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No es posible enseñar la Filosofía ; sólo es posible Filosofar. Nuestro desafío fundamental son las
experiencias de los estudiantes sobre las bases de sus reflexiones para construir los conocimientos y
la verdad.
En este sentido, debemos enfrentarnos al primer problema que nos presenta nuestra realidad como
seres pensantes:
¿Cómo conocemos? ¿Por qué conocemos? ¿Para qué nos sirve conocer?
En relación con este punto, July Bernard de Chaneton (1990) afirma que se pueden distinguir las
diferencias que existen entre estas dos actitudes :
Nuestra capacidad de conocer nos hace tomar contacto con a realidad del mundo y de la vida.
Cuando problematizo la relación : Yo-Mundo; Yo-Tú, estoy dando lugar al problema del
“Conocimiento”.
Por tanto :
Conocer es la relación entre un sujeto que conoce (yo) y un objeto conocido (mundo-tú)
La convicción firme y espontánea de que la actividad del conocimiento nos pone en contacto con
las cosas, guía nuestras acciones en la vida cotidiana, como también en el proceder mismo del
conocimiento científico y en el campo de la investigación.
El hombre culto, por lo tanto, no debe conformarse sólo con el conocimiento común. El saber más
profundo le ofrece la oportunidad de llegar a las causas de las cosas y de cuestionarse la realidad
que se le presenta a través de la experiencia.
El conocimiento es una experiencia permanente de mi “Razón” en contacto con el mundo, como así
mismo un proceso interno de mi Inteligencia, que me permite organizar, jerarquizar y ordenar mis
pensamientos, dándole al conocimiento el “Valor que tiene para mi vida”.
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Leamos con atención el siguiente texto sobre el Sentido de la Verdad que nos permitirá reflexionar
sobre la validez del Conocimiento.
Aclaremos ante todo qué es lo que se entiende por verdad. Decimos por ejemplo, “Este es un
verdadero amigo”, “Fulano dice la verdad”, “Es verdad que la tierra gira alrededor del sol”.
En el primer caso, queremos dar a entender que aquel amigo realiza la idea de lo que creemos debe
ser un amigo. La segunda frase significa que las palabras de una persona a quién se aplica
concuerdan con su pensamiento. En el tercer caso, manifestamos que nuestra afirmación acerca del
movimiento de traslación de la tierra está de acuerdo con la realidad, porque nuestro planeta gira en
torno al sol.
Este último sentido del término “verdad” es el que aquí nos interesa. La “verdad” así entendida,
denominada verdad del conocimiento y de la cosa conocida. Tal conformidad debe entenderse en
el sentido de que el entendimiento expresa conceptualmente lo que realmente “Es” así. No se
requiere, para que haya conformidad, que el conocimiento refleje toda la complejidad de lo real que
existe en el objeto hasta que se dé el aspecto esencial de la cosa considerada por la mente. Así , por
ejemplo, para que el juicio “El agua del mar es salada” sea verdadero, es decir, conforme con la
realidad, basta que el agua del mar posea la nota de “salada”, aunque yo desconozca otros aspectos
de ellas; temperatura, densidad, color, etc.
Los filósofos se preguntan en qué actividad de la mente reside la verdad lógica. Recordemos que las
actividades del entendimiento son: concebir, juzgar y razonar. Pues bien, ¿en cuál de ellas se da la
verdad? Evidentemente en el juicio; sólo éste contiene una atribución, aplicación o referencia del
conocimiento o la cosa. Si digo “El oro es amarillo”, refiero, el “Oro” y lo “Amarillo” a un objeto
real que es “oro” y “amarillo”.
Señalemos, por último, que siendo un juicio la verdadera expresión de lo que la cosa realmente es,
dicho juicio no puede ser verdadero para un sujeto y falso para otro. La proposición “La tierra gira
alrededor del sol” expresa algo que a la tierra realmente le ocurre; por lo tanto, será verdadero para
cualquier entendimiento que la comprenda. De aquí que la verdad sea universalmente válida y que
no haya verdad alguna, relativa, es decir, con sentido distinto según la diversidad de sujetos.
Puede ocurrir que el conocimiento no esté conforme con la cosa conocida. Dicho conocimiento
recibe entonces el calificativo de falso.
Por ejemplo, un juicio “todo triángulo posee cuatro lados” es falso; en él no hay verdad sino
falsedad.
Cuando el entendimiento fórmula un juicio falso, está en un error. Quien cae en él, afirma lo falso
como verdadero por desconocer su falsedad.
El error es un gran mal de nuestro entendimiento que tiene múltiples raíces, siendo las principales la
infracción de las leyes reguladoras de la rectitud del pensamiento, la limitación de nuestra
inteligencia y la influencia perturbadora, a veces, de la voluntad y del sentimiento.
Ejercitación :
1. Descubre tres razones, a lo menos, que prueben que el conocimiento nos lleva a la verdad :
a) .............................................................................................................................
b) .............................................................................................................................
c) .............................................................................................................................
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b) ¿En qué momento la convicción espontánea se trasforma en un valor para el conocimiento?
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c) ¿En qué situación el conocimiento está conforme con la cosa conocida, evitando la
falsedad?
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a) Todas las noticias de la T.V. nos dan un conocimiento válido de lo que ocurre.
Sí - No ¿Por qué?
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CERTEZA Y EVIDENCIA
Conversemos sobre la “Certeza”. ¿Qué significa que un juicio sea cierto y evidente? Leamos con
atención el siguiente párrafo del profesor Dr. José María Vélez.
Texto 2:
Certeza : “El fuego quema” : He aquí un juicio al cual califico de cierto. ¿Qué significa esto?
Advierto ante todo que se trata de un juicio verdadero, cuya verdad o conformidad con el objeto
queda garantizado por la claridad o evidencia con que dicho objeto se me aparece (o sea, por las
razones probatorias de que el fuego tiene dicho poder). Reparo luego que, debido a la clara
percepción de esta verdad, mi mente asiente a ella con firmeza, es decir, sin dudar. Este
asentimiento muestra, pues, dos propiedades: Ser firmes y estar fundados en la evidencia; ambos,
unidos constituyen la certeza del juicio. Tenemos ya con ellos los elementos que deben integrar la
definición de certeza, la cual puede formularse considerándola, bien en abstracto, como cualidad del
juicio, bien en concreto, encarnada por decirlo así, en el juicio cierto. Para su mayor sencillez, la
definiremos en esta segunda forma, caracterizándola como un asentimiento firme, fundado en la
evidencia. Aunque normalmente a la certeza se acompaña un estado sentimental de sosiego, este
estado no integra la esencia de la certeza, pudiendo darse simultáneamente la existencia de un
sentimiento de inquietud.
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Consideremos ahora la certeza desde el punto de vista de su fundamentación. Sean, por ejemplo,
las proposiciones :
“El todo es mayor que la parte”. “Este trozo de madera, echado al fuego, se quemará”. “Fulano,
hombre de probada rectitud moral y mentalmente sano, no envenenará a nadie”. En las tres
proposiciones hay evidencia del objeto, pero estas evidencias no son de la misma clase. La primera
se apoya en el principio de no contradicción (evidencia metafísica); la segunda tiene su fundamento
en el principio de la uniformidad y constancia de las leyes naturales (evidencia física); la tercera
descansa en el modo normal de proceder de los seres inteligentes y libres. Salta a la vista que la
imposibilidad de lo opuesto no es del mismo grado en los tres casos. Absoluta en el primero, en el
segundo está supeditada al curso regular de la naturaleza, que puede ser suspendido
excepcionalmente por la causa primera, y depende en el tercero del obrar ordinario de las causas
libres, susceptibles de alteración, como alguna vez ocurre. De acuerdo con la naturaleza de su
diverso fundamento lógico, la certeza de las tres proposiciones será “Metafísica”, “Física” y
“Moral”, respectivamente. Ahora bien, como la posible evidencia de un objeto puede inscribirse en
uno de estos tres grupos, su certeza pertenecerá igualmente a una de las tres clases mencionadas.
Notemos también que no cabe una auténtica certeza sin conocimiento explícito de las razones que la
sostiene. Esta es la denominada “Certeza Natural” o “Espontánea”, fundamentada lógicamente en
razones suficientísimas, pero implícitas. Nadie duda, por ejemplo, de la existencia de un mundo
exterior a nosotros; pocos serán, no obstante, quienes sepan justificar su convicción. Cuando las
razones se ponen al descubierto, la certeza se hace científica.
Ejercitación :
El profesor organizará al curso en pequeños grupos de discusión. Cada grupo obtendrá sus propias
conclusiones y se cerrará con un foro final, respondiendo a las siguientes interrogantes :
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c) ¿Cómo puedo aplicar “La Certeza” ante la evidencia con que se me entregan los
conocimientos en el colegio ; en el hogar; en la T.V.?
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El origen del conocimiento emerge como de su fuente primaria, en la razón humana. Es el hombre
–como ser racional- el que conoce, toma relación y contacto consigo mismo, con el mundo y con
Dios.
El proceso del conocimiento no es fácil de explicar, en primer lugar porque es muy complejo.
Existen muchos criterios frente a la relación Sujeto (que conoce) y Objeto (conocido).
El notable filósofo chileno, hoy fallecido, Jorge Millas, profesor de la Universidad de Chile y de la
Universidad Austral, nos ilustra acerca de esta problemática del conocimiento. Aunque de difícil
lectura a primera vista trataremos de entender el siguiente texto” :
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Texto 3 :
“...Pero no llevemos la cuestión más adelante, lo que en verdad nos importa ahora se halla a la
vista : el problema del conocimiento fue en la antigüedad el tema de interés específico. Algo
similar pueda observarse respecto a la Filosofía de la Edad Media.
El tema no era a la sazón nuevo. Lo había planteado ya Aristóteles al rechazar la teoría Platónica de
las ideas e identificar la realidad con los entes individuales”.
b) Problemas de la fuente del conocimiento (¿Qué papel desempeña la razón y los sentidos en la
formación del conocimiento?).
d) Problemas de las formas del conocimiento 8¿Cuáles son los modos y grados del conocimiento?)
e) Problemas de la verdad (¿En qué consiste la verdad del conocimiento y cuáles son los criterios
para determinarlos?).
En síntesis, el problema del conocimiento ha sido una preocupación desde los comienzos de la
Filosofía hasta el día de hoy, donde la complicación de la vida cotidiana ha llevado al hombre a
recoger mucha información sin procesarla y sin saber el fin último de su conocimiento.
De allí entonces las diversas posiciones : ante el origen y trascendencia; el problema de la verdad y
las posibilidades del conocimiento.
CUADRO EXPLICATIVO :
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Idealismo : El pensamiento tiene prioridad sobre
Trascendencia del cualquier realidad. La mente conoce
Conocimiento: sólo lo que ella produce : “Inmanencia”
Esencia del cono-
miento humano Realismo : Los objetos existen por sí mismos,
fuera de mi mente. “Trascendencia”.
Como vemos, el conocimiento representa el encuentro con las cosas del mundo, con el sí mismo y
con el absoluto.
Frente a las distintas posiciones teóricas, nosotros nos preguntamos : ¿Cómo se da todo en mi vida
diaria? ¿He tomado conciencia de mi propia manera de ser? ¿Proceso toda la información que
reciben mis sentidos o dicha información o dicha información es sólo una ilusión de mi experiencia
sensorial? Así, nos podemos hacer múltiples preguntas, pero lo importante es que nos
identifiquemos con algunas de estas posiciones teóricas y asumamos aquéllas que nos den una
mejor satisfacción y logremos un equilibrio interior.
Lo que no podemos desconocer son los diversos ámbitos que alcanza mi conocimiento y desarrollar
aquellas habilidades mentales que me permitan un encuentro más certero con la verdad.
Mi vida interior está ahí –no la puedo desconocer- soy capaz de “darme cuenta” que pienso, que
existe algo dentro de mí que me permite decir : “Yo soy Juan o Pedro Antonio, María Elisa, Paola
Andrea, Susana del Carmen ... etc. O bien , “este es mi pan de cada día”. Reconozco “mi casa” y
puedo decir esta “es mi mujer”, estos son “mis hijos”. Puedo decir que “Dios es mi Padre”, creo en
la “Verdad Absoluta”, que trasciende mi entendimiento, pero al mismo tiempo, llego a ella ya que
soy capaz de pensarla.
En síntesis. El que conoce “Soy yo”, reconozco mi realidad interna (inmanencia), pero al mismo
tiempo debo darme cuenta de que existen cosas fuera de mí, en la experiencia de la vida cotidiana,
en la sociedad y en el cosmos, que yo puedo alcanzar a través de la capacidad de conocer. Soy
capaz de percibir un orden universal, una jerarquía de situaciones que dan sentido al Mundo y a mi
propia existencia.
En relación al origen del conocimiento, podemos mostrar el camino del intelectualismo, producto
de la Filosofía Aristotélico Tomista, en que tanto el pensamiento como la experiencia contribuyen a
formar el conocimiento humano.
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Texto 4 : “El Hombre conoce en cuanto es persona”.
a) Por ser Persona : En primer lugar, el hombre puede “Educarse y ser Educado”, porque es
persona. Hemos visto que la persona en su última esencia es “In-sistencia”, un centro interior
que está en –y actúa desde sí-. Ahora bien, la Educación propiamente tal sólo puede cumplirse
en un sujeto que sea persona, que sea “in-sistencia” que desde su “Ser- en sí” pueda ir hasta su
propio ideal.
En efecto, Educación , según hemos visto, es el desarrollo de las potencialidades del hombre,
intencionalmente dirigido a alcanzar lo mejor posible el ideal de perfección propia del ser humano.
Este proceso puede sólo realizarlo la persona, por cuanto ésta es un centro interior o “insistencia”
que puede realizar actividades “intencionalmente”, es decir, dándose cuenta y pretendiendo alcanzar
ese ideal. En esto se diferencia el hombre del simple animal: éste puede también desarrollar sus
cualidades y perfeccionarse como tal, pero lo hace “sin intención”, es decir, sin darse cuenta de lo
que hace y por qué lo hace. En el animal puede hablarse de “Entrenamiento”, de “Adiestramiento”,
de “Domesticación” pero no de “Educación”. Falta en el animal la “Intencionalidad”, el darse
cuenta por sí mismo del proceso y de su objetivo y asumirlo desde sí. El animal se desarrolla por el
puro instinto o adiestramiento.
El hombre, en cambio, por ser persona, actúa “desde un centro interior” y por ello lo hace con
conciencia y libertad, esto es , dándose cuenta y asumiendo desde sí el desarrollo o proceso de la
Educación, con sus objetivos y consecuencias. Aún en el niño aparecen muy pronto las señales de
sus preferencias o rechazos “intencionados”, es decir, más o menos vagamente de lo que pretende.
Se va percatando, a los pocos años, desde el período del “Jardín Infantil”, de que tiene que
“Educarse”, que debe auto-dirigirse y “asumir”, aceptar o asimilar desde sí las etapas apropiadas
para su desarrollo. A medida que usa de la razón, se manifiesta esta actitud del niño, que en esencia
es ser humano y se toma más explícita y autoconsciente. En consecuencia, el aspecto propio de la
“intencionalidad” cobra más relieve y pesa en sus decisiones.
El niño “se da cuenta” de aquello que sus padres o maestros le enseñan como conveniente para él
mismo y desde sí, “Intencionalmente”, lo va asumiendo. De aquí lo que es propio de la Educación :
un proceso o desarrollo del hombre intencionalmente dirigido a perfeccionarse en su ser hombre lo
más posible. Eso sólo el hombre lo puede cumplir por ser persona.
b) Persona Imperfecta : Pero la experiencia nos muestra, en todo momento, que el hombre es
una persona “Imperfecta”. Ya hemos visto que el hombre es persona e “In-sistencia”, pero
“Contingente”.
Ello implica que es limitada, precaria, con evidentes perfecciones. Imperfecta significa que no está
totalmente hecha o acabada y, en consecuencia, que le queda mucho por hacer. El hombre tiene
conciencia de posibilidades no cumplidas en cualquier etapa de su vida. El hombre perfecto o ideal
no existe ni puede existir. Por muy sabio o prudente, o sano que uno sea, siempre es contingente,
limitado en relación con un grado mayor de sabiduría, prudencia o salud. La experiencia así lo
muestra, aun en el edad madura y aun tratándose de los grandes hombres, sabios, santos y
conductores de la humanidad.
Es natural que, sí todo hombre necesita Educación por ser persona “Imperfecta”, el niño y el joven
reclaman de manera especial, porque son “Personas doblemente imperfectas”; por ser hombre, por
ser niño o joven a éstos le faltan las experiencias y los conocimientos de los adultos que se han ido
adquiriendo con el correr de los años. Tienen, por ello, la “conciencia de sí y del Mundo” menos
desarrollada.
Tienen un conocimiento todavía muy impreciso de sí y del mundo y por eso resulta más difícil de
comprenderse a sí mismo para dirigirse por sí mismo en el mundo, entre las personas y las cosas.
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c) Persona Perfectible : Pero, como la misma experiencia humana nos enseña, tanto el niño
como el adulto son capaces de evolución, desarrollo o perfección en todos los aspectos de su
ser. Por tanto, el hombre es una persona imperfecta, pero perfectible. Por ser contingente es
limitada, imperfecta; por ser persona tiene conciencia de su imperfección, aspira a ulteriores y
superiores perfecciones de su propio ser y tiene capacidad para realizarla.
Actividades :
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PROPOSICIONES CORRIENTES
Es innegable que el fin del conocimiento es el encuentro con la verdad. Y, entonces surge la
pregunta : ¿Qué es la verdad? La respuesta es en sí ya difícil. Existen muchos criterios para
definirla, desde la filosofía a la Teología, Sicología y otras disciplinas que nos hablan del hombre,
hasta la opinión del hombre mismo que se enfrenta día a día a su vida cotidiana.
Todos queremos llegar a la verdad y para ello el conocimiento se nos presenta como el “Camino
Humano”, único e irreductible que nos posibilita este encuentro, que dará satisfacción al
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entendimiento y la voluntad, produciendo como consecuencia un equilibrio y una tranquilidad
interior que nos permitirá un acercamiento a la estabilidad Sicológica y Espiritual, para poder
“Vivir Mejor”.
Reflexionemos nuevamente acerca de la verdad, siguiendo el pensamiento del profesor Jorge García
Venturini, en el texto que se presenta a continuación :
Texto 5 :
Varias pueden ser las actitudes que adopte el espíritu según la calidad de los conocimientos
obtenidos. Así tenemos :
La certeza es eminentemente subjetiva, es el estado de ánimo del sujeto ante lo que para él
aparece como evidente. Es frecuente que el ignorante esté totalmente seguro de poseer la
verdad; sus criterios estimativos de la evidencia son rudimentarios y, por lo tanto, juzga
evidente lo que no lo es para otra persona más informada. Pero esta subjetividad no se da sólo
en las personas ignorantes, también se da en aquellas personas sabias.
Un sabio puede tener la certeza sobre ciertas cosas -de acuerdo a su criterio de verdad-, y al
mismo tiempo otro sabio puede hallarse frente a la misma cosa y puede tener una opinión o un
juicio contradictorio del anterior, y tener igual certeza. Ambos juzgan estar en lo “cierto” y
decir, sin embargo, lo contrario.
Debido a esta situación ineludible, se suele distinguir entre certeza “Subjetiva” y certeza
“Objetiva”, pero esta distinción no resulta aplicable.
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de la “Pseudoevidencia”, respecto de un juicio falso, pero quien enuncia un juicio falso –
entiéndase mentalmente, lógicamente, no de labios afuera- siempre lo valora como verdadero.
Ya en el mito y en la religión vemos cómo el verdadero origen del hombre aparece entrelazado con
la maravilla del conocimiento. Este prodigio se alza en los umbrales de toda historia humana. Nos
anuncia, sin duda, la naturaleza del hombre y su semejanza a Dios ; pero, a la luz de él , el hombre
mismo percibe del modo más profundo y más doloroso el carácter limitado de su naturaleza. El
conocimiento asegura al hombre su origen divino; pero hace que también se vea separado y como
repudiado de la causa primigenia de las cosas. El hombre es empujado por el conocimiento al largo
y angustioso camino de la búsqueda y la indagación, sin que al final de este calvario le aguarde una
redención definitiva. El primer atisbo de conciencia de que existen un conocimiento y una verdad
es, al mismo tiempo, como una barrera que separa al hombre de la posesión de esta verdad absoluta.
Los griegos son los primeros que oponen a este pesimismo religioso, de un modo claro y rotundo,
otra concepción fundamental. Esta nueva concepción se basa en la decisiva afirmación que de sí
mismo hace el saber humano, que ahora no se presenta ya como algo separado de la causa
primigenia de las cosas y, por decirlo así, como un desperdicio de ella, sino como la única fuerza
que permite al hombre penetrar en esa causa última, aferrarse y unirse a ella de un modo perdurable.
La senda que conduce a esta unión la muestra la Filosofía Griega.; Cuanto más ahonda la razón en
su propia esencia y se va dando cuenta de su verdadero valor, más va penetrando también en la
naturaleza de las cosas. No existe, en efecto, ningún valladar que separe la verdad de la realidad, el
pensamiento del ser.
Actividades :
Trabajo individual :
2. En muchas ocasiones, dentro del diario vivir, has creído tener plena certeza de algo y, sin
embargo, estabas en un error. Piensa y responde a las siguientes cuestiones :
a) ¿Por qué crees tú que sucede este fenómeno?
b) ¿Es frecuente que suceda esta situación?
c) ¿Cuál es la actitud adecuada frente al descubrimiento del error?
d) ¿Qué diferencia existe entre error y falsedad? Explícalo a través de un ejemplo.
3. Lee con atención el texto de Cassirer y trata de contestar a la siguiente pregunta, que da título a
este tema :
¿Por qué el fin del conocimiento es la verdad?
Es importante que nos detengamos a pensar que el conocimiento, iluminado por la luz de la “Fe”,
nos lleva a la experiencia de la verdad trascendente, que supera y apoya la lógica de la sicología de
las cosas. A continuación nos detendremos en dos textos, que espero los lean con gran respeto y los
comenten con sus compañeras.
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Los hombres siempre se han preguntado por la naturaleza de la verdad. Es ésta una cuestión
inesquivable que atraviesa la historia de la Filosofía :
- Tanto Platón como Aristóteles estudian el tema de la verdad en relación con el “logos” o el
juicio emitido sobre la realidad de las cosas. La verdad es la relación de los conceptos unidos
en el juicio con la realidad. El platonismo considera a Dios como la verdad, por encima de las
ideas, que son pensamientos ejemplares de Dios...
- En la época patrística y escolástica, Clemente de Alejandría llama a Dios “canon para la verdad
del ente”. Para Agustín, el Hijo de Dios es la verdad, puesto qu, como palabra, revela al Padre.
para él la verdad no es elaborada por la razón humana, sino que, al ser eterna e invariable, es
hallada por la razón, iluminada por Dios.
- En Tomás de Aquino la verdad significa, por un lado, la apertura originaria del ser (ser=
verdadero) y, por otro, la verdad del juicio (verdad como adecuación entre el entendimiento y la
cosa). Dios es la verdad originaria y la base de toda verdad.
- En la época contemporánea, E. Kant considera la verdad como “coincidencia con las leyes del
conocimiento”. Se abre un nuevo camino al idealismo que culmina en Hegel. Para él lo
verdadero es el todo, el concepto absoluto, la idea absoluta.
- Los hombres se preguntan cómo acceder a la verdad, a pesar de sus prejuicios o sus falsas
percepciones. Se preguntan cuáles son los obstáculos para llegar a la verdad, las pasiones, la
falta de claridad, la manipulación.
- Pero los hombres se preguntan también cómo ofrecer su testimonio de la verdad, sin caer por
una parte en el fanatismo o en la intolerancia y sin ceder, por otro lado, al fácil irenismo de
quien relativiza toda verdad, por no amarla realmente.
Y sobre todo, se preguntan cómo vivir de acuerdo con la verdad, sin altanerías y sin hipocresías,
sin miedo y sin componendas (José Román Flecha).
C. el texto final nos lleva a una meditación que nos alcanza en la profundidad de la trascendencia
humana, en su afán de Verdad y Encuentro con lo Absoluto, desde la realidad de la vida
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cotidiana. La constitución Gaudium et Spes, documento del Concilio Vaticano II, nos propone
lo siguiente :
Texto 8 :
Tiene razón el hombre, participante de la luz de la inteligencia divina, cuando afirma que por virtud
de su inteligencia es superior al universo material. Con el ejercicio infatigable de su ingenio a lo
largo de los siglos, la humanidad ha realizado grandes avances en las ciencias positivas, en el
campo de la técnica y en la esfera de las artes liberales. Pero en nuestra época ha obtenido éxitos
extraordinarios en la investigación y en el dominio del mundo material. Siempre, sin embargo, ha
buscado y ha encontrado una verdad más profunda. La inteligencia no se ciñe solamente a los
fenómenos. Tiene capacidad para alcanzar la realidad inteligible con verdadera certeza, aunque a
consecuencia del pecado esté parcialmente oscurecida y debilitada.
Con el don del espíritu Santo, el hombre llega por la fe a contemplar y saborear el misterio del paln
divino.
Reflexión Final :
Después de leer los textos anteriores, nos hemos aproximado a la relación entre el Conocimiento y
la Verdad y hemos tomado conciencia de su íntimo acercamiento. La proposición inicial : “El fin
del conocimiento es la verdad”, nos permite una opción fundamental que concluye en “la libertad
interior del hombre”, culminación de todo desarrollo humano y corte radical con la mentira, la
ambición y el egoísmo.
En síntesis :
El sí mismo
Conocimiento : Los otros
Relación de mi El mundo
Conciencia con : Dios
Ejercicios :
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1. Explica con tus propias palabras el sentido y naturaleza de la verdad en las distintas épocas de
la Historia :
a) .....................................................................................................................
b) .....................................................................................................................
c) .....................................................................................................................
d) .....................................................................................................................
2. Reflexiona sobre el párrafo “La responsabilidad ante la Verdad”. Anota 2 ó 3 ideas claves, con
tu comentario personal.
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
Difíciles cuestionamientos para unas respuestas aun más difíciles. Da la sensación que la gente no
está comprometida con el conocimiento y con la verdad, les da lo mismo. Pero, ¿es así realmente?,
¿habrá barreras u obstáculos que impidan este encuentro?
Dados los acontecimientos de estos últimos años en el país y en el resto del mundo, precedidos de
fuertes y traumatizantes experiencias, han alejado al hombre de sí mismo. La Filosofía de hoy
debe promover la reflexión, que permita remodelar la estructura interior y la recuperación de una
economía espiritual y valórica, que permita un encuentro con el Conocimiento y con la Verdad que
salve al hombre de hoy.
“El tema de la paz comienza a concitar la preocupación de nuestra enseñanza a poco de culminar la
Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, de justicia es reconocer que como tema nunca fue
demasiado relevante ni para los alumnos ni para los profesores, ni para la opinión pública.
Planteado como contrapartida del tema de la guerra, el tema de la paz no resultaba motivante ni
sugestivo para un pueblo que, como el nuestro, imaginaba vivir en paz y amar la paz. De por sí el
tema no aludía a algo que nuestra existencia reclamara ..., la guerra era una calamidad demasiado
lejana, demasiado extraña a nuestras formas de vida como para gastar tiempo en prevenciones .
nuestra ligazón con la paz fue, de esta manera, meramente intelectual, nunca existencial.
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Hoy, la situación ha experimentado un extraño giro. La paz constituye un motivo de permanente
preocupación para todos los sectores de la vida nacional.. nuestro país ha cerrado una etapa de su
historia, sin lograr superar las tensiones y resentimientos que el pasado imprimía en su alma.
Tratamos de reconstruir las bases democráticas de la vida social, pero lo hacemos con el lastre de
las pasiones contenidas, de los oídos latentes, de las oposiciones y conflictos surgidos en un
período que implicó beneficios y satisfacciones para algunos y crueles sufrimientos para una gran
mayoría.
Los anhelos de reconciliación y justicia no logran todavía penetrar integralmente a nuestro ser
social. Los enemigos de la Paz y de la Democracia, promueven violencia, agitan, el revanchismo,
exacerban odios y pasiones en su irracional afán de impedir avanzar en la dirección libremente
decidida por el pueblo.
En nuestro tiempo, pues, no cabe ya identificar –como solíamos hacer- la paz con la mera ausencia
de guerras. La paz posee, por el contrario, un contenido positivo en sí mismo. La paz es un estado
que se logrará cuando desaparezcan las fuerzas de opresión y de dominación que operan en la vida
social, cuando esas fuerzas sean sustituidas por la compresión del conjunto de los individuos en las
decisiones que tocan las formas de organización social favorables para el progreso de la libertad y la
justicia.
Parece innegable que la enseñanza pueda jugar un importante papel en este sentido toda vez que
contribuye a la adquisición de conocimientos, al desarrollo de hábitos y creencias y a la formación
de los valores que orientan la conducta personal y colectiva. Sin embargo, la acción escolar no
puede quedar reducida a exaltar el valor de la paz al margen de la construcción de las condiciones
que la hacen posible. Sectores importantes de nuestra juventud se muestran hoy desorientados y
confusos respecto de su destino personal y de las posibilidades de realización que les ofrece la
actual organización de la vida social. Males que aquejan hoy a sectores de la juventud tales como la
drogadicción, el alcoholismo precoz y la delincuencia son, en gran parte, expresión de la frustración
y la falta de expectativas. En este contexto, la marcada sensibilidad de los jóvenes por los valores
de equidad y la autenticidad, es muchas veces aprovechada por los grupos violentistas y dispuestsa
a favor de la agitación social anárquica e incluso del terrorismo. Modificar esta situación no es
empresa que incumba, por cierto, únicamente a la escuela. Si bien, una pedagogía de la paz
compromete a la escuela, a la familia y a toda institución social, en lo que corresponde
estrictamente a la escuela, la obliga a abrirse al mundo que la rodea, a fomentar y participar en
programas extra-escolares, de manera de alcanzar a los jóvenes y adultos que se encuentran fuera de
las estructuras escolares convencionales, jóvenes que no pertenecen a ninguna organización y con
quienes no están en contacto otros servicios. Estos programas deben procurar ampliar el acceso de
los jóvenes a la educación, reorientar la enseñanza, intentando formas de capacitación laboral
rápida, abrir los medios de comunicación al debate de la problemática juvenil con los propios
jóvenes como protagonistas principales, incorporar a los jóvenes en tareas de desarrollo de la
comunidad, a movimientos juveniles que luchan por la justicia y la equidad social, que están en
contra del racismo y la segregación y a favor de la cooperación e integración”.
Leamos con atención, el texto de la profesora Sara López Escalona, que nos presenta el encuentro
como un camino posible al Conocimiento y a la Verdad, no como una instancia mediatizadora y
alienante, sino que con una visión creadora y rica en posibilidades de reflexión y crítica ante el
mundo y sus acontecimientos.
Texto 10 :
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1. El Encuentro como posibilidad de Transformación Personal.
“Quisiera reflexionar en torno a un tema cotidiano y aparentemente banal : el encuentro. En
nuestro hacer habitual nos encontramos con situaciones, cosas y personas; con frecuencia estos
hechos pasan a ser acontecimiento más de nuestra diaria rutina. En un pensar más reposado nos
daremos cuenta de la complejidad e importancia que en los encuentros tienen en la vida. El
encuentro es una modalidad propia del hombre; sólo éste percata, conoce y analiza
significativamente la realidad que se le enfrenta. Encontrarse con algo o alguien es tomar contacto
con el significado. También denota un estado, nos encontramos sorprendidos, alegres, disgustados,
confortables, incómodos, estimulados, etc. Cada encuentro marca una tonalidad vital específica,
aunque en muchas ocasiones, no tomamos conciencia de ella, pero el encuentro es más que una
resonancia vital en nosotros. El encuentro tiene – y es ello lo que queremos analizar - un impacto
fuertemente decidor en nuestra existencia. Ante cada situación deberíamos preguntarnos : ¿por qué
me sucede esto?, ¿qué sentido tiene?, ¿por qué estoy leyendo este libro?, ¿por qué estoy escuchando
esta conferencia?, ¿por qué este paisaje me impresiona?, ¿por qué conozco a esta persona? Cada
encuentro tiene un largo antecedente de preparación hasta concretarse frente a nosotros. Una
misteriosa cadena de hechos se han confabulado desde tiempos para nosotros - muchas veces
desconocidos – hasta llegar a instaurar el tiempo propicio en que el encuentro se realiza. Esto nos
lleva a caracterizarlo con una primera nota :
- Todo encuentro tiene un sentido. No hay encuentros casuales; la circunstancia en que estoy, la
persona que conozco, el objeto que percibo, la palabra que me dicen, tienen un significado preciso
para mí. Las realidades con las que nos encontramos no se agotan en su parecer, sino que tienen
una remitencia significativa a la que apuntan, y ésa la tenemos que descubrir. Debemos averiguar el
mensaje que cada encuentro tiene para nuestra vida.
Asumir los encuentros en forma consciente significa un avance decidor en el proceso, siempre
creciente, de ser hombre.
- Una tercera característica del encuentro es su incidencia modificadora. Todo encuentro nos
cambia; este cambio puede ser en un sentido positivo o negativo, pero su patencia es cierta y, con
frecuencia, visible. Este hecho hace reiterar la idea de lo radical que resulta tomar conciencia de los
encuentros, como asimismo la necesidad de cuidar la calidad de ellos.
- También podemos caracterizar al encuentro como complejo; en efecto, puede ser variado en
cuanto a la realidad a que hace referencia y diverso también en la intensidad con que se presenta.
Aludíamos anteriormente que el encuentro puede darse en relación a circunstancias, cosas, valores
o personas. Su complejidad se amplía si consideramos la tonalidad emocional que produce:
alegría, dolor, miedo, esperanza y la forma de repercusión perfectiva que puede tener en el plano
personal. Algunos encuentros nos mejoran intelectualmente, otros afectivamente, otros
moralmente, otros espiritualmente, por nombrar sólo algunos cambios perfectivos .
Somos seres situados, enfrentados a un entorno del que dependemos y al que en muchas ocasiones
intentamos cambiar. El tiempo y el espacio son dos coordenadas en las que necesariamente nos
enmarcamos.
Nuestro encuentro con el mundo reviste la mayoría de las veces un carácter pragmático: trabajamos
para vivir, usamos la técnica para hacer la existencia más fácil y placentera, investigamos mediante
la ciencia, para alcanzar un mayor dominio de la realidad. La capacidad de asombro, la actitud
contemplativa, la dimensión lúdica, el gesto gratuito tienen poco o ningún lugar en este tipo de
encuentro. Sin embargo, el ser humano se realiza, perfecciona y planifica en actitudes que apuntan a
la gratuidad.
15
permite el ocio, que favorezca la contemplación, que ofrezca refugio. Los espacios mundanos se
configuran en diversas dimensiones ; desde el macrocosmos, con el que misteriosamente nos
relacionamos y que en oportunidades nos determina mediante variados fenómenos (temperatura,
tormentas, ciclones, terremotos, etc.), hasta el espacio vital que habitamos y que acoge nuestras
horas de ocio o trabajo. Del encuentro con este pequeño espacio es necesario decir algo: se da una
relación dialéctica entre nuestra personalidad y los lugares que ocupamos. Nuestra manera de ser se
encuentra reflejada en ellos y a la vez, estos poseen una determinada influencia en nuestra forma de
actuar, en nuestros estados de ánimo. Los ruidos, el calor, la armonía, el orden, la belleza tienen
una incidencia decidora en nuestro comportamiento. Tenemos la experiencia de que hay lugares
que nos serenan, que producen paz; ruidos que enervan o tranquilizan, colores que animan o
deprimen. En el encuentro de estos aspectos personales conviene tener en cuenta estas realidades.
Los espacios son también formativos y en educación se debería considerar este hecho. El encuentro
con los lugares que habitualmente usamos, debe repercutir positivamente en nosotros y para ello
deberemos educar y depurar el sentido estético, valorar el orden y procurar la armonía”.
C. Finalmente, proponemos un tema a meditar seriamente, sobre todo en un momento que ustedes,
como alumnas de Cuarto Medio, están prontos a enfrentarse a un mundo donde no sólo los recursos
materiales son importantes, sino que el Conocimiento, la Verdad y el Saber aparecen como un
recurso interior que nos permitirá enfrentar la realidad social. Así justamente lo ha planteado S.S.
Juan Pablo II en su Encíclica “Centesimus Annus”.. leamos con atención esta cita de un documento
que no podemos dejar de presentarlo a ustedes.
Texto 11 :
“Existe otra forma de propiedad concretamente en nuestro tiempo, que tiene una importancia no
inferior a la de la tierra : es la propiedad del conocimiento, de la técnica y del saber. En este tipo
de propiedad, mucho más que en los recursos naturales, se funda la riqueza de las Naciones
industrializadas. Se ha aludido al hecho de que el hombre trabaja con los otros hombres, tomando
parte en u “trabajo social” que abarca círculos progresivamente más amplios. Quien produce una
cosa, lo hace generalmente – aparte del uso personal que de ella pueda hacer- para que otros
puedan disfrutar de la misma, después de haber pagado el justo precio, establecido de común
acuerdo después de una libre negociación. Precisamente la capacidad de conocer oportunamente las
necesidades de los demás hombres y el conjunto de los factores productivos más apropiados para
satisfacerlas, es otra fuente importante de riqueza en una sociedad moderna. Por lo demás, muchos
bienes no pueden ser producidos de manera adecuada por un solo individuo, sino que exigen la
colaboración de muchos. Organizar ese esfuerzo productivo, programar su duración en el tiempo,
procurar que corresponda de manera positiva a las necesidades que debe satisfacer, asumiendo los
riesgos necesarios: todo esto es también una fuente de riqueza en la sociedad actual. Así se hace
cada vez más evidente y determinante el papel del trabajo humano disciplinado y el de las
capacidades de iniciativa y de espíritu emprendedor, como parte esencial del mismo trabajo.
Dicho proceso, que pone concretamente de manifiesto una verdad sobre la persona, afirmada sin
cesar por el cristianismo, debe ser mirado con atención y positivamente. “En efecto, el principal
recurso del hombre es, junto con la letra, el hombre mismo”. Es su inteligencia la que descubre
las potencialidades productivas de la tierra y las múltiples modalidades con que se pueden satisfacer
las necesidades humanas. Es su trabajo disciplinado, en solidaria colaboración, el que permite la
creación de comunidades de trabajo cada vez más amplias y seguras para llevar a cabo la
transformación del ambiente natural y la del mismo ambiente humano. En este proceso están
comprometidas importantes virtudes, como son la diligencia, la laboriosidad, la prudencia en asumir
los riesgos razonables, la fiabilidad y la lealtad en las relaciones interpersonales, la resolución de
ánimo en la ejecución de decisiones difíciles y dolorosas, pero necesarias para el trabajo común de
la empresa y para hacer frente a los eventuales reveses de fortuna.
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mediante el saber científico y su capacidad de organización solidaria, así como la de intuir y
satisfacer las necesidades de los demás .
Actividades :
2. a) ¿Cuál o cuáles ideas del texto “El fenómeno de la Paz” te llamaron más a reflexionar y por
qué?
b) Comparte tus descubrimientos con tus compañeros y elaboren una síntesis del texto, con
aquellas ideas más importantes y anoten al lado de cada una de las un compromiso a realizar en
un tiempo determinado.
3. a) Describe cómo se vive hoy “El encuentro consigo mismo y con los demás” en nuestro país
y en el mundo.
b) ¿Cómo vives tú, en lo personal, tu encuentro con el Mundo. Revisa tus criterios y propone
metas.
c) Indica propuestas que tú y tus compañeras puedan llevar a la práctica, para mejorar el
“encuentro” con los demás dentro de un clima moral.
4. ¿Qué aspectos del Mensaje del Papa Juan Pablo II son más relevantes para ti, para dar un mayor
valor al conocimiento y a la verdad en el mundo de hoy?
Todos los hombres están hoy confundidos ante los acontecimientos del mundo. Los cambios se
suceden día a día; no alcanzamos a comprender los acontecimientos, cuando nuevos hechos o
situaciones se sobreponen al acontecimiento original. Bastan los ejemplos de los últimos años :
caída de muros ideológicos y de concretos, cambios en las políticas económicas, replanificaciones
educacionales, aparición de nuevos y sofisticados equipos cibernéticos, que no alcanzamos a
aprender su uso cuando ya están obsoletos.
Las opiniones se suceden unas a otras, todas parecen decirnos la verdad. No alcanzamos a procesar
una información cuando otra información nos dice lo contrario.
Nuestros conocimientos están mediatizados por los medios de información de masas, T.V., radio,
prensa y publicaciones. Si no tenemos una estructura interior con firmes amarras de principios y
valores, podemos virar para cualquier lado, siendo presa fácil de verdades a media, de falsedades y
errores, que nos encierran en callejones sin salida. La siguiente editorial de Revista Mensaje nos
ilustra sobre estas situaciones del hombre de hoy.
“El Herald Tribune” es el primer “diario global” y uno de los mejores informados del mundo. Se
confecciona en París, y, al cierre, cada día a las 20:00, es enviado por satélite para su impresión,
además en Zurich, Miami, Hong Kong y otras ciudades. A las doce de la noche, hora
norteamericana, despegan desde Miami los miles de ejemplares destinados a estos “barrios” del
mundo. Al mediodía tenemos en Santiago el Herald Tribune ... del día.
Las nuevas tecnologías de la comunicación están permitiendo tener acceso inmediato a lo que antes
se tardaba semanas o meses en conocerse. En la crisis financiera de Wall Street, años pasados,
parte del pánico se produjo cuando las máquinas empezaron a tomar el control en las decisiones de
17
vender y comprar, sin consultar a sus dueños, porque iban teniendo acceso instantáneo a las
fluctuaciones de cada acción en las diversas capitales del orbe, lo que ningún ser humano alcanzaba
a procesar: acceso inmediato, más una enorme acumulación de información. Es la nueva
telemática, esa combinación sorprendente de las telecomunicaciones con la ciencia informática.
Futuro maravilloso, si estos nuevos prodigios se emplean para bien. En efecto, la comunicación
social no sólo ayuda a una sociedad, sino que la constituye como ta. Una sociedad es humana en la
medida en que sus integrantes puedan comunicarse, para crecer en la libertad y la solidaridad. Una
sociedad incomunicada, en la que no exista, por ejemplo, opinión pública, esta humanamente
bloqueada. Ni las personas podrían normalmente desarrollarse como tales, ni existiría comunidad,
sólo a través de la cual puede desplegarse el extraordinario potencial de la creatividad humana
conjunta tras un querer común. Entendemos “comunicación” como un proceso dialogal, en que las
personas y los grupos, empleando los diversos medios de comunicación, pueden manifestar lo que
son y lo que quieren y acometer juntos los desafíos del crecimiento. Si en una sociedad, o
institución o familia, la comunicación es sólo vertical, o unidireccional, no se puede afirmar que
haya allí verdadera comunicación, aunque haya muchos “comunicados” y se disponga de
abundantes medios de comunicación. Existe comunicación social cuando hay posibilidad real de
expresarse, cuando se escucha y se atiende al otro, cuando hay respeto y tolerancia a las opiniones
diferentes.
La conciencia humana va descubriendo que no sólo la información es un derecho básico para vivir,
sino sobre todo la comunicación. Este “derecho a la comunicación” deriva directamente del
derecho de ser, de existir en una sociedad que se quiere construir con justicia; como deriva también
del derecho de toda persona a la participación y a la solidaridad. Ser es comunicarse; el infierno es
la incomunicación. Se trata, pues, de un derecho fundamental en la vida humana” (Editorial Rev.
Mensaje 368, Mayo 1988).
“¿Qué pasa con el hombre? ¿Es que ser hombre es tan difícil?”
Basta analizar las características de la vida moderna para fijar el marco donde el hombre de hoy
vive y poder así detectar los desajustes que entorpecen o invalidan su tarea de vivir humanamente.
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Podemos constatar una serie de fenómenos sobresalientes que son consecuencia tanto de la
Revolución Industrial como de la inminencia de la era tecnológica. Son entre otros, los siguientes :
El utilitarismo
Todas las cosas se valoran en razón de su utilidad. El utilitarismo está definido por Ph. Lersch
como la “voluntad de hacer del mundo un campo disponible para los fines del aprovechamiento
utilitario y lograr un máximo de posibilidades para la vida humana”.
La superficialidad
Interesan las realidades asibles controlables y mensurables por la técnica. Para lo misterioso, lo
arcano, lo profundo no sólo no hay sensibilidad sino que existe una actitud de rechazo ... El
conocimiento superficial, a fuerza de ser “objetivo” y perseguir la espectacularidad, es
necesariamente incomprometido, se reviste de un carácter frío y aséptico.
La racionalización
Actitud espiritual típica de la cultura moderna, cuyo rasgo característico es la voluntad obstinada de
“someter la realidad al cálculo racional de modo coactivo”. Se busca un saber impositivo, ordenado
a obtener un poder y dominio total sobre la naturaleza y el hombre. Como consecuencia, se efectúa
una selección “objetiva”, descartándose del campo de atención todo lo que no sea “explicable” o
“previsible” racionalmente. Este racionalismo a ultranza lleva, no pocas veces, a la irracionalidad.
Todo es montaje, aparato, planificación ... incluso la actividad cultural, a menudo, no significa una
auténtica vida-en-el-espíritu (que es vida creadora de interrelaciones humanas con espíritu de
generosidad y comprensión), sino un mero manipular los productos espirituales. Se da como
indiscutible que los problemas del hombre son básicamente económico-sociales, solubles mediante
manejos políticos, casi siempre traumatizantes.
b) Dimensión síquica
La razón calculadora, con frecuencia, desplaza el afecto y la voluntad del hombre, dos facultades
connaturales que quedan fuera del juego. El espíritu está disperso : primero, por la escisión de la
vida en quehaceres y situaciones discontinuos, sin unidad; y segundo, por la publicidad y
propaganda y sobre todo por la especialización, uno de los síntomas más graves de nuestro tiempo:
no por especialización sino por unilateral, ya que supone la ignorancia de los otros aspectos de la
realidad.
c) Alejamiento de la vida
No hay diálogo con la naturaleza. Siempre hay algo artificial que se interpone entre la experiencia
y la realidad. Los símbolos casi no dicen nada, se ha perdido su riqueza. No hay reverencia ante
las realidades profundas ni respeto a la vida. El derecho a la vida ya no es natural, sino positivo: la
vida es objeto de una jurisprudencia dosificada por el interés político del momento.
En un mundo de intereses como éste se impone la mediatización del universo. Las cosas no tienen
valor en sí mismas, sino un valor instrumental, funcional ... Lo mismo ocurre con las ideas, lo que
implica, con frecuencia, un alto porcentaje de escepticismo.
e) Cuantificación
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Es un efecto de la mensurabilidad de lo superficial. Para todo se puede fijar una tasa, un precio ...
¿Cuántas cosas, incluso personas, pueden hoy contarse que no estén a la venta ...? Hasta la obra de
arte se convierte en objeto de canje, de inversión. Es la estética sin ética” (Madrid S., Pedro. El
Hombre en Crisis, 1986).
Texto 14 : Masificación y Despersonalización del Hombre
Después , y en sentido más profundo, adviene el poderío social de un nuevo tipo de hombre: el
“hombre masa”, el “hombre medio”. Y por fin, el resultado de una igualación forzosa: el poder
establecido (colegiado, personal o anónimo) selecciona a los hombres mediante criterios
universales y uniformes, olvidando la originalidad e individualidad de la persona. La colectividad
así, se convierte en “masa” por un acto de violencia, a efectos de un despojo, de una descalificación
... Las personas “no ejercen” como tales, con profunda autonomía.
Por otra parte, reconocemos que los nuevos modos democráticos que al fin se están abriendo paso
entre nosotros, van más en consonancia con la dignidad de la persona humana, por su naturaleza
igual y libre. Hay que saludar con alborozo que se hable con energía y en todas partes de libertades
y derechos humanos. Tal vez, por primera vez en la historia de la humanidad, se ha comenzado a
tomar en serio al hombre, cualquiera que sea su nombre, su sexo, su origen o su color. El
humanismo se ha convertido en el sistema de pensamiento y de valores, que dentro de la diversidad,
es aceptado casi por unanimidad, como concepción básica de la existencia. Es la paradoja de la
dialéctica de la naturaleza.
Los Humanismos de mayor relevancia en el mundo actual, que nos proponen caminos de solución
al problema planteado, se podrían resumir en los siguientes :
Entendemos el marxismo como un sistema de ideas y de valores. Girardi, interlocutor por parte
católica en las conversaciones entre marxistas y cristianos distingue dos modelos de marxismo: uno
“personalista” y otro “integrista”, ambos humanistas, pero con notable diferencia en cuanto al
valor que conceden a la persona humana.
El modelo “personalista” es representado por R. Garaudy, en Francia, por Schaff en Polonia y por
E. Bloch en Alemania. En este marxismo original la persona humana constituye el valor absoluto y
primero, cuya esencia es la libertad.
El modelo “integrista”, impulsado por Lenin y llevado al límite por Stalin, pone en primer lugar la
lucha de clases y la dictadura del proletariado. Subordina el individuo a la colectividad.
Un tercer modelo se podría llamar “científico”, representado por Althusser, para quien el marxismo
no es humanismo, sino un método para analizar la realidad social.
Los rasgos que caracterizan el humanismo marxista, según Girardi, son los siguientes :
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ta su muerte.
Revolucionario : Humanismo militante, combatiente. Teoría sí, pero sobre todo acción y praxis.
Científico : Ofrece una visión del mundo construida científicamente sobre datos de la realidad.
2. Humanismo existencialista
Una vez pasadas las filosofías que le dieron forma, puede ser el humanismo que más profundamente
se ha incorporado a la vivencia cultural del hombre contemporáneo. Estas filosofías surgieron con
Heideggger y Jaspers y se hicieron populares con Sartre y Camus.
Tres tendencias destacan en el existencialismo : una negativa (Heideggegr, Sartre), otra positiva
(Merleau-Ponty y Sartre posterior) y una tercera, religiosa (Marcel, Le Senne). Los rasgos que
caracterizan a este tipo de humanismo no se aplican por igual a las tres tendencias, como es lógico,
y los podemos resumir globalmente en los siguientes :
- Concepción del hombre como ser de posibilidades. El hombre es proyecto, siguiendo su propia
andadura en el entorno que le ha tocado vivir.
- Insistencia en la libertad humana. Hasta inevitable debe ser elegido. Es la única manera de
hacer nuestro cualquier proyecto humano.
La ciencia parece tener la última palabra; palabra valorativa del vivir, inductora por lo mismo de
este tipo de humanismo. Dentro de esta perspectiva el ateo y el teísta, o más bien abierto porque,
aunque se mantengan en una “totalidad inmanente”, no suelen excluir por principio el aspecto
trascendente. La cada vez más aguda conciencia de sus limitaciones impone al científico de hoy no
cerrarse a nada.
3. Humanismo cristiano
Humanismo cristiano que tiene su fundamento y apoyo en la esperanza cristiana. Y es que todo
hombre espera vitalmente; como dice Laín Entralgo, “es la disposición y actividad primaria del ser
humano”. No se puede vivir sin esperar, sea síquica o somáticamente. El hombre no puede esperar.
Existe y tiene que existir esperando. El ser humano pretende seguir siendo en el futuro. Hasta el
suicida espera: espera un modo de ser más satisfactorio que la vida le niega y mata su vida terrena
con la esperanza de huir hacia dentro, donde poder encontrar ese modo de ser que en la vida quedó
frustrado.
La necesidad de creer, esperar y amar pertenece constitutivamente a nuestro mismo ser. “Somos
nuestras creencias, nuestras esperanzas y nuestras dilecciones”. No obstante, hay personas que
pierden esta esperanza, fe y fortaleza, cayendo en dependencia y servidumbre. La posibilidad de
esta pérdida es lo característico de esta existencia humana. Y surge entonces una pregunta, ¿qué
cree, qué espera, qué ama el hombre después de esa quiebra de sus creencias pasadas? No lo sabe.
Sólo sabe que su existencia se halla hondamente desorientada y hasta en ocasiones quizá esto sea
bueno. Si el ser humano no tiene experiencia de que se frustre su esperanza , ésta nunca llegaría a
ser fuerte e imperecedera y correría el riesgo de convertirse en un soñador optimista. El hombre sin
esperanza está enfermo.
21
Por otra parte, cuando el futuro inmediato se muestra amenazador y la dificultad parece exceder los
recursos del esperante, puede aparecer la alarma, el temor y hasta la misma desesperación. Drama
del espíritu: en cuanto ser natural y viviente el hombre no puede desesperar, en cuanto ser pensante
y espiritual, tal desesperación es posible porque se razón llega a descubrir que la verdad de la
misma realidad destruye la esperanza. Verdadera tragedia humana, se llega al convencimiento de
la inanidad de todas las ilusiones y fantasías respecto a una trascendencia y percibe la condición
cruel y mezquina de esa naturaleza universal de la que su ser procede y a la que su ser pertenece.
- Hay quienes limitan sus pretensiones y no luchan por aquello que implica ascesis y esfuerzo.
Constituyen un rebaño bien ajustado a las circunstancias, imperando en ellos la resignación
inconsciente. Juegan a lo que toque, sin verdadera motivación.
- Otros reaccionan con endurecimiento de corazón, deciden que nada ni nadie podrá lastimarles,
pero que ellos sí harán daño a otros. Pasan su vida matando la afectividad y su triunfo estriba
en no necesitar de nadie. Estos se salvarán si encuentran en el transcurso de sus días un
interlocutor válido en el que puedan creer y esperar.
Evasión , aburrimiento, melancolía, inanición, autosuficiencia ..., aspectos que van prevaleciendo en
el espíritu occidental. Y es que la mayor parte de los humanos sabemos más o menos lo que
pensamos, pero no nos percatamos de lo que somos o sentimos.
Es necesario tener en cuenta que el ser de la existencia del hombre nunca es definitivo. Hasta que
llega la muerte es un “poder ser” y el hombre esperanzado desde su deficiencia y limitación confía
en su propia perfección. No queda encarcelado en las cadenas de su propio cuerpo ni en el
sufrimiento de su existencia, sino que descubre en el fondo de sí mismo la realidad inagotable e
infinita de un “Tú absoluto”. El hombre esperanzado mantiene su relación de fidelidad y amor con
la misma realidad en la que existe.
De esto se deduce que sólo los humanos, libres de los lazos del tener, están en disposición de
percibir la verdadera grandeza de la esperanza. Urge, pues, saber trocar el “tener” en “ser” por la
virtud transformadora del amor (Madrid Soriano, Pedro. El Hombre en Crisis, 1986).
Reflexión final
La forma de acercamiento a la “Verdad” está dentro de nosotros mismos, en la medida que nos
hacemos responsables frente a los acontecimientos de nuestra vida cotidiana : trabajo, familia,
amistades, comunidad, exigiendo nuestros derechos y cumpliendo los deberes propios.
Actividades :
1. Indica en qué forma los Medios de Comunicación impiden que nos formemos juicios y valores
rectos y verdaderos de la realidad.
a) .......................................................................................
b) .......................................................................................
c) .......................................................................................
d) .......................................................................................
e) .......................................................................................
b) Haz un cuadro comparativo de doble entrada con tus compañeras, para discutirlo y
analizarlo con el curso.
22
3. a) Trabaja los fenómenos del utilitarismo, la superficialidad y la racionalización, dentro de sus
actividades diarias.
c) ¿Qué elementos del Humanismo Marxista impiden la realización plena del hombre?
23
UNIDAD : EL SENTIDO DEL VALOR EN LA VIDA HUMANA
TEMAS :
A. Antecedentes Preliminares
En una Unidad anterior realizamos un trabajo, en sí interesante, que nos ha permitido tomar
conciencia de la importancia que tiene para nuestra vida el problema del “Conocimiento” y el
encuentro con la “Verdad” en cuanto búsqueda permanente que nos permite la realización como
personas humanas, como aspiración humana.
En la segunda parte de este curso quiero dar énfasis al tema de los valores que representa una de las
mayores inquietudes de nuestro tiempo.
Sin lugar a dudas, los valores representan un ideal en la realización personal del hombre y es tarea
de la “Filosofía” y de la Educación orientar el quehacer propio de la vida cotidiana, en los jóvenes
y en la Comunidad Nacional.
Cuando entramos en este tema, nos estamos comprometiendo con la conciencia como instancia de
la “Vida” interior del ser humano, capaz de cualificar la conducta del hombre en todos los
momentos de su existencia.
Y surge la pregunta ¿qué son los valores? Existen múltiples respuestas a esta interrogante.
Algunos autores de renombre nos entregan a continuación una primera aproximación a esta
inquietud :
“Los valores son objetos ideales, como todos lo demás bienes culturales procedentes del espíritu
humano; los valores están tan adheridos a los objetos que no pueden ser separados realmente de
ellos; sólo la mente puede concebirlos como objetos ideales ...”
“Los valores tienen un componente emotivo y subjetivo, pues el aprecio, lo preferencial, el gusto, el
agrado, el interés, son los que realmente dan valor a un bien objetivo. Los bienes han de tener un
atractivo para el individuo, si ha de añadirse a ellos el calificativo de “valiosos”; los bienes son los
valores que se aprecian ... Los valores constituyen la esencia de los bienes culturales ... Los valores
hacen desaparecer la indiferencia del hombre frente a las situaciones de la vida “...
“Las cosas se nos ofrecen valiosas en la medida que se nos son indiferentes. El valor despierta en
nosotros una actitud apreciativa del bien”. (citas de varios autores : Frondizi, Raymaker y otros)”.
Ejercicio Individual :
1. Describa con la mayor claridad posible, ¿qué han representado para ti los valores en tu vida
cotidiana?
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
24
2. Compara tu respuesta con las descripciones de los autores citados en el párrafo anterior y anota
las semejanzas y las diferencias encontradas.
..........................................................................................................................................................
..........................................................................................................................................................
Ejercicio Grupal :
Compara tus apreciaciones con las de tus compañeras de grupo y con la guía del profesor
discute el tema en un ejercicio de foro. Se sugiere que todos los integrantes del curso anoten en
su cuaderno las conclusiones finales.
Los valores representan lo cualitativo en la vida cotidiana y dan sentido y orientan nuestra
existencia. Sin valores es difícil que el hombre pueda realizarse plenamente. Sin embargo, existen
muchas posiciones frente al problema del valor y éstos se encuentran relacionados con los diversos
enfoques filosóficos existentes sobre el “Hombre”, la “Vida” y “Dios”.
Es importante mencionar que la disciplina filosófica que nos hablan de los Valores, se llama
Axiología. Desde este punto de vista, para sintetizar las múltiples posiciones, podemos clasificar la
Axiología de una forma convencional :
Los valores no gozan de absolutez y objetividad, ni se les puede jerarquizar en una escala
permanente, al contrario los valores son relativos, porque dependen de la cultura y del cambio. Y
son subjetivos porque es absurdo imaginar una escala objetiva de valor.
El Relativismo y el Subjetivismo, a nuestro juicio, degrada el valor en cinco formas (P. Fermoso,
1987).
5. Supedita los grandes principios de la Educación a las contingencias culturales y sociales del
momento.
En síntesis, los valores se instrumentalizan. Los valores extrínsecos son medios para llegar a un fin
y los intrínsecos no pueden jerarquizarse, porque supondrían una subordinación y bajo este punto de
vista los valores no están sometidos a nada, lo cual sería improcedente hablar de una escala de
valores.
Las corrientes tradicionales, de raíces aristotélicas y escolásticas, sostienen que existen valores que
trascienden la naturaleza humana y a la sociedad. Los valores objetivos son eternos, inmutables,
independientes y absolutos.
25
La posición axiológica objetiva y absoluta es más bien conservadora, en contraposición a la
posición progresista de algunos autores.
De acuerdo a esta posición, la Educación, la familia y la sociedad han de inculcar en los jóvenes
una escala jerarquizada de valores, propia de la tradición cultural y de los grandes principios
trascendentes que rigen la vida humana.
Evidentemente la posición objetiva de los valores, si bien ve su origen profundo y trascendente y
nos propone una escala jerárquica de valores , da lugar también a la naturaleza libre del hombre,
que puede optar en conciencia por lo positivo o por lo negativo en su elección frente a las
situaciones de la vida.
c) Paciano Fermoso nos propone, basándose en las teorías sobre los valores, cuatro postulados en
conformidad a las cuales se puede juzgar la influencia de los valores en la formación de la
persona.
De las teorías sobre los valores, en general, y en su aplicación a la Educación, deducimos cuatro
postulados, en conformidad con los cuales ha de juzgarse la implicación de la axiología en la
formación del individuo :
Primero : Los valores, aunque se eligen, son cultivables de muy diversas maneras. Una manera
de cultivar los valores por la Educación es el uso de los libros de textos, donde cuasi
dogmáticamente ofrecen los adultos su cultura a la infancia y a la juventud ; el de los libros de
lectura con relatos escogidos y trozos biográficos de personas que electrizan las mentes juveniles.
Otras maneras de cultivarlos es el modelo del profesorado, que con su vida, sus diálogos y sus
criterios cooperan a la selección de los valores ; los compañeros en las conversaciones, emisión de
opiniones y comunicación de ideales; el clima escolar es semejante al “caldo de cultivo” en los
laboratorios biológicos, lo mismo sucede con la familia y la comunidad.
Segundo : Los valores son simultáneamente motivos y criterios de conducta; criterios para juzgar
la vida y motivos en cuanto ideas reforzantes y dinámicas. La sicopedagogía de la motivación y del
aprendizaje son auxiliares valiosos en la promoción axiológica de los jóvenes. La creación de una
capacidad crítica y personal, tan revalorizada en las corrientes modernas de la educación liberadora
y personalizada, está emparentada con el desarrollo de los valores como bienes culturales. La
sicología social, que maneja los conceptos de actitud, estereotipo, modelos, etc., sugerirá al
educador las técnicas adecuadas para cooperar con el educando en las tareas de la formación de
valores.
Tercero : Los valores, en cuanto bienes objetivos, son fijos e inmutables ; pero en cuanto
valiosos para el hombre, atractivos e interesantes, preferidos antes que otros, son cambiantes, a la
par que evoluciona el individuo y la sociedad, sobre todo ésta. La aceleración histórica en la que
estamos inmersos, hace angustioso el ritmo raudo del cambio, más aún, los sociólogos planifican el
cambio y con él la alteración de la cosmovisión común en la sociedad; parte integrante de la
cosmovisión son los valores, que por consiguiente cambian en su dimensión subjetiva emocional. El
continuar discutiendo bizantinamente acerca de la inmutabilidad de los valores y aferrarse a las
escalas objetivas, sin resquicio alguno para la variabilidad, es perder el tren que los conduce al
progreso y a la realidad, que es caudaloso río, preñado de dinamicidad en su impetuosa huida del
estatismo. Los seres y los bienes son como son, pero el aprecio de estos bienes sufren vaivenes
constantes, asignando importancia hoy a esto y mañana a aquello. El educador necesita oído
atento a las nuevas voces e ideas que serán las que seduzcan al joven. El relativismo subsiste sólo
en cuanto en el valor hay de emocional y de contagio social ; la inmutabilidad caracteriza en
cambio al ser de las cosas.
Cuarto : Los valores sociopolíticos han de presentarse de forma que fomenten la cooperación y
congelen la competencia. Los sociólogos opinan que lo que más separa de la sociedad
postindustrial es la menguada evolución del sentido de cooperación humana ; ese tipo de sociedad
sólo puede existir cuando los hombres depongan la agresividad y la violencia, para sustituirla por la
colaboración y el diálogo. Los sociólogos de la educación, conscientes de este postulado, aconsejan
el fomento del autocontrol de las tendencias humanas a la dominación y de las motivaciones
competitivas, como medio de preparar el ambiente para el advenimiento de la sociedad
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postindustrial, qué habrá superado el entorpecimiento de las relaciones humanas, distintivo de la
competencia mercantil de las sociedades industrializadas.
Ejercicios :
1. Expresa a lo menos con tres ejemplos de la vida cotidiana cómo se reflejan los principios de una
moral subjetiva :
a) ......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
b) ......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
c) ......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
3. Una vez leído con atención los “Postulados para una Concepción del Valor”, anota cuatro o
cinco ideas que tú consideras importantes para llevar a la práctica. Fundamenta tu respuesta
......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
4. Compara tus respuestas con las de tus compañeras de grupo y discútelas con el curso para
llegar a conclusiones generales .
......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
......................................................................................................................................
A. Jerarquización de Valores
Los valores son aquellas respuestas de nuestro interior ante las cosas, que marcan esencialmente
nuestras preferencias. Pero no todas las preferencias tienen un mismo nivel; existen claras
diferencias entre ellas. Lo importante es tenerlas presentes. Una de las características importantes
de los valores es su “Jerarquización”, o sea, el orden de preferencias existentes entre ellos, de
acuerdo a los marcos culturales, formas de vida, costumbres, ideologías religiosas que proponen,
desde una concepción filosófica del hombre, un modelo de existencia “Valórica” en función de los
valores en sí mismos.
Debemos considerar que, si bien los valores representan el ideal de la vida, también es importante
tener presente que existen posiciones contrarias que son llamadas desvalores. Por ejemplo, frente al
Bien aparece el Mal, frente a la belleza está la fealdad, la justicia encuentra su oposición en la
injusticia y así sucesivamente.
A esta característica de los valores se le llama “Polarización”. Existe un polo positivo y un polo
negativo. Debemos acercarnos a lo positivo y eludir lo negativo, basándonos en la enseñanza de los
principios que nos entregan la cultura, la educación, la religión y la tradición familiar, que nos
apoyan para optar por aquellos valores que nos llevarán a la verdadera felicidad, al encuentro con el
“BIEN”, Perfecto y Absoluto.
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adelante te presentaremos dos criterios de clasificación de los valores. Con estos antecedentes
podrás confrontar tus propios criterios y discutirlos con tus compañeras :
Narración uno : Juan amaneció ese día muy preocupado, situación que para su mujer no pasó
inadvertida. ¿Qué te pasa, Juan? Te veo bajoneado, seguro que no pagaste las letras en la Casa
Comercial, ¿o me equivoco? Juan respondió afirmativamente a las dudas de su mujer, lo cual
suscitó una discusión entre ellos. Aplacados los ánimos, el hombre se refirió a sus problemas
laborales, señalando que en su trabajo no lo valoraban, trabajaba mucho y le pagaban poco. ¡Y
tanto que le costó sacar su título universitario! Si me pagaran mejor –se lamenta Juan- podríamos
salir de las deudas y así le daríamos un mejor vivir a los chiquillos. Juan y su mujer tienen miedo
que por estos problemas sus hijos no puedan estudiar tranquilos y se vean con problemas para
realizarse plenamente como personas y ganarse la vida como corresponde.
En la tarde, cuando estaban haciendo once-comida, legó un viejo amigo del matrimonio, y
conversando, salieron a lucir los problemas, que estaban poniendo en crisis al grupo familiar.
Nuestro amigo los sacó del apuro facilitándoles algún dinero, pero les conversó que lo material no
era todo en la vida y destacó que lo importante era quererse mucho pero al mismo tiempo tenían que
valorar el esfuerzo de acuerdo a la realidad y organizarse “Bien”, por lo cual necesitaban conversar
mucho y aprender a escucharse. Transcurridos los días, hicieron un esfuerzo por superar los
conflictos, empezando por quererse más entre ellos, demostrándoles a sus hijos que a pesar de los
problemas, se puede salir adelante.
Narración dos : María Luisa y Paola Andrea regresaban esa tarde del colegio, comentando lo
que habían vivido en clases y los comentarios que había hecho la profesora jefe de María Luisa
sobre la crisis que vive el mundo de hoy. ¿De qué crisis me hablas? – le preguntó Paola Andrea- .
Mira , -le comentó su hermana mayor- la “profe” nos dijo que existe poca gente honrada, que por
todos lados se “juega chueco” y que existe mucho egoísmo. Si alguien tiene algo, el otro se las
ingenia para quitárselo como sea. -¡Ah! Y nos recomendó que nos cuidáramos mucho; pues las
malas costumbres están a la vuelta de la esquina. Nos habló del sexo y esas cosas.
Paola Andrea se acordó que su mamá ya les había hecho esas recomendaciones en más de una
oportunidad y que se papá les había comentado que el deporte es una buena salida para recrearse,
liberar tensiones y realizar bien hecha las cosas; el arte, por otro lado, puede ser importante, pues
nos lleva a apreciar la belleza –por ejemplo- asistir a una exposición, a un museo, como así también
convivir con el buen gusto, en la medida que arreglemos bien nuestra casa, montemos algunos
adornos o nos preocupemos de cultivar algunas plantas.
María Elisa se acordó que la otra vez Pedro Antonio le había dicho que hacer las cosas de la casa,
arreglar y mantener bonito era tarea de mujeres. ¿Estaría equivocado este amigo? –se preguntaban
las niñas.
Llegando a casa su madre las esperaba con la mesa puesta y les tenía todo listo y ordenado con gran
cariño y esfuerzo, ella también venía de su trabajo diario, donde las cosas no andaban muy bien,
porque su jefe no tenía la suficiente autoridad para distribuir las cargas de trabajo. Después de
comer se acomodan para observar la T.V., la madre comenta con sus hijas lo que pasa en el mundo,
mientras esperan la llegada del papá, que siempre viaja mucho para ganarse la vida. Las imágenes
se suceden unas a otras : violencia, derechos humanos, robos a mano armada, el desacuerdo de los
políticos, la campaña de la Teletón ... Así termina un día más para esta familia, como muchas otras
que viven en nuestra Patria.
Narración tres : En el diario “La Tercera” del día domingo 17/12/99 a pareció la siguiente
narración que más bien es una historia digna del analizarse :
“El año pasado, Manuel Márquez exportó 750 mil pares de zapatos y zapatillas y en lo que va
corrido del año, ya lleva un millón 150 mil 246 pares. En tanto, en el mercado interno, donde vende
el 40% de su producción, las ventas subirán a 833 mil pares. Cada mes este empresario vende ½
millones de dólares. En los próximos años espera duplicar y triplicar las ventas, a partir de un plan
de expansión de la fábrica. Con una inversión proyectada de 14,5 millones de dólares. Hacia
mediados de la década espera contar con una nueva planta para producir 150 mil pares a la semana.
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Los comienzos :
Quizás aquéllas sean cifras menores para otras grandes empresas del rubro, pero no lo son para el
propio Márquez y tampoco para quienes saben de su trayectoria. Manuel Márquez tuvo comienzos
difíciles. Creció en el seno de una familia modesta de Peñaflor y a los ocho años quedó huérfano de
padre. Como era el mayor de tres hermanos, a temprana edad salió a ganarse la vida para ayudar a
su madre. “Hice de todo ,desde recolectar frutas, hasta cobrador de micro” contó a “La Tercera”.
Al recordar su pasado, no deja de citar la imagen de su madre llorando, a solas, una noche que le
confesó a él y a sus hermanos que el otro día “no tenía qué echarle a la olla”. Manuel era todavía
un niño, mas en aquella oportunidad prometió a su madre que saldría a buscar trabajo para
ayudarla.
En esas condiciones, los estudios quedaron congelados en lo que hoy es equivalente a 8° Básico.
No obstante, como también era bueno para el fútbol, el poderoso equipo de “Bata” en Peñaflor, lo
tentó para incorporarse, ofreciéndole –al mismo tiempo- una matrícula en el Colegio Industrial de la
Empresa, al que ingresó a los 16 años. Le bastaron tres para demostrar su aplicación y pasar luego
a la planta de “Bata”; primero como simple obrero y al poco tiempo, como ayudante del
administrador.
No se durmió en los laureles y, siempre pensando en el futuro, seguía ahorrando la mitad de lo que
ganaba. En tanto la Empresa, conocedora de sus habilidades, lo siguió tentando, ahora con un cargo
de Asesor del Director de “Bata” Internacional en Canadá. Paradojalmente, este ascenso fue
también como el principio del fin de este chileno en la multinacional. Márquez alcanzó a durar tres
meses en este cargo, porque le pagaban mucho menos que en México y además había perdido las
otras regalías. Fue el detonante para el retiro. Pidió traslado, pero todas las alternativas que le
ofrecieron estaban por debajo de la base salarial que había logrado en México.
Con lo que había ahorrado, más la gran experiencia en el rubro, hizo fuerte convicción de progreso;
Manuel Márquez tomó la decisión de independizarse. “”n la mitad de la línea de mi vida, a los 38
años, y más encima cuando Chile años atrás estaba sumido en una de las grandes crisis
económicas de su historia (1983), decidí instalarme solo, en un galponcito de 140 metros cuadrados,
ubicados en el sector de Cerrillos”, como relató el empresario.
Actividades :
a) Lee con atención cada una de las narraciones presentadas, anota en tu cuaderno los “Valores”
más importantes que allí aparecen, y ordénalos de acuerdo a tu criterio.
c) Bajo la guía del profesor, cada representante de grupo anota en la pizarra los resultados de sys
discusiones. Luego realicen un foro para llegar a una conclusión general que represente el
sentir del curso.
En la segunda sección de este tema sobre los distintos valores de la vida cotidiana, nuestro objetivo
se centra en el conocimiento de criterios de clasificación axiológica, presentados por diversos
autores.
En primer lugar, destacaré la Jerarquía de los Valores , del autor alemán Max Scheler, que
representa uno de los puntos de vista clásicos de esta materia. El párrafo que encontrarás a
continuación es una adaptación de la obra de Héctor Mandrione “Introducción a la Filosofía”.
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Párrafo Uno :
Según Scheler, los actos con los que se captan los valores pertenecen a la parte emocional del
espíritu humano y se hallan en una relación de mutua fundamentación. Estos actos son de tres tipos
a) Los actos de “Amor y Odio”. El amor es el guía y el pionero en lo que toca al descubrimiento
de los valores; consiste en un movimiento hacia los valores superiores en una constante aspiración
y continua ampliación del horizonte del conocimiento; no crea los valores, pero sí las condiciones
de su presencia y acciones.
b) Los actos de “preferencias y postergación”. Por ello nos da el orden y la Jerarquía de los
valores, jerarquía real, objetiva e inmutable; se trata de una evidencia preferencial intuitiva que
no puede ser reemplazada con ninguna deducción lógica.
Según Scheler, el amor avala el área de donde surgen los valores que se refieren y por ende son
perceptibles afectivamente.
El amor no sólo funda los otros actos del “Sentir Emocional”, sino que a su vez da fundamento al
conocimiento en todo tiempo y lugar. Tal como señala Scheler : “el amante precede al
cognoscente”. Como vemos, este autor da gran importancia al área emocional, y de acuerdo a su
pensamiento, la emoción da sentido al acto de conocer.
La jerarquía de Scheler de las modalidades de los valores, tal como se expone en una de sus obras
capitales, es la siguiente :
c) Espirituales : Comprende aquí los valores estéticos (hermoso, feo), jurídicos (justo e injusto)
y los valores del conocimiento puro, de lo verdadero, por ejemplo la Filosofía.
d) Religiosos : Expresión clara de estos valores comprende lo sagrado y lo profano, con relación
a ellos todos los demás valores pueden constituirse en símbolo de los valores religiosos.
Los criterios utilizados por Scheler en esta jerarquización son importantes de considerar, pues nos
dan una orientación respecto a la conformación de nuestra propia escala valórica
Dice este autor que los valores son más superiores, en la medida que éstos sean :
a) Más durables en el tiempo, o sea, que puedan existir más allá de los acontecimientos, de las
situaciones, de las personas y de los objetos que son los soportes de los valores.
b) Menos divisibles , o sea, cuanto menos sean divididos los valores es mejor para poder
participar de ellos.
c) Más fundantes. Un valor es fundante cuando es dado como base de toda otra conducta y sirve
de apoyo a otros valores, de los cuales él es la base fundamental.
d) Más satisfactorio. Es un fenómeno característico de los valores, que va más allá de los
placeres sensoriales o de los gozos exteriores. Estos valores nos brindarán satisfacción en la
medida que nos sintamos más plenos en la esfera central de nuestra vida, allí donde las cosas
son serias.
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En síntesis, todos los valores posibles descansan en el valor de un espíritu personal infinito y del
mundo de valores presentes a este espíritu.
Por otro lado, los valores intelectuales marcan el rigor metodológico en la consecusión de la verdad.
En este caso el colegio es el transmisor de estos valores a través de la cultura. Los valores
religiosos son la cúspide de la escala de valores. La sicopedagogía de la religiosidad ha llenado
libros y revistas de nuestra cultura, con este valor esencial. Cuando la técnica y la ciencia tienden a
reemplazar a la Filosofía y la Tecnología, los marcos culturales tienden a categorizar los valores
religiosos en un ámbito que no le compete, dejando de lado el compromiso del valor religioso con la
vida integral del hombre.
Finalmente, Fermoso, a diferencia de Scheler, nos habla de los valores éticos como una clase
superior de los valores espirituales. Los valores morales son la esencia del deber, referido a los
bienes y los fines del ser del hombre. La vida moral se confunde con la vida buena, que exige una
autorrealización, autointegración y autodeterminación .
Ejercicios :
a) Caracteriza , tal como entendiste, los distintos valores en la jerarquización de Max Scheler.
b) Compara tus respuestas con las de tus compañeras de grupo, discútelas y saca conclusiones.
Bajo la dirección del profesor organiza un foro y aclara tus dudas.
c) En las narraciones uno, dos, tres, tú encontraste una serie de valores y los ordenaste de acuerdo
a tu criterio. En este momento reordena tu clasificación de acuerdo a los criterios presentados
por P. Fermoso y Max Scheler, anotando en la columna A las situaciones valóricas relevantes;
en la columna B el tipo de valor según Fermoso y en la columna C la correspondiente
ubicación, según Max Scheler.
Ejemplo :
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mico.
d) Compara tus respuestas con las de tus compañeros y bajo la guía de tu profesor, presenta al
curso las conclusiones de tu grupo.
Valores Vitales
Económicos
Valores Estéticos
Valores Religiosos
Valores Morales
A. ¿Qué es la Moral?
En los temas anteriores nos encontramos ante el problema de los valores, su concepto y sus criterios
de clasificación. El estudio y reflexión sobre esta materia nos ha permitido valorizar nuestros actos,
problemas y situaciones dentro de una jerarquización y ordenamiento.
Ahora centraremos nuestra atención en un valor fundamental para el desarrollo pleno de la vida
humana : El Valor Ético-Moral.
En primer lugar surge la pregunta ¿Qué es lo Moral? Es un asunto difícil de responder, pues los
antecedentes que respaldan dicha respuesta surgen de diferentes enfoques o criterios filosóficos
acerca del Hombre y de la Vida y están relacionados con todos los demás valores existentes,
principalmente con la libertad, considerando la Inteligencia y la Voluntad como características
sustanciales del Hombre, penetradas por dicha libertad como capacidad de elegir.
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(o fin de la actividad humana) y la ciencia del destino
humano.
Desde esta perspectiva podemos decir que la Moral es una ciencia esencialmente práctica, que se
aplica a los actos libres del hombre.
En primer lugar, decimos que la Moral es una Ciencia, en cuanto es un sistema de conclusiones
ciertas fundadas en principios universales.
La Moral, en efecto, tiene por materia los actos, las voluntades, las intenciones ; en una palabra, la
acción. Esto no quiere decir que no posea un carácter racional. Todo lo contrario, el problema
moral es el problema vocacional y filosófico y la moral tiende a formular principios universales.
Pero estos principios se refieren, esencialmente, a la actividad práctica. De ahí que la Moral se
define como una ciencia normativa.
La Moral se aplica a los actos libres del Hombre, es decir, estudia al hombre en cuanto es dueño de
sus actos. Todo lo que cae fuera del dominio de la libertad se encuentra fuera del dominio de la
Moral (Regis Jolivet, 1953).
Para complementar lo expuesto anteriormente propongo el texto siguiente del Dr. José María Vélez
(E. Labor, Tomo 9) :
La Ética. Reflexionando sobre la experiencia propia y ajena, adviértase en seguida que los actos
llevados a cabo por el hombre pueden distribuirse en dos grandes grupos : uno, el de los realizados
con conocimiento y libertad; otro, el de los carentes de tales atributos (por ejemplo, ciertos
movimientos hechos maquinalmemnte). Estos, aunque ejecutados por el hombre, no poseen el
modo de ser característicamente humano; son actos para el hombre, pero no actos humanos.
Avancemos un poco más. La actividad humana puede orientarse hacia objetivos propios del
hombre como hombre (es decir, como ser racional) o bien estar al servicio de fines peculiares del
individuo, por ejemplo : profesionales, el médico y el poeta desarrollan sus actividades propias del
médico, de poeta; pero al mismo tiempo son hombres y como tales han de realizar o abstenerse de
realizar determinados actos: como el caso de no calumniar, respetar la vida del prójimo, etc.
Son los llamados actos morales . He aquí un campo inmenso que se abre ante los ojos del filósofo.
Trátase de penetrar en ese mundo de lo moral y buscar sus razones últimas. ¿Por qué deben evitarse
los actos calificados de moralmente malos? ¿Qué significan los términos bueno y malo? ¿En qué
consiste ese vínculo moral con que nos sentimos obligados a hacer algunas cosas y evitar otras?
¿Cuál es la norma, el principio regulador de la conducta humana? ¿Cómo ha de conducirse el
hombre con respecto a Dios, a sí mismo, a su prójimo?, etc. La Ética denominada también Filosofía
Moral, o simplemente Moral, procura responder a estas preguntas, investigando, en su parte general,
las normas o reglas de la actividad moral desde el punto de vista de su condición de normas y de las
propiedades esenciales derivadas de ello y considerándolas en su parte esencial, de manera más
correcta y concreta; aplicadas a las diversas situaciones en que el hombre puede encontrarse.
La moral es el complemento de todas las otras ciencias. ¿De qué nos serviría indagar nuestra
naturaleza, analizar nuestros pensamientos y sentimientos, buscar por la etnología y la historia el
sentido del comportamiento humano en el pasado y determinar las leyes de la naturaleza material,
si con todo esto no conseguimos hacer mejor al hombre, darle mayor autoridad y poder sobre sí
mismo y conseguir que dirija todas sus fuerzas al bien?
La Moral nos enseña a nosotros los seres humanos a realizarnos mejor como personas.
En efecto :
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a) La Moral ilustra la conciencia acerca de los tan frecuentes casos en que el sentido moral no
basta y es necesario un estudio a fondo, a causa de la complejidad de los problemas morales que
están en juego.
b) La Moral dirige y sostiene nuestra voluntad, en cuanto proporciona reglas precisas y claras de
acción y en cuanto justifica racionalmente el deber. (R. Jolivet, 1952).
Actividades :
1. .............................................................................................................................
2. .............................................................................................................................
3. .............................................................................................................................
4. .............................................................................................................................
5. .............................................................................................................................
6. .............................................................................................................................
7. .............................................................................................................................
8. .............................................................................................................................
b) Discute estas características con tus compañeras de grupos, seleccionando 5 de ellas que
consideres como más relevantes.
Recibe el nombre de valorización el hecho de atribuir, adjudicar un valor a una acción humana
determinada. La valoración es una reacción humana ante un hecho o un acontecimiento. En la
valoración, la voluntad aprueba o repudia.
El problema de la valoración moral plantea una cuestión decisiva para la ética, tan importante para
ella, que se ha considerado la esencia misma de ésta :
¿Qué es lo bueno? ¿Puede establecerse un concepto objetivamente válido del valor de lo bueno?
Estas cuestiones nos llevan a replantear el sentido de la educación moral, no olvidando que la
valoración moral tiene lugar en un ser humano y concreto.
Valorizar es una operación síquica en cuyo fondo está el amor, el apetito y la necesidad. Sicología
y Moral confluyen en la Educación del desarrollo moral de la persona. Así lo plantea Tony Mifsud
S.J., en el texto que presentamos a continuación :
Texto
“La dimensión moral supone la dimensión sicológica del hombre. El sujeto del obrar moral es el
hombre integral. El hombre moral es hombre y nunca dejará de serlo. La dimensión ética
pertenece a la misma estructura del hombre en cuanto es un ser libre y responsable que se define y
define al mundo por las opciones que asume. La sicología y la moral estudian al mismo hombre,
pero de perspectivas distintas. La sicología es una ciencia empírica que analiza la conducta del
hombre; la ética estudia al hombre en cuanto sujeto-libre y sujeto-objeto de valores”.
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La relación entre sicología y moral no es de exclusión, ni tampoco de reducción, sino de
complementación mutua en una labor de interdisciplinariedad. Prescindir de los datos sicológicos
implicaría una moral que se aleja de la realidad. No se trata de reducir la moral a los datos
empíricos de la sicología o de la sociología (reduciendo el “deber ser” ético al “ser” : si todo el
mundo hace eso, entonces tiene que ser así), cayendo en la falacia naturalista, sino que asumir estos
datos responsable y críticamente, para poder construir una antropología moral sólida, realista y
relevante.
Nuestro interés en el sentido moral del individuo y, por ende, en su desarrollo (porque ciertamente
hay un desarrollo entre el juicio ético de un niño y el de un adulto y si no lo hay, implica una
ausencia de crecimiento del sentido moral del individuo), nos obliga a echar un vistazo a los
estudios que se han hecho, desde la sicología sobre el desarrollo del sentido moral que existe en el
individuo. Además, y esto es de gran importancia, hay que caer en la cuenta de que el modo de
percibir este desarrollo va a tener consecuencias directas sobre la pedagogía ética (cualquier
pedagogía tiene que tomar en cuenta el nivel de los alumnos : es inútil explicar un problema
matemático de cuarto año medio a un chiquillo de primero medio, porque no puede entenderlo).
1. Las teorías de índole utilitarista (Hume, Smith, Stephen). La ética utilitarista convierte lo ético
en un balance entre placer –displacer, donde el criterio decisivo es la felicidad. El principio
fundamental es “la mayor dicha posible para el mayor número posible”; lo bueno y lo malo se
mide por las consecuencias de una acción sobre uno mismo o sobre los demás. De modo que el
valor moral es el resultado de un juicio práctico de la razón. La gran debilidad de esta escuela,
además de ser netamente individualista, es que hay un “altruismo egoísta”, ya que el punto de
partida es el autor-placer y se suele reducir al otro a un medio.
2. Las teorías de moralidad como defensas contra el instinto (Freud). Freud reduce la
“conciencia” moral al Superego, heredero directo del complejo de Edipo. La moralidad actúa
como un freno contra los instintos agresivos del Thánatos (muerte) y contra los instintos
descontrolados del Eros (supervivencia) para permitir la convivencia social.
4. Las teorías que estudian la moralidad desde las características formales y cognitivas del
desarrollo moral (J.M. Baldwin, J. Piaget, L. Kohlberg). En el fondo caracterizan el desarrollo
moral (o del juicio moral) en términos del desarrollo cognitivo del individuo. Estas teorías se
centran más bien en la motivación ética (el por qué) que en el contenido moral de una acción
(está bien o mal hacer tal acción).
Además de las teorías generales, ha habido un gran número de investigaciones empíricas sobre el
fenómeno moral.
En una época en que abundan las quejas sobre la falta de moralidad y en que se habla de crisis de la
moral, es oportuno subrayar el interés que ha suscitado el fenómeno moral en el campo de la
sicología empírica.
Los estudios sobre el desarrollo moral han coincidido en señalar, a partir de sus investigaciones
empíricas, las siguientes fallas en la educación moral tradicional :
b) Su carácter inductivo más que deductivo, es decir, la virtud proclamada se justificaba recurriendo
a la autoridad sobrenatural y a las sanciones trascendentes (justamente por eso la crisis religiosa
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ha implicado inevitablemente una crisis de valores éticos, ya que hubo pérdida de fundamen –
damentación sobrenatural y se destaca la debilidad de fundamentar a veces lo ético sobre una
trascendencia irracional, que no integra fe y razón).
c) Su carácter pasivo; es decir, en la educación moral, tradicional, el niño era en gran parte un
sujeto pasivo; el maestro enseñaba y el niño aprendía, teniendo que obedecer y aceptar sin
discusión. Además, se solía presentar al niño ejemplos de la historia bíblica y religiosa, lejanos
en el tiempo y en el espacio del mundo infantil.
d) Su carácter irracional, es decir, una educación que apenas apelaba a la inteligencia, porque era
esencialmente dogmática. De modo que la educación moral a menudo se reducía, en el mejor
de los casos, a un condicionamiento y en pocos casos a un simple adoctrinamiento.
e) Su carácter negativo, es decir, el niño aprendía mejor lo que no debía hacer, pero el camino que
conducía a una conducta positiva quedaba vago y nebuloso.
Si me atrevo a presentar estas críticas a la educación moral tradicional, o mejor dicho, a algunos
aspectos de la misma, quiero dejar bien en claro que lo hago con sumo respeto y cariño, consciente
de que la construcción del presente tiene sus cimientos en el pasado y nuestra tarea es la de aprender
y aprovechar de la sabiduría de nuestros antecesores, pero a la vez superar las deficiencias que el
tiempo histórico ha comprobado” (T. Mitsud S.J., Rev. Mensaje 291 de Agosto de 1980).
Ejercicios :
1. ¿Por qué el autor señala que la dimensión moral supone la dimensión sicológica del hombre?
2. Analiza las 5 líneas de pensamiento sobre el desarrollo moral, planteados por Kohberg y señala
cuál de ellas es que encuentra una aplicación en la vida común y cuál será más adecuada en
función de la formación de una conciencia moral.
El análisis del acto moral nos sirve de pauta para distinguir entre actos responsables e
irresponsables. Sólo los actos responsables, esto es conscientes y libres, caen dentro del dominio
de la moral.
Esto nos lleva a tratar el concepto de responsabilidad moral, como así mismo el concepto,
relacionado y concomitante con el anterior, como es el concepto de conciencia moral.
La responsabilidad moral la definiremos como “la capacidad y la obligación moral que tiene el
sujeto de responder plenamente de los actos realizados siempre y cuando éstos tengan su origen en
un comportamiento libre y consciente”. (Escobar, 1988).
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La Conciencia Moral es propia del hombre
El hombre y sólo el hombre tiene Conciencia Moral, que dan sentido y significado a sus actos y lo
hacen humano.
Los otros animales están determinados por su naturaleza y su comportamiento es solamente
instintivo, en cambio “la conducta específicamente humana no está determinada por fuerzas ciegas,
que actúan de la forma ineludible, que es propia del instinto animal. La conducta del hombre, tanto
si está de acuerdo como si contraría las exigencias de su verdadero ser, depende de la intervención
de la razón, de su autodeterminación. Esta disposición a la autodeterminación, propia de la
naturaleza del hombre, es el fundamento de la responsabilidad de la conducta humana y del
nacimiento del fenómeno de la moralidad en el hombre” .Es la apreciación interior de nuestra
propia conducta. (J. Messner, 1967).
- razón práctica
- Autónomos - intuición o
sentimiento
Elementos moral
de la
Conciencia - educación y
Moral - Heterónomos medio social
(usos, costum-
bres, prejui-
cios, etc.)
1. Concepto de Conciencia :
- “Es la íntima evidencia del bien y del mal, de lo que hay que hacer y de lo que hay que evitar”.
- El primer postulado de la conciencia nos señala que “hay que hacer el bien y evitar el mal”
- La conciencia
Nos aprueba
Nos excusa
O nos reprende, internamente en cada uno de nuestros actos morales.
- La conciencia es infalible en cuanto a sus principios universales, los que orientan al hombre en
la solución de cada problema particular de la vida diaria. Su valor es absoluto.
3. Formación de la Conciencia :
- Es necesario formarse una recta Conciencia Moral que guía por el camino de la corrección
todos nuestros actos, tanto individuales como sociales.
- El hogar es el primer lugar donde se forma la conciencia moral, a través de los ejemplos de
rectitud, dados por los padres a sus hijos.
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El hogar es la principal escuela de formación moral.
• La rectitud de conciencia se forma con valor y firmeza de voluntad en el cumplimiento
constante de los pequeños deberes, única forma de prepararse para los grandes deberes de la
vida.
• Estar atento y obedecer a todas las insinuaciones de la conciencia, porque las faltas permanentes
de conciencia van formando una insensibilidad ética y una sordera moral, que será insuperable
más tarde en el desarrollo de la vida.
• Los problemas de conciencia : frente a las experiencias de la vid, estamos ciertos o dudosos de
lo que tenemos que hacer.
La conciencia cierta:
El hombre obra siempre honestamente cuando tiene conciencia cierta de lo que tiene que hacer;
que el acto que va a realizar sea lícito.
• Para llegar a formarse esta conciencia legítimamente cierta es necesaria la reflexión ,el estudio
de la moral, los principios morales, trascendentes para caer en la contingencia de la praxis o del
utilitarismo. Por otro lado, es importante la asesoría de personas de gran prudencia y
experiencia y la práctica habitual de las virtudes morales.
La conciencia dudosa :
• Vencible : Aquella que puede ser superada fácilmente. Su existencia implica negligencia por
parte del sujeto y por lo tanto, responsabilidad sobre las consecuencias que de esa ignorancia se
sigan, porque se trata de una ignorancia mantenida voluntariamente. De ahí que los actos que
procedan de esta ignorancia son plenamente voluntarios y caen bajo la imputabilidad moral.
• Invencible : Aquella en que existe imposibilidad física o moral de superar. Esta ignorancia
suprime la libertad, es actualmente involuntaria, no es producto de la negligencia y por lo
tanto, no implica culpabilidad y exime de responsabilidad moral.
La violencia sólo puede ejercer presión sobre el acto físico, nunca podrá obligar a la voluntad que
podrá abstenerse de colaborar en el acto físico ejecutado por imposición de la violencia. De ahí
que estos actos serán involuntarios en la medida en que no participa la voluntad y quedarán
liberados de imputabilidad moral.
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4. Pasión : llamada también concupiscencia; consiste en la violenta atracción hacia un bien
sensible, con una intensa conmoción de todas las facultades, llegando hasta enceguecer la
inteligencia y descontrolar a la voluntad.
Ejemplo : crimen pasional; los insultos proferidos a una compañera en un arrebato de rabia.
Ejercicios :
1. Pregunta a tus amigos, a tus parientes, qué entienden por “Conciencia”. Compara tus respuestas
con lo propuesto en los apuntes. Establece las relaciones y semejanzas entre ambas posiciones.
2. De acuerdo a lo que has visto en T.V., en los Diarios y en los Medios de Comunicación, o en
la Vida Diaria, analiza cada uno de los obstáculos al Acto Moral y determina en qué grado
excluyen la libertad humana.
Presentaré dos textos sobre la Conciencia Moral, que nos muestran diversos puntos de vista sobre el
problema que hemos trabajado en la primera parte del presente capítulo. Cada uno nos da un
enfoque diferente. La tarea siguiente consiste en leer cada uno de ellos, en forma individual y luego
discutirlos en grupo para llegar a conclusiones generales .
Texto 2 : La Conciencia: un llamado del hombre a sí mismo (Eric Fromm, Ética y Sicoanálisis).
No existe aseveración más soberbia que el hombre pueda hacer que la de decir : “Obraré de
acuerdo con mi conciencia”. A través de la historia los hombres han sostenido los principios de la
justicia, el amor y la verdad contra toda clase de presiones a que se han visto sometidos, con el fin
de hacerlos renunciar a lo que sabían y creían. Los profetas obraron de acuerdo con su conciencia
cuando denunciaron a su país y predijeron su caída a causa de su corrupción e injusticia; Sócrates
prefirió la muerte a seguir una línea de conducta con la cual hubiera traicionado a su conciencia al
transigir con la mentira. Sin la existencia de la conciencia la raza humana se hubiera quedado
estancada hace mucho tiempo en su azarosa carrera.
Diferentes a estos hombres fueron otros, quienes también decían que actuaban de acuerdo con su
conciencia: los hombres de la Inquisición, que quemaron en la pira a hombres de conciencia,
pretendiendo obrar en nombre de su conciencia; los rapaces provocadores de las guerras, que han
sostenido obrar siguiendo los dictados de su conciencia cuando anteponían su voracidad por el
poder a cualquier otra consideración. En efecto, es difícil que exista alguna acción de crueldad o
indiferencia hacia otros o hacia uno mismo que no haya sido racionalizada como el dictado de la
conciencia, exhibiendo así, en su necesidad de ser apaciguada, el poder de la conciencia.
En sus diversas manifestaciones empíricas, la conciencia es, ciertamente, desconcertante. ¿Son estas
diversas clases de conciencia una misma y sólo difieren en su contenido? ¿Constituyeron distintos
fenómenos que sólo tienen en común el nombre “conciencia”? ¿O resulta insostenible el concepto
de la existencia de la conciencia si investigamos el problema empíricamente como un problema de
motivación humana?
La conciencia autoritaria es la voz de una autoridad externa interiorizada, los padres, el Estado, o
cualesquiera que sean las autoridades de una cultura dada. Mientras las relaciones de los individuos
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con las autoridades conservan su carácter externo, sin sanción ética, difícilmente podemos hablar de
conciencia; tal conducta es meramente acomodaticia, regulada por el temor ante el castigo y la
esperanza por la recompensa, siempre dependiendo de la presencia de estas autoridades, de su
conocimiento de lo que uno está haciendo y su facultad supuesta o real para castigar o recompensar.
A menudo una experiencia que la gente considera como sentimiento de culpa, surgido de su
conciencia, resulta a veces no ser otra cosa que el temor que tiene a tales autoridades. Estas
personas propiamente hablando, no se sienten culpables, sino atemorizadas. Sin embargo, en la
formación de la conciencia, autoridades tales como los padres, la Iglesia, el Estado o la opinión
pública, son aceptadas consciente o inconscientemente como legisladores éticos y morales, cuyas
leyes y sanciones adopta uno interiorizándolas. Por así decirlo, las leyes y las sanciones de la
autoridad externa llegan a formar parte de uno mismo y en vez de sentirse responsable ante algo
interno: la propia conciencia. La conciencia es un regulador de la conducta más efectivo que el
temor ante las autoridades externas, porque si bien uno puede sustraerse a las autoridades, no
puede, en cambio, escapar de sí mismo y, por consiguiente, tampoco de la autoridad interiorizada
que ha llegado a formar parte de uno mismo.
Ejercicio Individual :
3. La conciencia autoritaria y la conciencia humanista, ¿se puede confundir en una sola?. Indica
algunas semejanzas y diferencias entre ambos ámbitos de la conciencia.
Ejercicio Grupal :
Discutir las mismas preguntas en grupo y luego organizar un Foro para llegar a conclusiones
generales .
La conciencia moral es el polo del discurso y la praxis moral; es decir, a través de su conciencia la
persona humana está abierta a los valores y al plan liberador de Dios cuando entra en contacto con
la realidad histórica. La persona humana constituye un proyecto ético y la historia misma se plantea
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como una tarea ética. Ahora bien, ¿cómo intuye y se ubica la persona humana frente a ese desafío?
En otras palabras, ¿qué es la conciencia moral?
Muchas personas viven la realidad de la conciencia moral como una instancia espacio-corporal (un
“algo” o “una parte dentro de uno”) con una connotación marcada por lo negativo y lo prohibitivo
(“la voz que me castiga”). Así volvemos a la pregunta inicial, ¿qué es la conciencia moral?
Por de pronto habría que afirmar tajantemente que la conciencia no es “la voz que acusa”, porque
esto conlleva el concepto de un Dios castigador (el ojo gigantesco puesto dentro de un círculo que
está constantemente alerta para denunciar y reprochar la debilidad humana). El Dios de Jesús es el
padre que encontramos en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15:11-32), preocupado por perdonar a
la persona, acogiéndola en sus brazos divinos e invitándola a una conversión genuina y radical. El
Dios de Jesús no busca el castigo, sino el perdón y sólo el perdón conduce a una verdadera
conversión. La misma vida y los gestos y la misma muerte de Jesús testifican la verdad profunda en
las palabras: “Porque así demostró su amor al mundo, dando a su hijo único, para que tenga vida
eterna y no perezca ninguno de los que creen en él. Porque Dios no mandó a su hijo al mundo para
juzgar al mundo, sino para que el mundo por él se salve (Jn. 3:16-17). Ciertamente entender la
conciencia moral como una realidad opresora es no hacer justicia al mismo Dios, un Dios
Crucificado por amor a la humanidad, buscando incansablemente la rehabilitación del pecador: “da
más alegría un pecador que se arrepiente, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse”
(Lc. 15:7; ver también Lc. 15:10).
Prefiero acercarme a esta realidad ética de la conciencia moral por medio de un discurso
integrador. La conciencia moral, comenzando por lo negativo :
a) No se limita a ser una simple aplicación mecánica de unos principios universales a las
contingencias de la vida, a unas situaciones determinadas, sino en crear fielmente, en cada
momento, el modo en que la persona humana responde a su calidad de imagen de Dios en la
construcción de una historia humana y deshumanizante, realizándose a sí mismo en el intento.
b) Tampoco es una copia sin más de la cultura o de una sociedad, porque esto implicaría la
negación de la libertad humana abierta a la gracia divina y además no explicaría la vida de los
“revolucionarios éticos” (personas que justamente han contradicho y denunciado los
antivalores de una cultura o sociedad determinada); lo cual no niega la influencia y el
condicionamiento ambiental sobre la libertad humana; y
c) Por último, tampoco hace referencia a algo añadido superestructural o parcial en la persona
humana, sino a una dimensión de la persona humana en cuanto abierta y partícipe del proyecto
ético.
De un modo positivo, se puede decir que la conciencia moral hace referencia a la misma persona
humana en cuanto :
a) la persona humana está creada como imagen de Dios: de modo que la conciencia se entiende
dentro del proceso de una historia de salvación liberadora y abierta a la trascendencia (existe un
punto de contacto entre la persona y el mismo Dios);
b) es aquella instancia en el hombre de decisión fundamental en relación con Dios, los demás y
la realidad, es decir, es una instancia de definición y autodefinición;
c) la conciencia moral hace referencia a toda la persona humana y no a parte de ella (sea intelecto,
voluntad o emocional); como tal presupone la integración de la persona humana y es, a la vez,
una instancia integradora de la persona;
e) la dimensión de la conciencia moral hace que la persona humana sea responsable de la realidad
histórica (personal y social) en cuanto es un ser libre (Angelus Silesius escribía, “Si Cristo nace
mil veces en Belén, pero no en ti, seguimos estando eternamente perdidos”);
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f) siendo la conciencia moral una realidad humana, participa de los condicionamientos de lo
humano (cultura, estructuras, sicología, crecimiento, limitaciones, etc.), pero está siempre
abierta a la realidad divina (la gracia liberadora); crece y desarrolla o sencillamente se hace
insensible y se atrofía; así que es primariamente una potencialidad que hay que cultivar,
formar y desarrollar.
Entonces, la conciencia moral es : la misma persona humana, en cuanto capaz de intuir y decidirse
(el Indicativo Obligante) para construir el proyecto ético (personal) y social) frente a un llamado
vivencial (Dios que interpela a la persona a través de los acontecimientos, la vida de los demás, una
situación concreta, etc.,). Así que hago una distinción entre la conciencia moral y el juicio moral.
El juicio moral es el juicio práctico frente a una situación o una persona concreta (el concepto de
“conscientia”) y constituye una función; mientras que la conciencia moral hace referencia a la
misma estructura de la persona humana en cuanto situada frente a la presencia comprometedora de
Dios en la historia y constituye una dimensión de la persona humana. El juicio moral supone la
formación de la conciencia moral y la validez del juicio moral exige el desarrollo constante de la
conciencia moral, en otras palabras, la conversión de la persona humana”.
Ejercicios :
2. Actividades individuales:
A. Este último tema nos lleva a reflexionar acerca de la Crisis Moral de la sociedad actual, aunque
hablar de crisis es bastante complejo de asumir sin un previo análisis.
Tony Mifsud S.J. señala que la palabra Crisis, en un sentido más común y corriente denota dos
aspectos de una misma realidad.
Ahora bien –continúa diciendo el autor- subrayar el primer aspecto (el derrumbe) implica una
visión pesimista y ahistórica de la realidad, mientras que fijándose en el segundo aspecto (la
búsqueda en la hora presente) denota una perspectiva de “discernimiento”, de fidelidad al hombre
y a la sociedad latinoamericana contemporánea. Lo primero conduce a una añoranza del pasado,
buscando seguridad y soluciones en un pasado, sin distinguir entre lo esencial transhistórico y lo
accidental histórico. Lo segundo lleva a una fidelidad al Dios de la Historia en nuestra sociedad
latinoamericana compartiendo sus inseguridades y sus interrogantes.
Se puede hablar de la crisis de la moral a un doble nivel : la Moral Vivida (el comportamiento
moral de las personas) y la Moral Formulada (la formulación de la moral). Son dos niveles
distintos. Una crisis a nivel de moral formulada implica sólo una adaptación lingüística de la
moral, sin ulterior problema; pero una crisis a nivel de moral vivida significa la presencia más
honda del problema y requiere llegar a las raíces.
La moral vivida
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La ausencia o la deficiencia de los valores morales en nuestra sociedad suele recibir distintas
explicaciones que se pueden agrupar bajo tres temas. La desmoralización es producto de :
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4 el hedonismo : se está erigiendo una civilización del consumo donde el hedonismo se
considera como el valor supremo (el placer, la satisfacción inmediata), creando una
voluntad de poder y de dominio y unas discriminaciones de todo género.
No cabe la menor duda de que el nacimiento “amoral”, insensible al mundo de los valores y
atraído por una sociedad de consumo, constituye la raíz más profunda de la crisis a nivel de la
moral vivida. Más aún, la aparición de este “hombre” está agravando la situación de miles y
miles de pobres de nuestro continente y, por otra parte, creando falsas expectativas y
necesidades ficticias en el pobre que habita nuestro continente. Es verdaderamente alienante,
porque atrae al pobre a tener más, pero no a ser y a llegar a ser una persona humana. ¡El tener
una radio o el televisor a colores es más importante que participar libremente en la construcción
de un país!
Pero no todo apunta hacia una menor sensibilidad moral. Hay que ser ciego para no vislumbrar
una distinta sensibilidad que tiene repercusiones directas sobre la valoración moral de la
realidad. Se podría destacar el siguiente Cambio :
7 El Espíritu Crítico del hombre moderno que quiere comprender el por qué y para qué,
obliga a revisar a fondo los planteamientos y las fundamentaciones morales.
Este cambio en la sensibilidad moral inaugura el nacimiento del hombre maduro que exige una
reflexión teológico-moral seria, relevante y orientadora. (Tony Mifsud, S.J., Hacia una Moral
Liberadora, T.1)
B. El discurso de las exigencias morales del Mundo de hoy debe encontrar su desarrollo, no sólo en
la liberación de las costumbres, como producto de un fuerte desarrollo de la humanidad, sino que en
el rescate del hombre como ser humano en la vuelta a su dignidad, que le permita ser cada día más
persona en la plenitud de su dimensión trascendente.
En síntesis, el discurso de la Crisis Moral ha de reencontrarse con los Principios trascendentes que
dan sentido a la vida, más allá de las cosas y de los objetos que alienan y desgarran al hombre,
perdiéndolo del camino de la Verdadera Felicidad.
En este contexto, he considerado importante presentar algunos párrafos de la Carta del Sr.
Arzobispo Carlos Oviedo que invita a movernos a la reflexión de las exigencias morales en el
Mundo de hoy.
Texto 4 :
Introducción
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sociedad actual parece encaminarse aceleradamente por la pendiente que conduce a lo que en otros
países se ha llamado la “sociedad permisiva”.
4. Las consecuencias más fáciles de advertir en este clima de creciente inmoralidad son :
- la delincuencia creciente y con uso de violencia hacia las personas, los asaltos, el terrorismo y
el impactantes aumento de los delitos sexuales.
6. Por cierto, esta situación no se ha producido de un día para otro, sino que refleja un proceso que
tiene ya tiempo entre nosotros y en el que han incidido poderosamente diversas influencias que
vienen desde las sociedades secularizadas de Europa y Norteamérica. Sin embargo, el factor más
importante que ha contribuido a crear esta alarmante situación es la progresiva debilidad de la
familia como institución humana, debilidad que se produce cuando los padres abandonan su
obligación irrenunciable de dar formación moral a sus hijos o cuando la familia se desintegra por la
separación de los cónyuges o cuando ni siquiera alcanza a constituirse. La ruptura frecuente de la
relación entre los esposos y sus subsiguientes matrimonios con otras personas, no sólo hace que sus
hijos sufran muchísimo por la separación de sus padres, sino que debilita su moral al quedar
desválidos de la autoridad paternal y maternal que debería ayudarlos y orientarlos en su formación.
8. La verdadera y última de este deterioro moral, si embargo, hay que buscarla en el debilitamiento
de la fe. Sin fe, o con una fe debilitada, no hay moral que pueda sostenerse. Tanto entre quienes no
tienen fe, como entre aquellos que la han abandonado y entre los propios católicos, el inadecuado
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desarrollo de la conciencia religiosa ha hecho que se haya ido atrofiando y pervirtiendo el sentido
de la “libertad de conciencia”, de tal manera que ha desembocado en una situación en que cada uno
hace en su vida afectiva lo que quiere, sin limitación alguna, como también en sus acciones
políticas, económicas y sociales, o en cualquier otro ámbito de la vida diaria. Esta confusión entre
la libertad de conciencia y una conciencia arbitraria, determinada por las propias inclinaciones, que
no se orienta a la búsqueda de la verdad y que no reconoce, por lo tanto, la moral objetiva es la
causa inmediata de este clima de permisivismo que hasta relativiza o desprecia el valor de la vida
humana.
9. La fe auténtica ha representado siempre un fundamento sólido para el desarrollo de la
conciencia moral en el hombre, porque da una mirada atenta, agradecida y respetuosa frente a los
bienes de la naturaleza y frente a las personas, puesto que reconoce en ellos un don de Dios, un
signo de su bondad. Así, cuando la fe se debilita, tarde o temprano comienza también a socavarse
la moral y las costumbres de la población. En lugar de la actitud agradecida ante la vida aparece la
actitud egoísta y manipuladora, que quiere dominar y someter las cosas y las personas a los propios
caprichos de la fantasía y de la voluntad, a la obtención de ganancias o de prestigio o a acrecentar el
poder con la vana ilusión de que todo ello ayudará a dar más valor a la vida. No sólo la historia de
la Iglesia, de sus mártires y de sus santos, sino que la historia religiosa de toda la humanidad
muestra que quienes tienen el más alto valor por la vida son aquellos que están dispuestos a
entregarla por amor, sin condiciones, sólo con el deseo de servir y de dar gracias.
10. Son estos mismos motivos los que me han decidido a entregar esta Carta Pastoral a todos los
hijos de la Iglesia y a todos los hombres de buena voluntad, pues frente a un problema tan difundido
y que se va haciendo cada vez más profundo en la sociedad, no es posible la indiferencia, ni
tampoco el sentirse derrotados ante esta ola creciente de inmoralidad que gusta a tantos. Es
necesario denunciar con claridad la situación que vivimos y proponer orientaciones que permiten
superar este fenómeno, movilizando las conciencias para emprender una tarea común de
dignificación de nuestras vidas y de nuestro tiempo”
Lo expresado por la Carta del señor Arzobispo es un documento que nos mueve a reflexionar más
allá de nuestra posición doctrinal o religiosa. El hombre desde tiempos remotos ha buscado la
Felicidad como fin último de su existencia. La Felicidad es “un bien cuya posesión no permite
desear ningún otro”. Es un “estado constituido por la reunión de todos los bienes”.
El hombre busca la felicidad, la busca hasta cuando cree sacrificarla. Así, el que renuncia a la
felicidad material para vivir en Dios, busca la felicidad, al mismo tiempo que la perfección. El
hombre busca su Bien y su bien es lo que lo hace Feliz.
El hombre tiende así necesariamente a su bien total, pero no tiene sino un conocimiento impreciso
del objeto de este bien o de su contenido. En cambio, se encuentra en presencia de bienes
particulares, tales como los bienes materiales, bienes corporales, bienes intelectuales, bienes
sociales, etc. que conoce mucho mejor, que conoce de cerca y de manera concreta, cuyas ventajas y
limitaciones conoce exactamente, que le hablan a la sensibilidad, que son instrumento de
satisfacción, de goce y de felicidad, sin que ninguno de ellos se identifique con el bien total, fuente
de toda felicidad.
Así, el hombre va comprobando por la experiencia la insuficiencia de los bienes finitos para
producirle la felicidad total que busca su naturaleza racional: y sigue el hombre en su incesante
búsqueda de la felicidad.
De allí, entonces, que las exigencias morales en nuestra época nos deben abrir caminos que nos
lleven a superar el utilitarismo, el pragmatismo y las exigencias de un mundo consumista donde
todo se pone a la venta.
La posesión del dinero, del poder, la sexualidad indiscriminada, tener cosas, se constituyen en
bienes en sí mismos que dejan al hombre, una vez satisfecha la necesidad, con una sensación de
vacío, llevándolo a la búsqueda de nuevas experiencias que se pierden y lo pierden como persona.
Ejercicios y actividades :
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2. Describe , con ejemplos, los problemas más significativos de la “Moral vivida”.
3. Enuncia y comenta las influencias nocivas de la mentalidad consumista en la moral del
hombre latinoamericano.
4. Haz un último esfuerzo y destaca tres ideas, a lo menos, de la Carta de Monseñor Carlos
Oviedo y señala algunas situaciones concretas en que éstas se concreten.
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