitud confusa así á porfía ,

Haciendo suspender la flecha airada Salta la gente al mar embravecido


Que ya derecho en él tenia asestada. Huyendo del peligro mas temido.
Bien que con muestra y ánimo esforzado Cuál con brazos, con hombros rostro y pecho ,

Contrastaba la furia sarracina. El gran reflujo de las olas hiende ;


No pudo contrastar el duro hado, Cual sin mirar al fondo y largo trecho,
por mejor decir , orden divina : No sabiendo nadar, allí lo aprende;
Qué ya el Último término llegado, No hay parentesco, no hay amigo estrecho,
De una furiosa flecha repentina Ni el mismo padre al caro hijo atiende
Fué herido en el ojo en descubierto, Que el miedo de respetos enemigo
,

Donde a poco de ralo cayó muerto. Jamás en el peligro tuvo amigo.


Aunque fué grande el daño y sentimiento que del temor mismo forzados
Asi
De ver tal capitán asi caido En arenosa playa pié lomaron
la
No por eso turbó el osado intento Y por las peñas y arboles cerrados
Del veneciano pueblo embravecido : A mas correr huyendo se escaparon.
Antes con mas furor y encendimiento, Deshechos pues del todo y destrozados
A la venganza licita movido, Los miserables bárbaros quedaron ,

Hiere en los matadores de tal suerte Habiendo fuerza á fuerza y mano á mano
Que fué recompensada bien su muerte. Rendido el nombre de Austria al otomano.
En este tiempo andaba la pelea Estaba yo con gran contento viendo
Bien reñida del lado y cuerno diestro , El próspero suceso prometido ,
Donde el sagaz y astuto Juan Andrea Cuando en el gloho el mágico hiriendo
Se mostraba muy platico maestro. Con el potente junco retorcido,
También Héctor Espinóla pelea Se fué el aire ofuscando y revolviendo,
Con uno y otro á diestro y á siniestro Y cesó de repente el gran ruido,
Señalándose en medio de la furia Quedando en gran quietud la mar segura
La espertay diestra gente de Liguria. Cubierta de una niebla y sombra escura.
Bien dos horas y media y mas había Luego Filón con platica sabrosa
Que duraba el combate porfiado, Me llevó por la sala paseando
Sin conocer en parte mejoría Y sin dejar figura cada cosa
Ni haberse la victoria declarado : Me fué parle por parle declarando.
Cuando el bravo don Juan, que en saña ardia Mas teniendo temor que os sea enojosa
Casi quejoso del suspenso hado , La relación prolija , ¡ré dejando
Comenzó a mejorar sin duda alguna Todo aquello aunque digno de memoria.
Declarada del todo su fortuna. Que no importa ni loca á nuestra historia.
En esto con gran ímpetu y ruido Solo diré que con muy gran contento
Por el valor de la cristiana espada Del mago y Gualicolo despedido ,
El furor mahomético oprimido, Aunque tarde llegué a mi alojamiento.
Y la turca real del todo entrada : Donde ya me juzgaban por perdido.
Do el estandarte bárbaro abatido Volviendo pues la pluma á nuestro cuento.
La cruz del Redentor fué enarbolada Que en larga digresión me he divertido,
Con un triunfo solene y grande gloria ,
Digo que allí estuvimos dos semanas
Cantando abiertamente la Vitoria. Con falsas armas y esperanzas vanas.
Súbito un miedo helado discurriendo Pero en resolución nunca supimos
Por los míseros turcos ya turbados De nuestros enemigos cautelosos
Les fué los brazos luego entorpeciendo, Ni su designio y ánimo entendimos.
Dejándolos sin fuerzas desmayados ; Que nos tuvo suspensos y dudosos :

Y espadas y ánimos rindiendo ,


las Lo cual considerado nos partimos
A su fortuna misera entregados, Desmintiendo los pasos peligrosos.
Dieron la entrada franca, como cuento ,
En su demanda entrando por la berra
Al Ímpetu enemigo y movimiento. Con gana y fin de rematar la guerra.
Ya pues del cuerno izquierdo y del derecho Una tarde que el sol ya declinaba
De la victoria sanguinosa usando, Arribamos a un valle muy poblado ,

Con furia inexorable todo á hecho Por donde un grande arroyo atravesaba
Los van por todas partes degollando : De cultivadas lomas rodeado ,

Quién al agua se arroja abierto el pecho. Y en la mas llana que a la entrada estaba,
Quién se entrega á las llamas, rehusando Por ser lugar y sitio acomodado
El agudo cuchillo riguroso La gente se alojó por escuadrones,
Teniendo el fuego alíi por mas piadoso. Las tiendas levantando y pabellones.
El astuto Ochali viendo su gente Estaba el campo apenas alojado ,

Por la cristiana fuerza destruida Cuando de entre unos arboles salía


Y deshecha armada totalmente
la Un bizarro araucano bien armado,
Al hierro, fuego y agua ya rendida ,
Buscando el pabellón de don García ;

La derrota tomó por el poniente Y á su presencia el bárbaro llegado


Siguiéndole con misera huida Sin muestra ni señal de cortesía
Las bárbaras reliquias destrozadas. Le comenzó á decir... Pero entre tanto
Del hierro y fuego apenas escapadas. Será bien remalar mi largo canto.
. , , , , : . ,; , ,

l.A AltAl CANA, CAVÍ (l \\V 115

iCon píelo j condición que ti Tendere!


Someiei i la tierra lo obediencia <

CANTO XXV. Y del podras icef lo ni «- quisiere!


i>
«

Sin ii- H de respeto al clemencia ;

*,i. nú» loi tip:>" •» HUarapua Dap . * SaiaBarl ü uo Y cuando lo por '-i mi" Ido fuere!
,.

aBalaaaa
i

ru. -D|.ri >


laaao a la batalla
Reogo aanl
. <
Libre le dejara en u
preeminencia^
Que no quiere otro premie ni otra gloria
loa aapanolaa munraron »quel illa.
Sino solo i'i nono? de la vlloi 1. 1

Cosa ea digna de considerada, ser •Mira que tolo en que esta V"/ te Mili D(l i

Y mi pasar por ella fácilmente , Consignes nombre % fama de valiente


Que gente tan Ignota j desviada \ .o cuanta el claro s,,i tua rayos üeoda
ii.' frecuencia \ trato de otra gente,
1 1 Darai i
tu memoi la entre la gente
De [navegables gol fot rodé ida Pues al iui te dTri que por contienda
Alcance lo que asi difícilmente Entraste valerosa j dignamente

Alcanzaron por corso de la guerra En campo con el gran CaupollCaOO .

Los mu r¡ sos hombros de la tierra. Persona por persona | m i mano.

Dejen de encarecer loa escritores •Esto es j lo que vengo ] asi pido :

A losque i'l arte militar hallaron, Te resuelvas en bi eve 5 lu ilbedrio


[Si ya loa Inventores
mas celebren Si quieres por el leiinii luí ido
Que acero \ el metal forjaron
el 'luí" Rebosar A acetar el desafio ;

Pues i"s olihnos Indios moradores Que aunque el peligro es grande y conocido,
Del araucano i'siaiin asi alcamaron De tu altiveza i animo confio
El orden de la guerra • disciplina , Que al luí satisfarás e sadia
Que podemos lomar ilellos ilotrüía. A lu estimado honor y al que me envía.»
¿Quién los mostró I rormar los escuadrones, Don Garda le responde "Soy contento i

Representar en orden la batalla De acetar el combate j le aseguro .

Levantar caballeros j bastiones . Que al plazo puesto y señalado asiento


ii fj defensas
ii rosos y murallas, . Podra a su voluntad venir seguro.!
Trinebeas, nuevos reparos. Invenciones, El indioque escuchando estaba aleólo.
Y cuanto en uso militar te baila ! Muy alegre le dijo <Yo le juro ;

Que iodo es un bástanle J clare uulicio Que esta usada respuesla eleriiamciil l

Del valor ilesla gente y ejercicio. Te dejara famoso entre la gente.»


Y sobre todo, debe ser loailo Con esto sin pasar mas adelante
El silencio en la guerra y obediencia, Las espaldas volvió y tomo la via .

Que nunca fue secreto revelado Mostrando por su término arrogante


Por dadiva amenaza ni violencia , .
En la poca opinión que nos lema.
Como ya en lo que clcllos he contado Algunos hubo allí que en el semblante
Vemos abiertamente la esperiencia ;
Juzgaron ser mañosa y doble espía ,

Pues por mañas jamás ni por espías Que iba a reconocer con este Intento
Dellos tuvimos nueva en tantos (lias. La gente y pertrechado alojamiento.
Aunque en los puebles comarcanos fueron Venida pues la noche , los soldados
Presas de sobresalto muchas gentes, En orden de batalla nos pusimos,
Que ai rigor del tormento resistieron Y á las derechas picas arrimados
Con gran constancia y lirmes continentes Contando las estrellas oslinitnos,
Tanto que muchas veces nos hicieron Del sueño y graves anuas falig idos,
Andar en los discursos diferentes Aunque crédito entero nunca dimos
Que pudiera causar notable daño Al indio por pensar que solo vino
,

Creciendo su cautela y nuestro engaño. A tomar lengua y descubrir camino


Pero, como ya dije arriba , estando Y'a la espaciosa noche declinando
Apenas nuestro ejército alojado , Trastornaba al ocaso sus estrellas .

Vino un gallardo mozo preguntando Y la aurora al oriente despuntando


lio estaba el capitán aposentado. Deslustraba la luz de todas ellas ,
Y á su presencia el barbara llegando Las flores con su fresco humor rociando ,

Con tono respeta Imantado,


sin Restituyendo en su color aquellas
Habiéndose juntado mucha gente . Que la tiniebla lóbrega importuna
Sollo la VOS diciendo libremente: Las habia reducido a solo una :

«¡Oh capitán cristiano! si ambicióse Cuando con alto y súbito alarido


Eres de honor con titulo adquirido , Apareció por uno y otro lado
Al oportuno tiempo venturoso En tres distintas partes dividido
Tu próspera fortuna le ha traido El ejercito bárbaro ordenado ,
Que el gran Caupolicano deseoso Cada escuadrón de gente muy fornido.
De probar tu valor encarecido. Que con gran muestra y paso apresurado
Si tal virtud y esfuerzo en ti se halla, Iban en igual orden como cuento
Pide de solo'á solo la batalla. Cercando nuestro estrecho alojamiento.
•Que siendo de personas informado, La gente de caballo aparejada
Que eres mancebo noble floreciente. Sobre las riendas la enemiga espera ;

En la arte militar ejercitado, Mas antes que llegase anticipada


Capitán y cabeza desla gente ; Se arroja por una áspera ladera,
Dándole por ventaja de su grado Y al escuadrón siniestro encaminada
La elección de las armas francamente Le acomete furiosa de manera ,

Sin sscepcion de condición alguna, Que un terrapleno y muro poderoso


Quiere probar tu fuerza y su fortuna. No resistiera el Ímpetu furioso.
• Y asi por entender que muestrar- gani Pero Caupolican que gobernando
De encontrar el ejercito araucano Iba aquel escuadrón algo adelante ,

Te avisa que al romper de la mañana El paso hasta su gente reinando


Se vendrá á presentar en este llano : lli/o calar las picas a un instante.
Do con firmeza de ambas parles llana Donde los pies y brazos afirmando
En medio de los campos mano a mano, En las agudas puntas de diamante
Si quieres combatir sobre este becbo Reciben el furor y encuentro estraño ,

Kemiürá á las armas el derecho. Haciendo en los primeros mucho daño.


, ; ; ;, , , :

«j(J DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUSlGA.


('nos sin alas COI) lijero vuelo El fiero Tucapel, habiendo hecho
Desocupan atónitos las sillas; Su encuentro en lleno y muerto un buen soldado
Olios vueltas las plantas acia el cielo Poco del diestro golpe satisfecho
Imprimen en la tierra las costillas; Le arrebató un estoque acicalado ,

Y los que no probaron allí el suelo Con el cual barrenó á Guillermo el pecho,
Por apretar mas recio las rodillas. Y de un revés y tajo arrebatado
Aunque mas se mostraron esforzados Arrojó dos cabezas con celadas
Quedaron del encuentro maltratados. Muy lejos de sus troncos apartadas.
De sus golpes los nuestros no faltaron, Mata de un golpe á Torbo fácilmente,
Que todos sin errar fueron derechos: Y' iliua Juan de Inarauna tal herida ,

Cuales de llanda a banda atravesaron , Chic la armada cabeza por la frente


Cuáles atrepellaron con los pechos Cayó sobre los hombros dividida :

Todos en un instante se mezclaron Tira una punta, y á Picol valiente


Viniendo a las espadas mas estrechos Le echó fuera las tripas y la vida
Con tal priesa y rumor , que parecía Pero en esta sazón inadvertido
La espantosa vulcánea herrería. De mas de diez espadas fué herido.
El bravo general Caupolicano, Carga sobre él la gente forastera
Rola la pica, de la maza afierra, Al rumor del estrago que sonaba
Y á la derecha y á la izquierda mano Y cercándole en torno como fiera
Hiere, destroza , mata y echa á tierra :
En confuso montón le fatigaba;
Hallándose muy junto á Berzocano, Mas él con gran desprecio de manera
Los dientes y el furioso puño cierra, El esforzado brazo rodeaba,
Descargándole encima tal puñada Que á muchos con castigo y escarmiento
Que le abolló en los cascos la celada. Les reprimió el furor y atrevimiento.
Tras este otro derriba y otro mata ,
, Tanto en mas ira y mas furor se enciende
Que fué por su desdicha el mas vecino : Cuanto el trabajo y el peligro crece,
Abre, destroza, rompe y desbarata, Que allí la gloria y el honor pretende
Haciendo llano el áspero camino ;
Donde mayor dificultad se ofrece;
Y al yanacona Tambo asi arrebata , Lo mas dudoso y de mas riesgo emprende,
Que como halcón al pollo ó palomino, Y poco lo posible le parece :

Sin poderle valer los mas cercanos. Que el pecho grande y ánimo invencible
Le ahoga y despedaza entre las mauos. Le allana y facilita lo imposible.
Bernal y Leucoton, que deseando El último escuadrón y mas copioso
Andaban de encontrarse en esta danza Su derrota y designio prosiguiendo
Se acometen furiosos descargando Con paso aunque ordenado presuroso,
Los brazos con igual ira y pujanza Por la tendida loma iba subiendo
;

Y las altas cabezas inclinando Y'en el dispuesto llano y espacioso


A su pesar usaron de crianza ,
Nuestro escuadrón del todo descubriendo,
Hincando a un tiempo entrambos las rodillas Se detuvo algún tanto astutamente
Cea un batir de dientes y ternillas. Reconociendo el sitio y nuestra gente.
Mas cada cual de presto se endereza. Delante desla escuadra pues venia
Comenzando un combate liero, crudo .
El mozo Galvarino sarjenteando.
Ya tiran á los pies, ya a la cabeza. Que sus troncados brazos descubría
Ya abollan la celada , ya el escudo. Las llagas aun sangrientas amostrando :

Asi pues anduvieron una pieza. De un canto al otro apriesa discurría


Mas pasar adelante esto no pudo, El daño general representando,
Que un gran tropel de gentes que embistieron Encendiendo en furor los corazones
Por fuerza a su pesar los despartieron. Con muestras eficaces y razones,
Don Miguel y don Pedro de Avendaño, Diciendo : «0 valentísimos soldados.
Rodrigo de Quiruga Aguirre, Aramia
, ,
Tan dignos deste nombre, en cuya mano
Cortés y Juan Jul'ré con riesgo eslraño Hoy la fortuna y favorables hados
Sustentan lodo el peso de su banda. Han puesto el ser y crédito araucano
También hacen efecto y mucho daño Estad de la victoria confiados ,
Reinoso Peña Córdoba, Miranda
, , ,
Que ese tumulto y aparato vano
Monguia Lasarle, Castañeda lllloa,
, , Es todo el remanente y son las heces
Martin Ruiz y Juan López de Gamboa. De los que habéis vencido tantas veces.
Pues don Luis de Toledo, peleando. »Y esta postrer batalla fenecida
Carranza , Aguayo , Zúñiga y Castillo De vosotros asi tan deseada ,

Resisten al furor del indio bando No queda cosa ya que nos impida
Con Diego Cano, Pérez y Ronquillo. Ni lanza enhiesta, contraria espada.
ni
Los primos Alvarados Juan y Hernando, Mirad la muerte infame ó triste vida
Pedro de Olmos , Paredes y Carrillo Que está para el vencido aparejada ,
Derriban á sus pies gallardamente , Los ásperos tormentos escesivos
Aunque á costa de sangre, mucha gente. Que el vencedor promete hoy a los vivos.
El escuadrón de enmedio viendo asida • Que si en esta batalla sois vencidos

Por el cuerno derecho la contienda , La ley perece y libertad se atierra ,

Acelerando el tiempo y la corrida Quedando al duro yugo sometidos


Acude á socorrer la furia horrenda Inhábiles del uso de la guerra :
Mas nuestra gente en tercios repartida Pues con las brutas bestias siempre unidos
Le sale á recibir á toda rienda Habéis de arar y cultivar la tierra
Y del terrible estruendo y liero encuentro, Haciendo los oficios mas serviles
La tierra se apretó contra su centro. Y bajos ejercicios mujeriles,
Hubo muchas caidas señaladas ,
i) Tened, varones, siempre en la memoria,
Grandes golpes de mazas y picazos ; Que la deshonra eternamente dura ,

Lanzas gorguees y armas enastadas


, Y que perpetuamente esta Vitoria
Volaron hasta el cielo en mil pedazos : Todas vuestras hazañas asegura ;

Vienen en un momento á las espadas, Considerad , soldados pues la gloria


,

Y aun olios mas coléricos á brazos, Que os tiene aparejada la ventura ,

Dándose con las dagas y puñales Y el gran premio y honor que, como digo,
Heridas penetrables y murtales Un tan breve trabajo trae consigo.
, , ; . , . . ,
,.

LA ARAUCANA, CAUTO \\\ Ti

• Que a(|ucl que se mostrare buen uldaüo Fué de la maza el jinoves cogida
1 ondra en mi mano HT I" 'I'"' quisiere : Kn el alto crestón de la celada ,

Que todo i<>


m" habernos deseado 1-'
Ulle lodo le abollo .]l|e.|. sumido \ ,

l.a fortuna con ello boy nos requiero. Sobre estofa de algodón colchada
i

También piense que queda condenado Estuvo el liall tno idot mecido
Por rebelde y traidor quien no venciera Vomita b ingre, la oloi mudada i
,

Qg luí] vencido jumo j tln castigo Y trió dando dC manos per el Mielo
Quedando por juez el enemigo.! Vislumbras j relámpago» del cielo.
De tal manera el barbara valiente Redobla otra el gallan! to lo
Despertaba la ira j la espérenla, Con ni ii fui or \ menos bien guiad i

Q escuadrón ipenas obediente


i QUe a le. |ei a M..I.1I11, el líelo jileco
Podia Milnr i-I nrilen v lar. ui/.a I :
Del todo entre ios dos fuera acabado ;

Has ja que la seBal olí iqis siente .


F.i jmoves desatinado
j
Con pan resolución j conflania Fue un poco de través; mas recobrado ,

Derril lo las picas bien cerrado Se puso en pie priesa no pen .


i i

Irse deju (le su furor llevado. Levantando a dos manos la ancha espida
\' con la estrema rabia
En el exento j pedregosa
llano, y fuerza rara
Que mas de un (ir" de INO U esleudia, Sobre el joven la eala de manera ,

Nuestro escuadran un tiempo mano i mano Que si el leñado lefio no cru/al.i


Asimismo al encuentro le salta : De arriba a bajo en dos i,, dividiera :

Donde con muestra * termino lubumanc Tajo el tronco cual junco ó tierna v.n a ,

Y el gran furor que cada cual traía Y si la espada el Dio no lorclera


Se embisten los airados escuadrones, Penetrara tan honda la herida.
Cayendo cuerpos muertos a montones. Que privara al 111:1111 adío de la vida.
No duraron las picas mucho enteras. Viéndose el anille; pues sin maza ,

Que en rajas por los aires discurrieron . No por eso amaino al furor la vela ,

Las esteodidas mangas j biiei ts Antes con gran preste/a de la plaza


lie golpe unas con otras se rompieron ; Arrebata un pedazo de rodela ;

lililí. muertes allí de mil maneras


- Y al punto sin perder tiempo lo einbia/ a,
Que muchos sin heridas perecieron Y' como aquel que daño no recela ,

Del polvo I dfl las armas ahogados. Con solo el trozo de bastón cortado
Otros de encuentros fuertes estrellados. Aguija al enemigo confiado.
Tarábase entre ellos un combate horrendo Hirióle en la cabe/a, y a una mano
Con hervorosa priesa J rabia estraña , Salló con lücreza y diestro brío
Todos en un leion igual poniendo Hurtando el cuerpo asi, que el italiano
La estrema industria la pujanza y maña. , Con la espada azoto el aire vacio;
Sul>e a los (lelos el Innovo estruendo. Quiso hacello otra vez, mas salió en vano
Retumba en torno tmla la campaña , Que entrando recio al punto del desvio
Cubriendo los lugares descubiertos Fué el jinoves tan presto, que no pudo
La espesa lluvia de los cuerpos muertos. Sino cubrirse con su roto escudo.
Hierve el coraje , crece la contienda . Echó por tierra la furiosa espada
Y el siempre mas fuerte
batir sin cesar Del defensivo escudo una gran pieza,
No hay malla y pasta lina ipie deücinl.i Rajando con rigor á la celada
La entrada y paso a la tunosa muerte, Que defender no pudo la cabeza;
Une con irreparable furia horrenda Hasta el casco caló la cuchillada ,
Todo ya en su Bgura lo convierte. Quedando el mozo atónito una pieza ;

Naciendo del mortal y fiero estrago Pero en sí vuelto, viéndose tan junto
De espesa y negra sangre un ancho lago. Le echó los fuertes brazos en un punto.
Rengo orgulloso, que al siniestro lado El bravo jinoves, que al tiero Marte
Iba siempre avivando la pelea Pensara desmembrar, recio le asia ;

lie h roedura afrenta estimulado Pero salió engañado que en esle arle .

Que en Malaquita recibió <le Andrea , Ninguno al diestro joven escedia :

El ronco tono J brazo levantado Hevuelvense por una y olra parle,


Discurre lodo el campo y lo rodea El uno al pié del otro rebatía ,
A. y alia por una y otra mano
i
Intrincando las piernas y rodillas
Llamando el enemigo nombre en vano. Con diestras y engañosas zancadillas.
Andrea pues, asimismo procurando Don García de Mendoza no paraba ,

Fenecer la cuestión, le deseaba; Antes como animoso y diligente


Mas lo que el mío y otro iba buscando Unas veces airado peleaba ,

La dicha de los dos los desv wba : Otras iba esforzando allí la gente
Que el italiano nio/o peleando Tampoco Juan Kemon ocioso estaba ,

Kn el otro escuadrón distante andaba Que de soldado y capitán prudente


Haciendo por su estraña fuerza cosas. Con igual disciplina y ejercicio
Que aunque licitas eran lastimosas. L'saba en sus lugares el oficio.
Mata de un golpe á Trulo, y endereza Sanlillán ydon Pedro de Navarra,
La dura punta, y á Pinol barrena , Avaios Viezma Caceras, Bastida
. ,

\' sin brazo a Teguau una gran pieza


Galdamez, don Francisco Ponce Iban a. ,

Le arroja dando vueltas por la arena ; Dando muerte defienden bien su vida.
Lleva de un golpe a Chanele la cabeza , El falor Vega y contador Segarr3
Y' por medio del cuerpo a Pon cercena: Habían echado aparle una partida ,
Hiende a Narpo hasta el pecho, v a BraoCOlo Siguiéndolos Vela/que? y Cabrera,
Como grulla le deja en un pie solo. Verdugo, Ruiz, Riberos y Ribera.
Veis pues aqui ürompello, el Cualhaciend i
Pasaranlo pues mal al otro lado.
Venia por esta parle mortal guerra , Según la mucha gente que acudia
Que al gran luniullo y voces acudiendo Si drm Felipe don Simón y Prado ,

Vio cubierta de muertos la ancha tierra : Don Francisco Arias , Pardo y Alegría ,

Y al jinoves gallardo conociendo liarnos Diego de Lira , Coronado ,


,

Como cebado tigre con él cierra. Y don Juan de Pineda en compañía


Alta la maza y encendido el gesto. Con valeroso esfuerzo combatiendo
Sobre las punías de los pies enhiesto. No fueran los contrarios reprimiendo
i . \vn.
, , , »: , , , ,: , ;»

US DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUflsIGA.

También acrecentaban estrago el Rengo respondió: «Si ya no fuera


le
Por ingrato en tal tiempo reputado ,
Florencia de Esquivel y Altamirano
Villaroel Moran , Vergara, Lago,
,
Contigo v con mi débito cumpliera .

Godoj , Gonzalo Hernández y Amlicano : Que no estoy como piensas tan cansado. »
Si de todos aquí mención no hago , En esto mas lijero (pie si hubiera
No culpen la intención, sino la mano, Diez horas en el lecho reposado
Que no puede escribir lo que hacían Se puso en pié, y á nuestra gente asalla
'lanías como allí á un tiempo combatían Firme el membrudo cuerpo y la maza alU)
Sonaba á la sazón un gran ruido Tucapel repicó « Seria bajeza , :

En el otro escuadrón de mediodía , Y'cosa entre varones condenada


Y era que el liero Rengo embravecido , Acometerte vista tu flaqueza
,

Llevado de su esfuerzo y valentía Con fuerza y en sazón aventajada :

Se haDia por la batalla asi metido Cubra, cobra tu fuerza y entereza,


Que volver á ios suyos no podia , (loe el tiempo llegará que esta [errada
Y de menuda gente rodeado Te dé la pena y muerte merecida ,

Andaba muy berido y acosado Como hoy te ha dado claro aquí la vida.
Aunque se envuelve entre ellos de manera No se dijeron mas , y por la via
Al un bdo y al otro golpeando. Los dos competidores araucanos
Que en rueda los hacia tener afuera , Haciéndose amistad y compañía
Muchos en daño ajeno escarmentando; Iban como si fueran dos hermanos
,

Pero la turba acá y allá tijera Guardaba el uno al otro y defendía


Le va por todas parles aquejando Y así con diligencia y prestas manos
Con tiros, palas y armas enastadas. Abriendo el escuadrón gallardamente
Como á (¡era de lejos arrojadas Llegaron á juntarse con su gente.
Uno deja tullido y otro muerto En esto á todas partes la batalla
Sin valerles defensa ni armadura ; Andaba muy reñida y sanguinosa
A quien acierta el golpe en descubierto Con tal furia y rigor , que no se halla
Del todo le deshace y desfigura Persona sin herida ni arma ociosa :

Y' el de menos efecto y mas incierto Cubre la tierra la menuda malla


Quebranta brazo, pierna ó coyuntura: Y en la remota Turcia cavernosa
Vieran arneses rolos y celadas Por fuerza arrebatados de los vientos
Junto con las cabezas machucadas Hieren los dulces y ásperos acentos.
Mas aunque , como digo , combatiendo Era el rumor del uno y otro bando
Mostraba esfuerzo y ánimo invencible. Y de golpes la furia apresurada
Le van á tanto estrecho reduciendo Como ventosa v negra nube cuando ,

Que poder escapar era imposible ; Del vulturno ó del céflro arrojada
¥ por mas que se esfuerza resistienoo Lanza una piedra súbita , dejando
Al fin era de carne era sensible , , La rama de sus hojas despojada ,
Y' el furioso y conlinuo movimiento Y los muros , los techos y tejados
La fuerza ie ahogaba y el aliento. Son con priesa terrible golpeados :

Estaba ya en el suelo una rodilla . Pues de aquella manera y mas furiosas


Que aun apenas asi se sustentaba , Las homicidas armas descargaban,
Y la gente solicita en cuadrilla Y con hondas heridas rigurosas
Sin dejarle alenlar le fatigaba; Los sanguinosos cuerpos desangraban :

Cuando de la otra parte , por la orilla El gran rumor y voces espantosas


De la alta loma, Tucapel llegaba. En los vecinos montes resonaban ;
Haciendo con la usada y fuerte maza El mar confuso al liero son retrajo
Por donde quiera que iba larga plaza De sus hinchadas olas el reflujo.
Como el toro feroz desjarretado Pero la parte que á la izquierda mano
Cuando brama la lengoa ya sacada
, , La batalla primero había trabado ,
Que de la turbamulta rodeaoo Donde por su valor Caupolicano
Procura cada cual probar su espaoa , Contrastaba al furor del duro liado,
Y'en esto de repente al otro lado A pura fuerza el escuadrón cristiano
La cerviz yerta y frente levantada Del contrario tesón sobrepujado ,
Asoma otro famoso de Jarama Comenzó poco á poco á perder tierra
Que deshace la junta y la derrama :
Acia la espesa falda de la sierra.
Asi el fsmoso Rengo ya en el suelo Fué tan grande la priesa desla hora ,

Hincada una combatía


rodilla Y el Ímpetu del bárbaro violento ,
En medio del montón , que sin receio Que por el araucano en voz sonora
Poco á poco cerrándole venia; Se cantó la notoria y vencimiento.
Cuando el sangriento y bravo Tucapelo , Mas la misma fortuna burladora
Que por allí la grita le traía , Dio la vuelta á la rueda en un momento
Viéndole asi tratar sin poner duda En contra de la parte mejorada ,

Rompe por el tropel á darle ayuda. Rarajando la suerte declarada.


Dejó por tierra cuatro ó seis tendidos. Que el último escuadrón donde estribal;
Que estrecha plaza y paso le dejaron, Nuestro postrer remedio y esperanza
Y los otros en circulo esparcidos Metido en el contrario peleaba ,
Del fatigado Rengo se arredraron , Haciendo liero estrago y gran matanza
Y contra Tucapel embravecidos Que ni el valor de Ongolmo allí bastaba ,
Las armas y la grita enderezaron; Ni del fuerte Lincoya la pujanza ;

Mas el daba de si tan buen descargo Ni yo basto á contar de una vez tanto ,
Que los hacia tener bien a lo largo. Que es fuerza diferirlo al otro canio.
Llegóse á Rengo, y dijo: «Aunque enemigo
Esfuerza, esfuerza Rengo, y ten hoy fuerlc
Que el impar Tucapel esta contigo ,

Y no puedes tener siniestra suerte


Que el favorable cielo y hado amigo
Te liene aparejada mejor muerte.
Pues está cometida al brazo mió.
Sicumples á su tiempo el desalio.
, . ,, , . » . . . ,., . ,

LA A.RAI cana, CANTO XXVI 09


Ni. aeré bii I
idamente
La bravexa de Rengo sin medida
Pues que de b o ii "i ya su gente
CANTO XXVI. Y puesta en rota \ misera buida
1

Plero : inte
, Indómito Impai leulí , . .

Daie noiu ii drl íln d* la batalla y retirada di loa araucano» ; la obsll- Sin lunar al peligro de 1.1 vida
Diclon xpartlntela d» Galrtrlno y m
nurli; uImImio le plnu ,1 iiuii .1. iin i. a lafei rada maza
jartllo y calártela del maco Filme
Solo sustenta la ganad pial 1 1

Nailie [iticilr- llamarse venturo Y allí . como


inven, ¡ble j valeroso ,

Basta ver de la vida el Ha rio, i eStUVO grao rato peleando


.
;

NI esta libre del ni. ir tempestuoso Pero viendo el Irab lio Inrrui li
Quid) SUrtH lili Si' VI' ili'lllrn ill'l II" I
Y gente va ninguna de su b indo .

Venir un bien lias otro es > dudoso ,


Con paso lardo graví
Y un mal iras otro mal es siempre cierto: Volviendo el rostro atrás de cuando n 1
cuando
Tomó, la mano diestra una vereda
lunas prospero tiempo lúe durable ,
.1

Ni iiijo iie iiurar el miserable. Hasta entrar en un busque y arboleda


El ejemplo leñemos en las os i
Donde ya de la gente destrozad 1

Y no* muestra bien claro aqnlla historia llaiua el temor algunos escondido;
(alan poco les ihini los araiieanns i Pero viendo de Rengo la llegada
El nuevo gozo v eng ifiosa gloria ;
Cobrando luego el anl perdido
i s llevando da rota .1 los cristianos, Con nuevo esfuerzo v muestra coi
Y habiendo \.i cantado la victoria ,
En escuadrón formado I recogido
De hados rebatidos
los contrarios Vuelven el rostro j pecóos esforzados

Quedaron rencedores los vencidos. A la corriente de los duros bados.

Qne, como 01 'lije, e| escuadran postrer •


Yo que de aquella parte discurriendo
Adonde r testigo jo venia.
1
>< A vueltas del rumor también and. iba ,

Ganando nena siempre mas entero La grita > nuevo estrépito sintiendo
ai bárbaro enemigo retraía Que en el vecino bosque resonaba ,

"ue aunque el raerte Lincoji eldelantoro Apresuré los pasos acudiendo


a la adversa fortuna resi-tia ,
Acia donde el rumor me encaminaba
N,.podo resistir bltlmamenie Viendo al entrar del busque detenidos
El ímpetu y la furia de la gente. Algunos españoles conocidos.
Por una espesa y Asnera quebrada Estaba a un lado Juan Remon gritando :

Que en medio de dOS lomas se hacia , «Caballeros, entrad que todo es liada .
La ii.u'ii.ir.i canalla, quebrantada Mas ellos el peligro ponderarido
La llanosa Soberbia v fisailla, Dificultaban la dudosa entrada;
Ya del torpe temor señoreada Yo pues á la sazón a pié arribando
Esforzadas espaldas revolvía . Donde estaba la gente recalada ,
Huyendo de la muerte el rostro airailo Juan Remon que me vio luego de frente
Qué elara a todos ya se habia mostrado Quiso obligarme allí publicamente ,

Siguen los nuestros la victoria apriesa . Diciendo: «.¡Ohdon Alonso! Quien procura
Que aun no quieren venir en el partido Cañar estimación y aventajarse,
Y de la ineulla breña y selva espesa Este es el tiempo y esta es coyuntura
Inquieren lo secreto y escondido ; En que puede con honra señalarse :

El gran estrago y mortandad no cesa; No impida vueslra suerte esta espesura


Suena el destrozo v áspero ruido , Donde quieren los indios entregarse.
Tirando á liento golpes y estocadas Que al ipic abriere la entrada defendida
Por la espesura y malas intrincadas Le será la victoria atribuida.
Jamas de los monteros en ojeo Oyendo pues mi nombre conocido ,

Fué raía tan buscada y perseguida, Y que lodos volvieron a mirarme,


Cu indo con ancho circulo y rodeo Del honor y vergüenza competido
Eí término estrecho reducida
1 , No escusarme.
puilieiido del irance ya
Que con inipai nidísimo deseo Por espeso del bosque y mas temido
lo
Atajados los pasos y lumia Comencé de romper v aventurarme.
Arrojan en las fieras moi tesinas Siguiéndome Arias, Pardo, Maldonado,
Lanzas, dardos, venablos, jabalinas :
Manrique, don Simón y Coronado.
Como los nuestros hasta allí cristianos Los cuales de vivir desesperados
Que los términos lícitos pasando Los obstinados indios embistieron,
Con crueles anuas y .icios inhumanos . Que en una espesa muela bien cerrados
Iban la aran victoria deslustrando : Las españolas armas atendieron :

Que ni el rendirse, puestas ya las manos, En esto ya al rumor por lodos lados
La obediencia y servicio protestando. De nuestra gente muchos acudieron.
Bastaba a aquella gente desalmada Comenzando con furia presurosa
A reprimir la furia de la espada. l'na guerra sangrienta y peligrosa.
Asi entendimiento y pluma mia
el . Renuévase reduciendo
el destrozo,
Aunque usada al destrozo de la guerra , A tenin vencimiento ,
ludí. su ,.|

Huye del grande estrago que esle dia El menos animoso acometiendo.
Hubo en los defensores de su tierra :
El mas dificultoso impedimento.
La sangre que en arroyos ya corría ¿Cuál será aquel que pudiera ir escribiendo
Por las abiertas grietas de la tierra , De los brazos la furia y movimiento,
Las lastimas , las voces y gemidos Y desté y de aquel otro la herida
De los miseros barbaros rendidos. Y quién i cual allí quitó la vidaí
Los de la izquierda mano que miraron Unos hienden por medio, otros barrenan
Su mayor escuadrón desbaratado, De parle a pule los airados pechos;
Perdiendo lodo el ánimo dejaron Por los muslos y cueipo otros cercenan
La tierra y el honor que habian ganado :
Oíros miembro por miembro caen desbecni s

Asi la trompa a retirar tocaron , Los duros golpes todo el bosque atruenan.
Y con paso, aunque largo, concertado, Andando de ambas parles tan estrechos,
All is y campeando las banderas. Que vinieron algunos de impacientes
Se dejaron calar por las laderas. A los brazos , a puños y á los dientes.
, , !: , ;:, ,; ». ; ,: ,, , ,, ,

too DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUSlGA.


Pero la muerte allí dilinidora A la entrada de un monte , que vecino
De la eruila batalla porfiada Esta de aquel asiento en un repecho ,
Ayudando a la parte vencedora Por el cual atraviesa un gran camino
Remató la contienda y gran jornada : Que al valle de Lincoya va derecho,
Que la gente araucana en poca de hora . Con gran solenidad y desatino
En aquel sitie estrecho destrozada, Fué el insulto y castigo injusto hecho.
Quiso rendir al hierro antes la vida Pagando allí la deuda con la vida
Que al odioso español quedar rendida En muchas opiniones no debida.
Tendidos por el campo amontonados Por de verdugo, que no había
falla

Los indómitos barbaros quedaron, Quien hubiese acostumbrado.


el oficio

Y los demás con pasos ordenados Quedó casi por uso de aquel dia
Como va dije atrás se retiraron : On modo de malar jamás usado
De mañera que ya nuestros soldados Que a cada indio de aquella compañía
Recociendo el despojo que hallaron . l'n bastante cordel le fué entregado
Y un número copioso de prisiones. Díciéndole que el árbol eligiese
Volvieron a su asiento y pabellones. Donde á su voluntad se suspendiese.
Fueron entre estos presos escogidos No tan presto los pláticos guerreros
Doce los mas dispuestos y valientes. Del cierto asalto la señal tocando
Que en las nobles insignias y vestidos Por escalas , por picas y maderos
Mostraban ser personas preeminentes Suben á la muralla gateando.
Estos fueron allí constituidos Cuanto aquellos caciques , que lijeros
Para amenaza y miedo de las gentes Por los mas grandes árboles trepando
Quedando por ejemplo y escarmiente En un punto a las cimas arribaron ,
Colgados de los arboles al viento. Y de las altas ramas se colgaron.
Yo á la sazón al señalar llegando Mas uno dellos, algo arrepentido
De la cruda sentencia, condolido. De su lijera priesa y diligencia ,

Salvar quise uno dellos, alegando A nuestra devoción ya reducido,


Haberse a nuestro ejército venido ; Vuello pidió para hablar licencia;
Mas él luego los brazos levantando Y habiéndosela lodos concedido
Que debajo del pelo habia escondido, Con voz algo turbada y apariencia
Mostró en alto la falta de las manos Los ánimos cristianos comoviendo,
Por los cortados troncos aun no sanos. Habló contritamente así diciendo :

Era pues Galvarino este que cuento, «Valerosa nación, invicta gente.
De quien el canto atrás os dio noticia,
'

Donde el eslremo de virtud se encierra :

Que porque fuese ejemplo y escarmiento Sabed que soy cacique y descendiente
Le cortaron las manos por justicia: Del tronco mas antiguo desta tierra ;
El cual con usado atrevimiento ,
el No tengo padre , hermano ni pariente
Mostrando encubierta inimicicia ,
la Que lodos son ya muertos en la guerra
Sin respeto ni iriedo de la muerte Y pues se acaba en mi la descendencia.
Habló mirando á todos desla suerte Os ruego uséis conmigo de'clemencia. •
« Oh gentes fementidas , detestables
¡ ,
Quisiera proseguir , si Galvarino
Indignas de la gloria deste dia Que le miraba con airada cara ,

Hartad vuestras gargantas insaciables De súbito saliéndole al camino


En esta aborrecida sangre mia La doméstica voz no le atajara
Que aunque los fieros hados variables Diciendo « Pusilánime , mezquino ,
:

Trastornen la araucana monarquía , Deslustrador de la progenie clara ,


Muertos podremos ser , mas no vencidos ¿Por qué á tan gran bajeza asi le mueve
Ni los ánimos libres oprimidos. Él miedo torpe de una muerte breve ?
No penséis que la muerte rehusamos.
¡¡ t Dime, infame traidor, de fe mudable,

Que en ella estriba ya nuestra esperanza ¿Tienes por mas partido y mejor suerte
(Jue si la odiosa vida dilatamos El vivir en estado miserable ,

Es por hacer mayor nuestra venganza : Que el morir como debe un varón fuerte f
Que cuando el justo fin no consigamos ,
Sigue el hado aunque adverso tolerable.
Tenemos en la espada confianza Que el fin de los trabajos es la muerte ,
Que os quitará en nosotros convertida Y es poquedad que un afrentoso medio
La gloria de poder darnos la vida. Te saque de la mano este remedio. •
»Siis, pues ya ¿qué esperáis, ó qué os detiene Apenas la razón habia acabado ,
De no me dar mi premio y justo pago
''
Cuando el noble cacique arrepentido
La muerte y no la vida me conviene Al cuello el corredizo lazo echado
Pues con ella a mi deuda satisfago Quedó de una alta rama suspendido.
Pero si algún disgusto y pena tiene Tras él fué el audaz bárbaro obstinado.
Este importante y deseado trago Aun á la misma muerte no rendido;
Es no veros primero hechos pedazos Y los robustos robles desta prueba
Con estos dientes y troncados brazos. Llevaron aquel año fruía nueva.
De tal manera el bárbaro esforzado Habida la victoria como cuento ,

La muerte en alta voz solicitaba Y'el enemigo rolo retirado ,


De la infelice vida ya cansado , Dejando el infelice alojamiento
Que largo espacio á su pesar duraba Todo de cuerpos barbaros sembrado ,
Y en el gentil propósito obstinado , Llegamos sin desmán ni impedimento
Diciéndonos injurias, procuraba A la bajada y sitio desdichado,
Un fin honroso de una honrosa espada Do Valdivia fundó la casa fuerte .
Y rematar la misera jornada. Y le dieron después infame muerte.
Yo que estaba á par del considerando Levantamos un muro brevemente
El propósito tirme y osadía Que el sitio de la casa circundaba ,

Me opuse contra algunos , procurando Donde el bagaje chusma y remanente


,

Dar la vida á quien ya la aborrecía; Con menos daño y mas seguro estaba :

Pero al fin los ministros porfiando De allí el contorno y tierra inobediente


Que á la salud de todos convenía , Sin poderlo estorbar se salteaba
Forzado me aparté , y él fué llevado Haciendo siempre instancia y diligencia
A ser con los caciques justiciado. De traerla sin sangre a la obediencia.
, ,, ,, , : , . , , ,

I.A AIIAI i AN\ CANTO XXVII luí


Una mañana al comenzar del dli De mi luí y amina mi- oís i.l.n.i ,

Saliendo yo á correr aquella tierra , Según •aspeusa eslnre mu gran pieza ,


Donde por cierto aviso lenli m SI el anciano no me llam n
Kltoli ,

Que andaba grate barbara de '-nena. Haciéndome señal eon la cabeza


Dejando un trecho ali ;is la c pañía Metí poi la mai n ana ciara
Cercada un boique espeso v alia sierra Bóveda de alabastro que i la pieza ,

Benti cerca dpi voz envejecida Del milagroso globo res| lia ,

DideodO : « ¿ Donde vais, que no hav salida ' •

Adonde va olí reí estado lial.ia


.1

Volví el roslro y las riendas acia el lado la bola , mas no osalia


Quisiera ver
Donde la estraña vo/ había salido, Sm Ucencia del mago avecinarme
Y vi á Kilnn el mágico nada Mas t-i que mis designios penetraba
Al inmeo de un gran roble c ircon M»! Teniendo voluntad de contentarme,
Sobre el berrido janeo recostado ; Asido por la mano me acercaba .

Que como fue de mi reconocido comenzando él mismo a señalarme


Del caballo salté lijeraiueule El mando me mostré ruino »i fuera
Saludándole aleare y ciirlesmenle. En su forma nal v verdadera.
ti me dijo
< Por cierto bien pudiera
:
Pero para decir por orden cuanta
Tomar de vos legitima venganza , Vi denlrd de la gran poma lucida.
Y en esa vuestra gente qne anda fbera , Es cierto menester un nuevo canto
Que babeii becbo en loa ntMatrea lal matanza! ^ tener la memoria recogida
Pero traque mas razón y causa bobiera ,\si, señor, os ruego que entre lauto
ilai leudo vos de mi tai confianza Que retuerzo la voz enfiaquecida,
No quiero ni mt.i juslo Manaros Perdoni la si lo dejo en esté punto
Antei en lo que es licito lyud iros. Que no puedo dec nos lauto junto.
• (.lile es ord le los cielo», que padezca
Esta indómita gente su castigo ,

\rantes i|iie colilla Dios se i-nsolierlic/ca


l.e aliaje la soberbia el enemigo ;
CANTO XXVII.
V ami'iue vuestra rentara agora crezca
PdoesM la dworipclooda niicliuproTlncuu,moiilei ciudad» fo
No durará gran tiempo porque os digo .
por nnliira y pur «tlrrra.»
t
u u».- también c
Que como
< I.., ftfPI
a los demás el duro hado nniaroD na AurU m
.

míe
I.-» le
el de Tucapri , y como don MooiodoEr!
0» tiene su descaenlo aparejado. cilla liallú Ala hcrmuia (¿laura.
• SI la fortuna asi á pedir de boca
paso prospero
Siempre la brevedad es una cosa
Os abre el a la entrada,
Con gran raion de Indos al. diada
Grandes trabajos y ganancia poca ,

Y' vemos que una platica es gustosa


Al cabo sacareis desla jornada.
Y porque á mi decir mas no me toca.
Cuanto tusa breve y menos afectada;
Me (pilero retirar a mi morada. Y aunque sea la prolija provechosa.
Nos importuna cansa y nos enfada
Que también desla banda tiene puerta , :

Pero a lodos oculta y encubierta.


,
Que el manjar mas sabroso y sazonado
Os deja cuando es mucho empalagado.
Y'o de le ver asi maravíllalo ,
Pues yo que en un peligro tal me veo
Y mas de la siniestra profecía
De la larga carrera arrepentido,
Mi caballo en un libauo arrendado
l.e quise hacer un ralo compañía
¿Cómo podré llevar tan gran rodeo ,
;
Y ser sabroso al gusto y al oído ?
Y al lin de muchos ruegos acetado ,
Pero aunque de agradar es un deseo
Siendo el viejo decrepito la guia ,
,

Estoy ya dentro en la ocasión metido:


Hendimos la espesura y breña estraña
Que no se puede andar mucho en un paso
Hasta llegar al pié de la montaña. ,

Ni encerrar gran malcría en chico vaso.


En un
lado secreto y escondido
Cuando á alguno señor le pareciere
Donde no babia resquicio ni abertura, , ,

Con el potente báculo torcido Que me voy en el curso deteniendo,


El eslraño camino considere
Itlandamente toco en la peña dura ; ,

Y que mas que una posta voy corriendo


Y' luego con horrísono raido
:

En todo abreviaré lo que pudiere


Se abrió una estrecha puerta y boca escura ;

Y asi a nuestro proposUO volviendo


Por do tras él entré erizado el pelo
Os dije com el indio mago anciano
Pisando a liento el peñascoso suelo.
Señalaba la poma con la mano.
Salimos á un hermoso verde prado
Era en grandeza tal que no podrían
Que recreaba el animo y la vista ,
Veinte abrazar el circulo luciente,
Do estaba en ancho cuadro fabricado
Donde todas las cosas parecían
tln muro de belleza nunca vista
En su forma distinta y claramente :
De vario jaspe j pórfido escacado Los campos y ciudades se veían.
Y al lin de cada escaque una amatista; El trafago y bullicio de la gente,
En las puertas de ce. lio barreadas
Las aves , animales , lagartijas
Mil sabrosas historias entalladas. ,

Hasta las mas menudas sabandijas.


Abriéronse en llegando el mago al punto
El mágico me dijo « Pues en este :
Y en un jardín entramos espacioso,
Lugar nadie nos turba ni embaraza
Do se puede decir que estaña junto Sin que un mínimo punió oculto reste,
,

Todo natural y artificioso


lo :
Verás del universo la gran traza .

Hoja no discrepaba de Otra un punto,


Lo qiu? hay del norte sur, del este al oeste,
al
Haciendo cuadro 6 circulo hermoso
Y cuanto ciñe el mar y el aire abraza :
En medio un claro estanque, do las fuentes Rios , montes , lagunas , mares , tierras
Murmurando enviaban sus corrientes. Famosas por natura y por las guerras.
No produce natura tantas flores
«Mira al principio de Asia á Calcedonia
Cuando mas rica primavera envía ,
Junio al Bosfur o enfrente de la Tracia ,
Ni tantas variedades de colores,
A Lidia , Caria , Licia y Licaonia ,
Como en aquel jardín vicioso había :
A Panfilia , llilinia y a (¡alacia
Los frescos y suavísimos olores ,. Y junto Punto Eüxino a Pallagonia,
al
¡

Las aves y su acorde melodía


La llana Cap3docia y la Farnai la
Dejaban las potencias y sentidos ,

Y la corriente de Eufrates famoso


De un ajeno descuido poseídos. Que entra en el mar de Persia caudaloso
;, ,, , ,, ,
; , , , , ,

IOS DON ALONSO DE EIICILI.A V 7.1ÑÍGA.


.Mira la Siria: ves allí la indina «Ves
á Gogia y sus motiles levantados
Tierra de promisión de D¡"s privada, Que todos sobrepujan en grandeza
á
*!a Na/aren dichosa i'n Palestina, Canos siempre de nieve los collados,
Un a María Gabriel «lio la embajada: Y abajo peñascales y aspereza,
Ves las sacras reliquias y ruina Que forman un gran muelle, rodeados
De la eiudad por Tito desolada, De breñales espesos y maleza,
Do el Autor de la vida escarnecido Morada de osos , puercos y leones
A vergonzosa muerte fué traído. Tigres, panteras, grifos y dragones.
Mira el tendido mar Mediterráneo, «Destos peñascos ásperos pendientes ,

Que Europa del África separa


la , Llamados hoy el monte de la Luna,
V el mar Bermejo en punta a la otra mano Nacen del Nilo las famosas fuentes,
Que abrió Moisén sus aguas con la vara : Y dellos ríos sin nombre y lama alguna :

Mira golfo de Ormuz y mar persiano,


el Que aunque tuercen y parían sus corrientes
V aunque a partes la tierra no está clara, Se vienen a juntar á una laguna
Veras acia la banda descubierta Tan grande que sus senos y laderas
,

Las dos Arabias feliz y desierta. Baten de tres provincias las riberas.
«Mira á Persia y Carmania, que confina »A Gogia y Beguemedros al oriente,
C m Susiana al lado del ¡ente, | Y á Dambaya al poniente, del cual lado
Donde el forjado aceróse fulmina Hay islas donde habita varia gente
De pasta y temple imo y escelen te; Y lodo el ancho circulo es poblado :

Drangiana y Gedrosia que camina De aquí el famoso Nilo mansamente


Hasta e1 mar de India y ferias del oriente. Nace y después mas grande y esforzado
,

V adelante siguiendo aquella vía Parle á Gogia de Amara y va tendido ,

Veris la calurosa Araeosia. Sin ser de las riberas restringido


«Dentro y fuera del Gange mira tanta «Hasta un angosto paso peñascoso
Tierra de India al levante prolongada : Que lo va los costados estrechando,
Ves Catay y su ciudad de Canta ,
el De donde con estrépito furioso
Que sobre el indo mar está fundada Se va en las cataratas embocando :

La China J el Maluco , y toda cuanta Después mas ancho grave y espacioso ,

Mar se esiiende del este y la apartada ,


Llega á Meroe, gran isla, costeando»
Trapoban3 famosa antiguamente
, Que contiene tres reinos eminentes
Término y fin postrero del oriente. En leyes y costumbres diferentes.
«Ves Hircania, Tartaria y los albanos
la al Cairo, que incluye Ires ciudades,
«Mira
Acia la Trapisonda dilatados, Y palacio real de Dullibea,
el
Y otros reinos pequeños comarcanos Las torres, los jardines y heredades ,
Tributarios de Persia y aliados Que su espacioso circulo rodea :

Los iberos que llaman gorgianos ,


Las pirámides mira y vanidades
Y los pobres circasos derramados De los ciegos antiguos , que aunque sea
Que su lunada tierra en parle angos. Señal de sus riquezas la hechura,
Toma del mar mayor toda la costa. Fué mas que el edificio la locura.
«Yes el revuelto Cirro caudaloso «Mira los despoblados arenosos
Que la Iberia y Albania así rodea, De la desierta y seca Libia ardiente,
V el alto monte Caueaso fragoso , Garamanta y los pueblos calurosos
Que su cumbre gran tierra señorea : Donde habita la bruta y negra gente:
Mira el reino de Coicos tan famoso Mira los troglodilas belicosos,
Por la isla nombrada de Medea Y los que baña Gambra en su corriente
Adonde el trabajado Jason vino Mandingos monicongos y los feos
, ,

En busca del dorado vellocino. Zapes biafras jélofos , guineos.


, ,

«Mira la grande Armenia memorable «Ves de la costa de África el gran trecho.


Por su ciudad de Tauris señalada Los puertos señalados y lugares
Y al sur la religiosa y venerable De las bocas del Nilo basta el estrecho
Sollonia sin respeto arruinada Por do se comunican los dos mares ;

Por la tártara furia irreparable Apolonia, las Sirtes, y derecho


Del grande Taborlan , que de pasada Trípol, Túnez,mirares y junto si

Cuanto encontró lo puso por el suelo Verás aun las reliquias y el estrago
Cual ira ó rayo súbito del cíelo. De la ciudad famosa de Cartago.
«Mira á Tigris y Eufrates que poniendo , «Mira abundosa,
a Sicilia fértil y
Punto a Mesopotamia en compañía A Cerdeña Córcega de frente
y á
Hasta el golfo de Persia van corriendo Y en la cosía de Italia la viciosa
Dejando á un lado a Egipto y a Suría : Tierra que va corriendo acia el poniente :

Ves la Partía y la Media que torciendo Mira la ilustre Ñapóles famosa,


Su corva costa abraza al mediodía Y a Boma que gran tiempo antiguamente
El Caspio mar, por otro nombre Hircano, Se vio del universo apoderada ,

Que en forma oval se estiende al subsolano. Y de cada nación después hollada.


..Mira la Asiría y su ciudad famosa «Mira en Toscana á Sena y á Florencia
Donde la confusión de lenguas vino, Y dejando la costa al mediodía
Que sus muros, labor maravillosa, A Bolonia, Ferrara , y la eminencia
Hizo Semíramis, madre de Niño : De la isleña ciudad y señoría :

Donde la acelerada y presurosa Padua, Mantua, Cremona y a Plasencia,


Muerte á Alejandro le salió al camino. Milán la tierra y parque de Pavía
, ,

Cortándole en su próspera corrida Adonde en una rota de importancia


El hilo de los hados y la vida. Carlos prendió a Francisco, rey de Francia.
«Mira en África al sur los estendídos «Mira Alejandría, y por Liguria entrando
Reinos del Preslejuán, donde parece. A la soberbia Jénova y Saona.

Que entre los mas insignes y escogidos Y elPiamonte y Saboya atravesando


Sceva en sus edificios resplandece': A León , á Tolosa y á Bayona ;
Tres frutos da en el año repartidos Y sobre el viento Coro volteando,
Y tres veces se agosta y reverdece; Burdeos, Potiers, Orliens, Paris. Pernna,
Tiene en veinte y dos grados su postura Flaudes, Brabante, Gúeldres , Frisia, Holanda,
Al antartico polo por la altura. lugalaterra , Escocia Ibernia , Irlanda ; ,
,,. ,,, , , . , . , ,. , , ,

LA AltAI (ANA. CANTO HXVU 1 1


>-.

•A Dinamarca, Uj* ¡a j .1 Noruega ida donde Hércules lamoso


-M11 • 1
1 , ,

Ai la el mu
da Danllsco ¡ corta bolada Sobre tus bada prósperos corriendo
Y Suecla que al conlln 'i'' Gocil iiog»
a , 1 ijo las dos colunas victorioso
Que esta en lomo del mar rorüflcada, Noiii 1 1 nú en el marmol escribiendo
De ii le i Gelandia se naveg 1 Mas Peí oando Católica glorioso
Y mira alia a Grolandia desviada Los mojonados términos rompiendo.
Del -.oi.ir cono > .1 1
1 todiac 1 ri > Del ancho y nuevo mundo abrió la vía
Do hay s<-is meses de noche y seis de d!i Porque en un mondo solo no cabla.
norle 1 Moscovia, que OS tenida
• Mira al «Mira por el Océano balando
Tur niuih región de lo poblado.
1 1
el húmido noto j el poniente
Que rematan mi término j medida I. a- islas de Canaria . reparando
Las Rlfeai montañas poi nn lado, 1 n aquella del Hierro especial nle .

Y de las fuentes del sn lis tendida 1 Que de agua la Malilla i. lo indo


falla
Llega al monte hiperbórea j mu balado, 1 .as aves
animales j la gente ,

Confina con s. ida j Parlarla Beben la que de un árbol se distila


\ corre por el austro basta i'.usia. En una loen labrada j ancha pila.
• Mira a la banda diestra las Terreras
Mira a Livonla. . Prusia Lltuanl . 1

Samogai ¡a, Podolia 1 i s >n la . Que están de portugueses oí upadas .

A Polonia , S lesii 1 Germania \ nuil. al sudoeste las primeras


1 1
11 1 1

A Hora vía, Bohemia, fcuslria y Hungría, i-i.is que descubrió Colon pobladas ,

a Croacia . Moldavia . Trasilvanla, lie gentes lililí, a vistas osll anjel as ,

Valaquia Vnlgarla. . Esclavoola ,


i ñire las cuales son mas señaladas
A Hacedonla Gre< . la . la Horea Los Lacayos Su Juan, la Dominica , .

A Candía, Chipre, Kudasy Judea. Santo Domingo Coba y Jamaica. ,

Mira al poniente a España,) la aspereza


• • Ves de liábanla la canal angosta,

De la antigua Vizcaja ríe do es cierto ,


Y siguiendo al poniente la Florida
Que procede > se estiende bleía 1 l.a llena inútil y lucida COSU
Por toda la que vemos descubierto 1
Hasta la Nueva-España proseguida,
Mira a Bermeo cercado de maleza , Donde Cortés con no pequeña costa
isbeu de V Ixcaja 1 sobre el puerto . \ gran trabajo y riesgo de la vida .

l.n> anchos muios del s,.lar de LTa illa ,


s-in término ens :ho por su peí
Solar antes fundado que la villa. Los limites de España y su corona.
•Vea a Uní .1 ño j i Pamplona,
. 1
•Mira v Mecboacao lamosa a Jalisco
Y bajando al poniente a la siniestra Por medicinal que tiene
la raíz
Zaragoza, Valencia lian clona, , Y a Méjico abundante j populosa .

A León y a Calida de la diestra : Que el indio nombre antiguo aun hoy retiene
Ves la ciudad famosa de l.isiiona, Ves al sur la poblada y montuosa
Coimbra y Salamanca que se ostra, Tierra, aneen punta a prolongarse viene,
Pólice en todas cienciasdo solia , Que los dos anchos mares por los lados
Enseñarse también nigromancia. Le van adelgazando los costados.
Mira a Valladolid, que en llama ardiente
• • A Panamá v al Nonilire-do-Dios mira ,

Se como la fénix renovando


ira . Que su- estrechos términos defienden
Y a Medina del Campo casi enfrente, A dos contrarios mares que con ira
Que las lorias la van mas ilustrando : Honiper la tierra y anegar pretenden :

Mira á Segovia y su famosa puente, Yes fragosa siena de Capira


la ,

Y el Bosque, y la Ponürida atravesando Cartagena \ las tierras que se eslíen. leu .

Al Pardo y Aranjuez, donde natura De Santa Harta j cabo de la Vela


Vertió todas sus Dores y verdura. Hasta el lago y ciudad de Venezuela.
• Mira aquel inculto y montuoso sitio o lama que eonlina
A Itogola y ('.ai ,

Al pié del alto puerto alga apartado Con Alina y Cali llena prolongada . ,

Que aunque le ves desierto y pedregoso Popayan, Pasto y Quilo que vecina ,

lia de venir en breve a ser poblado : Está a templada


la equinoi ¡al línea :

Allí el rey don Pelipe vid so Mira alia a Puerto- Viejo, do la mina
Habiendo al franco en San Quintín domado, De ricas esmeraldas fué hallada ,
En tesiiin o de -o buen deseo Y las dirás que corren por la vía
Levantara un católico trofeo. Del curo de vulturno y mediodía. ,

Sera un famoso templo incomparable


• Ves Guayaquil, que abunda de madera

De suntuosa fabrica y grandeza Por sus espesos montes y sombríos ,

La maquina del cual hará notable Tunibez, Pavía y su rio, que es primera |

Su religioso 1 elo v gran rii|uezl : Escala donde surgió los navios;


Sera edificio etei no \ memorable l'iura ,
Zaiza
Luja Cordillera , la >

De inmensa majestad % gran belleza, De do nacen bajan laníos líos y ,

Obra al lin de un tal rey. tan gran cristiano, Que riegan bien dos mil millas de suelo
Y de tan larga y poderosa mano, Donde jamás cayo lluvia del cielo.

• Mira luego a Madrid , que buena suerte Mira los grandes montes y altas sierras,

Le tiene el alto cielo aparejada , bajo la zona tórrida nevadas


Y a Toledo rondada en sitio fuerte Los Mojos , Bracamoros , y las tierras
Sobre el dorado Tajo levantada : I1-' incultos chachapoyas habitadas:

Mira adelante á Córdoba , v la muerte (".ajamaría y Tnljillo que en las guerras ,

Que aira. la amenazando e.-ta a Granada ,


Fueron famosas siempre y señaladas,
Esgrimiendo el cuchillo sobre tantas Y ciudad ÍDSÍR
la le los Heves,
Principales cabezas y gargantas. Silla de las audiencias j vín-yes.
Mira a Sevilla , ves la realeza
• Cuanuco, (¡uanianga y el templado
• Y' á
De templos edificios y moradas. , Terreno de Arequipa, y los mojones
El concurso de gente y la grandeza Del Cuzco, antiguo pueblo y señalado
Del trato ile las India- apartadas : Asunto de los ingas y orejones :
Que de oro , plata perlas y riqueza , Mira el solsticio y tronico pasado
Dos Dotasen un año entran cargadas, Del austral Cquieor las legiones ,

Y salen otras dos de mercancía De varias gentes barbaras estrañas.


Con gente, munición y artillería. Los ríos , lagunas , valles y montañas.
, , , ,, ;
: , , ,, , ,, ;

IUÍ DON ALONSO DE EISCILl A Y ZUNIGA.


« Mira alia a Chuquiabo que melido Y proveyendo al esperado daño
Isla a un lado la tierra al sur marcada , De algunos bastimentos que fallaban ,

\ adelante el riquísimo y crecido Que aunque era fértil y abundante el año.


Ceno de Potosí que de cendrada
. Los campos en cogollo y berza estaban :

Plata de lev v de valor subido Don Miguel de Velasco y Avendaño


Tiene la tierra envuelta y amasada , Con los que mas á punto se hallaban ,

Pues de un quintal de tierra de la mina Haciéndoles yo escolta y compañía


I. as des arrobas son de plata fina. Tomamos de Cautcn la recta vía.
«Ves la villa de Plata la postrera, Aunque con riesgo sin contraste alguno
Por el levante a la siniestra mano, Los peligrosos términos pasamos ,

Y atravesando la alta Cordillera Y en tiempo aparejado y oportuno


Calchaqtn, Pilcomayo y Tucomano: A la Imperial ciudad salvos llegamos ,

Los iuries los díaguilas y ribera


. Donde á los moradores de uno a uno
He los comechingones, y el gran llano Con palabras de amor los obligamos
Y fructífero término remolo No solo á dar graciosa la comida,
Hasta la fortaleza de Gabolo. Pero á ofrecer también hacienda y vida.
> Ves volviendo a la costa los collados Así que alegres sin rumor de guerra,
,

Que corren por banda de Alacama


la Con pan frutas, semillas y ganados
,

Y la diestra costa y despoblados Dimos presto la vuelta por la tierra


Do no hay ave, animal, yerba ni rama: De pacíficos indios y alterados
Ves los copayapos indios granados , Y al descubrir de la purena sierra
Que de grandes flecheros tienen fama , Hallamos una escolta de soldados,
Corniimht Mapochó, Cauquen y el rio
, Digo de nuestra gente que venia
lie Maule, y el de Ilata y liiobio. A asegurar la peligrosa vía.
•Ves la ciudad de Penco, y el pujante El sol ya derribado al occidente
Arauco, estado libre y poderoso, Había en el mar los rayos zabullido
Cañete , la Imperial , y acia el levante Dando la noche alivio á nuestra gente
La Villa-Rica, y el volcan fogoso; Del cansancio y trabajo padecido;
Valdivia Osorno, el Lago, y adelante
, Pero al romper del alba alertamente
Las islas y archipiélago famoso, Se comenzó á marchar con gran ruido ,
Y siguiendo la costa el sur derecho El cargado bagaje y el ganado
Chiloé, Coronados y el estrecho, De todas las escuadras rodeado.
»Por donde Magallanes con su gente Iba yo en la vanguardia descubriendo
Al mar del sur salió desembocando, Por medio de una espesa y gran quebrada.
Y tomando la vuelta del poniente Cuando vi de través salir corriendo
Al Maluco guió noroesteando: Una mujer al parecer turbada
Ves las islas de Acaca y Zahú enfrente, Yo tras ella los prestos pies batiendo
Y' á Matan dó murió al fin peleando; Luego de mi caballo fué alcanzada;
Brunev, Bohol, Gilolo, Terrenate, El que saber el fin desto desea
Machián Mutir, Badán Tidore y Male.
, , Atentamente el otro canto lea.
«Ves las manchas de tierras tan cubiertas
Que pueden ser apenas divisadas,
Son las que nunca han sido descubiertas , CANTO XXVIII.
Ni de estranjeros pies jamás pisadas :

Las cuales estarán siempre encubiertas Cnentn Glaura sus desdichas y la causa de sti Tenida asaltan los nraii.
;

Y de aquellos celajes ocupadas canos 6 los españoles en la quebrada de Purén pasa entre ellos una
;

Hasta que Dios permita que parezcan , recia batalla; saquean tos enemigos el bagaje; reliranse alegres;

Porque mas sus secretos se engrandezcan. aunque desbaratados.

i Y' como ves en forma verdadera Quien tiene libre y sosegada vida
De la tierra la gran circunferencia , Le conviene vivir mas recatado,
Pudieras entender, si tiempo hubiera, Que siempre es peligrosa la caída
De los celestes cuerpos la escelencia, Del que está del peligro descuidado;
La máquina y concierto de la esfera Y vemos muchas veces convertida
La virtud de los astros y influencia , La alegre suerte en miserable estado,
Varias revoluciones , movimientos En dura sujeción las libertades,
Los curses naturales y violentos. Y tras prosperidad adversidades.
i Mas aunque quiera yo de parte mia Es fortuna tan varia, es tan incierta ,
Dejarle mas contento y satisfecho, Ya que se muestra alguna vez amiga ,
Ha mucho ralo que declina el dia , Que no ha llamado el bien á nuestra puerla
Y tienes hasta el sitio largo trecho.» Cuando el mal dentro en casa nos fatiga
Asi haciéndome el mago compañía Y pues sabemos ya por cosa cierta
Me trujo hasta ponerme en el derecho Que nunca hay bien á quien un mal no siga,
Camino, do encontré luego mi gente. Boguemos que no venga y si viniere
,

Que me andaba á buscar confusamente. Que sea pequeño el mal que le siguiere.
Llegamos al asiento en punto cuando , Que yo de acuchillado en esto siento
Entraban á la guardia los amigos, Que es de temer en parle la ventura :

Donde gastamos tiempo procurando El tiempo alegre pasa en un momento,


Keducir á la paz los enemigos: Y hasta la muerte siempre dura
el triste
Unas veces por bien acariciando , Y porque viene bien a nuestro cuento.
Otras por amenazas y castigos A la barbara oid . que en la espesura
Haciendo sin parar corredurías Alcancé como dije, que en su traje
Por los vecinos pueblos y alquerías. Mostraba ser persona de linaje.
Mas no bastando diligencia en esto , Era muchacha gramíe, bien formada ,

Ni las promesas, medios y partidos. De frente alegre y ojos eslremados,


Que en su protervo intento y presupuesto Nariz perfecta, boca colorada,
Estaban siempre mas endurecidos : Los dientes en coral fino engastados,
Vista pues la importancia de aquel puesto Espaciosa de pecho y relevada
Por estar en la tierr3 mas metidos , Hermosas manos , brazos bien sacados
Con maduro consejo fué acordado Acrecentando mas su hermosura
Sustentar el lugar fortificado. Un natural donaire y apostura.
, , , , ,,
, , ; •, . , ,

I.A ABAI CANA, CANTO XXVIII. Iii.,

Yo queriendo saber a qué venia >Tu, Se&ors sabrá», que el día primero ,

Si^a p«r aquel boMfM j aspereza, De mi felice y proaper i venida


Con mu seguridad que prometía Me trujo amor il término postrero
su bello rotiro y rara gentileza i u>
penosa > desdichada vida
.
i

La aseguré del miedo que iraia , Kas 1:1 que por lo amor | cauta muero ,

La cual dando un taspito, que a terneza Quiero viIti si dello eres servida ;

Al mas rebelde corazón moriera, Porque siéndolo tu ao siento do . i

Comenzó n
ruon de LaJ manera i
Que pueda parasol ser las dlehoaa •
> No sé al y.> me
queje rlonrilrhtiti •Viéndole al parecer de leí minado
O agradetca i loa badea >a mi roerte , a cualquiera violencia y desacato,
One me abren puerta i que me dan entrada Disimuladamente por un lado
Pan que pueda recibir la majarte; Salí del mu mostrar algún recalo,
Pero il \a la historia desastrada Dicléndole de lejoe : t ¡Oh malvado,
Quieres aaber y sai dolor tan berte InCCSiUOSO , desleal , Hiéralo .

Que aun le agravia mi poco sentimiento. Corrompedor da amistad jurada la

Te mego qoe si prw eso estés siento, S ley de parí atecen conservada • '

> Mi nombre es en fuerte hora nádela


(¡laura , , > Iba estas v ..iras cosas yo diciendo ,

Hija del buen cacique Quilacura, Que el repentino enojo mi tiraba ,

De la sangre de Pnso eaclareí Ida . Cuando con priesa súbita y estruendo


Kica ile hacienda puliré ile ventura ,
,
i'iisliauo escuadrón ñus salle. iba
I ii :

Respetada de moenoa > servida Que en cerrado arremetiendo tropel


Tur un linaje y vana hermosura; Nuestra alta casi en torno rodeaba ,

m n de mil ¡cuanto mejor me fuera Saltando Fresón ¡n mi presencia


A
'

Ser una simple y puliré ganadera la debida ¡


justa resistencia
> Ku casa un padre i un contento
iie •Diciendo: «¡Ob fiera tigre endurecida,
Como única heredera yo riria , Inhumana y cruel ion los humanos!
Que su felicidad y pensamiento Vuelve acaba de ser tu la homicida
, ,

En aolo darme guato lo ponía: No dejes que hacer a los cristianos !

Mi voluntad en todo y mandamiento Vuelve, veras que acabo aquí la villa.


Como inviolable ley BC obedecía , Pues no puedo a las luyas, a sus manos :

No habiendo de contento y gusto cosa Que aunque no sea la muelle tan honro-, i

Que fuese para mi dilicultosa. A lo menos sera la mas piadosa.


r Mas presto el invidioso amor tirano > Asi furioso sin mirar en nada
Turbador del sosiego adredemente , Se arroja en medio de la armada gente.
Trujo a mi tierra y casa a (-'resolano , Donde luego una bala arrebatada
Molo de fuerzas y animo valiente , Le atravesó el desmeló pecho ardiente :

De mi infelice padre primo hermano Cayé \a la color ¡ vos turbada ,

Y mucho mas amigo que pariente Diciendo t¡Glaura. Clama, últimamente


:

A quien la voluntad tenia rendida Recibe alia mi espíritu cansado


No habiendo entre los dos cosa partida. De dar vida i estecuerpo desdichado.»
>Mi padre, como amigo aficionado, «Llegó mi padre en eslo al gran ruido,
Que yo le regalase me mandaba , Solo armado de esluerzo y confianza ;
Y asi yo con llaneza y gran cuidado Mas luego en el costado ble heiiilo
Por hacerle placer lo procuraba ; De una furiosa y atrevida lanza :
Mas él Iqcgo el proposito estragado , Cavo el cuerpo mortal descolorido,
Cuya liileliil.nl ya vacilaba , Y »ista mi fortuna y mal andanas
Corrompió la amblad, s alió de tino Por el postigo de una falsa puerta
Echando por ilícito camino. Salí a mi parecer mas que ellos muerta.
• O fué el trato que tino alli conmigo, Acá y allá turbada al lin por una
i>

O por mejor decir mi desventura , Montaña comenzé luego a emboscarme


Que esta seria mas cierto, como digo, Dejándome llevar de mi fortuna
Que no la nial juzgada liei inusura : Que siempre me lia guiado a despeñarme :

Que ingrato al hospedaje del amigo, Así que, ya sin lino j senda alguna
Del deudo \ deuda haciendo pora cura, Procuraba cuitada de alejarme,
Me comenzó de amar y buscar medio Que con el gran temor me parecía
lie dar a su cuidado algún remedio. Que yendo á mas correr no me movía.
Visto yo que por muestras y rodeo
» • Mas como suele acontecer comino
Muchas veces su pena descubría , Que huyendo el peligro y mal presente
Conocí que su intento y nial deseo Se suele ir a parar en un camino
De los honestos limites salla ¡ Que nos coge y anega la creciente :

Mas ¡ay que en lo que yo padezco veo


! Así ámi desdichada, pues me avino,
Lo que el misero entonces padecía Que por salvar la vida impertinente,
Que a lérniino lie llegado al pié del palo, De un mal en otro mal, de lance en lance
Que aun no puedo decir mal de lo malo. Vine a mayor peligro y mayor trance.
•Hallábale mil treces suspirando, »lba pues siempre misera corriendo
En mi los engañados ojos puestos, Por espinas por zarzas por abrojos , . ,

Ottas andaba tímido tentando Aquí y alli acá J all.i volviendo


.

Entrada a sus osados presupuestos: A cada paso los átenlos ojos ;

Yo la ocasión dañosa desviando. Cuando por unos árboles saliendo


Con gravedad y términos honestos VI dos negros cargados de despqji -
(Que es lo que mas refrena la osadía) Que luego en el instante que me vieron
Sus erradas quimeras deshacía. A la misera presa arremetieron.
• Estando sola en mi aposento un día «Fuídellos prestamente despojada
Temerosa de algún atrevimiento, De lodo cuanto allí venia vestida ,
Ante mi de rodillas se ponía Aunque yo triste no eslimaba en nada
Con grande turbación y desatiento, El perder los vestidos y la vida :

Diciéndome temblando: Oh ¡laura mia! ,


i Pero el honor y castidad preciada
Ya no basta razón ni sufrimiento, Estuvo a punto ya de ser perdida ;

Ni de roería una mínima me queda, Mas mis voces y quejas fueron lanías ,

Que á la del fuerte amor resistir pueda Que á lastima y piedad movía las plantas
,, , , , , , , ! ;

un; DON ALONSO DE EUCILLA Y ZUN1GA.


»Us6 el cielo conmigo de clemencia « de aquel lugar, que á Dios pluguiera
Salí
Guiando a Cariolan á mis clamores., One en quedara viva sepultada,
él
Que visto el acto ¡norme y la insolencia
, Corriendo con presteza a la ribera
De aquellos enemigos violadores) Adonde le dejé desatinada ;

Corno con provechosa diligencia Mas cuando no vi rastro, ni manera


Diciendo ¡Perros, bárbaros, traidores!
:
De le poder hallar, sola y cunada.
Dejad, (tejad al punió la doncella, Podras ver qué sejili ,
pues era cierto
S¡ no, la vida dejareis con ella. Que no pudo escapar de preso ó muerto.
«Fueron sobre él los dos incontinente , » Solté ya sin temor
la voz en vano :

Mas él Decbando el areo que traía, Llamando sordo cielo injusto y crudo ,
al
Al mas adelantado y diligente Preguntaba ¿Dé esta mi Cariolano ?
:

La Decba hasta las plumas le escondía : Y todo al responder lo hallaba mudo ;

Hizose atrás dos pasos diestramente Ya entraba en la espesura , ya á lo llano


Y al otro la segunda flecha envía Salía corriendo, que el dolor agudo
Con brújula tan cierta y diestro tino. En mis estrañas siempre mas furioso
Que al bruto corazón halló el camino. No me daba momento de reposo.
«Cayó muerto, y el otro mal herido « No te quiero cansar ni lastimarme
Cerró con furioso y emperrado
él ; En decirte las bascas que sentía ;

Mas Cariolan valiente y prevenido, No sabiendo qué hacer ni aconsejarme,


En la arle de la lucha ejercitado , Frenética y furiosa discurría :

Aunque el negro era grande y muy fornido Muchas veces propuse de matarme ;
De su destreza y fuerzas ayudado , Mas por torpeza y gran maldad tenia
Alzándole de brazos acia el cielo Que aquel dolor en mi tan poco obrase
Le trabucó de espaldas en el suelo. Que á quitarme la vida no bastase.
»Y' sacando una daga acicalada, »En tanta pena y confusión envuelta
Queriendo a hierro rematar la cuenta. De contrarios y dudas combatida
Por el desnudo vientre y por la ¡jada Al cabo ya dele buscar resuelta ,
Tres veces la metió y sacó sangrienta :
Pues no daba el dolor lili á mi vida.
Huyó por allí la alma acelerada, Acia el campo español lie dado vuelta
Y libre Cariolan de aquella afrenta De noche y desde lejos escondida
,

Se vino para mi con gran crianza , Por honor, que mal me le asegura
el
Pidiéndome perdón de la tardanza. Mi poca edad y mucha desventura.
» Supo decir allí tantas razones, «Y teniendo noticia que esta gente
Haciendo amor conmigo asi el oficio, Era la vuelta de Cautén pasada,
Que medrosa de andar en opiniones, También que habia de ser forzosamente
Que es ya dolencia de honra y ruin indicio, Por este paso estrecho la tornada,
Por evitar al fin murmuraciones Quise venir en traje diferente.
\ no mostrarme ingrata al beneficio Pensando que entre tantos disfrazada
En tal sazón y tiempo recibido , Alguna nueva ó rastro hallaría
Le tomé por mi guarda y mi marido. Deste que la fortuna me desvía.
»Y temiendo que gente acudiría , "¿Qué remedio me queda ya cautiva ,
Por el espeso monte nos metimos Sujeta al mando y voluntad ajena?
Donde sin rastro ni señal de vía Que para que mayor pena reciba
Un gran rato perdidos anduvimos; Aun la muerte no viene porque es buena ;

Pero, señor, al declinar del dia Pero aunque el cielo cruel quiera que viva,
A la ribera de Lauquen salimos Al fin me ha de acabar ya tanta pena ,
Por do venia una escuadra de cristianos Itien que el estado en que me loma es fuerte
Con diez indios atrás presas las manos. Mas nadie escoge el tiempo de su muerte: »
«Descubriéronnos súbito en saliendo, Asi la bella joven lastimada
Que en todo al fin nos perseguía la suerte Iba sus desventuras recontando ,

Sobre nosotros de tropel corriendo Cuando una gruesa bárbara emboscada


Aguarda aguarda, ten, gritando fuerte
, ; Que estaba á los dos lados aguardando ,
Pero mi nuevo esposo allí temiendo Alzó al cielo una súbita algarada
Mucho mas mi deshonra que su muerte , Las salidas y pasos ocupando ,

Me rogó que en el bosque me escondiese Creciendo indios así que parecían ,

Mientras que él con morir los detuviese. Que de las yerbas barbaros nacían.
«Luego el temor, á trastornar bastante Llegó al instante un yanacona mío
Una flaca mujer inadvertida, Ganado no había un mes en buena guerra,
Me persuadió poniéndome delante Diciéndome « Señor, échale al rio:

La honrada muerte y la estimada vida : Que yo le salvaré que sé la tierra ,


:

Así cobarde tímida inconstante


, , Que pensar resistir es desvario
A los primeros ímpetus rendida A la gente que cala de la sierra ;

Me entré viéndolos cerca á toda priesa Bien puedes , ó señor , de mi liarte,


Por lo mas agrio de la senda espesa. Que me verás morir por escaparle. »
en lo hueco de un tronco que tejido
»Y' Yo que al mancebo el rostro revolvía
De zarzas y maleza en tomo estaba , A agradecer la oferla y buen deseo ,
Me escondí sin aliento ni sentido , Viá Glaura que sin Liento arremetía
Que aun apenas de miedo resollaba : Diciendo « Oh justo Dios
: ;
Qué es lo que veo » !
,.

De donde escuché luego mi gran ruido ¿Eres mi dulce esposo? ¡ay vida mía !

Que el bosque cerca y lejos atronaba , En mis brazos te tengo y no lo creo.


De espadas lanzas y tropel de gente
, ¿Qué es esto? ¿estoy soñando, ó estoy despierta?
Como que combatían fuertemente. ¡Ay, que tan grande bien no es cosa cierta
«Fué poco á poco al parecer cesando Yo atónito de tal acaecimiento,
Aquel rumor y grita que se oia Alegre tanto del como admirado ,
Cuando la obligación ya calentando Visto de Glaura el misero lamento
La sangre que el temor helado habia , En felice suceso rematado,
Revolví sobre mi , considerando No habiendo allí lugar de cumplimiento
La maldad y traición que Cornelia Por ser revuelto el tiempo y limitado
En no correr con mi marido á una Dije : (.Amigos, adiós , y lo que puedo
L'u peligro , una muerte, una lorluna. Que es daros libertad yo os la concedo.»
,
, , . , , , ,, ,

LA ai; M (ANA, CANTO XXVIII. I"7

Sin dio acrecimiento ni prometa \ i ille. les ,-n [.altes del camino
Piqué al caballo que salm [yero . Revueltos unos \ otros voceando
Pero aunque mas los Indios me dea priesa Andaban en confuso re lino
Quiero señor, que aquí sepajs primero
.
i.a tempestad de Uros reparando i

Cómo i i.i entrada de la selva espesa No basta .le la p isla el templa lino,
(¿ariolán vino a ser mi prisionero Grevas, petos celadas abollando, ,

Cuando n»f<ir« >su de perdei la «Ida l_i furia que tumbaba a la re. buida

Kn el tronco quedó ¿laura escondida. D ilga lanza dardo Det ba y honda.


, , •

sacro señor , n»»' >o venia


Sabed , Unos suelo van descalabí ados
al

Con algunos amigos j soldados, sin poder en las sillas sostenerse;


Después de baber andado todo el día litios cual lana Ó Upo a|...| e i.l. .s i

Kn busca de enemigos desmandados ¡


No pueden, aunque quieren, removerse;
M.is y.¡ que i nuestro asiento me volvía (Uros a gatas, ..nos derrengados
Con diex prisiones bárbaros liados, Arrastrando procuran acogei
a la entrada de un te j Un de no llano A algún repan. o lineen de la Senda .

Descubrí - muj cerca I i.ariolano. Que de aquel torbellino los defienda.


Corrió luego sobre él toda la gente Que en este paso estrecho el enemigo
Pensando que alas le prestase el miedo, La gente y munición en orden poesía ,

Pero con gran desprecio illa ii ente * Tenia a nuestros soldados como digo
Apercibiendo el arco estuvo qued i De ventaja las piedras y la cuesta;
Llegando pues i tir.. diestramente Donde puedo afirmar como testigo.
Mino Pram laco Osorio j t Acevedo,
.1 Que era la lluvia tan espesa y presta
Arrancando una daga desenvuelto De las piedras que cierto parecía.

El largo mullid ;d brazo >:i revuelto Que el cerro abajo en pie/as se venia.
Tanta fue 1.1 destreza . Unto el arte oíi
mando se \o airado cielo . i

Del temerario bárbaro irauc ,


lieespesas nubes lóbregas cerrado
Que do fué >'l gran tropel de gente parle Querer hundir v arruinar el suelo
a que dejase un solo paso el llano De rayos piedra y tempestad cargad..
, ;

Que sallando d mella y desla parle LaS aves mala en Ule. lio .le sil Mielo ;

rodos los golpea hito ii.ir en «ano , La gente bestias lleras j ganado
, .

i
burlando el cuerpo desmentidos
'i
,
Buscan corriendo acá > allá perdidas
Otros del manto y daga rebatidos. Los reparos, defensas y guaridas:
Yo que iit tal batalla no quisiera Asi los españoles, constreñidos
Alanimoso mozo aficionado, De aquel grani/.o y tempestad furiosa ,
Kn medio me lance diciendo Afilen : , Buscan por todas parles mal heridos
Caballeros, afuera, haceos á un lado , Algún árbol o peña cavernosa,
Que mi es bien c|ue el valiente mozo muera , Do reparados algo y defendidos,
Antes merece ser remunerado; Con Li virtud antigua generosa
Y darle asi la muerte ya seria Cobran. lo nuevo esfuerzo y esperanza
No esfuerzo ni valor mas villanía. » , A la victoria aspiran y venganza.
Todos se detuvieron conociendo , Y desde alli con la presteza usada
Cuan mal el acto infame les estaba; Las apuntadas miras asestando ,
Solo el Indio do cesa, pareciendo es comienzan a dar una rociada ,
I.

y«e de alargar la vida le pesaba : Muchos en poco tiempo derribando :

ai liu la daga y paso recogiendo, Ya por áspera cuesta desrumbada


1 1

va la cortesía le obligaba ,
l'tles Venían cuerpos y peñas volteando
Revuelto a mi me dijo tQué le importa :
Con un furor terrible y tan estraño.
Que sea mi villa larga, o que sea corla?» Que muertos aun hacían notable daño.
•Pero de mi 'era reconocida Así andaba la cosa, y entre lanío
I. aobra pia y voluntad humana : Que en esta estrecha plaza peleaban,
Pía por la intención pero entendida . Con DO menor revuelta al olio canto,
Se puede decir impia v inhumana : ii le mayores voces resonaban

une a .pilen ha de vivir misera vida se habían los Indios desmandado tanto ,

Nopuede estar mal muerte temprana


le ;
Que ya el bagaje y Cargas saqueaban.
matarme como digo
Asi c|ne en no Haciendo grande riza y sacrificio
Cruel misericordia nsas conmigo. En la gente de guarda y de servicio.
«Mas porque no me digan que ja niego Quien con carne con pan fruta o
pescado , ,

Haber de n la vida recibido , Sube lijeranienie a la alta cumbre;


Me pongo en tu poder v asi me entrego Quien de pataca ó de fardel cargado
A mi fortuna misera rendido.» Corre sin embarazo y pesadumbre ¡

Esto dicho, la daga arrojó luego Del alio y bajo, de uno y otro lodo
Doméstico el que ind ito halda sido, Al saco acude allí la muchedumbre.
Quedando desde allí siempre conmigo, Cual banda de palomas al verano
NO en figura de siervo, mas de aur. Suele acudir al derramado grano.
i^ a el ejercicio y belicoso estruendo Viéndonos va vencidos sin remedio
He las armas \ voces resonaban ; Por la gran multitud que concurría ,

I nos van en montón alia corriendo , Procuré de tentar el postrer medie


otros acá socorro demandaban : Que en nuestra vi.la y salva, ion labia :

Era la senda eslrecba ¡ no podiendo . i isl . ronquen. lo súbito I" I me. lio
Ir atrás ni adelante , reparaban . De la revuelta y empachada vía .

Que el bagaje la chusma v el ganado . Llegue do estaban basta diez soldados


Tenia impedido el paso \ ocupado. Eu un hueco del monte arrinconados ;

Es el camino de Purén derecho luciéndoles el punto en que ki guerra


Acia la entrada y paso del estado, Andaba de ambas parles lau reñida,
Después ya en forma oblica largo trecho Que ganada la cumbre de la sierra
De dos ásperos cerros apretado ¡
l.a victoria era nuestra conocí. la ;

Y vienen á ceñirle en tanto estrecho, Porque toda la gente de la tierra

Que apenas pueden ir dos lado a lado, Andaba ya en el saco embebecida ,

Haciendo aun mas angosta aquella \i.i \ solo en ver así ganado el alto
Un arrojo que lleva en compañía. Los bastaba a vencer el sobresalto.
, , , ,, , , : , , ,

108 DON ALONSO DE EUC1LLA Y ¿UÑIGA.


Luego resuellos á morir de hecho
, Buen testimonio desto nos han sido
Todos los once juntos de cuadrilla Las hazañas rJe antiguos señaladas ,

Los caballos lanzamos al repecho, Que por la cara patria han convertido
Cada cual solevado alto en la silla; En sus mismas entrañas las espadas ;

Y aunque el fragoso cerro era derecho Y su gloriosa fama han estendido


Por la tendida y áspera cuchilla Las plumas de escritores celebradas
Llegamos la cumbre deseada
:i Mario Cassio, Filón , Cosdro ateniense
, ,

De breña espesa y arboles poblada. Régulo Agesilao y el Uticense.


,

Saltamos á pié todos al momento , Entrar pues en el número merece


Que ya allí los caballo? no prestaban , Esta araucana gente, que con tanta
Que llenos de sudor fallos de aliento , Muestra de su valor y ánimo ofrece
No pudhmdo moverse, ¡jadeaban : Por la patria al cuchillo la garganta ,
Donde sin dilación ni impedimento Y en el firme propósito parece
Al lado que los indios mas cargaban , Que ni rigor del hado, y toda cuanta
En un derecho y gran derrumbadero Fuerza pone en sus golpes la fortuna ,

Nos pusimos á vista y caballero. En los ánimos hace mella alguna.


Dándoles una carga de repente Que habiendo en solos tres meses perdido
De arcabuces y piedras que os prometo Cuatro grandes batallas tle importancia ,
Que aunque llevó de golpe mucha gente No con animo triste ni abatido ,
Hizo el súbito miedo mas efelo : Mas con valor grandísimo y constancia,
Y asi remolinando torpemente. Estaban, como atrás habéis oido,
Les pareció, según el grande aprieto ,
En consejo de guerra, haciendo instancia
Moverse en contra dellos cielo y tierra En darnos otro asalto mas la mano;

Viendo por alto y bajo tanta guerra. Tomó luciendo así Caupolicano :

Luego con animosa confianza • Conviene ó gran senado religioso


,

En nuestra ayuda algunos arribaron Que vencer ó morir determinemos,


Que deseosos de áspera venganza Y en solo nuestro brazo valeroso
El daño y miedo en ellos aumentaron : Como último remedio confiemos:
Tanto, que ya perdida la esperanza Las casas ropa y mueble infructuoso.
,

A retirarse algunos comenzaron. Que al descanso nos llaman abrasemos ,

Poniendo prestos pies en la huida , Que habiendo de morir lodo nos sobra,
Remedio de escapar la ropa y vida. Y todo con vencer des¡;ués se cobra.
Cuál por aquella parte , cuál por esta » Es necesario y justo que se entienda

Cargado de fardel ó S3C0 guia ;


La grande utilidad que desto viene :

Cuál por lo mas espeso de la cuesta Que no es bien que haya asiento en la hacienda
Arrastrando el ganado se metía ;
Cuando el honor aun su lugar no tiene ;

Cual con hambre y codicia deshonesta Ni es razón que soldado alguno atienda
Por solo llevar mas se detenia , A mas de aquello que á vencer conviene
Costando á mas de diez allí la vida Ni entibie las ardientes voluntades
La carga y la codicia desmedida. El amor de las casas y heredades.

Así la fiesta se acabó quedando ,


»Asi que , en esta guerra tan reñida
Saqueados en parte y vencedores , Quien pretende descanso, como digo,
La victoria y honor solemnizando Piense que no hay mas honra, hacienda y vida
Con trompetas clarines y alambores
, :
De aquella que quitare al enemigo
Al rumor de las cuales caminando Que la virtud del brazo conocida
Con buena guardia y diestros corredores Será el rescate y verdadero amigo ,
Llegamos al real todos heridos. Pues no ha de haber partido ni concierto,
Donde fuimos con salva recibidos. Sino solo matar ó quedar muerto.»
Los bárbaros á un tiempo retirados Oido allí por los caciques esto
Por un áspero risco y monte espeso Muchos suspensos sin hablar quedaron,
Se fueron á gran paso consolados Y algunos dellos conturbado gesto
Con elsabroso robo del suceso ; Enarcando las cejas se miraron ;

Y' adonde estaba el general llegados, Pero rompiendo aquel silencio puesto ,

Que sabido el desorden y el esceso Sobre ello un rato dieron y tomaron,


Que rindió la victoria al enemigo Hallando en su favor tantas razones
,

Hizo de algunos ejemplar castigo. Que se llevó tras sí las opiniones.


Y habiendo en Talcamávida juntado Así el valiente Ongolmo no esperando
Del destrozado campo el remanente, Que otro en tal ocasión le precediese,
A consultar las cosas del estado Aprueba á voces la demanda instando ,

Llamó a la principal y digna gente :


En tpie por obra luego se pusiese;
Donde después de haber allí Halado Siguió este parecer Pitrén , jurando
De lo mas importante y conveniente De no entrar en poblado hasta que viese
,

Les dijo libremente todo cuanto Sin medio ni concierto, a fuerza pura
Podrá ver quien leyere el otro canto. Su patria en libertad y paz segura.
Lincoya y Caníomangue pues no fueron
En jurar el decreto perezosos :

Que aun mas de lo posible prometieron,


CANTO XXIX. Según eran gallardos y animosos ;

También Rengo y Gualemo se ofrecieron,


Entran los araucanos en nuevo consejo traían ríe quemar sus haciendas
;

pide Tucapel que se cumpla el campo que tiene aplazado con Hético Y' los demás caciques orgullosos

rumlialen los dos en estacada brava y animosamente. Talcagtian, Lemolemo y Orompello,


Hasta el buen Colocólo vino en ello.
Oh cuanta fuerza tiene, oh cuánto incita Resueltos pues en esto y decretado
1

El amor de la patria pues hallamos ,


, Según que aquí lo hallemos referido
Que en razón nos obliga y necesita Tucapelo,que á lodo habia callado
,

'A que todo por él lo pospongamos !


Con gran sosiego y con atento oido ,
Cualquier peligro y muerte facilita :
Después del alboroto sosegado,
Al padre al hijo á la mujer dejamos
, ,
Y aquel arduo negocio difluido,
Cuantío 111 trabajo a nuestra patria vemos,
Puesto en pié, levantó la voz ardiente,
Y como a mas parienta la acorremos Que jamás hablar pudo blandamente,
. , . , . . , : ,

LA AIIAIXANA, CANTO XMX. |i»9

Diciendo: • Capitanes, yo el primero Cercaron una plaza de tablones


En lu que el general propone vengo, Kn un ejteiilo > descubierto llano.
Poi ptKOatmc JDfla > UÍ quiero , Donde los dos indómitos varones
Que se abrase y asuele cuanto tengo ! Armados combatiesen mano a mano.
En lo demás al Imso me reOero Publicando en pregón las condiciones
Que vi un mes en mi fmi/.i le SOSlengO, Por el estilo \ término araucano.
Pienso escoger después i mi oontenlo Para que a todos manilieslo fuese,
ti major j mejor repsxtünienlo. Y ninguno Ignorancia pretendiese
algún miserable no concede
Y si Llegado el pla/n al despuntar del ili.i ,

Lo (|ue Un jusUmenU
ir es pedido Con gran roso de muchos esperado,
Por enemigo de la patria quede Luego bulliciosa compañía
i.i

>.del militar orden escloldo Comenzó a rodear el estacado :

One ya por noeslra parle no se puede En tai el aprieto que no habla


Venir a ningún medio ni partido, Árbol pared v. -iiiana ni tejado
. ,

Sin dejar de perder pues la contienda .


De ii le descubrirse algo pudiese .

Bj sobre nuestra libertad > hacienda. Que cubierto de gente no estuviese.


• Asi .|in' jo también determinado
,
El sol sigo encendido j perezoso,
De seguir ruestroj rolos j opiniones Apenas del oriente lia na salido I
,

Aunque parece en liempo tan lurbado, Cuando por una parle el animoso
Que muevo nueras raucas » coe sUooes, Tucapel asomó con gran ruido;
Del natural honor estimulado, Por olra pues no ni IOOS orgulloso
Y por otras legitimas ratones Al misma tiempo aparecer se vido
No puedo Na dejar por ningún arle Al lantastieo Rengo mnj gallardo,
De .-char del lodo un gran negocio aballe. Ambos mil lien muestra \ paso lardo.
• Ya tendréis en inciuoria el desafio Las robustas personas adornadas
Une Rengo > Leñemos aplatado,y De fuertes pelos, dobles, relevados.
Asimismo el que tuve con mi lio, Escarcelas, brazales y celadas ,
Que quiso mas morir desesperado: Hasta el empeine de los pies armados;
Viendo el gran deshonor v agravio mío, Matas coi las de acera barreadas.
Y cuanto mi pesar ab.i dilatado. M Grueso* escudos de metal herrados,
Quiet o esperar a mas rodeo
sin Y al lado izquierdo cada cual ceñido
Cumplir la obligación y mi doco. 1 ii corvo y ancho alfanje guarnecido.

• Que asaz gloria y lionor Kengo ha ganado Tenia , señor , la plaza á cada parte
Entre todas las gentes pues se trata . Puertas como palenque de torneo ,

Que conmigo ha de entrar en estacado, Por las cuales el uno y otro Marte
Y asi vanaglorioso lo dilata ; Eulran en ancho ciiculo y rodeo :

Has yo d,- tanta dilación cansado, Después que con vistoso y gentil arte
Puesque cada ocasión lo deslíanla , Su término acabaron v paseo ,

Pido que nuestro campo se fenezca , Airoso cada cual quedó a su lado
Que no es bien que mi crédito padezca. Dentro de la gran plaza y estacado.
• Pues ya Peteguelén , viejo imprudente Hecho por los padrinos el oficio
Con apariencia de animo engañosa Cual se requiere en aclos semejantes ,
A morir se arrojó entre tanta grille ,
Quitando lodo escrúpulo y indicio
Por parecerle muerte mas piadosa ; De ventaja y cautelas importantes,
\ asi se me escapó mañosamente Ceso luego el estrepito y bullicio
Que fue puro temor y no otra cosa, Kn todos los aienios circunstantes,
Pues si ambición de gloria le moviera. Oyendo el son de la trompeta en esto.
De mi brazo la muerte pretendiera. Que robó la color de mas de un gesto.
• También Rengo de industria cauteloso Luego los dos famosos combatientes,
Anda en los enemigos muj metido, Que la larda señal solo atendían.
Ñuscando algún estorbo ó modo honroso Con bizarros y airosos continentes
Que le escuse cumplir lo prometido; Kn paso igual a combatir movían ;
Y' debajo de muestra de animoso Y descargando a un tiempo los valientes
Procura de quedar manco ó tullido, Brazos , de tales golpes se herían
Y' para combatir no habilitado , Que estuvo cada cual por una pieza
ClorioMi con me haber desafiado.» Sobre el pecho inclinada la cabeza.
Asi hablaba el bárbaro arrogante. Redoblan los segundos, de manera
Cuando airado Rengo , echando fuego.
el Que aunque fueron pasados los primeros
Sin guardar atención se hilo adelante , Si tal reparo y prevención no hubiera
Diciendo: « La batalla quiera luego, No llegara el cómbale á los terceros.
Que ni lu muestra y fanfarrón s blanle /Quién por estilo igual decir pudiera
Me puede a mi causar desasosiego : El furor destos barbaros guerreros,
Las armas lo dirán y no razónos Viendo el valor del mundo en ellos jimio,
Que son de jactanciosos baladrones.» Y la encendida cólera en su punto?
Arremetiera Tucapel , si en esto Fué de tal golpe Tucapel cargado
Caupolicán , que á liempo se previno , Sobre el escudo en medio de la freulr.
Con presta diligencia en medio puesto. Que quedó por un ralo embelesado,
La voz no le atajara y el camino ¡ Suspensos los sentidos y la mente ;

Y con severa muestra y grave gesto Llegó Rengo con otro apresurado,
Reprehendiendo el loco desatino, Pero salió el efecto diferente.
Por rematar cutre ellos la porfía Que el estruendo del golpe y dolor fiero
Concedió a Tucapel lo que pedia. Le despertó del sueño del primero.
Pues el campo y el plazo señalado, Serpiente no se vio tan venenoso
Que fué para de aquel en cuatro dias , Defendiendo á les hijos en su nido,
Nacieron en el pueblo alborozado Como el airado bárbaro furioso,
Sobre el dudoso Pin muchas porfías: Mas del honor que del dolor sentido
Quién apostaba ropa , quién ganado , Asi fuera de término rabioso
,

Quién limas de labor, quién granjerias ; De soberbia diabólica movido ,


Algunos que ganar no deseaban Sobre el gallardo Rengo fué en un punto
Las usadas mujeres apostaban. Descargando la rabia y maza junto.
, , , , , ; , , ,,

110 DON MANSO DE BRC1LLA Y ZUNIOA.


Salióle al fiero Rengo Favorable Metióse tan adentro, que no pudo
Aquel furor acelerado lirio
y , Salir delenemigo ya vecino,
Que la ferrada man irreparable Por lo cual arrojando el roto escudo
l'M grueso estremo descargó en vacio : Valerse de los brazos le convino :

Fue el golpe aunque furioso tolerable, Tucapel (pie robusto era y membrudo,
,

Quitándole la fuerza el desvario , Al mismo tiempo le salió al camino,


Que a cogerle de lleno yo creyera . Echándole los suyos de manera
Que c"M el el combate feneciera. Que un grueso y duro roble deshiciera.
Jlas aunque fué al soslayo el araucano , Pero lopó con Rengo, que ninguno
Se fué Un poco al Iravés desvaneciendo , Le llevaba ventaja en la braveza,
Al lin puso en el suelo la una mano. De diez, ile seis, de dos él era el uno
Sostener la gran carga no podiendo; De mas agilidad y fortaleza :

Pero viendo el peligro no liviano , Llegados presas, cada uno


a las
Sobre el roerte contrario revolviendo, Con viva fuerza y con igual destreza ,
C*n su desenvoltura y maca presta Tientan y buscan de una y de otra paite
Le vuelve aun nías pesada la respuesta. El modo de vencer la industria y arle.
Era cosa admirable la fiereza Así que, pecho á pecho forcejando
De los dos en valor al mundo raros , Andaban con furioso movimiento.
La providencia, el arle, la destreza, Tanto los duros brazos añudando
Las entradas heridas y reparos,
, Que apenas recibir pueden aliento;
Tanto que temo ya de mi torpeza
, Y al arte nuevas fuerzas ayuntando
No poder por sus términos contaros Aspira cada cual al vencimiento,
La mas reñida y singular batalla Procurando por fuerza, como digo,
Que en relación de barbaros se halla. De poner en el suelo al enemigo.
Asi el fiero combate igual andaba , Era cierto espectáculo espantoso
Y el golpear de un lado y de otro espeso Verlos tan recia y duramente asidos,
Que el mas templado golpe no dejaba Llenos de sangre y de un sudor copioso
De magullar la carne ó romper hueso: Los rostros y los ojos encendidos ,

El aire cerca y lejos retumbaba El aliento ya grueso y presuroso ,


Lleno de estruendo y de un aliento grueso, El forcejar , gemir y los ronquidos ,
Que era tanto el rumor y bateria, Sin descansar un punto en todo el dia,
Que un ejército grande parecía. Ni haber ventaja alguna ó mejoría.
Dio el fuerle Rengo un golpe á Tucapelo Mas Tucapel ardiendo en viva saña,
Uatiéndole de suerte la celada, Teniéndose por flojo y afrentado,
Que vio lleno de estrellas lodo el suelo, Ara y revuelve toda la campaña
Y la cabeza le quedó atronada; Cargando recio deste y de aquel lado :

Pero en si vuelto blasfemando al cielo, Rengo, con gran destreza y cauta maña
Con aquella pujanza aventajada Recogido en su fuerza y reportado ,

Hirió tan presto a Rengo al desviarse, Su opinión y propósito sostiene ,

Que no tuvo lugar de repararse. Y en igual esperanza se mantiene.


Cayó el pesado golpe en descubierto Viendo pues al contrario algo metido
Cargando á Rengo tanto la cabeza , Le quiso rebatir el pié derecho ;

Que lodos le tuvieron ya por muerto, Mas Tucapel á liempo recogido


Y esluvo adormecido una gran pieza ; Lo suspende de tierra sobre el pecho ;

Mas del peligro y del dolor despierto Y entre los duros músculos ceñido
La abollada celada se endereza, Le estremece, sacude y tiene estrecho
Y sobre Tucapel furioso aguija Tanto que con el recio apretamiento
Que la maza rompió por la manija. No le deja tomar tierra ni aliento.
Mas viéndole sin maza en esla guerra Creyendo de aquel modo fácilmente
Que en dos trozos saltó lejos quebrada , Dar fin al hecho y remalar la guerra
La suya con desprecio arroja en tierra Rengo que era diestrísimo y valiente
Poniendo mano a la fornida espada: Hizo con fuerza pié cobrando tierra
En esto Tucapel otra vez cierra , Y de rabiosa cólera impaciente
La suya fuera en alto levantada ; De un fuerle rodeón se desafierra
Mas Rengo hurtando el cuerpo á la una mano
,
,
Llevándose en las manos apretado
Hizo que descargase el golpe en vano. Cuanto en la dura presa había agarrado.
Llegó el cuchillo al suelo, y gran pedazo, Fué Tucapel un ralo descompuesto
Aunque era duro, en él quedó enterrado. Dando al un lado y olio zancadillas,
Y en este impedimento y embarazo Y Rengo de la fuerza que había puesto
Fué Tucapel herido por un lado ; Hincó en el suelo entrambas las rodillas:
De suerte que el siniestro guardabrazo Ambos corrieron á las armas presto
Con la carne al iravés cayó cortado, Rajando los escudos en astillas,
Y procurando segundar no pudo Con tempestad de golpes presurosos.
Que vio calar el gran cuchillo agudo. Mas fuertes que al principio y mas furiosos.
Debajo del escudo recogido Estaban los présenles admirados
Rengo el desaforado golpe espera , De aquel duro tesón y valentía,
El cual lué en dos pedazos dividido Viéndolos en mil parles ya llagados,
Con la cresta de acero y la mollera : Y la sangre que el suelo humedecía,
El bárbaro quedó desvanecido, Los arneses y escudos destrozados ,
Y por poco en el suelo se tendiera , Y que ningún partido y medio había ,
Mas el esfuerzo raro y ardimiento Sino solo quedar el uno niuerlo ,
Venció al grave dolor y desatiento. Aunque morir los dos era mas cierto.
No por esto medroso se retira : Dio Rengo á Tucapel una herida
Antes hacer cruda venganza piensa, Cogiéndole al soslayo la rodela,
Y asi lleno de rabia ardiendo en ira
, Que aunque de gruesos cercos guarnecida
Acrecentada por la nueva ofensa , Entró como si fuera blanda suela :

Furioso de revés un golpe tira No quedó allí la espada detenida.


Con la estreñía pujanza y fuerza inmensa ,
Que gran parte corló de la escarcela
Que a no topar tan fuerte la armadura Y un doble zaraguei de ñudo grueso
Le dividiera en dos por la cintura. Penetrando la carne hasta el hueso.
; ,, , ' ,, . , . ; ,

LA AliAl (ANA. CANTO \\\ III

Higo que los combates aunque usado*


No se v¡6 corazón ton soseg lo i

pecbo algún laudo Por COtTUpcion del tiempo introducidos ,


Que ii" diese en '-i

\ leudo la horrenda muestra j rostro airado


s.,,1,
de todas u leyei condenado! I

\ en razón militar no permití


Del impaciente bárbaro ofendido
salvo en algunos' c isoi reservado!
Que el rolo escudo lejo ai rojado, ,

De un furor infiTiial va poseído. ni rao I su iiem| -leí

Materia loa soldado*. Imporl inte,


De inei le alió la espada que yo 01 jur"
>
.

Según que lo velemos .iil,l:in|o.


Que nadie allí pensó quedar seguro.
¡Goarte Rengo, que baja, aguarda, aguanl
.
i, Dejólo aquí indeciso poique viendo ,

Con gran rigor j luria acelerada l i


brazo en lito » Tucapel alzado,
Me ulpo, :astl reprehendo •
Ki golpe de la mano mas gallard
i
i j

De halterio tonto tiempo a di ¡ado


Que j wtas gobernó barbaí e pad
I

Pero hl loria nan volviendo


Mu quien el Dn desle ibate aguard i

Me
i

Isles
la
v.i gritar
|

i Rengo
>

.nr.pl..
M<- perd si dejo destroncada .

Que bajaba sol la Dera espada i

La historia en este punto • -r. ¡reo .


i

gallardo brlSO gobernada.


¡

por
Que asi me esperara con gñn deseo. el

cual •."•lulos, iiiiii.» v que no pudo


i i .

Muir del grave golpe la caid >

CANTO \W Al/o COU .unbas manos el eSCUdO,


I.i persona debajo recogida :

No se detuvo en él el til., agudo,


CoaUaao MU eaalo ol la qao i» dt Taeaool y Bao»™
Ni bastó la celada aunque fornida
I ;

10 lo 1 "- Proa araacaao poso coa el ndlo Aadrotlllo, fonn


Que i.ei.. i., cu,,, v lleg.. a la frente,
-i

Abriendo una al Unte y roja fuente.


Cualquiera desafio reprobado h Quedó por grande rato adormecido,
Por lej ditina j natural derecho \ en pié nte se detnvo
difícil
Cuando no ra el designio enderetado une del recio dolor desvi ddo
ai bien común j universal provecho; Fuera de acuerda vacilando anduvo ¡

^,
no poi causa ptopia j bu privada Pero volviendo tiempo en su sentido,
Mas por autoridad pública becbo, Visto el último término en que estuvo .

Que i"- que en loa combates j estacadas


i.i De m. ra ceno con Tucapelo
anual c
Justifica las leñadas. Que estuvo en punto de batirle al suelo
Muchos querrán ileeir que el desafio Hallóle tan vecino v descompuesto ,
i , de derecho j de costumbre usada .
Que por poco le hubiera trabucado.
Pues con el ser del hombre j albedno Que de la gran pujanza que había puesto
Juntamente ira fué criada i.i \n.luvo de los pies desbaratado ;

Pero rojeta freno j señorío al p.io volviendo a recobrarse presto


De la raido a quien ene. -miada , Viéndose del contrario asi aferrado,
Quedó para que asi la corrigiese. l.e echó los fuertes y ñudosos brazos ,

Que los términos justos no escediese. Pensando deshacerle en mil pedazos.


Y el profeta nos da por documento, Y con aquella fuerza sin medida
Que tiempo nos airemos;
i-i) ocasión y i Le suspende sacude y le rodea ; ,

Pero c"ii tal templanza y regimiento, Mas Rengóla persona recogida


Que de la raya v punto no pasemos: La suya a tiempo y la destreza emplea :

Pues, dejados llevar del movimiento No la falla de sangre allí vellida .

I.I ser v la razón de hombres peí demos, Ni el largo> gran tesón


en la pelea
Y es visio que difieren en muy poco Les menguaba la fuerza y ardimiento,
El hombre airado y el roñoso loco. Antes Iba el furor en crecimiento.
Y aunque so diga j os verdad míe sea En eslo Rengo , á tiempo el pié trocado.
ímpetu natural el que nos lleva, Del firme Tucapel ciño el derecho,
Y por la alteración de ira se vea Y entre los duros brazos apretado
Que a combatir la voluntad se mueva, Cargo sobre el con fuerza el duro pecho :

La ejecución el acto la pelea . , Fue tanto el forcejar, que ambos de lado


Es lo que se condena y se reprueba Sin poderlo escusar, a su despecho
Cuando aquella pasión que nos induce Dieron un tiempo en tierra de manera
a ,

Al yugo de razón no se reduce. Como un muro ó torreón cayera.


si

Por donde claramente si se mira , , Pero rabia nueva y mayor fuego


i

Parece como parle conveniente Comienzan por el campo á revolcarse ,

Ser en el hombre natural la ira . Y con puños de lierra a un tiempo luego


En cuanto a la razón fuere obediente . Procuran y trabajan por cegarse :

Y en la causa común puesta la mira. lanío que al tiu el uno y olro ciego
Pueda con tal eampion el combatiente No pudiendo del hierro aprovecharse.
Usar deill en el tiempo necesario, Con las agudas uñas y los dientes
Como contra legitimo adversario. Se muerden y apedazan impacientes.
Mas si es el combatir por gallardía, Asi Meros, sangrientos y furiosos ,

O por jalamia vana o alabanza, Cual ya debajo, cual ya encima andaban,


l> por mostrar la fuerza y valentía, > los roncos aceros presurosos

ü por rencor , por odio , o por venganza , Del apretado pecho resonaban ;
Si es por declaración de la pin fia Mas no p.r eslo un punió vigorosos
Remitiendo a las armas la probanza, En la rabia y el ímpetu aflojaban,
Es el combate injusto, es prohibido, Mostrando en el tesón y larga prueba
Aunque esté en la costumbre recibido. Ciiar aliento nuevo y fuerza nueva.
Tenemos hoy la prueba ai|ui en la mano Eran pasadas ya tres horas, cuando
De Rengo y rúeapel, que peleando Los dos campiones de valor iguales ,

Por solo presunción orgullo vano v la creciente furia declinando


En
Como están de-peda/. nulo ,
lleras se Dieron muestra y señal de ser moríales :

V con protervia > animo inhumano Que las ultimas fuerzas apurando
De llegarse i la muerte trabajando. Sin poderse venen quedaron tales , ,

Estaban va los dos tan cerca de ella , Que ya en parle ninguna se movían ,

Cuanto lejos le justa su querella. V nías muertos que rivos pat


; , ,, ;, , , ,, , , , , ,

1 12 DON ALONSO DE ERCILLA Y ZlfvlGA.


Estaban par á par desacordados Que las demás ciudades trabajadas
Fallos do sangra , de «igot y alíenlo De las pasadas guerras nos llamaban ,

Los pechos garleando levantados Y las leyes sin fuerza arrinconadas ,

Llenos de polvo y de sudor sangriento , Aunque mudas, de lejos voceaban :

Los bracos y los "pies enclavijados , Las cosas de su asiento desquiciadas ,


Sin muestra ni señal de sentimiento Todos sin gobernar se gobernaban ,

Aiimpio de Tucapel pudo notarse Estando de perderse el reino á canto


Haber mas porfiado a levantarse. Por falla de gobierno habiendo tanto.
,

La pierna diestra y dieslro brazo echado Mas viendo la tan poblada


comarca
Sobre el contrario á la sazón tenia ,
Fértil de todas cosas y abundante,
Lo cual de sus amigos fué juzgado Para fundar un pueblo aparejada ,
Ser notoria ventaja y mejoría Y el sitio ¿ la sazón muy importante,
Y aunque esto es hoy de muchos disputado Quedó primero la ciudad trazada,
Ninguno de los dos se rebullía De la cual hablaremos adelante ,

Mostrando ambos de vivos solamente Que aunque de buen principio y fundamento


El ronco acento y corazón latiente. Mudó después el nombre y el asiento.
El gran Caupolícano, que asistiendo Dejando pues en guarda de la tierra
Como juez de la batalla estaba , Los mas diestros y plálicos soldados
El grave caso y pérdida sintiendo En orden de batalla y son de guerra
Apriesa en la estacada plaza entraba : Rompimos por los términos vedados ;
El cual sin detenerse un punto viendo Y atravesando de Purén la sierra
Que alguna sangre y vida les quedaba , De la hambre y las armas fatigados,
Los hizo levantar en dos tablones A la Imperial liegamos salvamente.
A doce los mas Ínclitos varones. Donde hospedada fué toda la gente.
Y siguiendo detras con lodo el resto Puso el gobernador luego en llegando
De la nobleza y gente mas preciada , En libertad las leyes oprimidas
Fué con honra solene y pompa puesto La justicia y costumbres reformando
Cada cual en su tienda señalada : Por los turbados tiempos corrompidas ;

Donde acudiendo á los remedios presto, \ el esceso y desórdenes quitando


Y' lasangre con tiempo restañada , De la nueva codicia introducidas,
La cura fué de suerte que la vida En todo lo demás por buen camino
Les fué en breve sazón restituida. Dio la traza y asiento que convino.
Pasado el punto y término temido, No habíamos aun los cuerpos satisfecho
Iban los dos á un tiempo mejorando. Del sueño y hambre mísera transida
Aunque de! casco Tucapel sentido Cuando tuvimos nueva que de hecho
No dejaba curarse braveando ; Toda la tierra en lomo removida ,

Pero el prudente general sufrido Rola la tregua y el contrato hecho ,


Con blandura la cólera templando, Viendo asi nuestra fuerza dividida ,
Asi de poco en poco le redujo. Ayuntaban la suya con motivo
Que á la razón doméstico le Irujo. De no dejar presidio ni hombre vivo.
Quedó entre ellos la paz establecida , Luego pues hasta treinta apercibidos
Y con solemnidad capitulado De los que mas en orden nos hallamos
Que en lodo lo restante de la vida Por la espesura de Tirú metidos
No se tratase mas de lo pasado; La barrancosa tierra atravesamos;
Ni por cosa de nuevo sucedida Y los lomados pasos desmentidos
En público lugar ni reservado No con pocos rebatos arribamos
Pudiesen combalir ni armar cuestiones, Sin parar ni dormir noche ni día
Ni atravesarse en dichos ni en razones. Al presidio español y compañía.
Mas siempre como amigos generosos Donde ya nuestra gente había tenido
En todas ocasiones se tratasen Nueva del trato y tierra rebelada,
Y en los casos y trances peligrosos Que por estraño caso acontecido
Se acudiesen á tiempo y ayudasen. De la junta y designio fué avisada:
Contenidos asi los dos famosos Y' habiendo alegremente agradecido
Porque mas los conciertos se alirmasen , El socorro y ayuda no pensada,
Comieron y bebieron juntamente Nos dio del caso relación entera.
Con grande aplauso y tiesta de la gente. El cual pasa, señor, desta manera.
Dejarélos aquí desta manera El araucano ejército entendiendo
En su conformidad y ayuntamiento , Que su próspera suerte declinaba ,
Que me importa volver á la ribera Y que Caupolicán ¡ha perdiendo
Del rio, que muda nombre en cada asiento- La gran ligura en que primero estaba :

Pues ha mucho que fallo y ando fuera En secretos concilios discurriendo,


De nuestro molestado alojamiento ,
Del capitán ya odioso murmuraba ,
Para decir el punto en que se halla Diciendo que la guerra iba á lo largo
Después del trance y última batalla. Por conservar la dignidad del cargo.
Luego que la victoria conseguimos No con tan suella voz y atrevimiento,
Con mas pérdida y daño que ganancia, Que el mas libre y osado no temiese
Al fuerte a mas andar nos recogimos , Y del menor edicto y mandamiento
Que estaba del lugar larga distancia; Cuanlo una sola mínima escediese :

Y aunque poco después señor tuvimos


, , Que era tanto el castigo y escarmiento
Otros muchos rencuentros de importancia Que no se vio jamás quien se atreviese
No sin costa de sangre y gran trabajo A reprobar el orden por el dado ,
Iré porno cansaros al atajo. Según era temido y respetado.
Y pasando en silencio otra batalla Pero temiendo al fin como prudente
Sangrienta de ambas parles y reñida El revolver del hado incontrastable ,

Que aunque por no ser largo aquí se calla. Y la poca obediencia de su gente
Será de otro escritor encarecida Viéndole ya en estado miserable;
Vista de munición y vitualla Que la buena fortuna fácilmente

La plaza por dos meses bastecida ,


Lleva siempre tras si la fe mudable ,

Pareció por entonces provechoso Y un mal suceso y otro cada dia


Di jai por capitán allí a Reinóse La mas ardiente devoción resfria :
, ,, , , ,, , : , ,

LA ARAUCANA, CANTO XXX. 11.1

Quiso dando otro liento á ti follona ,


con di
\ bli ¡' Ivo o i izonei
Que ilfl iodo con él declarase, h Que Cían i o proposito traía .

\ ni> iii'j.o remedio j o i


-una \ mío el "i" dci Ir las vejad
1
i

Que para tu descarga n ten Que el araucano estado padei la :

Entre machia al Du reauelto en una Los Insultos agravios , .

Antea que su Intención comunicase . Las miiei te leí ) Urania o ,

iy< ndo la memoria laslii


Con la presteu j orden que convino 1 1 i

be munidonei j armas te preí 1.1 bien perdida ¡ libertad pasada.

Visto el crédulo Pran que habla


-
No dando pnea logar con la tardanza
ran presto ej falso amigo i parada
A que el miedo el peligro examinase, ¡ i

\ algún toceso subil mutl Hallando voluntad ido ,


j i i

Loa ánimos del lodo resWase ,


\ el tiempo j la uon ipai ejada
Con aoimoss muestra j conl - De engañosa muestra penill
la

Mando que de la genlé te apn LI disfrace y la máscaí quitada > ,

Al liempo ] hora del silencio mudo, Abrfó el seci eto pecho echó íuera j

Ki maa copioso ejército que pudo. Le encubierta lotet cii n de i > manen ,

'

Hizo una larga senado, plilii > si Diciéndole SI sientes oh soldada i ;

I. a pérdida de Arauco lamentable,


En la cual resolvió que convenia
liar el asalto al raerle n el ido > el infelice término j estado
p ,
i

De la posta de Oogolmo al mediodía: De nuestra opresa palri miserable i

Que de cierto espión era avisado Hoj la fortuna i poderoi o hado


Cómo la genlé que en defensa había, Mostrándonos el rostro favorable .

Urinas de estar segura j descuidada, I' n BOlO en tu mano libre ule


Era a| bisóos, j desarmada.
,
La vida j salvación de tanta gente.
Que el capitán ausente habla llevado «Que el gran Caupolicano, que en la tierra
La platica en la guerra y escogida, Nunca ha sufrido igual ni peleucia, , i

De no volver atrás di terminado, Y en paz ociosa en sangrienta guerra ¡

Hasta dejai la tierra redui Ida; Tie primer lu{ n j la obediencia ,


I

Y in las nuevas conquistas ocupado Quiere, viendo el valor que en II se encierra .

sin poder sel la plaza da ,


Tu Industria grande j grande tuQciencia,
En tírese por asalto límente 1 11
lio en ocasión tan oportuna
Podían entrarla j degollar la gente. El estelo común de tu fortuna.

Fue tan grave severo en bus razones, ¡


dY i|ue :i ti como a causa se atribuya
Y tal la autoridad de su presencia, El principio v el lin de tan gran lieclio ,
One se llevé los votos v opiniones Siendo toda la gloria y boma luya,

En gran conformidad sin diferencia, luya la autoridad, tuyo el provecho


Y con animo y lii s intenciones Sola una cosa quiere ipie sea suya ,
Le juraron de nuevo la obediencia, Con la cual queda ufano y satisfecho,
\ de seguir, hasta morir de veras, Que es haber elegida tal sujeto
En entrambas fortunas sus banderas. Para tan grande y importante efeto.
Luego Caupolicano resoluto «Pues a ti libremente cometido
Bable con Pian soldado artificioso, , Puede .no. -so prospero esperarse ,
Simple en la maestra, en el aspecto bruto, Y a tu dichosa y buena suerte asido
Pero agudo, sutil y cauteloso Quiere llevad,, del la aventurarse;
prevenido sagaz maltosa asiuto,
. , , Y asi en ligura humilde revestido,
falso, disimulado lii iosn , Porque de un no puedan recatarse .

Lenguaz, ladino , pratico discreto , Vengo cual ves. para que deste modo
Cauto pronto solicito y secreto.
, , le dé yo parle dedo y seas el lodo.
El cualen puridad bien instruido
, •Haciéndole saber como ifuerria ,
En lo que el arduo caso requería Si no es dé algún oculto inconveniente
De pobre ropa j parecer vestido llar el asalto .,1 fucile al mediodía
Del presidio español lomó la vía ; Con furia grande y nuineio de gente;
Y ungiendo ser indio foi Por baleíle avisado cierta espía

Se entró por la cristiana ranchería Que en aquella sazón seguramente


Entre los Indios mozos de servicio. Descansan en sus lechos los soldados
Dan lo en la simple muestra dello indicio. De la molesta noche trabajados.
Debajo de la cual miraba atento »Y sin recato la ferrada puerta ,

Sin mostrar atención to que pasaba No entonces reservada


siend,, a nadie ,

Y' con disimulad" advertimiento Franca de par en par siempre está abierta,
Los ocultos designios penetraba ¡ Y la gente durmiendo descuidada ¡

Tal vez entrando en el guardado asiento La cual de salió fácilmente n ría


En la figura rustica notaba Y la plaza después desmantelada,
La gente armas , el orden silio y traza
. , , En la región antartica no qui da
Lo mas fucilo y lo flaco de la plaza. Quien resistir nuestra pujanza pueda.

Por oirá parle oyendo y preguntando «Así que, de tu ayuda confiado


A las personas menos recaudas Que todo se lo allana v asegura ,

Ibamañosamente escudriñando Cerca de aquí tres liguas ha llegado


Los Secretos y cosas resonadas; Cubierto de la noche j s hra escura:
Y i njl y allí los ánimos tentando, Adonde de su ejército apartado
Buscaba con razones distrazadas Debajo de palabra ¡ fe segura
Y'aso capaz y sufieietilo -, r i
Quiei e comunicar solo contigo
Donde vaciar pudiese el pedio lleno. Lo que sumariamente aquí te digo.
Tentando pues los vados y el camino Ensancha ensancha el pecho, que si quieres
„ ,

Por donde el trato fuese mas cubierto ,


Gozar desta ventara prometida ,
De liento en liento y lance en lance vino llenéis del glande honor que consiguieres
A dar consigo en peligroso puerto : Siendo por li la palria redimida.
Que engañado de un barbat ladino i Solo 9 ii deberás i" que tuvieres
Andresdlo llamado, de concierto Y a li le delician lodos la vida ,

Salieron juntos a buscar comida . Siendo siempre de nos reconocido


Cosa á los yanaconas permitida. Mal, ei la de ui man,, recibido.
T. XT1I. s
, , ; , ,, ,
: : , , , ; ,,
, »,

III DON ALONSO DE inCILLA Y 1 ZllSlGA.


• que desto le parece
Mira |>uos lo de guerra es pérfido el que ofende
Si en ley
Conoce el tiempo y la ocasión dichosa : Debajo de seguro al enemigo
No seis Ingrato al rielo que te ofrece ¿Qué sera aquel que al enemigo vende
Por solo que la acetes tan gran cosa; La libertad y sangre del amigo,
Da la mano a tu patria, que perece Y que él con rostro de leal pretende
Kn dura servidumbre vergonzosa , Ser traidor a su patria como digo.
Y pille aquello que pedir se puede , Poniéndole con odio y rabia tanta
Que todo desde aquí se le concede.» El agudo cuchillo á la garganta?
Dio lin con eslo a su razón alentó Guardarse puede el sabio recalado
Al semblante tlel indio sosegado , Del publico enemigo conocido
Que sin alteración y movimiento Del perverso, insolente, del malvado,
llanta acallar la platica habla estado: Pero no del traidor nunca ofendido.
Kl cual con rostro y parecer contento , Que en habito de amigo disfrazado,
Aunque con pedio y animo doblado, El desnudo puñal lleva escondido:
A las ofertas y razón propuesta No hay contra el desleal seguro puerto ,
Dio sin mas detenerse esla respuesta : Ni enemigo mayor que el encubierto.
« ¡
Quién pudiera aquí dar bastante indicio La prueba es Andresillo. que dejaba
De mi intrínseco gozo y alegría Al amigo engañado y satisfecho ,
De \er que esla en mi mano el beneficio El cual con la gran priesa que llevaba
De la cara y amada patria mia! En poco espacio atravesó gran trecho;
Que ni riqueza, honor, cargo ni oficio, Y puesto ante Reinoso, el cual estaba
Ni el gobierno del mundo y monarquía Seguro y descuidado de aquel hecho.
Podran tanto conmigo en este hecho , Preciándose el traidor de su malicia,
Cuanto el común y general provecho. Della y déla traición le dio noticia,
tQue sufrir no se puede la insolencia Diciéndole: «Sabrás que usando el hado
Desla ambiciosa gente desfrenada , Hoy de piadoso término contigo
Ni el disoluto imperio y la violencia Las cosas de manera ha rodeado
Con que la libertad tiene usurpada : Que puedo serte provechoso amigo :

Por lo cual la divina Providencia Pues en mi voluntad libre ha dejado


Tiene ya la sentencia declarada, La muerte ó salvación de lu enemigo,
Y el ejemplar castigo merecido Remitiendo á las manos de Andresillo
Al araucano brazo cometido. La arbitraria sentencia y el cuchillo.
• Vuelve á Caupolieán
y de mi parle, «Mas negando la deuda y fe debida
Mi pronta voluntad le ofrece cierta, A mi tierra y nación por lu respeto,
Que cuanto en esto quieras alargarte, Quiero, señor, sacrificar la vida
Te sacaré yo a salvo de la oferta Por escapar la tuya deste aprieto
Y mañana sin duda, por la parte Y en contra de mi patria aborrecida
De la inculta marina mas desierta , Volver las armas y áspero decreto
Seré con él, do trataremos largo Desviando gran número de espadas
Desto que desde aquí tomo a mi cargo. Que están a tu costado enderezadas.
u Por la sospecha que nacer podría Tras esto allí le dijo todo cuanto
,
Será bien que los dos nos apartemos Con Pran le sucedió y habéis oído,
Y deshecha por hoy la compañía Que si me acuerdo en el pasado canto
Adonde nos aguardan arribemos : Lo tengo largamente referido :

Que mañana despacio al mediodía Quedó Reinoso atónito de espanto


Con mayor libertad nos hablaremos Y con ánimo y rostro agradecido
Y de mi quedaras mas satisfecho : Los lazos amorosos le echó al cuello
Adiós, que es larde adiós, que es largo
; el trecho Dándole encarecidas gracias dello.
Así luego partieron el camino, Y' alabando astucia y artificio
la
Llevándole diverso y diferente , Con que del trato doble usado habia,
Que el uno al araucano campo vino , Exageró el famoso y gran servicio
Y el otro adonde estaba nuestra gente Que a todo el reino y cristiandad hacia ,
El cual con gozo y ánimo malino Diciendo que tan grande beneficio
,

Hablando al capitán secretamente Siempre en nuestra memoria duraría,


Le dijo punto a punto todo cuanto y con honroso premio de presente
Oirá quien escuchare el otro canto. Seria remunerado largamente.
Quedaron pues de acuerdo que otro día
Sin que noticia dello á nadie diese,
CANTO XXXI. En el tiempo y lugar que puesto habia
Con el vecino capitán se viese.
Cuenla «ndrcsillo i Reinoso lo que con Pran dejaba concertado haüla Que de la vista y habla entendería
con Caupolieán cautelosamente, el cual engañado viene sobre
;

el
Lo que mas al negocio conviniese ,
fuerte, pensando bailar á los españoles durmiendo. Trayéndole por mañas y rodeo
Al esperado fin de su deseo.
La mas fea maldad y condenada ,
Hizolo pues asi; pero antes desto,
Que mas ofende la bondad divina ,
A de un espeso valle,
la salida
Es la traición sobre amistad forjada
Halló al amigo en centinela puesto
Que al cielo, tierra y al infierno indina:
Esperándole ya para guialle
Que aunque el señor de la traición se agrada ,

Donde Caupolieán con ledo gesto


Quiere mal al traidor, y le abomina;
Saliendo algunos pasos á encontralle
Tal es este nefario maielicio
Adelantado un trecho de su gente
Que indigna al que recibe el beneficio.
Le recibió amorosa y cortesmenle,
Raras veces veréis que el alevoso Diciendo « Oh capitán hoy por el cielo
En estado seguro permanece; : ¡ !

De nadie amado, á todo el mundo odioso. En esla dignidad constituido,


Que el mismo interesado le aborrece A quien la redención del patrio suelo
:
Justa y niéritamenle ha cometido:
Amigo en todo tiempo sospechoso,
Bien sé que solo con honrado celo
Aunque trate verdad no lo parece
De virtud propria y de valor movido,
i al cabo no se escapa del castigo
Aspiras arribar do ningún hombre
Que la misma maldad lleva consigo. Tendrá puesto adelante mas su nombre.
, ,, ., . , , a, ;

LA ARAUCANA, CANTO XXXI. 118


»Y habiendo ile tu pocho pendrado • Que nuestros enemigos sin recelo,
El intento y designio valeroso, A ti armas de noche acostumbrados,
i

De tu fortuna prospera ^ui.i.io , Cuando va el sol en la mitad del cielo


Que promete suceso ventnro o . Di cansan en sus toldos desarmad'
Estoy resuelto, esto] determinado Y desnudos \ echados por el suelo
Qne ''"ii r'"i|"' de gente numeroso En mii" \ dulce suelto sepultados
Demos, siendo tú solo nuestra ".uia, Pasan la al. líente tiesta en gian icpOSO,
Sobre el fuerte español i mediodía. Masía que el sol declina caluí
•Para lo cual ba sido un venid > • Y
si est is coi lu es
, prevenido, .

Sorda j secretamente en eal p ni'' i i gente vecina en ordenan! i,


la
Donde riendo tu boca la medida Que unes luego la ocj ion i" ido |

Quiero del insto premio asegurarle : No dejando pa at e il a bonanza .

v ver m i U esta empresa cometida Que el tiempo es malo de obrar perdido i

Quieres delta j nosotros encargarte, ayonnenle si daña la tardanza

Dando como eabeti \ dueño en iodo i pues un ie detiene cosa alguna


El orden, la bulrucciou la tata v modo. , Ño detengas tus hados j fortuna.
• Que domas dehonras, le asegura
las Que darle la victoria VC me "hligo
a
De parle del senado un seBnrio, No por galardel roe dello espero ,

Y por el fuerte BponamM le juro Que la virtud la paga ti nslgo


Que esto sera escogida < lo ulbedrlo ; Y ella misma es el premio verdadero
En tus un i me ponga v avenl Basta l" que en servirle yo consigo,
Y huen parecer remito el mió.
a tu v asi graciosamente me prefiero
Para que des el orden que convenga, lieponerle sin pérdida en la mano
Y esperad" bien no se detenga.
el La desnuda garganta del tirano.
con tu ayuda y mi esperanza riei
• Pues la • Mañana it i-li :i/.n al tiempo cuando
li i

Que me prometen prospera panada, Vaya el sol en mitad de su jornada


En una parte multa y encubierta Vendrá a mi eslancia l'iau, donde aguardando
Tengo cerra de tqul mi gente aunada ; Estaré su venida deseada ;

Y antea qne sea de algunos descubierta , \ en el presidio y franca plaza entrando.


Y la pla/a enemiga preparada , Vera la gente entonces entregada
Que es el peligro solo que esto tiene. Al ordinario y descuidado sueño ,

Apresurar la ejecución conviene. Sin prevención y al parecer sin dueño


(Resuélvete " varan y determina
. . Esta noche callada y quietamente

Como de ii se espora brevemente Desviada a la izquierda del camino.

Que detras desle monte a la malina Venga a ponerse en escuadrón la gente.


Esta el copioso ejército obediente ; Una milla del fuelle y mas vecino;
Y porque puedas ver la disciplina Y cuando asome el sid por el oriente
Los ánimos, las armas y la gente, I hada en recogido remolino ,

Podras llegar alia, que arrui le aguardo Bajas las armas por la luz del dia,
Con esperanza y animo gallardo.» Aguarde allí el aviso y orden inia.
El traidor pertinaz que atento estaba •Quiero ver, pues (pie dello eres servido,
A cuanto el general
prometía le Por ir del lodo alegre y satisfecho,

No la oferta, ni el premio le mudaba Tu dichoso escuadrón constituido


De la fea maldad que comelia ; Para tan alto y señalado hecho :

Bien que algún tanto timidn dndab i Por quien A rauco ya restituido
Viendo de aquel varón la valentía . En sus primeras fuerzas y derecho.
El ser gallardo y el feroz semblante , Echada la española tiranía
La proporción y miembros de gigante. Eslendera su nombre y monarquía.
Venia el robusto y grande cuerpo armad . Quedo Caupolicano de manera
Me una fuerte cora/a barreada , Que tuvo el trato j hecho por seguro,
Con un drago escamoso relevado Dictándole razones que moviera
Sil alto crestón de la celada ;
I
Ño un corazón movible, pero un muro;
En la derecha su basti.r. ferrado, Y en señal de linneza verdadera
Ceñida al lado una tajante espada , Le dio un lucido llanto de oro puro .
Representando en talle y apostura Y un grueso mazo de chaquira prima ,
Del furibundo Marti' la ligura. (.osa entre ellos tenida en grande estima.

Visto por Andresillo cuan barato Y del alegre Prau acompañado


Podía salir con el malvad') hecho. Al pié de un alto cerro montuoso,
Teniendo en su traición y doble trato Vio el araucano ejército emboscado
Andado en poco tiempo tanto trecho, lie brava gente y numero eo|
Con alegre semblante y rustro grato Quedo el traidor de verlo algo turbado,
Aunque con doble y engañoso pecho , i en la falsa y mudable fe dudoso :

Hincando ambas rodillas en el llano , Que en el ánimo vario y movedizo


Tal respuesta volvió a Caupolicano : Hace temor lo que virtud no hizo.
el
«;0h gran Apó! NO piensos que movido Pero ya la maldad apodérala ,

Por honra , por riqueza ó por estado Dándole espuelas y animo ha-tante,
A tus pn- \ obediencia soy venido La duda atropello representada ,

A servirte y morir determinado : Llevando el mal propósito adelante :

Qm- lodo i" que squi me lias ofrecido, Y encubriendo la intención 'lañada
asi
Y lo que puede mas ser deseado Con mentirosas muestras y semblante
No me provoca tanto, ni me instiga , Loó el traidor encarecidamente
Cuanto la gran razón que a ello me obliga. El sitio, el orden, armas y la gente.
cielodoy, pues mi esperanza
• Gracias al Y después de inquirir y haber notado
En prudencia y gravedad tumi nía ,
tti Lo que notar eiilonces convenía ,

La siento ya con prospera bonanza Visto el grande aparato, y tanteado


Ir al derecho puerto encaminada ; La gente armada v cantidad qne había,
Y porque no nos dañe la tardanza , Advertido de lodo j enterado
Sera bien que apresures la jornada , Llegó al presidio al rematar del dia,
Siguiendo la fortuna que se muestra Adonde le esperaba ya lieinoso
Declarada en favor de parte nuestra. De su larga tardanza sospechoso.
, !,, , , , ;

lili DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUNIGA.


Hizo con singular advertimiento I
Marinero jamás tan diligente
De su jomada relación copiosa, De entre la vedijosa bernia salta.
Dándole mayor ánimo y alíenlo Cuando los gritos del piloto siente,
Nuestra llegada a tiempo provechosa; Y la borrasca súbita le asalta ,

Que si estuvisteis a mi canto alentó, Como nosotros que lijeramente


Por la montaña y costa montuosa Oy-ndo de Andresillo la voz alta ,

Al socorro llegué aquel mismo dia De los toldos con ímpetu salimos ,

Con los treinta c|tie dije en compañía. Y' las vecinas armas acudimos.
íi

Gastóse aquella noclie previniendo Quien al usado pelo arremetía ,


Las amias e instrumentos militares, Quien encaja la gola y la cidada,
Kl foso,muro y plaza requiriendo. Quién ensilla el caballo y quién salia
,

Señalando i la gente sus lugares : Con arcabuz , con lanza ó con espada .

Hasta que fué la aurora descubriendo Fué en un punto la gruesa artillería


Con turbia luz los hondos valladares, A las abiertas puertas asestada,
Dando triste señal del dia esperado Llenos de tiros mil de mil maneras
Por tanta sangre y muerte señalado. Los traveses , cortinas y troneras.
Jamas se vio en los términos australes Puesta en orden la plaza , y encargando
a su jomada.
Salir el sol tan lardo Según el puesto á cada cual su oficio,
Rehusando de dar a los mentales F.l silencio importante encomendando

La claridad y luí acostumbrada ;


Trabó las lenguas y aquietó el bullicio ,

Al fin salió cercado de señales, Quedando aquel presidio tan callando


Y la luna delante del menguada. Que la gente eslramuros de servicio
Vuelto el mudable y blanco rostro al cielo, Visto el sosiego y gran quietud juzgaba .

Por no mirar al araucano suelo. Que todo en igual sueño reposaba.


Hecba la prevención en confianza No fué Pran en el curso negligente;
Por una y otra parte ocultamente, Pues apenas estábamos armados ,
Con iguales designios y esperanza Cuando los enemigos de repente
Aunque con hado y suerte diferente : Se descubrieron cerca por dos lados :

Veis aqui a Pian que solo y a la usanza


,
Venían tan escondida y sordamente ,

De los mitayos indios diligente, Bajas las armas y ellos inclinados


Cargado con un haz de blanco trigo Que entraran si la vista ya no fuera
,

Viene a buscar al alevoso amigo Mas presta que el oido y nías lijen.
Que a la salida de su rancho estaba Como el cursado cazador, que tiene
Mirando á los caminos ocupado, La caza y el lugar reconocido.
Pareciéndole ya que se pasaba Que poco á poco el cuerpo bajo viene
El tiempo del concierto aun no llegado : Entre la yerba y malas escondido ;

Tanto ya la maldad le aceleraba Ya apresura el andar, ya le detiene,


De una' furia maligna espoleado : Mueve y asienta el paso sin ruido
Que siempre en lo que mucho se desea Hasta ponerse cerca y encubierto ,

No hay brevedad que dilación no sea. Donde pueda hacer el tiro cierto :

Llegado Pran le aseguró de cierto Con no menor silencio y mayor tiento


Que la gente en dos tercios dividida, Los encubiertos indios parecieron ,

Habia el murado sitio descubierto Y'sobre nuestro fuerte en un momento


Sin ser de nadie vista ni sentida ;
A treinta y menos pasos se pusieron :

Y con paso callado y gran concierto De do sin son de trompa ni instrumento


Doméstica ordenada y recogida ,
, En callado tropel arremetieron
Los pechos y las armas arrastrando Mas de dos mil en número a las puertas
Venia derecha al fuerte caminando. Con mas cuidado que descuido abiertas.
Con muestra del designio diferente No sé con qué palabras , con qué gusto
Dio Andresillo señal de su alegría. Este sangriento y crudo asallo cuente,
Diciendo, que sin duda nuestra gente Y la lastima justa y odio justo ,
Ya según su costumbre dormiría ; Que ambas cosas concurren juntamente
Luego disimulada y quietamente El ánimo ahora humano, ahora robusto
Sin mas se detener , de compañía Me suspende y me tiene diferente :

Entraron en el fuerte preparado Que si al piadoso celo satisfago.


El falso engañador y el engañado. Condeno y doy por malo lo que hago.
Vieron en sus estancias recogidos Si del asallo y ocasión me alejo,
Todos los oficiales y soldados Dentro della y del fuerte estoy metido ;

Sobre sus lechos sin dormir dormidos Si en este punió y término lo dejo ,

Con aviso y cuidado descuidados : Hago y cumplo muy mal lo prometido :


Los arneses acá desguarnecidos Asi dudoso el animo y perplejo
Los caballos alia desensillados. Deslos juntos contrarios combatido ,

Todo de industria al parecer revuelto. Lo dejo al olro canto reservado ,


En un mudo silencio y sueño envuelto. Que de consejo estoy necesitado.
el reposo, Pran, visto el sosiego,
Visto
Y poca guardia que en el fuerte habia,
Alegre dello tanto, cuanto ciego
En no ver la sospecha que traia, CANTO XXXII.
Sin detenerse un solo punto luego Arremeten los araucanos el fuerte ; son rebatirlos con miserable estrago
Por una corla senda que él sabia , de su parle; Cmpolicin se relira a la sierra deshaciendo el campo ;
Haciendo de sus pies y aliento prueba cuerna don Alonso de Ercilla a ruego de ciertos soldados la verdade-
Fué á dar al campo la esperada nueva. ra historia y vida de Dido.

Apenas habia el bárbaro traspuesto, Escelenle virtud , loable cosa,


Cuando Andresillo en tono levantado De todos dignamente celebrada.
Dijo « Oh fuertes soldados en quien puesto
: ¡ , Es la clemencia ilustre y generosa ,

Esta de la guerra deseado


el tin Jamas en bajo pecho aposentada :

Tomad las vencedoras armas presto Por ella Roma fué tan poderosa ,

Y romped el silencio ya escusado, Y mas gentes venció que por la espada ,

Saliendo á toda priesa porque os digo


, Domó y poso debajo de sus leyes
Que á las puertas tenéis al enemigo.? La indómita cerviz de grandes rc\es.
, , . ,,: , , , , ,, ;.;
, ,

LA ARAI CANA, CANTO XXXII. 117

Nu consiste •*ii vencer solo la gloria Quién aqueste y aquel alanceando


Ni esta Is gi indeza j escelí
allí Abre sangrienta y ancb la salid i i

s saber os » de la vltoi la
rii Quien a diestro y siniestro golpeando
Ilustrándola mas con la clemencia. Priva aquestos v aquellos de la vida .

El vencedor esdigno de memoria ; V> ha] nomo ni lira/. i allí Un I. laudo


Que en la Ira se nace resl itencl i
une no cale j ata le la herida .

v es major la victoria del clemente espada de lali gilíes" *


.Ni t)0Kl Illa
Pues los ánimos vence juntamente'. Que no destile Sangre lid" a hilo.

\ ka] mi ea el vencer tan glorioso Quisiera aquí despacio flgurallos


Del capitán cruel , Inei irabTe i
Y ngurar las rorm la de los muei li

Qne cuanto raeré menos sanguinoso, ("nos atropellados de cabnlli


Tanto sen mayor > mas loable i
oíros los pecbos y cabeza alocuos
v correr *-
el Iguroso i 1 cucbillo i
(Uros que era gran lasti
, mirados ,

Mientras dura furia ea disculpable la Las entrañas i sesos descubiertos ¡

Mas pasado después a sangre tria Vieran otros oesl boa > hechos pi< tas
Ba venganza , crueldad j urania. Otros o. poi enteros sin cabezas,
. i

La lunilla sangre derramada lia sido Las voces


los lamentos
, los gemidos , ,

Si mi Juicio y parecer no yerra Kl miserable v lastimoso duelo,


La que de lodo en todo b destruida i El ru r de las armas y alaridos

Kl esperado fruto desta liiTra : Hinchen el aire ¡ c isvo del cielo


Pues "n modo Inhumano han escedido
i Luchando con la muerte ios caídos
ii. las leyes y términos de guerra

Se Ulereen y revuelcan por el suelo.
Hacienilu i'ii las mira. las y conquistas Saliendo a un mismo tiempo (ai. las vidas
Crueldades mea nunca visias.
I Por diversos lugares y heridas,
Y aunque esta en mi opinión dellas ea una, Ya que libre dejo el súbito espanto
l.a voz c un i'li contra ni.- rnnvi'iii'r , Al embauca lo Pran, que estaba fuera.
Que al ií. in lej de mundo j deforlona Visto el destrozo cierto, y falso cuanto
Todo le es justo j licito al que -iice. \ ti trai.i..r de Andresillo (é dijera,
Mas dejada esta platica Importuna La pena \ sentí nlo pudo lanío
Me parece va lii'inpo que comience Que aunque escaparse el misero pudiera ,

Kl crudo estrado y rsi i'Sivo unido En medio de las armas desarmado


En |iarie jusii. j lastimoso en lodo. A moni se arrojo desesperado.
bárbaro campo sobre el Inerte
Dejé el Mas los últimos indios venturosos ,

En medio del furor j arremetida, A los cuales llego *..lo el estruendo,


Y la calíala \ encubierta muei te Volviendo las espaldas presurosos
De mil géneros de anuas prevenida ; Muestran las plañías de los pies huyendo ;

Llevado pues del bado i dura suerte Los nuestros del alcance deseosos
Con presto paso > con fatal corrida En carrera velo/ los van siguiendo,
Emboca por la puerta y falsa .miada Hiriendo y derribando en los postreros
ti gran tropel Je gente amontonada. Los menos diligentes y líjelos.
I
Dios sempiterno ! iqué fracaso eslrafio, Pero algunos vainilles, que estimaban
Qué riza qué destruzo y hatería
, La ganada opinión mas que la vida
Hubo en la trisie gente, <|ue al engaño Volviendo el pecbo y anuas refrenaban
Ciega pensando de engañar venia! Kl Ímpetu de muchos y corrida ;

¿Quién podra referir el grave daño. Y' aunque con grande esfuerzo peleaban

La espantosa y tremenda artillería , Era preslo la guerra dilinida :

Kl ñulilado de liros turbulento Que la furiosa muerte allí su espada


Que descargo de golpe en un momento? Traía de eiitramlios corles alilada.
Unos vieran de ciar, atl avesados, Como en el ya revuelta cíelo, ruando
Oíros llevados la cabeza ¡ brazos , Se forman por mil parles los nublados
Otros sin f.unia alguna machucados Que van unos creciendo, otros menguando,
Y tnuchot b arenados de picazos i Otros luego de nuevo levantados;
Miembros sin cuerpos, cuerpos desmembrados, Mas el norueste frígido soplando
Lloviendo lejos irosos y pedazos, Los impele y arroja amontonados,
Higados , intestinos, rotos huesos , Hasta buscar del ábrego el reparo
tunarías vivas ¡ ludientes sesos. Dejando el cielo raso v aire claro :

Como la estrecha loen .


ebada mina Asi la gente atónita y turbada
Cuan! le estrépito revienta , En parles divi.ii.li se esparcía,
Que la fuña del fuego repentina Y a las veces juntándose esforzada
Las torres vuela ni iquiuas alienta I : Haciendo cuerpo y rostro revolvía ;

Con mas estruendo y con mayor mina Pero de la violencia arrebatada


La fuerza de la pólvora violenta Dejó el camiio y banderas aquel dia ,
Voló y hizo pedazos en un punió Quedando de los rolos escuadrones
Cuanto del escuadrón alcanzo junto. Gran número de muertos y prisiones.
La mudable sin ley cruda fortuna Deshechos pues del todo y destruidos,
Despedazo el ejército araucano, Y acabado el alcance y seguimiento,
No habiendo un solo Uro ni anua alguna , Los presos V de-pojos |e|MI i|o« I
,

Que errase el golpe ni cayese en vano ;


Volvimos al dejado alojai nlo :

Nunca se vio morir laníos a una , Donde trece caciques elegidos,


Y asi aunque yn apresure mas la mano, Para ejemplar castigo j escarmiento,
No puedo proseguir, que me divierte A la boca de nn gruesa tiro atados
Tanto golpe , herida , tanta muerte. Fueron dándole fuego justiciados.
Aun no eran bien los lir.'s.iisparados, Muchos habrá de preguntar ganosos
Cuando p..r verse lucra en campo raso Si en el don y nuui.io de gente
Los caballos a un tiempo espoleados Algunos de los indios valerosos
Rcmpen la entrada y ocupad., paso, Fuer. .o muertos allí confusamente
Y en los que ovillados
segnndos Indios , Pues en lodos los lechos peligrosos
Estaban como atónitos del caso Rengo, Orompello y Tucapel valiente
Hacen riza y mayor carnicería II. .n .leí, míe en la primera hilera

Que pudiera hacer la artillería. Abriendo siempre el paso y la carrera.


, : , ,, ; , ; , ,

lis DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUÑ1GA.


Respondo iseñor, que no venia
oslo , Sobre un liai de arrancada yerba estaba
Capitán ni cacique señalado , En la cabeza una mujer herida ,

Visto que el general usado habla Moza que de quinee años no pasaba ,

De fraude y unto entre olios reprobado .


lienoble traje y parecer vestida
Diciendo sor vilexa y cobardía Y en la color quebrada se mostraba
'lomar .il enemigo descuidado, La falta de la sangre, que esparcida
Y victoria sin gloria y alabanza Por la delgada y blanca vestidura
1.a que poí bajo término so alcanza. La lastima aumentaba y hermosura.
Asi que, una arrogancia generosa Pregunté qué ocasión la habia traído
Los escapé del trance y muerte cruda , A lugar tan estraño y apartado ,

Que ninguno por niego ni otra cosa Cómo y por qué razón la habían herido ,

Quiso en ello reñir ni dar ayuda, Y de inhumana crueldad usado :

Teniendo por hazaña vergonzosa Ella con rostro y animo caido ,


Vencer genle sin anuas y desnuda Y el tono del hablar debilitado ,

Que el peligro en la guerra es el eme honra, Me dijo « Es cosa cierta y prometida


:

Y' el que vence sin él , vence sin lionra. La muerte triste tras la alegre vida.
Quedó Gaupolican desta jornada » Porque entiendas el dejo y desvario
Rolo , deshecho y falto de pujanza , Que el humano contento trae consigo
Que fue mucha la sangre derramada,
1
Aun no es cumplido un mes que el padre mío
Y poca de su parle la venganza : Usando de privado amor conmigo
El cual, viendo la Ufaba amedrentada Me dio esposo elegido á mi albedrío,
Y' el ardor resfriado y la esperanza Esposo y juntamente grande amigo,
Deshizo el campo entonces conveniente . Tal y de tantas parles , que yo creo
Dando licencia á la cansada gente. Que en él hallara término el deseo.
Quísose entretener mientras pasaba uPero su esfuerzo raro y valentía,
De los contrarios hados la corrida , Que del la por estremo era dolado.
Conociendo de si que peleaba Le trujo á la temprana muerte el dia
Con cansada fortuna envejecida ; Que fué nuestro escuadrón despedazado :

Asi la gente en partes derramaba Donde cerca de mí que le seguía


Con orden que estuviese apercibida Un tiro le pasó por el costado ,
En cualquiera ocasión y movimiento ,
Que fuera menos crudo y mas derecho
Para el primer aviso y mandamiento. Si abriera anles el paso por mi pecho.

Y' con solos diez hombres retirado , nCayó muerto quedando yo con vida ,
Gente de confianza y valentía , Vida mas enojosa que la muerte ;
Ora en el monte inculto, ora en poblado Mas viéndome un soldado asi afligida ,
Desmintiendo ios rastros parecía , En parte condolido de mi suerte ,
Y en lugares ocultos alojado Me dio por acabarme esla herida
Jamas gran tiempo en uno residía, Con brazo, aunque piadoso, no tan fuerte
Usando de su barbara insolencia Que mi espíritu suello le siguiese
Por tenerlos en miedo y obediencia. Y un bien tras tanto mal me sucediese.
Nosotros en su incierto rastro á tino «Dio conmigo en el suelo fácilmente ,

Andábamos haciendo mil jornadas , Aunque no me privó de mi sentido,


No dejando lugar circunvecino Pasando golpe y furia de la gente
el
Que no diésemos salto y trasnochadas En confuso tropel con gran ruido;
Y" en los mas apartados del camino Pero luego un cacique mí pariente,
Hallábamos las casas ocupadas Que en un hoyo al pasar quedó escondido,
De gente foragida de la tierra , En brazos me sacó del gran tumulto,
Que ya andaba huyendo de la guerra Trayéndome á esle bosque y sitio oculto,
Diciendo que de grado volvería «Donde espero morir cada momento;
A sus yermas estancias y heredades, Mas ya como esperado bien se tarda
Pero que el general los compelía Que es costumbre ordinaria del contente
Usando de inhumanas crueldades ; No acabar de llegar á quien le aguarda ,

Y' si en esto remedio se ponia , Y'aunque ya de mi vida al fin me siento,


Llanas estaban ya las voluntades Conmigo el cielo lérmino no guarda ,

Para dejar las armas los soldados Ni la llamada muerte á tiempo viene,
De la prolija guerra quebrantados. Que mi deseo la impide y la detiene.
Y aunque esto era ungido, gran cuidado »La vida así me cansa y aborrece ,
Se puso en inquirir toda la tierra, Viendo niuerlo á mi esposo y dulce amigo,
No quedando lugar inhabitado ,
Que cada hora que vivo me parece
Monte , valle ribera llano y sierra
, , Que cómelo maldad pues no le sigo ;
,

Donde no fuese el bárbaro buscado ; Y pues el tiempo esla ocasión me ofrece ,

Mas por bien ni por mal por paz ni guerra,


, , , Usa tú de piedad , señor, conmigo ,
Aunque todo con todos lo probamos Acabando hoy aquí lo que el soldado
Jamás señal ni lengua del hallamos. Dejó por flojo brazo comenzado.»
No amenaza castigo ni tormento
, Así la triste joven luego luego
Pudo sacar noticia ó rastro alguno ,
Demandaba la muerte, de manera
Ni caricia, interés ni ofrecimiento Que algún simple de lástima a su ruego
Jamás a corromper bastó á ninguno ; Con barbara piedad condescendiera ;
Andábamos atónitos y á tiento Mas yo, que un tiempo aquel rabioso fuego
Según la variedad de cada uno, Labró en mi inculto pecho, viendo que era
De dia , de noche , acá y alia perdidos Mas cruel el amor que la herida ,
Del sueño y de las armas afligidos. Corrí presto al remedio de la vida.
Saliendo yo á correr la tierra un dia Y habiéndola algún tanto consolado,
Por caminos y pasos desusados Y traído á que viese claramente
Llevando por escolta y compañía Que era el morir remedio condenado
Una escuadra de pláliccs soldados , Y para el muerto esposo impertinente :

Dimos en una oculta ranchería Con el zumo de yerbas aplicado,


De domésticos indios ausentados ,
Medicina ordinaria desta gente,
Que por ser grande el bosque y la distancia Le apreté la herida lastimosa ,
Tomaron por segura aquella estancia. No tanto cuanto grande peligrosa.
, , ., , , ,, , : , ,

LA A1UUCANA, CANTO XWII. IPi

Dejando pin* un pralicn Indino Y pues una Bcdon impertinente


Para que poco i poco la llevase Que di -1 rus <
una honra es bien oída ,
Y en lo-; lomado! pasos * n m m •- i > \ de Tiro Injustamente
i la reina
ii.i peligro ai pasai asegurase 1 1
un \ culpa su inculpable vida
Inl. i

i'miir a mi Jornada me convino ;


La verdad que es la lej do toda gente ,

m.is primera trae della meaparUM Por quien es en su honor restituida,


Sope que te llamaba Lauca, j que ora Por qué no debe ser siendo sol ida
,. i

Hij;i de Millalauco j heredera. En cualquiera tazón bien escuchada?


La vacila del presidio caminando Que la caos iyoi que me ha movido ,

Sin hallar otra cosa de importancia, Demás do sir cual veis Importunado
ida con los soldados platicando Es el honor de la constante Indo
De la fe de las Indias y constan Is Inadvertidí ole condenado ¡

De mochas aunque barbaras loando Preste pues atención y grato nido


El liriue amor y gran perseverancia, Quien verdad es Inclinado
a oir la ,

Pues no guardo la i-asta Elisa Dido Que el mal ofende aun dicho en pasatiempo
La fe con mas rigor a su marido. Y para decir bien siempre es buen tiempo.
Mas un soldado joven, que venia Cartago autos que Roma lué fundada,
Escuchando la platica movida . Setenta años coñudos comunmente,
Diciendo me atajo que no tenia
. ,
Por Dido Ilustre reina venerada
.

A Dido por tan casta j recogida ; Por diosa un tiempo do la liria gente :

Pues en la r.'m-ni.i de Hl vena. I Del reí Belo su padre faé casada


Que del amor libidino encendida, Con i-i tumo
asistente i
llflce
Siguiendo ai torpe Dn de so di leo Del gran templo de Alinh-s, el cual era
lioiopio la Fe ) promesa I su Biqueo Después del rey la dignidad primera.
Visto pues el agravia tan nol ible Este i-s aquel Siqneo ya nombrado
Y laobjeción siniestra del toldado, A quien Dido guardo la fe inviolable,
Por '-i n>an testimonio Incompt nsabie Varan saino en sus ritos i abastado
A la casia fenisi levantado De bienes y tesoro inestimable ;

Pareciéndome cosa razonable Mas lo que para alivio hahia llegado,


Mostrarle que en aquella andaba errado Fué causa de su muerte miserable :

Él y todos [os mas que me escuchaban . Qne en fln la que codicia mucha gente
Que en la misma opinión también estaban Ninguno lo posee seguramente.
Les dije que queriendo el Hantuano
,
Dejó Belo dos hijos herederos, •

Hermosear su Eneas floreciente , Boa Pigmaleon y el otro Dido,


Porque César Augusto Oclaviano ,\ quien <-n los consejos postrimeros
Se preciaba de ser su descendiente Encargó hermandad y amor unido
la :

Con Dido usó de término inhumano l.o aunque duro ios dias primeros
cual
Infamándola injusta y falsamente, De cudicia el hermano corrompido
Pues vemos por los tiempos haber sido por haber los tesoros del cuñado,
Lúeas cien años antes que fue Dido. Le dio la muefte envuelta en un bocado.
Quedaron admirados en oirme, Sintió pues la mujer su muerte tanto,
Que asi Virgilio á indo disfamase Que lio bastando á resistir la pena ,

Haciendo instancia lodos en pedirme Solté mi doloroso y liem llanto


i

Que su vida y discurso les contase; De lagrimas un flujo y ancha vena,


i" pensando también con divertirme Y cubriendo de inste y negrd manto
Que la cuerda al trabajo algo aflojase, Los bellos miembros y la faz serena ,
Los quise complacer y también quiero . Con pompa funeral ceremoniosa
Daros aquí razón de mi primero. Dio al cuerpo sepultura suntuosa.
Cuento una vida casta , una fe pura, Y' aunque del casto amor notable indicio

De la fama y voi publica ofendida, Fué el soberbio sepulcro y monumento,


En esta no pensada coyuntura No Igualé en la grandeza el ediOcio
Por raro ejemplo y ocasión traída ; Al dolor de la reina y sentimiento
Y una frisa opinión i|iit' tanto dura Une si pre con devoto sacrificio
No se puede mudarían de corrida, Y continuos sollozos y lamento,
Ni del rudo común mal informado Llamando al sordo espíritu hacia
Arrancar un error tan arraigado. A las l'rias cenizas compañía ,

Y' pues de aquí al presidio yo no bailo Diciendo: Es justo dioses, que yo quede
«,'. ,

Cosa que sea de gusto, ni contento En este solitario apartamiento?


Sin dejar de picar siempre el caballo Ay,
¡
que de libia fe J procede ;

Ni del tiempo perder solo un momento , No acabar de matarme el sentimiento!


No podiendo eximirme ni escusallo , El mal no es grande que sufrir se puede,
Por ser historia y agradable el cuento, Y corto al que no hasta sufrimiento ;

Quiero gastar en él , si no os enfada M is quiere el cielo dilatar mi muerte,


Este rato y sazón desocupada. Porque duro el dolor mas ipue ella fuerte.»
Que el áspero sujeto desabrido , el odio y rencor disimulaba
Aunque
Tan seco , tan estéril y desierto , Contra pérlido hermano pudoroso ,
el
\' el estrecho camino que he seguido Venganza al cielo sin cesar clamaba
A puros brazos del trabajo abierto, Con ira muda y con gemir rabioso ¡

A término me tienen reducido , Y cuando sola a ralos se hallaba ,

Que busco anchura y campo descubierto, Desfogando aquel ímpetu bascoso


Donde con lilierlad sin fatigarme Soltaba con un bajo son gimiendo
Os pueda recrear y recrearme. La reprimida rabia y v<>/. diciendo:
Viendo que os tienen sóido y atronado i Traidor, dime, qué caso irremediable ;,

El rumor de las armas inquieto , Debajo de hermandad y ley ungida


Siempre en un mismo ser continuado, A maldad le movió tan detestable
Sin mudar son ni variar sujeto : Contra 10 misma sangre cometida'!
;

Por esparcir el animo cansado, sed de riquezas insaciable


Si fue
Y ser el tiempo cómodo y quieto , l.lui! no la vida,
irasle el tesoro y
Hago esta digresión , que acaso vioo Templando lu impiedad y furia insana
Corlada á la medida del camino. El amur y respeto de lu hermana.
, , » , , , ,,

I¿0 DON ALONSO DE EHCILLA Y /.I NICA.


» Si no miraste, ingrato, al beneGcio Llegada pues la nueva al ambicioso
Que del como cuñado recibías, Rey, de aquello que tanto deseaba,
Miraras al nefario sacriDcio, Viendo que al lin y puerto venturoso
Que hermano de m madre hacias,
del Sus cosas la fortuna encaminaba;
\ malvado y horrendo maleficio
.ri Alegre mas que nunca y codicioso,
Kn lu pedio forjado lautos dias Luego una gruesa flota despachaba
Pues no podras decir que fué accidente ,
He naves y galeras, bastecida
Que nunca nadie es malo de lépenle. De genle , de regalos y comida.
uSi de lu enorme intento y desatino Llegó al puerto la flota deseada
Me hubieras con indicios advertido Con presta y no pensada diligencia,
No por tan duro y áspero camino Do la gente del rey desembarcada
Kl tesoro alcanzaras pretendido; Fué luego á dar á Dido la obediencia :

Mis el mal , cuando viene por deslino, Que mostrando placer de su llegada,
No puede ser á tiempo prevenido. Con loable cuidado y providencia
;A y Qué aprovecha el lamentarme ahora
! ,,
Hizo luego hospedar toda la gente
Que siempre es tarde ya cuando se llora? Espléndida , cumplida y largamente.
«¿Por qué, fiero enemigo, asi quisisle En siendo tiempo, la cuidosa Dido
Dejarle arrebatar de tu deseo, A su genle mandó que se aprestase ,
Tan ciego de codicia, que no viste Y con alarde y publico ruido
Que matabas á Dido con Siqueo ? Los empachados muebles embarcase :

Materia de maldad al mundo diste Haciendo que de noche y escondido


Con un hecho atrocísimo y tan feo, En su nave el tesoro se cargase
Que durará en los siglos por memoria Con tan grande secreto, que ninguno
De tu traición la abominable historia. Tuvo dello noticia ó rastro alguno.
»¿Cabe en razón es cosa pemiitida , Tenia sesenta cajas prevenidas,
Qne siendo tú traidor , siendo tirano, Llenas de gruesa arena y aplomadas,
Perverso atroz , sacrilego
, , homicida, De fuertes cerraduras guarnecidas,
Tengas con eslos nombres el de hermano? Con dobles planchas de metal herradas :

Y viéndome emiligo convenida , Estas fueron en publico traídas;


Mi crédito andará de mano en mano , Donde a visla de todos embarcadas
Padeciendo mi honor agravio injusto, Daban muestra que en ellas iba el oro
Que no dice la fama cosa al justo. Las joyas , las riquezas y tesoro.
» huyo de li , fiero enemigo ,
Mas si Luego Elisa con tierno sentimiento
Te que me sigas, pues que huyo.
irrito á Del lastimado pueblo se embarcaba.
Si a mi marido en la fortuna sigo, Dando presto la vela al manso viento
Todo lo que pretendes queda tuyo ;
Que favorable en popa respiraba :
Si habiéndole tú muerto estoy contigo, La nave con sereno movimiento
Mancho la fama y mi opinión deslruvo El llano y sosegado mar cortaba,
Que coparte ya parece qu: consiente 1
Comenzando á seguir toda la flota
Quien perdona lijera y fácilmente. De la alta capitana la derrota.
«¿Qué medio he de buscar á mal tan fuerte. Aquella noche y el siguiente día
Que el cielo ni la tierra no le tiene Corrió con viento próspero la armada ,
Y aquel forzoso y último mi suerte Mas ya que el mar las costas encubría ,
Porque padezca mas me le detiene? Y' del todo se vio Dido engolfada,

¡
A y (pie si es malo desear la muerte
I La noble y obediente compañía
Es peor el temerla si conviene, Al borde de su nave congregada
Que no es pena el morir a los cuitados ,
Hizo en torno allegar la demás gente,
Sino fin de las penas y cuidados. Que a la vista también fuese presente:
• Mas ya que el ser tú rey, y recatado, Diciéndoles con pecho valeroso,
La venganza legitima me impida , Que su designio y pretensión no era
Procuraré atajar tu fin dañado Ir al injusto hermano cauteloso,
Con muestra doble y hermandad fingida; De quien era enemiga verdadera
Y cuando pienses verte apoderado , Porque con trato y término alevoso,
Quedarás con mi súbita partida Debajo de hermandad y fe sincera ,

Sin hermana, tesoro y sin derecho ,


Movido de sacrilego deseo
Y con la infamia del enorme hecho. Habia dado la muerte á su Siqueo.
Asi la triste reina dolorosa, Por donde ella también, no asegurada
Sobre el rico sepulcro lamentando , De sus secretos fraudes y traiciones ,
Pasaba vida triste y soledosa Quería dejar la cara patria amada ,
La venganza y el tiempo deseando ;
Su reino, su morada y posesiones ;

Pero de alguna fuerza recelosa , Y' al mar dudoso y vientos entregada


De su prudencia y discreción usando, Buscar nuevas provincias y regiones ,
Domestica amorosa y blandamente
, Adonde con seguro viviría
Al hermano escribió, que estaba ausente : Lejos de su dominio y tiranía.
Haciéndole entender, que ya causada Y pues que sus riquezas habían sido
Del llanto y soledad que padecía La causa de su daño y perdimiento ,
En aquellos palacios y morada Matándole por ellas el marido
Do tuvo un tiempo alegre compañía , Y lo serían quiza del seguimiento.
lie la triste memoria lastimada ,
Todas consigo las había traído
Dando algún vado a su dolor, quería Con voluntad y resoluto intento
Irse con él, poniendo lin al lloro, De echarlas en el mar do pereciesen,
Con todas sus riquezas y tesoro. Porque jamas á su poder viniesen.
Para lo cual secreta y prestamente Hizo luego sacar allí tras esto
Una fornida Ilota le enviase, Los cofres del arena barreados,
Donde con todo su tesoro y gente Y con alarde y auto manifiesto
En arribando al puerto se embarcase ;
En el profundo mar fueron lanzados.
Porque con el seguro conveniente Los ministros del rey con triste gesto,
El mar que estaba en medio atravesase, Atónitos confusos y turbados
,

Que era solo el temido impedimento Se miraban , teniendo por eslraña


De su esperado y último contento. De la animosa reina la hazaña.
»
,, , ,., ,,
, ; , , , ,

LA ARAUCANA, CANTO \X\11I I


i

Y por el grav • n ri »ii

Que mudos espantados los tenia


y
i l< i

CANTO XWIII.
La moco con iciendo
furia del rey
Que el perdido tesoro aumentarla .

JOB AlOBM la mvi*|tarlon di- DldO liltto qt.c llcjl I IC.il.


Suspensos v oiedrosos no sabiendo I
;

IDM por ipir || iiist


yuc runa o descargo bastarla I

le conlli'nv en c»l<? i»ni ll poltaáo.


a que el airado rej no loa culpase
;

Y en ellos su furor no ejecutase.


Pues como Is entendida reina viese Mucho* entran con Impela y corrida
Camino y coyuntura apan jada Por la carrera de vo uid fragosa ,

Por 'i" su oevocion


-i se redujese y dan en la del vicio mas seguida ,

La gente del ber nu ai Irenuda ; De donde es «i volver dlfii II i

Antea que el tiempo y la lardami diese Elpaso es llano i fácil la salida


Lugai a alguna novedad pensada , De la vida reglada I la anchura i

Haciendo sosegar toda la gente v mas agrio el camino y ejercicio


Les dijo prosiguiendo lo siguiente i Del vicio a la virtud que delta al
, vicio.

f Andona , que del Drae Intento mió Asi Pigmaleon había tenido
Babeia visto i loa ojos ra la prueba Seniles de virtud en su crianza ,

Y como Fortuna a su albedno


la N con grandes principios prometido

Errando por el ancho mar me Ueva ,


lie jusio v idiei .d buena esperanza
¡

Pódela volver si ya do es desvario


, Pelo de la indicia pervertido
A dar al rej la desabrida nueva Hizo en breve sazón tan gran mudanza,
Del tesoro anegado, y mi lumia Que no solo de bienes tiH- avat lento
A tierra ] i región no conocida, I'ero inhumano, pérOdo y sangriento.
Pero va conocéis por esperiencia Locual mis dice bien la alevosía
Su irreparable furia acelaada lte la secreta muerte del cuñado,
Que viendo que volvéis a su presencia Que alegre y contentísimo vivía
sin el tesoro y premia deseada, En la ley de herí idad asegurado ;

Descargara con barbara iropacieni la Mayormente que entonces panda


Sobre vuestra cerviz la mano airada, El rey a la virtud alicimiadn ,

Sin escuchar descargo ni disculpa Que no hay maldad mas lalsa y engañosa
Afiadieudo maldad > culpa a culpa. Que la i|ue trae la muestra virtuosa.
pues es de temer la inania
»Y' Esta no le salió como pensaba
Y el Ímpetu de un U10ZO rey airado, Sino al contrario en todo J diferente;
Que asi del claro reino ¡ patria mia Pues DO solo no vio lo que esperaba,
A buscar nuevas tierras me ha sacado: I'ero perdió las naves y la gente.
Quien quisiere seguir mi compañía La reina viento en popa navegaba,
So se vera de mi desamparado, Como dije, la vuelta del poniente,
Mas de lodo el proveí lio y bien c|Ue espero Tocando con sus naves y galeras
Sera participante y compañero. En algunas comarcas y riberas.
• El lu^ar y aparejo es oportuno, Torció el curso á la diestra bordeando
Y para haber consejo me remueve! De las vadosas Su íes recelosa.,
Asi i|iie pues sois sabios cada uno Y a vista de Licudia atravesando
Elija de dos males el mas leve: Corrió la COSla de África arenosa ;

Si al rey volvéis DO ha de escapar ninguno, Y siempre tierra a lien a navegando


Y esle dolor j lastima me mueve Pasó por enire el Ciervo y Lampadosa,
a quereros rogar que vais conmigo, I. legando en salvo á Tune/ con la aunada
Por no ser yo la causa del castigo. l'or el fatal decreto allí guiada.

•Las muertes Dgurad j crueldades, Donde viendo el capaz y fértil suelo


Que en vosotros habrán de ejecutarse; De fructíferas plantas adornado
NO miréis á las Casas y heredades ,
Y el aire claro y el sereno cielo
Que todo por la vida es bien dejarse : Clemente al parecer y muy templado ,

Que en rollonas ¡ mandes tempestades Perdido del hermano ya el recelo


Solo en lo que se escapa ha de pensarse, Por verle tan distante y apartado,
C telendo que esl \b todos los bienes Quiso fundar un pueblo de ('¡míenlo
Sujetos a peligros y vaivenes. Haciendo en él su habitación y asiento.
A las razones de la reina atentos Para lo cual traló luego de hecho
Los turbado? ministros estuvieron, Con los vecinos que en el sitio había,
Y en la perpleja mente j pensamientos Le vei. diesen de tierra lanío ti echo
Mil cosas en un punió revolvieron ;
Cuanto un cuero de buey circundarla.
Al cabo, aunque diversos loa intentos, Los moradores viendo que provecho
Todos de un parecer se resolvieron De su contratación se les seguia .

1).- seguirla hasta el Dn en su viaje, Con la reina ñ\ el precio convenidos


Dándole la obediencia y vasallaje. Hicieron sus asientos y partidos.
La fe con juramento establecida Hecha la paga, el sitio señalado,
Sin i|iie ninguno dellos rehusase , Mandó Dido buscar con diligencia
Dando vela a la Dota detenida Un glande y gi Ileso buey i|lie desollado .

Mando Dido que i Cip.ro enderezase. Hizo esl uar el cuero en su presencia;
Donde graciosamente recibida Y en tiras sutilísimas corlado
Como allí su designio declarase, lauto trecho lomó, ipie a la prudencia
Llevó del clprioto pueblo amigo De la reina sagaz y aviso eslraño
Ochenta mozas vírgenes consigo. Le quisieron poner nombre de engaño.
Para a tiempo casarlas con la gente Peni reí pensó la demasía
Que rn su servicio y devoción llevaba, Dejándolos contentos y pagados,
Buscando alguna tierra conveniente Descubriendo á los suyos que traia
Donde fundar un pueblo deseaba : Los ocultos tesoros escapados
Asi la vía África al poniente
de la Que usado del ardid y astucia habla
Con favorable viento navegaba ; De los cofres de arena al mar lanzados ,
Mas forzoso sera según me siento Porque cuando el hermano lo supiese ,
Dividir en dos partes este cuento. Fallando la ocasión no la siguiese.
; , ,,: ; ,,, ; , , , » ,; ,

123 DON ALONSO DE EUCILLA Y ZUíJlGA.


Corregidas las fallas v defectos Luego que los ancianos entendieron
Al orilen de vivir perjudiciales. La demanda de Yarbas arrogante,
Fueron por la prudente reina electos Llevar por artificio pretendieron
Cónsules, magistrados y oficiales; El negocio difícil adelante :

Y traídos maestros arquitectos, Así que , ante la reina parecieron


Juntos los necesarios materiales , Con triste rostro y tímido semblante ,
Dio principio la reina valerosa Bajos los ojos , la color turbada ,
A la labor de la ciudad famosa. Mostrando desplacer con la embajada,
Fué la ciudad por orden fabricada Diciéndole: «Sabrás que habiendo oido
Mostrándose los hados mas propicios. Yarbas tu buen gobierno y regimiento
En breve ennoblecida é ilustrada Por la parlera fama encarecido ,

De sunluososy altos edificios Y desta ni ciudad el crecimiento,


Y la nueva república ordenada , De una loable pretensión movido,
Leyes instituyó creando oficios Pide que sin algun detenimiento
Con que el pueblo en razón se mantuviese, Veinte de tu consejo mas instruios
Y paz y orden política viviese. Vayan a reformar sus estatutos.
Y por el gran valor y entendimiento »Y siendo de sufrir áspera cosa,
Con <rtie el pueblo obediente gobernaba, Impropria a nuestra edad y profesiones
Iba siempre el concurso en crecimiento, Dejar la patria cara y paz sabrosa
Y los términos cortos dilataba ; Por ir a incultas tierras y naciones ,
Asi que, agradable asiento
el trato y A corregir de gente sediciosa
Los ánimos y gustos provocaba , Las costumbres y viejas condiciones,
Viniendo a avecindarse muchas gentes Todos tus consejeros lo rehusan ,
De tierras y lugares diferentes. Y con causas legítimas se escusan.
Y como en estos tiempos aun no habia «Viendo que el caro y último sosiego
La invención del papel, después hallada, Sin esperanza de volver perdemos,
Que en pieles de animales se escribía ,
Y no condescendiendo al impío ruego
Y era cualquiera piel carta llamada , En gran peligro la ciudad ponemos;
Del cual nombre aun usamos boy en día : Pues con grueso poder y armada luego
Asi aquella ciudad , edificada , Al indignado joven rey tendremos ,
En el lugar por una piel medido Para asolar á hierro y fiera llama
De carta la llamó Cartago Dido. Tu pueblo insigne y celebrada fama.
Hizose en poco tiempo tan famosa >Eslo es en suma lo que Yarbas pide
Y de tanta grandeza y eminencia Con ruegos de amenaza acompañados ,
Que era cosa de ver maravillosa Pero nuestra cansada edad lo impide,
El trato de las gentes y frecuencia; Y las leyes nos hacen jubilados;
Mostrando aquella reina valerosa Pues no es razón si por razón se mide
,
,
En gobernar el pueblo tal prudencia, Que de largos trabajos quebrantados
Que muchos otros principes y reyes Dejemos nuestras casas y manida
De su nueva ciudad tomaron leyes. Eu el ultimo tercio de la vida.

Y aunorie era tal su ser , tal su cordura »Si á los peligros en la edad primera
Que por diosa vinieron & tenella ,
Por adquirir honor nos arrojamos ,
Ninguna de su tiempo en hermosura Es bien que en la cansada postrimera
Pudo ponerse al parangón con ella ; Gocemos del descanso que ganamos,
Asi que, por milagro de natura Y á nuestra abandonada cabecera
Como cosa no vista iban á vella Al tiempo incierto del morir tengamos
Que no sé en las idólatras del suelo Quien nos cierre los ojos con ternura ,
A quién mayores partes diese el cielo. Y dé a nuestras cenizas sepultura.
Grandes matronas hubo que animosas »Y pues tiene de ser en tu presencia
Por la fama á la muerte se entregaron Esta perjudicial demanda puesta,
Otras que por hazañas milagrosas Conviene que con maña y advertencia
Las opresas repúblicas libraron ; Te prevengas de medios "y respuesta ,
Pero todas perfectas tantas cosas Atajando tu seso y providencia
Como en Dido en ninguna se juntaron :
El mal (pie el mauritano rey protesta
Fué rica fué hermosa fué castísima
, , De modo que la paz y amor conserves
Sabia, sagaz, constante y prudentísima. Y de nuevos trabajos nos reserves.
Llegó luego la voz desto al oído Estuvo atenta allí la reina Elisa
Del franco Yarhas, rey musilitano, A la compuesta habla artificiosa,
Mozo brioso y de valor, temido Y con alegre rostro y grave risa
En todo el ancho término africano Aunque sentia en el ánimo otra cosa,
El cual con juvenil furia , movido A todos los trató y miró de guisa
De un impaciente y nuevo amor lozano Tan agradable, blanda y amorosa ,
A la reina despacha embajadores Que si en verdad la relación pasara
De su consejo y reino los mayores. De sus casas y quicios los sacara
Pidiéndole que en pago del tormento Diciendo «Amigos caros , que á los hados
:

Que por ella pasaba cada hora, Jamás os vi rendidos vez alguna ,
Quisiese con felice casamiento Y en los grandes peligros esforzados
De su persona y reino ser señora Hicistes siempre rostro a la fortuna:
Donde no, que con justo sentimiento ¿Cómo de tantas prendas olvidados
Como de tan gran rey despreriadora En tan justa ocasión por solo una
Sobre ella con ejército vendría, Breve incomodidad de una jornada
Y su gente y ciudad asolaría. Queréis ver vuestra patria arruinada?
Hecha pues la embajada en el senado, » Es á todos común á todos llano
,

Que no quiso la reina estar presente Que debe como miembro y parte unida
Les fué a los senadores intimado Poner por su ciudad el ciudadano
El ruego y la amenaza juntamente : No solo sú descanso mas la vida
,
;

Causóles turbación , considerando Y por razón y por derecho humano


El casto voto y vida continente De justa, deuda natural debida,
Que la constante reina profesaba A posponer el hombre está obligado
Que al intento de Yarbas repugnaba. Por el sosiego público el privado.
. a . ; , ; ; ,

LA ARAUCANA, CANTO XXXIII. Ii3


Al alio y grande Júpiter pluguiera
» •Tres meses pido, amigos, solamente
QlH l)aslara Ofrecer la vida mil Para acordar lo que se debe en esio,
Que presto el indicioso atondo \i«'ra Y dar satislacion de mi á la gente
Cuín volunUriamenle ofrecía; i;i En no determinarme asi tan presto ¡

Y pues habéis pasado la canela Que el libertado vulgo maldiciente


por un estrenes y trabajosa vía, Aun quiere calumniar lo que es honesto,
No es bien que al rematar tan l.«r j^<» Ireclio Y como instituidores de las leves
Horréis y desliabais 0080(0 habéis hecho.» Tl"llen nías ojos sulile si los leves.

Visto los senadores cómo Dido, no se dará por enemigo


• Yarbas

Por el canino, de razón llevada ,


Kn ruaiito el lio de los tres meses llega,
En el armado laxo bable caído Y pasado este termino me obligo
En sus inisiiias palabrea enredada, De ies| lurte grata a lo que ruega ;

Cambiando en roeira alegre el ailigido, Tomar pues nos plato del q ligo
Las manos alias v la roí alzada, Mi honestidad y estimación lo mega,
Le dicen lodos junios: «Como estamos, Y no conviene a DidO dar disculpa ,

Tus urgentes raxonei aprobaoHMi Que es indicio de error y arguje culpa.»


i Justamente Señal X nlenciasle , i
, Cenóse aquí la reina , y fue for/.ado
Sacándonos da duda v pande eprietOi Un ei de Yerbal nuevo asiento
con los ,

Que N" > raaoa Laa eucaí que baste


1 1 .
i Que agualdasen el lieiupo señalado
Contra la autoridad de u decreto ; p.ua determinar eí casamiento i

Y porque lieeapo ea esto no se gaste, Los cuales, por el ruego del senado
Es bien que le aclareoMo el secreto, Y el gracioso hospedaje J tratamiento
Pues por ningún respeto ni avenencia Quedaron en Cartago aquellos días
Puedes contravenir a tu senteni ia. Con grandes regocijos y alegrias.
•Sabrás reina, queYarbasno te envía , Y aunq se lo n\ la demanda instaba
-I

Por tos sacíanos viejos impedidos, Por el provecho y general sosiego,


Que en iodo buen gobierno j policía La reina la respuesta dilalaha
Tiene su reino j pueblos corregidos: liando gratos oidos I su ruego
Solo quiere lu gracia y compañía Y enlre lauto en secreto aparejaba
Ofreciéndote en dote mil partidos Lo que lema pensado desde luego,
Con útiles > honrosas condiciones] Que era acallar la vida niiseralile
Y un inüuilo numero de dones. Primero que mudar la fe inmudable.
Advierte , que si acaso no acetares Llegado aquel funesto ultimo dia ,

El santo conjugal ayuntamiento, El pueblo en la ancha plaza congregado,


v,
COD errado ai uerdo despreciares Ricamente la reina se vestía
Su larga voluntad y ofrecimiento, Subiendo en un exento y alto estrado,
Saras que el hierro y llamas militares Al pié del cual una hoguera había
Asuelen a Cartago de cimienta; Para la ¡mola y sacrilicio usado,
Asi que, en lu elección y a lu escogida De donde a los atentos circunstantes
Queda la guerra ó paz comprometida. Les dijp las palabras semejantes :
• Que si el buen ciudadano alegremente «o líeles compañeros, que contino
Debe ofrecerse por la pauia amiga , En todos los trabajos lo mostrasles,
Con mas razón y faena mas urgente Que por seguir mis hados y camino
Domo cabeza a li la ley le obliga ; Vuestras casas y patria reniuiciasles :

Y no puedes con causa suficiente Hoy la fortuna y áspero destino


Dejar de redimir nuestra ialiga, Por el último liñ de sus contrastes
Dándonos con el tiempo prosperado Me fuerzan a dejar á costa mía
La sucesión y fruto deseado. Vuestra clara y amable compañía.
«Cuando a seguir estés determinada • Si apañarme de amigos Un leales
El casio infructuoso presupuesto, Hace esla mi partida dolorosa ,
Mira lus pies esta ciudad postrada
i
, Los consultados dioses celestiales
Y al inocente cuello el lazo puesto. No disponen ni pueden otra cosa ;

Que por ti renuncio la patria amada iasi por desviar los grandes males
DabSJO de promesa y de protesto, Que tienen a Cartago temerosa
Que al descanso v quietud que pretendías Pues ponen en mis manos el remedio,
El sosiego común antepondrías. Quiero quitar ki causa de por medio.
Sintió la reíos tanto al improviso •Que pues del cielo el áspero decreto
La gran demanda y condición propuesta ,
De poder tener bien me inhabilita ,
Que por mas que encubrir la pena quiso , Y' ver a mi ciudad puesta en aprieto
el
Deba el rostro señal dio iiiauiliesla ; A quebrantar la fe me necesita ,
Mas con su discreción v grande aviso, Quiero collar a Yarlias el sujeto
Suspendiendo algún lanío la respuesta, Del engañado amor que asi le incita,
Solio lavoz serena y sosegada liando a mi vi la lin , pues desle modo
Que la gran lurbacion tenia trabada, Faltando la ocasión cesara todo.
Diciéndoles: Amigos, yo quisiera, • Esto sera con darme yo la muerle

Para que lodo escándalo se evite, Y aunque os parezca este remedio estriño,
Que responderos luego yo pudiera Es mas fácil mas breve y menos fuerte
,

Anles que Yarbas mas nos necesite ; Y en lin particular y poco el daño :

Pero el negocio y caso es de manera , Pues sin peligro vuestro desla suerte
Que mi estado y grandeza no permite Saldrá el errado Yarbas de SU engaño,
Que me resuelva a responder tan presto, Y yo conservaré con mas pureza
Aunque os parezca a lodos que es honesto. Del casto y viudo lecho la limpieza.
»Que es mostrar liviandad, y demás deso • Hoy por el precio de una corla vida
Fallo a obligación y fe que debo.
la La vejación redimo de Cartago,
Si del ¡lítenlo casto y voto espreso Dejando ejemplo y ley establecida
A la primera persuasión me muevo, Que os obligue á nacer lo que yo hago
Borrando el inviolable sello impreso Y con mi limpia sangre aquí esparcida
De mi primero amor con otro nuevo : Al cielo y a la tierra satisfago;
Asi que, combatida de contrarios, Pues muero por mi pueblo, y guardo entera
Son el tiempo y consejo necesarios. Con inviolable amor la fe primera.
, ,; ; : , ,; , , ,, :

Ul DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUN1GA.


»No lamentéis ni¡ muerte anticipada Por una senda angosta é intrincada
Pues el cielo la aprueba y solemniza Subiendo grandes cuestas y bajando,
Que una breve fatiga \ muerte honrada Del solicito bárbaro guiada
Asegura la vida y la eterniza. Iba a paso tirado caminando.
Que si de la parca airada
el cuchillo Mas la escura tiniebla adelgazada
Al que quiere morir le atemoriza , Por la Tecina aurora reparando,
No os debe de pesar si Ditlo muere. Junto á un arroyo y pedregosa fuente
Pues vive el que se mata cuando quiere. Volvió el indio diciendo a nuestra gente
«Adiós , adiós , amigos , que ya os veo «Yo no paso adelante , ni es posible
Libres , y a mi marido satisfecho...» Seguir este camino comenzado.
Y no les dijo mas con el deseo Que el hecho es grande y el temor terrible
Que tenia de acabar el liero hecho. Que me detiene el paso acobardado,
Asi, llamando el nombre de Siqueo, Imaginando aquel aspecto horrible
Se abrió con un puñal el casto pecho Del gran Caupolicán contra mí airado,
Dejándose caer de golpe luego Cuando venga á saber que solo he sido
Sobre las llamas del ardiente luego. El soldado traidor que le ha vendido.
Fué su muerte sentida en tanto grado «Por este arroyo arriba, que es la guia
Que gran tiempo en Carlago la lloraron Aunque sin rastro alguno ni vereda
Y en memoria del caso señalado Daréis presto en el sitio y ranchería ,

Un suntuoso templo fundaron ,


le Que está en medio de un bosque y arboleda ;

Donde con sacrificio y culto usado Y antes (pie aclare ya el vecino dia
Mientras las cosas prósperas duraron Os dad priesa á llegar, porque no pueda
De aquella su ciudad ennoblecida La centinela descubrir del cerro
Por diosa de la patria fué tenida. Vuestra venida oculta y mi gran yerro.
Y aborreciendo el nombre de señores, »Yo me vuelvo de aquí pues be cumplido
,

Muerta la memorable reina Dido, Dejándoos como os dejo en este puesto,


Por cien sabios ancianos senadores Adonde salvamente os he traido
De allí adelante el pueblo fué regido ; Poniéndome á peligro manifiesto ;

Y creciendo el concurso y moradores Y pues al punto justo habéis venido,


Vino 4 ser poderoso, y tan temido. Os conviene dar priesa y llegar presto:
Que un tiempo a Roma en su mayor grandeza Que es irrecuparable y peligrosa
Le puso en gran trabajo y estreciieza. La pérdida del tiempo en cualquier cosa.
Este es el cierto v verdadero cuento »Y si sienten rumor desta venida,
De la famosa Dido disfamada , El sitio es ocupado y peñascoso,
Que Virgilio Marón sin miramiento Fácil y sin peligro la huida
Falseó su historia y castidad preciada ,
Por un derrumbadero montuoso.
Por dar a sus ficciones ornamento Mirad que os daña ya la detenida;
Pues vemos que esta reina importunada Seguid hoy vuestro hado venturoso,
Pudiéndose casar y no quemarse, Que menos de una legua de camino
Antes quemarse quiso que casarse. Tenéis al enemigo ya vecino.»
Iban todos atentos escuchando No por caricia oferta ni promesa
, ,

El eslraño suceso peregrino. Quiso el indio mover el pié adelante,


Cuando al fuerte llegamos acabando Ni amenaza de muerte ó vida opresa
La historia juntamente y el camino A sacarle del tema fué bastante;
Y en él aquella noche reposando, Y viendo el tiempo corlo, y que la priesa
Venida la mañana nos convino Les era á la sazón tan importante ,

Procurar de tener con diligencia Dejándole amarrado á un grueso pino


Del buscado enemigo inteligencia. La relación siguieron y camino.
Mas un indio que acaso inadvertido Al cabo de una milla , y á la entrada
Fué de una escolta nuestra prisionero, De un arcabuco lóbrego y sombrío ,
Hombre en las muestras de animo atrevido Sobre una espesa y áspera quebrada
Suelto de manos y de pies lijero Dieron en un pajizo y gran bohío ;

Con promesas y dádivas vencido La plaza en derredor fortificada


Dijo «Yo me resuelvo y me prefiero
: Con un despeñadero sobre el rio,
De daros llanamente hoy en la mano Y cerca del cubiertas de espadañas
Al grande general Caupolicano. Chozas, casillas, ranchos y cabañaf.
»En un áspero bosque y espesura ,
La centinela, en esto, descubriendo
Nueve millas de Ongolmo desviado, De la punta de un cerro nuestra gente,
Está en un sitio fuerte por natura Dio la voz y señal apercibiendo
De ciénagas y foses rodeado : Al descuidado general valiente ;
Donde por ser la tierra tan segura Pero los nuestros en tropel corriendo
Anda de solos diez acompañado, Le cercaron la casa de repente
Hasta que nuestra próspera creciente Sallando el fiero bárbaro á la puerta,
Aplaque el gran furor de su corriente. Que ya á aquella sazón estaba abierta.
«Por una estrecha y desusada vía ,
Mas viendo el paso en torno embarazado,
Sin que pueda haber dello sentimiento, Y el présenle peligro de
la vida ,

Seré en la noche escura yo la guia ,


Con un martillo fuerle y acerado
Llevando vuestra gente en salvamento ,
Quiso abrir á su modo la salida :

Y antes que se descubra el claro dia Y alzándole á dos manos empinado


Daréis en el oculto alojamiento, Por dalle mayor fuerza á la caída ,

Donde cumplir del lodo yo me obligo, Topó una viga arriba atravesada
Pena de la cabeza, lo que digo.» Do la punta encarnó y quedó trabada.
Fué la razón del mozo bien oida , Pero un soldado á tiempo atravesando
Viéndole en su promesa tan constante Por delante acercándose a la puerla ,
Y asi luego una escuadra prevenida Le dio un golpe en el hra/o penetrando
De gente esperta y número bastante, Los músculos y carne descubierta ;
P.n a toda sospecha apercibida. En eslo el paso el indio retirando
Llevando al indio amigo por delante Visto el remedio y la defensa incierta ,
Salió a la prima uoche en gran secreto Amonestó á los suyos que se diesen
Con paso largo y caminar quieto. Y en ninguna manera resistiesen.
, , ,. , , , » ; , ;

LA ARAUCANA, CANTO XX\IV. I*.


Salió furra sin armas requiriendo • Dime
¿faltóle esfuerzo, faltó espada
:

Que entrasen en la estancia, asegurados Cara triunfar de la mudable diosa }


Que eran pobres toldados que huyendo , ,No sabes qn breve muerte honrada
Andaban de la guerra amedrentados ; Hace inmortal la vida v gloriosa f
Y asi con priesa y turbación tendeado , Miraras esta prenda desdichada,
Ser de los roragidos salteados Pues que de Ü no queda u otra cosa
A la ocupada ría babia salido
i
Que vo apenas la míen viniera
De las usadas armas prevenido. Cuando muriendo alegre te siguiera.
Entraron de tropel donde hallaron •Toma, loma tu hijo, que en el millo
Ocho o nueve sola idos de inipoi láñela, c.on que el licito amor me babia ligado
Une rendidas las armas se entregaron Que el sensible dolor golpe agudo |

Coi íestraa apárenles de ig ¡la Estos leí i Mes pechos han secado :

Todos airas las manos los ataron c.i 1:1 , .1 iiie ni . que es.- membrudo
Repartiendo despojo > la ganancia,
el Cuerpo n se>0 de hembra se ha trocado
i

Guardando al capitán disimulado Que yo no quiero titula de madre


Con dobladas prisiones y cuidado. Del hijo infame del infame padre.
Que aseguraba nm
sereno gesto Diciendo esto colérica y rabiosa ,

Ser un lujo soldado de linaje ,


El tierno iniiii le arrojo delante ,

Pero iii su talle y eiierim loen dispuesto Y con na frenética y furiosa


Dalia muestra de ser gran personaje. Se lue por otra paiie en el Instante
Gastóse algún espacio j tiempo en uto En Mu por abreviar, ninguna cosa
,

Tomando de los otros mas lenguaje . De megos ni amenazas tué bastante


Que todos contestaban que era un hombre A que madre va cruel volviese
l:i

De esliiiiai ion común y poco nombre. Y el inocente hijo recibiese.


i entre los nuestros a gran furia
.1 andaba Diéronle nueva madre, ¡ comenzaron
El permitido robo A dar
J nula usada, la vuelta > a seguir la vía
Que rancho casa y ¿boza no quedaba
, Por la cual a gran prieta caminaron

Que no fuese deshecha y saqueada Recobrando al pasar la Oda guia,


Loando de un toldo que vecino estaba Que atada al tronío por temor dejaron
Sobre la punta de la gran quebrada Y en larga escuadra al declinar del dia
Se arroja una mujer liuvcndo apriesa Entraron en la plaza abanderada
Por lo mas agrio de la breña espesa. Con gran aplauso y alardosa entrada.
Pero alcanzóla un negro a poco trecho Ulzose con los indios diligencia
Que tras ella se echo por la ladera ,
Pimple con mas certeza se supiese
Que era intrincado el paso y muy estrecho, Si era Caupolicáii que su aparencia ,

Y ella no bien usada en la carrera : Daba claros indicios que lo fuese ;

Llevaba un mal envuelto niño al pecho Pero ni ausente del, ni en su presencia


De edad de quince meses el cual era , Hubo entre laníos uno que dijese
Prenda del preso padre desdichado ,
Que era mas que un incógnito soldado
Con grande eslremo del y della amado. De baja estofa y sueldo inoderadw.
Trujóla el negro suelta no entendiendo Aunque algunos después mas animados ,

Que era presa y mujer tan importante. Cuando en particular los apartaban ,

En esto ya la gente iba saliendo De su cercana muerte asegurados,


Al tino del arroyo resonante , El sospechado engaño declaraban ;

Cuando la triste palla descubriendo Pero luego delante del llevados.


Al rido que preso iba adelante, Con medroso temblor se retrataban ,

De SUS insignias y armas despojado Negando la verdad ya comprobada ,


En el montón de la canalla atado Por ellos en ausencia confesada.
No reventó con llanto la gran pena , Mas viéndose apretado y peligroso,
Ni de Daca mujer (lió allí la muestra ;
Y que encubrirse al cabo no podia ,

Antes de furia y viva rabia llena Dejando aquel remedio infructuoso,


Con el hijo delante se le muestra Quiso tentar el ultimo que halda ;

Diciendo «La robusta mano ajena,


: Y asi llamando al capitán Reinoso,
Que asi ligó tu afeminada diestra, Que luego vino á ver lo que quería,
Mas clemencia y piedad contigo usara Le dijo con sereno y buen semblante
Si ese cobarde pecho atravesara. Lo que dirán mis versos adelante.
»¿Eres tú aquel varón que en pocos dias
Hinchó la redondez de sus hazañas
Que con solo la voz temblar badas CANTO XXXIV.
Las remotas naciones mas eslrañas?
¿ Eres tu el capitán que prometías UalilaCaopoltcan a Reinoso, y sabiendo que ha da morir, se vuelve
De conquistar en breve las Españas , cristiano ; muere de miserable muerte, aunque con Animo esfunado;

Y someter al ártico hemisferio losaraucanos se juntan a la elección del nuevo general manda el rey ;

Al yugo y ley del araucano imperio ? don Felipe levantar gente para entrar en Portugal.

»¡ Ay de mí cómo andaba yo engañada


,
;
Oh vida miserable y trabajosa
Con mi altiveza y pensamiento ufano, A tantas desventuras sometida I

Viendo que en todo el mundo era llamada Prosperidad humana sospechosa ,

Fresia, mujer del gran Caupol ¡cano; Pues nunca bul ngiino sin caida !

Y agora miserable y desdichada ¿Qué cosa habrá lan dulce y tan sabrosa
Todo en un punto me ha salido en vano Que no sea amarga al cabo y desabrida ?
Viéndote prisionero en un desierto No hay gusto, no hay placer sin su descuento :

Podiendo haber honradamente muerto! Que el dejo del deleite es el tormento.


¿Qué son aquellas pruebas peligrosas Hombres famosos en el siglo ba habido
Que asi costaron tanta sangre y vidas, A quien la vida larga ha deslustrado ,
Las empresas difíciles dudosas , , Que el mundo los hubiera preferido
Por ti con tanto esfuerzo acometidas? Si la muerte se hubiera anticipado :

¿ Qué es de aquellas victorias gloriosas Aníbal deslo buen ejemplo ba sido ,

Ilesos atados brazos adquiridas '


Y el cónsul que en í'arsalia derrocado
Todo al lin ha parado y se ba resuelto Perdió por vivir mucho, no el segundo,
En n ion esa gente infame envuelto. Mas el lugar primero desle mundo.
, :, ,; , ; , : , , ,» ,

m DON ALONSO DE ERC1LLA Y ZUKlGA.


Esto confirma bien Caupolicano, tQuesi esta mi cabeza desdichada
Famoso capitán y gran guerrero , Pudiera , ó capitán , satisfacerte,
Que en el término américo-indiano Tendiera el cuello á que con esa espada
Tuvo en las armas el lugar primero Remataras aqui mi triste suelte;
Mas cargóle fortuna asi la mano, Pero deja la vida condenada
Dilatándole el término postrero. El que procura apresurar su muerte
Que fué mucho mayor que la subida Y mas en este tiempo, que la mía
La miserable y súbita caída. La paz universal perturbaría.
El cual reconociendo que su gente Y' pues por la esperiencia claro has visto
Vacilando en la le titubeaba , Que libre y preso, en publico y secreto,
Viendo que ya la próspera creciente De mis soldados soy temido y" quisto
De su fortuna apriesa declinaba, Y esta á mi voluntad todo sujeto ;

Hablar quiso a Reinoso claramente : Haré yo establecer la ley de Cristo ,


Que venido á saber lo que pasaba. Y que suellas las armas te prometo
Presente el congregado pueblo lodo, Vendrá toda la tierra en mi presencia
Habló el bárbaro grave oeste modo : A dar al rey Felipe la obediencia.
vergonzoso estado reducido
« Si á Tenme en prisión segura retirado
Me hubiera el doro y áspero deslino, Hasta que cumpla aqui lo que pusiere:
Y si est3 mi caida hubiera sido Que yo sé que el ejército y senado
Debajo de hombre y capitán indino, En todo aprobaran lo que hiciere ;
No tuviera el brazo así desfallecido, Y el plazo puesto y término pasado
Que no abriera á la muerte yo camino Podre también morir, si no cumpliere:
Por este propio pecho con mi espada , Escoge lo que mas le agrada desto,
Cumpliendo el curso y misera jornada. Que para ambas fortunas estoy presto.
«Mas juzgándole digno, y de quien puedo No dijo el indio mas, y la respuesta
Recibir sin vergüenza yo la vida , Sin turbación mirándole atendía ,
Y' la importante vida ó muerte presta
Lo que de mi pretendes te concedo
Luego que á mi me fuere concedida : Callando con igual rostro pedia :
Ni pienses que á la muerte tengo miedo, Que por mas que fortuna contrapuesta
Que aquesa es de los prósperos temida , Procuraba abatirle, no podía ,
Y en mi por esperiencia he ya prohado , Guardando aunque vencido y preso en todo
Cuan mal le está el vivir á un desdichado. Cierto término libre y grave modo.

»Yo soy Caupolicán , que el hado mió Hecha la confesión como lo he escrito.
Por tierra derrocó mi fundamento ,
Con mas rigor y priesa que advertencia
\'quien del araucano señorío Luego á empalar y asaetearle vivo
Tiene el mando absoluto y regimiento : Fue condenado en pública sentencia.
La paz está en mi mano y albedrio, No la muerte y el término escesivo
Y el hacer y afirmar cualquier asiento , Causó en su gran semblante diferencia :
Pues tt'iiffp por' mi cargo y providencia Que nunca por mudanzas vez alguna
Toda la tierra en freno y "obediencia. Pudo mudarle el rostro la fortuna.
«Soy quien mató a Valdivia en Tucapelo, Pero mudóle Dios en un momento
Y quien dejó a Purén desmantelado ; Obrando eu él su poderosa mano,
Soy el que puso á Penco por el suelo , Pues con lumbre de fe y conocimiento
Y el que tantas batallas ha ganado; Se quiso bautizar y ser cristiano.
Pero el revuelto ya contrario cielo Causó lástima y junto gran contento
De rodeado
victorias y triunfos Al circunstante pueblo castellano,
Me que te pida
ponen a tus pies á Con grande admiración de todas gentes ,

Por un muy breve término la vida. Y espanto de los bárbaros presentes.


í Cuando mi causa no sea justa mira ,
Luego aquel triste aunque felice dia,
Que el que perdona mas es mas clemente Que con solemnidad le bautizaron,
Y si á venganza la pasión te tira Y en lo que el tiempo escaso permitía
Pedirte yo la vida es suficiente; En la fe verdadera le informaron ;
Aplaca él pecho airado , que la ira Cercado de una gruesa compañía
Es en el poderoso impertinente De bien armada gente le sacaron
Y si en darme la muerte estás ya puesto ,
A padecer la muerte consentida
Especie de piedad es darla preslo. Con esperanza ya de mejor vida.
«No pienses que aunque muera aqui á lus manos Descalzo, destocado, á pié, desnudo,
Ha de fallar cabeza en el estado Dos pesadas cadenas arrastrando ,
Que luego habrá otros mil Caupolicanos, Con una soga al cuello y grueso ñudo
Mas como yo ninguno desdichado; De la cual el verdugo iba tirando,
Y' pues conoces ya á los araucanos ,
Cercado en torno de armas y el menudo ,

Que dellos soy el minimo soldado ,


Pueblo detrás mirando y remirando
Tentar nueva fortuna error seria Si era posible aquello que pasaba ,
Y'endo tan cuesta ahajo ya la mia. Que visto por los ojos aun dudaba :

que á muchos vences en vencerte;


¡•Mira Desla manera pues llegó al tablado
Frena el ímpetu y cólera dañosa : Que estaba un tiro de arco del asiento
Que la ira examina al varón fuerte ,
Media pica del suelo levantado,
Y el perdonar, venganza es generosa. De todas parles á la vista exento
La paz común destruyes con mi muerte : Donde con el esfuerzo acostumbrado,
Suspende ahora la espada rigurosa Sin mudanza y señal de sentimiento,
Debajo de la cual están á una Por la escala subió tan desenvuelto
Mi desnuda garganta y tu fortuna. Como si de prisiones fuera suelto.
nAspira á mas y á mayor gloria atiende Puesto ya en mas
alio, revolviendo
lo
No quieras en poca agua asi anegarte: A un serena frente
lado y á olro la

Que lo que la fortuna asi pretende Estuvo allí parado un rato , viendo
Solo es que quieras della aprovecharte. El gran concurso y multitud de gente
Conoce el tiempo y lu ventura entiende, Que el increíble caso y estupendo
Que estoy en tu poder ya de tu parte Atónita miraba atentamente
Y muerto no tendrás de cuanto has hecho Teniendo á maravilla y gran espanto
Sino un cuerpo de tui hombre sin provecho. Haber podido la fortuna tanto.
,, ,, ,
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: ,

LA ARAUCANA, CANTO XXXIV. 127


Llegóse ¿I mismo
palo donde halda
al La voladora fama presurosa
De ser la atroz sentencia ejecutada, Derramó por la berra en un momento
• '.mi mi sriniilanti' tal qne parecía , i.a o., pensada muerte Ignominiosa
Tener aquel terrible trance en nada, Cansando altera, ion v movimiento;
Di. i «jdo « Pues
: el hada % suerte mía Luego la turba Incrédula y dudosa.
Me tienen esta suerte aparejada Con miel. turbación i
y desaliento,
Venga , que yo la pido, yo la quiero Corre con priesa J coraxon incierto
Que ningún nial ha] grande Si es postrero.! A ver si .i refdad que tu. -se muerto.
i

Luego llega el verdugo din-. -ni,. Era el mi i., tanto que bajaba

Que era un negro gelofo mal vestido , Del contorno > distrito contare
El cual viéndole el bárbaro presente Que en ancha j apiñada rueda estaba
Para darle la muerte prevenido Siempre cubierto el espacioso llano i

Itii'ii que con rostro y animo paciente Crédito allí a la vista no se daba
Las afrentas demás habia sufrido, Si ya no le locaban con la mano,
Sufrir no pudo aquella aunque postrera Y aun tocado después les pafecía,

Dii lendo en alta voi desta manera : Qne era cosa de sueño ó fantasía.
¿Cómo? ¿Qué? ¿En cristiandad y pecho honrad. No la afrentosa muerte Impertinente,
Cabe cosa tan hiera de medida Para temor del pueblo ej. •rulada ,
Que a un hombre " yo tan señalado,
i . Ni la falla de un hombre asi eminente
Le d A muerte una mano asi abatida f En que nuestra esperanxa iba rundida,
Hasta, hasta morir el mas culpado :
Amedrentó ni acobardó la gente i

Que altodo se paga cun la vida


lili Aillos .le aquella injuria provocada,
Y es usar deste término conmigo A la cruel satisfacción aspira
Inhumana venganza, y no castigo. Llena de nueva rabia y mayor ira.
1 ¿ No hubiera alguna espada aquí de cuanta: I'n..s .un se. rabiosa de venganzaI

Contra mi se arrancaron a porfía Por la afrenta y oprobrio recibido ,


Que osada i nuestras miseras g irganlas Otros mi la codicia y esperanza
i

Cercenara de un golpe aquesta una' Del olicio y bastón ya pretendido,


Que aunque ensaye mi fuersa en mi de tantas Antes que sosegase la tardanza
Maiirr.is la fortuna en este dia, El ánimo del pueblo removido.
Ae ibar no pudra que bruta mano , Daban calor y fuerzas á la guerra
Toque al gran general Caupnlicano.» Incitando a furor toda la tierra.

Esto dicho, y alzando derecho , el pié hubiese de escribir la braverla


Si
Aunque do las cadenas impedido De Tttcapel de Rengo y Lepninando
,
,
Dio tal coz al verdugn, que gran trecho Oronipello, Lincoya y Lchopia,
Le echó rod lo ahajo nial herido : Purén y Caynpil y Marcando,
Reprehendido el impaciente hecho En un espacio largo no podría ,
Y del súbito enojo reducido , Y fuera menester libro mas grande
Le sentaron después con poca ayuda Que cada cual con hervoroso afecto
Sobre la punta de la estaca aginia. Pretende alli y aspira á ser electo.
No el aguzado palo penetrante, Pito el cacique Colocólo, viendo
Por mas que las entrañas le rompiese El daño de los muchos pretendientes,
Barrenándole el cuerpo, fué bastante Como prudente y sabio conociendo
A que al dolor intenso se rindiese Pocos para el gran cargo suficientes,
Que con sereno término y semblante Su anciana autoridad interponiendo
Sin que labio ni ceja retómese Les hizo mensajeros diligentes,
Sosegado quedó, de la manera Para que se ¡untasen a consulta
Qne si sentado en tálamo estuviera. En lugar apartado y parte oculta.
En esto seis flecheros señalados, Los que abreviar el tiempo deseaban
Que prevenidos para aquello estaban , LnegO para la junta se aprestaron,
Treinta pasos de trecho desviados. Y muchos, recelando que tardaban ,
Por orden y despacio le tiraban ¡ La diligencia y paso apresuraron ;
Y aunque en toda maldad ejercitados, Otros que a otro camino enderezaban ,

Al despedir la flecha vacilaban , Por no se declarar no rehusaron ,

Temiendo poner mano en un tal hombre Siguiendo sin faltar un hombre solo
De tama autoridad y tan gran nombre. El sabio parecer de Colocólo.
Mas fortuna que ya tenia
cruel, Fué entreellos acordado que viniesen
Tan poco por hacer y tanto hecho Solos & la lijera , sin bullicio
,

alguno avieso alli salía


Si tiro Porque los enemigos no tuviesen
Forzando el curso le traia derecho De aquella nueva junta algún indicio,
Y en breve sin dejar parle vacia Haciendo que de todas partes fuesen
De cien flechas quedó pasado el pecho, Indios que con industria yarlilicio
Por do aquel grande espíritu echo fuera , Instasen en la paz siempre ofrecida
Que por menos heridas no cupiera. Con muestra humilde y contrición fingida.
Paréeeme que siento enternecido El plazo puesto y sitio señalado
Al mas cruel y endurecido oyente En un cómodo valle y escondido
Deste bárbaro caso referido, La convocada gente del senado
Al cual , señor, no estuve yo presente : Al término llegó constituido,
Que a la nueva conquista habia partido Y' entre ellos Tucapel determinado
De la remota y nunca vista gente ; De por bien ó por mal ser elegido,
Que si yo a la sazón alli estuviera Y otros que con menores fundamentos
La cruda ejecución se suspendiera. Mostraban sus preñados pensamientos.
Quedó abiertos los ojos , y de suerte Siento fraguarse nuevas disensiones
Que por vivo llegaban a mirarle: Moverse gran discordia y diferencia,
Que la amarilla y afeada muerte Hervir con ambición los corazones ,

No pudo aun puesto allí desfigurarle. Brotar el odio antiguo y competencia ,

Era el miedo en los barbaros tan fuerte, Variar los designios y opiniones
Que no osaban dejar de respetarle Sin manera ó señal de conveniencia,
Ni alli se vio en alguno tal denuedo Fundando cada cual su desvario
Que puesto cerca del no hubiese miedo. En la fuerza del brazo y albedrio.
: ; , , ; ,,

128 DON ALONSO DE ERGILLA Y ZIlSlGA.


Entrados como digo en el consejo Hallóse en este vario ayuntamiento
Los caciques y nobles congregados , Timconabala platico soldado
,

Toilos con sus insignias y aparejo. Persona de valor y entendimiento,


Según su antigua preeminencia armados, En la araucana escuela dolrinado ,

Colocólo, saga/, y cauto viejo. Que por cierta cuestión y acaecimiento


Viéndolos en los rostros demudados", De su lierra y parientes desterrado,
Aunque aguardaba a la sazón postrera, Se redujo a doméstico ejercicio,
Adelantó la voz. desta manera Huyendo el trato bélico y bullicio.
Pero si no os cansáis, señor, primero El cual viendo en el pueblo diferente
Que os diga lo que dijo Colocólo , El miedo grande y confusión que había,
i ar otro camino largo quiero, Pues sin oir trompeta ni ver gente
Y volver el designio a nuestro polo : Le espantaba su misma vocería ,

Que aunque a deciros mucho me prefiero, En un lugar capaz y conveniente,


El sujeto que tomo hasta solo Junta toda la noble compañía.
A levantar mi baja voz cansada , Sosegado el rumor y alteraciones
De materia hasta aquí necesitada. Les comenzó a decir estas razones :

Mas si me dais licencia yo querría, «Escusado es, amigos que yo os diga


,

Para que mas a tiempo esto reliera , El peligroso punto en que nos vemos
Alcanzar si pudiese a don García , Por esta gente pérfida enemiga ,
Aunque es diversa y larga la carrera : Que ya cierto á las puertas la tenemos ;

El cual en elturbado reino había Pues el lemor que á lodos nos fatiga ,
Reformado los pueblos de manera , Nos apremia y constriñe a que entreguemos
Que puso con solicito cuidado La libertad y casas al tirano,
La justicia y gobierno en buen estado. Dándole entrada libre y paso llano.
Pasó de Villarica llano, el fértil »¿A qué fosado muro ó antepecho ,
Que tiene al sur el gran volcán vecino, A qué fuerza ó ciudad á qué castillo
,

Fragua, según afirman, de Vulcano, Os podréis retirar en este estrecho.


Que regoldando fuego esta comino ; Que baste sola un hora a resíslillo?
De allí volviendo por la diestra mano Sí queréis hacer rostro y mostrar pecho ,
Visitando la tierra al cabo vino Desnudo le ofrecemos al cuchillo,
Al ancho lago y gran desaguadero, Pues nos coge esta furia repentina
Término de Valdivia y fin postrero Sin armas, capitán, ni disciplina.
Donde también llegué que sus pisadas : »Que estos barbudos crueles y terribles
Sin descansar un punto voy siguiendo , Del bien universal usurpadores,
Y de mas ciudades convocadas
las , Son fuertes , poderosos,
invencibles,
Iban gentes en número acudiendo Y en todas sus empresas vencedores :
Pláticas en conquistas y jornadas ;
Arrojan rayos con estruendo horribles.
Y así el tumulto bélico creciendo Pelean sobre animales corredores,
En sordo son confuso rimbombaba ,
Grandes , bravos , feroces y alentados
Y el vecino contorno amedrentaba. De solo el pensamiento gobernados.
Que arrebatado del lijero viento, Y pues conlra sus armas y fiereza
11

Y por la famaesparcido,
lejos Defensa no tenéis de fuerza ó muro ,
Hirió el desapacible y duro acento La industria ha de suplir nuestra flaqueza
De los remolos indios el oido : Y prevenir con tiempo el mal futuro :

Los cuales con turbado sentimiento Que mostrando doméstica llaneza


Huyen del nuevo y fiero son temido, Les podéis prometer paso seguro
Cual medrosas ovejas derramadas Como á nación vecina y gente amiga,
Del aullido del lobo amedrentadas. Que la promesa en daño a nadie obliga.
Nunca el escuro y tenebroso velo «Haciendo en este tiempo limitado
De nubes congregadas de repente , Retirar con silencio y buena maña
Ni presto rayo que rasgando el cielo La ropa , provisiones y ganado
Baja tronando envuelto en llama ardiente, Al último rincón de la montaña ;
Ni terremoto cuando tiembla el suelo Dejando el alimento tan tasado ,
Turba y atemoriza así la gente , Que vengan á entender que osla campaña
Como el horrible estruendo de la guerra Es estéril , es seca y mal templada
Turbó y amedrentó toda la tierra. De gente pobre y mísera habitada.
Quién sin duda publica que ya entraban «Porque estos insaciables avarientos,
Destruyendo ganados y comidas ,
Viendo la tierra pobre y poca presa,
Quién que la tierra y pueblos saqueaban Sin duda mudarán los pensamientos
Privando á los caciques de las vidas , Dejando por inútil esta empresa ;
Quién cine alas nobles dueñasdeshonraban, Y' la falta de gente y bastimentos

Y' forzaban las hijas recogidas ,


Los echará deste distrito apriesa ,
Haciendo oíros insultos y maldades Guiados por la breña y gran recuesto
Sin reservar lugar sexo ni edades., De do quiza no volverán tan presto.
Crece el desorden, crece eldesconcierlo «Tenéis de Ancud el paso y estrecheza
Con cada cosa que la fama aumenta, Cerrado de peñascos y jarales,
Teniendo y afirmando por muy cierto Por do quiso impedir naturaleza
Cuanto el triste lemor les representa : El trato á los vecinos naturales
Solo el salvarse les parece incierto, Cuya espesura grande y aspereza
Y eslo los atribula y atormenta Aun no pueden romper los anímales ,

Alia corren gritando, acá revuelven , Y las aves alíjeras del cielo
Todo lo creen y en nada se resuelven. Sienten trabajo en el pasarle á vuelo.
Mas luego que el temor desatinado «Llevados por aqui , sin duda creo
Que la gente llevaba derramada , Que viendo el alio monte peligroso
Dejó en ella lugar desocupado Corregirán el Ímpetu y deseo.
Por donde la razón hallase entrada ,
Volviendo atrás el paso presuroso ;
El atónito pueblo reportado. Y si quieren buscar algún rodeo ,
Su total perdición considerada, Desviarse de aqui sera furzoso ,
Se junta á consultar en este medio Dejando esla región por miserable
Las cosas importantes al remedio. Libre de su insolencia intolerable.
, , , . , , ,

LA ARAUCANA, CANTO XWV ISO

»Y aunque libertad y vida


la mia •Veis otro nuevo mundo , que encubierto
Sé que corre peligro en el vía i
del b i-t.i agora le han tenido

Con ni ilica > desnuda compañía El difícil camino v |i ,vo tbierlo


Salir quiero i e irarlo al p is >je ,
A solo ixos c incedldo :

tendo ¡gnoraní ¡a j ale ría, Veis de tanto irah jo el premio cierto


Veslid ro j pobre traje , Y cu ur o imelldo, •
i | a

Ofrecerles be en don una miseria ,


Que si ndo d< empresa inloreí
Que arguya y dé á entender istralacei > Habéis de ler sin limite señores.
Quiza viendo el trab ijo >
• Iru" i
^ > >
»
- .
» i
»Y la p olri,lama di une ndo
Que so puede esperar de la pobreza , ii i

m el estremo v téi i
ro,
La estéril liei ra j miser tributo, i
1. 1- antiguas hai mas redi ¡en lo
El linaje de gente y ru Pondrá esl vuestra en el lugar primero;
>

Mudaran el ¡otento resoluto Pues en dos largos mundos abiendo


Que es de buscaí n iendas v iqn li i
Venís a con im-t n otro leí cero .

Haciéndoles volver con maña y arte Donde podían mejor sin estrecharse
Las armas y designios i otra parle. • Vuestros ánimos grandes ensancharse.
Y> acabé su razón el indio cuando •Y pues es la sazón tan oportuna
Si' leí untéun rumor entre la gente ,
Y' poco necesarias las tazones,
Kl parecer < voces aprob indo No quiero delenei vuestra fortuna
Sin mostrarse ninguno diferente; islar mas el tiempo en mariones
Ni g :

Y asi la ejecui Ion apresurando SUS lomad posesión lodos a una


,

K n i" ya consultada conveniente Desas nuevas provincias y regiones ,


Corrieron al i'i'i'i'in retirados Donde ns timen los hados a la entrada
Los muebles i vituallas y ganados. Tanta gloria y riqueza aparejada**
Y. el español con la presten usada
i
Luego pues de tropel toda la gente,
Al último conBn babia venido A la plática apenas detenida,
Dando rem ite i la postra lomada Pisó la nueva tierra libremente
Del limite b isla allí constituido ;
Jamas del eslranjero pie liatid.i ;

\ puesl el pié en la raya s.malada


i
Y con orden y paso diligente ,

El presuroso paso suspendido, Por una angosta ¡enda mal seguida,


DQo si ya escucharlo no os enoja
.
En larga retahila y ordenada
Lo i]ue el canto dirá vuelta la hoja. Dimos principio á la primer jornada.
Caminamos sin rastro algunos días
De solo el tino por el sol guiados ,
CANTO XXXV. Abriendo pasos y cerradas vias
Rematadas en riscos despeñados:
Kntrnn loi eapiBolOa 00 demao la de la nueva ¡si tierra
Las mentirosas fugitivas guias
ii,n. loab lia, rao; pero viendo
i
Nos llevaron por partes engañados ,
ofrece tina gola qQe
v.-.l.a. Ir* loi lleva l><-r gnndOJ deípeoaderos,
Sonde pa>au teniblea tnbaloa.
Que parecía imposible al mas gigante
Poder volver atrás ni ir adelante.
¿Qué cerros hay que el interés no 'allana, Ya del móvil primero arrebatado
Y qué dificultad que do la rompa '

Conlra su curso id sol aria el poniente,


¡Qué pecho Bel, qué voluntad tan sana Al mundo cuatro vueltas halda dado
Que este no la inficione y la corrompa? Calentando del pez la húmida líente ,

Destruye el trato de la vida humana, Cuando al bajar de un áspero collado


No hay orden |u no altere s la interrompa, i

Vimos salir diez indios de repente


Ni estrecha entrada ni cerrada puerta
Por entre un arcabuco y breña espesa,
Que ii" la facilite y deje abierta. Desnados en montón trotando apriesa.
Este de parentescos y hermandades
Del aire, de la lluvia y sol curtidos ,
Desala el ñudo y vinculo mas Inerte,
Cubiertos de un espeso y largo vello,
Vuelve en enemistad :.i> amistades,
Pañetes cortos de cordel ceñidos
Y el en des imoi vierie i :
Altos de pecho y de fornido cuello,
Inventor de desastres y m ildades
La color y los ojos encendidos ,
Tropelía a la razón cambia la suerte , ,
Las uñas sin cortar, largo el cabello .

II ice al bii caliente, al ruego frió


Brutos campestres, rústicos salvajes
i

,
.

\ b irá subir por una cuesta un rio.


De lieras caladuras y visajes.
Asi por mil peligros y derrotas.
Venli robusto viejo el delantero ,
Golfos profundos, mares no sulcados,
Al cual el medio cuerpo le culiiia
Hasta las partes últimas ignotas
Un rolo manto Je -aval grosero,
Trujo sin descansar tantos soldados,
Que mísera pobreza prometía :

\ poi vias estériles, n mol >-.


Este pues como dije alia primero ,
.
Del interés Incitador llevados,
Era Tunconabal que pretendía .

Piensan e scud ciñai cnanto se encierra


Mudar nuestros designios y opiniones
En el circulo inmenso de la tierra. Con ungidos consejos y razones.
Dije que don García había arribado
Fuimos luego sohre ellos , recelando
Con pratiea \ lucida compañía
Ser gente de montaña fugitiva;
Al término de Chile señalado.
Mas ellos nuestros pasos alujando
De di. nadie jamas pasado había ;
Venían á mas andar la cuesta arriba ,
¥ en medio de la raya el pié alirmado Y al pie de una alia peña reparando
Que los dos nuevos mundos dividía ,
Por do nn quebra lo arroyo se derriba
l'resente yo y atento a las Señal) - ,
Todos nos aguardaron sin recelo,'
Las palabras que dijo fueron tales :
Puestas sus flechas y arcos en el suelo.
i Nación, a cuyos pechos invencibles
Luego el anciano i voces, y en estraña
No pudieren poner impedimentos
Lengua de nuestro Intérprete entendida.
Peligros y trabajos insufribles,
Dijo: «¡Oh gente inleliz a esta montaña ,
Ni airados mares ni contrarios vientos.
Por falso engaño \ relación traída ,
Ni oíros mil contrapuestos imposibles,
Do la serpiente y áspera alimaña
Ni faena de estrellas, ni elemento.
la
Aproas sustentar pueden la vida
Que rompiendo por todo habéis llegado ,

Y donde el hijo bárbaro nacido


Al término del orbe limitado :
Es de incultas raíces mantenido '

T. XVII
, , ,, , , ,, ,,,

130 DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUfllGA.


¿Que información siniestra , qué noticia
» La dádiva del viejo agradecida,
Incita así vuestro ánimo invencible? Por ser joyas entre ellos estimadas ,

¿ Qué dañada consejo ,.ó qué malicia Y la guia solícita venida


Os ha facilitado lo imposible? '

Con todas las mas cosas aprestadas ,


Frenad aunque loable , esa codicia
,
; Pusimos en efecto la partida
Que la empresa es difícil y terrible , Siguiéndonos los indios dos jornadas ,
Y vais sin duda todos encanados li. nulo vuelta después por otra senda

A miserable muerte condenados. Dejándonos el indio en encomienda.


» Que cuando no encontréis gente de guerra La cual nos iba siempre asegurando
Que os ponga en el pasaje impedimento Gran riqueza ganado y poblaciones
,

Hallareis una sierra y otra sierra, Los ánimos estrechos ensanchando


Y una espesura y otra y otras ciento, ,
Con falsas y engañosas relaciones ,
Tanto míe la aspereza de la tierra Diciendo cuando Febo volteando
:

Por la falta de yerba y nutrimento , Seis veces alumbrare estas regiones.


Y contagión del aire no consiente
, Os prometo so pena de la vida
En.su esterilidad cosa viviente. Henchir del apetito la medida.
»Y aunque me veis en bruto transformado No sabré encarecer nuestra altiveza ,
A la silvestre vida reducido , Los ánimos briosos y lozanos ,
Sabed que ya en un tiempo fui soldado
, La esperanza de bienes y riqueza,
Y' que también las armas be vestido: Las vanas trazas y discursos vanos:
Asi que por la lev que be profesado El cerro el monte , el risco y la aspereza
,

Viendo que va este ejército perdido , Eran caminos fáciles y llanos ,


La lástima me mueve a aconsejaros Y elpeligro y trabajo exorbitante
Que sin pasar de aquí queráis tornaros. No osaban ya ponérsenos delante.
«Que estas yermas campañas y espesuras. íbamos sin cuidar de bastimentos
Hasta el frígido sur continuadas Por cumbres, valles hondos cordilleras , ,

Han de ser el remate y sepulturas Fabricando en los llanos pensamientos


De todas vuestras prósperas jornadas , Máquinas levantadas y quimeras :

Mirad destos salvajes las liguras Asi ufanos, alegres y contentos


De quien son como fieras habitadas, Pasamos tres jornadas las primeras ;

Y el fruto que nos dan escasamente , Pero á la cuarta al tramontar del día
Del cual os traigo un mísero presente.» Se nos huyó la temerosa guia.
En esto de un fardel de ovas marinas El mal indicio la sospecha cierta.
,

A la manera de una red tejidas Los ánimos turbó mas esforzados ,


Sacó diversas frutas montesinas , Viendo la falsa trama descubierta,
Duras, verdes agrestes , desabridas,
, Y los trabajos ásperos doblados ;
Carne seca de fieras salvajinas , Mas aunque sin camino y en desierta
Y otras silvestres rústicas comidas, Tierra , del gran peligro amenazados,
Langosta al sol curada , y lagartijas Y la hambre y fatiga todo junto
Con mil varias inmundas sabandijas. No pudo detenernos solo un punto.
Admirónos la forma y la estrañeza Pasamos adelante descubriendo
De aquella gente barbara notable , Siempre mas arcabucos y breñales ,
La gran selvatiquez, y rustiqueza ,
La cerrada espesura y paso abriendo
El fiero aspecto y término intratable Con hachas, con machetes y destrales :

La espesura de montes y aspereza Otros con pico y azadón rompiendo


Y el fruto de aquel suelo miserable : Las peñas y arraigados matorrales ,
Tierra yerma , desierta y despoblada ,
Do el caballo hostigado y receloso
De trato y vecindad tan apartada. Afirmase seguro el pié medroso.
Preguntárnosle allí si prosiguiendo Nunca con tanto estorbo á los humanos
La tierra era adelente montuosa : Quiso impedir el paso la natura ,
Respondiónos el viejo sonriyendo, Y que así de los cielos soberanos
Ser mas áspera , dura y mas fragosa, Los arboles midiesen el altura,
Y que así la montaña iba creciendo , Ni entre tantos peñascos y pantanos
Que era imposible y temeraria cosa Mezclo tanta maleza y espesura
Romper tanta maleza y espesura Como en este camino defendido
Puesta allí por secreto de natura. De zarzas , breñas y arboles tejido.
Pero visto nuestro ánimo ambicioso También el cielo en contra conjurado
Que era de proseguir siempre adelante, La escasa y turbia luz nos encubría.
Y que el fingido aviso malicioso De espesas nubes lóbregas cerrado
A volvernos atrás no era bastante Volviendo en tenebrosa noche el día ;
Con un afecto tierno y amoroso Y' de granizo y tempestad cargado
Mostrando en lo esterior triste semblante Con tal furor el paso defendía ,
Puesto un rato á pensar afirmó cierto Que era mayor del cielo ya la guerra
Haber cerca otro paso mas abierto. Que el trabajo y peligro de la tierra.
Que por la banda diestra del poniente, Unos presto socorro demandaban
Dejando el monte del siniestro lado , En las hondas malezas sepultados ;
Había un rastro cursado antiguamente, Otros ¡ayuda! ayuda! voceaban
Por la nacida yerba ya borrado En humillos pantanos atascados ;
Por do podia pasar salva la gente, Otros iban trepando, otros rodaban.
Aunque era el trecho largo y despoblado, Los pies , manos y rostros desollados ,

Para lo cual él mismo nos daria Oyendo aqui y allí voces en vano
Una pratica lengua y lida guía. Sin poderse ayudar , ni dar la mano.
Fué de nosotros esto bien oido, Era lástima oir los alaridos ,

Que alguna gente estaba ya dudosa ,


Ver los impedimentos y embarazos
Y el donoso presente recibido, Los caballos sin ánimo raidos ,

También la recompensa fué donosa : Destroncados los pies, rolos los brazos:
Un manto de algodón rojo teñido , Nuestros sencillos débiles vestidos
Y'una poblada cola de raposa Quedaban por las zarzas a pedazos
Quince cuentas de vidrio de colores Descalzos y desnudos, solo armados,
Con doce cascabeles sonadores. En sangre , lodo y en sudor bañados.
: , ,: , , , ,, :

LA AR ALTANA CANTO XXXVI.


, 131

Y demás del trabajo incomportable. A panados la fruta unos comian ,

Faltando ya el refresco \ bastimento, De la lúe aquejados Importuna;


i

La aquejadSra hambre miserable Otros ramos i hojas engullían,


i
idas apretaba del tormento : Ño (guardando i cogerla una por una:
Y el bien dudoso, y daño indubitable Quién huye al repai lir la compaDI i

Desmayaba la mena s el aliento , Buscando en lo escondido partí' alguna


Cortando un dejativo sudor trio iioinie comer la rama desgajada
De l".-- cansados miembros todo el brío. De las rapaces uñas escapada.
Peni luego l.i inlui-u considerando Como el montón de las gallinas cuando
La gloria une el trabajo aseguraba, Salen al campo del con il Cei ido i
,

El corazón tos miembros retoñando Aquí v allí soiniías buscando


Cualquier dificultad menospreciaba; El trigo ¡le la iroj desperdiciado .

Y ios tuertes opuestos contrastando Que con los pies y picos escarpando
Todo lo por venir facilitaba llallaalguna el regojo se pulla, lo .

Que el valor mas se muestra j se parece f all 100086 con el puesta en huida
Cuando la fuerza de contrarios crece. Es de las otras luego perseguí, la :

pues nuestro ejército rompiendo,


\ i Asi aquel que arríbala bilí na parte
De solo la esperanza alimentado Deste de aquel aquí y allí seguido,
v
Pasaba i pui os bi izos descubriendo Huyendo se nina luego en parte
id em nbleí lo lelo deseado i ¡
II le pueda comer mas escondido:
Ibanse ya breñas destejiendo,
las .Ninguno si algo ali'.'in/.i lo leparle ,
Y el líos. pie de los arboles cerrado Que no era tiempo aquel de ser partido,
Desviando sus ramas intrincadas Ni aib la caridad, aunque la habla,
NOS dalian paso y lardes cidradas. Estenderse a los prójimos podia.
Va poi aquella parte ya por esta , Estando con sabor desla manera
I. entrada de la luz desocupando,
a Gastando aquella rústica comida,
El yerto risco y empinada cuesta Llegó una COrba góndola Miera
Iban sus altas elimine» allanando; De doce largos remos impelida.
1 espesa > congelada niebla opuesta,
. Que zabordando recio en la ribera
El grueso vapor húmido exhalando La chusma diestra y gente apercibida,
Asi se adelgazaba y aspareis Saltaron luego en tierra sin recalo
Que penetrar la vista ya podia. Con muestra de amistad y llano trato.
siete días perdidos anduvimos Mas
si queréis saber quien es la genle ,

Abriendo ñ hierro el impedido paso, Y causa de haber asi arribado.


la

Que en todo aquel discurso no tuvimos No puedo aquí decíroslo al presente,


Do poder reclinar el cuerpo laso Que estoy del gran camino quebrantado :

Al una mañana descubrimos


liu Asi para sazón mas conveniente
De Ancinl el espacioso y fértil raso, Sera bien que lo deje en este eslado
Y al pie del monte y áspera hulera Porque pueda entre lanto repararme,
Un estendido lago y gran ribera. Y os dé menos fastidio el escucharme.
Era un ancho archipiélago poblado
De ¡numerables islas deleitosas,
Cruzando por el uno y otro lado CANTO XXXVI.
Góndolas y piraguas presurosas :
Sale cacique de la l>arr a a
el Uem
ofreie a los españole, todo lo nece-
;

Marinero jamas desesperado sario para su viaje, y prosiguiendo ellos su derrota, le, ataja el caminó
En medio de las olas fluctuosas el desaguadero del archipiélago ; atraviésale don Alonso en una pira-

Con tanto gozo vio el vecino puerto gua con diez soldado, vuehen al alojamiento , y de allí por otro ca-
,

Como nosotros el camino abierto. mino a la eludu Imputas.

Luego pues en un tiempo arrodillados , Quien muchas tierras ve , ve muchas cosas


Llenos de nuevo gozo y de ternura Que las juzga por fábula la gente,
Dimos gracias a DIOS , que asi escapados Y tanto cuanto son maravillosas
Nos vimos del peligro y desventura; El que menos las rúenla es mas prudente;
Y de tantas fatigas olvidados, Y aunque es bien que se callen las dudosas
Siguiendo el buen suceso y la ventura Y no ponerme en riesgo asi evidente
Con esperanza y animo lozano Digo que la verdad hallé en el suelo ,

Salimos presto al agradable llano. Por mas que aflrmen que es subida al cielo.
El enfermo el herido , el estropeado,
, Eslaba retirada en esla parle
El cojo, el manco, el débil , el tullido, De todas nuestras tierras escluida :

El desnudo , el descalzo , el desgarrado Que la falsa cautela engaño y arle ,

El desmayado , el flaco , el deshambrido Aun nunca habian hallado aqui acogida....


Quedo sano , gallardo y alentado , Pero dejada esta materia aparte,
Ce nuevo esfuerzo y de valor vestido, Volvere con la priesa prometida
Pareciéndole poco todo el suelo, A la barca de chusma y gente llena
Y fácil cosa conquistar el cielo. Que bogando embistió recio en la arena.
Mas con lodo este esfuerzo á la bajada Donde un gracioso mozo bien dispuesto
De la ribera en partes montuosa ,
, Con hasta quince en número venia,
Hallamos coronada
la frutilla , Crespo de pelo negro y blanco gesto , ,

Que produce murta virtuosa la : Que el principal de todos parecía ;

Y aunque agreste,' montes, no sazonada, El cual con grave termino, modesto ,


Fue a tan buena sazón y lan sabrosa Junio á nuestra esparcida compañía
Que el celeste mana y ollas de Egito Nos saludó cortés y alegremente ,
Ño movieran mejor nuestro apetito. Diciendo en lengua cstraña lo siguiente
Cual banda de langostas enviadas «Hombres, ó dioses rústicos , nacidos
Por plaga a veces del linaje humano, En estos sacros bosques y montañas ,
Que en las espigas fértiles, granadas, Por celeste influencia producidos
Con un sordo rozar no dejan grano; De sus cerradas y ásperas entrañas:
Asi pues, en cuadrillas derramadas ¿Por cuál caso ó fortuna sois venidos
Suelta la gente por el ancho llano Por caminos y sendas tan estrañas
Dejaba los murtales mas copados A nuestros pobres y últimos rincones
De fruta , rama y hoja despojados. Libres de confusión y alteraciones?
, , ,,

ir,;; l)ON ALONSO DE EKCILLA Y ZUÑTGA.


Si vuestra pretensión v pensamiento Pasada aquella noche , el dia siguiente
Es ilo buscar región mas espaciosa, La nueva por las islas estornuda
Y en la prosecución de vuestro intento Llegaron dos caciques juntamente
Tenéis necesidad de alguna cosa, A dar el parabién de la venilla
Toda comodidad \ avíamiento, Con un largo y espléndido presente
('.mi mano larga y voluntad graciosa, De relíeseos y cosas de comida ,
Hallareis francamente en el camino Y una lanuda oveja y (los vicuñas
Por linio el rededor circunvecino. Cazadas en la sierra á puras uñas.
Y si queréis morar en esta tierra. Quedábanse suspensos y admirados
Tierra donde inoréis aquí os daremos : De ver hombres así desconocidos,
Si os place y os agrada nías la sierra Planeos, rubios , espesos y barbados ,
Alia seguramente os llevaremos; De lenguas diferentes y vestidos;
Si queréis amistad , si queréis guerra Miraban los caballos alentados
Todo con ley igual os lo ofrecemos , En medio de la furia corregidos,
Escoged lo mejor que á elección mia
, Y mas los espantaba el fiero estruendo
La paz y la amistad escogería. Del tiro de la pólvora estupendo.
Mucho agradó la suerte, el garbo, el traje Llevábamos el rumbo al sur derecho
Del gallardo mancebo floreciente, La torcida ribera costeando ,

El espedido término y lenguaje Siguiendo la derruía del estrecho


Con que asi nos habló bizarramente, Por los grados la tierra demarcando;
El franco ofrecimiento y hospedaje , Pero cuanlo ganábamos de trecho
La buena traza y talle de la gente , Iba el gran archipiélago ensanchando,
Blanca , dispuesta en proporción fornida,
, Descubriendo á distancias desviadas
De manto y Hoja túnica vestida. Islas en grande número pobladas.

La cabeza cubierta y adornada Salían muchos caciques al camino


Con un capelo en punta rematado. A vernos como i cosa milagrosa
Pendiente atrás la punta y derribada, Pero ninguno tan escaso vino
A las ceñidas sienes ajustado , Que no trújese en don alguna cosa :

De lina lana de vellón rizada , Quién el vaso capaz de nácar fino ,


Y el ri/.o de colores variado , Quién la piel del carnero vedijosa ,
Que lozano y vistoso parecía Quién el arco y carcax quién la vocina,
,

Señal de ser el clima y tierra fría. Quién la piulada concha peregrina.


Las gracias le rendimos de la oferta , Yo que fui siempre amigo é inclinado
Y voluntad graciosa que mostraba , A inquirir y saber lo no sabido ,

Ofreciendo también la nuestra cierta, Que por tantos trabajos arrastrado


Que á su provecho y bien se enderezaba La fuerza de mi estrella me ha traído,
Pero al Un nuestra falta descubierta De alguna gente moza acompañado ,

Y lo mal que la hambre nos trataba, En una presta góndola metido,


Le pedimos refresco y vitualla Pasé á la principal isla cercana
Debajo de promesa de pagada. Al parecer de tierra y gente llana.
Luego con voz
y prisa diligente, Vi los indios y casas fabricadas
Visla gran necesidad que había ,
la De paredes humildes y techumbres.
Mandó a su prevenida y pronta gente Los arboles y plantas cultivadas ,
Sacar cuanto en la góndola traia, Las fruías , las semillas y legumbres;
Repartiéndolo todo francamente Noté dellos las cosas señaladas,
Por aquella hambrienta compañía. Los rilos, ceremonias y costumbres ,
Sin de nadie acoplar solo un cabello , El trato y ejercicio que lenian ,
Ni aun querer recibir las gracias dello. Y la ley y obediencia en que vivian.

Esforzados así desta manera , Entré en otras dos islas paseando


Y también esforzada la esperanza, Sus pobladas y fértiles orillas,
Se comenzó á marchar por la ribera (liras fui torno á torno rodeando
Según nuestra costumbre en ordenanza ,
Cercado de domésticas barquillas.
Y andada una gran legua en la primera De quien me iba por puntos informando
Tierra , «pie pareció cómoda eslanza , De algunas nunca vistas maravillas ,
Cerca del agua en reparado asiento Hasta que ya la noche y fresco viento
Hicimos el primer alojamiento. Me Unjo á la ribera en salvamento.
No estaba nuestro campo aun asentado Pues olio dia que el campo caminaba ,

Ni puestas en lugar las demás cosas, Que de nuestro viaje fué el tercero ,

Cuando de aquella parle y (leste lado Habiendo ya tres horas (pie marchaba
Hendiendo por las aguas espumosas, Hallamos por remate y lio postrero,
Cargadas de maíz, fruía y pescado Que el gran lago en el mar se desaguaba
Arribaron piraguas presurosas, Por un hondo y veloz desaguadero,
Refrescando la gente desvalida Que su corriente y ancha travesía
Sin rescate, sin cuenta ni medida. El paso por allí nos impedia.
La sincera bondad y la caricia Cayó una gran tristeza un gran nublado ,

De la sencilla gente destas tierras En ei ánimo y rostro de la gente


Daban bien á entender que la endicía Viendo nuestro camino asi atajado
Aun no había penetrado aquellas sierras Por el ancho raudal de la creciente :

Ni la maldad el robo y la injusticia ,


, Que los caballos de cabestro á nado
Alimento ordinario de las guerras , No pudieran romper la gran corriente,
Entrada en esta parte habían hallado, Ni la angosta piragua era bastante
Ni la ley natural ¡nlícionado. A comportar un peso semejante.
Pero luego nosotros destruyendo Y volver pies airas visto el terrible
Todo lo que tocamos de pasada , Trabajo intolerable y escesivo,
Con la usada insolencia el paso abriendo Tenían según razón por imposible
Les dimos lugar ancho y ancha entrada ; Poder llegar en salvo no hombre vivo :

Y la antigua costumbre corrompiendo Quedar allí era cosa incompatible,


De loa nuevos insultos estragada , Y temerario el ánimo y motivo
Planto aquí la codicia su estandarte De proseguir el comenzado curso
Con mas seguridad que en olra parle. Conlra toda opinión y buen discurso.
, ,, , , . , , ,

LA ARAUCANA CANTO XXXVI. K3


Viendo mealn
congoja y agonía escaramuzas sanguinosas,
llulio allí
Un ¡oven Indio al parecer ladino , .
Ordinarios rebatos j emboscadas.
Alegre se ofreció que "" s daría Encuentros j refriegas peligrosas,
Para volver olro mejor camino :
Asaltos » batall n iplai i

Fué es, esiva eo algunos la alegría Raras estratagemas engañosas


Y asi djr vuelta luego nos convino , Asninas j cintel IB um» úselas, i

Que ya el rígido ¡nvier lo m nales Que Hinque fueron en parle de proveí bo .

Comenzaba a enviai el ira seí dea. Algunas i postor m estreobo.


.Mas yo que mi de • -
M is detpuéi del u dto ¡
gi in b i(

Eran de ver el Dn desta ¡ornada De albaí ada de Quipeo temida


la i
.

Con li:ist:i iiii'/. amigos compat límele inc destrozada tanta m di i ,

Gente gallarda brava j n isi ada . i , Y tanta sangre bárbara vertida .

Refoi tanda una barca 'i»* ramei oe .


Fortificado el sitio y la mili. día
Pasé el gran brazo j agua arrebatada, Aceleré ni súbita partida .

Llegando i zaboi lai ei i


bw | Que el agravio mas fresco cada dia
A puro remo j fUena de loa brazos. Me e.stuiiiiiaip i siempre y me rola.

Enln w en llena algo areni


la Y en un grueso barcón , bajel de trato .

Sin lengua y sin milicia a ventura , 1 1


,
Que velas alias de partida esi ibs
Áspera al camin n pedregosa, Salí de aquella tierra y reino Ingrato ,

A ¡reí bos 01 apad de es| esura > ; Que iHii" .ii.ni \ sangre me costaba ¡

Mas visto '!"'• la empresa era dudosa, v sin contraste alguno ni rebato
\ que paaai de allí seria locura . C austro que en pupa m<s soplaba
i
,

Dimos lavuelta luego la pin .* Costa costa j a veces engolfad


a i

\ .'i
endo atravesar la Furiosa
i ..giia. Llegué al Callao de Lima celebrado.
Pero mi por cumplir el apetito Estuve allí hasta tinto que la entrada
Que ei poner el pie mas adelante Por el gi m Marañon bis la gente > .

fulgiendo que marcaba aquel distrito, I) le Lope de Aguirre en la ¡ornada


l
,i descubridor siempre importante . Mas que Nerón y Herodes inclemente
Comí una media milla do mi esi ni" . paso Linios amigos por la espada,
Quise dejar para ~i-n.il bastante ; Y a la querida luja juntamente,
\ en el o que vi de mas grand
1 1
.
.
i j « i No por otra razón ¡ causa alguna
Escribí con ucnillo en !.i corteza i : Mas de para moni' junios a mía.
Aqnl llegó donde olro no lia llegado , Y aunque mas de dos mil millas Babia
Dou Alonso de En illa que el primero . De camino por parles despoblado,
kn un pequeño barco deslastrado Luego de allí por mar tome la via
Con solos diez pasó el desaguadero, A mus larga carrera acostumbrado .

DI año de cincuenta y ocho entrado , Y a Panamá llegue dn el mismo dia ,

Sobre mil y quinientos por bebrero, La nueva por el aire haliia llegado
a doa ii>- la larde el postrer dia,
las Del desbarate y muerte del tirano .

Volviendo a la dejada compañía. Saliendo mi trabajo y priesa en vano


Llegando pues ai campo que aguardando . Estuve en tierra iíi detenido
Para partir nuestra venida estaba . Por una enfermedad larga y estraña ;

Que el riguroso invierno comenzando Mas luego l|lle me vi convalecido,


i i desierta campaña amenazaba ; Tocando en las Terceras Ine a España v

El indio amigo pratico guiando Donde no mucho tiempo detenido


1. gente alegre el paso apresuraba
1 Corrí la Francia , Italia y Alemana,
Pareciendo <•! camino, aunque cerrado , A Silesia y Moravia basta Posonia,
Fácil ('un la memoria del pasado. Ciudad sobre el Danubio de l'anonia.
Cumplió el bárbaro isleño la promesa , Pasé y volví a pasar estas regiones ,

Que siempre en su opinión estuvo fijo, Y Otras) otras por ásperos camiu
Y por una encubierta selva espesa Traté y comuniqué vanas naciones
Ñus sacó de la tierra como dijo. Vinel" cosas y casos peregrinos ,

Voy pasando por esto á toda priesa, Diferentes y estrañas condiciones,


Huyendo cuanto puedo el ser prolijo Animales terrestres y marinos,
Que aunque lo fumín mucho los trabajos 1 iei ras jamas del cielo rociadas ,
Es meneah ei bar por los atajos. i
Y otras á eterna lluvia condenadas.
A Imperial llegamos, do hospedados
la iCÓmO me he divertido y voy á priesa
Fuimos de ios vec s generosos, Del camino primero desviado '

Y de varios manjares regalados ¿Por qué asi me olvidé de la promesa


Hartamos los estómagos golosos. Y discurso de Arañen comen/.. ido
'

Visto pues en el pue lo asi ayuntados Quiero volver á la dejada cinpiesa


Tamos gallardos jóvenes bi iosos, Si no tenéis el gusto ya estragado ;
Se concertó una ¡unta J desafio , Mas yo procuraré deciros cosas
Donde mostrase cada cual su blio. Que valga por disculpa el ser gustosas.
Turim la fiesta un caso no pensado, Volveré á la consulla comenzada
Y ¡dad del juez rué tanta
la cclt" . De aquellos capit 'S señalados ,

Que estuve en el tapete ya entregado Que en la parte que dije disputada


Al agudo cuchillo la garganta : F.st iban diferentes ¡ encontrados ;

El inorme delito exagerado Contaré la elección tan porfiada,


La voz y lama publica le canta , Y como "I liu quedaron conformados,
Que fué solo poner mano a ¡a espada Los asaltos, encuentros j batallas,
Nunca sin gran razón desenvainada. Que es menester lugar para comalias.
Este acontei Imienlo, este u ¿Que hago, en qué me ocupo, fatigando
Fue roñosa ocasión de mi destierro , La trabajada mente j los sentidos
Teniéndome después gran tiempo preso Por IS regiones ultimas buscan. lo
I

Por re nlar con este el primer yerro ; Guerras de ignotos indií - escondidos ;

Mas aunque asi agraviado, ;c por eso Y VO] aquí en las armas tropel i
Armado paciencia y duro hierro
ile Sintiendo retumbar en los ocios
Pallé en alguna acc y correrla . Un áspero rumor j son de guerra .

Sirviendo en la frontera noche v (lia. Y abrasarse en furor toda la tierra '


,, ,, , ,, ,, , : , , ,
,, ,,

13» DON ALONSO DE ERCILLA Y ZUKlGA.


Veo toda España alborotada
la Por donde en justa guerra permitida
Envuelta entre sus armas victoriosas ,
Puede la airada vencedora gente

Y la ¡aquieta Francia ocasionada Herir premier malar en la rendida


, ,

Descoger sus banderas sospechosas ;


Y hacer al libre esclavo y obediente ;

En la Italia y Germania desviada Que el que es señor y dueño de la vida


Siento locar las cajas sonorosas Lo es ya de la persona y justamente ,

Allegándose en todas las naciones Hará lo que quisiere del vencido,


tientes, pertrechos , armas, municiones. Que lodo al vencedor le es concedido.
Para decir tan grande movimiento, Y pues en todos tiempos y ocasiones
Y el estrépito bélico y ruido, Por la causa común sin cargo alguno,
,

Es menester esfuerzo y nuevo aliento En batallas formadas y escuadrones


Y' señor , favorecido ;
ser de vos ,
Puede usar de las armas cada uno :

Mas ya que temerario atrevimiento


el Por mismas legitimas razones
las
En este grande golfo me na metido, Es combate de uno a uno
lícito el
Ayudado de vos , espero cierto A pié, á caballo, armado, desarmado,
Llegar con mi cansada nave al puerto. Ora sea en campo abierto , ora estacado.
Que mi estilo humilde y compostura
si En guerra justa es justo el desafio
Me suspende la voz amedrentada, La autoridad del príncipe interpuesta,
La materia promete y me asegura Rajo de cuya mano y Señorío
Que con grata atención será escuchada. La ordenada república esta puesta;
Y entre tanto , señor , será cordura Mas si por caso propio ó albedrio
Pues he de comenzar tan gran jornada Se denuncia el combate y se protesta,
Recoger el espíritu inquieto O sea provocador ó provocado
Hasta que saque fuerzas del sujeto. Es ilícito, injusto y condenado.
Y los cristianos principes no deben
Favorecer jamas, ni dar licencia
CANTO XXXVII. A condenadas armas que se mueven ,

En este último canto se trata cómo


gueira es de derecho de las gentes
la
Por odio por venganza ó competencia
, ;

y se declara el que el rey don Felijie tuvo al reino de Portugal junta-


Ni decidan las causas, ni se prueben
,

mente con los requerimientos que hizo a los portugueses para {ustíQ- Remitiendo á las fuerzas la sentencia,
car mas sus armas. Pues por razón oculta a veces veo
Que sale vencedor el que fué reo.
Canto furor del pueblo castellano
el Y el juicio de las armas sanguinoso
Con ira justa y pretensión movido Justa y derechamente se condena ,
Y el derecho del reino lusitano, Pues vemos el incierto lin dudoso,
A las sangrientas armas remitido : Según la suma Providencia ordena :

La paz, la unión , el vínculo cristiano Que el suceso ora triste ora dichoso, ,

En rabiosa discordia convertido No esquíen hace la causa nuda ó buena,


Las lanzas de una parle y otra airadas Ni jamas la justicia en cosa alguna
A los parientes pechos arrojadas. Esta sujeta a caso ni a fortuna.
La guerra fué del cielo derivada, Digo también que obligación no tiene
,

Y en el linaje humano trasferida De inquirir el soldado diligente


Cuando fué por la fruta reservada Si es licita la guerra y si conviene,
Nuestra naturaleza corrompida. O si se mueve injusta o justamente :

Por la guerra la paz es conservada Que solo al rey que por razón le viene
Y la insolencia humana reprimida, La obediencia y servicio de su gente ,
Por ella á veces Dios el mundo aflige, Como gobernador de la república
Le castiga , le enmienda y le corrige. Le loca examinar la causa pública.
Por rebeldes insolentes
ella á los pues del rey como cabeza pende
Y'

Oprime la soberbia y los inclina , El peso de la guerra y grave carga


Desbarata y derriba á los potentes Y cuanto daño y nial della depende
Y la ambición sin término termina. Todo sobre sus hombros solo carga ,
La guerra es de derecho de las gentes, Debe mucho mirar lo que pretende,
Y' el orden militar y disciplina Y anles que de al luror la rienda larga
Conserva la república y sostiene, Justificar sus armas prevenidas,
Y las leyes políticas mantiene. No por codicia y ambición movidas.
Pero será la guerra injusta luego ComoFelipe en la ocasión presente,
Que del lin de la paz se desviare Que de precisa obligación forzado
O cuando por venganza o furor ciego, En favor de las leyes justamente
O lin particular se comenzare; Las permitidas armas ha tomado
Pues ha de ser,si es público el sosiego, No fundando el derecho en ser potente,
Pública razón que le turbare
la : Ni de codicia de reinar llevado ;
No puede un miembro solo en ningún modo Pues se estiende su cetro y monarquía
Romper la paz y unión del cuerpo lodo. Hasla adonde remata el sol su vía.
Que asi como tenemos profesada Mas de ambición desnudo y avaricia
Una hermandad en Dios y ayuntamiento, Que á los sanos corrompe é inlícíona,
Tanto del mismo Cristo encomendada Llamado del derecho y la justicia
En el último elerno testamento, Contra el rebelde reino va en persona ;

No puede ser de alguno desalada Y despecho y pesar de la malicia


á
Esta paz general y ligamiento , Que le niega y le impide la corona ,

Si no es por causa pública ó querella Quiere abrir y allanar con mano armada
Y autoridad del rey, defensor delta. A la razón la defendida entrada.
Entonces, como un ángel sin pecado, justa indignación movido,
Y aunque con
Puesta en la causa universal la mira , Sus fuerzas poder disimulando
y
Puede tomar las armas el soldado, Detiene el brazo en alto suspendido,
Y' en su enemigo ejecutar la ira ;
El remedio de sangre dilatando ;
Y' cuando algún respeto ó lin privado Y con prudencia y animo sufrido
Le templa el brazo, encoge y le retira, Su espada y pretensión justificando
Demás de que en peligro pone el hecho Quebrantará después con aspereza
Peca y ofende al público derecho. Del contumaz rebelde la dureza.
. ,, ,: :, , : , , , ,, , ,,

LA AUAl CANA , ('.AMO XXXV11. i;

Oprimir.! o>n Iu«t/:i mano airada


y ,.
Qi 1 que engañados
esto, A lusitanos,
La soberbia eei viz de lia midoreí Coutaponela el osllnado echo 1 ,

Despedazando la pojante armada \ con armas * brazos condenados

De in> gatos piratas valedores; Queréis violar las leyes j el derecho?


Y con rigor y lüria disculpada, Que, j nieve esos os dallados :

Como hombrea de la pai perturbadores 1. paj común j público proveí ho


1

Mn.'i to Pelipe Eslrozl su caudillo, Kl deudo religión naturaleza


, ,

>•[ ni tuiínv pasados ;i cucbiUo. ti poder de Felipe j la grandeza '


No manchará esta sangre su demencia, Mir.nl con qué largueza os ha ofrecido
Sangre de gente pérQda enemiga ! Haciendas libertades j exencl
,

Que si el delito ea grave j la insolencia, No a termino fui/. .so reducido,


Clemente ea j piadoso el que castiga. Mas con formado campo y escu idrones ,

Perdonar la maldad ea dar licencia Y casi murmurado ha detenido


Para que luego otra tnayoi se siga Las armas convenciéndoos con razones.
Cruel ea quien perdona á todos lodo . Cual pulió que reduce poi lemencla 1

Oumo el i|ue uu perdona en ningún modo. Al hijo inobediente 1 la obediencia.


Que do está en perdonar el ser clemente Qué ciega pretensión qué embaui amiento
I
.

Si conviene el rigor > ea importante ¡ Que pasión pertinaz desatinada


Que el que :>i;ij:i > castiga el mal presente Saca asi la razón tan de sn Bsieolo
Huye de ser ci uel para adelante. Y llene vuestra mente trastornada
Quien la maldad no evita, la consiente, Que una unida ni por sacr¡ ¡oto 1

Y se puede llamar participante Y con la cruz de Cristo señalada


Y el que i loa malos públicos perd i Envuelta en crueles armas homicidas
La república estraga ¿ inflclona. Dé en BUS proprias enlrañas las hei Ida
No quiero yo decir que no os gran cosa Y anas mismas divisas j banderas
i

La Clemencia, Milllil lliotlllKililc : Salgan de alojamientos diferentes


Que el perdonar, victoria es gloriosa, Trayendo mil naciones eslraujeras ,

> en el mas poderoso mas loable ; Que derraman ja sangre de inocentes,


Pero la pai común tan provechosa Y Introducen errores y maneras
No puede sin justicia ser durable ,
De pegajosos vicios insolentes,
Que el premio y el castigo a tiempo usados Dejando con su pesie derramada
La
'

Sustentan las repúblicas y estados. católica España inficionada


V un lodo el esceso y nial que hubiere A vos , eterno Padre soberano ,

Se puede remediar ni se castiga , : El favor necesario y gracia polo,


Que el tiempo a veces y ocasión requiere Y os suplico queráis mover un mano ,

Que lodo no se apure ni se siga. Pues en vos y por vos lodo es movido ,

Principe que saberlo lodo quiere, Para que al portugués y al castellano


Sepa que perdonar mucho se obliga
.1 : Dé justamente lo que le es debido,
Que es medicina fuerte y rigurosa Sin que me tuerza y saque ile lojUSlO
Descamar hasta el hueso cualquier cosa. Particular respeto ni otro gusio.
La clemencia a los mismos enemigos Y pues vos conocéis los corazones
Aplaca el odio y animo indignado Y juslo celo con que el mió se mueve
el ,

Engendra devoción produce amigos, , Y en los buenos propósitos y accl !S


Y atrae el amor del pueblo aficionado El principio tenéis y el fin se os debe,

Que el continuo rigor eu los castigos Dadme espíritu igual dadme razones .

Mace al principe odioso y desamado. • Con que informe mi pluma que se atreve ,

Oficio es propio y propio de los reyes A emprender temeraria y arrojada


Embotar el cuchillo de las leyes. Con l.iu poco caudal tan gran jornada.
Y se puede decir que no importara Queriendo Sebastián , rey lusitano,
Disimular los males va pasados, Con ardor juvenil y movimiento
Si dello ánimo el malo no lomara Homper el ancho término africano
Para nuevos insultos y pecados: Y oprimir el pagano atrevimiento.
El miedo del castigo es cosa clara Prometiéndole entrada y paso llano
Que repn los inimos dafiados, Su altivo y levantado pensamiento,
> el ver al malhechor puesto en el palo Allego de aquel reino brevemente
Corrige la maldad y enmienda al malo. La riqueza, poder , la fuerza y gente.
Mas también el casligo no se baga Mas el rey don Felipe , que al sobrino
Como indocto y crudo cirujano
el Vio moverse a la empresa lan lijero
Que siendo leve el mal, poca la llaga , Al errado designio contravino
Melé los filos mucho por lo sano, Con consejo de padre verdadero ;
Y con el enconoso hierro estuga Y pensando apartarle del camino
Lo (pie sanara sin locar la mano: Que iba a dar a lan gran despeñadero,
Que no es buena la cura y esperiencia Hizo que en Guadalupe se juntasen ,
Si es mas recia y peor que la dolencia. Para que alli sobre ello platicasen.
Quiérame declarar: que algún curioso No bastaron razones sulieieiiles ,

Dirá que aquí y allí me contradigo. Ni el ruego y persuasión del gi ave lio,
Virtud es castigar cuando es forzoso Ni una gran multitud de inconveniente!
Y necesario el publico casligo ; Que pudieran volver airas un rio ,

Virtud es perdonar el poderoso Ni el poner la cerviz de laidas gentes


La ofensa del ingrato y enemigo, Bajo de un solo golpe al alliedrio
(; nulo es particular, ó que se entienda De la inconstante y variable diosa,
Que puede sin casligo haber enmienda. De revolver el mundo deseosa
Voime de punto en punto divirliendo, Que el orgulloso mozo, prometiendo
Y el tiempo es corto y la materia larga; Lo que el justo temor dificultaba ,

Kn lugar de aliviarme recibiendo , Los prudentes discursos rebatiendo ,

Kn mis cansados hombros mucha carga : Todos los contranueslos tropellaba ;


Asi de aquí adelante, resumiendo Y tras la libre voluntad, corriendo
Lo (pie menos importa y mas me carga, Ni muerte y perdición apresuraba :

Quiero volver a Portugal la pluma Que no basta consejo ni advertencia


Haciendo aquí un compendio y breve suma. Contra el decreto y la fatal sentencia.
; , , , ,, , ,, ; , , , ,

130 DON ALONSO DE ER.C1LLA Y ZUSIGA.


¿Quién cantará suceso lamentable,
el Atento al fuero, á la costumbre, al hecho
Aunque tenga la voz. mas espedida, Y'otras muchas razones que juntaron
Y aquel sangriento lio tan miserable Con recto , justo , igual y sano pecho ,
De la jornada j gente mal regida ,
Sin discrepar , conformes declararon
La ruina de un reino irreparable, Ser don Felipe sucesor derecho,
La Lima antigua en solo un día perdida Y el reino por la lev le adjudicaron
Todo por voluntad de un mozo ardiente, Con tierras, mares .títulos y estados
Movido sin razón por accidente? Bajo de la corona conquistados.
Otro refiera
ej aciago dia Vista pues don Felipe la justicia ,
Que S los mas
tristes en miseria escede : Por tan bastantes hombres declarada,
Que aunque sangrienta está la pluma mia ,
Sospechoso del odio y la malicia
Correr por tantas lástimas no puede. De la plebeya gente libertada
Quiero seguir la comenzada via Y la intrínseca y vieja inimieicia
Si el alto cielo aliento me concede : En los pechos de niuc-lms arraigada,
Que ya de aquesta parte también siento Quiso tentar en estas novedades
Armarse un gran nublado turbulento. El animo del pueblo y voluntades.
Después que el mozo rey voluntarioso Y con piadoso celo deseando
Al africano ejército asaltando, El bien del reino y público sosiego
En el ciego tumulto polvoroso Fu la mente perpieja iba trazando
Murió en montón confuso peleando ,
Cómo echar agua al encendido fuego.
Y fortuna de un vaivén furioso
la Por todos los caminos procurando
Derrocó cuatro reyes , ahogando Aquietar el común desasosiego ,

La fama y opinión de tanta gente , Que ya con libertad sii: corregirse


Revolviendo las armas del Poniente, Comenzaba en el pueblo á descubrirse.
Fué luego en Portugal por rey jurado Para luego elegido
lo cual fué del
Don Enrique, el hermano del abuelo, Don Cristóbal de Mora , en quien había

Cardenal y presbítero ordenado, Tantas y tales partes conocido


Persona religiosa y de gran celo , Cuales el gran negocio requería :

De años y enfermedades agravado, De ilustre sangre en Portugal nacido,


Mas que para este mundo para el cielo De quien como vasallo el rey podría
Ofreciéndole el reino la fortuna Con ánimo seguro y esperanza
Con poca vida y sucesión ninguna. Hacer también la misma confianza,
El gran Felipe , en lo intimo sintiendo Y enterarse del celo y sano intento,
Del reino y muerto rey la desventura , Tantas veces por él representado,
Y del enfermo don Enrique viendo Entendiendo la fuerza y fundamento
La mucha edad} vida mal segura, De su causa y derecho declarado,
Como sobrino y sucesor queriendo No traído por término violento,
Aclarar su derecho en coyuntura. Ni aeseo de reinar desordenado,
Que por la trasversal propincua via Mas por rigor de la justicia pura,
A los reyes y títulos tenia : Por ley, razón , por lueró y por natura :

celosa y loable providencia


Con Así esto por el reconocido ,
que ,

Hizo juntar doctísimos varones, Como de rey tan justo se esperaba ,

De grande cristiandad y suficiencia, Mirase el gran peligro en que metido


Desnudos de interese y pretensiones. El patrio reino y cristiandad estaba,
Que conforme á derecho y a conciencia, Y tuviese por bien, fuese servid"
No por torcidas vias y razones De sosegar la alteración que andaba,
Mirasen en el grado que él estaba Declarándole en forma conveniente
Si el pretendido reino le tocaba. Por sucesor derecha y justamente.
Que doña Catalina , como parte, Con que en el suelto pueblo cesaría
Duquesa de Berganza pretendía El tumulto y escándalos estraños,
Por hija del infante don Duarte, Y su declaración atajaría
Que de derecho el reino le venia ;
Grandes insultos y esperados daños ;
Y también den Antonio de otra parte Haciendo que en la forma que solía
A la corona y cetro se oponia Para después de sus felices años
Mas aunque del común favorecido El reino le jurase según fuero
Era por no legítimo escluido. Por legitimo principe heredero.
Y que hecho el examen cada uno Hecha por don Cristóbal la embajada ,

A tan arduo negocio conveniente Y de Felipe la intención propuesta,


Sin miramiento ni respeto alguno Tibiamente de Enrique fué escuchada.
Diesen sus pareceres libremente; Dando una ambigua y frivola respuesta :

Porque en tiempo quieto y oportuno Que por mas que le fué representada
Prevenido al mayor inconveniente, La justicia del rey tan manifiesta ,

Si el reino á la razón no se allauase Procuraba con causas escusarse


Sus armas y poder justificase. Sin querella aclarar ni declararse.
Todos los cuales claramente viendo
, Visto pues dilatar el cumplimiento
Que el trasversal por ley y fuero llano De negocio tan arduo é importante
Ño representa al padre, sucediendo Por donde el popular atrevimiento
El legítimo deudo mas cercano Iba cobrando fuerzas adelante,
El varón á la hembra pretiriendo, Don F'elipe envió con nuevo asiento,
Y al de menos edad el mas anciano, Largo poder y comisiou bastante
Yendo la sucesión y precedencia Para sacar resolución alguna,
Por derecho de sangre y no de herencia A don Pedro Girón , duque de Osuna.
Don Antonio escluido y apartado Y al docto Guardiola juntamente
Por ley tumana y por razón divina , Porque con mas instancia y diligencia ,

Y el derecho igualmente examinado Vista de la tardanza el daño urgente


De don Felipe y doña Catalina, Contra la paz común v convénencia,
Descendientes del tronco en igual grado, Diesen claro a entender cuan conveniente
Él sobrino de Enrique , ella sobrina, Era en tan gran discordia y diferencia ,

Él varón, ella hembra , él rey temido , Que el rev se declarase por decreto;
Mayor de edad , y de mayor nacido : Curiando a mil designios el sujeto.
, , ,! , ;.,,,., , . ,. ,

LA ARAUCANA , CANTO XXXVII


Vil. ir

Y porque cosa alguna no quedase ¿Qué jornadas también por mar y tierra
Poi hacer j lenlai lodos los \
"lo-
, Habéis hecho 'l'"'
deje de -güiro- ,

Y elega pasión no perturbase


la A Italia la, 4 Fl ooie-, a Inglaterra
, Au.-'i
Kl sosiego v quietud de los estados Cuando el re p"i rej i pediros f
Antes que el odio anlí 511 veníase, De aib el i" nerra
1

iii- eminentes hombres señal idos Al Piró loe Ib'*" por Ola- -finios ,

De i"- <]'" i » so real ci nsejo h ibis Do con suelto luroi lanías espadas
i liimamenie i don Enrique envía. Estaban contra vos desenvainadas.
Uno, Rodrigo Vázquez . que en prudencial Y el rebelde indiano e lig "i" i

En rectitud , estudio y disciplina Y el reino a la obediencia redui Ido .

i i.i de randepru esperlencla,


I
i \ Pasé al re i" /tranco, que alterado
De claro inicio j singular dolrina ;
llabi.idel cuello el JUBO saflldldii ;

Kl otro, de no meuos suíi i Y Con prolija un. ido,


Ps so en letras Ho loa
el doctor , Y al odioso dom lo ,
Ambos varones raros, escogidos, Seguí luego adelante las conquistas
En gran ugura j opinión tenidos : De las ultimas llenas lomea vistas.
Para qué Enrique dellos informa Dejo |ior no cansara ¡ ser míos
Y de todas las dudas satisfecho Los inmensos trabajos padecidos
A las fortes que j se habían ¡untado i La sfi hambre, calores j 1"- me
,

Informasen también de mi dere< ho .


La falta irremediable de vestidos,
Y al pueblo contumaz j apasionado, Los montes que pal é, los grandes ríos
Puesto del u provecho I il Los yermos de poblados n rompidos i

Ion os 3 lib ule- prometiesen 1


1 Rii peligros trances 5 fortunas
i- . .

Con que a mi devoción le reduj Que aun Bori p.ra contadas importunas.
Y aunque entendiese el viejo rej pudente Ni digo cómo al liu por afilíenle
Si i .
-io
todos convenia
i .
i que .i Del mozo cap tan acelerado
Pues poi la espi esa lej derechamente luí ido á la plaz injustamente
11 1

i.i re mi Bobrinjj le veniai


,
A ser públicamente degollado ;
i luga dilaci

pertinente Ni la larga prisión Impeí linente


El negocio suspi nsc enlretenia Do estuM' tan sin culpa molestado,
a tin que aquellos subditos j estados Ni mil otras miserias de otra suerte ,

1 nesen con mas ventaja aprovechados. De comportar mas gravea que la muerte.
Pues como hubiese el tardo rey dudoso Y aunque la voluntad, nunca cansada,
Kl término y respuesta diferido, Esta para serviros hoy mas viva,
Llego aquel de la muerte presuroso llrsni.ua la esperau/a queln anlaila
Del autor de la vida estatuido :
Yicnil proejar siempre agua arriba ;

Por donde sucesor le fué forzoso al Y al cabo de tan larga ¡ gran jornada,
Viendo al rebelde pueblo endurecido, Hallo que mi cansado barco ai riba
Juntar contra sus nnes y malicia De la fortuna adversa contrastado
Las armas y el poder con la justicia. Lejos del bu j piierio deseado.
Habiendo antes con todos procurado Mas ya que de mi estrella la porfía
luchos medios de paz por él movidos, Me tenga asi ariojailo y abatido ,

Provocando al temoso y porfiado Verán al liu que por derecha via


Con dadivas, promesas y partidos La carrera difícil he COITÍdO |

M i- el poblacho teño y obstinado, Y aunque mas inste la desdicha mía ,

El premio esta en balín le • ido ,


No estimando los bienes ofrecidos '
I

La enemistad del todo descubierta Y las honras consisten do en nei las, '

Al derecho y razón cerró la puerta. Sino en solo arribar a merecerla-.


¿Quién pudiera deciros tantas cosas Que el disfavor cobarde que me tiene
Como aquí se me van representando Arrinconado en la miseria suma ,

Tanto rumor de trompas sonorosas Me suspende la mano y la detiene


Tanto estandarte al viento tremolando, Haciéndome que pare aquí la pluma :
Las prevenidas armas sanguinosas A-i doy punto en esto pues conviene .

Del portugués y castellano bando, Para la grande ¡numerable suma


El apáralo y maquinas de guerra ,
De vuestros hechos y altos pensamientos
Las batallas de mar y las 'le tierra ? Otro ingenio , otra voz y otros acentos.
Vieran-e entro las armas y fiereza Y pues del fin y término postrero
Materias de derecho y de justicia. No puede andar muy lejos ya mi nave
Ejemplos de clemencia y de grandeza, Y el ti inicio y dudoso paradero
Proterva y contumaz iuiniieicia, El mas sabio no le sabe
piloto :

Liberal y magnánima largueza, Considerando el corto plazo quiero,


Que los sacos hinchó de la codicia, Acabar de \ \ i i r , antes que árabe
Y'otros matices vivos J colores El curso de la iin-iei la vida
1111 ¡orto ,

Que fáciles liaran los escritores. Tantos años errada y distraída.


Canten de hoy mas los que tuvieren vena Que aunque esto haya tardado de mi |iarte,
Y enriquezcan su verso numeroso, Y reducirme a lo poi trero a naide .

Pues Felipe les da materia llena , Sé bien q n todo tiempo ¡ toda parte
\ un campo abierto fértil y esp cioso , : para volverse á Dios jamas .- tarde :

Que la oca-ion dichosa j suerte buena Que ca1su clemencia usó de ai le ;

Vale mas que el trabajo infructuoso, Y asi el nao .ni. no se acobarde 1 1


.

Trabajo infructuoso como el mío Pues liene un Dios lan bueno, cuyo oGcio
Que siempre ha dad seco j en vacío. Es olvida! la iImi i \ no el 1
1 vicio.

(Cuántas tierras corrí cuántas naciones . Y yo, qge 1 ni sin rienda al mundo he 'lado
Acia el helad ite atravesando, El tiempo de mí vida m
Y en las bajas aulai ticas regiones Y siempre por cam ¡ ado
El antípoda ignoto conquistando Mis vanas esperanzas he seguido:
i
, mude constelaciones Yisto 1:1 el puro bulo que l.e -ai ado,
Golfos ¡navegables navegando, Y lo mucho que ofendido, <
1

Estendíendo -• B ir, vuestra corana , Conociendo mi erroi de aquí adelante .

Hasta casi la austral frígida zona! Será razón que llore y que no cante.

ll\ HE LA APAUCASA DE l"N M.O>SO 1)K EIICILI.A V ZU.MCA.


EXPLICACIÓN
DE VARIOS VOCABLOS TOCO CONOCIDOS Qt:E SE HALLAN EN LA ARAUCANA; CON NOTICIA
DE ALGUNOS LUGAIIES INTEItESANTES.

Aligo!. Valle donde los españoles poblaron una ciudad, y Llanto. Es un trocho 6 rodete redondo, ancho de dos de-
le pusieron por nombre Los Confines de Angol. dos, que ponen en la fíenle y les ciñe la cabeza son :

Apó. Señor ó capilán absoluto de los oíros. labrados de oro y chaquira, con muchas piedras y dijes
en ellos en los cuales asientan las pininas ó penachos,
.
Ara neo (El estado de) Esunapro\incia pequeña, de veinte
de que ellos son muy amigos no los traen cu la guerra,:
leguas de largo y siele de ancho, poco nías o menos, la
porque entonces usan celadas.
cual lia sido la nías belicosa de todas las Indias, y ñor
esto es llamado el estado indómito. Ll&manse los indios Mapochó. Es un hermoso valle donde los españoles po-
de él araucanos, tomando el nombre de la provincia. blaron la ciudail de Santiago, y llámase asimismo el
Arcabuco. Espesura grande de árboles altos y boscaje. pueblo Mapochó.
Bohío. Es una casa pajiza, grande, de sola una pieza, Mita. Es 1 1 carga ó tributo que trae el indio tributario.
sin alto. Mitayo. Es el indio que la lleva ó trae.
Cacique. Quiere decir señor de vasallos que tiene gente á Ojota por contracción Jota. Especie de calzado que
.
y
su cargo. Los caciques toman el nombre de los valles
usaban las indias, el cual era á modo de los alpargates
de donde son señores, y de la misma manera los hijos
de España. Dábalas el novio á la novia al tiempo de ca-
ó sucesores que suceden en ellos. Declarase esto poi- sarse si era doncella se las daba de lana, y si uo, de
:

que los que mueren en la guerra se oirán después nom- esparlo.


brar en otra batalla entiéndase que son los hijos o
:

sucesores de los muertos. Paco. Especie de carnero que se cria en Indias, algo ma-
yor que el común Son muy lanudos, y tienen el cuello
Caiipolicán. Fué hijo de Leocán, y Lautaro hijo de Pillán.
Declaro esto porque, como son capitanes señalados, de
muy largo. Son de varios colores, blancos, negros ó
pardos. Es animal muy útil y provechoso, porque su
los cuales la historia hace muchas veces mención poí- ,
carne es sabrosa y mantiene mucho. Sirve para el tra-
no poner tantas veces sus nombres me aprovecho de
los de sus padres.
uco y conducción de las mercaderías y géneros que se
llevan dr una parte a olra. Los pacos á veces se enojan
Cautt'n. Es un valle hermosísimo y fértil, donde los es-
y aburren con la carga, y écuanse con ella, sin remedio
pañoles fundaron la mas próspera ciudad que ha habido de hacerlos levantar.
en aquellas partes, la cual tenia trescientos mil indios
casados de servicio llamáronla La Imperial porque
:
Palla. Es
lo que llamamos nosotros señora; pero entre

cuando entraron los españoles en aquella provincia, ellosno alcanza este nombre sino á la noble de linaje
bailaron sobre todas las puertas y tejados águilas im- y señora de muchos vasallos y hacienda.
periales de dos cabezas, hechas de palo, á manera de Penco. Es un valle muy pequeño y no llano ; pero porque
timbre de armas que, cierto, es extraña cosa y de no-
; es puerto de mar poblaron en él los españoles una ciu-
tar, pues jamas en aquella tierra se ha visto ave con dad, la cual llamaron La Concepción.
dos cabezas. Puelches. Se llaman los indios serranos, los cuales son
Coquimbo. Es primer valle de Chile, donde pobló el ca-
el íorlisiiuos y lijeros, aunque de menos entendimiento
pitán Valdivia un pueblo que le llamó La Serena, por que los otros.
ser él natural de La Serena tiene un muy buen puerto
:
Valdiiia. Es un pueblo bueno y provechoso : tiene un
de mar, y llámase también el pueblo Coquimbo, lo- puerto de mar por un rio arriba , tan seguro , que varan
mando el nombre del valle. las naos en tierra, y está fundado no muv lejos de un
Chaquiras. Son unas cuentas muy menudas, á manera de gran lago, al cual y á la ciudad llamó Valdivia de su
aljófar, que las hallan por las marinas, y cuanto mas nombre. Entiéndese que cuando se fundaron estos pue-
menuda es mas preciada labran y adornan con ellas
, : blos era Valdivia capilán general de los españoles,
y
sus llantos, y las mujeres sus hincóos, que son como á el se atribuye la gloria del descubrimiento y población
una cima angosta que les ciñe la cabeza por la frente, de Chile.
á manera de locos , ó ciertas puntillas de oro que se po- Vicuña. Cabra montes que se cria en Indias : no tiene
nían en los birretes de terciopelo con que antiguamente
cuernos, y es mas alta de cuerpo que una cabra por
se cubrían la cabeza andan siempre eu cabello, y suelto
:
grande que sea. Su lana es finísima y nunca pierde el
por los hombros y espalda. color.
Chile. Es una provincia grande, que contiene en sí otras
Villa -rica. Es ctro pueblo que fundaron los españoles á
muchas provincias : nómbrase Chile por un valle prin- la ribera de un lago pequeño , cerca de dos volcanes
cipal llamado así ; fué sujeto al Inga, rey del Perú, de
que lanzan á tiempos lauto fuego y tan alto, que acon-
donde le traían cada año gran suma de oro, por lo cual
tece llover en el pueblo ceniza.
los españoles tuvieron nolicia de este valle; y cuando
entraron en la tierra, como iban en demanda del valle Yanaconas. Son indios mozos amigos, que sirven á los
de Chile, llamaron Chile ¡i toda la provincia hasta el es- españoles, andan en su traje, y algunos muy bien tra-
trecho de Magallanes. tados, que se precian mucho de policía en su vestido :

pelean á las veces en favor de sus amos, y algunos ani-


Eponamon. Es nombre que dan al demonio, por el cual mosamente especialmente cuando los españoles dejan
,
jaran cuando quieren obligarse infaliblemente á cum-
los caballos y pelean a pié; porque en las retiradas los
plir lo que prometen.
suelen dejar en las mauos de los enemigos, que los ma-
Jota. Véase ojota. tan ei nellMlil Jlllenlc
,

EL BERNARDO
6

VICTORIA DE RONCESVALLES,
DEL DOCTOR DON BERNARDO DE VALBUENA (I).

AL EXCELENTISMO SENOB DON FRANCISCO FERNANDEZ PE CASTRO,


CONDE DE L.EMOS Y ANDHADE, MARQUES DE SARRIA , DCQL'E DE TAl'RISANO, ETC.

Este poema heroico del famoso Bernardo del Carpió, en que so (Inscribo la esclarecida des-
cendencia de la excelentísima casa de Castro, oá mas de catorce años que se le dedicó su autor
en esa corte al gran Mecenas «lo todas las buenas letras y habilidades de España, el excelentísimo
don Pedro Fernandez de Castro, queestá-en el cielo, hermano de vuestra excelencia; y después
que la suya, con la agradable benignidad de su nobilísima condición, no se desdeñó di- honrar
1 obra pasando los ojos por ella, debajo de la aprobación de su clarísimo ingenio se ganó pri-
1

vilegio para imprimirla, lo cual hasta ahora no se lia hecho, por las dificultades con que uV
ordinario caminan las cusas que van soliro diligencia de cuidados ajenos. Ahora su autor, que
puede decir que ha salido do nuevo al mundo, de las soledades de Jamaica donde este tiempo ,

estuvo como encantado, por refrescar el gusto en lamei ia de haber hecho este pequeño
Servicio á quien se debían los mayores de la tierra, la ha mandado poner en la estampa. Su-
plica a vuestra excelencia, como a dignísimo sucesor, no solo de la nobilísima casa > estado,
sino de las demás heroicas y soberanas virtudes, entendimiento, magnanimidad y gentileza de
animo de su tan querido hermano, la favorezca con admitirla por suya, y dar licencia que ella
y BU autor gocen, debajo di' la protección y amparo do un tan gran príncipe, la honra y acre-
centamientos que desean, cuya excelentísima persona guarde nuestro Señor felicísimos años, etc.

El doctor don Bernardo de Valluena.

(I) Muv poras son


las noticias que hasta ahora han podido adquirirse de la vida de este célebre poeta. Es, si, ¡n-
dod ible doctor !><>> Bebiuhdo de Vauoeu ("), hijo de aun Gregorio de Villanueva y doria Luisa de \ albnena
que el
ambos descendientes de familias nobles y muv distinguidas en Valdepeñas d le habían desempeñado varios car-
.

gos de república , nadó en la citada vUla, perteneciente ala provincia de la Hancba, el dia 23 de noviembre de 1568;
pero ignoramos que circunstancia le hizo adoptar el apellido de su madre. Tenia aun puros años, y.,', porqac algún
deudo suyo quisiera encargarse de su educación, ó por otra cansa asimismo desconocida, pasó a Nueva-I
as estudios, y entró con efecto en uno de los colegios de Méjico, d lé dio pruebas de sn mucho in-
genio y aplicación pues no solo obtuvo el premio de ires certámenes poéUi os en que lomó parte, sino que biso
,

progresos en la facultad de teología n que se dedicaba y recibió el grado de bachiller. Efectuóse uno de dichos
, ,

certámenes con motivo de la festividad del Corpus, y presenciaron la adjudicación del premio el arzobispo don Pedro
Moya y seis obispos que accidentalmente se hallaban en Méjico celebrando un con. ¡lio, que fué el tercero mejica-
no, en el año 1385 Regresó a España no se sabe cuando, aunque algunos aseguran que en loas, y reí ibió en Sigüenza
el grado de doctor, é Inmediatamente sin duda el nombramiento de abad mayor de la isla de Jamaica
, , dado que .

parece contaba a la sazón unos treinta y nueve años de ed.nl No ei a lodaí la anciano, y esto prueba el alto concepto
de que gozaba, cuando en 10-0 fue electo obispo de l'uerlo-liico. I. a Academia Española, eliriéndnsc á documentos
i

sacad es id ai chivo de lndias.de Se vil la, dice que asistió al concilio provincial de Santo Domingo en 1682 J 23, cons-
1
1

tando también que visitó su diócesis y celebró lo De su vida nada mas hemus averiguado mi muerte fué en :

aquella isla el lt de octubre de 1627, y por consiguiente a la edad de cincuenta y nueve años. Dióse sepultura á SU
euer| n la capilla de San Bel ttai lo, que él mismo halda fundado en la catedral.
Dejo impresas estas obras La Grandeza mejicana Méjico 1604.
:
, El Siglo de
,
— Om
Madrid, 1008; de «uvas dos
,

ediciones nizo únala Academia, en la imprenta de Ibarra, el año 1841 ; y El Bernardo ó /.« victoria de Ronceevalli t,
dado a luz por primera vez en Madrid, en 1021, en un tomo en 4.°; y después por don Antonio Sancha en 1807, ,

en tres tomos en 8.°


La Cosmografía universal, El divino Cristiados 6 Crisliada, Loaltexa de Laura y El arte nuevo de Poesía , que
también se le atribuyen , no se sabe s¡ llegaron a imprimirse lo probable es que no, y que cayese
: Iginales en
manos de los holandeses cuando, invadiendo aquella isla y saqueando el palacio episcopal se apoderaron de la bi- .

blioteca de Valciena.

O Enlhuena se ha escrito y se escribe treneralraonte; pero, autorizados con el ejemplo «le la Academia Española, que en so «lición de
El Sijlo de Oro y l.tt i'.rantltrzíi tnrjn cm di?., esta correcefoo luanas creido ICCrtada ¡a sustitución de laií por Ja \ cu Ij primera sjljbj ;
,

tiulu mis, cuanto que asi uo iutriuj-iuius, como lo ha becbo el uso común, la le; de la etimología.
1-ÍO DON BERNARDO DE VALBUENA.

PRÓLOGO.
Adnqob sacar ahora á luz esto libro,on alguna manera desdice de lo que en rigor (oca á mi
oficio y dignidad, y a la profesión de pulpito y estudios de teología, poique el tiempo, dueño
de las acciones humanas, de tal manera altera y muda las cosas, que lo mismo que en uno era
gala y bizarría, en otro suele heredar diferentes nombres con todo eso, lo que en una ocasión
;

lúe virtud reconocerlo por tal, en otra no puede ser vi< io; y asi, este poema, demás de haber
sido los primeros trabajos de mi juventud, fábrica y compostura del calor y brio de aquella
edad, (p;e tiene por gala semejantes acometimientos y paitos de imaginación, todo el es sugeto
heroico y grave, lleno de honestidad, modestia y pureza de lenguaje, y cual di- necesidad se
requería para celebrar el real origen y descendencia de la excelentísima casa de Castro una ,

de las mas calificadas de Europa.


Y aunque para el vulgo y generalidad del pueblo, que por la mayor parte lee estos libros
sin mas advertencia que á sola la armonía de los con onantes ó al superficial deleite de la
fábula, no había que hacer este discurso; ni menos para los doctos, que, versados en letras
humanas , saben de todo fundamento lo que yo aquí puedo repetir; todavía quise servir! I

plato con salsa, á los unos, que procuren seguir los s de su arte, y á los otros, que si

quisieren salir de su ordinario paso y entrar al fondo de las cosas, hallen senda y camino por
dónde. Y asi, digo que, i
ndo yo en los principios de mis estudios y por alivio dellos, po-
ner en ejecución y práctica las reglas de humanidad que en la poética y retórica nos acababan
de leer (clase por donde todos en la niñez pasamos), y celebrar en un poema heroico las
grandezas y antigüedades de mi patria en el sugeto de alguno de sus famosos héroes, cuyas
admirables hazañas, asombrando con majestad el inundo, también con la de su fama pregonan
el descuido de su nación; me puse á buscar un asunto que, levantando con su espíritu el mió
on la grandeza de sus partes, se llegase tanto á la perfección del arte, que, siguiendo yo el que
desta facultad Aristóteles nos dejó en sus obras, esta mia saliese, si no con toda perfección, con
los menos descuidos posibles.
Este fué el fundamento de acometer en aquella primera edad, con los brios de la juventud
y la leche de la retórica, á escribir este libro, que pudiera haber salido á dar cuenta de sí
muchos años lia, pues de diez que se le concedieron de privilegio, son ya pasados mas de los
seis, y poco menos de veinte que se acabó, aunque no de perfeccionar; que esto es inacabable.
Al liii sale ahora por gusto y consejo de personas que le tienen bueno, y le saben dar mejoren
casos de mayor importancia, persuadido que no, por haber trocado el tiempo, el estado y pro-
fesión de las cosas, era justo se perdiesen aquellos primeros trabajos que para algo podrían ser
bueno», supuesto que el dejarlos perder y olvidar para siempre no era de provecho para nada;
con que me convino ajustar á su voluntad la mia, y dar, por la misma regla, cuenta de las que
fui siguiendo en el discurso desta obra.
Y* sea la primera, que por cuanto las fábulas que se fundan en alguna breve historia, dice
el filósofo que son las de mayor artificio y lustre, y las que de la centella de la verdad dan el
rayo del deleite vestido de mas verisimilitud y hermosura, trabajé en hallar una que, sirviendo
de fundamento á mi poema, en sí misma fuese breve, admirable y de varón famoso, y tan llena
de rastros de grandeza en la memoria de los hombres, que desde luego el tratar della la hiciese
agradable y deleitosa.
Tal me pareció la de nuestro famoso español Bernardo del Carpió, breve en su discurso,
como lo son casi todas las historias de aquel tiempo; admirable por la pomposa fama con que
siempre sus hechos se han celebrado de memoria en memoria hasta la nuestra; de principe
heroico, descendiente de la real sangre de los godos, y por el consiguiente de la mayor no-
bleza de la tierra.
Y porque la acción en estas obras ha de ser una, y esa de la persona principal (que llaman
épica) la mas famosa, escogí la mas célebre victoria de Roncesvalles, donde con la gente espa-
ñola el rey don Alonso el Casto, su tío, por cuyo general iba, destruvó la potencia de Cano-
Magno, que venía á dar sobre Asturias, vi nciendo por su persona y las de sus españoles los
tan celebrados paladines de Francia, y dando de su mano, con el último de sus golpes, muerte
á Roldan, el principal de todos, en que se remata la acción y el libro; porque, siendo aquella
muerte la del hombre mas famoso que por aquellos siglos habia, pasar adelante en sus victo-
rias fuera descrecer en la grandeza y majestad dellas.
Algunos del número primero á quien en estos discursos respondo , me habrán ya en diversas
,

ocasiones hecho cargo que esta victoria de Roncesvalles y muerte de los Doce Pares en ella,
se tiene comunmente por incierta y fabulosa, según la apurada diligencia de los mas graves his-
toriadores de España, que, con ser en favor suyo, hay pocos que la admitan por verdadera: con
que parece que desde luego entra esta mi obra manca, pues toda su máquina se funda
cimiento dudoso, y aun por ventura de lodo punto falso, pues los encantamentos de Orlando,
EL PERXXüDO, PRÓLOGO. 1!1

bravezas de Reinaldos , Instra


las :

ras j cercos de Mal


ibarUerías de los Doce Pares, con su tan celebrado cronista 5 arzobi po Turpin,
más licnen de fabuloso que verdadero, no solo en las bistorii mas aun en el jui ,

estimación de un moderado discurso.


Digo pues á toda esta obji ¡ion, que lo que yo aqi es un poema heroico, el cual,
i

doctrina de Aristóteles, ha de ser imitación di


i
liumaña en alguna persona grave,
donde en la palabra Mita clnycl lera.qui noi ugetodepoc la, que
ha de ser toda pura imitación y parto leliz de la iva. Donde de paso se vi ra cuan inad-
vertidamente hablan los que la principal calidad de n illan que es el no ba-
i

1
a desviado un punto ele la verdad co
: i que cnanto mas desta tuvieren, tanto ellos
i

tendrán menos de poetas, pues dice el mismo filósofo, que ai la historia de Heredólo se li-
en verso, no por eso sería poesía, ni dejaría de ser historia como antes que es la razón poi que ;

tampoco Lucano es contado entre loa poetas, con haber escrito en verso. Porque la poesía ha
de ser imitación de verd no la misma verdad, escribiéndolas cosas no como ucedie- ,

roa, que esa ra no sería imitación, sino como pudieran suceder, dándoles toda la perfección
que puede alcanzar la imaginación del que is unge que es lo que hace unos poetas mi
I
;

que litros y asi, para un obra no hace al caso que \,¡- tradici
; s que en ella Bigo sean lertas i

¿fabulosas; que cuanto menos tuvieren d historia y mas de invención verisímil , tanto mas
se habrá llegado a la perfección que le deseo.
La acción y fundamento del poema es este el artificio de bu ampliación es imitando las per-
:

sonas mas graves de la litada de Homero, porque la del rey Casto es la de Agamei la de ;

Bernardo la de Aquili > al cual la diosa Téüs dio á criar al centauro Quiron, como la liada Al-
,

ema dio a Bernardo el sabio Oróntes Perraguto es Ayax Telamón Galalon, üllses Morganle,
¡ ; ;

Diomedes Roldan, Héctor y asi de los demás.


. ¡

Y porque a la majestad heroica, conforme a nuestra religión, liaren taita para lo verosímil
las deidades y semideos con une los antiguos hacían m admirables y pompo os sus poemas
t
,

el Boyardo y los que le han .nido inventaron en su lugar las hadas y encantamentos de
los ma: ..s, que, siendo pote-t ides superiores, sirven de le\,int;ir la fábula, y hacerla en el de-
leite y alegoría mas vistosa y admirable. Yo en esto seguí lo que halle inventado, por trata
las mismas hazañas y de los mismos héroes que la común tradición nos da muertos a mano -

de nuestro Bernardo y de sus españoles y asi. este poema se puede llamar el cumplimiento,
¡

la última linea y la clave que de Heno en lleno cierra el artificio y máquina de sus fábulas,
y
los portentos y asombros que de los principes de aquel siglo con tanta admiración leí ,'-
.

ido lo mejor de Italia v Francia.


En la narración de la taluda, de tal manera proseguí su discurso, que, sin comenzarla por el
principio, quedase en el fin patente y descubierta en toda, sus partes; porque, asi como el mundo
consta de dos géneros di' cosas, unas naturales y otras artificiales asi también hay dos modos
,

atar y hacer relación de esas mismas cosas, uno natural, que es el histórico, y otro arti-
ÜCial, que es el poético y asi romo seria defei tO en el di-eurso natural no comenzar las co-
;

sas con claridad desde bus principios, siguiéndolas ordenadamente hasta los finí s, asi lo
i o el artificial contarlas sin artificio, y como las cuenta el historiador y asi. conviene que la ¡

narración poética no comience del principio que lia de seguir, sino del medio, para
que asi, al contarla toda, se comience, se prosiga y acabe artificiosamente , y traya
en su discurso aquel deleite que el artificio con su novedad y la novedad con su admiración
,

suelen causar, lauto mayor cuanto mas ingenioso es, y mas sutiles y menos violentas invencio-
bre.
Sirve también ste modo, de contar las cosas con artificio, de engañar disimuladamente el re-
<

celoso gusto ,!,.[ lector, que iempre con la prolijidad se cansa; el cual ci
i

¡n nido mi lectura ,

medio- de la fábula, caminando tras los di eo de saber su principio, al encontrarlo, se


I

halla tan cerca del fin, que no le es molesto acabar lo que resta; y esta es la razón porque
mi poema no se comenzó, como dice Horacio, por los huevos de Leda, esto es, del conoci-
miento de Bernardo, ni di su educación y crianza, sino de los alborotos de la guerra de Fran-
cia, que ya le hallaron criado v hecho hombre valeroso en el mundo, sin dejar por eso de
contar su nacimiento y origen, sus hazañas y descendencia, y cuanto del y de 01 iban
escrito los historiadores mas graves de nuestra nación hasta ochocientos años después de su
muerte, con lo mas llorido de las antigüedades y noble/a de España*, descripciones de lugares,
montes, ríos y fuentes, castillos y palacios suntuosos, con una casi univi r al geografía del mundo,
sembrada artificiosamente por él, y las costumbres mas notables de sus ni iones y aquellas que,
por haber dejado vistoso rastro de si en las memorias de las gentes, maydigiias juzgué de ser
celebradas.
Y no solo este artificio se guardó en lo principal de la acción, mas aun en sus episodios d di-
gresiones no hay tabula que, antes de mostrar su fin, no ponga al leí tor en las manos los prin-
cipios de otra de no menor d ite \ gusto, dejando siempre la primera en el mayor riesgo
!

y
en lo mas apietado del nudo, y donde el deseo queda mas violentado, y el deleite mas empe-
;
,

1 13 DON PEnNAItDO DE VAOT1ENA.


Dado en lo por venir : artificio, á mi parecer, poderoso á llevar entretenido hasta el fin, con el
natural apetito de saber, al gusto mas tibio y helado que en él entrare.
Para todo lo cual, y para mejor tejer las narraciones de un poema tan largo, sin cansar dema-
siado con ellas, procuré que la persona del autor hablase en él lo menos que fuese posible, con
que también se pudo añadir á la tabula mas deleite siéndole por esta via permitido el exten-
;

derse a cosas mas admirables, sin perder la verisimilitud; porque, si la persona del poeta con-
tara los monstruos de Creta ó el origen de la ciudad de Granada, careciera lo uno y lo otro de
aparencia de verdad mas referidos estos casos por tercera persona, queda con todo lo admi-
;

rable, y el autoiyio fuera de lo verisímil; porque, si no lo es que Graviniase convirtiese en árbol,


y Estordian en gusano de seda, eslo, y muy posible, que aquellos cuentos por entonces andu-
viesen en las bocas de los hombres de aquel mundo, y los unos los contasen á los otros debajo
de aquella misma opinión que los oían; que si de. la imitación poética la porción mayor de su
fin es el deleite en ningún modo le podrá dañar el enriquecerla de ese tesoro por todos los
,

caminos posibles.
Mas, porque este con perfección no se consigue menos que moviendo las pasiones del ánimo,
y estas con ninguna cosa se mueven tanto como con la compasión y el miedo en los sucesos
ajenos, que mientras mas lastimosos y tristes, mas poderosos son á mover los presentes; hice
lo posible porque este poema, en sus partes y en su todo, fuese una apurada tragedia, y que
asi,. lo principal de su deleite le naciese de la compasión de tantas muertes lastimosas, sucesos
trágicos, destrozos de gentes, truecos de reinos y caídas de príncipes como por él van sem-
brados; con que no solo se deleita el gusto, se mueve el ánimo y sus pasiones, mas aun con su
encubierta moralidad y alegoría le deja instruido en las virtudes y saboreado en ellas dibuján- ,

dole entre el deleite de la fábula y sus colores retóricos, en la persona de Bernardo que es la ,

épica, un príncipe soberano, invencible, generoso, lleno de heroicas virtudes, de magnani-


midad y fortaleza; en la del Casto Alfonso, un rey prudente y católico; en la de Cárlo-Magno,
un victorioso y potente monarca mal aconsejado la atrevida libertad de un lisonjero, en Galalon
;

un mancebo disoluto y libre, en Ferraguto un prolijo hablador, en Galirtos; en Angélica, una


;

distraída cortesana, á quien ya el tiempo va marchitando los claveles de su rostro y las flores
de su juventud en Garilo, un astuto ladrón y en Arleta, una sagaz ramera y una hechicera su-
; ;

persticiosa la gran fuerza del favor, en la fuente de la hada Iberia en el desgraciado Arnaldo
; ;

ios embelecos y fábulas de un alquimista la disoluta vida de un tirano, en Bramante y las desa-
; ;

tinadas blasfemias de un soberbio, en las de su hermano Morgante y en lo principal de la ac- ;

ción lo poco que hay que fiar en favores de fortuna y prosperidades de tiempo.
,

Mas, porque locar toda la moralidad fuera dilatar demasiado este discurso, remito al lector que
la quisiere al fin de cada libro, y de aquí, al principio del primero, por donde desde luego entre
haciendo anatomía, sino de la apurada observación del arte, á lo menos de un cuidadoso é in-
fatigable deseo de acertar con la vena del deleite, para dar con ella en la de su gusto.
\ porque el ser los versos de muchas dicciones y sinalefas, los hace llenos y sonoros, y el
tener pocas, flojos y humildes, y dos asonantes juntos disminuyen la suavidad de las cadencias,
y los consonantes en verbales humillan mucho el estilo y le descaecen, se ha huido todo lo po-
sible destas dos cosas, procurando llenar los versos de manera que, en cinco mil octavas que
tiene este poema, que son cuarenta mil versos, no se hallará uno que sea de solas tres diccio-
nes, sino que el menos lleno tiene cuatro, y de ahí para arriba, de ocho y de nueve, de catorce
y quince silabas, y algunos de catorce dicciones y diez y ocho silabas, como el último de la
octava 158 del libro ix, que dice :

Que es bieu ,
que es mal ,
que es fin ,
que es vida j muerte.
1, , ; . , : ,. , ,
. . ; ,

EL BERNARDO,
LIBKO IMílMKUO. No te \¡.. en Cólcoi el vellón divino.
Bañando el aire con vislumbres de ora
Enlri mas enemigos cuando i .

La flor de Grecia entrar en in tesoro;


>i i.anzanas del metal mas Uno,
i
luí Mlat ii > bcnefli ia el moro,
i

De mi- ii.n ule- fueron asaltadas


D bo este |-.,
| rini r Ubi d I ladoa .1,. .
. * \ r
.Ni con in.is sed ni mas calor buscadas
Uioi i i
«lijo de 1
i
is pa-
la, loa le Morgina . Ij irn~ii.ii del conde de S Que el agradable eino fértil tierra i
¡

lo, el cual da n pri- Que el r.eiis riega, fué de gente extraña;


vtnu con el rej Casio, y como el Unoo Mi leró del Que es hambre 3e oro la sangrienta guerra,
1
pcndorCirlo M Rija cruel de la ambición y sana
lovld e Ion Galferoa un nr.m socorrode R
Y los I|Ue en su veno encierra
moni.' desbátalo ei .i n le Rosta y mi
amante, y la ln-rüiusj ar.|Uiti'i:tura uY l>- pa rgina. Silmpt inquietaron i la rica España
.-

Desangrando sus venas por mil modos,


Griegos, romanos, árabes y godos.
Caen time, oh Van tú, el varón (pie pudo , \ lodos dio la bái fuá codicia
A miga" Erancia echar por tierra,
i. De su- niélales loco atrevimiento
Coando de Honcesvalles el de lo De violar con hidrópica avaricia
gimió :il ^r.in peso de ll guerra : Los sacros bosques de so alegre asiento;
|Tanto Alcina hizo un dolor mudo!
i' n Hasta que al Bn de Arabia la malicia. ,

,
mto el celoso ardor que su alma encierra!
i
Con soberbia crueldad y horrible intento,
i
anto i.i eni ¡dia obro tamo la saña
i
.
Mas de sangre se. líenla que de imperio,
De defender su invicta tierra España, Volvió el buyo en estrecho cautiverio.

ahí donde de on grave desafío Y aunque desde aquel .lia lastimoso


El trágico suceso lastimoso, Qtw sobre el desgraciado Guadalete,
A tus pies de un leonés el cuerpo . frío Caven. lo el nomine ilustre y cidro honrOSO,
Del francés arrojó mas orgulloso '
Donde en el mar de Cádiz se entremete
ii de esta fuente caudaloso rio,
i
. De a/ares hizo el hado SU reposo ,

De su real sucesión fruto precioso. Y' que de su grandeza se interprete


Por quien la fama ya promete a Castro El agorero no en quien liuiiiliiln ,

Laminas de oro y bultos de alabastro : Su invencible valor, quedó en olvido;


Mientras que de Austria el sucesor divino. La paz y majestad que antes gozaba,
Por honra a su diadema soberana, Vuelta guerra y común desasosiego,
A su diestra el asienta mas vecino, Cuanto en sus aludios términos sonaba
Cual m. n es, en dát tele se ufana;
i Era .le un icio?. Marte el voraz fuego;
Y el nuevo mundo, de gozarte indino, La altiva frente desdeñosa j brava
En voi le adora j en librea humana, De ardiente rabia llena y Furor ciego.
Y tu sangre, heredada de mil reyes, Viendo seminado en su español distrito
Honor le envia, y moderadas leyes ; Del niauní pueblo el numero infinito;
Maestra aquí tu valor; que si allanares Y bien qué á un triste asalto y ronco estruendo
Del Parnaso a mi roí las agrias cuesl ts Vio siempre su primer sosiego asido.
Las alas que en mis hombros levantares, Después que entre peñascos revolviendo
Te dejare en tu heroico templo puestas. Sobre el honor j .rédito perdido,
Esténse Apolo v Baco en sus altares, Salió del cuello altivo sacudiendo
Este .lando furor, y aquel respuesl El yugo infame á que le había rendido,
Que tu. que en majestad al mundo sobras, Sin gozar tiempo, término ni tierra.
Con tus grandezas honraras ñus obras. De asaltos libre , >' de ambición de guerra :

Donde en el mar Cantábrico se acaba Mas en la que


presente está alterada, al
La rica Europa, ven su golfo helado A toda antigua competencia excede,
Las fértiles arenas ciñe y iva i Sin que desde la cundiré mas nevada
Al inculto español nunca domado; Del Alpe helado al firme Atlante, quede
i n pequeño rincón solo quedaba Pueblo, gente Ó nación tan olvidada ,

Clin- al bárbaro tur. u- había sobrado, Que en ella con su riesgo no se enrede
Y' en él el Casto Alfonso recogido, Que esie fué el ademan en que fortuna
De estrecho y breve termino ceñido. Quiso de mil tragedias hacer una.
Aquí se conservaba antiguamente. Ni cuando sobre aquella cueva altiva ,
Como en el duro pedernal guardada, Alcázar real de la perdida España,
La santa luz de una centella ardiente, Del valiente Alealuau la furia esquiva
Jamas del infernal hielo apagada : Cubrió de gente > tiendas la campaña;
Aquella ilu-lre y belicosa gente, Y a no le reservar per-. .na viva,
De la fortuna bija regalada, Espigada de lanzas la montaña,
Corona universal cetra fecundo , . n nuevo rey acometió escondido,
I

De honor a España, y de gobierno al mundo. Que con mil hombres le dejó vencido :
Y bien que entonces del furor de Marte Ni cuando á sus magnánimas conquistas
Viese arruinado su florido asiento El católico Alfonso abrió la mano
Y del morisco bárbaro estandarte, Y con mas lanzas que Trinacria aristas
De sombras Heno y de pavor el viento Pasóa Galicia ejército asturiano:
El que mas tuvo en sus despojos parle, Y en varios lances y en copiosas listas
Menos seguro vio su vencimiento : Gran numero añadió al pueblo cristiano
Que no trueca su tierra á gente extraña De victoriosos triunfos, cuya gloria
Menos que á sangre , la invencible España. Eterna da á los siglos su memoria :
;: ,, ;,, , ; , ;

1-U DON BERNARDO DE VALBUENA.


Ni (Uro alboroto brega, m ruido,
,
Después de haber el mundo amenazado
De los que en aquel tiempo peligroso La fama con la voz de sus victorias;
1:1 grave n ¡no vieron consumido, Después de d ir su nombre celebí
De asaltos lleno, j falto di reposo: Con letras de oro escrito en mil memorias;
Ni con mayor estruendo y alando Después de haberle a su sabor colmado
Sonó el ames de Marte belicoso, Fortuna el vano plato de sus glorias,
Que hoj sobre la cerviz v altiva frente Y que cebado en ellas su contento,
De la francesa y española gente. Menos temía del contrario viento;
Las causas de tan nuevas disensiones Para reseña y fin de sus mudanzas,
¿Qué
furia las sacó sobre la tierra? Y freno de ambiciosos corazones,
¿Guál dios de tan parientes escuadrones En su fama y pomposas esperanzas
La ira trazo desia enconada guerra? Hoy la flaqueza muestra de sus dones;
¿Na. ¡eron de odio antiguo sus pasiones, Y pues á Us mas firmes confianzas
O del furor que la ambición encierra? Las desvanecen flacas ocasiones,
¿O las cosas viólenlas cuesta arriba Del bien ó el mal que el tiempo nos envía,
Su misma pesadumbre las derriba' Será mas cierto el juez el postrer dia.
¿Por dónde abriré senda a ios portentos Tenían sus belicosos paladines
Que estos siglos sembraron por el mundo'' Lleno el mundo y la fama de proezas,
¿ En cuáles casos sobre cuales cuentos
, Que en lisonjera lengua a varios fines
Mi estéril verso volveré fecundo? Nuevas ensanchas daba á sus grandezas,
Desla antigua preñez de pensamientos, Sonando eu lo mejor de sus clarines
¿Cual el primero haré, cuál el segundo? De Orlando las victorias y bravezas,
¿Qué brazo, qué valor, qué brio, qué saña, Los muertos reyes los gigantes fieros ,

El discurso guiará desta hazaña? De su invencible brazo prisioneros.


Por los campos, sepulcros olvidados Del bravo Almonte y nuevo rey troyano,
Se lian visto temerosamente abiertos, Y' el altivo Agricon la sangre ardiente

Y los enjutos cuerpos descarnados , Que halló su espada y derramó su mano


De triste amarillez salir cubiertos Sobre las yerbas, aun se está caliente;
Los ojos sin mover embelesados, Y de Cimosco el instrumento vano,
La voz sin fuerza los cabellos yertos,
, Ya sin rayos ni luz resplandeciente,
Pregonando desdichas no pensadas, Por orla al vencimiento y triste caso
Con los vivos trocaron sus moradas. Del soberbio Agramante y rey Gradaso.
El mar sus peces espantó bramando, Mas como no bay valor, siendo extremado,
Y tierra tembló de su bramido,
la Sin carcoma de pechos envidiosos
A quien mil monstruos fueron afeando El mundo dcste antiguo error llevado,
De vista y talle nunca conocido : Lleno estaba de quejas y quejosos,
Donde tal madre se asombró mirando De tan largas venturas enfadado ;
El hijo que ella misma habia parido, Que no hay sin agraviados victoriosos,
Y muchos sin nacer, en no aprendidas Ni hombre tan ajustado y tan querido.
Palabras dieron voces escondidas. Que de alguno no sea aborrecido.
Y donde el nuevo horror en sangre fria Las Hadas, que á las cosas variables
Los alientos volvía mas briosos. De nuestro inferior mundo dan gobierno,
Donde con mas violencia prometía Y en cavernas V grutas espantables,
Tristes tragedias á los lastimosos, Vecinas viven del silencio eterno,
Era sobre los ánimos que \ia Y' del antojo humano los mudables

De lo mejor del orbe victoriosos ;


Gustos al suyo revalidan tierno,
Que siempre los favores de fortuna Y en sus varios asientos desiguales,
Crecen para menguar como la luna. Los bienes acrecientan y los males :
Reinaba en las regiones de Occidente Estas, de los franceses paladines
Carlo-Magno, un gran principe famoso, En general estaban agraviadas,
Principe á quien las agudas de Oriente Destruidos sus palacios y jardines,
Su estandarte volvieron mas pomposo : Y su halago y caricias despreciadas :
Obedecido de invencible gente, Alcina sus tritones y delfines
Y sobre mil ciudades poderoso, Focas, ballena y redes delicadas,
A cuyo nombre ilustre y lirios de oro Deshechas ya y en libertad Rugero
,

Reverenció el cristiano, y tembló el moro. Del torpe lazo en que se vio primero :

Los altos muros de trofeos cargados, Despreciada Morgana y su riqueza


Fama á sus victoriosos escuadrones Febosilla , su fama destruida
Los altares y templos coronados Falerina su astucia y sutileza
, ;

De conquistadas armas y. pendones, Olofana , sus galas y comida ;

Despojos de enemigos destrozados Filteorana su amor y su belleza


,

De indómitas y bárbaras naciones, Y la soberbia máquina caída


Que las mas peregrinas y extranjeras De Limaturia Bruna y Aquilina
T
,

Llenas vieron de espanto sus banderas. Y el juvenil ardor de Dragontina.


¿Quién á los altibajos de la vida Ninguna en el fatal colegio habia
Punto dará y compás tan acertado, Sin queja dé francés, ninguna al cielo
Que cortando del tiempo á su medida Sin lágrimas miró desde aquel dia
i.l circulo feliz saque cuadrado? Que la furia de Francia pisó el suelo,
Ninguno hasta el ün de la partida Sino fué Logistilla, que seguia
Se sueñe á sus contentos ajustado Desta parcialidad el mejor celo,
Que en suerte humana todo es movimiento : Y sobre todas la afeitada Alcina
Ni mal que dure ni placer de asiento.
, Es la que á su venganza mas se inclina.
Triunfante el victorioso Cario-Mano Esta en un lago oscuro, de horror lleno,
Con los favores de la instable rueda Su jardín y su casa destruida
Persuadido vivia (pie en su mano Consumiéndose estaba en el veneno
El punto estaba de tenerla queda : De la afrentosa injuria recibida :

Frágiles trazas del juicio humano, Bien que su fértil isla y bosque amero
Que quien mas ti:' en él sin él se queda; , Cobrar pudieran beldad perdida,
la
Que cierto es en la noche mas serena Y ella su alcázar con mayor tesoro
Ei descrecer la luua en siendu llena. De cristal reformar, y lazos de oro.
, , ;,, , , , , ,
, ; < ;;

I!. BERNARDO, LlUItO I.

Mas, ardiendo m deseos do venganza sova amasó de un rojo cíela


iiov la
A solo csie deleite y guato aspira El vengativo gusto de la Hada
Que es mujer agraviada con mudanza, Y á la enemiga Francia torció el vuela .

Metida en un celoso infierno de ira : Por ver cuál nuevo ardor la da ocupada
Conoce oue le ofende la tardanza, Miró, y gozando triunfos sin leerlo,
Y que si la ocasión se le retira , La vio He pompa ) fiestas coronada
Su agravio pasara; que el lieiu¡.ci leve Tan llena de \ ut irías que en su adorno
i
,

Las penas traga j ios agrav ¡os bebe.


, i ii despojado mundo goza en torno.

Y como con la cólera quemad l Si bien de la jornada y pretensiones


Se alumbra y sutiliza el pensamiento, En que Saturno agüera su caida
De uno en olro discurso dio la Hada Nuevo rumor bailo y alteracionesi
Kn la (raza mejor para su intento. En anuas toda j en furor metida
De aquella rica y peligrosa espada Contrapuestos sus llenos escuadrones
One Kaierina obro en su encantamento, A una lasada gente asi rendida ,

Kn conjunciones de menguante luna, Al \ iolento rigor del duro bado .

Y temples de mudanzas de fortuna, Que apenas tierra en que morir le ba dado.


Se acuerda y revolviendo sobre el caso
, Contempla la Boberbia y aparato
Los libros de su ciencia peregrina, Del belicoso ejorrilo, y las ln [a
Sin dejar del oriente al turbio 01 aso Que á vueltas de la guerra y su rebato
Planeta, si^no, aspecto y ln/, divina En públicos carteles vuelan puestas;
Que no Consulte si- y niiila id paSO,
. :i Y en esto divertida un breve ralo ,

Llegó a saber que el bado determina Pasa el lleno, sus aguas J llore. las,
Adquiera aquella espada vigor nuevo Y Holanda, un tiempo dura é inclemente.
En la templada sangre de mi mancebo- Mira ya de agradable y culta gente.
Faltóle un punto cuando fué forjada Deja el fuerte Cales a la siniesira,
En las observaciones de su estrella, Y los peñascos anglicos nevados.
Y esta falta con sangre
, reparada , La Quersoneso cimbrica á la diestra,
Sus vivos filos volverán sin mella, Y con el marque le escarba los costados:
Invencible, y su árlilice ven;;. ola Y Zelandia amenísima le muestra
La dejará, y á Alcina sin querella, En los golfos de Esquenia sus piscados,
Si la bañare en una oculta guerra Donde, volando cd carro cristalino,
La mas heroica sangre de la tierra. A la Noruega tuerce su camino.
De un mago aspecto el abreviado punió En el Gótico mar mira al oriente
A decirle llegó que el mar Tirreno De Colmar los alcázares famosos ,

Ya sobre sus cristales tiene, junto Ahora patria y otro tiempo fuente
,

A un galeón de amor y de armas lleno, Y origen de los godos belicosos;


,

Un joven español, que puesto á punto Y siguiendo la costa del poniente,


Se vía entrar por su entoldado seno , De Suecia goza los preciosos
la
A que la autoridad de un rey severo Metales, que revientan por los riscos,
blasón y armas le dé de caballero. Y las fieras que amparan sus lentiscos.
Es de suyo el contento bullicioso Pasa á Fímarqiiia , y sobre el cristalino
Y Alema, que le l.a puesto en la venganza, Y endurecido mar que la costea ,

Al orgullo de su ánimo brioso Conoce en peñasco Suben! ino


el
Cada hora le es un siglo de tardanza. El peligroso golfo que la ondea ;
lina carroza de cristal lustroso, Y dando á las espaldas el eoiilino
Que una piedra preciosa á otra se alcanza Fuego tpie en la encubierta Tileumea
De oro las ruedas, de marlil los tiros, A las alturas de Diarmia sube,
Los clavos de diamantes y zafiros, Allí se baja de su hueca nube.
Para ir a de Iforgana
los jardines Estampa de las ruedas las molduras
Hace aprestar, y en forma contrahecha En la vega de Elsingue placentera ,

De vana plumería y pompa ufana Gozando de las nuevas hermosuras


Al yugo dos soberbios grifos echa Que en sus flores sembró la primavera;
Que en invencible vuelo por la vana Y'por entre arboledas y frescuras
Región del aire, una alba hermosa hecha . Del lago blanco llega á la ribera,
La llevan, y ella derramando amores. En cuyas playas el mayor espacio
Llueven hechos aljófar por las Dores. Ocupa de Morgana el gran palacio.
En silla de oro y rica pedreria Fueron en este lago antiguamente
En el triunfante carro recostada , De Calatea los baños celebrados,
Con mayor luz que la que saca el dia De cuyo pecho y cuerpo trasparente
La mañana de mayo mas pintada, La tibia leche y el cristal mezclados
De perlas, de rubis y argentería Le dan nombre y color, y la corriente
Por el cabello vuela una lazada De Varciga á la mar nuevos pescados.
Que haciendo el rostro un sol sirve de llama, Que de sus revoltosos y anchos senos
Que en bellos arreboles se derrama. Por secretos caminos le hace rrÜuos.
De blanca tela de oro con plumajes, Humillando jazmines y azucenas,
De diamantes y aljófares menudos Rosas y lirios que el placer retoza ,
Vestida, y por las puntas y follajes De blanco aljófar y de olores llenas
Erres de perlas y cuajados nudos; Las ruedas van de la imperial carroza
Entre doradas nubes y celajes. Y la playa, el cristal y ondas serenas
Volando pasa por los aires iñudos La Hada mira, y con la vista goza
Al lago blanco que Morgana habita De un florido tapiz y alfombra rica
Entre el frió Gcta y el helado Escita. De cuanto abril y mayo multiplica.
Tomó la Hada toda esta belleza Del inmortal laurel en la guirnalda
Del primer arrebol de la mañana ; Que en torno ciñe el lago, considera
Que del mago pincel la sutileza Itruñida plata y cercos de esmeralda.
Lo sano enferma, y lo doliente sana; Que un resplandor en otro reverbera
Lo feo agracia, al muerto da viveza, • Y en las floridas rosas de su falda
La encogida vejez vuelve lozana , De pedrería una estrellada esfera
Y al fin hacen y ungen sus unturas De no menor beldad que la que en vuelo
Alegres teces, muñas hermosuras. Trastorna por sus bóvedas el cielo.
Id
:
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, , ; , , ; , ;, ,,

u« DON BCBNABDO DE VAT.BTFNA.


Dentro del tertil bgn hacia b pr.rte
, La pluma vuelvo á la intricada masa
Que le apunta la luí de la mañana , De historias que en aliento y son divino,
(i por natural curso 6 fuerza de arte, Como de un nuevo abril flores sin tasa,
Está una fresca ¡sida y tierra llana; Por este asunto brotan peregrino :

De cien torres ceñido un baluarte. Después diré de la encantada casa


Donde resurte, vuelto espuma cana. La traza el modo y lin deste camino
, ;

El cristal tierno, <]iie en hermosos lejos Que de la historia aqui la grave suma.
Sirve á sus playas y árboles de espejos. Tras su vuelo arrebata el de mi pluma.
Aquí, sobre cimientos de alabastro Y el triste y ronco son de las cadenas
Y mármoles preciosos, se levanta. De un conde por envidia aprisionado ,
Hecha de un cerco en conjunción de un astro. Aunque al Bey sordas, porque son ajenas,
De un real palacio la soberbia planta ,
Ya mi música y voz han destemplado :

Sin que de cimbrias ni canteras rastro Y sus canas , de honor y llanto llenas
Quedase al mundo de grandeza tanla ; Piden que deje el cuento comenzado,
Que Morgana lo hizo en sola un hora, Por ver de sus delitos el proceso;
Al romper blando de la tierna aurora. Que es obra santa consolar un preso.
En doce altivas torres dividido, Tuvo el rey Casto una gallarda hermana,
Donde el diestro primor de un nuevo Apeles Y hubo en Saldaña un conde valeroso,
Mil lazos relevó de oro bruñido Ella Venus en gala cortesana
Al vuelo de sus altos chapiteles; El en braveza un Marte belicoso
El jaspeado muro compartido Y ambos de la nobleza castellana
En dorados balcones y rejeles, La fuente de caudal mas abundoso,
Y el claro ventanaje en mil maneras En quien mostraron su poder á una
De alegre luz y claras vidrieras. Los tiempos, el amor y la fortuna.
Las altísimas bóvedas cargadas El tiempo les dio en gracia y gentileza
Del peso real de un bárbaro tesoro, Colmada a sus deseos la medida,
De bruñido alabastro las portadas. Y del pródigo amor la ancha largueza ;

Los firmes quicios de metal sonoro, Todo el vivo placer con que convida :
Sobre que se revuelven ajustadas Solo de la fortuna la tibieza
Las puertas de marfil y clavos de oro Su gloria dejó en llanto convertida ,

Que es esta bada la que al mundo vano Con que sus gustos, vueltos en dolores,
Las riquezas reparte de su mano. Tuvieron mas de amargo que de amores.
Crece un fresco jardín sobre la playa ,
Duró el tiempo feliz de los amantes
A sus resacas y frescor dispuesto, Lo que el sagaz recato en su cuidado;
Del quebrado cristal florida raya Que en el amor los gustos importantes
Y' del deleite humano alegre puesto Son hurtos de contento reservado :

Donde Pomona de su verde saya Al fin, con ocasiones semejantes,


El regalo mayor dejó traspuesto Del cielo llegó el tiempo señalado
Sembrando por sus yerbas y sus flores Que á Bernardo, con próspero ascendiente,
La humana industria todos sus primores. La vida había de dar y luz presente.
De un lustroso cristal muro almenado Y luego que en los signos mas dichosos
La corva playa ciñe del poniente, Que en sus esferas vio el cielo sereno
De dorados balcones rodeado, Y á gozar de los siglos venturosos
Al precioso jardín pomposa frente; Salió encogido del materno seno ,
Donde del rico mayo el matizado Incitado de pechos envidiosos
Artificio, en la cerca trasparente. El Bey, quitando á la templanza el freno,
De rayos de oro forma , y de vislumbres. De su hermana y el conde de Saldaña
Hermosos visos y encendidas lumbres. A pesar se vengó de toda España.
Que al jugar por los árboles el viento, Y en justa pena al descortés delito
Y' dorar sus hojas de esmeralda
el sol De haberse su antojo desposado,
tras
Del claro golfo en el mudable asiento, Y en la ciega pasión del apetito
Del real jardin la altísima guirnalda ; Su real palacio y opinión manchado,
A la vista hace del que mira atento, Con dura ley y riguroso edito
De verde azul, de rosicler y gualda,
, Oculto el niño , el Conde aprisionado,
Bellos reflejos , claros resplandores A su hermana hizo monja, con que pudo
De un mezclado color de mil colores. Torcer del firme matrimonio el nudo.
Tal de vidrio sutil hinchadas pomas, Sobre tres quintos lustros daba el cuarto
Del claro alinde por el terso poro, De su curso infeliz la mayor parle,
Alegres fingen de lustrosas gomas Que de gustos, ayuno y penas harto,
Jardines de esmeralda y bosques de oro La honra y la fania de Saldaña y Marte,
Y en bellos tumbos de preñadas lomas En el mas solo y encubierto cuarto
La matizada cera abre tesoro En que un torreado alcázar se reparte,
A unos alegres avisos que en reflejos
. Vivía en su cadena y prisión fuerte
La vista engañatram fingidos lejos. Sí es la vida en prisión vida y no muerte.
Y asi la Hada , por la selva ampua Guardaba el mundo tan oculto al Conde,
Mientras volando pasa su carroza, Que ya los vivos le tenían por muerto ,

De aljófar y oro la campaña llena , Y si está preso nadie sabe dónde


,

Sus flores mira y sus olores goza Que el Bey por mas seguro lo ha encubierto;
Ve el palacio , el jardin y la serena Y' siempre á un desdichado corresponde

Playa donde el verano se remoza ,


, Olvido general, favor incierto;
Qué en aquel punto al despuntar el diá Que la fortuna , al trastornar su esfera,
Luces sembraba y rosas producía. Ninguna gloria antigua deja entera.
Ya de las torres un elarin bastardo De un ofendido rey el rigor grave
La salva hacia á la amorosa Alcina, Ponerle pudo en cárcel tan estrecha
Que fen vista alegre y ánimo gallardo Que ni del dia ni la noche sabe.
Doblando iba la playa cristalina Ni cuál favor le daña ó le aprovecha :

Cuando en hábito humilde y paso tardo, Del trato hidalgo y mas suave
mas
Entre dos mirtos y una parda encina , Con mas recelo vive y mas sospecha
Ln bulto vio... Mas yo , que un mundo entero Que es grave riesgo y" de áspero castigo
Confuso miro, darlo en orden quiero. Un ofendido rey por enemigo.
; ,; , ;; . ,, . , . , , ,

EL BERNARDO, ¡JURO 1. 117

Asi en larga cadena aherrojado, Asi el Conde; y Teudonio, ;.si admirado


El preso Conde sin v Ir vivía i \ ,
lie la prudencia j gravedad del preso
Cuando un hombre de nuevo aprisionado En lauto que baldo estuvo colgado
Su tristeza aumentó j so comp De mi dulce disc u
De ispéelo afable, rostro autorizado! Di piel discreto
preguntar pagado
De discreción no centro y cortesía Di la su grave pe o
preguntas y .

Que '.oh las partes que con fiesta doble i entereza del
i
no i el modo I .

El lastre muestran de la sangre noble. ni de pecho real \ i» raleo en iodo.


i

CeBldo en lomo de un doblado muro, Y en su- penas suspenso v divi lido, i

En l;i Muía de Lu ni cuarto habla sin conocer al olvidado Conde


Que un ciego caracol por mas seguro Teudonlo, mas de honrado y comedido
a mis lóbregos senos descendía :
Que gustoso de baldar, asi responde:
Secreta estancia calabozo oscuro i , 51 101 Sgl a\ lo ron que me ha Iranio.

Donde jamas llegó la luí del día, Fortuna aquí lugar me dan por donde
,

Y tal, que al definí aente maa amigo Aliviar tu cadena y mis prisiones
De írcel le servia y de casi!
' Gran campo han descubierto tus razones.
A esta bajó Teudonlo por ma-. tuerte ;
La i.i ra está sembrada de portentos
t .

Que asi el honrado preso se llamaba De grandezas basta ahora nunca visias ,

Y al afligid» Conde allí la muerte ,


FamOSOS hombres, de altos pensamientos.
Por sobrarle la vida le Dallaba , : Armas, giien.i s furor, pleitos conquistas , , :

Llegó el huésped j tuvo i reliz suerte. ,


I lelos javanés barbaros míenlos ,

Aunque en la cié i sepultura entraba, Altivos reyes <|ue en copiosas listas


,

Ver otro muerto allí que todavía ; El mundo sacan ti soberbio alarde
Consuela en la aflicción la compañía. De un desmán nuevo en que hoy se enciende y arde.
Diéronse en cortea trueco afablemente En
gran riesgo está España de perderse,
El pea ime j la bienvenida una, Preñada <|e eoslosos enemigos,
Doliénd ida uno del presente Lijero el Rev, y fácil de creerse,
Daño que al otro lia hecho la fortuna : Y sin bailad y fe los mas amigos :

El Conde como aquel que lia estado ausente


, Harto desto en mis causas puede verse,
Del cielo '! claro sol > errante luna,
. servir mis agravios de testigos.
i

Tantos anos cerrado en el profundo, Pues mis nuevas cadenas y prisiones


Podíase ya ¿bular por de otro mundo. Son de eterna lealtad los galardones.
Y deseando saber qué nuevo estado »Es Teudonio mi nombre, y mi famoso
Las cosas alcanzaban de la tierra . Linaje en todo el orbe conocido,
Quién gobernaba el reino, á cual cuidado Del feliz Recaredo en rio copioso
La dulce paz está y á cuál la guerra . Por sucesión legitima traillo
Dejando su valor disimulado Hasta don Pedro, duque valeroso
yin' quien luego lo dice todo, yerra ; De la Cantabria, padre esclarecido
Asi con un tintillo regocijo, Del católico Alfonso y del valiente
Afable, vuelto a don Teudonio, dijo : Eruela, de corazón y de alma ardiente.
«Señor, aunque en mis culpas lie aprendido «Fué sucesor de Alfonso otro Eruela ,
Que jamas el castigo faltó en ellas Y el generoso infante Yimarano,
Se amílico que no siempre un afligido
t Por quien del Hoy su hermano la cautela
Padece v sufre agravios por teuell.is ¡
Cruel le hizo y fratricida hermano :

Que el tiempo, muchas veces competido Ili'sle un hijo quedó en su iuliel tutela,
Del Ir ir. o rigor de las estrellas,
i A quien en recompensa dio el tirano.
'I i -oc .11 se v ,iiios
, y enviar al suelo , Del muerto padre y de su injusta saña ,
En vez de alegre sol , borrasca y hielo. En titulo el condado de Saldaba.
»Y ahora vuestra presencia resplandece »Del Eruela Primero, hijos famosos
Aun entre estas tinieblas, de tal modo, Aurelio fué, Teudonio y don llermudo.
Que en su compuesta gravedad parece Soldado el uno, y reyes poderosos
Retrato singular del valor godo. Los dos; que es cuanto el tiempo darles pudo :

Y'o, señor. 50]un hombre en quien fenece Teudonio otros dos hijos belicosos
De mi principio y lin el nombre todo : Dio al mundo, y de los dos el mas membrudo ,
No tengo mas valor ni mas estado Por animoso intrépido y osado
,

Que ser dichoso ayer, y hoy desdichado. El conde don Osorio fué llamado.
>No os quiero ya informar de mi derecho; «Desto nació mi padre y por el suyo ,

One en |s rcel no baj preso con delito;


, Como he dicho, me llaman don Teudonio,
Todos están sin culpa y sin provecho , Y esta es la sangre que amo y la que huyo
Es dorar á la culpa el sobrescrito : Y este de mi linaje el testimonio :

Solo os ruego , señor, si á un noble pecho Ni la fortuna me faltó sin cuyo ,

Amor con sola ceremonia y rito Favor en el estado y patrimonio


Puede obligar, conozca ahora el vuestro Ser la nobleza suele grave carga
Que le deseo servir en mas que muestro. En honras corta y en congojas larga. ,

" Y en recambio me deis de vuestras cosas , «Estado tuve y tengo suficiente,


La parle que sin riesgo OS pareciere, Por mi y por mis mayores levantado;
Seguro que en las ir, síes ó dichosas De uves, como el Rey, soy descendiente,
H¡ gusto os seguirá como pudiere : Y tan bal con el como agraviado :

Mas si estas son demandas peligrosas En tiempo me trató por su pariente,


Que ni el lugar ni el tiempo las requiere, Con favor y caricias de privado;
I el me en trueco, porque asi se ahorren.
i
Mas siempre las privanzas de los reyes,
En el mundo ¿qué mundo y tiempos corren? Como viven sin ley, mueren sin leyes.
»;,Qué cetro le gobierna y rige ahora? «Cuando de Nugariz la furia esquiva
Qué guerras hav de nuevo? Qué dictados? Con ochenta mil moros de pelea
¿Si es ciega todavía la señora Entró en Asturias y á su voz altiva ,

Que da y reparte reinos emprestados? Tembló cuanto en sus términos rodea;


¿Quién se señala en armas? Quién adora Yo, que de mis primeros años iba
L
La fama? Quien celebra sus cuidados? Dando al mundo el ensaye y la tarea,
,'
Qué ritos, qué preniáticas, qué leyes, Por el gusto del Rey toda la tierra
O qué lisonjas privan con los reyes? » General me aclamó'de aquella guerra.
,, , ; , , , ; , , , ;,; , ,;

I!¡ DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Nuestro pequeño campo en el ile Lulos «Esto en su arbitrio fué ocasión bastante,
Al morisco dejo desbaratado, Y el ungirse falaz protector della ,

Que las infames parias y tribuios De hacer malquisto al Rey, y su arrogante


Pedia soberbio y de ánimo arriscado; Animo con mas fuerte y firme estrella :

Y pasando con ubres pies enjutos Creció en hinchado aplauso en lo restante;


Sobre el rolo escuadrón empantanado , Y al Bu, por esta senda sin perdella ,

De Miño cruce 1 y Duero ambas riberas . Un sin principio pudo, mal nacido ,

Y asombré a Portugal con mis banderas Privar del reino al Bey inadvertido.
«Largo es contarte desta gran jomada «Libróse en nueva astucia y presta huida
Los sucesos y lances por menudo : De las traidoras armas del tirano
Públicos Ilición, y ella tan nombrada. Que para asegurar la infame vida
Que al mundo baeer temblar su fama piulo :
Contra su rey tomaba ya en la mano :

No quedó filode enemiga espada El nuevo asombro de la real caída


Ni resistencia de contrario escudo Ala corte llegó de Cario-Mano
De Oviedo basta Lisboa , que no fuese Conmigo, en que se vio ser mi persona
De la opinión y ley que yo le diese. La leal cabeza de su real corona.
•>Y aunque para las fuerzas de la guerra «La triste nueva el mundo alborotado
En campo la persona real venia. Dejó, y de mi embajada el grave asiento
El bastón general de mar y tierra Sin fuerza que en no haberla el cíelo dado.
,

A cuenta anduvo siempre de la mia : Frustrado vino y sin sazón su intento :

Tomé á Lisboa y cuanto dentro encierra


, Hallóse el lieino y liey necesitado ,
Di franco á mi española infantería, El Imperio temiendo un lin violento,
Con que la volví rica y vi triunfante; lie alarbes lleno y bárbaros jayanes,
Mas por fallarle yo no fué adelante. Y ausentes sus invictos capitanes.
»En este tiempo en la hermosa Certa , «Bien que en medio el aprieto en que Agramante
De Cario, rey francés, querida hermana, A Francia tuvo en la ocasión presente,
Santo himeneo el montañés concierta, Su ínclito emperador campo bastante
En solemne aparato y pompa ufana Al Rey envió de su francesa gente
Y en la rica ciudad ahora desierta
, , Y por ausencia del señor de Anglante,
Que á Ulises ya fué un tiempo cortesana A quien vio á la sazón el rubio Oriente
Del grave asiento á las futuras bodas De amores preso de su reina bella ,
Las condiciones se firmaron todas. A Gaiteros nombró general della.
«Despachóse á mi cargo la embajada «Con valiente escuadrón de pechos briosos.
Por gusto real, ó pretensión ajena De Carlo-Magno el generoso yerno
De quien por dicha el ver la mia colmada , De Paris los alcázares famosos
Era para la suya estorbo y pena : Soberbio deja y vuelve á mirar tierno
O fuese que ocasión tan señalada Llevando de su esposa los herniosos
Con solo mi valor quedaba llena , Ojos por norte y luz de su gobierno ;

Yo al lin con el asiento y real presente Que el niño amor por las recientes bodas
Partí, dejando al liey por mi teniente. Quiso á una gloria aventurarlas todas.
<De parte del ejército asturiano, «No se atrevió á quedar la bella Infanta
De sargento mayor hacia el olicio En las mudables manos de la ausencia;
Basilio de Manuces un villano, Que es amor con la soga á la garganta
Catalán falso, hecho de artilicio, Y hacer sin fruto y premio penitencia :
A quien pudo el dinero dar la mano Es niño amor, cualquier cosa le espanta.
Y subirle, del reino en perjuicio, Y en gustos dilatados no hay paciencia :

A la plaza que ocupa y no merece; Tierno Gaiferos Melisondra bella


, ,

Mas donde él manda, todo le obedece. La guerra larga, no quiso ir sin ella.
«Era bisnieto del traidor Manuces «Dejó del rio Siene los cristales,
Que con Tarif capituló concierto Y la costa Aquitania al diestro lado,
De dar á sus escuadras andaluces De Oiiiens los muros, y altos pantanales
Hendida la ciudad y su rey muerto : De Bourges y el rio Etíre medio helado
,

Este, pues que por caños y arcaduces


, Y tocando en Limoges, sus breñales
Tan limpios vino al mundo
y salió enjerto. Pasa y llega á Carona en que, alojado
,
,

Hijo de una africana esclava lora , Sobre una fértil vega, hizo alarde
Con mezcla catalana y sangre mora ; De su aparato bélico una tarde.
«Luego que el campo y gente victoriosa «De doce veces mil fué la resella
Sin mi quedó en dos bandos dividida , Gente en cursadas guerras escogida
Y su hambrienta codicia y la ambiciosa Rien que á la que fortuna es zahareña ,
Sed de mandar no se halló oprimida, No importa mas despierta que dormida.
Con maña astuta y traza cavilosa ÍJna mañana, cuando el alba enseña
La mas granada gente reducida De aljófar su guirnalda guarnecida ,
A su opinión en riesgo no pequeño, De aquel aljófar que al romper la aurora
De la guerra y la paz se alzó por dueño. Su luz primera , el cielo en llores dora
«Fuese en secreta astucia apoderando «El rey de Argel , el fiero Rodamonte
De las fuerzas del Reino, y porque había Con una escuadra de enemiga gente
Leales cabezas del contrario bando, Saliendo de una selva, entrando á un monte,
Cuya ambición las suyas reprimía ,
Dio sobre el nuevo campo de repente
Por dar mas nervio ai usurpado bando, Y apenas con la luz del horizonte
Y entrada á su insolente tiranía , La desvelada centinela siente
Dos parientes del conde de Saldaña La mora tropa , cuando al arma grita ,

Nuevos cómplices hizo en su maraña. Y' ella al son de un clarín se precipita.


«Estaba el Conde preso injustamente, «Hallónos descuidados el asalto,
Y aun lo está todavía si no es muerto Y el sagaz enemigo en ordenanza ;
Sin que criado, amigo ni pariente La grita el algazara y sobresalto
,

De su prisión alcance el lugar cierto : Fué la primera y la mayor matanza :

La culpa á tanta pena insuficiente Quién corre á las trincheas, quién de un salto
El rigor grande, el perdonarle incierto, Caballo cobra sin espada y lanza.
Agraviada de España la nobleza , Ya sin saber adonde y, de esa suerte, ,

Y el obstinado Rej en su dureza. Por guarecer la vida , da en la muerte.


., . . ; ,, —
, , , , ,. , , ,

EL BERNARDO, LIURO I ll!>

•Uno busca armas qoe dormido las . id bravo Ah ni y el bello Uenedoro,


Yj le loliao servir de canecen : Ambos competidores \ galanes
utro por yelmo de mi unes lucido Que porla damj que gozo Mejoro
Del caballo m encaja la testera; Otro tiempo pasaron mil afanes ¡

Quien ¡irrogante quién despavorido. ,


a la sazón que el descompoesto moro
Quién "ii alma cobarde quién con üera
i , De la espada arrojo ios >¿.i\ llanes
Quién con espada quién con solo escudo, . En ravor iban del fauces Galfaros
Y quién de rabia armado ra desnudo.
. . Matando el uno, el otro haciendo fieras.
»EI asiuici enemigo que el desorden .
N aunque erro el tiro nono de ;n i,, i I ule
Yin del dormido campo el suyo uUa . i
A .Monedólo dio, (lile era el postrero;
Y antes que de <in> los penachos borden Une sia todo el riesgo en Ir delante ,

Los rayos del que al mundo regocija. Si <d peligra mayor en ser primera i

Nuestro alboroto atropellando en orden, La celada le ainio «pie u ser diamante ,

Codiciosos del saco j la parlija ,


Lo mismo fuera entonces que de acero,
Con trépala alarido y alboroto , Poniéndole los sesos
por ¿I suelo
Quedo al primer asalto el fauces rolo. Y a Alcin eternas treguas en BU cío. (

Rodamonte de Sarta, que en la tierra •Gaiteros, que riéel golpe y la herida


De la muerte lué el dardo mas agudo . Y que le libro de ambos su destreza ,

Y al cirio de la pai do mo> ió guerra ,


No huye el riesgo que salvar la vida ;

Solo porque Bubir alia no piulo Padeciendo la honra no es grandeza :

i ína luciente cimitarra afierra . Y aunque esta la ventaja conocida,

Y e< bando > las espaldas el escudo Y armado de los pies la cabeza :i

Tuno por el ejército normando El molo \ él sin urinas todavía


, .

Aquí rompiendo j deatroando.


v .iiii En mas que el hierro est;i la valentía.
»Ri rostro al uno al otro la Cabéis , . •Por la cimera le alcanzó un mandoble,
A otro llevé los píos , -.i otro los bracos .
One de plumas dejo sembrado el suido.
Hecho los dejé i otro de una pieza . Y forcé al fiera rey que humille > doble
\ ;. otro de tres golpea seis pedazos : 1. 1 cuello altivo a su orgulloso celo;
Hiende rebana descabeza
, mata , , Que boma herida en sentimiento noble
Y sin defensa estorbos \ embarazos . . No hay cosa que acometa con recelo :

De i ¡01 de allí de aquesta 6 de otra suerte,


, , Tras el le da una punía y olía punía ,

No alcanza golpe que no sopa i muerte. l'or quien tal vez la roja sangre apunta.

•Parecía en el herir vivo trasunto •El moro, que se halla sin espada
De Briareo en su batalla brava . Y' de un hombre sin armas ofendido,
Cuando a un tiempo con torio el cielo junto, rabia ardiendo con la vista airada,
l*ii

Con non in azos j espalas peleaba , Parece al cielo vuelto áspid herido
, ,
;

Desbaratando j rebatiendo a un punto Y de la peña que dejo cortada,


Su alfanje i Marte Hércules su clava , :i , Un duro risco en alto suspendido
A Pelas su gorgon su Hecha a Apolo . c.oiiira el francés arroja y arrojara ,

Y el rayo ardiente al rey del alto polo. El monte Tauro (pie a sus pies hallara.

iGaiferos, que la bella Melisenda ¡i uHien asi el ciego I'olifemo brillo.


Abrazado en sosiego y paz ilormia,, En descompuesta colera encendido,
Al alboroto despertó i contienda Sintiendo use por agua el griego astuto,
lie la desbaratada infantería : En su humilde vellón entretejido
Salta del lecho y sale de su tienda De la puerta del sótano con luto
Con SOla espada al tiempo que venia . El gran peñasco asió, y tiró al niido
El africano bárbaro arrogante Del libre preso yg \ el peso grave' ,

Con mil vencidos pechos por delante. Hiciera en medio el mar hundir la nave.
> — Deten , canalla \il desordenada ,
»No fué de riesgo id espantoso tiro,
Dice el flanees , y de un escudo afierra , Aunque se llevo a Cabio por debute;
Y con él con su cólera y su espada
, ,
labio infeliz, que natural de Epiro,
Con Rodamonte y su soberbia cierra : En Francia subió a noble, de farsante;
Y apuntando a la gola una estocada , Y dando el alma el último suspiro ,

Aunque por su desgracia el golpe yerra , Confesé que la culpa de arrogante


Tal fué su furia su llegar tan presto, j Mudar le hizo de oficio y pasatiempo,
Que pasos descompuesto.
le llevó seis Y en la guerra morir antes de tiempo.
tY'alióle al yerno del francés caudillo «Mas no dejó su muerte sin venganza
Coger al rey de Argel de sobresalto El francés capitán que al homicida ,

Que a tener mas n - r de prevenillo, I .


: A dos manos por medio el cuerpo alcanza
Su muerte fuera el descompuesto asalto : De un revés diestro una mortal herida ,

Yo solo, que lo vi , puedo decillo, Dada en tal ocasión, con tal pujanza .

Que ful ayudarle en verte de armas falto,


i une n do estarla escarcela guarnecida
Al tiempo que el jayán de rabia loco , , Con redobladas láminas di? acero,
Le era para vengarse el mundo poco. Mucho antes le matara que Uugero.
«Lanzando humo y fuego la visera, I'ué encenderle la (adera al :
¡gante .

Y quebrando de coi de
los dientes . Que saliendo de de rabias lleno si .

Sobre el trances la cimitarra fiera l'n duro roble asió (pie vio delante,
Hace a los manos (pie furiosa baje : Cual seca caña de liviano heno;
Fué su reparo el ir á la lijera , Y del ya hecho un bárbaro montante.
Y un sallo, que por medio no le raje; Lleva a dos manos sin templanza y freno
Que a esperarle liado en ti acero , A descompuestos golpes (d medroso
Dos Gaifcros hiciera del primí ro. Campo huyendo de su herir furioso.
»A1 desviarse del bajé la espada . Las calientes entrañas escondidas
Y á un duro risco en inmortal empeño Vi por el valle aquel deja seminadas;
La mitad dolía se quedé clavada ,
I... desll o/os ci uoldados \ hel iJaS
-
,

Y bramando de cólera su dueño, Sin cuento fueron para ser contadas :


I'or junto al firme puño destroncada ; Diferencias de muirles nunca oidas.
Y viendo el golpe en vano, aquel pequeño Antes puestas por obra que inventadas :
Trozo que de su alfanje imiio consigo Aquí destroza y hunde , acullá mata ,
Vurioso envió a buscar i su enemigo. Y un campo entero asombra y desbarata.
, , , ; ,,,, ;,;, , , , , , ,; , — ,
; .

150 DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Asi tal vez del Alpe se desgaja »E1 rubio orion ,
que con su alfanje de oro
Peñasco altivo en ímpetu furioso. El mundo alumbra, parecía á la puerta
Que á buscar en el centro humilde baja De la real tienda, cuando el cauto moro
A pesar de los árboles, reposo; La asaltó en sueño sepultada y muerta :
Y si la encina el fresno ó roble ataja
, Y él , de su nuevo amor viendo el tesoro
A su caida el vuelo presuroso, Al riesgo puesto de una suerte incierta
Hasta atrojarse en el profundo valle Y que aun los bravos huyen , sale ciego
Por cuanto encuentra rompe y hace calle. De honra y amor, de dos haciendo un fuego.
«Tal el jayán en su tropel violento » —
Teneos, dice, cobardes ¿dónde os lleva :

El roto campo con furor derrama : El deseo infame de vivir sin honra.
No cansa mas horror el raudo viento Que antes de hacer de los contrarios prueba,
Cuando en las olas del Egeo brama De su temor hacéis vuestra deshonra?
Y á escapar solo el marinero atento, Tened , parad , volved haced que os deba
,

A Santelmo en devotos gritos llama, Mi espada el verla un rato cómo os honra,


Que del moro el destrozo y el gemido ,
Y deste orgullo os da , que ahora os espanta
Del campo humilde á su furor rendido. A costa suya una venganza santa.
vY mientras el soberbio rey de Sarza «Sí tanto miedo os pone el de la muerte,
Tales blasones labra á costa nuestra , ¿En cuál parte del mundo no se halla?
Bravo en ver que el francés huya y se esparza ¿ Dónde ó cómo podrá la humana suerte
Medroso de los golpes de su diestra; Dejar, por mas que huya, de alcanzalla?
El valiente Alancredo de Galarza ¿Adonde al flaco campo huis del fuerte,
Del montañés valor su parte muestra, Cobarde, vil y misera canalla?
Defendiendo la bella Melisenda ¿A qué castillo, á qué ciudad, qué muros,
De mil moros que acuden á su tienda. Si con trincheas aqui no estáis seguros? —
«Era joven feliz de ánimo vivo
el «Dijo y en tanto que él con sus razones
,

Briosa portación y fuerza brava, Y los sangrientos filos de su espada


Galán, diestro, cortés, bizarro, altivo, Venció algunos honrados corazones
Que el rojo bozo apenas le apuntaba Y mató alguna gente desmandada,
De una bella mujer recien cautivo, Una escuadra de alarbes nasamones,
Que á la francesa infanta acompañaba, Gente en las sirtes líbicas criada,
Y la formó de intento su ventura La tienda real entró, prendiendo en ella
Mas que el sol bella y mas que el mármol dura. A Melisendra ilustre y Rosia bella.
«Dióle gusto y el alma por despojos
el »EI montañés que mira su esperanza
,

A las primeras vistas de su gala, Mudada en posesión de un torpe moro,


Y ella por una gloria mil enojos; Y que en cualquiera punto de tardanza
Que amor es peso que jamas se iguala : A mortal riesgo queda su tesoro
Bien que tal vez con halagüeños ojos Furioso en medio el escuadrón se lanza
Le acaricia al descuido y le regala A rescatar con sangre y no con oro
Que no hay mujer tan dura y desabrida, La vida de su alma; que es amante,
Que del todo aborrezca si es querida. Y está á verle morir su amor delante.
t Tocóle aquella noche ser de guarda «Hiere de tajo, de revés y punta ,

A la real tienda , cielo de su gloria Y á voces, golpes, gritos y' heridas,


Adonde en sueño envuelta la gallarda De amor la furia á la de Marte junta ,
Rosia del ni de si tiene memoria
, ;
Rinde espanta acobarda y quita vidas
, ,

Mas el que ama de veras nunca aguarda Y al que la suya vio llevar difunta ,

A es ó no su voluntad notoria;
si Con manos sin temor descomedidas,
Que en cuanto hace, habla piensa , siente, ,
Los ojos con que osó verla agraviada,
Siempre se da el amante por presente. Ambos se los cosió de una estocada.
«Fué, por ser visto el montañés gallardo, «A otro el brazo cortó, dejando asida
Más puesto á lo galán que á lo seguro, La mano al velo de oro y halagüeño
Bizarra calza de amarillo y pardo, Por donde la prendió medio dormida,
Grabado peto ardiendo en oro puro Y le quitó la libertad y el sueño;
Plumas en el sombrero, y por resguardo Y ya en ella y su honor restituida
De una acerada cofia el temple duro, — Toma, dice, señora, este pequeño
Relumbrante rodela espada y daga, ,
Servicio del que indigno de tal palma
,
,

Y un gran valor que á todo satisfaga. No se atreve también a darte el alma.


«De verde y plata el fino arnés grabado «Ella en alegres ojos y alma ardiente,
De aljófar y oro los bordados tiros Con un tierno suspiro vergonzoso
Una banda de perlas y encarnado, El riesgo le pagó y favor presente
Y un collar de diamantes y zafiros Que á mas que esto un mirar es poderoso:
Un barco entre dos aguas engolfado, A la sazón que un bárbaro inclemente
Que las altera un ciego con suspiros Al francés lecho perturbó el reposo ,

En la rodela y este mote abierto


; :
Por saquear la bella Melisenda,
, Donde está e¡ bien dudoso, el mal es cierto.» Y el rico mueble á su asaltada tienda.
»No se vio en los cristales de Zeüso «Pone punto al amor, y á la honra acude
Ni trastornó las flores del Parnaso Suva en un trance tal y de la Infanta
En mas lozano talle su Narciso Y sin que el jayán fiero el paso mude ,
Siguiendo á un presto corzo en campo raso; I. a cabeza le deja sin garganta ,

Ni con mas gracia mas primor ni aviso,


Haciendo en esto que la Reina dude
Notó Beocia su gallardo paso Si el bulto muerto mas que el vivo espanta
Cuando lué de sus selvas el tesoro El lecho, antes de gusto, ya cubierto
Con arco de marfil y flechas de oro, De roja sangre, y un contrario muerto.
uQue el brioso Alancredo con su gente «Los demás que en la tienda al robo átenlos,
,

A hacer la ronda fué y guarda á su dama, Por ínteres sin honra habían entrado,
Donde los arreboles del oriente Asombrados de golpes tan violentos,
Le saludaron con su nueva llama Por la vida renuncian lo robado ,

Y' el mauritano campo de repente, Y al victorioso amante entre lamentos


<"ii la ocasión de un gran renombre y fama, De francesas beldades rodeado
Dándole amor aliento, el honor brío, Que asidas todas del pensó cada una
,

Y su espada de sangre mora un rio. Guarecer en la suya su fortuna.


, ,, ,, : — ——
, ' ;, !, ; ;

EL BERNARDO, LIIIRO I. SI
• La tienda reforzó cual mejor pudo, tragedias de amor, glorias de viento,
»,(ili

Y al naso se hi/o una invencible ruca . Lai que el tiempo nos muestra en sus mudanzas!
Donde un ciego montón de pueblo rudo ¡
Vienen en sombra sombras de contento ,

Confuso (Remetió con furia loe i ¡ Tesoros di' engañadas confianzas I


Por capitán tu /aliara membrudo. ¡Con (¡ue facilidad mudan asiento
Nacido del rio Cénega en la boca Las mas bien asentadas esperanzas
Que al lilo de una corva Cimitarra — ¡Oh mi gloria acabada ya v perdida!
, —
A un hombre dentro de su anea desgarra. Dijo AJancredo al golpe de so vida.
•Acertóle uno al montañés valiente, •Quiso ir a recibir entre sus brazos
Y no liastando a todo la rodela , El desmayado cuerpo de su dama
Talle, aunque [mea, le alran/o en la beato, ^ los
primeros y últimos abrazos
Qae le sirvió I so cóiei de espuela i t'.on (¡ne mu tiempo le convida > llam i

Tras el la chusma de la oegra gente . — Mas no merezco dice tales la/o-


, , ,

En confuso escuadrón > estrecha muela . Ni que de mi en el mundo quede lain ,

Por todas partes le acomete y pica, Si antes no le quitare, COO la vida.


Y' en sanare ajena v propia le salpica. La gloria di' tu muerte al homicida,
DDO le arroja DO dudo, otro una Hedía, •Asi dijo, y cual Un rules furioso
Otro el venablo que a sus pies enclava ,
Con el ineuuio don de Deyanira ,

Este con él Be afirma aquel le Hecha


, . Rompe, quiebra, destroza, y presura o
Este hiere de alfanje, aquel de clava Los altares trastorna ardiendo en im ,

Parecía nuhe y tempestad deshecha Hasta llegar al mensajero odioso


Que instrumentos de guerra granizaba, Que el presente le dio y temblando mira ,
,

Cruzando por el aire hechos cometas, i en ¿I, a su furor ciego entregado,


Chuzos lanzas , gorguees y saetas.
, A no poder ya mas uniere vengado ;

•Y él como áspera roca lodos v ionios,


íi •Asi de RosiS el sin ventura amante
En medio el turbulento mar sentada, Furioso entró en el escuadrón tejido ,

(lúe de los alterados elementos Rompiendo cuanto encuentra por delante,


Es por mil partea juntas contrastada. Basta el cobarde moro mal nacido.
La mar carcome y bate los cimientos, Que con medroso y tímido semblante,
lie rajos aires J ondas asaltada
, , Del tiro y daño hecho arrepentido,
Y ella, firme en sus ásperos bajíos, I. as espaldas VOlVÍÓ¡ mas no se fuera.

De lejos pone espanto a los navios ;


Aunque por padre á Dédalo tuviera.
Añilaba por mil partes mal herido,
• crespo cabello, áspero v duro,
•Por el
Aunque de todas a su honor vengado ; Bramando
le ase, y del rastrando tira,
Que no ha] en su esgrimir golpe perdido, Y haciendo que le den paso seguro.
Ni en su reportación tiempo olvidado; Seguro va, a pesar de quien le mira.
Has va, de tanto barbara ofendido, Adonde yare entre un confuso muro
> de ayuda y socorro desahuciado, lio armas un rostro bello, en quien espira
La rodela arrojo y asió la espada
, Del mundo la beldad, de honor lo justo,
Que ha de dejar su colera vengada : De amor lo lino y de su amante el gusto.
•Y al feroz capitán en brio lozano, «Llega, y haciendo campo con la espada ,

Al pasar, de dos brazos quitó el uno . El delincuente preso le presenta,


A otro dejó en un pié y sin una mano, Y asi le dice con la voz turbada :
Y á otro cortadas ambas sin ninguno : — Remate triste de mi alegre cuenta
A este hiere de corte, á aquel de llano, Suspende por un rato la jornada ,

Y á este y el otro ensarta de uno en uno; En tanto que esta victima sangrienta
Hiende, parte, rebana, descabeza, En tu altar sacrifico , y yo tras esto
Y cuando al parecer acaba, empieza. A seguirte y morir por tí me apresto ;

•La bella Rosia que en sangriento dia


, Que no es bien que la pena de perderte

Su caro español ve pisar la tierra, Pueda menos en mi que un enemigo,
Y la pena del riesgo en que le via Y' que
aprehensión del bien de verte
la
Al rostro saca lo que el pecho encierra : No me ti á verme contigo
lleve tras :

Deseosa de tenerle compañía , Mi rorta vida se acabó en tu muerte ,

Y con vista de paz templar su guerra Y' asi es muy fácil de acabar conmigo :

Sin ocasión salió; que la sacaba Sigo tus pasos; que á quien vive en pena,
Cloto, y el lilo ya á su estambre daba. La muerte mas penosa le despena.
• Eran escarches de oro sus cabellos, •Ya la vida me sobra , y el suave
De un cielo de marfil ricas techumbres, Deleite del morir siento en el pecho,
Que en tiernas rosas y jazmines bellos Cloria y gusto que no se alcanza y sabe
De su garganta dan doradas lumbres Sino es al punto dcste paso estrecho
Los ojos de azabache y dentro dellos
, Que el cielo u este secreto echó la llave
De placenteras niñas dos vislumbres Porque el mundo quedase de provecho
Que al sol retozan, que en coral hacia Que a saberse lo dulce de la muerte,
La rica concha de quien nace el dia. Fuera el largo vivir adversa suerte.
«Salió á ver el ejército enemigo, • Asi dijo, y al moro que fué causa
Y su español brioso
asi le dice á :
De la triste tragedia, clavo al punto
— Tu brazoel cielo esfuerce, oh caro amigo. La daga al corazón, con que hizo pausa
Y de riesgo te saque tan dudoso : Su miedo y se extendió el cuerpo difunto;
Animo, amor, que moriré contigo Y tomando en sus brazos quien le causa
¡Oh nuncio triste agüero prodigioso.
, Tormento vida y muerte todo junto,
,

Fortuna cruel, que á la primera suorlo Los ya turbados ojos un instante,


Quieres que sea el favor azar de muerte! Para mayor dolor, puso en su amante.
•Aun mas quería decir, cuando de lleno •Y' con la débil voz enflaquecida ,

La voz le atajó un dardo que venia Como aceptando hecho el sacrilicio :

Deseoso de llegar al blanco seno — Ay, dice, honesto amor, prenda querida,
;

Donde su cielo la beldad tenia : Cuan tarde conocí tu honrado pecho!


Cayó cual tierna flor en valle ameno ¡Ingrata que te vine á dar la vida
,

Al tiempo que su amante revolvía A tiempo que ya no era de provecho ,

A darle el alma y vida por despojos, Siendo, para morir con pena eterna,
Y cobrarla él de'nuevo de sus ojos. Dura en la vida y en la muerte tierna
,
, , , — ,,
;; , , , ,; , , ! ,

io2 DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Mas un alma es de estima, en quien mudanza
si Peligro es levantar i honras mayores
No habrá ya para siempre, en ella viva... Sin gran virtud humildes nacimientos,
rué a decir « tu memoria », y no le alcanza Solía decir este ayo de traidores,
l,a ultima parte que quedaba viva : En favor de sus falsos pensamientos
Cavó muerta y con ella la esperanza
, Que los niños se engañan con amores,
Del triste amante, que con ansia esquiva, Y los hombres con falsos juramentos;
De) presente dolor y la perdida Y que en su mejor ley el mundo quiere
Sangre, también allí quedó sin vida. Que aquel mas tenga del que mas pudiere.
«En tanto el á la potencia
francés campo «Entré escondido, y en su humilde techo
Del Béro rey de Argel cayó delante Con Ungido recato recibido.
Sin caudillo que luciese resistencia Lo mas guardado le mostré del pecho,
Al furor de su ejército arrogante ; Y el lin honrado tras que había venido;
Qae a unos el miedo, á otros la imprudencia, Y habiéndole del alma alcaide hecho,
Para darlos rendidos fué bastante, Del y la oscura noche guarecido ,
Kl moro con soberbia vanagloria A mi Arlinda fui á ver, yendo conmigo
Del despojo gozando y la victoria. El alevoso en hábito de amigo.
«Yo en tanta confnsion del ya vencido , Hallé la ¡lustre casa alborotada,
Campo francés las sobras derramada» Y mas se alborotó con mi venida,
Cual pude recogí , aunque mal herido, Por nueva desventura no pensada
En escuadrón y mangas concertadas : De loca ocasión bárbara nacida :

Gente bisoña, pueblo mal regido; El sin lealtad tirano, en mano armada,
Que los de pundonor y armas honradas, Insolente furor y alma atrevida,
Por varios trances, en diversos modos, Enamorado de mi esposa bella
Sin dar un paso atrás murieron lodos. Casarse á su pesar quería con ella.

«Cuatro mil desta gente alborotada, «Había intentado el caso por mil modos,
Al ronco son del repentino asalto , Ruegos, lisonjas, fieros, amenazas,
A defender su honor mal enseñada, Y habiéndole salido en vano todos,
lin mi real estandarte hicieron alto : A las armas se fué y dejó las trazas
Melisendra á Sansueña fué llevada , Y un escuadrón de cien bastardos godos,
Su esposo de armas y de sangre fallo.
, De aleve sangre y de mestizas razas,
Quedo donde un soldado fugitivo Envió, que por fuerza ó ruegos rinda
Por muerto entre los muertos le halló vivo. Del padre el gusto y de su hija Arlinda.
«Con estas sobras de vencida gente «Vime de un nuevo enjambre de cuidados
Al socorro pasé del rey ingrato. Cercada la confusa fantasía.
Que en Sanios, en custodia suliciente, Los puertos todos del favor tomados,
Sin majestad vivia ni aparato , Y la salud sin esperanza y guia
Cual ya otra vez huyendo la insolente Mas el aprieto y casos ponderados
Tiranía, se libró de Mauregato; El breve tiempo, la venida niia
Que de aquel santo claustro la guarida La fuerza del tirano, el mando injusto,
Dos veces le dio el reino y dos la vida. Y el peligro común de honor y gusto :

«Rehice sus fuerzas con la mía


allí «Todo alumbró el confuso entendimiento,
Y el bastante presidio reforzado, Y una quimera fabricó no vista
La vuelta de León tomé otro dia, Que puede mucho un noble pensamiento,
Injusta corte del tirano alzado, Y es la necesidad grande tracista :
Por si abría puerta ó encontraba guía O fué desesperado airojamiento
De reducción pueblo rebelado,
al O sentencia que el cielo dio en revista
Y con deseos también de ver mi esposa, Contra el tirano infiel cuya insolencia,

Del cielo de mis gustos alba hermosa. En nada halla y tiene resistencia.
«Filaren, un noble caballero godo, «Yo fui de parecer que libremente
Caudillo Bel de aquellas dos banderas Al Rey se entregue mi querida esposa,
Que en Mondoñedo contra un campo todo Corriendo un velo de alegría aparente
De unas hojas se armaron de higueras, Al triste ceño y cara vergonzosa ,
A cuya sombra se peleó de modo Pues pretenderla resistir sin gente,
Que cobraron cien bellas prisioneras, Volver la alrenta fuera mas vistosa,
Y á España dieron libre del pedido, Y donde la insolencia y fuerza daña ,

Y á Figueroa blasones y apellido : A veces suele aprovechar la maña.


«Deste fue hija Arlinda, por quien vivo «Fué ya opinión del ofendido viejo.
Alegre al rayo ele sus ojos bellos De Hércules Libio ilustre descendiente,
Desde el dia que amor blando y esquivo Que donde no alcanzare el gran pellejo
Para mi bien labró su alcázar dellos : Del luirle león, se añada el de serpiente;
Vilos en mí niñez, fui su cautivo, Que las fuerzas se ayudan del consejo,
Y todo el cielo de mi gloria el vellos, Y el animoso aprenda á ser prudente;
Hasta que en dia feliz y hora dichosa, Que donde a ganar nada se aventura
Rey de mis gustos fui, y ella mi esposa. Perderse no es valor sino locura.
«Trazóse el nudo de mi honrado intento «Esto dispuse, y no perder su lado;
Para la vuelta y lin de la jornada Que es el riesgo de honor grave herida
Del viaje de Lutos, y este asiento Y en hábito de dueña disfrazado
La ocasión suspendió de mi embajada. Para la muerte encaminé mi vida ,

Llevado pues de mi amoroso aliento, De un secreto puñal el brazo armado,


Y la real pretensión justificada, Que de uno de los dos fuese homicida.
Por si en los tratos descubriese modo Del tirano, ó si acaso errase el hecho.
Que al Rey pueda importar y al lteino todo; Se entrase de temor dentro en mi pecho.
•Llegué á la corte en hábito encubierto, «Convinoel grave acuerdo efectuarse
El riesgo huyendo del tirano brío, A priesa mayor que el tiempo daba,
la

Solo Garito descubierto,


al infiel Sin ver el dañó que era no guardarse
lin hombre hecho de solo el favor mió : Del traidor que allí en vez de amigo estaba :

Sagaz, traidor, doblado, astuto, incierto, ¡Oh cómo debe un cuerdo recatarse
,

Con mas mudanzas que el raudal de un rio, Si al mejor tiempo la lealtad se acaba
Y con un medio tan de azares lleno, Y la sin premio envidia muchas veces
Ventura fué salir suceso bueno. Para matar con una hace dos teces.
, ,,, ,. ;, , ., , ; ; ; ,,

EL llEUNAIIDO, I.IIUtO I.

•Arllnda ron guarda del tirano


la Sun del mago colegio estas diis hadas
Y con la iiiki ii'ju mi honrada casi Las que mas te conforman en los guatos
Y al palacio guió, en que el Rej en vano Y asi ahora, de su antiguo anun llevadaí
Contando el tiempo in-. minutos pata Al cuello hacen los lasos mas robustos
Tratando el guato de entregarte en vano Y en 1.1 carrosa de marfil tentadas
En la alta poteaion de no bien Bin 1 1 1
¡
Olvidados de franela i"s disgustos,
Que un gran deseo taeBa montea de uro, En tierno labio y platicas tabrotlS
Que suelen str, al despertar, de lloro. Cuenta se dan y piden de su- COSaS.
>Kl si» lealtad Ganlo, de otra parte. Llegan al real palacio de Uorgana
Sin yor premio que mostrarte múrala), Cuando ya el sol de lleno le embolia ,
A riesgo de ambos trata de dar parte \ entre el rodo del campo y la mañana
Al rateo 1 v , de mi encubierto trato
1 • En lumbres de ora v de cristal se ardía;
Y a toda priesa y diligencia parte Donde el diestra pincel con mano ufana
A decir eon el tojo mi recalo Helios dibujos a la vista envía .

I11 el de un memorial que contente Sonando el pueblo dentro, antes dormido,


Tras su inl. 1111. traición la lealtad mía. De las puerüa de bronce al gran ruido.
•Yala cuadra real se halda cerrado, Cercad. de símenles |g eaiTOH
1

mm
,

Y Rey, con bt cortinas


el lecho, De bellas ínulas y biza iros paj.s ,

Al lado suyo Ar linda, yo I su lado, Que en fresca juventud v sangre moza


Bañando amboa en lagrimea el pecho, Salarios gozan de la hada V gajes.
Y él con el tierno suyo ena rado Pasa la altiva puerta, en quien reloza
Procurando ablandarla mu provecho, i.a vista por bellísimo! rollajes,
Cuando sonó en la guarda de Improviso lie ricas piedras bárbaro tesoro
Que al Rey le traen ti Importante aviso.
1 1 En linos jaspes con peí liles de oro.
iGarllo al rey gallego es quien le envía, Entran al pi r patio en forma ovada
1 1 1 1
<

\ a quien la honra * vida importa el cjso...» De lillas colimas de alabastro lieeho ,

Asi mi dulce historia proseguía Donde en anos de bóveda sentada


El noble godo cuando el saldo Eraao,
, la cimbria sube y vuela el antepecho : ,

su nuevo alcaide, sienten que venia, lie allí , en dos nuevos cuerpos levantada ,
^ el por "ii los entretuvo el paso, La máquina se encumbra al postrer lecho ,

^ 1 eudonio el aviso de Garito, Que en varías acroterias te remata ,

Y yo laminen, pues se lia quebrado el hilo. De enlazados estucos de oro y plata.


Que el rumor de la guerra es ya de modo Aquí al gran peso de un cristal de roca,
Que el aire en ciega confusión envuelve, Al frió rigor del polo congelado ,
Y en la francesa furia y valor godo I na clara inmortal fuente provoca

Hayos Malte del rojo alfanje vuelve : A sed el apeldo mas templado :

Trae revuelto Morfina el mundo todo; Cien Faunos lanzan agua por la boca
Sola ella es quien su culera revuelve; En armonía y son dilerenciado,
Y la ira mujeril cuando se ensaña Y en otras tantas urnas cien hermosas
Entre las iras es la de mas saña. Ninfas las ondas cogen deleitosas.
Y aunque en el lago blanco retirada , Estas sufren en peso otra ancha taza,
Vergoñosa quedó aquel triste dia Sobre quien una y otra y otra crece,
One Orlando pudo con la nueva espada lie laníos caíms y tan varia traza,
El jardín destratar en que vivía Que el sutil artificio desvanece;
Ni del ni de su injuria está olvidada; Y i'si en nuevos primores los engaza
Que en instes ansias la aumenta y cria Los unos por los otros ;
que parecí'
Dentro el alma buscando de contino
, Que es toda junta en su primor distinto,
Para vengar su deshonor camino. lie agua un bello laberinto
y cristal
F.l grave ultraje á su guedeja de oro, El patio, á loda cuenta y primor Inclín
Con libre y atrevida mano hecho, De encajes bellos de bruñidas losas ,

Y en la encantada sala del tesoro Y por los corredores, trecho i trecho,


Vi el precioso carbunco mu provecho, De valiente pincel prendas vistosas :

LOS reyes libres, y olvidado el moro, De plata los balaustres y antepecho,


Ardiente fragua á su lascivo pecho. lie ¡aspes escaleras anchurosas,
Trocado todo en gustos de venganza ,
Cuv.is pomposas puertas j ventanas
Que son los que en mujer no hacen mudanza ; Dan de ébano y marlil sombras galanas.
La ciega noche atenta contemplando De relevado estuco y artesones
Del pardo cielo aspectos v señales Las bóvedas bellísimas, con cuantas
tur en puntos de efemérides sacando Prendas de ingrato amor, Irasformacioncs
lie los pasados los Intuios males : De bellas ninfas y torcidas phmlas .

Saturno al sol en diámetro mirando, lian la puliera Grecia en sus licciones,


Marte con un cuadrado aspecto iguales , Y en sus verdades las historias santas
Desde Cañero i Saturno, y al sol mira, Cuyo diestro pincel abre en la Vista
El aire altera el mundo enciende en ira,
, De gusto al alma un nuevo coronista.
Y en estos astronómicos secretos De cuadros de primor ricos encajes
La mudanza de un reino vio escondida Coronan la imperial tapicería,
Y' en sus soberbias gentes mil efetoe, Con launos, fuentes, riscos y follajes,
A su salud contrarios y á su vida : Dianas, Venus, cazas, montería :

Cerro el libro, y con cercos mas perfetos Una Klora entre rosas y celajes ,

A un apremiado espíritu homicida I n muerto Adonis, una Prócris fría


La cuenta pide, y que la dé si sabe Aquí un Faetón cayendo, acullá un Midas,
Adonde el cielo agüera uu mal tan grave. En oro las arenas convertidas.
A la honda boca de una oscura cueva Pasaron las dos hadas a sentarse
Desceñida la halló el siguiente dia, En persjanos tapetes de brocado
Y en medio sus conjuros la luz. nueva En una sala que á dejar mirarse
,

El alma la asombro que la seguía : Su lecho de oroy pedrería grabado,


Huyo a su centro y ella con la nueva
; Pudiera de pobreza avergonzarse
De deseada venganza y alegría Nerón con su palacio celebrado.
La vuelta daba cuando dio con ella
, Aunque fué el desconcierto sin sPgundo
La bella Alema en su carroza bella. Que el oro embebió en si de lodo el mundo.
, , ,, , ;; , , ,,
;,,,, ,; :

V¿1 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Eshalando perfumes y vapores El peso ajustador de nuestras horas
De aiomas Unas, pebeteros de oro, El Escorpión de su veneno armado,
Con lo mejor de Arabia y sus olores El que con arco y Hechas voladoras
Fiesta a la diosa hacen del tesoro; De tierna nieve deja el campo helado
Y de citaras, liras y cantores. El frió Capricornio, que en sonoras
Vihuelas y arpas un tropel sonoro, Borrascas da el sereno mar turbado,
En conforme y suavísima armonía. El copero que á Júpiter infama
Le añaden gaia á la en que nace el dia. Con los dos peces de argentada escama :

En gozar della y ver la hermosura Las frias nietas del nevado Allante
Del fértil campo en bellos miradores, El dorado Orion armado y fiero
De la aurora pasaron la frescura, Que al triste y solitario caminante
Y del sol los primeros resplandores De guia á veces sirve y compañero;
Mientras el maestresala que procura, El carro de oro en ruedas de diamante.
Las mesas adornar y aparadores. Las dos Osas las guardas y el lucero
,

Con vasos de oro en pompa ufana y larga


,
,
Y el fijo norte que á sus pies relumbra
De rica y nueva majestad los carga. Que es quien las horas de la noche alumbra.
En la sala de Apolo la real fiesta O sea pincel sutil ó mago aliento,
Por mas ostentación hizo aquel dia, Fuerza de ingenio, yerbas ó conjuro,
Dicha asi de una imagen suya puesta No hay en el cielo esfera, movimiento,
En un rico Parnaso que allí habia, Signo, estrella, planeta ni conjuro,
Con soberbios collados y floresta Aspecto casa conjunción aumento
, , ,

De árboles de oro y varia pedrería Oriente claro, ni poniente oscuro,


Aves de alegres plumas y colores, Que por esta ancha sala y su discurso,
Y' ricas perlas en lugar de llores. No haga en su natural período curso.
Víase Dafne en medio, convertida El año la semana el mes y el dia
, ,

En un fresco laurel; víase a su lado Creciendo en su volar y descreciendo,


El dios de amor, la venda descefiida , La clara luz á la tiniebla fria
Riendo el triunfo, al arco recostado; Con bellos rayos de oro hace ir huyendo
Llorando Apolo, Dafne arrepentida, De la flor tierna que el verano envia ,
El mundo triste y el cruel vengado, Dulce fruto el otoño está vertiendo,
Y entre las arboledas de Peneo Por sustento al invierno y al estío
Tañendo á veces y cantando Orfeo. Este rico en calor, el otro en frió.
Es de la altiva sala la techumbre Sin lo que hermoso aquí la vista goza ,
Un repartido cielo en mil estrellas, Que es del mundo la maquina abreviada,
Que del sol de un carbunco enciende lumbre La alegre escuadra de aves que retoza.
La plateada luna á un tiempo y ellas; Toda la vuelve en suavidad bañada :

A quien sigue la excelsa pesadumbre Canta gorjea despierta y alboroza


, ,

De clavos de cristal y ruedas bellas A Orfeo ayudando si á Morgana agrada


Con su cerco vital cuyo tesoro
, Mas si ella con su gusto no lo entabla
La esfera parte en varios climas de oro; Todo ello es oro muerto que no habla.
Los apartados polos, donde el hielo Sirve esta alegre pieza de intervalo
El blanco nácar da á las ondas frias, Y antecámara de otra mas secreta,
Las templadas regiones y aquel suelo Donde su estudio tiene y su regalo
Donde tu Apolo soplo ardiente envías
, , De libros en quietud y paz perfeta :

El horizonte abrasador del cielo, Yo en su dulce memoria me regalo;


Término de las noches y los dias Que á un pacifico gusto y vida quieta
Profunda sima y anchurosa cava En sabia juventud nada la iguala,
Adonde el mundo sin morir se acaba; Y mas cou tal estudio y con tal sala.
El abrasado igual meridiano, Aquí las reales mesas coronadas
De luz sembrado y puntas de oro fino De costosas bajillas de oro fino.
Cuya dorada y no torcida mano Con preciosos manjares ocupadas,
Fiel lumbre al mundo llueve de comino Vestidas dio aquel dia el blanco lino;
Los trópicos de invierno y de verano, Donde en comida espléndida á las Hadas
Del sol cerrada cárcel y camino, Las tazas colman de espumante vino,
Uno de nieve y tempestad cubierto, Y en graves salvas sirven y aparato
Y en siempre nuevas llores otro abierto; La real ostentación de cada plato.
La linea de Igualdad, cuyas vertientes alegoría.
Los montes miran sin ninguna altura,
Que unas tiznadas y desnudas gentes De tal y último fin desta obra
manera se puso el blanco
Cultivan en eterna calentura ;
en la moralidad y enseñanza de costumbres, que lo que
Los Coluros que ciñen ambas frentes en olra parece accidental y accesorio, puede confesarse
A los dos nortes, y con luz segura en esla por principal intento ; y así en ninguna parte va
El estrellado cerco que los guia tan oscura, que no descubra y dé algunas centellas y
Adonde vive sin morirse el dia. resplandores de si, mostrando debajo de la dulzura del
Hay un camino de oro que divide velo fabuloso, la doctrina y avisos convenientes á la vir-
Del circulo vital la anchura ardiente ,
tud de modo que si aquí por evitar prolijidad no se
:
Por quien el rubio sol que el cielo mide
Y'a con luto se ha visto entre la gente;
descubre toda la alegoría, podrá con este estilo sacarla
Y la encantada luna, que preside quien con atención la leyere.
Al flojo sueño en su mayor creciente, En las prosperidades de Francia, tan vecinas á su
Se vio alegre salir con sus estrellas, caida se descubre la poca estabilidad de los bienes tem-
,

Y faltarle la luz en medio dellas. porales, y cómo entonces tiene el prudente mas que te-
Relumbra aquí el dorado vellocino mer, cuando en mayor grandeza se baila; porque ni ala
Que un tiempo á Coicos hizo ser famosa , virtud le falló émula, ni á la envidia modos para dañar.
Vel Toro que con cuernos de oro lino Las Hadas significan los efectos y pasiones del ánimo
Nadando el mar pasó una ninfa herniosa; sensitivo, y así ninguna hay en que no se pinte alguno
Dos niños uno humano otro divino,
dellos Alcina, el apetito amoroso ; Morgana, el de la
, ,
:
El Cancro y su figura portentosa,
El León con la cerviz de oro estrellada, riqueza ; Febosilla, el de la fama ; Falerina, que labró
Y la Virgen, de espigas coronada :
la espada para matará Orlando, las astucias de la guerra,
, , , .;;, , ,

EL BEHNAHDO, L1UHO II.


155
á cuyas manos suelen morirlos mu invencibles capi- Y acabada la mostea y oomida
tanes. En |iiiiii|insa grande/a y aparato,
EnTeiidonio,tan privado en el gobiernodel rey Casto, La una majestad a la Otn unida,
A gn/.ir fueron del jardín nn rato
y luego puesto por el misino en prisión, se muestra lo En cuya alfombra fértil v Hunda
poco que bay que fiar en favores de principes, que tan \ Ivo de la beldad dormía el retrato ,

depuestos están á pasarse de un extremo á otro, porque Al templar con ios arbolea y el viento
en uuanlo hombres, aunque reyes, son mudables. El tierno ruiseñor su alegre acento.
Ln la tragedia de Al .un edo ¡ Etosia se muestran cuan
'i
Había por el diversos cenadores
juntos y engazados andan en los amores los gustos y los Sobre estanques j arroyos cristalinos.
disgustos j en la de Manuces en medio de los suyos,
;
De estatuas adornados primores v

el ordinario Qn de un tirano. Y de diestro pincel cuadros divinos :

En Carilo, (pie traidoramente quiere vender á su Allí burlas y Juegos de pastores,

amigo, el gran riesgo que hay en fiar secretos de impor- Personajes de rjss y desatinos;
Aquí bróteseos acullá grimazoa
,
tancia a hombre de quien nu se tenga entera satis-
Y de olmos y de panas mil abrazos.
facción.
Después que con jazmínea y claveles,
En amistad de Alrina y Uorgana se diré que el
la
Azules lirios y encarnadas rosas,
apetite de la sensualidad y el de las iquezas son las <lns i
Lo mas vistoso hurlando á sus vergeles,
pasiones que mas unidas están en el de humano, y Sus cabezas volvieron mas vistosas,
que hasta en los cursos de los eielus pretende el rico Al mai gen de un arroyo entre laureles,
tener dominio. Sobre alcatifas pérsicas preciosas,
A sombras frescas de una vid lozana ,

Asi Aleina ii. iiiin, y oye Morgana i

t Si ya deseas saber, oh Reina hermosa,

LIBRO SECUNDO. De mi nueva venida el fundamento,


Qué causa hacerme pudo Venturosa,
A hurtarle a tu vaia este contento;
AnClüEXTO. Negocios graves, ocasión leu /usa,
A salir me obligaron de mi asiento,
Cocnta Aleina i Morgana Ij causa de su venida las admirables
ase rio en 1.1 inj de loa Hidoi; y para darle entera rcla-
i
,
Aunque el gusto de verte lo luciera.
elon de persona de in-rnardo, que las ha de dar vengadas de Or-
la Del muerto mundo cuando allá estuviera.
lando \ loa demaa paladines, relere el origen de los godos en • Mas hoy este regalo y lili venida
de cayo linaje ti desciende, fctorgana, agradada de la re-
i
.
A tu servicio queden y a mi cuenta;
tro, promete darle para adorno de su persona las
celebradas armas de Aqnlles. Pintase la casa de la Kania y la que
Que tú en venirte á ver seras servida,
baj de la reñida del francés. Libra Kerragulo una ninfa de las ma-
,
Y yo en verle, cual ves, rica y contenta :

nos de un siti.o, que se conviene en la fuente del d ogaño; |


Un agravio común nunca se olvida,
la ninij in liento de su labor, en profecía le muestra algunos Ni a un noble la memoria de su afrenta,
valerosos capitanes de Espafia. Ni á un amigo si lo es en lo que digo,
,

La injuria que le hicieron á su amigo.


Templó en tanto Gadir su laud dorado, «Después que tu jardín fué destrozado
Y todo en furor bélico encendido Por la mano de aquel francés furioso
Por el aire sutil dejo sembrado Que ganó a Ualisarda, y lia ganado
Del suave acento uu resonar medido, Contra nuestra nación nombre lamoso,
He Luí vnria armonía acompañado, Nunca de mi memoria se ha borrado
Que el alma cautivó por el oído, De la afrenta el ultraje vergonzoso
Al dulce muí <|iie en los sentidos dejan En que su espada nos dejo y ipe damos
Los golpes de las cuerdas que se quejan. Las que de sangre tuya nos preciamos.
Y dando á los bemoles compafiia • Y aunque ninguna goza en tu linaje
La dulce voz de su divino canto, Derecha acción a la fatal bebida,
La beldad comenzó a cantar, que el dia De cuyo vaso y su inmortal brebaje
Al mundo saca en su rosado manto : El brio desciende a nuestra larga vida,
Las Dores que derrama la alegría Que recibido no haya algún ultraje
i n que a la noche trueca el ciego manto, Hisia oacion francesa mal nacida,
Y en invisible y blando movimiento Todas, sin hacer caso de los suyos,
De negras sombras barre y limpia el viento. Como á mas principal lloran los tuyos.
HnrtSluna el oro de su esfera,
a la «A ti contenta sola, á (i vengada,
Y a las estrellas su argentado lino; Desea en esta ocasión la mas briosa,
Entolda de jazmines mi litera Y yo mas, como mas interesada
Hespirá el aire blando aljófar frió ; Y en yerros contra ti menos piadosa;
Sale el dorado sol , la mar se altera , Que como rica debes ser honrada
Tiembla la luz solire el cristal sombrío, Y en SOlO este cuidado cuidadosa ,
\ de su barro al caluroso aliento . Ninguna diligencia lie perdonado :

El bajo suelo humea y arde el viento. (lye lo que ion ellas he alcanzado.
Y vi después que toda esta hermosura • Donde el mar Jonio al Ténaro le baña
Al bello rostro acomodó de Aleina, Los verdes jaspes de su fértil vena
Y el lisonjero labio su dulzura Y' en bosque espeso y hoirida montaña
Envuelta dio en destreza peregrina ; Sobre las nubes se encarama j suena,
La antigüedad del largo tiempo oscura De entrada oscura y abertura extraña
Veloz canto, y la priesa en que camina De negro hollín, herrumbre y lamas llena,
El origen del mundo, y cuando el cielo I na espantosa cueva se descubre ,

Feliz principio hallo á su inmortal velo. Que el cielo y mar con humo altera y cubre.
Cantó de las mudanzas de fortuna »Por esta se camina al ciego mundo,
En su inconstante esfera el punto breve : Y Alfides á esta luz sacó el Cerbero
Cantó al sol sus eclipses, y á la luna (alando de las deidades del profundo
La luz que con dorados cuernos bebe : Victorioso salió arrogante y liero
, :

Cantó el fatal colegio, y de una en una Aquí la muerte tiene otro segundo
Las Hadas celebró su canto leve Carón, que asista y sirva de portero,
Tocando á vueltas no menuda parte A royo aliento y cálido bochorno
De heroicos hechos del sangriento Marte. El vivo huye , el muerto tiembla en torno.
; , , ; ,;,, ,, ; ;; ,

ilX DON BEUNAllDO DE VALBUENA.


»En cierto aspecto de menguante luna No me admiré de ver que tanta alteza
La oscura nieva esta en segura entrada , En tragedia tan triste se trocase;
Hasta donde en los libros de fortuna Que es cierto que en mortal naturaleza
La humana cuenta se nos da ajustada : Todo tiene su tin y ha de acabarse :

Por tu ocasión aqui en hora oportuna, La rueda me admiró con su presteza


De fantasmas bajé y horror coreada, Que apenas deja de la vista hallarse :

consultar tu caso y ser testigo Allí ¡oh fortuna! quien de ti se lia


A ,

De lo que allí hallé y aqui te digo. Vera cuan firme tiene su alegría.
»La espada Balisarda vi presente,
•Después que por torcidos escalones,
Vacíos de claridad , bajé á los senos Que un victorioso joven á tu instancia
De la tierra y sus negros artesones, En la sangre bañaba de un valiente
De hollín tiznados y de sombras llenos, Que asombró el mundo y dio valor á Francia,
Antes del triste término y mojones De oro con estas letras en la frente :

Del reino de Pluton vi unos serenos « Bernardo, honor de España aunque en distancia
,

Campos, y allí un castillo á quien el dia Brevísima su fama asi encogida.


De la suya una luz dudosa envia. Que apenas al nacer fué conocida.»
nEn la jurisdicción de los mortales »Cual la dudosa luna amortiguada
Este alcázar esta y quien dentro vive En los principios del helado invierno,
,

De aqui el hado los bienes y los males Entre negros celajes ofuscada,
A la tierra despacha y apercibe Falto muestra de luz el rostro tierno
Aqui con altibajos desiguales Y antes de ver el alba deseada,
Fortunas labra y su valor describe ;
El oro pierde de uno y otro cuerno,
Y aquí es, al fin, la casa de moneda Haciendo el tibio resplandor difuso,
De cuanta el tiempo por el mundo rueda. De mil colores un color confuso :

«Aquí Demogorgon está sentado »De tal manera entre una niebla oscura
En su banco fatal cuyo decreto ,
De Bernardo la fama se quedaba,
De las supremas causas es guardado Y sin lumbre, sin luz ni hermosura,
Por inviolable y celestial precelo :
Confusamente aquí y allí volaba :

Las parcas y su estambre delicado, Cortas las alas pobre de ventura,


,

A cuyo huso el mundo está sujeto, Y aunque el confuso espíritu alentaba,


La muerte lucido, Faltábale la pluma, y no podía
fea y el vivir
Y elnegro lago del oscuro olvido. La oscuridad huir que la ofendía.
«Aquí se labra el siglo venidero «No porque su grandeza no subiese
Y las humanas inviolables leyes, Adonde hasta hoy nadie ha llegado;
Que tiempo las muda lisonjero,
ni el Mas un astro infeliz quiso que fuese
Ni las quebrantan principes ni reyes :
Corta de voz y de valor sobrado :
Cuelga el último dia del primero, Faltó quien á sus alas añadiese
Y en torpe yunta de alquilados bueyes Una pluma de estilo moderado ;
Ara la vida el mundo y nadie advierte ,
Y asi en lenguajes bárbaros metida
Que es el vivir dar surcos á la muerte. Arrinconada quedará y perdida.
«Hasta que el tiempo, que ofuscarla pudo,
«Aquí en negro dosel, sin luz, sentadas
Hermosa y clara al cielo la levante,
Tres diosas hilan las humanas vidas,
Al curso las madejas devanadas Y de su oscuro y encantado nudo
De nueve ruedas de cristal lucidas , Un nuevo verso y voz la desencante.
Donde, en el huso apenas marañadas. Esto por las molduras de su escudo
Las blandas hebras crecen mal torcidas ,
Grabado vi, y con letras de diamante :
« A otro de su nombre está guardado
Cuando, de todas tres la mas lijera,
El romper con la pluma este nublado.»
Por lo hilado corre la lijera.
«Copos de suertes y colores varias «Mas si gustas saber con fundamento
Unos blancos sin tez, otros lustrosos, Quién este valeroso joven sea,
Unos á quien los reyes pagan parias, Qué sangre puso en él tan firme aliento
Y otros que pechan a los mas astrosos : Qué obligación honrada le espolea,
Cuáles de tornasol hebras voltarias, Sabrás, hermana, aunque es prolijo el cuento.
Cuáles de rica luz hilos preciosos, Que en su real nacimiento dio una idea
De su furor la quinta esfera al suelo,
Cuáles de alquimia y cuales de oro fino,
cual su hebra y su camino. Y otra de afable amor el tercer cielo.
Y en cada
»En esta rica Escandinavia hermosa,
»E1 siglo venidero la mudanza
antigüedad llamó otro mundo,
,

De reyes, reinos, casas y dictados, A quien la


Y desde aqui con vuelta deleitosa,
Lo que el distrito de fortuna alcanza,
Casi en torno la ciñe el mar profundo,
Lo que al decreto toca de los hados :

Cuanto se pesa con mortal balanza Madre ilustre de gente belicosa,


Los que vendrán presentes y pasados ;
,
De fértil suelo y de vigor fecundo
Donde este rico lago halló asiento.
Cuanto es cuanto ha de ser y cuanto ha sido
,

Que hoy da á tu alcázar real firme cimiento,


Aqui se hila corta y da tejido.
,

nDe los tiempos la masa vi abreviada «Tres soberbias provincias y regiones


Manar al mundo y revolver sus cosas Pisan su invicto suelo; y la postrera,
La vida de congojas asaltada ,
Cuvo distrito y bárbaros mojones
Del mar Germano tocan la ribera,
La muerte de sus bascas temerosas :
Oficina de indómitas naciones
La fortuna dichosa y desdichada ,

Con sus dos caras, ambas engañosas De inculta vida fué y de gente fiera,
Volando en sus favores y desdenes Donde los golas fueron y los dacos,
Y primer godo aró bosques opacos
el
Los males engazados con los bienes.
»Y entre estos mundos al que ya nacía ,
«De aquí salieron por diversas vias,
Humilde vi la victoriosa Francia De antigua gente en gruesos escuadrones,
Valientes hombres que las tierras frías
Que un mancebo y su espada le tenia ;

Por el sucio sembrada su arrogancia : Pueblos producen de altos corazones


Mírela y admirada en lo que via Buscando en que habitar parles vacias,
Por venirles ya estrechos sus rincones.
,

Aquella conoci ser la inconstancia


Del bien humano que los mas cumplidos Los vándalos, los cimbrios, los suevos
;

Forzados vienen y se van corridos. Y los alanos mas que todos nuevos.
,
. ;,
; ., ; , ; . , , ;

EL UEBNA1ID0, LIIUKi II. 137

•Pues entre estas naciones que su tierra •Sucedió á su real pecha el animoso
Dejaron por estrecha, aunque abundosa., De Ceodoredo, á quien lus adivinos
Y I revolver el mondo y darle guerra Triste muerte anunciar > el fui .

|]u Bgura salieron temerosa A bascaría salló por mil caminos


Los godos ui' idii gente en quien ae encierra
i (anilla el soberbio Aula victorioso,
Nobleza hnmana en tangre belicosa ,
De Tolosa en los campoi convecinos,
y que de loa Dsonareaa mas potentes Donde en sangriento Innumerable estrago
Siempre temidos hieren por rállenles. El Rej bebió ruin' el roigo el común trago.
•Tras la alta Insignia de un bermejo, i > •Bien que mi belicoso Turismundo,
Que en asolea banderas tremolaba Del muerto padre en la espera venganza,
Y ile tres capitanea de na consejo . Contra •! atóte del vencido mundo,
Animo alllro y arrogancia brava . De arme acero armó su Invii la tanta ;

a ser nlieron de grandesa espejo Fuera ai primer atóte ella el legando,


Al mondo en la reglón donde él te acaba, Si envidia do enfrenara tu pujanta,
Del cielo I an nobleza prometida, Cuando ai bérbero rayo de la guerra
Y al felia brio de an valor debida. Las fuerzas le templó j quitó b tierra.
No salieron con pecbos ambiciosos Tuvo i'iir siicoores dos hiiinanoi
A solo nacer alarde de rállenles li mu piedad Incauto Teodorico,
Mas con la paz pidiendo aunque briosos, . Que a un humilde rej vándalo en tus manos
En que habitar logares suficientes ¡
Matar le hito, y a el su hermano Buril •>,
Nn goerra campos piden anchnrosos.
, fratricida cruel pero de bumanoa
.

Del gran derecho asando de bu gentes; Respetos . nuble


afable ilustre y rico.
, ,

Qoe fl pueblo qoe en sa tuna no eabia Que su reino di" le] ] a mi corona
i .

Une se Uegne permite i la mete. La orla de Zaragoza y de Pamplona.


Negd el imperio la demanda justa
i , •Compeliendo a bramar al cielo en rano,
Y Inquietud parió desasosiego
la En un toro de alambre a BurUOneo,
Que es hscer guerra justa de Is Injusta Alacien entró al reino, y por su mano
Negar lo justo de nn humilde mego; La ambición lo usurpó de Clodoveo i

Y liamlii a la razón hiena robusta . A este le sucedió nn bastardo hermano,


Su despreciado campo i sangre j luego i-a este el valor que de Amalo j Bolleo
De liaba destruyo una burga parta Las nobles sangres puso en nn supuesto,
Y en el rio Tibor la chutad de Marte. Y en el un nombre de los dos couipucMo.
»Y a colmo subió el de mi potencial
tal • Matáronle en Narbons
¡ entró luego .

Qoe bada] loa harta emperadores,


i Téndis, en cuyo tieuq real de lia ocia i

Hasta que en útil premio j convenencia En España sembró sangriento luego


\ so re] ¡ futuros sucesores Con mayor daüo suyo que ganancia ¡

Honorio aló en legitima tenencia Matóle un brazo Incoen furor ciego;


La España a quien loa barbaros furores
, Sucedió ¡le Teudisclo la arrogancia ,

De los suevos, réndalos y alanos Y a este de Egica la arrlana suerte,


Al Imperio usurparon de las manos. Y a ambo! tWS torpe vida infame muerte.
»Eué el trato , que al rey piulo le quedase i'Atanagildo entró determinado
Lo que entre el Pirinea y mar se encierra, De echar de España laromana gente;
Y que del yugo vándalo sacase Siguióle i.iuva, y por acompañado
A mi i'iirniia la usurpada tierra; El cruel Leovigildo, rey prudente,
Con que su invicto campo reservase Aunque Soberbio y sin piedad airado .

A Italia y liorna de su injusta guerra En grande/a y tesoros rumíenle ,

Dando por precio al español estado De Itecareiló padre, y de su hermano


Cuanto en el lacio suelo hablan ganado. El mártir Eniergililo sevillano.
• Ora sea ó oolostlflcado el hecho •Fué el singular y nuble Recaredo
Con que se habían en él illt iicllli'ido. I Del cetro y silla real sucesor diño.
Su cetro tenia ya el primer derecho De Francia vencedor, de Boma miedo,
De ocupación, por armas adquirido Y de la fe restaurador di\ [no ;

Y asi al ceñido imperio útil provecho De amada majestad , brioso denuedo,


La ley fue del contrato establecido, De tan feliz estrella y noble sino.
Y por aquí legitima y no extraña Que del real valor que le acompaña
La entrada de los godos en España Eterna sucesión gozará España.
«Murió Alune hecho el (rato en lodo,
, •Sucedióle de Liuva el reino breve .

Si bien no pudo verlo efectuado : De esperanzas en flor sembrado en vano .

Sucedióle Ataúlfo, el primer godo Que \ íterico con espada aleve


Que en España metió campo formado : Segarlas pudo al cetro toledano.
Ganó basta Barcelona y allí el modo . , Dejándolo él con muerte menos levo
De su gobierno próspero asentado. A uundemiro, el que en fervor cristiano
Por mano le mato de Ernulfo liero Los templos hizo con piedad sagrados.
Quien las suyas por rey besó primero. Inviolables defensas de culpados.
Siguióle el desgraciado Sigerico •Tras este el elocuente Siscbuto
En el reino también como en la muerte . Por dos veces triunfó de los romanos,
Con mas vana codicia de ser rico Y á los hebreos con público estatuto
Que en campo armado belicoso y fuerte : Dejar les mandó el Keino, ó ser cristianos :

Diole el tiempo en gran cuerpo ánimo chico Entró al suyo de lágrimas v luto,
Con que se ahogó en él la buena suerte, Niño de tierna edad y años lozanos,
Matándole en la paz, por mas casera , Su hijo Becaredo. y murió luego;
La espada que en la guerra no lo hiciera. Que aun no lloró á su padre con sosiego.
«Tras este reino dieron á Walia,
el «Heredóle Suintila, y fué el primero
Porque la siga y haga sin partido; Que el reino hizo de España monarquía,
Salió en armada flota á Berbería Y Iras él Sisenando copió el fuero
Que el aire la venció y volvió corrido De jurispañola policía
la
Y con arrogante valentía
él la entró en resplandeciente acero.
C.hinlila
Del gótico poder nunca vencido. Mas que por sucesión por tiranía ;

Para hacer lirme pié en el reino instable. Y Tulga al mundo dio en veloz corrida
La antes odiosa paz halló agradable. Solos deseos de gozar su vida.
,, , , ; , ,, ,; ; ,; ;;

It¡8 DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Alzóse con el reino Chindasunto , «Deste fué hijo el áspero Fruela ,

Y sucedióle su hijo valeroso Que en corazón cruel y ánimo impuro,


,

El católico >' noble liecisunto , Un hermano mató, sin mas cautela


De ii into insigne y corazón piadoso;.
:i Que deseos de gozar reino seguro :
Tras quien á Wamba hizo el puelilo junto Fué de su religión fiel centinela,
En concorde elección rey poderoso, De su sagrada fe inviolable muro;
Y' él, dando temporal por infinito, Y al estragado clero , en casto celo.
La púrpura trocó en sayal benito. La limpia honestidad volvió del cielo.
•Dio en sucesión el reino no estimado «Fué alegre prenda de una hija hermosa
Al conde Ervigio, rey ahora intruso Del que en tiuiena fué duque contrario
En la real silla, donde no forzado Al potente Martel, que en la alevosa
A Egica su famoso yerno puso; Francia á rey le subió el tiempo voltario;
Por quien Vítiza entró en adverso hado, Abuelo del que ahora reina y osa
De cuyo infeliz tiempo el torpe abuso Con sus duques nombrarse tu adversario,
A oscurecer llegó y deslucir todos De cuya sangre real asi enemiga ,

Los graves hechos de los reyes godos. De Carlo-Magno y su francesa liga,


«Fué ayo de perniciosas libertades, »E1 Casto rey nació que ahora enfrena
,

Y el que estragó de la compuesta España Con riendas de oro la invencible España,


En las nobles virtudes sus beldades : Y su hermana menor Doña limeña ,

i
Tanto un mal rey con su insolencia daña! Que al mundo dio del conde de Saldaña
Desnudó de sus muros las ciudades, La invicta espada de victorias llena,
A las armas quitó el acero y saña, Cuyas grandezas en prudente saña
Y al mal regido Reino dio permiso Harán los hados, sin que el curso muden,
Del sensual deleite en cuanto quiso. Que ahora espanten y después se duden.
«Privólo del Rodrigo en campo armado; «Este es el gran Bernardo, á quien el ciclo.
Que su robusto pecho y brazo fuerte, Por benignos favores de su estrella,
En sensuales deleites estragado, A su brazo rendido dará el suelo
Su grandeza perdió y ganó su muerte : Que guia de flor de lis la empresa bella :
l'n antiguo palacio dio encantado Hará vengado á su ofendido abuelo,
En su alcázar real la infeliz suerte Satisfará tu agravio y mi querella ,

A cuyo fume umbral bronce duro


el Y á un golpe que la fama le atribuya
,

Mil siglos tuvo en su quietud seguro. De Francia la honra y la opinión por suya.
«Nadie en la antigüedad fué asi atrevido, »Es presente un joven valeroso,
al
Que el acero rompiese a sus candados, De real disposición feroz denuedo
,

Medroso que el furor allí escondido Noble, fácil, cortés, compuesto, brioso,
Sus desastres tenia encarcelados : De pecho altivo y corazón sin miedo
Deste rey solo al pecho dislraido, En paz afable, en guerras desdeñoso.
La infiel codicia le vendió pintados De España , al fin ; que es cuanto decir puedo ;

Los bárbaros que á España en triste dia Que un ánimo español de sangre noble,
l'n encantado bulto prometía. En cuantas goza el mundo es fiesta doble.
«Turbóse el Rey al infeliz agüero, «En la corte nació del rey su tio,
Aunque el lascivo amor mas le turbaba De adonde el sabio Oróntes, deudo nuestro,
Con una dama y su desden severo Pequeño le robó, y por gusto mió
Niña, lozana, altiva, hermosa y brava : Ayo le ha sido fiel, guarda y maestro :

Por ganalla perdió su reino entero; Salió cual se esperaba de su brio.


El fué el último godo, ella la Cava; En todas armas valeroso y diestro;
Su padre Julián por él España
, Cuya temprana espada y brazo fuerte
Bárbara presa de una gente extraña. Su rey libró de una alevosa muerte.
«En las selvas cayó del rio Leteo «No se crió en regalos ni en blanduras,
Del sin ventura Rey el cetro y mando Ni el ocio padre fué de heroicos pechos
Quedó perdida España, harto el deseo Que del deleite humilde las dulzuras
En sus destrozos el morisco bando ;
Solo son de almas pobres ricos lechos :

Mas qué no puede un vicio torpe y feo,


¡
Desde que á las primeras luces puras
Y el descuido de un rey lascivo y blando! Abrió los tiernos ojos, los vio hechos
Todo al fin lo abrasó y tragó en sn rabia A soledades y asperezas solas
La torpe secta que nació en Arabia. Y á oír del sordo mar las roncas olas.
«Hiciera punto aquí el linaje godo, »En el crespo Archipiélago copioso
Su altivo reino y el valor de España De ásperas islas, un preñado monte,
En miserable riesgo puesto todo, De la jovial Creta al golfo ondoso
Al tirano furor de gente extraña ; Su cabeza descubre a mi horizonte
Si un nuevo rey, por milagroso modo. Y entre el Samo y el Mergo pantanoso,
Del áspero solar de una montaña, Y entre el principio de Asia y Negropoute,
No levantara el cíelo ya cansado Hecha deja una isleta y costa brava ,
Del fiero azote y del rigor pasado. Que Icaria en otro tiempo se llamaba
«Fué este feliz restaurador Pelayo, »En cuyos solitarios arenales,
Del despojado rey noble sobrino, Del atrevido ¡caro la pluma,
En quien conservó el cielo vivo un rayo Aun eternas conserva las señales
Del gótico valor, brío peregrino ;
Sin que el mudable tiempo las consuma
Y' el triste reino en su mortal desmayo Y su nombre en las ondas inmortales,
Nuevo aliento cobró, nuevo camino De herviente cubierto y blanca espuma,
A la rica esperanza, antes sin vida. Sobre el sepulcro temeroso suena.
De recobrar la libertad perdida. Puesto al rigor de su mudable arena.
«Pelayo al Reino dio un brazo animoso «El sabio aqui por la esperanza mía
Por sucesor de su ánimo valiente, A su cargo tomó la ilustre empresa,
A quien la breve vida quitó un oso; Y en noble crianza y sabia policía.
Y el católico Alfonso entró prudente Salva guardó la destrucción francesa
A gobernar el cetro valeroso Probando en aventuras que fingia
Por digno rey de la española gente De su niñez la inclinación traviesa,
Y' en linaje valor, brío y denuedo,
, Y tras ella sus años juveniles
Ínclito sucesor de Recaredo. Al grave pundonor de hechos gentiles.
; ;, ;, , ., . , ,

EL BERNARDO LIRRO
, II. 159
Ve, tilo anorlic un riro arnés do acoro,
• •Que I ¿I -II prolija edad mas convida le
Y armóle > caballero an rej pantano,
ii • Al OClO l'laii. lo que i la .
dura guerra ,

n
«

(¡miniando mis Ir. :is el igüero Y del mauro la gomo mal na. i

De un observada aspecto soberano De aumentar trata la usurpada Horra;


Con que ya sn ralor ven lao entero M is la rica esperansa concebida
One golpe no dura en fado nwnano, Del noble Dn que '•! real cuidado encierra,
\ t dai te nuevas dosis traeos suerte, Va el tiempo n suceso no esperado <

Las alai me prestó el deseo de verte. En ambiciosa guerra la b ii oc ido i

Va pues , diosa feliz en lo restante


• ,
•Que el no decente ofrecimiento
reino, al
Por n mi joven se gobierne y rij.i . Del Católii o rej al rej de Préñela .

Y contra el braxo j el furor de Ungíante De su Imprudente arbitrio descontento,


Armas Iguales tu saber le elija Su vainr ofendido | ra arrogancia .

Que aunque es i todo su valor bástente Que revoque nidio eldañoso Intento
Con prevención prudente el bien se BJs . Con la segunda la primera Instancia,
Acudiendo i esta empress por ser luya ,
o laobediencia te alzarla debida .

Yo do mi parlo Oróntei de l.i suya. ,


Y liaran no poco en le dejar con vida.
•Está de tu ravor necesitado • Esto a anular bastó el concierto hecho

El católico reino de Castilla ("mi público estatuto y embajada,


Contra el trances or pullo , que. agraviado. v agraviado el francés quiero de hecho .

Por fuena quiere la española silla La injusta sucesión con mano aunada;
Y al valiente doncel recién armado Y que la fuoi/u, a falla do derecho,

La soberbie del mundo se le humilla :


le dé el reino y sobre esto es la jornada , :

Bolo tu smparo pide; que en la tierra De Francia la soberbia j de Castilla,


Uo la pax es el norrio j de la guerra. Üosta fuente bebieron su rencilla.
»s¡ el henees enemigo se spodi ra • Vencidos ya Agramante y Desiderio,

De España, queda muerto el v ainr godo; Aquel rej africano, este lombardo,
Todo el mundo rendida i su bandera; Con el feroz poder del nuevo imperio
Que el délo ba dado i Bspafia el inundo todo ; Sobre España el francés baja gallardo;
Sumí ha do sor en osla edad DOS treta Y ella no tiene en todo su hemisferio
Y de Francia será si por lal modo, .
(Uro valor igual al de Bernardo :

Por fuerza ahora o cautelosa maña Mas basta esto; que un bruzo valeroso.
So brio Introduoe en el valor de España. Un campo un reino un mundo hace dichoso.
, ,

•Tu agravio queda sin venganza justa, • Hasta ahora el riesgo lia estado por mí cuenta

Y para siempre nuestro honor manchado. Del rico enjerto y de la invicta rama
Si el Ímpetu Ir: os a la robusta Que ba dé dar sombra al mundo, á Francia afrenta
Puerta de España queda incorporado : S a su Espafia de honor lustrosa llama :

La nueva causa deata guerra injusta Haz ahora tú hermana que yo sienta, ,

Que entro oslas dos naciones se ha trabado ,


Que en esto vuelvo por tu gusto y fama,
De squl lomó corriente advierte : el modo Y que eres diosa del tesoro humano.
Que señora te dé una ver. de lodo. Que la guerra y la paz tiene en la mano.»
• Hijo dije que fué del rey Fruela Al dulce hablar de la afeitada Aleina ,

El que lo es hoy do Asturias y l.alioia; Morgana en gran deleite estuvo atenía ;

Mas quedó ñiño, y con su infiel tutela Que es la lisonja dulce golosina
De Aurelio usurpo el reino la malicia : Que necio rico en ambición sustenta
al :

Sucedió del rej Silo la cautela, Y ulana con el nombre de divina ,

Y' a este, de Mauro,; alo la avaricia ; Asi arrogante respondió y lenta, i

Que por gozar de infamo cetro de oro, Sin mirar que la Hada en cuanto emprende
Bellas parias pago en tributo al moro. Solo a su gusto y no al ajeno atiende.
•Sucedió Don Demudo á Mauregato, «Siempre creí que en tu cuidado puesto,
De pecho real y de ánimo prudente .
Vivía seguro el de mi honra y vida;
Que al Casto primo dio del reino ingrato, Que mas promete tu nobleza que oslo,
Como autos ora SUJO, el Cetro y gente : Y en mas que esto te esto] agradecida :
Este os bo] de virtud vivo retrato, II cielo a mi venganza está dispuesto;
En la guerra la pal sabio y valiente,
j Que pues la v le ti favorecida,
Invicto vencedor, loro/ guerrero, Ya no la dudo ni recelo en nada :

Casto en la vida en el juzgar severo. , Tu quedarás contenta y yo vengada. ,

Viéndose de larga edad ceñido,


H is • Por varios modos pretendí vengarme,
Y' de deseos rico el pecho,
ilusli es Y lo.los ellos me han salido en vano;
En el estrecho término encogido Ya del liel Galalun quise ayudarme,
De un combatido muro y pueble estrecho; Ya de la injusta muerte de Troyano :

Sin forzoso heredero conocido. De Agramante el valor pudo alentarme,


Con quien dejar su reino satisfecho. El tártaro furor y el africano,
Vio también que, aunque sobre fortaleza. De Mandricardo y Rodamontc fiero.
Es confusión un mundo sin cabete. Mas á aquel mató Orlando, a estos Rugero.
»Y destos graves pensamientos llena • En graves pensamientos ocupada
La heroica fantasía, el Rey, severo El placer me halló de tu venida.
Entro el cargo y descargo de la pena Ya en mis perplejas dudas enterada
De ver su invicto león sin heredero. Del francés riesgo en su fatal calda,
De sus trazas tomó la menos buena, Aunque ignorando la dichosa espada
Sin liarla de prudente consejero : De tal hazaña digna y tal herida :

¡
Notable error Y en ya resuelta instancia
! Ahora que tu sabor me la ha mostrado.
Ceder quiere su cetro en el de Francia. Oye lo que al presente me da el liado.
• Movíale ver el brazo victorioso •Ya sabes que son míos de derecho
Del nuevo Augusto César de Occidente, Los tesoros del mar y de la lierra
Y el español distrito belicoso Y que á mi cetro y gusto paga pecho
Asi ocupado de enemiga gente : Cuanto en los senos de los dos se encierra ;

Quena dejar un capitán famoso Pues donde del mar Junio el bravo estrecho
A su invencible ejército decente. De \. i ... i .ni h. bate la alta sierra,
Que con su amondad al pecho frío Cierta joya en el mundo celebrada
Pusiese, á ser posible, mayor brio. Días ha que á uu grave lin tengo guardada.
, ,, , ,,, , ,,; , ,
; ; , ,, , ;,
, ,, , :

100 DON BERNARDO DE VALIUIENA.


«Aquellas anuas que del griego Aquiles A estos, sin que el reciente rastro borre,
A ülises se entregaron por sentencia. El vulgo la ignorante oreja aplica ,

De ricas perlas llenas y perfiles. Y al ciego aliento que en sus natíos corre.
En quien Vuleano echó toda su ciencia, La mas templada boca multiplica :

Donde en realces de mágicos buriles Los cuentos que uno oyó en la primer torre.
drahada esta una oculta descendencia Tan mudados en otra los publica,
De héroes ilustres que vendrán al mundo, Que volviendo á encontrarlos sus autores,
,

Del primer poseedor y del secundo; Nuevos dan mayores.


los juzgan y los

•Del crespo mar una áspera tormenta umbral de sonoroso bronce


El firme
Allí hasta hoj las dio depositadas, Al grave peso de la gente gime,
Sin que el furioso Telamón consienta Que el vario tiempo por el ancho esconce
Que le sean de mortal mano tocadas : A todas horas de aquel mundo esgrime :

Vive en su muerto corazón la afrenta Aquí ile nudo eterno el mortal gonce
De haberle sido sin razón quitadas, Los siglos vence y á la muerte oprime,
Y en virtud deste pensamiento altivo, Y en vuelo infatigable y ancha pompa
Muerto para guardarlas , se está vivo. El son retumba de una hueca trompa.

»Si ya este nuevo espíritu valiente Humilde á los principios se levanta


El supiere hallar desta aventura
lin De ronca voz y de alas encogida
Yo mi favor le prestaré decente Mas crece el tibio vuelo en fuerza tanta.
Y el me liara de su valor segura.» Que á la luz deja en su cundir vencida :

Asi Horgana al margen de una fuente De feroz vista y proporción que espanta ,

Al blando viento hurtaba la frescura, En vivas lenguas y ojos convertida,


Y yo al sabor de su parlar atento. Y de tal propiedad y tal sugeto,
También bebí de su discurso el viento : Que á todo hace , y no á guardar sccrelo.
Cuando el tiple marcial que el clarín vierte, Asi á los cielos ruego le suceda
Y ronco son de trompas y alambores
el Al vuelo heroico de mi corta pluma ;
Con que el mundo camina hacia la muerte, Que si hoy humilde y por el suelo queda ,

Su platica deshizo entre las llores : Mañana suba á ser de honor la espuma
Ceso el sepulcro en que la Hada advierte Y en lo alto ya de la voluble rueda
Que el ames
vive, lleno de primores, El tiempo ni la halle ni consuma
Del griego capitán á cuya mano Mas con su altiva voz tan hueca suene
Hedor murió y tembló el muro troyano. Que el mundo espante y sus regiones llene.

Que el quinto cielo ya en sangrienta rueda, De todas las humanas invenciones.


Por la tierra marcial furor derrama, Soberbias torres, máquinas, trofeos,
Y en invisible aliento da el que pueda Bellos teatros , ricos panteones
Crecer a soplos de ambición la llama : Altas colunas, graves mausoleos,
Del rey francés los triunfos, con que queda Anchos doriscos , sacros ilíones ,

En majestad vencido el de la fama Colosos, arcos, termas, coliseos .

El requemado enojo, los desvíos, Pincel estatuas bronces escultura


, , ,

Y del leonés los indomables bríos. Y otra si hay mas constante ó mas segura
Entre la tierra el cielo el mar y el viento
, , En todas cunde la infeliz polilla
Un soberbio castillo está labrado Del voraz tiempo, autor de las verdades :

Que aunque de huecos aires su cimiento,


,
No hay real corona ni suprema silla
Y en frágiles palabras amasado, Sagrado imperio, muros ni ciudades
Basa no tiene de mayor asiento Contra sus fuerzas todo lo aportilla
: ;

El mundo, ni los cielos se la han dado En lodo imprime y causa novedades :

Pues a solo él y su muralla fuerte Los reinos muda, sus linderos trueca,
No ha podido escalar ni entrar la muerte. Y hoy, donde ayer fué mar, ya es tierra seca.
En las nubes esconde sus almenas, ¿Quién me dirá de la usurpada España
La tierra y cielo desde allí juzgando, El cetro oscuro de ásperos alanos?
De anchos resquicios y atalayas llenas ¿Qué terrones rompió la inculta saña
De ojos cubiertas, sin dormir velando De almonidas y antiguos turdetanos?
Y con mas lenguas que la mar arenas ¿Quién los epalos fueron, cuya maña
Ajenas vidas y obras pregonando Al Bétis dio los muros sevillanos?
Sin que palabra aunque pequeña , suene
, Los zacintos , los celtas , los ancones
Que de rumor las bóvedas no llene. ¿En cuál mundo tuvieron sus regiones?
Fama monstruo feliz, vario en colores.
, Ya tiempo los tragó en ruedas voltarias
el :

Es quien las torres del alcázar vela, La romana y la griega monarquía


Y en plumas de vistosos resplandores y de Homero, plumas varias,
De Virgilio
Por todo el orbe sin cansarse vuela, Murieron y ellos viven todavía
,
:

Favores pregonando y disfavores Si á sus versos los reinos dieron parias.


Que allí el parlero tiempo le revela También yo espero que á la musa mia
De ojos vestida, de alas y de lenguas, Rinda , á pesar del tiempo y de envidiosos,
De unos contando loores, de otros menguas. Roma sus muros , Rodas sus colosos.
Vuelan sus claraboyas por la cumbre Estos deseos, sabrosa medicina
De la enarcada bóveda del cielo , Contra la muerte son de honrados pechos;
Sobre pilares de oro, cuya lumbre Que el alma eterna de nación divina
El aire baña y da hermosura al suelo : Eternizar también desea sus hechos.
Vuelve en cuadrados ecos su techumbre ¿Quién á un lamoso nombre no se inclina?
De huecas voces un sonoro vuelo. Quién la honra no antepone á otros provechos'
Que en contuso rumor los patios llena, Quién tan inútil y de humilde suelo
Y un rico mundo de grandezas suena. Que de una inmortal voz no ame el señuelo ?
Los tirmes quicios de puertas las altas Pues este altivo monstruo en pasos blando ,

Sin guardadoras llaves ni candados, De pechos nobles pasto apetecido.


Atodn tiempo y toda gente abiertas. Hoy por un ciego mundo nace volando
De cualquier calidad, suerte y estados : Con mayor voz que nunca mas ruido , :

Las ocultas verdades descubiertas La nueva infausta guerra pregonando,


Los antiguos engaños disfrazados, El valor del francés nunca vencido.
Los vulgares rumores, cuyo enjambre El aprieto de España y de sus cosas
Al deseo de saber crece la hambre. 1 ñas alegres y otras lastimosas.
; , , , , ; . ; ,
:

EL RERNARDO, LIRIIO II.


101
Y entre Ins qne ol clarín ron mayor nielo Al sordo murmurar que so despeña
Del vulgo IiiiiiiMiIi' al real dosel lévenla, El hondo valle sin n: ri ano,

Es de ríanela el ejército, que el suelo Y de una pena dando <n otra peña.
Con sombra cobre y braveí espanta¡ i
: De aljófar lleno salta al verde llano :
Por cnanto ciñe el mar y abrasa el cielo Aquí una cueva está que aunque pequeña, ,

Mi otra voz -.urna ni otra gloria anta ; i Hecha parece por divina In.iliii .

Que lempí e el rario monstrno se recrea i n cuyo húmedo seno i bue<


Con ii«> que la fortuna lisonjea. Las deidades habitan de aquel lo. i

También la Invicta España en contra viene en tiernos cuidados '"upadas.


iiciii. le
Del coiinii) t lililí a la poteni 1.1 En grutas de cristal j las ceñidas,
Con cnanto dentro encierra, basta el que. tiene Las iiii.it. jobi e lelas delicadas
En religión y leyes diferencia ¡
Sus amores dibujan y sus \ [das i

Kl qne de arar la tierra se mantiene, Las rubias hebras de oro marañadas,


Lo qne en mandarla alcansan ei ni ¡a, Entre la blaoda lana retorcidas
Al qne en alcázar real 6 bnmilde cboaa A Mi.-iias muestran de sus lazos bellos
La nueva guerra asesta 6 la pax goza ; Mil lances de primor dellas y dellos.
Los que á Duero cultivan sus jazmines, Aquí entre Olores que tributa el prado,
Y al rin Miíici las
riberas ruja-;. Al ronco estruendo del Crista] rompido.
Y de bro h>s principios j los Unes,
i' El moro, en graves traza I 04 upado.
De nieblas frías j corrientes Do Sin saber cuino , se quedó dormido
Los qne del rajo habitan los confines, Débil Minien en paso sosegado
Y pisan de bus al. ii bu hi El sentir le robó sin ser sentido,
Y el qne sin froto en Gnadlaoa pesca Al blando entrar de una quietud suave.
O al uétis ciñe la ribera fresca, Que al sueño abrió y al alma echo la llave.
,

Haraiiio en prevenli primero h fué el Y apenas en las ventanas


'i' la \ Isla
Contra el común pavor qne asombra i España, El sentido común lijo dos sellos,
Y al rey Casto ofreciendo nn cam| mero Y de las cosas las figuras vanas
El de -o gente Infiel puso cu campaña : Hechas abre sutil voló por ellos;
Mandando i Ferragut <|i>'' :il manro liero Cuando con luces no del todo vinas
Por gente pase natura] v extraña ,
1 sueño le mostró en relíalos bellos,
I ,

*i de Cataluña . por valencia ,


I n alarde a quien dan rayos adustos
De África anude j junte la potencia. Los malogrados lines de sus gustos.
Fué Ferragul un barbara brioso Sueña que se halla en los alegres días
De fornida estatura de gigante. Que á Doraliee festejó en (¿ranada.
Miembros doblados, anun hulloso, Cuando á un breve favor largas porfías
Colérico en sus gustos y arrogante ; La puerta le dejaron mas cerrada :

En fuerzas firme en cuerpo poderoso,


, Las armas y pomposas gallardías
Velloso rostro y áspero semillante, En la amorosa empresa celebrada
Y en el llegar con su opinión al cabo, De Angélica, y la bella Guadalara,
Entre los valerosos el mas bravo Del Brabonel amante prenda cara.
A
insignes triunfos de armas inclinado, Prosigue amor en su pesado sueño,
Y desvolver del mundo bu regiones,
a Y lúcele en babilonia enamorado
Y dejar fama en él, que es un cuidado De llagdelia, y que en l'ersia alzo por dueño
Que no cabe en estrechos corazones : A la hada Araran de su cuidado :

Todo basta el marcial pecho era encantado. Que á la ducha del lago en dulce empeño
Y este, llene de honradas pretensiones, También sin premio le entregó el cuidado ,
A sembrar sale belicosa saña Y de Mai lisa fué atrevido amante,
De Zaragoza i lo mejor de España. Y oculto de la bella llradamante;
Del Ebro claro á la corriente tria Que á Flordelis y á Flordespina quiso
Alterando llegó en rumor la tierra En diferentes parles, y en ninguna,
Con rayos de orgullosa valentía ; O sea por cuidadoso, ó por remiso,
Que es la pai de su espíritu la guerra; Favorable le vino suerte alguna,
^ del florido salín i|uc bacía O sea estrella cruel hado preciso. ,

La preñada cuchilla de una sierra. Azotes ó regalos de fortuna


Como en urdios de plata, vié ceñido O la aspereza de su rostro y talle
Del humilde collado el tumbo erguido. Que era oille temor, miedo mirallc.
Asi entrenada la corriente brava. Nadie le codició por tierno amante,
De arboledas vestido > de frescura, Ni él en saberlo ser halló ventura,
(lúe el sosegado curso que llevaba Con que el parlero sueño fué bastante
A la \¡sia engañara mas segura . A despeñarlo en una cueva oscura ,
El bosque en sus cristales se miraba, Donde en lloroso vio y mortal semblante
i dando y recibiendo hermosura La bella granadina hermosura,
De Klma, á Vueltas \ia el brazo tierno Que a la arrogancia de su pecho (¡ero
Rosas sembrando del florido cuerno. Su primer gusto fué y su amor primero.
La fresca vid al álamo sombrío Parécele que en triste cárcel puesta,
Sus ramos dulcemente enea. i. mi. iba, Donde halagüeñas lágrimas venia ,

Y a COSta del humor del manso rio Con medroMi ademan y habla mndesl i

De una inmortal frescura le adornaba, Rreve socorro á su aflicción pedia :

Donde al ardiente sol el blando frió Quiso darle las obras por respuesta
Con pardas frescas sombras convidaba , Y del pesado sueño la agonía
Y a contemplar en su cristal profundo Su quietud le hurtó y en medio el prado ,

Otro bosque, otro cielo y olio mundo. i sátiro á una ninfa vio abrazado.
ii

En este alegre soto entretenido Ahora fuese que al sabroso frió


Sus llores Peí ragut pisa contento, A recrearse sin temor saliese,
Y' del luf¡ar y del calor movido . Y á gozar de algún álamo sombrío
Dn nuevo busca y apacible asiento : Su labor y la siesta le moviese
Este halla fresco el otro mas llorido
, O que en la cueva del cercano rio
Aquí hay mas verde juncia allí mas viento, , En cuidosas lazadas le prendiese;
Hasta que de uno en otro remolino. O que ahumado encanto le fingía
De un raudal espumoso al sallo vino. Lo que durmiendo oyó, y despierto lia :

11
, ; , ! ,
, ,, , , , ,, ,, ;
,; . , ,

IG2 DON HERNANDO DK VALIU'ENA.


Enmil lazos ol sátiro encadena Bien que al cristal de su parlero seno,
Ki delicado cuerpo trasparente Hermosos campos y pinturas bellas
Y la boca, de amarga espuma llena, Un tierno niño amor, de gustos lleno,
Ya el dulce aliento de la ninfa siente Sobre un cielo de flores por estrellas;
Que a desdeñosos golpes le refrena; Mil bellas ninfas por un bosque ameno ;

Y en tesón duro y forcejar valiente. Venus, que alegre se regala entre ellas
El torpe nudo huye y feo semblante Y al compás de los sátiros que espantan
Del atrevido deshonesto amanté. Bailan las unas y las otras cantan;
Procura libertar el tierno cuello Cuanto el antojo del que al agua llega
Del peligroso nudo de sus brazos, Por gusto pide halla retratado
, :

Y el sátiro importuno id bulto bello Montañas de oro la codicia ciega


Mis encadena en amorosos lazos : De Midas, si aun le dura ese cuidado;
El cendal rompe, troza los cabellos, Cazas Adonis en su fértil vega.
Y e! cuerpo sin piedad hace pedazos, Desengaños de amor quien no es amado
Y' todo en vano que, aunque no rendida
; ,
El nuevo amante pensamientos tiernos,
Está de la ocasión del gusto asida. El galán galas, el celoso infiernos;
Cual parda sierpe que de nudos llena
, ,
Los caballeros guerras y aventuras,
El águila real lleva á su nido. Los sabios mil secretos naturales
Las alas con sus roscas encadena, La vista melancólicas pinturas,
Y' en ellas cuerpo
y pies le tiene asido; Los placenteros ojos otros tales;
O escura yedra que , en maraña amena El labrador sus mieses mal seguras
El tronco á un olmo deja entretejido ; El pescador sus cañas y sedales,
O el blanco risco que la jibia tifie La dama bella amor, galas la fea
O el pulpo en negros lazos teje y ciñe : Y cada cual al fin lo que desea.
, ,

Tal el lascivo sátiro envolvía En campo abierto el agua trasparente


La bella ninfa en su prisión forzada : Un tiempo al mundo dio sus maravillas;
El moro, que entendió la demasía Mas el ciego concurso de la gente
Del torpe amor y el tiempo ocasionada Que á ver llegó sus márgenes y orillas,
Del fresco lecho salta en que dormía, Con disgustos turbada la corriente ,

Y al vano amante la desnuda espada Hojas volvió sus flores amarillas,


Al ciego corazón le guió de suerte. Hasta que en defendida niebla oscura
Que echó fuera el amor y entró la muerte. La ninfa le encantó la hermosura.
Cayó descoyuntado al mortal hielo Fué esta aparente máquina de cosas
El corvo fauno y una alegre fuente
,
Sombríos cercos de la hada Alcina,
Las nuevas llores del pintado suelo Que á hacer las de Bernardo mas pomposas
En su cristal bañó resplandeciente : Su nuevo estudio y su saber camina
O fuese influjo de observado cielo Y de España las sangres belicosas,
O de májica fuerza cerco ardiente, A que su natural gusto la inclina,
Al desangrado amante entre la yedra Entre estas sombras quiere y su aparato
El mundo recibió mudado en piedra. Al mundo dar un singular retrato.
Y' un celoso cristal por la herida ,
A este fin levantó en sus huecos senos
De desengaños lleno, corrió al rio, De un rico alcázar la belleza extraña ,

Tal, que si al gusto á verse en él convida, Cuyas cornisas y artesones llenos


Tal vez le vuelve en tristes sombras frió ;
De lazos de oro tan sutil maraña,
Que al pecho no dio amor duda escondida De marciales sucesos mas ó menos
Que clara no la dé el licor sombrío ,
Que en venideros siglos tendrá España,
Los celos, las sospechas los antojos, , Crecientes olas que en lenguajes mudos
Descifrados su luz pone en los ojos. Los campos honrarán de mil escudos.
El hijo de Lanfusa fué el primero Hasta aquel siglo de oro y rey prudente
Que el alinde probó de la onda pura, Que, como antes, la vuelva monarquía,
Y ya por culpa ajena ó rostro fiero ,
Y el lleno goce en él de su creciente,
Del suyo le asombró ver la figura : Y sin menguante corra su alegría :
O sea sospecha ó caso verdadero, Esto en muros de vidrio trasparente
El lo sabe, y amor, que le asegura Y' en cristalinos tumbos de agua fria
Que de su arco los menos agraviados La ninfa dibujó, y en niebla oscura
Salen, cuando no heridos, asombrados. Encantó hasta su tiempo su hermosura.
Ni importa en nobles gustos ser amado; Al primer riesgo de la sabia fuente
Que en alegre verano y pasto tierno El lascivo animal perdió la vida :

Al corderillo que hay mas regalado La ya vengada ninfa, en la corriente


A vueltas crece de la lana el cuerno : Del claro rio sin temor metida
El caso de Anteon, ¿á cuál honrado Viéndose con castigo suficiente,
En el alma no imprime miedo eterno? En su ofendido honor restituida,
Pues no hay Diana tan fiel si se le antoja, A su libertador vuelve lozana
Que en ciervo no convierta á quien la enoja. Y á darle el premio del favor se humana.
Para humillar de su altivez la rueda, Los espumosos tumbos refrenando.
En gustos locamente confiados, De entre ellos levantó el gallardo cuello,
Labrada esta parlera fuente queda Con las nuevas vislumbres deslumhrando
De un libre desengaño de cuidados, Al que se atreve con su riesgo á vello;
Donde el Narciso de favores pueda Y en lazada sutil de un cendal blando,
En el agua escribir los mas fundados, En crespos lazos reformó el cabello
Y gozar, en sus márgenes y orillas. Que, á no ser de mas precio su tesoro,
De los hurtos de amor las maravillas. El dia comprara del sus rayos de oro.
Del feo bulto del fauno heredó el nombre, Halló el moro caída entre las llores
Y de su pecho y cuernos agua fria , De un sirgo azul la tela delicada ,
Y su fama en el mundo tal renombre. De matices cubierta y de primores
Que de divino oráculo servia : Milagros de la aguja de la Hada ;

¡ Ciega locura aventurar el hombre Donde en preciosas sedas y colores


Sin ganancia el caudal de su alegría Una historia sutil vio dibujada.
¡Tana curiosidad, locos antojos. Parte labrada ya parte en amago
,

Donde es mejor no ver que tener ojos! De punto natural ó aspecto mago.
; , . , , ; , , , ;

EL UEIINAKDO, LlimO II. IG5

Nunca de Pilas aguja, la sutil •Tejiendo en fi la y altas ramal


Cundo Aragne Intentó su competencia, lie sombríos sauces ásperos laureles \

A los heroicos dioses que dibuja ,


Tupidas CUeVU J Mondas camas
Igual perfección pose ni Igual ciencia; he amias bríos, carmesíes clavetea,
>i el divino pendil que sobrepuja De alada 11 drs j revoltosas gramas
Toda Invención de bumana luflciencla, Vistosos i.i/os .* cancele
rejas
Sembrar pudiera en el atento moro Donde ! blanco jazmín nacía ventana
Igual deleite ni mayor tesoro. Al tierno grumo de la vid lo/ana;
No entendió las flgnras, aunque pudú •La minia madreselva v arrayanes,
,

Su gallardo ademan entreteneUOi Los almeces cercaban y algarrobos ,

Y atento i verlas por un rato mudo . \ ellos con sus bulleseis ademan,
1 gusto le dejó del cendal bello.
1 lie hojosas ramas resonantes globos ,

La sabia ninfa, que del torpe mulo Por donde las calandrias ¡ faisanes
Del va muerto animal vio libre el enello, Crinando, <iab.ui silbos ¡ corcovos,
Y al caballero en entender atento Y el sol por su tupida celo u
De mi labor vi escondido cuento. Su luz quería engazar \ no podía :

Por conveniente paga que


servido al • Bebiendo
fresco viento el soplo blando,
al
En algo iguale de su eso ida becbo, ai frió llegué de [s ribera amena.
Y el premio :il recibido beneQi lo Por donde se iba sin mover, pasando ,

1.a majestad descubra de so pecho fn braXOS "le cristal la onda serena ,

Quiso al moro dejar que es noble oficio, ; Cayo profundo seno va volcando
En su presente gusto satisfecho, os granos de OTO en la menuda arena
I. :

Con breve relai ion de cuanto incluso Meto el pie dentro, \ como siento el frío,
En el rico cendal su aguja puso. Desnuda me arrojé en el manso rio.
Huyóse de ruido ;las aguas el »A veces con la una y otra mano
Y por liaeei se espejo a su belleza Si asir procuro de las ondas frias,
El rio en n ii ex u estanque convertido,
, Illas hacondo mi trabajo vano,
,

Inmudable volvió su üjeresa ; lie un se huyen por diversas vias :

Y ella en palabra! de inmortal sonido Vuelvo y revuelvo el cristalino llano,


Asi al Invicto moro vuelta, empleas
. : Y entre el huir del agua y mis porfías,
« Bien que sea tu valor en cuanto liaga Sentí por ellas nuevos remolinos,
De su antigua virtud la mayor paga, Y' vi temblar los árboles vecinos.

• Tal vea i un liel servicio le ennoblece • El dios deste lugar, sagrado rio,
Que digno del quien le recibe sea, De verdes cañas y ovas coronado
Y el gusto hazaña crece
y gloria de la 1.1 rostro y barba llenos de rocío ,

Cuanto es mayor la parte en que se emplea ; Lloviendo arroyos de sudor helado.


Pues porque el tuyo en lo que en si merece En una mano un álamo sombrío,
Su colmo goce y su creciente vea, Y en una urna de vidrio reclinado.
Contarte quiero á quién por modo honrado Del lugar con el mió mas vecino
Con tu invencible espada has obligado. Salió rompiendo el muro cristalino.
•Conocerás de paso los varones Al quedé turbada,
descubrir el dios
Que en mi heroica labor voy dibujando; Y á huir medrosa comencé desnuda,
Que sombras de profetícas'visiones Y él viéndome sin ropa despojada ,

Ño se pueden gozar solo mirando ; De mi arco de oro y ele su (lecha aguda


Y jo que el gusto miro en las acciones
,
Ardiendo sintió el alma antes helada,
Ya los deseos del tuyo estoy juzgando. Y de su nueva pretensión no duda ;

Oye pues te dirá moro valiente


; , . Que al gran señuelo que el amor le hacia,
Lo que deseas saber y hay en mi fuente. Ningún estorbo en él serlo podia.
soy de las ninfas deste rio.
i
• Yo huyo del cual tímida paloma
De su juncia nacida en las riberas ; Del presto gavilán que le da caza,
Ya en otro tiempo el ejercicio mió Y él el seguirme tan por suyo toma
Fué por los montes fatigar las lieras : Como á paloma el gavilán de raza :

Ninguna selva ni lugar sombrío Saliendo deste valle, á aquella loma


Sin los despojos de mi caza vieras : Subía; y como nada me embaraza.
En armar redes y acechar paradas En lugar de correr creo que volaba ,

Las mas diestras no fueron tan nombradas. Y siempre á mis espaldas le llevaba.
Sin lanudos sabuesos ni lebreles •En esto veo su sombra de improviso
Al jabalí rendí y al oso fiero, Que el sol ya ñor mis hombros la subía ,

Y si hay lieras mas lieras v crueles, Si no era de algún álamo ó aliso,


Esas trataba de amansar primero : Y' por suya el temor me la vendía;
De rosas coronada y de laureles , Mas no era el presto dios nada remiso.
Más tuve, sin querer, de un prisionero; Ni sus pies solos cabe mí sentia
Que de lo que yo entonces me preciaba Que ya casi en mis pasos tropezaba,
Era de un arco, un dardo y una aljaba. Y' su aliento el cabello me volaba.
•Tf no me estraga el áspero ejercicio •Pasmóme corazón un miedo helado,
el
La atezada beldad de mi figura Y allí sin poder mas me vi rendida
, , ;

Que si estimarla en poco no fue vicio, Que al desenvuelto amante el premio amado
Nunca mas la estimé de lo que dura : Metiendo espuelas via en la corrida :
El terso espejo, cuyo amargo oficio Los ojos volví al ciclo, y el cuidado
Es siempre preparar nueva hermosura , Le entregué de mí honra y de mi vida,
Nunca la mia templó, ni en clara rúente Y á la casta Diana en tal estrecho
Por nuevo adorno contemplé mi frente. Esta breve oración dije en mi pecho :

»Ya Febo estas montañas abrasaba, , — Divina diosa,


por mi ofrecidas si
En iguales balanzas puesto el dia , Victimas fueron humos de tus aras,
Cuando yo sus collados trastornaba Y sus puras entrañas encendidas
Rastrando un ciervo que flechado hahia : Llamas en nombre tuyo dieron claras
, ,

El cansancio el calor me acrecentaba Si aljaba y flechas traje á ti debidas,


Y' una fresca alameda que nacia Y tu selva aprobó sus diestras varas,
De las orillas de este hondo rio, Deste fiero enemigo y su torpeza
Señas hacia temblando á un viento frió- Defiende, oh casia diosa, mi limpieza —
, ,,, , , ,; , : , ,

I(ü DON BERNARDO DE VALBUENA.


iA este fresen liifr.ir en que ahora estamos ,
«Mas por bastante paga al beneficio
Diciendo estas palabras descendía, De haber en mi favor tu espada honrado,
Cuando Diana de entre aquellos ramos Ya (pie precioso hado te es propicio,
el
Salió esparciendo en mi una niebla tria : Y tanto tu nobleza me ha obligado
Las dos en medio della nos salvamos; Del mundo por venir, un breve indicio
Y el Fugitivo dios, que ya ponía Quiero que en mi labor veas abreviado,
En mi mis brazos, aunque quedó ciego, En nueve hermosos rayos, cuya llama
Por mil partes cercó la nube luego. Con los nueve compile de la fama.
«Yo, viendo tan solicito enemigo, «Este lienzo entre lazos de oro fino
Aunque de la triforme luz guardada, Al inundo guarda vivos sus retratos,
Y en su inviolable amparo y casto abrigo Cuya estampa y dibujo peregrino
Segura estaba de dañarme nada. Labrando me entretiene alegres ratos. »
La beldad ciega que vivia conmigo, Dijo, y desde el remanso cristalino
Inquieta me traía y alterada, La teladesdobló, que dio baratos
Cual tímida cordera que presente A sus ojos mil rayos de contento;
El lobo en torno del aprisco siente. Y ella asi prosiguió su alegre cuento :
lidiando medrosa entre un sudor bolado o Estos que de mi aguja retratados
Me vi ir toda abrasando y consumiendo, Dan gloria á las edades venideras,
Que á modo de roció delicado Son nueve capitanes celebrados,
De sus senos la nube fué lloviendo : Tras de quien vienen todas mis banderas :

Los buesos ya en cristal se habían trocado Los triunfos á sus hechos reservados
Y como hielos se iban derritiendo, Celebrados quedaran si los vieras;
Corriendo entre las yerbas; y el amante, Que yo ahora no he de darles mas renombres
Que el agua conoció mudó el semblante.
',
De que aquí los conozcas por sus nombres.
«Dejó la grave majestad pesada «Este que ves entre moriscas lides
Y en ver mis nuevas ondas atrevido, Con seis azules róeles señalado,
— La empresa mia dijo , es acabada ;
,
— Antiguas armas del gentil í'ersides,
Y en sus aguas tras mi se ba convertido : En tiempo del rey Artus celebrado,
Y'o, viendo pretensión tan porfiada, Es el godo alemán Ñuño Belchides ;

Rendime; y al tomarle por marido Y este escuadrón que en sombras abreviado


\'i que á mudar el celestial decreto Aun se está en los principios de mi aguja,
Ningún humano curso hace efeto. Y su luz la del cielo sobrepuja,
«Entre estos riscos mi morada tengo «El fruto es de su tronco, que al cercano
De cristal duro y blancos pedernales, Mundo que ha de venir promete el cielo,
Y aqui con otras ninfas me entretengo Y yo en su nombre al reino castellano
En dibujar empresas inmortales : Principes dignos de su invicto suelo;
Del dios Jano por recta linea vengo, Y á Castro y Lémos, colmo soberano
Y saben las antorchas celestiales Desta creciente, cuando en feliz vuelo
Que es Iberia mí nombre, y mi estandarte Nazca un Apolo por patrón y guia
La mejor sombra del sangriento Marte. De una famosa historia suya y mia.
«Fué Túbal , nieto del famoso Jano, «El que tras él no quiere atrás quedarse,
De quien segunda vez renació el mundo, Y su opinión tan adelante lleva,
Y' á poblar esta tierra de su mano Que á todo el ancho mundo hará estimarse
De Armenia
vino sobre el mar profundo : Si á hacer llegare de su espada prueba,
Deste nació el segundo rey hispano, Pues aqui no pudieron dibujarse
Llamado Ibero, y yo deste segundo : Celebre sus hazañas con voz nueva
Este es mi antiguo origen : deste Ibero Y al conde Hernán González sin segundo,
Nombre tomé , y le di á este mundo entero. No solo España, pero todo el mundo.
«Soy pues la que hoy en grave pompa y vuelo »De la real sangre que sucede y mana
Sus cosas guia , y soy la que su fama A Sandoval desta sagrada fuente
Con pió derramará y heroico celo Lerma gozará duques y hará ufana,

Por cuanto el rojo sol su luz derrama : A España un sobei'ano descendiente,


De entre las ondas de mi claro hielo De cuya sabia y fiel prudencia humana,
El cielo ha de sacar la inmortal llama El grave sucesor de un rey prudente
Que dará vida y ley á un mismo paso Hará el mejor gobierno que en Castilla
Desde la rubia aurora al turbio ocaso. Haya tenido la española silla.
«Quisiérate mostrar, pero no quiero, «Este de blancas plumas señalado,
Los preciosos tesoros de mi cueva Que el campo de morisca sangre baña.
Las grandezas que al siglo venidero Si el frigio Héctor no ha resucitado,
Por todo el orbe su corriente lleva ; Famoso^Cid será y honor de España :
Los triunfos y el camino verdadero Temblará Mauritania en verle armado,
Que al mundo sacará una gente nueva, Y en el frió ataúd ( grandeza extraña ),
¡ !

A reducir debajo de su lanza Hecho á vencer con su ademan altivo ,


Cuanto rodea el sol y el mar alcanza. Tan bien vencerá muerto como vivo.
«Los apartados reinos, y las gentes «Mira tras este al que por propio nombre
Por los senos del mundo derramadas, El de Gran Capitán será debido
El tin del mar, las playas diferentes, Y' si el retrato te parece de hombre.

Y'aquellas islas del calor tostadas Es porque en mortal lienzo está tejido :

Que al valor de mis claros descendientes Su fama , sus hazañas su renombre


,

Por las estrellas viven reservadas No en colunas de mármol esculpido


Aunque no caben todas en la tierra. Al mundo dejará para memoria
Lo menos cunden que mi pecho encierra. Mas toda cantará su gloria.
Italia

Mas no es posible alcance tantas cosas «Este á quien favorece la fortuna


El presto huir de un tiempo tan escaso. Al parecer con tan alegre cara,
Ni tu en horas tan breves , mis famosas
,
hados le sacan de la cuna ,
Si los
Grandezas puedas ver sino es de paso : Marques sera lamoso de»Pescara :
A otro brazo las lumbres poderosas Victoria eterna en inmortal coluna
La victoria pasaron deste caso Digna promete á su grandeza rara.
Y á ti lugar lamoso al margen suyo, Y el al honor de España un gran tesoro
En honra al real valor del brazo tuvo. En el rey preso de los lirios de oro.
. , .;., , , , . , , , . , ,

f.l riEimimo, liüho n. ii

•Aquel por tantos mares venturosos •Ya en nuevo ;irues grabado representa
Tu pequeños bajeles engolhdo, Un Invencible liarte al turbio Bgeo,
Es Hernando Cortés, que cu mil rotosos H le al rigor de una Ispera tormenta,
su nomine ser merece eternizado : lie un casto amor le alcántara el deseo;
Descubrirán ras ojos renta róeos, v.
con elrej de Per la en lid sangrienta
Y rendir! >n esfkierio afortunado Vi .no. he ie vi
1 1
, > ahora veo
Otro mondo otro délo otro polo;, | Que lúe el SegUndO Manee \ el primero
Que es puco pura él un Brando solo. lie que triunfo con Voz de caballero.
•Este que tiene el venerable cuello •Otro tuvo en defensa de ra tío
De un helio tusón de oro enriquecido En los famosos bosques de Mnluerna ,

Y colgado del peso del v dello Donde de mora sangí e un rojo no


Del suelo lo mejor y mas Oorldo Su don opada abrió y IU mano lierna :

sí acaso el mondo mereciere relio. Allí sin olía- irnMB que su lino.
,

Como él Ber su monarca h nwroi Ido i Su rey libró, y ganó una fama eterna:
Duque de Alba será \ h de España , i Mas son ensayes; que en las veras puesto,
tu Portugal en Plindes j Alemana. , Su espada rendirá de un mundo el resto
»El que sobre este carro cristalino Halará en Benavente y en Zamoi
El in u gobierna en venturoso treno Al soberbio Alcaman i al rey Ores te,
Si al mando hallare so valor camino Que con la soja la pujanza mora
para dejarlo de rictorias Heno liara que ni le valga ni le preste :

De Sanüacj ni sei ü marones dh ;


Dejo el campo de ilreejo dejo ahora ;

Y si la parca en sn enlutado seno El riese,, ,1,1 rev Casto, y muerto en este


Antes de tiempo su ralor encierra El anticuo Don Hueso, que a Castilla
Temblar hará el furor de la tnglia tierra. Humillar quiso a la Aqaltania silla.

lAqai en qaien las horas presurosas


i •Dejo linees de hi r, dejo victorias
El curso abreviarán con tal corrida, Que mil clarines volverán sonoros,
Que apenas i las pnerlas deleitosas Y de quien de memorias en memorias
i
le dej ii án de nnesti a \i'ia,
' l.a fama liara el mayor de -iis tesoros :

Cnando entre negras sombras tenebrosa- i..is [ierras que en pomposas vanaglorias

l.a tierna fhi de amarillea teñida , liara a su re] J quitará a los moros.
Dejará el aire claro y nuevo dia Dejo, y dejo también el triunfa manco
Que en sn real presencia amanecí*; De Barbaste, Sobrarbe y Honleblanco.
•Yo ^i> de aquel príncipe lamoso
. i i •Ni de la conquistada Barcelona
Que España restira de loto y llanto.
a Digo ya el merecido principado,
Después que sn ralor vuelva espantoso Ni el tributar Italia á SU persona
El seno de Corfú j el de Lepanlo En escaño real cetro dorado :

\ desde allí con triunfo ictbríoso \ Ni al ponerle al Imperio la corona


Al espanto del mundo ponga espanto, A un golpe de su espada en tal estado
Mostrando en esto ser hijo segando Que por bien que la lama ande ceñida.
De Carlos Quinto, emperador del mundo. Siempre a sus pies se le dará rendida ;

•¡Oh estrellas, cómo fuistes envidiosas • Que esto es lo menos de su brazo fuerte,
A la gloria de España !
olí lluro hado! Y de bravos que hoy pisan el inundo.
los
Si al golpe de mis suertes valerosas A los mas por su mano
lia de dar muerte .

No les tallara tiempo señalado, Y harto el primero hará en quedar segundo :

Tu solo a mil regiones poderosas Ni pienses que es el nuevo encarecerte


Pusieras vn^.i y (reno concertado, De sutil invención parto fecundo,
Desde donde se biela el Bero escita, Que va algún dia tu has de ser testigo
Adonde el abrasado mauro habita. mas y lo menos que aqui digo.
l)e lo

•Dadme, oh hermosas ninfas, frescas flores •Lugar precioso en esta rica tela
Para esparcir sobre la tierna Frente Queda a otros nobles hijos de la fama,
i. 11 - ei 1H1 ¡e- v debidos Inores 1 ji cuya heroica lesiona me desvela
Deste mi soben descendiente; La industria de mi mano y de su fama;
\ vosotros divinos resplandores,
, Y aquesta luz. que en torno di líos vuela
Deshaced les agüeros felizmente Es la que a eterno nombre y voz los llama.
Y aquella sombra j triste o ntineía Ahora en tanto que ellos nos suceden
,

Que sobre >u cabeza en torno vuela. Oye lo que los liados te conceden :
•DeStOS nueve bellísimos IneeroS, Si en esta clara fuente siete veces
<i

En uro aiii.ra j rosicler gi ab idos Al rayo de la luna le lavares


Sin otra inmensa copia de guei utos, Y á los difuntos dioses tus jueces
Entre sombras y Itnes escorzados Con nocturnos inciensos aplacares,
a los siglos prometen reñideros Y una sagrada víctima le ofreces
Honra á les vives, gloria a los pasados. Al dios conservador de estos lugares,
.Ne sé -i diga, en tan vele/ corrida, Con lumbre de laurel y hojas de olivas,
Otro que aquí de intento se me olvida. lia ni que al mundo eternamente vivas ¡
\ ¡ve en el mondo . y es el adversario •Y tu edad y tu siglo se renueve
Mayor que ha de encontrar tn brazo altivo, Como lo- campos con las frescas llores,
Por quien un nombre heroico el tiempo vario Sin que tu vista eterna noche pruebe,
Para siempre dará S tos obi as v i\o : Ni tus sentidos sientan sus temores,
Dejara el alabar i tu contrario; Mientras Ebro á la mar tributos lleve,
Has véotele mirar con rostro esquivo, Y por abril nacieren los amores,
\ es de tan grandes lleno-
Bgura, la Y coronaren las estrellas,
el cielo
Que aun asombra su luz puesta en pintora. Y los años volaren en pos dcllas.
»Es pues el valeroso lirio dispuesto Mas si por no observar las impresiones
Que allí campea entre plumajes de oro, De los celestes astros lo dejares,
Y en tierna edad y en ademan compuesto Y distas ceremonias y oraciones
Al frailees rinde y doma al pueblo nono. Indigno el limpio y grave arnés juzgares.
El invicto léi nardo , en quien he puesto De las otras forzosas ocasiones
liemi esperanza el sin igual tesoro, Este roció temple los azares,
Cuja braveza ha de librar la mía i en tu antes duro trato vuelva el mió
De un yuyo de ambiciosa tiranía. Cusió agradable lo que fué desvio.
, , , , ; — ,; ,;

166 DON BERNARDO DE VALBEENA.


•Perderás congojas tlel profundo
las No volveré á los ojos de mi gente
Sueño que le inquietó la fantasía. Sin quitar á mi honor este embarazo,
Pues gozar de inmortal vida en el inundo Y ver si dése montañés valiente,
El cielo le lo da por otra via Lo que no hizo el mundo hará su brazo.
Si merecieres el lugar segundo A buscarle quiero ir al mar de Oriente,
En los contextos de una historia mia Y quitarle la vida en su regazo,
Que lia de durar mas siglos en la tierra Antes que toque en tierra y haya brio
Que ondas derrama el mar y arena encierra.» En ella que compita con el mió.
Dijo, y de en medio del sagrado rio Asi dijo : fantástico y brioso
Con la mano arrojó licor bastante, Su caballo guió para Valencia
Con que al valiente moro creció el lirio, Que es el honor herido en pecho honroso
Y lo áspero lavó al feroz semblante : Viva inquietud, agravio sin paciencia.
Volviendo lo argentado del roció Dos dias anduvo sin hallar reposo
El antes rostro bárbaro elegante
, Tras el fin de su vana competencia.
Desnudo del primer capote y ceño Discurriendo por ella y sin camino,,

Que de horrible le hacia zahareño, De un desatino en otro desatino.


De una apacible gravedad compuesto, Mas ya al tercero , cuando el sol sembraba
Hasta en los ojos de la envidia amable, Del dorado cénit rayos mayores,
Asi en gallarda proporción dispuesto, Y el pastor caluroso se amparaba
Que aun el áspero gusto volvió afable; Al fresco de los sauces entre flores,
Que mas se da con la ventura que esto, Por el nuevo camino que llevaba,
Como sin ella es todo abominable. En lijeros caballos voladores.
El agrado , la gala y la hermosura Huyendo vio venir una doncella,
No son mas que un rocío de ventura. Y un caballero en los alcances della.
ALEGORÍA.
Ella á gritos pidiendo al cielo ayuda,
Y él con solo el intento de alcanzada.
Por la cueva del Hado se entiende la Providencia di- Con la cobarde espada alta y desnuda,
vina, á quien todas las cosas están sujetas. Por herilla, prendella ó por matalla , :

En relación de los reyes godos se muestran los alti-


la Sacó el moro feroz la suya aguda
bajos del tiempo, y cómo niel cetro y corona de las ma- De quien los bravos tiemblan en miralla...
jestades de la tierra, ni por altos ni por grandes, se libran
Cuando Teudonio en la prisión de Luna
Asi en cuentas está con su fortuna
do sus mudanzas.
En Iberia abrazada con el Sátiro, cuan poderosa es en Llegó el alcaide entreteniendo el paso
Con sagaz atención á lo que había :
el vicio de la sensualidad la fuerza de la ocasión , y cómo
Acogiéronle bien , viólos de paso
para librarse della conviene que entre de por medio la Que solo á requerirlos descendía :

fuente del desengaño. Sintió de nuevo el nuevo preso el caso,


En el rocío que á Ferraguto le lavó el rostro, y mejo- Su corta fe, su escasa cortesía,
rándole el ser, le perficionó la figura, se descubren los Y mordiendo los labios al ultraje,
admirables efectos que la ventura baceen el hombre, Entre un suspiro reprimió el coraje.
y cómo á veces basta de lo por venir le da noticia , como Y vuelto al Conde, dijo «Al fin, cual digo,:

la Hada á Fenagut. De la cuadra real llegó á la puerta


El aviso traidor del falso amigo,
Cuando ni pudo entrar ni la halló abierta :

Yo, viendo el riesgo y fin del enemigo,


Y mi importante traza descubierta,
LIBRO TERCERO. El rebozo troqué en que satisfaga
Mi muerto honor la prevenida daga.
AUGMENTO.
uY antes que el frió temor, en las entrañas
Ferraguto, envidioso de las alabanzas de Bernardo, se parle á Entera entró y se la escondí dos veces,
buscarle para probarse con él. Prosigue Teudonío su historia, Con que el sensual amor y sus marañas
y en ella las grandezas de un valeroso doncel que libró al rey Huyó corrido entre sangrientas heces :
Casio de cierta traición , y dase á conocer el Conde. Traíase de
las Tiestas de Francia y del consejo de guerra del César, donde
¡Oh cómo el tiempo da vueltas extrañas !

queda confirmada la guerra contra España, y el modo con que el Oh cómo humilla locas altiveces!
sabio Orontes robó á Iíernardo. Matóle al fin del muerlo honor la traza,
Y una ventana le colgó á la plaza.
Queria el moro por tan ricos dones uYo allí aclamando —
¡libertad! victoria!
Mostrarse agradecido y obligado, León por el rey Casto !—
Con que á un punto
Cuando, sin aguardar á otras razones, De los contrarios no quedó memoria;
La Hada se volvió en cristal helado; Que á mi voz viva y á su rey difunto
Y él, vestido de nuevas perfecciones, Libres dejaron la usurpada gloria,
El camino siguió de su cuidado, Las armas y el rendido alcázar junto,
De gusto lleno y desabrida pena, Hecho ya en roja sangre un negro charco
Con el bien propio y con la fama ajena. Con mi espada y las gentes de Eilarco.
Del Ebro inculto por la fértil grama »Sacudió el yugo infame del tirano
De sus mismas acciones va admirado, El reino fiel del oprimido cuello,
Eria de envidia el alma con la fama Haciendo en estos trances de mi mano
Que al gallardo leonés promete el hado : Que despojado rey volviese á sello
el :

Celos le hielan, el honor le inflama, Prendí tracé, compuse, y todo en vano,


,

Y en él y en su experiencia conllado Pues al fin se olvido tan presto dello :

— Será posible , dice , que en el mundo


¡ Vino á hacer Cortes luego, y á ser vino
Hay quien me baje á mi al lugar segundo! En mis alegres bodas el padrino.
Primero en ciega confusión hundido «Mostró correspondientes los favores
Todo lo dejará este brazo fiero, A importante fe de mis servicios,
la
Los que ahora viven, los que ya han vivido. Siendo en todo mis votos los mejores,
Cuanto me espera á mi ,
cuanto yo espero : Y mis sanos consejos mas propicios
Wio es mió ha de
, mío ha sido
ser, y Hasta que el malsinar de hombres traidores
En todos trances el lugar primero : Esta privanza leal sacó de quicios,
Este defenderé con dura guerra Trocándose los vientos favorables ;

A cuanto surca el mar y ara la tierra. Que hombres, aunque sean reyes, son mudables.
: , .,.. , ,, . . . ,
, ,, ; ,, , ,

EL BERNARDO, LIBRO lil. I8Í

Habamut, arrez •!•- Herida, fué un moro .1 Alfonso al real jardín derecho
1
1 .si,,

De falso pecho j de taimo atrevida . A espaciar se guió, cuando en un llano


Que, ardiendo en ambición, rompió el decoro One el monte da i la humilde selva hecho,
Al rey Bissen de Córdoba debida ;
lu doncel pareció j un hombre anciano :
\ con su gente j bárbaro ir^oro, El Viejo alio , |el o/ , i alvo . del vello ,

Va el africs yugo sacudido . De rostro enjuto, talle coi leaano


Del rio leño entro en el ampo vasto,
\ i Palabras pocas v modestia mucha,
\ ai ampara se vino del rej Casto. Dos grandes bienes al que ve j e cocha.
A
este por "i den ¡ consejo mió
. doncel solo no - diré piularle
illi I

i n luí guarda le puso i las fronteras l.agallarda postura con que vino
Que el Mimo riega \ crece el Duero frío . Que ai lu io natural Regado el arle
Por bondos saltos j ásperas laderas : Era en humano traje ángel divino
v .iiii en dos lustros por su ardiente rio i Hijo hermoso de Venus y de Harte
Al mundo espanto dieron mis bandera . En su aire le juzgaras peregrino,
V el refdnado puesto en que vivia Y humilde de Narciso la pintura .

Asaltos a los moros cada día. sí como yo, te hablara su hermosura


,

«Era temida basta en su misma gente •Niño que el tierno bozo le apuntaba
La aspereza del bárbaro Inhumano, De cuerpo algo mas grande que pequeño,
Enemiga roí brazo inclemente fi .
lie alegres ojos
de vista brava, \

Al pueblo infiel y ejército africano. Suave en y zahareñoel mirar :

i luí ni. mu un menos que él valiente


ii Temor el verla y alegría causaba
Tumi i quien sobre el moro camorano
. Y el rostro armado de capole y ceno
l n >iii por sedicioso > homicida
. Mezclando á lo hermoso lo robusto,
l.i rej Casto prendió j quito la \ í«i;i La cifra hacia del deleite J gusto.
•Encendió al inoro el presumida agravio • En un bravo fantástico caballo
r.n deseos de vengar su hermano muerto • De la color y lustre del armiño,
Bn mudable
elidido v saino . trasi . §iii- (ienil vio nacer, llelis criallo,
De sangre castellana y mora engerto; de su juncia aun no perdió el cariño ;

\ como de traidor tenia el resabio Sin poder con el freno sosegallo ,

v de astuto el ralas pecho encubierto, Lozano el potro, y el ginete niño,


Encerró en él con pundonor discreto, Y asi trocando manos y visajes
,

De traición que urdía el tiran secreto.


1 1 Hería el Jaez temblaban los plumajes ,

»\ por mostrar que del perdido hermano »Dc azul lela de plata y encarnado,
,

La odiosa muerte ya tenia olvidada, Rico jubón coleto y calza al uso, ,

Al Casto rej envió i pedir bum ico 1.1 bohemio en armiños alón. ido ,

Importante favor á una jornada; Que el regalo y la gala juntos puso ,

\ I un, por de mas nombre y mas cercano Con broches de diamantes recamado
A la persona real dio encomendada , Y perlas en labor y orden confuso,
La suya, y de su causa me hizo agente Y en el sombrero, en plumas y en airones,
Con mil lisonjas y un falaz presente. Engastes de rubis hechos llorones.
•Dióse el despacho, á diligencia mu »La calza de obra y ricas entretelas,
En despediente afable j grato modo, Lanzando rayos con vislumbres de oro
i en la conquista y tierra.- que pedia, De puntas dé diamantes dos espuela .

sin nada reservar se le <Ji<> todo Y de íuliis por ellas un tesoro;


Mas no el traidor Alcaide pretendía 1.1 blando freno, estribos y charnela •

Pavor, sino venganza del rey godo, Con pardos nieles de artiiicio moro ;
Enviando, con el nomine de embajada, La guarnición de la gallarda espada
Doblada gente y prevención doblada. Hi esmeraldas y perlas amasada.
«Del trono real á descansar bajaba uYarios entalles de oro en cada hebilla ,

Al valle de Miduerna comarcano Sonando del pretal las guarniciones,


Tal vea el Casto rey, donde gozaba De verde brocatel la corva silla
lie \er correr un oso de veri : i del misino matiz riendas y acciones;
Y montañés Filarco le hospedaba
el C.ripado lo embutido de platilla ,
Con esplendida mesa y Irania mano ^ en nuevos trebolillos y florones,
En un real bosque que en hinchada loma Con asientos de perlas y rubazos
Sobl e las punías de aquel bosque asoma. Floridos brichos y escarchados lazos.
•En esta insigne casa de contento vez entre celajes pardos
«Así tal
De alcaide el fiel Gai ili s servia Suele bullendo en luz resplandeciente
,

Puesto en Olvido el alevoso intento (un lie Has alas de oro y pasos tardos,
Con que, atener mas tiempo, me vendía; El lucero alegrar al rojo oriente ;

Aunque el á la traición trocando el viento, Y entre peñascos de ámbares gallardos


La doro e lecir que pretendía Dorar las nuevas rosas de su frente
Con aquella ocasión verse a mi lado. Recamando de aljófares y grana
Para morir allí o salir honrado. El lierno dia, el mundo y la mañana.
vEs fácil de engañar un noble pecho, iTal el doncel llegó, tal el mirallo
Y en un traidor jamas faltan engaños. Deleite puso y gusto en los presentes :

ste, pues, que parece que fne hecho


I El Rey por le hablar paró el caballo.
l'ara sacar a luz los mas extraños, Hecho un tejido muro de sus gentes
Era en Miduerna alcaide, a mi despecho, Cuando el sabio gentil que á presentallo
Por el gusto de Arlinda había dos años, . Al isio rey venía , estas prudentes
i

Cuando de Habamul la torpe gente Palabras sembró al aire, y fué escuchado


A León llegó con su falaz presente. Del circunstante pueblo descuidado :
»Y ahora por grave suma de tesoro, > —
Aunque jamas en mi rey poderoso, ,

O la esperanza de otra mas cumplida Ni hubo causa ni habrá para ofenderte,


En él porque escondió el escuadrón moro,
, Por si fui en algún lance sospechoso
Del Casio rej deseando la venida, Y (n gusto agravié por complacerte,
Donde la fuerza los guardo del oro. El brazo deste joven valeroso
Sin ser de nadie su traición sentida, De mi culpa podrá satisfacerte ,

Hasta que el señalado tiempo vino, Cuando su espada ampare , no vencida


\ un notable suceso en el camino. De varios riesgos tu importante vida.
, —
,, , , ; , ; ;, ,, , , , ,; ;
,
! ;,,, ,, ,

IQ8 DON BERNARDO DE VALBUENA.


•Tienes con él mas parte que conmigo, «Mas ¡quién dirá entre tantas las proezas
Con ser yo por mil partes tocto tuyo ; Que el doncel bello en este tiempo hacia!
No tardarás en conocerme amigo ¡Los peligrosos golpes las destrezas ,

Y en suficiente prueba el valor suyo; Con que unos daba y otros rebatía
Que el furor de un doméstico enemigo Cortando piernas, brazos y cabezas,
Te aguarda en este parque, para cuyo A este ayudaba, al otro defendía,
Remedio todo lo posible lie Lecho Aquí se "ampara y acullá ejecuta,
En reducirle á tiempo de provecho. Y á todo acude con presteza astuta.
«Dijo, y el Casto responder qucria «A Mosquito llevó una espalda entera
Del grave anciano al noble ofrecimiento Mollita de Coimbra, renegado,
Cuando el jayán Fracaso , que venía Que por ser brava su mujer y fiera
Por traidor capitán de falso intento, A ser moro se fué desesperado,
Viendo que el Rey el paso suspendía Donde encontró una vieja hechicera
Feroz, salió en su loco atrevimiento, Que fué siempre en casarse desdichado,
Temiendo, en verle asi , por cosa cierta Y dichoso en el golpe que hoy le deja
Ser su oculta traición ya descubierta. Libre de una celosa y de una vieja.
»C.on cien valientes moros , del castillo, »E1 diestro brazo le arrancó del codo
— Muera el ingrato Rey, —
salió gritando : A Fulco, gran maestro de un montante,
Suspendímonos lodos en oillo, Con que le arrebató su saber todo ,
Al Casto en frágil escuadrón cercando, Y de muy sabio le dejó ignorante ;
Por donde á todo riesgo abrió portillo Y al tahúr Alcin le dio un revés de modo
Del furor ciego el enemigo bando, Que ambas las manos le quitó delante,
Dejando su confusa arremetida Y él hecho á perder manos en el juego
,

Los mas bravos Guznianes sin la vida. Quedó del golpe con algún sosiego.
íEI doncel de selva, compelído
la »A Zegríldos pasó de parte á parte,
De un brioso ardor y el gusto de mostrallo, Valiente capitán de Peñaranda,
Niño lozano y de ánimo atrevido , Y á Boacel derribó, y á Galimarte,
La espada saeó á un tiempo y el caballo Y á Rerberuz el de la roja banda :

Y cual si temeroso ciervo herido Hiere, rompe, destroza, hiende y parte,


Le espoleara el deseo de aleanzallo, De aquí y de allí , de aquesta y la otra banda
Salió contra la bárbara emboscada Hecho en la gallardía y la persona
Sacando , mas que el sol , rayos su espada. Un formidable hijo de Relona.
«Era Fracaso un moro berberisco «Cual rayo ardiente que en revuelta llama
De grueso cuerpo y ánimo doblado, De tres puntas los rústicos haberes
En rostro sierpe, en ira basilisco, Del campo asuela , y la copada rama
En vista torpe, en lengua libertado; Del sauce alegre sombra á mil placeres,
,

Cuba de alegre vino ; que el morisco Humeando deja , el hueco monte brama
Que en esto se desmanda es consumado Gime el cielo al caer, la rubia Céres
Y á la sazón sobre un l'rison polaco Arde en secas aristas , y en su daño
Hecho venía , recién comido , un Raco. La madura esperanza esconde al año
«Lleno el celebro de arrogancia y vino «Ni era menor el daño que hacia
Cual fantástica torre iba el primero, El escuadrón contrario en nuestra gente ;

Cuando el diestro doncel salió al camino, Que uno muere, otro cae, otro huia,
Vestido uno de seda, otro de acero. Otro queda hecho piezas por valiente.
Hizole al moro errar su desatino, El soberbio Abdelmon, que pretendía
Y acertarle el contrario un revés iiero Ser de Mahoma oscuro descendiente
Que dejó por el suelo su braveza Y en su ciego Alcorán tener cauciones
Y a él y á sus contrarios sin cabeza. Para mudar decretos y opiniones
«Pasó sin alma el cuerpo en el caballo, «Traía un diestro herir tan presuroso.
Cual si vivo buscara á nuestra gente, Que era el asombro del sangriento llano :

Donde al miedo primero de mirallo, Derribó á Peñalver, mató á Fragoso


La nueva admiración creció presente Uno bravo leonés , otro asturiano
Acudió á toda rienda por vengallo Topó al burlón Gralil, truhán gracioso
De su morisma el escuadrón valiente, Que con lenguaje libre y cuerpo enano
Que en confuso alarido sin reparo Solia satirizar, por su deporte
Por el nuestro rompió de claro eu claro. Los descuidos del Rey y de su corte.
los diestros moros escogidos,
«Eran «Mas dañóle aquel dia uno que él tuvo,
Armas, lanzas, caballos, caballeros No ser en huir como en hablar prolijo ;

Al alevoso asalto apereebidos Que hacer entonces á Abdelmon le pluvo


Y' á cualquier trauce de ánimos enteros : Nuevo donaire del que tantos dijo
Los nuestros solo á caza prevenidos, Y en verle así pequeño se detuvo,
Aljubas de color, petos lijeros, Y al brazo se le ató por regocijo
Propios para huir desa manera Hecho de espada que antes era escudo, ,

O de la muerte ahora ó de una fiera. Dado á su tahalí en el suyo un nudo.


«Quedaron los mas bravos por el suelo, «Pudo la alegre burla estarle i cuento.
Sembrados los no tales por el llauo Que á sombras del juglar nadie le hería,
Que ni del Rey ni de su honor el celo Cuando una Hecha por el libre viento
Freno dar pudo á su temor liviano : A poner tregua en su placer venía :
Encontróse Dorasto con Tranquelo, Dio en la visera, y acertando á tiento,
Aquel moro valiente, este cristiano, Los sesos le cosió en la fantasía
Y vinieron al prado sin sentido Quedando muerto y el enano vivo,
El moro muerto y el cristiano herido. Por dueño ya del que antes fué cautivo.
«Volvióse á levantar, cobró sangriento »E1 Casto rey entre escabrosas breñas
Su Bel caballo y el contrario escudo, A su gente formó frágil reparo,
Y'con él con su espada y con su aliento
, Y con mañosa industria á sus pequeñas
Del Rey lo fué mientras durarle pudo : Fuerzas trazó defensa y puso amparo :

Yo á su lado siguiendo el mismo intento, Ríen que contra las armas extremeñas
Vestido de lealtad, de armas desnudo, El vencer lucia incierto el morir claro, ,

La defensa que pude y que debía Sí el doncel de la selva le faltara


Sin dar un paso airas hice aquel día. O su presta venida se tardara.
,
. . . ., : ,, , ,, ,

EL BE11NAI1D0, LlUltO III 109

•Sacó el morisco orgullo trea «izantes. • Y el doncel á un ratea la mano airada


Resplandeciendo en «mln« de acero, j tal luena
('un tal donaire revolvió .

i
loa ubi mdoa Garamantea Que, aunque de tierno brazo y nueva espada,
tN;itiili> otro en laa Birtea olro en humo.
, ,
i ilpe le obligó se agobie y tuerza
i

De gruesos raerpoa y animoa bastantes y,abierta una espantosa cuchillada


a iiiiir el roxor de un campo entero;
i
Al hombro diestro, cuanto maa ae esfuerza
\ ira en él llevar nuestro rej preso,
|i a la venganaa > en ana rabiaa muerde,
Uu raerte curo do acerado poso. Has [iiiiu aliento > ruja sangre pierde.
vKi iii.iim'ii Dragonel , que Iba delantd ¡ue al dieatro reportaran del contrario
Armadas de nn ü ambas laa manos* ;í 1 1 i ij .
- Y hacer con canta lljereza bernia ,

Con presto herir y con reroa semblante. Sin tiento andaba, cu movii mu vario
En campo a un tiempo entro con diei cristianos ¡
I. a fuer/a > no la cólera perdida, . ;

Hato i reinigue, músico] danzante, y ni golpea ciego, en Iras temerario,

Al duro Orbelio y Franc hermano, :i > A iin-, manos la Dr ¡apada Ida .

y lie ni ciego pleito and iban por su herencia, I nn ge aiu ni. a dar, y, a darle entero,i

Y el gigante Iguala la diferencia, Uniría doa un Canease de acero.


•Aun todavía con ellos combatiendo No pudo Iniir el joven valeroso
Huerto el uno del todo el herido, , < > 1 1 «
»
El riesgo todo i y cuando mas uu pudo,
El gallardo doncel paso orriendo >
El golpe entró a coger con brío airo o
Del gran combate por lo maa tejido; En la sangrienta espada y el MCUdO .

y .'i de intento fuese ó no pudieudo


i
.
Donde ai grabado acero un cerco hermoso .

Detener el caballo desabrido! >,de diamantea al plumero un nudo


En el Jayán choco, j a lodo nielo \ tierra derribó y abrió en la (rente
,

Como una gruesa torre riso al suelo. lie ruja sangre una vistosa fuente.
•Quedó sin la una pierna en l.i caída \ alió al doncel que por el blando nenio
V encima della y del muerto el caballo lid corvo alfanje un ten lo dio en vacio
Causó la no pensada arremetida Que, a uu bailarse tan junto uu fin violento,
El dar en el gigante j derriballo, Sin tiempo luciera malograr su brío;
Ver i-i confuso campo di' vencida Y entre armiños y plata el rio sangriento
Preso ii anciano rey, y por librillo lie rubia pareció, y de nieve un lo, i

A toda inri. arremetió > al paso i . Creciendo oun loa nuevos arreboles
Lr ofreció el cielo el venturoso caso. Brio en su brazo, y en su espada soles.
«De
escogida escuadra, a quien cumplía
la l\ asi al salir nnnpiu COD lal violencia ,

En Lugo .il Casto rej dar preso y \¡\o, Que el corvo escodo y el brazal sinie tro
A pesar de quien mas i" defendía . Le cebó al suelo, y con ellos la paciencia ,

En mi Caí 1' /.man le entró eautivu


1
; Contra bizarro ardor del doncel nuestro
el :

\ con la rica presa que hecho liabia, Dejó el jayán la espada y sin prudencia .

A larga rienda y paso fugitivo, QuiSO asir culi la inauu al juven diestro,
aardar al nn do la revuelta Qué de un dulce rovos a todo vuelo
Cumplida mi intención daba la vuelta. lies dedos de los cinco le echó al suelo.

•¿Quién del real joven contari el denuedo iTal ve/, asi en aquel llorido puesto
Al diestro entrar del peligroso alcance Cerdoso jabalí se vio acosado
El derribar i Dragonel, j el miedo lie un sabueso irlandés, que en contra puesto,
(Jilo a ludos puso este secundo lance? Ladrando le entretiene desarmado,
Yo lo vi y lo toqué j apenas puedo . Hasta que del venablo el guipe diestro
Creer que hombre mortal tal brazo alcance : Ya por el yerto lomo soterrado,
Corriendo so caballo i iodo vuelo, ni ioso curra
i
y quiere desa suerte ,

l ii. 1 1 m/.i al pasar cogió del suelo. Morir matando a quien le dio la muelle.
»Y puesta sin perder tiempo en la cuja, »No de otra suerte el bárbaro gigante
La enristró cuntía el fiero Cali margo, Horir desea matando a su enemigo
Que un áspero alcornoque sobrepuja llabioso en ver que a su animo arrugante
En bestial proporción de duro y largo; I n ilesarinadii iiifui mu el castigo ;

\ c tal menudo aljófar, limpia aguja \ COn la diestra punta por delante ,
él,
'i aladra cruza j pasa sio embargo
, Por entre malla y malla abrió un po ti i

Asi el tier loncel " el feroa Marte Al ronco pecho que arrojó con brio .

Al gran jayán pasó de parte a parle. De requemada sangre un negro rio.


•Rindió la brutal »id i al ¡olpe butiroso : •Venía en el servicio del rey Casto,
¡Case \u iño! Pues oye i" restante
i ; Allravicio, uo fantástico mancebo
Gabadul, que volvió el rostro espantoso, De aguda presunción de Ingenio va lo, ,

Y muerto de un encuentro t ¡ó al giganta, De antiguas vnias un archivo nuevo :

Bramando contra el cielo, asió Furioso Homo de habilidades, cuyo pasto


Su alfanje, y al doncel , que halló delante, Eué siempre decir mal y dése colín ,

Quiso, sin creer qué fuese el homicida, Saco por menor paga j mayor mengua
Que su muelle pagase con la vida. Dos riendas en la cara y no en la lengua. ,

«Mas caballo asi lijei o


ni' lie ' I Autor de extraordinarias opiniones
»
Que dieron guipe y culera en vacio, Vano hablador, baraja de porfías,
Bien que en uu hombro abrió lurioso acero d Tan lleuu de ra/mi v de r.i/ s ,

De un pequeño rasguño un rojo rio, Que venciera con ellas un Cubas


Con que el ¡oven que buyo volvió mas liero , Adulador, quimera de ¡nvenciom .

Y viendo del contrario el desvario Y por dar en privado aquellos diaa,


Le ayudó de una punta j puso en punto , Y fingirse algo allí donde ma nada
l)e ir, aunque vivo, a dar .-.ubre el d.iuuto. Al bey acompañaba en la jornada.
Enlazó con lus brazos .-u caballo • Este cobarde que huyó el primero, .

El ivan de la firme ¡muía herido;


j . Viendo el temido nesgo rep
Perdió el sentido, mas Volvió a eubrallo, A hacer volvía del gallardo v fiero
En nuevo espanto \ celera encendido; Cun limpia espada j animo hurtado,
Y alta la espada hacia el doncel por dallo , Al tiempo que el gigante iba üjero
En dos |r,irtes de uu guipe dividido, A ala. i/. o se ai doncel y el recatado, . .

al pasar topó en el jayán muerto, I.e barrenó de una estocada el pecho,


\ turbado, perdió golpe y concierto. Y dándole lugar, paso derecho.
,; ,, ,, ,,
, , , , ,, _
, , ,,; , , ,

470 . DON BERNARDO DE YALBUENA.


dar con el bascoso desatiento
«Fué A «Diez moros , tres fantásticos gigantes,
En el vano Altravieio, que venia; Y otros lautos valientes caballeros.
Cayó sobre él , y como león hambriento Los mas dellos caudillos importantes,
A rabiosos bocados le comia De pechos bravos y ánimos guerreros,
Y él que en SU boca nunca tuvo tiento,
,
De otras tantas heridas penetrantes,
Muriendo en otra conoció aquel dia , Altivos golpes y altibajos fieros,
Une es justo el ciclo en que permita y quiera Rendidos; libre el Rey; y todo hecho
Que allí cada uno con sus armas muera. De un tierno brazo y desarmado pecho.
«Ya el preso rey en su carroza estaba «¡Quién pudiera creer que fuera humano
De la sangrienta lid un largo trecho, Brazo tan tierno y pecho tan altivo,
Con diez soldados, cuya vista brava Tras la codicia de buscarle en vano.
Cobarde hacia al mas valiente pecho : Sin le poder hallar muerto ni vivo !

Sigílenle algunos; pero el que llegaba Hasta que por las nuevas de un villano
No era al segundo golpe de provecho, El Rey las tuvo del de su ayo esquivo,

Hasta que ya el doncel muerto el gigante , De sus heridas , y el gallardo lustre


Gallardo á su pesar, pasó adelante. De su linaje real y sangre ilustre.
Mató un caballo , y manca la carroza «Mas ya esto sobra á mi prolijo cuento,
El curso refrenó, y un diestro moro, Y es cansarte añadir nuevas historias
Alcanibislo, nacido en Zaragoza, Que ni son de tu gusto ni mi intento
Alcaide en Portugal, casado en Toro, Y las mas para ti poco notorias :

De anciano parecer y sangre moza Y asi , digo , señor, que el fundamento


Armado en blanco con plumajes de oro, Eué de mi daño frágiles memorias
,

A encontrallo salió, y pudo cncontrallo De mis servicios, y sin culpa mia.


Si no cayera su andaluz caballo. La traidora emboscada de aquel dia.
»Pasó furioso el moro el doncel visto : , «Que como del florido parque el daño
,

Su riesgo revolvió mas concertado


, Nació en que iba á hospedarse el Rey seguro,
Dando al segundo encuentro de Alcambisto De Filarco y de mi temió el engaño,
Del roto escudo un cerco destrozado, Y sospechas cobró del fuerte muro :

Por donde el hierro de la lanza listo Mandó arrasarlo, y con rigor extraño
Pasó el acero y parte del costado, De estéril sal cubrir el campo duro,
Quedando sin escudo y sin sentido , Y derribar por él torres y almenas.
Y el buen caballo en un cuadril herido. De mas lealtad que de desastres llenas.
«Grande fué el golpe y grande su castigo, «Huyó el traidor alcaide , con que puso
Y pena tan bien ejecutada
la Escrupuloso al Rey de nuestro trato,
Que cou ser él autor yo fiel testigo
, ,
Y á prendernos de hecho se dispuso,
Pienso que es su verdad verdad soñada, Por ser tan justiciero como ingrato ;

Pues hecho dos de solo un enemigo, Que olvidar los servicios es el uso
Con tal velocidad corrió la espada, Que en la corte se vende mas barato,
Que, rebanando acero, carne y hueso, Y el que ni muda ley ni guarda leyes,
Sacó el caballo uu monstruo horrible en peso. Desde el menor lacayo hasta los reyes.
»E1 del doncel cayó ya sin aliento «Esta es curso de mi vida
la historia y
De la fuerza que puso en la herida Y la traición que aqui me trajo preso
Al dar el desigual golpe violento Con otras circunstancias añadida
En la feliz segunda arremetida : De menos importancia y de mas peso
Salló el joven ; pisó el prado sangriento Mas porque no sea en todo desabrida
,

De adonde con veloz arremetida Ni dura mi prisión , ahora tu seso,


A la carroza fué, á quien, por parallos, Señor, la temple , y si te viene á cuento,
Las piernas cortó á tres de seis caballos. Me di quién eres , para no ir á tiento.
«Púdolo hacer sin riesgo ; que los nuestros, «Que si por la presencia he de juzgarle,
Ya conociendo la victoria, ufanos, Templanza autoridad talle y figura
, ,

Que del tierno doncel los golpes diestros Bastantes causas dan de respetarte
(ion tanta admiración les dio en las manos, Tu mucha gravedad y compostura;
En el herir y en el huir maestros, Y aquesta misma estimación es parte
Rodearon los rendidos africanos, De hacer la mia en tu valor segura
Que allí pagaron la traición urdida, Y que desee saber con fundamento
O con la honra huyendo ó con la vida. Qué aire aUeró de tu fortuna el viento.»
«El herido doncel tras un caballo Asi Teudonio dijo el de Saldaña , :

De los que al rojo campo andaban sueltos Con pecho y corazón sobresaltado,
Al ciego bosque entró, y por alcanzallo Como que en una historia tan extraña
En la morisca lid nos dejó envueltos : Algún caso le toque no pensado
Ninguno le siguió ni fué á buscado, Oyendo del doncel de la montaña.
Hasta que ya de la victoria vueltos, Niño de tierna edad y ánimq osado,
De alegre gusto y de despojos llenos De sangre real, la suya alborotada,
Su singular valor echamos menos. Asi con voz respondió turbada
le :

«El Rey, que vio su libertad y vida «Señor, desde luego no he traido
si
Deberla toda á aquella heroica espada, A tus pies con humilde reverencia
Y la honra y majestad antes perdida Aquel respeto á tu valor debido
Con sus famosos golpes restaurada, Y el que pide y se debe á tu presencia,
No i iendo el dueño y viendo su partida ,
Esta dura cadena lo ha impedido ,

au sin sazón ni tiempo acelerada ,


I Y el no liarme aqui de la experiencia
Y que ni el sabio que antes le traia Para creer que á un principe tan alto
Ni el por el campo y bosque parecía, Fortuna obligue á dar tan bajo salto.
«A notorio milagro le tuvimos «Mas ya que el tiempo por consuelo mió
De nuestro gran Patrón que de aquel mudo ;
Quiso igualarte á mi en tu desventura
Vi Hinchas veces batallar le vimos, Y que de mi fortuna el desvario
Y á su espada rendirse un campo todo : ('.un otro mayor cure su locura
Otros que eran los ángeles creímos En mi intención y tu valor confio
Que antes la cruz labraron al rey godo; Que alcanzaré perdón y honra segura
Porque de las hazañas la braveza De quien la puede dar al mundo lodo,
Sobraba á toda humana fortaleza. O preso ó libre de cualquiera modo.
,
; —
, , ; . , , > , . ,; ,, , — ; ,

EL BERNARDO, LIBRO III. ¡TI

«Perdona si dilato y no te digo «No en deservicio tuyo el robo Ilustre,


Todo ti secreto y CMOl 'I'- nu vida; Mas en favor de sn importante ví.Ij ,

Que la honra que me biso Igual "litigo • I hado le tr.i/o.


i
porque deslustre ,

No la quiero tan presto ver perdida Sn espada el golpe de la mas temida :

Hasta pedirte ahora como amigo ai ini ,bien de Bspsfia el lustre


del reí i .

Y ii>> Inferior, dejes cumplida


(1111111 i mgie
de la invj producida
'i u historia • mi' declares m baa sabido
, u soin loo Bernardo aquel que bs sido
'i .

Quién fue el doncel tan bien encarecido. Tan llorado este tiempo por perdido.
«De dónde vino a se volver tan presto De
Francia do te altere el rompfmlenl
In tierno niño j un lavan tan fuerte SI nei i.i da • la oferta en ves de gnu las

Que i" deseo saber para tras Que es nube li iiirh.id.l .nulo o viinlo, . I •

K todo sin estorbo obedecerte


ii : Que en daño suyo ha de llover desgracias;
Perdóname, tenor, serle molesto; Y ih- lu gran sobrino el in ine aliento
Que el ver tan llena un felice SUI lie Asi sus luios > mis hienas u i

De tu afabilidad y grada, ha sido De Un golpe dejará que sr;i losligo, ,

Quien me ha vuelto enfadosa de atrevido. Bl de ser sangro luya , y >o tu amigo.


Don Sancho asi con pecho alborotado, . Bsta en suma is la carta ove quién sea :

Aun sin saber de qué j con vos prudente, .


II lobr del Ilev, y por quéjria.
Humilde al gran eudonlo j reportado i Junto de Oviedo en una alegre aldea,
Elnombre pide del doncel valiente; Donde la corte nn tiempo resldis
Cuando, del dulce estilo acariciado, i n iii.inio ademan y real librea
Término coi tesano j elocuente l n luí. mía bellísima vivis
i
.

Del preso ignoto, en gravedad compuesta Nina de tierna edad y alma lozana,
Esto dio a su pregunta por respuesta. Y <lii rey Casto Alfonso única hermana.
« En triunfo triste y suspensión callada •Siendo el padrino amor, en la/o ardiente
El destrosado Bej daba la vuelta, unió con ella un conde de Salda ña
Del riesgo aun la persona alborotada, De la goiiea sangre descendiente ,

Y en deseos de venganu el alma envuelta, \ de I.i nata del valor de España


(.11.111. lo, al sordo lujar de nn.i i\iii.ol:i, Privado ilustre, y de su rev pariente;
lie los cristales di- Bala en dores vuelta , Has en una desdicha lodo daña;
Dellas cubierto el rustico Silvano .
Y asi no valió al Conde ni ros., :,|guna
Salia de su vecina selva al llano Amor, privanza, sangre ni fortuna,
•Y ante el brioso alazán que el Rey traía «Tomó en
agravio el Rey lo que pudiera
Postrado con medroso encogimiento, A suerte de su hermosa hermana,
feliz,

— Señor, dijo, a la humilde eho/a luia ,


Si el real respeto con rigor no fuera
Que i los pies tiene deste monte asiento Contrario en esto a la razón humana :

A hora vino ayer que se fué el dia


la QuiSO que id (anule en larga prisión muera,
La alegre vista de un doncel sangriento Y en clausura la luíanla soberana,
Con un Viejo si:.i/ que era su guia ,
Nacido deiia \a el doncel gallardo,
Y a lu real mano este papel envi.i. Que de su abuelo se llamo Bernardo.
, ,

«Por enjugar la sangre a las heridas Casto rey con nombre de hijo,
«Crióle el
Del ainado doncel palo un bulante ,
Tiernos gustos de amor y fe paterna.
v.
liaKainos de verbas conocidas
. ii Hasta que en la ocasión de un regocijo
Mitigado el dolor, pasó adelante. El saino Oróntes le robo en Miduerna :

io iv\ i.is nuevas recibidas l.a causa ni la se ni nos la dijo


En gUStO general, ver lo restante Ni de donde nació amistad tan tierna
En el papel mandó, y el que servia Con el doncel y con el rej gallego,
De secretaria dijo que decía : Siendo el uno español y el otro griego.
» — Al Casto Alfonso griego , el mago Oróntcs , «El Casto, con la alegre nueva ufano
Salud, y muerte al bando sarracino. Del doncel va llorado por perdido,
Cual la que el cielo hoy dio al del rio Moudego, Viéndole vivo, y por su alliva mano
i stoi bo de ni gusto j mi .muño i : A su primer grandeza reducido .

1.1 mismo esta partida ordena y ruego , Ni al moro teme ni al poder erisliano.
A! curso eterno del volar divino , De la experiencia v i.i esperanza asido;
Portales puntos sus estrellas guie. Antes para la guerra venidera
Que a tu honra bienes sin cesar envié. Solo que vuelva su sobrino espera.
.11 tierno brazo que con nueva espada «Y si no son lisonjas de la fama
Hoy biso estreno delta en la servicio, tiempo sin sazón corta la espiga
el ,

Y de barbara sangre barnizada. No hay lengua en cuanto España se derrama


Dio de la suya real bastante indicio, Que "ii as grandezas que las suvas diga :

No ha vuelto su partida acelerada 1 no Marte español otro le llama ,

Antojo nuevo de inconstante vicio; Alcldes nuevo v lodo en voz amiga ;

Has celestial impulso que le llama Celebra ora de vista , ora de oídas,
,

Por este curso al colmo de su lama. Sus cosas grandes, cierlas ó Ungidas.
«Conviene á la salud y al noble aumento «La guerra que con Francia está aplazada
De -11 importante nomine esta partida : Del mundo sin por qué mortal ruina,
a tiempo volvía que mas contento Es toda <le ambición ocasionada
Que pena ahora cause en su venida : Y de imprudente traza repentina
One yo, que solo
tu servicio atento a Has iqué accidente ó causa no pensada
Mi tiempo gasta J
trazo el de SU vida . A tal congoja \ lágrimas le inclina '
Muerta boj sin su livor te v¡ en mi ciencia, Qué desgracia ó pasión puesta en olvido
Y ahora en riesgo a él si no hace ausencia. Mi cuento a la memoria le ha traido'.'
«Esta causa nos lleva, esta nos pudo «Si es por hallarle sin por qué enterrado
A tus montes volver de los de Oriente A tal sazón en sótanos estrechos
Después que en turbio cielo J dia sañudo Que, cual yo pienso, id ocio desalmado
Niño en Mnluerna le robe á lu gente : Carcoma es interior de honrados pechos;
Dos llenos lustros en silencio mudo El reino está y el Rey tan apurado
De España por mas bien, , ha estado ausente, De hidalgosque lo sean en sus hechos,
Probando en el honor de hechos preclaros Que no solo abrirá esta canel liera,
La noble vida de sus miembros caros. Mjs aun las de la muerte, si pudiera.
, ;; : ; ,, ! ; ,

8 DON BERNARDO DE VALRI'ENA.


•Mitiga ahora, señor, tu acerbo llamo, Otra musa los cante si tuviere
Y de cualquiera causa que proceda ;
Con mas obligación menos cuidados;
Qué podre bacer por ti me advierte en tanto Que la mia en su tasada pluma quiere
Que esté ali ibajo de fortuna rueda Casos forzosos y esos limitados
,

Une tu valor en mi ba podido tamo. Pues de los cortos bienes que escribiere,
Que nada el niio te negará que pueda Hasta los dejos quedan olvidados,
Ora vaya en tu dicha ora en la mia , Y al gusto humano no hay dolor mas grave
El desear yo tanto tu alegría.» Que el bien pasado, en quien sentirlo sabe.
Dijo, y el preso conde á sus razones : Solo unas fiestas pediré á la fama,
i. Oinvicto don Teudonio, ¡cuan al vivo Que asi ensancharon con su trompa el vuelo,
Tus palabras descubren los Masones Que no en mas partes de su luz derrama
De la real sangre por quien muero y vivo! Rayos al mundo el dios que nació en Délo :

V' tiene ni ha tenido el Rey prisiones, Si el tronco se conoce por la rama,


Carecí cruel calabozo esquivo
ni Esta en que se enramó y se enredó el sucio
Que puedan agrá' iar y hacer ultraje Se llame en cuanto ronda y ve la luna,
,

A quien no lucre de tu real linaje ; Rama del mayor tronco de fortuna.


»Y asi, lo que pudiera al mas perdido Por suyo en Perpiñan tenían el dia
Ser provecho y favor, a mi me daña ,
Que se diesen los muros de Girona,
Pues mi culpa mayor es no haber sido Cirona á quien el César pretendía
,

De la sangre real la mia extraña : Por orla nueva á su imperial corona;


\v si iv si acaso soy primo querido,
, , Mas ya entibiado el punto á la alegría
El desdichado conde de Saldaña, Con el desprecio de la real persona,
Que tanto ha que enterrado y muerto vivo, Que España no estimó por ser cabeza
Que no sé si me vi algún tiempo vivo.» Pequeña á su magnánima grandeza,
« Oh cielo santo
¡ don Teudonio dijo
!
,
La vuelta de Paris tomó, dejando
¡Posible es que veo viva la persona Al grave Orlando el peso de la guerra
Asi agraviada del valiente hijo Donde en su parlamento platicando
Del conde de Saldaña y Barcelona! La sucesión de la asturiana sierra
¡oh humano engaño! Oh corto regocijo!....» Que en derecho le funden pide el mando
Mas ya á mi V0¿ el llanto desentona ;
Y acción que tiene á la española tierra.
Que venturas halladas en cadenas Si hay alguna, ó quien sombra della saque,
Solo para lloradas salen buenas. Pues basta á la ambición cualquier achaque.
Otra vez cantaré de los varones ¡ Cuan raras veces la verdad desnuda
El muerto gusto de su alegre vista, Hasta el real dosel va sin sospecha
Sus nial afortunadas pretensiones De adulación que la irasforma y muda,
,

Que una desgracia no hay quien la resista Y entre oropel la da lisonjas hecha
Y ahora entre los franceses escuadrones Guisanla porque suele amargar cruda,
Sus fuerzas toda la fortuna alista , Y tales salsas el engaño le echa,
Y en sonando de Marte el ronco acero, Que con el amor propio la hace al justo
Ningún atento gusto queda entero. Maná que cuadra y viene á cualquier gusto.
Cargada de favores de fortuna ,
Como al triunfante hijo de Pipino,
Altiva estaba la indomable Francia, Que en verle al español cetro inclinado,
Su fama por el cuerno de la luna No hubo voto ni voz de paladino
Y sobre el mismo rumbo la arrogancia, De contraria opinión en el Senado :

Sin triste azar, sin disonancia alguna, Todos firman y afirman que en divino
Sin guerra ni enemigo de importancia, Y en humano derecho está fundado
Y solo contra España declarado Que entre y suceda en el distrito hispano
El orgulloso brio de su estado. O rey trances ó emperador romano.
De galas llena y bélico aparato, Como rey, tiene ya el primer derecho
Su imperial ambiciosa corte crece, De la renunciación que el Casto hizo,
Y en pompa ilustre da vivo retrato Y como emperador, es el derecho
De cuanto en gusto humano se apetece; Sucesor y el que hoy reina advenedizo :
,

A quien de la fortuna el rostro ingrato Esto Turpin, un gran Licurgo hecho,


Ahora agradable sus favores crece ,
Dio por su parecer, y le rehizo
Y al viento hinchado de su luna llena Don líeyncl con el suyo, don Grimaldo,
La hueca trompa de la fama suena. El conde don Galban y el rey Geraldo.
,

Por la real sucesión al reino hispano Y bien que cada cual por su camino,
Alarde hizo el placer desta riqueza, Y á diferente pretensión guiado.
Y en laurel victorioso el pueblo ufano De derecho dan nombre al desatino
Ceñida al César dio la gran cabeza ;
De una ciega ambición ocasionado :

Mas de un signo infeliz el curso vano Solo el anciano Malgesi, adivino,


Templó al publico estruendo la grandeza, En los agüeros de Berlín fundado,
Y en su contrario aspecto pudo tanto, En pié se levantó, y en voz severa
Que el común regocijo volvió en llanto. A su principe habló desta manera :
Ya en astas de oro deslumhrando el viento (i Es el ser singular tan peligroso
Sus victoriosos estandartes planta ,
En resueltas materias de importancia,
Cuyo altivo y revuelto movimiento, Que aun acertando queda un hombre odioso
Si a unos causa placer, a otros espanta : Y en manchadas sospechas de arrogancia :

Va entre su alegre tremolante aliento Pues ¿qué será si el caso está dudoso,
Sus triunfos cuenta, sus victorias canta, Y en la opinión contraria la ganancia,
Y en públicos carteles de alegría Y el parecer opuesto y descuidado
fiestas aplaza y les señala dia. Del gusto que ha de ser aconsejado?
Dar en pomposo alarde los trofeos «Servirá solo de quedar corrido
Que el tiempo dio a sus Ínclitos varones, Quien á todo este riesgo se arrojare
l.a no \ ísIli creciente de deseos, Mas no por esto un pecho bien nacido
Las ronquisladas bárbaras naciones, Es bien que en miedos y sospechas pare :

Será gastare! tiempo con rodeos, Yo, señor, desla junta he conocido
Y poi cortar la letra hacer borrt s: Que quien el gusto tuyo reforzare
Que 's querer ciliar mucho en breve SUllia (.mi su opinión sera decirlo quiero,
, .

Cargar de tinta sin sazón la pluma. El mejor capitán y consejero.


, , . , , ;. ; , ,. , ,. , , ,

EL nEnN'AIlDO, LIBRO III.

•Por oso no hay en todo el parlamento Era de Insigne crédito la ciencia


Voto por escribir ni Brma en blanco ; Del s.iino por los cursos de Aquerontc
Que ha descubierto ya en tu real intento Y el lustre de la noble descendencia
Para bus tiros la lisonja el blanco ¡ De ambas sangres Hongrana * Claramontc,
Y asi en lo trae ahora por ten te intento. ii Quien le biso el 01 aculo j prudencia
Temo trae ba de salir la suerte en blanco] Que al gobierno imperial mas pese j monte,
Que te reo ya resuelto por mil modos, l'or sor principe j sabio; que en efeto
Y es mocho ir ano sola contra lo Ks bueno un gran señor para discreto.
•Pero la fe me obliga, j la obediencia Vi redui Ido i platica ordinal la
Que como i mi señor j rej te debo, 1 sordo bablai 01 lé por el S< nado
n 1 1

A pedir, nú que mudes la sentencia ; Quién dando esta razón quién la contraria .
,

Que estoes ya mucho nn pareí er tan nuevo; .1 Conforme cuidado


i so intenci 1 m ¡

ñas que se mida con mayoi prudencia l 1


de opinión peí pli
1 iésar, j \.u la 1 1
,

Lo que quiza decirte no me atrevo .1 Ni del iodo resuelto ni muoi


Medroso que mis dichos ( daderoa 1 1 Entre un discurso y otro diverl Ido
No les llamen , mudado el nombre, agüeros. He 1.1 ambición y la razón herido
iTanamente so runda quien te - Cuando del falso bando de Pontiero,
Que > Francia incumbe España por derecho, Fl traidor Galalon ardiendo en ira . ,

si antigüedad sabia contra


la Con rostro grave j con desden sevi ro
Con mi razón la opinión y al hecho : Asi al César hablo. \ i solo él mira :

I'nr bien que on lisonjas autorice 1


tSi que con palabras decir quiero,
lo
Tu gusto en esto, mas que tu proi Con la fui lo dijera que me inspira.
Vera si vi r quisii re libre a España
, . Vieras señor ser aire ,sin cansarle ,
1

, ,

De ajeno cetro j dependencia extraña. Los montes con que piensan espantarlo ;

»Si atiendes .d antiguo origen suyo, •Pero si la razón ha <>•• ir vestida


Pund ida rué por el pi imer hermana Como la gui armado el caballero
.1 1 1
1

lio Noé bisnieta -1 al derecho luyo ;


Yo que no 01 retórica en mi vida .

iv rey trances o emperador romano, Ni me armé de papel, sino de acero,


Antes i|uc- el anco nfei obi .• cuyo , Quizá do acertaré a dar la medid. 1

Cetro ha reñido .1 tn prudente mano, Que soy soldado al im no palabrero ,


;

Ataúlfo fueron Alaní o r lyea


j
Mas si aquí fuere corto en la jomad , 1

Que i Italia , España j Francia dieron leyes. Masque sus lenguas curiara mi espada.
»Y s¡ tu pueblo no se precia en vano •Y lú, invicto señor, tasar augusto,
De ser de nn lujo de Béi tor descendiente, A quien on triunfal carro do leones.
Y él de Priamo, y ambos del troyano Ya con brazo enfrenar veo robusto
Dárdano, de a 11. mi o ítalo pariente Las españolas barbaras naciones ,

Siendo el déci [uinto rey hispano, Manda callar los magos que no es justo :

De España os el origen de tu gente, Que agüeren tu \alor supersticiones ,

Y ella de quien nació en nuestra hemisferio


. Ni como a niño Con asombros vanos
La antigua roya 3 el romano Imperio.
1 Quieran atar tus victoriosas manos.
«Esta os la antigüedad cuanto al derecho : bSi Malgosi con loco Ungimiento
( en la renunciación lias adquirido, Asi no admite en el saber segundo,
si pudo darte alguno el rej de hecho, Que él solo vio de Adán el testamento,
Vi de becho también lo lia suspendido : En los agudos reyes manda el mundo.
Ni tengas por ofensa lo que ha hecho, Lo que en sus vueltas guia el firmamento,
Pues tu grandeza en nada ha descrecido; Lo que las gentes trazan del profundo,
Que no esté en muchos reinos ni en tenellos, Lo que es. lo que ha do ser y lo que ha sido
Sino en un pocho real y digno de ellos. ¿Cómo un lazo no vio en nn bosque asido?
•Cuanto mas que si el neo y fértil suelo . Cuando en venganza pública colgado
Do España puede con sus venas de oro De nn pié le tuvo d risco de Uiduerna,
Dar codicia también dará recelo
. Dándole el infernal cuaderno amado
\or qne om luai den su teM.ro
li -
: Aírenla humana en pinas de la eterna :

Trueca señor la empresa trueca el celo,


. , . Si allí SU ciencia le dijo lint lado
Y el riesgo del cristiano al pueblo moro : En causa levo y ocasión tan tierna,
Sientan Valencia > Aragón tu saña; ;.Por que se lingo de sabor profundo
Une esto es ganar, j ii" perder, a España. I. u la revolución de todo un mundo?

Sabe que del gran mundo en los secretos «Los ciegos ojos a la luz présenle
Por d le el cielo bus discursos guia Sonando quieren ver lo venidei o,
Kl Hacedor del tiempo, cu mis ciclos, Y on vano temor a un rey prudente
1

A España ofrece eterna monarquía; Hacer lo que no harán brazos de acero :

Y on inviolables pactos j decretos, Si la francesa gente


española á la
A sus reyes y real genealogía Origen dio, y su cuento es verdadero,
l.o que hay desdo la aurora hasta donde Kl reino es nuestro, a tierra propia vamos
Kl sui alambra cuando aquí se esconde. Los godos nos la usurpan , ¿que esperamos'.'
•Yo asi al cielo lo 01, y asi do un sabio «Mas no es justo so admitan sus razones
Está en liinies Usuras definido, Kn discurso gentil ni ánimos puros.
Y 011 justa pena a un ambicioso agravio, Ni ru gravo junta de Ínclitos varones
Un dragón de oru ante sus pies rendid.) : Mágicos hablen, lóbregos y oscuros :

Bable a su antojo el lisonjero labio; Alia en ciegos desvanes y rincones


Yo solo di,.. y se lo que be leido,
1 Sus cercos formen, recen mis conjuros,
\ que va ya en los linos do su cuenta Y solo suenen los reales tedios
El riesgo, la venganza y el afrenta Nobles palabras do hidalgos pechos.
Asi dijo; J del grave parlamento «Si el Casto rey te dio su cetro y silla
No quedé quien en animo j semblante Y instancia ya del reino te la niega
a
No aprobase' mi nuevo encogimiento <
Tu valor tiene en poco el de Castilla ,

De su razón la fuerza per bastante , Pues a no te estimar por su rey llega :

De la sentimiento,
eficacia el vivo iCómo mágii a canilla
dice la
lie la resolución el brio importante; Del que a ti te predica, y el reniega,
Que la clara verdad so trac consigo Que en esto no te ofende ni lastima
sin respeto do amigo iu enemigo sí un remo tu grandeza desestima?
, ; ! ,,

174 DON BERNARDO DE VALBI1ENA.


»Es ignorancia de quien solo sabe El Rey. con los demás que en su consejo
Descalzo andar entre papeles y notos : A la revuelta del mueven el labio,
¿Quién hizo al vano Malgesi tan grave, Unos de incauto y de caduco viejo ,
Que medir llegue del honor ios pontos,
¡i
Y otros nombre le dan de noble y sabio;
^ que el tuvo y el nuestro menoscabe, Hasta que al fui con altercar perplejo
,

Pudiendo el solo mas que iodos juntos, De varios pareceres en agravio ,

Y siendo en su decir el vano adorno Del mal aconsejado Cario augusto,


Mancha a tu fama, a tu opinión soborno? Los mas discordes quedan de su gusto.
»A1 fin señor, el parecer mas sano
, Y ya desta imprudente opinión todos,
Destos invictos principes y mió, Kn la del falso Gnlalon fundada,
A tu grandeza y nombre soberano Que cruel pretende por diversos modos
Y a la reputación del francés brio, La imperial majestad ver acabada.
Es que a pesar del mundo, por tu mano
, Contra el estrecho reino de los godos
Conquistes el gallego señorío; Sangrienta guerra queda declarada,
Y pues la tierra á tu derecho toca, Y que á las llores del abril siguiente
Tuya será que aun para tuya es poca.»
; Campo se forme, y se levante gente.
Dijo; y mirando con desden severo Que el galán Qurandarte á Desiderio
Al francés sabio reventando enojos, Su gente haga bajar de Lombardia,
Rióse, haciendo escarnio altivo y liero; Y Calalon las fuerzas del imperio
Y' él centellando fuego por los ojos, En Bretaña reforme y Picardía;
Al libre hablar del magancés parlero, Que á Roldan se dé aviso, y á Silverio,
Fundado del rey Cario en los antojos, Marques de Fox y duque de Pavía ,
La mano quiso, ya en la espada puesta, Que, concluido el cerco de Girona,
Darle en ella librada la respuesta. Por Perpiñan descienda hacia Narbona.
Alteróse el confuso parlamento ; Que, dejando presidio suficiente
Y' en nuevas opiniones dividido. Al real de Barcelona y Cataluña,
Con riesgo de un notable atrevimiento, Con lo sobrado marchen de la gente
El hablar castigara desmedido, Por Cominges derechos á Gascuña,
Si el grave César, desde su alto asiento, Donde en todo el florido abril siguiente
Para apagar el fuego ya encendido, Del campo el resto llegue, y con la uña
No mandara salir, aunque agraviado, Del águila imperial haciendo garra,
Al sabio y a los suyos del Senado. Por Roncesvalles se entren en Navarra.
Tenia facundia el magancés astuto, Y que entre tanto las famosas fiestas
Y gracia en persuadir cuanto quería, Que en Perpiñan se dieron aplazadas,
O fuese de la yerba molí el fruto, En Paris se prosigan y en compuestas ,

Que Aleina de su huerto le dio un dia, Barreras y soberbias palizadas


O porque con lisonjas el mas bruto Los estandartes y banderas puestas,
Dar gusto sabe y Calalon sabia
, Levanten gente y den armas grabadas,
Disimular las suyas de manera Sin que haya cosa en cuanto el reino encierra
Que un Argos vuelto en lince no las viera. Que no sea asombro y gallardía de guerra.
Y entonces fué su hablar general gusto, Esto salió por último decreto
Por el que á todos daba la jornada, Del francés parlamento y grave junta ;
Y' porque al cielo, en su castigo justo, . Mas, mientras al ponerlo por efeto
El mismo delincuente da la espada : La gente y el ejército se junta,
Falto del parlamento el brio robusto Y en medido escuadrón se ve en perfeto
Del grave hijo de Anión, siendo agraviada Las lanzas cuento á cuento y punta á punta,
La autoridad del sabio no admitido, Con grato gusto quiero del oyente
Maganza victoriosa , y él corrido. Un oculto secreto hacer patente.
Pero antes de salir de la gran sala, Praxitel , sabio y noble estatuario
Asi al Senado dijo, un áspid vuelto : Primero de Corinto, recogía
« Aunque ninguna recompensa ¡guala El oro el bronce duro el jaspe vario
, ,

Mi agravio, ver al rey francés resuello Del Tínaro y de Ormuz la pedrería,


,

En el consejo, y la intención mas mala El rojo azófar, el luciente parió,


Que el mundo vio para quedar revuelto. El verde mármol que la Etolia cria,
Me lastima; que siempre un noble pecho Abriendo, después dello, sus buriles,
Mas mira el bien común que su provecho. Vueltos divinos, láminas sutiles.
«Mas, si ya es la desgracia irremediable, ¡Oh cuánto ha menester quien lo que escribe
Y el veneno hasta el alma ba penetrado ; Vestirlo piensa de inmortalmemoria,
Sí el mundo
y su grandeza deleznable Y en cuerda alma y cuidado fiel concibe
Limite tiene y curso señalado; El parto heroico de una grave historia
Si contra el hado y suerte inevitable ¡Qué fácil al principio se recibe
No hay fuerza real ni imperio reservado, La empresa! Qué dudosa es la victoria!
Caiga la francés pompa, caiga hambrienta Qué de caudal estudio y advertencia
,

De humana sangre, y vengúese mi afrenta. Pide en rigor cualquiera menudencia!


» Que yo os anuncio, y pongo por testigos Sabroso estilo , espíritu templado,
Desta verdad cuantas el mundo encierra Heroica voz, lenguaje casto y puro,
Que de todos los principes amigos Ni plebeyo en lo humilde, ni pesado
Que á ver llegaren la española tierra, En lo soberbio , ni en lo grave duro
Cuando quieran contar los enemigos Ni altivo, ni arrogante, ni afectado,
Los que vivos salieron de su guerra, Ni largo , estéril, ni por breve oscuro ;
Les sobrarán, si mi saber no es vano, Ni que en regla y compás jamas se aparte
Dos dedos de los cinco de la mano. » Freno á la lengua, y al ingenio el arte.
Dijo; y dejando al grave parlamento Buena elección para la traza y modo,
Parte confuso y parte acobardado, Y para el disponer perseverancia ,

Con inviolable y firme juramento Y una firme paciencia, sobre todo,


De no volver, se va hasta ser vengado;
, Contra un censor hinchado de arrogancia
Y al deseado Reinaldos por el viento Que da en soberbia presunción del codo
, ,

A pedir fué donde le había encantado A la mayor dulzura y elegancia,


lina hada en los reinos del oriente, Y no hay espejo de cristal de roca
Justa venganza al deshonor presente. Que no empane el alíenlo de su boca.
. . ;; , ., , . . ; ,. ,, ;

EL BERNARDO, LIBRO III.


i;

se libró del riesgo «lo ana taltal


i Quién Lo qile Merlin III, Sllpil, que es I i
|

0" ' " ue dio i imilla gustos por umplido? < Con que crece b mu y vuela el viento;
a qué Ngli o pta no Bobra 6 i.dta
i Dónde el Arme pilar halló la b i

i ín lo mai ajagtado
j mas medido? Sobi que el m
e lo eati iba v hace asiento
Pío hace el brazo mortal rara maa alia; Quién ai tiempo pasado alquiló c isa,
Nadie poede dar mas que E recibido i : o en qué camina tanta el peni a nto¡
,\ alcanzar con mi ploma adonde quiero Este sabio lo aupo j mayoi fuei .
<

Puera Homero el segundo, yo el primen. Si solo conocerse si supiera.:i

Mas contra degO


error de una iiuiinera
el a este entregó la cuidadosa Alcina
Cien Midas baj un sátiro no Falta si ;
Al lio i
inde de Saldaba
i

v,
:i^i anudando la razón primera
,
Su noble crianza ^u vie,.*/ doi trina
.

Del cuidoso destelo en nn hacer falla Al santa ruó j cristiandad de España ;

El que en estilo grave * roa severa N que de un riesgo j muerte repentina


Antigua historia escribe heroica \ alia Libre le saque bu cautela j mi
i Perqué contra mi crédito no lleve Que envidia a un gran valor siempre hizo guerra,
bou Tendí bu bita por ir breve ). Y el del infante es único en la tierra
si algún cuidado i su discurso atento Dióle para esto un libro de Morgana
Saber deseare en este heroico paso Que es de magos el cerco mas seguro
Con mas adelgazado fundamento \ su aspecto Pintón, t quien se allana
Del robo Ilustre
el Impoi mli i La ciega potestad del reino oscuro;
Que Oróntes trajo por el blando viento.
I lodos dan en pompa vana
l.iue al rico
Del oriente i loa reinos del ocaso ;
Lisonjera obediencia basta aquel punto
Quién le dlé nuevas de Bernardo, ¡ Que el de la muerte abraza donde el yerno .

Con un becbo salió de tanto lomo De Celes uve \ muele en luego cierno.
Quién le obligó i encargarse del infante; Quedó, con la virtud del nuevo ene. mío,
Que gusto, que interés por esta vis Oróntes Buperior a los mas diestros.
l.a voluntad del sabio nigromante Sirviendo ue aprendices en mi encanto
A ni nueva lealtad y anuir movía :
i Loa que antes le servian de maestros :

Tuilo fué de mi gran Bn causa bast inte : Estt pudn el cuaderno, > puede tanto
Dirélo si a la heroica musa mia Bn caves venturosos ó siniestros,
Del oyente otorgare la paciencia, Que lineo los del niño, y le trucara
Para nna breve digresión, Ucencia. Al cielo el curso si él volar dejara.
Y que por esta tola ves rompiendo cunan los sabios de la altiva Francia
I
.

l.a brevísima acrion y curio .anillo . Por ver su invicto rey en tanta alloza.
Que i toda priesa > brevedad siguiendo Del inconstante tiempo la Inconstancia
Desde el primero voj al postrer pumo. Y de sii^ Incoes la infeliz tirmeza ;

Pueda volver atrás, donde, cogiendo \ los franceses magos con instancia
I I.1-111 .11 sii principio todo junio , Procuraban saber dista grandeza
Con clan brevedad se entienda j vea Cuándo se halda de cansar fortuna.
Cuanto aquí bita y el lector desea. > hacer menguante la creciente luna.
Yo al puntu volvere de mi victoria Entre estos Malgesi fué el mas famoso
A nueva dlHgenda y paso largo; Sutil encantador, Bel estrellero,
Que es breve el tiempo y grande la memoria En ahumados cercos prodigioso ,

Que para Haría al mundo esta a mi cargo. Y en fantásticas sombras agorero;


Pues luego que de amor la dulce gloria En las negras cavernas poderoso,
Al ('.onde y á su esposa en llanto amargo Que con ladrar asombra el Cancerbero,
El Casto rey volvió, y en noche oscura Donde ni alma ni sombra su horno ardiente
l'no puso en prisión, y otro en clausura, Recuece, que á su voz. no esté obediente.
A Bernardo crió en mantillas de oro. Era, según Turpin, poruñea recta
Con nombre de hijo y con igual cuidado. Quinto nieto del rey de Tuberlanda,
Guardando a su real sangre el decoro, Padre que fué de Nemia la discreta ,

Y á la alta estrella de su invicto hado; Dueña del lago que reinó en Irlanda;
Cuya luz dijo que del pueblo moro Que en negra tumba y bóveda secreta
Verdugo cruel seria en campo armado, \ ivo metió á Merlin, y en cama blanda
Y los agudos tilos de su espada Le encantó, donde en bosques resonantes
Muro invencible de su patria amada. brama en la gruta y árboles de Armantes.
Enlre los que en sagaz destreza vana Desta los libros heredó y la ciencia ,

De los astros midieron la influencia, Por gusto profesión parte y pariente


, ,

» del natural liado y suerte humana \' de estudio ayudado


y diligencia.
El sutil peso hallaron en su ciencia, En los mágicos cursos fué eminente;
Fué Alema por el gusto de Morgana Donde vio con prolétiea evidencia
Y Oróntes en su mágica experiencia El fin cercano a la francesa gente,
Por el gusto de Alema en eu\r. gusto . Y del niño español la rica capada
Se dice que alcanzo mas de lo justo. De su mas noble sangre matizada.
Era Oróntes un viejo descarnado. Ligó en dos nuevos erreos [,. o ( . i
'., - ,,

De vivos ojos y mirar compuesta . Su Ido y brazo tierno cosa extraña , ¡


!

Cetrino en la color, alto, delgado, Que sus lirios se vieron victoriosos,


Cuidadoso , sagaz. , grave, modesto, Francia en las nubes, y á sus pies España :

Calvo corva nariz, rostro alilado ,


. « Estos, dijo, no son lances dudosos,

Blanca la barba, en el vestido honesto, Si el fingido Asmodeo no me engaña .

Y que en su aspecto, gravedad v talle, Y hace alterar con su mudanza y truecos


Yelle ponía alicion, y gusto habialle. Las vanas sombras destos bultos huecos.
De conjurados cercos y abusiones Este es*el negro humo que compuso
»
Más que Zoroástes y Merlin sabia La falsa secta que nació en Arabia ;

Ocultos pactos firmes convenciones


, El que soñó el alquimia y el que puso ,

Con todo el reino de Pluton tenia : En ios amores la celosa rabia;


Con un breve carácter diez legiones El que al mundo sacó y vendió el abuso
De apremiados espíritus trai . Que con lisonjas de oropel enlabia
Mas sujetos al yugo de sus leves El que inventó privanzas y favores,
Que al de un recio gañan dos tardos hueves. Y eu la corte el barniz de aduladores.
; , , , ,, ,

B DON RKRNARDO DE VALRUENA.


» Mas vuélvanse las cosas alteradas Y que liabia de ser suyo este ancho mundo
Al primer vuelo y al lugar debido; Donde el dia muere, de volar cansado,
Corran por curso natural guiadas; Con el rico tesoro en su profundo.
No con liado violento y detenido.» De rubio oro y de perlas amasado :

Dijo: y apenas de las dos lazadas Esto en este paréntesis segundo


Se \¡" el mágico mulo dividido. Es fuerza no dejarlo destroncado;
Cuando el mundo tembló, y cayó por tierra Que las grandes imágenes en torno,
La flor ile Francia en la gascona sierra. Para sus llenos, piden grande adorno.
Asombró al sabio de la rica espada De aquí también cortó á las velas paño
El riguroso golpe asombró el vuelo . De un feliz curso el nuevo atrevimiento,
Del brazo altivo, y ver su patria lionrada, Con que el mago francés, en vuelo extraño,
Las aquilas y lirios por el suelo : De su encantado barco surcó el viento.
Quitar Quiere al doncel la vida amada, Grandes cosas al fin de aqueste engaño
Y contra el curso del volar del cielo Toman en este grave asunto asiento;
Detener el feliz que por su mano Y asi, es fuerza seguirle por historia
Dispensa á España el brazo soberano. De España digna y de inmortal memoria.
lisio en un cerco Malgesi trazaba,
En liego antojo y animo obstinado,
Cuando el niño Bernardo atento andaba En Ferraguto ofendido con la fama de Bernardo, se
I ai un sacre remontado
ver volar :
pinta elánimo de un ambicioso que las ajenas alabanzas
Oróntes, que también tras él volaba
tiene por baldón y menosprecio propio.
Sobre la alta cerviz de un grifo alado,
De las nubes llover se dejó al suelo, En el socorro del rey Casto se ve cómo el cielo nunca
En blando curso é invisible vuelo. desampara á los suyos; ni las traiciones, como por la
Y al gallardo doncel por quien venía mayor parte se efectúan á ciegas y atropelladamente,
En sus brazos lomó , y lijero vuela; alcanzan á tener buen suceso.
Y no en la silla, porque no sabría En el conocimiento de donTeudonioy el conde de
Templar el niño el freno con la espuela : Saldaña envuelto en lágrimas, se muestra que sin la li-
Huyó con él quedó el francés sin guia,
:
bertad ningún bien hay que sea de gusto.
Burlada su engañosa centinela; En el consejo de guerra del César se ve cuan poderosa
Que es calva la ocasión , y el punto della es una lengua lisonjera en un ánimo ambicioso.
Que consiste en gozalla, es no perdella.
Ya del monte Ida en una alegre plaza
Otra vez bizo una águila divina
De un bello niño semejante caza, LIBRO CUARTO,
De igual beldad y gracia peregrina :

Si aquel le sirvió á Júpiter la taza ARGUMENTO.


De néctar en su esfera cristalina, Deja Oróntes por su ciencia á Malgesi colgado de un ¡Srbol .don-
, ,

A este el cielo á servir le lleva , y llama de, cayéndosele el libro de sus conjuros, un demonio con la
Honra á sus gentes , y á sus siglos lama. fuerza dellos saca algunas legiones del infierno para destruir a
España, y su ángel custodio los refrena ; j haciendo alarde de
Fué hecho el hurto en cercos tan seguros, los muchos mártires españoles que la persecución de los moms
Oculto apremio é invisible paso, lia dado al cielo, promete a Espafia mi nuevo mundo en premio

One a Malgesi y sus mágicos conjuros a su católica religión. Bernardo, entrando en un barco milagro-
Encubierto quedó y nubloso el caso : samente, llega bordo de un galeón, donde baila presa á An-
;

gélica la bella y habiéndose allí armado caballero por mano de


Sus ciegos caracteres halló oscuros, ;

un rey persiano hace batalla con él por la libertad de la reina


,
Su liaza sin sazón, su tiempo escaso, de la China , la cual es arrebatada de un carro de fuego por el
Y' su apremiada sombra vigilante, aire.
De virtud superior, vuelta ignorante.
Asi , al volver sin tiempo la cabeza No bien el sabio Oróntes , satisfecho
El músico de Traeia, en la salida Del robo ilustre, en negro hollín tiznado,
Del Ténaro sin luz, cuya maleza De la orden superior un humo estrecho
Se ve entre verdes podidos nacida, Contra el mago francés dejó emboscado,
Vuelta vio en aire vano su riqueza, Que en su incauta venida sin provecho
Dos veces muerta su costosa vida; Al pasar le dejó de un pié colgado,
Que él por temprano , y Malgesi por larde, Como negra corneja que el anzuelo
¡No hay quien el punto de ventura guarde. Las alas le ase y le detiene el vuelo.
Esta fué la ocasión que al sabio griego Era la horrible sombra
el rey que á cargo
Ayo le dio del español Bernardo los necios tiene y sus descuidos doma
A este (in le robó , y este fué el ruego Con quien ya fuera el álamo mas largo,
De Alcina, este en su vida el fiel resguardo; A su pié puesto, el punto de una coma :

Mas lo que Malgesi , en sus rumbos ciego. Este al pasar, le echó pesado embargo
,

Ganó con fria venida v paso tardo Y' en lo alto lo dejó de una ancha loma

{Quién lo sabrá decir? ¿Con cuyo aliento A una encantada cerda dada un nudo
Seguir podré el alcance á tan gran cuento? Tal que apenas romperle el tiempo pudo.
,

Mas conviene, señor, contarlo todo, Este fué el ciego lazo en que caido
Por digna prenda del valor de España, Le vio España y el conde de Pontiero,
En quien el santo celo al cetro godo Con el que aquí y alli quedó corrido ,
In reino prometió de gente extraña : Y en ambas partes sin su honor entero;
Al! nuevo y soberano modo,_
i | ii ir No habiéndole ayudado ni valido
De León sonaron en la real montaña Aqui la ciencia, ni acullá el acero;
La vez primera, en aparato ufano, Que hay sabios que no saben ni son buenos
Los mundos (pie hoy gobierna vuestra mano. Sino es para agüerar males ajenos.
Allí , con ciento y veinte lustros án^es Perdió turbado el mágico cuaderno,
Que el sol viese de España las banderas Y quedó preso sin recurso alguno;
Voltear los abrasados garamantes Que de mil que sacó del hondo infierno,
Y asombrar de Etiopia las riberas , A la necesidad no halló ninguno.
('.o in sombras se vieron sus triunfantes Excepto Trashurgiu, que el lago averno
( per las tiernas vidrieras Duende no vomito mas importuno.
lid cristalino reino que por muerte ,
Que, por cansado hablador sin jugo,
De Saturno, á Neptnno cupo en suerte; Hasta al infierno sirve de verdugo.
; ,., . ;,.,; , , ; , ,; , ,

ft. nr.r.NARDO, Linrto iv. 171

Este acudió, nía'! no á prestarle avióla ardor de mil cenielhu hecho,


i te, al
('.un negra csfi ii j mágica astrolabto Aun mas niego saoó que \o emprendía,
Has por il la obstinada alma desnada A un tiempo Huillas u SU torpe pecho <

Prender pudiese il ignorante sabio :


Juntas ambas malicias, suya > una
Este pnes cuya lengua tartamuda
, No lueron mis discordias de provecho,
Al mondo ofende j cansa en torpe labio, Ni ardiera la ambiciosa tiranía .

ai mago libro arremetió lijero a no afiadir veneno en mis Hurañas


Qoe os propio nn hablador pan embastero. l.i sensual calor de sus entrañas.

Y con ¿I, en figura horrible puesto, • Con este permitió libre soltura
formando rayas Ungiendo emeesj
Al seglar pueblo v religioso estado.
I'h sombrío escuadrón sai 6 molesto Hasta negar, envuelto en mi locura,
Del centro oscuro i las odiosas luces, Del Vii .o io de tío el principado; i i

A librar al francés mago dispuesto,


-
Y sin dejar uiurall.i en pie segura,
Con corvos cuernos j aspet os testuces Pirme torre ni alcázar almenado,
Mas el furor del templo aqueronfta Las armas derritió el morrión de guerra, ;

La fuerza i ledos y el rigor les u ta > | ¡ Ln corva reja vuelto , abrió la tierra.

No en la clara Rodas mas gigante


filé Iba ciego aprestándose al castigo
»

De pardo bronce su inmortal coloso, Que el Cielo a sus delitos prometía ,

Mas negra leí mas hórrido semblante


.
N o
trazando ocasiones, y él conmigo
II. nulo alíenlos ;i¡ fuego que encendía
Ni en talle] proporción mas espantoso;
Ni cu bulto mas oscuro rio delante HasU que el reino le entregue á Rodrigo,
De si la noche al mundo tenebroso Y el al ciego furor de líci hería,
Cuando al cerrar de su enlutado manto, A quien por cruel verdugo á su malicia, .

Fs cuanto "ir sus si mil iras Miela espanto


| . ; Conmigo envió Is celestial justicia.
Que torreón de la fantasma OSCUra
el (;ran Ya entonces tuve por seguro y lijo
-

Que al francés mago en su prisión asombra, Para siempre nn reino en esta tierra
De cuyo aspecto la tnfeua Bgura En quien de lOVe el belicoso hijo
Un mundo \ i-t<- de enlutada sombra ; De su fuego el mayor calor encierra :

\ asi en triste silencio, mal segura De aquí pense con un rodeo prolijo
1.a negra escuadra que eo sus versos nombra Al ancho inundo hacer injusta guerra,
Ki hiirinii Trashurgm a su réntala Y ser de la morisca gente, solo.
l.a soberbia cerril humilde ahaja. El feroz Marte y el prudente Apolo.
Kl vn-jo Satanás, que es de Ires cuernos, I Mas no sé quien , ni cómo , me lia trocado
lie discordias amigo j de rencillas, Kl feliz curso a mi primer gobierno,
Con rabia revuelve les Inflemos, s aquel muel lo valor resucitado ,

\ iie Aqueronte asombra las orillas \ Helio en lirine diamante el pecho tierno :
Vinillo allí ile sus fuegos sempiternos Salió como de burla en campo armado
, ,

Tanta Centella J sombras amarillas. De una alta gruta , cóncavo de infierno


Sembrando guerras, con ladrar prolijo I ii capitán que i la primer jornada

Vuelto al soberbio Belcebu le ajjo , : iNí yo le (uve, ni el contrario, en nada.


Principe ilustre, á quien del reino OSi
« ni o Mas , como de una mínima centella
La parle mas Indómita obedece, Creciendo el fuego una ciudad se abrasa , ,

Y de la triste nuche el DegTO muro. Y el aire que antes pudo deshacella, ,

Balado en Bangre por tus manos, crece; Feroz la vuela ya de casa en casa ;

C.oiiira ipiieti no hay valor ni ames seguro, A;i desta vencida gente el Vella ,

si el tuvo de una ve/ se ensoberbece; Con nuevo brío, el sobresalto pasa,


A cuyo ceño triste en raudo vuelo Y llega a punto de engendrar temores
Suele el mundo temblar, y tembló el cielo : Que los pequeños riesgos sean mayores.
• Aquí, por pactos que en sus reinos tiene, Has si tú ahora , principe del mundo,
Fl frailees Malgcsl nos ha juntado; Esla legión y tu poder me prestas,
\ darle ayuda nuestro infierno viene, 1 il
i.cosa sera al golpe segundo
De sus voces y cercos apremiado : Quitar su grave carga de mis cuestas :
Sola tu invicta mano nos detiene, li iie ron imla España en el profundo ;

V el inviolable lazo fabricado ¿Quién me lo eslorbará, si tú le asestas


Por tu saber, contra quien ya nn es justo I u escuadrón que pudo sin recelo
Se oponga nueva presunción y gusto. Plantar banderas y armas contra el cielo?
» Mas si conforme al cerco fué en tu mano ii Quedamos ha segura esta cosecha
Prender, y el desalarle no esta en ella Y yo con la española monarquía
No es bien que tanto Infierno agravie en vano Tal que al ¡nlierno harán la puerta estrecha
,

La odiosa luz. de esa enemiga estrella. Los que á tenerte bajen compañía. »
Mas quede en pena al reino castellano Asi el soberbio espíritu, deshecha
Humosa eslampa de su ardiente huella ,
La lengua en rabia, á Belcebú decia,
\ sepa el mondo que por estas cuadras Solicitando el escuadrón liviano
Juntas Beloehú tuvo sus escuadras. Pan arruinar el reino castellano ,
• Bien silos que la espada rigurosa Cuando la negra estatua afarolóla ,
Que nos echó de encima las estrellas, Mandando sosegar alboroto. el
Quiza por parecerle peligrosa Así , con torpe labio y voz. maldita
Nuestra vecina cólera cabe ellas. Volvió asombrar los árboles del solo
i :

No ha mucho que esta tierra belicosa <Yo antiguo defensor de la mezquita


,

Que ahora con tus negras plantas huellas, Que en Meca goza y tiene el primer voló;
La entregó á nuestra furia, y al castigo Que su Alcorán forjé de un desatino
De Un poderoso bárbaro enemigo. Que soñó el imprudente Calcabino;
» Cansada ya de los dislates vanos i No tengo nn furor tan olvidado.

En que por tantos años ciega anduvo Ni el odio interno á esta enemiga genle ,

Entre soberbios dueños , cuyas manos De las que en el bautismo se han lavado.
Con sus doradas masas entretuvo. La mas lírnie católica y prudente, .

Ya en católicos reyes, ya en paganos. Que si pudiera habérmela tragado.


De una en otra fortunase detuvo. No haya "n mi boca hambre suliciente;
Hasta que llegó el fuego de Vfliza Mas , ;,
quién podra contra aquel brazo eterno
A hacer su autigua honestidad ceniza Que es de su mundo universal gobierno?
13
,, , ,;,;, ,,»; ; , , ,, ,

178 DON RF.RNARDO DE VALRItENA.


Alzad los ojos A osa clara nube
11 • Mas no fué lodo causa de venganza,
Que en ionio ciñe vuestras negras sienes, Aunque eran mas que arenas sus delitos;
Y de España veréis adonde subo Que en la pía y justísima balanza
Kl aumentado colmo de sus bienes Diez buenos pesan mas que mil precitos "
Y aquel sangriento asóte en quien ya tuve . Oíros secretos lines , que no alcanza
De su deseado fin Orates rehenes, El criado saber en sus distritos
La antorcha lia sido con que el pueblo ilustro Dieron fuerza al azole y desconsuelo
De su valor ha descubierto el lustre. Que de nuevos tesoros pobló el ciclo.
Dijo ministros inferiores
; y ile los «¿Qué venas de oro el fértil Duero cria,
Cada uno, alzando la infernal cabeza, Qué tino jaspe el temple de Granada .

i o luz divina y rubios resplandores, Qué turquesas Zamora qué Almena , ,

I'u bulto vieron de inmortal belleza; En finísimas ágatas sentada.


Un mancebo gentil cuyos colores . Qué vario resplandor de pedrería
La nieve y rosas vencen en fineza , Levantó el rayo de la luz dorada
Y el rico maulo , en varia pedrería En su playa oriental, cuando la embiste
Hayos le presta al sol y lumbre al dia. La alegre aurora tras la noche triste,
Con dos pomposas alas, cuyo vuelo »Que más la altive, ilustre y ennoblezca,
Al aire da los rojos arreboles Y mas grados le dé de gloria y fama
Que el nácar de la luz pinta en el cielo Que esta calamidad, por mas que crezca,
t'.uando hace al dia bellos tornasoles; Y que el humo la empañe de su llama,
Por gala armado , mas que por recelo, Dándole noble sangre, que enriquezca
De una celada azul y peto goles El ciclo que la coge y la derrama?
Que , en rubis esta', y este en esmeraldas, Que de tan rica y fértil sementera
Arden y alumbran por las nubes pardas; Menor cosecha y fruto no se espera.
El yelmo en varias plumas enrizado, »¿Qué reino, qué ciudad goza en España.
Al cuello un tahalí de piezas de oro, Del fértil suelo que su marca encierra,
De un entero zodiaco grabado, Que no le deba á la morisca saña
Desde el templado Gemíais al Toro Algún precioso mártir de su lierra?
\ por el peto y manto de brocado Que nación hay en ella tan extraña,
Todo sembrado el celestial tesoro A quien le falte gloria en esta guerra?
De imágenes, de signos y planetas, Dejo aparte las palmas que su mano
En luz distintas y en virtud pelletas; Victoriosa quilo al furor romano.
Un venablo en la mano, cuyas lumbres » Y ahora, ¡á quién no admira aquella fuente
Al enemigo asombran que las mira De ilustre sangre y de saber divino,
Y el brioso esgrimir de sus vislumbres Que ayer, corriendo en Córdoba caliente,
Temor y espanto á los contrarios tira : Encima dio del Bétis cristalino!
Asi del cielo por las huecas cumbres, Y el que antes llevó turbia la corriente
Cuando el vellón de Coicos se retira, Con la ceniza y fuego peregrino
El bello dios que tuvo cuna en Délo, De lsac y sus secuaces, ya con luto,
El mundo alegra , y regocija el cielo. Sangriento lleva al mar rico tributo.
Y el encogido invierno entre celajes » Yo digo el sabio Eulogio, nuevo espanto
Lloroso huye y baja la cabeza ,
De vuestro ahumado reino tenebroso,
Al alegre verano, que en ropajes Que después que pobló el alcázar santo
Llovidos viste el mundo de riqueza : De escuadra insigne y campo victorioso,
il deja los nocturnos personajes
I Y en los hijos de Arlemia pudo tanto,
De envidia deslumhrados, la belleza Que á tres de un golpe dio triunfo glorioso,
Del principe de España , á cuya mano Y su patricio suelo volvió rico
Dio su defensa el brazo soberano. Con la sangre de Paulo y Ludovico :

Bajan los rostros de temor rendidos, » Después que entre suavísimas prisiones
Suspensos los furiosos ademanes, Luz dio y esfuerzo á Flora y á Mana
De aceda envidia y de dolor corridos, Y tras su voz con limpias persuasiones
Mas que primero dentro en sus afanes : Corrió al rojo martirio Leocrecía;
Tales que á no tenerlos oprimidos ,
,
Rodeado de lumbrosos escuadrones,
Huyeran del infierno á los desvanes, Su triunfo guió por donde vuela el día :

Como la noche huye de la aurora ¿Qué pérdida venir le pudo á España,


Cuando el aljófar cuaja que antes llora. Que á la ganancia iguale desta hazaña?

Mas el divino principe de España » Mirad de ese encumbrado Pirineo


Con agradable y natural braveza, La florida vertiente mas preciosa,

Estad canalla dijo estad , cizaña


« , , ; Por la sangre que en ella correr veo
Del mundo alzad á oirme , la cabeza
; , De Alodia santa y de su hermana hermosa.
Y sepa cuanto de Aqueronte baña Que por las ricas pastas que al deseo
El negro lago y hórrida maleza Humano hartaron, cuando en voz famosa,
Y el ronco can asombra con ladridos Arrojando tesoros del profundo,
Y de las furias siente los gemidos; Sus llamas dieron nombre y piala al mundo.
«Que todo junto ese infernal espanto, » ¿Cómo la masa candida bendita, ,

Que al mundo el centro y el reposo quila Gloria del cielo y honra de Cárdena ,
Desde el negro dosel de Radamanto Gozara España, si la sed maldita
Al frágil leño en que Carón habita De humana sangre fuera mas pequeña;
Con cuanto de la muerte el triste llanto Y los brazos y pies que troncha y quita
En niebla cubre y sombras precipita , Al sufrido Rogelio, con que enseña
Que contra España aquí vomite y eche, A pisar mundos y alcanzar sin manos
,

Haré yo que ni baste ni aproveche. Por golpes muertos, bienes soberanos?


» Es verdad que aquel Padre soberano »AI mártir Gundesindo, toledano,
Que sobre el cielo tiene silla eterna ,
Y el hijo del rey moro que hoy le rige,
Y del mundo las riendas en la mano Que para serlo, la paterna mano
i ii. mío hay en él con su saber gobierna, El cielo ahora en su favor le elige :

Este reino entregó al furor tirano A Sisinando , noble lusitano ,


De la mahometana rabia interna Y el gallardo Fámula que corrige ,

Que con natural odio y pecho osado El juvenil furor, v hace sagrada
Tanta cristiana sangre' ha derramado Del real Guadix la tierra v de Granada.
..
, . ,. , . ; ., , ;: ,

EL RERNARDO, Lllifin IV.

• Y de Gelulia ardientehonra antigua li \ apenas de aquel nombre soberano,


Que Iip Fué de Álcali an su nacimiento, A quien el cielo v el iulielli" ail
^ con su sangre en Córdoba averigua El dulce acento onó en el llano i
e
Que al mondo ii" quedó ciodad de asiento; Bien une en compás de lengu peí i

( ini ii 'II*.. pueblo que atestigua Cuando, toda deshecha en humo vano
Contra el pagano en croa j altar sangí icnto. . La mi' nal ¡unta se apagó
i desl . <

La re que dejó al hombre encomend Quedando limpio el une claro el ciclo , ,

Ll rej que saqueó raesli morada, Y de mil monstruos escombrado el

¿Con quéc prara España tal le oró, higos! aquella no* he otro dia j

Aunque |ur.i hallarlo desvolviera Que de ^u laro le duró el tormento


Loa uriñes montea tras mi^ venas de oro, De rezar no dejo, bI bleí habla
De codicia la hambre mas ai lera?
ii luid de que en
il oscuro pensamiento n :

NI penséis, hijos del eterno lloro. Solo un breve renal le oración pía
Que el gran Rector de la esti ell ida esfera Que escrito vio i las puertas de un convento,
Tiene entregada para siempre I Espada Ese sabia j ese en dulce vuelo .

Al grave yugo de esa gente extraña. Elevado de IS le, so ovo n . i 1

• Que ya de hoy mas, sin que en menguante vea De emendar prometió la im nula v Ida
El primer punto de bu nuevo aumento, Y el pacto oscuro con Pintón guardado
Ni corvo alfanje podero Has siempre fué difícil la salida
A usurparte "ti" paso de bu asiento, Del mal que va en el cuerpo esté arraigado :

Mi español reino ira como desea . Al que mas llora salud perdida, l.i

K n próspero j dichoso crecimiento, Deja la enfermed id menos reglado;


Basta aquel siglo di j felfa] día Qui la costumbre un enemigo fuerte
Que, como antes, vuelva monarquía. 1 1 ^ mudar condición a par de muerte. ,

NI solo el mundo que anón ondea y baSa Puesto de un pié en sus mágicas prisiones.
D dos i" ircs el mudable hielo
a Dos dias en ciego humo vivió a oscuras,
\ -
timbrada v asnera montana
1 fin l). -o ciencia burlado, y las neones
Que con los francos parte clima y suelo. Que primero adoraba por seguras
Le ha dado el cielo a mi Invencible España; n le de noche en inundas visiones,
Que no en balde le ha dado Bspaña al ciclo De dia en bultos, sombras y figuras,
'i antas cabezas por su amor perdidas ,
;
Con ungido temor daban castigo
Que es rico el cielo, j paga en ambas vidas. Al vano presumir del falso amigo.
«Antee ibu católico monarca II. isla que de los bosques comarcanos

Un nuevo mundo ha dado j nueva gente . Rústica hopa de villanos vino ,

Donde corra su lev , ponga marca


v Que, al lazo haciendo cruces con las manos,
Desde el alba i is i sombras del poniente; El nudo desataron peregrino ;

Y una ignota nación . que ahora emban i Con que libre se bailo de miedos vanos,
El feo Carón solire mi l.j'_ru ardiente , El mal regido mágico adivino
Despierte con su luz. a nueva \iila , En el deseado robo del Infante,
Del mortal sueño ell que la veo (lormiila. » En años niño, y en valor gigante.
D |obatiendo las lijeras alas
:
v Esta es oculta traza la cautela
la ,

Que el aire dejan de vislumbres lleno, Es esle el generoso intento


esla , v
II ndo alarde de su lirio v galas, Que hacera Bspaña cuidadosa vela.
a
Y un arco de oro en su volar sereno , De Grecia Majo a Oróntes por el viento.
Gallardo vuelve i las soberbias salas Mas sobre el mar una pequeña vela
Del estrellado alcázar, donde en freno Asi volar entre SUS olas siento,
De oro gobierna las crecientes olas Que amainar ó perderse le cien ¡ene ,

be las varias fortunas españolas. Y a un ver donde va el que en ella viene.


Asi sobre los vientos se levanta, El que con su primer atrevimiento
Tr.is i.i serenidad de un pardo dia, Sobre cd agua halló nuevos caminos,
La uis roja y azul, que siembra y planta Y del incierto mar j sordo v iento
I'or el cielo colores de alearla; Los rincones busco mas peregrinos,
Y en lirios de oro su vislumbre santa Eijo al principio con medroso liento
El aire encrespa I en sus sombras cria .
En la ancha playa y puertos convecinos;
Los bellos ni. ludes en que sube El viento en calma y con la mar serena, ,

A lo alio desde el huí co de su nube. No osa apartar los ojos de la arena.


Quedaron los espíritus inmundos Crece el aliento, crece la osadia,
De envidia y confusión desalentados, Y olvida poco á poco la ribera ;

Y los rabiosos pechos en profundos Engólfase boy, engólfase otro dia,


Dolores y congojas anegados :
Y halla la mar mas blanda y menos fiera :

Arruinara su cólera mil mundos Pierde el primer temor que le leída ,

Ano bailarse impedidos) apremiados Y a nuevo cielo y mundo abre carrera :

Del ángel superior: mas sobre el mago Ni golfos teme ya , ni de laairada


Vuelan a hacer el impedido estrago. Scila la herviente espuma aljofarada ;

Y bramando en tristísimos aullidos, Que gusto, en sus presentes pretensiones,


el
En torbellino \ lóbrega manada, Atropell nulo pasa inconvenientes;
Ya sobre el árbol ya sobre ¿I subidos, .
Descubre oirás riberas y regiones,
Mas le la lazada :
afligen j aprietan Otro cielo y estrellas diferentes,
Asi en las ramas donde están sus nidos, Otras costumbres leyes y naciones .

La banda de estorninos alterada .


Otra habla, otro trato y otras gentes;
Cruza, vuela y revuela por el viento, v
liega al fin del inundo v playas ^olas.
Trocando ramos y mudando asiento. Adonde el ronco mar quiebra sus olas.
Creció combate de manera,
el liero Tal mi pequeño esquife va rompiendo
Que, entre las negras sombras alteradas, El peligroso golfo en que me bailo,
Si el francés de su fe no se valiera, loas veces en calma, otras corriendo,
Alma dejara y vida rematadas; Y apenas del temor puedo apartallo ,

Mas de entre el bunio de la gente fiera Por nuevo mundo y cielo discurriendo
Hecha una cruz las m; a levantadas , Y pues va el detenello es anegado,
«Jesús, dijo, socorre un siervo triste, Nobles deidades que guiáis mi intento.
Tor quien para morir en cruz, naciste. » Socorred mi barquilla con buen viento.
, ,, ;, ; , ;, , ,,, , ,
; , u

¡SI) DON BERNARDO DE VALRUENA.


V gloria y lionor, cetro segundo
tú , Era pública voz que la persona
Destas ricas antarticas regiones, Del César al ejército asistía,
Que, cerradas de inmenso mar profundo* Y de sus paladines la corona
\i'ii oli'o ciólo, estrellas y uñones, Con la suya llevaba y componía;
Vuelve los ojos su nuevo mundo
:i
; Y Bernardo en el campo de Girona
Oye mi voz, atiende á sus razones ; Que le arme caballero pretendía ;

Ser. i* mi Apolo y en la lira suya


, Mas. desabrido ya de la inconstancia
Pondrá mi canto y la grandeza tuya. Del Casto, el Rey tomó la posta á Francia.
Darle y favor en escucliallo ,
lias liorna Trisle al doncel la no esperada nueva
Y en lozano con su nuevo aliento,
lirio Dejó, viendo alargar su deseo santo
Kl barco tras quien va, podrá alcanzallo De dar al moro de su brazo prueba,
Con mas facililla del pensamiento; Y al mundo nuevo con su espada espanto;
Que conforme ¡i la altura en que me hallo, Y este cuidado tan sin él le lleva,
Si aquí me falta de tu soplo el viento, Y en su disgusto divertido tanto ,

Kn calma quedaré y en golfo incierto, Que el caballo sin rienda, y él sin tino,
Sin esperanzas del amado puerto. Al tomar de una senda erró el camino.
Por el mar ancho, en desenvuelto vuelo, De su ayo astuto y su encubierta gente
(iu barquillo sin alas discurría, Perdido se halló en un bosque espeso ,

Y ahora ¡oh lustre del iberio suelo, El sol, ya en las montañas del poniente,
Sucesor digno del que en él venia ! De las tinieblas trastornando el peso :

Luego que al mundo el sin igual modelo Dio en caminar sin luz confusamente
De tu raro valor, con el que cria Y por derecha senda ó curso avieso
Tu antigua sangre real, hizo en Miduerna Llegó al mar de Colibre cuando el día
Principio ilustre á tu memoria eterna. En el de la Coruña se escondía.
Venciendo el campo aleve con su espada, Era en la sorda playa la resaca
Su tio en libertad por ella puesto, El son con que la noche iba creciendo,
Sin darse a conocer, dejó asombrada Y á cada tumbo por la selva opaca
La corte, al Rey, y del contrario el resto; Las con bramidos respondiendo
lieras :

Y con la bella oculta retirada El viento que


ni crece ni se aplaca,
Mas lustre en sus hazañas, y tras esto, Las estrellas sus rayos esgrimiendo,
Con las nuevas del nuevo coronista , El con su gusto y sus deseos en guerra,
Nuevos deseos de gozar su vista. Suspenso, solo y sin saber la tierra.
Después que el griego mago á sus heridas Dejó la silla y el caballo suelto
Con frescas yerbas dio salud bastante, Pacer sin rienda en el llorido llano ,
Por montañas y sendas conocidas Receloso que su ayo alli le ha vuelto
A las playas guiaron de levante Para del César le apartar en vano
Por breñas y quebradas escondidas Y en este antojo el suyo fué resuelto
Entreteniendo al generoso infante, De no tomar las armas de otra mano
A lin que en la distancia del camino Ni heroica hazaña acometer que importe,
El curso hiciese de un contrario sino. Hasta ser uno de su casa y corte.
Los floridos collados que Ezla riega Mas luego que el descuido entre las llores,
Dejan airas, y la Sublancia loma , Robando el alma le dejó dormido
,

Donde el gran Trismegistro en fértil vega Una voz tierna, hecha de temores,
La ciudad hizo que deshizo Homa ;
Pidiéndole favor, llegó á su oído ;
Y alli de un cerro , que á las nubes llega
, : O fuese el viento , ó sueños burladores
« ¿Ves, hijo, dijo Oróntes, donde asoma, O el sabio que se huyó lo haya fingido
Tras de aquel risco y áspera montaña, Porque en principios no del todo humanos
Tu antiguo patrimonio de Saldaña? El lo diese á sus hechos soberanos.
» Alli el que te dio el ser su estado tuvo, Parécele haber visto una doncella
Y en todo este ancho mundo tus mayores, De un su enemigo sin por qué afligida,
Y á ti mas fama en él que en ellos hubo, Y que era el enemigo tal que en ella ,

Te espera en tus divinos sucesores.» El gusto tiene puesto de su vida :


Desde alli hasta Fontible se entretuvo Que el querella causaba su querella,
En ver las fuentes de Ebro, que entre flores Y el ser amada la hace desabrida;
Lloran, hechos cristal, por sus mejillas, Y sin mas ocasión que esta agonía,
Dos riscos en las torres de Mantillas. Breve socorro á su aflicción pedia.
Templando el sol con los alientos frios Salió alterado y puso con presteza
De las nevadas cumbres de Iduveda, Furiosa mano á su atrevida espada,
Pasan por bosques y árboles sombrios Buscando en vano la mortal belleza.
Entre liribiesca y Burgos, la Fresneda; Que de su favor vio necesitada :

Pisan de Ríoja los alegres rios, Sacude el sueño, y culpa su pereza,


Los collados de Niela y Valvaneda Y con el alma inquieta y voz turbada,
De Orbion las altas sierras y peñones, Por no la haber con tiempo socorrido
Sitio antiguo de Uracos Peleudones. Asi despierto habló á quien vio dormido :

Aqui miran el lago monstruoso ¿Dónde , ó nueva deidad mandas te siga?


(i ,

Que á Duero da las aguas y arrogancia, Muéstreme mi ventura, ó tú, el camino


Y de adonde con Ímpetu furioso
,
En que tu intento y gusto se consiga,
Baja á buscar los muros de Numancia Y el mío de tanto bien no salga indino.
Y entre Agreda á la diestra , y el frondoso Dijo y por ver en vano se fatiga
;

Bosque de Tarazona á igual distancia, Por dónde fué lo que en el sueño vino
Pasan del rio Moncayo la alta sierra Que el no ver lo que vio en sombra tan bella,
A quien dio nombre el que á Palatuo guerra. Que es falta cree de luz ó sobras della.
,

Bajan de alli á Tíldela y á Ebro el llano


,
su lado halló unas armas bellas
A
Vadean humilde por canal estrecha ;
De llores de oro y pedrería sembradas,
Dejan a Jaca á la siniestra mano, Blancas y salpicadas con estrellas
Y á Huesca en Aragou á la derecha De un verde azul y rosicler grabadas :
Y entre Urgel y Cardona el gran pantano, Como pudo mejor, se armo con ellas
^ a mi cuerpo y á su ánimo ajustadas.
Que al pedregoso Aitón sus aguas pecha,
\ el campo de Girona ven seguros, En belicoso fuego se encendía,
Y allí el de Francia en torno de sus muros. Deseaudo ver lo que durmiendo vía.
, . , ,.';, ,.: , . , , ..; . ,, ;

el bernardo, i.innn iv. 181

Un cómela urdiente,
rastro de nrn, cual Mi rey, respondió Alperso, dar no excusa
«

Votando rió croar el hueco ricota En lodo tiempo 1 todos gral audiencia, i

Por rayo de un rumor que de repente ,


Ni el verdadero prlm loe rebosa
Sacar pareció mando ae ni asiento :ii ¡
Ni en calidades nace inferencia,
l.:i cercena deidad Bernardo tiente .
Huiro Bernardo p"r la nao confusa
v idórala en in oculto semiento i
Y a los dos que fe dieron la llcencl i

Con loi pasos siguiendo j con la rl t.i El contrahecho barco i lo profundo


Del rayo ardiente ta dorada liste. Libre arrojó de aquel mudable inundo.
Llego Ij playa, y de la mar talada
;i Pasó gall ir, lo. la visera alzada
I,os pies mojo en la combatida are sin ser de Dadle en nada defendía i

Pasando, entre el silencio, tosegada 1. 1no ira de pojas rió labrada


,

l.:i noche, de quietad y saeflot llena i


lie pi ecloso marfil j oro bruñido,
Sin viento el golfo en calma tose ,
lie persianos tapices entoldada

Como en estanque claro amia serena Y allí a una bella d.im un rej rendí lo
i .

Y el ciclo, noche > vidas abreviando lie aspecto bravo loen que \,i a,, lo era
.

Sobre ejes de oro sin parar rolando. Que le habla vuelto amor de acero en cera. , .

pequeño batel en la arenosa


t'n La reina del Catay, la luz mas pura.
Playa tin \cr con que
. rió detenido , ,
Que lúe ile Europa y A-i;i luego ardiente ,

N embarcándose en ¿I extraña eos , i La que entrego a Hedoro ll ventura ,

\ otando te engolfó en el mar tendido i


Y a ella los reinos del rosado oí ionio ;

De entre is manos no tan presurosa


i 1. angélica beldad, la hermosura
1

Sale dejando el ave el caro indo, i. .i nadie dejó libre , el rej potente
NI el arnoncillo de oro mas l(]ero Hecha su alma un altar de amor injusto.
De tn arco despidió el mejor (lechero, Por ídolo traía de su gUStO,
Cual are o Decba por el blando viento, y en contemplar su hermosura atento ,

Sin dejar rastro el agua corlando n Has que hombre estatua muerta parecía,
En varias cosas puesto el pensamiento Insaciable en hartar el pensamiento
\ rumo en todas icei lar trazando : Del sabroso veneno que bebía :

De unas en otras in alto pensamiento Cuanto mas bebe, queda mas sediento;
Va, cual su esquife, por el mar rolando; Que es el amor mortal hidropesía ,

Mas siga ahora to gasto, huya su pena ;


Y gusto que se veda en quien padece,
el
Que de lo que él propone el cielo ordena. El que solo se eslima y apetece.
T.l carro de oro sobre el hombro diestro Con blando, ruegos la sazón buscaba
Del mauritano Atlante volteaba De hallar menos altiva su aspereza;
\ en el del sul el carretero diestro Mas ni ese ni otro medio aprovechaba;
A los caídos antipodas bajaba, Que donde falta amor todo es dureza :

Y de su vela ll marinero nuestro Cuando él á su desden mas se humillaba,


Rendir el primer cuarto convidaba , Más ella hermoseaba su fiereza ;

ruando el esquile a un galeón armado. Que es la mujer de suyo áspera roca ,

Sin >er cómo ó por quien se hallo abordado.


, , Si amor de cerca ó lejos no la toca.
El quieto mar en calma le tenia «Gloria de esta alma tuya , le decía
Pecadas a Ins cholos las velas, En su dolor, y en ella trasformado ,

La gente aun su bullicio mantenía, Si por haber aquesta vida mía


Y el primer cuarto sus recientes velas Al gusto de tu altar sacrificado,
1.1bullicioso esquife que venia, Con ese llanto anegas mi alegría,
Al temor puso y alboroto espuelas Y el adorarle pagas con enfado ,

Tales, que el que llegaba mas atento. ¿Qué mas grave tormento se me diera
Temí por uno que miraba ciento.
i
, . Si contra ti otra culpa cometiera?
Llegó al real bordo el encantado barCO, •Bien sabes que fué el término de verte
Y en deseos de mostrarse ios primeros, Feliz principio de rendirle el alma;
Alperso el Rojo, y Galbarin el Zarco, Ni te es del todo oculto que en quererle ,

Dentro s dtaron con braveza y Seros Al mió ningún amor llevo la palma :

Uno diestro en espada el olio en arco, . Si solo el dulce biende obedecerte


Y ambos de lo* peraiabos caballeros Mis gustos tienen por el tuyo en calma
De mas denuedo y opinión mas sabia. Anatomía suficiente han hecho
Aquel nacido en Persia este en Arabia. , Tus bellos ojos en mi humilde pecho.
El altivo español con la templanza , »No con mayor lealtad el cristal puro.
Que a disfrazar bastó tn desden liero, Ni sosegada fuente en valle ameno,
Brioso comedido I la pujanza
| . Detras mostró del trasparente muro
Salló del uno y otro caballero ; A los ojos su limpio y casto seno;
> que deseado puerto la esperanza
i
Ni en torreado alcázar mas seguro
Ai pesado galeón lleva lijero, Príncipe fué de sobresalto ajeno,
Humilde preguntó; y al cómo y dónde, Que en mi pecho se vio, y está en ni¡ i ,

Asi de dos el uno le responde : Gozando un casto amor dobles despojos.


«A la gran Siria la derrota lleva, »Si con temor te sirvo y reverencia,
sí Bolo nos ayuda con su aliento , Y adoro temo tanta hermosura;
y
Que encerrados los aires en su cueva Si entremi sufrimiento y tu violencia
Con prolijo calmar nos da tormento, Cada hora el oro de mi fe se apura
Y andar haciendo de los vientos prueba, Y si es justo vivir en tu presencia,
Ks propiamente andarse tras el viento : Siendo mi cielo en cárcel tan oscura ,

Orimandro, lamoso rey de Oriente, Aborrecido y lleno de firmeza ,

Navega aqtticon su invencible gente.» Hable por mi, responda tu belleza.


Bernardo entonces « Lo que á mi me toca : r.ien sabes que tu ira la he temido
Sabrás, dijo; que soy un navegante Cual verdugo el cuchillo y brazo alzado,
Que no he hallado con fatiga poc I Cual violencia de principe ofendido,
De mi viaje el fin que veo delante i Cual pequeño batel al mar airado .

Mi nombre el caballero de la Roca, Cual vulgo en nuevos bandos dividido,


Poco tainos,, y ni, nos importante :
Cual avariento golpe desusado.
Busco á tu rey, y solo hablarle quiero, Cual tirano cruel gente alterada.
Si se deja hablar de uu caballero.» Cual sagaz capitán gente emboscada.
,» ; ; , , , , ,

182 don iieunahdo de valhi ena.


n\ que entre
estos temores te he servido «Por tales cursos el del cielo guia
Cual siervo al interés alicionado, El vario fin de las humanas cosas .

Cual pretensoren corle entretenido, Que á veces gloria del dolor se cria,
Cual ajüei dudoso hombre pulpado, Y de un contrario azar suertes dichosas;
Cual paje nuevamente recibido, Y cu la fruta que al gusto parecia
Cual por conjuro espíritu apremiado; S. i/. nía. la en lisonjas mentirosas
.

Y por comparación nías ajustada, Suele estar la ponzoña entremetida,


Cual nuevo amante a dama disgustada. Y tras la flor la víbora escondida.
V tú por esto me lias aborrecido »\ asi famoso Rey, si al justo cielo ,
,

Cual a cruel enemigo declarado, Que aquí por varios trances me ha traído,
Cual labrador á un avariento ejido. Con mi venida diere algún recelo
Cual noble pecho a un corazón hinchado, Al gusto en que te hallo entretenido ,

Cual a competidor Favorecido, 1.1 discurrir de su piadoso vuelo

Cual animo ambicioso hombre privado, A nuestro bien va siempre dirigido;


Cual prolija visita alma enfadada, Y aquel que de su mano y liazas viene,
Y a libres ojos dama recatada. Es el cpie mas á quien lo da conviene.
«Entre estas muertes vivo, y desta suerte »Si del incierto fin de mi venida
Tu aspereza me está martirizando; De propósito hubiese de informarle,
Mi esperanza, en los brazos de la muerte, Seria tomar tan lejos la corrida
, ,

Va entre vive y no vive, agonizando,


. Con desabridos cuentos enfadarte;
Muriendo por los gustos de quererte; Mas la causa entre muchas preferida ,

Que es en leves de amor vivir reinando ; Que en tanto riesgo me obligó á buscarte,
Has ahora v iva o muera, muerto ó vivo,
. Es pedir de tu mano el verdadero
.lamas morirá en mi la fe en que vivo. Honor, titulo y voz de caballero.
uPomne que
seca arena abrasa,
al sol la » Soy un mancebo como ves dispuesto, ,

O donde él muere envuelto en tierna nieve ; A recibir, señor, lo pido; que te


Ponme al cielo (pie llueve ardiente brasa, [V'oble en linaje, y la probanza desto
O al que nieve, granizo j rigor llueve; El valor que á este punto me ha traído;
Por donde el dia con su carro pasa , Que en pecho hidalgo corazón compuesto,
O la callada noche el suyo mueve ; Ya por su propia sangre es bien nacido :

Que cu luz, tinieblas en calor y en frió , Yo siento añera en mi que soy cual digo,
Dejare por ser tuyo , de ser mió.
, Y cada uno es de si el mejor testigo.
Dijo; y cual si de blanco mármol fuera, » Lo demás , si tú gustas , por ahora
(lucilo sin habla , sin color, sin vida; Para tiempo y sazón mas larga quede ;
Solo dio el llanto muestra verdadera Que descubrir de un hombre en sola un hora ,

De estar al triste cuerpo el alma asida : El pecho , ¿quién sin Dios hacerlo puede?
¡Duro paso de amor, que enterneciera . Esto, señor por la que el tuyo adora,
,

Del Caspio mar la roca mas ceñida! Pues nada pido injusto, me concede :
Y en Angélica obró su sentimiento Después sabrás de la venida mia.
Lo que en acero duro el blando viento. Quien soy , á lo que vengo , y quién me envia. »

Cual parda encina en años arraigada Dijo; y el Rey, con esto satisfecho,
De un desabrido ciervo acometida . Quedó, si no seguro, reportado;
Que mientras mas de aquí y de allí asaltada, bien que el medroso amor el noble pecho
Mas a su firme centro se halla asida No le dejó aunque libre asegurado;
, ,

O cual peña en revuelto mar sentada, Que lo mas imposible da por hecho ,

De una y otra y otra ola combatida , Porque el amante viva recatado ;

Que el aire y agua lavan las estrellas, Y en las leyes de amor, quien no temiere,
Y firmes quedan en sus montes ellas Burla si dice que de veras quiere.
Tal á los dulces ruegos y blanduras Y asi le respondió « De tu venida :

Del persa rey Angélica quedaba, La causa podrás darnos que quisieres
Rotas de la razón las ligaduras Y' á los largos discursos de tu vida
Con que las suyas convencer trazaba, añadir gustos ó acortar placeres;
Volviéndose á las voces mal seguras Que una imaginación tan divertida
Del deleitoso son que la encantaba, En nada dudará que le dijeres :

En muda lengua en semblante duro,


y Baste por ti que el titulo pedido
Sierpe enroscada al mágico conjuro. Ya en desearlo le hayas merecido.
Bernardo con razón quedó admirado honroso peso estás dispuesto,
»Y' si al
De dos tan diferentes voluntades Que en voz del heroico nombre carga
la
De aquel amor y desamor, causado v.
en esos delicados hombros puesto,
De sus mismas contrarias cualidades : Pesado yugo no es, ni grave carga ;

De Orimandro el valor considerado, Si no reparas en lo más que es esto.


De su pena y valor las propiedades, Menos el riesgo de la muerte amarga
A compasión y lástima obligaba , Tu brio enfrenará yo le concedo,:

Mas que á quitarle lo que aun' no gozaba. Si no cuanto me pides, lo que puedo. »

Mas aquel firme y generoso aliento, Dijo; y en silla de marfil labrada,


Y aquella fuerza del autor divino, Por mayor aparato fué á sentarse , ;

Que por ciego mar y sordo viento


el Antiguo rito y ceremonia usada ,

El alio fin guió de aquel camino, En que actos tales suelen celebrarse :
Era á todo su bien impedimento; Bernardo, desciñéndose la espada .
Y la \ iolencia del contrario sino ,
Ene a la oriental princesa á presentarse;
Que en no admitido gusto determina Y a los pies puesto del soberbio estrado ,

Que muera el Rey por la gallarda china. Asi le dijo, ante ella arrodillado :

Llegó
el doncel el rostro descubierto «lletrato vivo del valor humano,
Y persa , en verlo entrar, salió alterado;
el Si no eres sombra ó lumbre del divino,
Que nii- mi ingrata dama, el pecho abierto, Redeña y toque del pincel v mano
Dándole estaba el alma, arrodillado : Que a tan gran perfección abrió camino;
La que dormido vio, hallo despierto; O seas toda del coro soberano
Y viendo el tierno gusto violentado, Ángel de luz. ó bullo peregrino
En que allí está , contra el presente agravio, De la masa mortal en lo (pie quiero
,

Asi , á Orimandro vuelto , movió el labio : Séame tu alta beldad dichoso agüero.
. .
. »
., ., ,..;
. . . , ' . ;: , ;.. , .

1 1. dernardo, i mno i\

i seBoi
ii ique lo roo
espad i . i ,
Las de m i bi is li

Que en servirle estará siempre ocupada, Por no humillar de su gánela el vli uto.
De es ni tierna manoi ó marfil puro De los gustos que están mas des,
Para nuei as victorias roe sea dada . mas s: lulo el pensamiento ii :

Que este lavor me guardará se ¡uro I descuido las vuelve cuidadosas


i

Y ella de ajenas Fuerzas ¡u\ iolada


;i . El cu ¡dado es espi ele de i"i mentó
Mostrando que al caudal bumaou icedcs, i Los que menos procuran sus ravore .

si esto es lo meaos de lo m is que puedes. son los que entre ellas gozan los mayoi
isuspensa beldad de divertida
i . . Quieren su. Igualdad Ber tan señoras,
Ipénas aló ni doncel gi ita n spui 1 1
< .> 1 1 •

nad i luera de -n gusto *

Que en sus disgustos « aflicción mi lids ,


N que él señale cual reloj . . las huras
Estaba en tristes sentimientos puesta ; \l Is vida mas hid ü
curso de
Que aun de cuidado aje - ofendida si esto es cual ves el gusto que in ido . ,

La mujer que de veras es >la I


. , lomo harás que ajusl ido al uno
i
|ga,
^ -ii rama j honor 10 delic ido i
.
Si en él con nuevas leyes forzar quieres
yuc i un mi|> pueda muerto i destemplado.
i La antigua libertad de las mojei e ¡

Calló \ fui ^n aliar lemplad muerte


. i i . Vuelve , se ni o- ,
pues á tu honor convli ,

De discreción tan lleno j de cordura II que hasta aquí á esta dama has usurpado;
t)ue al discurso mas i ivo y elocuente Búa a otra i
e las
;
que amor las tiene
1 1

En pi oporcion venciera j en dulzuí a Mejores qu las pai a <t dallado i


;

^ en grave pund< r la altiva frente. La bumild "I no disgusta j entretiene;


De arrogam ia mas llena ¡
bei mosui a Que r no r ibe en cor izon hinchado
i :

i.i aurora aljol irad i


Servir v poi liar iodo lo alcanza
Al gallardo doncel ciñó la espada. Cuando ambas cosas se harén con templanza.
Kl persa rej en nuei o n lunfa aparte .
i e u vo mas la razón lo pide .

De una trom| arcial .il ronco esli \ la obligación nueva en que me hallo
Espuelas calzó de oro al novel Marte, Con ni apetito mide
. i
,

Vi todo en belicoso fuego ardiendo; Porque ninguna en n pueda estorbado;


\ de perlas un bárbaro eslaqdaí le Que lo que sm sazón su efecto Impide
(idii las persianas armas descogiendo . ^ o estoj resuelto ya de atropellallo,
Asi, en semblante j ánimo severo, N que osla ves nos dé la Incierta suerte,

l..i fe juró debida á caballero : l> a ella la libertad o a un la uiini . l

Por estas invencibles armas jm < Cual suele destrozado peregrino,


Y lus secretos desta noebe moda Del largo mar y iien.is enfadado,
Que eni uelta va pasando en aire oscura , De lejos v ¡endo el On de su camino,
De espantos llena j d lor desnuda l.a ainada patria y puerto deseado ,

Por ese claro ¡ esli ellado muro De un no esperado viento repentino


Que nuestras vidas con mis vueltas moda. Hallarse en nuevos riesgos arrojado .

^ el resplandor de -us lumbreras bellas . Cuando, vi libre consagrar quería .

> la deidad que asiste en él j en ellas Su rolo barco al dios que fué su guia
«(lúe la inviolable fe de caballero Tal el persiana rej oyendo estaba
Qne al nombre heroico debo que boj recil i uanto el doncel del mar decirle i|iiiso ,

Segura y >:il\ : á todo un mundo entero , Que, de iras lleno, su furor llegaba
II tiempo guardaré que fuere vivo : En desesperación a ser remiso;
Ni por mi punto perderá el severo \ va por esto, ó porque su alma bl i\ i
liarle el grave rigor del suyo altivo Mostrar pudiese en trance tal su aviso,
En cuanto en sus sagradas leyes manda Kn grave aspecto a la demanda puesta
El feroz rey que gobernó en Irlanda. Dio este breve discurso por respuesta :

Daré favor quien pidiere el mió, ;i Aunque en vuestras razones so conoce


> ;iquien no le pidiere, si está opreso; l.a mucha que es seguir su dulce acento.
Y en libre campo y justo desafio Ni el ni mi or que .
tiempo quiere , I
, i

Si hacer consentiré ni haré exceso. Kl de un tan criado |iciisaiuiento: ai

Dijo j dejando con gallardo brio


; Que el bien novelado al mal se desconoce;
Del bárbaro estandarte el grave peso, > .i-i aunque en mi confuso pecho siento
,

Asi en nuevo ademan , ai persa fiero,


. El bien y el mal y lo mejor apruebo, ,

Que atento le escuchó le habló severo , : Aquello solo sigo que repruebo.
« Invicto Rej, si .m celebrado pacto «Que invencible fuerza de los hados. l.i

En lus heroicas manos se le debe Cuando ha de echar un alma por el suelo,


Asiento firme, j qne en respeto intacto Si los sentidos deja desatados
Siempre delante el de su intento lleve; A los sanos consejos que da el ciclo
s¡ v;i mi en sola cereí ia el acto Tractos libre gusto tan trocados, al
Presente ha de acabar su curso breve, Que en vez de alivio sirve de recelo
, ,
,

Mas la justa promesa á u debida Y aquel que á la razón vi mas medido,


Ll sumí es bien que iguale ,il de mi \ ¡<t:< ; Es oella con mas dudas admitido.
i a misma fe á lo real valor jurada . Y asi los vuestros aunque en la apariencia .

Sin culpa me
ha de dar nombre de ingrato De su valor descubren la impon mi ia
si tu oHi voluntad mas concei tada
. Conmigo hacen lan mala conveniencia,
No granjeas ese delp ó su retrato; Que toda su armonía es disonancia ;

i vi, hermosura al parecer Forzada, . > el cielo, en esta nueva diferencia.


En su libre la das j honroso trato Concluir de un golpe quiere mi arrogancia,
Donde podrás por léi mino debido Trayéndome para ello á tal estado,
Granjear, pues lo mereces, sn querido. Que sea, sin pedirlo, aconsejado.
»EI manjar de sabor mas sazonado, »Si la vida, la honra y el contento
A quien le falta gusto, es desabrido En mi se han de acabar todo en un dia,
Y adonde no iia\ anuir, todo es enfado, Y' á la fortuna, amor J mi tormento
Y" el nía» alto valor aborrecido : Tanto estol ¡JO les es la vida mia,
El mundo por tu brazo conquistado Nada me podrá ser impedimento
Podrá ser y no un pe< ho endurecido
. . Que no muera vengando mi alegría ;

i m .is de un mujer que, importunada,


i
Y consuelo es al fin de desdichados, . .

Lo mismo que antes le ayrado, le enfada. A no poder va mas, morir vengados.


, . ,,
,» , ,,
,
; , , , , ,, ,
;,,

184 DON BERNARDO DE VALRUENA.


»Yvos. valiente y nuevo caballero. Dos largas horas la victoria en duda
Si á vuestros pies quedare sin la vida. Suspensa tuvo la neutral batalla,
Cuando sepáis la causa por qué muero, v a cada golpe la opinión se muda,
La juzgaréis por bien ó mal perdida Ya en este , ya en el otro , de alcanzarla
Que por lo que padezco y lo que quiero
. Y sembrado combes de la menuda el
Tengo por experiencia conocida Blanca hebilla y de enlazada malla,
Que en materia de gusto y pretendello, Entre la roja sangre que corría
Estorba al alcaozallo el mercedlo. Un escarchado rosicler fingía.
Dijo; y cual bravo toro que admitido Mas ya cansado el persa de reparos,
,

Ve en su lugar quien le lia desaliado. De fieros golpes y de sangre lleno,


En rabia ardiendo, en celos encendido, Del rolo escudo ios grabados aros
Corva la Frente el pedio levantado, , Del ciego aire arrojó al cristal sereno :

Escarbando la tierra al fresco ejido, Rompió al caer del mar los tumbos claros
A un golpe piensa de quedar vengado, Y desatando al sufrimiento el freno,
Y la contienda y celos acabada, A dos manos tomó la firme espada
Libre y señor de su vaquilla amada; Que ha de dejar su cólera vengada.
Bien asi el rey de Persia en rabia ardía, Con ella , y con la furia que alcanzaba
Y á la incierta venganza se aprestaba; Que á las parejas con su amor corria
Con los medrosos celos no podía Al español buscó que le esperaba ,

La cólera enfrenar que ardiendo estaba : Debajo el medio escudo que tenia :

El yelmo de oro que á la noebe fria , Si lo halla esta vez, con ella acaba
Un nuevo sol de pedrería formaba De sus rabiosos celos la porfía ;

Se enlazó y la ancha plaza del navio


, Que donde quiera que su golpe acierte
Palenque dio al dudoso desafio. Si hallare vida meterá la muerte.
Era en forzosos trances el persiano Mas el diestro novel , que vio el mandoble
En golpes diestro, en ánimo orgulloso, Bajar cortando en dulce silbo el viento.
En gusto y paz discreto y cortesano , Del presto cuerpo hurló el aliento noble ,
En guerra y armas fiero y peligroso : Dando lugar á su furor violento;
Ahora, con su ardiente amor lozano, Y él un pequeño rasgo al peto doble
En nada baila á su quietud reposo. Abrió del hombro á la escarcela, á tiento
Ni al novel tierno, en su español denuedo, Tal, que, entre su grabado y pedrería.
Un inundo de contrarios pondrá miedo. La eclíptica del cielo parecía.
Los brazos altos y altas las espadas , , Y' él , al volver en si del golpe fiero
De un bélico furor dejan llevarse, Con tal violencia le arrimó una punta.
Y' abreviadas
las valientes fuerzas Que, no bastando del templado acero
De un golpe quieren por igual vengarse; Contra su fuerza la defensa junta ,

Que es llaqueza en defensas excusadas, Por un costado entró, donde, lijero,


Buscando tiempos sin sazón , cansarse, Un nuevo rio de roja sangre apunta,
Y no abreviar, pudiendo , la victoria, Y ayudando otra, y de un revés el vuelo,
Hacer el pecho indigno de su gloria. El grave rey de Persia vino al suelo.
Crece el furor, y ponen las espadas Mas no tan presto al jugador valiente
Lumbres al aire y á la mar plumeros , El hueco globo salta á la ancha mano
\ al cortar cercos de oro en las celadas, Desde la firme losa que en ardiente ,

Las rodillas por tierra sus guerreros, Vuelo le escupe por el aire vano,
Cuyas robustas fuerzas alentadas Como el persa feroz la altiva frente,
Así se aumentan á los golpes fieros Del suelo que hirió levantó ufano,
Que en cada cual parece que revive Y en no vencido aliento, con voltario
Nueva fuerza y vigor del que recibe. Luchar se anuda y ciñe á su contrario.
La altiva causa de la lid sangrienta Las firmes garras codicioso emplea
Suspensa mira el riguroso estrago, En anudar al gran pilar de España
De cuyos golpes la áspera tormenta Que con igual codicia le rodea,
La mar pretende hacer de sangre un lago; Y el cuerpo hombros y piernas le maraña
, :

Y ni del todo triste ni contenta , , Nuevo aunque humilde modo de pelea


, , ,

Tiene cualquier favor por aciago; Donde las fuerzas prueban y la maña
Que de su ocasionada hermosura Entre un estrecho revolver de brazos,
Ninguna guarda juzga por segura. A hacer las honras ó el honor pedazos.
Teme que venza el Rey, y no querría De las heridas las sangrientas fuentes
Ver salir su contrario victorioso : Al mar tributan con calientes rios,
Desea cuando Bernardo le heria
, Y su falta en los firmes combatientes
Ser escudo del golpe peligroso; Las fuerzas mengua, pero no los brios :

Y si persa siente mejoría.


en el Danse en abrazo cruel nudos valientes,
Eso también la saca de reposo; De sangre propia llenos y vacíos ,

Que entre antojos contrarios puesta en duda,


, Y aqui y allí en tesón revuelto y vario
,

A cualquier viento, al lia mujer, se muda. El menos brioso lleva á su contrario.


Ni se hallaban los dos menos revueltos Del bizarro español tengo recelo,
En golpes vivos, y en las lenguas mudos, Que es arrogante y bravo su enemigo,
Cual dos leones de Numidia sueltos, Y aunque le ha hecho desgraciado el cielo,
De rabia llenos y piedad desnudos : Nadie le ha hecho injuria sin castigo :

En roja sangre sus arneses vueltos Si de virtud no viene al suelo,


, fallo ,

Y en mal formados cuartos los escudos, También desta verdad será él testigo,
Y' la indómita saña tan entera , Que ya feroz, dos veces ha intentado
Que ella parece acero, y ellos cera. A esconderle una daga en el costado.
A argentada luz de Cintia bella
la Mas el leonés brioso, á quien agrada
Son en el diestro herir retrato vivo, Ver su alegre victoria antes del dia,
Uno del Orion armada estrella Libre oé si le sacudió, y la espada,
Otro del rojo serpentario esquivo : A buscarle trasél , furiosa envia;
De la vara fatal del dios que en ella Y hecha dos riquísima celada la ,

Trae dos dragones de oro fugitivo ; Dio lio el ciego amante en su porfía,
Que en contino anhelar los pechos llenos, 1.a di' mi ingrata dama anies cumplida ,

De ira derraman sin cesar venenos. Que ella de su crueldad arrepentida.


, . , ,»
,,, , . , . ,

EL ni-:nNANK>, i.mnn iv. 18o

Tríale i sin guio el castellano pccliu Ai le anima


en tan tri . si

En la calda quedó del rej pereitoo Pal ibi as s ii.it ii de consuelo . i


;

Temiendo haber su Indigna muerte hecho Y habiéndole la sangre restallado,


Cruel principio al de ra beróics mano; ui o |e hace
i
leí inl n del suelo,
i

Y él en su sangre j so ruror deahechOi V de la bella dama al neo estrado


SI todos dló iiniiir, no al Inhumano
i Llevarlo. Como a trono de su cielo;
Corazón de su dama que quisiera , Mas ella te dejo \ se saho Iiot , i
,

Que porque mu penara no muriera. Que es darle vida el esperar que muirá.
La reroi gente del vencido amante Quedó el persiano. viendo la aspereas,
Que in rej rió en tan tríate estado puesto, NI de nuevo sentido ni admirada .

a rengarlo ó morir salió arrogante Que habla ya hecho en él naturales!


Con armas doblea y con paso presto ¡
Ser C les, lenes \ rigor tratado
Cercan al vencedor, que en brio baatante Bernai do la crueldad con la belleza
A toila acuella injusta tuna opuesto ,
Amasada juzgó en un misino grado
Ningún golpe recibe que el mas tuerte , Sobre el tirano pecho, que en el mundo
Bu herida no le pague con b muerte. Ni en desden tuvo ni en beldad segundo.
Cual leun de Libia ó Jabalí cerdoso. Ilian pasando entre el silencio unido
De mastines sin doeño rodeada La OSCUra noche y sus calladas lloras,
Di un. i, acomete j sale victorioso I iie negro de color desnudo.
I

Del tímido escuadrón desordenado, Lloviendo en sueños sombras burladoras,


Y á uno , a dos y i tres deja, brioso, Que en dulce lazo y encantado nudo
De su-, lilanciis i 'uliiiilliis hostigado, Lis jienas atan en SU herir traidoras,
,

Y mas losana de mayor guedeja


el |
Y el BOSegado mar, riendo en calma .

Que totes mas le tegnia mu se aleja , : De la tormenta en que se anega el alma :

Tal del león i itaOes en sangre envuelto ruando el cielo en sus ejes trastornando
Lu nuevas garras dan espanto j grima I. a húmeda noche con sonoro estruendo,

ai id<> Infiel, que en paso desenvuelto


| Las circunstantes sombras fué aclarando
Medroso buje su espantosa esgrima i
lie una lobosa nube el Imito horrendo '

Y él . libre ja del * ui^i» Inútil , vuelto En sesgo vuelo por el aire blando,
Al desangrado rej <|ue aun \ ¡ve anima . , Con prestas alas de oro descendiendo
a volver del desmayo, y dar aliento, Sobre el suspenso mundo, a quien traia
Si h.i quedado por o le, al pensamiento. Antes del alba el no esperado dia.
Como elque en tristes sueños se hundía Y' ella en ardientes cercos repartida
,
,

Al cii >go buche de una sierpe brava A Ironeo son de un espantoso trueno,
Si entre sus negras garras le halla el día, La luz dejó de que venia tejida
, ,

Di >piei lo ve ¡miiii que soñaba; i El aire de dorados rayos lleno ;

i persiano amante en -i volvía,


.ii el Y una nueva deidad, de luz vestida,
Y en sangre envuelto contemplaba
tal , , Feroz salió de su abrasado seno
La oscura imagen de la muerte liera, Con tanta majestad que en el navio ,

A cuyo aulor halilú desta manera : Al pecho mas brioso quitó el brio.
«Justa venganza de mi injusta vida, Un carro ardiente de metal sonoro,
Para esto de los dioses enviado, Cuyo pesado yugo en sus prisiones
Déjala ya de un golpe concluida , Hace humillar con las coyundas de oro
Abrevia tu victoria y mi cuidado; La enroscada cerviz de dos dragones,
Que es cruel compasión piedad ungida . ,
Volar se vio v ardiendo entre el tesoro
,

Dejar con vida un cuerpo desdichado, De sus grabadas ruedas J llorones


Y el <|ue mu
de oro a su placer se viste, ln tierno corazón, y allí esculpido.
1 s a una alma sin el sepulcro triste. De fuego azul « Venganza de Cupido.»
:

>Ya he visto por mi mal lo que amor puede que estas sombras temerosas,
Al tiempo
l.n un pecho a quien bita la ventura. Nocturnos monstruos de celajes hechos.
Cuanto a un breve placer la pena excede, Las fuerzas refrenaron mas briosas
Y id mas tundido bien cuan poco dura : Con luz medrosa a los presentes pechos,
si esto asi al mas dichoso le sucede, La grita comenzó) voces llorosas
Hai le un golpe suerte segura; mu De Angélica que en lazos de oro estrechos
,

Que es dar la vida a quien la muerte agrada, Por superior violencia el bulto preso,
Género de crueldad disimulada. Al grave carro dio liviano peso.
«Mas si este Ilion con los demás me ved.i Y luego que, huyendo en sombra Vana,
I a estrella ipie a este paso me ha traido Las fantasmas volaron por el viento,
Este ahora i lo menos me conceda Y el rojo oriente y lucida mañana
Por premio i lo que en vano la he seguido : De luz al inundo dio dorado aliento,
Que esta lasada vola que me <|ueda lodos por justa dan de la inhumana
Se pierda donde el resto se ha perdido, Reina la grave pena y el tormento,
A los pies de una ingrata con que vea . Y bien que el cielo asi lo ordene y mande .

Cada uno de los dos lo que desea. Porque ingratos ningún castigo es grande.
¡i

«Ella mi alegre muerte, y yo su amada Mágicos cercos de la hada Alcina


Cara, en verme morir grata J contenta; Al encantado euro dieron vuelo,
Vei e también si estar desenojada Y allí, apremiado de la ingrata china
Su hermosura y gracias acrecienta. » En silla ardiente el corazón de hielo,
Dijo v la real raheza reí Imada,
; Osea ai persiano rey dar medicina,
Que Heñíanlo en sus brazos le sustenta, de la liada cuidadoso celo
F.n diversos remedios que le aplica, De su leones, \ el riesgo que corría
Asi el de la esperanza fortifica i En la angélica dulce compañía ;

No se ahogue en tu mal la confianza Que era en trato y beldad tan poderosa ,

Que los tiempos trocar podran su sueit : Y asi efieaz en un sabroso engaño
De los vivos es propia la esperanza Que nadie la vio álable o desdeñosa,
Que llega hasta las puertas de la muerte : l)ue libre se escapase de -ü daño :
Vive que si fortuna y su mudan/a
: Después diré de la carroza hermosa
Han podido á tal termino traerte \-su celestial robo el curso extraño;
El pardo cielo de celajes lleno Que es largo aquí tan dilatado cuento,
De turbio, suele auiauccer sereno. Y corto a ingratitud cualquier tormento.
, , ,, — ; , ,

ISO DON BERNARDO DE VALBUENA.


El persa rev, a quien la Hada en vano «Dijo; y dando la vuelta eon sereno
Para sanarlo le quitó la vida. Rostro, vestida de una luz rosada,
Quedó cual sin sus Dores el verano, De olor dejó divino el aire lleno,
1 esperanza también en flor perdida;
a Y resplandor mi vista deslumbrada ;
el
Sin alma que en el carro soberano
, Y' subida al estrellado seno
ella .

A la belleza fué del robo asida, De una vislumbre celestial bañada.


Y él, en el ciego easo no pensado, Mi atenta vista, tras su presto vuelo.
Cual con hora menguada hombre atajado. Aquella estrella mas contó en el cielo.
l.as manos eon mortal dolor toreia, «Estas armas despierto vi á mi lado,
Y al riguroso Cielo levantadas, Y el pequeño batel en que venia.
«Si alia á algún dios, eon lágrimas decía, Donde, sin ver por quién, me hallé embarcado
La cuenta toca de almas desdichadas, Tras el deseo de ver lo que antes vía;
l>e las injustas penas de la mia, Y el barco por si mismo gobernado
,

¿Cómo, estrellas, voláis tan descuidadas? Ave que iba volando parecía,
Y tú, muerte, «pie el ¡justo en hiél conviertes, Hasta el bordo real deste navio ,

¿Cuándo con una acabaras mil muertes? Donde, en entrando en él, vi hundirse el mió.
Lijero tiempo , que cual libre (lecha ,
i
, «Pues si del mundo el superior gobierno
Del mundo haces correr el curso blando, Aquí me trajo en tan sabroso engaño,
eloces dias de medida estrecha,
v Y de tu fuerza el bulto tierno
a librar
Ruedas que el bien y el mal vais devanando; El guió de mi viaje extraño,
fin
Y tú, mi gloria, que á su corte hecha, La oculta traza del saber eterno.
Por el aire deshecha vas volando, Ni por el suyo fué ni por tu daño;
¿Cuándo liareis la vuelta á mis enojos, Que para haberle de quitar la vida,
Y volverán á ver su luz mis ojos? Superfina hubiera sido mi venida.»
•Mas va que el ofendido cielo lia sido Dijo; y por el oriente el alba helada
Quien, en venganza de mi loro intento, Falta salia de luz y de alegría
La robada beldad habrá traido La mar aunque sin viento alborotada
. ,

La vez segunda
al triste altar sangriento, Con sordas olas el galeón batia ,

Y de Creta el encendido
la infeliz En huecos tumbos de cristal preñada;
Fuego abrasará á vueltas mi contento, Y cuando á veces sin pensar venia
Dando ai cuchillo , sin poder valella , Un tardo viento que en las velas daba,
El blanco cuello de mi imagen bella; Mayor tristeza y soledad causaba.
»S¡ á peso del dolor se da el contento, El deseado sol, turbio, encogido,
Si al peso de los bienes dan los males A sembrar comenzó lumbre al oriente,
Si á breve bien pequeño sentimiento, Entre negros celajes escondido
Si á pérdida mayor penas iguales De su ancho rostro de oro el rayo ardiente;
Conózcase por esto mi tormento, Y el ronco son de mi áspero gemido
Que soy quien perdió bienes celestiales, Suena en la nao y su alligída gente;
Y granjeó por un regalo tierno Que donde al gusto huye la alegría,
De vida celestial muerte de infierno.»
, Asi amanece el sol y nace el día.

Dijo; y en la experiencia de su daño


Concluyó que era falto de ventura ,
ALEGORÍA.
Basa en que estriba el laberinto extraño
En la muestran los grandes daños
prisión de Malgesí se
Del intricado error de su locura ;
Mas del amor el deleitoso engaño que se siguen de perder una ocasión y el quedar colgado;

Con nuevas esperanzas le asegura de un árbol, al tormento de los espíritus el remordi- ,


;

Que, aunque dudosa y larga medicina, miento que queda de haber perdido por descuido la oca-
Las postas son en que el deseo camina. sión, y las varias congojas que al hombre contemplativo
Y el gallardo español con el recelo siguen en la vida activa fuera de su quietud.
De que tan noble rey sin culpa muera, Los demonios que tratan de destruirá España mues-
Así le dice , y da , por mas consuelo, tran la insaciable sed que tienen de nuestra perdición,
De su venida relación entera : y con qué gusto y facilidad la harían , si el freno de la
iiSi por la cuenta y cómputos del cielo
Potencia divina no los detuviese, significada por el Án-
La nuestra viene á ser mas verdadera
gel Custodio de España, que descubre cuan cortas fuer-
No hay por qué un golpe tanto nos lastime,
Ni adverso azar que un alma desanime. zas son las del infierno pata ofender á los que el cielo
tiene por amigos.
»De tus gustos no temas; que si el viento
No con fantasmas me engaño aparentes, En Bernardo, que guiado de un cometa se entra en un
Y en sueño vano y loco fingimiento barquillo encantado que le lleva donde Orimandro le ar-
El tiempo á conocer me dio á tus gentes ;
ma caballero, se muestra que al varón obediente que,
Del grave riesgo de ese altar sangriento, sin reparar en inconvenientes, de veras se pone á seguir
Y el cuchillo que asi en el alma sientes, las inspiraciones del cielo, él tiene cuidado de sacarle
Libre tu dama la conserva el cielo,
victorioso y honrado de las mismas ocasiones en que le
O en tronos de oro allá , ó acá en el suelo.
pone.
»La noche ya en el denegrido oriente
Por Orimandro, que sale vencido y lastimado en la
Sus cortinas de luto desdoblaba ,
Y el torpe nudo á la cansada gente honra y el cuerpo, se ve cómo el vicio todo lo lastima y
Los lazos del cuidado desataba, afea. Y Angélica, robada en un carro de fuego, es el pen-
Y en ocio los sentidos blandamente samiento amoroso de un amante, que volando navega sin
Con dulce delirar encadenaba, saber adonde, y jamas tiene horade reposo.
Cuando mi cuerpo sobre un verde prado
En su nudo también quedó ligado.
i-Y no tan presto por la sombra vana

El alma á su quietud voló sabrosa


('uando la bella imagen soberana
Mis ojos vieron de tu ingrata diosa;
Y en grave presunción y en pompa ufana.
Mas que en el tierno oriente el alba hermosa,
A un se vino y ron semblante amigo ,
.

— Vén á librar mi honor de su enemigo,


.
. , . , . ;

EL DERN.sr.DO, LIRHO V. 187

LIP.Í.O QUINTO. Cirilo, ya que el infeliz suceso


De oscura traición del bosque opaco
la
Conln su lealtad .lio hVBO piBCCtO,
Y culpas al descuido de ii in o
uGOMSrro. i

El Rey ya libre > el contrario preso ,

Por el rio Ezla so s;,i\,, ni un bai


Ilin- Giriloi Franela dimite cnrunilra i Orlando T otros paladi-
,

nos Pcrragulo iii'tj j Argina de un lalteadoi


A pesat de quien quisa en aquel caso
ella le , *.

el nirtirlo de lu doi isalaa Nanita > Alodia libra lamí .


<
Por vengar su traic tomai le el
Anchall, esposo de Argiaa, ) ristiaaos. En- Salvóse al fin ; i guarecer la i Ida
j .

enéDlraae eoo Yveef, ii>> de Gallaoa, rporrelt is< ena- En sus trazas juzgó por mas seguro
aaora della > ai margen, de una roeoii
.

sura y la de -us famosos palacios. PifllaSS al tul del libro el


Hacer i Habamul de su huida
toiiM-Jo (le uuelta del re) Ca,tu.
I
isa, j do su amparo el muro
Contando el que sn genio mal regida -i

Del rio Parque dfó en el cerco oscuro!


Poro nueva tan triste* no podía
Ser con ningún afeite de alegría.
En i:mio el francés campo de Oirona. Recibió el moro con semillante acedo
Rendida la ciudad salla marchando . La mala relación y al que fué a dalla;
Por las ásperas sierras de Nai bona Que traidor siem| re enfada,] siempre el
el miedo
A gozar de Gascuñ el aire blando \
;
n i
corazón triste batalla
al falso
i
j el real asentado en Carc isona
i , Quedó atajado mas con nuevo enredo ;

Por su deleite el valeroso Orlando llorar quiso la oulpa o einelidalla l .

A correr las fronteras de la tierra ^ bacer de nuevo con su antiguo oücio,


En \"/ salió j en habito de guerra. si puede, a su ofendida rej propicio.

duque Naj mo de Pavía


¿I el . Descubrió en los del banda sarracino
Don Dardin DardeCa
Silverio de Poi . Ánimos llenos de encubierta saña ;

Sansón duque j marques de Picardía, . Que siempre entre traidores el mas fino
.\ 1 lo, e¡ pi etenso de Sansueña ,
1 •
. i i Amor nace sembrado de cizaña :

Con otra ilustre y grave compañía , Creyó por es,- p..s,, abrir camino
La honra del campo j Doi de so reseña, A una nueva traición, Cuya maraña
Que castillo caminan no distante
'i Al andaluz dejase sin la \ ¡da
Que un tiempo por Rugero labró Allante. Y su leal opinión restituida.
a el

¡i vulgar rumor
I mire las breñas i| Comenzó aleve el infeliz contrato
Del hinchado Pomler suben en vuelo Metiendo incauta premia en id que urdía;
Del rnio muro las gastadas senas Mas faltó discreción falló el recato .

A dar escalas con -» rrente al cielo Ql grave caso y su ocasión pedia;


I

Donde del mago anciano no pequeñas \ descubierto el encubierto trato,


Grandezas goza el enriscado suelo, Garilo limo, buyo su compañía.
s I ei las de su ejército triunfante
i Pagando lodos la traición urdida .

En tropa alegre vi el señor de Anglante. O con culpable ausencia o con la vida.


En placenteras f. 1
1 1 1 1 : i - sabrosas El falso enlabiad..!- del traidor juego ,

De sucesos de campo j monleí la ,


Con los que guarecer del riesgo pudo,
Olvidados de aquellas peligrosas De la noche huyo por lo mas ciego ,

\ ueltas que al mejor tiempo el tiempo envía Al dulce amparo del silencia mudo :

Al dar iin las cumbres deleitosas ;i Llegan a Ribadeo, y pasan luego


Con que un monte de llures se vestía ,
En hundiros de cristal su cono agudo,
lili- muertos hombres,} otros seis huyendo, Y en su pequeño golfo al franco suelo
Del viaje suspendieron el estruendo. RemOS J velas dan entre agua y cielo.
Otro que tras los pasos pero/osos A vista de Bayona y su ancha playa
Y huellas de un cargado dromedario Libres pasaron sin tocar en ella,
Por entre arboles va en pasos medrosos, Y de lleliie la costa y corva raya .

I ou SUS regales revoltoso y vario, Oue con sus espumosas olas mella;
Viendo de los franceses belicosos El Curiano monte, que atalaya
El esi uadi on i su intención contrario, Del frió I. anuía la libera bella ,
i '
lucia sagas j mafia aguda Pasando á Bordean! con agua viva,
A pedirles llegó fingida ayuda. Y hasta cerca de Argón el rio arriba.
Es desla ocasión bella el nuevo caso De allí hacia Lengua. loo la tierra adentro
Florido ramo de mi heroica historia, La quietud saltearon del camino.
Por grave azar que el amagado paso Hasta un antiguo bosque que al encuentro
Suspender pudo de bo gran victoria : De Pomler y Tarascón les \¡no ;
Diez lunas volvió -mili" .soaso .i I i 1 I En cuyo verde y escondido centro
De gente esta oca ¡ion esta su gloria ;
Las ruinas hay de un muro peregrino.
A España suspendió por tantos meses : Que un tiempo fué ya célebre inorada,
Su venida alargaron los franceses. lardin de Un rey y casa de una hada.
Tantos la rica sala del tesoro Después que en Salabres la hada Morgana
Detenidos los dio cercos dorados, Al rev Artos, su hermano, vio piulido,
Y entre la sed j la virtud del oro Y el destrozada campo en la inhumana
En dulce suspensión embelesados ; Victoria entre un sangriento rio ceñido,
La ardiente lumbre del metal sonoro, Por el hondo (..nona ou pompa ufana
Con su vislumbre mágica, trocados Aqui al Vencido rey trajo escondido,
Los dio en mudas estatuas basta tanto .
Donde al mundo quedase con su ayuda , ,

Que un muerto bulto destruyó su encanto. La fama de su vida y muerte en duda.


Y basta ver libres los cautivos pechos encantado ó sin encanto muerto,
Allí
De la avarienta sala el campo junio , , sí vive ó si no vive esta encantado,
La famosa jornada y sus pertrechos ísin que la causa de quedar deSÍei 10

Por un zodiaco entero hicieron punto : El rastillo hasta ahora se haya hallado :

La oculta causa do t.iu altos hechos, si ya del desamparo no os la cierto


Delgada raíz deste ahora nuevo asunto, De la hada tica el natural eldado
De aquí SC ocasiono esta humilde fuenl ; Contra Orlando, por quien del suelo franco
Largo curso añadió al de su corriente. Su real jardín mudo ai del lago blauco.
, , , ,, , : , , , , ,,

1S8 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Y porquo al viento ol arruinado muro A toda rienda ,
por un verde llano,
Con sombras liño de apariencias vanas. De un caballero que huia dije
Del bosque horrible j del tastillo oscuro Un belleza soberano,
bulto en la
Las gentes todas huyen comarcanas : Y en rostro un rayo del pintor del dia,
Aquí Garilo y su escuadrón, seguro Cuando á su amparo levantó la mano
De asombros, se amparó, y por las cercanas El bravo aragonés, y al que venia
Aldeas y caminos plata j cobre Ya ejecutando el golpe , el suyo al vuelo
Al rico quita , y la esclavina al pobre. Le echó arrogancia y vida por el suelo.
No lejos de aquel bosque hay un castillo, Yolvió la dama, y viendo sin cabeza
Guarida de otras {¡entes de su trato El furor que la suya amenazaba,
Que al catalán hicieron su caudillo, Del suceso admirada y la braveza
Y á riesgo y a ganancia liel contrato : Que muerta aun no menor espanto daba
, ,

De estos eran los seis que entre el tomillo i Oh invicto brazo, dijo, oh fortaleza
¡

Y árboles de Pomier sacó el rebato, Heroica El cielo guarde alma tan brava
!

Huyendo por sus ásperos conlines Contra injustos agravios en quien lio ,

De los ya descubiertos paladines. Y'er por tal mano reparado el mió.


Y el que tras el cargado dromedario » Socorre , ó ilustre resplandor de Marte,
Con revoltosas vueltas discurría, En un dudoso riesgo mi alegría,
astuto Garilo, del voltario
I'.l Antes que sean mis desdichas parle
Escuadrón falsa y cautelosa guia, A dar la muerte al que es la vida niia.
Que por aquel desierto solitario, No lejos deste bosque por la parte ,

En cuidadosa y encubierta espía, Que este llorido monte se desvia


Los dos muertos siguió , y en la ancha sonda A darle paso á un rio que yo pienso ,

Yidas a un tiempo les quitó y hacienda. Que á Ebro corre á pagar tributo y censo
los demás y él con sosiego
Huyeron : «Una soberbia puente ambos costados
Intrépido al francés escuadrón vino, Con dos torres altísimas le cierra ,

A quien de deslumhrado, volvió ciego


, Y'estas llenas de bárbaros soldados
,

De su astucia un engaño repentino, El comercio han quitado de la tierra :


Con humilde pidiendo y sagaz ruego Aquí á los que de paz van , descuidados
En el riesgo le amparen del camino, Prenden sin fe, y á los que van de guerra
De aquella escuadra , cuyo brazo fuerte Con ardides la hacen tan villanos,
Por robar sus amigos, les dio muerte. Que ninguno se escapa de sus manos.
Creyeron todos que el valiente pecho » Allí el bien, que me deja aquí perdida.
Del feliz español se había librado , Preso ó sin alma está que es lo mas cierto ,
:

A propias fuerzas, del dudoso estrecho Acude pues señor, á dar la vida ,

Con que de los que huyeron fué asaltado; O sepultura honrada á un hombre muerto :

Y que el verlos venir dejó deshecho De paso te diré de mi venida


El peligroso asalto comenzado, Y de mis desventuras lo encubierto.
Temiendo los franceses valedores Quién soy, con quién y adonde hacia jornada ;

Los seis mal concertados salteadores. Que quien como yo está no encubre nada. i>

Y' él , no contento del sutil engaño Dijo ; y el moro hacia la parte guia
Con que el riesgo salvó de su delito Que antes salió huyendo la doncella,
Y á cuenta puso del ajeno daño Quién fuese preguntando, y por qué huia,
Del castigo á su culpa ancho distrito, Y el feroz caballero iba tras ella;
Un nuevo enredo de artificio extraño Cómo con tal denuedo la seguía
Asi por los presentes dejó escrito Si era para matalla ó por prendella;
En dulce delirar; que al mas agudo A dama, en desmayado aliento,
quien la
Deslumhrar su encubierto estilo pudo. Así empezó de su tragedia el cuento :

Ni tiene lo hecho por bastante hazaña, « Del valiente Dedran que un tiempo quiso ,

Si á todos no los roba y desbalija, Ser absoluto emperador de España,


Y aquel liero escuadrón contrario á España Y lo fuera si á su ánimo y aviso
De armas su astucia y de altivez no alija; No se mostrara la fortuna extraña,
Y asi , después que en cautelosa maña Nieta soy, y heredera del preciso
Licencia para hablar pidió prolija , Hado que á él engañó y á mí me engaña,
Desta suerte empezó, y con este enredo A pesar que del tiempo el movimiento
El gusto les ganó , y les perdió el miedo A una alma puede dar bienes de asiento.
• Ya que el rigor de la enemiga estrella » Hija de Doriscan y una cristiana
Que tras sí lleva el curso de mi vida, Noble, de los tributos de Galicia,
Y haciendo de desgracias prueba en ella , En Córdoba naci y con pompa vana ,

La trae de un riesgo en otro divertida Najera me crió por su patricia ;

Si á pesar suyo eltiempo quiere hacella Donde, en destierro honrado y suerte ufana,
A sus mortales golpes no vencida , Del rey Albucasar dio la avaricia
Y á la esperanza aun en tan largos casos A mi agraviado padre esa frontera
Lugar le queda donde dar mas pasos Donde, él viviendo, su grandeza muera.
No es justo que reserve prueba alguna,
» í Abatan dio después el reino de Oca
Ni humana diligencia que no intente, A Zumail un ambicioso , viejo
Si punto no hay de tan menguante luna (,lue, en hambre de oro y en prudencia poca,
Que algún día no halle su creciente : Cuanto halla tomará, si no es consejo :

Sabré cual puede ser en la fortuna Este, embriagado de avaricia loca,


De los suyos el don mas excelente, En los montes prendió de Castrovejo
O si es acaso de imposibles hecha , Dos tiernas niñas huérfanas doncellas. , ,

Como el rigor desta cadena estrecha. Mas que el sol limpias y que el alba bellas. ,

>.Del rey Hércules libio , que en España » La culpa era dejar la ley paterna.

De tres cuellos sacó un tirano aliento ,


Con que el Rey su avaricia disfrazaba,
Y de tres cuerpos la cabeza extraña Y el ciego ardor de la codicia interna
Al rojo suelo dio un golpe sangriento, Con que el infame corazón cebaba :
Mi linaje desciende... » Asi en maraña Numlo la mayor, y la mas tierna
Fingida entrada abrió á un prolijo cuento La honesta y bella Alodia se llamaba;
El sutil catalán pero yo al brío
;
Cristianas, aunque ricas, y él tirano,
Del bravo Ferraguto vuelvo el mió. De alma avarienta y corazón villauo.
; , , ,, ., ,» , ; , , , , , ,,

EL BERNARDO, LIRRO V. ICO


iTendll el rigor por celo de su seta •Este, de la honestísima doncella
Y de impedir la religión cristiana Alodia y de ..u rostro soberano
Aunque era en lo interior hambre indiscreta l'n torpe y nedo anuir c libia en Vella;
Del patrimonio de > otra hermana; mp Con loca presunción y animo insano.
Y por hacer la causa maa secreta Creyó qne era tan racil como bella
Y la injusta prisión no-nos liviana y por soberbio lujo <ir un tirano
el .

('.un impedir del dulce trato el uso, Bueno para querido, y rué simpleza;
En diferentes cárceles las puso. Que amor ni estriba en sangre ni c Ideza.
•La niña Alodia compañía dtcboia No dio por sus ofertas y scrucios
Pué en depósito honesta de la mia ,
Escarnios ni desdenes la cristiana ,

De las beldades dos la mas preciosa Ni de oración mudo ni de ejerek ios,


Pecho inculpable rostro de alegría . : Ni se l( slro turna ni tirana,
Era en prudencia j alma, generosa j
, Ni el ver los reyes i su amor propicios
Y tan afable trato, que solía Altiva la lii/(i ni TOll IÓ lozana
,
,

Dejarme con ¿1 llena el alma ufana Ni triste el riesgo y Mise en iasa ajena;
De un ardiente afición de ser cristiana. 1. lie nada cu quien no hay culpa causa pena.
, ,

• Si lal vez la aceché por verla sola, > A en su afable trato


los principios ,

En ferviente atención orar la via Todo Harpali creyó que estaba hecho
Y que <ie alegre luí divina una ola Y que el ser rey le prometía barato
De cuando en cuan. lo el rostro le embestía; Aquel, ci iros gustos babia hecho;
y en soberanos lustres la arrebola Mas cuando llego a Mr con mas recalo
El rosicler de gloria que salía La entereza y valor del casto pecho
De un liios que puesto en onu traía consigo De una tierna beldad que en ser constante ,

Por Inviolable esposo y dulce amigo. No ira niña y mujer, sino gigante,
No es de ml «'dad juagar cuil sea mas justa
i • Quedo asombrado; y al negarle el gusto,

La lej cristiana ó la del blo moro, 1


Con el desden creció la llaga liera ,

y en casos de opinión cualquiera gusta Y viendo a mayor luerza mas robusto


Vestir la Buya de un parlar sonoro ; El pecho que antes parecía de cera ,

Nías abora sea justa 6 sea Injusta


. . Nueva sentencia dio en el suyo injusto.
Yo en la aralie nací y en esa adoro; Que ame por fuerza, ó que por fuerza muera;
Y aunque su Alcorán creo creo y juro , .Mas luiscar al ; por esa pinta,
Que sl Mahoma es dios es dios oscuro. , Es blanquear el ébano con tinta.
No hace milagros, como hallemos visto » está mas lirine á los combates fieros
No
Que en favor de su ley y quien la sigue Del cierzo helado la montaña de (lea ,

El nombre hacen y la cruz de Cristo Cuando peñascos y arboles enteros


Cuando en mas sangre el inundo los persigue : Su soplo vuela y su rigor apoca.
Ni hallo yo en la mía aquel liieui|uislo Ni en sus cumbres y cerros altaneros
Modo de proceder que se consigue Antigua encina ó carcomida roca.
De la cristiana, cuando sus silgólos Que así entera se libre y se defienda
A sus reglas se ajustan y precetos. De un torbellino y su áspera contienda,
Hace hombres concenados y compuestos,

• Como la casta niña á las blanduras
Mansos, sufridos, blandos, conversables, Y amenazas del bárbaro enemigo,
Llenos de fe y de amor, castos, modestos, Sin que de hierro las prisiones lluras
Gratos humanos , dóciles . afables
, . NI del tierno regalo el trato amigo
Del todo humildes, sin cautela, honestos, Hiciese mella en las entrañas puras,
Medidos, comedidos, y asi estables Ni en ellas otro amor hallase abrigo
\ I
sios en razón cuenta y justicia, , Que el de su honestidad y del precioso
Que no llalla qué tacharles la malicia. Retrato vivo de su muerto esposo.
«Nuestro Alcorán si como dicen vino , , , •Viendo el tirano Harpali vencido
Del del sentó fué por otra mano ; Su pensamiento y trazas de una niña,
No es tan llano y tan claro su camino, Y que en deseos y ansias consumido
,

Ni tan fundado en el discurso humano : Ni un soplo de esperanza se le aliña


Tiene de cruel bu pane y de sanguino, Ya, de amante en tirano convertido.
Y no poco de bárbaro y tirano. Robarla quiere y que esto la constriña
,

Pues con la espada y con las armas quiere Con gusto acedo ó voluntad sabrosa ,

Que aquel sea en él mejor, que mas pudiere. A serle ó torpe amiga ó dulce esposa.
Rióse el feroz
razones moro a las » Por un muro almenado que ceñía ,

Con que la dama su Alcorán condena; De un llorido jardín el fértil suelo


Que, como hombre sin ley ni cree opiniones, , Y' parte de una cuadra en que dormía
.Ni que hav para unos gloría y otros pena : Yo con la hermosa Alodia sin recelo,
Tiene nuestros milagros por ficciones, A ll.ii palí le pareció se abria
Su secta ni por mala ni por buena , Paso á sus gustos, puertas á su cielo,
Solo por dios á su animo Invencible, Y que era fácil por allí la entrada.
Y por de burla á lodo lo invisible. Para haberla á sus manos descuidada.
No le replicó nada ella siguiendo : , • Ya el sacrilego amante, confiado
Por su camino y su discurso dijo , : De saquear el cielo entreten ia ,

Presa la bella Alodia, un monstruo horrendo Su torpe gusto en ver del sol dorado
El avariento rev tenia por hijo , El cairo de oro en que camina el dia;
Con quien nació en el mundo y fué creciendo Y en aguardar su ausencia desvelado,
1 arrogante espíritu prolijo
n Las horas cuenta y de la noche fría .

Que siempre ó por la cara ó las costumbres


,
El manto pide por agüero y luto
Del padre saca el hijo las vislumbres. De su liu triste ó pensamiento bruto.
Este fué lodo estampa de su padre, •Llegó la noche oscura aunque serena ,
,

Fantástico avariento y disoluto


, De broches de oro y pedrería sembrada
Sin que noble amistad le asiente y cuadre, Y al medio curso de tormentas llena,
Falso, libre mordaz, doblado, astuto,
, De (i:iia, rayos y truenos asombrada :
De paito incierta > fementida madre, Braman los vientos, la arboleda suena
Y al liu, de tales árboles tal fruto, Con ruido, mas que de aire, alborotada;
Llamado Harpali ó sucia arpia Creció la oscuridad, y el negro velo
Que todo lo manchaba y confundía. De la sombra escondió en su lulo el cielo.
; , , ,, , , , — .

190 DON BERNARDO DE VALRUENA.


«De ásperos vientos la baraja oscura »Asi mí amada Alodia me pedía
Con sordos ecos de furor bramaba La fe que allí le di y he mal cumplido
Y de) cercano ¡nonio espesara la Cuando del pueblo que en furor se ardía
Roncos gemidos por las ponas daba : En mi casa cundiendo fué el ruido :

Del frió polo sin luz la ciega altura Llanto, alboroto, estruendo y vocería
En temerosos truenos resonaba En confuso era y bárbaro gemido :

Que el cielo, al parecer, se defendía Sobresálteme yo y con regocijo ,

Del moro que robarlo pretendía. Ella se sonrió, y llorando dijo :

«Despertóme el rumor, eorri medrosa ),— Aquí ó querida Argina la corona


, ,

A ver mi amiga y á valerme della : De un reino eterno ofrecen á tu hermana:


Hállela en oración cuadra herniosa, la Este confuso grito la pregona ,

Llena, de luz y un ángel bello en ella


, : Vamos por ella en pompa soberana :

Una luciente espada en la briosa Tendrás tuya en la corte una persona


Armada mano en son de defendella , Que prive con el Rey y te haga ufana,
Con un grabado peto, en que el tesoro Y en cuanto le pidieres por mil modos,
De ricas piedras daba precio al oro. Bienes sin fin te los alcance todos.
«De argentados coturnos ambas plantas »No entendí su razón quedé atajada
Ceñidas, y la suelta vestidura Viendo crecer el sonoroso estruendo,
Al estrellado cielo en luces santas Y que la casa en armas ocupada
Vencía y á la nieve en la blancura
, : Se ¡ha en ciego alboroto confundiendo :

Pomposas alas con vislumbres tantas , Cuando de la ocasión certificada ,

Que ante ellas la del sol quedara oscura; Pasmada me dejó el suceso horrendo,
Diciéndole en acento soberano : Extraño caso, puesto por testigo
— Ya, virgen estás libre del tirano.
,
— De un ofendido cielo en su castigo.
«Cerrómelos sentidos el espanto, »De un moral arrimado al fuerte muro,
Indignos de gozar la luz del cielo. Adorno y sombra del llorido huerto,
Con la presencia y el lenguaje santo Con que Harpali bajar pensó seguro
Del ángel , de su espada y de su vuelo : Al malogrado lin de su concierto,
Quedóme desmayada hasta tanto Colgado le dejó en el aire oscuro
Que el nuevo dia despertó en el suelo, Un ángel á los ojos descubierto
Y yo de mis temores y fatiga De los que iban con él y el mas osado ,

En el dulce regazo de mi amiga. Huyó, después que le lloró ahorcado.


Alegre en verla de placer lloraba
» ,
; «Era ia única prenda del tirano
Que al ángel que antes vi se parecía; , Corta y frágil coluna á su esperanza;
Y aunque en grave respeto la trataba, Cayó por tierra y su soberbia mano
,

Amorosas caricias le decia : Al mundo asolar quiso en su venganza :


Ella, que por ventura cierta estaba Tuvo sospecha de Aliatan, mi hermano,
Que aquel había de ser el postrer dia Que en contiendas de amor y de privanza
De gozarnos en tierno regocijo. Traían pasión por ciertas moras bellas;
Asi, mezclando lágrimas, me dijo : Que donde hay celos todas son querellas.
? — Ya es tiempo, ó dulce Argina, de pedirle «Menos que esta ocasión fué necesaria,
Que cual reina me cumplas la promesa Con la desgracia del dolor presente,
De ser cristiana, y nunca arrepentirte A ciega arrogancia temeraria
la
De profesar lo que mi ley profesa : Del ofendido bárbaro insolente :
Yo iré presto delante á prevenirte Era en todo mi casa real contraria
En el cielo corona de princesa ; A la suya de humilde suelo y gente :
Que en premio del amor que me has tenido, Esto solo bastó ; que un bien nacido
Asi me lo ha mi esposo concedido. Siempre es del que no es tal aborrecido.
, ,

»A grandes golpes de dolor se labra «Mi anciano padre al defender su casa


El cetro y la diadema para el cielo; Por el furor tiránico fué muerto
No ha de ser solo, amiga, de palabra Y tras él vueltas en ceniza y brasa
El darle á Dios lo que le debe el suelo : Sus altas torres y el lugar desierto :

Sus puertas ese tierno pecho le abra Mi hermano, viendo la crueldad que pasa,
Porque la halle al alma su consuelo, Por senda oculta se salvó encubierto;
Y sin hacer de otros contentos caso, Y'o quedé presa, Alodia sentenciada
Por todos hasta allá pase de paso. A ser per su limpieza degollada.
«Bien sé que los espantos de la muerte «Trajeron á la cárcel á Nunilo,
En varios riesgos te traerán metida; Y al verse y despedirse ambas hermanas,
Que tal es siempre y fué la humana suerte, Gruesas perlas regaron hilo á hilo,
Servir acíbar al que á miel convida : De un celestial jirdin rosas tempranas :

Y como si el morir fuese mas fuerte La mayor, con honesto y grave estilo,
Que el padecer viviendo en esta vida, Dulce afecto y palabras cortesanas,
Quiere en adversa ó próspera fortuna Mientras el cruel verdugo se apercibe,
Mascar mil muertes mas que tragar una. Esto en el alma de su Alodia escribe :

«Tú serás desto ejemplo, amada Argina; » —Ya la dichosa suerte concedida
Que gran discurso por pasar te queda ; De aquel Rey soberano por quien mueres,
Mas todo en ti á dichoso lin camina A eterna palma y triunfo te convida;
Y asi el cielo lo ordena que suceda : Reina serás si esta corona adquieres :

Lo que ahora el amor que á ti me inclina Mira tierno regalo de mi vida


, ,

Con mas ansia me pide es que yo pueda , Que solo hagas lo que hacer me vieres;
Llevar de tí esta prenda y fe dichosa , Que aunque primero por tu ejemplo muera,
Que has de ser de mi amado esposo esposa. No llegaras al premio la postrera.
» Y que pues nuestras almas ya son una »;,Quién no conoce de la numana suerte,
Es bien que también tengan solo un dueño, Que al lin por bien que de morir rehuya
,
,

Un bautismo, una fe, una ley, y á una Le ha de alcanzar del tiempo el golpe tuerte
Ambas á un Dios la demos en empeño; Que los regates y el huir concluya?
Que cuanto alumbra el sol y ve la luna Siningún vivo se libró de muerte,
Sin este solo bien es sombra y sueño Loco es quien pipnsa rescatar la suya;
Y yo en tenerte amor eterno y puro, Y mas si , por la carga desabrida
Eternos bienes para tí procuró.— De un vivir breve pierde inmortal vida.—
,
, , , .; ; — , . , . ,, ,

1 1 i:F.rtN.\nn(), i.innn v. mi
»As¡ ilijo y e\ rostro soberano ;
-Este con nombre y pretensión de aspo
Revestido de gloria, par» la El ble hato \ voz regalaba ,

N
Que, ya desnodo de aquel lazo humano, yo, por su Mili i \ iiu honroso
Nueva deidad y luí en él vivía De amor honesto i sin dobles le amiba;
Las madejas del oro, que el liviano Este sinllo que el peí lio rigUl o ,,

Aire en el ensilo de marfil bullía Algo del rev Urano se ablandaba;


!'<h i.i cabeza Be enlato gallarda Que el tiempo un mudanzas j ocasiones
i

v el iíi tu golpe del alfanje aguarda, En- loros doma vence los leones. v

Lleva su Blo a cercen la cabeza •Dio en escuchar mi causa con blandura


('.un el hermoso iH -|iii ilrsl ado i i . Y de la cárcel me llevo a palacio
Que bermana e pone y adei esa
••ii De un torpe amor ardiendo en Manía 08CUI .

Con rostro alegre y pecbo reportado ; De su Imprudente pecho el gusto lado i

Y con igual sosiego y entereza a en iiini iiii me vi menos segura


*i
.

Que si raen a nn banquete regalado, Y mi muerte venir menos despacio .

Sin que la muerte ni su error la esquive] Sí mi amado Anehali no me acudiera ,

Para el segunda golpe se apercibe, (I el casto cuerpo o su opaiiuu muí aera.

•Habiasete a so bermana descubierto Mas. viendo el riesgo v la prisión remi ...


l.l blanca pié con la mortal congoja . Trazo conmigo de sacarme della .

Mo quedando compuestas al en concierto Con firme pacto j condición precisa


Las limpias faldas poi la sangro ruja : lie ser sil esposa V de seguir su huella ¡

La tierna niña, que hasta el cuerpo muerfb Acéptele el partido, j con divisa
Quiei e guardar honesto alegre aOoja . Trocada^ por huir mejor con ella,
una colonia azul en que trenzaba . Por lucra de camino nos libramos ,

El mas lino oro que el Bldaspes lava. Hasta que a Soria y Agreda llegamos.
mu i
rece do sus vestiduras
, ii .1 Seguíamos para Córdoba el camino,
Y a so compuesta honestidad previno, Del aniel de la patria acariciados ;

su \ iéndole las tiernas ligaduras Mas de la tierra nueva el poco i

De fuertes grillos i bu b divino i En varios riesgos nos dejo entrampados


Y con palabras que las piedras duras Y al pasar este arroyo cristalino,
i;i indas volvían el rostro cristalina , De una escuadra de gente inliel cercados,
ai ielo vuelto mientras prevenía
i
. Que nuestro gran descuido de repente
a
El tierno cuello al golpe asi decía . : El millo vomito de una ancha puente,
• —
Alma ir imsa que, del casto velo
1 1 , Allí á mi dulce esposo entre el malvado
Ya libre ¡ suelta, del amor llevada Escuadrón le vi dar mil golpes lieros;
En triunfal carro, basta el empíreo délo De allí escapé del brazo acelerado
De victoriosas palmas vas cercada: Que ya vio en mi garganta sus aceros :

Suspendí' i'iitrr osos ¿Julios de uro el vuelo, ;Ay cielos, que allí en sangre esla bañado!
¡Oh de mis tiernos años prenda amada! Antes que muera, oh Mor de caballeros! ;

Que si un golpe nos iliu diverso mundo, Acudí a socorrer el mas honesto
i n cielo juntas nos daré el segundo. Pecho que el mundo MI tal estrecho ha puesto.»
»Y el hierro que las dos il¡\ ¡d:r pudo , , Asi la hermosa Argína el grave cuento ,

Podra con mejor titulo juntarnos Siguiendo de su vida \ lo a su esposo , ,

Cortando el mortal hilo, mas no el nudo Rolo el escudo, el lino arnés sangriento,
Con que el divino amor SUOO enlazarnos; Y en el herir el hra/o perezoso :

Yá ti, precioso alfanje i'uyo agudo , Haciendo el brío de su honrado aliento


Corle en la eterna, para no apartarnos, El término fatal mas presuroso ,

jimias nos ha <ie dar diadema santa . Que el morir sin socorro era sin duda:
Aquí humilde le espera mi carpanta. Mas donde el cielo acude todo ayuda.
«Dijo: y al punió de rodillas puesta El tratar con los buenos puede lanío.
Sobre el difunto cuerpo de so hermana Que al malo suele convertir en bueno,
Une .dii abora eompuesta
sirvió de aliar, > Y la CO u v ei's ación de un pecho sanio
Al sacriflcio ¡ victima temprana, Sacar Iliaca de lo que es veneno
El filo agudo de la espada presta Nerón con su crueldad nos pone espanto
Segó el cuello, y el alma soberana. Animo un Cesar, de clemencias lleno ,

En un resplandeciente > claro vuelo, Eneas piedad, maldad Sardanápalo :

A Vista de mil ojos suliiu al cielo Que el bueno es bueno en todo, v malo el malo.
•Quedaron en la tierra desangrados Las tiernas niñas, que el empíreo cielo
I uerpos de un precioso olor divino
i» i
, Gloriosas pisan con doradas pínulas,
Y nueva luz de gloria acompañados, Y' ya desnudas del humano velo.

Que de la soya descubrió el camino; De tusón de oro ciñen las gargantas,


De corruptible daña preservados, \ uellos los ojos al ingrato suelo ,

A pesar del tirano desatino De quien triunfaron con victorias santas,


Que por mil modos ya pretendió en vano Viendo entre tantos riesgos y fatiga
El honor usurparles soberano. Por un vano temor su amada amiga.
Has, mientras con malicia infiel pretende Con santa intercesión hecha á su esposo
Destruirles su opinión, manchar su fama, De las cosas trocaron gusto v fuero,
Con mayor gloria y resplandor se extiende Que tras el apetito deleitoso
La misma luz que su crueldad infama , Iban en riesgo á un gran despeñadero :
Y en la cristiana devoción se enciende Esto la trajo al paso peligroso,
tfayoi aliento y fervorosa llama : Esto también le descubrió el guerrero
Que Siempre la verdad tiene su fuerza , Que en favor de Auchali partió arrogante
Por nías que envidia con pasión la tuerza. Por dar tavor al uno y otro amante.
»Yo en la cárcel quedé esperando el dia El cordobés en peligrosa guerra
En que otro golpe hiciese en mí el tirano; Y en gallardo ademan se combatía
Mas faltóle esta culpa por la mía ; Con la vil tropa de la Infausta tierra
Que fuera tras de aquel el mío liviano : Que, junta, sin por que le acometía .

Un moro cordobés al Rey servia Y el vivo aliento que su pecbo encierra


Mancebo ilustre, de Daraja hermano, Asi el honor berilio le encendía .

Esposa de llarpnli , y sobrina mia , Que en la desigualdad que se hallaba


Aunque él deudo ninguno no tenia. En mas (pie defenderse trabajaba.
, , ,, , , , ,, ; ; ,; , ,, , ,! , .

192 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Rien que, á faltar la venturosa suerte Ya á la entrada llegaba de la puente
Del brazo heroico que á valerle vino, Cuando volvió en su acuerdo Ferraguto,
A hacer le compeliera el pecho fuerte Y hallándose al calor de tanta gente
Kl término forzoso mas vecino; Al brazo asido de un gigante bruto,
Y vencedor, la vencedora muerte Herido del honor, cual rayo ardiente
A todos por Igual diera un camino; La bárbara prisión dejó sin fruto,
Que el atentado ardor que en ¿1 se v!a, Y el rigor nuevo de sus golpes varios
La liorna mas no la vida guarecía.
, , Ciego alboroto y miedo en los contrarios.
De diez valientes moros asaltado, Trocó el jayán la dama por la espada,
seis peleando, los denlas sin vida,
1. 1><
Para segunda vez cobrar su preso,
Roto el arnés el cuerpo destrozado , , Y aunque le ve la frente desarmada,
l.a sangre, y no la estimación, perdida,
No juzga acometerle por exceso
Llego el aragonés, y el brazo alzado, Ni él, al sentirse herir, estimó en nada
Afuera dijo gente mal nacida;
«.
, , De la traidora mano el grave peso,
Que los que intentan tales desafueros Ni el ver que de sus bárbaros soldados
No son lujos de padres caballeros. » Doce contra uno le arman los costados.
Tres de los que en favor de su contrario Antes así en su escuadra se revuelve
Entrar le vieron con tan vivo aliento, Cual entre aristas ciego torbellino ;
En confuso tropel y encuentro vario A este hiere , á aquel da y al otro vuelve ,

Por tres partes contra él rompen el viento; En concierto mayor su desatino :

Y del encuentro el golpe temerario A uno el pecho y entrañas le desvuelve


lie tres lanzas las dos rompe violento, El dulce corte del acero lino
I na en el lirme escudo otra en la frente, ,
A este del rolo arnés lleva un pedazo,
Saliendo la tercera impertinente. Y á aquel deja en tres pies con solo un brazo.
Cual parda encina de trofeos cargada, Dio un reparo al jayán que á dar venia ,

Al blando soplo de un delgado viento Sobre él con nueva y desigual bisanua


Las hojas tiemblan , y ella en encrespada Que en cien puntas de acero relucía ,
Pompa se eriza al fresco movimiento, Yá un golpe un hombre de metal desarma :
Asi el moro quedó, si bien su espada, Hízole errar la furia que traia ,
De tres al uno, en un revés violento, Y al vacío herir, en dos quebrada el arma :
ün brazo le dejó y un hombro menos Quedóle solo el destroncado trozo
Y'de nuevo aire los pulmones llenos. De Palia muerto, y Ferragut de gozo.
Los dos que sobran vuelven , y al caido ,
No perdió tiempo que al volver la frente
;

Furiosos quieren dar justa venganza La calva diosa asió de la ventura ,


Y en desiguales golpes y ruido , Y el acerado alfanje, al vuelo ardiente,
Uno al escudo y otro al yelmo alcanza : Un revés le alcanzó por la cintura ,
Parece, del arnés que trae vestido, Por donde entro , y salió una fuente
el hierro
Que es Ferraguí el yunque sin mudanza , De requemado humor y sangre oscura ;
Y ellos los que ,de sus bisanuas
al batir Y de otro á cercen le llevó una pierna
Sobre él le forjan a porfía las armas. Cual blanca y corva hoz. mimbrera tierna.
uno y el otro le golpea
Asi el Asi toro jndaluz desjarretado
Y' quedo sin mudarse, un lance aguarda
el , , Suele al prado venir dando bramidos,
Y' como aunque le hieren , ni voltea
, Y en el sangriento suelo destroncado,
Su espada ni á las suyas se resguarda
, La selva asombra, y braman los ejidos :

Da ocasión que cualquiera dellos crea Del cobarde escuadrón desordenado


Que está herido de muerte ó que acobarda, Los muertos quedan, huyen los heridos,
Hasta que, al golpe de un revés extraño, Cual de buitre glotón hambrientos cuervos,
Con el castigo vino el desengaño. Y de perro irlandés tímidos ciervos.
Del dulce tilo al rebanar lijero, Miró buscando el victorioso moro
A Glauro le llevó brazo y cabeza Con vista atenta la agraviada Argina
Glauró sin gravedad moro embustero, Y viola , cruel , juntando aljófar y oro
Que las canas se tiñe y adereza ; Al rosicler de una sangrienta mina.
Y no parando allí el sabroso acero, Con las hebras limpiando y el tesoro
Dos hizo á Galigante de una pieza, De su cabeza la mortal que inclina ,

Que seis mujeres enterró en Porcuna, En su regazo , desmayada y muda


Sin llorar ni enlutarse por ninguna. Puesto el si vive ó si no vive en duda.
Y sin hacer de aquellas muertes caso, Llegó el moro cuando ella , enternecida
Al puesto de Auchalí corre lijero, A su esposo el primer acento daba
Cuando un grueso jayán le atajó el paso Que en un suspiro dio señal de vida
Armado sin primor de hojas de acero : El que antes pareció que muerto estaba :

Bajaba de la puente al campo raso, « Ay dice dulce amor Prenda querida


¡ , , ! ¡

Al brutal gusto del combate fiero , Si aquella casta feque me obligaba


Y viendo los tres golpes del pagano A seguir vuestro noble gusto es cierto
El quiso hacer el cuarto de su mano. Que en este cuerpo vivo aun no se ha muerto
Sin recelar su espada ni ser vista » , noble Auchalí
Vuelve esos graves ojos ,

Del encantado hijo de Lanfusa, A estos que ya por ellos son dos nos :
Por cima la dorada sobrevista Serenarán sus luces mis enojos,
La vista el golpe le dejó confusa : Y' en gloria volverán los males míos;
Cayó en el suelo sin aliento y vista ; Mas si estos son de amor vanos antojos,
Ningún libre sentido alcanza ni usa; Y entre estas sierras y árboles sombrios
Que un traidor, cuando acierta á ser valiente, Mi bien se ha de acabar y la alegría
Un mundo entero matará de gente. Que apenas en mi alma amanecía ,

Bajó sobre él el sin lealtad gigante, Aquí una sola fiera en sus entrañas
»
Y' en ver que vivo está le llevó preso : A los dos juntos dé sepulcro vivo :

Cayó Auchalí rendido en este instante, ¡Oh Alodia santa luz de las montañas
,

Y su Argina también cayó sin seso : Por cuyas firmes esperanzas vivo !

Llego á prenderla el falso Garamante Si á los que en gloría están no son extrañas
Y desmayada levantóla en peso, Las graves ansias y el dolor esquivo
Llevando las brutales manos llenas, De los que en vida amaron, distas mías,
Cual oso montaraz con dos colmenas. i Cómo, señora, tanto te desvías?
,; ,
. , ;. .. : ,

F.l. BERNARDO, LinilO V. I!K¡

•Socorre ahora , ó regalada espo i No


lijos de aquí está una antigua ermita.
Del que reina le pudo hacer di\ loa .
Que yo un día bailé saliendo i caía
Desde esa celestial patria dichosa Donde en santa q tud un hombre habita.
El dolor di sta iu afligida Argina De sangre noble \ coi lesana traza ¡

Que la palabra que le dio piadosa Mientras que perdido leslli ita el I

Te cumplirá si de cumplirla es dina


, ; i s mío cielo .vii ventura engaza
i

Mas :i> de in ;que el ii<> la haber cumplido


i ! De n • vuesl ra
i 'osas
i
yg podi
\ < •
.

A este presente nesgo me ha traillo. > Del riesgo allí e ipai que aquí Cenemos. i

Dijo; v el belicoso Perraguto " l.lue como e |iaíiol huíale,,V • , ,,s juro
Con templadas palabras la consuela :
Que debajo mi amparo j casto abi igo,
Qae aunque dé alma sangrienta, no es tan bruto
,
Mlenll aS neis seguro \ l\ 01 e . |j I!

Que de un grai e dolor no se conduela ;


Eii tollos nanees vuestro honor conmigo;
Mas, riendo que limar el mal sin fruto Y por mi lev cristiana j le as, '-uro
NI lo hace sano ni que nos duela, A vui stro giisi,, en todo obras de amigo,
i' ai aponer en tantos llantos tasa Sin que ninguna el intente y haga i
,

Di* las palabras i las obras pasa. i, a ios iius no contente v satfsfa

V con la libertad del jayí tuerto, I BtO Alpidio les dijo , v con bastantes
Entre las verdes yerbas desangrado, Raí s trocó asi sus tiernos pechos
El cerrado castillo quedó abierto, Que ya, mudando ley los dos amantes,
De la gente sen desaropai ii A la ermita con él se van derechos
Y de un lóbrego sótano encubierto, Donde aunque de los golpes penetranti
,

Cárcel de un grave pueblo aprisionado, Mimo Aueiiali después que Rieron hechos
Haciendo libre la murtal cadena Anilms cristianos, á {a viuda Argina
Cien almas de una viv. sacó de pena. A una ciudad llevo rircuuvrriua.
Y dando vi la puerta j ^» rastrillo Y allí en santa clausura un nuevo esposo
Segura puerta v paso roivió i Argina, ,
<;. le inmortal gloria su deseo,
Que a su esposo abrasada el amarillo
, , Trocándose en el cielo polleros,,
Rostro entre mi sangriento pecho Inclina : Para el bien de su alma este rodeo
Lleva i-mar sus llagas al castillo
i , ¡Tanto el trato de un bueno es provechoso,
Si liay para tantas juntas medicina ; lauto se medra en un honrado empleo.
Que aplicarle remedios es el cierto, Que a tantos bienes siguen otros tantos,
Al menos vivo mientras m> está muerto. , Y tanto con su Dios pueden los santos !

Estaba de abastadas provisiones Mas 1'erragut después que dejo puesta ,

El sin lealtad rastillo apercebido La puente en libertad y a sus cautivos,


Que de las comarcanas poblaciones Cuando el alba de aljofares •oinpuesla i

Peroa robaba el pueblo mal nacido; Los antes muertos campos vuelve vivos,
Y ile los i|ue oprimía en sus prisiones Y las limas en torno haciendo liesta,
El mal ganado mueble recogido, Con mudan/as y pasos fugitivos
Caballos armas joyas plata j oro.
,
, , El negro luto vuelven nácar lino.
Que á sus dueños volvió con misto el moro. El reposo dejó, y tomó el camino.
Hallóse entre estos presos un cristiano Era el tiempo en que el año se remoza,
Que el Soricano Alpidio se decía , Y la tierra, preñada de bellezas,
lie nolile sangre v pecho castellano, Sus llores pare y sus olores goza ,
Preso á traición del falso Areaudro un día ; Y alegra ambas a dos naturalezas :

Y como caballero y cortesano. Cuando en los prados el placer retoza,


Que asi entonces lo usaban, conocia Y Venus llena al mundo de riquezas.
Preciosas yerbas, cuyos jugos tales Comienza el ruiseñor quejas de amores
Bálsamos podían ser de todos males. Y enguirnaldan sus bueyes los pastores.

Este tomó la sangre y las heridas , Por una selva que el humor del rio
De Aucball reparó lo mas que píelo . lie rusas llena v ile arboles tenia,
Bien que en grandeza ¡ número medidas, Y las aves sin dueño con el frío
t'.on desconfianzas lo volvieron mudo; Sus ramas ile sua\ isiiua armonía .

Mas las dos voluntades conocidas


, Bravo el moro bajaba y de un sombrío ¡

Por el discreto cirujano agudo, Bosque, que el rumbo de la siena hacia,


De los amantes dos que aunque paganos, , , A caballo salir vio un hombre anciano ,

Suspiros daban de deseos cristianos, Tras el dos perros y 00 neblí en la mano. ,

Ya el victorioso ferragul partido, Paróse a ver al moro el caballero,


Y de los mas honrados prisioneros De su apostura y gallardía pagado,
El diferente pueblo reducido Y viendo en su ademan ser forastero
A varios lines y diversos turros, Y el limpio arnés de golpes señalado,
Habiendo el tiempo y la ocasión medido Sospechando el suceso verdadero.
Asi á los dos amantes verdaderos Con grave estilo y con semblante honrado
Caín caricias hablo; y un duli e trato Corles le saludó, y con voz prudente
Cuanto pretende haber compra barato : Nuevas pidió de su enemiga puente.
« No es menester señores preveniros , , Y sabiendo que va el gigante es muerto,
De acreditar en vuestro a r mi pecho . Y del traidor castillo libre el paso,
Pues mas que en mi razón podre deciros, El pecho por los ojos descubierto .

Por mi os dirá lo que por vos be hecho; \!' . re el viejo al no esperado casu
,

Que aunque es todo escasezas en serviros, i A) señor, dijo, si el suceso es cierto,


.

Ell lo que hasta ahora he sido de provoehu Y vuestro el golpe de valor no escaso,
No lie faltado y amor por obra enseña
, Dalde su entero punto a la milicia ,

Que esa no está en ser grande ni pequeña. Y a una gran sinrazón haced justicia.
» El puesto ahora seguro es peligroso .
;
Y,, señor, ¡le Calaf rey de
. oledn . I .

Que Bramante, cuyo es, querrá cobrallo, Soy lio; de Albamud, su padre, hermano;
Y aun vengarse del brazo poderoso Cs mi nombre Yucef, y dei ¡i puedo
Que con su espada pndo sujetallo : Que a toda E paña gober ¡la mano
Yo estoy de vuestro bien tan deseoso, Y el tiempo, que ji e su| star quedo,
Que si el mió importare aventurallo, De uno en otro vaivén fué tan liviano,
Por él tendré a mayor ganancia barril, i, Que me ha (raido a lo que veis ahora;
Que todo un mundo que me aparte dcllo Que quieu mas vive mas desgracias llora.
T. XVII.
, . ., , ,

191 DON BERNARDO PE VALBUENA.


«Treinta cumplidos lustros lie viví lo; .Es Brabonel galán, es cortesano,
De ¡enlo y cincuenta años son mis cauas
i I'n fénix en primor y en gallardía
^ mi alfanje el primero j mas temido Bravo en las guerras, en la paz humano,
Que pasó ¡le las sirtes africanas; De afable trato, lleno de hidalguía
Del escuadrón de Mura Fui elegido Bramante, un feroz bárbaro inhumano
Sucesor; las fronteras toledanas Sin término, lealtad ni cortesía;
Mías fueron un tiempo , y yo en su tierra Ño fué mucho llevalle alb il -I alma .

Rey de la paz y dueño de la guerra. Como del cuerpo, la triunfante palma.


>Cansó el mudable tiempo i la fortuna, Salió el layan corrido en varios trane 'S
Y mi también los mandos y el gobierno,
a Que entró con su contrario en Competencia,
ij carga sabrosa é iim orluna
i
Dándole siempre disfavor alcances el
I hombros puso de Aliatan, mi yerno;
11 Del ofendido gusto á la impaciencia;
Y <!c una vida (|Uieta, á quien ninguna Hasta que al lili, por excusar los lances
[guala, codicioso el pensamiento, Del desden, bizO de Toledo ausencia,
l e la pesada autoridad cansado, Como loro vene, do, que ai mas liero
roque el p iblico bien por el privado.
'I La vaca deja que seguía primero.
> Dejo el cetro real y aquí me vengo,
, » A
este castillo que a tu cuenta dejas,
Donde un castillo, en puesto su6ciente i frontera a recogerse vino,
i

De alegre recreación gusto, tengo % Donde, de agravios lleno y tristes quejas.


Al salto del cristal desta corriente : Su reino dejo el nuestro y el vecino,
Allí en ociosn vida me entretengo , Corriendo en riesgo j condición parejas
> en quietud vivo de mi pueblo y gente, Las leyes del Cristiano y sarracino,
Con libros, con pinturas y con caza , Sin respeto de fe, reino ni reyes;
Lo que un regalo al otro no embaraza. Que quien vive sin ley no guarda leyes.
•Era también del patrimonio mió «Harto ya de afligir nuestra comarca,
Deste castillo la torreada puente, Huyó a nuevo presidio y nueva tierra.
Que el paso hacia seguro, y por el rio Dejando en esta su señal y mana,
Se cobraba un portazgo suficiente : Y en ambas con crueldad discordia y guerra
, , ;

Hasta que ya el soberbio desvario Mas si es que ya la ini xorable p irea


Del rej Bramante la usurpó a mi gente; Cu su vientre el livor tirano encierra,
Bramante que también con alma avia , Restituye á su antiguo castellano
De Toledo usurpo 5 Guadalajara. El vencido castillo de tu mano. >

Uzaron el comercio de la tierra Asi el anciano moro persuadía


De sus fieros soldados las crueldades Su causa al de Aragón feroz caudillo,
Sien. lo el origen dela nueva guerra Y en su alma amor y celos encendía
Del jayán bruto torpes libertades : De Galiana el valor, con solo oillo,
Ha (los veces seis lunas que se encierra (.liando huyendo vieron que Mona
De un yermo en las incultas soledades, lii caballero; \ olio por berilio, ,

Ofendiendo, por celos insolentes , De lafuerza que puso en alcanzado,


Con mi torpe vivir el de las gentes. Al hacer golpe destronco el caballo.
Hija del rey Galafre es Galiana.
• Salió lijero del cual nudo viento;
Cuya beldad se entiende que del cielo. Mis. viendo que es a pié seguirle en vano,
Hecha de alguna pasta soberana, Al bosque se volvió mudando intento, ,

Para asombro bajo y bonor del suelo : Su bayo muerto ya en id fresco llano :

El amliar y arrebol de la mañana, Ferragut le siguió, y id ya contento


Que entre rayos y aljófares de hielo Yucef que si en la edad y el pelo es rano
, ,

El inundo argenta y su tiniebla al. :.i. Niño es siempre el deseo hecho de antojos,
Dirás que son vislumbres de su cara. Y niñas las que miran en los ojos.
Y aunque es del alba el rostro, y la cabeza Cu medio el bosque, al pie de un sauce umbroso,
Del sol entero que tras ella nace, l'u caballero vieron recién muerto,
Y los ojos dos rayos de belleza Y id que á ¡dé se volvió, tras un hermoso
Con que su luz temer y amar se nace, Caballo de armas J sudor cubierto ,
Mayor que la hermosura es la grandeza, Queríale asir del freno y él brioso. , ,

^ honestidad m is con que deshace


la , Huyendo hacia su trabajo incierto.
n entibia el luego que primero espira, Cuando e iníendo vieron (pie venia
Con los rayos que dije, en quien la mira. Lina doncella que favor pedia.
Pues ilota gran beldad que asombra ii.hi. i ! lo, « Socorre , dice , ó Dábame! , la pena
Y por Venus mortal Toledo adora, De tu esposa y traición de un falso amigo;
Bramante que en soberbia es el segundo
. (ble Alelí el alma deste acíbar llena
. ,

Lucifer que hoy entre los hombres inora, La lleva en su poder, yo sov testigo ,

Dio de su pecho cruel al centro inmundo Y entre lauto que tu por la honra ajena
bella estampa de su muerte autora,
I i La tuya en guarda das un enemigo, i

\ a su arrogancia pensamiento altivo Te la robó en la fuente cristalina,


De no dejar el suyo en hombre vivo. De quien saliste a dar favor a Alpina »
»Y llena el alma ya desta locura Quedó con las heridas y el espanto
,

Varios modos buscó de conseguida ,


De las amargas nuevas, sin sentido
Dando en las justas pompa á su hermosura, El triste caballero, en tierno llanto
i a loilo el mundo asombro y maravilla : De lacrimas y sangre convertido ;

Hasta camino abrió y senda segura Y en Ferragut su pena pudo tanto .

Desde Toledo a su usurpada villa; Que habiéndole el derecho concedido


.

Que, como a intento fuera de camino, De mi venganza se partió a liucella .

llia y venia por él su desatino. Por donde liabia venido la doncella


En este tiempo un moro valeroso, Ella á guiarle no fué quedo curando :

De agradable presencia y alma moza, Las llagas de su herido caballero;


Llamado Brabnnel sobrino brioso , ^ el su presta venganza deseando;
,

Del rey que ahora gobierna á Zaragoza, Por no perder sazón partió lijero :

A Toledo llegó, y vio el rostro hernioso De su perdida tierra al Rey Oí jando


Que el rico Tajo en sus riberas goza, Para la restaurar derecho entero ,

Y entrando en competencia con bramante Con que ci contento va. s ,


as seguillo,
Perdió el antiguo por el nuevo amante. A poner volvió cobro en su castillo.
, ;
., ,, , , ' , , , . , : , ,

RL IiEKNAKlM, I.lltllí) V. ios


Aquel dia y el siguiente induro el moro Miro en el fondo de la clan fuente ,

Por la confusa selva sis camino Y Vio nadar por ella peces de oro ,

Y cuando el sol entre celajes de oro Y del misino metal resplandeciente


A templar comenzó su ardor divino, 1.a arena v guijas ad -o el moro,
Al doblar de una sierra oyó el sonoro i"
escondiendo la mano en la corriente,
Murmurar de un arroyo cristalino! Asió y probo a sacar de su tesoro
Y a la ribera del, entre las Dores Lucientes piedras, que eran aea fuera
La choza i ló de no bato de pastorea. Tardas guijas y arena vei.la.Ic i i

Nunca soberbie ilcazar Fabricado Con su oculta virtud el agua hacia


En colunas de marmolea preciosos En sus cristales ni vistosos lejos I .

((ni ventanaje ¡ torrea almenado Que oro, aljófar menudo v pedrería


Léji b puso en su vista mas hermosos, Su arena v pees pan cían de léjOS .

One la humilde cabana j su ahumado Limpia serení traspálente v tria


. , ,

Techo, j de loa mastines perezosos Al gUStO dulcí' v de sabrosos dejos ;

El frió ladrar; que al hambre j sus enojos Templó el calor el inoro con su hielo ,

1. 1 boca li hace el juego . j do ios ojos. Y recostóse en el florido sucio.


Cuan I
lerados requisitos pide i Vi en est" el uro (le la luí, Volialld
i i

En mi n^or la condición humana, Fl oro v rosicler del horizonte


Y en que de partes la ambición divide Sus argentadas cruslulas bañando
i.o que vana
al adorno Incumbe j pompa De amliar bajaba a la raíz ¡lid monte.
,

Su i», rpo el Dores mide, mora entre las Las blancas playas del Japón buscando.
\ a la despensa rustica aldeana Que en las de España aguardan se trasmonte
Humilde pide moderada cena; l'aiahacer del barniz de aquella esfera
Que un ha) mal pan cuando la hambre es buena. El nácar de su aurora y luz primera.
Reformó de loa rústicos manjares Saliendo al cielo oscuro, trecho a trecho,
Con el ¡entre laminen el apetito v Tallas centellas Ferragnto hizo .

Que los pavos j tortas singulares Del prado alfombra v de las flores lecho ,
Las sobras siempre son de un pisto ahito; Perdido entre las yerbas y el carrizo;
\ i ¡endo por los saperos vallares Donde contando al estrellado locho
.

Sniiir balando el recental cabrito Tos diamantes del carro no\ edizo
A las maternas ubres, que, cardadas Las penas los cuidados v a su dueño
,

De gruesa leche , bnsc in sus majadal Sin sentir se llevo un sabroso sueño.
.1 poco que quedaba de la larde
i Y luego que el silencio a los sentidos
De nuevo lo gastó iras su demanda : En dulce on Ido puso sepultados,
\ al tiempo que mas hiere > menos ante Y a la interior potencia reducidos,
i -ii que sobre el mar de Cádií añila,
1
1 En otro nuevo mundo embelesados,
una sama ió ni \ ¡StOSO alarle. \ Entre jazmines y arboles floridos,
Con v mas llores de una y otra banda, Sobre un soberbio risco fabricados,
Hacer por entre un risco y dos alisos,
. Inos palacios vio ó soñó que v ¡a , ,

A una "luna de cristal mil visos.


. Labrados del pincel que asombra el dia.
Volvió la rienda el cuidadoso moro Los muros de alabastro y las molduras ,

A de los \i\ns resplandores,


la luí En negro y Uno pórflro corladas,
Y pie del risco sobre arenas de oro,
al , De enlazados follajes y figuras ,

i n.i fuente bullir \¡n entre las llores. En ventanaje y bóvedas sembradas :

Que de una en otra en murmurar sonoro, . Cien torres de cristal ciñas alturas, .

Al prado daba , en su llorar , favores, Clin chapiteles de oro coronadas.


Y con su claro estanque al bajo monte . Tas nubes bUSCan y al subir sobre ellas .

De cercos de cristal bello horizonte. \ curen en luz y asombran las estrellas.

1 ni cueva en su tumbo socavada Eran las puertas de ébano bruñido.


El ¡reí i" lomo de aquel cerro abria Que un embutido de niarlil esmalta.
En lo mas firme del incorpni nía , Las bisagras de acero, y de fornido
Que de albergue t la rúente le servia; Bronce el engace y nudo que las ata
De verde yedra j Dores entoldada, Con sierpes de oro el hr umbral ceñido,
Que un taray con sus sombras defendía; Aid. ilíones eu mascaras de plata ,

\ su \ irtud secreta convidaba Lumbreras, claraboyas » balcones


A ii" pasar de allí el que allí llegaba. fon rejas de mezcladas invenciones.
Entre el verde taray y los alisos En nueve líennosos patios repartido
T'n padrón de cristal con sus rellejos, lie lasoberbia casa id rico asiento,
Al caer del tibió sol daba los visos . De altas colimas dóricas ceñido.
Que al moro hicieron senas desde lejos; De lino jaspe en cada patio ciento i

> alh entre las molduras de sus frisos,


. De turma ovada , en perfección subido.
Con letras y caracteres bermejos : El cuerpo y arquitrabes por id viento,
« Esta es la cueva y fuente del contento, En cuatro partes que al crecer descrecen ,

Donde al vivo se sueña el pensamiento. » Y entre las nubes t in dan y fenecen.


Dejó la silla el moro, quitó el freno, Las puertas adornadas i|e felones.
Y del piado hizo dueño á su caballo, De ¡silladas COlnnas y de lazos
Entretenido pur el bosque ameno Frisos triglifos ménsulas cartones
, , ,

En el deleite y nusto de mirallo : Acroterias nn topas y cimazos;


,

El yerto monte, de mosquetas lleno, h v estaco pinas y artesones,


-.

De verde yedra el revoltoso tallo. Frontispicios y Indios lagrimazos,


Que por ásperos riscos y grimazos Y en las bóvedas y altos lacunarios
Con mil vísUgoa da tiernos abrazos. \arios florones y mosaicos varios.
Y por Rozarle la belleza entera De follajes vestidas y colores
Al llorido verjel fue sin trabajo. Tas aiiliiichail as cimbrias y arquitrabes.
Subiendo el monte humilde de manera Las alias salas y aludios corredores
Que siempre el pie mas linne era el mas bajo: De historias llenas y sucesos graves,
Llegó a la verde cundiré v por defuera , Feroces guerras barbaros amores .

Del pendiente peñasco vio en un ("ajo ai hecho fieros y al pincel suaves:


Escrito « Esta es la cueva de Jorguines: De alabastro los muros, j sobre ellos
•Hada del sueño fuentes y jardines. » , De rica estofa mil tapices bellos.
,, , , »
, ,; , , , ;, ,

ton DON BERNARDO DE VALRHENA.


Hesplandeciondo con bajillas de oro No se habia descuidado el rey brioso
Las ricas mesas de precioso alerce , Del áspero castigo merecido
A quien el grave peso del tesoro, Del traidor Mahamud, que en poderoso
Por mayor majestad agobia y tuerce; , Ejército y valor nunca vencido,
Resonando en los techos un sonoro Sobre el rio de Galicia caudaloso
Ruido, que parece que se esfuerce Lo fué á buscar, halló y dejó vencido,
De ralo en rato, y que á su sueño breve Pasándole, en su campo y su castillo,
El gusto roba el de un amigo aleve. Cien mil aleves cuellos á cuchillo.
El moro, que aun dormido , se congoja
, Murió peleando el moro caviloso,
Por ver quien el ruido y golpes causa, A quien corló Adelgastro la cabeza
Y entrando en una sala se le antoja , Adelgastro, un feliz brazo brioso,
Que una voz tierna en resonante pausa Del rey Favila hijo y su braveza;
Dulce favor le pide y que al que enoja
, El que en Obona, sitio peñascoso,
De SU deleite á la amorosa causa De un real convento alzó la alta grandeza,
La vida quita y con rabioso ceño
, Y en el costoso cerco de Girona
Tras los gustos prosigue de su dueño. Dos jayanes mató por su persona.
Entró á una cuadra, y vio en un rico estrado. Este, la infiel cabeza desangrada.
Sobre alcatifas de oro y pedrería ,
Que en Mérida lofué sacó en la mano
,

La beldad misma que antes, desvelado, Con que dichosamente rematada


Amor le dibujó en la fantasía : La guerra , y victorioso el rey cristiano

I n rostro de la luz del sol cortado


:
A León volvió , dejando reformada
Y en un dosel que su sitial cubría , La tierra , y supo allí que el francés Mano

Con letras de esmeraldas y topacios: Con soberbia ambición y alma imprudente,


• Esta es Galiana y estos sus palacios.
,
Contra las suyas levantaba gente.
Dejó del rico adorno la grandeza, Pudiera el rey leonés entrarse , á vueltas
De nuevo ardiendo su ánimo brioso; De guerras de los moros
las civiles ,

Que amor en sueños crece la belleza, Y á costa de sus bárbaras revueltas,


Y el mas frió corazón vuelve amoroso; Ciudades adquirir, ganar tesoros.
Y á veces pinta con mayor destreza Si las doradas lises, contra el vueltas,
Entre el mudo silencio y el reposo, No le fueran estorbo, y los sonoros
La beldad en el alma , que sería Clarines del ejército que marcha,
No tan bella quizá vista de dia. A su encendido fuego helada escarcha.
Estando entre el deleite y los deseos Mas, viéndose impedido, y obligado
De la nueva ambición de sus antojos, A defensa y guarda de su tierra ,
la
Dando el rendido pecho por trofeos El victorioso campo que ha sobrado
Del halagüeño trato de sus ojos De Mahamud en la sangrienta guerra,
La cuadra llena de unos bultos feos, Que marche manda y suba reforzado ,

Llevarle pareció en ricos despojos Por Aviles Fontible y la alta sierra


,

La gloria que gozaba y que quería ,


De Espinosa y Pomar sin que en tal caso ,

Defenderla del riesgo y no podia. ,


Ebro le tuerza y le detenga el paso.
ParéceJe que llevan
la hermosura Y entre Santagadea y la Victoria,
Que en su pecho el amor pintó robada, A Pamplona se acerquen por Tafalla,
S'que á él no es posible aunque procura, , Y allí hasta ser de Francia mas notoria
,

Con brío en su favor sacar la espada; La venida hagan muestra de esperada;


,

Y congojoso ardor desta apretura


al Y á la rica ciudad, que por memoria
El alma sin alíenlo alborotada ,
Pompeyo puso almenas y muralla ,

furiosa rompió el sueño, y de repente Trabajen de abrasar; que es de importancia


Al margen se halló de la ancha fuente. Que no esté á devoción del rey de Francia.
Y' como absorto en las figuras vanas Y á don Fortun Carees rey de Navarra , ,

Que en vuelo huyen por la ebúrnea puerta, Favor se pida y paso afortunado ,

Aun gozando sus luces soberanas ,


Cuyo denuedo y corva cimitarra
La dormida ni despierta,
vista ni Vencer sabe al francés en campo armado;
En bosque sintió quejas humanas,
el Y el bretón por temor de su bizarra
,

Y de un triste gemido la voz muerta; Gente , le da tributo acostumbrado,


Y en duda si es el doloroso acento Comprando á sus robustos roncaleses
La verdad del soñado pensamiento. La paz de un año en tres grasicntas reses.
Furioso deja la sonora fuente Al rey Marsilio, ya que no le pida ,

Y en abrigado escudo y firme espada Por su reputación favor España,

Al ciego bosque entró por donde siente ,


Como la que en la guerra mas temida
Hastio de la afligida voz cansada... Jamas la quiso de otra gente extraña,
Después diré el suceso, que un prudente La paz á peso de oro concedida
Rey el alma de penas rodeada
, ,
A Aragón, por Galicia y la montaña
Siento, para contarlas, que me llama Se confirme de nuevo y harto digo ,

El á mí yo á mi pluma , ella á la fama.


,
Que España otorgue paz a su enemigo.
El bravo Alfonso el Casto , rey gallego Así el rey Casto, en su sitial sentado
Católico en la fe , en las armas fuerte Entre sus ricos hombres, discurría,
Sabio en la paz, cuidoso en el sosiego En el gobierno y trazas desvelado
Y en las guerras intrépido á la muerte, De lo que al reino y su salud cumplía,
Y'iendo abrasarse en belicoso fuego Cuando para hablar en el Senado
La invicta España, con prudencia advierte, Licencia pidió un joven , que traía
En un largo discurso entretenido ,
Del muro de Sansueña y de su gente
Los males que han de la ambición nacido. Grave embajada para el rey prudente.
Con Toledo esta Córdoba alterada , Fueron de aquellos siglos fama honrosa
Valencia contra Córdoba y Toledo, Los torreados muros de Sansueña
I'amplona contra Huesca, y con (¡ranada Ciudad insigne , en gente populosa,
Murcia y Guadix , Segovia con Olmedo Lo que hoy es de Pamplona aldea pequeña :

Metida en armas, Badajoz alzada, El tiempo con su fuerza poderosa


Lisboa desierta, Portugal con miedo, Sus grandezas volvió una inculta breña ,

Lugo sobre el río Miño, hecho un pantano ciendo que esta suba y la otra ruede;
I.'

Cou la reciente sangre de un tirano. Que esto, y mas que esto, con sus vueltas puede
.. 1 ,. , . . :

EL BERNARDO, LIBRO V. 107

Dicese quefamoso Ballugante, el No huye de sus aguas perezosas


Del primer Blarabl Beguodo herov , Que en Sansueña ha jurado de heledlas
Con rranceses despojos de triunfante . De Arga v que a sus murallas espaciosas
,

Gente fundó el pueblo de bu mano : Hombre no ha de dejar ni almena en ellas ;

millos \ edificios elegante


Imi ,
no son todas befas jactanciosas
i*
'.

En roerte, eU mármoles galano,


siiio Que la cruel experiencia vuela entre ellos,
l*\i s corle un tic in| •
1 1 1 1 1
y del vecino
: i • . \ el bárbaro feroz por donde pasa .

Pueblo competidores de contlno. Tollo en cruel fuego y en rigor I" alna i

Fué cárcel de la bella kfelisend i


«Trae voi de dar seguro y líbrr paso
Kn prisión nublo, su almenado muro. Al francés, que va m ai ha pot su tierra i
,

Donde Gaiferos por iuculta senda Y a pesar nuestro con sus armas raso ,

Con las armas de Orlando entró seguro El fragoso camino de la sierra :

A librar su cautiva . amada prenda Este es señor, de mi venida el caso


,
,

('.cuno la su>a (trico reino oscuro;


al Y aviso que te traigo desia guerra ,

Mis si este la perdió por imprudente, DeSle nuevo enemigo a tu corona ,

La suya 'lio al francés el ser valiente, Unido a la de I-rancia y de Pamplona.


Cañóla el Casto Alfonso al rej 1 • Por Viant á Sansueña va derecho
Y a su reino la puso por frontera, Con grande orgullo y con mayor pujanza ,

he armas ceñida contra el pueblo moro, v.


poesía ni ciudad en este estrecho.
Que en sangrientos rebatos persevera :
Solo cu tu real valor halla esperanza;
'lemán si^ torres chapiteles de oro, Que , aunque de Virlato el fuerte pecho
v el liriue muro, que de jaspes era, Volviese al mundo a gobernar su lanza,
Por mis emulación contra Pamplona, I n el presente riesgo, sin tu amparo ,

De almenado alabastro la corona. Nuestro sabio temor baria mas claro. »


lie cien lories altísimas cargado, Dijo; y envuelta el Rey en mil cuidados
Da su alcázar real espanto al no La casta alma y prudente fantasía,
A quien un soto ile alamos cercado l.os unos de los oíros atajados,
He lios<|ue sirve y ile jardín BombriO : Ni en este asienta ni en aquel so lia :

Aquí Bastan alcaide celebrado . NO halla cuales son los acertados,


io tiempo 'le Zamora con su hrio . (.nales seguir ii desechar debria;
Sus fronteras enfrena i aquel día , Que al discurrir de su alio pensamiento
Su mensajero ai Casto Alfonso envía. Tollo se altera v mueve en un momento.
entró, y besando
Diósele grata audiencia : Como tal vez con rayos tembladores ,

La mano habiendo conseguido


ai Rey, y En nocturna quietud luna argentada , .

De hablar licencia el generoso Ovando, De un janlin ludio hiere enlre las llores
i
no entre mil valientes escogido Remansos sin color de agua espejada,
Para este grave caso, levantando Reverberan los vivos resplandores
l.a voz, dijo: «Señor esclarecido, En la cercana bóveda dorada,
Sansuefia y su virey, de tu alegría Y bullen sus vislumbres sin provecho
Con mi persona el parabién te euvia. Los varios lazos del dorado locho ;

•Goces lelices años la victoria Asi (d prudente Alfonso la inquieta


Une a Miño espanto dio, y la nueva guerra Fantasía baraja en varios modos,
a tus pies reales traya en triunfo y gloria Y al peso del gobierno, con discreta
i u.iala honra el mundo en su ambición rucien a; Prevención los tantea y mide lodos :

> en trofeos dignos de inmortal memoria Dan y loman el caso cu su secreta


La tuya asombre con su voz la tierra, Consulta id Rey y sus valientes godo .

Y por lev de tu mano y estatuto Buscando á laníos golpes de fortuna


Parias te den sus revés, y tributo. Salida honrada, si lia quedado alguna.
• real pompa la grandeza
Celebrando rn Asi, señor, en vuestro real consejo,
Do tu Célebre jornada
v ictoria , Presidiendo á sus graves senadores,
Da i Sansueña Bastan noble cabeza . De sabia majestad sois limpio espejo ,

Do juventud florida coronada : Y al inundo repartís honra y livores :

Entro alegres bohordos la braveza Homero en letras, Néstor en consejo ,


De Ziiinail la vio sobresaltada . Freno al mayor, amparo á los menores;
Que a echar por tierra su almenada cerca Y así también os miro y considero
Con cien mil Combatientes se le acerca. Armado de prudencia en vez de acero.
•Porsocorreí i HahamudenLugo, Allí después de varias opiniones ,
,

Di' "Sajera este ejercito galla . Del consejo de guerra fué acordado
Que para echar de infame yugo
si el Que luda diligencia las legiones
a
De Córdoba y Besen juntado h ibia ; Del victorioso campo reforzado
Y el hado, quo ya lile cruel verdugo Con don Tibalte rompan los mojones
i n la muerte infeliz de Harpalia Del navarro distrito,}' alojado
Hijo do /.innail, le trajo un moro Sobre Sansueña pare, y entre tanto
A su corte , llamado Cardiloro ;
su corle pase a Burgos el rey santo.
• Hijo del rey que en Ayamonlc tiene ALEGORÍA.
Cetro sobre el tendido Guadiana .

Garilo, que, huyendo de unos amigos en otros, con


Y nielo del que digo, a quien conviene
Id reino por SU madre lialhamana :
ningunos se inquietud que consigo
asegura , significa la

l'ues este moro qurá heredarle viene. trae el vicio y quien le sigue , y cómo una mala concien-
De ambición lleno y de arrogancia v;n i
cia á si misma se lleva, donde quiera que va, |iur azote
Hecho dueño del campo, su real seña de su culpa.
Y el camino volvió para Sansueña. En Argina librada por Ferraguto, en la historia y su-
Llególe dentro en Nájera el aviso
• cesos de su vida, lo mucho que inquiría tratar con bue-
De famoso vencimiento.
tu ilustre nos pues no se interesa menos quo serlo pur su inter-
,

Con que de rabia hundir id mundo quiso cesión.


En cruel venganza y bái baro escarmiento;
Y' culpando á su pecho de remiso.
Ferraguto, enamorado por relación déla berraosura
La jornada mudo, y troco el intento :
de L iliaii muestra que un hombre distra¡do,con cual-
i ,

Dejo la liioja y por camino llano ,


quiera causa, por liviana que sea, se ocasiona á sus sen-
A Ebro el curso hurto a la diestra mano. sualidades.
, , , , , ;; ,

103 DON BERNARDO DE VALRUENA.


En y guerras civiles de los reyes mn-
las parcialidad i «Entre esta variedad de sentimientos,
ros ile España j descubre el gran daño que viene á un
s :
Ya temiendo, ya huyendo, ya esperando,
Grandes cosas pasé en que mis contentos
reino de tener muchas cabezas, y lo <]uc la ambición
.

Creciendo á veces fueron y menguando :


sabe sembrar de disensiones, cuando baila dispuestos
Amor 6 mis felices pensamientos
,

para ello los ánimos de los principes. Aluna contradiciendo, oía ayudando,
Si la fortunaen algo me terciara ,

Su triunfu estaba y mí victoria clara.


LIBRO SEXTO. » Mas fué á mi blanda fe tan rigurosa,

Anr.HMF.STO. Y á mis tiernos propósitos tan fuerte,


Que cuando la halle mas amorosa,
Cuenta Garilo una fábula á Orlando y á los suyos, a fin do diver-
tirlos, preguntándoles cuál sea el don mayor de la fortuna. Des-
jamas sin un azar me salió suerte
cubre Bernardo , desde el navio persiano una fresca isla donde , ,
Y quien con vista mira desdeñosa,

lleva á Orimandro para curarle halla en ella a Gundcmaro, un


; El tesoro en carbones le convierte;
noble español, que, después de curar al Itey sus heridas, hace Que cuantas glorías su inconstancia vende,
a Bernardo una agradable relación de sus Infortunios. Son, si falta sazón, bienes de duende.
Asi en su sala real , de sabios llena ,
»Ya ocasión, ya el tiempo me faltaba,
la
El santo rey , en cetro y silla de oro Ya el un estorbo al olro sucedía,
Los graves casos de la guerra ordena Va el padre, va el hermano me ocupaba,
Y al francés pone espanto, y miedo al moro. Ya la luz , ya la noche me ofendía :
Cuando en las sierras de Narbona suena O no tenia cuidado ó me sobraba
Del astuto Garito el falaz lloro, O ya me desvelaba ó me dormía;
Con engañado, á quien le escucha
<|ue lleva Que donde no hay ventura todo es muerte ,

Al ciego enredo de su historia nueva. Por bien que acuda al paladar la suerte.
Era Oarilo de ánimo doblado ,
»Eran mis inconstancias de manera
En sutiles astucias atrevido ,
Que nada me aceitaba á dar concierto,
Vario, cauto, mudable, recatado, Ni ser en el amor de blanda cera ,

De enjuto rostro y corazón fingido, Ni desden mostrar el pecho abierto;


al frío
De color verdinegro , retostado , Que sabor y regalo que pudiera
el
De erizado cabello, retorcido. Resucitar sin fe un amante muerto,
Los alterados ojos, aunque vivos, En mi era enfados de tibieza seca;
Atraidorados al mirar, y esquivos. Que una desgracia hasta los gustos trueca.
De Mauregato el rey bastardo hijo, » Y como el fino amor no es otra cosa
En Girona nació de una aldeana , Que un reloj de artificio concertado,
En traición siempre el pensamiento lijo, O de pulso sutil y mano airosa
Resabios de la leche catalana ; Un instrumento músico templado,
O el triste agüero que el furor predijo Que de su consonancia numerosa
De la paterna sangre mauritana, Lo fino está en un punto delicado,
Que ahora, en pomposo estilo y voz valiente, Cuya armonía, mientras mas perfeta ,

Asi engañando va la franca gente : Con mayor disonancia se inquieta


Según de mis mayores he aprendido,
« «Asi cualquiera humilde niñería
Aquella sangre real hierve en mi seno Con tal facilidad nos alteraba,
Que al Informe Gerion de cuello erguido Que á un blando soplo de aire parecía
Doblado yugo puso v firme freno ;
Que el mundo con borrascas se anegaba :

Y aunque en humildes paños encogido, Andábamos sin luz en medio el día


De reyes el linaje tongo lleno; Ciegos tras el que ciego nos guiaba ;
Que es el mayor valor que á una persona Gozando, entre temores indiscretos,
Las obras le quilata y perliciona. De un inconstante amor varios efetos.
» Del caudaloso Tamo en la ribera «Del viejo Taruo en la ribera amena
Un aldea humilde goza su frescura , Con cierta selva antigua está guardada
Adonde en busca de la luz primera Una rústica cueva, en que se suena
Dejó. el antiguo seno en noche oscura : Tener la primer agua su morada :

Aquí también nació que no debiera ,,


De verde orin y antiguas lamas llena,
Por principio á mi ciega desventura, Vi una pendiente peña socavada,
La aldeana mas bella y mas lozana Adonde en fértil urna cristalina
Que jamas se vistió ropa aldeana. El claro y fugitivo dios se inclina.
»Si en humano retrato su belleza » De selva antigua y húmeda alameda, ,

Posible fuera ó licito sacalla, En confusa espesura rodeada ,


De rosas coronada la cabeza ,
En rama y hoja el bosque asi se enreda ,

Gloria de la beldad fuera el miralla; Que el sol no halla á su frescura entrada;


Mas sube á tal quilate esa lineza. Donde, vestido de amorosa seda,
Que, á querer la arrogancia dibujalla, De ovas la verde frente coronada,
A lo menos perfecto no llegara De las ninfas en medio el casto coro,
Aunque el pincel de la afición pintara. El rio enjuga sus cabellos de oro.
«Nacimos juntos, y al igual nacia » Yo aqui en la regalada compañía

Amor en nuestros tiernos corazones, De mi amorosa Gila entretenido,


Que al blando trato y la igualdad crecía De los bienes gocé en que amor tejía
De agradables placeres y pasiones : Los graves males donde me ha traído:
Penas también entre el contento habia; Y aquí la noche de un siguiente día
Que el amor donde faltan sinrazones Venir los dos dejamos con olvido,
El tierno gusto con su dulce estraga ,
Para de mil fatigas y dolores
Y aquello que apetece le empalaga. Coger el fruto y flor entre las flores.
íSon lo fino de amor los sinsabores «Fué concierto sin orden desastrado,
De un no sé qué de cierta niñería De amor y mocedad hecha de antojos:
Y las mezcladas penas con favores Tiempo mas largo, día mas pesado
El dulce riego que lo aumenta y cria : Ni el mundo tuvo ni le abrió en mis ojos;
Ni en el campo el verano es todo llores, Ni de Faetón corrió mas abrasado
Ni en amor todo gusto y alegría ;
El ciclo lleno de carboneos rojos.
Antes, mezclados gastos y disgustos, Que tu, Apolo, tuviste el alma mia
Del suyo son los verdaderos gustos. El largo curso de aquel corto dia.
,,
. ,,., , ,:.
; :, . . :. ; ., .,. ,
,

EL DEMNAIIDO, l.lltlto V(. 100


nuevo liarel aborrecida
•Ni del Entre malea \ bienes navegando

Con i.uii.i-- veras fué 11 hermosura, 1 Algunos día-- tui dcsla manera ,

Ni de Tiene j de Pirama tenida Mi (ola J la lorluna \.in nulo


i beldad por mas oscura,
ii I ai j in Va un- quejas de mái ya de cera, i .

\i de oadie In ausencia pretendida Basta que de una vez rué derribando


Con tanto gusto fué y con tal locara, 1. ni ¡cara falaz i lisonjera,
1
i

Ni nadie con negar tii^ rayos diste


i Poniéndome por fin de mi mudanza
Moche mas ciega confusión mas ti isle. . Donde ni llega el bien al >n esperanza.
•Tuto mi hermano,
Gila i Silvio por Contra Taréis. el igrai iodo Alfco i

^ yo a Tarciso por mi caro amigo, Modos para vengarse procuraba


Tarciso, que. por fácil ¡ li\ laño Si rallaba la edad a mi deseo ,

I i.i entonces contrario \ enemigo I.i ni \ e raje no Hallaba.


V de mi amor j mi concierto rano \ ed de Fortuna el áspero rodeo
Suiíi este por un gusto fué ^ i • - --
1 1 • Por d ir .-i dr mis eosas gobernaba i

Para traerme la fortuna al pnesto Cierta dama a mi amigo entretenía,


De la última miseí ii en que me ha pnesto. Que Gila sospechaba que era mia ;

• Aquella noche
junto la posada . ;i Y en aquel tiempo que la noche oscura
»

Donde el tesoro mi bien * ivia • I


«

A lns delitos da paso Beguro .

Al tiempo de la seña concertada lie su amor a gozar la hermosura


Kl Bel arciso por me hablar venia i
Tarciso entraba por un mío muro ,

Cuando de su imigo en la celada Idonde algunas yo, en tazón segura,


qu ai mado por si le habla, I
tendí a verle entre el Bilenoio oscuro:
\ co ir descuidado, obró de suerte
i v Ufeo, Has su venganza, las mas dolías
Que ,il in iiiin agí Bsor le dio la muei le Contaba al cielo todas sus estrellas.
iEI desangrado Silvio en lierr o Era un anciano labrador sin gusto
i
.

A I.i sazón cayó (rae yo llegaba Temoso perlina/. canto callado . . v

Al desdichada fin ii i conciei lo, He hombros metido \ de animo robllStO,


\ I.i justici i
al ni .i idor buscaba i
lie espe bullí > pelo ensortijado
('..nuil vieron encubierto, pasar me Cejas y labios gruesos, rostro adusto
V i|n -ni o on me recataba, • i - lie juicio malicioso porfiado
j
Con sospecha de antes concebida
1
1
i
echas sienes y discurso duro
i

En lns livi; s pasoa de un vida ^ en minea perdón» Milano puro.

A la cartel, de allí, i de allí á la muí


» como entre otras noches . . la po
Sin mas culpa j razón, fui condenado; A Tarciso acechase SU enemigo ,

Félix engaño venturosa suerte . >iyo al salir, en ronco acento, uniera •*-

Si el verdugo I" hubiera ejecui ido i.i r.i dor, dijo ; y ciego entró conmigo
i —
M i- oculta verdad diamante fuerte
1 1 . .
s n -i,. p icbar ni conocer o era, >i

Que es encubierto sol entre nublado, Id justísimo Cielo Pie es testigo


i
aando ni mi bien pensé que anochecí ,
Que miles de tener eulpa el peebo alm to
. , i
.

Dio co i
-ü nueva luz principio al dia. Ante mis pies cayo, de un golpe muerto,
i
ii ciso . de piadoso amor movido. Al caer conocí mi desventura
u
I

do
rigor de la sentencia,
al contraria rigor del duro hado
Y el :

\ la cárcel se rué y allí rendido , Salvóme, a vueltas de la OOChe oseura,


Su culpa descubrió por mi inocencia :
Del ciego pueblo contra mi alterado :

;
oh haz iña leal de pecho no Ungido Ni disculpa bastó ni lité segura
Digna de mas que humana reverenc a Al ora/.on de (nía alborotado.
i

Mod lo de amistad no de la tierra, .


Mas de rabiosos eelos desalo ida ,

Donde tan poca fe j lealtad Be onm-: ü i !


Une de \er a su padre sin la vida.
Vi -in culpa quedé y él condenado, . Convino por huir la infame muerte
ii
,
.

> por mi libertad puesto en tormento De dulee vida hacer amarga ausencia :

I.I viejo Mfeo, padre regalado


¡Ingrata (¡da pues por complacerte !

Del dueño de mi honesto pensamiento :


'lodo mi bien dejé aillo lu presencia ;

II libre Mil. .., j mi rigor notado, Si para despedirme y para verle


el honor de mi hija por el viento,
>. Me volviste cruel a dar licencia , . ,

Juntarnos pretendió, y con solo on nudo ;,Por que no me la diste?... Mas si dieras
Atar todas lis lenguas y no pudo. , Pan quedar, señora , si pudieras
que tan adelante mi ventura
•Yo . Pues , siendo ya forzosa mi partida.

Vi cuando el tierno amor no me obligara
, La palabra me diste que bastaba
De Gila la nobleza y la hermosura Para anudar la trabajosa vida,
Por grillo-. > cadenas un- bastara : Que incierta en mi y dudosa se mostraba :

Tuve ya mi bonanza por segura, La triste hora llego a la despedida ,

.Mi buena suerte por notoria


j clara Y que no vuelva, dijo me mandaba,
Mas ni en fortuna sal.- bien mu cuenta, Sin b- llevar el don mas soberano
Ni en el amor bonanza sin tormenta. Que la foi Mina ofrece de su mano.
«Por mi Tarciso a muerte conden lo,
^
aunque grandes regiones be corrido,
V
Vo por mi causa en gloria tan cumpl da Rasti de lo que busco no he hallado
Fuera de ingrata villanía notado Ni quien á mi pregunta dé sentido.
No rescatar su muerte con mi vida : Ni el punto alcance a ver de mi cuidado :

De la eareel, resuello y arrojado Lo que dar no se puede me lia pedido ,

Iimu |uearle quise y pude la salida ;


Porque en buscarlo muera desterrado;
Al iin libre salió por traza mía, une no puede tener otra salida
V yo ile todo el bien que antes tenia. liem.ui. la al pareí ei tan no entendida.
Ufeo desde allí por sosp ¡choso
-
De un d -syraeia en otra y de una eu una
i
, ,

En la muerte me tuvo de su hijo Hasl morir por todas discurriendo


i

V eu Gila
dulce titulo de espo o el Pidiendo sin juicio á la fortuna
En un punto se dijo y se desdijo : Lo que ni ella entiende ni yo entiendo :

Acábeseme en esto el ser dichoso ; Ella no da felicidad alguna,


Sucedió nuevo n mío al regocijo, Y yo felicidad suya pretendo
\ en las alegres bodas, por lo di< \ buscar bien perfecto de su mano,
silencio se uos puso y entredicho. ¿s pedir sangre noble al que es villano.
, . ;;, . ,

200 DON DEItNARDO DE VALItUENA.


•Nuevo camino poi el mundo abierto «De tres años fué el plazo señalado
En nuevas gentes tengo; que he cursado Para en su rastro desvolver (d mundo,
Las escuelas de Atenas j el desierto Y de los dos id uno es ya pasado,
Egipto de hombres sabios habitado, Y' mas de las lies parles del segundo.»
Sin a mi enigma hallar sentido oferto Dijo; y cual si quedara enagenailo
Y a no haber sus oráculos callado, De un grave pasmo y éxtasis profundo.
a la parlera Grecia lucra, á solo Hizo cierto ademan que, aunque fingido,
Consultarle sus tripodes é Apolo. Dejó al de mas dureza enternecido.
»Ya al rostro incierto deste fin sin guia. Su traza y la elocuencia de su cuento,
De misma Fortuna el rigor grave
la De lodos con blandura exagerada,
Sobre el estrecho mar de África un dia Cada cual desvelaba el pensamiento
Al sordo Viento destorció la llave; En la pregunta rústica mlricada :

Cuyo soplo mostró que su porfía iQué bien tiene fortuna de momento?
Haciendo iba la mía mas suave ,
Qué gloria que no sea barnizada?
Pues al cruzar por un mordaz bajio, Qué soberano don Gila entendiese
A un solo salvo, y rompió el navio : Que el vario monstruo de importancia diese?
«Donde de hambre y sed me consumiera « Las riquezas serán, dijo un grosero,
Si con sola la muerte se vengara, Que es el don mas perfecto y deseado;
Y para liarme mil no previniera Que a quien vive en el mundo sin dinero,
De un corsario sin ley la Insta avara ;
El mas supremo bien es bien soñado :

(Jue no asi presto en su voraz galera Al rico el mas mordaz es lisonjero,


De un remo me dio el eómilre la vara, Y el pobre mas dichoso desdichado;
•".liando de mi tasado bien airada ,
Sino, moslradme un rico con disgusto,
Con cien muertes quedó desagraviada. O algún pobre que en serlo halle su guslo.»
«Quizá le enl'ada que ande por el mundo No pasó el catalán por ese engaño;
Los puntos quilatando de sus bienes. Que mil ricos halló sin alegría :

Cual el primer lugar, cuál el segundo Ño se corta el contento de ese paño,


En sus favores goce y sus desdenes, Ni soloel oro los placeres cría :

Pues ni en la tierra ni en el mar profundo Midas nos servirá de desengaño,


Treguas conmigo quiere ni rehenes ,
Que un mundo en rubias masas convertía,
Enviándome, en la suerte mas contenta ,
Y de hambre se acabara si los vanos
Riesgo eu la tierra y en la mar tormenta.
, Tesoros no lavara de las manos.
«Abre sus velas el corsario al viento Cuanto mas que el deseo de riqueza
La playa de menudas olas llena : Al compás que ella crece va creciendo,
Acentos de placer y de contento Y el ver tan inconstante su firmeza
Es cuanto en las cercanas playas suena; El alma va y el guslo carcomiendo :

¡Mas la inconstante, cuyo fundamento, La ayuna amarillez de la pobreza


Fabricado en las ondas, es de arena ,
Se esta cuanto mas lejos mas temiendo;
No tardó en tornar cuenta á esta alegría Que al fin son bienes muertos, y no hay duda
Mas que en venir la noche y irse el dia. Que los gobierne uu monstruo que se muda.
«Vimos del so) la lámpara encendida Ricardo dijo: « En bienes de fortuna
En el agua salada amortiguarse, En loda estimación el mas cumplido,
Y la noche, también de agua nacida ,
Que acompañando sale de la cuna
Entre negros celajes levantarse : Un hombre hasta las ondas del olvido,
La mar, alborotada y desabrida ,
Sin que le borre adversidad alguna,
Con huecos tumbos de olas encresparse ,
Es sangre ilustre y parlo bien nacido,
Viniendo siempre de Eolo en aumento Don, aunque de fortuna, tan cuadrado,
El frió soplo y destemplado alíenlo. Que quitar no le puede una vez dado.»
»A1 fin, cuando apuntaba en el oriente Alguno dio con la opinión presente
El nuevo dia de color de grana , La duda por resuelta y acabada ;
Sembrada en el salado mar la gente, Mas, visto el caso con madura frente,
El solla vio de su primer ventana ;
Felicidad salió poco fundada :

Y de una roca el bergantín pendiente, Mil reyes al nacer vio el sol de oriente,
La blanca costa con la espuma cana Que al ponerse vio en muerte desastrada;
Amenazando esta , y allí fortuna Y otros volar al cuerno de la luna ,

Sus victorias contando de una en una. De oscuros paños y de humilde cuna.


«De la cercana playa en el arena, Silverio altivo, en ambición fundado,
Cual de antigua ballena vomitados «El don, dijo, que Gila te ha pedido.
Entre temor, entre alegría y pena Del sacro imperio es el mandar hinchado ,

Algunos nos hallamos arrojados ; Del ánimo mortal tan pretendido :

Y la ribera de despojos llena, Si violar el derecho está vedado,


Volvimos á robar bienes robados. Por causa de imperar se ha permitido :

Que á los pobres y ricos de contento No hay carga tan pesada y mal tan grave,
El estado trocó al trocarse el viento. Que no se vuelva con mandar suave.
«El corsario murió, y los mas preciados »Y' bien que en estos reinos de fortuna
De su aleve inconstante compañía, No se puede alcanzar bien sin mudanza,
Y de la chusma cual y cual, llevados No hay en todo el creciente de la luna
Del gusto, fueron tras su incierta guia : En punto, ó dure ó no, de mas privanza :

Conmigo solos dos pechos honrados, Si a laenigma desdice en cosa alguna,


Que á un remo una cadena nos cenia, Es no caber tal don en tu esperanza
Se avinieron y este alto dromedario
;
Ni en Gila si ya no es que desa suerte
,

De lo mejor cargamos del corsario. De si te echase para nunca verte.»


«Y aquellos seis aleves salteadores Garfio respondió: « Cuanto se encierra
Hoy á mis compañeros dieron muerte ;
Del dulce mando en el pesado oficio,
Y estos son que he contado, los favores
,
Es en traje de paz sabrosa guerra,
Mas ricos y granados de mi suerte : Y con voz de virtud honrado vicio;
Visto habéis de mi mal los borradores Que a los que hace dioses de la tierra
Y ed si alguno en vosotros hay que aciei I'' Su quietud les ofrece en sacrificio,
Para mi bien el don mas soberano
, Y no es mas la grandeza del imperio
Que la fortuna ofrece de su mano. Que honrosa sujeción y cautiverio.
. , ,,. ,
., i . , ;

EL UEIINAliDO. 1.11:110 VI. .111

»Y lo que dicos, que en mi corlo peí ho


íi
v,
aunque buscar sin «i Mis contento,
Pensamiento do «abe y don tan grave Buscar en elegí :he el -ni teria,
Quiero que sepas qne en lo maa estrecho Suele tener tan u o túndame uto
II.

Bate ancho mundo y otro m lo e ibe (.11 le tiene la


il c.iu-a qne le 801 la '.

Y i i esta ambición de maa provecho


v,
bien que al ir-.- hereda el sentimiento
el ,

De l" 'i'"' '•' fortuna ordena ¡


Bi no haber vi-io el rostro i la alegría
Pues con trocar 6 destrocar la mano M 1- que pai martirio i la memoi la
1

Cabe mal que eac en el valor humano. Quedándole del loen -oía la historia.
De la aguda res| il en i" arrogaote ¡ Pues aunque e-Ir rniilul me a -II be, huí
. i
,

Mostró el labio español animo altivo; m I orno loi dental de poco Baleólo,
, 1
,

i.iiir un ii.iy en •o iijcioii pecho importanto Por aquel breve tiempo que no- 'lili
Que un pensamiento igual do tenga vivo ¡
En nada halla eslorbo nue-im intento i

II maa humilde en sangre .il maa dialante Todo con -o presencia lo asegura;
De id bomildad tal vei en rostro esquivo Enfrena el mar j desenfrena el viento,
Desprecia, j pesar del parlo Inmundo,
.1 Y de tanta deidad es -n cadena ,

iiijn se hace del sol, que es lio segundo. Que a veces li fortuna lui-ina entren i

Desla manera en pl itieal labrosoa • tiempo y a mudan/a


Cuanto sujeto a
Dulces porfías levantan j cuestiones! Se ve en el claro e-pejo de la luna ,

Los unos de ODaí y otros de otras cosas , Cuanto cabe en de-cu- \ esperanza ,

Sus discursos mudando j mi ratones, Esta e- en dispensarlo sola una :

Hasta poner lai penaa amorosas, Es la medida el peso y la balanza ,

Fortuna entre la cuenta de tu- 'Iones,


.
V, fuente de los biene- de fortuna ,

Cómo si i amor ier ciego do bastara, Y aun melé suba tanto bu creciente,
Sin que an ciego furor le gobernara. Que es la fortuna arroyo de su fuente.
Quien a tal opinión dio fundamento El -11 nombre Ventura v su ejercíl ¡0
>
,

Ñu ea posible que fuese euamorado, Colmar de bienes al desCO huí 10 ,

11 -1 lo fué, lo lio' de cumplimiento. Levantarnos las cosas de su quicio


Por ai^un caso de interés ¡oreado II i-ta darle- renombre soberano :

Puei el Iruto de nn clara entendimiento, llorar con nombre de virtud el vicio;


v.
la elección de uw gusto regalado,
v,
en solo andar colgado de -u mano,
Hizo Me 1.1 fortuna don escaso, No darás trope/on ni desatino
Que nn da bien ni mal il do ea acaso. Que 00 te haga adelantar camino.
Orlando , va después que en lardos cursos >La sangre, las riquezas , el imperio
Sobre el don altercaron ¡le Garito Y todos los domas bienes colmados
Conformándose que eran loa recursos Son infamia, pobreza y vituperio.
De -11 Maje buscar la fuente al Nilo , Si no vienen con esta acompañados :

Cuando sallan va i nuevos discursos, Libertad sin ventura es cautiverio ;


El al presente asi le anudo el hilo : Los cautivos con ella libertados,
« Toilos lian difluí, dijo , y yo podría. \ ea tal, que pudo j puede entre mortales
Si entre tanta opinión cabe la mia. Sacar males de bien y bien de niales. ,

>Y tú, villano, si á los varios casos «Sola esta, en el discurso de tu historia,
Que en sumario discurso has referido Si bien lo consideras, te ha fallado ¡

I de tu vida a los mudables pasos Esta en iulienio convirtió tu gloria,


Con atención hubieras advertido Y de una muerte en otra te ha arrojado :
Has claro loa favores mas escasos Esta pues busca y halla, y de la escoria
A los enigmas dieran el sentido, Te volverá el crisol oro acendrado,
Y el oráculo allí vieras mas (¡crio Y' sin mover el pié ni alzar la mano,
Entre tus mismas cu-as descubierto. Harás jornada y llegarás temprano.
»Y si la fama que á tu Gila lias dado Al lin del bien liiimnno es los extremos,
Pintando su beldad no es Ingeniosa , . Y aunque cu esto no hav duda, todavía
Bn el don que ha pedido se ha mostrado Contar quiero una historia, en que veremos
Nq menos avisada que hermosa : Con su extraña verdad clara la mia :

Buscar lo que te huta te ha mandado; Todas las cosas cpi el mundo venios,
Mira tu si te dta alguna cosa
t Cuanta- se visten de la luz del día...»
Y esa misma le lleva que sin falta : Asi orlando empezó; mas yo a Bernardo
Ninguno busca lo que no le Lilla. Mi pluma guio, y tuerzo el vuelo tardo
»A burlar de tu enigma delicada Que ya le veo en el galeón persiano,
mi respui -'a dirigida. Vencido el liey, y Angélica robada ,

iQué voluntad habrá tan ajustada Triste, aunque Victorioso; que es villano
Que no le falte sobre la medidnl 11 Quien del ajeno nial no siente nada :

Qué suerte tan perfecta J acallada Curo al Bey las heridas de sil mano;
Saldrá sin un azar en esta i ida . Apaciguó la gente alborotada,
Donde, cuando mas rico e-te- de bienes, No siendo menos blando que robn-lo
Hallarás que te faltan mas que tienes 1 El que antes fué verdugo de su ¡/justo.
•Pues todo su bien por este modo
si Y no sabiendo para cuál derrota
La fortuna lo da al nía- bien librado, Las velas amurar al tardo Viento
A quien le tiene va dado del codo, Que en crespas olas con tibieza brota
¿Con qué podra dejarlo reí liado? Del cristal y húmedo elemento ,

Si mi decimos que en faltarle lodo De-de la gavia al sur no muy remota ,

Le sobre todo el bien a un desdichado, l'n.i i-la vieron de agradable asiento,


Y' en no tener felicidad alguna Que llena de-de lejos se ligura
Tenga ganado el juego á la fortuna. Ce agradables florestas y frescura.
«Mas si se lia de entender de alguna suerte, Parece alegre sitio acomodado
Y tu demuela
tiene algún seulido. A curar per-a sus heridas,
al re)
Ya que en vida falaz sujeta a muerte. Y que pueblo destrozado
el ven. ido
Ni entre bienes de tierra hav bien cumplida, Las luer/a- cobre entre el temor perdidas;
El mas rico, ma- dulce y de mas suerte, Y ver -i halla también puerto poblado
De todo mortal gusto apetecido, Donde de aquellas playas no sabidas.
,

Es el que falta en ti y a veces falla . I-leño natural o gente extraña


Al que en fortuna echo raya mas alta. Navio le Hete en que volverse á España.
; ,, : , ,

-2l>2 DON BERNARDO DE VALRUENA.


La errado proa práctico pilólo
el «Es de mi vida larga la tragedia,
Al punto a mis cercanas placas vuelve, Y que amarga aun el contar la historia;
tal ,

Y de común consentimiento y voto Que mientras un dolor no se remedia .

1.a blanca cosía en que surgir desvuelve : Siempre es pesada y triste su memoria :

Salta la chusma, crece el alboroto, \ amos a ver tu herido que en la media ;

Suena el ruido, y el clamor revuelve, Ladera deste monte si en mi gloria ,

Quebrado en ecos por las altas rocas Mi seso no quedó también deshecho,
Que azotan los delfines y las focas. l na yerba he notado de provecho

Salió á reconocer (¡lauro la tierra , » Y aun según de tus armas las señales,
,

Gran piloto y cosmógrafo persiano, No a ti te dañara el precioso pisto :

A quien Planeo obligó á seguir la guerra , Remediará siquiera ajenos males


Por haber muerto á Periarcon, su hermano : Quien ya los suyos sin remedio ha visto. »
Este subió a la cumbre (le una sierra , Dijo; y Bernardo con palabras reales
De adonde descubrió un llorido llano, Las gracias rinde; y él en paso listo
Y en la mar, en la punta de un liajio, A toda diligencia va y revuelve ,

Destrozos de una barca y de un navio. Mil yerbas , y una entre ellas coge , y vuelve.
A la orilla de un rio entre las flores,, Llegaron á la playa y en su lecho ,

Sobre un pequeño monte vio enredada . Al rey de Persia bailaron desangrado;


l'na humilde ehozuela de pastores. Que en la mudanza y ejercicio hecho
Antigua, al parecer, y despoblada; Se habían las rojas llagas reventado :

Desiertos los demás alrededores, Mostró el médico allí su hidalgo pecho,


Y al esconce del cerro una ensenada Y de la yerba el bálsamo preciado,
Playa figura y abrigado puerto , Mitigando el dolor de las heridas,
Entre una selva y un peñasco abierto. Que las dejó, á dos curas, guarecidas.
De la áncora mordaz el corvo diente A los demás heridos, de su mano
Firme agarró por el arena blanda : Curó en término hidalgo y modo afable,
Sallo Bernardo en tierra, y diligente No obstante que traia el rey persiano
Al liey llevar mandó de la otra banda; Consigo á Eleno , médico notable,
Y un rico pabellón resplandeciente De manos cruel y corazón villano,,

Por el mucho oro y perlas, plantar manda Y demás de ser áspero y mudable ,

Sobre arrimos de plata y argollones Mas erres tuvo al grado y mas errores
En que repose y curen sus pasiones.
,
Que Roma y sus primeros fundadores.
Y en tanto que se planta y adereza Pero el favor que donde quiera manda
,

Con corvo arco pasó tras un venado Mandó que sabio y acertado sea ;

Del bosque inculto la áspera maleza, Que la salud si el mal se le desmanda


, ,

A la vecina cumbre de un collado , Dios la da sin que el médico lo vea :

Donde una humilde choza alzar cabeza Ni (d fuego aprieta ni el aceite ablanda
Vio alegre, y aunque sola, halló á un lado Si él no da la virtud ni nadie crea ;

Unas armas y escudo, y recien hecho Une la purga le mate ó le dé vida


De yerba y llores un pintado lecho. Si no es la eterna ordenación cumplida.
Púsose á atalayar desde la puerta Esto es del vulgo y del que hizo á Eleno,
,

A en lado y otro, cuando junto al rio Por favor, protomédico persiano;


Un hombre vio venir por la encubierta Que nadie ignora que contra el veneno
Que al sol hacia el paramo sombrío . La triaca halló el saber humano
Flaco, mustio, sin tez, la color muerta , Y una yerba el isleño entre aquel heno,
Aunque gallardo en el semblante y brío ; Con cuyo jugo y su prudente mano ,
Que hacia Bernardo, en viéndolo, se vico, Por naturales términos regidos,
Y el á encontrarlo le salió al camino. Al Rey sanó y á los demás heridos.
Saludáronse afable y cortesniente, Agradó tanto al valeroso godo
Y' humilde el español, pidió al isleño, Del esculapio nuevo la cordura ,

Si lo sabe, le diga de la gente lil trato afable, el cortesano modo


De aquella isla florida, y de su dueño : De sales lleno y grave compostura,
Si es desierta ó poblada; si al presente Que deseoso de saber del todo
,

Sabe en lugar, grande ó pequeño.


ella De su vida el suceso y la ventura
Donde curar un caballero herido, Que en dolor vivo y esperanza muerta
Que allí Fortuna le arrojó perdido. Le echó en parte tan áspera y desierta ,

«Señor, dijo el isleño, esta ancha tierra Un dia, al delgado viento de la playa
Toda es de suelo y clima desdichada : Sobre una roca en que la mar batia,
Un mar profundo y áspero la encierra , Y al resurtir en una corva raya ,

Desierta en lo demás y despoblada La blanca espuma aljófares bullía ,

algo habita aquí en discordia y guerra,


Y' si Sirviendo á sus cristales de atalaya ,
Es á mi parecer, gente encantada
. Y haciendo dellos mas alegre el día .

Que en fantasmas y bultos inhumanos Puestos los dos entre el peñasco lijo.
üe noche cruza por los aires vanos. Asi al isleño el español le dijo :

Poco há que la fortuna desdeñosa


» iiLas muchas partes que el valor descubre
Su arena hizo estampas de mi huella , En noblezas de tu heroico pecho,
las
Con un viento y borrasca peligrosa Y la que en él cubre
sabia prudencia
Que armó en el aire mi contraria estrella, El dolor fiero en que le traes deshecho,
Quedando yo en su playa pedregosa Cuanto con tu recato mas se encubre,
Vivo para morir despacio en ella
, ; Tantas mayores cosas del sospecho,
Que á quien, como ahora á mi, se muestra brava, Y' hallo en sus señales y costumbres

Por no acabar sus males no le acaba. De un hidalgo español claras vislumbres.


»Otro mancebo se salió conmigo; «Sácame desta duda, y pueda ahora
Los demás sorbió el mar por sus riberas, Contigo algo el amor que en mi has hallado ;

Y este sin culpa mas que ser mi amigo,


, Dime de la fortuna burladora
Ya por los montes es manjar de fieras; Las varías vueltas con que aqui te ha echado :

Que solo basto yo para testigo Cuéntame , en fin , tu vida y su mejora,


De su inconstancia y los que mas de veras
,
Si alguna en esperanza te íia quedado,
En su rueda midieron altibajos, Y cree, si aquesto mucho te parece.
Ni se vieron tau altos ni tan bajos. Que ya lo que te eslimo lo merece.
. , . . ., , . , ; .

el bernardo, i.irro vi. ¡os

»Y mas juro , en fe do caballero


te , •Fué destas embajadas mia la una
Que jamn |iur mi culpa le arrepientas Al toledi reí al oe Gran i

De haberme hecho este ^n ^i •> con que quiero .


Y ocasionada defl a mi rortuna
Que tolo el tuv.. cu mis intentos sienta ;
1. suya comenzó con mi jornada
1 :

Y si en los tuyos, puede un verdadero Llegué a oledo i mi creciente luna,


l .

Amigo aprovecharte me consienta , Allí de dicha j de favor colmada .

Qi cupe yo el hjg ir del que te t .< 1 1 :• A menguar comenzó por el camino


Pues no lu hay en mi anuir ni en le ni alta. » I Que luego alce al reino granadino.
Dijo; ynoble isleño entre m> poca
el Supe que Rcj en una alegre cazail

Contusión se bailó corta y atado . Robó su Dolarice nn |ayan ñero


Oyendo al caballera de la Roe i Y que a una fuerte inexpugnable plaza
Que asi el bravo español era llamado. La llevaba con solo nn escudera i

Es Iberia obedecer por h) que loca Jo '-•ue el poner en socorrerla traza


Dar gusto al que es de lodoa adorado; Precisa obligación de caballeí o .

Mas halla sus discursos tan extraños, >. al Rey y al reino mas propicio
hacer
Que no los tari en nn siglo de anos. i Con nueva oca ion de tal servicio.
la

Admirase también que en su pregunta ¡é mi gente, v Iras la


1 1
1 usía empp 1 j

Le llamase español por alabanza ;


Por la espesura entré de una montana
Que en tan tierno sugeto se baile |uni i
Perdime por tomar una atnri lesa
('.mi (.ni grande braveza tal templanza . : Con la ignorancia de la tierra extraña ;

Al Un aunque ni entiende ni barrunta


. Y de un. sclia en olra y desla en esa
i
, .

Que s,M quien oa conoce en su crianza . < rasando a tiento el monte j la campaña.
Que es digno de que en lodo le obedezca Sin camino, mu senda ni sin guia
y,
'i
lo mismo que le ofrece
¡1 ofrezca. , A Malaga llegué perdido un día ;

y B le respondió * Pues que no puedo


.1 : • Donde de una [.'alera de corsarios
,

A tan nueva merced dar recompensa, Que echo a la costa un áspero levante ,

Ni i las obligaciones en q ruedo y del iiiiiir del tiempo j sus contrarios


P igai sin le hacer notoria ofensa , No quedó del los vi\ o hombre Importante,
Con referirte el espantoso enredo Entre otras presas v despojos vanos
^ aquellj nube de peligros densa Que di" v quitó la mar, como inconstante,
Que aquí me despeño en eterno luto, Elle una cautiva hermosa a maravilla .

Te ii.dii a pagado mi alma su tributo. Que cual perla oriental salló i la orilla.
España mi patria ¡ en Bspafia
i
, y sin ser su riqueza conocida

El reino de León j allí Ablados , . De la codicia bárbara Insaciable,


l n castillo en que al pié de nna montana En almoneda publica trailla ,

El rev Fr»ila nos dejó heredados , Se puso en precie el Buyo inestimable :

De condes de Saldaba,
los Ínclitos \ en pujas j pregones distraída
De i tengo dos eoslados;
|Uidlos cuatro La beldad se vendió mas agradable
LOS "Iros por un padre don lia miro. , Que en cuanto alumbra el sol y el mar encierra
Son de la sangr* real de Gundemiro. El Cielo puso a vistas de la tierra.
mi nombre Cundéniaro, y yo lodo honesta J bellísima doncella,
I ii i

De la nobleza montañés nacido, De luces llena y vanos resplandores,


Criado en el palacio del lev [.'mío , Rodeada al cuerpo un almalafa bella
Y de su curie y del favorecido . De un rico zarzahán de mil colores ¡

Hasta que el tiempo por exlraño modo, Su ara un cielo de beldad y en ella
i
,

De mi enemiga estrella eonipelido, Mas gracias que hay en el Verano llores;


Mudo el corso leül J va impedida . El cabello que al chano excedía
Su corriente, troco la de mi vida. Mas blanco el cuello oe marfil Volvía.
• Ya por tris veces la inconstante lumbre ti nos rascados ojos que en mi alma .

Que desde el primer cielo el mar revuelve ,


Hns venían is rascaron a su gloria .

Sus mudanzas siguiendo j su costumbre, Con dos arcos de amor al triunfo y palma
1 plata el oro de sus caernos i aelve
ii
¡
Con «pie le dio i ;: la mino la v ielor a :

Y otras tantas, faetón de su \isluudire ,


Su bella frente aquesta playa encalma
Le bañó el hueco rosno que desvuelve El viento que la bulle mi me ia ,

De las tinieblas los ocultos casos, Y los labios y dientes de su boca


Y en los hunos de amor medrosos pasos : El coral y las perlas desta roca.
'Después que ausente i la asturiana corte . .
• Al cuello humilde una cadena Unja,
Al curso vuv de un culinario sino, Los vergonzosos ojos en el suelo .

Ciego en la tierra y en la mar sin norte, . Las dos mejillas que con perlas moja, .

Y aquí y allí sin rundió ni cambio : De la color del rosicler del cielo :

Enera de estilo, y di' hallarle corte De dolor traspasada y de congoja,


De mi vida al confuso desatino. Y JO de compasión y de recelo.
De una desgracia en otra, j de una en una Lo que allí ol.ro en mi alma su fatiga
Exprimen!. nido a/ares de Im [una. 1.a piedad dejo ijue por mi lo diga.
• Por la ambición francesa el rey de Asturias, •En pregones todo esto se Vendí i

Que es mi rey, csia en grave estrecho puesto, Al tiempo que llegaba y> a la feria
Contra cuyas montañas las tres furias Y el c razón, que sin temor venia
Han conmovida de la tierra el resto; A dar conmigo en la ultima miseria :

Y a ñu también del tiempo las injurias Quede ciego en la luz (|ue niñería \ ia
Traído me han á este escondido puesto Juntóse a mi dolor nueva materia
Por la misma ocasión; que un des lidiado Con verme pobre que en cualquiera paso
¡

Hasta el ajeno mal halla á su lado. Hace , ser rico un hombre , mucho al caso.
•Despachó embajadores el rey Casto •Via venderse todo mi tesoro.
A los circunvecinos reyes moros Yo sin cmiiial ni crédito en la pla/a ,

Por favor de dineros i|ue al (irán gasto : Y que el dinero de un plebeyo moro
De la guerra son cortos sus tesoros : A eterna servidumbre le aineua/a :

¿Mas para qué sin fruto el tiempo gasto Vendí mis .anuas y unas piezas de oro.
En cuentos largos de rodeos sonoros, Que hicieron de mi amor alarde y plaza,
Si al ancho curso de la pena mia "I los mil ii ipiles por esla V ia .
,

Cualquiera tiempo es corto y breve el dia ,


? Di libertad á quien quito la mia.
;, — ,, ; ,; , , ; ; ,, —
, ,
; ,

¿01 DON UEHNAIÍDO DE VALIíUENA.


•—Bella cautiva, me llegué y le dijo Saltaron dentro algunos, y admirados
a
Noble prisión de lloarados corazones, De espantosa mortandad sangrienta ,
la
Si á quien nació para prender le aflige Ya en su primer temor asegurados,
Verse sujeta á barbaras prisiones, De solos mis despojos hacen cuenta;
Y ese gallardo coraion que rige Cuando el viento mas grueso en mas hinchados
Del gusto el reino y del amor los dones, Tumbos la mar parió ciega tormenta,
lisia en su libertad, yo sin ninguna; Dividiendo el rigor del turbio charco
Que asi trueca sus suertes la fortuna. Los presos bordos de uno y otro barco.
•Si mi pobreza di por tu tesoro. » El mío aquella noche y otro dia
También por tu rescate un reino diera : Con el viento y la mar fué porfiando,
Sido me queda esta cadena de oro La costa huyendo que de lejos via
Tara enlazar tan bella prisionera. De espuma y arrecifes blanqueando;
Asi dije ; y quitando la del moro Pero ya al tiempo que la luz salia
Puse la mia, y ella por de fuera Entre pardos celajes, trastornando
El bello rostro del color mas lino Árbol velas y entenas díó el navio
, ,

Que abre en la rosa el aire matutino. Deste muelle en la punta de un bajío.


«Fuese tras mi, después de asegurada » De seis que dentro echó el furor en vano,
Que solo con lo hecho pretendía Los tres huyeron del perdido leño;
Ponerla en noble libertad honrada, Los otros degolló el vulgo liviano
Salva de toda fuerza y demasía Que por esclava á tí me dio en empeño ;
Y de mi trato y término obligada. Y aunque al principio el trato fué villano,
Que es lo que amor hidalgo engendra y cria ,
En darme, hicieron , tan honrado dueño,
Y satisfecha ya por mil maneras Que adore de fortuna el desatino.
Que no trataba engaños, sino veras Pues no tuvo tal bien otro camino.
•Después de haber con nuevo juramento «Ahora querría, señor, sí á tí te agrada,
En mí su honestidad asegurado, Que antes que aquí de nadie sea sentida
Y' al recato y las trazas de su intento O por mar o por tierra disfrazada
El secretoy prudencia encomendado A mi patria me vuelvas conocida;
— Sabe, leonés,
:

me dijo, estime atento, Que yo te doy palabra, en fe de honrada,


Que a mas que esto quien eres me ha obligado :
Que aunque me vea reina obedecida,
Yo soy, para morir en tu obediencia, En menos tenga el cetro y mas le huya
La triste Arlaja, infanta de Valencia, Que el titulo y blasón de esclava tuya.
De Zulema sobrina, hija de Abdalla,
i) «Asi mi bella valenciana dijo
Cuyo es el reino cordobés de hecho, Y yo, de nuevo puesto en mil cuidados,
Que el soberbio Abatan usurpa y halla De alegre sobresalto y regocijo
Que viene á su ambición corto y estrecho : En verlos, sin pensar, bien empleados
Mató á mi tio en una cruel batalla Hacer el viaje por la mar elijo ,

Y .i mi padre quitó todo el derecho, Y en un lijero bergantín fletados


Y hoy, apretado del poder tirano, A cuenta y riesgo de un anciano moro
Solo gobierna el pueblo valenciano. Y' cien cequíes de una cadena de oro.
i) Deste soy hija , y de Algaycel hermana »A1 tiempo que en las puertas del oriente,
Un valiente y gallardo sarracino, De azucenas y rosas coronada
Del cetro y la corona valenciana La aurora rompe el velo transparente
Y' el reino cordobés sucesor diño ;
Que la luz de oro en si tiene guardada ,
En cuya compañía una mañana, El barco á vela y remo diligente
,

Saliendo á caza al bosque mas vecino La punta dobla de trofeos sembrada


Del castellano Júcar en la boca, Que á la torre de Vélez hurta el viento,
Con que al sucrense golfo besa y toca, Y á ella la mar su carcomido asiento.
«Fuese toda la gente repartida »Y con el fresco soplo de un lebeche
Tras varias cazas por e! bosque espeso Que embistió en popa la latina vela,
Y yo tras una cierva entretenida La corva playa de la mar en leche
Que levantó el ladrido de un sabueso : Lijero pasa, y engolfado vuela ;
Gran rato anduve, sin sentir, perdida, Y sin que el viento el lleno lienzo estreche
Cuando la suerte de mi hado avieso A Almuñécar descubre, cruza y cuela
A la playa del mar me sacó sola Por su abrigado puerto puesto enfrente,
Cual perdido bajel entre ola y ola. Seguro de los vientos del poniente.
» Fui á dar, sin ver por dónde, en la celada »A Salobreña y á Motril dejamos
De una enemiga fusta de cristianos Hirviendo su arenal en blanca espuma,
Que, de unas cañas dulces amparada, Y tras el sol y el dia nos entramos
Cruzaba del rio Júcar los pantanos ; Por Castílferiro, y antes que consuma
Donde, de su violencia arrebatada Su soplo el aire, al alba despertamos
Con el suceso y con la presa ufanos, Encima las Roquetas, y allí en suma
Temerosos quizá del enemigo , Dimos á nuestro curso cristalino
Libres se hicieron mar conmigo.
á la Tres veces treinta millas de camino.
»Yo por asegurar que su violencia
, «Echóse el aire al levantarse el dia,
Jugo rn agravio de mi honor no trate, Por mostrarnos despacio la frescura
Quién era dije á todos en presencia, De los bellos jardines de Almería
Prometiendo á cada uno gran rescate : Y de sus palmas la rayada altura
Miráronme con nueva reverencia, De Nicia la preciosa pedrería.
^ dando en ello trazas, un debate Que, como el cielo con la noche oscura,
Asi se ocasionó entre dos villano';. Por su playa y collados centellea,
Que de lenguas vinieron á las manos. Y al sol convida que en su luz se vea.
«Fué creciendo el enojo de manera, •Calmó ya aquí de todo punto el viento
Sobre quién mi persona guardaría. Entre el Algaida y sus lloridos ramos
Que espada no quedó ni vida entera ^ por gozar del agradable asiento,
De cuantas antes el saetín traía : Una caleta de la mar buscamos :
Vino la noche tenebrosa y fiera, acabó aqui su curso mi contento
Creció la mar y i-I viento", y cuando abría ¥ el ^ iaje que conformes comenzamos
l.aluna mi ventana en el oriente Aquí perdí mi bien, de aqui mi hado
Dio otro barco cu el uuestro de repente. La tragedia empezó que aun no ha acabado.
, ,. .; ,.. . ; 1 , ,; ; , ., ; . ,

KL BERNARDO, LIBRO VI.

Hambros, un Befo bárbaro arrógame Y que un ríe» convento que icnia


Qne degolló i Toledo m Doblen, l.a iglesia del Kriu mártir vm Vicente,
S ni favor de Abatan puso i'ii levante liarles el iniir» bine pretendía
La tierra en riesgo, el reino en estrechen, \ meter dentro en li ciudad sn gente i

Desde l:i fortaleza de Alicante lll/n reseña allí v .muquí' la v i.i .

Con hutas espantaba y bi non numera Inferior, no en ter valii ote,


i ii

Kl mar de España, v la desdiebt mía NI humilló el ni peí dló el de< oro i

Sorlo en Algaida le bailó aquel día, Que '- hidalgo y de Córdoba aunque moro. .

•Fué I dar nuestro bajel en la encnbiei 1 Pelearan con crueldad ambos orearlos i

Donde entre llores retirado esl iba sin sentirse al principio mejot la ;

\ allí apenas sn armada descubierta Que en trances ile armas y tUCeSOS Vanos
Huyendo el barco oomo entro lomaba; Neutral fortuna su timón regla
Mas mi taita i.in vi\.i ni despierta Hasta que ya en favor de sos conli
Vlrora altiva ni serpiente brava a Hambros fué descreciendo con el di >

Tras el ^;;i/;ii>< que en bu verbas tiente


> , Siendo aquel el postrero de sn gloria,
lUiiiiii nuestra si' arrojó mi gente.
.1 i.i Y ib- Valencia el triunfo y la i Ictoi la,
Cercaron el batel tóenos roñoso •Murió como valiente el africano,
Hacer para mas daño resistencia; Y bis suyos con Ól sin quedar un» .

Has contra un enemigo poderoso \" preso, v tal me vi que por un ui.iii» ,

El escudo mejor es de paciencia : Quise dar iin a mal tan Importuno :

>n sin armas, el trance peligroso i Venia con d corsario valenciano


i. pensar defendernos imprudencia
i : Kl principe de Kez, con quien ninguno
Al iin quedó nuestro poder rendido En gallardo, discreto y animoso,
Presa de nuevo Aruda, y jo herido. Si competir iie^<>, ti»' v letorioso.
,t

tejóla el corsario, v como amigo íEste n» se por nal ri^or de estrella.


.
i

N vasallo, en carii i.i cortesana Un la batalla se encontró conmigo


Bumilde j grave la llevó consigo > Iible, en lugar de feueeella.
A un bello y rirn estrado de mu y grana De contrario cruel se volvió amigo ¡

Que -i era bija de Abdalla, tn enemigo, Dióme fortuna tn ttad j en ella i


.

También de tn rej era prima bermana; Poi un breve favor largo castigo
\ que l'is rejos siga» mi-, rencores,
: Que nunca sabe iiar a un desdichado
Siempre smi lus demás sus Inferiores. II bien cabal ni el mal sin ir doblado.
•Admiróse de veris en tal estado «Asi de Abenragel la amistad vino
Supii suceso, y lucu» determina
el A ser llueva ocasión de desventura
Ku lijero batel de or» entoldado Y tanto ilio en quererme el sarracino,

Enviarla en pompa I mi grandeza dina : Que ya era mas que voluntad locura , , :

Yo sin provecho herido en un costado Ku tiesta en burla, en veras, ileeonlino,


,

Privad» del vivir por medicina, A cualquier hora, tiempo y coyuntura


Quede con el cursario, el ¡justo en calma, Había de estar comulgo; y si no estaba ,

Y por sanar el cuerpo muerta el alma. En n ida gusto ni contentó hallaba.


Nn i|iiiso Hamhroz p»r causa de la herida , Ya Berberua sn victoriosa armada,
i.i
m compañía de la Infanta fuese, Al dulce son de la sonora trompa
Como si mera remediar la vida Con que la lama suena sobornada.
Hacer que ausente de mi bien muriese : Su nombre invicto en grave aplauso y pompa
Dióle su fe que. en siendo guarecida , Por la mar, de sus golpes asombrada ,

La llaga y .|iie en mejor salud me viese, Manila que el espolón .sangriento rompa
I'.iiii y real miinilicencia
apara!» l.a vuelta de Valencia, donde Vea
A su servicio me enviara I Valencia. Ku su triunfo el estruendo que desea.
•Con esto me quedó, y la bella Arlaja •Cobré la vida ruando supe cierto
Pasó antes de embarcarse por mi lecho, III Iin de la batalla y la derrota,
Donde con liemos ojos y vea baja \ que iba ya en el tira» a lomar puerto
Id os, iiij» . tesor» de mi pecho; Al son ile mil clarines nuestra Ilota :

Mira |mr tu salml y aquí le ataja ;


— I. legamos
de lejos descubierto
; y
l.a lengua un nudo de congojas hecho ; II real palacio, mi alma se alborota
Y el Corsario también, que i verme vino, Con un muerto placer, tibia alegría,
> embarcar i la Infanta de camino,
.1 Que sus nuevas desdichas le advci lia.
Fuese v q
• le con la esperanza á SOlaS,
. • Y aunque sin gusto el corazón, y en duda
Luchando entre temores y sospechas. Por el frió recelo que en él mora.
Engolfada en memorias, cuyas olas \-i en lenguaje inuei to \ habla muda
Bn un ausente ton tristes einleclias : Sus torres salva y su muralla adora :

Holgad» el gust» y la salud de sidas — ;0h alcázar bello , ciclo en quien se muda
T..is iliis palabras ultimas deshechas . El vario curso de mi bien cada hora
Un bálsamo de am»r. que la herida Centro al deseo blanco de sus tiros, ,

San» al Cuerpo y al alma di» la Vida. . I si, ra donde vuelan mis suspiros!

• De Algaida biso el moro por la costa »; En ti está la belleza en quien mis ojos
\ldescuido importantes correrlas, Sus gustos empeñaron y alegría .

Hasta que al puerto y su canal angosta Y el triunfo donde amor por sus despojos
De Candemo, que robó 'sus ¿Jas La libertad colgó del alma mía !

Sus desdichas llegaron p»r la posta ¡lucos palacios, Iin de mis enojos.
i dar triste reñíate en sus porfías
a Sálveos el cielo, v con la luz del dia
l.a armada. Berberua otro cursario . En feliz vuelo vuestros léenos de oro
Que en Córdoba es de Hamhroz bando contrario, I)e gloria bañe, ionio a mi de lloro!
s guia la p irte 1 opinión de Abdalla
i
•Asi de veloz tiempo el curso humano
En aquella reñida diferencia : i on agradables \ aellas solicite
Encontró la ocasión vendo a buscada, A vuestras llores inmortal verano.
Y puso en no perdella diligencia ¡ Que á no morir jamas las resucite;
No venía el Bero Hamhroz a dar batalla. Y desla playa el cristalino llano
Sino solo á meter gente en Valen, i.i ¡
tilín ricas perlas v cora] i ¡site
Que los cristianos se decía por ¡erlo i
Vuestros umbrales d o, y á pié enjuto
Que con su armada estaban de conciei t» De lo mejor del inundo os de tributo.
, —— , , , !

cor. DON riEliNArtDO DE VALDUENA.


•Quemis gustos prestéis dulce acogida,
á •Al ronco y triste son de unas cadenas
Y a un extranjero lid noble hospedaje; Que del ataúd colgaban enlutado.
(.Inc. siendo tesoreros de mi vida , Entre las verdes luces, donde apenas
Grave traición sera liacernie ultraje; Humo sus esperanzas se han tornado,
Y >S3 hermosa cautiva
.1 i a quien rendida , Dos carrozas salieron, ambas llenas
Mi alma esta en humilde vasallaje. De bellísimas moras, que en trabado
Le deis nuevas de un. digáis que Vivo Coro sonaban varios instrumentos
En fe de ser de su beldad cautivo. De suave son y cónsonos acentos.
v*i decia yo en mi pensamiento «Arpas, vihuelas, órganos, rieles,
Mientras el real bajel iba a dar fondo; Clarines, chirimías y trompetas.
Y i-l plinto sagaz, al rumbo atento. Flautas, dulzainas, citaras, rabeles,
La ancora curva y el boyal redondo Sonajas, cornamusas y cornetas,
Apresta y con la sonda mide á tiento
, \ otras varias pandorgas y tropeles
El lugar mas seguro y menos bondfl De consonancias y armonías perfetas,
Donde surgir, y la demás canalla Que en música suave y acordada
Salta en la arena en el lugar que halla. Todo una gloria parecia trabada.
'Llevóme el noble Abenrage! consigo. •Y en mi soberbio trono de brocado,
Donde antes enviado el alma había, Sobre carro triunfal que en oro ardía.
A ver al Rey y bablalle por amigo, De ocho unicornios de África llevado.
Y la ocasión buscar de mi alegría : Con mayor luz que en el que sale el dia,
Fué, como suele, el tiempo mi enemigo, De Arlaja el bulto al natural sacado,
Pues ni por esta ni por otra vía. De beldad lleno y majestad venia.
En muchos dias que en su corte estuve, Con mil Cupidos que en alegre vuelo
Ni orden de hablada ni de villa tuve. Cometas dan por Hechas de oro al cielo.
,
,

>Hi amigo á quien quizá en igual cuidado


, «De antiguos dioses en cadena de oro
,

poco menos mi desdicha puso, Presos, por mas grandeza acompañada,


\ de la bella infanta enamorado, A sus pies nueve musas, y el sonoro
El no poderla ver triste y contuso, Plectro de Apolo y citara dorada :

1 n dia por me dejar mas obligado,


, Yo esta figura hice en traje moro
A contarme sus niales se dispuso, Por darme á conocer en la jornada ,

¡Extraño caso! que una misma suerte Y en esta pompa y majestad despacio,

Me restauro la vida y dio la muerte. Llegó el carro al terreno de palacio;


•Contóme en suma el lodo de su vida «Donde un fúnebre mauseolo hecho
Su pensar que tuviese parle en ella De artificiales fuegos puesto á punto,
Que un año había la traía perdida. Al entregarle el enlutado lecho
Desvelado en servir la infanta bella ; Humo se volvió y sombra todo junto;
Y" aunque era siempre aceda y desabrida , Y ya el riiido y su temor deshecho
Al lin dejaba que pudiese vclla : Con las tristes memorias del difunto,
—Mas ahora, dice, esta tan retirada. La antes funesta llama, al regocijo
Que de si misma y quien la ve se enfada. De música parió un alegre hijo.
«Después que por descuido de su hermano 'Hubo mucho de todo : al lin entre esta
En Jucar la prendió un corsario un dia Folla de corte en hábito de Apolo ,

\ rescatada fue por un cristiano Con ademan de entretener la fiesta


Que llanibroz quitó la vida en Almería, Una canción canté en una arpa solo,
Nunca el alegre rostro soberano Por tal estilo y término compuesta ,

El lustre ha dado en ella que solia : Que en voz del abrasado mauseolo
('.mi sus doncellas retirada vive ; Mis endechas lloré canté mi vida,
,

Que un muerto gusto eu nada le recibe. Y acusé una palabra nial cumplida.
»Deseo, pues ya como solia no puedo •No perdió punto Arlaja en la encubierta
Del dulce bieu gozar que ausente adoro. Cifraque al disimulo se cantaba;
Con la invención de algún sutil enredo Que aunque no en los balcones descubierta,
De mis niales contarle el gran tesoro; Entre sus damas disfrazada estaba :

Que lo que amor no pudo, quiza el miedo Puso fin á la fiesta el ver abierta
Causar podra del importuno lloro; La ventana del alba que apuntaba
Trocando en algo aquel altivo pecho, Que para gozar della antes del dia
De blanda nieve y pedernales hecho. Salió en aquel mas presto que solia.

»Asi el de Eez envuelto en su cuidado, »En él al noble principe africano


Y fuera de los mios me contaba La Infanta envió á decir que en todo habla
De su mal lo presente y lo pasado, Estimado el regalo cortesano ;

Y contra mi de mi se aconsejaba : Y que sin tantos gastos gustaría


Había un sarao y música trazado ; Oir solala voz, la letra, y mano
> viendo que la Infanta se excusaba. De arpa pasada, v la hallaría
la
Trocó en darle una música el órnalo Para esto en los balcones de su huerta
De su real grandeza y aparato. Aquella noche, sola y encubierta.
»La plata de los cuernos de Diana, »Dejó ufano al de Fez la nueva gloria
Ya envuelta en las cenizas del poniente, Del presente favor nial entendido,
Con los retintes de color de grana A un lleno de gusto y vanagloria
1 ibia volvía su luz resplandeciente; Hallar lo que temía haber perdido;
Y entre el mudo silencio y sombra vana Mas, ¡oh humana tragedia , en quien notoria
Sembraba el sueño olvidos en la gente, La inconstancia descubre el mas cumplido
Y de la Vía-láctea el tesoro De tus inciertos bienes! ¡Cuan á liento
El aire oscuro de centellas de oro; Camina el hombre y va tras su contenió
Cuando de Abenragel el aparato «Llegada la ocasión y hora pedida
Salir la noche vio de su posada Por tantos gustos, aunque á varios fines,
En unas andas negras su retrato Solos los dos, la arpa prevenida,
Ion blanca gente en torno amortajada,
< A hacer fuimos la ronda á los jardines,
N et des las hachas; que de rato en ralo Donde la bella Arlaja entretenida
Tristes gemidos daban; y sembrada Nueva belleza daba a los jazmines
De cometas la noche, parecía De un balcón apartado, que caia
l'rimer retrato del postrero día. Al muro altivo que el vergel cenia.
. . » —
, ! ; I . ; :. .
. . , , :

II. BERNARDO, 1-IIU10 Vil. 207


iLa Babia ArdeUa, una gallarda mora ai tu ñipo .pie p.,r termino encubierto
Amiga suya en compartía con ella . : \ excusas suyas me
iba dei tarando
ista en riéndonos dijo Mi ai :
— 'i Mili,' \i i
lía,per un modo Inc 1 1
lo
La Infanta me mando renii por ella i o n a i
j favores obligando ¡

A deciros señor que añora . .


i
• \ Alfajardos , un i
• rio,
No es posible hablaros ni voa relia. , Que el palai I ,,i renii .1 lo,
pin cierlo inconveniente j caso justo A quien Abenragel quitado habla
Que el paso le ha estorbado deste gusto. Los gustos de una mora en Berbería .

Dice que , aunque bailarse en vuestra Oesia Illzole el in.lile i , nuil., luí privado
Su enfado i" estorbó, os está obligada, li.- Abdalla v i apilan de inl intei la .

Y :im reconoce i yo con esta lo . Ifasl que a mas fortuna Iii.hii.hIo


i
. ,

Razón he hecho j dicho mi embajada. A serlo .i, guarda subió un dia 1 1 i

Mi amigo Abeoragel, viendo traspuesta Este, de un luror loco arrebatado ,

I gloria que ya
i poi alcanzada • I > > ('"antástii o del cargo que regla
Bien co ¡ió amor con la ventura *
i
i
»
-
une son lai dignidades en eleto
Pocas veces se encuentra \ minos Mura. . Toque de i"s quilates del sugeto
pondióle con modo ortesano
i; Soberbio en las pujanzas de ~u ofli
Hasta en sn minino agravio agradecido, Con inri. arremetió desordenada i .

Mas que sentía habei ir ildo en vano ^ haciendo del celosa al real servicio,
Quien -<>!" servirla babia i enido, ii Al priii. e pasó de una estocada i| i

yin- .1 as nelí iballero aslellaoo i . Cayó el ¡oven mortal creció el bullicio ;

Que, ;> ii" ser tan discreto, hubiera s 'I" lie i., canalla vil alborol id <

Tan grave causa de lia rali i i . Que las voces del moro alharaquiento
:i

(i en mi amistad
ó en las firmezas dello, .
• l.iiconfuso tropel llegó sin liento.
Dicho -\" Ardeüa !>' sagai estilo '
.
M s ni, sallo tan a mi talVO el CSS0 .

Dando disi ulpas ¡ admitiendo caraos, Que antea que ser pudiese socorrido,
De un supo quién era cuando el luí" ,
lie mil heridas desangrado y laso

De las ii j:,^ quebró v de I"* descargos <


i
«
s ¡da ante mis pies quedó tendido ,
¡i v

he siempí , dudosa parca el Dio,


1 1 Sin que la luna popular un p ISO
Y haciendo breve suma en cuentos lai Perder me hiciese del recien caído
Su gloriosa esperanza trocó al niel te V muerto Abenragel, bien que pudiera

Abi ni ¡el en triste azar de muerte. i


Con lie salvarme si quisiera.
i.

Pero creció la gente y alboroto


II i bobí ».
\ medrosa la Infanta di' un muerte,

Iji elcuento de Garito se muestra I" poco qoe apm- Que me rindiese manila y por su voló .

veclian trazas donde ai ejecutar no lercia la ventura \ ;


Las armas entregué y limpie la suerte : .

lliniepreso al alcaide PolinotO .

n la prudencia humana, mu el favor divino, enten-


Que del alcázar real en lo mas fuerte
dido por la fortuna es de ningun efecto. I"'!" lo cu ,
!

Di- un cuarto, a un reí lnlil a. lo muro incluso.


se ve .mu mas claro en los infortunios de Gundéoi tro. Entre cadenas lóbregas me puso.
iFué de la torre en el lagar mas bajo
Que mas negro aire J
menos luz tenia,
Vi
por una escalera con trabajo
Para ilolilarse en el se descendía :

LIlíKO SÉPTIMO. Aquí solo quedé y el que me trajo ,

Por la luíanla J Anlelia el mismo dia .

\ di irme luh io que por valerme ,


AFIGIMKNTO. ' .

Juntas vendrían aquella noche a verme.


1
i. Gnndénaro su historia . > acal ns,-. en un extraño encan- Llegó de la hola el tiempo deseado,
I

'
! ' <

É
II.' lo
í habiendo despeñado al carcelero,
ru.v i ir.iv..lii> ii.-i eaballo Clarion, jI cu.,
Pajar adonde estaba aprisionado
tro loda el día . > .ti Bu .i .i rlsla
:
Vi a media noche el alba y el lucero :
, T I

oii.i i Llega al Tal >. » libra I tialiai a, un Trocóse en cielo el sótano ahumado
Toledo, de mu traicioa mu que Ij (releadla robar Uiarabi, rey Mi mal en bien luí pena eu gusto entero. .

de Paroulunu Mis tormentos en gloria y las prisiones ,

lio cadenas de dulces eslabones.

« ¡Oh varios cursos de la vida humana Sacáronme


del limbo dos deidades
I
Gundémaro > i
^ 1
1 i >
I,
lino inciertos, Que en belleza parecían del ciclo ;
la

Pesadas penas de alegría liviana Mas la fortuna cuyas variedad* s .

Dolores vivos de placeres muertos, Mis cosas llevan, sin cansarse, en vuelo,
Alquimias j oropel en que devana Mi bien troco en tan tnsies novedades,
Engaño el niiMu , el tiempo desconciertos, Qne, iie no rematarlas, me recelo
Huir.- esperanza desvario eterno, . Que quiere un monstruo hacer en mi que pueda
Que prometiendo gloria , dais infierno
,
Ser centro de las vueltas de su rueda.
ni tras m'^ manzanas Atalanta
i . li principe Algaycel, <pie en la belleza
V solo el "i" ii" i-i encaño advierte; i De Anlelia ardía, y su des. leu le helaba,
Febo tras Dafne baílala beefa planta, i
Y entre celos, t, 'inores y aspereza
Anleon beldad que en vo le convierte »
i < i : Huerto VÍvia, y sin dormir soñaba ;

\ iiiln poner Eurídice la planta ;i Cu, nulo ile la escápula fortaleza


Sobre una Dor encuentra con su muerte . ;
y., .¡i cuarta de la Infanta ati avesaba
Vuelve su amante a ve ría. j s» contento Con ella de la mano, a el le traía,
A un volver de cabeza es lodo viento. O su ¡ ir ciega , ó la desdicha mia.
•Tal es i,i su, humana j su firmeza
1 1,,
,
sueño de su dama,
Iba a velar id
Y asi anda el hombre tras su antojo á tiento o a despertar su muerte j mi tormento
Encandílale el gusto la belleza ; Que ni fortuna duerme, ni quien ama.
(.orre tras el placer, halla el tormento : Ni á un desdichado importa andar con tiento,
Muías en su oro. li.iinl res j pobreza, Piles ista los desvelos de otra cania
li

Faetón en su altivez, abatimii tito, ,\perturba) le \ ienen su contento :

A Abeoragel j i mi por una senda El principe llegó turbóle el caso ;

Dieron, buscando paz, muerte y contienda. De amor y honor herido a un mismo paso.
, , ,;
,, , , , ;, , ,)
,;, ,

208 DON BERNAKDO DE VALBUENA.


«Era valiente y poco reportado , «Descansando aquel dia y el siguiente
Y como tal arremetió furioso En la choza estuvimos recogidos,
Con su alfanje y un manto de brocado Sin saber de Valencia ni su gente
Por reparo á mi estoque peligroso : Nada de los sucesos referidos ;
Yo, que venia bastantemente armado, Que el proceloso viento mas se siente
De semejantes casos receloso... Por montes que por valles escondidos,
Quien por contrarios ha de abrir camino , Y las nuevas de corte y sus consejas
Con hierro es fuerza le abra de contino. Cuando a los pobres llegan ya son viejas.
«Era cierto el perder honor y vida «Volviéndose iba el golfo mas tratable,
O quitarlo sin culpa al enemigo : Y Amílcar, con mis dones obligado ,

¡Lance extraño, desgracia nunca oida, Pasaje libre y compañía afable


Ni usada en tal rigor sino conmigo ! Me habia hasta Barcelona asegurado,
Al lin él de si mismo fué homicida : Cuando de la fortuna el variable
El cielo es juez, mi corazón
testigo Timón de nuevo el mar dejó alterado
Que, si otra puerta en riesgo tal se abriera. Y'en las presentes cosas tal mudanza ,
Mil vidas por salvar la suya diera. Que no nos quedó un soplo de esperanza.
«Mas la opinión de Arlaja y la honra mia el pescador ( extraño caso
«Tenia ¡
!

Al valiente Algaycel dieron ía muerte : Por una bellísima doncella,


hija
¡Oh fortuna cruel, golfo sin guia, Zoraida dicha, de valor no escaso,
Suerte imposible que el tahúr la acierte ! Que en su casa nació ó se crió en ella :
Trocóse el lin , trocóse la alegría, A esta el fácil Orbelio en fuerte paso
Y las cosas trocáronse de suerte , Miró y á amarla le inclinó su estrella
,

Que ya no tuvo Arlaja por seguro Con tan ardiente amor, que fué bastante
Sin mi quedarse en el paterno muro. De leal volverlo en desleal amante.
»A cuidado de Orbelio un falso amigo , «Temió quizá el tormento de la ausencia,
De Ardelia, prevenido un barco estaba Viendo acercarse ya nuestra partida,
En la playa del mar para conmigo O que los alborotos de Valencia
De Barcelona hallar la costa brava : La hacienda le costasen, la honra y vida :

No se atrevió la Infanta á ser testigo Al lin en alevosa convenencia


,

Del triste dia que al Uey se le acercaba, Al huésped antes fiel dejó vendida
Ni quedar sola la otra mora bella Su honra y todo mi bien sin que se excluya
,

Ni Arlaja sin los dos , ni yo sin ella. La vida mia y la que lo era suya.
»Y asi, por donde yo saliera solo «Fueron á dar los dos traidoramente
A no haber la desgracia sucedido, Aviso a Denia del suceso extraño
Los tres salimos cuando encima el polo
, Mas la bella Zoraida, diligente,
Bootes su media vuella habia cumplido : Los tratos entendió, sospechó el daño;
Y antes que el oro del pretal de Apolo Y por salvar la Infanta, de su gente
El aire diese de ámbares teñido, Seis remeros lomó, y en dulce engaño.
A la playa llegamos, y sin liento Mientras que en la liia noche ya vecina
Las velas dimos y esperanza al viento. El falso Orbelio á su traición ¿amina
»A Orbelio le contaron el suceso, «Basteciendo conforme á la estrechura
Caso en todas maneras excusado; Del tiempo un barco que pescando andaba.
Que en cualquier trance próspero ó avieso
, , Dentro nos puso y ella mas segura
, ,

Nunca el secreto pierde por guardado. Que el lijo norte que el limón guiaba,
Andaba el mar al embarcarnos grueso, A vela y remo por el agua oscura,
El Grao gentil de un céliro picado, Que crespas luces temerosas daba
Que en furioso levante se volvía Al herir de los remos é ir bogando
De rato en rato al acercarse el dia. Lijera en alia mar nos fué engolfando.
«Descubriónos la luz lejos de tierra, «Cobró tan gran amor Zoraida bella
En una tempestad furiosa envueltos; A la Infanta y de Orbelio lal espanto ,
,

Que fortuna cruel por darnos guerra.


, Que, por miedo de velle y de no vella ,
Traía los aires con la mar revueltos A su casa dejó en amargo llanto :

Hasta que en los peñascos de una sierra, Temió del vario amante la doncella
En blanca espuma y salitrales vueltos, No hiciese en sus amores otro tanto
En Denia el viento que en sus cuevas suena , Que en vano se lamenta y llora el daño
Ya el barco roto nos echó en la arena. Quien pudo y no escarmienta en el extraño.
«Aquí murió del todo la esperanza, «También , si ya esto no es sospecha mia ,
Siendo en humanas trazas imposible A un gallardo leonés Zoraida amaba,
Librarse de la muerte quien no alcanza Que disfrazado por su amor, servia
,

Con ánimo inmortal cuerpo invisible; En el humilde olicio qne ella usaba :

Que al Rey, ¿ quién le estorbara la venganza Este es el que al principio te decía


O le ocultara en caso tan horrible, Que al vientre ayuno alguna fiera brava
Por breve senda ó por rodeo prolijo Vivo aquí trasladó, dicho Floriano ,

Al que su hija robó , y mató á su hijo ? De Aurelio hijo, y de Adelgastro hermano.


«Mas al abrigo que al cercano monte «La noche toda navegando fuimos
De una enroscada vuelta el cuerno hacia A vela y remo y cuando el alba abiia
,

Hurtando la mitad á su horizonte, En el oriente de oro los racimos


En casa humilde un pescador vivía : De que se cuaja y se enguirnalda el dia
Aquí, cuando va el carro de Faetonte A Ibiza quedar por popa vimos
En el mar contrapuesto se hundía, Y á Formentera dando el rumbo y guia
De las olas y vientos arrojados A Mallorca pasamos por de fuera
De alegre albergue fuimos amparados. Entre el cabo de Palmas y Cabrera.
«Era del pobre Amílcar la cabana «Y dentro al Baleárico metidos,
Que, siendo mercader, dio en cortesano, Fortuna, con sus vueltas ordinarias.
Y con soberbia y ambición que engaña. De nuevo comenzó roncos bramidos
Cuanto en logros juntó, despendió en vano; De olas vaivenes y mudanzas varias :
,

Y ya gastado y viejo, á esta montaña Los vientos, délas nubes rebatidos.


Entre redes le echó el tiempo tirano, Resuenan por las bóvedas contrarias
Adonde en comedido vasallaje Del turbio cielo y sus helados polos
A nuestro barco dio nuevo hospedaje. Solo inmudable a nuestros ruegos solos
, —
,
, , , , , ,,,

EL BERNARDO, LIBRO VIL alta

«Fuimos sin rumbo cierto algunos dias •Duró aquella esperanza y su alegría
De un furioso poniente contrastados, Lo que la luz duró de aquella tarde .

De un bordo y olro por diversas vías, One ella, el gusto, mi loen, la luz y el dia
Las velas roías > arboles quebrados, Todo á un tiempo murió solo el cobarde
Hasta que en medio di' las ondas trias Pecho muriendo vive lodavía,
Crecer un dia vimos los rollado- . Y en fuego eterno de memorias se arde;
Que, por la cuenta y cómputo marino, Que en fuego me embarqué, s en fuego vivo,
Son en Sicilia el cabo de Paquíno. En medio el hielo de mis muelles, vivo.
«Aquí, ya en salvo puestos, aterramos «Creció con las tinieblas un levante
Entre el rojo coral el corvo diente, Que a oscuras anudo los demás v ientos.
Y en tierra Floriona y yo saltamos. En ciega lucha y confusión bastante
Buscando en ella algún poblado \ gente ; A trastornar del mundo los cimientos:
Y tanto el eiego bosque penetramos, Barrió la negra noche el dia restante ,

Que, andando un dia perdidos, al siguiente, Y en sordos silbos y ásperos acentos


Cuando á la playa por el rio volvimos, Las (ululadas locas y delfines
Ni el barco surto ni su rastro vimos. Nos agoraron desastrados fines.
No lejos un batel bogando andaba «No sé cuál dios el gobernalle tuvo
Junto á la cosía al desbravar del rio, A un barquillo tan vil en tal tormenta
Y un pobre viejo dentro, que pasaba Que, de mil veces que anegado estuvo,
La vida en él pescando a su albedrio
, : ubre salió de) riesgo y de su afrenta ;

Este solo parece que esperaba Pero si algún milagro en estos hubo,
A darnos tristes nuevas del navio , Ya mi ventura lo escribió á su cuenta ;
Y asi se fué en cumpliendo con su oficio. Que no se da el vivir á un desdichado
Por dejarnos el barro y ejercicio, Para mas bien que darle el nial doblado.
«Contónos este al lio ( olí casos varios
¡ ! »AI fin si es bien , señor, el no cansarte
¡Fortuna incierta Laberinto extraño ),
! ¡ !
Con tan prolijos cuentos, cuando el alba
Que de un navio cretense de corsarios Su luz mostró llorosa en esta parte
,

El nuestro presa fué y triunfo lozano. Donde tu nao surgió y está ahora salva
— En Creía hay sacrificios ordinarios Por trofeo de Venus y de Marte,
Donde al aliar de un Ídolo inhumano Haciendo al tiempo y sus mudanzas salva,
Degüellan cada mes una doncella, I. os dos tristes navios que seguimos

De las que en corso prenden la mas bella. Hechos pedazos por las rocas vimos.
«Por aplacar la fuerza de Mercurio, «Y sin que nadie se escapase dellos,
Patrón de los isleños mercaderes , Mi gloria aquí murió y aqui me trajo
,

De Júpiter y Maya hijo espurio, La fortuna y amor, por los cabellos,


Autor de embustes, nuevas y placeres, Del bien mayor al escalón mas bajo :

Desde el golfo Carpaeio al mar Liñudo Quise ir para anegarme en medio dellos,
Busca para su aliar bellas mujeres Y mi desdicha huir por el atajo
El cretense falaz, de engaños lleno. Mas no lo consintió; que su porfía
Tal que para ser malo solo es bueno.
,
Es que yo viva, y muera mi alegría.
«Ciertos piratas destos dieron saco «De mar un grueso tumbo echó el barquillo
A Fumo aquí y á Módica adelante
, , l'or cima desias rocas en la tierra
Y el bajel vuestro, en resistencia tlaco A pesar de mi amor, que por seguillo
Para alijar el suyo fué importante ; Me hace con mi fe la mayor guerra :

Mas tres beldades que en su seno opaco Mi amigo Florian, sin pievenillo,
Hallaron, la menor será bastante El dia siguiente entró por esa sierra,
Para aplacar su dios, y que alli acabe ^ De una lijera caza ocasionado ,
La injusta pena de rigor tan grave. Que era su muerte , y parecía venado.
«Que en venganza á la muerte de una dama, »l'n mes há ya que vivo en este yermo
Que lo era del que rige el caduceo , Solo, sin esperanza ni alegría,
Si va no fué algún incubo que en fama Que ni de dia ni de noche duermo
Del falso dios trazo ese devaneo . Ni sé cuándo es de noche' ni de dia :

De una peste cruel la ardiente llama 101 alma alborotada el cuerpo enfermo ,
,

Asi el reino ha abrasado al rey Titeo ; La vista absorta el desear sin guia.
.

Que lodo en él camina á un lili violento. Asombrado de noche con legiones


Muerta la reina , el hado aun no contenió. De espantosas lisuras y visiones.
»Y es entre el rudo vulgo opinión cierta «De Arlaja por los aires veo la sombra
Que hasta ser en su aliar sacrificada Las mas noches pasar triste y callada ,

Otra beldad mayor que fué la muerta , Otras ron débil voz. me llama y nombra
Ni él contento estara , ni ella vengada. I'e rosas y jazmines coronada :

Asi el barquero dijo. ¡Oh suerte incierta, También con gritos Florian me asombra ,

Ni buena en duda , ni mejor hallada ! Y Ardeiia en tiernas lágrimas bañada


,

Considera, señor, cuáles quedamos Pide que me consuele, y si amanece,


Los que á este paso sin pensar llegamos. Todo en la luz se apaga y desvanece.
«Saltó el viejo en la playa , y mas lijero «O es por aqui el infierno ó mi tormento
,

Que del presto lebrel huye el venado Produce; cria sombras tan penosas,
Por el bosque se entró, y mi compañero De quien, si el cielo me ha librado, siento
En el barco que vio en la orilla atado :
Que es por estas reliquias poderosas ,

Yo entré tras él con prodigioso agüero, Contra quien no aprovecha encantamento


De una nube de fuego rodeado ; Ni engaños de fantasmas mentirosas,
Que si en tierra se pierde la ventura . Que son las que en fe sania me han librado
Buscarla por mar será locura.
la De laníos riesgos ionio te lie contado.»
»A bogar comenzamos con los remos Así el leonés Gundéuiaro la historia
Caila uno por su parte, y de la orilla De sus prolijos males abreviaba ,

Apenas se escondieron los extremos, Y el cairo en que Faetón perdió SU gloria


Y del cerro de Espaca la cuchilla, Las ruedas de oro el crespo mar bañaba.
Cuando el navio cretense volar vemos, Cuando, en soberbio triunfo y vanagloria ,

Llevando ajorro el nues'ro de trailla; En carroza de nácar que volaba,


Y como si ya todo fuera hecho Al puerto ven llegar una doncella,
El dolor nos templó y alegró el pecho. Mas que el sol rubia y que la luna bella.
,

li
t. xvu.
; , , , ,, , , :

"210 DON BERNARDO DE VALBI1ENA.


Venus sobre su roncha parecía , •Andaba suelto y despuntando el heno.
De perlas esmeraldas coronada
y Un lozano caballo en medio id prado.
Qne nuevamente de la mar salía, Con la silla de piala y de oro el freno,
,

De su antigua belleza acompañada; Y bordada mochila (le brocado ,


as apenas el carro en que venia
•i lie la color de un blanco armiño y lleno ,

\ ¡i> la arena de a jó lar escarchada


I
,
De un enjambre de moscas salpicado.
Cuando la luz trocó de su tesoro En los pies remendado, y en la frente
En Manea cierva con los cuernos de oro. OJOS fogosos, anhelar valiente;
Y sentada sobre ella la hermosura «Nervoso el pecho , abiertas las nances,
Oui' antes sobre sus nácares volaba, Corla la clin, pequeña la cabeza,
c.on lijereza igual por la espesura Lo cola recogida y las cervices
Del bosque entró, que al mar sus sombras daba ;
Señales (le gallarda lijereza ;

Cuando los (los que en la enriscada altura, lie extrañas pintas, mam
has y matices ,
Oyendo el uno, el otro hablando estaba, Despedazando el freno su braveza,
A ver el lin de tan mudables puntos Y dando á sospechar, en el sosiego,
La espantosa beldad siguieron juntos. Que está entre abrojos ó pisando fuego.
Gundémáro al entrar en la montaña »No fué su igual el Cílaro famoso
Ni la corcilla vio, ni á quien seguía; Que de Pólux domó el doblado hierro
Bernardo entre sus breñas una extraña Ni del viejo Saturno eu mas brioso
Maravilla halló de mil que habia... Cuerpo los duros miembros ciñó un hierro.
Mas ya de Ferraguto la maraña Cuando el cuello arrugado y espantoso
Que el eie^o amor en sueños le fingía , Caín nueva y gruesa clin erizó el cerro,
Ardiendo el pecho en amorosa llama , Y con relinchos de su pecho indinos
Mi llueva voz á sus grandezas llama. Del monte Pélion asombró los pinos.
Es del amor sutil la Hecha altiva , «Este caballo, la doncella dijo ,

Rayo sin esplendor, luego encubierto, Toda en congoja y lágrimas bañada,


Cuyo blando calor con fuerza esquiva A quien el cielo con rigor maldijo,
Bronces derrite al corazón mas yerto : Y una beldad le dio tan codiciada
A David prende, á Salomón derriba, Triste remate fué del regocijo
Y deja al gran Sansón á sus pies muerto. Desta gente que ves despedazada.
Amarrando a los remos de su banco Mas bello y desgraciado que el Seyano,
Al niño, al mozo, al viejo, al negro, al blanco. Ni el que por tierra echó al valor íroyano.
De un sueño, de unas nuevas, de un antojo, «Oye el extraño discurrir del liado
De un no sé qué, de un aire y niñería , (Si es verdad lo que del me contó Alpina)
De un afable mirar, de un volver de ojo Verás el mundo todo eslabonado
Al alma nace , y sin sentir se cria : Colgar de sola una virtud divina :

Dale vida el placer, fuerza el enojo, Si hay signo bien ó mal afortunado,
Y' si de veras es, nada le enfria O todo á tiento y sin saber camina ,
Que contra el arco suyo y de la muerte Aqui lo entenderás, y en este paso
Is'i basta habilidad ni alcázar fuerte. Verás lo que hace la ventura al caso.
Pues este aliento y fuerza poderosa »En Tracia , de la casta que allí tuvo
Que en todo anda sembrado y repartido. Otro tiempo Dioniédes el tirano,
Con la luz de una imagen amorosa. Este potro nació, y Clarionte le hubo,
Durmiendo, á Ferragut dejó vencido : Bey del valle de llodope inhumano :

El pecho ardiendo, el alma deseosa En sangrientos pesebres le mantuvo


De ver despierto lo que vio dormido , Y hecho y enfrenado de su mano,
Cuando el ruido sonó confuso y ciego Tan salíanlo salió que de alentado
,

Que el gusto le quitó, y rompió el sosiego Uiez.TCguas corre, y para atropellado.


Entró á buscarlo por el moro
la selva »A1 rey Clarionte le quitó Bicarte
Al mismo tiempo que la luz salia El dia que le mató junto á Mantible ,
Sembrando al aire los corales y oro Y a el Norman Bartolache, y Radagarte,
Que el nuevo sol por su horizonte cria; Cuando á traición le hirieron en Foutible :

Y dudando si aquello era el sonoro Y aunque quiso cobrarle Durandarte


Estruendo de armas que soñando oia, Del magancés caudillo fué imposible, ,

A tiento tras la voz anduvo tanto. Hasta que el gran Reinaldos, en persona,
Que la causa encontró del triste llanto. Vida y caballo le quitó en Girona.
Dos caballeros vio y una doncella. «Presentado de allí le dio á Rngero
Todos tres muertos y otra que lloraba
,
Por mano de llipalca, su doncella,
Sus desastradas muertes, con aquella Y el dia que lo estrenó con triste agüero ,

Triste y penosa voz que antes sonaba : Yendo de Mompeller para Marsella,
Miróla el moro, conocióla en vella. Junto a Arles, puesto el conde de Pontiero
Que era b que el dia antes le llevaba (Ion su gente en celada cayó en ella , ,

A Bahamel la nueva dolorosa Donde murió á traición alanceado


Del robo que Auchalí hizo en su esposa. De un infiel pueblo magancés cercado.
Al mismo Bahamel halló caído, «Quedara oculta esta alevosa muerte
Muerto encima su espada y viendo un paso;
Si Espinabel, pagado del caballo,
Tan lastimoso, el moro, enternecido, No se le hiciera codiciar la suerte.
Detuvo el suyo sobre el campo raso; Que la habia de vengar con arrasliallo :

Y dándole por modo comedido Púsole piernas; corrió id fuerte


el traidor
Consuelo á la que llora el triste caso, Desenfrenado polio hasta arrojallo
Pídele cuente y diga, si lo sabe, En medio de la plaza de Marsella
Quién fué la causa de rigor tan grave; A ojos de Bradamante y su doncella.
«Que si por la demanda en que me puse «Allí en presencia suya hecho pedazos
Sucedió, dice, tanto desconcierto. Al magancés dejó el caballo fiero,
Sin que el mundo halle brazo que lo excuse, \iéndole llipalca muerto entre los brazos,
O el mió le vengará, ó quedare muerto.» Y no en su silla cual pensó á ltugero
, , :

Asi el moro le pide no rehuse Notorios vio los cavilosos lazos


Darle cuenta del caso ella, cubierto
: Del fementido bando de Pontiero:
De llanto el rostro, y de color difunta, Alteróse la bella Bradamante ,

Llorando satisfizo á su pregunta. Y el sobresalto le abortó un infante.


:. ,, , . ' , .

EL BEBNABDO, LIBRO vil. '211

»Y al quinto dia, con la nueva CÍerU aé sobre él por cortai le la cabeza,


i

De la muerte infeliz del paladino, Y ii.iii.i sus pus mi desdichado hermano


.i
,

La antea dudosa amante quedó muerta i 1.1 sin ventura Abenamll Oh fuerza :
;

\ cumplido el temor del adivino lie fortuna cruel hado inhumano ,

\ por tantas desgracias desi abierta Volvió el hei Ido en si vio su lo aveza .

La traición de Maganza, u sanguino i Huerta v viéndose muerto por la mano


.

Labro Hoi gana j de la gente impl . i he quien mus le quería entendió claro ,

Cien falsos condes degolló en un dia. oue los guipes del cielo no haj reparo-
.i

•Dióse
caballo destos desatini
el Contónos que, viniendo deToledo,
De aquella nv, al principe Cariólo, Nn lejns ve. .ie allí ii. 'vir robada
One el lo presto después á Valdovinos, i i
bella entre congoja y miedo,
.i i.
Cuando de Mantua le mató en el solo ; \ ligrimas bañada:
lie triste llanto
\ al im , por
anees j iminos,
\:u m- ti i Y que, aunque a defenderla con .ienue.ii.
don desgracia j alboroto . ruido l.a mano puso a su alevosa espada
Las muertes de ambos dieron el igüí ro El infame Auchali, de un.i herida,
Del Infelu Clarion por verdadi ro. Libre se la quitó, y dejó sin vida.
•Quedó al César el bárbaro caballo •Apenas pudo dar razón del caso
Por prenda :i la imperial caballeriza , Cuando la lengua le atajó la muelle,
v de Pamplona, su vasallo,
él al ii'.v ^ ei v;i sin fuerzas débil cuerpo laso
Con mochila se le envía pajiza;
la Redo se estremeció, y Be stró inerte ;
^ ardiendo en uro, el gusto de mirallo Y Babamel que asi en el postrer paso
,

La vista alegra, j mi color matiza Su .asta esposa y a su hermano advierte.


Con la bordada pedrería, que en i»rga Por luiaír luco y torpe desconcierto,
Rueda es al rico jaez preciosa carga. Mas que ellos, el dolor le dejo muerto.
•Encontró al mensajero Ballugante; »Y haciendo en un brev i-imo discurso
Y sabiendo de dónde y adonde ¡ha De sus azares y dolnies suma.
\ Ida presente le quitó arrogante
v . Sin rastro de esperanza ni recurso
Con alma fiera j presunción altiva. Oue la ocasión de su dolor consuma,
Envíeselo i Marsilio : él con semblante Muerta va la razón uní el concurso
Real el don recibió, que es lo que aviva ^ avenida de niales halló en s a ,

Los fuegos del amor, y quien preserva Oue, de infinitos que hay de varios modos,
De muerte el íim«, y vivo le consí rva. En un breve morirse ahorran lodos.
> mismo li" mandó i la bella Alpina
il »Y sin que mi presencia fuese parte
Que a Galafrele dé, rej de Toledo, A reprimir su furia acelerada .

A quien en uní fuente cristalina Rabioso se pasó de parte á pal te


De una espada cruel l<> quitó el miedo : 11 débil corazón con esa espada;
Pidió favor la mora peregrina Y esta es al n señor, por no cansarte
, li , ,

Al triste Bahamel > él con denuedo . . Su tragedia y la historia desdichada


De animo valeroso j noble pecho Del caballo Clarion, (pie á maravilla
Vengarle prometió el agravio hecho. Nadie sin caer subió en su ingrata silla.
•Babia venido con mi nueva esposa «Dame ahora favor, dame tu ayuda
Aquel dia antea por el bosque caza, :i Para salir de trance tan confuso,
>,el verde margen de ana fuente hermosa « A quien, ó como iva. ó donde acuda v

De estrado entonces los servia y taza : En este eslreeho en que el rigor mepuSO.»
De aiii salió a la empresa peligrosa Asi la dama dijo el moro en duda :

Contra los que de mi e estirpe y riza Un breve rato se quedó difuso


A la dama quitaron el caballo, En pens lentos > discursos varios,
Y él 6 los dos la vida por cohrallo. De gusto todos y placer cnilrarios.
Dejc'i lialiamel en la agradable fílenle Pero viendo el caballo, que pacia
Por guarda de su esposa un falso moro, Mal por tenerse todavía el lleno,
>i honrado ni hidalgo ni valiente Oue aunque era de uro, el oro le impedía
Aucall dicho, j de Alcandora, 1 1 i
-
» El oro de las bestias , que es el heno,
Que. (le traban de Ull, subió a teniente Agradado del talle y gallardía.
De alcaide en Baza, aunque afrentado en 'loro; Probarle quiere, y si es de azares lleno :

Mas din en ser rico, y convirtióse en godo; Para no reparar en ese agüero
Que el dinero lo da y lo puede lodo. Dasta ser español y caballero.
•Este por fuerza se Bevó robada Mas el caballo, hecho á ver dislates,
Esa triste hermosura recien ría , i Las riendas huye á quien el oro agrava ,

Y yo, cual tu me \iste, alborotada , Y vuelto aquí y allí en varios regates,


Del CaSO COrrl a dar la nueva cierta : Lozano aleñada clin embrava.
la
Anoche Bahainel a esta Cañada Hasta que ya á los últimos remates,
Kn su rastro llegó, y aquí despierta Donde un arroyo en sus cristales lava
El alma en el dolor, y el, de rendido, Eos postreros jazmines de aquel prado.
Sobre la yerba se quedó dormido. Se entró en el bosque y le dejó burlado.
»Y luego que el sentir quedó sin dueño Saltó el moro con él , y con el sallo
Soñó que en fresco estrado} verde cama, F.l brioso animal se alteró un poco,
No lejos de la suya , en no pequeño Con que en paso mas libre á lo nías alto
Gusto dormía con otro la que el ama : Del monte fué subiendo poco á poco :

Confuso despertó contóme el sueño. : Creció el antojo con hallarse fallo


Y á liento vino donde halló mi dama De aquello que primero tuvo en poco,
Durmiendo en estas flores, y dormida, Y ya con mas codicia y mayor paso
De celos ciego, le quitó la vida. Si ue lo que al principio siguió acaso.

«Creyó celoso que Auclialí seria Treinta millas le fué al alcance extraño,
El que alegre dormía en su regazo, De una breña saltando en otra breña;
V.viendo que despierto rovolvia Que el gallardo caballo, de lozano,
1 n su defensa el atrevido brazo ,
Ahora aguarda v luego le desdeña
le , :

eiegu cuidado que venia


('.un el Asi á las veces de un querer liviano ,

Feroz le cine en desdichado abrazo, Y de una fácil ocasión pequeña,


Dándole, de un puñal atravesado, Se empeña un gusto basta morir por ella,
Por cama el heno y por sepulcro el prado. Y' abrasa a todo un monte una centella.
,, ; ,,, , ,, ,, , , ,
, , , ,

9M DON UERNARDO DE VALRUENA.


Y:i el sol , con quien el moro parecía Y enfadado de ver el nuevo enredo
Que apostaba á correr hacia el poniente, Con (pie á pié se quedó, pasó adelante
Su sombra, que antes alcanzar quería, Asi altivo y feroz, que daban miedo
Atrás le ataba perezosamente, Su fiero ceño y áspero semblante ;
Cuando al píe de una cumbre que subía. Cuando la furia le templó y denuedo
Su caballo vio al margen de «na fuente, De una tienda el primor asi elegante,
A quien ilel prado la florida falda Que al rayo de una luz que dentro habia
Rica taza le sirve de esmeralda. También el oro del brocado ardía.
Vio que llegó á beber, y que un villano, Entre frondosos árboles plantada
Poniendo bien la silla, salló en ella, Estaba al murmurar del manso rio,
,

Y en fornidas ancas el serrano


las Sitio oportuno y parte acomodada
Semblante de una rústica doncella : Para en ella hurtarle el cuerpo al frío :

Dióles el moro voces , pero en vano'; Llegó cortés á demandar posada,


Que sin responder él ni escuchar ella , Y halló el albergue y pabellón vacío,
Libres se van, y en trueco del caballo, Con rico estrado y prevenida cania,
Kl enfado le dejan de buscallo. Y al rayo de una luz sola una dama.
Baja lijero, y de coraje brama De poca edad y mucha hermosura
Al poco caso que hace el (pie le lleva Niña de alegre gusto parecía ,

Pues al ronco gritar con que le llama , La frente un claro cíelo, en cuya altura
Ya en término cortés , ya en furia nueva , Sobre la nieve el sol resplandecía :

Ni para ni responde; antes su dama, De gentil cuerpo y agradable hechura,


A quien con rostro humilde ablandar prueba El rostro del color que nace el día.
A (pie le escuche á modo de rogada, La garganta gCntil y el blanco pecho
,

Sonriéndose del, camina y calla. De frescas rosas y jazmines hecho.


Temió no sea la referida Alpina , Dado al descuido un nudo en el cabello
Que el real caballo al rey Galafre lleva, Donde el sutil amor quedó enredado,
Y que él caya en tal caso si la indina, Para hacer lazos y marañas dello,
O haga en la estorbar lo que no deba; Y el pensamiento atar al mas delgado :

Mas no tampoco quiere que en indina Dos arcos de un dorado y sutil vello,
Descortesía alguno se le atreva , De cien flechas y más cada uno armado,
Ni en burlas le desdeñe por tal modo; Que van volando y dan en las entrañas
,

Que es no sentir disimularlo todo. Al mover de las cejas y pestañas.


Y ,asi viendo que nadie
responde, le Dos mayos de azucenas y claveles
Delante puesto, ya fiero inhumano, En un verano son sus dos mejillas
Las riendas de oro quiso asir, por donde Sus dulces labios de coral ríeles.
Las lleva mal parejas el villano; Con que rie el placer por sus orillas :
Mas él sin responder le corresponde
, , De aljofarados clientes dos caireles
Con una vara en la atrevida mano. Y en cada uno un millón de maravillas ;
Tal que por los artejos desarmados
, Verdes los ojos, y sus luces bellas
Pensó, al herir, dejárselos quebrados. Mil soles que son poco dos estrellas.
,

Huyó la mano el moro atormentada De un mirar regalado y halagüeño


Y un fiero grito dio que asombró el valle Que acaricia, ocasiona, y necesita
Y sin paciencia ya , de una puñada A dar el alma libre en dulce empeño
Vida y caballo se arrojó a quitalle : Al precio de beldad tan exquisita :

Erró el golpe la cólera sobrada ;


Con el donaire de un capote y ceño.
Volvió á quererle asir, y volvió á dalle, Que mas á un muerto gusto resucita;
Y del dolor y rabia faltó poco Ni asi el ámbar y música provoca,
Para quedar entre el coraje loco. Como el aliento y habla de su boca.
Medio pino tomó para matallo Los tiernos pechos dos pequeñas pomas
Y hacerle con iguales armas guerra De rosas hechas y apretada leche ,

Mas, de dos coces el feroz caballo De un real valle de amor menudas lomas
A él y á su soberbia echó por tierra : Que al ensancharse le hacen que se estreche :

Cayó también cabe él, al derriballo. No hay Panchaya con todas sus aromas
La doncella, y huyendo por la sierra Que olor mas íino que sus pechos eche
Se entró el bravo animal con el villano; Ni Venus de marfil ni de oro indiano
Que el duro freno le llamaba en vano. Con dedos mas bien hechos que su mano.
Templó al moro el dolor de su caida De tela de oro azul manteo bordado
Ver que también cayese la doncella; De armiños, rica turca de escarlata ,

Que mas quisiera hallarse sin la vida , De alcatifas de Persia el grave estrado
Que causa justa en sí de quejas della : Con bufete de nácares y plata;
Acudió á levantarla por cumplida Donde en follajes de cristal grabado
,

Satisfacción que le ha pesado, y ella, De un ardiente blandón la luz retrata


No haciendo caso del, callada y queda , Un agradable cielo en la figura
Sentada está sin que movella pueda.
, De aquella nunca vista hermosura.
No le responde á nada que le diga La rosada mejilla en la una mano,
Fiera inmudable como un mármol dura
, , Mostrando el brazo, y la otra descubierta
Ni el moro sabe qué consejo siga Como al descuido, en ademan profano;
Ni cómo entienda el fin desta locura : La rica holanda en gallas de oro abierta,
Al se fué y dejóla en su fatiga
fin Dando por mas deleite al gusto humano
Y' viéndose libre, se apresura
ella, La belleza que guardan encubierta
Tras el lijero curso del caballo De la aguja las redes peligrosas
Y el que iba encima del , por alcanzado. En el pecho de tierna nieve y rosas.
Puesta la luz del cielo en dos balanzas, No habia en el pabellón mas que una lumbre
Y* al mar de Atlante lo último del día, Ni mas que aquella hermosura sola,
Por sus gonces, sus puntos y mudanzas Que cual lino diamante su vislumbre
El sol se entraba y tlécate salía; Todo con Indios rayos le arrebola :

Cuando perdido el tiempo y esperanzas Es de la tienda real la altiva cumbre


El moro, que el caballo antes seguía, Ina encantada y cristalina bola.
Solo se halló, confuso y atajado Por donde las estrellas; la luna
A la orilla de un rio, en medio un prado. Sus cursos hacen sin mudanza alguna.
, . : ..
, , :: , . , , , , ,
,

EL BEHNAHDO, LIIIRO Vil. 918


roda <!<• oro bordada y pedrería eñnr, estoy sola; que mi gente
Yo,
Por de dentro parece y por defuera, Toda m' fué a un castillo de 1111 hermana,
Di- arboles i caías, Dores, montería, Ien de a.|UI | la pal le de poniente
1
,

i ii. i
Bresca primavera
igj id drfe y : Para volver con ella i la mañana
En perlas el jazmín se contrahai 1 1 Quedóse una doncella y un sirviente
Coya hoja de esmeraldas Unas era a hacerme compañía > boj con rana .

I.o-. Dorones de escarches amarillos, Curiosidad se entraron por la selva,


(.1 Ipados de argentados trébol illos. Sm que hasta ahora ninguno delloi vuelva.
Dejó asombrado al moro la bailesa •Has ya entiendo sin dnda, por las sellas,
liel.i suntuosa lii'mla y de IU dueño. Que son los que cogieron tu caballo,
Las sedas perlas oro la riqueza . . . Y sin juicio van por i>.i- loen.,-,,
ki bosque oculto y el lu ^nr pequeño; Y yo en el riesgo en que me ves me hallo,
y sobre la real grandeza t • • • i • > Triste sola 1 metida entre estas peñas
, , .

Y aquel mirar alegre j zahareño Mas ya que tu veuisle a remediado


, ,

De lá beldad mayor que el mundo supo. Podras darme tu amparo > ser un abrigo
Que :iiii entre las demás grandezas apo i
Si no te causa miedo estar conmigo.»

Tambíeo la nueva soledad le admira Dijo esto por tal modo la doni ella ,

Sin gente de respel sen icio Y as| cu suaves ojos lial.i llenos ,

Con una sola luí que alumbra i mira Que sin sentido el moro quedó en veda
Tn.ici el mudable > único ediQcio, Entre deleite y gustos no pequeños;
Y que, suspensa y sin querer, suspira, Hasta que al Un ocasionado della, .

De algún nuil interior notorio indicio De sus halagos y ungidos ceños ,

Todo esto contempló desde la puerta, Preso en SUS lazos, y en sil lumbre ciego,
Sin que i!. un. .il paree .1 lu aih ¡el ta.
I i i , ,
n I le dijo su amoroso fuego.

Mas determinado por su gusto


,
ya Ella ni le acaricia ni desecha
El secreto i saber de esta aventura M contenta se muestra ni enfadada;
Con rostro humilde y corazón robusto Que todo a vecea en donaire lo echa
El rico umbral pasó, y en voz segura 1 veces todo, al parecer, le agrada:
a
Guarde, sonora, dijo, el cielo justo Va haciendo la cadena mas estrecha,
La gloria de tan rara hermosura , Y el moro, ya con alma enamorada ,

Haciendo mas suave y me larga Del lodo se le rinde y aficiona,


De los cuidados la pesada caí Y por ojos y boca lo pregona,
Al/o los ojos con que «Jar pudiera Calla y con no rehusar le da licencia
,

A los va muertos de sus lumbres, vida, Que entre sus blancas manos se regale,
A ser las leyes de la muerte Sera y en trato afable y grata diligencia,
Como las del amor mas homicida A convidarle con los gustos sale :

\ por mejor probar su fuerza entera. De un rico cofre saca a su presencia


En fingido alboroto desabrida, Preciosos dulces d le el '0 iguale , 1

Con rula álable y lengua zahareña Su gusto en todo porque en todo vea ,

Le atrae u un misino tiempo y le desdeña. Que ya de veras dársele desea.


Al fin, después de varios cumplimientos. El ya rendido amante no consiente
1 1
le concedió en el rico estrado,
1 Seiui jantes excesos de tal mano,
Pidiéndole la causa y los intentos Mas que con alma y corazón ardiente
a él
De haber en tiempo tal allí arribado : Mostrar deje huésped cortesano:
le
Contóselos el moro en breves cuentos, Crecen los fuegos; y él que arderse siente ,

I a empresa del caballo desgraciado, En el de amor, no cafe de lozano,


> cómo ya era prospero y dichoso. Adorando entre si el primer trabajo
Pues a lugar le guio tan venturoso. Que a tan dichoso punió y lili le trajo.
Rió en grandes donaires la doncella 1 No es
caballo, dice, desgraciado,
el
La 00 entendida burla del villano, Como por burla me contó la dama,
\ por sacarle con sosiego della Pul tanta Ventura me ha guiado
1

le dijo, en este verde llano De collado en collado y rama en rama :

aquella cristalina fuente bella Siempre del mal ó el bien exagerado


'
miada por la sabia BU1
Son menores los hechos que la lama :

De hechicera Árlela. <|iie un enu.


I
I Cuando tenga mil tachas mi caballo,
En ella puso de arlilicio extraño. Este bien solo me hará adorallo.»
Invo amistad con cierto moro
I. -1.1 Asi en pláticas dulces y sabrosas
Gran capitán de Zaragoz j liaza, i Cenando están los dos de oro en un plato
A quien término y decoro,
, sin guardar Dando ella de sus manos amorosas
Una mora usurpo de humilde raza: Presas de amor al moro cada ralo,
Es rica, y donde quiera muida el oro, ya preguntando diferentes cosas,
Y el con mayor codicia que no traza
,
, Ya con libre decir, ya con recalo;
Dejó la dama pobre por la rica ; Que le importa saber si tiene dueño.
Que a todo un gusto sin lealtad se aplica. Si es de gusto común ó zahareño.
«Tiene un castillo cerca de esa lueiilc, El moro á todo, en cortesano estilo ,

Y en el el falso amante entretenido, Ya en veras le responde, ya en donaire,


De adonde salen cuando el dia al oriente Y'mientras del parlar siguen el hilo.
Los dos al monte por el verde ejido: Si acaso da en la vela un soplo de aire
A este lin la celosa diligente Que, biimillando la luz, muestra el pabilo,
Del agua emponzoñó el cristal lucido , Todo se turba y desvanece en aire;
Porque saliendo a caza sea i|uien fuere, , Que sin la llama el pabellón no luce,
Sus disgustos le pague si bebiere. Antes cual débil sombra se trasluce.
«Quita el sentir la fuerza del veneno Parécense los árboles y el cielo,
Por largo rato mientras con bastantes . Y aun se apaga en la dama la belleza;
Puertas el gusto trueca y lo hace lleno , Mas luego que la luz cobra su vuelo
l»i I., (pie le solia enfadar antes: Todo se vuelve á su primer riqueza :

Pudo ser que bebiesen deste cieno Cree, viendo esto ei moro, sin recelo
Aquellos dos villanos caminantes, Que es desvanecimiento de cabeza ;

Y sin sentir ninguno lo que hiciese, Que el mucho caminar y el comer poco
La referida burla sucediese. Le trae el sentido divertido y loco.
: ; ,, , ,, , ,, , , , :, , , , ,

211 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Y molido va en veras con la dama, «No es razón , dice ni camino justo ,

Libremente le dice su deseo : Que, poniéndome yo en vuestra tutela,


Ilia con vano escudo de su fama.
. Por solo ser en fuerzas mas robusto.
El gusto le entretiene por rodeo: Esta me hagáis sin que mi honor os duela.»
«Ser verdad que adoréis estaque os ama, Pensó quizá el envejecido gusto
Yo en oslo dice lo conozco, y veo
, , Que aun todavía ardia la candela,
Que, ludiendo salir sin demasía, Y' así llevaba el frió melindre al cabo

Con vuestra voluntad pedis la mia. Con el amante ya rabioso y bravo.


»Mas yo de todo en todo seré vuestra Mas, viendo que de veras la desecha,
Si me juráis lo que pediros quiero, La sacude de si huye y aparta ,

Por ese noble pecho y mano diestra ,


Que sin luz su invención quedó deshecha,
Y la fe que debéis á caballero Medrosa que la deje, y que se parta.
Que nuevas culpas ni ocasión siniestra Las duras garras por el cuello le echa,
De vos me apartarán, sin que primero Y de su aliento y tósigo le harta,
Me deis satisfacción de una doncella Pidiendo á vueltas á la amada presa
Que usurpado me ha un gusto por mas bella. La fe debida á su primer promesa.
»Hame tiranizado un caro amigo, «No soy tan fea, le dice, cual parezco;
Que era otro tiempo el alma de mi ¡justo ,
Que ya fui quando moza celebrada,
Y en fe que dio de se casar conmigo, Y aun hoy pena por mí quien no apetezco,
De mi le di mas parte que era justo ; Y me con sus lágrimas cansada
trae
Y aunque por vos, señor, en lo que digo Si estosenfados y desden merezco
Tratar cosas pasadas sea disgusto , Por daros yo tan franca mi posada
Es fuerza que me deis esta palabra No os envié yo á llamar vos me buscastes ;

Y' asi mi voluntad su puerta os abra. Y con falsas promesas me engañastes.


«Que cuanto á desear esto me mueve «Cumplidlas falso , pues , ó á todo el mundo
,

Y'a no es gusto de amor, sino venganza.» Por cruel os mostraré y por alevoso
Él moro , que en su rostro entre oro y nieve Sin que de mí os huyáis, aunque al profundo
Ardiendo en fuego siente su esperanza Hincón bajéis del centro cavernoso:
No solo una palabra y don tan leve El galán que por vos hice segundo
Le otorga , jura y da", mas si en balanza Quiero me deis para que sea mi esposo,
De un mundo entero el contrapeso hiciera, Y me venguéis de quien me le ha quitado,
Y el mundo fuera suyo , un mundo diera. Y os honréis hasta entonces con mi lado.»
Y ya con la licencia que le ha dado Bastante prueba dio de su nobleza
Ouisb en mas libre trato entrar con ella En esto el reportado sarracino,
Hacer campo de amor el rico estrado, Pues, templando á su enojo la braveza,
Y allí suya del todo la doncella De hacer se abstuvo un nuevo desatino:
Cuando, con el burlar desordenado, Solo arrojando la infernal fiereza
El sujetarla, y defendérsele ella , Que asido le tenia, «ese canino
La vela se cayó , y sin lumbre alguna, Rostro, dijo, será quien te ha usurpado,
Lo que encubría la luz mostró la luna. Si ya alguno te amó, el haberte amado.
Sobre una cama de pajizo heno »Dél será bien vengarte con hacelle
Abrazado se halló a una flaca vieja, En Euclídes de rayas y figuras,
El turbio rostro de verrugas lleno, Sin que puedas ya mas entretenellc
De solo un ojo y con ninguna ceja ; En vanas aparentes hermosuras.»
La hundida boca, cavernoso seno. Asi dijo ; y porque iba á detenelle
Con los podridos dientes mal pareja, Con nuevos embelecos y posturas,
Dando al vecino olfato grueso aliento De si la desvió con tanto brio
De algún recien abierto monumento. Que, yéndole á abrazar, abrazó al rio.
Duro el cabello entre aplomado y cano
, Cual encogida y débil hojarasca
Peor que el de Tesifone y Megera Que de árbol seco arranca el raudo viento,
La encorvada nariz, que al gusto humano Y volando la lleva su borrasca
En llaco iguala, de color de cera: Trocando puntas y mudando asiento :

De nudosa raiz el cuerpo enano, Tal la hechicera fué con mortal basca
Con mas años que el tiempo y toda entera
,
De uno y otro traspié rodando á tiento
Tal, que al valiente moro y su denuedo, Hasta dar en el agua , en que se hundiera
Lo que el mundo no pudo, puso miedo. Si ya de carne , y no de pluma , fuera.
Así el hambriento pobre peregrino, Fuese el moro feroz desesperado
En seca paja de un rastrojo echado, Viendo el deleite vuelto en amargura,
Rico se sueña al fin de su camino, Y del caballo mal afortunado
En cuadras de oro y camas de brocado; Aunque de noche clara la ventura ;

Y' en medio el gusto un viento repentino Mas no mucho se fué, cuando á su lado
El sueño vuela, y hállase abrazado De Arleta vio la hórrida figura,
A su estéril bordón , y hambre ayuna Que para mas enfado del que tiene,
Al frío rayo de la blanca luna. A pedirle la fe y palabra viene.
Con secos nervios y con duros brazos Pensó rendir el alma de coraje
Así al moro ciñó, que no podia Volviendo el moro altivo el rostro á vella
Del cuello huir los escabrosos lazos Y' sin que ya el hidalgo honor le ataje
Por mas que la apartaba y deshacía: Con la espada alta arremetió tras ella:
Quiso de rabia hacérselos pedazos , Huyó la vieja haciéndole un visaje
A no ser en los suyos villanía, Que le asombró miralla y por cogclla, ,

Y ella, mas firme que la yedra al olmo, En unos mimbres tropezó sin lino
Llegar su antojo quiere y gusto á colmo. Y el feroz rostro le abrazó un espino.
¿Quién ha visto en un águila enroscada No hay sierpe á quien la azada del villano
Víbora azul, ó pardo cocodrilo Haya en dos medias parles dividido,
A una palma enredarse levantada Que asi fiera vomite por el llano
De las crecientes del vadoso Nilo? El humo del veneno recocido,
¿O a Mercurio en su vara celebrada Como el aragonés moro inhumano.
De dos serpientes el nudoso hilo'? Viéndose en tantos modos perseguido
Tal [lareeian los dos y en tal hechura,
,
De aquella que inatalla es caso indino,
II en la rabia y ella en la figura.
, Y sufrir sus locuras desatino.
.;, : .; ,,, . . .. , ,, . ,

EL DEHNAIIUO, LH.IKI Vil 13


Y así, por apartarla de sus i El sagaz iiiaraiii, rey de Pamplona
A correr comenzó por la espesura, Debajo de traer lerl embajada 1 1

Y ella, para seguille y dalle enojos De parte del iv\ Carlos en perdona.
Con las alas del viento se apresura ¡ Gente metió en roledo disfrazada :

« raidor, basta que compla mis antojos


i A Rangorio, caudillo de <

Le dice y la palabra i fe perjura


, Del gigante Arganzon Br toada 1 >

Que me diste, en desierto j en pobla lo Y a Zaldinn señor de miaña, . li

i) viva 6 muerta me traerás al lado.» De un ojo solo y de estatura extra! 1

Asi corriendo por la selva espesa Bate de cepa y de linaje oscuro


,

Dos largas añilas fueron sin cansarse, Aunque el si' liare ele mi rey pariente ,

Que al el dejo el huir i toda priesa E-- el que


-o tiene n seguí o a 1 ai • 1

Ni ella el decir injurias y acen arse Del rio este ancho vado con su gente ¡

Hasta que un boudo rio que atraviesa >r de nn bei rado caí ro el Orme muro
ii paso les ionn>, y forzó a pararse, En que salvar la presa diligente
Y el moro, revolviendo de repente ,
Que se entiende será una belli ira.
Viva cogió a la vieja impertinente. Hija del que en 1 oleilo reina ahora.

\ i un árbol de los muchos de su orilla wSon varios los incrédulos i uní


liarlo ya de sufrir, la dejó al ida ,
Que desle robo cuentan en sei reto
Y en huida velos, parí no oilla, I DOS dicen que el Cesar por amores
Apresuró basta el dia sn jornada Ue\ lo manilo, que es SU Mljelo;
\-i Si
Salía y.i el alba en so argentada silla, > un caballo laminen de los mejores
De rosas y azucenas coronada .
Del mundo le envió para el ciclo,
Cuando el ro salló del bosque al U. De i ir. i
lijerezo se valiese,
El ancho rio la dei echa mano
.1
¡
Y hecho sin temor acometiese.
el

^ la otra parte en un ancón que hacia


:i ^ que R orio á la ¡ornada vino ¡i

La corva ala de nn cerro puesto enfi ente Para mayor seguridad del caso;
Entre arenas y aljófares bullía Mas ni eso lleva al parecer camino,
11 cristal puro de una limpia fuente. Ni de creer que en semejante paso
i -

Junto á i'il.i puesto un pabellón se * la .


i u tarca tan saino, un rej tan diño
i

Y en tomo del durmiendo armada gente ,


De serio del órenle hasta ei ocaso,
Dos apretadas barcas en el rio ,
Cuando del tiembla el mundo ,
por liviana
Y una espía en un álamo SOmbl lo. Causas de amor se burle de sus canas.
1
1 el furioso moro á preguntarle "(Uros Itangorio, padre de Oliveros,
Qué atalaja de allí ó á quién espera
, .
Fingen el nuevo autor deste cuidado;
Cuya es la tienda y gente de aquel valle Mas yo en secreto o¡ á dos caballeros
Y si querrán pasarle bu ribera 1
Hacer á Hiarahi solo el culpado,
Agradóle del moro el garbo y talle, Que acometido de enemigos licros
Y esle el primero fué, y la Vez puniera, Su reino, y de Icones rodeado,
Que de un hidalgo se pagó un \ ¡llano, Olvidada su edad anda perdido , ,

Y un navarro alavés de un castellano. En amorosas burlas divertido.


Y ;is¡ le respondió • En la hermosa tienda
: Al Qn, séase cual fuere el fundamento
Tiene el rey de Pamplona alojamiento 1 ;
El caso cierto es ya que Cabana,
Mis luego, arrepentido de que entienda La dama de mayor merecimiento
Que le quiso dar gusto, mudó intento ; Que boy se conoce mora ni cristiana ,

l haciendo al yerro sin razón emienda. Si no hay al^un notable impedimento.


El receloso Ferraguto, átenlo Aquí presa estará de hoy a mañana :

Al encubrir y dcscubrir^ra/ones, Esto es cuanto del caso decir puedo,


Barcas espía , tienda y prevenciones,
, Y lo que aquí esperamos de Toledo. »
ltien entendió que el raso era de cuenta .
Asi el moro decia, compelido
Pues el rey If ¡áralo por su persona, De los miedos del hijo de Lanfusa ,

A riesgo suyo y de su honor, le intenta Cuando en el bosque oyeron el ruido


Tan lejos de los muros de Pamplona : De una algazara y trápala confusa :

Tiene con él enemistad sangrienta, Salto el aragonés apercebido.


Por feudatario á la imperial corona ,
La espia se le buyo y por la difusa ,

Y (|ue es traición recela , porque sabe Campaña mil tragedias, con espanto,
Que en un navarro moro todo cabe. Materia dieron de venganza y llanto.
Por esto quiere el caso por entero, Mostróse claro el alevoso intento
Y á la espía le ruega que se abaje Del robo ilustre que hacer procura
A llevar de un extraño caballero, El liey, de la ciudad á quien dio asiento
Si ,s posible, a su rey cierto mensaje El que perdió en Farsaha la ventura ;

Tanto decirle al fin supo el guerrero Y Ferragut, celoso basta del viento
De ruegos y promesas que el viaje , Que en el rio suena y brama en la espesura,
Aceptó, y arrojándose en el prado . Ño aguardó a saber mas dejó la espía ; ,

El moro le prendió, y quedó burlado. Y á buscar acudió el rumor que oía.


Y naciéndole que calle aunque no quiera ,
Vio venir tras un hombre desarmado.
Con él se retiró en una espesura ,
Con limpias armas, dos por darle inucrle,
Donde del caso la verdad entera Y sin poderle socorrer, clavado
Le pide, ó que abra allí su sepultura : Al sucio le dejo un venablo fuerte :

Asi lobo feroz, tierna cordera Volviéronse con paso apresurado,


Que por su boca asió á su cueva oscura , Y el moro leal que la traición , advierte
Lleva, sin que va pueda libre y horra Con alma y pecho audaz y pies lijeros
A su pastor pedir que le socorra. Siguiendo fué los falsos caballeros.
Señor, por el profeta en quien adoro,
« Y no lejos de allí, al entrar de un valle.
Temblando respondió y por esle paso , Otro vio alancear como el primero ,

En que me ha puesto ¡acodicia de oro, Sin que á ninguno socorrer ni dalle


Que no sé el fundamento y luz del caso Favor pudiese su ánimo ni acero;
Que de un plebeyo y no castizo moro Cuando por una estrecha y verde calle
Nunca para al tas "cosas se hizo caso : De la selva salir vio un caballero
Solo podré contarte lo que be oído, Con aljaba de monte de brocado,
Ora sea cuento cierto, ora Ungido. Y uu cruel trozo de lanza atravesado.
, , ,,, :: , ; ,, ;
, , ,

216 PON RERNARDO DE VALRUENA.


Fué cayendo de Ferraguto
á los pies Puso el gallardo hijo de Lanfusa
Desangrado y mortal creyendo fuese , Los ojos en la bella Galiana,
Del enemigo bando ánimo bruto Que aunque llorosa y en su mal confusa,
,

Que lo i]ue otro empezó acabar quisiese Su hermosura descubre soberana :

Y ya pagando el general tributo Aquella hermosura y luz que infusa


Como antes de morir reconociese Del libre sueño vio en la sombra vana,
Que el moro era neutral, y no enemigo, Cuando el amor con ella le hizo presa ,

Asi le dijo en tono y voz de amigo : Y en su alma la dejó y su gusto impresa.


«¡Oh invencible valor, cualquier queseas, Halló despierto á quien mostró dormido,
Que en ademan gallardo y real persona El dia pasado, el agua de una fuente,
De mi muestras dolerte, y que deseas Y ser deste alboroto aquel ruido
Vengar mi muerte Acórreme, y perdona
! Que hacia soñando una espantosa gente;
El no poder guiarle donde veas Cuando, en rabiosa cólera encendido,
De Toledo agraviada la corona Y en nuevos gustos del placer presente,
Del rey mas falso y gente mas traidora Tan fiero, que mirallo atemoriza ,

Que en Meca cree y su Alcorán adora. Haciendo entró por los contrarios riza.
«Danos favor, gran Cid , si á lu presencia Sobre el gran yelmo de templado acero
El valor de esa espada corresponde, Una enroscada y bella sierpe de oro,
Y al mundo le lia quedado resistencia Por alas los penachos del plumero,
Con que hacerla, y términos por donde ;
Y por veneno y silbos los del moro,
Socorre la beldad y la excelencia Encontró á Grabelindos el primero,
Mayor que en toda su grandeza esconde Una de las tres llaves del tesoro
A una ofendida infanta y á un honrado Del reino de Pamplona, y de sus rentas
Rey, de otro infame rey sin fe agraviado. Le remató en su alcance el de las cuentas.
»Con ademan de una fingida caza Alfajardo y Cegrides, dos hermanos,
Y alancear una feroz leona , El uno amante nuevo, el otro esposo
A este soto sacó la industria y traza De dos moras de rostros soberanos,
Del falso Biarabi , rey de Pamplona Que ausentes lloran su tardar penoso ;
La bella Galiana , y a una plaza Al uno la cabeza y las dos manos,
Encubierta guiando su persona , Que levantaba á hacer un golpe honroso,
Nos trajo á la mitad desta floresta, Y al otro de una punta atravesado,
Donde tenia una emboscada puesta. Por común sepultura les dio el prado.
nAlli, con cruel ánimo y denuedo, Creció del ciego ruido el alboroto
Un tejido escuadrón de gente muda Con el nuevo socorro del pagano
Salió á robar la infanta de Toledo, Volviendo los que andaban por el soto
Y á dar al Rey en su traición ayuda : Dando la caza al pueblo toledano;
Hizo su oficio el repentino miedo Y al fiero Arlange, que, el alfanje boto
Sobre la que halló de armas desnuda De herir, y en sangre envuelto el brazo y maro.
Unos huyeron y los mas honrados
, Tornaba cíe mil muertes victorioso,
Han muerto, cual yo ahora, alanceados.» Un altibajo le alcanzó espantoso.
Asi, va con la muerte y sus congojas, Y dándole primero á Gorgio muerte
El toledano á Ferragut decia ,
Un músico del Rey, que á dar venía
Cuando por la espesura de las hojas Solaz y no á reñir, porque á su suerte
.

Uno, huyendo de otros tres, salía, Las pretensiones no arregló aquel dia,
De azules sobrevistas y armas rojas Contra Arlange un revés volvió tan fuerte,
De sierpes llenas, de oro y plumería; Que todas las victorias que 'raía
Y el que huia, una marlota gualda, Por el suelo le echó, y en larga pieza
En un hombro herido y una espalda. Del cuello la fantástica ctibezá.
Salió á hacer reparo el moro altivo Y dando á las espaldas el escudo,
Contra los tres cebados en matalle Con espada á dos manos fué haciendo
la
Y al mas lijero, de un revés esquivo, Mortal estrago, y por el pueblo rudo
De medio arriba le dejó sin talle : Crecer el alboroto y el estruendo :

Al otro, medio muerto y medio vivo, El feroz Biarabi que ya no pudo


,

Por su entero sepulcro le dio el valle Mas el rigor sufrir dei brazo horrendo ,

Y al tercero con el tal escarmiento, Ni los furiosos golpes que en su gente


Que , siendo plomo , se volvió de viento. Da y ejecuta la leroz serpiente,
Saltó el aragonés sobre un caballo, Con una lanza como gruesa entena
Siguiendo al que huye de su aguda espada, Contra él por medio del furor se lanza ,

No tanto por berilio ni alcanzallo, Y en el soberbio pecho, que resuena


Cuanto por ir á dar en la emboscada En negro aliento soplos de venganza,
Al fin supo el temor tan bien guiallo El encuentro acertó, y de estruendo llena
Que en una plaza de árboles cercada, La selva , y de los trozos de su lanza ,
En desigual batalla vio metidos Bramando vuelven por los robles secos
armados contra diez heridos;
'.'.torce Del sordo monte los quebrados ecos.
Y en donde preso un sol con diez estrellas ,
Perdió el gallardo moro los estribos,
Eclipsada la luz de su hermosura ,
Abrazándose al cuello del caballo,
Hecha un vistoso cielo del y dellas Al tiempo que diez golpes vengativos,
De aquel sangriento prado'la frescura De ira llenos bajaban á buscallo
, :

La bella Galiana y sus doncellas, Fué despertar en su furor mas vivos


Llorando su presente desventura , Los brios de vengarse, y provocallo
A cuenta y guarda de un feroz gigante. A un increíble y espantoso estrago,
Temblando están de su brutal semblante. Y á dar al Rey de su traición el pago.
Asi en turbios y rígidos celajes, Así en los duros yunques de Vulcano,
Entre los cuernos del templado toro , En las cavernas del Tinacrio monte,
Humedeciendo al aire sus plumajes, Si el rayo se desliza de la mano
De las Pleyadas el medroso coro, Al negro Esterpe ó al horrible Bronte,
Llorosos hace y lóbregos visajes Rompe en fiera estampida por el vano
De tierno aljófar y arreboles de oro, Contorno de su lóbrego horizonte.
Viendo de Orion armado el brazo fiero, Llevando el ronco estruendo en un instante
Y de su alfanje el relumbrante acero. Fraguas obras y obreros por delante.
,
, . ,, , , ,, ,, ;, ,

el bernardo, libro vu. 211


Con semejante con vlolendl
furia y Cirio que htbil acabado la jornada
Igual, volviendo en si el feroz guerrero, De aquel golpe espantoso la violencia ,

A I. meo mala, alcaide de I'laseneia, Y i~i esgrimiendo la lustrosa sapada


,

A Gripol, á Alberindos i Bamblero; Sin bailar en reparos resistencia ,

Y sin hacer caudal ni diferencia De laja de revea y de estocada


,

Del humilde villano al caballero, Diere de Lrosa mata ¡ difei eocia,


. . .

A Cepola, escudero de Algaberte , Con horribles señale j bei idas


Y á su amo, de dos golpes dio una muerte. Cuerpos, anuas, personas , muelle y vidas.
Y vuelto al Rey, que con broa denuedo De las medrOSU Sobras que han quedado
Alta la espada i»>r le herir volvia, Al destrozado campo de Pamplona
A recebille el golpe estuvo quedo Va sin caudillo en son desordenado
Y de la muerte Be escapa Argalii Huye a salvar cada uno su persona ;
Que ya la iba tragando con el miedo Y ei vencedor gallardo, que el cuidado
Del jayán bravo que sobre el venia: Mayor que el suyo alienta y aficiona
Din el la sierpe da oro.
golpe encima de 1.1 de la Pella luíanla , ya trataba
Haciendo sea eu rabia el moro.
(]ue lo De seguir á Bramul que la llevaba
Y en respuesta le dio tras de una punta Cuando Arganzon, volviendo en su sentido,
Que le encaro", aunque poco, en el cuitado, Furioso contra el cielo se levanta .

lin lijero mandoble en que loé junta. Que en verse de mortal valor rendido
La colérica rabia al justa enfado : Los muertos pisa y a quien vive espanta;
Llevóle medio escudo, y con difunta > COrVO alfanje en alio suspendido.
I
I

Color el Rej cavo desacordado, Un golpe ai moro dio ion fuerza tanta
Kn la cabeza, el hombro y pecho herido, Sobre el dorado yelmo á todo vuelo.
ü muerto, al verde prado, 6 sin Benlido. Que dio con él de espaldas en el suelo.
Y revolviendo la furiosa espada Bajóse por cortarle la cabeza ,

Al VUlgO, que a veujiarle.se apercibe, Cuando el brioso aragonés gallardo,


\ este de intento, al otro de pasada, Con nuevo aliento y nueva fortaleza.
I n todos su rigOI y enojo escribe : Mas lijero salto que un presto pardo,
Con q le la otra gente Irentada
¡ Huyendo con mañosa lijereza
i esperanza y el animo reciba;
i El golpe altivo del jayán bastardo,
Y con tan buen caudillo en su presencia Aunque en el hombro le alcanzó siniestro
M.is i|iie antes hacen firme resistencia. Ll filo agudo del alfanje diestro.
El valiente Arganzon, que en guarda puesto Cortóle de la malla el lino lazo,
De las -.lias \ la Infanta estaba,
ii Y gracias al encanto de l.anlusa,
Viendo caido al Rey, huyendo el resto One también le llevara entero el brazo
De solo un brazo y su arrogancia brava, Si no hallara en su virtud excusa;
¡tramando al cielo, sale de su puesto, Mas el que solo siente el embarazo
En la ancha mano su acerada Clava , De no seguir la luíanla , no rehusa
Con que una horrible pasta, a un golpe fiero. Sus golpes, ni hace del ni dedos cuenta;
Las armas piensa hacer y el caballero. Que en uno piensa de cobrar cincuenla.
Era Arganzon del reino de Pamplona Y asi, después que de uno y otro lado
Alien/ real de corazón valiente,
, Del acerado ames la fina malla
Nacido, según unos en la Sona, El soberbio jayán corló alterado
Y según otros en la Nubia ardiente En descompuesta y bárbara batalla ,

De corpulenta y barbara persona, Ferragut le acertó un descaminado


\ miado de unas conchas de serpiente Culpe del yelmo en la dorada talla.
De muchas fuerzas y ninguna maña, Tal, que él, y la cabeza y pecho abierto,
A quien su rey pasó de Arjel á España. Espantable cayo en el suelo muerto,
Pondo en Navarra sobre una alta hiera Con ruido igual al que en los valles hace
Un castillo gentil, que el gran Teobaldo De las sierras de Cuenca y de Segura
A Guevara ganu, y mudó su seña, El pino altivo que en sus hombros nace,
Las bandas y panelas de Grimaldo, Y en los suvos la mar vuelvo segura;
Dando á su ilustre casa no pequeña Que si el hierro le rom a y le deshace, l

Majestad desta peña el Bel respaldo, Suena al caer y tiembla la espesura,


Ganada a fuera del soberbio Argante, Las hojas en los árboles vecinos,
Pariente y sucesor deste gigante. \ el pe/, en sus remansos cristalinos.

Esle pues, viendo el espantoso estrado No quedó al golpe horrible altiva espada
Que la aragonés furia hace en BU gente De cuantas antes coniia s, tenia,
Al ltey caido en un sangriento lago, Que no bínese, viendo doslr. meada
Y á sus golpes medroso el mas valiente , La mayor fuerza con que el Bey venia :

Dando orden que Bramul con tierno halago l.a gente antes vencida y desarmada.
La Infanta lleve en orden suficiente Colilla Üramii! que á se escapar lima ,

A las barcas, y allí en el albedrio Con la Infanta sin armas y sin tino,
,

De /. ddiran la entregue, y pase el rio, Peleando le estorbaba su camino.


Con pecho osado y ánimo iirioso Hasta que, libre ya de la refriega
Alta espada y su furor mas alto,
la En que quedaba el moro diligente ,

A dar fué en Ferraguto un peligroso Lloviendo sangre de su espada, llega


Golpe, ayudado de un lijero salto : A dar socorro y animo á la gente :

Erróle con la cólera, y furioso No fué de dura esla segunda brega ;


De rabias lleno y sufrimiento falto , Que un desmayo entibió el furor ardiente
La bisanua arrojó, y sacó la espad i
De los navarros moros, viendo cierto
En mora sangre sin lealtad manchada. Ser Arganzon vencido, y su rey muerto.
Mas antes que ejecute el golpe fiero, Huyeron por el bosque divertidos
Uno tal le prestó el sagaz pagano . A los di ullos valles de la sierra ,

Que el medio escudo, aunque de lino aci ro, Quedándose entrampados j piulidos
Le llevo al suelo, y parte de la mano : Los mas, por la ignorancia de la tierra :
Dio un bramido ei jayán, y el caballero Ll bravo aragonés, que vio rendidos
Otro segundo le asento de llano Los principales nervios de la guerra,
Encima el duro yelmo, que sin lino, Envainando su espada y su braveza ,
Al verde suelo, del caballo vino. Así la empresa de su gusto empieza.
, ;,., , »,
;, : , , » ,,; ;
,.

218 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Llegándose á la Infanta, quo admirada Del encantado moro el justo enfado
Está de las braveras de su mano, Atada había dejado a la hechicera,
De sus medrosas llamas rodeada Al duro tronco de un ciprés copado.
En tono humilde y modo cortesano, Del fugitivo Tajo en la ribera.
<.; Oh beldad dijo , en quien se ve cifrada
, Donde, cuando apuntaba el sol dorado
1.aentera gloria del tesoro humano, Tras la estrella del alba placentera,
Que en las centellas desos ojos vuela, Una villana vio medio desnuda,
Y ardiendo el alma sus antojos hiela I Con lágrimas pidiendo al cielo ayuda.
»S¡ este humilde servicio entrar en cuenta Dióle voces la maga , y la doncella
Tucde con el que el mundo os pecha y paga, Con ellas de repente alborotada ,

Y en noble gusto un tal deseo se cuenta Medrosa á los principios quedó en vella ,
De cualquier deuda por bastante paga. De su fealdad y jestos asombrada.
Sin hacer de otro bien caudal ni cuenta, Hasta que al fin compadecida della
,

Asi mi presunción deste se paga , Llegó a darle favor; y desatada ,


Que en fe se atreve de tan buena suerte Ella en pago le pide ,"eomo amiga
A ofrecerse por vuestro hasta la muerte. Para ayudarla el lin de su fatiga.

» Soy, si la fama deste brazo y mano o Señora, dijo, aunque contarla quiera ,

Volar tan alto con mi nombre pudo ,


Ni sé decir ni entiendo el cómo ha sido
El hijo de Lanfusa y de Uliano, Ayer desde mi aldea á esta ribera
He Huesca rey y de Aragón escudo , A cazar vine con mi padre un nido;
Del gran soldán de Babilonia hermano; Y' no sé adonde ni por qué manera

Y soy el que sin armas y desnudo,


. Me puso en un caballo, y él subido
Maté a Argalia en Francia, peleando, En la silla también donde quería
,

Y las suyas quité al valieute Orlando. Furioso nos llevaba y nos traía.
»Y asi la fama de esa luz preciosa uMetiónos por la lóbrega espesura
Que ya clara en mis ojos reverbera, Deste bosque sin luz y andando a tiento
,

Fué en mi cuidado poderosa


libre De un riesgo en otro, sin hallar segura
Y á sus rayos mi alma tan de cera ,
Senda ni guia á nuestro ciego intento
Que por virtud y fuerza milagrosa La noche fuimos toda á la ventura
Viva se imprimió en ella de manera O sin ella, hasta ya que al pardo viento
Que, sin mas experiencias mi memoria, El lucero aclaró y con su tesoro
,

Hecha quedó un retrato de su gloria. De blanca plata hizo el carro de oro.


» Y la ventura que al principio quiso sEntónces en el soto de improviso
Darme de tal tesoro alegre nueva, Una fiera saltó, y alborotado
Siendo mi guia , hizo de improviso El brioso animal, hurtarle quiso
Que por mas bien este favor le deba, La vuelta dándola él desordenado
, :

Trayéndome á tan nuevo paraíso Dio conmigo en el tronco de un ali-¡o


Por dulce alivio y por bastante prueba Y en su huir, á mi padre desdichado
Que si es grande la voz de esa belleza, Colgado le llevó de un corvo estribo,
Es la fama menor que su grandeza. Haciéndole quizá pedazos, vivo.
» Luego que amaneció en mi pensamiento aYo, por estos ribazos y estas peñas
La justa estimación desla noticia, Con ei ansia de darle algún socorro.
Sin hacer caso de otro humilde intento Cual me ves, destrozada de sus breñas,
De ser vuestro me dio noble codicia ;
Sin saber dónde á socorrelle corro.
Cobrando mi rendido pecho aliento Dijo ; y entre unas vástagas pequeñas
Para con él vengar vuestra injusticia, De álamos, que hacen en el prado un corro ,

Y gozar juntamente el bien que inspira Los bufidos oyeron del caballo,
Ese divino rostro en quien le mira. Acudiendo las dos por atajado.
»Y asi se debe lodo á la grandeza Halláronle entrampado en los grimazos
Que el cielo puso en vos, y a mi la gloria Que un ciego bosque de álamos hacia
De saber adorar tanta belleza, Hecho el villano entre sus pies pedazos,
Y gozar sin cesar desta victoria : De un estribo colgado todavía :

Todo junto pretende en vuestra alteza Dio doncella en él tristes abrazos


la
Deste servicio y voluntad memoria De sobresalto llena y de agonía :

Con que en mi crezca el animo en serviros, Arleta asió del freno por la rienda,
Y en tanto bien amor temple sus tiros. Tomando el paso de una estrecha senda.
Dijo; y la alegre gente cortesana Conoció en el caballo y el suceso
Que á la espada sobró del enemigo, Ser el que iba buscando Ferraguto,
En torno de la bella toledana Aquel moro feroz que en su alma impreso
Cobraba aliento ya y seguro abrigo ;
El brío dejó de un pensamiento bruto
Y ella, con la victoria mas lozana, Y sin dar mas consuelo en el avieso
En rostro afable y en semblante amigo Caso de la doncella ni en su luto,
Al gran libertador que atento via, Sola se la dejó y se fué contenta
La dulce boca á responder abría; Que del ajeno mal ¿ quién hace cuenta ?

Cuando vieron de la espesura


salir Va con ella doméstico el caballo,
l'n brioso y desenvuelto caballero. Y ella, agradada de su vista y talle,
Sobre un caballo de gallarda hechura A Brabonel pretende preseutallo ,
Todo cubierto de oro, y él de acero ; Y con esta ocasión nueva obligalle;
Con una dama tal , que su figura Y si él cual debe no le estima dallo
, , ,

Admiró los presentes... Mas primero En premio á quien prometa de vengaile


Que mi pluma á este cuento se entremeta, Del afrentoso agravio que le hizo
Volverla quiero á la olvidada Arleta; Aquella noche el moro advenedizo.
es razón que porque el tiempo haga
Que no
Su oficio en ella, como en todo suele, ALEGORÍA.
Y'a que uno al irse con rigor le paga
En de Bahamel y su esposa, hedías lan
las tragedias
No venga otro tras él y la consuele
á ciegas y con tanta desgracia, se muestra lo mocho
Que si con su volar lodo se estraga,
También es justo que en sus penas vuele, que en los sucesos humanos pueden las estrellas, bien ó
Y se acabe el dolor como el contento, mal afortunadas, que aunque no llegan á forzar la li-
Y nada tenga en su inconstancia asiento. bertad del albedrio, no hay duda que en las cosas infe-
., . ; , , ,

EL RF. UNA II 1)0 LIBRO VIII. 119

riores es gran fuerza la del liado, que, según la opinión I enia .11 el I ajo, entro una oscora breña,
de .líennos, referida |ior Santo Tomas c. la disposición ,
I 11:1 eneuliierl a grilla en que vivía ,

\ una fuente II. un. el. I.- la lliiena


com abido.alctnl, aunque
1

del signo enqoe cada ano es


t.iuede ara i mis conjuros le servia
,

le es superior el libre albedrlo, en muchas cosas se deja


Quila fue d le ahur. es Fontidueíla 1
,
vencer de su violencia,] y principalmente en aquellos ^ -o nombre heredó deata arpia
que el saber y prudencia humana no alcanza i Que hay faina que in su puelilu aun persevera
prevenir;] eso quieren decir las desgracias del caballo Nobleza dea) antigua bechii <

Clarion ; que la fuerza de las estrellas predomina en loa Tenia fuente siempre emponzoñada
1
1

brutos y en la partesensitiva, j noenetalbedrío hu- Y enturbiando sus aguas el sentido


mano y voluntad racional. Dejaban la memoria embelesada,
Y el guato al suyo, sin querer, rendido
En Ferraguto abrazado con Árlelas.' maestra cuan ;

Con que en torpe deleité ocasionada,


cíertoeseneíbombrecaei de las monos del deleite en
Deaeo no tuvo sin le ver cumplido,
las del arrepentimiento; la velada ixleta significa los Sin. el .i.- Ferragut
1
cuya locura .

aparentes antojos de un deseo amoroso, y cuan otru> de Las luces apagó de su hermosura.
lu que son pinta y barniza las i

pues .ni las leudas del 1/1


I I . , I 1.

Ferragut peleando con las gentes do Biarabí en fa-


, Caballo Clarión va su camino.
vor de Galiana, es Ggura de la traacibl Ira los es- Trazando en si de darlo de sn mano
torbos que se le ofrecen al paso del conseguir el fin que Al que \.l hÍ10 de sl|s gustos dlllu ¡

el hombre pretende; jen Biarabi, destruido y frustrado ai Brabonel zaragozano


leí ,1/

úr su intento, cómt (i
q u le busque y mate ai sarracino
traidor pocas veces se escapa 1

Pretensor bravo del gallardo potro;


de morir á manos de su traición.
Qne al uno adora j aborrece al otro. ,

Gozó de Brabonel algunos días


En vario encaño y riegos embelecos,
Hasta que afflo , por encubiertas vías
LIBRO OCTAVO. De su cueva limo a los les secos 11
,

Sin valer ya ron él niaras porfías,


Ni de su líala". los flngldOS eeos 1
;

Deserfbese avien fué tríela, la cnal presenta cabillo Clarion


el v.
presa de su amor entonces iba
i Rangono poraoe te fi ignlo, i quíco bailan con
Con la memoria y la afidon mas viva ,
I i

la i .
senté qne la lleva-
ba prej i. Llega .-l campo do BapaSa SansneBa haciendo tina .. . Calando al bajar de una pequeña loma
gallarda reseña S vista de sos a 3 rdii I I
i
\ 111 un Caballero de unas anuas Moles.
ceitoa; ve alo ser vi-ia á Plorinda, enamórase deua, \ traía de Que. bailada la espada en sangre, asoma
r-tbjri.i laalgnlente noche. Scr¡ui" > Celedón, compañeros sn-
ros, "i grande r^tr.i ^-» en la gente dormida <ii'i r.'.u » ri-.ii.i-
Cual sol de abril en rojos arreboles ,

íi ii. CardUoro, eomo l<> iru/.i roba Plorinda, j buyend , .1 1


Y que el camino hacia la selva toma
. .
ana encuadra de cristianos, donde le matan,] I
1 1
, :i la 1
Tras dos gallardos moros españoles
ais conocer la llevan presa á Ij tienda de su esposo. One el caballo le han muerto por dejalle, .

Sin que seguirlos pueda, a pie cu el valle.


Fué Arlóla fes bien , señor, que sepáis esto Alcanzó al uno de un revés lijero,
Tara mas loa 'lo su la sa historia) Que lo rué non lio mas que sn caballo,
I na ina^a falaz, cuyo ronqiuosto Yendo al suelo caballo y caballero,
Rostro aun conserva Tajo en su memoria, Sin que liuve de avudallo
que trate el ;

>, una carcomida gruta poeslo,


1 11 Y acertando el segundo golpe lieni,
Su primeva beldad bace notoria; Le abrió del hombro al pocho, V pudo dallo
V del furor 'lo su taimo insólenle Tan a gusto y sabor, que el que liuia
Esto por tradición cuenta la gente. Con solo alfanje y sin arnés venia.
En su florida ciad do agrado y gusto Al otro le valió su lijereza ;

Aunque altiva en su trato y deshonesta, Y el victorioso caballero armado.


(.mi que cu celosas rabias y disgusto Yol viendo a todas |iarles la cabeza,
Siempre a Toledo trajo en bandos puesta; A Al Iota vio bajar por el collado ,

Amiga do ^ iioef ui'.ro robusto . El caballo del diestro que en belleza ,

Que a toda España gobernó y con esta . Excede a cuantos Bétis lia criado,
Mano on su pretensión no hubo interese , Cam el rico jaez que, al huello ufano
Que o. intentase y en que no saliese.
1 Sonando el oro, le hace mas lozano.

Mas el tiempo, que todo lo consume, Era este caballero el gran Hangorio,
DI., y lomó, como en "Iras, en sus cusas; padre que 's de Oliveros v de llaldo,
DiOle males que cuente añOS que sume, , 1.1 que en Mopsa malo cu su consistorio

En ferias de las perlas y las rOSaa | Alevemente al conde don Grlmaldo;


Quedándose tan vana que presume , Aquel cunde nobleza de Sel-lorio .

(Jueaun pueden ser al ";u-tn apetitosas De Montesinos padre y de Teobaldo,


Las fruncidas arrugas v las sañas Que a España huyeron y de su renombre ,

lie IOS bümedos OJOS sin pestañas. A la Peña de Francia dieron nombre.
Tirando de la edad cuanto mas pudo Este per Carlo-Magno era en Cirona
La ponzoña del tiempo y del afeite Gran duque, j i esta empresa toledana
F;i turbio rostro lo dejó sañudo . Con el falso rey vino de Pamplona
De unciones lleno, destilando aceite; p..i- ver de brabonel la espada nf; :

V el débil cuerpo ya de raices nudo , Con quien probó aquel .lia su persona
Con las vivas memorias del deleite, Dentro en la inculta selva comarcana,
Mai tiide nuevas aguas y lejías , Mientras que el Rey, como hambriento lobo ,

Que en reumas trueca el curso de los días. De una tierna cordera hacia su robo.
Perdió con ellas los manchados dientes, lo meior de la batalla,
Y estando en
De un ojo el s..| y la una y otra ceja , ; A ellos vieron venir tres caballeros .

Que estos son los tusones excelentes Publicando el peligro en que se halla
Qne el torpe vicio a quien le sigue deja : En .1 bosque la luíanla v sus monteros :

Al lili, hecha de humor horribles fuentes, El moro brabonel. por ayud.'illa.


Por todas partes consumida y Vieja . En le pide de ínclitos guerreros
f>-

Dio en procurar ron infernales medios F.n aquel panto dejen el combate,
A su antigua pasión nuevos remedios. Y al día siguiente alarguen su remate.
, , ,, ,, , ,; , ,,
, ,,,

220 DON BERNARDO DE VALBIJENA.


No lo otorgó el francés; que era su intento Que ya Tibalte á vista de los muros
Que Biarabi saliese con la empresa, Y levantadas torres de Sansueña
(.liando los tres con ciego atrevimiento, A trinehear y hacer fosos seguros
Viendo a traición llevar su infanta presa, Del gran León encamina la alta seña;
A un tiempo juntos , su furor violento Y en distintas escuadras por sus duros
A dar sobre el bajaron con tal priesa , Collados va en bellísima reseña.
Que, sin que Brabonél pueda estorballo, Tal, que la antigua majestad de España
Mataron si no á él
, , á su caballo. El aire , aunque oprimida, en triunfos baña.
Y no admitiendo el de Aragón la suerte De Sansueña el alcaide un tiempo esposo
Que á su victoria el tiempo le ofrecía , Fué de Brunilda, hermana del rey Silo,
l.as riendas vuelve , y de su pecho fuerte En quien de un parto tuvo, peligroso,
101 brío a dar favor a su alegría :
, Dos hijos , y mil lágrimas á hilo ,

Rangorio, de los tres, dio Slos dos muerte, Muriendo para dar fruto precioso,
El tercero huyó á servir de guia Con mas gracias que llores riega el Nilo,
A Brabonél cuando el preñado monte
, En una bella niña y un infante
Al valle parió á Atleta y á Clarionte. Como la luz que al dia va delante.
Salió á ver el retrato en que tenemos Al niño hurtó un esclavo en un desierto ,
Juntos el de hermosura y de fiereza ,
cruel le mató sin culpa alguna ;

Caballo y dama, donde visto habernos Mas de la niña el cíelo hizo un enjerto,
De las obras del tiempo la firmeza : En su rostro, del sol y de la luna :

Ambos de los azares los extremos, Tomó en sus ojos la hermosura puerto,
lino en torpe fealdad otro en belleza , : Desde donde ella y el amor á una
Ahora Rangorio, en ambos entrampado, Los dulces tiros hacen , cuya guerra
¿Cómo se librará de desgraciado? En un cielo de paz vuelven la tierra.
Preguntóle á quién lleva aquel caballo Fué su nombre Florinda y ella un mayo
,

Y respondió á sabor la astuta vieja De llores, cuyo pecho y alma altiva


Que es suyo y que lo lleva para dallo
, De un fuerte amor el poderoso rayo
En premió á quien la vengue de una queja : Al primer golpe la dejó cautiva
Ofrécese el francés á proeurallo Y hoy de una larga ausencia el frió desmayo
Y ella á su gusto y voluntad lo deja Apenas la esperanza tenia viva
Con tal que hasta vengarla en cualquier via Cuando en sus vueltas la fortuna incierta
Segura le haga y noble compañía. Viva, con una, la volvió de muerta.
Refirióle que, habiendo regalado Del conde don Tibalte un noble hermano,
De casa y cena á un falso caballero Que Argildos de Velasco se decia,
La había sin culpa suya deshonrado, Por su teniente en el real cristiano
Y mostrado á sus blandos ruegos liero : Puesto en favor de la ciudad venia;
« No sé , dijo el francés , lo que ha pasado; Altivo, joven de ánimo lozano,
,

Yo haré lo prometido verdadero; Pecho fuerte y robusta gallardía,


Lo demás tu lo sabes solo digo : Que en la corte de Oviedo con bastante
Que tenia hambre quien cenó contigo.» Favor fué desta dama tierno amante.
Miróle de mal gusto la ramera , Vino el valiente godo á la jornada
Y á no haber dado ya el caballo , es cierto Solicitado de amoroso ruego,
Que por solo aquel mote no le diera, A ver su gloria con la vista amada ,
Aunque le diera á Ferraguto muerto ; Cuyas ausencias le han tenido ciego ;
Mas, viendo que enojarse entonces fuera Y porque el rayo de su ardiente espada
Perderlo todo, prosiguió el concierto. Allí importa que ayude á sembrar fuego,
Como astuta y sagaz, por mil maneras, Al fin, entre el furor que el alma encierra,
Echando en burlas las pesadas veras. En busca de su paz vino á la guerra.
Y él con ella á las ancas por la seba
,
, De linos jaspes con relieves de oro
A buscar fué la gente de Pamplona , En lo mas alto de una torre había
Antes que el fiero Drabonel revuelva 1 ii bello mirador, que el campo moro

De Toledo á amparar la real corona ; Y de Arga la ancha vega descubría :

Mas, por presto que á dar alcance vuelva Aquí, á las voces de un clarín sonoro,
Al amado escuadrón y á la persona Que descubrió la hermosa infantería,
Del encantado y diestro Ferraguto , En rico estrado de oro la gallarda
Su primer fiesta habrá trocado en luto. Florinda su vistoso alarde aguarda.
Y como en los azares que traía Cercada de bellísimas doncellas ,
El francés cabe todo, vio temprana Y de esperanzas y deseos cercada
Su cierta destruicion en la alegría Por ver la entrada de los campos ellas,
En que la gente estaba toledana ; Y ella por ver de su amador la entrada
Que este es el gran guerrero que salía Con rica cinta de esmeraldas bellas
Del monte, y suspendió de Galiana Y un dellin que las traga por lazada ,

La respuesta, y de Árlela el desenfado, En agüero feliz que está en bonanza,


La ipie mas que los muertos manchó el prado. Ceñida ya del Un de su esperanza.
Fué general la turbación siguiente, Puesto á su lado el venerable Altero
Galiana en conocer por el escudo Que, platico en la guerra, les dijese
De tres coronas al trances valiente, Handera por bandera el campo entero
Y él, en ver tal destrozo, quedó mudo : Y quién su capitán y escuadra fuese :

Arleta hallando á Ferragut presente,


, Fué la gente llegando él con severo
;

Tenerse de temor en pié no pudo Aunque alegre semblante en que se viese


,

Cayendo del caballo sin aliento De su cordura y discreción el modo,


A los pies de su altivo pensamiento. Asi fué señalando el campo todo :

El moro, mas que nadie alborolado, El que á su cuenta trae el estandarte


«

Viendo el caballo tras que ayer corría Real, y el aire enciende con su acero,
Y' de otra parte el bulto embalsamado Debajo cuyas grevas viene un Marte
Que cual muerta fantasma le seguía , Más que el que en Tracia riñe altivo y fiero ,

!)• uno rabioso y de otro alborotado


, Aunque de godo tiene una gran parte,
Romper por todo su furor quería... De la antigua montaña es el primero,
Mas del acometido rompimiento Tibalte de Velasco, y desla gente
Otra vez se dirá el furor violento. Digno caudillo y general prudente.
. , ,, , : , ,

EL BERNARDO, LIBRO VIII. m


• Bello en medio los barbechos
Centauro , DestO se precian, y de haberles hecho,
»

Pinos de ">j, parece en brio y talle Ll rev Tu bal. primeros ilesle mundo,
pechos |i indo principios i su pneblc estrecho
l.ii .imlii cuii <lo> espaldas > dos

La espesa selva asombra j rompe el valle i


s, es como oleen sobre el mar profundo:
I

'i¡emolan á sus ptés anebos los barbéenos; t líos van ios que el dorado techo
Las Seras y ganados le tacen calle ; Guardan de Bamba v su Jardín fecundo.
v,
él dejando lias si la alia montada.
.
En Éircana j aquellos que en Hondego
.

Las fuentes turba, y hunde la campana. Las sombras gozan de su fértil negó.
«Del antiguo Idnbeda, que va poso •Las armas deslo nn lii ros dardos
Nombre a esta ¡neiiiia tierra es descendiente, .
Dorados reimos y argentadas mallas ,

Y la gallarda escuadra que en difuso Con que veloces cruzan, j gallardos,


Montón le eerea, de su casa y gente, Cual mejor gustan, tejen sus batallas ¡

Diestra en la alegre casa y en el uso I. os que va allí de sus plumeros pardos

De herir de i<ji'-- con venablo ardiente, La alegre sombra da en nuestras nuil all i< ,

Cuyas flechas y dalles enastados Son ochocientos asturianos fuciles ,

Por los aires alcanzan los venados. Diestros a hacer en sus Contrarios muertes.
• tras del con -u bandera
El que sigue •Dos tantos trae el escuadrón siguiente,
Es joven Coribantos,
el rállenle I odOS de lo mejor de la montana.
De Teuera sangre casta verdadera : Y anillos a cargo v cuenta del valiente
El siguiente es el noble lladainanto. Pomi que allí su luz la vista eXtrsfta

Que una hidalga BSCH nlra rige culera Este del rej Hesperio es descendiente,
Del valle de Bolónano > el manto , Que antiguamente gobernó en Espalia,
De hoces de verde plata j lirios de oro > aquel lucero de oro en medio un cielo
Siembra en >u nueva gala un real lesera Anuas son v memoria de su abuelo.
'•Clavel indo es aquel, y las legiones •Fué Hesperio un gran gigante, de quien I a

Que de la fértil Bioja el valle opaco Italia nombre, y nuestra España ai uto,
Con rejas rompen, y ios neos dones Y de Bomi, sil nieta, el SUyO Boma
De Céres gozan y del libre Baco: isí es de la fama verdadero el cuento);
Aquel es Aldiger, cuyos llorones Que este del sacro Tiber la ancha loma
Del limpio .un. s y del bruñido jaco Hizo gemir, j abrid el primer cimiento
Los rayos dan que ahora con bus lirios Del muro, a quien después los dos hermanos
Vuestros ojos destambran y los míos. Con la sangre bañaron de sus manos.
»Su gente, siempre a guerras inclinada, «Allí viene Fabricio oh adverso hado' ;

Y puesta al enemigo por frontera , sin su querido lujo cual solia,


Con corvo arado y con luciente espada De su alma vida abrigo de su lado, ,

A un tiempo abre del surco la carrera :


^ bella lanza si en León la había
, :

La que tras ella en ala concertada Con la hermosa Gavina desposado,


De un dragón de oro sigue la bandera, por festejar sus bodas salió un día
s ile las quiebras dcsla insigne sierra
I
A caza, v el correr de un oso liero
Escogida la flor de cuanto encierra. Hizo un segundo Adonis del primero.
•Del valle de Bastan los mas valientes De llardiilia mil fuertes moradores
,

Aquellos son de los escaques de oro , Signen el tremolar de su bandera,


Hechos a defender por sus vertientes Hombres duros, incultos, sufridores
De sus famosas minas el tesoro: De los trabajos v la hambre fiera:
Aquel es BerUcana: los siguientes Menosprecian las penas; son mejores
Son Peralta y Cerdan, que al pueblo moro (uaiilo mas el rigor les persevera;
lian ganado en diversas ocasiones en los tormentos, j las runas
(..intaii
De sus graves escudos los blasones. Al verdugo acrecientan
con injurias.
•De dos mil es su bella escuadra junta, «Son. de su natural, duros y atroces ;

Gente insigne, lijera y belicosa Que su tierra de hierro v pedernales,


Arrogante tero/, j que se apunta . cha una dura pasta, los feroces
l'l

i o furor por cualquier cosa


i
oler i
> ¡ Ánimos cria a su cosecha iguales:
Vi sabe en general herir de punta A la ira prestos al herir veloces, ,

Ni de lejos la Decba peligrosa Y aceptar pendencias liberales.


al
Despide adonde baga golpe vario; La madre mas piadosa al hijo amado
Mas pecho a pecho rinde a su contrario. De acero arma y le ocasiona armado.
•Monsalve es quien la guia , por ausencia •Está toda Cantabria á la influencia
Del principe i eobalcro de Guevara Del liero norte y su importuno hielo.
(.uva grave persona y real presencia Hiriéndola de lleno la inclemencia
Su ilustre sangre muestra al mundo, clara: De aquel cuartel de riguroso cielo;
Nacido donde de Alga la violencia Con sola esta pequeña diferencia ,

En roscas de cristal rompe y declara. Que en las liguras de su tardo vuelo ,


Entre un preñado monte j su eminente Los dragones, los osos, las serpientes
BiSCO, el vistoso Origen de su fílenle. Son alia arriba estrellas, y acá gentes
• Es el que la argentada luna vuela •Pues ya C I clarín de aquesta guerra
En campo .i/ul el lusitano Ai _anle . , Sllsbelicosos pecbOS alentados .

Famoso cazador, y que en la escuela No quedó valle en su fragosa sierra


Be Cupido gran tiempo fue cursante: Que. cual lebas. sspigue hombres armados.
Diez años la bellísima Clárela ,
Los i'p u desentrañar la dura luna ,

Que ahora es \., su esposa fué su amante, , en las ardientes masas ocupados ,

Y tantos en su ardiente sangre moza El metal labran que de luz vestido, ,

La esperanza vivió del bien que goza. En las hornazas hierve con ruido:
De ochocientos caballos le acompaña
• «Los que del lleva gozan los cristales
La bella escuadra que en Sctuhar hizo, Que le entrega el helado Pirineo,
A quien freno ni espuela industria ó maña , Y a los que en sus salados o-rales
Ljjereza les da ni brio postizo: De blanca s;d les dan sabroso empleo ;

Es fama que al frescor de su campaña, Los que del mundo habitan los puntales.
Del mar vecino el viento movediza , Sobre las nubes pm si poi trofeo,
En sus fecundas yeguas dio la cria Y en peña L'dalacha v en Ambroto
la
Que después cou'su padre compelía. Sombrío gozan y agradable solo.
: ; , : ,, , :

DON BERNARDO DE VALRUENA.


»Es este el fresco valle de Arrasóla, «Los marítimos pueblos de su costa,
Con quien se aunan por diversas yias Y que de Pelayo el estandarte
los
Los que por las riberas del Urrola En escuadra vio humilde y a la angosta .

El rumor sordo asombra de herrerías, La voz seguir de un no temido Marte :

Cuando en ardientes llamas arrebola Y á los que el paso estrecha y ensangosta


Del pardo hierro las escorias frías Del valle lliar la venturosa parte .

El que al valle de Aytona y de Zumaya One sus cenizas guarda en fama eterna
De mimbres ciñe la florida raya. De Cobadonga en la feliz caverna.
«Briganto es el que alli con plumas varias, «Entre ellos van los mismos que al rio Deva
Cual rojo león, fantástico campea; Ven ir, volcando yelmos acerados.
Y Arneslo el que se sigue de contrarias, De sesenta mil moros que con nueva
Opiniones y modos de pelea : Muerte los dejó el cielo alli enterrados:
Aquel quila armas ordinarias
a las Huesos y armas al mar trastorna y lleva;
El culero espaldar, donde se vea Los labradores calzan sus arados
Que, yendo en las espaldas sin abrigo, Con los arneses qué de la alta sierra
Jamas las ha de dar al enemigo. El no que la carcome desentierra.
«Mas Arneslo de solo acero viste «Fanio es aquel que en rayos de diamantes
Las espaldas, y el resto desarmado; Y acero ardiendo lleva el yelmo duro ,

A su contrario mas seguro embiste Gran capitán de Orense y sus trinfantes ,

Ojie si de dobles petos fuera armado: Pueblos aquellos de aquel polvo oscuro;
En prevenirse con recato insiste Estos con sus cuchillas relumbrantes,
Al que puede venir descaminado; Hechos un escuadrón tejen un muro ,

Que el enemigo que delante halla Mas fuerte que de mármoles cuadrados,
Harto hace en defenderse en la batalla. A los que dentro del se hallan guardados.
«Tras estos dos que un solo ames bastante
, segura encierran su bandera,
«Alli
Defensa y armas da en cualquiera guerra, Y aun su reino pudieran todo junto,
Con las suyas le sigue lo restante Si en tan estrecho término cupiera ,

Del rio Lezo y su abundante tierra: Sin del perder ni de su honor un punto:
El valle de Olearso, el relumbrante Con los que al rojo Miño su ribera
Menlasco la encumbrada y fértil sierra
, Cultivan, y un fantástico trasunto
Que el rio Vidaso rompe, cuando llega De Marte hechos , sus montañas yermas
A ver de Uranzua la espaciosa vega. Labran y gozan las romanas termas.
«Quinientos firmes hombres de armas lleva «Van los que de su rio la ancha fuente
Cada uno destos dos á quien se junta
, Ven y al de Lugo fecundar la sierra
,

La gente que del rio Arajes prueba Y el noble pueblo á quien de Baco ardiente
Romper los hielos con pesada yunta; El néctar baña la abundante tierra
La de Arracilo antigua, y la mas nueva Hierven cubas, su licor caliente
las
Del linio monte y su nevada punta; Hace al mnndo sabrosa y dulce guerra,
Gentes todas indómitas, feroces, Y ellos, de anchas cortezas de alcornoque,
De diestras manos y de pies veloces. Rodelas usan y acerado estoque.
•Tienen por triunfo de su brazo fuerte «Pintadas de serpientes y leones.
No perdonar la vida al enemigo; Bandas castillos, águilas, estrellas,
,

Mas vencer ó morir de cualquier suerte Sin poner por trofeos ni blasones
Sin otro que su escudo por abrigo: Los bellos rostros de sus ninfas bellas:
Juzgan por sola venturosa muerte Tienen por sacrilegio en sus cuestiones
La que en la guerra queda por testigo Que yendo alli sus damas den en ellas
,
,

De su braveza, y sin valor ni fama Y caso á su arrogante pecho injusto


Quien, tras largo vivir, murió en la cama. Que aun las sombras ofendan de su gusto.
»EI de aquella dorada cruz por seña «Y ellos tan cerca riñen de ordinario.
Es nieto del famoso Ballugante ,
Que miden pié con pié el desnudo estoque.
Fundador de los muros de Sansueña Porque del hierro ajeno el golpe, vario
Y sucesor del mauritano Atlante En daño de su autor sus armas toque;
Vino á la luz que nuestra ley enseña Que asi la espada afierra del contrario,
Por oración del santo monje Arbante, De su frágil rodela el alcornoque,
Que la alta peña de Udalacha habita, Que se queda con él y desarmado ,

Y el mundo rige alli desde su ermita. Es fácil de matar cualquier soldado.


«Con él vienen los pueblos que de Soria «Larsio es aquel de aquella luna nueva .

En vida agreste labran las montañas, Gran hombre de á caballo en ambas sillas
Y' la sierra Menistra cuya anoria
, Sel torio el otro, que de gentes lleva
Derrama el rio Jalón de sus entrañas: De Fontible y las torres de Mantillas:
Los que del Caco antiguo la memoria Alli va Sacrisildo haciendo prueba
Entre los surcos guardan y espadañas Del real valor que de ambas las Castillas
Del frió Moncayo , en cuya cumbre ufano Heredó de sus padres y á su lado ,

Su alcázar tuvo el nieto de Vulcano. Montalvo el Rojo resplandece armado.


«Fué este el primero que en la fragua ardiente «Los que en la sierra Orbion las moradas
De las masas de hierro formó espadas, Gozan de los antiguos Pelendones
Y el que el yelmo inventó resplandeciente-, Vienen tras él y todas las cañadas
,

Y anudó al jaco mallas enlazadas : Que de su lago asombran las visiones:


Del tercio de Ibarbuen era esta gente; Gentes á ver fantasmas enseñadas
Mas hoy guia sus escuadras reforzadas Que otra cosa no son que los varones,
De Allante el sucesor, que en trance honrado Ya vueltos vanas sombras, que en Numancia
Vida á su dueño le quitó y cuidado. Contra Roma mostraron su constancia.
Has ¡qué diré de tí, ó Alces valiente, '
»Es lama que estas gentes, ya cansadas
Sino que tú eras solo poderoso, De la prolija hambre y cerco duro
Con tu gran corazón y el de tu gente, Sus mismas armas contra si asestadas
A volver desta guerra victorioso! Fuego sembraron en su intacto muro ;
Tras ti los que del Dueña en la corriente ^ de mis firmes venas desangradas.
De beber gozan su cristal sabroso, Hojas manchas de Duero cristal puro ;il

Y los que de Gijon los fuertes muros, Que despeñado va de tierra en tierra,
Obra romana , aun guardan hoy seguros. Huyendo el mar de su espantosa sierra.
; ; ; .;: :. , , . . . , .

EL BERNARDO. LIBRO viii.

»Dc langa. Gormas, 0>ni:i y Al lauda,


lici •Mas el que allí con plumas amarillas
De rordesiflas, de Zai j roro, > II oro av Iva del grabado eacudo .

Ea la gente felij que aquella banda Si bien la débil vista percibillaa


De negro lato ligue en campo de oro i aire el eonti nto iubresalto pudo j

Aquel es del grao conde de Hit anda Mi nieto Uciudo, die i> en ambas sillas .>

ii eiUodaí te ral este ¡


Hontoro,
, ^ inerle en la brida en la gineta agudo .

Capitán de Simancas y el siguiente , En el bno me parece, que sin lasa m


De Calahorra la Invencible gente. Honra da a mi veje/, bisire a mi .

- los cuales mal. ni en su tierra,


, \ a conozco de su águila la aguda
Armaiios poner suelen por los muro* Vista, J las plumas d o c..n que vuela .

Y oo muertas fantasmas bai ei guerra


i
iOh joven bello, i quien mi lengua muda
Y sos Dacos adarbes mas seguros; Siempre en contar ins hechos se desvela!
\ cundo el año se les alia j cierra, Déte el ii. lo rali] próspera ayuda,
Y el pao lea (alta j los bizcochos lluros, Cortando tarde la pi eciosa lela
NI eso lea rinde di lea bace .1 ¡
En que tu heroica juventud recama
Que cuino tengan guerra m> baj mal año. Honra a tu patria j a su nombre fama. .

Que armados talen de hambre


• , y la comida •Tenga en tu die lira la fornida lanza
Al enemigo quitan mas rállente Mas flr 'licueiitl o V golpe mas cumplido ,

Y cuando oo baUan m >* quitan la . vola, Que tu padre infeliz tuvo en Arlan/a,
Y h>s cuerpos traen muertoa i su gente; Hondea mis llaeos pies le vi tendido :

Y noea carne par ellos deaabrida


i Apenas me dio en ti nueva esperanza
Que la ira Con l.i hambre es sutil ienle El cielo, apenas tú de un mea nacido
l'ara que, si en ios trajea Mía el lri| o, Eras eiian. lo se halló viuda tu madre,
,

Si- coman con sabor al enemigo. Yo sin mi amado hijo, y tu sin padre.
es el frare Pirmlo, curo pecho, Del bárbaro Argalin la inútil (lava ,

Del antiguo Hi Idea descendiente, Mu otras el con Chaquin y el tuerte Árdante


Un rénls trae por timbre de oro hecho A una su opada v -u aniin.i probaba
En llamas de un balaj resplandeciente ; Caní die/ vencidos moros por delante .

Empresa de Vergidio, que si estrecho bajo a traición quien locaba


: ¡oh cielo, a

Vierto un tiempo di6 nombre , j con su gente, \ Ida v brazo guardar lau importante !

En rubias masas de metal sonoro, iPorquéal padre infeliz darle quisiste


a sua altas medulaa sangro el oro. (iolpe tan grave, confusión tan Iristef
Allí iie Carracedo el negro lago «Cayó muerto á mis pies ¡oh hado inhuman..' :

La gente ds i este guerra que él recibe, Que aun lugar DI UÓ el dolor que siento
Suelta v raros, que, en su encubierto |>ago, a cerrarle los ojos con mi mano
De pescar sierpes por las aguas vive Ni a mi boca pasar su ultimo aliento;
No sabe que ea tener tiempo aciago Mas al cruel homicida no con vano
M !' la muelle horror solo concille : Furor el mió pase; que asi sediento
Deleite el alma cuando en dura brega De su sangre lamia satisfice.
A echar las ¡.'anas al contrario llega. Que honor, vida y victoria le deshice.
•No usan blancos venablos, ni su (lecha .Vengue tu muerte al lin (¡pluguiera al til I"
La cuerda escupe en anos desiguales ,
La suerte, oh hijo amado, se trocara,
Mas duros robles de a-¡.. i;i Cosecha, \ con mi inútil carga el rojo sucio
Empedrados de vivos pedernales :
La tuya alegre] nueva n sea ara!)... » i

Porque mas ir< proba que en guerra estrecha Asi en perlas bañando el blanco pelo
,

Ver del contrario rostro las señales Que venerable adorno da á su cara,
Y ellos en medio del sangriento estrago Altero, entre el dolor y la alegría,
Sierpes parecen de su oscuro lago.» Del vivo y muerto hijo proseguía.
Asi el h es deeia y la líennos ; i
Movió así el grave llanto el noble pocho
Ilorinda, i I) me, dijo, oh sabio Altero, De las tiernas doncellas que ninguna ,

De aquellos dos hermanos la pomposa Dejo de acompañarle él, satisfecho :

Librea que allí descubre el limpio acero :


lie aquella compasión de SU fortuna,
De un talle son, de nn cuerpo, y una airosa Enjugan. lo los ojos mu provecho,
Alma pienSO les da el alienlo oiifero, it¡De cuantos, dijo, ay Uios, sin culpa alguna
Según en mi* acc es se remedan ;
Mi vista Ver SD gallardía no supo.
Que ambos rao, ambos pasan, ó ambos quedan.» Mientras sin fruto en lagrimas me ocupo!
RÍA Aii'i o j na sois señora dijo,
; . . »¡Ue cuántos sin razón no he dado cuenta.
Vos sola quien cajo en esa sospecha Dignos de (¡ue la haga el mundo dellos!
Que ya en muchos se dijo j se desdijo ¡Cuantos de aquí lia nube polvorienta
La misma conjetura por vos ln
.
ha : La sombra cubre y el placer de vellos!
Y ellos no hermanos son . mas padre é hijo Allí ha de ir Alfajardos : la sangrienta
Y si mas firme puede j mas estrecha Luna y los dos luceros son aquellos
Ser la te > la amistad mas firme j bella . Que . a v ista de los muros de lanilla ,

La dio a los dos su venturosa estrella. Quito AJmanZOr en singular batalla.


a
•Leonardo es el padre, que en Valencia oDcstc os quisiera haber mostrado el brio,
De una hija del bey hubo a Lisardo Y el lUJO, oh generoso Calimarte,
En una cuera, donde la violencia. Que á su lado andas siempre ion sombrío
Huyendo, le llevo de nn suelto pardo: Penacho, hecho un fantástico dios Mulé :

Hallóla allí no hallando resistencia


, y Mas .le ti oh V., alférez, de quien lio
,

En su gusto, no fue en cumplirlo tardo, Que a la sombra he de ver de lu estandarte


Niño, y niña también la inora bella . Triunfar a Oviedo, y las francesas sañas
Que salió madre donde entró doncella. Rendidas al valor de tus hazañas ;

«Parió á Lisardo. y en mantillas de oro »;,Que diré de ti digo, oh Viibio fuerte, .

A su padre le envió en grave presente, He Portugal caudillo y de Galicia;


Gastando él en criarle un gran tesoro, un,- duré de tu brazo, de tu suene.
Nada a su real grandeza diferente ; He tu experiencia y brio en la milicia,
> boy en el rostro, el talle j el decoro, H.l intrépido ardor contra la muerte,
Lo mismo ene que vos toda la gente, Y del inmortal nombre la codicia
Y ellos, con gusto del sabroso engaño. Con eme en batallas veinte y seis campales
,

Siempre se visten de uu arnés y un paño. A los pechos sacaste las señales 1


, , , , , , , ; , ,, ,;

221 DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Ninguna á las espaldas recibiste. «Mas mirad ya el que al resto de la gente
Que, como á ellas siempre echaste el miedo Tanto en su mismo esfuerzo se adelanta,
Por do mostrarlo en ti, jamas las diste Que debajo de sí su altiva frente
Al contrario; ni aun jo alcanzarlas puedo; Los campos mira, y á quien mira espanta :
Mas ya señora dcsia insignia triste
, , De seis cercos de acero es el valiente
Que aquí sabiendo va, mira el denuedo , Escudo con que da vislumbre tanta ,

Y a. indias negras plumas que en su vuelo El limpio arnés grabado de oro lino,
La fama espanta al mundo y toca al ciclo. Y en vez de lanza un desmochado pino.
tOvonlo es el que dentro en la enlutada «Este es el bello Argildos, que en la tierra
Insignia llora al padre recien muerto, Ni hay beldad ni braveza que le iguale;
De insigne lanza y de temida espada , En quien con aparato real se encierra
Y pulso en el justar mas firme y cierto; Cuanto luce en amor y en honra vale :
Hijo invencible del lamoso Estrada, Después del general de aquesta guerra,
Grave mago j astrólogo encubierto, La que mas en valor campea y sale
Que supo cuantas en figuras bellas. Es su persona, y la que en grita y pompa
Por SU Via-laetea, cierne el cielo estrellas. Mas de la fama suena en la ancha trompa.
«Supo de los secretos de los dias «Aun no del rubio bozo el blanco vello
La gran revolución supo en el luego , La limpia tez del rostro le ha escarchado,
Adivinar por diferentes vias Y en cuatro campos el altivo cuello
Del mundo por venir el curso ciego; De otros tantos jayanes ha cortado :

Y aunque esto, olí noble astrólogo, sabías, Trae por empresa en campo verde un sello
Nunca supiste del contrario Orbego De una flor, y por letra « Es mí cuidado «
Huir el traidor golpe, que invisible Y aunque el sagaz intento oculto guarde
A tu pecho metió la muerte horrible. El fuego muestra que en sus venas arde.»
«Lleva este , de las torres de Cortina Asi el prudente Altero en voz severa
Y campos de Tresmiera, mil soldados A la bella Elorinda describía
Del león rapante tras la garra y uña, Del campo real, bandera por bandera,
De pieles de osos y alcornoque armados : El alarde pomposo en que venía ;
Este es Ricarle, del valor de Orduña ; Y ella, colgada de la voz postrera,
Aquellos dos de azul y blanco armados Con nuevos alborozos de alegría,
Dos hermanos : Arnalte es este, el liero, Al bello joven , por su triunfo y palma
Caudillo de la casa de Bibero. Desde allí por los ojos le dio el alma.
«Aquel es Cléofonte, aquel Dnraco, Y no hallando de amor el fuego ardiente
Insigne este en el arco, el otro en maza; Lugar de dilatar su gran contento
Y el de aquel fino y relumbrante jaco, A dar orden en ver su amado ausente
Otón , señor del parque de Peraza : Dentro se retiró de su aposento :

El que al volar de aquel plumero opaco En nada halla quien ama inconveniente;
Los rayos de oro de su yelmo abraza Todo lo allana un amoroso intento :

Es el ilustre Alpidio, insigne hermano A esto se eutró, y á reposar á solas


Del que ahora rige el pueblo zamorano. De sus deseos las crecientes olas.
«Trae de Astorga ¡rsu cargo las banderas, En tanto en el ejército pagano
Astorga, á quien de Astirios las campañas Que al amparo del muro de Pamplona
Nombre y cimientos dieron, y sus fieras Con tremolantes lunas y en lozano
,

Armas asturiano a las montañas


el : Contorno le ciñó feroz corona.
Cuarenta son, de a cinco, las hileras El asiento escogía de su mano
Que de Sanabria el lago, entre espadañas, En que alojar su campo y su persona
Al son armó de su clarín , y el rio El bravo Cardiloro, que aquel día
Tera les añadió arrogancia y brío. El real bastón de general regia.
nCasi otros tantos de argentada malla Fantástico y soberbio porque un moro
La ribera vistió del claro Orbego, Mágico y lisonjero le adivina
Cutos collados la áspera batalla Que ahora sea de gusto, ahora de oro
,

De los suevos cubrió de sangre y fuego Allí le espera una abundante mina,
Cuando de esta nación por acababa ,
De adonde ha de robar, de un gran tesoro.
Hizo rey Teodorico horrible entrego
el La joya en su valor mas peregrina
Al gótico furor, y de sus gentes Con que, avariento y vano, ya se sueña
El ancho rio bebió sangrientas fuentes. Señor de todo el oro de Sansueña.
«Usan estos por armas largas hondas Por un oculto soto que hace el rio
De blanco lino y sedas de colores, Solo se entró á buscar, con pecho ardiente
Que, al despedir su tiro, con redondas Para un asalto el puesto mas vacio
Yueltas hacen vistosos resplandores : De pertrechadas fuerzas y de gente
Llueven de piedras turbulentas ondas, Cuando al fresco de un álamo sombrío
Despiden desde lejos sus furores, Un barco de oro vio, y en él presente
Y de sus estallidos por los huecos Una beldad, que al moro descuidado
Montes retumban los sonoros ecos. Suspenso en verla le dejó y turbado.
«El que el guión de aquellos lobos pardos, Metida en un profundo pensamiento
Cual veis, lleva tras si, es Grabelio el fuerte, Con el recelo y gusto, parecía
Y' los que le acompañan, los gallardos Que entre olas de pesar y de contento
Pueblos que al Nervio rio dio la suerte : cuidado en el alma iba y venia
l'.l :

Estos en prestas Hechas y anchos dardos Ya el rostro entristecido y soñoliento


Al contrario escuadrón envían la muerte Ya con nuevo alboroto y alegría
Volando, como escuadras de aves juntas, Que. á quien con atención lo considera,
Que el aire rompen por diversas punUis. Cuanto hay dentro en el alma sale fuera.
«Allí va el pueblo que la corva raya Así en alto blandón tierna f ándela.
Del fresco monte de Bilbao cultiva, Dispuesta á todos vientos, da y recibe
Y para grandes Ilotas por su playa Sombras y claridad , se abrasa y hiela,
Los gruesos robles y álamos derriba : Y una vez se amortigua, otra revive;
El de Bermeo, cabeza de Vizcaya Y la eclipsada luna, puesta en vela
Y el que de los Pelasgos se deriva Del nocturno silencio, asi concibe,
Y á sus consultas públicas aplica Al trasponerle el sol sus resplandores,
Su grave sombra elárbol de Garnica. Un mudable color de mil colores.
,
..; » : ; , , , , : . ,

EL HEl'.NAItDO, i.iniui \lll. 223


Estuvo el moro á contemplar un rato Desearon enla/ar su honrarlo gusto
En nuevas avenidas ¡ concursos En molo santo \ en contrato esto i

De miedo, de osadía j de recalo \ "i\ el eieio


.i aiit<i|o
estado justo,
, .
j

Bascando i su dolor varios recursos > apetito libre en regla pu


el
li le la alterad le rato en rato Mas, no saliendo todas siempre a gu -<"
Mas claros le mostraba los discursos Las graves difi em lai que hubo en e lo, i

De la suspensa dami i quien sin duda II vano pundonor de los Hitantes


Amor vio ser el que la altera j muda. Nuevas lagrimas rué en los .los amantes ;

Cobro deata sospecha atrevimiento que, puestos ya en romper por todo,


ii i
1
1

P;ir;i llegar con animo i bablalle Llbi es quieren gozar de su derecho


Que cualquiera liviano pensamiento Qne honra v amor son luego y tune el ,

Baja la estimación
humilla el talle; ¡
En una y otra llama ardiendo el pecho ;
Y :il tiempo que salió i probar Intento, \ a concertar la traza y dar el modo,

Ella Be entro sin % ni tnii alie < 1 1 < • Para esa noche esta el concierto hei ho ,

Quedando deslumhrado, el altivo > .lia a esperar allí su caro ano o


j

Gusto entre su esperanza muerto > vivo. Salió, V aren,, el moni a ser testigo.
Y como si vida le llevat i l.i Es la esperanza una tot mentí tija
El aire de aquel bulto de alabastro, Puesta entre los cuidados j el contenió ,

Sin fuerzas queda ¡ sin i oí se para 1 .


Que. cuando mas .se acerca luis prolija .

Cual mago absorto d contemplar de no astro : Su dilación i.- vende al pensamiento;


Sin brío el pecho j sin i olor la oara, Por cuyo liu la enamorada hija
Solo muriendo por sai ir de rastro Del que a Sansueiía fjge ( huí lando el viento
Quien mu la luz que .lili le dejó en calma Al e.ins. ido esperar, ipie en tales casos
\ con vista de pai le venció el alma. Suele donde no hay uno dar mil pasos,
Venían en guarda de mi real persona Tomó una arpa, a cuya melodía
Serpilo j eledon humus valientes
i
. ,
Las ansias y el ardor de su deseo
Nacido uno en s tnsuena otro en Pamplona ,
Admirados quedaron como un dia .

Plalicos en su tierra j en sns gentes i


El leo Platón a la del tracto Orfeo ;

Estos de un mirto espeso en la corona Que ni le era Inferior en su armonía


Ocultos mandó estar, porque, presentes La bella dama ni en sus males veo ,

Con 1.1 suya mi estorben la salida . Otro InüemO mayor, si en curso igu lie .

Del bien que *.i es el lodo de bu vida. Fuera el suyo inmortal, ó eiios mortales.
y él, como primero,
vuelto i ^ii lugar Nunca en el alto Péloru, cubierto
S n los ojos ventana mover de la De blancos huesos, voz mas regalada
Si a sal ' aelve mira
del lucero
i
Parténope ento cuando en su puerto
i ijunda vislumbre Bonerana : Sonó del griego Mises la jornada ,

Has vinillo al día en so escalón postrero


.
,
Ni con mas riesgo el caminante incierto
a gozar de la noche es rosa llana Del peligroso canto y voz se agrada,
Salir estrellas, dice; mas la mia, Que dio l'lorinila cuando lengua y mano
Si es sol ¿i unió la espero antes del dia?
. Puso en su arpa, y la escuchó el pagano.
•¿Que mucho qne el mancebo Balamino, De la Medusa Holgón la cabeza
Que vivo el sol dejó, le halle ahorcado En insensible marmol convertía
Del til me aero ilr un lialroii ilivino . Los ojos que miraban Su fiereza,
Que 'irlo un tiempo luí' de su cuidado, Aunque no al ciego que su voz oía ;

Si alhn le vio mi dama? Mas yo, indino Mas de la dama el canto v la belleza
De semejante bien, aunque be colgado Asi ambos los sentidos suspendía .

Cuerpo, alma y pensamientos de ii^ rejas, Que, oida y vista en a viada de calina I ,

Ni me
quieies mirar, ni verte dejas. Piedra volvía cuerpo, y fuego el alma.
el

Has tiéndase esta noche á eternos años, Tal quedó el moro al son del instrumento
Qne tantos s, i,- j,i de tu esperanza, Y la Celestial VOZ de la doncella .

Sin dar un paso airas en los eXlraÜOS Cuando , á su canto \ su regalo atento ,

Por donde amor me arroja y abalanza : Pasos oyó de recatada huella ¡

O sea este el tesoro ó sean los daños , Detuvo sosegado hasta el aliento
Qne Hartona me agüera y su mudanza , Por ver el lili de la aventura bella ,

No sé nada de mi ni quien me bu puesi , i Y' vio un armado joven que llegaba ,

En UO deseo de morir tan presto. lie \ isla al parecer gallarda y brava.

Dijo; y no mas atento el engolfado Viole que estuvo un ralo desde afuera.
Piloto en medio de la QOCbe OSCUra, Por gozar de la música, escuchando
r.l Instrumento puesto j el cuidado Quejas de la esperanza lisonjera
De d ir mas dei to el pinto de su altura ,
Que siempre va los gustos dilatando,
La Vista tiene lija en el nublado Haciendo enternecer la m? entera
yue del norte escondió la hermosura. l'n dulce suspirar de cuando en cuando,
Ni esta en mas suspensii dta la i
Que el deleite aumentaba y la alegría ,

Que el moro en la ventana y en su reja. Si ya no en quien cantaba en quien ola. ,

Y no en vano del todo pues ya cuando ,


Hasta que al ña . llegando donde pudo
Del horizonte pardo el aire puro Con menos voz hablar, y mas recato,
Ene entre el mudo silencio desdoblando « Oh gloria , dijo, en quien amor desnudo
;

De la vecina noche el manto oscuro. La suya toda muestra en un retrato !


Entre esperanza \ miedo vacilando ¡Dulce voz, que mi llanto ha vuelto mudo!
Volver al hale, m v ¡o. en peí ho seguro, ¡ Sirena a cuya música el ingrato
,

I.a beldad misma que antes tan acaso . Mal que en mi pecho vive y daña tanto,
El alma libre |e llevó de paso. La virtud ha encantado de tu canto !

Era del gran Pastan prenda bella la ,


Salve el cielo tal gracia y hermosura
i.
¡

Que allí a esperar salia un tierno amante, Y esta prospera entrada me conceda
Que ya á la luz de la primera estrella Por premio mayor de mi ventura,
el

Prometió amor ponérselo delante ; Que la sin recelos pueda


ya gozai ;

Y el miedo, el gusto el sobresalto en ella . Que s¡ este alegre agüero no asegura

Las mudanzas hacían del semillante Mi gloria de una vez ya no me queda ,

Que en mil cuidados puesta entre ola y ola


, Basa en que estribe y ponga mi esperanza .

Miedo la enfria, y gusto la arrebola. Ni en tal tormenta soplo de bonanza! »


13
; , , ,, ,,,; ,
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2ifl DON BERNARDO DE VALDUENA.


Dijo ;
nadador de Abido
y la voz del Vuelto á su capitán , « Mira oh valiente ,

Nunca en las rocas y peñascos Imccos Cardiloro, le dice, que, olvidados


De la torre de Sexto, entre el ruido Tus contrarios del brio de tu gente.
De sus olas formó mas dulces ecos;
, En sueño están y en vino sepultados :
Ni fué en mayor deleite recibido ;No es posible, señor, que no te afrente
Sobre sus playas y arenales secos, Enemigos tener tan descuidados?
Une un dia abrieron puerta a su ventura, Mas quien, estando tú en el campo, duerme,
Y Otro á sus iiuesos faina y sepultura, bien es que á no sanar durmiendo enferme.
Que el noble godo y venturoso amante iSi el justo cielo con silencio ayuda
Fué de su tierna dama acariciado. Y á mi espada le da el valor que espero
En dulce afecto de ánimo constante , Al sordo amparo desta noche muda
Y corazón sin tasa enamorado : Darte mil enemigos menos quiero :
Al lin después que en relación bastante
, Yo solo, yo, señor, por mal que acuda
De sus cosas contaron el estado, Mi espada , haré mi dicho verdadero,
La alegría de verle v la impaciencia A ti y mi amado Celedón tu tienda,
De las sospechas y del mal de ausencia Siguiéndola os dará esta estrecha senda;
El bien y el mal', las penas , los contentos, »Que á mi no sé cuál dios el pecho ardiente
Los varios altibajos de su vida , A tan heroica empresa me levanta ,

Hasta de los soñados pensamientos Y al muerto real desta dormida gente


Si alguna tienen , la razón fingida Ahora me arroja con violencia tanta :
Dejando en dulces pláticas y cuentos Tú, amado Celedón si este potente ,

De la noche gran parte consumida, Brazo es la muerte de mi empresa santa


Y á la siguiente remitido el modo Al muerto cuerpo, ya en el campo frió,
De hacerse de una vez dueños de todo Serás, en darle sepultura, pió.
Son de acuerdo común que aquella parte Dijo; y saltando la primer barrera ,

Donde ahora están tratando su ventura ,


Desnudo, al campo, de temor se arroja :

Para escalar el foso y baluarte Pasmóse Celedón la vez primera;


Escala traja el montañés segura El sobresalto le atajó y congoja :
Y añadiendo el horror del ciego Marte Del arriscado amigo considera
Al negro manto de la noche oscura El fiel denuedo que á morir le antoja,
tina arma falsa toquen, que en Sausueña Impedido el seguirle y obligado ,

Del robo y del recato sea la seña. A no dejar del General el lado.
Y en hábito de mora disfrazada Mas, viendo su peligro manifiesto,
Como a nueva cautiva, en la contienda ,
«Espera, » dijo; y vuelto á Cardiloro
Ni del vulgo ofendida ni notada, Con tiernos ojos de rodillas puesto ,

Salva la ponga en su encubierta tienda, « Oh gloria


; prosiguió del pueblo moro
,
,

Donde de honor y riesgo asegurada,


, Si algún dia te tocó de amor honesto
Es fácil que su padre condescienda Tu noble pecho dulce flecha de oro,
Con las pedidas bodas y razones Si sabes qué es amar á un caro amigo,
Que han estorbado vanas presunciones. Oye, oh invicto señor! lo que te digo.
¡

Con
esto ya que se acercaba el dia
,
»El que allí ahora en temeraria muerte
Y el tierno despedirse a los amantes Un campo asalta de enemigos lleno,
Toda vuelta esperanzas su alegría. Desta alma es la mitad, desta alma, advierte.
En igual soledad se hallaron que antes Es por fe y amistad cielo sereno :

y el moro oculto, que escuchado había Juntos nacimos; la dichosa suerte


El fin de los conciertos importantes Juntos nos dio una patria un pueblo , un seno , .

De celos impacienteardiendo en ira


, , Un gusto unos placeres una vida
, ,

Si en estos muere en su
calor respiu.
, Que ahora teme amor verla partida.
Quiso fiero y celoso hacer pedazos »Por la beldad que adoras (si de alguna
Al español caudillo, y bien pudiera Noticia el soberano amor te ha dado).
Dejarle muerto en los traidores lazos Por tu alma, por tu honor, por tu fortuna,
Antes que el golpe ni su alfanje viera, Por tu vecino reino, por tu estado,
Si no le parecieran embarazos Por cuanto está debajo de la luna,
A otras mejores trazas, en que espera, O sobre ella te da gusto ó cuidado
Al hacer su venganza mas cumplida, Permitas que á ros que hizo uno la suerte
Dejarle sin honor y con la vida. En vida, no los haga dos la muerte.
Tiene por caso á sus designios llano, «Mas que con tu licencia ahora pueda
Conforme al encubierto trato hecho, Escolta y muro hacer á un caro amigo
Ganar al uno el juego por la mano Que el breve espacio que á tu real nos queda
Y en el otro los gustos de su pecho Seguro está y sin riesgo de enemigo. »
Y á la jornada en que ahora viene ufano No\lijo mas que el tiempo se lo ve la
;

Segura entrada en aquel paso estrecho, Y el moro, de tan fiel lealtad testigo,
Y hacer á su victoria puerta llana, El amor nota y la braveza advierte
Del cielo de su gloria la ventana. Del tierno corazón y el pecho fuerte.
Deste discurso reportado el moro. Y, « acude , ¡ oh alma gentil ! dijo el severo
Por donde vino se volvía á su gente Cardiloro á tu gusto , acude y anda ,
,

Lozano en las sospechas que el tesoro Y déos la alta victoria que yo espero
Era aquel de su próspero ascendiente : El cieloque esos nobles pechos manda ;
Daba ya al frió polo en cercos de oro Con que de los dos sea yo el tercero,
tal
Casi entera su vuelta la serpiente, Como lo fuera aquí en vuestra demanda,
Y el perezoso carretero helado Si, como es de mi oficio el concedella,
Al sol tenia su yugo trastornado, Permitido me fuera entrar en ella».
Cuando el enamorado sarracino Asi dijo; y siguiendo su camino
A vista del ejército cristiano Celedón, á su amigo llega, y dice :
Al suyo iba pasando, en el divino t ¿Por dicha, ¡oh invicto Cid! ya por indino

Bulto" ocupado el discurrir liviano ; De tu lado me tienes' ;,\'a desdice


Y el gallardo Serpilo, que el vecino En mi pecho la fe de quien contino
Campo advierte en quietud y sueño vano, Tantos alardes en su abono hice?
Y de las ya dormidas centinelas ;.Asi pagas mi amor? Asi me obliga
Los muertos fuegos y acabadas velas Tu gusto á que hasta el lin el mió le siga?
: ,
. :. , ;
, a , : ,

EL BEKNAI1D0, LIBHO VIII.

»Yo, por ventura, yendo en el abrigo Cabe él puesto en un éxtasis profundo ,

De tu gallarda espada , ¿im sabría No dormido mas ciego en su cuidado ,


,

Sus golpea Imitar, y un enemigo Al alquimista vio sutil Raimundo


Darte siquiera menos con l.i nual Sobre s u antiguo escullo recostado.
Y si esto no, á lo né por testigo Midiendo del napelo v del segundo
Presentarme podra tu valentía ,
I sustancia el 00010, el grado,
lixir la ,

Aunque sea tal, que no le Importe nada \ de quintaa esencias tabulo


Otro aliono mayor que el de su espada, Una imposible maquina di' C0
kM.is ya por demás tratas de excusarle : Hilo guiado en expeí leudas vanas
i

como quisiere li fortuna,


Ituede De su hacienda la Mor y da sus días,
Que como de tu lado do me- aparto
,
Y trocando el cabell gm ea canas,
i).- oo te
i.is mella algún
suv.is Aun no se hablan trocado sus porflas;
« ¡Oh de mi pecho Bel la mejor parte-i Mas llegó el fatal golpe v mi» Ii\ ¡anas .

Serpilo respondió, con quien alófana Esperarías volvió, de ardientes, irias,


Desgracia te ra que oo tal lado I i
Librándole ocasión tan oportuna
l'oi o es acometer un campo armado, De otros mayores golpea de fortuna.
•No creas, oh noble aliento da mi pecho, Y entrando por el campo soñoliento,
Que quiebra de mi amor ni de- to brío Horrible estrago hace el moro Inerte ,

Tu espada me quitaba y un provecho, liando su espada y su furor violento


De quien va el todo de mi empresa Bo; Mil diferencias de una sola muerte ;

Mas dejar sido uo gran resguardo nacho A r^lr ballena el pecho, a aquel a tiento
En tu heroico ralor al lesgo mio¡ i Degüella y pasa al lio la adversa suerte,
,

Y si moría morir con esperaosa, Del modo que halla al grande y al pequeño,
De pió entierro y do cruel venganza. Del sueñn lempo] ti I eterno sueño.
»A este Un te dejaba . oh cara amigo, Este en su corvo escudo recostado.
Y por tu anciana y tierna madre ausento El otro sobre el yelmo adormecido,
De u larga vejez ¡mico abrigo,
s L'no encima la blanda verba célenlo,
\ de tu mic\.i esposa misto ardiente Otro en las grevas de *u arne, lendido;
i-

Mas, ya que to ralor nene conmigo, Cual con nuevo dolor desaunado
Y cu mi alma el lirio que me das se siente, La boca abre i dar voces j embebido .

No dilatemos mas el hecho almo Por ella el hierro de la presta daga ,

Mi hombre nos quede de Importancia vivo. Ls vi./ se vuelve airas, y el moni traga.
•Ven tras mi , y con atenta \ Islaadvierte Coello, un portugués de animo ardiente,
Por d le ahora el honor tras sinos guia Hidalgo tierno en sangre y en amores,
En esto esta acertar 6 errar la suerte, Poeta, amante, músico y valiente,
Ser descuidada 6 cuidadosa espía Cuatro heroicos y célebres furores,
El sueño es iiu imagen de la muerte, Con el retrato de su dama ausente ,

sel muerie caliente o muerte Tria, A quien había cantado mil primores,
Dormir en nudo oscuro y paz interna fauno el sueño le hallo en su fantasía ,

O noche temporal ó noche eterna. Las manos en la citara, dormía.


I ira cuan cerca están nuestros contrarios Torcido el rostro hacia el retrato bello,
De pasar un extremo en otro extremo, En señal de caricias a su dama ,

Y del cielo y sus altos lacunarios Dormido al gusto y al placer de vello


La nueva luz que sola adoro v temo: En las corazas de su arnés por cama
¿De que estamos perplejos? De qué varios? Segó el alfanje el desmayado cuello;
ruego es de honor en el que me ardo y quemo : Estremecióse el cuerpo, el pecho brama,
A ellos, gran capitán; que es excusado Y al palpitar las manos con instancia.
Quererle suspender su curso al liado. En las cuerdas formaron consonancia.
Dijo, y sacando la luciente espada,' Marcio y Catino, grandes bebe. lores,
Por cutre los nev;idus fuegos vuela, Que parte de la noche han ocupado
v I Isarco y Zaldiban que en cantarada . Con la taza y los dados, en vapores
Hecho habían baala entonces centinela Del dulce mosto el sueño habían brindado:
i
toroo de su hoguera amortiguada,
i
Los enjutos barriles por las llores ,
Ya con el vino y |j pasada vela, Cada uno sobre el suyo recostado.
C'.onliados en tener campo seguro. Dormían en tomo de la mesa y fuego.
Blanda cama les daba el suelo duro. Adonde el vino los dejó y el juego.
Allí entre el fuego \ la eeni/a fría Debia de soñar Marcio que brindaba,
Segó al uno y al otro la garganta Y abriendo la ancha boca, bebió entero
Dichosos a velar hasta que el ili.i El sangriento cuchillo que llegaba
\estidO vieran de su lumbre santa: De degollar al torpe compañero:
lino era cazador, y otro seguía Triste el alma salió en ver que dejaba
De la caza de amor la red que espanta; Posada tan alegre , cuando el liero
Mas del feroz Serpilo el brazo airado Golpe por quien la suya dio Catino,
A aquel quitó el alan y a este el cuidado. , En vez de roja sangre vertía vino.
Mató tras esto en la segunda posta Mató tras este á Marco y á Sarrenlo,
Cuatro dormidas centinelas juntas ; Escuderos de Marcio mato á Soria, ;

Mató al vano Alfager, al noble AcostS Que enlre sus dos caballos soñoliento.
Y a Enrique el tiel de tres agudas puntas : , Para ¡r no tuvo á su cuartel memoria :

Y por la raya de una senda angosta Pasó el celebro á Furnio que de viento ,

Al pabellón fue a dar, donde trasuntas, Mil torres exhaló, y de vanagloria ;

¡Oh sutil Tarea! en bronces, loque Apeles Y al truhán Galba, que despierto y quedo
Con sus conchas no hará ni sus pinceles. Entre los frascos se escondió, de miedo.
Abriendo en sutil lamina de acero De alli entró donde el docto Algeo dormia
De Piramo y de Tisbe los amores A la luz de una vela en que su pluma. ,

Aquel día le hallo el sueño postrero De un grave poema heroico que escribía,
Y del cruel Serpilo los furores lie versos había hecho una gran suma :

Pasóle el corazón de un golpe liero, En rico arco grabado de ataujía


Y' saltando la sangre dio colores . A su lado y un libro adonde suma
,

Al relieve infeliz que en triste suerte Del triforme Gcrion de ambas Espaíias
Ocasión fué y agüero de su muerte. El reino antiguo v celebres hazañas.
, ; ., . , ,

22S DON RF.ÜNARDO DE VALMENA.


El aren que
tiene fué el que Mcidés
ni I í •Ya basta el venturoso eslrago hecho
Al templo del Lucero dio en despojos, Y victorias que el cielo nos ha dado :

Donde colgado fe halló Almonídes , La honra (oda es tuya; sea el provecho


Cuando vengar de un conde los enojos
a Mió en que no violentes mas el hado :

Pasó con Muza á España cujas lides . Esle luciente yelmo, que del lecho
Los ríos volvieron y los campos rojos: Quité á un muerto enemigo, he reservado
Él lo envió á Zelin", Zelin a Oncalla Para que sus pomposas plumas sean
Y el á mi bello nielo el rubio Abdalla. Alas cuque volar tus glorias vean.
Cuando en sangrienta .lid los albaneses «Solo este para ti codicié en cuanto
A Abdalla despojaron sobre Duero, Oro y plata encontré del enemigo :

El docto Argeo, entre oíros dos arneses. Toma, oh Serpilo, y vamos; queja el manto
El rico areo ganó al gigante liero; Estrellado que ha sido fiel testigo
Y en sus pomposos versos los reveses De lu braveza, entre el nocturno espanto
Del tiempo, areo invencible, aquel postrero Sus broches de oro esconde toma , amigo :

Sueño le hallo pintando, cuándo el hilo Y por este encubierto valle huyamos ,
Del canto y cuento le corlo Serpilo. Antes que lo hecho con la luz perdamos.»
Puso en arco los curiosos ojos,
el Dijo y Serpilo, «Oh gloria, le responde,
;

Y' al sabio poeta que admirando estaba De tus mayores, y honra de la mía ,
Las musas con su espíritu-, entre rojos Yo también otro bien codicié, donde
Suspiros lanzar hizo el alma brava: Uno entre libros sin lemor dormía;
Quiso de su victoria por despojos En arco bello , cuya aljaba esconde
Llevarse el arco y la dorada aljaba, Cien Hechas entre nácar y ataujía .

Y por matar a Egil y al Turnio Mesa, Que luego que le vi el robusto oficio
,

Que á su lado bulló olvidó la empresa.


, De tu caza le di por ejercicio.
Cansado de herir, soberbio mira »Y con gusto de quitar la vida
el
Las varias muertes y el eslrago hecho, A oíros que estaban en la misma tienda,
Y ni por eso se alza ni se tira El alma en tantas muertes repartida,
,

Ni atrás da un paso del dudoso estrecho ; De traerte se olvidó la rica prenda;


Antes entre el sangriento horror suspira, Mas tuya es y ha de ser aquí escondida ;

Hirviendo en ira el arrogante pecho, Tu persona se esté y aquí me atienda


, ;

Y las armas ya botas, y el sin fuerza Que junto aquel hogar que allí blanquea
A nuevos daños su crueldad le esfuerza : La prenda está que darte amor desea.»
Cual tigre bircana en el aprisco mudo, Dijo ; y sin ser á detenerlo parte
liarla de degollar grueso ganado , Los ruegos del amigo que adivina ,

La tierra en roja sangre y el membrudo , Sus malogrados fines, del se parte,


Lomo de nuevas manchas salpicado , Y por el infeliz arco camina:
Carleando cesa un rato, y en menudo O fuese nuevo ardor del duro Marte,
Anhelar cobra aliento el pecho airado, O Apolo que vengar la alma divina
Y mientras del destrozo se retira ,
De su poeta quisiese, ó que ya el hado
Cuanto el hambre menguó crece la ira. Al fin había de su virtud llegado;
Ni el bello Celedón, gallardo Marte, El breve tiempo que duró esperalle
Menor estrago y mortandad hacia En el puesto, sobre el dio de repente
()ue del plebeyo pueblo una gran parle Argildos, que á correr salia el valle
Gente sin nombre y cuenta , muerto había : Con una escuadra de lucida gente :

Mató á Gilberto, que en decir con arte Dióle al amor la noche, y quiso dalle
Y herir de punta su primor tenia , A Marte el alba y en ginete ardiente
,

A Terpandro cantor, y al fuerte Etoio , Recorriendo las postas de las velas.


Marte en braveza, y en belleza Apolo. Venía por las nocturnas centinelas.
Corren los rios de sangre y por , la tierra Vieron á Celedón que al corto abrigo
Las perlas arrebolan de la aurora, De una encina trataba de esconderse,
Y' él en su oculta y alevosa guerra Donde esperando á su imprudente umigo,
,

Con ella misma á mas herir se azora : Amor pudo obligarle á detenerse:
Entra donde á medir Ulloa se encierra Cércale el español bando enemigo,
Del precioso hado el ascendiente y hora, De quien él por huir y defenderse ,

ITloa digo, un astrólogo ignorante Gallardos golpes con su alfanje hace,


Que mas cielos halló que cargó Atlante. Su vida ampara y su honra satisface.
Había toda la noche astrologado Trebonio fué el primero que atrevido
Gustoso que su estrella le asegura Llegó pidiendo el nombre , el pueblo y gente
Tras prolija vejez sepulcro honrado; Del victorioso moro , y aturdido
Mas mintió su astronómica figura; A sus pies le arrojó un golpe valiente;
Que el bello Celedón con su dorado Mas ¿qué te vale, oh misero, el cumplido
l'uñal le dio temprana sepultura, Brazo y esfuerzo de lu pecho ardiente,
Y abriéndole el celebro con dos punías ,
Si al tejido escuadrón que se abalanza
Yolaron del dos mil estrellas juntas. Ni el firme escudo ni el alfanje alcanza?
Mató á Hepodamo , á Tírsas y á Falérno Ya el gallardo mancebo en sangre tinto,
Al rubio Telga y a Lisardo el fuerte , Con las varias heridas tenia el suelo ,

Y al bello Demóralo, joven tierno, Cuando el vano Serpilo en el distinto


Esposo ayer de Alcida, hoy de la muerte ; Rumor las señas vio de su recelo;
Y' á ti, oh siempre feliz viejo Salerno, Que victorioso entachonado cinto
(,)ue, antiguo pretensor sin hacer suerte, La rica aljaba de arrogante vuelo
Cansado en corte de esperanzas nuevas, Le bajaba á los hombros, y en la mano
Los memoriales convertiste en grevas. El arco duro hacia gemir ufano.
Llegó la muerte al fin y si no entero ,
Suspendió el paso y el medroso pecho ,

El premio, diole el pago, de su mano, No de su riesgo, mas del caro amigo,


De haber dejado el hábito primero Atenta y triste centinela hecho.
En que á Dios consagraste el pecho humano; Puesto al Ironco de un árbol por abrigo:
Y viendo entre los rayos del acero Conoce á Celedón y el sin provecho
El tierno rosicler del dia cercano, lirio, de sola su bondad testigo,
«Ya, dice, oh gran Serpilo, hace el alba Con que en confusa brega se revuelve,
Al dia , y á esta dormida gente salvu. Y diez por cada golpe junios \ uelve.
:. »
,,.; . ,;,, , . . .. , ; .. ..,, ! ,

EL llEltNAKDO, I.lbüo \|||

él> nuevas flechas que ll '" '


ron \.« ii.i-i i
que . a golpes > dolor deshecho
Encorvando sobre una el «reo doro I.inoble corazón del neón fuerte .

Alconfoso escuadrón diestro la envia Pasado de un cruel venablo el pecho


Desde el bueco troncón del roble oscuro: M.is Del que amor tocó ni birlo la muei le .

Acerté Brefio j i-i reciente dja


i . Ya sin aliento ni anuas iir provecho .

Que ili.i oacieado por el aire poro Cerrando el curso da la humana suerte,
De y- le esconde, j en las tienes
i Y naciendo al mundo de su fe testigo,
Clavada, le baee dar ciegos vaivenes. sin vida dio i loa pies del muerto amigo.
Vuélveme todos I la oculta parle oh heroico ejemplo de amistad divina
i .

Que la homicida Hecha trajo el vuelo, Aunque en bárbaros pechos descubierta!


Buscando! tiento el encubierto Marte, si de mis nuevos versos la adh loa
Cuando otra por el mismo paralelo \ irtud del todo en ha sido Incierta i
.

De la tirante y (Irme rúenla parte, jamas tiempo que tnmoi tal amina
el i

1 al medroso Blodon que con recelo . Del ciego olvido te veri cubleí la
Gritaba «j quien tiro?* la punta aguda Antes de siglos j años vencedora
Su voa clavo, > dejé su lengua muda 1 ii fama iré como i» sangre ahora
.

Argildos, que de aluna entretenido En la ni ii el nu e vi a maule CardilorO, i

K ver pelear el Inerte


ii ro estaba, Impaciente en sus gustos \ alterado,
De' mi gallardo aliento conmovido Orí _\a vecino sui ins rayoa de oro
(.u.ii ecei le la i Ida deseaba ¡
Presentes mira > aborrece airado;
Mas por los nuevos tiros ofendido Que de tinieblas hecho su tesoro
El alma vuelta < 1
»
- piadosa < n brava . Cuanto con la luz ve le causa enfado,
i Haladle dice j vengúese en su pecho
. . Y enife esperanzas no deseo fuerte
El grave daño por bu cansa hecho. Es pulía de la vida :on la muerte. i

Y un frío venablo que en la mano tiene Llegóse al lin el tiempo, y prevenido,


Con al destreza al Qrme pecho arroja
i Como prudente ¡ recalada amante
Que ni el grabado escudo le detiene De suficiente escala j de ese [ido
i\i de su peto i.i acerada hoja ¡ Recato, j ai mas j anima bastante
Cual destroncado toro a liei n viene Con un cristiano paje, el mas querido,
Con la parda asía va en su sangre roja, De le mas sana y peelm mas enlistante .

Su amigo, que caldo le vio en tierra, lins hreves lunas antes del concierto
i mi lia a descubiei la guerra. De la noche Infeliz salió encubierto.
tYo, yo, dice yo soy quien blxo el daño . - Comenzó el campo moro el nuevo asalto
Teneos que nada os debe ese ¡nocente
; : i on que él hiciese el robo mas siluro ;

\n el autor fui del riesgo j mal tamaño Que torpe miedo y ieg o sobresalto
el i

\ del sangriento estrago en vuestra gente; La vista luí han mas que el aire oscuro :

Ifo li ocasión tracé yo nrdl el engaño, . Comenzóse la grita él puesta en alto ; ,

Vi so] qnien os bacía la guerra, ausente; La escala, abierto de Sansuefia el muro,


I.I nada os debe, el cielo me es testigo, \ io la ventana donde amor le envía,
Sino es el ser de un ilesilieliailu amigo, u Puerta i su gloria y sol antes del dia. ,

1)ijolanzando el arco por el suelo,


; y La bella amante, súbito engañada
Furioso mi sangriento alfanje saca, Con las dulces memorias de su esposo,
Y con desesperado brio el celo Del son de Mane y del amor turbada
v enea de su amistad, Del pajecillo j de su hablar medroso,
y so ira aplaoa;
\ Salí i
> Parolo, que a su vuelo
i
La alia escala bajó, y fue disfrazada,
Delante hallo por resistencia Daca .
Haciendo el traje moro mas airoso,
i n el muslo herido, otro eo eí brazo sí las tinieblas consintieran vello
Libre el paso le dieron de embarazo. Del gallardo ademan el bulto bello.
^ ser ile su mortal rigor testigo
i
Con solo un cofrecillo en que Iraia
A pes de mil punías llega, > mira
i
Lo mas precioso de bus joyas puesto;
I.i peligroso golpe el enemi . \ rienda que el rumor de anuas crecía .

j del lo heroico brazo la ira; Con paso apresurado descompuesto, \

Y viendo asi morir sn caro amigo li. uní i


a entender el inoro que huia
De rabia brama ¡ de dolor suspira No el miedo de la gente sino el puesto, .

\ el desangí ado moro en habla breve Comenzó a desviarse porel llano


A qué se salve asi le alienta j mueve :
Del muro hacia el ejército cristiano.
« Huye,'amigo, de aquí, huye hiero, Viene todo en las armas encubierto
Mientras muriendo yo, salvo to i ida Para no ser de nadie conocido .

Dame este dulce bien por el postrero Y el paje astuto con sagaz concierto
Y no hallare la muerte desabí ida A cualquier lance impuesto y prevenido;
Y cuando haya ocasión o por ilinero .
Y poro poro por el campo abierto,
;i

por sangre en mejor sazón vertida En son de huir la gente y el ruido,


A mi aOiglda madre el euerpo lleva , Llevar quería la dama á una espesura,
Y a ser su ouevo amor el mío le muí Donde estuviese del tropel Segura
Dijo; mas ni el dolor ni los contrarios Cuando el moro infeliz que iba delante
1 ngar le dan de responder al muro; Haciendo franco el paso con la espada .

Que de heridas . arios • i


Ciego dio en una escuadra i la importante .

Sobre él descarga un manillar sonoro :


Defensa de aquel paso diputada
Parece, al recibir los tiros varios, sin volver el nombre el vano amante ,
i

En eos,, estrecho jarretado tot o, De veinte su persona rodead. i

Y en el herir j ai ter gallarda i


Por mil partes le hieren y por una .

En escombrada plaza suelto pai do. A la muerte abrió puerta su fortuna.


A
este hiere, a aquel da, i al olro acierta Entre el izquierdo brazo y la loriga
En revuelto y confuso torbellino I'na encubierta punta desmán
Mato a Cerdan, hirió de un golpe á Berta, Tan dulcemente entró, que sin fatiga
Luchador diestro aquel, y este adivino; Del cuerpo COrtÓ al alma la lazada :

Y ya elamigo > la esperanza muerta, Cavo el moro .


J
Iras él la dulce amiga
Aunque a su real pudiera alirir camino Delí apilan cristiano desmayada,
Y salvarse do quiso: mas el lado , Con el engaño de tener por cierto
Muerto guardar que \i\o bahía guardado. Que no era el moro, mas su esposo , el muerto.
, ,, ;, ;, ,,,.
, , ,,
; ; , ;:, , , ,

230 DON BERNARDO DE VALDUENA.


Fué á tiempo el darle muerte Cardiloro; :'i Tal de Velasco la nobleza antigua
Que el montañés llegaba alborotado, Suspensa se quedó viendo el gigante
Por Ver del repentino asalto moro Como nocturna y lóbrega estantigua
El que él Iba a hacer anticipado; Entre el humo y el fuego resonante,
Y oyendo de las armas el sonoro Y del confuso vulgo y gente ambigua
Ruido ir en aumento recatado , El tropel ciego y el furor bastante
Con una oculta escuadra de Guzmanes A tomar ciudad, masen un punto
la
Venia a requerir sus capitanes. El miedo suspensión se acabó junto.
y
Venía también á hacer secreta guarda Y como el que en los brazos de Morfeo
Al balcón de oro, de su gloria puerta Se sueña de un león fiero asaltado.
Cuando muerto vio al moro, y la gallarda Que despierto en el bosque Dodoneo
llama á su lado desmayada y muerta : Le ve sobre algún risco encaramado
No conoció su luz , ni a verla aguarda Hallando ser verdad el devaneo
De la amorosa suspensión despierta, Del sueño , sale á él alborotado
Mas en su amor el alma divertida, Trocada en riesgo la aplacable caza,
La que buscando va deja perdida. Y con la fiera y su furor se abraza
Creyó que fuese alguna dama mora De tal manera Argildos, viendo el paso
Del que á desgracia han muerto en la contienda, A que sus cosas trajo la ventura,
Y ella , y el paje que cabe ella llora Furioso hacia el gigante Radagaso
Presos manda llevarlos á su tienda; Sale amparado de ia noche oscura
,

Y tras el bien (pie deja y el que adora Y antes que el feroz moro sienta el caso
Con su escuadra tomó una estrecha senda En revés le alcanzó por la cintura
Que á la torre va á dar, donde su gente Que le hizo dar de manos, y le hiciera
Ya culpándole está de negligente. Dos si el filo al cortar uo se "torciera.
Va buscando la gloria que ya tuvo Saltó el gigante cual dragón herido
Caida ante sus pies sin conocella Del duro césped que arrojó el villano,
Cuando la culpa de perderla estuvo Y al tierno amante, en fuego convertido
En no llegarse como pudo, á vella
, Del mismo en que arde el torreón cristiano
Mas ¿quien lo advierte todo, ó en quién hubo La respuesta volvió con tal ruido,
Tan sabia prevención que pueda en ella
, Que acertando en el yelmo sonó el llano
, ,

Medirlas ocasiones, y en ninguna Como si por socorro, en ver que se arda


Perder lance á las vueltas de fortuna? La torre disparara una lombarda.
,

No hay descuido en amor que no se pague, El español, que dos deidades juntas,
O sea el cobrar remiso ó sea contado, Honra y amor, le hierven en el pedio,
Ni estado tan feliz que no lo estrague Una tras otra hiere de dos puntas
El desmán de un suceso no pensado Al que su gloria puso en tal estrecho;
Que si da la fortuna antes que amague, Que del fornido acero por las juntas
¿Qué escudo bastará á su golpe airado? Lago de roja sangre dieron hecho
Fué á dar con el balcón el godo tierno El antes verde prado, cuyas llores
Y en vez de alegre gloria .halló el infierno. Muertes respiran, y solían amores.
Vio escalado su muro y puesto fuego , Al recibir el moro la una herida
Ya por allí el balcón resplandeciente, Otra al bravo leonés le dio en un brazo,
Y que en tropel confuso y furor ciego Que, aunque sin daño y riesgo de la vida,
Por él entraba la morisca gente, De acero y carne le llevó un pedazo;
Y un soberbio jayán de nación griego Y dando y reeibiemlo una avenida
Señor de Negroponto, puesto en frente, Y tempestad de golpes hizo el plazo ,

Que da favor y fuego á los de arriba, De su vida mas breve un altibajo.


Y á voces el combate y cerco aviva. Que un brazo al rey de Ponto le echó abajo.
Reverberan las llamas en las hojas Mas como si la fuerza se pasara
Del arnés limpio de bruñido acero, Del destroncado brazo al brazo vivo,
Y el aire oscuro con vislumbres rojas Así con nueva fuerza da y repara
Al jayán vuelve mas horrible y fiero : Golpes á su contrario el griego altivo
Crece el rumor, el fuego y las congojas En esto el fuego con su rubia cara,
En el dorado alcázar, y él entero Para hacer el combate mas esquivo ,
Con su furor el gran tesón sustenta Apoderado del dorado techo.
Y á todos golpes da y armas presenta ; > Con su costoso daño hacia provecho.
Cual tal vez cabe un risco cavernoso Y la española escuadra que venía
De negra escama pálido serpiente Por guarda del hermano de Tibalte,
Que en renovadas conchas poderoso Y en ciega tropa arremetido había ,

Muestra la cresta azul resplandeciente, Cubriendo el campo de sangriento esmalte ,

Y del fuego que hizo el perezoso


si Mezclada entre los bárbaros subía
Gañan junto á su cueva el calor siente, Por la alta escala haciendo que no falte
,

Saltando á él sin que temor le ocupe Quien con la sangre mora no pequeña
Tres lenguas silba y la ponzoña escupe. Parte apague del fuego de Sansueña.
Quedóel amante de la dama bella Del son confuso el resonar valiente,
Que en salvo puesta, sin pensar, tenia Y de la llama el rechinar sonoro,
Viendo escala, y que el jayán sobre ella
la Asombró el pueblo, que tenia su gente
La torre con su gente entrado había. Segura por allí del campo moro :

Suspensa el alma, alborotado en vella, Caen almenas, y vuela en brasa ardiente


Y en vario discurrir la fantasía La ancha techumbre de artesones de oro,
Dándole vuelta, á su pesar, la suerte Y de gruesas colunas jaspes varios
En tormento el placer, la vida en muerte. Tristes sepulcros dan á sus contrarios.
Así tal vez villano entretenido Hizo el fuego las señas con sus llamas,
En acechar de una perdiz medrosa Y acudió á aquella parle el furor todo,
Para hallarla de noche el caro nido, Los unos á perder vidas y famas,
Si al extender la mano codiciosa Y otros á hallarlas por el mismo modo :

Al escorpión tocó que la ha comido, Al lio, del ciegobosque entre las ramas
Atrás rehuye , y con la temerosa Del asturiano campo y pueblo moro
Luz de sus vivos ojos ve el engaño Lo mejor se junto, y duró el rebato
Del riesgo suyo y del ajeno daño ; De la confusa noche el mayor rato.
.,, , ,
. , . ;! ,, .

F.L liKHNARUO, LIUIH» l\ Cl


Murieron muchos de una y otra parle Quiso muerte con su espada
dars.- la

En la confusa bárbara refriega, (i dejaras malar de un enemigo,


A unos dando cl rendido baluarte si no hiera en >u bonor 6 en ^u pasada
Muerte coman i sepultara ciega ¡
Culpa un breve morir orlo castigo i
;

A otroa la espada del sangriento Marte Ha lo v la esperanza a


i
tlguada
Loa vendimia en agrai j en Dor los siega ,
Aun no muerta del todo, abrió un postigo,
Por varios Ir. mi os, que el mol ir i por donde entró una luna de i.d modo
be todas la mas olería | dudosa. mu Que pensó hundirlo en mi venganza todo.
AI.FI'.OHIA.
Tocaba a reco ei el i
ro
\ |i i
id i
as que convenia
La hermosa reseña del campo de España significa la II asalto 'i
! moza Cardll
qneel entendimiento nace de las rirtades para conse- Sin justa i .oi<\ comenzado habla
i n .ni el sonoro
lo el v silente \i glldos
guir el lin de i.i felicidad política.
En el suceso de Serpilo y ole. Ion se descubre la
Rumor de ravoh la loa elai Inei
A nacer cruel venganza j escarmiento
hermosura y fuerza de la vordadi ra amistad en el is- ¡
i

be la Iridie ocasión de SU tormento.


Irago que hacen en el campo dormido, la poca seguri-
Y aunque cubiei lo del ionio lulo
dad de la vida humana ,y cómo no hay campo seguro Y de tinieblas lóbregas revuelto,
para la muerte ; y en la dé Cardiloro y sus vanas pre- Al rayo de su espada el campo broto
tensiones cuan inciertos y mal entendidos salen siem-
. En un confuso Infierno quedó uelto i i

pre lo^ oráculos y pronósticos humanos en las cosas por Cogiendo en negra sangra horrible fruto
venir. Del rabioso dolor en que va envuelto;
Dando oi,i|ios a ciegas que de día ,

Tendrá bien que contar la pluma mia.


LlIillO NOXO. En tanto la afligida hermosa dama
Ya persuadida que es su esposo el muerto,
Con los perdidos lustres de su fama
ntiuuiiro.
En el trazado fm de su concierto
El pecho ardiendo en amorosa llama
Arpildos, creyendo i\ne nortada c« murria ó robada, uniere U su amor llora perdido y descubierto,
,

ni. i.i r «lo [i.-na


i tolla, sospechando serse esposo al mnerto, loma
;

Tcosoo pira nalsi 100 ambos sa notable desenga- > ubi i lil .Ip.ll i. I le .h i lll|. i

ño, Beroardo, siguiendo soa cierra , enenentii tngdllca en las .1 Que encubrir pueda ó disculpar su culpa.

Íe
aflss de un dragos ; sígnela poi ladesdcnnai
enredado en un eztrafio eocanomenlo, donde Proteo
c destabre sotes soa sos padres. Alíela pide a Galisos just.- De
Al ciego amparo de un rincón oscuro
la tienda, que fuera cielo claro
coolra Femguto, y el hace batalla eos Raogorlo, qnieo .1 A saber cuya era y cuan seguro
mata y ijuoa el escodo, y § »r laa armas «lii es tcaldo por Allí tenían sus males el reparo,
franres y arnmeiulo de la gente Que de Toledo venta en bvor Con llanto amargo que un peñasco duro
de Gallaní , de golea oneds preso i><t ealpa de so cabsllo oyen ;
Tierno hiciera en su triste desamparo,
en un bosqoe ruido de armas, y por ver .|ué sea se plcraS con ,

I.i oscoridsd de la noebe de los que iban con ¿I.


Asi, de sus dos manos hecho un nudo.
Quejas al cielo da en lenguaje mudo :

Ai^'ildos ya, después que á ltadagaso Oh cielo que ya tienes el tesoro


« ¡ ,

Con gallardo esgrimir quitó la i Ida Cuya memoria un pecho enriquecía,


V a Axganda un moro capitán, de paso
, \' á mi en triste ocasión de eterno lloro.
1 diez 1
' pecho abrió de una loa-ida, Para nunca haber fin la pena mia!
En compañía del prudente Eraso, Si del sol que perdí y perdido adoro
Que una escuadra i sus pies te rendida Ya en tu horizonte amaneció su dia,
De alarlos berberiscos, que en España Y mi alma que es sin él noche profunda,,

La tiente fue de mas coraje y saña. Jamas espera ver su luz, segunda
Ganando el paso de la escala y muro »;, Por que en oslo desván lóbrego y triste,
A costa de su sangre y de la ajena Para solo llorar desgracias hecho.
El amante sabio libre y seguro Quedar penando el cuerpo permitiste ,

A ver su gloria y a hallar su pena ; Que es sin su vida de ningún provecho?


Que entre el negro carbón del humo oscuro, Las vislumbres del gusto con que diste
A, vueltas de otros tristes llantos, suena Has dulce al alma el nudo y mas estrecho,
Que Florinda murió, ó es cosa cierta i Dónde se fueron á volver estrellas,
Que está cautiva j presa si no es muerta. , Llevándose mi bien volando en ellas.'
Créese i|ue consumida de la llama,
, »¡Ay tierno esposo, nombre regalado,
Entre carbones de oro es va ceoixa A quien y> por mi mano di la muerte!
Y <|ue de su valor sola lama I.i
¡Cruel piedad, concierto desdichado,
Viva ha dejado la sangí loóla riza; Debajo el dulce lin de complacerte!
Porque el oculto coarto de la dama ¡Inconstante fortuna , adverso hado,
Puerta fue del asalto, j la postiza Menguada hora de infelice suerte.
Escala su balcón \ el mamo lino , Que tantos juntos abracé conmigo
En ella ojéenlo el furor primero. Para solo quitarme un dulce amigo
Llegó la faina, ya verificada i; Alma dichosa que, en amor ardiendo,
Con bastantes indicios, al amante, Sobre tu mismo fuego te levantas,
Que, de dolor el alma traspasada, Y ya campos de gloria van midiendo
Quedo á una muerta estatua semejante : De tus pies santos las divinas plañías !

Como el preso sin culpa que, ya dada Mientras del tercer globo estas cogiendo ,
En su causa semencia ve delante , Entre sus rosas y azucenas santas.
1 verdugo que a darle muerte viene
1
Los castos pensamientos en que tuve
Cuando por libre en su opinión se tiene. La semblada que en tu ley mantuve,
le
Tal quedó Argildos, que un morisco pudo Vuelve los ojos; mira el sacrilicio
»
De un golpe echai lo desde el muro al suelo ; Que ahora á tu deidad hacer espero
Que ni para la espada ni el escudo Que viv ir finia vo de tu servicio
Fuer/ a dejó ni lirio cl mortal hielo : Ni puedo ya, ni aun. pie pudiese quiero :

Dado de pena en la garganta un nudo, El alma cñ ir tras ti nace su olicio,


Caído el corazón y el desconsuelo , Y yo cl mió en morir, pues por ti muero:
Mayor, que tal desgracia se atribuya Acoge ahora esta piadosa ofrenda
O á" poco amor ó á negligencia suya. Que el dolor sana y el honor remienda.
, ,, ;, ! , : ,

DON BEBINAUDO DE VALUUENA.


» Y el cielo justo , pues que lo es, ordene Como tal vez sobre los bosques de Ida
Que, en honra de un amor y fe tan puro, Soberbio toro vuelve á su manada.
Lo que apartados al morir nos tiene, Sin traer consigo al pasto la querida
Muertos nos junte en una sepultura. i> Novilla (pie á traición le fué robada;
Hijo; y luda turbada en Ver que viene Que el paso lento la cerviz caichi
, , ,

La infeliz hora de la muerte oscura. La piel en sangre y en sudor bañada,


Resuelta ya en tomarla en cualquier via Al cielo a cada paso vuelto brama . ,

Antes que asume ron sil lumbre el dia, De amor se queja y su becerra llama ,
:

Con varias trazas considera el modo Así el valiente godo se retira


Mas fácil de matarse y mas honesto, Vuelto ya el campo á su primer concierto,
Antes que haga por el campo todo De congojas cercado, ardiendo en ira
La fama el primer yerro manifiesto : De triste luto el corazón cubierto,
Al liu, con pecho real y ánimo godo, De sombras lleno cuanto en torno mira,
Entera en su memoria halló puesto Al dolor vivo, á la esperanza muerto;
El eamino mejor, mas breve y llano, Y á su real tienda llega . cuando el dia
En tomar un veneno de su mano. A ver lo que el asalto obró salia.
Acuerdase que en guarda y fiel recato Halló á la puerta en hábito de moro
Le dio su anciano padre un pomo de oro Al cautivo Iioselio envuelto en llanto,
De mortal confección con que un ingrato . El paje con quien hizo Cardiloro
Indio, por orden de un esclavo moro, El enredo que a todos costó tanto
Matarle quiso, y descubierto el trato, Miróle Argildos, y en la nieve y oro
Los quemó vivos; y el mortal tesoro De su rostro y cabello, cuerpo y manto,
Ella, por mas guardado y mas recluso, Vio al natural á su Florinda bella,
Entre sus joyas, sin pensar, le puso Y fué admirado á arrodillarse ante ella.
Y" que en el rico cofre que alli viene Creyó que, como estaba concertado,
Su desgracia le puso ó su ventura En hábito morisco había salido,
Y así, vuelta ya alegre en ver que tiene En el de paje el de mujer trocado,
Tan vecina la muerte y tan segura Por mas lijero y menos conocido ;

Ni perpleja ni en duda se detiene : Mas cuando de mas cerca vio burlado


Tómale, y al buscar la cerradura Su antojo, y ser de veras ha entendido
llalla menos la llave, que al ruido Hombre en el habla, y diferente el trato
Allá se le olvidó, ó se le lia perdido. De aquella de quien es vivo retrato:
Vuelve cuitada su primer congoja;
á Volvió otra vez á su dolor primero ,

Y tanto el cofre aquí y allí revuelve , Aunque con nueva admiración y espanto
Que el acero, sin ver cómo, se afloja, En ver aquel gallardo prisionero
Y abierto, á su primer contento vuelve : Que á su Florinda se parezca tanto :
Todo quiere que muera , ó se le antoja; Dióle razón del caso un escudero
Las joyas saca a tiento y las desvuelve; Diciéndole a Señor, anoche, en tanto
:

Hasta que á hallar al fin entre ellas viene Que el asalto duró, el capitán Bueso
La que la muerte en fiel custodia tiene. Trajo una mora y á este moro preso.
Mas como oscuro está
, , ni acierta á abrilla ,
»La mora, en tristes lágrimas metida,
Ni su artificio sabe entiende, , ni lo Allá dentro, y el moro en este prado,
Y asi llorando dice « ¡Oh gran mancilla,
: Llorando están la libertad perdida
Que tan cara la muerte se me vende, Y la nueva alliccion del triste estado. »

Que ni buscalla basta , ni seguilla I Dijo; y Argildos, la alma divertida,


¡De mí se esconde sola y se defiende La vista, el sentimiento y el cuidado
¡Que es posible que ordene el cielo justo En su primer dolor, apenas siente
Que aun no alcance el morir porque es mi gusto! La breve cuenta de su leal sirviente.
tiene el corazón humano
Oh cómo Y" de congoja y sobresaltos lleno,
» ¡ ,

Vislumbres ciertas de saber divino! Ni á esto ni á aquello atiende ni repara,


¡ Cuántas veces me dijo el miedo en vano Entrándose en la tienda cuando el freno
Que era lo que intentaba desatino! Del sol asoma con su lumbre clara,
¡El huir de mi sin me tocar la mano Dándole luz bastante el dia sereno
El no me hablar palabra en el camino, Para ver la belleza al mundo rara;
Todo era igual congoja y agonía Que la ventura ya quiere que vea,
Que á ambos un triste fin nos prometía! » Sin saber cómo ni por dónde sea.
Esto entre sí decia, revolviendo Como tal labrador cansado
vez el ,

La muerte aquí y allí, cuando en las manos De buscar que ha perdido,


el novillo

Cierto licor sintió, ¡oh suceso horrendo! En quien todo el cauda] tiene empleado
Que , sin mas consultar temores vanos, De las pobres cosechas de su ejido,
Cierta ya que el veneno iba saliendo, Entra, bajando el monte descuidado,
Llegó la boca y labios soberanos A una cueva sin luz, y allí escondido
Para beber por ellos lo que cupo Acaso le halla entre las ollas de oro
Al corazónmas fiel el que mundo supo. De un antiguo y riquísimo tesoro;

Y apenas el licor pasó la boca Así el tierno amador, con los temores
Cuando quedó la dama sin sentido, Que su imaginación triste le ofrece ,
Tal, que mirarla á lástima provoca Sin pensar encontró los resplandores
Y deja al mas cruel enternecido : Del tesoro mayor que le enriquece :
O muerta, ó si no muerta con tan poca , De su bella Florinda vio las flores
Esperanza de vida que perdido , ,
(ion que de nuevo ya su amor florece,
Ya el sentimiento, en lágrimas cubierta, A un rincón de la tienda desmayada,
Desde ese punto se contó por muerta. Toda de joyas y beldad cercada.
Ya en esto, del color de la azucena , Dánae quiza cuando entre lluvias de oro
,

De aljófar lleno el manto de brocado, bajo a su lecho celestial riqueza,


Cercada el alba de una luz serena, Tuvo en sus faldas Otro igual tesoro,
De oriente entraba en el balcón dorado; Mas en su rostro no otra igual belleza :

i ¡Oh soberano cielo, en quien adoro!


Cuando de sobresaltos y de pena
El noble Argildos vuelve acompañado, ( Dijo el godo , aun no libre de tristeza.)

Con rostro triste j paso


perezoso, ¿Anda fortuna haciendo devaneos
Ni vencido , ni alegre victorioso. Entre su ciego antojo y mis deseos?
: ,. , ., ,. !» , . , 1 ,. ,.

EL BERNARDO, LUtRO IX.

•¿Nocseste el bollo sol que m¡ alna alumbra? Aq ntra ya la buena ó mala suerte,
¿Este un ea su retrato verdadero? n le no aii ansa el albedrlo humano,
¿Es sueno , A sombra A luí que me deslumhra Que al uno bace 1 1 1 ir. "ti o que acierte
* i

Ü Dngida imagen por quien muero


1 1 Poi donde do pensó al rué en su mano ¡

1 es la Imaginación cou que ai ostumbra i 1


1 dio a Cardiloro ayer la muerte
Pintar la gloria amor que sigo j quiero Huyendo della por camino llano,
Para volverme, con deseos, li \ li v ola guardó a I Inunda bella .

Del mismo rtiNin \ bien que reo ¡ toco I Cundo ella ni. i- ti.iiaba de perdeila.
«¿liase quebrado en dos el limpio espejo ,
I
ItrafiO ea-o ! en la bllj. I i <l. mi ,,

En quien sulla mirarse la hermosura, Une el veneno mortífero traía .

Que tan por un nivel tan por parejo .


l.a i "iiliaMi ba del mortal lo-uro
Sf muestra en dos mitades su Agora? Por -i en licor suavísimo tenia ;

Asi d|jo j con ani perpleja ;


Que tal fué siempre . ii esto el o-" t o.
i el secreto de la enigma oscura
¡i llar el remedio donde el mal \elila .

Llr^M a la bella dama j a un pequeño . Y a la dama también -n buena suerte


Moverla le rompió el sabroso sueno. Hallar la \ ida por bu-ear I 1

Despertó sin Benlido alborotada ,


De un de Ubis -"iiiilienl" frió áspid
De sudor > de lagrimas cubierta l.a mortal confección era amasada ,

Y en ver su tierno amante mas turbada, ^ el mitrldato por el mi- intento


Soi pi i ha toda\ la que esta muerta ;
Ihir indo la dejaba reparada :

Basta i 1 ni'. Mnlia i n -i \ desengañada, Trocó á 1- cosas la ventura el viento, 1

[Su q vana lalila-lna n y smnbia incierta Y afligida dama alborotada


i.i

Su esposo está mas en alegre vida , Bebió, por beber muerte en la bebida
En oueva admiración quedo metida. l dulce suelo que le di" la i ida.
ii

escena trágica aparece


Asi 'ai la Estando en esto iodo- divertidos
Al desatarse el nudo v la maraña Ito-ebo abrió la puerta al desengañó ,

En que mi alegre " triste acción Fenece, Y de ios desconciertos referidos


La antes oculta novedad exti El discurso ionio y suceso extraño :

(.un que la juna 6 la alegría crece, Los do- tiernos amantes advenidos
Que las pasiones mueve v la- engaña, Del bien presente > del pasado engaflo,
Poniendo i"- sucesos diferentes Al eielo alaban que por lale- pa , I

Admiración j espanto en los presentes. Piadoso rige i"- humanos casos.


Vi o sabios la opinión humana,
i ii \ Publicóse la nueva venturosa

Que por \ii los dislates 'le la vida, Y el amante sagaz viendo trocada ,

Los ciegos desvarios rana j


la I ii ocasión honesta la amorosa
Locura m sos propósitos metida, Que ante- viniera a ser grave J pesada,
Creyeron que esta fábrica mundana Al triste Aleaide padre .le -ll dio-a . ,

Del santo cielo estaba desasida, Que por muerta la tune o por robada ,
Sin le] ni dependencia, n su gobierno, l Av ¡SO envía y da nueva cumplida ,

lie libre brazo ni saber eterno. Ya de su libe] tad y de su vida.


Mas que el ili\ ina artífice que solo \ mu el anciano capitán gozoso
El globo bizo j máquina presente, Al nal en grave pumpa v aparato
,

La luna variable lijo el polo , . Resuelto de no ser al valeroso

A Booles frió j :il León caliente Codo nuevo beneficio ingrato a tan :

Con dia le dio a la luz de Apolo,i


Si el -ana luja que ella gane esposo , .

Y la noche reposo 'le la gente ;il Y el premio lodos de un honroso trato,


Asi laminen, sm diferencia alguna, Trocándose por ea-o- semejantes
I., i- hombres a la- vueltas de fortuna. En paz la gilí ii. de lo- dii- amantes. i

De aquí liaban naeidos los errores, milagros hai e la ventura


i stos
l.a variedad de muertes 'le vidas j
Cuando se muesti a un poi o aficionada;
I. a mudanza de estados
j favores, Yerros dura descuidos asegura , ,

l.i- infelici - íelii es suertes v l.a muerte en dulce siieiin .la lineada ,

Ser reyes unos otros labradores . , El cautiverio en libertad segura,


En pobres ele'. ai e isiillos fuertes; i uei ra v pena en gloria ¡ paz sagrada,
:

Y aquel andar a tiento 1"- mortales, a-i a la- eosas trina a el sobreseíalo,
j,

En medio de l"s bienes y los males. Que a veces saca premios del delito.
Todo eslo bacian alhajas de fortuna, Fué el valeroso Aleaide eeebido i

(.lile e- del reloj ib\ ¡DO orden entera , En real aplauso y majestad decente
Sin quien no mueve el mar ola ninguna, De la gallarda dama y su querido
Ni una arena lia> de mas en mi ribera : Amante, > la demás guerrera gente;
Esla el eielo J la del a tiene en una i D le luego que v i" al recien venido
,

Lazada j dependencia verdadera, Preso en n "la a loriada diferente I ,

Ordenando las cosas de lal modo .


.i Santo Dios dijo jqué ventura es esla
¡
'.
,

Que cada cual sea parle de este todo. En tan notable maravilla puesta?
Mi liay en esto nimios naturales
. «¿Quien trajo aquí e-la nueva hermosura
Con que si coi ren nuestras M'das; En joven tan gallardo y tan apuesiol
Que ni es lodo milagros celestiales ¿Es de el. o., luí .. sangre oscura? i

Ni todo caso > suertes no entendidas; ¡,


Quien me sabrá decir lo que ha] en esto?
Que muchos de los bienes j los males ¿(i es el que yn perdí en una espesura .

Nacen de cosas bien o mal regidas, Cuando, en amargo llanto v luto puesto,
Y el albedrio hizo de SO mano l.a traición me dejo de un mino ingrato,
Piadoso á Cesar, y a .Nenm tirano. Robándome este rostro o su retrato?
Bien que mbien donde no puede li moro ó fiel cristiano,
Dei idiins , bello <
-

La prudencia estorbarlo- ni el :.\iso; Vuestra nación ley v nobleza tiei ra . . ,

Que el mundo hace que su vuelta ruede A quien el alto cielo dio la Ulano
i londe él quiere y no el prudente quiso ; . Tan abundante mi gracia j gentileza.*
Y Clises por mas curso que le quede , Asi el Aleaide dijo y el lozano ;

De experiencia y saber, no liara el preciso Doncel COU nuevas prendas de belleza , ,

Golpe vano que cd liado le predijo: De empacho j sobresalto de quien era


Que al liu ñau ira a manos de su hijo. Turbado respondió desta manera :
; , , ,

234 DON BERNARDO DE VALBUENA.


« Señor, de mis parientes y linaje «Deten , negra fantasma , » el joven grita;
Mas noticia DO tengo ni experiencia, Y tras él sale a remediar el caso,
Que lialierme desde niño visto paje Cuando el otro jayán le ataja y quita
De Ahdalla rey tirano de Valencia ,
. Con lirme maza el importante paso;
De adonde hasta aquí hice un viaje Tal que si el primer golpe no le evita
,

l'or UD rodeo lleno de violencia ; Un salto atrás en aquel campo raso


,

Que asi, señor, pasó...» Y asi quería Contra el valor de los eternos astros,
Decir lo poco que de si sabia De su muerte quedaran tristes rastros.
Cuando en confusa trápala y ruido Iba sin mas defensa el caballero
Por la real tienda entraba un moro bravo, Que de su limpia espada la destreza,
De un vulgo >' furia popular asido, Con que al jayán de corpulento acero
Y' un valiente caudillo de otro cabo : Sus golpes perder hizo y su braveza,
llanle entre los cautivos conocido Acertándole algunos el guerrero,
Por el rojo Altaquiz, antiguo esclavo A pesar de su altura en la cabeza
,

Del Alcaide , y aquel que abora dijo Por donde en vez de sangre salen toscas
, ,

Que en una caza le robó á su hijo. Bandas de avispas y de negras moscas.


Fué de la arma pasada el desconcierto ¡Horrible caso! Por el negro viento
De tanto riesgo en el real pagano, El importuno y mal nacido enjambre
Que, bailando lo mejor del campo muerto, Sobre el bravo español vuela sin tiento,
El viejo Zuinail, moro liviano, A hartar en él las rabias de su hambre :

Desesperado buyo, buyo encubierto, Siéndole su inquietud mayor tormento


Y el resto se dejó al furor cristiano, Que el eneantadoJiulto y tez de alambre
Entre cuyos despojos y tesoro Que la cruel maza encima del revuelve
Raulin prendió al antiguo esclavo moro. Y en alados gusanos se resuelve.
Prendióle, y todo lleno de cuidado Como entre los tomillos y el romero
A que del tierno padre en la presencia Del fértil monte Hibla causa pena
El rico burlo descubra, aprisionado El belicoso enjambre al oso fiero
Le trajo en tanta guarda y diligencia : Que sin tiempo desfonda la colmena,
Quedó de nuevo el campo alborotado... Dando el liviano corcho el golpe entero
Mas mientras se sosiega y dan audiencia De dulce ambrosia de enemigos llena,
Al nuevo preso , de Bernardo quiero Y haciendo la defensa de su vida
La luz seguir de su invencible acero. Sabrosa la victoria y desabrida ;
Ya después que con trágico lamento Asi el menudo ejército que vuela
Fin dio á su historia el español gallardo, Sobre el rostro y los ojos de Bernardo,
Y' deslumhrado eu su beldad, á tiento Le inquieta, le congoja y le desvela,
Se entró tras una corza el gran Bernardo Sin valerle defensa ni resguardo :
Por la incógnita selva, en el aliento Ni le aprovecha maña ni cautela ,
Y' lijereza que un dispuesto pardo Ni importa ser lijero ni ser tardo;
Cuando en la Libia la hambre le persigue, Que lo lia con enemigos inconstantes,
Y un lobo por las breñas de Atlas sigue. Que se atreven á reyes y á gigantes.
De las ásperas quiebras de la sierra Mas de nuevo le asombra un nuevo caso
Corrido un no pequeño trecho habia, En esta extraña y desigual conquista,
Cuando abrirse de lejos vio la tierra Que eu picando la avispa el bullo escaso ,

Que en tundió hinchado sobre el mar caia , Volvía en rojo rubí ó blanca amatista ;

Y al negro abismo que su vientre encierra Y donde quiera que paso lijaba el
Arrojarse la luz tras quien venia : Rastro quedaba en relumbrante lista
Admiróle el suceso y fué con nueva
, De las preciosas piedras que ya en vuelo
,

Curiosidad á entrarse por la cueva, Moscas vinieron hechas por el cielo.


Cuando en el verde suelo vio caida Asi en su trono real Midas sentado,
La hermosura de Angélica, y sobre ella Y convirtiendo cuanto toca en oro ,
Una enroscada sierpe que atrevida Si acaso vino un escuadrón al lado,
En sus artejos quiere Ueshacella : Que en torno vuela con parlar sonoro,
Aquella beldad misma que su vida Lo que le llega en oro cae mudado,
En aire oscuro vio, cual clara estrella , Con que el espanto crece y el tesoro;
La noche que á Orimandro en su presencia Y' si la tierra pisa , deja en ella
Su luz arrebató maga violencia. Resplandecientes rastros de su huella.
Admiróse el mancebo; y condolido De pedrería cubierto el valle ameno
De la ingrata belleza, aquella espada Y'a labraveza del leonés tenia,
Que ella por mas favor le habia ceñido, Y el fingido jayán de avispas lleno
A volver por sus causas obligada Con solos ademanes combatía;
Bravo sacó, y con animo atrevido Cuando, quitando al sufrimiento el freno,
Corre a librar la dama desmayada, A pesar de la maza que esgrimía,
Que el dragón en la boca se la lleva Un golpe le acertó por la cintura.
Por las entrañas de la oscura cueva. Que cortó en dos la bárbara figura.
Entró tras él el animoso infante La mitad se quedó en el verde prado,
Al sordo estruendo de la sierpe horrible, De bronce hecha imagen verdadera
Sintiendo detenerse , por delante , Del invicto español, que retratado
De un fuerte y singular brazo invencible; En ella goza su hermosura entera :
Hasta que , en fuerza y ánimo constante La otra mitad en vuelo levantado
Vencido de la máquina terrible , Subir se vio por la estrellada esfera,
El importuno estorbo en son horrendo De lenguas llena y de dorada llama,
Fué por el negro sótano cayendo. Con la trompa y las alas de la fama.
Piensa que haya bajado hasta el profundo, Cobró el invicto montañés sosiego,
Siguen las vueltas y traspiés que ha dado, Vencido aquel fantástico enemigo,
Cuando de nuevo se bailó en el mundo Y a dar alcance y guerra corre luego
Con dos gigantes sobre un fresco prado, Al que se lleva á Angélica consigo :

Que el uno ha muerto el animal inmundo, Viola entrar por la llama de un gran fuego,
Y el otro, por el oro ensortijado Y sin buscar mas puerta ni postigo,
Del hermoso cabello, a toda priesa 'Iras él se entró; que á quien honor pretende,
La angélica beldad se lleva presa. Ni el fuego espanta, ni el temor le ofende.
, ;. ., , , , ¡ . : ,

F.l. BERNA uno. LIUHO IX


fuego Sí cuenta que en su esfera
Asi el Asi el menudii centellar que sale
Es con su tibia luz un perezoso i De las sierpes al agua y loa dragones ( .

Que aun no Dega 1 esponjar la blandí mi, Solo con sui vislumbre ii tes vale • I

NI i ser más que nn vapor el ira > lustroso : l o a aumentar del miedo lai pasiones
1
.

Paso libre la roí que reverbera, Haciendo que un temor i otro se iguale
Y bailóse en un sepulcro tenebroso, las negras sombras y húmidas visiones,
Que iii una oscura tumba pai Con el espanto del lugar non ible,
Al débil rayo de un farol que ardia. Bastante prueba a un o invencible. :

Rondaba en torno del un cuerpo muerto, valeroso joven, qne se halla


F.l
Negra hnUsm ó sombra descarnada: >
NI loen en este ni en el ntro mundo,
Quedó pasmado y el cabello yerto sin guia senda ni lúa ni en qué buscalla
, .

Suspenso el paso y la color mudada; i el herviente lago j golfo Inmundo;


ii

Basta que, reportado ¡Oh tú, encubierto :


Que ni su barca sabe gobernalle ,

Cadáver! dijo, dlme en voi prestada, Ni cómo v. ule. ir el no profundo


81 nn la tienes propia, por cuál cueva Be nn bordo en otro en vano se fatiga
1 11 jayán bruto, preso un ángel lleva. • Buscando el puesto A la ribera amiga.
lugo que
en las honrosas pretensiones Sin duda, dioe, el cielo me ha mido,
Bel n tras Irtud es caso Indino
la \ . Por alguna soberbia culpa mía
Pensar que aun I los muertos las razones II en cierna linche colilundidn.
le
Falten para mostrar senda i camino; Con miedo ande siempre en compañía;
el
N¡ que puedan Ungidas ilusl g Mis en esta caverna y lago hundido
si

Torcer el curso del saber divino, Mi obre ha de quedar j aquí me gula .

Que a cada vida til j cada hado Fl mal dispuesto intlnjo de mi estrella,
l.l punto Ojo j centro señalado. A morir sin por que tan mozo en ell.i ,

Esto á pedir con libertad obliga le • Dome un famoso


brazo con quien pueda
F.l carcomido bulto lúa bastante Quedar, como quien sov, de nn golpe honrado;
Bel buido Jayán y él con amiga , Que no es (¡rau cosa hacer la fatal rueda
i iricia le adíe >ti A con Ir delante, Que un hombre, si es mortal muera ahogado; ,

Pidiéndole por señas que le siga ^ si algún tiempo por vivirme queda,
Por mi hundido sótano distante; Tampoco es i,i,n pasarlo squi encerrado:
Que Becas las arterias y pulmones, De cualquier suerte , quiero ver si puedo
aire le iiiia en que formar razones, Destas cuevas romper el ciego enredo j
Fueron un caracol ilit'uso,
liajaiiilo Dijo; y con ambos reinos, presuroso,
Al rayo de lámpara de lucra.
la Doga á buscar el ÜO de Is laguna ;
Que en aire negro i cóncavo confuso v.sin tomar aliento ni reposo,
(.un luí dudosa y tibia reverbera Se cansa en vano sin mudanza alguna
Basta que de los pies las plantas puso Parécete que vuela mas furioso
Be un negro rio profundo en la ribera, Su barco que la esleía de la luna,
Que con romo tupir, de pena en peña
, Y no se mueve mas ni da mas paso
Por sus hondas cavernas se despeña. Que en Tesalia las cumbres del Parnaso.
Un pequeño batel puesto á la orilla Veinte millas hubiera navegado
Está entre ciñas j uvas (abordando Con el recio bogar, si se moviera,
ii ir aquella mortal Bombra amarilla {.unido el remo arrojo desalentado,
Se entró, al ilustre joven convidando : Sin esperan/a ya de hallar ribera ,

Notable y nunca oiilu maravilla. Volviendo al ciclo lodo su cuidado,


Que, obedeciéndole él y ella bogando . Y pidiendo si es fuerza que allí muera.
.

l'or los despeñaderos de aquel rio, No hereden cuerpo y alma unas serpientes,
Mas recio v.i que el agua á su navio. l'ues nacieron de padres (hiélenles.
Cercado de figuras temerosas Pide también en su secreto pecho
Que a la luí se descubren que levanta Favor a la purísima Mana ,

1.1 uro ile las alnnsaS, sierpes es, \ a su sanio (ustoilio, que el estrecho
Que con SU horrible Centellear espanta; Camino le abra , y vuelva a ser su guia;
> sobre negras ondas espumosas Y viendo que es cansarse sin provecho
F.l frágil lefio al centro se adelanta, (Listar las fuerzas mas cu tal porfil
Donde la luna sus mudanzas mide, Se esta quedo esperando a ver la suerte
La noche reina y el horror preside. Qae el tiempo echa en su vida 6 en su muerte.
Asi en el requemado Flegetonle Y mientras, sepultado en el profundo
La barca de la muerte y su barquero Entre horribles figuras, se lamenta.
I emple i las almas unida y horizonte También la supeí mr pule del inundo
De un claro mundo a un espantoso j fiero; . Al cielo oscuro sus estrellas cuenta :

Y Aleules enando entró por Aqueroule


, Cubierto el primer suelo v el BegUUdo
A enlazar las gargantas del Cerbero Del negro manto que el temor aumenta,
Asi en el débil leño, lodo vuelo. Guardando las tinieblas sin fiema
Los limites , feroz, paso del suelo. Sus privilegios á la noche oscura.
sosegado movimiento
Sintió cu el Y asi en silencio y suspensión callada
Del temeroso viento denegrido Todo permaneció hasta el nuevo día.
Haber ya hecho la barquilla asiento Que un rayo entro de luz. amortiguada ,

O en agua mansa ó puerto conocido: Por donde un muro, sin pensar, se abria;
Buscó el piloto por el barco a tiento, Y en una hermosa sala matizada
Y viendo que se le ha desvanecido. lieoro precioso y varia pedrería.
Causóle horror; que en golfo tan esquivo Sobre una rica cama de broeado
Aun hace un muerto compañía de vivo. Con sus congojas se hallo embarcado.
Hiere i una liarte y á otra con la espada, Vio que eran los dragones y serpientes
Y en el fondo del agua con los remos, Que antes le perturbaban con vislumbres,
Y ni halla de aquí ni de allí nada , De oro y preciosas pichas transparentes .

Ni al rio corriente ni al remanso extremos: Que á la cuadra enlazaban las techumbres:


Solo de horribles sierpes ve cuajada Las espumas aljófares pendientes.

La negra espuma, como ver solemos. De un rico pabellón alegres lumbres,


Con el presto relámpago que embiste Y la barquilla en que iba tan estrecho,
Los pardos bultos de la uocbc triste. La blanda pluma de un dorado lecho,
,, ,, , ,,, , , ,, , ,,

336 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Tuvo por sueño lodo lo pasado Y entrando por los campos no distante-
,

Sus temores riendo y su recelo, De la ancha puerta, un prado deleitoso,


Y saltando del lecho apresurado De tiernas llores lleno, el radiante
Corrió alegre a gozar del claro cielo : Asiento muestra de un castillo hermoso,
Abría una puerta de marfil grabado. De arquitectura y fábrica elegante,
Por donde entró la luz y halló que el suelo
, Aunque de vidrio frágil y lustroso.
Era todo de un vidrio transparente! Cuyas resplandecientes torres bellas
Como el cerúleo mar resplandeciente; Con sus follajes tocan las estrellas.
En que de los tesoros de la sala Las ricas galerías y ventanas,
Caian unos vivísimos reflejos, Antepechos y lúcidos balcones,
Que eu vista y proporción no les iguala De hermosas ninfas con libreas galanas
La industria de los Cóncavos espejos, Dan á la vista raras perfecciones :

Siendo serpientes de oro hechas por gala, De lirios, alelis, rosas tempranas,
Los que dragones parecían de lejos, Triunfales arcos , frisos y festones,
Fingiendo las vislumbres de un topacio Y'en las ricas cabezas, de oro llenas,
El contrahecho asombro en el palacio. Coronas de claveles y azucenas.
Mas ya, saliendo por la ebúrnea puerta Es de la juventud y la hermosura
Tras el sabrosodel dulce engaño,
tin Tierno albergue el alcázar delicado,
Un nuevo mundo vio, á quien da cubierta Donde la alma, salud y su frescura,
Un cielo de agua sm lesión ni daño: La alegre sangre y el vivir templado,
Admiróse de ver que al aire abierta
, , Vida á su parecer, gozan segura
,
,

El ancho mar, por artilicio extraño, Si bien de frágil vidrio el real tejado;
Bellísima una bóveda levante Y por vecina una importuna vieja,
A la de un claro cielo semejante ; Que hora, de gusto, el suyo no les deja.
Y que los rajos del dorado l'ebo Puesto en frontera deste gran palacio,
Que por las cumbres vuelan celestiales. Sobre una parda carcomida roca
Con nuevo dia en aquel mundo nuevo Otro, distante del no largo espacio,
Luz a su nácar den y á sus corales; Las nubes con sus rotas cimbrias toca:
Y en claros visos con sutil relievo En campo estéril, agostado y lacio,
Del mundo asi relumbran los cristales, De oscuros senos y de vista poca
Que con vislumbres de oro y resplandores Lumbreras cortas, patios mal seguros,
Iris hagan bullir de mil colores. Antiguas torres y arruinados muros.
Entre las aguas los lijeros peces Habitan dentro horribles sabandijas,
Con sesgo movimiento y curso blando, Necias mujeres de ánimas voltarias,
Por varias partes y en diversas veces, Flacas, feas, fantásticas, prolijas,
Las crespas ondas ir se ven cortando; Frias, falsas, caducas , herbolarias;

Y' al rubio sol sus escamadas teces De arrugas llenas callos y de rijas ,
,

Como cuerpos opacos relumbrando, Enfermedades y apostemas varias


Su luz en globos lucidos se cuaja , Por caudillo una vieja asi enfadada ,

Y en contrarios aspectos se baraja. Que á nadie placer da ni gusto en nada.


Así el vulgo sospecha que en el cielo Toda menor que de la mano al codo,
El sol camina y vuelan las estrellas , De enfermedades y de horror cubierta,
No asidas, mas cada una en suelto vuelo, Corto el cano cabello, el cuerpo todo
O mas bellas en luz, ó menos bellas, De flacos pliegues lleno y color muerta,
Dando, en confuso y suelto enjambre , al suelo, De raices hecha, y hecha de tal modo,
Del oro de su lustre' las centellas, Que corza no hay tan viva ni despierta
Con un eterno curso sin trabajo , Águila real neblí que se abalance
,
,

Cual es de un grave cuerpo el irse abajo. A quien no dé su lijereza alcance.


Admiróse de ver'la hermosura Es la triste vejez de edad cansada
Que en claros y argentados arreboles Lijera posta en alcanzar mortales,
l'or el agua entremete la luz pura , Y las brujas , de que anda acompañada
Tejiendo en ella varios tornasoles; Ciega baraja y confusión de males:
Y del lustroso nácar la blancura Melancolía , flaqueza y la pesada
Que en conchas y revueltos caracoles Enfermedad de puntos desiguales,
Las aguas crian , y con tez de plata Tejiendo, á vueltas dellas, mil engaños
Sus suelos cubren de beldad barata. Las edades ladronas de los años.
,

Dase en aquellos campos espaciosos Todo este infausto campo de enemigos,


El rocío en aljófares cuajado Sin dormir noche ni excusarse dia,
De balajes, jacintos y lustrosos Por las ventanas da y por los postigos
Carbuncos y amatistas retocado: Al vidrioso alcázar batería ,
De espejado cristal riscos lustrosos, Dejando á sus victorias por testigos
Arboles rojos de coral preciado La mustia tez y muerta gallardía
De zafiros, crisólitos, topacios Que á cada hora lastiman y con vanos
,

Los montes llenos, muros y palacios. Escudos se defienden de sus manos.


Ricas florestas, huertos y jardines, Dejó admirado al español caudillo
Con parras de oro y pámpanos de plata, La nueva guerra y desigual batalla,
Rubíes por uvas perlas por jazmines,
, Viendo pelear con flores del castillo,
De aljófar argentada cada mata: Y hacer dellas defensas y muralla ;

Dorados pavos, bellos francolines Y el contrario escuadrón ,


que á resistillo
De azules plumas, nieve y escarlata, Peto no basta ni acerada malla ,
Que por las esmeraldas y cristales En diestros tiros y con maña astuta
Vuelan y dan vislumbres celestiales. Irreparables golpes le ejecuta.
Asi en triángulos da el cristal cuajado, Vio á Angélica la bella á una ventana,
Al encrespar los aires con plumajes, Por quien tan largo alan tomado había
De oro nácar, azul, verde y morado
, Y que una hada envejecida y cana
Pomposas sombras, lúcidos follajes; Ya por cogerla á su balcón subía:
De que el bravo español mas admirado No aguardó mas; salió en alma lozana
Que de los antes lóbregos visajes A defender la que a librar venia.
Del contrahecho barco y de su dueño , Cuando, en ciego tropel y alio alarido,
Piensa que es todo engaño ó todo sueño. Del sin ley escuadrón fué acometido.
: . ,, : »
. ., . ! ;. , .. . .. .

f.l HtnsAnno, Liniin i\. 237


Rodeado do fantásticas quimeras, Sospecli baj que fué li misma hada
ib

I. a que en su natural figura quiso


Rorrlblea ¡testos, lóbregos visajes,
De aquí j de allí le dan de mil maneras
Sm haría de otros mecí ida I
.

Pesados golpes bárbaros ultrajes ,


Al doncel da ia el nuevo aviso
<
:

No los negros moscones ni las (leras , Otros que la vejt i torpe j cansada .

Llamas ni los nocturnos person


. Que es de sm,, habladora de Improviso,
Por 'i le allí llega . ni leído junto Con el Mino temor se fué de boca
i ii talpuso ni en tal panto.
riesgo le .
\ por piéS lile-., sn arruinada ruca ;i

Ni fué "M mayor Impelo asaltado,


i
en, que al principio no bii i

En venganza del muerto Polldoro Del sabio aviso de la astuta i


De Becuba j sus geres el malvado \ iendo cerrado del castillo el paso

\ Berorey de fracia, hambriento de oro; Las puertas o ion it.ues o con reja
Ni Orfeo, al pié del Ródope sentado Y junto al muro, en medio el campo raso.
Selvas plantando su caní ir - ro, De una cueva la boca mal pareja
IIitíiIip en mas confuso desatino Y en un padrón sobre ella por troteo, .

Di' la bacanal turba hirviendo en vino; • Morada del mudable dios Proteo ;•

Que el tierno joven, del enjambre esquivo Habiendo leido en el romano Homero
Que al frágil vidrio furor contrasta < La historia desle monstruo variable ,

v,
las bellei is de su mura altivo Don que la lUVO por lie, ion pi mu o i
.

Con sordas invisibles limas gasta: Ahora le pareció cosa probable


Has, porque herir sn pecho fugitivo \ entrando sm mas láminas de acero
Indigna hazaña sale 1 mi real casta, Que de su espada el brio irreparable ,

y bajeza manchar en lan < ii gente


• i |a\ ni viejo i ni
ii o un risco echado i

El limpio acero de mi espada ardiente De larga barba y rostro descaí nado,


Con el trozo de un remo carcomido de aljól ir nudo una cadena
Que en el húmedo suelo Be halló mano, :i l i
I
ante sus pies i/:i sena
¡ i| ll

¡ras el escuadran descomedido, 1 1


<
» Con la que
brazo de Aristeo se suena
el
ii.ii ndole la fuerza ser rail uto
¡i «uie apretado le tuvo j pres día
\ aquí un monstruo espantado j otro herido, o con la que él se deja atar sin pena,
Todos medr - huyen por el llano: i
mo le vence su porfía ;

Sola la vieja que al bajeon subía, Al lili él por las senas y el troteo
,

En airan/. ir a AjBgéliC i p"ltia. Del Ja\.ui conoció que cía l'i Oteo.
,

Cual pardo hurón ó astuta comadreja deseando saber de su camino,


\

A cazar sube un pájaro en su nido, i).-su patria v linaje lo mas cierto .

Que al huí co abrigo de una corva teja De- quien su ayo, por modo peregrino,

Segara Be juzgaba y es lulo ; En s liras siempre le hablo encubierto ;

Tal la arrugada > carcomida vieja, Sobre él lijero entro \ el adij ino, .

Pegada al muro sin hacer ruido ,


Que vio violado su sagrado pinito
Poco a poco se acere a la hermosura, i De humanas plañí ts arrogante y liero, :
,

Contra quien no hubo libertad segara: Asombrar quiso al español guerrero!


el gallardo joven , que volvía
Cuando en un paulo dragón haciendo roseas,
v,

De vencidos
los asirnos victorioso, Y echando por la boca y ojos ruego,
El bulto asió de la mordaz arpia Se fué mudando entre las penas toscas
Que trepando iba el muro peligroso; Que antes servían de cama a su sosiego;
Y arrojándolo al suelo ya quería .
Mas el valor, que a las horribles moscas
Ponerle el pié como a ratón medroso, \ oh ió en preciosas joyas cerró lucen ,

Cuando ella humilde, i sn furor rendida, Con el man DStruO trjgn loante
Am merced le pide de la vida Con nuevas fuerzas y ánimo bástanle.
« ¡oh invicta gloria del valor de España Y por las alas cresta \ las escamas
,

No ofendas las grandezas de tu mano Le anuda y ciñe les fornidos brazos,


Mostrando ahora sin razón tu saña Sin temor de los silbos j las Manías
I iii injusta muerte a un vil gusano
i : Con que asombros le Unge v embarazos :

Sabe que no saldrás desta montaña «aiamln crecer de un árbol \.o las ramas
S¡ yo el camino no le diere llano : Por entre sus Tortísimos abrazos
Oye que no ha] Un mustio y seco heno.
; Y las escamas de oro vio en ligura
Que para algún efecto no sea bueno. De un grueso tronco y su corteza dura.
«Proteo es Cierto espirito marino Sonrióse el mancebo valeroso,
Que las llaves del mar inmenso tiene : Y «ahora mas lirme, dijo, estas conmigo»,
Ll que abre v cierra el p iso j da camino Cuando en horrible luego sonoroso
A cuanto de sus aguas se mantiene; A arderse comenzó el vano quejigo :

Alcaide este alcázar cristalino,


ile Quiso \a allí soltarlo, receloso
Y el que atalaya cuanto al mundo viene, De quemarse abrazado a su enemigo,
Y en el alcanza a ver lo que desea . Y' reportóle ver que es llama sania.

Antes que salga a luz y antes que sea. Que solo con ungir quemar espanta.
Este en lo hondo de una pinta oscura
• El humo es quien le ciega y da congoja ,

Que el ciego seno ocupa desta cueva, Por ser la gruta lóbrega pequeña \ ,

Luz, si lo vences te dará segara , Hasta que, vuelto en aire, se le antoja


Y' de cuanto deseas saber nueva; Que esta abrazado al gajo de una pena,
Mas es de tal ingenio y tal hechura, Y que entre el luego de la llama roja
Y tal rodeo en mis discursos lleva , Humo se voh ÍÓ el árbol con su leña ,

Que si ya no es venciéndole primero. Y' el sabio se le ha ido de la mano ,

Del no sabrás suceso verdadero. Quedándose él á un risco asido en vano.


Con cadenas de perlas has de atalle;
• Queríale ya dejar, desconfiado
Que sera lo demás cansarte en uno. De sujetar un trasgo tan mudable,
Dijo y cuando mas puesto en escuchalle
, (.uando en lo alto de un risco vio asomado
Sm sospechas estaba el asturiano Su calvo rostro y barba venerable :
De entre los pies salió 'cruzando el valle A solo Atlante he visto asi pintado.
Cual nocturno murciélago , el enano Hecho de un monte el cuerpo inexpugnable ,

Bulto de la encubierta hechicera, Al tiempo que de peñas y maleza


O sea Alcina ó la vejez parlera. Lo amasaba la gorgona cabeza.
, , , ; , , ;
,,

338 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Bernardo so admiró; y con la endona » Sobrino eres del rey que ahora gobierna
Que al pié de aquel peñasco bailó asida. El reino de León y el asturiano.
Probó en torno a cenille, j de agua liona. El mismo quelibraste tú en Miduerna
En rio quedó la pona convertida : Do la alevosa espada de un tirano;
Anegarle pensó, y salir de pona Hijo do hermana suya, y por paterna
El mago euii la súbita avenida; Linea de un sucesor de Viniarano,
Mis el Hrrae español ni abrió los brazos, Conde en Saldaña, y porque tu naciste
Ni lo aflojó los cristalinos lazos. Puesto en dura prisión y cárcel triste.
Es gran l'roleo el tiempo en sus mudanzas; «Tu ilustre madre, en religión sagrada,
;. A quién no
se le trueca entre las manos? El rigor tiene de tu casto tio,
A anos se huye á otros da esperanzas,
, De que te dará cuenta mas fundada
Y i todos reglas y consejos sanos; Un noble preso al desbravar de un rio :

Oráculo J reloj de adivinanzas, Librarle has do la muerte , y con doblada


Teatro universal de los lamíanos. Razón harás por ambos desafio ;

Presa del saino, perdida del necio, Mas no esperes en tiempos ni ocasiones
Y del mundo la joya de mas precio. Tus tristes padres libres de prisiones.
Y'a en dragón vuelto, muerdo de su cola, » Bien podrá el cielo darte con excoso
Ya en su luego consume las edades, Triunfos contra el francos y el pueblo moro,
^ a con sus avenidas de ola en ola Y al tuyo su valor vencido y preso
Piedra toque se vuelve de verdades: En Duero, Benavente, Orbejo y Toro,
^a tizna con su humo, ya arrebola Y que en Orcejo rindas á don liueso,
Con nuevo rosicler nuevas beldades, Y todo un infiel campo en V'aldeiuoro,
Y al fin , en tantas cosas se convierte , Y hagas otros lances semejantes
Que es liien, que es nial, que eslin, que es vida y muerte. En moros, paladines y gigantes.
Todo lo vence y ,
muda
algo puedey si » Y que tan noble sangre con fecundo
,

Al nal nial vencer de su inconstancia, Curso y ricos favores de tu estrella


Fijar su rueda. 6 que, por mas que ruede, Gobierne á España y lo mejor del mundo,
No le llevo a vida su importancia. Naciendo reyes y monarcas della ;

Es no perder ninguno; con que excede Que seas en tus empresas sin segundo,
El sabio al que, vestido de ignorancia. Amor do una honestísima doncella ,
Con cualquiera ocasión y miedos vanos Y sucedan de ti , por mas extremos
Se le desliza y huye de las manos. Mil principes á Castro, Sarria y Lémos.
Mas al que en no dejarlo persevera Y que el difunto bulto que encontraste
i)

Altisiinos secretos le descubre, El sepulcro guardando de su cueva,


Y do pasada y venidera
la edail En ricas armas tu persona engaste,
Cuanto el olvido y su silencio encubre De tu invicto valor bastante prueba
Y en triunfo ilustre y honra verdadera Que del frágil alcázar que libraste
Su fama de inmortales lauros cubre , De la vil gente que tras si lo lleva.
Como al sabio español constante avino Los presos saques victorioso y grave,
Con el mudable espíritu marino. Y yo te dé para ello puerta y llave.
Quedó en tan obstinada fortaleza «Que en el furor de Francia, que ya viene
Apurado el tesón de su porfía, De León á usurpar el reino y tierra,
Que, vuelto á su primer naturaleza, El cielo trace y tu ventura ordene
Ce bascas reventaba y de agonía; Por tuyo solo el triunfo de la guerra ;
Cuando, lleno el semblante de fiereza. Que tu invencible espada y brazo llene
Hecho del siglo por venir espía De franca sangre la gascona sierra,
« ¿Qué buscas, dijo, oh invicta fortaleza, Y que, de lo demás que dé esta gloria,
En la sorda quietud de esta aspereza? Tu lama trace una inmortal historia.
» Ocho siglos ha ya que condenado «Todo ese colmo junto podrá el cielo
A perpetuo silencio me ha tenido Darte , como lo tiene decretado,
En esta horrible gruta el Hijo amado Y hacerte , mientras vivas en el suelo,
De Dios que vio Betlen recien nacido : Invencible , querido y respetado ;
¿Quién perturba de nuevo mi cuidado? Mas no hará, por no trocarle el vuelo
Quién á tan bajos mundos me ha traido? Al gran decreto del divino hado,
¿Qué pretendes , qué buscas , qué me pides Que libre goces de prisión tu padre.
Con tan estrechas é importunas lides?» Ni halagos tiernos de amorosa madre. »
i Bien sabes tú le respondió Bernardo
, Dijo y de un ronco trueno y son quebrada
;

¡Oh autor de las edades, rico archivo La bóveda de vidrio que tenia,
Del mundo y sus historias! el gallardo Del hondo mar la máquina cargada ,

Deseo que me trajo á verte vivo : Que el contrahecho cielo componía,


Lo que sabes de mi, lo que al resguardo A un tiempo en sordo estruendo despeñada,
De mí viaje importa, y al motivo La voz clara ahogó que antes se oía
Que vencerte me hizo , aquesto quiero Con el futuro hado entre las gentes
De ti en lenguaje y cuento verdadero, a
, Que en las torres vivian transparentes.

Dijo y el sabio desabrido viejo,


; A quien dejó la súbita caida
De un divino furor arrebatado Del cielo de cristal y sus estrellas
Con turbado capote y sobrecejo, Sin sentimiento, ya que no sin vida,
Torciendo el cuerpo al uno y otro lado , Entre riscos, coral y conchas bellas;
En ronco son y aliento mal parejo En tanto que el raudal de la avenida
El duro pecho abrió al rigor del hado, Sus gruesas olas derramó , y con ellas
Y con rabiosa basca y desatino Bañó otra vez los nácares profundos,
Dio asi á las cosas por venir, camino : Y el uno se tragó de los dos mundos.
« Quebrante el cielo oh España tu grandeza
¡ ! Mas ya después que el espantoso estruendo
A cpiien el mundo lodo veo rendido, Que dejó á todos fuera de sentido.
Y a mi, contra mi orgullo y fortaleza, En su rumor cesó y el sol volviendo,
,

A las presentes ansias competido; La clara luz cobró que habia perdido;
Y tü imagen mortal de su braveza,
, Libro Bernardo vio que lía saliendo
i

Cuyo brazo á este punto me ha traido, De un real jardín á un mirador llorido,


No esperes ver de mi sino es forzado,
, Por una sala que en dorada altura
Bien ni favor que te prometa el hado. Las nubes vence, y rinde su hermosura.
. . ., , . . ; » . . ,
. , ; ,

EL HERNANDO, I.inRO IX.


a.-.!»

Admiróle el bellísimo edificio. Ella en mi lengua este SPereto ha puesto,


Todo di' lazos df oro artesouado. Y a que de mi lo lepas me bs enviado
Sin que viese Antes del sombra ni Indicio, Rogándote que bajes su honesto i

[\i por dónde ni cómo allí tía llegado Jardín i ser de nuevo ai it iciado
,

Y ya del todo ruello en tu juicio De los que libertaste' del compuesto


De Duero se espantó riéndose armado .
Castillo de -mil cristal labrado
!>• unas tan ricas armas, que pai ece Y de Orimandro, I quien también Alclna
Que el día por bus vislumbres amanece Na a tus males ha dado medicina.
Cuajadas de preciosa pedrería Gundemai o i a posa que perdida
.

Peto, celada, gravas, braso j mano, Tan os días lloro


I , \ i\ en con en los I

I " un león por cresta, i quien hacia Donde lo estaran ana con tu venida .

Sombra un plumero por el aire ufano, Por colmo i sus alegres pensamienli
Y en el grabado acero descubría Dijo; del gran le
\ i obed la
1.a obra de los buriles de ^ ni' sno A I el lúe IOS lloridos aposentos

En i-i- nieladas sombras, por c setos, Al tiempo que en ios campos de Toledo
De historias por venir varios secretos, Batalla hacían la ¡alna la ira \ miedo. .

lio el tumoroso escudo relumbraba Medí osa Árlela, bravo Ecrraguto.


l.aTama vuelta muda de pal lera
, . ,
i'.n./ Rangorio, irisie Galiana
Las alas cortas j la lengua alada . Por donde el Tajo al mar lleva el tributo,
So trompeta quebrada v ella rutera, .
>,abre una vega de alamos lozana,
De una confusa niebla rodeada Llenos deje los ánimos de lulo .

Con esta letra de oro por defuera ¡ Rangorio en ver los muertos la lozana .

• Tiempo vendrá que estos nublados rompa Infanta en Male a el Árlela al inoro . ,

•Mueva ala nueva lengua j nueva trompa.


, Y el el caballo y su mochila di
Admirado de tantas novedades, Y en esta Suspensión la que primero .

Dudoso en entender sus mismas cosas, Del silencio la \oz sacó parlera ,

1... s ojos i variedades


lo Ive a \rr las De alevoso acusando al caballero .

Que el jardín muestra de arboles] rosas; I'ue la aliev i.Ij \ lóbrega hechicera ,

Cuando i enlr a él i ió dos beldades Une briosa y temblando ante el tevi ra


,

Mas que el lucero j la mañana hermosas, Semblante j hermosura v erdadera


i.io.- .-o trato afable
> noble cumplimiento h.- la gallarda infanta de Toledo,
Grato le dan j dulce acogimiento. Asi le dijo entre esperanza v miedo :

Y id gallardo mancebo cortea ,


.uva belleza
Soberbia majestad .

('.mi Igual compostura \ reverencia, Aun la envidia a negarla no se atreve ,

« El cielo, dijo baga de mi mano . Pues casi igualacoa la Igual grandeza


ero agüero tan gentil presencia; Que ya un tiempo gocé lijero ¡ breve :

i sepa .le- is yo si el mmi Ii


. ano ,
Si a lis que en hermosura y gentileza
Al punto alcanza «le tan alia ciencia, Hermanas tuyas somos se nos debe
(.lile deidad rige, qué s.d.er profundo Favor, Válgame ahora en tal presencia,
En torno trae este encantado mundo; Ya que no mi justicia, tu clemencia.
•Qué majestad encierra este palacio «Bien sabes, reina hermosa, que fué mió
En la de sus soberbios e. lili, ios ; Brabonel y yo un tiempo su cuidado,
,

A cuyo cargo esta en tan breve espacio \ que mas tu favor que mi desvio.
Tanta máquina y suma de artiGcios.1 Sin culpa de los dos, me le ha quitado :

l>ij.> ; j la rubia Arbelia , que un tn|>ac.io ÑO quiero entrar contigo en desafío


En lustre, resplandor, vis., y
bullicios En si ó no me le tienes usurpado ¡

Es so cabeza , y ella un cielo en lodo, Mas porque seas de veras su señora,


Asi respuesta di., al valiente godo ¡ Tuyo es, yo te le doy: gózalo ahora.
Prueba de tu persona
al invicta ardor Con tal que (leste falso caballero
I, as mar.i\ son de nuestra llena
illas La alienta quede de no honor vendada,
,

Y sus vencidos monstruos la corona Y a una promesa cumplimiento entero


Del inmortal valor que en ti se encierra ; A cuenta dé de mi beldad gozada :

1.a fama quien aprecia De darme un preso o ser mi prisionero


> galardón
i

Los justos riesgos de la pas y guerra; El alma prometió, en mi le abrasada;


Y ese tu brazo al lili, quien solo pudo , Mas un nuevo placer siempre se estrada,
De esas armas vestirse \ de ese es, lelo. Y en inconstantes gustos empalaba.
»La diestra lima del autor del fuego, «Cumplirme pues conviene el juramento,
Cual ves, las Id/o para el fuerte Aquilea; ¡ Oh ó darle he al mundo por perjuro
falso !
;

Y del las heredó un asiuio griego l)ue no es bastante excusa que a tu intento
Por viva lengua y platicas sunies ; 1.1 gusto le saliese aguado ó puro :

Perdiólas Telamón; y el que bao eiego ; A quién sucede todo á su contento?


A Polifemo, entre otras c..s.,s viles ¿Qué bien tiene la tierra tan segUTO,
Al mar las arrojó, como el prudente Que en invariable estado permanezca,
Que el oro arroja por salvar la nenie. Y cual luna mortal no mengue o crezca?
«Llegaron al sepulcro sobre Bgu id IS «El mundo es un teatro , en que fortuna
Que por ellas se abrió, el lomo altivo > Sus varios entremeses representa
Quiza las estimó por mas guardadas De inconstantes figuras, y ninguna
En Ayax muerto, que en Lhses vivo : Sale que con la suya esté contenta :
Allí las tuvo basta hoy depositadas Desde las tiernas fajas de la cuna
La horrible sombra de su bullo esquivo, Al estrecho ataúd , todo es tormenta
Para que tú heredases sus peí liles Ya sopla un aire, ya vuelve otro viento
Y ellas en tu valor un nuevo Aquiles. Los pasados placeres en tormento.
«Hoy se cumplió el decreto de los hados, •Bien fuera que á los varios personajes
Y á darle el lleno á este lugar viniste , (lúe á su tragicomedia el tiempo env la ,
Donde por senda y pas,,s nunca usados Tu solo antojo diera el rostro y trajea
Ya con victoria y con tu honor saliste : Con que el teatro alegran cada día :

Estos bellos alcázares dorados ¡Tu custo, por ventura, en sus ropajes
Y este jardín que un mayo eterno viste, Hallar sin mezcla quiere la alegría?
Son de la hada Alema en cuya mano , ¿O yo sola en el mundo soy la fea?
Todo el deleite está del gustó humano. ¿Yo sola soy? ¿No hay otra que lo sea?
, ;
, ; , , , , , ,,

i 10 DON BERNARDO DE VALRIIENA.


•Hachas Árlelas li.iv : rorro la venda, Y vuelto al arrogante caballero
Y reráslas i oscuras, s¡ se apaga Que en forma de sangriento desafio
El nácar j la púrpura que emienda De Árlela hace la parle altivo y liero,
l i nueva tez que la vejez, se braga : Así le dijo « Ese caballo mío
:

Muere su luz, renace la contienda Que traes, ladrón, hurtado, cobrar quiero
Del vario tiempo, que los pecha y paga De ti y quitado ya el caballo v brío
:

Plata por oro, lirios por corales., No por tu persuasión mas por mi gusto, ,

Y ébano por las perlas y cristales. Daré á la maga el don (pie pide injusto.
»¡ Cuántas al vuelo del sutil copete «Digo que le daré derecho en todo
Te mostrarían lasblancas sienes calvas! De Brabonel, sin que haya quien lo impida,
Cuantas sin el barniz, que se entremete Aunque el francés orgullo y valor godo
Ni tan rubias serian ni tan albas! Con la espada le ayuden mas temida.»
(uantas la luz. fingida do un sainóte Arrestóse el jayán en este modo ,
lie infinitos defectos bace salvas! Porque parezca la ocasión nacida
Y ¡cuantas bajarían de su ciclo De cólera y no celos, y ambos juntos
Si el corcho les Tallase , a ser del suelo ! A una cerraron , sin mirar mas puntos.
«Alguna dio tu antojo por perfeta , Arrojaron de golpe los caballos
Que ha menester también reía encantada: A ejecutar las barbaras heridas,
Ño es en esta desgracia sola Árlela ; Cuyos limpios aceros, al tentallos,
una tu á quien no le talle nada
Ilinie : Sonoras dieron y altas estampidas;
La beldad ni esta aqui ni alli sujeta : Y los furiosos lirios, en proballos,
Mas sido al gusto di' quien es gozada, Quitar pudieran otras tantas vidas,
Y el no es nías que un engaño que le vende A no hallar en el lino temple excusa
Por gloria á cada cual lo que pretende. Del acero y los hados de Lanlusa.
»Kste gusta de hacer un avariento Llevó el cristiano al moro medio escudo
Tan á su estrecho estomago medido, De un revés, y él salió en un brazo herido
Que si ya atesorar pudiese el viento, De una punta que halló su filo agudo
Tendría el respirar por prohibido; Puerta en un brazalete desmentido :

en pródigos gastos tan sin tiento,


litro Cuando el caballo á Ferragut no pudo
Hasta el amigo deja destruido; El leson sustentar que había tenido,
no se linge hipócrita ajustado,
I
Siéndole fuerza del saltará tierra,
Y otro saca por gala el desenfado. Y á pié acabar la comenzada guerra.
«Quién en sus graves causas se congoja, Siguiólo en intento el paladino.
el
i las vanas ajenas solicita; Que no quiso gozar de esa ventaja :

Quien se mete en cintura, quién se alloja, La Infanta viendo el caso repentino ,


,

Quién se pone las cejas, quien las quita : Y á los dos dentro en su mortal baraja
Quién con loco furor, si se le antoja, Por lo oculto del bosque convecino
Vivos entierra y muertos resucita
, A la imperial ciudad medrosa ataja
Quién los humos murmura de otra casa , Con su bello escuadrón , que en cada hoja
No viendo el fuego que la suya abrasa, Algún nuevo enemigo se le antoja.
nl'no compra los dientes en la tienda Así blanca paloma que ya presa
Al otro se los quitan por perjuro; En las de un gavilán sin culpa ha sido
Uno se vuelve linee, otro se venda Si acaso de las aves la princesa
Por no ver á lo claro ni á lo oscuro : Contra él se arroja del caliente nido,
Cada uno tras su antojo y por su senda Medrosa suelta la encogida presa
Sueña que va el camino mas seguro, Al forzoso combate constreñido ,
Y sin ver, cual debria sus dislates ,
Y ella á esconderse temerosa huye,
Murmura los ajenos disparates. Mientras el uno al otro se destruye.
hermosa nací y en ser hermosa
» Yo , Solo Arleta quedó de ojos impuros
Y" tenerme por lal á nadie ofendo : A ser de la cruel guerra infiel testigo,
Cual soy me viste, no soy otra cosa : Que, hecha á ver muertos y á rezar conjuros.
Esto es lo que hay en mi, y esto te vendo : De ver despedazar gusta á su amigo;
Al gusto que en ti ardia fui sabrosa :
Y'los dos bravos con redobles duros,
Si al tiempo se apagó que estaba ardiendo Para hacerle en sí mismos el castigo,
Ni yo eché el agua ni es razón se ordene , De mil modos se hieren y en mil modos ,

Que otro por lo que tú pecaste pene. Para una muerte los intentan todos.
»Y tú también, oh singular princesa, Diestro Rangorio, al reparar la herida
Justicia es que me ampares deste ingrato, De un presto revolver de Ferraguto,
Y' que me cumpla mandes la promesa, Tras una limpia punta no abatida
Y" torne de su amor al primer trato ; Con fuerza se entró el francés astuto,
tal
O mientras no saliere con la empresa Que seis pasos fué el moro de vencida ,
De darme á Braboncl guarde el contrato , Midiendo el campo no de sangre enjuto-,
De estar conmigo, como en fe segura, Y' otra le hizo en los sangrientos llanos
Al gozar, prometió, mi hermosura. Donde tenia los pies poner las manos.
»Que yo haré cuanto en mi mano fuere Mas no tan presto súbita pelota
Por no dar á su amor competidores; En blancas losas salla rebatida
Que es al amante que de veras quiere Cuando el gallardo jugador la bota
El bien de mayor gusto en los amores : Y'por las nubes nos la da escondida,
Ni celos sentirá , si no los diere , Como él saltó, con la paciencia rota
Ni de altivo desden los disfavores De ver su espada y furia resistida
Que las nuevas beldades traen consigo ,
De un solo brazo, y (pie le tenga puesto
Sin reserva de amigo ni enemigo. » El nombre en condición y en riesgo el rosto. ,

Asi á la toledana hermosura Y con mas tiento en su batalla ,


así ya
Justicia la arrogante maga pide, Alerto al firme herir de su adversario ,
Y del moro feroz la fe perjura Y al deseo de vengarse j ai aballa
En culpa agrava y con razones mide 1 nuces golpes da impacienté y vario :

Cuya demanda lóbrega figura


y Acertóle uno en la dorada talla
1. iu-ta risa con espanto impide;
1 Del lirme peto, que un vaivén contrario
> Perragut, corrido j de ira ciego, Le hizo dar y pensar le hubiese hecho
,

Bramando, lanza por los ojos fuego. Dos partes el ames, y cuatro el pecho.
; ,, ,. ,,
; , , , ;, . , :

EL BERNARDO, Mitin) l\ 211

H ,
|, riesgo en orne una estrecha pieria
H.. el y. \ie ni bu s,. mu 1. uerpo difunto
, i 1 1 1 1

Por el fornido acero abrió al cosí ido f El o limpia sn sangrienta espada,


Que el liso de la malla descubierta pan proseguir te pone i punto
>i

De un Qdo rosicler dio arrebolado ;


De mi llama la empt la: i

Y mi iiii- sangre sola \ color moei la Tomó escudo ai muerto i viendo junto
1 1 .

1. que salió del pecbo desarmado


1 De si la mu lealtad m t luí baila <

Que un corrió i vueltas, que un entero


1 i • • Que el iballo infeliz de la contienda
Muro rompiera de templado acero. Man mi le ofrece y se le trae de rienda, .

atención del presto sarracino (


Mas la .n él Mil
i la un salto, ella en otro j

Que la luria reñir i lo desut indada De los que andaban sueltos por el prado,
Del herido alemán, j el desatino Topando acaso un mal d ido pon..
De los ardientes rayos de so espada, De sobrepaso j freno desbocado
Coo él cerró, v salíéndolo al camino Y por ia posta el uno tras del "tro
su destreza y su cólera igual ida . Del bosque entraron por lo mas cerrado.
Bien pensó hacerlo i sn i ibot ped nos Siguiendo, entre una plañí \ otra plañía. >

En duros Dudos de --ii ^ Brmes brazos. El fusco rastro de Is bella Infanta


No ejecutó el cristiano la herida Las cinco partes de las mms del cielo
Por Calta de lugar, mas pecbo i pecho, Ya el sol pasado Bl bori/ontc liabia,
v el primer orbe con sn raudo uelo,
La inl sangrienl i lucha reducida i . i

Al moro puso en peligroso estrecho; Ai otro mundo trastornaba el dia ¡

Y una furia con <>ii. rebatida i


. Cuando al doblar de un n te el fértil suelo,
Vaivenes fueron dando largo trecho, i
el rico Tajo de alells vestía ,

En mi duro tesón ardiente i En cuidadoso paso diligente


Vi bis fui 1
1 is pron indo ja , la mafia. Venir un escuadrón i ieron de gente,
Y \ endo que es cansarse en la porfía lái -.mi de guerra i militar concierto,
i .i ii i \ anhel ir profundo Y en orden puesto el real pendón . seguía
Bravos dejan, j en nueva gallardía Por capitán un árabe que alerto ,

II asalto primero hacen segundo : Al ver de Perragul la gallardía


Va las dos partea de las tres del día Y el blasón del escudo descubierto,
Que el moi imbró el mnado, El misino que Antes el francés traía ,

Pasado babi m, j de la lid posü era Cómplice en la traición ya le pregona


Corría sobre do* hoi as la ten era ; Del vencido tirano de Pamplona,
Cuando arnés \ el gusto destrocado el C se afronta, de una gruesa entena
I
J
Al herido i soberbio paladino, Que por lanza traía el hierro agudo,
i
le alcanzó al yelmo grabado iH el templado y Drme acero suena
De redoblado acero j temple fino ; Del sospechoso y redoblado escudo;
Y cual si fuera tierno vidrio helado Y el alma del java n de rabias llena. .

Poi tres parles quebrado al suelo vino, La ardiente espada saca y ibimle piulo ,

Y el francés sin sentido y sin memoria, Un golpe le alcanzó, que á ser de lleno,
Dejando cuerpo y la victoria.
i España el Hecho dos le enviara al blando heno.
Creyó el moro feroz que estaba muerto, Ilabia un sus cíen lenguas por Toledo
i

Y quísole quitar solo el escudo. Y'a publicado la parlera I. i

Cuando del rayo del honor despierto, Del traidor rey el cauteloso enredo,
\ olverse a su primera opinión pudo ; Y el robu injusto de la bella dama;
Y en desigual combate, ya abierto i Y el ofendido padre, eon denuedo,
Desangre el ro tro , y en el alma un nudo A la venganza que su honor le llama
En verse en tal extremo , y al pagano Salido había también acompañado .

Sin herida ó rasguño de su mano De la mayor potencia de su estado.


i .i .'.. i ii le dio i">i la c ibes i
Y en diversas escuadras repartidos
Que ni s,,i le mostró estrellado
i-
el cielo, I nos siguen el rastro, otros los pasos
\ segundándole otro su braveza ,
De la floresta atajan ,
prevenidos
En riesgo estuvo de venir al suelo esfuerzo a semejantes casos :
lie ai ni. is v

Cuando en d fortaleza Destos eran doscientos escogidos


Bravo cerró con él y a todo vuelo. . A cuenta de Anfrangol los que en los rasos .

El uno con el otro marañado . Campos del Tajo por aquel camino, ,

Anillos \ ni ion al sangriento prado. i. Encontró i su pesar el sarracino.


Asi tal ve/ en la htarsifia arena Que engañado en
la insignia del escudo
l>i i-- vomitando llamas,
libias sierpes, El briosa apilan quiso, lo/ano. I ,

Entre el horrible aliento que resuena De su fornida lanza el hierro agudo


Del negro pecho j ásperas escamas, Probar en los aceros del pagano,
i espantosos nudos dejan llena
ii Que en verse asi tratar de un hombre mudo,
De veneno la liena \ si las ramas , La espada <•" su arrogante mano
roja
su efei b en de la oculta ruda
i ti
, Tal relámpago dio ¡ golpe tan liero
L'na i'un otra en roseas mil se anuda. Que hiciera i encarnar bien dos del primero.
. .

En igual brega y nmlu semejante Mis volvió el toledano asi furioso


La verde yerba trillan los guerreros. Con la suya en la mano que al guerrero, .

Probando el paladín en el gigante Antes que de otro golpe peligroso


De una afilada daga los aceros El temple afrente de su limpio acero.
Has riendo que eua es cera y ¿I diamante, . Sobre el grabado arnés un tajo airoso
De su muerte vio claros Iba agüeros; Con tanto in i" le alcanzó, que entero
Y el moro en el herir del brazo trio, . El bra/al rebano v lo mismo hiciera ,

Irle faltando a sn contrario el brío. Al brazo, si de ac brazo fuera. '.

Quitóle limpio acero, ile la mano el Mas ya enfadoso el de Aragón , rompiendo


One va con fuerzas débiles regia Del reportado sufrimiento el punto,
Y por entre el brazal de un golpe liero, , Asi el luminoso alfanje revolviendo.
A dar al débil corazón le eni ia , Que al aire es de un sutil rayo el trasunto,
Donde dos veces va lo escondió entero, Sobre el moro bajo con tal estruendo.
Y á los ojos con él la luz del dia, Que escudo, brazo y yelmo, todo junto
Vengando sus aleves desatinos, Hizo pedazos , y partió derecho
Y al padre de Teobaldo y Montesinos. Cabeza , barba , cuello , hombros y pecho.
10
,, . , , ; , , ; ;,

JU DON lílil'.NAUDO DE VALRUENA.


Resonó ai golpe con aconto horrible Al tiempo que el infante de Toledo,
El bosque opaco j la ribera dé oro. lilifavor de su padre y de su hermana,
Pareciendo á los ojos imposible Con noble escuadra > con gentil denuedo
De humano brazo asi partido un moro ; Por la selva llegaba comarcana
Y en la asombrada escuadra, que el terrible Al revuelto escuadrón lleno de miedo,
Triste suceso en gritar sonoro
t ¡ó En la ocasión, al parecer liviana.
Contra la espada cruel, para venganza De U0 sido caballero que ha podido
De su muerto Anfrangol no quedó lanza. , Dejarlo rolo, ya que no vencido.
No ilió s»sto la furia sarracina Era príncipe ilustre toledano
el
lista jayán, aunque desea
vez al De noble inclinación y ánimo justo,
Mas que el dulce vivir guerra contina Corles, prudente, saino, afable, humano,
lin que su espada hacer grandezas vea ¡
De real presencia y apacible gusto;
Porque bá dos ¡lias que sin comer camina A quien su padre infiel por Bel ristiano , i

Y dellos uno entero que pelea, La vida le quitó en decreto injusto ,


Y aunque encantado y de animo lirioso. Trocando, mártir ya el Infante tierno,
Es hombre a] Bn > ha menester reposo. ,
lil reino temporal por el eterno.

Mas viendo el cruel intento de vengan/a Enamoróse de la ley cristiana


Que trae sobre él la furia «le Toledo, Por dulce armonía y dependencia
la
Como entre llores de un jardín se lanza Que della tiene la razón humana,
A resistir su trápala y demiedo, En discreta y política prudencia
Con tales golpes que á quien uno alcanza.
,
Trocando por diadema soberana
Ni lia menester segundo, ni yo puedo Reino mortal, y dándole en herencia
Contarlos todos, ni decir los ciertos. Honra á Toledo ejemplos á Zamora,,

Ni aun la suma hacer de tantos muertos. Y á Ledesma el sepulcro en que hoy le adora.
Quitó a Celin el brazo del escudo, Este, llegando á ver el imprudente
Y' á Foeion, que en constancia nunca oida.
. Alboroto del campo mal regido,
Ni reir ni llorar supo, envió sañudo Que por prender un capitán valiente
A mudar condición en la otra vida : De veinte estaba sin concierto asido;
Al astrólogo Arbildos, que no pudo Y que ni el golpe y peso de la gente
Levantarle Bgura a esta salida Preso le da , ni su valor rendido»,
Por la priesa del caso repentino Teniendo á golpes su escuadrón deshecho,
De un golpe dejó hecho un tercer sino. El valor conoció al heroico pecho.
Mató á Gelon á Rufo y á Tidoro,
. Y juzgando que un brazo valeroso
Este noble y los otros dos tratantes,
. Sin causa hacer no sabe demasía.
Y á los dos padre é hijo Elin y Eloro
,
, Apartar manda el vulgo bullicioso,
Nacidos en los duros Garamantes: Que aun preso el moro su furor tenia;
El gallardo mancebo Casiodoro Y en grave rostro y término amoroso,
Que de su nueva esposa aquel dia antes El bullicio aplacando que crecía,
Gozó el gusto primero al otro mundo , Libre le pide, en fe de caballero,
Desde allí le envió sin el segundo. En sus manos se dé por prisionero.
Y cual si algún peñasco firme fuera, Que él vida y honra le hará segura
Inexpugnable está á sus adversarios , Tanto como su espada y su braveza ,
Roto el ames y la braveza entera Y asi, en ley de quien es, lo afirma y jura.
Al dar y recibir golpes contrarios : Con que templó el gigante su fiereza;
Un nuevo rayo de la quinta esfera Llegando á conocer quien se asegura
Es de su espada en los efectos varios, Por la noticia y voz de su nobleza ,
Pues ni del campo pierde ni del brio. Que de un heroico príncipe la fama
Hecho el contrario ya de sangre un rio. Por nobles y plebeyos se derrama.
Martorio era un plebeyo ciudadano, Súpose luego el peligroso engaño
Que de humildes principios pretendía, Con que el moro español fué acometido
Por sus logros, hacerse mas temprano Por Anfrangol que abrió la puerta al daño
,

Contrahecho señor, que convenia : Que todos por su culpa han recibido
Habia comprado al pueblo toledano Y aunque la herida del mandoble extraño
El oficio de alférez, y aquel dia, Que al agresor partió, le ha enternecido,
Tomando posesión de su contento, La razón misma le hace que atribuya
El imperial pendón volaba al viento. Por justo el daño , pues la culpa es suya.
Iba en el medio de la escuadra amiga Ya en esto algunos que
al furor sangriento
Haciendo de si y del pomposa rueda De pasada habían sobrado,
la traición
Ocasionando su ambición que diga Y la sembrada fama por el viento
Cada uno de ambas cosas cuanto pueda De lengua en lengua lian hasta allí llegado,
Y mirando la cólera enemiga Celebrando al autor del vencimiento,
Del brazo altivo que pasar les veda, De todos conocido y admirado ,
Asombrado de guerra tan de veras, Por aquel espantoso brazo fiero
Ruscaba de huir nuevas maneras. Que por contrario le tenían primero
Al corpulento vientre en que estribaba Uno la muerte dada por su mano
La real bandera y por se hacer visible
, Al brutal Arganzon relata y cuenta,
En lo abultado y grueso reventaba , Otro el golpe feliz que al rey pagano
Con furor asestó la espada horrible; El orgullo quito, y sano la afrenta:
Volvió espantado de su vista brava , Este de Arleta pinta el bulto enano ,
Y por huir del golpe, si es posible, Y' de Rangorio aquella lid sangrienta,

En un pantano trabucó, cayendo Y' juntos todos el común provecho


La hidrópica fantasma y bulto horrendo. Del golpe heroico por su espada hecho.
Ferragut, que á hacer golpe espantoso Y' cómo en libertad la Infanta puesta,
Iba en todo aquel monstruo corpulento, Y el enemigo campo destrozado.
Sin poder roas, el animal brioso' Libre y salva tomó por la floresta
Sobre él cayó, y allí sobre ellos ciento: El camino mas breve y mas guardado:
Al morisco ahogó el charco lodoso, Con que trocada ya la guerra en fiesta,
Y el de Aragón, aunque de invicto aliento, Porque en el horizonte arrebolado
Cargando en él del campo todo el peso, Con el postrero resplandor quería
Quedó, por culpa del caballo, preso : Dar a la noche su lugar el dia
,, , , , ,. ;, . ,

EL DI i:n\iiihi. Llbitn \.

Mojándose el resto de la gente LII'.KO DÉCIMO.


Por la noble Infante
reciña seh a, el
Con guarda j compañía mflciente .

Y el moroarag •>, fueron dolante


Al casillo del paso de una puente
A pasar de la noche lo restante
v,tomar por allí camino breve -
i -II. pi rdldo tillo, dondi
Que Otro 'lia á Toledo en paz los llevo. i

Tratando de las bárbaí Do Iones <


i
til, donde da
Con que el navarro rej trazó el eng iBo, muí i

Bramante, y lil 1 1 • y il ro¡


tlilirlos,
Y las nanea pensadas ocas ¡s
i
. ida. V Gallrtos. i"*r cnln I
Beata 1j
Qne rayo hicieron el ajeno d ino :
artiOi losa tabula di i
i! lellc.
fu guato Iban hablando los varones,
Cuando el bosque Bono en rumor extraño
De armas templadas, qne i sus golpea lieros
De los arneaes gimen loa ai i

Entraron c ito ipercibidos 1


1
Vi en el rigor de un delicado gusto,
Por saber cuya fuese la batalla : A un temeroso escrúpulo aplicado
Qne entre los pardos arboles metidos, Se lia puesto en opi n si es i:mi justo
Tras cada mata piensan encontrada: I de mi moro llevar tan dilatado
I

Suenan las armas, crecen los mulos, Y celebrando mi animo robusto,


I idie lo que lodos oyen halla
ii
Pasar por otros golpea oh idado ,

Cerrándose la noche mas oscura De do menor asombra y gallardía


Con el sombrío boi de la espesura. i
i Que honrar pudieran la esperanza mía.
l'n largo t r i
bo (•• >r el valle umbroso Dean Roldan, deunAstolfo, de un Gaiferos
Entre i ura van ei rando, Graves sucesos, ca u peri Inos,
Creciendo del nido belicoso i Y del feroz Reinaldos \ niñeros.
La grita aqnl y allí de cuando en cuando: Famosos hechos, de silencio Indinos:
Peí {uto, con pecho mas bi
' Encantamentos varios, golpes lieros
o con mayor desgracia exprimen! indo . De bravos hen.es \ altos sarracinos ,

I. a del brioso caballo en que venia, Que por sn lama fui i le aquel mundo
II camino perdió y la compañía. Dignos ile mas lugar que del segundo.
Y engaBado del son en que resuena Has no basto yo á todo ni es mi intento .

Del ciego bosque el o le comarcano, Los hechos celebrar de gente extraña ,

De un aii cumbre de asperezas llena


i i Sino es en cuanto heroico fundamento
Un luego descubi lo en el verde llano: A esta victoria > célebre hazaña
Volvió allí el freno, por la selva amena ¡
r principio
s
Bo de mi alto cuento
Siempre el confuso ruido mas cercano, El valor muestra de la invicta España,
Al ruego caminó, que parecía Y le h de hacer de un golpe en esta guerra
i

Que también como el sol se le esconda. Suya toda l.i fama de la tierra.
Que ¿quién hay que, teniendo hombres famosos
En su nación , celebre los ajenos,
En
los sucesos de Florinda y su esposo se maestra Y tratando de hechos valí rosos
elcuidado que Dios tiene de los inocentes, y cómo nin- Los más olvide por contar los menos?
§una desgracia Ilesa á quien él de su mano quiere guar- II 'ii. d clima,dio al mondo mas briosos
i

ar, que es la verdadera ventura con que todas las cosas


Pechos de mas fervor y alteza llenos,
.

Que nuestra España da en parto fecundo,


se aciertan.
Fin y principio del valor del mundo?
Angélica en las uñas del dragón, y arrojarse Ber-
, Qué
cisne alcanza tan gallarda pluma ,
nardo i quitarla dellas, significa el imperio humano, y
Canto numeroso y voz tan grave
i ii

cómo el nombre animoso y varonil, llevado de la her- Que pueda hacer a sus hazañas suma,
mosura del premio, se arroja las dificultades, de don- a*
Y este mi intento comenzado acabe ?
de, como Bernardo, sale u ¡oso y triunfante, dejan- m I ,- Quien hay que á su valor llegar presuma?
do fama eterna de sí en el mundo, que es lo que signi- mis invencibles héroes, j quien los sabe?
fica el jayán vuelto en estatua de bronce, y una fama
(i
¡ quién
no sabe la excelencia suya .
'
Sin que yo la encarezca ó disminuya
volando por el aire, y los resplandecientes rastros que
la virtud deja de -i, A quien las envidias y emulaciones ¿ tan estéril que no ti
Que ingenio hay .

antes hermosean que dañan , como se ve en el encanta- Entrada en ella á una lamosa historia ,
ya i contar sus nobles hechos venga,
mento del jayán de alambre, ysus avispas. En el del
O á hacer de sus ejércitos memoria?
miedo fingido ,«c ve que la verdadera fortaleza vuelve ¿O bien con sns riquezas e entretenga,
en viento los temores humanos, que parecen algo y su alta majestad haga notoria.
son nada. Con que parece que la puso el cielo
Los alcázares de vidrio en el suelo de la mar, signi- Por cabeza de Europa y lin del suelo !

fican que el calor y la hftm mures de la Todo en ella es prodigios de un perfelo


hermosura y de la juventud, y cuan frágiles defensas Y singular valor que la acompaña :

son las suyas, hechas de rosas, contra los golpesdel tiem- ¿Quien pues, teniendo aquí tan gransugelo,
iia de gente exü
po, figurado en Proteo, que en sus mudanzas nos des-
cubre su inquietud, y que en ninguna figura permane- Yo en esto, oh patria ainada, el dulce afolo
r pretendo en que el amor me engaña,
ce y al que no le pierde , descubre secretos dignos de
;
Y hace creer que puedo en lo que intento
le consideración. Hijo tino hacer mi pensamiento.
En Árlela , que acusa á Ferraguto ante Galiana con Ni suene aquí el ingrato que procura
nombre de fementido y aleve, se avisa que ninguno se A su patria usurpar lo que le di be,
atreva á hacer cosa fea en confianza que no se saina, Y con tul pe ignuranei \ h ligua oscura i

porque cuando menos se recele se hallará con la ver- onü o ia espada i celebrar se atreve
i ¡

güenza en el rostro, y su delito descubierto y á vista de Yo vuelvo á Ferraguf, 5 su ventura 1

los ojos que mas lo pensó encubrir. Hoy le bizo español', y que yo lleve
La presunción de serio en la memoria,
na mudar con gusto el de su histori
I
1
.
i
; ,. ;: ,
, , ,; . ,, , : ,

m DON BERNARDO DE VALBUENA


Bascando el Baño va por la espesura Entró el moro arrogante, aunque con miedo
Al ronco son de espadas que resuena algún fingido trato peligroso;
lie
Por la alta siena, a quien la noche oscura Que i!. gigante y su primer denuedo
'i

De riscos finge y de malezas llena ; Cualquier término honrado es sospechoso:


Y claro fuego, en senda mal segara,
al Cuando en los anchos palios bello enredo'
Al pié fué a dar de la floresta amena De damas se mostró en tropel hermoso,
Que entre sus veriles arboles y Dores Que a recibirlo salen y a librallo
Majada era de un hato de pastores. De sus pesadas armas y caballo.
Aquí de hambre y sueño fatigado,
, Admirado de ver la hermosura,
Bastante cena hallo y humilde cama, Y del castillo las pintoras varias,
Que en la florida yerba recostado Que á pesar lucen de la noche oscura
Fué el cielo cobertor, pluma la grama; A cuenta de mil claras laminarias ,

Donde en silencio se quedó olvidado, Puesto el cuidado en la primer figura


Hasta que del cenil la ardiente llama Que ventana vio cosas contrarias
á la .

AI mondo el sol llovió de ardor vestida, Al sentido parecen verdadero


Que el sueño
te rompió y le ató la vida. Lo que ahora mira, y lo que \¡o primero.
El toledano principe y su ponto. Asi al que de repente abre los ojos
Sin olio riesgo mas ni mayor daño A ver el techo de oro artesonado .

Cada cual por camino diferente Si antes le habían del sueño los antojos
Se dividieron con un mismo engaño: En lóbrega mazmorra aprisionado .

Después diré la causa; que al presente , Alegre mira en aire los enojos
Despierto el moro, busca el potro extraño, Del triste miedo y cárcel que ha soñado,
Que , en regates paciendo por la selva Y en la cuadra y sus salas deleitosas
Le hace que á desandar lo andado vuelva. El diferente estado de las cosas.
Llevóle por cogollo entretenido Sállenle en varias lumbres á una sala
De rama en rama por bosque ameno el De oro labrada toda y pedrería,
A una estrecha quebrada, en que metido Y a una cuadra, de allí, que por mas gala
Ponerse consintió el dorado freno De brocado entoldada parecía:
Saltó en la silla el moro , y divertido, A lo alto de sus bóvedas no iguala
Ni en azares repara , ni ve lleno Del cielo la preciosa argentería.
De desgracias el potro, cuya estrella Cuando en las frias noches del invierno
Agüera cuanto halla y cuanto huella. Mas lleno está de luces y mas tierno.
Anduvo el dia por la inculta selva En medio de la cuadra ardiendo habia
Ignorante y perdido en su camino En leones de oro un lecho de brocado,
Ni sabe si prosiga ó si se vuelva De nácar un bufete de ataujía ,

De aquel su comenzado desatino: De olores tinos y de luz cargado


Camina y anda; y mientras mas se enselva, La vista el moro aquí y alli volvía
Menos guia le queda y menos tino, De la gustos., variedad llevado ,

Y menos gusto en ver cuan mal segura Y por un breve ralo (leste modo
Hacia los suyos sale la ventura. No miró nada por mirarlo lodo.
Como el gañan que la alquilada yunta No fué de C.leopatra la jitana
Con que el seco rastrojo desvolvía, El capitán romano mas servido ,

Perdida le dejó la corva punta Ni eu mas ostentación y pumpa ufana


Que entre los surcos mas que el sol lucia, De Faro en su alta torre recibido,
Falto de aliento , la color difunta , Ni en la cuadra del cielo Soberana ,

De cerro en cerro busca todo el dia Donde Juno acaricia á su marido .

Tal el descaminado Ferraguto, Entran á le servir diosas más bellas,


Trastornando quebradas , va sin fruto. Ni en sus techumbres lucen mas estrellas.
El sol entre las nubes del poniente ,
Sentóse eu una silla de oro, puesto
Aunque con libios rayos, dilataba Sobre su ames un manto de escarlata ,
La misma sombra que calladamente Bordada en él la historia de un apuesto
De su errado camino le avisaba Pastor que con cien ojos se recata
Cuando yendo á emendarlo vio presente
, , Del fingido Mercurio, que, dispuesto.
Donde un collado á un monte se humillaba, Ya de cerrarlos de una vez remata ,

De un castillo la torre al cielo junta ,


Su vida con su voz; que un doble trato
Las nubes taladrando con su punta. Suele engañar á un Argos en recalo.
Vuelve la rienda y para allá camina, Llegó una hermosa dama que traia
Deseoso de saber dónde se halla ,
En lina porcelana real conserva .

Y" en tanto que anda mas, menos atina, Que aunque de azúcar hecha parecía ,

Sin camino sin senda, ni encontralla


, : Con cuernos de oro alborotada cierva .

Pica el caballo y corre á su mohína Que en almíbar nadando, pretendía


Que la piensa huir yendo á alcanzalla , De la flecha huir la mortal verba
Juzgando de la torre si la mira , ,
Que en el cuerpo llevaba soterrada,
Que él se está quedo ó que ella se retira. Yendo asi la verdad mas disfrazada.
Perdió tras este afán lo que del dia «Señor, dijo la dama, aquel gigante
Hurtar le pudo al enriscado monte, Que hospedaros mandó y es noble dueño
Hasta que el soplo de la noche fría Desta casa y que a todos olí semblante
,
>

Todo el uro barrio del hoi izonte : Alegre albergue da dulce y risueño,
Que sin trillada senda ni otra guia , Mientras ( ¡eñe a servil os con bastante
Los pasos le pusieron de Clarionte Gusto de hacerlo asi como ,en empeño
A las grabadas puertas del castillo Del suyo, os ruega refresquéis la
Llamando en duda si querrán abrillo. Con este dulce que a beber provoca,!
Cuando al hueco balcón de una ventana El moro, al noble trato agradecido,
Su fiero aspecto descubrió un ^iyante En corteses palabras le responde ,

La barba denegrida y cana


y cara Comiendo del regalo, que cu olvido
Al coloso de Bodas semejante; Sus males puso sin saber por dól
Y' en ronca voz, aunque con habla humana, Sirviéndole Iras ello un encendido
Alegre haciendo el áspero semblante, Y Suavísimo vino eu quien se esconde
,

La eau-a pide á su venida incierta, Tanta virtud , que en todas ocasiones


Y por favor le manda abrir la puerta. Del alma olvida y borra las pasiones.
; : : ,,, .
, :. , ; , . , , ,. ; i
., ,,

EL BEflNAItDo, LIIIIU) X. BIS


i r,ni| i,, bi i i|in/:i el alegí n i Asi un bañado ro tro en el ardiente
Del néi i ir •
1 1 1 •
-
en el cielo -• vendimia la pie ya fué alegre, i tro ardienda,
n leí mando Infei lor lodo su igoito I ruego > luí resplandeciente
ii tibio i

No llega aquí , ni alcanza ni vendimia i i un


un vi el humor bebiendo; ii i

l\n baj bien cumplido en él , todo es an Ai aba de enjugarlo, > de repente,


Finge contenlos de "i", j son de alquimia. sin negro humo ni - ro eatruendo,
Si este le dora al moro, no ha) reí l o aire ya esuelta, se derrama i

Ue c|in- el dulce brebaje sea del cielo, Del blando bu eodlo La dorada llama.
Sintióse d de la pena Asi aquella aparenta hei
i \, ii,, cansado del camino,
le h.i Que en humanas Ogurax se pai lia.
\ e i dulce reposo el alma lli d i Medallas de oro becba la mas pora
vapores del ale [re i
l),- 1,,-* ;
ii quemar Qngia ;

Cuando un sondo rumor de gente suena, Cuya en sombra oscura


llura, i., [nz , \.i

^ en aparato j re pl indor díí ino Desvanecida, al ave se *"i* ia


Cien ninfas \.m por laa s das i
Cual relampa ro ai diente ayo fu . i

De bi rmo ios rostí r cosí Deja al qui mira al deshacerse , . I

En grave aplauso al di inte Quedóse solo el ini<i de Lanía b


Haciendo i leñen majet lad j estado, Con la apai ei le Imagen de bu gusto
a quien del rico n ;ante Ciega la vista la atención confusa .

Diei Jeitos traen 1


1
1 ilda de brocado: \ en fuego ardiendo corazón robusto, 1 1

i
lesano m :on semblante Buscando a tanta novedad excusa .

Alegre i recibille fué admirado .


Y nuevo engaño el Fundamento justo,
al

De -ii exti ifi fi ildad, y la belleza i I , de aquel bien en que as sueña


i
i

Que en torno ciñe ei su fli reí j i i i. Parte pueda alcanzar grande " pequeña.
Tomé iii frente del moro rica silla Parécete que Mem A se le antoja
1

Y hablando en vai , leo ireí ••


La bella toledana en su contento ,

li pomposo jayán sombra Bendlla Que aunque enojai se enoja i

V cada
1 1 • r.iii> en sn esl itura crece ¡
N¡ tiene a libertad su atrevimiento i

La barba \ cara c ina n amarilla Cuando en nueva se \ lo ¡ mortal congoja,


M raí altura desvanece ni. i .
Sobresaltado el ciego pensamiento
Que de cuadra desde el Mielo,
la rica .
(.mi nuevo antojo que es ia astuta Árlela ,

p ireí e con la frente :il cielo. La que en izos de amor sabroso aprieta. I

Asi del viejo Atlante el bulto horrendo, Fué el miedo tal, que despertó asombrado,
A vista de la górgona Di ees i .
Y en lili Valle se hallo al pasar ile Un TÍO,
En hinchazón hidrópica creciendo, Entre inat.is de adelfa recostado,
En la luna fué a dar con la cabeza : Al cielo abierto y al sereno frió :

Donde por el gran peso etortiendo i


Tuvo por \: sueiiu lo pisado,
De la agobiada espalda la grandeza Y si algo no l" lúe fdé el desvario ,

\n baj m. i, i
ni estrella Que aun despierto y con luz medroso sueña .

Que 'i" Se p U e i descuidar sobre ella. De la maga sagas de Fontidueña.


Es nnei lelca o, y como tal le admira, Sube a i-aballo, v desdeñoso pasa
v,
mas que todo la espantosa ¡uní ¡ Por medio el rio profundo, cuando el día
De las dispuestas damas, en quien mira Alegre á coger sale de -u casa
Medrosos rostros de color difunta Las misma- perlas <pn- las llores cria i
¡i :

Ora sea que en las luces se retira Baja del monte a la campaña rasa,
El bello lustre del matiz sur apunta del bosq
i salió por otra vía
Al rosicler de la atezada cara, una tijera cierva que llevaba
Cuando alumbra del sol la antorcha clara Las alas de un arpón ion que volaba. ,

O une la oscura noebe con sus olas Parecióle mirada de repente , .

Los vivos resplandores les empana, La que de azúcar \ ¡ó de oro en un plato,


(i ipie del blando afeite en ellas si Cuando de la delgada gente
a la luz
linario deslumhrar engaña Cenar soñó \ tener de [Mi-i,, un rato :

Al li» entre sus garbos y sn


. Creyó aquello por sueño \ lo presente ,

qué de horror extraña Por la Neniad de lo <|iie \ io en retíalo,


Entre aquella beldad que aunq . . i
Y asi ,I sin duda esta COrcilla brava

Rastros descubre de beldad Bngida. Es , dijo, la que yo alcanzar soñaba.

Suspenso estaba en este asombro el moro, Sigúela con sus perros una diosa
Cuando la horrible maquina que sube ()ue de la luz del sol pareció hija ,

A herir con mi alia frente el tecbo de oro Sobre una blanca liaeánea vistos:.
Desbecba buyo como aparente nube Que espolea y regocija
el viento la :

Saliendo doll.i un celestial tesoro Conoció el moro á la princesa hermosa


A Diana semejante, cuando sube, Que amor le ha puesto en la memoria lija.
Caldo el velo ya que la encul La misma que al sabor del blando sueño, .

A me, Ha noche contrahaciendo el ilia. Aquella noche i.- aceptó por dueño.
En la pomposa silla del gigante, Arrímale las piernas al caballo
De su -mulii nació im igen bella i II i
,
Que, de brioso, no conoce c-| la.
'1
auto a -ii pensamiento semejante, Por correr n as su gusto y por gozallo
Que viva pai eció Galiana en ella : i r el gallardo brío con que vuela :

Y ardiendo en nuevo amor el tierno uníanle, Doce leguas corrió sin reportallo ,

Villa le era el uilla . gloria el \ < II a Siempre llevando a vista la cautela


y
Cuando al gusto del veila y del uilla De la corcilla y dama que engañosas
Se le añadió otra nueva maravilla. Asi los cursos truecan de sus cosas.
Las Üera is damas que en diversas pintas Hasta que, al despeñarse a una quebrada,
Al alma por la vista abran antl Lijero se arrojo de los arzones.
Cual cometas en Lux de oro distintas Pasando ia feroz desenfrenada
Se binen ¡ van de los atentos ojos Besl ia en ciegos traspiés ¡ tropezones :

Formando al aire unas doradas cintas Volvióse el ro a pié, y de la cañada


De sutiles vislumbres > arcos rujo-. Al subir tos, estériles terrones
Come a las nubes vuela en sus centellas i i cierva volvió a ver j s quien la sigue,
Nocturno incendio i deshacerse en ellas. I a beldad que su quietud persigue
I
,, , , , : , , ; ,

m DON BERNARDO DE VALBUENA.


En corvas uñas de un león brioso Del raudo liétis el cristal huyendo,
Despedazada su blanca cierva < ió :
Que en duros riscos abre ancho portillo,
Corrió á quitarle el eolio apetitoso, Del roneo acero el temeroso estruendo
Cuando del prado en la Dorida yerba Al que escucha no da lugar de oillo;
ana se hizo el león furioso . Mas. ya en deseos de sangre el moro ardiendo.
Presto Débil, que en diestra ala conserva Brioso sube al áspero castillo...
La primera intención, y á todo vuelo Después diré sus golpes ; que ahora al fiero
Dándole rué regates hasta el cielo. Dueño del firme muro decir quiero.
La Infanta que siguió por todo el día
,
Desta alta fuerza hablaba peñascosa
La cierva, que ya es garza en medio el prado, El antiguo Yucef , cuando decía
tu revuelto peñasco parecía, Que de Bramante el alma desdeñosa,
En que ella y su caballo se lian trocado :
Loca de celos, conquistado líale. i

i imbrado al moro lo que \ ia


i
De aquí a la tierra hacia guerra odiosa,
Y en duda si durmiendo ó si encantado , De aquí salia á robar, y aquí volvía ,

Asi tijera se le trueca y miente De insufribles desdenes retirado.


Lo mismo que en las manos toca y siente. Sin otra ley que la de un gusto airado.
Toda la confusión desta maraña Aqui de los enfados rebatido
En un mágico cerco fingió Árlela De la adorada infanta de Toledo,
Desde que metió al moro en la montaña A vengar disfavores reducido
Del sordo ruido de armas inquieta . En loco antojo y bárbaro denuedo,
Hasta las sombras en que aqm le engaña, La tierra tiene y reino destruido
Por apartar de su alma á la discreta De su escabrosa condición el miedo.
Galiana, y desterrarle de Toledo; Corriendo un mismo riesgo en el camino
Que tiene celos del y della miedo. , El Bey y el remendado peregrino.
Y por lograr su gusto en el extraño .Cuarenta damas de las mas hermosas,
Y mágico aparato, ya haj quien diga Que su crueldad halló, tenia robadas,
Que en el fingido alcázar ciego un año O en asaltos y guerras peligrosas.
En su poder le lino y fué mi amiga , : con traidoras fraudes conquistadas :
Mas ni esto es cierto, ni un fingido engaño Estas le habian de asistir forzosas, •

Tanto podía durar ni la enemiga . De ricas telas de oro aderezadas,


Maga mas le tuviera que aquél día. A un cruel servicio y débito ordinario,
Ni mas firmeza en su inconstancia liabia. O con forzado gusto ó voluntario.
Algunos otros por allí perdido Y' por su antigüedad se iban llegando

Por cobrar se entretuvo á Claríonte, A su lado á su mesa y á su cama


,

Y no pudiendo haberlo, desabrido, Y no bien se acababa el dia cuando ,

Por la aspereza se emboscó de un monte ;


Puesta quedaba en libertad la dama,
Y de una aldea en otra entretenido, Y otra de nuevo en su lugar entrando,
Dn dia cuando el sol de su horizonte
, Para así alimentar la brutal llama;
Tema la cumbre y el cénit del cielo, Y en este estilo por la injuria de una,
,

Rayos de oro lloviendo y lumbre al suelo, No perdonar la fama de ninguna.


Por las ásperas sierras de Segura, Con las doncellas esta ley guardaba,
Entre altísimos pinos caminaba , Bárbara condición, soberbio intento ,
No lejos de una ciega gruta oscura Con que, á su torpe parecer, vengaba
Que el claro Bétis con cristales lava : Su injuriado arrogante pensamiento :

A una tajada peña cuya altura De los que en cruel altar sacrificaba
Silla á las nubes en sus hombros daba . A un ídolo de humana sangre hambriento,
La ventura, que ya otra vez le guia, Poblaba de reliquias las almenas,
Cansado y sin pensar le sacó un dia. De sangre y tristes luminarias llenas.
Está un castillo en esta oculta peña, Cada mañana hizo un sacrificio,
De un muro inexpugnable rodeado. Y cada tarde deslustró una dama.
Entre el respaldo de una espesa breña, Sin dar segunda vista al torpe vicio,
Por mayor fortaleza incorporado : Ni proseguir dos noches una cama :

El rio, que en duros riscos se despeña, La caza era de dia su ejercicio ,

Por el uno le cerca y otro lado Y no de fieras; mas, según es fama,


Con una angosta senda y puerta estrecha . Por las selvas caminos y poblados,
,

De dos peñascos sin industria hecha. Caminantes cazaba descuidados.


El despeñarse del profundo rio, Tenían la tierra despoblada y sola
Y' el romper por los árboles el viento Sus asaltos y presas ordinarias
Y de las aves con el blando frió La mauritana gente y la española
El dulce son y sonoroso acento Puesta al rigor de sus traiciones varias;
Templarle hizo á Ferraguto el lirio; Que por vengarse de una dama sola.
Y' causado de andar sin gusto, á tiento Todas quiso que fuesen sus contrarias;
Su quietud desear; que es caso feo Y en esté* intento el sin lealtad tirano
No tenerla siquiera en el deseo. Al moro hacia igual con el cristiano.
No hay cumplido contento en suerte alguna Injusta presunción, necio cuidado,
¿Quién hay que con la suya esté contento? Pcider el propio por el gusto ajeno,
Envidia el labrador la real fortuna , Y pretender sin fe un amor forzado.
Y el rey al labrador su humilde asiento , Vacio de glorias y de enfados lleno
,

El viejo al que gorgean en la cuna, Mas ya el aragonés moro, llevado


El mozo lo que al viejo le es tormento, Del ruido de armas por el monte ameno,
El soldado la paz que al monje encierra Llegando fué á la temerosa roca.
Y el monje piensa hallar paz en la guerra. Que con las puntas en las nubes toca.
que labró el castillo esto bastaba;
Al Por donde vio la senda mas trillada
Mas moro, del mundo es poco el resto;
al Hasta encontrar subió la estrecha puerta ,

Que no cabe en el puño la mar brava, Entre dos firmes peñas asentada,
Ni alma ambiciosa en tan estrecho puesto : De fuertes planchas de metal cubierta :
Esto el valiente capitán pensaba. Halló (pie por de dentro esta cerrada ;
En una suspensión sabrosa puesto, El aguardar que le abran, cosa incierta;
('.liando al silencio del atento oido Y el ruido que en sus bóvedas sentía,
De arma deshizo un bárbaro alarido. ('.llanto mas se acercaba mas crecía.
. », ., . .
. . ;,
; »,,. :, . ..
. ,,.. ,;, ,., . ,

EL BERNARDO LIBRO > .

pardoi riscos y quebradas peña


I'or , De allí pasó, entre indi pea reto ido
Como podo le rué aci rcando al muro, De roticloi c donde en golpes Oí .

indo, entre lai rocas > laa breñas, De treinta alarbes braza
Par, poder subir logar aeguro
i : Se combatían dos bravos caballeros,
Cumulo il profundo rio dos pequeñas Loe ilm codos destrozados i
|

Ventanal hechas vid en un mármol duroi Loi ios v > Huilón enteros
I • t l
.

\ en triste suspensión I la una t<il.is De ardiente sangre j do foroi cubierta .

En turma de mujeres dos estrellas. , \ el estrecho palenque de bombn muerto


De 11 dos conoció que era la do
1 i Mirábalos Bramante ardiendo en Ira
La bella Dorallce granadina Une un quiere homillar su brazo Inerte,
yur i'iiinn cu cerco de oro blanca bina ^ por no herirlo lira
Su beldad resplandei e peregrina \ ellos por no podet le dar li moei le
Dando en llorosos ojos de una en una ni que el aolorlo igravi . lii,
Mil perlas iobre el agua cristalina . Por la canalla vil sr entró de soei te
Con que el Bel ¡a sobei bio al priui i Qoe de su Ira los rayos mas pequ
A enriquecí r loa mai e 01 re ni ino. •
i Verdades fueron y parecen sueños. ,

« Nunca tan fi osa .i i| qui tiei i


i Del primer golpe derribó un guerrera
Guardara dijo el moro tal riquei , . N del sei la al qne Iras di venia I

i \ iso en <-si:i roca 1 nturosa 1 Del tercer" laminen cayó el t'i cero,
escondida al mundo la baile
Viví- -
Une al cuarto y ipiinto les sin ¡o di<

Entonces de las doi la mas bei mi i


El sexto in/" igual o primero i

Con nuevo llanto ablanda la cabeza v el Bétii buscar al sexto eni ia i

No vive , dijo, en c n cel I ura i Y al iin de las primeras diez in ¡das i

Sino la misma muei le > desventura. \ sus pus derribó "tras tantas vida

•Hoye ii iste de ii huye lijero . . Y no el jayán con esto satisfecho,


La Infame tiei ra j el luí ar odioso, Llama lanzando por los ojos viva,
si un i" H el mondo venidera i
ii 1 1 A mi" rabiosa rompe j raí ga el pecl o,
\ ,
mi i
ni el < iv ¡r le es enl id . Otro hiere otro mata otro derriba . .

Que aquí no ibita sino un monsli uo li I Otro menudas piezas deja hi


ii él los qoe el cielo i^ur Y un golpe á dos y á tres de vista priva,
Por el .Mi^" de sos colpas echa
i
. A <->ic barrena, i esotro descabeza
A morir en cadena tan estrecha. y:ai otro i" desmiembra pieza a pie/a.

dijo el humo. I los decretos


Señora . Cual rayo en nube ai diente congelado,
Del jnsto cielo no baj defensa alguna : Ya rebatido del onlrario hielo, i

Ki toque v proeba de ánimos perfetos De ¡os truenos j furor cen ado


i
vueltas de fortuna
Si ni las contrarias piendo sale con su ful ia el cielo ;

Mas m deste castillo los secretos Si de la roja mies fértil sembrado


Sabéis y su> entradas mostredme una
. . Tierno se ofrece á su viólenlo vuelo,
Uní' ver vuestra dolor un- ba persuadido Las canas arden boyen los pastures ,

Poder sen Iros j el favor que os pido, , i Y el mundo tiembla al ver sus resplandoi
« Kl moro, iliji) Doralice es hecho, . Nadir juzgara que de brazo humano
Coa] veis , de argamasada piedra viva Pudieran proceder golpes an fuei les I

No pon iis, caballero, en tanto estrecho;


i Ni que una limitada v mortal man"
Bascad otra ocasión menos esquiva : 1 1 -i" en tan breve espacio tantas muí
i
>

ti i

Kl entrar por ahora es sin provecho Y tu también oh bárbaro inhumano, .

Y mucha H riesgo que la entrada os priva; Qoe tu presente destruicion adviertes,


Si va con vos viqieran otros ciento De tu arrogante pecho el primer brío
Aun fuera temerario arrojamiento. Lbio siente el calor, \ el fuego trio.
I

En plica deoda os soj respondió el


« . i El bravo aragonés, aun mi cansado
Pues mi honra os debe menos que mi vida ; Del Croel destrozo que a sus pies tenia ,

Dejadme entrar que el cielo en qdien : , Tras las Hacas reliquias i|ue han sobrado.
Si me quiere guardar, no haj quien lo in Cual lobo entre anderos discurría .
;

sí esos aospiros si ese triste lloro . Hasta donde el gigante retirado,


No son, cual pienso, en vos cosa lingida C mpl do el estrago que bacía. i

A trueco de enjn m bellos, Tal despecho y dolor en su alma siente,


Pequeña iesgo es i el morir por ellos. Q ie se deleita en ver morir su gente.
eso, le respondió la dama bella
• Y.i Cual de la ardiente Libia león herid"
A mas iin< obliga que i os negar la entrada Del dardo cruel que el Nasanion le lira.
sí que el cielo no peí mita en
, lo . En fuego de enganzás encendido <

Vuestra temprana muerte está guardada; La cola hiere y ron su herir se aira ,

Has si con tanto gusto os vais iras u la I Y al puesto y al lugar mas defendido
Deshaced esta reja con la esp Con atrev nlos pasos se retira ,

Y tendremos, al un, quien en tal pena Y sustentando allí la Inútil plaza,


A arrastrar nos ayude esta cadena. > Las lanzas quiebra y flechas despedaza ;

Asi inora dijo Valeria


la ,
Asi el jayán, de su furor llevado,
No creyendo qoe el roerte sarracino Al encuentro Salió al moro valiente .

Con espada rompiera la espantosa


la Y ha de vengar en determinado, él .

lieja y delduro acero el temple Erna ; I IientO san,OZO di su nenie


i di Stl ;

Mas, cual de cera azul pasta amoi Y un COrVO alfanje en alto levantado.
Toda del primer golpe al agoa vino; Del yelmo altivo el gran dragón luciente.
Y Doralice viendo el hecho altivo, . Que iba entre plumas con pomposo vuelo
Temió qoe fuese Rodamonte vivo. Todo del primer tajo vino al suelo.
Entró á un jardín \ <- lo de frescura, f i< Dos pasos volvió atrás desacordado , .

Donde con otras vio la dama bella Dando traspiés del golpe recibido.
Que en triste llanto envueltas j hermosi Que a un ser cuerpo y aunas encantado,
A su pesar se entretenían con ella : Le lera en dos mitades dividido;
Contáronle .! rigor ele su clausura , Mas no tan bravo el escorpión pisado,
El desgr iciado curso de su estrella , Ni con tanta presteza deja el nido,
Las leyes del castillo en qoe se halla, C el moro acudió á vengar su injuria.
i

Y por sospechas la cruel batalla Más del honor herido, que otra luria.
, ; ; , ; , ; ; ,

•-MN PON BERNARDO DE VALRIENA.


Y sobre el ancho escodo
acetado y Mas, ya en rabiosa cólera encendido,
Al descortés jayán dio tal respuesta, Los golpes redoblando sin concierto,
Que, a pesar de su fino templo, pudo A no ser encantado el combatido,
De) yelmo hallar la relevada cresta ; De cualquiera quedara dellos muerto :
\ a qo torcer la espada el filo agudo, Está fuera el gigante de sentido',
1 ,a vida en riesgo le dejara puesta; Que un monte hubiera con su espada abierto;
Que asi entra rebanando, cual si fuera Y halla á SU contrario mas constante
l'or un delgado estaño ó blanda eera. Que á un tierno vidrio un muro de diamante.
Mas uo quitó al gigante belicoso No sabe por qué via aprovecharse
Nada de su opinión el golpe liero: De enemigo tan fuerte y poderoso ,
Que antes volvió al combate peligroso Ni cómo con su cólera vengarse,
Con mayor arrogancia que primero ;
Pues vengarse ó morir le es ya forzoso :

Y un mandoble acertó tan poderoso Al lin, como no puede repollarse,


Del limpio escudo en el grabado acero, Ni su espada hacer un lance honroso,
Que en el suelo quedó el mayor pedazo, Resuélvese en cogerle entre los brazos
\ en la lama la envidia de tal brazo. Y allí hacerle á su placer pedazos.
Y dando y recibiendo desta suerte Con nudos mil le ciñe y le recoge,
Mortales golpes de uno y otro lado . Y de su maña y fuerza se aprovecha ,

De los dos el mas flaco y menos Tuerte Ya se entra, ya se aparta, ya se encoge,


A su enemigo tiene acobardado : Ya en la lucha se empina ya se estrecha , ;

Cada cual quiere rescatar su muerte, Ya de los hombros con furor le coge,
O con ella alcanzar crédito honrado Y aquí y allí le vuelve y le desecha
Y' este ha de ser, según que la honra ordena Bien que asi Ferragut su fuerza alienta,
Comprar la vida con la muerte ajena. Que en igual peso el gran téson sustenta.
Bramante su ardiente ira desenvuelve, Largo rato anduvieron forcejando
Y los pesados golpes dobla y carga, Con pertinaz porfía y fuerza extraña,
Ya desta parte, ya de la otra , vuelve, Perdiendo tierra á veces y ganando.
Y aquí la tempestad y allí descarga; Ya las fuerzas probando , ya la maña :
Mas su contrario en uno se resuelve Las vueltas de fortuna exprimentando,
De averiguar por si brega tan larga, Que al vanamente confiado engaña,
Y con reportación templando el lirio, Y al loco con favores desvanece,
En mil no acierta á dar uno en vacio. Y al atrevido ensalza y favorece.
El suelo de armas y de horror cubierto, De la prolija lucha ya enfadado,
Y' ellos por todas partes desarmados, Hizo pié el de Aragón en un recuesto
Dando y sufriendo golpes sin concierto, Y de-un vaivén sin maña y tiempo dado
De sangre están y de sudor bañados : Su enemigo de si echó descompuesto;
Un tajo Ferragut en descubierto \ él, de su misma furia arrebatado,
En uno le alcanzó de dos costados, Sin pensar, se halló en el suelo puesto,
Cuyo rigor y desigual destreza Y Bramante en sus pasos tropezando,
Ir ilando de ojos le hizo larga pieza. Largo trecho tras del fué trabucando.
Y á no ser de tan Dno temple hecho Mas sin mostrar ni sombra de recelo
El rico arnés, con sola esta herida Que pudiese agraviar su fortaleza,
El agraviado reino satisfecho Bramando al aire y escupiendo al cielo,
Quedara , y el gigante sin la vida De nuevo la cruel batalla empieza
Pero faltóle entrar con pié derecho, Y la espada esgrimiendo en raudo vuelo
Y así salió la espada rebatida A dos manos, de encima la cabeza
Aunque, á pesar del sobrepelo grueso, Con tal furor desciende y tal ruido,
El penetrante golpe llegó al hueso. Que dejó á su contrario sin sentido.
Nunca sierpe se vio tan espantosa Y otro y otro segunda y otros ciento
,

Como á este tiempo el desleal Bramante, Asi apriesa, que un yunque ú^ diamante
Ni ánimo de arrogancia tan briosa, No resistiera el fuerte movimiento
Que no dude ponérsele delante Del desabrido hermano de Morgante;
Y él, cual la mar bramando tenebrosa, Y el de Ulid, con enfado y corrimiento
Alterada de un áspero levante, De verse asi tratar, bravo, arrogante,
Con ambas manos el alfanje afierra Contra el firme enemigo que le enoja
Para dar de una vez lin á la guerra. El roto escudo y la paciencia arroja.
Hizo ademan el moro de esperalle Tembló el Córcega infiel al grito fiero
A menguante sombra de su escudo,
la Que el de Aragón bramó, determinado
Y con tanto furor bajó á buscalle,
él fiedar á sus porfías el postrero
Que mal ejecutar su golpe pudo ;
Y último golpe á lo que había empezado :
Mas el diestro español, al desvialle No se vio rostro ni semblante entero,
La espada, asi encarnó su filo agudo, Ni corazón de veras reportado;
Que entre el reparo y el salir del tajo, Que del general miedo el pasmo frió
Una pieza le echó del hombro abajo. Al rostro hurtó el color, y al pecho el brío.
Segundóle al pasar otra herida , Y él, con la gallardía acostumbrada
Y otra y otra dobló mas peligrosa Y lirme pulso que su brazo encierra,
Y entre una y otra malla desmentida La peligrosa relumbrante espada
Una punta halló puerta sabrosa : Con ambas manos, afrentado, afierra;
Pudiera por allí salir la vida, Y á dejar en su filo averiguada
A encarnar más la espada venturosa; Su clara fama y la dudosa guerra,
Y contentóse con dejar caliente Sobre el ya temeroso rey Bramante
De roja sangre una copiosa fuente. Bajó, el aire cortando resonante.
No pareció á Braman caso seguro No en ademan mas vivo y mas gallardo
Brioso esperar á tanta gallardía, Júpiter sobre Encelado levanta
Ni de sus planchas ni su temple duro, La altiva diestra, cuyo ardiente dardo
Ni de su fuerza ni su maña fia : A todo el mundo , y no al gigante, espanta,
Parécele ya estrecho el ancho muro Cuando el Etna , encendido a su resguardo,
Que antes uu mundo entero no temía, Desde la cumbre tiembla hasta la planta ;

Y nada sano el combatir lijero, Que ya de Dora ¡ce el nuevo amante


I

Si es , cual parece su contrario acero.


, La espada alzó contra el sensual gigante
1 , ,, ,. , .. , . , . ., .
1

el íiKiiNMUto, unnox. 219

v en tan lleno furor bajó derecho i ral indo en rita su peí tona apui
n tilo agudo por el aire blando El Cid aragonés v el granad
Qu udo, brazo yelmo , rostro y pecho, ,
ai - iruzar de una Qoi i

Las entran is y el i lentre palpil indo El enfado engañaban del camino .

Dos pai les gran cono quedó ha ho . I


; Que menos ation i c iu que nata •
i

y,,n medro o silencio resonando Lo suele bai v bulto ni grino . i . , i 1 1

Por las doi id bó' lendo i i


Del pequeñuelo enano, en lo realanto,
I r.iin el eco fué del ^
ii ii"i rendo. < >
1 1 < <
- >i|>;ir el tiempo fi

Am
rayo velos al viejo encina Que su dueño, que hablara sin cansarse
Que antes servia de sombra á lodo un llano, Mas que ana bilonia entera
ai suelo arroja en trueno repentino Ahora el nuevo placer le hace extremai se .

y. el ei o asorda ni comarcano:
valle Que la alegí la de Buyo es gi in pai h 1

i
huyendo .!•! can i
íi -u elocuem la * señal; ,

II su abríque va i amn irarse en vano;


;i i
\olviendo i"" u ni ana quimera •
i

'i ¡emola el pastor, el segador se admira Ingeniosa Inventó j con . i

^ el dueño del rasli mira. Corriendo fi eno i su caballo dijo 1 1 . ¡

Tales los oircunal intes admli idoa este humilde enano el mas cenceño
\.i es
Dejó el no visto golpe pi NI el menor que en su cenen, ha nal ido .

De asombro los ontrarios retirados, un. conozco yo otro mas pequeño


, •

\ de miedo encogido el ma bi o : De menor cuei po j ma- entre tido .

Los dos que Peí ragul rcadoa > i :i 1 \ ii M. ¡ue de fuerzas tales , que á sa dueño

i ii un e -ni su aj ada pell ¡i oso,


ii i
por l"- cabellos lleva asido
.

Ya libres en pomposa v ir igloi . ¡a i


>r tan coico breve é impeí . I

El parabién le dan de t.ii victi yue este fui en su respeto. I

El grave I
.' i- .
i i
inadino, 1 pues es engañar 1,
ii - pensam
Era di líos el uno, otro el anciano Ali\io del espirita cam
Galirtos . rej de Mora mi v« ¡no, , y r\ i-i n se
. n agradables cuentos
I i i

De edad mad on lozano, El camii.o iiaeei menos esado ;

Que en seguimiento al robo peregrino y,.. -i ahora a escm harme esl ii


, atenl. -

Que Braman hizo 1 un bosque c ai cano En un discurso quiero moderado


l Doi allí por librar so daño
ií . Contar la heroica historia deste .nano
Al riesgo entraron del castillo extraño. Que los gigantes vence |.or sil mano.
M.i- va, dejando libre la guarida, i Yeré.s en su discurso la inconstancia
Antes de bulos prisioneros llena , mpo, y las mudanzas de la vida,
La tierra en *n quietud restituida, . Donde en un punto suele la arrogancia
Libre se vio de sobresalto j pena : Mayor verse agotada ó divertida :

Y la argentarla sierra antes temida ¿Quién tuvo hasta su lin perseverancia?


Rota \.i del tirano la cadena , quién una ocasión recien nacida
:

Si> llamó con el nombre que > le dura 1 1 < No sii|... despi riar nuevos antojos .

Desla seguridad Sierra-Segura. Y hacer pechera el alma de los -

Cada uno desde allí tot camino 1 De la inconstancia humana harto nos cuenta
Que mas i so propósito bacia, El desmembrado cuerno de Bi amante ,

i
le i su paira, su destino, el otro a (,iucayer a su insaciable alma sedi
i
me el flo ó el gusto que le guia : a mundo sensual no era bastante
i
;

El amante de Árlela al granadino Has nulo el cielo viene a tomar cuenta


i ii

Hasta su reino i.í/o compañía A una obstinada vida semejante,


Y Galirtos también lleno de antojos Suele, abreviando plazos en un punto .

Tras Doralice y sus alegres ojos. Dar el Castigo y la amenaza junio.


Fué rey de aquellos s ¡v; l< •< celebrado Mui. n presume de si, quien se gloria
Galirtos por vejez j ilma h m De ánimo invicto y pecho generoso,
Alegre el rostro. el cuerpo avellanado, si mi pasión no vence , ¿en qué se lia,
I os "j"s mv,.- la raccion severa . : Aunque .le un inundo salga victorioso,
Vi los dientes la edad le habla robado, Aunque de la hiperbórea gente fria
Y un l.i libre lengua palabrera Basl el ai diente mauro poli .

Porque en sus mu as o -iones, Se ova su voz y tomen delta leves ,

Lo qqe en gusto Miare, di en razones. I,,,- caspiOS cilios v los indios reyes.'
II.iIim gozado ya de la influencia Tener espada, brazo y fortaleza
í
Su ive de los seis planetas de oro, Para enfrenar los duros Garamantes,
Ven la helada decrépita cadencia Dejándose vencer de su torpeza .

La marchita vejez del c iuto moro : Ni es valor ni sus fuerzas importantes;


En el periodo andaba j la presencia Mas ¡oh monstruo sin ley, cu va braveza
,

Del frío Saturno en quien está el tesoro . Los reyes doma, v vence a los gigantes!
lie gr iveilad ile peso v de ¡B O, . ¿Quien sale de n'lilne, amor tirano
Que en otros es \ írtud y en él es vicio. , liol.i so azar del apetito humano'.'
Era de universal gusto notado, «Quien puso ni república en la tierra
De antojadizo anuir sin fundamento, Con lev tan inviolable v r.\ l:in bruto,
Libre por rey, i">r hablador can -a. lo, One ni iw la paz se halle ni en la guerra
Y por amante la región del \ lento : Hidalgo que lo ¡ea i lo tributo?
¿Qué torpe mudo no será cansado, aerza es esta, amor, que en Use encierra !

o qué M go hablador dará contento?


i uní. n te hizo n poder tan absoluto?
,; .

¿(i a quién no c msa si al extrema . I ¿Cuál es tu origen, cuál tu fuerza,] cuales


¡; el hablar macho ó nunca abrir la Los la/..s con que nudas los mortales?
"
¡ .

Tues deste rey . ya amante temerario, amor, o eres quimera


A Doral gue gn ¡lo ent< ro, 1 1 del volgo n sus engaños? :
i >

> por de ordinario


el mis trae ,Es tu taina Ungida ó verdadera .

i'u enano suiíi por esen Néstor del tiempo niño de mil años? .

En gesto feo, en el vestido vario, I II lave euelilo ile su cibui prilu. l i

En la halda un millón en Imito un cero, . En aprendí con los eiü


la iiiiu
En orgullo jayán y el cui rpo todo , Sucesos que hay en él , en quien consiste
Como de la encogida mano al i
El todo ue quien eres y quién fuiste.
, : ; , ,,
; , , , — , , ;; ,

•::;o DON BERNARDO DE VALBUENA.


»En medio un claro mar que al alba bella «Su nombre es Voluntad, niña hermosa,
Del dia le abre la primer ventana , Y de su natural bien inclinada,
Debajo de la mas feliz, estrella Aunque el ser moza tierna y poderosa,
,

Que \ ida al mondo y resplandores mana, Dejarla suele á veces engañada ;

Qna tiene asiento , y dentro della


isla Estimando su vista codiciosa
Cuanto bien cabe en la codicia humana, Por oro lo que es pildora dorada
Tan florida y tan llena de tesoro. Y por regalo, vida; y por deleite,
Que es , puesto á su riqueza, pobre el oro. La fea muerte entre iin ungido afeite.
«Libre de pocho, de tributo exenta, »E1 Amor con la flecha de la fama
De hidalgos linajes habitada. Desta gallarda niña fué herido,
Donde en vida pacifica y contenta Y como es fuego , con su misma llama
Segura un alma vive y descansada; Fácil de un nuevo amor quedó encendido:
De gusto aquí el mas pobre se sustenta ; Ya suspira, ya llora, ya se inflama;
Ni cárcel hay, ni impedimento en nada ;
Lo que hace sentir, ha ya sentido;
Su nombre es luz de un sol resplandeciente Alguno quizá dijo, vuelto al cielo :
Tierra de libertad, de libre gente. — Mueras, traidor, cual muero sin consuelo.
•Desta parle del mundo no ha salido «Padece, llora, experimenta y gusta
Ni hecho triste ausencia el siglo de oro De tu llanto y dolor, muerte y tormento;
Todo como al principio está florido, Que es justo premio de venganza justa
Sin turbios aires ni importuno lloro: Un tal castigo para un tal intento:
Ai|ui solo el contento se ha escondido, Si hay cuchillo de fuerza nías robusta,
Y el erario del bien y su tesoro; Sea el verdugo amor de tu contento;
Cuanto se libra aqui todo es bonanza, Porque entre ese dolor, rabia y discordia
Sin recelos ni sombra de esperanza. Aprendas á tener misericordia.
»Por frescos prados de un abril eterno «Asi el niño padece, y con su fuego,
Todo vestido de inmortal verano ,
Sin poderlo apagar, queda apagado;
Mil libres almascon acento tierno Desea su quietud y teme luego
,

Canciones siembran por el aire vano: El hallarse con ella y sin cuidado :

Y ajenas de enojoso y turbio invierno, Si se anuda la venda queda ciego,

Frescas guirnaldas tejen de su mano, Si descubre los ojos, deslumhrado :

Con que del todo libres y goz.osas Busca remedio, y luego no le quiere,
Salen, sino es del tiempo, victoriosas. \ por lo mismo que aborrece muere. ,

esta alegre tierra deleitosa


» Solia «Ya recostado entre tempranas flores,
Ser rica población, reino potente, Y allí redes y lazos disfrazando
Que, como de regalos abundosa, Ya entre doradas nubes sus amores,
Ya fué buscada de infinita gente; Por mayor inquietud suya, mirando;
Mas, después que con mano poderosa Nuevas maneras de alcanzar favores
Amor, que es enemigo diligente, Para su nuevo menester trazando
A surgir acertó en su primer puerto Y en todas sin provecho desvelado
La dejó hecha un páramo desierto. Que aun ignora la dama su cuidado.
»En él corren su costa de ordinario «No halla senda á su mal no halla camino
,

Crueles piratas, varios salteadores, Para salir de dudas y opiniones;


Que en triste sujeción y yugo vario Que siempre es el amor, si es amor lino,
Encadenan sus libres moradores: Largo en padecer, corto en razones:
el
La ambición es aquí feroz corsario; Al fin tentar ventura le convino,
Los intereses grandes robadores; O morir anegado en sus pasiones :

La hambrienta codicia en mil derrotas Un paje tiene Amor, grande instrumento


Ha hecho á nuevas Indias grandes flotas. De aclarar cosas dicho Atrevimiento.
,

«Estas son y otras vanas pretensiones »Es hablador, agudo y desenvuelto,


Las que este noble reino han desflorado; Propio para llevar y traer mensajes,
Quien á mí me sacó de sus rincones, De encogidos temores libre y suelto,
De amor fué un rico pensamiento honrado: Aun con los mas compuestos personajes :

Con dos ojos me puso mil prisiones Sin empacho, colérico, resuelto,
Ellos me han desta tierra desterrado; Claro, sin encubiertas ni celajes,
Por vos sin libertad mis ojos , vivo , Y tal cual menester lo había Cupido,
Que yo libre nací aunque soy cautivo.»
, Para aclarar sus dudas escogido.
Esto, á su alegre cuento fabuloso «A este le descubrió su pensamiento
Vuelto, añadió á la bella Doralice, Y él á los libres ojos de su dama .

Con un grave recato cauteloso Que como libre , hizo el sentimiento


,

Porque á nadie su amor escandalice ;


Y escudo de la excusa de su fama :

Mas todos ven del viejo rey celoso Quedó corrido el paje sin su intento,
A quien el mote y la lisonja dice, Y su dueño mas dentro de su llama :

^ riendo á su loco pensamiento; Crece su mal y agrava su querella ,

El ríe también a bulto y sigue el cuento. Más que el dolor, no ver la causa della.
« Esta tierra inmortal, ó mortal cielo «Que á un rico alcázar de inmortal diamante ,

De una libre señora era regida, De ¡a Prudencia y la Bazon labrado,


Que, aunque sin experiencia, á todo el suelo Por medrosas sospechas de su amante ,
Su gusto y parecer daba medida La libre Voluntad se ha retirado :

Es ley , es arancel corte y modelo , Conociendo el Amor no ser bastante


De los pasos y afectos de la vida, A tanta fuerza un niño desarmado,
(,)ue ahora sea justo, ahora injusto, Destruir quiere la enemiga tierra
Nada se hace fuera de su gusto. Comprando alegre paz con triste guerra.

» sea hecho de gana , ó sea forzado «Quiere juntar ejército famoso,


O sea por interés ó por contento, Descubriendo con esto su potencia;
Si ella no lo decreta , es excusado Y vencedor, en pecho generoso
Que la obra llegue á colmo y cumplimiento: Usar con los rendidos de clemencia:
Es tan señora en todo lo criado, De ociosos pensamientos, un ocioso
Que aun enfrena y corrige el pensamiento ,
Escuadrón traza, flaco en resistencia,
Con ser el ave que, entre las del suelo, Y en dar asaltos y armas tan cursado,
Mas suelto tiene y desenvuelto vuelo. Que trae al enemigo desvelado.
. ;, . .. ;. —, . , .. ,. , .

EL llEKN'AItlK), Lllllil) \ .'..I

Este quiere formar; que á la victoria No i ij- i. núme -nenia


Con él hallar do piensa Impedimento :
l..i ociosa gente > pensamientos vanos
Deja la de >u gloria
libre tierra . Que en imitó p ira su Intento
la coi te

\ \.¡ sin ella sobre el blando viento, i.i Diligencia de loa pies livianos i

Kn amistad de sola la memoria Ni cercan tantos átomos el i iento


Verdugo crael de an triste pensamiento, NI i lodo el in .o de .non. tantos granos, i

ii icienao mil pótales .ii sentido. C la torpe Ociosidad pes ida

Amargo el mas sabroso, j des ibrldo.


Vanos soldados trajo i esta jm aada
»T|ene el Amor una lamosa am . Oí upada en jugar c in ventalle,
Dicha Solicitud 6 Diligencia, Y ver quién pasa i di Ive ci uza •> moi , . i

Grande negociadora en a itlga, I


Bostezando a la puerta de la calle
>,un águila en cualquiera competencia : La Diligencia bailó t su contendora :

Josidad cauta enen lii^o [a Ociosidad, Boja de talle


De lor| :,
.

De gran ventura j mucha suficiencia; De ajenas vidas gran krasechadora .

Esta 'iciiric el Anuir, por diligente, Y allí Con ella, que i SU ludo aSÍStC .

Le junio ocioso eji-i cito dr gente. La Hambre ayuna y la Pobreza triste.


•Sale á buscarla con tendido vuelo ¡
no loe puco que a la Diligencia
v.

\nelve j revuelve en esto mil regiones ¡


Ociosidad obedeciese en algo ¡

Puesta en solicitar cosas del cielo Porque suele huir de *n presencia .

Creyó hallarla en varias religiones, ('.nal presta liebre del hambriento galgo ;

Que, sin curar de pretensión del suelo, Mi Anuu-, u cuya


i
I ¡polen, < i.i

i n-i honradas pretensiones; No haj remo libre ni solar hidalgo


lesengañóle la experíei Iuntó e ¡tos dos extremos; que va vemos
Que el Olvido halla por diligencia. Que siempre anda el Anuu por los extremos.
> —
No voj bien por aquí dijo Cupido. . •Y en un. nuo\.i Bota de ocasiones i

¡
Quién h el confuso mundo hechizadot
i Embarcada la gente llegó nn dia .

iCon qué engaño el desi nido se ha escondido A v¡m;i del castillo y ios balconea
En el lugar del pi dado '
Donde la honesta \ nluiit.nl vivía :

Si en cau >a tal, si en bien tan escogido, \ abi eviando de tiempo i dilaciones,
Rastro de diligencia do he hallado A jugar comenzó la artillería,
on qué artificio i Con tal carga do v.iiu.s pensamientos,
A la virtud se la ha usurpado el vicio?— Que el alcázar tembló por los cimientos.
•Dijo; y dando la vuelta, sus pisadas i>La Ociosidad, que aqui no andaba miosa,
Sobre la arana estéril bailo impresas; Puso en la primer torre su bandera
Conociólas, y en ellas ir guiadas De la Imaginación dama ingeniosa, ,

A frágiles empresas;
livi ni. i- \ Y de sus anuas frágiles frontera :

^ siguiendo so rastro, marañadas Era o-ia estancia , mas que fuerte , hermosa,
Las bailó en pretensiones tan diosas, Por de dentro piulada \ por de Inora
Que sospechoso dijo y admirado : De fábulas, que enamora;
el verlas
— O yo por aquí voy, o el nuindo, errado. Que es la imaginación grande pintora.
•Llegó en esto á su reino, y en su casa «Hendida esta primera fortaleza ,

Nueva fe dieron della sus amantes, Mas recia comenzó la batería


Y de alli con el raslro fresco, pasa
, Hasta entrar el alcázar de Firmeza,
A ver los Cortesanos negociantes En que la libre Voluntad vivía :

Donde su imagen vio sembrando brasa Allí laOciosidad con su torpeza


De ambición cu materias disonantes Inficionó cuanto en la torro habia ;

De avarienl teres, de honra y de amores Y de la reina un consejero honesto


Y nuevos oficiales de señores. En tinieblas dejó ¡ pri 5 puesto. -

•Con vanas cortesanas reverencias alcanzada con esto la victoria,


-Y
En nuevos pi convertida La Voluntad quedó rendida
libre
Tan largos de esperanzas j c ¡ondas, Y i-I Amor al despojo de SU gloria
Que do ios ceñirá una eterna ida < :
En triunfo vino y majestad debida ¡

Aquí el Amor bailó dos difei encías En earro de alegría transitoria,


De edades, una larga, otra ceñida. iii. S en cada rueda retorcida,
i

Saliendo entre los cargos y descargos Que todas dan un amador perfeto
La vida corta, y los negocios largos. Solo, sabio, solicito, secreto.
•Aquí la Diligencia, embarazada «Era el triunfante carro de unos lejos
En casas de livianos pensamientos, Por tan nuevo artilicio dibujados,
Su pretensión y pena di i larada .
Uno mientras que se miran mas de lejos,
—Cumplirás, dij.. Anuu , nuestros intentos :
Mas perfectos se gozan j acabados :

Ron. -o entre esa gente mas granada De cerca s. mal parejos .


.
,

Sus livianos y ociosos pensamientos (auno al descuido \ sin concierto dados,


Que estos son. dando yo la batel la Y ya vueltos de espaldas, son de sin n
Mi mayor munición y artillería. — ,

Que no es mas fea de mirar la muerte.


.

Di;. v en vano un lo
; a ver las damas ,
Y no tiraban I.i carroza hermosa
De la Solicitud , pasó á palacio , Tigres águilas, fieras ni dragones;
,

Donde, encendiendo impertinentes llamas Mas, con una igualdad maravillosa,


Ocioso y libre se quedó despacio :
Cuatro ninfas de raras nerfecel 5 ,

Durmióse Amor aquí entre verdes ramas Que era cualquiera dolías podi
De un trébol siembre en Bor, marchito y lacio, Tras el carro á llevar mil corazones :

Y al despertar al airo de una h La Gracia Biscreí ¡on j Gentileza . ,

Quedóse entre los ojos y la boca. Y la Hermosura, frágil de cabeza.


»No fué la Diligencia perezosa • La Gracia, de mil visos, parecía
En juntar grueso ejército i Cupido; Hecha de un no sé qué tan agradable,
Que también hay en coito gente 0CÍOS9 Que sin saber decir a qué saina,
,

Que alcanza y goza de lo mas llorido : A lodos gustos era deleitable :

El.señor, el galán, la dama hollín- 1, Hacia tan a compás cuanto hacia,


El paje, el caballero entretenido
Con tanta sal y rostro-tan afable.
Todo CS ociosidad solo desea :

Que encendía el corazón en vivo luego


El rey quietud , y tiempo el que pleitea.
De unas centellas que se acaban luego.
,, ; ,,,,, , , ,,; , , ;

DON DERNARDO DE VALRUENA.


vLa Discreción, en todas ocasiones »No fué Circe tan mágica hechicera
Dama noble, compuesta y corregida . ('liando en fieras los hombres convertía ,

En gusto en trato en obras en razones


. , , Ni en la mar tan mudable y tan tijera
Es un compás de amor, regla y medida ,
La blanca espuma que en ias peñas cria ;

Sin melindre dobles ni afectaciones . Ni asi tan presto el camaleón se altera,


Clara, afable y con nadie desabrida; Ni las sombras se mudan en un dia
Solo le hallo yo un inconveniente, Mas veces ni la luna, el agua, el viento,
,

Que es huir demasiado de la líente. Ni el tiempo, que es un puro movimiento.


«Las olías. Hermosura y Gentileza, »Este espíritu vario, si es decente
En los talles ¡míales j en la vida, Dar a quien no sosiega donde viva,
si la edad no estragara su belleza Su casa tendrá hecha en la corriente
No viera el inundo cosa mas florida : De algún raudal sobre la espuma altiva,
Helias toma el Amor su fortaleza, O alia en las Amazonas , que es la gente
Con que a la de Sansón dejl vencida; De su trato y su ser menos esquiva
V a ellas id solo tiempo las empece, Que al lin elia es mujer y ellas mujeres,
Que en aire las consume y desvanece. Y amigas todas de mudar placeres.
uDestas cuatro hermosísimas doncellas «Allí el Tiempo la hallé, que otro ninguno,
El carro del Amor fué arrebatado Según es de mudable, la alcanzara;
Hasta el alcázar, donde todas ellas Y habiendo consultado el importuno
Presa la libre voluntad le han dado; Mal de la ausente Reina ilustre y clara,
V como el sol en medio sus estrellas , El remedio que vio mas oportuno
El trono de placeres rodeado, Eué darla una poción , bebida rara! ¡

Triunfante saca Amor su invicta lanza Que para otro tal caso había traído
Coronada de llores de esperanza. La noche antes del rio del Olvido.
»Pero llevóle la guirnalda el viento, »Con esto se acabó el encantamento,
Que en su que sea fundado
casa no hay bien .
Y' Reina cobró salud cumplida,
la
\ supo «pie con nuevo encantamento Nuevos ojos el ciego Entendimiento
El Ínteres había tiranizado Y la Razón nueva alma y nueva vida :
De un golpe el frágil reino del Contento; Y todos de común consentimiento
V allí en un auto publico sacado, Vuelta para la patria dan querida
Por afrenta mayor, su estatua al vivo De alegre libertad por un llorido
,

Para venderlo al mundo por cautivo. Prado en que siempre duerme el flojo Olvido.
«Fuéle forzoso al rey de ios amores «Iba delante la Razón guiando,
Ir en persona a castigar la afrenta Y rogándole el diestro consejero
V el ilaño que en sus líeles servidores Que no volviese el rostro atrás mirando,
Del ínteres causó la gula hambrienta; Porque es volver el rostro mal agüero :
V a su dama, cercada de dolores. Asi al músico Orfeo avino cuando
Dejó sin alma sola y descontenta . Segunda vez perdió su amor primero:
Con la memoria y la esperanza ardiendo , De mirar se lian seguido mil enojos
loa labrando y otra entreteniendo. , Y á ningun ciego ban<becho mal los ojos.
«Tiene una dama Amor por enemiga, «Mas si es la Voluntad siempre enemi a

Ciega invisible y (pie jamas parece, De obedecer ajenos pareceres,


Que enluta corazón, cansa y fatiga,
el La Privación de suyo da fatiga,
V lodo con su sombra lo oscurece : Y mayor en antojos de mujeres ;
(nos Ausencia quieren que se diga , Y asi la Reina, porque no se diga
(Uros Infierno, donde Amor padece; Que mira y sigue mas que sus placeres ,

Mas yo la llamo , en pena de sufrilla Volvió los ojos, sin tener paciencia
De sueños de Amor la pesadilla.
los Ni sujetarse á leyes de Obediencia.
«Esta luego que Amor dejó su casa
, «Volviólos , y cubierto vio de llores
La Reina puso en ásperas cadenas, A sus espaldas un vistoso prado,
Donde le daban el placer por tasa, Y en ventanaje de oro y miradores
V el tormento y dolor á manos llenas : Un alcázar real sobre el labrado :

Comidas de mano escasa, frías y Un cierto no sé qué de sus amores


Gustos pasados, y presentes penas El aire pareció que le habia dado,
Desabridos potajes de memoria; Y que entre aquellas yerbas florecía
Que siempre amarga la pasada gloria. De sus pasados gustos la alegría.
«De eslo, y de la frialdad de la posada. «Agradóle del campo la frescura
El gusto le estrago cierta tibieza, Y antojósele en él pasar la siesta,
De un frío y calentura acompañada, Porque es la Voluntad de su hechura
, ,

V dolores de estómago y cabeza: De antojos toda, sin razón compuesta :

Causaba el frió la comida helada , Dio nueva rienda á su primer locura


Aceda sin sabor ni fortaleza
, ; Guió al castillo, y con alegre fiesta
V una tibia esperanza que acudía, Eué recibida de una dueña honrada ,

La calentura á ratos le encendía. Gran sabidora de la edad pasada.


»E1 Tiempo, que es un médico famoso, «Su nombre era Memoria y sus oficios ,

Pálsamo universal de pesadumbres, Representar comedias é invenciones,


Viendo el mal de la Reina peligroso, Pintar agravios y borrar servicios
De la Ausencia 'causado y sus costumbres, En las mas aprobadas condiciones :

V «pie ningún emplasto provechoso Hacer de hiél el gusto son sus vicios,
Sus yerbas pueden dar ni sus legumbres, Con refrescar pasadas ocasiones,
'no- el gusto encienda y resucite el brío, Sabroso el mal y amargos los contentos
,

Porque son frías y su mal es frío ,


Que en la Memoria truécanse los viento: .

Determinó buscar por otra vía


> (aneo famosas puertas señaladas
Remedios que le dar, si alguno alcanza, Tiene el castillo en torno á sus almenas,
Vi de hallarlos desconna,
casi He historias y de fábulas pintadas,
estar ya sin pulsos la Esperanza
\ ieiido ;
He varios cuentos y entremeses llenas :

Hasta que supo al fin donde vivía Las fallas propias ¡impías y doradas,
i
a inquieta mujer dicha Mudanza Feas 5 abi ables las ajenas;
Ene Hiladora bruja y herbolaria, ,
He estas en bronce y mármol infinitas,
\ en todos tiempos y horas gran voltaria. Y aquellas en liviano polvo escritas.
. ;. ,,;...,,.
. :. . . ; , I . »

EL UEUNARUO, Llllltn \l 253

i.i Reina bailó li hisl libuj id < BUDque pOÍ entre espinas y entre abrojos,
y

De su-- placeres en la pri r puerta; i ai las limes del celoso pi sdo,

Y i.i Raxon allí quedó encantada l.a Reina | con mas alcí r< * ojos. . i

\ ella . del Bueno en <|iio dorrai i, despierta; Animo v corazón mas sosegado,
Donde la antigua herid i
nuil alelo lie SOSpOCbaS * 'le antojos,
I I

Corriendo se vio sangre descubierta i Kn compañía de bu nifio alado,


Vuelta ya, de diamante, blanda cera; A los paraísos vi leí Contento,

Que ea la Memoria grande bec lucera. Donde el perfecto amor tune su asiento
»Y con la ciii !', (rola de ocasiones, desloa Onfsimoa amantes\.[in ,

Que la huéspeda ofrece a manos llenas, I .i ni in jo de pasiones,


i
aisi ni i

Volverse detei mina a sus pi isiones, Coi nació de dos diamantes ia vidrio
Que - le Amor sabrosas las adenaa :
i
tierno niño lea moso de faccio
,i

Camina tras sus nuevas pretensiones Y aunque bus padi es et an ya

Por unos montes rértiles de penas i


cuerpo en amistad j en condiciooes
ii
. ,

Que son de soledad tierra baldía El salió enano en todo j tan cenceño .

Con sola la Memoi ia e pa&ia. Que no hay pigmeo en el mundo mas pequ
iDe ana confast ibla rodeada el liijo el Deleite que en ser chico
i .

Qne se vuelve dilw los en los ojos \ " lar caro signe los exti
i

La estéril tierra seca n ago ida ¡i


Duiee sabroso apetitoso j roo . . .

De espinas llena j de ásperos ibrojt N que huye > se esconde a reía |


unios :

\ cizalla, entre el dulce amor - m


1
1 .ulu i i Desta ocasión nació y os certifico .

he recelos sospechas j de antojos . . Que a nadie cuesta menos solo vemo ;

Y otras incultas verbas vene as Que a mi suele vendérseme barato


Qne - ligas, v parecen rosas. i Cuando COn j;ilslo me oyen si hablo un ralo.
•Cayendo en cada verba \ tropezando
la \ olnntad desc in
lli.i ia
ALEGORÍA
l)equién poder lomar lengua buscando
La natural obligación que el hombre tiene á su |i i-
Por la fragosa tierra despoblada
tiia introducción del libro. El recelo i|e
se pinta en la
Cu indo se fué de lejos divisando
En el aire nna casa fabricada Perragut en el castillo del ¡a van, muestra lo muí ho
iun colají s ,-
» neblinas fría iiiic importa la buena opinión de la peí son para no te- i

De ventanaje llena j celosías. ner el trato por sospechoso; y el hallarse restituido ó su


i i ii-i i roí 1 1!,- peñascos era ser venturoso por [altarle el caballo! larion, siu'uiliea
Donde un bravo j leroa gigante asiste, 1
ue el hombre distraído en sus vicios, si después se re-
1

en asar malos términos se esmera,


(.Ule
forma con la vit iiul vuelve á hacer ninas iii^nas de ala- ,

\ en ser s iMsimí verdugo insiste :


banza, cual fué matar al tirano Bramante, y poner en
De acedo trato y condición seveí a
libertad la tierra y los i| n ella estaban opresos pe- ;
c iro atraidorado j triste .

ro si vuelve á dejarse llevar de so sensualidad , olvida-


RabiS es su nombre, ¡ Celos su apel
Qne por cualquiera il" de [.i/»m como le sucede en África cotí Angélica,
es harto conocido. I i ,

De linee y basilisco son sus ojos


»
Me ue a morir en su obstinación , y quedar perdido para
.

Con qne él mismo se aflige y desbarata siempre cuanto honor y rama había ganado, como alli
i
d no mira es con antojos,
into mira y queda Perragut
> con miedo
sospechas cuanto Irata j : En la novela de Gal i ríos se descúbrela armonía y
El verle esmuerte , el no mirar enojos, trabazón de potencias interiores, y los aléelos de las la
La duda aflige, la verdad le mata; parte sensitiva, y lo mucho que el deleite cuesta, y lo
Venganza es >n comida, y sin venganza
puco que dura.
Ce qne bien le sepa no la alcanza.
i

»Loego que \in el doncellas, |

sin escuchar preguntas ni razones


«'unió era mi costumbre dio con ellas .

Kn anas estrechísimas prisiones


Sin que suspiros, llamos ni querellas
.

LIBRO UNDÉCIMO.
Aflojados le- iiin los eslabones
Del dego error qne el animo inquieta, ARCIMKNTO.
Y el corazón, la vida \ alma aprieta.
la vez unos rorsarins á Angélica á M'<ln de Ol
• En un negro
y oscuro calabozo iioi . noe en compañía de Bernardo se emban
Prisión puso a las ,1 unas el gigante , tu ;habiéndola perdido de vista, aacegn
y itos, j

\ ima
puerta esta entei ado el unzo, i
i ii. su ñda y linaje,
ni.i la ocasión por donde \ ¡

> la esperanza del mas adelante :


su iitiilrr. Orlando, con la ocasión aela pregunta dcGa
cuenta en una artificiosa fábula lo mucho qne la ventura puede,
Allí en b Reina hizo tal destroco,
disi iiiji.niiiiise agudamente en ella de so aoligoa locara.
Qne a tallarle el SO COITO 'le sil amante,
Kn cárcel triste y en prisión muriera
o en lluro pedernal se coni irliera.
M is supo Amor las nuevas de su dama, Entonto, ya después que alegí Urina,
Nom< lo ya bien cómo ó por dónde; Por frescas Ion rías y dorados LecBbs,
Quiza el pají de amoi es rué la ama i Con su aphi alo \ ciencia peregrina
Qne a veces mas que pregui míe ; De sus héroes ganó los nobles pechos,
ventura su amorosa llama : A embarcarse con gusto ó la marina
Que a quien leen ama nada se le esconde i Venian de ricos dones satisfechos, ,

So tengo , al fin , el con n la mei ia, Gundemaro Bernardo j Floi id .

Que ba mucho que no cuento ya esta hi i. as d unas de los dos y el re} peí siano.

»Y con lima sutil de deset _ iño Queríanse hacer al mar. cuando gran priesa ¡i

A mil golpes forjada d asió Coi ei a un barco vieron diez coi sarios
i
,

Ya cárcel restaurado el daño,


.le la Que babian de Ires damas becbo i
i

De su llama il sbizo las prisiones En la isla con sus robos ordic


Y' el mismo que fue cansa del engaño Entre ellas del Catay la real princesa
También triaca fué de sus pasiones Conoció el persa pey, y ios contrarios,
Y en un rano acerado de armes > Huyendo de sus manos los primeros,
Salió de la celosa fortaleza. Cultos del ancho mar corlan lijeros.
, : , , , ,, ; ,

SS1 DON BERNARDO DE VALRUENA.


Desamparan huyendo la ancha playa Bernardo, á. su valor aficionado,
Con dos ínulas, y Angélica con ollas, Divertir sus congojas procuraba ,
Y el libre esquife . de cristal la raya De cual le trajo amor á cuál estado;
De riscos liona, huye, y conchas lidias: Dónde á Angélica vio, le preguntaba :

De nuevo el brío al persa rey desmaya, Si se embarcó ¿orzado, ó de su grade;


Y di' nuevo Se anima á socorrollas, De qué ocasión su desamor manaba :

Viendo i|iic su fortuna burladora A quien el Rey con voz enflaquecida ,


Con varios riesgos sigue el bien que adora. «Ovo, dijo, el proceso de mi vida:
A cadacual el lio de su ventura «Entre la Susiana, al oriente,
Ahina en su jardín (lió por su mano; Y la áspera Carmania montuosa,
Sola en todas la Angélica hermosura Y entre el Pérsico mar, y puesta enfrento
Oculta siempre estuvo al rey persiano : La helada Media, una provincia hermosa,
Jamas la alcanzo a ver: siempre en clausura Persia llamada, en belicosa gente,
La hada ocultó el rostro soberano , De la Asia es la mas rica y mas famosa,
Hasta aquella ocasión del dia postrero, Cabeza de mil reinos y mil reyes
Por mas dolor ó por mejor agüero. Que todos de las suyas toman leyes.
Venus parió el mar, como se suena,
Si a » De aquí solo
mi brazo la obediencia
á
La mar es propio reino de amadores; Los dioses concedieron inmortales,
Que todo amante siembra en el arena, Y á mi cetro, mi voz y mi potencia,
Y sin número son los sembradores ; Cien coronas y cetros orientales:
Y ella en sus senos de agua y ondas llena, Mis mayores aquí por excelencia
Y el amor de fatigas y dolores , Con riendas de oro dan leyes iguales
Hondos piélagos son donde se anega , De aquí Ciro fué rey, de aquí Artabano,
El que en tiempo mas próspero navega. Jérjes Sapor, Cabades e.l humano.
,

Algunos creen que la celosa Alcina » Este hizo á las pérsicas mujeres
A Angélica persigue con cuidado, Que fuesen del común (notable edito);
Y que culpas ajenas, pena indina ,
A quien sucedió en reinos y en haberes
Llueven sobre su nuevo enamorado; Cósroes, su hijo, de ánimo inaudito;
Mas, bien sea esto, ó sea su malina Tal que hechos de sangre sus placeres,
,

Estrella que le lleva violentado, Barniz dio della al pérsico distrito:


Él la vio á tiempo que su vista bella Deste procedió Hormisda, Artildo deste,
Mas dolor le causó que gusto el vella. Gran rey de la Cardusia gente agreste. ,

Y entrando en su galeón á toda priesa »De Asíanos pueblos á Tartaria


los
Al gran Bernardo pide que se quede; Subió Artildo y de aquí mi padre vino
,

Que no ir á socorrer á la Princesa El invicto Agrican, cuya contraria


Ni con su obligación ni gusto puede Luz de planeta y enemigo sino
« El túvose haga, dijo, mas en esa Quitó á traición la vida y la voltaria;

Causa no veo ninguna que me vede Fortuna con el mismo desatino,


,
,
Seguir yo y reforzar tu brazo fuerte A los pies puso de un francés bastardo
O en feliz vida ó en honrada muerte. La sangre de mi hermano Mandricardo.
Donde fueres iré á buscar tu gusto :
i) i)Mas yo daré á las suyas con la mia
De los demás se quede el que quisiere; Nuevo color, y al campo nuevo esmalte,
Que un valor semejante es caso injusto O las veré vengadas si el que cria,

No seguirlo hasta el fin, sea cual fuere.» En mí este brio no hace que me falte:
Dijo; y todos dijeron que era justo Este es el fin que en mis cuidados guía,
Lo que dijo, y que quieren lo que quiere; Y causa que mi horror se sobresalte,
Conque, embarcados de común intento, Las veces que oye del sin luz poniente
Las anchas velas dan al fresco viento. Contar las armas y nombrar la gente.
Llevaron todo el dia á remo y vela » Son varios los agravios con que el pecho
El bergantín á vista de lo proa; La francesa nación me enciende y arde ,

Y cuando al sol la tibia tarde hiela Y los que un joven paladín ha hecho
La luz sobre las playas de Lisboa, De nuevo á un mi vasallo, elrey Aliarde,
Con la misma codicia con que vuela Que del honor de su dorado techo
El presto acometer de una canoa, Haciendo de su espada y fuerza alarde,
De través les salió y en su presencia
, A su bella Gautina, prenda amada
Con la suya venció su diligencia. De su helada vejez, sacó robada.
Barloáronse los barcos con denuedo » Y al rico carnario de su tesoro,
Y brío de pelear, y al rey persiano . Por desprecio , á la cola del caballo

Que, viendo este suceso, perdió el miedo Rastrando le llevó unMahoma de oro,
Que antes tenia de seguirla en vano, Que no queda valor con que apreciallo,
Mostró el cielo, teniendo el viento quedo, Sin que del pueblo arábigo ni el moro
Cuan corla marca es la del brazo humano, Parte fuesen las armas á estorballo.
Y que el poder del Rey, sea cual se fuere Dejo otros insolentes desafueros
No alcanza, aunque lo estiren, donde quiere. De Orlando, el conde Dirlos y Oliveros.
Calmó el viento, y quedó el galeón en calma, » Que todos en mi alma ardiendo veo
Y los barquillos dos en mortal guerra : En gustos de venganza, a todos juntos
El rey de Persia á rescatar su alma En esto la haré y este trofeo
,

A pesar quiere de la mar y tierra A los vivos daré y á los difuntos:


Pasar a nado que si el viento calma ,
; Todos en mi memoria á mi deseo
No calma el fuego que su pecho encierra: Con sangre escriben del honor los puntos,
No fué poco enfrenar su desatino, Sangre de hermano y padre, cuya fama
Según el punto á que su furia vino. A ir tras la suya me provoca y llama.
Pero llegó la noche y con su luto ,
» Absoluto señor, rey conocido
El un barco y el otro se ha escondido, Por su muerte quedé al persiano estado,
,

Y al campo, á quien las aguas dan tributo, De mis vasallos con amor servido,
En lágrimas dio el suyo el rey perdido; Hasta ile la fortuna respetado:
Que aunque salió del sol
, el sustituto, Viéndome mozo y de poder cumplido,
Su rayo de oro, en plata convertido, Y no de ánimo corto y apretado ,

Ni ese , ni el alba , ni el siguiente dia Llamado del furor y sangre ardiente ,

Al persa dieron luz de su alegría. Salí á buscar los mundos del poniente.
, ,; , ; ,,,.
. . —
. , . ; , ,; . .,

EL RERNARDO, LIBRO \l.


• Y dejando en mis reinos el C ¡ierto Crece la temp -
1 toi mentó
yiic royo convenía
.1 un soaie " \ Y rechinar de cuerdas j alai di
el
1.1 ciega noi be car el viento,
Para embarcarme al deseado puerto i . <

De mis gentes i. ado salí un dia i •


1 ni iiueiios \ rayos eni andidos

Y al <i:ir las ?elas al i [aje loi lerio, \.¡ 1.1 alta ga\ ia loca el vano asiento

odo
i ( lento poi próspero lenla De las linios, \.i en auna inmergidos,
Que, como a Bo ondoso caminaba .
I 11 11 confusión ( horrible pi
1 11

Cualquier den ota 6 fíenlo me bastaba. \qni j .iiii el revui íto mar, lo lleva
«Si el iii"- le rengan! me móvil i • Aquella
lie un dia | otro dia . .

\ desvolver el mundo sus regiy s, Vs otros dii ruimos coi lendo,1 i

i un. que por él


i i i iba j venia .
Sin ninguna ó con poca mejoría ,

De hazañas llena de ínclitos varones, \ fortuna la cen iz rindiendo


i <
;

Mis me alentaba procurar mi .1 1 1 1


M.is cuando el ya olvidado sol vestía
Por provincias de incógnitas naciones; De oro el mar, * de quietud su estruendo
Porque <s corto y mas corto cnanto encii 1 1 1
á mi alegre bonanza en nuestros pechos
Deseo que no safe de una liei ra. Gozosos BacriOclos dimos hechos,
•Los agüeros por Tánico notados. En medio este ancbo piélago sentada
Atrojen nunca agí roela ningano, 1
1 reta es. por el
gran Júpiter, famosa,
\ dientes toros degollados
\
1
iudades Ilustrada
Ion cii o nobleí i

Negro a la tempestad, blanco Neptuno, 1


De fértil suelo j gente belicosa i

El vientre y los pulmones consultados ,


Aquí a arrojarme vino la pasada
Desplego el lienzo al 1 éflro oportuno ;
lorini ni. en otra en iodo mas furiosa,1

Zarpan las anclas, nao Ujer


| la 1
Pues aquella fue cierta profecl i

Mi patria deja , el puerto y la ribei 1


De .1 en que ya se anega el alma mia.
1 .

•Y entre e astadas pretensiones un esc


11 lido seno
ice la Isla
El gusto en varias osas divi rtido, 1
De seis tajadas
peñas abrigado
Desterrado á buscar nuevas regiones, Con sus pendientes gajos j nn ameno
Volando me entro por el mar tendido Bosque en Hondos cercos coronado,
Variando por diversas ocasiones Donde en liana quietud el mar sereno
ll.tti.i i'i punto que el tiempo un' ha traído Libre del libre v lento esta gnu dado
\ te lugar incierto, adonde el hado Aquí el barco surgió, y aquí mi gente
El bien que me quito tenga guardado. En su arena afei lar Vio el COI IfO lente. 1
1

•Con un templado norte, viento en popa, Dan fundo, amainan velas, \ un lijero

o del seno Pérsico volando Batel luego a la mar parió el navio ,

\ deseosa de ver Is rica Eui opa .


Con que el pequeño pueblo forastero
Voj la olorosa Arabia costeando :
Alegre se arrojo al bosque similiriü :

Por entre las Cenobias ] Saropa Sube al cielo el aconto placentero


I.. cuadrada Dioscórida buscando,
1 La playa suena, el encogido brio
Dejo en el golfo Indico Colidos, :i Cobra vigor; la deseada arena
En las nubes sus bosques esi Hilos. Sale de varias invenciones llena.
»A Melinde dejé á la diestra mano, Társico en el sacar primero ha sido
Y las dos Agatocles al oriente: Del duro pedernal centellas de oro,
Descubro filos, de inmortal verano,
:i l.n cuyo agüero por ventura asido.
En palmares y olivas excelente; El fuego horrible vio en que ai •Ionio lloro :

La infeliz ateca j so profeta vano, Este y aquel de pedernal nacido;


Y de Eritrio el sepulcro puesto enfrente, Que igual al pedernal es la que adoro :
^ otras mil islas ya por popa dejo Si aquel fue temporal \ el mió eterno ,

Y a la punía me voj del mar Bermejo. Uno es fuego mortal y otro do infierno. ,

Desde allí hasta el gran Cairo ful por tierra, yesca arróbala una dudosa
»Kii la
Y bajé |Hir el iSito a Alejandría ; Centella y VUelU allí dorada brasa,
.

Une las grandezas que el Egipto encierra Entre la seca lena una amorosa
(So me pudieron atajar la mia; Llama cundiendo va al principio escasa . :

^ haciéndome el dése ayos guerra, Llegante un árbol y otro, y poderosa .

Que un mundo extraño y nuevo me pedia, 1 n roble, un pino \ una encina abrasa ;

En el Mediterráneo mar me .u-rojo Lo que antes la abogara j consumiera,


l'or (irme norte el rumlioile mi antojo. Brio le pone y fuer/a mas entera.
• Que siempre en las regiones apartadas Sacan el duro pan a quien mohoso
1

Grandezas se prometen espantosas Dejo el húmedo mar y tiempo airado,


Aunque, después de liien examinadas, Y el rojo y lento Higo en el fogoso
Iguales sean con las cosas < >r i .1 ~. : Cerco vuelven enjillo y retostado :

Dejé las maravillas celebradas Mácenlo al guslo menos trabajoso


Del (.airo y sus pirámides Carnosas Entre la dura piedra quebrantado
Y deseoso entre en el mar profundo Desabrida vianda mesa odiosa , .

De atravesar los limites del inundo. Para sola la hambre apetitosa.


• Llenas las velas de apacible viento •Tienden un toro en la ribera amena,
Apenas por el mar sali volando Y en nuevo son y alegre atrevimiento
El marinero eon la vista atento. Las entrañas desnudan y resuena ,

De la alta gavia el puerto contemplando, El arrancar los huesos de su asiento :


Y el vidrioso y húmedo elemento Da sangre color rojo á la arena,
la
Con liviana espuma blanqueando.
l.i Y a ellos con la esperanza nuevo aliento;
Cuando el sabio pilólo eon voz gruesa, Siembran las brasas de pedazos crudos ,

— Amaina, amaina, grita, amaina apriesa. Cercadas de asadores no desnudos.


•Un viento agudo entre una niebla envuelto •Cobran las fuerzas y el vigor perdido.
Que exhalación del agua parecía , Sobre la blanda yerba recostados
A soplar comenzó poco mas suelto Olvidan el rumor y cesa el ruido.
Que su primera vista prometía ;
Entre el reposo y vino sepultados :

Y el mar, con esta alteración revuelto, Yo a esta sazón, de un limpio arires vestido,
Mayor disgusto que temor ponia : Con solo mi descuido y mis cuidados
Cubren las nubes de un oscuro velo Por la selva me entré; que no debiera,
El claro dia y el sereno cielo. Pues se quedaba mi ventura fuera.
, , , ,, ,

25G DON BERNARDO DE VALMIENA.


»Do unn espesura en otra discurriendo, » Si has visto sobro un risco montuoso

No mucho anduve que . sentí ruido, I. cazadora de Diana


a Pella .

\ hacia la parte trae venia volviendo, O sobre roca en mar tempestuoso


De mil fieras sembrado vi el ejido :
Arrojada una virgen soberana ,

Juntas v todas de mi temor huyendo, O en seco rolde duro y espinoso


Entre liebres también el león temido; Enredada la verde vid lozana ,

(.h ntónces hizo ;ilii el común castigo Que, aunque allí su florido abril imita,
Con el tierno cordero al lobo amigo. Sobré el desnudo tronco se marchita;
»¿Has visto antiguos bosques encendidos «Pues la imagen asi de mi alegría
En roja llama é quien esfuerza el viento, En los brazos del monstruo se enredaba :

Que del fuego el estruendo j estallidos Hermoso y blanco cisne parecía ,

Las tinas saca de su verde asiento, Que de algún seco tronco preso estaba ;

¥ a las que halla cu sus amados nidos O cual de Grecia á I'ersia paso un (lia ,

Les 'la en ellos eterno alojamiento, Huyendo el que á salvarlo lo llevaba


Y huyen del peligro, amontonados, De algún Zéuxis, un ángel bello alado,
Lciiins corderos osos y venados?
, . A sus pies un dragón de oro enroscado.
Pues no de otra manera su manada
» » Aquí el amor me dio el primer asalto;
Por el espeso bosque discurría, Aquí me cautivé de una cautiva;
Y la selva no menos alterada Aquí mi gloria vuelta en sobresalto,
,

Ojio con cercano fuego parecía : Una muerta beldad la dejó viva ;

¥o, la vista, y no el alma, sosegada, Acpii me dio fortuna el bien mas alto,
Mirando adonde el daño procedía . Si lo es amar una beldad esquiva :

Un fiero monstruo vi una sierpe horrenda , De entre las manos de aquel monstruo fiero
Que al monte abría quebrando pinos senda. , , A mi pecho salió él arpón primero.
»E1 medio brutal cuerpo tenía enjerto »AI principio entendí que era Diana
Con alas de serpiente venenosa, O alguna diosa de aquel bosque umbroso,
De la cintura arriba el talle abierto, Que, asi robada, una fantasma vana
En feroz proporción sombra espantosa : Por caso la llevaba milagroso :

De espesas cerdas ásperas cubierto, En gualdas vuelta la color de grana,


Con rostro indigno de doncella hermosa, Marchitó al rostro su clavel hermoso,
Uñas y brazos de dragón tenia : Cual tierna y fresca rosa dividida
Quimera dirás que es ó invención mia. Del verde tronco que le daba vida.
«No fué antojo, señor, ni falsa ¡dea ,
»0 con gritos hiriendo las estrellas,
Bien que , á no haberlo visto, lo dudara ,
O con desmayos muerta se quedaba :
Y ser hija la horrible sombra lea Con sus medrosos llantos y querellas
De algún confuso sueño imaginara : Hasta la misma fiera se ablandaba :

Sobre el mas alto pino señorea Yo que nací para morir por ellas
,

Su liero cuerpo y su hermosura rara, Y á solo esto mi estrella me guiaba ,


.Ululando en dos extremos su figura En un punto cobré el color perdido ,

Igual con la fealdad la hermosura. Del nuevo fuego del amor nacido.
» Cual entre secas agostadas cañas » Pico el caballo á quien el duro freno
,

De roja mies en pérsico sembrado Apartarlo del miedo no podía ,

Rompiendo va sus frágiles marañas Que aquí y allí por entre el bosque ameno
Un receloso ciervo, el cuello alzado, Huyendo me llevaba y me traia :

Al tierno bramo con que amor le engaña La fiera, que me vio, en el verde seno
Que no hay estorbo á pecho enamorado , De un crespo pino puso á mi alegría,
Y por lo mas cerrado y mas espeso Y á mi se vino, cuyo brazo fuerte
Mejor camino y rastro deja impreso; Sombra me pareció del de la muerte.
Asi por la confusa selva espesa
» «Con la facilidad que es arrancada
El monstruo iba rompiendo los jarales, De tierna mata una encarnada rosa,
Y cual turbio raudal , rota la presa, Que la dama, con mano descuidada,
Peñascos lleva, encinas y animales ; En su cabeza vuelve mas hermosa,
Y en la senda que al bosque deja impresa, Y della nuevamente coronada,
Matas, robles y fresnos hace ¡guales ; Su descuido prosigue victoriosa ,
Ni le es del pino mas la enhiesta viga, Sin mas estorbo que bajar la mano
Que al segador la caña de la espiga. Y cortar el capullo mas galano ;

»Si causó alteración con su venida, «Asi el contrahecho monstruo me arrebata,


Tú, sin decirlo yo, lo habrás pensado : Y por fuerza me arranca de la silla ,
Alto el cabello, la color peni ida , Y entre sus manos ásperas me trata
El miedo me llevó el sentir roñado ; Cual de tierno alelí rosa amarilla;
La voz a la garganta quedó asida, Y ni me arroja, hiere ni maltraía.
La sangre muerta entre un sudor helado : • Antes se me avasalla y se me humilla :
Si otra vista la vida no me diera Dame asiento en el hombro y su cabeza
Allí de aquel primer temor, muriera.
, Por engañosa y frágil fortaleza.
•Traía, oh cielo santo he de decillo
¡ ! » Creyó que bastaría aquel engaño
Entre sus corvas uñas aferrada Para que, en su belleza divertido.
Una divina imagen, un cuchillo. Del suyo me olvidase con mi daño,
Que de su muerte la dejo vengada : Y me dejase aquel vencer vencido :

1.1 alma en su viril tiembla en oillo!


; No sé quién me libró del lazo extraño,
Traía a la beldad misma robada, Ya en su falsa beldad entretenido,
Un bulto de marfil, una figura Que, vuelto sobre un, la daga atierro
Que es del pintor retrato su pintura. Para con sangre desteñir mi yerro.
» Mi vida muerta en sus crueles manos,
¡ y otra parte intento en vano
«Por una
Mi muerte en ellas desmayada j viva! De dar rojo barniz al limpio acero,
¡Puesta sobre sus hombros inhumanos Y es todo el fruto atormentar la mano:
La Di me basa en quien mi bien restriba ! Que el diamante es mas blando que su cuero :

¡Presa la que con lazos soberanos, Hasta el áspero Vello queda sano,
Para no rescatar, almas cautiva !
Y no se altera ni huye el monstruo liero;
¡Mi Angélica, mi bien mi luz, mi guia, ,
Antes , cuanto mas trato de su muerte,
I. i lii ra i
nlre sus brazos la traía! En regalos los golpes me convierte.
. . . ,,, ;, , , , , ;, , ,

KL BERNA1IDO, LIDHO XI. 257


»En la cabeza, entre guedejas de oro, Con estos cuentns, con la luz del día
• ,

Que coronadas de arrayan traía A un tiempo nos faltó bosque y camino,


,Mil igra extri -II mayor U '
VfuénoS fuerza, por faltarnos guia,
Kn el engaño de ana Dor tenia i
1. 1
o ' ni Idad pasar que allí nos vino ¡

Si un poco con la mano la desdoro, Yo dormir velando i mi alegría,


.
oí .

Cebado <'n la beldad que en ella m, Y el bulto contemplando peregrino


Aun no bien la be tocado, asombrada! j
Y ella también sobre el Dorldo suelo,
Por tierra cae la Sera desmayada. lie amor el ano, el otro de recelo,

•Vuélvese á levantar torpe j marchita, • Restituyendo al mondo tas colorea


Ven '-i hombro me arroja coa] primero! Que la ausencia del sol llevó robadas
Vuelvo locarla moa e > esocita.1 . i La aurora entre argentados resplandores
Mejor me trata cuanto maa la biero : Sale siguiendo I Apolo sus pisadas
, :

lExtraBo combatir, guerra exquisita Las lozanas libreas de las llores


De un bulto aai fantástico, hechicero! De tai ii pedrería y luz sembradas ,

Por hija de la tierra la tenia Brotando todo, al declararse bI día,


Que .ii caer, nueras ruerzas le investía. Cusió, regalo, go/o y alegría.
H is, después que me dijo la experiencia Yo, sin dormir, que amor me desvelaba
u

Querera la Dor la rúente so in ! ¡o Y sueño me quitaba y el reposo,


el
\ que en nna atrevida diligencia Donde mi vida desmayada estaba
Kl mas féi til rosal queda i En un Iu laño iüiio llldadoso - i

Hallando de Ungida resistend > Con ileneio llegue mas no tan brava ;

Kl muro principal de su desvio Kl áspid deja el lecho perezoso.


Cierro la mano, > al furor violento Como las llores ella de su asiento,
Flor, guirnalda j rigor deshizo el viento. Temerosa de algún atrevimiento.
lyo la Bera por el verde suelo,
' u Mas, ya de su recelo asegurada ,

Vuelta, de ágil y diestra perezosa . A proseguir volvimos el camino


Y vi ,!. acoyuntada en mortal I Por rastro y la senda nial trillada
el
Fría se halla en la tierra polvorosa ¡
Que de la horrenda sierpe el bulto vino ;
\u volviendo los ojos junto al cielo,
. Y no mucho después, de gente armada
\ sobre un ai bol mi gallarda diosa
i
l'n formado escuadrón Minos vecino,

:

S¡ tal iinii señora dan los i>itios. Que i buscar i su diosa J mi alegría
Con azon ton los dioses sus vecinos,
i
. .

— Por el camino que íbamos, Venia.


,

«Asi le dije por el tronco arriba i Llegan i ver la que en el vientre horrendo
; j
Donde mi gloria estaba luí subiendo; Bailar creyeron de la oscura liera,
Bajo cargado de la Bruta altiva . Y no les asegura estarla viendo,
Mis hombros carga celestial sintiendo : Que aun la experiencia dudan verdadera :

No los de Allante ( si es verdad que — riba •


i Piensan que sea sil sombra que, volviendo
El cielo en ellos ), ni Hércules viviendo, , Del cielo, aun en sus campos persevera
Sustentar pudo carga mas preciosa; Y el ltey que entre sus ojos se abrasaba
,

Que bí él cargó su cielo, yo mi iliosa. Viva la via,y muerta la lloraba.


oca 'mi sus hermosos pies el prado,
i
<
• Era Tifeo en el cretense suelo,
Y valos engastando en nuevas llores, Aunque extranjero, rey obedecido,
Su pecho, no del lodo asegurado, A quien castigos del piadoso cielo
Entre varios recelos y temores, Traen en varias desgracias afligido ;

Teme i la Bera, i mi y al despoblado, Y entonces, por templar de su liado el vuelo,


Señal que u<> seotia mis dolores, Daba en seguir la escuela de Cupido;
l'iii's ñu h;iv curte mas bien acompañada Que es fuego el niño amor, y suele, puesto
Que los desiertos con la prenda amada. Sobre la seca leña, arder mas presto.
»Mi caballo busqué, que, temeroso, » Llevaron para ser sacrificada ,

Por la selva se entro tascando el freno, A Creía en un cruel altar sangriento


y oniendo á las auras mi reposo,
I
La Angélica beldad en quien trocada ,

Sin él me un de sobresallos lleno, . Mi vida, mi alma y mi memoria siento :

Por donde el monstruo vino, receloso Viola Tifeo en su vejez helada,


lie iiii iieplei me |mr el bosque ameno : Y encendióle su vista el pensamiento
Vano temor i quien su gloria nueva Que el alma siempre es moza, y con antojos
Vencido el riesgo, con victoria lleva. Las niñas se remozan de los ojos.
» Mil regalos le dije y mil ternuras Impidió el rev cretense el sacrificio.
¡>

Que el amor me enseüaba y mi cuidado; Haciéndolo él del alma ya rendida ;

Unas disimulaba per oscuras, Mas, como ni uno ni otro fué propicio.
Y odas pasaba en risa v desenfado : La voluntad sobró de comedida :

Contóme sus pasadas Desventuras, Si amor no da quilates al servicio


Los presentes desdenes de su hado. Ninguna intención buena es admitida;
Quien fuese, dónde y cómo la cogiera Y sean desla verdad estampa viva
El contrahecho monstruo y sierpe liera. Dos reyes á los pies de una cautiva.
» Dijome que era reina del Oriente • cretense de la muerte odiosa
Libró el
Princesa del Catay, por quien el inundo Mi dttlce vida y en sus remos hi/o ,

Mas sangre derramé j peí dio mas gente Tuviese propio altar y fuese diosa ;
Que agua \ arenas tiene el mar profundo : Que esto y mas puede un amoroso hechizo :

Que se casó en los reinos del poniente II la que aquella horrible liera herniosa
i

Niña , con Ganimcdes el Segundo, Su ciego error é idolatría deshizo ,

Y que . |inr bello, tiene algún recelo Tiavéndola en sus uñas como cebo
Que lo ha robado como ai otro, el cielo.
. Para hacerme á mi idólatra nuevo.
» Contóme que las justas pretcnsiones ullabia dos años que aquel reino triste
De hallarle la tlaian distraída . Sobresaltado estaba é inquieto;
Y que de unas en otras ocasi< Que al hado que á su gusto ordena y viste
Cautiva y sola á ('reía fue trailla , La mortal vida todo está sujeto :

Y allí con imprudenti a abusione


. ¡ Tú, ciego amor el instrumento fuiste, .

Por diosa de las llores recibida . Fiero verdugo del fatal decreto,
Donde, en honras y lieslas semejantes, Que tu trato y rigor exprimentado,
La liera la robó dos horas antes. A ti por mas cruel eligió el hado.
17
.,, , , , ,

íof DON nERNAUDO DE VALüUENA.


«¿Querrás saber adonde hallaron fuente «Cuento notorio fué sabido en Creta,
Los males que han 5 Creía perseguido? La primer rosa apenas fue corlada,
j Qué luror los crió, qué rabia ardiente'? Y en rojas gotas (lió y sangre pericia
,.A qué deidad en ella so ha ofendido? La ierra en torno el ramo salpicada
I :

Oye el extraño casi' advierte y siente;


. Tembló Gravinia, y la deidad secreta
Suceso es raro, mas verdad ha sido: Adora que en la plañía está encerrada,
Ni lú lo dudaras, ni \o lo dudo : Cuando al vecino bosque fué corriendo
HIzolo el cielo, que hacerlo pudo. Nuevo temblor y movimiento berrendo.
«De Aleneastro, gran duque de Colonia . «Temerosa Gravinia, airas volviera,
UniCO hijo y único deseo , Los prodigios huyendo pavorosos,
De la española sangre y la apolonia Si en el sangrionio prado no se asiera,
r,s, según dice el mundo, el rey Tifeo, Arraigándose en él sus pies hermosos :

Cuyo cristiano rilo y ceremonia Procura con dolor sacarlos fuera ,

De su patria llevaba al pueblo hebreo, Y ellos, vueltos en lazos revoltosos,


Cuando amor al viaje peregrino Desnudos ya de su primer figura ,

Los pasos atajó y corló el camino. Corriendo se entran por la tierra oscura.
»Y la cretense ilustre monarquia, «Entre una brula y áspera corteza .
One boy en soberbio cetro de oro enfrena. Escondiendo se fué el semblante airoso,
Toda peo- suya se la dio en un día Y su antigua hermosura y gentileza
Aunque de lev cristiana y patria ajena : Del duro tronco huyó en bullo espantoso :

De la infanta Calipso, que regia Las manos da, furiosa, á la cabeza


Su reino entonces, vio la luz serena; Contra el tesoro del cabello hermoso,
Y lanío en sus cuidados pudo el vella, Y de otro ser vestidos ella y ellos,
Que su patria olvidó y su Dios por ella. Verdes hojas arranca por cabellos.
«Gozó su amor y en nudo y lazo lionesto,
, >.La tierna niña endurecer se siente
De duque de Colonia, en rey de Creta El blando pecho á (pie colgada estaba,
El estado mudó , y mudó con esto Y falto de sustancia, la caliente
En mas sabrosa ley su ley discreta ; Leche ya poco á poco le faltaba;
Pues este noble rey, grave y modesto, Del duro tronco la áspera creciente
Y de Calipso la beldad perfeta , Hasta el delgado estómago ocupaba :
Que lioy desde su gran reino al de la China Gravinia, alli la Reina te anidara
La fama nos la vende por divina, Si con las fuerzas que perdió se hallara.
»Una hija tuvieron, que en grandeza »Lo que pudo guardó, y á toda priesa
Y beldad diosa humana parecía, Cogió cfel árbol la primer manzana ;

Dulcía llamada cuya gentileza


, Y huyendo el nuevo asombro, á la Princesa
Cuentan que á las "mas grandes excedía : Pecho le dio y posada mas humana :

De un año era la niña, y en belleza Corrió el cretense pueblo á ver la empresa


Con ledas las (res Gracias competía. De la violenta furia soberana :

Cuan. lo su madre quiso hacer propicios Glauro, ya sin mujer, presente estaba
Los dioses con devotos sacrificios. Y los calientes ramos abrazaba.
»l'n real jardín en el palacio había, «Toda dentro del árbol se escondía
Do un bosque espeso antiguo coronado. La arraigada beldad cuya belleza,
,

Que de regalo y muro le servia, En ásperas crecientes, desbacia


Á los caseros dioses dedicado : Por el tronco la rústica corteza :

Era cierto rumor que en el vivía Y'a de los labios el coral se huia;
De las ninfas el coro consagrado , Tiemblan los hombros, sienten la dureza,
Adonde en vivas plantas escondidas, Caen por las hojas lágrimas, y en ellas
Estrechas gozan y delgadas vidas. Mil perlas son entre esmeraldas bellas.
»En medio del ¡ardin , al cielo abierto »En tanto que la voz. halló camino,
Un inviolable y sacro altar estaba , Y el nuevo ser no entró por la garganta ,
Que lo alto de un espeso laurel verlo Asi dicen que dijo tu deslino.
Con su confusa sombra le amparaba : Hermosa niña, aquella nueva planta;
De los Penates aposento cierto, Que el orden celestial, brazo divino ,
Donde ordinario incienso humeaba, Es quien las cosas de su ser levanta :

Aqui la Reina, con horrible espanto. — Si alguna fe se da á los desdichados


El altar vio temblar y el laurel santo. Oye, Dulcia, tu suerte; oye tus hados.
»0 fuese de los signos causa oculla »Por las deidades soberanas juro
O del hado justísimo decreto, Que almas son ya destas calladas plañías.
O en la divina celestial consulta Que estoy sin culpa del castigo duro
Tuviese lo interior algún defeto, Con que ora, ¡oh hado adverso! aqui me plantas
Nuevo prodigio del temblar resulta Y si es falso mi animo o perjuro.
Que el sacrificio se quedó impértelo; La aguda hacha arroje al fuego cuantas
Los muertos anímales consultados , Kamas me diere el tiempo, y sin frescura
Sucesos dieron sin pensar turbados. Mis troncos cayan por la ierra dura.
l

»De rosas y jazmines coronada »Y' á ti también sin culpa desdichada ,


,

El huerto tiene una preciosa fuente Corla suerte tu estrella te ha ofrecido;


Del tiempo sin artífice labrada ,
Tierna niña, tu vida está engastada
Que al bosque fertiliza su corriente : En aquel tronco en fuego consumido:
La lióla no del todo celebrada , Creta con él vendrá á ser abrasada ;
Con el fuego el aliar resplandeciente, Asi cu el cielo queda establecido :

Calipso, con mil llores en la laida, Mientras puedo sentir su tierno brazo,
Aquí llegó á tejer una guirnalda. Consentid que me dé el último abrazo.
una ama honesta que á la Infanta hermosa
iiY »Y si piedad en vuestros pechos queda ,

En pecho abrigada entretenía,


el De estos mis nuevos ramos la frescura ,

Y con templada leche sustanciosa Del agudo cuchillo, haced que pueda
Su dulce y tierna carga mantenía, Vivir sin daño de los dos segura ;

Junio al estanque una encamada rosa, Y á la raiz que este jardín enreda
Gravinia , que asi el ama se decía El fresco humor le dé inmortal verdura,
A la niña cortó , y el dulce oficio Sin que jamas rigor de brazo airado
De sus desgracias fué el primer indicio. Mí cuerpo deje y tronco deshojado.
1 . , . ,,.,. .
,;. —
; . , ; . . ; , , , : ,

EL HEIINAIlDO, LUIDO XI

•Ya la nh, ya la vista se me acaba . en el ademan se ve pini


•Allí ida
Siento en loa n a ¡i dividiendo, Que presto coi ro A jabalí bi
'i

y i i
calor que aapli llu me daba, En tan viva destreza que eng .

Entre el maciao tronco consumiendo. La VUTta deja ll.na de ali


Dijo y el bello i latro que quedaba < ibe ella una ali haya oronada >

um montería
; i

Se luí- , riéndolo todos, deshaciendo; Con despojos de


Helóse la garganta delicada ; De oso- las presas . de lepo los niervos,
La p Jabí a quedo en la len [na I i" i ue - duros de lijeroi lervos.
Dejó el ser j habla todo junto 1 1
Do aiii aprendí i de< h le la manera

Gi avlnía en árbol nuevo convertida , ; Con que si^u la mía ni a so ejeri lo; li

>, ;ii mas i>i -o de temor difunto i • . Dichosa ocupación -i so hado


La color, el aliento j voi perdida : Tanto como amor le fué propii io 1 1 .

La Reina al rojo altar, sin perder punto, Mas Dando el bien decii Be queda
' i

A guarecer en el tixon la vida No hay Buerte sin azar, beldad sin vicio;
De -ii hadada j tierna inl inta p n i Que Bubfr -in ventura en esta ida <

Domlr ja ardiendo , estaba vuelto en brasa [Su ea mas que andar trazando la calda
,

•Del fuego le sacó v en agua muei lo , Cuentan que el dios Mercurio por el viento
Cobraste, oh Dulcía, nueva hermosura, A negocios del cielo abría camino
Y en lo uro j eni abiei loti ii i
Cuando la bella Infanta en lirine aliento
Tu vida con su muerte se asegura : l'n león flechaba -obre un pardo encino :

Divino ramo, pero eilrai ngerto siente trocado bo primer miento.


Poner en seco tronco la ventuí i
Vuelto amante mortal, de hombre divino :

De 1 1 1 1 \ le ligrimas enjuto, Tuerce la vía derecha deja el cielo, .

Scii.il que ni pr ele Dor ni (ruto, Y ofrece todo su cuidado al suelo.


ció la Inl inta y su tixon hadado , Y ii" se e-conde a la murtal Diana,
ii

En oro Incorruptible se guardaba ;


Tan confiado va en su gentileza ;

a -ii cruel madre fué en custodia dado Que sal..- cierto que í la vi-ta humana
y ii" quien mas bu guarda le importaba .i :
Dulce y tierna prisión es la belleza ;

A ii se babia de d ut Dulcía lo hado, , .


Y leen que su hermosura es Boberana ,

Pues 1 u sola el bien 6 el mal locaba : El cuidad" le da mayor Dneza


Si nadie quiere ser de -i homicida, Que para la beldad es el cuidado
¿Quién guardaré mejor que tu tu vida? Lo que la fílenle para el verde prado.
•Calipso otra pai i" iras esta diosa nKI cabello compone , ajusta el manto
Gomo iras de la aurora nace el dia I. dorado caduceo,
a- ala- y el
Segunda en tiempo, i>--i .> en ser hermosa Que tanto alumbran y relumbran tanto,
y -
ompetencias excedía
i : . : Que Apolo queda en sn presencia feo ¡

Otra Diana " \ énus amorosa . CaUSÓ a la Virgen su belleza espanto,


túsente, Crisalba parecía i
: Y el dios cumplió con ella su deseo :
Si beldad segunda no nacii a
i i i
Si antes le era la caza deleitosa,
Dulcía luna en su mundo la primera. Ya le es muerte dejar la selva umbrosa.
i -i" digo, señor, por relaciones escondieron los montes su delito
De 1"- '!'"' "i mular el caso en Cicla, Por mas que acrecentó á la caza el uso,
Sin disminuir ni acrecentar razones, Siendo el crecido talle el sobrescrito
Ni a las suyas buscar causa s» reta ; De lo que alli encubierto el tiempo puso
porque en humanas perfecciones El mustio rostro, en su color marchito,
Piense que alguna iguale en ser pericia. II de -o incauta madre trae confuso;
Ni jumas todas a la real princesa . Siente, arrogante, con dolor la afrenta
Que amor me puso en la memoria impresa. Y mas del vulgo siente que la sienta.
«Fué Crisalba de todos preferida •Y como la honra en nobles corazones
Por mii rte, condición, gracia y cordura A toda otra importancia es preferida,
Del reino y de sus padres escogida Y el sentir que anda puesta en opiniones,
Que mas que esto se da con la ventura : Peor que muerte en una honrada vida,
Dulcía, graciosa y a ida desabí ida Calipso abreviar quiso sus pasiones
Y en belleza un milaf ro de hermosura, Deber la muelle en sola una bebida,
Faltóle dicha, y fueron en su pecho Y —
muera dijo quien su honor deshonra
Los tesoros del tiempo sin provecho. Pues es muerte <i\ vida sin honra.
, ,

il

•Iguales sin igual, la soberana •Saca el ramo fatal de oro vestido.
Snerte cayó en Crisalba m is umplida; i
Que era de su valor la mayor seña,
Siguió Dulcía la alegre caía afana , \ del engaste ya del guarnecido
i ii .-i ejercicio le i|iiiiu la vida : Entre riígil le pone j -cea leña .
Ceñida al talle y rito de Diana Y al enemigo fuego i" ha ofrecido;
La purpura igualmente Que otra V! e por pequeña
Y descubierto aquello que po lia Tres veces encenderlo intenta , j luego
Fuego ardiente volver la nieve fria. Otras tantas lo luiría al mortal ruego.
•De
rodilla abajo descubierto, la lo saca una vez y otra lo arroja
• Ya , ;

Cual clavel sobre nieve desbi Ya fuego apaga ya lo resucita


el , ;

Elpecho de alabastro ¡ grana abierto, Con ligrimas el seco tizón ra


Y el un brazo j el otro an emangado : Ya en la brasa lo pone, > ya lo quita ;

El dorado cabello sin concierto, La honra y el amor en una hoja


Como al descuido con un mulo atado La muerte tienen y la vida escrila;
l'n arco corvo y una aguda Oecba Si lo que el uno quiere el Otro nii
i I en la izquierda, y esta en la derecha. ¿Quién podrá componer lucha tan ciega?
• Colgada de los hombros rica aljaba, • Ya el miedo del delito que intentaba
Donde sonando van las flechas de oro, El rostro m un lia de color de cer i

Hasta la turbia envidia enamoraba Ya el encendido enojo le alteraba .

Que de lejos contempla mi tesoí o i Y robaba la color primera


le ;

Asi la corle en general la alaba , v, en cruel muerte a SO bija ainena/aba;


i

Y asi el palacio real por mi decoro, . Ya se mostraba madre verdadera:


Un iiivinn pincel le dio en ni Cual inconstante nao en mar airada .

Desla muerta beldad vivo un retrato. De un viento y olro aqui y allí llevada.
, ;, , — —
:: ,;, , ; :: ,: ! , ; :

don nF.nxAnno de valhi'ena.


• Muero el amor porque la honra viva » Dijo; y temblando el brazo desmayado,
Snlo la injusta muerte victoriosa : El rostro vuelto , que su error no viese,
Bárbaro pecbo, cruel, de madre esquiva, El funesto lizon al fuego ha dado.
Si tanto esiimas una lama honrosa, Que un gemido mortal se oyó que diese:
Mira, arrogante furia vengativa ,
Di' la invencible llama rodeado,
Que no es honra malar asi una (liosa. Gomo por todas partes se encendiese,
Ni la liare menor, sino mas ancha. Dulcía ignorante y de su nial ausente,
Quemar el paño por sacar la mancha. Con un nuevo calor arder se siente.
»En la mano el fatal tronco tenia, » Las entrañas el fuego le consume
En su cruel intento ya quemado: Sin causa y de repente procedido,
— Si de esle el fuego ha de nacer, dccia, Y aunque con su valor y brío presume
Que el triste reino dejará abrasado, Vencerlo, queda su valor vencido.
Perezca aquí tu vida con la mía Ya la enemiga parca se resume
Antes que el daño llegue á ser doblado; En dejar el estambre dividido;
Que los raros principios portentosos Cae en el triste lecho desmayada,
No prometieron unes mas dichosos. Cual tierna fruía sin sazón corlada.
»Es mas que el vidrio la honra delicada «Crisalba entre sus brazos soberanos
Al limpio adorno de una real doncella, El desmayado cuerpo sostenía
De huirse fácil de guardar pesada , , Apriétale las suyas con sus manos.
Muerte el soguilla y muerte el no tenella: , Como quien darle su salud quería:
Con mentira y verdad queda manchada; No juzga sus dolores por livianos,
la obra imprime y la palabra en ella; Mas tampoco creyó que se moria:
Y aunque la mancha en la verdad se lava Dulcía , perdida la color de rosa,
l.a señal queda que jamas se acaba. Asi le habla y tiembla temerosa
» Pues yo ¿qué aguardo si en el vulgo siento » —
Llamarme con delgadas voces siento
l.a luya, incauta Dulcía, andar perdida Del seno oscuro de la tierra helada;
De lengua en lengua por el mudo viento, Tristes sombras cruzar veo por el viento,
A quien tu has dado lengua tan cumplida? Y|que me llaman todas, de pasada:
Si es menos que tu culpa este tormento Fátlanme ya las fuerzas y el aliento :
Todas deudas se pagan con la vida : Cielos, ¿á cuál deidad tengo agraviada,
Si joya en ti de mas valor hallara, Que en medio de mí dulce primavera
ICn esa el yerro de tu honor vengara. Con tan nuevo rigor quiere que muera?
» Que el vulgo pregonero de maldades , » Siento , hermana , el dejarte, y no la muerte
En veneno convierte cuanto toca ¿Qué mayor muerte quieres que dejarte?
Ni mira ni perdona calidades Sí me era paraíso y gloria el verte
Ni que la culpa sea mucha ó poca; ¿Qué gozaré dejando de gozarte?
Mas juntando mentiras con verdades, Sí el morir siento menos que perderte.
l.a infamia crece y el honor apoca, No es porque quedas mas por no llevarte ,

Y para dar al blanco adonde tira ,


Donde me llaman ay , Crísalba mía
: ¡ ,

La verdad hace igual con la mentira. Que es temeroso trance esta agonía
» Fenezca pues tu vida y mi contento, «Sola he dado cuenta de mi vida,
á ti
Aunque eres digna de mayor castigo Sola á tí he descubierto mis amores,
¿ Donde me lleva este furor viólenlo? Como á la secretaría mas querida
Mas que el amor es el honor mi amigo: Que el cielo pudo darme en sus favores :

¿Soj madre, ó soy verdugo, ó inslrumento Si eres desta alma la mitad partida,
De alguna furia que sus pasos sigo? Si te obliga el amor á mis dolores.
i Qué es del materno amor y el pecho tierno Esto, oh mi amada prenda! solo pido
;

Que un dia tu cielo fué y es hoy tu infierno? Por alivio del paso á que he venido
» ¿ Tan presto un solo enojo me ha robado » Que si acaso aquel dios, cuya memoria
Mil penas y dolores que me cuestas? Siempre en mi alma vivirá guardada,
¿De dulce madre el nombre regalado Llegare aquí, después que la victoria
De tan liviano peso es en mis cuestas? Mia esté por la muerte declarada ,

Vive que si el amor es el culpado


; Le cuentes con dolor mi amarga historia ,
No han de pagar tus lágrimas sus tiestas. Y' por fin de la muerte desdichada
Mi hija fué á decir, millulcia dijo, Dirasle hermana que á este paso fuerle
. ,

Y aun deste mi amoroso se desdijo. Mas me mató su ausencia que mi muerte.


'— ¿Que digo? ¿Esloy en mí? Estoy trocada? » Que si con estos ojos ver pudiera
¿Creta será á una adúltera ofrecida? Su beldad cual está en mi fantasía,
;
Oh si fuera tu vida desdichada Pequeño brazo el de la muerte fuera
En la primera brasa consumida! Para dejarme sin la vida mía ;

Estuviera tu muerte ya olvidada, Y si por ser mortal al lin muriera,


Sin señal en mi pecho la herida, Muriera no tan falta de alegría ,

Atajada tu culpa y mi pecado, Sirviéndome su boca de aposento


Y el presente dolor fuera pasado. A este mí último espirilu y aliento.
«Recibe el justo precio á sus hazañas, » Y si es de veras dios y no ha fingido ,

\ el castigo menor, que lo mereces, El encendido amor que me ha mostrado,


Y abrase este cruel fuego mis entrañas, Hiciera al fin con su valor cumplido
Pues que naciste allí, y aquí feneces: Este paso y dolor menos pesado
Dos vidas que me debes tan extrañas s ento la muerte porque no he vivido,
Quiero cobrar de ti no de dos veces : Y en edad peligrosa me ha hallado,
Con una muirte quedaré contenta , Cuando al mundo mi vida parecía
Pagada de dos vidas y una afrenta. Alegre flor al despertar del dia.
La primera te di cuando en mi pecho «Siento que esta semilla soberana
í ser que ahora tienes recibiste
i
Que ahora viva en mis entrañas siento,
> la segunda, que esle daño ha hecho, Antes de ver la luz , muerte temprana
Cuando librada en este ramo fuiste: Compre á cuenta de darle yo el sustento
Todo queda en tu muerte satisfecho Y que la parca cruel en la hebra vana
Muere que al fin para morir naciste ,
. Antes de urdirla, dé el golpe violento,
\ no iras sola; que esle mismo fuego Y en el breve morir solo le cuadre
Tras ti me llevará á buscarte luego. Ser hija y heredera de tal madre.
, : : : ;
. ,. ,. , ,,
, —. , . ,!
.. : .,

i i BERNARDO, l.lliltn \l

i.
Bienio 'i
111 ' ja l:l v ''' ;l M ""' acaba, Asi iba el rej de Peí la lamenl indo
v,
que el alma comienza i desasirse su iirga historia orla de ventura
. i

Y i-l Ir. -en aliento que vijjiir un- l:i t >:i ai tiempo que también el conde ind i
li i

Dentro del pecho en ruego convertirse. Del valle de Pomiei por bt espesura ,

Asi la bella Dulcía se acababa A Garilo y los su*" decl u ando i

Cual se ve tierna antorcha consumirse La artificiosa enigma antes oscut a


y (i i- iiii i , mas iimiTi i
que bu hermana t'.on el di cui io ueste dult e cuento

Asi le aplica una esperanza vana La verdad confirmó de su ai jumento



:

Vive mi Dnlcia de temoi c ¡uro


, . Fods co tai q
i
n inundo v. mo 1 1

Que un jera tn mal tan poderoso Cuantas se alegran con la lu/ del d
Aunque sejnnte I él mi desventura! Aunque de sus lenguajes carecemí
Que de tal vida salga \ ¡ctorioso Su habla tienen trato y compañía ,
'

¡Vi se desdore asi iu hermosura : SI sus conversaciones no entendemos


Que el carmesí de ese clavel bei na o Ni sus voces se sienten cual la mía,
No le veri la muei te aunque ali evlda .
Es por tener los hombros impedidos
Por no cobrar en vei I" nueva vida A Coloquios tan grave-, los oídos.
•Si el cielo me da un nudo» c puede ij Quién publica í las próvidas alujas

Yo ligaré tn alma con la mia .


Sus sainos aranceles j ordenanzas?
Y haré que entre las dos asi se enrede, Y i quién el ruiseñor envía sus que]
, i

Que sigan ambas una misma i ia ;


Si siente al cazador las asechanzas
Ri vaya ni la luya qui
i. i
i Quién a las grullas dice ¡ las cornejas
Ausente de so dulce compañía .
lie los tiempos del mundo la- mudanzas?

Antes, iguales en ventura j suerte, Y al prado que Borece mas temprano

Pasen por una vida j una muerte. ¿Quién le a\ isa que \ lene ya el verano?
• Gozarnos hemos tiempo sin medid i; «¿Quién sin tos lenguajes, que, escondí. I., ,

Mu estés de lo contrario recelosa ; No de todas orejas son hallados.


Y alia I. ti- Iras la edad uuiplida i i , Mas de sus sordas V0CC OS iinlus I I

En su lugar seré pieza roñosa Los raros hombres i quien dan cui.ia.ios''
Vendrá menos aceda y desabrida lan absortos los traen lan divertidos , ,

Que ai lin .-s la vejei caí ga penosa Y en tan nuevas historias ocupados,
Y en nn mismo sepulcro venturoso Que es fuerza en esto confundirse lodos
Un lecho gozaremos j un reposo. - En varios casos por diversos modos.
» Asi Crisalba i Dulcía consolaba •Créese que del ruido que las cosas
\ asi Huiría se estaba consumiendo Unas con otras hacen intirniiirando ,

Y aquella poca vida que (altaba De su armonía y voces deleitosas


Por el ni e sutil Be rué huyendo Las suspensiones dan de cuando en (liando;
Huye el aliento que el vivir le daba, Que en su cauto y palabras poderosas
Coi larcfaita v débil Dor cayendo, Asi el seso se va dosongazando.
i a brasa consumida
y acallada". Que el de mas grave precio se alborota,
Entre blanca ceniza amortiguada. Y el saber de mayor caudal se agota.
SI cien lenguas distintas y acordadas » Des o a veces se engendra la locura
I

El cielo a esta sazón me concediera Y las respuestas sin concierto dadas ,

Y en rilas las palabras mas limadas Sin traza al parecer, sin Coyuntura ,

Que liay en la clara discreción pusiera, Ni ver como ni a quién encaminadas


Fueran de a ionio curio y limitadas, I Los árboles, los campos, su frescura ,

si encarecer con ellas pretendiera Las cuentes y las cuevas mas calladas ,

El iloiur, sentimiento, angustia j llanto A quien llega i sentir por este modo
Que en Crisalba can-., el mortal espanto. Tildo le halda, y él responde a lodo.
¡Oh humana suerte de inconstancias ¡na
• II .
» no entender ni oir este lenguaje
Y el
[uien ni vale gracia ni hermosura, Con que el inundo se trata y comunica ,

Ni el cetro real que no mundo y otro carreña Y a su Criador en feudo y vasallaje


En su misma grandeza se asegura ! Eternos cantos de loor publica ,

No hay tiempo claro ni alba lan srrena, La ocasión cuentan que es cierto brebaje
A quien no siga invierno y noche oscura ,
Que el engaño, en naciendo, nos aplica .

Ni alegre sangre en juveniles afios De groseras raices de la tierra,


Libre de riesgo y maquinas de engaitas. Que el seso embota y el sentido cierra.
«Ahora el cabello enlace y la garganta » Mas aquel que por suerte venturo.- , a
Con las perlas del mar que Arabia cria Y favorable rayo de su estrella ,

\ ni purpura de Tiro asiente cuanta La voz. desta armonía milagrosa


Riqueza el monte hnabo a Persla envía; Libre i¡c imperfección llega a ente idella .

Ahora de la beldad que al mundo espanta Al cuerpo la halla y alma tan salaos a ,

Las llores goce, y donde muere iIm ,•',


Que a tudas horas ocupado en ella ,
Suene su voz, y corra desde oriente A solo su feliz, deleite vive ,
Libre de lengua en lengua \ gente en gente; Y de otra cosa en nada le recibe.
«Todo ello es sombra, fábula j engaño, •No es invención ni fábula compuesta;
Despiertos sueños de la humana vida, Que ya por mi este caso ha sucedido,
Que corre y vuela de uno cu 01 .

Lleg lo sin pensar a un floret . 1 1

Hasta donde la muerte esta escondida, Junto i una cueva en un lugar llorido :

Cortando á lodos de vestir de un paño, Al pié de un roble, por pasar la siesta,


Sin hacer diferencia en la medida ; Al son del agua me quede dormido ,

Que son el pobre el r eo, el Baco y fuerte , Y una serpiente cu lauto .] ue .lorinia,
,

Iguales á las puertas de la muerte. Los oidos y el rostro me launa.


»No del Tigris las ondas espumosas «Desligóme el sentido de manera.
Que en furiosos raudales van pasando, Que cuando desperté quedé admirado,
Ni deVenus las oves amorosas Porque en formando tono j voz entera,
En sesgo vuelo por el aire blando. Hablar oí las llores del collado :

En curso igualan las humanas cosas Y un árbol, por historia verdadera.


Que los tiempos tras si llevan volando; Me contó que .o la cueva de aquel prado
La pena sola y el dolor mas breve Medoro hizo a Angélica la bella,
Parece adonde está, que no se mueve
, i.i Seis dias antes , dueña , de doncella.
,;, ,; ,,, , ,, , ,

262 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Sobresálteme, y escuchando atento, » Yo (ligo del feliz Rustaquio, hijo
El bosque sospecho <|iii' i'i'.i encantado Del bárbaro Abdehnon, humilde ollero,
Y por albricias del amargo cuento, Que hoy, en su afortunada estrella fijo,
Furioso, todo ii> dejé asolado : De la ancha Libia vuela el cetro entero:
Partfme con un nuevo descontento, Solo (leste en mi libre regocijo
Oyendo hablar las selvas, el gánalo, Me falta el bien de ser su prisionero;
Los árboles los rios y las fuentes
, Que de un hombre dichoso aun las cadenas
Las piedras, los collados y las gentes. De bienes suelen ser y gustos llenas.
«Esta fué la ocasión que ya algún dia «Cuando en el trato humano considero
De mi el mundo creyó que loco eslaba La altiva majestad la real grandeza ,

Porque , aunque preguntaba y respondía, Con que un hombre avasalla un mundo entero,
Ni el por qué vían ni con quién hablaba;
, \ se hace del, á su pesar, cabeza :

Hasta que Astolfo, por la extraña Via La ciencia de un (ilosofo, el severo


De un licor peregrino que él usaba. Rostro de un senador, la fortaleza
Me cerró, como de antes los oiilos,, De un soldado, el nivel de un arquitecto,
Y volvió á su concierto los sentidos. Y compás de un artifice perfecto
el :

«Pues en el tiempo que escuchando anduve La luz del sol del mundo la alegría
» , ,

Encubiertas historias no entendidas, Las perlas de la mar los granos de oro ,

Increíbles son las fábulas que tuve, Que en sus entrañas para el hombre cria ,
Sin querer aprenderlas, aprendidas; Fuentes de gusto, venas de tesoro,
Y entre otros, cierto dia me detuve Mármoles, jaspes bronces, pedrería ,

En oir de unas tragedias nunca oidas Que por curiosidad pompa y decoro ,

Lo que ahora quiero que por prueba quede Da á sus teatros y ciudades bellas ,

De lo que vale la ventura y puede. Y el suntuoso primor dellos y dellas:


» Y' no se entienda que es cuento inventado , «La religión, el trato, las maneras
De mi persona y gravedad indino; De tiestas y comidas regaladas,
Que aunque de humilde cuerpo, va fundado
, Prados jardines cazas montes fieras
, , , ,

En caudal y discurso peregrino : Músicas y pinturas delicadas:


No está todo el valor en lo abultado La luz el aire el cielo sus esferas
, , ,

Menudo es el aljófar, y si es lino Para el servicio humano fabricadas,


No pierde por menudo en buen consejo Las flores frutas fuentes mares rios,
, , . ,

Lo que por limpio gana y por parejo. Sus bosques, selvas y árboles sombríos :

>>Junto á los arruinados paredones » Y otros varios deleites de que goza


De la antigua Cartago llegué un dia, El hombre en esta vida á su contento
Y' cansado de oir lamentaciones Cuando la juvenil sangre retoza
Que cada piedra contra el tiempo hacia O se madura ya el entendimiento:
juzgando por las mias sus pasiones, La salud el linaje la edad moza
, ,
,

A la sombra de un álamo, que abria Que es del placer el verdadero asiento,


Pomposa rueda con sus ramos huecos, Y el gusto del saber que de la cepa ;

De un ruiseñor me puse á oir los ecos. Humana no hay sabor que tanto sepa :

» Venia su nueva libertad cantando, «Cuando todo esto considero y miro.


Que de una jaula de oro al libre cielo, Criado el hombre y hecho á su regalo,
Burlada la prisión, el aire blando Lo juzgo por feliz, y no me admiro
En lijero cortó y delgado vuelo; Que perder tanto bien tenga por malo :

Y las.vecinas selvas convidando Que tire del vivir, que es dulce tiro,
De su arpado canto al gran señuelo, Y sin precio un brevísimo intervalo
Asi cercado de aves y de espanto,
, De vida en que gozar de lo presen) e
, :

Oyendo todas prosiguió su canto.


, Que el cuerpo muerto al fin ni ve ni siente.
»
— ;Oh bien
dulce libertad! dichosa prenda,
humano comparada,
» Mas cuando vuelvo á ver la humana suerte
al tiempo y á miseria tanta
A ningún Sujeta ;

Sin quien del mundo la dorada rienda Que cual frágil cañuela es el mas fuerte
Es, por mas bien que dé. carga pesada; Cedro que el monte Líbano levanta :

Ni alcázar de oro , ni bordada tienda Cuando vecino al polvo y á la muerte


Jardines , ni comida regalada . Está el dosel que mas se le adelanta,
Música, cantos, aparatos, galas, Los miedos, sobresaltos, sinsabores,
Ricas vajillas y entoldadas salas; Vejez, enfermedades y dolores ;
»Ni los demás deleites que al sentido » Y sobre todo el curso irreparable
El real cetro y su lisonja ofrece, Con que en los breves dias se consume
Todo, sin libertad, es bien Ungido, El bien mayor, el gusto mas durable,
Falsa alquimia sin ley, que oro parece: Del que en' su estado y fuerzas mas presume;
Ya en rica jaula y en jardin florido , Hallo al hombre tan pobre, tan instable,
A quien lo mejor de África obedece, Que inda su grandeza se resume
Vi >o mi albergue hecho , y mi arpada En ciega vanidad locos vaivenes ,

Lengua de graves reyes escuchada. De propios males y de inciertos bienes.


«Defendido de archeros que por horas «Todo es sombra, y no mas mas donde en todo ;

La guarda hacen de mi altiva casa, F.sdigna de llamar ¡a humana suerte,


De sabroso manjar y aves cantoras Es en ver cuan á tiento y <le qué modo
La mesa puesta , y los saraos sin tasa Anda el hombre en la vida y en la muerte:
Estanques de cristal fuentes sonoras ,
, Aquí le dan la mano allí del codo, ,

Y lo que á todo junto excede y pasa Aquí le hacen errar, allí que acierte :

Perdido el i¡i"-u'o, el miedo y fa sospecha ¡Oh laberinto humano cuan a ciegas !


¡

De sutil red y de invisible flecha. Los gustos das, ó los contentos niegas!
«Mas todo junto, ¡oh libertad preciosa! » De la jurisdicción de la fortuna
Contigo ni se iguala ni te llega : Estos turbios celajes forjo el hado,
Por tu riesgo troqué mi paz sabrosa, Sin que haya vista lan de linee alguna,
\ el real jardín por esta estéril vega: Que el fondo alcance á ver de su nublado:
Sola, entre sus deleites, una cosa Sola ella en dispensar su antojo es una ,
\ mi ^usto tu nuevo estado nii Y Rustaquio Abdelmon su mas privado ,

Que es privarme de ver la llena luna En cuyo bien jamas supo estar queda,
De aquel soberbio monstruo de fortuna Hasta darle la cumbre de su rueda.
, , ; ; . ;.; ;, ; . ; .

EL BERNARDO, LIRRO XI.

Por Indas la* o.l ule- <|>i>- en el inundo


. «Yo aquí imitando su pomposa roed <

Mi estrecha alma gozó vital aliento, En la que de mi plumas comí i

De fortuna favor tan sin Begundo Lozano pavón vuelto 1 la vereda


Mi vista vio, al en su memoria siento ¡ Del curso bu ful gran tienr) s| ,

Y i.i lai experiencia en que me Rindo i


^ aunque vi allí grande! is de que pueda

No a de un a! dos de diei ni ciento; i


. Hacer alarde aquí la lengua mia.
es ele ellos son j años perfelos .
Ni en o la edad hallé ni en otra alguna .

i He el mundo ba cu ido y sus secreti s Como la de Abdelmon Igual fortn


Dejo ahoi i el conl n c imo ladas 1
1
•Hucboa baj que de humildes tundami
Las almas va poi áspero castigo .
So alzaron a supremas dignidades
De 'us primeras cnlp: s son ligadas Principes hubo cuyos nacimientos
En frágil 1" al cuerpo, su enemigo; Apenas los cono, en laa edades
o de uno en otro barajad is, Pero iu> ion al fln sus crecimientos
Siempre mudando van ca abri i
Hijo-, de -us altivas voluntades
¡

Y en 11 ti ^ forma \ vida diferente i- ;i


Salicmlolo a av miar en el can
Eternas vueltas dan eternamente. Por esta ó la otra parto , á su destino.
Boj suelen habitar un cuerpo humano, •Has Ruslaqulo Abdelmon, que boj i igc al mundo
Y mañana hallarse en el de un bruto Todo es parto feliz de la fortuna
Yo ful primero un capitán troyano, Ella el paso pri io olla el segundo ,

i iics Armodio, un noble disoluto


|
Dio los demás en su creciente luna
¡

i n. inte, otra ful enano


i vez fui gl Ni él la fecundo
solicitó, ni bu
Olí inder, un moi d n astuto
a i : Reino le debe diligencia alguna;
Y dentro de Pitá( oras el mudo Que cuanta majestad goza en su altura
Al mundo hice un Qló oro sañudo. Todo os hinchado golpe de ventura. —
•Después ful rej después un el , •Esto cantaba el rol eñoi al vuelo
Tras '-:" 1
1 ramera Asp n \ lu i . De las aves que oyéndole se espantan
.

Atenedoi o un Del repre enl .


Que con arpadas lengua iempre al i

Y Epfdices, cobarde orador i


Mi is a este semejantes cantan ;

1ni erpandro, gran músico ¡ d


i ini inte Y do sin eausa ; que en el maturo suelo
Que a la arpa anadió una cuerda . > i
Asi en las cosas de Abdelmon discantan,
Olvidé los primores que sabia ;
Que de cu míos adoran en la luna
Camello fal otra vez, gallo otro dia. Por monstruo le confiesan de fortuna.
Médico de opinión y mal p «Rústico hijo de un humilde ollero,
F.nPeriandro nací el seso lleno , ¡ En África le hallo su eslri
lia un ilia

De quimeras, seguí tras la imperfeta Que formar dibujo verdadero el


Senda sin encontrar un verso bueno : De un homiiio venturoso pretendía :

Fui Epicuro glotón fui la indiscreta . Fué «lo su dicha el escalón primero
Filomena fui el asno de Sileno . .
i
d real carbunco en quien el sol hacia
Fui Focl hablador de dichos vanos Nui ro retrato suyo y entre peñas ,

Y fui Ademedes, jugador de manos. El á los ojos con vislumbres senas


•Fui Bráclilo el risueño .fui el mendigo •Huyendo una enroscada sierpo que I

Parresias ful Diomédes el tirano . . En sus escamas do oro el campo riso .

Y entre estos varios mundos, al abrigo Que el triplicado silbo al pié cobarde
De un árbol de oro fal p ivon lozano, A tiempo le hizo huir medroso el p o
Puesta déla Coi luna pi r Ligo I
-
Donde la rica piedra haciendo alarde
A los ciegos discursos de su i
Está de su beldad tropezó acaso . .

Donde de un barajado mundo á liento,


. Y' al caer sin tiento en el estéril llano.
Los disgustos reparte y el contento. Fortuna misma se la dio cu la mano.
En medio lo poblado di (¡erra 1 1 •Y él, sin hacer de su valor estima,
l'n altísimo monte se levanta, Tibia la lleva y des-; Diadamente,
Que un yerto cerro j escabrosa sierra Cuando á Vanlcio vio, que era la prima
isla las cumbres es desde su planta En presunción de SU aldeana gente
1
i :
:

Su altura aquí en pomposos ramos cierra Violo piedra, y vio como no estima
la
De un árbol celestial la insigne planta . Su resplandor el bárbaro insipiente;
De esmeraldas sus boj - de oro el troi .

Que en ignorantes manos la mas lina
Lustroso de una parlo y de Otra tironeo , Perla se vuelve humilde cornerina.
«Lleva por fruta y Dor honras y afrentas, »Y él, conociendo el sin igual tesoro
Una y otra fortuna indiferente Olio en su estrecha materia so ineluia,
> ella en sus ramos, puesta ron violi ni i: En cuya estimación es pobre el oro
igo y ila con lusa mente : Y humilde la mas noble pedrería
Al del árbol van olas hambrientas,
|'ié Guardándole á su dicha aquel decoro
Sin tiento de confusa j ciega gente . Que á tan nuevo favor se le debia .

Que , por los risco, sin ndo, De iodo su caudal se neo


i nos cayendo van \ otros volando. , Por comprar la pn irita.

»En pinas (le oro cao la fruta altiva, •Compróla y dio por ella su pobreza
.

cada cual la mas galana; Y' con ella quedó prospero y rico:
Y bien si todas do oro caen de arriba
, . Ño sabe en qué emplear tanta riqueza
Una podrida salo, y otra vana ; Que el mundo
todo a su grandeza es , i,

l'nas lio,,:.-, de muerto otras de esquiva . Ya del sayal enfada bajeza le 1 1

Afronta, y otras de honra soberana : En brocado trocar quiere el pellico;


Este lisonjas halla el otro h res . . Sobre SU estéril paja esta acostado .

Y a olio un áspid le pica entre las llores. Y allí se sueña en tálamo dorado.
»De gusto aquel j de tesoros llena Despierta y confiado en -u t. soro,
,

Su pina coge, y al o rrar la mano, li, pají se rodea j de criados,


i

En lugar del contento halla pena . Ricas vajillas, reposteros de oro,


Y' las riquezas vuell is aire vano : Del pincel de su antojo fabricados :

Por uno. al lin que acierta con la buena . —El dia, dice y la ventora adoro ,

La suerte yerran mil h engaño humano! . , Que tales siglos me tenían guardados
Que la fin tuna pu< sta sobre imios, , Para sor en la tierra sin segundo .

lie un error rie los diversos modos. l'U' s nai pobi e j mando ahora
i . el muí.
—,; ; ,! ,
, : , ,, ,,,,

2ftt DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Bien en este carbunco baj dos millones : «Mas libre con la nueva luz del dia,
l'n grave estado compraré del uno. Su pequeño tesoro toma, y parte
Ricas preseas del otro , altivos dones Del ardiente calor de Berbería
De aparato cual otro fué ninguno; Hacia la mas oculta y ciega parte ;
Y aun talos podrán ser las ocasiones, Porque en la muerte que presente Via
Y el tiempo en mi favor tan oportuno, Teme que alguno sin razón le encarte;
Que llegue á ser emperador potente Y no le aprovechó; que el oro hallado,
Desde el tostado egipcio al mauro ardiente. Que á otros suele salvar, le hizo culpado.
»A1 humilde Rustaquio, que es el hombre «Por la codicia de los rubios tejos
Que para mi halló esta gran riqueza Seis cuadrillas salieron a buscalle,
Cuando de ver mi majestad se asombre, Y una dellas bajar le vio de lejos
Daré altivo la mano á su pobreza, De una alta sierra á un encubierto valle,
O ilustre celo con honrado nombre Y que entre unos manglares mal parejos
De criado, si alcanzare á tanta alteza; Tropa alarbe le espera por roballe,
Y no es pasa excesiva al beneficio Donde vida y dineros le quitara.
Admitirlo desde hoy en mi servicio. Si la que á prenderle iba no llegara.
«Mia esta rica piedra de derecho »Ya las rendidas manos en un lazo
Era como también ahora es mia
, Presas le halló la escuadra diligente,
Que el ollero Abdelmon en mi barbecho Que á toda priesa el áspero ribazo
Se la halló porque tras mi venia
, : Saltó , y dio en los alarbes de repente ;

Yo no tengo, como él ánimo estrecho; , Y ellos , en firme y en gallardo brazo,


Que desde que nací ser rey quería Preso y vidas defienden juntamente,
Y la feliz estrella, en cuanto ofrece, Y al brio de sus rústicos contrarios
A los brios que inclina favorece. Varias heridas dan y golpes varios.
»¡Que nube al viso humano tan oscura »Ya en porfiada batalla y cruda guerra
Es la fortuna , el hado y su deslino Los unos en los otros marañados ,

¡Poroué rodeos camina la ventura Pedazos hechos, la sangrienta sierra


Cuando quiere saüros al camino ! Caer los vio en sus faldas destrozados ;
Pobre Rustaquio vio entre la verdura Y de ocho, dos valientes de la tierra
Este tesoro que á mis manos vino; De Abdelmon, en mil partes lastimados,
Quien entonces le viera juzgaría Vivos solos quedaron y el cautivo,
,

Por suya la ventura y era mia. , A costa de sus muertas vidas, vivo.
«Así Vanicio en bárbaros discursos
, «Parecióles estorbo y demasía
Quimeras fabricaba por los vientos Volver preso de allí el cautivo mozo,
Midiendo el cielo á palmos y á sus cursos , O porque su temor se lo impedía,
Dando y quitando ley y movimientos : O la codicia ó bárbaro destrozo :

Tan vario que á ser de oro los concursos


, Despojáronle al fin lo que traia,
Y avenidas de vanos pensamientos Y de la selva en un profundo pozo,
Que á su ambición venían, ni la hartaran Que su delito deje mas cubierto,
Ni sus torpes locuras concertaran. Lo despeñaron, y quedó por muerto.
»; Qué de Vanicios en humildes lechos «Dióse por tal Bustaquio desde luego,
La luz contempla de la aurora tria Y trazó la fortuna su caida
Que un mar de locas pretensiones hechos, Por mejor levantarle, y así el ciego
Todas las cumplen esperando el dia; Pozo no le quitó, mas le dio vida;
Y en quimeras y monstruos contrahechos Que como quien despierta del sosiego
,

Desvelan la inconstante fantasía. De un dulce sueño, el alma divertida,


No viendo que las cuentas sin dineros, A mirar comenzó por el profundo
En saliendo la luz, son todas ceros! Sí vía los reinos ya del otro mundo.
Abdelmon, de otra parte, en el cuidado
i) «Y no del hondo infierno llama horrible
De cien rubios cequies con que Vanicio En ciego humo y rechinar sonoro
Compró el precioso globo desvelado, , A un tibio rayo vio de luz visible,
De su aldea se finge un gran patricio ; Mas rubias masas de centellas de oro :

Mas la fortuna, á cuenta de su hado, Volvió del todo en si ( caso increíble!),


;

Codiciosa de dar al mundo indicio Y en medio se halló de un gran tesoro


De sus milagros, dio muestra segura Que alli la ciega antigüedad ó el hado
Que no consiste en trazas la ventura. A su ventura le tenia guardado.
«Tenia Abdelmon por lisonjero amigo «Salia por cíen torcidos escalones
A Almohadí, cierto árabe embustero, La bóveda sin luz , de oro preñada
De sus secretos singular testigo A unos desbaratados paredones.
Y de su alma desnuda dueño entero : Fábrica en otros siglos celebrada :

Este en traje de paz fiero enemigo, Sacó el moro feliz, de los montones
Deseoso de hacer presa en el dinero, De joyas, una entre otras señalada
A las ruinas de un antiguo muro Un rico alfanje cuya pedrería
,

Se le hizo enterrar por mas seguro. Una ciudad su estimación valia.


«Y aquella noche el cauteloso moro, «Quiso en Túnez venderle á menos precio;
De hambrienta codicia el pecho Heno, Que la hambre no come perlas ni oro,
A robar del sincero amigo el oro Y el espanto de joya de tal precio
Por las tinieblas fué de un bosque ameno : A voces díó por salteador al moro :

Cuando, á tiento buscando el fiel tesoro, Llevante preso al Rey , que , con desprecio
De un frió áspid halló el mortal veneno, De su ánimo real , quiere el tesoro
Que trocándole el curso de la suerte
, Y' por él en la torre de palacio
Por rubio oro le dio pálida muerte. Cárcel le dieron y prisión de espacio.
«F.ntre tanto á Abdelmon en triste sueño iBudebuz, rey famoso de Marruecos,
Morfeo le pinta de su amigo el caso Por lo infeliz de una batalla brava ,

Despierta y va á buscar de su pequeño


, De la alta torre en los desvanes huecos
Tesoro el breve globo y bulto escaso ; Despojado del reino y preso estaba
Y viendo el pago que el mortal heleno A cuyo oído los preñados ecos
Al falso moro dio, suspendió el paso, Del gran tesoro que Abdelmon negaba
De la muerte medroso y la serpiente Llegaban y deseo por experiencia
,

Que aun en lomo del muerto cuerpo siente. Ver del moro el oseo y la presencia.
,. , , , ,,, , , 1

EL BERNARDO, LIRRO XII.

«Fué rosa fácil darle gusto en OSO, muerte son , las tres cn«as que concurren en la genera-
Por serles nns misma torre
c Ircel : ción, s.i saber: calor, humedad y espirita y su muerte
i ;

Hizo gravea preguntas el rej preso si-iulh lo pui u que hay que li II BU -i juventud, salud
,i I

Al mancebo en la rama que del erre


y hermosura del cuerno humano.
Y baila que en todas tleue rondo j peso,
Y una estrella relia que le socorre En la novela de Orlando su ve la trabazón yon:
Y casi le arrebata en raudo vuelo pondencia que todas las criaturas tienen con tu princi-
A levantar -u kc > una al cielo.
i i
pio, y como tudas son piconeras de su Providencia

»I)e otra parte Abdelmon


estando cierto .
divina.
Ser de Marruecos rej allí estaba el que En el canto del ruiseñor se maestra cómo di
o (bese virtud propia fi encubierto .
bienes humanos el mas pi mw la libertad ; y en los
Rajo de luí que su animo guiaba . suceso-, de Itustaijiiio Aliilcliinin , deque pequeños prin-
Al real valor aun no del lodo muerto,
. cipios nacen las majestades del mundo j cuan poco 1 ,

Del fieros rej * su persona brava leu los discursos de la prudencia humana donde uo fa-
Ki preso moro te Incl le suerte,
vorece la divina.
Que servirle ofreció hasta la muerte.
•Era prudente el Rey, j en los sucesos
Noto del moni una felá ventura,
Y enderezar con «ti sus aviesos i

Más que furor, le pareció cordura i

Quiso el rigor templar de mis excesos LIRRO DUODÉCIMO.


Con arrimai se i senda mas segura,
Y mientras su forl no i< ARCt'MF.NTO.
Valerse en mis asares de la ajena.
Cirilo a Orlando r i sus campal clin»
cubrióle se peí bo gozoso, I

i> . j 1
,

En linnr confianza se prefiere


1
\ adíes estatuas de oro ea una ufa encantada, él se triste > n
n ii uní aballa '!<• un pastoi
.1 •
rec Ldc de :

De dar la mano al Rey; que un venturoso SansucOa 6 Roseilo por sn bUo, el cual, refiriendo el dlscoi
Con cuanto Intenta -ilc j cuanto quiere i
su i '
ii qne el rej don Rodrigo bizo

Contentóse de Túnez, codicioso,


el despnea que i Espilla, too el origen del cabo de San
\ li ule,
r.on -o allante relia sea cuyo fuere i la desgraciada tragedia de Broaeel y Citara.
i

Dando I su dneBo libertad y en ella .

Cumplidos los Furores de su estrella.


•Al Rey después en su prisión esquiva Asi siguiendo el ingenioso Orlando
Con sutil artificio, por su mano Su opinión toe j su cuento peregrino,
Seguro le escaló la torre altiva, Concluyendo en lo uno y otro cuando
Y ubre le sacó del rey tirano ; El dia en sil luz V el sol en su camino ;

Y en su escondida cueva entre la viva , Y el astuto Garifo que en el blando ,

Luz del tesoro, le escondió ulano. Discurso á su jornada robó el lino,


Cuja inmensa riqueza después pudo De un intricado bosque en la espesura
De armas y gente armar al rej desnudo. Se los dejó, y hallo la noche oscura.
• Hizo su general el despojado La catalana astucia, el bosque ciego,
Al Bel Rustaquio, y el con su ventura La oscura noche y el faltarles guia ,

El reino recobró ] le dio el estado


. A otorgar les forzó el dañoso ruego
Con mayor cetro y silla mas segura : De traidora cautelosa espía ;
la
Que nO se contenió de ver ganado Y un caido alcázar que del tiempo el fuego
Loque hallo perdido: mas en dura Convirtiendo Iba ya en ceniza fría
Sujeción puso yugo y quitó leyes En sus rotos desvanes sin alo igu ,

Del africano suelo a treinta reyes. LI que no tiene ofrece a su enemigo.


»E1 suyo, agradecido a sus servicios, Fuese la noche entre quietud y sueño
Ya con paterno anuo \ le sincera Y sabrosos olvidos de cuidados,
En dulce premio le ofreció propicios Y al levantarse el día con risueño
Los bratOS de Aja sil única henderá
,
, Semblante y ojos garzos j durados,
Pagando con los mismos beneficios El castillo hallaron sin su ilueíio,
Que obligado se hallo, y desla manera i. los que en el estaban despojados
De numiides padres, le bizo el alto cielo De arneses unos, y otros de vestidos,
Gran atiramamolln del libio suelo. Y á un modo en mil maneras ofendidos.
»A Yanicio, en sus trazas y su cuenta Suben á lo alto de una antigua torre
Diverso fin le dio la incierta suei te, Por descubrir lo que en el campo babia ,

Que entre la paz y la codicia hambrienta Cuando, á la lonja que i la puerta corre,
Le dieron , por robar la joya muerte ; , Guardarla un hombre armado parecía :

Y sus vajillas, pajes y su renta El Conde altivo, que su arnés recorre


Con el la tierra en polvo los convierte: Y el brioso llrilladoi o, en quien venia ,

¡Tan incierta es como esto y tan oscura Mas del desprecio que del robo hecho ,

En los humanos casos la ventura !


<
Fuego lanza la vista y rabia el pecho.
Cual espumoso rio que, deshecha
alegoría. La presa que enfrenado le tenia .

Furioso rompe , y por la puerta estrecha


En Angélica, perseguida de Venus y de Alcina, que Lo mismo saca que antes le impedía,
significa el afecto sensual , se muestra que por irle fal- Y no de sus riberas se aprovecha,
tando con tiempo la flor de la juventud, era fuerza
el Antes furioso dellas se desvia
que también en los ojos que la vian fuese faltando el de- Y de verse oprimir mas enojado,
leite que antes causaba, ó porque el honor, significado Lleva entre los pesebres el ganado;
por Angélica, es siempre perseguido y amancillado de la Pien asi la ira del francés caudillo.

sensualidad y así, á los que los van siguiendo con pen-


;
Vi adose despreciado de un Milano,
samientos no tan limpios y castos como convenia al me- ,
No una almena le tira ni un ladrillo;
Mas, furioso, con una y otra mano
jor tiempo les falta el viento, y perdiendo la honra, so
La alta torre trastorna del castillo .

quedan en calma. yin- a estremecer bajó su estruendo el llano ,

El tizón hadado de Dulcía , apagado con agua por Donde , si llrilladoro no huyera .

mandado de su ama, cuyo espíritu le profetiza su vida y Muerto de un golpe y entenado fuera.
,,, ,
, ; . , ,,: ;

26C PON BERNARDO DE VALBUENA.


Medrosos unos y oíros admirados
, Bien asi á la francesa gente avino
Del ademan con que •' vengar sus quejas El bello camarín de la riqueza,
Muros envía, torres y tejados, Donde apenas dio lumbre el metal fino,
Los hombros encogieron y las cejas ; Cuando á lodos rindió su fortaleza ;

Y el torreón eon sus marinóles labrados,


, Y llevados en ciego desaliño
Con las molduras todavía parejas, De la hambrienta codicia sin pereza,
Asi se via entre arboles plantado, Todos, en dando un paso en el tesoro.
Que nacer parecía do aquel prado. Vueltos quedaron en estatuas de uro.
Gardo, que estar vivo cree apenas, Llegó á la sala el Conde en el instante
Al pie temblando del francos trofeo, Que ya perdían el ser los delanteros,
Y que tras el se vienen las almenas, Y él, sin osar mover el pié adelante,
Como tras de la música de Orfeo, La codicia perdió de los dineros;
La sangre y brío se le heló en las venas Y á ellos en lo insensible semejante,
Y' arrepentido de su mal deseo , Sin sentido quedó y sin compañeros,
Hierro al caballo mete en los costados; Tan absorto en la máquina que via ,

Que el miedo hace ginetes extremados. Que otra estatua como ellos parecia.
Corrió una legua sin llamarle el freno, No sabe si ellos ó él esiá encantado
allí alguna almena le hallaba,
Y aun Porque sí ellos lo están, él lo parece:
Que , como rayo a quien le falta el trueno Maldice y culpa su contrario hado,
Tras él venia volando y le alcanzaba ; Que tanto sus intentos aborrece ;
Hasta que en un espeso bosque ameno, Mas el suceso bien considerado,
Donde su oculta gente le esperaba El pago, dice, tiene que merece
Se entró, y quedo de Orlando el brazo duro Su locura; que gentes avarientas
Arrojando ¡ras él deshecho el muro. Hechas estatuas de oro están contentas.
De los demás franceses despojados »¡ Oh cómo
el interés del oro estraga
La burla mas ó menos celebrada Al alma gusto , al cuerpo los sentidos!
el
Dellos furiosos , dellos reportados, Un hombre entero su ambición se traga.
De unos reída y de otros suspirada
,
: Y en los respetos los mejor nacidos :

Por entre antiguos mármoles quebrados Así su vino turba, asi embriaga,
De la arruinada torre desmochada Que , cual Circe , los deja convertidos
Que el Conde abrió, y una encubierta escala . En fieros brutos de ánimos atroces,
La luz les hizo señas de una sala. O sorda estatua al cielo y á sus voces.
Antecámara de otra parecia, «Entre la negra lama y turbia horrura
A cuya puerta estaban dos candados, Del Aqueronte lago, está en tormento
La arquitrabe y molduras de ataujía, Un espíritu triste en noche oscura,
Aunque ya de matices deslustrados: Seco de hambre, y de calor sediento
Las puertas de marfil y pedrería, Con el agua á la boca , que procura
Los pilares de porlido labrados Entrarse dentro del, y él sin aliento,
Y en el témpano, encima el frontispicio, Temiendo descrecer el rio un trago
De la avaricia entretallado el vicio. En pena eterna está en su eterno amago.
Puesto en ondas del estigio lago,
las » No en vano, por blasón desta su ciega
De sed Tántalo ardiendo,
el infeliz Dorada sepultura, el mármol tierno
Muriendo por tomar dellas un trago, lía retratado, al que á su puerta llega,

Y por no le tomar también muriendo ; Este antiguo vecino del infierno.


Que deste injusto vicio es justo pago ¡Oh avaro inútil, que, en confusa brega
Vivir deseando lo que está temiendo, Oe ayuna hambre y de temor eterno,
Y tener las riquezas, sin gozallas. Pasas la vida y gozas de sus bienes
Para solo el tormento de guardallas. Como los que te faltan, los que tienes;
Viendo puertas con tantas cerraduras, »La noche toda dormir, velando
sin
No hubo francés que no alargase el paso, Los sin fruto acuñados sacos de oro
Por si hallara, detras de sus pinturas, A quien tocar de miedo estás temblando,
Los tesoros de Midas y de Craso, Porque no hable su metal sonoro!
O algunas armas, ropa y vestiduras ¿Qué importa estar, oh idolatra mirando ,

Para remedio del presente caso : Que tus cofres de acero en su tesoro
Llegan, y á dos vaivenes dan, sin duelo, De Libia guarden las riquezas juntas,
Con puertas y candados en el suelo. Y aren tus campos fértiles cien yuntas?
Y todos en montón confuso entrando «¿Qué importa que la cueva de Arimaspcs
Por la sala, temblar se vio el castillo :
El oro con que al mundo desafia
No iba con ellos el prudente Orlando , .
En tu casa trastorne y el Hidaspes
,

Aunque bastó el rumor á divertíllo, Cuantas drogas por él la Misia envía?


Donde en el muro estaba fulminando ¿De vetados jaspes,
la fría Scitia los
Con duras rocas al gascón caudillo O metal rojo que en su arena cria
el
Y la sala quedó cual de repente El Ebro, el Indo, el Ganges, el Paciólo,
Los techos borda el sol del rojo oriente. Y mas que todos cuatro el Tajo solo'.'
De blanco mármol con relieves de oro ,
«¿Qué importa que del rojo mar la espuma.
O era labrado ó serlo parecia, En perlas vuelta, te la den sus playas,
Y entre mosaicos lazos por decoro Y del rico Quinsay una gran suma
Un oriente de varia pedrería : Por ambos mares a tus puertas trayas?
De acuñados escudos gran tesoro, Qué importa que en los ceros de tu pluma
Montones hecho , por el suelo había : Se encierre el Tibar, y por tuyas hayas
Si en la hidrópica sed de] oro hubic la Cuantas masas derriten y dan llenas ,

liu y tasa, esta sala se le diera. De espanto, los respaldos de sus venas?
Alguno en su pajiza cama echado, « ¿Si al fin, temblando en medio tu tesoro ,

A quien necesidad quilo la cena, Al rostro enfermo de la hambre ayuna


luco durmiendo, y pobre desvelado, Triste te rindes, y en cuitado lloro
Su choza vio de igual tesoro llena; De imprudente condenas la fortuna ,
Y de quien la noche antes fué olvidado. Que te dio á liento tantas cargas de oro,
Solo que sueña poco le da pena Has sin fruto, cual blanco de la luna,
Llenando grandes sacos de oro ardiente, Pues estar en tus cofres es lo mist
Oue en sombra volverá la luz siguiente. Que el no haberlas sacado del abismo?»
1 . : . .. . , , ; . ., , ;;. ; ; :,., ,.

i:\-\IUH), l.lfinn xil.

Dijo v mil trazas : prueba poi bI alguna . \ c o en iridio llanto se disuelve


Divertirlos podrá de aquel tormento . Sin dar respui fu metido, 1

Mas no lo acude á su Inten ninguna Con la medí osa 1 la le revuelve


Que el ora es podi llámenlo ; Y del doncel le pi guntó perdido 1

Y riendo tan irá id i su foi A qué lio le burló como vuelve . i.

« ¡Oh délos, dice, que en mi daño siento \ adonde basta ahora le ba tenido
No haber cosa en los hombres menos cierta A quien con miedo, sobresalto ¡ II
Que el día mas reciño á nuestra puerta! A le respondió 1temblando, el moi .
-

Díateme la vlctoi ia de Girón


-
i « Mí muerte veo, señoi
_ j na tu hijo . 1

Y esta noble j burlada compañía, bé en un iego bosqne umbí 1


1

c |uieu, dejando el campo en Carcasona, Acaso sin pensai pero bien dijo ¡

olo ;i n ^ I < ;i i- plai 'ii' nía : Quien la ocasión llamó dn a 101 I


Hallo menospi 1
ona . No previne 1 iveí oa ni e ¡condrHo,
Robado . triste . :i pié alo, sin guia, Ni postas en que huir medí
11. 11 .is

MI gente i riesgo en m 1 1 sin te me llevó por i"s cabellos 1

Y u parecer mis compañeros muertos. sin procurar sus lances ni entendeUos.


>Mas si es orden , del bi uo sobi Saliendo tú en ktiduei na i caza un 1I1.1

Que el mar enlí na j las e ¡Irellas rige c.on el rej Casto, 5 él con mi sobrino,
Kl es el dui Con él lo Mjo, \ yo en su compañía,
A mi cuenta está lodo ¿quién me aflige :
'
Una nublosa tempestad que [no 1

Am decía el senador romauo 1 : nos deshizo ¡ la alegría


iza .

Y asi de su imprudí Y a los dos nos llevó fuera de lino


Buscando modos para ver -i puede P01 mu Incultos montes j vallada
1 .•
.

Hacer que allí su comp iñía no qued . Dos días, sin ver por dónde, derrotado
Has -i asir con nn lazo procuraba » Halle al tercero un bato de pastores

La estatua que m is cerca pai Y allí tomando lengua, vi que estaba


,

Apenas el cordel dentro llegaba. Diei leguas de Hiduerna y de sus llores ¡

i e volvía; Que pensando acere me me alejaba


. 11 .

Y del pedazo que de fuera estaba ¿Quién halló esclavo Bel a m^ -i ñoi
Su into la irom aba 5 dii idia
1 1
. . ¿A quién la servidumbre no le agrava '

\ metiendo nna rara por la puerta, ; y o no quiere ser libre? Quii o rora 1

ni de "i" p ii' ¡a enjerta. •


Quita/ de si, para mío, la ventura í

Am
de Etna los hornos encendida <
- 1> . Pidióle á la ocasión luego el di

Donde su bronce '! ciclope di Mí libertad á cosí;, de la ajena


I ibles caen en brasa convertidos, - Y al liu por no li icer largo rodeo. .

Que "ii «-i oro bu color compile;


1 Pues *:i mi historia para nada es buena
\ de loa ram >s de otro ser vestidos Huyendo desde aquí empecé 9 ser rea , .

Hace que el 11 onco se desgaje s quite, \ desde aquí mi culpa me condena


Y que lo que antes era baja o pino Si el apel i" natural es culpa
Kl lusire herede del metal mas lino. (i en ni delito puede haber disculpa.
Cansado el I ¡ trazar al viento \ Valencia, de aquí me ful derecho, .

1
o que todas le salían en \. , Y :i ni hijo llevé en mi compañía
i.i encantamento
castillo di i" y su Que hizo mas daño que provecho
le
Y pié se entró por un llorido llano,
.1 1. desleal afición que <-n él lenia
1

Por compañl solo o lormei 1 - Y \ lendo el no pensado yei ro hecho


Cuando de lo alto de un collado i-nano Con quien ¡cual satisfacción no babia ,

Un humo de eul ¡ó > paredes ¡ejas, 1 1 Al rej Abdalla e le <'-¡ por paje, -

Cabana humilde de un pastor de ovejas. Coi la cuenta y razón de su linaje


Había llevada de sn roí 1 1 I Él le crió en su corle ¡
su palacio;
Tris días sin comer, desalentado, Yo desde allí á uui \ ¡ne :i I oledo :

Perdido el lino por la selva amena . No sé de a [ueste tiempo en el espacio


I que en ella dentro, en su cuidado, Qué sci del solo esto decir puedo.»
:

Sin gusto el alma de congojas llena; , I con triste semblante s lacio


I lo arribó, confuso j destrozado, Esperando la a ríe, e ¡tuvo quedo,
Ayuno . sin espíritu ni aliento, Sin mirará Ro lelio de turbado .
,

Del rustíi " p stoi .ii Iresco asiento. >i c cerle por estar mudado. ,

Al nliañii llegó . que unos ribazos Pero su padre , á quien la sangre ardiente
Subía en las vei des tald is de un barbí 1 \ 1 1
1 vei I
'! del caso le decia
Y un merino carnero entre los brazos, Llorando de placer, en sn alma siente
\ la esto echa cab iña íué dci echo Lo que decirle Dad e DO sabia :

Y medio asar se le comió á pedazos,


:i Y con gusto abrazando tiernamente
Vi del lodo en su hambre satisfecho; Al que por muerto en su opinión tenia .

Antes temió el pastor, por I" que via Cuenta le pule ya con regocijo
Une iras ('•]
lus demás su euuieria. De sus desgracias, y el mancí bo dijo:
deseo de reposar el prado
Dióle al Los li abajos señor, en la nn moría
' .

Florido lecho un césped almooad , 1


Tienen olro sabor que en los sentidos |

Y a un Oojo cuei po di cali -ado 1 Que la pena acabada es toda gloria ,

Las Dores si Y los pesares buenos para oídos


Y el sueño y el descanso d iseado Y asi los casos de mi nueva historia
.

Vianda sin mas Isas sazonada -


Volverán el deleite referidos .

Que aquel cansancio que en los miembros anda, 1


quitaron oye al 1 :

Del suelo duro hace cuna blanda. El extraño sucí so de mi cuento.


Al fresco sin,,! del templado viento, » Desde que a las ventanas de la vida
Que entre álamos j alisos bul»' ufano, De la razón llegó la luz primí
Kl sueñoborró del pensamiento le Comenzando á aclarar con su venida
La antigua pena con sabrosa mano... De la niñez dormida la
Cuando en Sansueña el noble alcaide , aten'.o Al primer escalón de mi si, inda

A conniví el preso inoro anc Me conocí canino de manera .

«Kste es, con nuevo sobresalto dijo, Que quiso la ventura que perdiese
II robador de uii perdido hijo. » Antes la libertad, que la tuviese.
, ;, ,; ; , , ,, : ; ,

2C8 DON RERNARDO DE VALRUENA.


«Rien que un tibio recuerdo me quedaba, » Y aunque nuevas de vano fundamento,
No de mi patria, padres ni parientes, Pudieron con el suyo dar cuidado,
Sino d<- un no sé qué que me avisaba Y ocasión á un tirano mandamiento
Haber venido allí de extrañas Rentes; Contra el opreso pueblo baptizado :

Mas luego con el gusto se olvidaba , Que dentro de diez, dias mude asiento
Solo átenlo a pozar de los presentes En la ley ó en el reino y que pasado
De la corte de Abdalla, en quien tenia El término se prenda por esclavo
,

Padre , patria regalo y compañía.


, Quien no llevare el bando real al cabo.
» Tiene Abdalla el gobierno de Valencia » Fué grande el repentino sobresalto
Con dominio tiránico usurpado. Que en la rica ciudad causó este edito
Aunque por propia sangre y descendencia Porque irse era perderse y quedar falto
,

Le quieren otros dar el principado, En la ley de su Dios mayor delito, :

Y que sea el cordobés reino su herencia, Si alguno se iba, en popular asalto


Y el intruso tirano rebelado En él daban los moros , y por rito
Abatan que hoy le goza J pone leyes,
, De su Alcorán y secta mal nacida,
Guerreando en razón desto ambos los reyes. La hacienda le quitaban y la vida.
» Son grandes las cautelas y los tratos «Como hambrientos sabuesos, que al que llega
Que Abatan y los suyos han movido Humilde á demandar limosna al rico,
Contra Abdalla, y no menos los recatos Su importuno y confuso aullar le niega
Con que desto en Valencia se ha vivido : De la mesa alcanzar un vil zatico
En cierto cuartel suyo, por contratos Y si huyendo su enfadosa brega
,

De gabela y servicio mal pedido, Y aquel rabioso arremangar de hocico,


Y otros tributos graves y tiranos Da la vuelta arremeten denodados
,

Vivían como en prisión ciertos cristianos. A dar con rabia en el sayal bocados ;
del segoviano San Vicente
i Allí , «Así á los valencianos los moriscos
A quien Daciano dio por mortal vida Con sus denuestos tratan y baldones
Corona eterna, en un lugar decente Y ellos por quiebras huyen y por riscos
Tenian cuerpo y parroquia conocida, De su misma hacienda y posesiones;
Donde acudía de la cristiana gente Que cu3l hambrientos lobos que en apriscos
La mas noble devota y corregida,
, Los corderos destrozan y vellones
A un convento debajo del auxilio , En hacienda y persona la ira aceda
Reglas y vocación del gran Basilio. Muestran en el que va y en el que queda.
»Era Mauril prior deste convento. »E1 santo abad Mauril, contra quien junta
En sangre ilustre y en costumbres santo, Toda esta nube y tempestad llovía,
Cordobés en honrado nacimiento, Viendo que á sola su persona apunta
Y en nobles pundonores otro tanto; Y á su humilde y devota compañía,
De Alistan primo , en cuyo fundamento Haciendo della una medrosa junta ,

El Rey quiso intentar, con todo cuanto Propuso el riesgo en que su estado via,
Calor le fué posible un trato doble , El rigor del tirano su inclemencia,
,

De gran riesgo á no ser Mauril tan noble.


, Y la morisca bárbara insolencia.
«Está el convento al valenciano muro » Y viendo urgente y
siu reparo el daño
En un fuerte lugar incorporado , Que envía por recuerdo,
el cielo les
Para cualquier traición paso seguro Del sueño de su culpa y desengaño
Si losde dentro venden el cuidado: Mundano sale de común acuerdo
Este intentó Abatan comprar, seguro Que huir del propio para el reino extraño
Que Mauril por pariente ó por privado,
, Es en tal ocasión de ánimo cuerdo,
Gustaría de venderle , y desa suerte Y discreta ganancia echar perdida
üaria á Valencia saco y al Rey muerte. La capa al toro por salvar la vida.
i)Mas, si eran mármol las demás almenas. »Y que cuando otro bien ni causa tenga
Aquellas halló el Rey que eran diamante, Esto, mas que librar al gran Vicente
De mas lealtad que de argamasa llenas, De un segundo Daciano, y que no venga
Y el monje cordobés en ser constante : Su cuerpo á manos de la maura gente,
Esto en gran riesgo se trataba apenas Que en hacer del escarnio se entretenga
Con el secreto y término importante Es sano acuerdo y causa suficiente
Y Hambroz corría la costa con su armada ,
El ponerlo por obra, dando todos
Por si se hallase á la traición entrada. Para este intento los mejores modos.
«Mas Berberuz, un moro su adversario, » Al fin salen de acuerdo de embarcarse
Que de Valencia la opinión seguia. Con la santa reliquia al dia siguiente,
Venció y quitó la vida á este corsario, Y del nocturno luto aprovecharse
Encima el puerto Caridemo un dia , Con traza oculta y pasft diligente :

Y ahora alguno del bando del contrario Ya el sueño comenzaba á descolgarse


Descubriese el intento que traia Con su quietud hacia la humana gente,
Hambroz, y la secreta inteligencia De las estrellas, que de en medio el cielo
Con que pensaba echar gente en Valencia; Rayos llovían de silencio al suelo ;
»0 que por otra Via y otro modo «Cuando los santos monjes, ocupados
El peligroso trato se entendiese, En huir del reino y la ciudad tirana
Su inocencia mostró el cristiano godo A dos barcos que estaban aprestados
Cuando no fué posible le valiese; Llevan su mueble y prenda soberana
Que nunca en el descargo se cree todo, Yo el alma y los sentidos sepultados
Por mas que la verdad se ajuste y pese En un pesado sueño y sombra vana ,
Porque es disculpa al lin y la disculpa , Sobre la blanda pluma de mi lecho
O mucha ó poca presupone culpa. , Retrato estaba de la muerte hecho.
» Quedó el Rey con sospechas y recato » Allí en trágico, horrible y triste sueño
De Mauril que no pudo descargarse
,
La confusa ciudad soñaba arderse,
De no baber descubierto á tiempo el trato Y todo el real alcázar con su dueño
Que en la misma traición podia vengarse: Sin culpa mia sobre mí romperse
, ;

Fué creciendo, tras esto, cada rato Cuando á este punto vi en rostro risueño
La fama que Abatan viene ajustarse Un santo bulto cabe mí ponerse,
Con los cristianos, y otros que en Valencia Asi hermoso y de alegre luz vestido,
Por contrato le han dado la obediencia. Que solo le pudiera ver dormido.
. . . : ; ;, , —
: .; . ., : ,

el nEimnno, unnn xn. .-:•,

• Orno p| que ron los ojos de repente Asi dijo; y á mi alma la memoria
»
Din ni las medallas del dorado lecho . Lo que antes entre suefios visto hábil
Ooe mu la húmeda luí resplandeciente
i
Y del sagrado mártir l.i DOtOrlS
De la luna una ascua de oro mi i
Merced que a nenia de quien es me hiela, i

si antea le Iba i tragar una serpiente s icándome del lesgo con victoi li i

Queda riéndose llora satisfecho


, . Riesgo ni. .i tal que dar en un venia, i

A-.I ro ni'' hallé y asi me avino ,


su mili uerpo adoro i el cuidado
i
,

Llegando a mi aquel bulto peregrino» De mi le di v con ei hallé embarcado.


,

Conocí luego el rostro soberano Cien cristianos -ni dIBoS ni uiiij.i. . ,

De un abogado mártir San Vicente, Dentro hallamos ya de dos navios


Que :baa veces antea do con vano (.lúe con pobre mueble v sus ludieres
ii

Cuidado '!! -ii sepulcro presente * i Huí ni .1.1 leinn Infiel ios desvario!;
^ asiéndome la mil con so mi y miles que con dorados rosicleres
—Hoye , hijo . un' dijo, «lili- .-ntc .
ii alba lina sus plumajes Irlos
La odiosa [ierra y servidumbre triste De un Bresco v lento cu vuelo arrebatados,
Si y. te deseas ver donde
i i
El espumólo mar nos vio engolfados.
• Sobresaltóme el sueno,] temeroso, Mis apenas
la lo/ del nuevo din

De angustia lleno j de BUdor, despierto, II orienté sembró de rayos de oro,


y H mi sentido vuelto
i' un doloi . Y la enemiga tierra que bula
Suspiro me dejé el cabello vite: I. a vista mis quilo del pueblo moro;

Salte del blando lecho eceloso i Cuando una oscura nube deull y Iría,
Y en el bulto encontré de un hombre murrio. De aire impelida con rumor sonoro,
Que entre un gemido y otro, en aquel punto l-'.i dio nos cogió trayendo llenos .

Alni:i rendía y aliento lodo junto. Di' Ciega tempestad los turbios senos.
Llegué i'ii tiirl>;nlii v Uní. roso paso Tres días fuimos sin luz confusamente,

\ ionocer el bulto, \ vi tendido (I melles en una si hubo en ella


lies i , ,

En un sangriento lago extraño caso!) i ,


(I piulo haber entre la humana gente,

Del rey Abdalla al principe querido: Hi.i sin s,,i y noche sin estrella

El gallardo Algaicel .ii cielo raso y al Cuarto cuando el alba en el oriente


,

De un i
esl 01 non partido, Su nueva tez. mostró rosada v bella
El alma me pasmé ; el cabello yei i" , De lejos vimos las alegres cumbres
Por mi reto sus pies me quedé muerto. .i Del pin iln de Mu bella y sus alumbres.
M rui H. sobra mi con mas recato,
i
, i
«Del crespo mar el áspero camino.
El peligro miré en que estaba puesto, Tan ii \e luí i o temporal tan vario, i

Muerto a mis pies del principe un retrato, Del cielo pareció favor divino,
^ del alcázar en quietud el resto A quien nunca soplo viento contrario :

v. sola a ser del alevoso trato, Ambos leños a un tumbo cristalino,


sin culpa alguna, agresor dispuesto, el Como asidos di' engace voluntario ,

i Quién riesgo de la vida


ni.' salvara el A una surcan mar sin riesgo llena la ,

Si doy el muerto, y no al que fué homicida? De ocultas rocas y mudable arena.


Comencé á discurrir por cuál camino » Y aunque era sin quietud ciega tormenta

Entrar pudo 6 salir el delincuente, De viento y agua en que íbamos metidos,


Cuando, i tiento y mu ver dónde camino, En otra iban mayor y de loas cuenta
Del real jardín un- hallecabe una rúenle; Mi memoria turbada y mis sentidos
Y entre la turbación y el desatino, De mi vida los riesgos, la violenta
De un postigo la puerta vi patente, Desdicha de Algayrrl los no entendidos ,

Por donde vi que del suceso extraño Fines de mi viaje, y dónde el viento
El sin piedad autor metió el encaño. A dar iría a nuestro curso asiento.
y mejor confirmar la incierta duda
i
el suceso incierto
«Fué por entonces
\ vecina playa salí atento
la Del malogrado meipe, ni ahora pi
Buscando el rastro entre la sombra muda, Se ibe mas que haber sin culpa muerto.
-

Cuando ol de cenapresurado aliento < Siendo su hermana de su muerte autora ;

Este es , dije el traidor; y con desnuda


, Y habiéndose la tierra descubierto,
Espada j oo advertido airojamiento Y un sol alegre Iras la cuarta aurora;
M bulto me llegué, en ven j valiente, Al encubierto abrigo de una sierra
— I Quién sois? pregunté teneos, ¿qué gcnlc?-
lo ; A hacer llegamos agua y lomar tierra.
» Hallé un coro de monjes que llevaba Donde , con gusto de recelos lleno,
ii

l'n ataúd al vecino mar cargado, \ alegría mezclada en temor vano,


Y Mauril, que rezando los guiaba Aquel iba nos dejo el liemposoreno
Kn tumi grave paso moderada j i En el favor de un pescador cristiano,
Yo, de 1111 se recataba ,
\ ¡enclo (|ue Cuyas nudosas redes de aquel seno
En mi primer sospecha confirmado, l'oíilla solían ser, y en trato humano
Tan cargado me m de desconcierto Fiel albergue nos dio, y de su trabajo
Que pensé que a enterrar mi muerto. 1 1 .
.
i , Las pobres sobras que tenia nos trajo.
Conocióme el alad Maurilo, fuese • Era el Intento, aunque en prolija vuelta ,

En la voz 6 lo que es de creer mas sano, , biiear la humilde costa de Galicia,


Mi venida en espíritu supiese; Donde en tierra desnuda de revuelta
Que a un aun ... de Dios todo le es llano; Libres huir la alárabe codicia,
Y humihlt .—olí mi Roselio. dijo cese . (,.,/ nulo cu v ida de ambiciones suelta

El lirio sin causa de tan noble mano . Los dejos de la barbara milicia ;

Que el ciclo y no olio brazo de enemigo, , Que sin los sobresaltos de la guerra
Es quien al reino lia dado este castigo. Nadie el bien sabe que la paz encierra.
• Fue causa el n je de mayor espanto • Ayudados del viento v las corriente!,
Con su vista y palabras no entendidas .
Llilii DOS en la boca del l\sh echo
1 ió ,

Basta que entre el sonoro humilde cuito, Donde de los peñascos eminentes
\.. es salvar todo, dijo, humanas vidas; Del monte Avila y Calpe vimos hecho
Que las reliquias deste mártir santo. El término del mundo y de las gentes,
Aunque en esta urna estrecha recogidas, \ aquel inmenso golfo sin provecho
A salvar nos obligan su tesoro. A la frecuentación del trato humano,
Del cielo digno, y no de un pueblo moro.— En que oscuro se extiende el Océano.
, ,, ,,, , , : , ; , , ,, ,

!76 DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Entramos viento en popa por la punía » En medio la famosa corva punta

Con que el nn mundo al otro comunica Que para lin de Europa puso el ciclo
De bus golfos las aguas, y cubierta Al sacro promontorio, en quien barrunta
De blanca espuma da su arena rica; El mundo que da fin y punto el suelo :
Y del seguro puerto y playa abierta Allí donde las mares hacen juma
De Algecira y Tarifa huye; pica De sus cristales, y se mezcla el hielo
Nuestra medrosa Dota y mientras pasa, ,
De Tile con los libios arenales,
Las minas de Cartcya mide y tasa. Y al poniente las conchas orientales :

«Los rotos muros que de jaspes pardos Libres aquí del riesgo ya pasado,
«

Ya fueron, y hoy del tiempo son carcoma, Con notoria evidencia conocimos
Donde hizo el Imperio a los bastardos Que el Santo este lugar nos había dado
Hijos de España una bastarda Roma; Por suyo, y de su nombre le pusimos;
Dejando mano
izquierda los gallardos
a Y si antes se llamó Cabo Sagrado,
Jardines y arboledas de quien tuina En esperanzas de lo que á él trajimos.
Nombre Áfrodisia, vimos, al remate Ya pues le goza, por la edad siguiente
Del dia, a Trat'algar sobre Üarbate Cabo se llamará de San Vicente.
» Y allí en la cumbre de una aguda sierra » Saltamos en la alegre playa , y luego
Los destrozos y mármoles gastados De agradables bullicios se víó llena;
Del antiguo sepulcro, que, hechos tierra, Quién buscando agua, quién sacando fuego,
C.uar. la del Gerion miembros doblados; Quién trazando eralmuerzo, quién la cena;
Y al vecino Conil que, haciendo guerra ,
Quién sube el monte arriba y con sosiego ,

Con gente y atambor á los pescados, Del bosque mira la espesura amena;
Revuelve mas atunes en su gracia, Quién la leña acarrea , y quién estaca
Que Proteo focas en el mar de Tracia. Lugar en lo mejor á su barraca.
»Ya de la antigua Cádiz las almenas «El prudente Mauril del ya deshecho
A los ravos del sol daban ventanas, Bajel mandó sacar el cuerpo santo,
Y a nuestros ojos de oro y lumbre llenas, Rodeando en procesión un largo trecho
Noticia de las playas comarcanas; De la ribera con piadoso llanto;
Cuando el viento "empezó á calmar, que apenas Y puesto en tierra el venerable pecho :

Sus oslas vimos con la espuma canas,


i
— Oh padre, dijo, cuyo eterno manto
Ni á Guadalete ya en tinieblas denso, Abriga , cubre , y da pasto fecundo
Ni a su puerto, á quien da cristal por censo. A cuanto hay de tu cielo á nuestro mundo;
•Al dia siguiente nos halló el lucero » Tú que te has hecho cargo del sustento

Del gran templo mirando las ruinas, De las vidas, del aire y de la tierra
Que ya hubo consagrado en lo postrero Y sin que siembren das mantenimiento •

Del Bétis á sus luces cristalinas : A cuantos peces este golfo encierra :

De aquí , con infeliz y mal agüero, Tú, Señor, cuyo oculto y santo intento
Llena de gentes vimos peregrinas Al pié nos trajo desta inculta sierra
La Jábega , que en trato humilde y bajo Por fin del mundo, al fin que no sabemos,
Ni la fortuna estima ni el trabajo. Que aquí á mas no poder, te obedecemos;
,

Y un viento allí se levantó tan vivo


:> » Tú mira por tu pueblo , pues es tuyo

Que a correr nos forzó hasta Ayamonte Admitiendo en sus culpas su descargo;
Donde, de Dores lleno el cuerno altivo, De nuevo á tu poder le restituyo ;

Guadiana pasa carcomiendo un monte Todo es tuyo. Señor; quede a tu cargo:


A ver del hondo Océano el motivo Y vos gran mártir de Valencia, en cuyo
,

Con que á España da muros y horizonte Amparo hicimos un rodeo tan largo,
Y el cristal de sus ondas traga y cierra Sednos propicio y dadnos pueblo estable ,

El paso al mundo , el término á la tierra. De aire benigno y tierra saludable.—


»Aquí va un viento sur dejó revuelto »Düo y habiendo todos repetido
;

En remolinos de agua el mar hinchado En lo interior del alma el mismo ruego,


Y un rebolado vendaval, mas suelto Y adorando el Patrón recien venido ,
Que el tiempo prometía y el cuidado, A su oficio volvió cada uno luego;
Tormenta se volvió, y el cielo, envuelto Cuando al santo Mauril ha parecido

En el vellón de un lóbrego nublado Humo en un risco, que es señal de fuego,


A romper comenzó de entre sus senos Y una cruz en la cumbre de una peña
Roncos bramidos de confusos truenos. Que de las señas es la mejor seña.
«Fué creciendo la noche y la tormenta a Y acompañando algunos sus pisadas

Tanto del primer viento y del segundo Hacia el farol nos fuimos de la vida,
Que parecía que la mar hambrienta Por entre breñas de ásperas quebradas
De aquella vez tragarse quería el mundo Buscando al cerro la mejor subida:
Rompe el árbol la jarcia y racamenta,
, Era iodo de peñas encrespadas.
La quilla y el timón en lo profundo La altiva frente y falda guarnecida
De un peñasco, y el barco lodo abierto, De enhiestos piños, palmas y algarrobos,
El mas vivo en la fe se dio por muerto. Seca retama y frágiles escobos.
» Mas bien se vio que el mártir Santo al celo «Doblando al yerto monte la aspereza,
De sus fieles devotos mostrar quiso Su alta cumbre escalamos con trabajo.
Que para obedecer á los del cielo Por donde, alzando al cielo la cabeza,
No hay tiempo viento acá , ni mar remiso
,
La invicta España humilde ve debajo;
Pues cuando todo ya el caudal del suelo Y sobre el hombro de mayor grandeza
Sin remedio se hallaba de improviso .
Otro peñol levanta y otro gajo.
El Santo nos libró, y solo el Santo Que de torres cercado y gruesas puntas
,

Pudiera en tal tormenta y tal quebranto. Un rico y bello alcázar forman juntas.
» Hechos pedazos árboles , entenas «La cruz en una dellas era hecha
Vel - , limones ,
jarcias y navios , De un altísimo pino desmochado,
En blancas playas de arboledas llenas, De su nativo asiento en la derecha
De arrecifes cercadas y bajios , Peña sin mas primor incorporado
Encallados sin riesgo en sus arenas, Naciéndose ella cruz de su cosecha
Entre dos claros y agradables rios. Con solo haberla de hojas desnudado,
Que mas amena hacen su frescura , Y pareciendo abajo tan pequeña.
Dejándonos, se fué la noche oscura. Que apenas forma una visible seña.
' ; , ,,, . , — , ,. . ; , : , , , ,;

EL RKI'.NARDO, LIRRO XII. .'71

de nn e tr« bo II 100
Enfrente dell 1 1 Parece que el luloi del mundo ipiiso,
Que al ancho de miradoi servia, mu '
:.. 1 ibró aquel 1 1-' o de su mano,
i n humilde caverna hecbi
i mana .1 1 o mirador hacer del paraíso
11 itads del tiempo pai
, l n lo escondido de sn breve llano ;

De quien vimos salir un hombre anciano, Y ni medio del nn templo 'te su aviso,
Que la barba c 'i" lio lo ubria, ¡ 1 ry sa rario sonerano
I11 color de lá nieve todo el pecho . 1 trecha cueva Fuese j su
1 'pilla . •

a 11 fornido en proporción derecho.


>
» , , De i"- siglos la o< lava maravilla.
De aspecto grave venerable en todo, , pai io supeí ior, que 1 la Inclemencia
1
1

lid tiempo y mi ipen ta onsumido .1 1 . Del niosii tiempo esl


1

A mi traza compostura j mo lo
1 1 1 > 1 1 11 . l.ahumana industria, en saina diligencia,
Bien daba i conocei I" que habia sido lioenjuias palmas la tenia reí lida
1 vivo resplandor del valoi ¡ odo
11 . Y del grave ermitaño la pi ndencia
No de otro mendig ido ni Dngido Asi ia estrecha cuadi repartid 1 <

Que por si mismo hizo desde luego Que era bumild oratoi lo j contra el viento •
.

1,, pi usemos tod 1



so sosie o Albergue sano v cój i" aposento.

•Asi el anc Enoc 6 el santo Elias, 1 La limpia grata que de altar sen 1

ras tantos siglos en igual sugeto


1 Con lapices de palma- entoldada .

Se mostrarán al mundo -1 los diaa 1 (Ule el saino anciano con plumo lejía
Alcanzan por illa i hacer su efeto |, Para vestirse i si 1 i mi morada :

Y en robusta vejí 1 por las sombí las y,a prnio usar mejor tapicería
frescas ramad is del jardín secreto, 1 n tiempo peni aquella fué prestada, .

Adonde ahora eslió depositados . \ a 1 ai mejor se le acabó . mas esta


De años ¡rio y autoridad caí Eterna quedara en su templo puesta.
N ¿1 , con a mblante real ¡ pecho dina Hi sangriento calvario el gran trofeo.
1

De lo que esl iba en Él disimulado De llores recamado por defuei a


\i ib 1 M nuil humilde t ino Al -aero aliar devoto camafeo,
Diciendo en rostro alegre - —Oh padre aniailo, Y pía reverencia al Iiil.ii era .

,P01 ni torcido j áspera cam 1 11 \ a los présenles general deseo


Kl cielo i este destierro os ha arrojado De conocer la majestad severa
lo un animo afligido < Del dueño mas ninguno hay tan osado ;

\ remedio del alma de un perdido! Que a decirle se atreva su cuidado.


•Cien anos hizo ayer que en esta tierra Mas, viendo del altísimo anl cpii I o
C isperanza entre deste buen «lia, El mundo que á ios ojos descubría
lo con mi- tierra 1
Minia estatuael mas sabio quedo becbo
v ahora, ] otro tiempo mía 1 Absorto contemplando en lo que vía :

Donde nigo en ordinaria guerra, 1 Del mar profundo un largo y ancbo trecho
Gansada luí ba j d nal porfía Que mudables espejos parecía ,

Siempre be vivido, pero ya se Moga Y entre SUS crespas olas, de aire llenas,
Kl lin dichoso de tan larga bi Los dellincs cruzando y la- ballenas.
El santo mu ir que boj con su tesoro •El risco altivo en un diluvio entero
Viene á hacer rico el pobre albei gue mió, De luciente cristal las selvas moja .

Que ¡acá del cam| libre me 1


de aquel desigual despeñadero
Para en este llorar mi desvario Con espantoso estruendo al mar se arroja
A quien p wsé labrar altares de oro Y de una peña en otra á lo postrero ,

Y templos 05 mármol pió, Del monte hirviendo da su espuma floja,


'

Días bá que me dio de! venida 1 1 Haciendo antes pedazos por los riscos
I ranza por alma de mi vida. (.lisíales , ll.ins , 1
1 1 ia v lentiscos.
\ 1 que levantar en su memoria «Por otra parle el monte cuyos pinos ,

1
Como un tiempo pen no puedo, Parece que se esconden en el cielo ,

duros bronces entallar la historia Y entre tajadas penas los espinos


De su mártir Córdoba j oledo, n 1 lie meas ciiliren y boscaje el suelo :

No le ha rallado á mi ánimo 1
Trepa la yedra, suben remolinos
De cumplir este voto, aunque con miedo De llores v de yerba por señuelo
yue hombre que á sn Ci ¡ador ofendió lanío Al presto gamo que por ellas salla,
Pueda agradar con su ejercicio i un santo. Y ile serlas temblar se sobresalta.
mis lágrimas ya hecha •Silban por entre almeces y algarrobos
Dna humilde capill de mi mano. 1 Las mirlas las calandrias y gilgueros , ;

Que aunque sea á buésp ¡d tal posada estrecha Retn/.aii por la grama y dan corcovos
l.;i trazó amor, obrero soberano : Las liebres y gazapos placenteros :

Esta es que veis, ¡ si esl no aprovecha, 1


Huyen los ciei Mis, rumian los escobos
Será altar este monte España el plano . Las cabras, y en las peñas y agujeros
Dell mplo , «1 sol la lámpara , j el eielo Kl conejo se esconde, y por sus quiebras
La bóveda en que dé la lama el vuelo. Enroscadas asoman las culebras.
«Dijo y eon reverencia y con e panto ; •Todo eslo al son del bosque J del nudo
Atentos lodos su di CUI Del rio que por los riscos se despe • .

Y desde luego en opinión de santo De las aves el calilo no apremíelo


En su visia y palabras le tuvimos; Y del monte la verde y crespa 1 eña 1 :

Y él guia ido a la ermita por el eanto . Desde aquel alto y abreviado nido
De una :ña descendimos Que labro el cielo en medio de una peña
Algunos pasos a un pequeño llano Se Ven sin ollas n llevas II ir a villas,
,

Del cielo hecho, por grandeza á mano. . le la mar y sus orillas.

1 veinte pies, en proporcio cuadrado,


1 1
1.1 contemplar la rustica licrmosura
Dentro de un risco un patio se ... ia !
Los sentidos tema embelesados
De un bastante pretil ac Y entre aquellos asombros la lignra
Por la parió de oriente j mediodía, Del dueño de sus yermos olvidados
Y" por todas las olías abrigado 1.11 indo él en I íli no de dulzura.
De un peñasco que al cielo se subía, Asi nuevo concurso de cuidados
al
Y hacia el frió norte una caverna hecha. Que advirtió en nuestros ánimos atentos,
Ancha en los senos y en la boca estrecha. , Kn su boca formó graves acentos.
, ;, , : , ; , , , ; —
,

DON BERNARDO DE VALBUENA.


«_ Do cuan
¡
enano cuerpo y cuan menudas «Mas demos ya el asiento en lo importante;
Son las humanas fábricas, medidas Que el tiempo huye del mundo por la posta;
A las grandezas <|iu- entro peñas nulas Y si es digna de gloria semejante
Suelen en un desierto estar perdidas! Esta humilde capilla y cueva angosta ,
¡Qué humildes lasjnas altas, qué desnudas Con himno santo, en procesión triunfante,
De majestad y luz las mas vestidas! Subamos el Patrón desta ancha costa
Qué primor mendigado y qué pobreza A este alcázar del cielo , que hasta ahora
Las de mas precio y de mayor grandeza ! La cárcel fué de una alma pecadora.
«Los artesones de oro sustentados «Y sí tenéis quizá, como yo siento,
En dóricas colunas, y á par dellos Deseos de saber quién soy y he sido,
RiCOS jaspes y pórfidos velados Por qué culpas el cíelo este aposento
De azules venas y de lazos bellos : Me dio , y en el los años que he vivido ,
A dos días de vistos y tratados, En dando al mártir en su ermita asiento,
Si al principio admiraron, cansa el vellos; Lo sabréis: vos ahora, esclarecido
Enfadan los tapices, y el aseo Y sabio abad Mauril, sedme propicio
Del mas pintado alcázar queda feo. En que yo haga al Santo este servicio.
«Son tibios los colores y pinceles «Dijo; y todos con ánimo dispuesto
Que el mundo mas celebra y solemniza, De dar cumplido de su gusto el modo,
Puestos con alfombras y doseles
las A ancha playa del peñol enhiesto
la
Con que mayo unos riscos entapiza : Siguiendo fuimos al humilde godo.
El lino rosicler de sus claveles Que, á los pies del invicto mártir pueslo,
Lo azul del lirio , la color pajiza En lágrimas de amor deshecho todo.
De un ya maduro trigo , y aquel fresco Tierno los besa y con su fe cumplida
,

Que con su aliento bulle en lo grutesco ;


Hacer lo mismo á todos nos convida.
«Aquel confuso amontonar de cosas, «Suplió la devoción y el placer mudo
Arrojadas acaso y diferentes De aparato al triunfo soberano,
Aquí yedra, allí espinas, allá rosas, Y al encumbrado altar, ya no desnudo,
Riscos, flores, peñascos, rios y fuentes, El gran márlir subimos segoviano ;

Y unos lejos que vuelven mas vistosas Y bien que el pueblo, en procesión menudo.
Las mismas cosas que se ven presentes, En pecho grande fué y amor cristiano,
1 pedazo de playa, una montaña
11 Donde en solemnidad música y canto,

Que al cielo sube y á la vista eugaña. La misa aquel día dijo el Abad santo.
»Y donde , sobre todo , de su dueño «Y el humilde ermitaño, prevenido,
El gran tesoro y el caudal se infiere Al disfrazado Dios en pan de vida
Es que al grande al mediano y al pequeño
, Con santa confesión , y en encendido
Todo se da de balde á quien lo quiere : Euego de amor, y pena no fingida
No hay puerta no hay cancel desvío ni ceño
, , De sus pasadas culpas con rendido ,

Sea la hora, el lugar y el dia que fuere Animo y lengua en llanto derretida,
Que siempre para el gusto y el provecho Antes del sacro pan , en el pajizo

Puesto se esta el tapiz, y el toldo hecho. Templo esta general confesión hizo:
«Ora cruzando vayan los desiertos — Pues ya el Rector del cíelo soberano,
De algún inculto bosque, ó engolfado Que hasta ahora mis ofensas ha sufrido
En menio de los mares encubiertos, Al término presente de su mano
Al frió Scita y al Burney tostado ; Para mas gloria suya me ha traído,
O en el del Sur sobre peñascos verlos Sea el mundo testigo, sea escribano
El romper goce del cristal helado La fama ya otra vez, como lo ha sido
Cuyos tumbos la playa y el arena De mis excesos, y al pasado cargo
De blanco nácar da y mariscos llena; Junte, sí alguno tiene, este descargo.
«O bien se baje donde en vuelo ardiente «Y pues ofendí al cielo , y puse al mundo
La linea equinoccial, midiendo el dia, En riesgo , y al infierno dejé abierta
Con alas de oro encima de su frente Para que á cuenta mia su profundo
La suya enarca llena de alegría ;
Vientre de almas engorde , una ancha puerta ;

Que allí entre aquellos paramos sin gente Pues fui el primero , sin tener segundo
(Si el mundo aun tiene allí tierra baldía) Ni haberle de tener, que vio desierta
Sus solitarios y ásperos espacios A España de valor , y sus regiones
De los revés humillan los palacios. Asombradas de bárbaras naciones;
«Que aun contemplando aquí el humor fecundo «Oyan los cielos , ángeles y santos
Que sus anchos desiertos fertiliza. Testigos y jueces de mi vida,
Con ignorante miedo de que el mundo La tierra , el aire y mar, con todos cuantos
Allí el rojo calor le haga ceniza En ellos tienen parte conocida;
O que su ignoto piélago profundo Oya el infierno en medio de sus llantos,
Las crespas olas con que el tumbo eriza Y la caterva y plebe denegrida
Entre las rocas quiebre y se consuma, De almas y negros bultos que en eterno
Trocada su altivez en blanca espuma; Dolor rodea y ciñe el lago Averno;
«O imaginando estrellas nunca vistas ¡>Y todo, finalmente , el circuito
De Europa ó sus peñascos no tocados
, , De la universal máquina criada,
De humanas plantas, entre varias lisias Y sobre todo, el español distrito,
De preciosos metales engastados , Como parte mas lesa y agraviada;
En pastas de diamantes y amatistas, Ovan todos , pues todos mi delito
Siempre llenos he visto mis cuidados Saben desde el cénit y zona helada
,

Del deleite que causan peregrino Que ciñe á mi primer nación la frente.
Estos rasguños del pincel divino. Hasta del Garamante el suelo ardiente
«Un siglo entero , que de nuevo un mundo «Como yo, el desdichado rey Rodrigo,
Hacerle suele, y trastornar la vida Por propias culpas mias declarado
Del mas robusto pecho y mas fecundo Para verdugo al celestial castigo
Calor que en miembros de jayán se auida, Que á la infeliz España ordenó el hado;
Para gozar este balcón profundo De rey que debía ser, vuelto enemigo,
Pequeña ha sido y corta su corrida De Vítiza siguiendo el desenfado
; Qué mucho ahora os suspenda el alma entera Y vicios que sembró que yo debiera
,

Siendo esta en que le veis la vez primera? Escardar, si el que al reino debia, fuera :
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EL liEltiNARDO , LIÜHü XII. m


• Sepan que yo instrumento,
ful solo el • Ocho veces lampara febea
la
Y mi culpa la puerta a tantos males ; Salió alumbrando el mundo i ocho veces .

Que aunque en el soberano entendimiento i i


negra sombra de la noche rea
De quien sus lajea toman i"^ mortalea, De la luna alteré las blancas tecos;
Para otro oculto y no sabido intento Y tantos dkis la mortal pelea ,

Kn tablas estuviesen inmortales El sol v las estrellas por jueces,


(.un roja sangre escritos, y sos nombres t o spafis duró, sin durar ella
i

Inmudables ai braso de loa icnniires, Mas cu mi libertad que en fenecella.


» Yo solo aceleré con mis delitos » De allí ya viendo que el rigor del cielo

La divina ¡asuela yo impradeotOi ; , Era y no otro, el a /ole del castigo.


,

Graves excesos comeú infinitos, Sin esperanza del favor del sucio.
Y airado hice al llev omnipotente : El campo dejé y rob enemigo i
i

TodOS ("iilia tul BOU) están eSCTÍtOS¡ Y aquí de angustia lleno y desconsuelo,
,

Yo solo luí de Espafia el (negó ardiente sí conmigo venia di conmigo .

Que al descuido de un rey, un reinn viene De un ruel co vestido disfrazado


Al triste estado que aluna Espafia lleno. Que compré por la púrpura y brocado.
» Y .ni ni] ni' iodos son carga en mi memoria • Cien cursos ha revuelto el gran planeta
Y yo asombro por indos del Infierno Que por doce escalones de oro mido
( si el que con so pasl ¡omprd mi gloria El cerco de la vida , y de imperfeta
No me da libre de su Fuego eterno) \ Helia los demás circuios divide .

El que al discurso de tan iriste historia Después que entré i la soledad secreta
Siempre mi corazón bailé mas tierno . Que en este inculto páramo reside.
En mis ojos mas ligrimas, mas tiros Siempre pidiendo aunque con lengua muda
, ,

En mi alma, y 00 mi boca mas BUSpiroS, A mis culpas perdón y al ciclo ayuda.


•Fué de At.iulfo el afeado gesto » Y es tan piadoso el Padre soberano ,

Que por leal sacó, y por obediente Que, sin mirar del pródigo perdido
De i eni miataña ¡Ida en esto, -
La grave ofensa y termino villano
('.iiniu .11 |i is.irse en Alma insolente : Con que i mas no poder se ha reducido ,

Gr tve delito fué haber descompuesto Con favores de padre, y padre humano ,
Al rey Vitiza, y siendo mi pariente. Regalado y en palmas me ha traído,
Con el favor rmii. ni" y mis antojos lie, ho otro Benjamín, hasta este punto
Priradole del reino y de los ojos. Que el premio espero de su sangre junto.
• Grave delito fué el voraz dfieeo • Dióme este rio néctar, y el sustento

l>" entrar en ni usurpada monarquía, Estos almeces, palmas y algarrobos.


\ de la torpe vida el vicio feo Esta secreta cueva el aposento.
Que en mi ofendido remo permitía, El suelo cama y colchas sus escobos
,

Y el desnudar del belicoso arreo Despertando al cuidado soñoliento


La invicta España, en quien su paz tenia, De noche los aullidos de los lobos,
Como que yo de intento al triste caso, Para enviar con dulce desconsuelo.
Del feroz mauro diera llano el paso. Por mis maitines, lágrimas al cielo.
»Y entre todas mis culpas, la famosa «Desla suerte he corrido el curso entero
Y que mas se descubre y mas campea De un siglo en vida dulce y sosegada,
A ¡OS ojos del vulgo, la afrentosa Llena de paz y de ánimo sincero
Fuerza y estupro de una falsa idea Bien que de algunos miedos asaltada
Que á un ciego antojo pareció hermosa Mas, fuera de aquel gusto verdadero
Y á la triste memoria amarga y fea De verla en Dios y por su amor gastada
Hija de un traidor conde que en ser malo, Aun en lo natural asi regala
Aun yo, el mayor de todos, no le igualo. Que la de mas deleite no la iguala.
» Y si fué culpa dar á la pureza » En santa ociosidad vagando á veces
De mi gótica sangre la africana, Por los secretos ángulos del cielo,
Y dejar Zara ley reino y riqueza
, O á sus cóncavos nudos y combeces
Mas por ser mia que por ser cristiana, Atento contemplando el curso y vuelo,
Y la curiosa y bárbara liereza O á las palmas pidiendo y á las nueces
De abrir la antigua cueva toledana. Sustento y sombras , al llorido suelo
Donde el hado de España estaba oculto Verdes tapices, cantos á las aves
En las espaldas de un mudable bulto; Aliento al aire , al mar bramidos graves
• Y otras ocultas culpas y defetos > En esta ocupación y este ejercicio
Que al libro de mi vida harán cargo La vida he preparado y la conciencia,
En públicos sumarios, ó en secretos, Para dar cuenta della en el juicio
Tras un discurso y un vivir tan largo De aquel en quien espero hallar clemencia;
Aunque todos cien años imperfetos Y ahora mas pues me vino á ser propicio
,

Me cuestan de dolor y llanto amargo En tal trance el gran santo de Valencia:


Siempre que á Ataúlfo en la memoria miro. Vosotros deste bien nobles autores,
Con nueva pena y confusión suspiro. No me neguéis con él vuestros favores.
• Tanto á un leal criado se le debe i Ayudadme á la fin de la jornada
Y cual este en lealtad nadie le tuvo Los que el cielo hacer testigos quiso
Ni si él viviera , del vasallo aleve De mi vida presente y la pasada
La traición el efeto hubiera que hubo: Y séale al mundo general aviso
Murió como español mas murió en breve ,
Que el rey Rodrigo si dejó manchada ,

Que el cielo que en la vida le mantuvo, l'or incauto, su fama ,


y por remiso,
Mientras quiso que el reino mió fuese, Ya con cien años de continuo llanto
l'or quitármele iiizo que muriese. Si sus manchas lavó, no saldrán tanto.
• Murió : y no hallando en la agostada España • Toda esta magna conjunción que junta
Brazo á quien dar del campo el cetro houroso, Favorece á los árabes furores,
El salir yo con el á la campaña Y en Sagitario y su primera punta
En riesgo general me fué forzoso Harán los dos planetas superiores.
¡ Encuentro duro de fortuna extraña , El tin y el punto de mi muerte apunta:
Que sobre el rio Leteo dio espantoso Hasta ella sola llegan los mayores
Vaivén conmigo y á sus pies con todo
, Términos del periodo de mi vida
El nombre y pundonor del valor godo Si antes no abrevia el cielo la partida.—
18
T. XVII.
: , ; , , , , , , , , ,

DON BERNARDO DE VALBUENA.


» y postrándose en el suelo
Asi dijo ; nDestas las islas Verdes fueron unas,
En lágrimas el pecho consumido Que Afrodisias llamó la edad pasada,
De humilde contrición, al Hoy del rielo Y en lloridos verjeles a ningunas
Kn la hostia santa recibió escondido; [guales cercos dio la mar salada:
Con tanto gusto y general consuelo . Aquí, entre estanques, llores y lagunas,
Que en un profundo rapto suspendido, Sobre una peña de cristal cuajada,
í levantando de la tierra un codo . De la maga Zafira en largo espacio
Dio el alma á su Criador el postrer godo. La fabrica ocupó del real palacio.
ii Quedo ya, eon dos sanios, la capilla > Aquí se retiró la astuta mora
Hecha del cielo un singular retrato, Con la hermosa Glaura su sobrina ,

Y todos de tan nueva maravilla Glaura, infeliz y desdichada autora


Llenos de admiración y de rebato. De una triste tragedia repentina:
Viendo al rey godo <]ue perdió á Castilla Crióse oculta allí como la aurora
,

Morir tan sin grandeza ni apáralo , Entre aljófares, rosas y neblina ,

Cuando en el inundo se tenia por cierto Que cuando sale á despertar el día ,
Que en él habla cien años antes muerto» Cuantos la miran viste de alegría.
«Hízose humilde entierro al rey potente , » Así sucedió a Glaura, que escondida ,

Conforme el tiempo y ocasión pedia , En la isla Verde, nadie supo della.


En un sepulcro que. por mas decente, Hasta que ya la maga consumida
,

Dentro labramos de la peña fria; El Rey la trajo, y a su corte en ella


Donde Mauril, que en todo era eminente, Todo el deleite y gustos de la vida.
Un epitafio puso que decia: Pues nadie la miró, que en solo vella,
— Aquí yace Rodrigo en este suelo : De sus alegres ojos al bullicio
Después que perdió á España, ganó el cielo.- El alma no ofreciese en sacrificio.
i>Y en lo mejor del apacible llano, «Cuando su luz por todo el horizonte
Y mas acomodado con la ermita , Hacía de la propia y gente extraña
Fundamos un humilde pueblo, ufano Rica la humilde corte de Ayamonle,
De tener prenda en si tan exquisita, Y famosa en las de África y España
Contentos del asiento y temple sano , Un fiero nieto del antiguo Alnionte,
Libre de la inquietud tropel y grita , A quien Boldan mató en una montaña
Del morisco furor y la insolencia Por incapaz, de amor y hombre furioso,
Del bárbaro gobierno de Valencia. Llamado Boacel el desdeñoso ;

Y ya contentos con la humilde suerte


» Este allá en Tremecen, por Agolante,
»
Que allí nos arrojó al rincón del mundo, El principado de Aregol tenia ,
En vida quieta una agradable muerte Cuando de Glaura oyó el nombre triunfante.
Prometía a todos su calor fecundo Que la fama en su corte lo extendía;
Cuando la ciega diosa, que lo advierte. Y en tal punto le oyó , que fué bastante
Contraria nuestra en el desden segundo, A quitarle el sosiega en que vivía,
Cruel quiso acabar de dar sin duelo Y antojado, sacarle de su tierra
Con todo el edilicio por el suelo. A buscar la que ausente le hace guerra.
«Tuvo el rey de Ayamonle, Cardiloro, »En loco aplauso en aparato y galas,

Padre del que me trajo á mí a la guerra, Tras su amorosa empresa salió el moro,
l'or hija á Glaura del cabello de oro , Y dando al viento de un navio las alas,
Y la beldad mayor que vio la tierra : A la corte arribó de Cardiloro
Si el cielo al mundo
trasladó el tesoro, Donde por nuevas no del todo malas
Alguna vez, que en su pintura encierra, Supo que Glaura del cabello de oro,
En esta mora fué, y sin faltar punto De la corle y su tráfago enfadada
Allí con su pincel lo puso junto. En. el Algarbe estaba retirada
«Nacieron Cardiloro y esta hermosa » En una casa de placer, tratando
Medalla de beldad y de desdicha Con sus damas de caza y montería,
Juntos, debajo alguna peligrosa Sin saberse de cierto el tiempo cuando
Combusta radiación sin luz ni dicha: A la ciudad, del campo, volvería:
Solo Saturno en casa venturosa. Boacel que en su alicion se esta abrasando,
,

Venus del todo muerta y entredicha En sus deseos mas dentro cada dia,
Y los demás planetas por los signos A un ciego antojo que razón no escucha
Menos proporcionados y benignos. Cualquier pequeña dilación es mucha.
Era Zafira de los dos infantes
» » Y' así, con nombre de ir también á caza

supersticiosa hechicera,
fia y Y conocer del reino las fronteras ,

Que, por agüeros, rayas y semblantes, Con gran tropel de genles de su raza,
La ventura alcanzaba venidera Berberiscas, indómitas y fieras,
Ksta entre varías cosas disonantes
, De Ayamonle salió buscando traza.
Una vino á sacar por verdadera De descubrir á Glaura sus quimeras:
One serian ambos muertos, por engaños Llegó á la casa de placer, y hallóla,
De amor, en lo mas tierno de sus años. Por daño nuestro, el impaciente sola.
A Cardiloro ayer costó la vida
i » Que un
día antes la Infanta había salido
!
.meloso robo de mi hermana;
'! i Por áspero Algarbe á montería,
el
I ues de la suya oid la nunca oída *!
el insufrible molo, desabrido
Desgracia, y sin sazón muerte temprana: De tanto azar como en su antojo vía,
Veréis que no hay lazada desasida Haciendo del gallardo y atrevido ,
De nudo y de pendencia soberana, Cercar el monte quiso, y ver s' había
Ni á poder trastornar la orden del cielo Modo |iara que su ánimo robusto ,
Las fuerzas llegan ni el saber del suelo. Pues que todo es cazar, cazase gusto.
t Cuando Hércules abrió por el estrecho «Salió, y el desvariar de la fortuna,
De Cibraltar la puerta á los dos mares, Que el mundo guivi del sabor del ludo,
No quedó luego todo el golfo hecho, Huyendo el pantanal de una laguna.
Ni hundidos de una vez tantos lugares; Con él dio en nuestro pueblo descuidado,
One algunos altibajos, trecho a trecho, De humildes chozas sin defensa alguna,
Hechos quedaron islas y lunares En triste silío y puesto desgraciado;
De aquella su canal angosta y brava, Que a los que da en seguir la desventura
Donde no asentó el golpe de la clava. Aun donde ya no hay mundo los apura.
, . , :. . , : , , , ;

EL [lK.lt.NAItltO, Llllltn XII.

Sobresaltóse el moro de reponte «Pasóse en esto el resto de la tarde;


viendo la humilde población j riendo . >. venida la mu he . el moro biso
Ser allí nueva y de cristianos gente; Con sus de or o alarde
vajillas
Furioso en ella din un Hallo horrendo
, \ i. inquete i u gusto antojadiza -

Destrozando la misera inórente Y como el foegO, que en las Venas arde,


One, del peligro valenciana huyendo Del (mOI eoll la -Illa se lelll/.i ,

Por tantos marea i rodea lan lat go, Consumió la humedad, > huyó el sueno
Allí a bascar llego id Bn am u lie las vivas congojas de su dueño.
»N'o dejo el mauritano fuinr, ciego, no hallando paite de re¡
«Y'
Rastro de nuestro puebla ni memoria; Fu la pluma v quietud del blando lecho,
Que de casas > gente i sangre j iu< r • he su tienda salió el moro vicioso
Caá luminarias hizo su vii tot ta ;i A ver la de mi dama sin provecho
Algunos reservó, do humilde ruego, Al tiempo que ella en un disfraz hermoso
Has pomposa ambición j ranagloria Con Igual inquietud salla en id pecho,
lie dar lila-.ill a mi viii-i iouta trata . Qui/a a liuse;ir su anlojo y devaneo;
Y a Glaura los despojos de mi caía, Que esto y mas que eStO cabe eu UU (lesCO.
ó (bese ojue el habito de mofo
•A mi . No
se pudo saber de la salida
Con que de la prisión de Abdalla
aall A bOra de (.laura eos;, cierta
tal ,

Me hiciese parecerfo j por deeoro , Ni adonde en tal disfraz ileseoiioeid.1


Del me diesen la vida en la batalla; Iba de noche y sin por qué encubierta :

(I (¡ue el autor del eielo en quien adoro, , si ya no fue que sin pensar Lida .

QUISO para traerme aquí guardilla . Fu nuevo ardor de pretensión Incierta,


\¡>. al liu coa oíros d.^ salí del Qero.
Tras el devanear del pensamiento
Imprudente B poi prlsi ro. I Salia sin saber dónde Iba a tiento.
. ,

>Ki resto . como en casa de Inhumanas «Descubrió el moro el luiiio denegrido


Fieras . por entre penas I IgUJei os lie l.i ¡una. la beldad sin COttOCelIa ,
¡

A las manos muí n 011 afrieanas i Y viendo que al li.iM.illa y al ruido


De aquellos Implacables loboa Beroa ¡
Airas volvió la temerosa huella
Sin que al humilde mego ni i las canas Sospecbando traición, un prevenido
De Hauril ni sus santos companeros Venablo le arrojo que dio con ella ,

Que de rodillas les pedían niélelos En el suelo clavado el blanco pecho.


.

l.as \ ¡daa . diesen ni [liedad ni oídos. Que al tiempo bíZO her so sin provecho.

•El alarido y ^riía que rolaba »—Ay de mi dijo desdichada y muerta


Del raigo al cielo t quien favor pedia . En lo
¡

mejor del gusto J de mis años


. ,

!

Aunque en quebrados, ecos, donde estaba Acudió el homicida a ver la incierta
Glaura llego] su hermosa compañía; Causa de desvarios tan extraños,
Y la que a ver medrosa se acercaba Y no la luz de sus deseos cubiei la
De adonde lamentar salia el triste De sangriento arrebol y los engaños .

\ i. mío laudad a rienda suelta


la I . lie su imaginación deshechos todos
Huyendo de temor daba la vuelta.. Por tan contrarios y no vistos modos.
«Mas el furioso nieto de Acolante, Quedó pasmado . la color difunta
Que conoció las cazadoras Indias . Y todos juntos en desgracia tanta ,

ion la v ¡doria y el amor triunfante, torren a ver la miserable junta


Megre por el bosque entra tras ellas; Que en torno se hace de su triste infanta
\ en lo mas fresco del poco distante . Y ella, clavada en la acerada punta.
Del asolado pueblo , halló entre ellas Tan bella esta que aunque
, 'tal espanta i ,
,

El bello luí" de Glaura , que en el mundo l'o.ileada de sus damas cuyo llanto ,

Por aquel tiempo no tenia segundo. Es á la noche horror y al bosque espanto.


ou. el moro de nuevo sin sentido;
. I r
i
«Llegué también yo a vueltas que ; la suerte
Y acariciado de la bella dama Me llevo con los otros a ayinlall.i ;

Por bien pagado dio lo que ha servido Y viéndome llegar, trabóme fuerte
Hasta aquel lo cuenta de su lama ; | ;i lie la mano , y al tiempo de apretada
v,
xa en su mismo amor desvanecido, — ; Ay causa .dijo, de mi triste inuerte !

En su alma adora la sabrosa llama Si la vida perdí yendo á buscalla,


Que allí le trajo , y el dichoso sino Vi pierda... —
acabó; que en esto el filo
\ ,„,
Que (le gozar tal bien le hizo diño. Pe la ¡enea corto
estambre (d hilo. al

«Contóle bravo el arrobante hecho, «Quedamos lodos muertos viendo muerta


Presentándole todas |;is cautivas , La bella luíanla mas lio. na furioso : I . ,

Que dijo haber guardado por cohecho q su muerte sintió la suya cierta
11

De su gusto v no de otro intento, vivas . : Ya con semblante horrible v pavoroso


Y que a mi lie mi talle satisfei li" , . l.a atilda punta, de ana bol cubierta,
Solo quería por paje: y con altivas Que caliente sacó del pecho hermoso
Palabras lleno de mi vano antojo.
. (.un a tal trance le trajo y á tal punto,
Dio á los suyos el resto del despojo. Fu el suyo escondió, y cavo difunto.
«Puso la mora en mi los ojos bellos Poblóse el llanto el alboroto y grita ,

No sé si lodo fue sospecha mía, Tal con la nueva muerte, que un retrato
u gran descuido suvo. yo vi en ellos He infierno el bosque fuera si infinita
Que nada mi presencia la ofendía ; Su pena fuera y no de un breve rato ,
:

Y en la inquietud de luidlos y volvellos, Fuese la noche, y v iose en sangre escrita


Ya la de su alma y corazón leia La celestial venganza al desacato
Entre algún quebrado ay, de aliento entero. Hecho al Patrón de aquel dichoso suelo;
De su nuevo cuidado pregonero. Que asi á los de su corte venga el cielo.
«Preguntóme mil cosas con cautela, «Quisieron dar los moros sepultura,
Hijas del gusto de hablar conmigo, P. sacro monte en un llorido cerro,
I

Mi edad mi patria sangre y parentela,


. . A los dos cuerpos juntos fue locura, :

Y quien me biso de aquel pueblo amigo : Y el segundo añadir al primer yerro;


Cosas sueltas sin causa , en que revela Que la amistad de un malo no es segura
Amor á veces mas de lo que digo , Aun en la fria huesa y mudo entierro ;

('listando de todo ello el ignorante. Al contrario del bueno, que convida.


Bárbaro , inadvertido y ciego amante. Como Elíseo, al muerto con la vida.
, ,,; , , »
, , ; ,

DON BERNARDO DE VALBUENA.


»\ como
defender á los snperbos
á alegoría.
Hijos do confusión el desacato
De d.ir del torpe amor á los dos siervos Orlando, que saliendo ácaza, queda tras el gusto de
Sepulcro ¡lustre en fúnebre aparato, su novela perdido, y engañado por Garilo, significa que
l'n sombrío escuadrón de negros cuervos muchas veces el entendimiento, por divertirse en cu-
A dar bajó sobre ellos cruel robalo, riosidades sin provecho, queda perdido y llevado de un
De omuis picos y ásperos artejos error en otro hasta perecer. Y en el encantamento de
El de mas compasión huyo mas lejos. sus amigos convertidos en eslaluas de oro, cómo la ava-
»Y ellos, como verdugos enviados ricia es un vicio tan torpe, que vuelve á los hombres es-
Tara aquel fin del celestial gobierno ,
tatuas, absortos en la sedienta codicia del dinero. En la
Los cuerpos, cuyas almas y cuidados
historia de Roselio se ve lo mucho que importa el tener
Son lóbregos tizones del infierno,
En espantoso vuelo arrebatados, devoción con los santos, y cómo el desacato que se les
A un pardo risco por castigo eterno hace y el agravio hecho al inocente, pocas veces deja el
De sus delitos y el furor tirano
,
cielo de castigarlo; y en el rey Rodrigo, los soberanos
Del sin fe ni piedad rey Agolano efectos de la penitencia.
«Los llevaron, y allí sobre ellos puestos
Entre el carrizo y huecas espadañas
Con gritos atronando descompuestos
La postrera quietud de las Españas ,
Puerta á los fuegos dieron deshonestos, LIBRO DECIMOTERCIO.
De que ya fueron hornos sus entrañas
Entrando con los picos dentro dellas ARGOIENTO.
Hasta mostrar su hollín á las estrellas.
Descríbese el gran aparato de las fiestas de Francia la ferocidad ,

«Así en el yerto risco peñascoso de Morcante, rey de Córcega, y las bravezas que hito con las
Del inclemente Cáucaso se extiende nuevas de la muerte de su hermano Bramante. Prosigue Ori-
A roer el pecho al escultor curioso mandro en contar los monstruos de Creta. Llega Bernardo sobre
El buitre horrible que sobre él desciende una armada de corsarios, donde libra de prisión i Arcángel ira
la bella princesa del Catay y enamorado de su hermosura la
Y el escuadrón de arpias asqueroso , ;

pierde en nna gran tormenta, de donde él se escapa nadando


,

Asi en Arcadia al ciego rey ofende sobre una entena.


Arremetiendo con las corvas presas
A asir el pan y trastornar las mesas.
»No están sobre el cadáver recien muerto Así Roselio en su sabrosa historia
Mas importunas moscas asentadas, Los que oyéndole están entretenía,
Cuando del asqueroso horror cubierto, En el sentido haciendo y la memoria
El tibio humor le enjugan á picadas; Una mezcla de pena y de alegría ;
Ni cuando el campo de Ilion desierto Del santo Rey la conocida gloria,
Dejaron las argólicas espadas El trágico furor de Berbería,
De muertos lleno y de sangrienta espuma ,
Del uno y otro amante el desatino ,
De cuervos vio ni buitres mayor suma. Y el justo premio de sus culpas diño.
sDieron las corvas uñas á los ojos En tanto con las fiestas aplazadas
Y espanto á los que allí quedaron vivos. El francos hinche de alegría la tierra,
Que fueran, á no huir, nuevos despojos Desde el frió golfo y gentes apartadas
De sus presas y artejos vengativos Que el encubierto mar Gótico encierra,
Pues si algunos con bárbaros antojos Hasta donde sus ondas abreviadas
De armas se visten y ánimos altivos Del Calpe rompen la encumbrada sierra ,
Para librar su rey de aquel tormento, Alborotando su clarín bastardo
Vencidos vuelven de su vano intento. La ardiente sangre al pecho mas gallardo.
»Y no solo á ellos mas la corte entera
, La Gran Bretaña al templo de la fama
Del Rey que allá en Zalema fué prolija,
,
Dio en otro tiempo bellos resplandores.
Y en triste luto y lóbrega litera Cuando al guerrero dios la blanda llama
Llevar el cuerpo quiso de su hija Del dulce amor templaba los furores :

El negro enjambre y gente vocinglera No había jayán feroz sin tierna dama,
Con importunos vuelos los cobija, Casados con las armas los amores,
Haciendo que, de ver su horror, medroso Lleno aquel rico mundo de altos hechos
Huyendo vuelva el pecho mas brioso. De ilustres brazos y de heroicos pechos.
^Dejáronlos alli al tormento horrible De héroes famosos llena la presencia
Y á libre voluntad de los soldados Del siglo que hoy asombra su memoria
A guardar el alcázar invencible Del antiguo Meriin la grave ciencia ,

Del mártir de Segovia acostumbrados , De Artus la mesa, de Amadis la gloria,


Desde el sangriento golpe del terrible Del rey Perion la ilustre descendencia,
Daciano, que sus miembros arrojados Del triunfo del honor famosa historia.
En la playa dejó, y negó á Valencia Viviendo, aunque en dos cuerpos, con un alma
Para enterrarle en su arenal licencia. El tierno mirto y la triunfante palma.
ave de Apolo hizo la vela
nAlli el Por las selvas de Ardonia á sus venturas ,

Sobre sagrado cuerpo, y alli estuvo


el En pomposa beldad y altiva frente ,
En cuidosa y perpetua centinela Pasar solían tiernas hersioswras ,
Y campo á todos con su fe mantuvo ; Tascando en oro el palafrén ardiente :

Y ahora también en su defensa vuela Encerradas aun hoy no están seguras;


Sobre su sacro monte y al que tuvo , Que á un rayo de metal resplandeciente
Animo de ofenderle, se presume Viene en la cuadra de mayor recelo
Que en eterno tormento le consume. Danae rendida, y su recato al suelo.
»Yo desde alli en poder de Cardiloro Aun no el ciego interés con su codicia
Quedé por suyo , y el en noble trato La fe tenia , cual hoy, tiranizada,
Sirviéndose de mí no como moro Ni había entonces parido la avaricia
Aquí me trajo donde en el rebato
, Los monstruos que hoy la tienen afeada.
De anoche quedó muerto; y el sonoro Ni del picante momo la malicia
Discurso de mi vida y su retrato La casa daba del honor manchada:
Es este y este el áspero rodeo
,
Todo era gentileza y gallardía
Al bien que ahora sin pensar poseo. Cuanto en el mundo y en su gente habia.
, , ,,;
; . . . , 1 .,, , ; ,

FL BLn.NAItDO, Llllllll Mil 277


de oro pido ioi llamado
El siglo mis en negro luto, andas doradas
I

De aquella edad el tiempo venturoso, Llevan entre el bor. lado terciopelo.


.

Cuando del mayor wj b ¡ astado


i o muerto rey da tierras apart idas,
i

En ser valiente estaba j generoso i Que pidiendo vengam viene ai délo i

Has ii" que el siglo nuestro es el dorado


; Que siempre acude i fiestas tan nombradas,
^ el mundo boj en sus cosas mas precioso, Bll lama lo mejor del suelo
I" .
,

i> le eloro na Hondo a tanto lustre, Donde se desagravian ofendidos .

Que es oscura sin H 1.1 sangre - < 1 1 1 1 1 1 ^ se suelen cobrar reinos perdidos.

Kl rey Carlos también gozó gran fnua, mi"- deo mas y yelmos ouoentados
Insigne emir * bravos cabalii ro Nacen vn.-n y unieren en cuestiones;
.

Has "Ni" les i.iii" de amor la llama,


i
Otros de tierna cera hombres ean-ados, ,

No pudieron llegar a les primei os De duro cuerpo blandos corazones; j


Que los que el vulgo paladines llama, De día por los desiertos abrasados
\ \" principes de ánimos guei reros .
lie noche por estériles leí n i
\

Son nombres encantados que mi bei luim . Que la guerra y amor piden de Fuero,
De humana bei la la ngura. Para Miliar su m, la, hombres de acero,
Orlando, el ni m deiios. ¡i (aial con la bella imagen de su dama
Era, según la cuna nombre ncaniado, . < Resplandeciendo lleva el bo escudo,
Velloso el cuerpo j ásperos i"s i ellos Cual un pardo dragón en roja llama
De hombros metido, ue* color tostado. Despedazando un corazón desnudo,
Turbios i"^ "j"--, duros i"s cabellos Cuál parlero clarín de altiva Fama
Gruesa la bai ba el pelo ensortijado, . Vuelto, por bits de una pluma nimio ; ,

De miembros mas rornidos que elegánti Que la lanza mayor por si no alcanza
\ de fuerza mayor que dos gigantes. sin quien ayude al cuento de la lanza.
Reinaldos lúe también un hombre esquivo, Las selvas los del ¡61 tOS, l"S caminos,
.

De animo
y corai lelerminado, De desafios líeme-, j revueltas
a loso sagas astuto altivo,
ni i i'
. , , Combales bregas riñas desaliños,
. , .

Colérico, atrevida j rec H ida ¡


Hulees pasiones en locura envuellas :

Pocas voces de amor se vio cautivo, Unos lanzas ¡ando otros padrinos
i
,

Ni supo :> ii'in[»i amar niser amado; Otros justas de galas, > otros, vueltas
Plordelis rué testigo > . lo es, con ella, Las espaldas á lodos sus cuidados,
El tierno amor de angélica la bella. Van en el de su amor embelesados.
1
1
domas
paladines bel i IMa en medio de Francia París puesla.
De altivez Fueron > Boberbía llenos, Ciudad insigne corle populosa . ,

Conquistando a la Fama sus clarines. De edificios bellísimos compuesta


Su tierra al mundo, j a la mar sus senos: Kn letras y armas clara y poderosa :

ibios al dulce amor, de cortos unes


i
Y ahora en la Voz de la aplazada liestj
Que pan amores nunca luéron buenos En plaeeuieías galas tan vistosa ,

Hombres duros ¡ni olios j Feroces, . Que no hav rincón en ella que no sea
Ue BerOS pechos y ánimos, atroces. Ueste insigue aparato su librea.
Si el gallardo lluger fué tierno ule :
, Las Iones, los balcones, las ventanas
i en nación Francés . era africano; Ardiendo en luminarias Inmortales,
Si supo amar la bella Itradamanle, ('.uva luz. á las máscaras livianas
i na temprana horno hace verano: Alegre vista da y sombras iguales :

Esta sin olías, dio causa bastante


, Llama el elariu re^| leu las campanas,
,

De las liadas al claustro soberano Al alambor sonoros atabales ,

Que, alegre acariciando al pueblo moro, Y alegres chirimías j cornetas


i ni aei.i Fuese de los luios de oro.
i
Al tropellado son de las trompetas.
Asi también el ordinario oficio vanse por todas parles ensayando
Q n la corte de Francia se sabia Hombres de armas, bridones y filíeles,
lia de anuas el áspero ejercí ¡o De relámpagos de oro el aire blando
Que su nación colérica pedia ; Cubriendo l"s grabados coseletes :

^ entn el i
ais ido Harté i su bullicio Entre el bruñido acero tremolando
Apenas rayo del amor salía ¡
Plumas, bandas, banderas, gallardetes,
Que mejor siempre las Francesas flores lucos despojos del vencido moro,
En armas aprobaron que en amores. De perlas llenos y de cifras de oro.
Y en justas ahora de placer metidos, Las calles y las plazas tan cubiertas
Su tierra miran de alegria poblada, A todas horas van de gente armada.
Los circunstantes reinos conmovidos, Que el roneo estruendo v subilas revertas
Con grandezas la fama sobornada : Ni oir consiente ni entenderse nada;
De la imperial ciudad por los ejidos De la insigne ciudad las trancas puertas
La milicia del mundo esta seminada; Dando seguro paso y libre entrada
Que á varios Unes, por diversos modos, A varia gente en ciegos escuadrones,
V la voz de la tiesta acuden todos. Sin mirar leyes ni aceptar naciones.
Lleno el pais de platicos soldados Aquí labiados hacen y estacadas,
Ricos penachos por los yelmos puestos, Allí palenques, acullá barreras,
Sobre recios Frisones, ue encrespados Allos andaniins. liruies palizadas
Plumeros de oro y chapería compuestos; De varias trazas fuerles v maneras :
Almas fogosas, pechos arriscados Quién limpia el corvo escudo quién . gM
Por cualquier aire a se arriesgar dispuestos; Aun is, sillas, penachos y testeras
Que la Francesa colera, el mas grave, Quién en jaeces de oro y paramentos
Aunque la quiere reportar, im sabe. Labra a su amor costosos pensamientos.
Quien de una bella infanta al diestro lado,
, Quién da de tembladora argentería
Lleva en su nuevo amor gusto cump ido ; A sn plumero varios resplandl 1

Quién en el bosque oculto el bulto amado Quién graba un limpio arnés, quien desafia
Llorando halló el agravio recibido ; \ ence la iris bella en sus colores,
i

Quien a cobrar el ya perdido estado Quién la antigua bisarma que servía


su brazo ofrece y su favor cumplido , De inviolable blasón á sus mayores ,

Y contra el gran poder, fuerza bastante, Descuelgayademármoleseyíi


Ue oscuro mago ó descortes gigaute. Donde la guardó el tiempo largos años.
: , , ,, ' , , , ,

278 DON BERNARDO Mi VALBUENA.


Es el concurso grande, y la agonía Dejóle el nuevo caso embelesado,
Varia, varios los pechos valerosos; En el cómo y el cuándo cuidadoso ;

Que en noble empresa es honra la porfía, Mas vuelto en sí de aquel primer cuidado,
Y señores del mundo los briosos : Impaciente se muestra y desdeñoso;
Llegan mil aventólas cada dia , Y di' un cruel furor arrebatado.
Sucesos de armas, lances amorosos, Cuanto delante está rompe furioso :

Justas y desafíos de gigantes . Todo lo hace igual; nada perdona,


Pruebas de amor y casos semejantes. Gente, vestidos, armas ni persona.
Al venidero mes, que abre las llores Cual sierpe antigua en siesta calurosa,
La fiesta principal esta aplazada; Hacia el terrón que le arrojó el villano
Que entre las rosas brotan los amores, Se alza, silba, y revuelve la escamosa
Y tiestas sin amor no valen nada Concha, sembrando muertes por el llano;
Si algún azar no entibia estos furores, Y a la garganta y lengua ponzoñosa
Gala el mando DO Vio mas señalada : Del mortífero pecho saca en vano
La fama lo dirá... Que un jayán fiero La sed prolija que sufrió en su cueva,
Ahora á mi pluma lleva el vuelo entero. Y oculta allí para matar la lleva ;

Está del mar Ligústico cercada Asi del torpe desabrido pecho
Córcega , dicha Gimo antiguamente Del bruto rey de Córcega revienta
Áspera, peñascosa, mal sentada. En rabioso furor, veneno hecho,
De mal clima, mal suelo y mala gente: En que el confuso corazón alienta ;

Del gran jayán Morgante gobernada, Y al que la nueva trajo sin provecho,
Que en una roca sobre el mar pendiente En debidas albricias de su afrenta ,

Su inexpugnable alcázar se levanta , Las que le dio den siempre al que se ceba
Con que a la isla entrena, al mundo espanta. En ser correo de una mala nueva.
Del pardo Bronte ,
que en la estrecha altura Del débil pié le coge, ;
extraño aliento!
De Meliguna un tiempo tuvo fragua, Y á dos veces que el brazo da la vuelta,
Por recta linea y sucesión no oscura En triste ruido por el sordo viento
Asi la suya el tiempo antiguo fragua : Va , cual de rústica honda piedra suelta :
A Scila eu su primera hermosura Bajó buscando el húmedo elemento,
El acople gozó dentro en el agua Y el agua blanda, en crespa espuma vuelta,
De su madre Anfititre, y della tuvo Recibió el cuerpo en peña convertido,
Al fuerte Auson y al inclemente Onnbo. Ya por el aire enjuto endurecido.
Mató Onubo á su hermano, y de un pequeño Que, cual de estrecho frió detenida
Niño que de Dorisca dejó al mundo , Nube, en el hueco viento congelada,
Llamado Lipar, el humilde isleño En blanca nieve baja endurecida ,

De Lipara heredó nombre segundo : Y en menudos vellones apretada,


Deste nació Ligusto, que en empeño O cuando á duros globos reducida,
También dejó su nombre al mar profundo, En aljófares gruesos cae llorada ;

Naciendo Cirno del, y de este Almonle, Sin sangre el cuerpo asi del miedo helado
,

De Onubo abuelo y del segundo bronte. En duro pedernal cayó trocado.


De Bronte fué Dorisco descendiente Y allí la humana forma consumida ,

Y Fulborando padre de Morgante ,


Quedó en medio la mar vuelto roquedo ;

Que heredó el reino y la soberbia gente Que quien por mucho andar perdió la vida,
De Córcega, y fué hermano de Bramante, Justo es que para siempre se esté quedo :

Que, huyendo del por de ánimo inclemente, Asi este cuento ó fábula fingida
A Toledo pasó, y fué vano amante El vulgo canta en Córcega, sin miedo
De Galiana y este en este modo
, , Que lo tengan por tal, siendo lo cierto
Es del rey corzo el real linaje todo. Que fué el correo sobre aquel risco muerto.
Hacia la áspera costa al mar profundo Que descendiendo por el aire blando,
Hoy levanta un peñasco la cabeza, A quien la ira del cruel gigante
Que en otro tiempo anduvo por el mundo Sin alas hizo penetrar volando,
flecho hombre y de mortal naturaleza : Nombre al risco le dio, bulto y semblante;
Quién de su primer ser sacó el segundo, Y él, todavia en su furor bramando,
Y sus miembros vistió de tal dureza, Con ánimo impaciente y arrogante,
Y'o lo diré después; que ahora quiero Sin que respeto ni temor le ocupe,
Al bravo corzo retratar primero. Torpes blasfemias contra el cielo escupe.
Era un marino risco en estatura. Más por alegre ornato ó por decoro,
Cuerpo abultado, músculos tonudos, Que por la religión ni su cuidado,
Anchas espaldas, gruesa la cintura, De los Penales el casero coro
Larga y corva nariz, ojos torcidos, De su cuadra un altar tenia dorado;
Verdinegro en color, basto en hechura, Y aunque en precio y valor era un tesoro
Barba y cabellos crespos y tupidos De la avenida del furor llevado
Y de tan firmes fuerzas, que pudiera La rabia estrenó en ellos de manera,
Mudar un monte si mudable lucra. Que ninguna deidad le quedó entera.
Una ancha cimitarra que jugaba De Júpiter un nuevo Icaro hizo,
De blancos filos, un quintal tenia, Que al turbulento mar bajó volando;
Con que del primer golpe destrozaba A Venus y á su hijo antojadizo
Entero un hombre , y dos y tres parlia ; Dos Leandros que á Sesto iban nadando;
Y á este respecto lo demás llevaba A Marte entre las manos le deshizo
Del reforzado arnés que se vestía, Y mejor lo hiciera peleando:
Asaltando arrogante un campo entero, A Vulcano arrojó con tal enojo,
Ora armado de seda , ora de acero. Que de ambos pies al caer, le dejó cojo.
,

Trazando un dia en su ánimo orgulloso No hicieron tanto estrago los gigantes


Cómo en Francia esgrimir podría su maza, Del monte Pélion en su antigua guerra,
Y en sus fiestas hacer su brazo airoso Licaon, y otros monstruos semejantes
El general espanto de la plaza ;
Que contra el cielo levantó la tierra ,

A sus píes puesto un mensajero odioso, Como en sus simulacros elegantes


Con triste nueva humilde los abraza, La ira que el pecho de Morgante encierra,
Y el golpe le encarece furibundo Que en una hora rompió mas dioses viles.
Con que el cruel Bramante huyó del inundo Que en mil años criaron los gentiles.
. ,. . , ; , ; ., . : ., ;

EL BERNARDO, I.llino XII!. 279


Y de Impaciencia! lleno y de despecho Asi en la aptlgus Irt idli ew le i dera
I ni lililí il<l'' \nr. 111/ i .l.l.i miiiu i iii i
veces varear suele el villano ,

<. nuil. i agravio becbo


i.i aírenla \ el De gajos v bellota na madura
Del gran Bronte i la real tangí e ál\ Ina ¡
A recios golpes cuaja el fértil llano;
Y en este Fuego ardiendo el turbia pecho, ^ li illa ramas In.j.is verdina
, , v ,

\ pié ) iin armas para el mar camina Todo i" Ign lia d pi ida mano .

A destruir <'l mundo por España , Y -i la hambre 1 luna 1 i .

\ es poco el mundo en que reng ir su saña. Desmocha j quiebra i palo- media encina.
Solo . sin lanía . espada ni esi udero . Echó tu n lo a lo en dos pedazo
ii i .

.Ni unís que el ciego ardor que le seguía, Y a otros cuatro pió (arelas \ entenas i

Al turbio ni. ir iii un batel tijera A i piornas deja a cual sin bn


n. 'I -ni .

i arioso se ai roja j furioso envía . \ a nal las manos de los sesos Monas
i

I.ibarco sin limón ni mai ¡nei o Atropellando estorbos j embarazos,


Por el confuso piélago, sin guia La capitana asió por las cadenas ;

En señal que con animo iracundo Y hubiera al sallar dentro por un lulo
. ,

Bala vei acomete todo '•! mundo. Si él no la enderezara zozobrado .

Has va el sobei bio mar, imbien hincl i i De humilde vulgo y torpes mar
Se rué en verse pisai embraveí iendo Sin defensa mayoría bailo cargada,
>.el jayán, de sus olas afrentado, Y de su entena i dos redobles Beros
Que nava otra mayor furia está temiendo . Toda en el pi Imer circulo escombrada
\ enojo cruel precipitado,
asi iii su i nos ai agua j otros, mas líjeros . ,

Lanzarse quiere por el golfo horrendo, Y..I i., van por cima de la ar la
\ pesar de los vientos j bu guerra,
ii A buscar bu audillo que se hall i . i

Salir del ciego a hundir la tierra. mu Del abordado barco en la batí lia,
Mas viendo el sordo piélago que hervia Con un gran capitán que en él . traía
En perjuicio de bu loco intento II supremo lugar por su braveza
v
Rabioso contra el cielo se volvia en -ii ancho escudo un rojo león, que bacía
Contra la re contra la mar ¡ el viento . : Blasón a su invencible fortaleza
a sus cobardes dioses desafl Y él con la diestra espada que esgrimía
.

vi mar escupe el destemplado aliento ;


ior muestras de su brío j bu destreza,
Del aire i grandi s roces embravece A sus sangrientos pus lema rendidas
C |ue su rabia j la tormenta crece. De los mas bravos la- mejores i idas.
Rompió i.i de una vez Neptuno el freno, Al tiempo que el jayán subió al navio
Y las turbias estrellas se levanta
:i . En su contrario el (raneo caballero
i
tarrido en ver, que de su ondosa seno Kcbó de un golpe dos un mortal frío, i

i furia al mundo, y no a un gigaule, espanta;


i Y ahogo el orgullo en el que entró pi imi ro;
\ el (rio soplo, de tormentas lleno, Y a este y aquel y al otro quita el brío,
Las velas hiere con braveza tanta . Manchando en roja sangre el limpio acero
Que es -ii hinchada soberbia semejante En vario- minios ipie es -u Ina/.. fuerte :

Al ciego error del bárbaro Morganle. á una muerte.


Diestro en Bar mil figuras
dias anduvo sin ningún sentido
S - Cayó un mortal desmayo en el ruido
ras varias experiencias de Fortuna
i
. Que en lomo hacia la contusa aunada,
Ya entre las crespas olas sumergido, \iendo su incauto general caído,
\ .i por la humilde arena ya en la luna . Y -o esperanza sin sazón coi tada ;

Hasta que el turbio mar, mas coi i


-
_;idu. Lo mejor de sus fuerzas destruido
Del viento no mostré señal alguna . Del Blo agudo de una -ola espada ,

Poniéndole a él entre bajeles Y del cruel jayán la fuerza altii a


De una enemiga Dota de corsarios. Que ahora de nuevo en su favor arriba.
I ..Mi. 1 ll.ll loVl'lltO lll' un llllV lll Y él , heredando del ooiilrar II 1 1 i

Que esperar su intención paró sin miedo,


á ii corvo alfanje j el valiente escudo .

> el corzo, viendo el aparente bi io, Por entre la canalla sin concierto
iniiiiicii por ver el Bn se estuvo quedo;
i Sembrando muerte- va bu Blo agudo :

Cuando mu ipil, tu confuso desvario* Cuál hasta las entrañas cae abierto .

Al barloarse con igual denuedo. Cual sin pies acabar de huir no pudo
Como enjambre de abejas importuno, Cual sin brazos se halla cuál Se queja ,

Innumei ables leños cercan uno. Con solo un brazo un hombro y una oreja. ,

Morganle. que entendió la Hi'masia Aquel, antes ocioso, ya ocupado


Del duro asalto al combatir primero, En volver las entrañas 6 bus senos,
Ardiendo eu los deseos que traía Mira otro que cabe él se halla admirado
Pe abrasar con s» llama el mundo entero, De verse la mitad del cuerpo menos :

Contra toda la Bota que venia l'no su diestro brazo destroncado


En su barquillo arremetió lijero; Busca y viendo sobre él tantos ajen, s
, .

Que sin armas a o IS J a llorados, . Mientras le encuentra la segunda herida,


Todos pensó dejarlos anegados. El otro le arrebata con la vida.
La gruesa entena del primer navio El rudo Telamón cuam lo en venganza
Furioso tuina cual delgada caña . De -ii agravio asolaba el campo griego
Y con mandobles della ¡ de sn brío, Y en furiosa locura su pujanza ,

Destrozo bace y mortaiiii.nl exti iña ; Ni admitía excusa ni escuchaba ruego;


Cunde la rabia, crece el desvarío. Ni hizo mas riza ni mayor matanza,
El furor ciego, la indomable saña . Ni se vio con su cólera mas ciego .

Y de cualquiera de sus golpes Beros Creyendo, al golpe de su ira necia.


Deshace y hunde los navios enteros. Ser lo- testuces principes de (.recia,
Inris sin vida, otros sin figuras, Que en igual ó mayor caí un. la i

Muertos deja unos, j otros atronados; I),. Coréela


-.' vía el lev brioso ,

oirus ios huesos . carne y coyunturas Tal, gue a lodos los ojos parecía
Molidos, hechos masa y aplastados : Entre manso ganado bou furioso;
Arlioles, gavias, jarria. obencaduras, ^ lo mas la mortandad crecía,
Grumetes, marineros y soldados, Más el combate crece peligroso ;

Como granizo, sin dolor ni pena Que por mil parles los navios corsarios
Derriba, y caen a palos con la entena. Gente llovían inliel en los contrarios.
, ; , ,,, ,; ,, : , ,;,, ——
!, , ,

280 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Seis medios signos el herir primero «Del real sepulcro en las doradas barras
Durado a costa del corsario babia Con que su arqueada bóveda crecía
Cuando de lejos un navio velero De un dragón de oro en las azules garras
A dar sobre ellos vieron que venia : Una guirnalda daba lumbre al dia :

Ninguno lo juzgó por buen agüero... Brillando toda está luces bizarras
Lo mas del caso se verá otro dia De flores de tan rica pedrería ;

Que de Bernardo aqui la heroica fama Que igualar su tesoro á los de Craso
Mi humilde musa á nuevas voces llama. Es comparar la mar á un chico vaso.
Con él dejé á Orimandro en su ejercicio, «Por hojas esmeraldas y por flores ,

Pintando en su aflicción dulces dolores ; Rubís ardientes perlas cristalinas


,

Que este es de un triste el ordinario oficio Rubios topacios, iris de colores.


Y el amor grande escuela de pintores : Blancos jacintos, amatistas linas,
Déjele de escuchar, porque es indicio Camafeos cubiertos de primores,
De no acabar jamas tratar de amores Y entre las agoreras amandinas.
Mas ya aqui me conviene oirle un poco, Con esta letra un real carbunco frío :

Pues no es él solo deste tema el loco. — Por venganza tuya y honor mió.
la

Volvían á la gran Creta navegando »En el hueco sepulcro otro letrero


Lo que en contrario tiempo han descaído, La muerte entre diamantes descubría,
De un bordo y otro el crespo mar surcando, Y aunque amasado de oro el rostro fiero,
Con el jaloque el tramontana asido; Con el verso mataba que decía :

Y el rey de Persia, su dolor contando, — En cada luna una doncella espero


Asi á Bernardo lleva entretenido : Que aquí degüelle la venganza mía
o La fatal brasa, en aire consumida, Hasta que ponga otra mayor belleza
Sin resplandor quedó, Dulcía sin vida. Esta hermosa guirnalda en su cabeza.
uDesta muerte infeliz el golpe extraño «Turbado del prodigio de la muerte,
Los males dio que a Creta han perseguido; A ver el nuevo templo el pueblo vino,
Desta crueldad nacieron; deste daño Confuso del rigor con que le advierte
El reino está en desgracias consumido : Su destruicion el celestial destino :

Alzáronse las nubes con el año; Ley sin piedad, cruel y adversa suerte
Dejó su fuego el aire corrompido, La juzgara el tirano mas sanguino :

Y el fértil campo, ya agostado y seco, Librarse quieren todos del tormento,


De sus tributos hizo estéril trueco. Mas no poner ninguno el instrumento.
«Sembró Mercurio horrible pestilencia «Del consejo del Rey salió acordado
De fieras sierpes y aires venenosos Que se ejecute lo que el cielo ordena,
Que la Reina mataron sin clemencia Y el sacrificio, cual lo pide el hado,
Y" fueron menos que ella rigurosos, Se ofrezca cada mes la luna llena
Cumpliéndose del hado la sentencia, Hasta que en sangre laven su pecado,
Que a Creta dio, en agüeros espantosos, Y con la culpa quede igual la pena
De su llama infeliz una centella, Y' á este fin se procure por la tierra

A fin que su quietud se abrase en ella. La beldad que mayor caudal encierra.
«Está el ignoto laberinto hecho «De los reinos de amor las mas hermosas
Por la mano de Dédalo ingeniosa, A grande expensa y gastos son buscadas;
De la rica ciudad un breve trecho, Y para las exequias dolorosas
Al ciego amparo de una selva umbrosa, En pronósticos tristes alistadas
Donde un real monstruo de doblado pecho Aqui solas las feas son dichosas,
Posada tuvo y cárcel engañosa; Y todas las hermosas desdichadas :
Y al fin la luz de un hilo delicado
, Si ser en algo venturosa quiere,
Hacerlo pudo claro de intrincado. Vayase á Creta la que fea lucre.
»De aqui espantosos nacen todavía «Sus gentes en las islas comarcanas
Disformes bultos, sombras infernales; Ni oro han dejado ni doncella hermosa,
Este el fuego encendió que en Creta ardia Escogiendo en las flores mas tempranas
Y parió en ella los presentes males : Para su triste altar la mejor rosa :

Sobre este oscuro laberinto un dia Al fin, entre estas victimas humanas
Un rico templo de arcos inmortales L'n dia cautivaron á mi diosa ,
Se vio nacido , ardiendo su tesoro Y el Rey, viendo la luz por quien yo vivo,
En las basas de cien colunas de oro. De una cautiva se sintió cautivo.
»De una arqueada bóveda era hecho, «Pervirtió el nuevo amor los sacrificios,
Tan alta que en la vista se perdia
, Y que iba á ser víctima sagrada,
la
Y con las piedras su dorado techo En lugar de los dioses mas propicios,
Un estrellado cielo componía, Por diosa instituyó fuese adorada;
Con cien ventanas que de trecho á trecho Mas ya el cielo, cansado de sus vicios
De luces la llenaban y alegría Al nuevo altar de la beldad amada
Abiertos en molduras y perfiles Dio por verdugo la disforme fiera,
Balcones de oro, rejas y pretiles. Que la vengara si por mí no fuera.
»En medio la alta fábrica preciosa, «De allí , cual dije , liberté la vida
De un enlutado pórfido labrada, De quien la me ha quitado
mía en pago
lina sombría tumba está pomposa Y en triunfo ciudad traída.
ilustre á la
Sobre diez ninfas de cristal sentada; Nuevo decreto el real consejo ha dado :

Y otra enlutada bóveda vistosa, Que á las primeras suertes sea admitida,
De mosaicos follajes antorchada, Y sujeta al rigor del duro hado ,
Así en arcos levanta su tesoro, Sin que mando de rey ni otra potencia
Que humilde hace en su respeto al oro. En algo altere esta uitima sentencia.
>En hombros destas ninfas se sustenta »De doce de la urna aborrecible
La enlutada y funesta pesadumbre, La última fué á salir mi amada diosa
Y con sus diestras manos se alimenta Con que el cielo mostró en señal visible
Al templo una inmortal y eterna lumbre; Sor la menos decente y mas hermosa :
Y así al mundo sus luces acrecienta Ya once altares corrían sangre horrible
Con la que al oro enciende en su techumbre, De infeliz hermosura extraña cosa : ¡

Que hizo, bajando al mar, que se dijese Que mas la hambre y mortandad crecia
Que el dia en Creta á no morir naciese. Cuando algún sacrificio se hacia.
, . ; » , . , ;

EL BERNARDO LIBRO
, XIII. 281

»Un año en Creta me dejó encantado Asi el ¡y peni al gran Bernardo hablaba
i

En vano anuir, y mil mr entretuviera Y entre esperanzas j temor moría


< un cabello sin quebrarse atado;
: r > r
Que este con sobresaltos le ahogaba
Que espelunca dnlce hechicera;
es la Lo que aquella adulando le ofrecía :

Después que le quité en el fértil prado Con nuevo miedo amor mi pecho agrava,
Mi bella diosa á la serpiente Den ,
Y la confusa guem
en que venia
Porque me diese la enemiga suerte, Es no sabir si la beldad robada
Con el un de su villa, el de mi muerte. Segunda vez á Creta lué llevada,
enlutado dia se acercaba
»Ya el Que aquel divino brazo riguroso
Que mundo
habla de ecbaí en aoebe oscura,
al Que la robó con superior violencia,
i el sol He a él y a n a alumbraba
< | Será en ambas desgracias poden o
En la indigna y temprana sepultura ¡ A ejecutar del hado la sentencia ;

Ya el verdugo el cuchillo aparejaba, Todo tiene su n triste ó dichoso


ti , ;

Y la luna sin luz y sin figura . Darse debe á los dioses la obediencia :

Su variable curso apresurando. No es su poder coi del hombre estrecho


, I ,

Iba creciendo, j mi placer menguando. Mas siempre lo que el cielo ordena es hecho.
»Y aunquemuerte, la sospeche
Incierta su Bernardo, afable, aquel dolor consuela :

Bastó á turbar gusto de mi vida; el <¡ Toilo le dice


, está en su sabia mano
, ,

Que un desdichado siempre da por hecha Ni el pie se mueve la pluma vuela m


Contra si la desgracia m;is temida i Sin licencia y acuerdo soberano :

La cadena arrastrando mas estrecha Es fuerza que el dolor lastime > duela,
Que en la prisión de amor fué conocida, Que es duro golpe en corazón humano;
De Un nial en otro, procurando BU vano Mas la cordura ••u i¡>¡las ocasiones
Un favor breve de su Ingrata mano. Los gustos mide y templa las pasiones.
(Trazando de un dolor varios intentos, »Y esta funda mortal que al alma viste
En uno me resuelvo i determino Es lumbre de esmaltada vidrien
Que es no poner en duda mis contentos, Que si es dorada, azul alegre ó triste, ,

Ni liar nías suerte a mi contrario sino; Tal luz dentro en la sala reverbera;
Mas romper del altar lucros sangrientos, Y bien que el punto del valor consiste
Y del robar el sacrificio indino: En grave pecho de igualdad entera;
Pensé acertar, y tiene amor mandado Mas cuerpo humano de contrarios hecho
Que no acierte a servir quien no es amado. No puede al alma dar mas firme pecho. »
«Puse en el puerto á punto este navio, Asi el noble leonés, y asi el persiano,
Mi gente por el bosque entretejida , Uno sus cosas cuenta, otro las guia ,

Y a pisar del cretense señorío, Y en blanda paz mitiga el peí lio humano,
De la muerte otra vez libré a mi vida, Cual suele la agradable compañía ;

Sin darle cuenta del intento mío , Cuando del feo Tritón el reino cano
Medroso que de altiva j desabrida, Crespo se revolvió, y se escondió el dia;
Fuera el altar del sacrificio injusto Braman los vientos, crece la tormenta.
De mas gusto en el suyo que mi gusto. Perdido el norte, el cómputo y su cuenta.
nAlli robé la que mi alma triste Ahora es tiempo, oh luz del tercer cielo,
Donde quiera que está tiene robada, Que alegre llueves dulce amor fecundo,
Y aqui la traje y como tu la viste , Y tu resplandor quinto, cuyo vuelo
Siempre sin ocasión la vi enfadada El ocio quita y Bojedad de] mundo,
Que el dulce premio en que el amor consiste Que ambos templados enviéis al suelo,
Es suerte, y fué la mia desgraciada : A mi pluma un feliz saber profundo,
No pida otra ocasión el que quisiere, Con que cante en espíritu doblado
Si aborrecido de quien ama fuere. Un tierno amor y un liero Marte airado.
«Si bien yo fuese donde nace el dia Un ejercicio y otro son vapores
D| nueva lumbre y resplandor vestido, Que seso suben con la sangre nueva,
al
El poderoso sol Baeo seria Y á imaginación hechos furores
la
Contra las sombras ¡leste ingrato olvido; Su mismo brio y su inquietud los llo\ a :

Que desta ausencia la tiniebta fria ¿Qué almas hay cu la tierra sin animes .'

En que me tiene el desamor metido, Qué gloria que al amor no se le deba '.'

Ni donde sale el sol donde acaba. ni Oiga el mundo mi voz; que hace mi pluma
La luz podrá hallar que le alumbraba. » Hoy de Marte y de Amor una gran suma.
Dijo y al curso de su amor dudoso
; Seis veces tras la lámpara febea
Cogió la rienda, y aflojóla al llanto, Con la suya Diana alumbró el mundo,
Y sintiendo, no en gusto desdeñoso, Y siempre el viento en áspera pelea
El leonés su dolor, hizo otro tanto ; Feroz luchaba con el mar profundo ;

Que es de cruel pecho á un caso doloroso , Cuando entre hinchados tumbos ¡le marea,
Tener el corazón de duro canto : Impedido el primero del segundo,
El Rey su llaga api ida en l¡> secreto; Fué la persiana vela descubriendo
Que, aunque estaba alligido, era discreto. De un conflicto naval el ronco estruendo.
Con pecho heroico el grato mal reprime Y allí un gigante que en l¡\or de un barco
Del ardiente furor de su agonía; Contra todo un ejército pelea ,

Aquella diosa en su memoria imprime Volviendo de azul rojo el hondo charco


Que tantos sacrificios le debia; Un bauprés espantable que Voltea;
Y porque el corazón no desanime. Y con mas villas á sus pies que el arco
Finge esperanza donde no la había : Derribar suele de la muerte rea ,

<tQuizá dice, el dolor del nial que siento


, Al combatido leño salió, cuando
Será algún dia especie de contento. Los dos á ver su furia iban llegando.
xCual pecho avaro en allegar tesoro Pusiéronseá mirar; mas ya informados
Con deleite el trabajo facilita De alevosa desigual batalla
la ,

Que la hambrienta codicia y sed del oro En favor del jayán, entre quebrados
A insufribles tormentos necesita ; Bajeles pasan por la vil canalla ;

Tal esta dulce muerte, en quien adoro, Cuando lloroso grito en los costados
Mi vida alegra, mi alma resucita De una galera fácil de abordaba
Con el nuevo placer y el gusto nuevo Se oyó de nresos , cuya voz aguda
Que en morir por tan noble causa llevo. A Dios pedían venganza, al mundo ayuna.
, , , ; , , ; , , ; ,,

•Js3 DON HERNANDO DE VALBUENA.


Saltó el diestro leonés pn la aferrada No se engañaba el español con ella.
Fusta, buscando a quien favor pedia, Ni en lo que toca á su beldad se engaña
Y allí esgrimiendo su atrevida espada,
, Que en el oriente de la reina bella
Havo entre Bacas tnieses parecía : Del gran Catay nació en una montaña :
Uno hiende, otro parte, otro, tajada O sea Medoro, ó sea la quinta estrella
I.a cabeza por medio, al agua envía Padre feliz de la belleza extraña ,
A eual liiere de punta, á cual de tajo, Ella es hija de Angélica , y por ella
Y a eual arroja al mar del bordo abajo. La llaman Arcangélica la bolla.

Contanta gallardía volteaba Corre por las reglones del oriente


I.a diestra espada el joven valeroso, Ser de Marte feroz hija esta dama ,

(.loe ya el ile mas denuedo se apartaba, Que en una alegre caza el dios valiente
Di sus mortales golpes temeroso :
1
De Medoro ocupó la blanda cama :

Asi en el turbio Kgeo la mar brava, O sea cuento vulgar, ó sea aparente,
Soplando hielo el aquilón nubloso, Engaño mago, ó lisonjera fama
Escombra de sus piélagos hinchados La voz corre , y los rastros desla historia

Navios y navegantes destrozados. Asi el tiempo los guarda en la memoria.


Bajó donde la triste voz salía. De un antiguo edilicio en las ruinas
Sin temor del primer impedimento; La rica China al pié de Palavedra,
,

Une quien vivo quedó mas pretendía Dos torres conserva hoy en dos esquinas
Que su propia venganza su contento , : Ya de grama cubierlas, ya de yedra;
Bajo, y vio que en prisión estrecha había, Y" en sus cimientos de turquesas linas

De cerradas cadenas de tormento, Tres bultos en tres árulas de piedra,


Una bizarra escuadra de doncellas Y entre el témpano escrito y la cornija :

De tierna edad y de figuras bellas. « Marte la Reina y su invencible hija.


, , »

A
Creta las llevaban los corsarios Es tradición antigua y que concuerda
Cautivas para ser sacrificadas Con la razón del tiempo en sus historias.
De islas diversas y de pueblos varios, Que una reina hermosa mas que cuerda
,

O bien por fuerza ó por traición robadas : Cuyas son destas torres las memorias,
Bernardo, ya rendidos los contrarios, Y guardan que la suya no se pierda
Y las duras cadenas quebrantadas Por su mano alcanzó ilustres victorias
Cercado salió de ángeles gozoso , De príncipes y reyes del poniente ;

Como de estrellas el lucero hermoso. Que por hija de un dios fué tan valiente :

Un bravo
caballero halló entre ellas Entre cuyos relieves peregrinos
De bello rostro y gracia soberana, Parte de su beldad se goza impresa,
tuya gran perfección dio en las mas bellas Que aun las llamas del tiempo en los divinos
Menos perfecta su altivez lozana : Bultos no han hecho, como suelen, presa :

Como la luna humilla las estrellas, De Angélica la bella y de los linos


O a los nortes la luz de la mañana, Bayos de Marte el gran Quinsay confiesa
El asi desarmada la cabeza,
. Que esta infanta nació, bien que del todo.
Con la beldad rendía y la braveza. Si eltiempo ajusta no se alcanza el modo.
,

El cabello, que al oro oscurecía, ¿Quién la medalla de beldad mas lina


En un nudo de perlas enlazado, Que tierno sol miró, dio á Marte ardiente?
el
El claro rostro como el nuevo dia O ¿quién con nombre y opinión divina
Cuando sale de aljófares bañado; La forma se vistió del dios valiente?
Y aunque armado un dios Marte parecía. Si fué del aire y su región vecina
Todavía su semblante delicado Algún incubo espíritu potente,
Mostraba, entre caricias y desvíos, El contrahecho cuerpo cristalino
De dama, mas que de varón los brios. , Como a la madre de Merlin le avino :

Los negros
ojos con belleza armados Si fué embuste de mago, ó poderoso
De unas largas pestañas retorcidas, Aspecto de feroz planeta altivo,
Domo el coral los labios delicados, O en observado punto venturoso
Eos dientes perlas de rubíes ceñidas. Traza del ermitaño fugitivo
Las mesillas dos soles deslumhrados, Que de los labios de coral goloso,
De un claro y lino rosicler teñidas, Para hurlarles el desden esquivo,
Y la serena frente tersa y pitra Marte se hiciese, y á su pecho frió
Cielo donde se adora la hermosura. Algún Reinaldos diese fuerza y brío :

Bellos arcos las cejas que á galanos


, Del todo la verdad está encubierta;
Golpes la muerte enarca y amor tira, Solo se sabe que esta alegre hija
Y las Hechas sus ojos soberanos ,
De la célebre Angélica cubierta ,

Con que enamora y mata á quien los mira ;


De hierros iba allí en prisión prolija,
El cuello altivo y las lomeadas manos ,
Mas bella que la aurora descubierta
De quien la rara perfección se admira , Cuando al mundo su aljófar regocija
Siaquel sustenta una techumbre de oro, Y á quien ahora la mira mas herniosa
Estas de amor reparten el tesoro. Que entre el roclo de abril temprana rosa.
Traía descubierto el rostro bello Bien (pie toda esta gracia y hermosura
, "
I?
Y'todo lo demás del cuerpo armado, Para mayor martirio le fué dada
Dado al descuido un nudo en el cabello, Que Venus, por le ser madrastra jura ,

Descuido hecho para dar cuidado : Que en amor ha de hacerla desgraciada;


Nadie lo vio que entre el placer de vello Y la beldad, faltándole ventura ,
No quedase en sus hebras marañado, No es mas que para lastimas criada,
Y no a pocos también costó la vida Y pocas gozan de ambas en sus puntos ;
La red de mano del amor tejida. Que tantos bienes nunca acuden juntos.
Quedó Bernardo, viendo su hermosura, Traia lumbroso arnés y armas grabadas
Si no del todo preso, ya emplazado ; Con rosas blancas y plumajes de oro ,
Que á su grave y honesta compostura De varia luz y pedrería sembradas ,

Cierto heroico valor sintió mezclado ; De grueso aljófar oriental tesoro :

Y en el brío, el donaire y la figura, Con roja sangre á golpes salpicadas,


De Angélica un vivísimo traslado ;
De braveza y beldad nuevo decoro,
Solo que esta beldad le parecía Desarmadas* las manos y cabeza
Mas tierna y de mas lustre y gallardía. Por extremos de gala y fortaleza.
. ,. . ,; ,
. , ., . . : : . ! ..
, , , , :

KL BERNARDO, LIRRrt XIII. na


Sintió el lierno leonés su alma iMltadl No piensa dejar vivo hombre en el mundo;
De un ciego y no entendida pensamiento, Que amigos \ enemigos hace iguales;

Jugando por de dama delicada > va que su cruel brazo Iracundo


Del gallardo donaire el movimiento, Baya igualado a lodos loa nuil tales.
Su alegre mover de ojos su rosada , Bajar con sus bravesas al profundo.
Colcir su blando y dulce acogimiento,
, \ nacer guerra a las gentes Infernales,
Si bien en i>ru> parece '!> otra parto, ^ .iLucifer quitar su asiento eterno,
No luja sina. mai el mismo Marte. ^ ser el la soberbia del Infierno.
La gallarda Princesa, que lia salido i
!

ibio tfalgesl . que allí venia


Con 'Irmas en libertad amada
lis \ lendo al corzo jayán alborotado
i el contrario poder halla rendido Que en su favor primero combatís
A la altiva opinión de aquella espida, ^ enemigo común se ba dei laradOi
El nuevo estrago mira repartido s.ii un secreto libro que Iraia
•<

Por la enemiga gente destrozada De rayas y caracteres tiznado,


Los bravos golpea las heridas tuertes , \ del navio en el panul oscuro

^ de nn Bolo vencer lu vai las muertes. Sus nuevos cercos comenzó j conjuro-
n>> oasis el resonante pecho abierto,
i Loque en el caso obro su encantamento,
Otro en dos medias partes Idido • i j % Quien le encamino allí j a que venia,
Aquel a golpea desmembrado ¡ murrio, ilomo tanto al nav i<i creció el viento
\ este mu brasoa j sin pies tendida ¡
Que ya en los aires navegó algún ilia ,

II corazón Üene "h o descubierto Dónde fué i dar con su volar violento.
Otro de un tajo hasta los plés partido Quién las bolinas j el timón regia
Este en sus brasoa tropezó huyendo Que gentes iban dentro, y de i|iie modo ;

Y aquel se fué a ped nos onsumiendo. i


Ln mejor ocasión lo diré todo.
Con razón sdmirads del destrozo Que ahora, en golfo y tormenta tan deshecha,
Del Cata] la princesa delicada, No es loen dejar al gran Bernardo sido
Di' ru\ ¡día lleno el corazón ¡ gozo Que libres ya de la Cadena estrecha
, ,

1.a in\ ida mira y valerosa espada; Sacado había gozar la luí de Apolo a
Y cu nuevo sobresalto y alborozo Mil bellas diosas; pero ¡qué aprovecha ,
Desea ver Is visera levantada si el cielo se turbo de polo a polo,
Al encubierto autor de tal proeza , \ el mundo, envuelto en una niebla fría,

Por ver, como su esfuerzo, bu belleza. La esperanza perdió de ver el dia


M is el confta atruendo de la armada Ciérrase el aire de una nube oscura ,

Que al abordada barca combatía , Y en las tirantes cuerdas brama el viento,


a ponerse obligaba otra celada, Suena de voces llanto y desventura ,

Mis . quitarse la que ya tenia;


i
i i
.• a io ti isie smi v doloroso acento
<ai. nulo la nao '!'• Persis acelerada Unos toman la triza otros la amura, i

Por medio de las otras si- metía Los mas fuera de si, y todos a liento;
M. i-ia llegas donde pelea el gigante Cual va a la eseoia, cual al chafaldete,
i el Rej rse al lado de Horganle.
i
Cual busca la mesana v va al trinquete.
bernardo, n « lo vio [ii-ih ura en vano«
l . Las ti -¡síes damas fuera de prisiones , ,

Su barco enderezas i darle ayuda; Viendo de nuevo el viento ] la tormenta,


Mas en un punta nn áspero solano. De nuevo comenzaron sus pasiones ,

De nuevo el grueso mar altera y muda : Y de nuevo cada una se lamenta


El aquilón j el ábrego lii ¡ano Ruegos oraciones
, v oíos, plegarias ,
,

El dia segunda ves vuelven en duda. i o. io,i


gritos sin número ni cuenta
,

Y un descompuesto huracán de tierra Confusas voces , quejas y gemidos


A lodos |oiso cu |>az con nueva guerra. Rompen el aire y ln, n n los ,

Do confusos \ ionios esparcidos,


los En ciegos y confusos torbellinos
Y de las crespas "las arrojados , Los cuatro v lentos hacen cruel batalla ,

bínales vencedores j vencidos, Del ci espo Bgeo los turbios remolinos


Por el revuelta mar se ven sembrados : Ya por sus plavas el cretense halla,
Todo es confusos: golpes y bramidos Y el .Ionio sus embates cristalinos.
De los duros peñascos azotados, Por los riscos Adriaticos encalla.
Y de la destrozada plebe el llanto. Llevando el viento, en otro igual espacio,
Que de la confusión crece el espanto. Las olas de las sirtes al Carpacio.
Solo en la tempestad que \a cargando. . No se vio confusión tan temerosa.
La de Horganle j su rigor esa Ni el mar sus ondas vio tan alleradas;
(.lúe mas i|ue el iurliio vendaval bramando, Del norte, con borrasca impetuosa,
Cual hinchado raudal, rola la presa. Mil sierras de agua vienen levantadas;
Rompiendo, deshaciendo] desmembrando Y del austro la fuerza poderosa
A diestro y á siniestro vuelve apriesa, (liras embiste en ellas mas hinchadas,
Lanzando al agua, por los aires vanos. Dejando el barco en medio sin hundirse,
Piernas, brazos, cabezas, pies y manos. Y el mar en duda a cual furor rendirse»
A uno parle por medio, a otro le alcanza Los rayos por los aires escupidos
I'n revés que le vuela del 0»\ i" , En las olas causaban nuevos truenos,
A otro que COU denuedo se abalanza En la nao nuevos gritos y alaridos,
Le deja de un ai diente golpe trio : En la mar nuevos montes de a-iia llenos;
A este al otro y aquel hiere y se lanza
. , Que hasta las altas nubes impelidos,
Entre todos con tal destreza y brío, Sin llover cogían agua de sus senos,
Que sin que el sor lijero a nadie éste, |
i
Y aun el barco tal vez encima dellas
Aquí y allí revuelve a aquel y aqueste. , A su pesar vio el cielo y las estrellas.
Raudal tal ve/ asi en veloz molino no furioso azola un solo viento
\
Furioso suele al levantar la presa , El combatido golfo que hervía.
Del espumoso tumbo el remolino Que a defender cada uno el Di me asiento
La ancha rueda mover en igual priesa ; Que el mundo en suerte le aplicó , porfía
Y el tierno pez. que al curso cristalino 1.1 austro al aquilón hiere violento,
Del rio por su desgracia se atraviesa El de levante al que se traga el dia,
Hecho piezas le arroja y ni se para , Y cada cual por si la mar profunda
Ni en lo que hace su furor repara. Teme que su región le anegue y hunda.
, ,; , ;:, , , ,, , »,;,;;; , , ,

2Si DON BERNARDO DE VALIU'ENA.


Y dosia lucha la confusa brega »No hay enemigo aquí que con recelo
Al combatido barco hacia provecho ; Te pueda hacer que vivas cuidadoso;
Que si un golpe al través de mar le anega Que aun la inclemencia del airado cielo
turo te ayuda i navegar derecho; Basta a enfrenar tu brazo venturoso;
Y tan i plmno el viento y mar le llega ^ asi deslos azares el consuelo,
De .'H|iu y de allí que en el confuso estrecho,
, Que á nuestros sobresaltos da reposo,
Cuando en una ola zozobrando viene, Es tener de nosotros cada una
Otra, contrario, llega y le detiene.
al Colgada su esperanza en tu fortuna.
Bien una milla fué metiendo uu lado, Dijo; y las blandas últimas razones
A punto ya de zozobrar del todo Con voz fueron tan dulce y amorosa,
Las velas rotas y el timón quebrado, Que mostró ser en su ademan y acciones,
y bordo dentro de la mar un codo;
el No caballero, sino dama hermosa;
Y' el desordenado
otro golpe tras Y Bernardo, mas dentro en sus prisiones,
Lo enderezo por admirable modo, « Contra la fuerza, dijo, poderosa
Y le sacó de entre las olas como De amor, si es enemigo verdadero,
Ballena antigua sacudiendo el lomo. Poca defensa son armas de acero. »
Así un furor con olro se empalaga, Quitóse el yelmo y aunque el pardo día
;

Y asi sin orden va entre un mar violento Por oscuros celajes iba huyendo,
One tantas temerosas muertes traga Su rostro así sombró nueva alegría.
Cuantas olas sobre él encrespa el viento: Que suspendió á la noche el suyo horrendo :

Ya por las nubes ya en el suelo estraga


,
Su aire, de la española gallardía,
De las torcidas conchas el asiento, En los presentes ojos imprimiendo
Ya metiendo de ló, rola la rienda, Cierto gusto y placer; que siempre agrada
Cada cual á su santo se encomienda. Cualquiera nueva perfección mirada.
Quebrados ambos ejes parecía Suele entre parda nube de aire oscuro
Venirse abajo la estrellada esfera De oro estar una llama amortiguada
Y que cuanto hay criado se volvía Que á deshora rompiendo el frágil muro,
Al ciego caos y confusión primera : Toda la vuelve en claridad bañada
Así el diluvio universal seria Y al que está en sus tinieblas mas oscuro
Cuando lámar voló tan altanera, La ociosa vista deja deslumbrada;
Que se tragó sus playas y arenales, Tal se halló la bija de Medoro
Y escondió el mundo á todos los mortales. Al quitarse Bernardo el yelmo de oro.
Bernardo en otra mas grave tormenta
, Los blandos ojos con que amor cautiva
Metido el corazón , siente anegarse, El virginal temor puso en el suelo ,

Y con los ojos y la vista atenta El rostro de color de grana viva,


El alma , sin saber de quién robarse
, Cual con celajes de oro el claro cielo;
Calla en mirar que el fuego se acrecienta, Tan bella entre turbada y pensativa.
Y á trueco de mirar quiere abrasarse, Que arder hiciera un corazón de hielo,
No viendo mas que si estuviera en calma Dando en la gravedad de su semblante
Del cuerpo el riesgo, en el que corre el alma Nuevo asalto á los ojos de su amante.
Hermosa vista tiene el mar cubierto Ella los suyos en Bernardo á veces
De blanca espuma, en olas encrespado; Como al descuido pone, calla y mira
Hermoso es un gran golfo descubierto Aquí y alli los vuelve y las combeces
,

Y mas hermoso cuanto mas airado : Del barco mide y sin querer suspira
,

Mas es á quien lo mira ya del puerto, Y viendo sus soberbias alliveces


Y á su contrario desde allí engolfado Bendidas sin pensar, cruel se aira;
Que si hay tormenta deleitosa y bella, Que amor es blando fuego y donde prende
,

Será mirando al enemigo en ella. Mientras que mas le ceban, mas se enciende.
Iba la ciega noche amortiguando Cual simple pajarillo que en la fuente
,

La poca luz que sobre el inundo habia , De una falsa hermosura convidado ,
Y el frió viento y tempestad cargando Su presto vuelo entre la liga siente,
La nao con nuevo miedo acometía ; Sin ver cómo impedido y atajado ;
,

Y montañés, á todos animando,


el Y' mientras menos su prisión consiente,

Otro armado Santelmo parecía, Mas revuelto se halla y mas ligado,


Que aquí y alli, sin descansar un punto, Hasta que al lin se deja, de vencido,
Provee , anima y acude á todo junto. En el lazo quedar que le ha prendido :
La hija de Marte , que con vista atenta Tal la princesa del Catay hermosa
Su desenvuelto brío y gracia mira, Sin conocer de quién , se halla vencida
Y que al ciego rigor de la tormenta Y' como de una fuerza poderosa

Cada una en solo su valor respira El alma á un dulce sinsabor rendida


Que es su tesón quien el del mar sustenta, Y el leonés, con su vista deleitosa,
Y descompuesto viento enfrena la ira,
al No tiene el alma con menor herida;
Con halagüeño rostro se le llega, Que á cada encuentro de ojos por su palma
Y así le dice , y que descanse ruega : El corazón le ofrece y rinde el alma.
«Bravo entre los nacidos, si es posible «¿Si son verdades, dice, ó son antojos,
Que de un revuelto mundo el peso junto Bellos ojos, mostraros tan amigos?
Hacer no puede á tu ánimo invencible Si es con cuidado darme los despojos
Que de su real valor descrezca un punto; De que los mios son fieles testigos?
Si humillar tu fortuna es imposible, Mas no es posible que en tan bellos ojos
Y de un dios de la mar hecho un trasunto, Caber pueda celada de enemigos;
Quieres tener en peso nuestras vidas, Que ojos alegres, de cualquiera suerte,
Que mil veces sin ti fueran perdidas; Son señales de vida y no de muerte.»
i Descansa ahora y con tu alegre vista
,
Esto en su corazón Bernardo siente,
Regala nuestros ojos un momento; Y enlos libres espíritus del alma
Y ya que el tiempo á fuerzas nos conquista. Cierta oculta virtud que en fuerza ardíenlc
También no nos usurpe este contento: Rendir le hace á su altivez la palma
Alza un rato señor, la sobrevista
,
Y la nueva beldad que ve presente,
Que estas damas, y yo en su pensamiento, Mientras le tiene su recelo en calma ,

Deseamos conocer lio por oídas Sin saber cómo, en un divino modo
A quien debemos la salud y vidas. En si lo rinde y lo transforma todo.
. ,
:. ; ,: , , , ,, ,, , ; :

EL BERNARDO, UBROXIII. Í85

Maseste tiempo, en la tormenta horrible,


a Asi til vez por la caverna oscura
Que de ii ii revuelta laBer >n el trasunto, Del sarro monte Ténaro, sin Vida ,
A un tiempo el ciego viento y mar terrible De Burtdlce la sombra mal segura
El Qaco barco acometieron jauto; A los ojos se fué desvanecida
Cuando el leonés eon antaño invencible Del uñante de liana sin ventura.
i diestro gobernallo asió en tal punió
i Que i detenerla, con su amor astas
(,iin' salir le biso en admirable mudo Loa brazos le arrojó, j saco en la mano
ai tiempo que Iba a zozobrar del iodo. La ocasión sola de lloñi la en vano.
A nadie le dejó color entero Tal el barquillo lleno de hermosura. ,

Km rostro y pecho l;i ocasión presente; De laceros de estrellas ¡ de soles


.

Que mi naj latonado i caballero, Por espanto de la noche oseara


el
Qne -i~n Be i fuerzas esa l.i mar Intente; Sin ver dónde, escondió sus arreboles,
pero con lodo, el español guerrero No hav persona en la mar ni Imra segura.
I punto un humillo su lirio valiente
ii , Todo en ella es mudanza y tornasoles
Como si fuera mu aoasbra alguna Que es reino de una dama, que sin duda
El rey del mar o el dios de la fortuna. De solo ser mudable no se moda,
La bella luja de Angélica, llevada Lo que allí sucedió al bajel hermoso
De otra un menor (lena poderosa . Parte después sera de un nuevo aliento ;

Elidulces ponsalliieuliis oeup ni i . Que ahora veo en gran riesgo el mas brioso
Ni en la tormenta ni en su mal reposa Pecho que aró la mar ni rompió el \ iento ;

Ya al timón, ya a 1 vela, va cansada 1 Y á su arruinado baroo perezoso.


De] grave peso de la Deoba ansloss Sin gobernalle ya y sin movimiento
Mientras no puede mas, toda rendida. Cada golpe de mar ipie le da culero,
Por los ojos descubra la berida. De la fortuna parecía el postrero.

Cuando en el austro un nejiro torbellino Es el mudable Jimio un mar viólenlo.


La triste nao acometió de lado De tempestades lleno y de bajios,
Con que el árbol mayor al agua vino De donde el vienlo
verlos arrecifes,
Por lirme carlanga destroncado
la Rompe y hace pedazos los navios :

Rompió el tarreo dos runas de camino, Sus islas pobres y de mal asiento ,
De una amura el bauprés quedó colgado. Ásperas . escabrosas de aires trios , ,

Rota la trisa y fuera de su engaste


.
II Haca lile un liempo celebrada
le
El cuadernal, roldanas y el guindaste. Por del prudente liliscs patria amada.
De nuevo aquí peligro hizo doblado
1 1 Entre ella y el seno Ambrico famoso,
li ido . el roces afligidas;
ansia j Que ahora son los pollos de Lepanlo,
Que ya el barco en rigor se vio anegado Donde el hijo de Carlos poderoso
Por il"s tablas de un golpe desmentidas: Al espauto del mundo puso espanto,
Nadie saldré, si no e* dellin, á nado; Al rolo barco del leones brioso
Las damas, en sirenas convertidas, La luz. le amaneció del cielo santo
Lloran la niiserable humana suerte; La mar algo tratable, el recio vienlo
Que en mar ó en tierra no hay huir la muerte Notan desconcertado ni violento.
Asi tal vez en la nevada altura Parecía que fortuna ya cansada ,

Del helado Apellino hiere el viento. De luchar con los aires, se rindiese,
Los montea gimen, brama la espesura, Y vencida, a la Insta DO domada
Y a los Alpes asorda el ronco acento La palma y vencimiento concediese :
Y si la encina en su vejez madura La tierra ya ilc lejos saludada,
A fuerzas quiere conservar su asiento Que el alto Epiro se entendió que fuese,
Nunca la tempestad ni el vienlo pasa Por donde el vasto Jonio se atraviesa
Hasta dejarla por el suelo rasa. Y el lirme pié al Acrocerauniobesa.
n barco en esto, al grueso bordo atado
I Mirando estaba el español valiente
Del suyo, el gran leonés vio que venía, De Alcíono los jardines celebrados
Nueva esperanza al pecho alborotado. Y Léucada engolfada al mar de oriente ,
Que mas fuerzas mostraba que sentía. Siendo antes tierra lirme sus collados;
Pues del confuso viento y su cuidado Y el promontorio Kálaro eminente ,

Nula en su alma sin tormenta había , Que en uno de sus riscos encrespados
Siendo el riesg lyor en el que ahora (Si debe ser la antigüedad creída)
El recelo le pinta a su señora. La nao quedó de Clises convertida.
Mis un tan presto en la montaña de Ida La florida Zacintos , y á su diestra
De Júpiter el águila Ufen . Los altos montes de Cefalonia
Tras de la ainada presa conocida. Donde el reino Teleboe se le muestra,
De la encubierta nube salió fuera, Que por sus costas de. robar Vivia;
Y á la tierna beldad troyana asida Y la ondosa canal . a la siniestra .

Con su robo a buscar volvió su esfera, Que abrió, pesar de Italia, estrecha vía
a
Como el brio español el barco puso Para pasar sus olas enrizadas.
Del bordo al agua , y en el agua al uso. De nobles terebintos coronadas.
Y sobre un lirme cabo reforzada Aquí el barco á la luz del nuevo día
Su inquietud contra el sordo mar y el viento, Perdido se halló, aunque no anegado,
De las damas la escuadra alborotada Ya sin fuerzas la grille que tenía.
Del bajel ocupó el humilde asiento; Si alguna v\\ tanto riesgo había sobrado
Y' ayudando la hija regalada lili. i
que asi la dama se decía
.

De Angélica al autor de su contento, De la princesa del Quinsay dorarlo,


En un punto dejaron el navio Perdida su señora de improviso ,

De hermosura y de lagrimas vacío. Arrojarse en la mar turbada quiso.


Solo fallaba el nuevo caballero Y' mil veces sin esa lo hiciera
Y' de la bella china una doncella Sí el nuevo amante no la reportara ,

Por sallar dentro, cuando el viento fiero, Y' en discreto decir la pena (¡era
Al cruel rigor de una enemiga estrella, Que el alma le oprimió no le ablandara
Rompiendo el cabo, le apartó lijero; Donde á vueltas también le ruega quiera
Que Venus sigue á su entenada bella, Decirle algo de aquella beldad rara
Y tiene por de barias la tormenta Que a ambos dejo en confuso desconsuelo.
Si el soplo de la ausencia no la aumenta. Quién sea de qué nación qué tierra ó cielo.
,
,
, , , ; , ) , ,, ,, , , , .

986 DON BE11NAIÍDO DE VALBUENA


Olfa , que en las grandezas del mancebo Que sea el fuerte Tritón ó el rey Neptuno
Ser algún disfrazado dioscreia, O la mudable imagen de Proteo,
Marte invencible dijo á quien ya debo
it , , El crespo mar sospecha; que ninguno
Mil vidas oye...» Y proseguir quería,
, Que sea mortal alcanza igual trofeo;
Cuando con nueva voz y espanto nuevo Y asi por dios del mar, de uno en uno,
El rolo barco en dos ven que se abria ,
Cuantos los campos cruzan de Nereo
Que ya encallado en una firme peña, Le rindieron debido vasallaje
La muerte a todos dio la postrer seña. Y anunciaron el próspero viaje.
El sentarse en el áspero bajío Hasta que la fortuna, ya afrentada
Y hacerse á un golpe dos ( extraña cosa ¡
!
De verse de un mortal brazo vencida,
Fué todo á un tiempo y con un norte frío , En el tumbo espumoso disfrazada
Bramar la mar de nuevo temerosa : De la ola de un lebeche embravecida,
De todos, solo el castellano brio A Olfa su amparador y la aferrada
,

Quedó entero en su fuerza poderosa Entena echó á la costa encanecida,


Que los demás, con solo el temor ciego; Por donde de Beocia en corva raya
Por muertos se contaron desde luego. El rio Celiso rompe la ancha playa.
Fuese hundiendo el barco destrozado Por medio la región fócense corre ,
En ancho y espumoso remolino, Naciendo en las alturas del Parnaso,
Donde bien su valor mostró abreviado Celiso en cuya orilla está uua torre
,

Del Casto Alfonso el sin igual sobrino; Ilota y gastada ya del tiempo escaso :

Que de su ames luminoso despojado,


, Templo antiguo de Témis, que socorre
Sobre la gruesa rosca de un gran pino Con su saber el mundo á cada paso
La bella china puso desmayada O ya dando hombres nuevos, o medido
Ya en sus mismos temores anegada. A la razón el gusto del sentido.
sus armas á la entena
Y dando con Aqui, ya libre del rigor pasado,
Rico peso , también por no dejadas Bernardo afirmó el pié en la seca arena ,

Donde el antiguo griego en nueva pena Molido el cuerpo, el brío quebrantado,


Por culpa suya trate de guardallas , Y Olfa con él de espanto y temor llena;
Entre la crespa mar de espumas llena Y el riesgo, en verse libres olvidado ,

De sus olas rompiendo las batallas Sola la nueva ausencia les da pena
La playa busca, cuando al turbio viento De aquella celestial belleza rara,
Fortuna al parecer da nuevo aliento. En cuya vista nada les faltara.

Y aun no del todo el enlutado cielo,


alegoría. Desnudo y libre del rigor pasado
Por de Francia, tantas veces repetidas y
las fiestas
En nueva sombra y tempestad el suelo
De agua tenia y vientos anegado
tantas estorbadas de inconvenientes, se muestra la poca Cuando en un tibio y mudo, desconsuelo
estabilidad de los placeres humanos y cuan inciertas Al antiguo edificio derribado
son sus esperanzas, y los muchos estorbos que le salen al Que a la ancha boca está del turbio rio,
camino. Morgante es figura de la ira, que, sin guardar A buscar van abrigo contra el frió.
término ni razón, desenfrenadamente corte á su ven- Asi en los mismos pardos arenales.
ganza; y los monstruos de Creta lo son de la desorden De otra mayor tormenta y desconcierto
de un reino donde el rey deja la senda de la virtud. Por Echados, cuando el suelo á los mortales
Bernardo, que se enamora de Areangélica en medio de De agua se vio y de confusión cubierto ,

Deucalion y Pirra en los umbrales


una gran tormenta, se dice que el hombre enamorado
Fueron del sacro templo a tomar puerto,
del apetito de la venganza, figurado en Areangélica, es
Pidiendo á Témis, pues lo sabe lodo.
llevado por mil tormentas y sobresaltos á dar al través De la restauración del mundo el modo.
consigo y quedar perdido. Mostróse el turbio dia presuroso,
Mas que otras veces lo es breve y pequeño , .

Por entre el aire lóbrego y nubloso


Vanas fantasmas destilando el sueño,
Cuyo silencio hizo del reposo
LIBRO DECIMOCUARTO. Del mundo á la quietud sabroso dueño,
Y al amante español y á su doncella
Huir con tristes pensamientos della.
ARGUMENTO.
Vino la noche, cuya niebla oscura
Sale Bernardo, arrojado de la tormenta, a la costa de Atava en com- Espantos á una parte y á otra lleva
pañía de Olfa , que le da cuenta de quién sea Areangélica , cómo
salió tan valerosa en armas, y la opinión que hay de que sea hija
Y el frío cierzo, cernido en nieve pura ,

del dios Mane ; tocando a vueltas de su discurso una plana geo- En altos pinos sus bravezas prueba :

grafía de casi toda la Asia. Bernardo entra en la cueva de la diosa Suenan los aires brama la espesura,
,

Témis, donde halla un admirable retrato de la vida humana, y los Crece el rigor, y el viento se renueva,
monstruos que al mundo paren la ignorancia y el engaño. Llenos el norte, helados ambos senos.
De ardientes rayos y de roncos truenos.
Cual bello cisne sobre el crespo vado Cuando sin otra prevención de cena,
,

De Meandro, sin que en él se le consuma Buscando amparo á la región nublosa,


Del blanco pecho el tumbo levantado , Y abrigo al viento que en los bosques suena
Cercos engarza de liviana espuma, Una caverna vieron tenebrosa ,
Y en remolinos de cristal cuajado La oscura boca de malezas llena ,

Humedeciendo va la hueca pluma, Que en su enlutada tumba sospechosa


Hasta que al fin entre la juncia verde, Desde un rincón del carcomido muro,
Al suave son de su cantar, se pierde : Lugar da mas secreto que seguro.
Asi luchando el español guerrero Fuéronse con escrúpulo bajando
Por las saladas ondas discurría, Al escalón primero de la gruta
Diestro piloto hecho y marinero Solo donde poder dormir buscando
A la pesada entena en que venia , Un pequeño compás de tierra enjuta ,

Dando consuelo al llanto lastimero Y como en parte extraña, recelando


De Olfa , que en hermosura parecía Agudo silbo de serpiente bruta.
Bella sirena , sí de cuando en cuando Enroscado dragón ó cama llera ,

En cantar convirtiera el ir llorando. De rojo tigre ó súbita pantera.


,. . , ; , : .. .

EL DEiUNARDO, LIIIRI» XIV. •JK7

iii/.p i-i ii i-, iici mii.'iiki :i la entrada En medio el real jardín . sobre un collado
Escrutinio en lai ramal j malí ta. De clni uios \ canelas lleno
Probando espada
< ¡on la punta de la a quien las rosas j szabar nevado
Del ciego seno mi aspen estrecbeaa¡ I
menos co la vuelven m:is ameoOi
Y bailando parte enluta j abi i i
de verdes marmoles labra. lo
De yerba j secas canas adereaa II Imperial alcázar, cuyo seno
A medrosa dama un breve lecbo f
i.i i ii i leas salas de oro y pedrería
Alivio los cuidados de su pecho.
:i Eterno guarda j mu morirse el dia.
v :. par della sentado! le suplica Yo no sé bien si
» caverna i gruta 1 1

Si le ba quedado aliento
le dé cuenta .
Del peñascoso .11:11 ili'sln/u 1 . 1

De la ausente beldad que el alma rica Sus verdes jaspes, j al Quinsay tributa
De esperanzas en gloria le suélenla :
Con lo que este vistoso alcázar biso;
Por qué 6 cómo al marcial luror se splica; o de los Bactrianos en la Inculta .

Quién la trajo á tal riesgo y tal tormenta ; pueblo Inconstante j movedizo


Si Illa, el
i iiii sea su patria , cual mi nombre j lama- Tiene alguna cantera de esmeraldas
Dijo; y asi le respondió la dama i
Mayor que el monte AcámSSO en mis faldaí . .

i Regalo celestial . bulo fecundo > O


minas de Copio, que en r.gíto
las
De dulce amor j suertes de fortuna A Tebas dan bus mármoles preciosos,
l.abeldad dieron que única en el m lo llorón a la India el bello circuito
Adora respeté la luna
el sol j ¡ Que dio á esie real jardín lejos vistosos;
Bella princesa resplandor segundo . 'lodo él cercado en tornó de Infinito
Del eino que i '"' sirve de cuna ;l ' ;l Aparato de estatuas j colosos,
De Hedoi o j de angélica la bella Bultos, monstruos, figuras ¡ medallas,
Parto reliz en" venturosa eslreUa. \ oirás varias grandezas j antiguallas.

• Marte lloví lo belicosa lumbre,


. «Por cien torres en tomo se dilata,
Subía a la sason con mayor bi io, Con chapiteles de oro por cabellos ,

Por sus dorados g íes i la umbre , i Y mil balcones de luciente plata.


Del austral Capricornio üúmedoj írio; Que , heridos del sol deslumhra el vellos , :

^ del carro acerado la vialum Lo de dentro Buspende y arrebata


i su mayor pujanza y señorío
ii c.on dibujos bellísimos, y en ellos
Sobre el grado penúltimo subido Llenas Lis salas, p;,t ios corredores . ,

Hasta los veinte j ocbo babia corrido. De guerras, cazas tabulas amores. . \

Venus con la blandura acostumbrada Aquí el gran chino por su gusto tiene,
Le iba templando en parte la aspereza , Cuando la corte deja . su morada ;

De los domas planetas rodeada Aquí grave carga viene


a aliviar la
Cada cual en su punto ¡ fortaleza : Del cetro de oro y majestad pesada;
Saturno cuya, (rente airada . Aquí en alegres cazas se entretiene,
Tristes anuncios daba á su belleza, Y goza quieta vida regalada :

En veinte grados puso so tesoro Y aquí también, entre frescura tanta,


Del enemigo vellocino «le oro. Del Quinsay se crió la bella infanta.
Esta admirable
conjunción de sinos Ya
quince \ aellas el autor del dia
A gran China dio está real princesa,
la En las balan/as de oro había ajustado
Arcangélica dicha que en dft inos ,
Laclara lu/ con la tiniebla fría,
Hayos de luz en tu alma vive impresa. Y otras tañías el mundo renovado,
Junto al Quinsay, en muros peregrinos. Vistiéndole de llores y alegría ,

Por nn bosque ••-! lisímo atraviesa 1 Después que el quinto circulo dorado
El castillo de Uangi de quien viene . Del ciclo hizo en Angélica la bella
Al reino el honor que tiene.
nombre y el El divino retíalo del y della.
> De doce millas su torreado muro «Y estando la una y otra retirada
De Bno jaspe, en proporción cuadrado. Deste real bosque en la agradable vida ,

Con mil torrea altísimas seguro, Una en correr las liebres ocupada ,

Donde esta un grueso ejército alujado Y otra en rendir las lieras divertida ,

Kn cada esquina de alabastro duro En el C.anfú surgió una gruesa armada;


ln altísimo alcázar levantado. Y el ruido y temor de su venida
Cuyas lunes y ilnniiis. por decoro Subió al jardín por la corriente arriba
Sustentan ricos chapiteles de oro. De un rio que al bajo mar Quinsay derriba.
»La altiva frente que al oriente mira »Zamhri soberbio rey de la Moscana,
,

Rica puerta abre de bruñida phila . Nieto del desdeñoso Radamanto,


Que al sol sin.' de espejo en que se mira, A quien Roldan malo v con su temprana .

Y con sus rayos otro sol retraía : Muerte heredó su nieto imperio y llanto;
Esta al Rey solo se abre y se retira . El en que comenzó su edad lozana
Dándole paso: el solo pisa y trata Venia en ella á vengar , trayendo cuanto
Sus umbrales: y en olios mas escasos I'oder su reino alean/a y cuanto encierra ,

El vulgo estampa sus humildes pasos. En aparato y máquinas de guei a. 1

»En medio el ancho muro, que cubierto Queria arrogante, á cuenta de su empresa
»
Todo está de arboledas y jardines , Y la vertida sangre de su abuelo.
lie fuentes y de estanques, por c ierto Por su mujer ganar á la Princesa ,

Puestos entre arrayanes y jazmines, Y de la China el ancho y fértil suelo.


Se ven por juncias y auna en vuelo incierto Llegando sobre el parque con tal priesa,
Briosos cruzar los bellos francolines C'ue antes que se tuviese de él recelo,
Y dar los cisnes música á las flores, Rabia allanado ya su fortaleza,
Y al alba fresca tiernos ruiseñores. Y preso de las dos la una belleza.
» Sallan los corzos , y la liebre corre \ Angélica prendió y sus damas todas,
Por entre murta, sándalo y verbena, Creyendo que iba la Princesa en ellas.
Libre de que le siga ni le borre Con que ya dentro en sus felices bodas
(Uro paso los suyos en la arena : Más que Atlante consigo lleva estrellas;
I na a otra se signe y se socorre Y sin temer las tristes tornabodas
Con fiesta y grita de retozos llena, Con que la instable diosa hace mellas
Cu/ando de sus juegos y primores En los mas firmes gustos, con su gente
La luz délos altivos miradores. Al mar se hizo, la vuelta del poniente.
, , , , , ,, , ; ,,, , , ,;, , ,

-288 PON BERNARDO DE VALRUENA.


» La gallarda Arcangélíca, acosada «Ciento y diez velas que al rigor de Marte
Del riesgo atroz y asalto repentino, Parecieron sobrar, sin sacar dellas
De su mismo valor estimulada, De enemigos despojos mayor parte
1 n arnés se vistió de acero lino;
Que las cautivas damas y doncellas,
Y no con Haca y femenil espada Barloadas todas, de Vulcano el arle,
La alta defensa de su honor previno; En resonantes globos y centellas
Mas cual bella amazona se arrebata, De sus grasientos senos subió en vuelo
Y con belleza y armas rinde y mala. Los roncos gritos y la llama al cielo.
sSola su lanza, sin la humilde gente » Yo aquella pienso fué la vez primera
Que de encuentro llevó, quito la' vida Que el ancho mar temieron se abrasara,
Al jayán Madagascar, que en oriente Que sus golfos el fuego consumiera
El brazo fué y la espada mas temida; Y en ceniza su arena se trocara
Al rey de Gozurat, que la eminente Y ardiendo la enemiga armada entera.
Luz de los polos tiene por medida La ciega noche oscura volvió clara,
De horizonte: al de Albasia y al de Tibar, Para que así mejor viese la fama
Y al negro y grueso monstruo de Zancibar. Sobre un golfo de mar otro de llama.
«Siguió el alcance y bella retirada » Hecha por la Princesa á su victoria
Del incauto Zambri , libre y dispuesta Esta espantosa y triste luminaria
De no volver á ver sino es vengada , En que no quedó rastro ni memoria
De Mangi los verjeles y floresta; De la potencia y presunción contraría.
Y en un navio que rindió embarcada Tras el corsario de su honor y gloría,
Entre la flota, que con grita y tiesta Que su alma lleva en huida temeraria,
Del victorioso triunfo alza la vela En un navio se arrojó velero
Ciega se embarca y tras su agravio vuela. Más de valor armada que de acero.
í Como del Caspio mar en la ancha playa »Trájome sola á mi en su compañía
Hircana tigre, de coraje llena, Para el servicio suyo , y dando al viento
Antes que el cazador por pies se vaya, Las velas tras el bárbaro que huía ,

Los suyos ella estampa en el arena Vencimos en correr al pensamiento :


Y por el rastro que dejó se ensaya Pasamos por el Pílbo y la Zangia,
A vengar el agravio de su pena, De isla en isla tomando guia y tiento,
Y' a bocados cuanto hay mata y destruye Cruzando en vuelo al cristalino campo
Y' á seguir vuelve al cazador que huye; Entre el Japón y el cabo de Liampo.
» Asi del blando chino la Princesa » Dejamos ambos Liquíos á la izquierda,
Al seguimiento y presto alcance vino Y de Chincheo
á la diestra la costa
Del que á su dulce madre lleva presa, Dando al camino y la congoja cuerda
Furiosa destrozando en el camino Hasta la alta Camboja y el Burneo :

Por cuanto al de sus golpes se atraviesa A Gilolo de lejos se me acuerda


Y de morir en ellos se hace diño, Que vimos, y en bellísimo rodeo
Hasta abordar la rica capitana Las Malucas vistiendo con sus flores
Del bárbaro Zambri , rey de Moscana. Los aires de aromáticos olores.
» Y allí , á pesar de la enemiga gente » La bella y rica Quersoneso de oro
Que en el naval ejército venia. Con su ciudad y reino de Malaca,
La suya dentro echó, y cual rayo ardiente En seguimiento del cobarde moro,
Por las contrarias armas discurría. De árboles nos mostró su costa opaca;
Mato al rey vano ; y la arrogante frente Y entre la Taprobana y el tesoro
Donde forjó imprudente fantasía Que por sus costas baña la resaca,
De ser su esposo, en un gallardo tajo La vuelta dimos sin alguna altura
Del confuso celebro la echó abajo. A la punta y combes de Cincapura.
» Y en tanto, en gente y armas abundante «De allí el rumbo siguiendo del piloto,
La voz llegó del general socorro Que á la inquieta Princesa mal contenta
,

Con fuerza tal , que al campo Radamante Del mar presente y círculo remoto
Fusta no quedó entera ni hombre horro, Que haciendo va en su viaje daba cuenta , ,

Ni chino barco que con brio triunfante A un descompuesto viento el árbol roto,
Urca vencida no llevase á jorro Corrimos la ancha costa alharaquienta
Debiéndose al valor de la Princesa De Samatra , ciñendo nuestra frente
La honra mayor de la importante empresa. De la alta equinoccial el cerco ardiente.
«Mas, cuando ella en rendir la capitana » Y á la luz del Canopo , que allí claro
Y' dar muerte á su rey se detenia, Como un limpio carbunco se les muestra
El principe de Ormuz, que al de Moscana El peñasco de Cídara al reparo
De general por tierra y mar servia , De un abrigo quedó, y á la siniestra
Ardiendo en torpe ardor su alma liviana El cabo de Naguacar, puerto raro
Por la Angélica reina que traia Donde aquel dia surgió la barca nuestra
Presa á su cargo , con el nuevo espanto Y halló, entre los que habitan por sus peñas,
Del muerto sucesor de Radamanto, Del corsario de Ormuz el rastro y señas.
»Enpresta zabra con medrosa priesa, » Seis días antes salió del mismo puerto,
A vueltas del sangriento herir confuso , Y nosotros aquel que en él entramos,
La reina del Catay , de nuevo presa, De Mengala cruzando el golfo abierto
Con lo mas rico del despojo puso ; Hasta que á la isla de Ceilan llegamos
Y cual presto alcotán que ha hecho presa, Y elpromontorio Cori, descubierto
Yolando huye por el mar difuso : Por Trabáncor , hasta Cochin pasamos
Ciego, trocando honor navios y gente , Y allí, hacía Calicut un bajel vimos,
Por un robado amor, huye al poniente. Que en lo alto, ser de Persia conocimos.
,

»La Princesa , que al triunfo y alegría «Fuimosle aquella tarde dando caza
Del vencimiento halló lo mas precioso Con la siguiente noche , y cuando el dia
Que alli en tan nuevo oficio la traia , El triste luto al mundo desenlaza,
Robado del ladrón de Ormuz medroso, Que por la muerta luz puesto se habia,
Hundir el mundo con furor quería ; Ya en sus señales claro y en su traza
Y de ¡ra ciega , en el bando riguroso Ser vimos el de Ormuz, en quien venia
Sin dejar ni una fusta reservada. La Angélica beldad sin culpa presa,
Abrasar manda la enemiga armada. Y en su demanda la oriental princesa.
, ,:;. , :
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EL DEHNAlilH), L1UH0 MV. «fl

Con ntifvo regocijo y llboroto


• • HA mucho, años que el gentil Medoro,
Embestimos c j u al lallo, i . Amante de los ojo- Je >n d ima
SipIo seis caballeros y el piloto La dnlce risa vuelta triste lloro
i mi las armas finieron ;i estorbado :
n d lerla dejo mi alegre una i

Quedó rendido j por la jarcia roto La cansa ni alcaní la Ignoro I


¡

Del encuentro primero ) al enlrallo, .


sea cierto run fama i .

Encima vieron del combes! cubierto Yo diré d. '-pues; que ahoi


1 1

De tela de oro, negro un hombre muerto. Que a buscar lué de .iii a su caro amigo.
•Supimos que de Ormuí el rej Blancal lo •Dieronie nueva) del en Tolomltt,
i ras quien se hacia la infelii jornada, i» le se entiende que llegó primero
I i :ique Angélica su parte
el muerto ,
t'.ou que el muerto deseo resucita
j
Hizo en dejarse en bu priBion vengada :
tsi es mortal el i b verdadero ) ii

s<it'[ . el baluartecabo de Cori el A madre también la luja imita


la

De una Doi ida selva da abrigada .


>.en busca de ambos un nai lo lyero
De loa i lentos de oriente, una bahia Al mar arroja y tras s u sangre ardiente ,

Donde el rej fugitivo llegó no día. Los graves reinos busca del poniente.
«Quiso, cansado de la mar, bajarse \ien calmas y en 101
i
lijónos utas, ,

ai margen de ana fuente cristalina lie isla rodando y puerto en puerto,


en i-la

Entre blanco) jazmines, que á emboscar» Al mar


pació, que es de olas violentas
< .ai

Por su espesura el mismo olor Inclina» 1 n Importuno > ciego de-concierto ;

o i>nr entretenerse ó i¡ i
\ en el Kgeo, tras él playas, sedientas

Con l:i robada diosa de la Cl De Creta \iuios, y en el golfo abierto


De quien habla en ras deseos venido, Di Coi lo -n ai enal por donde nn dia .

De una esperanza en otra entretenido. El viento nos echo en Cefalonia,


Su s|>fii-. el (lia, que paso \nl.iudo
i «Allí por lances y peligro- \ai ios
En esperar sus reyes i la orilla l.a mar nos despenó, j allí perdimos
De Ormuí se vio el navio, basta cuando Nuestro bajel, \ en otro de corsarios
ai mar de Coa el claro sol se humilla Que en el puerio bailamos nos metimos.
Que, por la temerosa selva entrando. Andaban cu -u- robo- ordinarios ,

La fría Imagen i ¡eran amarilla De luí viente costa á los ai irnos


la i

De su imprudente rej que en cl desierto . , Cien pirita- a cu. nía de un gigante,


Huyéndose, su amor le dejó rio. i Gran capitán de Creta y rey de Jante.
•Créese que en favor de su regazo «Era uno destos el navio que digo.
Con dulce pai le degolló dormido Contra quien dos de la cercana tierra,
;Torpe locura Peligroso lazo! ! ¡ Por pebgroso y bárbaro enemigo,
i
iai de mujer quien la ha ofendido En trance entraron de sangrienta guerra.
Entraron por la selva nn gran pedazo; Donde de la Princesa el brazo amigo
m. - cególes el rastro j el sentido Mostró bien lo que el bravo pecho en ierra ,

La oscura ñoclo > tierra no -abida, 1


Siendo los aires de su ardiente espada
Y la pena de ver su rey sin vida. Nueva tormenta á la enemiga aunada
• Así el sordo navio en llanto amargo , •Retirólos a golpes Insufribles
D ollado mostraba su rey muerto . La bella sucesora de Úedoro,
i
quien al rico Onnuz, por mi descargo.
i i Proezas haciendo y golpes increíbles
De luto ii>a \ de lagrimas cubierto; En favor del navio de Arcandoro
Y al pasar de Traháncor el mar largo, Has hacer bien á barbaros movibles
Haciendo escala en su vecino puerto. Ks sembrar por la mar arenas de oro;
Déla vengada reina tuvo nueva Y este en las sirtes de África nacido,
,

Que de sus playas le sahfó una cueva. Había á mudarse en ellas aprendido.
Y en un navio para el llano Egito, iVió a la Princesa , hallóse enamorado,
Dando un terral liviano,
las velas I Y en torpe modo \ con grosero estilo.
Ya lllirc se embalen de mi delito , No del todo el combate sosegado,
Si alguno fué malar un rey tirano : Corriendo aun sangre de su espada el lilo.
Asi con triste j lastimoso grito Llevando de Ignorancia en -u cuidado,
Bazon de al nos dio el navio persiano, Has que en sus siete bocas agua el Nilo ,

A quien la real Princesa libremente A recuestarla se atrevió, en el brío


Con su rey muerto le dejó y su gente. De hallarse humilde dueño de un navio.
• No le entregó
á la tragadora llama , «Pasó en donaire el loco atrevimiento
Como hizo su enemiga ;
a la flota De su beldad gravedad severa, la
Has reservarlo quiso para fama Y lúe mucho en tan nuevo sentimiento
Que la venganza de su agravio diga; (.miniarse en su sereno rostro entera ;

Y tras quien le dio el ser cual tierna , gama Mas, dando al gusto bárbaro otro viento.
Al real piloto manda que pro-iva II alma j la intención mudo primera :

Su derrota, y en bello circuito Y el mismo dia que se mostró su amante


Las Arabias costee, y vuelva á Egito. Y ella a darle la vida fué bastante,
• En la punta de Aden una tormenta allanándola dormida , de repente
De no menor rigor que la pasada En la prisión estrecha en que venia
La nao despedazó en furia viólenla Con las fuerzas la puso de su gente,
Sobre una roca en agua sepultada Y cual me hallaste á mi en su compañía
Y sin que el intratable mar consienta Y esto, en compendios , hasta el dia présenle
Por su crespo hacer jornada cristal I .. historia es suya y la desdicha
mía ,

En seis siguientes lunas que asi estuvo Y de Angélica hija \ de Medoro


Como en cerrada cárcel nos detuvo. La que ausente suspiras y yo adoro.
«Hasta que de la punta del mar Rojo •Pondráte admiración que de dos peches
A dar fuimos por tierra á Alejandría Tan blandos y amorosos por su parte ,

Por entre rotos marmoles, despojo Solo á tiernas batallas de amor hechos
Del tiempo en que el gran Cairo florecia : Sin nombre ni opinión en las de Marte,
Con nuevo rastro siempre y nuevo antojo Naciese cl brazo invicto que, á despechos
De la que reina donde nace el dia Del mundo, asi campea su estandarte
Que de allí en busca de su amado ausente,
,
En los valientes del que con su sombra ,

II rumbo halda tomado del poniente. Lo mas florido de su rueda asombra.


19
T. XVII.
, , ; : , , ;, , ; , , —,,, ; ; ;

DON BERNARDO DE VALBUENA.


•Sabrás, oh invino alíenlo do la fama. »De los dioses ninguno se ha librado;
Que el generoso Artildo insigne en ciencia, , Los hombres mal pudieran defenderse;
Padre que fué del mió v yo la rama , Al rústico pastor tras el ganado
i^nia a sn tronco j descendencia, ¿Quién no gusta de verlo entretenerse,
mío mas niña esta invencible dama, Proponer en ausencia su cuidado,
á mi a solas ó á ella en mi presencia, Y en presencia temblando retraerse?
M cosas de su esfuerzo le anunciaba ,
| Una vez. arrogante, otra se humilla
Qne ahora las veo , y antes las dudaba. Al brio de su lozana pastorcilla.
Decia también que su animoso pecho «Son varios los efectos y pasiones
de aun a la materia vence el arte, Que en corazones causo descuidados
No era todo de humana masa hecho; Conforme á las diversas ocasiones
Que tenia de divino una gran parte; En que los hallo y tengo encadenados :

Que de los dioses uno, en nudo estrecho Quien quisiere salir de mis prisiones
De amor paterno , á su ánimo reparte Y romper sus fortísimos candados
Su natural furor, y el caso todo Rompa ocasiones atará deseos ,

Pasó según Artildo en este modo


, , : Que los demás atajos son rodeos.
Dicen que Marte, en condición severo. «Gusto de ver llorar uno en ausencia, ,

Va en otro tiempo fué de amor vencido. La fuerza que le hace su cuidado


Sin que las armas de templado acero Otro en celos perdida la paciencia
,

Defenderle pudiesen de Cupido; Por lo que él en su cama ha fabricado;


\ aunque el suceso es grave, es verdadero, A otro en medio los gustos de presencia
One el cielo lo conliesa, y él rendido , Un antojo le doy , que es ya olvidado ,
:is sutiles redes de su lecho. Con que, viendo lo mismo que via antes,
Da por probado el adulterio hecho. A los enanos juzga por gigantes.
i Vuleano , en ciegos nudos de oro atados «En estos entremeses divertido,
A mi esposa y á él los halló un dia, Mi ociosa paso y descuidada vida
Y aunque en sus lazos presos mas ligados , De esperanzas y engaños mantenido,
Del lazo en que su hijo los tenia : Y sobornado de alegría ungida :

Bajó los graves dioses convidados Tráeme en sus ojos ahora entretenido
A la gran presa que cazado había: Una reina adorada y perseguida
Dios hubo que tuviera á dicha buena Que en el mundo es escándalo y centella,
Trocar su libertad por tal cadena. Y en el Catay Angélica la bella.
-El sol lo descubrió ; cosa notoria »Es tanta su beldad tanta su fama ,

Fue por el mundo su amoroso cuento : Que quisiera, por verla, no ser ciego,
Mas envidiosos hubo de su gloria, Aunque fuera la yesca de mi llama,
Que dudosos habrá de lo que cuento : Con tal que se encendiera de su fuego :

Olvidóse la afrenta en su memoria, Ño vi su rostro mas urdí la trama


,

Aunque no la ocasión de su contento, Que á mil sirvió de muerte, á mi de juego;


Trocando el freno del primer recato Y su real brio, á quien faltó segundo,
En desenvuelto y descubierto trato. De tropezón universal al mundo.
Sobre la playa y secos arenales «¿Qué valor hubo en él digno de cuenta
Que al mar Carpacio enfrenan la braveza Que no escandalizase su hermosura?
Y á pesar de las ondas inmortales, ¿Qué riesgo, qué bonanza, qué tormenta,
Siria levanta al cielo su cabeza; Qué empresa qué batalla, qué aventura,
,

Hecha de rica pasta de metales. Qué pecho libre qué alma tan exenta
,

La antigua Chipre está, cuya belleza Que presa no pusiese en cárcel dura?
Aumenta el monte Acámaso, y sus faldas Qué ojos tan graves, pecho tan esquivo,
Llenas de ricas minas de esmeraldas. Que si los suyos vio no esté cautivo?
«Aquí sobre su concha cristalina «De reyes y de príncipes servida,
Venus del mar salió la vez primera ¿Qué cetro le negó su vasallaje ?
De la espumosa lluvia y sangre tina Uno el juicio pierde otro la vida, ,

Que sudó al mundo la estrellada esfera Otro el reino otro el nombre otro
, , el linaje
Aqui tiene su altar y su cortina Hasta que vio á Medoro, ydél rendida,
V en él su habitación mas verdadera Trocó un mundo de reyes por un paje :

V :il fin. aquí, como á su propio imperio, Si la agravié será disculpa mía
,

Se retiró después del adulterio. Que, ciego, no miré lo que escogía.


i'n dia que el dios sangriento á recrearse «Así braveando está el niño arrogante
Al !:mMro vino de su alegre dama
i Mientras que á tiento un arco nuevo encuerda,
(Si á la fama algún crédito ha de darse; Gustando Venus y su altivo amante
Que estos son propios cuentos de la fama), Del blasonar y del poner la cuerda :
Cupido comenzó á vanagloriarse Marte , oyendo la fama resonante
De los varios efectos de su llama : De la oriental belleza con la izquierda ,

—¿Qué dios, qué hombre, qué fiera se ha librado Dicen que sin ver cómo fué herido,
, ,

Diste arco duro y de su arpón dorado? A excuso de su madre, de Cupido.


«Júpiter quiero que me sea testigo. «Dióle en el alma ociosa con destreza
Pues Harte con mi madre está ocupado; Que es el amor sutil en demasía :

Si el rubio Apolo usó un desden conmigo, Ya el tesoro de Venus es pobreza.


Hable el laurel si me dejó vengado; El sol tinieblas , y la noche dia :

Mercurio y (Jaco, mi mayor amigo. Trueca inmortal por la mortal belleza


El frió Neptuno v Hadamanto airado Y una diosa á una dama prefería;
Iliián si desde el cielo al bajo inlierno Pero no hay que admirarse destos juegos
1
echo libre deste brazo tierno.
|
Que en casa del amor todos son ciegos.
»No sé qué medio ninfa ó medio estrella, «Las duras armas de bruñido acero
lada en seguir el monte y caza, En el templo de amor deja colgadas,
i de que está de mi centella Y tierno amante, de soldado liero,
1 na
y sin rendir su plaza :
libre ,
A su entenado pide alas prestadas
Mujer lozana cazadora y bella, , Que, aunque es un pensamiento en ser lijero.
• i
que enlaza,
mentir el lazo con Antojos nuevos son glorias pesadas ;

Es burla; que en la red mas olvidada Que, aunque en sus hombros Icaros los lleven,
La que piensa cazar queda cazada. Parece en el volar que no se mueven.
, , , ,
;;
,, ; — . , . ,. ; ,

IX BERNARDO, LIBRO XIV. *JI


Del frió flota en el helado elima
i . Moa también
cándalo a
al iris
Ociosa deja <•! euro en tangre tinto. Como su cristalino curso espacia.
Y en la guerrera Tracia airado anima Y el bravo ei modonte sonoroso.
i

Del corvo alfanje el tachonado mito; Fines de i; ipadocia y de Raí n


De su itiicI ravu la espantosa grima Ki altísimo Calmo peñascoso
Que al mondo >:ij en resplandor distintot :• ,
Que a Bndimion rio dormido en tanta gracia,
La frente limpia eon qne el aire empece Que la luna bajo a guardalle el sueño
Y en sangrientas vislambres resplandece. ^ "Mi ios amores de su dueño.
i

«Deja el grabado amos, cuya ai irada Sobre la costa del Caí Di une
Maquina su abrasado cielo oprime .
La alta Cillcia eon su monte molo I ,

Y la onbloaa clava reforada Donde el dios Pan toeo su roma lira


Que el polo con su grave peso gime I o competencia del clorado Apolo;
Del corvo escudo y la tajantr ospad I
Y el Tauro, que su cumbre en torno gira,
Las t u r luces qne espantosa esgrime.
I > i :
i
-- Y ele la nieve de un rollado -"I" .

Con que la Libia enciende abrasa a España .


ciilno por sus vertiente! Be dilata
Y al sol los claros ayos de oro empaña. i Con limpias ondas de bruñida plata.
•Deja al fin el potente dios terrible » Del Caspio mar las playas espumosas

Del acero el estruendo resonante ;


Mira, y sus arrecifes espantables,
Deja el ceño espantosa y Vista horrible, Cercados de uaei s belicosas.

A una sombra i.ui[.imii;i semejante Ceníes bárbaras, fieras, intratables;


Volviendo blando amor, si esto es posible. Las hiperbóreas cumbres monstruosas
Aquel su iino y áspero semblante De vertientes y campos saludables,
Mas ¿qué digo un semblante solo llero? Y á los que dan sus selvas acogida
Un pecho , un alma un dios lodo de acero. . En sabrosa quietud y larga vida.
• Sale volando, y de un alegre viento •Mira entre los Cerámicos y Hipidos
Una nube for resplandeciente . Las libres amazonas sin varones,
Parecida á su nuevo pensamiento Gente traída al inundo por indicios.
En lo hermoso, vano y transparente; Más que por verdaderas relaciones :

Y en buscar la ocasión de su contento. Los que babifan del Cáucaso los quicios
Presto, ansioso colérico, Impaciente, , Y cultivan sus fértiles terrones.
A un cabo y otro busca por la tierra Al pié del risco altísimo y nevado
La que ha de poner paces en su guerra. A que está el sabio Prometeo ligado.
•Los ojos tiende por el bajo suelo Los Seitassin república formada.

De diversas naciones ocupado; Sus ásperos desiertos conservando ,
A Europa mira y su benigno cielo. A quien de Bátros la corriente helada
Su rico asiento, su vivir templado; Va con prolija vuelta rodeando;
La fértil Libia, que con seco vuelo Mira austro en altura mas templada
al
Sus blancas costas lleva al diestro lado Irse las dos Armenias dilatando,
Con las sirtes sin tez á quien da cama , Y sobre sus collados espaciosos
El mar, que en medio dellas se derrama. A Nifales y Tigris caudalosos.
» Deja a la izquierda el norte y sus alturas » Mira cual nacen de unas mismas fuentes
De un inmortal invierno acompañadas, El Eufrates y Aráxes sonoroso,
Y á sus verdes espaldas las llanuras Que por despeñaderos diferentes
Del Ponto y sus arenas escarchadas; El mar buscan en curso impetuoso;
Del frió Tánais las costas mal seguras, Este al Iiircano lleva sus crecientes,
De bárbaras naciones cultivadas , Y acjuel al seno Pérsico famoso,
Y del vecino Coicos el tesoro, Haciendo rica y fértil, de pasada,
Si aun dura entero el vellocino de oro. La gran Mesopotamia celebrada.
• Mira el boreal Zarambe peñascoso. » Cansado de mirar tantas regiones.
Cercado de arrecifes inhumanos, Sin ver en ellas la que va buscando.
La antigua Troya y su Ilion famoso Los ojos vuelve, y mira los rincones
Sepulcro ya de griegos y (royanos; Del celestial incendio humeando;
El Sigeo peñasco peligroso.
, Las negras etiópicas naciones,
El Propon(o , los Bósforos cercanos Y el mar sobre sus costas reventando,
Con los que guardan las re(eas almenas. Y el Nilo , si por dicha tiene fuente.
De mil (ragedias dolorosas llenas. Entonces al dios Marte fué patente.
• A Zaislro y sus aguas espejadas » Por Egipto y Arabia entremetida
Que al son de blancos cisnes las despeña Vio del mar Rojo la delgada punta ,

Meandro de riberas marañadas. Que , aunque de playas ásperas ceñida .

Que de seguir un curso se desdeña; Casi al Mediterráneo mar se junta


Y del rio Pactólo las doradas Y' allí, de blancos nácares tejida.
Ondas, con que en ruido alegre enseña La rica Tilos, donde amor barrunta
Que no hay bien ni favor más sin provecho Que fueron los primeros minerales
Que la riqueza en avariento pecho. De las preciosas perlas orientales.
• Del monte Ida la cumbre levantada, «Mira la carcomida sepultura
Y el bosque donde Páris dio el juicio Del rey Eritrio sobre Ogíris puesta ,
Sobre la competencia celebrada Y de la Siria la áspera llanura
Que al mundo su furor sacó de quicio : Toda á la sombra de su nube opuesta ;
Aquí Harte eon alma enamorada De Palcslina adora la ventura
Dicen que dijo Tengo por indicio : — Que á todo el mundo la hizo manifiesta.
Que á \ enus se dio allí el premio de hermo:a Por haber muerto en ella un Dios, que ahora
Porque antes no nació mi nueva diosa. Vivo y glorioso el Cristianismo adora.
»De allí mira el gran templo de Cibeles, » De Jope mira el muro envejecido
Su inútil gusto y vana hipocresía Que nació al mundo en su primer verano
Su ^sacerdotes bárbaros infieles. , Y de Sodoma el campo convertido
De triste complexión y sangre fria; En lago infame, y á la diestra mano
Los Zalibes incultos y "crueles, El noble rio Jordán, fresco y florido,
Ricos del oro que su asiento cria , Y de Samaria el pedregoso llano.
Y el rio Halis y su curso avieso Los fértiles palmares de Idumea
Famoso por el hado del rey Creso. Y la encumbrada y alta Caldca
, , , ; , , , , , ; ,: , ; ,; : ,

DON BERNARDO DE VALBUENA.


«Mira hacia el sur (as Návatras regiones, u Descubre entre arboledas
y espesuras
Y en ellas las Arabais incluidas, Ciudades, pueblos, torres almenadas,
l.:i mojones,
l'elrea y sus estériles De huertas, de jardines, de frescuras
\ el Sinai, de selvas escogidas, bastecidas, compuestas y adornadas;
Donde fueron por Dios las peticiones Con chapiteles de oro las alturas
De un profeta escuchadas y admitidas, De las suntuosas puertas coronadas,
\ con estilo y nota verdadera Y las murallas que la vista goza
Al mundo so escribió la ley primera. De alegre pasta azul, de lina loza.
»De la desierta Arabia los mudables » El oro mira que en las ricas venas
Collados mira y su abrasada arena; De la avarienta tierra está perdido,
La Feliz y sus campos saludables . Minas de pedrería y plata llenas,
De rica mirra y cinamomos llena ; Tesoro á ojos mortales escondido :
De Pancaya las selvas admirables , — ¡Tierras dichosas, fértiles y amenas
Que al mundo sudan, en copiosa vena, (Dijo Marte en su vista divertido),
El incienso y el bálsamo oloroso, Hoy me ha bajado amor del quinto cielo
Del saludable cielo don precioso. A verme pobre en vuestro rico suelo! —
Mira en sus arboledas deleitosas
. «Mira el alcázar y el palacio ufano
La lenix de dorada plumería. Que la belleza Angélica encubría,
Que en solo aquellas selvas venturosas Y ante la puerta real un fresco llano,
Y sus montañas sé sustenta y cria Donde, en concurso y tropa de alegría ,

Allí entre frescas yerbas olorosas La ilustre gente y pueblo cortesano


Vive sin otro amor ni compañía, Con gallardas libreas discurría
Y cuando la vejez tras si la lleva , De campo y montería los ropajes,
El fuego la consume y la renueva. Con varios y fantásticos plumajes.
» Prosigue, y mira en su ij ero vuelo, 1 » Los perros con sus saltos placenteros
Entre el Tigris y Eufrates abreviada, Do alegría llenan el florido llano,
La fértil tierra que parió en el suelo Los sacres y falcones altaneros
La confusión de lenguas marañada; Ya, de placer, se arrojan de la mano:
La torre que pensó escalar el cielo, Los caballos feroces bravos fieros, ,

Su ciudad de jardines coronada . Los frenos muerden con braveza en vano ,

Y Ninive, en un tiempo tan temida, Nevando el campo con la blanca espuma,


Ya por los duros scitas destruida. Que entre las manos hacen se consuma.
Los belicosos caspios, cuyas Hechas
)) » Mil géneros de perros enseñados
Las caspias puertas guardan poderosas, Todos á un fin pero de mil maneras,
,

Por un milagro de natura hechas, Cuáles tras los prestísimos venados,


Entrada á mil naciones monstruosas; Diestros en abreviarles las carreras,
Los que de Media labran las estrechas Cuáles lijeros, cuáles mas pesados,
Yugadas y sus playas arenosas, Cuáles para aves, cuáles para fieras,
Y los que hacia el persiano señorío Con galgos, con sabuesos, con ventores.
A Parcoato beben el roció. Prestos jinetes , diestros corredores.

uLos caducios, que en riscos escondidos. Destos diversos ejercicios llena


»
Estrechos labran y avarientos llanos, De lo alto mira Marte la ancha plaza
Y' los de Gorgiana mas tendidos , Conoce que la causa de su pena,
De trato y condición menos humanos; Sin acordarse della, sale á caza;
De Hércules los altares encendidos , Y dice, contemplando la cadena
Que aun humean incienso de sus manos En que el tirano amor su gloria enlaza
Y de Persia las fértiles llanadas — Hermosa cazadora de Cupido
Todas de ásperas cumbres rodeadas.
¡

Ya un dios entre tus redes ha caido !



»La Partía con su gente aborrecible, i> Asoma en grabada puerta,
esto á la
Del furor de los godos desterrada, Vistiendo el verde campo de alegría,
Sin lealtad y sin fe, cruel movible , De perlas oro y pedrería cubierta,
,

A guerra
sediciones inclinada;
y Cuanta belleza el mundo conocía
Y los que de la llireania la invencible Dejó una nueva gloría descubierta
Tierra, de inculta, hacen cultivada Suave el viento y apacible el día,
Y en medio sus altísimos pinares Reconociendo á hermosura tanta
Lijeros tigres cazan á millares. Vasallaje del sol la lumbre santa.
Las dos Carmanias ambas montuosas
» , »De tela de oro en rozagante vuelo
Mira y la belicosa Cedrosía
, Pendia la grave falda de brocado ,
Los collados y selvas espantosas Con cuanta pedrería al rico suelo
De la estéril y helada Aracosia; De oriente da y tributa el sol dorado;
De Arbitos las vertientes caudalosas, En luces de diamantes dando el cíelo
Y las aguas que al Indo claro envía, De su beldad al mundo retratado,
Y los paraponisos belicosos Donde, en cualquier desden que andando hacia
En todo, y no en olivas, abundosos. Arderse en rubias llamas parecía.
»Deja ya airas del Indo las riberas ,
» De la color del día sus cabellos
Y el monte Imavo a la derecha mano, Del alba y de su luz las cejas bellas,
Y' sobre las sardónicas laderas Y'amaneciendo un cielo dellas y ellos
Cual rayo va cortando el aire vano; Aun se ven en sus ojos dos estrellas,
Descubre el Gange entre naciones fieras, Que al alma que las mira, en rayos bellos.
Que, con dorada arena y curso llano Del pedernal de amor envían centellas
Rompiendo los collados orientales, Los labios de un rubí la boca enana ,

Del mar busca los secos arenales. De un limpio aljófar engastado en grana.
Mira el gran muro y raya que divide »Cual suele en el rosado y fresco oriente,
Del scita inculto el regalado China ,
Dando principios de oro al nuevo día,
Y dentro della el reino en que preside La clara aurora con serena frente
La luz que sus deseos encamina; Barrer del mundo la tiniebla tria,
Los campos bosques y los montes mide ,
,
• A la cansada soñolienta gente
Y con cuidado y prevención divina Perlas lloviendo , rosas y alegría
Vuelve y revuelve, y con la vista atenta Tal la Reina salió, y del" mismo modo
Hasta las ramas de las selvas cuenta. Su vista lo vistió de placer todo.
,, . . , : ,,, :. :, ; . . ;

EL ULHNAHUU.
•:
LIHIIli \l\

• Quedó Marlc confuso, i n ctüdado I \:o, olio hu\c . olio 1. \ i,

Entre esperanza j miedo ntveí lido Perdido, sin ver como, en la espesura,
De tanta hermosura deslumhrado, Otro siguiendo un ciervo va, ] se vuelve
V de su misma pretensión corrido; Confuso y sni ida en la pe >ui i i

Ki iii:i sereno él riento .


i
lado, a. pni desvuelve
i

De ii ni templada nube ei sol resudo, un tigre la selva mal seguí


1 1 :
i .

Dicen que el 'ims, de celos lo bacía .


I. s , liebres , I es ; l,

Porque no * ¡ese Apolo lo que él via. Heridos, presos! muertos y atajados.


• Sobro fogosa v blancí bac mea, • Medoro, o fuese fuei es fuese u
De vistosos lunares remendada, Salló contra un lijero ciervo boi ido
Pequeña recosida j que p isea . , Que aquel dios liberal ó el tiempo . en i
blando freno conceri "
Debajo el !
i
Le ofreció por llevarle divertido
Con toda la beldad que por librea Queda Angélica sola \ lia il paso
De la suya dio el cielo retral id i, A cuanto el nuevo Mnte ha pretendido ,

Angélica salín salió iras ella


, \ Nuevo poique era nuevo enamorado .

El ola , en vclla.
i| abra sn bei no inra Y el amante s mas que su cuidada

» dichoso v regalado muro.


A < 1 1 i l Alteróse la tarde al grueso aliento
Hijo de amor, nacido en Toloraita, '3S Que exhalo Marte de su nube oscura;
Que en ojos negros * sn ibello de oro i Brama el confuso bosque brama el viento ,

In tierno humano seraOn Imita : De hojas desentoldando la espesura


El rej cbino el bellísimo Medoro . . Rá ise el enlutado Brmamento,
Cuya acab ida perfección limita i amo y fui o\ uelta su bei mosura
¡i i

<j n el poder natural pase adelante


«
Agua tormenta rayos y granizo , ,

A estampa mas peí << la \ elegante : La alegre caza j su placer deshizo.


Este en traje galán y habito suelto,
» >Tráenlcs los ciclos, ya de lulo envueltos.
De y
pial a a lo español vestido ,
a/ul La noche sin sazón en medio el día
En oro perlas y en olor envuelto,
. Y ellos, en apiia y confusi 'evueltos,
El triunfo del amor saín cumplido. Cada cual sipin- por su incierta Via :

Sobre un frison gallardo y desenvuelto, Volaban los caballos desenvueltos,


Desped i' indo el rre lesabrido, Pero mas la tormenta que tr.ua
Dj cuerpo, tal Ir v condición perfeto, La oscura nube en sus hinchados senos.
i.1 ' bravo brioso é Inquieto.
. . De ardientes rayos y confusos truenos.
Un rico manto por los liombros puesto
» «Cusía Marte de verlos anegados,
De la mas lina purpura de m>. I Su alegre Beata en aire convertida
a quien mezclados dan soberbio peso Tales son los contentos mas rumiados;
Las peí las , .'i diamante y el zaliro lodo tiene su liu cu esta vida.
Con una ancha cenefa di' oro (.'meso. La dama por quien son estos nublados
Que alegre muestra en roaagante piro En una cueva se quedó escondida :

El pian crien estrellas, por quien guia


ile Segura estoy que Marte sepa adonde;
La luí que arrastra tras su carro el dia. Que á los ojos de Dios nada se esconde
• Cual águila real que de lo alto •horrible y espantoso trueno,
Entre ui\
La deseada caza considera, De ardientes rayos \ de luz. vestido
,

c.on goto, con temor, con sobresalto lie pozo, espanto \ de contenió lleno,
Revuela, sube, baja, \uel\e, espera, Marte bajo en Medoro convertido ;

>.codiciosa de acertar el snito. Y al tocar su furor el valle ameno.


Cercando va la descuidada liera, Tembló el gran mundo , de su pié oprimido
Aguardando sazón y coyuntura Pero la majestad en esto cesa.
De mas descuido y parte mas secura; Que ella y amor no comen á una mesa.
» Tal el soberbio Marte iba volando i) De aquel ayuntamiento milagroso
Entre tuneadas nubes escondido, Esta beldad nació gallarda y brava
Al sol Ins rayos de oro deslumhrando, (Si no es del lodo vano y fabuloso
De otros mas poderosos encendido, Lo que mi sabio abuelo nos contaba)
Nuevas trazas y modos lubricando Perdióse en esta caza el rey hermoso;
De ver su gusto y su deseo cumplido : O sea que el dios que la honra le quitaba
Llegan al monte entre una y «ilra traza, Con ella le quitó también la vida.
V dan principio 6 la famosa caza. Entre medrosos celos consumida ,
«Libres de las pipñelas, mil azores »0 sea otra oculta causa no hay del si ,

A arrojarse c ¡enzaii de la mano, Quien no esté del secreto deslumhrado :

bus iiirsiros agudísimos ventores Solo de la Princesa el sabio abuelo.


A henchir de la escondida caza el llano. Por sus mágicas artes informado ,

Con que los prestos galgos corredores Alcanzó que la luz del quinto rielo
No liaren entre mil un lance en vano : Es quien tal nieta y tal beldad le ha dado,
Sipue este alcanza aquel el otro incita , , ; Y de Artildo el saber, que en mi memoria.
Crece la caza, el alboroto y grita. Como la he dicho aquí, puso esta historia. •

í Entre el tropel ruido y barabúnda , Asi en la gruta la japona bella


De ciervos una tímida manada La razón a bernardo da cumplida
Hizo que el campo alegre se confunda De su ausente alicion, y al fenecella.
Tras el lance y la presa deseada , De un blando sueño se quedó vencida ;

Que todo en voces de placer lo hunda N él ocupada el alma en entendella,


,

La trápala de gente alborotada . Con tantas novedades divertida,


Y por el bosque y selva á campo abierto De la que el tierno amor hizo su dueño.
Se siembre, corra y vuele sin concierto. Hallar no puede aunque lo busca, el sueño. ,

» Siguen aquello que se les antoja Parécele sentir, ó se le antoja,


Con grita, voces, con furor y estruendo; Rumor de gente dentro de la cueva
l'no vuelve , otro pica , otro se arroja O sea el pensamiento ó su congoja ,
Otros —
aparta, aparta , van diciet — O el blando viento que las hojas mueva
— —
:

Ataja, al3ja, aqueste; el otro- En pié se pone y con la limpia hoja ,

liarausta, rompe, salta, vuelve huyendo, De vaina desnuda, atienta > prueba
la
Sal , cruza , dale , ten , alarga y pica — :
A entrar con lentos pasos sin ruido
La grita y confusión se multiplica, Al tiento de las señas del oido.
, , , ,,, , ,, , ; ,, . , ; ; ,; ,, , ,; ,

~J4 DON BEHNAB.DO DE VALBUENA.


Fué al parecer bajando largo trecho Cuál ó cuál de aquel número confuso,
Cuando dentro se halló de una ancha sala Más que por elección por su ventura
De un medio globo de cristal el techo, De la trulla saliendo y del abuso
Obrado todo de artificio y gala : Del vulgacho sin fe, ley ni cordura,
El suelo de alabastro y jaspes hecho, A la otra puerta donde el cielo puso
,

A quien ningún primor humano iguala, De virtud un crisol y beldad pura,


Dos bellas puertas en el muro externo Por las gradas subía del estrado
La una de marfil la otra de cuerno.
, De ricas perlas y de luz sembrado.
En cada cual sobre una silla de oro Y la diosa gentil que allí alumbraba
Sentada una hermosa dama Babia; De ardiente candad y amor vestida
La de la diestra mano en su decoro
, Al venturoso monstruo que llegaba
Un cielo de virtudes parecía, Volvía la forma y la salud perdida
Con una poma que el mortal tesoro Y del lumbroso globo que manaba
Del mundo en su respeto humilde hacia , La luz que daba claridad y vida
Labrada en un carbunco que enviaba Sacando al rayo una sutil centella
La luz que aquellas cuevas alumbraba. Hacia milagros y finezas della.
Estaba la otra á la segunda puerta Los antes torpes monstruos y quimeras
Con una taza de oro en "las dos manos, Hombres los vuelve ya la luz divina;
En una bella máscara encubierta El contrahecho bulto y ser de fieras
De lascivo mirar y ojos livianos : En nueva humana forma y seso inclina
De perlas toda y pedrería cubierta. Y no con las demás sombras tijeras
De lustre, tez y resplandores vanos, La aparente beldad desencamina
Por trono altivo un pobre cadahalso Su curso; mas por puerta diferente
De falsas piedras hecho y de oro falso. La senda hurta á la engañosa gente.
Y de la sala en un rincón profundo Quedó admirado el príncipe de España
Abrirse un ciego pozo parecía, De tan extraño y necio encantamento :

Por donde de hombres nuevos en el mundo Parécele que duerme, y le maraña


Como de hormigas, un montón salía : Algún confuso humor el pensamiento,
Asi en Tébas se vio el campo fecundo O que con sombras otra vez le engaña
Que un tiempo armadas gentes producía, De la sutil Alcina el hueco viento ;

Cuando de Actéon el prudente abuelo Que truecos de tan grandes novedades


De serpentinos dientes sembró el suelo. No pueden suceder ni ser verdades.
Mas si era admiración la nueva fuente Y en este discurrir de fantasía
Que hombres en abundante vena cria, Suspenso estaba y divertido acaso
Mayor espanto daba la corriente Deseoso de saber qué se hacia
Dellos que al trono de oropel subía La caterva de monstruos de aquel vaso,
A beber de la taza el mosto ardiente, A qué fin tales formas les vestía,
Con que la enmascarada diosa hacia O adonde van con su imprudente paso ;

Un brindis, de venenos exprimido, Cuando diosa de la poma de oro


la
Al incauto escuadrón recien nacido. Asi le dijo en razonar sonoro :
Jamas de tantas olas asaltadas « No temas, oh invictísimo guerrero
Vio el mar del Sur sus carcomidas rocas Honra de la española monarquía
Ni á las vadosas sirtes sobre aguadas Que en feliz paso y venturoso agüero,
Mas arenas ciñeron y mas focas, Te trajo el tiempo á la presencia mia :
Ni por el fresco abril mas apiñadas La diosa Témis , norte verdadero
Aves de África á España vuelven locas Del mundo, soy, y la segura guia
A cantar los agravios de Tcreo, Que con prudencia reglo el mortal gusto
O á Tracia á oir la música de ürfeo Para saber pedir y amar lo justo.
Que al sitial van llegando de oro injusto »Del cielo y de la tierra fui engendrada,
Gentes de todas marcas y figuras, Y por bien de mi madre quedé en ella
De las que el hondo pozo , en brío robusto En guarda de la luz, que aquí encerrada,
Escupe de sus cárceles oscuras : Cual ves, conservo en esta poma bella :

( ¡Extraño
caso! ) que en tocando al gusto Del que asombra en el Cáucaso robada
Del venenoso jugo las dulzuras De un rayo fué de la mayor estrella,
Todos en lieras se iban convirtiendo Para dar vida y almas celestiales
De espantable ligura y bulto horrendo. A hombres de barro y bultos materiales.
Quiénenleon,en tigre en oso , en pardo
, «Fui en otro tiempo oráculo del mundo;
En cocodrilo en topo en sierpe , en oso
, , Mas ya mi casa y templo está olvidado,
Quién en feo avestruz quién en gallardo
, Y yo huyendo del , a lo profundo
,

Pavón, quién en cabrón, quién en raposo. Desta gruta su altar he retirado


Uno en lijero ciervo, otro en buey tardo, Y aquí encerrada, desde anuí confundo
Otro en torpe jumento perezoso, Con mi presencia el vulgo desgraciado
Y en otras espantosas formas fieras Y el ignorante enjambre; que estas cuevas
De esfinges, hidras, seilas y quimeras. Y aquella taza dan figuras nuevas.
Así de Circe el encantado vaso Ni creas que es burla y vano fingimiento
u
Un tiempo á Italia dio animales nuevos Lo que en estos desvanes aparece,
Cuando á pisar las playas del ocaso Ciego y sombrío rincón del aposento
De Grecia trajo Ulíses cien mancebos , En que el hado sus suertes establece;
A quien, en cuerpo horrible y bulto escaso, Oue aquí las leyes traza y el aumento
El Lacio, entre sus flores y renuevos Con que allá el mundo se gobierna y crece :
Itrutos establos dio y albergue inmundo Esos truecos que ves de hombres en fieras,
Para escarmiento y confusión del mundo. Aqui son sombras, mas allá son veras.
Mas sin que nadie en el ajeno daño a En la luz sola desta poma rica
Del suyo halle sospechas, todos juntos, La discreción del mundo está en un cero;
Tras el goloso vino del engaño, Que ella porno es nada, y si se aplica

Ciegos renuncian del honor los puntos; Al seso humano lo hace verdadero :

Y luchos en nueva forma y traje extraño El cielo al suelo dio, de su botica,


De horribles monstruos ya nuevos trasuntos, Desta ambrosia un adarme y casi entero,

En troiia salen por la ebúrnea puerta Se está aquí sin tocar que al gran rebaño
;

De un fresco viento á la campaña abierta. Todo lo ha hecho suyo el necio engaño.


. . , , , , , ; , ! ,. ,

EL ULIt.NAIIDO, LIU110 XV.


» AdvterM en esas olas y crecientes , Bascando de reposo nn breve rato,
Manantiales de la vida bomana El dulce sin DO bailé ahora fuese , >
Cómo laa avenidas de sus gentes i i ni isa de grandezas que aquí trato.
A parar van a aquella dama afana . Que si sil. -ii, in del alma se atraviese
Que en monstruo! los convierte diferentes ti de
la dios. Témis el retrato i

Con darles en sn laza cortesan i Qne acabé de pintar, se revoh lese


De Ignorancia y de engaño una bebida De nn ceñida trente en las cavernas.
Que 'luía mi embriague] lo que la > ida. De especies llenas y humedades tiernas :

. y, Impacientes salen de sus manos


asi Bes ;ii nn sii.ii", antojo 6 fantasía,
, .

A otros nuevos caminos mas aviesos, En aquel breve ralo ele rc|
Torpes, sin lev, sin traza huecos, vanos, , Une el silencio por sujo me tenia
n.- desvarios llenos j <i>' exi i En agüero feliz \ bado dii h
Cual j ii.ii por gran dicha quedan sauos
i
. ,
I ii, i beldad que , COmO el sol al dia.
('.un i.i lu/ 'i- nn rica poma j esos . Alambra al mundo, tobi e no ai ro herm i

Por estas cuestas suben mal trilladas VI de pomposos unios que en sonoro .

Siguiendo de los menos las pisadas. Aliento gimen en sus yugos de oro.
» Tú seguirás también ese camino, Y a un altivo collado en que me hallaba
Pues ya el délo te biso de mi bando, Cogiendo i tiento de sus faldas Boi •

Y ahora de »o ese licor divino Ella, qne por las nubes volteaba
Te ira por donde fueres alambrando.* Su carroza y caballos voladores
Dijii; > como un azófar cristalino. Las riendas d " que en su luria brava
Encendido en la luí de nn luego blando, Templar suelen del curso los furores,
Un claro rajo le arrojo a la (rente A mi las vuelve, y « salve el cielo, dijo.
Mas que el bello del sol resplandeciente. Los nobles pensamientos de tal hijo.
v como con el flbs el día vistoso, » Oh cómo se gastó del primer mundo
¡

Am quedó de los acompañado, El ansia de saber, quedando hecho


Saliendo por la puerta deseosa Teatro de ignorantes el segundo,
De ver lo que allí esconde > guarda el hado : Sin gusto en él ni antojo de provecho
De un fresco valle el campo deleitoso ¿Quién sabe de su alma en lo profundo
De admirables tragedias vio ocupado... Amar a la virtud? Quién tiene el pecho
Mas vuelvo al conde Orlando, que dormía No lleno de altivez y vanidades ,

Sobre las llores, y es ya entrado el dia. Mas de hambrienta codicia de verdades?


ALEGORÍA- • Quién no deja llevarse al vuelo extraño
De una ambición qne el animo embriaga
En el la diosa Témis, que lo es
templo arruinado de Y vuelto en el sentido y el tamaño
,

,
de sabiduría y discreción humana, se muestra cuan
la Coloso hasta su mismo ser se traga?
caídas están eslas dos cosas en el mundo. Por Arcangé- lA quien de la avaricia el corto paño
lica, hecha valerosa amazona, se descubre cuan her- Con humildes propósitos no estraga,
moso es el apetito de la venganza en sus principios, y Sujetando de nn logro al vil renombre
cómo se enamora del el brazo poderoso que la puede La soberana majestad del hombre '!

poner en ejecución y cuino sin el fuego que arde en el


;
«Todo lo mas
puesto del mundo el labio
pecho nose puede hacer perfecta venganza, que es lo Tiene al engaño en su dorada taza ;

que significa el incendio ue la flota. El rayo de luz de la ¡Loca embriaguez pues la virtud tras d ! ,

Ni hace ni osa de sus gustos plaza


, ,
poma ue la din-a Témis significa que la prudencia hu- Del sabio, el noble, el casto, del modesto,
mana no es mas que un rayo de la divina. Las dus puer- Y del que a sola la virtud se abraza,
tas del templo son los dos caminos de la virtud y el vicio; Un necio hurla, si á un adarme llega
> en el enamorarse Marte de la hermosura de Angélica La pobre plata que en su cofre allega.
se ve cuan poderosa es la sensualidad eu los que no hu- «Mas tú, ¡oh espíritu noble! que aunque I

yen las ocasiones. Te falten no han faltado los deseos


,

De seguir la virtud en quien refuerzas ,

A tu inmortalidad nuevos trofeos.


LIBRO DECIMOQUINTO. No vuelvas el pié atrás ni el paso tuerzas
Por mas que con locura y devaneos
ARGCME.XTO.
Los Ignorantes griten que ellos solos ;

Encuentra Orlando sobre su caballo; vale slpalendo has-


a Carilo Las musas son del mundo y los Apolos.
la un castillo, donde se
hace fuerte. Quiere el trances ponerle
le
» Y porque en feliz curso la jornada
fuego, y el catalán se lo estorba con un nuevo engafio. Al tin
entra dentro j cobra sus armas. Cirilo se le lurte | esconde en De tu española monarquía acabes,
la tienda de un alquimista que le cuenta la sutil novela del e ..-
.
Y tu heroica grandeza comenzada
gaño, y Garito despees roba al alquimista el famoso anillo de De historias llenas y sentencias gravea
Angélica la bella. Malgesl levanta coa sus eoajarossa navio vo- Conmigo vén que estoy determinada ;
lando porel viento, llevando dentro de él a Rernaldos, Morían-
Al vuelo de mi carro y de sus aves
le y Orimandro, a los casles en un admirable discurso va mos-
trando tuda la hermosura de Europa.
Mostrarle , para luz de tu escritura
Clara una senda, en estos días oscura. >

¡Oh nuevo y dulce sueño! Oh claro indicio Dijo ; y en la carroza, que era hecha
De la armonía que el autor del cielo De oro, cristal y rica pedrería.
En el humano celebre edilicio Subir me manda, y por la vía estrecha
Por imagen trazó de su modelo! La vuelta dio adonde nace el dia :
La gran suma de cosas que al oficio ¡Extraño caso! pero ¿qué aprovecha
Del pensamiento dan ayuda y vuelo, Si lo que ahora aquí y entonces vía
Aquel no sosegar con su armonía Por hoy el mundo y yo lo hemos dejado
El reloj de la libre fantasía : El por ocioso, y yo por ocupado ?
Aquella interior luz que. repartida Vi el cielo vi la tierra vi el profundo , .

En espíritus libres, arde y vuela Mar con puntas y playas diferentes,


Por el celebro, casa de la vida. Y entre el primero golfo y el segundo
En inmortal cuidado y centinela; Montes selvas ciudades ríos y fuente
, , ,

La humedad en sus celdas recogida, Y vuelto un nuevo Trilolemo al mundo,


Que secretos altísimos revela; No sé qué iba sembrando entre las geni
La razón , la memoria, el movimiento O eran perlas ó flores que cogía
Del inquieto y libre pensauíicuto :
Cuando la diosa hacia mi venia.
, , ; , , ,, ,; ,
; ,,; ; , , , ; , ; ,

296 DON DER.NAB.DO DE VALUUENA.


Mas ahora de la densa nube oscura Furia de aceda cólera espolea
Flores sembrase ó fruta, espino ó rosas, Al ofendido Conde ; á su enemigo
No sé mas de que en dulce paz segura Temor que el flojo Brilladoro sea
Mil gentes me miraban cuidadosas; Culpa en su mal , verdugo en su castigo :
Uno asombrado de la Iitiiiukle altura, Por aquí huye , por allí rodea
(Uro con nuevo escrúpulo en mis cosas, Hasta el castillo de un gascón amigo,
Teniendo aquel volar por aciago, Donde al entrar cerró la estrecha puerta;
Y á mi por nuevo encantador ó mago. Que es grave el riesgo de quedarse abierta.
Otros llamaban vano mi trabajo, Llegó Roldan tras él, y en las almenas,
Y el sembrar por el aire desacuerdo Para mas le aumentar rabia y coraje,
Yo, caminando por tan noble atajo. De los consortes de Garilo llenas,
Sin responderles nada hacia del cuerdo; Con duras piedras le hacen hospedaje ,
Si eran perlas de ley ó aljófar bajo Asi llovidas en montón, que apenas
Ya no me acuerdo bien solo me acuerdo ; El riesgo fué menor que no el ultraje,
Que unos al toque las bailaban sanas, Obligándole en pasos descompuestos
Y que otros las dejaban caer por vanas. Su persona humillar á mudar puestos.
Y yo, encima del aire levantado Brama furioso y quiere en ira ardiente
, .

Debajo via de mi los altos montes ,


Al cobarde escuadrón encastillado
Bien que no sin temor, y con cuidado Darlo en venganza al deshonor presente,
De que no tenga el mundo dos Kaetontes; En fuego de su cólera abrasado :

Y en deleitoso vuelo, aunque soñado, De un bosque antiguo la encrespada frente


Temples mudando, climas y horizontes, Cien nudosas encinas le ha prestado
Cerqué la tierra y con feliz agüero ,
Para hacer aquel albergue injusto
Me ensayé en este curso al venidero. Inmortal luminaria de su gusto.
Cuando el ruido y voces de la gente Nunca el que á Polifemo dejó ciego
Que al oir mi nueva voz iba llegando Para abrasar el Ilion troyano
( Oh cielos qué disgusto de repente
¡ , ! ) Mas pinos tuvo, cuando al campo griego
Triste me arrebató del sueño blando Leña ofrecía y llamas de su mano;
Y'volviendo en mi acuerdo, vi presente Ni á tantos cedros juntos puso fuego
Desarmado y á pié al valiente Orlando Eneas en el fuego italiano ,
Que en los bostezos y el color difunto Cuando al cuerpo de Turno, ya sin vida,
El también despertaba en aquel punto. Dejó su patria en garza convertida.
En
majada de un pastor serrano
la ,
Vio Garilo y tembló del bosque opuesto
,

Al fresco viento le dejé dormido Que á su gruta ha de dar de llama un baño,


Contemplando en el cielo soberano Y si arde el monte el riesgo en que está puesto
,

Las vueltas con que el mundo da ceñido El y su casa, y de su mueble el daño;


Y en el pajizo lecho del villano, Y á todo trance, el ánimo dispuesto
Que aun en verle dormir está encogido, Tentar quiere, si puede, un nuevo engaño.
Temiendo su braveza , entre las flores Cierto postigo en el castillo habia,
El alba le salióde mil colores. Por donde nadie entraba ni salia :

El carro de oro al lin de su camino Por este en nuevo traje disfrazado


,

Y'a con la luz llegaba amortiguada, Con mustio aliento el catalán caudillo
Y en el suyo el cansado peregrino, La vuelta dio al amparo de un collado
,

Del roció la esclavina aljofarada Que las espaldas guarda del castillo;
Su gastado bordón de seco pino Y en débil paso y rostro desmayado
De lamano arrojaba fatigada De miedo ó de perfumes amarillo
,

Y la presencia del cercano dia Dándole otro ladrón para el engaño


De mil centellas una lumbre hacia : Uu hábito prestado de ermitaño,
Cuando francés caudillo el pobre lecho,
el De una gruesa maroma un cordón hecho
Y' el encogido huésped receloso
,
Ceñido un saco de grosera sarga,
Con agradable estilo satisfecho, Unos graves antojos sin provecho
En su antiguo dejó y primer reposo, Y un basto pino en que se agovia y carga
Y el camino á poblado mas derecho, Prolija barba que al hundido pecho,
Encaminado del tomó furioso, , Por mas ungida autoridad se alarga ,

Jurando de vengarse de Garito Ancho sombrero y cuentas sonadoras,


Aunque se esconda donde nace el Nilo. Y al fingido rezar pausas sonoras.
Ya el sol por el cénit de oro subia , Así el sagaz Ulíses de la cueva
A la mas alta cumbre de su esfera Del cíclope salió disimulado,
En peso y en nivel poniendo el dia, Y' en piel de oveja con figura nueva

Y á su luz dando hermosa rueda entera ; Pasó el astuto griego disfrazado


Cuando atajar la senda que traía Dejando que le tiente y haga prueba
Un claro arroyo vio y en su ribera ,
Si es él ó si no es él quien le ha cegado,
I ii caballero, que a pasar la siesta Metiéndose atrevido entre los brazos
Con sombras le convida la floresta. Que le hicieran á ver quién es pedazos.
, ,

Conoció en verlo su caballo el Conde, Era el falso Garilo, en sus acciones,


Sus armas y el ladrón que las traia. De astuta inclinación y animo extraño;
No asi manchada tigre salta adonde Vivo en palabras, diestro en ilusiones,
II hijo halla que perdido habia , Y en fingido embeleco el mismo engaño;
Ni el rio que entre peñascos se le esconde Y tal que por cumplir sus invenciones
,

Con su furia atajó la en que venia Ni el suyo teme ni el ajeno daño,


Cual la otra orilla, de un lijero salto, Sin mas necesidad ni otra codicia
Señor se hizo del lugar mas alto. Que la insaciable sed de su malicia.
Mas no se vio salir al campo raso Bien que ahora le inclina á lo que hace
Lijera liebre de ventor sentida El ser de Francia el capitán valiente,
'
mas desenvoltura y presto paso
i
Que en el modo que puede satisface
De adonde el miedo la halló escondida De su nación la enemistad presente;
Ni enjuto galgo en semejante caso Y' aun esto mismo al Cunde le deshace

Mostró mas codiciosa arremetida De su justa venganza el fuego ardiente;


Que el uno en el huir sobre el caballo Que hay quien diga que en Francia tiene estrella
Y el otro en el deseo de alcanzallo. España, y que él también morirá en ella.
. , , ; » ,; , ; »,
,

EL BERNARDO, LIBRO XV. •97

Salió el astuto hipócrita al camino, « De aquí


se apartó ahora mijo el Conde , ;

Y al desabrido Conde en rostro humano Has pensarlo hallar jera escasada ;

Fingiendo nn abstinente peregrino, Que entre el silencio no sabréis adonde


Que besase dio esclav nía y mano
le : En sos vigilias estará ocupado;
l
el noble francés, hombre divino ,
M as mirad si sabéis como ó por dónde
En pecbo humilde j coral xisli ¡
Vi pueda entrar i este lugar en ado; i

Y él, « i A que lili i'ii |da/a tan |n'<| iníi.1 Que según . me reveló de pavoi i

Se arrastra, dijo, y junta tanta leña?» lina a nuestra Importancia mucho al caso.»

• A
de nacer hognera ilijo el Conde,
tin , Entrar yo, dijo ella, es fácil cosa
« ;

El almenaje InBel deste castillo Que nonas se negó i mujer la enti id i

Con mantos en so estrecha albergas ese le ¡


Mas la vticsti a sera diliciil^osa ,

l)ur un mando ruino no podra Impedido. De une lio i.-s^,i \ (,,,,,, fffJtO en nada;
i

Tan bravo esia el francés tal le responde, , Que la gente de dentro es peligrosa,
Que de ferie temió tembló en oillo .
;
A engaños y traiciones
ensebada;
Mas reportado á sus embastes sale; Y asi sera mas
mi llanto fácil a
Que no hay Dllses <f n>- en Bngtr le ¡guale. En busca proseguir del monje santo.
Procuró con ratones diferentes Yo a las espaldas del castillo aiuigu

,

De humildes persuasiones mitigalle si por desgrada ya do está cerrado.


Los pasados enojos presentes j Fácil entrada se por un postigo
Que podrán, si se encienden tbrasalie. . De una puerta sin llave ni candado,
¡oh lo que pueden rostros aparentes, Seguro j (raneo paso i nn enemigo
Una alma multa en un Bngido talle !
lie saina pl e\ ene ion \ gente aunado;
¡Y cnanto importa en la mayor caricia Mas vos solo y sin .Ulnas (¡caso turrlo!).
Que na ría tu de a¡ illi la i
'
Si a olí ecenios ambos á la muerte.»
i

Dejad dijo señor, vanos antojos


• . ,
i
Perded ese temor, respondió el Conde,
De abrasar su por qué un pueblo cristiano; Y dejadme el Becreto piso abierta
Que es peligroso caso en los enojos Que VO DO os pido el como, mas por d le
Vengarse el ofendido de su mano ¡
Hoy de dormir excuse en el desierto;
to el ver de los humanos ojos,
i
\ -i este riesgo alguno corresponde,
i

Y la rep imino sano Y es siempre el fin de la fortuna incierto,


^ en ningún isa ó trance conveniente
i Sea el hacerme este favor de nimio
Que pague ajena culpa el inocente. Que corra mi persona el riesgo lodo.»
» Uno os tiene ofendido en esta casa, « Señor, dijo la dueña, por mi gnsto
Y Otros sin culpa están de su delito; Yo no os pusiera en semejante aprieto ;

si es la razón quien los castigos tasa, Mas pues ahora seguir el vuestro es justo.
No es justo pie este ahora sea inundo : Yo el cuidado os ofrezco y el secreto,
Bien sé señor, lo que en vuestra alma pasa;
. Y aun prevenir vuestro animo robusto
Que del pecho es el rostro el sobrescrito De armas si hubiere en vuestra entrada efelo
, :

¡(as también sé que sois honrado y sabio, Ahora idos llegando con recato
Y a nadie, como tal, hacéis agravio. Al postigo, y allí aguardadme un rato.

»De hombres sin culpa una áspera cadena La oscura sombra de aquella alta torre
»
De aquesta torre esta en un desván ciego : Paso os dará seguro que no os vea
Mirad cuánto inocente, por la pena La cuidadosa veía, y se nos borre
Que uno merece, se tragará el friego : El concierto, y en daño de ambos sea.
Otras trazas buscad ; que esta no es buena, Dijo ; y él con atentos pasos corre
Y lo que en esto os digo es mas que ruego; Al tin de la venganza que desea;
Y adiós . que el cielo a daros este aviso \ en lanío que va á darcon el postigo,
Traerme aquí desde mi celda quiso.» Ella se entro con su engañoso amigo.
Era el trances católico y tenia , Púsose al pié del carcomido muro
En pia veneración los religiosos, La orden siguiendo do la falsa dueña,
Y'el bravo
y noble corazón le hacia Por juzgarse á la sombra mas seguro
No dudar en los casos mas dudosos : Y mas á mano de Cualquiera sena :

llorrigila hizo en él por esta v ia Ci lo de las ventanas por lo oscuro


En Babilonia lances peligrosos; Sobre el bajó u tbe no pequeña
Que es malo de entender un trato doble, De tierra, piedras, palos, agua, horrura,
Y de engañar al pecho noble.
fácil Sin que haya á su rigor parte segura.
Fuese Garilo el paladín dudoso ; El huye aqui y alli por no ser visto,
Quedó en varios discursos repartido, Ni creer que pueda ser caso pensado
Cuando en un pal ifren de paso airoso Y por mas que anda a todas parles listo ,

l'na dueña imbien pat ió el ejido


i
: Siempre un tiro le alcanza desmandado :

El dia huyendo en \ nélo peí ezoso, Jamas en otro igual rigor se ha visto,
El sol del horizonte dividido, Ni en tan penosas burlas agraviado ¡

Y apuntando por una y otra mata Y'a se arde en Ira ya de la venganza .

La llena luna de encendida plata. Reportado le vuelve la esperanza.


Era la astuta dueña prevenida Ya mil veces se vio determinado
Del torpe gusto de Garilo esclava, De hacer lodo el castillo una hoguero
Que del castillo la sacó instruida Y otras tantas humilde y reportado,
Al encubierto engaño que trazaba : La cólera volvió a enfrenar lijen :

Llegó al francés, y en pena y voz ungida Mas ile Bootes ya que el rano helado
Haciendo falsas muestras que llor. Lo alto ocupo de la esmaltada esfera.
«¿Sabéis, dijo, señor, si á un peregrino La luna en medio el cielo y las estrellas
Esl senda prestó feliz camino?
i
Lloviendo sueño altísimas y bellas ,
Tiene á su devoción la llave y gente
• Al postigo llegó la falsa dueña.
Deste castillo cárcel de mi gusto, , De un fingido temor toda ocupada,
Y en una de las suyas al presente Y al Conde , que acudió á la sorda seña
Preso mi esposo esta cu tormento injusto, «Señor la puerta dijo , está cerrada
, . :

Y en la mano del santo penitente Desgracia ha sido de ambos no pequeña;


Mi bien, mi mal , mi gusto y mi disgusto : la üeiile esta sin duda recatada ;

Decidme pues, señor, si acaso tengo lis velas han doblado en el castillo
Modo de hallar al que buscando vengo.» Y asegurado el paso á este portillo;
, , ,,, , , ; , , ,;;
; , , ,

eos DON BERNARDO DE VALBUENA.


» Perotodavía estáis dispuesto
si El rosicler de Venus, que en el cielo
Al grave riesgo de la oculta entrada, Extremo es de ambas luces, daba vida
Cierto artificio de madera enhiesto, A las pintadas flores con el hielo
Para al muí o subir piedra labrada, Que en cuajados aljófares llovía,
Desta alta lorie esta al remate puesto: Restituyendo al soñoliento suelo
Yo echaré la maroma , y reforzada , El robado color que antes tenia
Al torno daré vueltas por subiros, Cuando el francés fué á dar por la pecina
Y asi aventuraré á poder serviros. » Al sótano y desván de una cocina,
Libre de sospecha,
el francés caudillo Lloviendo agua grasíenta y negro cieno
La falsa astucia llama aguda traza, De turbias heces y de hollín tiznado,
Y luego la engañosa dama le echa Cual se viera de algún horrible seno
La cuerda , y el al cuerpo se la enlaza; Del infierno salir desfigurado;
Y tan á gusto ja la burla hecha, Mas luego que la luz y aire sereno
Gran fiesta, grita y alarido se alza, El lugar le mostraron deseado.
Comenzando á servirle por el viento En su alegre venganza divertido.
En nueva risa y placentero acento. Los pasados trabajos dio al olvido.
Por pardas rejas de altos miradores Y en diestro paso y reforzado aliento,
Clara copia salió de luminarias. Y al hombro, en vez de espada, media entena ,
En manos de atrevidos salteadores De sala en sala y cuadra en cuadra, á tieuto
De leyes, vidas y costumbres varias : A una llegó de salteadores llena,
Con lanzas, dardos, flechas, pasadores, Que allí dormidos los dejó el contento
Por parles diferentes y contrarias Del vino , el juego y la pasada cena
Le pican, hieren, punzan, y sin tiento Al golpe puestos que traía lijero
Salva le hacen , y suben por el viento. De sus perversos ¡lias el postrero.
El sin culpa francés, que asi ofendido La mitad despertó en dia aciago
De un ladrón se halla por tan varios modos Y los demás tragó el eterno sueño :
Y que en el aire ahora suspendido , Los que despiertos miran el estrago
De risa sirve y ocasión de apodos, Del grueso pino y su tiznado dueño
De enojo está y de rabia tan sentido; Que sea el barquero del Estigio lago
Y los contrarios victoriosos todos. Piensan, que á golpes mata con su leño,
La real persona , ya su riesgo puesta O el Orco oscuro, cobrador terrible
Con obras y palabras le hacen fiesta. Del triste censo de la muerte horrible.
Llovida á un tiempo dan sobre él con una Asordan roncos gritos el castillo;
Densa nube de lanzas enastadas, Huye el de mas valor acobardado
Y aunque las menos le hallan su fortuna , Deja medroso el catalán caudillo
Con duras carnes encantadas :
le valió Frió de su dueña ya el caliente lado
Por muerto, al blanco rayo déla luna. Y el presto Conde, de un voraz cuchillo
Unos le juzgan; y otros, por domadas El diestro vengativo brazo armado.
Sus fuerzas cuando por la cuerda arriba
, Tras las memorias de su agravio corre
Temieron todos que con alas iba. Cruel de sala en sala y torre en torre:
Quedara el alto intento conseguido, Bien como el yerto jabalí celoso,
A no ir los que le suben aflojando ; Vengador de las sañas de Diana,
Mas Garilo sintiéndose perdido,
, Con los blancos colmillos y el cerdoso
La tirante maroma fué alargando; Lomo y los ojos de color de grana
Y con este remedio detenido Siguiendo corre el escuadrón medroso
El apriesa subiendo, ellos bajando, De la florida juventud greciana,
Fijo en medio del aire parecía Enturbiando los médanos de arena
Que fingia subir y no subia. Al claro Achéloo en su ribera amena.
Asi en el rio Cocito un avariento A tres doblados seis quitó la vida,
Las manos dicen que anda levantadas Y otros tantos colgó por las almenas;
Por asirse de un árbol en el viento, Garilo huyó huyó la fementida
;

Braceando en vanos golpes y palmadas : Dueña con otras seis de engaños llenas;
Quiere dar pasto á su apetito hambriento Que ningún caballero fué homicida
Con huecas frutas de hollín tiznadas, De mujeres jamas , malas ni buenas
Y nunca el vano intento se concluye; Que es frágil gente, y todos sus errores
Que si él la fruta sigue , ella le huye. O son por ignorancia ó por amores.
Asi lijero sube el grave Orlando En esto á toda rienda por el llano
Y siendo ya imposible el detenello Vio Conde á su enemigo en Brüladoro
el :

De golpe aflojan el subir, pensando, « Todo el trabajo me ha salido en vano


Despeñado, una horrible pasta hacello ;
Dijo si libre se me va este moro
,

Y asi de ¡a honda cava al limo blando Pues mi venganza pierdo y mi lozano


Bajó con la maroma por el cuello Caballo de espumante freno de oro :

Que estuvo de agua inmunda y lodo lleno; Quédese todo así quiero seguillo
: ;

Que lo que el mundo no hizo hiciera cieno; Que en mas tengo el caballo que el castillo. »

Mas fué sin riesgo la feliz caida En unasala de su arnés preciado


Si bien quedó en el lodo sepultado; Las ricas piezas vio de oro grabadas,
Dióle el hallarse sin su arnés la vida; Y apriesa dellas, como pudo, armado,
Que en turbia lama se ahogara armado; Contando va á Garilo las pisadas :
Y la varia fortuna, condolida El como rayo huye acelerado ,

De verle puesto en tan humilde estado, Metiendo hierro al bayo en las ijadas;
Volvió pronta á sus ruegos los oidos; Que es gran jinete el miedo , y su congoja
Que es gran levantadora de caidos. Un Roldan le figura en cada hoja.
De alli el castillo á la profunda cava Así dos partes de las tres del dia
De ancha canal desaguadero hacia Fué el uno huyendo, el otro dando caza;
Que el patio y las cocinas desaguaba, Cuando este en una selva se escondía,
Y de aseo y reparo las servia; Aquel entraba en la escombrada plaza :

Por dondepuerta halló señor de Brava


el Al armado Orion se parecía,
Cuando menos recelos del había; Que al Centauro persigue y amenaza,
Y todos, sin temor de lo pasado. Y tras él corre con dorada lanza ;

Ya por muerto le tieueu, ya enterrado. Vuela el caballo, y él jamas le alcanza.


, , . ,, , , , ; , ; , , , , ,, ,

F.L DL'HMAKDO, LIRRO XV. 199


Ya el día descolgaban al poniente no atento ya á seguir el curso
\ asi ,

Las dos balanzas del cénit del cirio.


i A las humanas cosas necesario.
Cuando de oro un alcázar puesto enfrente Ni de la alquimia el natural concurso
Al medroso Garito dio consuelo : Por el cimillo \ término ordinario,
Cien torra de cristal resplandeciente A superstición VOlViÓ el ir. 111 so
la ;

Clara luz dan en torno ll rico suelo i' srr nigromante di- herbolario, ,

De un monte, cu>as cumbres de esmeraldi Y con una soi lija abril el profundo.
F.n rubias llamas de oro hacen que arda ;
La turra hacia temblar y arderse el mundo.
De lustroso carmín rojas almenas, Cuando la bella AJlgélic 1 a Mi doro
Con hermosos perfiles de oro ufanas, Desde Francia llevó la rii China
De clara risos cristalinos llenas Casto en id largo viaje gran tesoro;
Las anchas claraboyas y ventanas , Que es nina amante y con su amor camina .
;

Que bullidas del sol, tocar apenas


. Y entre otras la sortija Ilustre de oro
La vista dejan sus vislumbreí ranas, Que a un hombre esconde en sombra peregrina.
Haciendo junto un sin Igual tesoro A un pescador de Cádiz la dio un dia
El oro del castillo 5 montes di Porque les de su barco J sea su guia.
Fingida lez de hueco encantamento Dióla en rica señal para obligalle
El catalán Juzgó el oro que vía Con ella porque un animo excelente
.

Y pincel de dormido pensamiento Solo su gusto estima, y por compralle


El sabio Conde que Has el venia ;
Diera Angélica el reino del Oriente;
Y corriendo ambos BUS que 'I suelto viento, Mas fortuna tomando el gobernalle ,

Cuanto mas se acercaban mas huia , Al salir contra el viento y la corriente


El vano lustre de larubia masa , Por la barra del puerto , en un bajío
Y se humillaba la soberbia casa. La quilla desfondo, y rompió el navio.
Asi o celajes encrespados
(i Salieron derramados por la playa
Si el rubio sol se cuelga al occidente, Marineros a un tiempo y navegantes;
Kn roja sangre suelen dar manchados 1,1peí dido patrón huyó a Vizcaya
Los utos de su lu resplandeciente; Y ri anillo llevó di- los amantes
Y al irse el dia , menos enriscados lleudas le desterraron, y en la laya
Vuelto en ceniza el rosicler ardiente, He Francia, entre gascones caminantes.
Be nacen de sus puntas mas gallardas Las gentes de una escuadra furagida
Oscuras teces de unís nubes pardas. La joya le quitaron y la vida.
Tal el ungido alcázar, que de fuera lie alli de m; en mano, el rico anillo
,

I 11 dorado [cairo componía . A dar a las de Arnaldo tue encubierto ,

Con tanta torre y tanta l ídrlera , Cuya humilde chozuela era el castillo
Tanto chapitel de oro y pedrería , Y' puerto a los ladrones de aquel puerto :

Llegando al pié , una choza frágil era Conoció su valor, supo encubrillo ,

De seca paja que oro parecía : Compróle á menosprecio, y hecho cierto


I. as torres y homenaje eran de sueño; Ya en su virtud, famosas experiencias
Que es gran pintor de un ademan su dueño. Para su arte vio , y halló á sus ciencias.
El sagai catalán , que alli ha salido solo en invisible sombra esconde
No
De su imaginación vana burlado A quien le trae en la boca , mas quien mira
Y antes á guarecerse había corrido Un rayo de su piedra, para donde
Al rubio alcázar de aire fabricado, El sol los suyos, al tocarle, gira :

El caballo dejó , por quien seguido Como quiere se muda, y corresponde


Con Ud tesón se vio y con lal cuidado, A la verdad tan fácil la mentira,
Y' en la chozuela, si hay lugar adonde, Que sin trocarse el hombre, en un momento
Se entró á esconder del ofendido Conde. Es sierpe, es yerba, es flor, es agua, es viento.
Lo que antes montes de oro parecía La forma que le da la fantasía,
Humildes ralles eran de aire llenos, Esa se muestra y esa se figura;
Que un vistoso celaje les lingia Proteo con este hechizo se vestía
Los ricos chapiteles por sus senos Las varias formas de su cueva oscura :
Y de torres de viento componía Contar lo que con él su dueño hacia,
Las que campeaban mas y las que menos De aquel yermo en la choza mal segura ,

El dueño de la casa en traje extraño, De truecos y mudanzas, menos peua


Un alquimista que es el mismo engaño, Seria contar al mar ondas y arena.
Vestido de contíarios tornasoles. El medroso ladrón llegó turbado;
Entre aguas y alambiques diferentes Que elConde ya á caballo le seguia
Humos, cenizas, sal, baños, crisoles. Y al confuso alquimista , rodeado
Magistrales de ley pastas ardientes
. , De hornos , crisoles y ceniza fria
Gretas, hornos, cendradas, alcoholes. Habiéndole su miedo declarado
Tintas, barnices, lustres aparentes, La alteración y riesgo en que venía
Dn camaleón por armas, que en el viento Que le ampare le pide con cautela ,

Es uno solo y se trasforma en ciento. Pues es de los cursantes de su escuela.


Es su oficio infundir quintas esencias, El mago, de su anillo un rayo hermoso
Dar nueva forma y hábito á las cosas. Le derramó en el rostro, con que luego
Gastar hacienda y tiempo en experiencias, De un remendado gato el bulto airoso
Sin provecho las n i~. 1. .1 is costosas; Saltó lanzando por los ojos fuego :

Fingir quimeras, inventar sapiencias , O sea natural ó artificioso


Cifrar secretos , disfrazarles -lusas Propio ó impropio aquel rebozo ciego,
Y al no alijar Mercurio con la luna, No lo sé ; solo sé que la vislumbre
Dar sin razón querellas de fortuna. El cuerpo hace mudar , no la costumbre.
Este es Arnaldo , que en la Flandria conde Y por su inclinación el falaz godo
Nació, y ya sin estado y patrimonio. Tomó entonces prestada esta figura;
Por hacerse otro Midas vino adonde Que en tienda de alquimista por su , modo
Dio en su pobreza al mundo testimonio; Todo se muere trueca y desfigura , :

Que siempre á la codicia corresponde La plata el oro, la sapiencia, todo,


,

Miseria eterna o pactos del demonio, Al vaciar el crisol , se vuelve horrura;


Y los deseos del oro y del infierno Y laspromesas de mayor cimiento
Mas cerca esláu que el frió y el invierno. Torres pintadas cou pincel de viento.
, ! ,,,
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500 DON BERNARDO DE VALBUENA.


Llegó el Conde a la casa del Engaño, »A la infeliz sazón que yo llegaba,
Y recibióle el mago comedido : En afeitar palabras entendía,
El, viendo un hombre en traje tan extraño Y hechas de vidrio, así las barnizaba,
Y oficio tan humilde entretenido , Que parecer diamantes las hacia;
Y no al sagaz ladrón hecho ermitaño. Sola la piedra toque las quebraba
Que en su presencia se ha desparecido, Y como esa en su tienda no la había
«Sin duda , dijo , yo estoy encantado, A los que entraban á comprar entonces
O es todo sueño lo que me ha pasado. Aunque eran vidrios, parecían bronces.
»¿ Decidme vos , señor con mas colores «Antiguamente de diamantes era
Qoe el arco de las nubes, y mas pintas. El trato que en el mundo se vendía ,

Quién sois, qué oficio el vuestro, qué pintores Por de dentro seguro y por de fuera ,

Compran y gastan tan diversas tintas : Que cuanto estaba en él se traslucía :

Tantos aceites , aguas y licores Colgar de un sí de entonces bien pudiera


Tantas bujetas varias y distintas, Uno la suerte de mayor valía ;

De qué menester son ? ¿ A cuál enfermo


;,
Mas hoy ya morirá de mil maneras
juntas proveen salud en este yermo? Quien liare de palabras lisonjeras.
«Uno que en esta choza entró huyendo ,
«Eran diamante, y son de vidrio ahora
¿Qué se nizo, dónde fué ó está escondido'.' » Que á cualquiera desden se quiebra y salta,
— «Señor, respondió el mago, estoy temiendo Y el engaño las pule y las colora
De os ver tan desdeñoso y mal sufrido, Y nunca un vulgo qué las compre falla :

Como que solo vos habléis pudiendo, Tiene la adulación lengua sonora,
Y sea lo demás tiempo perdido; Cuyo sagaz pincel tan vivo esmalta
Pero un poco el cuerpo lacio
aliviad Un corazón, que al mas astuto pecho
Si gustáis de saber quién soy de espacio. Parece natural y es contrahecho.
,

«Conde Arnaldo de Espurg, si en los Estados «Mas ¿ qué mucho que un ánimo aparente
Bajos de mi tenéis noticia alguna ,
Del que no es noble dé falsa acogida.
Debajo algunos signos marañados Si en lo mejor del mundo la elocuente
Bico nací con infeliz fortuna : Adulación con gusto es admitida?
A Mercurio combusto en los airados No hay sol ni sombra al gusto mas prudente
;

Rayos del sol y la inconstante luna


,
La lisonja es suavísima bebida,
En el noveno ángulo nocturno, Y el corazón mas claro y mas sabido
Triste y lóbrega casa de Saturno. En cavernas sin luz vive escondido.
«Gasté en buscar el elixir divino, «También entonces iba fabricando
Y'hacer quintas esencias fabulosas Del elíxir divino alegres llamas,
Para afijar el cielo, y de oro lino, Cuyas vislumbres dan de cuando en cuando
Como Midas , volver todas las cosas Vueltos oro estos montes y sus ramas
Cuanto oro tuve y á mis manos vino. Pregúntele quién era , y él , usando
¡Oh necias esperanzas codiciosas, De los ciegos enredos de sus tramas
Que , haciendo yo cenizas mi tesoro Así me respondió , y así yo atento
De los carbones piense sacar oro De su boca bebí este dulce cuento.
«Tres lustros, viva salamandria hecho, »— Antes que en las esferas presurosas
Di fuego sin cesar á un horno ardiente Del cíelo hubiese curso y movimiento,
Para hacer el napelo sin provecho, Ni al sol, luna ni estrellas poderosas
Ya en mi vana ambición resplandeciente Campo espacioso diese el firmamento;
Cuando, el engaño y el crisol deshecho, Cuando esta eterna sucesión de cosas
En humo vuelto el circulo aparente , Se estaba en el divino entendimiento;
De mis trazas corrido y apurado, Lo que es ahora mundo y clara esfera
Por huir de mi dejé casa y estado. Un caos ciego y confuso entonces era.
«Y en busca de Tabir, un nuevo engaño, «Estaba el fuego , el aire , el agua y tierra
Segunda vez salí á surcar la tierra Sin forma de agua, tierra, de aire y fuego;
Y' de antojo en antojo y daño en daño, El aire duro , liquida la tierra ,
A los collados vine desta sierra, Enjuta el agua, sin su fuego el fuego;
Donde por modo y artificio extraño Pesado el aire ; sin pesar lá tierra ;

Algún tesoro incógnito se encierra Quemando el agua y enfriando el fuego


Si ya de la filosofal piedra el tesoro Aunque sin aire fuego, tierra ni agua,
,

No es quien convierte aqui hasta el aire en oro. Ni enfriaba el fuego ni quemaba el agua.
«Quedé viendo los riscos, admirado, »Yo aquí , entre las demás imperfecciones
En oro ardiendo y en beldad divina; Del ciego caos, aun sin vivir vivía ,
Crei en ellos hallar de mi cuidado Hasta que el Dios de todas las naciones
Cumplida la insaciable golosina ;
La preñez sacó á luz que en él habia
Pero dejóme el aire al fin burlado; Y dando á las criaturas ricos dones
Que el codicioso siempre se imagina Del firme y nuevo ser que las vestía ,
Lleno de montes de oro el pensamiento ,
A mí , del bien común desheredado,
Que al echarles la mano son de viento. Por mas provecho me dejó olvidado.
«Salieron á mis ojos destas lomas «Y el rico tiempo de la edad dorada
Las fingidas riquezas al encuentro Ciego y por los desvanes escondido,
Y en esta choza de untos y redomas Del liviano temor acrecentada
Un nuevo personaje hallé dentro : La persona fingí que aun no he tenido :

Yo, viéndome entre fuegos y entre gomas, A lo oscuro engañaba con nonada,
De mi necia pasión me vi en el centro , O en eco por los montes convertido,
Y al dueño en el oficio y traje extraño,
,
Las mordidas palabras repetía,
En verle conocí que era el Engaño. Fingiendo en esto el ser que no tenia.
«Así de mezclas y colores hecho ,
«Hasta que ya el dios Júpiter, cansado
Que en la vista sutil se deshacía ,
De reinar con su padre, quiso un dia
Vario, mudable sin lealtad, contrecho,
,
Para si todo el reino; que el dorado
De alma falaz y astuia hipocresía, Cetro gózase mal en compañía :

Y' el mismo, al fin que puesto en el estrecho


,
Yo entonces al rey viejo acobardado
Que estoy y estaba entonces . me tenia Tristes miedos língi en la fantasía ,

Y yo, por engañar al mismo Engaño, Con que huir dejar solo
le hice y
No conocer ungí su bulto extraño. El reino al gran rector del alto polo.
; :, ;. ,,, .; , ; ,, ; , .,
. , , , —
, ,
.

301
KL IIEÍ1NARD0, IJRRn XV.
• Y r| nuevo rey, en papo á mi servicio , Cansado del rodeo qoe llevaba
.

Esia librea me dio diferenciada Sin duda dije en mi que \o\ perdido,
, .

v qoe tolo de noche uso mi oflcio lo. la bonanza basco en la mar brava,
Con arancel j marca señalada i cu el inundo oí a r qoe nanea ha bebido

Mis que ii" renda por rirtnd el vicio, Cuando nndego mochacho qoe volaba,
Ni mi tienda abra ruin- la gente honrada i o tlrai con un ano entretenido,
I nie el bvot templa la ma n ¡
ii > \ en la pajiza cboia de nn sei rano
i

Lo que al mondo dot o la edad de puta. i perando del rerano,


tHaa va llegando la del bajo cobre, • Voló la luna preg ndo luego
Medallas del por de oro bu rendía . Ser el soberl lio-, de ios amores

c.iii qoe rico, perdí el nombre de pobre, De Venus j las gracias blando faego,
v iii ceros luí cr indo cada dia Tahúr de apetitosos disfavores,
Qoe como no hay qoien la gabela ubre • Que tiento de su ai eo el goli
i

De la nuera inventada granjeria, La tierra asombra v siembra de dolores


Ba ncil el mentir, y de Importancia \ que es también fingido este segando;

Al mercader hambriento de ganancia. Que el verdadero amor no es deste mundo*


eroo a este tiempo de scuela • Y aunque desnudo, degO y niño alado.
Ciertos doctores 'i'- ambición cargados Sacrificarme quise i so sen icio ¡

Qoe el Intei es y la honra los desvela Que es al lin de importancia bien mirado
, . ,

^ los traen consumidos -u> coldados: i n casa de algún dios tener oficio ;

Pingen pena j dolor sin qoe los •luda. Recibióme por ajo > por criado,
Ligrimas sin iiur.ir bienes pasados; Y fucic de importancia mi ejercicio;
Su bre es de Dlósofos j el indio , Que para perfección del que él usaba
De hipocresías cautelosas hecho. Solo aprender el mió te (altaba,
iGoxóse al mundo esta doblada gente No bailé cosa en las suyas desabrida
Aquel dichoso siglo en qoe tenia Sino es llamar la muerte mis amantes.
Tai precióla virtud, que aonqoe aparente Que el nombre y el temor de su venida .

que traía
El aire alie iun:ib;i ; Mudar cada hora inr hai Semblantes; i.i

Mas »
el vii lo atrevido osadamente, M is com . hai posada asi escondido,
Despreciando el barnli de hipocresía, Ni almenas tan tejidas de diamantee.
En >'i mondo ha tomado tal licencia Que contra el brazo basten de la muerte,
Qoe entra con la virtud en competencia. Yerro es pensar huir la humana suerte.
Llego la iiHiuia edad (le hierro Wo ,
» Llegó una tarde, de matar cansada,

^ \" al colmo también de mi reinado : Donde en las alas yo de amor vivía ,

Júpiter, viendo el ciego desi Y á Citar para la iillima jornada


Con qoe el mondo en mi ti ito está enredado. De parle del gran Júpiter me envía :

Atajar quiso j comedir mi brio, Díle una rica roña y sobornada ,

Y revocara privilegia dado I De un lleno Irasco, mié mías vino el dia


a muerte mando qoe me bascase,
la Troque á las venas de su aljaba estrechas,
Y vida i las faenas me quitase.
la Poi las rubias de amor, sus negras flechas.
•Pudiera mal librarme de sus manos • Y' ya con la sutil traza seguro,
SI ai ei tara ana vea i dar en ellas Y' el mundo en no
advertido riesgo puesto.
Que al lin todos son términos humanos Con un tiro el amor al reino oscuro
Cuantos forren deh ijo las estrellas : El mancebo enviaba mas dispuesto ;
No quise mirar mas respetos vanos Y de la seca muerte el arco duro
NI dar ^i ii fruto á Júpiter querellas; Del viejo helado el carcomido gesto
Que en graves casos de materia honrosa. Alegre en sangre ardiente remozaba,
Siempre es la floja dilación dañosa. Y trataba de amar y enamoraba.
Del amor tuve fama que era ciego,
• Viera su general ruina el mundo,
»
Y que a tirulo volada por el mundo: SI por volverlo á su primer concierto
Aquí esta mi remedio! dije luego; Júpiter no me da en pació segando, ,

Yo seré en adestrarle amor segando Treguas al golpe de la muerte incierto :

^ si es cual dicen superior sn fuego


. . Quedó un estéril pecho va recaudo,
A la muerte no mal mi intento fundo
. No inmortal mas seguro de ser muerto
,

Que a su * bra ampararme he de manera, Mientras durare el mundo , y los mortales


Que el golpe qoe Ote espanta no me hiera. Dieren al interés cercos iguales.
• No poco tiempo, a mucho riesgo mío, » Y ya con gusto y ánimo voltario

En mi demanda anduve desvelado, Tras una larga anatomía de cosas,


Cuando un niño encontré de altivo brio, Tal vez me VJ pintor, tal herbolario,
Nacido en mis rincones y criado , Y tal ungido intérprete de hermosas;
Qoe, con nombre de amor, el señorío Dando, en bruñida tez de un barniz vario,
Del mundo sin razón tenia usurpado. Del ya pasado abril burladas rosas,
De alegres ojos mas que un lince agudos, Y de* mi rico cofre, a la mas casta
Y que por de oro arroja escudos.
flechas Lo que para engañar los ojos basta.

• Pretendióme engañar ron mis liciones, • Ahora en soñada alquimia me entretengo.


Y es torpe el interés sin favor mió, Que de mis lazos es el mas tejido,
Y asi pasé el raudal de sus razones > de afeitar lisonjas me mantengo ,

Como un sediento el de un enjuto rio; En dulce hablar y en ademan Ungido :

Y tras mi intento el mundo y sus regiones Desde aquí voy a la ciudad y vengo.

Con nuevo aliento a desvolver porfió, Y un gran mundo me asombra que, perdido,
Villas ciudades, cortes y cortijos.
. A peso de oro compra estas hablillas ,

Calles, plazas, rincones y escondrijos. No por mas bien que el oropel de oillas.
» Hice al rico interés ancho camino •Engaño me contó .su historia.
Asi el
Lo que antes era senda mal trillada, Si algo de historia tiene el cuento extraño;
Por donde ya con ciego desatino Que del sabio discurso en la memoria
La gran corriente va del mundo errada Ni todo ello es verdad u¡ lodo engaño :
Llamando ocio infeliz de hombre sin tino Esta es al lin, señor, casa notoria
Hacer por otra senda la jornada; De la fraude del mundo , este es su escaño,
Que camino real cursado en todo
el . Y yo aquí , por costumbre y ejercicio
Es ínteres de un modo 6 de otro modo. Por heredarle me quedé en su oficio.
,, , , ,,, , »
; ,, , , «»
, ,, , ,, , ,

302 DON BERNARDO DE VALRÜENA.


» Es ¡do A la francesa corte ahora Dijo y mostrando el dedo en que tenia
;

Rico, á vender su lisonjera fruta; La sortija , á Garilo dio la mano,


Que un conde Galalon que en ella mora Que del cuento admirado y lo que vía
Con todo al imperial dosel tributa Ilusión le parece ó sueño vano ;

Y en lenguaje atrevido y voz sonora Mas advirtiendo el lance que ofrecía


Es quien todo lo aprueba ó lo refuta, De la centella el circulo galano,
Y gobernado un rey de un lisonjero, Que es , en respecto de su gran tesoro
El reino á un tumbo está del dia postrero. La plata humilde estaño, y cobre el oro ;

i>Y este , en suma


señor, que habéis oido
, Dando una vuelta y otra sacar pudo ,

Es el breve discurso de mi vida; Del dedo el soberano engaste, y luego,


Esta la casa donde habéis venido Formando de un dragón el feroz nudo,
Del mundo mas cursada y mas sabida : Humo lanzando por la boca y fuego ,

El ladrón que de vos venia huido, En torno revolvió el cuerpo membrudo :

Su abreviada persona reducida El mago huyó y el que del rey gallego,


,

En este remendado gato puso , Dueño se halló de la presea mas prima


Nudo infeliz á su ánimo confuso. » Que de Vulcano abrió la sutil lima.
Admiró al Conde el vano coronista, Quedó el vano alquimista vuelto en humo,
Sospechoso que en todo le engañaba , Como otras veces su saber burlado
Bien que al volver bácia el ladrón la vista, Rico el ladrón con el precioso grumo
Los blancos dientes vio que arremangaba; De celestiales luces amasado :
Y sin curar mas del ni su alquimista, La virtud sabia , el artificio sumo
Tras el caballo fué que le guiaba, Del cerco de oro y del que le ha robado,
Y Garilo, ido el Conde su enemigo, Yo lo diré otra vez , si no se embebe
Arañar quiso al sospechoso amigo. En ocasión mas grave el tiempo breve.
Mas fuese á él, y con la vista atenta Que ahora Malgesí en el centro oscuro,

La piedra mira y vuelve á su figura, De su barco rayando en un cuaderno


Y humilde ruega al sabio le dé cuenta A voces pide al carcomido muro
De qué artifice fué tal escultura, De la pálida muerte medio infierno;
Y por mayor regalo le consienta Donde apenas se oyó el acento impuro,
Mirar si deja verse su hechura Cuando á porfía pasa el lago Averno
Porque en todo contar pueda y en parte, Una oscura legión, que al aire blando
Della el primor y de su autor el arte. El navio levantó y llevó volando.
o Dentro en la fragua en que se forja el dia Traía el mago á Reinaldos del oriente
Está respondió Arnaldo la sagrada
, , A vengar el agravio recibido
Masa de lumbre con que el cielo cria Y porque á Carlos sin su espada ardiente
Cuanta se ve en sus bóvedas sembrada : Muerto le ve, y su ejército perdido;
Común todos dioses ser solia;
á Cuando del turbio Egeo el mar potente
Mas ya, á cargo del hado encomendada, De cien navios el suyo dio ceñido ,
Por su ajustado peso se reparte, A quien mil golpes añadió Morgante,
Y da á su dueño la dichosa parte. Que ahora en verse volar paró arrogante.
«Traen desta santa luz los celestiales Seis triángulos de oscuros marineros
En la divina frente cierta estrella El timón rigen y las huecas velas
Que impasibles los vuelve de inmortales, Y solo al mago con sus tres guerreros
Y toda su deidad les nace della ;
Del leño ciñen las gurbiadas duelas :
Y cuando á ver los términos mortales Paró alegre el jayán sus golpes fieros
De lo alto bajan de su corte bella, Viendo quedar del mar las carabelas,
Asi en vapor sutil vuela sobre ellos, Y él subir esgrimiendo en raudo vuelo.
Que la vista mortal no alcanza á vellos. Vencido el mundo, con su espada al cielo.

«Con se convierte y se transforma


ella Reinaldos y Orimandro, que el gigante
En la figura cada cual que quiere , En trato y gusto ven mas reportado,
Y della los fingidos miembros forma Con amigable paz le van delante
En que su infatigable aliento ingiere; Todos tres , uno de otro aficionado :
Y el cielo en su virtud también reforma O fué su complexión, ó fué el radiante
Cuanto en el ancho mundo nace y muere, Aspecto de astro bien afortunado,
Y desta lumbre , al fin , á cuanto llega O Malgesi con su apurado infierno,
Cierta deidad y olor de Dios se pega. Que aun todavía rezaba en el cuaderno.
«El antiguo Prometeo esta lumbre , Salió el mago francés de lo escondido
Del escalado cielo hurtó un dia Viendo en conforme amor los tres guerreros
Y este anillo labró de una vislumbre Y dellos con agrado recibido.
Que del humano ser sobrado habia ; A regir se sentó sus marineros :

Y cuando allá del Cáucaso en la cumbre El corzo, que por señas ha entendido
Conforme el sacrilegio merecía Ser aquel quien los lleva asi altaneros
Fué por el dios Mercurio aprisionado Por la región del aire , á él se llega
Y al insaciable buitre encomendado, Y que le diga dónde va le ruega.
«Hércules le libró de aquel tormento, n Señor, le respondió el francés turbado,
Y en pago le dio el precioso anillo
él Yo á ver enderezaba un nuevo mundo,
El primero en el mundo y de mas cuento Que á hallarse vendrá y á ser ganado
Que pulió lima ni forjó martillo ; Cuando sus golfos abra el mar profundo :

Y entre otras ricas joyas el hambriento Tiénelo hasta su tiempo oculto el hado,
Ladrón Caco le hurtó de su castillo Mas mi primer intento haré segundo,
Deste le hubo su padre el dios del fuego, Como yo sepa el vuestro , y á vos solo
Que á su querida Venus le dio luego. De mi nuevo viaje el firme polo.
«Venus después , al fin , le dio á Cupido; «Antes dijo Morgante, á esas famosas
,

Del le hurtó el Engaño »j yo con arte, Regiones nos llevad que yo os lo pido ;,

Del le hube en cuyo circulo esculpido


, Que quien ver no desea extrañas cosas
De lo criado está la mejor parte : Animo tiene corto y encogido;
De una oculta virtud enriquecido Y si allá hay aventuraspeligrosas.
Que dejo de decir por no cansarte, Mostrádmelas con ánimo atrevido;
Y él por mi te dirá , si coronista Que este brazo, á pesar de las estrellas
Haces de su primor tu atenta vista. Seguro paso os abrirá por ellas.
, ,, ,, , ! ,, , , , , ,

EL DERNARDO, LINIO XV. 5<n

Dijo ;
famoso vuelo
y contentos del Bien que estos varios juegos de fortuna.
i

Con que su esquife corta el aire blando Loa graves altibajos de su rueda,
Loa luchos mares y el humilde suelo Asi los que; hay encuna do la luna.
De lo altu miran irse adelgazando; Como lo que por nuestro abuso queda,
Y cuanto mas el curso sube al ciclo , Todo es traza divina. { quien ninguna
El mondo UtnlO mas se va abreviando; Otra puede llegar por mas que la | .

Que de su ser fantástico desnudas, Sin quien la hoja ib árbol no se mueve.


I

Todas las suyas son cums menudas. Ni una gola de mas 6 menos llueve.
El mas hinchado monte humilde envía » Mas que sean breves v menudas cosas

Su preñes rana los colosos feos, ; Cuantas el mundo tiene por trofeos,
Cuya altura las nubes excedía . iQuién jamas lo ignoró'.' Quién sus pomposas
Mirados desde arriba son pigmeos : Torres m> ve ser unios de pigmeos?
Ejércitos de hormigas parecía Y si estas no son voces poderosas
La mas noble ciudad sus coliseos, ; Para desencantar vanos deseos
De balcones cubiertos y de rejas . Y ver que en su soberbia nube hinchada
Breves castillos de un panal de abejas. Quien mas llego a alcanzar no alcanzo nada;
El sabio, en medio de los tres guerreros, «Ved esta breve mancha que, torcida,
« Mirad dijo en el mundo y sus regiones
, , La forma hace de un dragón hermosa,
Cuan breves puntos y pequeños fueros \ es de Europa la tierra, en quien ceñida
Las grande/as ;ilcan/an y ambiciones ; Del mundo está la parle mas preciosa,
¡
Que humildes sus alcafares roqueros Sana, templada, fértil y florida.
Qué menudos sus grandes escuadrones! De rubio oro y regalos abundosa ,

Qué abrev ladi parece de lo alto Honesto trato y nobles calidades .

La grave majestad del rej mas alto ! Villas, pueblos, castillos y ciudades.
• Sobre que estrecho y breve fundamento » La Sarmacia de Europa es la primera
i

Estriba y para la ambición humanal Que allí de Asia arrincona los mojones,
: l'or -tilín angosto y apretado asiento
(
Y el Hiperbóreo monte una ladera
II cetrocorre j unirá mas ufana! Voraz, carcome dentro en sus regiones;
¡En qué puño de tierra halla el viento Donde seis meses tienen noche entera
Tan grandes leguas de locura vana! Los que entre el hielo rompen sus terrones,
V por cuan pobres causas y ocasiones
; Y sin mudar jamas temple ni rielo.
El deseo de mandar mueve cuestiones! De unas estrellas gozan y de un cielo.
«Suelen los niños en la edad primera, «Allí son los altísimos Rífeos,
Con el corto caudal de su talento , Y el Tánais que, en sus faldas nace y crece,
Dar sazón a sus juegos de manera Y sin gozar del mar ni sus deseos
Que de veras le sirven al contento : En la laguna Méolis fenece :

Quién caballos de caña quién de cera, , El üósforo es aquel, y allí los feos
Quién libreas de papel ruedas de viento, , Agatirsos están; aquí parece
Toros guerras hogueras y castillos
, , , El sitio de los sármatas y alanos,
Que con el tiempo son sus cuidadillos. Y los masagetas inhumanos.
allí

«Sacan tal vez. sus débiles muñecas, «La Quersoneso Táurica es aquella,
Y allí sus fiestas fingen y sus bodas Que al parricida Oréstes vio asombrado,
Y aunque de humildes paños cañas huecas, Y en el sangriento altar de la doncella,
En gusto vencen la que asombro á Rodas; A su alfanje divino arrodillado :

A unas ponen estrados, á otras ruecas; Dacia y el gran Dorisco en medio della
,
,

Aquellas sirvan, y á esta sirvan todas; Allí hace cien mil hombres, con que armado
Estasca hoy la reina, esta mañana. Quiso Jérjes escudo por escudo
, ,

Vistan a esta sayal , y á la otra grana. Su ejército contar, y apenas pudo.


» Son ensayos del tiempo venidero. «Como famoso labrador que, hecha
Por donde el mundo corre en curso blando : Su limpia parva en el agosto amigo,
Ser caballo de caña ó verdadero. No cuenta grano á grano la cosecha.
Va á decir poco á quien lo esta mirando ; Mas á colmadas trojes mide el trigo;
Ser castillo ungido ó ser roquero Así en aquel Dorisco, que una estrecha
Los soldados de veras ó burlando Celda de aqui parece , el rev que digo
Las libreas de papel ó rasos llenos. Su ejército midió á teatros llenos ,
Todo es un poco mas ó un poco menos. Sin que cupiese aun en catorce senos.
«Es el mundo una farsa de opiniones «El monte Hemo es este , que su altura
Que á todos encandila y entretiene Casi nos cierra viento
el paso sobre el ,

Y aunque humilde reparte estimaciones , Cuyas cumbres descubren la llanura


Conforme el tiempo y la ocasión le viene Del Egeo mar y el Jonio turbulento;
El que hoy es Salomón en sus razones Y el Ismaro, cubierto de frescura,
Mañana ni le valen ni la tiene ; Por donde Orfco derramó su acento,
El que fué ayer gigante, hoy es enano, Y Pangeo monte la cabeza,
del
Y muere rey el que nació villano. Que mar oprime, y rompe su braveza.
al

«¿Quién al hombre no ve en humilde puesto » Esta que asi arrimada al mediodía


,

Ser juguete inconstante de fortuna, Lna ancha hoja forma de higuera ,

En entremesea y mudanzas puesto, Donde del istmo estrecho la porfía


Viejo en el ataúd, niño en la cuna? A pesar de dos mares persevera
Un día con salud, otro indispuesto, Es el Peloponeso, fuente y cría
»a al rincón ya en el cuerno de la luna
, , De las humanas letras; la severa
Ya alegre, ya con triste sobrecejo. Corinto aquella, que de sus ruinas
Ya gorgeando, ya tosiendo á viejo? Roma gozó riquezas peregrinas.
«Pues si de sus soberbias los blasones Los Léleges, Teléboes y Cúreles
»
Mas encumbrados mira y altaneros, Son los que allí parecen derramados ,

Verá del hueco mundo las regiones Y aquellos los caballos y jinetes
Quererse hacer millares y ser ceros; De Acarnaniay sus pueblos celebrados;
Iguales caballeros y peones Y los que entre tus pinos entremetes,
De un tamaño los reyes y escuderos Oh humilde Arcadia, de árboles criados
Solo que la fortuna, por su cana, Son estos , y los otros los mojones
A estos presta sayal y a aquellos grana. De Pelagios", Parresios, Licaones.
, ,,
; ,, ,, , , ,,

504 DON RERNARDO DE VALRUENA.


« Ténaro os aquel que el mar salado
El » Debajo aquel celaje y niebla fria
Fuegos del hondo Flegeton vomita. Que del Dantisco mar se va exhalando,
Y el 'promontorio Malea señalado, La alta Podaba corre y la Rusia .

Qi¡,- elpaso a las erradas naos evita : La Prusía, Frigia y el Holsacio bando ;
El espartano pueblo celebrado Cracovia Pomeranía y la Dania
,

Allí si aun dura su memoria) habita,


(
La fria Noruega de continuo helando,
x estos son los remansos cristalinos Con otro inmenso y áspero gentío
De Enmanto y de Menalo los pinos.
,
De leyes varias y de asiento frió.
• La Purea Tesalia, coronada »Y aquel celaje azul que ancho y tendido
,

De señalados montes, es aquella; Un raso cielo desde aquí parece ,

El altísimo Olimpo y su nevada Es el gótico mar, que, allí escondido,


Frente que toca á ia mas alta estrella;
,
Al polo con sus olas humedece ;
Y de Oeta la cumbre celebrada De potentosas islas oprimido,
Con el sepulcro de Hércules en ella ;
Donde Tile en sus fuegos resplandece ,
El Osa, de los dioses enemigo Y asombra con fantasmas ordinarias
Y de centauros el establo antigo. La resaca á sus playas solitarias.
» Aqui es el valle Flegra peñascoso «Las Orcades, pendientes sobre el hielo,
Donde la celestial caballería Allí han de estar sembradas y esparcidas,
Peleó con todo un campo monstruoso, Y las Ebudas , de un estéril suelo
Que en favor de los Titanes venia Entre nieve acullá y cristal metidas.
Donde del gran destrozo belicoso Con las que al norte por cénit de cielo
Las reliquias se gozan todavía ,
En cuatro euripos tienen repartidas,
Y aun se están cubiertos
los collados Y la hiperbórea libre gente ociosa
,

De blancos huesos de gigantes muertos. En quieta vida goza y paz sabrosa.


nEste es el alto Pélion que al oriente Mas, ya dejando este intratable cielo
»

Hurta la primer luz de la mañana, De niebla y de rigor vestido ,


fría
Y de escalón sirvió y altiva puente Y eterno de cristal y hielo
el eje
En la disforme guerra soberana; Sobre que se revuelve el mundo unido,
Y aquel rio de cristal resplandeciente Volved los ojos á aquel fresco suelo
Que entre el monte Osa y el Olimpo mana, Que ufano extiende allí el cuerno florido,
Es el padre de Dafne, el gran Peneo, Y veréis la dichosa y rica tierra
Que al mar lleva un clarísimo rodeo. Que el Apenin divide y el mar cierra. »
»Y aquel pequeño valle, por quien pasa,
ALEGORÍA.
De flores coronado y hermosura
El celebrado Temple en quien sin tasa
, Orlando, burladopor tantos modos de Garilo, significa
Flora vertió su cuerno de frescura; que el descuido y confianza suele traer á los hombres á
Donde en verde jardin y alegre casa grandes riesgos, y el recato con que ha de vivir el que
El llorido verano siempre dura,
no quisiere ser engañado de traidores. En el alquimista
Y Anfriso por allí voltea solo ,

Ufano de mudar el nombre á Apolo. y sus engañosas fábulas se apuntan las que algunos
de aguas hediondas, charlatanes desta profesión usan para encandilar al vul-
» El turbio Anagro ,

Donde lavó el Centauro sus heridas, go que', si bien es verdad que hay en esta arte grandes
;

Es el que por allí lleva las hondas secretos, son pocos los que los alcanzan , y muchos los
Riberas, de veneno ennegrecidas; que tratan de burlará su sombra el mundo, con que
Y' el claro Anauro , de plateadas ondas vienen á perder los menos por los mas; no obstante que
Sesgo sereno y de olas recogidas, la piedra filosofal ó elíxir divino, figurado por el anillo
Que con vapores, nieblas ni roció de Angélica, haga tan admirables trasformaciones en
Jamas destempla ni hace el aire frió.
las cosas , que las que aquí van apuntadas por encareci-
i Esta costa de mar que del Egeo
miento sean en su comparación cortas y de poco nom-
Al Jonio va á buscar la estrecha puerta,
Pangeo bre, si ya no queremos entender por el anillo la virtud,
Y del frió y altísimo
Hasta el Acroceranio corre abierta, que es ¡a que hace en el inundo las mayores trasforma-
Es Acaya y su templo Dodoneo , ciones y maravillas.
Adonde en su inmortal selva, cubierta En el trueco de las flechas del amor y de la muerte,
De encinas duras , daba un dios potente se muestra la poca seguridad de la vida humana, aunen
Respuestas otros tiempos á la gente. sus juveniles años; y cómo, aunque el tiempo en el hom-
»La antigua Macedonia y sus collados bre consume y gasta la potencia del cuerno, el alma,
Son estos con que el ancho Epiro crece que nunca se envejece, suele tener en la vejez tan llori-
A quien dos veces en contrarios hados dos deseos como en la mocedad.
Romana sangre sin por qué humedece;
La conversión de Garilo en gato, dice cuan dificulto-
Y aquellos rayos de cristal grabados,
Que otro cristal mayor desaparece, sa es demudar la inclinación, aunque se mude el estado
Sesenta navegables rios y fuentes y profesión de la vida.
Son que al Danubio entregan sus corrientes. Malgesí, que con sus conjuros levanta volando su na-
»Y él cargado de gentes belicosas
,
vio, y sus trescompañeros en él , significa el alma con-
Feroces pueblos, bárbaras naciones, templativa cuando con sus tres potencias, entendi-
Por selvas de arboledas deleitosas, miento, memoria y voluntad, figurados en el rey de
Del mar de Scitia busca los rincones Persia, en Reinaldos y Morgante, se levanta á la con-
Donde por siete puertas anchurosas templación de las cosas superiores, comenzando por las
En él descarga sus preciosos dones, inferiores, y su caduquez y poca sustancia.
Dando en testigo á su feliz entrada
La hermosa Péucen , de ovas coronada.
d Entre estas feracísimas riberas
Y Adriático mar corre la costa
el
Del llírico reino y sus fronteras
Contrapuestas en playa y luna angosta;
La Albania, la Dalmacía y las laderas
De Libiirnia y la Istria , á cuja costa
El azote parió en parto fecundo
De Atila otra Venecia nueva al mundo.
, , , , ,
. ; : , , , ; ,, ,, ; , ,

EL BERNARDO. LIBRO |VI


LIBRO DECIMOSEXTO. »EI rio Ausid que con sangre human 1 . 1

Al mar de A'lria llevó nuevas crecientes ,

AtlülMI UTO. Es el que allí de hirpinos bosques muía,


Prosigas Valses! su viaje ydlsearoo, describiendo es él la heraio- 1 poi Nursla tuerce sus coi rlcntcs
1 1

surj de llalla j Franela y habiendo becbo pelicl la Orí-


; .1 Y allí á Iletrado, que en la suerte vana
mandra qo Hunoso epilogo de laa grandezas de Kipafla y sus mes
Del rej de f sus 1 1 1

aoUgnedades, se ofrece de ensenarle el aeevo mundo fie el M ir..


al mundo que goto al cielo es dado
1

ciclo llene promeiido a la monariiuij española,


Saber el fin que al uomb/e guarda el hado.
Dijo templando en vuelo sosegado
; y muros de árente
aquellos son los 1 .

Laa reías al ravor de un fresco viento, One mar iian nombre v si, ini.
:ii di on tino; 1 .1 1

r.n «lia claro s cielo sosegado promonl luí bulento


v,
se íleo .

Fué descubriendo el 11 iliano asiento One a Can bdis > Sella está vedno;
Y el mundo donde vuelan , asombrado \ de Árdea su alto alcázar, asiento y el
De --u nuevo viaje ciento i ciento . Que le dio Turno y le quito su sino
De las ciudades salen y las villas, Cuando, B pesar del fuego, hizo al cielo
A ver las nunca 1 islas m uw l.e prestase alas j otorgase el vuelo.
Puesto ya el pescador su coevo anzuelo Aquel euripo estrecho que parece
1 .

Al engañoso cebo, 5 levantada A pesar de dos mares abrir paso ,

La tembladora cafia en alto al délo por donde el regio promontorio rece 1

Con la vista se queda embelesada ; 1 el Peloro se arroja al neo- escaso .

\ el humilde gai rompiendo el suelo Es el Til reno angosto en quien fenece ,

Con la yunta de bueyes alquilada De la fértil Italia el campo raso,


De Un nuevos portentos asombrado, 1 adonde, con bramido temeroso,

A la maneen se quedo arrimado. Al mar turba Caí ibdis su reposo.


No hubo pobre oficial tan codicioso, >La que allí esta a las ondas entregada,
Que ñor vei los no deje su larca Y tué de tierra lirnie dividida ,

Ni reí a quien no asombre el espantoso Es la antigua Trinacria asi nombrada ,

liaren que el aire j mi regiou pasea, De las tres puntas con que está ceñida :

Ni villano tan lercoy mal» ios,,. La que Libia al astro ve tostada,


la
Que con la boca abierta no los ves, En continos bochornos encendida ,
NI v i < j< .1-1 eni o [ido \ encorvado, Es Lilibeo, aquel el gran Paqulno,
Que esta ocasión un le baya enderezado. Que oye bramar los ciclopes contino.
Como en tieiu|><> « I «- ei Iqise el ternero: n »E1 Peloro se llama estotra punta
Vulgo, en bandos y cuentos repartido, Que ya un tiempo llamarse Italia pudo,
El eulutado sol mira medroso, Y enblancos huesos dio y gente difunta,
A quien so hermana llene oscurecido; Nevada de Leucosa el canto agudo ¡

Que cualquiera, hecho astrólogo lamoso, Y el que los encendidos globos junta
Su historia dice y cuenta lo que ha oido . A las altas estrellas y el membrudo ,

Y el natural efecto del planeta Encelado entre el bronce y pez derrite


A su traza y su modo lo interpreta: Y hace que fuegos sin cesar vomite,
Asi el barco, volando por el viento, íEs el asiento de Etna peñascoso,
El nmnilii tiene en bandos alterado, De llamas y de nieve incorporado.
Y á cada cual, conforme a su talento. Cuyas masas de fuego monstruoso
Con mas temor n menos asombrado; El cielo tienen con hollín tiznado ;

Quisa del estrellado firmamento Y lanzando del vientre caluroso


La argonautica se lia desencajado Derretidos peñascos, y nevado
Y cargada de dioses, va camino Con la ceniza él campo aborrecible.
En busca de algún nuevo vellocino. El pecho hierve en hueco estruendo horrible.
Otro menos leido y nías medroso »Es fama que de un rayo poderoso ,

La Averno,
liaría dice c|nc es del lago En aquellas cavernas soterrado
Que, preñada de mundo mentiroso, Esta el gigante Encelado espantoso
Traslada hombres fingidos al infierno; De todo el monte altísimo cargado,
O que es la nao s i| ada del glorioso 1
Del pecho resoplando caluroso
Pedro barquero celestial y eterno
, Fuego, humo y azufre requemado;
Que, huyendo del inundo en feliz vuelo. Y al anhelar del pecho que rehierve ,

Con la le y la verdad se sube al cielo. La tierra tiembla en ionio y el mar hierve. ,

Y ellos, siguiendo el celestial camino. •Allí también están del feo Vulcano
Del asombrado mundo van gozando, Las fraguas y hornazas encendidas ,
Cuando el suelo de lejos ven latino Y el ciclope nudoso al aire vano
La hermosura del mundo sustentando ; Roncos estruendos forma y estampidas :
Y prosiguiendo el mágico adivino. Hiere en los yunques su pesada mano,
La proa a la Calabria enderezando, Y revuelve las masas encendidas
« El que al encumbra , dijo, su cabeza.
i i Resuena el sordo valle y por los huecos ,

De riscos coronada y de maleza, Peñascos braman los quebrados ecos.


»Lscl Gargano altísimo, sagrado »Y no lejos de allí en un prado ameno ,

Alcázar del arcángel poderoso La agradable Aretusa resplandece


Que al católico ejercito fué dado Por quien Alfeo ya en paso sereno
Por capitán y principe glorioso; Al mundo su cristal desaparece :


Y el pueblo de Diomédes ya trocado . El monte Ibla de llor y abejas lleno , ,

El nombre en apellido mas dichoso, Y el rio Pancayo es el que allí parece


Cuyos Collados del SalmiCÍO bando Manso después que Ceres sabiamente
,

Cuerpos están y sangre regoldando. El ruido le enfrenó de su corriente.


• Las ruinas del gran templo de Minerva, «Las islas Eolias, donde el raudo viento
Sus torres y gastados chapiteles. Tiene en sombrías cavernas su morada ,

Allí i pesar del tiempo los conserva Son las que allí con espumoso asiento
Luceria entre sus bosques y verjeles La mar muestran en torno salpicada.
Cilaro baña allí la fresca yerba Ilmide Capn-a sustenta ancho cimiento
De azucenas manchada y de claveles: A la Tíberia torre celebrada :

Que el después con sus ondas nial seguras , Cipara es esta aquella Enaria angosta, ;

De tiernas flores vuelve piedras duras. Y esta Surrento v su apacible costa.


20
, , ,,,, , , , . ,,, ;
, ,, ,,

500 PON BERNARDO DE VALBUENA.


»EI rio Numincio, de ondas sosegadas, «Alli es Perusia, donde la hambre ayuna
Donde el cuerpo de Eneas ftté hallado, De Antonio estuvo un tiempo apoderada,
Es el que regando las yugadas
allí, Y esta la gran Florencia, que ninguna
Del fértil Lacio busca el mar salado
,
; Cual en flores asentada":
ella se vio
Y Penestre do almonas levantadas
, Luca promontorio de la Luna
y el
lloclla,-, de luego y pedernal labrado , Y Pisa, por su loza celebrada .

Es aquella, y aquellos <|uo allí vistes, Parma Módena Lodi Alejandría


, , ,

i
os [cirios montes ásperos y tristes. Milán, Cremona, Bérgamo y Pavía.»
«La ciudad Arelina y sus pantanos, Haciendo cruces con la mano diestra
Siempre exbalando destemplados vientos; Fué señalando el sabio estas ciudades,
Y la soberbia Tibur, cuyos llanos Y prosiguiendo , dijo « Alli se muestra
:

Gozan los telagonicos asientos : Rabena ilustre, antigua en mil edades;


El sonoroso Sarno, y los ufanos Y' Felsina-Bolonia gran maestra,

Cuernos del Iris claro, y los cimientos En toda ciencia y todas facultades,
Son estos de Minturnia destruida Está alli derramando un mar al mundo
Que á Mario en sus lagunas dio la vida. De graves letras y saber profundo.
«Las blancas piedras de Anxur celebradas, «Ved á Ferrara puesta en la ribera
Y los collados que con su agua riega, De Eridano y sus ondas espejadas
,

Son aquellos y aquellas las cañadas


,
Donde Faetón su vida y su carrera
Con que al Pontino lago las entrega; Juntas dejó de un golpe rematadas :
Y los mirtos y encinas consagradas, Alli está Mantua y Andes, la primera
Que al sol esconden la florida vega Entre tierras y gentes celebradas,
Del reino de Diana, son aquellos. Donde nació la fuente de quien mana
Con su gran sacerdote y rey en ellos. La alta facundia y la elocuencia humana.
«La fértil Cumas con dichoso agüero,
, «Por pasa Mincio, mas ufano
alli
Allífué de los Cáleidas fundada; Que Anfriso por el rey de Délo
el claro ,

Y aquella es Capua , que un aloon mañero Y en sus principios, como el mar liviano,
Nombre le dio y la hizo señalada, Con olas suele amenazar al cielo ,

Por donde el rio Volturno va lijero, Donde Bérgamo goza asiento llano,
Huyendo de su vida regalada , Y Tronío parte con los Túseos suelo;
Que afeminó á Aníbal el pecho fuerte Y aquel el Rubicon, raya liviana
Y á César dijo y anunció la muerte. De la prosperidad y paz romana.
«Allí sus baños tiene celebrados «Las incultas almenas mal labradas
La fértil Vayas de aguas excelentes
, Que alli lava la mar y azota el viento
Y los Cimerios pueblos soterrados Donde unas gentes, del temor guiadas,
Solían allí esconder sus negras gentes : A buscar fueron mas seguro asiento,
Los valles son , de olivas coronados Tristes reliquias son despedazadas
Del gran Tiburno, los que veis presentes; Del destrozo de Atila y su escarmiento
,

Tolfa es aquella aquellos sus alumbres, , Les hará, sin que el tiempo las consuma.
Y este Argentado y sus altivas cumbres. Ir creciendo en la mar como su espuma.

«Ñapóles queda allí y sus altos muros «Es su nombre Venecia , y sus agüeros
Mejor por sus contrarios renovados Asi dichosos desde el primer dia,
Que los hicieron los Calcidias duros Que pasará en los siglos venideros
De groseros terrones amasados ; De república el nombre á monarquía:
Y de Circe los bosques mal seguros Destas cumbres los gajos altaneros
De olas antiguamente rodeados, Los Alpes son blanqueando nieve tria
Y anudados ahora con la tierra Que al bárbaro furor, con muro estrecho,
Ya del mar vencen la importuna guerra. La rica Italia apartan sin provecho
»Aqui aun se dura el rastro y los señales «Donde al pié en sus collados mas vecinos ,

De haber vivido allí una rubia diosa De fértil grama y flores coronados ,
Circe, hija del sol, que á los mortales Ricos pueblos fundaron los taurinos.
Era á dar nuevos cuerpos poderosa; Allí desde Liguria trasladados ;
La que en varias figuras de animales, Mas mira ahora los montes cristalinos
Al toque de su vara milagrosa, Que á tu isla Círno baten los costados,
De Ulises convirtió los compañeros Bey de Córcega , y la otra su vecina
En osos tigres puercos y carneros.
,
,
yue apenas desde aquí se determina.
«Por allí da tributo al mar Tirreno «En la una, si la fama no se engaña,
El Tíber de victorias coronado
,
, La miel el nombre pierde de sabrosa
Aquel mismo tributo que en su seno Y en la otra, sin querer, rie y regaña
De cincuenta y dos rios ha cobrado ; Al que su yerba prueba venenosa :

Adonde en el Tarpeyo monte ameno La que allí sus mariscos acompaña


Roma su Capitolio vio encumbrado, Es Lgilos de cabras abundosa
,

Que el mundo gobernó, y hoy, mejorada. Y la palmosa liba acá parece ,

Del vicario de Cristo es gobernada. Rica del hierro que en sus venas crece.
»\'olved la vista ahora á estotra parte «Entre el puerto de Venus y el trofeo
Del mar de Adria y vertientes de Apenino, De Augusto, y entre el Varo tortuoso
Veréis un templo del furor de Marte Y el rio Muera, que en feliz rodeo
Mecha la ciudad áspera de Urbino, Del Apenin desciende presuroso
Y del puerto de Ancona el baluarte Correr al austro la Liguria veo ,

Que Trajano fundó de mármol lino, De áspera tierra y sitio montuoso,


Y su Cuméreo puerto puesto en modo , Donde en su costa Jénova parece
Que al mar parece que le da del codo. Hermoso lirio que entre espinas crece.
•Allí está el fértil campo de LoretO, «Mas ya aquí se descubren las vistosas
Bien que ahora ni muy rico ni estimado ; Cumbres del Alpe, y a la diestra mano
Mas yo veo tiempo ya que será aceto Ambas las Alenianias belicosas
En el mondo, y su nombre celebrado, Que el trio Reno las divide en vano :

Cuando por modo altísimo y secreto Las dos ilustres Bélgicas famosas,
A él se baya un aposento trasladado. Todas llenas de imperio soberano,
Que de ludea vino á Esclavonia, De marcas, reinos, títulos, blasones.
Y en el á Cristo concibió María. Duques, lansgraves, condes y barones.
, . , ,
: , . , ,. . ! , .. ,. :

EL REr.NARDO, Llllfto XVI. ?Á)1

peñas que nevadas


•Aquellas alias Dijo;francés mágico ahora sea
> el .

La espuma dan que por bus playas crece, Por dar al persa gush, v Mni Jante, i

Las rocas s,,u de Albi s celebradas, Que lo mismo parece que desea
Adonde Anglia sus términos fenece : En los halagos del reroi semblante ;

Aquellas son sus selvas encantadas; 1


por curiosidad en que se vea
1 .

Hi i luí allí y su ciencia permanece De -o lección j ciencia lo importante


De quien he yo apunl ido en mis lecciones Que es -ai si,, ai ñu mostrarse un hombre sabio,
Escolios mil j uní anotaciones. Y entre reyes mover a tiempo el labio;
'uní Ilustre rii o ¡ belicoso,
i - i . Asi un i, i.mdo
,
> sosegado vuelo
De gente afable humana ¡ bus banderas . . « (Quién señor
¡lijo en tan pequeño rato
, . ,

Tciniir del gran Océano espantoso Del real valor deste invencible suelo
Serán en las edades venideras i
liarle podra, cual peles, un retrato '
;<>ii pueblo muchas veces venturoso, Quién de su clima, temple j paralelo,
Si tan cerca a Alemania no tuvieras, Fertilidad riqueza j aparato, .

Que Criara una Unirá y un Bl n " i ' Decir podra en palabras suficientes
Que agolen cuantos bienes en ti veol Lo que a España Be debe y i sus gentest
•Allí es Flándes Picardía,
Brabancia . . lo mejor del habitable mundo,
»En
Y aquí Francia regalada . mi patri i . Como cabeza del la asentó el cielo .

Con -ii ciudad adonde nace el <lia . i


«-
Combatida de un crespo mar profundo.
Hasta donde se esconde celebrada : Que por tres parles cine el Fértil suelo ;

Allí (lanilla , allí Secii.iua envía No en el clima tercero ni el segundo


Su- peces \ agua mar s i
la il !\l en el Sexto n¡ Solí en que el hielo ,

Allí se traga el Ródano i la Sona Con tal rigor sobre sus golfos baja,
Y aquí parte i Marsella de Narbona. Que en roí SS de el ¡Stal los trepa y cuaja.
aquella es Normandla,
Bretaña es esta . Aquí nunca del Cancro el caluroso
ii

Y estotra la Provenía regalada, Chele los fuegOS llueve ipie en Egito,


Pur donde Druenza so coi ieute guia i
; Ni del boreal Coleo perezoso
Y esta Auñon, sobre el Ródano sentada : El hielo so cayo de hilo en hito ;

Allí es Tolosa allí Fuenterabla . , Ni es de suelo tan frió \ tan ventoso


Y allí la ardiente cumbre ahora helada . Como I-rancia ni abraza en su distrito ,

lili Pirineo que en ruegos encendido


. Los bochornos del monte de Carena
Arroyos sudo ilr mu derretido. De incultos riscos llenos y de arena.
•Aquellos valles i] ii*- una niebla liia «Penetrada con vientos de ambos mares.
Parecen exhalar de humor sangriento, Conserva un aire limpio y cielo sano,
Cuya espantosa cumbre al sol j al dia Y de riquezas llena singulares,
De rancia enlutan con su grueso aliento,
l' No hay quien no tenga algunas de su mano :

Los Roncesvalles sou, en quien solia, No todas cosas dan todos lugares .

A los aspectos «le su cielu alentó, Ni el mundo es todo cuesta ó todo llano :

Pronosticar Merlin cierta caída La ludia envía marlil la Arabia incienso, .

En la gente del inundo mas temida. Perlas el mar, y á él los rios su censo.
»Los astrónomos punios de impresiones » Sed* el Catay el Alpe da cristales, ,

Que señaló de hurla ó verdaderos Paro alabastro Candia alegre vino ,

Ya van en las poslreras eonjuní iones : Piedras Ormuz, Sicilia sus Óbrales,
Trueque el cielo en mejores sus agüeros, Y'asos Corinlo , el Ganges oro lino
Y al nuevo imperio en todas ocasiones Jaspes Copio, Penestre pedernales,
Del lino enemigo rinda los aceros ,
Scitia las I, lamias mallas y el hollino .

Y a pisar de los astros engañosos. Aire de Tilde miel y Tiroufana ,

Sus lirios de oro salgan victoriosos. En sus conchas la púrpura de grana.


Ya de aquí se descubren las regiones «Por todo el mundo, del empíreo cielo
De la feliz i belicosa spaña i Dones descienden de inlluencias varias;
PamOSO reino en las demás naciones Esta grandeza es propia deste suelo.
Que la tierra encadena j el mar baña ¡
La otra de aquel, destotra las contrarias;
c.uva grandi ocasi s, Aquí extraño calor, acullá hichi.
Si de la fama el crédito no engaña , Cosas raras aquí, y allí ordinarias :

Única lia sido y es en cuanto encierra Solo los campos fértiles de España
De nobleza y valor en paz J en guerra. Ninguna cosa tienen por extraña.
•Allí es San Sebastian Huesca j Bayona , • A la seda de Murcia y de Granada,
Y ara Colihre al mar .Mediten De Toledo y Valencia, (quién le llega
Aragón, Cataluña y Tarragona, Cuando el gusano en cania regalada
\ ei promontorio Venus Perpiñano : De frescas hojas de moral se pega .

Allí su puerto guarda Barcelona, Y allí encantado, en bóveda cenada


Y alli el famoso Grao valencia Al dulce sueño del morir se entrega,
Denia Alicante, Murcia. Cartajena,
, Dejando sus capullos y edilicios
Sus costas gozan de riquezas llena...» En herencia al regalo y a sus vicios?
Orimandro; queel intento
c Paso, dijo •A] cristal lusitano y á las martas
.Mayor que me sacó de Persia un dia Gallegas ¿quién iguala, ó al coral lino
Fue ver de España el hélices., asó ufo Del catalano golfo, cuando en sartas
Y asombros del valer que della oia Por un cuello -,• anuda alabastrino
Y pues se me ha venida tan á cuento ¿Quién al rojo oro en granos con que hartas,
Y sin buscarlo lo que hallar quería . Oh España, la hanihrc del vecino
Templad las velas y volad des] ISárbaro alarbe ó apartado gri(
Que quiero ver de Marte el gran palacio. Que á todos tu afición quila el sosiego?
»Y pues que vos. por sabio y por vecino engendra Ormuz mas fina pedrería
Pió
Podéis darnos razón y luz de ó, do. Que Morón y Caridemo,
tu Puebla,
Gobernad el ii y abrid camino Ni a las turquesas que Zamora C1 1
¡

Por este aire benévolo, de modo Llega el iinenic en su mayor extremo :

Que yo os deba este gusto á que me inclino . A tus jaspes no igualan los que envia
Y el contar su grande: al reino godo i El Paro, el Copio ni el helado Hemo ;

Y to los tres gozai en este vuelo Ni a la miel de Bejer y la de Baza


La majestad de tan heroico suelo. » De Jupiter el néctar en su taza.
, , ,,,,;;; , , , , . , —— ,

308 DON BERNARDO DE VALBFENA.


«Sus búcaros de barros lusitanos » ¿Quién á un bravo español en osadía
Exceden lo* de Dódone y Corinto Y atrevido ademan pasó adelante ,

^ la loza del puebla toledano O hidalgo y noble cortesía


al trato
En color la esmeralda y el jacinto; Igualar pudo en ánimo arrogante?
Sus vinos al falerno y al greciano {Quién la reportación y valentía
II.' Yepes. San Martin, Oca ña y Pinto, No ve ser destas gentes semejante
Alanis Rihadavia ("oca y Toro,
. , A sus furiosos rios, que en sonoro
De humana ambrosia celestial tesoro. Curso llevan cristal envuelto en oro?
«¿Qué pudo repartir al mundo el cielo «Son de ánimos valientes, atrevidos,
Para provecho humano ó su deleite,
el Prestos eu los peligros y arrojados ,
Que le negase á este dichoso suelo, Francos en amistades , comedidos
v.cu él no sirva de virtud ó afeite? Graves, briosos, nobles, arriscados;
Aqui un fértil sembrado , alli uu majuelo Para trabajos, fuertes y sufridos,
Acá un lagar de vino allá de aceite , Para nobles , leales y esforzados ;
La cabra el toro el oso , el ciervo el gamo
, , , Que la traición es mancha de cobardes,
Y la perdiz burlada del reclamo. Y estos desta nación propios alardes.
» Si a Coicos dio valor un vellocino, » ¿En qué región del mundo sus banderas

Y fama en tantos siglos y naciones No han de dar sombra y asombrar el mundo!


Por solo un lustre de oro peregrino En Persia África , Arabia y las postreras
, ,

Que en sus guedejas daba reflexiones; Islas que ciñe y bate el mar profundo :

¡Cuánto le exceden en precioso y Uno ¡ Oh venturosa España, si tuvieras


Del extremeño campo los vellones, De tus Eneas un Marón segundo ,

Y á las conchas de Tiro y de sus riscos O á tus nuevos Aquiles un Homero,


La grana que se cuaja eu sus leutiscos! Cuan poca envidia hubieran del primero!
» Es toda junta una preciosa pasta «Tus verdades exceden sus ficciones,
De finos y riquísimos metales, Y tu ordinario estilo á sus portentos,
Que antiguamente pudo, y ahora basta Y en descubrir y hallar nuevas regiones,
Los deseos á hartar de los mortales : A los mas arrojados pensamientos :

Los griegos los romanos y la vasta


, En fe y lealtad las barbaras naciones,
África de sedientos arenales En letras, en virtud y entendimientos
Con las preciosas sobras de sus venas Cuantos la Grecia y el Egipto encierra,
Sus flotas vian de riquezas llenas. Y en armas todo el resto de la tierra.
otras partes la codicia humana
«En « Precióse Roma y tuvo por grandeza

Entra por oro á desvolver la tierra, Dar Césares al ancho mundo, en paga
Y en hondas grutas con sudor se afana, Que al oro plata perlas y riqueza
, ,

Y por sacarlo á luz le hace guerra : Que le tributa y pecha, satisfaga ;


Mas aquí él solo por los riscos mana, Y arrogante y soberbia en ser cabeza,
O el arado al pasar lo desentierra Su misma vanagloria le empalaga,
Y como convidándose á sus gentes, Trayendo en ella por blasón altivo :

Los arroyos le manan y las fuentes. — Césares doy, si lo demás recibo.


» Que por hijo feliz de un fértil suelo » «España dio al imperio los mejores
Y de madre nacido tan fecunda, Principes que ya tuvo en su gobierno,
Lozano da vislumbres, sin recelo Y en todas facultades mil autores
Que avariento le dé cárcel segunda De soberana fama y nombre eterno;
Mas ¿ qué bien ó favor ha dado el cielo Y no solo dio á Roma emperadores,
A la tierra, que aqui no nazca y cunda, Mas en los siglos de su parto tierno
Y á porfia brotando de sus senos, Le abrió la zanja, y en feliz agüero
Sus campos deje de riquezas llenos? A su muro arrimó el terrón primero.
«Cuanto al sustento y pompa es necesario « De nadie mendigó favor humano,

Sobre su noble tierra abrió camino Ni tras de la ambición y la zozobra


El rojo trigo , el vino , el jaspe vario El mundo saqueó en rigor tirano
El lustroso azabache, el mármol fino, Por rehacer su falta de otra sobra;
El hierro duro, el cobre su contrario, Y asi, en blasón pondrá su rica mano :

El algodón el blando lino


liviano ,
— Nada me taita á mi; lodo me sobra;
El vivo azogue , el solimán y afeite Todo lo doy; de todo soy barata ,

Y de Sevilla y Ecija el aceite. Césares reyes , reinos , oro y plata.


,

» Su bronce , plata , estaño y sus alumbres » A Roma


dio principios venturosos
Al mundo dejan bastecido y harto, Y al alzó en Asia los tróvanos muros,
que
Cuyas revenlaciones por las cumbres Y en Galia á mis franceses belicosos
Los montes vierten con felice parto : De Mongrana los ánimos mas puros :
Goza del fino acero las vislumbres, No son hablas ni cuentos fabulosos,
La rica greña del humilde esparto, Ni va por atenores tan oscuros
El lustroso alcohol y el pardo lomo ,
Su clara sucesión , que no lo sea
Que en masas crece de pesado plomo. A quien saberla de raiz desea.
«Los montes, de un alegre abril manchados, «Abuelo de Milon fué Clarárnoste,
De frescas yerbas olorosas llenos. Fundador de la casa de Mongrana,
De laurel verde y cedros encrespados Puesta del Alpe en un soberbio monte,
Los sombríos bosques tejen mas amenos: Y él de la sangre y sucesión troyana :

Cárdenos lirios, aielis morados, De Deifovo nieto, que en Piamonte


Rojos claveles , y en los hondos senos Cetro tuvo y corona soberana
De sus valles tomillo y rojo acanto
, ,
Y fué de Franco Héctor descendiente,
El fértil trébol y el romero santo. Y lodos tres de la española gente.
»Desto sus campos labran las alfombras » Y aun yo no tan de lejos , otra parle
,

Con que el llorido abril los entapiza, De español tengo , no de poca estima :

De mas fino color y alegres sombras Egilona, mujer de Durandarte


Que las que Persia para tí matiza ;
Segundo , fué del rey Vitiza prima :

Y si destas grandezas no te asombras, Desta nació mi abuelo Balisarte,


Oye con que de nuevo se autoriza Que en España vivió, y en la honda sima
En los soberbios ánimos valientes Del rico Tajo me crió con gana
De sus gallardas invencibles gentes. Que aprendiese la ciencia toledana.
, , ;. ., .,
. : . , ,
; , . : ;:

F.L UEllNAItDO , LlUlin MI. SOS

• Allí secretos tic meé Impoi intea i • Kl río Irruía de herrerías lleno.
A ios tirsos del mando j so gobierno,
« Con mas fraguas que Llpara y \ nlcano
Y en iui> alegren s princli ie« Kl i
de Legaspl ameno,
iiii el vallo
Los cercos (prendí del lago Averno Y por entre doa pueblos pasa ulano ¡

Mas j para qué son cuentos tan distantes Las peDaa de Motril > que su su .

^ i.i revolución de nn mundo eterno Kl mar le ruinv ¡ le descubre en vi ,

si desde aquí pódela gozai presente Allí le airven de mojón \ raya .

La majestad del reino j de au gente 1 Y estas son las mimbraras de Zum • i

Otros ae ocupen en contal u rocas


.. i k de Anjes y este helado
Kulri el 1 10
Del helado Proponte j del Ea La antigua villa queda de Guetat la ,

Y por Búa playas elebrar lis (ocas i Las all ia Biernu J el asiente frió
Del fingido rebaño de Proteo De \' icilo j su cumbre en Dorea varia
i

Que yo a tener den lenguas j cien boca


. i| Álava allí y él noble se 10
juntas bu diera a este iso empleo, fi De Vizcaya, que en costa Bolitaria
Y mostrara con ellas aunque humildes , Su helado y ci e .po mar rodea \ liaSa
De tea grandezas las pequeñas tildes, La hidalga aangre del valor de España,
• Esto que ambaa provincias belicosas sus ámense Doreatas son aquellas
De España y Francia vela Amo dli ¡de, i Y de BUbaO aquel el fértil valle ,

Y en freno 3 v j riendas poderoaas A cuyo vet de asiento Isa estrellas


A Búa altivos ánimos preside . Noble y precioso aumento esperan dalle
Y con sus mismas cumbres deleitosas Allí es DurangO, y las murallas bellas
Lo que bay de nn ancho mar al otro mide; De la ciudad de Ordufia aquella calle
Un tiempo vló andando por bub lomas Esta ea su pena y la que esté adelante
,

Arroyos de oro ] plata en vea de gomas. Lequetio, en marineros abundante,


• Subió Mu alio el vuelo de su llama ,
» Kl que allí da frescura y sombra á un prado
Que alumbró 4 ipaha ; y de su ardor sonoro,
i Ks el árbol Cuno o de Gamica
Pan eternas memorias de la lama , A oír reales consullas enseñado.
Nuevo nombre compro a diluvios de oro De extranjeros Pelasgos patria rica;
li nombre ea Pirineo; asi se llama Allíde un pie descalzo, otro calzado,
Del luego que dio ai mundo tal lesoí o Sus privilegios jura y ratifica
Que a i"^ lenices j 1 mi rej Siqueo Kl que entra á ser señor, j de aquel modo
Hallar pililo il hambre del deseo. Cetro absoluto cobra y mando en todo.
•Aquella altiva peña i- la Collarda •Allí está el gran Bermeo, que en las juntas
^ estotra de Sobrarbe la alta sierra Tiene la primer voz y el cristal claro ,

Y la otra donde Atlante tuvo en guarda De la mar quilina por las corvas puntas
A Rugero por miedo de la guerra : Que á SU ancho puerto sirven de reparo
Aquella estrecha senda blanca y parda Esta es Navarra y sus florestas juntas,
i real puerta de Andorra en cuya tierra
i , De quien nombre a pesar del tiempo avaro,
,

Alemania clavo de limpio acero Eterno heredará y do sus estrellas , ,

Dna memoria al si^io venidero. Gentes de invictos pechos y armas bellas.


Guipúzcoa os aquella que Ins jíajos •O ya sea población de los tróvanos,
Del Pirineo ion sus pueblos trilla, Y sus naves y arados le den nombre;
Haciendo de enriscados altibajos naciese el que liene de sus llanos,
Murallas á los reinos de Castilla : Y ahora con su altivez el mundo asombre :

\ idaso corre allí , y por valles bajos Aquellos son sus valles comarcanos
Soberbio al Olearso mar se humilla, Y' el que allí tiene de Uastau renombre
I lino en ilividir con su corriente Cegó ya el pozo que parió un tesoro
De la francesa la española gente. De Bangre a Francia, y á Navarra de oro.
• Allí por las montañas de Salinas
, «Aquellas son innumerables fucnlcs
Grasar vías ai cristalino Deva De sal estéril es| ¡osa \ litiec
. i
.

Y en lo alto de su puerto, entre sahínas De tal virtud, que aumenta sus crecientes
ina grandeza j maravilla nueva ¡ Cuanto mas crece y es mayor la seca;
De aquella estrecha ermita y sus ruinas, Allí nuevas almenas dio á las gentes
En humilde \ r aumenta v eeba
r i
<

1 mi Pamplona Pompoyo, y alli en hueca


A (los COntrarioa golfos y arenales. Fortuna, en ala y rueda no pequeña ,
Aguas con las que lloran BUS anales. i
Las vistosas almenas de Sansui na.
»() sea aquí lo mas alio deste mundo, •Alli es Puentelareina y su ribera
O el principio de tedas las corrientes. De aleares rojos vinos abundantes ;

Las unas de Cantabria al mar profundo Aquí Estela, y Tafalla acullá entera
El turbio Deva pecha en sus crecientes . La corva costa corre de levante :

Y las ranales del eomhes secundo. La raya de Aragón es la primera


Oue al descubierto sur nacen vertientes Que los celtas ron animo arrogante
Kl rio Cadorra al Boro las enb (Uro tiempo poblaron y el leb iim ,

Y el alMediterráneo mar las llega, Hércules les dio nombre de su mano.


• Y así, ron tiernos brazos cristalinos • El que desde Konlible hasta Tori.s ,

Esta pequeña ermita abraza a España, Con toda el agua destos reinos crece
Y por diversas sendas y caminos Y entre fresca arboleda deleitosa,
De humildes las la rodea y liana : De aquí una sierpe de cristal parece ,

Aquellos de Versara son los pinos Ks ol rio Kbro, y su ciudad famosa


Con que sus edilicíos acompaña, Zaragozana la que alli florece ,
Y allí los Hond rabones de Arrásate, Y aquella su ancha huerta de Almozara,
Y el pueblo y villa célebre de uñate. Que es quien la suele hacer barata ó cara.
EstOS dos huecos y ásperos peñascos • Aquella es Jaca, á quien fundó el tebano
Que nos atajan por el aire el Mielo Dionisio, y Huesca, donde un (lia Sertorio
De hierro, acero, pinos y earraseos Hizo academia, y con rigor tirano
Asi amasados por virtud del ríelo. Degolló en otro todo su auditol io :

Son del monte Gorbeya sendos cascos, Aquel blanco arroyuelo es el Tnriano ,

Y las dos Babilonias ueste suelo ¡ Y'alli, en el Edelauo territorio.


Y' el valle de Arrazola en su frescura Parece ol pueblo de Teruel amigo.
Quien, goza puesto en medio , tanta altura.
, Por su cabeza puesto y sano abrigo.
,, ; ; , ;; , , ,, , , ,,,

310 DON BERNAHDO DE VALBUENA.


• Tras ó!, en aquel sitiopeñascoso u Los aslirlcos celtas por mineros

De Albarracin esta la ciudad bella. Las quebradas buscando de sus riscus


Entre riscos metida del lodoso A sus puertos llegaron los pr meros,
Tui'ia. \ su gran centauro encima delta; Y dieron pueblo y nombre a su, moriscos;
Asi pendiente , que su cerro umbroso La que entre aquellos rios placenteros
Al día la mejor luz carcome y mella : A vueltas crece ile hayas y leni ¡seos
Allí guia por Torlosa su corriente Es Oviedo y acá en la COSU llana
,

El Fértil Ebro al rico mar de oriente. La antigua población de Santillana.


i>De aquí hasta Perpiñan
, sobre Golibre, «Aquí está de iMnnsagro la ancha cueva
De Cataluña corre principado
el Que al santo cofre que de Siria vino,
Orne asi este suelo belicoso y libre Por sacro relicario y guarda nueva ,

Fué de Otogerio Catalon llamado ; La dio Pelayo y su primado Urbino;


Y el sin que a su ancha espada se le libre
, Y acá entre aquellas peñas, la que lleva
Moro que ya le vio una vez airado, A todas en altura la de un pino
Recobró, en compañía de otros nueve, EsCovadonga, humilde fortaleza
Toda esa costa que la mar embebe. En que hizo pié de España la braveza.
«Aquí está Perpiñan, de adonde el fuego «Allí los gajos corren de Idubeda
Del Pirineo asió primer centella, De la llana Navarra hasta Galicia;
Y la sima que abrió, y el pozo ciego Montesdoca es alli allí la Fresneda, ,

Que rubias masas de oro dio á Marsella : Y allí Ebro de su fuente se desquicia :

Gerona es la que allí se sigue luego, La de Oja en aquel risco estrecho queda
Que el César ganó ahora, y puso en ella, Y alli su nombre y aguas desperdicia
Para adorno á su templo, en bronce y oro De la fértil Kioja en las vertientes,
Divinos bultos de inmortal tesoro. De aire abrigado y belicosas gentes.
» Empurias de franceses y españoles
, »De Orbion el cerro con su muerto lago,
Antigua población de aquella costa, De arboledas cercado resonantes,
Alli entre su arenal y caracoles
, Es el que alli, con movimiento vago,
Sus anchas ferias tuvo y plaza angosta; Asombra en su quietud los caminantes,
Alli hace Palamós sus tornasoles Y á ver desciende el mauritano estrago
De conchas y coral y alli ensangosta
,
En torno de los muros mis constantes
Su playa el mundo, y acullá la ensancha Que, desde el mar de Calpe á su montaña,
La punta de la Luna corva y ancha. Contra la altiva liorna tuvo España.
n Estos riscos bellísimos que al cielo i destruyó después que tuvo
Scipion la
Con tantas puntas alzan la cabeza, Tres lustros de años guerras sin dejadas,
A quien rodean de cristal y hielo Y contra Italia y su poder mantuvo
£1 rio Lobregat y su aspereza Su espada libre y sanas sus murallas,
Feliz reventacioñ del fértil suelo Gastando en lo que en esto se detuvo
«lúe preñado parió tanta belleza, Ochenta mil romanos en batallas,
Son, entre gajos de encrespadas peñas, Y no quedando en ella un hombre sano
De Monserrate las floridas greñas. De quien triunfar pudiese el africano.
«Alli del santo y célebre Ermitaño De aqui se arroja, por Berlanga, Duero,
ii

El delito se vio y la vida nueva Y de rosas nevado y de jazmines


Alli al estupro y homicidio extraño A Osma baña y Gormaz y en curso entero ,

Secreto albergue fué la oculta cueva De Aranda la ancha vega y sus confines;
Allí en lágrimas dio remedio al daño, Y de rios cargado, mas lijero
Y alli la celestial Princesa, en prueba Que por el mar Carpacio sus delfines,
Del perdonado yerro, dio la vida Mejorado de pesca, del gran moro
A la muerta , y la habla al homicida. Olid descubre el valle y busca á Toro.
>¡ Si á las torres y altivos chapiteles ii Alli , entre verdes pámpanos sentada
Que alli hacen sombra
y peso á Barcelona Sobre un risco la halla por alfombra
Amilcar dio balcones y rejeles Llevando su corriente mejorada
De Hércules las fundó la real persona; Desde Simancas por el aire y sombra;
Y en Monjuí dio altares v laureles Toda del rio Pisuerga salpicada
Al padre de los hijos de'Latona, La tierra en torno y el que mas se nombra
,

En el lugar que ahora aquella torre De los vecinos rios , nombre y agua
Sus playas mira y su cristal recorre. Juntos á un tiempo en su cristal desagua.
í Aquella punta que la mar adentro «Con esto llega á Toro, y de alli pasa
De hermosa población rompe cargada A bañar las Turquesas de Zamora;
Y las olas que salen al encuentro Riega á Miranda y por campaña rasa,

De blanca espuma nos la dan cercada, En Portugal cuanto ha bebido llora :

Es Tarragona, la cabeza y centro Aquella es de Galicia tierra escasa ,

De su antigua provincia celebrada, La otra abreviada gente, la que mora


A quien de Armenia dieron pobladores Entre el rio Duero y Miño que á las vueltas ,

Las antiguas majadas de pastores. Los bracatos poblaron y los celtas.


«El campo de Igualada v de Cervera, «Porto es aquel, á quien los nobles galos
Si es digna de algún crédito la fama, El nombre dieron, y él al reino todo,
Del franco pueblo la nobleza entera, Y Miño, quien por bárbaros regalos
Vuelta tierra , en la suya se derrama Del rojo embije dio la mina y modo;
Que, sin salvarse escuadra ni bandera, Galogreba por largos intervalos
Donde en confusa voz el vulgo llama Cetro conservó alli hasta el primer godo :

La matanza, la flor del reino todo Esta es de Alia la fuente allí está Lugo ;

A las manos murió del valor godo. Que á la de Miño presta el primer jugo.
«Mas ya dejad esa manchada tierra » Aquellas son del Vierzo las montañas,
Por ver del ancho mar la costa brava Y las sin afeitar puntas bermejas
Que á las ricas Asturias hace guerra De sus ricas medulas las entrañas ,

Y en crespas olas sus arenas lava, Que ya soban dorar las corvas rejas ;
Donde el arado el oro desentierra, Y tú que á Carracedo el sucio bañas,
O entre sus venas al cruzar se traba; Y los peces produces con orejas.
Tierra en el resto estéril v olvidada Aunque no alcanzo á ver por dónde naces,
Y de sola esta hambre v sed buscada. La rueda vemos de cristal que haces.
. . . ; , ; , . .; , ;, . ;

EL IIEUNA1ID0, LIUIIO XVI


Lago mas claro j de agua mas corriente, tquelloi son los montes .!•• ebreros i

De jaspeadas imcbaj abundante, v la que esta en aquella siei ra


Avila ;

I Astorga allí le presta rúente,


ijue La ven de Plasencia y sus linderos
> Sanabria en sn risco ve trianfaute; La que en ñ
iiniiili' sus frescas olas eminente
.1 El no luí un aquel y los tañeros .
,

i bello alcázar sobe semejante


ii . De Salamanca en cuya rértu tlern, .

Al que Nepluno entre sua reinos de agua


:i De aquel espeso humo rodeado
bu Vulcano labro sutil fragua. l.i i nfamoso castillo esta eoca.nl ido
, aquel -n lo nihcgu,
Esta es Astorga . 1
>Es iiii a de un sab .
inte,
l iiuii' el poder suevo cayó en tierra
ii A huma de spafiol contrario mío
A los pus de un uyo luego i Mi ¡ra volved los ojos al lev. mi,
Talando fué cuanto aquel mundo em lena ; A ver de Cuenca el caudaloso rio,
Y el que iii risttl de blaní a puma i i i li De menudos cu Izos abundante i

Al Rabanal carcome la ancba sierra Plumas a Huma un tiempo, hoj atavio


Ks Molina que allí de pena en pena . A sus parleras ondas cuj arena . i

Por sus ondas quebradas se despena, moa de \ de es| a llena. u


. Ved i'iu's de Mino el a Istallna cuno • Allí suii las veguillas de sus luei
Con que busca Is mar, j en su ral Y aquí de Cuerna olvid loa collados i
;

A Lugo y su muralla que el 01 so , i


Allí el rio se bebe de Cifuentes
De Roma la labí 6, j sena entera ¡
\ acá al Alcarria cruza lus costados :

v en sus ' alientes baños el recurso Refuerza los peñascos eminentes


De humana salud que aun persevera
Is ; De Zurita > su- ei s celebrados,

Ki muro argamasado j ricas lern Los costados le asombran con ladridos,


De que cargí -n- riberas yermas. i
peros riscos y cristal ceñidos.
, \!.| mi.- esta Orense , a < [ii ÍL-ii el gi «Cargado do arboledas y frescura
Ansiloco de i orno afable am .
liusea de Aranjiiez lus ricos valles ,

Dio cimientos y nombre,; en el fuego Sus collados vistiendo de verdura,


De sn ardiente agua onsumió el ai i \ de jazmines sus \¡st,,v.,s calles
Y Bibadavia, la que en dulce enü i Y |inr entre florida arquitectura
Sus fr«-i as parras da j por Qel testigo .
I laño el curso alai cun d jalles ¡
i ,

A Baco; que al licor de su bodef A las hayas y alisos el sonoro


ti que su i.i/.i brinda no le U Huido de su cristal y arenas de oro
iTuy, que loa amigos de Diomédes hondo raudal del rio potente
«Aquí al
Fundaron en su orilla ni mismo rio, Jai-alna en verle tal los suyos lanza,
, ,

Es aquella j aquellas las pai . Dándole, sin las aguas de su fuciile,


Del real alcázar y jardín sombrío Las que de llenares y Tajuíia alcanza ;

Que ;illi un rey godo eon tejidas rede* De donde cun grandeza sulicicule
De llores enramo al templado frío; Soberbio se derriba y abalanza,
^ i i
sobre la mar la estéril sierra, II asta besar con reverencia y miedo

Que el un la llama el vulgo de la tierra. Ll pié de las murallas de Toledo.


Aquellos ricos y altos chapiteles
» «Por esta cinta de cristal pequeña
\ torres de follajes coronadas Blanca ceja á las margenes Hundas
Del rey Alfonsoy sus gallegos líeles Que allí en revuelta Van y en crespa greña ,

De nuevo en Compostela levantadas, De alegres sombras sin temor vestidas ,

Arcos son, claraboyas y rejeles El fresco Manzanares se despeña .

Al gran Patrón de Banana consagradas Las sienes de un eterno abril ceñidas,


Cuyo cuerpo, en pronóstico dichoso, Cuya urna lertil entre el oro mana
Su rej le descubrió en un bosque umbroso. Las mieses de la tierra carpentana.
» La Coruña es aquella y la alia torre »Y el pueblo humilde á cuyos pies se eriza
Del encantado y cuidadoso espejo De su fresco licor el tumbo hinchado,
Que al Briganttno puerto da j socorre Que de alamos li lusos se entapiza
Con tempranos avisos y consejo : sus sombríos sotos v florido prado .

Y .n la ancba usía que hacia el norle curre. i , Es Madrid, donde a España profetiza
El Peñol y Vinero por i
Con limpia estrella el favorable hado,
Gozan un fresco mar, cuyas arenas Que el tiempo le lia de dar, de su tesoro,
Azotan los delfines j ballenas. La monarquía del mundo en riendas de oro
«Las que dentro del golfa están cercadas «Cuando aquel fértil monte ahora inculto, ,

Por ludas |>ai les de crecientes ondas, Haga gemir la ilustre pesadumbre
Las islas l.asiteridcs llamadas, De un real alcázar, que el soberbio bulto
Del blanco peltre dan masas redondas; Al mundo espanto dé, y á España lumbre;
Y sus peñas en él incorporadas Y en pa insigne del divino culto
|

En grutas se abren j «avernas hondas La lirine basa estribe en su techumbre,


Y él, derretido en varios tornasoles, Y sea, contra el tiempo y la fortuna,
Por sus hornazas corre á sus crisoles. De la romana Iglesia la coluna
«Las dos Castillas, cuya fortaleza »¡0h ya al futuro siglo prenda hermosa,
Les dio el famoso nombre que hoy les dura , D le de España y de ambas ¡as Castillas
Son las que allí dejando b aspereza , El rico tiempo, en vuelta presurosa,
De las montañas, buscan la llaiima : Eterno trono labra en tus orillas !

Esta es Segovia, donde la lineza Desta que ha de venir edad dichosa


De Aragne en sus vellones mas se apura Mil años goces, goces de sus sillas,
Y' aquella la real puente de Trajano, Yaquellas majestadi sacrosantas •

Y el Balsahin ó paraíso bumano : Que ya contemplo entre lus verdes plantas.


¡> Fundóla el rey Hispan de gente extraña \'|uel globo de bizque de allí envía
Aunque en dichosa y nvorabu estrella; Centellas de oro, y como nube ruja
Comenzó S tener nombre cuando España , Donde ya se i
el pintor del dia,
Corriendo en esto por igual con ella : Relámpagos de fuego al aue arroja
Sigñenza es la que allí la vista engs Es Isfustro sanio de una imagen pía.
i

Pareciendo de lejos no tan bella. Que de la guerra la mortal congoja


Como un tiempo los griegos 6 almonides >celoso temor del moro airado
el
De muros la vistieron y de vides. De aquel bosque escondió en lo mas guardado
,,; :, ,; , , ; ,; , , ,; ,; ;, ; , ;

¡ts DON BERNARDO DE VALBCENA.


Mi- ¡oh del cielo sacrosanto ejemplo! •Alli es Ruidera aquellas sus lagunas,
,

¡
Madre del Hijo en loilo sin segundo I Que Guadiana dan principio y fuente
a
Vi en honra de ambos desde» aquí contemplo Y ellas con sus molinos y aguas brunas.
,

1 ¡litar do inmortal Fuego fecundo


11 ,
Parda harina y lóbrega corriente;
Donde entre cimbrias de un soberbio templo Allí se embeben sin quedar ningunas,
Incienso ofrezca lo mejor del mundo Y haciendo rio á la enterrada gente.
n de ella humilde Atocha a la vislumbre Van largo trecho, por debajo el inundo,
Lamparas de oro den inmortal lumbre. A fundar fuente y manantial segundo.
•Has ved de aquellos fértiles rastrojos •Aquí está Guadalupe, alli Trujillo,
Las varias llores de que están manchados» Y acá su pueblo en opinión contrario.
Que ahora en fe las brotan á manojos , Que el hado adverso al celestial caudillo
De que han de ser por ángeles labrados; Pleito á suscampos repartió ordinario :

Cuando á la blanca mies sus granos rojos Los arruinados muros de ladrillo ,

Del cielo lo cultiven los arados, Que hizo Roma


deshizo el tiempo vario
y
Y sus terrones siembren de centellas Allí, si aun viva guarda su grandeza,
Rejas que fueron otro tiempo estrellas. Metida los levanta en la cabeza.
•Es cierto que arará este fértil llano •La Paz Augusta es la á quien luego toca
Isidro, un labrador, a cuyo celo. Del rio falaz el curso cristalino
De su milicia y pueblo cortesano, Y de allí en Portugal de roca en roca
.

Yuntas que aren por él prestara el ciclo, Huye al Algarbe y busca el mar vecino :

Con que asi Manzanares corra ufano. Allí es Lepe, Ayamonte; alli su boca,
Que su inmortal corona adore el suelo, Y el que adelante está Castromariuo
Y él , levantada su gallarda frente Y aquella estrecha tierra puesta enfrento,
Al Tajo humille y crezca la corriente De Portugal la costa del poniente.
•Con que en curso feliz, vuelto al poniente, •Acá son los Algarbes de Algecira,
De Extremadura busca los rincones Y aquel su rico estrecho celebrado;
Y en porcelanas de barniz luciente Por alli tíuadalete en torno gira
Talavera le ofrece ricos dones : L'u campo, aunque llorido, desdichado;
Ve de Almaraz la antigua y corva puente Y el que en sus trasparentes senos mira
De Aleónela los arcos, los blasones Pinos y olivas de que va cargado
De Almonte, á quien Orlando quitó el brío, Regando un fértil mundo hasta Sevilla ,

Y él en herencia dio su nombre al rio. Que a besar de su torre el pié se humilla ,

•Aquellos graves y altos edificios, «Primero se llamó Bétis , y ahora


De torreadas almenas coronados. Guadalquivir á su pesar se líama
Son los que ya con griegos aitilicios Que el inoro pueblo que sus campos mora
Dejó el prudente Ulises amasados Creció su nombre y descreció su fama ;
Y de aquella ancha playa los bullicios Y con la misma infancia que desdora
Que los cristales muestran encrespados Su voz , el resto de Castilla infama
La rica puerta al mar y el fértil dejo Casulla, cuyo reino y cuyos reyes
Del aurífero Tajo vueilo en tejo. Al mundo han de poner y quitar leyes.
•Mas ya volved la vista á la otra parte «Mas ya volved al reino de Valencia
De aquellos campos de tejido acero ,
Los ojos y á sus golfos de levante
A quien nombre dará el sangriento Marte Cuyos bellos jardines en presencia
Con timbre ilustre al siglo venidero : Son de un mayo inmortal parto abundante :

Calatrava y Montiel, en quien, si el arte Esta de su ancho Grao es la excelencia,


De Merlin no se engaña, un rey severo, Y Guadalabiar el que triunfante
Que él alli llama tragadora arpia, Se arroja al hondo mar que entre sus olas
Morirá á manos de su hermano un dia. Rodea á Mallorca de islas españolas.
• Aquella verde mancha de hermosura «De Ibiza y Formentera los pinares
Que allí corre en floridos arcos bella Allí las nubes buscan con su altura,
Es la que heredó el nombre y la frescura Y tímidos conejos, que a millares
De las manchadas llores que hay en ella : De sus bosques carcomen la frescura,
Del claro Javalon el agua pura En aire, en suelo, en temple singulares;
Alli entre juncia y concha va; y aquella Y la que al norte está entre niebla oscura
Es la célebre Oreto , cuyos llanos Es donde el cielo, por manera extraña ,

Los pueblos ocuparon oretanos. Todo el veneno desterró de lispaña.


•En su rastro quedó la antigua ermita «Aquel es el rio Jucar, que al contrario
Que ya Roma labró en su puente al rio. Del Tajo nace de su misma sierra,
Cuyo arco humilde, que al del cielo imita, Y por torcida senda y curso vario
De conchas lleno va, juncia y roció De Castilla á Valencia se destierra :
Allí Almagro nos da su agua exquisita, Allí en lluélamo nace , aquí, voltario,
Y la Nava el suave licor frió A Cuenca dentro de su rosca encierra
Que en dulce gusto el agrio que destila Hace á Alarcon tortísima muralla,
La ijada sana, el bazo desopila. Y por Villena humilde cruza y calla.
•De aquel valle amenísimo de peñas, «Alli á Alcira rodea, firme llave
Ahora humildes chozas de pastores, Del reino , y el que corre en aquel llano
Que el claro Javalon las verdes greñas Es Bairen que de blanco azúcar sabe
,

De rosas viste y de pintadas flores, Nevar á tiempo el suelo valenciano :

L n cisne nacerá de alas pequeñas,


T
Los panales de Béjar, que en suave
Que. si el tiempo las llega á ser mayores. Golpe de miel convierten el verano,
La fama hará deltas, por memoria Aquellos son, y aquellos los tomillos
Del valor vuestro, una inmortal historia. De que hacen las abejas sus castillos.
•Ya en mi esperanza el tierno fruto veo
, •Dióle este rio su nombre al mar Sucrense,
De dos mirtos salir parto fecundo, De Suero , que fué el suyo alli es Gandía:

Y del sol imitando el gran rodeo Y Denia aquí, en que la nación fócense
Los golfos desvolver del mar profundo El templo tuvo que Efeso tenia;
Y por colmo a mi altísimo deseo, Y desle pueblo un mágico ateniense
Cruzar le veo el viejo y nuevo mundo. Que el planisferio de Merlin sabia ,
Juntando de ambos para el grave acento
,
Al tiempo venidero dio por Bueras
Lo de mayor sustancia y fundamento. Que vería dos monarcas en sus cuevas
; , .; ,
,.; ,. : ,

EL BERNARDO. Lll:ni) XVI. 513

• Allí dalzuras de Alicanlc;


están la-, • Alli ciñe á Jerez y hace Ir i
i i

Ai|urlla es Murcia la ota Cartagena , A un mino de diestnsimos gustes,


ii.' Caravana illl la agua abundante ^ aquí de Baco j Cérea placentera

De peces naca destroxadoa llena ¡


mi- campos son alTombí i- y tapetes
i v Vel< / el Rubio están delante,
i l ntaplza -u.s riscos por de fuera
Huesca v el fértil campo de Purcnena Mayo con sus floridos gallardetes,
1
saneáoslos Diamanteado Almería Que al descolgar del abundante agosto
Qne i alfollas cuando n ice el 'tía. Urano- se vuelven de oro j ríos de mosto.
«Allí de bola 1
1 sabrosa rúenle Mas ya estotro rincón que tolo queda
i'

S Je alegrando al acullá Basa, mundo ; Por ver de España a VOC6S IIOS convida ,

De un hondo ralle, i bu licor caliente Que en el cenemos la gaUai da ni i 'I I

Klorida [orina > peregrina laza : En que va a su grandeza j pomp nnida i i

Guadix que i los verjeles del Oriente


. De aquellas sierras de Ale. ira/ hereda ,

in Dores vence tiene allí su plan . . Y de la qu n ellas e-la BSidS .

Con el rio de la vida .ii muro enjerta El claro Meiis argentada espuma,
De almendras lodo j de azahar cubierto. Que es primer cera de su inmen a snma.
helados lodiaeoa invemiaos
>Alli Aquella es la Argentaría . que t tn hermano.
sin Ignal da en dulzura ¡ en azanden, Oh re) Mor-aute dio castillo y muro; ,

Y aquí vinos claretes > mestizos, Y la que yerta va a la diestra mano ,

Extremos de alegri j fortaleza i : De arboles llena breña y un. ule o curo, . ,

aquellos son los baños ) caí izos i


La alta pi enes del monte Mariano
De Alhema, arrebolados de belleza, Estofada de plata y oro pai o .

Y allí ln-> de Aleado, mas singulares De rojo cobre y bermellón los riscos,
Y aquellos los madro&oa de Gomares. Y de grana nevados sus lentiscos
>Alii están loa jardines de Granada, »Alll es Linares, que el Parna-o antigo
1 de -ii \iii. iiiiina aih los chapiteles; Sobre su- bombrOS tino, y aquel cei ro,
Aquella aspen siena es la Nevada El que encuna la líenle por su abrigo, ,

^ de sus Alpujerraa i"- verjeles : I n castillo labro y forjo de hierro ;

Malaga, con su Ajarquia matizada, l.l puerto Muradal es id que digo ,

Cubierta da la playa de bajetes Hunde si un punto de Merlin no yerro,


,

Y aquellas loi res que se ten de claro, Degollar ñas moros en un dia,
De -ii Alcazaba son j toiiaii.no. Que á España dé en cien años Berbería.
»La que sobre aquel monte >-e descubre • Buches, que fué un jayán, hoy encantado
La ciudad es ramosa de Antequera; Encima aquel pináculo parece,
\ aquel risco la fuente que la cubre Y el limpio arroyo de cristal nevado.
De agua y rérlil eoaeebs su ribera : Que, cual veis, nace allí, y aquí fenece,
Su gran salina la que allí se encubre, Sera Guad.ilnnar, que el un costado
^ su canal de eterna primavera Rompe a Guadalquivir, donde le ofrece
La que. cercada allí de Saxífraga Entre una ola y otra al disimulo, ,

Dando siempre salud jamas la estraga. , Las ruinas y destrozos de Castillo.


Mii están los alumbres de M u bella, » Por medio de ambas alza la cabeza
Y de su bella mar el lirmc puerto, Aquella tierra fértil y llorida
Ronda y su Guadiaro no con ella
, Donde se ajusta de Übeda y Itaeza,
Es el que eruza por allí encubierto : Concadenas de llores, la medida :

La ciudad nueva de Algecera aquella, Allí cayo por tierra la braveza


Y aquel el paso qne Hércules dio abierto De África y la de Roma, agradecida,
.

Con -ii fornida clava i los dos mares, Le dio nombre y ali as por sus manos
Y aquellas sus colimas y pilares. Ln los soberbios pueblos óretenos.
•Allí muestran ahora el ln del mundo; Vquelln- 1 1 cu . que al nacer el dll
Mas ya estin por el cii lo decretadas La luz le an \ a la aurora el paso,
t

A que serán de na Hercules segundo. Y en puntas sus pirámides cima


Sin segundo a otro mundo trasladadas. El que esta de los dos al turbio ocaso,
Cuando los polios desle mar profundo Son donde va Ca-taou ser solia ,

Mil iioia- sobre -i serán sembradas, Y alona (a/orla esta, que en día escaso
Y acometidos de cualquiera l.areo. Goza el verann, y su encumbrada breña
Cual si el mar lue-e algún pequeño charco. Al sol le asombra la dorada greña.
• Allí es la antigua Cádiz, en quien hubo Aquel cristal verdura y chapiteles ,

Templos de Aleóles, y sus corlas gentes Que alli coronan de oro una alia cumbre,
Pozos labraron que contrarios tuvo De Iones, de balcones, ele rejeles
La mar á sus menguantes y crecientes : Cargada su soberbia pesadumbre,
Allí sembrado en el sepulcro estuvo, Son de Jaén les rúenles j verjeles
Que guarda de Gerion los descendientes, Que al sol deslumhran la dorada lumbre;
lo árbol que, de humana sangre lleno, Y allí es Andujar, cuya alegre caza
Cubria de triste sombra el valle ameno. Examina al lebrel de mejor raza.
»E1 otro altivo y descollado risco »La fértil -ierra donde el cielo quiso
De blanca escarcha de azahar nevado, Por los riscos fundar y ásperas breñas
Y de encarnadas rosas y lentisco A los ojos del mundo nn paraíso .

Y carmesies claveles salpicado, a Córdoba de si un retrato y señas.


i

Que eu el reino cristiano y el morisco Es la que alli se engarza de improviso,


Has neo > fértil suelo no hay labrado, Cuyos jardines y floridas greñas,
Es Zab ira su nombre, v su belleza Entre cedros, olivos y parrales.
Lo ultimo de hermosura y fortaleza. Bellos cuadros componen celestiales.
i>L'l que alli de las rosas de su falda Es una alegre pina de frescuras,
Entre jazmines se destila y nace. florido y concertado ramillete .

Y' en sus riberas hechas de esmeralda Que sin tierra nacido en peñas duras
Una iris bella con sus vueltas hace, Al mundo sirve de inmortal pebete :

lis el rio Guadalcte y su guirnalda , Nieva tierno azahar verdes alturas;


el
La que a mayo en sus orlas contrahace , El jazmín aquí un bosque, alli un retrete
Adonde dio de la fortuna '.¡lo i I .
De lentisco v reí ••mas, y por ellas
Kl ultimo desden al valor godo. Las rubias Cidras y toronjas bellas.
; ., , : , : ,
;; : ; , ,

Mi DON BERNAHOO DE VAU1UENA.


AIK los persas dieron por sus manos
» Entran llevados de la sed del oro
11
,

A su grandeza los primeros muros Cuando en la plaza una funesta hoguera,


Que después destruyeron los romanos, Ardiendo en ella hallan el tesoro
\ abrieron de cimientos mal seguros Que el premio injusto de sus riñas era :

Aquí de Ategua los collados sanos Su lien del humo, en rechinar sonoro,
Guadajos rompe con cristales puros, Globos en que la llama reverbera,
v^
es la que por allí campea Baena Mostrando entre sus olas y bullicio
De ricos granos y granadas llena. Las víctimas del nuevo sacrificio.
«Las torres de Santelia y Kujalance » Los que antes por guardar el frágil muro
Del gran reino de Céres son aquellas
, : Entre niños quedaron y mujeres ,
\iii a Bétis le da Genil alcance . Ardiendo hallaron en el humo oscuro
Y a Ecija moja las almenas bellas Del fuego que abrasaba sus haberes :

Hondeen mortal se vio y temido trance Cien mozos á este fin de ánimo impuro,
l'n escuadrón divino de doncellas , Que eran derramar sangre sus placeres,
Que por guardarse intactas a su esposo. Dejaron que, en su cruel intento fijos,
La tez mancharon de su rostro hermoso. Tras sus padres matasen á sus hijos.
«Aquellas son las ruedas sonorosas «Asombrado quedó el furor romano
De sus azudas, y estas las canales Del no esperado bárbaro suceso
Por donde en crespas olas espumosas Y dejándose el pueblo entero y sano,
Los surcos humedecen sus cristales : Huyó, y al huir mandó con bando expreso
Allí Parma y Carmena aguas vistosas Que nadie en sus despojos ponga mano,
A sus flores encañan y frutales; Mas que su alcázar y su muro ileso
Y aquella es la pomposa cañería Al mundo eterno por columna quede
Que agua á las plazas de Sevilla envia. Desta victoria y lo que España puede.»
• La famosa ciudad que Alcides quiso Asi el sabio francés volando abria
Contra el gusto fundar de un agorero, Camino por las nubes con su barco,
Y la que Hispal fundó en hado preciso, Que ya por cima el Bétis revolvía
Feliz estrella y venturoso agüero La proa á ver de Océano el gran charco,
Y' de su torre el levantado friso, Y un nuevo curso comenzar queria
Que por el aire rompe y vuela entero Que al mundo haga con su vuelta un arco,
A esconder su Giralda en una nube, Y cómo el sol en su carroza bella
Es la que allí alegrando el mundo sube. Le ciña en torno tras los rastros della.
«Con cinta de cristal por hemisferio Cuando de Persia el rey, que en gusto atento
En dos mitades la divide el rio : De la sabrosa historia iba colgado,
Itálica fué allí, que dio al Imperio Y' sin perder acción ni movimiento,
Monarcas en un tiempo y señorío; En su sabio discurso embelesado,
Y Utrera en sustancioso refrigerio Alegre al discurrir del dulce viento .
De sazonado pan le aumenta el brío, «Señor, le dijo, pues habéis tomado
Y el Ajarafe, rico en mas deleite Por gusto nuestro tan hermosa punta,
Con su verde aceituna y rubio aceite. Satisfacedme ahora una pregunta.
^Guadalquivir alli, en vuelta prolija, a He oido que hay dudosas opiniones
Una isla hizo antigua celebrada, De sabios hombres y de cuerda gente,
Que á los pintados pueblos de Lebrija Que tienen por soñadas invenciones
Templo les tuvo y torre levantada; Los que antípodas llama el vulgo ausente
Donde el bastardo hijo de la hija Y que de cinco solas dos regiones
,

Del griego Cadmo la dejó fundada. El mundo goza en temple suficiente


Del grave rio en el raudal agudo. De poderse habitar, y el demás suelo,
De quien el tiempo desmembrarla pudo. O lo abrasa el calor ó abruma el hielo.
» Estepa es aquel pueblo, cuyo asiento » Deseo saber si el Orion armado
En puesto y en valor se hace eminente, Dejó tal día de ceñir su nieve ;

Grave y nunca vencido alojamiento Si el frió Booles tiene el mar cuajado,


De una tasada y combatida gente : O cual los otros él sus ondas mueve
Contrael romano ejército sangriento Si el Sirio Can en llamas abrasado,
(ampo mantuvo y animo valiente Que fuego al mundo de inclemencias llueve
Por largos años, cuya fuerza pudo Tiene algún temple en su tostada estrella ,

De sus espadas defender su escudo. O siempre humean los carbones della


» Mas desahuciada ya la resistencia «Dónde este inmenso mar se acaba, y donde
Del muro, sin socorro y sin abrigo, Sus olas hallan término y ribera;
Y que del largo cerco la inclemencia Adonde el sol cuando de aquí se esconde
,

La victoria otorgaba al enemigo, Con sus dorados rayos reverbera;


Arrestados de bárbara impaciencia, Sí es de creer que allí la luna ronde
Poniendo al mundo en ella por testigo, En perpetuo silencio y noche entera
Las puertas abren, dejan las murallas O el día le dé lumbre y luz diversa. »
Los que han sobrado a las demás batallas : Dijo y el sabio asi respondió al persa
;
:

• Ven
repentina cólera abrasada « Ha estado en opinión y lo está ahora
La noble sangre de sus firmes pechos, Sí hay otro mundo mas que aqui parece,
Las armas toman y una tropa osada O si es gente soñada la que mora
Van contra el enemigo campo hechos, Donde ni el dia crece ni descrece
A morir de una vez, ó dar vengada Si hav pueblos adelante de la aurora,
La ofensa de sus muros ya deshechos; Y naciones amanece,
el sol á otras
Y el arrojado asalto fui de modo.
1

O cuando esconde aqui su luz divina


Que en confuso tropel lo alteró lodo : Es todo soledad cuanto camina :
Y sin dejar de todos hombre vivo,
» »Si en el aire la tierra está colgada,
Ni menos que primero no matase, Y por abajo la rodea el cielo;
Su roto campo el general esquivo Si anda la gente en ella trastornada,
Al desierto lugar manila que pase; Y es posible tenerse en aquel suelo
Y con asalto nuevo el muro altivo , Si es región firme o solo imaginada,
Que sin defensa y gente está, se arrase, O si el rojo calor ó el blanco hielo
Y haga el saco \ leyes de la guerra Con su rigor la tienen consumida,
i:.- la rumana hambre cuanto enciei Sin cosa en ella que sustente vida.
; , : ;, . . . ,, ;
,

EL BERNARDO, LIBRO Wil


grave opinión qac no di6 escrito
> Ya IhiIm) aunque los aun contemplan la be
1 ura
Que .¡I loche m ini<l<> en torno le abrazaba De un limpio cielo Juzgan -ns estrellas
i M raclo de m im- circuito, i ii -.< > \ i\.iscentellas que en la noche n
a M un llegando v in pasar p
<
| l lana rondan qne camina entre ell is
1

en 'i'" podia volar tiempo Intiolia


i
-
H a los que s,- a. .1. 01 i -o altura
. •
,

Quien se u roj ise á su pi ofun la i\ i .1 .\ e muestran en grandeza bellas,


Sin le dlar eternamente su. lo,
li Que va no son es| r.-l las mas sin CUCOlO .

Ni 1
1 recibir cansancio con su vuelo. Islas de oro sembradas poi el i lento,
., que esl iba sobre . < 1
j
• • . II ES el o lo una 10 sobi I | 1 I

La columna que .il cielo soslenia . 1 1


. clara, sutil si . /, 1., ,,\ pin ,

Y qne tleí ra > m ir de .lili sdel


1 1 1
M is que el aire delgada mái ¡h lana v ,

Con i"j" (negó en su c ilor herí la . Sin impresión ni alteración ninguna.


v.para hacer mas n i" en lo restaule Por donde vuela el sol cada mañana ,

Otras varias quimeras comp y 1


1 estrellas corren tras la luna
De umbríos centauros ¡ di agones, Como aves por el freSCO Monto
las
Pigmeos menudos j anchos patagoi . En vuelo igual j Besgo movimiento.
Son Mbulas del vulgo ;i-> admitidas,
1 Asi las islas 1 lañe movet Be
Que tiene por en or verlas dudadas ; Solían sobro el Bosforo de i'aeia I ,

De Ignorancia en dradas y nacidas, Y con nuevas riberas extenderse


v m la larga edu las ; Hacia el crespo Caramba ó la Sarmacia,
Mas vendrá tiempo n qne 1 irán sah d is 1 Y sin hundir las olas ni esconderse
1
que detrás del 111 ir sentadas. . Medir con su inconstante pertinai la
Aparte hacen ra mundo v 1 ida ahí Del un polo \ del otro las anchuras
Y nuestra noche tienen por aurora. A sus libres j sueltas aventuras.
Entonces se \<r.i que, aunque colgada
• Y asi también por el delgado cielo
La tierra tenga el aire, está sujeta Volando vemos ir sus globos d 'o,
A ser de humanos pies toda p (1 bien, como aluna en Bosegado Mo , lo,
1 n iiiiii.- globo de i-" ild "i pi reta; 1 (i cual sospechan en cantar sonoro,

Y Ilegal a esta e lad de oro caí Lloviendo en barajado curso al suelo


El dia que EspaQa hierro j ruego meta :i
De sus varias vislumbres el tesoro,
La grave carga que ahora le rra, Y midiendo los anos v los «lias
Y de ana le) j un Dios haga su tierra. Con lu/. ardiente ó con tinieblas Trias.
ntónces sos banderas victoriosas
1

Llevando al sol por relumbrante gola .


ALEGORÍA.
'iremolando darán sombras vistosas
Donde se acaba j donde nace el dia En de las grandezas de España, se
este libro, epilogo
Verán pueblos) gentes monstruosas,
muestra que lo impoi unte de la virtud más consiste en
\ descubriendo en into el mar cabria .

las oblas que eil las palabras, y que el punió de la hon-


Podrán decir que hallaron y vencieron
Mu- 111 111 lo qm: otros entender supo-ron.
it
ra más está en merecerla que no en celebrarla:

1 Verán nuevas estrellas en el cielo,


España , atenta á mostrar su valor por tibras, tan poca
Nuevos árboles plantas y animales, .
cueiila lia liedlo siempre de cllc.il'oeot lo con palabl
Y lleno un abundante j fértil suelo ahí ves de otras naciones, que de cualquiera menuden-
De ricas pastas de ásperos metales. . cia se lian preciado de hacer grandes catálogos.
De perlas, plata y oro un dulce anzuelo,
Que ion su cebo pesca hombres mortales,
lie cuyo gran tesoro sus armadas
Cada afta i España volverán cargadas.
>\' porque no se tengan por ficciones
De blanda c una ¡ juel oncebid LIBRO DECIMOSÉPTIMO.
Y que la tierra tiene otras regiones
a un santo rej guardadas j escondidas,
(.luirlo pesar del hado j bus prisiones,
, .1
ucDHEirro.
Romper las nieblas de que están vestidas, Prasicoe Malcosl su, viaje, mostrando todas las imá|
Y' hacer antes de tiempo, si es posible,
i Be 1
on collado del Parnaso conti
li ' -

Lo que en otro lia de ser claro y visible. la variedad de moDStrnos qne salen al manda por li poerta del
> Y porque en presto aliento j vista aguda Bájalo, Acometen las nei ios del mesón de la Fortnii i

Ri nuevo mundo os maestre su belleza, el Parnaso defiéndeselo el leones batiendo en ellos gran moi
: .

laudad. Apolo y l.is Musas, en lamia de su victoria, le llevan


Sin que en sus sombras la baya tan menuda,
al templo de la bimnri.i! lad. Lib de un ij i I

Que no la alcance á ver vuestra grandeza,


i

del riesgo de anos aballe os, rase con lia i las lie
1
1
1
1

i. a n urda raíz desta encantada ruda villana, donde hace una peligrosa batalla coa un caballuna i.u
Su luz os prestará su rortaleza,
j conocido-
Y di-ste verso liaran los puntos ojos i

Que mas sean ipie de lince vuestros ojos. »

Dijo; y rumiando en si de cuando en cuando Iba el barco tan alto, que pudiera
1 oculta ciencia nombres poderosos,
* -
Aforrar con el áncora en la luna
Obedeciendo el aire, rué aclarando Y tomar puerto en ella si quisiera
De su esfera ios senos mas nublosos Ver el mudable reino de fortuna;
Y unos auloios de cristal forjando. Y no alli solo , en sola aquella esfera ,
De lonas y de «'oreos un la '.rosos. Mas 011 todas pudiera, de una en una;
Asi avivo con ellos sus sentidos. Que como islas doradas a porfía ,

Que pudieran aun ver los no nacidos. Que nacían unas de otras parecía.
rubio sol, huyendo del ciran vuelo
Ya el a los que trayendo las riberas
Asi
Coa que el veloz oai lo le seguía . De barbara Peucen, si el camino
la
A dar la nueva al encubierto suelo Toman dejando el Ponto y sus laderas
,

li" su \ [aje descendido halo 1 A ver de Quio el regalado vino,


Y por su ausencia el enlutado cielo Las Cicladas les van naciendo enteras
Cuajándose de varia pe. Ir, -na, Por el golfo a SU estrecho mas vecino .

A festejar la blanca luna bella Aqui Scirno, alli Lésbos, allá Amalo,
Aqui salía un lucero, alli una estrella. Y el Nazo, puerto de ui. amante in
,: ;
, , , ,, , ,;
. ,, , , ,

IG PON RER.NARDO DE VALMIENA.


Y por el cielo asi, al cubrirse el dia, •Esmáltanse los campos de sus llores,
Fueron descubriendo de oro,
Islas se Brota jazmin y crece la azucena ,
el
La húmeda luna, la montaña fria El ámbar nace, y los demás olores
De Saturno y de Venus el tesoro,
, La tierra dejan de perfumes llena :

Su lucero amasado de alegría, El hierro, plata, el oro y las mejores


De Marte el ronco estrépito sonoro, Perlas que dio la mar y vio su arena
Y la mayor fortuna que en su cumbre Prados, yerbas, frutales, bosques, fuentes,
Joviales rayos da de alegre lumbre. Deslas mudanzas toman sus corrientes.
El sabio, que en los ángulos del cielo »Y el mundo , al fin que sin los cielos fuera
,

Tan cerca vio la celestial milicia, Sombrío desierto, claustro tenebroso


De oir el son de su compuesto vuelo Con el invierno es, y ya en la primavera
Y l er sus globos de oro se acudicia Verjel florido y campo deleitoso :
Y ya perdiendo de la vista el suelo. (Quién trazó esta armonía? ¿ En qué manera
Del mundo superior dio asi noticia Su edificio se hizo milagroso?
A aquellos que primero de la tierra Antes de fabricarlo, ¿dónde estaba
Las pobrezas contó que su orbe encierra. El gran saber que su beldad pintaba?
n ¿A quién no admira tu saber profundo, »De lo que fué en los siglos etemalcs
Oh Arquitecto de amor. Rey soberano, Cuando aun no bien el mundo habia nacido,
Si el uno considera y otro mundo, ¿Qué razón se hallará entre los moríales?
Divina traza de tu heroica mano ; ¿Quién lo oyó? Quién lo supo? Quién lo vido?
El dulce contrapuesto amor fecundo ¿En qué cimiento, sobre que puntales
De su engace inmortal, nudo galano A la tierra se dio asiento medido?
Con que su bien medida arquitectura Al enarcar las bóvedas del cielo
Si quedó mas hermosa , es de mas dura? ¿Quién sus cimbrias trazó? Quién dio el modelo?
u Este reloj de universal concierto »¿De qué veta salió la pedrería
En ruedas, cursos y ejes tan medido, Que en ellas desde acá vemos sembrada?
Que al sabio pumo del primer acierto De qué conchuela de oro nació el dia?
Ni en tiempos ha ni en vueltas desmentido, ¿Y al sol quién le vistió su luz dorada?
¿A quién no admira descubierto y deja El alba y sus celajes de alegria
De su Autor el saber nunca sabido. De qué pasta de nácar fué amasada?
Que ser le dio en su idea antes que fuese, ¿ De qué sutil y soberano aliento
i\> una esfera tras otra se moviese'.' El aire adelgazó, y respiró el viento?
• Allí estrellas labró, alli movimientos, »De qué limpio cristal el agua pura
Cíelos, luces, planetas, conjunciones, Su licor destiló fresco y suave?
Signos, centro epiciclos, detrimentos, , ¿Quién le vistió á la nieve su blancura,
Puntas gozos caída, exaltaciones
, , Y sus alientos de volar al ave?
Casas, orbes, apogios, decrementos, Desla inmortal lazada la hermosura,
Su ^1 icios, cursos, vueltas, estaciones,
I
¿Qué ojos la vieron dar? Qué sabio sabe
Aspectos, rayos, aujes, deferentes, Su duración, el tiempo que le queda,
Climas ruedas esferas y ascendientes.
, , Y cuántas vueltas faltan á su rueda?
»E1 firme engace y armonía de cosas »Si ya quisiese el brazo soberano,
Tan a plomo y compás encadenadas. Que aun lo que ser no tiene le obedece
Sin que haya una demás, todas forzosas Deshacer con la fuerza de su mano
A conservar un mundo enderezadas : El mundo y cuanto en él crece y descrece,
En esto con sus vueltas presurosas Y lo visible vuelto en aire vano
A todos tiempos y horas ocupadas. Si huyendo de su ser desaparece,
Produciendo conforme á sus aspectos,
,
Porque gusta de hacerlo de otro modo,
Una inlinita variedad de efectos. Siéndole fácil y posible todo ;

en nuestro mundo hubiera,


Si solo un cielo uCuando esta inmensa maquina abreviada
Todas las cosas fueran de un tamaño; Hubiese á su primer no ser venido,
O siempre otoño invierno ó primavera, , Y con divinas fuerzas apretada
todo plata cobre, ó todo eslaño
, : A un punto indivisible reducido;
Nada se renovara ni muriera. Lo que ahora vive convertido en nada
,

Ni en mil edades se acabara un año, ¿A qué nuevo lugar se habría huido?


>.el mundo en rueda fuera una pintura De nuestras cosas y de nuestro mundo
De unos mismos dibujos y figura. ¿Quién llevaría las nuevas al segundo?
>A este fin el segundo movimiento «Mas ¿dónde va mi pensamiento ahora?...
Fue á las humanas cosas necesario ,
¡Oh lo que puede un levantar al cielo
En que hacen debajo el firmamento Los ojos que el gran bien que dentro mora
!

Sirle ruedas de luz curso contrario; Al mas caido espíritu da vuelo :

Y mudando de casas y de asiento, Desta mi digresión fué causadora


1 ¡i concurso revuelven ordinario. La luz de su beldad; ante ella apelo;
Con que del suelo las alegres vidas Y vosotros, oh nuevos linces sabios ,

linas ganadas van , y otras perdidas. Su hermosura escuchad puesta en mis labios.
»Lo que Saturno rompe y menoscaba, «Ved en la cumbre y bóvedas distantes
Júpiter lo reforma y consolida; De la altura del mundo dos centellas,
A Harte templa la aspereza brava Que los celos de Juno hicieron antes
Del sol la antorcha de cristal lucida Osos feroces, y el amor estrellas;
Alegra Venus y Mercurio agrava ,
Y la rica guirnalda de diamantes
El bien ó el mal; la Luna, repartida Que de Ariana ciñó las sienes bellas
En mil rostros, ayuda y favorece, Sobre los hombros de oro, por mas fiesta
Y asi la variedad del inundo crece. De un perezoso carretero puesta.
«Estos aspectos, estas mutaciones »E1 frió dragón que en roscas de oro al polo
De signos y planetas diferentes. Como un rio de estrellas se dilata,
La variedad nos dan de inclinaciones, Y Hércules, que sobre él en un pié solo
Y sucesos del mundo y de sus gentes: Su clava esgrime de encendida plata
Ciencias, habilidades, gracias, dones, La grave lira del sonoro Apolo,
i
Milanos ánimos valientes ,
. Que en el león ardiente se remata ,

Fuerza, disposición, brío y belleza, Y sus luces esconde cuando entero


Rica abundancia y áspera pobreza. Del mundo se despide el turbio enero.
. .. » , ,;; ; ., : , , , ,. ; ;
; ,

EL ur.ii.NAitüi), Mimo xvii r.i7

•Ahora debí i mi cuerd is la armonía Asi pur la ancha máquina del cielo
Que un tiempo oyó Pltágoras el cielo . . Notando el sabio Iba aspeí tos varios,
el bleoco cune !<• haga compañía i
Ion |i udente midiendo y i uelo fértil
También eo el cantar como en el voelo EfeCtOl nniliii mes \ (unir. ii los :

Que después que de Aquilea la porfía m.is yo que pur tan alto paralelo
.

Volvió eo lijers pluma el blanco pelo u. a voj de caminos ordinarios


i i

i on nuevas alai sobre el irlo polo Al bajo suelo i uelvo no su. da i .

Sabio bascar la citara de Apolo.


;> Trastornar dos betones una rueda.
•De Andrómeda <-l padre anciano la bella Que en lauto que ellos por región Un nueva
Ks aquel rej de la gente til la Gozaodo van del celestial ies,,i ,,,
Que. rabia estrella hecho, niela ufano Bernardo en la espantosa oculta coeva
ii. Capricornio en la arrogada trente
i ¡ La luí bebiendo esta de un rayo de oro,
De laslopea al tii
soberano Que con prudente paso i dar le lleva
Sentado en el torcido Cancro ardiente; De la escondida gruta al mejor poro
Y en el saga/. Persea la caben Que le escupió de su profundo entierro
Ui-i Gorgon raelta i sn primer belleza. ai pié llorido de un i latoso cerro,

»Ui'i triángulo ion esas las a nidias Conoció por


las senas el Parnaso
Que ii.iii-ii corona al lelloclno de oro, puntas que buscan las estrellas,
lie iins

Y Andrómeda desnuda en medio dellas, v.


en lérado aliento y grave paso
i

Uoi lendo aljófar de Importuno lloro . Subiendo ftoé por las vertientes dellas :

A un peñasco ligada becbo de estrellas! La senda inculta j el camino escaso


Diis signos antea del Ooi ido roro; Advierte que hay de allí i sus cumbres bellas,
Que .mu sobre el ürmamento levantados \ el e.iiiiusii escuadran «pie al pié del monte
Los |ifi i o. ulaii |mr mi- pies dorados. Horrible hace v bárbaro horizonte.
i.i sangre de Medusa
monstruo de 1 1
l.os monstruos digo que la ebúrnea puerta . ,

A quien sobre la clin la mano poesía,


, De aquellos valles lóbregos vomita
El Irlo Acuario de leí ter xcnsa lana e8CUadn COn trápala y reverta
La urna de nieves j ci Isl compuesta .i Cercada va de confusión y grita ,

su- cerdas ahora en tempestad difusa Kn extraños visajes des, abierta


De aguas se lave ó en carrera presta . l.a vana inclina, uní a que la incita
Quiera sobre el de aquel ni|>iilo nielo El brutal gusto del brebaje extraño
Unirse i mas templado > fértil cielo. De la dorada taza del Engaño.
•El delfln que a Arlon en sus espaldas Púsose a ver el español guerrero,
Cargó ya no tiempo j ahora alumbra el mundo, De una alta peña por un breve rato, .

Y la saeta con las manchas pardas De aquel descuadernado vulgo fiero


De la huirá negra v bu veneno inmundo :
El tropel ciego j bárbaro rebato :

i.i águila real de unas bastardas Cas nuevas .sendas en que un mundo entero
Que de roya robó el parlo fecundo,
i
Sin rienda ente trato i ni re al dileí
De adonde trasladado i mejor plaza Que aluna sea juslu aluna injusto,
, ,

De néctar sirvió i Júpiter la taza. A cada cual le trae y pule el guslo.


•ElOflueo soberbio serpentario Iban a dar C0D ejercicios varios ,

Aqueles, y el dragón en oro abierto Por marañadas sendas v caminos .

Le da en el caer] udo extraordinario, (Aun en nielo y opinión contrarios;


De estrellas lodo j claridad cubierto ;
Que lambí. ai hay contrarios des. ilii.os)
> entre el lauro j el Géminis el vario A un gran palacio cuyos lacunarios .

El tronío, que es hombre en sierpe engerlo,


i
Y almenajes de lazos peregrinos
Con los otras seis signos cuyo vuelo .
De fuera un eielo hacen y de dentro ,

Corre por este cóncavo di cielo. I s.in de desorden y loeui.i .i centro.


Mirad también ilel Oril ni. ido, El mesón y hospedaje de la I. una
A esotra parte del ontrario nniiulo, i
Este alto alcázar lóbrego se llama,
ceño horrible, el tahalí dorado
l'.l
Hospital de los locos de fortuna
l.on que altera i amansa el mar |irofundo Que a tiento siembra el bien, y el mal derrama
i sil i" c ni en liani. i- abrasado
i
Donde apenas de mil cabe/as una
Con la luz del primero v del segundo. De lOS ramos se libra desla rama ;

Que el cielo alegran j su ruego ofende . One en nuestra ni luna esfera v tierra 0SC1W .

Cuando en mas rayos de oro el sol lo enciende. ¿Quien hay sin senda ó ramo «le locura'
»\'ed cómo de amfa is luces temerosa, De esfinges, hidras, sátiros, briareos,
Huyendo la estrellada liebre vuela, Faunos arpias ciclopes quimeras
, , ,

Y del griego Jason la nave hermosa De centauros, gigantes y pigmeos


Que fué del navegar primera escuela : Cubiertas van del monte las laderas :

De Aleóles la ancha nidí ia cavernosa, Sedas, (.anieles y oíros monstruos feos


Que asi su plateada escama hiela De bermafroditas trazas j maneras.
One i enfriar puso en mi nevada plaza Cada uno por su senda y su camino
l.aniniedes de Júpiter la la/a. Tras su discurso y nuevo desatino.
»EI negro cuervo, blanco antiguamente L'na env idiosa Aglauro convertida ,

Cuando era paje de f.orunis l.ella. En dura piedra no .Midas avariento, ;

lie llamas de oro allí resplandeciente, Que de las mesas de oro sin comida
Hecha de luces, da una ardiente pella Ayuno la y se levanta hambriento;
'i
Y el Centauro Quirnn ayo prudente . l u Argos, vejador de ajena vida ,

De Aquiles j Esculapio vuelto estrella, . Dormido a su importancia y soñoliento


Y allí el cruel rey de Arcadia lobo hecho, . l'na Aragne sutil, que es cnanto toca
De luces lleva remendado el pecho. Tejer ajenas vidas con la boca.
»El ara en otro tiempo ardiendo incienso i Licaon en lobo que se traga
ii
,

El mudo pez, la incógnita ballena, l.a sangre y el honor de sn vecino ;

El Eridano hermoso, á quien dan censo Un Cal que estraga


id. ni u i jabalí ,

De arboledas de su arena
anillar las :
Cuanto se
encuentra > halla de camino
La rueda de Ixion i|iie en cerco ¡iiiiienso, . Atis un vano amante que por paga
, ,
De estrellas, resplandor y luces llena. De su amor qued (invertido en pino i i

Compone un cielo aparte y el milano :


Una obstinada .Niolie de peña ,

Que volvió rica a Júpiter la ¡nano. Y una arrogante Antlgone en cigüeña.


;, , , ,, , ; ;

518 DON BERNARDO DE VaLHUENA.


Un Auleon en ciervo, que sus perros. Son todos á un compás cortos de vista ,

Por c i
:ai él á oíros , le dan caza ; Causa que nadie venga sin antojos-;
Un cruel Edipo, que entre duros hierros Y aunque unos de una, y otros de otra lisia,
Por sus dos hijos la garganta enlaza ; De grandes lenguas y pequeños ojos
Un ruiseñor cantando ajenos yerros, Que el necio es importuno coronista,
Medeas que de sus carnes hacen plaza; Y cuanto alcanza y sabe por antojos :

V mil Progni s de toe is alheñadas Sin armas; que las suyas mas atroces
Que sus lujos o hijas ilau guisadas. Son, en vez de razón, confusas voces.
Cadmos anuí \ allí vueltos dragones, Era sabed señor, el gran fracaso
, ,

MilCécropes en jimias burladoras, De la canalla bárbara importuna


Hipómenes y Atlanta hechos leones, Que á saquear acometió el Parnaso,
V en grajas las Pieres burladoras : Los necios del mesón de la Fortuna,
Contra mujeres nuevos Pigmaleones, Que en cuarto aparte, eon celebro escaso.
V ellas, en habla y músicas sonoras Los rostros adivinan de la luna,
Sirenas vueltas, ciegan los sentidos, Y ahora de viento las cabezas llenas ,
Que quedan por sus costas destruidos. De la gavia lian rompido las cadenas.
Un Proteo, un Vertnno, que se muda Salieron todos del convento oculto
En diferentes formas cada ralo A gritos pregonando sus locuras,
V eon lisonjas de alcanzar no duda (auno en la misa suele el pueblo inculto
De la mesa del Rej el mejor pialo: Con voces espantar las sepulturas ;

V otro menos discreto que se anuda , Y de un ciego escuadrón el negro bulto


("auno yedra a un est-ril olmo inóralo; Mal formadas endechas brama á oscuras,
Que en tanto pueblo de malicias lleno, Inquietando en confusas vocerías
Bien cabe el asno inútil de Sileno. De sus difuntos las cenizas frías.
Los gigantes pigmeos contra el cielo , En ridiculos gestos y visajes
V los que, de anchos hongos producidos, La inútil descompuesta escuadra corre;
Tan nuevo ungen su linaje al suelo, Unos en huecos y anchos personajes
Que apenas quieren de hombres ser naeidos, Su pompa quieren que sus pasos borre :
Mas fuera del humano paralelo (Mío que su halda sirva de celajes
Darse en nuevas fantasmas convertidos Que su ignorancia cubra, y él ahorre
Con el ropaje que les dio de nuevo Caín prevenidos dichos aparentes
Del dulce engaño el venenoso echo. La opinión que no alcanza en los oyentes.
Todas estas fantásticas figuras Quien al arco de un vano amor ungido
Que en contrahechos bultos de animales Idolatrando va en unos cabellos;
Por las cavernas van saliendo oscuras Quién , con un cerco, piensa, nial medido,
Al teatro de las lumbres celestiales , De los cielos saber cuanto hay en ellos ;
Del sacro monte puesto en las alturas, Quién, hecho un torpe mozo desabrido,
Ajeno contemplaba de sus niales Los otros quiere á golpes deshacellos;
El discreto español, a quien el hado Y quién averiguar con grave celo
Igual le dio la luz eon el cuidado. Lo que viste el cabrón , si es lana ó pelo.
Y sin dar paso airas por el camino. Quién de la barba encrespa la guedeja,
Que ya se muestra en el subir mas llano , Por hacer mas robusta la figura ;

De un collado á la alegre cumbre vino. Quién se finge león siendo de oveja


,

Puesta i la sombra de un laurel lozano Un hinchado pulmón de sangre oscura;


De donde en un confuso torbellino Quién, por parecer niña, siendo vieja,
Venir sin orden vio un vulgo liviano Desplega el rostro y pliega la cintura,
Contra el sagrado monte cuya sierra , Haciendo en sus historias y entremeses'
Al mundo su mayor tesoro encierra. Los meses dias y los años meses.-
Y por la senda que delante tiene, Quien, buscando arreboles, desentraña
Correr la posta mira á un caballero Las ricas conchas que la Arabia cria ;

Que a dar el prevenido aviso viene Quién los de su florido rostro empaña
Del ciego vulgo y campo vocinglero : Comiendo tierra desabrida y fría;
« Huid dice señor, huid que conviene
, , ; : Quien con fingida hipocresía engaña
Huid á lo mas alto huid lijero , Al que sin recatarse del se fia ,

Que el confuso escuadrón del vulgo triste Y en el ciido los ojos, con la mano
Al sacro monte sin piedad embiste.» El corazón le roba al mas cercano.
Y sin mas aguardar, á toda rienda Admirado dejó al valiente godo
Volando pasa la montaña arriba ,
El delirar de la ignorante gente .

Sin que el español joven nada entienda Y cuan fuera de termino y de modo
Del temeroso sobresalto en que iba : De sus locuras iba la corriente
Bien que por ver la desigual contienda Cuando en nuevo alarido el campo todo
Con que al monte el confuso vulgo arriba, Del monte dio en de repente,
las faldas
Entre una hueca polvorienta nube ,
Perturbando con ánimos crueles
Al crespo gajo de un peñasco sube. La agradable quietud de sus laureles.
De alli acercarse mira á la montaña Cogieron vanamente humildes llores
El monstruoso rebaño de quimeras, De las que en el vallar del bosque había,
Que en cuerpos de hombres traen (¡cosa extraña ! i Y pudieran los riesgos ser mayores
EngertOS rostros y ánimos de horas: fin daño a la sagrada compañía
.Melancólico sueño que le engaña De aquel que eon dorados resplandores
Juzga de tantos monstruos las maneras, Rastrando trae tras su carro el día ,

Los corvos dientes los torcidos lomos . Que á visitar bajaba en la espesura
V gruesos labio- de ti -luces romos. De Adonis la florida sepultura,
En bayo desbocado Ir ¡son viene, Si el gallardo español al torpe asalto
Sio lirme freno ni compuesta silla, Con ladesnuda espada no hiciera
In hinchado jayán que el cargo tiene lie la alia peña l\n atrevido sallo.
be capitán de la infeliz cuadrilla ; Que fué del monte la primer barrera;
^/ el potro, sin bocado que le enfrene, Cuyo invencible brazo al campo falto
Aqui le encumbra vacullá le humilla; Estrecho freno puso de manera,
Tras el su gente ,
que en seguirle en todo Que a fuer/a de rigor suspendió el paso
Sabe . y no en mas guardar sin orden modo. De la hurtada subida del Parnaso.
. . , . . ;, . , . ,
,: , .. . ; ,

II. BERNARDO, Llfirtn XVII r. 11»

esgrimiendo la luden
> .iiii La dói is columnas levantadas
A este asombra aquí mala al otro hiere . ;i i
. [lelo "i"
De tajo de mandoble j de eslocada
, : De cuatro en cual wrclon senl
i ...:.i' otro hoye j otro mn n e
i , Cien arcos forman en lugar de m ,

i mi barba adulle j alhelí id > Con nii iiniii bóvedas gral


i n embustero le aguarda que quiere . En Unos laxos de oro j mármol duro ,

l. ira tizne | vano pasatiempo Adonde en forma esférica se aOJa


i
c mas esconder, j atar el tiempo. Del edificio la primei cornija,
Llevóle de los dos carrillos uno . Sobre ellas, de acroterlas levantada .

La costa haciendo menos el trabajo ¡ ; En compuesta labor j arquitectura ,

> otro ''H su afectado bi


:i poi ti i i.i iin lea Celia sube cargada
i

Contrecho le dejó de un allib lie mas precio, mas gala > mas hechura;
A mi" de graves pasos, sin ninguno; De ieie hermosas toi res coronada
A uno el celebro le rompió de un tajo Que i las nubes igualan en alluí a
Coya bei Ida exhaló mas vauo aliento Con chapiteles de oro y las almenas .

yin- contra Eneas sopló el señor del viento. De vari"- lazos y molduras llenas
él, cercado de incautas sabandijas,
Y En tres órdenes de arcos va subiendo
i
importuno enjambre le persigue. El vuelo de la mina vistosa i ,

Tal, une en triste esgrimii voces prolijas, Los relevados altos descreciendo
Adonde quiera sin lad le sff ne i
i Cuai ni. 'i' iiece as preciosa, 1 1 '
'
i

No de Aqueronte las :lui ñas bijas , Por las últimas bóvedas naciendo
Cuando del mundo sn igor consigne i
De tres torres la fabí lea espaciosa,
Tiránica v icloria mas espanto . imi balcones, andenes j pretiles
Los gritos causan de sn bon Ible llanto. En traza vai ios ¡ en labor sutiles.
Ni en mayor confusión andan las -
Cien brazas suben de alto las primeras
En bus sangrientas manos barajadas, Columnas las segundas son menores
.

aquellas escuadras monsti o


ii Menores v mas ricas las terceras
De diversas fantasmas amasadas : De la/os llenas todas v de Dores
II rubio Apolo 'mi sus nueve diosas Las vetas de almendrada jas| literas .

Del súbito alarido alborotad i


• En contrahechos brute dan lunes i 1

Del nte se voló i la enhiesta cumbre ai cristal . rubi ardiente,


al zafiro . al
Que al cielo inciensos ds j al mundo hambre yue por lis cimbrias vuelan de su frente
Alegre el sacro coro en honra mira . En el redondo cei o que enlosado .

Del español mancebo las batallas De alabastro y de pórRdo parece,


v el luí" gallardo en que revuelve y gira Un firme globo en aire fabricado
Del lini|iiii acoro las turbadas mallas : Con vaiiedad'-s mil croco y descrece ¡

Bl aliento j valor con que el i Y en "Iras cien columnas levantado.


De los ungidos istmos las canallas, i De carbuncos un cielo resplandece
Que huyen del, como volando sube Con una y "lia y otra torre J dolías .

Hi'i hueco huno la liviana nube. Las que mas se levantan SOD mas belfas.
Ya alterado vulgo alharaquiento,
el La postrera de das q n altura ti .

Medroso a la experiencia de la mi a delgadas nubes se adelanta


las
Del gallardo leonés por huir sin tiento , Con luz de su divina arquitectura
Cayendo iba en los senos de un pantano; Mientras mas se contempla mas espanta :

Cuando, arrobante cu contra hecho aliento Donde en nuevos primores su escultura


Más que pliiio. i, el jayán salió liviano l.a maquina feliz cierra con cuanta
En ftis |ue en menguante luna nueva , Beldad y grada puede en esta parte
Sin freno, aqui y allí le trae j lleva. Decir la lengua y alcanzar el arte.
Pensó hundirlo a descompuestas voces De alados hombros y en la mano un peso ,

l.aaplomada Bgura corpuleni i


Con que el viento nos pesa de la < ¡da
i que espantos,] sn potro i coces,
1
1
:i
Ciave en los males y en el bien sin seSo, .

Tu breve dieran de sn orgullo cuenta \ siempre en ambas partes de partida ,

Mas ;,de qué linio SOO gritos lenices El viejo tiempo, universal proceso
Si el alma sus corajes no alimenta, De las edades, carga desabrida,
Y al compuesto español medir le agrada De giralda servia en esta torre;
El corte de su lengua al de sn espada !
Que el tiempo 1 oela adonde su 'lirn corre.
Por ella le envas a aguda punta .
Y al gran discurso del reloj mudabl
Y de un diestro revés le ata ió un costado, Volcando el mundo va de rueda en rueda,
Conque sin alma la amasada junta Y tras el la lorluna que de instable. , ,

De desconciertos Ino al verde prado "¡


: Jamas "Upo tener la silva queda;
(¡Caso extraño! la máquina difunta )
Yendo en carrera ¡ curso irreparable
Apenas midió el sui ai rebolado, I
i

La corta vida humana, hasta que queda,


Cuando los monstruos que su campo encierra Deshilvanando el tiempo lisonjero
Los unos se hacen i tros guerra. i
l'n dia y otro y otro, en el postrero.
Bernardo, que de aquella Inútil nenie De preciosos colores matizadas,
Libre se vid , y desocupado el paso , Por las salas pal ios anchurosos,
j
Por su primer camino diligente Mollas iiist"ii:is. rábulas preñadas
Buscando las cumbres del Parnaso ;
i i

De doblados centauros belicosos


Cuando del escuadrón resplandeciente Del niño amor empresas regaladas,
Que los cristales guaní de Pegaso i
De su padre los rayos podei
Rodeado se vio, y que en nueva gloria Con cuanto el mundo oyó . v la fama gira
El parabién le dan de la vid Cu sus cien ojos, si coi aira.
Y en pago al gran servicio de su mano, Los imperii nos, monarquías
El dios que al rubio sol presta la lumbre De persas los grie josy
. i . i

En nueva pompa iunfo sobi v i'


Sn crecer j menguar, ¡
Del monte le snbió i la exi elsa cumbre , De astutos mirmid mes j troj
Adonde en medio de un llorido llano Las sirenas cilenos y arpias ,
.

So desciilu-e la ilustre pcsudumbl e II itacense "" ; naufragios vanos;


j
Del templo heroico de una diosa santa . Ni.'bes, Prognes, Cleópatras, Lucrecias,
Que al tiempo vence y a la muerte espanta. Unas crueles, locas, y oirás necias.
;,,, , ; ,, , » : , ,, ,,

r>20 DON BERNAUDO DE VALBUENA.


Aquí Augustos, Pompeaos, Scipiones; Por una senda de la selva espesa.
AllíA 11 las , Yugarías y Aníbales, Que al primer paso sin pensar les vino,
Crasos, Ciros, Mecencios, Licaones, A buscar el lugar donde atraviesa
Scüas s Marios, Prognes; Túllales: De común parecer abren camino :

Para cada Toréalo hay dos Nerones; Y cuando el sol el dia en igual pesa
Que siempre es poco <'l bien, muchos los males A un arroyo llegaron cristalino,
Áreos, torres, pirámides, colosos, Que su frescura entre el calor paria
ulnas vanas de pechos ambiciosos. Deseos de tenerle compañía.
Al lin cuanto en el mundo ha merecido
, Su alegre sombra y la encalmada siesta
En famoso pregón ser celebrado La bella china dieron desmayada .

Libre de la polilla del olvido Y' al ruido de la fuente y la floresta


Por privilegio y cédula del hado, Entre la yerba en sueño sepultada ;

Con eternos buriles esculpido , Y su joven el alma en bandos puesta,


,

O con pincel divino dibujado. La cabeza en la mano reclinada,


En aquel templo esférico servia A pesar de cuidados el florido ,

De agradable inmortal tapicería. Prado á un tiempo también le vio dormido.


Altivos hechos del valor de España Mas en tanto que al breve sueño un rato
En cuadros de oro daban resplandores. Del fiel cuidado afloja la memoria
Cuyos colosos de grandeza extraña El sucesor del español Viriato,
De los mas altos quedan superiores : De su valor retrato y de su gloria.
Adonde al bronce que la vista engaña Quiero por principal ó por ornato ,

Su rica estatua dio nuevos primores Al grave asunto desta heroica historia
Con los diestros buriles de la fama Satisfacer á una pequeña duda
Que á eterna duración la suya llama. Que cobrar podria lengua aunque está muda. ,

» Esta , le dijo Apolo en nombre eterno


, Y'o digo del furor del sueño extraño
Aquí del tuvo queda consagrada , Que Bernardo alteró la fantasía,
á
A quien tu duro brazo , ahora tierno , ¿Si fué mágico embuste, ó ciego engaño
Dejará de grandezas coronada ; Qué le antojaba ver lo que no vía?
Y aunque en tinieblas de un prolijo invierno ¿ Si era fingido ó verdadero el daño
Por estos ocho siglos olvidada, Que en los collados del Parnaso hacia
Sin la luz volará que ahora tiene , Aquel monstruoso ejército de gente.
Ni esto te entibie ni tu espada enfrene. Hendida al golpe de su espada ardiente?
«Que apenas de los dos planetas de oro Los mas condenan por fingido el caso.
La magna conjunción que ayer se hizo Vana imaginación, sombras de viento,
En Sagitario, al pueblo moro
el trio Que sucesos de Musas y Parnaso,
Favorable y su cetro advenedizo , Mas que historia y verdad parecen cuento ,
:

A España entero volverá el tesoro ¿Quien jamas vio la fuente de Pegaso?


Que su infeliz concurso le deshizo, Quién de Helicona supo el propio asiento?
Cuando segunda vez tu heroico nombre, Las Musas y su rubio presidente
Como tu espada ahora , el mundo asombre : Sueños de Homero, ¿quién los hizo gente?
»Digo que cuando el orbe goce desta Solo para quedar soñado es bueno
Séptima conjunción las maravillas, El cuento, dice el émulo envidioso,
Y España, en su primer grandeza puesta, Y bien que de alma y de doctrina lleno.
De una silla real haga sus sillas Cansado en lo demás y sospechoso :

De un ramo de laurel desta floresta Yo ahora ni lo apruebo ni condeno ;

En una nacerá de dos Castillas, O sea verdadero ó fabuloso :

A vueltas de otros cisnes, una pluma Lo siguiente es verdad ; lo demás quede


Que a tus hechos dará compendio y suma. A quien con discreción juzgarlo puede.
«Entonces volverá florido al mundo De Peñalonga unreal sepulcro antigo
Tu nombre con el suyo renovado Nombre ilustre conserva de Bernardo,
De los senos sacando del profundo Y el tiempo de grandezas enemigo,
,

Lo que de ti allí tiene escrito el hado : Su fino jaspe ha vuelto en mármol pardo :

Tú serás el primero él el segundo


, Este, por ser de su valor testigo ,

Ambos de un mismo nombre y un cuidado: Y el bulto verde, pecho tan gallardo,


Tú en hacer con tu espada maravillas, Y su arnés, de enemiga sangre tinto ,

Y el con su humilde pluma en escribillas. Abrir mandó el invicto Carlos Quinto.


Dijo ; y del templo á la famosa fuente Abriéronlo, y hallaron hecho tierra
Que abrió en un risco la uña de Pegaso El que antes era asombro de los hombres
En medio el escuadrón resplandeciente Porque del que asombró vivo en la guerra
Que al mundo luz, y fama da al Parnaso, De que sea polvo tu también te asombres :

Venia Bernardo, cuando á su corriente Al fin cuanto la antigua tumba encierra


,

El gajo de una peña torció el paso Es eco de los célebres renombres


Saltóle el agua al rostro y al ruido, Que en el mundo alcanzó su brazo fuerte,
Huyó á esconderse cuanto vio dormido. Y allí volvió ceniza el de la muerte.
Hallóse dentro en la sagrada cueva Pasó el César después que á los famosos
Sobre las secas yerbas recostado. Huesos honra añadió con su presencia;
De que poco antes se hizo cama nueva , Y uno de los que en ojos cuidadosos
Y á la dama labró un humilde estrado ; Del sepulcro notaron la excelencia .

Y aunque el sueño huyó, en bastante prueba Vio que de aquellos miembros belicosos
De no ser todo sueño lo soñado La fría ceniza hacia diferencia,
Mojado se halló el rostro del rocío Y á la heroica cabeza levantada
Que al caliente Morfeo volvió frió. Algo de antigüedad daba almohada.
Y bien que no de la agua del Parnaso, Metió la mano, y encontró de acero
Era al fin de las ramas y maleza Un cofre, y retiróla sin sacalle ,

De que cercado estaba y filfa acaso


, Que la golosa hambre del dinero
Las sacudió, al pasar, con ¡a cabeza : A solas si oro es, quiere gozalle
,
:

Sapo con gustó enflaquecido y laso, Volvió de noche v al que un mundo


, entero
Di ¡ando de la cueva la aspereza Temió, no teme ahora de roballe
Y con la dama de la suya al lado En su quietud un ánimo avariento
A buscar se dispuso algún poblado. Que lo suele asombrar con aire el viento.
,. . , , I . f ,,;. ., ,

F.L BE11NAIID0, LIBHO XVII Sil

Sacó del tiempo el cofre consumido »v si lo snis. señora, en ti sospecho


Y denlro del eu olro rico di . Deste gallarda bi ato pereí riño,
\ id mi libro en tu* cubiertas repartido I

ae . /,'i le por aquí derecho


A mi hidrópica led largo les : Para un bf< a i camino
Abrióla ¡ el lenguaje desabí ido
; Si por \entuia vais . c i sospecho,
Aunque en estilo i discurrir souoro, A las tiestas de Acaya yo adivino
.

De Bernardo bailo, j desta i Que i risalba saldi i del triste aprieto


En graves tersos una heroica historia. l.n que la tiene un liai bal
Dlóle avariento premia > su trabajo Con nuevas osas efrescando mayo i
i 1
1

hrl escondido "ii e el Qno < De ambas m pondió la dama i

> el rico libropor humilde \ bajo,


, No sé eñoi del que trayo
'i
i i

De mano en mino las de un sabio vino, ;i Ni que él tenga otro dueño que i so lama
Que un iii.i á las mias por favor le trajo, Si ya de un sol el poderoso rayo
<i en desden, 6 en espirita adivino ha hecho a el ] a mi BÍI rvos de una ama
.N.i :

De que en el mió habla aire* ¡miento De instas no sabemos que las haya
Al arrojado antojo de sa cuento. Que el mar, cual veis, mis escupió en la pl.ua -

Tómele, y de su amor en los engaños Bernardo, ufano en la saga/, respuesta


Mi ciega juventud entretenía .
Que el srsn dio de la prudente china,
Y notando los nombres j los años, Adunde u por que lili su hace la liesta
¿Si habla dije de mi esta profecía?
, . a la doncella pide peregrina :

Glorias tan altas, casos tan extraños, \ quien ella Señor, esta propuesta .

¿Contar saina la humilde pluma mial l.n Hilene ciudad circunvecina . ,

i Tanto, por dicha, bajaran el vuelo Hunde Glot " por mayor tesoro i.i

Los que un tiempo volaron por el elot i


Guarda i Crisalba en un castillo de oro.
Y entre el temer j osar, un nuevo aliento Es Crisalba bija del Beñor de Creta, ,

Divino " natural nació eu mi pluma lie tiei la heredera obedecida


su .

Para baeer, conforme i mi talento, Tierra a quien infeliz virtud seerela


Del grande libro una pequeña suma : En tristes llantos ti consumida ;

Este es de mi alta historia el fundamento; lie ad le la Alemana huyo discreta


Quien no quiera agraviar no presuma Con su Hiela , que es allll.l de ,|| vida;
|}ue yo, para mi adorno j elegancia .
v,
que en i.! I ieta es reina por empresa,
Cosa le añada ó quite de importancia. De \' aya es. antes de heredar, duquesa.
i.i sueño fué verdad j eslo sin duda , «Tiene en Milene corle, y real palacio
Ser este el no sabido lundamenio De su ancha mar en la espumosa raya
De que un plebeyo vulgo en lengua nula li le con grave pompa en largo espacio
T;iiiius groseros mas siembre al viento;¡ Lo mejor de sus golfos atalaya :

Pues para que en fecundo parto acuda Aquí desde el Ligurio al mar Carpacio
La madura preñez «ir un pensamiento. i.i,
I
y da su cristalina playa
1 1 .

Conviene que el urdiente seso :diimbre Para adorno y regalo de su corte


üe Tonda santa la divina lumbre. Cuanto la Libia encierra, y mira el norte.
Vi eu esto, de Bernardo el sueño apenas iV aquí de cinco reyes comarcanos
\ isi.i v sentidos le dejó ein.iiii.nlci'. . Pedidas fueron sus alegres ínulas:
Cuando unas voces de alboroto llenas, i rej de Licaonia, el de Rom inos
i

be quietos lus dejaron alterados ; I.I de Sicilia , el de Corinto y liódas ;

y, del coi riente arroyo eu las arenas Pero SU padre. COU temores \; 9

1 ii. doncella en pasos desmayados


i \ leudo en su daño las demandas ludas,

Caída vio, que llena de agonia . Con el acuerdo de su astuta abuela,


La urdiente linea de un león buia. Que ni el bien de la luíanla se desvela ,

Llegó el rojo animal sobre la fuente, campo de Milene quiere


>,l".n el real
o cebado en la limida doncella Alegres justas se hagan donde acuda ,

en Insufrible sed la siesta ardiente A conquistar mujer, quien la quisiere,


Del monte le bajase á beber della : Con lanza que bable j on la lengua muda; '

Dio el español un tallo diligente Y que sea la Duquesa de quien fuere


Con que il noi ai de encuentra le atropclla,
i Mis valerOSO, sin que quede en duda
Y de otro golpe con destreza ara i Si su padre le dio ó quito imprudente , ,

A un tiempo le destronca y desquijara. EspOSO mas o menos excelente.


No con mas lirio ni pecho mas gallardo, •Es nuestro rey Tifeo advenedizo
En lo ancho del Ñemeo bosque umbroso, A estas ardientes Islas de aquel suelo
De Alcumens solía el gran bastardo A quien el encubierto norte hizo
1 n león destrozar, rendir un oso; Guerra ordinaria de importuno hielo :

Ni el que puesto en los signos por resguarda,


, Amor le trajo a Creta : allí su hechizo
Bochornos llueve al mundo caluroso De patria olvidar le hizo el cielo,
ii

Con mas Valientes garras mide el cielo . Y el cetro de gran duque de Colonia
Que el que muerto envió Bernardo al suelo. Al de Acaya troco y de Macedonia.
Libre la dama ya del primer llanto Un bárbaro sajón su rico estado
Con que animaba su veloz buida . por fuerza de armas usurpo a GloriCia,
Los temores perdió, mas no el espanto Que, de tesoros rica, su hijo amado
De aquel valor que le amparó li vida ; Huyó de la tiránica avaricia ¡

Y \.i desahogado el pecho tanto. Y |inr volver al cetro despojado


Que aliento dio i la voz enflaquecida, Solo un yerno magnánimo codicia
« ¡Oh valiente mancebo! el cielo al modo Y á este iin son las üeslas , y á esta fama
De tu brazo te de la diebs en todo.» Su clarín un entero mundo llama.
Dijo; y al margen de la fresca lóente La codicia de joya tan preciosa
Con Olfa fué a sentarse, que agradada Llena le dio de principes la tierra ;

De SU gallardo talle, en el presente Oue por tal reino y tan gallarda esposa,
Sobresalto la vuelve reportada i Quién del suvo no sale y se destierra?

Y ella, i ,üh alegre beldad! dichosamente, Sunca ganaron mas bizarra diosa
Dijo, del mismo .Marte acompañada, Los gigantes que al cielo hicieron guerra,
Bien es tal hermosura y -rana dina Vunque ya con loria en las estrellas i ii

De ser dueño de joya latí divina A la luna" escogieran las mas. bellas.
21

,, », ;;,,, : , ,; »

2 DON BERNARDO DE VALBÜENA.


»Y sin tos reinos que heredando viene, Quedo el valiente, en la caída extraña,
I.e da Gloricia seis castillos de oro, Del golpe y armas ahogado y muerto ;

Que el mundo lodo en sil caudal no tiene Y la griega doncella en ver la hazaña, ,

Junio ni repartido igual tesoro ; La vista absorta y el cabello yerto :

Mas ya no hay cosa c|iie su gusto llene La aguda china dijo «A la gran saña, :

i odo temor después que un moro


es luto j Y al vivo fuego del amor despierto
Que en l'.elnlia naeio, con lirio orgulloso Para templarlos en su ardiente fragua,
Subió también i pretensión de esposo. Pues la razón no pudo, pueda el agua.
uEs de alma aeeda y desabrido trato, d Y bien que de la súbita presteza
De miembros y estatura de gigante, Dejarme ahora de admirar no puedo,
Del vaporoso encelado un retrato, Ni celebrar la diestra gentileza
En brutal pecho y ánimo arrogante. Que a una dio favor y á la otra miedo
la

Este, en bárbaro estruendo y aparato, de nombre de grandeza


[So sé si le
A las tiestas llegó en bajel triunfante Desla segunda hazaña á su denuedo;
Y mismo dia en orgulloso brio
el Porque es golpe inferior, y no empareja
En un cartel lijó este desafio : Que el que un león mató mate una oveja.
»
— Que un año justara lanza por lanía Rieron desto; y ya el leonés quería
Con cuantos presumieren estorballe A la ciudad partirse á ver la fiesta,
De la bella f.risalha la esperanza, ('.liando una tropa vieron que venia
De que ya goza de gozar su talle. , Con un jayán bajando por la cuesta :

Hoy hace un mes que con feroz pujanza Aguardaron por ver lo que seria ,

Su partido defiende, sin que halle Y viendo al que salió de la lloresla


Quien la segunda justa le mantenga Muerto en la fuente, el espantoso Orontc
^ al suelo, del primer chocar, no venga. De un doloroso grito asombró el monte.
Esto tiene asombrada á la Princesa
» Era Oronte del rey getulio Argante
La corte puesta en confusión y espanto ; Vasallo y de su guarda y el difunto ,

Que si el bárbaro sale con la empresa Querida prenda del feroz gigante,
Las tristes tiestas pararán en llanto: Y de su condición vivo trasunto
Ayer fué la primer jornada, y esa Dio en verle muerto un grito resonante,
Quedo por suya , y hoy será otro tanto Y miz alfanje y golpe todo junto
,

S lo mismo también será mañana; A la venganza echó ; que en rabia loco,


Que á un atrevido todo se le allana. Un mundo para hacerla fuera poco.
» Yo á una cercana fortaleza puesta Dio escudo el español, y hallando alzada
Sobre mar a prevenir venia
la , La visera al jayán, con tan buen tino
l'ara mayor adorno de la tiesta , Metió una punta, que sacó la espada
Ciertos bajeles que en su puerto halda; De los ojos la luz al mas vecino;
Y al pie de un árbol, por pasar la siesta, Y pasando al celebro la estocada.
Apenas me incliné, cuando salia Fuera de sí tras ella al suelo vino,
Del bosque este león y el monte abajo , Y los seis sobre el bravo león de España,
A conocer vuestro valor me trajo. » A quitarle la gloria de su hazaña.
Asi dijo Faustina y por la senda ; Cinco golpes á un tiempo larga pieza
rué el bosque para hallar la fuente tiene, Traspiés le hicieron dar por un ribazo,
Tu caballero vieron que de rienda Cuando otro le encontró con tal presteza,
Guiando un palafrén gallardo viene : One ambos del prado fueron al regazo:
Llego; y viendo al leonés que, sin contienda. Cavó sobre el jayán, cuya braveza
Al fresco con las damas se entretiene, Asi en ansia mortal y estrecho abrazo
A sazón, dijo, vengo en que fortuna
ci Le tuvo, que pudieran, sin soltalle ,

liara de dos beldades mia la una. (iprendelie los suyos ó matalle.


»Y'o traigo palafrén tú no le tienes , Mis mientras que el más diestro se detiene
Que aun a ti no te veo con caballo Ka dejar el caballo con su daga ,

Si ya no eres tan bravo, que ahora vienes El lazo rompe que a su brazo tiene.
A las tiestas de Acaya á procurado. » Que nuevas pruebas de quien es no haga ;

«A la voz, respondió, de tus desdenes, Y al uno de los seis que sobre él viene
¿Qué podré yo hacer sino otorgallo? » Por mas lijero le libro la paga
Cuando la oirá doncella con gran brío En un revés con que en el suelo lacio
,

A voces dijo « lil palafrén es niio.


: En un pié le dejó porque ande á espacio.
o Yo, señora, le hallé en esta floresta, Y entre los otros cinco se revuelve
V simm' vuestro ahora sin porfía : Con tal desenvoltura v tal desvio.
Aquí en paz le tenéis si estáis dispuesta Que a esle amaga, á aquel da y al otro vuelve .

De mi gusto á seguir la compañía, i


Y al mas brioso le refrena el brio ;

« A bien poco trabajo esta compuesta Al uno entrañas le devuelve


las
Bernardo dijo, la pasión que ardia : De un golpe , y
de otro al otro deja frió :

Vos, señora, mirad si os esta á cuento I n caballero entre los seis venía
La gran persona y noble ofrecimiento ; Que en ninguna deidad ni ley creia ;
«Que yo á pié ¿cómo puedo defenderos una judía y de un pagano,
Mijo de
De un orgulloso pecho asi valiente, Nacido en lo mejor de Palestina,
Que reforzado en el placer de veros, Que fué un tiempo rabí y otro cristiano , ,

Será a un entero campo suficiente? » Gentil V de la secta sarracina,


Riéronse las dos; y el de los fieros, Maniqueo, talmudista y arriano,
\ leudóse desdeñar del de la fuente. > aluna a ninguna religión se inclina.
Poniendo con furor mano á su espada, Creyendo que es para cuidar del suelo
Le envió por respuesta una esto ada. Miembro distante y apartado el cielo.
Reparóla Bernardo en el escudo, Este con tal coraje y desatino
Dando paso a la luna del caballo. Al valiente guerrero perseguía,
Que lo anojó sobre él con cuanta pudo, Que en el herir y entrar, al torbellino
l'ara de aquel encuentro atropellallo; De sus confusas leves parecía ;

Has asiendo las riendas por el nudo,


, Masía que al vuelo de un ivm'S le vino
A las amas sallo \ al despeñado , A la ("-paila al leonés, con (file le envía
De la grabada silla, en lo profundo A averiguar despacio en el infierno
Del lago de cristal lo escondió al mundo. Qué secta gasta alia mas fuego eterno
. ; . ... . . . . ; , , . ;

i i ! i IWAftDO, LIBRO XVII. ir.


Murió y de lot guerreros y el ¡.'ipmu :
do 1
1 desnuda espida
A pocos golpes un quedaron vivos Vuelve buscando d enemigo.
Sino un cegi i, que le boi ló del inte, Que cabe él la suya levantada 1
.

M qoe el acero pasos tn. ¡llvos


i
.
• Pr to iiii". quiero como an .

\ al qoe ana pierna el golpe penetrante 'l 11 conoi 11 bi e


ida
Di' la espada le echó de lo- esti ¡bos : 1 1
no te ii ibi 11 .

Qoe, apremiado, ontó ..i valii ni i


rej de Fez, pon
Vi inte , ibre,
De irali Ion del biso Argajile el modo.
i.i
Sabrás, -1 no I" sabes, que •- mi 1 bre. •
La ruerza de la mar que la d sella Bl til no, un el rey, dijo el del luto;
Di- la Princesa i prevenir venia
Que el vi rdadero rej tu le matante
Hecho el jayán aleve dueño della,
traidora
\ 1 íe pecho disoluta.
A dar aviso :il folso rej volvía ¡ De bu heredera
j

el reino despojaste;
Que por robar la duques bella ;i >
\ pues mi espada el pretendido fruto
s<-¡- mi! corvos allanji - de urqala i
De bu venida halló, i" dicho baste;
Dentro sembró i traición * i dar el corte .
Que de los dos al ano por concierte
En el robo infeiii volvía :> la corte. Sobre esta causa herede el campo muerto.»
A Faustina asombro la ti ¡ate -r >r¡:i i>
lomó lo pides 1 le respondió Ai gante .

Del que mu acab •! te ai iba * ere; i.i


Y haciendo un tiempo golpe las esp ¡I 1

' i hacer con tiempo la Iraic loria "ii solo aquel m i istante 1
1

Partir con alas, si las halla, quiere ; Su- personas dejaron aprobadas
^ el dueño singular de la victoria
;

Y el del luí" --ii yelmo resonante 1

Que el grave riesgo de la Infanta infiere, De estrellas ( ió las bóvedas sembradas


Se uiil.i piensa \ con su int icto brazo .
\ asimismo con ellas y mi cielo .

De oscura traición romper el lato.


la I grandes riesgos dé ven
11 ni Mielo. 1

Vuelan los tres las dos pequeñas millas de


11 / sobre el caballo
til 1
1

1
e de real ciudad nació la rúente
i.i
.
Por fué un rato sin sentido
1.1 plaz 1
.

1 en i.i
i
laza, entre ivas maravillas, ^ aunque pudo el del lulo degollado,
Al rej Argante an \ i -u Quiso, mas que valiente comedido, .

^ que sus lanzas sin poder Barrillas,


;> .
Que vuelva sobre -1 por n atallo ,

Las di mas se le dan calladamente Co él ami señor mató dormido :

Cuando la plaza por


.1 la 1 alie opuesta \nl\ lo en sn acuerdo, y vio del yelmo 1

1 n 1 ¡an dlero entró i entar la Desta, Por el suelo sembrado su tesoro :

« abierto de enlutada sobrevista, Y del tranzado arnés la rubia malla


1 caballo
l
también negro, enlutado,
.
Que prado argenta; el
sn contrario fuerte, 1
Blanca en la irruir una pequeña lista Que mi eslimando el Gn de la batalla .

De ambas las manos j de un pié calzado, Le aguarda sin temor, vio el de la tnuei te .

De hermoso talle j de gallara vista 1


.
Que aun en los pechos bárbaros se halla .

Lozano huello, altivo desenfado, ^ él . que la Buya Irreparable advierte,


Hacia Argante se rué q yendo estaba .
1
sí es forzoso morir, muera conmigo
Diferentes las nuevas que esperaba. I' " . -i pesar del cirio, iii'iin-o. »
Pidióle justa ¡ él con el disgusto . .
Y llegando al que intrépido le espera,
De 1.1 contraria desabrida nueva,
Sol un golpe y olio \ otro envía I
.

Furioso respondió: De mejor gusto Tal que un medroso ciego el son tuviera
,

La batalla baria i toda prueb Por de una sonorosa herrería :

\ sea replicó el \ :>! >r robusto,


i
.
La duquesa de Acava que ya culera .

Antes cortés j ana dorada greva :


La encubierta traición del lic\ -alna
Por gaje le arrojó, 5 para encontrallo, De -'i doncella, y el valor bastante
Como con alas revolvió el caballo. Del que el Icón mató] rindió al gigante ;

Sn ndióse la plaza estuvo queflo


pi .
Pagada de la fama \ gentileza
El viento, y en lo* pechos mas briosos, Del que mirando la batalla estaba,
(t sea de sobresalto
ó sea de miedo, Y de ver deseosa la lir:i\cz:i
Darse latidos vieron presurosos Que mi doncella de alabar no acaba
Y partiendo ambos en igual denuedo, l n aballo que el iento en lijereza
1 1

Al chocar los encuentros poderosos La suya le prestó, 3 le azota y lava


Sembró becbas astillas por el aire . .
Has penachos de perlas en la frente,
Ambas lanzas la furia y ,-i donaire. Que el allia cuaja sobre el mar de oriente ;

Como dos huecas nubes retocadas Tascando nieve el espumante lleno.


De azul retinto y lóbregos asientos, De lina plata y clavos de oro herrado,
si de contrarios humos amasadas Hayo fa vista \ :il oído trueno,
;i .

Las impelen también contrarios vientos, En el curso Velo/ y :il ro|iell.nlo ;

Del cierzo y austro ardiente arrebatadas, Del fuego que las manos siembran lleno
Al encontrarse dejan sus i iolentos El precioso aderezo <ie brocado
Vapores, de los rayos] los inicuos, Con sobrevista 01 lada de cupidos
Las vistas ciegas y los aires lli En llamas d 'o j de ruin- ceñidos;
Asi del uno y otro caballero Y una lanza también grabada de oro
En liis firmes encuentros
resurtía Le envió con la doncella j á rogalle ,

El once on del relevado acero, Rompa en servicio suyo aquel te-oro


Que el aire de relámpagos cubría : Con el de mayor brio j mejor talle ;

Kl de la negro en arme j en iijoro. .


Y s¡ de la otra se e¡ capai • el moro,
l'n morcillo centauro parecía
Nadie de aquella ya da escapadle,
1

Que, sin que nada baste í perlurballo, Ni -n traición le ayude, ni le valga


ISacido va inmudable en su caballo. Maboma, aunqu i
i ello del infierno salga.
Y aunque Argante también guardó la silla.

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