Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
La cirrosis hepática es una enfermedad crónica del hígado. Sus células hepáticas van
siendo reemplazadas por tejido cicatrizado, lo cual interfiere progresivamente con el
funcionamiento normal del hígado, ocasionando que este no cumpla sus funciones
adecuadamente.
Hay que personalizar cada caso ya que hay pacientes que presentan diabetes,
nerviosismo, digestiones interminables, etc.
Hay que comer poca cantidad cada vez y controlar la cantidad de azúcar en la dieta
ya que la diabetes es un gran riesgo en esta enfermedad (cirrosis hepática)
Aumentar el consumo de verduras, frutas y cereales es muy importante. En cambio
los lácteos, las grasas y la proteína animal se han de evitar o reducir al mínimo
(seguir la dieta de algún especialista)
Potenciar los alimentos que favorecen la función del hígado (apio, rábanos,
alcachofa, zanahoria, nabo y rabanitos)
Hemos de evitar el estreñimiento a toda costa ya que aquellos residuos que no
eliminamos vía intestinal lo haremos vía hepática, colapsando así aún más nuestro
pobre hígado.
La levadura de cerveza nos puede beneficiar ya que actúa de suave
multivitamínico, ayuda a depurar el hígado y es muy rica en Zinc y Cromo, dos
minerales muy importantes para el control de los niveles de "azúcar" en sangre
(problema colateral en algunas cirrosis hepática)
Otros consejos
Un problema muy importante es que si hemos de tomar algún medicamento hemos de
ir revisando constantemente la dosis ya que según nos encontramos nuestro cuerpo
reacciona de un modo u otro. Caminar un ratito cada día es una actividad suave pero
muy beneficiosa para el equilibrio de nuestro organismo.
Evitar las situaciones estresantes ya que sólo ayudan a empeorar estos casos de
cirrosis hepática.