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Por cuanto, la continua firma de acuerdos dentro de un bloque crea un ordenamiento jurídico
diferenciado a los demás esquemas regionales. El desarrollo de un ordenamiento jurídico
intrabloque, lleva también a una discusión interminable en esta área, el cuerpo legal generado
sería entonces, derecho comunitario o derecho de la integración?
Una de las definiciones más extendidas, indica que el Derecho Comunitario es “un conjunto de
normas jurídicas comunitarias, principios e instituciones de carácter supranacional, autónomos,
uniformes, de aplicación inmediata, efecto directo y primacía sobre el ordenamiento jurídico de los
países miembros al que se integran que, fundados en los objetivos de la integración y en los
valores sociales, e inmersos en un orden jurídico comunitario propio que contiene los poderes,
competencias, derechos, obligaciones y procedimientos para comprobar y sancionar sus
violaciones, regulas las actividades de los órganos e instituciones comunitarias, de los Países
Miembros y de sus habitantes, dentro del ámbito de la comunidad, con la pretensión de su
intangible regularidad inviolable”.
Una definición de Derecho de la Integración indica, que es aquel “que regula las relaciones de los
Estados tendientes a la creación de esquemas de integración, cuyos ordenamientos normativos,
libremente consensuados por aquellos, deberán respetar las normas precedentes que integran el
ordenamiento internacional –que les sean oponibles- sean de carácter económico o no”.
El Tratado de Roma por el cual fue creada la Comunidad Económica, ahora denominada Unión
Europea, contiene un mecanismo de adopción de decisiones verdaderamente supranacional.
¿Dónde reside ese carácter supranacional? El carácter supranacional de un sistema jurídico se
da, cuando un tratado internacional prescribe que las decisiones que sean adoptadas por los
organismos comunitarios establecidos, mediante el acuerdo de una cierta mayoría, sea simple o
calificada, según los casos, serán adoptadas y cumplidas de manera obligatoria por todos los
países signatarios, prescindiendo del requisito de la unanimidad, y de manera directa, esto es,
sin necesidad de nueva aprobación o ratificación legislativa.