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EL MARICÓN DE LOS ANILLOS

I
El Grito del Maricón

Esta novela es una obra de ficción. Nombres, personajes, lugares e incidentes


son producto de la imaginación del autor o se emplean como ficción. Cualquier
parecido con sucesos, situaciones o personajes reales, vivos o muertos, seria
pura coincidencia.

Yo estaba en el instituto Puigvert, me había quedado un rato más jugando al


fútbol con mis compañeros después de que acabaran las clases. Hicimos 2
equipos para jugar un partido. En el primero éramos el Christian, el Dídac, el
Joan Josep y yo (el Álex). En el segundo eran el Dani Bonet, el Toni y el Albert.
Estábamos ya a punto de marcharnos para casa, cuando oímos un grito en el
interior del instituto:
- ¿Que mierda grito maricón es ese?- pregunto el Juanjo.
- Yo no he sido- dijo el Christian.
- No me refería a ti, con lo de maricón- aclaró el Juanjo.
- Tenemos que darle de ostias al moña que grita así- dijo el Toni.
- Pero a mí me dejáis en paz, ¿vale?- pidió el Christian.
- Vamos a mirar dentro- dijo el Albert.
Estuvimos buscando dentro un rato, pero no encontremos a nadie dentro del
instituto (algo muy sospechoso, por cierto). Cuando ya estábamos saliendo del
instituto volvimos a escuchar el grito de maricón:
- Este tío, o tía mejor dicho, se está burlando de nosotros- dijo el Dani.
- Ya lo sé- dijo el Albert- y lo va a pagar muy caro.
En ese momento, algo tan veloz que no se le podía ver bien (le llamaremos
escopeta supersónica de momento) petó al Albert. Nos daba un poco de pena,
pero que se jodiera. Tiramos al Albert por el water y seguimos con lo nuestro.
* * *
Hacía rato que notaba algo raro en el Christian, o bien, se había enamorado del
maricón ese, o no era el Christian. Yo estaba convencido que era la segunda,
porque el Christian ya tenía novio:
- Christian, tu sabes algo de todo esto, ¿verdad?- le pregunté.
- Yo no, o sea, quiero decir que todo es superguay, o sea... - respondió.
- Christian, o debería decir Boris Izaguirre- le pregunté.
(Pensaba que era Boris Izaguirre, porque era maricón pero tenía polla, y el
Christian...)
- No, Boris no, o sea, que está muy bueno, pero que yo soy el Christian.
- A ver, como se escribe tu nombre- le dije.
- B.. O.. R.. I.. S- me contestó
- Cortadle la cabeza- dije- no, mejor que no, aunque es un disfraz, es muy
real y no quiero ni saber lo que pasaría si se cayese la cabeza al suelo.
Matadle, pero de un disparo y con cuidado de que no se caiga- rectifiqué.
Después de matarle, y echarlo al container (no cabría en el water con el
disfraz), seguimos con la investigación.
Tras echar al Christian al container de fuera del instituto, volvimos a entrar y
como si nada, el instituto volvía a estar lleno de gente. Vimos al Pau, al Marc (y
a su panza) y al Sergi (que ese día estaba más alto que nunca, aunque al
momento descubrí que llevaba tacones)... El Marc, se nos acopló:
- Está pasando algo raro- dijo- hace poco ha acabado una reunión, pero no he
podido entrar a la sala, la puerta era demasiado pequeña.
O tu panza demasiado grande pensé, pero me callé, porque tal vez podía
aportar algo a nuestra investigación:
- ¿Has oído algo interesante?- le pregunté
- Lo único que he oído ha sido algo así como que “Viva Las Supernenas”-
acabó el Marc.
Oír ese nombre, no sé porque, pero me recordó al Christian:
- ¿Sabéis donde se ha metido el Christian?- pregunté.
- Estaba en la sala de la reunión- dijo el Marc.
- ¡U! ¡U! ¡U! Me gusta el plátano de canarias.
- ¿Que te pasa Dídac?- preguntó el Dani.
- ¡U! ¡U, u, uu, uuuu, u!- dijo el Dídac.
- ¿Que ha dicho, Dani?- le preguntemos el Toni, el Marc, el Juanjo y yo a la
vez.
- Dice que se ha encontrado un folleto, donde avisan de una reunión para
maricones. Dice también que por asistir, te regalan un plátano de canarias.
Miremos el folleto y ponía que la reunión era exclusivamente para maricones y
que se celebraría el miércoles 5 de diciembre de 2001 de 15 a 15.30 horas en
la sala de actos. Leímos más abajo y ponía que se repetiría a las 17 horas del
mismo día:
- ¿Quién está dispuesto a ir?- preguntó el Juanjo
- Por el bien de la investigación, iremos- dijimos el Dani y yo y, por lo que me
dijo el Dani, también el Dídac.
El Toni no podía ir (tenía que barrer la escalera) y el Marc como no podía pasar
la puerta se quedó en su casa hasta nueva orden.
Entonces el problema era como hacernos pasar por maricones.
- ¿Que coño haremos para que nos dejen pasar?- dijo el Dani que dijo el
Dídac
- Pues muy fácil, nos comportamos y nos vestimos como el Christian- dijo el
Juanjo.
- ¡Es verdad!- dijimos todos a la vez.
Aclarado esto, cada uno se fue a comer a sus respectivas casas.
Pero a las 5, tal y como habíamos quedado, estábamos en el instituto vestidos
con unas bambas Elike y una cazadora Alfa (no Alpha, por si alguien no se
había fijado). La reunión estaba a punto de empezar cuando, de repente,
volvimos a oír el grito del maricón. Este tío nos estaba hartando ya y decidimos
asegurar la operación:
- Bueno, escuchad, avisaremos al Marc para que bloquee la puerta principal y
no escape nadie. El Dídac y tu, Dani, iréis a buscar al maricón, y mientras
tanto el Juanjo y yo entraremos a la reunión, para intentar averiguar algo-
dije.
Estábamos a punto de hacer lo dicho cuando:
- ¡Mirad, el Pau! ¿Le avisamos para que nos ayude?- dijo el Dani.
- Sí, cuantos más mejor- dijo el Dídac (en su idioma).
- ¡Pau, ven pa’ ca! ¿T’apetese ayudarnos en nuestra investigasión? - dijo el
Juanjo.
El Pau vino, pero desde el primer momento le noté algo raro:
- ¡Pau, deletrea tu nombre!- dije.
- P.. A.. U- contestó.
- ¡Uf!, Menos mal, pensaba que no eras tu. Te notaba algo raro- le aclaré los
motivos de mi anterior pregunta.
- Es que tengo diarrea.
- ¡Que asco, vete pa’ tu casa!- dijo el Juanjo.
- ¡No! Quiero ayudaros en vuestra investigación.
- Bueno, vale- dije- ven conmigo y el Juanjo a la reunión. Pero necesitas una
ropa estilo Christian para entrar en la reunión de gays porqué sino te
descubrirán. ¿De donde la podemos sacar?
- Da igual, iré así vestido pero hablaré como un maricón. Lo sé hacer muy
bien.
Dicho y hecho, seguimos con nuestra investigación en casi todo menos en una
cosa, el Dani y el Dídac buscaban al maricón y el Marc, con un trozo de panza,
bloqueaba la puerta, y con la otra nos acompañaba al Juanjo, al Pau y a mi
pero no fuimos a la reunión, porque nos descubrieron al intentar entrar y
tuvimos que salir corriendo antes de que nos petaran. Al cabo de un rato nos
encontramos al Dídac medio muerto e histérico por alguna razón desconocida
por mí.
- ¡Me ha pasado algo raro!- decía una vocecita que procedía del Dídac.
- ¿Quién habla?- pregunté.
- Yo, el Dani. Estoy aquí en las manos del Dídac.
Vi a un ser del tamaño de un escarabajo:
- ¿Qué te ha pasado?- le pregunté.
- Me han desinflado la joroba y, me he quedado en esto.
El Juanjo hizo una cara de asco y pisó al Dani mientras decía:
- ¡Un “bisho”, que asco!
- ¡Que cabrón, has matado a Dani!- dijo el Dídac
- ¿Y que “pasha”?
- ¡Juanjo, ahora sin su pelo mocho el Toni no podrá barrer la escalera!
- ¡Oh, no! ¡¡¡Dios mío vaya putada!!!. Bueno da igual.
- Sí, no importa- dijimos el Dídac y yo a la vez.
- Dídac, ¿cómo es que te entendemos?- dije.
- ¡Es que el Dani vive en mi!
- ¡Menuda putada!
- Sí.
- ¿Quién le hizo eso al Dani?
El Dídac no me llegó a responder, estaba ya medio muerto y después de que
una escopeta le repetara, murió. Como el water estaba atascado por tanto
muerto, se lo metimos por el culo al Oriol, que era lo que más se parecía a un
water.
Ya solo quedábamos el Marc, el Juanjo, el Pau y yo cuando el Christian apareció
y nos dijo:
- Estos maricones son unos... maricones. Como soy tan y tan alto no me
dejan entrar en su clan- lo dijo como si se lo creyese de verdad que era
alto.
- Christian, ¿tu tan y tan alto? Juá juá juá... ¿qué clan?- pregunté.
- ¿No sabéis nada?
- No- respondí.
- ¿Ni de Petas, ni de la transformación...?
- No, ¿porque crees que te lo preguntamos?
- ¿Pero nada de nada?
- ¡Que na’ coño!, Que pasa ¿t’han petao o qué?- dijo harto el Juanjo.
- ¡No, no! (Que más quisiera yo). Pues escuchad, estos individuos están
buscando su objeto maravilloso gay y si lo recuperasen seria el fin de la
raza humana heterosexual y van a petar culos por todo el planeta Tierra en
busca de él. Comenzarán petando a...
El Christian murió. Una tía misteriosa pasó por delante y le enseño las tetas,
por lo que le dio un infarto y se desintegró. Cogimos a la chica entre los tres,
pero es que estaba tan buena que en vez de matarle o obligarle a que nos
dijese algo me la folle, al Juanjo no le apetecía, el Pau como tenía diarrea dijo
que tenia que estar por no cagarse encima y el Marc la aplastó:
- Gordo cabrón eres un... gordo y un... cabrón- dije yo.
- Sí, ese soy yo- añadió el Marc.
- ¿Porque la has aplastado?- pregunté.
- No lo he podido evitar- dijo entre lágrimas.
- ¿Marc, tú eres feliz?- dijo el Juanjo.
- ¡Que chorrada es esa! Estoy como un queso de bueno y soy sexy- dijo.
- No nos mates de risa por favor. Bueno, todavía no has respondido a mi
pregunta.
- Como voy a ser feliz. Para empezar mis tetas son más grandes que la de
Yola Berrocal, tengo una papada que parece una enorme barra de chopped
y hace más de 2 años que no me veo la polla por lo que podría declararla
oficialmente muerta... Como porqué soy infeliz y soy infeliz porqué como.
Entonces, no me preguntéis por qué, el Juanjo se declaró al Marc, el Marc
emocionado intentó darle un abrazo, pero en vez de eso lo aplastó como a una
mierda. De lo que quedó del Juanjo, lo cogió el Marc y se lo comió. Se ve que le
sentó mal la carne de Juanjo y se fue corriendo al water. A continuación, seguí
con la búsqueda del maricón y después de pillar in fraganti al autor de los
gritos mientras gritaba vi que era...
- Sí, soy yo, ¿y que? Eres un personaje.
- No más que tú, Dani.
...el Daniel Vallecillos, efectivamente. Se había pasado el día gritando porqué
se había roto una uña. Aunque gritaba como una maricona, no tenía nada que
ver con todo el clan. Se unió a mí y al Pau y comencemos a buscar al causante
de todo. Como no teníamos ni idea de por quien empezar a buscar, fuimos a
pedir ayuda al genio que aparecía y desaparecía:
- Penko, ¿sabes quien ha empezado todo esto?- dije.
- Po zí.
- ¿Quien?
- Tu.
Yo me quedé totalmente sorprendido, yo era el joputa que había empezado
todo:
- ¿Cómo lo he hecho?- le pregunté.
- Todo es culpa del Anillo que posees y que...
Como ya era normal que sucediese, le petaron. Cogimos el cuerpo y lo tiramos
a la cartera del Christian, que a falta de water y Oriol, era lo más apropiado
para la ocasión. Por otra parte, el Penko había mencionado el Anillo, yo
pensaba que era el único que lo sabía, además de Harry Petas, que fue a quien
se lo quité después de un dificilísimo juego... Empecé a recordar:
- Sssi no adivina esssta adivinanza, me tiene que comer la polla, sssi la
adivina le perdono la vida, ¿de acuerdo, preciossso mío? ¿De que color era
el caballo blanco de Santiago?- dijo Harry Petas.
- Mierda- pensé- esta me la sabía.
- Sssi no resssponde rápido, me la mama preciossso mío.
- Lila - dije con inseguridad.
Me equivoqué y tenía que mamársela, pero llamé a “alguien” que vivía en un
lugar de una caca y de cuyo nombre no quiero acordarme pero que ya os
imaginaréis (el Christian), para que se la chupara. Lo hizo encantado. Y
mientras lo hacía, a Harry Petas, se le cayó algo brillante, un Anillo Rosa. Me lo
guardé y descubrí que cuando te lo ponías tenías una capacidad de petar culos
ultramegaexcepcional, pero como a mi no me va eso, no solía ponérmelo.
... El Anillo Rosa tenía algo que ver en todo esto. Ahora que recordaba las
palabras del Christian lo entendí todo:
- Estos individuos están buscando su objeto maravilloso gay y si lo
recuperasen seria el fin de la raza humana heterosexual y van a petar culos
por todo el planeta Tierra en busca de él.
Su objeto era el Anillo Rosa, claro, a los gays les gustan todo este tipo de
objetos.
- Álex, Álex me muero... - oí.
El Dani estaba petado por la mitad y el Pau petado del todo y por lo que podía
ver, yo estaba rodeado de unos mini Sergi Diaz y al lado del Pau había un Sergí
parecido a los demás pero con un pollón lleno de mierda, por lo que me
imagine que había petado al Pau pero como el Pau tenía diarrea, llenó de
mierda al Sergi (que ya os imaginareis que él era la escopeta supersónica) y lo
dejo medio muerto pero le dejó con fuerzas suficientes como para petar por la
mitad al Dani:
- ¿Sois vosotros los maricones que quieren el anillo y que van petando a toda
la gente, y en ocasiones les desinflan las jorobas?
- No exactamente. El que petaba losss culosss era nuestro amigo Miniyo 1,
que esss el que está muerto a tu lado. Nosotrosss petamoss también, pero
sssomosss más lentosss, él esss supersssonico. Dejando esste tema de
lado te pido que nosss desss el Anillo- dijo una voz desde las sombras.
- ¿Quién eres exactamente?- pregunté.
- Sssoy Harry.
- ¿Potter?
- No, Petasss. Me llaman asssí por mi afición a petar culos.
- Harry Petas... Yo soy tu padre.
- ¿De verdad? ¿Papá?- dijo emocionado.
- No, de verdad no. No tengo pruebas, sabes.
- Ah, claro. Que tonto he sssido. Mátale, Toni.
- Toni... ¿eres tu? No te pagarán si no barres la escalera.
- ¡Es verdad!- con estas palabras el Toni se fue corriendo.
- Mierda pa’l Toni. ¡¡¡Supernenas!!! ¡¡¡A por él!!!
En ese momento las Supernenas se me acercaron para atacarme pero
conseguí despistarlas un momento. Ese momento era el que necesitaba para
escapar. Salí corriendo y como todos los maricones tenían la velocidad del
Christian, escape fácilmente. Ahora tenía que tirar el Anillo a algún sitio que
pudiese destrozarlo. En ese momento tuve la gran idea, se lo echaría de comer
al Marc. Así que me dirigí a los lavabos donde tenía que estar el Marc.
Cuando llegué encontré al Marc casi muerto:
- Marc, que coño te ha pasado?
- Álex, me muero...
- ¿Es que te han petado?
- ¡No! ¡Dios me libre! Pero es que tengo un empacho.
- Marc pero eso no puede ser ¿tu un empacho? Juá, juá, juá.
- ¡Que sí coño! Me intentaron petar cientos de mini Sergi Díaz y, para salvar
la vida, me los comí a todos.
- Marc, aunque mueras en el intento, tienes que comerte este anillo. Es por
el bien de la humanidad.
- Si no hay más remedio, lo haré.
Cogió el anillo, lo miró de reojo, y se lo tragó. Estuve observando lo que le
pasaba y me dijo:
- Álex, corre, voy a explotar.
- ¡¡¡Mierda!!!
Salí corriendo lo más deprisa que pude, pero a medio camino me encontré con
el Toni y lo que quedaba del Vallecillos:
- Álex únete a nosotros, pasarás a una vida mejor. Solo tienes que dejarte
hacer una mamaíta.
- ¡Vale!
Me dirigí a ellos, se agacharon y en ese momento les dije:
- ¡¡¡Y una miiiiieeeeeerda!!!
Les pegué una patada en la cara a cada uno, y seguí corriendo. Cuando estaba
a punto de llegar a la salida me encontré con Harry Petas, pero yo no le hice ni
caso y le pisé (no era muy alto, más bien como todos sus amigos), abrí la
puerta y salté lo más lejos que pude. En ese momento, se escucho la
explosión, que acabó con todo lo que había dentro y derrumbó el instituto.
Como el instituto había sido derrumbado y los maricones ganados todo el
mundo vivió feliz para toda la eternidad (bueno, un poquito menos)

CONTINUARÁ...

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